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Colegio Padre José Kentenich Proyecto pedagógico

PROYECTO PEDAGÓGICO COLEGIO PADRE JOSÉ KENTENICH

Introducción Entendemos la educación como un servicio desinteresado al crecimiento y desarrollo orgánico y pleno de la vida que hay en el otro. Esta idea de educación se concreta en un colegio. La misión de nuestro colegio es acompañar y conducir a la experiencia de ser personas plenas. Nuestra visión es que queremos ser una institución inspirada en la pedagogía de José Kentenich y la visión del padre Hernán Alessandri para servir desinteresadamente al desarrollo pleno de todos los niños y jóvenes, sus familias y el entorno. Esta misión y visión se llevan a cabo en una comunidad educativa que se ha definido como una comunidad que crece y que ayuda a otros a crecer y en la que todos se comprenden como responsables de llevar adelante la misión del colegio. El colegio se organiza en dos tipos de comunidades que tienen sus fines y actividades propias cuyo objetivo es cooperar de la mejor manera en el crecimiento de las personas. Las comunidades oficiales son aquellas que están constituidas por el hecho de pertenecer al colegio, ordenadas por un vínculo jurídico, con una autoridad establecida, con actividades programadas y obligatorias. En este tipo de comunidad, aspiramos a que todos los miembros de nuestro colegio desarrollen los aprendizajes mínimos necesarios para su crecimiento personal. Las comunidades libres son aquellas instancias en las que la persona decide participar de manera libre y voluntaria. En este tipo de comunidad aspiramos al desarrollo máximo de la persona. Todo lo que ocurre en el colegio se relaciona con una forma de entender a la persona y su crecimiento, la vida, la realidad y el conocimiento, y se traduce en un estilo pedagógico que se manifiesta en cuatro grandes procesos pedagógicos que apuntan al crecimiento de la persona a través de la atmósfera, del encuentro con la realidad y la pertenencia a la comunidad. Los procesos pedagógicos son abordados desde cuatro líneas de trabajo: la atmósfera, la institucionalidad, la formación académica y la formación personal y comunitaria. Cada línea de trabajo tiene objetivos, acciones, plazos y responsables, que se planifican anualmente y se evalúan periódicamente según sus necesidades Nuestro proyecto se afirma en la convicción de que todo ser humano está llamado a la plenitud y de que todos podemos aprender y llegar a esa meta si es que recibimos el acompañamiento, al conducció y el seguimiento adecuado en el proceso. Nuestro principal esfuerzo es crear una atmósfera de casa centrada en el aprendizaje y con una idea central clara (el hombre nuevo y la nueva comunidad) y ofrecer el acompañamiento pedagógico para que todos los miembros de la comunidad escolar vivan una experiencia positiva y exitosa de crecimiento personal, y que esta experiencia sumada a nuevas experiencias de aprendizaje se constituyan en la base desde la cual transformar sus vidas y construir proyectos de vida personales y comunitarios que los encaminen a la meta nombrada antes. La formación que el colegio aspira a entregar se produce fundamentalmente a través de la atmósfera cultural y social, del encuentro entre las personas (estudiante-educador) y de las personas con la realidad en sus distintas dimensiones. Por esto, entendemos la sala de clases como el punto central de la rutina diaria y todos los esfuerzos se concentran en que el encuentro del estudiante con el mundo, con sus compañeros y con el educador sea de máxima calidad. El colegio se organiza orgánicamente, ubicando en el centro el aprendizaje de los estudiantes. A través de este plan pedagógico se definen esos aprendizajes en cada una de las etapas del desarrollo, el estilo de enseñanza y de convivencia en el que se produce ese aprendizaje, sus metodologías más generales y las tradiciones y costumbres que sostienen el estilo de vida al interior del colegio.


Capítulo 1 Metas de nuestra formación y procesos pedagógicos

La formación educativa que el colegio entrega ocurre en todas las instancias de la vida del colegio. Entendemos que la persona llega al colegio con una serie de experiencias y aprendizajes que han formado en ella una cierta idea de sí mismo, de la vida, de su relación con los demás y con la realidad en sus distintas dimensiones. Ese es el punto de partida para el proceso pedagógico. El proceso está orientado hacia una meta, que es el desarrollo ideal o pleno de la persona. La meta de la formación del colegio ha sido formulada en el conjunto de las vinculaciones de la persona.

1.1 Metas de formación: el conjunto de ideas. Nuestra meta es formar “al hombre nuevo en la nueva comunidad”. Eso es lo mismo que decir que queremos colaborar en el desarrollo pleno de la persona. A continuación se presentan los indicadores de esa meta aplicados en el conjunto de las vinculaciones en las que vivimos.

