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JUAN JOSÉ IGLESIAS RODRÍGUEZ

RAFAEL M. PÉREZ GARCÍA

MANUEL F. FERNÁNDEZ CRAVES

(eds.)

COMERC OYCULTU ENLAEDAD MODERNA

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ACTAS DE LA XIII REUNION CIENTIFICADE LA FUNDACIÓN ESPANOLA DE

HISTORIA MODERNA

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Editorial Universidad de Sevilla

Sevilla 2015

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Serie: Historia y GeografíaNúm.: 291

COMITÉ EDITORIAL:

Antonio Caballos Rutino(Director de la Editorial Universidad de Sevilla)Eduardo Ferrer Albelda(Subdirector)

Manuel Espejo y Lerdo de TejadaJuan José Iglesias RodríguezJuan Jiménez-Castellanos BallesterosIsabel López CalderónJuan Montero DelgadoLourdes Munduate JacaJaime Navarro CasasMa del Pópulo Pablo-Romero Gil-DelgadoAdoración Rueda RuedaRosario Villegas Sánchez

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro pue­de reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico omecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier alma­cenamiento de información y sistema de recuperación, sin permiso escritode la Editorial Universidad de Sevilla.

Obra editada en colaboración con la Fundación Española de Historia Moderna

Motivo de cubierta: Vista de Sevilla en el siglo XVI, por A. Sánchez Coello

© Editorial Universidad de Sevilla 2015CI Porvenir, 27 - 41013 Sevilla.Tlfs.: 954487447; 954487451; Fax: 954487443Correo electrónico: [email protected]: <http://www.editorial.us.es>

© paRLaS TEXTOS, SUS AUTORES 2015

© roAN JOSÉ IGLESIAS RODRÍGUEZ, RAFAEL M. PÉREZGARCÍA y MANUEL F. FERNÁNDEZ CHAVES (EDS.) 2015

Las comunicaciones presentadas en la XIII Reunión Científica de la Fun­dación Española de Historia Moderna e incluidas en formato digital enla prsente obra han sido sometidas a la evaluación de dos expertos, porel sistema de doble ciego, según el protocolo establecido por el comitéorganizador del congreso.

Impreso en papel ecológicoImpreso en España-Printed in Spain

ISBN: 978-84-472-1746-5Depósito Legal: SE 929-2015Impresión: Kadmos

COMITÉ CIENTÍFICO DEL CONGRESO

María de los Ángeles Pérez SamperElíseo Serrano MartínMónica Bolufer Peruga

Virgina León SanzFrancisco Fernández Izquierdo

Félix Labrador ArroyoIsidro Dubert GarcÍa

Francisco GarcÍa GonzálezMiguel Luis López-Gua~alupeMuúoz

María José Pérez Alvarez

COMITÉ ORGANIZADOR DEL CONGRESO

Juan José Iglesias Rodríguez(director de la XIII Reunión Científica)

Francisco Núúez RoldánCarlos Alberto González Sánchez

Juan Ignacio Carmona GarcÍaMercedes Gamero RojasJosé Antonio Ollero PinaJosé Jaime GarcÍa Bernal

Fernando Javier Campese GallegoRafael M. Pérez GarcÍa

(secretaría científica)Antonio González Polvillo

Manuel F. Fernández Chaves(secretaría ejecutiva)

Clara Bejarano Pellicer

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VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNA.REFLEXIONES SOBRE HISTORIA

SOCIAL Y CULTURALl

MARÍA ÁNGELES PÉREZ SAMPER

Universidad de Barcelona

1. LAS DIMENSIONES DE LO COTIDIANO

ivir cada día en la España moderna era, por diferentes razones, empresacomplicada para todos. También lo es para los historiadores estudiar esa

vida de cada día en los siglos pasados. No era una sola vida, eran miles y mi­les, y son igualmente muchas las perspectivas posibles de investigación. En lahistoriografía más reciente han surgido nuevos puntos de vista. La pluralidadde enfoques historiográficos de los últimos años ha abierto nuevas dimensio­nes a la historia y a la manera de hacer la historia. El panorama se ha hechomucho más complejo. Se ha dado valor a todo aquello que tiene que ver conla cotidianidad de la vida, y se ha prestado especial atención a la cultura ensentido amplio y a los grandes y pequeños procesos de emisión y recepcióncultural. Ha nacido una nueva historia, más rica, más plena. Como señalabaLawrence Stone (1919-1999) hace ya muchos años:

"Hay síntomas de cambio en el tema central de la historia: de las circuns­tancias que rodean al hombre a la consideración del hombre en sus circuns­tancias; cambio en los problemas estudiados: de lo económico y demográfico alo cultural y emocional; cambio en las fuentes principales de influencia: de lasociología, economía y demografía a la antropología y psicología; cambio en elsujeto: del grupo al individuo; cambio en los modelos explicativos de la muta­ción histórica: de lo estratificado y unicausal a lo interconectado y multicausal;cambio en la metodología: de la cuantificación de grupo al ejemplo individual;

1. Este trabajo se ha realizado con la ayuda del Ministerio de Economía y Competiti­vidad: Proyecto CrCYT. Convocatoria 2011. Referencia: HAR2011-26435-C03-02. Títulodel proyecto: "El hecho cotidiano en la Monarquía Española de la Edad Moderna: Cataluña yBarcelona".

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Barcelona

cambio en la organización: de lo analítico a lo descriptivo; y cambio en la cate­gorización del papel del historiador: de lo científico a lo literario"2.

Por mucho tiempo la historia se ha identificado esencialmente con la historiade los grandes acontecimientos y los grandes personajes. Pero desde el siglo pa­sado los horizontes se han ampliado. Los historiadores nos interesamos tambiénpor una perspectiva más abierta, que se ha. ma~ifestado e~ la ll~mada "nuevahistoria". Por cierto ya no tan nueva. Una hIstona que podna decIrse que se ha"democratizado", que ya no se fija solo en los grandes personajes y en los grandesacontecimientos, sino que se interesa por el día a día de la gente común y corrien­te. En palabras de Fran<;ois Lebrun (1923-2013): "non plus le «nom des row"mais celui de ces millions d'inconnus sans visage, vrais acteurs de l'histoire...".

Siempre en el centro el hombre. Recordemos las viejas afirmaciones de laEscuela de Annales, que vuelven hoya primer plano: "La historia es la cien­cia del hombre, la ciencia del pasado humano. Y no la ciencia de las cosas ode los conceptos". El hombre, todos los hombres, no unos pocos hombres, losmás poderosos, los más sabios, los más fuertes, los más famos?s. El sujeto dela historia se ha ampliado, ya no son solo los grandes personajes, se ha hechoun esfuerzo por dar protagonismo a todos, y no solo como grandes colectivos,sino como individuos. Dar voz a muchos, escuchar la multiplicidad de vocessubjetivas, aunque siempre con la máxima atención al ideal irrenunciable deobjetividad que debe tener la historia. .

El papel del individuo, el peso del entorno, los desarrollos creatIvos y losvericuetos de la comprensión se proponen para su estudio desde una perspec­tiva histórica que atienda a su interrelación con las emociones, los sentimien­tos, la imaginación y los prejuicios entendidos como factores constitu~ivo~ ~e

las personas y las sociedades, pero también como actores que en su hIstoncI­dad han marcado la vida de estas.

Los historiadores deberíamos decir, como los antiguos romanos: Homosum humani nihil a me alienum puto, el proverbio latino que significa'W;mbre soy)' nada humano me es qjeno)). Como proclamaron en el sigloXX los historiadores de la escuela de Annales: «La historia es la ciencia delhombre; y también de los hechos, sÍ. Pero de los hechos humanos. La tareadel historiador: volver a encontrar a los hombres que han vivido los hechosya los que, más tarde, se alojaron en ellos para interpretarlos en cada caso»3.

Siguiendo la caracterización que hace Peter Burke4, algunos rasgos de­

finirían la nueva historia. Ante todo, es una historia no sólo desde arriba sino

2. Lawrence Stone, "The Revival of Narrative: Reflections on a New Old History",enPast and Present) 85,1979. La cita en la traducción de E. Moradiel1os, "Ultimas corrientesen historia", en Historia Socia~ 16, 1993, p. 97.

3. Lucien Febvre, Combates por la historia, Barcelona, Planeta Agostini, 1993.4. Peter Burke (ed.), Formas de hacer Historia, Madrid, Alianza, 1993, 11-37.

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNA.LA Y CULTURAL 153

también "desde abajo", que multiplica los sujetos de la historia, que amplía almáximo el elenco de protagonistas, donde toda la humanidad pueda tener supapel en la obra. En esta línea la historia de la mujer ha sido una de las incor­poraciones más decisivas. Una nueva historia más democrática, que apuestapor la igualdad de oportunidades. . .

Una nueva historia que multiplica igualmente sus temas. Una hIstonanacida de un amplio interés por todas las actividades humanas. Una historiaque va más allá de la historia política y que lleva a fijarse no sólo en los pro­blemas y acontecimientos relevantes, sino en los aspectos más cotidianos dela vida. Que se ocupa de la vida diaria de las gentes anónimas y también delo cotidiano en los grandes personajes. N o sólo lo público sino también loprivado. Que observa, por ejemplo, cómo las simples cuestiones biológicas,por ejemplo la alimentación, son transformadas por el ser humano en cons­trucciones socio-culturales, que no son inmutables ni homogéneas, sino quevarían, según las épocas, los países, los grupos, que tienen su historia. Queabarca tanto los movimientos colectivos como las acciones individuales, tantolas tendencias como los acontecimientos concretos. Una historia que hace elesfuerzo de intentar recoger la multiplicidad de voces, la pluralidad de pers­pectivas y de puntos de vista, es decir que busca la objetividad sin dejar deincorporar las subjetividades. Una historia que trata de armonizar sin acallarlaslas numerosas voces individuales, diversas y opuestas.

Una historia de tiempos largos, que para poder entenderla hay que se­guirla a través de siglos. Pero también una historia de momentos, en que laslargas tendencias se concentren y sinteticen en breves instantes cargados designificado. En ese sentido la microhistoria ha hecho aportaciones muy escla­recedoras. Al analizar un "pequeño" caso particular de manera tan profunday afinada se aumenta la comprensión del conjunto y se evita que lo individualy concreto quede perdido o diluido en los grandes movimientos o corrientesgenerales. Son posibles los análisis macro y los micro. La microhistoria nosustituye a la historia tradicional, la enriquece.

Una historia preocupada por ampliar las fuentes, por reint'erpretarlas,una nueva historia no sólo basada en documentos, sino en toda otra posiblehuella humana. Contra lo que cabría esperar las fuentes son numerosas y muydiversas. Existen muchos testimonios. Todas estas fuentes se hallan dispersaspor numerosas secciones y series de un amplio conjunto de archivos, bibliote­cas, museos. Con frecuencia se trata de documentación o materiales con muydiversos criterios de catalogación, por lo que se requiere imaginación paradescubrirlas, pero se pueden hacer descubrimientos importantes en lugaresinsospechados. Como dijo Lucien Febvre hace muchos años en sus famososCombats pour 11tistoire:

"Indudablemente la historia se hace con documentos escritos. Pero tam­bién puede hacerse, debe hacerse, sin documentos escritos si éstos no existen.

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5. Lucien Febvre, Combats pour IJhistoire, 1952. Traducción Combates por la historia.Barcelona: Ariel, 1971, pp. 32-33.

6. Lucien Febvre, IbidemJ pp. 30-31.

Con todo lo que el ingenio del historiador pueda permitirle utilizar p~ra fabricarsu miel a falta de las flores usuales. Por tanto, con palabras. Con sIgnos. Conpaisaje; y con tejas. Con formas de campo y malas hi~rbas. Con ecl!pses de lu~ay cabestros. Con exámenes periciales de piedras realIzados por geologos y ana­lisis de espadas de metal realizados por químicos. En una palabra: con todo loque siendo del hombre depende del hombre, sirve al hombre, expresa al hombre,significa la presencia, la actividad, los gustos y las formas de ser del hom~re. ¿Noconsiste toda una parte y, sin duda, la más apasionante de nuestro trabajo comohistoriadores en un constante esfuerzo para hacer hablar a las cosas mudas, parahacerlas decir lo que no dicen por sí mismas sobre los hombres, sobre las socie­dades que las han producido, y en constituir finalmente entre ellas esa ampliared de solidaridades y mutuos apoyos que suple la ausencia del documento es­crito~" Y añadía: "Hay que utilizar los textos, sin duda. Pero todos los textos. Yno solamente los documentos de archivo a favor de los cuales se ha creado unprivilegio [...] También un poema, un cuadro, un drama son para nosotros. docu­mentos, testimonios de una historia viva y humana, saturados de pensamIento yde acción en potencia..."s. 2. EL PARADIGMA DE LO CONCRETO

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNA.REFLEXIONES SOBRE LA Y CULTURAL 155

Lawrence Stone anunció ya en 1979 la vuelta de la historia narrativay acertó plenamente, como se demostró en las siguientes décadas? Así, lahistoria participa en la creación y aplicación de una "poética del saber" que,en palabras de Jacques Ranciere, tiene por objeto, "el conjunto de los pro­cedimientos literarios por los cuales un discurso se sustrae a la literatura, seda un status de ciencia y lo significa"8. Se pensaba que se había producidouna ruptura entre los antiguos relatos de la historia clásica y los relatos dela "nueva historia". En Temps et récit, Paul Ricoeur ha advertido lo inciertode esa ruptura. Porque toda obra de historia, incluso la menos narrativa, yaun la más estructural, está siempre construída a partir de las fórmulas quegobiernan la producción de relatos. Ricoeur ha mostrado cómo El Medite­rráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II de Braudel reposa,en el fondo, sobre una analogía entre el tiempo del mar y el tiempo del rey9.

Una historia renovada a partir de algunos de los grandes descubrimientosdel pensamiento de los últimos siglos. Una de las claves interpretativas mássugerentes para la actual manera de hacer historia radica en el paradigma delo concreto. El desciframiento teórico de lo singular fue una de las preten­siones de la dialéctica hegeliana. En Hegel (1770-1831) el "concepto demediación tiene la mayor importancia porque (. .. ) traza el camino para unainterpretación filosófica de la realidad concreta"IO. Pero el alcance de esta va­loración teórica de lo singular queda profundamente limitado en una filosofiapara la cual lo que se cumple en lo singular es lo universal.

