Proyecto: “Diagnóstico de la - Instituto Nacional de las...

46
Proyecto: “Diagnóstico de la Violencia de Género en Estudiantes Indígenas en el Municipio de Tepetzintla” H. AYUNTAMIENTO DE TEPETZINTLA, PUEBLA 2014-2018

Transcript of Proyecto: “Diagnóstico de la - Instituto Nacional de las...

Proyecto: “Diagnóstico de la Violencia de Género en

Estudiantes Indígenas en el Municipio de Tepetzintla”

H. AYUNTAMIENTO DE TEPETZINTLA, PUEBLA 2014-2018

INTRODUCCIÓN Desde hace algunos años vemos como noticia en los diarios, distintos hechos que hablan

de la violencia dentro de las escuelas; todo ha llegado al punto que, lo que antes nos

sorprendía, hoy parece un dato más, una anécdota más dentro de las aulas.

Para comprender estas situaciones de violencia debemos reflexionar sobre ellas, teniendo

en cuenta el contexto social, es decir, el marco en el cual se desarrolla la vida de la

institución escolar y las relaciones internas que existen. Analizamos en primer término la

estructura interna, las relaciones internas que se dan en la institución escolar.

Si consideramos que la o el niño puede estar oprimido dentro del sistema educativo,

primero debemos comprender esta estructura de opresión, que no solamente oprime al

chico/a, sino también al docente, es decir, tomar un abordaje global en el cual no hay

víctimas ni victimarios, no es el/la docente el victimario/a y el/a niño/a la víctima. Una

primera mirada nos podría señalar que es el maestro/a quien detenta el poder y entonces

es el victimario/a, pero esto no es así porque "el/la docente es tan víctima del sistema

educativo como el/la alumno/a. El/la docente está socializada en una sacralización, en una

idealización del método educativo, y está excluido/a en la elaboración de los planes, está

enajenado/a de su propia necesidad, hay un discurso del poder que le marca al/a docente

un ideal".

Por eso, al hablar de la opresión del sistema educativo no debemos dejar de lado al/a

docente y tomar únicamente al niño/a. La experiencia cotidiana nos hace saber que en las

escuelas existen relaciones de poder, que hay un desempeño de autoridad del cuerpo

directivo y de los/as docentes, que en muchos casos se sigue privilegiando el modelo

pedagógico tradicional y que son elementos que tienen que ver con la dinámica

institucional y que pueden incidir para que la violencia se potencie o para que se

produzcan cosas que hagan lugar a la violencia. Las relaciones existentes dentro de la

institución serán las que favorezcan o desalienten la existencia de violencia.

Hay escuelas donde las y los niños están entusiasmados en diversos proyectos, donde son

protagonistas y partícipes, donde pueden canalizar sus energías; en estos lugares es más

difícil que aparezcan casos de violencia; pero en otras instituciones educativas hay

sistemas internos altamente autoritarios, donde podría pensarse que la violencia no

debería existir, pero el día que falta la figura que representa la autoridad se producen los

hechos de violencia.

La escuela es una construcción social específica y en cada una de ellas se van a desarrollar

prácticas particulares que van a tener un modelo disciplinario o el modelo pedagógico que

comparte esa comunidad educativa.

Algunas escuelas teniendo en cuenta el contexto en que están inmersas generan prácticas

donde el niño/a puede encontrar su propio espacio para el desarrollo de sus

potencialidades. Se persigue que el niño/a adquiera diferentes niveles de responsabilidad,

teniendo en cuenta sus posibilidades reales y tendiendo al desarrollo de la autogestión.

Este modelo tiende a que el niño/a aprenda a manejar su libertad con responsabilidad y

respetando a sus semejantes, sin perder la institución escolar su función normativa. No se

trata de generar un sistema permisivo, se apunta al desarrollo de la responsabilidad.

Lo importante es no descontextualizar al niño/a, sabemos que trae aprendizajes previos

adquiridos en el proceso de socialización primaria; en su familia existen pautas de

transacción que vamos a ir conociendo, que son parte de él/ella.

Conociendo todo podremos buscar el modo de evitar que el niño/a entre en conflicto al

presentársele normativas diametralmente opuestas; el conocer nos permitirá modificar

poco a poco la situación y permitir que ocurran nuevos aprendizajes paulatinamente. Si

sometemos al niño/a a una normativa totalmente diferente, entonces entrará en conflicto

y es así como muchas veces ocurre el fracaso escolar; la escuela no es capaz de contener

en su seno a las y los educandos, eso tiene que ver con la descontextualización.

La violencia en las y los adolescentes se refiere a acciones dañinas que comienzan

temprano y continúan hasta que la persona es un/a adulto/a joven. El/la joven puede ser

víctima, delincuente o testigo de un acto de violencia.

Los actos violentos pueden ser:

Intimidación

Peleas, incluyendo puñetazos, patadas, bofetadas y/o golpes

Uso de armas, como pistolas y/o cuchillos

Algunos actos violentos pueden causar más daño emocional que físico. Otros pueden

causar lesiones graves o incluso la muerte. Un importante factor de riesgo para la

violencia en las y los adolescentes es el comportamiento de sus amigos/as y

compañeros/as de clase.

ANTECEDENTES En primer lugar hay que decir que el maltrato entre jóvenes es un fenómeno general que

se produce en todos los países en que se ha estudiado. Sin embargo, los datos de

incidencia no son homogéneos. Independientemente de que exista mayor o menor

presencia del problema del maltrato y de sus diferentes formas en distintos países, los

datos no son fácilmente comparables por varias razones. Además de utilizar, en muchos

casos, cuestionarios diferentes, el procedimiento usado en las investigaciones, los cursos o

grupos de edad estudiados, así como el diseño y el análisis estadístico de los datos, no

permiten hacer comparaciones simples entre unos y otros.