Esperamos que al salir de IV medio, nuestros alumnos hagan suyas las siguientes características: 1. Relación consigo mismo: a. Autoconocimiento: que sepa quien es (naturaleza), como es (características) y para que está en este mundo (misión y sentido). Que pueda reconocer sus emociones y sentimientos, comprendiendo de donde vienen, porqué se producen y como manejarlos. Que pueda reconocer y comprender sus valores, principios y verdades personales. Que pueda establecer una narración coherente de su vida,


comprendiendo etapas y momentos claves, personas, ideas y lugares que han sido importantes y por qué. b. Autoeducación: que comprenda que su personalidad es también una tarea que requiere de un esfuerzo y de disciplina para ser desarrollada. Que sea capaz de reconocer aquellos aspectos de su personalidad en los que debe trabajar y mejorar. c. Libertad: que sus decisiones y acciones sean autónomas, meditadas a la luz de su misión y convicciones. Que sea capaz de llevar adelante lo decidido y de hacerse responsable de sus decisiones. Que la actitud fundamental de la santidad de la vida diaria o el fiel y fidelísimo cumplimiento del deber de estado sea parte de su propia actitud fundamental. Que sea capaz de decidir respecto a su futuro a partir de lo que es y con claridad de los que quiere, articulando pasos a seguir en el desarrollo de su proyecto de vida. 2. Relación con otros: a. Justicia y respeto: que reconozca en las demás personas su dignidad humana y de hijos de Dios, estableciendo con ellos una relación de justicia y respeto. A partir de esto, que asuma su responsabilidad por el crecimiento y bienestar de los demás (solidaridad de destinos). b. Amor: Que pueda reconocer en sí mismo la experiencia de haber sido amado y comprendido y que en la vida comunitaria ha podido amar y comprender a otros. Desde el amor, que sea capaz de servir desinteresadamente a otros. c. Comunidad: que se reconozca como parte activa de una comunidad con la que ha vivido, que pueda comunicarse efectivamente con los demás, resolver conflictos pacíficamente y trabajar en equipo. Que aspire a la formación de una familia y que entienda su valor como núcleo de la sociedad. d. Normas y autoridad: que comprenda el sentido de las normas y del ejercicio de la autoridad en el desarrollo de la vida personal y social. Que sea capaz de respetar y de asumir las consecuencias cuando hay transgresiones. 3. Relación con las ideas y el conocimiento: a. Valoración: que comprenda la importancia del conocimiento y el valor de la realidad como espacio del desarrollo humano y como campo para el despliegue de la persona y de su misión personal. Que pueda identificar un conjunto de ideas que le resultan valiosas y que influyen en su mundo de decisiones personales. b. Saber amplio: Que valore y tenga un saber amplio relacionado con distintas áreas del conocimiento y de la cultura, lo que le permita incorporarse a la vida de la sociedad y de la cultura con autonomía. c. Hábitos y habilidades: Que haya adquirido y puede usar autónomamente un conjunto de hábitos, habilidades y procedimientos relacionados con la adquisición, comprensión, elaboración y transmisión de conocimientos. d. Pensamiento creativo y crítico: que haya desarrollado un pensamiento de orden superior crítico y creativo, que le permita comprender la realidad y aportar en su transformación. 4. Relación con el mundo y la naturaleza: a. Responsabilidad y compromiso: que reconozca que sus características personales encuentran sentido en relación con el mundo que lo rodea. Que asuma su responsabilidad respecto a distintos ámbitos de la realidad en sus distintas dimensiones (política, social, económica, cultural, natural, etc.) y la concrete en acciones o proyectos. Que comprenda la creación como obra de Dios y reconozca de esta manera su dignidad. b. Conocimiento: que tenga un conocimiento claro y profundo sobre la realidad en sus distintas dimensiones, su funcionamiento, sus causas y orígenes, su significado. 5. Relación con las cosas: a. Respeto y amor: Que le asigne el valor adecuado a las cosas y sepa utilizarlas con justicia, entendiendo para que son, de dónde vienen y cuáles son las consecuencias de su uso.


b. Templanza: que pueda disponer de las cosas del mundo con libertad y viéndolas como accesorios y herramientas importantes, pero que entran en diálogo con su voluntad personal y su libertad. 6. Relación con Dios: a. Filialidad: que identifique a Dios como alguien vital y central de su existencia. Que reconozca a Dios como Padre atento y bondadoso. Que sepa rezar. b. Alianza: que reconozca que Dios se manifiesta en la historia, que sale a su encuentro, que lo llama y que espera respuesta a ese llamado, que busca establecer una relación personal con cada uno. Que desarrolle la Fe práctica en la Divina Providencia. 1.2 Procesos Pedagógicos

Los procesos pedagógicos son los caminos que sigue el colegio para acompañar, conducir y seguir a sus alumnos hacia la meta de la formación.

