RA 15 ACABADO

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  RA 15 EVALUACIÓN ECONÓMICA DE POLÍTICAS SOCIALES 16 DE MAYO DE 2012 ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN DEL ESTADO DEL BIENESTAR EN ESPAÑA . Sandra Gonell Catalán Víctor Manuel Safont Medall Francisco Javier Oller García Sofía Fernández Aparicio

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ANLISIS DE LA SITUACIN DEL ESTADO DEL BIENESTAR EN ESPAA.

RA 15 EVALUACIN ECONMICA DE POLTICAS SOCIALES 16 DE MAYO DE 2012

Sandra Gonell Cataln Vctor Manuel Safont Medall Francisco Javier Oller Garca Sofa Fernndez Aparicio

NDICE

1. Sanidad 1.1.Antecedentes de la sanidad 1.2.Financiacin de la sanidad pblica 1.3.Copago 1.4.Los inmigrantes 1.5.La reforma sanitaria 1.6.Una visin de futuro 1.7.Conclusin 2. Educacin 2.1.Historia 2.1.1. La escuela republicana 2.1.2. La dictadura 2.1.3. Educacin y Constitucin 2.1.4. Descentralizacin educativa en Espaa 2.2.Leyes de educacin 2.2.1. La LOGSE 2.2.2. LOCE 2.2.3. La LOE y la innovacin educativa 2.3.Contexto 2.3.1. La inversin pblica total 2.3.2. Inversin en becas 2.3.3. La concertacin en Espaa 2.4.Consecuencias 2.4.1. Fracaso escolar

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2.4.2. Niveles de estudio alcanzados y calidad de vida 2.5.Crisis y ajustes 2.6.Conclusiones 3. Empleo 3.1.La estrategia espaola para el empleo

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3.2.Objetivos de la estrategia espaola para el empleo 2012/14 37 3.3.Marco de actuacin del sistema nacional de empleo 3.4.Caractersticas de los planes y acciones 3.5.Plan estratgico de los servicios pblicos de empleo 3.6.Polticas de empleo 3.7.Efectos de las polticas activas de empleo 3.8.Conclusiones 4. Pensiones 4.1.Antecedentes 4.2.Aspectos fundamentales del sistema pblico de pensiones 4.3.El seguro, uno de los derechos humanos 4.4.Las proyecciones de gasto en pensiones a largo plazo 4.5.La reforma del sistema de pensiones 4.6.Cambio en la edad legal de jubilacin 4.7.Aos que se consideran para calcular la base reguladora 4.8.Cambio en el porcentaje de pensin en funcin de la base reguladora 4.9.Conclusiones 4.10. Visin de futuro 56 57 57 39 40 41 42 46 47 49 49 51 52 53 55 55 56

Una reflexin sobre nuestro estado del bienestar Anexos I. II. Entrevista a una profesional de la enfermera Documento pensiones

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Bibliografa

1. SANIDAD

1.1 ANTECEDENTES DE LA SANIDAD ESPAOLA

Para empezar el tema de la Sanidad, primero debemos abordar los temas referentes a los hitos legislativos e institucionales que durante el Siglo XX se asentaron en Espaa. Uno de los emblemas fue la reforma sanitaria, plasmada finalmente en la Ley General de Sanidad de 1986. Esta reforma fue debido a que haba una fragmentacin del sistema, y a parte, las deficiencias en la atencin sanitaria, acentuaron en Espaa la introduccin de reformas. La ley 14/1986 General de Sanidad, que est vigente hoy en da, contempla en simultneo varios puntos: Establece como titulares del derecho a la proteccin a la salud y a la asistencia sanitaria para todos los ciudadanos espaoles y extranjeros que residan en el territorio nacional. Para el caso de extranjeros no residentes, se aplican los distintos convenios y tratados internacionales. Articula los mecanismos de compatibilidad y otorga las transferencias oportunas a las autonomas que hayan reconocido en su estatuto la gestin y control de la sanidad como rgano rector de la poltica social autonmica. Determina una separacin ministerial entre Sanidad y Seguridad Social El carcter pblico y la universalidad y gratuidad del sistema La descentralizacin poltica de la sanidad

Desde la entrada en vigor de los distintos estatutos de autonoma, la aprobacin de esta ley y hasta 1999, la financiacin de la Sanidad Pblica estuvo sujeta por los distintos presupuestos autonmicos y por las aportaciones del Instituto Nacional de Salud a las distintas autonomas y al propio Sistema de Salud Nacional.

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Otra Ley reguladora de la sanidad espaola es la Ley 16/2003 de cohesin y calidad del Sistema Nacional de Salud. Esta Ley se promueve en 2003 cuando todas las comunidades autnomas han asumido paulatinamente competencias en materia de sanidad y se ha establecido un modelo estable de financiacin de todas las competencias asumidas. Transcurridos varios aos desde la entrada en vigor de la Ley General de Sanidad, se han producido profundos cambios en la sociedad, tanto culturales, tecnolgicos y socioeconmicos como en la manera de vivir y de enfermar. Y se plantean nuevos retos para la organizacin del Sistema Nacional de Salud. Por todo ello, esta ley establece acciones de coordinacin y cooperacin de las Administraciones pblicas sanitarias como medio para asegurar a los ciudadanos el derecho a la proteccin de la salud, con el objetivo comn de garantizar la equidad, la calidad y la participacin social en el Sistema Nacional de Salud. La Ley define un ncleo comn de actuacin del Sistema Nacional de Salud y de los servicios de salud que lo integran. Sin interferir en la diversidad de frmulas organizativas, de gestin y de prestacin de servicios consustancial con un Estado descentralizado, se pretende que la atencin al ciudadano por los servicios pblicos sanitarios responda a unas garantas bsicas y comunes. Los mbitos de colaboracin entre las Administraciones pblicas sanitarias definidas por esta ley son: Las prestaciones del Sistema Nacional de Salud La farmacia Los profesionales sanitarios La investigacin El sistema de informacin sanitaria La calidad del sistema sanitario.

El modelo sanitario espaol, tanto pblico como privado, sigue en continuo cambio evolutivo desde la promulgacin de la Ley de 25 de abril de 1986, Ley General de

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Sanidad (LGS), por la que se organiza en Espaa un Sistema Nacional de Salud para desarrollar un nuevo modelo sanitario que elimine la crisis del modelo sanitario existente hasta ese momento, crisis motivada en parte por un cambio en el concepto de salud y en parte por la universalidad de la cobertura sanitaria. Esta universalidad de prestaciones junto con los objetivos de equidad respecto a la cobertura asistencial y a los recortes presupuestarios originan una crisis de modelo en continuo estado de evolucin, crisis financiera que obliga a ajustar el gasto con el mximo rigor econmico y a priorizar de forma estratgica los proyectos de inversin. El Sistema Nacional de Salud viene sufriendo situaciones de descoordinacin entre los servicios de salud autonmicos, lo que se traduce en la aparicin de considerables diferencias en las prestaciones y en los servicios a los que acceden los pacientes en las distintas comunidades autnomas. Los datos estructurales y las cifras ms significativas del gasto sanitario pblico muestran que la sanidad pblica no puede obviar por ms tiempo esta situacin claramente incompatible con su imprescindible sostenibilidad y que, al mismo tiempo, ha acarreado consecuencias gravemente perjudiciales para el empleo y la viabilidad de los sectores empresariales que con l se relacionan. En cumplimiento de la obligacin que tienen los poderes pblicos de gestionar de la manera ms eficiente las capacidades del sistema, se debe garantizar el mantenimiento del modelo espaol de Sistema Nacional de Salud, modelo configurado como el conjunto coordinado de los servicios de salud de la Administracin General de Estado y los servicios de salud de las CCAA, que garantiza la proteccin de la salud y se sustenta con base en la financiacin pblica, la universalidad y la gratuidad de los servicios sanitarios. Por eso, son necesarias reformas que permitan reforzar la sostenibilidad, mejorar la eficiencia en la gestin, promover el ahorro, coordinar los servicios sanitarios y los sociales, etc.

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1.2 FINANCIACIN DE LA SANIDAD PBLICA

El artculo 10 de la Ley de cohesin y calidad del Sistema Nacional de Salud, establece que la financiacin de la Sanidad Pblica en Espaa es responsabilidad de las Comunidades Autnomas de conformidad con los acuerdos de transferencias y el actual sistema de financiacin autonmica, sin perjuicio de la existencia de un tercero obligado al pago. La suficiencia para la financiacin de las prestaciones viene determinada por los recursos asignados a las comunidades autnomas conforme a lo establecido en las leyes de financiacin autonmica. Durante estos ltimos aos, el gasto sanitario fue una de las partidas ms importantes en las que incurri el gasto pblico, dado que la carencia de infraestructuras sanitarias era latente y las necesidades sanitarias de la poblacin iban en aumento exponencial. En el ao 1994, se constat la quiebra tcnica de la Seguridad Social, arrastrada fundamentalmente por el gasto sanitario que an soportaba junto por la insuficiencia material de recursos obtenidos mediante cotizaciones sociales para sostener todo el sistema de proteccin social diseado en pensiones y otras prestaciones. El gasto sanitario en Espaa ha seguido la tendencia al alza internacional, alcanzando los 2.671 Dlares per cpita y el 8,5% del PIB en 2007; no obstante, sigue por debajo de la media europea. La mayor parte del gasto sanitario (71%) se paga con fondos pblicos (recaudados principalmente a travs de los impuestos); el porcentaje del gasto que corresponde a los seguros privados asciende al 5,5% y los gastos sufragados directamente por los ciudadanos han registrado un ligero descenso hasta alcanzar el actual 22,4%. Estos ltimos gastos incluyen principalmente el copago en el caso de las recetas extendidas a personas de menos de 65 aos, as como la atencin dental para adultos y los productos pticos. El gasto sanitario pblico se desglosa de la siguiente forma: un 54% corresponde a la atencin especializada (hospitalaria y ambulatoria), el 16%, a la atencin primaria, el 19,8%, al gasto farmacutico y el 1,4% se dedica a salud pblica y prevencin.

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Gasto sanitario pblico:

1,40% 19,80% 16% 54% At.Especializada At. Primaria

Todas estas partidas de gasto se han incrementado durante la ltima dcada, cabe destacar que el crecimiento anual del gasto farmacutico ha experimentado una desaceleracin. Las Comunidades Autnomas administran el 89,81% de los recursos sanitarios pblicos, mientras que la administracin central gasta el 3% de los mismos y los municipios gestionan el 1,25%. La atencin sanitaria es la competencia ms importante de las comunidades autnomas. En promedio, representa el 30% de su presupuesto total. En el siguiente grfico se muestra estos datos anteriormente citados.

