Propuesta UPRCampesina, APA y MED Campesino

CORPORACIÓN ECOLÓGICA Y CULTURAL PENCA DE SÁBILA

PROPUESTA

UNIDADES DE PLANEACIÓN RURAL CAMPESINAS (UPRCAMPESINAS), ÁREA PARA LA PRODUCCIÓN

AGRÍCOLA (APA) Y MACROPROYECTO “MEDELLÍN CAMPESINO”

PRESENTADA A

ALCALDÍA DE MEDELLÍN

PROCESO DE REVISIÓN Y AJUSTE DEL PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL –POT-

2 DE OCTUBRE DE 2014

Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila. Medellín. 2014. 2

Las UPRCampesinas para el Municipio de Medellín

La propuesta es la creación de Unidades de Planeación Rural Campesinas (UPRCampesinas) para los 5 corregimientos del municipio de Medellín, que desarrollen el Área de Producción Agrícola, APA (Item 2 del Artículo 4° del Decreto 3600 de 2007), donde se reúnen las zonas que expresan para Medellín y la región realidades geográficas, regionales, humanas, de hábitats y económicas, construidas social e históricamente por la comunidad campesina a partir de su relación singular con la tierra y la implementación de sus actividades agroalimentarias.

Son unidades de planeación para dar especial protección a su patrimonio, los derechos y la actividad económica según lo disponen los artículos 60, 64 y 66 de la Constitución Nacional, y se constituyen en unidades especiales para señalar con claridad “las condiciones de protección, conservación y mejoramiento de las zonas de producción agropecuaria” tal como lo dispone el ítem 2 del artículo 14 de la Ley 388 de 1997 y que permiten dirimir los conflictos de uso del suelo por la sobreposición en su territorio de la estructura ecológica principal y el DMI, sin detrimento de la economía campesina y de estos mandatos nacionales. Las UPRCampesinas legitiman “el campo” del municipio de Medellín como un bien jurídico especialmente protegido en el ordenamiento territorial y son integradas a la región rural – campesina del Valle de Aburrá.

DELIMITANDO LA REGIÓN:

Estas UPRCampesinas conformarán un Área de Manejo Especial que trasciende el ámbito corregimental y se evidencia con una predominancia de más de 11.000 predios (fincas campesinas) entre 0,3 y 10 Has en las 52 veredas de los corregimientos de Medellín, en donde viven aproximadamente 50.000 personas que integran unas 12.000 familias campesinas (Alcaldía de Medellín, 2011). Su extensión es de 7.100 Has (el 26 % del total del Área Rural del municipio) o de 11.339 Has (el 42 % del total del Área Rural del municipio) si la autoridad ambiental CORANTIOQUIA accede a integrar con vocación agropecuaria las 4.239 Has que en el proyecto de acuerdo para el POT 2014 ha propuesto de vocación agroforestal (Alcaldía de Medellín, 2014) En esta región el campesino produce relaciones sociales y territoriales específicas, que se expresa y visualiza en un Hábitat rural - campesino. Se percibe como un tejido entre fincas campesinas que comparten la vocación agropecuaria, una tradición cultural y un espacio construido con sus propias manos. Se enuncia como paisaje y en él se manifiesta una totalidad campesina que también es singular y particular, y se expresa de maneras diferentes según sean las veredas, los corregimientos o el sistema productivo que lo


sustente. En todo caso, este hábitat rural- campesino en el municipio de Medellín evidencia la existencia de las relaciones sociales y culturales, de un orden social, económico y político que los reúne. Por tanto son factores estructurantes para la UPRCampesina la vocación agropecuaria, el hábitat campo y su unidad molecular de la finca campesina. La finca campesina no sólo es productiva, es una unidad integral que reúne la vivienda, el espacio para el trabajo, las relaciones afectivas, la reproducción social y familiar, la alimentación, las relaciones familiares y sociales, el descanso, el espacio para el crecimiento y el desarrollo de hombres y mujeres que conforman las diferentes familias campesinas. Es una unidad singular e irrepetible y solo existe por fuera de la ciudad, en el “campo”. Sus formas, características y dimensiones se han construido históricamente según las regiones, según sean las actividades productivas asociadas, según las costumbres y tradiciones, etc. Estas fincas campesinas han sido consideradas por la Corte Constitucional como bienes jurídicos especialmente protegidos por tratarse de poblaciones históricamente marginadas y especialmente vulnerables.

LAS UPRCampesinas PARA EL MUNICIPIO DE MEDELLÍN:

Fuente: Alcaldía de Medellín (2011) Plan de Desarrollo Rural Sostenible y reconocimiento y valoración de la cultura en la ruralidad de Medellín. Contrato realizado por la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín. Facultad de Ciencias Humanas y Económicas. Éste mapa es consolidado por la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila a partir de la información divulgada en el Atlas Veredal publicado por la Administración Municipal de Medellín.


Son en total 52 veredas, con el siguiente % en producción agropecuaria: Fuente: Alcaldía de Medellín (2011), Plan de Desarrollo Rural Sostenible y reconocimiento y valoración de la cultura en la ruralidad de Medellín. Contrato realizado por la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín. Facultad de Ciencias Humanas y Económicas. Ante un interés general por parte de la administración municipal por controlar la expansión urbana en los bordes de ciudad y de la Autoridad Ambiental por consolidar una propuesta de protección y conservación de la biodiversidad y los recursos naturales, no se pueden ignorar las tendencias de disolución de la actividad campesina en el municipio

S. Cristóbal:

17 veredas

% Producción

agropecuaria

La Loma <25% La Palma <50% Las Playas

<25%

El Uvito <50% Naranjal <50% La cuchilla

<50%

El Llano >75% Travesías >75% Pedregal Alto

<25%

Pajarito >75% El Picacho

<25%

El Carmelo

<25%

El Yolombo

<50%

San José de la Montaña

<50%

Boquerón <25% La ilusión >50% El Patio <50%

Altavista: 8 veredas

% Producción

agropecuaria Aguas Frías

> 75%

San José de Pantanillo

?

El Corazón - El Morro

<25%

San Pablo <25% Patio Bolas

50%

Buga - Patio Bonito

50%

La Esperanza

?

Jardín ?


dada su invisibilización y la desatención histórica por parte del Estado y de los gobiernos municipales, esto representaría en el corto plazo continuar con la alta concentración de tierras en manos de grandes propietarios (quienes esperan con sus “predios de engorde” y en potreros no manejados la oportunidad de su venta) y/o la avanzada sin control de las urbanizaciones y los constructores en territorio rural. Se ha demostrado para las grandes ciudades y los desarrollos metropolitanos de Colombia y América Latina que la sola estrategia de conservación, de conservación sin gente, es insuficiente y produce un efecto de retroacción en la generación de desplazamientos, migraciones y engrosamiento de los cordones de miseria y pobreza en los bordes de ciudad. La familia campesina pierde su patrimonio, el trabajo, la libertad de oficio y la autonomía económica, a cambio se convierten en pobladores desempleados y de alta dependencia de los subsidios del Estado. En reacción a esta tendencia el Estado nacional y las administraciones municipales con sus departamentos de planeación, configuran propuestas de innovación para consolidar territorios campesinos que diriman los conflictos de competencia administrativa, estructuren mediante planes, programas y proyectos las políticas públicas de desarrollo integral rural campesino, y adoptan bajo las políticas de descentralización administrativa, y al interior del régimen municipal, las unidades territoriales donde las comunidades campesinas habitan y consolidan los sistemas agroalimentarios. INSTRUMENTOS POSIBLES DE DESARROLLAR:

Es claro que la ruralidad ha entrado en una nueva fase de redireccionamiento para el aprovechamiento agroindustrial, industrial, de servicios, proyectos agroturísticos y de producción de servicios ambientales, pero también es determinante para este desarrollo la estructura campesina como alternativa para consolidar y participar de esta reinvención de la ruralidad. La propuesta campesina también es considerada hoy como alternativa estratégica en esta dirección, pues la manera particular en que hombres y mujeres campesinas construyen paisaje, campo, soberanía alimentaria, servicios ambientales y propuestas innovadoras de producción agroalimentarias a partir de la agroecología, la ha posicionado como alternativa de primer orden ante el cambio climático y el calentamiento global, la crisis alimentaria y la pérdida de la biodiversidad.