También en Karl Marx (1818-1883) es rastreable la misma pretensión.La dialéctica se convierte en Marx en un método histórico, lo cual quieredecir que cualquier hecho puede ser sometido a un análisis dialéctico. To­dos esos análisis conducirían a la estructura del proceso sociohistórico y lomostrarían como constitutivo de los hechos que se analizasen. También aquíel análisis de lo concreto pretende mediar lo singular y lo universal, pero en­tendiendo este último como la totalidad antagónica de la sociedad fracturada,dividida o, como prefería decir Marx, de la sociedad de clases l1 .

7. Lawrence Stone, "The Revival of Narrative: Reflections on a New Old History",Past and Present, nO 85, 1979.

8. Jacques Ranciere, Les Mots de fhistoire. Essai de poetique du savoir. París, Edi­tions du Seuil, 1992, p. 21.

9. Paul Ricoeur, Temps et récit, París, , Editions du Seuil, 1983-1985.10. H. Marcuse, Razón y revolución. Hegel y el surgimiento de la teoría social, Alian­

za, Madrid, 1987, p. 134.11. Louis Althusser, Etienne Balibar, Para leer El capital, Siglo XXI, México, 1985,

p. 201 Yss.

SAMPER Universidad de Barcelona

U na historia abierta, que aprende continuamente de las demás ciencias,y muy especialmente de las ciencias socia~es m~s ~r~xi~as como la ~~cio­

logía y la antropología, que aboga por la InterdIscIphnaned.a? TambIen loreclamaba hace tiempo la Escuela de Annales: «... hay que utIlIzar los textos,pero no exclusivamente los textos. También los doc~mentos, s~a cual sea sunaturaleza: [...] principalmente, aquellos que proporcIOnan el felIz es.fue.~~o .dedisciplinas como la estadística, como la demografia [...]; como la IInguIst~ca

[...]; como la psicología [...]. Y tantas otras dis~iplinas.» En ~al.ab~as de ~u.cIen

Fevbre: "Negociar perpetuamente nuevas alIanzas entre dIscIplIn~s pr~xI~as

o lejanas' concentrar en haces sobre un mismo tema la luz de vanas CIenCIasheterogé~eas: ésa es la tarea primordial, la más urgente y la más fecunda, sinduda, de las que se imponen a una historia que se impacienta ante las fronte-

1 . . "6ras y os compartImIentos estancos... . / .Una nueva historia que se replantea continuamente la metodologIa. La mI­

crohistoria puede ser un buen ejemplo al abordar el problema de cómo abordarel conocimiento del pasado a través de lo cualitativo, de indicios, signos o sínto­mas, tomando lo individual, lo particular, lo específico como punto de partidapara ir hacia su contextualización y hacia su inserción en lo general. Un e~em~~o

metodológico extraído de la microhistoria es el problema de la comumcaClOndel historiador con el lector, en definitiva el problema del relato, uno de losgrandes problemas permanentes de la historia, el de la historia como narración.

154 MARÍA

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12. David Frisby, Fragmentos de la modernidad. Teorías de la modernidad en la obrade Simme~ Kracauery Benjamin, Visor, Madrid, 1992, p. 27.

13. David Frisby, op. cit., p. 113.14. S. Buck-Morss, Dialéctica de la mirada. Vlíálter Benjamin y el proyecto de los

Pasajes, Visor, Madrid, 1995.

157

La historia de la vida cotidiana revelaría no solo la historia de millonesde gentes comunes y corrientes, sino que enlazaría con la historia clásicaproporcionándole una base fundamental. Como decía Aristóteles en su Étic~a Nicómaco: "Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelenciano es un acto, sino un hábito". La historia de lo cotidiano sería así el sustratoimprescindible de toda historia. Porque ambas perspectivas, desde arriba ydesde abajo se necesitan y se complementan. Como afirma Peter Burke: "Elreto planteado al historiador social es mostrar cómo el relacionar la vida co­tidiana con los grandes sucesos -como la reforma o la revolución francesa- ocon tendencias a largo plazo -como la occidentalización o el nacimiento delcapitalismo- forma, de hecho, parte de la historia"ls. Y es un reto ineludible.

Esta nueva perspectiva histórica debe mucho a otras ciencias sociales,muy especialmente a la sociología. Lo cotidano ha sido un concepto claveen muchas teorías sobre la sociedad. Max Weber (1864-1920) acuñó untérmino famoso, Veralltaglichung) literalmente "cotidianización". En la re­lación que establecía Weber entre "el carisma" y la "cotidianización" puedeencontrarse una de las claves interpretativas del vínculo existente entre lagran historia de los grandes acontecimientos y las grandes personalidades yla pequeña historia de la vida cotidiana de las gentes comunes y corrientes16.El que la oposición entre el carisma y la cotidianización sea un rasgo tan ca­racterístico de la sociología de Max Weber ha llevado a historiadores comoW olfgang J. Mommsen (1 930-2004) a considerar que estas dos fuerzas sonlos orígenes esenciales de todo cambio sociaF7.

Lo cotidiano no es un concepto fácil. Solo su encuadre espacio-temporalya implica muchas cuestiones que deben ser tenidas en cuenta18. Un gransociólogo e historiador, Norbert Elias (1897-1990), señalaba cómo la no­ción de lo cotidiano es más compleja de lo que parece: "El uso que se hacehoy en día de "lo cotidiano" no es en absoluto uniforme. El concepto brillaen múltiples colores, tiene variados significados..."19. Elias distinguía hastaocho significados del término, desde la vida privada hasta el mundo de lagente corriente. Para Elias lo cotidiano no se opone a lo estructural. Desde superspectiva, sobre todo cuando se trata del proceso de transformación de las

3. LA COTIDIANIZACIÓN

15. Peter Burke (ed.), Formas de hacer Historia, Madrid, Alianza, 1993, p. 26.16. Max Weber, Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva) edición crítica,

con introducción de Francisco Gil Villegas M., trad. L. Legaz Lacambra, FCE, México, 2003.17. Wolfgang J. Mommsen, The Political and Social Theory rif Max Vl7eber: Collected

Essays) Chicago, The University of Chicago Press, 1989.18. Alicia Lindón Villoria (coord.): La Vida cotidiana y su espacio-temporalidad, Bar­

celona, Anthropos Editorial, 2000.19. Norbert Elias: "Apuntes sobre el concepto de lo cotidiano" en Vera Weiler: La

civilización de los padresy otros ensayos, Bogotá, Norma, 1998.

- Universidad de Barcelona

Hay que esperar al tránsito del siglo XIX al XX para encontrar unatendencia, común a diversos ámbitos de la cultura especializada, de reorien­tación teórica hacia lo concreto. En el ámbito de la filosofia académica debedestacarse a Edmund Husserl (1859-1938) y a la llamada de la fenomeno­logía husserliana a ocuparse de "las cosas mismas" como punto de inflexiónpara buena parte de la filosofia posterior. La insatisfacción con el plano deabstracción en que tal llamada se mantuvo indujo a Martin Heidegger (1889­1976) a practicar una radicalización en dirección a lo fáctico, como ámbitode una hermenéutica de la vida, entendida como tarea filosófica fundamental.

En esa orientación teórica hacia lo concreto es muy relevante la sociolo­gía filosófica de Georg Simmel (1858-1918), la cual concede primacía epis­temológica a los fragmentos fortuitos de la vida moderna, considerando que laclave para el análisis de la modernidad se encuentra en las "imágenes momen­táneas o instantáneas de la vida social moderna que deben observarse sub especieaeternitatis"12. Su sociología de lo moderno se sustenta en "la posibilidad de quese puede encontrar en cada singularidad de la vida la totalidad de su sentido".Todo esto se muestra con claridad definiendo las líneas de un modo de apro­ximación teórica a las realidades singulares de la vida cotidiana, lo que ejerceráuna importante influencia. Todo fragmento, toda instantánea social encierra laposibilidad de revelar "el significado total del mundo en conjunto"13.

Toda una serie de pensadores del primer cuarto del siglo XX recibieronun importante influjo de las ideas de Simmel, entre ellos Walter Benjamin(1892-1940). Desde muy pronto a Benjamin le apasionó la posibilidad de ha­cer filosofia a partir de los fragmentos y los despojos del mundo histórico, de loabsolutamente concreto e insignificante, por ejemplo, los juguetes infantiles. Afinales de los años 20 este interés toma cuerpo en forma de proyecto teórico, alcual dedicará los últimos años de su vida y que dejará inacabado: Das Passagen­Werk u obra de los Pasajes14. Así la verdad se hace esencialmente histórica ytransitoria, un fulgor breve del pasado en constelación relevante con el presente.

Este paradigma de lo concreto tiene una traducción directa en el concep­to de lo cotidiano. El pensamiento filosófico sobre el tema se ha proyectadosobre la interpretación histórica, poniendo de relieve la importancia de la vidacotidiana en toda su complejidad. Porque no hay una vida cotidiana, pues lasdimensiones de lo cotidiano son múltiples. La ampliación del campo de losobjetos historiográficos, la voluntad de hacer una historia de todos y todo, asícomo la multiplicación de los sujetos históricos, han contribuido a situar la am­plitud de lo cotidiano en el centro de los intereses de numerosos historiadores.

156 MARÍA

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4. LA INVENCIÓN DE LO COTIDIANO

"Producto de la historia, el habitus produce prácticas (... ) conformes a losesquemas engendrados por la historia; asegura la presencia activa de las expe­riencias pasadas que, depositadas en cada organismo bajo la forma de esquemasde percepción, de pensamiento y de acción, tienden, de forma más segura quetodas las reglas formales y todas las normas explícitas, a garantizar la conformi­dad de las prácticas y su constancia en el tiempo"29.

La concepción del hacer en Michel de Certeau es inseparable de la refe­rencia a un "arte", a un "estilo". Dos nociones que sirven a Certeau enArtesde hacer para comprender las prácticas culturales. En la cultura ordinaria,dice, "el orden es puesto en juego por un arte", es decir, deshecho y burlado;"se insinúan así un estilo de intercambios sociales, un estilo de invencionestécnicas y un estilo de resistencia moral". Sea "una economía de la dádiva","una estética del pasado" o "una ética de la tenacidad", tres calificativos queconcluyen la elevación de la cultura ordinaria y dan a las prácticas el plenoderecho de condición de objeto teórico. Debe encontrarse entonces el mediopara "distinguir maneras de hacer", pensar "estilos de acción", es decir, ela­borar la teoría de las prácticas26.

Dentro de esta intención, el análisis se ordena en tres niveles: las moda­lidades de la acción, las formalidades de las prácticas y los tipos de operaciónespecificados por las maneras de hacer. Este análisis de las prácticas es diná­mico "va y viene, a veces percibido [...] jubiloso, contestatario, fugitivo", aimagen y semejanza de la realidad en movimiento que se empeña en atrapar2?

Es, pues, históric028.Otra clave interpretativa la podemos encontrar en la obra de Pierre

Bourdieu (1930-2002). Su obra está dominada por un análisis sociológico delos mecanismos de reproducción de jerarquías sociales. Bourdieu hace hin­capié en la importancia de la diversidad cultural y simbólica en esta repro­ducción y critica la primacía otorgada a los factores económicos en las ideasmarxistas. Él quiere hacer hincapié, en que la capacidad de los agentes enposición dominante para imponer sus producciones culturales y simbólicasjuega un papel esencial en la reproducción de las relaciones sociales de domi­nación. El concepto de habittts creado por Bourdieu reintrodujo la dimensiónhistórica en el análisis de la acción social, que asegura así la actuación delpasado en el presente:

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNA.REFLEXIONES SOBRE LA SOCIAL Y

2 6. Michel de Certeau, La Invención de lo cotidiano, Volumen 1 Artes de hacer, Volu­men 2 Habitar, cocinar, México, Universidad Iberoamericana, 1996, pp. 31-36.

27. Michel de Certeau, La Invención de lo cotidiano, Volumen 1 Artes de hacer, Volu­men 2 Habitar, cocinar, México, Universidad Iberoamericana, 1996, p. 188.

28. Michel de Certeau, L Ecriture de l'Histoire, Editions Gallimard. 1975. La escriturade la historia, México, Universidad Iberoamericana, 2006.

29. Pien'e Bourdieu, Le sens pratique, Paris Minuit, 1980, pp. 91-94.

- Universidad deMARÍA

20. Norbert Elias, Sociología fundamental, Barcelona: Gedisa, 1982, p. 239.21. Pina Lalli, "Engagement et quotidien" en Societés: La rhétorique du quotidien, nO

3, vol. 1, París, 1985.22. Claude Javeau, "Huit propositions sur le quotidienne en la societé au jour le jour"

en Ecrits sur la vie quotidienne, Bruselas, De Boeck Université, 1991.23. LYnvention du Quotidien. Vol. 1, Arts de Faire. Union générale d'éditions 10-18.

1980. La invención de lo cotidiano. México: Universidad Iberoamericana/ITESO/CentroFrancés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos 1999.

24. Michel de Certeau, La Invención de lo cotidiano, Volumen 1 Artes de hacer, Vo­lumen 2 Habitar, cocinar, México, Universidad Iberoamericana, 1996.

25. Michel de Certeau, La culture au pluriel, París, Seuil, 1993, p. 216.

estructuras sociales, la dimensión experiencial, la manera en que los hombresse relacionan con sus vivencias de las estructuras contribuye tanto a su repro­ducción como a su transformación20.

En esta línea de pensamiento podría afirmarse que lo social reside en locotidiano. La relevancia de estudiar lo cotidiano radica precisamente en quees allí donde "se hace, de deshace y se vuelve hacer" el vínculo social, es decir,las relaciones entre los hombres a lo largo del tiempo21. Hay, pues, que aclararel equívoco de oponer la vida cotidiana y la historia22.

