PROYECTO DE GRADUACIÓN Trabajo Final de...
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1 PROYECTO DE GRADUACIÓN Trabajo Final de Grado Conciencia Infantil Indumentaria para niños con sobrepeso y obesidad Stefanía Salomé Sotro Cuerpo B del PG 19 de Septiembre de 2014 Diseño Textil y de Indumentaria Creación y Expresión Diseño y producción de objetos, espacios e imágenes
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PROYECTO DE GRADUACIÓN Trabajo Final de Grado
Conciencia Infantil Indumentaria para niños con sobrepeso y obesidad
Stefanía Salomé Sotro Cuerpo B del PG
19 de Septiembre de 2014 Diseño Textil y de Indumentaria
Creación y Expresión Diseño y producción de objetos, espacios e imágenes
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Agradecimientos
A mi familia por todo el apoyo que me brindaron en estos años transitados.
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Índice
Introducción ....................................................................................................................... 7
Capítulo 1 – La indumentaria en el período infantil
1.1 Introducción a la indumentaria infantil .......................................................... 14
1.2 Breve reseña histórica de la indumentaria infantil ....................................... 16
1.3 Definición epistemológica del término infantil .............................................. 20
1.4 Relación entre la indumentaria y el niño ...................................................... 21
1.5 El rol del niño y los padres como consumidores .......................................... 24
Capítulo 2 – La niñez, salud en riesgo
2.1 Obesidad y sobrepeso en el panorama mundial .......................................... 30
2.2 Obesidad infantil .......................................................................................... 33
2.2.1 Etiología de la obesidad infantil .............................................................. 35
2.2.2 Tipos de obesidad infantil ....................................................................... 39
2.2.3 Diagnóstico de la enfermedad ................................................................ 40
2.2.4 Consecuencias de la obesidad infantil ................................................... 42
2.2.5 Tratamiento de la enfermedad ............................................................... 45
2.3 Estado de conciencia de la sociedad actual ................................................ 48
2.4 Relación primaria funcional del indumento con el niño ................................ 53
Capítulo 3 – La industria del indumento infantil
3.1 Mercado de indumentaria infantil .................................................................. 56
3.2 Mercado internacional .................................................................................. 58
3.2.1 Ferias internacionales ............................................................................. 58
3.2.2 Marcas internacionales ........................................................................... 61
3.3 Argentina como nuevo mercado ................................................................... 63
3.3.1 Marcas nacionales .................................................................................. 65
3.3.2 Paradoja de tabla de talles de indumentaria infantil ............................... 68
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Capítulo 4 – Propiedades responsables de diseño
4.1 Variables de estudio para el desarrollo de una colección ............................ 71
4.2 Introducción a los textiles ............................................................................. 71
4.2.1 El tejido de punto .................................................................................... 73
4.2.2 Fibras de origen natural .......................................................................... 74
4.2.3 Fibras de origen artificial ......................................................................... 78
4.2.4 Fibras de origen sintético ........................................................................ 80
4.3 La silueta ...................................................................................................... 83
4.4 El color ......................................................................................................... 84
4.5 Patrones y motivos ....................................................................................... 87
Capítulo 5 – Colección de indumentaria
5.1 Lineamiento de la colección ......................................................................... 89
5.2 Tabla de talles .............................................................................................. 91
5.2.1 Recomendaciones para una moldería confortable ................................. 92
5.3 Textiles a implementar ................................................................................. 95
5.4 Silueta y tipología ......................................................................................... 97
5.5 Paleta de color ............................................................................................. 99
5.6 Patrones y motivos ..................................................................................... 100
Conclusiones ................................................................................................................. 103
Imágenes seleccionadas .............................................................................................. 108
Lista de Referencias Bibliográficas ............................................................................. 113
Bibliografía ..................................................................................................................... 119
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Índice de Figuras
Figura 1: Categoría Textil de Indumentaria para Niño ................................................... 108
Figura 2: Categoría Textil de Indumentaria para Niña ................................................... 108
Figura 3: Categoría Textil de Indumentaria para Niños .................................................. 109
Figura 4: Siluetas ............................................................................................................ 109
Figura 5: Tipologías Niño ............................................................................................... 110
Figura 6: Tipologías Niña ............................................................................................... 111
Figura 7: Wall-e, la película ........................................................................................... 111
Figura 8: Patrones y motivos: Selección de personajes ................................................. 112
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Índice de Tablas
Tabla 1: Tabla de talles ................................................................................................... 110
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Introducción
El indumento, a lo largo de las épocas, ha adquirido un papel fundamental para los
individuos, considerándose el vestir como un comportamiento propio del ser humano,
funcionando éste desde su valor agregado a la capacidad funcional que la indumentaria
cumple desde sus raíces primarias. En calidad de objeto social, se convierte entonces en
un signo de los atributos del sujeto. Y a pesar de que el presente trabajo no pretende
incursionar en el enfoque sanitario, la realidad de los niños con sobrepeso u obesidad no
debe quedar desamparada por la disciplina del diseño de indumentaria.
Históricamente, la obesidad ha tomado diversas connotaciones. En la actualidad, está
considerada una epidemia global, declarada en el año 1998 por la Organización Mundial
de la Salud (OMS), convirtiéndose en una enfermedad que creció notablemente en la
población infantil, y uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI.
En la República Argentina, la industria textil se expande fehacientemente en todos sus
rubros. En cuanto al mercado infantil, esta condición se pone en manifiesto desde su
rango de diversificación y acrecentamiento. Sin embargo, aún persiste una falencia que la
industria parecería no tener en cuenta: la problemática a la que se exponen los niños con
problemas de sobrepeso y obesidad a la hora de ingresar como usuarios dentro del
sistema mercantil de la moda.
Hoy en día, no existe ninguna marca de indumentaria infantil en Argentina que contemple
este nicho de mercado. Los niños deben resignar sus gustos y sus deseos de compra ya
que no pueden acceder a la moda. Como consecuencia de esto, se ven obligados a usar
prendas confeccionadas por padres o modistas para adaptarlas a sus cuerpos; situación
que suele provocar en ellos una sensación de aislamiento o incapacidad frente a otros
niños de su edad. Se debe tener en cuenta que la indumentaria es una forma de
expresión y uno de los medios por los cuales los individuos preparan su cuerpo hacia el
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mundo. Esto además influye en su autoestima, y como consecuencia afecta en sus
relaciones, sus comportamientos y conductas.
El Proyecto de Graduación perteneciente a la carrera de Diseño Textil y de Indumentaria,
se inscribe dentro de la categoría de Creación y Expresión, cuya línea temática
corresponde a la de Diseño y producción de objetos, imágenes y espacios. Como objetivo
general del mismo, se busca desarrollar una colección correspondiente a la temporada
primavera-verano 2015, para niños con sobrepeso y obesidad, cuyos rangos de edad
oscilan entre los 6 a 10 años.
Dicho período etario está relacionado con que en esa etapa comienzan a tener
conciencia de su cuerpo y pueden aparecer dificultades a la hora de conseguir
vestimenta que los satisfaga. A partir de la implementación de textiles de tejido de punto,
se pretende poner el foco en la comodidad de los niños sin dejar de lado los aspectos
relacionados con la moda y el diseño. Por otra parte se percibe la necesidad de un
cambio de paradigma en el campo del diseño de indumentaria que genere mayor
responsabilidad social y civil desde el indumento.
El presente trabajo intentará evidenciar si es posible el diseño de una colección de
indumentaria en Argentina, que a través de la implementación de textiles de tejidos de
punto, los cuales a partir de las características y particularidades que éstos brindan
puedan mejorar las necesidades tanto físicas como psíquicas de los niños con sobrepeso
u obesidad.
Siendo una época de gran apertura mental, el colectivo social ha mutado y evolucionado,
volviéndose más tolerante con respecto a contextos o conceptos que antes estaban mal
vistos. La población está permitiendo y aceptando una nueva mirada hacia lo diferente y
a lo no convencional. Es por esto que la incorporación de una problemática que repercute
de manera física y psicológica dentro de la sociedad, debería ser abordada dentro de la
práctica del diseño de indumentaria.
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Se utilizarán diferentes herramientas metodológicas para el desarrollo de este trabajo, de
las que se valdrá para la construcción de su marco teórico. Entre las más importantes
aparecerán escritos de psicólogos y psicopedagogos, entre otros profesionales cuyos
análisis reporten interés en el desarrollo de las problemáticas planteadas. Otra de las
herramientas serán los estudios realizados por la Cámara Argentina de Indumentaria de
Bebes y Niños (CAIBN), por el Observatorio de Tendencias del Instituto Nacional de
Tecnología Industrial (INTI), los cuales aportarán veracidad a los datos cuantitativos para
la fundamentación del trabajo y para la contextualización geográfica actual.
Otro aspecto metodológico consistirá en un proceso de observación sobre los textiles
más utilizados por las tiendas de ropa infantil más importantes según sus tipologías.
Por último, se utilizarán fuentes de información bibliográfica de diferentes autores que
aportarán análisis y perspectivas a partir de sus diversas observaciones, enriqueciendo el
valor teórico desde la investigación sobre diferentes disciplinas e implicancias que se
analicen en este trabajo.
El proyecto se desglosará en cinco capítulos. Esta estructura permitirá presentar y
organizar de manera lógica los temas abordados en dicho proyecto. En el primer capítulo
se desarrollará una introducción a la indumentaria infantil a través de la elaboración de
una breve reseña histórica. Asimismo se pondrá en evidencia el rol que cumplen tanto los
niños y los padres como consumidores; como así también la relación que se establece
entre la indumentaria y el niño, siendo este último mencionado de carácter indispensable
para la continuidad de los temas a desarrollar. Para este capítulo, además, será
fundamental definir a qué se denomina infancia en la actualidad, ya que corresponde a la
etapa en la cual se encuentran los niños a los que va dirigido el presente escrito.
En el segundo capítulo se abordará la enfermedad como concepto primordial. Se
pretende definir a la problemática de la obesidad como un estado enfermo muy común
en la sociedad actual, y cómo afecta dicho trastorno en la salud infantil. De igual forma
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indagar sobre las causas, consecuencias, los tipos de obesidad que existen, entre otros,
cobra relevancia para este proyecto. Por último, se analizará cuál es el grado de
conciencia y de compromiso que existe dentro de la sociedad para con los niños y la
relación primaria funcional del niño con el indumento.
El mercado de indumentaria infantil tanto nacional como internacional será la temática
abordada en el tercer capítulo. Se recabará información sobre las tiendas infantiles
internacionales y nacionales para poder recopilar datos en cuanto a tablas de talles para
niños con sobrepeso y obesidad en la actualidad. Por otra parte, se analizarán los textiles
utilizados por las mejores marcas de indumentaria infantil en Argentina. Asimismo, será
de vital importancia exponer qué regulaciones nacionales rigen bajo el sistema de leyes
actual.
El cuarto capítulo volverá a introducirse en la disciplina del diseño de indumentaria, esta
vez desde sus variables de construcción de objeto. Se indagará sobre los textiles, paleta
de color, siluetas, patrones, motivos y, elementos del diseño que se deberán estudiar
acordes a las necesidades y gustos de los niños. Se plantearán las características
principales del tejido de punto, sus particularidades y su funcionalidad, dependiendo a
qué categoría pertenezcan. El tejido de punto mencionado es de suma importancia ya
que responde directamente al recorte del tema planteado.
En el quinto y último capítulo, se buscará legitimar y concluir el estudio anteriormente
realizado proponiendo el desarrollo de una colección. En este capítulo se aplicarán las
variables anteriormente analizadas, pudiendo generar una propuesta dentro del mercado
nacional que satisfaga las necesidades de los niños que sufren los trastornos de
sobrepeso y obesidad. Se planteará una colección comprometida socialmente con la
salud infantil sin dejar de lado la dinámica y el divertimento, ya que es posible conjugar
en una colección estética y funcionalidad.
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Como paso previo para comenzar a involucrarse en el tema es inevitable una
observación minuciosa de aquellas investigaciones que se han realizado previamente en
el campo en cuestión. Dentro de los Proyectos de Graduación de la Facultad de Diseño y
Comunicación de la Universidad de Palermo se han indagado diez trabajos que desde su
análisis funcionan como aportes y antecedentes.
El Proyecto de Graduación titulado Talles especiales para niñas con sobrepeso y
obesidad, perteneciente a la categoría de Proyecto Profesional, tiene como objetivo
primordial estudiar y analizar las dificultades a las cuales se enfrentan las niñas entre 10
a 12 años de edad con obesidad y sobrepeso. Problemática que se manifiesta al
momento de conseguir prendas de su talle en el mercado de indumentaria. A partir de
dicha situación, se pretende desarrollar una propuesta de diseño en la que se modifiquen
los talles, la silueta y la moldería. (Barrios, 2011)
El escrito Colección de indumentaria infantil para promover la actividad física corresponde
a la categoría de Proyecto Profesional. A través del trabajo se pretende promover la
actividad física, creando una colección de indumentaria destinada a niños y niñas de 4 a
6 años de edad. El proyecto surge como consecuencia del acelerado crecimiento del
sedentarismo en la actualidad. (Del Val, 2011)
El Proyecto de Graduación denominado El responsable juego de la moda, perteneciente
a la categoría de Proyecto Profesional, se concentra en el mercado de indumentaria
infantil en Argentina. Se evalúa la posibilidad y las consecuencias de llevar a cabo una
experiencia de personalización a través de indumentaria infantil, que ha sido previamente
confeccionada con algodón orgánico y cuenta con apliques de retazos reciclados para el
cuidado del medio ambiente. (Turbat Arango, 2012)
Lencería a medida está enmarcado dentro de la categoría de Proyecto Profesional. El
objetivo principal es desarrollar una colección de lencería confeccionada a partir de la
creación de un sistema de talles, a través de la cual el usuario pueda adecuar la prenda a
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su forma corporal. Con este Proyecto de Graduación se propone buscar una alternativa a
la falta de propuestas de diseño tanto desde lo estético como así también desde lo
funcional. (Tegaldo, 2011)
En Moda vs. Salud, Proyecto de Graduación enmarcado dentro de la categoría de
Investigación, se intentará explicar cómo a través de los medios de comunicación
masivos, la moda ha ubicado a los individuos en un segundo plano, imponiendo ideales
de belleza que afectan el comportamiento de la sociedad. Estos estereotipos generan
una problemática en la sociedad como puede ser el caso de la anorexia, bulimia, baja
autoestima, entre otros. (Scorza, 2011)
En Proyecto de Graduación denominado Un talle, todos los talles, se enmarca dentro de
la categoría de Creación y Expresión. A través del escrito se intenta brindar una posible
solución a la problemática actual de los talles en Argentina. Se pretende lograr una serie
de pantalones que puedan adaptarse a diferentes tipos de cuerpos mediante algunas
intervenciones de corte, sin la utilización de elástico. (Hauck, 2011)
El proyecto Problemas ortopédicos en la niñez, se encuentra enmarcado dentro de la
categoría de Creación y Expresión. El Proyecto Profesional indaga sobre las diferentes
patologías que sufren los niños en sus pies. El objetivo del escrito es desarrollar una
marca pensada para niños que presentan esta problemática, brindando el servicio de
calzado ortopédico para chicos de ambos sexos, ya que en el mercado no existe este tipo
de calzado sin aspecto terapéutico. (Soria, 2012)
Diseño de ropa interior para mujeres con talles especiales, se enmarca dentro de la
categoría de Creación y Expresión. El Proyecto Profesional tiene como objetivo la
inclusión de las mujeres con sobrepeso y obesidad dentro del rubro de ropa interior. Este
trabajo surge como consecuencia de la identificación de una necesidad no contemplada
en cuanto al diseño, colores y principalmente talles. (Rudy, 2011)
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El Proyecto Profesional Diseño de línea de zapatos ortopédicos para niños, tiene como
objetivo principal realizar un calzado a medida adaptado a las necesidades particulares
de cada niño con problemas ortopédicos. El Proyecto de Graduación surge como
resultado de una observación e investigación de mercado, en donde se detecta una
problemática social y medica que puede ser resuelta a través del diseño de una colección
de zapatos. (Maldonado, 2011)
La revolución de la indumentaria infantil, tiene como fin analizar el comportamiento del
niño actual, sus necesidades e interpretar hacia dónde está virando su vestir, para
finalmente lograr una línea de indumentaria unisex dirigida al nuevo modelo de niño
moderno. (Bustos, 2013)
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Capítulo 1: La indumentaria en el período infantil
1.1 Introducción a la indumentaria infantil
A lo largo de la historia, el indumento ha ocupado siempre un lugar en la mente de las
personas, ya sea más pequeño o más grande según la perspectiva y los intereses que
cada individuo posea. Partiendo de que el vestir es una acción de primera necesidad,
éste a su vez es imagen de quien lo luce. La manera en que se configura el indumento es
una forma de exteriorizar ideas y pensamientos propios; una vía para comunicar algo al
resto del mundo. “Vestirse es propio del ser humano (...) Aceptar vestirse es formar parte
la sociedad civilizada. Condorcet decía que el traje es la marca que separa al hombre del
animal.” (Deslandres, 1985, pp. 17-18). La vestimenta revela indiscretamente a quien lo
lleva; es sin duda el perfil que al sujeto concierne y procura dar de sí mismo.
En la actualidad, desde edades muy tempranas se tiene cada vez un mayor interés por la
indumentaria y por la elección del vestir. Gran parte de las marcas y tiendas infantiles, ya
sean nacionales o internacionales, para el diseño de sus líneas y producciones retoman
la visión del indumento clásico de las primeras décadas del siglo XX: los niños, a imagen
y semejanza de los adultos.
Hace algunos años la moda únicamente direccionaba sus ejes de interés hacia los
adultos. Entendiendo a éstos como únicos capaces de poder lucirla y codificarla,
configuraba un universo donde los pequeños no tenían lugar en él; pero a medida que ha
avanzado el tiempo, ha encontrado la riqueza de incorporar como terreno de desarrollo
comercial al campo infantil.
En un presente donde el indumento infantil parecería ir adquiriendo su consagración
como rubro instaurado dentro del sistema comercial de la moda, su aplicación y
diversidad se alinearán a su diagramación de origen, sea éste tiendas ya instaladas en el
mercado adulto, o bien, marcas que apuestan desde una primera iniciativa al vestir de
recién nacidos, bebes y niños. Entre la variedad existente, hay quienes apuntan a la ropa
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cómoda y lúdica destinada al juego, pero que se animan a incluir colores no tan
frecuentes como el negro y el gris, en contraste con el blanco. Lejos ha quedado la
concepción de los colores pasteles, donde el rosa representaba a la niña y el celeste al
niño; tema que se desarrollará adentrando en los capítulos de este proyecto. El sociólogo
especializado en moda Pedro Mansilla reflexiona al respecto:
Antes se vivía en una cultura en la que todo cuanto tuviera que ver con la sexualización era tabú y, por ello, la ropa infantil estaba impregnada por el buen tono, la educación y los modales. Ahora hay un clima de tolerancia que, unido al mundo tecnológico –que les permite ver las tendencias de Hollywood, París o Tokio- y a que se educan con la pequeña pantalla, propicia que la apariencia de las niñas de ahora no tenga nada que ver con la que tuvieron sus progenitoras, seguramente porque éstas contaron con muchos menos espejos en los que mirarse. (Mansilla, 2014)
No hay que olvidar que la industria del atuendo infantil, es una de las pocas que
entienden al consumidor diferenciado del usuario. En este sentido, quienes la consuman
serán los que ejerzan la acción de compra y adquisición de los mismos, en este caso los
padres; y por otro lado los usuarios serán quienes las vistan. De todos modos, el
segmento que acapara este proyecto, al referirse a niños de 6 a 10 años de edad, ya
ejerce sus acciones de elección por sobre las decisiones de su adulto responsable,
confiriéndole un único rol en materia de decisión económica. Información relevante para
los departamentos de diseño quienes deberán conjugar diseño, practicidad y precio,
como aspectos primordiales a la hora de encarar sus producciones. A pesar de esto,
existe una tendencia en donde las prendas no se piensan desde su funcionalidad y
muchas veces pierde su propiedad primaria.
El universo de la indumentaria para pequeños, es una de las ramas que más ha crecido
en los últimos tiempos. Al igual que quienes la llevan, la moda infantil crece y evoluciona
con personalidad propia y estilos que marca tendencia. Los padres siempre querrán vestir
a sus hijos con los mejores complementos, es por esta razón que los diseñadores más
prestigiosos comenzaron a diseñar para estos niños fashion de tallas más chicas. Así es
como los pequeños pueden también vestir a lo grande, llevando prendas fabricadas con
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gran detalle de importantes diseñadores y tiendas reconocidas, que siguen los más altos
estándares de producción y emplean materiales exclusivos de gran calidad.
Como se mencionó con anterioridad, la vestimenta infantil posee características
particulares que son propias de su segmento y deben respetarse para asegurar su
correcta finalidad. Los procesos de elaboración de la vestimenta de niños no aplica la
misma metodología que la de los adultos, por lo tanto se podría entender a ésta como
una ciencia de estudio independiente necesaria para aquel diseñador o empresa que
decida adoptarla para su recorrido proyectual y comercial.
1.2 Breve reseña histórica de la indumentaria infantil
La infancia es un período más del desarrollo de los seres humanos, en el cual una de las
características principales que presenta es la transición de una etapa hacia otra y los
cambios a nivel del conocimiento y el desarrollo. No igual es la concepción que se tenía
del niño en épocas pasadas, que las construidas hoy en día. Ciertamente esta
transmutación recae en la matriz de una evolución cíclica en lo que refiere al estudio
psicosocial de una cultura determinada, y en la construcción del rol del niño en la
actualidad.
Durante el siglo XV, en la concepción de infancia se observa como “niños son malos de nacimiento”. Luego en el siglo XV, el niño se concibe como algo indefenso y es por ello que se debe tener al cuidado de alguien y se define el niño “como propiedad”. Para el siglo XVI ya la concepción de niño es de un ser humano pero inacabado: “el niño como adulto pequeño”. En los siglos XVI y XVII se le reconoce con una condición innata de bondad e inocencia y se le reconoce infante “como un ángel”, el niño como “bondad innata”. Y en el siglo XVIII se le da la categoría de infante pero con la condición de que aún le falta para ser alguien; es el infante “como ser primitivo”. (Jaramillo, 2007, p. 111)
La indumentaria infantil estuvo fuera de los reglamentos de la moda, siendo una versión
reducida de la ropa de los mayores hasta el último tercio del siglo XIX, momento en el
que, tímidamente, el indumento de los niños comienza a independizarse de los mandatos
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adultos, con objetivo primario de sus modistos o confeccionistas, la comodidad y la
funcionalidad de las prendas. Ciertamente los cuerpos de bebés, niños y adolescentes
fueron cubiertos a lo largo de la historia sin tener en cuenta aspectos higiénicos,
ergonómicos y del bienestar. La aparición de la vestimenta infantil no se da de manera
simultánea a la de los adultos. En los libros de historia del vestuario no se menciona
frecuentemente el surgimiento de este rubro, ni que se consideraba en su momento como
tal, ya que bastaba con analizar el vestuario de los mayores para entender que los
pequeños utilizaban tipologías de ropa semejantes. Cualquier cambio era imitado y
aplicado a las prendas de los niños.
