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    aos. Restos encontrados en 1971 en Playa Brava y Cavancha constataron la pre-sencia de grupos nmades que aprovechaban las aguas provenientes de aguadas dellugar, hoy desaparecidas. Prximo al antiguo muelle de pasajeros, en la que erallamada Aguada de Iquique, en 1962 fue encontrado un cementerio prehispnicoafiliado a etapas agroalfareras tardas (1200-1500 d.C.). Otros asentamientos pre-colombinos, de posterior data, han sido ubicados en los hoy populares barrios deLa Puntilla y El Morro2.

    La actividad del casero indgena no vari mayormente una vez iniciada laconquista espaola, al menos hasta 1556, cuando comenzara la explotacin delmineral de plata de Huantajaya. El rol de Iquique durante el perodo de esplendordel mineral se limitara a ser el puerto de desembarque de trabajadores y aventure-ros, y de descarga de productos de primera necesidad con destino al mineral,principalmente agua, concentrndose la actividad comercial en el propio yacimien-to. La aldea de Iquique, en esta poca, jams cumplira la funcin de puerto de laplata. Parte importante del mineral extrado era conducido directamente a Caran-gas, donde era acuado, envindose luego va terrestre a Arica, donde estaban lasCajas Reales. La abundancia de piratas y corsarios en la costa del Virreynatohacan esta prctica necesaria. En 1574 Francis Drake asol la aldea, pudiendoencontrar solo trece barras de plata3.

    Mientras Huantajaya reciba a miles de personas deseosas de fortuna, la activi-dad del naciente puerto de Iquique se limitaba al envo a Arica de brea para

    embadurnar las badanas del azogue y de los odres, pescado seco y guano, explota-do en la isla Serrano por un grupo de indgenas y esclavos negros4.Las limitadas perspectivas comerciales del enclave eran comprensibles por el

    escaso nmero de habitantes residentes durante el perodo colonial. En 1681 unnavegante ingls, de paso por el puerto, lo describa como un casero de veinte casashabitado por no ms de cincuenta personas. Tiempo despus, en 1753, la revista deindios del corregimiento de Arica registraba en el puerto solo 27 indgenas, tanpobres que ni siquiera estaban en condiciones de pagar tributos5. En 1764 el irlandsAntonio OBrien visit la aldea, informando de la presencia de entre 25 y 30 indge-nas y un nmero todava ms reducido de mestizos. Destacaba la presencia de unarrendatario de la explotacin de guano y juez de marina, Antonio Cuadros (propie-tario adems de la nica casa slida del casero), el alcalde y el alguacil. Los datosde OBrien seran confirmados un ao despus por el gegrafo Cosme Bueno, quienagregara que la gran parte de la poblacin segua viviendo de la pesca del tollo y elcongrio, como vena ocurriendo desde haca ms de un siglo6. En 1791 el intendente

    2 Vctor Constanzo y Osvaldo Ossandn, Acuferos costeros en el Norte Grande de Chile, en Revista Geogrfica de Valparaso , N 16, Universidad Catlica de Valparaso, 1985, 5.

    3 Pedro Bravo Elizondo y Sergio Gonzlez Miranda, Iquique y la Pampa. Relaciones de corsa-rios, viajeros e investigadores , Iquique, 1994, 17.4 Vicente Dagnino, El corregimiento de Arica , Arica, 1909, 168.

    5 Sergio Villalobos, La economa de un desierto , Santiago, 1979, 56.6 Cosme Bueno, Descripcin geogrfica de las Provincias pertenecientes al Reyno del Per,

    Chile y Ro de la Plata , Lima, 1763, 91.

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    Antonio lvarez y Jimnez describa el puerto como de muy corto vecindario,careciendo no solo de las producciones para la mantencin de sus habitantes, condu-cindose todo de fuera, causa por la que aquella repblica no se ha extendido a msde habitar pescadores7.

    La escasa poblacin se reflejaba en su escasa productividad y en el magroaporte del enclave a las Cajas Reales. Considerando el aporte conjunto de Iquique,Arica y Pica al erario del Rey, en 1785 el puerto aport poco ms de un veinte porciento del total; en 1793 la contribucin bajara al quince y en 1804 a solo el sietepor ciento del total recaudado8.

    A excepcin de la actividad pesquera y guanera, hacia fines del siglo XVIII laaldea no presentaba mayor actividad. Desde 1786 funcionaba un buitrn para lamolienda y el beneficio de metales; en diciembre de 1788 se habilitaba una aduanacon el propsito de controlar el reducido trfico comercial. En 1789 un carpinterovasco se radic en el casero calafateando embarcaciones, logrando cierto recono-cimiento, al punto que en 1790 el cientfico Alejandro Malaspina, de paso por elpuerto, sealaba que Iquique solo era un fondeadero apto para alijar los efectos9.

    Y es que motivos para no vivir en el Iquique colonial sobraban. Un factordeterminante era la extrema sequedad del entorno y ausencia absoluta de agua,obligando a transportarla desde Pisagua o Arica, siendo vendida a precios exorbi-tantes. La lejana de los centros de distribucin de alimentos era tambin funda-mental, tanto como la dependencia del puerto de la vecina ciudad de Arica, puerto

    mayor desde mediados del siglo XVIII y punto obligado de fiscalizacin y embar-que de todos los productos con destino a Iquique.Por otro lado, la escasa proteccin policial y militar, haca que la ciudad fuese

    vulnerable a ataques de piratas o conmociones interiores. En 1600 Oliverio vanNoort saque el pueblo, incluida su capilla; en 1781, a raz de la revolucin deTupac Amaru, la poblacin extranjera residente en el interior se refugi en Iquiquea la espera de un barco que los alejase de la zona, mientras eran hostilizados porlos indgenas sublevados. La situacin se repetira en 1808, a raz de una insurrec-cin militar de un comandante espaol en Tarapac, y en 1815, como consecuenciade la rebelin indgena en Tarapac liderada por el cacique Choquehuanca10.

    La falta de estmulo para poblar Iquique se relacionaba tambin con los duroscompromisos econmicos a los cuales estaban sometidos los indgenas y esclavos,principalmente en lo referido al pago de tributos a quienes gozaban de los dere-chos. En 1628 el conde de Monterrey, tributario de la encomienda de Tarapac,

    7 Memoria legalizada de la visita que en cumplimiento de las ordenanzas de Intendentes hizo ala provincia de Arequipa su gobernador Intendente, en Vctor Barriga, Memorias para la historia de

    Arequipa, 1786-1791 , tomo tercero, Arequipa, 1948, 231.8 Jos Mara Cassasas, Algunas noticias sobre los partidos de Arica y Tarapac hacia fines del

    siglo XVIII y principios del XIX, en Norte Grande , volumen I, N 2, diciembre de 1974, 221.9 Alejandro Malaspina,Viaje cientfico alrededor del mundo , Madrid, 1885, 93.10 Manuel de Mendiburu, Diccionario histrico biogrfico del Per , Lima, 1874, tomo primero,

    49; Basilio Hall, Estracto de un diario de viaje a Chile, Per i Mjico en los aos 1820, 1821 i 1822 ,Santiago, 1906, 234; Jorge Hidalgo Lehued, Indian Society in Arica, Tarapac and Atacama, 1750-1793, and its response to the rebellion of Tupac Amaru , Tesis Ph.D., University of London, 1986, 238.

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    Sibaya, Iquique y los puertos del Loa, tena derecho a recibir un tributo anual dedos pesos oro por persona, pagaderos uno el da de San Juan y el otro en Navidad,monto que equivala a la mitad del ingreso anual de un trabajador de la Isla Serra-no11. El resultado de la medida habra sido la desercin de la mayor parte de losindgenas al interior o lejos de los compradores, reducindose notoriamente elimporte recaudado. En 1730 un nuevo tributario, el marqus de Lara, cedera elcobro de los derechos de los indgenas del puerto de Iquique a un particular me-diante la subasta pblica, conservando el cobro de las restantes encomiendas12.

    El reducido nmero de habitantes en el Iquique colonial puede tambin enten-derse por las continuas epidemias que asolaron Tarapac en 1717, 1758 y 1804.Este ltimo ao la fiebre amarilla caus la muerte de catorce residentes en elpuerto, obligando al resto de la poblacin a marcharse. Un informe de 1806 reportauna poblacin de apenas cuarenta personas; tres ao despus el nmero de habitan-tes haba subido a cien, distribuidos ya entonces en los dos barrios ms representa-tivos de la ciudad: La Puntilla (extranjeros) y El Morro (indgenas y mestizos)13.

    El poco atractivo de vivir en Iquique queda demostrado con el hecho de que,tras la decadencia de Huantajaya, a mediados del siglo XVII, el puerto no absorbe-ra siquiera una parte mnima de su poblacin, mantenindose esta constante (noms de cien habitantes) durante ms de dos siglos.

    Los aos oscuros

    El proceso independentista chileno afectara el devenir del decadente puerto. En junio de 1818, una vez conocido el triunfo del ejrcito libertador en Maip, ytemiendo una posible invasin, las autoridades del Virreinato ordenaron la organi-zacin de un plan de defensa costero entre El Callao y Cobija, enviando fuerzas dedefensa a cada uno de los puertos y caletas del litoral. Iquique concentr un peque-o destacamento realista que tuvo que hacer frente, en septiembre de ese ao, alintento de asalto de un grupo de supuestos insurgentes chilenos, argentinos e ingle-ses. Atrapados poco tiempo despus, resultaron ser una banda de salteadores quemeses antes haban saqueado la ciudad de Pacocha, sin tener vinculacin alguna

    con movimientos emancipacionistas. Recuperados parte de los enseres robados, lanave fue hundida frente a la isla Serrano, mientras los detenidos fueron enviados aArica, donde fueron sometidos a proceso14.

    11 Rmulo Cuneo Vidal, Los duques de Alba en Espaa, herederos histricos del ttulo deencomenderos de Tarapac, Sibaya, Iquique y puertos del Loa, en Revista Chilena de Historia yGeografa , N 69, abril-junio de 1930, 129.

    12 Sergio Villalobos, Revista de los indios del corregimiento de Arica en 1753, en RevistaChilena de Historia y Geografa , N 148, 1980, 74-75.

    13 Manuel Sobreviela,The present state of Per , London 1806, 376; Dimas Filgueira, Historiade las Compaas de Bomberos de Iquique y datos estadsticos referentes a las mismas hasta el ao de1888 , Iquique, 1888, 9.

    14 Biblioteca Nacional, Coleccin Barros Arana, Manuscritos, volumen 100,Proceso de Maip ,1818, fs. 60 y 71.

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    La proclamacin de Jos de San Martn como Protector del Per no cambimayormente la situacin del sur peruano, que permanecera leal a la autoridadhispana. El 15 de abril de 1821, San Martn orden el bloqueo de caletas y puertoscomprendidos entre los paralelos 15 y 22 30 latitud sur, esto es, desde el puertode Nazca hasta Cobija. La aldea de Iquique fue sitiada por el bergantn Belgranoy tres embarcaciones menores con la orden de cortar todo tipo de aprovisionamien-to, perseguir el contrabando al interior y evitar la fuga de realistas15.

