¿Quién es el que anda ahí?

Guía para los maestros

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Actividades para leer y escribir con alegría... y apoyar los programas escolares

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GLORIA ELENA BERNAL

GERARDO CIRIANNI

MARÍA SÁNCHEZ DE TAGLE

Este libro parte de una invest igación realizada gracias al fínanciamiento del Programa

para Abatir el Rezago Educativo-PARE.

Vivir dichoso es algo muy sencillo... basta con sentirse p e q u e ñ o .

Según los mayores, los n i ñ o s se maravillan con las cosas más tontas.

Es triste dejar de ser n i ñ o y suponer tontas las cosas que antes nos gustaban.

El secreto de la felicidad consiste en seguir admirando las cosas p e q u e ñ a s ;

porque, así como la riqueza se logra acumulando monedita sobre monedita,

el agregar goces a otros goces llega a formar una dicha completa.

Cri Crí, el Grillito Cantor

Sistema de clasificación MelvU Dewey D. G. B.

I Bemal, Gloria Elena 784.624 ¿Quién es el que anda ahí? Guía para los maestros 1 texto B47 de Gloría Elena Bemal, Geranio Cirianni y María Sánchez 1999 de Tagle. —México:SEP, 1994.

84 pp.

ISBN 968-29-4164-4

1. Canciones mexicanas. 2. Canciones infentiles mexicanas. 3. Jardín de niños - Música. 4.Educaci6n primaria - Música. I. Cirianni, Gerardo, coaut. II. Sánchez de Tagle, María, coaut. III. t.

Primera edición en Libros del Rincón: 1994 Prímera reimpresión: 1999

Producción: SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA Subsecretaría de Educación Básica y Nomial

Coordinación Sectoríal de la Unidad de Publicaciones Educativas Isabel la Católica 1106 Col. Américas Unidas 03610 México, D. F. Tel. (5) 674 3222 / Fax (5) 674 3287 Correo electrónico: upe@sep.gob.mx

D. R. © de la edición Secretaría de Educación Pública Argentina núm. 28, Centro 06020 México, D . F . Tel. (5) 328 1000

ISBN 968-29-4164-4

Impreso y hecho cn México

Í N D I C E

¡Es Cr i Crí! 9

¿Y quién es ese señor? 12

Para entrar en materia 15

Caminito de la escuela 23

E l ropavejero 29

L a jota de la " J " 37

E l jicote aguamielero 43

E l comal y la olla 53

L a orquesta de los animales 61

Bombón I

Lunada 73

|ES CRI CRÍ!

Sí, es el Gri l l i to Cantor al que casi todos conocemos. Sus can­

ciones y sus cuentos se quedaron para siempre en nuestro

c o r a z ó n , cabeza y pies. Y es que desde los a ñ o s cuarenta,

cuando menos, las canciones y los cuentos de Cr i Crí han

andado por ah í , revoloteando en el radio, saltando sobre el

acetato e i m p r i m i é n d o s e en la conciencia de todos los n iños :

los chicos y los no tan chicos. Han dejado su huella, incluso,

en aquella misteriosa zona que los ps icó logos l laman "el

inconsciente". '

Por eso es que, aunque no todos podamos entender al

dedillo cuanto dice y canta Cr i Crí , a todos nos suena cono­

cido aquello de que "Ditirambo Farfulla farfulló.. .", o la des­

cr ipción de los marajachás, esos señores tan ricos, que usaban

elefante hasta para trasladarse a la h a b i t a c i ó n contigua. A

algunos nos ha dado, igual que a Cri Crí, por confundir apelli­

dos compuestos como los de Sánchez G ó m e z o G ü e m e s

Ronchas. Otros sueñan por las noches con aquel país donde

los ladrones eran tan háb i les , que los ciudadanos p e r d í a n

hasta los calcetines sin llegar a darse cuenta.

Además del impacto causado por Cri Crí en toda la geo­

grafía de nuestras personalidades, la mayoría tenemos algunas

certezas sobre el personaje en cues t ión .

Por ejemplo, gracias a la irrefrenable tendencia de Cri Crí

a las confesiones ínt imas, sabemos que es un señor que alguna

vez fue gr i l lo , y que si se convir t ió en señor no fue porque le

desagradase el aspecto de los grillos. No, ¡qué va! Cri Crí se

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volvió s eño r con el ún ico p ropós i t o de evitar peligros como

los pisotones, los escobazos o las ráfagas insecticidas.

Por fortuna, la t ransformación de Cri Crí fue ú n i c a m e n t e

es t ra tégica . En el fondo, su alma siguió siendo la misma. Es

por eso que conserva la pertinaz costumbre de llevar serenata

a cuanto sitio román t i co , cálido o acogedor le es posible. Hoy,

incluso, está llevando su mús ica y sus invenciones a las

escuelas. Quiere así poner un poco de sal y alegría a las largas

jornadas a c a d é m i c a s durante las que n i ñ o s y maestros se

e m p e ñ a n en dominar el difícil arte de aprender.

En efecto, Cri Crí ya lo e n t e n d i ó . ¿Qué mejor sitio que el

patio de una escuela para deslizarse al ri tmo del tango, la haba­

nera, el chachachá, el tap o la jota aragonesa? ¿Qué mejor lugar

que el salón de clases para familiarizarse con un lenguaje tan

rico, fino, agudo y pulido como el de Cri Crí? ¿Qué mejor

manera de aprender que mediante el juego, esa curiosa man ía

que los n iños traen al mundo desde el nacimiento?

Una vez asentado lo anterior, c o n v e n d r í a poner cara de

circunstancia y aclarar una que otra s i tuac ión que p o d r í a

prestarse a malos entendidos.

Se sabe que algunos n i ñ o s todavía confunden a Cri Crí

con el g r i l lo de Pinocho. Yes que, claro, ambos son grillos.

Pero existe entre estos grillos una diferencia sustancial que es

preciso aclarar. En contraste con los que se erigen en

conciencia de su pró j imo, Cri Crí nunca p r e t e n d i ó aleccionar

a nadie, n i mucho menos dar ó r d e n e s . Es cierto que prodiga

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canciones y cuentos, pero sólo a quienes quieren escucharlos.

Es un gr i l lo muy discreto.

Lo notable es que, sin proyecto educativo de por medio, Cri

Crí siga regalando invaluables lecciones de geografía, ortografía,

relativismo cultural, cálculo infinitesimal y estética; ética, polí­

tica, música y derechos humanos; moral y cronología , por no

mencionar a la zoología —que no debe confundirse con la

historia—. Eso, sólo para enumerar unas cuantas asignaturas que

casi todas las academias reconocen hoy en día.

Por lo demás , es deber ineludible subrayar algunas reco­

mendaciones de Cri Crí que no deben perderse de vista. La

primera de ellas es la del zangoloteo a solas. A más de favo­

recer la c i rcu lac ión s a n g u í n e a y la p é r d i d a de grasa inde­

seable, cuando se realiza con constancia, la práct ica del baile

solitario pone también en circulación una serie de emociones

que ha r í amos bien en liberar. Por decirlo de alguna manera,

la danza en privado nos hace más buenos, más livianos y

sencillos, sin detrimento de nuestro sentido del r idículo n i de

nuestro amor por el danzón .

Y otra más , indispensable: la de sentirse p e q u e ñ o s si

queremos ser felices.

Nosotros, por nuestra parte, solemos difundir con entu­

siasmo una receta infalible para aquello del vivir contentos:

escuchar a Cri Crí con insistencia. ¿Cuándo? A deshoras.

¿Cuánto? Mucho. Tanto como lo requieran la indisciplina y

nuestra afición al Gri l l i to Cantor.

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¿ Y Q U I É N ES ESE S E Ñ O R ?

El perfi l biográfico del Gri l lo Cantor es otro asunto. Tenemos que admidr que nuestros conocimientos sobre el particular son escasos. De chicos sólo sabíamos que a Cri Crí le gustaban las estrellas y que tiene la costumbre de escribir canciones. Hoy seguimos en las mismas.

Por for tuna, hay quienes sí conocen al G r i l l o Cantor y hasta lo han saludado de mano. A algunos de ellos debe­mos los datos curiosos que vamos a referir . Habremos de advertir, no obstante, que estos datos no p o d r í a n sustituir la b iog ra f í a í n t e g r a y documentada de nuestro e n t r a ñ a b l e Cr i Cr í ,

Lo p r imero que debe asentarse es que el Gr i l l o Cantor poseía un hormiguero particular. Nunca usó esos insecticidas que tanto aprecian las s eño r a s l impias. Puede ser que le gustaran las hormigas por ser él un gri l lo, y que le disgustaran los insecticidas por la misma razón . Lo cierto es que como a las hormigas Ies gusta el azúcar, Cri Crí reservó el contenido de una azucarera para que un nut r ido grupo de hormiguitas se alimentara convenientemente y tuviera allí su club. Queremos suponer que, para endulzar su café y a fin de no importunar a las hormigas, Cri Crí se servía de otra azucarera. Sin embargo, esta i n f o r m a c i ó n no ha sido suficientemente confirmada.

T a m b i é n podemos decir que el Gr i l l o Cantor pasaba muchas horas mirando las estrellas con su telescopio. Era un a s t r ó n o m o incorregible . Cabe imaginar que alguno de sus antepasados fue marino porque, como se sabe, a los marinos les da por observar el cielo a cualquier hora y sin previo aviso. En auxilio de esta hipótes is podemos aportar el dato de que, en efecto, Cr i Crí se e m b a r c ó alguna vez hacia el Polo Sur. Hasta el momento no tenemos not icia de otros viajes, no obstante lo cual, no podemos dar por hecho que no hayan sido realizados.

Ahora bien, si la vida de Cr i Crí fue, como se deduce, tan rica en placeres, ¿por q u é hizo canciones para n iños? ¿Será acaso que no ten ía suficiente materia de amor en las hormigas o en las estrellas? No. No es eso. Los entendidos sostienen que

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Cri Crí c o m e n z ó a componer canciones para n iños por pura casualidad. Lo que, por supuesto, no quiere decir que los n iños le gustaran por casualidad pura.

Lo que s u c e d i ó fue que, hacia 1934, Francisco Gabi­londo Soler era u n joven sencillo necesitado de empleo. H a b í a ya in ten tado , sin é x i t o , ser boxeador, a s t r ó n o m o profesional y hasta torero . Ocur re t a m b i é n que en este mundo nuestro casi todos nos vemos obligados a trabajar. L o que Francisco sab ía hacer y h a c í a b ien , era m ú s i c a . Incluso, l l egó a tener u n curioso nombre a r t í s t i co : El Gua­són del Teclado.