Sin embargo, sí aparecen una serie de tendencias generales referidas a variables, tales

como el género, el curso escolar o la edad, los tipos de abusos más frecuentes y el lugar

en que se producen, que merecen ser mencionadas. Por lo que respecta al género, los

chicos siempre tienen mayor participación en los incidentes de maltrato tanto en el papel

de agresores como en el de víctimas. Las formas más usuales de abuso que llevan a cabo

los chicos son la agresión verbal y la agresión física directa. Las chicas, por el contrario

realizan y son víctimas de más agresiones indirectas, sean de carácter verbal o social como

por ejemplo: hablar mal de otro/a o excluirle.

Por lo que se refiere al curso escolar, los problemas de violencia disminuyen

progresivamente a medida que avanzan los cursos y por tanto aumenta la edad. El

momento de mayor incidencia del problema se sitúa entre los 11 y los 14 años de edad,

disminuyendo a partir de aquí.

Las formas más comunes de maltrato son, en primer lugar, el de tipo verbal (insultos,

motes), seguido por el abuso físico (peleas, golpes, etc.) y el maltrato por aislamiento

social (ignorar, rechazar, no dejar participar), aunque esta modalidad de maltrato no

siempre ha sido indagada en los estudios revisados, ya que el estudio pionero de Olweus,

modelo de la mayoría de estudios ulteriores, no la incluía. Los casos de amenazas con

armas y acoso sexual son muy raros en todos los estudios, aunque no deben dejarse de

lado.

Finalmente, en lo que hace a los lugares donde tienen lugar los episodios de abuso, éstos

varían dependiendo del curso en que se encuentren las y los estudiantes. Mientras que,

en general, en los niveles de educación primaria el espacio de mayor riesgo es el recreo,

en el nivel de secundaria se diversifican los lugares de riesgo, incrementándose los índices

de abusos en los pasillos y en las aulas.

Es necesario señalar que la propia interpretación que se haga del maltrato entre jóvenes y

de la forma de abordarlo —adoptando una perspectiva comunitaria, escolar, familiar,

interpersonal— dan lugar a diferentes enfoques de lo que deban ser las actuaciones de

prevención e intervención.

A pesar de esta diversidad, se observan ciertas constantes en todos los países, que

responden tanto a los progresivos conocimientos que va aportando la comunidad

investigadora sobre este problema, como a los diferentes replanteamientos que van

surgiendo a medida que se experimentan y evalúan las diferentes propuestas de

intervención.

En general, puede decirse que el origen y tendencias en la prevención y tratamiento de la

violencia en las escuelas son los siguientes:

Se ha creado una conciencia nacional en cada país que propicia, impulsa y

demanda la necesidad de aclarar, prevenir y dar respuestas eficaces a la violencia

escolar.

Las políticas de prevención e intervención suelen ir precedidas de investigaciones

para determinar la gravedad de los malos tratos entre escolares.

El fenómeno de los abusos entre jóvenes está provocando una creciente alarma

social que no siempre está justificada por la intensidad o la gravedad que alcanza

el fenómeno. A menudo los medios de comunicación destacan fenómenos de

violencia entre jóvenes de gran virulencia e intensidad, que no pueden compararse

con los sucedidos en épocas anteriores, simplemente porque los estudios de

incidencia son bastante recientes. Es posible que hace unos años esta violencia

pasase desapercibida, o fuera considerada característica de un determinado

período en las relaciones interpersonales de las y los niños, como jóvenes.

Las actuaciones de prevención e intervención parten de la consideración de que las

agresiones entre alumnos/as no son un problema que ataña sólo a las partes

directamente en conflicto. Así, las intervenciones van dirigidas a todas y todos los

posibles involucrados, es decir a las y los protagonistas (víctimas y agresores) al

resto del alumnado y a las y los adultos: padres, madres, profesores/as y demás

personal del colegio o instituto.

En muchos casos, las medidas que se toman van dirigidas a articular estrategias

para mejorar el clima de centro, lo cual supone intervenir sobre la escuela en su

conjunto. Además, en muchos países se observa ya la tendencia a realizar un

tratamiento comunitario más allá de la escuela, que implica a agentes sociales,

coordinación con asociaciones locales, policía, entre otros. Ello representa una

visión amplia de la violencia como elemento estructural de la sociedad, de la que

se derivan fórmulas de prevención e intervención dirigidas a obtener una

respuesta social además de individual.

En los últimos años se han creado redes de información acerca de las medidas que

se aplican para prevenir y actuar sobre la violencia escolar. Diferentes

intervenciones, puestas en práctica en distintos países, se han revelado como

estrategias válidas para abordar este asunto. Sin embargo, se entiende que cada

incidente y cada comunidad escolar pueden ser singulares, por lo que no se debe

caer en modelos de interpretación y de intervención excesivamente rígidos ya que,

a veces, lo que puede ser conveniente en una comunidad educativa puede carecer

de utilidad en otra.

La conflictividad escolar exige un examen cuidadoso de las condiciones de vida en

cada escuela, lo que significa tener en cuenta el contexto social, los valores y

objetivos educativos, la organización escolar, la dinámica de las relaciones y las

características de los agentes en conflicto. No obstante, por medio del intercambio

de experiencias entre las escuelas y los/as investigadores/as se pueden trazar

campos de actuación que guíen la acción preventiva, aunque su adaptación a cada

realidad escolar estará sujeta a múltiples factores que alterarán los resultados

finales.

La experiencia ya obtenida al enfrentar el fenómeno de la violencia escolar permite

afirmar que, lamentablemente, la relación de dominio-sumisión que subyace en la

violencia entre jóvenes no remite totalmente a pesar de una intervención eficaz. Sin

embargo, también se sabe que si se trabaja para conseguir una escuela en la que las

acciones violentas no se consideren permisibles ni moralmente admisibles, disminuye de

modo sustancial la incidencia de las agresiones, la intensidad de los daños, entre otros. La

creación de un consenso moral sobre la importancia de la dignidad de los individuos que

confluyen en un centro escolar es el mejor antídoto contra una escalada de violencia

dentro de las escuelas, aunque no todas lleguen a dicho consenso por los mismos

caminos.

