R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

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R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE NACIONAL VILLARRICA. APORTES DEL DESARROLLO A ESCALA HUMANA PARA LA JUSTICIA AMBIENTAL Tesis presentada a la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Austral de Chile en cumplimiento parcial de los requisitos para optar al Grado de Magíster en Desarrollo a Escala Humana y Economía Ecológica por MARITZA MARÍN-HERRERA Valdivia, Chile 2015

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R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE NACIONAL VILLARRICA. APORTES DEL DESARROLLO A ESCALA HUMANA PARA LA JUSTICIA

AMBIENTAL

Tesis presentada a la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Austral de Chile en cumplimiento parcial de los requisitos para optar al Grado de Magíster en Desarrollo a Escala Humana y Economía Ecológica

por

MARITZA MARÍN-HERRERA

Valdivia, Chile

2015

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I

Universidad Austral de Chile

Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas

INFORME DE APROBACIÓN TESIS DE MAGISTER

La Comisión Evaluadora de Tesis comunica al Director de la Escuela de Graduados de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas que la Tesis de Magíster presentada por la candidata

MARITZA MARÍN-HERRERA

Profesor patrocinante:

Carlos Alberto Cioce Sampaio _______________________

Profesor co-patrocinante:

Christian Henríquez Zúñiga _______________________

Comisión evaluadora: Profesora María Del Valle Barrera _______________________

Profesor Manfred Max-Neeff _______________________

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II

Para Allan, Ernesto y Amanda,

por su amor incondicional, porque fueron la fuerza y

la inspiración para continuar.

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III

Agradecimientos:

Culminar el Magíster en Desarrollo a Escala Humana y Economía Ecológica ha sido posible gracias a la

Universidad de Costa Rica, institución que facilitó los medios para cursar el programa y desarrollar esta

investigación.

Agradezco a Ana Delia Ramírez, Macarena Barahona, Carolina Mora, Victoria Ramírez y todos los

integrantes de la Asamblea de la Escuela de Estudios Generales, especialmente a la Cátedra de Sociología

por brindarme la oportunidad de realizar mis estudios de maestría en Chile.

Mi reconocimiento para el profesor Christian Henríquez, quien me invitó a participar en los proyectos:

“Transferencia Tecnológica, Turismo de Intereses Especiales y Desarrollo con Base Local en el Destino

Sietelagos” y “Nodo de Turismo Comunitario y Economía Solidaria de la zona de amortiguación del Parque

Nacional Villarrica y la Reserva Nacional Mocho Choshuenco" del Centro Transdisciplinario de Estudios

Ambientales (CEAM); espacios académicos que me acercaron a la temática de investigación y a las

comunidades Mapuche.

Igualmente, a mi comité asesor por todas las orientaciones y la disposición de ajustar sus apretadas agendas

a los tiempos requeridos para llevar a término este proyecto; especialmente a María del Valle, quien me

enseñó que, cuando hay remolinos, si remas solo para adelante, te atrapas.

Gracias a mis amigas: Merce y Ana, por su confianza y los riesgos asumidos; María Pérez, por sus consejos

y acompañamiento. A Kathia, Antonia, Heidy y Luz Ángela, por su presencia cuando el invierno acechaba.

Un agradecimiento profundo a todas las personas de las comunidades que me abrieron sus puertas, en

especial a los lonkos Genaro Caripán y Pedro Antimilla, a las ñañas Bertilina y Willy; a la familia Chincolef

y a la familia Epuñanco Marifilo; a Angélica, a Isabel, a Pedro, a Gabriel, a Nadia, a Nicole, gracias a todos

y todas por los mates, por el tiempo compartido y las enseñanzas.

Gracias al Rucapillán por la inspiración y el newen que me entregó en cada visita.

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IV

Tabla de contenido

RESUMEN .………………………………………………………………………. 1

1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 3

1.1 Antecedentes ................................................................................................................... 7

1.1.1 Situación de las comunidades participantes. ............................................................. 7

1.1.2 Los conflictos socio-ambientales en unidades de conservación:............................... 13

1.1.3 La resolución de conflictos socio-ambientales en unidades de conservación: algunas

experiencias. .......................................................................................................................... 16

1.2 Planteamiento del problema ........................................................................................ 22

1.3 Objetivos ....................................................................................................................... 28

2. MARCO TEÓRICO .................................................................................................................. 29

2.1 Perspectiva decolonial. ................................................................................................. 29

2.1.1 La concepción del r-existir. ...................................................................................... 33

2.1.2 Los conflictos socioambientales y la justicia ambiental. .......................................... 34

2.2 Teoría del Desarrollo a Escala Humana. ...................................................................... 38

2.2.1 Necesidades humanas fundamentales y pobrezas .................................................... 39

2.2.2 La autodependencia. ................................................................................................ 43

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V

2.2.3 La articulación orgánica. ......................................................................................... 46

3. METODOLOGÍA ...................................................................................................................... 51

3.1 Fundamentación epistemológica ................................................................................. 51

3.2 Estrategia metodológica ............................................................................................... 53

3.2.1 Delimitación espacio temporal ................................................................................. 53

3.2.2 Selección de las personas participantes y experiencias de cogestión en la

investigación. ......................................................................................................................... 55

3.2.3 Variables ................................................................................................................... 58

3.3 Recolección y registro de información. ........................................................................ 60

3.3.1 Análisis documental: ................................................................................................ 60

3.3.2 Entrevistas: ............................................................................................................... 61

3.3.3 Taller ........................................................................................................................ 61

3.3.4 Observación participante .......................................................................................... 62

3.3.5 Notas de campo: ....................................................................................................... 63

3.3.6 Recorridos en terreno ............................................................................................... 63

3.3.7 Registro de información ........................................................................................... 64

3.4 Análisis de datos y triangulación .................................................................................. 64

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VI

4. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN: R-EXISTIR EN UNA

UNIDAD NATURAL DE CONSERVACIÓN .......................................................................................... 66

4.1 Disputas territoriales y necesidades humanas fundamentales. .................................... 66

4.1.1 Historial del despojo ................................................................................................. 67

4.1.2 Las relaciones con el territorio.................................................................................. 79

4.1.3 Necesidades humanas fundamentales, pobrezas y justicia ambiental. .................. 114

4.2 Potencialidades y r-existencia. ................................................................................... 132

4.2.1 Potencialidades que contribuyen a la autodependencia. ....................................... 132

4.2.2 Potencialidades que contribuyen a la articulación orgánica. ................................ 138

4.2.3 La cogestión como opción para r-existir. ............................................................... 140

4.3 De la resistencia a la R-Existencia: lineamientos estratégicos para construir una

propuesta de reapropiación del territorio a través de la cogestión. ........................................... 144

4.3.1 Principios orientadores ........................................................................................... 145

4.3.2 Elementos a considerar en la planificación de un acuerdo de cogestión. .............. 147

4.3.3 Requerimientos operativos ..................................................................................... 150

5. CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES FINALES ............................................................... 152

6. REFERENCIAS...................................................................................................................... 158

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VII

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Distribución de localidades al sur del Parque Nacional Villarrica ....................................... 8

Tabla 2. Síntesis de participantes en la investigación, colectivos e individuales .............................. 57

Tabla 3: Cuadro de categorías y variables ........................................................................................ 59

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VIII

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES

Ilustración 1. Mapa de la comuna de Panguipulli. ........................................................................... 7

Ilustración 2. Comunidades mapuche colindantes y superpuestas con el Parque Nacional Villarrica.

........................................................................................................................................................... 9

Ilustración 3. Propuesta de zonificación Panguipulli...................................................................... 11

Ilustración 4. Foto Satelital Parque Nacional Villarrica. ................................................................. 81

Ilustración 5. Sitios de significación cultural de las comunidades mapuche-pehuenche de la

comunidad Koñaripe-Alto. ............................................................................................................. 103

Ilustración 6. Mapa de sitios socioculturales ubicados en el Parque Nacional Villarrica según la

CONAF. ........................................................................................................................................... 112

Ilustración 7. Necesidades Humanas Fundamentales. ................................................................... 115

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1

RESUMEN

El objetivo de esta investigación consiste en analizar la relación entre los enfoques de justicia

ambiental, pobrezas y r-existencia, teniendo como referente empírico las poblaciones mapuche

colindantes al sur del Parque Nacional Villarrica, las cuales se encuentran actualmente en disputa

con el Estado chileno por el control territorial. Desde la creación del parque, en 1940, las

comunidades mapuche que lo habitaban y hacían uso ancestral de ese espacio son desplazadas, lo

cual genera múltiples pobrezas por la limitación de actualizar las necesidades humanas

fundamentales. De las experiencias de resistencia a los procesos de empobrecimiento vividos,

emergen potencialidades que facilitan la reconfiguración de los territorios en disputa y se beneficia

la existencia en el poder-saber-ser de comunidades ancestrales. Se explora la reapropiación

simbólica del parque como opción para la r-existencia de estas comunidades mediante la cogestión

y se esbozan algunas líneas estratégicas generales por considerar en la construcción de una

propuesta de acuerdo entre el Estado y las comunidades. La investigación se realiza desde un enfoque

decolonizador, con métodos y técnicas cualitativas.

Palabras claves: Justicia ambiental, r-existencia, desarrollo a escala humana, comunidades

mapuche, unidades naturales de conservación, cogestión, Parque Nacional Villarrica.

ABSTRACT

The research presented here aims to analyze the relationship between environmental justice,

poverties, and r-existence approaches in Mapuche communities neighboring the south of the

Villarrica National Park, in dispute with the Chilean State for the territorial control of the space.

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2

Since the creation of the park in 1940, Mapuche communities, who inhabited and made ancestral

use of this space, have been displaced. This displacement generated multiple poverties as they had

limitations to update their fundamental human needs. New potentialities have emerged from the

resistance experiences and the lived impoverishment. These potentialities have enabled the

reconfiguration of the disputed territories and have benefited the existence of the ancestral

communities in the power-knowledge-being.

This study explores how the symbolic reapropiation of the park can be an option of the r-existence

of these communities through co-management. In addition, some general strategic lines, to be

considered in the construction of an agreement proposal between the State and communities, are

outlined. The research is done from a decoloniality approach, with qualitative methods and

techniques.

Key words: Environmental justice, r-existence, human scale development, Mapuche communities,

natural conservation units, co-management

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3

R-existencia1 de comunidades mapuche en el Parque Nacional Villarrica

Aportes del Desarrollo a Escala Humana para la justicia ambiental

1. INTRODUCCIÓN

Las unidades naturales de conservación, ya sean parques o reservas nacionales, experimentan en la

actualidad fuertes presiones ya que, por un lado, muchas han sido constituidas tras el

desplazamiento de poblaciones originarias que hoy reclaman su restitución y, por otro, son lugares

emblemáticos de las acciones humanas en beneficio del ambiente.

Desde 1940, con la “Convención para la Protección de la flora, la fauna y las bellezas escénicas

naturales de América”, promulgada el 12 de octubre de ese año, en Washington, los gobiernos de

América establecieron un compromiso para proteger y conservar espacios de gran belleza escénica y

relevancia educativa, histórica y científica, estableciendo entre otras áreas, los parques y reservas

nacionales.

Por otro lado, la preocupación por el deterioro ambiental se transforma en uno de los temas políticos

más relevantes a nivel mundial. Su importancia se incrementó desde la década de los años 70,

cuando el Club de Roma da una de las más importantes alertas sobre el deterioro ambiental global,

con la publicación del informe “Los límites del crecimiento”,19722. Este informe evidenció la

1 El término r-existencia es propuesto por Porto-Gonçalves como un neologismo, según él, una invención poética

que recoge los procesos de resistencia y existencia de los movimientos sociales.

2 El Informe Los límites del crecimiento es reconocido por amplia literatura como el más importante por su difusión

y repercusiones político-ambientales (Pierri, 2005).

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4

capacidad limitada del planeta para soportar “la industrialización acelerada, rápido crecimiento

demográfico, escasez general de alimentos, agotamiento de recursos no renovables y deterioro del

medio ambiente” (Pierri, 2005). Sin embargo, la ONU prefiere una posición moderada que

compatibiliza conservación y crecimiento, que posteriormente se consolida en la fórmula del

desarrollo sustentable.

A finales de los años 80 y principios de los 90, la reivindicación de los derechos de los pueblos

indígenas toma relevancia y tiene eco en las Naciones Unidas. Sus demandas se traducen en el

Convenio 169 de la OIT de 1987 y en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los

pueblos indígenas en el 2007, que reconoce la propiedad ancestral de estos pueblos sobre sus

territorios, basado en el uso histórico de los espacios. Los territorios reivindicados por los

movimientos indígenas recientes son vitales para hacer viable el sistema de producción capitalista,

pues reúnen “recursos naturales” fuente de materias primas y de compensación de los

contaminantes generados por la producción industrial.

En un contexto en donde los pueblos indígenas se posicionan como nuevos actores sociales, con

poder político, la definición de políticas estatales sobre los parques nacionales exige la participación

de estos grupos humanos y su cultura para viabilizar los proyectos de desarrollo, por un lado, y para

promover la justicia ambiental, como reivindicación de los derechos sobre territorios despojados, por

el otro.

Es decir, si previo a las declaraciones internacionales y el posicionamiento de los pueblos originarios

en América Latina, los Estados habían gestionado estas zonas de protección con legitimidad desde

las corrientes ambientales más fundamentalistas, sin cuestionar las acciones de desplazamiento de

las personas y localidades, el nuevo contexto plantea una discusión entre la conservación y la

coexistencia de modos de vida, que permita a las poblaciones atender sus necesidades humanas

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5

fundamentales -abordadas desde sus dimensiones simbólico-materiales- bajo una racionalidad

sustentable.

En este sentido, la presente investigación busca trascender la mirada ecologista sobre las unidades

de protección, para visualizarlas como territorios donde es posible construir modos de vida

sustentables con justicia ambiental, cerrando la brecha que establece la racionalidad occidental, al

separar al ser humano de la naturaleza.

Para lograr esto, se utilizan las dimensiones no materiales de las necesidades humanas

fundamentales, propuestas por el Desarrollo a Escala Humana y se reflexiona de manera

participativa con líderes y miembros de las comunidades ancestrales, acerca de los efectos del

desplazamiento territorial, el acceso a los bienes y servicios ambientales en el Parque Nacional

Villarrica, Chile; y se señalan las carencias y, por tanto, las pobrezas que han generado (apartado

4.1). Igualmente, al identificar las potencialidades que perduran en la población en estudio se

brindan pistas para construir modos alternativos de vida; modos de vida que no se subordinen al

modelo de desarrollo dominante y su tendencia a homogenizar y universalizar, sin considerar la

diversidad.

Así, mediante la indagación participativa, se conocen y comprenden los recursos y las capacidades

propias de las comunidades ancestrales, ubicadas en las zonas aledañas al sur del Rucapillán y sus

faldeos (o Parque Nacional Villarrica). Se ponen en valor estas condiciones para potenciar la

convivencia equilibrada del ser humano y la naturaleza en las unidades de conservación (apartado

4.2).

De esta manera, se proponen líneas de acción en conjunto con la comunidad y se reconoce la

necesidad de que exista una articulación orgánica y de desarrollo endógeno, como opciones para

posibilitar su r-existencia, superando las pobrezas generadas por no actualizar las necesidades

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6

humanas fundamentales (apartado 4.3). Asimismo, en las conclusiones (capítulo 5) se muestra

cómo los tres pilares del desarrollo a escala humana brindan pistas para la construcción de

alternativas sustentables que faciliten la reapropiación de unidades de conservación por parte de las

comunidades originarias, es decir, su utilidad para construir alternativas que reduzcan las

desigualdades en el acceso a los bienes y servicios de la naturaleza, posibilitando la r-existencia de

las comunidades mapuche en el Parque Nacional Villarrica.

Previo al análisis de los resultados, en este apartado introductorio (capítulo 1), se contextualiza la

temática en el marco de los conflictos socioambientales y, a partir de fuentes secundarias, se

describen las comunidades colindantes al sur de la unidad de conservación que nos ocupa, así como

su relación conflictiva con el Estado. En el capítulo 2 se exponen los referentes teóricos sobre los

cuales se sustentan los resultados y en el capítulo 3 se plantea la metodología.

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7

1.1 ANTECEDENTES

1.1.1 Situación de las comunidades participantes

Las comunidades que se abordan en la presente investigación son Coñaripe, Traitraico y Pocura en

la comuna de Panguipulli, Región de Los Ríos (Ilustración 1) Estas son localidades pertenecientes

al distrito censal Coñaripe y que bordean el Parque Nacional Villarrica, donde se ubican cinco

comunidades mapuche (ver Ilustración 2), establecidas mediante Títulos de Merced, otorgados en

los años 1912-1913 por el Estado Chileno (Aylwin, 2008). En Pocura, se ubican las comunidades

Ramón Chincolef y Juan Chañapi; en Traitraico, la comunidad Juan Caripán y, en Coñaripe, la

comunidad Carlos Antimilla (Ver Tabla 1). Estos últimos son las designaciones que se utilizarán

con mayor frecuencia en este documento, dado el énfasis de la investigación en las comunidades

Ilustración 1. Mapa de la comuna de Panguipulli.

Fuente: (Hasen, 2014).

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8

tradicionales3. Hay que reconocer que estos nombres también han sido impuestos por el Estado a

través de la asignación de la propiedad.

El distrito Censal Coñaripe representa un 12,5% del total del territorio de la comuna de Panguipulli,

con una extensión de 410,5 km2 (Instituto Nacional de Estadística, 2008), siendo su población de

3946 habitantes, según el Censo 2002. De su población total, el 50,5% es mapuche (Municipalidad

de Panguipulli, 2014, pp. 160-161), lo cual muestra la necesidad de definir políticas públicas que

consideren la diversidad cultural.

3 En esta investigación se hace alusión a las comunidades tradicionales y a los pueblos originarios de manera

indistinta, entendiéndolos como colectivos que forman parten de una cultura ancestral, que ha perdurado y se ha

recreado, en coexistencia y resistencia ante el proyecto modernidad/colonialidad. Estos colectivos comparten una

racionalidad contrapuesta a los planteamientos de la modernidad, basados en la convivencia respetuosa con la

naturaleza.

Tabla 1. Distribución de localidades al sur del Parque Nacional Villarrica

Localidades Comunidades tradicionales

Pocura Ramón Chincolef

Juan Chañapi

Traitraico Juan Caripán

Coñaripe Carlos Antimilla

Fuente: Elaboración propia basado en Hasen (2014).

Marcos
Línea
Marcos
Línea
Marcos
Línea
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9

Según la actualización del Plan de Desarrollo Comunal (PLADECO), Coñaripe posee una importante

“dispersión de localidades pobladas y asentamientos rurales, debido a lo extenso de su Territorio”,

lo que dificulta el acceso a los servicios disponibles en el municipio. De acuerdo al modelo

económico neoliberal, prevaleciente en Chile, esto puede ser visto como una dificultad para acceder

a la asistencia social del 93,78% de la población considerada vulnerable4 que habita la zona

(Municipalidad de Panguipulli, 2014).

4 Se considera población en vulnerabilidad social aquella que posee menos de 11.734 puntos, según la Ficha de

Protección Social (FPS). La FPS fue creada en el año 2007, como instrumento para acceder a los beneficios y

prestaciones sociales del Estado chileno (Ministerio de Desarrollo Social).

Ilustración 2. Comunidades mapuche colindantes y superpuestas con el Parque Nacional Villarrica.

Fuente: (Observatorio Ciudadano, 2014).

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10

En cuanto al desempleo, se señala una incidencia del 12,1%. Las principales actividades económicas

la agricultura, la ganadería, la caza, la silvicultura, la extracción de madera, la apicultura y la

artesanía. Además, existen pequeños productores de frutales, de cultivos en invernaderos y ganado

de engorde. El turismo ha pasado a formar parte de las actividades económicas relevantes, ligadas a

la oferta de aguas termales durante todo el año, lo cual constituye una fuente de empleo importante.

Además en la época estival la atracción por los lagos y ríos de la zona aumenta la demanda de

servicios turísticos.

Según el PLADECO, Coñaripe, Traitraico, entre otros lugares, destacan por las posibilidades de

realizar etnoturismo, pues son comunidades mapuche que mantienen sus rasgos culturales y sus

tradicionales modos de vida (Municipalidad de Panguipulli, 2014, p. 50).

Además del potencial turístico, todas estas comunidades por ser aledañas al Parque Nacional

Villarrica son propuestas como parte de la zona de amortiguamiento5, lo cual coloca parte de su

territorio como área de protección asociada a dicha unidad de conservación. En la Ilustración 3

(Propuesta de zonificación Panguipulli), se puede observar en color gris el área de amortiguamiento

1 (AAM-1), propuesta en el Plan de Desarrollo Territorial de la Zona de Interés Turístico6 (ZOIT) que

incluye la comuna de Panguipulli, “se ubica alrededor del lago Calafquén a excepción de su ribera

norte, en el camino que va desde Coñaripe hacia el Parque Nacional Villarrica…” La zona de interés

5 Zonas de amortiguamiento o amortiguación es definido por la Unión Internacional para la Conservación de la

Naturaleza (UICN) como un espacio “alrededor de un área protegida central manejada para ayudar a proteger los

valores del área protegida”. (Dudley, 2008 citado en UICN, 2012, p. 132).

6 Las zonas de interés turístico son aquellas con condiciones especiales para la atracción turística y así declaradas por

el Servicio Nacional de Turismo de Chile.

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11

turístico ZDT-1, coincide con la zona de amortiguación pues “se ubica en primera instancia en el

camino que va desde Coñaripe hacia el P. N. Villarrica...” (Municipalidad de Panguipulli, 2006).

Ilustración 3. Propuesta de zonificación Panguipulli

Fuente: Plan de Desarrollo Territorial (Municipalidad de Panguipulli, 2006).

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12

Por otra parte, el Plan de Manejo del Parque reconoce la importancia de su zona de influencia socio-

económica por permitir “la recuperación, el manejo y la utilización sustentable de recursos

naturales […] dado el impacto positivo que pueden poseer actividades demostrativas al interior de

ellas, y por la amortiguación de impactos que puede significar las actividades del entorno”

(Corporación Nacional Forestal, 2013).

Por último, en cuanto a la organización institucionalizada por el Estado, se encuentra, en la

Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), el registro de 165 comunidades

funcionales, de las cuales 105 están vigentes. Según el artículo 9 de la llamada Ley Indígena:

“toda agrupación de personas pertenecientes a una misma etnia indígena y que

se encuentren en una o más de las siguientes situaciones: a) Provengan de un

mismo tronco familiar; b) Reconozcan una jefatura tradicional; c) Posean o

hayan poseído tierras indígenas en común, y d) Provengan de un mismo poblado

antiguo” (Ministerio de Planificación y Cooperación, 1993).

Aunque son cinco las comunidades ancestrales establecidas mediante Título de Merced, ubicadas en

Coñaripe, estas han experimentado diferentes divisiones funcionales, esto explica la gran cantidad

de comunidades inscritas en toda la comuna (ver detalles en el apartado 4.1.2). Según Newen

(2009), con la creación de esta Ley en 1993, se consolidaron “modos relacionales particulares entre

las organizaciones funcionales y los funcionarios de la institucionalidad público-privada, en

algunos casos de dependencia y clientelismo, y que profundiza la asimilación”.

En síntesis, las comunidades caracterizadas aquí se ubican en un entorno cuyos atractivos naturales

las colocan como zonas de interés turístico. Paralelamente, según los parámetros estatales sus

habitantes, se encuentran en condición de vulnerabilidad social y enfrentan una alta tasa de

desempleo.

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En las siguientes líneas, se abordará la conflictividad socioambiental presentes en las áreas de

conservación y las zonas en donde viven estos pueblos originarios que reclaman sus derechos sobre

los territorios ancestrales.

1.1.2 Los conflictos socio-ambientales en unidades de conservación

La protección de espacios naturales, en la modernidad, ha sido una tendencia mundial desde la

creación, a finales del siglo XIX, del Parque Nacional Yellowstone (1872), en Estados Unidos7. Este

parque responde al interés de proteger la naturaleza de la intervención del ser humano y limitar la

expansión de la colonización en espacios de gran belleza escénica, sin tomar en cuenta la presencia

previa de grupos humanos que conviven ancestralmente con ella. En este sentido, se indica que

muchos de los parques nacionales “se establecieron después del desplazamiento o eliminación de

los pueblos nativos que vivían en estos territorios” (Martínez-Alier, 2014, p. 30).

Si bien el primer objetivo que inspira la creación de reservas naturales y parques nacionales

alrededor del mundo es el preservacionismo, en América Latina y el resto de colonias europeas, este

responde a la problemática de la colonización y la explotación indiscriminada de los recursos

naturales. Para hacer viable el proyecto moderno se requiere una transformación en la forma de

relación entre el ser humano y la naturaleza, lo cual implica la imposición de una nueva ontología

que separa y una nueva reconfiguración del espacio rural.

Así el hombre, blanco y europeo, encarna una civilización que impone un orden de reparto del

mundo, acuerpado por la Iglesia. Se instituye la misión de apropiarse de los recursos naturales y

7 La primera reserva natural creada en el mundo fue impulsada por la aristocracia francesa, en 1853-1961, y protegía

624 hectáreas del bosque Fontainebleau (Pierri, 2005, p. 30).

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sojuzgar todas las formas de vida salvaje y, paradójicamente, también se incentiva el gozo estético

por la naturaleza virgen y el interés de crear espacios protegidos de la acción humana.

De esta forma, la naturaleza debe ser conservada y, para ello, no puede ser habitada ni usada por

seres humanos, si no es para efectos de contemplación y de turismo, generándose “la idea de un

territorio vacío y de una naturaleza intacta [lo cual] pertenece a la lógica colonial, ya que excluye

a quienes han habitado e intervenido un territorio a lo largo de la historia...” (Duran, 2009, p. 62).

La conservación de la naturaleza se concibe, entonces, como un modo de mitigar los daños causados

por la expansión del capital bajo la dinámica del “sistema mundo capitalista”, sustentado en el

“ejercicio de la violencia y el despojo, en la usurpación material y simbólica, no sólo de los recursos

naturales, sino del sentido, del saber y del ser” (Guerrero, 2010, p. 24), es decir, sobre la base de la

colonialidad del poder.

Se establecen así, espacios naturales sin personas, se desplaza a las comunidades que dependen de

ellos para la subsistencia, hacia fuera de sus fronteras. Se conciben espacios sacralizados y, a la vez,

escindidos de la acción humana o los que Gudynas llama “ecosterios”. El autor realiza una crítica

a la ecología profunda como inspiradora de las reservas naturales:

...los componentes sociales de la ecología profunda son débiles. Fácilmente se

caen en actitudes de contemplación e inmovilismo frente a la Naturaleza (con

el caso extremo de la creación de los “ecosterios”, que son análogos a los

monasterios, pero dedicados a la contemplación de la Naturaleza), sin la

necesaria reacción ante las situaciones de pobreza, injusticia y marginalidad...

(Gudynas, 2003, p. 208)

El Parque Nacional Villarrica, ubicado en la Región de la Araucanía y la Región de Los Ríos en

Chile, es creado el 28 de noviembre de 1940 (Decreto Supremo N°2236), como resultado de la fusión

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de la Reserva Forestal del mismo nombre y el Parque Nacional Vicuña Mackena. Se establece en los

“únicos terrenos de propiedad del Estado que no fueron colonizados por ser marginales para la

agricultura, ganadería e incluso para la utilización forestal” (Corporación Nacional Forestal, 2006,

p. 8); se constituye a partir de la separación del ser humano y la naturaleza, por lo cual forma parte

de lo llamado por Gudynas como “ecosterios”.

Si bien la declaratoria sirve para conservar importantes hectáreas de flora y fauna nativa, invisibiliza

la propiedad ancestral del pueblo Mapuche sobre el territorio, ahora destinado a parque nacional,

bajo una nueva relación ser humano-naturaleza. Esta relación excluye al pueblo Mapuche de las

prácticas culturales asociadas a su relación con el territorio y le impone una matriz colonial de

poder, “colonizando y sub-alternizando otras formas de ser, de sentir, de pensar, de hacer, de tejer

la vida”, tal como afirma Guerrero respecto a este nuevo tipo de relación (Guerrero, 2010, p. 12).

La apropiación estatal de territorios ancestrales, conlleva disputas territoriales, cuyos detonantes se

evidencian hoy en problemáticas específicas como:

La inhibición de prácticas cotidianas ancestrales asociadas a los elementos existentes en el

entorno del llamado Parque Nacional Villarrica.

El traslape de propiedades legalmente otorgadas a las comunidades mapuche mediante

Títulos de Merced, que actualmente están inscritas como parte de este parque.

Una fuerte presión por el desarrollo de la zona, ante su potencial turístico, que genera

tensión entre diferentes modos de realizar esta actividad. En este aspecto particular, más de

60 pequeños emprendedores de Coñaripe, Pocura y Traitraico han venido desarrollando

proyectos de turismo comunitario, con bajo impacto ambiental y beneficios sociales

compatibles con los valores de las comunidades. Estos proyectos se contraponen a los

Page 25: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

16

intereses y presiones del sector empresarial, transnacional que, en conjunto con el Estado,

buscan concesionar servicios e infraestructura dentro del parque.

El conflicto entre el Estado y las comunidades, por las limitaciones impuestas a sus modos de existir,

ha generado que la reapropiación territorial se constituya en una meta de reivindicación para los

pueblos indígenas. Estas reivindicaciones son legitimadas además por organismos internacionales

como la ONU, OIT, UICN, a través de políticas para el reconocimiento de los derechos de dichos

pueblos, tales como el Convenio 169 de 1989 (ratificado por Chile hasta el año 2008) y la

Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas del año 2007. La

implementación de estas políticas se dificulta por el interés económico que revisten los recursos

naturales de los territorios que reclaman los pueblos originarios. Riqueza y abundancia que se logra

a partir del uso sustentable que hacen dichos pueblos.

Una de las alternativas implementadas en otros países, como posibilidad para recuperar el uso

ancestral de los territorios, ha sido la cogestión, coadministración o responsabilidad compartida de

las áreas de conservación. De ahí que, en el apartado siguiente, se haga un acercamiento

exploratorio de algunas experiencias en la región, en especial aquellas con participación de

población mapuche.

1.1.3 La resolución de conflictos socio-ambientales en unidades de conservación: algunas

experiencias

Los múltiples conflictos socio-ambientales, existentes en unidades de conservación a lo largo de

América Latina, han generado la institucionalización de algunas modalidades de resolución tales

como la cogestión, la coadministración, la gestión o responsabilidad compartida. Cada una de estas

estrategias condiciona formas de participación de las comunidades locales en el manejo de las áreas

Page 26: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

17

protegidas. Sin ánimo de ser exhaustiva, en este apartado, se exploran algunas formas de resistir y

de existir de los pueblos originarios y locales en diferentes parques nacionales.

a) En Centroamérica, específicamente en el Parque Nacional Metropolitano (Panamá 1985),

se vive una experiencia importante. Veinte años después de iniciada el 27,5% del Sistema

Centroamericano de Áreas protegidas (SICAP), cuenta con algún tipo de gestión compartida y

(McCarthy & Martínez, 2006) una organización que posibilita consensuar ese concepto que

considera la diversidad de formas de convivencia:

“La Gestión Compartida no es un modelo único de gestión de las Áreas

Protegidas, pues abarca todas aquellas formas de gestión adoptadas por los países

de la región (que han recibido diferentes nominaciones como coadministración,

comanejo, manejo compartido), que tengan la particularidad de ser manejadas

y administradas por uno o más actores, en coordinación con las autoridades

ambientales estatales en una relación de responsabilidades y toma de decisiones

conjuntas sobre la gestión de las Áreas Protegidas y que se materializan mediante

convenio y acuerdo” (McCarthy & Martínez, 2006, p. 10).

Los acuerdos entre el Estado y los actores sociales se diversifican y pasa, del patrocinio de

instituciones privadas y públicas a la delegación de responsabilidades por parte del Estado,

principalmente a organizaciones no gubernamentales. En la década de los noventa, esto se

transforma, pues las comunidades comienzan a demandar el uso de los recursos naturales de

manera sostenible y el Estado empieza a ser debilitado como producto de los programas de ajuste

estructural que, al disminuir su poder y sus funciones, limitan sus posibilidades de administración

de las zonas de protección. Este es el caso de Nicaragua con la población Miskita y de Costa Rica con

comunidades locales en Cahuita.

Page 27: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

18

b) Uno de los casos de cogestión con comunidades mapuche, en el cono sur, se da en el Parque

Nacional Lanín que acoge siete comunidades –Norquinco, Aigo, Lefimán, Lafquenche y Raquitué,

Cayún y Curruhuinca. Carpinetti (2007) señala que el comanejo entre el Estado y la Comunidad

Mapuche Neuquina surge como una forma de conjugar la normativa internacional referida a los

pueblos indígenas y las áreas de protección con los intereses sociales de las comunidades. En la

propuesta se reconoce el rol protagónico de los pueblos originarios en la conservación de las áreas

que habitan8.

De las lecciones aprendidas señaladas por Carpinetti, se puede destacar la experiencia del “Taller

Indígena Protegido”, en el año 2000. En ese encuentro nacen las primeras construcciones conjuntas

entre las comunidades y la administración del parque. Se logra definir el territorio “desde la

dimensión cultural” y la noción de “comanejo” recoge el concepto de integración del pueblo

mapuche con el ecosistema, que establece la vinculación entre diversidad cultural y diversidad

biológica.

Si bien el informe de Carpinetti no realiza una evaluación exhaustiva de la experiencia de relación

entre las partes hasta esa fecha, sí celebra los avances efectivos de la participación de la comunidad

en el proceso de conservación de la biodiversidad, y evidencia cómo ésta contribuye a la reafirmación

de sus modos de vida:

Aunque es prematuro evaluar resultados en términos cuantitativos, se han

producidos indiscutibles avances cualitativos. La voluntad de las organizaciones

indígenas de afirmar sus derechos territoriales y de autodeterminación, y de

hacer que la conservación de la naturaleza sea producto de un uso sustentable

8 Para detalles del conflicto que dio origen al comanejo en el Parque Nacional Lanín ver Villalba (2014).

Page 28: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

19

de los recursos naturales y no de la instalación de una suerte de “museos” del

ambiente, aporta nuevas e importantísimas herramientas para desarrollar y

coordinar nuevas estrategias de conservación en el complejo y largo camino de

reafirmación de su vida como pueblos (Carpinetti, 2007, p. 11).