U n día, Francisco acud ió a una estación de radio que con el tiempo llegaría a ser muy famosa, aunque no tanto como él. Se p r e s e n t ó : "Yo soy Francisco y sé hacer canciones". El jefe debe haberle dicho: "A ver, joven, i n t e r p r é t e m e una..." Y el joven, seguramente, se s e n t ó al piano y c o m e n z ó a tocar, Y entonces el jefe debe haberse quedado con la boca abierta: "¡Es un genio!"

Sin embargo, h a b í a un problema de no fácil r e so luc ión . La emisora acababa de contratar a o t ro joven, flaco él, que con el t iempo se volver ía , como Cr i Cr í , leyenda. Ese joven era A g u s t í n Lara. Así es que, para dec i r lo con p r e c i s i ó n , cuando Francisco l l e g ó , A g u s t í n ya se h a b í a comido el pastel.

Pero como la necesidad es necesidad y el talento, talento, n i Agust ín dejó su empleo, n i Francisco cedió , n i el jefe dejó i r a ninguno de los dos. Debe haber dicho a Francisco: "Mira, m*hijo, ya tenemos q u i é n nos haga canciones para grandes. ¿Por q u é no haces tú canciones para chicos?" Tan verosímil como este pr incipio por r educc ión al absurdo, es la h ipótes is de que Agust ín Lara y Francisco Gabilondo hayan llegado a ser amigos.

Es preciso anotar que la exactitud de datos tan intere­santes como los anteriores debe someterse a verificación. De lo que no nos cabe duda alguna es que, así como Cri Crí es el mismís imo Gri l lo Cantor, nosotros hemos querido comenzar la historia de este modo, y no de otro.

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P A R A ENTRAR E N M A T E R I A

\

Este es un l ibro para los maestros. Está dedicado espe­cialmente a los maestros de prescolar y de primero y segundo grados de primaria.

Pues... para nada —habremos de admitir.

¡ M o m e n t o , momento! No se precipi ten. Lo que quisimos decir es que este l ibro no sirve para nada así, sólito. Para que sirva de algo, h a b r á que combinarlo con tres ingredientes básicos:

- ' • El amor por las canciones de Cri Crí; • el deseo de ver felices a los n iños , y

^' • un conjunto de materiales que r ec ib i r án todas las escuelas urbanas de los niveles de prescolar y primaria.

(fii^ t4U tJU^, ^^Aott f^iAiXt)

Efectivamente, maestros. Este l ibro forma parte de un conjunto de materiales para disfrutar las canciones de Cri Crí y aprovecharlas en el salón de clases.

1) El pr imer material es una buena cantidad de piezas gra­badas en dos cintas. Una de ellas contiene quince canciones, un cuento y la r ú b r i c a infalsificabie del Gr i l l i to Cantor. La otra contiene las pistas de las canciones, es decir, la pura música.

Cada j a r d í n de n iños y cada escuela primaria recibirá un estuche con el par de cintas.

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2) El segundo material es un libro que contiene la letra de las canciones. Su t í tu lo es: Cr i Crí , cuentos para cantar y canciones para leer. Este l ib ro puede utilizarse de manera independiente para apoyar el aprendizaje de la lectura y la escritura. Los n i ñ o s , aun cuando no sepan leer, pueden i r siguiendo la letras de las canciones y, mientras las escuchan, reconocer algunas letras y palabras.

Cada j a r d í n de n iños rec ib i rá un ejemplar del l ibro ; cada escuela primaria rec ib i rá cinco ejemplares.

3) El tercero es el l ibro titulado El taller de Cr i Crí . Este l ibro contiene propuestas para poner en escena las canciones de Cri Crí .

¡Pero no se asombrenI Las canciones de Cri Crí se pueden cantar, contar, bailar, modificar, soñar. . . y hasta representar. Además, aunque las propuestas del l ibro están destinadas a los n iños de tercero a sexto grados de primaria, usando un poco de creatividad cualquier maestro las puede adaptar para los p e q u e ñ i t o s .

Cada escuela primaria rec ib i rá un ejemplar de este l ibro .

4) El cuarto material es nada más —¡y nada menos!— que ¿ Quién es el que anda ahí? Guía para los maestros. Exactamente: es el l ibro que están ustedes leyendo.

Cada j a r d í n de n i ñ o s y cada escuela pr imaria rec ib i rá un ejemplar de esta Guía.

Tienen ustedes razón en hacer esta pregunta, maestros. Este es un asunto importante.

Todo el material está destinado a los n iños de las escuelas y a sus maestros.

La custodia del material es, desde luego, responsabilidad de la escuela. El director y los maestros d e b e r á n organizarse para cuidarlo y para que todos los grupos lo puedan aprovechar.

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¿ y CMfs^ U V ^ ^ K « 4 A Í4iCt% f^é^ <44A4. t^í^ht^ if^^ítt^/UÍy

¿Cómo que cómo?¿Será que no explicamos bien nuestro pro­pós i to? Entonces, h a b r á que i r más despacio. Pongan a t enc ión :

a) Enviamos a cada plantel un solo estuche con las dos cintas de Cr i Cr í , un solo ejemplar de ¿Quién es el que anda ahí?, y un solo ejemplar de El taller de Cri Crí.

Porque no hace falta más . El chiste es que los maestros se organicen para usar el mismo material.

Por ejemplo, se puede establecer un horario general para que todos y cada uno de los grupos escuchen a Cri Crí en momentos diferentes.

T a m b i é n se puede crear un sistema de p r é s t a m o al in te r io r de la escuela o a domic i l io para que cada maestro planee, con ayuda de los materiales, las actividades que quiera proponer a su grupo.

Eso no es tan difícil como parece. Si los materiales se con­centran en un solo lugar y se nombra un responsable que lleve el cont ro l , todos los maestros p o d r á n acudir a infor­marse sobre los tiempos en los que e s t a r án disponibles los libros y las cintas, y p o d r á n solicitarlos oportunamente y hasta con an t i c ipac ión .

b) Enviamos t a m b i é n un ejemplar de Cr i Cr í , cuentos para cantar y canciones para leer a cada j a r d í n de n i ñ o s para que el maestro y los p e q u e ñ o s de cada grupo puedan mirar las letras de las canciones mientras escuchan las cintas. Con ese p ropós i to , los maestros p o d r á n establecer el calendario y el horario de uso, como en el caso de los d e m á s materiales.

c) De igual modo, enviamos a las escuelas primarias cinco ejemplares de ese mismo l ib ro para que los grupos —que

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^ g e n e r a l m e n t e son más grandes en pr imar ia que en prees-colar— puedan mirar, organizados en equipos, las letras de las canciones.

Así pues, el desafío consiste en que todos los maestros de la escuela o del j a r d í n de n iños platiquen y se organicen para tener acceso a los materiales.

fU4*'^4fU4^, ^éjué f^^€f'ó4U. Cite íií/^y

Este l ibro propone aprovechar las canciones de Cr i Crí realizando diversas actividades en el salón de clases. Las activi­dades están diseñadas para que los n iños ejerciten el lenguaje oral, la na r r ac ión , el lenguaje escrito, la expres ión corporal, sus habilidades artíst icas y, por supuesto, su senddo musical. Por eso, casi todas las actividades son cantos, cuentos, dibujos,

' juegos y bailes.

^^^^^^ ^ ^ ^ 4 ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^

Es muy fácil. Basta con leer y analizar cada propuesta a p a r ú r de Caminito de la escuela. Ahora que, si requieren ustedes más

^ •'• precisiones, presten a t enc ión a las siguientes instrucciones.

Instrucciones básicas

' 1) Cada vez que se propongan ustedes trabajar en el salón con alguna canc ión de Cri Crí, e scúchen la primero, lean la letra en el l ibro y revisen las actividades que propone la Guía. Se-

> ^ leccionen luego los ejercicios que les parezcan más adecuados •^••i y hagan los cambios que crean necesarios.

<r Porque, eso sí, ninguna de las propuestas es obligatoria n i tiene que seguirse al pie de la letra. Todo depende de la crea­tividad y del buen ju ic io de cada maestro.

2) Para preparar la clase, tomen ustedes en cuenta que hemos ordenado las actividades según su complejidad. A l pr incipio aparecen las actividades que han tenido éxi to con

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los n i ñ o s más p e q u e ñ o s ; d e s p u é s siguen las actividades más apropiadas para los mayorcitos.

Esto no quiere decir que no se puedan llevar a cabo todas las actividades con todos los n i ñ o s . Por supuesto que se puede. Simplemente, queremos insistir en que cada maestro debe seleccionar las actividades que le parezcan más adecuadas para sus alumnos.

3) Una vez en el salón, lo pr imero que hay que hacer es dejar que los n i ñ o s escuchen la c a n c i ó n cuantas veces lo deseen, que se muevan a su r i tmo, que canten, pregunten y comenten cuanto quieran.

Esta i nd i cac ión es vál ida para todas las canciones y se repite en todas las actividades porque, en el fondo, eso es lo que proponemos.

4) Otra indicac ión impor t an t í s ima es que los n iños lean o simplemente miren el texto de la canc ión . O r g a n í c e n l o s por equipos para que los ejemplares de Cr i Crí , cuentos para cantar y canciones para leer alcancen para todo el grupo.

Pero, ¿por q u é insistir en que los n iños miren las letras de las canciones? Se trata de permi t i r que vean el texto.

Repartan ustedes a los n i ñ o s los ejemplares del l ibro con la letra de las canciones, i nd íquen le s la página. . . y ya verán lo que sucede. Los que ya saben leer un poco t r a t a rán de seguir el texto. Los que a ú n no saben, i r án descubriendo algunas carac te r í s t i cas del sistema de escritura; por ejemplo, que puede haber correspondencia entre lo que se dice o canta y lo que aparece en un texto, o que en nuestro idioma escri­bimos de izquierda a derecha y de arriba a abajo.

5) Jueguen ustedes con nuestras propuestas. Casi todos los ejercicios que se proponen para una c a n c i ó n se pueden adaptar a otras. Son actividades intercambiables.

6) Cada vez que encuentren ejemplos en nuestras propues­tas, piensen que fueron inventados por personas mayores y que

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por esa razón no puede pedirse a los niños que logren los mismos resultados. Los ejemplos sirven ún icamente para que los maes­tros se den una idea de lo que se pretende hacer en cada caso.

Y listo. ¡A empezar de una vez!

La misma pregunta se hizo la investigadora Emilia Ferreiro. ¿Y saben qué descubrió? Que está mal hecha. Es como el dilema de La jota de la «J». Escuchen la canción con a tenc ión . Luego, piensen:

• ¿Qué es en realidad la jo ta , una letra o un baile? • Las dos cosas. • ¿Quién t en ía razón , el maestro o el alumno?