Por su parte, en México, dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 se manifiesta

que la construcción de un México en Paz exige garantizar el respeto y protección de los

derechos humanos y la erradicación de la discriminación. Asimismo, se hará frente a la

violencia contra los niños, niñas y adolescentes en todas sus formas, sobre la base de una

coordinación eficiente que asegure la participación de todos los sectores responsables de

su prevención, atención, monitoreo y evaluación. Además de fortalecer el enfoque de

respeto y protección de los derechos humanos en los temas mencionados, se incorporará

de una manera amplia en las diversas acciones de gobierno. De la misma forma, se

propone transitar hacia una sociedad equitativa e incluyente. Para lograrlo, se plantea

generar esquemas de desarrollo comunitario con un mayor grado de participación social.

Asimismo, se busca articular políticas que atiendan de manera específica cada etapa del

ciclo de vida de la población. Necesitamos hacer de México un país para todas las

generaciones. Se buscará garantizar los derechos de la infancia a través de un mejor

diseño institucional y programático, además del incremento de la inversión en el bienestar

de las y los más pequeños de acuerdo con el principio del interés superior del niño/a

establecido en la legislación nacional e internacional.

MARCO LEGAL

MARCO LEGAL INTERNACIONAL

Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948.

Declaración de los Derechos del Niño, 1959.

Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la

Mujer, por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1979.

Recomendaciones y Observaciones Generales de los Comités Del Sistema

Universal, 1989,1991 y 1992.

Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra

la Mujer, Belem Do Pará, 1994.

Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), 1994.

Declaración de Beijing, en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, 1995.

Protocolo facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de

Discriminación contra la Mujer, 1999.

MARCO LEGAL NACIONAL

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 1917.

Ley Federal de Derechos, 1981.

Ley sobre el Sistema Nacional de Asistencia Social, 1986.

Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, 2003.

Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, 2006.

Acuerdo Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, 2007.

Pacto Nacional 2007, por la Igualdad entre Mujeres y Hombres. H. Congreso de la

Unión. Comisiones unidas de Equidad y Género, 2007.

Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, 2007.

Reglamento de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de

Violencia, 2008.

Plan Nacional de Desarrollo, 2013 – 2018.

MARCO LEGAL ESTATAL

Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Puebla, 1917.

Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de

Puebla, 2007.

Ley para la Igualdad entre Mujeres y Hombres del Estado de Puebla, 2008.

Plan Estatal de Desarrollo, 2011 – 2017.

METODOLOGÍA El desarrollo de la presente investigación se realizó tomando como base los distintos tipos

de actos violentos que se pueden presentar entre adolescentes, mismos que son:

intimidación, peleas, golpes, entre otros, con el propósito general de generar información

estadística para dimensionar, caracterizar y conocer diferentes aspectos de la violencia

entre jóvenes, así como el desarrollo y generación de políticas públicas con perspectiva de

género que ayuden a combatir este problema.

DISEÑO CONCEPTUAL

Población objetivo

Hombres y mujeres de 12 a 20 años estudiantes habituales en las comunidades

seleccionadas en la muestra.

Cobertura geográfica estatal

La investigación se aplicó en las escuelas a las que acuden hombres y mujeres de las

localidades de Tepetzintla, centrándose en 4:

Tepetzintla

Tlamanca de Hernández

Tonalixco

Xochitlaxco (San Baltazar)

Sin embargo a estas escuelas asisten estudiantes de las siguientes localidades:

Analco

Chachayoquila

Chicometepec (San Simón)

Ejido el Milagro

Koako

Omitlán

Tecpa

Tempextla

Tenantitla

Tlaquimpa

Xicalahuatla

DISEÑO ESTADÍSTICO

Tamaño de la muestra

Mediante el procedimiento de cálculo del tamaño de la muestra, se determinó que se

encuestaran a 340 jóvenes, con un nivel de confianza del 95%.

Unidad de observación

Niños, niñas y jóvenes seleccionados.

Unidad de muestreo

Hombres y mujeres de 12 a 20 años estudiantes habituales.

Esquema de muestreo

Probabilístico y aleatorio simple.

Periodo de levantamiento

La encuesta se aplicó como ya se mencionó en 4 localidades, que a las mismas acuden

estudiantes hombres y mujeres de otras localidades que ya se mencionaron en la parte de

cobertura geográfica.

DIAGNÓSTICO

I. CONTEXTO GENERAL

Esta investigación tiene como objetivo identificar las causas y generadores de los

diferentes tipos de violencia entre jóvenes estudiantes de las comunidades del municipio

de Tepetzintla, la cual sirva como punto de partida para la formulación de acciones y

políticas públicas que busquen prevenir, atender y sancionar la violencia entre jóvenes.

Como primera parte del diagnóstico, se presentan las características generales sobre el

municipio de Tepetzintla, con la finalidad de establecer el contexto municipal en

comparación con la situación estatal y nacional, haciendo énfasis en las desigualdades de

género debido a que esta investigación busca plantear las bases para la construcción de

las propuestas de política pública con perspectiva de género.

El municipio de Tepetzintla se localiza en la parte Noreste del Estado de Puebla. Sus

coordenadas geográficas son los paralelos 19º 53' 54" y 19º 59' 06" de longitud norte, y

los meridianos 97º 47' 36" y 97º 55' 12" de longitud occidental. Sus colindancias son al

Norte con Ahuacatlán y Tepango de Rodríguez, al Sur con Zacatlán y Tétela de Ocampo, al

Oeste con los Municipios de Tepango de Rodríguez y Cuautempan, Huitzilan de Serdán y

Tétela de Ocampo y al Poniente con Zacatlán. Tiene una superficie de 127.57 kilómetros

cuadrados que lo ubican en el 101 lugar con respecto a los demás municipios del

Estado de Puebla; su territorio está conformado por una Cabecera Municipal y 14

localidades.

