Quince Tesis Sobre La Política Del Calentamiento Global

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1. Quince Tesis sobre la poltica del calentamiento global2. Referencias3. Cambio climtico: el uso ilegtimo de las contradicciones4. La dimensin psicosocial en el entendimiento del comportamiento humano frente al cambio climtico5. Camino al cambio climtico6. Las graves consecuencias climticas del paradigma civilizatorio7. Agroecologa frente al cambio climtico8. La nueva ofensiva del "capitalismo verde"9. El cambio climtico y como afectara a los seres humanos10. Ecocidio y cambio climtico desde la izquierda radical. Ante una nueva era11. La crisis climtica y la Tierra12. Cambio econmico o cambio climtico13. Comercio de Carbono. La Compra del Derecho a Contaminar14. Efecto invernadero y otras antropogenias climticas15. Calentamiento Global, Arma de Destruccin Masiva16. Documento de posicin sobre adaptacin al Cambio Climtico17. Cambio climtico grave pero ignorado18. Movimientos sociales cuestionan mercado de carbono y creacin del Fondo Verde para el Clima19. Conferencia mundial de los pueblos sobre el cambio climtico y los derechos de la madre tierra20. Declaracin de la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climtico y los Derechos de Madre Tierra21. Mundo: Las crisis ambientales y la administracin pblica en los pases en desarrollo: el caso de Nicaragua

El presente documento es un compendio de artculos sobrecambioclimtico, en el cual se recogen distintas visiones, estudios ydatosque podrn servir de base para la reflexin y discusin amplia del tema. Es un instrumento til que aportar a la formacin de criterios tcnico-polticos relacionados al cambio climtico a partir de las visiones de sus autores.Compendio realizado: Vladimir Prado Borsetti. 2011.16/05/2011

QuinceTesissobre lapolticadel calentamiento global09/03/11 Por Mauricio SchoijetLa formacin en 1988 del Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), organismo de lasNaciones Unidaspara el estudio del cambio climtico, fue impulsada como medida defensiva de varios gobiernos para controlar a las comunidades cientficas de los climatlogos, oceangrafos, etc., en relacin a este problema. Organismos oficiales estadounidenses como el NOAA intentaron prohibir a sus cientficos el contacto con laprensay obligarlos a someter sus trabajos a la presidencia para que sta permitiera su presentacin eneventoscientficos y reuniones pblicas y, en un caso particular, el del prestigiado climatlogo James Hansen, se le prohibi hablar porla radiopblica.Tesis uno:Elcalentamiento globales el problema ms serio que enfrenta la humanidad, y probablemente lo seguir siendo durante varios siglos. Debido alcarcterno lineal delsistemaclimtico, su reversin, si es posible, probablemente no nos regresara a la situacin actual sino a otra que no podemos prever.Tesis dos:Lahistoriade latecnologaregistra varios casos desistemastecnolgicos en los que han aparecido efectos imprevistos de largo plazo que resultan sumamente peligrosos, como la llamadalluvia cida, efectos de los plaguicidas, de la radioactividad, etc. El calentamiento global es el ms peligroso.Tesis tres:La capacidad deatenciny reflexin sobre las consecuencias negativas y peligrosas de algunas formas deldesarrollode las fuerzas productivas y destructivas (en el sentido de la tecnologa militar) fue debilitada por laideologadel progreso, que inclua como elemento esencial la dominacin de lanaturaleza, formulada a comienzos del siglo XVII por losfilsofosFrancis Bacon y RenDescartes, y cuyoxitofue principalmente debido a los grandes avances en el desarrollo de stas, y por el triunfalismo e irresponsabilidad de la burguesa y de las burocraciastcnicasa suservicio.La respuesta ms vigorosa contra esta ideologa fue el Malthusianismo Generalizado de Jay Forrester y los esposos Dennis y Donella Meadows (+), expresado en "Lmitesdel crecimiento", publicado en 1972. A diferencia de Malthus, que slo vea laproduccindealimentoscomo un lmite al aumento de lapoblacin, el Malthusianismo Generalizado planteaba la existencia de otros lmites, como el agotamiento derecursosno renovables y lacontaminacin ambiental. Aunque "Lmites" previ la posibilidad de unacrisisambiental global, que causara una cada drstica de la poblacin debido al aumento dela contaminacinyescasezde alimentos, no consider al CO2 como contaminante, ni al calentamiento global; tampoco el agotamiento de los recursos energticos, ni la sobreexplotacin y agotamiento de acuferos. A pesar de ello, la evidencia del calentamiento global constituye la confirmacin ms contundente de la validez de sushiptesis.Tesis cuatro:Lainvestigacin cientficaque utilizamodelosdecomputadorapara investigar el futuro delclima, y las observaciones de glacilogos, climatlogos y oceangrafos, muestran que lateoradel calentamiento global, formulada por los cientficos suecos Arvid Hogbom y Svante Arrhenius en 1894 y 1896, es absolutamente slida. Sin embargo pasaron seis dcadas desde el momento en que fue enunciada hasta que Charles Keeling comenz a hacer las primeras mediciones sistemticas de la concentracin de dixido decarbonoen laatmsfera (CO2), que mostraron que haba aumentado considerablemente desde la poca de laRevolucin Industrialdel siglo XVIII, y que segua aumentando. El desarrollo posterior de la teora sugiere que grandes reas costeras, pobladas por centenares de millones, podran ser inundadas porfusinde los hielos de Groenlandia y de laAntrtida, y que podra darse una desertificacin generalizada, que podra incluir a la Amazonia. Ello podra causar la extincin de la especie humana, sugerida por varios cientficos a partir de 2004, como el climatlogo neozelands Peter Barrett; el ao siguiente por los estadounidenses Lee Kump, Alexander Pavlov y Michael Arthur (Kump, 2005); y por varios trabajos citados por Mark Lynas (Lynas, 2008); fue asimismo planteada por el paleontlogo Peter Ward, de laUniversidadde Washington (Scientific American, 14i2010). Cabe mencionar que aunque Lynas rechaza explcitamente la posibilidad de extincin, se limita a una proposicin puramente voluntarista, que no surge delanlisisde los textos. El cientfico britnico James Lovelock ha sugerido una restriccin drstica de reas habitables y cultivables (Lovelock, 2006). En unaconferenciaimpartida en la ciudad de Seattle el 16-vi-2009 afirm que la especie humana podra verse reducida a mil millones o menos, o sea la sexta parte de la poblacin actual.Aunquela cienciaha avanzado enormemente en la comprensin del problema en las ltimas dcadas, su capacidad predictiva sigue siendo limitada, por las dificultades de comprensin de algunos aspectos, como el papel del vapor deaguay de los aerosoles, y tambin porque el sistema climtico es un sistema no lineal formado por subsistemas no lineales acoplados, como la atmsfera, los continentes y los ocanos, y los sistemas no lineales son notoriamente ms difciles de analizar que los lineales.Tesis cinco:Esta gran demora en lapercepcinde estos terribles peligros podra deberse a que esta teora enfrent uno de los ms pesados obstculos epistemolgicos de la historia, la ideologa del fijismo o persistencia y estabilidad de lasestructurasdel mundo natural, presente en forma implcita en el Gnesis delAntiguo Testamento. Este fue tambin el caso de la teora de Alfred Wegener de deriva de los continentes, que tard medio siglo en ser aceptada, en circunstancias en que el fijismo ya haba recibido varios golpes demoledores en el terreno cientfico. Esta demora pudo tambin haber sido influida por lasnormasyvaloresde las comunidades cientficas, a su vez resultado de las ideologas y prcticas de la burguesa, que desvalorizan a la divulgacin cientfica y tienden a desprestigiar a aquellos cientficos que se comunican directamente con el pblico, en vez de participar en el confinamiento delconocimientoespecializado, aunque este confinamiento pueda contribuir a desarmar a la humanidad frente a terribles peligros.Tesis seis:La formacin en 1988 del Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), organismo de las Naciones Unidas para el estudio del cambio climtico, fue impulsada como medida defensiva de varios gobiernos para controlar a las comunidades cientficas de los climatlogos, oceangrafos, etc., en relacin a este problema (Weart, 2003). Organismos oficiales estadounidenses como el National Ocean and Atmosphere Administration (NOAA) intentaron prohibir a sus cientficos el contacto con la prensa y obligarlos a someter sus trabajos a la presidencia para que sta permitiera su presentacin en eventos cientficos y reuniones pblicas y, en un caso particular, el del prestigiado climatlogo James Hansen, se le prohibi hablar por laradiopblica. Hubo asimismo casos de represin en Canad y Australia. Los gobiernos tienen de hecho unpoderde veto para impedir que ciudadanos que no les caen en gracia participen en el organismo. Gracias a ste elgobiernodel presidente George Bush logr la remocin de Robert Watson, un presidente del IPCC que result ser insuficientemente plegable. Bush aplic directamente la censura sobredocumentosde organismos oficiales relacionados con la problemtica ambiental. En el IPCC participan gobiernos de pases de nula capacidad cientfica, pero con uninterssustancial en la continuacin delmodeloenergtico actual, como en el caso de Arabia Saudita, organismos empresariales, organismos ligados a lasempresasde combustibles fsiles, como el Electric Power Research Institute, financiado por las empresas de la rama elctrica que son grandes consumidoras de combustibles fsiles, en tanto que estn ausentes las principalesorganizacionesambientalistas.Parlamentarios estadounidenses conservadores ligados a laindustriapetrolera, y organizaciones conservadoras como la Heritage Foundation, intentaron desprestigiar al IPCC, porque elcontrolsobre ste por los gobiernos no ha resultado todo lo eficiente que lo que algunos de stos pretendan. Por otra parte est el papel deplorable dela OrganizacinMeteorolgica Mundial, que tambin depende de las Naciones Unidas, y que ha publicado por lo menos un documento en 2003, caracterizado por omisiones flagrantes acerca de las peores posibilidades, as como propuestas de medidas de dudosa efectividad.Est en marcha una campaa deleznable encabezada por el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki Moon, secundado por Harold Shapiro, ex presidente de la Universidad de Princeton y con el auspicio de un Inter-Academy Council, que pretende que el IPCC es un organismo desprestigiado y deslegitimado, y por ello intenta imponerle un control ms estricto (Jos Luis Lezama en Reforma del 25 de septiembre, p.10). El Inter-Academy Council,organizacininternacional que agrupa a 17 academias cientficas del mundo, elabor un Reporte que se plante "llevar a cabo una revisincrticadeldesempeodel IPCC". Lo acusa de "no haberse actualizado en relacin a los cambios que han ocurrido en eldebatesobre cambio climtico en los ltimos veinte aos". Propone que debe buscar una mayor transparencia en la elaboracin deinformesperidicos como en la "seleccinde lainformacincientfica", y "evitar la seleccin de alternativaspolticasparticulares, para los que no est autorizado". Tambin de no haber respondido adecuadamente a crticas sobre sus errores y plantea que debe "abrirse a