Psp Comunitaria Teoría

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RED DE BIBLIOTECAS VIRTUALES DE CIENCIAS SOCIALES DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE DE CLACSO http://www.clacso.org/wwwclacso/espanol/html/biblioteca/fbibliote Como citar este documento D´Angelo Hernández, Ovidio. articipaci!n " empoderamiento en el ro"ecto soci emancipatorio. #n articipaci!n social. $%&, $entro de %nvestigaciones sicol &ociol!gicas, 'a Habana, $(ba. )**+. Disponible en la orld ide eb: http://- .0 .)**.-1/ar/libros/c(ba/angelo-2 Participación y empoderamiento en el Proyecto social emancipatorio. Ovidio D´Angelo Hernández En: Participación como categoría social.- !P".-#$$%- En prensa&'a Ha(ana Introducción. #l tema de la !artici!ación 3como se4alan ho" m(chos a(tores en los 5(e s enc(entra (na resonancia e6pl7cita o impl7cita a los planteamientos gramscianos8 no es (n as(nto referido s!lo a la movilizaci!n de l básicamente un tema "incu#ado con una conce!ción $ una %or e&ercicio de# !oder desde #os di%erentes es!acios $ redes de int de #a "ida cotidiana $ su e'!resión en #as re#aciones socia#es( cu#tura#es $ !o#)ticas. $omo plantea . ;ebellato, < )***, pág. - =: > &e trata de transf redes " estos espacios, conformándolos como redes 5(e dan liberta factores 5(e potencian (na identidad socio8c(lt(ral, fortalecen i com(nicaci!n, capacitan en la constr(cci!n de espacio " c(lt(ra d a"(dan a vis(alizar colectivamente la sit(aci!n de e6cl(si!n, per estrategias " distrib(ir e5(itativamente las responsabilidades de decisi!n?. &obre todo se a!unta a *ue ti!o de !artici!ación se re*uiere para lograr (n desarrollo s(stentable de los procesos sociales. or s(p(esto, en de c(ál es el enfo5(e de partida as7 serán las concl(siones. No es #o mismo( !or tanto( en%ocar#a !artici!ación desde una !ers!ecti"a de +o,erna,i#idad( tan de moda( como desde un !aradi+ma cr)tico $ emanci!atorio. @inc(lado a esta perspectiva liberadora en los t rminos ed(caci!n8sociedad, se f(e config(rando la corriente de la llamad op(lar. En #a o!inión de Est-er /re0 12333( !4+. 56578( es!ecia#ista de am!#ia e'!eriencia en e# cam!o se trata( metodo#o+)a( ni de una did4ctica( ni de un con&unto de m/todos $ neutros( sino de 9un !ensamiento !eda+ó+ico *ue( co#oc4ndose ant rea#idad socia#( a!uesta a #a educación como -erramienta %undame #a trans%ormación cu#tura# ?. Desde las bases de la pedagog7a de la liber de ablo Breire, como (no de s(s troncos f(ndamentales, s(s e6per han aplicado al ámbito com(nitario " ed(cativo, principalmente. erspectivas como la #d(caci!n $r7tica < . $arr " & Cemnis=, ens $r7tico <;ichard a(l " seg(idores=, Bilosof7a para i4os <Eathe 1

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TEMARIO

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Participacin y empoderamiento en el Proyecto social emancipatorio

RED DE BIBLIOTECAS VIRTUALES DE CIENCIAS SOCIALES DE

AMERICA LATINA Y EL CARIBE DE CLACSO

http://www.clacso.org/wwwclacso/espanol/html/biblioteca/fbiblioteca.html

Como citar este documento

DAngelo Hernndez, Ovidio. Participacin y empoderamiento en el Proyecto social emancipatorio. En Participacin social. CIPS, Centro de Investigaciones Psicolgicas y Sociolgicas, La Habana, Cuba. 2003.

Disponible en la World Wide Web: http://168.96.200.17/ar/libros/cuba/angelo15.rtf

Participacin y empoderamiento en el Proyecto social emancipatorio.-Ovidio DAngelo HernndezEn: Participacin como categora social.- CIPS.-2003- En prensa,La Habana

Introduccin.-

El tema de la participacin como sealan hoy muchos autores en los que se encuentra una resonancia explcita o implcita a los planteamientos gramscianos- no es un asunto referido slo a la movilizacin de las masas; es bsicamente un tema vinculado con una concepcin y una forma de ejercicio del poder desde los diferentes espacios y redes de interacciones de la vida cotidiana y su expresin en las relaciones e instituciones sociales, culturales y polticas.

Como plantea J. Rebellato, ( 2000, pg. 16): Se trata de transformar estas redes y estos espacios, conformndolos como redes que dan libertad, es decir, factores que potencian una identidad socio-cultural, fortalecen intercambios de comunicacin, capacitan en la construccin de espacio y cultura democrtica, ayudan a visualizar colectivamente la situacin de exclusin, permiten construir estrategias y distribuir equitativamente las responsabilidades del poder y la decisin.

Sobre todo se apunta a que tipo de participacin se requiere para lograr un desarrollo sustentable de los procesos sociales. Por supuesto, en dependencia de cul es el enfoque de partida as sern las conclusiones. No es lo mismo, por tanto, enfocar la participacin desde una perspectiva de gobernabilidad, tan de moda, como desde un paradigma crtico y emancipatorio.

Vinculado a esta perspectiva liberadora en los trminos de relacin entre educacin-sociedad, se fue configurando la corriente de la llamada Educacin Popular. En la opinin de Esther Prez (2000, pg. 65-67), reconocida especialista de amplia experiencia en el campo se trata, no de una metodologa, ni de una didctica, ni de un conjunto de mtodos y tcnicas neutros, sino de un pensamiento pedaggico que, colocndose ante la realidad social, apuesta a la educacin como herramienta fundamental de la transformacin cultural. Desde las bases de la pedagoga de la liberacin, de Pablo Freire, como uno de sus troncos fundamentales, sus experiencias se han aplicado al mbito comunitario y educativo, principalmente.

Perspectivas como la Educacin Crtica (W. Carr y S Kemnis), Pensamiento Crtico (Richard Paul y seguidores), Filosofa para Nios (Mathew Lipman y colaboradores), Formacin del profesional reflexivo (Schon), entre otras experiencias y conceptualizaciones, han contribudo tambin a orientar la accin transformadora social de manera reflexiva y crtica, muchas veces desde la accin educativa en diferentes campos de la actividad social.

Si bien no slo los procesos socializadores de la educacin constituyen los mbitos movilizadores de esas transformaciones, terreno en que la praxis sociopoltica tiene la palabra de orden, el posicionamiento de la educacin popular y crtica como una de las lneas claves de este proceso transformador, que refiere a un compromiso con las aspiraciones populares puede delinearse, de acuerdo con la propia autora, a partir del reconocimiento de un conjunto de aspectos (Prez Esther, citada), entre los que destacaremos los siguientes de orden cultural:

-la autonoma relativa de las opresiones de matriz cultural (que pueden reproducirse an ms all de la destruccin de relaciones de opresin econmicas y estructurales),

-la existencia de opresiones diversas introyectadas por los individuos y grupos humanos,

-la reproduccin del sistema mediante mecanismos de legitimacin ideolgica y cultural, todos los cules aluden a formas de injusticia generada por sistemas de dominacin social.