    El bloqueo del puerto, el primero de su historia, se mantuvo hasta noviembre de1822, cuando se produjo el desembarque e invasin de parte del ejrcito libertador,siendo recibidos por los pocos pobladores residentes con demostraciones del gozoms puro y sincero, luego de sufrir, durante el tiempo que dur el bloqueo,continuos abusos y saqueos por parte del ejrcito realista. El desembarco daratambin al Per sus primeros hroes republicanos, el teniente coronel Pedro de LaRosa y el sargento mayor Manuel Taramona, muertos durante la operacin y eleva-dos a esa categora por el gobierno peruano en 182316.

    La independencia peruana y la anarqua poltica e los aos posteriores profundiza-ron los problemas del casero, al no disponer de autoridades permanentes y restringirseel intercambio comercial como consecuencia de la contraccin econmica heredada dela guerra. La sensacin de inseguridad se comprobara en 1824, cuando parte delejrcito espaol proveniente del Alto Per se embarc por Iquique rumbo a Chilo.Antes a su retirada por el puerto saquearon dos modestas casas comerciales y asesina-

    ron a un residente britnico. Igualmente violentos fueron los enfrentamientos entre unsector del ejrcito peruano radicado en Tarapac, opositor a la designacin de SimnBolvar como Presidente Vitalicio, con fuerzas leales a su gobierno, que invadieron laprovincia en 1826 a travs de Iquique17. Como resultado de la inestabilidad, los resi-dentes de la aldea optaron por marcharse de la aldea, dejndola en el ms absolutoabandono. En 1827 una expedicin francesa, que realiz un reconocimiento geogrficodetallado desde Mejillones a Ilo, describiendo cada uno de los poblados intermedios,no hace referencia alguna respecto a la existencia de Iquique18.

    La aldea renace

    El resurgimiento de Iquique comenzar en 1828. El 9 de marzo de ese ao elgobierno peruano permiti la exportacin de desmontes de Huantajaya. En mayode ese ao el Presidente La Mar autoriz a Juan Alba para explotar y exportarsalitre, a cambio de pagar un impuesto del cuatro por ciento sobre quintal exporta-do. El xito de ambas iniciativas posibilit, a partir de marzo de 1830, la restaura-

    15 Manuel Odriozola, Documentos histricos del Per en las pocas del coloniaje y despus dela conquista y la independencia hasta el presente , tomo tercero, Lima, 1872, 359-360.16 Odriozola, tomo quinto, 1873, 316-317.

    17 Coleccin de documentos relativos a la vida del Libertador de Colombia y del Per Simn Bolvar para servir a la independencia de suramrica , Caracas, volumen 18, 1833, 137-138.

    18 M. Lartigue, Description de la cote du Perou entre 19 et 16 20 , Pars, 1827, 5 y ss.

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    cin de la aduana, inoperante desde inicios de siglo. Ese ao se exportaran por elpuerto ms de ochocientas toneladas de nitrato. Cuatro aos despus los envos sehaban sextuplicado19.

    La bonanza generada por la venta del salitre increment levemente el nmerode habitantes. Mientras en 1824 el nmero de habitantes no pasaba de los cien, en1833 superaba los seiscientos. Buena parte de los nuevos residentes eran extranje-ros. En 1826 los britnicos George Smith y William Bollaert se vincularon a laindustria del salitre y prepararon el primer mapa general de la provincia, radicn-dose en Iquique por aos. Desde inicios de la dcada de 1830 residan en la ciudadcuatro franceses, nueve sbditos britnicos y veinte chilenos, dedicados a diversosoficios20. En 1838 arribaba a la ciudad John Blake, quien durante un ao recorrery describir de las an rudimentarias oficinas, residiendo un tiempo en Iquique,un pueblo pequeo, desolado y carente de todo. En 1839 el francs AlejandroCochet inauguraba el primer laboratorio qumico de la ciudad21.

    El atractivo comercial derivado de la transformacin del puerto en punto exporta-dor del salitre foment tambin la especulacin. En 1835 Charles Darwin, de visitaen la ciudad, sealaba que el arriendo de un par de mulas costaba cinco librasesterlinas, un tonel con 18 galones de agua ms de cuatro y que una botella de aguacostaba tres peniques. Lo mismo ocurra con algunos artculos de consumo: en 1836el capitn de puerto sealaba que no era posible conseguir frutas y verduras en lalocalidad porque simplemente nadie poda pagar el valor cobrado por ellas22.

    El sobreprecio de los productos poda ser pagado por algunos visitantes, perono por todos los habitantes, quienes comenzaron a ver en la poblacin extranjeraresidente a los culpables de las carestas. En 1834, a raz del robo de la iglesia dela aldea, tres franceses fueron considerados como autores, siendo enviados deteni-dos a Arequipa, donde se comprob su inocencia. Mientras eran procesados, eltemplo nuevamente fue saqueado, culpndose esta vez a tres comerciantes ingleses,quienes fueron golpeados y paseados desnudos por las calles. Puestos a resguardopor el capitn de puerto, se les prohibi abandonar el puerto hasta que el robo nofuese aclarado. Despus de cuatro aos de espera, siete peruanos fueron detenidoscomo agresores del sbdito britnico. Tres de ellos confesaran ser autores de laprofanacin de la iglesia23.

    19 Ronald Crozier, El salitre hasta la Guerra del Pacfico: una revisin, en Historia 30, 1997, 58-59.20 scar Bermdez, Historia del salitre desde sus orgenes hasta la Guerra del Pacfico , Santia-

    go, 1963, 127-134.21 John Blake, Geological and miscellaneous notices of the province of Tarapac en American

    Journal Science , volumen 44, 1848, 2; William Bollaert, Antiquarian, ethnological and other resear-ches in New Granada, Equador, Peru and Chile with observations on the pre-incarial, incarial, and other monuments of peruvian nations , London, 1860, 255; Alejandro Cochet, Disertacin sobre elguano de Iquique y su influencia en la formacin del nitrato de soda de Tarapac , Lima, 1841, 20.

    22 Charles Darwin,Viaje de un naturalista alrededor del mundo , Buenos Aires, 1945, 278; Archivo Nacional, Coleccin Vicua Mackenna (en adelante VM), volumen 200, fs, 17b, 24 de octubrede 1839.

    23 Documentos que ilustran el reclamo de Santiago Webster al Gobierno del Per por los agra-vios y crueldades de que fue vctima durante un motn popular contra estrangeros, que estall en

    Iquique en la maana del 27 de Junio de 1835 , Lima, 1839, 2 y ss.

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    El ataque contra la poblacin extranjera y el ambiente xenfobo tena ciertorespaldo de las autoridades. En abril de 1837, el gobernador de puerto sugera algobierno, a raz de la expulsin de veinticinco chilenos, aprovechar la circunstan-cia para hacer lo mismo con todos los extranjeros, bajo el pretexto de especula-cin y mal trato. No tuvo xito. Tiempo despus, en octubre de 1839, otro gober-nador insistira en la misma apreciacin, sealando que el estado de abatimiento dela provincia de Tarapac se deba exclusivamente al monopolismo ejercido porlos extranjeros avecindados en el puerto de Iquique24.

    La decadencia iquiquea en los inicios del ciclo salitrero, sin embargo, respon-da a situaciones derivadas ms de la inestabilidad poltica peruana de esos aosque de supuestos monopolios extranjeros. En 1834 el general Domingo Nieto sesublev en Arequipa contra el gobierno de Luis Jos Orbegoso, quien dispuso elbloqueo de Arica, suspendiendo el envo de todo tipo de provisiones a Iquique25.La guerra contra Chile, iniciada en 1836, implic el cese de las transaccionescomerciales con nuestro pas, afectando a la ciudad tanto por la restriccin de losenvos de nitrato a Valparaso y Talcahuano como por la suspencin de importa-ciones de productos e insumos esenciales la industria salitrera, especialmente comoel carbn y el afrecho, y que se internaban exclusivamente por Iquique. A fines deese ao, el gobierno del Andrs de Santa Cruz, temiendo un eventual desembarcode la ciudad, dispuso la destruccin de todo el salitre almacenado en el puerto y eltraslado hacia el interior, lejos de la lnea de fuego, de la totalidad de especies

    resguardadas en la aduana, al igual que vveres y provisiones esenciales.El riesgo de ocupacin y el cierre del puerto incentiv el contrabando porpuertos menos expuestos, como Pisagua. Al trmino de la guerra los nicos ingre-sos que reciba la ciudad eran los provenientes del pago de derechos por la explota-cin del guano en el Pabelln de Pica, y que solo alcanzaban para mantener laescuela de primeras letras del poblado26.

    Apremiados por la miseria, en agosto de 1840 el Prefecto provincial, Manuel deMendiburu solicitaba al gobierno proteger la internacin de productos a travs delpuerto, rebajando a la mitad o a la tercera parte los derechos que hasta ese entoncespagaban en Arica los bienes de consumo importados desde Chile con destino aIquique. A cambio, Mendiburu propona que el comercio de cabotaje entre esosdos puertos lo realizaran exclusivamente buques peruanos, pese a reconocer queen los puertos de este departamento no hay buques peruanos y que solo cada dosmeses aparece uno27.

    La solicitud de Mendiburu no solo no sera escuchada. En noviembre de ese aoel gobierno restableci el impuesto del cuatro por ciento sobre el quintal de salitre,gravamen que haba sido abolido en agosto de 1839 por Ramn Castilla, entonces

    24 VM, 198, f. 169, 24 de julio de 1839.25 Juan Gualberto Valdivia, Memorias sobre las revoluciones de Arequipa desde 1834 hasta1866 , Lima, 1874, 11-14.

    26 VM, 198, f. 259, 27 de agosto de 1839.27 Idem, 200, f. 99, 28 de agosto de 1840.

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    internacin de trigo, cebada, maz, charqui, manteca y afrecho. Algunos de estosproductos, como los sacos vacos, lea y carbn de piedras, se introduciran libresdel pago de contribuciones en buques de cualquier bandera31.

    Poco tiempo despus, el 11 de noviembre, fue permitido a las embarcacionesperuanas internar vveres de cualquier clase pagando solo la mitad de los derechoscorrespondientes. Productos como aguardiente, carbn, lea y tabaco quedabanincluso exentos de pago. Los buques extranjeros no tenan las mismas facilidades.Si bien podan transportar a Iquique los mismos productos, quedaban afectos alpago los derechos correspondientes32.

    El personal del puerto y fiscalizacin tambin aumentara de modo significati-vo: en marzo de 1847 se creaba la diputacin de comercio de la provincia deTarapac, con asiento en Iquique. Su funcin, entre otras, era conciliar a los co-merciantes en sus demandas mercantiles, calificar matrculas de comercio y llevarel registro y control de los buques dedicados al cabotaje. El personal de puerto, quehasta noviembre de ese ao constaba solo con un capitn de puerto y cuatro guar-das, se elev a un capitn con rango de teniente primero, un cabo, un patrn ycuatro grumetes. La Aduana, independiente en sus funciones, contara con un te-niente administrador, un amanuense, un cabo de resguardo, seis guardas, un patrnde fala y dos marineros33.

    La proteccin y estmulo de Castilla no se limit al comercio. En diciembre de1847 los vecinos de la ciudad fueron eximidos de pagar contribuciones por concep-

    to de bienes races, en razn de ser Iquique una poblacin nueva, de no ms demil habitantes, sin agua potable, sin vveres, y que necesita especial proteccinpara ensanchar una valiosa industria desprovista de brazos y de otros auxiliosindispensables34.