Para comprender la relación de lo cotidiano y la historia, así como larelación de las diversas perspectivas históricas resulta muy reveladora la obrade Michel de Certeau (1925-1986). En La invención de lo cotidiano estáclaramente enunciad023. Esta obra es fruto de una investigación sobre losproblemas de la cultura y la sociedad francesa. Se realizó en dos partes: laprimera, llamada "Artes del hacer" fue escrita completamente por De Cer­teau, mientras que la segunda, titulada "Habitar; cocinar", fue realizada porLuce Giard y Pierre Mayol con la colaboración de Marie Ferrer. Se trataríade esbozar una teoría de las prácticas cotidianas para sacar de su rumor a las"maneras de hacer" que, mayoritarias en la vida social, a menudo sólo figurana título de "resistencias" o de inercias en relación con el desarrollo de la pro­ducción socioculturaP4.

También se manifiesta en Certeau el trasfondo de valores que inspiranesa nueva historia. La historia de la vida cotidiana requiere una sensibilidadética y una sensibilidad estética que se expresa en Certeau mediante la capa­cidad para maravillarse. "Lo cotidiano está sembrado de maravillas, espumatan deslumbrante [...] como la de los escritores o los artistas. Sin nombre pro­pio, toda suerte de lenguajes dan motivo a estas fiestas efimeras que surgen,desaparecen o recomienzan"25. Si Michel de Certeau ve por todas partes estasmaravillas, es debido a que está preparado para verlas.

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5. LAS ESTRUCTURAS DE LO COTIDIANO

30. Pierre Bourdieu, Cosas dichas, Buenos Aires, Gedisa, 1988, p. 71.31. Pierre Bourdieu, La distinción. Crítica social del gusto. Madrid, Taurus, 1988,

p.477.32. Fernand Braudel, Civilización material> economía y capitalismo> Madrid, Alianza,

1984,2 vols.

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNA.REFLEXIONES SOBRE LA SOCIAL Y CULTURAL 161

33. Fernand Braudel 1984, Civilización material) economía y capitalismo) Madrid,Alianza, II, p. 388.

El cuadro de la vida cotidiana que con todo detalle pintó en Las es­tructuras de lo cotidiano se situó entre la inmemorial cotidianeidad y la másestricta novedad, enlazando perfectamente la pequeña historia con la granhistoria. Además de llamar la atención sobre la importancia de esa historiaen la sombra, pero muy viva, que es la historia de la vida cotidiana, advirtiósobre la diversidad de vivencias y de escalas en que se vive y se hace la histo­ria. "Para el historiador [...] la sociedad global no es sino la suma de realidadesvivas, relacionadas o no entre ellas, las unas con las otras. N o un solo conti­nente, sino varios continentes y varios contenidos"33.

Esos "conjuntos" no están desconectados, tienen un sentido, adquierenuna cierta coherencia debido a que "una de las jerarquías existentes logra im­ponerse sobre el conjunto sin que las demás sean destruidas", y lo que es másimportante, la dominación de una de ellas va inducir una dinámica o una mu­tación del conjunto que, eventualmente, lo conducirá a nuevas configuracionesy a nuevos encuentros con otras realidades externas. La gran historia y la pe­queña historia están profundamente interrelacionadas, son interdependientes.

Se pretenden abarcar todas las dimensiones que componían la cotidiani­dad de las sociedades modernas, como la alimentación, el vestido, la casa, lavida familiar y social, el mundo del trabajo y de la subsistencia, las relacionespersonales, los conflictos y los acuerdos, la caridad y la falta de ella, la preca­riedad y la enfermedad, la pobreza y la riqueza, la belleza y la fealdad, desdela niñez a la vejez, y ello en la diversidad impuesta por la geografía, el ámbitourbano o rural, o el espacio privado o público.

Un buen ejemplo puede ser la historia de la alimentación, una línea his­toriográfica bien consolidada desde hace décadas. Momento esencial de sudesarrollo fue la propuesta francesa de mediados del siglo XX. La inicialconvocatoria fue obra de la Escuela de los Annales, representada por LucienFebvre y Marc Bloch, pero la segunda guerra mundial paralizó el plan. A par­tir de 1960, resurgió el proyecto de investigar la historia de la alimentación,iniciativa animada en esta nueva etapa por Fernand Braudel. En el marcode la historia total, ideal de .la escuela de los Annales, el nuevo proyecto dehistoria de la alimentación se siguió planteando desde un concepto interdis­ciplinar, pero se formuló con criterios más rigurosos y exigentes y con unasmetas todavía más ambiciosas. Se orientaron los nuevos estudios primordial­mente hacia el consumo, ya que consideraban que, a diferencia de la produc­ción, estudiada por los especialistas en historia agraria, y a diferencia de lacirculación y la distribución, estudiadas por los especialistas en historia delcomercio, el consumo era el aspecto más desconocido, cuyo estudio todavíano se había abordado en profundidad.

PÉREZ SAMPER - Universidad de Barcelona

El habitus es el concepto que permite a Bourdieu relacionar lo objetivo,la posición en la estructura social, y lo subjetivo, la interiorización de esemundo objetivo. Con la introducción del concepto de habitus, Bourdieu bus­ca explicar el proceso por el cual lo social se interioriza en los individuos paradar cuenta de las "concordancias" entre lo subjetivo y las estructuras objeti­vas. Para él, la visión que cada persona tiene de la realidad social se deriva desu posición en este espacio. Las preferencias culturales no operan en un vacíosocial. Por ello, la representación de la realidad y las prácticas de las personasson también, y sobre todo, una empresa colectiva: "las regularidades que sepueden observar, gracias a la estadística, son el producto agregado de accio­nes individualmente orientadas por las mismas restricciones objetivas"30.

Podríamos decirlo de un modo aparentemente paradójico: si bien la obrade Bourdieu es una sociología de la cultura, sus problemas centrales no sonculturales. Lo que trata de explicar es cómo la cultura se vuelve fundamentalpara entender las relaciones y las diferencias sociales. Para explicar la ma­nera en que se construyen las relaciones de poder, Bourdieu investiga cómose articula lo económico, lo político y lo simbólico. La cultura hegemónicase define como tal por el reconocimiento social e histórico de su valor en elcampo de lo simbólic031.

La historia enfocó su mirada hacia lo cotidiano, gracias sobre todo ala escuela francesa de Annales. Fernand Braudel, dentro de su magna obraCivilización materia~ economía y capitalismo, publicó Las estructuras delo cotidiano, en 197932. Al penetrar en el mundo de lo cotidiano, observólas inercias de una historia a primera vista oscura, oculta tras los brillantesprimeros planos de la gran historia. Vista así, la vida cotidiana aparecía comoun inconsciente mecánico donde se alojaban los hábitos, las rutinas; dondesurgían y terminaban mil gestos de los que apenas nadie parecía ser cons­ciente; donde había incitaciones, pulsiones, modelos, maneras, obligacionespara actuar que procedían del fondo de los tiempos. Ciertamente, tambiénhabía osadías, riesgos, cambios, aventuras e innovaciones, pero pesaba másesa historia cotidiana, vivida casi sin tiempo, porque en ella el tiempo casi notranscurría. Todo parecía repetirse indefinidamente. Desde esa perspectivaBraudel definió lo cotidiano como el reino de la rutina. Pero había nlás.

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Fernand Braudel, como nuevo jefe de la Escuela, se encargó de hacer elllamamiento desde la Revista de Annales. Reivindicó la nueva línea historio­gráfica, afirmando que había llegado la hora para los historiadores de dejarseconducir por los grandes fenómenos naturales y plantearse el estudio de losfenómenos vitales de los hombres del pasado, entre los cuales la alimentaciónocupaba un puesto destacado. Braudel proclamaba la importancia del tema:

"De entrada, ante todo, hay que persuadirse: el sector de la historia dela alimentación es uno cualquiera de los dominios de la investigación y de lainterpretación históricas, se presenta, pues, con las mismas monótonas regu­laridades que los otros. Y es responsable con frecuencia, si no siempre, de lasmismas hipótesis, de las mismas interpretaciones, de las mismas presentacionesque los más clásicos y los más estudiados de nuestros habituales dominios. Suselementos son llevados por las mismas corrientes que los elementos más noblesde la historia..."34.

Actualmente la historia de la alimentación ya ha alcanzado la amplia yplural dimensión que se requiere para hacer comprensible el hecho alimenta­rio y su evolución a través de la historia. Como se afirma en la introducciónde la Historia de la alimentación, publicada bajo la dirección de Flandrin yMontanari:

"Así, los puntos de vista se multiplicaron, los investigadores cruza­ron sus conocimientos y, poco a poco, fueron construyendo, cada uno porsu parte, una nueva historia de la alimentación, profundamente diferente de"esta pequeña historia de lo pintoresco y de lo trágico" contra la que se ha­bían pronunciado, a principios de los años sesenta, los pioneros de la escuelade los Anales. Esta nueva historia ya no es "pequeña", sino que aspira a tra­tar todos los aspectos de la acción y del pensamiento humanos. Tampoco es-como pudo parecer al principio- una historia "diferente", "alternativa" conrespecto a la historia tradicional. Los historiadores de la alimentación han de­fendido -con humildad, pero con rotundidad-, la importancia de su objeto deinvestigación, su posición estratégica en los sistemas de vida y de valores en lasdiferentes sociedades, la posibilidad, por lo tanto, de abarcar, a partir de estepunto central, todas las variables posibles a la vez. (... ) El tema de la alimentaciónes especialmente agregativo e integrador y, además, la vieja distinción entre es­píritu y cuerpo, entre materia e intelecto, se desvanece ante la exigencia de com­prender, en su complejidad, los comportamientos alimentarios del hombre"35.

34. Fernand Braudel: "Vie matérielle et comportaments biologiques" en Annale)E.S. C.) XVI, 3, 1961, pp. 545-549. Y "Alimentation et catégories de l'histoire" enAnnale,E.S. C.) XVI, 4, 1961, pp. 723-728.

35. Jean-Louis Flandrin y Massimo Montanari (dirs.): Historia de la alimentación, Gi­jón, Ediciones Trea, 2004, pp. 16-17.

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNAREFLEXIONES SOBRE LA HISTORIA SOCIAL Y CULTURAL 163

Desde esa perspectiva más amplia, social y cultural, que actualmenteha alcanzado la historia de la alimentación, resulta especialmente evidente,como señalaba Braudel, la relación que el tema guarda en todo momento conlas grandes corrientes de la historia. En cada periodo de la historia coexistendiferentes sistemas alimentarios, en función de distintas circunstancias, espe­cialmente según los países y según las clases sociales. Entre todos ellos existenrelaciones, más o menos cercanas o lejanas, más o menos directas o indirectas,en una u otra dirección. Es al analizar los grandes modelos alimentarios, elideal gastronómico de cada época, es decir, el sistema que en cada momentohistórico se considera como más deseable, disfrutado por los más ricos y po­derosos, pero al que casi todos, de una manera otra, tratan de aproximarse,cuando se observa más claramente su directa dependencia con los grandesmovimientos económicos, políticos, sociales y culturales que dominan la his­toria en cada época. La historia de la alimentación tiene en la historiografiaespañola una larga y rica trayectoria36.

6. LA HISTORIA DE LA VIDA Y DE LAS VIDAS

Se trataría, en definitiva, de hacer una historia de la vida, en un sentidoamplio, lo más completo posible, una historia de cómo vivía la gente, segúnel tiempo, el lugar, los recursos materiales, la condición social, las creenciasreligiosas y tantas otras circunstancias. En definitiva, una historia de muchasvidas, desde lo individual a lo colectivo, vidas no sólo célebres, sino sobretodo vidas anónimas, pues todas tienen importancia, todas transforman elmundo, todas hacen historia. N o es una novedad, siglos atrás ya había histo­riadores que lo deseaban. V oltaire en su Essai sur les moeurs decía: "quisieradescubrir cuál era antaño la vida de los hombres, cómo se vivía en el interiorde las familias, qué artes se cultivaban, mejor que repetir tantas desdichas ytantos combates, funestos temas de la historia y lugares comunes de la maldadhumana"37.

Gran importancia debe tener el estudio del trabajo, pero no solo desdeuna perspectiva económica, sino en la realidad del día a día, las condicionesen que se realizaba, el lugar, el ambiente, los horarios, los utensilios. El traba­jo llenaba los días de la gente común y corriente. Poco espacio había para eldescanso, la diversión y la fiesta. Es el trabajo diario de millones de personasla gran realidad a la que la historia ha de prestar atención, lo verdaderamentevalioso. Como decía Juan Luis Vives en su De subventione pauperum: "Más

36. María Ángeles Pérez Samper, "La historia de la historia de la alimentación" enChronica nova: Revista de historia moderna de la Universidad de Granada, N° 35,2009,pp. 105-162.

37. Cit. en Savater, E, Vóltaire. Sarcasmos y agudezas, Madrid, 1994, pp. 90-91

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quisiera ver a un hombre humilde ensalzado por su trabajo que a un poderosopor sus campañas militares"38.

La vida cotidiana tiene múltiples dimensiones. Desde hace más de unadécada un equipo de investigación coordinado, formado por grupos de laUniversidad Complutense de Madrid, la Universidad de Barcelona y la Uni­versidad de Granada, se halla trabajando intensamente en el campo de lahistoria de la vida cotidiana39. Son muchos los temas a estudiar. La casa y elámbito doméstico, como escenario primordial, la tensión entre lo público ylo privado, el papel de las mujeres son aspectos fundamentales estudiadospor Gloria Franco Rubio de la Universidad Complutense de M~drid40, la ali­mentación como signo social y cultural, investigado por María Angeles PérezSamper41, la vida familiar desde la perspectiva de lo cotidiano abordado porMariela Fargas Peñarrocha42 y María Teresa Martínez de Sas43, las tres de laUniversidad de Barcelona, el cuidado del cuerpo, desde la salud a la higiene yla estética, aspectos trabajados por Laura Oliván Santaliestra44, el mobiliario,como objeto de uso y de prestigio investigado por Mónica Piera, Directorade la Asociación para el Estudio del Mueble4s, el vestuario, los muebles, losjuegos y los juguetes, de los que se ha ocupado Amaya Morera46 del MuseoN acional de Artes Decorativas de Madrid, la religiosidad popular, la vidade las cofradías y las devociones privadas, objeto de la investigación de In­maculada Arias de Saavedra Alías y Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz,

38. De subventione pauperum. Sive de humanis necessitatibus libri II, Brujas, 1525.39. Cuadernos de historia Moderna. Anejos. Cosas de la vida. Vivencias y experien­

cias cotidianas en la España Moderna, Gloria A. Franco Rubio (coord.) Anejo VIII. Madrid,Publicaciones Universidad Complutense de Madrid, 2009. Tiempos Modernos, nO 21, año2010/2 Número monográfico. Gloria Franco Rubio (coord.): Miradas propias y aJenas enun baile de espf!jos. Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante, nO30, Intimidad y sociabilidad en la España Moderna, Coordinado por M.A. Pérez Samper yG. Franco Rubio, 2012. Arias de Saavedra Alías, I. (ed.): Vida cotidiana en la España de laIlustración, Granada, Universidad de Granada, 2012.