perspectivas alternativas sobre el cambio climtico". Pide que "se establezca un comit ejecutivo que pueda incluir miembros de fuera de lacomunidadcientfica, sin especificar los requisitos que deberan cumplir, para que se haga ms estricto elprocesode revisin de los informes; "que se evite hacer proyecciones sobre el futuro del clima cuando no se cuenta con bases cientficas suficientes"; y que se asegure que "las autnticas controversias existentes en lacienciaclimtica y las visiones alternativas sean tomadas en cuenta"(Lezama, 2010).El IPCC ha realizado un enormetrabajode recopilacin y anlisis de datos y modelos, y la campaa que intenta desprestigiarlo utiliza para ello acusaciones sin fundamento y errores de menor cuanta, de los que se hizo eco una prensa supuestamente seria, que pretende ignorar que en el desarrollo de la ciencia puede haber errores. En algunos aspectos hay adems considerables incertidumbres, por ejemplo en cuanto al papel del vapor de agua y de los aerosoles, por el carcter no lineal del sistema climtico, y por la inexistencia de teora acerca de algunos de los fenmenos fsicos implicados en el problema, por ejemplo en el caso del deshielo de las grandes masas de hielo de Groenlandia y laAntrtida, en el que operan fenmenos de agrietamiento y friccin entre masas de hielo. Pero el IPCC tambin ha cometido errores serios que contribuyeron a subestimar los peligros, por ejemplo la ausencia de mencin a la saturacin de la absorcin de CO2 por lossuelos, que tiene el potencial de acelerar el calentamiento global. En este sentido el citado Spencer Weart considera sus Reportes no comoproductode la opinin mayoritaria de los climatlogos, sino "altamente condicionados y cautelosos, ciencia conservadora, del ms bajo comn denominador" (p. 161-162). El intento de reforma regresiva impulsado por Ban Ki Moon no tiene entonces relacin con errores de este tipo, lo que buscar es mellar la capacidad del organismo de crearconcienciasobre las amenazas del calentamiento global. En relacin a lo anterior vale la pena mencionar que la mayor parte de la prensa no ha informado, mucho menos comentado, sobre un acontecimiento sumamente inquietante, la liberacin demetano, el segundo ms poderosogasde invernadero, del fondo del Ocano rtico, ocurrida en 2008, o sea casi un siglo antes de lo previsto por los ms acelerados climatlogos y oceangrafos.Este documento citado de las Academias representa una continuacin de otro publicado en 2007, y ambos son una forma de extralimitacin de las cpulas cientficas, que no se tomaron la molestia de informarse sobre las opiniones de los miles de cientficos que las integran. Adems de estos pronunciamientos de las cpulas cientficas hubo otros de cientficos individuales, de los que el ms visible fue el fsico estadounidense Frederick Seitz. Con respecto a laautoridadmoralde las Academias, podemos suponer que representan cpulas que en varios casos han sido cooptadas por los gobiernos. En efecto, pocas organizaciones acadmicas, como la American Geophysical Union, organizacin que cuenta con 50000 miembros, han planteado posiciones correctas sobre el calentamiento global (declaraciones de la organizacin de 2003 y 2007), rechazando asimismo un pedido de documentos del Procurador General delestadode Virginia, parte de una sucia campaa contra el climatlogo Michael Mann, en tanto que otras, de mayor peso, fundamentalmente las mencionadas Academias, han planteado posiciones incorrectas. Una declaracin de mayo de 2009 de las deBrasil,India, Sudfrica, Canad,Italia, Gran Bretaa,China,Japn,Estados Unidos,Francia,Mxico,AlemaniayRusia, contiene concesiones absolutamente indebidas a lasindustriasde combustibles fsiles, y a los gobiernos de los pases que son grandes productores y consumidores. Por ejemplo el apoyo al confinamiento del CO2, medida no probada, que resultara sumamente costosa y cuya viabilidad requeriraensayosde varias dcadas; tambin apoyaron el uso de biocombustibles ygas natural, y a laenerga nuclear. Los biocombustibles tienen el potencial de reducir las reas cultivables y con ello aumentar elpreciode los alimentos yla pobreza, y adems su elaboracin requiere de grandes insumos de agua y energa; el gas natural tambin produce CO2, y se ha desarrollado un nuevomtodode explotacin que presenta el peligro decontaminacinde los mantos acuferos por inyeccin desolucionesque contienen compuestos txicos. Con estaaccindesafortunada las Academias ponen su prestigio al servicio de polticas que representan el ms grave peligro para la humanidad. El aspecto de latoma de decisionespor organismos como las Academias ha sido hasta ahora poco estudiado por la poltica ysociologade la ciencia. En este caso aparentemente no hay ninguna informacin acerca de que los miembros de stas hayan sido consultado, y en el caso de Mxico puedo afirmar que no lo han sido. La principal responsable de esta aberracin fue la profesora Rosaura Ruiz, en ese momento presidenta de la Academia Mexicana deCiencias.Cabe asimismo mencionar que en septiembre de 2010 la mencionada AGU rechaz la iniciativa del Inter-Academy Council respecto a la posible reforma del IPCC.Lo que resulta particularmente irnico es que en julio de 2009 los organismos legislativos estadounidenses aprobaron la cancelacin delproyectode un depsito definitivo de desechos nucleares en Yucca Mountain, estado de Nevada, medida que ya haba sido planteada en la campaa electoral del presidente Obama. Este proyecto haba sido iniciado veinticinco aos antes, y se haban invertido en l 13 mil millones de dlares. Obviamente su cancelacin representa un gran revs para la energa nuclear. Cabe preguntar si en mayo del mismo ao los honorables dirigentes de las Academias no estaban conscientes acerca de la inminencia de este acontecimiento, o si s lo estaban pero lo consideraban un evento de poca importancia, en cuyo caso se puede creer en su absoluta inconsciencia.Tesis siete:Esta campaacolorcaf-opuesto a verdeen que el seor Ban Ki Moon hace el papel de mascarn de proa, tiene antecedentes en varias otras que se produjeron desde la dcada de 1960, en todos los casos generadas en Estados Unidos, aunque tuvieron efecto en otros pases. La primera fue la desatada por la industriaqumica, con el apoyo de organismos manipulados por sta, como una Asociacin de Qumicos de la Industria Manufacturera, contra la biloga Rachel Carson, que denunci los efectos nocivos para lasaludhumana y elambientede los plaguicidas organoclorados, como el DDT. La segunda fue la campaa histrica de dirigentes polticos y empresariales estadounidenses y alemanes, con participacin de algunos cientficos y de idelogos del "socialismorealmente existente"y delpopulismolatinoamericano, como Amlcar Herrera y Oscar Varsavsky, contra el mencionadolibro"Lmites del crecimiento". La tercera fue la de las compaas tabacaleras contra las denuncias sobre los daos a la salud que causa eltabaco. La cuarta fue la campaa del Atomic Industrial Forum, organismo de frente deloligopoliode la industria nuclear, contra los que denunciaban sus peligros yproblemasprobablemente insolubles como el de los desechos. La actual es simultnea con la tentativa de revivir la industria nuclear.En varios casos han sido los mismos personajes y organizaciones que han participado en ms de una de estas campaas. Uno de stos fue el mencionado cientfico Frederick Seitz, cuyo prestigio se basa en trabajos publicados antes de 1941. Despus de la entrada de Estados Unidos enla Segunda Guerra Mundialse incorpor, como muchos otros cientficos, ala investigacinmilitar, pero a diferencia de la mayora de stos, que regresaron a la vida civil una vez terminada laguerra, permaneci en el aparato burocrtico militar, en el que se distingui por su belicismo. Cabe mencionar que Seitz fue presidente de la National Academy of Sciences en circunstancias en que haca dcadas en que no era un participante activo en lainvestigacincientfica. Las empresas tabacaleras le pagaron 700.000 dlares por su participacin en una campaa falaz destinada a engaar a laopinin pblica. En la dcada de 1990 public textos que negaban la realidad del calentamiento global en el Wall Street Journal.Tesis ocho:Dos de los ms importantes descubrimiento cientficos de la historia se han producido en los ltimos cincuenta aos. El primero fue el descubrimiento de los supervolcanes, que a diferencia de losvolcanesya conocidos, que son capaces de devastar reas relativamente limitadas, pueden tener efectos sobre un continente o ms de uno. El segundo es el del acontecimiento ms traumtico en la historia, que llev a nuestra especie al borde de la extincin, la erupcin hace 72.000 aos de un supervolcn localizado en la isla de Sumatra, Indonesia, que habra reducido el nmero de humanos a no ms de 2000, dato establecido porprocedimientosde lagentica.El desconocimiento de estos hechos por la enorme mayora de la poblacin, su confinamiento dentro del mbito de los investigadores en ciencias dela tierra, no puede ser casual, y es fundamental para la sociologa y poltica de la ciencia. Sugiero que se debe a la influencia, no por difusa menos efectiva, de las polticas e ideologas de la burguesa, que teme y odia la difusin denoticiassobre desastres, tanto naturales como sociales, ya que lainseguridadpodra representar un obstculo para la acumulacin decapital.Tesis nueve:Para el deshielo de la Antrtida y Groenlandia, que se producira no por efectos directos del aumento detemperatura, sino a travs de los mencionados fenmenos de agrietamiento y deslizamiento de unas capas de hielo sobre otras, en queel aguajuega el papel de lubricante, o de stas sobre superficies rocosas, no hay ninguna capacidad predictiva sobre el aumento del nivel del mar, slo un lmite superior, de unos 70 metros, y datos paleoclimatolgicos de calentamientos globales ocurridos hace millones de aos. Adems existe una demora entre el aumento degasesde invernadero en la atmsfera, que producen este calentamiento, y sus efectos, debido a que los mares no estn enequilibriotrmico con la atmsfera, y ste puede tardar un milenio. Ello implica que aun si se aplicaran las polticas ms drsticas para frenar las emisiones de los gases que contribuyen al calentamiento global, tambin llamados gases de invernadero, ello no necesariamente garantizara que los efectos del calentamiento global pudieran ser frenados o revertidos, luego es imposible garantizar la supervivencia de la especie humana o la permanencia de suficientes reas habitables y cultivables. Otro factor que podra influir sera el insuficiente conocimiento de algunosecosistemasmarinos. Seran particularmente afectadas las reas costeras o de poca elevacin sobre el nivel del mar, como gran parte de Bangla Desh, y los pequeos pases isleos del Caribe, Indico y Pacfico, y varias grandes ciudades costeras, como Londres, Nueva York, New Orleans, Shanghai y Mumbai. Existe adems la posibilidad de que se liberen en la atmsfera grandes cantidades de metano que se encuentra en el permafrost,tierracongelada que cubre diez millones de kilmetros cuadrados en reas de Siberia, norte de Rusia, pases escandinavos, Groenlandia, Canad y Alaska; y de los llamados clatratos, compuestos moleculares de agua y metano, que se encuentran en varias reas marinas. En tanto que sabemos cmo frenar las emisiones de CO2, aunque ello