Autores: Carlos Muñoz / Gabriel Peña / Raúl Díaz / INIA Butalcura

Producción de almácigos para Chiloé y Patagonia Verde

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS - INFORMATIVO N° 170 - AÑO 2017

Generalidades La producción de hortalizas requiere de insumos, tecnologías y manejos de cultivos adecuados que permitan obtener mayores rendimientos y homogeneidad en la cosecha. El primer paso para conseguir dicho objetivo es realizar una adecuada siembra, la cual puede ser de manera directa por el tamaño de su semilla, rusticidad y costo del cultivo ( zanahoria, betarraga, porotos, acelga, habas, arvejas, etc), o bien, mediante la elaboración de almácigos.

La técnica de almácigo y trasplante propone una interesante alternativa para el establecimiento de un huerto hortícola, ya que es posible disponer de plantas sanas y vigorosas.

VentajasMenor cantidad de semillas utilizadas (versus siembra directa), permite el uso de especies con dificultad en la germinación o donde el periodo de crecimiento es corto, mayor uniformidad en el crecimiento, mayor tolerancia a estreses biológicos que afectan el sistema vascular y radical, floración temprana y precocidad de la producción.Imagen 1: Emergencia de los cotiledones en almácigos de mizuna

verde y roja. Vitrina tecnológica INIA Butalcura.

Otras ventajas de realizar trasplantes corresponden a: mejor uso de la tierra ya que el ciclo del cultivo se acorta, permite aumentar el número de rotaciones, mejora el control de la población de plantas y espaciamiento, maximiza el uso del agua para riego y facilita el control de malezas.

Características de un almácigoEn términos generales, un plantín (ó almácigo) de buena calidad para el trasplante de hortalizas, se identifica por ser vigoroso, con una altura de 10 a 15 cm, ausencia o mínima clorosis (amarillamiento por ausencia de clorofila), buen desarrollo radical y libre de pestes y enfermedades.

SustratosUn sustrato es un medio material en el que se desarrollan las raíces de las plantas, limitado físicamente en su volumen, aislado del suelo para impedir el desarrollo de las raíces en el mismo y capaz de proporcionar a la planta el agua y los elementos nutritivos que demande, y a las raíces el oxígeno necesario para su respiración.

Para que un plantín se desarrolle correctamente, debe contar con un sustrato que proporcione las condiciones óptimas para esto. Dentro de las principales características que definen a un buen sustrato, las físicas son de vital importancia, pues determinarán la disponibilidad de oxígeno, la movilidad del agua y la facilidad para la penetración de la raíz. Atendiendo a los diferentes tipos de materiales utilizados como sustratos, éstos se pueden clasificar, según su origen y proceso de manufacturación, de la siguiente forma:

I. Orgánicos: Turbas, acícula de pino, cascarilla de arroz, aserrín, pompón, compost, humus, etc.

II. Inorgánicos:a. De origen natural, sin manufacturación:

arcillas, arenas, gravas y tierras volcánicas.

b. De origen natural, con manufacturación: lana de roca, vermiculita, perlita y espuma agrícola.

III. Sintéticos: poliestireno y poliuretano

Dentro de un sustrato ideal, la cantidad de poros debe acercarse a un 85% del total del volumen del alvéolo, para lo cual, los productores de plantines utilizan normalmente sustratos en base a turba en asociación con otros materiales. A nivel comercial (plantineras), los componentes más comunes del medio radical son turba-arena (2:1), turba-perlita (2:1) o turba-lana de roca (2:1). No obstante, la producción de almácigos con mezclas homogéneas de compost-humus-arena, son las más utilizadas por los agricultores locales.

ContenedoresUn aspecto fundamental a tomar en consideración al momento de realizar un almácigo es el tipo de contenedor que se utilizará, comúnmente llamados “almacigueras”.

Las almacigueras pueden ser contenedores reciclados como potes plásticos (yogurt, mantequilla, helado, etc.), cajones de madera o de poliestireno,

Imagen 3: sustratos utilizados en la confección de almácigos

Turbia Rubia Perlita expandida

Lana de roca Plancheta de espuma

entre otros. Sin embargo, con el fin de sistematizar y homogeneizar la producción de plantines, se utilizan bandejas alveoladas, las cuales se presentan con variados formatos y volúmenes de alveolo.

