PROVINCIAS C O N POSIBILIDADES PETROLERAS EN EL DISTRITO DE CHIHUAHUA

Jorge C. Tovar Rodríguez *

R E S U M E N

Las provincias con posibilidades petroleras futuras en el Distrito Chihuahua son: (1) El

Mar Mexicano en el norte de Durango, que se postula esté comunicado con la Cuenca de

Chihuahua a la altura de Camargo, Chih., cont inuando hacia el NW al Estado de Sonora,

separado de la mencionada cuenca por la Península de Aldama, (2) La Plataforma de Coa-

huila que incluye las porciones SE de Chihuahua, extremo oeste de Coahuila y Ne de Du­

rango, (3) La Cuenca de Chihuahua que abarca la porción oriental del Estado de Chihua­

hua con posible comunicación al SE con el Golfo de Sabinas y al SW con el Mar Mexicano

y (4) La Cuenca de Ojinaga formada en la Tectogenia Laramide, que contiene rocas cre­

tácicas discordantes sobre el Paleozoico.

El Jurásico proveniente del sureste, se depositó en el Mar Mexicano y la Cuenca de

Chihuahua y consiste aproximadamente de 95 ,000 Km^ de areniscas, lutitas, carbonatos

y evaporitas; el Cretácico Inferior que abarca casi toda el área incluye 420 ,000 Km^ de

carbonatos y areniscas con lutitas; el Cretácico Superior depositado en el centro y sur

del Estado de Chihualiua, oeste de Coahuila y norte de Durango contiene 130,800 Km^'

de areniscas, lutitas y calizas arcillosas, siendo todos los sedimentos mencionados de ori­

gen marino. Además se tiene el Paleozoico con interés petrolero en algunas porciones del

área, en facies de plataforma y cuenca, subyaciendo discordantemente al Mesozoico.

Son objetivos primarios los acuñamientos de sedimentos costeros en los bordes de

los elementos, areniscas, desarrollos oolíticos y posibles crecimientos arrecifales para el

Jurásico, asociados con grandes espesores de sus correspondientes facies de cuenca, ricas

en materia orgánica que según estudios geoquímicos realizados en la Cuenca de Chihua­

hua, presentan características de roca generadora de hidrocarburos.

El borde de la plataforma del Alb iano-Cenomaniano , con facies arrecifales y su

correspondiente talud, además de las facies de plataforma con dolomías con buena poro-

* Superintendencia General de Departamentos de Ex­ploración, Zona Noreste, Distrito Oiihuahua, Petróleos Mexicanos

Trabajo presentado en el X V I I I Congreso Nacional de la Asociación de Ingenieros Petroleros de México, A.C.

25

BOL. ASOC. Mi;X. G I O L . I 'LTR.

26

sidad y biostromas, ofrecen características de rocas a lmacenadoras , t en iendo al pon ien te facies de cuenca equivalentes, con posibilidades de general h idrocarburos .

El Neocomiano—Aptiano con sus facies arenosas y oolít icas, así c o m o los desarro­llos arenosos del Cretácico Superior que han tenido manifestaciones de h idrocarburos en superficie y subsuelo, const i tuyen también posibles rocas a lmacenadoras .

Los desarrollos arcillosos del Apt iano Superior y el Cretácico Superior, presentan según estudios geoquímicos, características para generar h idrocarburos .

Como objetivo secundario se tiene el Paleozoico en la porción correspondiente al "Fore l and" del Cinturón Tectónico Ouachita, con facies de plataforma (pos ib lemente almacenador) y cuenca (posiblemente generador) .

Como rocas sello principales a diferentes niveles estratigráficos, se t ienen el p o t e n t e espesor de sal y anhidrita que se desarrolló hacia la cima del Jurásico en la Cuenca de Chihuahua, los yesos del Apt iano Superior, las anhidri tas del A l b i a n o - C e n o m a n i a n o y los espesores potentes de lutita deposi tados en los ambientes de cuenca, correspondien­tes a todos los niveles estratigráficos antes t ra tados.

Toda el área está afectada tec tónicamente por la Revolución Laramide y la Tafro-genia posterior, en mayor ó menor grado, dependiendo de su posición den t ro del marco, paleotectónico.

A B S T R A C T

The following geologic provinces in the Chiliuahua District are considered potent ia l ly productive areas: 1) The Mar Mexicano (Mexican Sea) nor th of Durango, which h y p o t h e -tically communicates with the Cuenca de Chihuahua (Chihuahua Basin) at Camargo, Chihuahua, continuing towards the NW to the State of Sonora , bu t separated from the Cuenca de Chihuahua by the Peninsula de Aldama (Aldama Peninsula). 2) The Platafor­ma de Coahuila (Coahuila Platform) which includes the SE part of Chihuahua , the fartherst western part of Coahuila and NE Durango. 3) The Cuenca de Chihuahua which includes the eastern part of the State of Chihuahua possibly communica t ing towards the SE with the Golfo de Satinas (Sabinas Gulf) and to the SW with the Mar Mexicano. 4) The Cuenca de Ojinaga (Ojinaga Basin) that was formed during the Laramide Orogeny, which includes Cretaceons rocks that lie unconformally over the Paleozoic.

