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ADAPTACIN DEL PROMETEO ENCADENADO DE ESQUILO La propuesta para esta adaptacin sera una representacin en un emplazamiento urbano. En ella Prometeo seran encadenado a algn tipo de estructura urbana, como una farola, en un lugar con gran afluencia de viandantes para gozar de buen nmero de pblico. Por otra parte, el mito sufre una modificacin. Debido a la escasa vigencia que tendra hoy da hablar del dios Zeus, y dems motivos divinos para justificar el encadenamiento de un hombre. Por tanto, tomando como inspiracin la Alemania nazi y el conflicto antisemita, se intenta crear un clima similar de represin, donde Prometeo, soldado del ejrcito nazi, se ve aprisionado por haber ayudado a un grupo de judos a conseguir la libertad. En una situacin real, el soldado Prometeo se habra visto condenado a la muerte, pero en este caso, con la excusa de ser un soldado muy valorado por el comandante se mantiene al soldado con vida sin conocimiento del resto del ejrcito, salvo los encargados de encadenarle, dos soldados y su amigo Hefesto, el sargento Wulf (que encarna al dios ocano) y el coro de Ocenidas que pasa a ser el pblico de la funcin, al que Prometeo cuenta sus males como hiciera con las deidades del mar. Aunque stas no tienen ningn dilogo marcado, su intervencin hablada se suprime y actan como testigos de todo el proceso, como espectadores. De ah la adaptacin del coro de Ocenidas al pblico. Por otro lado, el personaje de o pasa a ser una prisionera juda, llamada Sarah, que haba compartido con el comandante Himmler un idilio amoroso como esclava. Una vez ste se entera de la condicin de juda de la mujer la condena a ser encadenada cada da en una celda distinta sin poder intimar con ninguno de los otros prisioneros. En el ciclo de este castigo, es encadenada junto a Prometeo, con quien mantiene una breve conversacin donde conocemos la historia de Sarah, que Prometeo conoce su destino pues era conocedor del archivo de su caso, y que al haber ayudado ste a conseguir la fuga de un grupo de judos conoce los planes que traman. Por tanto, el orculo de la madre de Prometeo en el mito segn el cual conoce el destino de o, Zeus y dems, en este caso se torna en suposiciones que lleva, como en el caso del mito, a la derrota del sujeto que ha encadenado a Prometeo, Zeus y Himmler, respectivamente. En esta adaptacin, Prometeo no pide que alguien lo libere, si no que pide la muerte, la simbolizacin de la libertad para un mortal destinado a estar encadenado hasta el fin de sus das. No obstante, no es ese el destino final del soldado, que pide a la juda Sarah, antes de que sea de nuevo desplazada, que si algn da consigue concebir un hijo, ste vaya hasta el lugar donde est encadenado Prometeo a darle muerte y liberarle. El castigo divino de Zeus a Prometeo, consistente en la devoracin del hgado y su regeneracin diaria, en este caso consiste en la fustigacin diaria de su cuerpo mientras no revele todo el plan de huida de los judos y sus planes de revuelta.

