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R-DCA-0141-2017
CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA. División de Contratación Administrativa.
San José, a las catorce horas cero nueve minutos del seis de marzo de dos mil diecisiete.--------
Recurso de objeción interpuesto por HOSPITAL UNIVERSITARIO UNIBE S.A., en contra del
cartel de la Licitación Pública No. 2017LN-000001-2299 promovida por la Caja
Costarricense de Seguro Social - Dirección Regional de Servicios de Salud Central Norte
para la adquisición de los "Servicios integrales de despacho de recetas de farmacia (entrega
según demanda)”--------------------------------------------------------------------------------------------------------
RESULTANDO
I. Que la empresa Hospital Universitario UNIBE S.A., el veinte de febrero de dos mil diecisiete,
interpuso ante esta Contraloría General, recurso de objeción en contra del referido cartel de
licitación.--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
II. Que mediante auto de las ocho horas con treinta y cuatro minutos del veintiuno de febrero de
dos mil diecisiete, se confirió audiencia especial a la Administración licitante, respecto al recurso
interpuesto, audiencia que fue contestada en tiempo mediante oficio DRSSCN-119-2017 y
complementado el día 28 de febrero mediante oficio DRSSCN-120-2017.-------------------------------
III. Que en el procedimiento se han observado las disposiciones legales y reglamentarias
pertinentes.----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CONSIDERANDO
I. Sobre el fondo del recurso. 1) Sobre la ausencia de indicación expresa del artículo 23
de la Ley 6836. La objetante indica que el artículo 23 de la Ley 6836, establece: "Los
profesionales referidos en la presente Ley, contratados en las instituciones públicas o en el
sector privado, se regirán en cuanto a contratación por acuerdo de partes, pero esta no podrá
darse en condiciones inferiores a las estipuladas por la presente Ley." Indica además que por
sentencia número 2013-12014, de setiembre del 2013, dictada por la Sala Constitucional, ésta
determinó que el artículo 23 de la Ley 6836, no contendía con el Derecho de la Constitución, y
que dicho precepto conducía a que los profesionales en Ciencias Médicas, sin importar el sector
público o privado donde laboraran se les respetaran unas "condiciones mínimas". Indica que en
su experiencia como contratistas de la CCSS, han observado que en diversos contratos de
servicios, la CCSS no exigió que los contratistas u oferentes incluyeran las remuneraciones de
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la Ley de Incentivos a los profesionales en Ciencias médicas, lo que estima ha producido una
gran inseguridad jurídica, tanto a los oferentes, a los mismos profesionales, e inclusive a la
misma CCSS, ya que existen proveedores de servicios que no incluyeron dentro de los costos
de su personal, la aplicación de dicha Ley, y posteriormente han tenido que contestar
demandas de sus colaboradores por dichos incentivos, y al final la CCSS, se ha negado a
reconocer el reajuste por la aplicación de dichos incentivos a los profesionales en ciencias
médicas que laboran con los contratistas de la CCSS. Manifiesta que si se observa en el punto
5 de los Aspectos Administrativos y Legales del Cartel, este no indica de forma expresa que los
oferentes deban ajustarse a la Ley 6836, Ley de Incentivos a los profesionales en Ciencias
Médicas, según lo estableció la sentencia número 2013-12014, de la Sala Constitucional.
Estima que al no indicarse de forma expresa que el oferente deberá aplicar esta norma y la
sentencia de la Sala, se está atentando contra el principio de Seguridad Jurídica, y también
contra los derechos de los trabajadores, porque podría resultar que algún oferente decida no
incluir los incentivos de la Ley 6836, en la remuneración de sus colaboradores, lo que resultaría
en una oferta de menor precio, pero esta oferta si es adjudicada, a la postre si se reclaman
dichos incentivos por los profesionales al contratista, la misma oferta podría ser ruinosa para el
adjudicatario, entonces, por principio de Eficiencia y Eficacia, así como por el principio de
Seguridad Jurídica para los Trabajadores, deberá indicarse de manera expresa que la
remuneración de los profesionales deberá incluir los beneficios de la Ley 6836, según lo
estableció la sentencia de la Sala Constitucional. Finalmente indica que en cuanto a la ausencia
de este requerimiento legal objetan el cartel. La Administración indica que el cartel en el punto
5 de marco legal señala una lista de Leyes y Reglamentos aplicables en el marco del objeto
contractual que nos ocupa, pero que sin embargo ésta no debe entenderse como una lista
taxativa de la regulación legal, sino como marco de referencia, siendo que además en el caso
de la Ley N° 6836 es de aplicación para el caso de los cálculos de salarios de los profesionales
en ciencias médicas y es de cumplimiento obligatorio. Indica que el hecho de que no se indique
expresamente que los oferentes se deben ajustar a dicha Ley no exime de responsabilidad a
los oferentes, quienes por su voluntad deseen participar en el proceso licitatorio de marras y por
ende, sometidos al cumplimiento de la normativa vigente en materia salarial. Señala que la
verificación de dicho cumplimiento se hará mediante el estudio de razonabilidad de precios por
parte del área experta de la Administración y por ende, solicita que se rechace este punto.
Criterio de la División: El artículo 178 del Reglamento a la Ley de Contratación Administrativa,
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impone al objetante el deber de fundamentar la impugnación que realice de un recurso de
objeción, lo cual implica no solo hacer un señalamiento respecto a la presunta ilegalidad o
ilegitimidad de una cláusula cartelaria, sino que unido a ese planteamiento debe desarrollarse el
argumento con la claridad requerida para demostrar precisamente esta, aportando cuando así
corresponda, la prueba respectiva. Esta fundamentación exige, que el objetante debe demostrar
que lo solicitado por la Administración en el pliego de condiciones, limita de manera injustificada
la libre participación en el concurso, afecta otros principios de la contratación administrativa o
bien, quebranta normas de procedimiento o del ordenamiento jurídico general. Sobre este tema
debe señalar este órgano contralor, que a pesar que las cláusulas cartelarias se presumen
válidas, mediante el mecanismo procesal del recurso de objeción los sujetos legitimados,
pueden solicitar la modificación o remoción de condiciones cartelarias que constituyan una
injustificada limitación a los principios constitucionales que rigen la materia, eso sí, llevando el
recurrente la carga de la prueba, por lo que su dicho debe ser adecuadamente acreditado y
fundamentado, según lo establece el artículo 178 del Reglamento a la Ley de Contratación
Administrativa. Lo anterior, por cuanto no debe perderse de vista que la Administración goza de
amplia discrecionalidad en la definición de la cláusulas cartelarias, siendo entonces que
corresponde al objetante demostrar de qué forma esa facultad ha sido realizada de manera
ilegítima, sea mediante una restricción injustificada a los principios de la contratación
administrativa o bien a un quebranto de lo dispuesto en el artículo 16 de la Ley General de la
Administración Pública. Por otra parte, debe tenerse presente además, que el recurso de
objeción no constituye un mecanismo para que un determinado proveedor procure ajustar el
cartel de un concurso a su particular esquema de negocio o características del objeto que
comercia, pues de ser así estaríamos subordinando el cumplimiento del interés público al
interés particular, lo cual, deberá tenerse presente cuando se señale falta de fundamentación en
un determinado recurso. Ahora bien, analizando lo anterior para el caso concreto, se tiene que
la objetante se limita a señalar que no se ha indicado de manera expresa la referencia a un
artículo de un ley, no obstante no demuestra de qué forma esta supuesta omisión le impide la
participación en el concurso de mérito, lo cual como se indicó, es su deber. A lo anterior debe
añadirse que la propia Administración ha indicado que la lista del cartel, que hace referencia a
legislación aplicable al caso, no debe entenderse como taxativa y por ende, cualquier otra
legislación aplicable, sea que lo indique el cartel o no, debe aplicarse para el concurso de
mérito, tal y como la norma señalada por la objetante. En este orden debe entenderse, que el
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hecho que un cartel determinado no haga expresa mención a una Ley de orden público, ello no
implica que los oferentes y la misma Administración deban estar abstraídos a la normativa que
resulte aplicable al caso, en este orden recuérdese que las partes quedan cubiertas en
cualquier contratación por el bloque de legalidad, de forma tal que no indicar expresamente una
norma en el texto de un cartel, no habilita desde luego su omisión o desaplicación. Así las
cosas, no observa esta Contraloría General de la República que la recurrente demuestre de qué
forma el hecho de que la Administración no haya incluido referencia expresa a la normativa en
cuestión le impida participar, le excluya del concurso de manera injustificada, o bien se
produzca una violación al ordenamiento jurídico. Así las cosas, se rechaza de plano este punto
del recurso. 2) Sobre la cláusula 7 del cartel contraria a la ley 8220. La objetante indica que
el artículo 2 de la referida Ley señala: "Articulo 2. Presentación Única de Documentos. la
información que presenta un administrado ante una entidad, órgano o funcionario de la
Administración Pública, no podrá ser requerida de nuevo por estos, para este mismo trámite u
otro en esa misma entidad u órgano. De igual manera, ninguna entidad, órgano o funcionario
público, podrá solicitar al Administrado, información que uno o varias de sus mismas oficinas
emitan o posean...". Considera que si se observa el artículo 7.b) de los aspectos Administrativos
y Legales del Cartel que objetan, este precepto establece que para la tramitación del pago, el
adjudicatario deberá presentar entre otros documentos: "...certificaciones de cuotas obreros
patronales al día; ... Fotocopia de la planilla reportada y pagada a la CCSS en la oficina
administrativa del Área de Salud...". Considera que resulta contrario a la Ley 8220, que el Cartel
establezca como requisito para tramitar el pago, que el administrado o contratista, presente
para cada trámite de pago "certificación de cuotas obrero patronales al día" y fotocopia de la
planilla reportada y pagada a la C.C.S.S., y que estos requisitos son ilegales y arbitrarios,
además esa información consta en los Registros de la misma CCSS y puede ser consultada por
el funcionario competente, además de que estima que una certificación de ese tipo, requiere
horas de fila en las oficinas centrales, por lo que resulta ilegal y contrario a los principios de
eficiencia y conveniencia. La Administración indica que la documentación que se solicita es un
requisito para el trámite del pago respectivo del servicio y ésta información es solicitada por el
Fondo Rotatorio de Operaciones de las Sucursales Institucionales como parte de los
documentos que debe acompañar la respectiva factura. Considera que sin embargo, lleva razón
el recurrente con respecto a las certificaciones de cuotas Obrero-Patronales al día, pues la
solicitud de dicho documento riñe con el artículo 2 de la Ley referida, por cuanto la
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Administración tiene acceso a dicha información a través de sus propios sistemas y que en este
sentido, se acoge parcialmente a lo señalado por el recurrente con respecto al documento
denominado certificaciones de cuotas Obrero-Patronales al día, pero que en lo demás, se
mantiene incólume lo requerido en el cartel por cuanto la unidad que tramita el pago de los
servicios, no cuenta con acceso a toda la información requerida. Criterio de la División: Para
el punto en cuestión se tiene que la empresa recurrente considera que es contrario a la Ley
8220 que el cartel establezca que para tramitar el pago deba aportar el contratista copia de la
planilla reportada y pagada a la CCSS, además de certificación de cuotas obra patronales.