The prioritary areas to explore are the Mesozoic wedges of coastal sediments , sand­stones, probable reef growths, associated with thick sediments in their basin facies wi th organic mat ter . Some of those sediments have oil generating characteristics, while o thers could be potential t raps.

A secondary objective is the explorat ion of the Paleozoic Foreland of the Ouachi ta Tectonic belt, with a platform facies (possible t rap) and basin facies (potent ia l ly oil ge­nerative).

The whole area is tectonically affected by the Laramide Revolution and the follow­ing Traphogeny to a greater or lesser degree, depending upon its posit ion within the pa-leotectonic framework.

VOL. X X X I U , NUM. 1 , 1981.

INTRODUCCIÓN

A partir de 1976 los trabajos explorato­rios en el Distrito Chihuahua se han con­centrado en las porciones central y sur del Estado de Chihuahua y en la parte norte del Estado de Durango, con objeti­vos principalmente mesozoicos. A la fe­cha se completó el levantamiento aero-magnético que cubre el total del área ex-plorable y se realizan trabajos geológicos, gravimétricos y sismológicos de semideta-lle y detalle en diversas áreas estratégicas dentro del marco paleogeográfico regio­nal.

Información reciente de subsuelo de dos pozos, uno de ellos en perforación, en el borde occidental de la Peninsula de Coahuila, indican la presencia de rocas con posibilidades de generar y almacenar hidrocarburos, habiendo presentado pe­queñas manifestaciones de gas, aceite y asfalto en rocas del Cretácico Superior e Inferior; así mismo se considera con base en la información actual, que otras provincias en el Distrito como el Mar Mexicano, la Cuenca de Chihuahua y la Cuenca de Ojinaga, muestras característi­cas geológicas favorables para la existencia de hidrocarburos.

En este trabajo se presenta el marco geológico regional y se describen las pro­vincias con mejores posibilidades petro­líferas. (Fig. 1 ).

MARCO GEOLOGICO Y FISIOGRAFICO

Este trabajo incluye el Estado de Chihuahua y el norte de Durango, en su porción correspondiente a la provincia de Sierras y Cuencas (Fig. 2); tiene como límite al poniente el paralelo 107° oeste y el borde oriental de la Sierra Madre Occidental constituida en su mayor par­

te por rocas ígneas extrusivas e intrusivas; al oriente el Río Bravo y aproximadamen­te el límite de estados con Coahuila, al norte el limite internacional con EE.UU. AA., la provincia citada está caracteriza­da por montañas de rocas sedimentarias e ígneas, fuertemente erosionadas y afalla-das normalmente en sistema de bloques con echados relativamente suaves separa­dos por bolsones, que son planicies semi-áridas con drenaje interior, en la porción nororiental de la provincia; las sierras están menos separadas y más plegadas y afalladas normal e inversamente y se ali­nean NW-SE paralelas al Río Bravo hasta la altura de Ojinaga, Chih., correspondien­do al "Cinturón Tectónico de Chihuahua" de DeFord(1958).

Aproximadamente a partir del para­lelo 29° 20' hacia el sureste, la actividad ígnea cenozoica comienza a ser mayor y los afloramientos de rocas sedimentarias más escasos principalmente al NE de la carretera Torreón-Chihuahua, observán­dose derrames lávicos e intrusiones graní­ticas ocasionando estructuras semidómi-cas como la Sierra de Santa Elena.

A partir del paralelo 27° 30' y hacia el SE, correspondiendo a la Paleopeninsu-la de Coahuila, se tienen sierras con sedi­mentos del Ki de topografía relativamen­te media a baja muy amplias y suaves; están separadas entre si por ampüos valles que corresponden a "grabens" en los que afloran esporádicamente en pequeños lo­meríos terrígenos del Cretácico Superior y rocas ígneas terciarias.

Bordeando al poniente la Platafor­ma de Coahuila, coincidiendo con la ca­rretera Torreón-Camargo, se tienen algu­nas sierras alargadas y angostas que se ajustan a las formas del elemento, presen­tando fallas inversas al NE, hacia el SW; en el NE de Durango (Mar Mexicano) se

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B O L . A S O C . MEX. GEOL. PETR.

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Fig. 1. Plano de localización.

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Fig. 2. Provincias flsiográficas (por Raisz).

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BOL. ASOC. Mi;X. G L O L . FLTR.

observa el sistema clásico de fosas y pila­res correspondientes respectivamente a va­lles y sierras alargadas en su mayoría sedi­mentarias, existiendo también ígneas ex­trusivas e intrusivas.

UNIDADES ESTRATIGRÁFICAS

Se tienen rocas con posibilidades de generar y almacenar hidrocarburos en las áreas mencionadas en este trabajo, inclu­yendo una gran parte del Estado de Chi­huahua, norte de Durango y oeste de Coa­huila. Las áreas con más posibilidades en el Paleozoico corresponden al Ordovícico, Devónico, Pensilvánico y Pérmico, enfo­cándose a ellos el análisis, y en el Meso­zoico todo el Cretácico y el Jurásico. (Figs. 3 , 4 y 5).