resulta muy difcil por causas polticas, no tenemos ningn medio para frenar las de metano. La mezcla de metano conairepodra resultar en devastadoras explosiones sobre grandes reas.Dado que no puede haber causa ms grande ni ms noble que la supervivencia de la especie, y dado el tamao de las incertidumbres, el problema adquiere una inevitable dimensintica, o sea que justifica ampliamente laadopcinde las medidas ms drsticas y costosas, bsicamente la reduccin en el menortiempoposible del uso de los combustibles fsiles, y una restriccin drstica, mediante la aplicacin del racionamiento de gasolina, del uso del automvil, que deber ser sustituido por eltransportepblico, que consume menos combustible por pasajero-kilmetro transportado, luego genera menos CO2..Tesis diez:La necesidad de reducir las emisiones de gases de invernadero, comenzando por el CO2, es por ello un reclamo de toda la humanidad, y slo algunosgruposempresariales lo rechazan abiertamente, como los industriales regiomontanos en Mxico, que regaaron al presidente Felipe Caldern por haber asumido altas metas de reduccin de emisiones, ya que necesitaban "seguir emitiendo para que sus industrias ganaran muchodinero" (Reforma, 30ix2010, p. 13), posicin que fue apoyada por el editorialista Manuel J.Juregui, quien en defensa de los mencionados lleg al disparate de escribir que para Mxico "-actualmente- el tema de las emisiones de carbn es IRRELEVANTE" (s lectoras, con maysculas, Reforma, 1X2010, p. 10). Las opiniones mencionadas son probablemente representativas de las de la burguesa, porque aparentemente nadie que pueda ser identificado como vocero o idelogo de sta se ha expresado en sentido contrario. La mayora de los gobiernos no slo que no han hecho nada para frenar las emisiones sino que han permitido el crecimiento acelerado de stas. Ello se debe a que, en tanto que la reduccin de los gases de invernadero favorecera las perspectivas de supervivencia de la humanidad, perjudicara a muchos pases, que experimentaran una gran desvalorizacin del capital de sus industrias deproduccin, procesamiento y transporte de combustibles fsiles, y de aquellos que son grandes consumidores y requeriran de grandesinversionespara sustituirlos. En particular el ncleo duro de la oposicin a medidas efectivas de control del calentamiento global est formado por ungrupode quince o veinte pases, grandes productores, consumidores y exportadores de combustibles fsiles, y un pas que tiene la esperanza de convertirse en gran productor y exportador (Brasil). No slo seran perjudicados estos pases en su posicin dentro de una jerarqua internacional de poder, sino que algunos perderan su ms importante y casi nica fuente deingresos, lo que tambin perjudicara a considerables sectores del proletariado, no slo de las industrias mencionadas, sino por ejemplo de la industria automovilstica. Aunque hay sectores de la burguesa que podran ser duramente perjudicados, como las compaas deseguros, y otros que podran ser favorecidos, como los productores de equipo para energas renovables, en su mayora son sectores marginales dentro de laclase, por lo que hasta ahora no han podido articular una poltica contraria a los intereses de los sectores dominantes. Cabe mencionar que General Electric y Siemens, que se encuentran entre las mayores empresas que producen equipos para la industria elctrica, tambin los producen para la generacin de energa elica. La primera produjo quince mil unidades de generadores de 1.5 megavatios, y est en tercer lugar a nivel mundial enventasde stos para el ao 2009 (Rodrguez, 2010 einternet). Pero se puede suponer que dado el pequeo tamao de este sector respecto a la generacin que utiliza combustibles fsiles, sigue siendo marginal dentro de losnegociosde estas empresas.Si la respuesta a la publicacin de "Lmites del crecimiento" fue la histeria de algunos dirigentes polticos y empresariales, en la situacin actual, en que se concreta una amenaza totalmente coherente con la visin de "Lmites", la respuesta es el silencio, ms la organizacin del confusionismo impulsado por organismos de frente de las empresas de combustibles fsiles; la represin, sobre todo por parte de organismos oficiales estadounidenses, y algunas reformas cosmticas que pretenden dejar intactos los ejes tecnolgicos del modelo de produccin de energa y del transporte. La burguesa no tiene ni puede tener una poltica efectiva para confrontar al cambio climtico, y nunca ha estado tan arrinconada y falta de opciones, nunca han estado su irresponsabilidad y triunfalismo tan visibles ni han sido mayores las posibilidades de un cambio drstico en su contra dentro de la correlacin de fuerzas de clase a nivel mundial.Tesis once:Hay variassealesque indican que algunos gobiernos no tienen intenciones de modificar su modelo energtico basado enel petrleo. Cabe mencionar las aceleradas reclamaciones desoberanasobre el Ocano rtico por los pases costeros, que suponen la existencia de grandes reservas bajo las aguas: Estados Unidos, Canad, Islandia, Dinamarca, Noruega y Rusia (Gamble, 2009). Otro es el convenio publicado en septiembre de 2010, entreVenezuelay China, por el cual el segundo pas le da uncrditode 20 mil millones de dlares para financiarproyectosde desarrollo, que sern pagados con laventadepetrleocrudo, 200.000 barriles en 2010, 300.000 en 2012, a sumarse a los 500.000 ya enviados en 2009, ms 400.000 que produciruna empresamixta binacional, ms los citados 300.000, con lo que el monto total exportado a China igualar al exportado a Estados Unidos, o sea 85% de la produccin petrolera venezolana ir a este pas (Zibechi, 2010). Cabe agregar que Venezuela ha firmado un convenio similar con Belars. Parece evidente que ni Venezuela ni China temen que el agotamiento del recurso, o convenios internacionales sobre calentamiento global, podran afectar estasexportacionesen los prximos veinte aos.Tesis Doce:Un aspecto revelador de la insensibilidad criminal de todos los gobiernos fue la absoluta falta de respuesta en la reunin de Copenhague, a fines del 2009, al pedido de representantes de los pequeos pases isleos del Caribe, Indico y Pacfico, de fijar una meta de reduccin de emisiones para que las temperaturas promedio no aumentaran ms que 1.5 C, para evitar que el aumento del nivel del mar los haga desaparecer, creando con ello millones de refugiados.Pero adems en Copenhague hubo otro aspecto importante, en que el acuerdo de que las temperaturas no deban aumentar ms de 2 C ocultaba el hecho de que no hay certidumbre sobre la relacin entre aumento de la concentracin de gases de invernadero en la atmsfera y el aumento de temperaturas promedio, ya que se trata deteorasno probadas y adems de efectos demorados. Cabe preguntarse si los honorables representantes de los pases que concurrieron a la reunin ignoraban esta incertidumbre o fingan ignorarla. En todo caso la admisin de ignorancia podra haber tenido el efecto de alertar a millones sobre la peligrosidad de la situacin, mientras que el evitar cualquier alusin al tema pudo haber contribuido a la falsa percepcin de que no haba problemas de principio en la cuestin de frenar el calentamiento global, o sea que la situacin era susceptible de ser controlada.Tesis Trece:Existe la posibilidad de aplicar medidas de bajocostoy factibles de ser implementadas a corto plazo para disminuir significativamente las emisiones de CO2 y de partculas de invernadero (holln), que es un aerosol que contribuye al calentamiento global. La instalacin masiva de calentadores solares de agua, por ejemplo enIsrael, pas en que el 85% de las residencias los tienen, permite ahorrar el 3% de la energa total consumida; en 2006Espaaaprob unaleysimilar a la de Israel, que obliga a instalarlos en cualquier residencia nueva.El holln es generado por quema de lea ymotoresdiesel, en el primer caso por los campesinos y pobres urbanos de pases menos desarrollados, comoGuatemala, Mxico, Honduras,El Salvador, Nicaragua, Per y Brasil; pases deAfrica, como Zambia, Angola y Zimbabwe; y asiticos como India, China, Bangla Desh, Myanmar, Kampuchea,Irn, Tailandia, Corea del Sur y Vietnam. El holln tambin es generado por la quema de biomasa y bosques, para el tipo deagriculturapracticado por muchas comunidades indgenas en Mxico y Centroamrica. El descubrimiento de que las partculas de holln contribuyen al calentamiento global fue resultado deinvestigacionesrealizadas desde el ao 2003 por varios grupos estadounidenses, de los que el ms conocido es el dirigido por V.Ramanathan, del Instituto Scripps de Oceanografa de San Diego. Segn ste el holln causara 400000 muertes anuales en la India, y adems sera responsable de la mayor contribucin al deshielo del rtico y al de los glaciares del Himalaya, al disminuir la reflectividad del hielo. En Mxico se ha estimado que sera la primera causa demuerteenniosmenores a cinco aos.La contribucin del holln al calentamiento global sera del mismo orden de magnitud que la del metano, hasta ahora considerado el segundo gas de invernadero (Ramanathan, 2008). Cabe mencionar que no hay acuerdo entre los investigadores sobre la contribucin del metano, y que la caracterizacin del efecto de las partculas de holln introduce una nueva dimensin en el problema, en cuanto a la posibleinteraccinentre stas y el gas.El reemplazo de los ineficientes fogones de barro en que se quema la lea por fogones mejorados y cocinas solares representara una significativa mejora en lacalidad de vidade centenares de millones de campesinos, particularmente de mujeres y nios que se pasan horas buscando lea y que son vctimas deenfermedadespulmonares debido a sucombustinincompleta. Los filtros para escapes de motores diesel tienen un costo al alcance de cualquiera que tiene suficiente dinero para poseer un automvil.Debido a las incertidumbres mencionadas es difcil estimar el efecto de laintroduccinmasiva de calentadores solares en los pases en que hay suficiente insolacin, y tambin lo es la del efecto que podran tener las medidas de control de partculas de holln, pero podramos sugerir una estimacin con un cierto margen de incertidumbre, en el rango del 10 al 15%.Si estas medidas ni se discuten ni se toman, considerando adems que el problema de las partculas tambin es un problema desalud pblica, es porque su aplicacin no solamente tendra efectosmateriales, tambin tendran el potencial de aumentar la conciencia ambiental de grandes masas atrasadas y marginadas.Tesis Catorce:Es sabido que el presidente de VenezuelaHugo Chvezproclama un "socialismo bolivariano" o "socialismo para el siglo XXI", cuyo perfil no est demasiado bien definido. No me interesa discutir en estetextolos aspectos positivos de la poltica de Chvez, tales como suresistenciaalimperialismoestadounidense y contra los sectores conservadores de su pas, o los cambios en la situacin de las masas trabajadoras. Pero s quiero sealar que hay un aspecto del socialismo que debera ser tan vlido en el siglo XXI como lo fue en el XIX, es decir el internacionalismo proletario, o si se prefiere generalizar un internacionalismo de toda la humanidad. Seguir produciendo, consumiendo y exportandopetrleou otro combustible fsil en el momento en que el calentamiento global es el mayor problema de la humanidad equivale a beneficiarse con la desgracia ajena, que