Question 84

48
AÑO 8- NÚMERO 84- ABRIL DE 2011/ P UBLICACIÓN MENSUAL EDITADA POR ALIA2 Y C OMUNICAN 84 84 El Estado fuerte y la El Estado fuerte y la criminalización a los criminalización a los movimientos/ movimientos/ La espada de La espada de Damocles del terrorismo Damocles del terrorismo nuclear nuclear / La denunciada La denunciada corrupción/ corrupción/ 15 tesis sobre el 15 tesis sobre el calentamiento global/ calentamiento global/ Historia y Historia y socialismo/ socialismo/ Las luchas de clases Las luchas de clases no han muerto/ no han muerto/ Los estadólatras Los estadólatras LA OPOSICIÓN LA OPOSICIÓN EN SU ETERNO LABERINTO Gobiernos Gobiernos populares, populares, movimientos movimientos sociales sociales y cambio y cambio social social La revolución democrática y pacífica, ¿un invento pequeño-burgués? CUANDO EL VERSO DE LA CUANDO EL VERSO DE LA UNIDAD YA NO ES SUFICIENTE UNIDAD YA NO ES SUFICIENTE UNIVERSIDAD: UNIVERSIDAD: a cambiarlo todo a cambiarlo todo

description

Desde Venezuela. Territorio libre para el pensamiento crítico - Plataforma para la batalla de las Ideas.

Transcript of Question 84

Page 1: Question 84

/Abril de 2011

AÑO 8- NÚMERO 84- ABRIL DE 2011/ PUBLICACIÓN MENSUAL EDITADA POR ALIA2 Y COMUNICAN

8484

El Estado fuerte y la El Estado fuerte y la criminalización a los criminalización a los

movimientos/ movimientos/ La espada de La espada de Damocles del terrorismo Damocles del terrorismo nuclearnuclear/ La denunciada La denunciada

corrupción/ corrupción/ 15 tesis sobre el 15 tesis sobre el calentamiento global/calentamiento global/ Historia y Historia y socialismo/socialismo/ Las luchas de clases Las luchas de clases no han muerto/ no han muerto/ Los estadólatrasLos estadólatras

¿Aprenderemos a dialogar?

LA OPOSICIÓNLA OPOSICIÓNEN SU ETERNO LABERINTO

Gobiernos Gobiernos populares, populares, movimientos movimientos sociales sociales y cambio y cambio socialsocial

La revolución democrática y pacífi ca, ¿un invento pequeño-burgués?

CUANDO EL VERSO DE LA CUANDO EL VERSO DE LA

UNIDAD YA NO ES SUFICIENTEUNIDAD YA NO ES SUFICIENTE

UNIVERSIDAD:UNIVERSIDAD:

a cambiarlo todo a cambiarlo todo

Page 2: Question 84

/Abril de 2011

ABRIL DE 2011 QUESTIONDIGITAL.COM

DIRECTOR FUNDADOR:ARAM AHARONIAN

DIRECTOR GERENTE:RICARDO FONT CARVALLO

DIRECCIÓN EDITORIAL:FILINTO DURÁN, RICARDO FONT, ARAM AHARONIAN

ASESOR EDITORIAL:ROBERTO HERNÁNDEZ MONTOYA

QUESTION DIGITAL:MARCOS SALGADO (COORDINADOR)

MARCA REGISTRADA: ALIA2, CADEPÓSITO LEGAL: PP 200201CS526ISSN: 1690-0952 QUESTION

ES UNA PUBLICACIÓN DE LA AGENCIA LATINOAMERICANA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS-2 (ALIADOS) Y LA ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA PARA LA COMUNICACIÓN SOCIAL (COMUNICAN)/

8484

Quizá uno de llos problemas graves de este gobierno es que ha carecido de interlocutores válidos, confi iables. Y, lamentablemente, hasta ahora esta oposición no ha demostrado que pueda llegar a serlo, sobre todo por la gran frustración que hasta ahora ha sido su actuación en la Asamblea Nacional y porque mientras recitan democracia, algunos grupos entienden guarimbas y desestabilización.

Pareciera que sigue prevaleciendo la tesis de los que no tienen política (ni capacidad para generarla) y se reniega de esta posibilidad de careo, de juego democrático –que por demás tanto costó construir- para seguir apostando a la ruleta de la desestabilización para supuestamente lograr la ingobernabilidad… para que intervengan de afuera para poner orden.

Desde el 2002 la historia vuelve a repetirse, con algunos intervalos en el medio, que es cuando respiramos y creemos que esta vez sí entramos en el juego democrático. Pero héte aquí que no….Porque hay varios que desde afuera quieren ir manejando los hilos.

Titiriteros como los que impulsaron el golpe para coronar a Carmona el Breve en 2002, estadounidenses y españoles, como entonces, con apoyo ahora también de grupos holandeses y hasta colombianos.

Insistimos en que el enemigo –interno, externo, no se mueve en solamente un escenario, sino que transita por varios: el civil, el militar, el de la oposición, el del bolivarianismo, impulsando la idea del chavismo sin Chávez, al igual que lo hace con los altos cuadros castrenses. Mientras, decenas de “dirigentes” o candidatos a dirigentes, en su mayoría emanados de los grupos más jóvenes, son llevados a seminarios y cursos y presentados en sociedad con los popes del conservadurismo internacional

Es raro que el disidente –por decirlo de forma elegante- gobernador de Lara, Henry Falcón sea promovido como una alternativa de chavismo sin Chávez, como buen gerente público, e incluso, de el patrocinio de Microsoft, quisieron convencer de ello al propio Lula…

La lucha interna de la oposición, por conciliar las apetencias personales, las posiciones egocéntricas y el juego de los distintos movimientos y partidos queda al descubierto. La Mesa de Unidas Democrática no es más que un estado de ánimo, porque no todos se sientan en la mesa y menos

para hablar de unidad y democracia.Dice el dirigente masista

Vladimiro Mujica, que como en una oración colectiva, la oposición venezolana se ha venido acostumbrando a repetir la palabra sagrada que permitirá enfrentar el autoritarismo chavista: unidad.

Agrega que como en los grandes dramas épicos, donde a cada batalla ganada le sucede una mayor, han venido aprendiendo poco a poco que la unidad es una condición necesaria pero no sufi ciente: Se requiere además mucha inteligencia política, debilitar aún más las bases de apoyo del adversario y, en grado superlativo, poder hablarle a los “otros”.

Y lanza un mea culpa: Los “otros” son también venezolanos que habitan el mismo país y a quienes nosotros, la gran mayoría de los opositores, hemos dejado de entender. Si entender la “otredad” es un requisito clave de cualquier candidatura opositora, también lo es para garantizar un triunfo bolivariano, lo que requiere trascender la unidad endogámica de nosotros con nosotros y abrazar la unidad nacional de un modo persuasivo y auténtico.

Hay gente dentro de la oposición que sabe que para triunfar hay que colocar, por una vez, el interés colectivo sobre el de los partidos, grupos y personalidades que se

La oposición en su laberinto:La oposición en su laberinto: cuando el verso de la unidad ya no alcanza

Page 3: Question 84

/Abril de 2011

ARAM AHARONIAN

disputan un poder al que nunca podrán acceder si no dejan de actuar como en el pasado. Pero ese conocimiento no lo han podido socializar.

Pero aparecen los bloques y bloquecitos. ¿Modelo para armar… o en pleno desarmado? Socialdemócratas, socialcristianos,centroprogresistas, centrorretrógrados y contrarretrógrados facistoides… La unidad es una colcha de retazos...

Para peor de males, no aparece un liderazgo claro, un referente que pueda conducir esa Mesa de Unidad, que pueda tener credibilidad ante el pueblo…. o sus propios partidarios. Capriles Radonsky, la muñeca Machado, Julio Borges, el alcalde Ledesma, Ramos Allup, López Sigala, Henry Falcón, y seguimos contando…

Decía que la historia vuelve a repetirse, sin Carlos Gardel en el medio. Porque mientras algunos sectores tratan de caotizar elpaís, desestabilizarlo, volverlo ingobernable, a la espera de quien de un golpe o que los marines bombardeen Caracas y Sabaneta de Barinas mientras que las huestes de las manitas blancas hacen guarimbas en las urbanizaciones de clase media alta de nuestras principales c iudades.

Habrá que llamar a las Cazafantasmas, para que haga desaparecer ese fantasma del golpismo con el que intentan amedrentar nuevamente a la población y,también, a su primo hermano, el fantasma del fraude electoral, en el que, realmente, ni siquiera Rosales cree.

Chávez, los sindicatos, la juventud

La siguiente es la respuesta que Chávez dio al empresario periodístico Federico Fassano en Montevideo, cuando éste le planteó que un talón de Aquiles de la Revolución Bolivariana parecen ser los sindicatos obreros tradicionales, corrompidos, los estu-diantes manipulados y la deserción de ls intelectuales.

“Siempre existe el interés también mediático de que la gente crea exactamente eso. Que la juventud venezolana, que los estudiantes, dicen, están en contra de la revolución. Que los sindicatos están contra la revolución. No es exactamente así. Los viejos sindicatos claro. Aquí cada vez que ocupan un espacio de poder, una coordenada en el tablero. Te digo una cosa. A pesar de todo el poder de la burguesía de los años precedentes, toda ese llamado a paros generales, a sabotear el país por paros obreros, han fracasado. Y cada día, tu si vas a Venezuela podrás constatarlo, podrás reunirte con los sindicatos. Que yo soy el primero que aboga, porque sus sindicatos no se subordinen totalmente al Partido Socialista. Los sindicatos nuevos y los que se vienen conformando. Además existe una confederación de trabajadores totalmente libre, crítica con el gobierno, pero que apoya la revolución y critica lo que tiene que criticar”.

Calentar la calle

La derecha venezolana tienen preparado un plan para calentar las calles del país, con fi nanciamiento del exterior, denunció José Vicente

Rangel, quien señaló que se nota un distanciamiento deliberado de esos sectores hacia los partidos de la llamada “mesa de la unidad democrática”, y una conexión con las autoridades de universidades autónomas.

“De ahí el énfasis que esos movimientos estudiantiles colocan en alimentar una matriz de opinión que demuestre el poder de convocatoria que están logrando, que desplaza a lo interno de la política de la oposición a las direcciones tradicionales”, agregó.

Rangel también acusó a los sectores de derecha de gestar “una actividad que podría provocar una especie de implosión en los refugios para los damnifi cados, por lo que considero que la mejor respuesta es corregir las fallas que existen”, en referencia a los centros de atención instalados por el Gobierno tras las intensas lluvias de fi nales de 2010, para atender a la población afectada.

También surgen orquestadas voces agoreras y pesimistas frente a la implementación del Plan de Vivienda promulgado por el presidente Hugo Chávez, voces que pronostican el fracaso del plan. Obviamente, no basta con el diseño, con los recursos económicos y la posibilidad de insumos, sino que el gobierno debe

La oposición en su laberinto: cuando el verso de la unidad ya no alcanzacuando el verso de la unidad ya no alcanza

Page 4: Question 84

/Abril de 2011

cuidar otros aspectos, tomando en cuenta que habrá participación del sector privado “sano” en el plan, según defi nición del exvicepresidente Rangel.

“Hay que darle importancia a todo lo que tiene que ver con la permisología y el registro de la documentación debido a que los chantajes y los “matraqueos” por parte de autoridades municipales, puede entrabar la actividad. Esta difi cultad podría atraer la corrupción, y por ende, retrasos y difi cultades que podrían afectar la ejecución del ambicioso Plan y el cumplimiento de las metas”, arguyó.

José Vicente Rangel se refi rió a la propuesta del congresista estadounidense Connie Mack, quien pidió declarar a Venezuela un estado terrorista y amenaza para Estados Unidos (EEUU), y precisó que las empresas con sedes en esa nación, que operan en Venezuela, rechazaron la propuesta. “Los empresarios indicaron que llevan a cabo las operaciones dentro de la ley y esperan mejorar el ambiente para sus negocios en el país”, agregó.

¡Qué diputados!

Tres meses después del inicio de las sesiones de la Asamblea Nacional, 35% de los venezolanos califi có como muy malo el desempeño de los diputados opositores, y 27% contestó que regular, de acuerdo con los resultados de la última encuesta del Grupo de Investigación Social Siglo XXI (GIS XXI).

El 25% de los venezolanos afi rma que la actuación de este grupo demuestra que no tienen nada que ofrecerle al país. La clase media y los jóvenes menores de 30 años ha sido los más duros para con los diputados opositores: el 47% y 45%, respectivamente, califi ca su actuación como regular-mala-muy mala.

Pero el 31% de los encuestados también califi ca de mala-muy mala la actuación de los diputados bolivarianos, y el 21% prefi ere ponerle un regular (la aprobación alcanzó el 37%). La mayor aprobación se concentra en las y los jóvenes de

18 a 29 años de edad (40%) y en los estratos D (39%) y E (40%).

“Se planteó que los diputados del PSUV-PCV no tenían el mismo nivel, pero en los debates, los diputados del PSUV-PCV salieron mejor parados. Eso da al traste con la idea de que la inteligencia está del lado de la derecha”, interpretó Jesse Chacón, exministro y ahora director de la encuestadora en cuestión.

Los corruptos son los otros

No es la primera vez que el presidente Hugo Chávez se refi ere a la corrupción. “Nos traga la vieja política, nos traga la corrupción de la política… esos viejos valores capitalistas, pequeñoburgueses, bur-gueses, que se infi ltraron por todos lados y siguen infi ltrados dentro de nuestro partido. No escuchen el canto de sirena de la corrupción y si es necesario hagan como Ulises, amárrense. Y si no pueden, láncense del barco y dejen el mando”, señaló antes de viajar hacia el sur del continente.

“Si no tenemos claro y sólido como roca el principio ético político nos vamos a perder en el complicado campo de batalla… Si nosotros

olvidamos que nos debemos al pueblo, entonces estamos en presencia de la más grande de las corrupciones”, aseveró.

La preocupación del presidente Chávez, sus reiterados llamados a combatirla y enfrentarla, fue inmediatamente “aclarada” por Diosdado Cabello ante dirigentes del partido de gobierno: “en el Psuv no tapamos absolutamente nada”. La realidad, como lo viene denunciando Question, la corrupción se ha multiplicado (¿por dos, por diez?) en la última década y los casos van desde los planes de alimentación escolar y popular, a los hipódromos, a la compra de armas y municiones, a la estructura fi nanciera estatal… La pregunta es cómo ha prosperado tanto si en el PSUV no se encubren estos hechos delictivos.

Eleazar Díaz Rangel da cuenta de varias denuncias y recuerda que por centenares se multiplican en toda la administración pública los casos de funcionarios que cobran una comisión para que salgan los pagos correspondientes, y son igualmente centenares los casos de sobreprecios, que permiten al vendedor y al comprador obtener jugosas ganancias.

Page 5: Question 84

/Abril de 2011

Observado los impasses del actual

proceso de transformación y el bloqueo teórico (epistemológico y hermenéutico) del llamado “Socialismo del siglo XXI”, así como de los “marxismos burocráticos”, legados por el seguidismo ideológico a la revolución bolchevique (el marxismo soviético) ó incluso al “marxismo-leninismo” de la revolución cubana, son cada vez más necesarias prácticas interpretativas (ideológicas y teóricas) radicalmente críticas y creativas (pues con esa teoría “revolucionaria” disponible, no habrá actividad revolucionaria alguna); que vayan más allá de prácticas de re-apropiación crítica y selectiva del pensamiento marxiano, que hundan su esclarecimiento a la raíz de los problemas y desmonten los prejuicios de la modernidad euro-céntrica, del colonialismo interno e intelectual.

¿En función de que? De sustentar programas de investigación-acción para la transformación de la sociedad hegemónica. No basta con criticar al neoliberalismo ni al capitalismo en sentido restringido, si no se profundiza en la crítica de la modernidad-colonialidad.

El “marxismo de las carabelas” es un marxismo colonizador, un marxismo que reproduce los mitos del progreso, del desarrollismo, de la neutralidad ideológica de las fuerzas productivas, del productivismo y el consumismo, del occidentalismo e incluso de la lógica de la sociedad adquisitiva.

Además ha sido un fracaso con relación a las proyectos para sustituir formas de dominación estatal, distribuir y organizar las relaciones de poder de manera radicalmente democrática, calcando los mitos hegemónicos que son parte del problema civilizatorio, y que no despejan los caminos para construir vías de solución de los problemas.

Hay quienes suponen que no es necesario ningún debate teórico, que las recetas están hechas para ser aplicadas. Basta repetir a Lenin, glosar al Che, gritar: ¡que viva Fidel!, darle un toque espiritual con una dosis de “teología de la liberación”, colocar algunos aliños para reconocer cierto indo-socialismo ó la llamada afro-descendencia, reivindicar el feminismo

de palabra y la ecología del “desarrollo sustentable”, pero manteniendo intacta la falacia desarrollista, sin cuestionar los dispositivos de poder y las estructuras de dominación capitalistas, ni las prácticas que prefi guran la burocracia socialista derivadas de la vanguardia del aparato, del mito del partido-único/capitalismo de Estado, o confundir la contra-hegemonía con la mas burda sumisión ideológica, desechar la ética de la liberación (basta revisar algún trabajo de Sánchez Vázquez o de Dussel) y reducirla a la criatura ideológica del partido comunista de la URSS en tiempos de Kruschev (¿sabe usted que era el código del constructor del comunismo científi co?): “conciencia del deber social”.

El cerebro de los vivos sigue aprisionado por las vestimentas ideológicas de tradiciones veneradas como dogmas sacrosantos. Se repiten cuentos, narrativas, argumentos y descripciones que corresponde a las inercias ideológicas de la vieja izquierda despótica (con la bandera imaginaria: rostros épicos de Marx, Engels, Lenin y Stalin, mirando todos a la izquierda), con su sacrosanto cuento de los manuales soviéticos, las codifi caciones del partido-aparato, los rituales, la liturgia de los textos y estribillos sagrados, la escolástica de los “profesionales de la revolución”, la repetición de la amalgama de una singular lectura de Marx, los hábitus, en fi n: alabado sea el dogma.

La crisis y el bloqueo del socialismo del siglo XXI no solo es práctico, es además teórico. No hay salidas fáciles, no hay populismos que disfracen las debilidades del pensamiento

revolucionario, ni hay mesianismos que sustituyan la formación política para el autogobierno de la ciudadanía republicana, no hay estructuras políticas que funcionen como cascarones carentes de concepciones ideológicas renovadas.

Sin sacudir el pensamiento tradicional de la izquierda cavernaria, la revolución se hunde por efecto de sus lastres ideológicos. El agotamiento es parte no solo del refl ujo del poder constituyente como multitud movilizada, sino como vacio de tareas del intelectual colectivo.

He allí un grave asunto a ser asumido: sin pensamiento colectivo insurgente no habrá revolución. Con el “marxismo de las carabelas” se la da una nueva vuelta de tuerca al colonialismo interno y al colonialismo intelectual.

¿Se habrán dado cuenta de este pequeño detalle los colectivos de propaganda bancaria y “revolucionaria”, las escuelas de los Partidos-maquinaria, los responsables de construir referentes ideológicos para la transformación?

Por ahora, se reproduce el círculo vicioso del apagón revolucionario. Se requieren varios sacudones. Entre estos, hay uno del que nadie dice sino poco: el sacudón del pensamiento colectivo insurgente.

La burocracia huele que se ha quedado sin coartadas. ¿Dijo usted “militancia socialista” en la primera línea estratégica del PSUV?

Comencemos por limpiar el jardín socialista de toda su basura ideológica. Hay que sacudir el colonialismo intelectual, dejar bien lejos al “marxismo” de las carabelas.

Sacudir al “marxismo” de las carabelas“marxismo” de las carabelasAVIER BIARDEAU R.

Page 6: Question 84

/Abril de 2011

Los reformistas de siempre tienen sus propias mañas para escamotear las transformaciones de fondo con el buen argumento de que los cambios no son para mañana, que es preciso ir poco a poco, que “la gente no está preparada”, que gradualmente llegaremos a la revolución. Esta trucología está desparramada en todos los ámbitos de la sociedad. Desde luego, también la encontramos en el seno de las universidades. Cuando planteamos la necesidad de asumir las transformaciones en clave de cambios radicales no quiere ello decir que debemos partir de cero, que todo lo dado está perdido, que hay que hacer “borrón y cuenta nueva”. Desde luego, hay en todas las áreas de la vida social un acumulado histórico que debe potenciarse. Ese espesor cultural lo damos por sabido. Allí no está el problema. La cuestión es colocarse en el dilema esencial de la conservación de lo dado o su transformación verdadera. No se trata de despreciar los pequeños cambios en nombre de los grandes acontecimientos.

Tampoco se trata de subestimar el papel de las reformas o las modifi caciones parciales. De lo que sí se trata es de poder caracterizar cuáles son los límites sustanciales de cada ámbito de la realidad, es decir, qué hace la diferencia entre lo dado--la universidad realmente existente--y lo que se proyecta como cambio radical (la universidad que queremos) En ese contexto, entonces sí podemos valorar el rol de este o aquel cambio, la signifi cación de las pequeñas mutaciones que se van encadenando “disipativamente” (Prigogine) La clave en estos procesos de gestión del cambio es encontrar los horizontes de sentido que conectan--subterráneamente--las diferentes experiencias que se van suscitando en todos lados: sin comando central, sin ninguna estrategia maestra urdida por el partido tal o cual, sin ninguna “planifi cación”. El desafío mayor consiste justamente en lograr los dispositivos de intersección de esas experiencias dispersas y desiguales,

Universidad:Universidad: cambiarlo todo

pues en la medida en que cada iniciativa de cambio se agota en los límites de su territorio acotado, en esa medida el status quo se reproduce impunemente, los esfuerzos se traducen en desgaste y la frustración se instala. No hay ninguna fórmula previa que asegure el destino exitoso de los pequeños cambios encadenados en “la gran transformación”. Se trata por ello de apostar permanentemente a una recursividad de esos procesos en los que cada quien parece actuar por su cuenta, sin concertación previa y con pocos mecanismos de articulación a la mano. La universidad es un complejo entramado de discursos, prácticas y aparatos que demanda una combinación de miradas muy exigente: manejo específi co de cada ámbito y contextos inclusivos a escala mundial, comprensión del presente en los espacios discretos y manejo de sus nexos en todas sus variantes. Los cambios de esa singular realidad no pueden transplantarse mecánicamente de un lado a otro por efecto de la pura voluntad. Es muy fácil que la energía

que se pone en movimiento para impulsar una transformación se agote ante las adversidades, los intereses en juego y las típicas resistencias que vienen de todas partes. La ventaja en esta coyuntura es tal vez que no se encuentra ninguna área de la que pueda decirse: “esto está bien como está”. En verdad todo debe ser cambiado. Todo está en juego. Es preciso interrogarse sobre cada componente de este espacio y formular una reconstrucción crítica que desemboque en la emergencia de una nueva realidad. Es allí donde cobra su máxima signifi cación político-intelectual el esfuerzo por dotarse de unas reglas de juego cónsonas con el presente, es decir, un marco normativo que esté en diálogo con los procesos de transformación de la sociedad misma. Para ello la discusión abierta y franca es esencial. Hay grandes desacuerdos, eso es normal. Que también haya convergencias es lo que debemos buscar. Ese es el camino más empinado… pero es el camino.

RIGOBERTO LANZ

Page 7: Question 84

/Abril de 2011

Tres etapas muy marcadas tiene la dinámica entre la educación superior privada y la educación superior en el país.

Visto en el largo plazo Venezuela muestra una relación similar de crecimiento entre la matricula total, la pública y la privada. Entre 1960 y el 2008, un largo periodo de 37 años, la media anual de incremento de la matricula total de la educación superior fue de 9.65% anual, en tanto que la expansión de la educación pública ha sido de 9.21% anual y la privada 11.63%, lo cual implica una varianza muy baja con un leve crecimiento tendencial superior privado.

Sin embargo, si uno analiza períodos, constata claramente la existencia de tres etapas. Una primera marcada por una relativa estabilidad de la cobertura privada entre 1960 y 1980, cuando pasa de ser el 11.4% del total a alcanzar a 12.9%. Durante esos veinte años ambos sectores crecieron más o menos igual.

Entre 1980 y el 2002, encontramos una segunda fase marcada por un crecimiento sostenido superior de la educación universitaria privada, y cuya incidencia en la matricula total pasa de 12.9% en 1980 al 43.9% en 2002. A partir de entonces, se inicia una tercera fase en curso actual, caracterizada por un crecimiento mayor del sector superior público.

Sin embargo, aunque este decrecimiento de la educación privada sólo ha sido en términos relativos, ya que en términos absolutos la matrícula superior privada ha crecido durante todos los periodos.

Entre 1960 y 1980 (20 años) creció a una tasa promedio de 14.3% anual; entre 1980 y el 2002 (12 años) Por su parte el sector público que creció entre 1960 y 1980 a una tasa anual de 13.5%; entre 1980 y el 2002 a una tasa de 5.9%, en la tercera fase entre el 2002 y el 2008 creció a una tasa promedio anual del 18.4%.

Los crecimientos más altos de las distintas instituciones terciarias fueron en el periodo expansivo de la matrícula.

Entre 1980 y 1986 las instituciones aumentaron 36%; el aumento fue del 30% entre 1988 y 1992; y fi nalmente el crecimiento fue 34% entre 1996 y el año 2000. Así tomando el crecimiento global entre 1980 y el año 2006, el aumento de las instituciones privadas de educación superior en Venezuela fue de 284%.

La mayor expansión se dará en el mercado de la educación no universitaria, donde entre 1980 se pasó de 19 Colegios e Instituciones Universitarias Privadas, a un total de 68 en el 2006.

La masifi cación de la educación superior y la expansión tan fuerte privada se dio en el sector de menos ingresos y de estudios técnicos de corto plazo. En los últimos años, la política pública se focalizó en promover el acceso a la educación terciaria a esos sectores de menos ingresos, y ha sido en este nivel donde el sector privado ha debido enfrentar una fuerte competencia del sector público que en este caso se dio a través de la creación de nuevos institutos y la transformación de muchos de los colegios públicos tecnológicos existentes en Universidades tecno-lógicas, junto al aumento de la gratuidad

y una restrictiva regulación sobre el sector privado.

En términos generales este sector de la educación privada de Institutos y Colegios Universitarios, ha sido el sector más afectado por la expansión pública: en 1998 cubrían el 25% del total de la matrícula y en 2008 se habían reducido y cubrían solo 16% de la matrícula total terciaria.

A diferencia, el sector universitario privado tuvo una reducción más pequeña, ya que mientras en 1998 era el 14% del total de la cobertura de la educación superior, para el año 2008 se había reducido al 11% del total, o sea una reducción de 3 puntos porcentuales, una caída tres veces menor que la del sector no universitario.