Ese largo camino no está exento de contradicciones. Huilipán, una dirigente de la Confederación

Mapuche Neuquina, manifiesta, en abril del 2007, su preocupación porque la concepción de un

“Estado monocultural” pone límites a la participación comunal, aun cuando exista “un marco

jurídico” (artículo 75, inciso 17 de la Constitución Nacional) que reconoce “la preexistencia étnica

y cultural de los originarios” (Mapuexpress, 2007). Carbonetti, por su parte, identifica como punto

de tensión más importante “el peso relativo que se otorga en las decisiones a la conservación de los

recursos del parque con respecto a los usos que se autorizan a las comunidades dentro del parque

Lanín” (2007, p. 18). Un tercer autor, Trentini (2011), señala como fuente de conflicto el hecho de

que el Parque Lanín pertenezca a dos provincias (Río Negro y Neuquén); en su criterio esto genera

divisiones por la representación y por los referentes de las agrupaciones en cuanto a lo que es y cómo

se ejecuta el comanejo.

A pesar de los conflictos, de esta experiencia se obtienen algunos beneficios económicos como los

producidos por los convenios para la gestión de cobro de los derechos de acceso y la explotación de

servicios turísticos, la mayor parte destinados a la capacitación y al “mejoramiento de la

competitividad turística” (Río Negro, 2013). Esta situación muestra, de alguna manera, la

prevalencia de los intereses económicos y ambientales sobre los culturales, de los modos de vida y

conocimientos hegemónicos sobre los ancestrales.

c) En el caso del Parque Nacional Nahuel Huapi, participa de la experiencia de comanejo la

comunidad Maliqueo. El abordaje de este caso que realizan Trentini (2011, 2012) y Trentini y

Tyelman (2009) resulta relevante para esta investigación por su enfoque decolonizante y crítico.

Page 29: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

20

Uno de los señalamientos más importantes está relacionado con la crítica al discurso de la

conservación que prevalece en los acuerdos de comanejo. Si bien esta modalidad plantea un “nuevo

paradigma” pues “se sostiene que el concepto de Área Protegida aislada no es la solución, y que los

derechos de los Pueblos que habitan estas áreas tienen que ser respetados y su participación

asegurada” (Trentini, 2011, p. 62), según las autoras, se mantiene la colonialidad del saber. Es el

conocimiento científico, como marco de referencia, el que define lo que se puede y no se puede hacer

dentro del parque, para cumplir con los objetivos de conservación. Así, según el Plan de Gestión

Institucional, el parámetro para admitir o no una actividad tradicional es la compatibilidad entre

el uso tradicional de los recursos y la conservación. De esta forma, la conservación se convierte en

un mecanismo de control sobre el modo de vida de las comunidades y se perpetúan las estructuras

de poder.

…el proceso de territorialización del PNNH [Parque Nacional Nahuel Huapi]

en tanto proceso de dominación y control de un determinado espacio -

“territorialización de la conservación”-, implica la institucionalización de actos

y saberes a través de los cuales el aparato de poder estatal instituye una relación

entre la población y el espacio geográfico, imponiendo formas particulares de

acción y no-acción. Es decir, que reordena el territorio y las relaciones sociales a

través de acciones y representaciones políticas concretas (Trentini, 2012, p. 4).

Dos prácticas territorializadas imponen de cierta manera una nueva institucionalidad y logran

mantener la hegemonía estatal. La primera se relaciona con la modificación de prácticas

productivas cotidianas, como el pastoreo y la siembra, que pasan a depender del criterio de

profesionales especializados en diferentes disciplinas. La segunda es la categorización de los

pobladores según su vinculación con el territorio; en este caso, muchas de las personas originarias

“se convirtieron en intrusos”, por el proceso de recuperación de sus tierras. El hecho de que no

habiten permanentemente el territorio – fueron desalojados de sus tierras- provoca que las

Page 30: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

21

“autoridades” del parque “les nieguen el saber” y las deslegitimen como conocedoras del entorno,

desconociendo que su desplazamiento se debió al despojo de éste, y a las nuevas dinámicas

productivas que generan migraciones intermitentes. Esta situación lleva a que los biólogos y

científicos relacionados con el parque planteen sus programas de capacitación para los miembros

de la comunidad, no como un diálogo sino como los únicos conocedores de la temática.

La concepción del “buen salvaje” que se encuentra detrás del nuevo paradigma de la cogestión,

encuentra sus contradicciones en la historia concreta de las comunidades y en un conocimiento

científico hegemónico que invalida sus saberes de acuerdo con su vinculación territorial. La

construcción del concepto del “buen salvaje” o “nativo ecológico” ha sido fundamental para poder

establecer alianzas entre los pueblos originarios, los estados y los organismos internacionales

financieros mediante la denominada ecogubernamentalidad9, con el problema de que “su saber

debe estar supeditado a metas occidentales y no propias” (Trentini, 2011, p. 65).

La posición de fondo de Trentini es que la cogestión obliga a los pueblos originarios “a adaptarse a

las reglas, normas y administración de la hegemonía estatal, y en última instancia, a reconocer la

legitimidad del poder del Estado” (Trentini & Tyelman, 2009, p. 2). Pese a estas limitaciones, se

considera que el comanejo es un instrumento para que los pueblos originarios recuperen un cierto

grado de control sobre sus territorios.

9 La ecogubernamentalidad climática “articula lo local con lo global y que incide en los territorios y autonomías

indígenas, dado que conlleva nuevos procesos de desterritorialización/territorialización, que reconfiguran las

relaciones entre lo transnacional y lo local en relación con el cambio climático” (Ulloa, 2011, p. 481). Este concepto

“analiza las representaciones, los discursos, las políticas, los programas y las prácticas que la conforman. Esta

perspectiva implica las dimensiones políticas de los discursos sobre el clima y sus efectos locales” (Ulloa, 2011, pp.

44-45).

Page 31: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

22

La indagatoria sobre los acuerdos de cogestión o comanejo, que se dan en América Latina a partir

de la década de los ochenta, brinda pistas sobre los aciertos y errores prevalecientes en los procesos

de negociación entre los estados y las comunidades10. Si bien es cierto, estos acuerdos no dan

soluciones definitivas para el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios sobre sus

territorios ancestrales, han sido una ventana para gestionar los conflictos acumulados por décadas,

conflictos que aumentan en el instante en que la naturaleza se percibe como un recurso mercantil

e ideológico, en un objeto de disputa entre diferentes agentes estatales, entes privados y los habitantes

ancestrales.

Para efectos de esta investigación, estas experiencias son fundamentales pues permiten visualizar

alternativas de re-apropiación de sus territorios, considerando las particularidades históricas y

culturales de las comunidades mapuche colindantes con el sur del Parque Nacional Villarrica.

1.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En medio de las disputas territoriales, en torno al Parque Nacional Villarrica -caracterizadas por la

indefinición legal sobre la propiedad, las reivindicaciones del derecho de los pueblos originarios por

su existencia, la demanda mundial por la preservación de zonas naturales y las presiones por parte

de los particulares y el Estado por utilizar los recursos en zonas de preservación como atractivo

turístico y potencial desarrollo económico-, surge la necesidad de establecer formas de gestión que

permitan la reapropiación de los territorios y, con ella, la “R-existencia” de las comunidades

indígenas.

10 En otras latitudes, se inician los acuerdos de comanejo en los años 70, tal es el caso de Canadá y Australia.

Page 32: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

23

El cómo lograr dicha reapropiación ha sido resuelto por otros países latinoamericanos por medio de

la gestión compartida de las áreas de conservación, tanto con comunidades originarias como otras

locales (Duran, 2009; Granek & Brown, 2005; Pérez, 2003; Suárez, 2014; CPILAP, & pueblos

Tacanas, Lecos, Mosetenes, Esse Ejjas, T´simanes, 2009). Con este mecanismo se busca no sólo la

reapropiación de los territorios sino su uso sustentable.

Leff rescata las posibilidades de construcción de estilos alternativos de desarrollo, mediante la

reapropiación de la naturaleza sobre el principio de “equidad en la diversidad”. La lucha de

comunidades rurales, campesinas, tradicionales implica en su criterio

…la autodeterminación de las necesidades, la autogestión del potencial

ecológico de cada región en estilos alternativos de desarrollo y la autonomía

cultural de cada comunidad. Estos procesos definen las condiciones de

producción y las formas de vida de diversos grupos de la población en relación

con el manejo sustentable de su ambiente (Leff, 2004, p. 410).

Como forma de resistencia cotidiana y con el claro sentido de poder contar con espacios alternativos

de existencia de su cultura, las comunidades mapuche, aledañas al Parque Nacional Villarrica,

vienen construyendo proyectos de recuperación territorial, que pasan por diferentes ámbitos;

la definición de acuerdos informales con la administración del parque para hacer uso de su

biodiversidad a partir de prácticas tradicionales como la piñonada;

la recuperación de la toponimia (nombres propios de los lugares del territorio);

los proyectos de turismo comunitario que buscan el respeto por los modos de vida de

comunidades tradicionales junto a la preservación de la naturaleza.

Page 33: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

24

Frente a la implementación de planes turísticos de interés estatal en unidades de conservación

“propiedad del Estado”, se plantea un nuevo escenario para la construcción de otros estilos de

desarrollo, que resultan un reto para el ejercicio de la autodeterminación, como derecho de los

pueblos indígenas.

Por razones político-económicas, el reconocimiento legal de la propiedad legítima de los territorios

dentro del Parque Nacional Villarrica aún no se ha logrado a pesar de que existen documentos que

los acreditan como comunidades indígenas y se conocen antecedentes claros sobre el uso ancestral

de la tierra11. Sin embargo, el Estado chileno puede reconocer la legitimidad de las demandas del

pueblo Mapuche y permitirle su participación en la toma de decisiones que impliquen al parque y

sus recursos, tal como lo vienen haciendo en otros países.

Lo más probable es que a la luz del concepto de tierras indígenas del Convenio

169 algunas de esas áreas se encuentren dentro de sus límites conceptuales [...]

Así, debiera considerarse desde el principio, esto es, desde la etapa de diseño de

las bases técnicas, la posibilidad de otorgar concesiones administrativas o de

suscribir contratos de asociatividad que permitan modelos de comanejo en ASPE

[Áreas Silvestres Protegidas del Estado], como mecanismos efectivos para

garantizar la participación de las comunidades en la gestión de estos espacios a

los que desde tiempo inmemorial han tenido acceso para desarrollar sus

actividades tradicionales (Guerra, 2014, p. 64).

11 Según convenio 169 Sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, las tierras indígenas se

definen también basadas en el uso ancestral (Guerra, 2014, p. 62).

Page 34: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

25

La implementación de políticas de “desarrollo” en esta zona, pasa por las regulaciones

internacionales sobre la autodeterminación de los pueblos indígenas, pero es indispensable tener

claro el tipo de desarrollo que quieren para sus comunidades y, si se trata de turismo, qué tipo de

turismo quieren en sus territorios.

Definir de manera endógena el tipo de vida que quieren las comunidades vecinas del sur del Parque,

pasa por lograr formas organizativas capaces de incidir en la implementación de las políticas

gubernamentales, sobre todo si se toma en cuenta, por una parte, la presión por conservar la

naturaleza y el aumento de la actividad turísticas y, por otra, la necesidad de reapropiación

territorial. En un contexto en donde los pueblos indígenas se posicionan como nuevos actores

sociales, con poder político, es fundamental que sus saberes y potenciales contribuciones a la

solución de los problemas ambientales y demandas económicas se integren al diseño y ejecución de

las políticas nacionales.

Es claro, así, que la dinámica de expansión de la economía de mercado que procura el crecimiento

económico, genera nuevas presiones en este territorio bajo el discurso de la conservación y la

dinamización productiva a través del turismo. Esta dinámica de expansión, esta renovada presión

sobre los territorios y comunidades originarias hace pensar en que este es el momento para que las

comunidades afectadas valoren sus posibilidades de reapropiación del territorio y luchen por ellas.

Para hacer una lectura de esta problemática, se opta por los aportes del Desarrollo a Escala Humana

(DEH), como un enfoque para la construcción de alternativas participativas endógenas de

desarrollo. Se considera pertinente, en tanto sus planteamientos pilares fundamentales, están

orientados a romper los lazos de dependencia entre lo micro y lo macro, lo local y lo global,

buscando relaciones horizontales y recíprocas, que permitan generar soluciones desde las carencias

y potencialidades de la comunidad.

Page 35: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

26

Igualmente, el DEH plantea la (in)sustentabilidad como un tema relacionado con las escalas de

producción-consumo propias de un desarrollo basado en el crecimiento económico (Max-Neef,

Elizalde, & Hopenhayn, 1998). Las necesidades humanas fundamentales, la autodependencia y la

articulación orgánica entre ser humano-naturaleza y tecnología -pilares del DEH- se utilizan para

realizar una lectura de las disputas por el control territorial, desde una dimensión inmaterial, dando

pistas metodológicas para la construcción de propuestas de desarrollo endógeno, tendientes a

mejorar la distribución de los bienes y servicios ambientales generados en el Parque Nacional

Villarrica; es decir, la búsqueda de justicia ambiental basada en el abordaje de la(s) pobreza(s),

según las necesidades humanas fundamentales existenciales y axiológicas.

La investigación gira entorno a los conflictos socio-ambientales y se pregunta si, desde el DEH como

instrumental teórico, pueden construirse propuestas que potencien formas de apropiación territorial

o gestión compartida que vengan a resolver las disputas por el territorio del Parque Nacional

Villarrica y cuáles serían las relaciones entre justicia ambiental, pobreza(s) y r-existencia. En este

sentido, se busca trascender la mirada ecologista sobre las unidades de protección y visualizarlas

como territorios donde es posible construir modos de vida sustentables con la justicia ambiental,

cerrando la brecha que establece la racionalidad occidental al separar el ser humano de la

naturaleza.

Los supuestos sobre los que se asienta este trabajo son:

Las disputas por el control territorial entre el Estado y las comunidades tradicionales es un

fenómeno presente en el Parque Nacional Villarrica y las comunidades aledañas al sur. Al

igual que otros espacios destinados a reservas naturales, en América Latina, constituyen una

nueva expresión del proyecto colonial.

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27

La apropiación, por parte del Estado, de territorios destinados a la conservación de la

naturaleza genera pobreza(s) materiales e inmateriales a las comunidades, pues sus

prácticas y conocimientos tradicionales se encuentran asociados al uso del territorio.

Un DEH que considere la satisfacción de necesidades humanas fundamentales, la

autodependencia y la articulación orgánica, facilita la reconfiguración de los territorios en

disputa. Beneficia la R-Existencia del poder-saber-ser de las comunidades tradicionales

locales.

Bajo estos supuestos, la investigación se guía por las siguientes preguntas:

¿Cuál es la relación entre justicia ambiental, pobreza(s) y r-existencia en territorios

destinados a la conservación de la naturaleza, apropiados por el Estado?

¿Cuáles pobrezas se generan en las comunidades tradicionales desplazadas por las unidades

de conservación por la privación de sus territorios?

¿Cuáles potencialidades se encuentran presentes en estas comunidades que puedan ponerse

en juego para la reapropiación del territorio en disputa?

¿Cuáles herramientas serían necesarias para la R-existencia12 de las comunidades

originarias en su territorio apropiado por el Estado?

12 En el marco teórico se definirá en detalle este concepto que tiene un doble componente, la resistencia y la existencia.

Page 37: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

28

1.3 OBJETIVOS

Objetivo general

Analizar la relación entre los conceptos de justicia ambiental, pobreza(s) y r-existencia en

poblaciones tradicionales que se encuentran actualmente en disputa con el Estado chileno por el

control territorial, en las comunidades colindantes al sur del Parque Nacional Villarrica.

Objetivos específicos

1. Analizar las disputas territoriales entre el Estado y las comunidades tradicionales colindantes

con el sur del Parque Nacional Villarrica, identificando la(s) pobreza(s) generadas desde el

enfoque del Desarrollo a Escala Humana.

2. Identificar las potencialidades presentes en las comunidades tradicionales, como

herramientas que posibiliten su R-existencia en el Parque Nacional Villarrica.

3. Elaborar lineamientos para una estrategia de acción participativa que promueva la justicia

ambiental y la reapropiación territorial de las comunidades colindantes con el sur del

Parque Nacional Villarrica.

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29

2. MARCO TEÓRICO

En este apartado, se discuten los principales enfoques teóricos y conceptos relevantes utilizados a lo

largo de esta investigación. Primero, se abordan los planteamientos postcoloniales como marco

general que permite comprender la problemática estudiada, desde una perspectiva crítica, relevando

el concepto de r-existencia, como forma subalterna de apropiación territorial y el enfoque de justicia

ambiental como opción que toma distancia de los discursos ambientalistas dominantes.

Posteriormente, se discute la Teoría de Desarrollo a Escala Humana, con sus postulados y pilares,

que facilitan la comprensión y búsqueda de alternativas a los conflictos socioambientales, así como

su vinculación con la justicia ambiental.

Se tiene claro que la particularidad del conflicto socio-ambiental abordado y de las comunidades

que lo afrontan requiere algunas categorías y conceptos ausentes en las teorías utilizadas, por lo

cual se incorporarán según las necesidades del estudio.

2.1 PERSPECTIVA DECOLONIAL

Esta investigación se enmarca en la perspectiva modernidad-colonialidad-decolonialidad, como

una forma de comprender la sociedad actual y las problemáticas que enfrentan los grupos

subalterizados de América Latina. Esta perspectiva facilita la construcción de alternativas

descolonizantes de los conflictos socioambientales que enfrentan las comunidades mapuche

aledañas al Parque Nacional Villarrica, pues cuestiona las matrices sobre las cuales se ha sustentado

el mundo moderno. Las unidades naturales de conservación son parte del historial de despojo

material y simbólico de la colonialidad.

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30

La perspectiva decolonial distingue entre colonialismo y colonialidad. El colonialismo desaparece

con las luchas independentistas y la instauración de los estados nacionales, pero la colonialidad

persiste como matriz cultural que ordena el mundo.

Este concepto “colonialidad” ha sido acuñado por Aníbal Quijano y supone la racialidad

(clasificación racial/étnica) como principio organizador de la sociedad, según él:

La colonialidad es uno de los elementos constitutivos y específicos del patrón

mundial de poder capitalista. Se funda en la imposición de una clasificación

racial/étnica de la población del mundo como piedra angular de dicho patrón

de poder y opera en cada uno de los planos, ámbitos y dimensiones, materiales y

subjetivas, de la existencia social cotidiana y a escala societal. Se origina y

mundializa a partir de América (Quijano, 2000).

Dentro de este pensamiento, se ha incorporado el análisis de diferentes formas de colonialidad. Así

se discuten, no sólo la colonialidad del poder propuesta por Quijano, sino que se incorpora a la

discusión la colonialidad del ser (Maldonado-Torres, 2007) y del saber (Lander, 2000).

Grosfoguel (2003) resume estas tres dimensiones como sigue: a) La colonialidad del poder se define

sobre la diferenciación social, basada en la raza y el fenotipo de las personas. Así se jerarquizan

blancos, indios y negros y se estructura la división social del trabajo. b) La colonialidad del saber

refiere a la occidentalización epistémica. El modelo de conocimiento cartesiano se convierte en la

única forma de conocimiento legítimo. c) La colonialidad del ser se basa en la negación de la

condición de humana asignada a las poblaciones coloniales caracterizadas entonces por el “no-

ser”, contraria a los europeos que se autoasignan la propiedad del “ser”.

Para Arturo Escobar (2005), la noción de Quijano sobre la colonialidad del poder corresponde a un

modelo hegemónico global de poder instaurado desde la conquista, que articula raza y trabajo,

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31

espacio y gentes, de acuerdo con las necesidades del capital y para beneficio de los blancos europeos.

Instaura un proceso productivo que crea a sujetos y mercancías.

La colonialidad del ser, por su parte, como concepto “responde, pues, a la necesidad de aclarar la

pregunta sobre los efectos de la colonialidad en la experiencia vivida, y no sólo en la mente de sujetos

subalternos” (Maldonado-Torres, 2007, p. 130). Se expresa a través de la invisibilidad y la

deshumanización. Maldonado-Torres lo considera como la no ética de la guerra, donde la violación

al sentido de la alteridad humana es llevada a su máxima expresión, transformándolo en un sub-

alter.

Por último, la elaboración que hace Lander sobre la colonialidad del saber, parte de dos

dimensiones; la primera se refiere a la construcción del conocimiento a partir de la partición del

mundo de lo real, así se separan mente y cuerpo, ser humano y naturaleza

…[lo que] dejó al mundo y al cuerpo vacío de significado y subjetivizó

radicalmente a la mente. Esta subjetivación de la mente, esta radical separación

entre mente y mundo, colocó a los seres humanos en una posición externa al

cuerpo y al mundo, con una postura instrumental hacia ellos (2000, p. 2).

La segunda división se relaciona con la articulación de los saberes modernos y la organización del

poder, es decir, se da un proceso de organización colonial del mundo a partir de los saberes, los

lenguajes, la memoria y los imaginarios, donde “por primera vez, se organiza la totalidad del

espacio y del tiempo -todas las culturas, pueblos y territorios del planeta, presentes y pasados- en una

gran narrativa universal” (Lander, 2000, p. 3).

Un elemento relevante que interconecta con la visión de los pueblos originarios en la colonialidad

del saber, lo aporta Guerrero quien plantea que la colonialidad del saber negó la dimensión afectiva

del conocimiento, al igual que su dimensión espiritual, “puesto que si el ser humano, la sociedad,

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32

la naturaleza y la vida en su totalidad se muestran como objetos de dominio, no podía haber espacio

ni para la afectividad ni para la espiritualidad” (2011, p. 28). Plantea, desde el conocimiento de los

pueblos originarios del Abya Yala, la espiritualidad como respuesta política insurgente, en el tanto

es una energía interior que mueve la acción:

La existencia de un sistema y una civilización de muerte del capitalismo, la

globalización implica la necesidad de continuar militando y luchando

intransigentemente por la vida, pero ya no pueden ser las mismas luchas que

levantábamos décadas atrás; ahora no se trata solo de lograr transformar la

superestructura o las estructuras del sistema, se trata de incorporar dimensiones

que las luchas de muchos movimientos sociales han ignorado: la espiritualidad,

la afectividad para lograr transformaciones del ser y civilizatorias que hagan

posible la construcción de éticas, políticas, estética y eróticas ‘otras’…

La colonialidad del poder/saber/ser ha construido sujetos adecuados a las necesidades de una

sociedad erigida sobre las relaciones productivas, donde el otro (en este caso, los pueblos originarios)

“no es”. Su conocimiento, lenguaje y modos de vida se invisibilizan para dar paso al mundo blanco,

falocéntrico y escindido, construido desde los centros hegemónicos y trasladado a sus territorios.

Este fenómeno, que inicia en la colonia, se mantiene hoy mediante formas neo-coloniales, de las

cuales la creación de parques naturales nacionales es uno de sus episodios. De ahí, la importancia

de este enfoque para la comprensión del fenómeno de despojo territorial vivido y resistido por los

pueblos originarios, sobre todo cuando se trata de la relación con la naturaleza. Recuérdese que esta

matriz modernidad/colonialidad genera la separación de lo humano y lo no humano,

transformando la cosmovisión y -como señala Guerrero (2011)- la cosmoexistencia de estos pueblos.

Page 42: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

33

2.1.1 La concepción del r-existir

Partiendo del enfoque decolonial y en el marco de la lucha por los territorios y disputa contra el

Estado, es fundamental recuperar los procesos de resistencia al proyecto modernidad/colonialidad

que vivieron y siguen viviendo las comunidades tradicionales u originarias. Resistencias que han

asumido diferentes formas a lo largo del tiempo como parte de las estrategias para seguir existiendo

como individuos y como colectivos.

La presente investigación toma el concepto “R-existencia”, acuñado por Porto Gonçalves y que se

refiere a los procesos de resistencia de los movimientos sociales en el contexto del proyecto

modernidad/colonialidad en lugares donde las territorialidades fueron reconfiguradas e

invisibilizadas. Las racionalidades “otras” no dejaron de existir y se ocuparon de resistir. Puestas en

valor posibilitan la R-existencia:

Pero esa moderno-colonialidad no se inscribió en un espacio vacío de

significación, aunque si en territorios (naturaleza+cultura) donde fueron

conformados patrones cognitivos propios (Mignolo, 2003: 215). Por eso, más que

resistencia, lo que se halla es R-Existencia puesto que no se reacciona,

simplemente a la acción ajena, aunque sí, algo pre-existe y es a partir de esa

existencia que se R-Existe, Existo, inmediatamente resisto. R-Existo. (Porto-

Gonçalves, 2009, p. 131).

Según señala Porto-Gonçalves, r-existencia es

“un neologismo y una invención poética […] que incluye la palabra existir en

el sentido de existencia; y la palabra resistir en el sentido de resistencia […]

Empleando un poético juego de palabras, inventé el término R-existir para

explicar que los movimientos sociales no solamente resisten a la acción de los

Page 43: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

34

dominadores, sino que resisten también haciendo uso de su propia cultura,

ejerciendo y defendiendo su dignidad. De esta forma, más que resistir, R-existen

(Porto-Gonçalves, 2007).

Según Porto-Gonçalves, la r-existencia es una acción refleja que se ubica entre la acción de resistir

y la posibilidad de existencia en medio de dos lógicas geográficas y epistémicas (Porto-Gonçalves,

2006) donde se lucha por “una nueva forma de existencia, un determinado modo de vida y de

producción, por modos diferenciados de sentir, actuar y de pensar” (Leff, Argueta, Boege, & Porto

Gonçalves, 2002, p. 47).

Este concepto tiene sentido en cuanto a su opción creadora-generadora de acción, en el contexto de

las disputas territoriales que se enmarcan en los conflictos socioambientales que han tomado auge

en las últimas décadas.

2.1.2 Los conflictos socioambientales y la justicia ambiental

De acuerdo con Del Viso y Leff, los conflictos socioambientales se definen como situaciones en que

existe choque de intereses entre quienes causan un problema ambiental y aquellos que sufren sus

consecuencias por el uso de los servicios o bienes ambientales (Del Viso, 2011), son “derivados de la

desigual distribución ecológica y las estrategias de apropiación de los recursos ecológicos, los bienes

naturales y los servicios ambientales” (Leff, 2014, p. 243).

El desplazamiento de los pueblos originarios, para establecer los parques nacionales, se justifica por

la conservación de la naturaleza y genera, a su vez, conflictos socioambientales, lo mismo sucede

actualmente con el intento de modernizar estos espacios para incorporarlos a la dinámica del

mercado “verde”, a través del “turismo” o de la venta de servicios ambientales.

Page 44: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

35

En este sentido, es importante tomar en cuenta las corrientes ambientalistas que presionan la

creación y las formas de gestionar los parques nacionales. Una primera corriente sobre la cual se

fundan es en donde Martínez-Alier llama “el culto a lo silvestre”: “es la defensa a la naturaleza

inmaculada, el amor a los bosques primarios y a los ríos prístinos... la principal propuesta política

de esta corriente del ambientalismo consiste en mantener reservas naturales, llámense parques

nacionales o naturales o algo parecido, libre de la interferencia humana... Una reserva natural

puede admitir visitantes pero no habitantes humanos” (2014, pp. 22-23).

Por otro lado, entre las corrientes ambientalistas está “el credo o evangelio de la ecoeficiencia” que

converge con la primera, pues “se preocupa por el manejo sustentable y “uso prudente” de los

recursos naturales y el control de la contaminación... descansando en la creencia de que las nuevas

tecnologías y la “internalización de las externalidades” son instrumentos decisivos de la

modernización ecológica” (p. 36).

Según la Corporación Nacional Forestal (CONAF), ente encargado de la administración del Parque

Nacional Villarrica, un parque nacional es el:

…área generalmente extensa, donde existen diversos ambientes únicos o

representativos de la diversidad biológica natural del país, no alterada

significativamente por la acción humana, capaces de autoperpetuarse y en que

las especies de flora y fauna o las formaciones geológicas, son de especial interés

educativo, científico o recreativo... Los objetivos de un Parque son la preservación

de muestras de ambientes naturales, de rasgos culturales y escénicos asociados a

ellos; la continuidad de los procesos evolutivos, y en la medida compatible con

lo anterior, la realización de actividades de educación, investigación y recreación

(Corporación Nacional Forestal, 2006, p. 24)

Page 45: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

36

Dicha definición, por supuesto, no contempla –invisibiliza- los usos y prácticas ancestrales de los

pueblos desplazados, en un área que describe sin o con poca intervención humana. Al contrario, la

definición deja claro que la conservación promovida desde la ecología profunda (culto a lo silvestre)

se conjuga con la economía verde (credo a la ecoeficiencia), mediante la disposición de los espacios

para la recreación, dígase para el turismo. Una actividad que, en su forma convencional, es aliada

de la dinámica global capitalista, dando valor mercantil a la naturaleza13.

En todo caso, ambas corrientes dejan un vacío generado por el no reconocimiento de la propiedad

ancestral y de los modos de vida de las comunidades, que están directamente vinculadas a los

territorios destinados a parque nacional. No se considera la cosmovisión de las personas mapuche,

para quienes la naturaleza y el ser humano no son entes separados, contrario a lo que la

racionalidad cartesiana sustenta, en que se sostiene el modelo de parques nacionales14.

Es indispensable, entonces, recurrir a una tercera corriente para abordar los conflictos

socioambientales que tome en consideración las necesidades de los pueblos desplazados por el

proyecto político impulsado por las dos primeras. Esta corriente ha sido nombrada de diferentes

formas, “ecologismo de los pobres”, “ecologismo popular” o “movimiento de justicia ambiental”.

Esta propuesta es caracterizada por Martínez-Alier de la siguiente manera:

13 Sobre las modalidades turismo consultar (Henríquez, Zehchener, & Sampaio, 2010), (Pilquimán & Henríquez,

2014), (Skewes, Henríquez Zúñiga, & Pilquimán Vera, 2012).

14 Es importante reconocer que desde los años 70 inicia un cambio paradigmático en el manejo de los parques

nacionales, cuando se inician los acuerdos de coadministración de los parques nacionales (Trentini, 2011). Sin

embargo, en Chile, ese proceso ha sido lento y existen pocas experiencias que lo ilustren.

Page 46: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

37

…el eje central de esta tercera corriente no es una reverencia sagrada a la

naturaleza sino un interés material por el medio ambiente como fuente y

condición para el sustento; no tanto una preocupación por los derechos de las

demás especies y las generaciones futuras humanas sino por los humanos pobres

de hoy (2014, p. 33).

Los críticos de esta corriente15 señalan como su principal debilidad que no considera los valores

intrínsecos de la naturaleza, sino que se centra en los derechos económicos, sociales y políticos de

las personas, siendo un planteamiento antropocéntrico. Sin embargo, Martínez-Alier plantea que la

justicia ambiental es una ideología y una práctica de los movimientos sociales para preservar los

“recursos naturales”, al asegurar su “acceso duradero” y protegerlos contra los intereses del capital

y del estado. Según él, lo ecológico está implícito en los intereses de las comunidades, al recuperar

el control comunitario de los recursos y alejarlos de las dinámicas de la “economía crematística”

(Martínez-Alier, 2014).

Esta corriente de justicia ambiental responde mejor al análisis del conflicto objeto de esta

investigación, pese a su carácter antropocéntrico e interés material en la naturaleza. Si se sigue el

planteamiento de Martínez-Alier, las comunidades estudiadas se vuelven ecologistas, por la

dependencia que tienen de los “recursos naturales” presentes en el Parque Nacional Villarrica. Pero

esta dependencia, en su caso, es tanto material como inmaterial.

Para hacer una lectura de los problemas de justicia ambiental, sus efectos en las comunidades

originarias y las posibilidades de re-apropiar los “bienes y servicios de la naturaleza”, la teoría del

desarrollo a escala humana con sus tres pilares –las necesidades humanas fundamentales, la

15 Ver: (Gudynas, La senda biocéntrica: valores intrínsecos, derechos de La naturaleza y justicia ecológica, 2010)

Page 47: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

38

autodependencia y la articulación orgánica- permite un abordaje más complejo que considera los

aspectos no materiales dentro de las demandas de las poblaciones afectadas.

2.2 TEORÍA DEL DESARROLLO A ESCALA HUMANA

La Teoría del Desarrollo a Escala Humana que nace en los años ochenta, con el trabajo de Manfred

Max-Neff, Antonio Elizalde y Martín Hopenhayn, como alternativa al desarrollismo fomentado desde

la segunda posguerra con carácter hegemónico que pone la economía delante de las personas y a

estas al servicio del crecimiento económico.

Según Lander, es indispensable la formulación de alternativas teóricas y políticas al “dogma”16

económico neo-liberal que plantea la primacía del mercado, en un discurso hegemónico de un

modelo civilizatorio “como una extraordinaria síntesis de los supuestos y valores básicos de la

sociedad liberal moderna en torno al ser humano, la riqueza, la naturaleza, la historia, el progreso,

el conocimiento y la buena vida” (Lander, 2000, p. 1).

En esta línea deconstructiva y generadora de alternativas a esa economía predominante, es que Max-

Neef y Smith, retoman los postulados del DEH para plantear una nueva economía, humanizada y

“coherente con los problemas del siglo XXI”: véanse sus postulados:

1. La economía ha de servir a la gente, no a la inversa.

2. El desarrollo se refiere a las personas, no a los objetos.

16 El calificativo es responsabilidad de la autora.

Page 48: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

39

3. El crecimiento no es sinónimo de desarrollo, y el desarrollo no

necesariamente requiere de crecimiento.

4. Ninguna economía es posible en ausencia de los servicios de los ecosistemas.

5. La economía es un subsistema de un sistema mayor y finito, la biósfera, de ahí

que el crecimiento permanente sea imposible.

Principio de valor: Ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia,

puede estar por encima de la reverencia hacia la vida (Max-Neef & Smith, 2011,

p. 166).