Con base en el Censo de Población y Vivienda 2010, el Estado de Puebla registró una

población de 5 millones 779 mil 829 personas, con lo que representa el 5.3% de la

población mexicana. Del total de habitantes del Estado, 3 millones 009 mil 974 son

mujeres y 2 millones 769 mil 855 son hombres, lo que representa una relación hombres-

mujeres de 92.

En el municipio de Tepetzintla existen 10 mil 240 habitantes, de los cuales 4 mil 944 son

hombres y 5 mil 296 son mujeres, con una relación hombres-mujeres de 93.4, es decir 1.4

puntos por encima del promedio estatal.

En la gráfica I.1, se observa que en la Cabecera Municipal se concentra aproximadamente

el 11% de hombres y mujeres del total de la población; las comunidades de Tlamanca de

Hernández, Tonalixco y Xochitlaxco concentran el 45% de hombres y 46% de mujeres,

mientras que en las comunidades de Analco, Ejido el Milagro y Tecpa cuentan con el 1%

de hombres y mujeres cada una.

Gráfica I.1. Distribución de la población por comunidad

Fuente. Censo de Población y Vivienda 2010, INEGI

Es importante señalar que aproximadamente el 13% de los hombres y de las mujeres

están en un rango de edad de 0 y 14 años; mientras que el 9% de la población (hombres y

mujeres) tienen 60 años o más. De la misma manera, podemos observar que dentro de la

edad reproductiva, es decir, entre 15 y 59 años, se presenta el 78% de hombres y mujeres,

respectivamente, tal y como podemos observar en la gráfica I.2.

Gráfica I.2. Distribución de la población por rango de edad

Fuente. Censo de Población y Vivienda 2010, INEGI

En el municipio de Tepetzintla se cuenta con un total de 2,227 viviendas particulares

habitadas, con un promedio de 4.6 personas por vivienda. En la gráfica I.3 se observa que

el 83% de las viviendas particulares habitadas cuenta con piso hecho de algún material

que no es tierra, principalmente cemento.

Gráfica I.3. Piso de vivienda según material

Fuente. Censo de Población y Vivienda 2010, INEGI

De acuerdo con el Índice de marginación por entidad federativa y municipio 2010 del

CONAPO, el municipio de Tepetzintla cuenta con un grado de marginación muy alto.

El municipio se localiza en la porción septentrional de la Sierra Norte de Puebla; está

conformada por sierras más o menos individuales paralelas comprimidas las unas con las

otras suelen formar grandes o pequeñas altiplanicies intermontañosas que aparecen

frecuentemente escalonadas hacia la costa. El relieve del municipio es bastante

accidentado; su Orografía presenta como característica principal tres sierras paralelas que

recorren el municipio de oeste a este, y muestran pendientes bruscas hacia los ríos que la

circundan. La primera sierra se alza entre los ríos Nepopualco y Zexehuilco, en la porción

septentrional, culminando en los cerros Xoxoquitépetl, Coixinc y Ejecatepec. La segunda

sierra se alza entre los ríos Zezehuilco y Yehuala, en la parte central.

El municipio pertenece a la vertiente septentrional del Estado de Puebla, formada por las

distintas cuencas parciales de los ríos que desembocan en el Golfo de México; y se

caracteriza por sus ríos jóvenes que desembocan en el Golfo de México; con una gran

cantidad de caídas. La tercera sierra se alza en la porción meridional entre los ríos

Zempoala y Yehuala, destacando el cerro Moxonco. El municipio presenta un declive

general de oeste a este, y su altura oscila entre 110 y 2,560 metros sobre el nivel del mar.

Se localiza dentro de la cuenca del Tecolutla, y es regado por varios ríos que a

continuación se describen: el río Zezehuilco, que se origina al noroeste y recorre la parte

septentrional de oeste a este; fuera del municipio, con el nombre de Ayoco, y se une al

Zempoala, afluente del Apulco uno de los principales formadores del Tecolutla; el río

Yehuala, recorre la parte meridional de oeste a este para unirse finalmente al Zempoala.

Los ríos mencionados reciben las aguas de numerosas corrientes intermitentes de las

sierras colindantes.

En el municipio se presenta la transición de los climas templados de la Sierra Norte, a los

cálidos del declive del Golfo, se presentan dos climas: clima templado húmedo con

abundantes lluvias en verano, temperatura media anual entre 12 y 18º C; temperatura del

mes más frío entre -3 y 18ºC; precipitación pluvial del mes más seco menor de 40

milímetros; precipitación pluvial invernal con respecto a la anual mayor de 5 por ciento. Se

presenta al sur y occidente. clima semicálido, subhúmedo con lluvias todo el año;

temperatura media anual mayor de 18º C; temperatura del mes más frío entre -3 y 18ºC;

precipitación pluvial del mes más seco mayor de 40 milímetros; lluvia invernal con

respecto a la anual menor de 18 por ciento. Se localiza en la porción oriental.

El territorio ha perdido la mayor parte de su vegetación original; aún conservan, sin

embargo, algunas zonas de asociaciones boscosas de pino-encino o mesofilo de montaña

que bordean el municipio, o en la sierra que se levanta al centro del mismo. Las grandes

áreas que han sido deforestadas, se han incorporado al cultivo de maíz, frijol y café.

En la gráfica I.4 se observa que de las 2,227 viviendas particulares en el municipio, el 94%

cuenta con electricidad y sanitario, el 68% con drenaje, el 46% con servicio de agua, el

13% con refrigerador, el 4% con lavadora y el 1% con computadora; es importante señalar

que el 59% de las viviendas cuenta con televisión. Esto indica que el municipio ha

avanzado de manera considerable, sin embargo se necesita mayor disponibilidad y

eficiencia de los servicios básicos, como es el sistema de agua.