Pero esta propuesta campesina requiere de alternativas creativas de innovación que consoliden el campo como unidad territorial, la finca campesina como unidad socioeconómica y a los ciclos de producción, distribución, comercialización y consumo de sus productos como unidad para el desarrollo integral de su sistema agroalimentario. Al


tiempo que se establecen figuras jurídicas y de planeación que permitan activar por medio de las unidades de planeación intermedias (Artículo 6 del Decreto 3600/2007) alternativas especiales para la protección de su patrimonio, el derecho al trabajo y el libre oficio, la seguridad y soberanía alimentaria, el acceso a la tenencia de la tierra, a la salud, la vivienda, el transporte público, al esparcimiento y al disfrute de los espacios públicos. Y de manera especial y particular potencie el acceso de las mujeres campesinas a la propiedad, el patrimonio, al bienestar integral, a los bienes y servicios, y a los derechos sexuales y reproductivos.

LAS UPRCAMPESINAS Y LAS ÁREAS PARA LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA –APA-:

En su Artículo 4 al referirse a las categorías de protección en suelo rural el Decreto 3600 de 2007 establece la categoría de Áreas para la producción agrícola (al mismo nivel que las Áreas para la producción ganadera y de explotación de recursos naturales) en los términos del artículo 35 de la Ley 388 de 1997, es decir como Áreas en las que “se restringe la posibilidad de urbanizarse”, y como normas de carácter estructural en el sentido del Articulo 15 de la Ley 388, es decir que “Prevalecen sobre las demás normas, en el sentido de que las regulaciones de los demás niveles no pueden adoptarse ni modificarse contraviniendo lo que en ellas se establece, y su propia modificación sólo puede emprenderse con motivo de la revisión general del Plan o excepcionalmente a iniciativa del alcalde municipal o distrital, con base en motivos y estudios técnicos debidamente sustentados”. Se entiende que por fuera de estas Áreas Agrícolas se consideran las Áreas de conservación y protección, los suelos suburbanos, los centros poblados, las Áreas destinadas a vivienda campestre y los equipamientos públicos.

Para el desarrollo de estas Áreas de Producción Agrícola, APA, en el Artículo 6 del mismo Decreto 3600, con el fin de precisar las condiciones de ordenamiento a escala intermedia en la totalidad del suelo rural, se proponen las Unidades de Planificación Rural, UPR, que se delimitarán para nuestro caso como UPRCampesinas teniendo en cuenta la división veredal, la Estructura Ecológica Principal, La disposición de las actividades productivas, Las cuencas hidrográficas, cerros, planicies u otros elementos geográficos.

Para la generación de los contenidos de estas UPRCampesinas, tal y como lo establece el Artículo 7: Contenidos de la unidades de planificación rural, se realizará en los próximos 6 meses después de la aprobación del proyecto de acuerdo del POT 2014, un proceso de consulta previa y consentimiento libre e informado con las familias campesinas de los 5 corregimientos, tal como lo dispone la Corte Constitucional, con el objeto de definir:

• Las normas sobre el uso y manejo de las APA


• Las normas para impedir la urbanización de estas áreas cuando limitan con suelo urbano, suburbano o de expansión.

• Los demás contenidos y normas urbanísticas que se requieran para orientar el desarrollo de las UPRCampesinas.

• Según lo establece el Artículo 82 del decreto Distrital 503 de 2003 para establecer de igual modo “los requerimientos de infraestructura y de servicios de acuerdo con la población actual y prevista, requerimientos de espacio público y equipamientos colectivos”.

A pesar de que el mismo Decreto 3600 autoriza la posibilidad de prever los contenidos del el desarrollo normativo de las UPR dentro del contenido de la ruralidad del POT, y que muchos de estos han sido integrados en el presente proyecto de acuerdo, se requiere de un proceso de consulta y de consentimiento previo e informado con el fin de ajustar y definir el marco normativo de las UPRCampesinas, pues se han elaborado propuestas normativas en el presente proyecto de acuerdo del POT 2014 que pueden limitar la consolidación predial, el acceso a recursos, la legalización de predios y la consolidación agroalimentaria de la propuesta campesina: como es el caso, a manera de ejemplo, en el que la vocación agrícola queda dentro de las Áreas de Conservación y Protección, o en todo caso sin definición específica y con alto grado de ambigüedad, lo que implica la imposición de restricciones a la producción según lo disponga la Autoridad Ambiental, igualmente las limitaciones que genera para la legalización de predios y la obtención de créditos la UAF mínima definida de 1,8 Has, o las limitaciones para la legalización de viviendas debido a las densidades propuestas según las superficies de predios propuestas. O las implicaciones que tiene esta misma propuesta de UPRCampesinas dentro de Áreas de Producción Agrícola, como norma estructural que restringe la posibilidad de urbanizar. En todo caso, las UPRCampesinas serán Unidades Especiales de Planeación Rural que desarrollan el Área de Producción Agrícola de Medellín, APA, y son exclusivamente de vocación campesina y agroalimentaria, donde se restringe la posibilidad de urbanizar y permiten así como la conservación y protección de la actividad productiva, el fortalecimiento del campo, de las unidades socioeconómicas que son las fincas campesinas y la participación de las comunidades, con sus predios y conocimientos, en las estrategias de conservación y protección ambiental. Estas UPRCampesinas se implementarán con un enfoque sistémico integrado a las unidades geográficas de cuencas, cerros o planicies y a la base de recursos naturales según sean las características en los 5 corregimientos (tal y como lo dispone el Artículo 82 del Decreto distrital 503 de 2003).


Ligando su desarrollo a la reforma agraria y a la Ley 160 de 1994, el municipio podrá asociar nuevas tierras con vocación agrícola a las UPRCampesinas para brindar acceso a la tierra a los campesinos sin tierra1 o incrementar los tamaños de los predios hasta alcanzar las UAF mínimas establecidas. No puede olvidarse que la periferia urbana es ante todo campesina y compuesta por familias que han perdido la tierra en el conflicto armado y la inseguridad generada por la guerrilla, el paramilitarismo, el narcotráfico o la delincuencia, muchas de estas familias estarían dispuestas a retornar al campo sobre nuevas condiciones de seguridad, acceso a la tierra, al mercado y al bienestar, por esta razón la Ley 160 de 1994 y los Artículos 60, 64, 65 y 66 de la Carta Superior se implementan con especial énfasis en su protección. En efecto:

“La Ley 160 de 1994 tiene como propósito crear un sistema normativo e institucional para cumplir con los mandatos constitucionales destinados a proteger la población campesina, tanto en lo que se refiere al acceso a la propiedad de la tierra, como a los demás derechos y bienes jurídicos que mejoren sus condiciones de vida, su capacidad productiva y su patrimonio (art. 1º). Por tal razón, los campesinos de escasos recursos aparecen como beneficiarios directos y principales de la Reforma Agraria y en ese marco de carácter subjetivo se estructuran medidas específicas dispuestas para asegurar a estos la propiedad (art. 24). De allí que la ley desarrolle quienes pueden ser adjudicatarios de baldíos (arts. 69-72), el régimen de subsidios y sus beneficiarios (capítulo IV), la política de Estado dirigida a buscar y negociar tierras aptas para la reforma agraria (capítulos VI y VII) y, la definición de aspectos dirigidos a evitar la concentración de la tierra o su uso improductivo a través de la regulación de las unidades agrícolas familiares y el sistema de parcelaciones (capítulo IX) y finalmente se adoptan medidas de apoyo a la actividad empresarial campesina (art. 40). Sentencia C-644 (6.1.2.2), 2012, p. 78)

OBJETIVOS DE LA UPRCampesina:

• Garantizar la especial protección del hábitat “campo”, la finca campesina y el sistema agroalimentario como patrimonio y construcciones históricas, sociales y culturales de la comunidad campesina.

• Incentivar y proteger la economía campesina y sus actividades relacionadas.