O • Pues los dos. La jo ta sirve lo mismo para escribir "jo, j o , i ? . . . j o , j o , j ó " , que para bailar.

En la canción el n iño y el maestro discuten un problema mal planteado. Eso es lo que ocurre con la pregunta en cuest ión. Resumamos lo que dice Emilia Ferreiro al respecto. Sucede que la pregunta está mal hecha por dos razones... cuando menos:

Primero, porque quien la hace supone que los n iños sólo aprenden cuando se les enseña . Eso no es cierto. Los n i ñ o s comienzan a aprender por su cuenta desde que son chi-quititos, cuando empiezan a interactuar con el mundo que los rodea. Cuando los n iños llegan a la escuela, no están vacíos de conocimientos. Piensen ustedes en el n i ñ o de la jota . Él sabía, por sus abuelos, que "la jo t a es un baile donde truenan los dedos... ¡y ole!"

Segundo, porque quien hace esa pregunta supone que somos los adultos quienes decidimos c u á n d o , c ó m o y d ó n d e deben empezar a aprender los n iños . Eso tampoco es cierto. Eso es una "ilusión pedagógica" , dice d o ñ a EmiUa. ¿Por qué? Por la misma razón .

Aunque los adultos no nos propongamos e n s e ñ a r l e s a leer y escribir, los n i ñ o s elaboran conocimientos acerca del sistema de escritura antes de entrar a la escuela. Cuando ^ menos lo esperamos, ellos ya const ruyeron sus propias ^ ideas acerca de q u é son y para q u é sirven las letras y las palabras escritas. Antes de ent rar a la escuela, casi todos los n i ñ o s saben que la escri tura sirve para t ransmi t i r i n f o r m a c i ó n , para ampliar la memoria, para comunicarse a distancia.

Eso no quiere decir que al entrar a la escuela los n iños co­nozcan con exactitud las letras n i la manera de unirlas. No. Significa que ya saben algo acerca de la escritura, aunque no

""' í dominen las habilidades básicas. ^ > Si ponemos de cabeza el argumento, llegaremos a la con-" • clusión de que mientras más contacto tengan los n iños con el

lenguaje escrito, más r á p i d a m e n t e lo d o m i n a r á n . Emil ia : Ferreiro lo dice de esta manera: "La 'madurez para la lecto-} escritura' depende mucho más de las ocasiones sociales de

estar en contacto con la lengua escrita, que de cualquier otro factor que se invoque".

¿Qué quiere decir la doctora Ferreiro con eso de "oca-siones sociales"? Se refiere, simplemente, a las situaciones en las que leer y escribir ü e n e n un propósi to determinado: leer el p e r i ó d i c o para saber el horario de una pe l ícu la , escribir la lista del mandado para recordar lo que hay que comprar, leer la carta de la tía para saber cómo se encuentra... y hasta mirar la letra de una canción para cantarla mejor.

¿Qué tenemos entonces que hacer en el j a r d í n de niños? Simplemente, ofrecer a los n i ñ o s un ambiente rico en escritura: leerles en voz alta, escribir en su presencia, dejarles ver libros y per iód icos , cantar y jugar con el lenguaje.

Eso no quiere decir que se deba enseñar 3. leer o escribir en prescolar. Significa que se debe permitirá los n iños entrar en contacto con la escritura. ¿Quién mejor que Emilia Ferreiro para explicarlo?

"En lugar de preguntarnos si 'debemos o no enseña r ' , hay que preocuparnos por dar a los niños ocasiones de aprender.'^

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C A M I N I T O DE L A ESCUELA

Para empezar

Lo pr imero que hay que hacer es escuchar muchas veces con í ^ ' V los n i ñ o s la canc ión . Mientras escuchan, es importante que

éstos tengan a la vista el texto con la letra. Luego, hay que pla­ticar con ellos sobre lo que dice la canc ión .

He aqu í algunas preguntas que pueden animar la conver­sación: Adapte usted las preguntas al nivel de sus n iños .

• ¿Qué dice la canción? • ¿Cuántos animales son? • ¿Adonde van? • ¿Por q u é van tan contentos? • ¿Cómo sería una escuela de animales? • ¿La silla para un gatito, sería igual que para el elefante

o la jirafa? i:-^ • ¿ P o r q u é ?

Nombrando animales

Después de la plática, pida usted a los niños que dibujen un ani-mal. ¿Cuál? El que cada uno elija. No impor ta si dibujan

..V animales que no es tén en la canc ión . Una vez terminados los dibujos, cada n iño deberá dictar el

nombre del animal que d ibujó , para que usted lo escriba en el p i za r rón .

Ahora, invítelos a pasar al pizarrón a señalar el nombre del animal que cada uno dibujó. Si alguno se equivoca, usted puede darle pistas. Por ejemplo, puede señalar y leer en voz alta la primer sílaba de los nombres. Así, si el n iño dibujó una tortuga y usted dice: «esta palabra (mono) empieza con mo», él se dará cuenta de que ése no es el nombre del animal que dibujó.

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A l final, cada n i ñ o escr ibirá j u n t o a su dibujo el nombre de su animal, c o p i á n d o l o del p i za r rón .

• • • • • • • • • Siguiendo H H H H H H H B i el caminito

Fíjese usted en el texto de esta c a n c i ó n . N o t a r á que, para hacer las estrofas, Cri Crí busca que r imen lo mejor posible el primer verso de cada estrofa con el tercero, y el segundo con el cuarto. Eso se advierte, por ejemplo, en la siguiente estrofa:

1. Caminito de la escuela, 2. apurándose a llegar, ^ 3. la tortuga va que vuela « 4. procurando ser puntual. »

Esta forma de componer estrofas se puede aprovechar para agregar nuevos personajes y situaciones a la canc ión , inven­tando nuevas estrofas. ¿Qué le parece el siguiente ejemplo?

1. La paloma lleva prisa 2. de llegar a su salón 3. y al entrar una sonrisa 4. le regala don Lirón. •*©

Una manera todavía más fácil de hacer nuevas estrofas consiste en buscar que rimen solamente el segundo y el cuarto versos. Por ejemplo:

. •% -.

\. Unas liebres aburridas t^^ 2. y una pantera jovial 3. se sentaron en el patio A, para cantar y pintar.

¿Cómo conseguir que los n iños hagan con usted el ejercicio? Primero, expl íqueles que se trata de enriquecer la canción si-

guiendo el caminito que inventó Cr i Crí . Para ello, d e b e r á n elegir entre todos a a lgún nuevo personaje (o personajes) que deseen aumentar a la canc ión .

Posteriormente habrá que decidir, t ambién entre todos, lo que sucede con ese personaje. Pida a los n iños que se lo vayan contando. Mientras tanto, usted puede escribir las frases de la estrofa en el pizarrón, para analizar después con ellos si r iman o no. Seguramente será necesario pensar en nuevas palabras para conseguir la rima, aunque la si tuación imaginada origi­nalmente se modifique un poquito.

Cuando estén listas las nuevas estrofas, usted puede poner la pista de la c a n c i ó n en la grabadora para que todos las canten siguiendo el r i tmo.

L a escuela de animales

Esta actividad consiste en imaginar una escuela en la que todos los personajes sean animales. Se puede llevar a cabo en dos pasos.

El pr imer paso consiste en imaginar q u é otros animales p o d r í a n estar en la escuela, y en decidir entre todos cuál es su trabajo. Usted puede i r anotando en el p iza r rón los nombres de los animales que los n iños le sugieran y, a un lado, el tra­bajo que le corresponde a cada uno.

Mire , por ejemplo, esta posibilidad:

• el camello: supervisor • el buho: director • los loros: maestros • los zanates: personal de limpieza • el perro: portero • ranas,

gatos, lombrices, cochinillas: alumnos

S5

Claro que a los n i ñ o s se les o c u r r i r á n otros personajes y otras funciones. Ese es el chiste.

El segundo paso es inventar con los n iños una historia que pueda haber sucedido en esa escuela en u n día especial. Por ejemplo: r . .

El d ía en que... • los alumnos se alocaron porque no pudieron salir al

recreo, pues llovió durante todo el día; • m a m á cochinil la se que jó ante el buho porque el gato

r a s g u ñ ó a su hija; • los alumnos se dieron cuenta de que los loros y el buho

estaban discutiendo o • cualquier otro día que los n iños y usted se imaginen y

que pueda dar lugar a una n a r r a c i ó n e, incluso, a una d ramat i zac ión .

Ahora, ¡a inventar el cuento entre todosi Mientras m á s divertido, mejor.

Lo que nos gusta y lo que no

Esta actividad consiste en que los n iños respondan a interro­gantes sobre lo que les gusta o les disgusta a los personajes de la escuela de animales que acaban de inventar. Se puede hacer oralmente o por escrito.

Usted propone el animal; los n iños dicen lo que le gusta y lo que no le gusta a ese animal. Aqu í tiene usted algunas sugerencias:

• A l camello le gusta... preparar agua de l imón para llenar sus jorobas con ella.

• A l elefante le gusta... brincar la reata para bajar de peso.

• A l camello no le gusta... que le t iren arena en los ojos.

• A l elefante no le gusta... lavarse los dientes.

• Y así, hasta donde usted y los n i ñ o s quieran.

^ • • • • • • • • H Fotos para • I H H H I I ^ I H la

La actividad anterior permite imaginar muchas situaciones divertidas. Ahora, los n i ñ o s pueden dibujar esas escenas, como si se tratara de fotogrzifías. ¿Se imagina cómo se vería un camello bebiendo con popote, un elefante l avándose los dientes o un buho e n s e ñ a n d o a sumar?

Anímelos a dibujar a los animales en las situaciones que inventaron y que h a b r á n quedado escritas en el p izar rón o en los cuadernos. A los más grandes les puede proponer poner título a las fotos. Para ayudarlos, puede darles sdgunos ejemplos:

• Para el elefante que se lava los dientes: "Sin caries". • Para el camello bebedor: "Jorobas y popotes".

¿Qué tal, eh?

Í7

EL R O P A V E J E R O

Para empezar

Primero, lo pr imero. Diga a los n iños : "Vamos a escuchar la c a n c i ó n y a mirar la letra". Pónga l e s la c a n c i ó n y dé je los disfrutarla un buen rato.