En el transcurso del siglo XVI, a medida que concluye la influencia veneciana y se define
y difunde la moda renacentista española, los niños continúan siendo vestidos como sus
progenitores. La incomodidad extrema sufrida por los adultos debido al uso de las
prendas que componían tanto el conjunto femenino como masculino, sería igual o
superior en el caso de los infantes. Alison Lurie, la autora de El lenguaje de la moda,
expresa: “Poca o ninguna concesión se hacía a lo que para nosotros es ahora una
necesidad obvia de los niños: la libertad de movimientos para la actividad física”. (Lurie,
2013, pp. 55-56)
A finales de siglo, se establece una peculiar costumbre que se prolonga hacia el siglo
XVII, referida a vestir a niños como niñas hasta la edad de cuatro o cinco años, lo cual se
puede observar en la obra de Sánchez Coello del año 1579 denominada Infantes Don
Diego y Don Felipe. Los bebés y niños pequeños lucían faldas sobre varias enaguas,
cuya única diferencia con el conjunto de niñas era sustituir el típico corpiño femenino con
las mangas tipo fantasía exagerado por una especie de jubón para cubrir la parte
superior. A estas vestimentas se les agregaban unas largas bandas de tejido, cosidas a
los hombros del cuerpo del vestido, las cuales servían a las madres o nodrizas para
controlar al pequeño en sus primeros pasos al andar. Derivadas quizás de las mangas
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perdidas o colgantes de la moda de los siglos XV y XVI. Su función las convierte en
especie de andadores, cuyo uso se prolonga hasta el siglo XVIII. (Boucher, 2009, p. 250)
Una vez llegado a los cuatro o cinco años, los niños en sus imágenes vestimentarias,
resultaban como pequeñas copias de sus padres. Las niñas y adolescentes utilizaban
todas las prendas llevadas por sus madres, desde el verdugado, el cual consistía en una
falda armada que brindaba el volumen rígido a las parte inferior de la silueta femenina,
las blanquettes o vestidos interiores, el cuerpo-corset, la galera ricamente decorada con
el alza cuello y la lechuguilla, incluyendo detalles como el pañuelo en la mano, los
collares de perlas y demás joyas que adornaban el vestido y el tocado. Pablo Pena
González afirma: “El vestido infantil apenas se diferenciaba del adulto excepto en la talla:
se vestía a los chicos como caballeros miniaturizados y a las niñas como a enanas”
(Pena González, 2007, p. 106). Las únicas condiciones que distinguían a los niños de los
adultos eran el tamaño y la edad; y se esperaba que los niños actuaran como los adultos
en todas las facetas.
Los miembros de un niño que aún está creciendo han de estar libres para moverse con facilidad dentro de sus ropas; nada debe obstaculizar su movimiento. Lo mejor es llevar a los niños con prendas tan amplias como sea posible y después ponerles ropas sueltas, sin intentar definir su silueta, que no es más que otra manera de deformarla. Sus defectos de cuerpo y de mente se pueden achacar a la misma causa: el deseo de hacer de ellos hombres antes de tiempo. (Rousseau, 1973)
Durante el siglo XVII, los niños continuaron sufriendo con la indumentaria copiada de sus
padres, manteniendo la fórmula de que los varones sean vestidos como niñas en los
primeros años de vida. Recién a fines del siglo XVIII, lentamente, es cuando el vestuario
de los chiquillos comienza a ofrecerles mayor comodidad, bajo la influencia de las ideas
de Jean Jacques Rousseau, sus discípulos y los higienistas. Estos últimos mencionados
propusieron una visión nueva de la infancia como un estado independiente y natural, y
del niño como un ser valioso en sí mismo y no como un adulto imperfecto de corta
estatura. Se suprimió el maillot de los recién nacidos, y los corpiños de ballenas para los
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niños de ambos sexos hasta los cinco o seis años aproximadamente, anteriormente
utilizados de forma bien ceñida para habituarlos desde pequeños a mantenerse
derechos. Al mismo tiempo se impuso que tanto niñas como niños vistieran de
inmaculado blanco, color que conservarían hasta los casi siete años de edad. (Lurie,
2013, p. 57)
Durante el siglo XIX, el vestir infantil sufrió varios cambios. En tanto que en el primer año
de vida, el niño no marcaba su diferencia sexual a través de la vestimenta, haciendo
difícil su distinción. El traje de las niñas se acorta, instaurándose su nuevo largo modular
hasta las rodillas, y las piernas se cubrían con medias.
Un artículo del Harper’s Bazaar de 1868 contiene un diagrama que indica la altura apropiada para diferentes edades, desde los cuatro años (justo por debajo de la rodilla) hasta los dieciséis (justo por encima de los bordes de las botas). (Lurie, 2013, p. 58)
A diferencia de ellas, los niños lucían sus rodillas al descubierto. Dicha moda se
impondría durante casi medio siglo, marcando el tono específico de la infancia; pues
ningún adulto se paseaba con pantalones cortos en esa época.
A partir de 1878 comienzan a surgir testimonios en las revistas de moda, los cuales
advierten que el traje infantil está variando y transformándose. Así es como los nuevos
parámetros en relación a la vestimenta para niños comienza a pensarse en términos de
comodidad. Era inminente la evolución, pues no había indumentaria que represente a los
pequeños, a través de la cual los mismos pudieran sentirse identificados, ya que como se
mencionó anteriormente era ropa de adultos en tallas más pequeñas.
Asimismo, en la segunda mitad del siglo XIX tuvo su origen el traje marinero o blusa de
marinero, que con el transcurso de los años fue instalándose aun más, convirtiéndose en
indumentaria diaria para niños y niñas. Los hombrecitos combinaban la blusa de cuello
ancho en forma de capa con pantalones blancos. Mientras tanto, las mujercitas lucían su
versión con una blanca y pegada falda. (Deslandres, 1985, p. 192)
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En los inicios del siglo XX, la diseñadora de moda francesa Jeanne Lanvin, vio la
necesidad de diseñar los primeros atuendos exclusivos para los más pequeños que los
diferenciara claramente de los adultos. En 1908, inspirada en su hija, comenzó a imaginar
ropa más alegre, que se oponía de forma radical a las reproducciones que hasta el
momento se realizaban para los niños. Esto se vio favorecido por los períodos largos de
guerras mundiales y civiles, se tornaron más escasos los recursos, incluyendo a los
textiles, provocando la profusión del tejido de punto. Por esta razón, de acuerdo a la
situación en que se vivía, se comienzan a buscar diferentes alternativas más económicas
para vestir, incluyendo a adultos, adolescentes y niños.
Desde entonces la indumentaria infantil fue tomando protagonismo y adquiriendo
reconocimiento; creando así un espacio importante en el mundo de la moda, haciendo
que nuevos diseñadores incursionaran en ella, lo que comenzó a generar gran interés en
el mercado y en las editoriales de las revistas de moda.
1.3 Definición epistemológica del término infantil
La infancia concibe diversas acepciones, y para comenzar a hablar sobre la relación que
existe entre la infancia del niño y la indumentaria, es esencial definir a ésta ya que los
niños son el objeto de estudio del presente proyecto.
La primera, según Unicef, refiere no sólo al tiempo que transcurre entre el nacimiento y la
edad adulta, sino también al estado y la condición de vida de un niño,y a la calidad de
esos años. (UNICEF, 2005). En la revista La política de primera infancia y madres
comunitarias, se establece que: “La infancia es una etapa crucial para el desarrollo pleno
del ser humano en todos sus aspectos: biológico, psicológico, cultural y social”.
(Jaramillo, 2009, p. 91)
Según el Proyecto de Graduación Colección de indumentaria infantil para promover la
actividad física de Lucrecia Del Val:
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La infancia es el momento en el cual los seres humanos más desarrollan su proceso de socialización, el cual depende de la estructura del grupo en el que el niño crece, de la cultura que lo rodea, así como también de las relaciones afectivas que le brinda la madre y/o el padre. Esto es muy importante ya que el niño a través de la imitación de sus padres, aprende. El copiar los comportamientos de otros, hace referencia al proceso de identificación del niño. Existe una fuerte relación entre la socialización y la adaptación, el niño aprende a adaptarse, lo que permite su desarrollo individual y social. (Casas, 1998)
A partir de lo expuesto se puede establecer que la infancia representa una etapa decisiva
para el buen desempeño y la adquisición de competencias necesarias para la
estructuración de la personalidad, la inteligencia y el comportamiento social de cada niño
y niña. Se lo considera como un periodo primordial para el individuo puesto que todos los
estímulos emocionales que pueda recibir y todo aquello que pueda emprender durante
esta etapa, sin duda alguna le repercutirá en su adultez. En esta faceta son esenciales
tanto la familia, la comunidad y la escuela, quienes estimularán su aprendizaje de forma
explícita o tácita, adquiriendo las condiciones necesarias para poder desarrollar el
lenguaje, el juego y el descubrimiento, así como también para estimular la motricidad y la
creatividad.
1.4 Relación entre la indumentaria y el niño
“En el ámbito de la comunicación no verbal, el aspecto es, sin duda, la señal que más
influye en las percepciones, tanto en las reacciones de todos los individuos en general
como en las de cada uno en particular.” (Squicciarino, 1990, p.33). Cabe enfatizar que el
aspecto exterior desempeña un papel importante para fijar y mantener la imagen del
sujeto y tiene un peso considerable de cara a la autoestima y al sentimiento de seguridad
en la propia persona.
Este proceso ya comienza a producirse en la infancia, momento en que los distintos
elementos de la indumentaria constituyen para el niño un motivo de orgullo, a pesar del
inevitable aspecto coercitivo que representan en el plano del comportamiento; para el
22
niño de dos o tres años de edad, la ropa proporciona un importante punto de apoyo para
su identificación. (Allport, 1969, p. 101)
A pesar que en los primeros años de vida dependen casi de manera absoluta de sus
padres o tutores para todo aquello que deban emprender, con lo que refiere a la
indumentaria, los bebés o niños de pequeña edad son vestidos según los gustos de los
mayores, acción dominada por lo general por su madre. Pero a medida que el tiempo va
avanzando y así, los niños creciendo, comienzan a forjar su estilo propio y legítimo. La
sociedad evoluciona y, así mismo, sus nuevas generaciones; en épocas pasadas quienes
no mostraban ningún interés hacia la moda; hoy, contrariamente, desde muy chicos, se
preocupan por lo que van a lucir logrando hasta escoger ellos mismos su propio
vestuario, desligando a sus padres de esa tarea. Pero este tipo de conductas y
comportamientos no hace referencia a un mero acto vacío y frívolo, sino que desde
pequeños la indumentaria comienza a adquirir un significado preponderante, la cual se
decodifica por medio del cuerpo.
En su calidad de objeto social, el vestido se convierte entonces en signo de los atributos del sujeto. De este modo, la indumentaria se suma a la unidad que establecen todos los aspectos expresivos de la imagen, revelando datos clave acerca de la identidad, los gustos, los valores, el rol en la sociedad, los grupos de pertenencia, el grado de aceptación o el rechazo de lo establecido, la sensibilidad, la personalidad de un individuo. (Saltzman, 2004, p.10)
La infancia, en nuestros días, es un estado de permanente cambio, donde la
indumentaria debe acompañar. No se puede pasar por alto que la vestimenta es un signo
externo y visible de profundas alteraciones sociales y culturales, uno de los medios donde
los niños exponen su cuerpo hacia el mundo; los cuales poseen sus propios códigos de
acuerdo con cada cultura.
El vestido es hábito y costumbre, la forma más inmediata que se habita y es el factor que
condiciona más directamente al cuerpo en lo que refiere a la postura, la gestualidad, y la
comunicación e interpretación de las sensaciones y el movimiento; afectando
23
directamente a la calidad y el modo de vida del usuario, sus percepciones, sus
sentimientos, sus emociones, la noción de su cuerpo, su vitalidad; impactando sobre los
comportamientos y las relaciones humanas. (Saltzman, 2004, pp. 9-10)
La ropa conlleva una búsqueda de identidad o diferenciación con los demás, por ello el
uso simbólico de la vestimenta adquiere tanta importancia para los niños desde
pequeños, en donde comienzan a descubrirse a través de su cuerpo, manifestando por
medio del textil una relación que se establece de interioridad y exterioridad, haciendo
referencia a un espacio íntimo y a su vez, público. Logran tener más protagonismo y
realzar su carácter, ya dejan de ser los padres quieren imponen el estilo de ropa, ahora
son ellos los que eligen que ponerse y, a través de ésta se van definiendo y describiendo.
Condición que se va afirmando aún más a medida que van creciendo y se van revelando.
Resulta frecuente que en la edad escolar, los niños influenciados por lo llamativo o mismo
por sus compañeros, vayan definiendo sus gustos y preferencias, reflejándose de forma
directa a la hora de elegir con qué prendas desean vestir. “El interés por la aceptación
social y como consecuencia por la propia imagen se puede encontrar también entre
individuos de intensa actividad dentro de la sociedad, entre quienes quieren ser
aceptados en determinados grupos.” (Squicciarino, 1990, p. 38). Claro que esta
formulación del carácter propio ejecutado en elecciones y decisiones, no guarda ninguna
relación lineal a sus conocimientos en el campo de la moda. Textiles, siluetas o
tipologías, son elementos que incluso apenas puedan empezar a decodificar a través de
los medios gráficos y audiovisuales desde una mecánica mercantil como herramienta de
promoción, sino que en general relacionan los productos con lo que observan en los
medios de comunicación o quienes comparten su entorno, que se vuelve un medio de
influencia de suma importancia.
24
En el portal Entre mujeres de Clarín se da a conocer un estudio realizado por la marca
Cheeky a través de la consultora Trendcity para poder comprender aun más la relación
de los niños actuales con la vestimenta.
Entre los principales resultados, la investigación remarca que la nueva infancia es más independiente, "empoderada" y que exige mayores fundamentos, todo respecto de la niñez de sus padres. Como consecuencia, afrontar la responsabilidad de ser padres hoy exige una mayor empatía, una gran capacidad para transmitir argumentos y tolerancia al cuestionamiento. Se vive en un clima de época donde los roles no están bien definidos. La frontera entre adulto/niño, estricta y distante de antaño, da paso a una nueva etapa donde la palabra de los padres es menos sagrada. Muchos niños comienzan a tener consumos y posturas típicos de los adultos. (“Niños rápidos”, 2011)
En suma, estos factores anteriormente mencionados inciden sobre los niños generando
una coyuntura entre el cuerpo, el textil y el contexto, creando nuevos hábitos de
consumo, deseos, gustos y sobre todo acelerando las etapas propias de la niñez.
1.5 El rol del niño y los padres como consumidores
Hoy día, los niños son clientes, compradores, gastadores y consumidores. Por esta
razón, se ha desarrollado un marketing mix integrado destinado a informar, persuadir y
vender, como así también a satisfacer a los niños como clientes. Éstos se han convertido
en uno de los objetivos más preciados desde la disciplina de estudio mencionada,
resultando un objeto de gran interés para profesionales, expertos en publicidad y
desarrolladores de negocios debido a que supone tanto a un mercado primario, futuro y
de influencia. (McNeal, 1993, p. 22)
Desde edades muy tempranas son los niños quienes desde sus opiniones, gustos y
consumos, y las variaciones de dichos patrones de comportamiento, se manifiestan en
consecuencia de su deseo desmesurado por la adquisición de un objeto, modificando así
los planeamientos de consumo de los adultos.
Las tendencias más generalizadas consideran niños consumidores a los comprendidos entre 4 y los 12 años de edad. Desde el punto de vista del consumo es frecuente considerar mercado infantil al grupo de edad de 4 a 12 años, ya que los
25
productos destinados a menores de 4 años tienen como publico objetivo prioritario a sus padres, los responsables de compra, y la influencia de los niños en esas decisiones es indirecta. (Tur Viñes, Ramos Soler, 2008, p. 23)
Existen dos tipos de factores determinantes en el desarrollo del niño como consumidor.
En primer lugar, la influencia que ejerce su interacción en un determinado contexto,
haciendo referencia al entorno y la cultura en la que se halla introducido. Y en segundo,
la propia edad que tiene el niño. Dentro de los factores del entorno que influyen en el
comportamiento del consumo se destacan los padres, los medios de comunicación, las
amistades, entre otras. A continuación se desarrollarán brevemente cada uno de ellos.
Según Carlson y Grossbart, establecen cuatro tipos de perfiles parentales. Los
autoritarios, democráticos, negligentes y permisivos. Son los padres democráticos y
permisivos quienes juegan un rol más importante en el proceso de socialización del niño
como consumidores, ya que el tipo de interacción que caracteriza a esas dos clases de
perfiles abarca actividades tales como, la opinión del niño o realizar las compras en
compañía de ellos. (Carlson, Grossbart, 1990). Los padres son quienes alientan a los
pequeños a que asuman el rol de consumidor tan pronto como puedan, generando un
gran entusiasmo en ellos, quizá porque ser consumidor es cuestión de adultos y hoy día,
los niños, se apresuran en ser mayores.
Los medios de comunicación, como es el caso de los anuncios publicitarios en la
televisión, en carteles en la vía pública, radio, revistas, internet, sumados a la evolución
de las redes sociales; serán quienes a su vez desde su poder de persuasión infieran en
las decisiones de los pequeños. “La publicidad por televisión sigue siendo el medio
favorito para llegar a los niños, pero otros medios corrientes- revista, periódicos, radio-
fueron ganando terreno en el mercado de los niños.” (McNeal, 1993, p.217). Además han
aparecido formas relativamente nuevas de publicidad que tienen el poder de disparar
sobre los pequeños con mayor precisión que los medios comunes, como es el caso del
correo electrónico, videojuegos, películas y redes sociales. En el caso especifico de la
26
televisión, se puede detectar una gran variedad de programación; esto ha hecho posible
subdividir los segmentos de audiencia. Ya no todos los programas están orientados a
niños entre dos y once años de edad. En su lugar el auditorio principal de un programa en
particular puede estar formado por niños de edad pre-escolar, escolar o intermedia.
Todos estos elementos mencionados tanto gráficos y audiovisuales se han convertido en
una forma de aprendizaje y de influencia mucho más fuerte que la de los adultos
responsables.
En la escuela y en otros ámbitos extra-familiares, los niños tienen la oportunidad de
vincularse con compañeros, relaciones que van a ser esenciales en el desarrollo de sus
competencias sociales. Cuando llega la edad escolar el pequeño cree necesario empezar
a desarrollar técnicas persuasivas, usualmente aprendidas por sus pares y amigos, para
utilizarlas con sus tutores con el fin de conseguir aunque sea una pequeña parte de una
larga lista de deseos. Es a partir de este momento que los padres oyen a menudo
súplicas como: “yo quiero”, “quiero tener”, “todos tienen menor yo”, generando influencia
sobre ellos y dando como resultado una conducta como pueden ser las compras,
provisión de fondos a los niños, negociaciones con ellos y rechazos.
“El consumo material y simbólico de los niños tiene sentido sólo si se lo relaciona con el
consumo de sus padres, a su cultura de consumo y a la inversión afectiva que aquéllos
proyectan sobre el consumo de sus hijos”. (Buckingham, 2007). Es un aspecto que
pertenece al niño y por lo mismo es un hecho que hace parte de su proceso de
adaptación y sociabilización con el mundo. Es así como los niños resultan expuestos a la
industria y al marketing, los cuales empujan a la tiranía del consumo, creando
necesidades artificiales que desean ver cubiertas para no sentirse excluido de su entorno
social.
Presentemente, se puede observar un adelantamiento del inicio de la etapa de la
adolescencia, donde los niños maduran antes como consumidores. Aunque sigan
27
pensando y recapacitando como tales, su gran conocimiento por las tendencias y
productos, potenciado por el alcance de internet y los medios de comunicación, provoca
que ganen fuerza en las decisiones de compra de sus padres. Matias Tombolini,
economista que investigó sobre el consumo de los niños, opina que un niño de 9 años de
edad ya es un consumidor maduro el cual vive en una situación de hiperconsumo por
culpa de las empresas y de los padres dominados por sus fallas y el inmediatismo.
(Grosz, 2012)
La falta de tiempo de los tutores crea una cierta angustia en ellos, y esto se refleja en el
consumo notoriamente. Los progenitores están demasiado ocupados con sus trabajos y
delegan cada vez más responsabilidades en sus pequeños. Los padres de clases de
mayor poder adquisitivo buscan los mejores productos para satisfacer a sus hijos sin
importar el precio. Estos son quienes se encargan de sus compras, más precisamente la
madre quien cumple una función transcendental, y por lo tanto tendrá que sentir que el
producto es la mejor opción. Asimismo, el mundo globalizado en el que se vive brinda a
los chicos miles de provocaciones que se traducen en productos y servicios. Los padres
en un primer momento satisfacían sus deseos para que no protesten ni molesten, pero
este capricho evoluciono de tal forma, que los niños tienen derecho a elegir qué
consumir, cómo y cuándo.
El comportamiento de los niños como consumidores se afirma según su edad y madurez.
Según el criterio de segmentación de edades que propone McNeal en Marketing de
productos para niños se distingue cinco fases en el proceso de aprendizaje de los
mismos en cuanto a su comportamiento como consumidores. La primera etapa,
acompañar a los padres y observar. Se da hasta los 2 años de edad y se comienza a
establecer conexiones entre la publicidad de la televisión y el contenido de las tiendas. La
que abarca desde los 2 hasta los 3 años y medio, corresponde a la segunda etapa.
Establece que las respuestas de los padres a los pedidos servirán en el futuro como
28
modelo sobre el que construirán sus argumentos de compra. La tercera etapa,
acompañar a los padres y seleccionar con permiso, va desde los 3 años y medio hasta
los 5 años y medio, en la cual comienzan a reconocer las marcas y a localizar los
productos en las tiendas, así como también clasificar las tiendas que frecuentan. La
cuarta etapa, acompañar a los padres y hacer compras independientes, hace referencia a
que el rol del vendedor es más importante para el desarrollo y la formación del niño como
consumidor que comprende de los 5 años y medio hasta los 8 años de edad. Y la quinta y
última etapa, ir solo al negocio y realizar las comprar independientemente y se efectúan a
partir de los 7 u 8 años de edad. Para ellos es excitante, puede que sea una de las
primeras experiencias de su autonomía y a partir de ese momento comenzaran a
generalizarse. (McNeal, 1993, pp. 34-39). Los niños a los que va dirigido el Proyecto de
Graduación comprenden la cuarta y la quinta etapa del comportamiento que los
establecen como consumidores, las cuales cobran un papel fundamental ya que es a
partir de éstas que los niños comienzan a efectuar sus decisiones de compra por motu
propio.
Con respecto a la vestimenta, Benyakar, ex presidente de la Cámara Argentina de
Indumentaria para Bebés y Niños (CAIBYN), señala que en la actualidad a los niños les
llama más la atención y demuestran un mayor interés y curiosidad por las vidrieras en los
shoppings, y que a su vez, los padres que consumen marcas prestigiosas para sus hijos,
tienen la sensación de que son más importantes si los visten con ese tipo de marcas.
(Benyakar, 2008)
Se puede inferir entonces que los niños constituyen un grupo de consumidores muy
significativos, que además de influir en los productos propios de la infancia, también
intervienen en los patrones de consumo familiar desde edades muy tempranas, incluso
desde antes de que nazcan. Los niños del siglo XXI influyen, condicionan y estipulan,
pero claramente son un reflejo de la sociedad en que se vive, una sociedad inmersa y
29
obsesionada por la producción y el consumismo; los pequeños han nacido rodeados de
nuevas tecnologías que van incorporando de forma natural en todas las facetas de su
vida. Ya no son los compradores de caramelos por monedas, comportamientos que
acontecían en épocas pasadas. Debido a los cambios ocurridos en la estructura social y
económica, los pequeños se convirtieron en una gran fuerza en el mercado. Conocen y
actúan más como consumidores que sus pares anteriores; los asuntos comerciales ya no
pueden dejarlos de lado, recayendo este tipo de conductas de manera absoluta en el
segmento al que va dirigido el presente proyecto.
30
Capítulo 2: La niñez, salud en riesgo
2.1 Obesidad y sobrepeso en el panorama mundial
El panorama a nivel mundial acerca del sobrepeso y la obesidad en la actualidad resulta
sumamente desalentador, ya que desde hace varias décadas el número de personas que
padecen esta problemática se ha ido incrementando significativamente. Los problemas
de salud que se pueden derivar del hecho de presentar exceso de peso son notables,
pudiendo repercutir negativamente sobre la calidad de vida integral de los individuos. Al
convertirse en una situación de gravedad global, es motivo de preocupación de varios
gobiernos e instituciones sanitarias.
La salud de la población está condicionada por numerosas factores sociales y
económicos. En este contexto, como se mencionó en el párrafo antepuesto, el sobrepeso
y la obesidad son agentes que afectan significativamente la salud y el bienestar de las
personas. (Elgart et al., 2010, p. 6). Haciendo referencia a la salud pública, constituye un
serio problema a nivel mundial debido a la dimensión que están adquiriendo en la
sociedad. El fenómeno del acrecentamiento acelerado en un gran número de países, ha
sido denominado epidemia global de obesidad por la Organización Mundial de la Salud
(OMS), configurando quizás la primera oportunidad en la que se caracteriza como
epidemia un mal no transmisible, en este caso la obesidad, siendo ésta una enfermedad
metabólica crónica. (Braguinsky, 2000, p.12)
Desde el punto de vista epidemiológico, representan una pandemia muy grave del siglo
XXI, pues afecta a individuos de los cinco continentes. De aquí que la obesidad y el
sobrepeso deben ser considerados una amenaza muy severa para la salud individual y
colectiva actual como también futura.