1El término “campesino” también se aplica a las personas sin tierra. De acuerdo con la definición de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU, las siguientes categorías de personas se consideran sin tierra y es probable que se enfrenten a dificultades para asegurar sus medios de vida: 1. familias de agricultores con poca tierra o sin tierra; 2.familias no agrícolas en áreas rurales, con poca o sin tierra, cuyos miembros se dedican a diversas actividades como la pesca, la artesanía para el mercado local o la provisión de servicios; 3. otras familias de trashumantes, nómadas, campesinos que practican cultivos itinerantes, cazadores y recolectores, y personas con medios de subsistencia similares (PNUD).


• Favorecer e impulsar el acceso y regulación a la propiedad de los campesinos y campesinas.

• Garantizar el mejoramiento de su calidad de vida y dignidad humana. • Impulsar un desarrollo rural con densidades apropiadas, vivienda de carácter

campesina, infraestructura y equipamientos sociales acorde a las necesidades de la comunidad campesina y con servicios de educación y salud de una mayor calidad.

• Generar las condiciones para que la comunidad campesina acceda de forma directa a los regímenes especiales de compensación por servicios ambientales y aportes a la soberanía alimentaria.

• Generar las condiciones para que hombres y mujeres campesinas puedan acceder a incentivos y exoneraciones de los tributos a la propiedad.

ESTRATEGIAS DE GESTIÓN DE LA UPRCAMPESINA:

Como estrategias de gestión las UPRCampesinas se implementarán bajo la dirección y responsabilidad de la administración municipal y para tal efecto concertará con la Autoridad Ambiental las directrices para su gestión. En primera instancia se asumen como directrices bajo su responsabilidad los criterios de manejo que se han relacionado en el Artículo 68 del proyecto de acuerdo del POT 2014 (Tomo V, Versión 5):

1. Formulación y ejecución de programas de formalización de la tenencia de la tierra de conformidad con las normas que regulan los procesos de prescripción adquisitiva para predios rurales de carácter privado y la titulación de predios fiscales.

2. Formulación y ejecución de programas de reajuste de tierras para ampliar el área de las unidades productivas con predios que no estén en explotación y que sean necesarios para cumplir con los criterios mínimos del proceso agroproductivo, de conformidad con lo dispuesto en el Programa Nacional de Formalización con el fin promover y facilitar el saneamiento y titulación masiva de la propiedad rural, como base para la defensa de los derechos a la tierra y la estabilización de las economías rurales, que desde el nivel central de la administración se desarrolla bajo las directrices del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural –INCODER.

3. Fortalecimiento de las organizaciones de productores campesinos, estimular la creación de nuevas que estén relacionadas con todas las etapas del proceso agroproductivo para obtener mayor valor agregado y disminuir las pérdidas por la intermediación en la comercialización.


4. Ejecución de programas de capacitación para la conversión de prácticas agroproductivas tradicionales a prácticas agroecológicas, instalando así capacidades administrativas y de gestión en las comunidades organizadas.

5. Planteamiento y ejecución de programas de establecimiento y mejora de la provisión de pozos sépticos, acueductos veredales y alcantarillado.

6. Diseño y aplicación de Esquemas de Pago por servicios ambientales de conformidad con lo establecido en el presente Acuerdo y en la normativa Nacional.

7. Promoción de emprendimientos de actividades agro y ecoturísticas que fortalezcan el respeto por el paisaje agroproductivo.

8. Mejoramiento de la infraestructura vial para facilitar la entrada y salida de productos, y la oferta de actividades agro y ecoturísticas.

9. Dotación y mejoramiento de la vivienda de los campesinos para aumentar su calidad de vida.

A cambio de lo propuesto sobre el fortalecimiento de la UMATA en el ítem 10 se propone:

10. Implementar la reingeniería de la Subsecretaría de Desarrollo Rural de tal manera que esté en capacidad de planificar, ordenar y gestionar las UPRCampesinas y el Área de Producción Agrícola del municipio de Medellín, de articular y codireccionar la intervención que la Administración Municipal implementa desde sus diferentes subalcaldías y de redireccionar y concertar la implementación de los programas, planes y proyectos que se propongan en los Planes de Desarrollo con destinación a la comunidad campesina y a las UPRCampesinas.

LAS UPRCAMPESINAS Y LAS ÁREAS PARA LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA –APA- IMPLEMENTADAS BAJO FIGURAS JURÍDICAS QUE FORTALEZCAN SU GESTIÓN:

El Macroproyecto: “Medellín Campesino”

Aunque en el articulado de la Ley 388 de 1997, del Decreto 3600 de 2007 y en el propio desarrollo del actual proyecto de acuerdo para el POT de 2014, no se expresan con claridad las figuras normativas que puedan implementarse para la ruralidad con la finalidad aquí expuesta de intervenciones estratégicas en el área homogénea de producción agrícola y en las UPRCampesinas, de todas formas se propone la implementación del macroproyecto “Medellín Campesino” con el fin de consolidar el Área de Producción Agrícola, APA, (que puede ser considerada como Área Estratégica de Intervención, AEI) y sus UPRcampesinas para los 5 corregimientos, mediante la


participación en los recursos que generan los instrumentos de financiación del POT de Medellín.

Es la misma Corte Constitucional en la Sentencia C – 644 de 2012, al considerar el Campo como bien jurídico especialmente protegido por la Constitución Nacional y como el “conjunto de tierras destinadas a la actividad agropecuaria, el espacio natural de la población campesina, fuente natural de riqueza del Estado y sus asociados”, quien constituye la posibilidad de generar en el ámbito nacional, regional o municipal la estructuración de figuras jurídicas, de planeación y ordenamiento de carácter especial, que brinden las condiciones alternativas y de innovación para proteger así como al campo, a la comunidad campesina y a su actividad productiva:

“La referencia entonces al artículo 64 superior por la jurisprudencia, ha servido para : (1) calificarlo como un título para la intervención del Estado en la propiedad rural con el propósito de establecer medidas legislativas o administrativas especiales que favorezcan el acceso a la propiedad de los trabajadores agrarios o que limiten la enajenación de los predios rurales ya adjudicados; (2) señalar que constituye una norma de carácter programático que requiere la implementación de medidas legislativas para su realización; y (3) que se trata de un deber constitucional especial cuyo propósito consiste en favorecer, atendiendo sus especiales condiciones, a un grupo en situación de marginación; (4) que el cumplimiento de tal deber no impone un único camino para su cumplimiento; y (5) que al artículo 64 se vincula un derecho constitucional de los trabajadores agrarios de acceder a la propiedad.

En este sentido:

• es posible la segmentación de los atributos de la propiedad agraria para ofrecer

un trato diverso a cada uno de ellos sin afectar los ámbitos iusfundamentales del derecho;

• en igual sentido es posible el establecimiento de un régimen especial de ordenación y protección de la propiedad agraria en razón de la calidad de los bienes;

• tales opciones normativas son posibles como forma de realizar los objetivos del Estado social de derecho, el adecuado funcionamiento de mercado y el ejercicio de las libertades económicas, bajo garantías de libre competencia, en cabeza de los campesinos”.

