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COMO UN EJEMPLO DE

BUENAS PRÁCTICAS

¡COMERCIO,NO AYUDA!

Hace ya años, el que fuePresidente de Tanzania y hombreclave en el África moderna, JuliusNyerere lanzó contundente un gritoque resonó refrescante en los entre-sijos de la comunidad internacional.¡Comercio, no ayuda! Con esaspalabras, por un lado, Nyerereexhortaba a los países ricos a quedejasen entrar en los circuitoscomerciales a los países en vías dedesarrollo. Por otro lado, hacíapatente el hecho, que sigue vigente,de que los países más pobres recep-tores de ayuda pierden varias vecesla cantidad de la misma en conceptode falta de acceso a los mercados eimposibilidad real de participar en elcomercio internacional.

El algodón de Burkina Faso, la cañade azúcar de tantos países, el cacao deGhana, el café de Guatemala, Etiopía,Nicaragua, Brasil… Son incontableslos productos que podrían ejemplifi-car muy bien las taras del comerciomundial. Un comercio con reglasabsolutamente injustas, que conde-nan a muchas personas en el mundo ano poder desarrollar sus capacidadesproductivas.

Les pongo un ejemplo. Antes de lacrisis especulativa de los mercadosfinancieros que vivimos, transfor-mada ahora ya en un parón muchomás global, se hablaba del liberalis-mo como forma de organizacióneconómica.Y era mentira. Mientraslas economías de los países máspobres eran condenadas, efectiva-mente, a aceptar la invasión de pro-

ductos subvencionados que procedí-an de los países ricos, estos no tení-an capacidad real de competir encondiciones de libre mercado.Dense cuenta ustedes de que el blin-daje profundo al que estaban some-tidas las fronteras de los EstadosUnidos de América y la UniónEuropea, por ejemplo, impedían talcontingencia. Pero si un país pobrebuscaba crédito de las institucionescomo el Banco Mundial o cualquierotro banco de desarrollo, entoncesse le hacía firmar una cláusula deliberalización de su economía. Así,no es extraño que se pudieran encon-trar productos norteamericanos yeuropeos en los mercados locales deestos países mucho más baratos quelos autóctonos de tal lugar. Les asegu-ro que esto lo he vivido en primerapersona en más de un país.

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JOSÉ LUIS QUINTELA JULIÁN, Directorde la Fundación Intermón-Oxfam para Galicia, Asturias y León

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Hoy, después de todo lo que ha llovi-do en estos últimos meses, es muchomás difícil sostener sin sonrojo lanaturaleza liberal de nuestros merca-dos, así como argumentar la buenalógica de las actuales reglas dictadasen el seno de la OrganizaciónMundial del Comercio. En elmomento actual, parece que todoello está pendiente de una gran revi-sión. ¿Se materializará esta, o tendre-mos más de lo mismo? Quién sabe…

UNA CUESTIONDE JUSTICIA

Como un ejemplo de que las rela-ciones comerciales pueden desarro-llarse en un escenario más justo,nace en Europa hace ya varias déca-das el movimiento internacional delComercio Justo. Son países comoBélgica o los Países Bajos los pione-ros, aquellos donde se alumbra talidea.Y esta no es otra que la de tra-tar de redistribuir el valor generadopor los productos –artesanía o pro-ductos alimenticios derivados dealgunos productos agrícolas– de unaforma más equitativa. Un conceptobastante simple.

Y es que la situación en el comercioconvencional no deja de ser llamati-va, por ser políticamente correcto yno decir abusiva o algo peor. Dentrode la cadena de valor de un productocotidiano para nosotros, como unpaquete de café, sólo entre un cuatroy un seis por ciento del valor genera-do va a parar a las manos del produc-tor.Al tiempo, del orden de un sesen-ta y pico por ciento se lo queda la dis-tribuidora en cuya tienda compróusted el café. En buena lógica, pareceextraña esta distribución del valor.Yesto es lo que trata de paliar el movi-miento del Comercio Justo.

De todos modos, no conviene perderla perspectiva de que tal movimientoes, como decíamos, un ejemplo. Unaforma de hacer las cosas de otraforma, de manera que el productor,el artesano o el agricultor puedanvivir de una forma digna a partir desu trabajo. Pero el objetivo delmovimiento no debe ser otro quepermear estos criterios de una dis-tribución distinta del valor en elseno del comercio tradicional.Porque ahí está la capacidad real deproducir cambios.

