Querer La Luna Soluc

A

solucionario

Solucionario de la guía de lectura

Gemma LienasQuerer la luna

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1. Querer la luna

a) Antes de comenzar la lectura del libro, reflexionaremos con los niños sobre el concepto de «querer la luna». Para ello utilizamos una imagen muy concreta: una discusión entre una jira-fa, una hormiga, un poeta y un científico. Se pide a los alumnos que imaginen para qué que-rrá la luna cada uno de esos personajes. Puedes orientarlos haciendo preguntas: ¿Cómo es la jirafa? La jirafa está más cerca de la luna que la hormiga? ¿Necesitará el poeta escribir un poema sobre la luna? ¿Y el científico, querrá hacer experimentos con la luz lunar?

b) En esta actividad, se trata de pensar una solución que deje contentos a todos los personajes. La idea es que se llegue a un acuerdo. Por ejemplo, pueden usar la luna por horarios, o por días de la semana; pueden juntarse en pares para usar la luna, etc. Se trata de una propuesta donde los alumnos deben intentar la conciliación, lo que sirve como base para resolver con-flictos de grupo.

c) En este caso, la pregunta es individual. Déjales pensar durante unos minutos y propicia el comentario en clase. Todos querrán participar si logras un clima de confianza y apertura.

d) A partir de una lista de adjetivos, se pide a los alumnos que encierren en un círculo azul las palabras adecuadas para describir a la luna y con rojo, las menos adecuadas. Si bien, las pa-labras escogidas están orientadas a llegar a una solución común, quizá algún alumno en-cierre una palabra poco adecuada. No lo corrijas, pregúntale por qué lo ha hecho, probable-mente su explicación te sorprenda. La solución inicial sería:

Palabras que describen a la luna: Palabras que no describen a la luna:

brillante, redonda, blanca, callada, quieta, rugosa

azul, oscura, verde, cuadrada, saltarina, parlanchina, suave

e) Actividad plástica donde los alumnos plasmarán su imagen personal de la luna. Pueden usar todo tipo de materiales.


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f) Con un matiz un poco más científico, esta actividad está orientada al conocimiento de las fases de la luna. Explícales en forma sencilla por qué la luna muestra diferentes formas cada noche. Muéstrales fotos de las fases de la luna y luego pídeles que las dibujen en la guía. A continuación te ofrecemos una información orientadora.

La Luna cambia su forma según sea su posición respecto del Sol. En la primera sema-na, cuando la Luna se encuentra entre la Tierra y el Sol, muestra su cara no iluminada (a eso se denomina «Luna nueva»). Una semana después, la Luna ha girado un cuarto de vuelta y se ilumina media cara (Cuarto creciente). A la siguiente semana, la Luna se alinea con el Sol y con la Tierra, por lo tanto es posible observar toda su cara ilumi-nada (Luna llena). Finalmente, una semana más y la Luna vuelve a girar otro cuarto, para mostrarla menguante.

Luna nueva

Luna llena

Luna nueva visible

Luna gibosa menguante

Cuarto creciente

Cuarto menguante

Gibosa creciente

Luna menguante

© CSIC



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g) Una canción tradicional infantil ayudará a afianzar los conocimientos adquiridos en el punto anterior. Los alumnos deberán decir a qué fase de la luna podría corresponder cada estrofa de la canción. Si lo deseas, puedes repasar con ellos el concepto de estrofa.

Hoy no veo la Luna¿Es que se ha escondido?

¿O se la han llevadoalgunos bandidos?

Hoy veo la luna,Sólo una tajada.

¿Es que tiene miedoo está enamorada?

Hoy veo la lunaredonda y brillante.Me mira y sus ojosparecen diamantes.

Otra vez la lunase me vuelve a irsu velo de sueñola invita a dormir.

2. A viva voz

El aprendizaje del hábito lector es un proceso complejo que requiere del apoyo y la estimulación de aquellos que rodean al niño o al adolescente, quien necesita el acceder directamente a los tex-tos y compartirlos. La escuela es uno de los eslabones principales en esta tarea, y la lectura en voz alta, una herramienta inigualable para contagiar en los alumnos el gusto por los libros.