Sobre este punto observa esta Contraloría General que la apelante se ha limitado a expresar
su inconformidad con lo requerido por la Administración, pidiendo que sea eliminado del cartel,
pero sin que haya logrado demostrar tal y como le exige el artículo 178 del Reglamento a la Ley
de Contratación Administrativa (RLCA), que lo pedido por el cartel, limite su participación de
manera injustificada, sea desproporcionado o irracional, o violente principios de la contratación
administrativa o del derecho en general. Es decir, la recurrente no ha logrado fundamentar de
manera adecuada que el requerir estos documentos, implique un supuesto vicio en el pliego de
condiciones, limitándose como se indicó, a expresar su disconformidad sin que realice un
ejercicio correcto de fundamentación tal y como la normativa se lo exige, siendo que no basta
con señalar un supuesto vicio del cartel, sino que el mismo debe demostrarse y además
explicar de qué forma, deviene en una limitación injustificada a la participación. La indicación
que se hace de la Ley N°8220 si bien es una norma de rango legal, no implica que el contratista
no deba cumplir con ciertos requisitos de contratación administrativa impuestos por la normativa
especial de la materia, especialmente si la consideración que se hace para obviar requisitos
como el impugnado, obedece a las "largas filas", sin que esto sea un argumento atendible. Así
las cosas, se rechaza de plano este punto del recurso por falta de fundamentación. No
obstante lo anterior y en vista que la Administración ha decidido modificar el pliego de
condiciones para este punto, deberá por lo tanto, realizar las variaciones correspondientes y
otorgarles la debida publicidad a las mismas. 3) Sobre la cláusula 6. La objetante indica que
en el penúltimo párrafo del apartado 6 de los Aspectos Administrativos y Legales del Cartel, se
indica: "Para este procedimiento el adjudicatario deberá aportar ¢50.00 por concepto de pago
de especies fiscales para la formalización contractual y mensualmente el 0.25% del monto que
se facture según demanda." Manifiesta que en nuestro país sobre materia tributaria existe
reserva de Ley, esto significa que en lo correspondiente a impuestos, sólo la Ley puede fijar el
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hecho generador, así como las bases de cálculo, pero que en el presente cartel, la CCSS, está
aplicando el impuesto del timbre, que corresponde a la suscripción del contrato, al cobro que
haga el contratista de los servicios prestados y que estima que esta aplicación de la norma es
contraria a la misma Ley del Timbre, así como al Código Fiscal y al mismo principio de reserva
de Ley en materia de Impuestos, ya que convierte un impuesto al acto jurídico del contrato, en
un impuesto al pago de los servicios, esta cláusula del cartel es ilegal, además de contraria al
principio constitucional de reserva de Ley en materia de impuestos, y por lo tanto la objetan. La
Administración indica que en relación con lo señalado por el objetante, no encuentra una
ilegalidad en lo solicitado en el pliego cartelario con respecto al pago de especies fiscales y más
bien rechaza de plano lo señalado por el objetante y mantiene invariable el cobro de las
especies fiscales, según lo señalado en el cartel. Criterio de la División: Observa esta
Contraloría General de la República que para el punto en cuestión la recurrente considera que
la cláusula es ilegal ya que estima que contraviene el Código Fiscal, no obstante no logra
realizar un ejercicio de fundamentación adecuado, en el cual, demuestre de qué forma lo
requerido por el cartel, es contrario a la normativa vigente en la materia, quedándose su
argumento en una mera aseveración sin respaldo probatorio alguno que demuestre el mismo.
Aunado a lo anterior se tiene que el ejercicio definido por la Administración para el cobro de
especies fiscales no es considerado como incorrecto por parte de este órgano contralor en
tanto, al tratarse de una contratación de servicios según demanda se tiene que cada orden de
compra se constituye en un hecho generador y por ende, sobre el mismo debe cancelarse el
tributo respectivo. Al respecto, la Dirección General de Tributación del Ministerio de Hacienda
en el oficio DGT-190-2011 del 06 de abril del 2011 dispuso: “(...) 1. En los contratos amparados en
los mecanismos previstos en los artículos 115 y 154 inciso b) del Reglamento de la (sic) Contratación
Administrativa, el hecho generador de la obligación tributaria para efectos del impuesto del timbre, lo
constituyen también las órdenes de compra o pedido, en donde se establecen las cantidades y montos
concretos. / El pago del impuesto del timbre en formalizaciones, en simple documento, referidas a
contrataciones o convenios de cuantía inestimable, debe hacerse aplicando el sentido literal del artículo
244, en relación con el artículo 273 del Código Fiscal, es decir, cincuenta colones (¢50,00) en timbre
fiscal. / 3. En virtud del principio de reserva de ley, no se podrían establecer fórmulas de cálculo
diferenciadas para casos como el que nos ocupa. / (…). Así, proporcionalmente a cada uno de los
pedidos se le requerirá al contratista el pago de las especies fiscales equivalentes a dicho pedido para el
caso de la modalidad de convenios marco y según demanda (…). Así las cosas, observa esta
Contraloría General de la República que lo pedido por la Administración licitante en el cartel se
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ajusta inclusive al criterio del ente especialista en la materia y por ende no se observa que la
recurrente haya logrado demostrar que lo pedido en el pliego de condiciones resulta ilegítimo.
Por lo tanto y de acuerdo a lo anteriormente dicho, se declara sin lugar este punto del recurso
incoado. 4) Sobre la cláusula 11. La objetante indica que la cláusula 11 de los aspectos
administrativos y legales, establece un plazo de vigencia de un año, que a su criterio resulta
excesivamente corto para que un contratista establezca un sistema moderno y eficiente de
distribución de medicamentos, y que utilice los sistemas de información y control de la CCSS.