Aunque existen diferencias en la magnitud, la alarmante frecuencia de la problemática
afecta a todos los grupos sociodemográficos de la población, tanto en países
desarrollados como aquellos en vías de expansión, siendo mayor la frecuencia en los
31
primeros. (Serrano Ríos, 2012, pp. 20-25). Siguiendo con lo expuesto, un artículo de la
OMS enuncia: “La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial (…)
Aunque anteriormente se consideraba un problema confinado a los países de altos
ingresos, en la actualidad la obesidad también es prevalente en los países de ingresos
bajos y medios.” (OMS, 2013)
Es clara la relevancia de esta problemática, y como se hizo referencia con anterioridad, la
situación se vuelve aun más preocupante debido a que la obesidad no diferencia; afecta
a cualquier individuo sin considerar su edad, sexo, raza o nivel socioeconómico.
Tal como lo revela el documento denominado Obesidad y sedentarismo en el siglo XXI, el
sobrepeso y la obesidad se definen como un factor de riesgo de enfermedades
caracterizado por una acumulación excesiva de grasa, y por lo tanto conduce a una
composición corporal cuyo contenido graso supera un estándar prefijado.
La patología de la obesidad se sustenta en un marco multifuncional sobre una predisposición medida por las características genéticas de la persona, lo que implica cada vez más una mayor personalización del problema, confluyendo en un exceso en los aportes de energía, pero fundamentalmente una disminución del gasto energético en relación a lo que supondría un mejor equilibrio entre ingreso y demanda. (Varela Moreiras, 2013, p. 1)
La forma más usual que se utiliza para conocer si un sujeto presenta abundancia de
grasa corporal es a través de una herramienta de parámetro. El compromiso de la
problemática se tipifica con la presencia de un Índice de Masa Corporal (IMC). Este
último mencionado hace alusión a la asociación entre el peso y la talla de una persona.
Establece una medida poblacional útil y práctica, ya que la forma de calcularlo no varía
en función del sexo y la edad en la población adulta. Éste toma como referencia el peso y
la estatura de la persona, valorando su proporcionalidad en función de la fórmula
matemática: masa dividida por la estatura al cuadrado. Un individuo con un IMC igual o
superior a 30 se considera que padece obesidad, mientras que sobrepeso con valores
entre 25 a 29.9.
32
La obesidad afecta la función física y disminuye la expectativa de vida de las personas.
La Organización Mundial de la Salud declara que esta problemática aumenta el riesgo de
padecer enfermedades concomitantes como: diabetes, presión arterial elevada, alteración
de las grasas, enfermedades cardiovasculares, enfermedad metabólica producida por la
acumulación de ácido úrico en el cuerpo, osteoartrosis, síndrome de apnea del sueño,
hígado graso y ciertos tipos de cáncer. Adicionalmente, la acumulación excesiva de grasa
a nivel abdominal se asocia con resistencia a la acción de la insulina, intolerancia a los
azúcares y una alteración en el perfil de las grasas, lo que aumenta el riesgo de
enfermedad cardiovascular. Así es como la obesidad desarrolla trastornos metabólicos y
determina un crecimiento significativo en la morbilidad y la mortalidad (OMS, 2006)
Notoriamente, esta enfermedad es un problema sanitario de primer orden donde, además
de las complicaciones físicas y funcionales que presenta, cabe enfatizar la relación que
establece el sobrepeso y la obesidad con los trastornos de la imagen corporal, la
dificultad en las relaciones humanas y la socialización. Esto implica además de una
menor calidad de vida del individuo obeso, un elevado costo personal, social y sanitario.
Según lo que expresa el médico argentino especializado en obesidad, Alberto Cormillot
en una charla TED: “En 1980, una de cada diez personas tenía sobrepeso, en la
actualidad dos de cada tres personas tiene sobrepeso”. (Cormillot, 2013). Las tendencias
muestran incrementos constantes a través del tiempo, sin ningún tipo de agente que
indique un cambio. Aproximadamente unas 1.000 millones de personas adultas sufren
sobrepeso, y una tercera parte de ellos en franca obesidad clínica. A causa de esta
problemática instalada en la sociedad global mueren como mínimo 2,6 millones de
persona, siendo el quinto factor de riesgo en el mundo.
Sin duda alguna queda en manifiesto una situación alarmante que genera consecuencias
sobre la salud y los aspectos psicosociales producidos por el incremento de la incidencia
del sobrepeso y la obesidad, resultando de una envergadura considerable. Esto último
33
mencionado refleja una movilidad en la edad del inicio, ya que se evidencia un aumento
en la prevalencia de la obesidad a edades más tempranas, arrastrándose hacia la
adolescencia y la adultez con serio impacto en la salud infantil y futura.
2.2 Obesidad infantil
Como quedó expuesto en el subcapítulo de Obesidad y sobrepeso en el panorama
mundial, la problemática se incrementa notoriamente sin ningún signo de variación. Cada
día es más frecuente observar individuos que poseen esta complicación, y entendiendo
que la obesidad no segrega según edad ni sexo; los niños no podrían ser la excepción.
“La pediatría, -la rama de la Medicina que se ocupa de la salud y de las enfermedades de
los niños- afronta difíciles problemas y, sin duda, la obesidad infantil es una de ellas”.
(Braguinsky, 2000, p. 3). El número de pequeños que presentan esta dificultosa situación
aumenta en forma equivalente al de los adultos. De esta forma son considerados chicos
enfermos; quedando en evidencia principalmente en ciertos aspectos como la
desadaptación social a raíz de sus cualidades físicas, disminución de la autoestima,
menor aptitud física, etcétera.
La obesidad infantil tiene una repercusión negativa en sí misma que influye en la
morbilidad y mortalidad cuando el individuo sea adulto; es la infancia la época donde todo
lo que los chicos puedan abordar va a repercutir de forma directa o indirecta en su
adultez. Además es el periodo de la vida que condicionará en buena medida el
comportamiento en la edad adulta y la adquisición y mantenimiento de la obesidad. Como
se menciona en el artículo Propuestas para la atención continua de niños y adolescentes
obesos: ‟Su repercusión es de tal magnitud que se puede detectar individuos jóvenes que
además de ser obesos, sufren una o varias consecuencias sistemáticas del sobrepeso,
antes de llegar a la adultez.” (Parea Martínez et al., 2009, p. 55)
34
Anteriormente se expuso, desde el punto de vista teórico, que la obesidad se puede
definir como un acúmulo excesivo del tejido adiposo. En los niños los depósitos grasos
tienen lugar principalmente a nivel subcutáneo, esto quiere decir que yace directamente
bajo las capas de la piel. Después de los 3 años de edad, la obesidad infantil se asocia a
largo plazo con un mayor riesgo en la edad adulta y con un aumento en las disfunciones.
(Aranceta Bartrina, Pérez Rodrigo, Ribas Barba, Serra Majem, 2005, p. 13). A pesar de
que estos efectos comienzan en edades tempranas, mientras mayor es la edad del niño
con esta complicación, mayor es su posibilidad de convertirse en un adulto obeso. De
igual forma, si uno de los progenitores presenta obesidad, la posibilidad de que la
enfermedad persista en edad adulta es aún mayor. Adentrando en la explanación se
detallará con mayor exactitud.
En el plano mundial, en el año 1990 el 4,2% de los niños sufrían obesidad, siendo un total
estimado de 35 millones de pequeños. En el 2010, el 6,7%, o sea 43 millones y, en la
actualidad, el 7,3%, proporcionando un total de 60 millones de niños con esta
problemática. (Cormillot, 2013)
En este contexto, donde la dupla del sobrepeso/obesidad y su asociación con otros
factores de riesgo muestran aumentos crecientes, la República Argentina, no escapa de
esa realidad. La temática es compleja y es por esta razón que el diagnóstico se debe
detectar lo más prontamente posible. De acuerdo a varios estudios se calcula que entre
el 55% y el 60% de la población sufre problemas de sobrepeso u obesidad,
representando un estimado de 20 millones de personas. (Cormillot, 2013)
No se puede pasar por alto que la sociedad condena al individuo obeso, generando en él
un sentimiento de culpabilidad por ser como es, sin considerar que la obesidad hace
referencia a una enfermedad delicada y que esta situación se agrava aún más cuando se
refiere a niños. Contrariamente, se culpa al pequeño por tener a su disposición la
cantidad de alimentos que desee, así como malos hábitos alimenticios y no realizar
35
suficiente actividad física, cuando en general son circunstancias externas a él las que
inciden para provocar la aparición del síntoma.
2.2.1 Etiología de la obesidad infantil
Caracterizada por el cúmulo de grasa neutra en el tejido adiposo, la obesidad infantil, es
un efecto de varias causas que tienen relación con diversos factores. Estos últimos
mencionados se interrelacionan a través de mecanismos complejos que han revelado a
este trastorno como una tarea sumamente ardua dentro de la medicina pediátrica.
Tal como menciona el Dr. LeBow: “La obesidad infantil es un problema de facetas
múltiples afectado por variables genéticas, fisiológicas, sociales y económicas, por
diferentes constelaciones que desempeñan roles más o menos importante en los distintos
casos de niños obesos.” (LeBow, 1986, p. 23). Esto hace referencia a una enfermedad
crónica y compleja originada por variadas causas y numerosas complicaciones que
afecta a millones de niños a nivel global, y se caracteriza por la acumulación y
almacenamiento excesivo de grasa, principalmente en el tejido adiposo en forma de
grasa subcutánea.
Como se indicó, en las últimas décadas se ha presentado un aumento notable de
obesidad y sobrepeso de niños en todo el mundo. Esta problemática suele iniciarse en la
infancia y adolescencia por un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético. La
enfermedad se origina cuando se proporciona al organismo más calorías de las que se
consumen, almacenando el exceso de energía en forma de grasa corporal para el valor
esperado de acuerdo al sexo, talla y edad. (Palmiero, 2010, p. 13). Como consecuencia,
se genera un desorden multifuncional en cuya etiopatogenia están implicados múltiples
factores. Se han reportado influencias genéticas, metabólicas, ambientales, conductuales
y psicológicas.
36
Sin embargo, a pesar de estos agentes causales, la obesidad ha sido largamente
observada desde perspectivas ajenas a la salud. Probablemente, la forma más vigente de
entender la obesidad es verla como una cuestión meramente estética. Contra este
prejuicio, una de las principales fuentes de discriminación hacia los niños que padecen
sobrepeso, se acumulan las evidencias científicas que explican tanto sus consecuencias
sobre la salud, como así también alguna de sus causas.
Por su parte, el componente genético es el factor individual más determinante de la
obesidad. Estos agentes génicos no son modificables. Rige la capacidad de almacenar
grasa y menor facilidad de liberarla en forma de calor, lo que se denomina elevada
eficiencia energética del obeso. Se produce porque a largo plazo el gasto energético que
presenta el individuo es inferior a la energía que ingiere, es decir existe un balance
energético positivo.
La obesidad común y los fenotipos relacionados con ella tienen un componente genético significativo y existe amplia evidencia de la influencia de múltiples genes en el desarrollo de esta enfermedad. El estudio de la genética de la obesidad ha demostrado que algunos de los mecanismos más probables que predisponen a su desarrollo se encuentran las vías que regulan el apetito y el gasto de energía. (Tejero, 2008, pp. 448-449)
Asimismo, en el escrito Obesidad Infantil: Una nueva frontera de la terapia conductual de
Michael D. LeBow, expone cómo según trabajos de investigación del Dr. Albert. J.
Stunkard, revelan el lado biológico de la enfermedad, al mostrar que hijos de individuos
que padecen esta problemática siguen siendo obesos aún cuando no se críen con los
padres; relativizando así la importancia etiológica de estos últimos. (Stunkard, 1986, pp.
193-198)
Para ser más determinante, continuando con lo expuesto, desde este punto de vista
hereditario se establece que si ambos padres son obesos, el riesgo para la descendencia
será de un 67 a un 80%; cuando sólo uno de los progenitores es obeso de un 41 a 50% y
en el caso de que ninguno de los dos sufra de obesidad, el riesgo para la descendencia
37
será sólo de un 9%. (Barslund, 2007, p. 35). Esto deja en evidencia que si bien no cabe
ninguna duda que existe una interacción, la influencia de los factores genéticos sobre la
enfermedad es formidablemente relevante y el riesgo de hacerse obeso en edad adulta
está condicionado por este tipo de agente.
Al margen de las características génicas, en el proceso de desarrollo de la obesidad
confluyen colaborativamente factores determinantes exógenos como son los malos
hábitos de alimentación, estilos de vida sedentaria y los aspectos psicológicos; con una
serie de condicionantes ambientales que influyen de manera directa o indirecta sobre las
conductas alimentarias, y la respuesta fisiológica del organismo a la actividad física. En el
escrito denominado Obesidad Infantil de la autora Hebe Palmiero afirma que: “Factores
como el estado de salud y el ambiente en que se desarrolla el niño, juegan un papel
principal en la génesis de la obesidad.” (Palmiero, 2010, p. 23)
Siguiendo con lo aludido, la rapidez con la que se está produciendo el incremento de su
prevalencia parece tener relación con la transformación en el proceso de modernización y
reestructuración económica en países desarrollados y en vías de desarrollo, modificando
los modelos nutricionales y de actividad física. Los sistemas de alimentación han
mejorado la disponibilidad de alimentos de alta densidad energética, mientras que los
estilos de vida sedentarios están extendiéndose constantemente. (Martínez, Moreno,
Marques Lopes, Martí, 2008, p. 19)
El sedentarismo, conlleva una disminución del gasto energético favoreciendo asimismo a
la enfermedad. Esta tendencia de la vida moderna, está relacionada no sólo con
decisiones individuales sino también con las características del medioambiente urbano,
que desalienta la práctica de actividad física. Estos comportamientos, como pasar largas
horas delante del televisor o la computadora, son factores ambientales que contribuyen
sensiblemente al incremento de la obesidad infantil en la actualidad, además de
aumentar la pasividad intelectual y limitar la creatividad. Queda evidenciada la relación de
38
la obesidad infantil con la tecnología como medio de entretenimiento y facilitadora del
accionar de los niños.
Como se mencionó en el párrafo anterior, la inactividad física no sólo es un tema
relacionado con las conductas individuales sino que está conectado con la falta de
espacios, el aumento de las multitudes, la contaminación ambiental y las dificultades para
desarrollar deporte y recreaciones saludables. En consecuencia los pasatiempos
sedentarios anteriormente nombrados gozan de una gran popularidad que se incrementa
con el tiempo. (Rodríguez Rossi, 2006, p. 96). Esto refleja que el exceso de peso puede
ser entendido también como una tendencia impulsada por los cambios en los estilos de
vida en la actualidad.
Conjuntamente, la obesidad es más frecuente en niños con inestabilidad emocional,
como ocurre con la ansiedad, estrés, depresión, hijos con padres divorciados, familias
disfuncionales, entre otras. “La hiperfagia debido al estrés se aplica aproximadamente al
80% de la población en general.” (Ruiz Jiménez, 2004, p. 166). A su vez, haciendo
alusión a los niños, este factor psíquico conlleva a provocar la discriminación de sus
pares, produciendo una falta de autoestima lo que implica aislamiento, sedentarismo y un
mayor incremento de la ingesta. Dicha angustia psicológica por la estigmatización social
impuesta a los niños obesos puede ser aun más peligrosa que las morbilidades médicas;
tema que se desarrollará a lo largo del capítulo.
En conclusión, no se puede dejar afuera los factores genéticos, ambientales y
psicológicos cuando uno quiere referirse a los elementos causantes y perpetuantes de la
obesidad. Todos estos agentes unidos prolongan el avance de la obesidad. La alta
precisión de la regulación del peso corporal se alcanza con un conjunto de sistemas
integrados, que ajustan el balance energético o sea la relación que se establece entre la
ingesta y el gasto.
39
Las corrientes epidemiológicas actuales sobre la evolución y la expansión de las tasas de
obesidad indican que una causa importante del problema de obesidad subyace en los
modelos dietéticos erróneos y la falta de actividad física, mientras que estudios
metabólicos y genéticos revelan que hay individuos más susceptibles a ganar peso que
otros. Tanto la prevención como el tratamiento de la obesidad infantil requieren de una
visión integrada; como se evidencia, la teología de la obesidad es multifuncional y nunca
se proporcionará tratamiento si se realiza un enfoque inconcluso y superfluo.
2.2.2 Tipos de obesidad infantil
Si clasificamos la obesidad según su etiología, podemos encontrar dos grandes grupos.
Por un lado la exógena denominada simple o esencial. Es la más frecuente y constituye
el 95% a 99% de todas las obesidades. En ella, la relación entre el gasto energético e
ingesta está alterada. Los hábitos dietéticos y nutricionales suelen no permitir dicho
equilibrio. Por otro lado, un pequeño porcentaje entre el 1% al 5% de obesidades
denominada endógenas, secundarias o sindrómicas, están asociadas a otras
enfermedades, de las cuales, un gran número son de etiología monogénica. (Gil
Hernández, 2010, p. 390)
Ciertamente resulta posible dilucidar, no sólo desde la perspectiva profesional, si un niño
presenta sobrepeso observando sus formas. Pero, a pesar de esto, la distribución del
exceso de grasa también se clasifica ya que no todos los cuerpos humanos adquieren la
misma morfología. Según la distribución topógrafa de la grasa se reconocen tres
fenotipos. Aquella en que el exceso de grasa predomina preferentemente en la mitad
proximal del tronco, o sea en el abdomen, pero con unos glúteos o muslos relativamente
estrechos se denomina obesidad androide o central visceral. Por otra parte la obesidad
ginoide llamada también glúteo-femoral o periférica, se caracteriza por el acumulo de
grasa en muslos y glúteos pero con abdomen comparativamente pequeño. Por último, la
40
morfología que cobra interés en el presente Proyecto de Graduación, cuando la grasa no
se localiza en ninguna zona corporal en especial, sino que está distribuida de manera
homogénea, siendo el fenotipo predominante en los niños, y se denomina obesidad
generalizada. (Ruiz Jiménez, 2004, pp. 150-151)
La disposición de grasa en el cuerpo del niño es uno de los elementos fundamentales
que se deben de tener en cuenta al momento de calificar a un pequeño que sufre de
exceso de peso, siendo frecuentemente un tema no abordado por los médicos pediatras.
2.2.3 Diagnostico de la enfermedad
De igual forma que aumenta el número de niños con sobrepeso u obesidad, se
incrementan las consultas por dicha demasía de peso. El diagnóstico debe concretar
fehacientemente la etiología, el patrón morfológico del acúmulo de grasa y el grado o
intensidad de la obesidad.
Al comienzo del capítulo, se indicó brevemente la forma de conocer si un individuo
presenta sobrepeso u obesidad; aludiendo al instrumento más útil, fácil y sencillo: el
índice de masa corporal (IMC). Al igual que sucede en el segmento adulto, dicho método
de diagnóstico se basa en estándares internacionales. Estas pautas también se
desarrollaron para niños y corresponden con la clasificación de exceso de peso de la
OMS, donde el punto prefijado de sobrepeso es de 25 y 30 en el caso de obesidad.
A pesar de esto, la ponderación de la cifra resultante varía en el caso infantil. Al contrario
de los adultos, el índice de masa corporal ha de trasladarse a una tabla de percentiles,
teniendo en cuenta dos criterios esenciales: la edad y el sexo del niño. En función de la
misma, se establece que los niños y niñas con un índice de masa corporal situado entre
el 85 y el 95 en dicha escala padecen sobrepeso. Por encima del umbral del percentil 95
se considera obesidad en grado variable. (Ruiz Jiménez, 2004, p. 151)
41
Además de emplearse el IMC para la valoración clínica de la obesidad, se utilizan otros
parámetros como son los pliegues de grasa subcutánea y el cociente perímetro
abdominal-circunferencia de caderas, los cuales además de ser métodos simples de
realizar, informan no sólo el sobrepeso que presenta el sujeto, sino también la
contribución de la masa grasa de la distribución detallada en el subcapítulo previo.
La medición de los pliegues cutáneos consiste en tomar el grosor de una doble capa de
piel más grasa subcutánea, y separarla del músculo subyacente. Esto se efectúa con un
calibre especial con el que se ejerce una presión constante entre sus ramas, que permite
disminuir el error producido por la compresibilidad del tejido adiposo. Para realizar
cualquier medición de pliegues se emplea la misma técnica general, y sólo varía la
posición particular de cada sitio. A nivel pediátrico la localización más frecuente es el
pliegue tricipital. Éste consiste en medir en el brazo izquierdo, en el punto medio entre
acromion y olécranon, en cara posterior, teniendo la precaución de no incluir el músculo
en la medición. (Barslund, 2007, p. 36). Por otra parte, la medición de la circunferencia
abdominal es una manera simple de estimar el comportamiento adiposo en dicha zona.
La circunferencia abdominal se mide con cinta métrica flexible, con precisión de 0,1 cm, en el punto medio entre el arco costal inferior y el hueso suprailíaco. Se calcula el peso por medio de balanza tipo plataforma, con intermedio de 100 g para peso y 5 cm para altura, con el paciente vestido con el mínimo de ropa posible y descalzo, en la posición vertical encima de la balanza, pies levemente alejados y en línea recta, brazos estirados a lo largo del cuerpo y cuello y cabeza rectos. (Bopp, Barbiero, 2008, p. 466)
El establecimiento de las diferentes maneras que construye el diagnóstico de la
enfermedad es efectivamente importante, teniendo en cuenta los riesgos que presenta el
padecimiento en la niñez. A continuación se ampliará y se comprenderá con mayor
precisión los conflictos asociados en sus distintas índoles.
42
2.2.4 Consecuencias sobre la niñez
Queda en evidencia a lo largo de lo expuesto del capítulo que, cuando se habla de
obesidad en la niñez, se asocia a un periodo crítico para el desarrollo de la enfermedad.
Es necesario plasmar cuáles son los efectos adversos y los riesgos del exceso de peso
para la salud en etapas tempranas de la vida que incluyen a corto plazo tanto problemas
orgánicos, físicos como también psicosociales.
Como ya se ha hecho mención, la obesidad infantil se ha asociado con la aparición de
alteraciones metabólicas a edades tempranas, haciendo referencia a un aumento del
riesgo cardiovascular, menor tolerancia a la glucosa e incluso hipertensión arterial. El
texto Consecuencias de la obesidad en el niño y adolescente: un problema que requiere
atención, índica que la Asociación Americana de Diabetes, a través de diversos estudios,
anunció que el 85% de los niños con diagnóstico de diabetes de tipo 2 presentan
sobrepeso u obesidad. Además, el 10% de niños con exceso de peso podrían sufrir
tolerancia alterada de la glucosa. De igual forma, la hipertensión y la tensión arterial
media es significativamente más elevada que en niños no obesos. (Liria, 2012, pp. 358-
359)
Del mismo modo se han revelado problemas ortopédicos que son acompañados por
alteraciones en la movilidad física e inactividad, trastornos en la respuesta inmune con
aumento en la susceptibilidad a infecciones; alteraciones cutáneas que reducen la
capacidad de cicatrización de heridas y problemas respiratorios nocturnos e incluso
apnea del sueño. (Aranceta Batrina, Pérez Rodrigo, Ribas Barba, Serra Majem, 2005, pp.
13-14). Además se deben tener en cuenta otros datos de alarma que se pueden percibir
a través de la observación del sujeto obeso, los cuales no llegan a generar un fuerte
impacto, pero que son de suma importancia. Esto hace referencia a los efectos que
generan una fuerte repercusión sobre la psicología de la piel, incluidos las glándulas
sudoríparas, las glándulas sebáceas y la producción de sebo.
43
La obesidad asimismo, afecta al funcionamiento diario, el efecto es que los niños que
padecen obesidad, en muchas ocasiones, no pueden realizar actividades que tienen
importancia para sus vidas, tales como el cuidado de si mismo, actividades de ocio, de
entretenimiento o deportivas. Al enfermo obeso no se le suele preguntar sobre cómo su
peso afecta a su funcionamiento cotidiano, a su equilibrio mental o a sus relaciones con
los demás. El resultado es que los pequeños muchas veces, sin registro por parte de los
adultos responsables, se encuentran solos cuando se enfrentan con situaciones
dificultosas, al momento de realizar diferentes actividades básicas como son las de aseo
personal, vestimenta, entre otras.