Recursos sanitarios:

3% 1,25% CCAA 89,91% Gobierno

En la actualidad, la prctica totalidad del gasto pblico en sanidad (excluyendo las mutualidades de funcionarios) se financia a travs del sistema tributario general. Por esta va se genera el 94,07% de los recursos pblicos, mientras que las contribuciones

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de trabajadores y empleadores a las mutualidades de accidentes laborales y enfermedades profesionales ascienden al 2,53% de los fondos sanitarios y las mutuas de funcionarios proporcionan el 4% de los recursos. Desde el ao 2002, las comunidades autnomas financian la atencin sanitaria con cargo a sus presupuestos generales; las transferencias del Estado central no son finalistas.

1.3 COPAGO

El copago sanitario es una frmula en la que los pacientes tendrn que pagar una cantidad de dinero por recibir atencin mdica, as como tambin se pondra freno a la hora de subvencionar los medicamentos y de esta manera, luchar contra el abuso de los frmacos por parte de gran parte de la poblacin. A pesar de que a priori todo lo que sean nuevos impuestos pueda crear un cierta alarma social, hay que decir que el objetivo del Copago Sanitario no solo est en reducir los gastos del sector sanitario en Espaa, sino tambin en que la poblacin tome conciencia de que los servicios mdicos son muy costosos y muchas veces innecesarios. Adems, habra que aadir que el sector sanitario muchas veces se ve incapaz de atender a los pacientes debido a la gran demanda que sufre este colectivo. Esta medida no es pionera y es que desde hace varios aos se est llevando a cabo en varios pases de Europa con un resultado muy satisfactorio, y es que los pacientes tan solo hacen uso de los servicios mdicos en casos necesarios con las ventajas que ello supone.

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En este mapa vemos la extensin del Copago en Europa, el cual ha sido bastante satisfactorio su implantacin. La llegada del Copago Sanitario puede ser una interesante propuesta para sanear el sector de la sanidad, y es que lleva varios aos en la cuerda floja por la cantidad de prdidas que va generando ao tras aos, aunque no menos importante es que este impuesto concienciar a la poblacin a la hora de usar correctamente este tipo de servicios. En el siguiente cuadro podemos observar como esta el Copago repartido por toda Europa, y donde observamos que Espaa es uno de los pases donde no esta implantado.

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1.4 LOS INMIGRANTES

La reciente reforma del Decreto Ley 16/2.012 de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones, toma unas medidas especficas para los inmigrantes, ya que a partir del momento de que entren en vigor, las tarjetas sanitarias pertenecientes a inmigrantes irregulares empadronados quedaran anuladas. Desde que se anuncio el cambio en el sistema de prestaciones sanitarias para extranjeros, es obvio que el nmero de personas que se vern afectadas por la prdida de la prestacin aumentar. Segn los primeros sondeos se pueden estimar en un 1,2 millones de personas excluidas desde ya del Sistema Nacional de Salud al cambiar los requisitos para poder optar a la nueva condicin de asegurado.

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Estos inmigrantes perdern la cobertura sanitaria integral de la que ahora gozan en Espaa porque se encuentran en situacin irregular y, de salir adelante la modificacin de la Ley de Extranjera anunciada por el Gobierno, ya no bastar con estar empadronado para acceder a una tarjeta sanitaria. El Gobierno emprender una reforma de la Ley de Extranjera para poner en marcha las medidas restrictivas. Se tendr en cuenta a las personas que viven y tienen residencia fiscal en Espaa, quienes trabajan y pagan impuestos. La ley establece que los extranjeros que se encuentren en Espaa inscritos en el padrn del municipio en el que residan tienen derecho a la asistencia sanitaria en las mismas condiciones de los espaoles. El Gobierno aspira ahorrar unos 500 millones de euros, lo cual conllevar a mejorar la financiacin del sistema sanitario espaol. Desde el punto de vista del sistema sanitario, la incorporacin de la poblacin inmigrante a nuestro pas ha supuesto el incremento, en un perodo corto de tiempo, de un importante volumen de poblacin protegida, con la consiguiente necesidad de ajuste de la oferta de servicios disponibles as como de los recursos financieros necesarios.

1.5 LA REFORMA SANITARIA

El objetivo fundamental de la reforma sanitaria es garantizar la sostenibilidad del Sistema Pblico sanitario en base a un modelo que preserve el derecho de los ciudadanos a la proteccin de su salud. La reforma del Sistema Nacional de Salud busca reforzar los criterios de cohesin del sistema, de equidad en el acceso a las prestaciones y de eficiencia en el funcionamiento de los servicios de salud. En particular:

Garantizar el derecho de los ciudadanos a la proteccin de la salud haciendo efectivo el principio de universalidad.

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Mejorar la equidad en el acceso a las prestaciones de la cartera de servicios comn

Preservar la calidad asistencial Garantizar la gratuidad y la igualdad de derechos sanitarios en todas las CCAA Promover la integracin asistencial entre primaria y especializada. Incrementar la eficiencia en la gestin Aumentar la cohesin del Sistema Nacional de Salud Conseguir la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud

Para hacer sostenible es sistema sanitario espaol, es necesario acometer reformas que racionalicen el gasto sanitario e introduzcan disciplina presupuestaria, permitiendo una gestin de ste ms eficiente. Para abordar correctamente la reforma de la Sanidad, podemos definir 10 pilares bsicos de sta.

1. Gratuita, esto es, no se va a cobrar por la asistencia sanitaria. 2. Justa. Protege a los ms desfavorecidos. Es decir, los sectores ms damnificados por la crisis, estos son: Los parados sin prestacin, que antes pagaban el 40%, no pagarn nada. Los perceptores de rentas mnimas de insercin, de pensiones no contributivas y situaciones anlogas tampoco pagarn. Los pacientes de enfermedades graves y pacientes crnicos tendrn una aportacin reducida del 10%, con un lmite mximo de aportacin actualizado al IPC.

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3. Solidaria. Aportarn ms aquellos que tengan rentas superiores. El grado de aportacin para el pago de medicamentos se establece en funcin de tres criterios: renta, edad y grado de enfermedad. Establece tres tramos en funcin de la renta (de 0 a 60%). Mantiene la diferencia entre activos y pensionistas, estableciendo para los pensionistas lmites mximos de aportacin al mes en funcin de la renta. 4. Sostenible La reforma hace un Sistema Nacional de Salud econmicamente sostenible y saneado. Establece criterios para acabar con la deuda de ms de 15 mil. De euros. 5. Equitativa Establece una Cartera Comn Bsica de Asistencia Sanitaria, otra suplementaria y una accesoria, para cubrir las necesidades de todos los ciudadanos por igual.

6. Universal Ninguna persona, nacional o extranjera va a quedar desatendida. Se evitar el uso fraudulento y se controlar el turismo sanitario. Espaa podr facturar de manera rpida y directa a sus pases de origen. 7. De calidad Preserva la mxima calidad asistencial de todas las prestaciones.

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8. Eficiente Se har una implantacin intensiva de nuevas tecnologas, que permitir la tarjeta sanitaria comn compatible y el historial clnico digital. 9. Eficaz Impulsar el uso de genricos. Pondr en marcha el Pacto Socio sanitario que generar ahorros prximos a un 10% de las pernoctaciones hospitalarias. 10. Desarrollo profesional Facilitar la movilidad de profesionales entre los servicios de salud. Elaborar un catlogo homogneo de categoras profesionales entre los distintos servicios de salud. Se regularn las reas de capacitacin para hacer realidad las superespecialidades.

1.6 UNA VISIN DE FUTURO

La actual reforma de la sanidad es solo el comienzo de reformas de ms calado para mantener su sostenibilidad. Est claro que se tomarn otras medidas, cmo es la situacin y los copagos en el resto de Europa y por qu es imprescindible acometer dichos cambios. El aumento del copago farmacutico en funcin del nivel de renta es tan slo el inicio de la reforma de la sanidad pblica. Al igual que ha sucedido con las pensiones pblicas, la sanidad espaola, uno de los pilares bsicos del Estado del Bienestar, est condenada a introducir nuevas medidas para mantener sus sostenibilidad. Y no slo por la crisis. En la actualidad, el Sistema Pblico de Salud, su coste supone el 9,5% del PIB y seguir creciendo en los prximos aos.

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La actual crisis econmica que sufre Espaa tan slo ha adelantado algunos aos el obligatorio debate acerca de la viabilidad del sistema sanitario pblico. De ah que el Gobierno haya avanzado una primera medida en esta direccin, consistente en aumentar el copago farmacutico. Con esta medida Espaa pretende ahorrar unos 7.000 millones de euros en sanidad. Pero esto es slo el inicio. Para mantener la sanidad pblica en pie slo caben tres opciones: Ms impuestos Copago Menos servicios

1.7 CONCLUSION

La sanidad espaola pasa por unos momentos difciles, y en los que se han descifrado unos objetivos para llevar a cabo una Sanidad mejor para todos. Para alcanzar estos objetivos debemos replantear la gestin del modelo sanitario en base a las siguientes directrices:

1.- Bsqueda de la flexibilidad en los modelos organizativos Modelos de financiacin alternativos, que no financien la actividad, sino la salud. Nuevos modelos de integracin asistencial, considerando al ciudadano como eje del sistema y adaptando el sistema a las personas. Generalizar modelos de servicios compartidos, aprovechando los avances en tecnologa. Simplificar la gestin administrativa no asistencial.

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2.- Mejora de la eficiencia Replantear la poltica de Recursos Humanos del Sistema Nacional d Salud sobre los objetivos asistenciales. Definir nuevos roles profesionales, dotndolos de mayor autonoma. Mejorando la productividad, introduciendo la tecnologa y flexibilizando la contratacin. 3.-Responder a los retos del Siglo XXI con herramientas del Siglo XXI Sistemas de Informacin, como estrategia global de gestin de la salud y de gestin en red a nivel nacional. Gestin clnica. Implicacin de todo el sistema sanitario, socio-sanitario y social, con una nueva visin del individuo.

4.- Movilizar todos los recursos del sistema: pblicos y privados. Sector farmacutico: parte de la solucin, ya que es fundamental en el I+D+i del sistema, pero hacindolo ms corresponsable en la evolucin de los costes. Sector asegurador: colaborador necesario, como verdadero copago del sistema, y buscando mayor interrelacin con el sistema pblico. Sector prestador: colaboracin pblico-privada, en la que se ale la fortaleza y los valores del sistema pblico, y la agilidad y flexibilidad del sector privado.

