PROGRAMA ELECTORAL PROF. DR. D. JUAN ANTONIO MAROTO...

UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES

Programa Electoral para el cargo de Decano Juan Antonio MAROTO ACÍN

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PROGRAMA ELECTORAL PROF. DR. D. JUAN ANTONIO MAROTO ACÍN,

CANDIDATO A DECANO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES

UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

Campus de Somosaguas (Pozuelo de Alarcón, Madrid)

29 de octubre de 2007



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IDENTIDAD Y MOTIVACIÓN PARA UN SERVICIO PÚBLICO DE LA MAYOR CALIDAD

Mediante Resolución del Excmo. Sr. Rector Magnífico de la

Universidad Complutense de Madrid del pasado día 10 de octubre, se convocaron elecciones para el cargo de Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, que tendrán lugar el próximo 13 de noviembre de 2007.

Según el art. 184.2 del vigente Reglamento Electoral de la UCM,

aprobado en la sesión del Claustro de 16 de noviembre de 2005 (BOUC de 25 de noviembre), los candidatos a Decano o Director deberán presentar un programa electoral a la Junta Electoral del Centro. En cumplimiento de este precepto para la formalización de mi candidatura , y con objeto de dar a conocer a toda la comunidad universitaria mis principales propuestas de gobierno para el periodo 2007-2011, de contar con la confianza de los electores, presento el siguiente documento en el que intento resumir los principales objetivos de mi Programa Electoral.

El lema que lo preside es tanto la síntesis de esos objetivos como

la expresión de las líneas de actuación a implantar para conseguirlos:

o el reforzamiento de la identidad institucional de nuestra Facultad,

o la motivación de las personas que la componen para el mejor y más coordinado desempeño de sus funciones, y

o la proyección social del servicio público que se presta desde la Facultad, con la mayor calidad posible en la docencia y la investigación.



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Sumario I.- Una breve justificación curricular de mi candidatura 4 II.- La Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales

a. Antecedentes históricos 6 b. La situación actual 7 c. Los retos pendientes 8

III.- Las personas y los procesos que conforman la

Facultad

1. Estudiantes 9

2. Titulaciones 11 3. Calidad de la docencia e innovación educativa 13 4. Profesorado 15 5. Investigación 17 6. El personal de administración y servicios: Apoyo a la

docencia e investigación 19 7. Eficiencia en la gestión 20 8. Nuestra Facultad, en perspectiva de Campus 22 9. Cooperación para las salidas profesionales 23 10. Fomento de relaciones institucionales 24 IV.- El servicio público de la docencia y la investigación 25



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I.- Una breve justificación curricular de mi candidatura Hace casi exactamente treinta años, al inicio del Curso Académico

1977-78, me incorporaba como PNN (Profesor No Numerario) a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UCM. Y desde entonces nunca he dejado de estar vinculado a la misma, ya que incluso durante los años 1986 a 1989 en los que desempeñé la Cátedra de Economía Financiera en la Universidad de Valladolid mantuve “gratis et amore” mi curso de Doctorado en la UCM.

No obstante, mi relación de pertenencia con la Complutense era

anterior, ya que como estudiante tuve ocasión de integrarme en la primera promoción de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales, estudios cuyos dos primeros cursos tuvieron entonces el carácter de “experimental” y cuya Diplomatura sólo obtuvo el grado oficial cuando esa primera promoción cursaba su tercer y último año. Una etapa en la que cursé las especialidades de “Contabilidad y Sistemas Informativos” y “Gestión Comercial”, con calificación de Sobresaliente y por las que fui galardonado con al Accésit al Premio Nacional Fin de Carrera. Época además en la que fui elegido por mis compañeros como representante de la Escuela para defender ante el Ministerio de Educación las competencias profesionales de los Diplomados recién nacidos ante las ya establecidas para los Profesores Mercantiles y las que se preparaban para los Licenciados en Economía y Empresa.

Tras de convertirme en el primer Diplomado de la Escuela

Universitaria de Estudios Empresariales de la UCM y “pagar la novatada” de un examen de acceso, de tres días de duración, para acceder al segundo ciclo de los estudios de Empresa que se cursaban ya en nuestra Facultad, me incorporo a la misma en cuarto curso de la Rama de Empresa. Último ciclo de la Licenciatura que culmino en 1976, y por el que tras pasar el examen para la colación del Grado de Licenciado obtengo el Premio Extraordinario de Licenciatura.

Desde entonces ya inicio mi carrera académica en la UCM, en el

tercer ciclo del Doctorado, bajo la dirección de los profesores Álvaro Cuervo y Andrés Suárez. El primero como Director de mi Tesis Doctoral sobre “La evaluación de resultados en la empresa pública”,



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que acabo y defiendo en 1980 con calificación de Sobresaliente “cum laude” y por la que obtengo posteriormente el Premio Extraordinario del Doctorado; y el segundo como Director del Departamento de Finanzas de Empresa al que siempre he tenido el orgullo de pertenecer.

Desde los años 80 del pasado siglo, voy pasando por todas las

figuras contractuales del profesorado no numerario en nuestra Facultad de la UCM, aunque siempre con dedicaciones a tiempo parcial o pleno que me permiten (casi sería mejor decir “me obligan”) a compaginarlas con la docencia y la investigación en otros centros. Ello me permite conocer la docencia a distancia y la utilización de los medios en la UNED, el funcionamiento y las características de los centros adscritos a la UCM como el CUNEF, y la formación de alto nivel y especialización en el CEMFI del Banco de España.

Accedo a puesto de profesor permanente por oposición, primero

como Profesor Adjunto Numerario de Economía de la Empresa, en 1982, en plaza que luego se transformaría en Profesor Titular del Área de Conocimiento de Economía Financiera y Contabilidad. Para posteriormente conseguir la Cátedra de Economía Financiera de la Universidad de Valladolid en 1986, y tres años más tarde la de la Universidad Complutense de Madrid, que vengo desempeñando desde ese año 1989. En ese momento, además, tengo la suerte de recibir sendos ofrecimientos de la Universidad Carlos III de Madrid y de la Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas (entonces FIES y luego FUNCAS). La segunda de las cuales finalmente acepto, tras de un breve lapso de pertenencia al claustro de la UCIII, al consistir en la dirección de investigaciones en el ámbito de la Economía Financiera y el Sistema Bancario, que me permitía seguir integrado en la UCM.

