Psicologia en El Trabajo Social

25
  La  psicología  en  la  formación  del  trabajador  social ANTONIO  SANCHEZ  ARJONA El  título  del  presente  trabajo  sugiere  una  triple  interpretación  de  acuer- do  con el  sentido  en  que se  tome  la  palabra  “psicología”.  En  efecto,    nos referimos a la  psicología  como  disciplina,  lo  que nos  planteamos  es  el  qué decir  de la  misma  como  parte  d e lo s  conocimientos  y  habilidades que  se necesitan para ser  trabajador  social.  Pero,  si  nos  refiriéramos  a la  psicolo- gía  como  estudio  psicológico del  trabajador  social,  lo  que  nos  plantearía- mos  sería  saber  qué conjunto  de  cualidades  constituyen  el  perfil  profesio- nal del  trabajador  social, o sea, su  personalidad,  y  qué  técnicas psicológicas  pueden  contribuir  a  su  orientación  y  selección  profesional  y a la  mejora  —o,  en su caso,  adquisición— de  dichas  condiciones.  Final- mente,  al  comparar  ambos planteamientos,  surge un  ter cero, que  tiene por  objeto  el  estudio  de si son  más  impouanles  para el  trabajo  social  las cualidades  personales  o.  más  bien,  las  condiciones  intelectuales  y  capaci- dad técnica. Nosotros,  sin  embargo,  por  falta  de  espacio,  nos  vamos  a  centrar  en el  prime r planteamie nto,  dejando,  para  otra  oportunidad,  los otr os dos ’. LA  PSICOLOGíA COMO DISCIPLINA DEL «CURRICULUM»  DEL TRABAJADOR SOCIAL Basta  una  simple  ojeada  a los  planes  de estudio  de la  carrera  del  traba-  jador  social en  las  cinco partes  del  mundo  y  a la  polifa cética función  de la  asistencia  social  propia  de la  profesión,  para  darse  cuenta  de la  impor- tancia que  la  Psicología  tiene  en ella,  tanto  por  la  relevancia  que adquiere en su  «curriculum»  como  por  su  adecuación  al  cometido  de la  profesión, En  relación  con los  estudios psicológicos  sobre  el  perfil  del  trabajador  social,  tienen  espe- cial  interés  estudios  sociológicos  como  los  que  figuran  en  el  ni  O  de  “Cuadernos  de Trabajo Social”,  de  la  Escuela  Universitaria de  Trabajo  Social  de  la  Universidad Complutense  (Madrid, 1987). ESC.IJ.  dc  Trabajo  Social,  nóm.  1.  1988.  Ed.  Universidad  Complutense. Madrid.

Transcript of Psicologia en El Trabajo Social

La psicologa en la formacin del trabajador socialANTONIO SANCHEZ ARJONA

El ttulo del presente trabajo sugiere una triple interpretacin de acuerdo con el sentido en que se tome la palabra psicologa. En efecto, s nos referimos a la psicologa como disciplina, lo que nos planteamos es el qu decir de la misma como parte de los conocimientos y habilidades que se necesitan para ser trabajador social. Pero, si nos refiriramos a la psicologa como estudio psicolgico del trabajador social, lo que nos plantearamos sera saber qu conjunto de cualidades constituyen el perfil profesional del trabajador social, o sea, su personalidad, y qu tcnicas psicolgicas pueden contribuir a su orientacin y seleccin profesional y a la mejora o, en su caso, adquisicin de dichas condiciones. Finalmente, al comparar ambos planteamientos, surge un tercero, que tiene por objeto el estudio de si son ms impouanles para el trabajo social las cualidades personales o. ms bien, las condiciones intelectuales y capacidad tcnica. Nosotros, sin embargo, por falta de espacio, nos vamos a centrar en el primer planteamiento, dejando, para otra oportunidad, los otros dos. LA PSICOLOGA COMO DISCIPLINA DEL CURRICULUM DEL TRABAJADOR SOCIAL Basta una simple ojeada a los planes de estudio de la carrera del trabajador social en las cinco partes del mundo y a la polifactica funcin de la asistencia social propia de la profesin, para darse cuenta de la importancia que la Psicologa tiene en ella, tanto por la relevancia que adquiere en su curriculum como por su adecuacin al cometido de la profesin,

En relacin con los estudios psicolgicos sobre el perfil del trabajador social, tienen especial inters estudios sociolgicos como los que figuran en el ni O de Cuadernos de Trabajo Social, de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la Universidad Complutense (Madrid,

1987). ESC.IJ. dc Trabajo Social, nm. 1. 1988. Ed. Universidad Complutense. Madrid.