40. Franco, Rubio, G.A. (ed.): La vida de cada día. Rituales) costumbres y rutinascotidianas en la España moderna, Madrid, A.e. Almudayna, 2012.

41. María Ángeles Pérez Samper, Mesas y cocinas en la España del siglo XVIII,Gijón, Trea, 2011.

42. Mariela Fargas Peñarrocha, La genealogía cautiva: propiedad) movilidad y ftmiliaen Barcelona) 1500-1650, Valencia, Universidad de Valencia. Servicio de Publicaciones, 2012.

43. María Teresa Martínez de Sas, Javier Socías Baeza, La lucha por la diversidad,Barcelona, Ariel, 1999.

44. Laura üliván Santaliestra, Rafaella Pilo Gallisai, Recetario en busca de dueño: per­fumería) medicina y confitería de la casa del VII Duque de Montalto (1635-1666) enCuadernos de historia moderna, N° 37,2012, pp. 103-125.

45. Mónica Piera Miquel, "La cómoda y el tocador, muebles de prestigio en la sociedadcatalana del siglo XVIII" en Pedralbes: Revista d)historia moderna, N° 25,2005, pp. 259­282.

46. Amaya Morera: Lazosy corbatas) cosas de la vida, Barcelona, Ipunto, 2010.

ambos de la Universidad de Granada47, la vida cotidiana de los conventos fe­meninos, tema de las investigaciones de Leticia Sánchez Hernández48 y AnaGarcía Sanz49 , ambas de Patrimonio Nacional, los escenarios y prácticas desociabilidad estudiados por Juana Anadón BenedictoSO y la vida cotidiana delas mujeres trabajada por Antonia Fernández Valencias1, ambas de la U niver­sidad Complutense de Madrid.

Otros muchos temas son también trabajados por otros grupos, así el ves­tido y los objetos como signo social y cultural, estudiado por Sofía RodríguezBernis, directora del Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrids2, elconsumo y la cultura material desde diversas perspectivas económicas, socia­les y culturales, línea de investigación desarrollada por Máximo García Fer­nández de la Universidad de V alladolids3, la vida cotidiana de los estudiantes,los presos, las prostitutas y las monjas, estudiada por Margarita TorremochaHernándezs4, igualmente de la Universidad de Valladolid, también de la vidade los estudiantes se ha ocupado Luis Enrique Rodríguez San Pedross de laUniversidad de Salamanca, y las actividades y distracciones diarias como los

47. Inmaculada Arias de Saavedra Alías, Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz, Larepresión de la religiosidad popular: crítica y acción contra las cofradías en la España del sigloXVIII, Granada, Universidad de Granada, 2002.

48. María Leticia Sánchez Hernández, "Vida cotidiana y coordenadas socio-religiosasen el epistolario de Mariana de San José (1603-1638)" en Memoria e comunita flmminili:Spagna e Italia) secc. XV-XVII, coord. por Gabriella Zarri, Nieves Baranda Leturio, 2011,pp. 87-109.

49. Ana García Sanz, "Intervención de la Corona en las fábricas de alfombras del sigloXVIII: Madrid y Cuenca" en Jornadas sobre las Reales Fábricas (2002. La Granja de SanIldefonso) / coord. por Susana Torreguitart Búa, 2004, pp. 93-110.

50. Juana Anadón Benedicto, Caridad Hernández, Antonia Rodríguez García, "Patri­monio y fiestas. La fiesta de San Isidro" en El Patrimonio y la Didáctica de las Ciencias So­ciales / coord. por Ernesto Ballesteros Arranz, Cristina Fernández Fernández, José AntonioMolina Ruiz, Pilar Moreno Benito, 2003, pp. 541-552.

51. Antonia Fernández Valencia, "La construcción de la identidad desde la perspectivade género" en Iber: Didáctica de las ciencias sociales, geografía e historia, nO 47,2006, pp.33-43. "Pintura, protagonismo femenino e historia de las mujeres",Arte) individuo y sociedad,nO 9, 1997, pp. 129-158.

52. Sofía Rodríguez Bernis, "Cuerpo, gesto y comportamiento en el siglo XVIII" enEspacio) tiempoyforma. Serie VII, Historia del arte, N° 20-21,2007-2008, pp. 133-160

53. Máximo García Fernández (Coord.), Cultura material y vida cotidiana moderna:escenarios, Madrid, Sílex ediciones, 2013.

54. Margarita Torremocha Hernández: La vida estudiantil en el antiguo régimen, Madrid,Alianza Editorial, 1998. De la mancebía a la clausura. La Casa de Recogidas de Magdalenade San Jerónimo y el convento de San Felipe de la Penitencia (valladolid, siglos XVI-XIX),Valladolid, Universidad de Valladolid, Colección Estudios y Documentos, 2014.

55. Luis Enrique Rodríguez San Pedro Bezares, Atmófftra universitaria en Cervantes,Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2006. Luis Enrique Rodríguez San PedroBezares, Roberto Martínez, Estudiantes de Salamanca, Salamanca: Ediciones Universidad deSalamanca, 200 l.

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7. LA INTERDISCIPLINARIEDAD

paseos, han sido abordados por Antonio Peñafiel Ramón de la Universidadde Murcia56. De manera sistemática o tangencial la historia de la vida cotidia­na avanza sin cesar en la historiografia española.

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNA.n~lr~~~QSOBRE y

60. Michel Foucault: Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias huma­nas, Madrid, Siglo XXI, 1968.

61. Paul Ricoeur, L 'histoire comme dcit et comme pratique.62. Paul Ricoeur, Atttobiograjía intelectual. Op. cit., p. 32.

Gran impacto tuvo en su momento la obra del historiador, filósofo ypsicólogo francés Michel Foucault (1926-1984) Les Mots et les choses: Unearchéologie des sciences humaines, de 1966. Se iniciaba con un comentariosobre Las Meninas de Diego Velázquez, y su complejo juego de miradas,ocultamientos y apariciones, tratando de expresar la idea de "representación".Desarrollaba como argumento central la idea de que todos los periodos dela historia poseerían ciertas condiciones fundamentales de verdad que cons­tituirían lo que era aceptable o no, condiciones que podrían repercutir en eldiscurso científico. El discurso no se podría entender fuera de las relacionesque lo hicieron posible. Para entenderlo Foucault analizaba la evolución de laeconomía, la biología y la lingüística a través de diversos momentos históri­cos, de la crisis de 1600 a la crisis de 1800, pues las condiciones del discursocambiarían a través del tiempo. La obra era una interesante reflexión sobre elser que habla en la historia y la posibilidad humana de conocimiento60.

Es también interesante recordar las ideas del filósofo y antropólogo fran­cés Paul Ricoeur (1913-2005), conocido por su intento de combinar la des­cripción fenomenológica con la interpretación hermenéutica. Trató de crearuna poética, que entre sus múltiples perspectivas revela una función centraldel lenguaje: la función de mediación, que se cumple dentro de tres ámbitosrelacionales: entre el hombre y el mundo, entre el hombre y el hombre, yentre el hombre y su sí mismo. La primera mediación puede denominarse"I: . " 1 d "d' '1 "1 " fl .," L . hrel erenCla , a segun a, la ogo ,y a tercera, re eXlOn. a potencIa eu-rística del lenguaje actúa, entonces, en los tres órdenes: el de la referencia, eldel diálogo y el de la reflexión. Por ello, se puede decir que el lenguaje trans­forma simultáneamente la visión del mundo, el poder de comunicación y lacomprensión que cada uno tiene de sí mismo. Describe cómo el simbolismo,al producir sentido, acrecienta la experiencia humana, a través de la triplemediación de la referencia, el diálogo y la reflexión. Grande fue el interés deRicoeur en el fenómeno de la innovación semántica, de la producción de unsentido nuevo a través del lenguaje.

La creatividad es un problema central en el pensamiento de Paul Ri­coeur. Como expresa en L Jhistoire comme récit et comme pratique: "Mi únicoproblema desde que comencé a reflexionar es la creatividad. La consideré des­de el punto de vista de la psicología individual en mis primeros trabajos sobrela voluntad, después en el plano cultural con el estudio de los simbolismos"61.Uno de los objetivos centrales de Ricoeur es reconfigurar la experiencia, ac­tuar creadoramente sobre la realidad, sobre la vida y la sociedad y, por tanto,sobre la historia62.

- Universidad deMARÍA ÁNGELES PÉREZ

56. Antonio Peñafiel Ramón, Mujer) mentalidad e identidad en la España moderna(siglo XVIII), Murcia, Universidad de Murcia, 2001.

57. Giovanni Levi, "Sobre microhistoria" en Peter Burke (ed.): Formas de hacer Histo­ria, Madrid, Alianza Universidad, 1993, pp. 119-143.

58. Clifford Geertz, Interpretative Theory o/ Cultures) Selected Essays, Nueva York:Basic Books, 1973, pp. 3-30.

59. Bertrand Russell, "On Denoting," en Mind, New Series, Vol. 14, No. 56. (Oct.1905), pp. 479-493. online text, JSTOR text.

Siempre dispuesta a aprender de la interdisciplinariedad, la historia avan­za continuamente en múltiples frentes. Muy fructífera ha sido la relación conla antropología. Como señala Giovanni Levi para la microhistoria: "A pesarde hundir sus raíces en el terreno de la investigación histórica, muchas de lascaracterísticas de la microhistoria demuestran los lazos íntimos que ligan lahistoria con la antropología"57.

Sobre estos lazos estrechos hace referencia en especial la llamada "des­cripción densa" de Clifford Geertz. Las manifestaciones de cada cultura, se­gún Geertz, deberían ser estudiadas de la misma manera que la arqueologíaestudia el suelo, "capa por capa", desde la más externa, es decir desde aquellaen donde los símbolos culturales se manifiestan de manera más clara, hastala capa más profunda, donde se encuentra la matriz de estos símbolos a loscuales hay que identificarles el significado, dejando de lado los aspectos onto­lógicos del mism058. De nuevo la importancia de establecer relaciones entrelo general y lo particular, entre las diversas escalas y perspectivas.

En ese mismo sentido resulta también muy reveladora la importancia con­cedida a los textos en la nueva historia. La preocupación por la palabra, por ellenguaje, por el discurso es clave. Desde la filosofia se hicieron aportacionesmuy interesantes. Bertrand Russell (1872-1970) fue uno de los primeros fi­lósofos en sugerir que el lenguaje tenía una importante significancia en cómoentendemos el mundo; más que nadie antes que él, Russell hizo del lenguaje,o más específicamente, de cómo utilizamos el lenguaje, una parte central dela filosofia. Sin Russell, parece improbable que filósofos como Ludwig Witt­genstein, Gilbert Ryle, John Langshaw Austin y Peter Frederick Strawson,entre otros, hubieran seguido esta línea de pensamiento, lo que ellos hicieronfue en gran medida profundizar o responder a lo que Russell había dichoantes. Quizás la contribución más significativa de Russell a la filosofia del len­guaje es su teoría de las descripciones, presentada en su ensayo On denoting/ 9

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Barcelona

En la conexión entre historia y lenguaje, tanto por el contenido comopor la metodología, se ha hecho una gran aportación al avance de la nue­va historia, abriendo nuevas perspectivas a problemas antiguos y planteandootros completamente nuevos. Baste citar las magistrales aportaciones realiza­das por Roger Chartier en este camp063. En la relación entre antropología ehistoria, en relación con los textos, importantes son sus advertencias:

"Hemos de rechazar de una parte la visión de los universales y las invaria­bles de la antropología estructural y en el caso de la antropología simbólica,rechazar la metáfora del mundo como texto y preservar la especificidad deltrabajo de historiador que es manejar, utilizar, descifrar un conjunto de textos ycomprender hasta lo más serial o administrativo de los documentos como estan­do en una relación compleja con la realidad a la cual el texto nos da acceso (... ).En relación a los textos para un historiador hay necesidad de historizar. El textono es una abstracción, es siempre algo que se da a través de una materialidadde objeto, objeto escrito, que también se puede entender a través de una repre­sentación, una voz que habla, una representación de texto que da a entender eltexto. Integra la materialidad fundamental históricamente variable y las deter­minaciones socioculturales también históricamente variables"64.

8. LA HISTORIA DE LOS SENTIMIENTOS Y LAS EMOCIONES

Una de las vanguardias actuales es la historia de los sentimientos y lasemociones. En los últimos tiempos la investigación sobre la historicidad delos sentimientos y las emociones humanas ha abierto un interesante campo detrabajo a los historiadores. Tampoco es una novedad estricta.

En el siglo XVIII se produjo una revolución de los sentimientos, quellevó a los intelectuales de la Ilustración a reflexionar sobre el fenómen0 65.Frente a las pasiones clásicas se construyó una cultura de las emociones. Con­sideraban la sensibilidad como un potente elemento de civilización. Rousseauexplicaba el sentimiento como natural en las mujeres y adquirido en los hom­bres y le otorgaba un gran papel en la educación y en la sociedad66.

EnJulie ou la Nouvelle Héloise, novela publicada en 1761, Rousseau re­lata la pasión amorosa entre Julia d'Etanges, una joven noble, y su preceptor,

63. Roger Chartier, El mundo como representación. Historia cultural: entre práctica yrepresentación, Barcelona, Gedisa, 1996 (3a ed.).Au bord de laftlaise. L)histoire entre certi­tudes et inquiétude, París, Albin Michel, 1998.