Un ejemplo de lo expuesto puede referir a que la obesidad provoca que los niños realicen
menor actividad física, repercutiendo aun más de forma directa sobre su salud.
Esta falta de actividad es provocada por la negativa a participar en ejercicios con otros de sus compañeros y amigos que pueden ridiculizarlos por su figura. Aunado a ello, el tamaño de su figura los afecta directamente en su ejecución motora, dejándolos en desventaja en actividades con sus pares. (García Meraz, Martínez Martínez, Guzmán Saldaña, 2010, p. 307)
Las consecuencias psicosociales de la distorsión de la imagen física para el niño obeso
pueden ser tan significativas incluso más que las físicas. Vivimos en el siglo de la imagen,
en un contexto donde la sociedad es hostil con los individuos que presentan exceso de
peso e históricamente se ha creído que la pérdida de peso es una cuestión de fuerza de
voluntad. La aceptación social viene unida a los arquetipos de tipo morfológicos y,
presentar abundancia de grasa es en sí mismo, un factor crónico de estrés. Este rechazo
adquiere en determinadas etapas de la vida importancia vital, como ocurre con los niños
obesos, los cuales ven dificultada su integración en el grupo por su imagen corporal.
En dicho plano emocional, los niños que presentan sobrepeso u obesidad sufren de
discriminación y agresión que dañan su bienestar emocional, los limitan en la adquisición
de habilidades sociales que necesitarán en la vida adulta y los someten a una mayor
44
presión que sus compañeros con peso normal. “La victimización en la edad escolar,
mejor conocida como “Bullying”, se incrementa si se toman en cuenta alumnos que por
alguna razón sobresalen del grupo.” (García Meraz, Martínez Martínez, Guzmán Saldaña,
2010, p. 308). Siendo los niños que presentan obesidad los más afectados por esta
diferenciación en la sociedad actual.
Así es, como en el ámbito de enseñanza, la victimización repercute directamente en una
baja autoestima e insatisfacción corporal. Se considera un período crucial para la
configuración de este tipo de conductas y comportamientos, ya que se ven expuestos
diariamente a ser objeto de bromas y burlas, generando así sentimientos de inferioridad.
Este impacto negativo que provoca la obesidad en las emociones del niño no sólo tiene
efectos a corto plazo, sino que también le puede acarrear problemas y complicaciones a
largo plazo. En cuanto a la socialización, es de suma dificultad establecer vínculos con
sus compañeros. Esta exclusión, causada por infundados prejuicios, atribuye a los
obesos una nula capacidad de autocontrol sobre sus impulsos, en particular sobre la
ingesta, de modo que se les culpabiliza de su exceso de grasa al considerar que ésta es
debida a su falta de voluntad.
El repudio que padecen desencadena actitudes antisociales que induce a que el
problema perpetúe. Las derivaciones que pueden sufrir los puede llevar a tener hábitos
extremos como trastornos alimenticios, y obviamente un aislamiento social que
contribuye a llevar un estilo de vida sedentario, situación que, se vuelve difícil de aplacar.
Siguiendo con lo expuesto, Verónica Vázquez Velázquez expresa:
Es un hecho que, independientemente del grado de obesidad, la preocupación por la comida se puede conectar con la insatisfacción de la imagen corporal y el desarrollo practicas riesgosas como son las dietas restrictivas, que pueden conducir al desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria, situación que causa, favorece y mantiene el problema de obesidad.(Vázquez Velásquez, 2004, p.137)
45
La imagen corporal personal corresponde a la visión mental que presenta uno mismo
hacia su cuerpo, y los niños que sufren estigmatización por parte usualmente de sus
compañeros, sufren una pobre imagen de su cuerpo. Este impacto negativo que provoca
la problemática de exceso de peso sobre la psiquis del niño acarrea complicaciones en
etapas ulteriores de la vida.
Para ultimar, se identificaron tres niveles que repercuten en los niños. A nivel orgánico
afecta directamente a la salud, incidiendo directamente en enfermedades crónico-
degenerativas y diversos padecimientos asociados. A nivel emocional afecta la
autoestima y el auto-concepto global de los individuos. Mientras que, a nivel social, incide
directamente sobre su capacidad de desarrollarse e interactuar socialmente con sus
pares y demás personas que conforman su círculo social. En definitiva, todas estas
consecuencias son extremadamente serias para la mayoría de los niños obesos, por lo
cual es necesaria la ayuda de la familia y los profesionales para poder afrontarla.
2.2.5 Tratamiento de la obesidad infantil
La obesidad en niños resulta una de las enfermedades más frustrantes y dificultosas de
abordar. En función de esto, su tratamiento suele resultar dificultoso y muchas veces
refractario. A pesar de que se hace referencia a un proceso complejo, es de carácter
imperioso insistir en él, debido a las complicadas consecuencias negativas tanto en la
salud medica como psicológica del niño; efectos sumamente riesgosos mencionados en
el subcapítulo anterior.
El tratamiento debe regirse de tres pilares fundamentales, dichas categorías con igualdad
de importancia. Se hace referencia a la modificación de las conductas alimentarias, a
estímulos de actividad física y a un soporte emocional. “Tengamos presente que el
sobrepeso y la obesidad son enfermedades y no un problema estético. El diagnóstico del
46
médico de cabecera del niño y sus derivaciones a los especialistas que determine, es el
camino a seguir.” (Pamiero, 2010, p. 57)
En la infancia, se debe tomar en cuenta además a la familia. La obesidad infantil no es un
problema individual, sino familiar, la implicación parental es necesaria para la adherencia
al tratamiento. Los padres y la familia desempeñan un papel primordial, ya que
promueven las preferencias y las aversiones alimentarias y enseñan a sus hijos a ser
activos o inactivos. Como se menciona en el texto Tratamiento de la obesidad, ¿Cuáles
son los problemas psicológicos, sociales y familiares que deben ser considerados en el
diagnóstico y tratamiento del paciente obeso?:
El ambiente familiar puede contribuir al desarrollo de la obesidad. Los estilos de vida de los padres influyen en el desarrollo de las preferencias alimentarias, en la exposición a estímulos de comida y en la habilidad de los pacientes para regular su selección e ingesta, logrando establecer el ambiente emocional, nutricional y de actividad física que puede o no desarrollarse la obesidad. (Vázquez Velázquez, 2004, p. 141)
Y como ya se mencionó a lo largo del capítulo, los hábitos que se establecen en la
infancia tienden a persistir en la edad adulta. El tratamiento del exceso de peso en la
niñez ha de tener en cuenta todas las premisas y plantearse desde un tratamiento
multidisciplinario en el que nutricionistas, psicólogos y pediatras han de estar implicados
en forma conjunta y coordinada, sin centrar la atención únicamente en el peso y la
alimentación, sino en la salud general del niño y de su entorno familiar.
El tratamiento nutricional debe promover una alimentación equilibrada, y no perseguir de
forma inmediata disminuciones del IMC, sino que éstas se planteen a medio y largo
plazo, contando con el hecho de que el niño está en época de crecimiento y desarrollo, y
que la realización de una alimentación proporcionada y equilibrada contribuirá a la
normalización progresiva de su IMC. (Gussinyer, García Reyna, Carrascosa, 2008, p. 36).
El niño con sobrepeso u obesidad realiza un programa de alimentación como método
hacia el objetivo final, suficiente para nutrirse correctamente, sin necesidad de que pase
47
hambre. Se debe asegurar que tenga su adecuado aporte de vitaminas, minerales y
ácidos grasos esenciales, disminución de la masa grasa, prevenir las complicaciones de
la obesidad.
Al referirse a una enfermedad crónica, resulta fundamental su tratamiento bajo una
condición de paciencia para un proceso evolutivo en función a su abordaje. “Las
modificaciones de la conducta alimentaria se logra a través de sesiones semanales en las
que se explican las características y el contenido de nutrientes, tanto al niño como a su
entorno familiar.” (Gussinyer, García Reyna, Carrascosa, 2008, p. 36)
El grado de sedentarismo que poseen los niños en la sociedad actual es muy elevado.
Televisión, juegos en red e internet son consumidos a lo largo de gran cantidad de horas,
dejando de lado caminatas o juegos al aire libre, que resultan tanto actividades joviales
como así, saludables. Por otro lado y opuesto a éstos, el ejercicio físico extenuante no es
aconsejable para niños con esta condición, por lo que se recomienda que se elija un
deporte que sea de su preferencia y lo practique de forma estructurada dos o tres veces
por semana, promoviendo así una rutina en materia de conciencia del niño desde su
anhelo por disfrutar el mismo. A su vez, es deber de los padres o tutores promover el
aumento de las actividades que impliquen una ejecución física en la vida cotidiana,
disminuyendo el tiempo de inactividad que podría devenir en un sedentarismo joven. En
consecuencia, estos cambios favorecen el gasto de energía y contribuyen a disminuir la
acumulación de grasas que predeterminan el sobrepeso.
Posiblemente, el aspecto que resulta menos amparado, y hasta a veces rezagado es el
psicológico. Existen escasas referencias de tratamientos en los que se tome en cuenta
esta variable como premisa básica para un procedimiento eficaz; de todos modos se
insiste sobre la favorable cualidad categórica de los tratamientos multidisciplinarios,
quienes reportan mejores resultados a largo plazo.
48
En necesario que se contemplen aspectos relacionados con la mejora de la emocionalidad. La vergüenza y el aislamiento del paciente deben tomarse en cuenta para realizar un tratamiento efectivo, así como temas relacionados con la alimentación, la publicidad engañosa, el autocontrol, la imagen corporal, la comunicación, la resolución de conflictos, la asertividad, los derechos personales, la autoestima, la relajación, la actividad y la inactividad física. (Gussinyer, García Reyna, Carrascosa, 2008, p.36)
Este soporte emocional, debe darse de forma progresiva, al igual que la conducta
alimentaria y la actividad física. La retroalimentación de información entre la del niño, la
familia y los especialistas, constituyen un eje fundamental para la productividad del
tratamiento. La conversación con el niño se vuelve un elemento significativo dentro del
complejo proceso de cambio, se intenta que el paciente comprenda que el camino más
eficiente es la adopción de un programa de alimentación como método hacia el objetivo
del tratamiento.
2.3 Estado de conciencia de la sociedad actual
El exceso de peso constituye un hallazgo cada vez más frecuente en los niños, y no
suele ser activamente buscado por los equipos de salud en el país. Las cifras expuestas
inicialmente sobre la obesidad infantil en Argentina dejan en evidencia la prevalencia de
la enfermedad. La alarmante frecuencia conlleva cada vez más a un interés mayor,
debiendo ser motivo de estudio y reflexión tanto a nivel clínico como también científico.
Las investigaciones científicas en este campo son cada vez más numerosas y como se
ha expuesto, las propuestas patogénicas más complejas. Es evidente la responsabilidad
del gobierno como impulsor de la creación de un mejor modelo de atención de estos
padecimientos. Son insuficientes las instalaciones y los grupos que trabajan en la
exploración, prevención y tratamiento de la obesidad. Impulsar el desarrollo de los
mismos bajo una adecuada coordinación. Es una necesidad de suma urgencia. La
construcción de un ambiente más saludable tiene que ser una acción concertada,
49
teniendo como principales agentes un gobierno preocupado y activo frente a una
sociedad debidamente informada.
Resulta necesario, entonces, llevar a cabo medidas de prevención desde una regulación
estatal comprometida con la salud de la población. Es de suma importancia insistir en
este concepto, aunque no se puede dejar de mencionar que se trata de una tarea ardua,
ya que se deben luchar contra hábitos arraigados en el colectivo social. Por más que se
intente reducir el impacto del sobrepeso y la obesidad en la salud poblacional de los
niños a través del sistema de salud, el alcance de las restricciones suele resultar limitado.
Los tratamientos para reducir el peso son habitualmente complejos y costosos, de todas
formas cabe enfatizar que las herramientas de promoción son de suma importancia para
detener el avance de esta patología y también de las patologías asociadas.
Entre las sociedades y entidades científicas que se ocupan de la obesidad sobresalen la
Sociedad Argentina de Nutrición, la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos de la
Nutrición, el Centro de Estudios sobre la Nutrición Infantil (CESNI), la Red Nacional de
Actividad Física y Desarrollo Humano, y la Sociedad Argentina de Pediatría. Existe,
además, un Observatorio de Buenas Prácticas Nutricionales de la Universidad de Buenos
Aires, coordinado por el Ministerio de Salud, cuyo propósito es identificar, analizar y
difundir estudios y casos relacionados con prácticas y políticas orientadas al logro de una
alimentación saludable en la sociedad. (Britos, Savarí, Vilella, 2010, p. 2)
La Dirección Nacional de Maternidad e Infancia se encuentra dentro del ámbito del
Ministerio de Salud de la Nación. Allí se desarrolla el Programa Materno Infantil, el cual
está compuesto por tres ejes prioritarios: Salud Perinatal, Salud Integral del Niño y Salud
Integral de la Adolescencia. El segmento que refiere a la salud integral de los niños tiene
como fin preservar y mejorar el correcto estado de nutrición, fortaleciendo el abordaje
integral de la salud infantil, incorporando la participación de factores ambientales.
(Ministerio de Salud, 2014). Asimismo, existen las guías alimentarias para la población
50
infantil publicadas por el Ministerio de Salud, las cuales incorporan la nutrición a las
pautas de crianza. Contienen recomendaciones y prácticas que favorecen el crecimiento
y el pleno desarrollo de los niños, para un mayor conocimiento tanto de la familia como
los equipos de salud. (Sociedad Argentina de Pediatría, 2006)
Por otra parte, la formación de leyes es un proceso que está constituido por mecanismos
específicamente pautados en la Constitución Nacional. Previamente a que una ley sea
vigente, se deben formulan proyectos. Haciendo referencia a la obesidad infantil, se
pueden mencionar algunos que fueron encabezados por diferentes Diputados y
Senadores dentro del país.
En la provincia de Santa Fe en el año 2006 se presentó un proyecto, encabezado por la
Diputada Provincial Mónica Tomei, el cual buscaba regular la venta de alimentos en los
establecimientos educativos de la provincia, tendiente a reducir el consumo de las
comidas con altos contenidos grasos. El objetivo es disminuir la obesidad infantil y los
riesgos para la salud que se derivan de la misma, restringiendo el expendio de alimentos
con altos contenidos de grasas, azúcares y sales en los kioscos de las escuelas
provinciales. (INTI, 2006). De igual forma, en la provincia de Salta en el año 2010, la
Senadora Claudia Silvina Vargas estableció un proyecto con el objetivo de generar
estrategias para promover una alimentación saludable, y crear conciencia sobre los
múltiples riesgos que devienen de la obesidad. Luego, en el año 2011, el Senador
Rodrigo Borla realizó un proyecto de ley que propone la creación de un programa
provincial de lucha contra la obesidad infantil. Además, tiene como objetivo generar
estrategias para la detección temprana de la enfermedad, involucrando a la familia en
este proceso, procurar la toma de conciencia de la población sobre la importancia de
incorporar hábitos de vida y de alimentación que ayuden a lograr un óptimo estado de
salud.
51
A pesar de que no todos los proyectos se convierten en leyes, desde el 1 de Junio del
año 2009, la Republica Argentina es el primer país que posee una ley que obliga a sus
gobiernos en sus distintas jurisdicciones, a crear servicios y estructuras para atender la
problemática y, a todas las entidades públicas y privadas incluidas sin excepción las
dedicadas a cobertura de salud. Los tratamientos para bajar de peso quedaron incluidos
en el Programa Medico Obligatorio que rige en el país, lo que implica que el sistema de
salud pública, las obras sociales y empresas de medicina prepaga deben acaparar esta
problemática. (Ministerio de Salud, 2009). Además, obliga al estado a impulsar
programas de información en materia de alimentación y salud. Conjuntamente, la ley
hace hincapié en la educación alimentaria en las escuelas, como así también al
desarrollo de estándares que garanticen la calidad nutricional de los alimentos ofrecidos
en comedores escolares. La medida alcanza a kioscos escolares, que deberán incluir
alimentos para una dieta equilibrada. Por otra parte, obliga a que los anuncios
publicitarios y los diseñadores de indumentaria no utilicen la extrema delgadez como
símbolo de salud y belleza. (Cormillot, 2011)
Queda en manifiesto, que el contar con una ley que diagnostica a la obesidad como una
enfermedad que debe ser prevenida y tratada, es un hecho auspicioso en la medida que
pueda ser implementada en todo el territorio del país, y asimismo que se establezca un
seguimiento preciso por parte de las instituciones del gobierno en cuanto a sus diversos
aspectos.
Conjuntamente, en el año 2009 la Legislatura Porteña sancionó la Ley 3330, Ley de
Talles, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, publicada en el Boletín Oficial nº 3349
del 27 de enero de 2010. La norma tiene por objeto garantizar a los habitantes de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de un mínimo de ocho talles correspondientes a las
medidas corporales normalizadas en las Normas IRAM 75300 en los establecimientos
comerciales cuya actividad principal, accesoria u ocasional sea la venta, fabricación o
52
provisión de indumentaria, obligándolos a producir o importar indumentaria en
concordancia con los talles dispuestos, bajo apercibimiento de aplicarse sanciones de
multa y en ocasiones de clausura, previstas en el art. 5º, las que por dicha Ley fueron
incorporadas como arts. 5.1.12, 5.1.13 y 5.1.14 del Capítulo I “Derechos del Consumidor”
Sección 5º del Libro II “De las Faltas en Particular”, Anexo I de la Ley 451. (Boletín Oficial
de la Ciudad de Buenos Aires, 2010)
Por otra parte, se encuentra la Fundación Anónimos Luchadores contra la Obesidad
(ALCO), identificada como una institución de autoayuda que brinda apoyo a personas que
sufren exceso de peso. El programa de ALCO está basado en brindar herramientas para
modificar hábitos alimentarios y de actividad física, logrando la autogestión de la
enfermedad y el control a lo largo del tiempo. Es a partir de este proyecto que se origina
ALQUITOS, siendo el programa de la fundación dedicado a niños de edad escolar. El
objetivo es que el niño modifique sus hábitos de vida, con una alimentación saludable y a
través de la actividad física. (ALCO, 2014)
Sin duda que son considerables los establecimientos y las investigaciones encargadas de
abordar los trastornos nutricionales en la niñez, los cuales merecen ser abordados con
mayor intensidad para un mejor nivel de salud en las presentes y futuras generaciones. A
pesar que existen entidades que contemplan y se involucran con la problemática, resulta
necesario hacer mayor hincapié en la comunicación, para que la sociedad tenga presente
que la obesidad y los problemas relacionados al exceso de peso son una enfermedad.
Con esto se busca un cambio de paradigma en lo que concierne a que los individuos y
los pequeños que no presentan sobrepeso no manifiesten actitudes de rechazo frente a
los que si padecen este mal.
53
2.4 Relación primaria funcional del indumento con el niño
Dentro de un contexto donde el cuerpo cumple una función primordial, la indumentaria se
alinea a determinadas necesidades tanto físicas como psicológicas teniendo en cuenta
diversas situaciones a las que el niño se ve expuesto cotidianamente. El individuo se ve
inmerso en una sociedad donde confluyen diferentes tipos de factores que afectan de
manera directa al momento de establecer y configurar un sistema visual. Es decir, el
contexto determina al ser social, y así condiciona desde su multiplicidad de componentes
al sistema visual integral. Desde pequeños, los niños, se encuentran sumergidos en una
sociedad industrial, caracterizada por la obsesión de la producción y el consumo como
vectores primordiales, mediante la cual se ven expuestos a una diversificación constante
de productos que van cubriendo sus necesidades tanto reales como ficticias.
Dentro del universo de la moda infantil, el cual está compuesto por una variedad de
tendencias que a su vez presentan conexiones con múltiples influencias; conjuntamente
los niños comienzan a desarrollar características en cuanto al crecimiento físico,
acompañado a su vez por el psíquico y social. De esta forma, el indumento proporciona
un importante punto de apoyo para su identificación.
Sin embargo, los niños que sufren exceso de peso, en la actualidad no ven contempladas
sus necesidades al momento de configurar su propio lenguaje vestimentario, ya que no
consiguen obtener una variedad en el mercado en función de las cualidades que tendría
que brindarles el indumento. Cualidades que, deberían adaptarse a su dimensión
corporal, establecida por la abundancia de grasa en forma generalizada y homogénea. Es
por esta razón que se sienten excluidos de los paradigmas que establece la moda infantil.
Principalmente se debe pensar a la indumentaria desde su practicidad en relación a la
funcionalidad, teniendo en cuenta que el presente proyecto va dirigido a niños entre 6 y
10 años de edad, y los problemas físicos que se pueden establecer a través de sus
dimensiones anatómicas, traducidos en una desproporcionada imagen corporal,
54
condicionan en varios aspectos a la indumentaria. Es imperioso que los niños posean
indumentaria cómoda para facilitar su movilidad, y además este concepto se acrecienta
aún más al centrarse en niños con sobrepeso. Como expresa Susana Saulquin en La
muerte de la moda, el día después:
Al hacer abono de los mandatos de la moda por emergencia y presencia del sujeto individual, la practicidad vuelve a concordar con la funcionalidad y ambas permiten que el vestido se funda y responda al entorno y por ende a la vida. (Saulquin, 2010, p. 132)
De esta manera, la concepción de indumentaria en la niñez debe responder a ciertas
características que presentan debido a su corta edad y a sus condiciones físicas siendo
la comodidad y funcionalidad las características principales. Las prendas deben
adaptarse a sus diferentes contextos, y en relación a esto, el cuerpo a través de sus
movimientos determina y estipula. Escotes profundos, mangas amplias, refuerzos de
costuras, recortes de protección en entrepiernas y brazos, largos modulares más
extensos, elásticos suaves, ingresos a prendas cómodos, entre otras, podrían contribuir a
favor de una mejor funcionalidad de la indumentaria para estos niños.
Dichos aspectos anteriormente mencionados se deben tener en cuenta haciendo
referencia a las consecuencias que genera el sobrepeso y la obesidad. Manifestaciones
corporales como la transpiración excesiva, hinchazón de piel y tobillos, alteraciones
cutáneas que reducen la capacidad de cicatrización de heridas y lesiones en la piel
deben considerarse a través de una partida de diseño responsablemente analizada. Así
es, como en el diseño de indumentaria, estas responsabilidades se originan a través de la
necesidad, exceso de peso como una enfermedad, en el caso del presente proyecto.
Carencias imperantes que deben hallar respuestas inmediatas para los usuarios, a favor
de contribuir en su bienestar y calidad de vida.
El diseño es un proceso de creación visual con un propósito. A diferencia de la pintura y la escultura, que son las realizaciones de las visiones personales y los sueños de un artista, el diseño cubre exigencias practicas (…) Su creación no debe ser solo estética
55
sino también funcional, mientras refleja o guía el gusto de su época. (Wong, 1995, p. 41)
De esta forma el diseño de indumentaria se debe entender como una disciplina
proyectual que busca profundizar las exigencias de los usuarios quienes se encuentran
inmersos en la sociedad. Se puede expresar que la tarea de diseño es una acción
creadora que cumple una finalidad; no debe aislarse del contexto, en el cual se
establecen problemáticas y necesidades sin resolver; y teniendo en cuenta que el diseño
presenta un abordaje práctico estas insuficiencias pueden acapararse a través de
soluciones prácticas específicas. Como expresa Robert Gilliam Scott, se debe utilizar
toda la imaginación, conocimientos y habilidades para crear algo que responda a ciertas
necesidades humanas que pueden ser tanto personales o de origen social. (Scott, 1995,
pp. 2-3). De esta manera se vuelve factible concebir la idea de diseño como una
respuesta al problema real del sobrepeso y obesidad en niños de la Republica Argentina,
a través de ideas creativas y posterior materialización.