1. Construcción pedagógica de una atmósfera social y comunitaria: La Atmósfera social y cultural es el conjunto de ideas, valores y actitudes con el que una persona se contacta a través de los usos, acciones, costumbres, ritos y tradiciones en la comunidad escolar. Es todo aquello que la persona ve, oye, percibe, vive y hace en el colegio. En un proceso planificado, el estudiante se va encontrando con los distintos valores, virtudes e ideas de nuestro proyecto pedagógico a través de distintas vivencias, experiencias, actividades, ritos, tradiciones y personas. 2. Aprender a ser persona. La persona crece desde un núcleo interior y a través del encuentro con la realidad en sus múltiples dimensiones y de la elaboración interior que realiza de ese encuentro. Sin embargo, este núcleo interior es una realidad potencial y que requiere ser educada. El itinerario de este proceso pedagógico apunta a que la persona pueda comprender quien es, como es, para que está aquí y cuáles son las decisiones presentes y futuras que tiene que tomar para alcanzar y cumplir la misión personal que Dios pensó para él, a través del desarrollo de un proyecto personal y comunitario de vida. Llega así a conocer y comprender su ideal personal, que actúa como un elemento integrador de la totalidad de la persona. Para responder a esta cuestión esencial, el currículum debe potenciar el desarrollo de los elementos biográficos de la persona y su capacidad de leer, comprender y proyectar los procesos históricos, ya sean personales, comunitarios o sociales.


El alumno incorpora una serie de tradiciones y ritos que le permiten dirigir la mirada hacia su interior y luego hacia el mundo que lo rodea, para volver nuevamente al interior y así sucesivamente (meditación sobre la vida). Este proceso pedagógico apunta al desarrollo de la identidad personal, basada en una autoestima sana, en una vida interior profunda y consciente y en un trabajo constante sobre sí mismo (autoeducación). 3. Aprender a pertenecer a una comunidad.

La vida del ser humano se entiende y se desarrolla en relación con otros. La experiencia de pertenencia a una comunidad es entonces una necesidad y una oportunidad para el desarrollo de la persona. Sin embargo, no basta con la inserción en un grupo humano. La experiencia familiar y comunitaria se encuentra actualmente en crisis, por lo que el trabajo en esta línea debe ser intencionado pedagógicamente.

La comunidad se define como “crecer juntos y crear lazos entre las personas”1 y se caracteriza por la sintonía de proyectos comunes y por abrazar causas comunes en torno a metas, ideas, valores y acciones. El padre Kentenich entiende que una verdadera comunidad es hogar, y que el hogar es verdadera comunidad. ¿Qué significa esto? “Hogar es estar con el otro, para el otro, en el otro. El Hogar es aquel ámbito vital en el cual damos y recibimos cobijamiento (físico, anímico, espiritual)”2 .

¿Cómo se construye este terreno comunitario? Construir la comunidad es una aspiración ideal. Los proyectos comunes se abrazan porque hay un conjunto de experiencias y valores previos que congregan a esas personas y luego se manifiestan en ritos y tradiciones que constituyen una estructura espiritual que consolida a la comunidad.

Así, la vida en el colegio es escuela de vida comunitaria en la medida que los alumnos viven experiencia juntos, las elaboran, aprenden un conjunto de valores y códigos que comparten con otros, descubren sus características como grupo, desarrollan un estilo de convivencia y se reúnen en torno a proyectos que los identifican y motivan. 4. Aprender a encontrar el significado de la realidad en sus distintas dimensiones. Uno de nuestros principios pedagógicos establece que la persona crece en la medida que va madurando y profundizando un encuentro comprensivo con la realidad en sus distintas dimensiones: natural, sobrenatural, conocimiento e ideas, con los demás consigo mismo. El colegio es, de esta manera, una secuencia intencionada pedagógicamente de encuentro con esta realidad. Este encuentro con la realidad supone la adquisición de conocimientos amplios y profundos sobre la realidad. Para eso es necesario que la persona adquiera los procedimientos, las habilidades de pensamiento y los hábitos fundamentales para optimizar este encuentro comprensivo. Así, se aprende a valorar la realidad, se desarrolla una conciencia de responsabilidad por el mundo que nos rodea y se despierta el anhelo de transformación a la luz de los ideales aprendidos en el colegio. Al mismo tiempo, el encuentro con la realidad es el principal medio para la formación interior de la persona. Para eso, el itinerario es: me encuentro con la realidad, la conozco, la comprendo, la interpreto, y desde esa interpretación me conozco, me comprendo, me reinterpreto, y desde ahí otra vez al mundo y así sucesivamente.

1 Desafío Social, José Kentenich.

2 Que surja el Hombre Nuevo, José Kentenich.


Capítulo 2: Los Ciclos de Aprendizaje

La persona se despliega de diferentes maneras en cada una de sus etapas del desarrollo. Ese

despliegue puede ser acompañado y conducido desde una perspectiva pedagógica. El acompañamiento y la conducción deben comprender las características de cada etapa para que sean óptimos. Las etapas del desarrollo psicológico son etapas de autodespliegue de la identidad, en las que se manifiesta una sabiduría interna que apunta a concretar la tendencia y vocación al crecimiento que hay en cada uno de nosotros. La llave maestra de esta pedagogía es poner ese impulso hacia la vida y el crecimiento, en la “perspectiva de su máxima realización posible”3.