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2. EDUCACIN

2.1 HISTORIA: 2.1.1 La Escuela republicana: La Repblica fue heredera de una gran ausencia de escuelas y de maestros, lo que supona un lastre del sistema educativo espaol arrastrado desde cien aos atrs. En Espaa haba 32.680 escuelas y eran necesarias 27.151, lo que supona un milln de nios sin escolarizar. A esto hay que sumar el mal estado en que se encontraban las escuelas, los bajsimos niveles de educacin de la mujer, etc. La tasa de analfabetismo en Espaa en el ao 1932 era del 32%. De los veintitrs millones y medio de habitantes, casi seis no saban leer, ni escribir. Pero lo que realmente caracteriza la II Repblica espaola fue su brevedad. Adems, podemos diferenciar tres periodos que distinguen esta poca, caracterizados por distintos enfoques polticos en diferentes mbitos, tambin en la educacin. El bienio azaista (1931-33): perodo reformista, caracterizado por el progresismo en educacin, por la renovacin de la enseanza primaria, que se concretara en el impulso que se dio a la construccin de escuelas para paliar el histrico dficit de plazas escolares, la mejora de la formacin del profesorado, la dignificacin de la figura del maestro, la consagracin en la Constitucin de diciembre de 1931 de la libertad de ctedra y de la libertad de conciencia, el impulso que se dio a la escuela nica, laica y gratuita, la extensin y renovacin la red escolar mediante un plan de construcciones escolares que exiga, al mismo tiempo, la ampliacin de las plantillas del magisterio, la mayor atencin prestada a la formacin de los maestros (cursillos, conferencias y jornadas), la elevacin de los sueldos y la supresin de las categoras ms bajas del Escalafn, el impulso que recibieron algunos servicios sociales que se prestaban a los ms desfavorecidos desde la escuela (las cantinas, las colonias o los roperos), la labor cultural desarrollada a travs del Patronato de Misiones Pedaggicas, la transformacin interna que sacudi la escuela como consecuencia de

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la introduccin de la coeducacin y de nuevas metodologas, la mayor relacin entre la sociedad y la escuela mediante la puesta en marcha de los Consejos Escolares. Tras este primer periodo encontramos un bienio radical-cedista, tras la victoria electoral de Lerroux y la CEDA (Confederacin Espaola de Derechas Autnomas) Podemos afirmar que en lo que se refiere a la educacin se llev a cabo una contrarreforma: descendi el ritmo construcciones escolares, se prohibi la coeducacin en las escuelas primarias, se reform la inspeccin, etc. En cambio, durante esta poca, se prest especial atencin al bachillerato. El ltimo perodo, que finaliza con el comienzo del alzamiento militar, estuvo caracterizado por la crispacin social. Con el comienzo de la Guerra, el bando republicano no dej de atender las necesidades educativas de la poblacin. Se continu instruyendo a los nios y alfabetizando adultos En febrero de 1937 se crearon las "milicias de la cultura", formadas por maestros adscritos a unidades militares con el fin de promover la alfabetizacin de la poblacin adulta y combatiente. Ese mismo ao se pusieron en marcha tambin las "brigadas volantes de lucha contra el analfabetismo en la retaguardia". 2.1.2 La dictadura: Con el levantamiento militar del general Franco, la escuela se convirti, de manera especial, en un aparato ideolgico al servicio del Estado, utilizado para la formacin de los jvenes y los nios en los principios impuestos por el rgimen. La escuela sirvi, principalmente, para legitimar la dictadura. Por parte del Rgimen fue considerado primordial terminar con las instituciones creadas por la Repblica y deslegitimar el sistema educativo implantado en el periodo anterior. Poco despus de la sublevacin militar, el diario Amanecer de Zaragoza public, en agosto de 1936, el siguiente artculo sobre la escuela de la Repblica: "Al llegar la Repblica llegaron al Ministerio de Instruccin incompetentes o sectarios que se propusieron sovietizar la escuela, es decir, descatolizarla y desespaolizarla () la escuela se dilua en una labor pseudoeducativa, anodina, intil, estril, de manos fras, sin contenido moral, ni amor, ni fe, ni patriotismo () Nada. Extranjerismo y vacuidad. Ausencia de Dios y de Espaa".

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Durante la Repblica se consider al maestro como un agente modernizador. Tal vez este sea el motivo que explique el exterminio al que fueron sometidos los maestros republicanos durante todo el perodo de la Guerra. El 17 de julio de 1945 se promulga la Ley de Enseanza Primaria basada en la primaca de la religin y de la patria sobre cualquier otra cosa. As naci la escuela del nacionalcatolicismo. A pesar de todo, el discurso radical de la escuela catlico nacional se va moderando con los aos y a partir de la dcada de los 50 podemos hablar de un periodo de apertura propiciada por la influencia europea se van introduciendo elementos pedaggicos menos radicales. Hasta el ao 53 no se firm la Ley de Construcciones escolares, que reanim la creacin de escuelas pblicas. En 1956 eran necesarias 1.680.000 plazas escolares (ms de cuarenta mil aulas), para permitir la escolarizacin de la poblacin infantil. Este problema no fue resuelto hasta la implementacin de la Ley General de Educacin de 1970. 2.1.3 Educacin y Constitucin: La Constitucin de 1978 es el reflejo del esfuerzo que realizaron progresistas y conservadores por llegar a un punto de encuentro de sus posturas. En lo que se refiere a la educacin, la Constitucin es una muestra de las concesiones de cada grupo poltico e ideolgico. Aun as, no ha dejado de ser un tema controvertido y el sistema educativo espaol ha sufrido especialmente los cambios en la tendencia poltica del gobierno de turno. El reflejo de estos desacuerdos lo encontramos en cada una de las leyes orgnicas que han desarrollado la Constitucin: La Ley Orgnica de Derecho a la Educacin (LODE), la Ley de Ordenacin General del Sistema Educativo (LOGSE), la Ley Orgnica de la Participacin, la Evaluacin y el Gobierno de los Centros Educativos (LOPEGCE), la malograda LOCE y finalmente la LOE. 2.1.4 Descentralizacin educativa en Espaa La descentralizacin del sistema educativo espaol y la consecuente transferencia competencial en esta materia empez comenz en 1981 y se complet en el ao 2000.

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Los Estatutos de autonoma de las regiones o comunidades autnomas, delimitan y precisan, junto con la Constitucin, la distribucin de competencias entre el Estado y las Comunidades Autnomas. Las normas bsicas sobre la ordenacin general del sistema educativo, la regulacin de las condiciones para la obtencin de los ttulos acadmicos y la fijacin de los aspectos bsicos del currculo son reservas del Estado, mientras que las autonomas tienen competencia sobre los centros docentes, profesores y alumnos; expiden los ttulos acadmicos, supervisan o inspeccionan el sistema educativo y ostentan autonoma financiera. Desde el punto de vista de la descentralizacin, se ha establecido un nuevo modelo: el Estado no tiene administracin en las Comunidades Autnomas (solamente la oficina de la Alta inspeccin que no acta directamente sobre el sistema educativo ni sobre los centros educativos), ha traspasado a las comunidades el profesorado y los centros docentes , la inspeccin tcnica educativa, ha dado amplia intervencin a las regiones en la concrecin del currculum, ha traspasado la competencia relativa a la expedicin de ttulos acadmicos y ha otorgado autonoma financiera a las comunidades mediante los procedimientos previstos especialmente en la Constitucin.

2.2 LEYES DE EDUCACIN

2.2.1 La LOGSE La implantacin de esta Ley supuso el arranque de un sistema educativo basado en los principios constitucionales. Con ella se inici la gestin democrtica de los centros y la descentralizacin de la enseanza en Espaa al establecer que las comunidades autnomas no slo gestionaran los centros educativos, sino que pudieran redactar un porcentaje muy importante de los contenidos curriculares. La LOGSE se pone en marcha con el objetivo de subsanar las siguientes carencias de la Ley de Educacin de 1970: Se consideraba la educacin infantil como educacin "preescolar" y existan sectores de la poblacin desfavorecidos.

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El grado de fracaso escolar en EGB era alto y se discriminaba de forma temprana a los estudiantes como consecuencia de la existencia de certificados de distinto nivel o alcance. Alto grado de fracaso de un bachillerato excesivamente academicista. FP poco valorada por la escasa relacin entre ella y el mundo laboral. Existencia de un desfase entre la finalizacin de la escolarizacin obligatoria (14 aos) y la edad exigida para entrar al mundo laboral (16 aos). Inadecuacin de todo el sistema respecto del nuevo marco democrtico y de la UE y a los cambios tecnolgicos acelerados y las nuevas concepciones del trabajo.

2.2.2 La LOCE, la educacin en Espaa La LOCE naci con la intencin de recentralizar la educacin y propona reinstaurar una cultura del esfuerzo y de la excelencia, que pareca olvidada por la LOGSE al permitir la promocin automtica de ciertos alumnos con todas las materias suspendidas. Hay que tener en cuenta los cambios sociales en el pas, la necesidad de equiparar el nivel educativo espaol al de los dems pases europeos y el descontento de ciertos sectores con la LOGSE, fundamentalmente en lo referente al fracaso escolar y a la atencin a la diversidad. Tambin eliminaba la posibilidad de superar la ESO con grandes lagunas de conocimiento reduciendo a la categora de excepcionalidad el poder titularse con dos materias no superadas. Se establecen las pruebas de recuperacin y se instauran programas de Iniciacin Profesional para alumnos que no quisieran continuar estudiando. Otro de los objetivos era el de "acabar con el deterioro del clima de convivencia en las aulas, o devolver al profesor la autoridad y el reconocimiento social perdido". La LOCE incluye a partir de los seis aos el estudio de una lengua extranjera; implanta la Prueba General de Bachillerato, la Revlida, sustituyendo la Selectividad, de manera obligatoria, para obtener el ttulo de Bachiller.

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Con la LOCE, la asignatura de Religin vuelve a ser evaluable. Mantena los criterios de acceso de un ciclo a otro contemplando empero la posibilidad de que los alumnos que no hubieran alcanzado los objetivos establecidos pudieran permanecer un curso ms en el mismo ciclo. En cuanto al Bachillerato, continuaba comprendiendo dos cursos acadmicos pero se reduca la oferta a tres modalidades educativas.