terminar por ser la propia, o sea es antagnico a este internacionalismo, y lo mismo es aplicable aBolivia, que es un exportador de gas, y al gobierno y a todos lospartidos polticosmexicanos, que no dijeron una sola palabra sobre el calentamiento global durante el debate sobre reforma energtica del 2009, cuyo punto central era cmo extraer ms petrleo. Es comprensible, especialmente para el caso de Venezuela, en que laexportacinpetrolera ha sido y sigue siendo el eje de sueconoma, que no sera fcil ni barato, ni seran obvios los caminos para dejar de ser un pas petrolero, y que esteobjetivono podra ser alcanzado de inmediato. Pero la poltica de los que toman el problema con la seriedad que merece, que necesariamente debe llegar a ser la de toda la humanidad, si es que se desarrolla un granmovimientode masas a nivel mundial para salvarnos de los horrores que nos amenazan, tiene como eje central la reduccin drstica en el menor tiempo posible de la produccin de combustibles fsiles.Es por ello imposible confiar en los gobiernos, o en organismos internacionales para frenar el calentamiento global. Slo la formacin de partidos polticos o grandes movimientos de masas, preparados para imponer medidas como boicots comerciales, y en ltima instancia contribuir al derrocamiento, por losmediosque sean necesarios de los gobiernos de mayor peso a nivel internacional que se oponen a la aplicacin de las medidas ya mencionadas, podra tener posibilidades de imponer estas limitaciones.Este tipo de medidas slo podran llevarlas a cabo partidos o movimientos que hoy no existen, o apenas si existen en forma embrionaria. El fundador del ecosocialismo fue el socialistainglsWilliam Morris, quien plante en 1890 que al proletariado no le bastara tomar el poder y el control del sistema de fuerzas productivas existente, sino que debera poder decidir qu se produce, cmo se produce y cmo se distribuye. Por supuesto que en la actualidad ello incluira necesariamente los medios de transporte.En tanto que los tericos del socialismo vieron la posibilidad de ladictaduradel proletariado enfuncinde constituir a ste como clase dominante, y aplastar la resistencia de la burguesa a la expropiacin de sus medios de produccin, es concebible una dictadura del proletariado que tengaobjetivosms limitados. En otras palabras, la salvacin de la humanidad debe tener prioridad sobre la necesidad del cambio de las relaciones sociales. Por ello el objetivo central no sera la liquidacin delcapitalismosino la aplicacin de restricciones drsticas sobre lo que se produce y cmo se produce, y sobre los medios de transporte. Ello podra implicar grandes prdidas para determinados sectores del capital. Por supuesto que ello no podra lograrse sin un cambio importante en las relaciones de fuerzas entre las clases, pero la tarea prioritaria es asegurar la supervivencia de la humanidad, si es posible sin que se produzca un gran retroceso. Una vez logrado este objetivo, si es que se logra, no sabemos en cuanto tiempo, se podra avanzar hacia la liquidacin del capitalismo.A primera vista parece muy improbable que movimientos que se encuentran en una etapa embrionaria pudieran lograr objetivos de semejante tamao. Pero hay factores que juegan a su favor. Si comparamos la situacin mundial actual con la de 1989, cuando se derrumb el "socialismo realmente existente", lo que llev a algunos acelerados idelogos del capitalismo a asegurar su eterna supervivencia, no tenemos razones para creer que est ms fuerte que en ese entonces. Hechos tales como el derrocamiento por movimientos de masas de gobiernos electos, como ocurri en Argentina en 2001 y en Bolivia en 2003, y que reflejan un universal desprestigio de lademocraciarepresentativa; el empantanamiento de los intentos de convertir a pases comoIrakyAfganistnen semicolonias de la superpotencia, y la declinacin de la hegemona de sta; las grandes movilizaciones de millones de proletarios enGreciadesde marzo del 2010, en Espaa y Francia en septiembre y octubre; y el gran xito, del 20% de los votos, de Marina Silva, candidata del Partido Verde brasileo en la eleccin del 3 de octubre, son elocuentes seales del resurgimiento del movimiento obrero contra las polticas neoliberales y del auge de los movimientos ambientalistas.Por supuesto que sera una ilusin creer que un cambio de este tipo podra lograrse slo a travs de la aplicacin de medidas coercitivas. Sera necesaria tambin la liquidacin de la ideologa del progreso, y de su elemento ms destructivo, la de dominacin de la naturaleza. La humanidad no puede liberarse de esta amenaza mortal sin cambiarse drsticamente a s misma, y un elemento central en este cambio es la transformacin de sus relaciones con la naturaleza.Tesis quince:En 2009 los cientficos Wassily y Alexei Nesterenko y Alexei Yablokov publicaron un libro en el que muestran, contra un fraudulento reporte elaborado por el Organismo Internacional de la Energa Atmica en complicidad con la Organizacin Mundial de la Salud, y de laburocracianuclear post-sovitica, que el nmero de muertes debido al accidente de Chernobyl est en el orden de un milln, en otras palabras que un reactor nuclear del tamao del de Chernobyl no es menos peligroso que un arma nuclear. En este aspecto, las iniciativas de lospresidentes de VenezuelaHugo Chvez, y del de Bolivia Hugo Morales, de los que el primero ya firm uncontratocon Rusia para construir una central nuclear y el segundo ha expresado una intencin similar, resultan deleznables, porque se trata bsicamente de medidas para subir en la jerarqua internacional de poder. Independientemente de los mritos que los citados pueden tener en varios aspectos, la bsqueda de medios para ascender en esta jerarqua es incompatible con el socialismo y con los intereses de los pueblos, y en el caso de Morales, semuestracomo un hipcrita o por lo menos un inconsciente, ya que se la pasa hablando de la "madre tierra", para terminar adoptando la tecnologa ms peligrosa y contaminante.Frente a los peligros de la energa nuclear y del calentamiento global la humanidad tiene derecho a defenderse. Sugiero la convocatoria de un Tribunal Internacional de los Pueblos, siguiendo el modelo del Tribunal Russell, convocado en 1966 por los filsofos Bertrand Russell y Jean PaulSartre, y que enjuici los crmenes de los imperialistas estadounidenses contra el pueblo de Vietnam; y posteriormente en 1974 y 1976 los de las dictaduras de Brasil y Chile.Un Tribunal Internacional Para la Energa Nuclear y el Calentamiento Global debera enjuiciar a los gobiernos de Ucrania, Belars y Rusia, al Organismo Internacional de la Energa Atmica y a la Organizacin Mundial de la Salud, por el gigantesco encubrimiento respecto al nmero de vctimas del accidente nuclear de Chernobyl. Debera asimismo enjuiciar a los gobiernos que son grandes productores, exportadores y consumidores de combustibles fsiles, como China, Estados Unidos, Rusia, India y Japn, y grandes exportadores como Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Arabes, Irak e Irn, que se niegan a cualquier acuerdo que implique la reduccin de su uso; y a las grandes compaas de esta rama, como Exxon, y organismos conservadores que la hacen de frente de stas, como la George Marshall Foundation, el Cato Institute, y el American Competitive Institute, principales responsables de la campaa de negacin de la existencia delefecto invernaderoy de calumnias contra los cientficos que han investigado el tema y creado conciencia entre millones de las grandes amenazas que el modelo energtico actual representa para la humanidad.

Cambio climtico: el uso ilegtimo de las contradiccionesPor Mailer MattiLa mercantilizacin de lacrisisclimtica ilustra, en realidad, acerca de las enormes limitaciones delpensamientoindustrial para hacer frente a la destruccin que genera, acudiendo a instrumentos que se apoyan en la mismalgicaque origin losproblemas. Es decir, amparndose en la combinacin de enunciados incompatibles que se contradicen, presentados como verdades; un recurso que permite falsear la realidad y que la filsofa francesa Simone Weil (1909-1943) defini hace setenta aos como el "uso ilegtimo de las contradicciones".A causa de la arrogancia, avaricia e indiferencia de muchos hijos dela Tierra, hemos alcanzado el final de la vida y el comienzo de la supervivencia.Consejo Internacional de las Trece Abuelas IndgenasEl showbusiness debe continuar:Latemperaturamedia global aument 0.7 grados centgrados durante el siglo pasado, una amenaza sin precedentes para todos los seres vivos del planeta como consecuencia de la acumulacin de los residuosmaterialese inmateriales de la civilizacin industrial; es decir, resultado de sueconoma, de su codicia, de suideologay de la incesante violacin de losderechosde los pueblos y de lasleyesque ordenan lanaturalezay la vida. No obstante, durante la ltima dcada del siglo XX, aunque las alteraciones delclimaeran evidentes, lasvocesde alerta fueron constantemente descalificadas por los intereses de laindustriapetrolera y dela cienciaindustrial que consideraban el fenmeno un hecho natural, desvinculado de las actividades humanas. Sin embargo, los primeros aos del siglo XXI transcurrieron como los ms calurosos de lahistoria, sealando la gravedad de la situacin.Otorgar estatus cientfico a la relacin directa entre elcalentamiento globaly la industrializacin de la vida significaba, desde luego, reconocer la extrema vulnerabilidad de lasociedadmoderna, oculta tras la ostentacin delpodereconmico, poltico y militar; revelaba, en consecuencia, la apremiante urgencia de iniciar la reforma de unaeconomaque se nutre del uso intensivo de combustibles fsiles y de la destruccin de losbienesde laTierra. An as, la respuesta consensuada en los mbitos dominantes fue cerrar el paso a las alternativas y transformar la crisis climtica en una extraordinaria oportunidad para desarrollar nuevos negocios; la puesta en marcha demercadosinslitos, creados en nombre del supuesto compromiso mundial para salvar la vida en el planeta.Elcambioclimtico fue presentado como un problema global a partir de 2006, cuando Al Gore -ex Vicepresidente de losEstados Unidos(1993-2001), en cuyo mandato se firm elPlanColombiaque financi las fumigaciones areas con glifosato en regiones sembradas de plantaciones de coca, violando losderechos humanosy de la Naturaleza- present en su pas el famoso documental "Una verdad incmoda", difundido el ao siguiente en todo el mundo. Paralelamente, los recin diseados negocios del clima comenzaron su expansin internacional; elmercadodecarbono, en efecto, creci en 2008 un ochenta por ciento en relacin al ao anterior. Al Gore, como sabemos, fue galardonado con un Oscar de la Academia deCine, el Premio Prncipe de Asturias y el Nbel de la Paz en 2007.Los pases industrializados son los responsables del sesenta por ciento del total de emisiones degasesdeefecto invernadero(GEI), las cuales han aumentado, adems, un cuarenta por ciento desde 1990. Si esta cifra permaneciera constante, la temperatura se elevara 0.2 grados centgrados por dcada; no obstante, si las emisiones continan creciendo, su aumento podra alcanzar en los prximos aos hasta 2.6 grados centgrados, ocasionando el hundimiento de islas, la desaparicin de los glaciares y la prdida de losmediosde vida de