Estas dimensiones de lo social-cultural insertas en cualquier sistema y modo de actividad social, a mi juicio justifican la inclusin de otros dos de los elementos que la autora seala como definitorios del posicionamiento de la Educacin Popular, entendida en la lnea de la pedagoga emancipatoria:

-la necesidad de entender la praxis social como una unidad inseparable de reflexin y accin, la importancia de la criticidad de los sujetos-individuales y colectivos- para que los procesos liberadores del campo popular se desplieguen en toda su potencialidad.

De esta manera, la praxis emancipatoria tiene sus implicaciones concretas en la aplicacin para la transformacin hacia el empoderamiento orientado a la autogestin social. Empoderamiento que es significado en su doble dimensin: como otorgamiento de poder real de acceso y decisin, a los recursos necesarios para su realizacin por los propios actores sociales y espacios de accin para su ejercicio efectivo; as como adquisicin y potenciacin de las competencias (capacidades, disposiciones, etc.).

En esta direccin algunos de los aportes disponibles pueden dirigirse a la conformacin de espacios de cultura reflexiva y creativa para la participacin integral de los actores sociales de los procesos autogestivos a travs de comunidades reflexivas. Ello requiere de un esfuerzo en el diseo de esos espacios as como de adquisicin de las competencias necesarias para que los actores sociales puedan producir un dilogo reflexivo, problematizador, creativo y socialmente constructivo.

Personas y Sociedades reflexivas y creativas. Participacin y procesos de masificacin cultural.-

El sentido de la masificacin cultural, bien entendida como desarrollo de una cultura popular integral, por oposicin a la llamada ''cultura de masas'' que tiene un carcter alienante, deformador y uniformador, podra ser el de propiciar el enriquecimiento de las personas en la diversidad y multiplicidad, en el goce legtimo de lo humano en todos los campos de las relaciones sociales, la vida artstica, cientfica, productiva y de la cotidianeidad. En otras palabras, la verdadera masificacin cultural estara dirigida a lograr la plena realizacin de las potencialidades humanas de las personas, como plante Marx en los Manuscritos (1961), lo que tiene como condicin primordial la remocin de las condiciones sociales provocadoras de injusticia, ignorancia, desigualdad y alienacin, el elevamiento de la persona y los grupos sociales al nivel de sujetos, en su caracter activo, participativo y comprometido con su entorno.

Por tanto, podramos sealar, al menos, dos vertientes importantes de la masificacin cultural:

1) La que construye las nuevas fuentes de conocimiento, expresin y disfrute de la diversidad de las manifestaciones humanas en todos los campos del saber y del hacer .

2) La que, a partir de la apropiacin-exteriorizacin (Marx) en el campo de lo esttico, del conocimiento y de la interaccin social, construye sentidos desalienantes, liberadores de la identidad cultural, a partir de una interpretacin-deconstruccin y reconstruccin, virtual y real, de las bases de conocimiento y estructuracin de lo instituido socialmente, a travs de una praxis-participacin social emancipatoria.

Ampliacin de las fuentes de conocimiento y desarrollo humano.-

Con vistas a las perspectivas de la masificacin cultural en una sociedad desalienadora, valdra la pena realizar algunas reflexiones como contribucin a lo que podra constituir un camino de profundizacin del desarrollo socio-cultural, aportador al objetivo de la plena autorrealizacin humana a que aspiramos.

En este sentido la discusin sobre algunos supuestos bsicos resulta imprescindible. La problematizacin de esquemas mentales tradicionales debe abrir nuevas posibilidades de comprensin y desarrollo:

Qu es informacin y qu es conocimiento?

Qu es aprendizaje desarrollador y que es asimilacin reproductiva?

Quin es una persona culta?

Cul es la relacin entre praxis-participacin social y desarrollo de la cultura?

Aparentemente, algunas de las preguntas se limitan al mbito de lo psicolgico y lo pedaggico, pero su inters para una proyeccin en la poltica social participativa en el desarrollo cultural se revela inmediatamente.

La psicologa, la pedagoga, la sociologa, la filosofa y otras reas del saber se integran aqu en una intencin de aplicacin transdisciplinaria emancipatoria que impacta el mbito de la poltica cultural y social.

Veamos algunas ideas sobre las problemticas planteadas, a la luz de los enfoques actuales del desarrollo del pensamiento, la construccin de los conocimientos, el aprendizaje desarrollador y la prctica liberadora social:

1) La informacin slo se convierte en conocimiento cuando es procesada reflexiva y crticamente, cuando es comparada, enjuiciada, evaluada, contrastada, interpretada y comprendida a travs de un proceso dialgico de intercambio argumentativo y de experiencias significativas. Por eso, las teoras actuales no ponen tanto el nfasis en el volumen de informacin sino en su calidad y en su forma de procesamiento.

2) De acuerdo con lo anterior, el aprendizaje social no se realiza productivamente ni conduce al desarrollo si no supera las pautas tradicionales de transmisin reproductiva basados en criterios de autoridad o de verdad impuestos, que slo provoca rechazo o asimilacin pasiva de los textos y exposiciones de los maestros y profesores o de otros actores sociales, consumo pasivo de programas radiotelevisivos, etc. El aprendizaje desarrollador se realiza en condiciones de ejercicio del dilogo crtico y reflexivo, abierto a la generacin problematizadora y creativa, en el que el individuo es parte comprometida en la reconstruccin del conocimiento y de la praxis social.

3) La persona culta en este paradigma desarrollador no es slo depositaria de contenidos, a manera de recipiente enciclopdico, sino la que, adems de obtener informacin, sabe procesarla, establecer relaciones, distinguir entre lo que es o no argumentable, puede evaluar en todas sus consecuencias los sucesos y acciones, suyos y de los dems. Adems es culta si se conecta con los sentidos construidos socialmente en todas las manifestaciones del ser, saber y hacer de su tiempo y sociedad concreta.

Esto plantea el problema de las condiciones situacionales y sociales propiciatorias de este tipo de aprendizaje reflexivo, participativo, creativo y desarrollador. El contexto que propicia este aprendizaje promueve no slo un conocimiento mejor sustentado, flexible y abierto a lo nuevo y lo cambiante, sino tambin ms legtimo, autnomo y comprometido social y ticamente, al tomar en cuenta sus implicaciones e impactos. El aprendizaje desarrollador da espacio al dilogo y a la construccin concertada del conocimiento y de la accin social, da poder a quien no tena, lo obliga a asumir la autonoma y la responsabilidad de sus acciones.

Es necesario asumir las expresiones de lo imaginario grupal y social, las identificaciones, contradicciones, temores, retos, atribuciones, preocupaciones, tabes, arquetipos culturales e ideolgicos, etc., que conforman el inconsciente y representacin colectivos de nuestra identidad nacional y develar el entramado de significaciones y efectos reales en nuestro contexto social actual (a estos asuntos volveremos en prximos acpites).

Y sta es una posibilidad que presenta la masificacin de la cultura en el empoderamiento de los diferentes actores sociales desde sus contextos propios comunitarios e institucionales.

Son los propios actores sociales los que deben asumir, en su condicin de sujetos activos y transformadores la interpretacin y reconstruccin de sus realidades cotidianas, construir la nueva cultura popular.

