PROGRAMA NACIONAL DE RENDICIN

DE CUENTAS, TRANSPARENCIA Y

COMBATE A LA CORRUPCIN

2008-2012

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Programa Nacional de Rendicin de Cuentas, Transparencia y Combate a la Corrupcin

2008-2012

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Mensaje del Presidente de la Repblica

Desde el inicio de mi gobierno, con la participa-cin de muchos mexicanos realizamos un ejerci-cio prospectivo para definir el pas que queremos construir. Este trabajo colectivo deriv en el pro-yecto Visin Mxico 2030, que se constituye en el referente para la accin del presente, y en el cual qued reflejada la aspiracin de los mexicanos de contar con gobiernos y gobernantes que respon-dan con eficiencia y transparencia a sus demandas, que acten con tica y responsabilidad social en su tarea de contribuir al impulso del desarrollo del pas y del bienestar de todos los mexicanos.

Hoy la sociedad demanda gobiernos ms abiertos al escrutinio y a la evaluacin. Exige tambin go-biernos sensibles, cercanos a la gente y que brin-den confianza a los ciudadanos. Para lograr esto, es indispensable un cambio de actitud. Se requiere transitar de una cultura de la corrupcin a una cul-tura de la legalidad, la transparencia y la hones-tidad. Se necesita que los servidores pblicos no slo asuman la responsabilidad de cumplir y hacer

cumplir la ley, sino que tambin acten, en conjun-to con los ciudadanos, para prevenir y erradicar la corrupcin en sus distintas modalidades.

El Programa Nacional de Rendicin de Cuen-tas, Transparencia y Combate a la Corrupcin 2008-2012 que aqu se presenta, como el resto de los programas sectoriales y especiales, ha sido elaborado tomando como punto de partida la Vi-sin Mxico 2030 y el Plan Nacional de Desarro-llo. Asimismo, toma en cuenta el resultado de una amplia consulta con actores relevantes de la socie-dad que han aportado elementos de diagnstico y de accin.

En este Programa se expresan los objetivos, las estrategias y las lneas de accin que buscan consolidar una poltica de Estado que permita fortalecer las buenas prcticas dentro de la Admi-nistracin Pblica. Esto se har con un enfoque de gestin ms abierto, honesto, transparente y con una renovada vocacin de rendicin de cuentas.

Mensaje del Presidente de la Repblica

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El Programa tambin contribuir al fortaleci-miento de una cultura de apego a la legalidad, as como a la construccin de una tica pblica que sirva para establecer valores y principios que guen y orienten la actuacin de los servidores pblicos, y de la sociedad en su interaccin con las instituciones.

Asimismo, con el fin de obtener mejores resulta-dos en la lucha contra la corrupcin, el Programa propone nuevos esquemas de coordinacin inte-rinstitucional para la instrumentacin de polticas pblicas transversales, con especial nfasis en las instituciones de seguridad pblica.

En suma, seguiremos promoviendo la honestidad, la transparencia, la claridad, la eficiencia y el mane-jo adecuado de los recursos pblicos. Mi gobierno refrenda su posicin de cero tolerancia a la corrup-cin. Esto es lo que exijo a los servidores pblicos y es lo que ofrezco a los mexicanos. Como el resto de los programas que han sido publicados, este do-cumento refleja claramente el pensamiento de una sociedad que apuesta por un pas que avance por la va del fortalecimiento de la Gobernabilidad De-mocrtica y del Desarrollo Humano Sustentable, un Mxico en el que todos podamos vivir mejor.

Felipe Caldern HinojosaPresidente de los Estados Unidos Mexicanos

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Mensaje del Secretario de la Funcin Pblica

La Administracin Pblica en Mxico tiene una gran deuda con los ciudadanos.

El modelo administrativo seguido por dcadas y la excesiva concentracin de poder burocrtico, des-embocaron en una atencin ciudadana cada vez ms deficiente y en una limitada participacin de la sociedad en los asuntos pblicos.

Las debilidades del marco normativo, organizacio-nal e institucional abrieron espacios a la corrupcin y a la impunidad, minaron la vigencia del Estado de derecho y socavaron la credibilidad del gobierno y la confianza ciudadana en las instituciones.

Hoy en da el reto de los Estados es transitar de una democracia donde la participacin de la socie-dad est limitada a la eleccin de sus gobernantes a una democracia de ciudadanos, donde las insti-tuciones garanticen el pleno ejercicio de sus de-rechos. Esta visin ms amplia de la democracia implica la redefinicin de la accin de gobernar,

bajo la cual se reconoce que la complejidad de los problemas y los desafos que la sociedad enfrenta, demandan nuevas formas de actuacin e interac-cin entre la sociedad y el gobierno.