millones de personas en el mundo al reducirse a la mitad la actualproduccindealimentos. El dixido de carbono (CO2) -resultado delconsumode combustibles fsiles, ladeforestaciny la destruccin de lossuelos- es el mayor contribuyente a la variacin del clima (54%), aunque es superior el efecto delmetano(CH2) y del xido nitroso (N2O) -derivados de laminera, laganaderay de la utilizacin de fertilizantes qumicos en laagricultura-. La concentracin de metano en laatmsfera, de hecho, ha aumentado un cincuenta y cinco por ciento desde el siglo XVIII, mientras el xido nitroso, junto al ozono y otros gases, contribuyen con cerca del treinta por ciento al calentamiento global.La mercantilizacin de la crisis climtica ilustra, en realidad, acerca de las enormes limitaciones del pensamiento industrial para hacer frente a la destruccin que genera, acudiendo a instrumentos que se apoyan en la misma lgica que origin los problemas. Es decir, amparndose en la combinacin de enunciados incompatibles que se contradicen, presentados como verdades; un recurso que permite falsear la realidad y que la filsofa francesa Simone Weil (1909-1943) defini hace setenta aos como el "uso ilegtimo de las contradicciones" (1).Negocios listos para el climaElProtocolode Kioto de 1997, al establecer el mecanismo de cuotas de emisin de GEI, sent las bases para construir el mercado del clima. Los pases que ratificaron el Acuerdo en 2005 recibieron, en efecto, derechos para emitir CO2 equivalentes a los niveles que haban alcanzado en 1990; es decir, a mayorcontaminacinms permisos obtenan. Dichas cuotas, adems, pueden intercambiarse comobonosde carbono en el mercado, de tal forma que lasempresasde aquellos pases que no utilizan todos sus permisos pueden venderlos a otras que superan loslmites. Un bono de carbono equivale al derecho de emitir una tonelada de CO2 y suprecioes 15 dlares, aproximadamente. Suponiendo -errneamente- que contaminar en un lugar determinado no tiene efectos globales, elsistemaofrece asimismo la posibilidad de compensarla contaminacingenerada por una actividad especfica invirtiendo, por ejemplo, enproyectosde energa alternativa -como la elica- y enprogramasen los pases del sur vinculados a laspolticasdel clima. Cuando una industria compensa de esta forma sus emisiones, en realidad est ampliando su capacidad para seguir contaminando: la contradiccin sobre la cual se sustenta el criterio que considera el mercado de carbono como un instrumento eficaz para frenar el cambio climtico (2).Este artificio, sorprendentemente, constituye el eje sobre el cual gira la formulacin de las polticas de adaptacin y mitigacin que se aprueban en las reuniones anuales de la Convencin Marco de las Naciones sobre el Cambio Climtico (CMNUCC). Diseadas para sostener el mercado de carbono y beneficiar a lasindustriascontaminantes, forman parte de los eufemsticamente denominados Mecanismos deDesarrolloLimpio (MDL), uno de cuyos principales impulsores ha sido precisamente Al Gore. Entre ellos se distinguen los programas Redd-Plus que tienen por objeto sustituir bosques por plantaciones comerciales; el laboreo cero (LC), proyectos que incluyen el negocio de los cultivos modificados genticamente (CMG), ahora denominados tambin cultivos listos para el clima (CLC); la explotacin de biomasa como combustible, nueva oportunidad de beneficios para las empresas petroleras; laproduccinde carbn vegetal "biochar"; la expansin de la produccin agropecuaria industrial; y la explotacin de los territorios comunitarios, considerados tierras improductivas y marginales. Su ejecucin, por lo dems, suponeaccionescomplementarias como laprivatizacindelagua, un bien colectivo an en muchos lugares del mundo cuya disponibilidad podra verse seriamente afectada por los cambios del clima. Destinados en su mayora a los pases del sur, desestiman las consecuencias sobre la vida y los derechos humanos de las comunidades donde se llevan a cabo (3)Durante la ltima reunin del CMNUCC, celebrada en Cancn en diciembre del 2010, se dio nuevo impulso a los mercados climticos. Por un lado, se elimin el compromiso vinculante sobre reduccin de emisiones de GEI adquirido por los pases firmantes del Protocolo de Kioto -reiterada y sistemticamente incumplido-, cuyas decisiones al respecto tienen ahora slocarctervoluntario. El protagonismo delBanco Mundial, por otra parte, qued abiertamente manifiesto cuando su Presidente, Robert Zoellick, propuso la aprobacin del Fondo Verde del Clima (100 mil millones de dlares), nuevo instrumento de financiacin de los MDL junto al mercado de carbono y los fondos gubernamentales.Boliviafue el nico pas que intent diversificar eldebate, defendiendo las propuestas aprobadas en la Cumbre Global de los Pueblos sobre Cambio Climtico que tuvo lugar en Cochabamba en 2009. Entre las ms importantes, el reconocimiento de la deuda climtica con los pases del sur; la aprobacin de los Derechos Universales de la Madre Tierra; el establecimiento de la Corte Internacional deJusticiaClimtica; la reduccin del cincuenta por ciento de las emisiones de GEI para el ao 2017; y la eliminacin del mercado de carbono y de los proyectos Redd-Plus. Aun sin contar con el apoyo de ningn otro pas, los representantes bolivianos se negaron a firmar el acuerdo, argumentando que su aplicacin podra conducir a un aumento de temperatura mayor de 4 grados centgrados durante el siglo XXI (4). No obstante,el EstadoPlurinacional de Bolivia ha planteado la posibilidad de interponer unademandacontra el documento en la Corte Internacional de La Haya, alegando que su aprobacin no respet losprocedimientosordinarios.La agricultura como problemaLa agricultura moderna, pilar del sistema dealimentacinen lassociedadesdesarrolladas basado en un elevado consumo de protena animal, destina gran parte de su produccin a sostener la ganadera industrial, contribuyendo as directa y significativamente al calentamiento global. El veinticinco por ciento de las tierras a nivel mundial, de hecho, se utilizan para cultivar alimentos y pastos paraanimales; una actividad que promueve la deforestacin a granescalay la aplicacin intensiva de fertilizantes qumicos, ocasionando la prdida demateriaorgnica delsueloy la alteracin del ciclo natural del carbono (5). Ciertamente, las estimaciones indican que la agricultura industrial genera el treinta por ciento del total de las emisiones de GEI vinculadas a las actividades econmicas, al ser responsable del veinticinco por ciento de todas las emisiones de CO2 y del setenta por ciento del xido nitroso y del metano.En las negociaciones internacionales sobre el cambio climtico, sin embargo, prevalece el propsito de ampliar y transformar las actividades agrcolas en un importante instrumento de compensacin de emisiones de GEI, incorporndolas a laredde MDL. En este sentido, los acuerdos del CMNUCC incluyen el laboreo cero (LC); la conversin de ms tierras de cultivo en pastizales; elsecuestrode carbono en reas agrcolas; la produccin de agrocombustibles; el monocultivo derbolespara producir biochar; los cultivos modificados genticamente; los proyectos Redd-Plus; y el incremento de la ganadera industrial. El biochar es un carbn vegetal elaborado a partir del calentamiento de biomasa para ser utilizado como fertilizante; su produccin, no obstante, implica el cultivo de grandes extensiones de tierra con fuerte impacto ecolgico y social. La industria de los agrocombustibles, por otra parte, promueve las negociaciones sobre millones de hectreas cultivables localizadas, sobre todo, enAmrica Latinay en pases devastados porconflictosenfrica. Intensificando la destruccin de la selva amaznica, por ejemplo,Brasilprev aumentar sus reas de plantaciones para combustibles de seis millones de hectreas a 120 millones de hectreas durante los prximos aos; se espera que este pas se convierta en 2020 en el primer exportador mundial de biodiesel y en unmodelode adaptacin industrial al cambio climtico.La agricultura de laboreo cero (ALC) o no laboreo, por otro lado, se asocia a la reduccin de las emisiones de carbono que genera la labranza utilizando potentes herbicidas; en realidad, el modelo est ya bastante extendido, sobre todo en Argentina, Brasil y los Estados Unidos donde existen grandes superficies plantadas consojamodificada genticamente resistente al roundup de Monsanto. Para abastecer el consumo de soja ymazde la ganadera industrial en pases comoEspaa, por ejemplo, se utilizan 3.5 millones de hectreas agrcolas solo en las naciones sudamericanas citadas. Ciertamente, el noventa y ocho por ciento de laimportacinespaola de cereales se destina al consumo animal; un claro ejemplo del modelo alimentario industrial encubierto, en este caso, por el prestigio internacional de la dieta mediterrnea (6). La nueva propuesta consiste no solo en intensificar la produccin de los actuales cultivos modificados genticamente (CMG), sino tambin en acelerar el desarrollo de los llamados cultivos listos para el clima (CLC) que presentanresistenciaa la salinidad, elcalor, la sequa y las inundaciones. De hecho, las cinco mayores corporaciones mundiales debiotecnologahan registrado ms de quinientas patentes sobre los llamados "genes preparados para el clima"; segn elgrupodeinvestigacinecolgica ETC, las empresas DuPont, Monsanto, BASF, Bayer y Syngenta acaparan el setenta y cinco por ciento de las mismas y solo las tres primeras tienen en su poder dos tercios del total (7) Como ha denunciado la escritora y activistaindiaVandana Shiva, estamos ante la ms reciente forma de biopiratera.La agricultura como solucin:La humanidad, sin embargo, posee un extraordinariopatrimoniode culturas y de conocimientos para enfrentar las consecuencias de la economa moderna; legado que se manifiesta en la vigencia desistemasagrarios ancestrales y en diferentes formas de la agricultura local en frica,AsiayAmricaLatina. Versiones reales de una agricultura sostenible, tienen en comn varias caractersticas: se apoyan en las experiencias comunitarias; utilizan principalmenteenerga solar(trabajohumano y de otros seres vivos); aplicanmtodosagroecolgicos de produccin; desarrollan policultivos para asegurar laproductividadfrente a las condiciones yriesgosmedioambientales; dependen en gran medida del trabajo comunal y del uso colectivo de los bienes; e integran la crianza de animales en una relacin de interdependencia. Estosmodelos, a su vez, suelen ser inseparables de ciertas pautas culturales que determinan, sobre todo, los lmites que definen las relaciones de los seres humanos con los bienes y con la naturaleza. Una pauta generalizada es, sin duda, la demarcacin del mbito de lo sagrado, uno de cuyosobjetivoses advertir al grupo social sobre la vulnerabilidad de lasfuentesde la vida comoel agua, la tierra y las semillas; unaestrategiacultural que ha acompaado el desarrollo de la civilizacin humana durante miles de aos y que el mundo moderno ha despreciado, en su constante afn de destruccin y deconquista.De hecho, Amrica Latina contaba a finales del siglo pasado con unos 70 millones de pequeos propietarios de fincas con una extensin menor de dos hectreas; representaban el treinta y cuatro por ciento del total de la tierra cultivada y producan el cuarenta y uno por ciento de los alimentos bsicos como el maz, los frijoles y las papas. En