Por eso, te recomendamos que dediques algo de tiempo cada día para leerles a tus alumnos en voz alta, incluso a los mayores, mientras ellos siguen la lectura en sus libros. Al finalizar, puedes dedicar unos minutos a las dudas, comentarios o aportes. Cuando retomes la lectura, recuerda preguntarles qué recuerdan del capítulo anterior, así, entre todos, pueden hacer un resumen en forma oral. También, puedes aumentar la expectativa suspendiendo la lectura en un punto álgido o preguntando: «¿Y ahora, qué creéis que pasará?».

La lectura en voz alta es una herramienta inigualable para contagiar en los alumnos el gusto por los libros. Recuerda que debes establecer un tiempo de lectura que no debe ser muy extenso y que puedes poner en práctica estrategias para que crezca la expectativa sobre la historia. El am-biente debe ser relajado, en lo posible, debes intentar que no haya interrupciones; también puedes invitar a algún alumno a leer, siempre que esto no implique una actividad de evaluación, lo que condicionaría la lectura y la atención.


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3. Señoras y señores, con ustedes... ¡el circo!

a) A partir de la cita de las primeras líneas de la novela, se propone un sencillo crucigrama cuyas definiciones son ilustraciones. Te sugerimos que, antes de comenzar esta actividad, conver-ses con los alumnos sobre el circo: pregúntales si han ido alguna vez; qué parte les gusta más y cuál les agrada menos. Luego, invítalos a resolver el crucigrama. Aquí, la solución.

Personajes del circo

1 M 2 M 3 P

A O R4 E L E F A N T E

A O S

B E5 P A Y A S O N

6 L R T7 E Q U I L I B R I S T A

O S D

N T O8 F O C A R

b) Se plantea una situación imaginaria con el circo como paisaje. La gata Gur y el equilibrista charlan, encaramados en lo alto de un árbol. Se pide que los alumnos inventen la conversa-ción en la cual Gur le cuenta a su amigo que piensa partir a conocer el mundo. Antes de comenzar esta actividad, te sugerimos que les expliques a los niños el concepto de improvi-sar. Luego, déjales jugar entre ellos y, si lo deseas, puedes invitar a algunas parejas a repre-sentar su conversación para el resto de la clase.

c) Actividad individual donde cada niño cuenta qué lugares le gustaría conocer y por qué razón.


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4. La vida en la ciudad

a) Cholis es una gata doméstica. Ofréceles una definición sencilla y asequible del término «do-méstico», a partir de la definición académica que te ofrecemos a continuación, luego pídeles que escriban la definición en su guía. No se la dictes, intenta que la escriban con sus propias palabras.

doméstico, ca.(Del lat. domestı̆cus, de domus, casa.)1. adj. Perteneciente o relativo a la casa u hogar.2. adj. Dicho de un animal: Que se cría en la compañía del hombre, a diferencia del

que se cría salvaje.3. adj. Dicho de un criado: Que sirve en una casa. U. m. c. s.4. m. Ciclista que, en un equipo, tiene la misión de ayudar al corredor principal.

b) Cholis y Gur son gatas que vienen de mundos diferentes. Conversa con tus alumnos sobre los diferentes mundos de los que viene cada una. A partir de allí, pídeles que definan las di-ferencias entre las dos gatas. Reflexiona con ellos sobre la forma de procurarse alimento, por ejemplo, dónde pasan las noches del frío invierno, qué sucede cuando a Cholis le duele la panza y qué pasa cuando le duele a Gur, etc.

5. Querer cosas... ¿imposibles?

a) En esta actividad, los alumnos tendrán que diferenciar los objetos que los niños pueden usar de aquellos más frágiles. Se trata de colocar palabras en dos grandes recuadros. Pídeles que agreguen palabras si se les ocurre otro objeto que no se les permite utilizar. Probablemente, algunos niños te digan que su padre o madre les permite jugar con el móvil. En ese caso, explícales que, de todas maneras, es necesario ser muy cuidadoso, pues es un objeto delica-do que puede romperse con facilidad.

b) La frase dicha por la madre de Raúl: «algún día querrás la luna» significa que el niño pide de-masiadas cosas, un día, se le ocurrirá pedir lo imposible, es decir, la luna.


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c) Relacionada con la anterior, esta actividad se centra en la frase «llorar a mares». Explícales muy breve y sencillamente a los alumnos el concepto de «dicho popular» y luego déjalos que se explayen a gusto con diferentes frases que han escuchado en su casa o en otro medio.