En conclusin, la masificacin de la cultura podra aprovechar las aportaciones de los paradigmas actuales de las ciencias humanas para avanzar progresivamente en el desarrollo de los componentes reflexivos, creativos y ticos de la participacin social para el enriquecimiento humano de los individuos y de nuestra sociedad. La participacin masiva en la cultura impone la profundizacin en sus objetivos y mtodos formativos y de la comprensin contextualizadora de la realidad sociocultural general y especfica comunitaria para una expresin ms transparente, constructiva, diferenciada y significativa de los proyectos dirigidos a rescatar y crear valores culturales desarrolladores.

Valores y Creatividad en la diversidad cultural. tica, participacin y complejidad.-

La cuestin tica, como problema social relativo a la expresin de los valores y a su formacin, a la transparencia del comportamiento y las intenciones, al enfrentamiento y solucin de mltiples dilemas morales de la vida cotidiana y de las relaciones sociales, constituye el entramado de significaciones en el que ocurren los procesos de interaccin y participacin social. Las relaciones entre la conciencia individual y la social, entre el individuo y el contexto socio-cultural de la poca y del pas constituyen, en los tiempos que corren, una de las problemticas de ms difcil abordaje terico y prctico.

Una concepcin de valores ticos y de desarrollo humano, del acervo universal, junto a las tradiciones propias de nuestro pensamiento filosfico y social nacional y latinoamericano, constituyen los pilares de la estructuracin de los fundamentos y el desarrollo de la dimensin tica de la persona que necesitamos proyectar como dimensin de calidad de los procesos de participacin social.

Es aqu donde las instituciones culturales y otras instituciones educativas y sociales, pueden desempear su papel ms constructivo.

El desarrollo de un nuevo tipo de persona social autnoma, responsable y comprometida con su entorno social y cultural, con la conformacin de una identidad propia de contorno universalnacional abierta al desarrollo de la plenitud de la esencia humana requiere de nuevas formas de interaccin activa con sus condiciones materiales, sociales y espirituales de existencia, con su entorno cotidiano. Se requiere del debate sobre temas ticos que abarcan una amplia gama de aspectos de la vida social, de las relaciones interpersonales cotidianas, reas de conflictos del comportamiento moral, de conformacin del sentido de identidad personal, cultural, nacional, etc., vinculados a la formacin de la dignidad y solidaridad humana y la integridad de la persona.

El concepto de integridad de la persona es central para este enfoque de desarrollo tico y creador de los proyectos de vida. Ello supone, de un lado, la articulacin de los planos de elaboracin intelectual, afectiva y valorativa con la prctica, el comportamiento y la posicin social del individuo en el contexto real de su vida, en interrelacin con su comunidad.

Un proceso de construccin social como el que se genera a travs del aprendizaje cooperativo-reflexivo en comunidades de aprendizaje social participativo, en esos diferentes contextos supone, adems, la definicin de posiciones de valor, orientaciones y metas vitales, puntos de vista sociales, que a la vez que se especifican y personalizan van constituyendo un referente grupal comn. La formacin de proyectos de vida individuales se va concertando en la elaboracin del proyecto de vida colectivo de grupo. Una visin ms amplia, hacia la sociedad en su conjunto, determinara los puntos de tensin y convergencia entre estos proyectos individuales, colectivos y de nacin, como marco general.

Este campo de elaboracin y realizacin de los proyectos de vida social constituye una tarea social y cultural de primer orden. Su realizacin prctica pudiera sustentar los procesos de cambio social en comportamientos responsables, argumentados, creativos, concertados socialmente.

En consecuencia, este enfoque transformador promueve un tipo de interaccin social basada en el respeto mutuo, el razonamiento, la cooperacin , la aportacin constructiva y la coherencia tica, en los que se despliega en su totalidad la persona como ser humano social.

Se trata, en resumen de la creacin de una nueva cultura que fomente la identidad a partir de la diversidad, que tienda hacia una sociedad que propicie el libre desarrollo de personas que se sientan identificadas con sus races y valores nacionales y culturales, lo que supondra otra calidad de "participacin" responsable, reflexiva y creativa en toda la extensin del proceso de elaboracin, toma de decisiones y su control social.

La libertad como cultura, como planteara Mart, supone este enraizamiento contextual y la capacidad de anlisis argumentado. La libertad es la dimensin de la posibilidad creadora coherente con los sentidos que construye, el "conocimiento de la necesidad" y de las vas posibles y convenientes, de acuerdo al marco de valores de la cultura en que se sustenta el pensar, sentir y actuar de las personas.

Esto tiene que ver con el ideal martiano de preparar al hombre para la vida, que no sera ms que hacerlo capaz de elaborar (sustentadamente, cultamente) sus proyectos de vida y de realizarlos teniendo en cuenta la races propias, el contexto de su cultura y del movimiento social que dan sentido a su propia actividad.

Prepararse para la vida significara asumirla en su complejidad y diversidad, en capacidad de mantener los rumbos o direcciones esenciales en que se conectan los dramas vitales y sociales, con flexibilidad y apertura a las nuevas alternativas; por tanto, creativamente.

La praxis social es formacin de sentido y, sobre todo, formacin de un sentido personal, anticipacin y accin meditada y responsable sobre el lugar y tareas del individuo en la sociedad, de su autorrealizacin personal y del desarrollo social. Es por eso que no puede separarse la elaboracin de este sentido vital de la direccin que toma la propia vida. La sustentacin en valores del proyecto de vida personal y social se complementa con el planteamiento de metas importantes en los diferentes mbitos de la vida cotidiana y de lo social, que es expresin de aspiraciones y expectativas en relacin con los valores asumidos y su posibilidad de realizacin en la situacin real.

La Cultura como mbito de expresin de los valores humanos se articula con la problemtica social cotidiana, redimensiona y reconstruye, proyecta, teje y crea nuevos espacios de accin social y de enriquecimiento humano.

Sobre esas bases, la construccin y ajuste sucesivos de los proyectos de vida suponen la superacin positiva de conflictos cotidianos, de situaciones de crisis personal y social inherentes al movimiento mismo de la vida cotidiana y su dinmica. Se requiere una evaluacin constante de los sucesos vitales y la toma de decisiones efectivas. Este aspecto problemtico del quehacer cotidiano de las personas fundamenta la necesidad del alto nivel de funcionamiento reflexivo y creador.

La formacin de habilidades para la reflexin crtica y la potenciacin de la creatividad en torno a valores humanos sustentados en criterios multilaterales consistentes y pertinentes a un marco social de accin constructiva en comunidades autogestivas y autocrticas, constituyen las bases de formacin de este nuevo tipo de persona y de proyectos de vida para un orden social reflexivo, creativo y solidario, que expresa la nueva cultura liberadora.

La masificacin cultural puede generar organizacin social, donde es posible la articulacin de los proyectos de vida individuales en proyectos colectivos implicando contextos de valor compartidos, metas y aspiraciones comunes (en lo esencial, aunque sean expresin de la diversidad y la riqueza de cada individuo o grupo social) y programas de accin para la organizacin de las tareas colectivas en el entorno social.

Hacia una cultura del dilogo, empoderadora, reflexiva y creativa.-

La creacin de una cultura del dilogo reflexivo, crtico y creativo, como forma de manifestacin social basada en el respeto de la diversidad, en lo emergente de la subjetividad social y a tono con los valores y metas sociales consensuadas, constituyen una de las ms elevadas formas de participacin social para la construccin de la autonoma, la libertad social y el desarrollo de la calidad de vida humana.