En el año 2000, y a raíz de ser elegido por mis compañeros de

Departamento para el cargo de Director, paso ya a dedicarme con exclusividad a la docencia y la investigación en nuestra Facultad. Lo cual me permite solicitar la evaluación de sexenios de investigación y concurrir como investigador principal a proyectos competitivos de investigación, como el Plan Nacional de I+D de la CICYT o la Convocatoria Santander-Complutense, en ambos casos con resultados satisfactorios; así como a emprender proyectos de estudio y análisis recurrentes del sector empresarial español, como el patrocinado desde hace seis años por el MICYT y los Colegios de Registradores de España.



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Durante la mayor parte de los años que vengo prestando mis

servicios en la UCM, por otra parte, he participado en los órganos de gobierno de la Universidad y de la Facultad. Como miembro electo del Claustro y como miembro electo y representativo de la Junta de Facultad, respectivamente. Además de haber desempeñado también en la Facultad, durante bastantes años, los puestos de vocal de la Comisión de Convalidaciones y de la Comisión de Asuntos Económicos, delegada de la Junta de Facultad.

A la fecha actual, y gracias al recordatorio que nos hace la

Comunidad de Madrid cada año para solicitar el Complemento por méritos individuales, puedo sintetizar mi trayectoria académica en 10 trienios de antigüedad, 5 quinquenios con evaluación docente favorable y 3 sexenios de investigación reconocidos. En tanto que como Director del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad III, y gracias a la confianza de mis compañeros, cuento ya con siete años de experiencia en el cargo. Posiblemente sean realizaciones suficientes para evidenciar un nivel digno de reputación docente, investigadora y de gestión universitaria. Pero nada dicen acerca de mi vocación por la Universidad y por el empeño que sigo manteniendo por su continua mejora. Y estas dos características son las que, en realidad, me motivan para presentar mi candidatura al cargo de Decano de nuestra Facultad.

II.- La Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales

a. Antecedentes históricos El origen de nuestra Facultad data de 1943, con la creación de la

Facultad de Ciencias Políticas y Económicas por la Ley de Ordenación Universitaria de esos años. Sus primeros estudios se ponen en marcha en la entonces denominada Universidad de Madrid mediante sendas ordenes ministeriales de 1943 y 1944; y se inician el 16 de febrero de ese último año en el "caserón de San Bernardo", con una primera promoción en la que se matriculan 1.200 alumnos (1.185 hombres y tan sólo 15 mujeres). De la cual surge en el otoño de 1947 la también primera promoción de licenciados en Economía por la Universidad pública española, compuesta por 114 hombres (apenas el 10% de los que la iniciaron) y 6 mujeres (el 40% de las



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matriculadas en un principio); una promoción de la que formaron parte personalidades como José Luis Sampedro, Juan Velarde o José María Fernández Pirla.

Hasta 1953, la Facultad de Políticas y Económicas de Madrid es

además la única existente en España, va teniendo ya las que luego han sido habituales vicisitudes de cambios de plan de estudios, y cuenta con promociones que oscilaban alrededor de los dos mil alumnos matriculados, de los que terminaban la carrera, todavía de cuatro años, entre 80 y 90 licenciados, y que eran atendidos por un claustro de profesores que incluía alrededor de 200 personas.

b. La situación actual

Hay un largo trecho, temporal, legislativo, demográfico y social,

entre la primera y única Facultad de Economía de España, que se constituía en el obligado referente para la formación de los profesionales de la economía que habían de integrarse en la Administración Pública y el sector empresarial, y la situación presente, en la que tan sólo en la Comunidad de Madrid coexisten 21 centros que imparten la Licenciatura en Administración y Dirección de Empresas, 10 que lo hacen en la Licenciatura en Economía, y otros 12 más que imparten la Diplomatura en Ciencias Empresariales. Centros que pertenecen, además, a un total de siete universidades públicas y otras siete privadas reconocidas en esta Comunidad.

Los estudiantes, tras el boom de mediados de los años sesenta del

pasado siglo que masificó la Universidad española, y del repunte de sus matriculaciones en los primeros noventa, presentan una evolución decreciente durante los últimos años, ya sea por factores demográficos y sociales, o ya lo sea por la amplitud de la oferta de estudios de economía y empresa en CC.AA. como la de Madrid. Los últimos datos detallados de la estadística universitaria, referidos al Curso 2004-05, cifran en nuestra Facultad un total de 6.372 alumnos matriculados en LADE y 2.401 en LECO, con alrededor de 400 graduados de ambas titulaciones. Estudiantes que son atendidos por más de 400 profesores y que nos retrotraen a ratios promedio de veinte alumnos por profesor que ya permiten plantear metodologías más personalizadas de formación y aprendizaje, pero que todavía están muy alejadas de la ratio de diez alumnos por profesor de la primera Facultad de la Universidad de Madrid.



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c. Los retos pendientes Mucho se ha hecho por los Decanos y sus equipos que han regido

nuestra Facultad durante los últimos años, en aras de compaginar el número de estudiantes a atender y la simultánea convergencia hacia la metodología de enseñanza basada en el aprendizaje que inspira el denominado Proceso de Bolonia y el EEES. Pero la gestión diaria, los cambios legislativos e incluso estratégicos de las autoridades educativas y las restricciones presupuestarias de la conocida cláusula del “a coste cero”, mantienen la plena vigencia, e incluso la urgencia, de la mayor parte de esos retos:

1. La plena y urgente adaptación de nuestras titulaciones (ante la

aprobación por el Consejo de Ministros del Real Decreto de Ordenación de Enseñanzas Universitarias Oficiales) al Espacio Europeo de la Educación Superior (EEES), con el diseño y desarrollo de una oferta educativa de grado y postgrado basada en la experiencia y el capital humano de nuestra Facultad, que atienda a las necesidades de desarrollo profesional de los estudiantes, a las necesidades de los empleadores, y que impulse la innovación de la administración empresarial y el desarrollo de la ciencia económica en España.

2. La adecuación de la Facultad a los nuevos criterios para la

financiación de las universidades públicas, con indicadores y objetivos vinculados a procesos de excelencia y de calidad: en la gestión, los resultados de la enseñanza y la actividad investigadora.