La construcción de una identidad sana se hace desde la libertad y a través de un diálogo constante consigo mismo, con otros y con la realidad. Este diálogo toma distintas formas y requiere diversos acompañamientos según la etapa del desarrollo. Entendemos que el desarrollo de la persona se produce en y a través del encuentro con otras personas, con el mundo natural, con las cosas, con las ideas y el conocimiento, con las normas y con Dios. Por lo mismo, estas etapas del desarrollo tienen que ver con diferentes maneras de relacionarse con el mundo en sus distintas dimensiones y posibilidades.

Entonces, en cada etapa del desarrollo, y de acuerdo a las características originales de cada uno, la persona reactualiza el conjunto de sus vinculaciones a partir de nuevas acciones y actitudes. Esta reactualización se ve influida decisivamente por las personas que rodean al sujeto, por las experiencias que vive y por la forma personal que tiene de elaborar todo aquello que ve, oye, siente, vive y piensa. A esto le llamamos la construcción de la identidad.

En este sentido, es importante recordar que la persona crece en su totalidad pero diferenciadamente en sus distintas dimensiones, no al mismo tiempo y con diferentes ritmos (Leyes de crecimiento orgánico). Por ejemplo, en alguna etapa, puede suceder que un joven esté experimentando un crecimiento importante en toda su dimensión social, fortaleciendo así el ámbito de su relación con las demás personas. Un ejemplo notorio de esto se vive en el inicio de la adolescencia, cuando los muchachos y las muchachas experimentan en las relaciones con el sexo opuesto, estableciendo vínculos amistosos y afectivos. Así, el educador deberá tener presente este elemento para ayudar a formular metas realizables en el contexto de sus crecimientos (Unilateralidad orgánica y corrimiento de acentos). Fortalecer esas áreas donde se está produciendo mayor desarrollo para desde ahí complementar al resto de las dimensiones.

Al mismo tiempo, hay que considerar que el crecimiento tiene ritmos, muy relacionados con la etapa del desarrollo orgánico en que se encuentran los niños y jóvenes. Esto debe ser considerado y observado atentamente para exigir adecuadamente.

Para responder de manera pedagógica a esta forma de comprender el desarrollo humano es que el colegio se organiza en ciclos de aprendizaje y el foco de esta organización es el desarrollo de la vida de los alumnos y de los cursos. Todo lo que ocurre dentro del ciclo considera la etapa del desarrollo, la atmósfera necesaria para ese desarrollo óptimo, las estrategias de acompañamiento y conducción del encuentro del estudiante con sus educadores, con sus compañeros y con la realidad.

Para orientar de mejor manera el trabajo pedagógico en cada uno de los ciclos, los equipos pedagógicos determinan metas de formación para el término de cada una de las etapas (tareas existenciales). Estas metas deben estar relacionadas con la meta de formación del colegio (como si fuesen los pasos previos que llevan al logro de la meta final), deben ser pocas y deben estar asociadas a elementos fundamentales del desarrollo de la persona y su vinculación con el mundo que lo rodea.

3 Textos pedagógicos, introducción padre Herbert King


Capítulo 3:

Estructura Organizacional

En un colegio kentenijiano, todos sus aspectos y procesos son considerados desde una óptica pedagógica. En el centro de la organización está la vida de las personas y la misión del colegio, esto es, acompañar y conducir esa vida a su desarrollo pleno, según el querer de Dios.

La estructura organizacional está al servicio de la vida y este principio guía las decisiones que se tomen en ella. Todos los elementos propios de una institución escolar se ordenan y utilizan para el cumplimiento de la misión.

Cada uno de los cargos considerado en el organigrama institucional cuenta con una descripción

de su rol y de las funciones, documento que se encuentra disponible en el Reglamento Interno y de manera independiente. Esta descripción es la base para el proceso de acompañamiento y evaluación de los trabajadores y se entrega al momento de la contratación o al inicio del año en caso de haber cambios.

La estructura comunitaria considera dos instancias de formación y participación que han sido brevemente descritas en la Introducción de este proyecto.

Las líneas de trabajo que se presentan más abajo constituyen los ejes ordenadores del trabajo diario, por lo que su nomenclatura responde a elementos propiamente escolares. La planificación, las reuniones de seguimiento y coordinación y la evaluación institcuional se ejecuta en función de estas líneas y sus acciones respectivas que apuntan siempre a las metas de formación y los procesos pedagógicos.


Capítulo 4

Proceso pedagógico: Desarrollo de una atmósfera pedagógica 4.1 El concepto de atmósfera, sus características e importancia

La Atmósfera social y cultural es el conjunto de ideas, valores y actitudes con el que una persona se contacta a través de los usos, acciones, costumbres, ritos y tradiciones en la comunidad escolar. Es todo aquello que la persona ve, oye, percibe, vive y hace en el colegio.