Estos postulados ubican a la economía en su justo lugar, como parte de un sistema mayor, en donde

los límites son definidos por la capacidad de la biósfera, por tanto, las necesidades humanas pueden

ser actualizadas según esos límites. En este sentido, el DEH plantea tres pilares que hacen posible un

tipo de desarrollo donde la vida que incluye y depende de los ecosistemas, se ubica sobre los intereses

económicos.

2.2.1 Necesidades humanas fundamentales y pobrezas

El primer pilar del DEH, lo constituyen las necesidades humanas fundamentales que, según Max-

Neef, Elizalde, & Hopenhayn et al. (1998), son “finitas, pocas y clasificables... son las mismas en

todas las culturas y en todos los períodos históricos. Lo que cambia, a través del tiempo y de las

culturas, es la manera o los medios utilizados para la satisfacción de las necesidades”. Más allá de

las críticas a las que puede ser sometida esta pretendida universalidad de las necesidades, es relevante

el planteamiento sistémico de los tres subsistemas que las componen: las necesidades, los

satisfactores y los bienes.

Page 49: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

40

Elizalde (2003) señala que las necesidades “son algo que está radicado al interior de nuestra piel y

que solamente podemos vivenciar en forma subjetiva […] son algo que nos constituye como

humanos, que está impreso en nuestra naturaleza”, por lo tanto, no están materializadas. Max-

Neef, Elizalde, & Hopenhayn (1998) proponen nueve necesidades humanas fundamentales

axiológicas: subsistencia, protección, creación, participación, identidad, libertad, afecto,

entendimiento y ocio y cuatro existenciales: ser, tener, estar y hacer. Además señalan que las

necesidades no se satisfacen, más bien se actualizan o se vivencian.

Por otro lado, los satisfactores que no son universales se encuentran en el límite entre la materialidad

e inmaterialidad y dependerán de los modos de vida prevalecientes en una sociedad determinada:

son las formas históricas y culturales mediante las cuales damos cuenta de

nuestras necesidades humanas fundamentales […] constituyen las formas

mediante las cuales en cada cultura, en cada sociedad, en cada circunstancia

histórica se buscan y diseñan las mejores formas de actualizar las necesidades de

sus integrantes. […] por una parte son inmateriales y por otra parte constituyen

la interfaz entre lo que es la exterioridad y la interioridad entre los bienes y las

necesidades fundamentales (Elizalde, 2003).

Es en los bienes que se manifiesta la materialidad de las necesidades, dado que “son los artefactos

materiales de la cultura y son fundamentalmente pura exterioridad, son objetos o cosas que

potencian la capacidad de los satisfactores para poder dar cuenta de la necesidad (Elizalde, 2003).

El sistema de necesidades humanas es relevante como forma de leer la historia de despojo de las

comunidades mapuche vinculadas con el Parque Nacional Villarrica, dada la permanencia de las

necesidades a lo largo del tiempo y los efectos que ha tenido en el ser de los individuos y de las

comunidades.

Page 50: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

41

También, al abordar los conflictos socio-ambientales, vinculándolos con la actualización de las

necesidades humanas fundamentales, es posible desmaterializarlos parcialmente, ubicándolos en

una dimensión cultural y territorial mucho más amplia, en la interfaz de lo material y simbólico

en que se encuentran los satisfactores.

Para ello, se comparte con Giménez una noción de cultura17, que considera las dimensiones o

formas objetivadas y subjetivadas, es decir, la cultura como la “dimensión simbólico-expresiva de

todas las prácticas sociales, incluidas sus matrices subjetivas (habitus [18]) y sus productos

materializados en forma de instituciones o artefactos […] es el conjunto de signos, símbolos,

representaciones, modelos, actitudes, valores, etcétera, inherentes a la vida social” (Giménez, 2000,

p. 27). Las formas objetivadas incluyen tanto los bienes culturales como las instituciones, las

prácticas y los rituales, pero éstas deben ser apropiadas y reactivadas a partir de las interpretaciones

y valoraciones desde la subjetividad (habitus).

17 En la Teoría del Desarrollo a Escala Humana se hace referencia permanente a la cultura, sin embargo, nunca es

definido ni tratado en profundidad el concepto, es por esto que se necesitó asumir una postura conceptual externa a

la teoría original.

18 Bourdieu define “habitus” como un "sistema de disposiciones adquiridas por medio del aprendizaje implícito o

explícito que funciona como un sistema de esquemas generadores" (Bourdieu 1990:141). El habitus es un

instrumento de traducción y ajuste entre los deseos y aspiraciones de los individuos y las demandas propias de cada

campo, y está conformado por procesos de percepción, valoración y acción. Es en torno al habitus como se reconstruye

el proceso por el que lo social se interioriza en los individuos y logra que las estructuras objetivas concuerden con las

subjetivas (Bourdieu, 1990:34). Es un lugar de negociación donde se produce y reproduce el sentido y donde

confluyen tanto las estructuras objetivas (lo estable, lo instituido, la sociedad) como las agencias (lo emergente, lo

instituyente, las socialidades), y donde se gestan las transformaciones en las escalas de lo humano, lo social y lo

histórico. Mediante el habitus, el orden social se inscribe en los cuerpos posibilitando diversas transacciones

emocionales y afectivas con el entorno social (Viscarra, 2002).

Page 51: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

42

Las formas objetivadas son exploradas por el DEH, mediante las necesidades existenciales del ser,

tener, hacer, estar, donde se cuenta con atributos personales o colectivos, instituciones, normas,

mecanismos; las acciones personales y colectivas; los espacios y el ambiente.

Estas formas objetivadas o materializadas sólo cobran sentido si pueden ser

apropiadas y permanentemente reactivadas por sujetos dotados de "capital

cultural incorporado", es decir, del habitus requerido para "leerlas",

interpretarlas y valorizarlas. De lo contrario, se convertirían en algo semejante a

lo que solemos llamar "letra muerta" o "lengua muerta" (Giménez, 2000, p. 28).

En este orden de cosas, las necesidades humanas, los satisfactores y los bienes toman sentido según

la cultura en donde se actualizan; en la interacción entre la objetivación-subjetivación y la

materialidad-inmaterialidad se hace posible la vida, cuyo “estar” se da en un territorio específico.

El territorio, por tanto, tiene también esa doble dimensión. Siguiendo a Leff, es donde se juega lo

“físico e imaginario, lo corporal y espiritual: implica siempre a un sujeto o agente que viaja con su

territorio a cuestas, a un ser cultural que lo construye con sus prácticas de vida” (Leff, 2014, p. 471),

es el lugar soporte de la existencia humana. Siguiendo a Giménez, “el territorio es el espacio

apropiado y valorizado -simbólica e instrumentalmente- por los grupos humanos” (Giménez, 2000,

pp. 21-22).

Estas dos dimensiones, presentes en el territorio, permiten abordar, desde lo empírico, las luchas de

las comunidades mapuche colindantes con el sur del Parque Nacional Villarrica. Lo simbólico-

material se presenta recreado permanentemente en función de su existencia. En otras palabras, esa

existencia es posible en tanto las formas objetivadas y subjetivadas puedan ser apropiadas y

reactivadas.

Por otro lado, el DEH permite trascender la visión tradicional de la pobreza. Según la justicia

ambiental o la ecología de los pobres, los conflictos socio-ambientales están directamente

Page 52: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

43

relacionados con el acceso a los bienes y servicios que proporciona la naturaleza. Además, plantea

que la pobreza es más compleja que el no logro de un umbral de ingresos, es decir se refiere a una

diversidad de pobrezas asociadas con la dificultad de actualizar las necesidades básicas

fundamentales:

Sugerimos no hablar de pobreza, sino de pobrezas. De hecho, cualquier

necesidad humana fundamental que no es adecuadamente satisfecha revela una

pobreza humana. La pobreza de subsistencia (debido a alimentación y abrigo

insuficientes); de protección (debido a sistemas de salud ineficientes, a la

violencia, la carrera armamentista, etc.); de afecto (debido al autoritarismo, la

opresión, las relaciones de explotación con el medio ambiente natural, etc.); de

entendimiento (debido a la deficiente calidad de la educación); de participación

(debido a la marginación y discriminación de mujeres, niños y minorías); de

identidad (debido a la imposición de valores extraños a culturas locales y

regionales, emigración forzada, exilio político, etc.) y así sucesivamente (Max-

Neef, Elizalde, & Hopenhayn, 1998, p. 43).

En este sentido, las pobrezas son diversas y están determinadas por las condiciones materiales y

básicamente por las culturales, pues depende del sistema de necesidades a través de los satisfactores

que definen el dónde, el cómo, el quién y el qué, bien se requieren para actualizarlas. Los bienes se

adquieren tanto en las relaciones de mercado como en los intercambios con la naturaleza y/o con

otros seres humanos.

2.2.2 La autodependencia

Como propuesta para la construcción de sociedades más humanizadas que reviertan los procesos de

dominación y frustración de las necesidades humanas, el DEH plantea un segundo pilar, la

autodependencia.

Page 53: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

44

Según Max-Neef, Elizalde, & Hopenhayn, la autodependencia implica la interdependencia

horizontal que evita el autoritarismo y la unidireccionalidad de las decisiones. Además, posibilita la

sinergia de necesidades como la identidad, la creatividad, la participación y libertad, en tanto

potencia su demanda. El Desarrollo a Escala Humana considera el espacio local como el lugar para

generar “embriones de autodependencia cuyas prácticas constituyan alternativas potenciales a las

grandes estructuras piramidales de poder” (1998, p. 91)

Según Leff, los conflictos socioambientales generados en disputa por el control territorial, se

manifiestan hoy, no sólo a nivel político-jurisdiccional, sino en el reconocimiento de autonomías.

Por esa razón, los procesos de re-apropiación territorial, donde las comunidades definan sus

proyectos de manera endógena, toman relevancia y se convierten en luchas por la apropiación de la

naturaleza.

De esta manera, las poblaciones indígenas están generando nuevos derechos

culturales para recuperar el control sobre su territorio como un espacio

ecológico, productivo y cultural para reapropiarse un patrimonio de recursos

naturales y significados culturales (Leff, 2000, p. 65).

El concepto de territorio asumido tiene relevancia, puesto que es en ese espacio donde se expresan

los procesos de reapropiación de la naturaleza. Ante las situaciones de despojo experimentado por

las comunidades originarias en los parques nacionales, la recuperación de los espacios es

fundamental para reconstruir sus modos de vida. Es decir, es en un campo epistémico-político,

donde los pueblos indígenas y otros grupos “reinventan” sus territorios como el lugar-espacio-

tiempo de reapropiación cultural de la naturaleza (Leff, 2014, p. 467).

Page 54: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

45

En esta discusión confluyen la sustentabilidad ambiental, el derecho a la autonomía y la

autodeterminación19 de los pueblos originarios. De ahí la importancia de recuperar el resguardo del

territorio, como un modo de recuperar los modos de vida y la relación con la naturaleza de las

comunidades mapuche. Según la dirigente comunal Beatriz Chocorí, sin territorio los pueblos

originarios no pueden ejercer su cosmovisión, por lo tanto, la reapropiación es un tema político y

cultural que busca más que conservar, resguardar el territorio, es decir,

“cuidar haciendo uso de ese espacio, pero de forma ancestral, sustentable, no sé

si es el concepto, […] haciendo un uso espiritual como se ha hecho siempre, y

el resguardo tiene que ver con el hecho que los espacios que ahí existen se

mantengan no sean alterados, entonces es mucho más que conservación

(comunicación personal, abril 2015).

Con esta conceptualización, se hace patente la preeminencia de la racionalidad moderno-occidental

donde el conocimiento científico se coloca sobre los saberes y modos de vida ancestrales, producto

de la colonialidad del poder/saber/ser. El predominio de la lógica anterior ha generado relaciones

verticales y unidireccionales, como las descritas por el DEH, ante las cuales las comunidades

originarias se mantienen en permanente resistencia. Una propuesta de desarrollo endógeno busca

revertir dichas condiciones y favorecer la reapropiación territorial o reversión de los procesos de

despojo, de tal forma que las poblaciones subalterizadas logren reconstruir y hacer viables sus modos

de vida, su existencia.

19 Entiéndase la autodeterminación según el artículo 3 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos

de los pueblos indígenas: “Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En virtud de ese derecho

determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural”

(Asamblea General de las Naciones Unidas, 2007).

Page 55: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

46

2.2.3 La articulación orgánica

Como tercer pilar del DEH, la articulación orgánica referente a lo micro-macro considera la

necesidad de complementariedad entre diferentes espacios: local-nacional-global, de tal manera que

se estimula el potenciamiento recíproco entre procesos de identidad sociocultural, de autonomía

política y de autodependencia económica. En este sentido, el DEH plantea como desafío central

“conciliar la promoción desde fuera con las iniciativas desde adentro” (Max-Neef, Elizalde, &

Hopenhayn, 1998, p. 89).

Para comprender el ejercicio autonómico que los pueblos originarios intentan realizar, en contextos

de “articulación forzada” entre lo local-nacional-global, se recurre al concepto “autonomía

relacional” acuñado por Astrid Ulloa.

La autonomía relacional indígena debe ser entendida como la capacidad de los

pueblos indígenas para ejercer autodeterminación y gobernabilidad en sus

territorios a partir de las relaciones, negociaciones, confrontación y participación

que tienen que establecer con el Estado y diversos actores locales, nacionales y

transnacionales en la búsqueda de reconocimiento e implementación de su

autonomía política y territorial, cuando retomen políticas o procesos estatales o

transnacionales para su consolidación (Ulloa, 2011, p. 481)

Precisamente, ante las presiones que enfrentan los territorios indígenas por el uso de los recursos,

desde el ámbito nacional e internacional, los pueblos originarios desarrollan herramientas para r-

existir. Despliegan mecanismos para reivindicar sus derechos, hacen uso de la legislación

transnacional y, sobre todo, establecen negociaciones y participan con el estado en la construcción

de políticas y proyectos que les afectan.

Page 56: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

47

De ahí la importancia del abordaje intercultural descolonial, pues permite establecer diálogos con

diferentes actores pero como una acción político transformadora que tiene como referente la

afirmación de las perspectivas propias. En este sentido, es importante considerar la particularidad

de las comunidades aledañas al Parque Nacional Villarrica, ya que están constituidas tanto por

población mapuche, como por colonos con quienes comparten territorio, familia y proyectos

comunitarios, pero que se diferencian culturalmente. Es decir, pueden definirse como comunidades

interculturales.

La interculturalidad es asumida en esta investigación, no como un concepto, sino como un

paradigma. Siguiendo a Walsh “la interculturalidad es un paradigma “otro” que cuestiona y

modifica la colonialidad del poder, mientras, al mismo tiempo, hace visible la diferencia colonial”

(2007, p. 57). Se asume este sentido de la interculturalidad al reconocer las tensiones existentes en

estos territorios, la coexistencia conflictiva entre diferentes racionalidades y la obligación de

compartir el espacio con los colonos, como una herencia del proceso colonial.

Boaventura de Souza Santos la denomina “interculturalidad descolonial” y señala que surge de “las

experiencias de las víctimas de la xenofobia, el racismo, el etnocentrismo y las organizaciones a

través de las que se expresa su resistencia” (Santos, 2012, p. 151). Se basa en el “reconocimiento de

las asimetrías de poder entre las culturas, reproducidas durante una larga historia de opresión […]

Considera […] posible el diálogo intercultural siempre que sean respetadas determinadas

condiciones que garanticen la autenticidad del diálogo y el enriquecimiento mutuo” (p. 152).

Por su parte, Walsh señala que:

...la interculturalidad ofrece un camino para pensar desde la diferencia a través

de la descolonización y la construcción y constitución de una sociedad

radicalmente distinta. El hecho de que este pensamiento no trasciende

simplemente la diferencia colonial, sino que la visibiliza y rearticula en nuevas

Page 57: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

48

políticas de la subjetividad y una diferencia lógica, lo hace crítico porque

modifica el presente de la colonialidad del poder y del sistema mundo

moderno/colonial (2007, p. 57).

Abordar la interculturalidad como paradigma ofrece un camino para visibilizar las racionalidades

subalterizadas y entrar en diálogo con otras, desde el reconocimiento y la reafirmación de su propio

pensamiento invisibilizado. Construir otros mundos en contextos “multiculturales” requiere aceptar

la interculturalidad como herramienta política transformadora que dé paso a la producción de

conocimiento desde una nueva perspectiva geopolítica (Walsh, 2007). En tal sentido, el diálogo se

asienta sobre la crítica a la colonialidad y la reafirmación de los propios saberes colocando la

discusión en el “límite de la perspectiva indígena y no indígena” según expone Walsh:

En estos proyectos vemos un pensamiento crítico fronterizo y un

posicionamiento que irrumpe en la universalidad de constructos como

conocimiento, Estado y poder, afirmando las perspectivas indígenas y trabajando

en el límite de las perspectivas indígenas y no-indígenas, alimentando una

“interculturalización”. Hablar de un “posicionamiento crítico fronterizo”

significa reconocer la capacidad del movimiento para entrar a/dentro del trabajo

con y entre los espacios social, político y epistémico antes negados, y

reconceptualizar esos espacios a través de formas que respondan a la persistente

recolonialización de poder, mirando hacia la creación de una civilización

alternativa (Walsh, 2007, pp. 58-59).

A partir del paradigma intercultural, se pone en valor los conocimientos y las prácticas culturales

“de” y “desde” las comunidades originarias, que entran en juego en los espacios de disputa

territorial. Es posible valorar los saberes constituyentes de una racionalidad (invisibilizada) que ha

permitido la conservación de “recursos naturales” codiciados hoy por intereses globales-locales.

Page 58: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

49

Otro tipo de articulación relevante, dadas las fuertes presiones que enfrentan los territorios

ancestrales, es entre el ser humano, la naturaleza y la tecnología, siguiendo el tercer pilar del DEH,

que plantea como reto la sustentabilidad o, como la denominan sus autores, el desarrollo eco-

humanista, que cuestiona la imposición de la racionalidad moderna mediante la innovación

tecnológica.

La articulación de estos tres elementos, desde una visión crítica, contribuye a la construcción de

nuevos territorios de vida, basados en una racionalidad ambiental sustentable, en contraposición a

la racionalidad moderna predominante. Coincidiendo con Leff, Argueta, Boege, & Porto Gonçalves

(2002), estas condiciones pueden generar procesos sociales que impulsan alternativas de desarrollo,

construidos a escala local y global, de legitimación de los derechos de los pueblos sobre sus

territorios, en todas sus dimensiones, para autogestionarlos, recuperando saberes invisibilizados.

Entender los procesos y abrirse al diálogo con otras racionalidades para la construcción de una

racionalidad ambiental sustentable que posibilite la R-existencia de modos de vida sub-alterizados

históricamente es fundamental. La racionalidad ambiental sustentable, sin lugar a dudas,

constituye un punto de encuentro de diferentes racionalidades que articula lo micro con lo macro,

lo local con lo global, al ser humano con la naturaleza y la tecnología. Esta articulación permite

encontrar puentes que faciliten la r-existencia de las comunidades ancestrales en diferentes

territorios de vida que fueron arrancados de su control.

En síntesis, el tema de investigación es un problema de justicia ambiental, generado por la

apropiación de bienes y servicios ambientales que hace el Estado en el Parque Nacional Villarrica.

Se considera un conflicto ambiental en el tanto ha generado pobrezas a las comunidades

tradicionales relacionadas ancestralmente con ese territorio, quienes han visto limitados sus modos

de vida y formas de actualización de sus necesidades humanas fundamentales.

Page 59: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

50

En el conflicto confluyen diferentes racionalidades en disputa, que se mueven en las dimensiones

política (poder), epistémica (saber) y existencial (ser). Los pueblos originarios buscan su R-

existencia en interacción con actores no-indígenas, reconociendo y reafirmando sus perspectivas

como parte de la acción política. Así, el Desarrollo a Escala Humana contribuye, como herramienta

teórica metodológica, a la construcción de nuevos caminos de reapropiación, de r-existencia en estos

territorios.

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51

3. METODOLOGÍA

3.1 FUNDAMENTACIÓN EPISTEMOLÓGICA

Esta investigación se aborda desde un enfoque decolonizador, pues busca aportar una mirada desde

las propias identidades transgredidas y en resistencia. Indaga los elementos para establecer un

diálogo con otras racionalidades, a partir del reconocimiento y reafirmación de saberes y prácticas

culturales de los grupos subalternizados. Según Guerrero, este enfoque aporta al “proceso de

descolonización epistémica, social, política en la perspectiva de aportar miradas que revitalicen las

propias raíces de identidad, no para negar lo ajeno, sino para dialogar con éste, pero a partir de

nuestras propias especificidades culturales” (Guerrero, 2010, p. 354).

Como parte del enfoque, se utiliza un paradigma intercultural que reconoce la complejidad de las

comunidades y la coexistencia de diferentes modos de vida dentro del territorio en estudio, teniendo

claro que uno de esos modos de vida corresponde al denominado Mundo-Uno20, según Escobar

(2014).

Este estudio busca revertir la situación de despojo que afecta a las comunidades participantes,

mediante la construcción participativa de líneas estratégicas generales que permitan buscar

acuerdos con el Estado para cogestionar el Parque Nacional Villarrica. Es un proceso de

investigación-acción-participante de nivel bajo-medio (Balcazar, 2003), pues la participación de las

20 “Quizás la característica principal del proyecto Mundo-Uno ha sido una doble separación ontológica: un modo

particular de separar a los humanos de la naturaleza; y, la distinción y control de la frontera entre quienes funcionan

dentro del MU y quienes insisten en otras maneras de “mundificar” o crear mundos. Estos dualismos (y muchos

otros derivados) subyacen a toda una estructura de instituciones y prácticas por medio de las cuales se promulga y

actúa el MU (Escobar A. , 2014, p. 140).

Page 61: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

52

comunidades es limitada pero comprometida con la construcción de la investigación, así como con

la posibilidad de aprovechar sus resultados para la transformación social.

En la implementación metodológica, el diálogo permanente entre la investigadora con las personas

colaboradoras y el intercambio de argumentos entre ellas mismas, genera la toma de conciencia y

las condiciones para asumir la cogestión como un proyecto viable sobre el que seguirán trabajando.

El punto de partida de las conversaciones con la comunidad encuentra dificultades en dos extremos:

por un lado, las expectativas de que la investigadora sea intermediaria entre el Estado y las

comunidades para concretar los acuerdos de cogestión; por otro lado, las posiciones pesimistas que

plantean el tema con incredulidad y desánimo. Encauzar ambas posiciones para asegurar la

participación y no generar falsas expectativas resulta un reto del mismo paradigma de investigación.

Este es un estudio cualitativo que utiliza un enfoque etnográfico, describe los fenómenos sociales,

según la narrativa de sus actores, en un escenario natural, para ello se realiza “un registro

descriptivo de una serie de hechos, donde se relevan las palabras de las personas, habladas o escritas,

tal como ellas las pronuncian, así como la conducta observable” (Flores, 2013, p. 82). Así, se busca

comprender el fenómeno desde quienes viven los procesos y enfrentan el conflicto, es decir, desde su

propio marco de referencia (Barrantes, 2002).

Una limitación importante que enfrenta esta investigación corresponde al idioma. No hablar

mapuzungún, si bien no es una barrera impenetrable de comunicación, si presenta dificultades para

la comprensión de buena parte de la cosmovisión y cosmoexistencia de las comunidades mapuche

y, por tanto, de su relación con el territorio. Esto genera dificultades para traducir y comprender los

paradigmas que ya las comunidades mapuche manejan desde su praxis.

En la redacción del documento se construye un “texto polifónico”, siguiendo a Guerrero (2010),

con el fin de evidenciar las voces de todas las personas que participan en la investigación, dejando

Page 62: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

53

claro el locus de enunciación, tanto de la investigadora como de los participantes. De estos últimos,

la mayoría pidió el anonimato, lo cual invisibiliza su aporte al estudio. En la recuperación de las

citas, se realiza un intento por subsanar esta falencia, al señalar algunas características de la persona

informante. Se reconoce que dicho esfuerzo es insuficiente para recuperar la especificidad que marca

el criterio de género y de edad.

Sobre el lugar de enunciación de la autora, es importante dejarlo claro desde este momento: soy

mujer, soy winka, extranjera, socióloga formada desde la escuela tradicional, no hablo

mapuzungún y este trabajo es mi primer contacto con las comunidades mapuche. Desde aquí se

emprende este proceso de investigación.

3.2 ESTRATEGIA METODOLÓGICA

3.2.1 Delimitación espacio temporal

Esta investigación se realiza tomando en cuenta las comunidades tradicionales colindantes con el

sur del Parque Nacional Villarrica: Los Cajones, Traitraico y Pocura que incluyen las comunidades

ancestrales Carlos Antimilla, Juan Caripán, Juan Chañapi y Ramón Chincolef. Todas las

comunidades seleccionadas colindan y algunas se traslapan con el Parque Nacional Villarrica y, por

tanto, viven conflictos con el Estado chileno por el uso y propiedad del territorio considerado parte

del parque. Estas comunidades se diferencian entre sí por sus formas organizativas y de relación con

el territorio, por lo cual su tratamiento metodológico fue diferenciado.

El concepto “territorios”, para efectos metodológicos, se asume como espacios intrínsecamente

conflictivos, donde se juega lo “físico e imaginario, lo corporal y espiritual: implican siempre a un

sujeto o agente que viaja con su territorio a cuestas, a un ser cultural que lo construye con sus

prácticas de vida” (Leff, 2014, p. 471). Este concepto facilita trabajar en dos dimensiones, lo

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54

simbólico y lo material que, desde lo empírico, se manifiestan y recrean permanentemente en las

luchas del pueblo Mapuche por el Parque Nacional Villarrica, con el objetivo de posibilitar su

existencia. Una existencia que pasa por la reapropiación de la naturaleza como eje de la vida, como

parte fundamental de su cosmovisión.

Este estudio es sincrónico y diacrónico (Guerrero, 2010). La investigación sincrónica permite

construir lineamientos para una estrategia de acción participativa a partir de la situación presente

de las comunidades en estudio. El trabajo de campo inicia en el mes de noviembre de 2014, con el

acercamiento exploratorio a las comunidades, lo cual permite construir el problema y objetivos de

investigación a partir de las narrativas de las personas participantes en los proyectos de turismo

comunitario ejecutados en la zona21, y la revisión bibliográfica. A partir de abril, una vez que el

proyecto de investigación es aprobado, se inicia el diálogo sistemático con la población seleccionada,

trabajo que se mantiene sostenido hasta la primera semana de octubre de 2015.

La investigación diacrónica permite comprender prácticas y conocimientos ancestrales reconocidos

por las personas participantes, así como el historial de disputas entre las comunidades y el Estado.

Según las cuatro etapas de la historia del pueblo mapuche planteadas por Millalén (Millalén Paillal,

2006), se define la institución del estado-nacional chileno como hito del despojo (eje de las disputas

territoriales), especialmente en su manifestación más violenta a partir del año 1862, cuando inicia

la “Pacificación de la Araucanía”. Se hace un paso obligado por 1940, año de creación del Parque

Nacional Villarrica, donde se establecen nuevas formas de relación con el territorio. Además, se

21 Se refiere a los proyectos “Transferencia Tecnológica, Turismo de Intereses Especiales y Desarrollo con Base Local

en el Destino Sietelagos” y “Nodo de Turismo Comunitario y Economía Solidaria de la zona de amortiguación del

Parque Nacional Villarrica y la Reserva Nacional Mocho Choshuenco" ejecutados por el Centro Transdisciplinario

de Estudios Ambientales (CEAM).

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55

consideran los cambios en el contexto nacional e internacional para conectar dichos momentos

históricos con las luchas por el control territorial que se libran hoy.

Es importante considerar la dispersión geográfica presente en la zona, lo cual constituye una

dificultad para realizar trabajo de campo, pues hay que considerar los tiempos de traslado a los

diferentes puntos de reunión y los recursos económicos que eso implica.

3.2.2 Selección de las personas participantes y experiencias de cogestión en la investigación

El universo de estudio lo constituye la población Mapuche que habita las comunidades seleccionadas

-Pocura, Traitraico y Los Cajones-. Se combinan como criterios muestrales la accesibilidad con la

selección estratégica de casos.

Para elegir las personas participantes del estudio, primero se da un acercamiento a la comunidad a

través del “Programa de Transferencia Tecnológica: Turismo de Intereses Especiales” que

desarrollan iniciativas familiares de turismo comunitario (Trawun. Programa de difusión

tecnológica Siete Lagos, 2015). Por razones de accesibilidad, se contactan cinco personas mapuche

de este proyecto, una en cada comunidad y dos de la comunidad Juan Chañapi. Mediante la técnica

de “bola de nieve”, se identifican líderes y lideresas de diferentes procesos a lo interno de sus

comunidades o que tienen un conocimiento profundo de las relaciones entre las comunidades

mapuche y el Parque Nacional Villarrica.

Los primeros identificados son tres lonkos22 o autoridades máximas de las comunidades mapuche,

con funciones espirituales y políticas en su territorio. De ellos, dos accedieron a participar, el tercero

22 La comunidad Ramón Chincolef no tiene lonko.

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56

pidió hacer la solicitud a través del huerquén23, quien negó la participación del lonko aduciendo

experiencias previas con investigadores y “proyectistas” que llegan a la zona y utilizan la

información proporcionada por ellos para sacar provecho personal; sin embargo, brindó pistas sobre

la importancia de incorporar al estudio a la población joven, ya que, según él, debe darse un relevo

generacional.

Ante la aparición recurrente del tema migratorio por razones económicas, protagonizada

principalmente por jóvenes, más la recomendación del huerquén, el tema intergeneracional se torna

relevante por lo cual se incorpora a un grupo de jóvenes líderes de la comunidad Marifilo –

comunidad funcional24 que es parte de la Juan Chañapi- quienes están iniciando proyectos de

recuperación cultural. Entre los jóvenes participantes hay profesionales o estudiantes universitarios

en: diseño gráfico, antropología, educación y asistencia social; otros no cuentan con estudios

universitarios y se encuentran insertos en el mercado laboral en actividades informales o se dedican

a la agricultura.

A través de ellos, se logra accesar a la “coordinadora”, organización donde se discute con los entes

gubernamentales problemáticas como: el abastecimiento de agua, el mantenimiento del cementerio

indígena, los proyectos de infraestructura en la playa de Pocura y la constitución de un centro de

salud intercultural, entre otros temas relacionados con el bienestar del territorio.

La entrevista, con el informante inicial de la comunidad Carlos Antimilla, facilitó la participación

en una reunión de las siete comunidades funcionales, donde se contactaron participantes clave de

23 El huerquén es un asesor o consejero del lonko.

24 Las comunidades funcionales son aquellas inscritas ante la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, según

la Ley 19253.

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57

la “Rayén Mapu” y la “Futamapu”, esta última -liderada por una mujer- tiene en construcción un

proyecto de autonomía territorial, caracterizado por la reinvindicación de la toponimia, el idioma,

entre otros elementos socio-culturales.

Otros actores importantes fueron: otros líderes y lideresas comunales que conocen con claridad las

disputas en torno al Parque Nacional Villarrica y están interesados en su reapropiación territorial;

familias colindantes con el Parque Nacional Villarrica; miembros de las comunidades seleccionadas

quienes no colindan con el parque pero que también se consideran actores interesados en el tema.

Se logró participación de líderes de todas las comunidades, de personas jóvenes y personas con edad

avanzada. Así se cuenta con 10 jóvenes entre 17 y 34 años; 13 personas mayores de 35 años, de las

cuales 5 son mayores de 60 años; 16 hombres y 12 mujeres.

Para la selección de las experiencias, usualmente denominadas de cogestión, coadministración o

responsabilidad compartida se utiliza un muestreo teórico, donde prevalecen los siguientes criterios:

Tabla 2. Síntesis de participantes en la investigación, colectivos e individuales

Comunidad # organizaciones # de participantes Hombres Mujeres

Carlos Antimilla 2 6 5 1

Juan Caripán 1 4 2 2

Juan Chañapi 1 12 6 6

Ramón Chincolef -- 4 2 2

Otros actores 1 2 2 2

Total 5 28 16 12

Fuente: Elaboración propia.

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58

Comunidades originarias, preferiblemente mapuche.

Unidades de conservación estatales, ya sean reservas o parques nacionales.

Cogestión o coadministración de al menos dos años.

Experiencia documentada, mediante informes oficiales o investigaciones publicadas.

3.2.3 Variables

Según los objetivos de investigación, las categorías centrales son: justicia ambiental, pobreza(s) y r-

existencia. Las tres conforman un marco de referencia para el análisis de los conflictos

socioambientales en territorios y culturas específicas.

Como puede verse en la Tabla 3, las variables seleccionadas para la categoría justicia ambiental son:

acceso a bienes y servicios de la naturaleza y presencia de conflicto. Las pobrezas, según la Teoría

del Desarrollo a Escala Humana, están asociadas a las necesidades humanas fundamentales y a las

potencialidades generadas en su vivencia o actualización, también se encuentran como variables la

autodependencia y la articulación orgánica. En el caso de la categoría r-existir, se desprenden las

variables resistencia y existencia; por último, dos conceptos transversales son territorio y cultura,

ambos se abordan desde las concepciones simbólicas y materiales.

Para complementar las categorías y variables propuestas en el marco teórico, se recurre a la

categoría “sentido” y las variables propuestas por Guerrero (2002), así se abordan los significados y

significaciones25, presentes en los elementos de la cultura, el territorio y los satisfactores:

25 Se entiende por significados, el contenido o sentidos que dan los participantes a su práxis y su discurso; y la

significación es el uso social que se hace del símbolo, permite comprender saber qué es lo que la gente hace con sus

construcciones simbólicas (Guerrero P. , 2002).

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59

Organización sociopolítica:

Relación con el otro (alteridad institucional, winkas o personas no mapuche, empresas).

Impacto de las acciones de los gestores del parque en su vida cotidiana (quiénes y cómo son

afectados).

Representaciones de la alteridad (Estado, winkas o personas no mapuche, empresas).