Paleozoico. Ha sido observada una potente sección de sedimentos paleozoi­cos en la superficie y el subsuelo en la porción norte del Estado de Chihuahua (Figs. 3 y 4) ± . 3000 m. (Cámbrico-Pérmico), que se extienden hacia el sur del Estado y hacia los vecinos estados de Nuevo México y Texas en EE.UU.AA. En la porción central del Estado de Chi­huahua (Figs. 3 y 4) (Placer de Guadalu­pe) afloran 1200 m (Ordovícico—Pérmi­co) en facies de plataforma y 15 Km. Al SE, entre la Sierra de Carrizalillo y Cho­rreras, se tienen 3375 m (Barradas, 1974) de flysch (Pérmico) del Cinturón Tectó­nico Ouachita, similares a los que afloran en el área de Acátita-Las Delicias, Coah., al este del área incluida en este trabajo.

En el Ordovícico del SW de Nuevo México y oeste' de Texas, la Formación Ellenburger constituida por dolomías, es de las principales productoras de hidro­carburos; en el norte de Chihuahua, en el Pozo Chinos No. 1 (Fig. 1), su equivalente está constituida por 140 m de calizas dolomitizadas con intercalaciones de limo-

litas y lutitas gris'oscuro, correspondiente a facies de cuenca? (Reynolds, 1972), des­conociéndose su comportamiento en el resto del distrito, a excepción de Placer de Guadalupe, donde consiste de 280 m (Bridges, 1965) de calizas con lentes bio-hérmicos de dolomías, de aguas someras, que pudieron haber permitido el depósi­to de rocas almacenadoras de hidrocarbu­ros.

La Formación Percha del Devónico se extiende hacia varios estados de la unión americana, con depósitos de cuenca ricos en materia orgánica, considerándose prolifica para la generación de hidrocarbu­ros. En el Pozo Chinos No. 1, consiste de 77 m de mudstone arcilloso y lutita gris a negra carbonosa.

En el área de Placer de Guadalupe (Bridges, 1965), dentro de su unidad II incluye al Devónico, representado por ca­liza gris oscuro que considera como posi­ble generadora de hidrocarburos.

En el Pérmico—Pensilvánico en Nue­vo México y Chihuahua (Fig. 6) se observa en el subsuelo el Wolfcampiano Inferior y el Pensilvánico Superior, constituidos por lutita gris oscuro a negro con algunas in­tercalaciones de caliza y arenisca (Cuencas Álamo Hueco y Pedregosa). Hacia el oriente, en las Montañas Big Hatchet, N. M., se tienen facies de talud en el Ca­ñón Borrego con desarrollos arrecifales y brechas (Chupbach y Wilson, 1971) y al oriente un arrecife biohermal (Zeller, 1965) Pensilvánico Sup. — Wolfcampiano Inf. de J L 200 m; ya en Chihuahua, en la Sierra de Palomas y el Pozo Chinos No. 1 (Fig. 14) se observan facies de platafor­ma para los períodos mencionados, con 1140 m de calizas de plataforma. En el Pozo Moyotes No. 1 (Hernández, 1972), se detectó la presencia del Archipiélago de Florida, encontrándose 1400 m de Pérmi-

30

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Fig. 3. Tabla de correlación estratigráfica.

A R E A V I L L A A H U M A D A

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Fig. 4. Columnas litológicas representativas.

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C O de plataforma, evapon'tico y semicon-tinental sobre el basamento Precámbrico.

En las unidades antes descritas se mencionaron, rocas con capacidad de ge­nerar hidrocarburos en las cuencas permo-pensilvánicas (Fig. 6), así como almacena­doras en los biohermas y las facies de ta­lud en los bordes de la plataforma de Flo­rida y acuñamientos y facies arenosas en los bordes del archipiélago del mismo nombre.

Sobreyaciendo a la Formación Hor­quilla dentro del Pérmico, se tienen las Formaciones Earp, Epitaph y Concha, básicamente constituidas por dolomías que potencialmente pueden almacenar hidrocarburos, como se observó en las manifestaciones de gas en la Formación Epitaph, en los pozos Humble BA No. 1 y Espía No. 1 (Lemus, 1973), en Nuevo México y NW de Chihuahua.

En la porción central de Chihuahua (Bridges, 1965), el Pensilvánico está repre­sentado por calizas arcillosas y caliza de agua somera masiva a gruesa, con hori­zontes de pedernal y el Pérmico está constituido por ^ 1400 m de limolitas, lutitas, arrecife de 100 m de espesor, una capa de riolita y un conglomerado (Meso­zoico?).

La caliza negra del Pensilvánico po­dría ser la mejor roca generadora del Paleozoico y las rocas pérmicas pueden ser receptáculos potenciales, lo mismo que las rocas pensilvánicas.

Mesozoico. Los depósitos marinos del Mesozoico (Figs. 3 y 4) con espeso­res hasta de 7000 m en la Cuenca de Chi­huahua, presentan tres megaciclos: terrí-genos-carbonatos (Jurásico Superior— Aptiano); carbonatos con intercalaciones arcillosas (Albiano-Cenomaniano) y terrí­

genos predominantes (Turoniano-Seno-niano).