3. La oportunidad de aprovechar la reducción en el número de

estudiantes que acceden a la universidad, para revisar y mejorar nuestro modelo educativo, colocando al estudiante como objetivo prioritario de todas las actividades académicas y adaptando los métodos de enseñanza a sus necesidades de aprendizaje y sus expectativas de desarrollo profesional.

4. La potenciación de las nuevas y grandes oportunidades que se

están produciendo en el campo de la investigación; apoyando la creación de grupos emergentes y el funcionamiento de grupos consolidados, teniendo en cuenta las particularidades de la investigación aplicada en las ciencias sociales y en la economía en particular.



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5. La aplicación efectiva de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje, a la eficiencia de la gestión y a la mejora en la gestión del conocimiento, tanto interna como externamente, desde nuestra Facultad.

6. La mayor calidad de nuestro servicio público hacia la sociedad,

colaborando con instituciones públicas y privadas para dar respuestas eficaces a sus necesidades actuales de formación, investigación y desarrollo, que mejoren, en último término el bienestar de los ciudadanos. Dando asimismo cumplida cuenta ante la sociedad del uso eficiente de los recursos públicos destinados a nuestra Facultad.

III. Las personas y los procesos que conforman la Facultad 1. Estudiantes Constituyen la base imprescindible sobre la que se sustenta la

Facultad, y de ahí que nuestro objetivo fundamental sea el de incrementar su participación activa: Fomentando la implicación de los estudiantes en los órganos de gobierno de la Facultad y de los departamentos; y facilitando su comunicación con éstos con el fin de afrontar la resolución de cuestiones docentes u organizativas, ya se refieran a los programas de las asignaturas o a posibles problemas con el profesorado que las imparte.

Entre los deberes de los estudiantes está el de participar

activamente en la actividad universitaria y en la vida de la Facultad. Y ello pasa, como es obvio, por su mayor y mejor información sobre las actividades docentes y “extra-académicas” de la misma, y de ahí la necesidad de establecer cauces institucionales para asesorarlos, tanto sobre la elección de asignaturas, programas o especialidades como sobre la solicitud de becas, programas de intercambio o trámites a realizar, particularmente en el caso de los alumnos extranjeros.

Esa participación de los estudiantes tiene también diversas

contrapartidas institucionales desde la Facultad, la primera de las cuales es la permanente difusión de los textos legales que regulan el



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ejercicio de sus derechos: el Estatuto del Estudiante y el del Defensor del Universitario.

Pero también la permanente atención a derechos de los

estudiantes que, aún sin haberse exigido de manera específica, están recogidos en el marco jurídico general o suponen deshacer agravios comparativos que afectan a grupos concretos de ellos. Como ejemplo de los primeros, la definición de la postura de la UCM (está pendiente de resolverse por la Asesoría Jurídica una interpelación de mi propio Departamento), y de la Facultad en particular, sobre la posible salvaguarda de la identidad de los estudiantes cuando se hacen públicas las calificaciones de los exámenes (sobre la cual ya hay un requerimiento del Parlamento Vasco a la UPV). En tanto que ejemplos de agravios comparativos, que es urgente remediar, podemos encontrarlos en el desarrollo de la normativa que permite vías alternativas al examen para la superación de la denominada prueba de conjunto; en la disponibilidad de los programas de las asignaturas con la debida antelación al comienzo de cada curso; o en la necesidad de considerar las disponibilidades de tiempo de los alumnos que trabajan por las mañanas para permitirles acceder a asignaturas optativas en horario de tarde.

Por lo que concierne a las instalaciones para la enseñanza, el

aprendizaje y el estudio, se están adaptando bien y progresivamente a las nuevas metodologías (aulas más pequeñas, posibilidades de trabajo en grupo, mayor número de medios informáticos), y en esa línea se seguirá profundizando todo lo posible. Pero no se ha hecho lo mismo con los espacios de cultura, ocio y convivencia (mayor utilización de los espacios deportivos, mejor uso de las instalaciones de la Facultad para actividades culturales de los estudiantes). Sin olvidar, en ningún caso, el permanente incremento de instalaciones y medios para personas con discapacidad.

El resultado de todo este empeño debe ser la transmisión del

conocimiento que proporcione ventajas competitivas para la inserción laboral de los estudiantes, pero también su formación crítica y ética para que ejerzan su compromiso social con libertad y con responsabilidad. Y a ese respecto, los ejes centrales para la formación de nuestros estudiantes han de insistir en: la movilidad, la formación complementaria y el acercamiento al ámbito profesional.



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La movilidad, con el programa ERASMUS de nuestra Facultad que constituye una referencia en la UCM por el número y calidad del alumnado que se beneficia de sus intercambios. Potenciando al propio tiempo otros programas como el SICUE-SÉNECA, que permita a nuestros estudiantes completar su formación académica en otras Universidades españolas, al tiempo de dar a conocer nuestra oferta formativa al alumnado procedente de otras CC.AA.

La formación complementaria de nuestros estudiantes es hoy en

día imprescindible para dotarles de mayor valor añadido. Y sobre ese particular, sigue siendo prioritaria la colaboración con otras instituciones (Vicerrectorado de estudiantes, COIE, Instituto de CC. de la Educación) para poner a su servicio iniciativas de interés no estrictamente académico. A título de ejemplos, iniciativas a promover como el curso de búsqueda y manejo de fuentes bibliográficas para estudiantes de nuevo ingreso, el curso de escritura, oratoria y técnicas de estudio o las iniciativas de búsqueda de empleo y orientación laboral. ¿Y por qué no?, también la iniciación temprana a la docencia e investigación mediante un programa piloto de colaboración con los departamentos con el que los estudiantes puedan obtener créditos de libre configuración.

Finalmente, pero no en último lugar, el acercamiento de nuestros

estudiantes al mundo laboral. Consolidando la política general de prácticas en empresas de anteriores equipos decanales que tan buenos resultados está proporcionando, y apoyando cualesquiera otras iniciativas de prácticas de formación específica que pongan en marcha los departamentos. Asimismo, potenciar el programa Leonardo da Vinci de prácticas en el extranjero y las prácticas curriculares o remuneradas para estudiantes de últimos cursos de las titulaciones. Todo ello, aprovechando la renovación y ampliación de convenios con centros públicos y privados: para la formación externa de nuestros estudiantes y para difundir las aportaciones formativas de la Facultad en el mundo laboral en particular y en la sociedad en general.