De esta manera se requiere que lo expresado en el Artículo 113 de la Ley 388 de 1997 sobre Actuaciones Urbanísticas Integrales: “Se entiende por actuaciones urbanas integrales el desarrollo de programas y proyectos derivados de las políticas y estrategias contenidas en el Plan de Ordenamiento Territorial de la respectiva entidad municipal o distrital, o de planes parciales formulados de acuerdo con las directrices de tales políticas


y estrategias”, sea reinterpretado para el ámbito rural como Actuaciones Rurales Integrales que serán en este caso el desarrollo de programas y proyectos derivados de las políticas y estrategias para la ruralidad contenidas en el Plan de Ordenamiento Territorial para desarrollar el Área de Producción agrícola, APA y las UPRCampesinas. La actuación rural integral que hemos propuesto como Área de Producción Agrícola, APA y las UPRCampesinas, cumplen con los requerimientos contemplados en la Ley 388 sobre Actuaciones Urbanísticas Integrales, pues estas Unidades de Planeación están contempladas en el plan de ordenamiento Territorial, garantizan un impacto estructural sobre políticas y estrategias de ordenamiento rural, la calidad de vida de la comunidad campesina y la organización espacial del campo y la ciudad. La implementación de las UPRCampesinas integra 5 componentes de gestión del suelo rural y la actuación intersectorial del municipio. Además explorará mecanismos público-comunitarios para la actuación conjunta y participativa con las organizaciones campesinas que pertenecen al área en desarrollo. La actuación intersectorial se entiende como las acciones que se llevarán a efecto por el municipio para la implementación de las UPRCampesinas: las decisiones administrativas, los programas o proyectos atinentes a la regulación de los usos del suelo y a su incorporación al desarrollo rural; a los programas de mejoramiento de vivienda campesina; al desarrollo del espacio público en estas áreas, a los programas de saneamiento básico y manejo ambiental; a la construcción de infraestructuras para redes de servicios públicos y al desarrollo de sistemas viles del nivel 3 interveredales y la implementación de sistemas de transporte de baja densidad y no generadores de cambio climático. Esta actuación Rural Integral a través del desarrollo del Área de Producción Agrícola, APA, y las UPRCampesinas se estructuran bajo la implementación del Macroproyecto “Medellín Campesino” par lo que se propone el siguiente ajuste a lo formulado en los Artículos 81 y 82 del proyecto de acuerdo del POT 2014:

Artículo 81. Objetivos y estrategias comunes a todos los macroproyectos.

Todos los macroproyectos del presente Plan de Ordenamiento, tendrán por objetivo general planificar las áreas de intervención estratégica de la ciudad y la ruralidad que presentan carencias y problemas que generan desequilibrios urbanos o urbano-rurales, metropolitanos y regionales, para promover la equidad, eficiencia, sostenibilidad y competitividad del campo y la ciudad concretando el modelo de ciudad y articulando los ejercicios de planificación. Adicionalmente, los macroproyectos buscarán cumplir los siguientes objetivos y estrategias que desarrollan el objetivo general.


Objetivos y estrategias ambientales.

1. Consolidar un sistema de redes ecológicas como elemento articulador de los valores ambientales y paisajísticos de la ciudad – río, borde y campesino, a través de la integración con el sistema hídrico, de recursos naturales, geográfico, la biodiversidad, los espacios públicos y de movilidad.

3. Contener el deterioro y recuperar los elementos hídricos de la cuenca del río Medellín y sus afluentes portadoras, promover en el campo la reconversión agroecológica de los sistemas productivos y promover acciones para la mitigación del riesgo de la población asentada en dichas zonas, interviniendo retiros de quebrada ocupados y generando acciones integrales para la sostenibilidad ambiental y la reubicación de la población en condición de riesgo.

Objetivos y estrategias sociales y económicas.

1. Promover los valores de convivencia ciudadana, arraigo, apropiación y permanencia de los habitantes y la comunidad campesina en el campo, como fundamento para la sostenibilidad social, económica, urbanística y ambiental, a través de la articulación de las actuaciones urbanísticas y rurales con las políticas y programas de bienestar social y desarrollo económico.

2. Valorar la identidad del lugar y el territorio como un elemento de transformación social, rural y urbanística, a través de la incorporación de programas y proyectos para la recuperación y consolidación del paisaje urbano, rural y campesino, el pago por servicios ambientales, la promoción del turismo y la dotación de infraestructuras para el desarrollo social y económico.

3. Favorecer la vida de barrio y del campo, mediante la dotación de infraestructuras de escala local que contribuyan a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

4. Crear condiciones para la autosostenibilidad económica y social de las trasformaciones requeridas, de forma tal que se convierta en solución productiva y de bienestar para los pobladores originales y a futuro, promueva la utilización óptima de estas inversiones, atrayendo nueva población y actividades para beneficio de toda la ciudad en su conjunto.

5. Buscar a través de la implementación del Macroproyecto el mejoramiento de las condiciones de vida de los actuales pobladores, garantizando que los beneficios generados por las intervenciones se reviertan prioritariamente con fines sociales hacia hombres y mujeres de las comunidades urbanas, rurales y campesinas.


6. Promover espacios de participación social que permita la generación de un territorio articulado a las necesidades y procesos de planificación local, posibilitando contextos de alta apropiación y pertenencia social de los proyectos urbanos y rurales.

Objetivos y estrategias urbanísticas.

1. Integrar el río con la media ladera, el borde y el “campo”, así como generar conexiones transversales y longitudinales, con énfasis en la movilidad peatonal y sistemas alternativos, a partir del sistema de espacios públicos, la integración de los equipamientos y la creación de sistemas de movilidad limpia complementarios.

2. Determinar para todos los componentes del macroproyecto una estructura de habitabilidad y movilidad para el campo y la ciudad con base en los elementos naturales existentes y los sistemas artificiales viales, de servicios públicos y de espacios públicos actuales y proyectados que sea eficiente, implemente buenos estándares y promueva una adecuada articulación con el campo y la ciudad existente.

Objetivos y estrategias institucionales y de gestión.

1. Coordinar las acciones sectoriales e interinstitucionales en la formulación y ejecución de las actuaciones mediante planes, programas y proyectos, para lo cual deberá establecerse un programa de ejecución acompañado de una priorización y un esquema de gestión interinstitucional.

2. Incorporar la participación público-privada y la publico-comunitaria en la gestión de los planes, programas y proyectos, para lo cual se establecerán, formularan y promoverán operaciones urbanísticas y de intervención en la ruralidad encaminadas al logro de los objetivos del macroproyecto.

3. Realizar acciones para promover procesos de transformación del campo y la ciudad con equidad, para lo cual deberá favorecerse la movilidad de los recursos a través de la gestión de cargas y beneficios, así como la aplicación de instrumentos de financiación y gestión

4. Promover la participación de alianzas público-privada y público-comunitaria en la gestión de los planes, programas y proyectos, para lo cual se establecerán, formularan y promoverán operaciones urbanísticas, alianzas, concesiones entre otros, encaminadas al logro de los objetivos del macroproyecto.

5. Promover acciones interinstitucionales para establecer estrategias integrales para la relocalización y localización de los puntos de acopio y recolección de basuras, para lo cual


deberá localizarse las zonas factibles de la localización y deberán establecerse las medidas para la mitigación de impacto a realizarse.

Artículo 82. Alcances generales de los macroproyectos.

Los macroproyectos no podrán modificar ninguna norma de carácter estructural del Plan, salvo las excepciones contenidas en el presente Acuerdo y en la Ley 388 de 1997, o la norma que la modifique o sustituya. En el ámbito de las normas generales urbanas o rurales, los Macroproyectos deberán integrar y precisar las condiciones de aplicación de las normas asociadas a:

1. Delimitaciones y categorías de tratamientos.

2. Usos del suelo.

3. Aprovechamientos y obligaciones urbanísticas

4. Densidades habitacionales máximas.

5. Definición del rango de las UAF según las características tradicionales de los sistemas productivos, la norma nacional y en concertación con el INCODER.

6. Estándares de generación de espacios públicos y de equipamientos nuevos, por persona y/o por metros cuadrados de construcción, aplicables a la totalidad del área de intervención.

6. El total de metros cuadrados construibles en cada uso, contabilizado en el área de intervención, no podrá ser excedido.

7. La obligación de construir porcentajes de Vivienda de Interés Social, de Vivienda de Interés Prioritario y de mejoramiento de la vivienda campesina.

La adopción de macropoyectos por parte de la Administración municipal de acuerdo a lo establecido en el presente acuerdo, podrá incluir los siguientes desarrollos de norma general urbana o rural:

1. Detallar las normas de usos del suelo en los planes parciales, planes de regularización, API y UPR y UPRCampesina, en lo relativo a las categorías de usos complementarios, distribuyendo porcentajes y énfasis de aplicación.

2. Distribuir la edificabilidad y densidades en el territorio del área e intervención, atendiendo a las propuestas de ocupación y desarrollo específico de cada polígono de tratamiento, sin exceder el cálculo global sobre el área de cada macroproyecto.


3. Distribuir diferencialmente las propuestas de nuevos espacios públicos locales y generales en función de los énfasis establecidos desde el modelo de ordenamiento y del sistema de espacios públicos de esparcimiento y encuentro.