Jurásico. Los depósitos del sistema Jurásico se inician en el Mar Mexicano con sedimentos oxfordianos con J L 500 m de espesor (Eguiluz, 1976), areno—calcáreos con algunos desarrollos evaporíticos, de­positados sobre lechos rojos del Triásico. Su importancia económico—petrolera con­siste en su posibilidad de ser roca almace­na do ra.

Durante el Kimeridgiano—Titoniano, se depositó una secuencia de areniscas, lutitas y calizas arcillosas potencialmente generadoras de hidrocarburos, con varia­ciones laterales en función de su posición dentro del marco paleogeográfico. (Fig. 7).

El esoesor de estos sedimentos puede alcanzar J L 2000 m en el depocentro de las cuencas, acuñándose lateralmente ha­cia los elementos positivos, penínsulas del Diablo, Aldama y Coahuila.

Al final del Titoniano, se registra un movimiento regresivo a nivel regional, que originó depósitos más someros, formán­dose en la Cuenca de Chihuahua una cuen­ca evaporítica constituida por cloruros y sulfatos con espesores hasta de 2000 m (Pozos Cuchillo Parado Nos. 1 y 2), que pueden constituir la unidad sello de ma­yor importancia en el Distrito.

El Neocomiano Inferior igualmente hereda la paleotectónica inicial del Jurá­sico Superior, presenta facies más profun­das en el Mar Mexicano con calizas arcillo­sas y lutitas, a más someras en la Cuenca de Chihuahua con areniscas y lutitas (Fig. 8). En este tiempo los mares invaden parcialmente los elementos positivos, con depósitos de arenisca lutita y conglomera­dos como las penínsulas de Coahuila, Al-dama y Diablo; teniéndose depósitos con­tinentales a mixtos en ellas, como los

34

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Fig. 6. Paleogeografía del Pérmico-Pensilvánico.

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Fig. 7. Paleogeografía del Jurásico Superior (Titoniano).

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Fig. 8. Paleogeografía del Neocomiano.

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BOL. ASOC. M I X . GLOL. I ' ITR.

desarrollos deltaicos masivos de arenisca de estratificación cruzada en Magistral al SW de la Cd. de Chihuahua.

El espesor promedio de estos sedi­mentos es de 1000 m, alcanzando hasta 2000 m en la Cuenca de Chihuahua (Her­nández, 1974) y se adelgaza hasta estar ausente sobre los elementos positivos, donde sobreyace discordantemente a ro­cas del Paleozoico (Hernández, 1976).

Se consideran como posibles rocas almacenadoras, especificamente hacia los bordes de los paleoelementos jurásicos preexistentes, donde pueden existir facies deltaicas como las mencionadas al SW de la Península de Aldama.

Neocomiano Superior—Aptiano Infe­rior. En este tiempo, los mares cubren una mayor superficie de los elementos positi­vos (Figs. 8 y 9). En el borde de la Penín­sula del Diablo se tienen depósitos areno­sos y lutitas; en la Cuenca de Chihuahua y porción SE de la Península de Aldama; lu­titas. calizas y evaporitas (Hernández, 1976), en una secuencia transgresiva y en la porción occidental de la Península de Coahuila, zonas emergidas y/o depó­sitos continentales a mixtos, con areniscas y lutitas (Garza, 1972). En el Mar Mexica­no se depositó la caliza Cupido de plata-,forma.

El espesor promedio de los sedimen­tos descritos es de 500 m.

Aptiano Superior. Durante este tiem­po, la Península de Coahuila denota to­davía una topografía irregular, depositán­dose discordantemente sobre el Paleo­zoico, en parte la Formación Las Uvas (Leyva. 1971). constituida por terríge­nos gruesos, quedando aún algunas áreas emergidas.

En el resto del área, el depósito en este tiempo es más constante, constituido

por lutitas y calizas arcillosas correspon­dientes a la Formación La Peña y arenoso en el borde NE de la Cuenca de Chihua­hua.

El espesor de esta unidad litoestrati­gráfica varía de 50 m a 100 m. Su impor­tancia es el de constituir una roca sello.

Albiano-Cenomaniano. El depósito de estos sedimentos es más estable y ho­mogéneo por encontrarse las cuencas ya azolvadas, pudiéndose a la fecha delinear como una gran plataforma de carbonatos parcialmente dolomitizados con desarro­llos periódicos de unidades calcáreo— arci­llosas. (Fig. 10).

Dicha plataforma cambia de facies hacia el Golfo de Sabinas y hacia el Mar Mexicano a depósitos de cuenca y en el área de la Península de Coahuila a una laguna evaporítica controlada por una barrera arrecifal.

En la Península de Coahuila, en la Sierra del Diablo y el Pozo Ceballos No. 1, sobreyace discordantemente a rocas íg­neas del Permo-Triásico y en el área Deli­cias—Acatita a la Formación Las Uvas.

Los sedimentos carbonatados del Al­biano-Cenomaniano tienen importancia económico—petrolera, pues en su facies de plataforma presentan buena porosidad;la barrera arrecifal en condiciones favorables en el subsuelo puede considerarse como un objetivo de gran importancia económi­co-petrolera y las facies evaporíticas con desarrollos de yesos de + 50 m (Ley-va, 1971) pueden ser considerados como rocas sello.