2.2.3. La LOE y la innovacin educativa Entre las principales novedades que aporta la LOE destacan: Realizacin de evaluaciones generales de diagnstico en 4 de Primaria y 2 de la ESO. Enseanza de otro idioma a partir de los cinco aos. Repeticin de curso a partir de dos o tres suspensos. Carcter voluntario de la asignatura de Religin. Incorporacin de dos nuevas asignaturas: Ciencias para el Mundo Contemporneo y Educacin para la Ciudadana. Atencin a la diversidad El principio de atencin a la diversidad es definido como principio fundamental. No establece diferencias entre la escolarizacin de hijos de inmigrantes y nacionales. Independientemente de su situacin legal, los hijos de extranjeros pueden cursar la ESO sin restricciones (no as en cuanto a la educacin postobligatoria) Diversificacin curricular La LOE recupera el pleno carcter educativo de la Educacin Infantil (de 0 a cinco aos) revirtiendo el carcter asistencial que se propona desde la LOCE En cuanto a la ESO, sta se organiza por cursos con programas de diversificacin curricular, 4 curso con carcter orientador y programas de cualificacin inicial profesional. En Bachillerato la LOE vincula el ttulo a la superacin de todas las asignaturas pero sin prueba externa: con el ttulo de

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Bachiller se accede a la FP y a la Universidad. Se suprime la Revlida. Incorpora la FP de Grado Superior a la educacin superior. El derecho al aprendizaje permanente se formula de forma ms comprometida y detallada que en las leyes anteriores Sistema educativo por competencias La LOE establece una serie de competencias bsicas interrelacionadas, los contenidos de las cuales harn al sujeto "capaz de desenvolverse de manera hbil, crtica y activa en aquellas circunstancias que le depare la vida", integrando aprendizajes formales, no formales e informales. Ya no se trata de aumentar el nmero de horas por materia sino de buscar un enfoque ms global de aprendizaje que permita una relacin estrecha de los estudiantes con las necesidades cambiantes de la realidad. Estas competencias bsicas son: competencia en comunicacin lingstica, matemtica, competencia en el conocimiento y la interaccin con el mundo fsico, tratamiento de la informacin y competencia digital (uso y manejo de las TIC), competencia social y ciudadana, cultural y artstica, competencia para aprender a aprender, autonoma e iniciativa personal Se entiende que el currculo no es neutro. A las formulaciones cientficas, polticas, sociales, econmicas o educativas se entiende que subyace una cultura que define los

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2.3 CONTEXTO: El sistema educativo espaol se organiza de la siguiente forma:

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Una de las necesidades ms urgentes de la sociedad espaola al inicio de la transicin democrtica fue la reforma del sistema educativo. Durante esta poca se produjeron una serie de cambios auspiciados por los llamados Pactos de la Moncloa, que supusieron el primer paso hacia la homologacin del sistema con los estndares europeos. En atencin a estos pactos se procedi a democratizar los centros educativos y se crearon cientos de miles de plazas pblicas en distintos ciclos formativos. Pero el verdadero cambio producido en la educacin espaola fue la transferencia de competencias educativas a las comunidades autnomas, proceso que concluy a finales de los aos noventa. Esto supuso un cambio en la tradicin centralista del sistema y ha tenido consecuencias importantes para el mismo, ya que ha dado lugar a notables diferencias en los sistemas educativos de unas comunidades y otras. El resultado de la aplicacin de polticas educativas diferentes, unido a otros factores (tasa de paro, PIB), es el siguiente:

Fuente: Informe Las cifras de la educacin en Espaa 2011 MEC

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La eleccin de esta tabla se debe a que ilustra a la perfeccin las notables diferencias que existen entre unas comunidades y otras. Podemos observar, por ejemplo, que mientras la tasa de graduados en educacin secundaria postobligatoria en Pas Vasco es de aproximadamente un 85%, en Ceuta y Melilla se sita en un 45%, en Baleares un poco por debajo y en nuestra Comunidad Valenciana entorno al 60%. Tambin podemos observar estas diferencias, por ejemplo, en los resultados desagregados por CCAA del informe PISA. En este caso hemos elegido una tabla en la que se exponen los porcentajes de alumnos en el nivel 1 rendimiento en competencia cientfica en cada autonoma. Se puede observar que entre la Comunidad Autnoma de Castilla y Len (con el porcentaje ms bajo) y la que presenta un porcentaje ms alto existen 41 puntos porcentuales de diferencia.

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En cuanto a la relacin de los resultados educativos con otros factores, analizaremos la siguiente tabla:

(Fuente: Informe Las cifras de la educacin en Espaa 2011 MEC) En ella podemos observar que las comunidades con PIB per cpita ms elevados presentan porcentajes ms altos de adultos que finalizan estudios post-obligatorios, como es el caso de Madrid o el Pas Vasco. Del mismo modo, podemos ver que menores tasas de paro se corresponden con mayores niveles educativos alcanzados. Por lo tanto, parece obvio que mientras mayor es el nivel de formacin de la ciudadana, mayores son las posibilidades de insercin laboral, lo que entra en contradiccin con las polticas educativas que se estn implantando en la actualidad y de las que hablaremos ms adelante.

2.3.1 La inversin pblica total: En las siguientes tablas podemos apreciar los efectos de la descentralizacin del sistema educativo. Mientras que en el ao 1992 la diferencia entre la inversin del Ministerio de Educacin y las CCAA estaba en un 40-60%, en el ao 2009 son las autonomas las que soportan prcticamente el 100% de la carga econmica del

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sistema educativo, lo que ha generado, como ya hemos comentado con anterioridad, notables diferencias en lo que a educacin se refiere entre unas autonomas y otras. A pesar de la tendencia reduccionista por parte del gobierno central se puede apreciar que, durante los aos 2007 y 2008 se produce un notable incremento de la inversin.40000000 35000000 30000000 25000000 20000000 15000000 10000000 5000000 0 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 Ministerio de Educacin y Ciencia (5) Administraciones Educativas de las CCAA

No universitaria (1)

12000000 10000000 8000000 6000000 4000000 2000000 0 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 Ministerio de Educacin y Ciencia (5) Administraciones Educativas de las CCAA

Universitaria (2)

En miles de . Fuente: INE y elaboracin propia.

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2.3.2 Inversin becas: En la siguiente tabla podemos observar la inversin que se ha venido realizando, tanto desde el Ministerio de Educacin como desde las Comunidades Autnomas, de manera global, en becas al estudio. Se aprecia que, durante las pocas de gobiernos socialistas, el aumento interanual de la inversin en becas es superior al del resto de aos. De hecho, solamente durante los aos 1996 y 1998, ambos correspondientes a un gobierno central del Partido Popular, la variacin interanual es negativa.

2000000 1800000 1600000 1400000 1200000 1000000 800000 600000 400000 200000 0 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008

Total

Niveles no universitarios

Niveles universitarios excepto exencin de precios acad.

2.3.3 La concertacin en Espaa (datos del ao 2008):

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Nuestro pas est a casi 23 puntos porcentuales por debajo de la media de la UE en matriculacin pblica de alumnos de primaria y, paralelamente, supera en casi 22 puntos el porcentaje de alumnado matriculado en centros privados concertados. De los veintisiete pases de la UE, veinte estn por encima del 90% de alumnado de primaria matriculado en centros pblicos; Espaa, junto con Blgica y Malta, ocupa la cola, a mucha distancia del resto de los pases europeos, en matriculacin pblica en esta etapa educativa. El nmero medio de alumnos por aula en Educacin Primaria estaba en 2007 en 21,5, cifra prcticamente estabilizada desde 1998, similar a la media de los pases de la OCDE y algo ms alta que la de la UE-19, situada en 20,2 alumnos por aula.

Fuente: Las cifras de la educacin en Espaa 2011. MEC. Como podemos apreciar, y en lo que se refiere al alumnado de ESO, nuestro pas est a 20,1 puntos porcentuales por debajo de la media de la UE en escolarizacin en centros pblicos, superando en 20,5 puntos el porcentaje matriculado en centros privados concertados. El nmero medio de alumnos por clase, a nivel nacional, era de 24,4, con 23,6 en centros pblicos y 26,1 en los privados. En cualquier caso, la media nacional de 24,4 alumnos por unidad implica la existencia de hasta 30 alumnos por aula en bastantes zonas y centros de ESO en nuestro pas.

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2.4 CONSECUENCIAS

2.4.1 Fracaso escolar: Espaa fue en 2010 el tercer pas de la Unin Europea (UE) con mayor tasa de abandono escolar temprano entre sus jvenes de entre 18 y 24 aos. Segn la oficina de estadstica Eurostat, el 28% de los espaoles comprendidos entre dicha franja de edad no prosiguieron sus estudios tras haber cursado la enseanza bsica obligatoria (o ESO). Esto significa que la tasa de nuestro pas duplica la de la UE, que es de un 14%. En cuanto a los datos de fracaso escolar por Comunidades Autnomas, la siguiente tabla nos muestra que los datos no son nada positivos. Desde el ao 2000 al 2009 las cifras de abandono escolar prematuro no solo no hay disminuido sino que en la mayora de casos presentan unos mayores porcentajes. A la cabeza del fracaso escolar en Espaa se encuentran Ceuta y Melilla, Andaluca, Baleares y Murcia. Las que presentan datos ms bajos son Pas Vasco (16%) y Navarra (19,8%). Entre hombres y mujeres, son estas ltimas quienes presentan menores tasas de fracaso escolar.

Fuente: Informe Las cifras de la educacin en Espaa 2011 MEC

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En la siguiente tabla veremos la inversin que realiza cada comunidad autnoma en educacin por alumno. Podemos observar que existe una relacin directa entre la inversin y el xito en la educacin, puesto que son las autonomas con mayores tasas de fracaso escolar las que menos presupuesto dedican a la enseanza y viceversa.

Fuente: Informe Las cifras de la educacin en Espaa 2011 MEC

2.4.2 Niveles de estudio alcanzados y calidad de vida Como ya indicamos al inicio, las comunidades autnomas donde la poblacin presenta mayores niveles educativos alcanzados, son las que presentan tasas de paro ms bajas. Veremos, adems, que los niveles salariales percibidos por la poblacin son mayores cuanto ms altos son los niveles educativos alcanzados. Por lo tanto, como ya hemos visto en el punto anterior, una buena inversin en la enseanza garantiza unos buenos resultados educativos, lo que permite ahorrar en costes futuros de asistencia social y pago de prestaciones, dado que los titulados se insertan ms en el mercado laboral y en mejores condiciones.

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Tasa de paro por niveles educativos alcanzados

180 160 140 120 Analfabetos 100 80 60 40 20 0 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Primarios Secundarios Tcnicos profesionales Superiores

Fuente: INE y elaboracin propia

En cuanto al salario:

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2.5 CRISIS Y AJUSTES

Pese a que, como hemos visto con anterioridad, la inversin en educacin facilita la inmersin profesional de la ciudadana en el mercado laboral y mejora las condiciones de vida de la misma, el actual Gobierno central y la mayora de los gobiernos autonmicos han decidido reducir de forma drstica la cantidad del presupuesto destinado a la enseanza. Desde el Ministerio de Educacin se estn tomando medidas muy polmicas en este sentido, recogidas en el Real Decreto - ley 14 /2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalizacin del gasto pblico en el mbito educativo. El paquete de reformas incluye: Aumento de la ratio de estudiantes por aula del 20%. Aumento de las horas lectivas de docencia hasta 25 en infantil y primaria y hasta 20 en las restantes enseanzas. Sustitucin de profesores a partir de los 10 das de ausencia del titular. Con carcter general, el personal docente e investigador funcionario de las Universidades en rgimen de dedicacin a tiempo completo dedicar a la actividad docente la parte de la jornada necesaria para impartir en cada curso un total de 24 crditos ECTS. Enseanzas de Grado: los precios pblicos cubrirn entre el 15 por 100 y el 25 por 100 de los costes en primera matrcula; entre el 30 por 100 y el 40 por 100 de los costes en segunda matrcula; entre el 65 por 100 y el 75 por 100 de los costes en la tercera matrcula; y entre el 90 por 100 y el 100 por 100 de los costes a partir de la cuarta matrcula. Enseanzas de Mster que habiliten para el ejercicio de actividades profesionales reguladas en Espaa: los precios pblicos cubrirn entre el 15 por 100 y el 25 por 100 de los costes en primera matrcula; entre el 30 por 100 y el 40 por 100 de los costes en segunda matrcula; entre el 65 por 100 y el 75 por 100 de los costes en la tercera matrcula; y entre el 90 por 100 y el 100 por 100 de los costes a partir de la cuarta matrcula.