    El amparo de Castilla a su provincia natal fue retribuida por la poblacin endiversas ocasiones. Los primeros das de 1845, tras ser derrocado y enviado al exilioa Chile, el general Manuel Ignacio Vivanco desembarc en Arica intentando iniciaruna revuelta militar en Tarapac. Para su desgracia, no logr adhesin a su causa enIquique. En febrero de 1845 su nave fue bombardeada frente a la isla Serrano, siendocapturado por las tropas leales a Castilla. En retribucin a su fidelidad, ese ao laciudad fue honrada por el gobierno como ejemplo de patriotismo35.En julio de 1848, una rebelin iniciada en Moquegua contra Castilla y continuadaen Tarapac por el general Jos Flix Iguan, logr dominar la frrea resistencia de lapequea guarnicin militar de Iquique. Como una forma de asegurar su permanencia ypoder financiar la revolucin, Iguan prometi a industriales y comerciantes no aplicarimpuestos extraordinarios al salitre exportado y a las transacciones locales. Descon-

    31 EP, 12 de noviembre de 1845.32 Idem, 11 de diciembre de 184533 Coleccin de leyes, decretos y rdenes publicadas en el Per desde el ao 1821 hasta 31 de

    diciembre de 1859 (en adelante CLDO), Lima, 1864, tomo undcimo, 441; Eduardo Carrasco,Gua de forasteros de la R epblica peruana para el ao 1841 , Lima, 1840, 260; EP, 18 de noviembre de 1847.

    34 EP, 8 de diciembre de 1847.35 Idem, 28 de julio de 1845.

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    fiando de su palabra, los afectados prepararon una rebelin armada que en poco tiemporedujo a los sublevados. En seal de gratitud, Castilla dispuso, en septiembre de 1848,rebajar el derecho del cuatro por ciento por quintal que gravaba al salitre exportado porIquique a solo seis reales. En octubre de 1849 decretara la exencin total del derechofiscal, aumentando la produccin y exportacin de manera notable36.

    La suma de privilegios concedidos tanto a la actividad salitrera como al puertose vera reflejada en el mejoramiento de la infraestructura local y en el aumento delnmero de habitantes. En enero de 1848 comenzara la construccin de una garitade control frente a la caleta de desembarco. En marzo de ese ao se dio inicio a lostrabajos de despeje de la baha con el objeto de construir un muelle. A fines de1848 se enviaba a Lima un expediente solicitando la construccin de un edificiopara la nueva aduana, que reemplazara a la antigua en muy mal estado37.

    En septiembre de 1849 el gobierno peruano orden la construccin de una iglesiaapropiada para el pueblo, comprometiendo una ayuda estatal equivalente a un terciode los gastos necesarios para edificarla. Diversas circunstancias retardaran su cons-truccin hasta junio de 1855, cuando las autoridades encargaran a Guillermo Whe-elwright la compra en Inglaterra de la estructura metlica del templo, otorgndoleuna letra por tres mil libras esterlinas a cambiar en la casa comercial de AntonioGibbs e Hijos, en Londres, con una comisin del diez por ciento de esa suma38.

    En 1854 el gobierno autorizaba a la casa comercial Cousio y Garland elprivilegio exclusivo por 25 aos para tender una caera desde el interior y condu-

    cir al algn punto de la costa a su eleccin salitre licuado. El punto elegido fueIquique. Concluido en 1860, el ducto pasara a propiedad de la oficina Barrene-chea, prestando un vital servicio de abastecimiento de agua para el consumo de lapoblacin bajo el bloqueo chileno, los primeros meses de la Guerra del Pacfico39.

    El estmulo estatal a la economa local y la migracin contribuira a incremen-tar la infraestructura local y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. En 1840el francs Bernardo Digoy instal la primera mquina desalinizadora de agua,produciendo 180 galones diarios. Diez aos despus, otras seis estaban en opera-ciones. En 1843 el comerciante chileno Manuel Flores estableci la primera com-paa de porteo de agua desde Arica, habilitando tres naves para el servicio ytrasladando por viaje ms de quince mil galones en cada una. El mismo ao co-menzara la venta de agua especial (mineral) proveniente de Mamia. A partir de1853 el chileno Domingo Herrera comenz un servicio de transporte regular depasajeros, correo y vveres entre Arica e Iquique40. En abril de 1852 el gobiernoperuano conceda al norteamericano Rollin Thorne el privilegio exclusivo por nue-ve aos para proveer de nieve (hielo) los puertos de Iquique y Arica, estableciendo

    36 EP, 10 de septiembre de 1848 y 6 de octubre de 1849.37 Idem, 25 de mayo de 1848.38 CLDO, tomo sexto, 1861, 38. Vase tambin EP, 6 de octubre de 1849 y 27 de junio de 1855.39 EP, 6 de junio de 1854.40 Guillermo Billinghurst, El abastecimiento de agua potable del puerto de Iquique , Iquique,

    1887, 80; Archivo Nacional, Ministerio de Relaciones Exteriores (en adelante RREE), volumen 17, f.637, 1 de octubre de 1863.

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    en el plazo de un ao depsitos en esos puertos, los que finalmente se instalaranen la pennsula de Cavancha. Con el correr de los aos parte de la produccinincluso se exportara, llegando a Lima, Guayaquil y Panam41.

    En 1843 el gobierno peruano acord subvencionar la escuela del puerto, cerradados aos atrs. El aporte inicial, de cien pesos, fue aumentado en 1847 a doscien-tos, permitiendo la contratacin desde Tacna de un preceptor de primeras letras yla construccin de una pequea escuela para quince alumnos. En 1848 comenzarala construccin de la primera crcel de Iquique, situada en la isla Serrano, donderesidiran los presos locales y quienes, desde otras provincias peruanas, eran envia-dos a cumplir penas de extraamiento42. En 1852 se dara inicio a la construccindel primer muelle de la ciudad, el que ms tarde pasara a propiedad de la firmaGildemeister y Compaa. En 1855 el industrial Pedro Bargman construira elsuyo. En 1861 existan seis muelles en funcionamiento43.

    No obstante, pese al crecimiento demogrfico, el crecimiento econmico y lastransformaciones urbanas, Iquique, iniciada la segunda mitad del siglo XX, seguasiendo un pueblo de apariencia desordenada e improvisada. En 1850 una expedicincientfica estadounidense informaba que el puerto no pasaba de ser un conjunto decasuchas miserables (wretched houses ) habitado por solo mil personas. En 1855 elfrancs Len Crosnier sealaba que la iglesia de Huantajaya, a pesar del total aban-dono en que se encontraba el mineral, estaba en mejores condiciones que la deIquique. Guillermo Billinghurst recordara que, a mediados de siglo Iquique era

    desalineado y espontneo, construido con madera y calamina, mientras sus callesno eran sino estrechos y tortuosos pasajes44. La falta de orden tambin se expresa-ra en el diario vivir y en las costumbres. Un vecino afirmaba tiempo despus dosaspectos fundamentales del Iquique de esos aos: caminar armado y no salir denoche45. Posiblemente no se equivocaba: en 1855 el chileno Francisco Puelma visitel pueblo, sorprendindose del enorme consumo de licor por parte de sus residentes,lo que a su juicio era el motivo ms poderoso que influye en la corrupcin decostumbres, atraso intelectual i frecuentes epidemias que all se notan46.

    LA CONSOLIDACIN URBANA DE IQUIQUE

    El ascenso de Iquique a la categora de Puerto Mayor, el 26 de junio de 1855,no constituira una simple formalidad considerando las numerosos estmulos y

    41 CLDO, tomo cuarto, 1861, 117 y 136. Vase tambin Ronald Crozier, El salitre, 70.42 Idem, tomo sexto, 175.43 Plano topogrfico de la ciudad de Yquique levantado en 1861 por Ramn Escudero, en

    Mariano Paz Soldn, Atlas geogrfico del Per , 1865.44 Citado en Marcela Pizzi, Iquique . Orgenes de la arquitectura en madera del siglo XIX ,

    Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile, 1990, 16.45 Archivo Nacional, Fondo Tarapac (en adelante FT), volumen 18, f. 73, 21 de enero de 1865.46 Francisco Puelma, Apuntes geolgicos y geogrficos sobre Tarapac en Per, en Anales de

    la Universidad de Chile , 12, N 39, 671; J.M., Gilliss,The U.S. Naval Astronomical Expedition to theSourthern Hemisphere, during the years 1849-50-51-52 , volumen 3, Washington, 1855, 432.

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    47 Mateo Paz Soldn,Geografa del Per , tomo primero, Pars, 1865, 466; Alfredo Leubel, ElPer en 1860 , Lima, 1861, 146.

    48 C.B., El Ferrocarril de Iquique. Observaciones jenerales sobre los beneficios resultados queesta empresa producir a favor de la industria salitrera y minera de la provincia de Tarapac conalgunas indicaciones sobre el mejor sistema de fomento que puede emplearse para asegurar su prontarealizacin , Lima, 1860, 11-15.

    49 Mateo Paz Soldn, 43.50 EP, 27 junio 1855; Guillermo Billinghurst, Estudio sobre la geografa de Tarapac , Santiago,

    1886, 91; Avelino Aramayo,Proyecto de una nueva va de comunicacin entre Bolivia i el ocanoPacfico , Londres, 1863, 35.

    51 C.B., 17.52 Recopilacin de documentos relativos a los ferrocarriles de Tarapac , Santiago, 1883, 5. Para

    la historia del ferrocarril Iquique La Noria, vase nuestro artculo Ferrocarriles del desierto, enPatrimonio cultural de la provincia de Iquique , Santiago, 2002, 336-343.

    franquicias otorgadas a la ciudad a partir de 1845. La posibilidad de franqueardirectamente la totalidad de los productos provenientes del extranjero, evitando supaso por Arica, aument las entradas fiscales de modo notable: mientras en 1855 laaduana recaud 28.643 soles en derechos tributarios, en 1859 el monto haba as-cendido a 213.167. Entre 1855 y 1859, los ingresos por exportaciones de salitrecrecieron un 59 por ciento, mientras los provenientes de artculos de consumo seincrementaron un 744 por ciento. Las importaciones recibidas por Iquique en 1859,equivalieron a ms de un quinto del total nacional47.

    La actividad portuaria de Iquique no dependa exclusivamente del salitre. De untotal de 2.255.994 soles de productos importados en 1859, el rubro mercera, merca-deras diversas y vveres equivala al 89,1 por ciento. Ese ao, de un total de1.596.837 quintales exportados, 831.749 salieron por Iquique, solo un 52 por cientodel total. De veinte exportadores, apenas cuatro, Fernando Corssen, Carlos Lafrenz,Antonio J. Rosas y Jorge Hilliger embarcaron 437.453 quintales, el 61 por ciento deltotal48. Y si bien el salitre signific un porcentaje importante del total de las exporta-ciones (3.148.398 de 3.616.807 soles) tambin se exportaban productos no tradicio-nales como lana de alpaca, brax, oro en polvo y pepitas e incluso chocolate49.