Gráfica I.4. Tipos de bienes y servicios por vivienda

Fuente. Censo de Población y Vivienda 2010, INEGI

II. PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO

A continuación se presenta el perfil de las y los adolescentes entrevistados durante el

levantamiento de la presente investigación. En la gráfica II.1 se observa que el 46% son

hombres y el 54% son mujeres.

Gráfica II.1. Sexo

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Existe una distribución homogénea en los rangos de edad de las personas entrevistadas,

registrándose una mayor acumulación de 15 a 29 años (51%). La media de edad que se

presenta es de 14.6 años

Gráfica II.2. Rangos de edad

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

La información que nos arrojan las entrevistas indica que un 59% de las personas hablan

Náhuatl, el 35% habla Totonaco, mientras que el 6% sólo hablan Español.

Gráfica II.3. Lengua Indígena que hablan

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica II.4 se encuentra el nivel de estudios que cursan actualmente las personas

entrevistadas, el 61% estudia la Secundaria, el 24% estudia la Preparatoria y el 15% se

encuentra estudiando la Primaria.

Gráfica II.4. Nivel Escolar actual

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Asimismo, se les preguntó cuántas personas viven en casa, en la gráfica II.5 se establece

que el 56% vive con mamá y papá, el 21% vive sólo con mamá y el 18% vive con sus

familiares. Es importante señalar que el 5% asegura vivir sólo con papá.

Gráfica II.5. En casa, ¿con quién vives?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica II.6 observamos que el 57% de las personas encuestadas afirman que es papá

quien se encarga de la manutención de la casa y el 39% menciona que es mamá la

encargada de ello.

Gráfica II.6. En casa, ¿quién se encarga de la manutención?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica II.7, y de acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2010 del INEGI, el 75% de

los hogares tiene una jefatura masculina y un 25% tienen jefatura femenina, lo cual es

contrastante con los resultados obtenidos en nuestras encuestas.

Gráfica II.7. Jefatura de hogares

Fuente. Censo de Población y Vivienda 2010, INEGI

III. VIOLENCIA

Las construcciones de género son las que condicionan la existencia de una valoración

asimétrica para hombres y mujeres en las relaciones de poder que entre ellos se

establecen y dan lugar a mecanismos de subordinación y exclusión, principalmente en

perjuicio de las mujeres.

Los valores socioculturales establecidos por la sociedad al hecho de haber nacido hombre

o mujer, podrían tener implicaciones importantes para la salud de uno u otro sexo. En lo

que respecta a las mujeres, su papel social es menos valorado y tiene como consecuencia

un impacto negativo en su autoestima, por lo mismo, son ellas quienes pueden considerar

egoístas las conductas tendientes a preservar y mantener su propia salud o pensar que su

importancia depende solo del servicio que puedan prestar a los otros miembros de la

familia.

El uso de la violencia es motivo de preocupación y reprobación social que se expresa en el

rechazo. Sin embargo, estos fenómenos son valorados de distinta manera, según el

contexto en que se presentan y los grupos sociales a los que afectan. Lo que en una

sociedad o en un determinado momento histórico es considerado violento, puede no

serlo en un contexto distinto.

La aceptación, tolerancia o sanción de las conductas violentas varía de una sociedad a otra

y se modifica en el tiempo, al modificarse las creencias y los valores. Más aun, en nuestra

sociedad se expresan de manera simultánea manifestaciones ambivalentes de

reprobación y tolerancia ante la violencia, en particular hacia algunas de sus

manifestaciones y ámbitos de ocurrencia.

Las manifestaciones de la violencia más visibles para la comunidad suelen ser las

vinculadas a la violencia interpersonal que ocurre en espacios públicos, con frecuencia

vinculados a eventos como riñas callejeras, asaltos o robos y, en forma creciente, la

operación del crimen organizado.

Estas formas de violencia son las más reconocidas a nivel social y las que con mayor

frecuencia reclaman atención por parte de las autoridades a través de programas y

políticas; sin embargo, es necesario visibilizar la violencia que ocurre en espacios privados,

principalmente los hogares, ya sean mujeres y las niñas y niños; y a otros grupos en

desventaja, como las y los adultos mayores y las personas con alguna discapacidad.

Dado que la violencia es producto de las relaciones asimétricas de poder entre personas y

grupos sociales, no es casual que las mujeres, las niñas y los niños, las y los discapacitados,

las y los adultos mayores, las y los indígenas, las personas con diferente orientación sexual

sean más vulnerables a la violencia por su propia condición de subordinación social, que

les hace más vulnerables a los abusos de poder y a la violencia. Una vida libre y sin

violencia es el principio del derecho a la vida.

Para empezar, se debe conocer qué tanto las y los adolescentes encuestados saben el

significado de violencia, el 70% menciona que se trata de maltrato físico o verbal, el 17%

afirma que son golpes. Mientras que el 9% señala que se trata de jalones y el 4% establece

que se trata de burlas.

Gráfica III.1. ¿Qué entiendes por violencia?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.2 se observa que el 17% de las personas afirman que dentro de su familia,

hay alguien que presenta comportamientos violentos, mientras que el 83% afirma que

este comportamiento no se presenta en su familia.

Gráfica III.2. ¿En tu familia hay algún integrante que presente comportamientos de

violencia?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

La gráfica III.3 muestra que de las y los familiares violentos, el 11% se trata de papá, el 8%

se trata de mamá y el 5% son hermanos/as.

Gráfica III.3. Persona violenta en la familia

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

De acuerdo con la información proporcionada por las encuestas, el 23% manifiesta que la

violencia es un método de castigo, el 21% señala que es algo natural y el 20% establece

que es un correctivo. Es importante resaltar que el 36% de las encuestas afirman que la

violencia se refiere a todas las respuestas dadas con anterioridad.

Gráfica III.4. La violencia, para ti, es…

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

El 26% manifiesta haber sufrido algún tipo de violencia, mientras que el 74% afirma lo

contrario, es decir, que no ha sido víctima de violencia, tal como lo muestra la gráfica III.5.

