Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en...

100
Alerta Amber Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle Melissa Yaneth Correa Lozoya Fátima Ariana López Mejía Jesús Roberto Martínez Faustino 3 Tortura institucional-Cartón de Monsi 8 Por amor a voz 9 Gallina- Cartón de horax 14 México no es tan laxo con los centroamericanos como acusa EU 15 Censuran en Singapur libro infantil sobre pareja de pingüinos machos 19 Lo que traen, lo que encuentran 20 Niños y mujeres primero 25 Discriminación y acoso sexual contra las mujeres agentes 27 ayuda siempre-cartón de Cucamonga 31 Niños inocentes y oligarcas voraces 32 Cuando el beso y el repudio van juntos 34 Marchan por la igualdad 36 Para una tumba con nombre 37 Exigen crear dirección municipal 40 Una agenda para lo que no se ve 41 Cuando una mano no lava la otra 45 Placer y malestar 48 Cuando quieran, donde quieran 56 Pilosa discusión 58 Libertad vigilada 60 Nunca más pequeñas 65 De igualdad no se habla 67 Seis de cada diez mujeres pobres también son pobres de tiempo 71 ¿Qué festejan, si nuestras hijas están muertas?, gritan en SLP 72 La batalla libidinal 74

Transcript of Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en...

Page 1: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Alerta Amber

Raiza Yareli Rosas Aguilar

Jessica Valle, Natalie Bulle

Melissa Yaneth Correa Lozoya

Fátima Ariana López Mejía

Jesús Roberto Martínez Faustino

3

Tortura institucional-Cartón de Monsi 8

Por amor a voz 9

Gallina- Cartón de horax 14

México no es tan laxo con los centroamericanos como acusa EU 15

Censuran en Singapur libro infantil sobre pareja de pingüinos machos 19

Lo que traen, lo que encuentran 20

Niños y mujeres primero 25

Discriminación y acoso sexual contra las mujeres agentes 27

ayuda siempre-cartón de Cucamonga 31

Niños inocentes y oligarcas voraces 32

Cuando el beso y el repudio van juntos 34

Marchan por la igualdad 36

Para una tumba con nombre 37

Exigen crear dirección municipal 40

Una agenda para lo que no se ve 41

Cuando una mano no lava la otra 45

Placer y malestar 48

Cuando quieran, donde quieran 56

Pilosa discusión 58

Libertad vigilada 60

Nunca más pequeñas 65

De igualdad no se habla 67

Seis de cada diez mujeres pobres también son pobres de tiempo 71

¿Qué festejan, si nuestras hijas están muertas?, gritan en SLP 72

La batalla libidinal 74

Page 2: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 2

Indígenas llegan a refugio en Chihuahua con heridas de hacha o acuchilladas 76

La cultura de la violación 77

Protesta por alza en casos de feminicidio 79

Las revistas femeninas 83

Los niños pasan periodos muy largos en albergues, alerta Coneval 84

El eslabón perdido 86

Acusa ONG desinterés del gobierno en la niñez 91

“Ahí descansaba en lo que mi familia pagaba el cruce a EU” 92

La trata en la sombra 95

Aumentan quejas en la CNDH; en el INM abusan de migrantes 99

Jóvenes y derechos humanos 100

Page 3: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 3

poleth @pouleth10 · 12 h

RT VIA @BarbosaRubio RAIZA YARELI ROSAS

AGUILAR 16AÑOS #XALAPA

pic.twitter.com/lRDU5FoQTd

Page 4: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 4

poleth @pouleth10 · 13 h

RT VIA @missing_bc: Jessica Valle 22 años (embarazada) y su hija Natalie Bulle

5años 11/8/14 INFO: 7607161129 pic.twitter.com/lZcTwDJLfI

Page 5: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 5

poleth @pouleth10 · 13 h

RT VIA @jeremias1510 Melissa Yaneth Correa

Lozoya 13años #Guadalajara

pic.twitter.com/HvOQqnopNK

Page 6: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 6

poleth @pouleth10 · 13 h

NO DEJES DE APOYAR! RT VIA @missing_bc Fátima Ariana López Mejía 13años

#Tijuana #BC https ://twitter.com/missing_bc/sta tus/490636533137829888 … pic.twitter.com/SZIc0cWBUv