    Parte del aumento de los ingresos tributarios se debi al designacin de Iqui-que, en agosto de 1856, como puerto de depsito y de trnsito para Bolivia, anun-cindose ya entonces la construccin de una nueva Aduana y un muelle fiscal, y laapertura de una ruta corta para llegar desde el pas altiplnico a la ciudad, labor

    encomendada al ingeniero alemn Hugo Reck50

    . En 1859 fue presentado al gobier-no peruano el primer proyecto para la construccin de ferrocarril que unira Iqui-que con la oficina La Noria, que inclua la construccin de un muelle y un tendidoen zigzag para vencer los declives pronunciados de los cerros aledaos, constitu-yndose, hasta hoy, en la mayor obra de ingeniera jams construida en la provin-cia51. El 1 de noviembre de 1860 el gobierno peruano otorg a Jos Mara Costas yFederico Pezet la concesin para tender el ferrocarril desde el puerto de Iquiquehasta La Noria y todas las salitreras comprendidas en un radio de tres leguas52.

    La idea de un ferrocarril no fue bien vista por los comerciantes de Iquiquequienes, en junio de 1860, en un informe presentado a las autoridades localessealaban su esperanza que, de aprobarse el tendido ferroviario, se destinase

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    exclusivamente a la conduccin del salitre53. Y es que la construccin del ferro-carril, si bien disminua sustancialmente los costos operativos de la industriasalitrera, tambin amenazaba con reducir en al menos dos tercios el nmero deanimales, reducindose en la misma proporcin las importaciones desde Chile, loque resultaba peligroso por la cercana relacin comercial de gran parte de loscomerciantes e industriales tarapaqueos con la naciente banca, comerciantes yespeculadores chilenos.

    En 1856 los ingresos derivados de la exportacin de salitre en Iquique supera-ron las 900 mil libras esterlinas de salitre. Un ao despus la cifra superaba los tresmillones. Del total de los envos, al menos las dos terceras partes de este salitre sevendan en Valparaso. Muchos industriales salitreros y comerciantes iquiqueossaldaban parte de sus deudas con comerciantes y prestamistas porteos con laentrega del nitrato, en una relacin que creaba una clara dependencia de la activi-dad salitrera con Chile. En 1857 el cnsul chileno en la ciudad informaba alministro de Relaciones Exteriores que la relacin entre las importaciones y lasexportaciones con nuestro pas en Iquique eran de dos a siete, afirmando ademsla importacin de mercaderas nacionalizadas en Chile era mucho mayor en esepuerto que en cualquiera otro del Per, porque casi todos los comerciantes de estaprovincia hacan las compras en Valparaso tanto por las facilidades que tienenpara traer sus efectos pagando fletes muy mdicos como porque les es muy fcilhacer los pagos con salitres que hacen vender en Valparaso54.

    La ciudad y los chilenos

    La influencia chilena no se limit al comercio. En 1845 aproximadamente milchilenos vivan en la provincia. Tiempo despus la cifra de nacionales se habaincrementado a tal punto que en diciembre de 1850 la Direccin General de Ha-cienda ordenara al capitn de puerto de Iquique controlar el nmero de pasajerosque desembarcaban de los vapores, fiscalizando si los pasaportes de los chilenosestn en forma55. En agosto de 1847 el prefecto recomendaba a Lima disponer deuna legislacin adecuada para detener sin causar consecuencias diplomticas el

    desembarco en Tarapac de extranjeros indeseables, en clara alusin a nuestrosconnacionales56.Parte de los chilenos migrantes tenan dudosos antecedentes. El 20 de agosto de

    1854, durante un lapsus de conmocin interna en el Per, el prefecto de Tarapac,informaba al gobernador poltico militar de Arica haban desembarcado en Iquiquecien chilenos enganchados por un militar sublevado para posesionarse de esta pro-vincia: yo estoy dispuesto a no abandonar el puerto y ha sucumbir combatiendo estahorda de bandidos, que es probable que se una con los 160 hombres que hay en

    53 C.B., 42.54 RREE, 92, fs. 607-608 1 de septiembre de 1857.55 EP 8 de febrero de 1851.56 Idem, 30 de agosto de 1847.

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    Tarapac, sealaba57. En diciembre de 1859 el Cnsul Carlos Basadre informabaque entre la poblacin nacional haba numerosos individuos que huan de la justiciay que eran buscados por delitos graves. A su juicio, la situacin de la poblacinchilena era compleja porque teniendo en cuenta las pocas simpatas que en la jene-ralidad de la poblacin hai sobre por la nacionalidad chilena, justificada hasta ciertopunto por la conducta de unos cuantos individuos mantiene una constante ajitaciny enjendra pnico que se ha apoderado a veces de las autoridades como del pueblo, yque los hace temer sublevaciones de peones y todos los pesares que pueden esperarsede tales jentes cuando se lanzan al camino del desorden58.

    Los prejuicios creados contra chilenos se radicalizaran con la llegada de ms compa-triotas a la regin. En octubre de 1873 el cnsul David Mac Iver informaba que enIquique el chileno Manuel Nez fue paseado desnudo y con un cartel en la espalda quedeca por ladrn. Despus de haber sido expuesto a la vergenza pblica y flagelado,fue puesto en cepo de campaa de donde fue retirado cadver59. Este suceso motivduros reclamos por parte del cnsul, quien seal que se necesitaba retroceder a lostiempos ms remotos de la barbarie para acercarse a una smil de lo que es la conducta dela mayor parte de las autoridades para con nuestros nacionales60. Segn el Cnsul,

    justa o injustamente se recoge a cuanto chileno se encuentra de noche en las calles i lollevan a las mazmorras de la polica de donde no sale sino mediante una fuerte multaDebe darse por mui feliz el que no sale flajelado, nadie si deja de ser insultado, sindolesiempre enrrostrada su nacionalidad como un delito61.

    El caso ms emblemtico de rechazo a la presencia chilena en Iquique fue elasesinato de Manuel Castro Ramos. Residente en la ciudad desde 1874, Castro seconvirti en editorialista del peridico La Voz del Pueblo donde, con un estilodirecto y polmico, no tardara en entrar en conflicto con las autoridades locales.En mayo de 1875 Castro Ramos public El presupuesto de un Comisario, endonde denunciaba la sospechosa desigualdad entre los ingresos y gastos del jefe depolica local. En respuesta, dos guardias civiles dispararon y herido lo incomunica-ron en el cuartel de polica. Liberado por presin del cnsul Mac Iver, morira un

    da despus sin recibir atencin mdica62

    .Das despus el Prefecto provincial informaba que el gobierno, que conoce loshonrosos antecedentes de los jefes involucrados, no estaba dispuesto a aceptar loscargos de culpabilidad contra los inculpados. El 28 de agosto de 1875 el TribunalSupremo de Tacna liber a los policas inculpados, siendo estos inmediatamentereubicados en sus puestos63.

    57 EP, 26 de agosto de 1854.58 RREE, 105, fs. 529-531, 21 de diciembre de 1859.59 FT, 7, f.387, 22 de octubre de 1873.60 RREE, 115, 8 de octubre de 1873.61 Idem, 115, 28 de octubre de 1873.62 Pedro Pablo Figueroa, El periodista mrtir Manuel Castro Ramos , Iquique 1884, 19-29. Una

    versin un tanto distorsionada de los hechos en, El Ferrocarril (Santiago), 2 de junio de 1876.63 FT, 16, f.491, 11 de septiembre de 1875.

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    La supuesta amenaza chilena encerraba un grave problema de fondo: la inexis-tencia de un control policial eficaz en la ciudad. En 1869 el subprefecto informabaa su gobierno que el cuartel del ejrcito tena adems la funcin adicional de ser lacrcel local. La casa ocupada, adems, era insegura por sus paredes de maderasencilla, lo facilitaba la desercin de los soldados y la huida de los presos:

    la falta de una casa de detencin alienta a los peones del interior a sus frecuentescrmenes, por la facilidad que tienen de fugarse, una vez capturados, y hace que losgrandes criminales se pavoneen en toda la provincia ostentando con soltura la impuni-dad del castigo64.

    La deficiente infraestructura carcelaria iba a la par con el escaso nmero deefectivos. En 1873 las fuerzas pblicas de Iquique estaban compuestas solo por unbatalln de gendarmes de infantera, otro de caballera y un cuerpo de vigilantesnocturnos65. La creacin del cuerpo de guardias civiles, en marzo de 1874, nocambiara mayormente el panorama, principalmente por la nula preparacin de losnuevos policas. En junio de ese ao el prefecto informaba al gobierno que, amenos de tres meses de constituirse, la mayora de los guardias haban extraviadosus armas66. El cuartel de polica (inaugurado en 1874 por iniciativa de los veci-nos) tampoco era de los mejores. En 1875 se informaba que no presentaba ni laseguridad ni la decencia de un establecimiento de su gnero, en donde estabanamontonados docenas de hombres en lugares inmundos y mal sanos y cuyo localpoda ser un foco de infeccin tal vez perjudicial al vecindario si se desarrollaba enl una epidemia67.

    En enero de 1875 el subprefecto provincial informaba al gobierno que el totalde fuerzas asignadas en toda la provincia era de apenas 200 hombres, de los cualessesenta integraban la Guardia Civil. A su parecer, el asunto era an ms graveconsiderando que a muchos de los detenidos no se les poda enjuiciar porque lacrcel se llenara en pocos das y an sera insuficiente local para contener su grannmero y adems como los fraudes que cometen no pueden comprobarse tantopor su insignificancia que no preocupa a los mismos interesados, cuanto por la

    cautela con que los ejecutan son puestos siempre en libertad y salen de prisin acontinuar en la cartera del crimen con la seguridad de que si son descubiertos alpoco tiempo se encuentran libres porque no hay castigo que aplicarles68.

    El sistema judicial local, durante el perodo de administracin peruana, estuvodeficientemente organizado. En 1859, el Tribunal Superior de Justicia de Tacna

    64 FT, 19, f. 45, 24 de julio de 1869.65 Pedro M. Cabello,Gua Poltica, eclesistica y militar del Per para el ao de 1873 , Lima,

    1873, 202-204.66 FT, 16, f. 109, 10 de junio de 1874.67 El Prefecto de Tarapac Doctor D. Bruno Bueno. Manifestaciones de todo el vecindario,

    juicios editoriales de la prensa de la localidad y declaracin del H. Consejo Departamental sobre suadministracin poltica, 1876-1877 , Iquique, (1877?), 30.

    68 EP, 15 de abril de 1875.

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    acord que el juez de primera instancia de la provincia atendiese causas civiles,criminales, hacienda y comercio, alternando domicilio cada seis meses entre Tara-pac, capital de la provincia, e Iquique.

    Esa estructura no vari sustancialmente con el correr de los aos. En marzo de1866 fueron fijados los lmites de la Judicatura de Iquique, abarcando desde laquebrada de Camarones por el norte hasta Quillagua por el sur, estipulndoseadems que el juez de Tarapac remitiese al de Iquique todas las causas pendientesque por razn de lo disputado o por el domicilio del demandado correspondan alnuevo distrito judicial.