Tenencia de la tierra y territorio (valor y significación de la tierra y el territorio, propósitos

de la recuperación)

Tabla 3: Cuadro de categorías y variables

Categoría Variable Sub-variables

Justicia

ambiental

Acceso a bienes y servicios de la

naturaleza

Actualización de necesidades humanas

fundamentales

Presencia de conflicto Despojo territorial

Pobrezas Necesidades humanas

fundamentales / potencialidades

Necesidades axiológicas y existenciales

Satisfactores

Bienes

Articulación orgánica Articulación micro-macro

Relación ser humano -naturaleza

Interculturalidad

Autodependencia Autonomía

Autodeterminación

R-existencia Resistencia Proyectos autonómicos

Negociaciones – autonomía relacional

Existencia Características de los modos de vida

actuales

Territorio

Cultura

Simbólico

Material

Fuente: Elaboración propia.

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60

Sistema de representaciones:

Percepciones sobre el ser humano, la naturaleza, lo no humano.

Relación con el medio ambiente (sentidos de los elementos de la naturaleza).

Mitos, ritos, símbolos relacionados con el territorio.

Ritualidad, festividad y celebraciones.

Patrimonialización (uso y actualización de los elementos que consideran patrimonio de su

grupo cultural).

Alimentación.

Actividades recreativas.

El uso de estas variables de sentido se torna necesario para el análisis de la información recogida, de

tal forma que fue un complemento en la identificación e interpretación de las variables teóricas tales

como las pobrezas, las potencialidades y su relación con las disputas territoriales, al abordar las

interacciones presentes en el territorio, tanto con lo humano como con lo no humano.

3.3 RECOLECCIÓN Y REGISTRO DE INFORMACIÓN

Para la recolección de información se utilizan diferentes técnicas:

3.3.1 Análisis documental

Se recurre al análisis documental para conocer y contextualizar las disputas territoriales, cuyo eje

es el despojo del territorio con todos sus elementos materiales e inmateriales. Las fuentes consultadas

son principalmente relacionadas con la historia del pueblo mapuche y la descripción del territorio.

Primero se recurre a autores “winkas”, pero el trabajo de campo dejó ver la poca legitimidad que la

dirigencia comunal les otorga, por lo cual se recurre en un segundo momento a fuentes escritas por

autores mapuche para complementar desde otra visión de la historia.

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61

La identificación de potencialidades se realiza contrastando el trabajo de campo con experiencias de

cogestión consultadas en artículos académicos e informes oficiales institucionales.

Se accede a mapas y documentos derivados de proyectos de intervención previos. Con su análisis se

identifican: formas de relacionarse con la alteridad, relaciones con el medio ambiente, relaciones

con el territorio. Se utilizan también videos de reuniones de las comunidades donde están registradas

las dinámicas organizativas y discusiones sobre temas territoriales.

3.3.2 Entrevistas

Se realizan entrevistas semiestructuradas a líderes comunales, lonkos y vecinos interesados en la

reapropiación del parque. Estas entrevistas son transcritas y luego codificadas manualmente, según

las variables expuestas en el apartado anterior. Por la cantidad de horas de grabación obtenidas, no

se transcriben todas las entrevistas, para algunas se utiliza la herramienta Atlas ti, con el fin de

señalar las citas importantes, transcribirlas y codificarlas para su fácil recuperación.

Como las entrevistas se realizan en las casas de las personas participantes, la dinámica estuvo

pautada por la familia anfitriona. Si bien, en la transcripción predomina la voz entrevistada,

aparecen también intervenciones de otros miembros de la familia, que acotan, reafirman o

complementan la información. Esta situación resulta interesante porque permite ver las dinámicas

familiares y las sinergias que posibilitan la transmisión de saberes por la vía oral.

3.3.3 Taller

Se realiza un taller con el grupo de jóvenes de la comunidad Marifilo, destinado a complementar

información sobre las necesidades humanas fundamentales. Asisten siete jóvenes, dos mujeres y

cinco hombres. Se utiliza como pregunta detonante ¿qué es ser joven mapuche? De ahí surge una

discusión en torno a las necesidades existenciales del ser, tener, hacer y estar en el territorio, la

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62

relación entre ellos mismos y la alteridad en la cual se incluye a los adultos mayores y autoridades

superiores de las comunidades. Resalta la importancia de la identidad como necesidad humana que

los define.

3.3.4 Observación participante

Se participa en la celebración del Wetripantu26, por invitación de la comunidad Carlos Antimilla,

donde se experimenta participativamente de los ritos y ceremonias correspondientes a la celebración

del año nuevo Mapuche. Aquí se establecen vínculos y compromisos con la comunidad, pues

manifiestan abiertamente su interés en este estudio y la apertura para colaborar en su elaboración.

Se asiste a diferentes reuniones de las comunidades como observadora:

La reunión donde asisten miembros de las comunidades funcionales que forman parte de la

Juan Chañapi y Ramón Chincolef, es convocada para discutir la construcción una red de agua

potable.

Una reunión de la “Coordinadora” donde atienden a la SEREMI (Secretaría Regional

Ministerial) de Salud para discutir sobre la instalación de un consultorio intercultural. En la

segunda parte de esa misma reunión, exponen representantes del Ministerio de Obras Públicas

(MOP) sobre un proyecto para construir una costanera en la playa de Pocura.

La comunidad Marifilo convoca a reunión para organizar un intercambio de experiencias sobre

turismo étnico, con la comunidad del Lago Budi en la Región de la Araucanía.

Con la participación en estas reuniones se identifican formas de relación con la institucionalidad y

entre las comunidades. Se conoce acerca de la estructura organizativa y las dinámicas políticas

26 Celebración del año nuevo mapuche, se celebra entre el 21 y 24 de junio en el solsticio de invierno.

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63

prevalecientes en estas comunidades, elementos fundamentales para el logro del objetivo 3. También

se conoce el posicionamiento de los saberes/poderes de cada uno de los actores, como lectura de las

pobrezas y potencialidades que se van construyendo. También se contactan potenciales partícipes en

la investigación.

3.3.5 Notas de campo

Parte del trabajo de campo consiste en el acercamiento a la comunidad y la generación de

confianzas mutuas, por lo que buena parte de las conversaciones con algunos vecinos, familias y

representantes de organizaciones, no fueron grabadas. Establecer un diálogo fluido, sin barreras,

resulta prioritario en la construcción de confianza, por eso la grabadora no tiene cabida y la

memoria, el cuaderno de campo y la interpretación de la investigadora se conjugan para reconstruir

la narrativa del evento. Escribir las notas de campo es un reto después de largas conversaciones

llenas de detalles y términos desconocidos para la investigadora. Se registran nueve episodios de este

tipo en el cuaderno de campo, y quedaron experiencias sin escribir en el papel o la computadora.

3.3.6 Recorridos en terreno

Se realiza un recorrido con la familia Chincolef por su campo, el cual colinda con el Parque

Nacional Villarrica. Se identifican los sentidos sobre el territorio y las necesidades axiológicas, las

relaciones con el Estado y las características del despojo. Luego de esta actividad, se explora la idea

de frontera como generadora de pobrezas.

También se realiza un recorrido al “Parque Nacional Villarrica” con el grupo de jóvenes de la

comunidad Marifilo y la comunidad Ramón Chincolef, donde se identifican prácticas ceremoniales,

y ritos que han sido trasmitidos y recreados por ellos para el ingreso a los faldeos del parque. Igual

que en el recorrido por el campo Chincolef, la idea de frontera toma un sentido importante.

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64

3.3.7 Registro de información

Para registrar los datos se utilizaron fotografías, grabaciones de audio y sus transcripciones parciales

o totales, papelógrafos y cuaderno de campo. Los recorridos se registran mediante grabación de

audio y fotográfico.

Se utiliza el programa computacional Atlas Ti de manera básica, para facilitar y acortar la labor de

transcripción de las entrevistas, grabaciones de los recorridos y reuniones de las comunidades.

3.4 ANÁLISIS DE DATOS Y TRIANGULACIÓN

Para el análisis de los datos se identifican las variables de sentido y las variables teóricas presentes

en el trabajo de campo. Estas últimas, contienen los elementos fundamentales para el logro de los

objetivos, sin embargo, la variable “sentido” y sus indicadores resulta un insumo para

operacionalizar las teóricas. Mediante la constatación empírica, se establecen las interrelaciones

entre las variables teóricas y emergen las coincidencias entre los tres conceptos centrales de la

investigación: justicia ambiental, pobrezas y r-existencia, y los conceptos transversales: territorio y

cultura.

Las pobrezas y potencialidades se abordan desde las necesidades humanas fundamentales y se

interrelacionan con la distribución de bienes y servicios ambientales. El despojo, como eje de los

conflictos socioambientales, tiene su correlato en las resistencias. Con estas conexiones es posible

comprender, de manera compleja, la situación territorial. Por otra parte, variables autodependencia

y articulaciones orgánicas conforman un marco para generar puentes y líneas de acción hacia la

existencia de las culturas de las comunidades originarias en estudio.

El criterio de “saturación teórica” permite definir el momento de conclusión del trabajo de campo.

Esto se da principalmente en la determinación de las pobrezas generadas por la constitución del

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65

parque, cuyas características comienzan a ser recurrentes. Para trabajar otras categorías como las

“potencialidades” existentes en las comunidades, resulta indispensable recurrir a otras técnicas de

investigación, pues en el trabajo de campo su caracterización no es tan evidente y requiere

complementarse. Se recurre a otras experiencias de reapropiación territorial de comunidades

indígenas en unidades de conservación para analizar las potencialidades que se ponen en juego en

las negociaciones con el Estado.

Se utilizan diferentes técnicas con el fin de triangular información, además de adaptar los

instrumentos a las condiciones del terreno. Según Flores “La triangulación permite contrastar

información al utilizar diversas técnicas y/o generar nueva información que no había sido aportada

en las primeras indagaciones” (2013, p. 91).

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66

4. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN: R-EXISTIR EN UNA UNIDAD NATURAL DE CONSERVACIÓN

Los resultados de esta investigación se organizan siguiendo el orden de los objetivos. El primer

apartado analiza las disputas territoriales mediante su relación con las pobrezas generadas por el

alejamiento de los bienes y servicios de la naturaleza, experimentado por las comunidades mapuche

colindantes con el Parque Nacional Villarrica. Para ello, se retoman hitos históricos que explican

las condiciones actuales del conflicto mapuche y, específicamente, aquellas que facilitan la

constitución del parque; también se aborda la relación diferenciada que establecen algunos actores

sociales con el territorio desde lo material y simbólico.

Posteriormente, se analizan las potencialidades generadas en la dinámica de resistencia-existencia

de las comunidades ancestrales participantes, la cuales, puestas en valor, pueden generar la

recuperación y la recreación de sus modos de existencia en las unidades de conservación.

Por último, se proponen algunas líneas estratégicas por ser consideradas en la construcción de una

propuesta de cogestión como modo de r-existencia; aquí se indican seis principios orientadores,

algunos elementos para la planificación y requerimientos operativos.

Todo el apartado está transversalizado por la Teoría del Desarrollo a Escala Humana y sus tres

pilares: las necesidades humanas fundamentales, el desarrollo endógeno y las articulaciones

orgánicas, todas necesarias; igualmente, prevalece el enfoque decolonial y el de justicia ambiental.

4.1 DISPUTAS TERRITORIALES Y NECESIDADES HUMANAS FUNDAMENTALES

Para comprender las disputas territoriales y la creciente necesidad de reivindicar los derechos sobre

los territorios ancestrales, es importante remitirse al historial de despojo vivido por el pueblo

mapuche. Para contextualizar el conflicto actual, se inicia este capítulo con una reseña de las

Page 76: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

67

acciones de despojo experimentadas por el pueblo mapuche en diferentes territorios chilenos, para

luego centrarse en la especificidad de las comunidades participantes de esta investigación y su

relación con el Parque Nacional Villarrica, como un satisfactor de sus necesidades humanas

fundamentales. Para cerrar, se analizan las carencias generadas por la constitución de dicha unidad

de protección.

4.1.1 Historial del despojo

La historia del pueblo mapuche en Chile, al igual que los pueblos originarios del resto de América

Latina, revelan un proceso sistemático de despojo violento de sus territorios, desde la colonia hasta

la actualidad. Si se parte de la doble dimensión del territorio, el despojo no se ha limitado a la

pérdida de medios materiales como la tierra, los animales, los “recursos” naturales, sino también a

los elementos culturales asociados.

Según el historiador mapuche José Millalén (Millalén Paillal, 2006, p. 24), la historia del pueblo

mapuche se divide en cuatro etapas. La primera, va desde la creación hasta el piam de Kay Kay y

Xeg-Xeg27; la segunda, desde este piam hasta la invasión española; la tercera, desde la invasión

española hasta la dominación mayor del estado-nación; y la cuarta, corresponde al presente que

tiene como referente el proceso de reconstrucción de la sociedad mapuche.

El mismo Millalén señala que el mayor despojo se dio en la tercera etapa, cuando el Estado chileno

inicia procesos de expansión territorial, mediante la colonización de tierras que son otorgadas a

colonos europeos, bajo la creencia de que se transformarán en tierras “productivas” y no ociosas.

En el mismo sentido, señalan Correa y Mella

27 Piam: Leyenda. El piam de Kay Kay vilu y Xeg-Xeg, es un mito fundacional del pueblo mapuche.

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68

…la verdadera pérdida territorial mapuche comienza en el momento en que el

Estado chileno decide ocupar militarmente la Araucanía, en el mal llamado

proceso de “Pacificación”, cumpliendo las órdenes del gobierno central a fin de

satisfacer, por un lado, intereses económicos incorporando tierras para la

agricultura –especialmente para la producción de- y por otro, intereses políticos:

sentar soberanía en un territorio no sujeto a leyes chilenas, la necesidad de

poblar con inmigrantes europeos para hacer producir económicamente esas

tierras y, con ellos, poner término al estado de barbarie de los indígenas, se decía

entonces (2010, p. 38).

En el período anterior a la intervención del Estado chileno, Bengoa (2010) caracteriza la vida de las

comunidades Mapuche en Chile, con mucho bienestar, con posibilidades de viajar a Argentina, que

los jóvenes se aventuraran hacia la cordillera transformándose en “verdaderos hombres y

guerreros”, con abundancia en la mesa, por la cantidad de animales que podían tener en amplios

espacios -ganado, gallinas, pollos, patos como fuente proteínica-. Señala además que, a finales del

siglo XVI, adoptan positivamente la cultura occidental del pan y los prósperos sembradíos de trigo

aportan a la idea de abundancia.

Luego de la Proclama de independencia, se establecen normas que facilitan la ocupación de los

territorios al sur del Bio Bio, mediante la colonización espontánea, que luego es sustituida por la

ocupación estatal, mediante la división administrativa, creando la provincia de Arauco. Asimismo,

en 1862, se inicia la denominada “Pacificación de la Araucanía”, legitimada por la creación de un

enemigo interno a través de los medios de comunicación, que busca “en términos prácticos, copar

militarmente el territorio mapuche, parcelarlo y rematarlo” (Correa & Mella, 2010, p. 44), bajo los

argumentos de “la inferioridad mapuche como raza, el enfrentamiento entre civilización y barbarie,

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69

entre el bien y el mal, entre el saber y la ignorancia, entre chilenos trabajadores y mapuche flojos…”

(p. 42).

A partir de la promulgación de la Ley de 1866, fueron otorgados Títulos de Merced con los cuales se

ordena, deslindar y levantar planos de los terrenos y las posesiones indígenas para ser titulados a los

adjudicatarios una vez que prueben la “Ocupación efectiva y continuada por un año”; esa ocupación

incluye solamente “la ruca, los huertos familiares y lo cercado, dejando fuera del dominio mapuche

los territorios de pastoreo, ramoneo, extracción de leña y de recolección de frutos, es decir, la

ocupación antigua, aquella que permitía la supervivencia material y cultural de las familias

mapuche” (Correa & Mella, 2010, p. 63). Igualmente, los límites naturales que dividen las

comunidades no se respetan, sino que se establecen líneas imaginarias en los planos y se crean

figuras geométricas absolutamente alejadas de la ocupación real, lo que queda fuera de los deslindes

pasa a Bienes Nacionales o, como en el caso del Parque Nacional Villarrica, años después es

destinado a la conservación. Este proceso lleva la reducción territorial al mínimo, de tal forma que

la subsistencia de las familias mapuche afronta la muerte de un 95% de su masa ganadera,

empujándoles a la pobreza (pp. 63-67).

De la misma forma, los procesos de colonización siguientes se dan de manera violenta, se saca a los

mapuche de sus tierras, a mano de los colonos y las autoridades chilenas. Para la primera década

del siglo XX, en relato del padre Sigifredo, capuchino alemán instalado en Panguipulli, Bengoa,

señala:

El padre Sigifredo cuenta cómo la resolución del juez decide la expulsión de las

familias y que luego el nominado J.M. sigue expulsando y quemando rukas a

todo el rededor del lago […] Un día les incendiaron todos los botes de modo que

a partir de ese momento solamente se pudo cruzar el lago en el barco de una

compañía alemana. (Bengoa, 2007, p. 107)

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70

Otro testimonio de este tipo es recogido en Díaz, donde queda clara la violencia con la cual se les

despoja de sus bienes:

Aquí en Coz Coz Joaquín Mera le ha quitado la tierra a tres indias hijas de la

Nieves Aiñamco, después que la mató. El Juez lo soltó después que lo tuvo preso;

entonces Mera vino a quemarle la casa a la Antonia Vera, Hija de la Nieves. El

Gobierno no hace justicia a los indios, porque los indios son pobres y así dice

Joaquín Mera que él hace lo que quiere porque tiene plata, Eii. (Díaz, 1996

[1907], p. 19).

Por otra parte, señalan:

La compañía trajo un vapor, obedeciendo órdenes del señor Fernando Camino,

gerente de la Compañía, echó a pique o apresó todas las canoas de los indios, y

los redujo a la impotencia. Hoy no se ve en el lago ni una sola embarcación

indígena, y los naturales tienen que rodearlo a pie cuando necesitan ir de un

punto a otro. El vapor les pide un pasaje cuyo valor no pueden cubrir (Díaz, 1996

[1907], p. 33).

Se identifican en estos relatos, evidencia del despojo de la tierra y bienes materiales; igualmente la

posibilidad de construir un discurso que se materializa en prácticas frecuentes de abuso. Así, el uso

de la fuerza tiene un papel fundamental para institucionalizar esas prácticas. A través de los años se

trata de normalizar la pobreza, la violencia y el acceso desigual a la justicia, basadas en la división

racial propia de la colonialidad del poder. En palabras de Bengoa, para el pueblo mapuche “la

conciencia del despojo se transformó en centro de su cultura” (2010, p. 120).

Page 80: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

71

De ahí que los hechos ocurridos estén muy claros en la memoria de los habitantes de la zona, quienes

reconocen el papel del otro, ya sea el Estado, ya sean los colonos o winkas, en los procesos de despojo

y reducción de las comunidades mapuche:

…el trabajo del Estado comienza en 1907, 1908 entonces de ahí viene el tema

de las reducciones indígenas, la reducción no la hicimos nosotros, la hizo el

Estado, la instalación de los pueblos […] se han hecho con ese fin, de que las

tierras indígenas se fueran reduciendo a pasos agigantados. No fue una

reducción así lenta, fue una reducción muy rápida y forzada. Forzada a través

de la creación de esta ley de título merced, donde se reconocía por ejemplo, mil

hectáreas para la familia tal, Juan Caripan, Juan Chañapi, vamos asignarle a

Juan Caripán por ejemplo 800 hectáreas, a Juan Chañapi le vamos asignar 1000

hectáreas, fronteras: las bocas las tienen el Volcán Villarrica. Así están ese es el

título de Merced, los límites para estas comunidades, que estamos aquí nosotros

…aquí esto es Pocura, y esta es la comunidad Juan Chañapi, esta creación de

comunidades no la hicimos nosotros la hizo el estado, y con el fin de ir

apropiándose de tierras hasta ahora. Por ejemplo la usurpación de tierras no la

hicieron al principio los particulares, la hizo el estado. Hoy día es el particular

que termino o está haciendo lo mismo (EH, comunicación personal 28 de junio

de 2015).

La reducción implica menos producción de trigo, menos animales y madera, se crea la necesidad

del dinero para el transporte, es decir, las capacidades de autosustento se minimizan y se crean

relaciones de dependencia, así como nuevos modos de organización para afrontar los cambios. En

un contexto como el descrito es claro que se comprometen las capacidades de las personas para

resolver de manera autónoma la satisfacción de sus necesidades, ya que se les somete

Page 81: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

72

sistemáticamente a procesos de despojo de sus bienes materiales, a la vez que, mediante el uso del

terror, se busca la asimilación de nuevas condiciones de vida.

La razón y la ciencia modernas sirven como instrumentos de dominio y evidencia de superioridad

cultural y tecnológica, tal como sucede con el barco de la compañía alemana que se impone a los

medios de navegación de la población nativa. Este despojo está más allá de la destrucción misma de

los botes, las rukas o cualquier otra forma de propiedad, simboliza la idea de superioridad y,

mediante la violencia, inhibe la reproducción socio-cultural de las comunidades, pues el miedo da

oportunidad sólo a la sobrevivencia. Aunado a esto, se encuentra la indefensión ante los nuevos

mecanismos de justicia, también impuestos por un nuevo modelo de sociedad, a la vez que

discriminatorios, al dejar impunes los actos violentos de los llamados winkas (blancos).

Se posibilita la colonialidad del poder/saber/ser, acelerándose un proceso de empobrecimiento de

las poblaciones, lo cual implica ver el mundo desde quienes tienen acceso o no a una condición

propia de humanidad. Ese otro “-sea poblador urbano, mujer, campesino, indígena- es por sobre

todas las cosas, un ser carenciado” (Skewes J. , s/f, p. 19). Según Skewes, “la visión del otro como

carenciado o pobre crea un vínculo político que asegura el control a la par que educa la relación de

los excluidos con el estado y con las agencias de poder”. Luego viene la institucionalización que

hace realidad lo imaginado, hasta que, finalmente, “los propios actores comienzan a ver la realidad

del modo que les enseña la visión dominante” (Skewes J. , s/f, p. 19).

Como se señala, la violencia física y simbólica es un eje fundamental en la construcción del otro y

en la inhibición de sus capacidades individuales y colectivas. Por tanto, la presencia de la violencia

relatada fue fundamental para lograr el paso obligado a la ansiada modernidad. Como señala De la

Huerta:

La exposición de la fuerza forma parte de una estrategia de desconcierto y

desarme, de fascinación y a la vez de internalización del miedo, que prepara y

Page 82: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

73

abona el terreno para lo que ha de venir. En las conquistas… se apela a esa

forma casi biológica del oportunismo que pone la vida por encima de la libertad

(De la Huerta, 1999, p. 21).

Si bien lo revisado hasta aquí plantea situaciones de despojo que se dan durante la primera parte

del siglo XX, estas se prolongan y toman nueva forma en la actualidad, ejemplo de ello son los

contratos de arriendo por 99 años que legitiman la “apropiación indebida” de tierras mapuche.

Cuenta una joven de la comunidad, que todas las propiedades al lado del camino desde su casa

hacia la playa del Lago Calafquén son de su familia, pero la gente se encuentra ahí ilegalmente,

mediante contratos de arriendo por 99 años, según dice, esos contratos fueron firmados con políticos

con mucho poder que no quieren que las cosas se regularicen, de ahí que su padre deja entrar a sus

animales a esas propiedades, muy seguro de que son sus tierras (Notas de campo, 24 de abril de

2015). Asimismo, un dirigente de la comunidad Juan Chañapi explica cómo las orillas del Lago

Calafquen llegaron a ser apropiadas por winkas:

Especialmente cuando cambia el título merced por una subdivisión, nuevamente

estas comunidades en la década del 80 con el gobierno militar con la dictadura,

se hace una figura legal, dicen vamos a dividir las comunidades Mapuches con

el fin de entregarles a ellos su título de dominio, entonces se acabaron las tierras

en común, entonces hoy día ustedes van a ser dueños definitivos de lo que

ocupan, entonces ¿qué pasó ahí? Quedaron inscritos gentes [sic] que jamás

fueron de las comunidades, particulares, winkas, hoy día tienen más tierras que

los Mapuches, porque cuando pasó eso, la famosa mensura y la repartición de

las comunidades en propiedades privadas nos dejan en esas condiciones. Por eso

es que hoy día no es extraño que todo el litoral de Lago Calafquen esté sitiadas

por winkas (EH, comunicación personal, 28 de junio de 2015).

Page 83: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

74

Esta situación de despojo es compartida por dos generaciones que en su cotidiano observan, con

pesimismo la posibilidad de recuperar lo que fue usurpado a sus ancestros y con desconfianza, ante

una ley que legitima el despojo. Una pareja de adultos mayores coincide con la afirmación de la

joven enunciada párrafos atrás:

(GC): porque si yo estoy mejorando esto mañana o pasado me viene a buscar

amarradito preso y no tengo justicia, los Mapuche no tienen justicia […] (ÑW):

y uno se pregunta, porque un particular no Mapuche tiene tanta fuerza aquí en

Chile en el país y el Mapuche que es dueño, que ha vivido por miles de años

nacido y criado, no vale… (GC-ÑW, comunicación personal, 12 de mayo 2015).

Estas condiciones generan que las alternativas de solución a los conflictos territoriales, sigan

signadas por la violencia e injusticia ejercida, precisamente por los entes encargados de impartir

justicia, sin reconocer en la práctica la legitimidad de las demandas, sino, por el contrario,

reconstruyendo un nuevo “otro” deshumanizado, esta vez denominado terrorista .

Al respecto, es importante considerar la criminalización de los dirigentes Mapuche, presos bajo la

ley antiterrorista. Se señala que entre 2008 y febrero del 2010, el gobierno invocó la Ley Antiterrorista

en siete causas, con un total de 54 comuneros mapuche imputados por delitos terroristas, asunto

cuestionado reiteradamente ante organismos internacionales de Derechos Humanos (Llaitul, 2014).

Como consecuencia de una historia conflictiva originada por la posesión de las tierras, en una

sociedad dividida y marcada por la ley del más fuerte que subyuga al otro, indígena, pobre y

carenciado.

Esta criminalización resulta apropiada para continuar los procesos de

exclusión/apropiación/expansión, ahora no sólo proveniente de los antiguos colonos, sino de

transnacionales que demandan los territorios para la expoliación de los recursos naturales, sean

bosques, minerales o agua. Estas presiones generan nuevas carencias a las poblaciones desplazadas,

Page 84: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

75

pero con la legitimidad que da la ley, al colocarlos como criminales, bajo la terminología aceptada

y normalizada por los medios de comunicación hegemónicos, nacionales e internacionales.

En el discurso de Ancalaf, dirigente mapuche, ante la multitud reunida con la visita del presidente

Frei, en el sur de Chile, en 1998, se identifica la actualización de los procesos de despojo, la

institucionalización del indígena como ser carente y el papel de las instituciones estatales en dichos

procesos, pero también la oposición y resistencia histórica:

Los mapuche llevamos cientos de años habitando estas tierras y hoy estamos

arrinconados, empobrecidos, marginalizados por la llegada de empresas

transnacionales que no respetan nuestros derechos y por un gobierno chileno

demócrata, según se dice, que trabaja codo a codo con estos usurpadores (citado

por (Bengoa & Caniguan, 2012, p. 37).

Por tanto, la imposición de nuevas formas de tener, hacer, estar y ser caracterizadas por la

dependencia, se hacen presentes y, como lo señala Skewes (s/f), la pérdida de un recurso implica su

recuperación mediante diferentes alternativas, ya sea vendiendo la fuerza de trabajo o mediante las

privaciones, descapitalización, autoexplotación, migración, intensificación, explotación de fuerza

de trabajo, redes de intercambio e innovación; en términos del Desarrollo a Escala Humana, el

despojo de un recurso lleva al empobrecimiento por no satisfacer adecuadamente las necesidades

humanas fundamentales.

El despojo impone modos de existir que viabilizan el nuevo orden social, económico y cultural,

presentando una disputa de territorialidades concretada en la necesidad de reapropiación material

del territorio. Según señala Héctor Llaitul Carrillanca, preso político Mapuche, por su posición en

defensa del territorio:

Page 85: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

76

...el objetivo de la Recuperación Territorial es la liberación de ese territorio de

manos del mercado capitalista, y también nuestra liberación como pueblo, lo

que nos obliga a la transformación de dicho espacio territorial y a la

reconstrucción de prácticas propias, a avanzar desde las reducciones hacia los

Lov y Ayllarewe, para recomponer políticamente las identidades territoriales,

como base de la Nación Mapuche. Es decir, no se trata sólo de recuperar un

espacio físico sino de transformarlo a través del Control Territorial (Llaitul,

2014).

Vemos aquí que no se trata sólo de recuperar el territorio como espacio para la subsistencia, sino

que el control territorial es un satisfactor que dinamiza de manera sinérgica e inversa a lo esperado

por los grupos hegemónicos, otras áreas del ser, hacer, tener y estar como mapuche. Los cambios

experimentados en los últimos años facilita que “Los jóvenes mapuche no aceptan esa posición

subordinada. Su identidad avasallada se expresa en un programa de descolonización, y es cada día

más fuerte en todos los ámbitos, desde los políticos hasta los personales y simbólicos” (Bengoa &

Caniguan, 2012, p. 32).

La reducción territorial implementada a través de los “Títulos de Merced” 28 es otro elemento

generador de conflicto, ya que no considera los espacios destinados a la reproducción material con

prácticas productivas tradicionales, ni tampoco los usos culturales del territorio. Aparte de reducir

28 Tales títulos formaron parte de una estrategia de reducción de las comunidades a espacios designados por el Estado.

La “...reducción, comunidad, reservación o reserva son nombres equivalentes que designan la tierra y la agrupación

humana que vive en los límites entregados por los Títulos de Merced” (Bengoa, Historia de un conflicto. Los mapuche

y el Estado nacional durante el siglo XX, 2010).

Page 86: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

77

los terrenos, se establecen traslapes entre la propiedad de comunidades originarias según los títulos

de merced, y los pertenecientes a Bienes Nacionales que forman parte del Parque Nacional Villarrica.

El Parque Nacional Villarrica, constituido desde 1940, tiene antecedentes de despojo desde el año

1912, cuando se establece la Reserva Forestal Villarrica. En 1976, se concreta el desalojo definitivo

de las últimas veinte familias que se encontraban dentro de los límites del parque. Igualmente, para

el año 1970, se erradica una de las prácticas culturales más relevantes para las comunidades

mapuche, las veranadas y la destrucción de los “rukas”29 (Corporación Nacional Forestal, 2006).

Con esto, el Estado concreta la apropiación de las tierras ancestrales y los recursos asociados a la

existencia del pueblo Mapuche. Al dificultar el acceso a estos espacios para satisfacer sus necesidades

básicas fundamentales, se generan conflictos manifiestos en la relación cotidiana con la

administración del parque.

Al respecto, Aylwin (2008) señala que el Parque Nacional Villarrica “es un área cuya administración

desde antiguo ha sido ejercida por los "lonko" o cabezas. Ello da cuenta de la existencia de un

sistema de posesión, propiedad y control ancestral sobre dichos espacios”.

Según la UICN (2010), en América del Sur existe traslape de territorios indígenas con las áreas

protegidas, situación dada en siete parques nacionales chilenos, entre ellos, el Villarrica. Estos

traslapes generan disputas por el control de esos territorios entre las comunidades y el Estado, las

cuales se formalizan en el ámbito judicial. La autonomía relacional de las comunidades originarias,

posibilita la adopción de los mecanismos occidentales de resolución de conflictos, donde buscan

29 Se refiere a las rukas o casas utilizadas para hospedar durante el período de veraneo, según personas de la

comunidad el nombre original de estas rukas es sayel.

Page 87: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

78

hacer valer sus derechos de propiedad ante una autoridad fiscal que pretende inscribirse propiedades

que cuentan con Títulos de Merced.

Es el caso de la comunidad Juan Chañapi (título de merced N 2.382, de 1912),

de la comunidad Carlos Antimilla (título de merced N 2.429, de 1913) y de la

comunidad Juan Caripán (título de merced N 2.440, de 1913) en la comuna de

Panguipulli. Otro caso es el de la sucesión de Felipe Caripán, cuya propiedad al

interior del PN, estimada en 600 hectáreas, está inscrita en el Conservador de

Bienes Raíces de Panguipulli. (Aylwin, 2008).

A pesar de contar con los documentos que les acredita como propietarios de esos territorios, se

evidencian dificultades en la aplicación de las leyes, opera la colonialidad del poder en la

distribución de la justicia. Por ello, algunas comunidades pasan a tomar medidas más drásticas,

como ocupar el territorio por la vía de hecho, tal como sucedió en abril de 1999, con la comunidad

Juan Chañapi, donde se reclaman tierras traslapadas con el Parque Nacional Villarrica (El Mercurio

Electrónico, 1999).

Los miembros de las comunidades, a pesar del despojo al que han sido sometidos, mantienen la

convicción de que los territorios son mapuche y la esperanza activa de recuperarlos:

El guardaparques está prohibiendo la entrada [al parque], lo que no es correcto,

nosotros tenemos, somos dueños de eso, entonces qué es lo que pasa ahí, que yo

mismo estoy pidiendo a la buena, con la historia, con la ley, con la comunidad

que nos lo devuelvan… la de nosotros, entonces son tierras nuestras, son tierras

ancestrales por el derecho consuetudinario y el Estado no las quiere devolver (RC,

comunicación personal, 15 de junio de 2015).

Page 88: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

79

La división de tierras al interior de los Títulos de Merced, iniciada en 1931 hasta 1965, reduce

significativamente el territorio mapuche, y otras instituciones posteriores la profundizan con la

“compra y venta de derechos comunitarios, arriendo a 99 años, hipoteca de los derechos

territoriales” (Correa & Mella, 2010), todo mediado por la imposición de un aparato organizativo

externo propio del estado nacional. La reversión de este proceso de despojo se inicia con la Reforma

Agraria del gobierno de Allende y se trunca con la instalación de la dictadura. Un vecino de la

comunidad Juan Chañapi aduce que la división de las comunidades durante la dictadura, fue

generada utilizando mecanismos de violencia:

Aquí nos dividieron forzadamente, a la fuerza, la comunidad Juan Chañapi no

se dividió como las otras comunidades, nosotros nos opusimos... nos dividimos

a punta de carabineros, para que sepan... (A. J., comunicación personal, 26

noviembre 2013)

Con la instalación de la democracia en la década de los años 90, se reconfiguran las fuerzas sociales

al interior de Chile y se da el ambiente propicio para reivindicar las luchas territoriales,

fundamentales para la existencia del pueblo mapuche.