Luego, platique con ellos sobre lo que cuenta la canc ión . Hay en ella muchas palabras que seguramente n e c e s i t a r á n exp l icac ión ; no dude en darla. Algunos temas de conversa­ción ser ían los siguientes:

• ¿Qué es un ropavejero? • ¿Qué hace? • ¿Lo han escuchado

pregonar alguna vez? ^ • ¿Qué es lo que pide

el ropavejero de la canción? • ¿Qué es un tlacuache? • ¿Dónde vive? • ¿Qué come? • ¿En q u é se parecen

un ropavejero y un tlacuache?

... ¡Ah! ¡Ahora sí ya sabemos por q u é Cr i Crí dice que el tlacuache es un ropavejero!

;A meter dibujos en el costal!

Esta actividad combina muchas habilidades y se basa en la re­c o n s t r u c c i ó n de la lista de objetos que se mencionan en la canc ión .

Primero, proponga a los n iños ayudar al dacuache a meter todas sus cosas en el costal. Para facilitar la tarea, escriba en

29

el p i z a r r ó n una lista de algunas de las cosas que nombra el ropavejero:

• botellas • zapatos • sombreros • pantalones • papeles

Después , dibuje en el p i za r rón un enorme costal e invítelos a dibujar adentro los objetos de la lista. Para ello, pueden pasar voluntarios que expliquen a los d e m á s su dibujo.

Finalmente, diga con los n iños el nombre de cada cosa, e invítelos a pasar al p i za r rón para un i r con una rayita la pala­bra de la lista con el dibujo correspondiente.

La actividad puede cerrarse con broche de oro si usted les pide que cada uno dibuje los objetos en una hoja y copie j u n t o a ellos el nombre que le corresponde.

• • • • M ; También H B H H H H H H B al costal I

En esta otra actividad los n iños t e n d r á n que poner mucha más imaginación enjuego. Propónga les lo siguiente: "vamos a pre­gonar más cosas que engorden el tambache del tlacuache".

9";

SO

- Los n iños t e n d r á n que i r nombrando más cosas que pue­dan caber en el costal. Pero el chiste es que sean cosas que se puedan desechar.

Si lo cree usted conveniente, los que ya escriben pueden anotar en su cuaderno las ideas que se les vayan ocurriendo; luego las i rán dictando uno por uno para que usted anote la lista en el p i za r rón .

Para darles una idea de lo que se pretende, usted puede * ayudarles con ejemplos. ¿Qué le parece éste?

Camisas con hoyos, carritos sin ruedas, balones ponchados, revistas recortadas, muñecas desbaratadas,

VI V - cambio, vendoy compro por igual,

i ' A l final, pueden hacerse dos actividades más: a) Platicar sobre las cosas que se pueden desechar y por qué . b) Cantar las nuevas estrofas al ritmo de la pista de la canción.

No me gusta nadita...

Esta actividad se parece a las anteriores, pero es un poco más compleja. Se trata de imaginar ya no objetos, sino situaciones que m a n d a r í a m o s al costal del tlacuache por desagradables.

Para empezar, platique con los n i ñ o s acerca de todo lo que les molesta o desagrada en la casa, en la escuela, en la

= calle, en la ciudad o en el pueblo. Usted puede i r anotando en el p iza r rón las situaciones que se mencionen.

' í Después de la conversación, usted p o d r á arreglar con los n iños el enunciado de las situaciones que es tarán escritas en el p i z a r r ó n , de modo que cuadren con la mús ica de la canción. Esta es, por supuesto, una tarea difícil; será necesario que usted colabore con ellos.

SI

Con algunos ejemplos como los que anotamos a continua­c ión , usted p o d r á darles pistas:

Maestros que griten, vecinos malosos, y grandes que acostumbren a los niños regañar, cambio, vendo y compro por igual.

Por supuesto, las nuevas estrofas que resulten de la acti­vidad p o d r á n cantarse siguiendo la pista de la canc ión .

Nuestras palabras

Algunas de las palabras que Cri Crí emplea en El ropavejero son muy comunes en la ciudad de México y en sus alrededores. Ese es el caso de: tambache, chamaco, tiliches, trevejos, tlacuaches, latosos, cuatrapeados...

Piense usted en otras palabras de este tipo y muéstreselas a los niños para ver si las conocen. Si no se le ocurren otras, puede usar, además de las de la canc ión , éstas (algunas de ellas aparecen en otras canciones de Cri Crí) :

• rascuache • pelado • prieto • fuchi • chamuco • cacos

La ocasión se puede aprovechar para explicarles que en todos los lugares donde se habla e s p a ñ o l hay muchas palabras comunes, pero que t a m b i é n hay otras que sólo se usan en algunos lugares y que no entendemos los que no vivimos ahí .

Y ahora, ¿qué le parece inventar un p r e g ó n de ropavejero en el que la mayor ía de las palabras sean de ese tipo, es decir, palabras un poco extrañas? Para inventar con ellos la nueva

52

estrofa, puede combinar las palabras que usa Cri Crí con las que ustedes hayan identificado.

Mire el ejemplo que se nos ocu r r i ó a nosotros:

Tiliches rascuaches, * chamacos pelados, chamucos cuatrapeados y cacos remendados, cambio, vendo y compro por igual.

Ahora sí, ¡a cantar!

£1 cuento i de la canción

La c a n c i ó n de El ropavejero puede dar lugar a historias incre íbles , misteriosas, chistosas, extravagantes o fantásticas. Con un poquito de ayuda, los n iños pueden inventar muchas historias.

Una manera de ayudarlos, consiste en sugerirles t í tu los interesantes. Invente usted algunos y p ropóngase los . Si desea apoyarse en los que se nos ocurrieron a nosotros, hága lo . Para eso estamos. ¿Qué le parecen éstos?

• Las emocionantes aventuras del más rascuache ropavejero. • El ropavejero más enojón del mundo. • Historias de un ropavejero enamorado. • El extraordinario caso del ropavejero elegante.

Una vez que los n iños hayan escogido título para su historia, hágales preguntas a p ropós i to del mismo. Las respuestas ofrecerán las anécdotas necesarias para i r construyendo el relato.

Y ¿qué más? ¡Nada! A contarse historias entre todos.

Nota: Las historias pueden hacerse oralmente o por escrito, individualmente o por equipos.

Dibujos para contar historias

• t

^•i.^ >i Y ahora, se puede inventar una historieta con base en dibujos, '-^''^ sin palabras, en la que se cuente una de las historias que los

n i ñ o s hayan inventado. P ída les que elijan alguna y que la dibujen en cuadritos

(todos los que necesiten). A l final, cada uno puede mostrar su historieta a los demás ,

con t ándo l e s lo que sucede en los dibujos.

Nota: Como en el caso anterior, esta actividad se puede hacer individualmente o por equipos.

L a música | y el personaje í

Si escuchamos atentamente los momentos de la canc ión en los que no hay letra, percibiremos los cascos del caballo del ropavejero. Es al parecer un caballo viejo, como solían ser los caballos de los ropavejeros, que a r i tmo lento r e c o r r í a n la ciudad en busca de trebejos.

¿Por q u é no pone la pista para que los n iños la escuchen y les pregunta a q u é les suena el ritmo? Después de platicar con ellos, usted p o d r á hacerles notar c ó m o la me lod í a tiene

; mucho que ver con el andar del caballo, y c ó m o el p r e g ó n i ; lleva t amb ién ese r i tmo.

^ Una vez que haya llevado a cabo esa actividad, vuelva a po­ner la pista en la grabadora, y p r o p ó n g a l e s que se desplacen por el salón tratando de imitar al caballo viejo y fatigado.

D e s p u é s , puede sugerirles que imaginen que el ropa­vejero c o n s i g u i ó u n j oven y brioso caballo. Su paso se r á mucho más veloz y, por lo tanto, t a m b i é n el p r e g ó n . ¿Q ué tal si les propone desplazarse como el caballo brioso y q u é

' tal si todos juntos pregonan t a m b i é n la canc ión a r i tmo más ^ acelerado?

L A J O T A DE L A " J

Para empezar

?;jr Lo pr imero que hay que hacer es escuchar la canc ión y pla-/ ticarla con los n iños . * Luego, se puede aprovechar la ocas ión para conversar

'Ti ' / í sobre temas relacionados con la canc ión . Por ejemplo, usted í / ! puede preguntarles cuántas palabras conocen que tengan una

" j " , cuán tos de sus nombres propios tienen una " j " , si sabían n - ' n o no que hay u n baile e s p a ñ o l que se llama jo ta , y así

sucesivamente. Para los mayorcitos se puede elegir otra manera de

>Mí!f i> comenzar el trabajo. Mi re usted la actividad que se t i tula "Canto y cuento". Aparece más abajo.

f : ^ ^p^mH ¿Dónde está la "j"?

ir

Esta actividad pe rmi t i r á a los n iños trabajar con una letra. Escriba usted en el p iza r rón una «j» grande, organice a los

n iños en equipos, y repár ta les ejemplares del folleto Cn Crí, cuentos para cantar y canciones para leer.

xúui^-..i Pida a los equipos que busquen en el ' r^*.-1 folleto todas las palabras que tengan esa

letra. Cada vez que encuentren una, pueden mostrarla al grupo y a usted. Usted puede ir anotando en el pizarrón todas las palabras que vayan encontrando con una

• «j» al principio, en medio o al final. También se puede organizar un

^ ¿< í concurso por equipos para ver cuál des­cubre más palabras que tengan la letra esta letra..

J 37

Canto y cuento

Esta actividad depende, en pr imer lugar, de usted. Lea con cuidado el texto de la c a n c i ó n , e s cúche l a e i m a g í n e s e la embarazosa s i tuación que plantea.

Ahora, d i spóngase a contar a los n i ñ o s su propio cuento sobre la j o t a de la "J".

¿Qué tan largo debe ser el cuento? ¿Cuántos detalles debe incluir? ¿Qué explicaciones debe darse a los niños? ¿ D ó n d e debe i n t e r rump i r usted para hacer preguntas? Todo eso lo decide usted.

Nosotros c o n t a r í a m o s el cuento más o menos así:

j HABÍA UNA VEZ un maestro que nunca había visto ni oído nada de h España ni de los españoles. ¿Qué Ies parece? ¿Alguno de ustedes

sabe algo de España o de los españoles? Bueno, pues resulta que ese maestro se enojó mucho un día que estaba enseñando a sus niños las letras del abecedario. Sucedió que, al llegar a la "j", un niño, que tenía unos abuelos que habían venido de España, le dijo que la jota era un bailable muy bonito y popular en España. ¿Ustedes creen que exista un baile que pueda llamarse así, como ima letra? Pues resulta que sí. Además tiene un ritmo muy bonito. Vamos a escucharla.

Cuando h u b i é r a m o s llegado a este punto , p o n d r í a m o s la c a n c i ó n y, a d e m á s , la pista. Luego, s egu i r í amos con la n a r r a c i ó n .