Las facies de cuenca y los desarrollos (de plataforma) de mudstone arcilloso con alto contenido de materia orgánica, cons­tituyen rocas generadoras de esta edad.

El espesor de estos sedimentos varía de 1000 m a 1500 m.

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Fig. 9. Paleogeografía del Aptiano Inferior.

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Fig. 10. Paleogeografía del Albiano-Cenomaniano.

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V O L . X X X m , N U M . 1 . 1 9 8 1 .

Cretácico Superior. Su depòsito fue inestable, con una marcada tendencia re­gresiva, teniéndose hacia la base desarro­llos de lutitas y calizas arcilloso—arenosas (Formación Ojinaga) que varian hacia la cima a areniscas y lutitas de facies mixta a continental (Formación San Carlos).

Su mayor desarrollo se hace eviden­te a partir de la Cuenca Ojinaga (fosa del Cretácico Superior), distribuyéndose hacia el occidente y sur, generalmente preser­vados en los bolsones. (Fig. 1 ).

Su espesor puede alcanzar hasta 1500 m en el Mar Mexicano (Eguiluz, 1976), teniendo sus espesores menores (500 m) sobre la Península de Coahuila.

El mudstone arcillo—arenoso y la lu­tita negra carbonosa, tienen característi­cas geoquímicas para haber generado hi­drocarburos.

Los desarrollos arenosos pueden con­siderarse roca almacenadora en condicio­nes favorables en el subsuelo, principal­mente si se combina con estructura.

Los desarrollos arcillosos intercala­dos en ambas unidades, corresponden a las rocas sello.

En general, en los sedimentos del Cretácico Superior, se han corroborado numerosas manifestaciones de gas, asfal­to y aceite vivo en superficie y subsuelo, que es necesario evaluar para determinar su potencial económico—petrolero.

ESTRUCTURA

Toda el área está afectada por la re­volución Laramide y por el posterior sis­tema de fallas de bloques de edad ceno­zoica, pudiéndose hacer una zonificación del tipo de estructuras esperadas, depen­diendo básicamente del control que el marco paleotectónico ejerció sobre even­tos posteriores. (Fig. 11).

Así tenemos que en las porciones correspondientes a los paleoelementos po­sitivos: Península de Aldama y Penínsu­la ó Archipiélago de Coahuila (Jurásico Superior—Neocomiano) se encontrará una tectónica moderada con anticlinales, sin-clinales, homoclinales relativamente am­plios con cierre no muy grande, orientados NW—SE, afallados normalmente en siste­ma de bloques. Las trampas estructurales potenciales estarán en "horsts" limitados por planos de falla impermeables y blo­ques inclinados y afallados con cierres echado arriba, hacia las fallas circundan­tes.

Hacia los bordes de los elementos pa­leogeográficos, se encuentran estructuras más complejas, pudiendo combinarse plie­gues intensos recostados y fallas inversas laramídicas, con fallas normales del siste­ma de bloques. Las trampas estructurales posibles en estas condiciones serán muy variadas, bloques inclinados con cierres echado arriba contra falla, bloques falla­dos rodeados de planos de fallas imper­meables, anticlinales, anticlinales corta­dos y sellados por zonas de falla, inter­valos de rocas almacenadoras fallados inversamente entre rocas impermeables y combinaciones de las anteriores.

En los elementos negativos la tec­tónica es intermedia, existen pliegues relativamente fuertes y fallas inversas principalmente relacionadas a planos de "decollement" en conexión con espeso­res importantes de evaporitas y/o lutitas subyaciéndolos. Las estructuras factibles de encontrar serán similares a las de los bordes de elemento, pero tectónicamente menos complicadas.

Los objetivos más importantes esta­rán buscando la combinación de trampas estructurales con estratigráficas.

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Fig. 1 1 . Facies Tectónicas.

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V O L . X X X I I I , N U M . I , 1 9 8 1 .

PROSPECTOS PETROLEROS

En base a la existencia de potentes secciones de sedimentos marinos, consi­derando la complejidad tectónica, la acti­vidad ígnea y las diversas etapas de ero­sión y tomando en cuenta la paleogeogra­fía para los diversos períodos geológicos y las manifestaciones de hidrocarburos (Fig. 12), se consideran provincias petro­leras futuras en orden de su potencial las siguientes: El Mar Mexicano, la Platafor­ma de Coahuila, la Cuenca de Chihuahua y la Cuenca de Ojinaga (Fig. 1).

MAR MEXICANO

El Mar Mexicano de edad Jurásico Superior-Cretácico Inferior (Neocomia­no), nombrado primeramente Geosinclinal Mexicano por Burkhardt en 1930 (Humph­rey y Díaz, 1956), incluye para los fines de este trabajo la porción NE del Estado de Durango, suroeste de Chihuahua y se interna al NW hacia Sonora. (Fig. 7). Se ubica entre la Plataforma de Coahuila (Jurásico Superior) al oriente y la Sierra Madre Occidental al W.

