Que lio de cuentos 2

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QUE LÍO DE CUENTOS Los tres cerditos estaban como todas las tardes de invierno sentados al calor de la lumbre, mientras su mamá les leía el cuento de Caperucita Roja: -¡Qué boca tan grande tienes, abuelita! -Es para comer... -¡Pum, Pum! - un fuerte golpe sonó, de repente en la puerta de su casa. -¿Quién es? -preguntó la mamá asustada. Al otro lado se oyó la voz entrecortada del patito feo que pedía ayuda todo nervioso porque el soldadito de plomo había caído en una hoguera y estaba a piques de derretirse. Poniendo los pies en polvorosa, se fueron en busca de D. Gato para que con sus botas de siete leguas pudiera llegar pronto y así sacar de las llamas al pobre soldadito. -¡Qué suerte! ¡A tiempo hemos llegado! -dijo D. Gato todo feliz. -¡Qué alegría! ¡Viva el soldadito! -gritaron los cerditos todos contentos. -¡Cua, cua, cua! ¡Menudo susto! ¡Menudo susto! -repetía el patito feo todavía impresionado. -¡Gracias amigos! Me librasteis de una buena. No sé que sería de mi sin vuestra ayuda – lloraba sin fuerzas el pobre soldadito. Ana, Ángela, Tifani, Noelia, Samuel, Laura 6º A Primaria

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Los alumnos y alumnas de 6º A de Primaria inventan un cuento con personajes de cuentos clásicos

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QUE LÍO DE CUENTOS

Los tres cerditos estaban como todas las tardes de invierno sentados al calor de la lumbre, mientras su mamá les leía el cuento de Caperucita Roja:

-¡Qué boca tan grande tienes, abuelita! -Es para comer...-¡Pum, Pum! - un fuerte golpe sonó, de repente en la puerta de su casa.-¿Quién es? -preguntó la mamá asustada.

Al otro lado se oyó la voz entrecortada del patito feo que pedía ayuda todo nervioso porque el soldadito de plomo había caído en una hoguera y estaba a piques de derretirse.

Poniendo los pies en polvorosa, se fueron en busca de D. Gato para que con sus botas de siete leguas pudiera llegar pronto y así sacar de las llamas al pobre soldadito.

-¡Qué suerte! ¡A tiempo hemos llegado! -dijo D. Gato todo feliz.-¡Qué alegría! ¡Viva el soldadito! -gritaron los cerditos todos contentos.-¡Cua, cua, cua! ¡Menudo susto! ¡Menudo susto! -repetía el patito feo todavía impresionado.-¡Gracias amigos! Me librasteis de una buena. No sé que sería de mi sin vuestra ayuda – lloraba sin fuerzas el pobre soldadito.

Ana, Ángela, Tifani, Noelia, Samuel, Laura6º A Primaria