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Enseanzas de Mster no comprendidas en el nmero anterior: los precios pblicos cubrirn entre el 40 por 100 y el 50 por 100 de los costes en primera matrcula; y entre el 65 por 100 y el 75 por 100 de los costes a partir de la segunda matrcula. El presupuesto destinado a becas para el estudio de lenguas extranjeras pasa de los 51 millones de euros de la anterior convocatoria a 24,5 millones. El tijeretazo afecta a las ayudas destinadas a alumnos de FP, enseanzas artsticas y universidades para realizar cursos de ingls, francs y alemn fuera de Espaa. Endurecimiento de los criterios de acceso a las becas.

La implantacin de estas medidas est teniendo una gran contestacin social por gran parte de la comunidad universitaria, tal y como podemos observar en los titulares que est generando el asunto desde su aprobacin: Miles de personas se manifiestan en Andaluca contra los recortes en educacin y universidades Europa Press, 13/05 Centenares de estudiantes protestan ante el ministerio de educacin contra los recortes. Lainformacin.com, 10/05 UGT cree que los recorte provocarn el despido de hasta 8.500 profesores en la Comunidad Valenciana. Las Provincias. 13/05 La educacin y la sanidad se rebelan contra los recortes. Pblico.es, 10/05

2.6 CONCLUSIONES

El sistema educativo espaol parece males endmicos que no parecen solucionarse con los aos. Espaa es uno de los pases europeos con mayores tasas de fracaso escolar y con mayores dificultades en la adquisicin de competencias en materia de lengua extranjera. Adems, desde la descentralizacin del sistema, existen notorias

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diferencias en cuanto a la calidad de la enseanza entre unas comunidades autnomas y otras, repercutiendo en la calidad de vida de los ciudadanos, en su facilidad para acceder al mercado de trabajo y en las condiciones del empleo. A pesar de esto, nuestro pas cuanta con uno de los sistemas de formacin profesional de mayor calidad de Europa, y se sita en los puestos ms altos en los rnkings de acceso a la educacin pblica. Luces y sombras de un sistema caracterizado por una regulacin que vara con cada cambio de gobierno. Podemos hablar, pues, de un sistema educativo propio del estado del bienestar? Desde el punto de vista del acceso a la educacin, desde luego que s, pero en cuanto a la calidad de la enseanza espaola y la igualdad en la recepcin de la misma, el sistema deja mucho que desear. A todos los problemas estructurales de nuestro sistema educativo se suma el impacto que la crisis econmica est teniendo en l, puesto que se ha convertido en el receptor de los remanentes de mano de obra sin cualificacin o con ella, desbordando en muchos casos los recursos pblicos en muchos mbitos de la enseanza, como ocurre en el caso de las escuelas de idiomas. En el ltimo periodo y tambin a causa de la crisis econmica y del mercado de trabajo, la educacin espaola se ha visto afectada por una serie de recortes, plasmados en el RDL 14/2012 de 20 de abril, que inciden gravemente en las garantas de acceso a la educacin y en la calidad de la misma. La repercusiones de estos ajustes en lo que entendemos como estado del bienestar son, obviamente, negativas. No podemos aventurar qu ocurrir en el futuro con nuestro sistema educativo, puesto que las medidas que se han tomado hasta el momento se anuncian como temporales y supeditadas a la marcha general del pas. Lo que s est claro es que, a corto plazo, dificultarn el acceso a la educacin en igualdad de condiciones y padeceremos una merma en la calidad del sistema. Si la tendencia reduccionista no se invierte, probablemente en unos aos volvamos a presenciar una escuela similar a la de aos atrs y difcilmente podremos hablar de Espaa como estado social. Ya veremos.

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3. EMPLEO

3.1 LA ESTRATEGIA ESPAOLA PARA EL EMPLEO

La Estrategia Espaola de Empleo constituye el marco para la determinacin de objetivos comunes y la consecucin de un conjunto de medios orientados hacia la eficacia y la eficiencia de las polticas a favor del empleo. De acuerdo con ello, la Estrategia Espaola de Empleo, en el contexto de la reforma de las polticas activas de empleo, queda configurada como el primer instrumento de coordinacin del Sistema Nacional de Empleo. El nuevo artculo 25 de la Ley 56/2003, de empleo establece diez mbitos de actuacin, que constituyen la estructura funcional de la Estrategia Espaola de Empleo: Orientacin profesional. Formacin y recualificacin. Oportunidades de empleo y fomento de la contratacin. Oportunidades de empleo y formacin. Fomento de la igualdad de oportunidades en el empleo. Oportunidades para colectivos con especiales dificultades. Autoempleo y creacin de empresas.12 Promocin del desarrollo y la actividad econmica territorial. Fomento de la movilidad (geogrfica y/o sectorial). Proyectos integrados. La Estrategia Espaola de Empleo contiene as la estrategia del conjunto de los Servicios Pblicos de Empleo para disear y gestionar las polticas activas de empleo, es decir, el conjunto de acciones y medidas de orientacin, empleo y formacin dirigidas a mejorar las posibilidades de acceso al empleo, por cuenta ajena o propia,

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de las personas desempleadas, al mantenimiento del empleo y a la promocin profesional de las personas ocupadas y al fomento del espritu empresarial y de la economa social. Igualmente contiene los servicios orientados a las empresas para mejorar la cualificacin de los Recursos Humanos, as como la generacin de actividad econmica y creacin de empleo. La mejora y modernizacin de todos los instrumentos administrativos y de servicio a las personas y empresas, deben permitir la aplicacin de las polticas sealadas con anterioridad, as como la coordinacin con todos los actores pblicos y privados que realizan actuaciones dirigidas a los mismos objetivos. La Estrategia Espaola de Empleo como referente comn a las iniciativas de empleabilidad, debe contribuir a una mayor cooperacin entre los distintos niveles administrativos y territoriales, incluyendo la relacin pblicoprivada y considerando el papel de las administraciones locales, adems del que pueden desempear entidades de distinta naturaleza jurdica con experiencia en la definicin y aplicacin de medidas y programas de formacin y empleo. La Estrategia Espaola de Empleo 2012-2014 queda enmarcada en las siguientes polticas generales, de mbito espaol y europeo: Estrategia Europa 2020. Programa Nacional de Reformas. El Programa Nacional de Reformas para el ao 2011 contiene los compromisos asumidos por el Estado en relacin con la Estrategia Europa 2020, acordados en negociacin bilateral con la Unin Europea. En este sentido, los objetivos que contiene el Programa Nacional de Reformas constituyen, tambin, un marco de referencia de primer orden para la Estrategia Espaola de Empleo.

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3.2 OBJETIVOS DE LA ESTRATEGIA ESPAOLA DE EMPLEO 2012 2014

Fomentar el empleo de la poblacin activa y aumentar la participacin de hombres y mujeres en el mercado de trabajo, mejorando la productividad y la calidad en el empleo en un mercado de trabajo sostenible, basado en la igualdad de oportunidades, la cohesin social y territorial. Este objetivo general responde a los siguientes criterios particularizados: Fomentar el empleo de la poblacin activa El fomento del empleo como objetivo central de la Estrategia Espaola de Empleo es coherente con el derecho al trabajo de toda la poblacin activa. Adems, es un objetivo compartido por las personas desempleadas, en cuanto a su insercin laboral, y por las ocupadas, en cuanto a al mantenimiento y mejora de su empleo. Por otra parte, permite integrar toda la poltica activa de empleo y, por tanto, todos los mbitos de actuacin del nuevo artculo 25 de la Ley de Empleo. Asimismo, se alinea con el objetivo de incremento de la tasa de empleo espaola asumido en el marco del objetivo de empleo de la nueva Estrategia de Empleo 2020. Aumentar la participacin de hombres y mujeres en el mercado de trabajo El aumento de la actividad de la poblacin representa un objetivo complementario del incremento de la tasa de empleo, que se corresponde con las Directrices de la Estrategia Europa 2020 (aumentar la participacin de mujeres y hombres en el mercado laboral). Es tambin coherente con el criterio de contemplar actuaciones de activacin de la poblacin, que tendrn como ltimo objetivo elevar la tasa de actividad y, por tanto, el volumen de potenciales ocupados. Mejorar la productividad La mejora de la productividad hace referencia a la sostenibilidad del empleo, pero tambin a la instauracin de modelo productivo que sustente un crecimiento inteligente, como el que se requiere en un nuevo ciclo de generacin de empleo. Esta formulacin del Objetivo central de la Estrategia Espaola de Empleo se corresponde tambin con uno de los principios de las polticas activas de empleo.

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Mejorar la calidad en el empleo En cuanto a la referencia a la calidad en el empleo, sta pretende ser consecuente con la idea de que los objetivos de la Estrategia Espaola de Empleo no sean solamente de tipo cuantitativo, en el sentido de alcanzar mayores tasas de empleo, sino que incorporen otros elementos cualitativos (entre ellos la estabilidad, la conciliacin o la generacin de oportunidades). Mercado de trabajo sostenible El concepto de mercado de trabajo sostenible vuelve a hacer referencia a la evolucin del modelo productivo hacia frmulas que primen los conceptos de innovacin y conocimiento frente al modelo basado en el consumo y explotacin de recursos naturales, por lo que resulta coherente con el modelo de crecimiento sostenible de las Directrices europeas 2020 y con los principios de las polticas activas de empleo. Igualdad de oportunidades y cohesin social Este elemento hace referencia al modelo de crecimiento integrador de la Estrategia 2020. Desde el punto de vista de la aplicacin de la Estrategia Espaola de Empleo, esta expresin pretende condicionar la aplicacin de polticas especficas para colectivos con especiales dificultades. La referencia a la cohesin presupone que no es posible la consecucin de mejoras en el mercado de trabajo si no se corrigen desequilibrios estructurales que afectan a ciertos grupos sociales. Cohesin territorial Al igual que para la cohesin social, la referencia expresa a la cohesin territorial aporta la visin de equilibrio en cuanto a la mejora de los parmetros de empleo sin exclusin territorial. Ello es coherente con las nociones de garanta de la unidad de mercado y de derechos de acceso de la ciudadana a los servicios para la empleabilidad, recogidos en la reformada Ley de Empleo.

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3.3 MARCO DE ACTUACIN DEL SISTEMA NACIONAL DE EMPLEO

En trminos prcticos, supone que todos los Servicios Pblicos de Empleo deben aplicar un modelo de gestin que tenga en cuenta las caractersticas de cada destinatario y que, en funcin del mismo, le presten un servicio que comprenda los siguientes elementos: Diagnstico. Clasificacin. Informacin y asesoramiento, y, en su caso, ofrecimiento de un servicio de asistencia ms amplio. Acuerdo. Propuesta de acciones. Compromisos. Cada Servicio Pblico de Empleo deber concretar este modelo de gestin en una carta de servicios especfica, de la que deber hacer difusin entre la poblacin potencialmente usuaria. De acuerdo con el Real Decreto-ley 3/2011, este procedimiento a modo de compromiso entre demandante y Servicio Pblico de Empleo se aplicar en tres fases: 2011: personas en desempleo sin proteccin, personas jvenes con dficit de formacin, mayores de 45 aos en desempleo de larga duracin, especial atencin a mujeres. 2012: aqullos considerados prioritarios en el mbito de cada Comunidad Autnoma. 2013: resto de colectivos en desempleo.