    El nuevo sistema no tena ninguna lgica considerando la enorme importanciade Iquique y la decadencia de la ciudad de Tarapac, entonces poblada solo por dosmil habitantes. En 1868 el prefecto escriba al Presidente de la Corte Suprema deTacna solicitndole revisar la condicin judicial de la ciudad, sobre todo en cir-cunstancias que el juez no haba visitado Iquique en los ltimos cinco meses69: Sinrecibir una respuesta clara frente al tema, en julio de 1869 el prefecto solicitabadirectamente al Presidente de la Corte un juez de primera instancia en exclusiva:

    Cmo poder andar movilizando semestre en semestre un archivo no pequeo, juez,abogados, escribanos, amanuenses y ms utensilios del juzgado, sobre todo con notableperjuicio de las naves extranjeras que por su naturaleza necesitan rapidez de procedi-mientos jurdicos que las atae, y a cuyo acceso debe primordialmente el litoral, suprosperidad, y cuyos capitanes no podran llenar ciertos mandatos judiciales, en lascontroversias que se suscitan entre ellos y los comerciantes por el tenor de las contratasde fletamiento?70.

    A fines de ese ao el juzgado de primera instancia se trasladara definitivamen-te a la capital. Sin embargo, debido a la sobrecarga de casos por resolver, laadministracin de justicia en casos civiles de menor relevancia fue entregada a los jueces de paz. Un observador sealara en enero de 1879 que esos jueces eranincompetentes a la hora de administrar justicia, por carecer de conocimientos, deidoneidad, de absoluta independencia y de la debida competencia, debiendo incu-rrir en equivocaciones o errores que entraan lamentables males, desde la msligera apariencia de tolerancia hasta la impunidad71.

    Pese a que en enero de 1875 el Prefecto de la provincia sealaba que Iquique eraun pueblo compuesto en gran parte de gente aventurera de malos hbitos y peorescostumbres, y que el resguardo policial y judicial presentaba notorias deficiencias,ao tras ao se radicaban en Iquique cientos de extranjeros, atrados por el salitre olas actividades anexas a la industria. El gobierno peruano, incluso, intent estimular-la. El 1 de mayo de 1874 se constituy una Comisin para la Migracin, un proyectoimpulsado por el gobierno peruano en todo el pas y que en Iquique estaba integrada

    69 EP, 12 de septiembre de 1868.70 FT, 51, fs.21-22, 15 de julio de 1869.71 EP, 23 de enero de 1879.

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    por Eduardo Layperousse, Manuel Morris, Juan Naion, Julin Gamboni y BenignoPosada. Su objetivo era promover y fomentar la inmigracin europea a Iquique deacuerdo a una poltica de Estado que finalmente fracasara72.

    El aporte extranjero fue vital para el crecimiento de la ciudad, desde su rolcomo comerciantes y aprovisionadores de la ciudad hasta en asuntos polticos,formando parte de concejos municipales y provinciales. Su creciente importanciaqueda reflejada en el aumento del cuerpo consular residente en la ciudad: mientrasen 1855 se haban establecido solo los consulados de Gran Bretaa y Chile (elprimero desde 1834), en 1873 haba representantes de Alemania, Austria, Bolivia,Gran Bretaa, Francia, Italia y Chile. Antes de la ocupacin chilena haban desta-cado personal diplomtico Ecuador, Dinamarca, Estados Unidos y Argentina73.

    Buena parte de los inmigrantes lograron mantener tradiciones e identidad orga-nizndose en distintos tipos e asociaciones: el 13 de mayo de 1873 era inauguradoel Club Alemn; en septiembre de 1874 la comunidad china se organizaba en tornoal Club Asitico de Auxilios Mutuos74. Parte de la comunidad britnica iniciaraen agosto de 1879 la logiaPioneer N 64375. En octubre de 1874 era inaugurado elClub Iquique, la entidad social ms importante de la ciudad hasta inicios del sigloXX y reservada inicialmente solo comunidad extranjera residente. Su primer presi-dente fue: Eduardo de Layperouse (francs), J.J. Azcrraga (espaol), Jos Zayas(italiano) y S. Hesse (austrohngaro). El Directorio estaba adems compuesto porG. Bush (norteamericano), Eduardo Lembke (alemn) y Mauricio Jewell (ingls)76.

    El principal ncleo de la sociabilidad extranjera en el Iquique peruano fueronlas compaas de bomberos. La primera (y efmera) fue organizada en 1859 por elespaol Joaqun Rodrguez. En 1871 la comunidad espaola fundaba la compaaIberia, comandada por Eulogio de los Heros. En 1874 la colonia francesa organi-z la Compaa de Zapadores, capitaneada por E. Furet, mientras la italianainauguraba la bomba Ausonia, al mando de Juan Bacigalupo. Los vecinos deascendencia austrohngara creaban, en junio de ese ao, la Compaa SalvadoraIquique, dirigida por Carlos Gallaguer. En 1875 los alemanes residentes fundaronla Compaa Germania, dependiente de la casa comercial Gildemeister y C, y enoctubre de 1877 los chilenos residentes daban inicio a la Compaa de Bomberosde Hachas, Ganchos y Escaleras, presidida por Domingo Labarrera. El britnicoFederico Rowlands sera el director de la compaa de bomberos, organizada en laestacin del Ferrocarril Salitrero, a mediados de 187777.

    Seran extranjeros y bomberos quienes preservaran el orden de la ciudad unavez abandonada por las fuerzas de defensa peruanas, un da antes de la ocupacinchilena.

    72 FT, 7, fs. 614-615, 1 de mayo de 1874.73 Cabello, 125-130.74 FT 16, f. 220, 7 de septiembre de 1874.75 J.R. Couyoumdjian, Masonera de habla inglesa en Chile: algunas noticias, en Boletn de la

    Academia Chilena de la Historia , N 105, 1996, 194.76 FT, 125, s.f., 26 de octubre de 1874.77 Filgueira, 91.

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    Epidemias

    La historia del Iquique decimonnico no solo se estructur en base a continuasmigraciones ni se condicion exclusivamente en torno a los continuos trastornosmilitares y polticos peruanos de la poca. Un papel primordial jug una serie dedesgracias naturales que obligaron, en ms de una ocasin, a reedificar la ciudad ya repoblarla.

    En 1855 se declar en el poblado una grave epidemia de tifus que hasta diciem-bre de ese ao caus 123 muertes. En abril de 1856 el Prefecto de Moqueguainforma al Ministro de Gobierno, Culto y Justicia que la epidemia era el resultadode la vida licenciosa que siempre llevan los individuos que la componen78. Sibien nunca se establecera la causa especfica que originara el mal, posiblementeesta se deba a la ausencia de medidas de higiene y a la importacin de productos,como la chicha, que llegaba comnmente en mal estado. Las medidas para paliar laexpansin de enfermedad fueron tardas. Solo en marzo de 1856, cuando los casoshaban disminuido, el gobierno remitira al gobernador un cajn con medicinas,enviara un mdico de sanidad y ordenara la creacin de un hospital. Recin enagosto de 1859 arribara al pueblo el primer mdico titular, el alemn FedericoBokenham, contratado por el gobierno para asistir gratuitamente a los enfermospobres y de conservar y propalar el fluido vacuno79.

    En 1867 se desencaden en el sur peruano una de las peores epidemias registra-

    das hasta la fecha. Desde inicios de ese ao se haban reportado casos de fiebreamarilla en los puertos de Islay, Chimbote y Pisagua, localidad esta ltima dondemurieron 600 de sus 1.200 habitantes. En diciembre de ese ao, el subprefectoinformaba al ministro de Gobierno que, si bien la epidemia an no se declaraba enIquique, diariamente se constataban entre cuatro y seis casos. A su juicio, la impo-sibilidad de erradicar el mal se deba al hecho de que los vapores llegaban aIquique de noche, no siendo posible evitar el desembarco por no haber un muellecomn o porque simplemente los infectados se bajaban un poco antes de entrar a labaha, llegando a la orilla a nado80.

    Para evitar la expansin de la enfermedad se aplicaron curiosas medidas: en

    noviembre de 1867 fue prohibida la importacin de chicha desde Chile. A partir dediciembre, todos los das al ponerse el sol, se hacan fumigaciones con plvora deminas. Todos los das, adems, se quemaban grandes cantidades de alquitrn endiferentes puntos del puerto. En enero de 1869, la autoridad ordenara custodiar lascasas de los infectados de fiebre amarilla, cualquiera fuese su nacionalidad, sellan-do las puertas de sus casas con ellos en su interior y depositando las llaves en unlugar a decidir por el juez de paz.

    En marzo de 1869 se iniciaron visitas domiciliarias al interior de las casas,ordenndose la supresin total de sitios expendedores de licores alcohlicos, des-

    78 EP, 12 de abril de 1856.79 Idem, 17 de junio de 1862.80 FT, 51, fs. 1-2, 29 de diciembre de 1868.

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    aparicin de los muladares situados en los extramuros de la poblacin y limpiezade las calles, la persecucin de ebrios y vagos y severas medidas tomadas contralas casas o lugares de orgas, en donde muchos individuos, adems de entregarse ala embriaguez, pasaban noches de insomnio que predisponan su organismo derecibir la enfermedad81.

    Las rsticas medidas para controlar el ingreso de infectados a la ciudad dieronun sorprendente resultado. Despus de 1869, y hasta el inicio de la Guerra delPacfico, no existen antecedentes de nuevas epidemias.

    Lluvias, terremotos, maremotos e incendios

    Por las caractersticas climticas derivadas de su ubicacin geogrfica, Iquiqueno ha sufrido graves problemas de inundaciones o temporales. En el siglo XIX solohay constancia de cuatro grandes aguaceros. Uno de ellos, al parecer muy notable,ocurri el 27 de agosto de 1867, acompaado de relmpagos y rayos. Otro, del 25de junio de 1868, provoc graves inundaciones en las casas y almacenes que nohaban sido construidos de manera adecuada para precaverse de la lluvia82.

    La peor desgracia de Iquique la han constituido terremotos y maremotos. El 13de agosto de 1868 un fuerte sismo cobr la vida de 153 personas, aunque se creeque la cantidad pudo ser mayor debido al elevado nmero de poblacin flotante.Las casas de los ms prominentes vecinos fueron destruidas. Lo mismo ocurri con

    la mquina desalinizadora de Bernardo Digoy, el nico horno de fundicin de laciudad, las casas comerciales de Loayza, Rivera y Lafuente, las bodegas de Gilde-meister y el edificio de la Aduana. Entre las vctimas fatales se cont el nicomdico residente, Federico Bokenham, y de gran parte de la familia de GuillermoBillinghurst, futuro presidente peruano y destacado vecino83.

    Las consecuencias del terremoto se prolongaron en el tiempo: en marzo de1869, y pese a las protestas de las grandes casas comerciales, an no eran reedifi-cados los edificios pblicos debido a que la norma prohiba reedificar sin que uningeniero del Estado delinease nuevamente las calles y plazas a fin de mejorar lapoblacin haciendo desaparecer las imperfecciones de muchas de sus calles y

    edificios84.Tras un nuevo fuerte temblor, en septiembre de 1869 el prefecto, en un informeal gobierno, sealaba que los verdaderos riesgos a que la poblacin se exponatenan ms relacin con los incendios que se declaraban con posterioridad al sismoque con la destruccin originada por este. El prefecto adverta ya entonces de losgraves peligros que se corran al permitir almacenar grandes depsitos de salitreque, tras las prdidas del maremoto de agosto de 1868, se acumulaban al interiorde la ciudad por temor a una nueva salida de mar.

    81 FT, 51, fs. 17-18, 21 de marzo de 1869; EP, 31 de marzo de 1869.82 Guillermo Billinghurst, La irrigacin en Tarapac , Santiago, 1893, 26.83 Juan Williamson, Descripcin del terremoto de 1868 , Lima, 1869, 22.84 FT, 25, s.f., 15 de marzo de 1869.