4. Identificar la localización de equipamientos urbanos y rurales.

5. Identificar las unidades de actuación urbanísticas consideradas como la unidad mínima de desarrollo.

6. Establecer el sistema equitativo de reparto de cargas y de beneficios a cuatro escalas; con respecto al ámbito municipal, a la escala del macroproyecto, el interior del plan parcial cuando aplique y al interior de la unidad de actuación urbanística, entre los propietarios de predios que lo conformen.

7. Establecer características específicas técnicas y de diseño de los elementos constitutivos del espacio público de esparcimiento y encuentro, equipamientos, sistemas de servicios públicos y sistemas de movilidad.

8. Establecer criterios de volumetría y alturas con relación a la existencia de Bienes de Interés Cultural -BIC- y a aspectos de interés paisajístico.

9. Detallar el funcionamiento de procedimientos de gestión del suelo, tanto para precaver la elevación de los precios del suelo, la intervención en la propiedad, el reparto de las cargas y de los beneficios y la financiación de las actuaciones en el marco de la reglamentación general contenida en el POT sobre instrumentos de gestión urbana y rural.

10. Distribuir el cumplimiento de los porcentajes obligatorios de VIS y de VIP.

PARTICIPACIÓN DE LAS UPRCAMPESINAS Y LAS ÁREAS PARA LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA –APA- EN EL REPARTO DE LOS RECURSOS FINANCIEROS GENERADOS POR LOS INSTRUMENTOS DE FINANCIACIÓN DEL POT DE MEDELLÍN: Proponemos que se direccionen recursos financieros generados por los instrumentos de financiación del POT de Medellín, al ámbito de reparos AR10: UPRCampesinas de los 5 corregimientos. Lo que implica la siguiente modificación al Artículo 672 del proyecto de acuerdo: Artículo 672. Ámbitos para el direccionamiento de los recursos: Con el fin de garantizar un direccionamiento equitativo, de los recursos provenientes de los instrumentos de financiación, para el desarrollo físico espacial, se definen diez (10) ámbitos de reparto para la redistribución equitativa de los recursos recaudados por algunos instrumentos de financiación, como un primer nivel de reparto solidario a escala Municipal, y se establece


su clasificación de acuerdo a los requerimientos en la generación de elementos para los sistemas públicos y colectivos, de acuerdo al déficit existente: Implica la siguiente modificación a la tabla que describe los Ámbitos para el direccionamiento de los recursos Código de ámbito de reparto: AR10. Nombre de ámbito de reparto: UPRCampesinas de los 5 corregimientos. Descripción: Área de Producción Agrícola, APA. Ámbito receptor de recursos: si aplica, recursos provenientes de AR7, Ámbito río. Ámbito que traslada recursos: no aplica. De esta manera las UPRCampesinas podrá, participar de la solución a las problemáticas básicas que enfrenta la población campesina:

En términos de desarrollo humano, el campesinado como grupo social enfrenta por lo menos cinco grandes dificultades: (a) el acceso a la tierra, que le impide obtener un ingreso digno; (b) el acceso al crédito, que afecta sus posibilidades de salir de la pobreza; (c) la escasa asistencia técnica, que limita su acceso al conocimiento y la obtención de mejores resultados productivos; (d) las amenazas contra su vida y sus derechos, que ponen en riesgo el núcleo esencial del disfrute de una vida larga y saludable; y, (e) la deficiencia de su participación política y la fragmentación de su acción colectiva, lo que impide que su voz y reivindicaciones sean atendidas por el sistema político. PNUD (2011)

Y transversalmente de la estructura del POT:

• Como cogestora de la estructura ecológica principal (con su base asociativa sin ánimo de lucro, con sus predios y su conocimiento).

• En la reestructuración de la unidad administrativa para su gestión. • En consolidación de la base asociativa campesina para la participación, el

seguimiento y control del POT.

• El establecimiento de alianzas innovadoras público-comunitarias para la gestión del territorio.

• Como UPRCampesina y su macroproyecto “Medellín Campesino” podrá participar

de los tributos municipales, de los instrumentos para la compensación y de los incentivos para las compensaciones. Según lo establece el Plan de desarrollo


sostenible, la microrregión requiere para su consolidación de aproximadamente $ 100.000.000.000

ATRIBUTOS DE LA UPRCAMPESINA • La relación campo ciudad

La ciudad no se puede pensar como ajena a su entorno. Se debe ver a las ciudades, los centros urbanos menores y las áreas rurales como parte de un mismo sistema donde se reconoce su interrelación en la región. Así mirada las cosas, estas interrelaciones, entendidas como oportunidades, pueden significar factores de desarrollo para territorios rurales antes considerados marginales (Gaviria Gutiérrez, 2009, p.65) Ya no es pertinente ver a la ciudad en contraposición al campo; se debe entender como un continuum y brindar la atención necesaria a este espacio de interrelaciones con políticas y normas adecuadas para contener los conflictos en estos espacios. En el suelo rural se manifiestan múltiples tensiones y conflictos debido a una falta de políticas adecuadas para su desarrollo. Hasta hace sólo algunos años, no se incluyeron los corregimientos en el mapa de Medellín, a pesar que su área rural corresponde al 74% del territorio municipal. Aún hoy existe un gran desconocimiento sobre los corregimientos y sus veredas, que se refleja en el hecho que no hay información específica sobre el estado de desarrollo rural y la situación de la población campesina. El único instrumento que mide la situación socioeconómica de esta población en Medellín es la encuesta de calidad de vida y en ella se muestra, de manera imprecisa, una gran brecha entre la población urbana y la población rural del municipio, siendo el índice de calidad de vida en los corregimientos 10 puntos porcentuales por debajo del promedio de las comunas urbanas. Otros indicadores como las condiciones de hábitat, salud y educación y sobre todo la seguridad alimentaria son muy críticos (DAP, 2011). Los riesgos y tensiones se visibilizan en una falta de claridad en las declaraciones de los usos del suelo rural que así ponen en riesgo la permanencia del campesinado en el municipio. La sobre posición de usos del suelo, la expansión de suelo suburbano y el suelo de conservación ambiental dejan cada vez menos suelo para la producción agropecuaria.

Existen grandes problemas en la articulación entre lo urbano y lo rural en temas de dinámicas poblacionales y de movilidad, en el sentido que la ciudad se expande cada vez más en búsqueda de suelo urbanizable y se construyen carreteras que no favorecen a las comunidades campesinas. El diagnóstico del anterior POT en cuanto a déficit y dinámicas


de vivienda y hábitat en el territorio rural campesino es muy incompleto, teniendo en cuenta que no existen datos actualizados sobre la población rural.2 Además existe una remarcable debilidad en estudios e indicadores sobre el estado de los recursos naturales y una falta de claridad sobre el manejo del patrimonio cultural, natural y paisajístico (agua y manejo de residuos sólidos, gestión del riesgo). 3

En un trabajo de cartografía social con la comunidad campesina se presentaron conflictos y tensiones sociales, ambientales en los corregimientos de Medellín, lo que muestra el riesgo al cual está expuesta la comunidad campesina para la permanencia en su territorio. Entre los conflictos sociales destacan el desmesurado impuesto predial, la presencia de grupos armados ilegales, la desarticulación comunitaria, la falta de gobernabilidad y la falta de oportunidades académicas y laborales. En cuanto a los conflictos ambientales se presentan problemas ambientales debido a la falta de infraestructura adecuada para la potabilización y tratamiento del agua. Además se presenta contaminación por agrotóxicos de las fuentes hídricas, un inadecuado manejo de residuos sólidos. Las actividades agroforestales en zonas de protección y conservación y la minería generan contaminación, deterioro del paisaje y produce desplazamiento. En el análisis de los conflictos territoriales el estado de la ilegalidad de pertenencia que tiene la mayoría de las personas es un impedimento al acceso de subsidios, créditos y programas de mejoras de vivienda. (González Agudelo, 2014).