frica, asimismo, se estima que el ochenta por ciento de todas las unidades agrcolas son fincas pequeas; la mayora al cuidado de mujeres que cosechan la mayor parte del grano, tubrculos, frutas y hortalizas para el consumo local. Asia, por otro lado, cuenta en la actualidad con cerca de 200 millones de pequeos agricultores de arroz, de los cuales 75 millones viven enChinay emplean an mtodos ancestrales de cultivo.Algunas de esas prcticas, adems, estn comenzando a tener justo reconocimiento internacional.La Organizacinde lasNaciones Unidaspara la Agricultura y la Alimentacin (FAO), por ejemplo, inici en 2002 algunos proyectos de financiacin dirigidos a la proteccin y salvaguarda de los denominados Sistemas Importantes del Patrimonio Agrcola Mundial (SIPAM) (8) y los Sistemas Agrcolas Heredados de Importancia Global (GIAHS) (9), calificados de "ingeniosos sistemas agroculturales que reflejan laevolucinde la humanidad, la diversidad de suconocimientoy sus profundas relaciones con la naturaleza". Entre los primeros se cuentan modelos agrcolas en Per y Chile; las terrazas de arroz en Ifugao en Filipinas; los oasis del Magreb en Argelia y Tnez; el cultivo integrado de arroz ypecesen China; y la produccin agro pastoril del pueblo maasai en Kenia y Tanzania. Los GIAHS incluyen, por su parte, la agricultura de camellones o chinampas enMxico, un modo de produccin de alimentos utilizado desde la poca de losaztecaspara cultivar en reas permanentemente inundadas, hallado tambin en China y Tailandia; los waru-warus en el Lago Titicaca, sistema desarrollado hace tres mil aos en los Andes, formado por plataformas rodeadas de agua para producir cultivos a 4 mil metros de altitud resistentes a las heladas, inundaciones y sequas; y los sistemas de cosecha de agua en regiones secas de Tnez, Mxico y Burkina Fasso que almacenan la lluvia para regar los cultivos.La expansin de estas actividades agrarias que, en general, protegen los suelos y evitan el uso de fertilizantes qumicos, podra constituirse indudablemente en un potencial sumidero global de carbono para comenzar a recuperar elequilibrioperdido (10). Al respecto,organizacionescomo elMovimientopor la Justicia Climtica y Va Campesina plantean que son los pequeos agricultores del mundo quienes podran incorporar grandes cantidades de CO2 al suelo; un aumento gradual durante cincuenta aos -afirman-, conseguira capturar hasta dos tercios del exceso de estegasen la atmsfera (11). Por lo dems, es legtimo afirmar que debemos a su presencia el hecho de que el aumento de la temperatura no haya sido mayor durante el ltimo siglo.Ideologa o cosmovisin?Algunos gobiernos y corporaciones econmicas presionan en los centros de decisin para sumar a los actuales programas de adaptacin y mitigacin al cambio climtico proyectos de geoingeniera, el denominado enfoque MAG. Su ejecucin supondra transformar el planeta en un campo de experimentacin para probar nuevas y costosas tecnologas, cuyas consecuencias resultan imprevisibles. Sus promotores son las principales empresas que se benefician de los MDL y algunas universidades y centros de investigacin de los Estados Unidos,Rusia,Alemaniay el Reino Unido.La aplicacin de geoingeniera supondra una situacin de emergencia climtica; es decir, el fracaso de los programas vigentes. Comprende, entre otras cosas, el lanzamiento de partculas de sulfato a la atmsfera y de partculas dehierroa los ocanos para nutrir el plancton que absorbe CO2; laingeniera genticade los cultivos para alterar su mecanismo fotosinttico; laconstruccinde millones de pantallas solares espaciales que desven laluzsolar; el vertido de piedra caliza en el mar para cambiar su acidez; elalmacenamientode CO2 comprimido en minas abandonadas y en pozos petroleros vacos; y cubrir los desiertos y las superficies de hielo en el rtico, entre otros. Dado que no existe regulacin internacional para sucontrol, diversas organizaciones en el mundo exigen su prohibicin, invocando el Principio de Precaucin en materia medioambiental aprobado por el Consejo Europeo en diciembre del ao 2000 en Niza. An as, China -la segundaeconoma mundialy principal emisor de CO2 del planeta- emplea desde hace algunos aostecnologapara producir lluvia artificial bombardeando nubes con yoduro de plata, tal como sucedi durante losJuegos Olmpicosde Pekn en 2008 para disminuir los niveles de humedad atmosfrica;accinque podra extenderse a tres millones de kilmetros cuadrados de su territorio -casi el veinticinco por ciento del total-, empleando miles de caones y lanzacohetes disponibles para arrojar el yoduro. EnEuropase ha planteado tambin utilizar esta tecnologa, sobre todo en algunas grandes ciudades comoMadridque padecen altos ndices de contaminacin y largos perodos de sequa (12).niciativas como stas, desde luego, slo pretenden sostener la validez del actual modelo industrial de produccin como nica alternativa y reafirmar, en fin, la indiscutible racionalidad de la ideologa econmica heredada del siglo XIX; unareliginsecular que confunde interesadamente los medios y los fines, encadenando el pensamiento a la falacia deldesarrollo econmicosin lmites mediante el reiterado uso ilegtimo de las contradicciones (13) Obvian, por tanto, la gran diversidad de las culturas humanas que, defendiendo su cosmovisin frente a las ideologas, distinguen claramente entre los medios y los fines de la vida social, ajenas a la moderna "enfermedad de la ilimitabilidad", para utilizar la expresin del escritor estadounidense Wendell Berry; portadoras de antiguas sabiduras con visin de futuro, confan el destino del mundo a la razn y la legitimidad de las decisiones que toman los pueblos y las comunidades. www.ecoportal.netMailer Matti es economista y escritora. Autora de Los bienes de la aldea; La economa no deja ver el bosque; y La sociedad indita: los lmites delmarxismoy del progreso (Polanyi-Weil-Illich-Berry).CEPRID -http://www.nodo50.org/cepridNotas:1 Simone Weil. Fragmentos de "La opresin y lalibertad". En: http://hjg.com.ar/txt/sweil/sw_op_180.html. Vase tambin el artculo de Sylvia Mara Valls, traductora y especialista de la obra de Simone Weil: Celebrando los 102 aos del nacimiento de "La virgen roja".En: http://www.institutosimoneweil.net/index.php/...2 LosMitosdel Mercado de Carbono. En: Los Mitos del Mercado de Carbono.pdf (1,25 MB)3 Sin fiestas en el Bajo Agun:conflictoy robo de tierras en Honduras.En: http://www.veoverde.com/2011/02/anglogold-y-neste-oil-ganan-public-eye-award-2011/5Los bosques, el ciclo global del carbono y el cambio climtico.En: http://translate.google.es/translate?hl=es...6 Espaa contribuye a los desastres ecolgicos en los pases del sur.En: http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=3708457 La escalada de patentes sobre "cultivos climticos" amenaza labiodiversidady genera el acaparamiento de tierras y biomasa.En: http://www.etcgroup.org/es/node/52248 FAO. Sistemas Importantes del Patrimonio Agrcola Mundial (SIPAM).En: http://www.fao.org/nr/giahs/giahs-home/es/9 FAO. Globally Important Agricultural Heritage Systems (GIAHS).En: http://www.fao.org/nr/giahs/giahsproject/summary-features/en/10 Antes del desarrollo industrial, ladistribucindel carbono era de una tonelada en la atmsfera por cada dos toneladas en el suelo; actualmente, la proporcin ha bajado a 1.7 toneladas en el suelo por cada tonelada en la atmsfera.11 Va Campesina anteConferenciaMundial de los Pueblos en Cochabamba.En: http://www.cumbrescambioclimatico.org/cochabamba/...12 China provoca lluvia artificial. Espaa pretende crear lluvia artificial.En: http://www.mailxmail.com/curso-agua-energia-sinergia-hidroenergetica-2/china-provoca-lluvia-13 En la civilizacin moderna -afirmaba Simone Weil en sulibroReflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresin social, escrito en 1934-, los medios usurpan el lugar de los objetivos. Lasmquinas, por ejemplo, no funcionan como instrumentos para ofrecer bienestar a los ciudadanos; al contrario, son los individuos quienes sirven a las mquinas. ElEstadono se encuentra alserviciode las personas; es lanacinla que est a disposicin de los intereses del Estado. La economa no se halla orientada a la satisfaccin de las necesidades humanas; son los individuos los que deben sostener la economa y, fuera de ella, la sociedad los convierte en seres prcticamente intiles.La dimensin psicosocial en el entendimiento delcomportamiento humanofrente al cambio climticoPor Rodrigo Arce RojasDe la revisin de los diversos autores que han abordado la dimensin psicosocial del cambio climtico se desprende que nuestrocomportamientofrente al cambio climtico se basa en la forma cmo percibimos el tema. Dos factores a considerar refieren a la distancia que percibimos el problema y el grado de afectacinpersonalo colectiva que asumimos. Omland (2011) aade un tercer factor referido a la bsqueda permanente del confort presente. Bajo esta lgica el confort futuro (o el confort de otros) no es mi problema.Por qu resulta tan difcil que en losprocesosdenegociacininternacional se lleguen a acuerdos vinculantes para reducir las emisiones antrpicas de Gases de Efecto Invernadero? Por qu no se aprecian medidas colectivas para la mitigacin y adaptacin al cambio climtico? Por qu nos resulta difcil pasar del conocimiento a la accin de manera individual respecto al cambio climtico? Esas fueron las inquietudes que nos llevaron a profundizar la dimensin psicosocial para un mejor entendimiento del comportamiento humano frente al cambio climtico.La base de muchas decisiones para hacer frente al cambio climtico radica en los mecanismos de mercado. Segn esta perspectiva, lo que no tiene precio,propiedady actores definidos de transaccin econmica no puede ser convertido en una herramienta de solucin a losproblemas ambientales. As, desde un enfoque de mercado Fisher (2000) menciona que los derechos de propiedad son un componente fundamental de nuestraconductasocial, particularmente en el campo econmico, y su existencia no depende de un ordenamiento legal ad hoc, sino que estos se han desarrollado como mdulos mentales instintivos por suutilidadadaptativa durante elprocesode consolidacin de nuestra especie. Garret Hardin en la tragedia de los comunes nos da cuenta que si cada uno busca sacar el mejor provecho de losrecursos, la libertad de los recursos comunes resulta la ruina para todos. Sin embargo, las explicaciones basadas en una racionalidad econmica instrumental no son suficientes para explicar la complejidad de las decisiones ambientales. Crespo (2008) habla de empezar a abordar desde una racionalidadticaestratgica.El problema ambiental no se puede abordar las posiblesestrategiasde solucin de manera sesgada apelando slo a los instrumentos polticos, econmicos y jurdicos. Si la sociedad deja de ignorar que el problema no es de la naturaleza sino de nuestra forma de relacionarnos con ella, entonces estaramos en condiciones de ahondar en nosotros ms que en elementos externos (Omland, 2011). De ah que el tema de laconcienciacolectiva y la conciencia emocional sean elementos que debemos profundizar. Por ello la importancia de abordar las dimensiones psicosociales del cambio climtico.Lo primero que tenemos que reconocer a lapersonahumana como un ente biopsicosocial. Ello nos permite establecer claras