PREVENCIÓN Y DETECCIÓN TEMPRANA DE LOS PROBLEMASDE APRENDIZAJE
Programas de prevención desde la atención temprana
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REPÚBLICA BOLIVARIAN DE VENEZUELAMINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADORISNTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
NÚCLEO CADÉMICO TÁCHIRA
AUTORAS:
Lozano R, Diocelina C.I: 16.540.668
Chacón M, Jessica V. C.I: 16.409.530
Contreras T, Belkis S. C.I: 19.244.456
López M, Leidy J. C.I: 19.599.985
Enviado por:
Rodríguez H, María I. C.I: 14.546.514
Profesora: Virgilia Salas
PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DESDE LA ATENCIÓN TEMPRANA
San Cristóbal, Noviembre de 2011
INTRODUCCIÓN
Actualmente, serios problemas están afectando el desarrollo de los niños; entre otros, se evidencia un
deterioro a nivel de la estructura familiar: un número cada vez mayor de familias donde la madre se
constituye en el único sostén; elevados índices de adolescentes embarazadas; bajo porcentaje de
control prenatal, lo cual impide la prevención de muchos casos de retardo mental u otras limitaciones
que requieren de atención educativa especializada; desconocimiento de los padres en relación a la
importancia de los primeros años de vida para el desarrollo futuro del niño y la influencia que ejerce la
familia en esta primera etapa del desarrollo. Todo esto es extremadamente importante; más allá de la
intervención temprana, relacionada con las necesidades propias del niño que presenta alteraciones en
el desarrollo, deben considerarse aspectos como el cuidado prenatal, la nutrición, programas educativos
dirigidos al niño entre las edades de 0 y 6 años, servicios sociales a través de las líneas de acción
intersectorial y la participación de los padres en la educación inicial de sus hijos. Atendiendo a lo
expuesto anteriormente, en la actualidad se justifica plenamente, una reorientación en la
conceptualización y política de la prevención e intervención temprana, si se toma en consideración la
crisis social y económica del país en los últimos años, la cual ha afectado de manera desfavorable las
condiciones de vida de los niños venezolanos, incrementando los factores de riesgo de tipo socio-
ambiental, causantes de la aparición de necesidades especiales en esta población. Esto ha traído como
consecuencia la necesidad de redimensionar y establecer políticas y acciones desde una perspectiva
mucho más amplia, al considerar su incidencia en la población infantil y el abordaje efectivo de estos
factores.
LA PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN TEMPRANA
Está determinada por su carácter sistemático, secuencial y
dinámico que comprende tanto la evaluación del proceso en el
niño como la del programa de estimulación, aspecto importante
a evaluar en las unidades operativas, con la finalidad de
terminar la efectividad de la intervención. En consecuencia, es
prioritario establecer los lineamientos que permitan el diseño
de estrategias para la evaluación de cada niño, la planificación
individualizada de la intervención, incluyendo el diseño de
estrategias Instruccionales para involucrar el núcleo familiar y
llevar a cabo la programación en el hogar.
LA ATENCIÓN TEMPRANA (AT)
se define como el conjunto de intervenciones dirigidas a la
población infantil de 0 a 6 años, a la familia
y al entorno, que tienen por objetivo dar
respuesta lo más pronto posible a las
necesidades transitorias o permanentes que
presentan los niños con trastornos en
su desarrollo o que tienen riesgo de
padecerlos.
PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DESDE LA ATENCIÓN TEMPRANA
los programas de atención temprana para niños en situación de riesgo biológico,
social y/o con necesidades especiales, nacen en un contexto educativo, ya que la
meta es "el pleno desarrollo de la personalidad" y el logro de un hombre apto para
vivir y capaz de participar activa, consciente y solidariamente en los procesos de
transformación social; consustanciado con los valores de la identidad nacional (Ley
Orgánica de Educación).
En el curso de su evolución, los programas de prevención e intervención temprana
han sufrido innumerables cambios producto de las tendencias teóricas
predominantes en el momento. Es así como en el ámbito mundial, pueden
identificarse en las últimas décadas dos grandes etapas en la concepción y atención
de las personas con algún tipo de dificultad en su desarrollo. Una etapa benéfica o
asistencial, propia de principios de siglo hasta mediados de los años 50. Las
personas con deficiencias eran ubicadas en instituciones hospitalarias o asilos, bajo
un régimen de internado. La atención era eminentemente asistencial y obedecía a
una concepción caritativa.