El paso desde el nfasis en los mecanismos movilizativos y orientadores, impositivos o coercitivos, a mecanismos de elaboracin comprometida, respetuosa de la diversidad y la autonoma, y autogeneradora de sus propias propuestas, decisiones y mecanismos sociales de control popular, es un momento esencial constructivo de la tica social emancipatoria contribuyente a la emergencia de una teora y prctica polticas renovadoras del socialismo.

La Poltica podra entonces, en este marco interpretativo y prctico, sintonizar estrechamente con las manifestaciones de la subjetividad social en una interpelacin abierta a la construccin de los escenarios posibles consensuados -y, por tanto, dotados de compromiso real de los diversos actores sociales, ya que poseen carga de energa significativa en los asuntos emergidos desde la base y desde los propios actores sociales- coherentes con un paradigma tico emancipatorio en el que las necesidades sociales e individuales y las oportunidades y posibilidades de construccin de proyectos de vida satisfactorios y desarrolladores, constituya una mxima de todos.

Marx haba planteado la prioridad de la satisfaccin de las necesidades materiales respecto a las espirituales, an siendo ambas un par dialctico caracterizado por la unidad y las tensiones.

La Poltica (como disciplina y como prctica) tiene que tener en cuenta esta conformacin de la jerarqua de necesidades humanas, no de manera rgida, pero s en sus significaciones principales. Este conjunto de necesidades operan de manera integrada en la persona (sociedad) sana, madura y desarrolladora. Son constitutivas de los Proyectos de Vida individuales y colectivos.

En nuestra realidad, ello nos llevara a una reflexin: existen posibilidades de cubrir las necesidades de supervivencia bsicas de las amplias capas de la poblacin con los dispositivos y polticas actuales?, se toma en cuenta la emergencia de procesos que afectan la identidad, integracin y autoestima de todas las capas sociales?, se han explorado las aperturas posibles a la autonoma creadora de los actores sociales en su diversidad?, se han analizado creativamente las posibilidades de incremento de oportunidades para todos en todos los campos de la vida econmica, poltica y social, capaces de satisfacer las necesidades de autorrealizacin vital?.

Se trata de la posibilidad de nuestra reconstruccin social a partir de las propias potencialidades y posibilidades emergentes de la creatividad de los sujetos autnomos integrativos, para la (su) autorrealizacin vital de todos .

La Poltica, en este diseo, debe estar en estrecha conexin con las expresiones de la Subjetividad social y dirigida al desarrollo de una tica emancipatoria que pondere las necesidades y los valores humanos para el predominio absoluto de la Vida en toda la diversidad de sus manifestaciones y riquezas; por tanto, dirigida a propiciar la satisfaccin de las necesidades individuales y sociales y la conformacin de Proyectos de vida multifacticos y enriquecedores de su realidad social-individual y colectiva-.

En este sentido, la Poltica deja de ser una esfera de accin preferencial slo del Estado, ya que se estructura a partir de la relacin primordial entre los sujetos sociales autnomos y las instituciones estatales y sociales, es el necesario vnculo de unidad-oposicin entre hegemona-contrahegemona, ya enunciado por Gramsci. Se confecciona en la interaccin de abajo-arriba y de arriba-abajo, en una tensin dialctica que garantizara la inclusin, los poderes compartidos, la libertad de proposicin y de control popular de las decisiones, ms que el sometimiento al poder institucional; pondera la creatividad colectiva, abierta a soluciones flexibles ms que la visin institucional orientada al autocumplimiento del modelo terico-ideolgico de partida. Su fn, entonces, sera el de propiciar el consenso social en armona, a partir de un propsito emancipatorio dirigido al desarrollo multilateral de las esferas de actividad social y de los individuos, con vistas a la satisfaccin de las crecientes necesidades materiales y espirituales de las personas, con la potenciacin de sus oportunidades de autonoma, progreso y autorrealizacin vital.

En una puesta de acuerdo compartida, los compromisos se generan tambin desde las bases y actores de la sociedad, con capacidad de autonoma integradora, en balance adecuado con las metas de las organizaciones centrales. Con ello, surgen las energas transformadoras y la posibilidad del despliegue libre de las potencialidades. En resumen una sociedad solidaria, justa y digna, con ms oportunidades de realizacin, ms plena y libre para todos.

La dimensin pedaggica un inters principal de nuestra propuesta- adquiere aqu un nfasis esencial y no slo complementario.

Educacin ciudadana para una democracia emancipatoria.- El aprendizaje social desarrollador.-

En esencia, se trata de revolucionar los procesos de aprendizaje social.

Es por eso que la creacin de las condiciones para un aprendizaje efectivo; es decir la creacin de una situacin de aprendizaje efectiva, constituye slo un prerrequisito para la va de su proyeccin basada en valores y prcticas emancipatorias que se necesitan, en ltima instancia, para la formacin de actores sociales transformadores.

Desde nuestra perspectiva de anlisis, inclusive, los aportes revolucionadores del enfoque histrico-cultural vigotskiano, que presentan el carcter mediado socialmente de los aprendizajes, tambin necesitan interpretarse con una proyeccin de fines emancipatorios .

De aqu que, de lo que se trate sea de la necesidad de fomentar personas, instituciones, comunidades que aprenden reflexiva y creativamente con el fin de lograr condiciones (sociales, individuales) de autorrealizacin plena, acorde con principios y valores generales de solidaridad y dignidad humanas correspondientes a proyectos sociales emancipatorios. Los conceptos de comunidad de indagacin y decomunidad reflexiva -tratndose de comunidades de aprendizaje-, desarrollo de personas reflexivas creativas, proyectos de vida autodesarrolladores se ajustan, en nuestra opinin, a estos propsitos asumidos.

Esta es la propuesta de la perspectiva crtica de formacin educativa social, de aprendizaje reflexivo y de formacin de profesionales reflexivos (Schn, Elliot, Paul, Lipman, Carr, Kemnis, y sobre todo de Freire, ms cercano a nuestras elaboraciones)..La tarea de formacin de comunidades reflexivas para la autogestin constructiva social, en todos los mbitos de la sociedad, constituye as una tarea prioritaria del proyecto emancipatorio socialista.

En esta concepcin emancipatoria, la educacin est vinculada al anlisis crtico de la realidad (Freire, Girardi, Rebellato, etc.), as como a la experiencia en una praxis crtica de construccin social en todos los campos. La experiencia-accin-lucha-educacin contra la opresin y el autoritarismo se expresa en el seno de la vida familiar, sexual, en las relaciones escolares, en el campo cultural, poltico, etc.; dondequiera que el sujeto social es objeto de imposicin de valores y prcticas y no sujeto activo constructor de la realidad social.

Esta coherencia de la educacin liberadora es esencial a su eficacia, ya que la libertad es indivisible. Si est bloqueada en un sector, corre el peligro de estarla en todos (Girardi, G. ibdem).

Esto plantea el problema del educador como intelectual transformador, ampliamente tratado por Freire, Giroux, Rebellato y otros pensadores, con la misin de relacionar la comprensin histrica con elementos de crtica y esperanza(y) como cruzador de fronteras, comprometido en la creacin de espacios pblicos donde coexistan la igualdad social, la diversidad y la democracia participativa (Rebellato J.L. citado, pg. 25).

Posibilidades y perpectivas de la reconstruccin educativa social.-

El logro de congruencia entre un ideal de persona autorrealizada y comprometida en la accin social de manera reflexiva, creativa e ntegra ( sistema complejo con capacidad de autonoma y anticipacin Wagensberg-) y la realizacin de un modelo de sociedad que la fomente en todos los campos de la vida (sensibilidad de entorno Wagensberg-) constituye, sin lugar a dudas uno de los retos importantes del presente.