56
Capítulo 3: La industria del indumento infantil
3.1 Indumentaria infantil como nicho de mercado
A la sociedad se la denomina frecuentemente sociedad de consumo. Esto se debe a que
en ella la acción se orienta y se dirige en función a las exigencias del mercado, es decir al
sistema productivo. (Gutiérrez Ponce, 2010, p. 52). El consumo es una realidad a la cual
todo individuo se encuentra expuesto, generando una conducta en los mercados
globales. Dicho comportamiento se exterioriza y se mide por medio de la demanda, que
es la formulación expresa de los deseos de los consumidores. Así es como el concepto
de sociedad de consumo apunta al modo en que dicha acción deja de ser una mera
apropiación de utilidades, para ser un consumo de imágenes y signos.
El mercado actual se caracteriza por la enorme cantidad de productos y servicios puestos a disposición de los consumidores y usuarios, permitiendo, de esta forma, poder elegir aquellos que más se adapten a las necesidades y expectativas de los mismos, pero situándolos también ante un mercado complejo y difícil por la cantidad y variedad de opciones que se plantean. (Pérez López, 1991)
La considerable importancia que va adquiriendo día a día la población infantil desde el
punto de vista económico, ha llevado a un número cada vez mayor de empresas a
integrarla progresivamente en su reflexión cotidiana. Los niños juegan un rol fundamental
en el mercado como nuevos consumidores y, los hábitos que desarrollen tienen un papel
concluyente en los futuros patrones de conducta. Sus decisiones como consumidores
ejercen una influencia creciente en los mercados y estilos de vida. Partiendo de
considerar al niño como un agente activo de consumo, los cuales se ven expuestos a una
enorme cantidad de opciones, muchos sectores de la actividad productiva, que no tenían
como mercados tradicionales a los niños se van dirigiendo hacia ellos, creando futuros
consumidores adultos. Siendo, la indumentaria uno de los segmentos más vertiginosos
de la industria, el cual está tomando considerable fuerza sobre los pequeños,
evolucionando y creciendo constantemente; en consecuencia generando la aparición de
57
un nuevo nicho que se inserta directamente adquiriendo fuerza y relevancia para ganar
protagonismo, ser analizados como una disciplina independiente y competir en los
mercados mundiales: la indumentaria infantil.
Como expresa Susana Saulquin, la moda impulsa al cambio periódico de vestimentas.
Haciendo hincapié en estas transformaciones, para consagrarse como moda, necesita
producir deseos y consumos a escala masiva dentro del mercado. (Saulquin, 2010, p.
17). Lo mismo sucede en el mercado de moda infantil que, aunque sea un fenómeno
relativamente nuevo, maneja una enorme variedad de productos y servicios a escala
mundial.
El segmento infantil aumenta su crecimiento firmemente cada año con respecto al
número de consumidores. Según un informe de la empresa Global Industry Analysts, Inc.
(GIA), el mercado global de indumentaria infantil se estima que alcance USD 156.8 mil
millones en el año 2015; evidenciando como la moda de pequeños moviliza un enorme
capital económico, progresando a un ritmo sumamente acelerado. (“Global Childres´s
wear”, 2011). Esto hace referencia a uno de los segmentos más lucrativos de la industria
en la actualidad, que a pesar de los altibajos que sufre la económica mundial, el universo
del indumento infantil en todos sus aspectos ha mostrado una considerable capacidad de
resistencia a las condiciones adversas del mercado. Dicho universo, influenciado por una
diversidad de factores tales como la transformación de las preferencias del consumidor,
los diferentes perfiles de clientes, el rol de los padres, la influencia de los niños en
patrones de compra, y la disponibilidad de mayores posibilidades de elección. Así es
como la infancia se convierte en una fase de preparación para la aceptación inconsciente
del mercado como entorno natural.
58
3.2 Mercado internacional
En un marco internacional donde la indumentaria infantil adquiere un lugar preponderante
se puede aludir a Estados Unidos y ciertos países del continente europeo como los
territorios con mayor importancia de ventas del segmento. Dichos sectores se encuentran
constantemente inmersos en un momento de intenso crecimiento; perfilándose como
mercados en donde su frontera de desarrollo dilucida un futuro de expansión.
Por su parte, la moda infantil española lidera los mercados internacionales más
exigentes, contando con firmas que están presentes en 67 países de los cinco
continentes. El volumen de empresas exportadoras del sector de la moda infantil
española representa un 72%, siendo la Unión Europea (UE) el principal área de destino.
Mientras que el 97% de las empresas exportadoras están presentes en la UE, el 42,7% lo
hace en Norte América, un 38% en el resto de Europa, el 37,9% en Oriente Próximo y el
26,2% en Extremo Oriente. (Asepri, 2011)
Así es, como a diferencia de los demás continentes, el europeo, más precisamente el
territorio español, le brinda a la moda infantil una relevancia significativamente profunda,
generando espacios propicios para el constante crecimiento y expansión de la industria,
siendo punto de observación para los grandes países del resto del mundo.
3.2.1 Ferias Internacionales
Es por su gran metodología de desarrollo, que se establecieron diferentes tipos de
plataformas dedicadas a la moda de los más pequeños, las cuales son de vital
importancia para que las marcas de todo el mundo consigan presenciarlas, ya que en
éstas se maneja la contemporaneidad del rubro infantil. Como se ha hecho mención en el
anterior subcapítulo, el territorio español, cobra un papel fundamental a nivel mundial,
siendo apoyada por la Asociación de Productos para la Infancia (ASEPRI), quien regula y
maneja la industria con el fin constante de su amplificación.
59
Por su parte, la tradicional Feria Internacional de Moda Infantil y Juvenil (FIMI), definida
como un escenario de alta influencia a nivel global, atrae a compradores y expositores de
todo el mundo; se consolida en Madrid como punto de encuentro entre los profesionales
de moda procedentes de varios países. FIMI no sólo es un espacio en donde se expone
toda la moda infantil española, sino que también se ha convertido en un punto de
referencia indispensable en el panorama mundial. En su edición 78, participaron un total
de 350 marcas representadas de 17 países, estimando 10.000 visitantes procedentes en
su mayoría de España y de mercados internacionales como Rusia, México, Emiratos
Árabes o Italia. (FIMI, 2014)
Existen muchas otras ferias europeas de gran jerarquía dedicadas al rubro infantil donde
los más ilustres creadores exponen cada temporada. Se puede destacar Collection
Premiere Moscú (CPM Kids), dedicada tanto a la búsqueda de tendencias, como así
también a la exhibición de ideas frescas. En la edición número 20, se reunieron un total
de 180 expositores dentro del segmento y 19.800 compradores profesionales visitaron la
feria ya que se presentaron 1.600 colecciones provenientes de 31 países. De igual forma
se puede mencionar al evento Playtime Paris, un espacio comercial y creativo dedicado
al universo del niño. Se caracteriza por exponer tendencias, donde los principales
compradores del mundo acuden para ver las últimas invenciones del mundo infantil.
Bubble London, tiene como objetivo aportar al mercado una nueva concepción de ferias
para niños y la oportunidad de descubrir nuevos profesionales. El evento se lleva a cabo
dos veces por año y es la única feria de niños en Reino Unido, convirtiéndose en un
referencial importante relacionado con el mercado de negocios infantil.
Asimismo, la exhibición más exclusiva y referente de la moda europea infantil acontece
en Florencia, Italia, denominada Pitti Immagine Bimbo, la cual establece una inmersión en
el mundo de niños convirtiéndose en una cita de inexcusable asistencia para los mejores
profesionales y empresas relacionadas al sector. El evento se divide en nueve secciones
60
de moda: Pitti Bimbo, Fashion at Work, Sport Generation, New View, Kids’ Design,
SuperStreet, EcoEthic, Apartment y Pop Up Stores; siendo el mayor responsable por
definir las principales tendencias y estilos de la moda de pequeños. En la edición número
78, recibió la visita de 7.200 compradores de los cuales 2.700 fueron extranjeros. Los
principales mercados fueron Rusia, Alemania, España, Turquía, Gran Bretaña, Francia,
Bélgica, Holanda y Japón.
De la misma forma existen importantes ferias en Estados Unidos, más precisamente
Nueva York, las denominadas Children´s Club, Playtime, entre las más reconocidas, que
tienen como fin exhibir las nuevas ideas e innovaciones en el segmento infantil. Por su
parte, en San Pablo, Brasil, se realiza la Feria Internacional del Sector Infanto-Juvenil y
Bebé (FIT), considerado el evento más importante de América Latina dedicado
exclusivamente al mercado infantil. Esta última se efectúa dos veces por año y tiene
como objetivo mostrar las últimas novedades, como así también el crecimiento y
desarrollo de la industria. Es una muestra donde empresas líderes del sector exponen y
comercializan sus productos, teniendo cada vez un terreno más trascendental en el
panorama mundial.
Además de la participación en importantes ferias, como aporta el sitio Web de la Revista
Perfil, la moda infantil también celebra el Fashion Week. En marzo del 2013 nace la
primera semana infantil en Londres bajo el nombre de Global Kids Fashion Week
(GKFW). Es una nueva plataforma de moda infantil de alta calidad organizada por
AlexandAlexa.com, significativa tienda online de moda de lujo para los más pequeños, en
colaboración con las mejores firmas consagradas, casuales y marcas en crecimiento a
cargo de talentos emergentes. Dicho espacio surge como respuesta a la evolución que
ha tenido este nicho en los últimos años y tiene como objetivo educar e inspirar a la
sociedad acerca de la moda para niños como así también, posicionarla cada vez más el
mapa mundial. (Ruiz, 2013)
61
El relevamiento de las ferias internacionales certifica un crecimiento constante en el
mundo de la indumentaria infantil. Esta condición se pone en manifiesto desde su rango
de diversificación, acrecentamiento y progresión. Se puede destacar al territorio europeo
como el más relevante en cuanto al universo infantil íntegramente.
3.2.2 Marcas internacionales
Entre los principales grupos del sector de indumentaria infantil se encuentra, por volumen
de facturación la firma estadounidense Carter’s, siendo el grupo de distribución infantil
que más vende a nivel global, con una cifra de negocio alrededor de los 2.400 millones
de dólares. Seguido por The Children Place ocupando el segundo puesto. Luego
Mothercare, Gymboree, ID Group, Groupe Zannier, Orchestra, Mayoral, Cwf, Zippi.
(Pareja, 2012). La totalidad de las marcas nombradas corresponden a Estados Unidos y
países del continente europeo; evidenciando aún más la notabilidad de estos territorios
en el panorama global de la industria de moda de niños.
Estas últimas mencionadas son firmas que fueron creadas desde una primera iniciativa al
vestir de recién nacidos, bebés y niños. Por otra parte, existen marcas ya instaladas en el
mercado adulto que vieron una oportunidad en el universo infantil. Este tipo de inflexión
no es caprichosa, sino que a nivel internacional existen grandes investigaciones de
mercado sumamente estudiadas y analizadas. A partir de eso, diseñadores de la talla de
Stella McCartey, Christian Dior, Marc Jacobs, Kenzo, Dolce & Gabbana, Armani, Gaultier,
Fendi, entre otros; fueron algunos de los que se vieron beneficiados por la fructificación y
el rendimiento del segmento. Una vez ya instalados en el mercado mundial de la moda
comenzaron a crear fabulosas líneas infantiles impregnadas de su habitual lujo. Haciendo
referencia a este tipo de comportamientos, se puede establecer una relación entre las
épocas pasadas y la actualidad, donde se evidencia una tendencia en la vestimenta de
los niños. Varias firmas de renombre ofrecen los mismos diseños de adultos en niños,
62
obteniendo imágenes de pequeños que se relacionan más con el mundo de la moda de
los mayores que con el propio universo infantil. Una de las causas es que los padres
desean que sus pequeños se renueven con el mismo estilo que ellos.
Las líneas infantiles tienen un gran beneficio para las marcas de indumentaria desde una
perspectiva meramente económica, ya que los niños debido a su crecimiento acelerado,
generan un movimiento de cambio constante de sus tallas; de esta forma se establece
una relación directa entre menor cantidad de materia prima y gran recambio. Esto,
complementado a que los tutores de los niños sienten el deseo permanente de compra
desde una tendencia de acción anclada a la obsolescencia programada planteada por la
sociedad de consumo, disponen a su poder una gran cantidad de opciones para
configurar la imagen ansiada.
A partir de la indagación y exploración de la temática, se puede establecer que
internacionalmente, las marcas más reconocidas del ámbito de la industria de moda
infantil no contemplan en sus líneas a niños que presentan exceso de peso. Por otra
parte, se continuó con la profundización de la exploración para poder establecer datos
más relevantes y específicos sobre la materia de estudio. En dicho proceso se halló una
firma con origen en Reino Unido denominada More For Kids, dedicada a niños entre 4 a
13 años de edad que sufren problemas de sobrepeso. En la página oficial de la marca se
describe que el proyecto surge como respuesta a la frustración de una madre por
conseguir indumentaria apropiada para sus hijos, sumado a la notoria incrementación de
sobrepeso y obesidad en el segmento infantil. More For Kids propone una línea de ropa
casual adaptada a las tendencias y estilos de cada temporada, y tiene como objetivo
ayudar a que los niños con este tipo de problemática luzcan y se sientan bien. Asimismo,
en el sitio web expone la tabla de talles con la que trabaja la empresa. (More for kids,
2014). Pudiendo convertirse ésta en una de las pocas tablas reales que dentro del
mercado de consumo tangible funcionan exitosamente dentro del sistema.
63
Siendo el universo de la moda infantil internacional tan amplio, resulta absurdo que al
realizar un examen para relevar firmas vigentes en el rubro que presentan una morfología
corporal diferente, sólo se halle una única marca que aborde la problemática desde la
responsabilidad que ésta requiere. En este sentido, cabe expresar que no resulta de igual
forma quien realice su abordaje. Es decir, si el mismo lo estableciera una empresa de
renombre que cuenta con fuerza en el mercado, diferiría a una que maneje un nicho más
reducido, cuyo rango de comunicación, seguramente, sería lo suficientemente acotado
como para no poder competir con las anteriormente mencionadas.
3.3 Argentina como nuevo mercado
Al igual que sucede a nivel internacional, en Argentina, la indumentaria ha mostrado un
giro en su afán por conquistar los diferentes segmentos de mercado. La industria de
moda para niños es uno de estos, que se acrecienta y desarrolla cada año movilizando
también un enorme capital económico. Existe, la Cámara Argentina de Indumentaria de
Bebés y Niños (CAIBYN), institución que tiene como fin apoyar, representar y defender
los intereses de las empresas del mercado de indumentaria infantil.
La organización certifica con evidencia el incremento de exportaciones de las empresas
argentinas. Víctor Hugo Benyakar, ex presidente de CAIBYN, expuso que la producción y
comercialización de la indumentaria para este segmento de mercado representa
alrededor del 50% del mercado textil argentino y que además, está impulsado por
empresarios nacionales, mayoritariamente pequeñas y medianas empresas (PYMES),
que en los últimos años han desarrollado su nivel financiero y así lograr inaugurar nuevas
industrias. (CAIBYN, 2011)
Por otra parte, Andrés Elgarrista, subsecretario de Pyme del Ministerio de Industria y el
ya mencionado Víctor Hugo Benyakar, destacaron el crecimiento continuo y mantenido
que desarrolla la indumentaria infantil. En el año 2011 la industria superó su nivel máximo
64
de producción respecto del 2008, con un total de 121 millones de prendas de confección
nacional, a partir de la puesta en marcha en medidas de protección del mercado local en
contra de la competencia desleal. Además, en los últimos 5 años, aumentó un 50% la
cantidad de socios en CAIBYN. Esto se debe al arduo trabajo que realiza la institución, la
colaboración de los empresarios y el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.
(Secretaria de la Pyme y Desarrollo Regional, 2011)
El sector de indumentaria para niños es uno de los más dinámicos y para promover este
mercado, la industria de moda infantil comenzó a sumergirse en el universo de las ferias
especializadas, que resulta un punto vital de contacto entre los diseñadores y
productores. Como ocurre en países de Europa y Estados Unidos; Argentina se suma a
esta iniciativa organizada por CAIBYN. Dicha plataforma se denomina Muestra Argentina
Bebés y Niños (MABYN), evento que se caracteriza por ser el más importante del país,
en el cual marcas reconocidas como así también emergentes exponen cada temporada.
Asimismo, para complementar la exposición, CAIBYN crea como propuesta editorial, la
revista MABYN, que se edita dos veces al año, en la iniciación de las temporadas. Dentro
del contenido que expone la revista, se encuentran publicidades de marcas reconocidas y
otras en desarrollo, como así también notas de interés sobre el sector, con el fin de
brindar beneficios y herramientas a las firmas de moda.
Siendo un mercado sumamente vertiginoso, para el presente año se espera fabricar un
total de 125 millones de prendas. Cuenta con 1.200 fabricantes y emplea a 45.000
personas en forma directa, sin contar aproximadamente 20.000 que trabajan en talleres
de costura tercerizados. La facturación de la industria de indumentaria infantil se estima
en 3.618 millones de pesos. (Moreno, 2014)
Puede expresarse entonces a través de lo expuesto que la relevancia de la industria de la
indumentaria para niños es inobjetable, siéndole adversa a las coyunturas económicas
que está atravesando el país en la actualidad. El universo de indumentaria infantil en
65
Argentina es un fenómeno que se ha acrecentado de manera formidable en los últimos
años y que en la actualidad continúa en vetas de expansión.
3.3.1 Marcas nacionales
De igual forma que ocurre en el mercado internacional, las marcas de la Republica
Argentina están fraccionadas, por un lado se encuentran aquellas que se iniciaron
exclusivamente para dedicarse al rubro infantil y, por otro lado se hallan las firmas que
comenzaron por el segmento de adultos y, al ver una gran multiplicidad de beneficios
decidieron ampliarse al rubro de los más pequeños.
Comenzando por las marcas que únicamente dirigen y administran sus partidas
conceptuales y de diseño a los niños, se pueden destacar: Cheeky, Mimo & Co, Grisino y
Pioppa. Si bien cada una de éstas poseen características propias de su impronta, todas
van dirigidas al mismo segmento: niñas y niños.
Cheeky se fundó en el año 1994 siendo una empresa familiar. En la actualidad cuenta
con una planta de producción de 35.000 mts2 con un total de 1.100 empleados,
ingresando en la categorización de grandes compañías. Su fuerte expansión con tan sólo
20 años en el mercado convirtió a la marca líder del segmento infantil; con más de 150
locales en Buenos Aires, interior del país, América y Europa. El segmento etario al que va
dirigido es de 0 a 12 años. Otra empresa caracterizada por ser la competencia directa de
la firma anteriormente descripta es Mimo & Co. Sus comienzos se inician en el año 1965
fabricando muñecos de trapo, para luego a mediados de la década de los setenta, con la
empresa de muñecos ya consolidada y posicionada crear el primer vestido. A partir de
esta nueva incursión, la empresa comienza a expandirse hacia otro rubro: la fabricación
de ropa para niños. Al igual que Cheeky, la empresa va dirigida a pequeños entre 0 a 12
años de edad. La planta cuenta con 6.000 mtrs2, mas de 300 clientes activos mayoristas,
además de las sucursales de venta al público que suman más de 100 en Capital Federal,
66
Gran Buenos Aires, Interior y Exterior del país. Asimismo de su presencia en Argentina,
Mimo & Co, rige en Bulgaria, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, entre otras.
Ambas marcas anteriormente mencionadas se caracterizan por poseer una estética
similar, centrándose en la utilización de dibujos naif y colores vivos. Alcanzan a las 20
millones de prendas producidas por año, las cuales generan un total aproximado de
1.200 millones de pesos, el equivalente al 70% del mercado de indumentaria nacional
infantil. (Monferrán, Radici, 2010). Por otra parte, la marca Grisino, fundada en el año
1995, cuenta con 390 empleados y 76 locales, de los cuales 34 son propios y 42
franquicias. La estética que propone la marca para un rango de edad de 0 a 12 años
hace referencia a los aspectos lúdicos donde predominan los colores saturados y las
texturas. Asimismo, la empresa Pioppa nace en el año 2004, dirigida a bebes y niños con
un rango etario de 0 a 12 años. Caracterizada por un estilo sofisticado, incorpora en sus
colecciones de niños la utilización del color de forma equilibrada.
Haciendo hincapié en aquellas empresas que se iniciaron desde una primera perspectiva
a la indumentaria de adultos, y al ver que el mercado de moda infantil comenzó a
expandirse y a desarrollarse fehacientemente, se pueden nombrar a Paula Cahen D’
Anvers, Akiabara, Rapsodia y Complot, entre las más reconocidas. Paula Cahen D’
Anvers surge en el año 1994, posicionándose como una marca líder de vestimenta
femenina. Caracterizada por un estilo sofisticado, romántico y fresco, la empresa crea el
segmento de niños, como complemento y extensión de su línea madre. Por su parte,
Akiabara, empresa de indumentaria femenina, crea Little Akiabara. En sus colecciones
para niñas presenta un estilo romántico caracterizado por minuciosos detalles mientras
que las líneas de niños presentan un estilo vintage. Rapsodia nace en 1999, se
caracteriza por un estilo ecléctico donde predomina el modo bohemio, romántico y
rocanrolero, impronta que se transfiere a las colecciones de Rapsodia niñas. El segmento
que abarca comienza a partir de los 18 meses hasta los 14 años de edad. Complot
67
extiende el espíritu de la firma a su línea de niñas denominada Mini Complot. Las
colecciones hacen hincapié en la diversidad de estilos donde el estilo grunge, glam y
punk rock se fusionan creando imágenes vestimentarias de niños que se asemejan más
al universo del adulto que al del propio.
A partir de la observación como mecánica metodológica, se realizó un estudio sobre los
textiles más utilizados en las tiendas de indumentaria infantil en relación a tipologías top,
bottom y abrigo, clasificado en niños y niñas. Tomando como marco geográfico
referencial el shopping Alto Palermo de la ciudad de Buenos Aires; se efectuó una
investigación organizada a modo de fichas dispuestas en el anexo adjunto. El estudio se
realizó a las cinco marcas de moda infantil anteriormente referidas, que incluyen en sus
colecciones a niños de ambos sexos, consideradas como las principales dentro del rubro.
En el mismo la variable a evaluar fue la proporción de tejido de punto y plano utilizado
dentro de una misma colección para ambos sexos. El estudio cuantificó que el 55,7% de
las tipologías dentro del rubro niñas corresponde a prendas realizadas en tejidos plano,
asimismo sucede con las colecciones para niños donde, a su vez, predomina este tipo
tejido pero difiere su porcentaje acaparando el 52%. Teniendo como resultado opuesto
que el tejido de punto en niñas prevalece en un 44,3% y en un 48% en niños. (Ver figura
n°1; figura n°2, p.106, Cuerpo B). Esta diferencia de porcentajes radica en la selección de
tipologías para cada sexo; ciertamente la implementación de blusas, faldas y vestidos
para las niñas, son tipologías realizadas en su generalidad en tejidos planos y justifica de
esta manera su predominio sobre los porcentajes de punto. Analizando la generalidad de
los valores sin diferenciarlos por sexo, el porcentaje de tejido plano, lógicamente,
continua predominando en un 53,7%, mientras el tejido de punto 46,3%. (Ver figura n°3,
p.107, Cuerpo B)
Al evaluar las principales marcas que dominan el mercado dentro del área local y a través
del estudio realizado por la autora, se evidenció la falencia existente dentro de la industria
68
de la moda infantil, en donde prevalece la apuesta al tejido plano en comparación al tejido
de punto, como bien se explicó anteriormente. Estos últimos, cobran sentido en su
incorporación real dentro del universo del niño, quien desde sus necesidades de
comodidad, movimiento y practicidad, requiere ese tipo de materialidades que aporten
aquellas cualidades desde su fórmula de composición, tema que se profundizará en el
próximo capítulo.
Ciertamente, esta condición ya escapa a una metáfora de los posibles patrones de deseo
del adulto por trasladar sus propias imágenes vestimentarias a los niños; hoy esa
tendencia cobra su sentido direccional dentro de la moda, convirtiéndose las empresas
en víctimas y victimarios de una industria que condiciona los comportamientos psico-
emocionales de sus consumidores.