El ejercicio de este enfoque de gobernacin, tambin referido como gobernabilidad democrtica, estable-ce y compromete la existencia de novedosas formas de diseo institucional en polticas pblicas y prcti-cas de gestin que tengan como base la correspon-sabilidad y participacin entre gobierno y sociedad.

Un gobierno democrtico busca consolidar la cons-truccin de una gestin pblica con fundamento en un Estado de derecho, con principios de hones-tidad, transparencia, responsabilidad y eficiencia, que rinda cuentas y que est en todo momento dispuesto a someterse al escrutinio y evaluacin por parte de la sociedad.

En la ltima dcada, Mxico ha experimentado un acentuado proceso de transformacin y cambio en

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Mensaje del Secretario de la Funcin Pblica

la gestin gubernamental, dan cuenta de ello la des-centralizacin administrativa, la medicin y evalua-cin de la gestin pblica, la profesionalizacin del servicio pblico y los renovados compromisos de combate y deteccin de prcticas de corrupcin. El compromiso y reto de la administracin del Presi-dente Felipe Caldern, es hacer ms transparente la gestin administrativa y consolidar una nueva cul-tura de rendicin de cuentas a favor de la sociedad.

Es por ello, que una de las prioridades que se nos presenta es la de consolidar una nueva relacin del gobierno con la ciudadana, la aplicacin irrestricta de la ley y la plena vigencia de los principios de in-tegridad, transparencia y rendicin de cuentas. As es como enfrentaremos a la corrupcin.

Por otra parte, para enfrentar con xito el combate a la corrupcin necesitamos mantener una estre-cha relacin y corresponsabilidad entre autorida-des federales, estatales y municipales, ya que la ciudadana no distingue entre la competencia de un acto delictivo del orden federal o local, y sin embargo, demanda y exige una pronta respuesta por parte de sus autoridades.

Asimismo, vale la pena sealar que el ciudadano, tambin suele entender la corrupcin como el abuso de poder por parte de los funcionarios p-blicos para favorecerse ellos mismos. Por lo tanto,

es indispensable una mayor coordinacin entre las entidades e instituciones del Ejecutivo Federal y los distintos rdenes de los gobiernos locales para prevenir, abatir y sancionar prcticas ilegales y de impunidad que tanto lastiman a la sociedad.

Hace falta igualmente, promover ante el Poder Le-gislativo reformas para armonizar y fortalecer los instrumentos jurdicos que terminen con la impu-nidad, pues la ciudadana ya no tolera que perso-nas ligadas con la corrupcin evadan fcilmente la justicia.

Es importante sealar que a nivel internacional, Mxico ha ratificado el compromiso de combatir la corrupcin y el cohecho internacional a travs de diferentes mecanismos de colaboracin y coopera-cin en foros y convenciones, dan muestra de ello la activa participacin de Mxico en la Convencin Interamericana contra la Corrupcin de la Organi-zacin de los Estados Americanos (OEA), la Con-vencin para Combatir el Cohecho de Servidores Pblicos Extranjeros en Transacciones Comercia-les Internacionales de la Organizacin para la Co-operacin y el Desarrollo Econmicos (OCDE) y la Convencin de la Naciones Unidas contra la Co-rrupcin (ONU).

Dentro de este orden de ideas, el pas necesita tran-sitar de una cultura de corrupcin a una cultura de

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legalidad en donde los ciudadanos y servidores p-blicos no slo asuman la responsabilidad de aplicar y cumplir con la ley en todas sus actuaciones, sino tambin de prevenir, rechazar, denunciar y sancio-nar las conductas ilcitas. Hay que fomentar en el ciudadano y servidor pblico una cultura en donde sea ms costoso dar o recibir el favor ilegal que el beneficio esperado de esa conducta; una cultura en la que se perciba como alta la probabilidad de que se imponga una sancin y en la que se valore como socialmente indeseable la prctica corrupta.

Estamos conscientes que es necesario ampliar en el gobierno federal los espacios de participacin ciudadana que faciliten la transparencia y la ren-dicin de cuentas en los distintos mbitos de la gestin gubernamental. Asimismo, es importante que se promuevan y generen mecanismos de mo-nitoreo y evaluacin social sobre los compromisos, acciones y programas que