Indica que por su experiencia en el establecimiento de un sistema integral de distribución de
medicamentos, para las Áreas de Salud de Montes de Oca, Curridabat y San Juan, San Diego,
y Concepción de la Unión, sistema que utiliza los sistemas de información de la CCSS, donde
actualmente se despachan por año cerca de dos millones de cupones de recetas, puede
acreditar que un servicio de esta naturaleza, requerirá un conjunto de equipos de cómputo,
enlaces a Internet, servidores de sistemas, Sistemas de Seguridad (FIREWALL) y otros
equipos, que ningún contratista va a encontrar rentable utilizar para un año de contrato, y si bien
el cartel prevé que después del primer año el contrato pueda ser renovado por otro año, esta
incertidumbre para el contratista, hace que los contratistas con experiencia y capacidad no se
interesen en cartel, y sugiere que al igual que en el contrato para las Áreas de Salud de Montes
de Oca, y Curridabat, el contrato sea por un plazo mínimo de cuatro años, plazo que sí resulta
razonable y económicamente redituable a los contratistas, para que puedan hacer una oferta
más adecuada al interés público. Por lo tanto, estima que en cuanto al plazo resulta
inadecuado, por los principios de eficiencia y eficacia, impugna este extremo del cartel. La
Administración indica que el pliego de condiciones en la cláusula 11 indica que el contrato
tendrá una vigencia de un año, pudiendo prorrogarse por tres períodos de un año cada uno, si
con 60 días naturales antes de su vencimiento la CCSS no comunica su determinación de dar
por concluido el contrato, lo cual estima tiene sustento en el artículo 170 del Reglamento a la
Ley de Contratación Administrativa. Estima que la Administración considera relevante el análisis
de los servicios recibidos por parte del contratista de manera que si esos servicios se brindan a
satisfacción y en concordancia los requerimiento solicitado, este contrato se podrá prorrogar por
un año más hasta cuatro. Y por ende considera esta Administración que el plazo señalado se
encuentra acorde con la legislación que rige en la materia y no riñe con los principios de
eficiencia y eficacia. Criterio de la División: Como se indicó anteriormente, la objetante debe
fundamentar de manera adecuada su recurso, y por ende, debe demostrar de manera
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fehaciente, que lo solicitado por la Administración en el pliego de condiciones le limita de
manera injustificada su participación en el concurso. Así las cosas, se observa que el recurso
de la objetante se encuentra carente de una adecuada fundamentación, en tanto solamente se
limita a solicitar que el contrato debe extenderse por un mínimo de cuatro años, sin que
demuestre por qué el hecho de que el contrato original se haya definido por un año, con
posibilidad de prorrogas implique necesariamente que se haga imposible realizar de una
manera adecuada el objeto contractual. Así pues, hubiera esperado esta Contraloría General de
la República que la objetante demostrara por qué el plazo de un año resulta insuficiente para
cumplir con el objeto, demostrando por ejemplo que solamente para la instalación de los
equipos, software y mobiliario necesario se requería de un plazo de seis meses, lo que
convertiría el plazo en insuficiente. En todo caso, el objeto contractual definido en el pliego de
condiciones, se orienta hacia la prestación de servicios, por lo cual se estaría ajustando a lo
indicado en el artículo 171 del RLCA, en cuanto a los contratos de esta naturaleza. Así las
cosas, y dado que la apelante no ha logrado demostrar en forma alguna la irracionalidad del
plazo definido por la Administración, se rechaza de plano su recurso por falta de
fundamentación. 5) Sobre la cláusula 13 c) del cartel. La objetante indica que el cartel en la
clausula 13 c) de la denominada clausulas específicas, contiene una disposición que es
contraria al artículo 1022, inciso 2 e) y 2 f), así como al régimen de responsabilidades contenido
en los artículos 199 al 213 de la Ley General de La Administración Pública. Señala que en el
punto 13 de los aspectos Administrativos y Legales del cartel, el punto c) enuncia: "El
adjudicatario, tendrá por enterado y aceptado este Cartel en todos sus alcances, se convertirá
una vez adjudicado, como parte integral del Contrato Oficial que suscriba. De tal manera que
cualquier anomalía que se presente puede ser denunciada y si de tal hecho se obtuviera
rompimiento del contrato, la Dirección Regional de Servicios de Salud Central Norte y las
personas que la representan no cubrirán ningún costo en que el oferente haya incurrido."
Estima que este precepto del cartel es contrario a los principios generales de la Administración
Pública, a los principios de la responsabilidad de la administración y a los principios de la
responsabilidad de los funcionarios públicos, y equivale a una forma impuesta de exclusión de
responsabilidad, que el oferente debe aceptar, eso es contrario a los principios de la
contratación civil y además es contrario a la normativa que sobre la responsabilidad del
funcionario público están contenidos en la Ley General de la administración Pública artículos del
199 al 213 de la Ley General de la Administración Pública. Considera que dicho precepto del
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cartel es contrario al artículo 199.1 de la Ley General de la Administración Pública. Indica que
por resultar contraria a los principios de Responsabilidad del Funcionario, y a normativa expresa
de la LGAP, objetan esta cláusula del cartel. La Administración indica que este punto del
cartel encuentra sustento en el artículo 61 del Reglamento a la Ley de Contratación
Administrativa, que se refiere al concepto de oferta y que en ese sentido en ningún momento
pretende la Administración eximir la responsabilidad del funcionario público en el procedimiento
de contratación, siendo que esta responsabilidad se encuentra inmersas en las regulaciones del
ordenamiento jurídico y normativa interna institucional y se hará efectiva cuando existan los
elementos suficientes para proceder con el régimen sancionatorio correspondiente. Así las
cosas, indica que considera que esta cláusula no es contraria a los principios generales de la
Administración Pública. Criterio de la División: Observa esta Contraloría General de la
República que la objetante se ha limitado a señalar que a través de la presente cláusula
cartelaria la Administración estaría evadiendo responsabilidades. No obstante lo dicho por la
adjudicataria, su argumento no pasa de ser una mera enunciación, en tanto no demuestra de
manera fehaciente de qué forma la Administración esté tratando de evitar alguna
responsabilidad que le sea necesaria asumir, a través de la cláusula en cuestión. Es decir, la
recurrente se limita a indicar que la Administración está tratando de excluir su responsabilidad,
sin indicar en primer lugar a qué tipo de responsabilidad se refiere y en segundo lugar, por qué
es que se está excluyendo la Administración del efectivo cumplimiento de la misma; con lo cual
se evidencia falta de fundamentación en su recurso, de acuerdo a los términos del artículo 178
del RLCA, por lo cual se rechaza de plano este punto de su recurso. Ahora bien, y sin perjuicio
de lo anterior considera esta Contraloría General de la República que dicha cláusula refiere a un
precepto general de responsabilidad, derivado por incumplimientos del contratista, los cuales
poseen su propia regulación en la Ley de Contratación Administrativa y su Reglamento. En todo
caso, y sin perjuicio de lo que será dicho más adelante en torno al régimen de multas y cláusula
penal, la Administración deberá precisar de manera adecuada cuál o cuáles son el tipo de
supuestos que ameritarían la suspensión e incumplimiento del contrato, es decir, deberá
explicarse cuáles son las circunstancias que ameritan el rompimiento del contrato, en tanto la
indicación de "cualquier anomalía que se presente" que hace el cartel resulta un concepto muy
amplio y ambiguo. Asimismo, deberá detallarse en el pliego de condiciones a partir de qué
momento es que se procedería a una suspensión del contrato, y por ende del pago a realizar
una vez detectado un eventual incumplimiento por parte del contratista, en tanto la redacción
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actual del cartel resulta muy imprecisa al respecto. Lo anterior en tanto indicar que "no cubrirá
ningún costo en que el oferente haya incurrido" resulta ambiguo e impreciso, en tanto, no
tendría certeza la adjudicataria a partir de qué momento se dejarían de reconocer esos costos
en que ha incurrido, inclusive por servicios ya prestados y recibidos por la Administración. 6)
Sobre la cláusula 16 c) del cartel. La objetante indica que la clausula 16.c) sobre aspectos
administrativos y legales, es contraria a los principios del debido proceso y justicia, y que dicha
cláusula indica que "La CCSS, a través de la Administración local en coordinación con la
Dirección Regional de Servicios de Salud Central Norte, se reserva el derecho de solicitar la
sustitución del personal contratado por la empresa y que considere que no es el más adecuado
para las funciones requeridas." Estima que esta cláusula contractual, así tan amplia puede caer
en la arbitrariedad, y que de hecho impone al contratista una carga, por la simple voluntad de la
administración sin establecer al mínimo el procedimiento o las causales por las que se puede
solicitar la sustitución del personal, lo cual resulta arbitrario y hasta contraria a la nueva
normativa en materia laboral, este punto deberá enmendarse, estableciendo el procedimiento y
las causales por las que se puede solicitar la sustitución de un funcionario. Considera que por
resultar dicha cláusula contraria a principios elementales del debido proceso y justicia, así como
contrario a los principios de eficiencia y eficacia, la objeta. La Administración indica que la
cláusula en cuestión, no trasgrede los principios de eficiencia y eficacia, como lo indica el
recurrente, siendo que lo que busca es asegurar la idoneidad comprobada del personal
contratado por la empresa, de tal forma que la definición de los fines y medios para el