3.3.2 Paradoja en la tabla de talles de indumentaria infantil
Quedando en evidencia a partir de todo lo expuesto, la industria de indumentaria infantil
en Argentina, como un rubro intensamente desarrollado donde existe una gran variedad
de opciones tanto económicas como así también de diseño, aún no esta contemplada
bajo ningún tipo de regulación en el país que establezca una tabla de talles generalizada
para todas las empresas que se dedican a la confección de ropa para niños. Como
expone la autora del Proyecto de Graduación denominado Indumento en crecimiento:
En la industria indumentaria para bebes y niños, no existe una normativa para la tabla de talles según Martins, empleada del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), a través de una comunicación personal. Es por esto último que, la tabla de talles variará dependiendo de la marca, no sólo en la medida, sino también en la manera de organizar los talles, ya sea clasificándolos por tamaño, por la edad del usuario, etc. (Grasticini, 2012, p.22)
Como se hizo referencia en la cita, cada empresa de moda infantil maneja su propia
tabla. Existen aquellas que trabajan con una curva de talles cerrada y también se hallan
quienes consideran en sus tablas curvas más amplias; dependiendo éstas del target de
69
niños al que va dirigido la marca. Ciertamente, no podría esperarse que las empresas de
moda contemplen a los niños de sobrepeso, si ni siquiera existe un organismo regulador
de curvas de talles para pequeños de pesos promedio. Se produce así una controversia
social y política, ya que se trata de un problema de salud pública de primer nivel, siendo
imperioso un abordaje responsable a partir de un gobierno comprometido. Como se ha
expuesto en el capítulo anterior, el estado interviene en medidas relacionadas con dicha
problemática que sufren los niños únicamente abordado desde la enfermedad en sí
misma, y no desde las prácticas multidisciplinares que en esta repercuten, en este caso,
la disciplina del diseño de indumentaria. Como consecuencia se considera imprescindible
el abordaje desde la perspectiva de la confección de ropa, siendo trascendental la
imagen vestimentaria que se configura desde edades muy tempranas.
Existe en nuestro país el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), el
mismo responsable de la regulación de normas técnicas para su implementación por
parte de las empresas con el fin de asegurar un producto certificado por técnicas y
normalizaciones. A partir de dicha regularización, el IRAM propone una suerte de fórmula
estipulada para que la industria responda a criterios responsables desde su producción
dentro de la industria nacional. Una de sus series, aquella que resulta de interés para el
desarrollo de este proyecto, abarca las normas contempladas dentro del rubro de la
indumentaria en función a la elaboración particular de cada marca de una propia curva de
talles. El IRAM establece una normalización a partir de la relación de una serie de
medidas expresadas en centímetros; las mismas responden a medidas de identificación
de un usuario predeterminado. El IRAM instaura que cada marca deberá contener en su
sistema de talles una serie de ocho intervalos, con el fin de poder contemplar los
diferentes cuerpos manifestados dentro de la sociedad, a su vez establece y regula la
denominación de los mismos para facilitar la legibilidad y comprensión por parte del
usuario, el cual deberá estar grabado en la etiqueta de la prenda. Además, facilita un
70
símbolo pictórico, el cual indica las medidas que deben de ser contempladas de un
cuerpo promedio para la elaboración de una curva de talles.
En este sentido cabe señalar la importancia de la institución desde su lugar mediador
entre la industria y el usuario, asegurando calidad, responsabilidad y claridad entre los
mismos. Sin embargo, su existencia no permite asegurar un rango de compromiso social
por parte de las empresas con aquellos sujetos que sobrepasan los estándares
convencionales de los cuerpos regularmente asociados al sistema de la moda.
71
Capítulo 4: Propiedades responsables del diseño
4.1 Variables de estudio para el desarrollo de una colección
La labor de un diseñador sobre su campo de acción compositiva refiere a una serie de
elementos fundamentales que se forjan al momento de concebir la idea de crear un
determinado producto, los mismos dispuestos a estudio y función de la premisa del
diseñador. En este sentido, el creador de una prenda de vestir consagrará en el resultado
de su obra, una suerte de composición configurada por diferentes categorías establecidas
desde su intención y búsqueda. Textiles, siluetas, tipologías, paleta de color, entre otras,
podrían corresponder a aquellas variables ineludibles del diseño desde su propiedad de
fundamentación y elección, siendo éstos el hilo conductor del presente capítulo.
Dichos elementos, convergentes dentro de un mismo propósito, evidencian desde sus
propiedades aquello que el diseñador desea expresar manifestándose estratégicamente
en función a la plataforma que proporcione cada uno. Aquí recae, entre otras, la
responsabilidad del diseñador, en donde legitima su discurso teniendo en cuenta lo que
desea construir. La colección se convierte en la materialización de las capacidades
teórico-prácticas del mismo en donde todas las herramientas del diseño deben comunicar
y aludir a un mismo fin.
4.2 Introducción a los textiles
Desde su nacimiento el ser humano se encuentra rodeado por textiles, siendo un
instrumento para satisfacer las necesidades vitales del hombre: el del vestir. Si bien hoy
día la palabra textil no refiere sólo a uno de los elementos compositivos del diseño, sino
que trata de connotaciones que engloban varias disciplinas; en este proyecto se aborda
el significado de la palabra como el elemento que materializa al diseño de indumentaria.
72
Tal como lo expresa Andrea Saltzman, “El textil es una lámina de fibras que se relacionan
entre sí para conformar la tela.” (Saltzman, 2005, p.37). De este modo, una fibra es la
mínima unidad de materia prima que se necesita para componer un determinado textil.
“Una fibra es un filamento plegable parecido a un cabello (…) son unidades
fundamentales que se utilizan en la fabricación de hilos textiles y telas. Contribuyen al
tacto, textura y aspecto de las telas.” (Hollen, Sanddler, Langford, 1997, p. 14). Además,
las fibras influyen en el funcionamiento de los textiles, determinando en un alto grado la
cantidad y tipos de servicios que se requieren para esa tela.
A partir de los materiales que las componen, las fibras textiles pueden clasificarse en dos
grupos. Por un lado se encuentran las naturales, y por otro lado las fibras
manufacturadas, que a su vez se pueden dividir en artificiales y sintéticas. Haciendo
hincapié en las fibras de origen natural se pueden fraccionar en vegetales, que poseen
celulosa en su composición, animales, que poseen proteína, y las minerales. “Todas las
fibras naturales, excepto la seda cultivada, son relativamente cortas (fibra cortada) y se
peinan y tuercen para formar un hilo lo suficientemente fuerte para poder usarlo en la
fabricación de tejidos.” (Aldrich, 2010, p. 10). Entre tantas fibras naturales que existen, las
de uso más generalizado son la lana, el algodón, el lino y la seda. Al tratarse de fibras
naturales, están sujetas a irregularidades en su crecimiento y por lo tanto no poseen en
su estructura un tamaño uniforme. En este segmento, la finura de la fibra es uno de los
principales factores que determina la calidad. (Hollen et al., 1997, p.15). Por otra parte,
las fibras artificiales se elaboran a través de la transformación química de productos
naturales como celulosa, proteínas animales o vegetales. Las más frecuentes son las
fibras artificiales celulósicas, siendo el rayón viscosa conocido como la seda artificial, la
primera que se creó bajo esta estructura; le siguió el acetato, el triacetato, el modal y, la
más recientemente creada, el lyocell. (Aldrich, 2010, p.12). Estas fibras surgen como
respuesta a la necesidad de obtener filamentos continuos y resistentes para poseer
73
materiales textiles de buena calidad, como así también obtener mejores combinaciones
de propiedades que cubran los usos específicos que se buscan. De forma similar, se
encuentran aquellas que se obtienen en su totalidad por procesos químicos dando como
resultado fibras sintéticas. Como expresa Aldrich: “La producción de fibras sintéticas para
la industria de la confección ha sobrepasado ya la producción de todas las fibras
naturales.” (Aldrich, 2010, p.12). A partir de la aparición y desarrollo de estas fibras, la
industria textil ha conseguido poder satisfacer la demanda que plantean las nuevas
técnicas de tejeduría y las necesidades de los consumidores.
Existe una gran variedad de telas disponibles en el mercado. Es importante tanto el
conocimiento de las cualidades, como así también las composiciones que presentan para
la realización de un determinado diseño. El propósito de dicho proyecto es adjudicar a los
diseños un surtido de características que respondan a las necesidades vestimentarias
que presenta el usuario, siendo éste niños con sobrepeso y obesidad.
4.2.1 El tejido de punto
Dada la relevancia de los textiles de tejido de punto, se pretende trabajar en los mismos
por su principal capacidad de resistencia con cierta propensión a ceder; haciendo
hincapié y desarrollando únicamente aquellas cualidades que repercutan en la salubridad
y comodidad de los niños. “El tejido de punto es un proceso de fabricación de telas en
que se utilizan agujas para formar una serie de mallas entrelazadas a partir de uno o más
hilos, o bien, de un conjunto de hilos.” (Hollen et al., 1997, p.207). Como se hizo mención,
estas propiedades elásticas que le otorga su estructura pueden brindar al usuario
funcionalidad, principalmente por ser textiles más confortables, ofreciendo a los
destinatarios del proyecto un mejor bienestar físico.
Las principales ventajas de las prendas tejidas para la persona que las usa son la comodidad y la conservación de un aspecto pulcro. La comodidad en los vestidos se basa en la capacidad que tiene la prenda de adaptarse al movimiento del cuerpo sin
74
limitar o inhibir a quien la usa. La estructura de mallas proporciona a la tela una elasticidad extraordinaria (alargamiento/recuperación) que es distinta de cualquiera de las propiedades elásticas de las fibras e hilos que se utilizan. (Hollen et al., 1997, p.206)
Tomando como base fundamental el tejido de punto, se pretende incursionar en fibras
que brinden a las prendas capacidad de resistencia, suavidad, absorción, respiración,
entre otras; siendo de vital importancia para los niños con exceso de peso. Desde el
punto de vista del diseñador, estas características se deben tener en cuenta al momento
de elaborar determinados diseños, ya que al tener las fibras propiedades favorables
también existen otras que resultan desfavorables para el usuario.
4.2.2 Fibras de origen natural
Comenzando por las fibras de origen natural, el algodón, alude a la fibra textil de mayor
uso a nivel mundial. Se caracteriza por ser una fibra vegetal, la cual se obtiene de las
semillas que se encuentran encapsuladas en los capullos del algodonero.
El algodón crece en arbustos de 3 a 6 pies de alto. La flor aparece, se desprende y el capullo empieza a crecer. Dentro del capullo se encuentra la semilla en donde las fibras se desarrollan. Cuando los capullos están maduros se abren y se proyectan hacia afuera las fibras blancas y esponjosas, como, una borla (un capullo contiene de siete a ocho semillas). Cada semilla de algodón puede tener hasta 20.000 fibras que salen de su superficie. (Hollen el al., 1997, p.48)
Siguiendo con lo expuesto por Hollen et al., la calidad del algodón va a depender de la
longitud, brillantez y del número de convoluciones que presenta la fibra. Esta última
mencionada refiere a la ondulación natural que permite que las fibras tengan cohesión
unas con otras. (Hollen et al., 1997, p.48). Entre las cualidades beneficiosas que presenta
dicha fibra, se caracteriza por poseer una resistencia media. “Su resistencia a la ruptura
es de 3.5 a 4.0 g/d.” (Hollen et al., 1997, p.48). Esta condición resulta significativa, ya que
al ser los usuarios niños de 6 a 10 años, quedan expuestos a determinados eventos y
acciones alineadas a su edad, ya sean actividades recreativas y deportivas,
75
celebraciones, entre otras; que ocasionan el deterioro de su indumentaria, la misma
sometida a roces y fricción constante.
Continuando con las propiedades, se establece que, cuando las fibras son más largas, da
lugar a hilos más fuertes ya que éstas presentan más contacto unas con otras al
momento de la torsión. A su vez, presenta un manejo enérgico durante el lavado, es decir
que resiste bien la acción mecánica y la temperatura del lavado; y si bien el algodón
puede utilizarse como en textiles de tejido de punto, las fibras presentan una baja
elasticidad ya que se caracteriza por ser una fibra rígida. (Hollen et al., 1997, p.50). Esta
última característica no define la elasticidad que va a poseer el textil, ya que al ser tejido
de punto la elasticidad puede controlarse desde un mínimo hasta un máximo por medio
de la formación de la puntada como así también a través de la combinación con otras
fibras textiles. Y con respecto al lavado, la indumentaria de los niños se ve expuesta
cotidianamente, por lo que una fuerte tenacidad al lavado mecánico, resulta de carácter
primordial para evitar su daño y deterioro.
Siendo la confortabilidad de las prendas una condición ineludible, el algodón aporta la
comodidad necesaria debido a su gran capacidad de absorción de la humedad, que hace
que no acumule electricidad estática y sea una fibra muy agradable. Asimismo, es
hipoalergénico, “No tiene las características superficiales que producirían irritación en la
piel.” (Hollen et al., 1997, p.50). Los niños enfermos de obesidad son susceptibles a
lesiones e infecciones en la piel, por lo que textiles que no generen alergias colaborarían
a que estas heridas no se propaguen.
En resumen, el algodón es el tejido con los usos más generalizados, siendo apropiado
para las prendas de verano, ropa interior, toallas, sábanas y ropa de ejercicio físico, ya
que es fresco, ligero, absorbente, fácil de conservar y admite los procesos de blanqueado
y teñido. Tiene el inconveniente de encogerse y arrugarse, pero esto se puede evitar
mediante tratamientos especiales o a través de la combinación con otras fibras de origen
76
sintético. Estas características hacen que el algodón sea un textil apropiado para lo que
requiere el presente proyecto, debido a los problemas físicos que atraviesan los niños,
pudiendo contribuir con ciertas complicaciones como la sudoración excesiva, piel
sensible, hinchazón de pies y dimensiones corporales amplias.
Existe lo que se denomina algodón mercerizado, a saber es un tratamiento para el hilo y
los tejidos de algodón, que les otorga mejores propiedades como un mayor lustre,
suavidad, mayor resistencia y absorbencia. Dentro de las alternativas al algodón que se
están produciendo en el mundo textil, se encuentra la fibra de bambú. Ésta, a su vez, es
una fibra de origen vegetal que se obtiene de la pulpa del tallo que se extrae de la caña.
El bambú es indiscutiblemente uno de los mejores recursos sostenibles del mundo. Con una tasa de crecimiento hasta un metro o mas por año, el bambú se considera el record mundial como planta de crecimiento más rápida. El bambú se puede utilizar en solo 4-5 años a diferencia de los arboles tradicionales que se considera que madura a los 25-70 años. (Ingootex, 2014)
La popularidad de esta fibra ha crecido debido a la calidad de sus propiedades y su
sostenibilidad frente a otras tantas fibras textiles. Posee un conjunto de cualidades y
características que la convierten en una buena alternativa al momento de establecerse
como material textil de origen natural. Como se menciona en el Proyecto de Graduación
llamado Argentina Bambú Tex S.A, la fibra de bambú posee un bio-agente antibacteriano
y bacteriostático que le permite resistir frente a plagas, patógenos infecciosas y hongos.
Este bio-agente natural se denomina Bambú Kun, el cual genera que las prendas
fabricadas con esta fibra sean más higiénicas, sanas y analérgicas. (Loza, 2013, p.51).
Es decir, que al igual que el algodón, no causa alergias de piel y dermatitis. Las
cualidades antibacterianas son condiciones que la tela conserva incluso tras múltiples
lavados, ayudando a reducir las bacterias que crecen en la ropa y causan olores
desagradables. Asimismo, puede eliminar olores causados por bacterias que viven en la
piel humana, haciendo que la persona que lo lleve y sus ropas huelan mejor.
77
La sección transversal de las fibras de bambú está compuesta por varias micro-vacios y
micro-agujeros, por esta razón cuenta con permeabilidad al aire y la función hidrófuga.
Esta estructura específica de las fibras hace que la indumentaria creada a partir de éstas
pueda absorber y evaporar el sudor del cuerpo humano inmediatamente, manteniendo la
piel seca y la prenda también, siendo el bambú cuatro veces más absorbente que el
algodón. “Tras repetidos análisis tecnológicos se ha probado que este tipo de fibra tiene
un grado de finura próximo a la viscosa y tiene una fuerte durabilidad, estabilidad y
tenacidad.” (Ingootex, 2014). Se puede dilucidar que posee una buena resistencia a la
abrasión, la cual posibilita que las prendas conserven una buena apariencia y no
desarrollen rápidamente pilling. A su vez, se abastece de propiedades térmicas que
mantienen al usuario que lleva el indumento fresco en verano y cálido en invierno;
impidiendo a partir de las propiedades antiestáticas que presenta que circule el aire
otorgando respirabilidad, sin que las prendas se adhieran al cuerpo.
Por todo lo expuesto se infiere que el bambú podría reemplazar en su totalidad al
algodón, ya que por lo desarrollado exhibe características más optimas, reuniendo en una
sola fibra las particularidades que se busca de una prenda. Además confiere un tejido
muy suave y puede ser llevado directamente sobre la piel. La fibra es naturalmente lisa y
redondeada sin tratamientos previos, con lo que no hay ángulos ni bordes afilados que
irriten la piel, generando una buena adaptación al cuerpo. Asimismo, no se endurece ni
se encoge con los lavados, y se caracteriza por ser un tejido que tiñe muy
adecuadamente colores vivos.
Todas las características exhibidas cobran una fuerte relevancia dentro del universo textil.
La versatilidad que posee la fibra la convierte en una elección útil para el presente
proyecto, concibiéndolo como un nuevo textil alternativo siendo, junto con el algodón, dos
fibras de origen natural viables al momento de configurar el indumento para niños con
sobrepeso y obesidad.
78
4.2.3 Fibras de origen artificial
En el inicio del capítulo se mencionó la existencia de fibras que son manufacturadas a
partir de una materia prima de origen natural, siendo el lyocell la creada más
recientemente, la cual cobra mayor envergadura. “La materia prima puede ser un
producto natural como la celulosa o una proteína, o puede ser compuestos químicos que
se sintetizan formando resinas. Estas materias primas se constituyen en soluciones
disolviéndolas con algunos otros compuestos o fundiéndolas.” (Hollen et al., 1997, p.58)
Durante las últimas décadas ha existido un gran interés científico y tecnológico en el
desarrollo de nuevos sistemas para la obtención e hilatura de fibras de celulosa
regenerada. La celulosa es uno de los materiales orgánicos más abundantes de la tierra,
caracterizada por su gran disponibilidad y por ser una fuente de energía
renovable. Constituye la materia prima básica a partir de la que se obtiene la fibra lyocell.
Es una fibra 100% celulósica derivada de la pulpa de la madera. Su producción respeta el medioambiente. La pulpa de la madera se disuelve en amino oxido. Después de la extrusión, la fibra se manipula para crear fibra cortada. El solvente se quita mediante el lavado de la fibra, cuyo residuo se puede volver a utilizar, por lo que de esta manera se reducen al mínimo los vertidos. (Aldrich, 2010, p.45)
La reciente aparición y desarrollo de la fibra de lyocell ofrece los beneficios de un proceso
de fabricación menos contaminante, mejorando las cualidades de resistencia, durabilidad
y tenacidad. Según Winifred Aldrich: “Esta fuerza es comparable a la de muchos
poliésteres, y por su alta tenacidad hace que conserve una buena estabilidad después de
los lavados.” (Aldrich, 2010, p.45). Al tratarse de una fibra celulósica, tiene la capacidad
de absorber la humedad y posteriormente liberarla; cualidad que cobra utilidad para el
presente escrito. Las finas fibrillas por las que está compuestas las fibras naturales,
regulan el intercambio de humedad y le confieren a los productos textiles las
características apropiadas para distintas condiciones climáticas a las que el usuario se
encuentre expuesto.
79
Como expresa la autora del Proyecto de Graduación denominado Uniformes deportivos
escolares, entre las propiedades que presentan los tejidos fabricados en lyocell se puede
mencionar su alta resistencia, ser biodegradable, y contener una alta afinidad al teñido.
(Turcaloro, 2013, p. 33). Asimismo es una fibra antiestática natural, lo que infiere que sus
filamentos celulósicos disipen la carga electroestática, sean fácil de cuidar, tengan buena
caída, generen pocas arrugas y, además, sean especialmente adecuado para pieles
sensibles porque al tener una superficie muy lisa es difícil que cause irritaciones,
generando confortabilidad. Al igual que las fibras de origen natural, se puede mezclar con
otras fibras naturales o sintéticas para aumentar la variedad de tejidos con una mejora de
las cualidades prácticas y de las posibilidades estéticas.
Entre las fibras de origen artificial, se encuentra la fibra de modal, producida al igual que
el lyocell a través de materia prima celulósica.
“Las propiedades insuperables de estas prendas son el agradable confort que se siente al llevarlas y su gran capacidad respirable. Las fibras de modal son más resistentes y secan rápidamente, porque pueden absorber mayor humedad. Por este motivo, los hilos de modal son especialmente aptos para prendas funcionales. Presentan brillo y un tacto suave como así también intensidad cromática incluso después de varios lavados (…) Los productos textiles fabricados con hilo de modal son fáciles de cuidar y sus colores permanecen estables.” (Linz Textil, 2014)
La superficie delicada y suave de la fibra repele cualquier deposito de acido o detergente,
manteniendo, como se hizo mención, el brillo, la suavidad y la intensidad en los colores.
La piel respira con facilidad ya que absorbe la humedad y permite la evaporación de la
misma. A su vez, los textiles conformados por modal se identifican por su alto grado de
elasticidad y gran estabilidad dimensional, lo que desencadena que preferentemente sea
más apropiada la utilización para prendas de tejido de punto, que brinden al usuario
bienestar físico y una agradable confortabilidad.
80
4.2.4 Fibras de origen sintético
Finalizando con la elección de las fibras de origen artificial, se optó por el acrílico, el
nylon, el poliéster y el spandex, en cuanto a fibras de origen sintético. Tal como se
expresa en el libro denominado 100 ideas que cambiaron la moda: “Los tejidos sintéticos
tienen muchas ventajas en relación con las fibras naturales: la ropa tarda menos en
secar, sienta mejor, es mas elástica y se arruga menos.” (Worsley, 2011, p.112)
Comenzando por el nylon, se caracteriza por ser la primer fibra sintética introducida en el
mercado en el año 1938, identificada por su resistencia y elasticidad. A partir de
entonces, las fibras de origen sintético se convirtieron en un componente esencial en el
diseño y la producción de indumentaria. “El nylon tiene una durabilidad excelente (…) Las
fibras de tenacidad regular (3.0-6.0 g/d) se emplean en prendas de vestir.” (Hollen et al.,
1997, p.84). Esta característica que presenta en su composición le brinda a los tejidos
una alta resistencia a las roturas y a los desgastes. Con lo que refiere a la comodidad, el
nylon es utilizado preferentemente para ropa interior, por lo que se infiere que produce
suavidad al tacto.
“Es una fibra ligera, fuerte, de fácil cuidado y protectora. Las fibras de poliamida, más
ligeras que las de algodón o las de poliéster, son más fuertes en proporción a su peso
que cualquier otra fibra natural o artificial.” (Andrich, 2010, p.49). A partir de lo expresado
por Winifred Andrich, donde establece una síntesis de las principales características que
presenta la fibra, se puede inferir que el modal cumple con las condiciones apropiadas
para concebirlo como un textil conveniente para el proyecto, debido a su composición de
nylon. A su vez, no se puede dejar de mencionar que es poco absorbente, por lo cual se
deben utilizar fibras de tipo antiestático o realizar mezclas con fibras que presenten alta
absorbencia y baja estática, para poder lograr una gran diversidad de textiles.