Uno de nuestros principios pedagógicos sostiene que se educa más por la atmósfera social y cultural de un colegio que por instrucciones explícitas. Estas concepciones, ideas, actitudes y valores centrales de la Atmósfera constituyen el criterio para aprobar o rechazar cualquier acción, intervención o metodología, pues la persona será captada por esos valores y actitudes a través de esas acciones y no solamente por discursos, lo que conlleva la necesidad de construir una atmósfera orgánica y coherente. La atmósfera social y cultural de un colegio kentenijiano tiene dos características centrales que queremso que experimenten todos los miembros de la comunidad, y en especial los estudiantes: una atmósfera de casa (acoge y protege la vida de sus miembros) y una atmósfera de aprendizaje (acompaña y conduce el desarrollo de la vida), características que se sostienen en costumbres, tradiciones, ritos y acciones pedagógicas concretas.

Es por esto que la comunidad escolar se define como una “comunidad de vida”, en que cada uno de sus miembros se reconoce, y reconoce a los demás, en un proceso de crecimiento y desarrollo hacia la plenitud de sus posibilidades, partiendo de su propia realidad y características personales y culturales (acoger), poniendo seguros y resguardos que den el espacio vital para que se produzca el crecimiento (proteger), creando condiciones adecuadas a través de actividades y acciones (acompañar) y sugiriendo caminos de profundización hacia un ideal cada vez más alto (conducir). El foco de esta atmósfera escolar está en el aprendizaje de una forma de ser persona y de una forma de comprender y vivir la vida. Este aprendizaje se desarrolla en el encuentro significativo con otras personas y en el diálogo sobre el mundo que se entabla entre esas personas a través de las múltiples actividades presentes en los planes y programas de las asignaturas y del currículum en general. La vida del colegio, con cada uno de sus momentos, debe ser pensada como una sucesión de actos significativos en los que se reactualiza constantemente la vivencia de esas ideas o actitudes fundamentales. La gran idea central que se encuentra en el centro de toda la acción y pensamiento pedagógico del colegio es invitar, acompañar y conducir a cada miembro de la comunidad a vivir aspirando a la plenitud y excelencia personal de todas sus capacidades en forma autónoma y libre. Esto se traduce en que se quiere despertar en el otro el deseo de dar lo mejor de sí mismo en cada momento y circunstancia de su vida. Esta idea central ha sido formulada por el padre Kentenich en el ideal del hombre nuevo en la nueva comunidad y actualizado a la realidad del colegio en su lema “Libres, comprometidos, cerca de Dios”. Así, el estilo de vida que queremos enseñar a nuestros alumnos está marcado por ciertos valores, ideas y actitudes que se reflejan en la forma que tiene la persona del Colegio Padre José Kentenich para relacionarse con las demás personas, con la naturaleza, con las cosas, con las ideas y conocimientos, con la cultura y la sociedad, consigo mismo y con Dios (organismo de vinculaciones).

Capítulo 5 Proceso pedagógico: Aprender a pertenecer a una comunidad

Uno de los aportes más interesantes de la pedagogía kentenijiana es que la persona crece a

través de su vinculación con la realidad en sus distintas dimensiones, y entre ellos, principalmente a través de la vincualción con otras personas. Sin mebargo, el hombre actual enfrenta una radical


dificultad para establecer estos vínculos. Por esto, la pertenencia a una comunidad se convierte en un proceso de aprendizaje en el colegio.

Al mismo tiempo, la experiencia de vivir con otros requiere de un ordenamiento que indique el contenido ideal que se espera en las interacciones entre las personas. Este ordenamiento se basa en un principio de gobierno establecido por el padre Kentenich que dice: ”normas solo las necesarias, libertad en cuánto sea posible; pero por sobre todo, cultivo asegurado del espíritu”. La implementación concreta de este principio se encuentra en el Reglamento Interno para alumnos y apoderados y el Manual de convivencia escolar donde se explicitan las conductas y actitudes esperadas. Al mismo tiempo, se establece una forma de entender el desarrollo de la disciplina como parte del proceso de aprender a pertenecer a una comunidad, que paunta fundamentalmente a la conquista de la libertad a través del cultivo del espíritu, es decir, a través de la educación. 6.1 Nuestra forma de entender el desarrollo de la vinculación con otros en la comunidad Los cursos del colegio se forman desde Prekínder con el objetivo de que semantengan juntos hasta IIº medio. Entonces, por motivo de la electividad para IIIº y IVº medio, las comunidades de curso se separarn y se orden según sus opciones libres. La opicón de hacer algún cambio en la constitución de los cursos, será debidamente analizada por el Consejo de Profesores de un nivel y presentada al Equipo Directivo para su autorización. Los vínculos entre los estudiantes son trabajados explícitamente desde pequeños, a través del conocimiento de otras experiencias comunitarias y sociales de la historia (en las diferentes asignaturas), a través de actividades especialmente diseñadas para el fortalecimiento de la vida de la comunidad, a través de la conducción comunitaria de la vida cotidiana (poniendo énfasis en las actitudes y valores ideales y en las conductas y actitudes no permitidas), a través de las experiencias que van viviendo juntos (y que son reflexionadas y meditadas) y a través de acciones, proyectos o causas que la comunidad va llevando adelante bajo la conducción de su profesor jefe. Los vínculos van logrando mayor profundidad en la medida que las personas experimentan el hecho de estar juntos en una misma labor, en este caso, crecer juntos, y que el camino de cada uno está interrelacionado o depende del de los otros que van junto a él. Esto es lo que se expresa en el concepto kentenijiano de la Solidaridad de destinos. 6.2 Nuestra forma de entender y educar la disciplina El colegio entiende su labor desde un punto de partida: nuestra tarea es educar a los niños y jóvenes que vienen a estudiar aquí. Dicho de otro modo, los estudiantes vienen al colegio a aprender. Esta idea debe estar constantemente presente en la atmósfera educativa del colegio. La misión de nuestra pedagogía es el desarrollo pleno de la persona. En el horizonte de nuestro trabajo está la educación para la libertad. La disciplina constituye un punto de entrada esencial en el desarrollo de la participación de la vida de la comunidad escolar. Entendemos la Disciplina como la capacidad de responder adecuadamente a las necesidades de la situación o las circunstancias en las que la persona se encuentra. Al decir que la disciplina es una “capacidad”, decimos también que es algo que se desarrolla en las personas, que debe ser enseñada y que debe ser ejercitada. Aquellas actitudes, habilidades, hábitos y conductas que le permiten a una persona funcionar en una circunstancia dada consituyen los contenidos sobre la disciplina que como colegio queremos enseñar a nuestros estudiantes. La disciplina no es un fin en sí mismo para el colegio, sino un aprendizaje a desarrollar en los niños y jóvenes, como parte de su crecimiento y de la educación orgánica que el colegio les entrega. Las normas, los procedimientos y las consecuencias son parte de las estrategias pedagógicas que el colegio utiliza en la correcta educación de la disciplina y la libertad. Para esto, al inicio del año es clave: a. Dar a conocer las normas necesarias en la sala de clase a los estudiantes: las normas deben describir el tipo de conducta o actitud que se espera del estudiante, por lo que hay que expresarlas en forma positiva y con la mayor claridad.