104

Antonio Snchez Arjona

en cualquiera de sus formas de trabajo individual, familiar, grupal. comunitario (tanto de organizacin como de desarrollo de la comunidad) o de poltica social. De todo ello pueden verse amplias referencias en Snchez Arjona (1987). Sin embargo, la falta de estudios empricos extensos, que limita las posibilidades de anlisis de la asistencia social como profesin, incide en su relacin con la psicologa especialmente, si bien no pocos trabajos, como las encuestas publicadas con el ttulo de Training for Social Work. desde 1950, proporcionan datos tiles y descriptivos en relacin con la enseanza y con otros aspectos en este campo, pudiendo sugerir procedimientos de estudio ms centrados en las relaciones con la psicologa. Nosotros, uniendo nuestra reflexin y empeo al material que hemos podido encontrar, quisiramos contribuir en algo a la lnea del futuro de esta profesin, sea la lnea que sealaban. hace aproximadamente dos dcadas, Winston y colaboradores (1965), sea otra mejor. El planteamiento de la psicologa como disciplina del curricuhun del trabajador social requiere, en primer lugar, un estudio de los aspectos psicolgicos del trabajo social como cuestin previa para sealar luego qu psicologa se adeca mejor al mismo. De ah las dos partes de este artculo: a~ Aspectos psicolgicos del trabajo social y 1V Estructura disciplinar de una psicologa del trabajo social. Aspectos psicolgicos del trabajo social El estudio de los aspectos psicolgicos del trabajo social se hace aqu. muy resumidamente ampliamos le., desde una doble perspectiva: la histrica y la sistemtica. Desde la primera, subrayando algunas connotaciones psicolgicas observadas en su origen y evolucin, y desde la perspectiva sistemtica, sesgando dimensiones integrativas del trabajo social. como la filosfico-religiosa, la moral, la social y la poltica, hacia lo que todas tienen de psicologa para, en fin, integrarlo en una dimensin propiamente psicolgica. Connotaciones psicologicas del trabajo social en su historia En los comienzos de la psicologa se sostena que el hombre se asociaba a sus semejantes por un instinto gregario, como los animales. Como quiera que sea, de lo que no parece haya duda es de que el hombre necesita de los dems para sobrevivir (MeNeil y otros, 1978). Pero, adems. se han llevado a cabo estudios experimentales que han demostrado que. incluso en situaciones en que parecera justo hablar de lo contrario, el hombre se siente inclinado a ayudar a los que lo necesitan (Kohs.

La psicologa en la frniacin del trabajador social

los

1966). Recientemente, y desde un punto de vista psicolgico, Rushton y Sorrentino (1981). han hecho un profundo y amplio estudio cientfico sobre la conducta altruista y la ayuda. Esta tan antigua como la Humanidad o. al menos, desde el momento en que se tienen noticias de la presencia del hombre en la tierra era sentida por la familia, la tribu o el clan, como un aspecto del apoyo mutuo que se prestaban entre s. siendo~, sin duda, la principal motivacin para esta ayuda los vnculos que unan al grupo (Ander-Egg. 1975 y 1985). Posteriormente, con el desarrolo de la civilizacin, estos vnculos se amplan y la inclinacin a ayudar a los dems se muestra tan profundamente arraigada en la naturaleza humana que, a pesar del ambiente de egosmo y odio dc la antiguedad. surgen y se admiran como ejemplaridades los samaritanos, exaltando en ello la ayuda incluso a los propios enemigos. Con la invasin de los brbaros se inicia un perodo de confusiones en Europa. en que las instituciones eclesiales y la arbitraria caridad personal fueron la nica alternativa frente a la vacilante e incierta proteccin de los seores feudales, cobrando importancia para la evolucin del trabajo social en el siglo xiii la base terica prestada a aqul por la teologa y la psicologa de Santo Toms, cuya tesis homo homini amicus contrasta (N4anser, 1953) con el posterior principio hobbesiano homo homini lupus En el siglo xvi. Luis Vives cuyas ideas, renovadoras en su tiempo, sobre pedagoga y psicologa lo sitan en los orgenes del desarrollo moderno dc estas dos ciencias y cuyos tratados polticos manifiestan una notable comprensin de algunos de los problemas sociales ms graves de la poca propone una sistematizacin del modo de actuar para la ayuda de los necesitados-. A partir del siglo xvii, paralelamente a las sucesivas reformas de la primera Ley de Pobres, se irn desarrollando actividades asistenciales filantrpicas, tanto individuales como colectivas, destacando el ofrecimiento que las damas de la caridad hacen de perfecta amistad a los miembros ms degradados de la sociedad. Su perfect friendship representar un modo de personal relationship y de hclping relationship,2