cumplimiento de la contratación de servicios por terceros, es una potestad constitucional
fundamentada en el interés público y la conveniencia y necesidad requeridos en la selección del
recurso humano más adecuado, para satisfacer las necesidades de la población a la cual se les
brindará los servicios de despacho de recetas. Considera que, ningún mecanismo para la
provisión de servicios de salud que adopte la CCSS, debe poner en riesgo el cumplimiento de
su función social, de manera que toda decisión debe estar debidamente razonada y garantizar
la continuidad, seguridad y calidad en la prestación directa o por medio de terceros de estos
servicios, lo anterior, en apego al Artículo N° 13 de la Ley de Contratación Administrativa
(N17494), sobre "Fiscalización". Así las cosas, indica que en razón de lo esgrimido supra, y
considerando que la administración activa debe fiscalizar en todo momento las contrataciones
que se deriven de un compromiso de voluntad entre las partes celebrantes, rechaza en todos
sus extremos lo alegado por el recurrente. Criterio de la División: Si bien entiende esta
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Contraloría General de la República las facultades de fiscalización con las que cuenta la
Administración licitante dentro de la fase de ejecución contractual, lo cierto es que esta
fiscalización no puede ser subjetiva ni arbitraria y más bien, al igual que toda la actividad de la
Administración debe regirse por el principio de legalidad. Al respecto, observa este órgano
contralor que la cláusula cartelaria en discusión resulta muy amplia e imprecisa en cuanto a las
facultades de la Administración de solicitar la sustitución del personal contratado por la
empresa, dejando a la subjetividad del supervisor por parte de la Administración, la decisión de
remover un funcionario de la adjudicataria, lo cual no puede ser de recibo. Si bien como se
indicó, la Administración puede fiscalizar el efectivo cumplimiento del objeto contractual y por
ende solicitar que personal de la adjudicataria pueda ser removido por incumplir con las labores
encomendadas, lo cierto es que esta decisión debe responder a criterios objetivos y en
especial, a través de un acto debidamente motivado, que atendiendo a las situaciones
previamente definidas en el cartel, justifique la solicitud de remover a un miembro del personal
de la adjudicataria. Si bien resultaría altamente dificultoso y riesgoso pretender definir a priori en
un cartel, el cúmulo de situaciones que podrían presentarse como supuestos para solicitar la
remoción de un empleado de la contratista, sí es posible definir en el cartel que este cambio
responda a un acto motivado o fundamentado, y claro está dentro de principios de razonabilidad
y lógica. Así las cosas, se declara parcialmente con lugar este punto del recurso, debiendo la
Administración establecer que la remoción debe responder a un acto debidamente motivado en
atención a la mejor prestación del servicio. 7) Sobre la cláusula 16 d). La objetante considera
que la clausula 16.d) sobre aspectos administrativos y legales, es contraria a los principios de
eficiencia y eficacia del contrato administrativo. Indica que conforme se detalla en el punto 12 de
los aspectos Administrativos y Legales, referente al precio, la cotización del oferente deberá ser
expresada en costo por cupón y en costo total anual, en concordancia con la cantidad estimada
de cupones despachados. Indica que en este tipo de contrato, se fija la prioridad en el precio o
costo que el oferente le cobrará a la CCSS por cada cupón de medicamentos que le suministre
o despache y que corresponde al contratista organizar, el conjunto de recursos humanos,
materiales, y administrativos para brindar en forma eficiente y a un costo menor, el servicio
contratado. Manifiesta que la cláusula 16.d, indica que la CCSS, se "reserva el derecho" de
consultar los programas de trabajo, bitácoras de supervisión, bitácoras de coordinación,
programas-roles de alimentación y control de asistencia de los empleados asignados por parte
de la empresa. Considera que este grado de "supervisión", más que supervisión constituye una
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intromisión en la empresa, la cual está en su derecho de organizarse conforme la parezca,
siempre que cumpla con la normativa, legal y reglamentaria, y cumpla con los términos del
contrato que se le paga por cupón despachado. La Administración indica que la cláusula "d",
del punto N° 16 del cartel, no persigue ninguna injerencia como patrono, pues como lo indica la
Política institucional, en el Reglamento para la contratación de servicios por medio de
proveedores externos, no podrán contratarse servicios de apoyo, que en la práctica puedan
generar una relación laboral, debiéndose respetar en todo momento las reglas y principios
propios de la Contratación Administrativa. Señala que el tiempo que los funcionarios de la
empresa utilicen para el consumo de alimentos será potestativo de la empresa contratante, lo
que se persigue con esto es que no se desvirtué la continuidad de los servicios de salud a los
usuarios como fin principal del negocio. Manifiesta que lo que persigue la Administración en
función de la Ley General de Control Interno y otras, es tener una adecuada fiscalización y
evaluación del cumplimiento contractual en la prestación de los servicios a la población, como
garante del erario público puesto a su disposición, de conformidad con el artículo 73
Constitucional y Ley Constitutiva de la Caja Costarricense del Seguro Social. Dicha cláusula "d",
tiene fundamento en el Artículo 5 del Reglamento para la prestación de servicios por medio de
proveedores externos. Señala que en lo referente a los programas de trabajo, bitácoras de
supervisión y coordinación, la fiscalización es en razón de la verificación del cumplimiento de las
acciones en pro de cumplir con lo pactado en el contrato (voluntad de partes) y las directrices
institucionales que todos los proveedores externos deben adoptar y cumplir. Lo anterior, indica
tiene fundamento en el Artículo 17 del Reglamento para la prestación de servicios por medio de
proveedores externos. Así las cosas, indica que se rechaza en todos sus extremos este alegato,
por cuanto el contratista deberá ajustarse a los lineamientos legales establecidos y enfocarse al
interés público que se concreta en el negocio de marras. Criterio de la División: Del análisis
de la cláusula cartelaria, se desprende que la Administración lo que pretende es realizar una
efectiva fiscalización sobre el cumplimiento de los términos del objeto contractual y por el
contrario, no se observa que se trate de interferir en forma alguna con el desempeño de la
contratista, siendo que la información que requeriría se refiere a documentos que deben ser
conocidos por la CCSS para efectuar controles sobre el personal del contratista, máxime que se
está en presencia de un servicio de salud, el cual, debido a su importancia debe ser cumplido
de una manera adecuada por el contratista. De igual forma, no se observa que la información
que vaya a ser requerida por la Administración para fiscalizar la supervisión del cumplimiento
13
del objeto contractual, se trate de información delicada en su manejo, como podrían ser
secretos empresariales o información financiera sensible, por ejemplo. Así las cosas, más que
una injerencia en su ejercicio como empresa, se observa que la Administración lo que pretende
es fiscalizar el objeto contractual, sin que la recurrente haya logrado demostrar de qué forma lo
requerido por la CCSS, sea desproporcionado o irracional, en los términos del artículo 16 de la
Ley General de la Administración Pública o limite su participación de manera injustificada o
pudiera entorpecer una adecuada ejecución contractual. Así las cosas, se rechaza de plano
este punto del recurso. 8) Sobre la cláusula 20 del cartel. La objetante indica que la cláusula
20 sobre aspectos técnicos del servicio integral de despacho de recetas del cartel, en lo
referente al servicio de farmacia en el primer nivel de atención a los EBAIS de la zona, es
contraria al transitorio único de la ley 9162 del expediente digital único en salud. Señala que la
ley 9162 del Expediente Único Digital de Salud, publicada en la Gaceta 23 de setiembre del
2013, en su transitorio único establece: "la Caja Costarricense del Seguro Social tendrá cinco
años a partir de la vigencia de la presente Ley, para asegurar el cumplimiento en todo el
territorio nacional de los objetivos dispuestos por esta Ley. Se entenderá que hasta los primeros
tres años de ese quinquenio serán para la implementación en el primer nivel de atención y que
al final de los cinco años deberá estar implementado el expediente digital único de salud en el
nivel hospitalario. Rige a partir de su publicación." Indica que si se observan los puntos 20.12;
20.13 y 20.14, y siguientes sobre Adquisición de Medicamentos y el Despacho de los mismos,
se observa que todo el proceso de distribución, pedimentos, adquisiciones, ajustes y despacho
de los medicamentos para los asegurados, se hará de forma manual, o a lo sumo con registros
electrónicos a escogencia del contratista, no con los sistemas del EDUS, SIFA, Y SACAS, que
permitirían un mejor y más eficiente manejo y control de los medicamentos e inventarios, así
como control de la medicación a los pacientes. Indica que como contratistas de la CCSS, en las
Áreas de Salud de Montes de Oca, Curridabat y San Juan, San Diego y Concepción de la
Unión, utiliza los sistemas EDUS,(Expediente Digital Único en Salud) el SIFA, (Sistema Integral
de Farmacia) y SACAS, (Sistema Administrativo de Control de Activos y Suministros) todos
sistemas o programas de Cómputo de la CCSS, que integralmente sirven para que la gestión
del sistema de farmacia, así como sus subsistemas, sea el suministro, control, inventario y
despacho de recetas, sea eficiente y adecuado, y la implementación de estos sistemas, no se
está solicitando en el Cartel, lo que implica un incumplimiento a la Ley 9162 y un inconveniente
a los usuarios y a la sana administración de la economía y sistema de registros de la CCSS.