Es aqu donde las instituciones polticas, culturales y otras instituciones educativas y sociales, pueden desempear un papel ms constructivo de la subjetividad y formas de accin social, -lo que no releva de la accin de ampliacin y profundizacin de las transformaciones estructurales socioeconmicas necesarias, sin las cules puede perder sentido toda reconstruccin de la subjetividad social.

El desarrollo de un nuevo tipo de persona social autnoma, responsable y comprometida con su entorno social y cultural, con la conformacin de una identidad propia de contorno universalnacional abierta al desarrollo de la plenitud de la esencia humana concreta, requiere de nuevas formas de interaccin activa con sus condiciones materiales y espirituales de existencia, con su entorno cotidiano.

La vida social se construye en dos direcciones complementarias: de abajo hacia arriba, y a la inversa (Isazi-Daz, Ana Ma. 1998). Hemos conocido ms los paradigmas que se afianzan en la segunda de esas direcciones y, a veces, las experiencias desde la otra direccin se han realizado de manera aislada, sin que se lograra una verdadera interrelacin entre poltica y cotidianeidad. Entonces, entre los objetivos constructivos del nuevo orden social constructivo de la autonoma integradora estaran:

la construccin de una posicin ante la vida y de una proyeccin y accin social argumentada, creadora, sustentada en valores positivos como base de la integracin armnica de pensamiento, emocin y accin (plano de la "persona").

la conformacin de comunidades reflexivas que debaten sus temas vitales, concertan proyecciones y toman decisiones sobre su realidad y su futuro (plano grupal-social).

Esos no son temas ajenos al desarrollo de la cultura. Precisamente, si en el foco de atencin cultural se halla el enriquecimiento humano, de los individuos y de la sociedad en su conjunto, el logro de personas y relaciones sociales humanizadas en el sentido profundo del trmino, resulta insoslayable.

Esta direccin de desarrollo ha de promover personas capaces de disfrute esttico y de proyeccin constructiva de sus escenarios futuros a partir de los valores humanistas de dignidad plena, autorrealizacin, cooperacin, solidaridad, justicia y progreso social (Villarini A., 2000,2001). Se trata de propiciar Proyectos de vida individuales y sociales, viables y desarrolladores en el contexto identitario cultural.

Los problemas de la autogestin social y de la participacin necesitan ser vistos a la luz de nuevos diseos polticos de la sociedad socialista. En efecto, las cuestiones vinculadas con las formas del poder estatal y poltico, as como el carcter de las instituciones sociales autogestoras y el cuerpo jurdico que las sustente, est todava por cristalizar en el debate terico y es menos presente en la prctica social.

Autogestin social es el autogobierno a travs de sus diferentes formas y mecanismos; tambin, en un plano ms amplio implica la articulacin entre autogobierno popular y sociedad civil a travs de las instituciones y espacios sociales. El tema de la subjetividad y las prcticas cotidianas se plantea aqu desde lo terico, primero, y desde sus implicaciones para el tejido social y las formas de participacin social.

Algunas de esa prcticas, conformadas en patrones de interaccin social se convierten, no slo en inerciales sino, a veces, en barreras para los cambios de la dinmica social, mientras que otras son ms permeables al cambio y siempre de acuerdo a las abordabilidades (coherencia de diseo individuos-entorno) con relacin a las peculiaridades del contexto.

La incorporacin de nuevos actores e instituciones sociales (en una concepcin ms acabada de la sociedad civil) y la disponibilidad de normas jurdicas que promuevan la diversidad de los agentes sociales en los procesos participativos, ms abiertos y menos tutelados, podran ser claves de una construccin socialista desde lo popular, que reincorpora con un sentido de compromiso y efectividad a los diferentes sectores y agentes sociales a la construccin social y econmica del pas.

Una conclusin necesaria de los abordajes realizados va en la direccin de la transformacin permanente de la sociedad, basada en la autonoma de sus actores populares y la creatividad para la anticipacin, proyeccin y elaboracin de soluciones a todos los niveles de gestin de los procesos de la sociedad, enfatizando lo micro; planteamiento esencial porque da pie al anlisis de las condiciones de contradiccin que resurgen de manera diferenciada y permanente, en las nuevas condiciones sociales de transformacin.

Ello implica no ver los procesos de transformacin social como acabados ni como realizaciones de verdades absolutas. La creatividad viene ligada a la idea de conciencia crtica de los sujetos para la accin transformadora. Y, con ello, a su empoderamiento de manera que permita su accin efectiva y sustentable, como un proceso de autotransformacin real, en el que se gerencian los propios espacios de autonoma en la construccin de la sociedad.

Pero, la tendencia aportadora a la proliferacin de procesos de autogestin parcial en el nivel micro social (comunitarios, locales o empresariales) puede quedar frustrada en sus fines si no se articulan sus proyecciones y realidades con las voluntades y acciones desde lo macro (y meso) social. Ello requerira de esfuerzos integradores, en los que un aspecto importante puede ser el funcionamiento en red de estas experiencias, que podra abrir nuevos cauces a su difusin y generalizacin.

Las consideraciones para la implementacin de alternativas de solucin a estos asuntos no tienen que ser necesariamente peligrosas para el orden social (entendido en esta necesidad de estabilidad integradora y de cambio permanente) sino que, abordados en todas sus complejidades, en su integralidad social, poltica, jurdica, econmica, etc. y desde esquemas participativos, pueden ser ms bien preventivos de crisis y situaciones caticas y de fragmentacin social.

Desde los paradigmas emancipatorio y de complejidad y los planteos de enfoque renovado de las ciencias sociales, en general, se hace un nfasis en la reflexividad y la creatividad social para el desarrollo integral humano. La creatividad constituye una cualidad que se refuerza desde estos paradigmas, con la necesidad de problematizacin de la actividad cotidiana, a partir de la existencia de conflictos, interaccin compleja en las redes sociales-conectividad-, alternativas posibles de desarrollo autoorganizativo que dan cabida a las emergencias en la transformacin de abajo-arriba en la dialctica con los procesos de arriba-abajo, etc.

Precisamente, uno de nuestros intereses en este trabajo es la fundamentacin de la categora de autonoma integradora, por lo cul los procesos autoorganizativos requieren ser tomados en toda su importancia.

De manera que la Autonoma integradora, como conceptualizacin tiene sus implicaciones concretas en la aplicacin para la transformacin hacia el empoderamiento orientado a la autogestin social emancipatoria.

La conceptualizacin de la Autonoma integradora que elaboramos implica, en resumen, la consideracin de diferentes dimensiones tericas y de urgente aplicacin en la prctica social:

-Autodeterminacin contextual (dinmica de posibilidades y constreimientos, para diseo de abordabilidades eficaces conducentes a la autonoma de los actores sociales).

-Posibilidad real de participacin en la formulacin y control de las decisiones (individuales, grupales, sociales).-Dialctica de construccin social abajo-arriba, arriba-abajo.

-Integracin social en la diversidad y la contradiccin. Concertacin y respeto a las diferencias.

-Criticidad, reflexividad y elaboracin interpretativa de la subjetividad social.

-Creatividad y Apertura a alternativas mltiples.

-Responsabilidad por la identidad social y Compromiso tico humano emancipatorio.