Debido a estos conflictos y tensiones presentes en el campo cercano a la ciudad se necesita una unidad de planificación que permite con un desarrollo integral y territorialmente apropiado. Asimismo, estas zonas deberían ser objeto de cobro de plusvalías, en consideración a que tiene una posibilidad de aprovechamiento sensiblemente mayor por su condición original de zona rural. Se evidencia así que las cuestiones urbanas, rurales y ambientales no pueden ser pensadas de manera aislada. En este sentido la propuesta del APA y de las UPRCampesina pueden aportar a lograr el equilibrio entre lo urbano y lo rural y garantizar la permanencia de la comunidad campesina en el municipio. • La innovación hacia la nueva ruralidad que incluye lo campesino

La posibilidad de establecer un APA y las UPRCampesinas es una oportunidad y una manera innovadora de ordenar el territorio rural y direccionar el desarrollo rural desde una perspectiva de la nueva ruralidad. El Decreto 3600 de 2007 establece la figura de la

2 No existen datos actualizados; el último censo poblacional se hizo en 2005. (Medellín como vamos: Proyecciones poblaciones paras las comunas y corregimientos de Medellín, pagina web) 3 Alcaldía de Medellín, DAP (2013): Documento de seguimiento y evaluación.


Unidad de Planificación Rural (UPR), como un instrumento de planificación de escala intermedia a través del cual se desarrollarán y precisarán las condiciones de ordenamiento en áreas específicas del suelo rural y que así permite trabajar integralmente los diferentes aspectos en el desarrollo como es la vivienda, hábitat, equipamientos, infraestructura, sistemas productivos entre otros. La inclusión y el fortalecimiento del territorio rural campesino también acogen los objetivos formulados en el artículo 14 Fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenibles por el programa de la Naciones Unidas para el desarrollo rural del programa 21. Este programa pretende mejorar la producción agropecuaria y la seguridad alimentaria, reformando las políticas de desarrollo rural nivel nacional e internacional (Naciones Unidas, Programa 21). Reconocer y establecer una figura territorial brinda la posibilidad de dejar atrás la mirada al campo como algo atrasado que necesita ser modernizado e industrializado a través de la conformación de clústeres y complejos agroindustriales y por ende convertir a los campesinos y campesinas a empresarios. En el debate del desarrollo rural se ha avanzado en los últimos años hacia un desarrollo rural integral que se basa en la participación, que garantiza los derechos humanos y el bienestar de la población y el medio ambiente (Suárez /Tobasura, 2008, p. 4482). Según Pérez (2004) la nueva ruralidad entiende el campo como “conjunto de regiones o territorios en los que la población desarrolla diversas actividades, como la agricultura, la artesanía, las industrias pequeñas y medianas, el comercio, lo servicios, la ganadería, la pesca, la minería, la extracción de los recursos naturales y el turismo entre otros. En estas regiones hay asentamientos que se relacionan entre sí y con el exterior, e interactúan una serie de instituciones, públicas y privadas. En este sentido, lo rural trasciende lo agropecuario, y establece nexos fuertes de intercambio con lo urbano, para la provisión no solo de alimentos sino también de gran cantidad de bienes y servicios”. (Pérez citado en Suárez /Tobasura, 2008, p. 4483) La perspectiva central de la nueva ruralidad tiene su énfasis en la cuestión territorial. El análisis territorial no deja de lado las dinámicas sociales y de producción agraria que se desarrollan en el territorio, pero, no hace de ellas el eje exclusivo de análisis. El territorio es una construcción social, una unidad espacial, integrada por un tejido social particular que tiene como sustento una determinada base de recursos materiales. Esta es articulada por ciertas formas de producción, consumo e intercambio y coordinada por instituciones y por las formas de organización que operan en ella, por medio de las prácticas, estrategias y percepciones.


Lo anteriormente señalado plantea el concepto de ruralidad en un esquema que no se limite tan sólo a lo agrícola en la economía rural, lo que lleva a un segundo aporte analítico de la nueva ruralidad como una forma de reconsiderar el desarrollo rural en términos de una variedad de metas normativas tales como lograr reducir la pobreza; la sustentabilidad ambiental; la equidad de género; la revaluación del campo, su cultura y su gente; facilitar la descentralización y la participación social; superar la división rural–urbana, y garantizar la viabilidad de la agricultura campesina (Kay, 2009). La ruptura entre lo rural y lo agrario que permite la territorialización posibilita redescubrir viejos fenómenos existentes en la sociedad rural latinoamericana, para así pensar en los desafíos actuales (Romero, 2012). Medellín tiene un gran potencial de ser realmente una ciudad incluyente, sostenible e innovadora, si se incluye a todo su población en las decisiones sobre su desarrollo con procesos de participación realmente vinculante, si se protege, valora y apoya al territorio rural campesino y su población y si se incentiva una cultura diferente que reconoce sus orígenes culturales y desarrolla nuevas formas de producción y consumo en acorde con su contexto local. En este sentido el APA y la UPRCampesina brinda la posibilidad de avanzar en la perspectiva sobre el campo y el desarrollo rural, que incluye la población campesina como sujetos de derecho y con una economía campesina productiva. • La participación y la solicitud de la comunidad campesina de Medellín

La UPRCampesina brinda importancia a las solicitudes de la comunidad campesina de proteger la vocación agropecuaria en sus territorios. En el Documento “Resultados de la Estrategia participativa, pedagógica y de comunicaciones para la revisión y ajuste del Plan de Ordenamiento Territorial” de la Alcaldía de Medellín se expresan las inquietudes y propuestas de la comunidad frente a su territorio y en todos los corregimientos se muestra una alta preocupación por la permanencia la comunidad campesina y sus actividad productiva en el territorio. En este sentido en los diferentes espacios de participación la comunidad propuso diferentes figuras para proteger la economía y la permanencia de los y las campesinas en los corregimientos. Por ejemplo en San Cristóbal se propuso una reserva de la sociedad civil, un distrito rural agrario, en San Antonio de Prado suelo de reserva comunitaria para producción agrícola y pecuaria, en Altavista se propuso una zona de reserva campesina y en San Sebastián de Palmitas se propuso la protección y el fortalecimiento de la economía y producción campesina del corregimiento. La exigencia de la comunidad por una especial protección de la ruralidad campesino también se expresó con claridad en las sesiones del Consejo Territorial de Planeación, las


sesiones territoriales del Concejo Municipal y en el Cabildo abierto. Muestra de esto son también los múltiples comunicados que formularon los campesinos y campesinas frente al POT. La comunidad campesina propone alternativas para brindar solución a los problemas en el campo que se pueden sintetizar en los siguientes tres puntos:

1. Normalizar, garantizar y proteger los títulos de propiedad de las fincas campesinas, y el acceso al suelo con vocación agrícola en forma individual y colectiva en los corregimientos del municipio de Medellín.

2. Proteger e incrementar la comercialización directa de productos agropecuarios y de otros servicios que se ofrecen en las fincas campesinas.

3. Creación de un fondo que respalde y asegure la cosecha, ofrezca crédito para la producción y asegure el patrimonio familiar de pequeñas fincas campesinas (entre 0 y 5 hectáreas) con producción agropecuaria.

• El contexto internacional

A nivel internacional domina la situación de invisibilización y de alta vulnerabilidad de la comunidad campesina, siendo al mismo tiempo la que alimenta el 70% de la población mundial (ETC Group, 2009). 4 Hay una percepción errónea sobre que los campesinos están desapareciendo, amplificada por la connotación negativa asociada a la palabra campesino asimilado a una falta de modernismo. Pero al contrario, los campesinos son agricultores familiares, son profesionales con amplias habilidades (Hilmi, 2012). Como reconoce la ONU con la declaración de 2014 el “Año Internacional de la Agricultura Familiar” (AIAF), la agricultura familiar y la agricultura a pequeña escala ha sido de gran importancia en la mitigación del hambre y la pobreza, la seguridad alimentaria y la nutrición, en la mejora de los medios de vida, en la gestión de los recursos naturales, en la protección del medio ambiente y en el logro del desarrollo sostenible, en particular en zonas rurales. En este sentido la protección de la economía y comunidad campesina es también un asunto de soberanía y seguridad alimentaria a nivel nacional. Numerosas organizaciones campesinas y sociales han logrado de poner el tema del campesinado en la agenda internacional. Así por ejemplo fue promovido por la organización Vía campesina y otras organizaciones campesinas de todos los países del mundo la elaboración de un documento para la declaración internacional de los derechos 4 Hay 1.5 billones de campesinos y campesinas en 380 millones de fincas; 800 millones más producen en huertos urbanos; 410 millones recolectan las cosechas ocultas de nuestros bosques y sabanas; 190 millones de pastores y más de 100 millones de pescadores artesanales. Al menos 370 millones de ellos son de pueblos indígenas.