64. Manuscrits, 1993, 32-33.65. María del Carmen Iglesias Cano, Razón y sentimiento en el siglo XVIII. Madrid,

Real Academia de la Historia, 1999.66. Mónica Bolufer Peruga, Isabel Morant Deusa, "Sobre la razón, la educación y el

amor de las mujeres: mujeres y hombres en la España y en la Francia de las Luces", Studiahistorica..Historia moderna, N° 15, 1996, pp. 179-208.

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNASOBRE LA HISTORIA Y

Saint-Preux, un hombre de origen humilde, y reivindica los sentimientoscomo elemento fundamental de la nueva sociedad nacida de la Ilustración.Como Rousseau expresaba a través de su personaje, Saint-Preux:

"¿Por qué es un crimen ser sensible al mérito, y amar lo que debe de serhonrado? No, bella Julie; vuestros atractivos que han deslumbrado mis ojos ja­más hubieran engañado mi corazón sin el atractivo más poderoso que los anima.Es esta unión conmovedora de una sensibilidad tan viva y de una inalterabledulzura, es una piedad tan tierna ante los males ajenos, es este espíritu justo y elgusto exquisito cuya pureza emana del alma, es, en una palabra, el atractivo delos sentimientos, más que los de la persona, lo que yo adoro en VOS"67.

En esa perspectiva el sentimiento no se opone a la razón. Por el contra­rio, los sentimientos en la novela de Rousseau se presentan como una vía deacceder al conocimiento, distinta a la vía razón. Como dice Saint Preux: "¿Decuántas cosas que se perciben con el sentimiento es imposible dar razón?"68.

Muy interesantes son también las ideas de Mme. de Lambert sobre eltema. Para ella "sin sensibilidad no hay humanidad, ni generosidad, ni sedesarrollan los sentimientos del amor que unen a los hombres, a las familiasy a la sociedad"69. Y afirma también: "Las ideas se ofrecen por sí mismas, yse ordenan antes por el sentimiento que por la reflexión: la naturaleza razonapor ellas, y les ahorra todos los esfuerzos»7o. Relacionado con la sensibilidadse consideraba que estaba el gusto, entendido como una cualidad y sutilezapara el reconocimiento de la belleza de las personas y las cosas, algo naturalen las mujeres, que las capacitaba para reconocer y apreciar la bondad de loscaracteres morales. Sobre el gusto decía Mme. de Lambert que "es la natura­leza quien lo da; no se adquiere. El gusto es muy amplio, pone el refinamientoen el espíritu, y hace percibir todo lo que hay que ver en cada cosa de unamanera viva y pronta, sin contar con la razón"71.

También la Ilustración británica transitó los caminos de la sensibilidad.Muy reveladora es la novelística de la época. Pamela o la virtud recompensa­da (Pamela) or Virtue Rewarded) es una novela epistolar escrita por SamuelRichardson (1689-1761) Y publicada por primera vez en 1740, que tuvogran influencia en la reivindicación de los sentimientos. Sense and Sensibility--Sentido y sensibilidad- es significativamente el título original en inglés de la

67. J,J. Rousseau,La Nouvelle Héloise, Vols. I, II, París, Gallimard. 1993, p. 74.68. Isabel Morant Deusa, "Las costumbres del amor y la diferencia de sexos en la

novela de la modernidad", Henar Gallego Franco y M. Isabel del Val Valdivieso (eds.), Lashuellas de Foucault en la historiografía. Poderes) cuerposy deseos, Icaria, 2013, pp. 135-162.

69. Mme. de Lambert, Los tratados de la muJer) Alicante, Universidad de Alicante,2006, p. 136.

70. Mme. de Lambert, Rq?exiones nuevas sobre las muJeres, 1733, ed. de 2006: 135.71. Ibídem.

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publicado en 1919, estudió el paso de la edad media a la edad moderna ana­lizando la cultura de la época a través de las ideas, sueños, emociones e imá­genes que se plasman en la pintura flamenca de los siglos XIV, XV YXVI,demostrando así que también se puede hacer historia ya no solo de la realidad,sino también de la idealización que cada época hace de sí misma.

De gran trascendencia son las teorías de N orbert Elias (1897-1990),sociólogo e historiador, que centró su obra en la relación entre poder, com­portamiento, emoción y conocimiento. En su libro El proceso de la civiliza­ción hizo un análisis de la evolución de las sociedades europeas desde la épocamedieval y guerrera hasta la época moderna e ilustrada. Reflexiona sobre elcarácter de lo público y lo privado, el control y la represión, los tabúes y lacultura. Para él el proceso de civilización se basa en el control de las emo­ciones75

. En su obra se perciben influencias de Karl Marx, Sigmund Freud yMax Weber. Varios de sus trabajos sobre el deseo y la represión anuncian eltrabajo que posteriormente realizó Michel Foucauleó

.

Muy interesante es asimismo la teoría de las emociones apuntada porJean-Paul Sartre en los años treinta. Según Sartre (1905-1980), "la emociónes una forma organizada de la existencia humana". A partir de este marcoconceptual Sartre analiza la alegría, la tristeza, la ira como formas que el serhumano adopta irreflexivamente con el fin de adoptar una posición distintaante el mundo que le permita hacerle frente de una forma más eficaz y adap­tada. La emoción es, pues, una forma de aprehender el mundo. "El sujetoque busca la solución de un problema práctico se halla fuera, en el mundo;aprehende el mundo a cada instante, a través de todos sus actos"?? y la emo­ción es también, según Sartre, una transformación del mundo. La concienciaemocional es ante todo conciencia del mundo, es estar volcado sobre el mun­do. La conciencia se trasforma a sí misma para trasformar el mundo. "La con­ciencia -señala Sartre- no se limita a proyectar significaciones afectivas sobreel mundo que le rodea: vive en el mundo que acaba de crear"78. El interés porel tema es permanente. Otro ejemplo, centrado en uno de los sentimientos

75. Norbert Elias, Über den ProzdJ der Zivilisation. Soziogenetische und p.sychoge­netische Untersuchungen. Basilea: Verlag Haus zum Falken. 1939, traducción al español: Elproceso de la civilización. Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas, México, FCE, 1988.Alejandro N. Garda Martínez, El proceso de civilización en la sociología de Norbert Elias,EUNSA, Pamplona 2006.

76. Jesús Romero Moñivas, Los fundamentos de la sociología de Norbert Elias, Tirantlo Blanch, Valencia 2013.

77. Jean-Paul Sartre, Bosqzt~jo de una teoría de las emociones, (1938), Ed. Alianza.Madrid, 1973.

78. Jean-Paul Sartre. Bosqu~jo de una teoría de las emociones. Ed. Alianza Editorial,Madrid, 1973, P. 83. Vid también Jean-Paul Sartre, La imaginación (1936), Ed. Alianza.Madrid, 2000. Crítica de la razón dialéctica (Critique de la mison dialectique, 1960 - 1985).L Jitre et le néant. Essai dJontologie phénoménologique, Gallimard, Paris 1943.

BarcelonaPÉREZ SAMPER -

primera novela de la escritora británica J ane Austen (1775-1817), publicadaen 1811. Posteriormente el Romanticismo fue la gran explosión de los senti­mientos y emociones. N o solo llenaban la literatura de ficción, también se re­flexionaba sobre ellos. Antes de escribir sus novelas, Stendhal escribe un libroDel amor (1822). El libro comenzaba clasificando cuatro amores diferentes:El amor-pasión, el amor-gusto, el amor fisico y el amor de vanidad. Pero habíamás: "En lugar de distinguir cuatro amores diferentes, se pueden muy bien ad­mitir ocho o diez matices". Y no era solo literatura. Desde la perspectiva cien­tífica, Charles Darwin trataba sobre la importancia de la expresión emocionalpara la supervivencia y adaptación de los seres vivos con el medio ambiente72

A fines del XIX Y comienzos del XX, con el psicoanálisis, se introdu­cen en el estudio de la emoción las ideas fisiológicas y psicológicas de lamodernidad. La contribución más significativa que Sigmund Freuq (1856­1939) hizo al pensamiento moderno fue la de intentar darle al concepto delo inconsciente un estatus científico. Sus conceptos de inconsciente, deseoinconsciente y represión fueron revolucionarios; proponen una mente dividi­da en capas o niveles, dominada en cierta medida por una voluntad primitivamás allá de la esfera consciente. Tanto en su teoría de la mente como en suteoría de la conducta humana, las emociones juegan un papel muy importan­te. U na de las interpretaciones más conocidas de Freud es que las emocionesenterradas en el subconsciente suben a la superficie consciente durante lossueños, y que recordar fragmentos de los sueños pueden ayudar a destapar lasemociones y los recuerdos enterrados73

.

Significativamente Freud prestó atención a lo cotidiano. En 1901 pu­blicó Z ur P.rychopathologie des Alltagslebens) traducido Psicopatología de lavida cotidiana en la que se ocupaba de lo que desde entonces se conoce comoacto fallido, (lapsus linguae o lapsus freudiano) y trata cuestiones como elolvido, los deslices en el habla, el trastrocar las cosas confundido, la supers­tición y el error74

.

En esta línea de vanguardia pueden ser objeto de estudio las teorizacio­nes contemporáneas acerca de la conducta humana, y del lugar ocupado porlos sentimientos y emociones en ella. En el siglo XX se han hecho aporta­ciones históricas de gran relieve en la línea del papel desempeñado por lasemociones. El filósofo e historiador holandés Johan Huizinga (1872-1945)abrió camino con un libro fundamental. En su obra El otoño de la Edad Media,

72. Charles DaIwin, (1872). The expression rif the emotions in man and animals [Elec­tronic Version]. Londres: John Murray. Bar-On, R. (2006), Bar-On el modelo de la inteligenciaemocional-social (ESI). Psicothema, 18, supl., 13-25.

73. Peter Gay, Freud. Barcelona: Ediciones Paidós, 2010.74. Obras completas de Sigmund Freud, Buenos Aires: Amorrortu Editores, traducción de

José Luis Etcheverry, vol. VI. Otra edición en español de las obras de Freud: José Luis López­Ballesteros y de Torres en Editorial Biblioteca Nueva, Alianza Editorial y Siglo XXI Editores.

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por excelencia, el amor, puede ser la original obra de Roland Barthes (1915­1980) filósofo, escritor, ensayista y semiólogo francés, Le discours amou­reux79 . Recoge a través de siglos de historia y de literatura las numerosas ydiversas figuras del amor.

Para comprender el gran poder de las emociones sobre la mente pensante-y la causa del frecuente conflicto existente entre los sentimientos y la razón­debemos considerar también la forma en que ha evolucionado el cerebr080

.

En la denominada psicología positiva respecto al aprendizaje se estableceque la motivación tiene un carácter emocional. Por ello, el equilibrio emocio­nal incrementa el aprendizaje. Se resalta que es el equilibrio, y no su ausenciao exceso emocional. Pues estados de ánimo bajo, como la depresión, o dema­siado intenso, como la ira, dificultan el aprendizaje. Esta es la base de la ley deYerkes-Dodson (1908), obra de Robert Mearns Yerkes (1876-1956) y JohnDillingham Dodson (1908-1955~)quienes demostraron matemáticamente larelación entre la emoción y el aprendizaje: a poca activación emocional, pocoaprendizaje. Muestra que, si la activación emocional se incrementa, se eleva elaprendizaje hasta un punto óptimo a partir del cual, si se sigue aumentando,el aprendizaje disminuye. Relacionando aprendizaje individual y aprendizajecolectivo o social y aplicándolo al pasado, se abren interesantes posibilidadesde aplicación del papel de las emociones al análisis del devenir histórico.

Interesante es el debate de los años ochenta entre Robert Zajonc (1923­2008), un psicólogo social autor de la teoría de la primacía afectiva, y RichardS. Lazarus, otro psicólogo partidario de relacionar emoción y pensamiento.El debate versó sobre la cognición y la emoción. En 1980 Zajonc propusoque los sistemas afectivos y cognitivos son en gran parte independientes, esdecir, la emoción se presenta sin cognición, y que el afecto es más potente yse presenta primero. Zajonc concluía que el afecto y la cognición están bajoel control de sistemas separados y parcialmente independientes y pueden in­fluirse cada uno en una variedad de formas, y ambos constituyen recursos deefectos en procesar información. En cambio, Lazarus en 1982 sostenía queel pensamiento es una condición necesaria de la emoción. Se oponía, por lotanto, a la postura adoptada por Zajonc, discutía las implicaciones filogenéti­cas y ontogenéticas de una teoría cognitiva de la emoción, concluyendo quelas normas deben ser formuladas para explicar cómo se generan los procesoscognitivos, la influencia y la forma de la respuesta emocional en cada especie

. . 1 t 81que reaccIOna emocIOna men e .

79. Roland Barthes, Fragments d'un discours amoureux, París, Seuil, 1977. Traduc­ción española: Fragmentos de un discurso amoroso, Madrid, Siglo XXI, 1982.

80. Daniel Goleman: Inteligencia Emocional. p. 30.81. Gendron, M. ü Barrett, E. (2009). Reconstructing the Past: A Century of Ideas

About Emotíon in Psychology [Electronic Version]. Emotion ReviewJ 1(4), pp. 316-339.

Peter Salovey y J ohn D. Mayer en los años noventa definieron la emo­ción como un conjunto de metahabilidades que pueden ser aprendidas yestructuran el concepto en torno a cinco dimensiones básicas referidas al co­nocimiento de las propias emociones, a la capacidad de autocontrol, a la ca­pacidad de automotivación, al reconocimiento de las emociones de los demásy al control de las relaciones. La inteligencia emocional parece contribuir aaumentar la competencia social, mediante la empatía y el control emocional,incrementando la sensación de eficacia en las acciones que se acometen82 .