Sin embargo el peso absoluto del sector privado universitario había aumentado al pasar de 43.290 estudiantes en 1998 a 49.100 estudiantes en el 2008, que signifi có un crecimiento del 1.3 % interanual durante el período referido. Emerge así más latente una nueva realidad donde el sector privado terciario cae en cobertura en sectores de menos ingresos pero aumenta su cobertura en el sector universitario de mayores ingresos

La universidad privada universidad privada en VenezuelaCLAUDIO RAMA

Page 8: Question 84

/Abril de 2011

En el debate sobre los procesos de “transición al socialismo” en el país existan claras resonancias con los debates de la “Unidad Popular” en el Chile de Allende. La pregunta clave sigue siendo: ¿Es posible una transición democrática, electoral y pacífi ca al socialismo en condiciones de una economía dependiente, subdesarrollada, bajo la presión geopolítica del imperialismo norteamericano?

Si el “modelo de revolución” que se tiene en la cabeza se inspira en el doctrinarismo leninista, el marxismo soviético o en cualquier variante del “elitismo revolucionario” (vanguardismos de cualquier pelaje), la respuesta es sencilla: no será posible. Por tanto, la ruptura revolucionaria sólo puede ser violenta. La “política” con P mayúscula, queda defi nida como la continuación de la guerra por otros medios, concepción que fue planteada por voces contrapuestas ideológicamente: Spengler, Luddendorf, Mao Tse Tung, y más cercano a los debates post-68, con Foucault.

La geopolítica mundial aparece dominada por la real-politik. Se trata de una política despótica con D mayúscula. ¿Cuál política con P mayúscula entonces? La Constitución de 1999 en cambio, plantea la posibilidad de una redefi nición del espacio de la política democrática, una revolución democrática cuyas reglas constitutivas y regulativas tienen afi nidades con propuestas del socialismo democrático de avanzada.

Recordemos que la convocatoria a la Constituyente de 1999, apeló a la “transformación del Estado” y a la “democracia social y participativa” como elementos sintético-antagónicos al proyecto neoliberal hegemónico en las elites del poder desde 1989, por una parte, y como contra-propuesta a la partidocracia representativa hegemónica desde 1958. Olvidar la revolución democrática, y plantear una revolución socialista guiada por el marxismo burocrático es otra cosa distinta al sistema socioeconómico establecido en la propia Constitución de 1999.

La izquierda cavernaria y la derecha histérica plantean desbordar las reglas de juego establecidas desde 1999. De nuevo, los extremos se tocan. Imaginar y pensar la transición post-capitalista desde el marco constitucional implica una combinación compleja de reformas radicales sucesivas, con dosis de gradualidad e intensidad. Esto es lo que algunas corrientes autodefi nidas como “auténticamente revolucionarias” llaman fórmulas híbridas de transición al socialismo; en fi n, “arroz con mango”.

Por otra parte, en el terreno de las formas político-jurídicas, cualquier postura que valore positivamente la democracia radical y pluralista, el diálogo polémico, la deliberación para conquistar acuerdos mínimos negociados, o incluso estimular la mayor participación posible de las bases sociales, parece ser descalifi cada como “reformistas”, “pequeño-burgueses” o “anarcoide”.Se inhibe así cualquier fi gura de pluralismo agonístico y de multiverso socialista.

El esencialismo derivado del marxismo soviético y del imaginario jacobino-blanquista, plantean un retor-no a debates y prácticas que parecían

superadas en el campo de la izquierda democrática latinoamericana. En Venezuela, la subcultura política de la vieja izquierda cavernaria, muestra su patético subtexto estalinista en la escena del proceso bolivariano.

Posturas de este tenor facilitan que la derecha anticomunista adopte un alter-ego simétrico: una izquierda despótica y antidemocrática. Se abandona la tarea ideológica de renovar la democracia socialista, que no deja de ser sólo una cuestión socialista, sino además una efectiva cuestión democrática.

Aquí, ni Lenin ni Guevara, sirven de mucho. La democracia socialista en clave de des-fundamentación del autoritarismo epistémico y político, implican una identifi cación con la pasión de la democracia sin fi n.

No es viable una transición imaginada como dictadura democrática del partido-único-vanguardia.

Desde nuestro punto de vista, se trataría de luchar por la posibilidad histórica de una revolución demo-crática, socialista, ecopolítica y descolonizadora, algo distinto de las experiencias históricas del socialismo burocrático del siglo XX.

La revolución democrática y pacífi cademocrática y pacífi ca JAVIER BIARDEAU R.

¿Un invento pequeño burgués?

Page 9: Question 84

/Abril de 2011

La presencia de la Pachamama

Muy bueno ha sido presenciar el contraste de intervenciones oposición- bolivarianos en la asamblea. No solamente hemos confi rmado la mengua en el discurso opositor de un proyecto coherente para solucionar los problemas del país, también se ha puesto en evidencia, un discurso tomado por una lógica de dominación imperial, que considera extremadamente peligroso para sus planes colonialistas, que la conciencia del pueblo, avance cada día, reafi rmando el proceso bolivariano, una conciencia nacional que se nutre permanentemente con nuestro pasado histórico.

No encontramos, en sus discursos, referencia alguna al pensamiento de nuestros libertadores. Una cita de Bello por ejemplo, o de Simón Rodríguez o de Bolívar mismo. Inventaron excusas para no asistir a la celebración de Angostura. Menospreciaron las expresiones culturales del desfi le bicentenario, y pare usted de contar.

Ellos se autocalifi can de “modernos”, “civilizados”, dotados de razón y entendimiento. Los símbolos, los rituales, las expresiones culturales autóctonas, “son un remedo de mentes primitivas, algo fantasmagórico y propio exclusivamente de lapsos históricos enterrados siglos atrás”.

Su razón modernizadora no necesita de nuestros pensadores para sustentarse. La industria cultural corporativa los “ilumina”, los entuba en una racionalidad instrumental que les ha ‘vaciado el alma”. Se han quedado sin vivencia profunda. Han perdido toda visión de conjunto de la sociedad, de la cultura y de la historia. De allí su pobreza mental y su ignorancia

Su “modernización” forma parte de una estrategia hegemónica-ideológica que se afana en imponer, dominados por el interés del dinero, un modelo de vida absurda y mediocre, cuya única forma de entretenimiento son los templos del consumo.

Es en este contexto, retomando la idea del contraste, que traigo aquí la hermosa intervención de la camarada ministra de los pueblos indígenas en la asamblea. Ella no necesitó poses estudiadas para hacer sentir sus palabras. Amable, emotiva y sencilla; despertó emoción y elevó nuestra fi bra patriótica. Su vivencia profunda, su interioridad compartida con su cultura reivindicada, nos hizo entrar en un mundo armónico nutrido por la riqueza mítico-simbólica de nuestros antepasados. Madre, ternura, entrega son una sola palabra: pachamama. Guaicaypuro, Manaure, Tiuna, sus héroes ancestrales, estaban escondidos en los ríos y salieron hoy a fortalecer su lucha por la defensa de pachamama amenazada.

CHELA VARGAS

El Presidente pronunció un discurso cargado de preocupación, llamándonos a todos quienes nos senti-mos comprometidos con el país y con las naciones oprimidas a combatir la corrupción, este fenómeno social que se posa en frente de nosotros, no es mas que un tigre de papel, aunque son muchas las instituciones publicas y privadas en las que podemos encontrar hechos de corrupción, también es cierto que es fácil combatirlo, solo es necesario que el funcionario público encargado de hacer cumplir con las normas establecidas tenga voluntad.

La voluntad, no es un deseo, es una fuerza que nos mueve, así como el ser revolucionario, debemos reconocer que una de las grandes limitantes que tiene la revolución bolivariana es la falta de cuadros políticos que desarrollen el cumulo de tareas y responsabilidades existentes y esa es la razón por la que la corrupción se pasea frente a todos los que creemos en un mundo distinto.

Estando en los Valles del Tuy con motivo de los preparativos de la Ruta Alimentadora Ferroviaria Socialista que impulsan los trabajadores revolucionarios de SITSSA pude notar que una de las inquietudes de los pobladores de las ciudades y poblados de los Valles del Tuy es la necesidad de un transporte, ya que las líneas existentes no prestan un buen servicio. Los mismo sucede en los San Antonio de los Altos, los Teques, Guarenas, Guatire y el Estado Vargas, quizás en toda Venezuela.

El problema fundamental es el cobro por encima del precio regulado del pasaje, precio que después de las 10:00 pm puede ser 10 veces superior al establecido. ¿Cómo convences a un vecino para que vote por el comandante si no existe institución capaz de hacer cumplir con los precios establecidos? Si tuviese la responsabilidad de hacer cumplir con los precios, haría mas de los que este a mi alcance porque al fi n y al cabo es lo que motiva a la gente a seguir contribuyendo a fortalecer este proceso revolucionario. No es difícil, el problema es que no hay voluntad o no se tiene idea de cómo se resuelve, Quienes tienen voluntad no están en los espacios: quizás se encuentran dentro de la lista de desempleados que presentó el INE.

CorruptosCorruptosROBERTO HERNÁNDEZ

Page 10: Question 84

/Abril de 2011

Es posible que exagere, pero

de todos los discursos del presidente Chávez sobre la corrupción, ninguno me parece tan sentido, sincero y cargado de preocupación por este monstruo de mil cabezas, como el mismo lo califi có, que el pronunciado el lunes, antes de su reciente viaje al Sur. La mayoría de los medios dedicaron titulares importantes a destacarlo, y supongo que todavía debe ser tema de refl exión y análisis en las estructuras del Psuv.

Voy a transcribirles dos párrafos: “Nos traga la vieja política, nos traga la corrupción de la política… esos viejos valores capitalistas, pequeñoburgueses, burgueses, que se infi ltraron por todos lados y siguen infi ltrados dentro de nuestro partido. No escuchen el canto de sirena de la corrupción y si es necesario hagan como Ulises, amárrense. Y si no pueden, láncense del barco y dejen el mando”.

“Si no tenemos claro y sólido como roca el principio ético político nos vamos a perder en el complicado campo de batalla… Si nosotros olvidamos que nos debemos al pueblo, entonces estamos en presencia de la más grande de las corrupciones”.

De todas las cuestiones que dijo ante el pleno de dirigentes de su partido ésta seguramente fue la de mayor trascendencia, aunque al día siguiente Diosdado Cabello le aclaró al país que “en el Psuv no tapamos absolutamente nada”, de manera que esos infi ltrados están de adorno.

Por supuesto, no es la primera vez que Chávez habla de la corrupción. Lo ha hecho muchas veces y en diversas circunstancias. Por ejemplo, en “Aló, Presidente” del 25 de marzo de 2001 admitió que no habían podido erradicar los hechos de corrupción; llamó a estar “ojo pelao contra la corrupción que se metió en todas partes”. Después lo ha hecho en otras ocasiones, ha llamado a combatirla, a enfrentarla con todas las fuerzas.

Pero son tercos los hechos de corrupción, continúan. Como sus dos

factores principales (el que corrompe y el corrompido) están interesados en guardar silencio, no es nada fácil detectarlo y sancionarlo. Por centenares se multiplican en toda la administración pública los casos de funcionarios que cobran una comisión para que salgan los pagos correspondientes, y son igualmente centenares los casos de sobreprecios, que permiten al vendedor y al comprador obtener jugosas ganancias.

Estos hechos van desde quienes trafi can en la adquisición y suministro de alimentos al Plan de Alimentación Escolar o con los recursos recibidos por muchos consejos comunales, en las irregularidades detectadas por la CGR en el Hipódromo y en las universidades. ¿Por qué compraron 41 mil caserinas si las pistolas zamoranas sólo eran 7 mil? ¿Cómo fue posible que un banco estatal mantuviera desde septiembre 430 millones de dólares inmovilizados destinados a renovar Alcasa? En los

La denunciada corrupcióncorrupciónELEAZAR DÍAZ RANGEL -

de mayor calibre el informe de la Contraloría General ha destacado las 116 mil 88 toneladas de alimentos, compradas con sobreprecio, que se perdieron.

Ahora, cabe preguntarse, ¿cómo ha sido posible que los hechos de corrupción se mantengan, y se hayan multiplicado en estos diez años, sin que el gobierno haya sido capaz de enfrentarlos exitosamente ni el partido ayudado a descubrirlos? ¿Por qué si desde enero de 2007 realmente se aplicaron las 3R no se detectaron situaciones viciadas en el Psuv y en la administración? ¿Por qué si el partido no los encubre, y sus dirigentes y militantes están mosca? ¿Qué ha impedido que esa lucha a la que ha llamado el Presidente sea efectiva? ¿Por qué no tiene éxito? ¿Por qué pudo infi ltrarse en la nueva estructura del Psuv? El propio presidente Chávez, la dirección nacional del partido y su gabinete deben preguntárselo y tratar de encontrar respuestas.

Page 11: Question 84

/Abril de 2011

Tremendo terremoto ha provocado en el mundo mediático y político el premio de periodismo que le acaba de otorgar al presidente Chávez una prestigiosa universidad argentina. Otra vez, gracias al comandante bolivariano, patronos y sindicalistas comulgan con la misma rueda de molino. Desde la Sociedad Interamericana de Prensa en Washington, hasta el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa en el Municipio Libertador, están de muerte. En el mundo ocurren otras cosas, como el desastre nuclear de Fukushima, pero a ellos sólo los atormenta Chávez.

Los que aquí dicen defender la autonomía universitaria, cuestionan una autónoma decisión de la Universidad Nacional de La Plata. El berrinche armado ha recorrido la espina dorsal del continente. Semejante histeria mediática y sindicalera resulta cómica y patética. El SNTP, incluso, escribió a la decana de la Facultad de la Comunicación pidiéndole que le quite el premio a Chávez. La catedrática debe haberse conmovido.

El galardón del despecho se denomina “Rodolfo Walsh”. Es obvio que la SIP como nuestros sindicalistas de la prensa ignoran quién fue este camarada. Se trata de un revolucionario que murió combatiendo la dictadura fascista que ensangrentó a su país, suerte que también corrió su propia hija. Fue fundador de la agencia cubana de noticias, Prensa Latina, y creyó y militó en un periodismo revolucionario, clandestino, subterráneo y popular. Estaba, desde el punto de vista comunicacional, en la acera opuesta de las grandes agencias de noticias y de los sindicalistas vendidos al mejor postor. El uso que de su nombre hoy hacen la SIP, el SNTP y el CNP provoca náusea.

Rodolfo Walsh fue un intelectual orgánico, integral, en la mejor concepción de Antonio Gramsci. Los fachos, después de asesinarlo, se llevaron su cadáver y lo desaparecieron hasta el sol de hoy. Walsh cultivó la narrativa, el ensayo y el periodismo. Fue un hombre de pensamiento y acción. Murió en 1977. Desde Venezuela, quienes militábamos en el periodismo revolucionario, elevamos nuestra denuncia al mundo y nuestra solidaridad a los camaradas montoneros que enfrentaban la dictadura apoyada por la SIP. El SNTP de entonces no era esta caricatura gremial que guardó cobarde silencio cuando, el 12 y el 13 de abril de 2002, el poder mediático le impuso a Venezuela la dictadura del silencio.

La historia vomita los olvidos. A la hipocresía de la SIP, el SNTP y el CNP se suma la de la gran prensa bonaerense. El último escrito de Rodolfo Walsh fue una valiente carta dirigida a la Junta Militar de su país. La envió a todos los periódicos. Ninguno la publicó. Hoy, La Nación de Buenos Aires, en su nombre, protesta el premio que le se otorgó a Chávez. Pero ese diario oculta que censuró a Rodolfo Walsh. Como también lo hizo el “desgarrado” Clarín.

La revolución bolivariana, como ningún gobierno en Venezuela ni en América, le ha dado un impulso extraordinario a la comunicación alternativa y comunitaria. En el ámbito internacional, para romper el monopolio global de la información, hizo una realidad de Telesur, a contracorriente del imperio. En este tipo de periodismo –ignorantes criaturas del SNTP- militaba Rodolfo Walsh. Pueden ustedes estar seguros de que si viviera, en persona le entregaría el premio que lleva su nombre a Hugo Chávez, militantes como son del mismo sueño.

El El insufrible insufrible premio premio de Chávezde Chávez

EARLE HERRERA 72% considera malo el desempeño opositor

VANESSA DAVIES/CORREO DEL ORINOCO

La irrupción de la oposición en la Asamblea Nacional generó grandes expectativas entre quienes no respaldan a la Revolución Bolivariana. Pero tres meses después del inicio de las sesiones, la derecha no las tiene todas consigo, en el Legislativo ni en la vida nacional, de acuerdo con los resultados de la última encuesta del Grupo de Investigación Social Siglo XXI (GIS XXI).

A la pregunta “¿cómo califi caría usted el desempeño de los diputados opositores durante las sesiones de la Asamblea?”, 35% respondió “malo/ muy malo” y 27% contestó “regular”. 4 de cada 10 afi rman que la actuación de este grupo demuestra que no tienen nada que ofrecerle al país.

“¿Cómo califi caría usted el desempeño general de la oposición en el último año?”, interrogó GIS XXI. 72% afi rmó que ha sido regular-malo-muy malo. La clase media (estrato C) es la más dura en su crítica (47%), al igual que las y los jóvenes de 18 a 29 años de edad (45%).

La actuación de las parlamentarias y los parlamentarios de la alianza revolucionaria (Partido Socialista Unido de Venezuela y Partido Comunista de Venezuela) es valorada positivamente por 37% de la colectividad; como “mala/ muy mala” por 31% y como regular por 21%. La mayor aprobación se concentra en las y los jóvenes de 18 a 29 años de edad (40%) y en los estratos D (39%) y E (40%).

“Se planteó que los diputados del PSUV-PCV no tenían el mismo nivel, pero en los debates, los diputados del PSUV-PCV salieron mejor parados. Eso da al traste con la idea de que la inteligencia está del lado de la derecha”, interpreta Jesse Chacón, director de GIS XXI.

33% de la población sostiene que la alianza PSUV-PCV ha demostrado estar más interesada en resolver los problemas de la gente. 23% cree lo mismo de la bancada de la oposición.

Este estudio de opinión se hizo entre el 11 y el 17 de marzo. Incluyó 2.500 entrevistas en todo el país.

Page 12: Question 84

/Abril de 2011

Empiezo mi ponencia con una cita del Manifi esto Comunista, de Marx y Engels: “La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases”. Ellos sabían que la humanidad tuvo en sus inicios largos períodos en que las sociedades no estuvieron divididas en clases, lo demuestran sus otros escritos; pero respecto a las sociedades conformadas en clases, como las luchas principales que en ellas se libran, son siempre entre los propietarios de los medios de producción y los expropiados de estos, es necesario examinar las formas estructurales de las luchas y su historia.

Quiero señalar dos diferencias complementarias entre la visión materialista de la historia y la burguesa. Pero, para aclarar estas diferencias, conviene defi nir primero cómo entiendo los conceptos materialista y burguesa: ambos están vinculados a la idea de que la historia en cuanto ciencia no es neutral, el método de investigación utilizado sirve a los intereses económicos y propósitos políticos de una u otra clase según el conocimiento que produzca. El método materialista parte de las condiciones reales de la producción de la vida de la gente como relación que estructura la totalidad social, de suerte que se revelan los secretos de la dominación: la propiedad de los medios de producción, las instituciones que la reglamentan en forma de relaciones sociales de producción y las ideologías que la justifi can; mientras el método burgués presenta un conjunto de visiones más o menos amplio basado en dos líneas de argumentación: 1) la historia se constituye como un fl ujo heterogéneo y fragmentario de hechos, por lo cual no se le puede explicar, sino solamente conocer y/o 2) como un proceso regido por leyes naturales cuyo conocimiento permite intervenir en la realidad solo para mejorarla o perfeccionarla, pero nunca para cambiarla de manera radical.

Por ello, en primera instancia, la historia burguesa presenta las estructuras de dominación como estructuras naturales de la vida en sociedad; es decir, la lucha en contra de éstas estructuras sería irracional, porque lanzaría la sociedad en el desorden y el caos, mientras que la historia materialista muestra que estas estructuras son construcciones humanas, medios sociales de dominación: el derecho y la judicialización de las relaciones sociales que lo acompaña, las actividades de recreo, la escuela, la prestación de servicios de salud, etc. Por ello, la dominación se realiza en la vida cotidiana y adquiere la apariencia de proceso natural.

En segunda instancia, la interpretación burguesa de la historia proyecta las categorías simples de la sociedad burguesa en la historia, lo que Marx ya había señalado críticamente con respecto a las categorías de la economía política. El efecto ideológico de esta proyección es producir la apariencia de una historia continua, el eterno presente: “las cosas siempre ocurrieron así, lo mejor que se puede hacer es actuar para mejorarlas y perfeccionarlas”, por lo tanto, en la concepción burguesa de la historia, la solución para la dominación es la dominación más sofi sticada. Por el contrario, el materialismo muestra que hay saltos en la historia: los periodos de transición entre distintos modos sociales de producción, cuando las clases sociales

fundamentales correspondientes a cada uno de ellos, son sustituidas por las del nuevo modo de producción; son períodos violentos en la historia porque las clases cuyos intereses están vinculados a las estructuras del antiguo modo de producción responden al intento de cambio con toda la violencia que sus fuerzas les permiten y las clases revolucionarias no las vencen si no agregan fuerzas[1] (capacidad militar, alianzas políticas, organización de base, producción cultural) para sobrepasarlas.

Esto fue lo que ocurrió en las transiciones de los modos precapitalistas al capitalismo, y también, en las revoluciones populares del siglo XX que, lamentablemente, no lograron construir el socialismo. Pero como las coyunturas revolucionarias ocurren todos los días, lo que vemos en la vida cotidiana es el abuso de la primera diferencia, es decir, las acciones institucionales de las estructuras del dominio burgués, que magnifi can la reglamentación de la vida cotidiana de las personas. Como hilos invisibles, la vida cotidiana se va cosiendo a través de acciones individuales que tienen como guías y parámetros lo que las instituciones ofrecen o imponen a los individuos por medios coercitivos (lo que incluye la policía, sanciones materiales, aprobación y/o reprobación social etc.).

Así ocurre porque las instituciones (arriba mencionadas) que rigen la

Historia y Socialismo Historia y Socialismo

CIENTÍFICO POLÍTICO Y PROFESOR DE LA UNIVERSIDADE ESTADUAL PAULISTA (UNESP), CAMPUS DE MARÍLIA/SP.

JAIR PINHEIRO*

Page 13: Question 84

/Abril de 2011

vida cotidiana tienen como premisas las categorías simples del capital o, como lo dijo Marx, bajo la economía capitalista los individuos actúan como personifi cación de éstas categorías, es decir, como compradores o vendedores de fuerza de trabajo (burgueses o proletarios). La satisfacción de todas las necesidades depende del éxito en el manejo de ésta condición; y como el proletario, es solamente poseedor de su fuerza de trabajo y no posee los medios para proveerse por sí solo de los alimentos, bienes y servicios necesarios para reproducir su vida y la de su familia, se encuentra en una situación de dependencia cotidiana con respecto al poseedor de capitales. De esa trampa social no es posible salir sin volverse delincuente.

Como el capital es trabajo social acumulado en manos privadas y su auto-valorización por medio de la producción de plusvalía es su objetivo permanente, se sigue que, todas las actividades sociales le quedan sometidas con el fi n de no perturbar su movimiento objetivo de acumulación. Asimismo, el movimiento del capital, es decir, de sus categorías elementales (comprador y vendedor de fuerza de trabajo), es manejado por los individuos en la búsqueda de satisfacción de sus necesidades y lleva a una situación de competencia general entre los individuos y las clases por la supervivencia en cuanto soportes y portadores de tales categorías.

Con respecto a la historia en su nivel macro-estructural, sobretodo, a las revoluciones, los historiadores burgueses hacen una interpretación llena de ambages: de una parte, mistifi can las revoluciones burguesas en doble sentido, 1) reduciendo las luchas sociales que conformaron la revolución que dio paso a la forma social burguesa, a la acción del liderazgo individual vinculado al interés burgués, proyectando las formas institucionales surgidas de la revolución al pasado histórico, como si existieran desde siempre. Ciertamente nadie ignora el liderazgo de las grandes personalidades en la historia, pero éste liderazgo descansa siempre sobre la movilización de las masas. También existe una correspondencia entre el tipo de liderazgo y el tipo de movilización, aunque no sea posible precisarla término a término, porque en la relación entre

liderazgo y masa interviene un conjunto muy amplio de factores culturales, históricos e institucionales.

De otra parte, por efecto de la proyección realizada, se concluye que la era de las revoluciones se acabó. Supuestamente, llegamos al fi n de la historia, ya que habríamos alcanzado la mejor forma de organización posible de la sociedad humana. De ahí, resulta que toda pretensión de revolucionar la sociedad burguesa es presentada como amenaza al futuro de la humanidad, la libertad, la prosperidad, pese a la existencia toda suerte de síntomas mórbidos de ésta sociedad: más de mil millones de personas viviendo por debajo de la línea de pobreza, aumento del desempleo, el hambre y la miseria, crecimiento de la población encarcelada, encarcelamiento de activistas políticos como criminales, incredulidad en las instituciones y apatía política, incremento del consumo de drogas como escape del dolor de la vida aislada y sin sentido del individualismo burgués, terrorismo de Estado, corrupción en las

altas capas de los Estados y las grandes corporaciones, etc., etc.

Sin embargo, todos estos síntomas de muerte, no aparecen de modo transparente a los ojos de los individuos como desarrollos de las categorías bajo las cuales actúan; a la inversa, los síntomas adquieren la apariencia de desajuste por dos motivos: 1) ellas descansan sobre la más infl uyente de las ideologías burguesas, el derecho, según lo cual nadie está obligado sino en virtud de la ley; y 2) la ideología jurídica es basada en los valores de igualdad y libertad. Con ello, sin revelar el secreto de la ideología, la interpretación de la historia se vuelve una ideología sobre la historia.

Como lo observó Engels, los individuos adquieren consciencia de su lugar en el mundo a través de la ideología que, en cuanto sistema de creencia, normas y valores (o simplemente visión social del mundo), es una de sus dimensiones, a la cual los individuos se vuelven en la búsqueda de sentido y guía para sus vidas. Pero

Page 14: Question 84

/Abril de 2011

es necesario agregarle la dimensión de interpelación[2], es decir, discurso que interpela al individuo y, así, le pide una respuesta. Volveré a ésta cuestión más adelante.