-Promocin de valores y prcticas de dignidad, solidaridad, patriotismo, progreso y equidad social.-Empoderamiento para la autogestin social sustentable(en su doble sentido de adquisicin de funciones de poder real para la gestin y de los recursos de competencias necesarios para llevarla a cabo eficientemente). Carcter de los aprendizajes desarrolladores.-

El proceso de transformacin que se propone puede verse como un proceso para impulsar aprendizajes de otro tipo que no son slo los surgidos espontneamente en el curso de la propia actividad cotidiana ni se trata slo de producir situaciones de aprendizaje tcnicamente eficientes (ya se trate de las que se realizan en contextos educativos, como los profesionales, comunitarios y sociales), sino que se trata de la apropiacin de otros modos de hacer que, por su carcter orientado hacia el desarrollo de la actividad humana de manera ms reflexiva y creativa e implicar los modos de comprensin, disposicin y accin de la persona como totalidad en su interaccin grupal y social, tienen la potencialidad de provocar cambios en su modo de ser y en sus modos de relacin con otros y con los problemas de la vida social.

Esta comprensin de los aprendizajes para la transformacin la hemos venido elaborando desde la integracin de diferentes enfoques pedaggicos y psicolgicos; pueden resumirse en la integracin de 4 modos de aprendizaje fundamentales en el transcurso de la vida de cada persona (UNESCO 1996, 95), y que interpretados por nosotros desde el enfoque reflexivo-creativo emancipatorio les aade una importante dimensin contextual y otras cualidades desde la dimensin transformativa.

El supuesto de partida es que, en todas las esferas de la actividad social se manifiestan formas de desempeo tradicionales o rutinarias que requieren de estos aprendizajes integradores para el empoderamiento de las personas y su involucracin en una praxis transformadora. Se trate del aprendizaje escolar o de las pautas de interaccin social y de la vida cotidiana, de desempeos profesionales, de la gestin institucional o comunitaria, estos nuevos aprendizajes son enfocados a partir de los enfoques actuales de formacin basada en competencias para el abordaje reflexivo-creativo de las relaciones entre los individuos y su entorno.Este enfoque de la formacin basada en las competencias supone, en nuestra opinin, mantener el propsito de los aprendizajes desarrolladores de contenido humanista, crtico-reflexivo y autnomo-emancipatorios, superando las fragmentaciones tradicionales de componentes de habilidades-capacidades, motivacionales y otros, de manera que coloca su articulacin holstica en los procesos constitutivos de la persona social, a la vez que le imprime, intencionalmente, una direccin transformadora definida a los procesos de aprendizaje social.

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Una de las dimensiones relevantes en el anlisis de los procesos de participacin y desarrollo social es la que se relaciona con el mbito cultural. No es, con mucho, la Cultura, an con su carcter abarcador, la nica tributaria al desarrollo social, en el que los aspectos econmicos, polticos, geogrficos, poblacionales, histricos, etc. son importantes.

Sin embargo es, quizs, la dimensin de la Cultura, entendida en su sentido amplio y no limitada al campo de lo artstico exclusivamente, la dimensin ms integradora y permanente del desarrollo, dimensin en la que se articula la subjetividad social, la produccin simblica, psicolgica e ideolgica y la material, y en la que se conforman, por tanto las significaciones vitales de los acontecimientos sociales.

Un comentario sobre estas primeras preguntas problematizadoras. No se trata de absolutizar, porque el proceso de aprendizaje social tiene diferentes momentos. El acceso cada vez ms necesario a ms informacin es una condicin.

La polmica bien dirigida, incluso a travs de los medios de comunicacin, en espacios como mesas redondas, programas de opinin y otros, son posibilidades importantes de conectarse a diferentes puntos de vista acerca de los procesos complejos de la sociedad y la cultura.

Sin embargo, se requiere profundizar en la cultura del debate, por la va de la reflexin, el pensamiento crtico, constructivo y problematizador, que aborda los diferentes puntos de vista, anticipa las situaciones dilemticas y aporta alternativas de solucin a los temas y asuntos esenciales de la cotidianeidad, que constituyen los centros de formacin del sentido de la subjetividad social, parte importante de los constituyentes de la identidad cultural.

Por eso, las caractersticas reflexivas y creativas las aplicamos no slo a la construccin del conocimiento y el aprendizaje sino a los temas de la expresin amplia de la persona en diversos campos de su vida social, lo cul tiene, adems, importantes connotaciones en la conformacin de sus valores. (DAngelo,O. 1996).

As, el campo de accin de lo reflexivo y creativo trasciende al mbito de la experiencia vital y de la prctica social de los sujetos que aprenden y construyen una proyeccin de vida basada en una posicin argumentada, creadora, sustentada en valores sociales positivos para convertirse en un modo de hacer cultural de las masas. (DAngelo, O. 1998).

Una hermenutica crtica, psicoanaltica, humanista y marxista se impone en el examen desprejuiciado e integrador de los complejos procesos socioculturales y participativos de la actualidad.

Los intentos de ''desmontaje'', ''deconstruccin'' o'' develacin interpretativa'' de los procesos profundos que conforman la trama de la experiencia humana, tendrian que ser considerados como comprensin integradora. Las posibilidades de un reajuste constructivo para el despliegue de las potencialidades individuales y sociales, pasa por la deconstruccin o desmontaje de los mbitos de contradiccin que permita elaborar creativamente las estrategias desarrolladoras de la participacin sociocultural.

El culto a la dignidad plena del hombre y al sentido de identidad nacional y cultural patriticos, como reclamaba nuestro Jos Mart, constituyen el aliento central de esta intencin. Junto a los valores universales, aquellos procedentes de nuestra mejor tradicin nacional, que enaltecen la dignidad humana o referidos a la solidaridad y a la justicia social o al examen reflexivo a que nos invitara Flix Varela, conforman el marco conceptual de una tica para la prctica social transformadora.

En este sentido, se enfatiza el tomar como punto de partida de la educacin social de valores la experiencia vital, las necesidades e intereses, los hechos de la realidad cotidiana en que estn inmersos los individuos, para proceder a su examen profundo, a la bsqueda de las relaciones y fundamentos, al descubrimiento de la incoherencia y los conflictos morales subyacentes, al debate abierto de las debilidades e insuficiencias y de los mecanismos de manipulacin o de irracionalidad social.

Sobre la base de la formacin ciudadana reflexivo-creativa y la accin consecuente se puede llegar a desarrollar valores ticos personales de alto orden, que aporten a la construccin de proyectos de vida individuales y colectivos, a una sociedad mejor para todos, como antdoto al mal contemporneo de la crisis de valores.

Todas estas pueden ser tareas de diferentes actores sociales en la formacin de la conciencia ciudadana y de la identidad cultural. Los promotores culturales, los maestros, las organizaciones sociales, los trabajadores sociales, los gestores comunitarios, los medios de comunicacin, entre otros, podran orientar proyectos y acciones socioculturales que tuvieran la mirada puesta tambin en los temas ticos de la cotidianeidad, as como en la formacin y el disfrute esttico de la poblacin, componentes importantes del desarrollo humano pleno.

Cuando las personas argumentan, hacen autocorreciones, brindan sustentaciones y construyen el conocimiento con los otros, extraen inferencias, elaboran alternativas, escuchan a los dems y reconocen lo valioso de sus puntos de vista, crean una nueva realidad. Ese aprendizaje desarrollador los estn capacitando para ejercer sus roles sociales de manera ms integral, constructiva y solidaria, como ciudadanos capaces de tomar lo valioso existente y construir, sobre ello, creativamente, en concertacin con los dems.