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    Y es que ya en esos aos el riesgo de un gran siniestro pareca evidente, pese a loscontroles impulsados por las autoridades. Tras dos amagos de incendio, en octubre de1872 la Junta Municipal prohibi ensacar el salitre en las calles, pudiendo hacerlo soloen sus bodegas o donde no hubiese peligro de incendio85. Un gran incendio en junio de1873, que arras las cuadras que rodeaban la plaza central, tuvo su origen en losdepsitos de nitrato ubicados a un costado de la iglesia, que tambin fue consumida.Tras este siniestro y hasta 1875 se crearan cinco compaas de bomberos86.

    El 7 de octubre de 1875 un incendio iniciado a las dos de la madrugada en el ClubAlemn destruy en menos de cuatro horas, ms de veinticuatro manzanas, consumien-do la principal y ms rica zona de la ciudad. Fueron arrasadas por las llamas la casamunicipal, la subprefectura, el teatro, los bancos, todas las imprentas de la ciudad, losclubes Nacional y Alemn, todos los grandes hoteles y establecimientos mercantiles, laestacin de ferrocarriles y todas las compaas de bomberos87.

    En noviembre, el Concejo Municipal dict una serie de medidas para evitarnuevos incendios. Entre otras disposiciones se prohibi depositar en los almacenesdel comercio situados dentro de los lmites de la ciudad azufre ensacado o enbarriles; ron de quemar y en general licores espirituosos contenidos en barriles oen pipas, kerosene en cajones o en latas, plvora de cualquier tipo y cohetes de laChina. En el trmino de treinta das los tenedores de estos productos deban trasla-dar esos productos a sitios destinados a recibirlos en los suburbios88.

    El 9 de mayo de 1877 un nuevo terremoto arras la ciudad, destruyendo la

    estacin del ferrocarril, gran parte de las bodegas particulares de salitre, los alma-cenes de la Aduana, y seis de las ocho mquinas resecadoras de agua. El muellefiscal y los cinco privados tambin fueron destruidos. Se derrumbaron el cuartel deceladores, la Casa del Banco de Londres y Mxico, y tres cuarteles de las bombas(alemana, italiana y peruana). La posterior salida de mar penetr hasta trescientosmetros desde la orilla. Se hundieron dos buques repletos de salitre Una goletacargada de carbn var junto al molino a cien metros de la costa89.

    El terremoto de 1877, a juicio del prefecto, fue ms prolongado pero menosrecio que el de 1868; cost la vida a trece personas, nueve de ellas ejecutadas porguardias civiles al ser sorprendidas robando casas abandonadas temporalmente porsus moradores. Los especuladores fueron eficazmente controlados, y nueve deellos fueron detenidos y juzgados. El aprovisionamiento de agua se restableci solodos das despus del sismo. Ya en octubre la infraestructura de la ciudad haba sidoreedificada, en espera, como recordaba una autoridad, de la prxima desgracia90.

    La rotativa de desgracias naturales obligaran a Iquique a transformar su carauna y otra vez. Difcil es verdad imaginarse un crecimiento tan rpido y vigorosoen los treinta aos que han trascurrido, recordaba en 1900 un antiguo residente.

    85 FT, 7, fs. 79-80, 30 de octubre de 1872.86 Idem, 125, f. 38, sin fecha.87 Idem, 3, fs. 247-249, 8 de octubre de 1875.88 Idem, 66, f. 54, 9 de noviembre de 1875.89 Idem, 56, fs.79-80, 9 de julio de 1877.90 Idem, 24, f. 17, 30 de octubre de 1877.

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    Otro destacado vecino recordaba tiempo despus que Iquique haba sufrido tantoscambios y reformas, siendo imposible conocer a la poblacin del ao 1874 com-parada con la del ao 187991.

    INFRAESTRUCTURA URBANA DEL PUERTO MAYOR

    Asistencia pblica

    La epidemia de fiebre amarilla de 1867 reafirmara la necesidad de contar enIquique con un hospital bien organizado y un cementerio adecuado. El 5 de julio de1868 se formara una comisin compuesta por el Gobernador Wesceslao Fuentes, elmdico Francisco Gonzlez y Juan Blanco para que eligiesen un lugar para construirel lazareto donde puedan asistirse las personas indigentes afectadas por la enferme-dad de la fiebre amarilla92. El hospital de Nuestra Seora de Mercedes fue inaugu-rado el 11 de enero de 1869, gracias a la donacin de 200 pesos hecha por FranciscoEck, de la casa Gibbs, y Federico Noltenius, de la Gildemeister. Eck, adems, fuedesignado director de la Sociedad de Beneficencia, fundada el 16 de febrero, a cargode la administracin y mantencin del establecimiento con fondos fiscales93.

    El aporte estatal, sin embargo, no llegara. El lazareto, sin recursos para sumantencin, solo funcionara hasta agosto de 1869. A esta fecha solo contaba con

    un empleado para su aseo y conservacin. El cementerio tendra mejor suerte: enfebrero de 1870 un particular don ochocientos pesos para su construccin, siendoinaugurado a mediados de ese ao94.

    El hospital sera reabierto en octubre de 1870 gracias a la iniciativa de un grupode vecinos. Solo en 1872 el gobierno se comprometera a aportar un subsidio decasi trescientos soles, cantidad insuficiente para otorgar un servicio adecuado, loque tambin redundaba en continuas irregularidades. En julio de 1874 El Mercuriode Tarapac publicaba una dura acusacin contra el hospital: a los enfermos seles da mal trato y se les atiende peor, el alimento es escaso, que a pocos das dehabrsele cortado la pierna a un paciente sta fue arrojada a los perros, llegando

    este hecho a conocimiento del paciente y que incluso mujeres enviadas por lacomisara por infracciones al Reglamento de Polica [prostitutas?] se entregaban adesrdenes y escndalos con los empleados95.

    La situacin, sin embargo, permanecera constante con el correr de los aos: en1877 el antiguo edificio hospital fue clausurado por ocho meses debido a su deplorableestado de conservacin, trasladndose cada cierto tiempo a diversas reparticiones p-blicas. Al inicio de la Guerra del Pacfico solo se haba restaurado un par de pabello-nes, atendindose buena parte de los enfermos a un costado del mercado de abastos.

    91 Filgueira, 11.92 FT, 25, s.f., 5 de julio de 1868.93 Idem, 51, f. 4, 9 de enero de 1869.94 Idem, 25, f.27, 6 de abril de 1869.95 Idem, 5, f. 40, 20 julio 1874.

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    Educacin

    La educacin pblica tambin fue un problema de lenta solucin. Solo en octu-bre de 1862 se establecera en Iquique el primer liceo, donde se cursaran religin,gramtica, geografa e historia, latn, ingls y francs, elementos de matemtica, deciencias naturales y de filosofa y tenedura de libros. La institucin tendra unrector, un vicerrector y tres profesores96.

    El Liceo nunca se levant, mantenindose hasta 1867 solo una escuela en con-diciones deplorables. En noviembre de 1865 el nico profesor escriba al Presiden-te de la Junta Provincial quejndose que su mezquino sueldo no alcanzaba msque para cobrar los gastos de la vida mui escasamente; siendo as que un preceptordebe presentarse en sociedad con la decencia que demanda mi profesin97.

    En octubre de 1867 el gobierno peruano, considerando que la provincia care-ca del respectivo colegio con notable perjuicio de la juventud estudiosa, ordenlevantar en Iquique un colegio de instruccin media completa para hombres dividi-da en secciones Elemental, Media y Superior; con materias que iban desde clasesde doctrina cristiana y urbanidad hasta Psicologa y retrica en los niveles avanza-dos, incluidos la enseanza de francs e ingls

    Nada de eso se concretara: en julio de 1869 el prefecto Juan Ibarra sealaba algobierno que se encontraban cerradas en la provincia la mayor parte de las escuelas deeste ramo, tanto por el estado de destrucciones como por la completa falta de tiles y

    muebles destinados al servicio de esas escuelas careciendo, adems, las municipalida-des respectivas de fondos necesarios para proveer de los artculos mencionados98.La situacin variara ligeramente con el correr de los aos. En octubre de 1870

    fue inaugurada la primera escuela de instruccin primaria gratuita para nias99. Pocotiempo despus, en 1872, fue inaugurada la primera escuela privada de la ciudad, acargo de Virginia Weglin de Hughes, agregndose los aos venideros un par denuevos colegios, destacando la fundacin en 1874 del primer colegio particular mix-to, a cargo de Fresia Cox. Las instituciones, sin embargo, distaban de ser ptimas. Enmarzo de 1876 el Inspector de Instruccin Primaria al Concejo Departamental infor-maba que las escuelas pblicas y privadas no solo no tenan locales adecuados y

    tiles necesarios para la enseanza, sino que los profesores o maestros que las regen-tan no saban al grado a que pertenece la instruccin que daban en ellas:

    la que dirige Manuel Barril es una mescolanza incompleta de los tres grados y l notiene ttulo de prefecto la de Virginia Weglin de Hughes no tiene muebles y ellamisma haba partido a Arica no existe semejante escuela la de Isabel Oviedo tenatambin la mescolanza de grados y una grave falta de utensilios bsicos100.

    96 EP, 4 de octubre de 1862.97 FT, 75, 28 de noviembre de 1865.98 Idem, 25, s.f. 5 julio de 1869.99 EP, 19 de octubre de 1870.100 FT, 126, s.f., 17 de marzo de 1876.

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    En respuesta, el Concejo Departamental aprob instalar en Iquique dos nuevasescuelas de hombres y dos de mujeres de primer grado y una de hombres y otra demujeres de segundo grado, o en su defecto, una escuela de primer grado y otramixta de primero y segundo grado. Sin embargo, el 10 de abril el presidente delConcejo Provincial, Alfonso Ugarte rechazara la medida por no contar con losfondos necesarios y, fundamentalmente, por considerar que el nmero de colegiosen funciones era suficiente para el nmero de residentes. Finalmente, en abril de1876, los Concejos acordaran implementar una mayor fiscalizacin a las escuelasexistentes y subvencionar solo en casos extremadamente necesarios101.

    El comienzo de la Guerra del Pacfico tendra como una de sus primeras vcti-mas a la educacin. En mayo de 1879 la Concejo Provincial, considerando indis-pensable contribuir para los gastos de guerra, acord suprimir todo tipo de subven-ciones a colegios y prorrogar, hasta nuevo aviso, el pago de sueldos de losmaestros de la provincia. Al mismo tiempo anunciaba que no podra, una vez msconcretarse la construccin de un liceo para la ciudad y que todos los cargospblicos vinculados a la educacin, como jefe de instruccin y tenedor de libro,seran eliminados102.

    Paradjicamente, dos meses antes de la ocupacin chilena, en un intento porintentar mantener el orden en medio del bloqueo chileno, el mismo Concejo orde-nara la reapertura de las escuelas municipales de la ciudad103.