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3.4 CARACTERSTICAS DE LOS PLANES Y ACCIONES

La necesidad de adaptar la actuacin de los Servicios Pblicos de Empleo viene determinada por el nuevo marco establecido para las polticas activas de empleo, puesto que stas, junto con la intermediacin entre demanda y oferta de empleo, constituyen su mbito de gestin de acuerdo con el marco de competencias del Sistema Nacional de Empleo. Por lo tanto, para establecer los principios de actuacin de los Servicios Pblicos de Empleo es preciso tener presente tanto los motivos que originan la reforma de las polticas activas de empleo como los aspectos centrales del nuevo modelo de actuacin que se ha incorporado a la Ley de Empleo, por el Real Decreto-ley 3/2011, que pueden sintetizarse en los siguientes: Evolucin del actual modelo de gestin basado en subvenciones, que debe redefinirse como un modelo de servicios a la ciudadana. Preservacin de un sistema eficaz de proteccin ante las situaciones de desempleo (que comprende las polticas activas de empleo y las prestaciones por desempleo). Enfoque preventivo frente al desempleo, especialmente para el de larga duracin. Provisin de servicios individualizados a la poblacin activa, dirigidos a facilitar su incorporacin, permanencia y progreso en el mercado laboral, as como a las empresas, para contribuir a la mejora de su competitividad. Fomento de la cultura emprendedora y el espritu empresarial. Respeto y garanta de la efectiva igualdad de oportunidades y la no discriminacin en el mercado de trabajo, priorizando la atencin a los colectivos que ms la precisen.

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Actualizacin del marco de programas vigentes en materia de polticas activas de empleo, para adecuarlo a sus destinatarios y a los distintos territorios en los que se aplican. Apertura a la colaboracin pblico-privada, preservando la centralidad de los Servicios Pblicos de Empleo. Refuerzo de la coordinacin entre Comunidades Autnomas y Administracin General del Estado. Disminucin del peso de las bonificaciones empresariales a la contratacin en la composicin del gasto pblico en polticas activas de empleo (en lnea con la reciente modificacin normativa plasmada en la Ley 35/2010, de 17 de septiembre en lo referido a los colectivos bonificables). Fortalecimiento de los Servicios Pblicos de Empleo, lo que incluye, como mnimo, reordenar las actuales partidas del gasto en polticas de empleo y mejorar su organizacin y funcionamiento. Incorporacin de la evaluacin, y en consecuencia, la innovacin y la adopcin de medidas correctoras.

Todos estos elementos deben aplicarse al conjunto del Sistema Nacional de Empleo, por lo que deben considerarse fundamentos de referencia para su actuacin. De ellos se desprenden una serie de principios rectores en materia de polticas activas de empleo.

3.5 PLAN ESTRATGICO DE LOS SERVICIOS PBLICOS DE EMPLEO

La existencia de la Estrategia Espaola de Empleo y de los Planes Anuales no slo es compatible con la elaboracin de planes estratgicos en los distintos Servicios Pblicos de Empleo, sino que debe ayudar a impulsar su desarrollo y su posterior evaluacin, en tanto que instrumentos de mejora, a travs de la observancia de las mejores prcticas.

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En este sentido, debe establecerse una relacin de coherencia estratgica y complementariedad entre la Estrategia Europa 2020, la Estrategia Espaola de Empleo y la estrategia autonmica, de manera que se ponga de manifiesto la convergencia de ciertos objetivos, perfectamente compatible con la especificidad de las actuaciones en funcin de las circunstancias de cada territorio. Con la finalidad de incrementar la calidad y eficacia de los servicios a la ciudadana, de lograr su universalizacin, y de converger con los pases de nuestro entorno en esta materia, este Plan Estratgico se configurar como el documento que: Analice las necesidades de cada uno de los Servicios Pblicos de Empleo, atendiendo a los compromisos adquiridos en la Estrategia Espaola de Empleo y a las referencias de los pases de nuestro entorno. Identifique los recursos humanos, materiales y tecnolgicos de los que disponen, e indique las medidas de optimizacin de los servicios y las concrete para un horizonte de 3 aos, sealando las oportunas aportaciones de cada presupuesto. Revise y proponga las medidas necesarias para la mejora de los procedimientos de colaboracin en el seno del Sistema Nacional de Empleo.

3.6 POLTICAS DE EMPLEO

Tradicionalmente la poltica de mercado de trabajo en Espaa tena un carcter pasivo y social y se diriga ms a preservar los ingresos de los trabajadores en paro que a utilizar los recursos disponibles para abordar los problemas fundamentales del mercado de trabajo. Sin embargo, a medida que las autoridades econmicas comprobaron que el problema del desempleo no era algo meramente coyuntural, fueron adoptando distintos programas en los que no slo se trataba de poner remedio a los efectos sociales del desempleo, sino tambin a aumentar las oportunidades de los parados de encontrar empleo, a la vez que mejorar el funcionamiento de este mercado.

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Las polticas de empleo o tambin denominadas de mercado de trabajo se pueden dividir en dos grandes grupos las activas y las pasivas. Las polticas activas son las que tienen como objetivo incidir directamente en el mercado de trabajo para aumentar el nivel de empleo o reducir el desempleo. Y las pasivas las que tienen como finalidad responder a situaciones de prdida de salarios de los desempleados, asegurndoles un cierto nivel de ingresos. Dentro de las polticas activas de empleo, se distingue, segn la reconocida terminologa de la OCDE, entre las que tienen como objetivo la colocacin e intermediacin entre las ofertas y las demandas de trabajo a travs de los servicios pblicos de empleo, las de formacin profesional, tanto ocupacional (dirigida a parados) como continua (dirigida a ocupados), los incentivos econmicos a la contratacin y la creacin directa de empleo por las Administraciones pblicas. El amplio abanico de medidas que se engloban bajo la denominacin de poltica activa de mercado de trabajo se puede articular en torno a cinco grandes categoras de programas: Servicio Pblico de Empleo: Se dedican a reducir los costes que, para los demandantes de empleo, supone la bsqueda de trabajadores disponibles, y para los oferentes de empleo supone la bsqueda de puestos de trabajo vacantes. El Servicio Pblico de Empleo (SPE) acta, por un lado, como agente intermediador en el mercado de trabajo y, por otro, como el agente encargado de gestionar y poner en prctica buena parte de la poltica de empleo diseada por el Gobierno, tanto en su vertiente pasiva de proteccin social al desempleo, como en su vertiente activa de ayuda a la creacin de empleo. El servicio pblico de empleo debe intervenir para facilitar la bsqueda de un empleo y la colocacin, de manera que se reduzca lo mximo posible el perodo de desempleo y el pago de subsidios. Puesto que ese ha sido tradicionalmente su objetivo principal, los principales actores desempleados y empresas, lo consideran ineficaz. Sus opiniones son , por parte de las personas desempleadas que las pocas veces que son citados por dicho organismo no suelen ser puestos que cubran las necesidades demandadas, se sienten obligadas a

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aceptar puestos que no le son propios a sus titulaciones y/o experiencias profesionales. Los empresarios opinan que el SPE no suministra candidatos adecuados y tienden a recurrir a otros mtodos de reclutamiento. La Formacin Profesional: Un elemento fundamental de la oferta de mano de obra es su calidad o capital humano. Para la maximizacin del crecimiento econmico es necesario disponer de una mano de obra abundante y bien formada, es decir, de un adecuado capital humano. Slo si se dispone del capital humano adecuado los trabajadores podrn hacer frente a los cambios de las estructuras sectoriales y a los cambios tecnolgicos. Se da el hecho de que de forma simultnea existe un continuado y elevado nivel de paro acompaado de una escasez de mano de obra en algunas ocupaciones. En este caso, los puestos de trabajo existentes no son adecuados para sus demandantes y la movilidad ocupacional necesaria para corregir por medio de la adquisicin de las cualificaciones exigidas no estara funcionando satisfactoriamente. Si se quiere impulsar el buen funcionamiento de la economa de un pas va a ser preciso que el capital humano se adecue a la necesidades existentes y ello es responsabilidad del conjunto del sistema de enseanza. Al abordar la formacin nicamente como instrumento de poltica activa nos ocupamos slo de los programas de formacin y readaptacin profesional que llevan a cabo los poderes pblicos. Los programas de formacin y readaptacin profesional tienen un punto en comn: se destinan a atender las necesidades de aquellos grupos de la poblacin de los que no se han ocupado o se han ocupado insuficientemente la enseanza y la formacin profesional ordinarias o dentro de la empresa. Estos programas sirven para adaptar las cualificaciones profesionales a las necesidades del mercado y, por tanto, desempean un papel fundamental en la lucha contra el paro, facilitando la integracin de los jvenes en el mercado de trabajo y la reinsercin de los parados de larga duracin. La formacin de adultos sin empleo ha sido durante mucho tiempo uno de los principales ejes de la poltica de mercado de trabajo. Pero la formacin dentro de la empresa constituye una frmula frecuentemente utilizada. As en ocasiones los

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poderes pblicos subvencionan este tipo de formacin de la misma manera que financian la formacin impartida en otras instituciones. En Espaa existe un Acuerdo Nacional de Formacin Continua (ANFC), firmado por las organizaciones empresariales y sindicales ms representativas del pas, con el objetivo de gestionar paritariamente, a travs de la Fundacin para la Formacin Continua en la Empresa (FORCEM), un nuevo modelo de formacin profesional en las empresas. Este Acuerdo se complementa con el acuerdo Tripartito de Formacin Continua, firmado por los mismos agentes sociales y el Gobierno, y que estableca las frmulas de financiacin del ANFC. La calidad de la formacin, en particular la que se imparte en la empresa, sufre con frecuencia adems carencias de infraestructura institucional, especialmente en el plano de las tradiciones de enseanza, los mtodos pedaggicos, la definicin de las cualificaciones comnmente admitidas y la homologacin de las cualificaciones. Los programas pblicos de formacin estn sujetos a una serie de limitaciones:

a) La formacin profesional no es una solucin para los problemas del mercado de trabajo en el momento presente, sino ms bien deben concebirse como una inversin de futuro.

b) No son en ningn caso una solucin de repuesto para las lagunas que puedan existir en la accin de los poderes pblicos en el campo de la enseanza general y profesional de tipo escolar, ni para las iniciativas adoptadas por los empleadores para asegurar la formacin dentro de la empresa.

Medidas destinadas a los jvenes: El objetivo es mejorar la situacin de los jvenes en cuanto al empleo, las autoridades hacen frente a dos problemas : el abandono temprano del sistema educativo ,la transicin del centro educativo al trabajo y las dificultades para encontrar empleo debido a su inexperiencia.