Gráfica III.5. ¿Alguna vez has sufrido algún tipo de violencia?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Antes de realizar la interpretación de la información del tipo de violencia, es importante

señalar que todas las personas accedieron a decir el tipo de violencia que han sufrido, o

sea el 26% y de ese porcentaje, el 10% señaló ser víctima de violencia física y psicológica

respectivamente y el 6% ha sido víctima de violencia sexual.

Gráfica III.6. Tipo de violencia sufrida

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.7 se establece la persona agresora, siendo la más común, hermano/a con

un 8%, conocido/a con un 6%, seguida de amigo/a con 5% y con un 7% de respuestas, se

trata de papá/mamá. Es importante mencionar en este punto, que una de las jóvenes

encuestadas, se puso muy nerviosa en esta pregunta y comenzó a agredirse físicamente

ella misma hasta terminar en llanto, a tal grado que la persona que levantó la encuesta le

dio terapia de contención y esto pudo ser porque las y los encuestadores antes recibieron

una preparación para los incidentes que pudieran darse al aplicar las encuestas, como lo

fue este hecho, demostrándose que existe un foco rojo en este aspecto.

Gráfica III.7. Persona agresora

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Es importante señalar que el 21% de las personas encuestadas ha violentado a otra

persona, mientras que el 79% afirma no haberlo hecho, tal como lo muestra la gráfica III.8.

Gráfica III.8. ¿Alguna vez has violentado a alguien?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Haciendo referencia a la gráfica III.8, de las personas que han violentado a alguien, el 50%

violenta a papá/mamá, el 20% lo hace con hermano/a, mientras que el 9% violenta a un/a

conocido/a y el 7% a familiares; la gráfica III.9 muestra estos resultados.

Gráfica III.9. ¿A quién le has ejercido violencia?

Fuente. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Asimismo, de acuerdo a la gráfica III.10, se establece que el 8% violenta a otras personas

porque se meten con él/ella, el 5% porque es más fuerte, mientras que el 32% desconoce

el motivo por el que ejerce violencia.

Gráfica. III.10. ¿Por qué?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.11 observamos que el 29% señala que la violencia es provocada, el 22%

menciona que se trata de un castigo, el 20% afirma que la violencia es necesaria, mientras

que el 19% establece que se trata de algo cotidiano. Es importante mencionar que el 8%

manifiesta que la violencia no existe.

Gráfica III.11. La violencia es algo…

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

De acuerdo a esto, en la gráfica III.12, el 90% afirma que las personas fuertes son las que

violentan a las personas débiles, mientras que el 9% señala que esto no es verdad.

Gráfica III.12. Las personas fuertes violentan a las personas débiles

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En esta tónica, el 15% señala que sería violento/a si le provocan y el 62% afirma que no

sería violento/a, sin embargo, el 23% no sabe la reacción que tendría si le provocan.

Gráfica III.13. ¿Serías violento/a si te provocan?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

De acuerdo a la gráfica III.14, el 36% manifiesta haber recibido una respuesta violenta

ante una provocación suya, mientras que el 64% dice que no ha recibido este tipo de

respuesta.

Gráfica III.14. ¿Has recibido una respuesta violenta ante una provocación de tu parte?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.15 observamos que el 69% de las encuestas señalan que la violencia

siempre tiene un motivo, mientras que el 31% afirma que no siempre existe un motivo

para ejercer violencia.

Gráfica III.16. La violencia siempre tiene un motivo

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

De acuerdo a la gráfica III.17, el 66% conoce a personas violentas, mientras que el 34% no

conoce a alguna persona con estas características.

Gráfica III.17. ¿Conoces a personas violentas?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.18 podemos observar que en el 30% de los hogares hay discusiones, en el

24% existen peleas y en el 2% hay golpes, sin embrago, el 22% manifiesta que se dan

“otro” tipo de situaciones, sin especificar de qué se trata.

Gráfica III.18. Señala las situaciones que suceden en tu casa

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Asimismo, en la gráfica III.19 observamos que el 52% de las encuestas señalan que la

violencia se ejerce más en la escuela, seguida por el hogar con un 27% y en la calle con el

17%.

Gráfica III.19. Lugar donde se ejerce más la violencia

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

De acuerdo a la gráfica III.20, tan sólo el 29% se llevan bien con sus compañeros/as,

mientras que el 14% se lleva mal, el 32% tiene una relación regular y el 26% menciona que

su relación no es buena, pero tampoco mala.

Gráfica III.20. ¿Cómo te llevas con tus compañeros/as?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Durante este estudio, las personas aunque un poco temerosas, contestaron que han sido

víctimas de violencia por parte de sus compañeros/as, es por eso que en la gráfica III.21

observamos que el 25% han sido intimidadas o maltratadas pocas veces, el 15% lo han

sido en ocasiones, mientras que el 58% afirma no haber sido intimidada o maltratada.

Gráfica III.21. ¿Cuántas veces te han intimidado o maltratado alguno/a de tus

compañeros/as?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Asimismo, al cuestionar desde cuándo se ha presentado esta situación, el 8% señala que

tiene una semana, el 6% afirma que ya tiene un mes, el 5% menciona que se ha dado

desde el principio del curso, mientras que el 25% establece que siempre le han intimidado

sus compañeros/as, como lo muestra la gráfica III.22.

Gráfica III.22. ¿Desde cuándo se producen estas situaciones?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.23 observamos que el 23% de las intimidaciones han sido por una

provocación y el 13% considera que es débil y por eso le intimidan, cabe señalar que el

28% de los casos, no saben la razón por la que sufren de violencia por parte de sus

compañeros/as.

Gráfica III.23. Razón por la que te han intimidado

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

No sólo es importante saber si han sufrido violencia, sino saber quién o quiénes la ejercen,

por eso, en la gráfica III.24 vemos que el 30% de los casos se da por un grupo de chicos,

seguidos por un chico con 24% y una chica con 17%.