Un dicho popular es un conjunto de palabras que expresan una idea con un sentido figurado. Por ejemplo, cuando ante una situación difícil se rinde, suele decirse que «tiró la toalla». La frase «tirar la toalla» viene del boxeo y, en ese deporte, es señal de que el boxeador ya no quiere seguir, se ha rendido. Esta es la solución:

Se lo dijo a cara de perro l

Aquí hay gato encerrado l

Estaba en la luna l

Lo han cogido con las manos en la masa l

Deberás hacer buena letra l

El niño no dijo ni mú l

Laura ha metido la pata l

Se llevan como perros y gatos l

Hagamos borrón y cuenta nueva l

Lo hizo en un pispás l

l Volvamos a empezar

l Se lo dijo muy enojado

l Deberás portarte muy bien

l El niño se quedó callado, no dijo nada

l Estaba distraído

l Se llevan muy mal

l Aquí está pasando algo

l Laura se ha equivocado

l Lo hizo rápidamente

l Lo han cogido haciendo algo malo

Si lo deseas, puedes leerles algunas otras frases de la siguiente lista o las que a ti se te ocu-rran. Nuestro idioma se ha enriquecido enormemente con la infinidad de frases hechas o dichos populares.

En menos que canta un gallo.

Estar como una regadera.

Estar en las nubes.

Faltarle a uno un tornillo.

Hacer de tripas corazón.

Hacérsele a uno la boca agua.

Llorar a lágrima viva.

Matar dos pájaros de un tiro.

Morder el anzuelo.

Morderse la lengua.

No le busques tres pies al gato.

No tener pelos en la lengua.

Pagar los platos rotos.

Pasarse tres pueblos.

Por si las moscas.

Ser la gota que colma el vaso.

Tener la cabeza llena de pájaros.


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d) Gur y Cholis se las han ingeniado para atrapar a la luna; en algunas ocasiones, no lo lograron, pero finalmente, pudieron tenerla en su red, literalmente. Se pide a los alumnos que recorran el libro y busquen las diferentes estrategias que utilizaron las gatas para llevarle al niño lo que deseaba. Primero, han embadurnado la torre de comunicaciones con miel para que la luna se quede pegada. Luego, suben a una colina y con una cuerda, enlazan a la luna. Finalmente, la pescan con una red cuando la luna se está dando una zambullida en el mar. Esta actividad tiene como objetivos: que los alumnos sigan la progresión de la historia y que reconozcan diferentes modos posibles de llevar a cabo una acción.

e) Pídeles que piensen qué otros modos de atrapar la luna pondrían en práctica. Puede ser, po-niendo un tobogán debajo de la luna; tocando la flauta como el flautista de Hamelin; hacien-do un camino de caramelos que vaya desde la colina más alta hasta la casa de Raúl (la luna es muy golosa, no podrá resistirse), etc.

f) Continuando con la actividad anterior, se propone que los alumnos inventen estrategias para atrapar el mar, un sueño bonito, un recuerdo lejano y la montaña más alta. Para orientarte, te proponemos algunas estrategias, aunque intenta que ellos solos las inventen:

El mar: con una esponja gigante; encerrándolo dentro de una caracola. Un sueño bonito: con una almohada perfumada, con palabras en una libreta.

Un recuerdo lejano: con un pastel de chocolate, con la voz de mi abuela (porque es en-cantadora de recuerdos).

La montaña más alta: con una nube en forma de lazo, la hipnotizaría con el arco iris y le pondría patinetes debajo.

6. Deseos plateados, redondos y brillantes

a) Los niños tendrán que escoger la respuesta correcta sobre la razón por la cual la luna no está contenta en casa de Raúl. La respuesta es la número tres: porque la luna desea volar libre por los cielos.


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b) En este caso, ellos tendrán que imaginar lo que más le gusta a la luna. Piensa y reflexiona con ellos sobre la luna y sus costumbres más evidentes (es nocturna, es pálida y brillante, suele ser símbolo de los enamorados, tiene la piel rugosa, etc.). A partir de estas características, ellos imaginarán los gustos y preferencias de la luna. Te ofrecemos algunos ejemplos:

¿Cuál será su comida favorita? Por ejemplo: croissants.

¿Y su color preferido? Blanco y plateado.

¿Cuál es la música que más le gusta escuchar? Todos los Claro de Luna.