Ahora hay que plantear el interrogante: ¿Dónde buscar el secreto de la ideología? Los historiadores burgueses no tienen dudas que la respuesta está en el propio sistema de creencias, normas y valores que sostienen la forma social existente, pero como no hay garantes de que los individuos actúen siempre según éste sistema, basados solamente en los valores morales, ellos se ven forzados a presuponer una relación natural entre la forma social burguesa y la naturaleza moral humana, al igual que la que los pensadores medievales presuponían que existía, entre la jerarquía de valores que regía el sistema social de orden y el estatus que involucraba a las clases de entonces. Desde la perspectiva ideológica, todas las clases dominantes han hecho intervenir el argumento de la correspondencia entre la naturaleza moral humana[3] y el sistema de creencias, normas y valores dominantes, allí donde sus argumentos sobre las relaciones sociales fallan en explicarlas sin revelar el secreto de la dominación. La justifi cación ideológica para aplicar la fuerza en contra de los recalcitrantes descansa sobre ésta pretendida correspondencia

En ésta breve ponencia, mi intención abarca solamente la forma social burguesa, de suerte que dejaré de tratar las múltiples cuestiones que el párrafo arriba plantea, para volver la atención a la relación entre la ideología jurídica y la estructura económica capitalista. Por supuesto, los individuos personifi can las categorías económicas en todos los modos sociales de producción, porque las relaciones sociales de producción tienen para ellos carácter necesario (lógica y materialmente dicho), y están vinculadas a lo que Marx llama relación jurídica; porque las prerrogativas individuales están entroncadas a ella, según el lugar que cada quien ocupa en aquellas relaciones.

El secreto de la personifi cación por los individuos de las categorías de la economía política burguesa, referida en el capítulo II del libro I de El Capital, Marx lo revela en el capítulo XXIV,

La Acumulación Primitiva, que trata del largo plazo de expropiación de los productores directos, lo que dio paso a la circulación de los trabajadores como poseedores de la mercancía fuerza de trabajo[4]. Expropiados de sus medios de trabajo y, por lo tanto de supervivencia, y reconocidos como sujetos jurídicos de derecho; ahora los trabajadores libres (en doble sentido internamente contradictorio: libre de las condiciones de supervivencia y, por ello, sujeto jurídico con la prerrogativa de obligar al capital a contraprestación salarial mediante la oferta de trabajo) pasan a relacionarse en el mercado en condición de igualdad formal con el capitalista, es decir, ambos son compradores y vendedores de mercancías, a diferencia de que uno la vende para acceder a los medios de supervivencia y el otro domina a éstos medios bajo el título jurídico de propiedad. Por ello, toda la elaboración ideológica alrededor de la idea del mercado como espacio de la libertad. He aquí el secreto de porqué los ideales liberales de libertad e igualdad son irrealizables bajo el capitalismo, porque descansan sobre la dominación: para los trabajadores la libertad jurídica se vuelve libertad de venderse voluntariamente al capital (lo mismo que aprisionarse a él) si, cuándo y por cuanto éste lo quiera y, la igualdad, a la vez, se redujo a mecanismos institucionales que no impiden a nadie competir en el mercado[5], aunque en

diferentes grados de desventaja según la división social del trabajo.

Es más: el desarrollo del capitalismo ha corrompido los ideales liberales de libertad e igualdad que se encontraban en el origen de las primeras revoluciones burguesas en la historia, al transformar la reivindicación popular de libertad e igualdad sustantivas en su juridicidad formal y abstracta[6]. A medida que el alto monto de acumulación de capital bajo la propiedad jurídica en manos de unos pocos alcanza cifras astronómicas, eleva también en la misma proporción su poder sobre los excluidos de propiedad; incluso porque éstos, cuando reivindican sus derechos, amenazan a aquellos, aunque no lo sepan o no lo tengan planteado.

Ésta distancia astronómica y creciente entre los poseedores y los desposeídos dio paso a un abordaje penal de la cuestión social, basado en el miedo de la clase media a la inseguridad cotidiana, porque ninguna otra clase de la sociedad burguesa encarna la ideología de la competencia por mérito al igual que ella. Ubicada en funciones intermedias en el proceso de producción y acumulación, donde el mérito de cada quien adquiere peso relativo para su éxito, los individuos aislados pertenecientes a la clase media proyectan la imagen que hacen de su pequeño mundo a lo más grande.

Pero, como ya he señalado arriba, la relación causal entre los principios que rigen la civilización capitalista y sus síntomas mórbidos, no es transparente a los ojos de los dominados (sobretodo a los de los trabajadores). La razón de ésta intransparencia es el velo de libertad e igualdad formal que cubre a las relaciones sociales de producción de desigualdad y dominación, lo que es posible porque también los medios de satisfacción de las necesidades humanas circulan en forma abstracta, es decir, en cuanto trabajo abstracto bajo la forma monetaria, al alcance de todos (no obstante, la disparidad de cada cual según su condición de mercado) porque nadie está jurídicamente impedido de acceder a ellos; medios a los cuales todos deben buscar por sus propias capacidades y el éxito de cada quien sólo expresa su capacidad individual.

He aquí el rol de la ideología en cuanto discurso que interpela al individuo aislado y le cobra una

Page 15: Question 84

/Abril de 2011

respuesta. Ubicado en relaciones sociales de producción en las cuales entra por vía de la circulación, donde nadie está obligado sino en virtud de la ley y uno sólo se adueña de la mercancía del otro mediante la voluntad de ambos, la serie infi nita de operaciones de compraventa adquiere a los ojos del individuo común (cuyo trabajo enajenado circula bajo la forma monetaria) como del historiador burgués la apariencia del reino de la libertad acabado. Las prácticas discursivas elaboradas desde las instituciones que reglamentan la vida cotidiana según las categorías de la ideología jurídica y de la economía política, al interpelar a los individuos en cuanto libres y responsables por sus destinos, les cobra adhesión al mismo tiempo que le infunde autoestima por vía de la valoración de su individualidad en cuanto competidor.

Sin embargo, el sistema capitalista no se sostiene solamente sobre la adhesión a él. Como son muchos los perdedores en el mercado y la vida, sometida al peso de sus exigencias queda más y más carente de sentido, las ciudades vienen asistiendo al crecimiento de un contingente heterogéneo de quienes dejan de creer en el sistema pero no ven salida de él, llevando a muchos, a desarrollar los sentimientos ya detectados por la psicología social de apatía, desolación, cinismo etcétera. Esto les ocurre porque ellos se ven atrapado por la trampa de volver en contra de sí mismos los efectos del manejo de los mecanismos sociales de libertad e igualdad que, en última instancia, es la libertad de servir siempre más a la acumulación de capital, entregándosele en cuerpo y alma.

Para terminar, me gustaría postular, sin perjuicio de muchas otras cuestiones involucradas con la construcción del socialismo, -pero sí, de acuerdo con lo expuesto hasta aquí-, que la ideología jurídica se volvió una cuestión central en las luchas populares; que es necesario rescatar la discusión sobre ella en el campo del marxismo, como ya lo hacen muchos estudiosos brasileros. Tal rescate, según pienso, debe seguir una doble perspectiva: denunciar el abstraccionismo asentado en la separación de los trabajadores de sus medios de trabajo, pues no se puede hablar de dignidad humana de quienes están apartados de los medios

para realizarla sin caer en hipocresía y, además de eso, formular una teoría del derecho en conformidad con la crítica marxista de la economía política.

Parte de lo que expuse va de par con la primera perspectiva y, con respecto a la segunda, hago una sugerencia solamente con el fi n de plantear la cuestión, sin pretender desarrollarla aquí: entre las muchas referencias al derecho (algunas explícitas, otras no) en El Capital, hay una ironía de Marx que revela la dialéctica libertad formal/despotismo de fábrica. Tras salir de la esfera de la circulación, el reino de la libertad donde nadie está obligado a nada sino en virtud de la ley, “El antiguo poseedor de dinero abre la marcha convertido en capitalista, y tras él viene el poseedor de fuerza de trabajo, transformado en obrero suyo; aquél, pisando recio y sonriendo desdeñoso; éste todo ajetreado, tímido y receloso, de mala gana, como quien va a vender su propia pelleja y sabe la suerte que le aguarda: que se la curtan.”[7].

Esta cita revela (o al menos tiene potencial para ello) el secreto del capitalismo porque muestra que la puerta de la fábrica (como de cualquiera empresa capitalista) es el límite del poder legiferante del Estado. Por supuesto, la lucha obrera puede lograr ampliarlo, como da testimonio la legislación del trabajo, pero ésta cambia sólo el grado de la explotación

hasta que el capital golpee la conquista de los trabajadores y retome la antigua tasa de plusvalía. También se revela que el individuo abstracto (la fi gura central del derecho burgués) es el espejo en que el trabajador debe identifi carse en la esfera de la circulación para postular su igualdad y el derecho de fi rmar contratos, que son a su vez, la premisa necesaria para que luego le curtan su piel (pelleja) en la esfera de la producción. Con ello, se vuelve claro no solamente, que el derecho burgués (al igual que los precedentes) es dominación, sino también el mecanismo que la oculta.

Se necesita plantear la libertad y la igualdad del individuo in concreto, al revés de la fi gura formal-abstracta[8] a priori; del individuo con sus necesidades y potencialidades y miembro de la comunidad, pues como lo dijo Marx, somos individuos en sociedad, es decir, el desarrollo de la sociedad bajo determinada forma es también el desarrollo del individuo bajo la misma forma. A la inversa del individuo aislado y egoísta de la sociedad burguesa, que piensa y actúa como si su individualidad nada debiera a la sociedad y concibe al Estado como una autoridad instituida por la razón que media su relación con otros yos también egoístas, realizando el par, derecho/obligación, que no se preocupa por su comunidad sino cuando los problemas de ésta afectan a sus intereses egoístas; se trata de plantear el

Page 16: Question 84

/Abril de 2011

individuo solidario metido en relaciones socialistas de producción y que, por ello, sabe que su desarrollo material y espiritual camina pari passu con el de la comunidad; que la prerrogativa que reivindique a sí la presupone y sobre ella reacciona. Plantear esta nueva individualidad es lo mismo que plantear la nueva forma social (el socialismo), con sus instituciones propias asentadas en el principio socialista del desarrollo dialéctico individuo/comunidad.

Por ello, pienso que la elaboración de una teoría crítica del derecho debe descomponerlo en sus tres elementos, como se puede deducir de la obra de Marx, aunque él no sistematice su crítica del derecho: 1) relación de producción como relación jurídica, es decir, lugares (capital y trabajo) en una relación a partir de los cuales uno afi rma sus prerrogativas mediante obligación del otro, 2) las relaciones sociales institucionalizadas como instituciones particulares bajo la forma jurídica socialmente reconocidas como legítimas y 3) el derecho como ideología (la forma discursiva, es decir, el sistema de creencias, normas y valores) que revisten los elementos anteriores y les asignan sentido y validez moral.

Si Marx refl exionó críticamente sobre el derecho sin sistematizar la crítica, como parte de la crítica de la economía política, también ha dejado huellas que permiten avanzar hacia la traducción de este modelo crítico del capital a una concepción socialista, partiendo de intentos teórico-prácticos de desarrollo de relaciones socialistas de producción como nueva relación jurídica[9]. Así, combinado con el avance en cada dominio de la totalidad social, creo que se puede plantear en el horizonte humano, para terminar con otra cita del Manifi esto Comunista, el surgimiento de “una asociación en que el libre desenvolvimiento de cada uno será la condición del libre desenvolvimiento de todos.[10]”

[1] Como dijo Max Weber, gran intelectual liberal, en su conocida conferencia La Política Como Vocación: la violencia es elemento específi co de la política, pero no exclusivo y, agrego yo: sólo se sostiene a lo largo del tiempo bajo una nueva cultura que alza la humanidad a un nivel más alto de universalidad.

[2] Para el concepto de interpelación, véase Althusser, Louis. Idéologie et appareils idéologique d’Etat. In : La Pensée , Paris, 1971. e

Therborn, Göran. Ideology of power and power of ideology. London : Verso, 1980.

[3] Aquí no se la entiende a manera kantiana, como la razón abstracta haciendo camino en la historia, sino como lo sugiere Marx en el capítulo XLVIII del libro III de El Capital, la conformación libre del espíritu humano, puesto por encima del reino de la necesidad ya realizado; mientras que bajo el capitalismo la libertad se realiza como necesidad del capital.

[4] Observación histórica de Niebuhr, citada por Marx, “[[“El derecho a vender la propia persona y a la de los suyos, en tiempo de miseria, era, lamentablemente, un derecho universal; regía en el Norte, entre los griegos y en el Asia; y no menos extendido se hallaba el derecho del acreedor a sujetar a esclavitud al deudor insolvente, para cobrarse, en lo posible con su trabajo o con el producto de la venta de su persona.”” In: Carlos Marx. Grundrisse – Lineamientos fundamentales para la crítica de la economía política. México: Fondo de Cultura Económica, 1985. P. 357/8.

[5] Ambas formas de libertad (jurídica y de mercado) quedánse dentro de lo que Berlin, Isaiah llamó libertad negativa, siendo la positiva expresión en el deseo: “Quiero que mi vida y mis decisiones dependan de mí mismo, y no de fuerzas exteriores, sean éstas del que tipo sean.” en Dos conceptos de libertad y otros escritos. Madrid: Alianza Editorial, 2005. P. 60. A pesar de las buenas intenciones del fi lósofo liberal, su individuo libre sigue dependiente del capital,

todavía, ya que aquél así aislado sólo puede realizarse en cuanto categoría del capital, como fuerza exterior que le coacciona, aunque tal le parezca natural como la lluvia.

[6] Como ejemplo de ésta transformación en el nivel teórico puede tomarse en consideración a Hobbes, Thomas. O Leviatã. São Paulo: Nova Cultural, 1997., y Locke, John. Segundo tratado do governo. São Paulo: Abril Cultural, 1978., en el siglo XVII en Inglaterra, y Sieyés, Emmanuel J. A Constituinte Burguesa. Rio de Janeiro: Editora Lumen Juris, 2009., en Francia en el siglo XVIII.

[7]Carlos Marx. El Capital. L. I, Cap. IV. México, Fondo de Cultura Económica: 1975. P. 129. (Itálicos no original).

[8] “Para una sociedad de productores de mercancías, cuyo régimen social de producción consiste en comportarse respecto a sus productos como mercancías, es decir como valores, y en relacionar sus trabajos privados, revestidos de esta forma material, como modalidades del mismo trabajo humano, la forma de religión más adecuada es, indudablemente, el cristianismo, con su culto del hombre abstracto, sobre todo en su modalidad burguesa, bajo la forma de protestantismo, deísmo, etc.” Carlos Marx. El Capital. L. I, Cap. I. México, Fondo de Cultura Económica: 1975. P. 43/4. (Itálicos no original).

[9] No se ignora la tesis de Marx de la supresión del derecho, pero hay que comprenderla como resultado del proceso histórico.

[10] Manifi esto Comunista. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2008. P. 59.

Page 17: Question 84

/Abril de 2011

Con dos fi nalidades se estudia la Historia. La primera, intelectiva, ausculta el pasado para entender el presente y quizá augurar el porvenir. La segunda, hedonística, espera disfrutar de un relato que conjuge las idiosincracias individuales y las fuerzas colectivas en un contrapunto apasionante.

El libro de Jerónimo Pérez Rescaniére De Cristóbal Colón a Hugo Chávez Frías: Una visión mundialista de la historia de Venezuela (Tres tomos, Fondo Editorial Ipasme, Caracas, 2011) cumple a cabalidad con ambas, y ofrece una tercera virtud: una exposición de narrador, que presenta los protagonistas históricos con la penetración, la vivacidad y la fuerza de personajes novelescos. Todavía otra cualidad exigimos a la buena Historia: que revele las tramas que subyacen tras la fi cción de las apariencias. También cumple este cometido Pérez Rescaniére de manera brillante.

Ya lo enuncia el mismo título: la empresa es la visión mundialista a la Historia de Venezuela, a la cual tantos cronistas han considerado una nación sin contexto, un país sin circunstancias. Desde la Conquista, casi todo en nuestro país tiene que ver con el mar, con la encarnizada competencia de los imperios, con los fl ujos y los refl ujos del comercio mundial, y sin embargo buena parte de nuestros historiadores narran nuestro pasado como si fuéramos el Paraguay, un país sin costas, o inmune a las grandes corrientes del devenir planetario.

Decía Voltaire que cada vez que se disparaba un cañonazo en El Havre, resonaba en las Indias y en Coromandel. Abramos esta Historia afi nando el oído para captar los ecos y los contraecos de las grandes artillerías de las potencias hegemónicas, y quizá comprenderemos un poco más.

Dos

Quien dice Imperio, dice océano, y quien dice océano, dice canal. El canal

es la prolongación continental del poderío marítimo. Éste es otro tema oculto en nuestra Historia.

A la vez camino y barrera entre los océanos Atlántico y Pacífi co, América es al mismo tiempo muralla o puerta para una dominación planetaria. El casi impracticable paso del Norte y el exigente Cabo de Hornos son estrechos fi ltros para el comercio a la vez que pasos estratégicos tan fáciles de controlar como el Gibraltar que permite o clausura el acceso al Mediterráneo o el estrecho que custodia el Mar Negro.

La clave del dominio sobre América y el Mundo está ligada a la posesión de una vía interoceánica practicable para el comercio y defendible contra las fl otas hostiles. Así como sobre el Gibraltar español vino a aposentarse como por una maldición geopolítica la ocupación británica, sobre el Panamá colombiano acabó asentándose un canal y un enclave militar estadounidense, y sobre

todas las posibles vías alternativas de trazados canaleros debatieron ferozmente las potencias mundiales.

Lúcidamente, Gerónimo Pérez Rescaniére demuestra que esta trenza de intrigas geopolíticas o mas bien talasopolíticas no es casual. Con diafanidad irrefutable evidencia que desde la llegada de Colón, y quizá antes, ha sido una de las contenciones decisivas de América. En el mapa de Juan de la Cosa, una imagen religiosa cubre el todavía inexplorado espacio acuático por donde se esperaba que habría un paso hacia el Pacífi co. Alonso de Ojeda lo buscó en vano, y Cristóbal Colón zarpó en 1508 en su procura, vislumbrando el valor que tendría el lago de Nicaragua como vía naval. Bolívar nombró comisiones de estudio para el trazado del canal, porque comprendió perfectamente la importancia estratégica de Panamá y de Centroamérica.

Actuando en consecuencia, los ingleses intentaron instalar enclaves en

De Cristóbal Colón a Hugo ChávezHugo Chávez Frías LUIS BRITTO GARCÍA

Page 18: Question 84

/Abril de 2011

la zona con la coartada de la defensa de supuestas autoridades indígenas, y no descansaron hasta plantarse en Belice.

Para nada o casi para nada consta en la historia ofi cial u ofi cialista que Fermín Toro concurrió ante la Embajada de Estados Unidos en Venezuela a solicitar una mediación de la gran potencia a favor de la oligarquía, y que esa mediación, de haberse materializado, habría costado a nuestro país ceder la isla de Margarita, o alguno o varios de nuestros principales puertos, y quizá la secesión del Zulia, evolución que no era ajena al plan constante de dominar el Caribe como un preámbulo del dominio sobre el ya vislumbrado canal interoceánico.

El bloqueo y el consiguiente bombardeo que desatan Inglaterra, Alemania e Italia sobre nuestras costas en diciembre de 1902 no es más que un episodio de esta secular batalla. Otro gran proyecto, el de los canales fl uviales para conectar Orinoco, Río Negro, Amazonas, Paraná y Río de la Plata, ha suscitado la caída o el encumbramiento de gobiernos. Si no se comprende esto, no se comprende nada, o casi nada.

Tres

Señalemos apenas otra concatenación de sucesos que puede revelar una visión mundialista de nuestra Historia. Las dos invasiones de Walter Ralegh han sido tema de comentarios que exaltan la vanidad cortesana del caballero y celebran sus apasionados encomios de la belleza de los parajes vislumbrados. Pocos advierten que la elegante prosa del caballero está tachonada de la mención del oro, y que ésta era apenas cebo para desencadenar sobre nuestro territorio nuevas expediciones que al dominar el río, terminaran por afi rmar un imperio sobre el continente.

Ralegh y otros piratas isabelinos son las piedras miliares del constante plan británico que proseguirá despojándonos de la Guayana Británica, arrebatándonos Trinidad, protagonizando constantes escaramuzas en la región y pretendiendo, durante el bloqueo de

1902 y 1903, controlar nuestra costa del Delta hasta Caracas. En las primeras décadas de la explotación petrolera, predominan las compañías inglesas sobre las estadounidenses, y ello será fuente de numerosas peripecias mundialistas en nuestra historia local que fi nalmente harán preponderar el capital estadounidense, y que no concluirán con la nacionalización de la industria.

Cuatro

A título de mero ejemplo de otro de estos enlaces magistrales entre Historia Universal e Historia de Venezuela nos permitimos señalar el tema oculto: el de la infl uencia de las rencillas eclesiásticas en nuestra realidad. Acostumbrados a una imperturbable catolicidad impuesta a sangre y fuego, tendemos a considerarla monolítica. El ingenuo ignora u omite que dentro del catolicismo real hay una continua lucha por el poder que marca escisiones, cismas, guerras intestinas entre órdenes, en un momento triunfantes, en otras reprobadas e incluso expulsadas.

Sólo así entenderemos por qué el Papa se coliga con los musulmanes contra Felipe II, defensor de la fe. Los jesuitas toman partido en la guerra de Sucesión que revienta en España en la divisoria entre los siglos XVII

y XVIII, y trasladan el confl icto a Venezuela. Asimismo, el clero americano se divide ante la guerra de Independencia, y termina apoyándola ante el temor de que en España se declare una separación entre Iglesia y Estado por obra de los liberales de Riego y del jansenismo de Amat, tal como lo revela el magistral capítulo que Pérez Rescaniere dedica a la entrevista entre Simón Bolívar y Pablo Morillo. La posición de la iglesia no ha sido nunca inalterable ni monolítica.

Por ese dédado de contradicciones llegamos a los proyectos de creación de una iglesia nacional venezolana que abrigan Antonio Guzmán Blanco en el siglo XIX y algunos acciondemocratistas a mediados del XX, y al enfrentamiento ideológico entre Conferencia Episcopal y Teología de la Liberación.

Cinco

Para entender a Venezuela, entender el mundo, y para entender el mundo hay que comprender a Venezuela, la cual, por las evoluciones y las revoluciones de la Historia, ocupa un lugar cada vez más decisivo en el planeta. Cómo y por qué, es lo que Gerónimo Pérez Rescaniére explica en forma lúcida, irrefutable y excitante, de Cristóbal Colón a Hugo Chávez Frías.

Page 19: Question 84

/Abril de 2011

La consulta popular del próximo 7 de mayo enfrenta al gobierno de Rafael Correa con la mayor parte de los movimientos sociales, con una nueva izquierda desgajada del gobierno y también con la derecha tradicional. No están en debate ni las explotaciones mineras y petroleras ni la defensa del medio ambiente, sino el deseo del gobierno de construir un Estado más centralizado y poderoso.

“No crean a los ambientalistas románticos, todo el que se opone al desarrollo del país es un terrorista”. Esa frase fue pronunciada por el Rafael Correa en cadena nacional en rechazo al paro indígena en la provincia amazónica de Orellana el 1 de diciembre de 2007. El 26 de noviembre se había iniciado una protesta social en la parroquia de Dayuma, provincia de Orellana, por el retraso en las obras de agua potable, electrifi cación y vías terrestres que se arrastraba desde el anterior gobierno. Correa había asumido el 15 de enero de 2007.

La reacción del gobierno ante el corte de una carretera que conduce a un pozo petrolero, fue declarar el estado de emergencia por “grave conmoción interna”. Se ordenó la movilización militar y se activó la jurisdicción militar para enjuiciar civiles. Las fuerzas armadas decretaron el toque de queda y prohibieron cualquier manifestación o reunión. El 30 de noviembre el ejército ingresó violentamente en los domicilios de los habitantes de Dayuma rompiendo las puertas y se detuvo a 25 personas que fi guraban en una lista que llevaban los militares.

Según denuncia de los organismos de derechos humanos, todos ellos fueron maltratados, interrogados sin presencia de abogado defensor y amenazados de “ser violados sexualmente”. El Comité de Derechos Humanos de Orellana informó que uno de los detenidos debió ser hospitalizado tras las torturas y que todos los detenidos “estaban golpeados,

con señales de golpes en el rostro, puntapiés, y que habían sido amarrados con bandas de caucho”. Al parecer, ese es el trato que merecen los “terroristas”.

El 1 de febrero de 2011, José Acacho González, presidente de la Federación Interprovincial de Centros Shuar, fue detenido junto a otros dos dirigentes acusados de terrorismo. El operativo militar incluyó el uso de un helicóptero y agentes con el rostro cubierto por pasamontañas. En setiembre de 2009 los indígenas shuar se habían movilizado contra el proyecto de Ley de Recursos Hídricos, en el marco de la implementación de megaproyectos de minería a cielo abierto en territorios indígenas por empresas multinacionales. En esa movilización hubo una fuerte represión policial y murió el profesor shuar Bosco Wisuma. Desde un primer momento Correa acusó a los indígenas de la muerte.

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU), la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH) y el Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES) consideraron que “asimilar a los indígenas shuar, movilizados en defensa de sus derechos, con el

‘terrorismo’ menoscaba gravemente los principios internacionales en materia del derechos a la protestas y contraviene la defi nición internacional de lo que constituyen actos terroristas”.

Golpistas y “terroristas”

En la edición de enero de Le Monde Diplomatique Cono Sur, aparece una larga entrevista de Ignacio Ramonet a Rafael Correa. A lo largo de cuatro páginas el presidente de Ecuador asegura que el 30 de setiembre hubo un golpe de Estado frustrado, aunque no explica las razones de esa afi rmación. “Quien lo duda es esa prensa corrupta que no busca la verdad”, dice Correa .

En su opinión el inspirador del golpe fue el partido Sociedad Patriótica del ex presidente Lucio Gutiérrez y sectores de la derecha estadounidense, aunque reconoció que “hubo una gran muestra de solidaridad del Departamento de Estado de Estados Unidos”. Cuando se le pregunta si están identifi cados los líderes del golpe, menciona “dos ofi ciales y un hombre de tropa” que, dice vagamente, “me parece que los tres incluso están fugados”. Dos meses y medio después del “golpe”, dice “le parece”, sin precisar detalles de esos tres “cabecillas”.

El Estado fuerte y la criminalización a los movimientoscriminalización a los movimientos

RAÚL ZIBECHI

Page 20: Question 84

/Abril de 2011

Toda su explicación del “golpe” es muy ideologizada y muy poco concreta. Esta es una parte del diálogo en la cual el periodista le sugiere incluso mayor represión:

Ignacio Ramonet- Hay una frase de Trotsky que dice: ’La revolución necesita el diálogo de la contrarrevolución’. ¿Piensa usted acelerar, radicalizar, la revolución Ciudadana?