relaciones deinteraccine influencia entre elindividuoy la sociedad. A nivel individual podemos hablar depersonalidady a nivel social hablamos de sintalidad. Hay que reconocer adems que existen sociedades individualistas (como las occidentales, que enfatizan lacompetencia, el logro individual y la autonoma) y sociedad colectivistas (que privilegian la cooperacin y la cohesin grupal) (Triandis y colaboradores, 1985).Una constatacin digna de ser tomada en cuenta es nuestra complejidad como personas. Segn lateorade la reversin es parte de lanaturaleza humanaser complejos e inconstantes. As nuestra conducta revierte entre los cuatro pares de estados opuestos: entre ser egocntricos y ser altruistas, entre ser solidarios y ser dominantes, entre ser conformista y ser rebelde y entre ser serio y juguetn (Kourdi, 2008).El descubrimiento ms importante de laneurocienciaes que nuestro sistema neuronal est programado para conectar con los dems, el mismodiseodelcerebronos torna sociables y establece inexorablemente un vnculo intercerebral con las personas con las que nos relacionamos (cerebro social). No es de extraar entonces que nuestras relaciones no slo configuren nuestra experiencia, sino tambin nuestrabiologa(Goleman, 2006). A la complejidad de los individuos hay que agregarle entonces el hecho de la mutua influencia que se verifica en losgruposcon los que alternamos.Tomando prestado las explicaciones sociales de los movimientos sociales podramos re parafrasear y decir "slo si el grupo define colectivamente la situacin como algo negativo que debe ser corregido podremos decir que ha emergido un problema ambiental" Javaloy y colaboradores, 2001). Esta explicacin tiene un smil en la teora deconflictosque dice que la existencia de un problema no significa que estemos frente a un conflicto sino que para que sea tal requiere una accin deliberada de bloqueo.El International Human Dimensions Program-Global Enviromental Change (IHDP-GEC) reconoce cinco caractersticas de orden psicolgico que complican el fenmeno: La baja visibilidad del cambio global La extrema dilacin en mostrar la relacin causa-efecto La psicofsica de loseventosde baja probabilidad La distancia social entre actores y vctimas del cambio ambiental, El bajo ndice subjetivo decosto/efectividad de la conducta protectora delambiente(Urbina, 2008).De la revisin de los diversos autores que han abordado la dimensin psicosocial del cambio climtico se desprende que nuestro comportamiento frente al cambio climtico basa en la forma cmo percibimos el tema. Lapercepcinrepresenta el proceso psicolgico por el que la gente reneinformacindel medio y la da sentido a su mundo (Banks y Krajicek, 1991). Dos factores a considerar refieren a la distancia que percibimos el problema y el grado de afectacin personal o colectiva que asumimos.Por distancia se entiende a la cercana o lejana (fsicao temporal) del problema, que no quiere decir necesariamente distancia de lasevidenciasde los efectos del cambio climtico. Podra estar al frente nuestro a ser parte de nuestra realidad pero igual podemos sentirlo distante. Bajo esta lgica los efectos del cambio climtico son para otros, en lugares que no son los mos.De manera similar el grado de afectacin alude al grado deriesgoque asume la persona o colectivo frente a los efectos del cambio climtico. Tampoco tiene que ver con la existencia de evidencias sino con el patrn mental. Laactitudde invulnerabilidad personal sustenta la argumentacin que "podr afectar a otros pero a mi no me afecta"A los dos factores arriba mencionados Omland (2011) aade un tercer factor referido a la bsqueda permanente del confort presente. Bajo esta lgica el confort futuro (o el confort de otros) no es mi problema. Un tema similar, aunque en otra perspectiva, refiere al "derecho a contaminar": "si ellos (los pases desarrollados) contaminaron para poder desarrollarse, entonces porque nosotros tendramos que dejar de hacerlo".Tanto el factor distancia como el grado de afectacin estn influidos por el grado de veracidad que los sujetos y los colectivos creen o quieren reconocer en los efectos reales o aparentes del cambio climtico. Aunque el IPCC menciona de manera inequvoca laresponsabilidadantropognica del cambio climtico hay que reconocer que existe un grupo de escpticos que relativizan el origen antrpico del cambio climtico actual o incluso lo niegan totalmente. Otros no discuten la certidumbre del cambio climtico sino las estrategias y mecanismos cmo se los aborda.Es indudable que la informacin ycomunicacintienen un gran papel en la generacin de la conciencia colectiva para abordar seriamente el cambio climtico pero hay que analizar con mucha objetividad la forma cmo se las viene tratando, si es para generar temor,culpabilidado es para generar el sentido de urgencia del cambio deactitudes.Siguiendo a Lofland (1981) el modelo de comportamiento colectivo se sustenta, entre otros, en los componentes cognitivos, emocionales y de accin. Estos factores estn estrechamente interrelacionados y no deben ser vistos de manera fragmentaria. Por ello, si bien es ciertoel conocimientoes importante, no basta pues hay que llegar hasta elcorazny el espritu de las personas y los colectivos. Hemos podido apreciar que tanto en la distancia como en el grado de afectacin puede producirse bloqueos mentales a la luz de losparadigmaso creencias con las que actan las personas y los colectivos.La polmica sobre el cambio climtico dista de ser sencilla y de fcil solucin debido en gran parte a la falta deconocimiento cientfico, pero tambin a las barreras ideolgicas y epistemolgicas as como a los grandes intereses polticos y econmicos que estn involucrados tanto en sus causas como en sus posiblessoluciones(Pisanty, 2008).Frente a los lmites de los enfoques legalistas y economicistas, una invitacin a los psiclogos y psiclogos sociales para profundizar sobre estos temas y contribuir a la generacin de estrategias efectivas para hacer frente al cambio climtico. Todava tenemos mucho que aprender sobre cmo convivir con nuestro nio(a) interior para poder desarrollar relaciones ms armoniosas con el ambiente y la sociedad. www.ecoportal.netRodrigo Arce Rojas - Ingeniero ForestalBibliografa revisada:Banks y Krajicek, 1991. Perception. En Annual Review of Psychology. 42: 305-331.Crespo, Patricio. 2008. Decisiones ambientales yliberalismo. Abya Yala.Quito, 143 p.Goleman, Daniel. 2006.Inteligenciasocial. La nuevacienciade lasrelaciones humanas. Kairs. Barcelona, 543 p.Javeloy, Federico; Rodrguez, Alvaro y Espelt, Esteve. 2001. Comportamiento colectivo y movimientos sociales. Prentice Hall. Barcelona, 443 p.Kourdi, Jeremy. 2008. Estrategia. Claves para tomar decisiones en los negocios. 1. Ed. The Economist.Buenos Aires, 220 p.Lofland, J. 1981. Collective Behavior: the elementary forms. En Rosenberg, M. y Turner, R. (Eds.): Social Psychology: sociological perspectives. Nueva York: Basic Boos, 411-446Omland, 2011. Biodiversidad y cambio climtico Necesidad osolidaridadinternacional? Editorial San Marcos. Lima, 242 p.Pisanty, Irene. 2008. Cambio global y biodiversidad. En: Urbina Javier y Martnez, Julia. 2006. Ms all del cambio climtico. Las dimensiones psicosociales del cambio ambiental global. Secretara deMedio AmbienteyRecursos Naturales. Instituto Nacional deEcologa.UniversidadNacional Autnoma de Mxico/Facultad dePsicologa. Mxico, 288 p.Triandis, H. J. Leung, K., Villarreal, M. J. y Clack, F. L. 1985. Allocentric versus idiocentric tendencies: convergent and discriminant validation. Journal of personality and Social Psycology, 38, 257-267Urbina, Javier. 2006. Dimensiones psicolgicas del cambio ambiental global. En: Urbina Javier y Martnez, Julia. 2006. Ms all del cambio climtico. Las dimensiones psicosociales del cambio ambiental global. Secretara de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Instituto Nacional de Ecologa. Universidad Nacional Autnoma de Mxico/Facultad de Psicologa. Mxico, 288 p.Camino al cambio climticoPor Cristian FrersEl siglo XX fue el ms clido, y la dcada de 1990 fue la ms calurosa de los ltimos 1000 aos. Se ha realizado un estudio con programas desimulacinde ordenador que exploraron los diferentes escenarios posibles en una situacin de emisin cero de dixido de carbono (CO2) a partir de los aos 2010. La simulacin demuestra que el calentamiento continuar antes de detenerse o ser revertido, an cuando tomemos 10 siglos como escala detiempo. Si el cambio climtico ya es inevitable, lo que nos queda es establecer una estrategia de adaptacin. Y para eso, lo mejor es tener una idea de lo que puede ocurrir en cada regin.En la actualidad, es un hecho cientfico que el clima global est siendo alterado significativamente como resultado del aumento de concentraciones de gases invernadero tales como el dixido de carbono, metano, xidos nitrosos y clorofluorocarbonos. Estos gases estn atrapando una porcin creciente deradiacininfrarroja terrestre y se espera que harn aumentar la temperatura planetaria entre 1,5 y 4,5 C. Como respuesta a esto, se estima que los patrones de precipitacin global y corrientes marinas tambin se alteren.Durante el mes de febrero del 2011, en los Estados Unidos de Norteamrica se han desarrollado una super tormenta de nieve y hielo que ya ha cancelado ms de 10.000 vuelos y se presupone que la ciudad de Chicago ser una de las ms afectadas Chicago, tradicionalmente una de las ciudades ms castigadas en el invierno por los fuertes vientos, va a soportar vientos polares de casi 100 kilmetros por hora, nevadas de 60 centmetros y capas de hielo de 3 centmetros de grosor.El Servicio Nacional de Meteorologa, del pas del norte, ha descrito la tormenta, que se mueve entre lafronterade EEUU y Canad, como de potencial riesgo para la vida para aquellas personas que no se encuentren a resguardo cuando se produzca el descenso de la temperatura.Las lluvias que esta sufriendo Australia, durante el mismo perodo, se deben a la aparicin de vientos del este en los trpicos que chocan con las aguas calientes del Pacfico occidental sobre Australia e Indonesia, se espera que estas lluvias se prolonguen hasta junio del corriente ao. Una de las causas se debe al aumento de las temperaturas ocenicas en el norte de Australia, 1,5 grados con respecto a los niveles de antes de 1870.Las variaciones climticas han existido en el pasado y existirn siempre a consecuencia de diferentes fenmenos naturales pero el siglo XX fue el ms clido, y la dcada de 1990 fue la ms calurosa de los ltimos 1000 aos.Las proyecciones sobre el cambio climtico deben hacernos meditar de manera responsable acerca del modo de vida desarrollado y que lo nico que est ocasionando es la progresiva destruccin de nuestroshbitat.Se considera que el aumento de las emisiones de dixido de carbono (CO2) tendr previsiblemente un impacto sobre las temperaturas de la Tierra en los prximos mil aos y elevar en al menos en 4 metros el nivel de las aguas del mar. Se ha realizado un estudio con programas de simulacin de ordenador que exploraron los diferentes escenarios posibles en una situacin de emisin cero de dixido de carbono (CO2) a partir de los aos 2010 y 2100.El resultado fue que las regiones del hemisferio norte saldrn mejor paradas que las del sur, aunque la proyeccin es que los patrones del clima