En el año 2007, el mercado de pro-ductos con sello de Comercio Justocreció un 47% a nivel mundial conrespecto al 2006, lo que equivale a2.300 millones de euros consumidosen estos productos. En España lasventas alcanzaron en 2007 los 3.9millones de euros, con un importan-te incremento sobre al año anterior.Esto demuestra que son cada vezmás las personas que, al momentode comprar, quieren estar seguras deque lo que consumen es socialmenteresponsable con los productores delSur; cumpliendo con estándaressociales y cuidando el medioambiente.

CARACTERÍSTICASDIFERENCIALES DELCOMERCIO JUSTO

Más en detalle, el comercio justopropugna la igualdad entre hom-bres y mujeres, repudia la explota-ción infantil y exige un respeto almedio ambiente, para no compro-meter el desarrollo de los paísesdel Sur.Además, trata de contem-plar derechos laborales queredunden en una vida y en unascondiciones de trabajo más dignas.

En estas condiciones, cumplidasgeneralmente por cooperativas queaportan el valor añadido de unaefectiva redistribución del valor delos productos vendidos, las importa-doras de Comercio Justo disponende varias herramientas para aplicarsu sentido social. En lo que siguetrataremos de describirlas.

� En primer lugar, hemos de decirque el pago ofrecido por el movi-miento de Comercio Justo a artesa-nos y productores no se basa en loscaprichos del mercado a futuro, o enla capacidad de presión del grandefrente al pequeño. Lo que paga el

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Comercio Justo tanto por las mate-rias primas agrícolas como por laproducción de artesanía está imbui-do de la lógica de una vida dignapara artesanos y artesanas, o paraquien cultiva las materias primasnecesarias para la elaboración de losproductos alimentarios. A partir detal forma de pensar, absolutamentediferente de la del gran mercado, searticula una cadena de valor máscorta que en el comercio tradicio-nal, donde se eliminan varios de loseslabones de la misma y, lo que estan importante, donde los eslabonesrestantes renuncian a parte de suposible ganancia para concentrarlaen el primer escalón de esa cadena,que en el comercio tradicional esquien sale peor parado.

� Por otro lado, el pago por la pro-ducción vendida se realiza en diferen-tes plazos que en el comercio con-vencional. Generalmente, una parteimportante del pago se hace al encar-go de la mercancía, de forma que lacooperativa tiene liquidez para afron-tar el proceso productivo.A partir deaquí, el monto restante se paga a larecepción del producto en el almacén

de la importadora de ComercioJusto. Quedan así fuera de juegoprácticas de pago demorado, quecomprometen muchas veces seria-mente la viabilidad de las explotacio-nes o del pequeño taller artesano.

� En un tercer punto, el ComercioJusto siempre acomete relaciones alargo plazo. Esto es importante por-que son muchas las veces en que elcomercio convencional arruina auna pequeña cooperativa o tallerartesano precisamente por lo efíme-ro de la relación comercial. En efec-to, si una determinada organizaciónproductora asume las inversionesnecesarias para hacer frente a un

pedido –pequeña maquinaria, porejemplo– y luego esto no tiene con-tinuidad, se puede producir unsobrecoste en la producción delmismo que asfixie la viabilidad delproyecto. El Comercio Justo sueletratar con las cooperativas en perío-dos de, al menos, diez años fomen-tando, en lo posible, un acompaña-miento progresivo en la relacióncomercial, de forma que se acompa-ñe al taller artesano o cooperativa enel camino a su madurez productiva.

�Además, el Comercio Justo ofre-ce apoyo técnico y de mercado a losproductores, para que estos puedanadaptar su producción a los intereses

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El comercio justo propugna la igualdad entrehombres y mujeres, repudia la explotación infan-til y exige un respeto al medio ambiente, para nocomprometer el desarrollo de los países del Sur.Además, trata de contemplar derechos laboralesque redunden en una vida y en unas condicio-nes de trabajo más dignas.

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de los compradores de la extensared de tiendas especializadas.

