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Imagen: La tierra Prometida de Rodrigo Cruz.
Dirección de Tratamiento y Rehabilitación
Subdirección de Consulta Externa
Departamento de Consulta Externa
Departamento de Centros de Día
Protocolo de Atención a Migrantes
Para vivir sin adicciones
Vigente a 2016
1
DIRECTORIO
Dr. Jesús Kumate Rodríguez Presidente Honorario Vitalicio del Patronato Nacional
Dr. Roberto Tapia Conyer
Presidente del Patronato Nacional
Sra. Kena Moreno Fundadora de CIJ y Presidenta de la Comisión de Vigilancia
Lic. Carmen Fernández Cáceres
Directora General
Lic. Iván Rubén Rétiz Márquez Director General Adjunto de Administración
Dr. José Ángel Prado García
Director General Adjunto de Operación y Patronatos
Dr. Ricardo Sánchez Huesca Director General Adjunto Normativo
Dra. Laura M. León León
Directora de Tratamiento y Rehabilitación
Coordinadora General: Dra. Laura Margarita León León Coordinadora de contenido: Mtra. Laura Soubran Ortega Revisión: Mtro. Otto Berdiel Rodríguez Elaboración: Psic. Alix L. Almendra
2
ÍNDICE 1 INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................... 3
2 JUSTIFICACIÓN............................................................................................................................. 4
3 ANTECEDENTES ........................................................................................................................... 5
4 MARCO TEÓRICO ......................................................................................................................... 7
4.1. Migración y adicciones ........................................................................................................ 7
4.2 Migración y violencia......................................................................................................... 10
4.3 Población migrante en México .......................................................................................... 13
4.4 Mexicanos migrantes y adicciones. ................................................................................... 14
4.5 Transmigrantes y adicciones. ............................................................................................ 17
5 MARCO LEGAL EN LA ATENCIÓN A MIGRANTES ....................................................................... 23
5.1 Aspectos legales a considerar ........................................................................................... 23
5.2 Derechos de los migrantes en el territorio mexicano ....................................................... 23
6 ATENCIÓN PARA MIGRANTES EN CIJ ......................................................................................... 24
6.1 Condiciones éticas en la atención a pacientes migrantes ................................................. 24
6.2 Criterios de inclusión/exclusión en CIJ .............................................................................. 24
6.3 Aspectos administrativos y técnicos a considerar en el Expediente Clínico Electrónico .. 26
6.4 Protocolo de tratamiento .................................................................................................. 27
6.5 Necesidades particulares en el tratamiento ..................................................................... 28
6.6 Intervención en crisis ........................................................................................................ 28
6.7 Primeros auxilios psicológicos ........................................................................................... 31
6.8 Fase de Evaluación Clínica y Diagnóstico .......................................................................... 32
6.9 Fase de tratamiento .......................................................................................................... 32
6.9.1 Técnicas ..................................................................................................................... 32
6.10 Rutas de tratamiento ........................................................................................................ 35
6.11 Cierre y Egreso .................................................................................................................. 37
7 CONCLUSIONES GENERALES ..................................................................................................... 37
8 LINKS DE INTERÉS ...................................................................................................................... 38
9 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................ 39
3
1 INTRODUCCIÓN El presente protocolo de atención a migrantes en Centros de Integración Juvenil parte de un
sensible interés de la institución por acercarse al entrecruzamiento complejo de dos condiciones
humanas, que pueden suponer altos niveles de vulnerabilidad: la migración y el consumo adictivo
de sustancias.
La información de partida para la realización de este documento surgió desde una exploración
realizada en las unidades operativas del país. Se identificó a los Centros que mayor número de
personas migrantes han atendido y se indagó en las condiciones generales en que han brindado
tratamiento a esta población. Los CIJ que participaron de esta exploración, y a los que
agradecemos, fueron: CIJ Colima, CIJ Nogales, CIJ Tijuana Soler, CIJ Tijuana Guaycura, CIJ
Monterrey, CIJ Cd. Juárez Norte, CIJ Chihuahua, CIJ Mexicali, CIJ Tapachula y CIJ Aguascalientes.
Presentamos los resultados de esta exploración en el apartado de antecedentes.
A lo largo del presente documento se pretende dar un panorama general del fenómeno
migratorio, así como brindar un contexto particular de las migraciones que ocurren en mayor
medida en el territorio mexicano. De la mano con esta contextualización se abordarán las
características generales de dos tipos de migración: Las personas mexicanas que cruzan la frontera
norte para llegar a Estados Unidos de América (EUA) como país destino y las personas de
Centroamérica y Sudamérica que transitan el territorio mexicano de sur a norte para llegar
también a los EUA. En este último caso no se cuenta con mucha información científica sobre las
características del consumo de sustancias, por lo que se pretende poder pensar en las
intervenciones de tratamiento no solamente en base a su consumo, sino también en base a las
condiciones que los atraviesa en su tránsito migratorio.
Al tratarse de un tema tan amplio y complejo es imposible poder abarcar todas las peculiaridades
que lo conforman y más aún poder hacer una caracterización de la población y de sus modalidades
de consumo. Por lo que la finalidad del presente documento es proponer información básica, que
sirva de punto de partida que apunte hacia una propuesta de protocolo de atención que sea
efectiva de acuerdo a las características más generales de esta población y en función de los
recursos institucionales.
El protocolo de intervención aquí propuesto se realizó a partir de metodologías de intervención en
crisis y técnicas referidas a primeros auxilios psicológicos para complementar con los servicios de
atención con los que ya contamos en nuestra institución.
4
2 JUSTIFICACIÓN La población migrante en el mundo asciende a un estimado de 214 millones de personas, de los
cuales un 49% son mujeres y un 51% hombres. De acuerdo a estas cifras, si la población migrante
se concentrara en un mismo espacio territorial podría conformar el quinto país más poblado del
mundo.2
México tiene una fuerte y larga tradición migratoria, como país de origen, tránsito y destino. Esto
lo convierte en un territorio enmarcado por el impacto social, económico y político que cada
fenómeno migratorio supone. Actualmente, el territorio mexicano continúa haciendo frente a una
gran diversidad de retos producto de un alto número de personas que transitan el país ya sea
como población que emigra a Estados Unidos, como población de retorno al territorio o como
migrante en tránsito.
De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (2014) Se estima que un millón de
mexicanos migran hacia EUA cada año, mientras que alrededor de 400 mil mexicanos son
repatriados anualmente por dicho país. Aproximadamente 11 millones de personas nacidas en
México viven actualmente en EUA, siendo Zacatecas, Guanajuato, Michoacán y Nayarit, los
estados con mayor índice de salida migratoria. Estas son algunas de las condiciones que han
convertido la frontera entre México y EUA en la frontera más transitada del mundo.3
Como país de tránsito, México reporta un alto índice de población que desde la frontera sur
atraviesa el territorio, con el objetivo de llegar a la frontera norte para ingresar a EUA. Se estima
que son aproximadamente 400,000 personas que ingresan principalmente por el estado de
Chiapas.
Estos datos son sólo una primera imagen que podemos configurar de la relevancia que tiene la
migración. En cuanto a la relación que existe entre la migración y las adicciones, nos parece
pertinente elaborar el presente protocolo de tratamiento en donde puedan delinearse puntos de
partida y consideraciones indispensables para la atención del consumo de esta población.
En la literatura son pocas las publicaciones realizadas respecto a la migración y su relación con el
fenómeno de las adicciones. Sin embargo, Centros de Integración Juvenil, ha trabajado la
2Organización Internacional para las Migraciones, 2014: http://oim.org.mx/hechos-y-cifras-2
3 Ibídem.
5
investigación del fenómeno y, por lo tanto, la institución cuenta con herramientas teóricas para
poder encuadrar un protocolo de tratamiento para esta población.
Una gran parte de las investigaciones realizadas en la institución se han desarrollado en el
contexto de la migración. La mayoría de ellas enfocadas a la frontera norte del país, tanto con
mexicanos que han salido del país, como con transmigrantes centroamericanos que están en
tránsito en el territorio mexicano. Estas investigaciones, en términos generales, destacan la
importancia de considerarlo un fenómeno que demanda su atención, específicamente en el
campo de las adicciones por tratarse de circunstancias que exponen a mucha violencia a las
personas involucradas, que pueden generar malestares psicológicos relacionados con las pérdidas,
los duelos y la adaptación al nuevo lugar. Se constata también que la adicción aparece en estos
contextos como una opción para mitigar estos malestares.4
Durante el año 2014, en las unidades operativas de Centros de Integración Juvenil de todo el país,
fueron atendidos 628 pacientes con alguna condición migratoria, de los cuales 400 se trataron de
mexicanos que habían migrado en el último año a otro país (principalmente EUA) y 228 se trataba
de pacientes nacidos en el extranjero.
Ante esto consideramos necesario poder establecer ciertos lineamientos teóricos y metodológicos
como apoyo, que den cuenta de la vulnerabilidad y las necesidades de atención que podemos
identificar en estas poblaciones y de esta manera poder sensibilizar y dotar de mayores
herramientas a los Equipos Médicos Técnicos en el desempeño de su labor con esta población.
3 ANTECEDENTES A manera de antecedentes presentamos los resultados obtenidos de la indagación realizada con la
experiencia de la operación en las unidades operativas que más población migrante han atendido
durante el año 2014.
En realidad no se puede ubicar una tendencia tan generalizada en las respuestas de los centros ya
que se observa que en cada uno de ellos aparecen singularidades que responden al territorio en
que se encuentran ubicados o a las características de los equipos que los conforman.
4 Sánchez-Huesca, R., Arellanez-Hernández, J.L. (2011). Uso de drogas en migrantes mexicanos captados en
la frontera noroccidental de México-Estados Unidos. Estudios Fronterizos, nueva época, vol. 12, núm. 23, enero-junio de 2011.