Rafael Correa- Después de esto hay que ser mucho más contundentes, efi caces y precisos para aplicar la Revolución Ciudadana en Ecuador (…) Tenemos que poner mucho más énfasis, mucho más cuidado en la parte de seguridad, y en la parte de reconstruir los mecanismos de inteligencia.

En ningún momento Correa se refi ere a los golpistas –que provocaron la muerte de 8 personas y 275 heridos y pusieron en riesgo el estado de derecho y según el presidente su propia vida– con el califi cativo de “terroristas”.

Ese término tan duro lo reserva para los dirigentes sociales que se oponen a la minería y la expansión de la frontera petrolera, que cortan carreteras y se manifi estan en defensa de sus territorios. En Ecuador hay 189 dirigentes indígenas acusados de sabotaje y terrorismo .

La Consulta: respuesta al 30 de setiembre

La forma que asumió la respuesta del gobierno fue convocar una consulta popular. La consulta tiene diez preguntas. Cinco de ellas suponen enmiendas a la recién aprobada constitución. Las dos primeras pretenden sustituir la caducidad de la prisión preventiva y restringir las medidas sustitutivas de privación de libertad con el argumento de combatir la delincuencia. La tercera impide que instituciones fi nancieras sean propietarias de medios de comunicación. La cuarta y la quinta modifi can la integración de los máximos órganos judiciales dando al Ejecutivo y al parlamento ingerencia en su nombramiento.

Las otras cinco preguntas de la consulta son: penar el enriquecimiento no justifi cado, prohibir las corridas de toros y los casinos y salas de juegos, regular los contenidos de violencia, sexuales y discriminatorios en los medios y penalizar a los empresarios

que no inscriban a sus trabajadores en la seguridad social. Como puede verse, las enmiendas a la Constitución son cuestiones de fondo y de las otras cinco lucen oportunistas, incluso algunas ya han sido legisladas.

El referendo tiene como principal ventaja que traslada las contradicciones políticas al terreno en el que mejor desempeño tiene. En efecto, en cuatro años de gobierno Correa ganó dos elecciones presidenciales y tres consultas, una para convocar la Constituyente, otra para elegir sus miembros y la tercera para aprobar la nueva Constitución. Todas por un margen amplio.

La legalidad de las preguntas fue puesta en cuestión pero la Corte Constitucional falló en enero a favor de las preguntas propuestas por Correa. La derecha anunció que votará No, igual que la izquierda y los movimientos indígenas, aunque con matices. La consulta provocó rupturas y alejamiento en el partido ofi cialista Alianza País. La derecha se articuló a través de Cauce Democrático y está liderada por el ex presidente Osvaldo Hurtado.

La izquierda tiene dos grandes alianzas. Una de ellas liderada por Alberto Acosta, ex presidente de la Asamblea Constituyente y ex amigo personal de Correa. Junto a varios disidentes del gobierno formaron el Frente de Defensa de la Constitución Montecristi Vive. “Tenemos un gobierno y un caudillo con rasgos autoritarios y de intolerancia”, dijo Acosta . “Un régimen presidencialista, que ya concentra cuotas importantísimas de poder, quiere más poder”, escribió Leonardo Orgaz Arce.

El segundo frente se llama

Movimiento Participación y está liderado por Gustavo Larrea, ex ministro de Gobierno y Seguridad de Correa. El grupo está integrado por organizaciones de jubilados, estudiantes, comerciantes, sindicalistas y militares retirados además de personas que provienen del partido Pachkutik (vinculado al movimiento indígena) y del izquierdista MPD. Las dos agrupaciones coinciden en que las reformas pretenden romper la autonomía de la justicia. Para Correa son “traidores”.

Criminalización de la protesta social

“Cuando los plebiscitos surgen de una presión social popular, podemos encontrar que han tenido una función política democrática, como cuando el pueblo de Chile se manifestó por el ‘No’ frente a Pinochet y eso abrió un cambio. Pero cuando tenemos este tipo de dirección impositiva desde arriba, es un peligroso camino que ha terminado en el fascismo”; declaró el fi lósofo Iván Carvajal, de la Universidad de Quito. Ecuatorianos de los más diversos sectores temen una excesiva concentración de poder en Correa.

Alberto Acosta escribió días después de la detención de los dirigentes shuar: “Destaca la ligereza en el uso de las acusaciones de terrorismo y sabotaje. En estos últimos dos años se ha vuelto a esgrimir esta acusación para enfrentar la protesta popular”. En su texto, quien fuera cercano colaborador de Correa recuerda que la Asamblea Constituyente, el 14 de marzo de 2008, amnistió a 600 personas acusadas de terrorismo porque “se han visto en la necesidad de ejercer el derecho al

Page 21: Question 84

/Abril de 2011

reclamo en defensa de los recursos naturales y por alcanzar una vida digna dentro de un ambiente ecológicamente sano y libre de contaminación”.

Sostiene que el extractivismo amenaza los territorios indígenas con sus grandes proyectos mineros y petroleros. Pero asegura que los derechos que consagra la Constitución aún no se han convertido en leyes que “erradiquen todas aquellas prácticas represivas con las que se chantajea y siembra el terror en las comunidades”. El artículo 160 del código penal considera terroristas incluso a los que se manifi esten de forma pacífi ca y “construyeran barricadas, parapetos, trincheras…”. Aunque el artículo 98 de la nueva Constitución defi ende el “derecho a resistencia” y protesta para reclamar derechos.

Finaliza su texto alertando sobre el “terrorismo de Estado”. Quien dice estas frases no sólo presidió la Asamblea Constituyente sino que fue uno de los principales inspiradores del Buen Vivir (Sumak Kawsay), de los “derechos de la naturaleza” y de la iniciativa Yasuní para dejar el petróleo en tierra que le han valido el respeto en todo el mundo. Vale decir que esas mismas iniciativas le han otorgado gran prestigio al presidente Correa entre quienes a menudo desconocen la compleja relación que mantiene con los movimientos.

El retorno del Estado fuerte

Entre los casi doscientos dirigentes sociales acusados de terrorismo y sabotaje están Marlon Santi, presidente de la CONAIE, y Delfín Tenesaca,

presidente de Ecuarunari, las dos más importantes organizaciones sociales del país, por su rechazo a la ley de aguas. En la misma situación está Carlos Pérez Guartambel y otros cuatro dirigentes de la Federación de Organizaciones Indígenas del Azuay (FOA) por cortar rutas y manifestarse en Victoria del Portete.

¿Porqué el gobierno de Correa acusa de terroristas a los movimientos? ¿Para qué necesita un Estado fuerte, en el sentido que le da Correa, con un perfeccionamiento de los mecanismos de control y vigilancia?

Los hechos reseñados hasta ahora no son desbordes represivos. La frase de Correa que abre esta nota no fue un exabrupto. Forman parte de un nuevo modelo político-económico que se está gestando lentamente y que tiene dos puntas: el extractivismo, o la acumulación por pillaje como ha defi nido David Harvey, y la subordinación de los movimientos sociales y, en caso de no ser posible, su criminalización.

En la medida que los movimientos sean obstáculos para esta nueva economía que convierte a la naturaleza en mercancía, deben ser no sólo reprimidos sino culpados de negarse al desarrollo, lo que se ha convertido en un delito mayor. En este discurso, desarrollo es algo diferente a lo que se entiende habitualmente: se reduce a entregar las riquezas del país a las grandes multinacionales para aumentar la exportación de commodities. Por eso hace falta un Estado fuerte, para garantizar los contratos y la propiedad de las empresas.

Para justifi car la invasion a sangre y fuego a territorios y países, con el fi n de saquear sus recursos, esclavizarlos, dominarlos, imponer su cultura e ideología, históricamente los imperios mimetizaron sus verdaderas intenciones, declarando como razón “fundamental” de su acción desvastadora, la difusión de la “civilización”, de la “fe”, de la “libertad” o de la “democracia”. Con ello han pretendido relativizar la soberanía de los estado, al otorgarle a la potencia agresora el supuesto “derecho” a intervenir y someter bajo sus designios a los pueblos más débiles.

El colapso de la URSS extinguió la geopolítica bipolar, abriéndole cause al proyecto hegemónico monopolar del imperio estadounidense quien a partir de entonces, adoptó la preservación de su “seguridad nacional” con alcance global, como el eje doctrinario de su política de dominación, en lugar de la “lucha contra el comunismo” que esgrimió durante la llamada “guerra fría”. Es con base en esa política que Reagan impulsó el proyecto “Guerra de las Galaxias” y Clinton dió luz verde a los “Comandos de Movilidad Aerea”, ambas iniciativas orientadas a magnifi car el despliegue internacional de las fuerzas militares imperiales y a justifi car un gasto militar, que según el Center for Arms Control and Non-Proliferation, se duplicó en la última década al llegar en el 2011 a casi los USD 900 mil millones anuales . La invasion a Irak y a Afganistán al enmarcarse en la política de la “lucha contra el terrorismo” y la “legítima defensa” abonaron en esa misma dirección.

Con la invasion a Libia se inicia la aplicación de la doctrina de “seguridad humana”, concebida para justifi car intervenciones, con el respaldo de la “comunidad internacional” personifi cado en el Consejo de Seguridad de la ONU controlado por las grandes potencias, en los estados califi cados por EEUU y sus aliados, como “incapaces de garantizar a sus pueblos la seguridad y el ejercicio de los DDHH”.

Se estrecha el cerco imperialista sobre las naciones del sur, entre ellas, las de ALC, sentenciadas por la doctrina Monroe como el “patio trasero” de EEUU Esto hace mucho más urgente consolidar la UNASUR y la CELAC.

Doctrinas imperialesDoctrinas imperialesGUSTAVO MÁRQUEZ MARÍN

Page 22: Question 84

/Abril de 2011

Aunque hay algunos que se dicen hasta socialistas, en realidad son nacionalistas, identifi can el Estado con el gobierno como si fueran sinónimos, especialmente cuando este último es burgués nacionalista y confunden además al gobierno con el Líder, Jefe Máximo o Conductor, o lo que sea, porque tienen rasgos comunes con todos los cesaristas que son nacionalistas e igualmente verticalistas. Por otra parte, creen ciegamente en el cartelito de “No molestar a quien conduce”, cualesquiera sean las maniobras del conductor y, por último, cuando se declaran socialistas y marxistas, conciben al socialismo como un mosaico, una suma de socialismos nacionales.

Son conservadores y lo opuesto del marxismo, para el cual la lucha de liberación (nacional y social) tiene un carácter histórico mundial y que considera que el Estado y la idea de la unidad nacional son expresiones de la alienación y que lo político es la esencia de la vida social y en ésta –y no en los círculos gobernantes– hay que concentrar el análisis y depositar las esperanzas de cambios democráticos e igualitarios.

Son, además, mecanicistas y aplican fórmulas eternas. En los años 20 la rebelión de tribus y clanes de Argelia y del Rif marroquí contra Francia y España fue apoyada por la izquierda revolucionaria mundial, al igual que la defensa de la Etiopía feudal y esclavista del Negus Haile Selassie en los años 30 contra el colonialismo invasor de los fascistas italianos. Trotsky llamó también a apoyar al México de Lázaro Cárdenas ante la amenaza de invasión angloestadunidense.

Los estadólatras deducen de todo esto que siempre, en todo confl icto entre un país semicolonial y el imperialismo, lo primero y esencial es oponerse a éste. Por eso no faltaron los que, en Argentina y en los gobiernos “progresistas” de Perú de los militares nacionalistas (o en el gobierno revolucionario de Cuba, por ejemplo) se alinearon junto a la dictadura militar argentina (que

Existe “odio racial” contra los indígenas en Bolivia, acusa ONU

Ginebra, 11 de marzo. El Comité por la Eliminación de la Discriminación Racial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) denunció “odio racial” contra indígenas en Bolivia, en una resolución publicada este viernes en Ginebra.

El comité “lamenta los discursos de odio racial y los actos de carácter discriminatorio (...) así como la propagación de organizaciones y medios de comunicación y periodistas que difunden estereotipos racistas y expresiones de odio contra personas de pueblos y naciones indígenas originarios, campesinos y afrobolivianos”.

“En la práctica, miembros de dichas comunidades siguen siendo objeto de discriminación y están subrepresentados en todos los órganos de poder público y de toma de decisión” y sufren “la violación sistemática de los derechos humanos”, indicó el comité, en referencia a Bolivia, un país cuyo actual presidente, Evo Morales, es de origen indígena.

El dictamen añade que “los confl ictos y actos de violencia racista contra personas de origen indígena y campesino” se agravaron desde 2006 y reclama la investigación de “los hechos, la identifi cación y juicio de los autores y la garantía de un recurso efectivo para las víctimas y sus familiares”.

Compuesto por 18 expertos independientes que vigilan el acatamiento por los países de la convención internacional en la materia, el comité contra la discriminación pide a Bolivia tomar medidas “para garantizar la representación política” de los indígenas en el Estado, y velar “para la aceptación intercultural y la construcción de una sociedad incluyente y pluralista”.

En La Paz, el presidente de la Cámara de Diputados, el ofi cialista Héctor Arce, anunció hoy que 13 legisladores de oposición serán procesados por la comisión de ética por presentar un supuesto cuestionario que supone, una burla a los ministros del gobierno.

Recientemente Morales informó que el contrabando de combustibles y víveres a través de la frontera con Perú se hace con burros, llamas y mulas. Una de las preguntas del cuestionario indagaba: “Señor ministro: diga cuántos cóndores, vicuñas, llamas y mulas se dedican al contrabando de gasolina, diesel, gas licuado, harina, azúcar y aceite en las fronteras”.

Los

Page 23: Question 84

/Abril de 2011

estaba en guerra con su propio pueblo y era proimperialista), cuando ésta, para mantener su poder tambaleante, intentó la diversión de la guerra de las Malvinas. Las Malvinas, sin duda, son argentinas y serán recuperadas algún día, pero argentinos –dijimos entonces– eran también los 30 mil desaparecidos, los exiliados, los torturados, y lo esencial era derrotar a la dictadura para poder comenzar a construir un régimen democrático e independiente del imperialismo. Los estadólatras “de izquierda” cometen hoy en Libia el mismo error malvinense.

Es cierto que “a río revuelto, ganancia de pescadores”, y es cierto que el imperialismo estadunidense, en competencia con los imperialismos europeos, trata de sacar provecho de la rebelión contra la dictadura de Muammar Kadafi , para apoderarse del petróleo que hoy está en manos de franceses e italianos. Pero los pescadores no provocan la creciente del río.

Ni los niños pueden creer en la teoría conspirativa según la cual la CIA y el Mossad israelí provocaron una rebelión de millones de personas que va desde Marruecos hasta Yemen y los emiratos árabes y que ya derribó al tunecino Ben Ali, agente francés, y al egipcio Mubarak, agente de Estados Unidos y principal sostén de Israel y carcelero de los palestinos de Gaza, ni pueden aceptar tampoco que esas

agencias están destruyendo voluntaria y conscientemente todo el dispositivo creado por Washington, con los acuerdos de Campo David y el fortalecimiento de las tiranías árabes.

Kadafi es indefendible, entre otras cosas porque, desde 1986, además de dictador y sostenedor de las demás dictaduras de la región, es un agente del imperialismo y se ha convertido en un gran inversionista con dinero robado. Buscar una salida política y una mediación, en cambio, es necesario y correcto… pero a condición, sin embargo, de buscarla donde sea factible –por ejemplo, la Liga Árabe– y no proponiendo una comisión encabezada por un ex presidente imperialista cuyo hermano estuvo además en negocios turbios con Kadafi .

No hay otro camino digno que apoyar la rebelión, buscar un cese el fuego, cortar así de raíz los pretextos para una intervención militar de Estados Unidos, por su cuenta, contra las Naciones Unidas, donde el veto chino y ruso le impediría contar con el consenso de esa organización, y en contra de la voluntad de sus socios italianos y franceses en la OTAN. Si Kadafi aplastase a la rebelión mal armada, no sólo su dictadura sería aún más feroz sino que también aumentaría su dependencia del imperialismo. Si, en cambio, dejase el poder mediante una salida negociada, existe el riesgo de que

un debilísimo gobierno de transición se someta a las grandes potencias imperialistas, a las cuales debe vender el petróleo y de las cuales debe comprar alimentos y tecnología.

En la sociedad libia –donde en los últimos 40 años no han habido sindicatos independientes, partidos, ni un periódico independiente– las solidaridades son de clan, de tribu, regionales. La religión, salvo en el caso de la secta nacionalista y xenófoba de los Senoussi, que no tolerará una ocupación o intervención extranjera, y que se opone a Kadafi , no es un factor decisivo.

En la dirección de los rebeldes hay, por lo tanto, desde ex ministros de Kadafi (Al Jalil), proestadunidenses, hasta ex militares nasseristas (Al Hariri) encarcelados durante 17 años por sus ideas a la izquierda de Kadafi . Hasta ahora esa dirección se ha opuesto a la intervención imperialista y ha dicho que la combatiría, pero si fuese acorralada no se sabe qué podría hacer.

En cambio, si triunfase, podría formar un gobierno muy moderado frente al capital extranjero. Pero el pueblo libio sentiría su propia fuerza y, bajo la infl uencia de la izquierda tunecina, comenzaría una rápida evolución. Sobre todo porque la estabilidad de la producción petrolera y la dominación imperialista en la región han sido gravemente dañadas por la rebelión, que es necesario profundizar.

estadólatrasGUILLERMO ALMEYRA

Page 24: Question 84

/Abril de 2011

“Por hipocresía llaman al negro, moreno; trato a la usura; a la putería, casa; al barbero, sastre de barbas y al mozo de mulas, gentilhombre del camino” (Francisco de Quevedo)

Como acertadamente lo dice Edilberto Aldán, hoy “un fantasma recorre nuestro diario convivir, el fantasma del lenguaje políticamente correcto”.

Aunque no esté muy claro -o en absoluto claro- en qué consiste esta “corrección”, existe un consenso generalizado respecto a que debemos practicarla, que debemos ser “políticamente correctos”.

Empujados por esta tendencia, entonces, no podemos decir “negros” sino “gente de color”; siempre hay que hacer la referencia explícita de género y no olvidar nunca decir “bienvenidos y bienvenidas”, “los y las presentes”, o utilizar esa jerigonza de “los y las niñ@s” o “los y las niñXs”.

En esa línea, también, no se debe decir “discapacitados” sino “gente especial”, hay que decir “homosexuales” y jamás mencionar “maricones”; se debe usar “tercera edad” en vez de “ancianos” -ni pensar en decir “viejos”-, referirse a los ciegos como “no videntes” y se debe evitar usar la palabra “gordo” reemplazándola por “persona con problemas de alimentación”.

De igual modo, es políticamente correcto hablar de “pueblos originarios” en vez de “indios”, o de “trabajadoras del sexo” en vez de “prostitutas” -por supuesto decir “putas” es sacrílego-. Nunca se ha escuchado insultar a nadie diciendo “¡hijo de sexoservidora!”, pero eso sería lo correcto. La palabra “sirvienta” debe ser sustituida por “colaboradora doméstica”, y nunca decir “ex borracho” sino “alcohólico recuperado”.

La intención que mueve toda esta práctica sin dudas es loable; anida ahí el intento de poner en evidencia situaciones de exclusión, de discriminación, de fl agrante injusticia, y su visibilización -al menos en el ámbito del lenguaje- es ya un primer paso para luchar por

su erradicación. Tener un lenguaje políticamente correcto sería, siguiendo esta lógica, una manera de comenzar a luchar por un cambio. Ahora bien: ¿cambian efectivamente las cosas por un cambio en su designación?

¿Pero qué representa, entonces, la corrección política? ¿Es una manera cortés de decir las cosas? ¿Es una buena forma socialmente aceptada de presentar los hechos, con diplomacia, con tacto? ¿Es una actitud de ecuanimidad, de equidistancia para con todos? ¿Es un real intento de transformación de las injusticias?

Insistimos: puede ser un primer paso para sacar a luz ciertos problemas, para ponerlos a debate. Pero hay que tener cuidado de no caer en un puro ejercicio cosmético, en defi nitiva gatopardismo funcional al statu quo.

Por cierto que el lenguaje políticamente correcto tiene sus raíces en posiciones de izquierda, pero el discurso conservador puede también apropiarse de él con intereses de maquillaje. Lo importante a cambiar, además del lenguaje, fundamentalmente son las actitudes de base para con los fenómenos en cuestión, y las relaciones de poder reales que los enmarcan, en muchos casos trasuntadas en políticas públicas.

*Por el hecho de decir “pueblos originarios”, ¿cambian efectivamente las relaciones sociales que marginan a los “inditos”, a los “pinches indios”, a los históricamente excluidos? ¿Mejoran su situación social las mujeres que ejercen la prostitución al ser llamadas “sexoservidoras”? ¿Cómo y en qué mejoran?

Esta invasión de corrección política que vamos viviendo intenta comenzar a remediar una situación ancestral, pero también comporta el riesgo de crear un nuevo maniqueísmo -injusto y absurdo como todos- donde lo correcto (como siempre: de difícil defi nición, y por supuesto de mi lado) está en concordancia con el bien, y lo incorrecto políticamente (detentado, desde ya, por los otros) representa el mal. “El infi erno son los otros”, decía sarcásticamente Jean Paul Sartre.

Como todas las formalidades, también la corrección política afronta el peligro de terminar siendo un gesto vacío, y para el caso que nos toca, peligroso. Peligroso, en cuanto puede ayudar a dar la sensación que ha cambiado la esencia de un problema, siendo que en realidad sólo cambió su nominación. La situación de las mujeres en el mundo sigue siendo de

Lo “políticamente correctopolíticamente correcto”MARCELO COLUSSI

Page 25: Question 84

/Abril de 2011

fenomenal diferencia con respecto a la de los varones, por ejemplo, aunque machaconamente pongamos la marca de género en cada palabra; claro que ese cambio de lenguaje puede implicar un cambio de actitud, pero también puede servir sólo para barnizar la realidad.

Las declaraciones políticas, las pomposas presentaciones de Naciones Unidas o lo que pueda expresar el diplomático de una potencia es siempre “políticamente correcto”, pero ello no signifi ca que sea cierto. La política -arte de gobernar, de dirigir, de moverse en la polis- difícilmente pueda ser correcta; el ejercicio del poder es eso: puesta en acto de una diferencia de poderíos, de fuerzas asimétricas. ¿Cómo, entonces, pretender corrección en algo que casi por defi nición no va de la mano, o incluso rehúye a la idea de lo correcto? ¿Ser políticamente correcto es no ser ofensivo? El discurso diplomático también lo es, por cierto. ¿Es eso lo que buscamos?

Si pretendemos no discriminar, más que insistir -por ejemplo- en el género de los adjetivos que usamos (“contentos y contentas”, “todos y todas”), debemos partir de ver y hacer ver por qué hay discriminación, qué relación de poderes se juega ahí y, en todo caso, qué acciones se deben tomar para acabar con ese desbalance. El uso, o si se prefi ere: el abuso, del lenguaje políticamente correcto, puede recordarnos aquel dicho: “de lo sublime a lo ridículo sólo hay un paso” pues, como sucedió en alguna ofi cina ante el robo continuado de materiales de trabajo (papeles, lápices, etc.), alguien muy molesto escribió: “¡no seamos cacos, por favor!”, ante lo cual, por ¿equidad de género?, alguna mano anónima agregó: “¡ni cacas!”

Los hispanos de Estados Unidos son defi nitivamente la primera minoría del país, con un impresionante crecimiento desde el último censo. Los datos del realizado el año pasado indican que la comunidad llegó a los 50.500.000 miembros, el 16,3 por ciento de la población total. El crecimiento, según la Ofi cina de Censos, es de nada menos que el 43 por ciento, ya que en 2000 había 35.300.000 personas que se declaraban hispanas.

Estos números tienen una particular importancia política debido a que el sistema representativo norteamericano se adapta a las cifras de cada censo. Los distritos electorales del país ganan representantes de acuerdo con los cambios de población. El censo está siendo procesado este año con miras a las próximas legislativas y presidenciales.

La nueva situación indica que uno de cada seis ciudadanos norteamericanos es de origen hispano, cifra que supera a la tradicional primera minoría, la negra, que hoy representa el 12,2 por ciento del total, con 37.600.000 miembros. En cada censo, los 308 millones de norteamericanos tienen derecho a autodefi nirse étnicamente.

Los blancos no hispanos siguen siendo la mayoría en Estados Unidos, con el 63,7 por ciento de la población, pero el crecimiento de esta población fue de apenas el 1,4 por ciento en la década. Los asiáticos, que son una minoría, mostraron un crecimiento del 42,9 por ciento, hasta llegar a los 14,7 millones de personas. La población de Estados Unidos creció un 9,7 por ciento en total, la tasa más baja desde la década del ’30.

Raúl Cisneros, uno de los voceros de la Ofi cina de Censos, explicó que “la población blanca es la más grande pero no está creciendo tan rápido como la población hispana o asiática, pero eso es parte de la realidad de Estados Unidos, un país que es dinámico demográfi camente”.

Además de crecer en términos absolutos, la comunidad hispana se dispersó a lugares no tradicionales, como California y Texas. Su presencia se duplicó en estados como Maryland, las Carolinas, Alabama, Arkansas y Mississippi. Sin embargo, el lugar con mayor número de hispanos sigue siendo el condado de Los Angeles, con 4.700.000. California tiene catorce millones, la mayor concentración del país, muy por encima de Texas (9,4 millones), Florida (4,3) y Nueva York (3,4).

Las organizaciones hispanas y defensoras de una reforma migratoria saludaron estos números, y afi rmaron que el crecimiento permitirá combatir a los republicanos que se oponen a una reforma integral de la inmigración y naturalización en el país. Según cifras de estas organizaciones, en 2008 votaron diez millones de hispanos, en su amplia mayoría por Barack Obama.

Impresionante crecimiento Impresionante crecimiento de los latinos en EE.UU.de los latinos en EE.UU.

Page 26: Question 84

/Abril de 2011

Las armas nucleares son el arma extrema del terrorismo, sea que las posean organizaciones terroristas o un gobierno. Son armas de aniquilación masiva que matan indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños. Muchos temen que caigan en manos de bandas terroristas, pocos advierten que quien quiera las detente son siempre armas terroristas.

Dada la naturaleza terrorista de las armas nucleares ¿qué es lo que las hace aceptables para tanta gente? Estas son preguntas con la que me estoy confrontando desde hace muchas décadas.

Esta aceptabilidad está arraigada en la teoría de la disuasión nuclear, que según sus proponentes ha mantenido y seguirá manteniendo la paz y se basa en muchas presunciones relacionadas con el comportamiento humano. Por ejemplo, presupone la racionalidad de los líderes políticos y militares. Pero parece evidente que no todos los líderes se comportan racionalmente en todo momento y en todas las circunstancias. La teoría de la disuasión implica la necesidad de comunicaciones claras, mientras que la amenaza de usar armas nucleares como represalia debe ser creíble para los líderes de la parte opuesta. Pero, como sabemos, las comunicaciones no siempre son claras y errores de percepción pueden infl uir en las opiniones.