2. Titulaciones Los avatares derivados de los cambios de ritmo y de enfoque en la

convergencia hacia la creación del EEES, han añadido incertidumbres y esfuerzos innecesarios a los que son inherentes al propio proceso



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de adaptación de nuestro sistema educativo. Buena parte de las energías de nuestra Facultad se han consumido durante los últimos años en la elaboración de los Libros Blancos de las titulaciones, así como en la adecuación de la oferta de postgrado a las directrices europeas; y ahora habrá que dedicar mucho esfuerzo añadido de manera inmediata a la configuración de los nuevos planes de estudio de grado. Y en ese sentido, y aún teniendo en cuenta los antecedentes de nuestras Licenciaturas “de siempre” (LECO, LADE y LCAF), debemos encarar el esfuerzo como oportunidad para modificar los planes de estudio tal como los conocemos hoy en día, corrigiendo sus insuficiencias y defectos y potenciando sus virtudes con la vista puesta en un espacio educativo español y europeo que ineludiblemente va a estar marcado por la competencia entre Universidades, y en cuyo contexto resultará decisiva la conformación de espacios de excelencia capaces de ofrecer ventajas comparativas.

Ante la previsible reducción de la matrícula en los próximos años,

hay que apostar por la formación continua (“a lo largo de toda la vida”), mediante la oferta de cursos de formación y reciclaje a un “alumnado profesional”. Y trabajar en el establecimiento de estudios de grado que se basen en la experiencia y la formación del capital humano existente en nuestra Facultad, y que se adecuen a demandas potenciales de gran permanencia en el tiempo y de innegable empleabilidad en nuestro país, como la de las entidades bancarias en general y la de gerencia de las PYME en particular. A cuyos efectos se propone el estudio urgente de sendos grados: Gestión de banca y bolsa, y Gerencia y administración de PYME. Igualmente, profundizar en las posibilidades formativas y de empleo de titulaciones prácticas, como ADE con “practicum”, y de dobles titulaciones, como Administración de Empresas y Economía, que permitieran una mayor proyección teórica de las tradicionales titulaciones de LADE y LECO. Sin olvidar otras posibilidades con demanda potencial como la de la Economía con las Ciencias Políticas, o la de Administración de Empresas con las Ciencias de la Información. Fomentando, al propio tiempo, los cursos de posgrado o de formación continua semi-presenciales con el fin de facilitar el acceso a los mismos de estudiantes no residentes en Madrid.

Las nuevas titulaciones requieren asimismo nuevas formas de

encarar desde la Facultad las relaciones entre la oferta formativa de los departamentos, e incluso entre la que éstos tiene a su cargo en diferentes centros. La coordinación, en ambos casos, es más



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importante que nunca y requiere institucionalizar de manera efectiva la figura de los Coordinadores de Titulación, regulados en los Estatutos de la UCM pero carentes de funciones concretas y de incentivos, como la exención de créditos docentes para las personas que asuman esas funciones. Del mismo modo, la reflexión conjunta entre la Facultad y la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales sobre sus respectivos roles en la impartición de los nuevos grados y postgrados, bajo el condicionante de la optimización de los recursos públicos de la UCM. Ambos centros ofreciendo todas las titulaciones posibles ofrece serias cautelas sobre el cumplimiento de los principios constitucionales de eficacia, descentralización, desconcentración, coordinación y economía, a los que estamos obligados desde los órganos de gobierno de la UCM.

Tenemos la suerte de contar con titulaciones cuyos profesionales

se encuentran con las menores tasas de desempleo, ya sean licenciados en Administración y Dirección de Empresas, Económicas, Ciencias Actuariales y Financieras, Empresariales o Derecho (en la titulación conjunta con ADE). Pero no podemos obviar, de cara a su mejor empleabilidad futura, la creciente demanda de especializaciones en las mismas que apuntan hacia combinaciones de finanzas, banca y comercialización. Así, en lo comercial se precisan especialistas para los departamentos de grandes cuentas, delegados comerciales y direcciones comerciales. Mientras que en la banca se solicitan muchos directores de oficina, gestores de patrimonio y comerciales. Son grandes oportunidades para los grados y para poner el énfasis en la práctica profesional de los postgrados, pero aprovecharlas requiere poner en valor nuestra experiencia y nuestro potencial humano, contar con grados de libertad para diseñar la oferta formativa, y tener la flexibilidad suficiente para hacerla efectiva.

3. Calidad de la docencia e innovación educativa. La mejora de la calidad de la enseñanza y la adaptación al Espacio

Europeo de Enseñanza Superior, tienen como finalidad el conseguir la satisfacción de las necesidades y expectativas de todos los grupos de interés (internos y externos) de nuestra Facultad, además de la mejora de la competitividad aplicando nuevas formas de enseñanza y utilizando nuevos métodos y herramientas. Pero sin olvidar que nuestra función primordial es la de crear conocimiento y difundirlo, y



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que la forma y los métodos para hacerlo nunca deben ser un objetivo en sí mismos.

Aún reconociendo los esfuerzos desplegados en tal sentido durante

los últimos años, hay que poner ahora el énfasis en la calidad de los procesos educativos, considerados como un todo. Prestando a tención a la coordinación real de los programas de las distintas asignaturas (intra e inter-departamentos), así como a la cooperación entre profesores a la hora de impartirlas. Igualmente, a los aspectos pedagógicos del aprendizaje, desarrollando toda una serie de capacidades entre los estudiantes: manejo de fuentes primarias y secundarias, técnicas de análisis de datos, elaboración de proyectos, o preparación para trabajos de campo. En este sentido, debemos reivindicar el sentido de los créditos prácticos en todas las asignaturas y también introducir en mucha mayor medida la utilización de algunas de las “nuevas tecnologías” que facilitan el aprendizaje. Propiciando incluso cambios en la dinámica de funcionamiento de las aulas para facilitar el paso desde una enseñanza “con ordenador” a una enseñanza “asistida por ordenador”. Un aspecto en el que ejemplos como el Aula Virtual del Banco de España (cuyos contenidos se han desarrollado por un Profesor de esta Facultad) nos indican el camino a seguir para aprovechar las potencialidades de las TIC. Y en el que ya estamos en condiciones de dar un paso más, con la creación de un Aula Piloto Interactiva, que cuente con medios como la pizarra electrónica y el proyector interactivo con los equipos individuales de los estudiantes.