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Las estrategias ms utilizadas son: a) Aumentar la proporcin de jvenes que siguen estudios secundarios de segundo ciclo. b) Intensificar y desarrollar la formacin dentro de la empresa.

Medidas de ayuda a la creacin directa de empleo y a la contratacin: Se trata de medidas destinadas a fomentar la contratacin de parados y otros grupos especficos en funcin de las prioridades de la poltica relacionada con el mercado de trabajo (a excepcin de los jvenes y los incapacitados a los que se les destina un programa especfico). Se suelen establecer tres tipos de programas: a) Subvenciones al empleo permanente en el sector privado. b) Ayudas a los desempleados que crean nuevas empresas. c) Creacin directa de puestos de trabajo en el sector pblico. Las medidas financieras pueden adoptar tambin otras formas, como una reduccin general de las deducciones practicadas sobre los salarios con el fin de incrementar la demanda de mano de obra, o una reduccin de los tipos marginales del impuesto sobre la renta para aumentar la oferta de mano de obra. Las ayudas al empleo permanente en el sector privado son subvenciones a la contratacin de trabajadores pertenecientes a grupos con riesgo de exclusin. La gran mayora de los programas adopta la forma de subvenciones a la contratacin en favor de grupos objetivos, tienen generalmente carcter temporal.

3.7 EFECTOS DE LAS POLTICAS ACTIVAS DE EMPLEO:

La persistencia de elevadas tasas de desempleo ha llevado a las autoridades

a

incrementar los gastos destinados al mercado de trabajo y, en particular, lo que se denomina medidas activas. No obstante, aunque los programas activos del mercado de trabajo tienen como objetivo ltimo luchar contra el desempleo mediante la mejora

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del funcionamiento del mercado de trabajo, tambin introducen otro tipo de distorsiones, por lo que resulta necesario saber cules son sus efectos econmicos y sociales. Las medidas activas sobre el mercado de trabajo tienen dos grandes tipos de efectos econmicos: 1. Microeconmicos: Tienen repercusin en los grupos a los que van dirigidos, alternando la estructura del empleo a favor de determinados grupos de trabajo. 2. Macroeconmicos: No slo alteran la estructura del empleo a favor de determinados grupos de trabajadores, sino que tambin influyen en la relacin entre inflacin y paro.

3.8 CONCLUSIONES

La estrategia pblica de empleo ha de contribuir a fomentar el empleo de la poblacin activa, a aumentar la participacin de hombres y mujeres en un mercado de trabajo sostenible, en el que se mejore la productividad y la calidad del empleo. Y eso est muy bien tericamente, pero en los momentos en los que nos encontramos, sumergidos en una terrible crisis econmica que ha derivado en la destruccin de empleo, parados de larga duracin y desempleo juvenil, la estrategia nacional debera ir acompaada de medidas normativas que impulsaran la creacin de empleo y pretendieran acabar con la temporalidad de los contratos. Pero lo que est ocurriendo no es as. Forma parte de la estrategia, proporcionar fondos a los Servicios Pblicos de Empleo para disear y gestionar las polticas activas de empleo, es decir, resulta de vital importancia que la administracin de empleo ponga en marcha un conjunto de acciones y medidas de orientacin, empleo y formacin dirigidas a mejorar las posibilidades de acceso al empleo, por cuenta ajena o propia, de las personas desempleadas, al mantenimiento del empleo y a la promocin profesional de las personas ocupadas y al fomento del espritu empresarial y de la economa social.

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Pero como hemos ledo a lo largo del trabajo, la ineficacia de estos organismos ha hecho que tanto trabajadores por cuenta ajena, como empleadores hayan depositado su confianza a empresas privadas para gestionar sus selecciones de personal, pues los consideraban ms responsables y eficaces. Es por todo esto por lo que me pregunto si realmente hoy en da es tan importante destinar tanta inversin de fondos a los organismos pblicos de empleo, cuando quiz esa inversin resultara ms rentable si se ofreciera a aquellas personas o empresas que realmente demuestren estar ayudando a impulsar la economa y el mercado de trabajo, ayudando a reducir la temporalidad de los contratos, la corrupcin de fondos, la igualdad de acceso al empleo y acrediten unos resultados positivos.

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4. PENSIONES

4.1 ANTECEDENTES Y REVISIONES

La primera reforma de calado del sistema de pensiones espaol se realiz en 1985, al aumentarse el perodo mnimo de cotizacin de diez a quince aos y el nmero de aos utilizados para el cmputo de la base reguladora desde dos aos hasta los ocho previos a la jubilacin. A pesar de que estas medidas supusieron un sustancial alivio sobre el sistema, se mantuvo el continuo incremento del nmero de pensiones y de la cuanta de la pensin media. Entre 1980 y 1995 el gasto en pensiones contributivas pas del 5,6% del PIB al 8,4% y la relacin afiliados/pensionistas disminuy desde 2,7 hasta 2,1. Esta situacin llev a la aprobacin por el Pleno del Congreso, el 15 de febrero de 1994, de una proposicin para crear una Ponencia en la Comisin de Presupuestos con el fin de elaborar un informe sobre los problemas y las reformas del sistema de Seguridad Social. Este Informe, conocido como Pacto de Toledo, analiz tanto los antecedentes del sistema de Seguridad Social como los factores que podan condicionar su evolucin futura y realiz quince recomendaciones (ver Anexo Documento Pensiones 1). En general, el Pacto fue valorado en su momento muy positivamente por la mayor parte de los analistas, aunque ms en trminos de su alcance como acuerdo poltico que como instrumento prctico vlido a largo plazo, dada la falta de concrecin y las ambigedades de algunas de sus recomendaciones. Sus quince recomendaciones constituyeron la base del acuerdo alcanzado, el 9 de octubre de 1996, entre el Gobierno y los dos sindicatos mayoritarios, que se denomin Acuerdo sobre Consolidacin y Racionalizacin del Sistema de Seguridad Social. Este acuerdo fue, posteriormente, plasmado en la Ley de Consolidacin y Racionalizacin del Sistema de Seguridad Social, aprobada por el Congreso el 15 de julio de 1997 (ver Anexo). De entre las modificaciones que introdujo en el sistema cabe destacar el aumento de 8 a 15 del nmero de aos aplicados al clculo de la base reguladora de la

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pensin, la revalorizacin de las pensiones segn la evolucin prevista para el IPC y su revisin en funcin de las divergencias con el aumento del IPC observado en noviembre, la creacin de un fondo de reserva destinado al pago de las pensiones, a dotar con excedentes de la Seguridad Social, y la gradual eliminacin de los topes de cotizacin por debajo del mximo. Con posterioridad, el 9 de abril de 2001, el Gobierno, la Confederacin de Comisiones Obreras, la Confederacin Espaola de Organizaciones Empresariales y la Confederacin Espaola de la Pequea y Mediana Empresa firmaron un Acuerdo para la Mejora y el Desarrollo del Sistema de Proteccin Social, que se concret con posterioridad en la aprobacin de la ley 35/2002, de 12 de julio, por la que, entre otras modificaciones, se incentiva la jubilacin ms all de los 65 aos y se permite la jubilacin anticipada, a partir de los sesenta y un aos, a los trabajadores afiliados a la Seguridad Social con posterioridad a 1 de enero de 1967, siempre que renan determinados requisitos. El propio Pacto de Toledo limit su vigencia a cinco aos, establecindose que a partir del ao 2000 deba procederse a su revisin. Como resultado de esta revisin, el 2 octubre de 2003 fue aprobado por el Pleno del Congreso de los Diputados el Informe elaborado por la Comisin no permanente para la valoracin de los resultados obtenidos por la aplicacin de las recomendaciones del Pacto de Toledo. En sus conclusiones el informe efecta 22 recomendaciones expuestas en tres bloques: el primero contiene las recomendaciones que desarrolla el Pacto de Toledo desde su inicio y su grado de cumplimiento; el segundo incluye algunas recomendaciones adicionales y el tercer apartado configura el sistema de pensiones en el marco de la Unin Europea. Tomando como referencia las prioridades marcadas por el Pacto de Toledo en su renovacin parlamentaria, el 13 de julio de 2006 se firm el Acuerdo sobre Medidas en materia de Seguridad Social, entre el Gobierno, la Unin General de Trabajadores, la Confederacin Sindical de Comisiones Obreras, la Confederacin Espaola de Organizaciones Empresariales y la Confederacin Espaola de la Pequea y Mediana Empresa, que qued plasmado en la Ley 40/2007. Las principales modificaciones introducidas fueron el cmputo de los das efectivos de cotizacin para el clculo de la

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pensin, en lugar de los correspondientes a las pagas extraordinarias, con el fin de aumentar el nmero de aos efectivos de cotizacin para el clculo de la pensin hasta 15; el aumento de la edad lmite para la jubilacin parcial hasta los 61, condicionando esta a que el trabajador tenga al menos 6 aos de antigedad en la empresa y pueda acreditar un perodo de cotizacin de 30 aos; y la racionalizacin de los criterios para acceder a las pensiones de incapacidad. En general, la mayor parte de los analistas ha valorado positivamente la mayor parte de las reformas aplicadas hasta ahora, aunque se ha criticado el escaso alcance prctico que estas tienen para atenuar las presiones futuras sobre el sistema de pensiones. En 2008 el Congreso dio inicio a una nueva evaluacin de las recomendaciones del Pacto de Toledo, tras haber transcurrido 5 aos desde su primera revisin.

4.2 ASPECTOS FUNDAMENTALES DEL SISTEMA PBLICO DE PENSIONES

Un sistema pblico de pensiones es el que el Estado administra con el fin de garantizar proteccin social frente a los riesgos laborales (desempleo, accidente de trabajo, enfermedad), la vejez (jubilacin) u otras circunstancias sobrevenidas por dependencia. Los criterios bsicos en los sistemas pblicos de pensiones son el reparto, la equidad y la universalidad. Los sistema pblicos contienen tanto pensiones contributivas (en las que se tiene en cuenta la cuanta cotizada a lo largo de la vida, laboral, los aos, etc.), pensiones indirectas derivadas de aportaciones de terceros (viudedad, orfandad), como pensiones no contributivas que responden a necesidades sociales sobrevenidas y que no requieren cotizacin previa. Las pensiones por vejez dependern de las semanas de cotizacin que tenga el trabajador.

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4.3 EL SEGURO, UNO DE LOS DERECHOS HUMANOS

El artculo 25.1 de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos de 1948 dice: Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, as como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentacin, el vestido, la vivienda, la asistencia mdica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de prdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.