6
A continuación presentamos de manera general las respuestas que aportaron los centros a las
cuestiones planteadas:
Características de migración de las personas atendidas:
En su mayoría son mexicanos pero se encuentran viviendo en otro país o vivieron en otro
país recientemente y ahora han regresado.
En el caso de Tapachula reporta mayor número de pacientes que son extranjeros pero que
se encuentran en territorio mexicano de tránsito o en calidad permanente.
En el caso particular de Mexicali dice atender mexicanos residentes de EUA que acuden a
solicitar tratamiento por encontrarse condicionados para su estancia en dicho país.
La participación de la familia en el tratamiento de personas migrantes:
Dependiendo de las condiciones del migrante es que acuden solos o acompañados.
Cuando se trata de migrantes mexicanos si acuden con familiares.
Algunos transmigrantes asisten acompañados por personal de albergues o comedores
para migrantes.
Son pocos quienes acuden con algún familiar. En estos casos se trata de mexicanos que
han vuelto de EUA.
Señalan que en general son madres/esposas quienes los acompañan.
Protocolos de atención que han brindado a personas migrantes:
La mayoría de los centros no siguen ninguno en especial.
Nogales: Realizaron pláticas informativas sobre las drogas, sobre lugares de atención de
las adicciones y problemas de salud mental en la localidad y lugares de origen en caso de
retornar a ellos.
Cd. Juárez Norte refiere a los pacientes con las autoridades migratorias en México y
Estados Unidos, en caso de necesitarlo.
Servicios otorgados a personas migrantes:
Servicios de la Fase de Evaluación Clínica y Diagnóstico.
Terapia individual.
Terapia familiar.
Revisión Médica.
Aplicación de PRDDO.
Centro de Día (para personas en situación de retorno al país).
Mencionan que normalmente no se concluye la fase diagnóstica ya que muchos están en
tránsito por el país, sean mexicanos o no.
7
Principales obstáculos en la atención a personas migrantes:
Pacientes con problemáticas complejas y comorbilidad (psicosis y depresión).
Los transmigrantes no permanecen más de 72 horas en los albergues por lo que se
pueden hacer sólo intervenciones breves o charlas de prevención.
Los albergues se encuentran lejos del CIJ por lo que implica un gasto extra para el
transmigrante que no está en sus necesidades principales cubrir.
El idioma, en caso de pacientes extranjeros que no hablan español.
La falta de contención y apoyo de familiares o redes sociales.
Falta de documentación que los identifique.
Falta de recursos financieros.
Población marginal, expuesta a violaciones constantes y situaciones de exclusión.
Sujetos considerados como desechos, sujetos de abandono.
Falta de información de las instituciones que pueden brindarles servicios.
Elementos que favorecen el tratamiento de personas migrantes:
Contención familiar y social.
Motivación al cambio.
Tratamiento médico y psicológico.
Reinserción laboral.
Contacto y trabajo interinstitucional con albergues que dan atención a migrantes.
Sensibilidad y capacidad de escucha y atención por parte del EMT ya que hay muchas
carencias en esta población.
EL modelo de atención integral en CIJ que puede brindar atención individual o grupal
tanto al paciente como los familiares.
El condicionamiento de las autoridades de EE. UU. que obliga a mexicanos consumidores
a sostener un tratamiento para poder mantener la residencia en ese país.
4 MARCO TEÓRICO
4.1. Migración y adicciones El fenómeno migratorio ha sido históricamente propio de la condición humana, el cual ha estado
atravesado por diversas coordenadas según las condiciones sociales, políticas y económicas de la
época, así como de acuerdo a cuestiones de vida de los sujetos que han llevado a cabo la mudanza
de territorios (ya sea entre países diferentes o cambios de lugar dentro del mismo país).
La cuestión migratoria alberga un nivel alto de complejidad indispensable para su reflexión, es
decir, es un fenómeno que tiene múltiples dimensiones y sobredeterminaciones tal como la
problemática de las adicciones. Ambos fenómenos en muchas ocasiones se encuentran, es decir,
8
personas que además de estar atravesadas por las vicisitudes de la migración están inmersas en
una relación de dependencia con alguna o varias sustancias psicoactivas.
La complejidad de esto reside en sus dimensiones políticas, factores económicos, sus relaciones
con factores geográficos e históricos, etc. La migración y la adicción se juegan en terrenos
limítrofes similares: la legalidad/ilegalidad, se realizan en un marco de intercambio entre fronteras
y, en muchas ocasiones, los flujos migratorios poblacionales recorren los mismos caminos de
circulación que las sustancias de consumo ilegal que producen dependencia.
Otro elemento que agudiza la complejidad de estas problemáticas es el riesgo de estar expuesto a
altos niveles de criminalidad y violencia; los cuales no se dan de manera directa, sin embargo, en
nuestro contexto social actual es importante considerar esto y reflexionar sobre las condiciones de
violencia que operan en las personas con alguna adicción y en una situación migratoria.
Otro factor a destacar, que comparten la problemática de consumo y la migración, es que a pesar
de vivir en una época globalizada en la que contamos con mecanismos tecnológicos que tienden a
favorecer dinámicas de híper-circulación de datos, de información y de personas, así como de un
amplio intercambio de comunicación y una vinculación más allá de límites territoriales, los
espacios que reciben población migrante siguen mostrándose cerrados para recibir a ese otro/a,
extranjero/a y extraño/a. Existe una postura de tensión que circula entre la aceptación/rechazo,
donde además las sociedades receptoras de migrantes consideran que se trata de un problema
ajeno, que es de absoluta responsabilidad de los países desde donde parten los migrantes. Esta
situación exacerba las condiciones de vulnerabilidad en que pueden encontrarse estas personas.
Son situaciones que pueden provocar una condición marginal y de exclusión que afecte
severamente las condiciones de vida y de salud de una gran parte de la población.
Estas circunstancias obligan a replantear estrategias de tratamiento particulares para esta
población, de tal manera que se generen mecanismos comunitarios de intervención, que
contemplen acciones en coordinación con otras instancias de atención. Acciones donde se
establezcan lazos sociales para el tratamiento entre instancias ubicadas en las comunidades de
salida (y retorno) de migrantes, así como aquellos espacios de tránsito y los territorios que son
más populares como destino final de la migración.
Proponemos además, poder pensar estas condiciones bajo parámetros no esencialistas,
alejándonos de posturas que definan la identidad migratoria como una entidad única, acabada y
9
de antemano dada, sino como un proceso subjetivo que así como puede generar padecimientos
de orden afectivo y social, también puede hacer “emerger” lo propio de cada persona, a cada paso
del recorrido y en el proceso de habitar un nuevo espacio y recrear una nueva vida.
El cambio de territorio, el tránsito entre diferentes países, la asimilación de diferentes culturas, el
uso de nuevos idiomas, la falta de libre tránsito y la diferente disposición de marcos legales, sin
lugar a dudas son elementos que tendrán efectos en el sujeto que los vive. No podemos decir que
estos efectos son necesariamente negativos, ya que seguramente habrá experiencias favorables
que se generen en este tránsito también. Sin embargo, partimos de que se tratan de hechos
irruptivos en la trayectoria vital que pueden traer cambios en el equilibrio emocional y que a su
vez pueden impactar en el consumo dependiente de estas personas.
Respecto al consumo entre migrantes mexicanos que salen, principalmente por razones
económicas a EUA, las investigaciones5 resaltan que durante la estancia migratoria generalmente
se da un incremento en el uso de las sustancias. En este caso las de mayor uso son la cocaína y
metanfetaminas. Será importante tomar en cuenta que los principales motivos para usar alguna
droga ilícita entre esta población se relacionan con la invitación de amigos (mayormente otros
migrantes), la depresión y como medio para soportar cargas de trabajo más altas de las
acostumbradas, así como mitigar el cansancio producido por éstas.
De manera general se puede observar que la condición migratoria puede ser un factor de riesgo
para iniciar el consumo de alguna sustancia, en el caso de personas que no tenían ninguna
dependencia; para aumentarlo y/o diversificarlo, en el caso de quienes ya consumían antes de la
salida migratoria. La mayor parte de las veces este inicio o aumento en el consumo, los usuarios lo
refieren como una opción para palear el malestar emocional que puede generar el choque
cultural, la distancia entre la familia y el alto rendimiento que demandan sus actividades laborales.
Siendo todas estas condiciones generadas a partir de la movilidad territorial.
Teniendo en cuenta que la experiencia migratoria conlleva múltiples cambios y desequilibrios
tanto físicos como emocionales, es que muchas de las investigaciones realizadas con esta
población han planteado que el uso y dependencia a las sustancias de carácter lícito o ilícito puede
5 Sánchez-Huesca, R., Arellanez-Hernández, J.L. (2011). Uso de drogas en migrantes mexicanos captados en
la frontera noroccidental de México-Estados Unidos. Estudios Fronterizos, nueva época, vol. 12, núm. 23, enero-junio de 2011.
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deberse a una respuesta que busca aliviar ese malestar experimentado tanto en su travesía como
en la estancia en el nuevo territorio y las nuevas condiciones de vida.
Será importante tomar en cuenta también que las personas que están en condición de migrantes y
de consumo de sustancias, a pesar de que puedan compartir elementos que los aglutinen en estas
categorías, también tienen características que son particulares y que definen la propia historia de
migración, así como la propia relación de dependencia con la/s sustancia/s psicoactivas. Lo que
hace que cada mujer u hombre “migrante” sea un sujeto con una condición singular.
Habrá que considerar de igual manera que esta población puede tener graves dificultades de
acceso al cuidado de la salud y es imprescindible que el tratamiento que reciban sea integral y
enfocado a las necesidades particulares de salud que cada paciente requiera. Además, que la
intervención ante el consumo, pueda dar lugar a las formas particulares de la vivencia migratoria,
así como el atravesamiento de otras condiciones que también construyen identidad, como la
sexualidad, género, clase social, raza, etnia, idioma, etc.