Asimismo, hay que seguir trabajando en la elaboración de una

oferta conjunta de asignaturas genéricas y de libre configuración con las demás facultades del Campus de Somosaguas, que haga realidad la tantas veces preconizada interdisciplinariedad actual de los conocimientos en las ciencias sociales. Y fomentar la realización de programas de posgrado y de doctorado interdepartamentales de carácter pluridisciplinar que, en torno a una temática común, reúnan a profesores de distintos departamentos y disciplinas. Un aspecto en el que adquiriría plena vigencia la elaboración de “protocolos de investigación”, para orientación de los estudiantes que se inicien en la investigación, pero también para sistematizar y homogeneizar los criterios de calidad de los procesos investigadores, de los trabajos de investigación del doctorado y de las propias tesis doctorales.



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En cuanto a herramientas informáticas disponibles tan potentes como el Campus Virtual, debe trabajarse en facilitar a los profesores la virtualización de sus asignaturas y el uso efectivo de todas las potencialidades de hacerlo. No tanto con la formación en su manejo, relativamente asequible, cuanto en la homogeneización y facilitación del “interface” que requiere su uso, y que muchas veces constituye la verdadera “barrera de entrada” que disuade de su utilización efectiva.

Nuestra Facultad debe afianzarse como centro de referencia en

materia de Economía y Administración de Empresas en España, y ocupar un lugar destacado como centro de investigación y enseñanza, de forma muy especial en el ámbito europeo y latinoamericano. Y la calidad e innovación de nuestra oferta educativa lo hará posible, contando con la participación activa de todos los sectores que componen nuestro centro.

4. Profesorado La Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UCM

debe seguir siendo un centro que atraiga al profesorado de más alta calidad debido a su carácter pionero, su identidad y su tradición. Y el que ello tenga permanencia pasa porque el profesorado se identifique y comparta esos valores de la primera Facultad de España y sea capaz de responder de forma flexible, generosa y rápida a los nuevos retos a los que se enfrentará durante los próximos años.

Una motivación imprescindible para ello debe ser la cuasi-certeza

en la proyección de su carrera docente, que pasa por una planificación a medio plazo de las necesidades de profesorado. Necesidades que han de tener en cuenta los retos de los próximos años, la posibilidad de plazas vacantes por jubilación, los requerimientos de los distintos estudios, y los criterios para un sistema de promoción del profesorado que se base en la cualificación y la especialización.

En todo caso, se tenderá a que el personal docente funcionario no

sea inferior al setenta por ciento del total de la plantilla y el profesorado contratado no sea superior al 30 por ciento. Velando porque siempre existan posibilidades de promoción profesional entre los primeros y de contratación entre el profesorado no permanente. Estudiando, en este sentido, la posibilidad de desplazamientos



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transversales entre las figuras de profesorado no permanente de departamentos de áreas afines, que otorgue flexibilidad al documento de plantillas y facilite las posibilidades de contratación de este profesorado cuando caduque la vigencia de sus contratos.

Hay que reivindicar la importancia de la docencia como parte

esencial del trabajo universitario, fomentando el establecimiento de algún tipo de evaluación periódica que incentive la mejora de su calidad. Los mecanismos de evaluación del desempeño deben así combinar todas las actividades de docencia e investigación, y no sólo las “reglamentadas” (dirección de tesis doctorales, participación en investigaciones o realización de cursos y seminarios). Debe además estimularse la implicación y participación de los profesores en la vida de la facultad (comisiones, consejos de departamento), así como en las discusiones y ámbitos externos de toma de decisiones relativos a las distintas categorías de profesores.

Hay que abordar asimismo problemas como los de la rápida

cobertura de plazas de profesores asociados o interinos ante circunstancias sobrevenidas que como la enfermedad, dejan inermes a departamentos que no disponen de superávit de créditos con los que cubrirlas. Para ello, se propone estudiar de manera urgente la posibilidad de cubrir dichas plazas mediante un sistema de “listas de espera” ampliado, que incluya todas las materias de varias áreas de conocimiento afines.

Por último, hay que encarar de forma decidida problemas

concretos como el de los profesores asociados con contratos administrativos, cuyas sucesivas prórrogas han ido postergando la toma de conciencia de un problema que ya tiene fecha concreta de caducidad y que puede requerir información y apoyo para su transformación en contratos de carácter laboral. O el de los profesores Titulares de Escuela Universitaria (TEU’s) o Profesores Colaboradores, que como categorías “a extinguir” (en la Universidad o en nuestras áreas de conocimiento, respectivamente) pueden también precisarlo para insertarse en las nuevas figuras del profesorado previstas en la Ley Orgánica de modificación de la LOU.



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5. Investigación La investigación en y desde la Universidad trasciende de las

funciones de la Facultad, ya que implica tanto a sus Departamentos y Grupos de Investigación como a los Institutos Universitarios de Investigación, los Centros de Asistencia a la Investigación (CAI), y los Parques Científicos y Tecnológicos, en colaboración con otras Instituciones Públicas y Privadas

Pero ello no obsta para que la función de la Facultad de transmitir

un saber previamente investigado, exija impulsar al máximo la investigación teórica y aplicada, con un énfasis especial en el establecimiento de grupos de investigación y de redes y programas europeos. Con el compromiso de difundir de forma periódica entre el profesorado tanto la información sobre convocatorias competitivas públicas de la misma como sobre las investigaciones en curso realizadas desde la Facultad. La facilitación de los accesos a esas convocatorias y de la cumplimentación de los requisitos económicos y administrativos de las investigaciones en curso se hará mediante la inmediata apertura de una oficina de investigación especializada en CC.SS., cuyos objetivos serán la difusión de la información de las distintas convocatorias de proyectos de investigación, nacionales o internacionales, y la ayuda a los equipos investigadores en la formulación de proyectos y en la gestión de las investigaciones en marcha. De este modo, se pretenden superar las dificultades para hacer investigación desde la Facultad y la necesidad de vincularla con otros organismos (OTRI, Fundación General Complutense), cuya función se podrá complementar de manera eficaz.