POBLACIÓN SUSCEPTIBLE DE ATENCIÓN TEMPRANA
La Atención Temprana comprende tres campos de actuación:
La población infantil general para llevar a cabo acciones de
prevención de posibles trastornos en el desarrollo.
Aquellos grupos considerados de riesgo por estar expuestos a
factores que pueden provocar alteraciones del curso evolutivo
(vertiente preventiva).
Los niños con trastornos en el desarrollo cuya presencia es
evidenciable (vertiente asistencial).
DE UNA FORMA ESQUEMÁTICA LAS ACCIONES QUE LLEVAN A CABO LOS EQUIPOS
DE AT SON:
Detección temprana, orientación y canalización pertinente de niños discapacitados o de
alto riesgo.
Orientación y apoyo familiar.
La implicación de los padres en el cuidado de su hijo, y la existencia de un funcionamiento
familiar adecuado es de suma importancia para el desarrollo del niño. Los Equipos de AT
juegan un papel clave en facilitar el ajuste a la nueva situación, asesorar en la educación del
niño, y evitar desde los primeros momentos que los padres desarrollen relaciones negativas
con su hijo.
Asesoramiento a los Centros de educación infantil. Generalmente se aconseja la
escolarización temprana de estos niños, a partir de los 18 – 24 meses de edad, ya que se
conoce que repercute muy positivamente en su desarrollo global. Algunos contenidos del
programa de AT están contemplados en el currículo del primer ciclo de educación infantil.
En la actualidad los programas de AT no solo
van dirigidos a los niños que padecen algún
déficit físico, psíquico o sensorial, sino
también a aquellos otros que, por diversas
circunstancias, pueden presentar problemas
madurativos o de adaptación, es decir los
niños llamados de alto riesgo, y a los niños
sin una patología evidente.
NIÑOS EN SITUACIÓN DE RIESGO SOCIO-AMBIENTAL
Los ambientes socioeconómicos desfavorecidos, la drogadicción, el
abandono del niño por parte de sus padres, la ausencia de
alguno de los progenitores, el maltrato y, en definitiva, los
factores de riesgo socio ambiental que pueden poner en riesgo
el desarrollo del niño, hacen necesario que éste cuente con la
compensación de las carencias que derivan de estas
situaciones. Se trata de asegurarle un contexto vital que le
proporcione cuidados, seguridad y afecto para poder crecer,
madurar y desarrollarse en esta etapa evolutiva tan vulnerable a
las influencias del entorno.
NIÑOS CON FACTORES DE RIESGO BIOLÓGICO
Entre los factores de riesgo biológico más destacados cabe señalar
la prematuridad, el bajo peso en el nacimiento, la asfixia
intraparto y la permanencia en unidades de cuidados intensivos
neonatales. Estas situaciones pueden desencadenar
principalmente problemas neurológicos y alteraciones
sensoriales.
En este grupo hay que considerar los recién nacidos de riesgo
neurológico, los recién nacidos de riesgo sensorial visual y los
recién nacidos de riesgo sensorial auditivo.
SIN UNA PATOLOGÍA EVIDENTE
se agrupan niños que no tienen una discapacidad o una patología
específica, en cuyos antecedentes no aparecen factores de riesgo, pero
que presentan un evidente retraso en su desarrollo. Son niños que van
creciendo sin que se tome ninguna medida para evitar ese desfase ante
la ausencia de síntomas claros de deficiencia.
Entre los signos que deben orientarnos hacia su presencia cabe citar:
Interacción inadecuada, por un temperamento muy tranquilo o inquieto.
Maduración lenta.
Falta de interés por el medio físico o social.
Reacciones inadecuadas ante los estímulos.
Retraso en el desarrollo del lenguaje.
CONCLUSIÓN
La prevención e intervención temprana está determinada por su
carácter sistemático, secuencial y dinámico que comprende tanto la
evaluación del proceso en el niño como la del programa de
estimulación, aspecto importante a evaluar en las unidades
operativas, con la finalidad de terminar la efectividad de la
intervención. En consecuencia, es prioritario establecer los
lineamientos que permitan el diseño de estrategias para la
evaluación de cada niño, la planificación individualizada de la
intervención, incluyendo el diseño de estrategias Instruccionales
para involucrar el núcleo familiar y llevar a cabo la programación en
el hogar.