Enorme impacto tuvo a mediados de los años noventa la obra del psicólo­go estadounidense, profesor de la Universidad de Harvard, Daniel Goleman:La inteligencia emocional 83. El autor iniciaba su libro con una cita histórica.La cita es de Aristóteles, de la Ética a Nicómaco: "Cualquiera puede enfa­darse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, enel grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modocorrecto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo". Páginas después volvíasobre la cita para comentarla:

"En su Ética a Nicómaco, Aristóteles realiza una indagación filosófica so­bre la virtud, el carácter y la felicidad, desafiándonos a gobernar inteligente­mente nuestra vida emocional. Nuestras pasiones pueden abocar al fracaso consuma facilidad y, de hecho, así ocurre en multitud de ocasiones; pero cuando sehallan bien adiestradas, nos proporcionan sabiduría y sirven de guía a nuestrospensamientos, valores y supervivencia. Pero, como dijo Aristóteles, el problemano radica en las emociones en sí sino en su conveniencia y en la oportunidadde su expresión. La cuestión esencial es: c;-de qué modo podremos aportar másinteligencia a nuestras emociones) más civismo a nuestras callesy más aficto anuestra vida social.>"

La consideración es válida para el presente y para el pasado y puedeconstituir también una interesante clave interpretativa para la investigaciónhistórica. Se tiende a ver las emociones como cuestiones individuales, interio­res, subjetivas, pero tienen enormes consecuencias en las relaciones sociales.El propio Daniel Goleman escribió años después, en el 2006, un nuevo libro:La inteligencia social, destinado a comentar la importancia de la trascenden­cia social de lo que denomina la economía emocional84. Afirma:

82. Peter Salovey, Peter y John D. Mayer, Emotional intelligence. ImaginationJ

Cog­nition and Personality. 1990, N° 9, pp. 185-211.

83. Daniel Goleman, Emotional intelligence: l/J-hy It Can Matter More nan IQ NewYork: Bantam Books, 1995.

84. Daniel Goleman: Social Intelligence: ne New Science o/ Social Relationships(2006) Bantam Books.

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- Universidad de

"El descubrimiento más importante de la neurociencia es que nuestro sis­tema neuronal está programado para conectar con los demás, ya que el mismodiseño del cerebro nos torna sociables, al establecer inexorablemente un vínculointercerebral con las personas con las que nos relacionarnos. Ese puente neuro­nal nos deja a merced del efecto que los demás provocan en nuestro cerebro y,a través de él, en nuestro cuerpo y viceversa"85.

Así los grandes conocimientos científicos más recientes sobre el cerebropueden proporcionarnos nuevas orientaciones para hacer historia. La historiade los sentimientos y de las emociones, su significado, la manera de expresar-­los, su influencia en la persona y en la sociedad, no sólo es posible, sino que esuno de los más nuevos y prometedores horizontes de la nueva historia.

En los últimos años están surgiendo en la Historia estudios sobre lossentimientos y las percepciones humanas acerca de la vida, la muerte, la na­turaleza y el Más Allá, por lo que entre sus hilos conductores se encontraránel amor, la amistad, la sexualidad, los sentimientos religiosos, la vivencia delos accidentes climáticos y las calamidades públicas, las actitudes hacia losalimentos y los animales así como hacia los objetos inanimados, el lugar de laintimidad y la privacidad, los gustos y las repulsas individuales y colectivas,los prejuicios (sociales, raciales o estamentales) y la percepción que los grupossociales tenían de sí mismos y de los otros, el miedo y la esperanza.

9. LA HISTORIA CULTURAL

Pero si hay una vanguardia consolidada y prestigiosa en el avance de lahistoria es la de la historia cultural. Concepto clave en la historiografia esactualmente el de cultura. Vida y cultura, prácticas y representaciones soncuestiones centrales. Cuando el concepto de cultura surgió en Europa, entrelos siglos XVIII y XIX, se refería a un proceso de cultivación o mejora, comoen la agricultura. En el siglo XIX, pasó primero a referirse al mejoramiento orefinamiento de lo individual, especialmente a través de la educación, y des­pués aplicado al logro de los ideales nacionales. A mediados del siglo XIX,algunos científicos utilizaron el término "cultura" para referirse a la capaci­dad humana universal. Para el sociólogo alemán Georg Simmel (1858-1918),la cultura se refería a la cultivación de los individuos a través de la injerenciade formas externas que han sido objetivadas en el transcurso de la historia86

.

En el siglo XX, la "cultura" surgió como un concepto central de laantropología, abarcando todos los fenómenos humanos que no son el totalresultado de la genética. Específicamente, el término "cultura" en la antropo­logía americana tiene dos significados: la evolucionada capacidad humana de

85. Ibidem. Prólogo.86. Georg Sirnrnel, Philosophische Kultttr, Leipzig, Kroner, 1911, 2a ed. 1919.

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNA.

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clasificar y representar las experiencias con símbolos y actuar de forma ima­ginativa y creativa; y las distintas maneras en que la gente vive en diferentespartes del mundo, clasificando y representando sus experiencias y actuandocreativamente. En la segunda mitad del siglo XX, el término se difundió,aunque con diferentes significados, en otras disciplinas. Se convirtió, comoapuntaba Michel de Certeau en el título de un libro, en un concepto plural87.

En la filosofia de Paul Ricoeur la cultura como pluralidad y diversidadtambién jugó un papel fundamental 88

. Ricoeur valoraba enfáticamente losdiscursos "otros", la palabra "otra", la alteridad; se valía de los dones de lacultura para penetrar en el misterio de lo humano. N o se quedaba sólo con lafilosofia. Su pensamiento se alimentaba de fuerzas opuestas, paradójicas, dedificil ensamblaje. Ricoeur se propuso elaborar una poética de las experien­cias de creación y recreación. Puso en evidencia la multiculturalidad en la queel hombre se hace a sí mismo, en la que modela su ser, en la que se forma. Yen razón de esto, propuso la tolerancia, la aceptación del otro y de lo otro,pero no en un clima de indiferencia, sino, por el contrario, en un ámbito quepromueve el encuentro y el diálog089.

La cultura forma todo lo que implica transformación y seguir un modelode vida. Los elementos de la cultura pueden ser múltiples. Unos son materiales,todos los objetos, en estado natural, o transformados por el trabajo humano, queun grupo esté en condiciones de aprovechar en un momento dado de su devenirhistórico: tierra, materias primas, fuentes de energía, herramientas, utensilios,productos naturales y manufacturados. Otros son elementos organizativos, lasformas de relación social sistematizadas, a través de las cuales se hace posiblela participación de los miembros del grupo cuya intervención es necesaria paracumplir la acción. Hay también elementos de conocimiento, las experienciasasimiladas y sistematizadas que se elaboran, se acumulan y trasmiten de gene­ración a generación y en el marco de las cuales se generan o incorporan nuevosconocimientos. Gran importancia tienen también los elementos simbólicos,los diferentes códigos que permiten la comunicación necesaria entre los par­ticipantes en los diversos momentos de una acción. Código fundamental es ellenguaje, pero hay otros sistemas simbólicos significativos que también debenser compartidos para que sean posibles ciertas acciones y resulten eficaces. Fi­nalmente no hay que olvidar los elementos emotivos, que también pueden lla­marse subjetivos. Son las representaciones colectivas, las creencias y los valoresintegrados que motivan a la participación y/o la aceptación de las acciones: lasubjetividad como un elemento cultural indispensable.

87. Michel de Corteau, La Culture au Pluriel, Union Générale d'Editions, 1974. Lacultura en plural, Buenos Aires, Nueva Visión, 2004.

88. Paul Ricoeur, Les cultures et le temps, Payot, 1975. Histoire et vérité, Le Seuil,1955. La mémoire, l'histoire, l'oubli, Le Seuil, 2000.

89. Mónica Cragnolini, "Paul Ricoeur, una filosofia del diálogo". En: <http://www.fce.com.ar/ /detalles libro.asp? IDL=3089>.

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176 SAMPER - UniverS'idad de Barcelona

Dentro de toda cultura hay dos elementos a tener en cuenta. Por una parte,los rasgos culturales, la porción más pequeña y significativa de la cultura, queda el perfil de una sociedad. Todos los rasgos se transmiten siempre al interiordel grupo y cobran fuerza para luego ser exteriorizados. Por otra parte, loscomplejos culturales, que contienen en si los rasgos culturales en la sociedad.

Bourdieu, considerado un sociólogo de la cultura, analizaba la sociedad enclave de la cultura, enfocándola desde la perspectiva de los campos en dondeestablece que las clases se diferencian por su relación con la producción, por lapropiedad de ciertos bienes, pero también por el aspecto simbólico del consu­mo. En este caso la clase hegemónica se perpetúa en el campo económico, perose legitima en el campo cultural. En su complejo concepto de capital incluyediversos tipos de capital cultural, el capital cultural interiorizado o incorpo­rado, que es el que se adquiere en el seno de una familia, o en una instituciónprestigiosa; el capital cultural oqjetivado, que es el visible en la acumulación deobjetos extraordinarios, obras de arte que muestran el gusto distinguido delagente; el capital cultural institucionalizado, como pueden ser las titulacionesuniversitarias o los reconocimientos de otras instituciones culturales.

El énfasis en la cultura se manifestó en la historia y ha sido clave parainterpretar la sociedad. Tiene una larga trayectoria en la historiografía conaportaciones muy interesantes como la de J ohan Huizinga en su libro Homoludens, publicado en 1938. Dedicado al estudio del juego como fenómenocultural concibiéndolo como una función humana tan esencial como la re-,flexión y el trabajo, mostrando así la insuficiencia de las imágenes convencio­nales del homo sapiens y el homo ¡aber. Considera al juego como génesis ydesarrollo de la cultura: "Porque no se trata, para mí, del lugar que al juegocorresponda entre las demás manifestaciones de la cultura, sino en qué grado

• 1:'. / d' "90la cultura mIsma olrece un caracter e Juego .Historia cultural es la denominación de una corriente historiográfica, que

comenzó a utilizarse de manera común a partir de la década de 1970 y que haadquirido en el siglo XXI especial protagonismo. Como señaló Peter Burke,"la Historia Cultural, alguna vez marginal, se ha vuelto central en el trabajode historiadores británicos, a expensas de la historia política y también de lahistoria social"9I. Se ha creado una renovada historia cultural enmarcada enla búsqueda de la interdisciplinariedad; la historia cultural combina las me­todologías de la antropología y la historia para estudiar las tradiciones de la

90. Introducción a modo de prólogo Homo Ludens. Mario Ríos Espinoza, María Cris­tina Ríos Espinoza, "Johan Huizinga (1872-1945): Ideal caballeresco,juego y culturaJ~ Kon­vergencias: Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, N°. 21, 2009, pp. 3-18. Jesús GómezCimiano, El Homo ludens de JOhan Huizinga, revista Retos: nuevas tendencias en educaciónfisicaJ deportey recreación, nO 4, España (2003), ISSN 1579-1726, pp. 3335.

91. "Debates de la historia cultural, conversación con el profesor Peter Burke" enHistoria Crítica. No. 37, Bogotá, enero-abril 2009, pp. 18-25.

cultura popular o las interpretaciones culturales de la experiencia histórica.De nuevo en palabras de Burke:

"Este término, Nueva Historia Cultural, es útil porque apunta a un cambioimportante en la práctica de historia que hace una generación, cuando algunoshistoriadores, incluyéndome, empezamos a seguir antropólogos, y otros al usarel término 'cultura' en un sentido amplio, para incluir las prácticas del día adía de personas ordinarias. Creo que fue tomado de Francia, donde la frase lanouvelle histoire apareció en títulos de libros una década antes de Lynn Hunt,y cuando un historiador francés usó el término Nueva Historia Cultural comotítulo para un simposio. El problema es que 'nuevo' es un concepto que se des­actualiza rápidamente, como los participantes del movimiento New History enEstados Unidos 1900-1914 descubrieron"92.

La historia cultural comenzó fijándose en hechos históricos que sucedenentre los grupos populares, como el carnaval, las fiestas populares y los ritualespúblicos. También se ha ocupado de las tradiciones populares como la tras­misión oral de cuentos, canciones, poemas épicos y otras formas de tradiciónoral. En ocasiones, los historiadores que la cultivan estudian el desarrollo deelementos culturales vinculados a las relaciones humanas que lo hacen posible,como las ideas, la ciencia, el arte, la técnica, así como expresiones culturalesde movimientos sociales. También analiza los principales conceptos históricoscomo poder, ideología, clase, cultura, identidad, percepción, actitud, y desarro­lla métodos nuevos para la investigación histórica como la narrativa del cuerpo.

Otras formas o desarrollos teóricos recientes de la historia cultural pro­vienen de otros campos, como la historia del arte; de enfoques metodológicosprevios, como el materialismo histórico, la Escuela de Annales, y la micro­historia; o de formulaciones teóricas desarrolladas por intelectuales concre­tos, como la de Jürgen Habermas sobre la "opinión pública", la de CliffordGeertz sobre la "descripción densa", interpretando los símbolos clave de cadacultura93 y la idea de memoria como categoría histórico-cultural discutidapor Paul Connerton94. Entre los historiadores más importantes de esta co­rriente, sobresalen Roger Chartier95 y Peter Burke96. En la historiografía es­pañola destaca la obra de Fernando Bouza.

92. Ibídem.93. Clifford Geertz, La interpretación de las culturas, Barcelona, Gedisa. 1988.94. Philippe Poirrier, Les enjeux de IJhistoire culturelle, Paris, Seuil, 2004. y Philippe

Poirrier (dir.): La historia cultural, Valencia, Publicacions de la Universitat de Valencia, 2012.95. Roger Chartier, El mundo como representación. Historia cultural: entre práctica y

representación, Gedisa, 1996.96. Peter Burke, liJ1iat is cultural history?, Cambridge, Polity Press, 2004. La cztltura

popular en la Europa moderna, Alianza, 2010 (or. 1978), Sociología e Historia, Alianza,1987 (or. 1980). Formas de hacer Historia, Alianza, 2009 (or. 1991), como editor y autor.

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10. LA ESCRITURA, EL LIBRO Y LA CIRCULACIÓN DE IDEAS

En el campo de la historia cultural tiene especial protagonismo el estudiode la escritura, el libro y la circulación de ideas. Tampoco el tema es nuevo.En expresión de Lucien Fevbre, el libro es un invento que nació perfect097

Dicho en palabras de Jorge Luis Borges:

"De los diversos inventos del hombre; el más asombroso es, sin duda, ellibro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio,son extensiones de su vista, el teléfono es extensión de la voz. Luego tenemos elarado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro esuna extensión de la memoria y de la imaginación"98.