de las campesinas y campesinos, que busca ser un nuevo instrumento jurídico para la protección y desarrollo de los campesinos, sus comunidades y quienes viven y trabajan en el mundo rural (PNUD; Declaración de los derechos campesinos). La aprobación de la resolución (A/HRC/21/L23) significa un gran avance hacia el reconocimiento internacional de los derechos de los campesinos y las campesinas, que presiona a los estados miembros el reconocimiento y la inclusión de dicha población con leyes, políticas y programas. • La propuesta campesina

La agricultura familiar representa una oportunidad para dinamizar las economías locales, especialmente cuando se combina con políticas específicas destinadas a la protección social y al bienestar de las comunidades. La comunidad campesina en Medellín aporta a la canasta básica familiar de las familias de Medellín. En un estudio realizado en convenio con la Alcaldía y la Universidad Nacional se analizó que los corregimientos proveen tan sólo un 0,01% del volumen de alimentos que consume la ciudad de Medellín (GICO, 2011,). Pero este estudio ignoró que la mayoría de los alimentos que vienen de los corregimientos no se venden en la mayorista o minorista si no en las veredas directamente, en los mercados barriales o por contactos familiares. La producción campesina abastece cerca del 65% de las demandas de alimento de las ciudades en el país y contribuye con el 70% de la producción nacional de alimentos al mercado interno. En Colombia igual que en los corregimientos de Medellín se puede ofrecer una producción continua y regular debido a los diferentes microclimas y al gran número de productores; casi durante todo el año se suministran en forma continua los productos con intervalos de una semana o menos. Además la economía campesina genera el 77% del empleo rural, ocupa el 67,1% del área sembrada y el 42,7% del valor bruto de la producción (ILSA; Alcaldía Mayor de Bogotá, 2012, p.7). La existencia de pequeñas fincas campesinas trae consigo una cantidad de población adecuada, que permite una reactivación económica a través de la consolidación de mercados internos (sobre todo de servicios), mejoramiento de las finanzas públicas a través de un mayor recaudo de impuestos y menores índices de pobreza. Por esta razón, una propuesta de venta de los alimentos no debe considerarse únicamente como el mejoramiento a las ventas, si no, reconocer el aporte de la producción campesina a la seguridad alimentaria del municipio que implica el desarrollo de políticas que favorezcan el trabajo, la economía, la cultura campesina y la permanencia del campesinado como organismo dinámico del país.


La propuesta campesina se puede considerar como una alternativa económica y política estratégica por la manera particular en que hombres y mujeres campesinas construyen paisaje, campo, soberanía alimentaria, servicios ambientales y propuestas innovadoras de producción agroalimentarias a partir de la agroecología. La agroecología se ha posicionado como alternativa de primer orden ante el cambio climático y el calentamiento global, porque los sistemas agroecológicos de las pequeñas fincas son más productivos, conservan el suelo, restauran la capacidad productiva de los sistemas degradados y tienen un mayor grado de resiliencia frente al cambio climático que los sistemas productivos a gran escala (FIAN; Vía campesina, 2012) También es importante en la lucha contra la crisis alimentaria y la pérdida de la biodiversidad, porque en las manos campesinas una semilla se transforma en alimento, en biodiversidad, en flores y árboles, en bosque húmedo tropical. Se aporta al cuidado del ecosistema debido a que se dedica una mayor área al mantenimiento de bosques y se mantiene una mayor diversidad biológica que en las grandes fincas, gracias a que el suelo se usa atendiendo a su vocación y no para la exportación (ILSA; Alcaldía Mayor de Bogotá, 2012, p.3). • Dimensión política del dialogo por la paz

El país ha entrado en una fase de reconciliación y negociación del conflicto armado, de afirmación del Estado Social de Derecho y de deslegitimación del dominio que actores armados ilegales tienen sobre el territorio, lo que implica la generación de instrumentos claros de Ordenamiento Territorial que aseguren la propiedad, prevengan el desplazamiento y controlen la especulación del precio del suelo urbano y rural. En la Mesa de Conversaciones en la Habana se logró un acuerdo sobre el primer punto de la agenda que es el tema del desarrollo rural. Ahí se establecieron los lineamientos para una Reforma Rural Integral (RRI) que busca “el bienestar y buen vivir de la gente del campo, de las comunidades campesinas, indígenas, negras, afrodescendientes, palenqueras y raizales, y de la gente que habita en los espacios interétnicos e interculturales, y pretende lograr la integración de las regiones, la erradicación de la pobreza, la promoción de la igualdad, el cierre de la brecha entre el campo y la ciudad, la protección y disfrute de los derechos de la ciudadanía y la reactivación del campo, especialmente de la economía campesina, familiar y comunitaria.” (Mesa de Conversaciones, 2014, p.6) El acuerdo se centra en la promoción de la economía campesina, familiar y comunitaria para el desarrollo del campo a través de diferentes formas de asociación y cooperativismo, la generación de ingresos y empleo, la dignificación y formalización del trabajo, la producción de alimentos y la preservación del medio ambiente. Es evidente la necesidad de una reorganización territorial del campo en el marco de un posible pacto de paz, que incluye la propuesta campesina según sus diferentes contextos regionales y culturales.


En este sentido la propuesta de la UPRCampesina atiende a la necesidad de una solución integral a las problemáticas encontradas en el campo, sobre todo en una zona de influencia metropolitana, en cual no se prevén por ley las figuras de gestión territoriales cómo la reserva campesina. • Armonizar el marco jurídico de la constitución y la jurisprudencia generada

En el desarrollo que ha hecho la jurisprudencia colombiana se ha dado un reconocimiento a los derechos campesinos y se ha establecido un régimen especial para el campo. La propuesta de la UPRCampesina permite entonces armonizar el marco normativo del POT con la jurisprudencia que establecido por la corte. En el mismo sentido y sobre la base de que el acceso a la propiedad debe tener al menos las mismas garantías del régimen común (art. 58), las posiciones jurídicas de derecho que se advierten deben ser reconocidas para el trabajador del campo, son:

1) el derecho de los trabajadores agrarios a no ser despojados de su propiedad agraria o impulsados a deshacerse de ella so pretexto de su improductividad, sin ofrecer antes alternativas para tornarlas productivas a través de alianzas o asociaciones, o a cambio de otras alternativas de desarrollo agrícola como, por ejemplo, el desarrollo de zonas de reserva campesina habilitadas a tal efecto;

2) el derecho a que el disfrute de la propiedad no sea afectado sin justificación

suficiente y poderosa;

3) el derecho a que el Estado adopte medidas progresivas y no regresivas orientadas a estimular, favorecer e impulsar el acceso a la propiedad de los trabajadores agrarios y el mejoramiento de su calidad de vida y dignidad humana;

4) el derecho que por esta misma vía, además se proteja la seguridad alimentaria.

• La dimensión regional

La ruralidad campesina con sus actividades económicas no es una singularidad del municipio de Medellín, está presente en todo el Valle de Aburrá, en donde sufre la misma desprotección que la región rural campesinas del municipio de Medellín. La apuesta por un Área de Producción Agrícola, APA y por un macroproyecto campesino es igualmente para una integración regional de la ruralidad campesina, que sin disolución del régimen municipal se integre a las alternativas de gestión de la ruralidad que se vienen


construyendo en los ámbitos regionales, departamentales, de Distritos Agrarios o de Ámbitos Supramunicipales. Debido a sus múltiples interrelaciones se debe pensar en proyección al futuro en un Área de Producción Agrícola, APA, a nivel metropolitano con estrategias territoriales apropiadas y con proyectos a nivel macro que logre una articulación e integración de la ruralidad campesina. En el Valle de Aburrá también se visibiliza una región campesina que de manera particular y según son los sistemas productivos, las particularidades de sus suelos, las zonas de vida que relaciona, las alternativas productivas adaptadas, manifiestan y enuncian una actividad campesina que históricamente ha construido socialmente un hábitat, un territorio, una economía y una manera particular y singular de vida campesina. Son más de 200.000 personas que en una extensión de mayor de 21.112 hectáreas construyen y tejen territorio, economía y vida campesina:

Municipio Población Rural

Población cabecera Municipal

Población Total

Caldas 15.596 54.544 70.140

La Estrella 7.560 46.440 54.000

Sabaneta 10.443 39.284 49.727

Itagüí NC NC 233.215

Envigado 9.092 183.554 192.646

Medellín 197.060 2.171.222 2.368.282

Bello 9.232 412.344 421.576

Copacabana 8.191 48.993 57.184

Girardota 13.814 33.241 47.055

Barbosa 22.596 15.681 38.277

Total 293.584 3.005.303 3.532.102

Que en términos espaciales se enuncia como:


Fuente: SIG, Corporación Ecológica y Cultural penca de Sábila, 2011.