El nfasis vigostkiano en el papel del dilogo como constructor del pensamiento, de la interaccin social del aprendizaje desarrollador de las potencialidades individuales, se proyecta aqu en el plano constructivo de lo social creativo y humano.

Sobre el trmino cercano de cultura poltica y participativa, consltese a Rafael Hernndez (1999) y a Cecilia Linares, (1996).

El balance entre objetivos del sistema poltico para su autocumplimiento y el balance de las necesidades, intereses, preocupaciones, expectativas, estados de nimo de los individuos y grupos sociales, debe ir dirigido hacia la bsqueda de verdades compartidas ms que a la ejecucin de esquemas de verdades que, por la formalizacin de los espacios participativos, tiendan a convertirse, realmente, en unilaterales o absolutas.

La poltica, conducida en esa direccin, brindara oportunidades a la construccin de una autonoma integradora, basada en las aportaciones de los diferentes actores sociales, en sus posibilidades autoorganizativas y autopoiticas (Varela, Maturana, Capra, Luhman) dentro de un marco de expresin amplio y no restrictivo de sus potencialidades, tendientes a la bsqueda del consenso hacia objetivos compartidos y negociados de desarrollo individual y social.

La autonoma integradora configura, en nuestra elaboracin, un elemento central de la construccin social de una tica emancipatoria dirigida a los objetivos del desarrollo humano en libertad, solidaridad y dignidad, para la realizacin de la justicia social, el progreso y la elevacin de la calidad de vida de todos.

Si la integracin es la base de la cohesin social, ello slo es posible en el contexto de la complejidad social marcado por la incertidumbre, la diversidad, la autoorganizacin de los procesos y sistemas, la dinmica de procesos emergentes (a veces regresivos, otras adaptativos y otras anticipadores y proyectivos), si se fomentan orientaciones productivas autorrealizadoras -en los individuos, grupos y a escala de toda la sociedad- (Maslow, Rogers, Fromm, etc.).

Inspirado en esta idea, A. Maslow elabor su teora sobre las escalas de necesidades humanas. En sentido general, l plantea la prioridad de satisfaccin de las necesidades de supervivencia (de alimentacin, proteccin fsica, etc.); en un sitio intermedio ubica la satisfaccin de las necesidades de autoestima (la importancia de la consideracin, el respeto, la pertenencia e identidad en lo individual y social- y el amor de los otros y de s mismo) y considera que, sobre estas bases de apoyo, se desarrollan y satisfacen, entre otras, las necesidades superiores de autonoma y autorrealizacin.

Estas interrogantes siempre corren el riesgo de ingenuidad o de excesivo utopismo, por desconocimiento de las situaciones de confrontacin del mundo actual y del pas, las polticas de bloqueo contra Cuba, etc. Frente a esos argumentos, en parte vlidos, y los que presentaran todo el abanico de esfuerzos y logros de la poltica social cubana, en el intento de satisfacer unas u otras necesidades vitales -en distintos campos dela vida social: salud, educacin, seguridad social y otros-, cabra mantener la interrogante acerca de las posibilidades de los espacios inexplorados (o de otros limitados por la tradicin o estilos autoritarios predominantes) que podran, con la aportacin de todos, trazar caminos de solucin novedosa y abrir las energas positivas al desarrollo del pas desde la creatividad de todos los sujetos sociales.

El propio modelo (poltico, econmico, social, cultural) sera, en esas condiciones de las nuevas formas de participacin, un modelo abierto a las aportaciones y construcciones, con capacidad de entrada a nuevas visiones realizadoras de la tica emancipatoria y, por tanto, regido por las reconstrucciones posibles en todos los planos del conocimiento y de la vida social.

En el marco de esta autonoma integradora se elaboraran (reelaboraran) nuevas normas jurdico-sociales garantes de la construccin social emancipatoria. Nueva cultura participativa como ambiente de transparencia, replanteamientos y dilogo reflexivo constructivo, en la que se limitan las condiciones para la reproduccin de la esquizofrenia social y la doble moral y se crearan para renovar nuestras construcciones y experiencias histricas concretas de la cotidianeidad y la cubanidad; renacera una nueva cultura como momento trascendente y creador, redimensionamiento proyectado del sentir, pensar y actuar hacia una sociedad socialista cada vez ms humanizada.

Al quedar los sujetos mismos de la accin, en poder (empoderados) de imaginar, elaborar, debatir, consensuar, actuar, ejecutar y controlar sus propias tesis y decisiones, se crea la posibilidad de expresin de una mayor coherencia tica de los individuos, grupos, instituciones y de toda la sociedad.

Un tema de referencia inexcusable sera el del papel de los procesos de educacin social en la transformacin de la sociedad, conjuntamente con otros procesos de la dinmica social emergente que configuran, desde lo socioestructural y sus contradicciones objetivas y la accin de mecanismos superestructurales, lo que requerira de otro espacio de elaboracin adicional.

El planteamiento de los 4 aprendizajes bsicos enunciados por la UNESCO (aprender a aprender, aprender a convivir, aprender a hacer, aprender a ser) forman una base de comprensin de los procesos integrados de aprendizaje, pero se mantienen en una perspectiva genrica y abstracta respecto a los fines sociales emancipatorios, aunque stos se contemplaran desde una diversidad posible; no se pronuncian hacia que tipo de transformacin deben dirigirse.

Valdra la pena una aclaracin al respecto: Las teoras del aprendizaje han estado en funcin de investigar los mecanismos y procesos mediante los cules se establecen nuevas estructuras mentales, ya sean de orden procesual cognitivo o de orden afectivo. Se aprende, entonces, cuando se logran conocimientos y cuando se estructuran en redes mentales de cierta manera. Una diferencia clsica es la de las teoras del desarrollo, con nfasis en la interaccin socio-cultural, con respecto a las de maduracin biolgica de procesos, de origen piagetiano. Una consideracin desde esos ngulos, por supuesto, es imprescindible. Cuando hablamos de aprendizaje desarrollador no obviamos la accin de estos procesos, pero nos proyectamos a su expresin en el marco social y de autorrealizacin individual-social en el que otras formaciones de valor e ideales y prcticas son requeridas.

Como dice G. Girardi (1998, pg. 54, 55), se trata, esencialmente, de romper la comunidad educativa que refleja la sociedad de dominacin para crear una que anuncie la sociedad de autogestin. La educacin liberadora debe, pues, superar en primer lugar la relacin autoritaria entre educadores y alumnos. No suprime la autoridad, pero transforma radicalmente su sentidopondr en lugar de las motivaciones tradicionales fundadas en la competencia, en el individualismo, en el egosmo, unas motivaciones de otro orden que se fundan en la generosidad, en el espritu de equipo, en la solidaridad con los oprimidosla educacin liberadora est iluminada por esa bsqueda de sentido.

Este tema lo he trabajado (en varias ponencias de eventos y artculos, en los ltimos aos) a partir de la necesidad de integracin entre enfoques histrico-culturales, humanistas, crtico-reflexivos, de complejidad y otros. (DAngelo, O., 2002 a, 2002b, 2003).