PUES BIEN, el maestro no sabía que había un bailable que se llamaba así. ¿Ysaben qué hizo? ¡Regañó al niño! ¿Por qué? Porque pensaba que se burlaba de él. Le dijo: jLa "j" es la letra después de la "i"!

Y así seguir íamos narrando. Además, p rocura r í amos apoyar la na r r ac ión con todos los recursos que la pudieran reforzar: gestos, movimientos, diferentes tonos de voz, e tcé tera .

Cuando usted haga su propia n a r r a c i ó n , procure hacer todos los cortes que crea necesarios para facilitarles el seguimiento del relato y para darles la opor tunidad de que lo enriquezcan con sus propias preguntas, saberes y obser­vaciones.

Terminado el relato, p o d r á volver a poner la canción para que ellos la disfruten sin más distracciones.

Reprender es regañar

A d e m á s de ser hermosa y de e n s e ñ a r algo sobre E s p a ñ a , la c a n c i ó n refiere a una s i t uac ión desagradable por la que casi todos los n i ñ o s pasan: la r e p r e n s i ó n , es decir, el re­g a ñ o . Este es, sin duda, u n tema sobre el que vale la pena platicar.

¿ C ó m o platicar sobre el r e g a ñ o ? Se puede comenzar p i d i é n d o l e s su o p i n i ó n : ¿ Q u i é n puede r e g a ñ a r a q u i é n ? ¿ C u á n d o se r egaña? ¿Por qué? ¿ C u á n d o son justos los regaños? ¿Cuándo son injustos?

Usted puede i r anotando en el p i z a r r ó n lo que algunos vayan diciendo, de modo que otros puedan añadi r ideas sobre la base de lo que los d e m á s dijeron. Por ejemplo:

• M i m a m á me regaña cuando... • M i p a p á me r e g a ñ a cuando... • A mí me r e g a ñ a la maestra cuando... • A mí no me gusta que me r e g a ñ e n cuando... • Yo regaña r í a a... cuando... • La maestra nos debe r egaña r cuando... • Los papas deben r e g a ñ a r a sus hijos cuando...

Si los n iños ya comienzan a escribir, pueden hacer la actividad por escrito en sus cuadernos.

Una Hnda actividad adicional ser ía hacer historietas con dibujos en los que aparezcan los personajes y las situaciones sobre las que hayan conversado.

. I Í9

fí-veri;-

Cosas de aquí, de allá y de más allá

Esta actividad consiste en descubrir semejanzas y diferencias culturales de distintos pueblos. Para realizarla se puede

* hablar, dibujar o escribir sobre chinos, alemanes, españo les , norteamericanos y sobre cuanto pueblo tengan not icia los n iños . Ponemos aqu í algunas preguntas como ejemplo para que usted organice la actividad:

• ¿Podr ían dibujar la cara de u n chino... o de cualquier

¿ í- otro personaje ; de otro pueblo?

r : i f ^ . • ¿Cómo se imaginan ^ u i ^ su ropa?

• ¿Y sus casas? . * f>t>í;q • ¿Cómo h a b l a r á n

». los chinos.,. : i* f^'^ O cualquier O t r o grupo

de personas de otro país?

r ÍJ ' i í * '

"i

Posteriormente, p o d r í a tratarse a lgún tema más específico aprovechando que la canción habla sobre un bailable español. . . Por ejemplo, usted puede preguntar:

¿Han visto dibujos de c ó m o eran los e s p a ñ o l e s cuando llegaron a México? ¿Seguirán siendo así? ¿Cómo se los ima­ginan ahora? Y así sucesivamente.

La actividad se puede enriquecer mucho consultando las imágenes que tenga usted a disposic ión en la escuela.

Recomendamos revisar los libros de texto y el acervo de Rincones de Lectura para poder mostrar i m á g e n e s a los n i ñ o s . Por ejemplo. La conquista y La coloniay de Col ibr í , la colección de Los viajes—de Colón , Cook, Livingston y Marco Polo—, o Bichos de Africa. Todos estos libros forman parte del acervo de su escuela y muestran i m á g e n e s de personajes de distintas épocas y culturas.

E n movimiento

Esta actividad consiste, así n o m á s , en bailar. Por supuesto, usted sabrá que sirve para desarrollar la motr ic idad de los n iños , pero eso a ellos les tiene sin cuidado.

Para promover la actividad, ut i l ice usted la pista de la c a n c i ó n y p r o p ó n g a l e s hacer desplazamientos de diferente t ipo. Por ejemplo:

• Que se muevan l ibremente en el espacio del sa lón , según vayan sintiendo la música.

• Que se desplacen l ibremente por el sa lón , pero tra­tando de destacar el r i tmo. ¿Cómo?

• Apoyándose en movimientos particulares del cuerpo: los brazos, las piernas, el tronco.

• Que se muevan por el sa lón siguiendo evoluciones trazadas previamente en el piso con un gis.

41

EL JICOTE AGUAMIELERO

Escuche usted la canción con los niños y luego platique con ellos. Dependiendo de su edad y sus conocimientos, usted p o d r á apoyarse en diferentes preguntas:

• ¿Conocen las abejas? • ¿Cómo hacen las abejas? • ¿Qué hacen? • ¿Nos pueden lastimar? ¿Cómo?

^ • ¿A q u i é n ha picado una abeja? • ¿Conocen a alguien a quien hayan picado las abejas? • ¿Quién ha visto un jicote? • ¿Cómo son los jicotes? • ¿Cómo hacen? • ¿Con q u é otro nombre se les conoce? • ¿Cómo se llama a los papas de las abejas? • En la canc ión , ¿qué es lo que quiere el jicote? • ¿Cómo le responde la reina de las abejas? • ¿Qué hace el j icote cuando la reina le dice que no?

Todo lo que se me ocurra

Esta actividad consiste enjugar con las palabras de la canc ión para combinarlas a través del habla y del dibujo.

Para comenzar, escriba usted en el p i z a r r ó n a l g ú n sustantivo que aparezca en la letra de la canción. Hay muchos. Usted puede elegir, por ejemplo, entre los siguientes:

• abeja • j icote • aguacero • co razón • reina

4S Í-*

Para empezar

Lea usted la palabra elegida con los n iños . Después , inví­telos a descubrir q u é otras palabras se parecen a ella.

Supongamos que se eligió "abeja". Algunas palabras que se le parecen, son: reja, ceja, vieja, teja.

Los n i ñ o s pueden mencionar t a m b i é n nombres de animales o de cosas que se parezcan al que indica la palabra elegida. Por ejemplo, en el caso de la abeja se puede decir palabras como mariposa, mosca, mosquito, avispa, luciérnaga, porque son insectos y, además , vuelan.

También se puede incluir palabras que nombren las partes del animal u objeto elegido: alas, patitas y aguijón, por ejemplo, en el caso de la abeja.

Finalmente, puede pedir a los n i ñ o s que digan palabras que se refieran a cosas y lugares relacionados con el objeto o animal elegido. Por ejemplo, algunas palabras relacionadas con la abeja ser ían: panal, flores, campo y miel .

Vaya usted anotando en el p i z a r r ó n , j u n t o a la palabra elegida, las que los n iños le dicten.

A l final, ellos p o d r á n dibujar todos los objetos nombrados por las palabras que quedaron en el p i z a r r ó n y examinar c ó m o q u e d ó rodeado el objeto original . Por ejemplo, en un

i

44

plantel de preescolar de la ciudad de México, un n i ñ o hizo el siguiente dibujo a part ir de la palabra "abeja":

Después, trabaje usted de la misma manera con el resto de las palabras de la lista inicial .

¡A bailar!

La música de esta canc ión h a b r á puesto ya en movimiento a todos los n iños .

/ ; - ' í Ahora, se trata de seguir moviéndose , pero de manera un poco más organizada: elija usted tres animalitos cuyos movi-

. : j . í ' -^ í i mientos sean fáciles de reproducir. í > ^ • ^ ' í ^ ¿Qué le parecen el changuito, la serpiente y el j i lguero?

" Ponga usted la pista de la canción en la grabadora. Con la pista como fondo, p ída les que se pongan a bailar, siguiendo estas instrucciones:

• A una palmada, todos serán changuitos. • A dos palmadas, todos serán j i lgueros. • A tres palmadas, todos serán serpientes.

Si alguien se despista y no reproduce el movimiento adecuado, q u e d a r á eliminado del juego.

De jicotes, abejas y miel

La vida de los animales es un tema que atrae mucho a los n i ñ o s . Esta c a n c i ó n es u n buen punto de part ida para conversar con ellos y desarrollar juegos que les ayuden a conocer más sobre las abejas y los jicotes. Por eso proponemos esta actividad.

Se puede empezar por preguntarles q u é saben sobre los conceptos en los que se basa el gu ión de la historia del j icote y la abeja. Algunos de esos conceptos son:

• abeja • j icote • abeja reina • maguey • panal ^ * • penca • libar • aguamiel

Pero hay muchos más. Agregue usted a la lista los que le pa­rezcan más interesantes.

Para recuperar la i n f o r m a c i ó n de los n i ñ o s , usted pue­de preguntarles sobre cada cosa. Luego, puede hacer d i ­bujos e s q u e m á t i c o s , y hasta caricaturas, que los ayuden a entender q u i é n e s son y q u é hacen los personajes de la h is tor ia y en q u é consisten los objetos que C r i Cr í men­ciona. Junto a cada objeto dibujado usted d e b e r á anotar el nombre.

Cuando hayan platicado mucho sobre estos conceptos, usted puede animarlos a participar en un juego de lectura. Se trata de que ellos asocien los nombres de los personajes o de las cosas con las figuras respectivas.

46

X

H H | H H H H H H | Ahora • H H H B B H H de qué se trata

Esta actividad consiste en reconstruir la verdadera historia del j i co te aguamielero y la a r i s toc rá t i ca reina de las abejas. Para realizarla es necesario haber escuchado muchas veces la c a n c i ó n , haber visto su texto en el l ib ro que contiene las letras de las canciones, y haber platicado mucho sobre los sucesos que narra.

Ahora sí, p ropónga le s que relaten la historia tal y como la entendieron.

Es posible que los n i ñ o s hayan entendido la mayor ía de los elementos generales de la historia. En ese caso, bas t a rá con que usted aporte al relato los detalles que falten. Si, por el contrar io, usted advierte que su c o m p r e n s i ó n fue muy parcial o l imitada, no dude en pasar de inmediato a la siguiente actividad.