4.2 Migración y violencia Para los fines del presente protocolo de tratamiento a las adicciones, se pretende considerar la
violencia como elemento trasversal, que permea el contexto de dicha población en el marco de la
región México y Centroamérica principalmente.
La bibliografía sobre la problemática de las migraciones tiende a considerarlas como un fenómeno
de índole económica generalmente, sin embargo, la tendencia actual es además poner el foco de
atención en el contexto violento en que éstas se generan. Por lo que no podemos continuar
considerando la movilidad poblacional únicamente como un efecto de carencias económicas, sino
como una trama compleja que se genera también en contextos marcados por graves abusos, que
ponen en peligro la vida de las personas que habitan estas regiones. Así la migración se vuelve una
posibilidad de supervivencia, en muchos casos la única para salvaguardar la propia vida.
De acuerdo a Hiskey, J. y cols. 6 en Centroamérica, el crimen con violencia ha alcanzado niveles sin
precedentes. Honduras, El Salvador y Guatemala encabezan la lista de países con mayores tasas de
homicidios. Al mismo tiempo, la tasa de migración en muchos de estos países ha aumentado de
6 Hiskey, J.,Malone, M. & Orcés, D. (27 de agosto del 2014). Delincuencia, violencia y migración en
Centroamérica. Diario Este País. Revisado en: http://archivo.estepais.com/site/2014/delincuencia-violencia-y-migracion-en-centroamerica/
11
manera considerable. El número de migrantes centroamericanos hacia Estados Unidos aumentó
más del 50% entre 2000 y 2010, más rápido que en cualquier otra región de América Latina.
Según los autores, se han documentado investigaciones que dan por sentado que existe una
relación entre el aumento de las tasas de criminalidad en América Central y el aumento de la
migración en la región. Incluso comparan este éxodo al de los ciudadanos que huyen de una
guerra civil.
Bajo estas condiciones, donde el abandono del territorio de origen resulta la única manera de
protegerse, se puede pensar que la migración es una forma de violencia en sí misma, tanto para
los que se van como los que se quedan (hablando de los casos que se viven como un
desplazamiento forzoso que responde a la protección de la vida, no a aquellos casos que
responden a un deseo del que migra). Dentro de estos espacios, para las personas, las familias y
las comunidades enteras, las condiciones migratorias constituyen un marco de violencia, pues es
experimentada como el efecto de las estructuras económicas generadoras de pobreza y falta de
trabajo; así como sistemas políticos y condiciones sociales, que han generado exclusión,
discriminación, represión, criminalidad y guerra.
Estas estructuras del modelo económico actual son las mismas que han sentado las bases de un
común denominador a los procesos de globalización: la maleabilidad de las fronteras. Se han
construido fronteras flexibles para el intercambio de información, de bienes y de divisas; que son
fronteras extremadamente rígidas frente a la circulación de seres humanos.7 Esto tiene un
componente generador de mucha violencia también, pues se trata finalmente de límites
imaginarios que tiende a reforzar la idea del migrante y extranjero como lo extraño y por tanto
peligroso.
Ser migrante significa ser otro. Más específicamente, como lo menciona Yerko-Castro8, "el otro" o
incluso "lo otro". Ser "otro" alude a la diferencia. Ser "el otro" implica una noción de alteridad:
peligroso, en tanto distinto, extraño. Ser "lo otro" agrega la cosificación. Desde la concepción
psicoanalítica del psiquismo humano, si partimos que todo sujeto, en tanto tal, no puede ser
considerado como una esencia que permanece intacta, si no que se trata más bien de una
7 Yerko Castro, N. (coord.) (2012). La migración y sus efectos en la cultura. Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes (Conaculta), colección “Intersecciones”, México D. F. Revisado en: http://www.scielo.org.mx/pdf/soc/v27n77/v27n77a10.pdf 8 Ibídem.
12
“identidad” que es más bien del orden de la ficción, ya que como efecto imaginario, no es posible
dar cuenta de manera acaba y completa de sí mismo, ni de las formas de poder en que se está
inmerso. Desde esta concepción, todo sujeto albergaría algo que desconoce, un extraño, un
extranjero para sí mismo. Esto es lo que viene a resultar tan amenazante en la alteridad del otro,
que se aparece y que de alguna manera toca aquello que es propio y resulta familiar, pero que
también, es aterradoramente desconocido y extraño.
La respuesta generalizada, frente a este rechazo de lo propio que aparece en el otro, ha sido la
producción de un discurso incluyente y tolerante, que intenta subvertir este rechazo y cosificación
mediante el reconocimiento de que se trata otro igual a mí. Este tipo de discursos argumentan
que todos somos iguales (en tanto humanos) y que debemos dar cuenta de esta igualdad para
lograr una convivencia en armonía y en respeto. Más allá de los plausibles logros alcanzados en
términos de igualdad, quizás el reto es poder dar cuenta de lo irreductible de la diferencia en la
alteridad y proponer discursos que apunten a reconocer al otro en esa radical diferencia, que
inevitablemente llevaría a la pregunta por la propia extranjería e incompletud.
Todas estas situaciones envuelven el fenómeno migratorio en un contexto problemático, donde
además se entrecruzan los efectos que el Estado-Nación produce en los sujetos, con la limitación
de los territorios y los cuerpos; así como el reconocimiento de una ciudadanía que no es igual para
todos. Al respecto, uno de los efectos sobre las personas migrantes es la invisibilización, al tratarse
de personas indocumentadas, no son ciudadanos, la sociedad receptora no los reconoce,
provocando que vivan temerosas de ser descubiertas, violentadas y sancionadas. El mundo del
migrante se ha sintetizado como la gran amenaza de la vida nacional: sospechosos por definición
tienen que ser vigilados, controlados y expulsados. En este punto también podríamos pensar que
su figura de extranjero desestabiliza el concepto de “Identidad nacional”. Como apunta Valentina
Glockner9 sobre la necesidad de reflexionar al respecto de los márgenes, ahí donde incluso el valor
de la vida es cuestionado.
En palabras de Judith Butler10 las personas migrantes podrían ser parte de eso que llama las vidas
que no se lloran, a las que no se les hace un duelo si se les excluye o extermina, ya que no
9 Gockner, V. 2012. (En Yerko Castro, N. (coord.) (2012). La migración y sus efectos en la cultura. Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), colección “Intersecciones”, México D. F. Revisado en: http://www.scielo.org.mx/pdf/soc/v27n77/v27n77a10.pdf ) 10
Butler, J. (2010) Marcos de Guerra: las vidas lloradas. Editorial Paidós.
13
alcanzan el estatuto de vida. Para la autora, sólo reconocemos ciertas vidas como humanas y
como reales debido a que existen esquemas conceptuales que controlan lo que somos capaces de
reconocer. Tal es el caso de las políticas en torno a la guerra y a los medios de comunicación
cómplices, que generan discursos que pueden convertir una vida en otra cosa: si nos hacen creer
que la vida de alguien era una “amenaza para la vida de los demás”, entonces dejamos de
reconocer esa primera vida como tal.
Sin duda, es muy complejo el entramado que coloca a las personas migrantes en un lugar de
vulnerabilidad. La violencia ocupa un papel protagónico en los procesos migratorios, que permite
la existencia de un doble discurso sobre la imagen de las personas migrantes. Por un lado son
blancos de violencia ejercida por una gran diversidad de actores y diferentes niveles de poder;
mientras que, al mismo tiempo, se proclama el respeto a sus derechos.
Así, se afirma que la migración implica un enfrentamiento con la violencia y por ello quienes
migran construyen una imagen a partir de rupturas y discontinuidades.11 Sin embargo es un
evento de vida que puede generar también espacios de creatividad, lo cual dibuja otros lugares
internos posibles, así como el surgimiento de nuevas y diversas herramientas propias que hacen
pertinente pensar los espacios de intervención y tratamiento más adecuados para las personas
involucradas.
4.3 Población migrante en México Para poder ubicar de manera general cierta caracterización de la población y de sus necesidades
para el tratamiento a las adicciones, proponemos identificar los tres principales grupos que se
pueden encontrar en nuestro país bajo esta categoría:
1) Personas mexicanas que migran hacia Estados Unidos: México como país de origen/retorno.
2) Personas de países centroamericanos que atraviesan el territorio mexicano para llegar a
Estados Unidos, también llamados transmigrantes: México como país de tránsito.
3) Persona nacidas en el extranjero que migran a territorio mexicano: México como país de
destino. Esta categoría puede presentar una gran diversidad, ya que engloba (casi
arbitrariamente) a una población de muy diversas condiciones y, al mismo tiempo, es el menor
11
Yerko Castro, N. (coord.) (2012). La migración y sus efectos en la cultura. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), colección “Intersecciones”, México D. F. Revisado en: http://www.scielo.org.mx/pdf/soc/v27n77/v27n77a10.pdf
14
porcentaje de los pacientes migrantes recibidos en CIJ por lo que no se realizará su
caracterización. Baste con saber que puede tratarse desde una migración en condiciones
económicas muy favorables que se encuentre trabajando, estudiantes de todas partes del
mundo o hasta refugiados que por situaciones de violencia han sido expulsados de su país.
Cabe señalar que estas tres categorías son hechas con fines prácticos, sin embargo, sabemos que
entre cada uno de estos grupos pueden encontrarse grandes disparidades y una infinidad de
condiciones particulares que hagan único cada caso. Asimismo, no pretenden abarcar todas las
posibles condiciones migratorias que pueden presentarse.
A continuación haremos una descripción general de estas poblaciones y su relación con el
consumo adictivo de sustancias en base a revisión bibliográfica, investigación científica propia de
CIJ y la experiencia reportada por las unidades operativas de Centros de Integración Juvenil.