    El puerto

    En 1868, tras el terremoto de ese ao, el ministro de beneficencia, LucianoBenjamn Cisneros, de visita en la ciudad, sealaba que la existencia de muellesparticulares era abiertamente perjudicial para los intereses fiscales, porque sobreellos la aduana no ejerca activa vigilancia, prestndose para actos ilcitos. Enprevencin, Cisneros orden suspender la reconstruccin de los muelles, mientrasresolva que podra convenir al Estado, levantarlo donde estaban aquellos, o su-primir estos del todo, o uniformar su construccin, o fijarles menor espacio, odictar cualquier otra medida prudente y razonable. Cisneros, afirmaba que, sin

    lastimar en nada la libertad de trfico, puede i debe construirse un muelle fiscal delibre uso, sin otros gravmenes que los establecidos en los dems muelles de laRepblica. As el fisco i el comercio ganarn inmensamente porque en vez de lasdificultades actual tendr todo tipo de gnero de comodidades para su completoejercicio y recibir el segundo los frutos de una actividad que no buscar paraejercitarse las sombras de la noche104.

    En junio de 1869 el gobierno peruano llam a concurso para la formacin deplanos para la construccin del edificio de la Aduana y el primer muelle fiscal de

    101 FT, 126, 29 de marzo y 4 de abril de 1876.102 Idem, 18, f. 277, 7 de mayo 1879.103 Idem, 18, f. 304, 17 de septiembre de 1879.104 Luciano Benjamn Cisneros, Apuntes sobre la comisin al sur por el ex Ministro de Beneficen-

    cia , Lima,1868, 55-56.

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    Iquique. Al no presentarse proyectos, en diciembre de ese ao se acept la indica-cin del salitrero Federico Corssen, quien por su propia cuenta ofreci construir unmuelle con el exclusivo objeto de embarcar salitre y desembarcar carbn. Segnsealaba el decreto de concesin, lejos de ocasionar perjuicio alguno al Fisco,puede procurar a las autoridades y empleados de ese puerto un medio cmodo paraembarcarse o desembarcarse en los casos que lo exija el cumplimiento de susdeberes, y que igual gracia se ha otorgado a otras diferentes casas comerciales deaquel litoral105.

    Federico Corssen, sin embargo, morira antes de iniciar las obras. En julio de1870 el gobierno acordara con la sociedad formada por los industriales salitrerosManuel Mendiburu y Carlos Lafrenz la construccin definitiva del muelle, cedien-do su explotacin por un perodo de 25 aos, con lo que un muelle fiscal propia-mente tal no hubo, al menos en el perodo de soberana peruana106.

    El Estado peruano se encargara de desarrollar obras anexas a la actividadportuaria: Por resolucin gubernativa de 24 de febrero de 1874 se mand a erigiren la isla un faro de tercera clase, de 29 millas de alcance de 180 de norte al surpor el oeste; de luz blanca, a destellos prolongados de minuto en minuto. Laempresa francesa Barbier y Fenestre gan la propuesta para construir y colocar elfaro de 31,2 metros en el centro de la isla Serrano, entrando en operaciones el 27de julio de 1878 y funcionando ininterrumpidamente hasta 1956107. El 19 de mayode 1877 por decreto comenzara la construccin de una drsena y rompeolas en

    Iquique, obra que concluira en marzo de 1879, dos semanas antes de comenzar elbloqueo chileno contra el puerto108.

    Agua potable

    Dotar de agua potable barata y de calidad fue el sueo de gran parte de lapoblacin iquiquea, acostumbrada a aprovisionarse de agua desalinizada o impuraproveniente de Arica, Pisagua o el interior. La necesidad de abastecerse de aguapotable y barata hizo que, en ms de una ocasin, los vecinos cayeran en la trampade oportunistas que ofrecan aprovisionar la ciudad a travs de distintos medios. En

    1866, el francs Jos Gautherot presentaba a la comunidad iquiquea un proyectopara dotar la ciudad de agua potable de mejor calidad que la destilada por mqui-nas, en cantidad que alcance hasta para la irrigacin. Gautherot, quien asegurabaejercer la profesin dehidrscopo , se asociara en 1866 con algunos entusiastasvecinos de la ciudad para abrir dos o tres pozos en el valle de Chintaguay, cadauno de los cuales, sealaba, tena una profundidad de 200 metros cbicos de aguade la mejor calidad. Gautherot hizo un pique que alcanz cuarenta metros, pero

    105 FT, 70, s.f., 12 de octubre de 1869.106 Idem, 58, s.f., 7 de septiembre de 1879.107 Billinghurst, Estudio , 91.108 Estadstica del Estado del Per en 1878 a 1879 publicada por la direccin del ramo , Lima,

    1879, 221.

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    cuando deba iniciar los trabajos de perforacin desde los planes del pique, optpor abandonar la empresa y escapar de Iquique con los fondos invertidos109.

    En 1868 haba siete condensadoras, muchas de las cuales operaban como nego-cio accesorio a su giro principal. El terremoto y maremoto de 13 de agosto de1868, que devast la ciudad, destruy tambin cuatro de ellas, pertenecientes a laCompaa Salitrera de Tarapac, a Manuel S. Duarte, Pablo Bargman y EnriqueDnschade, inutilizando parcialmente otras dos110. Las condensadoras no tardaronen ser reparadas. Un ao despus comenz a operar otra mquina para dulcificaragua que constaba de tres grandes calderos, perteneciente a la Compaa construc-tora del ferrocarril de Iquique a Pisagua y que prestaba tambin servicio pblico111.

    A inicios de la dcada de 1870 tanto las autoridades locales como provincialescomenzaron a solicitar al gobierno peruano la regulacin del mercado del agua,sobre todo considerando los intereses que la actividad generaba. Lo cierto es que,ya en esos aos, el negocio de dotar a Iquique de agua potable poda llegar a sermuy rentable en la medida que alguien lograse garantizar a la ciudad un aprovisio-namiento continuo, barato y de calidad.

    El 15 de mayo de 1871 el gobierno peruano intervino por primera vez en formadirecta, al autorizar a Federico Torrico para que estudiara la manera de proveer deagua potable a Iquique y Pisagua, formando presupuestos y planos respectivos.Tras una breve exploracin a la zona costera e interior de Tarapac, en 1872Torrico concluy que la nica fuente de agua verdaderamente potable se encontra-

    ba al este de la Pampa del Tamarugal y que, de todas las vertientes analizadas, lasmejores se encontraban prximas a la localidad de Pica.Aprobado el estudio de Torrico, el 16 de mayo de 1872 el Gobierno del Per

    sac a remate las obras para la ejecucin de las obras de abastecimiento de aguapotable para Iquique. En virtud de un convenio de preferencia, Torrico gan lalicitacin, comprometindose a realizar las obras por la suma de 1.748.674 soles, acambio de asegurar una dotacin de quince litros por segundo, es decir, 129 mildecalitros por da. La ejecucin de los trabajos quedaba sujeta a la cesin provisio-nal de fondos provenientes de un emprstito, y a la posibilidad de reintegrarlo apartir de una asignacin especial en la Ley de Presupuestos del ao siguiente. Sinembargo, ante la imposibilidad de obtener esos fondos, un decreto de 18 de agostode 1875 aplazaba indefinidamente el inicio de las obras112.

    Frente al eventual retardo, el Concejo Municipal de Iquique decidi iniciar suspropias gestiones para dotar de agua a la ciudad, llamando a licitacin pblica parala construccin de un sistema que le asegurase una provisin continua y potable.En diciembre de 1876, la Municipalidad anunci el acuerdo con el ingeniero inglsJorge F. Cole, quien se comprometa a proveer a la ciudad de 300 mil galones

    109 Billinghurst, Guillermo, La irrigacin , 156. Los descargos del francs, en Biografa delhidrscopo Gautherot , La Serena, 1875, 76-77.

    110 Billinghurst, El abastecimiento , 81.111 EP, 19 de noviembre de 1870.112 Billinghurst, El abastecimiento , 141-142.

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    diarios de agua potable de buena calidad. A cambio se ceda a Cole (o a quien susintereses representase) el privilegio exclusivo del aprovisionamiento por cincuentaaos, desde el momento en que las obras hubiesen concluido.

    De acuerdo a lo convenido, el precio del agua no deba ser mayor a un centavode sol por galn, cedindola gratuitamente a la Municipalidad, la que pondra unapila en el centro de la plaza principal para el consumo i para regar el jardn idems plantos que se hicieren en ella. La gratuidad se extenda tambin a institu-ciones de beneficencia, instituciones pblicas, oficinas fiscales, crceles y buquesde la Armada. Cole tambin se comprometa a crear al sur de Iquique un parque,instalar veinte grifos para la extincin de incendios y a establecer cuatro grandesestanques de agua en los lugares que el Concejo Municipal designara113.

    Pese a viajar a Inglaterra a captar inversionistas, Cole no tuvo suerte. En juliode 1878 su apoderado, Andrs Zela, peda al Concejo Departamental una prrrogade dos aos para iniciar las obras. La Corporacin, considerando el contrato quecon Cole haba sido firmado en la primera sesin, sin mayor orientacin ni nadaque posibilitase una mejor fiscalizacin, decidi caducar el convenio acordandollamar a un nuevo concurso para proveer agua a la ciudad en litros a un preciomximo de un centavo por cada cinco litros114.

    Fracasado el proyecto Cole, en noviembre de 1878 la Municipalidad recurrinuevamente a Federico Torrico, a quien se ofreci la construccin de una caerade agua potable desde Pica, obteniendo las aguas de los manantiales Santa Cruz y

    Camia, pudiendo establecer libremente tarifas a cobrar por el servicio. Aceptadala proposicin, los trabajos deban comenzar en el improrrogable plazo de diecio-cho meses. El Concejo, sin embargo, se reservaba el derecho de recibir otrasproposiciones: en febrero de 1879 una sociedad encabezada por Roberto Hartmannpresentaba una solicitud para dotar de agua potable a Iquique, extrayndola de laquebrada de Pazos, siendo aprobada sin reparos.

    Pocos das antes que Torrico iniciase las obras, y mientras Hartmann realizabael anlisis de sus aguas, el Per declaraba la guerra a Chile, suspendiendo forzada-mente la ejecucin de los trabajos.

    Alumbrado pblico

    La luz pblica de Iquique fue uno de los grandes dolores de cabeza. Un noruegoresidente, Alberto Hansen, recordaba que, desde mediados de siglo, cada vecinoestaba obligado a instalar a la salida de su casa un farol de vela. Los ms potenta-dos instalaban lmparas a parafina115. En septiembre de 1867, el britnico HenryAdams acord con las autoridades locales iluminar la plaza con faroles a gas. Trasel terremoto de 1868, Adams repuso el servicio pero jams se le pag. En noviem-

    113 Billinghurst, El abastecimiento , 158.114 FT, 19, f.47, 6 de junio de 1878 y fs. 49-51, 19 de junio de 1878.115 El Nacional (Iquique), 12 de agosto de 1900. Citado en Patricio Advis, Un puerto de made-

    ra, enPatrimonio cultural de la provincia de Iquique , 133.

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    bre de 1875, Andrs Laiseca, administrador legal de los bienes de la viuda deAdams, demandara al Concejo Municipal, exigiendo un pago por concepto dedeudas, daos y perjuicios. Los demandantes exigan el importe del alumbradopblico por los meses de noviembre y diciembre de 1867 y once das de enero de1868, deduciendo de ese valor los seiscientos soles que se hallaban depositados enla casa Gildemeister en garanta. La Municipalidad, si bien justificara el incumpli-miento del contrato debido a las serias deficiencias en la entrega del servicio,debi finalmente pagar el valor adeudado116.