L a verdadera historia de la reina presumida y el jicote enamorado

Esta actividad consiste en que usted cuente su p rop ia historia. Lo interesante será que, sin alterar la idea general de la c a n c i ó n , agregue usted todos los elementos y detalles que puedan hacerla a ú n más interesante. Para ello puede pedir ayuda a los n i ñ o s .

H H H H B H H H Dramas ^ • B H H H J I I H H y más dramas

Esta actividad consiste en representar la historia que cuenta Cri Crí en su canc ión . Para ello hay dos opciones: emplear la historia que relataron los n iños , o la que usted cons t ruyó con su ayuda. Se trata de que ellos asuman los papeles de los perso­najes de la historia y los representen con gestos y movimientos.

Para llevar a cabo la r e p r e s e n t a c i ó n , usted puede i r leyendo muy pausadamente el texto de la c a n c i ó n mientras u n g rupo representa a los personajes frente a sus c o m p a ñ e r o s . Luego, se puede elegir a o t ro g rupo , y así sucesivamente hasta que hayan pasado al frente todos los que deseen part ic ipar sin sentirse obligados.

H H H H H H H H H ¿Qué le

Esta actividad es un poco más compleja que la anterior, porque aqu í se pone en juego la expres ión oral. Se trata de imaginar diá logos breves entre los personajes de la historia.

Si los n i ñ o s todavía no escriben, la actividad se puede hacer oralmente. Los más grandecitos pueden hacerla por escrito, individualmente o en equipos.

Para facilitar la cons t rucc ión de los diálogos, usted puede poner algunos ejemplos en el p i z a r r ó n . A c o n t i n u a c i ó n le ofrecemos los que nosotros imaginamos. Adápte los para que los niños los comprendan, o invente usted sus propios diálogos.

• Diálogo entre la abeja reina y la abeja obrera Abeja obrera: Su majestad, un gordo la está buscando. Abeja reina: ¿Lo conoce? Abeja obrera: No majestad, j a m á s lo hab ía visto. Abeja reina: ¿Cómo es? Abeja obrera: Es bar r igón , tiene enormes bigotes y habla

de un modo bastante corr ient i to.

• Diá logo entre el j icote y la abeja obrera Jicote: ¿Podr ía anunciarme con su reina? Abeja obrera: Disculpe, ¿usted q u i é n es? Jicote: Soy el j icote más famoso de la reg ión . Abeja obrera: Pues q u é raro, nunca oí hablar de usted.

Estos d iá logos imaginarios pueden continuar sin l ími te de tiempo mientras resulten divertidos para los n iños .

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Diálogos dramáticos

Esta actividad consiste en representar los diálogos inventados en la actividad anterior. El objetivo es que los n iños busquen los gestos y movimientos que, en su op in ión , deban apoyar las palabras de los diá logos .

Como se h a b r á n inventado varios d iá logos , la represen­tac ión se p o d r á hacer con muchas parejas diferentes de voluntarios. A cada d iá logo , una pareja distinta.

... ... . ..i

BaUe popular

Como su nombre lo indica, esta actividad consiste en bailar. Para preparar el baile, d e b e r á n imaginar a todos los personajes del campo que se les ocurran. Entre ellos p o d r á n estar, por supuesto, los insectos de la canción de Cri Crí, otros insectos y cualquier animal del campo que conozcan.

La lista de los animales conocidos puede irse anotando en el p i za r rón . A nosotros se nos ocurren los siguientes:

* • mosco • mariposa

í • armadillo • j icote • serpiente • gato montes

- . j • abeja í? i • changuito

• ratoncito • a r aña • j i lguero • coyote

Los n iños p o d r á n elegir al personaje que prefieran. Y ahora, ¡a bailar siguiendo la mús ica de la pista! Cada

quien p o d r á bailar solo o en pareja, tratando de imitar los movimientos del personaje elegido.

^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ No te

Este juego consiste t a m b i é n en bailar, y puede hacerse de diferentes maneras.

Le sugerimos elegir con los n i ñ o s tres o cuatro ani­males cuyos movimientos sean fáciles de reproducir . Pue­den escoger entre a r a ñ a s y abejas, serpientes y gatos monteses, j i lgueros y mariposas: lo que usted y los n i ñ o s quieran.

Con la pista como fondo, los n iños d e b e r á n bailar juntos reproduciendo los movimientos de los animales elegidos, siem­pre y cuando a cada animal se le hayan asignado una, dos, tres o cuatro palmadas. Así:

• A una palmada, todos serán j i lgueros. • A dos palmadas, todos serán serpientes. • A tres palmadas, todos serán gatos monteses. • A cuatro palmadas...

Si alguien se despista y no reproduce el movimiento adecua­do, q u e d a r á eliminado del juego.

Si sus n iños ya comienzan a leer, usted puede escribir en tarjetas grandes los nombres de los animales seleccionados. Asegure que, por cada animal, haya tarjetas suficientes para todos los n iños del grupo menos uno. Las tarjetas pueden colocarse dentro de un círculo trazado al centro del salón. Cada vez que se dé la señal correspondiente a cada animal (una, dos, tres o cuatro palmadas), los n iños d e b e r á n recoger la tarjeta correspondiente... y seguir bailando.

Los que se equivoquen de tarjeta o no alcancen, que­d a r á n eliminados del juego.

I • "

EL COMAL Y LA OLLA

Para empezar

Esta canción nos encanta a todos, n iños y adultos. Se trata de un pleito muy c o m ú n y muy corriente entre dos personajes que habitan en toda cocina que se respete.

Usted puede poner la canción y repetirla cuantas veces sea necesario para que los n iños entiendan bien de q u é se trata. Forme varios equipos y repár ta les el l ibro con el texto de la canc ión para que lo vayan siguiendo mientras la escuchan.

¿Por qué estamos peleando?

Esta actividad pone enjuego la capacidad art íst ica de los n i ­ños , porque hay que dibujar y, luego, darle vida a los dibujos.

Divida al grupo en dos equipos: el del comal y el de la olla. Uos del equipo del comal d e b e r á n dibujar en una hoja un

comal, y los del otro equipo una olla. Luego, escriba usted los nombres comal y olla en el p i z a r r ó n , y pida a los n i ñ o s que, debajo de su dibujo, copien el nombre que le corresponda.

Finalmente, p r o p ó n g a l e s representar la canc ión con sus dibujos. Vuelva usted a poner la canción en la grabadora; los del comal deberán levantar su dibujo cuando en la canción le toque hablar al comal, y lo mismo h a r á n los de la olla cuando les toque su turno. El que se equivoca, pierde y se sale del juego.

5S m

Contando el pleito

Como su nombre lo indica, esta actividad consiste en reconstruir la anécdota de la canción. Se puede realizar en dos etapas diferentes. A la primera le pusimos por nombre *Tepalcates"; a la segunda, 'Jun-

' - tandotepalcates"... por aquello de que así llamamos a los pedacitos ' . ' en que se convierten los objetos de barro cuando se rompen.

• ' • • Tepalcates

>' t En esta primera etapa, los n i ñ o s t e n d r á n que contar todo lo ^ i '-"^ que recuerden de la canc ión : q u é personajes hay en ella, en

^ d ó n d e están, q u é hacen, por q u é se pelean, q u é se dice uno al otro. No es necesario que hayan entendido todo, n i tampoco que todo lo recuerden. Es suficiente con que mencionen imágenes o secuencias parciales del relato.

í • Juntando tepalcates

í i En esta segunda etapa, usted p o d r á ayudarlos a relacionar sus H , > recuerdos para reconstruir en orden el relato, desde el

o . h ; r : ; pr incipio hasta el final. ¿Cómo hacerlo? < : Simplemente, poniendo pr imero lo que va pr imero y

después lo que va después . Para ello, utilice el p i za r rón . Es-' ' criba en una columna frases cortas que expresen lo que los

• x."''- n i ñ o s relataron anteriormente y, en una segunda columna, í í ' i^ í* . ordene con ayuda de ellos esas frases, dejando huecos donde fe ? ^ ^ falten detalles. Luego, vuelva a poner la canción para que iden-

^ tifiquen lo que le faltó al relato, p r e g ú n t e l e s en d ó n d e debe i r cada detalle, y vaya rellenado la segunda columna.

En una sesión posterior, usted p o d r á volver a ensayar la nar rac ión del pleito entre el comal y la olla. Pero ahora el texto de la canc ión será sólo un pretexto para relatar, tan extensamente como sea posible, lo ocurrido en el famoso pleito.

^p.í^' Por supuesto, ustedes pueden agregar todos los personajes, - situaciones y desenlaces que deseen.

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Esta actividad combina el dibujo con la escritura o, en el caso de los muy p e q u e ñ o s , con la expres ión oral. Se trata de que dibujen en un cuadrito dos personajes que sean instrumentos de cocina. Estos personajes d e b e r á n pelear por algo.

Los dibujos neces i ta rán expl icación. Por ello, los peque-ñitos t e n d r á n que explicar a los demás de qué trata su dibujo. Los más grandecitos p o d r á n intentar escribir debajo de su dibujo un p e q u e ñ o texto que exprese lo que ocurre en él.

Los dibujos, las explicaciones y los textos pueden ser tan sencillos o tan complicados como los n i ñ o s quieran o pue­dan hacerlos. Por ejemplo, los textos pueden ser de una, dos o tres palabras, o hasta una orac ión completa.

Más adelante, si ellos lo desean, pueden dibujar y escribir series completas de cuadritos a manera de historieta. También p o d r á n incorporar a otros personajes en sus cuadros.

Recaditos

Esta actividad consiste en construir diálogos entre los dos per­sonajes de la canc ión . Los diá logos se desar ro l la r ían a través de recaditos. Cada personaje le escr ibir ía al otro ciertas noti-tas para comunicarle algo urgente.

Para realizar la actividad, b a s t a r á con que usted pre­gunte a los n i ñ o s q u é p o d r í a n querer decirse el comal y la olla entre sí.

Los d iá logos pueden inventarse sobre la marcha: ellos pueden i r diciendo las cosas que imaginan que la olla y el comal se escr ibir ían uno al otro. En este caso, usted puede i r escribiendo los diá logos en el p iza r rón .

El ejercicio puede hacerse t a m b i é n por escrito, de mo­do que los que ya escriben tengan opor tun idad de corre­girlos. En este caso, pueden trabajarse individualmente o por equipos.

55

Mire usted los ejemplos que se nos ocurr ieron, para que tenga una idea de lo que se pretende con esta actividad.

56

/

Nota: Antes de iniciar la actividad, conviene examinar entre todos el l ibro Querido Sebastián, que forma parte del acervo de Rincones de Lectura y, particularmente, de la Colección 5 x 1 .