b. Deben ser pocas: las reglas deben ser pensadas inteligentemente para que no se llene de normativas inaplicables y al mismo tiempo, se asegure una estructura conocida por todos. 3 ó 5 normas es un número recomendado. Ejemplos de reglas útiles:

a. Respetar a compañeros y profesor a través de palabras y actos. b. Escuchar cuando otra persona está hablando c. El tiempo de clases es para realizar actividades de clase d. Venir a clases preparado con todos los materiales necesarios e. Seguir las instrucciones del profesor

6.3 Consecuencias y manejo de la disciplina: Gobernar la sala de clases En la parte anterior explicamos que en nuestro estilo pedagógico entendemos la disciplina como la capacidad de responder adecuadamente a las necesidades de la situación o las circunstancias en las que la persona se encuentra. Al decir que la disciplina es una “capacidad”, decimos también que es algo que se desarrolla en las personas, que debe ser enseñada y que debe ser ejercitada. Dijimos también que las normas, los procedimientos y las consecuencias son parte de las estrategias pedagógicas que el colegio utiliza en la correcta educación de la disciplina y la libertad. Hemos trabajado sobre las normas y sobre los procedimientos. Ahora revisaremos algo sobre las consecuencias y el manejo discilinario dentro de la sala de clases. 6.4 Consecuencias lógicas y eficaces Las consecuencias indican que es lo que ocurrirá si es que una persona comete faltas a las normas establecidas dentro de la comunidad. No es un “castigo” impuesto desde afuera, sino el resultado de los actos de cada uno. En este sentido, la aplicación de las consecuencias es parte de la educación para el correcto uso de la libertad. Para que las consecuencias ayuden realmente a la educación de la perosna deben ser eficaces y lógicas. Esto se cumple cuando:

Características Fundamentos Ejemplos a seguir Ejemplos a evitar

Deben ser graduales, de menos severa a más severas

El alumno tiene el potencial para portarse bien y simplemente tiene que entender y aprender a elegir adecuadamente. Cuando repiten la mala conducta, la consecuencia será más severa.

1. Advertencia 2. Castigo corto después de clases. 3. Plan escrito para mejorar 4. Contacto con profesor Jefe y Coordinador 5. Citación al apoderado. 6. Amonestación 7. Condicionalidad

1. Sacar inmediatamente de la sala. 2. Llevar al Coordinador para que lo soluciones 3. Enviar al alumno a la oficina del director

Deben ser lógicas y naturales

Son naturales cuando son continuación del evento o situación, ya que le permite al estudiante experimentar el resultado de su mala conducta. Son lógicas cuando son oportunidades de aprendizaje dispuestas para enseñar el comportamiento adecuado.

1. Cuando se falta a un procedimiento, lo natural y lógico es recpetir el procedimiento. 2. Cuando se pierde tiempo en clases, lo natural y lógico es recuperarlo. 3. Cuando el alumno no respeta el desarrollo de una actividad, debe quedar fuera de ella y hacer otra cosa.

1. Un alumno le falta el respeto al profesor o a un compañero y se le castiga sin recreo.

Deben mantener la dignidad del estudiante

Las consecuencias deben ser coherentes para todos los estudiantes y una respuesta al comportamiento del alumno, no un juicio a la persona y su historia.