Nos complace sealar que haya sido considerada esta sistematizacin como la primera

(ANI>,:R-EGG, 1985) en la evolucin del Trabajo Social. Nosotros dejamos aqu la sugerencia de

un estudio a fondo de la cuestin y aprovechamos la mencin del nombre como forma de destacar la valoracin psicolgica del trabajo social por ser un autor que, como filsofo, como psiclogo y como pedagogo, mereci en los aos cuarenta caracterizar con su non,bre y representacin el instituto i...uis Vives del Consejo Superior de investigaciones Cientficas, de cuyo Departamento de Psicologa Experimental (1948) al que tuvimos el honor de pertenecer como becario algunos aos despus (1955 y 1956) sali luego todo el desarrollo de la Psicologa espaola como puede verse en los artcolos que, con motivo del fallecimiento del que fue director de dicho Departamento, el Dw GERMAIN. public en su primer nmero de 1987 la revista del Colegio Oficial de Psiclogos, el cual cuenta hoy desde fecha recentsima (1984). con el rea nueva de Psicologa de la Intervencin Social. tan afn al Trabajo Social.

106

Antonio Snchez Arjona

siendo ste uno de los temas psicolgicos ms prximos al trabajo social como relacin asistencial (Salzberger-Wittenberg. 1970- 1973). que vuelve a incidir en la ayuda (hclping relationship). En los comienzos del siglo xix aparece el (onstitutional (ode, de Jeremas Bentham. por el que algunos (Jordan. 1985) consideran al autor como el padre terico de los modernos servicios sociales del Estado. Con el descubrimiento de su vocacin la de trabajar por la felicidad de los hombres o. conforme a su maxmalismo, procurar la mayor felicidad para la mayor parte de los hombres y con su propio mtodo utilitarista~ para realizarla para conseguir la felicidad individual el mtodo mejor es el de procurar la felicidad de los otros, mediante el clculo de placeres y dolores, que cree poder hacerse con rigor matemtico se adelanta a los estudios que hoy sc llevan a cabo por la propia psicologa cientfica sobre la felicidad (Argyle. 1987). Por la ntima relacin que nosotros defendemos entre tica y psicologa, debemos advertir aqu con Stephen (1900) que, en general, los ticos ingleses del empirismo han desarrollado ideas muy concretas y prcticas en el terreno social, de modo que todo aquel que quiera ayudar a su pueblo y a su tiempo. encontrar en ellos un buen modelo4. Los grandes movimientos sociales del socialismo y del marxismo darn tambin su impronta a la organizacin de atenciones sociales a las necesidades de los ciudadanos. Sus bases psicolgicas son obvias, recordemos la lucha de clases. El moderno estado de bienestar social (Welfare State) crea la profesin de Asistente Social con la misin de informar, orientar y resolver los problemas sociales en los suburbios o dentro de las empresas. Y en todos estos problemas hay evidentemente (como pasa, por ejemplo, en los marginados. en la tercera edad, etc.) una gran carga psicolgica de carcter emocional. Casi al mismo tiempo que se institucionaliza como profesin el trabajo social, con Richmond en 1917, factores como el mayor nivel de prosperidad. el aumento del nivel educativo, la mayor facilidad de las relaciones internacionales y de la informacin de las condiciones, sentimientos y conducta de seres ms all de nuestro entorno, dan lugar a un gran resurgimiento del inters por ayudar a otras personas centrados en el sentiNo podemos entrar aqui en el anlisis de este concepto de felicidad puramente utilitarista.remitimos para ello a nuestro trabajo ya citado ms arriba. Pero es inevitable recordar, al menos, en contraposicin, la idea senequista de que los beneficios han de darse dc grado, sin clculo receloso (De bencfKiis, Lib. II. en Rl BER. 1957). BENTHAM mantena correspondencia con personas de muy distintos pases sobie cuestiones de Derecho constitucional y sus opiniones coniribuyeron a fijar las ideas de algunos constitocionalistas europeos en las primeras dcadas deis. xix. Entre estas intiucocias se cita la ejercida sobre algunos delegados de las Corles de Cdiz dc 1912. El Conde dc Toreno consull a BENIHAN sobre su proyecto de Cdigo Penal. Y en 1920 se public la obra kispfriu de Bcnhon, .wsemo dc mw social por roR mo Nu Sur. profesor de la Universidad de Salamanca.