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Decididamente, t ambién esta canción invita a bailar. La pista puede aprovecharse para promover bailes más o menos sencillos, con base en desplazamientos libres o dir igidos. ¿Qué opina usted de las siguientes posibilidades?

• Movimientos libres

En este caso, los n i ñ o s pueden desplazarse l ibremente en espacios amplios, moviendo sus cuerpecitos s egún se los sugiera el r i tmo de la canc ión .

La misma actividad, pero un poco más complicada, con­siste en que se muevan libremente de acuerdo con el r i tmo de la canc ión , pero siguiendo l íneas rectas, curvas y quebradas. Para ello, hab r í a que trazar previamente las l íneas en el piso.

i.

I

• Movimientos dirigidos

En esta modal idad, t e n d r á n que bailar resaltando el movimiento de alguna parte del cuerpo las extremidaaes inferiores, el tronco, las extremidades superiores según los vaya dir igiendo usted.

• Los m u ñ e c o s ,

Esta vez, el chiste s e r á que ba i len m o v i é n d o s e como si fueran m u ñ e c o s hechos de diferentes materiales, de acuerdo con lo que usted les vaya indicando. Por ejemplo:

• A una palmada, todos d e b e r á n moverse siguiendo la pista / de la canc ión I como si fueran m u ñ e c o s de madera. ^

• Cuando escuchen dos palmadas se move rán como si fueran m u ñ e c o s de hule. .

• A l escuchar tres palmadas, el movimiento será como de m u ñ e c o s de papel.

Para conseguir estos movimientos, los n iños d e b e r á n ensayar la tensión de sus cuerpos y el tipo de movimientos que más convenga al de material de que se trate.

4

LA ORQUESTA DE ANIMALES

A estas alturas, ya sabemos lo que hay que hacer para em­pezar. La c a n c i ó n es tan boni ta que no h a r á falta que les pregunte a los n i ñ o s si quieren escucharla otra vez.

A encontrar los animales

Esta actividad puede llevarse a cabo hasta con los que todavía no conocen bien las letras. Es un ejercicio de d i sc r iminac ión visual muy sencillo. Primero, escuche con ellos la canc ión .

Poco a poco, vaya apuntando en el p i za r rón los nombres de los animales que participan en la orquesta:

• gatito > u • macaco

• zorro • l eón • osito • ranita ^ • conejo

D e s p u é s , r e p á r t a l e s los ejemplares de Cri Crí, cuentos para cantar y canciones para leer. I n d í q u e l e s la pág ina en la que se encuentra el texto de la canc ión , y p ída les que, por equipos, busquen en él los nombres de los animales apuntados en el p i za r rón .

Por supuesto, la actividad se puede realizar mientras los n iños escuchan de nueva cuenta la canc ión . Así resul tará más agradable.

t í

• • • • M Letras •Hm^^HHH y animales

Este juego es muy adecuado para los niños que están empe­zando a reconocer las letras.

Muéstreles usted algunos nombres de los animales de la orquesta que se escriben con una sola vocal: vaca, oso, zorro, rana. Para ello, puede usted escribir cada uno de los nombres

y. ^ en una tarjeta. Si lo desea, también puede dibujar las figuras de los animales en otras tarjetas, una por cada animal.

Luego, pídales que sigan la pista de la canción tarareando unas veces con A y otras con O, de esta manera:

laralala, lalalala, laralala, laralala,,,

^ * - lorololo, lolololo, lorololo, lorololo.,.

> Posteriormente, puede sentar a los niños en un círculo. En el .-oi centro colocará las tarjetas con nombres y las tarjetas con

dibujos. Mientras los demás tararean, uno por uno podrán ir pasando al centro a levantar las palabras que se escriban con la letra con la que se está tarareando, así como los dibujos correspondientes.

La cosa ^ se complica

, r Esta actividad se basa en la anterior, pero supone una mayor '••3 complejidad. Muestre usted a los niños que también hay

nombres de animales que se escriben con A y con O, como . í ; : gato y macaco.

Agregue estos nombres y sus dibujos correspondientes al , í material, y pídales que tarareen con A y con O al mismo . ' I í tiempo, así:

laralala, lorololo, laralala, lorolololó....

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AI volver a jugar el juego, los que pasen al centro deberán tomar la tarjeta con el nombre y con el animal que corresponda al tarareo: todo con A, todo con O, o con A y O.

Cuento un cuento

Esta actividad consiste en inventar la historia de la orquesta de animales. Lo interesante será que los niños imaginen todo lo que pudo haber ocurrido, aunque la canción no dé cuenta de ello. El relato puede ser tan extenso o complejo como lo deseen ustedes.

Para ayudarlos a construir la historia, usted puede hacerles algunas preguntas. Escoja las que le gusten de la lista siguiente:

• ¿Cómo es una orquesta? • ¿Dónde se organizó la orquesta de los animales? • ¿De quién fue la idea de organizaría? • ¿Por qué la organizaron? • ¿Qué dificultades tuvieron para organizaría? • ¿Quién se opuso? ¿Quién ayudó? • ¿Quién construyó los instrumentos? • ¿Qué materiales usaron? • ¿Cómo era la vida en el bosque antes de que hubiera

orquesta? • ¿Existe todavía la orquesta? • ¿Cómo es? • ¿Entraron nuevos animales?

^ • ¿Algunos se salieron?

Si los niños aún no escriben, usted puede ir tomando dictado de sus respuestas en el pizarrón. Luego, puede leerles en voz alta el resultado, de modo que ellos puedan introducir las modificaciones que consideren necesarias.

Si los niños ya comienzan a escribir, el ejercicio se puede hacer en equipos. Cada equipo deberá revisar su historia antes de compartirla con el resto del grupo.

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Esta actividad consiste en inventar diálogos entre los personajes de la orquesta. Para ayudar a los niños, hágales preguntas que les sugieran ideas. Pueden colocarse en ronda e ir respondien­do por turnos. Algunas preguntas interesantes podrían ser las siguientes:

• ¿Qué le dijo la rana al macaco? • ¿Qué dijeron el osito y el conejo al gato? • ¿Qué dijeron todos los animales al cocodrilo?

O bien, ¿qué opinan de la orquesta... • las hormigas, • las gotitas de rocío, :< • el lucero?

Si los niños ya escriben, pueden dejar constancia de sus diá­logos escribiendo en sus cuadernos lo que ellos puedan: una palabra, dos, tres, o un texto más completo.

Fotos y discursos del recuerdo

Esta actividad se basa en la anterior. Consiste en dibujar cuadros en los que se representen los diálogos inventados.

Los más chiquitos pueden dibujar a los personajes procurando mostrar su intención o estado de ánimo durante el diálogo.

Los que ya comienzan a escribir, pueden incluir en los dibujos globitos con textos que recuerden los diálogos.

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Parejas disparejas

Y ahora, a bailar, pero en parejas. Para organizar el baile, escriba en el pizarrón una lista de los animales que los niños le dicten, aunque éstos no aparezcan en la canción. Luego, pida a cada uno que elija el animal que prefiera.

Durante el baile, cada uno representará al animal que haya elegido, tratando de hacer los movimientos que lo caracterizan. Lo más divertido será formar parejas disparejas con distintos animales. ¿Qué opina usted de éstas?

• la vaca con el conejo • el león con la rana • el macaco con el osito • el gato con el cocodrilo

Que nadie se despiste

Esta actividad consiste en imitar el movimiento de tres ani­males, pero siguiendo la pista de la canción. Primero habrá que ensayar el movimiento de cada animal. Pongamos por caso el del osito, después el del conejo y finalmente el del macaco o chango. Una vez hecho el ensayo, ponga usted la pista de la canción y,.,

• A una palmada, todos los niños bailarán como ositos. • A dos palmadas, como conejos. • A tres palmadas, como changos.

Poco a poco irán siendo eliminados del juego los niños que se despisten, ¡Ni modo!

Nota: Los desplazamientos pueden ser libres, o atenerse a determinadas evoluciones trazadas con gis en el piso.

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BOMBÓN I

Para empezar

Consulte las primeras canciones por si se le olvidó c ó m o empezar.

¿Qué nombre le pondremos?

Si se fija usted bien, esta canc ión es, a d e m á s de canc ión , un cuento. La actividad pretende que los más pequeños se den cuen­ta de ello.

Hágales usted algunas preguntas que les permitan i r recons­truyendo la narración. Aquí le proponemos algunas ideas:

• ¿De q u i é n habla la canción? • ¿En d ó n d e vivía? • ¿Cómo era? • ¿Con q u i é n se q u e r í a casar? • ¿Por q u é estaba triste? • ¿Qué pasó cuando el rey lloró? • ¿Qué hizo por fin la princesa?

t . -1 - , •

Después de platicar con ellos a p ropós i to de estos temas, pí­dales que le pongan nombre a la c a n c i ó n . Usted puede i r escribiendo en el p i za r rón una lista con los t í tulos que ellos propongan y d e s p u é s organizar una vo tac ión a favor del mejor. Ese será el nuevo t í tu lo de la canc ión .

Se trata de...

Esta actividad, adecuada para niños mayorcitos, consiste en que ellos expresen libremente lo que entendieron o lo que recuer-

^ •

den de la canción según sus posibilidades, sin presiones de n ingún tipo.

Puede hacerse de dos maneras: la primera es que ellos le dicten a usted una idea o u n conjunto de ideas o toda la historia, para observarla d e s p u é s en forma escrita y, en su caso, corregirla entre todos.

La segunda consiste en realizar la actividad por equipos, escribiendo en los cuadernos. En este caso, habrá que pedir a los n iños que revisen lo que hayan escrito hasta quedar satisfechos de su relato y poderlo compartir con el resto del grupo.

Agregando golosinas y personajes

Esta actividad supone la revisión de la letra de la canc ión con mucho detalle, concen t rándose en cada uno de los personajes, los elementos y los materiales que se mencionan en ella.

Los n iños debe rán recordar y completar la mayor cantidad posible de elementos del texto. Para ello, pueden construir con usted una serie de listas, como las siguientes:

Los personajes: • U n rey de chocolate con nariz de cacahuate, • una princesa de caramelo, • un m a r q u é s de p i lonci l lo , • un paje de p i ru l í .

Las cosas del castillo: • Torres de t u r r ó n , • patios de almendrita, • murallas de membri l lo , • barquillos sembrados en los bosques, * ; • cascadas de azúcar granulada, • arroyos que arrastran co lac ión .

• • - .1

V V L o que le pasó al rey... e t cé te ra .

Veamos, veamos...

Esta actividad consiste en recrear la n a r r a c i ó n poniendo en juego toda la imag inac ión posible.