El área de 50,000 Km^ abarcada por el elemento citado, está constituida por sierras en su mayoría sedimentarias sepa­radas por bolsones. Las rocas sedimenta­rias mesozoicas incluyen _ j_ 5000 m de Triásico, Jurásico Superior, Cretácico In­ferior (Neocomiano—Albiano) y Cretáci­co Superior (Cenomaniano—Senoniano), además de Terciario Continental y Cua­ternario. Esa sección descansa discordan­temente sobre metasedimentos y/o activi­dad ígnea permo—triásica.

Los sedimentos arcillo—calcáreos del Jurásico Superior, la Formación Taraises del Cretácico Inferior, la Formación La Peña y los sedimentos arcillo—carbonosos del Cretácico Superior pueden conside­

rarse como rocas generadoras de hidrocar­buros (Fig. 5).

Se consideran receptáculos de hidro­carburos potenciales: los clásticos en los bordes de elementos y facies de platafor­ma del Jurásico, las facies clásticas, carbo­natos de plataforma y dolomías del Cretá­cico Inferior y los desarrollos arenosos de la porción superior del Cretácico Supe­rior.

Como rocas sello principales se tie­nen las evaporitas del Albiano, las lutitas del Cretácico Superior, la Formación La Peña y los sedimentos arcillosos de las Formaciones La Casita y Taraises (Fig. 5).

El área estructuralmente es comple­ja como se v io en el capítulo de Estructu­ras, variando de tectónica intensa en el borde a media en la cuenca.

El Pozo Ceballos No. 1 (Fig. 12), verificó la presencia de asfalto y aceite vivo en calizas de la Formación Aurora, con porosidad megascópica, en mudstone fracturado de la Formación Indidura y en dolomías de la Formación Acatita con fracturas y porosidad intercristalina. Ade­más se detectó gas en varios intervalos, en las Formaciones Indidura y San Car­los.

Conforme a los resultados de estu­dios geoquímicos efectuados a lutitas de la Formación Indidura, esta fue definida como roca moderadamente inmadura, po­tencialmente pobre a buena generadora de aceite y gas.

Actualmente se perfora en un "gra­ben" el Pozo Durango No. 1 (Fig. 12); éste ha manifestado presencia de hidro­carburos en muestras de canal y de fondo en rocas del Cretácico Inferior y Superior, a través de lecturas altas en unidades de gas y observaciones directas micro y me-

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Fig. I 2. Man i f e s t ac iones de h i d r o c a r b u r o s .

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gascópicas de aceite y asfalto; teniéndose además resultados parciales de estudios geoquímicos que favorecen las posibili­dades económico—petroleras del área.

LA PENINSULA DE COAHUILA

La Península de Coahuila (Figs. 7, 8 y 9), fue nombrada en el año de 1936 por Kellum, Kane e Imlay (Humphrey у Díaz, 1956), considerándola de edad pre-aptiana; posteriormente este postulado fue modifi­cado a Isla de Coahuila (Zwanziger, 1968) pensándose en la actualidad, con base en la mformación magnética y gravimetrica integrada a la geología, que podría consti­tuir un Archipiélago (Jurásico Superior— Aptiano Inferior).

Geográficamente involucra las por­ciones SE del Estado de Chihuahua, SW de Coahuila y NE de Durango, con una superficie para el Distrito de 30,000 Km^, incluye sierras amphas orientadas N—S y NW—SE separadas por extensos valles.

Se espera una sección mesozoica de i 2000 m que sobreyace discordante-mente a sedimentos paleozoicos y/o ro­cas ígneas permo-triásicas.

En las sierras afloran predominante­mente sedimentos que van del Cretácico Inferior (Albiano) al Cretácico Superior (Senoniano) y Cenozoico Continental en los valles. Además se tiene una actividad ígnea moderada en forma de derrames e intrusivos.

En las cuencas mesozoicas, adya­centes a la Península de Coahuila, se tie­nen rocas generadoras de hidrocarburos, lo cual ha sido corroborado actualmente en el Golfo de Sabinas y en el Mar Mexi­cano por estudios geoquímicos, así mis­mo, se tienen en el área sedimentos arci­llo—carbonosos del Cretácico Superior y sedimentos pérmicos tipo flysch, que pre-

V O L . X X X I I I , N U M . 1 , 1 9 8 1 .

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sentan caracteres petrofísicos favorables para haber generado hidrocarburos (Fig. 13). sedimentos pérmicos tipo "flysch", que presentan caracteres petrofísicos favora­bles para haber generado hidrocarburos (Fig. 13).

Los sedimentos arenosos del Cretá­cico Superior y las dolomías y carbonatos con porosidad megascópica del Albiano-Cenomaniano que presentan horizontes evaporíticos potentes intercalados, cons­tituyen las condiciones más favorables para almacenar hidrocarburos.

Además los sedimentos arcillosos del Cretácico Superior con espesor de 1000 m constituyen el seUo principal, situado en la cima de la columna estratigráfica del área.

Las estructuras de tectónica modera­da, están representadas por anticlinales y sinclinales de gran amplitud con flancos suaves, afectados posteriormente por el basculamiento de bloques del basamen­to. La combinación ideal para trampa estructural en el área, es un pliegue anti­clinal contra falla.