en lugares como Canad cambien por completo.Grandes reas del norte de frica se convertirn en desiertos y el calentamiento en hasta un 5% de la temperatura de los ocanos causar el colapso de la capa de hielo occidental de laAntrtida, una superficie de 2.2 millones de kilmetros cuadrados, es decir, cuatro veces el tamao de un pas como Espaa.Las aguas ocenicas y parte del hemisferio sur tienen una inercia mucho mayor (de calentamiento) y los efectos actuales del cambio climtico en estas regiones a causa de las emisiones de dixido de carbono (CO2) en el siglo XX son la punta del iceberg.Los vientos meridionales tienen a fortalecerse y a permanecer confuerzaantes de remitir. Esto incrementa la mezcla en el ocano, llevando ms calor desde la atmsfera al mar.Grandes sequas, lluvias torrenciales, tsunamis, tormentas o huracanes asolarn al planeta.La simulacin demuestra que el calentamiento continuar antes de detenerse o ser revertido, an cuando tomemos 10 siglos como escala de tiempo.Esto significa que en Argentina vamos a tener una combinacin de grandes lluvias (y por consiguiente, de inundaciones) en las zonas costeras con sequas en el interior del pas. Es decir, que las situaciones extremas van a agravarse cada vez ms.Tormentas marinas ms intensas pueden aumentar laerosincostera, lo que significar perder toda la arena de las playas de Villa Gesell, Pinamar, San Clemente, entre otras. De los balnearios de esa zona, nos va a quedar apenas una larga pennsula, separada del continente por un brazo de mar, y con el agua llegando hasta el borde de las costaneras, ya que la erosin se ir llevando la arena de las playas. Aquellos que hayan visto la costa de San Clemente durante una sudestada con marea alta, pueden tener una idea bastante clara de lo que suceder.En las ciudades que estn en la costa de los grandes ros, barrios enteros van a tener inundaciones muy frecuentes y tal vez tengan que ser evacuados en forma permanente. Esto va a afectar a toda la zona costera del Gran Buenos Aires, desde Quilmes hasta Tigre. Pero tambin ir ms all, llegando hasta Resistencia, Formosa y Posadas.La propia Ciudad Autnoma de Buenos Aires se inunda cada vez ms, a pesar de las obras que se vienen haciendo para paliar el problema. Una de las razones es que ahora llueve el doble de lo que llova un siglo atrs, cuando se disearon los desages.Por eso no tiene sentido atribuir toda la responsabilidad de cada inundacin alGobiernode turno, ya que se trata de un problema que fue construyndose de a poco durante mucho tiempo. Y la cosa recin comienza. No sabemos cunto tiempo va a pasar para que el nivel de lluvias en la ciudad vuelva a duplicarse, pero seguramente va a ser mucho menos que en el pasado.En las zonas secas, las menores lluvias disminuirn el caudal de los ros. Esto har que Mendoza y San Juan tengan que reducir sus reas de riego. Otras ciudades, que dependen de ros de menor caudal, probablemente no puedan ser abastecidas y deban evacuarse. La Rioja puede ser la primera de una serie ciudades en peligro por una sequa permanente.La economa del pas cambiar porque algunas zonas dejarn de ser aptas para los cultivos actuales, algunas veces por falta y otras por exceso de lluvias. Habr tambin cambios en las condiciones sanitarias, al extenderse lasenfermedadestropicales y subtropicales como eldenguey la leptospirosis.Si el cambio climtico ya es inevitable, lo que nos queda es establecer una estrategia de adaptacin. Y para eso, lo mejor es tener una idea de lo que puede ocurrir en cada regin.Para evitar los peores impactos del cambio climtico necesitamos una reduccin drstica y rpida de las emisiones de gases de efecto invernadero. El sector energtico es el mayor responsable del conjunto de estas emisiones, por ello hay que buscar un cambio en el modelo energtico, buscando la sustitucin de las fuentes de energa sucias actuales, como el carbn y el petroleo, por energas renovables.Se deben proponer soluciones como el apoyo a las energas renovables, laeficienciaen los vehculos o los acuerdos internacionales. As como la elaboracin de escenarios derevolucinenergtica que muestran cmo es posible sustituir completamente las energas sucias por limpias.Por otro lado lapoblacintambin puede contribuir drsticamente en la reduccin de los gases de efecto invernadero, mediante polticas deahorroenergtico.Es preocupante que nuestros hijos, nietos y generaciones venideras no podrn disfrutar de lacalidad de vidani de los recursos naturales que hoy disponemos. Y es francamente triste observar cmo nuestros gobiernos se desviven por succionar y vender con desesperacin nuestros recursos energticos fsiles para alimentar un modo de vida basado en el derroche irracional y que est daando el planeta.La defensa de la vida y la diversidad es una lucha que debemos incorporar en nuestra agenda permanente porque compromete nuestra propia existencia y condicin humana. Por esto debemos perseverar en sensibilizar y concienciar a quienes an no se han percatado de la gravedad del problema y generar lazos de solidaridad prctica que ojal nos permitan revertir la actual tendencia histrica que nos est llevando hacia el abismo de la autodestruccin como especie, es decir, hacia el verdadero fin de la historia. www.ecoportal.netCristian Frers - Tcnico Superior enGestin Ambientaly Tcnico Superior en Comunicacin SocialLas graves consecuencias climticas delparadigmacivilizatorioPor Grupo de Reflexin Rural - GRRVenimos a Cancn con la certidumbre que nos encontraremos con nuevas y artificiosas propuestas de mitigacin y atenuacin del Cambio Climtico que, una vez ms, ignoran los equilibrios naturales y pretenden someternos a sus ingenieras financieras y de todo tipo, poniendo precio a la casa comn que nos contiene. Llegamos a este hermano pas para unirnos en un grito comn: la Catstrofe Climtica puede detenerse si somos capaces de desactivar el paradigma moderno que la provoca. Nos oponemos a llamar progreso al crecimiento sin lmites, a las lgicas de la mayor ganancia y a la mercantilizacin de la Naturaleza. La Tierra no es el depsito de insumos para la economa de mercado en elcapitalismoglobalizado.Estamos los seres humanos, como nunca antes en la historia de la especie, sometidos a las graves consecuencias de un paradigma que niega en su ceguera, nuestra pertenencia a la Naturaleza y nuestro destino csmico.Laglobalizacin, en plena fase de desarrollo, deja ver contundentemente sus peores consecuencias en la vida del Planeta y en la miseria de las grandes mayoras populares que sufren los efectos de una carrera hacia el abismo de la destruccin anunciada.Las catstrofes generalizadas que se producen por el Cambio Climtico y que aumentarn globalmente, impactan directamente en la extincin de la biodiversidad y someten a porciones cada vez ms importantes de la Humanidad a la intemperie de un suelo desolado y sin respuestas para las mnimas condiciones de vida.Las reiteradas dilaciones en la bsqueda de la necesaria contencin a tanta incertidumbre, ha sumido en la desesperanza los mejores intentos por reencauzar el desborde de los proyectos productivos y de acumulacin que, a contramano de lo esperado, proponen soluciones tanto o ms nefastas que las que nunca sirvieron para atenuar, siquiera mnimamente, el agravamiento de la avaricia planetaria.Estamos convencidos que no pueden generarse soluciones climticas sin atacar las causas primeras que estn en lamatrizcivilizatoria de lamodernidad. El clima obedece as a las reiteradas agresiones de un paradigma de saqueo y apropiacin que no puede contener los procesos desatados y ni la previsibilidad de sus consecuencias.Venimos a Cancn, como en otros escenarios anteriores, a resistir los nuevos y sofisticados mecanismos propuestos por quienes debieran asumir las mayores responsabilidades, con la certidumbre que nos encontraremos con nuevas y artificiosas propuestas de mitigacin y atenuacin del Cambio Climtico que, una vez ms, ignoran los equilibrios naturales y pretenden someternos a sus ingenieras financieras y de todo tipo, poniendo precio a la casa comn que nos contiene.Mientras la racionalidad econmica de esta etapa del capitalismo global intenta nuevas y peligrosas aventuras haciendo de labiosferaun mercado de oportunidades, especulaciones y falsas soluciones, la sumatoria de la crisis ambiental, climtica, alimentaria, energtica, cultural,potencialas peores certidumbres del proceso del Cambio Climtico.El Cambio Climtico no obedece ya a las necesarias fluctuaciones naturales en ununiversoen expansin, sino a la exacerbacin de las leyes econmicas de unproyectoglobal de produccin. Es una pequea porcin de la Humanidad, la que extiende sudominiosobre todos nosotros y sobre la Madre Tierra; es el ncleo duro del capitalismo senil y del neocolonialismo hegemnico el que nos ha llevado a este incierto destino.El Cambio Climtico global se ha convertido as en una Catstrofe Climtica donde las vastas regiones y pueblos que la padecen deben sufrir las consecuencias del impacto sin haberlo provocado; somos los que estamos fuera deljuegode los imperios y las corporaciones los que pagamos el mayor tributo a tanta aberracin.Desde el Grupo de Reflexin Rural de la Argentina hemos sostenido, desde nuestro inicio, la resistencia activa y reflexiva al paradigma civilizatorio modernizante; hemos enfrentado en nuestra Patria obstinadamente el modelo productivo concentrador de saqueo y contaminacin, defendiendo la capacidad de decisin Nacional y laSoberanafrente a las corporaciones y los gobiernos sometidos a los imperativos globalizados.Sufrimos en nuestro inmenso y variado territorio, las consecuencias de la Catstrofe Climtica, que destruye losecosistemasy arrasa con sus poblaciones, en la misma medida en que se va imponiendo un modelo productivo de monocultivos transgnicos y extractivismo primarizado.Un pas que supo ser granero del mundo se encuentra hoy reducido a mero exportador de insumos para engorde animal en lejanas latitudes.Las variaciones climticas han servido para ampliar las fronteras agrcolas ms all de la otrora frtil Pampa Hmeda, hacia las maravillosas selvas y montes del norte y las estepas patagnicas, sometidas hoy a la voracidad de los megaproyectos alentados por las transnacionales agroalimentarias y los poderosos Estados expansionistas que caen sobre nuestra tierra en nuevas variantes de apropiacin agrcola, complementada con la gran minera a cielo abierto y la sangra petrolera e ictcola de nuestra plataforma marina continental.Tambin produciendo inmensas tormentas de tierra como resultado de la ausencia total devegetacinen los suelos pos-cosecha por el cultivo transgnico y herbicidas, vuelan la riqueza orgnica del mismo suelo y se suman a las intensas sequas y lluvias torrenciales que modifican lageografanacional desertizando vastas regiones o alterando irremediablemente los delicados equilibrios ecosistmicos de bosques y de selvas.El calentamiento global en nuestra regin tiene como su mayor fuente de emisin, mucho ms que la quema de combustibles fsiles, la acelerada expansin de la agricultura industrial y su contraparte, la acelerada destruccin de los bosques y selvas primarios, en una implacable lgica productivista que no se detiene en la mera produccin de piensos y aceites, sino que, destina hoy nuevos territorios