La psicologa en la formacin del trabajador social

107

miento de grupo, en contraposicin al sentimiento de persona a persona. que haba prevalecido hasta entonces, y el espritu de ayuda a los dems se extiende rpidamente a grupos enteros e incluso a naciones, convencidos de que, salvando a la sociedad, nos salvamos a nosotros mismos porque nuestra propia fortuna, como la del gnero humano en generar, depende de la conduca de los dems y justamente es la psicologa la ciencia que se ocupa del anlisis bsico de la conducta. A lo largo de estas notas histricas creemos haber dejado suficientemente expuestos aquellos rasgos que nos permiten afirmar la originaria vinculacin del trabajo social con la psicologa. Analizaremos ahora, tambin muy brevemente, esta misma vinculacin desde una perspectiva sistemtica, que abarca las dimensiones integrativas del trabajo social. Di,uensone.s- integrativas del trabajo social Incluimos aqu. en un primer apartado. las dimensiones filosficoreligiosa, moral, social y poltica del trabajo social, presentadas bajo aquellos aspectos que parecen ms especialmente relacionados con la psicologa del mismo. En un segundo aparatado, se incluye la propia dimensin psicolgica. I)imensiones hlo.sojico-religio.sa, moral, social y poltica No todos los aspectos de la filosofa tienen influencia directa en el trabjao social. Este no se interesa por las causas primeras o por el ms all, pero es evidente que la implantacin de una Weltanschauung, de una concepcin del mundo, es muchas veces requisito indispensable en una buena psicoterapia de persona a persona y hasta en el mismo agente. Hay otros temas filosficos ms directamente relacionados con el trabajo social: son los temas sobre la naturaleza del hombre y especialmente la Teora de los Valores. Todas nuestras actividades se desarrollan de acuerdo con los valores que aceptamos y empleamos como gua. En la dimensin Filosfica podemos incluir tambin la alusin, al menos, a los conceptos religiosos. Las diferencias entre las influencias de una filosofa principalmente de una filosofa social y las de origen religioso quiz no sean tan marcadas como es el ejemplo de los Estados Unidos en el plano de asistencia social general (vivienda, ciencia sanitaria, salud pblica, asistencia pblica, asistencia a la infancia, etc.) como en todo lo referente a la identidad, integridad y eleccin individual. En cuanto a la dimensin moral, si bien no hay que olvidar que el sentido de la actividad profesional del trabajador social, as como la dignidad de este trabajo, viene configurado por ese horizonte de eticidad en que se ubican el hombre, en su inalienable derecho a desarrollarse en

108

Antonio Snchez Arjona

plenitud humana, y la sociedad, en su tarea de mejoramiento constante del hombre desde su circunstancia (Mndez Francisco, 1987), aqu apuntamos hacia otras incidencias psicolgicas que hay en el fondo de ese problema moral: se pueden invocar argumentos lgicos y hechos cientficos para sustentar o socavar los juicios de valor de un individuo, pero tan slo son efectivos cuando obran sobre sus mecanismos sensibles. De ah que resulte tan difcil cambiar actitudes ajenas cuando stas contienen una gran carga emocional. En cuanto a la dimensin social del trabajo social diramos que, a diferencia de lo que ocurre en otras profesiones sociales, connota algo ms general que lo social del mdico o del educador, etc., connota el tratamiento de la sociedad misma y del individuo como parte de ella o, tal vez resaltando su faceta psicolgica aqu pertinente, podra decirse que el trabajo social es social por su carcter de ayuda a los desamparados. nacida de la dinmica de la indigencia y la representacin social religiosa o puramente filantrpica del hombre. Cualquiera que sea el sentido de lo social en el trabajo social, es evidente que no puede escapar del todo al sentido general del trmino social, entrando de lleno en cl ordenamiento que a la sociologa y a los socilogos corresponde hacer de la sociedad. En torno a la dimensin poltica del trabajo social, subrayamos aqu. desde nuestro punto de vista psicolgico, el papel que en cualquier poltica social puede desempear el individuo como gobernado y como gobernante con la mejora de su inteligencia y la prevencin o correccin de sus disfunciones. Por lo que respecta a la mejora de la inteligencia, cuando se invita a la gente a que hable y tome parte en las decisiones polticas de la localidad, desarrollan con rapidez habilidades sociales (Gil, 1984), dando expresin a sus necesidades en la forma conveniente a la compleja naturaleza de los fenmenos polticos y, dentro del cambio de las comunidades y de las mejoras que stas deben proporcionar a los individuos cambio y mejoras que, a su vez, son los objetivos primordiales del trabajo social, cabe hablar de una estimulacin del rendimiento cognitivo. Nickerson y otros (1984,1985) reconocen que en sus investigaciones se han sentido animados por la idea infatigablemente defendida hoy de que los individuos tienen el derecho a desarrollar su potencial intelectual. Por lo que respecta a la prevencin o correccin de las disfunciones de la inteligencia, es evidente la labor a desarrollar y autores ha habido como Verdu que. habindose ocupado de ello, han denunciado el peligro psquico de las mismas en poltica. La implicaciones psicolgicas de estas dimensiones integrativas del trabajo social completan la propia dimensin psicolgica. que pasamos a exponer.