Los pozos PaUa y Mayrán No. 1, perforados en el extremo sur de la Penín­sula, presentaron carbonatos con buena porosidad y evaporitas del Albiano y te­rrígenos del Cretácico Superior. Los car­bonatos tuvieron agua meteòrica.

Como antes se mencionó, en el Mar Mexicano adyacente al poniente, los pozos Ceballos No. 1 y Durango No. 1, han mostrado la existencia de rocas con posibilidades de generar hidrocarburos; en la Mina Mercurio, inmediata al oriente de Escalón, Chihuahua, se verificó la pre­sencia de aceite en rocas ígneas extrusivas fracturadas y en Laguna del Rey, Coah.; el Grupo Industrial Peñoles, S.A. perforó un pozo para agua potable, que detectó

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Fig. 13 . Probable migración de h id roca rburos .

V O L . X.XXII l , N U M . 1, 1 9 8 1 .

asfalto en carbonatos del Albiano (Fig. 12). Finalmente, en 1979, Quintal identi­ficò asfalto en láminas delgadas de rocas carbonatadas del Albiano-Cenomaniano de la Sierra de la Campana, de la Campana.

CUENCA DE CHIHUAHUA

La Cuenca de Chihuahua (Fig. 7), fue nombrada por DeFord en 1958, limi­tándola entre la Plataforma del Diablo al este y norte y la Plataforma de Aldama al oeste. Actualmente se piensa que las pla­taformas mencionadas por él, actuaron como penínsulas en el Jurásico Superior cuando se formò la cuenca.

En este elemento negativo con una superficie de 10,000 Km^, se depositaron durante el Mesozoico hasta 7000 m de sedimentos, que incluyen Jurásico Supe­rior, Cretácico Inferior (Neocomiano— Albiano) y Cretácico Superior (Cenoma-niano-Senoniano). Consiste en sierras alargadas y angostas constituidas en su mayoría por segmentos de anticlinales y/o sinclinales abiertos principalmente en Cretácico Inferior y por rocas ígneas ex­trusivas y/o intrusivas.

Subyace al Mesozoico una potente sección paleozoica de J l 2000 m, que puede estar parcialmente en facies de cuenca, continuación al Sur de la Cuenca de Oro Grande (Pérmico—Pensilvánico) y Cuenca Alamo Hueco—Pedregosa (Pérmi­co-Pensilvánico) ó bien, en plataforma, en la postulada Plataforma de Coyame (Pérmico-Pensilvánico).

A la ahura de la Ciudad de Ojinaga, Chih. y hacia el sureste, penetra el Cintu­rón Tectónico Ouachita proveniente de Texas, en su zona frontal (Foreland), que allí subyace a las cuencas de Ojinaga y a la mesozoica de Chihuahua. (Fig. 6).

Los sedimentos depositados en las cuencas del Paleozoico, subyacentes, las rocas arcillo-carbonosas del Jurásico Su­perior con — 1000 m de espesor deposi­tadas en la Cuenca de Chihuahua, las cali­zas arcillosas y lutitas negras del Aptiano Superior (Formación Cuchillo) y las luti­tas del Cretácico Superior, son considera­dos potencialmente generadores de hidro­carburos.

También consideradas rocas almace­nadoras los desarrollos arenosos del Jurá­sico Superior y los posibles desarrollos oolíticos en las zonas de alta energía, hacia los bordes de la cuenca, al NE con la Plataforma del Diablo y al SW con la Península de Aldama (Jurásico-Ncoco-miano) (Fig. 7), así como las facies dolo-míticas de la Formación Cuchillo (Ap­tiano Superior) intercaladas con yesos, los desarrollos arenosos de la misma ha­cia la Plataforma del Diablo y las calizas de plataforma del Albiano-Cenomaniano.

En la zona de "Foreland" antes men­cionada, se pueden reunir condiciones favorables en el Paleozoico para la acumu­lación de hidrocarburos, ya que es la fran­ja menos perturbada del cinturón tectóni­co, tal como ocurre en Texas en la Cuenca de Valverde, donde existen varios campos productores de aceite y/o gas.

Las rocas sello principales correspon­den a evaporitas del Jurásico con yesos y sal hasta de 3000 m de espesor en el cen­tro de la cuenca evaporítica, que cubren gran parte del "Foreland", lutitas del Jurásico y Cretácico y los yesos del Cre­tácico Inferior (Aptiano Superior).

Las estructuras varían de medias a intensas, según su posición dentro del marco paleogeográfico (Fig. 11), estando las más complejas en ambos bordes de la cuenca y en donde las evaporitas sirvieron de planos de "decollement".

4 7

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De los siete pozos que se han perfo­rado en la Cuenca, sólo el Villa Ahumada No. 1 en el borde occidental, alcanzó el Paleozoico.

Del Jurásico encontrado en el sub­suelo, se hicieron estudios geoquímicos que indicaron alto contenido de materia orgánica con posibilidades de haber gene­rado hidrocarburos.

CUENCA DE OJINAGA

Se formó en la Tectogenia Laramide como una fosa al frente de los plegamien-tos intensos de la Cuenca de Chihuahua, abarca el valle de Ojinaga (Fig. 1), tenien­do como límite al E y N el Río Bravo, al poniente el frente de la Sierra Grande y al sur derrames lávicos terciarios.