Continuando con las fibras que se obtienen en su totalidad por procesos químicos, la fibra
de acrílico, alude a una fibra económica muy bien aceptada por la industria del tejido de
81
punto. Si bien presentan una resistencia satisfactoria, no presentan la durabilidad del
nylon. Tal como se menciona en el libro Introducción a los Textiles, las fibras acrílicas se
caracterizan por ser suaves, ligeras y elásticas; siendo los textiles fabricados a partir de
éstas de fácil cuidado. Además del tipo de resistencia que se mencionó con anterioridad,
también adquieren resistencia ante la luz solar y a la intemperie, caracterizándose por
sus cualidades protectoras. (Hollen et al., 1997, p.102). No sólo brindan suavidad a las
prendas, las fibras acrílicas no son alérgicas. En cuanto a la estructura física, la sección
transversal es una de las características más importantes, como manifiesta Hollen et al.,
las formas planas son las que brindan la suavidad y el lustre que se requiere para las
prendas de vestir. (Hollen et al., 1997, p.102)
Conocida como la fibra de mayor uso y versatilidad debido a las propiedades que la
conforman, el poliéster, fue producido por primera vez en la década de 1940. Presenta en
su composición características similares al nylon que le brindan fuerza, rapidez de
secado, propiedades de termofijado, y un fácil cuidado. Comenzando con la explicación
detallada de las cualidades que presenta, se puede expresar según Hollen et al. que
dichas fibras proporcionan una alta resiliencia, tanto en condiciones húmedas como
secas. (Hollen et al., 1997, p.84). Esto refiere a la capacidad de recuperación que tiene
un material luego de ser intervenido por ciertas fuerzas deformantes. Por otra parte, al ser
una fibra de origen sintético, posee una durabilidad, tenacidad y resistencia a la abrasión
alta. Para expresar con mayor precisión, como se manifiesta en Introducción a los
textiles, la resistencia a la ruptura en un filamento regular, es decir la utilizada para la
confección de prendas, varía entre 6.3 a 9.5 g/d. (Hollen et al., 1997, p.84). Esto
determina que la fibra es una buena opción para el rubro infantil por poseer alta
resistencia. En cuanto a la absorbencia del poliéster es baja, generando que el grado de
comodidad que presentan las prendas en contacto con la piel disminuya. Es por esta
razón es que generalmente se mezcla con otro tipo de fibras, siendo el poliéster
82
adaptable a las mezclas. En cuanto a la comodidad, la composición con fibras de algodón
proporcionan mayor confortabilidad, siendo ésta una de las mezclas más usuales en el
rubro de la indumentaria.
Con respecto al spandex, conocido como lycra por su nombre comercial, se caracteriza
por ser una fibra elastomérica, es decir que se distingue por su elasticidad. “Las fibras
elastoméricas o fibras elásticas son aquellas que tienen elongación de 450 a 700 por
ciento y una recuperación que es instantánea y completa.” (Hollen et al., 1997, p.110). El
spandex nunca se utiliza sólo para conformar textiles, sino que se emplean otras fibras
para dar a las telas el tacto y aspecto deseado, ya que su contacto a la piel no genera
una sensación agradable. “Las fibras de spandex tienen una recuperación de humedad
de 0.75-1.3 por ciento, lo que no la hace confortable para prendas de vestir que están al
contacto con la piel.” (Hollen et al., 1997, p.113). Además, al ser de origen sintético posee
una alta durabilidad ya que no se deteriora con el paso del tiempo.
En general, las fibras sintéticas descriptas comparten varias propiedades. Entre éstas se
puede destacar que son altamente resistentes a la ruptura, como así también a la
mayoría de los productos químicos. Por otra parte las telas se secan rápidamente y son
inarrugables; además de poseer mayor posibilidad de acumulación de estática.
Concluyendo con la explicación de las fibras que se utilizarán para la creación de textiles
de tejido de punto, seleccionados los mismos por su aptitud para brindar un surtido de
diseños que se alineen a las conveniencias del usuario, se podrá generar un nuevo
paradigma en cuanto al diseño que implemente características positivas para los niños
con exceso de peso. La funcionalidad de las prendas representaría la posibilidad de
concebir una nueva imagen vestimentaria para el segmento de niños que atraviesan esta
problemática.
83
4.3 La silueta
Existe una variedad de siluetas, que se relaciona directamente con la morfología corporal
de cada individuo. Esto alude a que cada persona presenta una estructura física
particular, por lo que la elección de la silueta se debe alinear al tipo de cuerpo que
presente el usuario al que va dirigido la prenda. En el diseño de indumentaria, la silueta
representa uno de los elementos compositivos primordiales, según lo que expresa
Andrea Saltzman en el libro El cuerpo diseñado:
La silueta es la forma que surge al trazar el contorno de un cuerpo. En el campo de la indumentaria, atañe a la conformación espacial de la vestimenta según el modo en que enmarca la anatomía, define sus límites y califica. (Saltzman, 2004, p. 69)
Al hablar de silueta, refiere al concepto de volumen, ya que mas allá de un contorno
dibujado sobre una superficie plana; la silueta, así como el cuerpo, es tridimensional. Las
prendas son tridimensionales y éstas quedan de manifiesto sobre el cuerpo del usuario,
en donde se exponen al movimiento.
El textil, en tanto, es el elemento que permite materializar la silueta de un determinado
diseño, generando un vínculo entre la estructura tridimensional, el cuerpo y el textil. La
variación de la silueta depende del grado de proximidad o lejanía que tiene el textil al
cuerpo.
La silueta es la vía privilegiada para modelar el cuerpo y recrear anatomía: su tipo de configuración implica una toma de partido sobre el cuerpo. Mediante la proximidad o lejanía del plano textil se insinúan, acentúan o ocultan sus formas, priorizando, exaltando o hasta desvaneciendo ciertos rasgos de la anatomía-soporte. (Saltzman, 2004, p.71)
Por medio del material textil, el diseñador puede prolongar morfológicamente las líneas
de su anatomía, configurando una silueta que conserve la figura del cuerpo o bien las
altere hasta modificar el esquema corporal. Como manifiesta Andrea Saltzman, a través
del textil y las cualidades que brinda, se pueden establecer diferentes morfologías, es
decir, múltiples variantes de siluetas. (Saltzman, 2004, p.70)
84
En el libro denominado Ilustración de moda, establece las siluetas designándolas como
líneas. Entre la gran variedad de líneas se encuentran: evasé o línea A, ajustada, recta o
línea H, tubo o línea I, oval o línea O, línea T, línea V, línea X, trapecio invertido o línea Y,
entre otras. (Ver figura n°4, p.107, Cuerpo B)
El abanico de siluetas es múltiple, y será labor del diseñador encontrar la adecuada para
lo que su proyecto amerite. Para dicha selección se tendrá en cuenta diversos aspectos
que se expusieron a lo largo del proyecto, siendo un punto primordial la estructura
corporal que cobran los niños tras el padecimiento del sobrepeso y la obesidad.
4.4 El color
Al igual que sucede con los adultos, los niños reciben a través de los colores estímulos
visuales. Con lo que refiere al color, éste puede convertirse en un signo, el cual conserva
un significado particular. “Siempre que el hombre está despierto y tiene los ojos abiertos,
le invaden de forma continua e imparablemente informaciones ópticas (…) Las
informaciones ópticas proporcionan información acerca de las formas por un lado y de los
colores por otro.” (Heller, 2004, p. 7). De este modo, los colores pueden desempeñar un
papel significativo en los individuos ejerciendo influencia sobre las emociones de los
mismos.
Con la percepción de los colores se producen en el ojo y en el cerebro humano una serie de procesos ópticos, electromagnéticos y químicos, a los que corresponden procesos psicológicos paralelos. Las emociones suscitadas por los efectos cromáticos puede afectar al núcleo mas profundo del hombre, así como a los centros esenciales de la psique y de la espiritualidad. (Squicciarino, 1990, pp. 95-96)
Siendo los destinatarios del presente proyecto niños que sufren daños psíquicos por
padecer exceso de peso, resulta de carácter esencial indagar sobre el aspecto
psicológico de los colores, y a través de la indumentaria acompañar para poder generar
tanto una mejora física como también emocional. “Los colores, según Goethe, acentúan
85
sobre el estado de ánimo, pueden suscitar sensaciones, despertar emociones, ideas
relajantes o excitantes, provocar tristeza o alegría.” (Goethe, 1979, pp. 185-186). El
recientemente mencionado, Johann Wolfgang Von Goethe, considerado precursor de la
psicología del color, se opuso a la visión puramente física, proponiendo que el color
depende de la percepción humana, en la que se halla involucrado el cerebro y los
mecanismos del sentido de la vista. Para el intelectual, los colores cálidos estimulan la
mente, alegran y hasta excitan. “Estos colores vuelven al hombre vivaz, activo, dinámico.”
(Goethe, 1979, p.206). Los colores fríos aquietan el ánimo, relajan y crean una sensación
nostálgica. Por su parte, los negros y grises pueden resultar melancólicos, mientras que
el blanco refuerza los sentimientos positivos. (“Psicología del color”, 2013).
Además, Goethe, realizó un estudio más detallado haciendo hincapié en los colores
primarios y secundarios, los cuales conforman cálidos y fríos. Conjuntamente a dicho
autor, se utilizará también el estudio establecido por Kandinsky, sobre la acción de los
colores; siendo ambos útiles para el presente escrito, desde el modo que conciben a los
colores. Comenzando con los primarios, Goethe, calificó al amarillo por poseer
cualidades alegres y risueñas, considerado un color agradable para el indumento. Este
color, resulta grato y confortable en su estado puro y claro, y tan agradable y noble en su
potencia máxima. (Goethe, 1979, p.207). Continuando con lo expuesto por el autor, el
azul, “Es, como color, una energía; pero pertenece al lado negativo y en su pureza
suprema es, como quien dice, una preciosa nada. Su efecto es una mezcla de excitación
y serenidad.” (Goethe, 1979, p.209). Dicho color, produce el movimiento de alejamiento
del espectador, causando una sensación de frío, y además evoca la sombra. El color
primario faltante hace referencia al rojo, considerado el color del movimiento y la vitalidad.
“El rojo, color ilimitado y típicamente cálido, ejerce interiormente la acción de un color
muy vivo e inquieto.” (Kandinsky, 1973, pp.79-128). Si se combinan el amarillo y el azul,
nace el verde.
86
El verde es el equilibrio ideal de la mezcla del amarillo y el azul, dos colores que son diametralmente distintos; sus movimientos se anulan recíprocamente, creando de esta forma la tranquilidad. El verde absoluto es el color más relajante que existe: no se hace ningún eco accesorio de la alegría, del dolor o de la pasión, no se mueve en ninguno de estos sentidos. (Kandinsky, 1973, pp.79-128)
Por las características que posee dicho color, no resulta apropiado para el presente
proyecto, ya que siendo niños de 6 a 10 años, el indumento que luzcan debe estar
cargado de aires positivos, aludiendo a la energía. A pesar de lo expuesto, si al verde se
lo combina con el amarillo, color cálido, se hace vivo, joven y alegre, pero si en su
composición prevalece el azul, color frío, se hace más profundo y serio. En cuanto al
violeta, Kandinsky expresa que es un rojo que se ha hecho más frio tanto psíquica como
físicamente, por lo que resulta un color que expresa profundidad, tristeza y melancolía.
(Kandinsky, 1973, pp.79-128). Dicho color, no resulta apropiado, al ser niños forman
parte de la infancia, etapa donde cualquier característica que presente relación con el
desánimo no incumbe en el presente proyecto. Por último, correspondiente a los colores
secundarios se encuentra el naranja. Para Goethe es el color de la energía, caracterizado
por generarle agrado a los niños por sus tendencias naturales al entusiasmo, al ardor y a
la euforia. (“Psicología del color”, 2013). Se puede ratificar a través de lo expuesto, que
los colores cálidos son los más indicados para los niños a los que va dirigido el proyecto.
Como se manifestó anteriormente, los colores cálidos se mueven hacia el espectador,
mientras que los colores fríos se alejan de él. En el caso de la elección de una tonalidad
fría, esta deberá ser conscientemente abordada, en cuanto a su composición, para
generar las emociones positivas que debe brindar el indumento.
Concluyendo con los simbolismos que encierran los colores, en cuanto a la relación
directa con la emoción humana, es menester del diseñador apelar a los mismos desde
una conciencia responsable, sobre todo en el caso de colecciones que estén
específicamente planeadas para usuarios con problemáticas físicas y/o psíquicas. No
obstante, el rigor de la moda exige responder a las líneas de tendencias que determinan
87
la paleta de color en cada temporada y que, a su vez, se posicionan en el mercado textil
de manera dominante. Es por eso, que el creador deberá articular ambas variables y
modularlas para la comunicación óptima de su colección.
4.5 Patrones y motivos
Dentro de la mecánica del diseño, más precisamente en el rubro infantil, se puede
observar un amplio abanico de patrones y motivos que presentan las colecciones de
indumentaria. Éstos se pueden representar a través de diferentes técnicas, como el
bordado, estampado y apliques que se le anexan a la prenda, siendo esta última tal vez
un recurso no tan popularizado dentro del comercio local; diversas técnicas que se
utilizan con el objetivo primordial de decorar el indumento a partir de la estética de la
marca.
Por un lado, se hallan aquellas firmas que apuestan a una propuesta lúdica, en donde los
patrones y motivos desempeñan un papel fundamental al momento de configurar la
imagen vestimentaria de la firma. Por otra parte se encuentran las que se basan en líneas
más infantiles desde una definición coloquial, acudiendo para sus colecciones a dibujos o
símbolos como puede ser en el caso de la indumentaria para niñas: estrellas, corazones,
flores, y en el caso de los niños: autos, pelotas, animales, entre otras; quedando de
manifiesto la condición sexista de una gran parte de la sociedad, que en sus prácticas
consumistas no evolucionan a la par de un discurso incluyente. Dentro del mercado se
encuentran también firmas que apuestan a colecciones en donde la búsqueda estética
escapa a patrones y motivos de gran dominio visual, sino que alinean sus intervenciones
a registros iconográficos o tipográficos de la marca como puede ser su isologotipo, y su
repetición de éste a modo de raport.
A pesar de lo expuesto, la generalidad de las tiendas debe responder a las tendencias
que impone la moda infantil. La docente Luciana Carballo, en el taller denominado Moda
88
para niños dictado en el marco de Talleres Open DC de la Universidad de Palermo,
expresa la existencia de tendencias y referentes que se deben analizar dentro del marco
infantil. Entre éstas, las marcas deben prestar principal atención a los medios
audiovisuales que acaparan la mayor atención de los niños en la actualidad, haciendo
referencia a los nuevos dibujos animados y a la estética que presentan, del mismo modo
a los juegos virtuales ofrecidos por las redes sociales o mismas páginas oficiales de los
principales canales infantiles de televisión. Del mismo modo, se deberán estudiar los
libros ya que se debe conocer quiénes son los nuevos ilustradores de cuentos infantiles,
a pesar de que las tendencias modernas escapan a la acción de lectura. Además de los
nuevos juguetes o video games y a la música, teniendo en cuenta lo que escuchan y con
que personajes se sientes identificados. (Comunicación personal, 30 de abril, 2014)
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Capítulo 5: Colección de indumentaria
5.1 Lineamiento de la colección
El Proyecto de Graduación, en el estudio y análisis de los temas que éste envuelve,
encuentra su culminación en el manifiesto de la creación del diseñador como agente de
responsabilidad social. La realización de dicha colección toma como propósito el generar
una propuesta dentro de la temporada primavera-verano 2015 para niños con sobrepeso
y obesidad entre 6 a 10 años de edad, la misma que converja la inclusión y las
cualidades favorecedoras para sus usuarios.
Como marco objetivo para dicha colección se determinó articular las condiciones
funcionales y psico-sociales conjuntamente con las del atractivo de la misma
convirtiéndola así en una propuesta de diseño desde su inserción directa y viable en el
mercado. La difícil realidad actual en el campo de la indumentaria que atraviesan tanto
los niños como posibles usuarios, a su vez afecta a sus padres o tutores que se
convierten en consumidores reales de las adquisiciones de los menores; quienes sufren
la problemática diaria al no poder encontrar una alternativa que los incluya.
De aquí surge la necesidad del diseñador por generar una colección. Esta última
mencionada será planteada a modo de serie debido a la cantidad de tipologías base por
sobre las que se trabajará, las mismas resumidas en 10, que a partir de los procesos de
intervención desde la transformación de las variables del diseño resultarán un total de 12
propuestas finales. Asimismo, la serie estará dividida en niños y niñas generando
propuestas que difieran entre ambos sexos, selección que mantendrá su disparidad tanto
en la decisión de la paleta de color, textiles y tipologías, como así también en los
patrones que las mismas incorporen. Dicha mecánica se mantendrá a lo largo de toda la
serie, exceptuando las propuestas de abrigo, las cuales estarán pensadas como prendas
para ambos sexos.
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Se pondrá especial atención en concebir un indumento de características confortables y
prácticas para los usuarios que resulte contemporáneo y a la moda. Es a partir de ello, la
selección de los patrones a trabajar desde el transfer y la sublimación como mecánica de
estampado, donde los motivos seleccionados aluden a los personajes animados de un
film popularizado entre los niños de dicha edad. Bajo el mismo razonamiento se
seleccionarán los avíos, éstos alineados a la practicidad y durabilidad de los mismos. Se
optará por recursos facilitadores para los niños, como pueden ser los cierres o botones a
presión para los abrigos que permitirán que si la prenda se encuentra bajo tensión
horizontal, ésta no se desabroche. Además, botones para puños y escotes dúctiles, y
pretinas elastizadas para las prendas bottom que ofrezcan mayor agarre y modelado del
cuerpo.
Para la propuesta de diseño se trabajará a partir de tipologías, en su mayoría
pertenecientes al rubro deportivo, por sus recortes anatómicos que permiten mayor
movilidad, una apta respiración de la piel mediante los textiles a implementar, y por la
comodidad que éstos ofrecen; incursionándolos dentro del rubro casual wear. Asimismo,
el objetivo que persigue su elección, además de los beneficios anteriormente
mencionados, será el de impulsar a los niños a la realización de actividad física y
saludable dentro de su rutina cotidiana de vida, es decir, a su estimulación. Dicha
concepción se establece a partir del alto grado de sedentarismo que poseen los niños en
la actualidad, siendo la ejecución física en la vida cotidiana una condición ineludible para
el tratamiento de la enfermedad. Es por esta razón que las 12 imágenes propuestas que
se obtendrán a partir de la estructura de sets, se establecerán a través de la realización
de alguna actividad recreativa o física, resultando un acto saludable. Consecuentemente,
estos cambios favorecerán para disminuir el tiempo de inactividad, contribuyendo al
mayor gasto de energía.
91
5.2 Tabla de talles
Al ser la tabla de talles una referencia de las medidas corporales que presentan los
individuos, en el presente escrito adquiere relevancia significativa, ya que los parámetros
físicos difieren de los convencionales siendo menester una tabla específica para los niños
a los que va dirigidos el Proyecto de Graduación. Para esto, luego de realizar una
investigación dentro del marco nacional e internacional, se optó por tomar la tabla de
talles de la marca británica anteriormente mencionada en el capítulo tres, denominada
More for Kids. Dicha firma dedicada a la indumentaria infantil se fundó en el año 2010,
introducida en el mercado por la diseñadora Caroline Taylor y teniendo como objetivo
primordial satisfacer tanto las necesidades físicas como psicológicas de niños entre 4 y
13 años de edad que sufren exceso de peso. La tabla de talles que brinda la página
oficial de la marca, está constituida por siete variables con su respectivo rango de
medidas en relación a la edad del niño. Estas variables que componen la tabla son: la
altura, contorno de pecho, contorno de cintura, contorno de cadera, largo interno de
pierna, largo externo de pierna y contorno de cuello. (Ver tabla n°1, p.108, Cuerpo B).
Además, las medidas expuestas en la tabla se deben tener en cuenta al momento de
concebir los patrones para el desarrollo de una óptima moldería, permitiendo un mayor
bienestar físico, aludiendo a la comodidad, y a la confortabilidad que debe brindar el
indumento para los usuarios.
Vale mencionar que las medidas no difieren en cuanto al sexo femenino y masculino, ya
que en lo que refiere al período etario al que va dirigido el presente proyecto, los niños no
presentan cambios hormonales que generen un desarrollo corporal acompañado de una
serie de transformaciones físicas; siendo una de las características que presenta la tabla
de talles elegida. A su vez, la elección de la misma se estableció ya que More for Kids se
instituye en el mercado internacional con una experiencia de 4 años, dejando en
92
manifiesto ser una marca poseedora de una tabla fidedigna la cual responde a la
problemática de los niños.
Cabe destacar que a pesar de la existencia de un organismo regulador en lo que refiere a
los talles establecidos por las marcas de indumentaria en la República Argentina, no
existe ninguna firma infantil que contemple este nicho de mercado, quedando así
expuestos frente a la industria de la moda. Es por esta razón que se designó una tabla
internacional, teniendo en cuenta y prestando primordial atención a que las medidas
propuestas mantengan relación y respeten los parámetros para poder ser utilizadas en el
marco nacional.
5.2.1 Recomendaciones para una moldería confortable
A partir de lo expuesto y teniendo en cuenta que las medidas corporales de los niños con
exceso de peso no presentan semejanza con los parámetros de las tablas de medidas
convencionales, se establecerán recomendaciones a partir de la labor del diseñador en
función a las modificaciones que deberá sufrir la moldería para adecuarse a la estructura
física de los niños con esta problemática. Cabe mencionar que no se realiza un abordaje
de manera profunda en la creación de nuevos patrones de moldería, ya que no
corresponde a la categoría que se encuentra el presente proyecto, como también al
objetivo del mismo. Es por esta razón, que se establecerán las incursiones primordiales y
necesarias que deben aplicarse dentro de los patrones regulares, dejando asentado una
base solida para nuevos proyectos de creación.
Se enumerarán a continuación una serie de modificaciones recomendadas a partir del
estudio de la anatomía de un niño con sobrepeso. Comenzando por la parte superior del
cuerpo, el escote responde a uno de los principales elementos que debe alterarse, tanto
el diámetro total de éste en relación a la profundidad del cavado del delantero y espalda,
como así también longitudinalmente, medida que se transforma entrando por sobre la del
93
ancho de hombros. Dichas modificaciones en el indumento le permitirán al sujeto una
mejor movilidad admitiendo también una respirabilidad más efectiva debido a la
acumulación de grasa debajo del mentón que presentan los niños. Otra de las medidas a
considerar es el recorrido de la sisa; la cual delimita la unión de la manga al cuerpo de la
prenda; es decir de los brazos con el torso. Su funcionalidad se alinea directamente a la
comodidad que ésta ofrece permitiendo la movilidad de los miembros superiores, los
cuales tienden a acumular tejido adiposo tanto en la zona de las axilas como en la
división de brazo y antebrazo. Continuando con los mismos en cuanto a la moldería de
las mangas, se deberá realizar un ensanchamiento en su totalidad para permitir mayor
flojedad de la misma y como consecuencia otorgándoles un mayor bienestar a los niños.
Además, resulta primordial hacer hincapié en los puños ya que deben establecer relación
directa con el contorno de las manos de los niños, para permitir un fácil acceso a la
prenda y que ésta no genere presión en las muñecas. Finalizando con la parte superior
del cuerpo, el largo de las prendas top deben tener una prolongación suficiente que
contemple la longitud abdominal, para evitar que el indumento, al someterse a los
movimientos ejercidos por los usuarios tienda a levantarse, perdiendo su funcionalidad de
protección al no cubrir el recorrido del cuerpo. Cabe señalar que los niños sufren un
aumento del busto en ambos sexos por el exceso de peso, no a causa del desarrollo
hormonal, siendo contemplado en la tabla de talles anteriormente mencionada y teniendo
que prestarle primordial atención al momento de la ejecución de los diseños.
De este modo concluyen las recomendaciones que se deben aplicar en la moldería que
respectan a las prendas top; del mismo modo sucede para aquellas que cubren el cuerpo
en su recorrido inferior. Tipologías como faldas y el universo de la pantalonería serán las
correspondientes a la categoría bottom, las cuales encierran una serie de
especificaciones acordes a su función. Comenzando por el tiro, éste corresponde al
recorrido del delantero junto al trasero, que contendrá parte de la zona abdominal y la
94
zona pélvica del cuerpo. El mismo se ve involucrado en dos medidas determinantes para
una prenda inferior, como lo son la altura de tiro y su medida de recorrido. Para la
realización de la indumentaria de niños con obesidad, se recomienda trabajar con tiros
medios en lo que respecta a su altura, es decir aquel que se ubica entre las medidas de
cintura y primera cadera. Ésta, posibilitará la buena movilidad y comodidad, evitando
molestias e irritación de la piel en la zona del abdomen desde su punto de agarre en el
cuerpo. Por otro lado se encuentra la medida del recorrido de tiro, que será aquella que
contenga el tejido adiposo concentrado en la zona pélvica y glúteos, por lo que deberá
tener la suficiente capacidad para contener dicho volumen del cuerpo.
De igual forma que sucede con las prendas top, la moldería de las tipologías pantalón y
sus derivados deberán ensancharse para poder generar la flojedad necesaria para
atribuirle al usuario mayor movilidad. Así también, al sufrir los niños problemas de
hinchazón en los tobillos, las prendas deben adecuarse a esta problemática evitando el
apriete de la indumentaria en la zona, sin que se genere ninguno tipo de irritación o
complicaciones en la piel; situación de mejora que se acrecentará con las cualidades que
brindan los textiles a implementar.