La psicologa en la Jormacion del traba ador social Dimensin psicolgica del trabajo social

109

El anlisis de esta dimensin puede hacerse a travs de sus objetivos. de sus mtodos Objetivos Por objetivos del trabajo social se entienden comnmente la ayuda, el cambio. el bienestar social, la calidad de vida y la felicidad, que, con ligeros matices, se identifican en la constante de esa aspiracin radical e inefable del hombre que es, en cierto modo, una esperanza mesinica. Pero creemos que. de alguna forma, todos pueden relacionarse fundamentalmente con la ayuda. El trabajo social es la profesin de ayuda por excelencia. Las mismas connotaciones lingii isticas con que se le designa por ejemplo, las alemanas hacen clara referencia a este objetivo central. Mudar a los dems se transform en una profesin y existe toda Lina dinmica personal y transpersonal de esa tendencia y necesidad en las cuales la psicologa ha investigado con profusin de trabajos. Para Brandt (1979). por ejempolo, el trabajo profundo en equipo, al igual que la ayuda individual, pretende ofrecer una ayuda a la autoayuda, es decir, de acuerdo con los dems objetivos, pretende ayudar a cada miembro del grupo a ser ms independiente, ms capaz de colaborar, mas operante. ms capaz de autofirmarse y, al mismo tiempo, ms consciente de las responsabilidades y mejor adaptado a la sociedad. La psicologa tiene sus tcnicas para ello. Y cuanto mas ayuda se preste a los miembros de un grupo tanto ms claramente sc transformar el grupo como un todo en un adecuado campo de pruebas de las relaciones sociales, lo que repercutir positivamente no slo en cada miembro, sino tambin en la comunidad en general. A travs de esta ayuda el trabajador social aspira sucesivamente al cambio, al bienestar social, a la calidad dc vida y. en fin dc cuentas, a la felicidad de los asistidos. Pero la ayuda puede tambin convertirse en un gozoso ejercicio de amor por parte del asistente y del asistido: ejercicio que bastar para que uno y otro se sientan satisfechos, ajustados, integrados . que proclaman la existencia en Psicologa de una disciplina genral y una disciplina diferencial. y la posicin de los que, con un sentido ms prctico. pretenden encontrar una solucin que englobe las dos tcnicas metdicas configurando una disciplina unificada mediante el estudio de las interacciones entre tratamientos e individuos. En este ltimo sentido, hemos de destacar, como decamos ms arriba. la progresiva toma de conciencia de la complementariedad de los dos mtodos. Notables ejemplos de ello son la obra de Eysenck, los trabajos de Sternberg (1977.1982) sobre la inteligencia o ms recientemente entre nosotros el enfoque de las relaciones entre la Psicologa general, evolutiva y diferencial presentado por Ycla (1985) sobre la inteligencia y la accin verbal sistemas de procesamiento, desarrollo evolutivo y dimensiones factoriales. Asimismo los de Iowa y Yale sobre la ansiedad. Aunque la relevancia de la ansiedad en la psicologa contempornea haya dado ori-

