Pronunciamiento Conflicto en UcraniaJulián Hidalgo Chacón, Suplente Estudiantil del Consejo Institucional, Tecnológico de Costa Rica6 de mayo 2014

La geopolítica mundial casi que se podría definir siempre con cierto grado de tensión. Pero el grado de tensión en Ucranía está a punto de ceder ante un conflicto de mayores proporciones.

La región ha estado cargada de presiones desde el 2006 cuando Rusia, el máximo proveedor de gas de Europa, sometiera un inteso control de sus intereses sobre el mercado energético. Transportado por medio de cientos de kilometros de linea de gasoductos que hacen recorrido por toda Europa, se ha visto amenazada la demanda del preciado gas con la intensión europea de un cambio, con la busqueda de nuevos horizontes energéticos en Oriente Medio e inclusive Iran, con tal de no depender de un solo proveedor pero con el incoveniente de una gran inversión para tender nuevas lineas de trasporte. Una Rusia que debe garantizar que el precio de su gas sea el menor del mercado, busca sufragar una ya de por sí economía y demografía asediadas e incrementos en la corrupción, casos de brutalidad policial y un cerco político de Occidente.

El nacionalismo, el populismo y las alianzas clientelares tienen un papel preponderante en este conflicto, donde Moscú busca mantener su influencia con una geopolítica más “EuroAsiatica”; y a esto se le suma la hegemonía de Estados Unidos que parece no tener límites y ha visto como un desafío la defensa de los intereses rusos en su misma frontera.

Las incidencias directas y de peso en Ucrania empezaron desde noviembre del año pasado, cuando el presidente ucraniano Yanukovich sorpresivamente se niega a firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea generando protestas entre los prooccidentales y provocando una escalada de violencia que incluyo el derribe de estatuas de Lenin en Kiev y el derrocamiento del mismo Yanukovich etiquetandolo como un prorruso y expulsandolo en febrero hacia Rusia, donde se mantiene refugiado.

A partir de este momento, es donde la balanza parece haberse inclinado hacia el lado opuesto, ya que los prooccidentales asumen el poder temporal y es cuando empieza a afectar los intereses de Rusia. Debido a esto, simpatizantes prorrusos recibieron con violencia el cambio de rumbo político y acusan al gobierno temporal de no tener capacidad de manejar las riendas del país. Aunado a esto, la diplomacia y las conferencias no han surtido efecto, entre ellos el de Ginebra del pasado 17 de abril, donde Ucrania y Rusia se acordaron el cese al fuego y la amnistiá al pueblo sublevado de simpatizantes rusos.

Rusia con su discurso diplomatico, promueve que se escuche al pueblo ucraniano, mientras acuerpa a los simpatizantes con suministros y armas. Demanda a su vez, que es Kiev la que esta en el deber de escuchar y reducir las tensiones y la acusa a su vez de buscar ganar tiempo para internacionalizar la crisis. Promueve la ejecución de un referendum que declare a Ucrania como una república federada, que destinaría a las regiones mayores poderes políticos y económicos, la cual fue inmediatamente denegada por el parlamento ucraninano ¿Como incentivar un referendum cuando una pistola te apunta a la cabeza? ¿Cómo incentivar una integridad territorial y una descentralización del país en esas condiciones? Se estima en un millar los efectivos armados prorrusos, que mantienen ocupadas las ciudades ucraninanas entre las que sobresalen Sloviank, Odesa, Kramatorsk y Donetsk,incluyendo sus ayuntamientos y edificios gubernamentales. Esto sin contar con la península de

Crimea, que sus habitantes son en un 96% desendientes de rusos y que Rusia hasta el momento ha podido arrebatar fácil a Ucrania, cuidando ni más ni menos que su flamante base naval del mar Negro está anclada ahí, en Sebastopol.

Occidente ante los hechos ha buscado por medio de sanciones amendrentar las intensiones rusas en Ucrania, pero inclusive entre los prorrusos las han catalogado como irrisorias y han exacerbado los ánimos e incrementado la tensión. La anarquía prebelica se multiplica en el oriente y hay pocas posibilidades de conciliar entre ambos bandos. Por otra parte, el gobierno ucraninano busca a como de lugar amazar una Guardia Nacional ante la falta de efectivos y un poder legislativo ucraninano que teme que activando el servicio militar obligatorio pierda el poco apoyo que le queda de la comunidad rusohablante.

Sangre, que ya se ha derramado en Ucrania con al menos 40 civiles muertos, varios militantes de ambos bandos caídos y al menos tres helicopteros derribados con misiles, son las bajas que se registran en varias jornadas de intercambio bélico que se extienden desde finales de abril. Parece que el actual gobierno de Kiev no ha encontrado la fórmula para reunificar el país que debe ir a las urnas el próximo 25 de mayo, pero las organizaciones internacionales ven díficil que la situación permita la celebración de los comisios. Tropas ucranianas rodean las ciudades sitiadas a como han podido, en especial Donetsk, región minera del este, pero con el respaldo ruso la crisis mantiene en vilo a la comunidad internacional.

Ucrania, un país industrial con fábricas de aviones, trenes, coches y carros de combate, además considerada como un inmeso granero y con importantes reservas de gas con sus respectivos segmentos de poliductos, a dejado fácil al entendimiento y a la imaginación del cómo el presidente Putin tuvo vía libre de su parlamento para enviar tropas especiales y controlar las ciudades ucraninanas con un posterior envío de suministros, efectivos y recursos para respaldar la intervención.

La tensión es eterna entre Moscú y Occidente, que hace recordar que la Guerra Fría solo se enfrío criogénicamente, pero en realidad siempre ha estado presente. El análisis es sencillo, cualquier tipo reducción en la demanda del gas ruso, y el as bajo la manga es el nacionalismo y el poderío militar.

Ante lo delicado de la situación, Occidente se ha enmutado y solo se ha reparado en aconsejar la celebración de conferencias y acuerdos antes de cualquier intento de referedum o elecciones y en poner una que otra sanción. Se han enviado observadores de la Organización para la Seguridad y la Coperación en Europa, que dicho sea de paso se mantuvieron retenidos y secuestrados durante varios días por prorrusos y siendo entre los últimos intentos de paz la posibilidad de que el mismo Secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, medie en el conflicto entre ucranianos, rusos, europeos y estadounidenses.

Fuentes:www.politicaexterior.com/www.20minutos.es/www.excelsior.comnoticias.lainformacion.com/www.dw.de/www.publico.es/www.sdpnoticias.com/www.rebelion.org/REVISTA CIDOB D’AFERS INTERNACIONALS 88.