    En julio de 1869 la Junta Municipal de Iquique acord organizar bajo su res-ponsabilidad el alumbrado pblico, repartindolos proporcionalmente en la partepoblada de la poblacin. El costo del servicio sera asumido por los vecinos, seacasa, almacn o tienda, debiendo realizar un catastro municipal para repartir cobrosdiferenciados, estimando un valor no superior a dos soles por farol al mes117.

    La medida no fue bien recibida por los vecinos, quieres simplemente se negarona cancelar el costo de mantencin del alumbrado por considerarlo un serviciomunicipal. Sin respaldo pblico, y frente a los riesgos de mantener la ciudad aoscuras, el 13 de abril de 1872 la Municipalidad acord con Juan Nairu el serviciode alumbrado pblico, a un costo de cuatro soles por farol. El servicio funcionbien, pero no as los pagos. En abril de 1873 la Junta, debido a la falta de fondos,acord suspender el alumbrado a gas, pese a que el convenio estipulaba un plazode cinco aos. Finalmente la deuda fue absorbida por el ministerio de Gobierno,

    salvando momentneamente la situacin118

    .En noviembre de 1877 el Concejo Departamental deba a la Compaa deAlumbrado de Gas cuarenta mil soles, y desde principios de ese ao la ciudadpasaba sus noches en la ms completa oscuridad. La medida ser paliada de modoparcial por el municipio acordando mantener 215 faroles a kerosene.

    En septiembre de 1879, en medio del bloqueo chileno, la Compaa de Alum-brado por Gas exigira al Concejo Provincial el pago de sus servicios en platasellada equivalente en billetes. Este acord discutir el tema en futuras sesiones, lasque lgicamente no se realizaron.

    La plaza central

    Luego de aos de espera, en mayo de 1858 un decreto aprobaba el presupuestoelaborado por el ingeniero D.M.V. Hippel, para la instalacin definitiva de laIglesia, siendo ubicada en la plaza principal explanada a comienzos de 1859. El 23de junio de 1862 fue bendecida en homenaje a la Inmaculada Concepcin, segre-gndola definitivamente de la de Tarapac119.

    116 FT, 66, f. 59, 12 de noviembre de 1875.117 Idem, 70, s.f., 14 de agosto de 1869.118 EP, 24 marzo 1874; FT. 16, 1 de abril de 1874.119 Idem, 6 de octubre de 1849 y 27 junio 1855.

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    La nueva Iglesia Matriz no sera construida con fierro, como se estipul inicial-mente. Posiblemente el alto costo de trasladar una estructura desde Europa y lobarato y prctico de erigir otra de madera y calamina prim a la hora de construir.El ahorro, sin embargo, tendra sus costos. En noviembre de 1869 el prefectosolicitaba fondos para restaurar la iglesia que ha costado al gobierno no pequeasuma y que se encontraba tan deteriorada que, a su juicio, era probable quedentro de dos aos est en la ms completa ruina120. El templo, sin embargo, nosera restaurado. En febrero de 1872 el prroco de la ciudad, Jaime Serra, informa-ba al prefecto que a contar de ese mes prefera celebrar misa al aire libre, ante losevidentes riesgos que se corren al estar en su interior121.

    Un ao despus, el 9 de junio de 1873, el edificio fue destruido por un vorazincendio que oblig a la habilitacin de un oratorio provisorio en el mismo lugar.El 15 de julio de ese ao se comision al ingeniero Prspero Esselens para tomarplanos de la iglesia en el mismo lugar donde antes estaba con aumento propor-cional de sus dimensiones, tomando para ello los sitios de los cuartos que se hallanen su fondo hasta donde fuese necesario para edificar un templo que corresponda alestado actual de la poblacin122.

    Todo quedara en buenas intenciones. Solo en junio de 1875 el gobierno encar-gara al arquitecto Emilio Parcq la reconstruccin de la iglesia, asignndole unpresupuesto de 202.576 soles para comprar su estructura en Francia. Segn elproyecto original, los fondos de construccin seran administrados por una comi-

    sin a la que la aduana entregara mensualmente cinco mil soles123

    .El gran incendio de octubre de 1875 destruira el oratorio provisional y cambiararadicalmente los planes de reconstruccin de la iglesia. A la urgencia de levantarotro oratorio se sumaron la grave devaluacin de la moneda peruana (lo que elevabanenormemente los costos) y las dudas de reedificar en la estrecha plaza con materialesinflamables considerando los constantes peligros de incendio. Para agravar ms anla situacin, en marzo de 1876 el Ministerio de Hacienda comunic a la prefecturaque no era posible asignar los cinco mil soles autorizados para levantar el templo124.

    El Concejo Departamental, en abril de 1876, acordara construir un nuevo templode material slido y alejado de la plaza principal, en un terreno cntrico pero alejadode siniestros. El 3 de agosto de ese ao se dio desde Arequipa la bendicin de lacapilla provisional de Iquique bajo la advocacin de nuestra Seora de la Pursima ypudiendo servir de Matriz mientras se concluyesen los trabajos de sta125.

    La construccin fue lenta y solo tras un nuevo incendio, en octubre de 1877, elPrefecto Bruno Bueno, ordenara la reedificacin definitiva, usando parte del dine-ro enviado como donaciones para levantar la ciudad, adems de contribuciones

    120 FT, 51, f.32, 30 de noviembre de 1869.121 Idem, 50, f.34, 13 de febrero de 1872.122 Idem, 7, f. 268, 16 de julio de 1873.123 Idem, 3, f. 31, 24 de junio de 1875; EP, 25 de junio de 1875.124 Idem, 11, f. 41, 4 de marzo de 1876.125 Jos Nemesio Cubas Motta, La provincia litoral de Tarapac en vsperas de la Guerra del

    Pacfico , Tesis para optar al grado de profesor de Historia, Geografa y Educacin Cvica, 1962, 22.

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    151CARLOS DONOSO / EL PUERTO DE IQUIQUE EN TIEMPOS DE ADMINISTRACIN

    particulares, impuestos y multas extraordinarias, y los escasos fondos fiscales dis-ponibles126. Con una inversin no superior a los cincuenta mil soles, en febrero de1878 la nueva y definitiva iglesia era inaugurada en la misma ubicacin que hoyocupa. Iquique, desde esa fecha, se transformara en la nica ciudad latinoamerica-na sin contar con un templo a un costado de su plaza principal.

    El vaco dejado por el traslado de la iglesia oblig a las autoridades locales apreocuparse por el ornato de la plaza, hasta entonces convertida en una simpleexplanada de tierra. En octubre de 1876 el prefecto Bruno Bueno present una notaal Concejo Departamental solicitando dinero para hermosear la plaza, construyen-do un jardn y convirtindola en un verdadero paseo pblico. El Concejo, sinembargo, aduciendo su endmica falta de fondos, propuso dejar al patriotismo delvecindario una obra de ornato e higiene de la mayor utilidad pblica. Tras remitirigual solicitud al ministro de Gobierno, Bueno solo obtuvo la promesa del envo ala brevedad de cien rboles por lo menos de los jardines pblicos y de los estable-cimientos de gobierno, as como diversas especies desde el Jardn Botnico y laEscuela de Agricultura127.

    De los rboles y plantas nunca hubo noticia. Solo en agosto de 1876 la compa-a Gildemeister donara a la ciudad quince mil soles para la construccin de un jardn, cuyo costo de mantencin deba ser asumido por las autoridades locales128.El cuidado del jardn pblico se constituy en el orgullo del Concejo y se mantuvohasta el inicio de la Guerra del Pacfico. En agosto de 1879 su Presidente, Jos

    Mara Calvo, haca notar que que siendo una de las pocas obras pblicas i deornato que se ha llevado a cabo con fondos de este Concejo no es posible mirar conindiferencia su destruccin129. Pese a encargar su conservacin, la falta de agua yla tensin ocasionada por el futuro incierto de la ciudad hicieron improbable supreservacin. Los jardines de la plaza solo seran restaurados meses ms tarde,consolidada la ocupacin chilena, una vez regularizada la provisin de agua ycuando su denominacin dej de ser la de armas, transformndose en Prat,como se conoce hasta hoy.

    El incendio de 1873 no solo destruy la Iglesia Mayor, sino tambin el princi-pal referente hasta entonces de la ciudad: el enorme reloj ubicado en su torreprincipal, fundamental segn crnicas de la poca para que la poblacin normarasu vida y sus operaciones. El 14 de diciembre de 1877, atendiendo la solicitud delos habitantes, acostumbrada a regirse por un cronmetro pblico, el Concejo De-partamental llam a reunin extraordinaria para tratar sobre la compra de un reloj yconstruccin de una torre en el jardn de la plaza para su sostenimiento. Unacomisin nombrada para estudiar su factibilidad estim algunos meses despus quedeban destinarse inicialmente 7.000 soles para su adquisicin en Europa, utilizan-do como intermediario una casa respetable de este comercio. El 25 de junio de

    126 El Prefecto de Tarapac , 28-31.127 FT, 53, f. 264, 31 de octubre de 1876; FT, 56, f. 40, 6 de diciembre de 1876.128 Idem, 11, f. 119, 8 de noviembre de 1877.129 Idem, 18, f. 295, 20 de agosto de 1879.

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    1878, el Concejo firmaba con el joyero Federico Franzt, un convenio de compra deun reloj que diera los cuartos de hora en una campana y las horas en una campanamayor, con un sonido fuerte, claro y vibrante. El reloj deba estar en el lugarasignado por el Concejo Municipal en un plazo no mayor de ocho meses a partir dela firma del contrato, debiendo pagar una fuerte multa de cinco soles por cada dade atraso.

    Franzt cumpli el convenio con extraordinaria rapidez: a fines de noviembre de1878 informaba a las autoridades que el 3 de diciembre de 1878 llegara el vaporIbis con el reloj y sus especificaciones en regla. Una semana ms tarde eradesembarcado en el muelle fiscal de Iquique, comenzando su instalacin en el acto.Con seguridad, el reloj de la plaza estaba en funcionamiento ya en febrero de 1879,dos meses antes de iniciado el bloqueo chileno al puerto.

    El proceso de compra de la torre y el reloj no estuvieron exentos de proble-mas: en octubre de 1878 un grupo de vecinos denunci algunas irregularidades,llamando la atencin por el alto costo de la torre, el no haberse sacado a remateesa obra y el hecho que diversos miembros del Concejo figurasen con contratis-tas de la obra130.

    El intenso trfico comercial generado tras la apertura del Puerto Mayor y elincremento de su poblacin permitira el desarrollo de la prensa local. En 1858comenz la circulacin de El Mercurio de Tarapac , peridico semanal vigentehasta 1874. Tiempo despus circularan, entre otros, El Comercio , El Heraldo

    Americano , La Voz del Pueblo , La Estrella y El Tiempo . Este ltimo circularahasta el 22 de noviembre de 1879, un da antes de la ocupacin chilena131.En enero de 1874 qued establecido el servicio telegrfico en la ciudad, permi-

    tiendo la comunicacin hasta La Noria. Dos aos despus el tendido alcanzarahasta El Callao. El Banco Nacional del Per, fundado en 31 de agosto de 1872,estableci en Iquique a fines de ese ao, cediendo crditos por ms de cuatromillones de soles. El Banco de Londres, Mxico y Sudamri