4.4 Mexicanos migrantes y adicciones. Como lo refieren Sánchez Huesca y Arellanez-Hernández (2006)12 en nuestro país, como en la
mayoría, los movimientos migratorios están fuertemente relacionados con el desarrollo social y
económico de las regiones. Dándose en la actualidad una gran diversidad de movimientos que ya
no sólo corresponden al rural-urbano, sino también urbano-urbano, urbano-metropolitano y
metropolitano-urbano.13
Respecto a la migración internacional el país destino con mayor migración mexicana sigue siendo
Estados Unidos, donde el movimiento incluso ha ido en aumento, presentando una diversificación
en el perfil sociodemográfico de las personas que migran dando lugar a perfiles con un mayor nivel
de estudios y donde encontramos un mayor número de mujeres y niños respecto a épocas
anteriores.14
12
Sánchez-Huesca, R., Arellanez-Hernández, J.L. (2006). Consumo de drogas en población mexicana
migrante a los Estados Unidos. Centros de Integración Juvenil, Dirección de Investigación y Enseñanza,
Subdirección de Investigación, Informe de Investigación 06-00, México. 13
La zona urbana hace referencia a las ciudades, con poblaciones más concentradas que las rurales y
actividades enfocadas principalmente al comercio y la industria mientras que la categoría metropolitana
indica una red urbana de intercambio y concentración de diferentes ciudades, donde se dan las mayores
concentraciones demográficas, culturales y económicas de un país. 14 Sánchez-Huesca, R., Arellanez-Hernández, J.L. (2006). Consumo de drogas en población mexicana
migrante a los Estados Unidos. Centros de Integración Juvenil, Dirección de Investigación y Enseñanza,
15
Estamos también advertidos por diversas investigaciones con esta población15 que el impacto que
se da tanto en la zona de origen como en el destino de la migración tiene muchas dimensiones, no
sólo en el plano económico sino también en lo social, cultural y en el plano subjetivo. Esta
diversidad de factores pueden incluso derivar en problemas de salud pública, al modificar
actitudes y hábitos personales, como lo sería el caso de la adicción a diversas sustancias.
México es uno de los países con más alta tasa de movilidad migratoria en el mundo16. La migración
mexicana hacia la Unión Americana es un fenómeno complejo que responde a situaciones
estructurales de ambos países, donde sobresale el alto crecimiento de población mexicana en
edad laboral en un panorama de empleo escaso y estrecho, donde se da una diferencia salarial
importante entre ambas economías, sumado a la constante demanda de mano de obra en las
áreas agrícolas en el país vecino.
En cuanto al panorama epidemiológico del consumo de drogas en población migrante en México,
se puede identificar un patrón que coincide con el consumo de la mayoría de las sustancias y que
corresponde con un inicio, incremento y diversificación del consumo en la zona noroccidental del
territorio mexicano (Baja California y Baja California Sur, Sonora, Chihuahua y Sinaloa) que se
extiende paulatinamente al resto del territorio. Situación que se ha dado en los patrones de
consumo de la cocaína, heroína y metanfetamina principalmente. Sustancias que se consumen
principalmente en la zona suroeste del territorio estadounidense.
Las características del consumo de drogas en la misma región fronteriza de ambos territorios dan
cuenta de la correspondencia que puede tener la movilidad poblacional con el aumento y
diversificación de consumo en regiones diferentes.
De acuerdo a Celia Falicov17 la migración internacional parece tener un importante rol en la
transformación de las normas del uso de sustancias y en la patología en México, esta conclusión
Subdirección de Investigación, Informe de Investigación 06-00, México. 15 Sánchez-Huesca, R., Arellanez-Hernández, J.L. (2006). Consumo de drogas en población mexicana
migrante a los Estados Unidos. Centros de Integración Juvenil, Dirección de Investigación y Enseñanza,
Subdirección de Investigación, Informe de Investigación 06-00, México. 16
Gracia, 2000 en Sánchez-Huesca, R., Arellanez-Hernández, J.L. (2006). Consumo de drogas en población mexicana migrante a los Estados Unidos. Centros de Integración Juvenil, Dirección de Investigación y Enseñanza, Subdirección de Investigación, Informe de Investigación 06-00, México.
17 Celia Falicov, 2007 (en Rivera Heredia, M.E.; Obregón Velasco, N. y Cervantes Pacheco, E. I. (2009).
Recursos psicológicos y salud: consideraciones para la intervención con migrantes y sus familias. En Lira, J.
16
surge de la investigación realizada en el 2007, donde se encontró que las personas que habían
migrado a los Estados Unidos tuvieron mayor probabilidad de haber usado alcohol, marihuana o
cocaína y de desarrollar un trastorno por uso de sustancias o de tenerlo en el último año, que los
mexicanos que no habían migrado.
La frontera Norte de México viene a ser aquí un elemento importante a caracterizar para
comprender mejor el fenómeno de la migración mexicana hacia Estados Unidos de América. Esta
es mucho más que una línea geográfica divisoria, sino que se trata de una compleja convergencia
de fenómenos económicos, identitarios y culturales entre dos regiones que incluso dan lugar a la
emergencia de una tercera forma cultural. Es el espacio donde dos países se encuentran y se
confrontan, recreando nuevas maneras de vivir, de hablar y de identificarse con símbolos que son
propios de esa situación fronteriza. Son estas las razones por las que los habitantes de esta
frontera de ambos países tienen más parecidos entre ellos que entre el resto de la población de
sus propios países de origen, unidos no sólo por las actividades económicas que se han vuelto
interdependientes unas de otras, sino además unidos por vínculos familiares y emocionales.18
Tradicionalmente el migrante mexicano que partía a EUA generalmente lo hacía desde territorios
rurales, tratándose en su mayoría de hombres campesinos adultos que migraban solos en
búsqueda de trabajo, dejando a su familia en el territorio de origen; sin embargo esto ha
cambiado pues, si bien esta población aún sigue migrando, ahora también se han sumado una
gran cantidad de familias que migran completas, hombres jóvenes solteros que migran solos,
mujeres en diversidad de condiciones y la cantidad de niños y adolescentes que migran es también
considerable. La mayoría de ellos lo hacen utilizando las mismas redes sociales que se van creando
con el propio flujo migratorio, las cuales pueden servir también como redes de protección y apoyo
de las que echar mano en el tratamiento y el trabajo por la abstinencia del consumo de drogas.
Es importante entonces identificar que la mayoría de los grupos que tienen una alto flujo
migratorio tienen también una red de comunicación y apoyo que sostiene esta movilidad, lo cual
Aportaciones de la Psicología a la Salud. Morelia: Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
18 Sánchez-Huesca, R., Arellanez-Hernández, J.L. (2006). Consumo de drogas en población mexicana
migrante a los Estados Unidos. Centros de Integración Juvenil, Dirección de Investigación y Enseñanza, Subdirección de Investigación, Informe de Investigación 06-00, México.
17
puede funcionar como un factor de protección en el tratamiento de cualquier usuario y es una
herramienta importante para habilitar mecanismos de autoayuda y de cuidado mutuo.
Estas investigaciones también dan cuenta de que aquellos consumidores que tenían una
experiencia migratoria, tenían también un patrón de consumo más severo que quienes no habían
migrado. Así mismo la población de retorno al país, después de haber estado en EUA, puede
presentar una situación de mayor vulnerabilidad ya que, generalmente, un porcentaje alto de esta
población, además del problema de consumo, vive en desocupación laboral y en muchos casos se
presentan dificultades para una readaptación al medio social al que retornan. Otra problemática
de esta población es que tiene altas probabilidades de volver con consumos a sustancias más
fuertes que las que se conocen en las regiones de retorno y, por lo tanto, pueden implicar un reto
más grande en el tratamiento que se ofrezca en esa localidad.
4.5 Transmigrantes y adicciones. De acuerdo al Consejo Nacional de Población (CONAPO), los principales exportadores de
trabajadores en América Latina a los Estados Unidos son México y los países centroamericanos.
Según las estadísticas, a partir de los años 70 ́s y hasta inicio del año 2000, la población mexicana
migrante multiplicó su población cerca de 10 veces hacia el país del norte, sin embargo en este
mismo periodo de tiempo, la migración centroamericana se incrementó 16 veces más. Esto
sostiene la relevancia que ha cobrado en los últimos años la región de la frontera sur, la cual como
lo asegura Sánchez Huesca y Cols.19, experimenta una gran complejidad de flujos regulares e
irregulares de personas, cuyo destino es, en la mayoría de los casos, Estados Unidos.
Este gran corredor migratorio del territorio sur de México parte de Tapachula para llegar Arriaga,
donde las personas cuentan como principal medio de transporte el ferrocarril, en donde ocurren
gran cantidad de accidentes y asaltos, mientras que los migrantes que optan por caminos alternos
también se exponen a una gran diversidad de situaciones peligrosas que van desde robos hasta
homicidios.20
En la actualidad se cuenta con pocas investigaciones sobre adicciones con la población
transmigrante por lo que en este espacio se hará principalmente una exposición de las
19
Sánchez Huesca y Cols. (2008). Consumo de drogas en Centroamericanos transmigrantes a Estados Unidos captados en México. Informe de Investigación. Centros de Integración Juvenil A.C. 20
Ibídem.
18
características generales de esta población que pueden ayudar a pensar más específicamente su
relación con las adicciones y un posible trabajo de tratamiento para estas personas.
Como lo menciona Gaborit y Cols. 21 el acercamiento a la migración irregular es generalmente más
complicada, ya que es percibida como un fenómeno de carácter delictivo, el cual que hay que
regular por medio de leyes.