122

Antonio Snchez Arjona

gen a una gran proliferacin de puntos de vista, los importantes trabajos sobre la ansiedad, concebida inicialmente como drive o impulso, llevados a cabo por la escuela de Iowa con Spence y Spence (1966) a la cabeza, siguen ocupando un lugar central en el estudio de las diferencias individuales en la ansiedad y son un hito significativo en la tmida proclividad que los psiclogos contemporneos sienten hacia la aproximacin de lo que hasta bien recientemente haban separado con exceso: la Psicologa General y la Psicologa Diferencial. Posturas ms o menos conciliadoras o eclcticas son las adoptadas por muchos psiclogos de hoy, que entre el mtodo experimental estricto de laboratorio y los estudios correlacionales dc campo incluyen los estudios cuasi-experimentales (Campbell y Stanley. 1973: N4cGuire. 1973: CarIsnith y cols., 1976; Cook y Campbell, 1979). Fernndez Trespalacios (1979), aun reconociendo que la tcnica experimental ha dado autnticos resultados en el conocimiento y control de la conducta, cree que lo prudente es conocer las dos tcnicas, utilizarlas en lo posible y asumir luego cada uno la responsabilidad de decidirse por sus propias tcnicas metodolgicas. Terminamos ya el presente apartado recogiendo la sugerencia del mismo autor citado de que un conocimiento profundo de la Psicologa General permite distiguir las funciones psicolgicas, en ellas los diversos procesos y, en stos, los diversos parmetros estimulares y de respuestas. evitndose, as, mediante este anlisis, algunos de los problemas de las interacciones y, consecuentemente, la pretensin de estudiar, aunque sea con las tcnicas ms sofisticadas, situaciones conductuales complejas, de modo complejo. Y. si a ello aadimos lo que dice respecto a su posicin metodolgica de que la relacin funcional no se concibe slo en trminos de causalidad mecnica lineal, sino que. conforme las respuestas pertenecen a niveles superiores de conducta, v.g. percepcin, pensamiento. etc., la relacin funcional se hace circular y la mera asociacin lineal se convierte en proceso posicin de actual movimiento emergentista de la psicologa cientfica, muy cercana a la de los psiclogos soviticos tal vez encontremos en todo ello la razn por la que el Profesor de la UNED. no incluya, como ya dijimos ms arriba, de una manera e.vplcita. aquellos aspectos evolutivos y diferenciales incluidos en otros manuales, y, en cambio, permita suponer una relacin an ms profunda entre Psicologa General, Psicologa Evolutiva y Psicologa Diferencial en el marco de la Psicologa Cientfica Bsica. El enfoque de las relaciones entre la Psicologa General. Evolutiva y Diferencial presentado por Yela (1985) sobre la inteligencia y la accin verbal sistemas de procesamiento, desarrollo evolutivo y dimensiones fatoriales puede ser un ejemplo de esta conclusin. El inters por comparar estos grandes enfoques general. evolutivo y diferencial y buscar su posible coordinacin es creciente. Baste recordar el propsito evidente en la teora piagetiana de coordinar la gnesis y la estructura, a travs de la equilibracin perfectiva entre las funciones adaptativas de asimilacin y acomodacin: la tradi

La psicologa en lafrmacin del trabajador social

123

cin sovitica de Vygotsky a Luna, que trata de dar cuenta de los aspectos comunicativos y representativos del comportamiento verbal a travs del desarrollo del segundo sistema de seales y de la interiorizacin progresiva del lenguaje. o el esfuerzo constante de la psicolingtistica y de la psicologa del lenguaje por comprobar en las etapas sucesivas de la actuacin las manifestaciones empiricas de los universales lingisticos o la adquisicin y desarrollo de componentes, procesos y estructuras adultas a partir del aprendizaje asociativo, el reforzamiento operante, la constitucin de significados denotativos y connotativos por el condicionamiento clsico y los procesos mediacionales, y la articulacin creciente de representaciones. esquemas, procesamientos verbales y cognitivos, memoria semntica y factores pragmticos de creencias y conocimiento del mundo. regidos por estrategias lingii isticas y metalingiisticas. A pesar de nuestra justificacin de la asignatura de Psicologa General. Evolutiva y Diferencial como Psicologa Bsica, debemos advertir, saliendo al paso a algunos autores (Alonso Quijada. 1987: Valle Gutirrez. 1987) que no por eso olvidamos la importancia de la Psicologa Evolutiva y del la Psicologa Diferencial para el trabajador social. CONCLUSION Creemos, por tanto, que, en principio, la Psicolologa debe quedar articulada, dentro de la formacin del trabajador social, en una Psicologa Bscia del Trabajo Social, que trate de proporcionar a estos profesionales ajustndose plenamente a la importancia y extensin material de su contenido los fundamentos psicolgicos tericos y, en parte, tambin aplicados a la prctica de todo el quehacer de la profesin, tanto por parte de la actividad del sujeto que asiste como por parte de la del sujeto asistido; y en una Psicologa Social, ms directamente aplicada a los temas de su peculiar enfoque. Puede que, a pesar de este curriculum, la situacin profesional resulte a veces angustiosa para quien lo esperase todo de los principios y de las teoras. No se olvide que, en efecto, son muchas las limitaciones que todava hoy presenta la Psicologa. Pero tngase bien en cuenta, en cambio. que el trato con estos estudios facilitar y fecundar las intuiciones personales, las observaciones prcticas, sus reflexiones sobre la experiencia cotidiana o las iniciativas y tentativas del profesional.