Si tres alumnos interrumpen la clase, todos ellos reciben una advertencia que corrige la mala conducta.

Si los tres alumnos interrumpen, el profesor castiga a uno que tiene un historial de mala conducta.

6.5 La respuesta frente a la mala conducta


Teniendo claras las normas, las consecuencias y los procedimientos que requiero dentro de la sala de clases uno piensa que buena parte del trabajo ya está hecho y que ahora los estudiantes deben portarse muy bien. Sin embargo, sabemos que esto no basta y que muchas veces se producirán dificultades de conducta, pese a que hayamos hecho todos los pasos anteriores. Lo que veremos ahora son algunos métodos para el ejercicio de la autoridd y la aplicación de las normas y consecuencias. 1. Reflexión sobre las causas de la mala conducta: el objetivo de esta etapa es situar con claridad el tipo de problema de conducta y su causa para después diseñar una respuesta pedagógica adecuada. Esta instancia se desarrolla en los consejos de profesores, las reuniones de ciclo y las reuniones de seguimiento con coordinación. Posibles explicaciones: a. Planificación de la clase: es importante examinar mis deciciones y acciones como docente: revisar la planificación de clases, distribución del tiempo, tipo de actividades, transiciones, claridad de mis instrucciones. b. Aburrimiento de los estudiantes: el estudiante puede sentirse desvalorizado en lo académico, desmotivado frente al tema, lentitud de la clase, porque ya saben la materia, no sentirse involucrado o no tener claro que es lo que debe aprender o hacer. c. Límites y autoridad confusa: como profesor, puedo haber cometido un error al establecer los límites, las expectativas, las normas y procedimientos esperados dentro de mi clase. d. Búsqueda de atención, de poder o de venganza: son dificultades del alumno que lo llevan a adoptar una mala conducta como respuesta a una necesidad personal. 2. Pensar respuestas pedagógicas a los problemas de conducta: las respuestas varían según la magnitud del problema, la etapa del desarrollo y las características del alumno. Lo que veremos ahora son estrategias generales. 2.1 Respuesta a interrupciones breves: el objetivo es mostrarle al niño que está faltando a la expectativa de conducta y que eso perjudica su aprendizaje. Evitar que la interrupción continúe o afecte a todo el grupo. Claves: intervenir rápido, minimizar la respuesta verbal, no interrumpir el flujo de la lección e invertir muy poca emoción. Acciones: proximidad física, silencio súbito, indicios físicos (mirada, gesto), notas autoadehsivas, toque en el hombro, darle la palabra al estudiante que está molestando, anotar el nombre de los alumnos en el pizarrón, contar hasta 10, bajar el tono de la voz. 2.2 Respuesta a problemas reiterados de mala conducta: cuando un alumno no responde positivamente a las estrategias anteriores, reitera o intensifica su mala conducta en forma constante, entonces debemos entender que se trata de una dificultad un poco más profunda y que requiere de un acompañamiento pedagógico más largo también que dependerá de nuestra habilidad para implementar las consecuencias a la mala conducta. Claves: a. Buscar una instancia de conversación personal. b. Brindar al estudiante algún control sobre el resultado: transmitir al alumno que él está a cargo de su conducta y que debe tomar una decisión personal. c. Implementar las cosecuencias de manera coherente: en general, la mala conducta del alumno no se debe a un problema personal con el docente, incluso cuando comete una falta de respeto hacia su profesor. Se trata más bien de una dificultad del mismo alumno. La reacción del educador debe ser lo más neutral posible, centrándose en el hecho mismo y no en la interpretación. Hay que esforzarse especialmente por aplicar las consecuencias de manera justa para todos, especialmente en el caso de los estudiantes que suelen portarse mal.


d. Implementar consecuencias respetuosamente: jamás se debe atacar la dignidad del otro, ridiculizándolo delante de los demás o diciendo palabras ofensivas. Es prudente llamar la atención en privado y siempre centrándose en los hechos mismos. 2.3 Respuesta ante incidentes graves de conducta: puede ocurrir en alguna ocasión que se produzca una pelea entre alumnos o que un alumno pierda completamente el control de si mismo. Claves: informarse de casos de estudiantes que pueden tener reacciones violentas en algunas ocasiones; estar atentos a conflictos entre los estudiantes y tomar en serio las señales que se producen; en caso de necesidad buscar ayuda de manera inmediata. Conclusión: La educación de la disciplina es importante para la formación de la persona y el uso de la libertad. Y también es importante para poder contar con una atmósfera de aprendizaje serena en la sala de clases y alcanzar los objetivos de la formación académica. Una respuesta por si sola no basta para educar, sino que se requiere de una sucesión de actos significativos que se repiten en el tiempo. Esa repetición significativa es la que educa.