Con todo, el Comercio Justo es con-cebido como una verdadera herra-mienta de cooperación, que puedecambiar las expectativas vitales delos miembros de las organizacionesproductoras con las que se trabaja y,como consecuencia, colaborar a laerradicación de la pobreza en lospaíses en desarrollo y ayudar a laspoblaciones empobrecidas a salir desu dependencia y explotación. Unasituación que el comercio, comoargumentábamos al principio deeste texto, debería tener la capaci-dad de cambiar, como verdaderomotor económico del desarrollo yde las relaciones entre los pueblos.Pero el comercio convencional,tarado por estructuras diseñadas afavor de quien parte de la mejorposición en la partida, no sólo nomejora sino que incluso empeora,día a día, las condiciones de vida dequien sólo pretende salir adelante.

COMERCIO Y AYUDA

El grito de Nyerere seguramente noestá actualizado al mundo de hoy.Yesto es porque la brecha se ha agran-dado tanto, que no es posible rever-tir la situación de partida sólo conuna participación real de todos, en

igualdad de condiciones, en los mer-cados internacionales. Hace falta,también, corregir las desigualdadesde tanto tiempo.Y por eso la AyudaOficial al Desarrollo se planteacomo indispensable.

Pero, a pesar de ello, un comerciocon mayor justicia siempre será uningrediente básico en cualquier rece-ta seria para revertir la situación devulnerabilidad de tantas personas enlos países menos ricos. Por eso esimportante el Comercio Justo.Porque, aún siendo algo verdadera-mente minúsculo en relación con elgrueso de la actividad comercial en elmundo, tiene en sí la semilla de loque implica una economía muchomás inclusiva.Y esta, el germen, tieneque ver con el hecho de que, con cadaproducto vendido se ha verificadouna transferencia de valor muchomás acorde con lo aportado por cadauno de los eslabones de la cadena. Deahí el apelativo de “comercio justo”.

El Comercio Justo sigue en evolu-ción. La reciente creación del selloFLO España (Fair Trade LabelOrganization), que trata de certifi-car los productos que verifican losprincipios de este movimiento, esuno de los últimos retos asumidospor el sector. No cabe duda de queFLO va a ser un instrumento que

permita una expansión de estaherramienta de cooperación y sensi-bilización. Pero también presentaalgunos aspectos a los que habrá quesaber reaccionar, aprendiendo ymejorando el modelo.

En todo caso, en la capacidad depoder acercar a un mayor númerode agricultores y artesanos los bene-ficios de la compra en condicionesde comercio justo está el éxito de lainiciativa. Y todo ello va ligado apoder vender más producto en lospaíses ricos en dichas condiciones,así como a una mayor sensibilizaciónsobre la cuestión, acercando así laproblemática de productores y arte-sanos a un público amplio, que seinterese realmente por el origen delo que compra.

En esta aldea global la opción decompra es mucho más que un ejerci-cio de preferencia por un productou otro. Cuando compramos, elegi-mos, y modelamos el mundo deacuerdo con nuestra sensibilidad.El Comercio Justo quiere utilizareste poder del consumidor paraproponer cómo cambiar el mundo.A partir de aquí, surge el fascinanteámbito del Consumo Responsable,tan ligado al primero. Pero esto yaes, en sí, tema para otro artículoextenso.

BIBLIOGRAFÍA

Algunas lecturas recomendadas…

– “El comercio del hambre”, de John Madeley. Ed. Intermón Oxfam. Año 2002.

– Estudio “Terreno para el cambio. Sembrando la Voz de los Pequeños Cafetaleros y Trabajadores del Café en el Próximo AcuerdoInternacional del Café”. Intermón Oxfam. 7 de Abril de 2006.

– El Comercio Justo, ¿una alternativa real? SETEM. (http://madrid.setem.org/publicaciones)

– Anuario de Comercio Justo EFTA. European Fair Trade Association. http://www.european-fair-trade-association.org

– “Del grano a la taza”. Informe de Consumers International sobre el impacto de las ventas de Comercio Justo en los producto-res del Sur. www.consumersinternational.org

– EFTA (European Fair Trade Association) ofrece en su página web (http://www.european-fair-trade-association.org) un listado dediferentes estudios de impacto realizados sobre el comercio justo, en diferentes sectores y productos. Algunos de ellos estánpromovidos también por IFAT (International Fair Trade Association) y FLO (Fair Trade Labelling Organizations International). Muyinteresantes para conocer, más en detalle, la problemática de diferentes productos.

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