En la cuenca se tienen alineamientos de sierras NW—SE de topografía poco pro­minente, correspondientes a pliegues anti­clinales, ligeramente asimétricos y los valles corresponden a sinclinales.

Incluye un área de 2400 Km-^, según se postula, se espera una sección mesozoi­ca de 2500 m de espesor de Cretácico Su­perior (Cenomaniano-Senoniano) y Cre­tácico Inferior (Neocomiano?—Albiano), ¿lue se piensa descanse discordantemente sobre el Paleozoico de la zona de "Fore­land" que penetra en Chihuahua a esa latitud (Fig. 6).

Como rocas generadoras (Fig. 5), se tienen las lutitas negras del Cretácico Su­perior, las calizas arcillosas y lutitas del Cretácico Inferior (Aptiano Superior) y adyacentes al W, las lutitas negras del Ju­rásico de la Cuenca de Chihuahua, que subyacen a la sal y los sedimentos arcillo­sos del Paleozoico del "Foreland", que a su vez subyacen al Cretácico.

Las rocas posiblemente almacenado-ras son las calizas del Albiano-Cenoma­

niano, los terrígenos del Cretácico Supe­rior y las rocas paleozoicas que puedan subyacer en facies favorables dentro del "Foreland".

Como rocas sello se consideran las potentes capas de lutitas del Cretácico Superior, los horizontes arcillosos que se encuentran intercalados en el Cretácico Inferior y los yesos del Aptiano Superior.

Las estructuras que se esperan son pliegues anticlinales ligeramente recosta­dos, combinados con fallas inversas.

Se perforaron los pozos Chapo Nos. 1 y 2 que aportaron información estrati­gráfica hasta el Aptiano Superior; el pri­mero tuvo numerosas manifestaciones de aceite, asfalto y gas en el Cretácico Infe­rior, además, en la superficie, en diferen­tes localidades, se han verificado varias manifestaciones de asfalto y gas en el Cretácico Superior y en rocas ígneas ex­trusivas terciarias (Fig. 12).

OTRAS AREAS CON POSIBILIDADES PETROLERAS

Como se mencionó en el capítulo de Estratigrafía, el Paleozoico en la porción norte del Estado, en la Cuenca Pedregosa y Plataforma de Florida (Fig. 6), presenta una potente secuencia de calizas de plata­forma, dolomías y arrecifes (permo—pen-silvánicos) además de desarrollos de cali­zas y dolomías en el Paleozoico Inferior, similares en su litologia a las formaciones productoras de la Cuenca Pérmica de Texas.

Se cuenta también con rocas genera­doras en las cuencas permo-pensilvánicas y en el Devónico. A la fecha no se ha ob­tenido producción de hidrocarburos en el área, que no se considera totalmente eva­luada, ya que de 15 pozos perforados, sólo 6 alcanzaron el Paleozoico, lo cual no

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VOL. X X X I H , NUM. 1, 1981.

es suficiente para llegar a conclusiones definitivas (Fig. 14).

CONCLUSIONES

El Mesozoico con 7000 m de sedi­mentos marinos, representados por terrí­genos y rocas carbonatadas de ambientes de plataforma y sus equivalentes de facies profundas, susceptibles de almacenar y ge­nerar hidrocarburos, constituye el objeti­vo primario en los trabajos actuales de ex­ploración, considerándose como objetivo secundario el Paleozoico que subyace a la sección mencionada.

La operación actual en el Distrito es muy intensa y está enfocada a las áreas con mayores posibilidades petrolíferas; consiste en; 8 brigadas de geología super­ficial, 3 prospectos de muestreo estratigrá-fico geoquímico, 3 prospectos gravimétri­cos, 4 sismológicos, magnetometría con­cluida actualmente en interpretación y un pozo en perforación, pensándose in­crementar este último renglón en un 300 o/o.

La operación antes mencionada está dirigida principalmente a los bordes de elementos y por experiencia hacia los "grabens", ya que en ellos se conserva un mayor espesor de sedimentos propicián­dose sellos y cierres estructurales contra fallas.

No obstante lo complejo de la his­toria tectónica y magmàtica del área, existen unidades que se consideran razo­nablemente prospectos para haber acu­mulado aceite y/o gas.

Los potentes espesores de bolsón con material heterogéneo, en algunas porcio­nes del área, la actividad ígnea con algu­nos intrusivos prominentes en sierras y en cuencas intermontanas y los flujos de lava y "sills" gruesos, dificultan la obtención

de datos en la columna sedimentaria por métodos geofísicos.

La madurez termal de las rocas, prin­cipalmente en la porción norte del Estado, evidenciada por estudios geoquímicos, es muy alta e indica que de encontrar hidro­carburos allí, será exclusivamente en for­ma de gas seco.

El intenso fallamiento laramídico (Cretácico Superior-Terciario) combinado con el fallamiento de bloques posterior, y los diversos períodos de erosión a través del Paleozoico, Triásico, Jurásico Inferior, Cretácico Superior y Cenozoico, pueden haber propiciado la pérdida de una gran parte de los hidrocarburos captados en el Distrito.

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Fig. 14. Pozos perforados en el Distrito.

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