Es por esto que M. Langn (2000) afirma que: parece bastante adecuado hablar de comunidad de aprendizaje (o de formacin o de educacin), pues justamente lo que tienen en comn sus miembros, lo propio de todos sus integrantes, es estar aprendiendo, estar en proceso educativo o formativo. Pero. ms bien podra (debera) intentar llegar a serlo o conformarse como (comunidad de indagacin),...lo importante es proponer la comunidad de indagacin.(en todas las reas de conocimiento) Un tema de mucho inters al respecto lo constituye el de las caractersticas de la figura (funcin) de coordinacin del proceso reflexivo-indagatorio en estas comunidades reflexivas. Se ha generalizado el concepto de facilitador (proveniente de las concepciones de dinmica grupal). Nosotros hemos aclarado diferencias sustanciales del facilitador de comunidades reflexivas, dado que l promueve activamente la reflexin crtica y no slo es un moderador del grupo. (Gonzlez Amrica, 1995, 2003; DAngelo O.,1996, 1998, 2001). No obstante, creo que la nocin de facilitador reflexivo debe complementarse con la de coordinador de grupos, propia del psicoanlisis social, en tanto persona que propicia la interpretacin, a partir de la observacin de emergencias grupales. Tal vez el nuevo concepto debera enunciarse como el de la funcin de un coordinador reflexivo.

Se trata, entonces de que el poder, en lugar de reducirse a una estrategia de manipulacin, deba convertirse en un dispositivo de aprendizajeme refiero a un proceso que desarrolle el protagonismo de los sujetos populares, su capacidad de saber y de poderuna posibilidad de fortalecer la constitucin de un sujeto popular colectivo, an en sus mltiples expresiones e identidades. Un espacio para construir poder, aprender a ejercerlo, percibir los lmites y potenciar procesos de aprendizaje; he aqu la riqueza y el desafo de una pedagoga del poder (Ibdem, pg.35, 46, 50).

El proyecto de vida es, en gran medida el fruto de la experiencia anterior de las personas y la sociedad- volcada en la actualidad y el devenir. La construccin de Proyectos de Vida creativos, hace posible lograr una dimensin integradora de las personas grupos, sociedad- en direcciones vitales principales que la implican en todas la esferas de las actividades sociales (laboral-profesionales, familiares, recreativas, socioculturales, sociopolticas, relaciones interpersonales de amistad y amorosas, organizacionales, etc.), como expresin de integracin todo el campo de la experiencia individual-social.

La proyeccin personal y social constructiva y desarrolladora es la expresin del ser y hacer de un individuo armnicamente contradictorio consigo mismo y con la sociedad, con una conciencia tica ciudadana para la responsabilidad, la libertad y la dignidad humana.

Los Proyectos de Vida tienen carcter anticipatorio, modelador y organizador de las actividades principales de los individuos, y contribuyen a delinear los modos de existencia caractersticos de su vida cotidiana en la sociedad, que pueden ser importantes expresiones de la identidad cultural y prefigurar la sociedad necesaria y posible.

La lgica de este enfoque est en relacin con las potencialidades del Programa PRYCREA y su asimilabilidad de nuevos enfoques (complejidad, competencias de desarrollo humano, proyeccin emancipatoria a lo social).

PRYCREA (Desarrollo de la Persona Reflexiva y Creativa), creado por Amrica Gonzlez Valds, es un programa de formacin-investigacin-transformacin que cuenta con ms de 12 aos de experiencia en aplicaciones al mbito educativo, de investigacin cientfica, comunitario y de direccin social, que es auspiciado por el Centro de Investigaciones Psicolgicas y ha tenido coauspicios de UNESCO y el Convenio Andrs Bello.

Sus aportes posibles pueden dirigirse a la conformacin de espacios de cultura reflexiva y creativa para la participacin integral de los actores sociales de los procesos autogestivos, a travs de Comunidades reflexivas cuyo propsito es el de propiciar como:

aprender a pensar y debatir, problematizar, concertar, clarificar, convivir con las diferencias, reconciliar los puntos de vista de acuerdo con principios y valores, negociacin de conflictos para lograr consensos desarrolladores, formacin de una postura tica de tolerancia, respeto, compromiso y concertacin social, promocin de valores humanistas, de solidaridad, honestidad y dignidad humana conducentes a desplegar procesos de autogestin para la autotransformacin social en el sentido del desarrollo humano integral emancipatorio.

Los Mtodos transformativos generados en PRYCREA mantienen el sustento terico resumido en los criterios o principios generales en que se funda el Programa y sus procedimientos son consistentes con una prctica reflexiva, reconstructiva, problematizadora y transformadora, de amplias potencialidades de aplicacin en diferentes campos de la vida social. Otras tcnicas y procedimientos grupales, dramticos, etc. mantienen sus posibilidades de articulacin complementaria.

Mtodos:

Dilogo reflexivo

Comunidad de Indagacin

Indagacin Crtico-Creativa

Vas no convencionales para aprender y ensear

Aprendizaje por transferencia analgica

Anticipacin conjetural creativa

Problematizacin (Formulacin y Solucin de Problemas)

Procedimientos para la (re)construccin de proyectos de vida creativos.

APRENDER A APRENDER O APRENDER A CONOCER:

(una nueva concepcin acerca de qu es aprender, qu es comprender y qu es conocer, de manera diferente a la tradicional y que involucra otras formas de construccin del conocimiento a partir de su enjuiciamiento reflexivo, de cuestionamiento de lo dado, de problematizacin de la realidad y del conocimiento existente, para el anlisis de perspectivas y generacin de alternativas por los sujetos de la prctica social concreta).

APRENDER A EMPRENDER O APRENDER A HACER:

(consecuentemente con lo anterior, otra manera de relacin con el entorno a partir de la propia experiencia vital en constante transformacin, de apertura, flexibilidad, problematizacin y reconstruccin de nuevas formas de prctica profesional, institucional y social, ms creativas y propositivas, en los entornos en exploracin y transformacin).

APRENDER A VIVIR JUNTO:

(se trata de reconstruir una manera de relacin y cooperacin con los dems basada en la comprensin y la estimacin del otro, en un contexto de diversidad regido por valores de solidaridad y dignidad humanas en el que se reconoce la existencia de conflictos y de modos constructivos de su enfrentamiento con orientacin hacia el desarrollo humano, en lo histrico y lo social).

APRENDER A SER:

( una comprensin del ser humano como individuo capaz de regir sus destinos a partir de la construccin de su identidad personal social, guiado por una autonoma responsable y basada en valores ticos, y de una sociedad que garantice la promocin de esos valores, vas y oportunidades para el florecimiento de las personas y un desarrollo integral propiciador de felicidad posible en las condiciones concretas de vida).

Nuestras elaboraciones y aplicaciones, han destacado los siguientes aspectos interpretativos:

-Las competencias son modos de desempeo que articulan componentes cognitivos (de conocimientos y procesuales), experienciales, afectivos-actitudinales-motivacionales.

-En este sentido, son modos integrados de expresin de la persona ante determinadas situaciones comportamentales en el contexto. Las consideramos, entonces como construcciones psicolgicas integradoras de sus comportamientos y que se articulan con mecanismos y procesos generales de autorregulacin y autodireccin de la persona en sus actividades de relacin con el mundo de los objetos y de las interacciones sociales .

-Se aplican en el marco comprensivo de los enfoques crtico-reflexivos, creativos, humanistas, histrico-cultural y liberador.

-Iinteresa destacar, en ese sentido, la formacin de las dimensiones de competencias reflexivo-creativas, de interaccin social y contenido tico, y las autodirectivas y de proyeccin vital.

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