Gráfica III.24. Personas que intimidan a sus compañeros/as

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Asimismo, del 26% de las intimidaciones y/o maltrato se da en la clase, seguida del patio

con un 22% y el 15% en la calle, sin embargo, el 21% menciona que no sabe en qué lugar

se produce la intimidación y/o maltrato y el 13% asegura que se ejerce en “otro” lugar, sin

especificar de cuál se trata.

Gráfica III.25. Lugares donde se intimida y/o maltrata

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Existen ocasiones en que las situaciones de intimidación y/o maltrato son frenadas por

alguna persona, en la gráfica III.26 se observa que el 32% de las situaciones las detiene

un/a profesor/a, seguida por un/a compañero/a con el 21% y el 19% no sabe quién

detiene estas situaciones, sin embargo, el 18% afirma que ninguna persona detiene este

tipo de situaciones de intimidación y/o maltrato.

Gráfica III.26. Persona que detiene situaciones de intimidación y/o maltrato

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Cuando una persona es víctima de intimidación y/o maltrato, lo más sano es poder

acercarse a alguien y expresar lo que siente, en la gráfica III.27 se muestra que el 29%

habla con profesores/as, el 12% habla con su familia, sin embargo, el 27% señala que no

habla con ninguna persona.

Gráfica III.27. Persona con quien hablas si te intimidan y/o maltratan

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.28 observamos que el 11% de las personas encuestadas serían capaces de

intimidar y/o maltratar a un/a compañero/a si es que le provocan, el 7% lo haría si sus

amigos/as lo hacen, mientras que el 14% no sabe si podría intimidar y/o maltratar a sus

compañeros/as.

Gráfica III.28. ¿Intimidarías y/o maltratarías a un/a compañero/a en alguna ocasión?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.29 se observa que cuando han intimidado y/o maltratado a alguien, al 27%

le han dicho algo al respecto, sin embargo, al 38% no le han mencionado algo. Es

importante señalar, que el 35% de las encuestas expresan que no aplica en su caso.

Gráfica III.29. Si has intimidado y/o maltratado a tu compañero/a, ¿te ha dicho alguien

algo?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

De acuerdo a la gráfica III.30, el 8% de las participaciones en situaciones de intimidación

y/o maltrato han sido por una provocación, el 6% ha sido por considerar distintos/as en

algo a la víctima, el 3% ha sido por molestar o considerarles personas débiles, es

importante señalar que el 13% afirma no saber la razón por la que ha intimidado y/o

maltratado.

Gráfica III.30. Razón por la que has participado en situaciones de intimidación y/o

maltrato hacia tus compañeros/as

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

Es importante conocer la frecuencia con la que se dan las intimidaciones y/o maltratos en

su entorno escolar, en la gráfica III.31 se observa que el 30% señala que se presenta

muchas veces, el 28% pocas veces, cabe mencionar que el 30% afirma que nunca se dan

este tipo de situaciones.

Gráfica III.31. Frecuencia de intimidación y/o maltrato en tu entorno escolar

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.32 observamos que al 29% de las personas encuestadas les parece mal que

haya intimidaciones y/o maltrato, al 20% le parece que hacen bien quienes intimidan y/o

maltratan, mientras que el 29% afirma que es normal que pase entre compañeros/as.

Gráfica III.32. Opinión sobre chicos/as que intimidan y/o maltratan a compañeros/as

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.33 se muestra que el 26% cree que sus compañeros/as intimidan y/o

maltratan porque se meten con ellos/as, el 25% dice que es porque son más fuertes, el

18% opina que lo hacen por gastar una broma, mientras que el 23% señala no saber las

razones por las que intimidan y/o maltratan a compañeros/as.

Gráfica III.33. Razón por la que chicos/as intimidan y/o maltratan a compañeros/as

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En ocasiones, una persona puede darse cuenta de una situación de intimidación y/o

maltrato, en la gráfica III.34, el 67% avisa a alguien, el 20% intenta controlar

personalmente la situación, mientras que el 12% afirma que debería hacer algo, pero no lo

hace.

Gráfica III.34. Acción que tomas cuando un/a compañero/a intimida y/o maltrata a

alguien

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.35, el 19% de las encuestas señalan que la falta de comunicación y la mala

información desencadenan la violencia en adolescentes, el 17% es por venganza, el 14%

por el abuso de poder, el 13% porque se sienten fuertes.

Gráfica III.35. Factor que desencadena la violencia en adolescentes

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

De acuerdo a la gráfica III.36 se muestra que el 36% de las personas encuestadas señalan

que les preocupan mucho los incidentes de violencia protagonizados por jóvenes en la

escuela y otros sitios públicos, el 34% le preocupa bastante mientras que al 29% le

resultan indiferentes los incidentes de violencia.

Gráfica III.36. Grado de preocupación por los incidentes de violencia protagonizados por

jóvenes

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

La violencia tiene diversas razones, en la gráfica III.37 se observa que al menos el 23% de

las encuestas arrojan que se debe a un mal entorno social o familiar y carencia de

educación escolar y al 14% manifiestan que es por la degradación moral y la televisión.

Gráfica III.37 Principal razón de hechos de violencia por jóvenes

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.38 se señala que el 29% de las encuestas opinan que los medios realizan un

tratamiento adecuado de la violencia, sin embargo, el 71% menciona que esto no se hace.

Gráfica III.38. ¿Los medios realizan un tratamiento adecuado de la violencia?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.39 se observa que el 78% de las y los jóvenes señalan que los programas de

TV dirigidos a niños/as y adolescentes promueven los comportamientos violentos,

mientras que el 22% afirma que no existe ninguna relación con ellos.