Esta lectura del conflicto reconoce la complejidad del despojo, valora, en términos no monetarios,

ni de extensión de la propiedad, la lucha por sus territorios y contribuye a su conocimiento y

reconocimiento desde su condición humana integral. Sostiene la idea de que la recuperación del

control sobre el territorio es fundamental para conformar espacios de vida donde se recree lo

material y lo simbólico de manera sinérgica, posibilitando un proyecto de desarrollo propio.

4.1.2 Las relaciones con el territorio

La creación del Parque Nacional Villarrica, en 1940, mediante decreto No. 2236, del Ministerio de

Tierras y Colonización, es uno más de los hechos de despojo que experimentan las comunidades

Page 89: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

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mapuche del sur de Chile. El destino dado a las 63.000 hectáreas que lo conforman, es quizá una de

las razones por las cuales los reclamos territoriales son invisibilizados, ya que la conservación es un

tema de relativo consenso entre el saber/poder científico-político y los intereses de resguardo de las

comunidades mapuche, aunque esto implica evadir la conflictividad presente en el lugar.

Visibilizar el tipo de relación que establecen los diferentes actores involucrados con el territorio

mapuche, en los alrededores del Volcán Villarrica, es fundamental para comprender la incidencia

del discurso de la conservación sobre el persistente despojo y generación de pobrezas materiales e

inmateriales, así como las diferentes territorialidades que se encuentran en disputa.

Para la CONAF, el Parque Nacional Villarrica es un área cuyo objetivo es la preservación de

ambientes naturales, disponibles sólo para la educación, investigación y recreación, siempre y

cuando no afecten dicho objetivo; para el pueblo mapuche ese espacio consiste en una parte de su

Mapu30, debe resguardarse, es decir, usado con respeto y cuidado, un uso basado en la espiritualidad.

En el fondo de estas concepciones, se encuentran dos formas de relacionarse con la naturaleza, con

la alteridad. Esta dicotomía ontológica, se traduce en disputas entre dos entes sociales: la

institucionalidad chilena -representada en la CONAF, Bienes Nacionales, Municipalidad y otras

entidades- y las comunidades mapuche aledañas al parque, pero también intervienen actores

sociales privados y organismos no gubernamentales, todos con intereses diversos. Este apartado se

destina al análisis de estas dos concepciones de mundo, enfatiza en la visión mapuche del territorio,

para comprender su significado y las consecuencias de su despojo. Por lo tanto, se caracterizan y

analizan, a continuación, dichas relaciones, desde la voz de los actores sociales que lo vivencian.

30 “La idea de espacio o mapu en el conocimiento mapuche, se encuentra asociada a diversas dimensiones, tanto

materiales o intangibles, como espirituales o trascendentales” (Millalén Paillal, 2006, p. 36)

Page 90: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

81

4.1.2.1 La relación de las comunidades mapuche con la naturaleza

Al observar la Ilustración 4

(foto satelital del Parque

Nacional Villarrica) se nota

que los elementos más

imponentes de este territorio

son los volcanes, de ahí que el

plan de manejo caracteriza su

ubicación geográfica como

una ramificación lateral de

este a oeste de la Cordillera

Andina, que comprende del

Volcán Lanín (a la derecha

abajo) en el límite con

Argentina, los faldeos del

Volcán Quinquilil, los faldeos

del Volcán Quetrupillán y los faldeos del Volcán Villarrica (arriba a la izquierda).

Para las poblaciones que nos ocupan, el “Rucapillán”, nombre originario del Volcán Villarrica, es

de gran relevancia, constituye un elemento consustancial a la cosmovisión mapuche. Según una

lideresa mapuche “para las comunidades que están cercanas al volcán, el volcán tiene un rol

fundamental, pero para los que estamos más lejos también tiene un significado (BC, comunicación

personal, 23 de abril de 2015). En el mismo sentido, señala otra lideresa de la comunidad Carlos

Ilustración 4. Foto Satelital Parque Nacional Villarrica.

Fuente: (Gobierno de Chile, 2013)

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Antimilla, “es una necesidad para las comunidades tener volcán, porque desde ahí baja el newen31”

(B.H., comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

El sentido que se le otorga deja entrever la relación continuada entre lo humano y no humano

presente en la cosmovisión mapuche. Muchas de las historias significativas en el territorio se

relacionan con lo no humano como ente vivo, interactuante y con incidencia en la acción y destino

de los seres humanos.

Es así como el Rucapillán tiene historias que se entremezclan con los eventos cotidianos y los

extraordinarios, de gentes cuya vida está marcada por su newen, con su presencia paisajística

cruzando sus subjetividades. Algunas de estas historias, contadas por personas mayores de cincuenta

años, que han sido transmitidas oralmente por los antecesores, ilustran las relaciones intra-

naturaleza y naturaleza-ser humano. Se relata, por ejemplo, que el Mocho-Choshuenco32 era un

volcán malo, traía muchas enfermedades, plagas, se cuenta que un día vieron a un ternero bajar del

volcán con sangre en su nariz y, desde ese día, muchas personas murieron, tuvieron el mismo

sangrado por la nariz hasta que morían. Los antepasados rogaron porque terminaran aquellos

males enviados por el Mocho-Choshuenco; hasta que un día, los espíritus de cada volcán, el Mocho-

Choshuenco y el Villarrica se enfrentaron. Y el Villarrica, que es un volcán bueno, tiró un rayo y

cortó el cráter del Mocho-Choshuenco, desde entonces, este último no tiene actividad. (Notas de

campo, 23 de abril de 2015).

En este relato se identifica la capacidad de la naturaleza para intervenir en la vida de las personas,

y la relación que éstas establecen con la primera, pues se le ruega y la naturaleza responde, protege,

31 Newen: en mapuzungún se refiere a la fuerza o a la energía.

32 El volcán Mochochoshuenco está ubicado en la Reserva que lleva su mismo nombre, en la comuna de Panguipulli.

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cuida, como acto recíproco a la rogativa. También está presente la idea del bien y el mal, y la

representación de estos en elementos no humanos –un volcán bueno y otro malo-. Se reitera, por

los vecinos, que el Rucapillán tiene un espíritu bueno, que les protege y no les dañaría con una

erupción, es por eso que les avisa con tiempo si va a tener actividad fuerte, para que las personas se

preparen.

…para el volcán, yo por el puro conocimiento de los abuelos me quedé y

funcionó lo que los abuelos me dijeron a mí, y nos dijeron a nosotros. Desde el

principio, yo dije no va haber corrida, no va haber corrida, incluso se lo dije a

las autoridades, esos son conocimientos ancestrales […] la primera señal que

no iba a haber corrida grande fue que el volcán anunció muy poco tiempo, muy

poco tiempo, para hacer corrida el volcán, una corrida grande, una erupción

grande anuncia con bastante tiempo, puede ser más de un año o dos años…

(JC, comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

Esta convicción, acerca de la comunicación entre la naturaleza y el ser humano, persiste frente a

una serie de historias de duelo que muchos de los habitantes comparten, al haber perdido familiares

cercanos en la erupción del año 1971 y que se reactiva cada vez que inicia actividad volcánica. La

última erupción del 3 de marzo de 2015, aviva los sentimientos de duelo por los seres perdidos, pero

también la seguridad en los espíritus que habitan el volcán y su bondad. Uno de los recuerdos más

persistentes corresponde a los relacionados con el escorial, pues afirman diferentes vecinos que ese

material lo vieron bajar como agua cristalina en la última erupción fuerte, antes de enfriarse y

convertirse en roca.

Además de ser bueno, porque avisa con tiempo antes de una erupción, algunos le atribuyen al

Rucapillán un espíritu femenino, cuentan una historia que igualmente conjuga entes de diversas

naturalezas. Se trata de una niña virgen que se va a casar con su amado, esta niña es de Challupén.

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Pero antes de la boda, tiene un sueño que le dice que debe sacrificarse, pidiendo a su amado que le

saque el corazón y lo lance al volcán. Su amado, a pesar de no querer hacerlo, termina aceptando

su destino y, luego de hacerle una cama de flores donde se posa la niña virgen, le saca el corazón y

lo levanta con su mano, este es arrebatado por un pájaro que lo lleva y lo lanza al volcán. Mientras

el corazón es trasladado, las gotas de sangre que caían se iban convirtiendo en flores de copihue33.

Por eso es que, sólo en el sur de Chile, se encuentra este tipo de flor, según dicen. El sufrimiento de

aquel hombre fue tanto que acabó con su vida (AM, notas de campo, 23 de abril de 2015). En este

relato se incorporan más elementos, pues el volcán interviene en las relaciones entre humanos y no

humanos, hace posible la creación de nuevos elementos de la naturaleza y hace confluir la muerte

y la vida.

Estas historias no son únicas, según dice una

líder de la comunidad Carlos Antimilla, el

Rucapillán tiene tanto espíritu femenino

como masculino, y cada territorio y

comunidad ancestral tienen sus propias

historias, y su forma de relacionarse con él.

Por eso, cada comunidad sabe hasta dónde

llega su territorio, no se trata sólo de los

límites establecidos por los Títulos de Merced,

por las fronteras del Parque Nacional o los señalamientos que haga cualquier tipo de división

territorial34. El volcán es un referente geográfico para separar territorios o determinar fronteras

33 Copihue es la flor nacional de Chile, crece principalmente en el sur de este país.

34 Algunos historiadores, como Millalén (2006), describen la organización sociopolítica mapuche como una

Foto 1. Elaboración propia. Rucapillán visto desde la Comunidad Ramón Chincolef. Octubre 2015.

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85

ancestrales –la punta del volcán se señala como el límite adonde llegan los derechos mapuche, en

conjunto con otro elemento de la naturaleza, que es el Lago Calafquen- existen elementos culturales

que definen también los límites entre las comunidades:

El tema es que los mapuche también tenían reglamentos aunque no escrito, era

global y cada uno sabía dónde, porque si yo iba de aquí allá, yo sabía que eso era

de Coñaripe, que era en dirección directa. Entonces todas las comunidades tienen

esa cosa, ellos por donde piden y por donde baja el newen, cada uno sabe, y eso

saben clarito por donde bajaba la ayuda (BH, comunicación personal, 6 de

setiembre de 2015).

Es decir, si cada comunidad tiene relación de manera diferenciada con el territorio, se pueden

reconocer diferentes modos de vida entre las diferentes comunidades mapuche. Lo que sí es común

a todas las comunidades es la concepción del volcán como ente vivo. El volcán se reconoce como un

hermano, un ser sagrado al que se le respeta y se le pide, de esta relación surgen una serie de prácticas

ceremoniales, cuyas dinámicas son interrumpidas por la intervención del territorio como espacio

para la conservación.

… porque esa tierra, lo que es Pillán en el Guillatún nosotros todos lo adoramos,

lo guillatukamos, porque es nuestro, entonces si llegara otro particular, vamos

a estar guillatucando lo que no es nuestro, en cambio cuando se entra la

articulación organizativa patrilineal, donde un conjunto de füren o familias nucleares relacionadas por parentesco

conforman el lof. El rewe es el siguiente nivel donde se congregan varios lof ligados a lo religioso, económico y la

seguridad. Los siguientes niveles son el aylla rewe y fütalmapu, que conjuntaban.

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ceremonia Mapuche, y acto que sigue el Pillán, el volcán, le decimos que es

nuestro pillán… (ÑW, comunicación personal, 12 de mayo de 2015).

El guillatún consiste en una ceremonia donde se hace la rogativa a Gnechén para que todo el

territorio esté bien, está a cargo de un lonko o líder de la comunidad reconocido como tal, según

dicen, el lonko

“tiene que subir más arriba, donde Gnechén, a decirle, pedirle que nos dé buena

vida, que nos ayude, todas esas cosas, como el winca hace en sus ceremonias

[…] el lonco tiene que orar por su pillán, por su mapu también, también por

su lawen…” (ÑW, comunicación personal, 12 de mayo de 2015).

Durante la ceremonia, se lleva una pipa de palo: “con eso ppu [hace sonido de botar humo por la

boca] igual que el pillán, eso significa que uno hace lo mismo que él hace y somos hermanos, soy

tu hijo, soy tu hermano, yo hago lo mismo que tú (ÑW, comunicación personal, 12 de mayo de

2015); es decir, hay una hermandad con el pillán que lo convierte en un par, un igual que debe ser

respetado, con quien se entra en diálogo, pero que no es sujeto de dominio, no es un objeto al que

se le extraen “bienes y servicios”.

Las personas en las comunidades tienen clara la sabiduría de su pueblo, en relación con la

naturaleza, de ahí que no sólo el volcán es digno de respeto sino, también los otros cerros y elementos

presentes en el territorio. En cada nivel del territorio se encuentran diferentes relaciones de

colaboración entre ser humano y naturaleza.

…después viene bajando la ceremonia así como vamos llegamos al pillán, que

es nuestro, y nuestra ceremonia va bajando al cerro más chico, conün huinkul

Page 96: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

87

le decimos al pillán, después viene el Milimili, que tiene lawen35, que nos protege,

después bajamos más abajo que vivimos aquí, y el lado donde nosotros nos

protegemos, nos bañamos también de repente también hay lawen en el lago,

tiene remedio, medicina, dentro de su lafken (ÑW, comunicación personal, 12

de mayo de 2015).

Se denotan relaciones diferenciales con el territorio, de acuerdo con las características del elemento

presente; con cada uno establecen intercambios diferentes, por tanto, las rogativas se adaptan

también a las necesidades de los actores intervinientes. La naturaleza no se jerarquiza, sino que se

reconoce su aporte diferencial a la vida material y espiritual del mapu, porque hay una vinculación

con todos los componentes del territorio.

En los faldeos del Rucapillán, se hace referencia a la existencia de lawen y de alimento, no sólo para

el sustento material sino también espiritual: “…un viaje, por ejemplo, a lo que es las cercanías del

volcán, también era una especie de retiro, aparte de buscar piñón, de buscar algún producto era una

especie de retiro espiritual, se recargaba como energía…” (BC, comunicación personal, 23 de abril

de 2015).

Lo material y espiritual nunca es separado, de ahí que la recolección del piñón36 o piñonada, práctica

cultural de gran relevancia para las comunidades aledañas al parque, siempre va acompañada de

una ceremonia donde se le ruega a Gnechén para que la producción de piñón sea abundante, pero

35 Lawen es remedio o medicina en mapuzungún.

36 El piñón es el fruto de la araucaria, los bosques están presentes en zonas altas y, en el caso que nos ocupa, se

presenta en las faldas del Volcán Villarrica, dentro de los límites del Parque Nacional. Este fruto es parte fundamental

de la dieta mapuche.

Page 97: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

88

eso implica también pagar o devolver algo a la naturaleza. De esta manera, se cuenta de una primera

araucaria, que se encuentra en la entrada del bosque, donde se hacía la rogativa y se pasaba a dejar

algo de lo recolectado:

…un pino sagrado, muy sagrado para nosotros, el primero, luego empezaron a

correrle hacha y está todo así punteado con hacha, y ya nosotros pasamos a

pedirle yo cuando voy a escondidas a piñonear y paso a pedirle e igual le paso a

dejar algo y de ahí me paso a despedirme y me vengo… (AM, comunicación

personal, 9 de mayo de 2015).

En la actualidad, es recurrente la queja de que no se puede recolectar piñón todos los años, cada vez

es más espaciado el tiempo de cosecha. Algunas de las explicaciones a este fenómeno giran en torno

a la desvinculación con las prácticas ancestrales, entre ellas, la rogativa, la devolución o pago por

los favores de la naturaleza, pero también hace relación con las formas de recolección.

Antes a Gnechén le pedía para que haiga frutos, ahora ni siquiera hay piñones,

ahora ya no están dando, antes por medio de una ceremonia pidiéndole a la

naturaleza había cierta producción de piñones, porque había gente que sabía

pedirle a la naturaleza […] Cada tres años da, ahora en los últimos años es que

pasa eso, antes la gente iba a pedirle, a hacer ceremonias, iban pidiéndole a la

naturaleza, y antes había piñones, hasta palas llevaban para llenar un saco

piñones y ahora ya no existe, porque se ha perdido todo eso (AM, comunicación

personal, 9 de mayo de 2015)

.…cada año, cuando uno iba siempre a recolectar piñones, cada año vuelva a

haber piñones y no desaparezcan araucarias, y no desaparezca la forma de sacar

los piñones también, porque hoy día también a veces van que correrle palo

Page 98: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

89

porque no es hora todavía. Ejemplo, una semana se cargaban de mucha energía

para empezar a trabajar. (BH, comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

Esta es una de las prácticas más afectadas con la constitución del Parque Nacional Villarrica, que si

bien sigue realizándose, pierde mucho de su contenido. Según señala un adulto mayor de la

comunidad Juan Chañapi, sobre el establecimiento del parque:

Fue una forma más de que a los Mapuches se les quitara tierra, el título de

merced ya había quitado tierra, y ahora el decreto 2568 divide a las comunidades

establecidas en el título merced, y de cortina entre estas tierras y el volcán se

produce un parque hoy día conocido como Parque Nacional Villarrica, ¿qué pasa

ahí? Se nos vulnera el derecho que teníamos para con eso, porque eran tierras

indígenas y hoy día no se puede ingresar ahí, se pierde, en primer lugar, el gran

patrimonio que es el pewen, que es donde se cosechan o se sacan los piñones,

hemos perdido gran parte de la biodiversidad que se da a esa altura sobre el nivel

del mar (EH, comunicación personal, 28 de junio de 2015).

Se evidencia la percepción de despojo, donde sobresale lo inmaterial como relevante ante un otro, el

Estado que los despoja. Los miembros de las comunidades hacen referencia a sus derechos como

personas originarias del lugar, a establecer una relación con la naturaleza propia de su cosmovisión.

Cuando se establece una frontera o una “cortina” entre el volcán y las tierras reducidas, se limita la

relación con el entorno natural, y sus significados, incluido el pewen.

En el recuerdo de los mayores se mantienen detalles del piñoneo, que deja claro que esta no es una

actividad meramente productiva, “sino una práctica familiar, dirigida por las personas más

antiguas y/o líderes del territorio. En ella se genera un intercambio social, toda vez que durante un

mismo período de tiempo se daban el encuentro familias provenientes de distintos lof” (Roma, 2012,

p. 1) bajo las Araucarias. Según señalan los vecinos, además, es una práctica colaborativa:

Page 99: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

90

…ellos iban a estar ahí 15 días, un mes, cada vez que iban, porque si había que

construir un techo ellos lo hacían con hacha, usando la misma madera que

había ahí y construían el techo, y después otro grupo hacía lo otro, por ejemplo,

hacer las paredes, así trabajaban, sin siquiera no se conocían pero ya cuando

veían algo con techo, alguien empezaba a cerrar por los lados, era como el

patrimonio de todos, no era de alguien en particular (EH, comunicación

personal, 28 de junio de 2015).

Algunas de las personas que se refieren a la piñonada, lo hacen desde el recuerdo, y las narraciones

de sus padres y abuelos, no desde la práctica propia de la actividad, precisamente por el obstáculo

que significa la apropiación estatal del territorio; por lo tanto, la transmisión oral de la experiencia

es fundamental para mantenerla como una práctica identitaria de los pewenches37:

…mi mamá vivió eso, ellos iban a quedarse allá, por ejemplo hasta terminar

un techo, y no eran nada dos metros, varios metros, cosa que si llegaban dos o

tres familias, perfectamente podían compartir ahí el techo (EH, comunicación

personal, 28 de junio de 2015).

Yo nunca fui, porque Yo me quedaba en la casa cuidando los animalitos, y los

otros eran hombres, pero tenía que quedarse alguien en la ruka… mi madre se

37 Los pewenche construyen y se identifican como “unidad (identidad territorial) a partir de las características propias

que le brinda el espacio natural o nicho ecológico de la cordillera de Los Andes, subsistiendo económicamente de sus

recursos, principalmente de los frutos del pewen o araucaria y conviviendo armónicamente desde una relación de

reciprocidad, expresada simbólicamente en la religiosidad (Millalén Paillal, 2006).

Page 100: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

91

iba con mi padrastro porque yo perdí mi papá con la erupción del volcán (MM,

comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

Sin embargo, para quienes sí participaron de la piñonada, cuando las restricciones eran menores

que en la actualidad, en su recuerdo está presente, no sólo la actividad de recolección, sino la

convivencia con sus pares, los sabores generados por el uso del alimento sagrado y los valores de

reciprocidad entre humanos y entre humanos con la naturaleza, mediante la convivencia y la

rogativa.

Todos los años íbamos, incluso habían familias, personas que iban hasta dos

veces al año, incluso allá tenían los utensilios más pesados, la piedra para hacer

el catuto de piñón, echaban a cocer el piñón, hacían catuto y con eso tenían la

chunca que se dice, lo tenían allá de todo así bien protegido. Llegaban después

claro lo lavaban, lo limpiaban como se debe y hacían el catuto y hacían el muday

de piñón. Entonces al otro día, tempranito estaban rogando a nuestro ser

supremo, que les diera una buena estadía ahí, y hartos piñones para traer de

vuelta (HH, comunicación personal, 28 de junio de 2015).

A pesar de los aspectos positivos a nivel comunitario y de conciencia ambiental presente en la

práctica cultural de la piñonada, existe resistencia institucional por parte de la CONAF como ente

administrador del parque para su recreación, lo cual afecta la reproducción cultural de las

comunidades mapuche pewenche y, en especial, la construcción identitaria de las nuevas

generaciones. Según señala CONAF, en el plan de manejo, dicha práctica es una limitante en el

manejo de esa unidad de conservación:

El ingreso de personas a colectar piñones (la semilla de la Araucaria) tiene como

consecuencia no solo la alteración ecológica que significa alterar la cadena

Page 101: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

92

trófica en sus estratos inferiores, sino que, representa potenciales peligros al resto

de los recursos naturales (Corporación Nacional Forestal, 2006, p. 11).

Como una forma de negociar los derechos culturales de las comunidades mapuche a hacer uso de

su territorio ancestral, en el año 2011 y 2012, se construye participativamente un “Decálogo del

piñoneo”. Este decálogo se facilita por la intervención de una guardaparques en práctica; ella, junto

a la comunidad, abre un espacio de negociación y construcción de reglas, que permiten a la

comunidad tener un acceso regulado al producto de su árbol sagrado, para recrear la práctica del

piñoneo bajo la supervisión de la CONAF. El decálogo que se ha transcrito a continuación, no se

implementó por razones administrativas:

Decálogo del Piñoneo

Los habitantes Mapuche de la localidad de Coñaripe, vecinos del Parque

Nacional Villarrica, se comprometen a:

I EVITAR:

1. El uso de machetes, palos o lazos o cualquier elemento que produzca

desprendimiento del cono femenino (piña) en el árbol de Araucaria

araucana.

2. El ingreso de animales domésticos perros, gatos, caballos o ganado de

cualquier tipo.

3. El uso de fuego en cualquiera de sus formas, excepto para los fines

ceremoniales en lugar y contexto previamente acordados con la

administración del Parque.

Page 102: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

93

4. Los ruidos excesivos fuera del contexto ceremonial, ante todo respetar la

recomendación de silencio desde las 23:00.

II ASIMISMO. ACUERDA QUE:

5. La cuota de extracción familiar es un máximo de 2 sacos en época de

abundancia, pudiendo restringirse a la mitad o incluso suspenderse en

períodos de escasez de la semilla.

6. La recolección se efectuará por grupos, designando un encargado quien

será responsable de entregar una lista con los participantes al momento

de ingreso a la unidad o en alguna instancia previa.

7. Se compromete a compensar el proceso de regeneración de la especie,

mediante la siembra directa de una proporción de semillas extraídas (un

5%). Para tales efectos, pueden concordarse con la administración del

Parque la fecha y el área más apropiada para hacerlo.

8. Si se requiere, se puede acordar de forma excepcional con la

administración del Parque, un sitio para pernoctar la noche previa a la

recolección, en el contexto del respeto por las características

ceremoniales de la actividad del piñoneo. En todo momento, esta

actividad debe respetar los puntos expuestos en este documento.

9. Cada grupo se compromete a cumplir y ayudar a hacer cumplir estas

pautas en pos de la mantención de los bosques de Araucaria araucana y

la biodiversidad que la rodea en el Parque. Se debe dejar el lugar libre de

todo tipo de basuras, ya sean plásticos, latas, cartones o desechos

orgánicos productos de los alimentos o los desechos humanos. Es deber

Page 103: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

94

el comunicar ante el personal guardaparque y/o quien corresponda, si

existe alguna falta a las indicaciones acordadas.

10. En la misma línea de cooperación para la protección del patrimonio

natural, se compromete a colaborar con la alerta temprana al personal

guardaparque o contacto de CONAF sobre focos de incendio o de

actitudes riesgosas que puedan generar la propagación del fuego, tanto

dentro como en la zona aledaña al Parque (Roma, 2012).

Como puede observarse, la construcción misma del documento rescata la importancia de la práctica

del piñoneo. También recoge aspectos básicos para evitar daños ambientales, ya que recupera

procedimientos tradicionales de recolección que no afectan la Araucaria, garantiza la reproducción

mediante el reintegro del 5% de la semilla recolectada, con lo cual se asegura la regeneración del

bosque para las generaciones futuras.

Así como el piñón, aunque con significado menos sagrado, hay otras plantas presentes en las faldas

del Rucapillán que forman parte de la cultura culinaria de las comunidades mapuche, entre los

más mencionados se encuentran diferentes tipos de hongos y frutos silvestres:

…aparte del piñón, de la madera para leña para construcción, están las

variedades de hongos, frutos silvestres también, hay harto potencial económico

que permitiría tener una mejor alimentación, o más variada (BC, comunicación

personal, 23 de abril de 2015).

Uno de los hongos relevantes, mencionados por los vecinos del Parque, es la “lengua de vaca”, la

cual se caracteriza según sigue:

…es igual que la carne, coloradito, nace de un palo muerto en los troncos y uno

la saca de ahí, se encuentra en la montaña gruesa, en el Parque Nacional

Page 104: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

95

Villarrica en este tiempo encontraría. Antes yo comía de todas esas cosas (AM,

comunicación personal, 9 de mayo de 2015).

Pero también se ubican plantas medicinales (lawen) que no se encuentran a otras alturas del

territorio.

“…ahí se dan otras plantas que aquí no se dan, este parque era de uso mapuche

para su sustento en la alimentación que eran los piñones, algunos tipos de hongo

que se dan a esa altura sobre el nivel del mar, comestibles, hierbas medicinales,

arbustos medicinales” (EH, comunicación personal, 28 de junio de 2015).

…porque lo que está en la pillán no está en el lago, ni tampoco está aquí, pero

está en la pillán. Por eso defendemos nuestro Pillán, porque decimos allá hay

otro lawen y que también nos sirve y en el lago hay otra clase de remedio, y aquí

a la mitad de nuestra comunidad que también hay remedio de lo que no hay

arriba y de lo que no hay en el lago. Pero el Mapuche lo sabe y de esa manera lo

tratamos de proteger (GC. Comunicación personal, 12 de mayo de 2015).

Destacan, entre las plantas medicinales, el “quinchamalli”, a la cual se le atribuyen beneficios

curativos para enfermedades relacionadas con la desintoxicación del cuerpo, igualmente, señala un

vecino adulto mayor de la comunidad Juan Chañapi, que los mapuche combinaron las diferentes

hierbas, ya que conocían muy bien sus propiedades, lo que facilitaba los tratamientos:

Hoy día hay más gente enferma, porque ha dejado, y más encima con esta

restricción que pone la Corporación Forestal y más nos deja sin esta posibilidad

de tener remedios y volver un poco la vista hacia la medicina tradicional

Mapuche, como digo ahí se dan otras plantas que aquí no se dan (EH,

comunicación personal, 28 de junio de 2015).

Page 105: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

96

Pero las plantas medicinales, no son curativas por sí mismas, según una vecina de la comunidad

Carlos Antimilla, es importante el lugar de donde se extraen las plantas, indica que no es igual el

lawen recogido en un huerto, que aquel que se produce en las faldas del volcán, pues este cuenta

con una energía diferente que es curativa (notas de campo, 6 de setiembre de 2015), por eso es

importante tener acceso a este lugar.

El conocimiento de los mapuche no se restringe al uso de determinadas plantas, sino que hay un

énfasis en las formas como se realiza ese uso, de tal forma que la recolección, al igual que con el

piñón, es un conocimiento presente en la cultura que arriesga perderse, por la dificultad de ser

recreado:

“El mapuche era tan sabio para eso, que pillaba una planta y no la sacaba toda

y solo sacaba una o dos cogollos y no era cualquier planta sino una planta

vigorosa una planta bonita, siempre el mapuche cuida o cuidaba lo que había”

(JC, comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

La naturaleza no sólo facilita alimento y medicina para los seres humanos, sino también para los

animales domésticos. Otra práctica asociada a las faldas del Rucapillán, son las veranadas

erradicadas por la CONAF en la década de los años 70. Al respecto, Aylwin (2008) señala que:

…la memoria de los ancianos mapuches no olvida hasta ahora como sus

refugios en los faldeos del Rucapillán fueron quemadas por quienes

administraron este PN, ni olvida los juicios seguidos en su contra por la tala de

unos pocos árboles para la construcción de los refugios de veranada.

La veranada consistía en el alojamiento temporal en las faldas del volcán, donde se dan arbustos y

frutos silvestres de alto valor nutritivo. Esta vegetación es apropiada para el engorde del ganado y la

recolección para ser consumida en época de invierno. Dentro de las prácticas productivas, esta

Page 106: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

97

actividad es relevante, pues permite la rotación de los terrenos bajos desgastados en el invierno y que

experimentan sequedad en la primavera y verano, mientras las partes altas imposibles de habitar

durante el invierno, por las bajas temperaturas y la altura de la nieve, se mantienen verdosos en el

período de veraneo cuando se va produciendo el deshielo.

La veranada normalmente es casi a mediados de primavera, de ahí en adelante

hasta marzo, abril, por ahí. Entonces los animales los traían cuando ya

empezaban a caer los piñones, traían sus animales y se iban ya a recolectar

piñones, y no solamente recolectaban piñones, porque recolectaban hierbas

medicinales, arbustos medicinales (EH, comunicación personal, 28 de junio de

2015).

Está lo que es piñón, vamos en la veranada a buscar piñón, echamos animales,

arriba no hay sequía porque está todo fresco. Ahora mismo que hubo sequía,

arriba estaba todo verdecito, lo que es coirón y lo que es la esquila, coligues que

están chicos, quila es un coligue es otro. Está el lawen quinchamalí que existe

arriba, hay unos arbolitos así chiquititos que se produce una fruta y esos

producen lawen. Los árboles que hay aquí no hay arriba, hay otra clase, porque

es tierra más fresca más cordillera, allá arriba existe la lenga, el coigüe y el

mañío (GC, comunicación personal, 12 de mayo de 2015).

Las prácticas de la veranada y la piñonada confluyen en épocas, aunque es importante distinguirlas

pues tienen objetivos y formas de relacionamiento con la naturaleza diferentes. Es importante

destacar que para ambas actividades se utilizaron las rukas, tan presentes en la memoria de los

miembros de las comunidades; estas constituyen un símbolo del despojo, a la vez son un símbolo de

cohesión para la reivindicación de su identidad como mapuche.

Page 107: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

98

El proceso de construcción de la ruka comunitaria hasta la convivencia con familias de diferentes

lof, servían para la transmisión de conocimientos a las nuevas generaciones. Algunos de esos

conocimientos se relacionan con: las formas de producción y recolección, las formas de

comunicación con la naturaleza, el respeto y la hermandad con lo no-humano, concretado en las

ceremonias religiosas, en las rogativas y los permisos, en la devolución y el pago.

Las rukas destruidas por CONAF están presentes en los deseos de recuperación territorial, tanto de las

personas que vivieron las veranadas, como de las generaciones que solo las conocen por las

narraciones de sus padres, madres, abuelos y abuelas. Los escombros que quedan, luego de la

destrucción, son un referente para mantenerlas en la memoria de las comunidades y mantener

abierta la posibilidad de reconstruirlas. De esta forma, un adulto mayor colindante con el Parque,

hace alusión a su interés por recuperar ese territorio, no sólo como un derecho para los jóvenes, sino

para sí mismo:

…les dije: sabe, yo quiero el parque para la juventud de todas las comunidades,

y nosotros mismos los viejitos, ahora con el verano yo quiero estar durmiendo

ahí con la araucaria (SC, comunicación personal, 15 de junio de 2015).

La permanencia por semanas en las rukas y su existencia misma, era símbolo de arraigo territorial,

de pertenencia y de vida comunitaria, es por ello que es puesta en valor por miembros de las

diferentes comunidades.

Igualmente, el conocimiento del territorio, las huellas para conectar diferentes lugares y espacios de

interés cultural, es un conocimiento propio de las personas mayores que a los más jóvenes se les ha

dificultado seguir. Las dinámicas y espacios para la transmisión de conocimientos se sustituyen por

el espacio artificial construido desde occidente, la escuela, de tal forma que el vínculo con la

naturaleza se va perdiendo:

Page 108: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

99

Por medio de la educación el mapuche pierde todo el valor que tenía, yo mismo

no aprendí mucho sino que más he aprendido de la naturaleza, a cuidar la

naturaleza eso no se lo enseñan en el colegio y eso sigue, sigue, sigue (JC,

comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

Los jóvenes reconocen la capacidad de los ancestros de conocer las huellas naturales, a la vez que

ceden el poder/saber a la institucionalidad administradora del parque:

AC: Las veces que venía con mi papá caminábamos en la huella porque él ya se

sabe, es muy fácil perderse porque son todos los lugares iguales. PM: pero yo lo

que aprendí es que cualquier cosa, aquí hacia arriba, es que en cualquier lugar

vas a encontrar con uno de esos banderines y tienes que seguir esos banderines y

ahí sales a cualquiera de los dos lados. MM: y si no existieran esos banderines

¿con qué se guían? AC: bueno, mi papá se guía porque tiene años de andar por

acá. (Diálogo entre jóvenes comunidad Juan Chañapi y comunidad Ramón

Chincolef, comunicación personal, 4 de julio de 2015).