14
Finalmente indica que por ser en este extremo el cartel contrario a los principios de eficiencia,
eficacia y legalidad, lo objeta. La Administración indica que a partir del análisis de los
elementos aportados por el recurrente, así como de la situación y funcionamiento
actual del Área de Salud de Alajuela Oeste; la institución ha gestionado y cumple con lo
establecido en la ley 9162 del Expediente Único en Salud, siendo que a la fecha en esta unidad
se ha logrado implementar el 100% de los módulos de SIAC, SIES Y SIF.
Indica que en este mismo sentido cabe señalar, que durante los años que esta área de salud ha
mantenido un contrato para los servicios de farmacia, con el funcionamiento de un programa
diferente al SIFA, aportado por el proveedor no ha representado un problema, ni pérdidas
económicas para la institución en el tema del control de las existencias de medicamentos,
digitado de las recetas, acceso a un perfil farmacoterapéutico, y compatible con las
requerimientos técnicos contables que la institución en esta materia demanda. Señala que lo
anterior, según criterio técnico por parte de la Supervisora Regional de Farmacia. Por lo
anterior, dicha Administración, rechaza en todos sus extremos lo objetado por el recurrente y
mantiene incólume lo solicitado en el cartel, aunado al hecho que el recurrente no aporta ningún
elemento probatorio, que fundamente el uso inadecuado de los bienes e insumos de la
institución con un programa alterno al SIFA. Criterio de la División: De lo dicho por la
recurrente, no se observa que se esté en presencia realmente de materia de recurso de
objeción propiamente dicho, en tanto la recurrente lo que realiza es una especie de sugerencia
respecto a los software que debe realizar la Administración para la ejecución del contrato, lo
cual más que un recurso de objeción, se orienta hacia una sugerencia respecto a cuales
programas debería utilizar la CCSS y además, una queja respecto a la no utilización de esos
programas en cuestión, sin que llegue a demostrar realmente, por qué la decisión de la
Administración de no utilizar dichos programas o software limita de manera injustificada su
participación en el concurso y/o resulta desproporcionado o irracional, o bien podría conducir a
una incorrecta satisfacción del interés público. Debe tener presente la recurrente, que la
Administración, como mejor conocedora de sus necesidades, cuenta con las facultades
necesarias para definir los requisitos cartelarios que estimen van a llevar a cumplir de la mejor
manera el fin público perseguido con el concurso, y por ende, si la Administración ha decidido
no utilizar el software indicado por la recurrente, esta última tenía el deber de demostrar de qué
forma esto afecta la participación general de oferentes, resulta desproporcionado y/o irracional
en los términos del artículo 16 de la LGAP o violenta principios de la contratación administrativa
15
o del derecho en general, ejercicio que para el caso concreto no ha sido realizado en tanto la
recurrente se limita a solicitar que se utilicen los programas en cuestión. Así las cosas y debido
su falta de fundamentación se rechaza de plano este punto del recurso. Ahora bien, y sin
perjuicio del rechazo antes indicado, observa esta Contraloría General que el apartado 20.11
del pliego de condiciones señala que la contratista debe comprometerse a utilizar un software
que se ajustará a todos los requerimientos e información que requiera la institución. Al respecto
de este apartado del cartel, considera este órgano contralor que en primer lugar, debe
delimitarse de manera clara y precisa en el pliego de condiciones, cuáles van a ser los
elementos que componen el elemento contractual y que se esperan que sean aportados por el
eventual contratista. Así por ejemplo, si lo que pretende la Administración es que también se
aporte un software, un local para prestar el servicio de farmacia, la limpieza del local, etc., todo
esto deberá quedar expresamente indicado en el pliego de condiciones, ya que de lo contrario
los oferentes no tendrían certeza respecto a cuáles son los elementos que componen el objeto
contractual y que por ende deben ser agregados a los costos de su oferta, corriéndose el riesgo
de ofertar elementos insuficientes según lo realmente necesitado por la Administración o bien
se interprete de manera diferente por los oferentes, el alcance del objeto contractual, siendo
además, el riesgo de presentarse una oferta que económicamente no cubra todos los servicios
o elementos del objeto contractual que requiera la Administración. Así pues, si la Administración
requiere, por ejemplo, además de los servicios de despacho de recetas propiamente dicho, que
se aporte un software para la correcta prestación del servicio de farmacia, deberá indicarlo así
expresamente (al igual que cualquier otro elemento que requiera), en tanto de la redacción del
cartel no se desprende claramente este requerimiento, y cuáles serían los requerimientos
mínimos que cada uno de estos componentes debería comprender. En segundo lugar, y
específicamente para el punto del software se observa que la Administración hace la indicación
que el software que se aporte debe “cumplir con todos los requerimientos e información de tipo
técnico, contable, administrativo y estadístico que requiere la Caja”, no obstante no define en
forma alguna cuáles son esos requisitos y por ende, deberá indicar también, cuáles son esas
exigencias al menos mínimas que el software ofertado debe cumplir, ya que de lo contrario, los
potenciales oferentes no podrían tener certeza de cuáles son los requerimientos que su
software debe cumplir. Aspecto este que como se indicó deberá hacerse extensivo al resto de
componentes del objeto contractual, y por ende, deberán realizarse estas precisiones en el
cartel y darles la publicidad respectiva. 9) Sobre el punto 20.8 de los aspectos técnicos. La
16
objetante indica que el cartel en el punto 20.8 de los aspectos técnicos, contiene un desglose
insuficiente del recurso humano necesario y además no detalla en forma clara los
requerimientos o perfil del funcionario que requiere. Señala que entre los detalles del recurso
humano que les parecen insuficientes, están los funcionarios de seguridad, en el cartel no se
mencionan en ningún acápite, si bien se indica que es responsabilidad del contratista la
protección y cuido de los medicamentos, no se indica qué cantidad de personal se requerirá
para el cuido y protección de la sede principal de la farmacia, tanto de día como de noche,
puede ser que la CCSS estime que este aspecto estará a criterio del contratista, pero aún en
este caso así deberá indicarlo, porque es requisito indispensable para la estimación del coste
de la oferta, por lo tanto al ser el cartel omiso en este punto, por el principio de eficacia y
eficiencia objeta tal falencia. La Administración indica que la objetante debió realizar un
análisis integral de las cláusulas del cartel y específicamente de los puntos 14 y 16 del cartel, y
que los anteriores no son eximentes de responsabilidad del contratista que pretende ofertar
como parte de su libre participación, bajo el principio de voluntad de partes como es lo que
pretende el cartel, por lo que rechaza los argumentos. Criterio de la División: Observa esta
Contraloría General de la República, que la recurrente para este punto en específico más que
un tema de objeción propiamente se refiere a la omisión del desglose de recurso humano en
temas de seguridad, lo cual, más que un tema de objeción constituye una solicitud de aclaración
y por ende, debe entenderse que esta por su naturaleza debe ser rechazada de plano
debiendo ser atendida por la Administración, ya que este tipo de de gestiones, no son
susceptibles de ser atendidas por medio del recurso de objeción, sino más bien a través de una
solicitud de aclaración ante la propia Administración, según regulan los artículos 60 y 180 del
RLCA. Sin perjuicio del anterior rechazo, resulta necesario indicar, tal y como se señaló en el
anterior punto de esta resolución, que la Administración debe definir claramente cuáles son los
servicios que espera recibir del contratista a través de la presente contratación, así por ejemplo,
si desea que el contratista adquiera servicios de seguridad por su cuenta para la custodia de los
medicamentos y equipos de la CCSS deberá así indicarlo expresamente, ya que, la inclusión de
este tipo de servicios lógicamente implican un impacto en el precio contractual y por ende, para
que los oferentes puedan presentar una oferta realmente acorde con las necesidades de la
Administración, deberá esta proveerles de la información necesaria para ofertar de manera
adecuada. Ello no implica que la Administración debe proveerle un detalle con la cantidad de
oficiales, pues ello dependerá de la propuesta que realice el contratista, pero sí la
17
Administración debe establecer en cartel como ya fue indicado, el alcance o componentes que
debe tener ese objeto contractual. 10) Sobre el punto 20.8.6 del cartel. La objetante indica
que el cartel en el punto 20.8.6 de los aspectos técnicos sobre la sustitución de incapacidades y
ausencias contiene un plazo irracional y contrario a las reglas de la lógica. Indica que la
cláusula señala: "8.6 En el caso de incapacidades o ausencias por cualquier motivo, el
Contratista deberá sustituir al personal en un período no mayor a 2 horas, a fin de no afectar la
atención directa de los usuarios de farmacia." Estima que resulta contrario a las reglas
elementales de la lógica, y la conveniencia, que el contratista deba sustituir al personal que se
ausente por cualquier motivo, en un período de 2 horas y que esta condición no la cumple ni de
lejos la misma CCSS. Manifiesta que podría hacerse la suposición de que por un momento que
se incapacite un profesional en farmacia, esta cláusula requiere que el contratista, lo reponga
en un plazo de 2 horas, lo que estima resulta desproporcionado e irracional, pensar que un