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Grfico 2. Evolucin pensiones e importe.AOS 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009* TOTAL INCAPACIDAD PERMANENTE Nmero Importe medio Nmero Importe medio 7.509,28 446,43 798,02 508,77 7.598,89 468,39 792,62 536,42 7.677,92 494,51 788,62 571,20 7.745,78 515,97 787,39 599,48 7.819,46 546,04 796,72 634,75 7.878,64 576,57 815,10 665,10 7.979,71 609,75 832,79 700,05 8.165,34 641,86 859,78 731,55 8.273,94 673,69 888,78 760,71 8.390,80 719,68 906,83 801,49 8.471,23 748,11 913,48 826,56 JUBILACION Nmero Importe medio 4.450,25 509,77 4.493,40 535,33 4.545,62 564,98 4.575,29 588,35 4.603,38 620,12 4.619,62 648,91 4.678,27 686,61 4.809,30 722,71 4.863,26 760,00 4.936,84 814,51 4.997,09 846,62 VIUDEDAD Nmero Importe medio 1.973,26 314,81 2.009,57 331,52 2.042,44 348,84 2.073,30 367,61 2.106,22 395,83 2.136,35 432,09 2.165,88 455,26 2.196,93 476,70 2.225,50 498,30 2.249,90 529,01 2.261,62 551,28 ORFANDAD Nmero Importe medio 242,68 189,99 258,99 199,10 257,81 210,57 267,27 219,65 271,30 232,60 266,56 248,46 262,70 267,96 260,20 285,87 258,12 300,92 259,42 325,04 261,46 337,68 FAVOR FAMILIAR Nmero Importe medio 45,07 231,99 44,31 245,55 43,44 262,18 42,53 277,26 41,84 299,63 41,01 327,23 40,07 349,89 39,12 374,57 38,28 398,24 37,80 428,17 37,57 444,20

Grfico 3. Porcentaje del total del importe segn el tipo de pensin.

4.4 LAS PROYECCIONES DEL GASTO EN PENSIONES A LARGO PLAZO

La brusca reduccin de la tasa de natalidad y el progresivo aumento de la esperanza de vida al nacer estn transformando la estructura de la pirmide poblacional espaola, en la que est ganando importancia el colectivo de ms de 65 aos. De cara al futuro, el mantenimiento en lo esencial de estas caractersticas demogrficas determinar modificaciones sustanciales de la estructura de la poblacin. Segn las ltimas proyecciones demogrficas, en Espaa, y a diferencia de proyecciones anteriores, se registrara un aumento de la poblacin cercano al 15% durante el perodo 2008-2060, lo que supondra un incremento de unos 6,5 millones

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de personas. En trminos relativos, este aumento de poblacin se situara por encima del incremento medio para el conjunto de la Unin Europea. Estas proyecciones ponen de manifiesto un acusado proceso de envejecimiento poblacional, que producira una elevacin de la tasa de dependencia (definida como la poblacin mayor de 65 aos sobre la poblacin en edad de trabajar). Este aumento de la tasa de dependencia se producira como consecuencia de una baja tasa de natalidad (1,39 hijos por mujer) y del progresivo aumento de la esperanza media de vida (en unos 7,5 aos para los hombres y en 5,7 aos para las mujeres).

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4.5 LA REFORMA DEL SISTEMA DE PENSIONES

4.5.1 Cambio en la edad legal de jubilacin

El primer cambio importante lo tenemos en la ampliacin de la edad legal de jubilacin a los 67 aos de manera progresiva a partir del 2013. Esta edad lmite se fija de manera general y ser menor para los trabajos penosos o peligrosos. Todo este catlogo de trabajos ser fijado por los reglamentos posteriores o sern introducidos va enmiendas en el trmite parlamentario que tiene que recorrer an la ley. La implantacin de este aumento de jubilacin es progresiva, aumentando un mes ms a partir del 2013 y hasta el ao 2018 e incrementando en 2 meses por ao desde el2019 hasta el 2027, como ao lmite para que la edad de jubilacin est situada en los 67 aos.

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No obstante, podremos jubilarnos a los 65 aos siempre y cuando tengamos ms de 38,5 aos cotizados. El resto de supuestos de jubilacin anticipada, contemplan en todo caso una penalizacin del 7,5% sobre la base reguladora por cada ao que nos falte de cotizaciones para los 38,5 aos.

4.5.2 Aos que se consideran para calcular la base reguladora

La segunda gran modificacin la tenemos en el aumento de aos que se consideran para calcular la base reguladora. Actualmente, se consideran los ltimos 15 aos cotizados y en la reforma de las pensiones, estos aos se aumentarn hasta los ltimos 25 aos cotizados para calcular la base reguladora de la pensin de jubilacin. Por ejemplo, si actualmente tengo 50 aos, me jubilar en ao 2026, con casi 67 aos cotizados y me computarn los ltimos 25 aos cotizados, dado que el incremento de aos se realiza de forma ms rpida que el paso real del tiempo. Esta medida perjudica seriamente a todos los autnomos y trabajadores de otros regmenes que pueden seleccionar su base de cotizacin y slo han elevado las bases de cotizacin para los ltimos quince aos cotizados.

4.5.3 Cambio en el porcentaje de pensin en funcin de la base reguladora

El tercer cambio lo tenemos en la alteracin del porcentaje de base reguladora que corresponder en funcin de los aos cotizados. Actualmente, para recibir el 50% de la base reguladora, se requiere un mnimo de 15 aos y para el 100% un total de 35 aos cotizados. Esta escala pasar a 37 aos cotizados para recibir el 100% de la base reguladora y se aplicarn unos coeficientes de mejora durante el periodo transitorio que comprende desde el ao 2013 al ao 2027.

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4.6 CONCLUSIONES

Estas medidas disminuyen en la inmensa mayora de los casos los importes a percibir por la pensin de jubilacin y los coeficientes reductores que se aplican en el caso de jubilacin anticipada son inasumibles. Un ejemplo sencillo; actualmente, con 35 aos cotizados y 65 aos nos jubilamos con el 100% de la base reguladora. Con esta reforma, un trabajador que haya cotizado 35 aos y decida adelantar su edad de jubilacin a los 65 aos, tendr que sacrificar un 20,75% de su base reguladora para jubilarse dos aos antes. Esa penalizacin tan elevada, hace inviable una jubilacin anticipada en la mayora de los casos.

4.7 VISIN DE FUTURO

Los espaoles parecen convencerse cada vez ms de que las dificultades que se van a encontrar como sociedad para salir de la crisis econmica en la que entraron en 2008 no sern fciles de superar. Mientras otros pases han dado ya con el remedio de la recuperacin, los excesos del periodo de fuerte crecimiento cometidos por la economa espaola mantienen ahora maniatada la actividad y las expectativas para el futuro a medio plazo. Fuerte endeudamiento de todos los actores privados, trasvase constante de cargas al Estado y un sistema financiero empachado de activos problemticos son las tres dificultades a resolver, aunque los mecanismos para hacerlo son cada vez ms limitados. Los escenarios que dibuja el FMI para Espaa alertan de que no se lograr el nivel de produccin previo a la crisis hasta al menos 2017, aunque en materia de empleo franquear tal umbral cueste unos cuantos aos ms. Hasta el Gobierno admite en su programa de estabilidad enviado a Bruselas que el crecimiento ser muy modesto en los prximos ejercicios y que esta legislatura terminar con ms paro que el existente cuando comenz. Los datos conocidos sobre actividad y empleo en los primeros meses del ao, sin acumular el pesimismo inicialmente estimado, son muy preocupantes. Y en algunos casos, como la afiliacin a la Seguridad Social, deben ser tomados en seria

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consideracin, por cuanto pueden forzar a una revisin no contemplada todava de los escenarios financieros del sistema de pensiones, y, por qu no, en una reforma de la reforma, que despeje las dudas que vuelven a aparecer sobre la sostenibilidad del sistema pblico de retiro. La reforma de la Seguridad Social aprobada en 2010 estaba bien enfocada; pero los acontecimientos se han precipitado, y lo que se consideraba que en 2012 sera un confortable crecimiento de la actividad se ha tornado en una nueva recesin, que trastoca todas las previsiones. Las variables de cotizacin y prestacin del sistema comenzaban a modificarse a partir de 2013, y culminaban en 2027 con la jubilacin a partir de 67 aos. Pero los hechos demuestran que tales planteamientos pueden no ser vlidos ahora. El sistema de pensiones ha entrado en 2012 con sus recursos agotados, en dficit de explotacin, y con muy serias dudas de que los planteamientos financieros para este ao y siguientes puedan cumplirse con el escenario de crecimiento dibujado por el Gobierno. Cierto es que dispone de un fondo de reserva bien nutrido, con unos 65.000 millones de euros, aunque su colocacin mayoritaria en ttulos de deuda espaola lo convierten en un mecanismo de difcil utilizacin, puesto que vender deuda para abonar pensiones podra suponer prdidas. El Fondo de Reserva est para situaciones como esta; pero no tiene justificacin su uso si no va acompaado en paralelo de un serio reajuste de los cambios en las condiciones de cotizacin y de acceso a las pensiones que hagan pensar que el socorro de la hucha es pasajero. El nmero de cotizantes con empleo por cada pensionista es 2,08, la ratio ms baja en 25 aos. Es una cota que debe servir para reabrir el debate, porque es una de las materias que siempre han suscitado el consenso entre los grandes partidos de Gobierno, pero sobre todo porque est en una materia en la que no se puede jugar a los dados. La sociedad es muy consciente de que Espaa debe encontrar algn motor de crecimiento futuro que sustituya a un modelo agotado como el que feneci hace ya unos aos. Pero no admitir de ninguna de las maneras que el sistema pblico de retiro contenga dudas sobre su sostenibilidad, porque generar tal sombra de pesimismo que paralizar las decisiones de consumo e inversin de los hogares. El Gobierno quiere introducir en el Plan de Reformas la elaboracin del factor de

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sostenibilidad de las pensiones reservado en la reforma para 2017. Si ha llegado el momento, debe meterse ya en el debate, puesto que la presin del envejecimiento es un multiplicador en plena crisis de los nmeros rojos del sistema. La poblacin es consciente de que el presente es duro y lo ser en el medio plazo; pero quiere tener cierta seguridad en el futuro.

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UNA REFLEXIN SOBRE NUESTRO ESTADO DEL BIENESTAR

Espaa no haba alcanzado el sueo de un Estado de bienestar pleno y equiparable a los pases ms avanzados de Europa cuando la crisis obliga a ajustar el traje y retomar las medidas de un cuerpo ahora empobrecido por el paro y el fracaso del viejo sistema productivo. En cuanto a la Sanidad, el cual es uno de los pilares bsicos del Estado de Bienestar, se le pide ms eficiencia y reformas. Esto es, se debera modificar el sistema de copago farmacutico para que est vinculado a la renta. Tambin se podra rebajar el precio de los medicamentos de patente y fomentar el uso de genricos. En cuanto al copago, se debera introducir un pago por consulta u hospitalizacin para evitar el sobreuso del sistema, pero que est vinculado a la renta. Finalmente, cambiar el sistema retributivo de los profesionales mdicos para ligarlo a objetivos de eficiencia y calidad. En cuanto a la Educacin, se debera fomentar la Educacin contra el fracaso, y esto se consigue con un aumento de la financiacin en educacin como sector que genera crecimiento, es decir, Inversin. Un tema importante que se debera evitar es el abandono, y