En el marco de esta situación legal, se construye una relación asimétrica entre el transmigrante y
el Estado regulador, se configura así una auto-identidad de ilegalidad que va a marcar todo su
proceso migratorio. Se configuran de esta manera valoraciones de lo que es posible para ellos
mismos, lo que pueden (o no) reclamar y los costos que están dispuestos a asumir. Esta relación,
que finalmente es una relación de poder, configura el espacio de toda una infraestructura de
tráfico delictivo de personas, que también incide en la identidad de ilegalidad del transmigrante.
Así todo el proceso migratorio de las personas indocumentadas está marcado por una
identificación con los campos de la ilegalidad.22
Por supuesto que esta infraestructura de tráfico de personas también establece una situación de
vulnerabilidad particular para los transmigrantes, la cual se manifiesta en todos los peligros
asociados a su desplazamiento y la violación de sus derechos humanos fundamentales. Esta
población se ve obligada a sostener una relación desigual, por lo menos con cuatro actores
principales: el Estado de origen, el de tránsito, el de llegada, y la cadena de tráfico de
indocumentados (coyotes y guías)23, que los somete a riesgos de diferente tipo.
En esta configuración está también la ruta migratoria que presenta una gran diversidad de riesgo
para las personas que la transitan: tráfico de drogas, adicciones, extorsiones, secuestros,
abandono, es decir, violencia en todas sus expresiones; estos riesgos son experimentados de
manera diferenciada según los cuerpos de quienes los transiten, es decir, habrá ciertas maneras
de padecer las vicisitudes de la ruta migratoria para los hombres y otras formas para las mujeres,
quienes están también expuestas a embarazos no deseados, problemas para regular su
reproducción, violencia y explotación sexual.
21
Gaborit, Mauricio; Zetino Duarte, Mario; Brioso, Larissa; Portillo, Nelson (2012). La esperanza viaja sin visa: Jóvenes y migración indocumentada en El Salvador. UNFPA-UCA, San Salvador. 22
Ibídem. 23
Ibídem.
19
Como se argumenta en diversas fuentes, la exposición a relaciones sexuales sin protección, el
peligro de infección de VIH, embarazos no deseados y otras formas de violencia sexual acechan a
muchas mujeres en el trayecto poniendo en riesgo su salud física y psicológica. En un informe del
año 2010, Amnistía Internacional denunció que seis de cada 10 mujeres y niñas migrantes en el sur
de México sufre violencia sexual.24
Esto no quiere decir que los hombres no sean vulnerables de sufrir violencia sexual también.
Quizás lo importante a destacar con esta información, que tiene la finalidad de dar luz a ciertas
vivencias que son únicas de mujeres y/o de hombres en este tipo de contextos, es la necesidad de
dar cuenta que los cuerpos y las sexualidades están en juego en todas y cada una de las
experiencias atravesadas en estos procesos migratorios. Desde esta postura será importante
sostener la pregunta de lo que significa atravesar territorios encarnando un cuerpo de mujer, un
cuerpo de hombre o un cuerpo trans25.
El tránsito de las personas transmigrantes además tiene la peculiaridad de conformar una cadena
por la que las personas van pasando de mano en mano, una cadena de guías (legales o ilegales)
que también evidencia una suerte de cosificación de estas personas y la amplitud de un sistema
que monopoliza las relaciones de poder con el migrante.
Es importante considerar que la mayoría de los transmigrantes conoce de estos riesgos y están
dispuestos a asumirlos, como un costo por la decisión tomada. Esto se relaciona directamente con
los factores de expulsión que se jugaron en cada persona al momento de tomar la decisión de
migrar.
Entre las principales razones por las que se origina un proceso migratorio está la búsqueda de
mejores oportunidades laborales, factores económicos que obligan a ir en busca de una vida digna
y de mayores oportunidades de estudios. La violencia que se vive en la mayoría de estos territorios
centroamericanos es un factor que no se argumenta de manera directa pero sí como un factor
complementario para tomar la decisión de salida. Otro factor importante a considerar es la
aspiración a la reunificación familiar, ya que muchos transmigrantes ponen en marcha su
24
Ibídem. 25
Aquí el uso del término trans pretende englobar todas las sexualidades periféricas, a modo de un término paraguas que haga referencia a una diversidad de prácticas identitarias o variantes no reductibles a categorías fijas.
20
movilidad con el objetivo de reencontrarse con parientes quienes ya se encuentran en otros
territorios.
El proceso migratorio es un proceso dinámico que, desde los momentos previos al viaje, durante el
mismo y en la llegada al país de destino, reconfigura subjetivamente a sus protagonistas, sus
relaciones familiares y con el entorno general. Todo esto marca una ordenación constante de
estrategias de afrontamiento de riegos, redefiniciones morales y éticas en torno a su sexualidad, la
solidaridad, la integridad, el respeto y el ejercicio de sus derechos.
Esta configuración además no culmina en la llegada al país que haya sido elegido sino que se
vuelve permanente en el proceso de integración a la nueva comunidad. En otras palabras, la
identidad migrante es una identidad dinámica, un proceso, que nunca se abandona.
En el caso particular del territorio mexicano, si bien durante muchos años se había caracterizado
por ser un país con una amplia tradición migratoria, debido al incremento de personas que
atraviesan de manera ilegal el país, al mismo tiempo que han aumentado las instancias de apoyo
para esta población, las políticas migratorias se han recrudecido notablemente. De acuerdo con el
reporte del Relator de las Organizaciones Unidas sobre los Derechos de los Migrantes, la población
migrante en tránsito por México anualmente es de aproximadamente 400,000 personas. 26
El Estado mexicano ha recurrido a la utilización de centros de detención para personas migrantes,
denominadas estaciones migratorias, que obedecen a dos finalidades principales: controlar los
flujos migratorios y evitar que las personas se sustraigan a los procedimientos administrativos
migratorios.
Actualmente existen 32 estaciones migratorias que de acuerdo a la Ley de Migración vigente, la
temporalidad máxima de detención es de 15 días hábiles, que se pueden prolongar hasta 60 o por
tiempo indeterminado en caso de que la persona migrante interponga un recurso judicial o
administrativo; 15 estancias provisionales tipo A previstas para una estancia máxima de 48 horas y
12 estancias provisionales tipo B para una estadía máxima de 7 días. Además se pueden habilitar
lugares con la misma finalidad, para recibir a personas que por alguna razón no pueden ser
trasladadas a una estancia o estación migratoria.27 Desafortunadamente estos tiempos no son
respetados en la realidad, lo que se traduce en centros que terminan resultando en un entorno
26
Sin Fronteras (2013). La ruta del encierro: Situación de las personas en detención en estaciones
migratorias y estancias provisionales. Sin Fronteras IAP. 27
Ibídem.
21
carcelario para encerrar migrantes en condiciones de hacinamiento.
En el período de enero a diciembre de 2013, el Instituto Nacional de Migración (INM) registró
86,929 eventos de detención, entre los cuales 81,394 provenientes de América Central. En la
siguiente tabla se reportan los países de origen con mayor número de personas migrantes
detenidas en su tránsito por México.
Nota 28
La Ciudad de México cuenta con la tercera estación migratoria de mayor tamaño en el país, con
una capacidad de 430 personas, precedida por la de Acayucan, Veracruz con una capacidad de 836
lugares, y por Tapachula, Chiapas que es la estación migratoria más grande de México, con una
capacidad de 960 personas.
La estación migratoria de la Ciudad de México, ubicada en el centro del país, se suele utilizar para
alojar a personas sujetas a procedimientos penales, administrativos o judiciales, para las cuales se
requiere una permanencia mayor en detención. Por lo tanto, algunas personas detenidas en otros
estados con frecuencia son trasladadas al Distrito Federal.
Durante 2013, la estación migratoria de Iztapalapa tuvo 1,803 eventos de detención de personas
migrantes, de las cuales 1,321 provenientes de América Central, 240 de América del Sur, 96 de
Asia, 48 de América del Norte, 48 de Europa, 41 de las Islas del Caribe y 9 de África 21.
El procedimiento administrativo migratorio al cual están sujetas las personas migrantes detenidas
puede terminar de tres formas: con un oficio de salida para regularización, que les permitirá
obtener una regular estancia en México; con un oficio de salida, para que abandonen el territorio
nacional por sus propios medios; o con una orden de deportación o de retorno asistido ejecutada
por el INM, mediante la cual la persona abandonará el territorio nacional y regresará a su país de
origen.
28
Cuadro tomado del informe de Sin Fronteras 2013, sobre las estaciones migratorias.
22
Según investigaciones realizadas con población cautiva de estas estaciones migratorias se
caracteriza en términos generales a esta población como personas que suelen ser capaces de
iniciativa para una gran diversidad de acciones, que tienen confianza en sí mismas, generalmente
son sanas y altamente motivadas hacia la supervivencia.29 De acuerdo a algunos testimonios de
éstas personas, los principales recursos para afrontar la adversidad en su trayectoria son:
Lo que me ayuda a sentirme mejor es... “Tener alguna distracción o juego”; “Por lo menos
podemos platicar entre nosotros”; “Orar y pedirle a Dios”; “Orar mucho a Jehová que me dé las
fuerzas necesarias”; “Saber que sí hay personas que se preocupan por nosotros y hablar con las
otras que están acá en mi misma situación.”
Estas formas de expresar los recursos con los que cuentan para sentirse mejor, ponen en evidencia
la fortaleza que da el vínculo con los otros, la posibilidad de la palabra y la escucha, el saberse
acompañados (por una presencia divina, por alguien que se preocupe o por los otros que están en
la misma situación) se trata finalmente de la posibilidad de un encuentro. Esto constata la
pertinencia de una intervención que contenga, que acompañe y que haga presencia de un otro
dispuesto a interesarse en su situación. Así como de la necesidad de construir programas de
tratamientos que se valgan de los propio vínculo que se genera entre las mismas personas que
comparten trayectorias y adversidades.