Pero la investigación es siempre una iniciativa personal que hay

que estimular y motivar. Reivindicando para ello los sabáticos especiales de investigación previstos en la normativa de la UCM, que pueden ser concedidos por el Rector, sin perjuicio de lo dispuesto por la normativa autonómica o estatal, cada seis años continuados de servicios docentes, a profesores en activo con dedicación completa. Con un año de duración, y siempre que medie compromiso para realizar trabajos de investigación o docencia en otras Universidades o instituciones españolas o extranjeras.

Es también necesario fomentar la realización de proyectos de

investigación interdepartamentales, prestando una especial atención a los proyectos de ámbito europeo, trabajando para consolidar y



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ampliar la formación del personal investigador tanto a través de las distintas convocatorias de becas, como a través de su vinculación a proyectos de investigación realizados en la Facultad. Desarrollando asimismo una política de publicaciones desde la Facultad para difundir los resultados de las investigaciones, en la que adquiere especial prioridad la puesta en marcha, en el plazo más breve posible, de una revista científica electrónica de Economía, Finanzas y Empresa. Un ámbito en el que la capacidad de la Biblioteca de la Universidad Complutense cuenta ya con realizaciones probadas de difusión del trabajo científico del profesorado, como el Archivo Institucional E-Prints Complutense.

Hay que realizar asimismo un esfuerzo por mejorar las condiciones

de trabajo de los becarios con objeto de dignificar su labor, planteándolo como el inicio de su carrera investigadora y/o académica y estableciendo las condiciones mínimas para que se pueda desarrollar su actividad a través de la concesión de los medios adecuados, ya sean ordenadores, bases de datos, espacios y/o accesos a nuevas tecnologías para el análisis de datos. Dando cabida asimismo a la iniciación temprana de los estudiantes de los últimos cursos en la docencia y la investigación, mediante el establecimiento de un Programa piloto de créditos de libre configuración, a desarrollar en Departamentos y Grupos de Investigación, que estimule su aprendizaje tutelado en la elaboración de materiales de uso docente y en la recopilación de datos y en el uso de las técnicas para su manejo.

Crear un clima que permita la creación de grupos de investigación

interdepartamentales y pluridisciplinares, que acojan temporalmente a profesores visitantes (una categoría en la que la UCM muestra su mayor déficit en perspectiva comparada) de reconocido prestigio internacional y que desarrollen su actividad en Universidades o centros de investigación, tanto españoles como extranjeros, y que permitan consolidar líneas de investigación por las que pueda ser claramente reconocida la Facultad. A ese respecto, resulta también primordial incrementar el número de profesores involucrados en proyectos de investigación y facilitarles los apoyos necesarios para la difusión de sus investigaciones, mediante viajes, estancias y congresos, en la medida que lo permitan los presupuestos de la Facultad, y previa dotación de un fondo “ad-hoc” que complemente las asignaciones específicas de la UCM y de los propios departamentos.



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6. El personal de administración y servicios: Apoyo a la

docencia e investigación El Personal de Administración y Servicios (PAS) depende de la

Gerencia de la Universidad y está integrado por diversos colectivos, que incluyen el personal funcionario de las escalas de la UCM y el personal laboral contratado permanente y temporal por la propia Universidad, así como el personal funcionario y laboral perteneciente a los cuerpos, escalas, grupos y categorías de otras Administraciones Públicas que preste sus servicios en la UCM.

De ahí que el objetivo fundamental en este ámbito sea reconocer

la labor realizada por el PAS, con objeto de que se sientan protagonistas plenos de nuestro proyecto colectivo y que se beneficien también de los logros que obtengamos en común. Sus funciones resultan imprescindibles para la docencia y la investigación, hasta constituirlos propiamente en el PADI, con la “A” de apoyo, asistencia y asesoramiento a las autoridades académicas, que se contempla en el artículo 118.3 de los Estatutos de la UCM.

Para ello, un apoyo firme de las reivindicaciones del PAS para

lograr una dotación y una cualificación de personal suficientes en los distintos servicios que les competen (biblioteca, secretaria de alumnos, decanato, secretarías de los departamentos, servicios de diverso tipo), de forma que les permitan realizar de forma eficiente sus cometidos. Un estímulo constante de la política de cooperación con los decanatos de las demás facultades del Campus de Somosaguas para mejorar las infraestructuras y servicios comunes, evitando redundancias y/o solapamientos ineficaces. Y un seguimiento permanente de las vías de mejora de la carrera profesional del PAS y de sus retribuciones y prestaciones sociales, analizando incluso la posibilidad de solicitar para ellos incentivos equivalentes a los que tiene el profesorado, como la posibilidad de la concesión de figuras comparables a los permisos retribuidos o al año sabático del profesorado, planteados siempre en términos de reciclaje profesional para su mejor y más pleno apoyo a la docencia e investigación que precise en cada momento la Facultad.



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Con respecto al PAS, uno de los retos más importantes es conseguir su permanencia en el centro, mediante la implantación de medidas que atraigan a los mejores profesionales para que éstos sean capaces de desarrollar al máximo sus capacidades. De ahí que la Facultad deba establecer un plan de formación y de actividades que permita conseguir el máximo desarrollo de su capital humano. Además de implantar medidas tendentes a conseguir la motivación y el sentido de pertenencia al Centro de todo su personal. Entre las cuales, se harán efectivas: la de desarrollar programas de especialización del Personal de Administración y Servicios para su apoyo a la gestión y realización de los proyectos de investigación; y la de designación por el Decano del Secretario de la Facultad, entre los funcionarios públicos de la misma.

El PAS desempeña un papel central en el correcto funcionamiento

de la Facultad, dando apoyo y servicio a todas sus actividades docentes, investigadoras y de gestión; por ello son fundamentales la motivación y los incentivos que les permitan desarrollar al máximo sus capacidades. Y la primera de esas motivaciones es la de poder desarrollar su carrera profesional en la Facultad, desempeñando las más altas tareas que se prevean para los cuerpos, escalas, grupos y categorías a los que pertenezcan, y garantizando su promoción interna bajo los principios de mérito y capacidad.

7. Eficiencia en la gestión Objetivos en este ámbito deben ser la reducción de la burocracia

mediante la utilización al máximo de los recursos informáticos y la estandarización de los procesos administrativos, la mejora de la estructura organizativa y los flujos de información, el fomento del trabajo en equipo y la mayor implicación de todo el personal con la mayor calidad del servicio público que presta la Facultad. La mejora de la eficiencia y la eficacia en su funcionamiento es una necesidad ineludible para poder enfrentarse a los retos del Espacio Europeo de la Enseñanza Superior y la Investigación, y para el apoyo de todas las estrategias de mejora que se deseen establecer.