PROMETEO ENCADENADO Adaptacin de la traduccin de Menndez y Pelayo Calle peatonal con gran afluencia de viandantes. De alguna calle adyacente aparece un grupo formado por cuatro personas: dos SOLDADOS llevan arrastrando a PROMETEO, que permanece inconsciente. Algo ms atrs va HEFESTO. Los SOLDADOS van vestidos con botas de montar a caballo, uniforme consistente en pantaln y casaca verde, similares a los empleados por los soldados de la Alemania nazi, pero sin ningn smbolo relativo a esta poca. HEFESTO viste un uniforme similar pero en tono grisceo adems de un abrigo de un tono algo ms oscuro hasta los pies y una gorra que denota su rango superior. Por su parte, PROMETEO lleva nicamente un pantaln con un tono grisceo muy oscuro, llevando los pies descalzos y el torso desnudo. En su cuerpo se puede ver marcas de golpes y sangre cicatrizada. Cada SOLDADO sujeta a PROMETEO de un brazo por debajo del hombro, lo arrastran con violencia. Cuando llegan a una farola situada en el centro de la calle se detienen, arrojando a PROMETEO al suelo. SOLDADO 1: Al fin hemos llegado! SOLDADO 2: Saca las cadenas De una mochila saca el SOLDADO 1 unas cadenas de hierro que deja caer golpeando fuertemente el suelo. SOLDADO 1: (Dirigindose hacia el SOLDADO 2) Dime, te enteraste t de por qu ha merecido este castigo? SOLDADO 2: Parece ser que ayud a la fuga de los marcados del sector 2 del campo. SOLDADO 1: Y no le han mandado al paredn? SOLDADO 2: Lo dices en serio? l, el gran Prometeo, la mano derecha de Himmler cmo iba a perderse el general la posibilidad de recuperar para la causa al mayor soldado que jams se vio? Probablemente an no sepa a que se ha debido tal traicin y quiz lo tenga aqu solo como forma de tortura hasta que desembuche y se sepa la verdad, o quin sabe, siendo el soldado de mayor confianza de Himmler, tal vez le venza la compasin y... HEFESTO ( Que se mantena al margen de la escena): Soldado!, limtese a ejecutar las rdenes que le dio el General Himmler. Los dos SOLDADOS se retiran hacia un lado, dejando el centro de atencin en el an inconsciente PROMETEO. Lentamente, con gran pesadumbre, HEFESTO se acerca hasta l) HEFESTO (Sin mirar todava a PROMETEO): Me han ordenado que te encadene, lo hubieras imaginado? A ti, al gran Prometeo, el ejemplo a seguir de todos los reclutas, la envidia de todos los oficiales... (Una larga pausa) mi compaero durante tanto tiempo de campaa (Nuevamente pausa dramtica, mira ahora HEFESTO a PROMETEO) Por qu tuviste que hacerlo? Qu necesidad haba de hacerlo? Nunca nos ensearon a que nos venciera la piedad, y sin embargo t, diste lugar a ese sentimiento desconocido. Qu te dieron ellos para arriesgarte de tal forma y recibir este castigo? No pensaste acaso en las consecuencias de tal acto? (Apartando la mirada y rindose) Por qu ibas a hacerlo? Y ahora Himmler no ha dictado siquiera darte la muerte por tal traicin Te ha condenado a pasar tus das aqu, separado del resto del mundo, donde nadie nunca te ayudar. Peor castigo es que la muerte, sin duda, ser un nima en vida quin no preferira desaparecer antes que verse reducido a sto? (Casi llorando) No puedo dejarte aqu, Prometeo! Pero tambin sabes que no puedo doblegar la voluntad del General, ha de cumplirse, y yo no quiero arriesgarme como hiciste t. Nadie podr jams liberarte de estas cadenas. (Se agacha y coge las cadenas con las que comienza a atar desde los pies a PROMETEO que permanece junto a la farola sin conocimiento todava. Las deja caer y se arrodilla llorando) No puedo! Podremos huir donde l no pueda encontrarnos. No, sera imposible...

SOLDADO 1: Hefesto! Osars ignorar lo que ha dictado el General? HEFESTO: (Confuso) Tienes razn soldado. Jur servir fiel a mi patria y a Himmler.Y as ha de ser, a pesar de tener que renunciar a lo que me dicta el corazn. Ms fuerte es la ley del General, bajo la cual todos debemos someternos, que la amistad y el llanto. Sera intil atentar contra los dictados del General. SOLDADO 2: Dices bien. As pues lleva a cabo t tambin t trabajo. HEFESTO: (Se acerca hasta PROMETEO, lo abraza) Perdname, por favor! Con la risa de los SOLDADOS de fondo, comienza HEFESTO a encadenar a PROMETEO que comienza poco a poco a abrir los ojos pero an sin fuerzas para hablar. HEFESTO se da cuenta de ello y hace an mayor su pesar, murmurando constantemente Perdname. Una vez acaba el encadenamiento se separa lentamente de PROMETEO) HEFESTO: Por dar la vida a aquellos que no merecen sino la desgracia, has acabado vindote t privado de ella. Nadie llegar aqu que pueda liberarte, pues la ley del General es soberana. Salvo que otro Prometeo como t, decida burlarla y cometer tu crimen, dando la vida a un condenado. (Tras una prolongada pausa) Adis amigo! Con una seal a los dos SOLDADOS se marchan por el lugar que haban entrado. Al poco tiempo de salir los soldados y Hefesto, PROMETEO recupera la conciencia completamente.