El libro es uno de los signos que marcan la frontera cultural entre la edadmedia y la edad moderna y constituye uno de sus perfiles más potentes deidentidad cultural. La aparición de la imprenta supuso no sólo una revolucióntecnológica, sino también una profunda transformación de los modos de re­lación que las sociedades modernas entablaron con el libro y la escritura, asícomo en el significado social y cultural de estos. Estudios enmarcados dentrode una historia clásica del libro, imprentas, librerías, comercio del libro, ins­tituciones educativas, maestros de primeras letras, alfabetización, bibliotecas,distribución social del libro y del escrito, escrituras expuestas, panfletos, dia­rios, memorias, y dentro de una historia de la creación, la tarea de escritura, elproceso creador de los textos, las transformaciones debidas a los procesos dematerialización impresa y relacionados con el paso del texto al formato libro,o la incidencia de los sistemas de censura en la labor intelectual y de la nuevahistoria de la lectura, dedicada a la restitución de las formas históricas de supráctica, las relaciones entabladas en torno a los objetos escritos, la recons­trucción de las comunidades de apropiación y a los procesos individuales ysociales de construcción del sentido de los textos.

En esta línea destaca el magisterio de Roger Chartier, que ha realizadouna obra magna desde las más diversas perspectivas99

. En palabras del propioChartier:

97. L'Apparition du livre, París, 1958, con Henri-Jean Martin.98. La cita de Borges procede de la conferencia titulada "El libro", incluida en Borges

Oral y compilada asimismo en el tomo IV de sus obras completas.99. Histoire de Pédition franfaise (dirección con Henri-Jean Martin), 4 volúmenes

(1983-1986), 2a ed., Fayard y Cercle de la librairie, 1989-1991. Lectures et lecteurs dans laFrance d>.Ancien Régime, Le Seuil, 1987. Les origines culturelles de la Révolution franfaise,reedición, Le Seuil, 1990. La Correspondance. Les usages de la lettre au S. XIX (dirección),Fayard, 1991. Tr. Espacio público) crítica y desacralización en el siglo XVIII. Los orígenesculturales de la Revolución francesa, Gedisa, 1995. L )Ordre des livres. Lecteurs) auteurs) bi­bliotheques en Europe entre S.XIV et S.XVIII, Aix-en-Provence, Alinea, 1992. Tr. El ordende los libros. Lectores) autores) bibliotecas en Europa entre los siglos XIVy XVIII, Gedisa,

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNALA Y CULTURAL

"Cualquier reflexión metodológica se arraiga, en efecto, en una prácticahistórica particular, en un espacio de trabajo específico. El mío se organiza al­rededor de tres polos, generalmente desunidos por las tradiciones académicas:por un lado, el estudio crítico de los textos, ordinarios o literarios, canónicos uolvidados, descifrados en sus disposiciones y sus estrategias; por otro, la historiade los libros y de todos los objetos que llevan la comunicación de lo escrito;por último, el análisis de las prácticas que, diversamente, se apoderan de losbienes simbólicos, produciendo así usos y significaciones diferenciadas: Al filode los trabajos personales o de las encuestas colectivas, una pregunta centralha subtendido este enfoque: comprender cómo en las sociedades del AntiguoRégimen, entre los siglos XVI y XVIII, la circulación multiplicada de lo escri­to impreso transformó las formas de sociabilidad, autorizó pensamientos nue­vos, modificó las relaciones con el poder"loo.

De aquí, la atención prestada a la materia en la que se opera el encuentroentre el "mundo del texto" y el "mundo del lector", para retomar los términosde Paul Ricoeur101

.

También en España se ha hecho y se hace una muy buena historia dellibro, de las bibliotecas y de las imprentas. Destaca por su calidad la obra deFernando Bouza, que ha abarcado desde perspectivas siempre originales losdiversos aspectos del tema102.

Otro de los autores pioneros en trabajar este campo es Manuel PeñaDíaz, primero desde la Universidad Autónoma de Barcelona y después desdela Universidad de Córdoba, que ha publicado obras importantes sobre librosy lectura en la Barcelona moderna y sobre la historia de la censura103

.

1996. «El hombre de letras», en M. Vovelle (ed.), El hombre de la Ilustración, Alianza, 1995(or. 1992). Pratiques de la lecture, Payot, 1993, dirigido por R. Chartier. Libros) lecturas ylectores en la Edad Moderna, Alianza, 1993 (originales de 1987-1991) Sociedady escrituraen la Época Moderna. La cultura como apropiación, México, Inst. Mora, 1995. Le Livreen révolutions, París, Textuel, 1997, entrevistas con Jean Lebrun. Histoire de la lecture dansle monde occidental (dirección con Guglielmo Cavallo, 1995), red. París, Le Seuil, 2001. Tr.Historia de la lectura en el mundo occidental, Taurus, 1998, con G. Cavallo.

100. Roger Chartier: Lectures et Lecteurs dans la France d) Ancien Régime, Paris, Edi­tions du Seuil, 1987, 369 YBoureau, R. Charrier, M. E. Ducreux, C. Jouhaud, P. Saenger yC. Velay-Vallantin: Les Usages de PIrnprirné (XV -XIX siecles) , Paris, Librairie ArthemeFayard, 1987.

101. Paul Ricoeur: Temps et Récit, t. III, Le Temps Raconté, Paris, Editions du Seuil,1985, pp. 228-263.

102. Fernando Bouza, Del escribano a la biblioteca, Madrid, Síntesis, 1992. Corre ma­nuscrito: una historia cultural del Siglo de Oro, Madrid, Marcial Pons, 2001. El libro y elcetro: la biblioteca de Felipe IV en la JOrre Alta del Alcázar de Madrid, Salamanca, Institutode Historia del Libro y de la Lectura, 2005. Papeles y opinión: políticas de publicación en elSiglo de Oro, Madrid, CSIC, 2008.

103. Manuel Peña: Libro y lectura en Barcelona) 1473-1600) Barcelona, UniversitatAutonoma de Barcelona, 1995. El laberinto de los libros: historia c'ultural de la Barcelona del

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Fundamental es la obra de Ofelia Rey Castelao de la Universidad deSantiago de Compostela: Libros y lectura en Calicia: siglos X VI-XIXI04.Ofelia Rey ha tratado el tema en numerosos artículos, desde múltiples pers­pectivas105. N o solo proporciona una gran información, sino que ofrece ade­más inteligentes advertencias para el desarrollo posterior de la investigaciónsobre el tema, como cuando advierte:

"En ocasiones anteriores hemos hecho hincapié en que el índice de lecturasde una sociedad determinada no debe medirse solo por el número de poseedoresde libros ni aún por el volumen de las librerías que estos tuviesen, sino por lasposibilidades reales de acceder a los libros por parte de quienes los necesitaban odeseaban leerlos, de modo que, aun no siendo conceptualmente públicas, las bi­bliotecas institucionales deben ser tenidas en cuenta como referencia cultural deprimer orden en los núcleos urbanos y semiurbanos del Antiguo Régimen"lo6.

Gran relevancia tiene asimismo la trayectoria investigadora de CarlosAlberto González Sánchez de la Universidad de Sevilla, con trabajos sobre

Quinientos, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1997. jósé Isidoro Morales y la libertad deimprenta (1808-1810) Huelva, Universidad de Huelva, Servicio de Publicaciones, 2008.Manuel Peña Díaz (Coord.), La vida cotidiana en el mundo hispánico: (siglos XVI-XVIII),Madrid: Adaba, 2012.

104. Ofelia Rey Castelao: Libros y lectura en Galicia: siglos XVI-XIX, Xunta deGalicia, 2003.

105. Ofelia Rey Castelao: "Las bibliotecas institucionales en la Galicia de fines del An­tiguo Régimen", Antiguo Régimen y liberalismo: homenaje a Miguel Artola, Vol. 3, 1994(Política y cultura), pp. 583-594. "Las donaciones ilustradas a la Biblioteca de la Universidadde Santiago", Entre nós: estudios de arte) xeograjía e historia en homenaxe ó pro/esor XoséManuel Pose Antelo, coord. por Xesús Balboa López, Herminia Pernas Oroza, 2001, pp. 413­438. "Las bibliotecas de los frailes terceros franciscanos de Galicia: un toque de innovación",Homenqje a José García Oro, coord. por Miguel Romaní Martínez, María Angeles Novoa Gó­mez, 2002, pp. 251-266. "Las bibliotecas institucionales del noroeste español: la biblioteca dela Universidad de Santiago", Bulletin hispanique, Vol. 104, N° 1,2002, Hommage á Franc;oisLopez, pp. 303-342. "A biblioteca da Real Sociedade Económica de Amigos do País de San­tiago", Real Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago de Compostela: 1784-2006,2006, pp. 155-168. "Libros y lectura en la época del Quijote", El tapiz humanista: actas del ICurso de Primavera) IV centenario del QuiJote. Lugo, 9-12 de mayo de 2005, coord. por AnaEulalia Goy Diz, Cristina Patiño Eirín, 2006, pp. 251-276. "Los libros en la Galicia moderna:lo que sabemos de una cuestión central de la historia cultural gallega", De cultura) lenguas ytradiciones: II Simposio de Estudios Humanisticos (Ferrol, 14-16 noviembre de 2006), PazRomero Portilla (aut.), Manuel Reyes GarcÍa Hurtado (aut.), 2007, pp. 13-36. "El Comerciode libros en la Galicia del Antiguo Régimen", Obradoiro de historia moderna, N° 17,2008. Elcomercio en la España del Antiguo Régimen, pp. 277-302. "Las experiencias cotidianas de lalectura y la escritura en el ámbito femenino" en liída cotidiana en la España de la ilustración,coord. por Inmaculada Arias de Saavedra Alías, 2012, pp. 615-644.

106. Ofelia Rey Castelao con Margarita Sanz González: "Monjes, frailes y libros: lasbibliotecas de los regulares compostelanos a fines del Antiguo Régimen" en Obradoiro dehistoria moderna, N° 6,1997, pp. 79-106.

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNA.REFLEXIONES LA Y

los mundos del libro en las Indias de los siglos XVI YXVII Ylos relatos deviajeros107. Igualmente la obra de Inmaculada Arias de Saavedra Alías de laUniversidad de Granada, autora de estudios sobre las bibliotecas privadas yentre ellas la del matemático Benito Bails108

. Cabe también recordar la obrade Javier Antón Pelayo sobre alfabetización y lectura en la ciudad de Geronaen el siglo XVIIpo9.

11. LA CONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD: IMÁGENESy VISIONES DEL MUNDO

La construcción de la realidad en el pasado y desde el presente pasatambién por las imágenes y las visiones del mundo. El vasto y diverso hori­zonte del cómo las personas imaginaron y percibieron en la Edad Modernael mundo y el ultramundo es otra de las posibles aproximaciones a esta otrahistoria. Caben múltiples perspectivas, las imágenes y visiones del mundo, delos países, territorios, gentes, pueblos, sistemas sociales y religiosos, genera­dos por cronistas, escritores, viajeros, gobernantes, políticos, cartógrafos, ma­rinos, militares, religiosos, artistas, colonos y colonizados, o simples curiosos.En este sentido, tienen cabida no solo los discursos escritos sino también laexpresión de dichas construcciones de la realidad a través de la iconografia,los mapas, las obras de ciencia, los grabados o cualquier otro medio empleadopara referirse a las partes o a la totalidad de lo real tal como los seres humanosde la modernidad pudieron concebirlo.

Las visiones del mundo no sólo son objetivaciones de la realidad, sinotambién interpretaciones que implican una perspectiva subjetiva: visiones delmundo, visiones de lo real, mediaciones del sentido a partir de la vivenciadel hombre en su contexto existencial. Las visiones del mundo comparecenentonces como mito-logías, intentos de articular la experiencia vital en imá­genes-de-sentido, a través de un lenguaje simbólico que trata de combinar lopropio y lo ajeno, lo uno y lo otro, la identidad y la diferencia.

107. Carlos-Alberto González-Sánchez: Los mundos del libro: medios de difusión dela cultura occidental en las Indias de los siglos XVI y XVII, Sevilla, Universidad de Sevi­lla, Secretariado de Publicaciones, 1999. Con Natalia Maillard Alvarez: Orbe tipográfico: elmercado del libro en la Sevilla de la segunda mitad del siglo XVI, Gijón, Trea, 2003. Homoviator) homo scribens cultura gráfica) infOrmacióny gobierno en la expansión atlántica (siglosXV-XVII), Madrid, Marcial Pons, Ediciones de Historia, 2008.

108. Inmaculada Arias de Saavedra Alías, Ciencia e Ilustración en las lecturas de unmatemático. La biblioteca de Benito Bails, Granada, Editorial Universidad de Granada-ReialAcademia de Bones Lletres de Barcelona, 2002. "Libros, lectores y bibliotecas privadas en laEspaña del siglo XVIII", Chronica nova: Revista de historia moderna de la Universidad deGranada, N° 35,2009, pp. 15-61.

109. Javier Antón Pelayo, La herencia cultural. Alfabetización y lectura en la ciudad deGirona (1747-1808) Barcelona, 1988.

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Una visión del mundo puede ser una explicación global del universo.Pero una visión del mundo en sentido más amplio implicaría a la personavitalmente, y no sería ya una simple interpretación intelectual, sino una éticay una filosofía que colocaría o situaría a la persona en el mundo, dando unsentido a su vida, llevándole a vivir acorde a esta visión. La visión del mundono es, pues, una explicación compleja del universo ni algo exterior a la perso­na. N o se trata de como ven nuestros ojos el mundo, sino de mirar el mundocon otros ojos, lo cual significa que una auténtica visión del mundo sería laconsecuencia de una forma de sentir y vivir en mundo.

Toda auténtica visión del mundo es el relato de la relación del ser huma­no y el mundo: en la que el hombre se sitúa como mediador mediado, intér­prete interpretado, implicador implicado y proyector proyectado. Esta es lareal situación del hombre en el mundo, la de un creador creado.

La formación de imágenes de mundo de los sujetos y su circulación eintercambio es esencial para la comprensión de la sociedad. Como señalaJürgen Habermas, la acción comunicativa es una parte de la acción social,lo que la convierte en un factor determinante en el proceso de socialización.La dinámica comunicativa define la recepción y reproducción cultural, la in­tegración social y el desarrollo de la personalidad y de la identidad personal.La acción comunicativa está mediada por símbolos y responde a la idea dereconocimiento compartidollo

.