29
Ibídem.
23
5 MARCO LEGAL EN LA ATENCIÓN A MIGRANTES
5.1 Aspectos legales a considerar Los migrantes que transitan por el territorio nacional tienen los derechos que les reconocen la
Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos y los tratados internacionales firmados por
México, sin importar su nacionalidad ni situación migratoria, con especial atención a grupos
vulnerables como: niños, niñas y adolescentes (sobre todo aquellos que viajen solos); indígenas;
personas trans; personas de la tercera edad y mujeres u hombres víctimas de cualquier delito.
A continuación presentamos el marco legal internacional y nacional que los protege:
NACIONALES INTERNACIONALES
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
Declaración Universal de los Derechos Humanos
Constituciones políticas de los estados Convención Interamericana sobre Concesión de los
Derechos Civiles a la Mujer
Ley General de Población y su Reglamento Convención sobre la Nacionalidad de la Mujer Casada
Código Penal Federal
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y su Protocolo Facultativo
Código Civil Federal Convenio Relativo a la Discriminación en Materia de
Empleo y Ocupación y Convención Relativa a la
Discriminación
en Materia de Empleo y Ocupación Ley Federal del Trabajo Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer
Ley de Nacionalidad Convenio contra la Tortura y Otros Tratos o Penas
Crueles Inhumanas y Degradantes
Ley de Migración Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención
de Belém do Pará”
Reglamento de la Ley de Migración
Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación
5.2 Derechos de los migrantes en el territorio mexicano De acuerdo a la Ley Federal de migración, las personas migrantes (incluso aquellos en situación
migratoria irregular) tienen los siguientes derechos:
24
A la No discriminación
Derecho a recibir un trato digno y humano
A la Información
A la asistencia legal
A contar con un traductor para toda representación legal
A la protección y asistencia consular
A la atención a la salud
Alojamiento en condiciones dignas
A la preservación de la unidad familiar
A la comunicación
A recibir visitas en caso de internación en una unidad migratoria
A la recreación
A solicitar asilo
A la regularización o el retorno asistido
Derecho a visa por razones humanitarias
6 ATENCIÓN PARA MIGRANTES EN CIJ
6.1 Condiciones éticas en la atención a pacientes migrantes Como podemos observar existen marcos jurídicos donde se establece que el trato que los
migrantes reciben deberá ser igual de digno y respetuoso que con cualquier otra persona,
independientemente de su estatus migratorio. Sin embargo, sabemos que en la realidad esto no
ocurre en todos los casos, y que, por el contrario, aún es una población altamente vulnerable a
sufrir gran cantidad de violaciones a los derechos más elementales. Debido a esto, la intención es
que los EMT puedan tener cierta información básica (alentándolos a explorar más) que permita
reflexiones éticas sobre todas las problemáticas que se entrecruzan con el fenómeno migratorio y
poder sensibilizarse respecto a diferentes posturas que podemos tener frente a estas temáticas
que puedan resultar desfavorables para el trabajo con pacientes en esta condición.
Creemos conveniente que cada profesional revise sus posturas sobre temas como el racismo, las
identidades nacionales, la diversidad étnica y cultural, etc. pues sabemos que la presencia de
aquello que se percibe como diferente puede tener consecuencias de muy diversa índole.
6.2 Criterios de inclusión/exclusión en CIJ Para el caso de los pacientes migrantes, se tomarán en cuenta los mismos criterios de inclusión
que se aplican para los pacientes que son candidatos a Consulta Externa Básica o Consulta Externa
Intensiva.
25
Criterios de Inclusión para Consulta Externa Básica:
Pacientes con consumo experimental de drogas.
Pacientes con abuso y/o dependencia de drogas con complicaciones leves según los criterios
del DSM-IV TR/CIE-10.
Criterios de Exclusión para Consulta Externa Básica:
Dependencia a las drogas con complicaciones graves.
Trastornos psiquiátricos no comprobados que requieran hospitalización.
Complicaciones orgánicas o psiquiátricas.
Enfermedades metabólicas descompensadas que pongan en riesgo la vida del paciente.
Criterios de Inclusión Consulta Externa Intensiva:
Pacientes de Consulta Externa que, de acuerdo a la evaluación y a la severidad de su
consumo, requieren un tratamiento ambulatorio intensivo.
Pacientes atendidos en servicios de consulta externa básica en los que se identifique la
necesidad de un tratamiento de mayor contención.
Contexto social adverso (diversas circunstancias sociales en su ambiente cotidiano que
impiden o dificultan su proceso terapéutico para el logro de los objetivos).
Pacientes que egresan de tratamiento Residencial y que para su seguimiento, se
incorporan a esta modalidad.
Criterios de Exclusión de Consulta Externa Intensiva:
Enfermedades metabólicas descompensadas.
Riesgo suicida (ideación, intento reciente, etc.).
Psicosis agudas o graves no controladas.
Estados agudos de intoxicación y/o abstinencia.
Personas que rechazan trabajar en grupo.
26
6.3 Aspectos administrativos y técnicos a considerar en el Expediente Clínico
Electrónico
Es importante explicitar que fuera de los criterios de exclusión anteriormente mencionados,
no habría motivos para negarles la atención a las personas en alguna situación migratoria,
independientemente de su estatus legal y/o cualquier otra condición social: sexo, edad,
religión, preferencia u orientación sexual, etc. Por lo que esta población también será
atendida de acuerdo a la normatividad vigente respecto al llenado del ECE.
Sabemos que las probabilidades de que las personas atendidas dentro de un contexto de
movilidad no cuenten con identificaciones oficiales son muy altas. Debido a esto se han
trabajado en cambios en el Expediente Clínico Electrónico para que este tipo de información
no sea indispensable en el registro y así poder brindar una adecuada atención de esta
población.
Como podrán observar en el apartado de Protocolo de Tratamiento para Migrantes en CIJ se
propone poder considerar un Plan de Tratamiento que se lleve a cabo durante la Ruta que la
propia persona transite, es decir, un expediente que migre junto con el paciente en su
camino. Para esto será indispensable valerse del recurso de la “Referencia/Contra-referencia”
cuantas veces sea necesario, con el fin de sostener el tratamiento/ seguimiento del paciente
el mayor tiempo posible sin que la permanencia en un mismo territorio sea una limitante.
27
6.4 Protocolo de tratamiento
Ingreso ¿Está en una situación de
crisis? No
Sí
Intervención en crisis
Entrevista Inicial
Estudio Socioeconómico
Primeros Auxilios Psicológicos
Historia Clínica Entrevista Psicológica
Plan de Tratamiento Sesión de Retroalimentación
Sí
No
Tratamiento/Rehabilitación y
Reinserción Social
Ruta de
Tratamiento/Referencias a
otros CIJ.
Egreso
Seguimiento
¿Permanece en el mismo
territorio?
Valoración del EMT para
completar la Fase de
Evaluación Clínica Diagnóstica
28
6.5 Necesidades particulares en el tratamiento A partir de lo aquí establecido podemos identificar como las principales necesidades en el
tratamiento para población con cualquier condición migrante las siguientes:
Atención inmediata considerando su situación de alta movilidad.
Respuesta bajo los lineamientos de intervención en crisis de considerarse necesario.
Contención y acompañamiento que sea sensible a su condición.
Información clara respecto a sus derechos en atención a la salud.
Información sobre instancias legales y de cuidado a la salud que puedan ser de utilidad en
su trayecto.
Identificación de redes de apoyo institucionales que puedan acompañar a la persona en su
movilidad.
Identificar necesidades de atención médica, alojamiento, alimentación y/o asesoría legal
para poder brindar la información adecuada así como la gestión necesaria para apoyar en
estas situaciones.
Conformación de redes de autoayuda entre migrantes, que puedan fortalecer vínculos
entre la población y que generen hábitos de cuidado mutuo.
Intervenciones grupales que den lugar a la elaboración y tramitación en procesos de
duelos, configuración de identidades que se vean trastocadas por el proceso migratorio,
las pérdidas y el cambio que supone una movilidad de un territorio a otro.
6.6 Intervención en crisis Las personas que se encuentran en situación de migrantes pueden ser vulnerables a verse en
diversas situaciones que puedan desencadenar una crisis, es decir, momentos en los que el sujeto
pierda la capacidad de responder óptimamente a una determinada circunstancia, lo que origina un
estado de desequilibrio en la persona que se encuentre ampliamente afectada ante dicha
situación. Para la persona en crisis, el punto crucial del asunto es que se siente incapaz de tratar
con las circunstancias abrumadoras que se le presentan en ese momento.
El servicio de intervención en crisis para la población migrante en CIJ tiene como finalidad
primordial que el terapeuta pueda auxiliar a la persona a dar pasos concretos hacia el
enfrentamiento de la crisis, lo cual incluye el manejo de los componentes subjetivos de la situación
y el comienzo del proceso de solución del problema. Todo esto con una visión compleja del
29
problema de la migración y la adicción, que considere las diferentes dimensiones y escenarios que
pueden presentar estas situaciones en una persona con esta condición.
Las situaciones de crisis colocan a las personas ante realidades que difieren de lo anteriormente
conocido. Es decir, que la nueva realidad entra en contradicción, y por tanto en conflicto, con lo
establecido en el psiquismo. Este conflicto dificulta integrar lo que en ese momento se vive, con
sus respectivos sentimientos y percepciones de la situación. Esta falta de integración puede
provocar sufrimiento e inadaptación, manifestados en dolor, tristeza, depresión, estrés, angustia,
desesperación, soledad, culpa y hasta la pérdida del sentido de vida, lo que puede desencadenar el
inicio o aumento de un consumo adictivo de sustancias. Sin embargo, esta misma realidad
irruptiva puede también ser un recurso temporal para salvaguardar la integridad psicológica de la
persona en condición de migrante. En otras palabras, dicha inadaptación transitoria es lo mejor
que en ese momento y bajo dichas circunstancias la persona puede hacer para sobrevivir. De
inicio, el concepto de crisis es asimilable al concepto psicoanalítico de conflicto, siendo éste
necesario para la constitución del psiquismo humano y su constante desarrollo a lo largo de la
vida.