¿Y el deporte que practica? Danza clásica.

¿Qué le gustan más los libros de aventuras o los románticos? Los románticos.

¿Qué se llevaría a una isla desierta? Polvo de estrellas.

¿Qué quiere ser cuando sea grande? Un planeta.

c) En esta actividad central, deberás reflexionar con los niños sobre el pedido de Raúl y su con-creción. Raúl tiene la luna, pero ha sido egoísta, pues no ha pensado en cómo se sentiría la luna encerrada en su cuarto. Quizá Raúl aprenda que no se puede pedir todo lo que se de-sea y también, que las personas no deseamos las mismas cosas.

d) Se trata de una actividad de creación literaria a partir de una situación previa. Raúl sueña que se despide de la luna, pero descubre que ha olvidado soltar la cuerda de la cesta y que de pronto, comienza a elevarse. Se pide a los alumnos que imaginen el viaje de Raúl por la in-mensidad del cielo nocturno.


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7. A jugar con la poesía

a) Actividad intertextual a partir del poema La luna del mexicano Jaime Sabines. Es un poema bonito donde el poeta piensa diferentes usos «medicinales» para la luna.

La luna se puede tomar a cucharadas o como una cápsula cada dos horas. Es buena como hipnótico y sedante

y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía.

Un pedazo de luna en el bolsillo es mejor amuleto que la pata de conejo:

sirve para encontrar a quien se ama, para ser rico sin que lo sepa nadie

y para alejar a los médicos y las clínicas. Se puede dar de postre a los niños

cuando no se han dormido, y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos

ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna debajo de tu almohada

y mirarás lo que quieras ver. Lleva siempre un frasquito del aire de la luna

para cuando te ahogues, y dale la llave de la luna

a los presos y a los desencantados. Para los condenados a muerte y para los condenados a vida

no hay mejor estimulante que la luna en dosis precisas y controladas.


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Luego se les pregunta a los alumnos:

¿Qué dolor aliviarías bebiendo de la luna a cucharadas? Puede ser el dolor del alma, el dolor de barriga por comer muchos chocolates, etc.

¿Para qué la usarías como amuleto? Para que salga bien un examen, para que ella/él me mi-ren, para que mi padre consiga el trabajo, etc.

¿Por qué crees que el postre de luna ayuda a los niños que no se han dormido? Porque es suave como el algodón e invita a dormir; porque es dulce como un helado, porque está hecha con ingredientes de sueño.

¿Qué verías tú si pusieras una hoja tierna de luna debajo de tu almohada? Vería un mundo de fantasía; castillos hechos de luna y princesas pálidas, etc.

¿A quién quisieras regalarle la llave de la luna? A mi mejor amiga, a mi papá, a mi abuela, etc.

b) En este caso, se proponen otros «objetos lunares» y se pide a los niños que imaginen para qué usarían:

1. Una tajada de luna llena: puede ser para poner en la leche del desayuno.2. Un rayo de luna creciente: para iluminar la cuna de mi hermanito/a.3. Una flor que crece en la luna: para regalar a mi mamá en su cumpleaños.4. Una lágrima de luna melancólica: para aquietar el mar.


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c) A partir de la Canción para bañar la luna de María Elena Walsh, se pide que los alumnos dibujen alguna estrofa. Explícales brevemente el concepto de estrofa y de estribillo si lo de-seas y luego pídeles que se pongan ¡manos a la obra!

Ya la Lunabaja en camisón

a bañarse en un charquitocon jabón.

Ya la Lunabaja en tobogán

revoleando su sombrillade azafrán.

Quien la pesquecon una cañita de bambú,

se la llevaa Siu Kiu.

Ya la lunabaja de perfil

con un abanico chicode marfil.

Ya la lunacomo son las seis

rueda por su escaleritade carey.

Ya la lunaviene en palanquín

a robar un crisantemodel jardín.

Ya la lunaviene por allí

su kimono dice: No, noy ella, sí.

Quien la pesquecon una cañita de bambú,


Ya la lunabaja muy feliz

a empolvarse con azúcarla nariz.

Ya la lunaen puntas de pie

en una tacita chinatoma té.

Ya la lunavino y le dio tos

por comer con dos palitosel arroz.

Ya la lunabaja desde allá

y por el charquito Kitonadará.

Quien la pesquecon una cañita de bambú


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