Habermas utiliza como vínculo teórico para realizar el giro de la fenome­nología a la intersubjetividad, los presupuestos de la constitución de la sociedadde Simmel y los juegos del lenguaje de Ludwig Wittgenstein (1889-1951).Simmel tomó el relevo de la pregunta transcendental kantiana de cómo esposible el conocimiento de la naturaleza traspasándola a la constitución de lasociedad. Si la realidad natural es un producto de la percepción exterior de unsujeto cognoscente trascendental, la unidad social se construye a partir de loselementos conscientes que la constituyen -los actores sociales-, y consecuen­temente, no necesita de sujeto trascendental alguno que la mire desde fuera: larealidad social se mira a sí misma "desde dentro". Constituye un mundo.

Pero la realidad es más compleja, existen múltiples mundos. La formu­lación de los tres mundos de conocimiento de Karl R. Popper (1902-1994)resulta muy significativa:

"Podemos distinguir los tres mundos o universos siguientes: primero,el mundo de los objetos físicos o de los estados físicos; en segundo lugar, elmundo de los estadios de conciencia o de los estados mentales o, quizá, de las

110. J ürgen Habermas, "Teoría de la acción comunicativa. Volumen 1: Racionalidad dela acción y racionalización social". Madrid, Taurus, 1987. "Teoría de la acción comunicativa.Volumen 2: Crítica de la razón funcionalista". Madrid, Taurus, 1987. "Teoría de la accióncomunicativa: Complementos y estudios previos". Madrid, Cátedra, 1989.

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNA.

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disposiciones del comportamiento a la acción; y en tercer lugar, el mundo delos contenidos del pensamiento objetivo, especialmente, de los pensamientoscientíficos y poéticos y de las obras de arte"lll.

Estos tres mundos, y las relaciones que con ellos puede sostener un "ac­tor social", par~ Jürgen Habermas son el mundo objetivo, como conjuntode todas las entidades sobre las que son posibles enunciados verdaderos' elmundo social, como conjunto de todas las relaciones interpersonales legíti­mamente reguladas; y el mundo subjetivo, como totalidad de las vivencias delhablante a las que éste tiene un acceso privilegiado1l2. Recogiendo las dosgrand~s tradicion~s d~ la teoría s~cial, Habermas trata de reconciliar, bajo elparadIgma comUnICatIvo, la teona de la acción y la teoría de sistemas comomodelos coexistentes de la formación constitutiva de las sociedades. '

12. EL MUNDO DE LA VIDA

Habermas emplea varios conceptos extraídos de la fenomenología deEdmund Husserl, entre ellos el "lebenswelt", en español el "mundo de lavida". Este incipiente "mundo de la vida", como sistema comunicativo coor­dinado por el entendimiento, va diferenciándose internamente hacia formasmás especializadas de comunicación, sobre las que se estructuran sistemasfuncionales que incrementan la complejidad social al tiempo que incremen­tan la capacidad adaptativa de las sociedades. El mundo de la vida es el hori­zonte o el escenario social donde se desarrolla la acción comunicativa comoproces? coope~ati.vo de interpr.etación simultáneo de las coordenadas objeti­va, socIal y subjetIva que constituyen la realidad1l3.

E?ti~nde que el mu~do de la vida cumple tres funciones vitales para elsostenI~Ie?to de las socIedades, funciones que arraigan en los tres aspectoscomUnIcativos de todo acto de habla: "Bajo el aspecto funcional de entendi­miento, la acción comunicativa sirve a la tradición y a la renovación del sabercul~ural; bajo el a~pecto de. co~rdinación de la acción, sirve a la integraciónsocIal y a la creaClOn de solIdandad; y bajo el aspecto de socialización, final­mente, sirve a la formación de identidades personales».

Estos tres aspectos se corresponden con los tres componentes estruc­tural.es de las sociedades -la cultura, la sociedad y la personalidad-, que,preVIamente a su diferenciación en sistemas funcionales especializados, son

111. I~.arl Popper, Conocimiento ol:/eti~o) Madrid, Tecnos, 1992, 4a ed., pp. 106-149.112. Jurgen Habermas, (1981), Teor~a de la Acción Comttnictiva) vol I (TAC-I),

Taurus, Madrid, 1992; p. 144.

113. So~re e! concepto de /mttJ:,do de la vi~~. Ir Semana Española de Fenomenología)1993. AntonIo Vazquez Gonzalez: InterpretaclOn del concepto de Lebenswelt, según Ha­bermas y otros autores". Universidad de Sevilla.

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reproducidos desde el ámbito del Mundo de la Vida114. En palabras de Ha­

bermas:

"La reproducción cultural del mundo de la vida se encarga de que, en sudimensión semántica, las nuevas situaciones que se presenten queden puestasen relación con los estados del mundo ya existentes: asegura la continuidad dela tradición y una coherencia del saber que baste en cada caso a la prácticacomunicativa cotidiana. Esta continuidad y esta coherencia tienen su medidaen la racionalidad del saber aceptado como válido... La integración social delmundo de la vida se encarga de que las situaciones nuevas que se presenten enla dimensión del espacio social queden conectadas con los estados del mundo yaexistentes: cuida de que las acciones queden coordinadas a través de relacionesinterpersonales legítimamente reguladas y da continuidad a la identidad de losgrupos en un grado que baste a la práctica comunicativa cotidiana. ~a coordi~

nación de las acciones y la estabilización de las identidades de grupo tIenen aqmsu medida en la solidaridad de los miembros..."llS.

La socialización de los miembros de un mundo de la vida se encarga, fi­nalmente, de que las nuevas situaciones que se producen en la dimensión deltiempo histórico queden conectadas con los estado del mundo ya existentes:asegura a las generaciones siguientes la adquisición de capacidades generali­zadas de acción y se cuida de sintonizar las vidas individuales con las formasde vida colectivas. Las capacidades interactivas y los estilos personales devida tienen su medida en la capacidad de las personas para responder autóno­

mamente de sus acciones.Según la tesis básica de Habermas en su teoría del proceso de raciona-

lización occidental de estructuras de conciencia -siguiendo a Max Weber(1864-1920)-, el proceso evolutivo de las sociedades es dependiente de unproceso de "racionalización" del mundo de la vida en esferas comunicativasespecializadas, desempeñando cada una de las cuales un papel funcional clavepara la reproducción y sostenimiento de las sociedades en su desa.nollo. E.ndefinitiva, existiría un proceso que dirigiría la historia de la humamdad hacIauna mayor "racionalidad" comunicativa.

Roger Chartier, como historiador, con sus teorías sobre representacióne imagen, ha hecho una gran aportación, abriendo nuevas vías a la historia:

"Para el historiador de las sociedades del Antiguo Régimen, construir lanoción de representación como el instrumento esencial del análisis cultural esotorgar una pertinencia operatoria a uno de los conceptos centrales manejadosen estas mismas sociedades. La operación de conocimiento está así ligada al

114. Teoría de la Acción Comttnicativa. Volumen 2: Crítica de la razón juncionalista)

Madrid, Taurus, 1987, p. 196.115. Ibidem, pp. 200-201.

VIVIR CADA DÍA EN LA ESPANA MODERNA.n"TT"''''.TnC LA

utillaje nocional que los contemporáneos utilizaban para volver menos opaca asu entendimiento su propia sociedad".

y más adelante explica Chartier los diversos sentidos del término y lasconsecuencias que de ellos se derivan:

"Las acepciones de la palabra 'representación' muestran dos familias desentidos aparentemente contradictorios: por un lado, la representación muestrauna ausencia, lo que supone una neta distinción entre lo que representa y lo quees representado; por el otro, la representación es la exhibición de una presencia,la presentación pública de una cosa o una persona. En la primera acepción, larepresentación es el instrumento de un conocimiento mediato que hace ver unobjeto ausente al sustituirlo por una 'imagen' capaz de volverlo a la memoria yde 'pintarlo' tal cual es. (...) Cualquier reflexión sobre las sociedades del AntiguoRégimen sólo puede inscribirse en la perspectiva así trazada, doblemente per­tinente. En el estudio dc la posición 'objetiva' de cada individuo como depen­diente del crédito que aquellos de quienes espera reconocimiento acuerdan ala representación que él da de sí mismo. En la comprensión de las formas dedominio simbólico por el 'aparato' o 'artificio'''1l6.

13. EL AZAR Y LA LIBERTAD

N o hay una sola visión del mundo, hay miles; miles de representaciones,miles de imágenes. N o hay una manera de vivir, hay mil maneras. Historia hayuna, pero miradas históricas hay miles. Pero eso no significa fragmentación,no significa desorden, no carece de sentido, al contrario, significa riqueza.Puede que la comprensión sea más difícil, pero será más real, más compleja,más humana.

La complejidad es el reto al que el historiador no puede resistirse. Un sis­tema complejo es un sistema compuesto de partes interrelacionadas que comoun conjunto exhiben propiedades y comportamientos no evidentes a partir dela suma de las partes individuales. Pero no hay que ver la complejidad comocomplicación. Un sistema complejo normalmente no es complicado, permiteestudiarlo y una vez entendido, la paradoja es que se encuentran mecanismosmuy simples que producen complejidad. La complejidad es una noción utili­zada en diferentes campos tales como la filosofía y la epistemología, así comoen la física, la biología, la sociología, la informática, la matemática, y tambiénlas llamadas ciencias de la información y de la comunicación117

.

116. Roger Chartier: El Mundo como Representación. Historia Cultural: entre prácticay representación. Editorial Gedisa, Barcelona, 1992, pp. 45-62.

117. Anthony Wilden, Sistema y estructura: Ensayos sobre comunicación e intercambio,Alianza Editorial, Madrid, 1979. llenri Atlan: Les étincelles de hasard, 1999.

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118. Edgar Morin: Introducción al pensamiento complt¿jo, Barcelona, Gedisa, 1994. Ma­rio Soto González, Edgar Morin. Compl~jidady sujeto humano, Valladolid, Universidad deValladolid, 1999. Emilio Roger Ciurana, Edgar Morin..1ntroducción alpensamiento compl~jo,

Valladolid, Universidad de Valladolid, 1997.119. Jacques Monod, Le hasard et la nécessité, Paris, Ed. du Seuil, 1970. El azarJ' la

necesidad, Barcelona, Barral Editores, 1970.

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Pero es posible que el azar sea más frecuente cuanto más compleja sea larealidad. Tal como señala Karl Popper, la vida está abierta, la sociedad estáabierta, la historia está abierta. Hay que tener siempre en cuenta la presenciade verdaderas alternativas en la historia, la operación de procesos causalesplurales en el patrón histórico, y el papel de los ideales humanos en la deter­minación del futuro 120.

La vida y, por tanto la historia, son complejas. Sin embargo, puede quetodo sea mucho más sencillo de lo que parece. Se trata, en definitiva, del azary de la libertad. Y también de azar y de libertad está hecha la historia y conel azar y la libertad hemos de contar los historiadores. Somos seres racionales,pero tenemos que aprender a vivir en un estado de constante incertidumbre,porque es aprender a vivir con plena libertad. De la misma manera, comohistoriadores del siglo XXI debemos aprender a hacer historia a pesar de esaincertidumbre permanente, por lo mismo, porque es condición de libertad,de libertad de la historia y de libertad del historiador.

120. Karl Popper, nze Open Society and Its Enemies, Londres, Rout1edge, 1945, 2vols. La sociedad abierta J' sus enemigos, Madrid, Ediciones Paidós Ibérica. 2006.

de Barcelona

En este campo de la complejidad muy interesante es el pensamiento deEdgar Morin, filósofo y sociólogo francés de origen judío sefardí. Morin ve elmundo como un todo indisociable, donde nuestro espíritu individual poseeconocimientos ambiguos, desordenados, que necesita acciones retroalimenta­doras y propone un abordaje de manera multidisciplinar y multirreferenciadapara lograr la construcción del pensamiento que se desarrolla con un análisisprofundo de elementos de certeza. Estos elementos se basan en la comple­jidad, que se caracteriza por tener muchas partes que forman un conjuntointrincado y difícil de conocer. Morin reconoce que la innovación presuponeuna cierta desorganización y relajamiento de tensiones estrechamente vincu­ladas con la acción de un principio reorganizado. Pero se opone al aislamientode los objetos del conocimiento, cree que hay que restituirlos a su contexto,reinsertarlos en la globalidad a la que pertenecen118.

La vida es compleja, el ser humano es complejo, por tanto, la historia escompleja y solo desde la complejidad puede hacerse y entenderse la historia.

Los sistemas complejos dan muchas sorpresas. En el mundo real, unaparte de la complr!jidad proviene de la irracionalidad de los actores y de los di­versos resultados de sus decisiones, así como de la multiplicidad de impactosexternos en la medida que consideremos sistemas abiertos. Si a la teoría de lacomplejidad le añadimos el principio de incertidumbre todo parece resultartodavía más complicado. En mecánica cuántica, la relación de indetermina­ción de Heisenberg o principio de incertidumbre establece que cuanta mayorcerteza se busca en determinar la posición de una partícula, menos se conocesu cantidad de movimientos lineales y, por tanto, su velocidad. Este principiofue enunciado por Werner Heisenberg en 1925.

La vida y, por tanto, la historia se mueven entre el azar y la necesidad.Ambos conceptos parecen inconciliables, contradictorios. El azar es lo in­tempestivo, lo fortuito, lo contingente. La necesidad es lo inevitable, lo queno puede dejar de ser, la exigencia ineludible. Parece que si algo obedece alazar no puede estar sometido a la necesidad y que donde impera el uno nocabe el otro. Jacques L. Manad (1910-1976), premio N obel de Medicinaen 1965, publicó en 1970 un libro titulado El azar y la necesidad, en elque sostenía que la vida está sometida a ambos principios, al azar y a la ne­cesidad119

. Y de la misma manera, la historia. La vida y la historia serían, así,una combinación de hechos racionales y de hechos fortuitos, que darían unresultado extremadamente complejo.

186 MARÍA ÁNGELES