El logro de la intervención en crisis con personas migrantes es contener la angustia y el dolor que
pueda provocar esta ruptura con sus mecanismos adaptativos, para poder acompañar la angustia
derivada de la misma, construyendo con palabras algo que pueda brindar una opción diferente al
consumo de sustancias.
El primer objetivo en la intervención en crisis con migrantes consumidores es lograr que puedan
iniciar a asumir el cambio sufrido en su vida, poder dar lugar a las pérdidas que esté viviendo
derivadas de su tránsito migratorio, así como dar lugar a los temores, ansiedades y angustias que
presente la persona. Asimismo poder indagar la función que el consumo tiene en su condición
migratoria. Así pues, podemos relacionar lo anterior con lo planteado por Freud (1914) como la
base de la cura psicoanalítica a través de la palabra: recordar, repetir y elaborar. La intervención
en crisis busca que el paciente elabore la situación traumática que le aqueja, partiendo de la
escucha del discurso y, a la vez, actuar de forma rápida focalizando los conflictos que están
afectando la funcionalidad y adaptación del paciente, aquellos que le están generando mayor
sufrimiento.
30
Basándonos en el Modelo de Slaikeu (1996), que diferencia dos fases en el proceso de la
Intervención en Crisis proponemos el siguiente esquema:
1) Intervención de primera instancia
Primeros Auxilios Psicológicos, que duran minutos o, como mucho, pocas horas. El
objetivo es restablecer el enfrentamiento inmediato al evento:
Otorgar apoyo de contención.
Identificar las necesidades inmediatas que presente la persona.
Reducir el peligro de muerte ya sea por intoxicación de sustancias o por otros
casos críticos (por ejemplo en casos de maltrato infantil, violencia, intento de
suicidio, deambulación peligrosa, agresiones, etc.).
Intervenir para salvaguardar la integridad física.
Enlazar con recursos de ayuda: Informar sobre los distintos recursos y remitir a
orientación psicológica.
2) Intervención en segunda instancia
Se trata de la Terapia para Crisis propiamente. Esta intervención puede durar semanas o
meses, y su objetivo es la elaboración de la crisis:
Translaborar el incidente de crisis y su relación con el consumo y el proceso
migratorio.
Integrar el incidente en la trama de la vida.
Elaborar el proceso migratorio y su relación con el inicio/aumento/disminución
del consumo.
Tramitar la función del consumo en su condición migratoria.
Establecer la apertura/disposición para encarar el futuro y sensibilizar frente al
proceso adictivo y el cuidado propio.
Los objetivos de la intervención en crisis para migrantes irán encaminados en reducir la incidencia,
la duración y la severidad de los efectos de esa crisis, trabajar con algunos primeros auxilios
psicológicos que incidan en el consumo de los usuarios o, por lo menos, en generar cierta
responsabilidad de cuidado propio y de demanda de tratamiento aún en su movilidad territorial.
La misión consistirá en ayudarlos a clarificar, y de esta manera, reconocer y aceptar, las emociones
conflictivas despertadas por la crisis, así como a la integración de dichas vivencias con su
trayectoria vital.
La intervención en crisis para migrantes también busca que las personas con consumo, abuso o
dependencia a sustancias, puedan recurrir al bagaje personal, o sea, a los recursos que se han ido
forjando, experiencias, aprendizajes, éxitos o fracasos, de los afrontamientos previos de
31
situaciones desbordantes de la problemática del consumo, para un mayor logro del autocontrol.
Por lo tanto el impacto de la intervención, apuntala a que en la medida que las personas afronten
las crisis sin llegar al consumo de drogas, aumentarán su autoconfianza y las habilidades futuras de
afrontamiento.
6.7 Primeros auxilios psicológicos Tomando en cuenta que ante una situación de emergencia, vulnerabilidad y aunque un periodo de
crisis haya finalizado, la restitución emocional de la persona que lo padece no es inmediata y
puede verse modificada mostrándose menos flexible, menos sociable e irritable. En estos casos
consideramos que es necesario dar espacios de contención, donde se dé un acercamiento
paulatino a la persona que acude a buscar ayuda y se pueda dialogar para poder priorizar, junto
con ella, las necesidades que lo aquejen.
Una vez que se haya evaluada que la persona está fuera de una situación que sea necesaria una
intervenciones crisis y después de haber realizado la Entrevista Inicial y el Estudio Socioeconómico
proponemos que se realice una sesión individual o grupal (si es que tienen un grupo conformado
con varios pacientes migrantes).
Se pretende poder indagar en las necesidades más particulares de atención a sus condiciones
generales y poderles hacer una intervención breve donde se les dé información sobre centros de
salud, instancias a las que pueden recurrir de acuerdo a sus necesidades y/o la posibilidad de
seguir indagando sobre las condiciones de consumo y su abstinencia.
Se tendrían los siguientes objetivos:
Brindar contención y continuar con el proceso de tratamiento después de la intervención
en crisis o, si no fue necesaria dicha intervención, con la indagatoria inicial.
Indagar de manera general las condiciones de permanencia o no que la persona tiene.
Brindar información oportuna relacionada con otras instituciones de asistencia que pueda
tener en el trayecto migratorio, así como de los riesgos de consumo a los que está
expuesto.
Fortalecer sobre otros vínculos que acompañen su proceso de tratamiento y/o su tránsito
migratorio. Tal es el caso de gente de la comunidad, otras personas migrantes o instancias
que dan servicios humanitarios a los migrantes.
Fortalecer la abstinencia o la motivación a dejar el consumo.
32
6.8 Fase de Evaluación Clínica y Diagnóstico Esta fase está compuesta por la Entrevista Inicial (EI), el Estudio Socioeconómico (ES), la Historia
Clínica (HC) y la Entrevista Psicológica (EP). Para el presente protocolo de atención proponemos
que sólo se realice la EI y el ES de manera normativa. Así después de haber realizado los primeros
auxilios psicológicos el EMT pueda valorar si es pertinente completar la fase de Evaluación Clínica y
Diagnóstico o si se continúa con el Plan de Tratamiento.
6.9 Fase de tratamiento Independientemente de los servicios de tratamiento, rehabilitación y reinserción social que los
pacientes reciban, la propuesta es que se tomen en cuenta esos espacios terapéuticos para dar
atención a la elaboración de las adicciones y el movimiento migratorio que atraviesa la vida del
sujeto. Incluir espacios grupales que posibiliten la creación de redes apoyo y ayuda mutua, poder
inscribir en el proceso de tratamiento de adicciones otras problemáticas como duelos, violencia y
la emergencia de recursos propios que sostienen ante situaciones de extrema vulnerabilidad.
Es preciso que la situación migratoria del paciente sea tomada en cuenta como una condición que
atraviesa muchas otras problemáticas a las que se tendrán que dar espacio además del síntoma
adictivo.
Será importante identificar las necesidades también en las diferentes áreas de Rehabilitación y
Reinserción Social de cada una de las personas, así como estimular sus capacidades. En este
sentido es preciso tomar en cuenta el contexto general de la persona para poder incluir en el
tratamiento espacios donde se desarrollen habilidades interpersonales, culturales, creativas,
artísticas, laborales, y/o educativas que puedan potenciar sus recursos y generar mejores
condiciones para su salida, tránsito, llegada o retorno migratorio.
6.9.1 Técnicas Además de los servicios de tratamiento de Centros de Integración Juvenil, a continuación se
describen algunas técnicas complementarias que, sujetas a consideraciones clínicas de los Equipos
Médicos Técnicos, pueden utilizarse en diferentes momentos del proceso terapéutico.
Grupos de reflexión sobre migración
Proponemos una guía de preguntas que pueden trabajarse en los grupos de reflexión, tomada de
una intervención realizada con jóvenes de El Salvador que estaban por empezar su ruta migratoria
33
hacia los Estados Unidos.30 Estas preguntas pueden pensarse también para otros espacios de
contención con los pacientes.
Expectativas y desafíos del proceso de inserción en Estados Unidos
- ¿Cómo imaginan que es la vida en Estados Unidos? ¿Cuál es el sueño o el proyecto que
esperan alcanzar viajando hacia Estados Unidos?
- Cómo ya han señalado, la vida en Estados Unidos puede ser muy diferente a la vida en el
país de origen. ¿Quiénes consideran que les ayudarán en su proceso de adaptación a
Estados Unidos? ¿Qué expectativas tienen en relación con el empleo, la familia, la
educación?
Afrontamiento de riesgos
- ¿Cómo se sienten en relación con los riesgos o las oportunidades que se pueden presentar
durante la ruta?
- ¿Cómo has afrontado estos peligros?
- ¿Cuál es la relación del consumo con estos peligros?
- Frente a todas estas posibilidades de eventos o situaciones, ¿qué estrategias para superar
o prevenir el ser víctima has encontrado?
- ¿Cuáles son los retos que enfrentas en esta movilidad, siendo hombre/mujer?
- ¿De qué factores ha dependido que te enfrentes con éxito a estos retos?
Técnica grupal “Mapa Emocional”
Una técnica en grupo que puede favorecer el trabajo con poblaciones migrantes es realizar un
mapa emocional de la migración.
Objetivo: Que las personas puedan elaborar grupalmente las emociones y vivencias atravesadas
en su tránsito migratorio.
Descripción: Se les da una hoja y un plumón para que los participantes puedan dibujar la ruta
transitada, identificando las emociones que los acompañaron en el camino. Pueden usar colores
diferentes que expresen estas sensaciones y emociones en el trazo de su camino.