Capítulo 7

Proceso Pedagógico: Aprender a encontrar el significado de la realidad

El mundo es el lugar en el que la persona despliega su proyecto de vida. Este despliegue se produce en una doble corriente de interacción con la realidad. Por un lado, los acontecimientos y conocimientos disponibles en las distintas dimensiones de la realidad producen un impacto y dejan una huella en el interior de la persona (conocimientos, recuerdos, valoraciones, emociones, etc.) Por otro lado, a través de sus decisiones y acciones, la persona va moldeando la realidad de acuerdo a sus creencias y deseos. Podemos decir entonces que la interacción con la realidad es un medio fundamental para la educación de la persona.

Dice un principio pedagógico que la persona crece en la medida que su relación con la realidad en todas sus dimensiones se va haciendo más profunda y comprensiva. La escuela es un gran espacio pensado para que el estudiante entre en contacto con esa realidad a través del currículum dispuesto. El objetivo de las asignaturas, de las materias que se tratan en el colegio, es entregar conocimientos sobre distintas áreas de la realidad y de la cultura para que la relación con la realidad se vuelva más orgánica, profunda y comprensiva.

Sin embargo, este objetivo no se cumple con el mero contacto con la realidad, la memorización de ciertos datos o la elaboración de productos culturales, sino que es necesaria la comprensión del significado de la realidad (el ¿por qué? de la realidad), especialmente en su dimensión cultural. Desde nuestro punto de vista, la cultura (entendida como la forma que tiene el ser humano de relacionarse consigo mismo, con otros, con Dios, con la naturaleza y las cosas, con el conocimiento), es el resultado y a la vez el camino del ser humano en busca de la felicidad y la plenitud, camino que se ha construido a partir de las grandes preguntas que han guiado la acción del hombre y su interacción con el resto de la creación (¿cómo ha vivido el hombre, por qué ha vivido así, qué ha hecho para vivir mejor, lo ha logrado, por qué?).

Por lo tanto, los programas de estudio ofrecen al estudiante la posibilidad de encontrarse de manera sistemática y ordenada según la etapa del desarrollo, con el recorrido del ser humano, sus anhelos y las respuestas ensayadas a través del tiempo, con sus aprendizajes y errores, sus avances y retrocesos, sus triunfos y derrotas. De esta manera, el acceso a la realidad se hace desde una idea central (la búsqueda humana de felicidad y plenitud), se observa con una estructura (el ser humano y el conjunto de sus vinculaciones o la cultura), se analiza y comprende con una perspectiva (el avance de la búsqueda humana a través del tiempo y el espacio, en diálogo con las distintas realidades contextuales), con una orientación vital (comprender las formas en que el ser humano ha vivido su vida


y resuelto sus necesidades, desafíos y anhelos en esa vida) y con una visión de totalidad orgánica (intenta comprender globalmente los procesos, integrando sus distintos elementos).

Este ejercicio de comprensión profunda del devenir del ser humano y la cultura que ha ido poniendo en práctica, se ve complementado con un ejercicio personal y comunitario de los estudiantes y docentes en que cada uno va tomando conciencia, elaborando respuestas y decisiones respecto a su propia búsqueda y su forma de vivir la vida en el mundo de hoy. De esta manera, en el encuentro del significado de la realidad, la persona va enriqueciendo su mundo interior de convicciones, verdades y valores personales, y así puede entonces ir transformando su actividad en el mundo y en la vida cotidiana a través de sus acciones y decisiones (¿cómo estoy viviendo, por qué vivo así, qué puedo hacer para mejorar, qué es lo que quiero hacer con mi vida?).

Por esto, afirmamos que el conocimiento de la realidad y su significado no es un fin en si mismo, sino un medio fundamental para que la persona pueda crecer. Y la realidad es, al mismo tiempo el escenario en el cual se despliegan los talentos y el proyecto de vida de las personas que, de esta manera, se embarcan en acciones que buscan transformar y potenciar distintos aspectos de esa realidad.

El aprendizaje

La manera de pensar, de procesar la información y de elaborar el conocimiento es original en cada persona y luego se refleja en nuestro comportamiento. Por esto decimos que el orden de ser determina el orden de actuar. Profundizar en la comprensión de nuestro ser nos permite comprender y transformar nuestra manera de pensar y actuar. Una forma de profundizar en la comprensión de nuestro ser es comprender como aprendemos y enriquecer nuestro aprendizaje de la realidad.

Obtenemos información a través de los cinco sentidos. Mejorar la calidad de esta conexión multisensorial con la realidad fortalece el proceso de aprendizaje. Aprendemos a través de una integración de nuestros sentidos y habilidades. Si el estudiante lee, oye, ve, dice, piensa y hace algo respecto a un conocimiento, las probabilidades de que aprenda son mayores. Si además lo repite a través del tiempo, lo relaciona con otros temas y experiencias y con su propia vida, entonces será capaz de comprender el significado más profundamente.

El educador es el encargado de organizar este proceso y de acompañar y conducir el proceso de encuentro, exploración y comprensión de la realidad. Las claves pedagógicas para implementar el proceso de aprender a encontrar el significado de la realidad son:

PROYECTO PEDAGÓGICO COLEGIO PADRE JOSÉ … · Nuestra visión es ... Autoeducación: que...

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