Otro aspecto de la teoría de la disuasión es que se requiere un territorio contra el cual hacer la represalia. Esto no es válido en relación con una organización terrorista que no sea un Estado. Si un país no tiene un territorio contra el cual aplicar la represalia no puede haber disuasión nuclear. Si una organización terrorista adquiere armas nucleares no será disuadida por la amenaza de una represalia. Ello implica que no debe haber tolerancia alguna para una organización terrorista no estatal que pretenda adquirir capacidad nuclear.

Tampoco debería haber tolerancia alguna para la adquisición de armas

nucleares por parte de los Estados. No limito esta observación a los Estados que buscan desarrollar arsenales nucleares, sino que la extiendo a quienes ya poseen armas nucleares. Los actuales arsenales pueden ser usados por accidente, por errores de cálculo o intencionalmente. Y hasta tanto algunos Estados posean armas nucleares y basen su seguridad en ellas habrá un incentivo para la proliferación.

La extendida complacencia ante el armamentismo nuclear es difícil de entender. La mayor parte de la opinión pública es consciente del tremendo daño que pueden infl igir las armas nucleares, pero quizás se siente tranquilizada por el hecho de que no han sido usadas desde 1945. Estas armas están fuera de la vista y de la mente de la gente, quizás porque se siente impotente para infl uir sobre las políticas nucleares y por lo tanto las deja en manos de los expertos y los políticos. Esto es lamentable, ya que hasta que una amplia mayoría haga valer su voluntad de abolir las armas nucleares, los Estados poseedores continuarán contando con ellas.

El nuevo tratado de limitación de armas estratégicas -START- entre Estados Unidos y Rusia es un paso modesto para reducir el número de armas nucleares estratégicas desplazadas por ambas partes a 1.550 y el número de vehículos portadores a 700. El mayor valor del tratado está en que restaura las inspecciones de los arsenales de cada una de las partes por parte de la otra. En la Fundación para la Paz en la Era Nuclear, nosotros abogamos por la

realización de los siguientes pasos: -Reducir el número total de armas

nucleares estratégicas, tácticas y de reserva a menos de 1.000 por país;

-Hacer un compromiso vinculante para el no uso en primer lugar de armas nucleares y para no usarlas jamás y en ninguna circunstancia contra Estados no nucleares;

-Anular la situación de alerta de todas las armas nucleares, para evitar empleo accidental, error de cálculo o arranque de ira;

-Poner límites a las defensas con misiles y prohibir las armas espaciales;

-Comenzar negociaciones multilaterales para aprobar una convención para la prohibición de todas las armas nucleares en todo el mundo de una manera escalonada, verifi cable, irreversible y transparente.

Esos pasos serían indicaciones de que la inmoralidad, ilegalidad y cobardía de amenazar con el uso de armas nucleares está siendo enfrentada con propósitos serios. Con el debido respeto por la santidad de la vida y por las generaciones futuras podemos y debemos hacer más que simplemente vivir en la inercia actual. Podemos eliminar un arma que amenaza a la civilización y a la supervivencia de la humanidad.

Éste es el mayor desafío de nuestro tiempo, un desafío al que debemos responder con compromiso y persistencia. Es hora de reemplazar una Destrucción Mutuamente Asegurada por una Seguridad y Supervivencia Planetaria Garantizadas.

La espada de Damocles del

TERRORISMO NUCLEARDAVID KRIEGER/

NUCLEAR AGE PEACE FOUNDATION

Page 27: Question 84

/Abril de 2011

“No se trata de reformar la propiedad privada, sino de abolirla; no

se trata de paliar los antagonismos de clase, sino de abolir las clases; no se

trata de mejorar la sociedad existente, sino de establecer una nueva.”

Carlos Marx, Mensaje a la Liga de los Comunistas, 1850

Por muchos motivos el siglo XX ha sido, seguramente, el más movido, prolífi co y controversial de la historia. Marcó de forma indeleble el curso general de los acontecimientos de la humanidad con una fuerza imperecedera: para bien o para mal nos hizo asistir al surgimiento de incontables procesos nuevos, tales como la revolución científi co-técnica imparable aplicada al mejoramiento de la vida cotidiana, las primeras experiencias socialistas, la universalización de la economía y la cultura (hoy día bautizada como “globalización”), guerras con aplicación de las fuerzas más destructivas que se pudieran concebir, inicio de la conquista espacial, inicio de la liberación femenina, aparición del síndrome de inmunodefi ciencia adquirida, sociedades masifi cadas y apoyadas con fuerza creciente en los medios de comunicación, poderes hegemónicos de escala planetaria. Todo esto fue nuevo en la historia, y el siglo pasado es su punto de arranque, punto de infl exión del que probablemente no se retrocederá más...

Cada uno de estos distintos aspectos representa, en sí y por sí mismo, un mundo aparte; cada uno ha corrido suertes diversas, con perspectivas futuras muy disímiles entre sí. De entre todos ellos nos interesa ahora particularizar lo correspondiente al discurso contestatario que trajo el socialismo y la suerte que el mismo tuvo durante todo el siglo.

Al hablar de la historia del socialismo, es decir: la esperanza genuina en un nuevo mundo de justicia, nos referimos no tanto a su génesis y primeros tanteos en el siglo XIX como cosmovisión sino a lo que, ya en tanto propuesta madura, signifi có en las

expectativas que fue abriendo. Sin dudas –nadie podría negar esto– movió a lo mejor de la humanidad, en todo sentido: a aquellos más nobles, abnegados y honestos que vieron en su aparición como teoría y en la primera revolución –la rusa de 1917– el inicio de un paraíso posible, el fi n de las injusticias, la puerta de entrada a “la patria de la humanidad”. Movió, igualmente, lo mejor que cada uno de los seres humanos podemos tener: el espíritu de solidaridad, la fraternidad, la generosidad auténtica y desinteresada.

Muchas cosas han marcado el siglo XX, por supuesto; pero el inicio de las experiencias socialistas está entre aquellas que más reacciones produjo, tanto de aceptación como de rechazo. Lo que allí estaba en juego era mucho más grande que lo que podía abrir cualquier descubrimiento científi co o tendencia artística. La profundidad de la transformación anhelada produjo pasiones igualmente intensas. Nadie pudo quedar impasible ante la magnitud de su propuesta.

En cierta forma podría decirse que todo el siglo se vio atravesado por este fenómeno: las primeras luchas sindicales con vistas a socializar la propiedad, el triunfo de las primeras revoluciones socialistas, la reacción del mundo capitalista ante su aparición, la construcción que se empezaron a dar los países que comenzaron a transitar esos caminos, la guerra fría entre los bloques

antagónicos que fueron delineándose y el posterior triunfo del capitalismo sobre su modelo opositor hacia fi nes del siglo, nada de esto dejó de conmover hondamente a cualquier habitante del planeta. Durante los largos años que duró esta pugna entre bloques, entre cosmovisiones, las ideas generadas por el socialismo empezaron a ser moneda corriente en la cultura popular. Nadie se asombraba por hablar de “explotación”, y tampoco eran crípticos términos de cenáculo para iniciados la “lucha de clases”, el “reparto de la riqueza”, la “toma del poder”, el “imperialismo”.

Hoy día, inicios del siglo XXI, habiendo corrido mucho agua bajo el puente y caídas esas primeras esperanzas, sin modelos alternativos a la vista que sirvan de contrapeso a la hegemonía agobiante del neoliberalismo y de la unipolaridad militar de los Estados Unidos, todo aquel discurso de apenas unas décadas atrás parece haberse esfumado. Pero, en sustancia, nada de lo que esas palabras signifi caban ha cambiado: sigue la lucha de clases, continúa el desigual reparto de la riqueza, el poder continúa en poquísimas manos, el imperialismo se ha acrecentado.

¿Por qué salieron de escena todos estos términos? ¿Acaso “pasaron de moda”?

En realidad cambió la agenda política, cambiaron los escenarios, pero no hubo cambios reales en las

Las luchas de clases luchas de clases no han muertoMARCELO COLUSSI

Page 28: Question 84

/Abril de 2011

estructuras. Aunque sea casi una mala palabra y nadie la use hoy, ¿no hay más imperialismo? La historia la escriben los que ganan, por lo que en la actualidad, habiéndose impuesto el mercado como deidad absoluta, todo lo que vaya en su contra es blasfemo. De ahí que no se nombre todo lo anterior, sean anatemas. Hablar de lucha de clases o imperialismo es hoy anacrónico…

¡Pero no tanto! Es cierto que la historia la escriben los ganadores, ¡pero hay otra historia! Aunque la fuerza arrolladora con que se presenta el triunfo del gran capital pueda tenernos abrumados –manejo mediático mediante–, las realidades que están tras esos términos, hoy “blasfemos”, no han desaparecido. Seguramente por la misma imposición que esa victoria del gran capital trajo, le hemos tomado miedo a ese discurso contestatario y nos atemoriza ser visto como nostálgicos de tiempos idos. Plegarse a los poderes dominantes, por supuesto, es más fácil que ir en su contra. El aturdimiento que produjo la caída del Muro de Berlín, vendido luego en pedacitos como souvenir turístico, aún nos tiene desconcertados y pareciera que nos hizo ir olvidando la sana irreverencia y la cuota de rebeldía que alentó pasadas luchas décadas atrás. Pero eso no está muerto.

El mundo post Guerra Fría dio como resultado fenómenos bastante patéticos: por un lado, cuotas de explotación inmisericordes que recuerdan el capitalismo decimonónico, sin leyes sociales de protección a los trabajadores ni regulaciones estatales. La precarización laboral de estos últimos años (léase: la explotación más descarnada) volvió a mostrar la verdadera cara del sistema económico-social en que nos movemos. Junto a ello, como otra de las consecuencias de esa caída (que fue la caída no sólo de un muro sino de las esperanzas que allí se jugaban) se nos presenta el intento de vaciamiento del discurso y la práctica transformadora, revolucionaria. La protesta se aguó, se degradó, y el sistema –sabiamente– pudo ir criminalizándola. Sin temor a equivocarnos podríamos decir que el discurso dominante nos hizo pasar de la lucha de clases a la criminalización de las relaciones sociales como motor de la historia. De

Marx (abolición de la propiedad privada de los medios de producción y de la sociedad de clases basada en ella) fuimos pasando a Marc’s (métodos alternativos de resolución de confl ictos).

Menudo cambio, sin dudas. Las luchas de clases salieron de escena. Pero entiéndase bien: dejaron de ser tema de debate, objeto de discusión académica, referente en el discurso político…., aunque ahí siguen estando. La “preocupación” que nos fue creando el omnímodo discurso dominante puso otros temas como “principales”. Además de la apología del dios-mercado, se entronizó la democracia representativa como modo superior de gobierno, y los problemas sociales quedaron resumidos en dos cosas: la mala práctica de gobierno (la “culpa” la tienen los políticos) o el crimen desbocado, que en estos últimos años pareciera haberse ido transformando en un nuevo demonio omniabarcativo.

En otros términos: de la lucha de clases a la delincuencia como factor de explosividad de las sociedades. La cotidianeidad de estos últimos tiempos, cada vez más plagada de hechos corruptos (hoy día ya no es noticia que “caiga” algún funcionario por algún hecho de corrupción) y delincuencia de todos los calibres (ciudades cada vez más inseguras, narcoactividad, pandillas juveniles y un largo etcétera), no deja ver la explotación económica, la lucha de clases, el fenomenal descontento que anida en todas las sociedades. En defi nitiva: la injustica más rampante, que se nos ha hecho ya “natural”, dejó de ser el tema principal. Para tapar eso, para maquillarlo convenientemente el

sistema ha ido encontrando formas cada vez más sutiles y efectivas de control: fundamentalismos religiosos de toda laya, masifi cación global y saturante del show deportivo, fundamentalmente de fútbol (se habló de hacer el Campeonato Mundial cada dos años incluso), bombardeo inmisericorde de los medios de comunicación aliados al sistema (guerra de cuarta generación le llaman a eso los estrategas del Pentágono). Es decir: el descontento social producto de la explotación, de las injusticias de base que siguen existiendo, se fue manejando, controlando, moldeando. Y así se puso como tema principal de cualquier discusión cotidiana la violencia callejera…., o el fútbol. Pero las luchas de clases, aunque “pasadas de moda”, ahí siguen estando.

Con la llegada del socialismo del siglo XXI en la República Bolivariana de Venezuela hace algunos años se desempolvaron viejos conceptos que parecían ya olvidados, patrimonio de “dinosaurios como los cubanos”. El ideario sepultado bajo los escombros del Muro de Berlín tímidamente volvió a salir a luz. Quizá esperamos mucho –justifi cadamente sin dudas– de ese proceso en el país caribeño. Hoy día no sabemos bien para dónde se dirigirá la experiencia venezolana, si mira realmente hacia un horizonte socialista (del siglo que sea) o si la “conciliación de clases” termina imponiéndose. Lo que sí, sin dudas, levantó esperanzas que habían quedado adormecidas estos años; el “socialismo” dejó de ser mala palabra. Y cuando nadie se lo esperaba (al menos desde el mundo occidental)

Page 29: Question 84

/Abril de 2011

allí golpea a la puerta de la historia el renacer de los pueblos árabes con este huracán de protestas que se está sucediendo.

Tomando palabras de José Steinsleger al referirse a los sucesos de Egipto, válidas para todo el proceso que se da hoy en buena parte del mundo árabe: “¿Hay [allí] una situación prerrevolucionaria? Los anarquistas se oponen a la solución autoritaria; los socialistas celebran el aliento democrático de la sublevación; los comunistas piensan en si las condiciones están dadas; los trotskistas agitan el programa; los nacionalistas evocan la dignidad de otras épocas; los liberales y conservadores revisan las páginas de “El gatopardo”, y los religiosos sueñan con el renacer del Islam”.

¿De qué se trata en realidad todo este volcán? Las lecturas pueden ser múltiples, antitéticas incluso, y todavía no puede vaticinarse para dónde se disparará el proceso. Pero defi -nitivamente algo se mueve... ¡y mucho!

Todo lo cual evidencia que los problemas del mundo, los problemas básicos que produce este disparate civilizatorio en el que vivimos donde importa más una máquina que una vida humana, Todo eso tiene como fundamento aquello que Marx denun-ciaba con vehemencia 150 años atrás.

En realidad no se trata de “vaticinar” qué pasará con esta ola de protestas que ponen en marcha los pueblos árabes; se trata de apoyarlas como momento importante, privilegiado quizá, en la historia. Apoyar, y si se ve que ello es un paso para la transformación social hacia mayores cuotas de justicia, tomarlo como propio, aunque no se pertenezca concretamente al mundo árabe. En todo caso, esa puede ser una batalla más de una lucha mucho más general, más universal, no sólo de los árabes por supuesto. En ese caso: todos somos árabes, todos estamos en la Plaza Tahrir de El Cairo, todos nos hacemos parte de ese volcán que ha despertado.

Pero además vale la pena tomar esta marea que se inició en el mundo árabe como un recordatorio que, más allá del fenomenal manejo mediático distractor que nos confronta con otros problemas, importantes sin dudas, pero menores en defi nitiva (la delincuencia cotidiana, las cuotas de corrupción, el mal gobierno), las luchas de clases no han muerto.

Latinoamérica, atrasada 150 años en acceso a computadoras

Las economías de América Latina y el Caribe no están preparadas para enfrentar los desafíos de la sociedad del conocimiento debido a los défi cit severos en capital humano e inversión pública y privada en ciencia y tecnología, estableció el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) al señalar que para que los países de la región alcancen los niveles de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el acceso a las computadoras, tendrían que pasar casi 150 años y, con respecto a Internet, el retraso aumentó de 75 a 80 años.

Ante ello, la jefa de la división de ciencia y tecnología del BID, Flora Montealegre, destacó que las inversiones en innovación y desarrollo resultan decisivas para reducir la brecha de productividad de los países latinoamericanos y del Caribe con el resto del mundo.

En el documento Ciencia, Tecnología e Innovación en América Latina y el Caribe, que fue entregado en el contexto de la reunión de ministros en el rubro, Montealegre destacó que la mayoría de los elementos necesarios para superar este atraso, como investigadores, universidades y empresas innovadoras están disponibles en la zona, pero se encuentran constreñidos por fallas de coordinación y falta de fi nanciamiento.

Así, concluye que la situación general está caracterizada por una subinversión en tecnología, independientemente de cuál sea la estructura económica prevaleciente en cualquier país. Existen défi cit severos en infraestructura, capital humano, coordinación entre instituciones, efi cacia institucional y, desde luego, la inversión, observó Montealegre.

El BID detalló que el tiempo requerido para que la zona alcance a las naciones de la OCDE en el acceso a las computadoras aumentó de 130 a 142 años. Y el atraso de América Latina en banda ancha fi ja llega a los 50 años.

La única tecnología donde la región muestra una convergencia robusta es en la telefonía móvil, ya que logró reducir el rezago de un valor cercano a los 180 años en 1998 a cerca de nueve años en 2008.

En la telefonía fi ja, el progreso ha sido más moderado, ya que el tiempo que se necesitaría para alcanzar los niveles de la OCDE se redujo de 97 años en 1998 a 70 años en 2008.

Las brechas son cada vez mayores, dijo en entrevista Montealegre, al explicar que hay tres tipos de rezagos: con respecto a los países de la OCDE, entre las mismas naciones de la región y a nivel interno.

El número de computadoras por cada 100 habitantes creció en el área de 5.5 en 1998 a 11.3 en 2008. Durante ese lapso, esa proporción aumentó de 24.8 a 54.4 en los países de la OCDE.

En esa década, el número de suscriptores a Internet en América Latina y el Caribe aumentó de 0.8 a 6.9 por cada 100 habitantes. En la OCDE, la cifra creció de 4.7 a 27.3 por cada 100 habitantes.

Por lo anterior, Montealegre señaló en el informe que es urgente adoptar un programa de trabajo en materia digital, con el propósito de que no sólo tengan acceso a las tecnologías los estratos socioeconómicos más altos, ya que se requiere que el benefi cio llegue a segmentos más amplios de la sociedad.

Page 30: Question 84

/Abril de 2011

¿Opción democrática para transformar la sociedad o “vía electoral” para tomar el poder?

Las experiencias políticas que han dado lugar a la constitución de gobiernos populares o revolucionarios en el continente han puesto de manifi esto que ganar las elecciones nacionales y hacerse cargo del gobierno nacional si bien no conduce directamente a una revolución, tampoco signifi ca necesariamente el empantanamiento o derrota de los procesos de cambio social. En su corta trayectoria, estas experiencias evidencian que el acceso al gobierno nacional signifi ca además de asumir las responsabilidades y difi cultades que conlleva , acceder a un instrumento político clave para desarrollar/estimular procesos de empoderamiento colectivos e impulsar el procso sociotransformador.La ampliación de procesos democráticos participativos desde abajo promovidos ahora –conjugadamente desde el aparato gubernamental estatal puede activar/profundizar los procesos de constitución del actor colectivo. Esto va: desde la realización de las campañas masivas de alfabetización anudada a procesos que promueven –desde abajo la participación de los actores sociopolíticos (movimientos sociales, movimientos indígenas, actores sociales diversos), en el ejercicio de funciones de gobierno y del aparato estatal.

Ello implica la apertura de procesos de transformación de las formas y normas del ejercicio de funciones institucionales y de la institucionalidad misma, procesos que, reclaman entre varias aristas , la creación de espacios y mecanismos de participación y control popular en todas las instancias superestructurales, recortando cada vez más –a través de ellos , los ámbitos de dominio de los poderes instituidos del capital y de la burocracia que lo acompaña y recicla.

El lugar neurálgico de las Asambleas Constituyentes

En los actuales procesos indo-afro-latinoamericanos de búsqueda y construcción democrática de una nueva sociedad, resulta central la realización de asambleas constituyentes. De ellas emana el sustrato jurídico, político y social para una nueva institucionalidad, engendrada embrionariamente en los procesos de luchas sociales, abanderados por la resistencia, el empuje y los reclamos históricos de los pueblos de este continente (con sus organizaciones sociales y políticas), en primer lugar de los pueblos indígenas orginarios y sus comunidades.Obviamente, no cabe pretender que las asambleas constituyentes sean el motor del cambio. Los pueblos han de prepararse para plasmar en ellas sus puntos de vista, proponiendo y defendiendo contenidos acorde con sus intereses y su proyección estratégica. Pero en esto, como en todo, es importante comprender que el cambio de sociedad es procesal: lo más probable es que no se alcancen todos los objetivos en la primera asamblea constituyente.

Habrá que hacer tantas asambleas constituyentes como lo vaya reclamando y posibilitando la profundización y radicalización de cada proceso, marcado en primer la lugar por la maduración política del actor colectivo, fuerza sociopolítica del cambio.

La modifi cación de las bases jurídico-institucionales de una nación es también parte del proceso de construcción cotidiana sistemática y permanente de los pueblos. Esto implica una modifi cación de la concepción acerca del lugar y el papel del Estado en los procesos sociales de cambio. Tanto en su interrelación con la llamada “sociedad civil”: con movimientos y organizaciones sociales, partidos políticos, organizaciones comunitarias, religiosas, etc., como en su interrelación con los gobiernos nacional y estaduales, provinciales, departamentales, etc., en lo jurídico-institucional y en lo democrático-participativo.

Los actuales procesos político-sociales indo-afro-latinoamericanos, particularmente los que tienen lugar en Venezuela y Bolivia, enseñan que desde el gobierno –con voluntad política colectiva como sustrato es posible impulsar la participación protagónica del pueblo en el proceso, y avanzar en la construcción desde abajo del actor colectivo, propiciando procesos de desarrollo de su conciencia y organización, pilares de la construcción del poder popular. Es precisamente por ello que estas experiencias se empeñan en abonar procesos de transformación cultural y política (práctica-educativa) de los pueblos, entendiéndolos como sustrato indispensable para llevar a cabo cambios sociales desde la raíz, sostenerlos y profundizarlos.

Gobiernos populares, movimientos sociales

Y CAMBIO SOCIAL

ISABEL RAUBER

* DOCTORA EN FILOSOFÍA. DIRECTORA DE LA REVISTA “PASADO Y PRESENTE XXI”. PROFESORA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LANÚS. EDUCADORA POPULAR.

Page 31: Question 84

/Abril de 2011

Esto se hace evidente particularmente en el proceso actual de transformación que tiene lugar en Bolivia, que se autodefi ne como una revolución democrático cultural que se desarrolla desde abajo. Los logros están a la vista, también las limitaciones, las amenazas y los desafíos. Una realidad es la que existe en tiempos de oposición y lucha y otra es la que se va confi gurando cuando los actores sociales que protagonizaron las luchas tienen que hacerse cargo de las responsabilidades gubernamentales y estatales. Hacerse cargo de la administración de un país no solo “es difícil”, sino que también modifi ca la realidad de los demandantes de ayer que ahora pueden y deben decidir, que acceden a posiciones de poder y del aparato burocrático, que tienen recursos, y que pueden decidir –al menos en parte cómo emplearlos. La vieja cultura sectorial o corporativa puede volver a emerger y frenar o hacer estragos en los procesos. Es por ello que la organización y educación política ocupa o tiene que ocupar el lugar central simultáneamente con todas las demás tareas y actividades. No hacerlo puede llevar al debilitamiento o incluso al naufragio del proyecto revolucionario.

Dar la espalda a tales contiendas, implicaría de hecho , la negación de toda política, a la vez que tornaría un sinsentido las luchas sociales, los procesos de acumulación de fuerzas y la construcción sociopolítica toda, ya que -de antemano- estos tendrían límite que –por defi nición- no se debería traspasar. Igualmente sería un contrasentido circunscribir toda la acción y la construcción sociopolítica a la lucha por ganar elecciones, trastocando fi nes y medios, transformando el camino en objetivo, clausurando así toda proyección, tracción, organización y capacitación de las fuerzas sociales para actuar en pro de la superación del estado de cosas.

Hacer política es imprescindible y fundamental.

El problema radica en cómo hacer política de un modo y con un contenido diferente al tradicional, para no ser funcional al poder del capital. Los nuevos movimientos sociopolíticos apelan a metodologías

participativas y buscan incrementarlas y desarrollarlas en aras de ampliar las articulaciones sociales y superar la desconfi anza instalada en las mayorías populares hacia el estado, el gobierno, los partidos políticos, los políticos y la política, y la apatía, el apoliticismo y el quemeimportismo reinante en amplios sectores de la población, que la alejan de su vital e insustituible protagonismo.

Lo expuesto permite reafi rmar una hipótesis: en las condiciones actuales de Indo-afro-latinoamérica, la disputa político electoral por el gobierno nacional es parte de los procesos de cambios. En esta perspectiva, lo que podría entenderse como vía electoral para realizar las transformaciones sociales, resulta hoy para los pueblos una posibilidad real, un camino para fortalecer o debilitar los procesos de construcción, acumulación y crecimiento de poder, conciencia, propuestas y organización política propias, en proceso de (auto)constitución de los actores sociales y políticos en sujeto colectivo (popular) del cambio. Pero esta opción no es el “camino electoral para la toma del poder”; implica otro modo de concebir (y realizar) la transformación social.

No se trata de reemplazar la insurrección por las urnas

Si una fuerza p conjunto de fuerzas sociopolíticas que propugnan el cambio social comprenden que este transita anudado a los procesos democráticos y democratizadores, no pueden concebir su participación en los procesos electorales como un “truco” para llegar al gobierno y “dar el manotazo”.

Pretender que una vez ganadas las elecciones, al asumir el gobierno se

puede actuar obviando la correlación de fuerzas existente (conciencia, organización, hegemonía cultural y poder económico), conduciría al contrario de sus suposiciones , a estériles enfrentamientos con los adversarios políticos, a sembrar la confusión y el aislamiento del proceso sociotransformador que se pretende afi anzar y ampliar cuestión que supone profundizar la construcción de fuerza y poder propios , y a relegar la lucha cultural democratizadora, clave de la construcción de una nueva sociedad y una nueva civilización humana, corazón del tránsito –con marchas y contramarchas hacia lo nuevo.

Este tránsito reclama como eje vertebrador del mismo la conformación de un actor colectivo, fuerza social y política de liberación capaz de traccionar permanentemente el proceso sociotransformador hacia objetivos superadores, actuando para ello con protagonismo y autonomía políticas respecto del aparato gubernamental-estatal, en los ámbitos parlamentario y extraparlamentario articuladamente.

¿Conservar el gobierno o gobernar para el cambio?