En el actual proyecto de acuerdo del POT 2014 se invisibiliza la ruralidad campesina:

El ordenamiento territorial parte de una mirada urbana y apenas en los últimos años se avanzó en una mayor legislación para el ordenamiento territorial en el suelo rural. Al igual que en la constitución política prevaleció la invisibilización de la población y economía campesina en el ordenamiento territorial. No obstante la Ley 388/97 es reiterativa en someter las facultades de parcelación y edificación de la propiedad rural, a las restricciones ambientales y agrarias de mayor jerarquía que contempla la legislación aplicable, para controlar que el desarrollo de parcelaciones se adelante respetando, entre otros, los mandatos constitucionales sobre: el acceso de la población campesina a la propiedad rural (Art. 64 CP), la Seguridad alimentaria (Art. 65 CP), la Protección de la


diversidad e integridad del ambiente (Art. 79 CP); el Aprovechamiento y preservación de los recursos naturales renovables (Art. 80 CP) entre otros.

En necesidad de una mayor claridad sobre el ordenamiento en el suelo rural, se expidió el Decreto 3600 en el año 2007 sobre el Ordenamiento en el suelo rural. No obstante persisten múltiples conflictos territoriales en el suelo rural, que ponen en peligro la permanencia de la población campesina. Debido a la falta de normas específicas en el suelo rural y a la sobreposición de otros usos sobre el suelo que ha sido históricamente campesino, se generan situaciones de confusión sobre los usos permitidos en el suelo rural para la producción campesina.

Aunque en este proyecto de acuerdo, tomo V, sobre el POT 2014 se avanzó en la ordenación del suelo rural, se desconoce la ruralidad campesina de Medellín.

Muestra de esto es la invisibilización de la comunidad y la economía campesina en el marco estratégico del POT: en los Principios rectores del POT, los Principios generales o filosóficos, el imaginario de la ciudad, objetivos y apuestas territoriales y también en el componente general del POT. En estos se debe mencionar con claridad la ruralidad campesina y la economía campesina en su función estratégica y no quedar invisibilizada en la noción abstracta de la ruralidad. Es solo en las estrategias e instrumentos de gestión (Restauración de Actividades Rurales, Criterios de Manejo para las Áreas de Aprovisionamiento de Alimentos) donde se nombra la actividad económica de aprovisionamiento de alimentos, pero de manera desvinculada y desarticulada.

Aunque la propuesta actual del POT avanza en una nueva dimensión de la ruralidad al incorporar integralmente el Decreto 3600 de 2007 y su mandato de una redimensión del ordenamiento a partir de la Estructura Ecológica Principal, EEP, es evidente también que este esfuerzo no incorpora de manera clara, decidida e integralmente la dimensión rural campesina. Se han definido las Áreas de conservación y protección ambiental, las Áreas e inmuebles consideradas como patrimonio cultural, se incorporan las categorías de desarrollo restringido en suelo rural, se definen algunas unidades de planificación rural pero con énfasis al uso industrial, suburbano, de centros poblados rurales y suelos para parcelación de vivienda campestre, entre otros, pero es evidente también que las áreas de amenaza y riesgo solo se incorporan bajo las categorías de la amenaza y no se definen, bajo instrumentos que la misma legislación ha propuesto, las áreas para consolidar la ruralidad campesina.

Aunque se avanza en una estructura de ordenamiento de la ruralidad, la dimensión campesina queda expuesta a una reducción de “Áreas para el aprovisionamiento de alimentos”, a las restricciones que la Autoridad Ambiental establezca, actualmente o a


futuro, sobre la vocación campesina, al quedar como áreas de aprovisionamiento de alimentos dentro de las diferentes categorías de protección. Cuando en este proyecto se hace referencia a la actividad productiva campesina, solo es para señalar el hecho de que su actividad está mal ubicada por condiciones geológicas, de alta pendiente, y con baja productividad, desconociendo que la propuesta campesina en Colombia ha desarrollado históricamente alternativas creativas de vida, económicas y de producción agroalimentaria, para las laderas de alta pendiente del Sistema Andino Colombiano.

5.1.2. ESTRUCTURA ECOLÓGICA COMPLEMENTARIA (EEC)

“Áreas para aprovisionamiento de alimentos. No obstante, ser el municipio de Medellín un importador neto de alimentos, desde el ordenamiento territorial se considera de especial interés conservar la producción agropecuaria en los corregimientos, tanto como garantía de seguridad alimentaria de la población rural y parte de la urbana, como una manera de conservar una actividad tradicional cultural representativa del campo y recientemente bajo una concepción de equidad y justicia territorial y social, reivindicar un sector de la población que históricamente ha sido olvidado y marginado, como lo son los campesinos y habitantes rurales, a pesar de la combinación de condiciones limitantes (clases agrológicas, fuertes pendientes, alta humedad) para la actividad agropecuaria, que define más bien una vocación o aptitud del suelo para la protección y no tanto las actividades agropecuarias”.

No es creíble desde ningún punto de vista, ante esta visión reducida sobre el “campo” de Medellín, que el proyecto de acuerdo sobre el POT pueda desprender, decidida y políticamente, unidades de planeación que consoliden el territorio, la economía y la vida campesina.

La tensión estructural con la población campesina del municipio de Medellín, queda nuevamente sin resolver para los próximos 12 años ante esta visión y propuesta del nuevo proyecto de acuerdo sobre el POT 2014:

Con esta propuesta de la UPRCampesina, el APA y el Macroproyecto “Medellin campesino” se resuelven las siguientes dos preguntas estructurantes de la tensión entre el campo y la ciudad que han quedado sin resolver en el actual proyecto de acuerdo 2014:

Si las zonas no declaradas en protección son las que obedecen al régimen de urbanización, a la suburbanización y a las zonas de desplazamiento de la urbanidad a la ruralidad (expansión urbana), y los suelos de protección solo permiten actividades forestales, la pregunta que surge es ¿en dónde están las


áreas para los cultivos tradicionales, las economías campesinas y las áreas que garanticen la seguridad alimentaria?

Formulada en la tesis de grado para adoptar el título de Maestría en ciencias ambientales de Helena Pérez Garcés de la Universidad de Antioquia, Corporación Académica Ambiental, de la Maestría de ciencias Ambientales, Medellín 2011.

A esta pregunta se le puede agregar este otro interrogante sobre la estrategia de conservación y protección:

Si la Autoridad Ambiental solo aplica un rasero de normas para la protección estricta, las que están contemplada en el orden nacional para la protección de ecosistemas estratégicos, y si las normas de alto riesgo para las zonas rurales son definidas con el mismo racero que las contempladas para zonas urbanas donde se prohíbe el poblamiento de comunidades en las altas pendientes, y si estas normas se estructura bajo un sistema de protección sin gentes, ¿entonces cuáles son las normas y las alternativas de planeación que protegen y consolidan la propuesta campesina que se han establecido, de forma creativa y sin detrimento de los recursos naturales, en las altas laderas, cercanas a los nacimientos y/o cercanas a los bordes de quebradas? ¿Será que la única alternativa que queda para la propuesta campesina es la enajenación, voluntaria o forzada, de su patrimonio?


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Propuesta UPRCampesina, APA y MED Campesino

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