Protocolos Montreal Kyoto

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__________________________________________________________________ ______________ PROTOCOLO DE MONTREAL En Septiembre de 1987 en la ciudad de Montreal-Canadá, 24 países (actualmente 197), firmaron inicialmente el Protocolo de Montreal relativo a las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono y entra en vigor en 1989 (documento de tan solo 8 páginas) sus repercusiones en la Comunidad Mundial fueron Importantes porque se trataba de una iniciativa de la comunidad internacional de lanzar un llamado de alerta y necesidad urgente de integrar un frente común, bajo una lista inicial de 8 Sustancias Controladas: Cinco Refrigerantes CFC ´s (Anexo A, Grupo I) y Tres Halones (Anexo A Grupo II), estableciéndose límites de producción, límites de consumo y comercio con países que no son parte del Protocolo de Montreal. Guatemala aprueba el Protocolo de Montreal a través del Decreto 34-89. Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono. Son todas aquellas sustancias químicas identificadas de interés para el Protocolo de Montreal por su Potencial de Agotamiento de la Capa de Ozono y sus efectos nocivos a la salud humana y al ambiente; sustancias químicas utilizadas como agentes espumantes, solventes de limpieza en la industria electrónica, propulsores en aerosoles, esterilizantes, extintores de incendios, fumigantes del suelo y de mercancías y especialmente los gases refrigerantes (CFC, HFC, HCFC), utilizados en sistemas de refrigeración doméstica, comercial e industrial, aire acondicionado y en bombas de calor. El Protocolo de Montreal cuenta con herramientas de adecuación y ha sido actualizado a través de ajustes y cuatro Enmiendas (Enmienda de Londres, Enmienda de Copenhage,

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Control de producción y utilización de refrigerantes con contenido de cloro CFC Y HCFC's

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PROTOCOLO DE MONTREAL

En Septiembre de 1987 en la ciudad de Montreal-Canadá, 24 países (actualmente 197), firmaron inicialmente el Protocolo de Montreal relativo a las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono y entra en vigor en 1989 (documento de tan solo 8 páginas) sus repercusiones en la Comunidad Mundial fueron Importantes porque se trataba de una iniciativa de la comunidad internacional de lanzar un llamado de alerta y necesidad urgente de integrar un frente común, bajo una lista inicial de 8 Sustancias Controladas: Cinco Refrigerantes CFC´s (Anexo A, Grupo I) y Tres Halones (Anexo A Grupo II), estableciéndose límites de producción, límites de consumo y comercio con países que no son parte del Protocolo de Montreal. Guatemala aprueba el Protocolo de Montreal a través del Decreto 34-89.

Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono. Son todas aquellas sustancias químicas identificadas de interés para el Protocolo de Montreal por su Potencial de Agotamiento de la Capa de Ozono y sus efectos nocivos a la salud humana y al ambiente; sustancias químicas utilizadas como agentes espumantes, solventes de limpieza en la industria electrónica, propulsores en aerosoles, esterilizantes, extintores de incendios, fumigantes del suelo y de mercancías y especialmente los gases refrigerantes (CFC, HFC, HCFC), utilizados en sistemas de refrigeración doméstica, comercial e industrial, aire acondicionado y en bombas de calor.

El Protocolo de Montreal cuenta con herramientas de adecuación y ha sido actualizado a través de ajustes y cuatro Enmiendas (Enmienda de Londres, Enmienda de Copenhage, Enmienda de Montreal y Enmienda de Beijing) y con ello la incorporación de nuevas Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO), derivado de investigaciones científicas concluyentes.

Guatemala aprueba las Cuatro (4) Enmiendas del Protocolo de Montreal a través del Decreto 17-2001.

El protocolo de Montreal es uno de los Convenios medioambientales de más éxito y que cuenta con la adhesión de la totalidad de países miembros de la Organización de Naciones Unidas.

habiendo logrado con el esfuerzo actual de 197 países signatarios, la eliminación del 98% de la producción y el consumo de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO) de un grupo de interés de 96 sustancias; esto en países desarrollados y el 95 % en países en vías de desarrollo.

PROTOCOLO DE KYOTO

Este protocolo compromete a los países industrializados a estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero. La Convención por su parte solo alienta a los países a hacerlo.

El PK, fue estructurado en función de los principios de la Convención. Establece metas vinculantes de reducción de las emisiones para 37 países industrializados y la Unión Europea, reconociendo que son los principales responsables de los elevados niveles de emisiones de Gases Efecto Invernadero GEI que hay actualmente en la atmósfera, y que son el resultado de quemar combustibles fósiles durante más de 150 años. En este sentido el Protocolo tiene un principio central: el de la «responsabilidad común pero diferenciada».

El Protocolo ha movido a los gobiernos a establecer leyes y políticas para cumplir sus compromisos, a las empresas a tener el medio ambiente en cuenta a la hora de tomar decisiones sobre sus inversiones, y además ha propiciado la creación del mercado del carbono.

En general el Protocolo de Kyoto fue considerado como primer paso importante hacia un régimen verdaderamente mundial de reducción y estabilización de las emisiones de GEI, y proporciona la arquitectura esencial para cualquier acuerdo internacional sobre el cambio climático que se firme en el futuro. Ya concluyó el primer período de compromiso del Protocolo de Kyoto en 2012 y se amplió hasta el 2015, tiempo en el que tiene que haber quedado decidido y ratificado un nuevo marco internacional que pueda aportar las severas reducciones de las emisiones que según ha indicado claramente el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) son necesarias.

En la Reunión de las partes que se realizará en Paris a finales de 2015, se espera quede establecido ese nuevo protocolo, vinculante y con contribuciones ambiciosas y significativas de los países miembro para iniciar nuevamente en el 2020 y luchar para que la temperatura del planeta no supere los 2 grados, evitando con esto consecuencias que ponen en riesgo nuestra vida en el planeta.

Principios de PKEl Protocolo de Kyoto tiene los mismos objetivos y principios que la Convención, pero la refuerza de manera significativa ya que a través de él las Partes incluidas en el anexo I se comprometen a lograr objetivos individuales y jurídicamente vinculantes para limitar o reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Sólo las Partes en la Convención que sean también Partes en el Protocolo (es decir, que lo ratifiquen, acepten, aprueben o se adhieran a él) se ven obligadas por los compromisos del Protocolo.

Los objetivos individuales para las Partes incluidas en el anexo I de la Convención se enumeran en el anexo B del Protocolo de Kyoto. Entre todos suman un recorte total de las emisiones de gases de efecto invernadero de al menos el 5% con respecto a los niveles de 1990 en el período de compromiso de 2008-2012.

Las metas cubren las emisiones de seis gases de efecto invernadero, a saber:

Dióxido de carbono (CO2) Metano (CH4) Óxido nitroso (N2O) Hidrofluorocarbonos (HFC) Perfluorocarbonos (PFC) Hexafluoruro de azufre (SF6)

La cantidad máxima de emisiones (medidas como el equivalente de dióxido de carbono) que una Parte puede emitir a lo largo del período de compromiso con el fin de cumplir su meta de emisiones es lo que se conoce como «cantidad atribuida» de la Parte.

Al igual que la Convención, el Protocolo reconoce las necesidades y los problemas específicos de los países en desarrollo, especialmente los de los más vulnerables. Por tanto las Partes en el anexo I deben informar de sus esfuerzos por cumplir sus metas de reducción de las emisiones al mismo tiempo que reducen todo lo posible los efectos adversos que sufren los países en desarrollo.