profesional pueda ser repuesto, en tan corto plazo, la única forma sería tener un profesional
supernumerario que estando al servicio del programa, pueda sustituir a cualquiera, cualquier día
y en cualquier momento, y este profesional adicional no lo está requiriendo el contrato, por ello
es que objetan esta cláusula, por ser contrario a principios elementales de la técnica y de la
conveniencia y de la lógica. Indica que por su experiencia en el Servicio Integral de Farmacia,
deberá enmendarse esa cláusula para que se otorgue un plazo de uno a tres días para que se
pueda sustituir a un profesional, o a los funcionarios que atienden directo al público, así está en
nuestro contrato y no ha presentado inconvenientes con el servicio. La Administración indica
que lleva razón el objetante en cuanto al plazo en la sustitución por incapacidad, por lo que se
acoge la solicitud del objetante y se modificará el punto señalado ampliando el plazo a un día
hábil. Criterio de la División: Asume esta Contraloría General de la República que la
Administración ha valorado cuidadosamente lo requerido por la recurrente y por ende, como
mejor conocedora de sus propias necesidades ha llegado a la conclusión de que lo mejor para
la satisfacción de los fines institucionales es aceptar la propuesta de la recurrente. Así las
cosas, se declara con lugar este punto del recurso, dado el allanamiento de la Administración,
y por ende las razones que la llevaron a tomar esta decisión corren bajo exclusiva
responsabilidad, debiendo por lo tanto modificar el cartel en los términos indicados y darles la
publicidad respectiva. 11) Sobre el punto 17 del cartel. La objetante indica que el cartel en el
punto 17 sobre aspectos técnicos, establece multas, clausulas penales y sanciones, alejadas de
los principios de tipicidad y debido proceso, violatorias de los derechos del adjudicado. A
18
manera de ejemplo solamente, en el punto 17.a) se dice: "...será sancionado cada
incumplimiento con un 3% de multa sobre el total facturado correspondiente al mes en que se
incurra en alguna de las siguientes faltas: Anomalías en el procedimiento de entrega de
medicamentos, Anomalías en el control y bodegaje del inventario de medicamentos Aumento
injustificado en los tiempos de espera la ejecución de la Garantía de Cumplimiento..." Indica que
puede observarse que la sanción de multas, se aplicaría sobre una serie de conceptos jurídicos
indeterminados, algunos se indican como "anomalías", lo que es contrario a los principios de
defensa, y debido proceso, como lo ha establecido la Sala constitucional. Considera que
también resulta contrario a los derechos que conforman el debido proceso y el derecho de
defensa, la aplicación de una sanción de multa, accesoria a la aplicación de una ejecución a la
garantía de cumplimiento, esto sería posiblemente contrario al derecho Constitucional a la no
confiscación o a la aplicación de dos penas a una misma conducta. Indica que por estas
razones objeta el cartel en este extremo, por contrario a los principios de defensa, debido
proceso y tipicidad. Indica que estas mismas objeciones las plantearon en contra de las otras
sanciones del cartel denominadas cláusulas penales e incumplimiento contractual. Considera
también que en cuanto al párrafo tercero del aparte incumplimiento contractual, que tales
cláusulas penales, multas y sanciones, al basarse en conceptos jurídicos indeterminados, o en
la simple consideración arbitraria del funcionario, resultan según su criterio, contrarias a los
principios de tipicidad, de defensa y del debido proceso, desarrollados por la Ley y por la
interpretación jurisprudencial de la Sala Constitucional, en síntesis resultando contrarios al
Bloque de Legalidad, y al artículo 16.1 de la Ley General de la Administración Pública. Indica
que por resultar contrarias a los principios señalados del debido proceso, tipicidad, y de
defensa, objetan las cláusulas señaladas del punto 17 de los aspectos administrativos y legales
del Cartel. La Administración indica que tanto las cláusulas penales como las multas
consideradas en el pliego de condiciones, no resultan contrarias a los derechos que conforman
el debido proceso y el derecho de defensa como lo señala el recurrente, toda vez, que previo a
la aplicación de una sanción de carácter pecuniario, se debe hacer valer el derecho del
contratista al debido proceso en concordancia con la Ley General de la Administración Pública y
Normativa Institucional vigente en la materia, como se puede observar en texto señalado. Indica
que todo lo anterior, de conformidad con lo normado en el Reglamento a la Ley de Contratación
Administrativa y el numeral 308 de la Ley General de la Administración Pública y que por ende
rechaza lo alegado por el recurrente. Criterio de la División: De la revisión de la cláusula 17
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del cartel impugnado, observa esta Contraloría General de la República que este acápite del
cartel carece de una correcta definición respecto a las causales que ameritarían la aplicación de
una multa, cláusula penal o que pueden considerarse como incumplimientos. Se tiene que la
Administración, por ejemplo, sancionará con una multa de 3% del monto total facturado del
mes, a “anomalías en el procedimiento”, “anomalías en el control de bodegaje del inventario”,
incumplimiento de los programas de educación y capacitación a los usuarios”, etc. Esta
terminología usada por la Administración resulta lesiva para los intereses del eventual
contratista, en tanto resulta amplia, indeterminada y poco definida, y por ende, podría depender
básicamente de la subjetiva apreciación de la persona encargada por la Administración de la
supervisión, lo cual resulta a todas luces contrario al principio de legalidad, ya que, las multas y
cláusulas penales deben definirse a partir de supuestos específicos y objetivos, por cuanto se
trata de materia de responsabilidad y que implica un castigo económico para el contratista. Así
las cosas, la Administración deberá establecer en su cartel, supuestos claros y objetivos que de
producirse, generan la responsabilidad pecuniaria del contratista, no obstante estos supuestos
no pueden definirse bajo esquemas tan indeterminados como "anomalías" o "incumplimientos"
o “apertura tardía de ventanillas”, de forma genérica, sino se establece con claridad el supuesto
preciso que generaría la aplicación de la multa. Si bien entiende esta Contraloría General de la
República, que la Administración puede y debe definir sanciones y multas a los contratistas que
no cumplan de una manera adecuada con el objeto contractual (que inclusive pueden ser
adicionales a la ejecución de la garantía de cumplimiento), lo cierto es, que estas sanciones
deben encontrarse bien delimitadas en el pliego de condiciones para así evitar caer en
subjetividades, por cuanto es un derecho de los contratistas conocer cuando y por qué pueden
ser sancionados. De acuerdo a lo anterior, se declara con lugar este punto del recurso,
debiendo la Administración revisar la integridad de la cláusula 17 del cartel y definir para las
sanciones y multas que ahí se definen, los supuestos específicos para los cuales estas
sanciones y multas podrán ser aplicadas y además, en qué supuestos es que se considera que
existen incumplimientos por parte de la adjudicataria. 12) Sobre la cláusula 20. 9. La
objetante indica que las especificaciones técnicas contienen una omisión fundamental. Estima
que en el detalle del equipamiento industrial requieren aires acondicionados que tengan
capacidad para mantener una temperatura continua de 21 grados por 24 horas, también se
requiere que para los medicamentos y vacunas que se deberán mantener refrigerados los
equipos estén conectados a las "líneas eléctricas de emergencia", pero que sin embargo el
20
cartel en ningún lugar detalla siquiera que se deban adquirir o rentar plantas de emergencia,
para el soporte de dichos equipos, así que la no inclusión de la solicitud de plantas de
emergencia, constituye una omisión fundamental que puede inducir a error al contratista
participante, que por lo menos en este punto debe aclararse. Indica que por su experiencia
como prestador de este servicio, puede acreditar que en sus Áreas de Salud, la interrupción del
fluido eléctrico sucede a menudo y por razones diversas, por lo que para lograr cumplir el
principio de eficiencia y eficacia en el servicio de despacho de Farmacia, se deberá aclarar o
incluir la solicitud de plantas de emergencia, para los aires acondicionados y para las
refrigeradoras. La Administración indica que es importante contemplar en este análisis otros
elementos técnicos que en esta materia los profesionales expertos en medicamentos de la
CCSS, han planteado como opciones alternativas de solución o de abordaje, en caso de
presentarse una incidencia de esta clase, lo cual está descrito tanto en el "Manual Institucional
de Normas para el Almacenamiento, Conservación y Distribución de Medicamentos" como en el
'Manual Técnico para la planificación, programación, almacenamiento, conservación,
distribución y control de vacunas en los Servicios de Farmacia". Indica que la cláusula 14.12
indica que los equipos como aires acondicionados deberán estar conectados a líneas eléctricas
de emergencia o bien presentar un plan remedial que permita asegurar el servicio y la calidad
de los medicamentos. Por lo que rechaza lo expuesto por la recurrente. Criterio de la División:
Para el punto en cuestión observa esta Contraloría General que la recurrente se limita a realizar
una especie de sugerencia o aclaración respecto a la necesidad de incluir o no plantas de
emergencia, lo cual a todas luces no corresponde a materia del recurso de objeción, y por ende,
tal y como se indicó líneas más arriba, corresponde a temas que deben ser presentados y
analizados ante la propia Administración licitante y no a través de un recurso de objeción por lo