Los representantes políticos del capital y sus acólitos, pueden prescindir del protagonismo popular porque se apoyan en la hegemonía del poder y sus aparatos ideológicos, económicos y extraeconómicos. Pero las fuerzas populares, si llegan al gobierno y cometen el error de dejarse encandilar por el poder y sus mecanismos tentaculares de envolvencia, si optan por acomodarse a los cargos o “arreglar” por arriba con los poderosos, haciendo concesiones de todo tipo esperando –a cambio perpetuarse en el gobierno, difícilmente lo logren, pero si lo hacen, será costa de dar la espalda a los objetivos transformadores y a los movimientos sociales que los llevaron a tales posiciones políticas.

Es injustifi cable, por un lado, que el triunfo de la izquierda en gobiernos locales o nacionales se alcance proponiendo construir lo nuevo y termine luego aceptando o incluso promoviendo políticas neoliberales sostenedoras/salvadoras del capitalismo. Por otro lado, está el peligro de ser tragados por la cultura del poder burocrático superestructural, dejarse llevar por la

Page 32: Question 84

/Abril de 2011

tentación de gobernar acompañados por expertos y asesores confi ando el proceso de cambio a resoluciones y decretos que supuestamente, desde arriba, irán produciendo reformas y marcando el rumbo y sentido de los cambios. En cualquiera de los casos, si los pueblos no intervienen, la maquinaria institucional funcional al capital terminará tragándose la potencialidad y la perspectiva de transformación social de los que participan en el gobierno.

Las revoluciones sociales son idénticas a la participación protagónica de sus pueblos; directamente proporcionales a ella. Si, por ejemplo, se aplica esta sencilla ecuación a los procesos populares revolucionarios en curso, a las medidas gubernamentales y sus procedimientos, los resultados saltan a la vista: a menor participación popular, menor contenido y alcance revolucionario, menos revolución. Conclusión: El nudo gordiano estratégico de los procesos revolucionarios no radica en la pertinencia de las resoluciones gubernamentales ni en la sabiduría de los gobernantes y su entorno, sino en la voluntad popular, en su conciencia y organización para participar en las defi niciones y soluciones, impulsarlas y sostenerlas.

No se avanza con medidas superestructurales por muy justas y razonables que estas sean. Hay que construir protagonismo popular colectivo y eso solo puede lograrse forjándolo a cada paso y en cada paso. El aprendizaje como la enseñanza comienza en las prácticas cotidianas. Educar en lo nuevo signifi ca desarrollar nuevas prácticas, dar el ejemplo. Esta es la clave pedagógica vital de las revoluciones desde abajo. Estas solo pueden profundizarse anudadas a la construcción y fortalecimiento del sujeto colectivo de las mismas, el actor sociopolítico capaz de traccionarlas e impulsarlas permanentemente hacia objetivos radicalmente superiores.

Un gobierno de izquierda no puede limitarse a hacer una “buena administración”

Participar de las elecciones para acceder a espacios/fracciones del poder existente, limitándose a ejercerlo “correctamente”, ocupando los correspondientes espacios parlamentarios o gubernamentales

nacionales o locales , conduce también a disecar –hasta anular la perspectiva transformadora.

El problema no ha estado ni está en las personas: en si los gobernantes son buenas o malas personas. Como dice un sabio amigo: no hay nada peor que buenas y honestas personas en instituciones malas y perversas (como son las del capital). Porque esas personas, empeñadas en marcar su diferencia con funcionarios incapaces o corruptos, centran su accionar en “hacer buena letra” para demostrar que son “intachables”. Con su gestión terminan lavándole la cara a tales instituciones, y contribuyen –de modo consciente o no , a relegitimar, reoxigenar y reproducir el sistema del capital y sus lógicas de dominación.

La corrupción es un mal que hay que erradicar, pero es inherente al sistema regido por el mercado. Este la crea, afi anza y generaliza convirtiéndola en un fl agelo que luego, esquizofrénicamente, debe combatir. Suponer que “buenas y honradas personas” que hagan una administración “prolija” salvarán a la sociedad de todos los males, y que –por tanto lo que hay que hacer es lograr que ese tipo de personas sean los candidatos a votar, es cuando menos una ingenuidad inadmisible.

Cuando se limita el proyecto político a ejercer “honradamente” los cargos de gobierno, sin apelar a la transformación y apertura de los mismos a la participación de los pueblos y sus organizaciones sociales o comunitarias, se contribuye al descrédito del sentido político transformador que tiene para los actores

sociopolíticos populares participar en la disputa democrático-electoral en aras de acceder a parlamentos y gobiernos, además de que termina generalmente abortando el proceso político/social hacia posicionamientos personales.

Los casos más evidentes en este sentido resultan ser los de parlamentarios que llegan a ser tales en nombre de movimientos sociales u organizaciones políticas de izquierda y luego -cortando todo vínculo con ellos- se dedican a hacer de la bancada un ámbito para sus ambiciones personales, o un lucrativo “puesto de trabajo”. Ese es, precisamente, el juego del poder: quebrar, aislar, manipular o corromper.

Un gobernante revolucionario no se defi ne como tal por el currículo, ni por ser “honrado y bueno” en comparación con los gobernantes tradicionales del sistema; aunque estas cualidades se requieren elementalmente, su proyección va más allá de lo personal: se relaciona directamente con su capacidad de poner los espacios de poder en función de la transformación revolucionaria, abriéndole las puertas del gobierno al pueblo, construyendo un nuevo tipo de institucionalidad, de legalidad y legitimidad basada en la participación del pueblo en la toma de decisiones políticas (basamento de la asamblea constituyente).

La única perspectiva y anclaje de fortaleza de los gobiernos populares radica en su profunda y creciente articulación con los pueblos, con los actores sociales, construyendo de conjunto mecanismos que acorten las distancias entre representación política

Page 33: Question 84

/Abril de 2011

y protagonismo social.La tarea titánica de los gobernantes

revolucionarios no consiste en sustituir al pueblo, ni en “sacar de sus cabezas” buenas leyes, mucho menos para demostrar que son más inteligentes que todos, que tienen razón y que, por ello, “saben gobernar”. Impulsar revoluciones desde los gobiernos pasa por hacer de estos una herramienta política revolucionaria: desarrollar la conciencia política, abrir la gestión a la participación de los movimientos indígenas, de los movimientos sociales y sindicales, de los sectores populares, construyendo mecanismos colectivos y estableciendo roles y responsabilidades diferenciados, para cogobernar el país.

Se trata de abrir las puertas del gobierno y el Estado a la participación de las mayorías en la toma de decisiones, en la ejecución de las mismas, y en el control de los resultados, en la medida que la construcción política y la transformación de las bases jurídicas de las instituciones estatales y gubernamentales lo posibilite. De ahí el papel central de las asambleas constituyentes en estos procesos.

Estar en el gobierno no es lo mismo que gobernar para el cambio con el protagonismo creciente de las fuerzas sociales extraparlamentarias populares activas, abrir puertas y promover transformaciones mayores. En tal caso, constituirse en fuerza política gobernante signifi ca para las fuerzas sociales transformadoras contar con un importante instrumento político para impulsar integralmente la transformación social.

Sin embargo, vale reiterarlo, no hay métodos que garanticen resultados. Ni la toma del poder, ni la participación electoral, ni el llegar a ser gobierno provincial o nacional constituyen per se vías de cambios raizales revolucionarios.

La transformación social es un caminar abierto, lleno de incertidumbres y obstáculos, que tiene una trinchera de posibilidades para avanzar en aras de la nueva civilización: la (auto)construcción del sujeto revolucionario colectivo.

El lugar y papel protagónico de los actores sociopolíticos en aras de ello es indeclinable en todas las dimensiones, tiempos y tareas del proceso político transformador. Articuladamente con ello se van defi niendo los caminos, los

métodos y los instrumentos a emplear, los que hay que crear, etcétera. La transición a otra sociedad reclama, además, la articulación de los procesos locales, nacionales y/o regionales con el tránsito global hacia un mundo diferente.

Formar una nueva cultura, como la socialista, por ejemplo, no implica solo luchar contra el capitalismo anterior, contra los rezagos y lastres del pasado, sino también dar cuenta de la infl uencia del capitalismo contemporáneo y sus modos de acción mundialmente contaminantes y contagiosos. La construcción de hombres y mujeres nuevos, la construcción de una nueva civilización, de un nuevo modo de vida (humanidad-naturaleza), es –a la vez que un empeño local parte de un proceso transformador universal, que tiene su centro en la conformación de un sujeto revolucionario global, expresión de una humanidad que –conscientemente , quiera vivir de un modo diferente al hasta ahora creado e impuesto por el capital, y se decida a construirlo y sostenerlo

Los avances se producen en primera instancia y generalmente, en el ámbito de un país o de varios, pero hay que destacar que estos van construyendo consensos regionales e internacionales, en temáticas civilizatorias que defi enden

la vida, interarticulando diversos procesos sociotransformadores [1]. En Indo-afro-latinoamérica se abren hoy grandes oportunidades para ello, dada la madurez convergente de amplios y maduros movimientos sociales urbanos y rurales y movimientos indígenas y la coincidencia histórica de gobiernos como los de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba, Brasil, Nicaragua, El Salvador, Uruguay, entre otros. Esta realidad emerge de la acumulación de resistencias y luchas de los pueblos, y marca el predominio de la tendencia transformadora que se abre paso en medio (a través) de las luchas y construcciones sociales con oportunas intervenciones de las casualidades.

Protagonismo y responsabilidades políticas de los movimientos sociales

La madurez alcanzada por los movimientos indígenas y sociales en años de resistencias y luchas sociales, ha resultado incrementada por la experiencia que viven aquellos que han constituido gobiernos y conjugan sus actividades políticas y sociales en aras de profundizar procesos populares colectivos de construcción de poder propio desde abajo en simultánea disputa con el poder del capital.

Esta situación ubica el debate de los movimientos sociales en una dimensión cualitativamente diferente de la hasta ahora experimentada: se trata de hacerse cargo de lo que ellos mismos han construido, se trata de asumirse también como parte de los gobiernos y cogobernar. No es políticamente válido resistir, luchar, voltear y poner gobiernos si luego no se asume (o no se puede asumir) la responsabilidad de (co)gobernar, con autonomía, [4] pero articulados a sus representantes, para participar en la toma de decisiones, en el control de la gestión pública y para llevar propuestas propias construidas desde abajo por los de abajo. Se trata de transformar radicalmente también las instituciones y su papel en la sociedad y viceversa, y en esto, como en todo, los movimientos sociales, los pueblos todos, tienen que involucrarse.

Ya no basta con las resistencias y las luchas antineoliberales, no basta con sobrevivir; es vital superar la defensiva, erigirse (construirse) en sujetos protagonistas de su historia. Esto

Page 34: Question 84

/Abril de 2011

supone dar cuenta de la nueva realidad sociopolítica, de sus características y dimensiones, sus tareas y sus nuevos desafíos. Estos implican para los movimientos indígenas y sociales del campo popular, moverse en un terreno histórica y políticamente desconocido hasta el presente: en el terreno de la libertad de pensar y elaborar propuestas colectivamente, de presentarlas y discutirlas mano a mano con el Ejecutivo o en los parlamentos, desarrollándose como protagonistas no ya de las luchas contra el otrora poder del Estado y el gobierno, tampoco pidiendo concesiones o satisfacción de reclamos sectoriales o corporativos; es tiempo de transitar caminos para cambiar de raíz el contenido social de los instrumentos tradicionales del Estado y el gobierno, y buscar o crear los medios para hacerlo, participando en ellos, convirtiéndolos en herramientas de los cambios colmándolos de participación popular y comunitaria gestada desde abajo. En tales procesos de lucha por los cambios, en medio de ellos, es que reside la posibilidad de que los diversos actores sociales atomizados vayan encontrándose y constituyéndose en actor político colectivo capaz de defi nir protagónicamente los rumbos su historia y traccionar hacia ellos los cambios.

Comprender que se trata de un proceso constituyente, es clave. Implica que no existe un ser ni un deber ser defi nidos a priori, que no hay sujetos, ni caminos, ni tareas, ni rumbos y resultados preestablecidos; no hay garantías ni situaciones irreversibles, se trata de una lucha constante, de apelar infatigablemente a la imaginación, inventiva y voluntad de los actores participantes, (auto)desafi ando paso a paso su voluntad para protagonizar cada vez más integral y profundamente el proceso de cambios, proceso que abrieron sabiendo lo que no querían pero sin tener plenamente establecido lo que querían. Se trata de un proceso vivo, abierto, dinámico, contradictorio, tensionante y desafi ante. Este carácter constituyente abarca e interdefi ne los sentidos, las dimensiones y acciones del proceso de cambios, es decir, a los sujetos mismos. Se trata en realidad de un proceso interconstituyente de poder, proyecto y sujetos. Y como todo ello se

va defi niendo concatenado (hilvanado) por la participación (integral) de los actores sujetos, resulta en tal sentido, a la vez , un proceso autoconstituyente, es decir, consciente y abierto. No hay resultados ni sujetos, ni proyectos, ni poderes preconcebidos ni garantizados; todo está en juego permanentemente.

Precisamente por ello los actuales procesos democrático-revolucionarios que se desarrollan en el continente en disputa frontal con la hegemonía del poder colonial-capitalista, reclaman el creciente y renovado protagonismo de los movimientos indígenas, sociales, campesinos, de mujeres, de trabajadores, de ecologistas, pensadores populares, etcétera.

Sin embargo, la ausencia de los tradicionales confl ictos antigubernamentales ha creado una situación de calma y refl ujo de los movimientos, y esto es –en parte también responsable de que los que gobiernan interpreten esta situación de calma como una delegación del poder de decisión de los movimientos hacia ellos, con lo cual se incentiva la casi “natural tendencia” cultural a decidir desde arriba que presiona administrativamente a quienes ocupan cargos gubernamentales y estatales.

Superada la “sorpresa” inicial que puede producir el salto de la lucha de calles a estar en el gobierno, el desafío primero es poner en marcha propuestas concretas que permitan, por un lado, fortalecer y articular a las organizaciones sociales y políticas de los pueblos y, por otro, profundizar los procesos de cuestionamiento de las medidas regresivas del neoliberalismo,

frenar su implementación y, allí donde sea posible, anular su vigencia y avanzar creando y construyendo lo nuevo, incluyendo en ello, por supuesto, la profundización de las dimensiones y el ejercicio efectivo de la democracia desde la raíz, desde abajo, por los de abajo y en función de los intereses colectivos.

Los primeros pasos resultan hasta ahora marcados por el desarrollo de programas de gobierno que -teniendo en cuenta la correlación de fuerzas existente y las posibilidades de modifi carla favorablemente , buscan en primer lugar consolidar la gestión gubernamental naciente, pero sin reducir a ello su accionar político revolucionario. La construcción de hegemonía popular es vital, y ella está anudada a la profundización-ampliación de la democracia heredada, simultáneamente con la construcción de una democracia raizal que abra el horizonte a la participación multidimensional de los actores sociopolíticos diversos, fortaleciendo también su (auto)constitución en actor colectivo, sujeto de su historia.

Romper los mitos de la cultura política instalada por el capital y funcional a sus intereses

En las actuales procesos de democratización abiertos por gobiernos populares, no basta con que los representados reclamen a los representantes, no basta con protestar, no basta con “tomar distancia” para “seguir de cerca” las gestiones de gobierno. El quemeimportismo político es hijo de la ideología del aparente no-compromiso neoliberal, y en las actuales condiciones

Page 35: Question 84

/Abril de 2011

es funcional a la supervivencia de su hegemonía.

Es inadmisible que –en tales situaciones , los movimientos sociales, indígenas, campesinos, urbano-populares, de mujeres, etc., rechacen compartir determinadas responsabilidades y tareas políticas articuladas a acciones de gobierno esgrimiendo argumentos tales como: el temor a “ser cooptados” o manipulados por los gobernantes o las estructuras del poder. La pregunta correspondiente en este caso es: ¿cooptados por quiénes, si el gobierno es propio? Obviamente puede haber cooptación, acomodamiento, complacencia, etc., siempre existen tales peligros, como también otros. Pero la cooptación, el acomodamiento o la complacencia responden a casos individuales, y estos al aislamiento entre representantes y representados. Pero se trata de participar colectivamente, de discutir como actores sociales y políticos, de interactuar como pueblo organizado, en tales situaciones la cooptación o complacencia desparece como posibilidad.

En esta perspectiva, la negativa o reticencia a participar interactuando con autonomía en el proceso gubernamental, inclina la balanza de los cambios a la parálisis y retranca de los procesos abiertos. Los destinos, posibilidades y alcances de los procesos revolucionarios abiertos en el continente, los contenidos y alcances de la acción gubernamental y la participación política de los movimientos sociales están genealógicamente entrelazados. La escasa participación autonómica (no subordinada) de los de abajo acentúa las persistentes tendencias a la burocratización de lo político institucional y su paulatina sustitución por lo administrativo superestructural y el funcionariado correspondiente, y hace de los otrora protagonistas, –en el mejor de los casos marionetas de la historia manipulados –todos por la hegemonía del poder del capital anulándolos en su posibilidad de constituirse en sujetos capaces de crear su historia y pelear por hacerla realidad.

Este nuevo tiempo político abierto a los desafíos sociotransformadores gestados desde abajo en las resistencias y luchas de los movimientos indígenas y sociales, demanda de ellos alzarse sobre

prejuicios y dogmas para protagonizar las decisiones de hoy y llevarlas adelante, haciendo realidad las consignas del pasado y dando los pasos necesarios en aras de fortalecer el protagonismo colectivo del conjunto de actores sociales y políticos revolucionarios y del pueblo todo. Y para ello es fundamental instalar o reinstalar el trabajo político, la formación (descolonizadora) y la organización (articulada intercultural).

Fortalecer el instrumento político es central.

Este puede potenciar el desarrollo de tareas políticas, culturales e ideológicas que promuevan la participación protagónica del conjunto de actores sociales y políticos revolucionarios, construir canales y herramientas de información y organización, abriendo canales institucionales y no institucionales para su participación conciente, capacitada, organizada y creciente en las diversas dimensiones de la vida social.Esto se anuda directamente con la realización de actividades orientadas a fortalecer el desarrollo de la conciencia política asumida por los actores sociopolíticos, fundamentalmente, estimulando la recuperación y refl exión crítica de sus experiencias concretas de construcción de poder propio, creando ámbitos colectivos de intercambio y producción de pensamiento crítico de sus procesos de cambios, contribuyendo efectivamente al crecimiento y fortalecimiento de la conciencia colectiva. Abrir espacios para periódicas refl exiones sobre las nuevas y cambiantes realidades resulta vital para el desarrollo político-cultural de los movimientos sociopolíticos (y el campo popular todo).

La ideología del cambio, como el sentido y sus defi niciones estratégicas

son parte del proceso social vivo, y no un dogma apriorístico establecido –desde fuera de las luchas de los pueblos por alguna vanguardia partidaria que “los demás” tendrían que asimilar. La conciencia política de los actores sociopolíticos del pueblo se forja y crece en los procesos de resistencia, lucha y construcción de alternativas, en interdefi nición constante de los rumbos y objetivos estratégicos. Estos no vienen dados del “más allá”; se van construyendo (y modifi cando) a partir de las cotidianidades y modos de vida y experiencias de lucha y sobrevivencia diversos que existen en cada sociedad, en cada comunidad.

El debate estratégico está abierto. Y se manifi esta a través de los actuales procesos de luchas sociales para avanzar en las defi niciones, la implementación o el perfeccionamiento de las propuestas de cambios radicales en las sociedades donde dicha disputa se está desarrollando abiertamente, construyendo simultáneamente caminos que cuestionan colectivamente el actual sistema mundo a la vez que lo van rediseñando “más allá del dominio del capital” [Mészáros].

Isabel Rauber. Doctora en Filosofía. Directora de la Revista “Pasado y Presente XXI”. Profesora de la Universidad Nacional de Lanús. Educadora popular. Estudiosa de los procesos políticos de los movimientos sociales e indígenas de indo-afro-latinoamérica. www.isabelrauber.blogspot.com; e-mail: [email protected]

Notas:

[1] Un ejemplo de ello fue la “Cumbre de la tierra” en defensa de la vida, realizada en Cochabamba en abril del año 2010.

[2] Para el concepto “autonomía” puede consultarse: Rauber, Isabel. 2000. Construcción de poder desde abajo. Claves para una nueva estrategia. CIPROS. Sto Dgo. También: www.pasadoypresente21.org.ar

Page 36: Question 84

/Abril de 2011

Aquí millones padecen hambre. No estamos hablando de Haití, ni de países africanos, ni asiáticos, ni de las favelas sudamericanas, sino del extraordinario hecho de que en el país más rico del mundo, con el sector agrario más productivo, millones sufren de lo que se llama “inseguridad alimenticia”, o lo que en cristiano se traduce como no saber de dónde provendrá la próxima comida.

En Estados Unidos se permite –sin que sea escándalo nacional– que los niños no tengan lo sufi ciente para comer. El programa nacional de televisión de CBS News 60 Minutes mostró recientemente las caras y las historias de familias sin techo, cuyos hijos hablaron de lo que sienten cuando no comen lo sufi ciente. Más de 16 millones de menores de edad viven en la pobreza –2 millones más que antes de la crisis económica que estalló en 2007– y se registra que es el desplome de la clase media más rápido ocurrido jamás desde que el gobierno empezó a medirlos hace medio siglo, informa CBS News.

¿Qué se siente tener hambre?, les pregunta el corresponsal a niños de una primaria en Florida. “Es difícil. No puedes dormir. Uno sólo espera, se duerme como por cinco minutos y se despierta de nuevo. Le duele el estómago y piensa: ‘no puedo dormir, voy a intentar dormir, voy a intentar dormir’, pero no puede porque le duele el estómago. Y es porque no tiene alimento en él”, responde un niño.

Muchas familias cuentan a CBS que jamás se imaginaron quedarse sin casa o sin sufi ciente alimento para sus hijos, ya que gozaban de una vida de clase media. Con la crisis, todo se esfumó.

Parte del reportaje de CBS se realizó en la misma zona que se proclama “el lugar más feliz del mundo”, o sea, los condados alrededor de Disney World, en Orlando, Florida. Ahí CBS detectó unos 67 moteles que alojan a más de 500 niños sin techo. Ahí, cerca en las escuelas del condado de Seminole, mil estudiantes perdieron recientemente han perdido sus viviendas. El gobierno aloja a miles de familias sin techo en moteles

Estados Unidos: HambreDAVID BROOKS/LA JORNADA

por todo el país durante periodos. CBS advierte que “la generación del motel en Estados Unidos está creciendo rápidamente”.

Un 16.6 por ciento de los estadunidenses –o sea, más de uno de cada seis– sufrieron “inseguridad alimenticia” en algún momento de 2009, según las cifras más recientes del censo analizadas por Feeding America, la organización más grande del país dedicada a apoyar a los afectados por esta situación, en su informe reciente Map the Meal Gap (http://feedingamerica.org/). De hecho, esta organización informa que hoy día ofrece sus servicios de apoyo a 37 millones de estadunidenses, entre ellos 14 millones de niños, un incremento de 46 por ciento comparado con 2006.

Hasta en la capital del país más poderoso del mundo hay cada vez más hambre. En la zona metropolitana de Washington y condados colindantes más de 400 mil residentes sufrieron periodos de hambre durante la recesión, según el informe reciente de Feeding America y su análisis por el Washington Post. Millones más en cada parte del país, tanto zonas ricas como marginadas,

también registraron cifras crecientes de hambre. “La mayoría quedarían sorprendidos al saber las dimensiones del hambre en sus comunidades. La gente tiende a pensar que el hambre se padece ‘allá’ en algún otro lugar pero no aquí mismo, no en mi traspatio. Pero este informe demuestra que no es cierto: el hambre está por todas partes de nuestra nación ahora mismo”, comentó Vicki Escarra, directora de Feeding America, al Washington Post.

“Ha habido momentos en los que no he comido para que mis hijos tengan más que comer. Soy adulta, lo puedo hacer. Puedo beber agua o comerme un pedazo de pan. Pero uno no quiere que sus hijos lleguen a decir ‘mamá, tengo hambre’ una hora después de que han comido”, dijo al Post Anita Emerson, madre soltera de 46 años. Estas historias se repiten a lo largo del país.

¿Y cuál es la respuesta del gobierno? Proponer reducir la asistencia alimentaria a los necesitados, promover más recortes al gasto social y reducir impuestos a los ingresos de los millonarios.

Mark Bittman, crítico de gastronomía del New York Times,

Page 37: Question 84

/Abril de 2011

anunció el lunes pasado que se sumaba a un ayuno de una semana con unas 4 mil personas por todo el país, cuyo propósito es llamar la atención pública sobre propuestas del Congreso de reducir severamente los programas de asistencia para los pobres y para los que padecen hambre en este país. “Estos recortes supuestamente para reducir el défi cit –apenas serían una ranura– causarán en verdad que más personas mueran de hambre, vayan a la cama con hambre o vivan más miserablemente que ahora. Y la propuesta de ley incrementará el gasto en defensa”, explicó. Esto, dijo, ante varias ironías: en 2010, las ganancias empresariales crecieron a la tasa más rápida desde 1950, mientras se estableció un récord en el número de personas que dependen de la asistencia federal para comer. Agregó que los 400 estadunidenses más ricos tienen más riqueza que la mitad de los hogares del país combinados, mientras 45 por ciento de los estadunidenses gastan un tercio de sus ingresos en alimento y aun así no les alcanza, y uno de cada cuatro niños duerme con hambre en este país, por lo menos por periodos.

Bittman afi rma: “necesitamos juntarnos e insistir en que nuestros recursos colectivos sean utilizados para el bienestar colectivo, no para los mil, ni para el millón de estadunidenses más ricos, sino para la vasta mayoría de nosotros en Estados Unidos y, de hecho, para los ciudadanos del mundo que tienen difi cultades para satisfacer sus necesidades. O para alimentar a sus hijos”.

Pero, al parecer, el hambre no está entre las prioridades de las cúpulas políticas o económicas de este país. Aparentemente, la “inseguridad alimentaria” no es asunto que se considere de “seguridad nacional”.

Europa vive una profunda crisis económica y social. Tú amigo lector, apenas serás enterado de ello. Las grandes agencias de tres letras apenas lo reseñan. Comprende ellas tienen su sede allá. Cada país europeo, en especial los occidentales, pasa por el pero calvario que hayan sufrido jamás.

Europa vive una crisis tan fuerte o mayor que la que dejo su II Guerra en los años 40 del siglo XX (a ellos les gusta llamarla mundial). La crisis actual es tan colosal como la que le hizo salir a saquear a Abia Yala, a la India y África en los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX. Saquearla y masacrarla. A los europeos les gusta hablar de nosotros como los descubiertos, los encontrados, para evadir decir que nos asesinaron con el fi n de robarse nuestras riquezas.