1 24

Antonio Snchez Arjona REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

ACUlAR. A. G. DE (1985): .Servico social e filoso/la. Das (Jrigens a Aw,v. 3> cd. So Paulo. ALoNso QUIJADA, M. P. (1987): El plan dc estudios en la Escuela Universitaria ch trabajo Sociat en Documentacin Social, 69, 209-216. Madrid. AIvIRA, F.. et. al. (1979): Los do.s inetodos de las ciencia.s sociales. Madrid. Centro de Investigaciones Sociolgicas. A NOCREGO. E. (1 975>: Del in lcr Sozalarbeit urserer Zeit, Stuttgart. Ki MPER. W. (1947): Dic .Seelenheirkunde in unserer Zeit, Stuttgart. K\DLER (1976-1981): Die Psvchologie des 20..Jahrhundertcs 15 toriL Zurich. Kindler Verlag. KNOi.i , L. (1985): Ilandbuch der Psvchologic Manfred Pawak Verlaggesellschaft. I-lerrsching, Kous. 5. C. (1966): iLe Roas of Social orE. Association Press N. Y. U.S.A. (hay traduccin espaola en Paids.) LLnNz, 6. W. (S.F.): De insula utopia, en Heinekamp, A. (1987): Das Problenu dcs (il/cEes bei Leibn/z. conferencia pronunciada el 21 dc diciembre dc 1987 en el Parn. de la Fac. de E. y C.. de la Ed. con motivo de la inauguracin de la Suc. Leibuiz de Espaa. MAAs, H. (1980): Researc.h and thc Knowbedgc base. En Di.scoverv and Detelopment

(Eds.: Ifanz,af de modificacin ce conducta, Madrid, Alhambra.

tn

SOC al 1

orE Iiducation. Viena: International Association of Schools of Social

Work Publications. MANSER. 6. M. (1953): La sencia del tomismo, Versin espaola del original alemn

liJas tesen des Ehornismus,i por V. Garca Yebra. Consejo Superior de Investigaciones Cientficas Inst. Luis Vives de Filosofa. Madrid. 2 ed. corregida y au-

mentada de acuerdo con la 33 cd. alemana. MAYOR SNCI IEZ. J. (1981): Psicologa de la educacin y frmacin del pro/soracto, en Revista de Psicologa General y Aplicada, Madrid. 170. 547-560. MAYOR SNCIi 1Z, J. (1985): Psicologa de la educacin, Madrid, Anaya. MAYOR SNCHEZ, J. (1986): Sociolocv, RS, PERKINS, D. N., y Sss> ni, E. E., (l984~: Eeaching Ehinking, Bolt Eeranek and Newmen, Inc. Republie. of Venezuela. Hay traduccin espaola en Paids. OLK, Iii. (1986): ,ibschied von Experten. Sozialarbeit aufdem J4eg za ciner altcrnativen Profissionalitit. Weinheim und Miinchen. PREZ DE VILLAR. M. P., y MAYOR, J. (1985): Conducta social, en Mayor, J.: Psicologa de la Jsducacin. Anaya, Madrid. PINILLos, J. L. (962>: Introduccin a la Psicologa Contempornea, C.S.1.C., Madrid. 1975: Principios de Psicologa, Madrid, Alianza Ed. 1984: Inroduccin: La conducta dcl modificador de conducta, en Mayor, J. y Labrador, F. J.: Manual de moclificacic5n de conducta, Madrid, Alhambra Universidad. RAPPAPORT, J. (1977): (ommunitv Psychology (Values, Resarch. and Action), N. Y.