…nuestros abuelos avanzaban mucho, mucho para allá, iban atrás del volcán,

de a acaballo o de a pie, eran muy conocedores de toda la vida allá, porque arriba

hay solo huellitas no más, la persona que sabe andar arriba encuentra esos

caminos y el que no sabe se pierde, ellos tenían esa capacidad de explorar ellos

(JC, comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

Según el mapa de “Sitios de significación cultural de las comunidades mapuche-pehuenche de la

comunidad Koñaripe-Alto”38 (Ilustración 5), existen al menos 60 sitios de interés socio-cultural que

38 El mapa de sitios de significación socio-cultural fue recuperado en la página web del Observatorio Ciudadano:

Page 109: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

100

tienen relación, principalmente, con elementos de la naturaleza, tales como nacimientos de agua,

cerros, zonas de pastoreo y recolección, bosques, lugares de reunión (como las rukas) y lugares

ceremoniales. Estos sitios los identifican diferentes miembros de las comunidades, entre ellos, líderes

de organizaciones y lonkos, de tal forma que recoge información relevante donde se evidencia la

relación de la población mapuche con la naturaleza como eje central de su vida y su cosmovisión.

hay sitios sagrados, hay partes donde se paran los viejitos, nuestros abuelos,

abuela tiene su parte a pedir las fuerzas el newen como Mapuche, entonces como

para cosechar piñón, por ejemplo, o animales porque de repente pueden resbalar

o caer, que pueden torcerse los pies o quebrarse, entonces para que no les suceda

eso, porque los animales salvajes que hay, por ejemplo, el puma, que no se

acerque, que nosotros nos andamos buscando eso, no andamos cazando un

jabalí, menos conejo, venado, menos un zorro, menos un pudú, son parte de la

tierra, que a nosotros no nos perjudica. Nosotros como Mapuche queremos que

esté, por ejemplo, que haya un bosque que esté vivo nuestra riqueza, porque eso

nos da la vida a nosotros, la humedad viene de arriba para abajo la humedad,

las aguas donde nacen, y si usted la explota arriba todo acá se seca, entonces

proteger nuestros árboles, porque ellos vivieron un siglo, yo no puedo plantar un

pino que viene extranjero nada, si yo quiero plantar, planto lo nativo de aquí,

http://www.observatorio.cl/sites/default/files/biblioteca/anexo_2.6_cartografia_conaripe_pocura_traitarico._sitio

s_de_significacion_cultural_.jp, sin embargo, no tiene carácter oficial hasta ser validado por las comunidades. Su

uso, para este estudio, fue autorizado por el lonko de la comunidad de Traitraico quien participó en la construcción

del mapa.

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101

porque ya sabemos claramente que afecta el eucalipto, que afecta la piña… (GC,

comunicación personal, 12 de mayo de 2015).

Estos sitios de uso ancestral permiten reconocer una territorialidad propia de la cultura

mapuche, un modo de habitar el mundo, es decir, desde las necesidades existenciales,

formas de ser, estar, tener y hacer, en un territorio disputado con otros modos de vida,

debido al despojo vivido y que se encuentran presentes en su cotidianidad. Según uno de

los lonkos entrevistados, las faldas del Rucapillán les pertenecen desde los orígenes, porque

su dueño mapuche nació ahí y surgió de la misma naturaleza del lugar:

Pertenece a los Mapuches, todos los alrededores le pertenecen a los Mapuches,

CONAF llegó de último, Bienes Nacionales por su ley es de ellos, pero igual

quisiéramos nosotros de donde vinimos, que somos de aquí. Porque la historia

de Mapuche incluso (hace una pausa), existe aquí un Lonco mayor, antiguo que

es Pallalafken se llamaba su nombre y ese mandaba de Coñaripe, mandaba

hasta Challupén, mandaba todo este sector, y él era dueño de ese pillán, y la

ascendencia de él nació de aquí mismo. Nació, era persona de piedra. Nació de

piedra y luego se convirtió en persona, y ese Lonco es Caripán, viene a ser Caripán

después, de la ascendencia legítima es Caripán Marifilo, los Marifilo son

parientes de Payalafquén y de Caripán (GC. comunicación personal, 12 de mayo

de 2015).

Vemos aquí cómo converge, en el territorio simbólico y lo material, lo humano y lo no humano

(una piedra hecha hombre). Por lo tanto, es importante retomarlo como concepto según la

cosmovisión indígena:

“El concepto de territorio a partir de la cosmovisión indígena, tiene además un

significado cultural. Para los pueblos indígenas la concepción tradicional de

Page 111: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

102

tierras va mucho más allá del sustrato material que permite la vida cotidiana de

las personas, familias, comunidades o pueblos. Este concepto tradicionalmente

de tierra está unido indisolublemente al concepto de territorio, y por tanto,

incluye los elementos del entorno natural, tales como recursos naturales,

bosques, aguas, suelos, subsuelos, cerros, quebradas, ríos, lagos, mar, flores,

fauna, etc. […] Para la mayoría de los pueblos indígenas “defender la tierra es

defender la vida”, pero no solamente la vida material o física; la espiritualidad

indígena, es el punto de origen de la cosmovisión indígena… (Millanguir, 2012,

pp. 19-20)

Esta idea de territorio y su relación con el ser humano, es actualizada por las nuevas generaciones,

quienes buscan recuperar su cultura, mediante el reconocimiento de los espacios sagrados y las

prácticas de sus ancestros en el lugar. En esta búsqueda se resignifican los espacios, a través de

nuevas experiencias y nuevos vínculos, muchas veces oníricos, donde se reconoce la importancia de

los sueños en su cultura y a través de ellos se establece un nuevo vínculo con el territorio. Si bien

existen sitios significativos para la colectividad, también hay sitios significativos por la experiencia

individual en el territorio.

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103

Se identifican diferentes territorialidades entre las comunidades del sector, según las vinculaciones

heterogéneas establecidas con el entorno. Confluyen, además, formas colectivas e individuales de

vivir el espacio, signado por el historial de despojo y adaptación a las nuevas condiciones de vida y

el alejamiento de la naturaleza.

Ilustración 5. Sitios de significación cultural de las comunidades mapuche-pehuenche de la comunidad Koñaripe-Alto.

Fuente: Observatorio Ciudadano. Recuperado en http://www.observatorio.cl/sites/default/files/biblioteca/anexo_2.6_cartografia_conaripe_pocura_traitarico.

_sitios_de_significacion_cultural_.jpg

Page 113: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

104

4.1.2.2 Relación de la institucionalidad estatal con el Parque Nacional Villarrica y las

comunidades

Desde la constitución del Parque Nacional Villarrica, el Estado chileno establece fronteras entre las

personas que hacían uso de ese territorio y la naturaleza que se pretende conservar. El decreto de

creación establece claramente esos límites:

Declara "Parque Nacional" los terrenos colindantes con los volcanes Villarrica,

Quetripillán y Lanín, comprendidos dentro de los siguientes deslindes: Norte,

fundo "El Volcán", Quezada Hnos., Colonia "Los Nevados", F. Comton, Termas

de Palguín, estero Huampoe, Colonia Carén, arroyo Correntoso y aduana

fronteriza de Puesco; Este, límite con Argentina; Sur, Carlos Antimilla, río

Llancahue, terrenos ocupados por Carlos Reydet, Pascual Vergara, Pablo Reydet,

Pascual Reydet y Domingo Catricheo y terrenos de Tomás Huenullán; Oeste, río

Chayupén, Colonia Cudico y terrenos de la Beneficencia (Ministerio de Tierras y

Colonización, 1941).

Bajo la idea de que estos terrenos son “marginales” para realizar actividades productivas

(Corporación Nacional Forestal, 2006), se destinan a la conservación y bajo el supuesto de que la

intervención humana era poca, invisibiliza la propiedad ancestral de comunidades Mapuche sobre

este territorio, establece la separación del ser humano y la naturaleza y excluye a las comunidades

de sus prácticas culturales que se encuentran íntimamente relacionadas con el entorno natural y

espiritual del territorio. Soslayan que las prácticas y usos de las comunidades presentes hasta

entonces, generaban bajo impacto en el entorno, de ahí que se visualizaban como lugares sin

intervención humana. Opera el discurso, señalado por Bengoa, sobre el otro “inferior”, “bárbaro” y

“flojo” (Bengoa, 2007), que lo coloca en el ámbito del “no ser”.

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105

De ahí que conservar estos lugares “prístinos” formó parte de los objetivos de creación del Parque

Nacional Villarrica, presentados en el Decreto Supremo Nº 2246, estando claramente destinados a la

conservación bajo una ontología que separa al ser humano de la naturaleza, para hacer posible la

protección de esta última, desconociendo, con ello, las necesidades humanas asociadas al territorio

y, por tanto, estableciendo otra territorialidad39.

Se dan contradicciones importantes en el discurso conservacionista, pues se entregan concesiones

forestales que operaran hasta el año 1969, con la presencia de nueve aserraderos que explotan

maderas del parque, ello con la pretendida intención de evitar los incendios forestales. Además, hasta

el año 1970, señalan que, de manera legal, se arrendaron, para las veranadas, las praderas ubicadas

dentro del parque, sin embargo, aseguran que “Hoy día persiste el talajeo furtivo o ilegal que realizan

colonos colindantes lo que afecta a varios sectores, en la época estival” (Corporación Nacional

Forestal, 2013, p. 16).

Estas prácticas institucionales van construyendo una relación de aprovechamiento de la naturaleza,

un cambio de visión sobre los elementos presentes en el territorio, que transita de la hermandad al

dominio del otro no humano. Impone la visión de progreso propia del proyecto

modernidad/colonialidad, posicionándose la CONAF como poseedor del conocimiento y el poder

para proteger los “recursos naturales”.

En lo que se refiere a la conservación de los recursos naturales, la acción de

administración del Parque ha impedido y prevenido incendios, la caza y otras

39 Los objetivos del Parque Nacional Villarrica son “a) Proteger la flora y fauna que encierra su superficie, b) Proteger

las bellezas escénicas que contiene; c) Conservar sus rasgos geomorfológicos; d) Proteger su riqueza hídrica; e)

Contribuir a la conservación del medio” (Corporación Nacional Forestal, 2013, p. 13).

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106

acciones antropogénicas que pudiesen menoscabar estos recursos (Corporación

Nacional Forestal, 2013, p. 17).

Así también se construye una representación, desde las comunidades, acerca de la institucionalidad,

en este caso de la CONAF como ente que interviene en la administración de los “recursos naturales”:

Entonces CONAF siempre ha dado el incentivo acá económico por sobre todas las

cosas, por ejemplo, bosques nativos al otro lado del puente del río Llancahue, ese

morro que se ve ahí, ese morro tenía laureles y olmos, pero era una maravilla,

ver ahí cada árbol era una vela, y cuando de repente vino el pino aquí porque

era fiscal, talaron todo le echaron fuego todo lo natural, y hoy día me vienen a

decir: oiga, mire, cuide su bosque. Creo que CONAF no ha cambiado, hoy día

tiene un discurso distinto, pero el conocimiento arraigado de sobreexplotar los

recursos ellos no se lo han sacado de la cabeza (EH, comunicación personal, 28

de junio de 2015).

Esta idea de entidad que permite la sobreexplotación del medio ambiente, y cuyos intereses son

mediados por el desarrollo económico, si bien está presente en las comunidades, también se concreta

en la política pública generada en los últimos años, conformando nuevas formas de colonialidad.

Instituciones como la Corporación Nacional Forestal (CONAF), la Corporación de Fomento de la

Producción (CORFO), Bienes Nacionales, el Servicio Nacional de Turismo (SERNATUR) y la

Municipalidad de Panguipulli, así como privados y organizaciones no gubernamentales, presionan

el territorio en busca de un desarrollo económico basado en el uso de los bienes y servicios que

proporcionan los ecosistemas del Parque. Algunos de los documentos relevantes en este sentido son:

el Plan de Manejo del Parque del 2006 (Corporación Nacional Forestal, 2006) y actualizado en el

2013 (Corporación Nacional Forestal, 2013), en el Plan Maestro 2013 (Gobierno de Chile, 2013), la

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107

Estrategia Nacional de Turismo 2012-2020 (Gobierno de Chile, 2012), el Plan de Ordenamiento

Territorial ZOIT (Municipalidad de Panguipulli, 2006).

El Plan de Manejo del Parque Nacional Villarrica es recurrente al referirse a dos actores externos que

tienen relación con el parque, estos son los turistas y los colonos. Propone, para los primeros, generar

condiciones que fomenten su visitación al lugar, sin embargo, para los “colonos” plantea la

necesidad de hacer un control de sus prácticas y relacionamiento con el parque.

Es destacable la idea de “colonos” presente en el documento, pues a toda aquella persona que habita

los alrededores del parque se le atribuye el mismo calificativo, sin considerar que las comunidades

colindantes a esta unidad natural de conservación son originarios de la zona y cuentan con un

historial de despojo territorial, tanto por la constitución del parque, como por la apropiación de otros

que “colonizaron” el lugar con la mediación del Estado. Es decir, se coloca en igualdad de

condiciones a dos actores sociales que tienen una historia y una cosmoexistencia diferentes.

Esta forma de colonialidad genera una permanente tensión entre el Estado -representado en

instituciones como Bienes Nacionales y la Corporación Nacional Forestal (CONAF)- con las

comunidades ancestrales, sus autoridades tradicionales y nuevos líderes comunales. Presión que

aumenta con las políticas propias de un modelo económico tendiente al crecimiento constante y

que presiona territorios, donde se conservan amplios atractivos naturales posibles de incorporar a

las políticas propias de la economía verde.

En este sentido, la CONAF reconoce la riqueza presente en el lugar, pero plantea incorporarlo a

actividades económicas que dinamizan el sistema económico dominante, mediante el desarrollo de

la actividad turística,

El Parque Nacional Villarrica agrupa una cantidad de características naturales

y culturales de gran atractivo para quien lo visita. Posee riquezas naturales y

Page 117: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

108

bellezas escénicas muy diversas como volcanes, lagos, vegetación variada, fauna.

A través de estos atributos escénicos, el turismo da la posibilidad de acercar, dar

a conocer y conservar estas riquezas, a través de la enseñanza y del acercamiento

de estos atributos a las personas. Se plantea el turismo de naturaleza como un

motor de progreso para la región (Gobierno de Chile, 2013, p. 2).

Es decir, se visualiza el interés del Estado y los particulares por el “desarrollo” de la zona, incluyendo

el parque y sus zonas de aledañas al sur. La Estrategia Nacional de Turismo 2012-2020 busca

incorporar plenamente la zona a la dinámica del capital, mediante el posicionamiento del Parque

Nacional Villarrica como destino y producto nuevo dentro de la industria turística nacional

(Gobierno de Chile, 2012).

En el Plan Maestro del año 2013, el Parque Nacional Villarrica se prioriza como un área protegida

con potencial turístico, por lo cual se incluye en la política gubernamental, para su “desarrollo

sustentable”, lo que trae aparejado la construcción de nueva infraestructura para posibilitar el

acceso y atracción de mayor cantidad de turistas, con implicaciones en los modos de vida de las

comunidades mencionadas:

Se busca diversificar los servicios turísticos dentro de las áreas de desarrollo

abriéndose a una amplia oferta de actividades deportivas, educativas, de

investigación, descanso, y apreciación de la naturaleza. Éstas ofertas [sic]

requieren una infraestructura capaz de albergar a un alto número de turistas y

capaz de impactar lo menos posible el entorno. Es por eso que se proyectan como

intervenciones puntuales y delimitadas en el territorio, que utilicen el

equipamiento existente con el fin de conservar el medio natural (Gobierno de

Chile, 2013, p. 6).

Page 118: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

109

Una de las obras propuestas de mayor impacto, para construir a corto plazo, es un camino

pavimentado que conecta las localidades de Palguín y Coñaripe, cruzando por Los Cajones, según

reza en el Plan Maestro “La proyección de un camino asfaltado interregional que conectará las

localidades de Palguín y Coñaripe convertirá a Quetrupillán en un área estratégica para el desarrollo

turístico del Parque” (Gobierno de Chile, 2013, p. 24).

Esto significa, no sólo la conexión de dos localidades, sino también el “encuentro” de dos estilos de

desarrollo diferentes, donde prevalece un tipo de turismo convencional en la comuna de Pucón y el

intento por generar condiciones para un turismo de base comunitaria, mediante proyectos que las

mismas instituciones han venido financiando en la comuna de Panguipulli, específicamente

Pocura, Los Cajones y Traitraico, que nos ocupan40.

Estas obras tienen implicaciones en el entorno natural y afectan la relación de la población

mapuche con uno de sus elementos sagrados, la araucaria, pues propone “botar” algunos de estos

árboles para posibilitar la ampliación de la calle que cruza el parque. Este hecho tiene en alerta a

las organizaciones de la zona que tienen que definir según el Convenio 169, su consentimiento

previo, libre e informado.

Este interés económico y recreativo se complementa con otra forma de relacionarse con el parque,

ahora para fines educativos y científicos. Se recurre a su zonificación como herramienta para la

40 El enfoque de estos proyectos de turismo comunitario facilita la definición de acciones desde las mismas

comunidades, respetando su cosmovisión, además, generando condiciones para un desarrollo endógeno. Algunos de

los proyectos con esta orientación son “Programa de Transferencia Tecnológica (PDT), Turismo de Intereses

Especiales (TIE) y Desarrollo con Base Local en Destino Sietelagos”, ver página oficial http://trawun.cl/ ; y el “Nodo

de Turismo Comunitario”, ver página oficial http://melikofelen.cl/ , ambos financiados por la CORFO,

Municipalidad de Panguipulli y Bosque Modelo.

Page 119: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

110

ordenación del espacio, según criterios que sirven como “base para definir el nivel y tipo de

intervenciones que garantizarán el cumplimiento de los objetivos de preservación y conservación de

las áreas protegidas” (Corporación Nacional Forestal, 2013, p. 117).

La educación es vista como una actividad de conservación, una oportunidad de concientizar al

visitante y a las comunidades, donde la CONAF tiene los conocimientos para trasmitir. Consiste en

un tipo de educación ambiental, que forma parte del discurso de la sustentabilidad, como forma de

preservar el medio ambiente para las nuevas generaciones. Se educa a partir del conocimiento

occidental, viabilizando la colonialidad del saber.

Se evidencia la relación vertical entre la administración del parque y las comunidades. Uno de los

objetivos definidos en el marco lógico del Plan de Manejo, tiene relación con un modelo de

“intervención comunitaria para asegurar la conservación y uso sustentable de los recursos”, es decir,

se reconoce de alguna manera la necesidad de incorporar a la comunidad en las actividades de

conservación. Entre los resultados esperados se encuentran:

1. Se asesora en el manejo de los Recursos Naturales a las comunidades aledañas,

a través de los diferentes Departamentos que posee CONAF. 2. El Parque

promueve el desarrollo socioeconómico de las comunidades aledañas a través

del turismo. 3. Existe una óptima relación entre el cuerpo de guardaparques y

las comunidades aledañas. 4. Existe una adecuada coordinación en la solución

de problemas comunes. 5. Existe una óptima vinculación entre el cuerpo de

guardaparques y las empresas turísticas locales (Villarrica, Pucon, Curarrehue)

a través de la adquisición y cumplimiento de acuerdos en el contexto del Consejo

Consultivo (Corporación Nacional Forestal, 2013, p. 102).

Se invisibilizan aquí los conocimientos ancestrales sobre el territorio, y la CONAF se asume como

garante de los saberes y con el poder de definir la vocación socioeconómica de la zona. Se posiciona

Page 120: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

111

como asesor y como promotor del desarrollo, impone formas de participación en la gestión de la

unidad natural, colocando como centro los objetivos de conservación para los cuales las

comunidades aledañas asumen responsabilidad. Además, les definen las actividades económicas que

pueden desarrollarse, dificultando su autodeterminación.

En la zonificación construida desde parámetros occidentales, se establece una zona de uso primitivo,

donde uno de las actividades normativas es “Poner fin al pastoreo furtivo y no se permitirá la

recolección de piñones”, queda claro que oficialmente no se reconocen los usos ancestrales del

territorio, y bajo el conocimiento occidental se reitera la idea de que cualquier intervención

antropogénica afecta la preservación de los “recursos”. Contrario a esa concepción el vecino de la

comunidad Juan Chañapi considera que los ciclos productivos son beneficiados con prácticas como

el pastoreo, pues ayuda a la regeneración del bosque por la distribución de la semilla de los frutos

que realizan los animales en el lugar (notas de campo, 6 de setiembre de 2015).

Por otro lado, en el Plan de manejo se amplía el concepto de preservación para aquellos ámbitos

culturales presentes en el territorio, donde pareciera reconocerse la intervención humana histórica

en el parque, sin embargo, es una visión del patrimonio relacionada principalmente con las

actividades asociadas al progreso. En los sitios identificados de valor histórico y cultural prevalecen

lugares importantes para la religión cristiana, y lugares de uso productivo bajo las regulaciones del

Estado, tales como las ruinas de los aserraderos (Ilustración 6). Para el sector “Rucapillán” del

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112

parque en lo que corresponde a la zona de este estudio, solo identifican dos sitios de interés

sociocultural, los cuales tienen que ver con la recolección de piñón. Si bien se reconocen estos

lugares por su interés histórico y cultural, para efectos de patrimonio, no hay una

patrimonialización que le de contenido a esa práctica que sigue dándose y que la misma CONAF

plantea erradicar por realizarse bajo la ilegalidad. Se obvia que esas prácticas forman parte de una

“cultura viva” que se crea y recrea en resistencia permanente.

Esta resistencia se da también frente a la religión, pues al no establecer un reconocimiento de lo

mapuche en el territorio, no se consideran, por ejemplo, los lugares ceremoniales como parte de los

Ilustración 6. Mapa de sitios socioculturales ubicados en el Parque Nacional Villarrica según la CONAF. Fuente: Plan Nacional de Manejo Parque Nacional Villarrica (Corporación Nacional Forestal, 2013).

Page 122: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

113

sitios de interés socio-cultural. Se refleja la carencia de un diálogo que permita equilibrar los

intereses de la institucionalidad y los de las comunidades, territorialidades que coexisten en ese lugar

(solo para el sector del Rucapillán sur, las comunidades identificaron más de 60 sitios de interés,

frente a dos de importancia para la CONAF).

La relación de las comunidades con la institucionalidad estatal se caracteriza por el despojo

territorial, por la resistencia de las comunidades que mantienen sus saberes, prácticas y relaciones

con el territorio, muy a pesar de las imposiciones, y por una política pública que intenta “educarles”

en sus formas de relación con el territorio.

Como se señala en apartados anteriores, uno de los mecanismos utilizados para desarticular las

comunidades y despojarlas de sus territorios corresponde a la división y el establecimiento de

fronteras que cada vez reducen más el territorio; pero también operan mecanismos organizativos

que dividen las comunidades reducidas y legitimadas ante el Estado mediante Títulos de Merced, a

otras divisiones funcionales inscritas ante la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena

(CONADI).

Por ejemplo, la comunidad Carlos Antimilla está subdivida en siete comunidades: la Carlos

Antimilla, Linoico y Lemunau, El Roble, Pirén Mapu, Reyen Mapu, Pewen Mapu, según dice uno de

los vecinos de la Reyen Mapu, esta división de comunidades sirve para resolver necesidades

específicas, por ejemplo, una calle, el agua para riego y otros, pero no tiene que ver con conflictos

entre ellas (AÑ, notas de campo, 19 de mayo de 2015). Por otro lado, en la comunidad Juan Chañapi,

las subdivisiones responden a la búsqueda de autonomía dentro de los límites de la comunidad y en

busca de un relacionamiento con las instituciones que les permita desarrollar proyectos de diferente

índole, según dispone la Ley 19253.

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114

Este tipo de organización, funcional e institucionalizada, coexiste con otras formas tradicionales de

gobernanza. Los lonkos tienen un papel importante en la toma definitiva de decisiones, aunque su

papel no es liderar procesos políticos específicos, según dice una vecina de la comunidad Carlos

Antimilla, el lonko es para asuntos espirituales, para los otros asuntos hay otros líderes o conas, pero

igual se les consulta (BH, notas de campo, 23 de mayo de 2015).

Como una manera de resolver la complejidad organizativa, se establece la “coordinadora” que

reúne las diferentes organizaciones, ya sean tradicionales o funcionales de Coñaripe. Esta

agrupación busca resolver temas territoriales de manera integral, aunque existe una división del

trabajo a lo interno, los problemas se abordan directamente con autoridades institucionales a

quienes convocan para presentar y que les expongan los proyectos:

Hay un grupo de personas que coordina un trabajo y estas son de diferentes

comunidades mapuche, por ejemplo, yo que represento a la comunidad

Clemente Chaquepán aquí para este trabajo, y así otros también, los jóvenes, yo

soy el que tiene más edad, frente a ellos, pero están los lonkos también (EH,

comunicación personal, 28 de junio de 2015)

Tanto la mixtura organizativa presente en las comunidades ancestrales como los planteamientos

institucionales con sus contradicciones, son fundamentales de tomar en cuenta para poder

establecer un diálogo entre los diferentes modos de vida que se disputan el Rucapillán y sus faldeos.

4.1.3 Necesidades humanas fundamentales, pobrezas y justicia ambiental

Todos los referentes históricos y la descripción de territorialidades presentes en el Rucapillán y sus

faldeos que anteceden este apartado, tienen como objetivo identificar las diferentes pobrezas

generadas por los procesos de despojo material y simbólico que experimentan las comunidades

Page 124: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

115

mapuche, específicamente en lo referente a la constitución de la unidad natural de conservación

denominada “Parque Nacional Villarrica”.

En esta sección, se abordan las pobrezas que, según la Teoría del Desarrollo a Escala Humana se

producen por la deficiente actualización de las necesidades humanas fundamentales, como una

aproximación al análisis de los problemas de justicia ambiental.

Siguiendo el marco teórico y como se refleja en la Ilustración 7, las necesidades humanas

fundamentales son nueve axiológicas y cuatro existenciales, que no son jerarquizadas y funcionan

de manera sistémica. Cada una de ellas que no logra ser vivida positivamente genera diferentes

grados de pobrezas.

Ilustración 7. Necesidades Humanas Fundamentales.

Fuente: Elaboración propia basado en la Teoría del Desarrollo a Escala Humana.

Page 125: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

116

A partir del análisis de la información, se opta por un abordaje territorial asumido en el “estar”

como espacio desde donde se visualiza el resto de las necesidades humanas fundamentales. El estar

permite identificar dos espacios de interacción diferenciados presentes en el discurso de las personas

participantes en la investigación: el “Rucapillán” y los faldeos. Además de estos dos satisfactores, es

importante reconocer los espacios que ocupan las comunidades como continuo que conforma su

territorio mapuche. La existencia de la gente mapuche es posible y encuentra sentido en un territorio

que va desde la boca del volcán hasta el lago Calafquen, concepción reflejada en lo expresado por la

dirigente del Parlamento de Coz Coz:

El concepto de parque las comunidades de ahí no lo ven como parque, sino más

bien como un espacio del cual puedo hacer uso, ya sea para tema medicinal,

tema de subsistencia, tema recreacional o espiritual, está todo ahí. La idea de

parque es cuando te ves tan reducido en los espacios, o los espacios naturales son

tan reducidos, que te ves obligado a dejar un espacio para recordar lo que

antiguamente fue tu espacio común, tu espacio habitual, entonces yo creo que

ese concepto no se maneja desde las comunidades. Se maneja la idea de un

espacio que es parte de un territorio ancestral no de un parque. (BC,

comunicación personal, 23 de abril de 2015)

4.1.3.1 El “Estar” en el Rucapillán

De la relación que establecen las comunidades mapuche con el Rucapillán, se desprende una fuerte

dependencia de su cosmovisión con el territorio. Este “hermano”, en su relación afectiva, les protege

y contribuye a su subsistencia cultural y biológica, es un elemento de cohesión comunitaria e

identitaria, de participación, creación, ocio y entendimiento.

Como satisfactor de la subsistencia, se señala que el volcán que permanece nevado todo el año,

acumula el agua que permitirá la vida de los habitantes del lugar, tanto humanos como no

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117

humanos. El agua ofrecida por el pillán, producto de los deshielos, es agua pura para el consumo

humano, de la cual se sienten orgullosos los vecinos, pues es el resultado del cuidado y su buena

relación con el territorio; asimismo, mantiene el verdor en las zonas donde se realizó ancestralmente

el pastoreo:

… se puede ir a ver la nieve, se puede caminar en la nieve pero no ir a jugar a

resbalarse, o por último mirar, no intervenir, porque nosotros tenemos las

mejores aguas arriba ¿Por qué? porque no ha sido intervenida arriba, esta misma

agua con que tomamos mate, son aguas del deshielo de arriba y eso va a ser

intervenido, que tenga fosas sépticas arriba igual es contaminación, porque

servicio nacional de salud exige cloro, lo que no dice es que el cloro es veneno…

(JC, comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

Otro “bien” que actualiza la necesidad de subsistencia, y lo aporta el Rucapillán, es el newen o

energía, parte fundamental de la espiritualidad mapuche. Por ello, es bueno recordar las palabras

de la líder de la comunidad Carlos Antimilla que plantea el flujo energético que hay entre el volcán

y las zonas bajas, donde hay espacios por donde suben las rogativas, los pagos y baja el newen.

En los actos de pedir y agradecer, se establecen ceremonias como el guillatún donde se congrega la

comunidad para “guillatukar” u orar a Gnechén, según cuenta la esposa del lonko de una de las

comunidades. La rogativa inicia en el pillán y viene bajando por los diferentes cerros, pasando por

el lawen hasta llegar al lago (notas de campo, 12 de mayo de 2015).

Estas rogativas establecían relaciones sinérgicas entre la identidad y la participación, que se ven

afectadas por el ingreso de otras religiones y otros bienes que incentivan la deserción a esas

ceremonias, pues instalan otras cosmoexistencias. Un joven de la comunidad Marifilo relata que su

familia dejó de participar en el guillatún por varias razones, asumen la religión evangélica; en los

últimos años no han contado con dinero para participar y, según él, se requiere una inversión

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118

importante para asistir; por último, a él no le gusta el comportamiento de algunos líderes que se

dedican a consumir licor, quitándole el sentido original a la práctica (notas de campo, 20 de junio

de 2015).

De esta expresión se desprenden varios bienes sustitutivos, la religión que pasa del guillatún al

cristianismo, es decir, Gnechén deja de ser su Dios; las rogativas pasan a ser una actividad donde el

dinero toma un papel relevante, pues los consumos se han trasladado al mercado, y la reducción

territorial ha generado empobrecimiento material y modos de vida cada vez más dependientes del

exterior; por último, la introducción de prácticas occidentales, específicamente el consumo del licor,

afecta los significados que cada miembro de la comunidad da a la ceremonia y, por tanto, de las

conexiones con el entorno. Una líder de la comunidad Carlos Antimilla señala:

…porque ya trajeron las iglesias, trajeron la fiesta, trajeron el trago […] nos

empobrecimos internamente de lo espiritual, nos empobrecimos de esa otra

energía que nos pide la fiesta, que nos pide el trago, que no nos pide lo cultural,

cultivar el arbolito, cuidar el arbolito, entonces caemos en esa cosa del trago,

porque nos abandonan las energías, somos paquetes solos que podemos caer en

cualquier cosa, o sea anhelamos tener lo que no tenemos y cosas que no son

propias, entonces por eso nos estamos quedando vacíos (BH, comunicación

personal, 6 de setiembre de 2015).

Como parte de la necesidad de ocio, algunos miembros de la comunidad realizan con sus familias

actividades que conforman espacios para la comunicación y el disfrute con el volcán. Algunos bienes

asociados son el aire puro y el “agüita”:

ÑW: …estar arriba, por ejemplo, también es bueno porque uno va a tomar el

aire puro, y va a disfrutar cuando el volcán está botando agüita, incluso uno va

a tomar esa agua, la primera agua que está botando el volcán, porque siempre

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119

está botando, es vivo, él está vivo siempre está botando. GC: No hay terma pero

su parecer es termal, es agua tibia, si es posible hasta se puede bañar, y trae

siempre arenita, y ahora tiene ceniza. Y tiene uno que ofulkar esa agua uno no

puede despreciar esa agua, ofulkar significa tomar, trajiste esta agüita peñi,

hermano y deme salud y ya uno toma, dos o tres traguitos. Eso hace el Mapuche,

el winca [dice] eso está contaminado, pero no está contaminado, eso es puro,

porque el volcán nunca ha tirado infección (GC y ÑG, comunicación personal,

12 de mayo de 2015).

El Rucapillán es un compañero con quien se comparte, se disfruta, pero además protege, pues se

reitera en lo señalado por estos adultos mayores, que este volcán es bueno pues “nunca ha tirado

infección”, recordemos además su protección ante los daños que envió el Mochochoshuenco.

Estas formas de actualizar las necesidades humanas se interrumpen por la irrupción del saber

occidental, cuyos conocimientos se imponen en la cotidianidad y se visibilizan en una situación de

emergencia como la sucedida en la última erupción (marzo de 2015).

En esa ocasión, las autoridades evacúan primero a las familias ubicadas en los 10 kilómetros a la

redonda, posteriormente reducen el radio a los 5 kilómetros circundantes al volcán; ignoran el

conocimiento y advertencias de los pobladores ancestrales quienes les señalaban sobre el

comportamiento del Rucapillán y los mejores lugares para resguardarse (notas de campo, 15 de

mayo de 2015 y 6 de setiembre de 2015).