cual este punto del recurso debe ser rechazado de plano, al no identificarse una lesión precisa
del cartel. Sin perjuicio del rechazo antes dicho, resulta importante resaltar, tal y como se indicó
supra, que la Administración debe definir claramente los elementos que conforman el objeto
contractual, y además los servicios que espera recibir por parte de la adjudicataria. 13) Sobre la
cláusula 20.10. La objetante indica que la clausula 20.10 sobre equipamiento de computo,
contiene omisiones fundamentales que impedirán un funcionamiento eficiente y adecuado del
sistema. Estima que la cláusula 20.10 sobre especificaciones técnicas del cartel que se refiere a
equipo de cómputo, es omisa en cuanto a los equipos de cómputo necesarios para una
adecuada gestión del servicio integral de despacho de medicamentos. Indica que por su
21
experiencia como proveedor del servicio de despacho de medicamentos para las áreas de
Salud del Este de San José y San Juan, San Diego y Concepción de la Unión, puede acreditar
que los equipos requeridos por el cartel, no incluyen un conjunto de equipos necesarios y hasta
indispensables, para la instalación eficiente de los sistemas de EDUS, SIFA, y SACAS, ya que
no incluyen los sistemas de enlaces, switchs, Equipos y Servidores para los enlaces con la
CCSS, tampoco incluyen los sistemas de seguridad Informática, Antivirus y Firewall, que se
requieren para la operación en línea de esos sistemas. Expresa que la omisión de detallar estos
equipos en el cartel puede inducir a error al contratista, y por su experiencia con la CCSS, la
misma pide que se instalen dichos equipos para realizar los enlaces con los sistemas de la
CCSS, pero luego si se instalan, no se reconocen dentro del precio del servicio. Por esta razón,
indica que al no contemplarse estos equipos, se está actuando en contra de los principios de
eficacia y eficiencia de la Contratación Administrativa, por lo que en este extremo objetan el
cartel. La Administración indica que como ya fue indicado en el punto H) del recurso de
objeción, para esta contratación específicamente se ha considerado las características y de
funcionalidad del servicio de farmacia requeridas para el Área de Salud de Alajuela Oeste. Lo
anterior, con base en la experiencia que posee la administración activa local, con las
contrataciones a proveedores externos que han brindado este servicio. Razón por la cual estima
que se mantiene el criterio de solicitar en el cartel un software, que permita el control de
inventarios de medicamentos, digitación de recetas, compatible con los requerimientos técnicos
clínicos y técnicos contables establecidos por la institución. Por lo que se rechaza el recurso en
este punto. Criterio de la División: Tal y como se indicó en anteriores puntos de la presente
resolución, la recurrente tiene el deber de fundamentar de manera adecuada su recurso,
explicando de este modo de qué forma lo requerido por la Administración en el pliego de
condiciones resulta desproporcionado o irracional a la luz del artículo 16 de la LGAP, o bien
limita injustificadamente la participación en el concurso de mérito, u otros principios de la
contratación administrativa o el ordenamiento jurídico en general. Ahora bien, no basta
solamente con señalar la supuesta existencia de un vicio en el cartel, sino que debe
demostrarse el mismo y además la forma en que resulta lesivo para los intereses del recurrente.
Para el presente punto, la recurrente considera que en el apartado del cartel en donde se indica
qué equipo informático se requiere no hace mención a equipos que son necesarios para la
instalación de varios sistemas con los que trabaja la CCSS, pero sin que demuestre de qué
forma la omisión de estos requisitos limita su participación en el concurso, o bien puede
22
producir una incorrecta ejecución contractual y con ello, una insatisfacción en la obtención del
interés público. Aunado a lo anterior se tiene que la Administración, como ha indicado en puntos
anteriores, ha decidido dentro del ámbito de sus facultades discrecionales no usar los
programas que son mencionados por la recurrente, lo cual no ha sido demostrado por la
recurrente que sea contrario a derecho. Así las cosas y de acuerdo a todo lo anteriormente
dicho se rechaza de plano este punto del recurso. 14) Sobre la cláusula 20.13. La objetante
indica que la clausula 20.13 sobre despacho de recetas y stocks contiene varios aspectos
contrarios a la misma normativa interna de la CCSS. Primero indica que la cláusula 13.1,
establece que el contratista se compromete a entregarles los medicamentos a los usuarios de la
farmacia central en un tiempo máximo de 30 minutos a partir del recibo de la receta. Estima que
este plazo de 30 minutos resulta contrario a las mismas especificaciones técnicas de la CCSS,
que se utiliza para sus propios servicios, y para otros contratistas, donde se tiene establecido
que el plazo máximo para el despacho de medicamentos es de una hora en la misma sede y de
dos horas cuando se deba de hacer la entrega de los medicamentos en otra sede. Indica que
por su experiencia en la prestación de un servicio similar acreditan que un plazo de 30 minutos
para el despacho de medicamentos resulta demasiado corto, y contario a las reglas unívocas de
la técnica, la experiencia y la conveniencia, por lo que en este extremo objetan el cartel. En
segundo lugar manifiesta que la cláusula 13.5 indica que el proveedor debe garantizar que el
programa a utilizar en farmacia, "permita mantener actualizado un perfil fármaco terapéutico
para cada paciente que entregue las recetas en la misma farmacia del Área de Salud de
Alajuela Oeste, a partir de los datos ingresados al despachar las recetas de los mismos" pero
que resulta que tales programas ya existen, los tiene desarrollados la CCSS, resultan de la
interrelación de los programas EDUS, SIFA, y SACAS, especialmente los dos primeros,
Expediente Digital Único en Salud, y Sistema de Farmacia, de la interrelación de ambos se
tiene un control detallado de los medicamentos despachados por cada paciente, (perfil
terapéutico), información que se relaciona con el médico tratante, así como los costos del
tratamiento, e inclusive permite evaluar la eficiencia y la eficacia de dicho tratamiento. Señala
que en realidad en vez de que el cartel solicite que el contratista desarrolle tal aplicación lo
conveniente es que el contratista utilice desde el inicio los sistemas EDUS, y SIFA, desde el
inicio del despacho de medicamentos, tal cual se realiza en las Áreas de Salud administradas
por su representada, lo que garantizaría un control más eficiente, eficaz, y en línea de los
medicamentos, de los tratamientos, y de la calidad del servicio brindado por los mismos
23
médicos. Indica que en razón de lo anterior, con base en los criterios de eficacia y eficiencia,
deberá enmendarse la cláusula para que se disponga que el contratista utilice los sistemas de
la CCSS, EDUS, SIFA y SACAS desde el inicio del contrato. Como tercer punto indica que la
cláusula 13.6 contiene la obligación para el contratista de verificar la modalidad de
aseguramiento del paciente, de previo al despacho de las recetas, pero dentro del cartel, de los
equipos de cómputo solicitados, los enlaces a los sistemas de la CCSS, ni dentro del desglose
del personal, se contemplan los insumos (materiales y humanos) para realizar tal función, por
su experiencia de brindar un servicio igual al solicitado, y que ha visto que estos recursos
humanos y materiales se deben incluir en el cartel, porque luego resulta que el contratista
aporta equipos y personal para cumplir lo solicitado por la CCSS, pero luego la CCSS se niega
a pagar dentro del precio la inclusión de tales costos, por ello, con base en el principio de
eficacia y eficiencia, objeta tal omisión. Como cuarto punto indica que la cláusula 13.13,
contiene un procedimiento sumario para la sanción de cierto tipo de faltas y que el contenido de
dicha cláusula resulta contrario al procedimiento para la sanción de un contratista establecido
tanto en la Ley, el Reglamento de la Contratación Administrativa, así como al mismo
Reglamento para la aplicación de sanciones a los Contratistas de la CCSS, promulgado por la
Junta Directiva de la CCSS, en razón de lo anterior, objeta dicha cláusula. Como quinto
apartado señala que la cláusula 13.14, contiene un detalle de los registros que deberá llevar el
contratista, sin embargo ese detalle no coincide en forma exacta con el detalle de los mismos
sistemas de la CCSS, (EDUS y SIFA), por esto objeta dicha cláusula, porque siendo que lo
conveniente para la CCSS, es la armonización y utilización de los sistemas para que se pueda
ejercer un control centralizado del servicio de farmacia, el requerir registros diferentes a los que
la misma CCSS utiliza, es contrario a la Lógica, la técnica y la conveniencia, y que por ello
objeta dicha cláusula. La Administración indica que en relación a las cláusulas 13.5 y 13.14
son aspectos que fueron considerados en la respuesta al recurso de los ítems H y M donde se
concluye que la Administración mantiene el criterio de solicitar un software para los Servicios de
Despacho de Recetas para el Área de Salud de Alajuela Oeste. Sobre la cláusula 13.1 indica
que no puede ser de recibo por pedido por la recurrente por cuanto no aporta ningún estudio
técnico, ni objetivo que fundamente su información. Con respecto a la cláusula 13.13, que
contiene un procedimiento sumario para la sanción de multa y clausulas penales, señala que
éste procedimiento es parte de la normativa institucional vigente y encuentra sustento en el
"Procedimiento Sumario para Verificación y/o la Imposición de Multas y cláusula Penal
24
aprobado por la Junta Directiva de la C.C. S.S. en el artículo 3 de la sesión 8693 celebrada el
06 de febrero del 2014 y publicado en la gaceta N° 53 del Lunes 17 de marzo del 2014..." en
concordancia con lo normado en la reglamentación del ordenamiento jurídico por la materia.