Holt, Rinchart and Winston.REIFF. R. (1968): Social intervention and dic problem o! psychological anal vsis, en American Psychologist, 23, 524-531. RImR, L. (1957): Obras Completas de Sneca. Madrid, Aguilar. RIDRUEJO, P. (1981): El ambientc social: la percepcin del medio, en Ministero de Obras Pblicas: Psicologa y medio ambiente, Madrid. RUBINsTEiN, 5. L. (1967): Principios de psicologa general? Grijalbo, Mxico, RUEDA. J. M. (1984): La lrmacin del psiclogo cte la intervencin social? en Psiclogos, Madrid. n. 16/17. RUSHTON, J. P. y SORRENTINo, R. M. (1981): Altruism and Helping Behavior: Social? Personality, and Developnental Perspectives, LEA. Hilsdale, New Jersey. SALZBEROER-WITTENBERO (1973): Psycho- Analitie Insight and Relatioship.s. A Kleinian Approach. London. Routledge & Kegan Pau. Library of Social Work. En Ed. Amorrortu: La relacin asistencial. Buenos Aires. SNCHEZ ARJONA, A. (1987): Origen y naturaleza del trabajo social: Aspecto.s psicologicas, Madrid. SHELDON. B. (1982): Behavior Modifica/ion. Tavistock library of social work practice. N. Y. Tavistock Publications in association with Methuen, Inc. SHOBEN. E. J. (1951): Sorne observation.s an psychotiurapy and in learning proce.s.s, en Mowrer. O. H. (Recopilador): Psvchatherapy. Thearv and Research. Ronald Press. New York. SOLJTO DEz, E. y otros (1984): Programas de intervencin en una residencia de anciat>s, en Psiclogos, Madrid, ni 16/17. SPENCE. J. T., y SPENCE, K. W. (1966): TIte .4fotivauianal Components of manifisted alivie/y: dr/ve anda drive stimuls, en Spielberber, C. D. (Ed.): Anxiety and BelaFiar. New York Academie Press. STEPHEN, L. (1900): The English Utilitarians, Nueva York, 3 vols. STERNBERO, R. J. (1977): Intelligcnce, Infrmation Proessing and Analogical Reasaning Wiley. 1982: Advances in tIte psychology of human intelligence. Hilisdale, Nueva Jersey. THOMAE, H., y FEGER, H., (1969): Fin fhrung in dic Psichologie T. 7: Ilauptstrmungen der neuren Psychologie. Akademische Verlagsgesellschaft. Frankfurt am Main. (Hay traduccin de autor de este artculo en Morata, Madrid. 1971.) THoMAs, E. J. (1964): Selecting KhawledgeJkom Behavioural Science, en NATIONAL ASSOCIATION OF SOCIAL WORKERS: Building Social LLorE Khowledge. Nueva York, 38-48. VALLE GUTIRREZ. A. DEL, y otros (1987): El modelo de Servicios Sociales en el Estadc, de la.s Autonomas. Repercusin del nueva rnodcla de Servicias Sociales en la br-

La psicologa en la formacion del rabajador social

127

inacton de los trabajadores socicles, A. PORCEL. R. ROMEU, J. M. RUEDA, 2> cd. Madrid. Fund. IESA. Siglo xxi de Espaa. WARCHAvIAK, E. (1986): Estudio comparativo sobre la frrnacin de lo.s trabajadores sociales en la Comunidad Europea. Trad. de la Federacin Espaola de Asociaciones de Asistentes Sociales. Madrid. WINsToN. E. y col. (1965): Social Work Education and Social LLelilre Manpower: Prc.sent Realitie.s and Future Impera/hes. New York, Council on Social Work Education. WORLD GIJIDE TO SOCIAL WORK EDUCATIoN (1974): World guide to Social LLorE educatian. Compiled by Patrice J. Stinckney and Rosa Perla Rosmik. New York. International Association of Schools of Social Work. VELA, M. (1985): La inteligencia y la accin verbal, Sistemas de prcJc.esamiento, desairollo ccolutivo s dimensiones factoriales, en MAYOR. 1., (cd.): Actividad humana vprocewos cognitivos (Homenaje a J. L. Pinillos), Madrid, Alhambra Universidad, ZAMANIIIO PERAL, M. 1. (1987 a): Fisonoma de las trabajadores sociales. Los problemas de la identidad pro sional en Cuadernos de Trabajo Social. Madrid, ni 0, ZAMANILLO PERAL.. M. 1. 1987. b): Rehxiones sobre el mtodo cn el trabajcJ social, en Documentacin social Madrid, ni 69. 69-85.

8 5-103.