Otra forma de intervención en el territorio es la actividad turística, considerada por algunos como

una amenaza a los ciclos naturales del Rucapillán, ya que lo relacionan con el tipo de turismo

desarrollado en las comunidades del sector norte del parque, específicamente Pucón. Según la

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120

percepción de uno de los vecinos de la comunidad Juan Chañapi, el agua, como parte de su

subsistencia, va a ser afectada:

Se va hacer una destrucción arriba no más, el medio ambiente se va a destruir,

vea ahora mismo Pucón, ya se va a interrumpir el proceso natural arriba, de la

nieve, allá arriba van a jugar ahora con la nieve y por eso la nieve no llega […]

por donde hay centro de esquí, aquí donde no hay a veces llega la nieve hasta

marzo y allá no ¿Por qué? por lo mismo llegan a disolver la nieve y acá no,

porque si hacen una cancha de esquí para este lado, va a pasar lo mismo que

allá, eso va a ser una destrucción porque ayudan a disolver la nieve (JC,

comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

4.1.3.2 El “Estar” en los faldeos del Rucapillán

Los faldeos del Rucapillán es un satisfactor sinérgico definido en el estar, es decir, es el punto de

encuentro entre lo material e inmaterial, que facilita la interacción entre las nueve necesidades

humanas y los múltiples bienes presentes en él. Es el lugar referente para muchas actividades

comunitarias. Aquí confluyen dos prácticas (haceres) relevantes ya descritas, el piñoneo y la

veranada. Entre los bienes asociados a este satisfactor están los sayel o rukas, como espacio de refugio

y convivencia, una estructura material que hacía posible la actualización de las necesidades de

protección, identidad, subsistencia, entendimiento, afecto, ocio:

…en sí estos sitios ceremoniales, donde ellos instalaban la rancha para

refugiarse del frío y para hacer las ceremonias habituales, ellos decían bueno

nosotros estamos irrumpiendo acá, y tenemos que pedir autorización a quién

corresponde para que no nos pase nada. Como decía que tengamos buen tiempo,

que no se produzca una nevazón repentina, cosas como esa, entonces hacían sus

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121

ceremonias y este lugar precisamente era la rancha, a esa le llamaban el sayel

(EH, comunicación personal, 28 de junio de 2015).

El espacio utilizado por las comunidades tiene un sentido importante para la subsistencia material

y espiritual de ellas. La tenencia de la tierra tiene una interpretación más compleja, lo cual le da un

contenido particular al “tener”, se pone en juego el valor de uso y se desplazan las dinámicas del

mercado.

…ellos no tenían tierras por tenerlas, sino que las tenían porque las necesitaban

en cierta época del año, probablemente también ellos recogían alguna hierba

que no se dan a fines del verano, cuando iban en la primavera, porque las hierbas

medicinales no se dan en todo el año. Hay unas que se dan exclusivamente en

primavera, otras que se van a dar exclusivamente en el verano o a fines de

verano. Cuando iban en otoño, la recolección de hongos muy especiales que se

dan allá, que no se dan acá. Que lo preparaban ahí porque tampoco se podía

traer, lo preparaban para su dieta alimenticia, la buscaban y la preparaban. Era

muy rica (EH, comunicación personal, 28 de junio de 2015).

Con el derribo de los sayel que realizó CONAF, se generaron pobrezas, pues si bien las piñonadas y el

pastoreo de animales se siguen realizando, al no contar con ese espacio material de refugio, la

práctica se va adaptando a las nuevas condiciones:

La cantidad de días dedicados a la actividad disminuye, pues no cuentan con un lugar para

protegerse del frío, para dar refugio a la familia, en especial a los niños que formaban parte de la

práctica.

Page 131: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

122

La participación de los miembros de la familia se ve reducida, ya no se cuenta con condiciones

materiales para resolver por varios días su sustento. Recordemos que en el sayel se guardaban los

utensilios con los cuales se procesaba el piñón y los diferentes hongos y frutos recolectados.

Si las nuevas generaciones dejan de ser partícipes de la piñonada y la veranada, dejan también de

ser receptoras activas de los conocimientos que revela la interacción entre los humanos y la

naturaleza, y pasan a ser receptores pasivos mediante la transmisión oral y el recuerdo de lo que

vivieron sus ancestros. Es decir, el conocimiento sobre las propiedades de las plantas y otros

elementos de la naturaleza, las técnicas de recolección y su procesamiento son transmitidos en el

vacío, sin la práctica concreta.

Por otro lado, al prohibirse el ingreso de animales domésticos, la cantidad de la recolección

disminuye, ya que era usual subir a caballo y bajar con al menos dos sacos de piñón para el consumo

en los meses siguientes. Las formas de subsistencia sufren alteraciones, afectando la riqueza

culinaria de las comunidades, a la vez que el satisfactor de la subsistencia deja de estar en los faldeos

del Rucapillán y es parcialmente sustituido por el mercado como proveedor de alimentos. Se genera

una mayor demanda de otros bienes sustitutivos del piñón y de los frutos que ahí se recolectaban.

Miembros de la comunidad Los Cajones hacen referencia a las limitaciones actuales en el uso del

Parque, indican que desde la instalación de la “guardería” en su entrada, a la cual no se opusieron,

sufren las consecuencias del cobro y la regulación para el ingreso y recolección del piñón;

establecieron una cuota de dos kilos por persona41, que si sobrepasan el guardaparques se las

decomisa (notas de campo, 10 de diciembre de 2014). Esta regulación de las prácticas, se da desde

41 Esta no es una regulación formalizada, pero está presente en el discurso de muchos pobladores que han tenido la

experiencia de que les decomisen parte del piñón recolectado.

Page 132: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

123

el conocimiento occidental y la colonialidad del poder y del saber que les coloca en una posición de

superioridad, siendo que la inferiorización del otro es una condición necesaria para la colonialidad.

También el pastoreo de los animales, que es prohibido por la CONAF, genera pobrezas en la

subsistencia. Parte del interés de esta actividad es que los animales consuman frutos nutritivos y

además lawen, así obtienen carne mucho más sana para su consumo. Cuando el pastoreo no es

posible, la alimentación de los animales en verano es sustituida por productos concentrados

disponibles en el mercado, o los que las instituciones estatales como el Instituto de Desarrollo

Agropecuario (INDAP) recomienda como parte de su asistencia técnica, donde la colonialidad del

saber se impone.

Además de las prácticas señaladas, existen otras de carácter cotidiano relacionadas con las vivencias

personales. El tránsito de los significados colectivos a la apropiación y vivencia personal, establece

vínculos particulares con el territorio. En busca de actualizar la necesidad de ocio, algunas personas

transitan desde sus comunidades hacia las faldas del volcán, con el único objetivo de recrearse,

recargar energía o encontrar el significado de algún evento cotidiano o un sueño.

Al respecto una joven líder de la comunidad de Juan Caripán cuenta cómo extraña los paseos a

caballo que realizaba con su hermana, en especial en época de nieve y cuando recolectaban “pillín”

(notas de campo, 13 de marzo de 2015).

Las necesidades de creación, ocio, libertad y entendimiento se ven limitadas por el establecimiento

de las fronteras del parque. Explorar el territorio y conocerlo profundamente se torna difícil, como

señala un miembro de la comunidad Juan Chañapi: “nuestros abuelos avanzaban mucho, mucho

para allá, ibán atrás del volcán, de a caballo o de a pie, eran muy conocedores de toda la vida allá...”

(JC, comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

Page 133: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

124

Si se considera la relación respetuosa entre los humanos y no humanos manifiesta en el discurso de

las personas participantes del estudio, los faldeos del Rucapillán son un satisfactor de la necesidad

de afecto. Se identifica una relación de hermandad con la naturaleza, así una adulta mayor de la

Comunidad Marifilo señala:

…todo con respeto, con mucho respeto, eso enseñaron los mapuche, a tener

siempre respeto a una montaña, a un monte, a un cerro, un río y no hay

solamente montaña, uno cuando entra no más empiezan la araucarias, como

que hay algo ahí… (MM, comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

También es un satisfactor de la necesidad de protección. Un adulto de la comunidad Juan Chañapi

lo señala:

En eso hay vida, hay una fuerza, no sé, es tan bonito, tan bonito un bosque,

cuando uno entra a un bosque, tan bonito, uno se siente protegido en un bosque,

no así en un terreno sin árbol, el mapuche eso lo valorizaba, el mapuche incluso

pedía permiso para entrar, ahora no… (JC, comunicación personal, 6 de

setiembre de 2015)

Siguiendo con la necesidad de protección, esta parte del territorio proporciona lawen a las

comunidades, es como su farmacia, en donde las plantas por sí mismas no otorgan la cura sino que

vienen impregnadas de la energía del lugar. Se ubica acá una sinergia con el entendimiento en

tanto se requieren los saberes para administrar la medicina, oficio que realizan las lawentuchefe42 y

42 Las lawentuchefe son personas conocedoras de las plantas medicinales.

Page 134: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

125

las machi43. Si bien en Coñaripe no hay machi, la esposa del lonko de una de las comunidades,

señala que:

El lawentuchef existe para acá y también existía machi[…] porque el machi

está permitido porque tiene que buscar lawen con su espíritu, remedio, buscar

en medio de lo que es el contorno de lo que es acá, todo lo que está en la tierra…

(ÑW, comunicación personal, 12 de mayo de 2015)

4.1.3.3 La continuidad del territorio

Con el fin de descolonizar desde la palabra, en esta investigación se explora con los vecinos, acerca

del nombre original del territorio destinado al Parque Nacional Villarrica, sin obtener un resultado

claro, algunos lo nombraron como “Pillán Mahuiza”, “Pewenchento” o “Cona Rupo futa mapu”,

lo que sí quedó claro de esta búsqueda es que cualquier nombre atribuido al espacio delimitado por

el Estado chileno, es una reproducción de la colonialidad del poder, y una expresión del despojo

experimentado, ya que las fronteras establecidas fueron arbitrarias y no respetaron la visión

territorial de las comunidades. Para ellos, no existe frontera entre el Pillán, sus faldeos y las

comunidades, sino que son una unidad integrada, conectada energética y espiritualmente.

Se puede afirmar que los deslindes del parque, la construcción de cercos y, en definitiva, la idea de

frontera afecta su cosmoexistencia, en tanto su cosmovisión no logra tener coherencia con las

formas de existir en el espacio. Según cuenta el lonko de Traitraico, las tierras ancestrales de su

abuelo están definidas por los siguientes puntos geográficos: desde el “komhomowe, el nacimiento

de todas las aguas, hasta la desembocadura del Lago Calafquén, el Mapu es Traitraico, y al este el

43 Las machi, además de curar utilizando plantas, establecen una conexión con el mundo de los espíritus.

Page 135: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

126

Cerro Pichimilimili, al sur el escorial Inaicahuin, esos son los cuatro puntos... el escorial llega hasta

el lago” (Lonko Caripán, comunicación personal, 12 de mayo 2015).

Por otra parte, la comunidad Juan Chañapi, colindante con el parque, considera que su territorio va

desde el Lago Calafquén hasta la boca del volcán. Un adulto mayor vecino mapuche de la zona lo

defiende descalificando la propiedad fiscal:

…dicen que esto es fiscal, la orilla del lago es fiscal, no hay ningún campo que

sea fiscal aquí, hermanos, hermanas, niños y niñas, escuchen, las tierras del lago

nosotros llegamos a la punta del volcán los derechos mapuche, a la punta del

volcán, Pucura, Challupén llega a la boca del volcán, Coñaripe llega allá,

Traitraico llega allá, esa es la línea que teníamos antiguamente, pero las leyes

nos han ido achicando, cerrando, hermano... (JC, comunicación personal, 26

noviembre 2013).

La creación de los límites del parque y otros espacios denominados fiscales, impone nuevas formas

de reproducción social en el estar, el ser, el tener y el hacer, es decir, en las necesidades existenciales:

Esa es tierra ancestral de mi abuelo porque toda esa parte yo ya lo conozco,

conocía de muchos años, porque íbamos a buscar las vacas ahí en la veraneo,

alojábamos debajo de los pinos las vacas, hay unas rukas, también tenía rukas

mi abuelo [...] la CONAF después de los años 50, como 58, más o menos,

empezaron a quemar todas las ruckas mapuche en el Villarrica... así que hoy

todavía está la muestra ahí donde destruyeron las rukas (GC, comunicación

personal, 12 de mayo de 2015)

La necesidad de libertad se vio afectada por la idea de frontera frente a la concepción de territorio, y

de propiedad comunal, ya que modifica las formas de estar en él, compromete la transmisión de

Page 136: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

127

conocimientos y prácticas tradicionales, así como los modos de relacionarse con la naturaleza. Es

decir, como territorio identitario, su achicamiento compromete las posibilidades de protección,

frente al otro, frente al winka que le vulnerabiliza y empobrece en las necesidades de libertad,

identidad y, sobre todo, de protección dentro de un territorio donde sucede mucho de la cotidianidad

mapuche. Así, una líder del Parlamento de Coz Coz señala respecto a la propiedad colectiva como

forma ancestral de administración del territorio:

…durante la dictadura se dicta la ley que permitía dividir las tierras, antes de

eso las tierras eran colectivas. Nosotros decimos que hoy día es necesario regular

que eso vuelva a ser así, tierras de uso colectivo. Que no debiera seguir

priorizándose la propiedad privada o estableciendo la propiedad privada al

interior de las comunidades recuperadas, porque es volver a lo mismo. De alguna

manera tenemos que resguardar que ese territorio siga siendo Mapuche, de

comunidades Mapuche a futuro y la única forma de hacerlo es hacer que esa

tierra sea colectiva y no sea una propiedad privada. Y eso qué implica,

necesariamente, también es una negociación política con el Estado, porque el

Estado para cualquier tipo de beneficio, hoy día, te pide el título de propiedad,

entonces es algo que atenta contra el espíritu de lo que nosotros, hoy día,

planteamos como necesidad para la administración de esas tierras (BC,

comunicación personal, 23 de abril de 2015).

Se reivindica en estas expresiones, la autonomía territorial, la posibilidad de administrar bajo reglas

propias los espacios y recuperarlos de las dinámicas del mercado capitalista. En el fondo, se busca

disminuir las brechas existentes entre las comunidades ancestrales y los satisfactores de las

necesidades básicas fundamentales, mediante la recuperación de la propiedad colectiva.

Page 137: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

128

Las reivindicaciones territoriales del pueblo mapuche, consignadas en el parlamento de Koz Koz del

año 2015, señalan como los ejes temáticos prioritarios la “Recuperación, Defensa y Administración

de derechos históricos”. Esto se justifica por la relación establecida entre territorio y cosmovisión,

según Beatriz Chocorí “sin territorio no se puede hacer ejercicio de la cosmovisión mapuche, todo

tiene significado ya que indistintamente, en el caso del volcán, si estoy a 10 kilómetros o si estoy a

20, 40, ese volcán va a tener un significado dentro de mi forma de ver el mundo” (Comunicación

personal, 23 de abril de 2015).

Es decir, los cercos y las restricciones de paso limitaron la existencia cultural, social y económica de

las comunidades ancestrales, pero, ante ello, se dan resistencias reflejadas en el cotidiano que

mantienen un continuo territorial. Por eso es común encontrar más allá de los cercos que limitan

el paso de los comuneros al Parque Nacional Villarrica, a sus animales pastando. Igualmente, es

usual que los mapuche crucen el cerco para pasear dentro del parque, lo que las “autoridades”

competentes se ven obligadas a aceptar sin hacer cobro de la tarifa establecida, pues hay un

reconocimiento tácito de la propiedad ancestral, según información proporcionada por varios

pobladores.

Toda la intervención estatal en estos territorios genera carencias en las formas de participación y el

conocimiento. Las autoridades tradicionales pierden peso en la administración del territorio,

sustituidos por las instituciones estatales como la CONAF en el Parque Nacional Villarrica, y otras

con presencia en las comunidades. Como resultado de las dinámicas institucionales y la división por

funciones del Estado en secretarías especializadas, se fraccionan el territorio, los conocimientos y las

prácticas; esto dificulta el diálogo entre dos territorialidades, una atomista y otra holística.

En tanto la institucionalidad cuenta con el “conocimiento experto” para la conservación del

territorio, para su administración y la toma de decisiones sobre lo que sucede, se desplaza la

Page 138: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

129

sabiduría ancestral y los modos de vida tradicionales. La valoración de saberes tiene sus contrastes,

la cual se manifiesta en la percepción de un vecino adulto mayor de la comunidad Juan Chañapi:

porque veíamos que nosotros estábamos perdiendo las autoridades originarias

como lonkos, aquí había un lonko, el lonko ordenaba su gente, bueno, si aquí

hay algo, él decía: vea, usted no me atropelle aquí al vecino, no me atropelle este,

ni este, ni este otro, menos a un anciano menos a un menor de edad, el lonko

tiene un talento tan sobrado y tan grande que no lo tiene nadie de ustedes, venga,

usted SEREMI agricultura, SEREMI de justicia, SEREMI de todo ustedes no

tienen la mentalidad que tiene un mapuche, el mapuche tiene una mentalidad,

la universidad la tiene en la cabeza para que sepan...” (Pacheco, 2013).

La atomización en diferentes ámbitos lleva a decisiones contradictorias por parte de las instituciones,

así vemos cómo SERNATUR (Gobierno de Chile, 2013, p. 24), promueve la construcción de una

carretera que cruza el parque, a la vez que la CONAF en la zonificación del plan de manejo, establece

ese espacio específico como zona “primitiva”, donde este tipo de intervenciones no es posible

(Corporación Nacional Forestal, 2013, p. 126). Al respecto un vecino de la comunidad Juan Chañapi

señala: “…es que arriba no debiera intervenirse nada, sola la naturaleza que es mucho más sabia

que nosotros…” (JC, comunicación personal, 6 de setiembre de 2015).

Este tipo de proyecto genera fracturas y conflictos a lo interno de las comunidades, caracterizadas

por ser multiculturales; tanto los mapuche como los no mapuche o colonos entran en discusión por

la definición de un proyecto de “desarrollo” que busca territorializarse, desde el ámbito nacional al

local. Una lideresa de la comunidad de Traitraico manifiesta: “qué rico caminar en la tierra, yo vivo

diferente… me muevo caminando o a caballo, ya con carretera tengo que buscar otro camino, los

autos van a pasar muy rápido, eso es peligroso” (IC, notas de campo, 10 de diciembre de 2014), sin

embargo, los no mapuche consideran beneficiosa la construcción e indican que atraerá más turistas

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130

y que si cruza por el parque los visitantes de Pucón pueden venir a este lado (Coñaripe) más

fácilmente.

A pesar de las contradicciones en la posición de estas personas hay una coincidencia, no quieren

intervención del parque, no quieren el corte de araucarias, dado el valor sagrado que tiene para la

cultura mapuche, valor que los colonos saben reconocer.

En el ámbito del turismo, con excepción de algunos proyectos de turismo comunitario y economía

solidaria que se implementan en la zona, los enfoques dominantes invisibilizan el significado del

territorio para estas comunidades ancestrales, marginan nuevamente sus necesidades humanas

fundamentales, bajo el discurso del desarrollo como crecimiento económico. Les excluyen de los

modos de resguardar y relacionarse con la naturaleza en un espacio que ancestralmente les

pertenece y del cual se les despoja. Es así, como el extractivismo simbólico-paisajístico toma forma

y socava las bases materiales sobre la que se sustenta la existencia del pueblo mapuche,

fragmentando sus modos de resolverla.

El desplazamiento de las comunidades mapuche ha implicado el despojo no solo material, sino

también cultural y económico, ya que se pasa de modos de satisfacer las necesidades básicas fuera

del mercado a la generación de prácticas cotidianas que se actualizan con la moneda.

Por otro lado, en los espacios que aún les son reconocidos, se generan disputas por la convivencia

de otros modos de vida que imponen sus propias exigencias al territorio. Un líder comunal en

reunión ante funcionarios del Ministerio de Obras Públicas (MOP) señala que “las necesidades son

de los que vienen de afuera, no de las comunidades” (notas de campo, 20 de junio de 2015).

Recurren a múltiples estrategias para resistir ante las presiones externas, mediante las prácticas

cotidianas que contradicen la normativa institucional o mediante la autonomía relacional que

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131

posibilita la negociación con otros modos de vida. También aparecen satisfactores de las necesidades

humanas fundamentales y que inhiben las formas originales, algunos de ellos son:

la venta de terrenos, que bajo condiciones (i) legales se ha venido dando hasta ahora, con el fin

de enfrentar la pobreza material de las familias,

la migración de los más jóvenes en busca de oportunidades laborales,

la aceptación de que las tierras restituidas44 estén ubicadas fuera de territorio mapuche,

provocando desintegración de las comunidades,

algunas familias amortiguan su condición de vulnerabilidad complementando sus actividades

productivas habituales, con otras asociadas a la actividad turística.

En síntesis, el despojo de los satisfactores trae indiscutibles “pobrezas” al pueblo Mapuche, la

mayoría, provocadas por un largo proceso de no reconocimiento e irrespeto de las diferencias

culturales, de apropiación violenta y sistemática, de entronización de la dependencia. Este despojo

material y simbólico responde, no sólo al eje de la existencia - ser, tener, hacer y estar-, sino al de

los valores -categorizados en la teoría del Desarrollo a Escala Humana-. Las nueve necesidades y

valores humanos que se plantean -subsistencia, protección, creación, participación, identidad,

libertad, afecto, entendimiento y ocio- inciden en pobrezas específicas, que se dividen por cuestiones

de organización y claridad pero que, en la realidad, se mezclan, yuxtaponen y complementan unas

con otras. El alejamiento entre las comunidades y los bienes materiales y no materiales que facilitan

el Pillán y sus alrededores, deja manifiesta la injusticia ambiental.

44 Para ampliar información sobre la restitución de tierras, consultar la Ley 1448 del 2011 y la web de la Unidad de

Restitución de Tierras: https://www.restituciondetierras.gov.co.

Page 141: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

132

4.2 POTENCIALIDADES Y R-EXISTENCIA

En el marco teórico se señala que la R-existencia incluye dos procesos, la resistencia y la existencia,

ambos simultáneamente vividos por el pueblo mapuche frente al despojo territorial que le

empobrece en lo material y en lo simbólico. Si se considera que existe un contexto favorable para la

reivindicación de las demandas mapuche45, explorar la construcción de modos de vida que les

permita la recuperación de los saberes, seres y poderes, en su vinculación con el parque, constituye

una posibilidad para mejorar sus condiciones de existencia, mediante la ampliación creciente de la

autonomía y la autodeterminación. Se señala también, que el Desarrollo a Escala Humana propone

la construcción de sociedades autodependientes, potenciando la sinergia de los satisfactores.

En la resistencia a las múltiples pobrezas generadas por la constitución del Parque Nacional

Villarrica, las comunidades van fortaleciendo sus formas de ser, estar, tener y hacer en el territorio,

es decir, frente a la construcción social de ser carenciado, los mapuche logran construir

herramientas que les permiten perpetuarse como cultura viva y r-existir.

4.2.1 Potencialidades que contribuyen a la autodependencia

La concepción de territorio integrado, propia de la cosmovisión mapuche, reconoce una unidad

compleja, lo que sucede a la altura de la boca del volcán tiene implicaciones en lo que sucede en el

lago. Es decir, de las actividades que se realicen en el territorio, dependerá la calidad y abundancia

de todos los elementos de la naturaleza, por eso, no puede separarse lo que se haga arriba en el

45 Es importante reconocer la victimización que sigue haciendo el Estado chileno y los medios de comunicación, al

aplicar la ley antiterrorista y parcializar la información acerca de los eventos violentos ocurridos sobre todo en la

Región de la Araucanía, cuando algunos mapuche son culpados de quemar propiedades ocupadas en la actualidad

por particulares.

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133

Rucapillán, de lo que sucede en el Lago Calafquén. Hay una conexión de todo el territorio, que refleja

una conciencia ambiental y complejidad en su visión del mapu.

En su conexión con el territorio, las comunidades logran actualizar sus necesidades humanas

fundamentales, de forma particular de acuerdo a su cosmovisión. El ser mapuche resulta entonces

una potencialidad para la construcción de espacios donde se conviva en equilibrio con la naturaleza.

Según dice la dirigente del Parlamento de Coz Coz, ser mapuche es:

“...una postura de vida frente a la naturaleza, volver a ser humano46 ¿qué

necesita como ser humano? espacios donde ser feliz, estar en cercanía con la

naturaleza, la tierra, reafirmarse en la identidad cultural, sentido de arraigo,

negación de la relocalización que lleva a la pérdida de la vida comunitaria...”

(BC, comunicación personal, 23 abril de 2015).

Por otro lado, los jóvenes de la comunidad Marifilo (parte de la comunidad Juan Chañapi) se

autodefinen como jóvenes mapuche, a partir de su necesidad de identidad cultural. No basta con su

relación sanguínea y la vivencia misma de algunas prácticas mapuche, sino que hay un fuerte

interés que caracteriza a su generación, el interés de que su cultura se mantenga, reapropiarse

mediante el intercambio intergeneracional del conocimiento que le ha sido negado por sus padres,

en especial el idioma, la medicina y las prácticas productivas (notas de campo, 20 de junio de 2015).

La esperanza de recuperación cultural lleva a los jóvenes a hacer uso de todo el conocimiento

transmitido oralmente por sus ancestros y potenciarlo. La tradición onírica es una de las que tienen

46 En esta expresión se identifica la colonialidad del ser, que les despojó simbólicamente de su condición humana.

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134

fuerte presencia entre los jóvenes y que contribuye a establecer nuevos significados y nuevas

vinculaciones con el territorio y su cultura.

Esto se ilustra con el caso de un joven profesional de la zona, quien relata que, antes estudiaba

ingeniería forestal, hasta que un día tuvo un sueño que lo ubicaba en un cerro que él no conocía,

días después decidió ir a buscar ese lugar y caminó hacia los faldeos del volcán y cerros aledaños,

fueron muchas horas de caminar, ya cansado, tras perderse, caerse y lastimarse fuertemente una

pierna, subió una montaña y al llegar a su cúspide visualizó el lugar de su sueño, ahí se sentó a

meditar y tomó la decisión de hacer cambios en su vida; entre ellos, cambiar de carrera, situación

que valora positivamente porque como diseñador gráfico se siente muy realizado (notas de campo,

16 de mayo de 2015).

Esta experiencia estableció un vínculo con ese sitio, que ahora tiene un significado especial para

este joven, pero que tiene que ver, además, con su identidad como mapuche, pues dentro de la

cosmovisión de estas comunidades, los sueños tienen gran relevancia. Vemos cómo la tradición

onírica pasa de una generación a otra y potencia la identidad con el grupo y el territorio.

En la recuperación de prácticas transmitidas por los ancestros a los jóvenes, se potencia la relación

armónica entre el ser humano y la naturaleza, por el aprendizaje de ceremonias y ritos donde se

establece comunicación con lo no-humano. La juventud aprende a pedir permiso, pues sabe los

riesgos de entrar a un lugar que tiene dueño, sin hacer un acto ceremonial de autorización. Así, en

recorrido que se realiza con ellos al “Parque Nacional Villarrica”, se lleva muday47, para entregarle

a la madre naturaleza, y se hace la rogativa para evitar los riesgos de perderse o tener un accidente.

47 Muday es una bebida de trigo ligeramente fermentado.

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135

Estas prácticas, transmitidas por los padres, contribuyen a la sustentabilidad del territorio en tanto

hay un gran respeto por la naturaleza, la reconocen como ser viviente, como un igual.

En la interrelación entre el ser humano y la naturaleza, desde la cosmovisión mapuche, se supera

el concepto de conservación, ya que para estas comunidades no tiene sentido conservar bajo una

condición dicotómica; por eso, se plantea cambiar de prácticas de conservación hacia el

“resguardo”, es decir, se hace “uso del espacio, pero de forma ancestral, sustentable, un uso

espiritual y los espacios que ahí existen, se mantengan y no sean alterados” (B. Chocorí,

comunicación personal, 23 de abril de 2015). Chocorí señala además que ahora “las tierras están

sobre-explotadas, erosionadas y las cuencas de agua están sin árboles, entonces hay que practicar

las cosas antiguas, que hoy tienen más vigencia que nunca”.

La sobreexplotación se explica en las dinámicas del mercado y los hábitos de consumo de sociedades

que consideran válida su reproducción, a partir del uso de recursos naturales geográficamente

multisituados, expoliando a comunidades lejanas a ellos geográfica y simbólicamente, de los bienes

ecológicos a los que deberían tener acceso. El acceso a los bienes ambientales y a los derechos

mínimos necesarios para una existencia decente, debe permitir la actualización de las necesidades

básicas fundamentales. Como lo señala Riechman la satisfacción de necesidades “en el caso de las

poblaciones más pobres del planeta que viven dentro de economías de subsistencia, tiene mucho que

ver con el acceso directo a bienes ambientales...” (Riechman, 2000, p. 226).

Frente a una racionalidad occidental donde se fracciona y monetariza la naturaleza y los modos de

vida -racionalidad fundada sobre el despojo de territorios ancestrales de las comunidades mapuche-

estas comunidades se resisten a morir recuperando y recreando diferentes prácticas.

Las ya mencionadas veranadas favorecían en el pasado el valor de uso, dado que ni la buena

nutrición de los animales, ni la fertilización de las tierras dependían del consumo de bienes

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136

disponibles en el mercado; igual sucede con las piñonadas, donde el piñón formaba parte de los

bienes que la naturaleza tenía disponibles; estas actividades generaban sinergias entre las

necesidades humanas como lo es el conocimiento, el ocio y la identidad.

Otra práctica, menos reivindicada, pero que persiste son las “mingas”, estas generan trabajo

colectivo, promueven valores de cooperación y transforman el valor de cambio del trabajo hacia el

valor de uso, constituyéndose un espacio para el ocio, el conocimiento y el afecto.

Recientemente, en la comunidad Carlos Antimilla, se construye, con la colaboración de personas de

la comunidad y externas, un “fogón del conocimiento” mediante la práctica de “la minga”. El

objetivo de este fogón es posibilitar, mediante la transmisión oral, el intercambio de conocimientos

ancestrales (BH, comunicación personal, 23 de mayo de 2015). Tanto en el proceso de construcción

del fogón como en su objetivo, no media el valor de cambio, sino, por el contrario, la organización

está buscando recuperar prácticas que desmercantilicen las relaciones en la comunidad.

Las organizaciones que trabajan por la recuperación territorial, utilizan múltiples mecanismos y

diferentes escalas de incidencia. A través de la enunciación de cada lugar desde su idioma, el

mapusungún, la comunidad Carlos Antimilla trabaja un proyecto de construcción de rótulos con

los nombres originarios de cada lugar que sustituyan los actuales, tanto en la ciudad como en el

Parque Nacional Villarrica, de tal forma que el idioma sea un vehículo para recuperar su

“identidad” y se facilite la transmisión de saberes (B. H., comunicación personal, 23 de mayo de

2015). Es decir, recobrar la toponimia se percibe como una forma de reapropiarse del territorio, una

reivindicación política desde el saber mapuche, donde cambiar un nombre como Coñaripe y

devolverle su nombre originario Conarrupu -que significa senda del noble, un noble que es un líder

espiritual dominante de diferentes elementos- tiene una importancia trascendental, tanto política

como cultural.

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137

La recuperación de los territorios del Rucapillán y sus faldeos es necesaria para la sobrevivencia de

las comunidades que se han relacionado ancestralmente con él. Incidir en el territorio, reapropiarse

de él, resulta fundamental para hacer viable la autodeterminación, según señala Beatriz Chocorí,

“...es clave en el desarrollo para nosotros como Mapuche...” (comunicación personal, 23 de abril de

2015).

Entonces, la búsqueda de reapropiación territorial genera una serie de potencialidades relacionadas

con la organización política (participación), la identidad, la libertad, la creación, fundamentales

para generar “embriones de autodependencia”, tal como lo señala la Teoría del Desarrollo a Escala

Humana. La búsqueda de autodependencia posibilita la construcción de modos de vida alternativos

al modelo hegemónico de desarrollo basado en el crecimiento y la expoliación de la naturaleza.

Desde algunos miembros de las comunidades se reconoce que la población mapuche no es per se

sustentable en términos occidentales, lo cual atribuyen a los procesos de asimilación y adaptación

experimentados. A pesar de esto, reconocen como una potencialidad los saberes previos acerca de la

naturaleza en el territorio que reclaman. Un adulto mayor de la comunidad señala que ellos ya

conocen muchos de los conceptos de los que les vienen a hablar los funcionarios de las instituciones:

Estamos buscando los medios de como compatibilizamos hoy día el cuidado de

los recursos naturales, ya que ellos están con ese predicamento y ellos se creen

los superiores en ese tema, cuando ellos nos hablan de la biodiversidad, como si

fuera para nosotros un cuento nuevo, y no es, porque cuando nuestro antepasado

hablaban del Ixofij Mogen, es decir, las diferentes formas de vida, lo que nos dice

la biodiversidad es lo mismo (EH, comunicación personal, 28 de junio de 2015).

Todas las potencialidades señaladas dan cuenta de que las comunidades aledañas al parque, tienen

recursos no materiales que pueden entrar en juego para “resguardar” el territorio, desde su propia

visión de mundo. El ejercicio de su autonomía y autodeterminación en lugares de uso ancestral es

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138

un derecho consignado en la legislación internacional y, como señala la líder comunal, Beatriz

Chocorí “creo que es un derecho a tener la posibilidad de hacerlo, resulte mal o bien, es nuestro

derecho…” (B.C, comunicación personal, 23 de abril de 2015).

4.2.2 Potencialidades que contribuyen a la articulación orgánica

Como parte de su cosmovisión, la articulación entre el ser humano y la naturaleza es uno de los

aportes fundamentales de las comunidades colindantes con los faldeos del Rucapillán, al resguardo

del territorio. La visión holística del territorio contribuye a gestionarlo, considerando su complejidad.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta los procesos de empobrecimiento vividos, que obligan a

construir espacios para la recuperación y reforzamiento de los saberes y prácticas que se ponen en

valor.

Además de las potencialidades internas presentes en las comunidades locales, la puesta en común

del despojo y luchas que han vivido otros pueblos indígenas de diferentes latitudes, influye en las

demandas por la reapropiación de sus territorios. Confluyen, además, las transformaciones políticas

experimentadas por Chile, a partir de los años 90, y el posicionamiento a nivel internacional de los

pueblos originarios de América Latina y el mundo en la búsqueda de su autodeterminación y el

respeto a sus modos de vida.