Usted puede proponer a los n i ñ o s que piensen en cosas y personajes que d e s e a r í a n agregar al castillo. Por ejemplo: ¿Qué creen ustedes que falta en el castillo?

• Al castillo le faltan... carrozas con caballos, escudos, banderas, puentes colgantes, cocodrilos, escaleras, y t a m b i é n cocineros, s eñoras que arreglen los cuartos, guardias, soldados...

• Un castillo también debería tener... duques y duquesas, condes y condesas y, ¿por q u é no?, hermanitos del rey, o sea, principi tos. . .

• E n el castillo también podría haber... jardines, flores de distintos colores, á rbo les comunes y á rbo les frutales...

• Ese castillo pudo haber estado rodeado de... praderas, m o n t a ñ a s , r íos , barrancos...

La b ú s q u e d a de nuevos elementos y personajes puede ser tan amplia como ustedes lo deseen. La re lac ión de las cosas que h a b r í a que agregar puede hacerse oralmente o por escrito, de acuerdo con el nivel del grupo.

Una golosina para cada cosa

Esta actividad, basada en la anterior, consiste en imaginar q u é golosinas se p o d r í a n asignar a cada nuevo personaje u objeto agregado a la historia. Luego con las nuevas cosas y personajes engolosinados, se p o d r í a contar una nueva historia.

De frutas y verduras

Y ahora, ¿por q u é no proponer a los n i ñ o s que piensen en diferentes personajes, el material del que están hechos y el medio que los rodea? En efecto, se puede inventar nuevos materiales para cada personaje, o nuevos personajes hechos de diferentes materiales. A part ir de esta idea se puede crear narraciones o textos muy divertidos.

A nosotros se nos ocurre que se le puede poner a la can­ción frutas y verduras en lugar de golosinas. Mire nada más lo que nos salió:

E R A UN REY de jitomate en el reino de hortaliza, una reina calabaza

que se mataba de risa y caballeros camotes montados en sus elotes.

Era un reino de verduras de papitas y frijol.

T - . . ..

¿Por qué no dibujarlas?

Esta actividad depende de la anterior, y consiste en dibujar en uno, dos o muchos más cuadros las narraciones surgidas de los nuevos personajes o situaciones imaginadas.

Los dibujos pueden i r a c o m p a ñ a d o s de textos encerrados en globitos, como las historietas, en caso de que los n iños ya puedan hacerlo. Por supuesto, estos textos p o d r á n estar hechos de tantas palabras como ellos deseen.

Canciones y versicuentos

La letra de esta canción es, además de cuento, versicuento. Es decir, se trata de un cuento contado en verso. Por ello se puede proponer a los n i ñ o s que reconozcan los pares de rimas que aparecen en texto original .

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< f • J

0*

••y

Para realizar la actividad, será necesario organizados por equipos y repartirles el l ib ro con las letras de las canciones. Pídales que se fijen en las palabras que r imen, las cuales se encuentran al final de cada verso u o rac ión .

Usted p o d r á i r anotando en el p iza r rón todos los pares de palabras que r iman que los n i ñ o s vayan reconociendo. Por ejemplo:

• castillo membri l lo • chocolate cacahuate • caramelo pelo • miel el

Una vez localizadas todas las rimas de la canc ión anterior, se puede t a m b i é n tratar de hacer rimas a par t i r de los personajes y cosas que los n iños hayan imaginado en las actividades anteriores. Es posible que ellos construyan rimas como las siguientes:

• puente diente • escudos embudos • banderas palmeras

A l final, con los pares de la c a n c i ó n de Cr i Cr í más los nuevos pares encontrados, usted puede proponer a los n i ñ o s construir entre todos un nuevo versicuento.

• ' l i s .

LUNADA

Para empezar

Ya lo sabemos: escuchar atentamente la c a n c i ó n , tener su letra a la vista y, desde luego, dejarse llevar por su música.

¿A poco no le gusta a usted esta pieza? ¿A poco no siente usted la t en tac ión de bailarla? ¡Deje que los n iños la bailen y la disfruten, que eso no hay que enseña r lo !

Ahora bien, antes de pasar a la siguiente actividad, será necesario platicar con ellos sobre lo que la canc ión nos dice.

Esta actividad consiste en que los n iños agreguen tantas carac­terísticas como puedan a las que la canc ión asigna a cada per­sonaje. Por ejemplo, la canc ión habla de la luna ga r ap iñada . Pero la luna t amb ién p o d r í a ser:

• mágica • peleonera • infeliz

O bien, s egún la c a n c i ó n , los gnomos son bailadores. Pero t ambién p o d r í a n ser:

• chismosos • comelones

í • estudiosos • trabajadores

La ranita es platicadora, pero t amb ién p o d r í a ser . • a r g ü e n d e r a • cantadora • saltarina

Minihistorías de palabras y dibujos

73

Invítelos a decir cómo se imaginan que pueda ser cada per­sonaje. Luego, p ropónga le s que intenten representar los personajes descritos con alguna de las cualidades enunciadas. Ellos pueden elegir a quién y c ó m o representar. Por ejemplo:

• ranas cantadoras • lunas mágicas • gnomos estudiosos

; : !i« Posteriormente p o d r á n t a m b i é n dibujar a sus personajes de ¡ V':. J í. acuerdo con alguna de esas características. No hace falta decir

que, puestos a la tarea, los n iños también p o d r á n dibujar todos * los conejos, ranas, lunas o gnomos que deseen.

Esta es la historia

Esta c a n c i ó n nos ofrece muchos personajes con los que se puede construir más de una historia. De eso trata esta actividad. Para empezar, usted puede presentar a los n iños los personajes y el lugar en donde se desarrolla la historia. ¿Qué le parece este formato?:

^ Es NOCHE DE LUNA CLARA. Todo sc pucdc mirar, casi casi como si fuera

de día. Por eso sabemos que en el campo se encuentran:

• Una rana, :^:'h^,íf.c^í • unos grillos, •

• unos conejos, • un gnomo de barba muy larga.

¿Por q u é no inventamos una nueva historia con todos estos personajes?

Usted puede organizar la actividad de diferentes maneras.

Primera alternativa. Dar a los n i ñ o s datos muy generales que ¡ los motiven para inventar la historia más libre que puedan,

s Puede, por ejemplo, ofrecerles un buen inicio:

74

fu.

3 • HUBO UNA VEZ UNA NOCHE DE PRIMAVERA muy iluminada, porque había

.-v ^ luna llena. Esa noche, un gnomo de barba muy larga salió de un

hongo anaranjado a caminar por la pradera... «{Qué pasó después?

Los niños tendrán que continuar la historia aportando sus ideas hasta que quede un cuento completo. Su papel consistirá en ayudarlos a integrar las ideas de todos, especialmente en la parte más diñcil: el desenlace del cuento.

Es posible que el desenlace suscite mucha d i scus ión , n Usted d e b e r á indicar a los n i ñ o s que se pueden inventar

muchos finales diferentes y de dist into tono: chistosos, í0 ; ?¿ absurdos, realistas, o de un suspenso tal que dejen abierta la

' posibi l idad de continuar en otro momento la historia. Permí ta les decidir a ellos.

^ Í a i Segunda alternativa. Orientar de manera general el relato. Para ello puede proponerles algunos rasgos de los personajes,

."iií. ^! >tí í i: . Usted puede proponer a los n iños , por ejemplo, que: • La luna era presumida, o era una luna cantora. • El gnomo era muy g r u ñ ó n o bien, muy bondadoso.

^ - ^ • Además , este gnomo era mago, zapatero o cocinero. • Los conejos estaban hambrientos o eran muy, muy

•- •' 4> traviesos. • Las ranas eran miedosas, chismosas, chistosas.

¡Anímese! Podemos asegurarle que el éxito está garantizado ; c -r porque lo que les sobra a los n iños es imaginación.

^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ jjlg Q * ,

Esta actividad es con t inuac ión de la anterior. Se trata de que, a medida que los n i ñ o s construyen la historia, usted la vaya transcribiendo en el p izar rón . A l final, podrá leerla en voz alta.

La lectura se puede hacer mientras escuchan la pista de la canción. Previamente, ellos pod rán elegir alguno de los perso-

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najes de su historia, e i r lo representando con movimientos y gestos cada vez que aparezca en el relato, de acuerdo con el papel que le corresponda..

Gnomos, ¿para qué?

Gomo las anteriores, esta actividad tiene la finalidad de esti­mular la expres ión oral . La clave está en hacerles a los n i ñ o s preguntas que les exijan pensar y argumentar.

Las posibilidades son innumerables. Nosotros propo­nemos a q u í un tema (aunque hay m u c h í s i m o s ) y algunas propuestas para que usted decida c ó m o proceder.

£1 tema es para q u é o por q u é le gus t a r í a a cada n i ñ o encontrarse o platicar con un gnomo. Las preguntas p o d r í a n ser de diferentes tipos. Por ejemplo:

• ¿Qué har ías si al levantarte en la noche te encontraras un gnomo a los pies de tu cama?

• ¿Qué har ías si un gnomo te hablara al o ído? • ¿Qué har ías si, al mirar la luna, vieras un gnomo cami­

nando sobre ella? • ¿Qué har ías si te invitaran a una fiesta de gnomos?

T a m b i é n pueden plantearse preguntas más abiertas: • ¿Qué le con ta r í a s a un gnomo? • ¿Cuáles se rán las costumbres de los gnomos?

Nota: En todos los casos en que se trate de que los n iños apor­ten ideas, es muy importante darles el t iempo suficiente para pensar y articular sus respuestas. A usted le corresponde crear un clima de respeto entre ellos para que no se atropellen y escuchen atentamente lo que sus c o m p a ñ e r o s dicen.

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¿Quién es el que anda ahí? Guía para el maestro se terminó de imprimir en octubre de 1999,

en los talleres de Impresora y Encuadernadora Progreso, S. A. de C. V. San Lorenzo Tezonco núm. 244, Col. Paraje San Juan,

Del. Iztapalapa, 09830 México, D. F.

Se tiraron 50,000 ejemplares, más sobrantes para reposición.

MCCCiOM

•OCSLY

Las canciones de Crí Crí tienen una magia especial:

son canciones que no se gastan. Aun cuando

las escuchemos una y otra vez siempre

parecen nuevas y diferentes. Además, permiten

que los niños se acerquen a la música

y al canto de una manera amable.

En este libro se proponen diversas actividades

para que nosotros los maestros aprovechemos

estas canciones. A partir de ellas

los niños pueden ejercitar el lenguaje oral y escríto,

la expresión corporal, sus habilidades artísticas,

y por supuesto, su sentido musical.

BIBLIOTECA ESCOLAR