Indica que la CCSS, está gestionando y direccionando el cumplimiento en todas las instancias
que la conforman, de la Ley 8220 "Protección al Ciudadano del Exceso de Requisitos y
Trámites Administrativos", por lo cual se ha incorporado en el cartel para contratar Servicios
Integrales de Farmacia para el Área de Salud de Alajuela Oeste, a través de la cláusula 13.6 la
obligación del contratista de verificar en la farmacia sede y en la satélite, la modalidad de
aseguramiento de los pacientes que presenten recetas según las condiciones señaladas en la
cláusula 13.6. Por ende indica que rechaza todos los puntos del este parte del recurso. Criterio
de la División: Respecto a la cláusula 13.1 del pliego de condiciones, se tiene que la recurrente
se limita a indicar que el tiempo de espera en la entrega de las medicinas resulta muy corto y
que por ende debe ampliarse, no obstante no realiza un ejercicio de fundamentación adecuado,
en el cual demuestre de qué forma lo pedido en el cartel para este punto resulta
desproporcionado o irracional. Debe recordarse que no basta con que la recurrente indique que
un punto del cartel resulta incorrecto, sino que, debe demostrar mediante argumentos
contundentes y prueba pertinente de qué forma lo pedido en el cartel, violenta su derecho a
participar en el concurso, ejercicio que para el presente punto del recurso no fue realizado, y por
ende, debido a la falta de fundamentación de este apartado, debe rechazarse de plano. Sobre
los apartados 13.5 y 13.14, estima esta Contraloría General que se está en presencia de temas
que ya han sido analizados previamente, ya que la Administración como mejor conocedora de
sus necesidades ha decidido que va a requerir de los contratistas la presentación de un
software para la realización del proyecto, sin que la recurrente haya logrado demostrar que esto
limita su posibilidades de participación en el concurso, resulta desproporcionado o irracional o
bien, violenta principios de la contratación administrativa o del derecho en general. Por el
contrario la Administración en el uso de sus facultades ha considerado que lo mejor para el
interés público es que los interesados oferten también un software que cumpla con los fines
propuestos en el presente concurso, y por ende, más que solicitar que se incluya un software en
cuestión, la recurrente debió atacar la supuesta ilegalidad de requerirlo con la oferta, o bien su
inconveniencia puntual de frente a los sistemas informáticos con los que cuenta la CCSS,
ejercicio que no ha sido realizado por la recurrente. Así las cosas, más que una objeción, para
ambos puntos se tiene una especie de sugerencia respecto a la utilización de un software en
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particular, lo cual a todas luces no corresponde a materia del recurso de objeción y por ende, se
rechaza de plano el recurso para los puntos 13.4 y 13.5, por falta de fundamentación. En
cuanto a lo dicho por la recurrente para el punto 13.6, se tiene que esta se limita a realizar una
especie de queja respecto al apartado del pliego de condiciones, sin que realmente llegue a
demostrar de qué forma lo pedido en el cartel le limita injustificadamente su participación, es
desproporcionado o irracional a la luz del artículo 16 de la Ley General de la Administración
Pública, o bien quebrante principios de la contratación administrativa o del derecho en general.
Tal y como se ha indicando anteriormente el artículo 178 del RLCA le establece la obligación al
recurrente de fundamentar su recurso en los términos antes mencionados y al no haberlo
realizado la recurrente, quedándose su argumento en una especie de queja, el mismo tiene que
ser rechazado de plano por falta de fundamentación. Ahora bien, específicamente en cuanto al
punto 13.13 del pliego de condiciones, tal y como se ha venido indicando anteriormente en la
presente resolución, si bien la Administración tiene las facultades para establecer en el cartel
normativa que implique la sanción a particulares que cumplen inadecuadamente con el objeto
contractual, lo cierto es que estas sanciones y además el procedimiento para imponerlas deberá
ser claro y basado en criterios objetivos, previamente definidos en el pliego de condiciones.
Para el punto en cuestión se tiene que la Administración ha definido una especie de proceso
sumario para determinar la gravedad de los hechos, a raíz de un “error denunciado a instancias
correspondientes”, términos que resultan amplios e indeterminados. Así pues, la Administración
deberá explicar qué supuestos son los que constituyen este “error” además de cuáles son las
“instancias correspondientes” por las cuales se activa este proceso sumario lo anterior en tanto
al tratarse de materia sancionatoria, la definición de las causales que se utilicen deben quedar
claramente definidas. Por ende, se declara con lugar este punto del recurso. 15) Sobre la
cláusula 20.14.3. El objetante indica que la cláusula 20.14.3, señala que el contratista queda
obligado a cumplir las normas de la Ley de Control Interno, pero estima que tal disposición
resulta contraria a la misma ley, que precisamente regula lo relativo a la gestión, control y
auditoria de dineros públicos, el contratista al brindar un servicio de despacho de medicamentos
que se le paga por cupón despachado, puede disponer del precio del servicio una vez que se le
paga, según su conveniencia, porque es de su propiedad, por lo que no está sujeto a tal
normativa, por razón de legalidad y conveniencia, objeta dicha cláusula. La Administración
indica que la cláusula 20.14.3. señala que el contratista está obligado a cumplir con las normas
de control interno y que la cláusula 20.12 señala claramente que la CCSS suministrará al
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contratista los medicamentos necesarios, por lo cual, considera que desde el pliego de
condiciones se señala la responsabilidad del contratista en el almacenamiento, conservación y
distribución de los medicamentos propiedad de la CCSS y adquiridos con fondos públicos, por
lo cual resulta de aplicación, lo indicado por el artículo 4 de la Ley General de Control Interno,
que indica: "Artículo 4º—Aplicabilidad a sujetos de derecho privado. Los sujetos de derecho
privado que, por cualquier título, sean custodios o administradores de fondos públicos, deberán
aplicar en su gestión los principios y las normas técnicas de control interno que al efecto emita
la Contraloría General de la República de conformidad con el artículo tercero. Aparte de las
otras sanciones que el ordenamiento jurídico pueda establecer, los sujetos de derecho privado
que custodien o administren, por cualquier título, fondos públicos o reciban beneficios
patrimoniales de entes u órganos estatales, podrán ser sancionados, según lo dispuesto en el
artículo 7 de la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República, Nº 7428, de 7 de
setiembre de 1994, cuando incumplan lo estipulado en el párrafo anterior". Por lo anterior
señala que rechaza lo pedido por el recurrente. Criterio de la División: Al respecto del
presente punto del recurso de objeción incoado, observa esta Contraloría General de la
República, que la recurrente considera incorrecto que los oferentes estén sujetos a la Ley de
Control Interno, lo cual a todas luces es una precisión incorrecta que no puede ser de recibo, y
sobre la cual la propia Administración ha indicado que resulta equivocada, en tanto destaca la
necesidad de que los contratistas al ser custodios de fondos públicos, como lo serían las
medicinas en cuestión, deban regirse también por esta normativa. Considera este órgano
contralor que tal y como indica la Administración resulta lógico, necesario y además, obligatorio
desde el punto de vista legal, que el eventual adjudicatario también se rija por esta normativa y
por ende, debe rechazarse este argumento, pues de aceptarse más bien sí se estaría
contraviniendo el ordenamiento jurídico.---------------------------------------------------------------------------
POR TANTO
Con fundamento en lo señalado y lo dispuesto por los artículos 182, 183 y 184 de la
Constitución Política, 81 de la Ley de Contratación Administrativa y 178 y 180 de su
Reglamento, se resuelve: 1) Declarar parcialmente con lugar el recurso de objeción
interpuesto por HOSPITAL UNIVERSITARIO UNIBE S.A., en contra del cartel de la Licitación
Pública No. 2017LN-000001-2299 promovida por la Caja Costarricense de Seguro Social -
Dirección Regional de Servicios de Salud Central Norte para la adquisición de los
"Servicios integrales de despacho de recetas de farmacia (entrega según demanda)” 2)
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Proceda la Administración a efectuar las modificaciones correspondientes al cartel, y brindarles
la publicidad respectiva. 3) Se da por agotada la vía administrativa. -------------------------------------
NOTIFÍQUESE.----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Lic. Marco An Edgar Herrera Loaiza Marco Antonio Loáiciga Vargas
Fiscalizador Asociado Gerente Asociado Fiscalizador
MALV/egm NI: 4565-5248-5492 NN:02762
Ci: Archivo central G: 2017001190-1