La gestión tiene como objetivo prioritario la atención a los grupos

de interés que concurren en la Facultad: Los internos, constituidos por los estudiantes actuales, el PDI y el PAS; y los externos, que son tanto los estudiantes egresados como los estudiantes potenciales, las



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AA.PP., especialmente la Comunidad de Madrid de la que depende nuestra Universidad, las empresas y organizaciones empresariales, los agentes sociales, y la sociedad en general. Todos ellos tienen objetivos concretos, y expectativas de que se atiendan, en relación con nuestra actividad y funciones. Y frente a todos ellos adquirimos la responsabilidad de consulta y consideración de sus propios objetivos, de información y transparencia sobre nuestros planes de actuación para cumplirlos en los que nos compete, y de rendición de cuentas y responsabilidad por nuestros resultados al hacerlo.

Resulta evidente que buena parte de los mecanismos de consulta

y discusión con los grupos de interés están regulados y competen a sus instituciones y órganos representativos, pero no lo es menos que la iniciativa de recabar sus opiniones y sugerencias puede estimular tanto su sentido de pertenencia al proyecto común que es la Facultad como su implicación en los resultados de nuestro proceso de mejora continua en la docencia y la investigación. Quien padece un problema es quien suele pensar en las mejores alternativas para solucionarlo; y de ahí la necesidad permanente de consulta y sugerencias, que se establecerá mediante la apertura de un buzón electrónico de sugerencias e iniciativas en la página Web de la Facultad, con el compromiso de respuesta pública (o particular, si así se solicita por los interesados) a las mismas en un plazo máximo de una semana.

La imagen institucional y la accesibilidad a la información que hoy

en día permiten las páginas Web de la Facultad y los Departamentos resulta asimismo un objetivo prioritario para la eficiencia de nuestra gestión. Y a ese respecto, se acometerá de forma inmediata la homogeneización de dichas páginas Web, tanto en imagen como en contenidos básicos. Con versiones en castellano y en inglés, habida cuenta de las pautas comparadas en Centros similares a nuestra Facultad, de la creciente demanda de estudiantes foráneos hacia nuestras titulaciones, y de la misma difusión de nuestra docencia e investigaciones entre la comunidad académica internacional. Al propio tiempo, se abordará un programa de formación dirigido a las Secretarías Administrativas de los Departamentos para la mejor utilización de las posibilidades informativas de las páginas Web de la UCM y de la Facultad.

La estandarización de los procesos administrativos y docentes, y

su implementación en todo lo que sea posible mediante medios informáticos, constituye también una vía de mejora de la eficiencia



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en la gestión. Por su mayor rapidez, por la posibilidad de establecer documentos y protocolos de actuación uniforme, y por la materialización de los mismos en programas informáticos que reduzcan la carga administrativa de los Departamentos para que puedan centrarse en la docencia y la investigación. La previsible reducción de los flujos de papel impreso que esto pueda suponer no obsta para que la Facultad disponga también de medios adecuados para su traslado material entre sus diversas dependencias.

En cuanto a la transparencia y rendición de cuentas, la página

Web de la Facultad recogerá los principales documentos en los que se plasma su gestión: Presupuesto, Planes de Actuación, Acuerdos de la Junta de Facultad, y Memoria. Se propondrá a la Junta de Facultad que sus sesiones sean abiertas, salvo en los casos en que los asuntos a tratar sean de carácter confidencial. Y se prevé dar cuenta a la Junta de Facultad, con carácter semestral, del estado de situación de los Planes de Actuación del decanato y del estado de ejecución del Presupuesto.

8. Nuestra Facultad, en perspectiva de Campus Las tareas preliminares para la construcción del nuevo edificio que

albergará nuestra Facultad ya se han iniciado y supondrán, previsiblemente durante los dos próximos años, incomodidades para el ejercicio de la docencia y la investigación que habremos de minimizar con la buena voluntad de todas las personas que integramos la Facultad.

En este nuevo escenario, parece oportuno reflexionar sobre la

identidad del Campus especializado en Ciencias Sociales en el que nos integramos, para avanzar en un proyecto colectivo que genere sinergias para todos los Centros ubicados en Somosaguas y potencie la relevancia de la UCM en este amplio Campo del conocimiento: atrayendo mayor número de alumnos, elaborando programas y titulaciones conjuntos, proponiendo investigaciones interdisciplinarias y ampliando nuestra proyección exterior.

Sobre ese particular, se establecerán contactos inmediatos con los

Decanos y Directores de los restantes Centros con los que compartimos el Campus, para escuchar y discutir sus posibles sugerencias y para proponerles iniciativas. Ya sean las de potenciar la



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colaboración para la optimización de los servicios que, como las contratas de bar y cafetería, facilitan la presencia continuada de profesores y estudiantes en el Campus. O las de impulsar iniciativas conjuntas para la identidad de un Campus especializado en Ciencias Sociales, como la realización de Curso de Verano en colaboración con el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón.

9. Cooperación para las salidas profesionales El EEES y la profesionalización de las enseñanzas universitarias

resaltan una de las funciones de nuestra Facultad como es la actividad profesional futura de nuestros titulados. Para ello, hay que ampliar la perspectiva de las prácticas profesionales, con la coordinación y potenciación de las oficinas existentes (COIE y Compluemprende) para que no sólo se encarguen de la gestión y seguimiento de las prácticas, sino también del fomento de las salidas profesionales, en función de cómo evolucionen en el futuro previsible las necesidades económicas y sociales, y del seguimiento de la actividad profesional de los titulados. Para esta labor, resulta imprescindible la cooperación con colegios profesionales como el Colegio de Economistas o el Colegio de Titulares Mercantiles, así como con las asociaciones empresariales y los agentes sociales.

Sobre ese particular, cuestiones tales como la revisión de las

competencias profesionales de Economistas (datan de 1977) y Diplomados en CC. Empresariales (de 1982), son de obligado estudio desde la perspectiva de las nuevas titulaciones oficiales de Grado y Postgrado, así como lo son la presencia y la expresión de la opinión de nuestra Facultad en las instancias que hayan de abordarlas.