Gráfica III.39. ¿Los programas de TV promueven comportamientos violentos?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

De la misma forma se les preguntó la razón por la que daban su respuesta, la gráfica III.40

muestra que el 24% señala que no son aptos para adolescentes, el 29% opinan que

transmiten violencia y se aprende el maltrato y el 17% afirma que hay imágenes y videos

violentos.

Gráfica III.40. ¿Por qué?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.41 se observa que el 73% considera que las conductas violentas de las y los

jóvenes se relacionan con alguna crisis de valores generales, mientras que el 27% afirma

que son crisis específicas de las y los adolescentes.

Gráfica III.41. Las conductas violentas de las y los jóvenes…

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.42 se observa que el 74% de las personas encuestadas opina que las y los

jóvenes violentos no reciben la atención necesaria de sus familiares, mientras que el 26%

afirma que es un problema propio de las y los jóvenes.

Gráfica III.42. La violencia en las y los jóvenes se debe a que…

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

De acuerdo a la gráfica III.43, el 25% de las encuestas afirman que los hechos violentos en

épocas anteriores eran menos que ahora, el 29% menciona que sucedían igual que ahora

y el 23% señalan que se daban más que ahora; es importante señalar que el 20% establece

que antes no se difundían los actos violentos como se hace ahora.

Gráfica III.43. Los hechos violentos en épocas anteriores eran…

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.44 se observa que, de las y los jóvenes encuestados, el 79% ha escuchado

sobre el Bullying, mientras que el 21% desconoce el término.

Gráfica III.44. ¿Has escuchado sobre el Bullying?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En concordancia con la gráfica anterior, el 35% entiende por Bullying como el acoso

escolar que se da entre compañeros/as, el 21% opina que es violencia y el 12% es cuando

las y los compañeros/as molestan a otros/as; cabe señalar que el 32% afirma como “otro”

lo que entiende por Bullying, sin embargo, no especifican la definición, tal como lo

muestra la gráfica III.45.

Gráfica III.45. ¿Qué entiendes por Bullying?

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

En la gráfica III.46 se observa que el 63% de las personas señalan que el Bullying es malo,

el 17% afirma que se debe tener convivencia, el 13% menciona que es algo muy violento,

mientras que el 7% establece que hay que prevenirlo.

Gráfica III.46. Opinión sobre el bullying

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

De acuerdo a la gráfica III.47 se observa que el 78% de las personas señalan que el

personal escolar está preparado para enfrentar la violencia entre jóvenes, mientras que el

22% afirma que no se cuenta con esta preparación del personal escolar.

Gráfica III.47. El personal escolar –profesores/as y directivos/as- está preparado para

enfrentar la violencia entre jóvenes

Fuente. H. Ayuntamiento de Tepetzintla, 2014

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

CONCLUSIONES

En el presente estudio se analizó la situación de las y los jóvenes en el municipio de

Tepetzintla en dos diferentes dimensiones de su vida diaria: perfil sociodemográfico y

violencia.

Dentro del perfil sociodemográfico, hay un gran número de jóvenes que viven con papá y

mamá y que es el padre quien, mayormente, está encargado de la manutención del hogar.

Una vida libre de violencia es el principio del derecho a la vida, sin embargo, para las y los

jóvenes objeto de este estudio, las manifestaciones de violencia siguen latentes, ya sea en

su casa o en la escuela. Existen altas percepciones de violencia presentadas en diferentes

formas: abusos sexuales cometidos en gran medida por desconocidos, pero también por

familiares y conocidos. El estudio también nos arrojó que son conscientes de las

situaciones de violencia, sin embargo, muchas veces no saben cómo reaccionar ante estos

hechos.

De ésta forma, encontramos en el municipio de Tepetzintla, signos de violencia hacia las y

los compañeros de clase, violencia que muchas veces no se sabe la razón por la cual se

ejerce, simplemente, por el hecho de sentirse más fuertes.

RECOMENDACIONES

Con la finalidad de impulsar acciones y políticas públicas con perspectiva de género que

mejoren de manera integral la calidad de vida y el pleno ejercicio de los derechos de las y

los jóvenes estudiantes del municipio de Tepetzintla, se realizan las siguientes

recomendaciones.

Capacitación al personal escolar, desde profesores/as hasta directivos/as

en temáticas relacionadas con la violencia.

Gestionar acuerdos y convenios con instituciones públicas y privadas, a fin

de generar acciones afirmativas que ayuden a disminuir el Bullying entre

estudiantes.

Sensibilizar a hombres y mujeres del municipio sobre roles y estereotipos

de violencia en el ámbito familiar y escolar.

Realizar acciones que prevengan, atiendan y sancionen la violencia dentro

de niños, niñas y adolescentes.

Incentivar la denuncia de delitos de violencia contra las mujeres, jóvenes y

niñas.

Fomentar la resolución de conflictos por la vía pacífica.

Otorgar asistencia a las y los jóvenes que padezcan violencia escolar.

Establecer vínculos más cercanos entre las instancias de apoyo en el

municipio.

Hacer campañas de información y sensibilización sobre las consecuencias

del consumo de drogas y alcohol.

Directorio

Lic. Juan José Tapia González Delegado Estatal CDI Puebla

Prof. Sebero Lozada Barrientos

Presidente Municipal Constitucional

Lic. Crescenciano Arroyo Neri Director de Obras Públicas

C. Gildardo Posadas Reyes

Síndico Municipal

C. Carlos Marcos Nape Secretario General del Ayuntamiento

Enfra. Laura Pérez Aldama

Presidenta del DIF Municipal

Mtra. Lucina Jaimes Cruz Revisora y editora del Diagnóstico de la Violencia de Género en Estudiantes Indígenas en el

Municipio de Tepetzintla

Con el acompañamiento de la Consultoría Compatible Plus.

Esta publicación es financiada por los Proyectos de Coordinación para la Prevención Y Atención de la Violencia contra las Mujeres con Enfoque Intercultural del Programa de Derechos

Indígenas para el Ejercicio Fiscal 2014.