Hoy no es atrevido decir que la caótica situación por la que atraviesa la civilización europea es mayor que aquellas. Lo que observamos hoy es una proyección de la situación que describe Víctor Hugo en “Los Miserables”. Porque ahora, Europa además de las estrecheces de un grupo de 27 países que se está quedando sin recursos naturales para mantenerse, sufre de la más grave crisis que pueda pasarle a un país: Se está despoblando. Europa envejece, su tasa de natalidad baja el promedio de 1 por 1000.

Un estado es pueblo, territorio y soberanía. Literalmente Europa sufre un decrecimiento poblacional alarmante. Quite los turistas que van a las vetustas ciudades, quite a los estudiantes que van por becas, quite los emigrantes que lograron establecerse antes de las leyes xenófobas y tendrá la verdadera cara de la tragedia: El mal llamado viejo continente, de verdad, viejo. Ciudades sin niños, sin escolares por lo que se ven obligadas a cerrar sus escuelas básicas o “importar” infantes: Ciudades pobladas de jubilados que olvidaron las risas y juegos juveniles.

A pesar de ello Europa se cierra a los migrantes. Paga grandes sumas de dinero para que los africanos no entren; persigue a los suramericanos y asiáticos. No entiende Europa que si no mezcla su sangre con el Sur está destinada a desaparecer. Esta sentenciada a que el viento se desplace triste por sus viejos edifi cios mañana vacíos.

Pero Europa prefi ere seguir saqueando a África, para cubrir sus carencias naturales. Para disimular que su gente no tiene trabajo, para campear las protestas que día a día sacuden las otroras tranquilas ciudades. Europa apuesta a la industria de la guerra y alienta una criminal guerra contra Libia: Está inconforme con los negocios que hacía con ese país, quiere todo, porque ya no tiene nada, ni recursos naturales, ni reservas internacionales, ni juventud, ni sueños.

Ahora, como en sus tiempos coloniales, surge dispuesta a robarse hasta la última gota de petróleo y agua libio, hasta el último gramo de oro de la reservas beduina. Y quiere más de África. Desangrarla. Europa está herida. Cual tigra suelta peligrosos zarpazos.

Europa en crisis, tigra herida

REINALDO BOLÍVAR

Page 38: Question 84

/Abril de 2011

La formación en 1988 del Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), organismo de las Naciones Unidas para el estudio del cambio climático, fue impulsada como medida defensiva de varios gobiernos para controlar a las comunidades científi cas de los climatólogos, oceanógrafos, etc., en relación a este problema. Organismos ofi ciales estadounidenses como el NOAA intentaron prohibir a sus científi cos el contacto con la prensa y obligarlos a someter sus trabajos a la presidencia para que ésta permitiera su presentación en eventos científi cos y reuniones públicas y, en un caso particular, el del prestigiado climatólogo James Hansen, se le prohibió hablar por la radio pública.

Tesis uno:

El calentamiento global es el problema más serio que enfrenta la humanidad, y probablemente lo seguirá siendo durante varios siglos. Debido al carácter no lineal del sistema climático, su reversión, si es posible, probablemente no nos regresaría a la situación actual sino a otra que no podemos prever.

Tesis dos:

La historia de la tecnología registra varios casos de sistemas tecnológicos en los que han aparecido efectos imprevistos de largo plazo que resultan sumamente peligrosos, como la llamada lluvia ácida, efectos de los plaguicidas, de la radioactividad, etc. El calentamiento global es el más peligroso.

Tesis tres:

La capacidad de atención y refl exión sobre las consecuencias negativas y peligrosas de algunas formas del desarrollo de las fuerzas productivas y destructivas (en el sentido de la tecnología militar) fue debilitada por la ideología del progreso, que incluía como elemento esencial la dominación de la naturaleza, formulada a comienzos del siglo XVII por los fi lósofos Francis Bacon y René Descartes, y cuyo éxito fue principalmente debido a los grandes avances en el desarrollo de éstas, y por el triunfalismo e irresponsabilidad de la burguesía y de las burocracias técnicas a su servicio.

La respuesta más vigorosa contra esta ideología fue el Malthusianismo Generalizado de Jay Forrester y los esposos Dennis y Donella Meadows (+), expresado en “Límites del crecimiento”, publicado en 1972. A diferencia de Malthus, que sólo veía la producción de alimentos como un límite al aumento de la población, el Malthusianismo Generalizado planteaba la existencia de otros límites, como el agotamiento de recursos no renovables y la contaminación ambiental.

Aunque “Límites…” previó la posibilidad de una crisis ambiental global, que causaría una caída drástica de la población debido al aumento de la contaminación y escasez de alimentos, no consideró al CO2 como contaminante, ni al calentamiento global; tampoco el agotamiento de los recursos energéticos, ni la sobreexplotación y agotamiento de acuíferos. A pesar de ello, la evidencia del calentamiento global constituye la confi rmación más contundente de la validez de sus hipótesis.

Tesis cuatro:

La investigación científi ca que utiliza modelos de computadora para investigar el futuro del clima, y las observaciones de glaciólogos, climatólogos y oceanógrafos, muestran que la teoría del calentamiento global, formulada por los científi cos suecos Arvid Hogbom y Svante Arrhenius en 1894 y 1896, es absolutamente sólida. Sin embargo pasaron seis décadas desde el momento en que fue enunciada hasta que Charles Keeling comenzó a hacer las primeras mediciones sistemáticas de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera (CO2), que mostraron que había aumentado considerablemente desde la época de la Revolución Industrial del siglo XVIII, y que seguía aumentando. El desarrollo posterior de la teoría sugiere que grandes áreas costeras, pobladas por centenares de millones, podrían ser inundadas por fusión de los hielos de Groenlandia y de la Antártida, y que podría darse una desertifi cación generalizada, que podría incluir a la Amazonia. Ello podría causar la extinción de la especie humana, sugerida por varios científi cos a partir de 2004, como el climatólogo neozelandés

Quince tesis sobre la política del CALENTAMIENTO GLOBAL

MAURICIO SCHOIJET*

Page 39: Question 84

/Abril de 2011

Peter Barrett; el año siguiente por los estadounidenses Lee Kump, Alexander Pavlov y Michael Arthur (Kump, 2005); y por varios trabajos citados por Mark Lynas (Lynas, 2008); fue asimismo planteada por el paleontólogo Peter Ward, de la Universidad de Washington (Scientifi c American, 14i2010). Cabe mencionar que aunque Lynas rechaza explícitamente la posibilidad de extinción, se limita a una proposición puramente voluntarista, que no surge del análisis de los textos. El científi co británico James Lovelock ha sugerido una restricción drástica de áreas habitables y cultivables (Lovelock, 2006). En una conferencia impartida en la ciudad de Seattle el 16-vi-2009 afi rmó que la especie humana podría verse reducida a mil millones o menos, o sea la sexta parte de la población actual.

Aunque la ciencia ha avanzado enormemente en la comprensión del problema en las últimas décadas, su capacidad predictiva sigue siendo limitada, por las difi cultades de comprensión de algunos aspectos, como el papel del vapor de agua y de los aerosoles, y también porque el sistema climático es un sistema no lineal formado por subsistemas no lineales acoplados, como la atmósfera, los continentes y los océanos, y los sistemas no lineales son notoriamente más difíciles de analizar que los lineales.

Tesis cinco:

Esta gran demora en la percepción de estos terribles peligros podría deberse a que esta teoría enfrentó uno de los más pesados obstáculos epistemológicos de la historia, la ideología del fi jismo o persistencia y estabilidad de las estructuras del mundo natural, presente en forma implícita en el Génesis del Antiguo Testamento. Este fue también el caso de la teoría de Alfred Wegener de deriva de los continentes, que tardó medio siglo en ser aceptada, en circunstancias en que el fi jismo ya había recibido varios golpes demoledores en el terreno científi co. Esta demora pudo también haber sido infl uida por las normas y valores de las comunidades científi cas, a su vez resultado de las ideologías y prácticas de la burguesía, que desvalorizan a la divulgación científi ca y tienden a desprestigiar a aquellos científi cos que se comunican directamente con el público, en vez de participar en el confi namiento del conocimiento especializado, aunque este confi namiento pueda contribuir a desarmar a la humanidad frente a terribles peligros.

Tesis seis:

La formación en 1988 del Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), organismo de las Naciones Unidas para el estudio del cambio climático, fue impulsada como medida defensiva de varios gobiernos para controlar a las comunidades científi cas de los climatólogos, oceanógrafos, etc., en relación a este problema (Weart, 2003). Organismos ofi ciales estadounidenses como el National Ocean and Atmosphere Administration (NOAA) intentaron prohibir a sus científi cos el contacto con la prensa y obligarlos a someter sus trabajos a la presidencia para que ésta permitiera su presentación en eventos científi cos y reuniones públicas y, en un caso particular, el del prestigiado climatólogo James Hansen, se le prohibió hablar por la radio pública. Hubo

asimismo casos de represión en Canadá y Australia. Los gobiernos tienen de hecho un poder de veto para impedir que ciudadanos que no les caen en gracia participen en el organismo. Gracias a éste el gobierno del presidente George Bush logró la remoción de Robert Watson, un presidente del IPCC que resultó ser insufi cientemente plegable. Bush aplicó directamente la censura sobre documentos de organismos ofi ciales relacionados con la problemática ambiental. En el IPCC participan gobiernos de países de nula capacidad científi ca, pero con un interés sustancial en la continuación del modelo energético actual, como en el caso de Arabia Saudita, organismos empresariales, organismos ligados a las empresas de combustibles fósiles, como el Electric Power Research Institute, fi nanciado por las empresas de la rama eléctrica que son grandes consumidoras de combustibles fósiles, en tanto que están ausentes las principales organizaciones ambientalistas.

Parlamentarios estadounidenses conservadores ligados a la industria petrolera, y organizaciones conservadoras como la Heritage Foundation, intentaron desprestigiar al IPCC, porque el control sobre éste por los gobiernos no ha resultado todo lo efi ciente que lo que algunos de éstos pretendían. Por otra parte está el papel deplorable de la Organización Meteorológica Mundial, que también depende de las Naciones Unidas, y que ha publicado por lo menos un documento en 2003, caracterizado por omisiones fl agrantes acerca de las peores posibilidades, así como propuestas de medidas de dudosa efectividad.

Está en marcha una campaña deleznable encabezada por el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki Moon, secundado por Harold Shapiro, ex presidente de la Universidad de Princeton y con el auspicio de un Inter-Academy Council, que pretende que el IPCC es un organismo desprestigiado y deslegitimado, y por ello intenta imponerle un control más estricto (José Luis Lezama en Reforma del 25 de septiembre, p.10). El Inter-Academy Council, organización internacional que agrupa a 17 academias científi cas del mundo, elaboró un Reporte que se planteó “llevar a cabo una revisión crítica del desempeño del IPCC”. Lo acusa de “no haberse actualizado en relación a los cambios que han ocurrido en el debate sobre cambio climático en los últimos veinte años”. Propone que debe buscar una mayor transparencia en la elaboración de informes periódicos como en la “selección de la información

Page 40: Question 84

/Abril de 2011

científi ca”, y “evitar la selección de alternativas políticas particulares, para los que no está autorizado”. También de no haber respondido adecuadamente a críticas sobre sus errores y plantea que debe “abrirse a perspectivas alternativas sobre el cambio climático”. Pide que “se establezca un comité ejecutivo que pueda incluir miembros de fuera de la comunidad científi ca, sin especifi car los requisitos que deberían cumplir, para que se haga más estricto el proceso de revisión de los informes; “que se evite hacer proyecciones sobre el futuro del clima cuando no se cuenta con bases científi cas sufi cientes”; y que se asegure que “las auténticas controversias existentes en la ciencia climática y las visiones alternativas sean tomadas en cuenta”(Lezama, 2010).

El IPCC ha realizado un enorme trabajo de recopilación y análisis de datos y modelos, y la campaña que intenta desprestigiarlo utiliza para ello acusaciones sin fundamento y errores de menor cuantía, de los que se hizo eco una prensa supuestamente seria, que pretende ignorar que en el desarrollo de la ciencia puede haber errores. En algunos aspectos hay además considerables incertidumbres, por ejemplo en cuanto al papel del vapor de agua y de los aerosoles, por el carácter no lineal del sistema climático, y por la inexistencia de teoría acerca de algunos de los fenómenos físicos implicados en el problema, por ejemplo en el caso del deshielo de las grandes masas de hielo de Groenlandia y la Antártida, en el que operan fenómenos de agrietamiento y fricción entre masas de hielo. Pero el IPCC también ha cometido errores serios que contribuyeron a subestimar los peligros, por ejemplo la ausencia de mención a la saturación de la absorción de CO2 por los suelos, que tiene el potencial de acelerar el calentamiento global. En este sentido el citado Spencer Weart considera sus Reportes no como producto de la opinión mayoritaria de los climatólogos, sino “altamente condicionados y cautelosos, ciencia conservadora, del más bajo común denominador” (p. 161-162). El intento de reforma regresiva impulsado por Ban Ki Moon no tiene entonces relación con errores de este tipo, lo que buscar es mellar la capacidad del organismo de crear conciencia sobre las amenazas del calentamiento global. En relación a lo anterior vale la pena mencionar que la mayor parte de la prensa no ha informado, mucho menos comentado, sobre un acontecimiento sumamente inquietante, la liberación de metano, el segundo más poderoso gas de invernadero, del fondo del Océano Ártico, ocurrida en 2008, o sea casi un siglo antes de lo previsto por los más acelerados climatólogos y oceanógrafos.

Este documento citado de las Academias representa una continuación de otro publicado en 2007, y ambos son una

forma de extralimitación de las cúpulas científi cas, que no se tomaron la molestia de informarse sobre las opiniones de los miles de científi cos que las integran. Además de estos pronunciamientos de las cúpulas científi cas hubo otros de científi cos individuales, de los que el más visible fue el físico estadounidense Frederick Seitz. Con respecto a la autoridad moral de las Academias, podemos suponer que representan cúpulas que en varios casos han sido cooptadas por los gobiernos. En efecto, pocas organizaciones académicas, como la American Geophysical Union, organización que cuenta con 50000 miembros, han planteado posiciones correctas sobre el calentamiento global (declaraciones de la organización de 2003 y 2007), rechazando asimismo un pedido de documentos del Procurador General del estado de Virginia, parte de una sucia campaña contra el climatólogo Michael Mann, en tanto que otras, de mayor peso, fundamentalmente las mencionadas Academias, han planteado posiciones incorrectas. Una declaración de mayo de 2009 de las de Brasil, India, Sudáfrica, Canadá, Italia, Gran Bretaña, China, Japón, Estados Unidos, Francia, México, Alemania y Rusia, contiene concesiones absolutamente indebidas a las industrias de combustibles fósiles, y a los gobiernos de los países que son grandes productores y consumidores.

Por ejemplo el apoyo al confi namiento del CO2, medida no probada, que resultaría sumamente costosa y cuya viabilidad requeriría ensayos de varias décadas; también apoyaron el uso de biocombustibles y gas natural, y a la energía nuclear. Los biocombustibles tienen el potencial de reducir las áreas cultivables y con ello aumentar el precio de los alimentos y la pobreza, y además su elaboración requiere de grandes insumos de agua y energía; el gas natural también produce CO2, y se ha desarrollado un nuevo método de explotación que presenta el peligro de contaminación de los mantos acuíferos por inyección de soluciones que contienen compuestos tóxicos. Con esta acción desafortunada las Academias ponen su prestigio al servicio de políticas que representan el más grave peligro para la humanidad. El aspecto de la toma de decisiones por organismos como las Academias ha sido hasta ahora poco estudiado por la política y sociología de la ciencia. En este caso aparentemente no hay ninguna información acerca de que los miembros de éstas hayan sido consultado, y en el caso de México puedo afi rmar que no lo han sido. La principal responsable de esta aberración fue la profesora Rosaura Ruiz, en ese momento presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias.

Cabe asimismo mencionar que en septiembre de 2010 la mencionada AGU rechazó la iniciativa del Inter-Academy Council respecto a la posible reforma del IPCC.

Lo que resulta particularmente irónico es que en julio de 2009 los organismos legislativos estadounidenses aprobaron la cancelación del proyecto de un depósito defi nitivo de desechos nucleares en Yucca Mountain, estado de Nevada, medida que ya había sido planteada en la campaña electoral del presidente Obama. Este proyecto había sido iniciado veinticinco años antes, y se habían invertido en él 13 mil millones de dólares. Obviamente su cancelación representa un gran revés para la energía nuclear. Cabe preguntar si en mayo del mismo año los honorables dirigentes de las Academias no estaban conscientes acerca de la inminencia de este acontecimiento, o si sí lo estaban pero lo consideraban un

Page 41: Question 84

/Abril de 2011

evento de poca importancia, en cuyo caso se puede creer en su absoluta inconsciencia.

Tesis siete:

Esta campaña color café –opuesto a verde—en que el señor Ban Ki Moon hace el papel de mascarón de proa, tiene antecedentes en varias otras que se produjeron desde la década de 1960, en todos los casos generadas en Estados Unidos, aunque tuvieron efecto en otros países. La primera fue la desatada por la industria química, con el apoyo de organismos manipulados por ésta, como una Asociación de Químicos de la Industria Manufacturera, contra la bióloga Rachel Carson, que denunció los efectos nocivos para la salud humana y el ambiente de los plaguicidas organoclorados, como el DDT. La segunda fue la campaña histérica de dirigentes políticos y empresariales estadounidenses y alemanes, con participación de algunos científi cos y de ideólogos del “socialismo realmente existente”y del populismo latinoamericano, como Amílcar Herrera y Oscar Varsavsky, contra el mencionado libro “Límites del crecimiento”. La tercera fue la de las compañías tabacaleras contra las denuncias sobre los daños a la salud que causa el tabaco. La cuarta fue la campaña del Atomic Industrial Forum, organismo de frente del oligopolio de la industria nuclear, contra los que denunciaban sus peligros y problemas probablemente insolubles como el de los desechos. La actual es simultánea con la tentativa de revivir la industria nuclear.

En varios casos han sido los mismos personajes y organizaciones que han participado en más de una de estas campañas. Uno de éstos fue el mencionado científi co Frederick Seitz, cuyo prestigio se basa en trabajos publicados antes de 1941. Después de la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial se incorporó, como muchos otros científi cos, a la investigación militar, pero a diferencia de la mayoría de éstos, que regresaron a la vida civil una vez terminada la guerra, permaneció en el aparato burocrático

militar, en el que se distinguió por su belicismo. Cabe mencionar que Seitz fue presidente de la National Academy of Sciences en circunstancias en que hacía décadas en que no era un participante activo en la investigación científi ca. Las empresas tabacaleras le pagaron 700.000 dólares por su participación en una campaña falaz destinada a engañar a la opinión pública. En la década de 1990 publicó textos que negaban la realidad del calentamiento global en el Wall Street Journal.

Tesis ocho:

Dos de los más importantes descubrimiento científi cos de la historia se han producido en los últimos cincuenta años. El primero fue el descubrimiento de los supervolcanes, que a diferencia de los volcanes ya conocidos, que son capaces de devastar áreas relativamente limitadas, pueden tener efectos sobre un continente o más de uno. El segundo es el del acontecimiento más traumático en la historia, que llevó a nuestra especie al borde de la extinción, la erupción hace 72.000 años de un supervolcán localizado en la isla de Sumatra, Indonesia, que habría reducido el número de humanos a no más de 2000, dato establecido por procedimientos de la genética.

El desconocimiento de estos hechos por la enorme mayoría de la población, su confi namiento dentro del ámbito de los investigadores en ciencias de la tierra, no puede ser casual, y es fundamental para la sociología y política de la ciencia. Sugiero que se debe a la infl uencia, no por difusa menos efectiva, de las políticas e ideologías de la burguesía, que teme y odia la difusión de noticias sobre desastres, tanto naturales como sociales, ya que la inseguridad podría representar un obstáculo para la acumulación de capital.

Tesis nueve:

Para el deshielo de la Antártida y Groenlandia, que se

Page 42: Question 84

/Abril de 2011

produciría no por efectos directos del aumento de temperatura, sino a través de los mencionados fenómenos de agrietamiento y deslizamiento de unas capas de hielo sobre otras, en que el agua juega el papel de lubricante, o de éstas sobre superfi cies rocosas, no hay ninguna capacidad predictiva sobre el aumento del nivel del mar, sólo un límite superior, de unos 70 metros, y datos paleoclimatológicos de calentamientos globales ocurridos hace millones de años. Además existe una demora entre el aumento de gases de invernadero en la atmósfera, que producen este calentamiento, y sus efectos, debido a que los mares no están en equilibrio térmico con la atmósfera, y éste puede tardar un milenio. Ello implica que aun si se aplicaran las políticas más drásticas para frenar las emisiones de los gases que contribuyen al calentamiento global, también llamados gases de invernadero, ello no necesariamente garantizaría que los efectos del calentamiento global pudieran ser frenados o revertidos, luego es imposible garantizar la supervivencia de la especie humana o la permanencia de sufi cientes áreas habitables y cultivables. Otro factor que podría infl uir sería el insufi ciente conocimiento de algunos ecosistemas marinos. Serían particularmente afectadas las áreas costeras o de poca elevación sobre el nivel del mar, como gran parte de Bangla Desh, y los pequeños países isleños del Caribe, Indico y Pacífi co, y varias grandes ciudades costeras, como Londres, Nueva York, New Orleans, Shanghai y Mumbai.

Existe además la posibilidad de que se liberen en la atmósfera grandes cantidades de metano que se encuentra en el permafrost, tierra congelada que cubre diez millones de kilómetros cuadrados en áreas de Siberia, norte de Rusia, países escandinavos, Groenlandia, Canadá y Alaska; y de los llamados clatratos, compuestos moleculares de agua y metano, que se encuentran en varias áreas marinas. En tanto que sabemos cómo frenar las emisiones de CO2, aunque ello resulta muy difícil por causas políticas, no tenemos ningún medio para frenar las de metano. La mezcla de metano con aire podría resultar en devastadoras explosiones sobre grandes áreas.

Dado que no puede haber causa más grande ni más noble que la supervivencia de la especie, y dado el tamaño de las incertidumbres, el problema adquiere una inevitable dimensión ética, o sea que justifi ca ampliamente la adopción de las medidas más drásticas y costosas, básicamente la reducción en el menor tiempo posible del uso de los combustibles fósiles, y una restricción drástica, mediante la aplicación del racionamiento de gasolina, del uso del automóvil, que deberá ser sustituido por el transporte público, que consume menos combustible por pasajero-kilómetro transportado, luego genera menos CO2..

Tesis diez:

La necesidad de reducir las emisiones de gases de invernadero, comenzando por el CO2, es por ello un reclamo de toda la humanidad, y sólo algunos grupos empresariales lo rechazan abiertamente, como los industriales regiomontanos en México, que regañaron al presidente Felipe Calderón por haber asumido altas metas de reducción de emisiones, ya que necesitaban “seguir emitiendo para que sus industrias ganaran mucho dinero” (Reforma, 30ix2010, p. 13), posición

que fue apoyada por el editorialista Manuel J.Jáuregui, quien en defensa de los mencionados llegó al disparate de escribir que para México “-actualmente- el tema de las emisiones de carbón es IRRELEVANTE” (sí lectoras, con mayúsculas, Reforma, 1X2010, p. 10). Las opiniones mencionadas son probablemente representativas de las de la burguesía, porque aparentemente nadie que pueda ser identifi cado como vocero o ideólogo de ésta se ha expresado en sentido contrario. La mayoría de los gobiernos no sólo que no han hecho nada para frenar las emisiones sino que han permitido el crecimiento acelerado de éstas. Ello se debe a que, en tanto que la reducción de los gases de invernadero favorecería las perspectivas de supervivencia de la humanidad, perjudicaría a muchos países, que experimentarían una gran desvalorización del capital de sus industrias de producción, procesamiento y transporte de combustibles fósiles, y de aquellos que son grandes consumidores y requerirían de grandes inversiones para sustituirlos. En particular el núcleo duro de la oposición a medidas efectivas de control del calentamiento global está formado por un grupo de quince o veinte países, grandes productores, consumidores y exportadores de combustibles fósiles, y un país que tiene la esperanza de convertirse en gran productor y exportador (Brasil).

No sólo serían perjudicados estos países en su posición dentro de una jerarquía internacional de poder, sino que algunos perderían su más importante y casi única fuente de ingresos, lo que también perjudicaría a considerables sectores del proletariado, no sólo de las industrias mencionadas, sino por ejemplo de la industria automovilística. Aunque hay sectores de la burguesía que podrían ser duramente perjudicados, como las compañías de seguros, y otros que podrían ser favorecidos, como los productores de equipo para energías renovables, en su mayoría son sectores marginales dentro de la clase, por lo que hasta ahora no han podido articular una política contraria a los intereses de los sectores dominantes. Cabe mencionar que General Electric y Siemens, que se encuentran entre las mayores empresas que producen equipos para la industria eléctrica, también los producen para la generación de energía eólica. La primera produjo quince mil

Page 43: Question 84

/Abril de 2011

unidades de generadores de 1.5 megavatios, y está en tercer lugar a nivel mundial en ventas de éstos para el año 2009 (Rodríguez, 2010 e internet). Pero se puede suponer que dado el pequeño tamaño de este sector respecto a la generación que utiliza combustibles fósiles, sigue siendo marginal dentro de los negocios de estas empresas.

Si la respuesta a la publicación de “Límites del crecimiento” fue la histeria de algunos dirigentes políticos y empresariales, en la situación actual, en que se concreta una amenaza totalmente coherente con la visión de “Límites…”, la respuesta es el silencio, más la organización del confusionismo impulsado por organismos de frente de las empresas de combustibles fósiles; la represión, sobre todo por parte de organismos ofi ciales estadounidenses, y algunas reformas cosméticas que pretenden dejar intactos los ejes tecnológicos del modelo de producción de energía y del transporte. La burguesía no tiene ni puede tener una política efectiva para confrontar al cambio climático, y nunca ha estado tan arrinconada y falta de opciones, nunca han estado su irresponsabilidad y triunfalismo tan visibles ni han sido mayores las posibilidades de un cambio drástico en su contra dentro de la correlación de fuerzas de clase a nivel mundial.