Por otra parte, el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES),

que entrará en vigor en 2010, otorga una importancia acrecentada a la opinión de las empresas para la elaboración de los nuevos planes de estudio. Línea en la que ya se han dado pasos, como el de la creación por la Cámara de Comercio y la Fundación Universidad-Empresa (FUE) de la plataforma “on line” Ue-converge, que reúne a 200 empresas interesadas en participar de forma activa y conjunta con las universidades públicas y privadas de la Comunidad de Madrid en el diseño de sus carreras. Iniciativa de diálogo y debate en la que, como es obvio, nuestra Facultad también debe estar presente.



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Al propio tiempo, la colaboración con instituciones sin ánimo de lucro como SECOT (Seniors Españoles para la Cooperación Técnica), puede constituir tanto una vía para su participación en las actividades prácticas de la Facultad como para su asesoramiento a nuestros titulados sobre el diseño e implantación de planes de creación de empresas.

10. Fomento de relaciones institucionales Además de las relaciones institucionales que fomenten la

integración profesional de nuestros titulados, resultan de especial trascendencia y especificidad las que se mantienen con universidades y centros de formación. Son imprescindibles para facilitar la movilidad de nuestros estudiantes; para propiciar intercambios de profesores; para generar grupos y redes nacionales e internacionales de investigación; para difundir e implantar mejores prácticas en docencia, investigación y gestión; y para el acceso a bases de datos internacionales de diverso tipo que facilitarían la labor de nuestros investigadores y que, casi siempre, resultan muy costosas de lograr.

La revisión, ampliación y concreción de los convenios hasta ahora

existentes debe ir en la vía de potenciar esas ventajas de la colaboración institucional. Con actuaciones inmediatas que pongan de manifiesto las ineficiencias en el uso de recursos públicos, como las que se derivan de que dentro del Consorcio Madroño diversas universidades públicas de la Comunidad de Madrid simultaneen sus pagos por suscripción a unas mismas bases de datos.

Con acuerdos de colaboración a medio plazo con universidades

públicas de la CAM, de España o del extranjero que permitan la difusión de las mejores prácticas en materia de gestión, docencia o investigación. Y que, a título de ejemplo, permitirán implantar en nuestra Facultad la iniciativa de la Universidad de Granada de la Feria permanente virtual de empleo, feriaviva.com.

Asimismo, se propondrá a la Junta de Facultad el estudio de

formas de cooperación con centros de formación de postgrado públicos, como la EOI, para la impartición del MBA de la Facultad; así como con instituciones como las Cámaras de Comercio y colegios profesionales como el de Economistas de Madrid, que imparten cursos y seminarios de reciclaje y formación permanente, para la



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colaboración en ese ámbito en proyectos concretos y en la creación de un futuro Centro de Formación Continua de la Facultad. Así como la posible participación de la Facultad en el Programa AUDIT de ANECA, de cara a la implantación de los procedimientos de evaluación periódica de la calidad de nuestras titulaciones.

IV.- El servicio público de la docencia y la investigación La Facultad, como institución dedicada a la transmisión del saber

previamente investigado, debe aportar conocimiento y difundirlo en relación con las demandas sociales, profesionales e individuales. Pero también debe formar crítica y éticamente a los miembros de la comunidad universitaria para que ejerzan su compromiso social con libertad y con responsabilidad.

Estas funciones inspiran de hecho el Reglamento de Gobierno de la

Universidad Complutense de Madrid, por lo que conviene recordar que sus principios de actuación obligan a los órganos de gobierno que como la Junta de Facultad debe plasmarlos en actuaciones concretas de política universitaria. Son, por tanto, requisitos irrenunciables para el gobierno de la Facultad y para quien ostente el cargo de Decano:

1. Servir con objetividad a los intereses generales y actuar con

sometimiento pleno a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.

2. Actuar de acuerdo con los principios constitucionales de eficacia,

jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, economía, suficiencia y adecuación estricta de los medios a los fines institucionales; responsabilidad por la gestión pública; racionalización y agilidad de los procedimientos administrativos y de toma de decisiones; servicio efectivo a los miembros de la Comunidad Universitaria y al resto de los ciudadanos.

3. En cuanto a sus relaciones con los ciudadanos y en aras de la

mejora de la prestación del servicio público universitario, actuar siempre de acuerdo con los principios de objetividad y transparencia.

4. Y en sus relaciones con otras Administraciones públicas,

proceder de acuerdo con los principios de colaboración, cooperación y



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asistencia activa, con respeto a los ámbitos competenciales respectivos, de acuerdo con el principio de lealtad institucional.

Principios, además, que debemos entender como expresión de la

ejemplaridad de lo público en cualquiera de nuestras actuaciones, y que atañen ya a cuestiones relevantes relacionadas con diversos y recientes avances legislativos:

Implantación de un Plan de igualdad de género. Que incluso nos

vendría obligado de pertenecer al sector privado, como empresa de más de 250 trabajadores, y que ha de basarse en una primera fase de auditoría sobre la situación real de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en nuestra Facultad, que se acometerá de forma inmediata. Y que habrá de seguirse de la implantación de un plan de igualdad, en el que habrán de precisarse los objetivos a alcanzar, las estrategias y prácticas a adoptar, y el establecimiento de sistemas eficaces de seguimiento y evaluación del plan.

Seguimiento del Plan de integración de personas con discapacidad.

Un aspecto en el que la Oficina para la integración de personas con discapacidad dependiente del Vicerrectorado de Alumnos, supone ya una apuesta clara de nuestra Universidad, por la que tenemos que felicitarnos. Pero que habrá que seguir con especial atención durante los años en los que se aborde la construcción del nuevo edificio de la Facultad y la consiguiente reasignación de espacios para la docencia y la convivencia, ya que se pueden generar, siquiera sea transitoriamente, barreras para la movilidad y la plena integración de las personas con discapacidad, cuyo impacto debe evitarse como objetivo prioritario.

Elaboración de Memorias económicas de impacto de las principales

medidas y planes a adoptar desde la Facultad. Un requisito que si bien sólo obliga estrictamente en los actos del Poder Legislativo, constituye una eficaz medida de gobierno de cualquier ente público: Tanto por la precisión de sus efectos sobre la gestión de un presupuesto que sigue basándose primordialmente en recursos públicos como por la aportación que supone de cara a la evaluación de sus resultados e impactos en términos de análisis coste-beneficio.

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