En un primer momento se pide que todos observen los dibujos producidos por el grupo y después,
de manera personal, puedan hablar de sus mapas emocionales y de esa ruta que siguen
construyendo.
30 Gaborit, Mauricio; Zetino Duarte, Mario; Brioso, Larissa; Portillo, Nelson (2012). La esperanza viaja sin
visa: Jóvenes y migración indocumentada en El Salvador. UNFPA-UCA, San Salvador.
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Será importante identificar la relación de esta ruta emocional con el problema de consumo, ubicar
factores de riesgo y de protección que hayan aparecido en las rutas, resaltar recursos personales
para afrontar momentos de mayor vulnerabilidad y generar un trabajo grupal que posibilite la
contención y el trabajo colaborativo entre los participantes.
Técnicas narrativas
“Cuentos de viajes y aventuras”
En este punto se pueden valer de herramientas narrativas de la literatura que ayuden a arman una
narración de la propia historia migratoria.
Objetivo: Elaborar una narración que les permita reconstruir su trayectoria migratoria y
resignificarla a través de la ficción.
Descripción: con la ayuda de cuentos, novelas cortas con historias de migración, viajes o
movimientos territoriales (realistas o de fantasía) hacer una lectura grupal. Posteriormente
retomar las propias historias en una plenaria valiéndose de preguntas que guíen la participación,
como por ejemplo:
-¿Qué te pareció la historia? ¿Qué es lo que más te llamó la atención? ¿Qué te hizo sentir? ¿Te
recordó algo? ¿Se parece en lago a tu propia historia de migración? ¿Cómo se desenvuelve el/la
protagonista? ¿Qué hubieras hecho tú en esa situación? ¿Cómo hubieras escrito tú el final de la
historia? ¿Cómo te gustaría que continuara la historia?
A partir de estas preguntas se podrá ir elaborando las propias historias, así como los recursos
personales y grupales para posicionarse frente a dichas situaciones.
Si no se cuentan con recursos literarios para realizar esta actividad, se puede estimular a que de
manera grupal se construya una historia a partir de la ficción donde cada uno de los participantes
proponga un fragmento de ésta. La propuesta sería de esta manera:
“La historia de Juana y la historia de Juan”
Dispuestos en círculo cada participante irá aportando elementos imaginarios a una historia de una
mujer/hombre migrante (se hará una vez para Juana y otro momento para la historia de Juan),
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donde cada participante en turno tendrá que continuar el fragmento aportado por el participante
anterior, con los elementos que se le vengan a la imaginación.
Será conveniente fomentar que digan cualquier cosa que se les ocurra sin necesidad de elaborar
mucho sus ideas. De esta manera se harán dos rondas para poder dar lugar a crear una historia
para Juan y otra para Juana.
Al finalizar las historias, se pueden hacer uso de las preguntas mencionadas para compartirlas
grupalmente y hacer el trabajo clínico guiado por el coordinador de la técnica.
Intervención terapéutica:
Independientemente de la técnica que sea empleada se recomienda que el proceso terapéutico
pueda intervenir, por lo menos, en los siguientes puntos:
Obtener una narrativa de la migración
Identificar la función del consumo dentro del contexto migratorio
Considerar las conexiones entre países/contextos/vidas y partes de la familia
Explorar los significados de la migración
Identificar recursos personales en la vulnerabilidad
Identificar y fortalecer redes de apoyo fuera del consumo
6.10 Rutas de tratamiento Dadas las condiciones de movilidad de la población nos vemos obligados a replantear estrategias
de tratamiento, de tal manera que se incluyan mecanismos comunitarios de intervención, que
contemplen acciones en coordinación con otras instancias de atención. Acciones donde se
establezcan lazos sociales para el tratamiento entre instancias ubicadas en las comunidades de
salida (y regreso) de personas migrantes, así como aquellos espacios de tránsito y los territorios
que son más populares como destino final de la migración.
Específicamente proponemos que, haciendo uso del recurso de la Referencia/Contra-referencia
intrainstitucional, los centros a lo largo del territorio nacional puedan establecer un vínculo que les
permita brindar una atención en red social. Se tratará de una red que los propios migrantes irán
tejiendo con su movilidad y la capacidad de los centros de acompañar y dar contención en este
proceso. Destacamos el desafío que supondrá fortalecer una práctica interdisciplinaria entre los
EMT en su interior y con otros equipos de diferentes unidades operativas.
36
37
6.11 Cierre y Egreso Sabemos que los pacientes con una condición migratoria suponen un desafío para una adecuada
adherencia terapéutica que implica reconocer límites profesionales e institucionales en la
intervención en esta problemática.
Además que la condición de movilidad territorial supone un efecto en términos reales en el
tratamiento. Por lo que será necesario tener un dispositivo de servicios que, aunque opere
principalmente desde intervenciones cortas y primeros auxilios psicológicos, pueda tener efectos
en la salud de las personas.
En todos los casos será necesario realizar los egresos pertinentes, para aquellos casos en que
concluyan su tratamiento o cuando las condiciones migratorias imposibiliten la permanencia en la
institución. El tipo de egreso se realizará a partir de las condiciones inmediatas de las personas
atendidas, independientemente de la situación migratoria. Esto de acuerdo al actual formato del
Egreso del ECE.
7 CONCLUSIONES GENERALES Debido a las condiciones geopolíticas en las que se encuentra nuestro país, el fenómeno
migratorio ha cobrado especial relevancia en los últimos años, ya que como se da cuenta en las
diferentes investigaciones y producción bibliográfica sobre el tema, se trata de una situación que
ha devenido problemática por sus grandes dimensiones poblacionales, políticas, económicas y
sociales; esto supone la necesidad de abordarla desde diferentes frentes, dada su complejidad.
El impacto de esta problemática en la salud y en las adicciones es un tema que se vuelve también
necesario considerar para poder continuar mejorando programas de tratamiento que tomen en
cuenta las particularidades de diferentes grupos poblacionales con necesidades muy específicas y
con vulnerabilidades profundas.
Centros de Integración Juvenil ha dado repuesta a este fenómeno desde la investigación y el
tratamiento en diferentes unidades operativas en el país. Por lo tanto se trata de una situación
con la que la institución ya ha tenido el contacto suficiente, que permite proponer desde la
normatividad un marco de tratamiento que sirva de apoyo y guía para continuar con esta labor.
Considerando la vulnerabilidad de la población migrante tanto mexicana como de Centro y
Sudamericana que transitan el territorio, se brinda un panorama general de las características
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demográficas de esta población, la situación de violencia generalizada que implica en sí mismo un
desplazamiento poblacional, así como las agresiones a las que se ven expuestas las personas
involucradas.
Se plantea así una intervención que tome en cuenta un marco legal y de protección de los
Derechos Humanos, así como una transversalidad de las cuestiones de género y sexualidad que
atraviesan a todos los cuerpos que llevan a cabo este desplazamiento.
Finalmente la propuesta de tratamiento en CIJ apunta a considerar la situación migratoria como
un evento de vida particular y con características singulares, que puede exponer a las personas a
eventos violentos en diversos planos de su vida y, en algunos casos, ser un factor de riesgo para el
consumo de sustancias adictivas. Sin embargo se trata, al mismo tiempo, de una condición de vida
que busca una posibilidad de re-construcción desde los recursos más propios de los sujetos. Es
quizás ésta la mayor apuesta en el tratamiento, ya que son personas que han tomado decisiones
determinantes para realizar cambios radicales en sus vidas. Habrá que pensarlas entonces como
una población con recursos singulares que serán necesarios aprovechar como factores de
protección.
8 LINKS DE INTERÉS Directorio organizaciones que atienden migrantes en México y Centro América
http://www.crmsv.org/documentos/investigacion/Directorio%20de%20Org%20en%20DDHH.pdf
Directorio por Entidad Federativa en México
http://www.conevyt.org.mx/cursos/cursos/oh/recursos/directorio/dir6.htm
Directorio del Migrante en México
http://www.jornada.unam.mx/migracion/?seccion=directorio-mexico
Directorio de Programas Institucionales dirigidos a la población Migrante 2013
http://www.inm.gob.mx/static/Ligas_Interes/Directorio_programas_institucionales2013.pdf
Instituto Nacional de Migración
http://www.inm.gob.mx/
Instituto para las Mujeres en la Migración A.C.
http://www.imumi.org/
39
Mujer Migrante
http://mujermigrante.mx/
Sin Fronteras A.C.
http://www.sinfronteras.org.mx/index.php/es/
Ley de Migración vigente y su Reglamento de la ley de migración vigente:
http://www.inm.gob.mx/static/marco_juridico/pdf/Ley_de_Migracion_y_Reglamento.pdf
Derechos Humanos de las personas migrantes que transitan por México:
http://www.inm.gob.mx/static/pdf/DH_PERSONAS_MIGRANTES_TRANSITAN_MEXICO.pdf
Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores
migratorios y de sus familiares, ratificada por México:
http://www.inm.gob.mx/static/transparencia/pdf/CONVENCION_INTERNACIONAL_PROTECCION_
DERS_TRABS_MIG_FAM.pdf
Encuesta sobre Migración en la Frontera Sur de México 2013:
http://www.conapo.gob.mx/work/models/CONAPO/Resource/2402/1/images/EMIF-ANUAL-SUR-
v15.pdf
Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México 2013:
http://www.colef.mx/emif/resultados/informes/2013/Norte/EMIF-NORTE.pdf
Glosario de términos clave sobre migración:
https://www.iom.int/es/los-terminos-clave-de-migracion
Manual de Atención a Personas Migrantes: Estrategias de apoyo en situaciones de violencia.
http://imumi.org/attachments/2013/manual_atencion_migrantes.pdf
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