Tesis once:

Hay varias señales que indican que algunos gobiernos no tienen intenciones de modifi car su modelo energético basado en el petróleo. Cabe mencionar las aceleradas reclamaciones de soberanía sobre el Océano Ártico por los países costeros, que suponen la existencia de grandes reservas bajo las aguas: Estados Unidos, Canadá, Islandia, Dinamarca, Noruega y Rusia (Gamble, 2009). Otro es el convenio publicado en septiembre de 2010, entre Venezuela y China, por el cual el segundo país le da un crédito de 20 mil millones de dólares para fi nanciar proyectos de desarrollo, que serán pagados con la venta de petróleo crudo, 200.000 barriles en 2010, 300.000 en 2012, a sumarse a los 500.000 ya enviados en 2009, más 400.000 que producirá una empresa mixta binacional, más los citados 300.000, con lo que el monto total exportado a China igualará al exportado a Estados Unidos, o sea 85% de la producción petrolera venezolana irá a este país (Zibechi, 2010). Cabe agregar que Venezuela ha fi rmado un convenio similar con Belarús. Parece evidente que ni Venezuela ni China temen que el agotamiento del recurso, o convenios internacionales sobre calentamiento global, podrían afectar

estas exportaciones en los próximos veinte años.

Tesis Doce:

Un aspecto revelador de la insensibilidad criminal de todos los gobiernos fue la absoluta falta de respuesta en la reunión de Copenhague, a fi nes del 2009, al pedido de representantes de los pequeños países isleños del Caribe, Indico y Pacífi co, de fi jar una meta de reducción de emisiones para que las temperaturas promedio no aumentaran más que 1.5 °C, para evitar que el aumento del nivel del mar los haga desaparecer, creando con ello millones de refugiados.

Pero además en Copenhague hubo otro aspecto importante, en que el acuerdo de que las temperaturas no debían aumentar más de 2 °C ocultaba el hecho de que no hay certidumbre sobre la relación entre aumento de la concentración de gases de invernadero en la atmósfera y el aumento de temperaturas promedio, ya que se trata de teorías no probadas y además de efectos demorados. Cabe preguntarse si los honorables representantes de los países que concurrieron a la reunión ignoraban esta incertidumbre o fi ngían ignorarla. En todo caso la admisión de ignorancia podría haber tenido el efecto de alertar a millones sobre la peligrosidad de la situación, mientras que el evitar cualquier alusión al tema pudo haber contribuido a la falsa percepción de que no había problemas de principio en la cuestión de frenar el calentamiento global, o sea que la situación era susceptible de ser controlada.

Tesis Trece:

Existe la posibilidad de aplicar medidas de bajo costo y factibles de ser implementadas a corto plazo para disminuir signifi cativamente las emisiones de CO2 y de partículas de invernadero (hollín), que es un aerosol que contribuye al calentamiento global. La instalación masiva de calentadores solares de agua, por ejemplo en Israel, país en que el 85% de las residencias los tienen, permite ahorrar el 3% de la energía total consumida; en 2006 España aprobó una ley similar a la de Israel, que obliga a instalarlos en cualquier residencia nueva.

El hollín es generado por quema de leña y motores diesel, en el primer caso por los campesinos y pobres urbanos de países menos desarrollados, como Guatemala, México, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Perú y Brasil; países de Africa, como Zambia, Angola y Zimbabwe; y asiáticos como India, China, Bangla Desh, Myanmar, Kampuchea, Irán, Tailandia, Corea del Sur y Vietnam. El hollín también es generado por la quema de biomasa y bosques, para el tipo de agricultura practicado por muchas comunidades indígenas en México y Centroamérica. El descubrimiento de que las partículas de hollín contribuyen al calentamiento global fue resultado de investigaciones realizadas desde el año 2003 por varios grupos estadounidenses, de los que el más conocido es el dirigido por V.Ramanathan, del Instituto Scripps de Oceanografía de San Diego. Según éste el hollín causaría 400000 muertes anuales en la India, y además sería responsable de la mayor contribución al deshielo del Ártico y al de los glaciares del Himalaya, al disminuir la refl ectividad del hielo. En México se ha estimado que sería la primera causa de muerte en niños menores a cinco años.

Page 44: Question 84

/Abril de 2011

La contribución del hollín al calentamiento global sería del mismo orden de magnitud que la del metano, hasta ahora considerado el segundo gas de invernadero (Ramanathan, 2008). Cabe mencionar que no hay acuerdo entre los investigadores sobre la contribución del metano, y que la caracterización del efecto de las partículas de hollín introduce una nueva dimensión en el problema, en cuanto a la posible interacción entre éstas y el gas.

El reemplazo de los inefi cientes fogones de barro en que se quema la leña por fogones mejorados y cocinas solares representaría una signifi cativa mejora en la calidad de vida de centenares de millones de campesinos, particularmente de mujeres y niños que se pasan horas buscando leña y que son víctimas de enfermedades pulmonares debido a su combustión incompleta. Los fi ltros para escapes de motores diesel tienen un costo al alcance de cualquiera que tiene sufi ciente dinero para poseer un automóvil.

Debido a las incertidumbres mencionadas es difícil estimar el efecto de la introducción masiva de calentadores solares en los países en que hay sufi ciente insolación, y también lo es la del efecto que podrían tener las medidas de control de partículas de hollín, pero podríamos sugerir una estimación con un cierto margen de incertidumbre, en el rango del 10 al 15%.

Si estas medidas ni se discuten ni se toman, considerando además que el problema de las partículas también es un problema de salud pública, es porque su aplicación no solamente tendría efectos materiales, también tendrían el potencial de aumentar la conciencia ambiental de grandes masas atrasadas y marginadas.

Tesis Catorce:

Es sabido que el presidente de Venezuela Hugo Chávez proclama un “socialismo bolivariano” o “socialismo para el siglo XXI”, cuyo perfi l no está demasiado bien defi nido. No me interesa discutir en este texto los aspectos positivos de la política de Chávez, tales como su resistencia al imperialismo estadounidense y contra los sectores conservadores de su país, o los cambios en la situación de las masas trabajadoras. Pero sí quiero señalar que hay un aspecto del socialismo que debería ser tan válido en el siglo XXI como lo fue en el XIX, es decir el internacionalismo proletario, o si se prefi ere generalizar un internacionalismo de toda la humanidad. Seguir produciendo, consumiendo y exportando petróleo u otro combustible fósil en el momento en que el calentamiento global es el mayor problema de la humanidad equivale a benefi ciarse con la desgracia ajena, que terminará por ser la propia, o sea es antagónico a este internacionalismo, y lo mismo es aplicable a Bolivia, que es un exportador de gas, y al gobierno y a todos los partidos políticos mexicanos, que no dijeron una sola palabra sobre el calentamiento global durante el debate sobre reforma energética del 2009, cuyo punto central era cómo extraer más petróleo. Es comprensible, especialmente para el caso de Venezuela, en que la exportación petrolera ha sido y sigue siendo el eje de su economía, que no sería fácil ni barato, ni serían obvios los caminos para dejar de ser un país petrolero, y que este objetivo no podría ser alcanzado de inmediato. Pero la política de los que toman el problema con la seriedad que

merece, que necesariamente debe llegar a ser la de toda la humanidad, si es que se desarrolla un gran movimiento de masas a nivel mundial para salvarnos de los horrores que nos amenazan, tiene como eje central la reducción drástica en el menor tiempo posible de la producción de combustibles fósiles.

Es por ello imposible confi ar en los gobiernos, o en organismos internacionales para frenar el calentamiento global. Sólo la formación de partidos políticos o grandes movimientos de masas, preparados para imponer medidas como boicots comerciales, y en última instancia contribuir al derrocamiento, por los medios que sean necesarios de los gobiernos de mayor peso a nivel internacional que se oponen a la aplicación de las medidas ya mencionadas, podría tener posibilidades de imponer estas limitaciones.

Este tipo de medidas sólo podrían llevarlas a cabo partidos o movimientos que hoy no existen, o apenas si existen en forma embrionaria. El fundador del ecosocialismo fue el socialista inglés William Morris, quien planteó en 1890 que al proletariado no le bastaría tomar el poder y el control del sistema de fuerzas productivas existente, sino que debería poder decidir qué se produce, cómo se produce y cómo se distribuye. Por supuesto que en la actualidad ello incluiría necesariamente los medios de transporte.

En tanto que los teóricos del socialismo vieron la posibilidad de la dictadura del proletariado en función de constituir a éste como clase dominante, y aplastar la resistencia de la burguesía a la expropiación de sus medios de producción, es concebible una dictadura del proletariado que tenga objetivos más limitados. En otras palabras, la salvación de la humanidad debe tener prioridad sobre la necesidad del cambio de las relaciones sociales. Por ello el objetivo central no sería la liquidación del capitalismo sino la aplicación de restricciones drásticas sobre lo que se produce y cómo se produce, y sobre los medios de transporte. Ello podría implicar grandes pérdidas para determinados sectores del capital. Por supuesto que ello no podría lograrse sin un cambio importante en las relaciones de fuerzas entre las clases, pero la tarea prioritaria es asegurar la supervivencia

Page 45: Question 84

/Abril de 2011

de la humanidad, si es posible sin que se produzca un gran retroceso. Una vez logrado este objetivo, si es que se logra, no sabemos en cuanto tiempo, se podría avanzar hacia la liquidación del capitalismo.

A primera vista parece muy improbable que movimientos que se encuentran en una etapa embrionaria pudieran lograr objetivos de semejante tamaño. Pero hay factores que juegan a su favor. Si comparamos la situación mundial actual con la de 1989, cuando se derrumbó el “socialismo realmente existente”, lo que llevó a algunos acelerados ideólogos del capitalismo a asegurar su eterna supervivencia, no tenemos razones para creer que está más fuerte que en ese entonces. Hechos tales como el derrocamiento por movimientos de masas de gobiernos electos, como ocurrió en Argentina en 2001 y en Bolivia en 2003, y que refl ejan un universal desprestigio de la democracia representativa; el empantanamiento de los intentos de convertir a países como Irak y Afganistán en semicolonias de la superpotencia, y la declinación de la hegemonía de ésta; las grandes movilizaciones de millones de proletarios en Grecia desde marzo del 2010, en España y Francia en septiembre y octubre; y el gran éxito, del 20% de los votos, de Marina Silva, candidata del Partido Verde brasileño en la elección del 3 de octubre, son elocuentes señales del resurgimiento del movimiento obrero contra las políticas neoliberales y del auge de los movimientos ambientalistas.

Por supuesto que sería una ilusión creer que un cambio de este tipo podría lograrse sólo a través de la aplicación de medidas coercitivas. Sería necesaria también la liquidación de la ideología del progreso, y de su elemento más destructivo, la de dominación de la naturaleza. La humanidad no puede liberarse de esta amenaza mortal sin cambiarse drásticamente a sí misma, y un elemento central en este cambio es la transformación de sus relaciones con la naturaleza.

Tesis quince:

En 2009 los científi cos Wassily y Alexei Nesterenko y Alexei Yablokov publicaron un libro en el que muestran, contra un fraudulento reporte elaborado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica en complicidad con la Organización Mundial de la Salud, y de la burocracia nuclear post-soviética, que el número de muertes debido al accidente de Chernobyl está en el orden de un millón,

en otras palabras que un reactor nuclear del tamaño del de Chernobyl no es menos peligroso que un arma nuclear. En este aspecto, las iniciativas de los presidentes de Venezuela Hugo Chávez, y del de Bolivia Hugo Morales, de los que el primero ya fi rmó un contrato con Rusia para construir una central nuclear y el segundo ha expresado una intención similar, resultan deleznables, porque se trata básicamente de medidas para subir en la jerarquía internacional de poder. Independientemente de los méritos que los citados pueden tener en varios aspectos, la búsqueda de medios para ascender en esta jerarquía es incompatible con el socialismo y con los intereses de los pueblos, y en el caso de Morales, se muestra como un hipócrita o por lo menos un inconsciente, ya que se la pasa hablando de la “madre tierra”, para terminar adoptando la tecnología más peligrosa y contaminante.

Frente a los peligros de la energía nuclear y del calentamiento global la humanidad tiene derecho a defenderse. Sugiero la convocatoria de un Tribunal Internacional de los Pueblos, siguiendo el modelo del Tribunal Russell, convocado en 1966 por los fi lósofos Bertrand Russell y Jean Paul Sartre, y que enjuició los crímenes de los imperialistas estadounidenses contra el pueblo de Vietnam; y posteriormente en 1974 y 1976 los de las dictaduras de Brasil y Chile.

Un Tribunal Internacional Para la Energía Nuclear y el Calentamiento Global debería enjuiciar a los gobiernos de Ucrania, Belarús y Rusia, al Organismo Internacional de la Energía Atómica y a la Organización Mundial de la Salud, por el gigantesco encubrimiento respecto al número de víctimas del accidente nuclear de Chernobyl. Debería asimismo enjuiciar a los gobiernos que son grandes productores, exportadores y consumidores de combustibles fósiles, como China, Estados Unidos, Rusia, India y Japón, y grandes exportadores como Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Arabes, Irak e Irán, que se niegan a cualquier acuerdo que implique la reducción de su uso; y a las grandes compañías de esta rama, como Exxon, y organismos conservadores que la hacen de frente de éstas, como la George Marshall Foundation, el Cato Institute, y el American Competitive Institute, principales responsables de la campaña de negación de la existencia del efecto invernadero y de calumnias contra los científi cos que han investigado el tema y creado conciencia entre millones de las grandes amenazas que el modelo energético actual representa para la humanidad. www.ecoportal.net

Page 46: Question 84

/Abril de 2011

Fue un febrero de 1985 cuando el cantor del pueblo quedó sembrado en la memoria de estas tierras que llevan entre sus voces los cantos libertarios.

La voz de Alí Primera (Coro, 31 de octubre de 1941 - Caracas, 16 de febrero de 1985) es para nuestra geografía siempre verde y mineral una bandera enarbolada a todos los cantos y luchas. Su canción es palabra libertaria, eco de los sueños colectivos, que abrigan otro mundo, ya no sólo posible sino imprescindible. Pero no sólo es la voz de la protesta y la valentía del pueblo, sino que también es verso, caricia nacida del tacto y la utopía realizable.

Alí fue entre muchas otras cosas un hombre comprometido con las mujeres y hombres de su tierra, por eso será siempre voz de los sin voz. Cantor del pueblo, de todos los pueblos.

La canción de Alí Primera, voz urgente y libre, nombra lo más y mejor de nuestro suelo. Alí vive, como viven siempre los valientes, los héroes nacidos de los ríos y los vientos, vive en las manos, los ojos, los labios y la piel ardiendo. Vive en fi n, en su canto, cantándole al pueblo.

Y por su canción necesaria, imprescindible en estos tiempos, el Gobierno Bolivariano declaró en 2005 su música como Patrimonio Nacional, como un acto de justicia, como una llamarada de conciencia y de memoria.

Durante una entrevista, la última que le hizo Mariam Nuñez, el 24 de enero de 1985, Alí refi riéndose a la canta imprescindible, dice que “nosotros hablamos de canción, no de recital, de concierto. Nosotros montamos una canción por la victoria, la canción por la unidad del pueblo, la canción por la patria buena. Hemos fundado canciones que ya se convierten en instituciones culturales de los diferentes pueblos de nuestro país, toda canción de un hombre de pueblo es válida y es necesaria”.

Breve semblanza

Este Alí que ha trascendido los tiempos y que de niño fue limpiabotas y hasta boxeador, supo navegar libre

y conmoverse por las ajenas hambres y los dolores todos. Su voz se alzó como un estandarte en los patios de la Universidad Central de Venezuela en los inicios de 1960. Humanidad y No basta rezar fueron sus primeras composiciones.

Con el cuatro y la guitarra a cuestas Alí partió rumbo a Europa, donde estuvo entre 1969 y 1973, gracias a una beca que le otorgó el Partido Comunista de Venezuela (PCV) para continuar sus estudios en Rumanía. Allí grabó Gente de mi tierra, su primer disco.

De regreso a Venezuela, Alí Primera estuvo vetado en las empresas informativas. Sus denuncias que nacían de lo más hondo de la rabia y la ternura, eran refl ejo de los rostros de quienes pasaban hambre, de los niños descalzos y sin escuela, por eso terminó fundando Cigarrón, su sello discográfi co, a través del cual grabó Canción para los valientes, La Patria es el hombre, Canción mansa para un pueblo bravo,

Cuando nombro la poesía, Abrebrecha, Al pueblo lo que es de César y Con el sol a medio cielo, entre otros discos.

Trece discos de larga duración legó Alí a las generaciones por venir. Su canto necesario estuvo presente en numerosos festivales en toda la América Nuestra. Y tal vez entre las canciones que son banderas que agitan cientos, miles de voces en esta patria latinoamericana se encuentran Paraguaná, paraguanera; José Leonardo; Techos de cartón; Cruz Salmerón Acosta; Reverón; Flora y Ceferino; Canción mansa para un pueblo bravo, Sombrero azul, Ahora que el petróleo es nuestro, y tantas otras. Pero además el padre cantor de Venezuela llenó con su ofrenda cada espacio disponible, cada fábrica, cada calle, cada escuela, cada sueño.

La Autopista Valle-Coche de Caracas lo vio por última vez. Su muerte se produjo el 16 de febrero de 1985 en un accidente automovilístico. Pero ni la muerte pudo silenciarlo. Alí

Alí Primera,Alí Primera, Padre cantorPadre cantor

DIBUJO DE YOLANDA DELGADO

DANIELA SAIDMAN

Page 47: Question 84

/Abril de 2011

está sembrado en estas tierras y en los pueblos que empuñan su canto como un fusil, como un anhelo.

La visión amorosa de Alí

Pero la canción necesaria de Alí supo ser también canto amoroso, enamorado de la vida y sus santos, santas y señas. Y es que las manos del hombre que construyen sueños, aman también el espeso ramaje de pieles y roces que se tejen en el recuerdo. La mujer amada encontró en la voz de Alí Primera el tibio amanecer del tiempo. Y estará siempre allí, para los que necesiten cantar amores y libertades.

El amor en todas sus dimensiones se hace presente. Sus labios cantan los deseos, las ganas de otros presentes, más dulces, más tiernos, más justos... Se le quedó la vida en sus luchas y sus gentes. Venezuela tiene tanto de Alí, que lo anunciamos cuando andamos arando la tierra libre y los amores buenos.

Que su canto no se pierda, que viva siempre entre los que han desesperado de tanto esperar, que fl orezca bueno y sabio. Que su canto sea siempre presente, para alumbrar los días que habrán de venir, cuando sus versos nazcan verdad.

Con el sol a medio cielo (fragmento)

“Con el sol a medio cielome di cuenta que la vidale daba la bienveniday un abrazo al compromiso

Con el sol a medio cieloy teniendo el cuerpo presosentí cabalgar el cantoprofundo en el sentimiento

Y he seguido en la peleaaligerado de pesosiempre volará la ideaaunque se pudran mis huesos

Velero, será siempre el hombrey el mar es la vida intensay el hombre, navegando en ellanaufraga y se pierdesi no tiene impulso”

Alí Primera

En esta tierra de gracia,En esta tierra de gracia,por desgracia

Vivir mirando hacia afuera, lejos, añorando un mundo que no existe, aprendido en series de televisión, con sus departamentos de maquillaje, utilería y efectos especiales. Series en las que hasta los policías corruptos no son tan malos, porque nadie tan catire, tan bello, tan con los ojitos azules puede ser maluco. El maluco es el latino, siempre, y eso les consta a mis amigos que viven mirando hacia afuera, porque desde allá, por Twitter, les dijeron que somos mala materia prima y ellos lo retuitearon convencidos. Y para que no quede duda de que ellos no son de aquí, aunque allá no los dejen entrar sin visa de turista, mandan desde sus iphones, junto a una foto abrazados a Mickey, un mensajito al Facebook que dice: De vuelta en Caracas, por desgracia.

Y por desgracia sus hijos nacieron en este país, por más que hicieron maromas para parirlos afuera, allá donde el futuro se dice future y viene con espejismo de american dream. Pobres niñitos que a falta de ciudadanía prestada, a falta de Benjamin Franklin Elementary School, van al Jefferson, Madison, al Henry Clay, pero nunca al Andrés Bello, -líbralos Señor-. Y ahí aprenden el ai bi cí, el Halloween y St. Valentine’s, mientras olvidan fechas patrias y sus protagonistas con nombres tan “latinos”, tan fastidiosos, tan poco originales... tan fácil que sería llamarse Brad Pitt.

Dicen estar criando ciudadanos del mundo, lo que no es más que una manera elegante de negar su procedencia y gentilicio. Es así como enseñan a sus pequeños a buscar águilas calvas en un cielo lleno de turpiales y loros, a esperar un otoño que nunca llega, a despreciarse un poquito cada día por no ser de allá afuera, lejos, so far away...

“Yo amo a mi país”, dicen, pero separan de inmediato el país que aman del país que somos. Detestan la posibilidad de que seamos nosotros mismos, que alcancemos nuestras propias metas por nuestros propios medios; y se quejan, estorban, imploran al rayo violeta de Adriana Azzi que nos revuelque el fracaso para tener una razón que nunca han tenido, pobrecitos, siempre mirando afuera, siempre apostando a cualquiera que no sea nosotros mismos... ellos mismos....

Embrutecidos de soberbia se tragan eufemismos que pretenden en vano disimular atrocidades: la “Odisea del amanecer”, los “daños colaterales”, los “incidentes desafortunados” en los que inocentes son descuartizados, perdón, salvados por bombas inteligentes. Y aplauden al gringo que nos ofende sin que los ofenda, que nos amenaza sin que los amenace, porque ellos no son nosotros, son ciudadanos del mundo y el mundo, defi nitivamente, está muy lejos de este pedazo de tierra de gracia donde les tocó nacer... por desgracia.

Page 48: Question 84

/Abril de 2011

A continuación ofrecemos parte de la entrevista que el empresario periodístico Federico Fassano le hiciera al presidente venezolano para el diario uruguayo La República, y las respuestas del mandatario a ellas.

¿Cómo piensan concretar el socialismo nuevo del Siglo XXI?. ¿Cuál es el la ruta crítica de ese tránsito?

- El poder. La ruta crítica es el poder. La democracia, el poder del pueblo. Ahora, la democracia meramente representativa es antinómica, no tiene solución dentro de sí misma, porque termina siendo una manera de expropiarle al dueño del poder, el poder, y este termina concentrado. El poder político, el poder mediático, económico, económico cultural, etc. La hegemonía en la élite. Esa es la democracia que defi ende EE.UU. Que tanto defi ende el llamado posmodernismo, porque termina quitándole el poder, eliminándole al pueblo todo vestigio de poder. Lo deja impotente.

- Esa vieja democracia no comparte el poder.- No, lo hegemoniza para su propio fi n. Entiende el

poder como el poder en sí. El poder en sí. El poder como fi n último. Ahora nosotros estamos en Venezuela, fi jate nuestra Constitución lo plantea, de a lo largo y ancho de ella, en su letra. Sólo permíteme leerte un artículo. El Artículo 2. Los principios fundamentales. Venezuela se constituye en un estado democrático y social de derecho y de justicia. No sólo de derecho. Es la teoría fundamental . De derecho y de justicia que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, los derechos humanos. El planteo socialista. Tu me preguntabas el camino crítico. El poder, es la concepción de poder, una nueva concepción del poder y una nueva forma de crear poder y distribuir el poder y por eso que las élites se oponen con tanta furia a un proyecto como el nuestro, que está distribuyendo el poder, pero bajo un nuevo concepto. Es lo que dice un buen argentino, fi lósofo que, recientemente se ganó el Premio Pensador Libertador, Enrique Dussel. El poder obediencia. Yo soy presidente, pero no para mandar . Mando obedeciendo. He ahí el camino crítico.

- ¿Está preparado el pueblo venezolano, para el socialismo a la venezolana?

- Es un proceso en el que estamos. Fíjate si tu comparas epocas. Bueno, Federico, incluso si tu te pusieras, no lo vayas a hacer nunca, te lo sugiero, a revisar los discursos del viejo Chávez, desde que me hice público el día que llamé a rendición.

- Desde que tenías 38 años...- A si. Desde el golpe. Y luego todos esos años hasta el día

que llegué a la presidencia y todavía unos añitos más, jamás yo hice un planteamiento hacia el socialismo. Siempre manifestaba respeto hacia esa tesis, pero recuerda de donde veníamos. La caída soviética, el socialismo fue arreado como bandera en casi todo el mundo. Luego en la dialéctica y el camino, a mí en lo

personal y a muchos de nosotros nos fue convenciendo de que es falso aquello de una tercera vía entre capitalismo y socialismo. Socialismo o barbarie a lo Rosa de Luxemburgo. Y luego del golpe de estado, del 2002, de toda la agresión de EE.UU. y sus aliados. A partir de ahí todos nosotros empezamos a levantar la nueva bandera y lanzamos la bandera socialista.

En esos años, si tu preguntabas en Venezuela, a la población en una encuesta seria, no llegaban al 5% las personas que apoyaban el socialismo. Y la mayor parte eran esos viejos militantes, irreductibles. La mayoría de 80 años para arriba. A lo mejor. Hoy en día, encuesta seria más allá más acá, indican que cerca de la mitad de la población y más opinan a favor del socialismo en distintas intensidades. Ahora lo más importante es que en esas encuestas el capitalismo no llega al 10%. Capitalismo abiertamente no llega al 10%. Es un camino.

-¿Cuáles son tus estrategias para evitar la burocratización y la corrupción en el aparato del Estado?

- Lo que es un tema que hay que atender. Es un veneno que va por dentro, es inmanente, que forma parte del estado burgués. ¿Sobre qué se fundamentó el estado burgués? La corrupción política. Cuando el poder se asume como un fi n en sí y para sí, para la corrupción del país y se acaba la política. Y de ahí derivan todas las demás corrupciones. Para mis amigos y para mi partido. Mandar robando es mandar robando. Es mandar dominando. Ahora si tu mandas o gobiernas obedeciendo al dueño del poder, que es el pueblo, para satisfacción de sus necesidades, entonces ahí irán disminuyendo los niveles de corrupción política, de corrupción económica, de corrupción ética, de corrupción moral que en el fondo son lo mismo. Las pérdidas de los valores de la política. Es una lucha cultural de todos los días. El burocratismo, bueno, es parte de como decía Carlos Marx: “Nada nace de la nada, el estado nuevo, la sociedad nueva”, decía él, nace contaminada de la vieja, la lucha entre lo nuevo y lo viejo. Y lo viejo siempre trata de corromper a lo nuevo. Es una batalla pero cuerpo a cuerpo. Tiene que fundamentarse. Yo se lo decía en la Argentina, saliendo de una reunión socialista. Les hablé mucho de eso, sobre todo de eso. Uno tiene que ir como un soldado a la batalla, con una brújula. Muy fi rme saber hacia dónde va y cuál es el rumbo. Y tienes que llevar sobre todo algo muy claro un principio tan sólido o más sólido que el acero, la lealtad a una lucha por el pueblo. La lealtad a un pueblo.

Alguas preguntas incómodas de La República de Montevideo y

LAS RESPUESTAS DE CHÁVEZLAS RESPUESTAS DE CHÁVEZ