La elección de un tipo de bandeja debe ser acorde al cultivo a producir, en lo que se refiere al volumen y número de cavidades (Tabla 1).

Nutrición y riego A pesar de que el periodo de almácigo es relativamente corto en comparación con el ciclo total del cultivo, debe tener un aporte constante de agua y minerales para abastecer las necesidades hídricas y nutricionales que requiere.

Los plantines desarrollados en sustratos inorgánicos normalmente requieren de la adición de una “solución nutritiva” al sistema de riego, la cual aporta todos los nutrientes que la planta necesita. En cambio, al utilizar sustratos como compost y/o humus se evita la adición externa de minerales ya que, al ser sustratos biológicamente activos, aportan los nutrientes necesarios para la etapa de almácigo.

Los métodos de riego pueden ser variados, desde una fina lluvia con manguera hasta la implementación de un sistema tecnificado (microaspersión, pulverización, etc.). sin embargo, una opción práctica y sencilla es la utilización de “camas de agua”, las que por ascenso capilar hidratan los sustratos contenidos en las bandejas y, por ende, a los plantines (Imagen 4).

TrasplanteCorresponde al momento crítico en el establecimiento del huerto hortícola, ya que de un buen trasplante depende una buena producción y posterior cosecha.

La densidad de plantación debe ser acorde al cultivo en cuestión, considerando factores como la ventilación y competencia entre plantas. Una buena distribución del trasplante asegurará una correcta aireación, lo que evitará posibles problemas fúngicos por exceso de humedad relativa, además de prevenir fisiopatías como etiolación (elongación excesiva del tallo), situación que se produce al existir competencia por luz cuando el trasplante es demasiado denso.

Bandeja plástica termoformada

(Fuente: Protekta)

Bandeja de poliestireno(Fuente: Aislapol)

Tabla 1: volúmenes y n° de celdas para distintos tipos de cultivos

Pepino,melón,sandía,zapalloitaliano

Valores Celdas 72 105 162 200 Vol (cm3) 34 30 14 10

Pimentón,ají,tomate

Apio,repollo,coliflor,brócoli

Lechuga,cebolla

Cultivo

Fuente: Protekta (adaptado).

Imagen 4: Almacigueras sobre una “cama de agua”. Vitrina tecnológica INIA Butalcura.

En general las hortalizas que se consumen por sus hojas (coles, lechuga, achicoria, apio etc.) se trasplantan al estado de 3 a 4 hojas verdaderas; plantines de tomates lo hacen al alcanzar una altura aproximada de 10-12 cm; melones, pepinos y zapallos italianos se trasplantan una vez que la primera hoja se encuentra totalmente expandida y asoma la segunda hoja.

En cuanto al cepellón (sustrato + raíces), este debe ser absolutamente compacto, sin presentar disgregación y con abundantes raíces blancas (Imagen 5).

ConsideracionesEl trasplante requiere de especial cuidado para obtener los rendimientos esperados, sin embargo, al establecer plantas vigorosas producto de un correcto desarrollo en la etapa de almácigo, las plantas crecerán de forma adecuada, rápidamente, sin dejar espacio a las malezas.

Permitida la reproducción total o parcial de esta publicación citando la fuente y el autor.La mención o publicidad de productos no implica recomendación INIA.Editores: Sigrid Vargas. Ing. Agr.; Sandra Orena. Ing. Agr. y Mabel Muñoz, Ing. Alimentos.INIA Butalcura. O’Higgins 415-A, Of. 14, Castro, Chile. Fono +56 65 2630656

www.inia.cl

Imagen 6: Tasplante de lechugas cv. Cedar con dos marcos de plantación (0,15x0,20 y 0,30x0,20). Izq., 3 días postrasplante. Der., 30 días postrasplante.

Unidad demostrativa Butalcura.Imagen 5: detalle del cepellón de un plantín de apio