En general, las transformaciones que deben realizarse exigen la ampliación de la
moldería en cuanto a las medidas convencionalmente establecidas alineadas de forma
directa a los avíos, que se utilizarán para lograr más eficientemente la confortabilidad
necesaria. El avío refiere aquel elemento que se aplica a las prendas desde las prácticas
funcionales como decorativas. Se abocará a aquellos que confieran funcionalidad al
indumento y por ello que resulten favorecedores para los usuarios en la acción del vestir.
Es por esta razón que se optó en el caso de los abrigos por cierres de carro sencillo y
corchetes a presión automáticos. En el caso de las prendas top que requieran avíos, se
escogieron botones con ojales horizontales para evitar que se desabrochen, en caso que
la prenda se encuentre bajo tensión horizontal. En lo que refiere a las prendas bottom, se
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utilizarán pretinas elastizadas de aproximadamente 6 cm de ancho para asegurar mayor
resistencia, agarre y comodidad.
5.3 Textiles a implementar
A partir del capitulo cuatro, en donde se desarrolló y especificó la mecánica de las fibras
textiles para la creación de la colección, se decidió como ya se hizo mención la utilización
del tejido de punto ahondando sobre las fibras naturales, artificiales y sintéticas, para
poder a través de éstas generar una mayor versatilidad en los diseños, como así también
brindar a los usuarios cualidades favorecedoras a partir de las necesidades psicofísicas
que éstos presentan. Dichas fibras se utilizarán a través de mezclas con otras de
diferente categoría, con el fin de acrecentar las características beneficiosas para los
usuarios, como también fibras puras que respondan a las necesidades corporales que se
busca que brinde el textil. A continuación se detallará con mayor exactitud los textiles que
se utilizarán para la conformación de la colección dependiendo de la clasificación en
tipologías top, bottom y abrigo.
Comenzando por las prendas top se conformarán por textiles de algodón y bambú, que
con respecto a su composición serán 100% de origen natural. La elección de las mismas
se decidió ya que dichos tejidos aportan la comodidad necesaria para que los niños se
puedan sentir cómodos en su vida cotidiana. Además de las mencionadas se utilizarán
los tejidos dry fit de origen sintético, caracterizados por poseer una tecnología textil que
ha revolucionado el ámbito deportivo por sus características hidrófugas. El textil presenta
micro poros que permiten la ventilación del cuerpo, admitiendo la absorción y posterior
expulsión del sudor, trasladando la humedad a una capa exterior donde se pueda
evaporar; dejando la piel protegida, cómoda y fresca. Dicho textil cobra relevancia para la
serie, utilizándose en zonas estratégicas de prendas top donde el cuerpo necesite mayor
respirabilidad debido al alto grado de sudoración. Asimismo, serán parte de la colección
96
el lyocell, conocido como tencel por su nombre comercial, caracterizado por ser una fibra
de origen artificial; jersey set, textil de 100% poliéster y venecia que en su conformación
conjuga spandex y poliéster.
Continuando con la selección de textiles para las tipologías bottom se podrán mencionar
modal con spandex; poliéster con spandex, popularizado como supplex comercialmente y
lycra de algodón. Dichos textiles se asemejan a las utilizadas para las prendas top, por
las cualidades ya mencionadas en el cápitulo cuatro, pero difieren en la propiedad de
resistencia ya que dichas tipologías son las que más se someten a la fricción y roce del
cuerpo. Es por esta razón que la mayor proporción del textil estará conformado por fibras
de origen sintético o que en su composición presente mezclas formadas por una de ésta
categoría. Para los abrigos se continuará trabajando con dichas fibras pero los tejidos
diferirán en cuanto al espesor y grosor, los mismos a razón del sentido de la tipología, es
decir a la funcionalidad protectora ante las condiciones climáticas que éste debe cumplir.
Haciendo hincapié en un aspecto fundamental al momento de concebir y configurar el
indumento, la costura de las prendas debe apelar a un elemento constructivo que
presente una fuerte resistencia, siendo ésta la encargada de ensamblar dos o mas piezas
de material a través de una serie de puntadas. Entendiendo que todas las fibras no
presentan la misma durabilidad y tenacidad, algunas presentan un mayor desempeño
durante la formación de las lazadas. Los hilos 100% poliéster texturizados o nylon le
darán una mayor resistencia y elongación a la costura que los hilos 100% algodón de la
misma dimensión. Para las prendas de tejido de punto se utilizaran determinados tipos de
costuras teniendo en cuenta la tenacidad como característica principal que debe
presentar el indumento debido a los desgastes y roces acompañado de la tensión;
entendiendo además que dichas prendas se encuentran expuesta al permanente
movimiento. Las costuras que se utilizarán deben ser particularmente resistentes para
que la prenda no se desgarre rápidamente. Las costuras dobles, reforzadas en los
97
lugares que están sometidos a mayor tensión debido al movimiento, contribuirán a alargar
la vida útil de la ropa. Además, deben ser finas para evitar que la piel se irrite debido a la
fricción del cuerpo con el tejido. Asimismo, se puede mencionar la costura overlock,
especialmente de 5 hilos, ya que posee una puntada recta inferior, usualmente
denominada costura de seguridad, ideal para prendas expuestas a desgastes mecánicos.
Esta última es ideal para el tejido de punto, abarcando todas las capas de textiles en
forma pareja, creando costuras duraderas y resistentes. Por otra parte, la denominada flat
seamer corresponde a un tipo de costura plana que se puede utilizar tanto para unir
piezas como así también emplearla decorativamente adaptándose a las nuevas
tendencias donde la costura forma parte del atractivo de la prenda. Dicho sistema permite
terminaciones uniformes y de calidad, disminuyendo el roce que producen otras costuras
sobre la piel. También, para las terminaciones de ruedo se utilizará la collareta. Todas las
costuras recientemente mencionadas serán aquellas que predominen dentro del sistema
de ensamblaje de la colección debido a las cualidades descriptas. A su vez, se apelaran
a otro tipo de costuras según la producción lo requiera.
5.4 Silueta y tipología
En el capítulo anterior se expuso la multiplicidad de siluetas existentes y la relación que
establecen éstas con la morfología corporal que presentan los usuarios. A partir de esto y
considerando que los niños a los que va dirigido el presente proyecto presentan un tipo
de obesidad generalizada, lo que significa que la grasa corporal no se localiza en ninguna
zona especifica, sino que está distribuida de manera homogénea en todo el cuerpo; se
designaron las siluetas para la construcción de la colección. Esta última mencionada,
estará conformada por la silueta línea T, línea H y línea A, caracterizándose por ser las
opciones más adecuadas según la estructura física de los niños. Además, las mismas
fueron elegidas ya que si se respetan los parámetros establecidos desde su moldería, no
98
tenderían a generar ningún tipo de deformación. Se pueden mencionar ejemplos que
resultarían contraproducentes para la imagen visual de los usuarios, como es la línea O,
la cual provocaría una estructura mucho más volumétrica. De forma similar sucede con
una línea adherente, la cual generaría que los niños no se sientan cómodos tanto física
como psicológicamente. Cabe mencionar que la silueta se va a representar a través de
una imagen visual compuesta; no exclusivamente por tipologías con líneas T, H y A, es
decir que en el conjunto de las prendas se va a conformar visualmente una imagen
integrada.
Por su parte, la elección de las tipologías será estratégicamente concebida a partir de las
variadas combinaciones que se pueden establecer entre ellas con el fin de generar la
imagen de las siluetas escogidas. Tomando como referencia el libro Ilustración de moda
de Feyerabend y Ghosh, se denominarán las tipologías según la terminología que el
manual proponga. La serie en el caso especifico de los niños estará compuesta por cinco
tipologías, en lo que refiere a las prendas top las mismas serán camiseta panadera con
tapeta de botones y camiseta de cuello a la caja con manga ranglán. Las prendas bottom
estarán formadas por pantalón sport, bermuda deportiva, y con lo que respecta al abrigo,
la tipología designada será el buzo bolsillo lateral. (Ver figura nº5, p. 108., Cuerpo B). Por
otra parte, en el caso de las niñas serán también cinco tipologías, la camiseta panadera y
la camiseta cuello V, haciendo referencia a las tipologías top; pantalón capri y pantalón
de chándal, serán las tipologías a trabajar para las prendas bottom. Por ultimo, en el caso
del abrigo se utilizará la cazadora de estilo universitario. (Ver figura nº6, p.109, Cuerpo B)
Todas las tipologías fueron específicamente seleccionadas en función a las necesidades
de los niños. Las mismas se someterán a las variables de diseño generando una o más
propuestas en cada una de ellas, labor del diseñador en el proceso de colección.
99
5.5 Paleta de color
A partir de los fundamentos de Goethe y Kandinsky sobre la teoría del color en relación a
la percepción humana, se manifiesta la influencia de los mismos en la psicología del
hombre. A partir de dichos saberes se determinará la paleta de color para la colección a
desarrollar en el proyecto. No obstante, no será el único condicionante a la hora de su
selección. Sin desmerecer la rama de la psicología que estudia el tema, los mismos a su
vez se determinan por diversas cualidades que hacen al universo de la moda; aplicación
de las tendencias, oferta en el mercado, objetivo y línea de una colección, entre otros,
funcionan como variables a considerar para definir una paleta de color.
Como la partida de diseño para dicha colección alude a una propuesta de
responsabilidad social que exige la disciplina del diseño de indumentaria como campo de
acción simbólica dentro de un colectivo popular, la misma anclará la elección de sus
variables de diseño acordes a éste objetivo. Con lo que respecta a la selección de la
paleta de color que ésta presente, se trabajará primordialmente sobre una paleta cálida,
en donde los amarillentos, rojizos y anaranjados serán los protagonistas de la colección.
Tonos de claves altas compondrán el abanico de color, en donde podrán participar tanto
colores cálidos como así también fríos desde su categorización, siempre que estos
últimos, en su composición estén combinados con tintes cálidos o incorporen tintes
blancos. Resulta apropiado a partir de esto, categorizar a los colores cálidos como los
más útiles para el proyecto, ya que como se hizo mención el indumento en los niños que
padecen sobrepeso y obesidad, debe contribuir a optimizar sus condiciones anímicas,
siendo una paleta de color cálida la más apropiada al momento de transmitir vitalidad,
alegría, juventud y una percepción agradable.
Dentro de la colección, la cual está dividida por género, se aunará en lo anteriormente
mencionado proponiendo determinados colores que prevalezcan de un sexo a otro. Para
los niños se trabajará una paleta de amarillentos, verdosos y azulados, mientras que en
100
las niñas serán los amarillentos junto con los anaranjados y rojizos; ambos sexos
compartirán el color blanco en una mínima proporción. Dicha proporción se escogió ya
que este último brinda sensaciones positivas y manifiesta optimismo, pero a su vez es un
color que destaca la morfología corporal, resultando en una proporción elevada
desfavorable para la imagen física de los niños.
Independientemente del abanico de color señalado y establecido, se pensarán los
motivos y estampas para las prendas, los cuales no responderán a éstos cánones de
color mencionados.
5.6 Patrones y motivos
Ciertamente al ser un proyecto que involucra el estudio e investigación del área a abordar
y culmina en el desarrollo de una colección pensada para el público infantil, no hay que
descuidar el atractivo visual que ésta debe concentrar para generar su atracción.
Anteriormente, se ha hecho hincapié en las cualidades a tener por parte de los patrones y
motivos aplicables a las prendas y, asimismo, a las diferentes variables a las que éstas
deben responder.
Para la realización de esta colección se determinó conjugar el atractivo de la misma, sin
descuidar las propiedades responsables que debería contener. Alineando los criterios de
selección a la corriente de animación infantil para el proceso de estampación, se
determinó la elección de la película WALL E por Walt Disney Pictures y Pixar Animation
Studios. Animación que resulta de pertinencia al desarrollo del proyecto por ser un
largometraje para niños que conjuga tanto en su estética, dirección de arte y moraleja, la
problemática de la obesidad en la sociedad actual, desde perspectivas sobre un futuro no
muy lejano según las practicas de consumo y facilitación de hoy día.
La película muestra una degradación de la raza humana, reflejo de una sociedad egoísta
e ignara en tiempos de autismo emocional, en la que se evidencian las problemáticas que
101
en la actualidad parecerían estar instaurándose, tales como el facilismo proporcionado
por la tecnología, la ausencia de las capacidades móviles de los sujetos, y la tendencia
hacia pocas instancias reflexivas y comprometidas por sobre el cuerpo y el
medioambiente. (Ver figura nº 7, p.109, Cuerpo B). WALL E resulta como un producto,
que si bien no deja de ser uno más dentro del mercado capitalista, éste agrega aquella
cuota que invita a la introspección sobre el cómo está la sociedad hoy, y la instaura
dentro del público infantil, quienes serán los responsables de las próximas generaciones
y del porvenir de las sociedades modernas. Aplicando políticas responsables dentro de
una historia de ciencia ficción de proyecciones futuras, promueve la educación sobre la
problemática e incentiva la concientización, ya no subliminal, a los niños sobre los
cuidados y responsabilidades que se debe tener sobre el cuerpo en una sociedad.
Dicha lectura se alinea directamente al objeto de la colección, por lo que valerse de ella
desde sus imágenes animadas resulta como una estrategia favorable para la
comunicación con el niño. Se utilizará, entonces, la imagen de los dos personajes
principales Eva y Wall e (Ver figura nº 8, p. 110, Cuerpo B), en dos animaciones
individuales de cada uno de ellos; Wall e será el motivo que aparecerá en las prendas de
los niños, así como Eva en las tipologías femeninas. Para la categoría de abrigo se
utilizarán motivos compuestos por ambos personajes, en este caso, a su vez se
emplearán dos animaciones, una por cada diseño.
Desde la mecánica del color analizada, se cree que no resultaría inadecuado incorporar
las paletas que los personajes ofrecen, ya que ambos persiguen un fin por sobre el que
fueron diseñados. Apelar en contra a aquello, resultaría ofensivo hacía la compañía, e
incluso generaría la perdida del sentido de su selección. En cuanto a la técnica de
estampado se le adjudicará el tejido correspondiente. Será conveniente la sublimación y
la estampación por transfer por sobre la paleta de textiles determinada para la colección,
utilizándose cada una dependiendo de la composición de la tipología designada para lucir
102
las imágenes. En el caso de la primer técnica se destinará para tejidos en donde
predomine la composición sintética y en la segunda la composición natural, ya que al ser
imágenes digitalizadas que concentran excesos de detalle, ninguno debe de obviarse
para así mantener la riqueza de su diseño original.
103
Conclusiones
El principal factor motivante para el desarrollo del presente Proyecto de Graduación se
concibe a partir de la identificación de una necesidad no contemplada por la industria
mercantil de indumentaria para niños con problemas de sobrepeso y obesidad.
Para dar comienzo a la problemática en cuestión, fue necesario estudiar y analizar la
relevancia que se establece entre los niños y el indumento, relación que se gesta desde
edades tempranas; aquí es donde se realiza el recorte, en cuanto al segmento etario, al
que va dirigido el presente escrito: niños de 6 a 10 años de edad.
Asimismo, plantear el aspecto psicológico resultó fundamental para comprender el estado
emocional que atraviesan los mismos. Es decir, una problemática que no sólo afecta la
salud física del niño, sino que además repercute en la dinámica social de éste en función
de la percepción de su cuerpo, en el desenvolvimiento de sí mismo frente a sus pares,
frente a una sociedad y medios de comunicación que no reparan en la contención de
niños con estas afecciones, deviniendo en un deterioro de la salud psíquica del mismo a
partir de una auto-depreciación.
Continuando con dicho lineamiento, desde una observación propia de la disciplina, los
niños que sufren de obesidad se encuentran vulnerables frente a la mirada de los demás
individuos, sensación que se crea por la falta de comunicación, conocimientos y
prejuicios que tienen lugar en la sociedad actual. Dicha situación provoca en los menores
sentimientos de rechazo sobre ellos mismos, afectando de manera íntegra en su
autoestima, al encontrarse en plena etapa de desarrollo y crecimiento, como así también
formadora de su personalidad. Al aumentar constantemente con respecto al numero de
niños que la padecen, la obesidad debería ser acaparada dentro de la industria de la
moda infantil tanto por sus consecuencias físicas, como así también por los efectos que
adquiere sobre la imagen corporal de los mismos.
104
Resulta concluyente en este aspecto, afirmar que la vestimenta representa para los niños
un símbolo de identificación, ya que a partir de ésta comienzan a configurar su propio
lenguaje vestimentario, siendo una problemática para los pequeños que sufren dicha
enfermedad al momento de establecer su imagen, configuración que se ve condicionada
por el mercado infantil.
Se ha comprobado, que en el mercado argentino las ofertas de indumentaria para niños
no responden a las necesidades prácticas y estéticas para usuarios con exceso de peso,
como sí sucede en el marco internacional donde existe una marca británica que se
encuentra específicamente abocada a este segmento. Entendiendo al diseño como una
disciplina de creación visual, éste a su vez debe contemplar necesidades sin resolver, a
partir de soluciones prácticas especificas. De aquí, se puede establecer un vínculo en el
cual el indumento debe adecuarse a las insuficiencias que presenta el mercado, que
además, son implícitamente demandadas por los usuarios.
En este sentido, cabe destacar que existe una gran variedad de opciones en materia de
indumentaria infantil para los niños con parámetros convencionales, las cuales buscan
satisfacer diversos targets según las necesidades propias de cada uno de éstos. La
problemática radica en que aún ninguna firma incorpora en su nicho objetivo a pequeños
con este tipo de desorden alimenticio, siendo menester del presente proyecto sí hacerlo.
Ahondando también sobre el marco social, se sostiene de manera cabal la necesidad de
la inclusión de estos niños, cuestión primordial que se debe abordar a través de políticas
de estado responsables, para poder lograr una sociedad incluyente y un discurso
éticamente justo. Asimismo, dicha problemática no sólo afecta de manera directa a los
niños como usuarios de la indumentaria, sino también a sus padres o tutores al momento
de ingresar en el sistema de consumo de la moda, quienes no hallan alternativas
funcionales ni estéticas dentro del mismo.
Con el propósito de cubrir los requerimientos que se han manifestado anteriormente, se
105
formula la creación de una colección, cuya construcción está pensada tanto desde la
filosofía textil como así también desde los elementos constructivos que hacen a la
prenda, para poder generar mayores beneficios para los usuarios.
Las formulaciones indicadas en cuanto al indumento en su totalidad pretenden optimizar
la funcionalidad, otorgando mayor comodidad y bienestar. Sin embargo, como se hizo
mención con anterioridad, los daños psicológicos que acompañan la enfermedad son
muy elevados, generando graves consecuencias para el niño a lo largo de su infancia
como también en su edad adulta. Es por esto último señalado que la intención y el
propósito de la colección pretende equilibrar y favorecer visualmente el cuerpo de los
niños, pretendiendo influir, de esta manera, positivamente en sus sentimientos y en la
percepción que poseen de ellos mismos.
Así es como a partir de un proceso de análisis y reflexión, se puede establecer a través
del presente proyecto un nuevo aporte dentro de la disciplina del diseño de indumentaria,
agudizando la responsabilidad de la profesión desde el marco social, dejando en
manifiesto que el diseño no es una práctica superficial meramente alineada a la estética
de la imagen, sino que responde a una serie de codificaciones sociales como así también
a un ejercicio psico-práctico de la mecánica del vestir. Además, cabe enfatizar que el
escrito a su vez repara en la relevancia que adquiere el indumento como elemento
codificador y la relación esencial que éste posee en el desarrollo y crecimiento de los
niños en la actual sociedad de consumo.
La realización de la colección, comprende la búsqueda de un cambio de paradigma en lo
que concierna al diseño de indumentaria infantil actual en Argentina. Si bien, un sector de
la sociedad trabaja en cooperación para que los niños que padecen esta enfermedad
mejoren su calidad de vida saludable, existe aún diversas áreas dentro de la mecánica de
la vida social a las que se ven expuestos, y parecerían los profesionales no reparar en
éstas. El campo del diseño es una de ellas, el que, como símbolo codificable, actúa en el
106
proceso de comunicación entre agentes sociales, y a su vez, volviendo sobre su
funcionalidad primaria, cubrir el cuerpo, como así también contenerlo, procurando su
protección y su colaboración hacia la formación de una empatía con sí mismo.
De aquí surge la reflexión del diseño como práctica multidisciplinar, en donde la
indumentaria, la medicina, la psicología, las prácticas de comunicación, entre otras,
parecerían no converger ni tampoco encontrar el punto de correlación si se las estudia
desde sus construcciones académicas primarias. A través del este proyecto, queda en
manifiesto la falencia que existe en la concepción anteriormente mencionada, en donde
las prácticas deben contemplarse desde un campo multidisciplinar dentro del contexto
cultural y social en las que éstas se desarrollen.
Se considera que el presente escrito plantea como trabajo final una solución factible a
través de la utilización de los elementos compositivos del diseño, demostrando que a
partir de dichas herramientas teórico-prácticas aplicadas a la disciplina se puede
solucionar o mejorar diversas situaciones de necesidad que presentan los usuarios.
Todos los elementos que conforman en su integridad a la colección, no sólo fueron
ideados desde el aspecto práctico y funcional sino también desde el aspecto estético, con
el objetivo de brindar diseños que no dejen de lado a la moda, favoreciendo la autoestima
del usuario como así también la imagen que forja el entorno en relación a ellos. Dichas
herramientas refieren a los textiles, paleta de color, siluetas y tipologías implementadas
para la colección, las cuales favorecen y colaboran de manera positiva a la
responsabilidad y el compromiso por parte del diseño. Asimismo la elección de los
patrones y motivos que se decidieron aplicar en los diseños, responden tanto a
decisiones estéticas de estimulación jovial infantil, por aplicar la imagen de personajes de
un film reconocido por los niños, como también a una decisión responsable por la
metáfora sobre el devenir evolutivo del cuerpo del hombre en función a sus consumos y
prácticas de vida, incorporando de esta manera dicha premisa dentro del universo infantil.
107
A través de estos elementos la autora del presente proyecto los aplica con el fin de
concebir productos textiles basados en el atractivo visual y la funcionalidad como
estructura primordial. Si bien el escrito realiza un estudio sumamente abarcativo en
cuestiones de la materia, queda abierta la posibilidad de otras interpretaciones e
investigaciones para generar nuevas ideas, proyectos y propuestas basadas en otras
posturas que generen un mayor enriquecimiento en cuanto al acompañamiento de la
enfermedad, que incluye a la sociedad por ser una problemática que implica el
compromiso social.
La importancia del Proyecto de Graduación recae en la actualidad de la temática que
aborda, ya que dicha enfermedad podría llegar a convertirse en un estilo de vida para la
mayoría de los niños en Argentina si no se la interviene responsablemente desde las
prácticas disciplinares de cada profesional.
108
Imágenes seleccionadas
Figura 1: Categoría Textil en Indumentaria para Niño. Fuente: Elaboración propia.
Figura 2: Categoría Textil en Indumentaria para Niña. Fuente: Elaboración propia.
109
Figura 3: Categoría Textil en Indumentaria para Niños. Fuente: Elaboración propia.
Figura 4: Siluetas. Fuente: Feyerabend, F.V., Ghosh, F. (2009). Ilustración de moda. Barcelona: Gustavo Gili.
110
Tabla 1: Tabla de talles
Fuente: Size Guide, (2014). More for Kids. Disponible en: http://moreforkidsuk.com/Size-guide/.
Figura 5: Tipologías niño. Fuente: Feyerabend, F.V., Ghosh, F. (2009). Ilustración de moda. Barcelona:
Gustavo Gili.
111
Figura 6: Tipologías. Fuente: Feyerabend, F.V., Ghosh, F. (2009). Ilustración de moda. Barcelona: Gustavo
Gili.
Figura 7: Wall-e, la película. (2014). Disponible en: http://scifiinterfaces.wordpress.com/2014/01/14/the-
hoverchair-social-network/.
112
Wall-e Eva
Figura 8: Patrones y motivos. (2008). Disponible en: http://www.putsgrilo.com.br/youtube/wall-e-disney-pixar/.
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