Sus reivindicaciones territoriales, los torna ambientalistas, tal como lo plantea el movimiento de

justicia ambiental, pues en el camino por defender su cultura, y sus modos de vida, necesariamente

defienden la naturaleza a la que se encuentran vinculados (Leff, 1995). La articulación con la esfera

internacional fortalece e impulsa el trabajo local.

Por otro lado, las experiencias previas de negociación con el Estado, mediante el ejercicio de la

autonomía relacional, son un referente para articular acciones entre estas comunidades locales y el

ámbito nacional.

Page 148: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

139

El intento por definir acuerdos con la administración del parque para hacer uso de su biodiversidad,

a partir de las prácticas tradicionales de recolección de piñón, es una de esas experiencias. Hay que

recordar que en el año 2011-2012, se diseña, en conjunto con los administradores del parque, un

“decálogo del piñonero” que pretende posibilitar el ingreso de personas mapuche a recolectar el

piñón, utilizando prácticas sustentables; así establecen cuotas de extracción, reglas de ingreso al

lugar y formas de compensación mediante la siembra de una parte de lo recolectado (AÑ,

comunicación personal, 19 de mayo de 2015). Aunque este documento no se implementa por

cambios administrativos, que no están muy claros para las comunidades, la experiencia

comunitaria desarrollada en la construcción del decálogo, deja patente lo significativo de la práctica,

la necesidad del territorio para recrearla y la capacidad creativa de las comunidades para recuperar

conocimientos y ponerlos en valor para su uso político.

Experiencias recientes de acercamiento con la institucionalidad, a través de proyectos de

“transferencia tecnológica”48 en el tema turístico, genera condiciones para establecer diálogos

interculturales. El turismo de base comunitaria, cuyos valores giran en torno a la comunidad, la

convivencialidad y la cotidianidad49 (Skewes, Henríquez Zúñiga, & Pilquimán Vera, 2012), toma

impulso en esta zona por su coincidencia axiológica con las comunidades. Los tres conceptos son

puestos en juego para desarrollar un turismo que potencia las capacidades propias de las

48 Véase http://trawun.cl/ y http://melikofelen.cl/ .

49 Según Skewes, Henríquez y Pilquimán (2012) este turismo se apoya en tres conceptos claves, la comunidad, la

convivencialidad y la cotidianidad. La comunidad como espacio donde se establecen relaciones dialécticas, pero

también donde se construyen vínculos de confianza, se convierte en espacio de protección frente al exterior, espacio

identitario. La convivencialidad referida a las formas de relacionarse con la alteridad, posibilita el diálogo entre

diferentes modos de vida. Y por último, la cotidianidad, refiere a las prácticas cotidianas, usos y costumbres, formas

de relacionarse con el medio.

Page 149: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

140

comunidades, y fortalece los lazos intercomunitarios. Desde este enfoque de turismo, se identifica la

capacidad de las comunidades de entrar en diálogo con otros modos de vida, de articular acciones

con la alteridad, sea Estado o colono.

El trabajo ya iniciado, en turismo de base comunitario, contribuye a la articulación de una actividad

económica priorizada por entidades gubernamentales, con los objetivos de las comunidades

tradicionales, de recuperación y puesta en escena de los valores propios. Valores que necesitan ser

reafirmados para asegurar un diálogo intercultural, es decir, donde se eliminen las asimetrías de

poder y saber.

Las nuevas formas de organización, presentes en el territorio, son, también, un elemento que busca

el diálogo intercultural, mediante la autonomía relacional. La “coordinadora” es un caso elocuente

en la búsqueda de articular las necesidades comunales con los intereses del Estado y de los no

mapuches que son parte de sus territorios.

Las relaciones intergeneracionales son parte de las potencialidades presentes en el territorio y que

ameritan profundizarse. Los jóvenes, en la búsqueda por “recuperar” su identidad mapuche,

establecen vínculos con los pares que reafirman sus necesidades y los acercan a otras generaciones

y otras comunidades vecinas. Se establecen entonces articulaciones interfamiliares,

intergeneracionales e intercomunales.

4.2.3 La cogestión como opción para r-existir

Las experiencias de cogestión, que se implementan en otros países del mundo, son una opción para

reapropiarse simbólicamente de los territorios ancestrales ocupados por el Parque Nacional

Villarrica. Es una posibilidad para la r-existencia de estas comunidades, en condiciones de

autodependencia y articulando en diferentes espacios y escalas.

Page 150: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

141

Una cogestión o coadministración del parque resulta una alternativa para la construcción de

autodependencia de las comunidades, en tanto pueden incidir en las decisiones de su territorio,

gestionar sus propias iniciativas de desarrollo a escala comunal, pasando de la protección de los

recursos naturales -implementado por la CONAF-, al denominado resguardo de la naturaleza

propuesta por las comunidades mapuche, como una forma de uso territorial sustentable. La

coadministración, según Chocorí, quien se expresa como miembro del parlamento de Koz Koz,

significa:

… ser nosotros los propios gestores, por un lado, pero también ser ejecutores de

iniciativas que vayan en pro obviamente de lo que nosotros estamos, hoy día, al

menos como parlamento relevando, que es, por ejemplo, la sociatividad como

modelo de trabajo, la cooperación, el trabajo en conjunto, que en el fondo es

más actualizarse con los mismos valores de convivencia que teníamos

antiguamente. (Comunicación personal, 23 abril de 2015).

Es decir, la cogestión del Parque Nacional Villarrica podría propiciar las condiciones para lo que

Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn (1998) denominan la autodependencia.

Relevar la asociatividad, el trabajo cooperativo, es valorado como un beneficio que una propuesta

de co-administración debe considerar, en tanto se recuperan prácticas culturales que están

amenazadas por un modelo de desarrollo dominante, donde priva la individualidad frente a la

cooperación, el interés económico frente a la vida del ser humano y de la naturaleza.

Es importante recuperar que la economía mapuche es diversificada, en tanto no dependen de una

sola actividad productiva, por tanto, el turismo debiera verse como un complemento, una forma de

hacer que satisfaga de manera sinérgica algunas de las necesidades humanas fundamentales, según

las expectativas de una líder indígena

Page 151: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

142

desde la visión Mapuche, la economía Mapuche es diversa, no es centrada en una

actividad, por lo tanto el turismo pasa a ser una más, dentro de esas actividades

que se han desarrollado desde tiempos inmemoriales, de la siembra, de la

cosecha, del tejer, la gastronomía, hay un sin número de la diversidad de las

actividades económicas que efectivamente han permitido que sobrevivamos

como pueblo también, no depender de una sola actividad económica, además

que el turismo acá es estacional, menos se podría pensar eso (BC, comunicación

personal, 23 de abril de 2015)

Incorporar la actividad turística dentro de las actividades productivas importantes de la zona, resulta

en una estrategia para el reconocimiento del otro, de sus prácticas culturales y una posibilidad para

la recuperación cultural y territorial. Asumir el turismo como una actividad importante podría

contribuir al encuentro y diálogo entre dos visiones disímiles pero que convergen en la protección

de la naturaleza, como forma de satisfacer diferentes necesidades, por un lado, las necesidades del

capital y, por otro, las necesidades humanas fundamentales.

Una posibilidad de coadministrar el parque tiende a dinamizar la economía local y, por tanto

revierte, los procesos de migración experimentada por los jóvenes, preocupación que se encuentra

presente en la población mapuche de avanzada edad, al considerar un peligro para su cultura la

necesidad de los jóvenes por migrar ante la falta de oportunidades en sus comunidades. Un adulto

mayor de la comunidad Ramón Chincolef considera que “el turismo evita que los jóvenes se vayan

a Santiago a buscar trabajo, allá aprenden otras costumbres y pierden su cultura” (MC,

comunicación personal, 13 de noviembre de 2014).

Es notable que la relación intergeneracional, presente como enfoque en el turismo comunitario y

en las problemáticas sociales de la comunidad, constituye un potenciador de los procesos de

recuperación territorial y, por tanto, de la reapropiación y r-existencia en todo el territorio ancestral

Page 152: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

143

mapuche, incluyendo el Parque Nacional Villarrica. Dar contenido diferente al parque, donde se

establezca una nueva relación ser humano-naturaleza, liderada por las comunidades mapuche,

requiere la reconstitución de los espacios de uso familiar, de recreación y transmisión de la cultura,

sus prácticas, usos, historias y la revitalización de estas en espacios dinámicos de intercambio entre

generaciones.

Un potencial aporte de las comunidades al objetivo de “conservación” es el “estricto control del

turismo”, según señala uno de los vecinos, las comunidades circundan el parque, mientras la CONAF

cuenta solo con una caseta de control ubicada en el sector de Los cajones, el resto son pasos por las

comunidades (EH, comunicación personal, 28 de junio de 2015). Esta situación geográfica le da

mucho poder a los vecinos, pues de ellos depende el paso, no sólo de los particulares, sino también

de las mismas instituciones, situación utilizada en conflictos anteriores para evitar el paso de la

CONAF al parque desde sus propiedades (notas de campo, 13 de noviembre de 2014).

En la expresión de Chocorí, donde señala que sin territorio no se puede hacer ejercicio de la

cosmovisión, queda patente la necesidad de dar materialidad a las ideas y al lenguaje que dice sobre

cada uno de los espacios de uso ancestral, especialmente, el parque como bien común. La co-

administración, como aspiración y derecho de las comunidades que lo colindan, es una posibilidad

económica, política y cultural de r-existencia, donde el enfoque del turismo comunitario y no de

otro tipo, serviría como herramienta mediadora en un diálogo entre actores estatales y comunales.

Como señala Escobar, estos modelos de conservación

…implican nuevas formas de colonización del paisaje biofísico y humano, pero

también pueden contribuir a la creación de nuevas posibilidades políticas para

las comunidades locales. La respuesta depende, en gran medida, del grado en

que las comunidades locales se apropien y utilicen los nuevos significados para

Page 153: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

144

lograr sus propios objetivos, relacionándolos con otras identidades circuitos de

conocimiento y proyectos políticos (Escobar A. , 1999, p. 218).

Desde este abordaje, sería posible un Desarrollo a Escala Humana, con autodependencia,

articulaciones orgánicas en diferentes escalas y la actualización positiva y sinérgica de las

necesidades humanas fundamentales, es decir, un desarrollo que no genere pobrezas sino riquezas.

4.3 DE LA RESISTENCIA A LA R-EXISTENCIA: LINEAMIENTOS ESTRATÉGICOS PARA

CONSTRUIR UNA PROPUESTA DE REAPROPIACIÓN DEL TERRITORIO A TRAVÉS DE LA

COGESTIÓN

Como se plantea en los capítulos precedentes, el despojo al que fueron sometidas las comunidades

mapuche, tiene consecuencias en la forma de actualizar las necesidades básicas fundamentales, lo

cual genera pobrezas a la vez que potencialidades. La experiencia de afrontar las carencias posibilita

formas de resistencia al despojo y condiciones para construir nuevos territorios de vida mediante la

recuperación del “Mapu”. De ahí que este capítulo retoma las potencialidades identificadas en las

comunidades colindantes al Parque Nacional Villarrica, así como lo rescatable de otras experiencias

donde la reapropiación del territorio se realiza a través de convenios de cogestión, para generar líneas

de acción en busca de una mayor justicia ambiental y la r-existencia de las comunidades mapuche

en los faldeos del Rucapillán.

Las recomendaciones expuestas a continuación se refieren, específicamente, a la reapropiación del

territorio en estudio, mediante la cogestión. Sin embargo, es necesario ubicarlas dentro de una

estrategia general, donde se visualice como parte del resto de proyectos de recuperación territorial y

cultural. La implementación de un proyecto de cogestión requiere un intercambio de conocimientos

y acciones comunitarias e intercomunitarias, que sobrepasa las facultades de una sola comunidad,

Page 154: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

145

organización o líder. Estas recomendaciones recogen el criterio y sentir de las comunidades, las

necesidades de recuperación territorial para superar las pobrezas y aprovechar las potencialidades.

4.3.1 Principios orientadores

Para justificar la pertinencia de una propuesta de cogestión, es fundamental abordar la complejidad

del fenómeno de la pobreza conceptualizada desde el Desarrollo a Escala Humana, que aborda sus

dimensiones materiales e inmateriales. Es decir, la permanencia de esta unidad natural de

conservación, bajo las condiciones de administración actual, excluye a las comunidades ancestrales

de sus usos, prácticas y significados, y perpetúa las condiciones precarias en que se actualizan las

necesidades humanas fundamentales en sus dimensiones axiológicas y existenciales.

La reapropiación simbólica del parque, mediante la cogestión, permite recuperar varios satisfactores

sinérgicos de las necesidades humanas fundamentales, lo cual contribuye a disminuir las

condiciones de vulnerabilidad socioeconómica de los pobladores de la zona, donde la incidencia es

muy alta según los parámetros de medición tradicionales (puntaje según la Ficha de Protección

Social). Una política pública, que aspire a resolver los problemas de pobreza, debería considerar la

complejidad del fenómeno, sobre todo en un territorio donde la mitad de su población es originaria

y reclama sus derechos territoriales para resolver de manera autónoma sus modos de vida.

Buscar soluciones creativas, construidas a partir de las potencialidades existentes en las

comunidades, para la defensa de un territorio, puede generar una economía alternativa, que respete

los valores comunitarios, a la vez que contribuye a la gestión de los conflictos territoriales. Para

alcanzar esta aspiración, mediante acuerdos de cogestión, se requiere respetar algunos principios

básicos que tengan presente la búsqueda de una mejor justicia ambiental. Un acercamiento a esos

principios corresponde a:

Page 155: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

146

1. Autodeterminación: los derechos de los pueblos originarios sobre los territorios que han sido de

uso ancestral están validados internacionalmente por la Declaración de las Naciones Unidas

sobre los derechos de los pueblos indígenas y el Convenio 169 de la Organización Internacional

del Trabajo. La construcción de una propuesta de cogestión debe considerar estos derechos, para

que las comunidades puedan regir sus territorios y definir con libertad el camino social, cultural

y económico que desean seguir.

2. Unidad territorial: la partición y encierro del territorio es una imposición externa y un símbolo

de despojo. La concepción territorial de las comunidades, rescata la unidad espacial con sus

manifestaciones materiales y simbólicas. Se deben evitar las visiones atomizadoras externas y

procurar, desde dentro, la rearticulación territorial.

3. Justicia ambiental: se debe asegurar el acceso equitativo a los bienes y servicios que facilita la

naturaleza, para que las comunidades puedan satisfacer sus necesidades humanas

fundamentales de: subsistencia, entendimiento, afecto, identidad, ocio, protección, creación,

participación y libertad. Este acceso debe respetar la cosmovisión, usos y prácticas tradicionales

de los pueblos originarios, especialmente, la interrelación entre lo humano y lo no humano.

4. Diálogo de saberes: reconocer los aciertos y los vacíos de todas las formas de conocimiento es

fundamental para construir modos de vida sustentables. Debe establecerse un diálogo horizontal

entre todas las personas, comunidades, organizaciones e instituciones participantes, que

reconozca la parcialidad de sus saberes y la necesidad de complementarlos.

5. Participación real: la participación de las comunidades debe ser sustantiva, liderada por ellos

mismos y sostenida en el tiempo que duren los procesos que la requieran. No debe aceptarse el

uso instrumental de la participación para legitimar los proyectos de intervención exógenos. La

forma de participación será decidida desde las comunidades, respetando sus propios

mecanismos de gobierno.

6. Inclusión: todas las personas de la comunidad tienen algo importante que decir. La visión

particular de grupos poblacionales específicos, que son históricamente invisibilizados, debe

Page 156: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

147

incluirse para aprovechar todas las potencialidades presentes en el territorio. No se debe excluir

a nadie por razones de edad, sexo, credo religioso u origen comunal.

4.3.2 Elementos por considerar en la planificación de un acuerdo de cogestión

Objetivos: cuando se diseñen los objetivos de la cogestión es importante tener presente el interés que

la origina. La justicia ambiental, como eje en la construcción de una propuesta, conlleva trasladarse

de la concepción conservacionista, influenciada por la ecología profunda, hacia una visión

antropocéntrica. Sin embargo, el contexto cultural en que se implementa, incorpora la cosmovisión

de las comunidades originarias, aporta a los objetivos de sustentabilidad y actualiza la gestión del

parque en relación con las exigencias comunitarias e internacionales.

La conservación constituye en el eje central de muchas propuestas de cogestión, como en el caso de

los parques nacionales Nahual Huapi y Lanín, en Argentina, lo que significa una forma de

instrumentalizar a las comunidades para el logro de los objetivos de las unidades de conservación,

dejándolas subordinadas a las normas institucionales, como nuevas formas de colonialidad.

Para el caso del Parque Nacional Villarrica, se recomienda que la cogestión no tenga como centro

la conservación por sí misma, sino la relación sustentable entre ser humano y naturaleza, pues ésta

es el resultado de recuperar la relación de las comunidades ancestrales con su territorio y los valores

implicados. En este sentido, es importante tomar distancia de la idea del “buen salvaje”, ya que la

asimilación de prácticas introducidas cambia la relación que en el discurso de las comunidades es

favorable a la conservación, pero en la práctica requiere autorregulaciones, trabajo de recuperación

de conocimientos, diálogo intergeneracional e intercultural.

Metas: con la reapropiación territorial mediante la cogestión, se pasa de estrategias de resistencia

ante el despojo, a la existencia de las comunidades y sus modos de vida. Es importante alcanzar el

reconocimiento de los derechos territoriales de las comunidades mapuche mediante la cogestión,

Page 157: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

148

que implica participación en la toma de decisiones y gestión de la unidad natural de conservación,

para pasar luego a la delegación de funciones, donde asuman con autonomía la gestión del mismo.

Organización política: la construcción de una propuesta de reapropiación territorial, mediante la

cogestión o coadministración, debe reconocer las experiencias anteriores de conflicto entre las

comunidades y sus orígenes, reconocer la intervención estatal y su responsabilidad en la

atomización de las comunidades, pero también las estrategias de resistencia, sus contradicciones y

las decepciones sobre los pares en los procesos de negociación con el Estado, que genera miedos y

desconfianzas entre las organizaciones y sus líderes. Ese conocimiento práctico es vital para

construir una propuesta propia e integradora que llegue a concretarse.

Será necesario generar una visión compartida donde se dé una validación de los saberes de los

principales actores sociales e institucionales. Para ello, las comunidades podrán establecer espacios

para la reconstrucción y recuperación de sus saberes, que luego pondrán a jugar en un diálogo

horizontal con la alteridad. Hay que considerar la injerencia de las diferentes instituciones en el

parque, CONAF como administrador, Bienes Nacionales como propietario y CONADI como ente

técnico que asesora a las comunidades indígenas. Se requiere un ente superior que aglutine una

posición institucional estatal y haga de interlocutor con las comunidades mapuche; ya sea la

intendencia de la región, u otro con legitimidad entre las partes.

Corresponde establecer una mesa de diálogo entre las comunidades y la representante estatal, para

definir los mecanismos de funcionamiento de la mesa, se recomienda que estos mecanismos

respeten las formas de gobierno ancestral, pero reconozcan también las capacidades de las diversas

organizaciones con las cuales conviven en la actualidad.

Previo al establecimiento del diálogo con las instituciones, es recomendable un espacio de diálogo

interno entre las comunidades, una de las organizaciones que podría liderar este proceso es la

Page 158: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

149

denominada “coordinadora” que tiene representación de una gran cantidad de comunidades

funcionales participando; también valdría la pena aprovechar los “fogones de conocimiento” de la

comunidad Carlos Antimilla, como espacio para el intercambio y discusión del tema. En esta mesa

de diálogo es importante abordar temas como los siguientes:

• Gobernanza ancestral. Poner en valor las formas de organización utilizadas ancestralmente

para administrar los territorios. Igualmente, identificar las formas actuales de organización, para

definir cómo se presentarán ante las instituciones estatales para trabajar la propuesta. El parlamento

de Coz Coz, en su resolución del 2015, denomina a este tipo de organización “modelos de regulación

interna”.

• Definir un plan de acción tentativo para negociar con el/los representantes estatales, en

donde se recojan los principios y queden claras las condiciones en que las comunidades están

dispuestas a abordar una negociación. Además, incluir los aspectos diagnósticos que le dan

importancia a los acuerdos, ejemplo: las necesidades humanas fundamentales afectadas, las

potencialidades internas de las comunidades, las sinergias que se generan entre los entes humanos

y no humanos / naturaleza-ser humano. Este plan de acción debe considerar los diversos intereses

y procurar armonizarlos, de tal forma que se generen relaciones sinérgicas.

• Deben respetarse los derechos de las comunidades, pero también reconocer los procesos de

asimilación vividos y la adopción de prácticas no sustentables, en este sentido, deben entrar en

“diálogo horizontal” de saberes para beneficiar de manera equilibrada lo humano y lo no humano

–lo material y lo simbólico-. Es decir, es fundamental buscar formas novedosas de participación del

Estado en espacios autónomos de las comunidades ancestrales, evitando la subordinación de las

comunidades y reconociendo los procesos de recuperación cultural y la importancia de este.

Page 159: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

150

Zonificación: en consecuencia con los objetivos de la propuesta de cogestión señalados párrafos

atrás, la zonificación del parque debe considerar las características socio-culturales del territorio,

donde se incluyen las particularidades ecológicas de los elementos que interactúan en él. Vale

recordar la importancia que tiene el newen para cada comunidad, el cual baja y sube del volcán por

diferentes espacios, asimismo, la relación diferenciada que tiene cada comunidad con el territorio y

sus elementos. Puede realizarse el ejercicio de reconstrucción territorial según los lof, rewe, aylla

rewe y fütalmapu para establecer una zonificación que respete las particularidades culturales,

ecológicas, políticas y culturales de cada una de esas entidades con su territorio, tomando en cuenta

las transformaciones que han experimentado.

Actividades económicas: es importante considerar las actividades económicas relevantes en la zona

desde la mirada de las mismas comunidades, así como las articulaciones orgánicas que contribuyan

a la consolidación de los modos de vida elegidos. Las acciones que el Estado chileno promueve para

el “desarrollo” de la zona deben someterse a las comunidades para que estas planteen de manera

endógena si desean implementarlas y bajo qué condiciones.

En el caso del turismo que tiene una presencia y aceptación crecientes en las comunidades, es

importante vigilar porque el modelo que se implemente, no constituya una nueva forma de

colonización, especialmente paisajística y cultural. Al contrario, el turismo como actividad

económica debe contribuir a retomar y reafirmar sus modos de vida.

4.3.3 Requerimientos operativos

Financiamiento: el plan de comanejo requiere diversos estudios y saberes para que confluya el

resguardo como posibilidad de r-existir y la conservación, de tal forma que se requiere

financiamiento para la construcción del plan, cuyo liderazgo debe ser asumido por las comunidades,

según la forma definida por ellos mismos. Concretar la propuesta será posible con la participación

Page 160: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

151

activa de las comunidades y el acompañamiento de profesionales de diferentes áreas de

conocimiento, que contribuyan con la sistematización de los saberes puestos en valor por las

comunidades, y que sirvan de “traductores” entre las diferentes territorialidades y modos de vida, de

tal forma que se haga posible el diálogo en igualdad de condiciones.

Esto requiere financiamiento estatal, en honor a la deuda histórica con las comunidades mapuche,

pero el control sobre esos recursos debiera ser de las comunidades, para que ellas orienten el proceso

de construcción de la propuesta, generando capacidades en la práctica.

Acompañamiento profesional: las nuevas generaciones cuentan con estudios y algunos son

profesionales en diferentes áreas, por lo tanto, se recomienda que los profesionales contratados sean

de las comunidades interesadas, para facilitar el diálogo y contribuir además a potenciar las

condiciones internas.

Page 161: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

152

5. CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES FINALES

A lo largo de esta investigación, se confirma que las disputas territoriales entre el Estado y las

comunidades tradicionales ubicadas en las zonas colindantes con el sur del Parque Nacional

Villarrica, Chile, se caracterizan por el despojo de la tierra, de los significados presentes en ella y de

las prácticas culturales que cada vez son más difíciles de recrear. La resistencia ante el despojo se

encuentra en medio del conflicto y posibilita la transmisión y conservación de conocimientos

ancestrales, importantes para la existencia en resistencia de las comunidades mapuche.

El enfoque de “justicia ambiental” aporta referentes para la lectura de este conflicto. Como se

evidencia en el trabajo, la creación del parque produce pobrezas y carencias múltiples a estas

comunidades tradicionales, explicadas por el alejamiento de los bienes ambientales necesarios para

actualizar las necesidades humanas fundamentales: la identidad, la participación, la subsistencia,

la libertad, el conocimiento, la creación, el ocio y la protección. Se constata el efecto negativo del

despojo territorial sobre la cultura y la cosmovisión del pueblo mapuche.

Abordar el tema desde la justicia ambiental posibilita la búsqueda de soluciones para las personas,

con incidencia en el cuidado de los bienes naturales. En su crítica al capitalismo, propone soluciones

para mejorar la calidad de vida y establece una discusión sobre el valor de uso y el valor de cambio.

Los modos de vida donde prevalece el valor de uso favorecen la r-existencia de las comunidades

ancestrales, ejemplo de esto son: las mingas, las veranadas y la recolección de piñón, prácticas que

cambian las formas de producción, desmonetarizan las relaciones sociales y económicas, y

disminuyen las presiones del capital sobre la naturaleza. Además, constituyen formas

decolonizadoras del poder/saber/ser.

Por su parte, en el contexto estudiado, el Desarrollo a Escala Humana permite identificar diferentes

pobrezas inmateriales que inciden sobre la calidad de vida de las personas. A diferencia de la pobreza

Page 162: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

153

medida por un umbral de ingreso, sus implicaciones son más profundas, pues afecta dinámicas

personales y colectivas en diferentes escalas, niveles y dimensiones.

Utilizar las dimensiones materiales y no materiales de las necesidades humanas fundamentales,

propuestas por el Desarrollo a Escala Humana, permite analizar el acceso limitado o anulado a los

bienes y servicios ambientales presentes en los parques nacionales, identificar las carencias y, por

tanto, las pobrezas generadas a raíz de estos desplazamientos. Lo que coincide con el enfoque de

justicia ambiental.

Como segundo pilar del Desarrollo a Escala Humana, la autodependencia es un marco de análisis

que permite construir puentes desde las pobrezas a las potencialidades. R-existir en condiciones

adversas como lo hacen las comunidades ancestrales que colindan al sur con el Rucapillán y sus

faldeos, propicia el desarrollo de capacidades, invisibilizadas en un modelo de desarrollo dominante

que no considera la diversidad, homogeniza y universaliza la cultura y los modos de vida.

Con la articulación orgánica como tercer pilar, se reconoce la complejidad de las sociedades y las

potencialidades de los grupos sociales particulares para construir opciones de vida en diálogo con la

alteridad. Para establecer un diálogo horizontal, donde los saberes sean respetados en igualdad

condiciones, el paradigma intercultural (Walsh, 2007) descolonizante ofrece caminos de resguardo

para su construcción, lo cual permite el posicionamiento entre lo mapuche y lo no mapuche, con

autoafirmación de los grupos originarios.

Trabajar con las tres concepciones, justicia ambiental, pobreza y r-existencia en comunidades

originarias, facilita construir un diagnóstico de la problemática y plantear soluciones a los conflictos

socioambientales. Se constata, empíricamente, la pertinencia del diálogo conceptual e interrelación

de las variables seleccionadas y, desde la práctica, se retroalimenta con la cosmovisión de las

comunidades originarias.

Page 163: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

154

Se confirma, desde el discurso de las personas participantes en el estudio, la relación entre acceso a

los bienes y servicios de la naturaleza, la incidencia de pobrezas materiales y simbólicas, y las

resistencias a los procesos de despojo territorial. Para la construcción de opciones de r-existencia, se

identifica la reapropiación como un requerimiento que propende comunidades autodependientes y

articuladas en diferentes niveles y escalas.

El articular Desarrollo a Escala Humana, justicia ambiental y r-existencia, permite desfragmentar

la luchas del pueblo mapuche, para comprenderlas como luchas por los territorios como espacios

de vida, donde se juega lo material e inmaterial. La justicia ambiental es un asunto de pobreza que

la política pública debe atender de un modo integral, superando la visión tradicional de pobreza por

ingreso económico. Si la pobreza se analiza como un fenómeno complejo, si se consideran las

potencialidades, capacidades y saberes de los pueblos, las políticas asistenciales no son de modo

alguno una solución. Es necesario abrir espacios para la construcción endógena de un “desarrollo”

alternativo al modelo dominante.

En el ejercicio de diálogo entre las diferentes concepciones, el Desarrollo a Escala Humana como

teoría que nace en los años 80, se reactualiza y se enriquece conceptualmente con otras corrientes

especializadas en el abordaje de los problemas socioambientales. Una carencia detectada en esta

teoría, tiene relación con dos conceptos utilizados transversalmente en esta investigación: la noción

de cultura, cuyo uso es inexacto a lo largo de su planteamiento y el concepto territorio, totalmente

omitido. Superadas estas debilidades, mediante el aporte de otros autores, se logra un enfoque

territorial donde converge el planteamiento teórico y los hallazgos empíricos.

En la doble vía que implica lo teórico y lo empírico, es posible conocer el aporte de las comunidades

a la construcción teórica, como una forma de acción política.

Page 164: R-EXISTENCIA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN EL PARQUE …

155

Así, frente al concepto de conservación de la naturaleza presente en la conformación del parque,

desde la cosmovisión mapuche, se construye la idea de uso ancestral sustentable o “resguardo”. Si

la racionalidad occidental para conservar desarticula el mapu, al dividir cada elemento, al separar

habitantes, tierra, volcán, agua y cada uno de los servicios que estos elementos dan al ser humano;

la cosmovisión y cosmoexistencia mapuche integra el territorio para resguardarlo mediante el uso

respetuoso y sustentable de los bienes y servicios de la naturaleza, esto contribuye a superar las

pobrezas y a conservar el territorio.

Se evidencia que lo ambiental, como elemento constitutivo del conflicto, está íntimamente

relacionado con la cosmovisión del pueblo mapuche y su territorio, así como con la generación de

pobrezas. Por tanto, la reapropiación territorial es fundamental para recrear modos de vida

sustentables, que en diálogo de saberes permitan hacer un “resguardo” del territorio incluyendo al

Parque Nacional Villarrica, con beneficios para toda la población. Las acciones de resistencia vividas

por las comunidades para preservarse como cultura, revertidas como potencialidades posibilitan la

construcción de alternativas de Desarrollo a Escala Humana. Es decir, con autodependencia,

buscando la actualización positiva de las necesidades humanas fundamentales y articulando con

otros modos de vida.

Como tendencia internacional, que tiene antecedentes en las décadas de los años 70-80 en diferentes

países, la cogestión ha demostrado ser un camino para integrar a las comunidades al logro de los

objetivos de las unidades naturales de conservación. Este mecanismo, si bien permite avances

importantes en las reivindicaciones territoriales de los pueblos originarios desplazados, recibe fuertes

críticas por instrumentalizar la participación la sociedad civil. En el caso de las comunidades que

nos ocupa, la cogestión es vista como una oportunidad de reapropiación del territorio, una forma

de lograr paulatinamente la autodeterminación de espacios que les fueron despojados. Cumplir con

los principios de: unidad territorial, justicia ambiental, autodeterminación, diálogo de saberes,

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156

participación e inclusión es fundamental para construir desde la cogestión alternativas de r-

existencia y no nuevas formas de colonialidad.

El turismo, como actividad económica que el Estado impulsa en el Parque Nacional Villarrica y las

comunidades aledañas, constituye un posible punto de partida para ejercitar el diálogo intercultural

entre dos territorialidades. Combinar la cogestión y el turismo es una oportunidad para favorecer

nuevas formas de construir el “desarrollo” en la zona, subordinando la actividad económica a los

intereses de autodeterminación de las comunidades. Además, puede constituir un paso hacia la

recuperación de derechos culturales, al fortalecer algunos procesos educativos, económicos y

culturales que ya vienen trabajando diferentes comunidades. En este sentido, la medicina

intercultural, la recuperación del mapuzungún, el uso de la toponimia originaria y otras acciones,

resultan procesos sinérgicos, en donde la reapropiación territorial es necesaria.

Algunas reflexiones finales:

Esta investigación inicia con el interés por un espacio territorial que en su momento se llama

“Parque Nacional Villarrica y zonas de amortiguación sur”. Con el transcurrir del tiempo ambos

componentes espaciales cambian.

La denominación de Parque Nacional Villarrica se cuestiona a partir de la convergencia de dos

hechos: primero, la importancia atribuida por la comunidad Carlos Antimilla a la toponimia

como forma de resistencia; y segundo, la recomendación de un colega antropólogo de no utilizar

acrónimos en los documentos, ya que estos invisibilizan fenómenos sociales. Al ensayar esta

recomendación, se toma conciencia del poder colonizador de la palabra y al contenido impuesto

a un espacio cuando se renombra.

En el caso de las zonas de amortiguación, se considera que el término se refiere a una zona

mucho más acotada que las comunidades interesadas en la reapropiación y con derechos

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157

ancestrales sobre el territorio. Eliminar esta acepción se decide muy avanzado el trabajo de

campo, cuando queda clara la visión de la comunidad acerca de la unidad territorial. Se

considera que seguir usando el término implica contribuir al fraccionamiento del territorio

construido desde el conocimiento occidental.

Cuando se propone el diseño de investigación, surge la preocupación por superar la idea del

buen salvaje ambiental atribuida a las comunidades originarias en las últimas décadas. Durante

la experiencia en campo, se constata que esta es una construcción occidental que no asumen

las personas participantes en la investigación. Este grupo tiene claras sus carencias y

potencialidades en relación con la naturaleza, reconocen los procesos de asimilación que han

vivido y las necesidades de recuperar lo mejor de su cultura para ponerla a jugar en las

dinámicas de negociación con los “otros”.

Asumir un enfoque decolonial ha implicado tomar distancia temporal de la(s) teoría(s) y

empezar a conocer desde otras lugares para poder construir nuevo conocimiento y contribuir a

la construcción de nuevos paradigmas que surjan desde la práctica. Esto plantea una gran

dificultad si se considera el locus de enunciación de la investigadora.

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