Page 7: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 7

poleth @pouleth10 · 13 h

RT VIA @AlertaAmberCoah: JESÚS ROBERTO

MARTÍNEZ FAUSTINO 15AÑOS #ACUÑA

#COAHUILA pic.twitter.com/3P6J1Atxk2

Page 8: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 8

Tortura institucional-Cartón de Monsi

http://www.milenio.com/moneros/dia.html?date=2014-09-08&contentId=MILCRT20140908_0001

Page 9: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 9

Por amor a voz

Implacable pero con ritmo. Combativa pero sin perder el sentido del humor. Liliana Daunes es, como ella

misma lo dice, feminista donde vaya y tiempo completo. Amigas, compañeras y admiradoras la declaran

Matria Lésbica Comunicacional. En conversación con SOY habla del amor entre mujeres en los tiempos de

silencio y también en el presente.

Por Dolores Curia

Se reivindica como bruja, seguramente en el sentido mítico, perturbador y de eterna disrupción que tiene esa

figura. Y entonces, tomándole la palabra habrá que agregar que es una bruja preciosa de voz hipnótica y de

vaporosa cabellera rojo fuego que recibe a SOY engamada de violetas y pins del arcoiris, por si faltara una

señal. No hace falta nada: Liliana Daunes es toda una propuesta estética en sí misma y, para hacer justicia con

la cantidad de maullidos que aportó a esta entrevista, hay que decir ya mismo que viene secundada por una

gata negra y desinhibida llamada Tinta. La casa es un caldero, lo cual se agradece en estos días tan fríos, una

estufa a tope consigue el clima tropical, el resto lo hace el olor del palo santo y un entorno barroco: no dejó ni

un hueco sin adornos, tapices, murales. En su estudio tampoco hay paredes a la vista. En la era del mp3, están

cubiertas de cds, clasificados según géneros y nacionalidades. Por supuesto, hay un sector muy importante

dedicado a cantautoras latinoamericanas. Apasionada por esa música que hace del compromiso parte de su

belleza, no por casualidad fue la primera por estas tierras en entrevistar a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés,

hace 30 años, en el primer encuentro de trovadores cubanos.

Tiene una voz llena de matices pero no sólo los que se logran a base de técnica, es la memoria que le ha

dejado huellas. Liliana –además de la locutora oficial de los actos de las Madres de Plaza de Mayo y de este

diario, y de ser reconocida por sus más de cuarenta años de carrera– sostiene más de una identidad.

Si te ruego que te definas, ¿qué me decís?

–Soy feminista, soy una persona de izquierda, soy una lesbiana que vive a pleno sus deseos. Esos son los

pilares desde donde hago mi periodismo radial y mis elecciones poéticas

Page 10: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 10

¿Qué lugar ocupa el machismo en tus pesadillas?

–Sé que sigue siendo necesario dar pelea, incluso en los lugares que se presentan como progres. Mujeres

Creando encontró una síntesis perfecta con aquel “test de machismo de izquierda”. En mi caso tengo la suerte

y la alegría de que mi trabajo esté relacionado con mis pasiones, con lo creativo. Soy feminista en el lugar

donde esté. En este momento se dio que en Radio Nacional somos cuatro brujas (en Sonidos agitadóricos),

aprovechamos para poner dedos en la llaga siempre que podemos.

La lengua afilada

Periodistas y amigas consultadxs para esta nota han decidio otorgarle el título de Matria Lésbica

Comunicacional. Liliana habló del amor entre mujeres o de la persecución policial contra las travestis cuando

poca gente osaba mencionar la diversidad en circuitos mainstream y en períodos en los que una mujer en los

medios no tenía muchas más opciones que la de dar datos del tiempo. Si es una discutidora implacable, eso no

le quita el ritmo, sus compañeras de ruta la describen como la que iba cantando camino a los Encuentros de

Mujeres en micros destruidos o a dedo en camión con acoplado. Es la que baila, hasta sentada, en las peñas,

en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del activismo ceremonial. Con música y

poesía ha logrado darle a la coyuntura otra dimensión, otro espesor. Ha recuperado a tortas históricas como

Marta Ferro o Ilse Fuskova, desde la creación y no desde la tragedia.

El lenguaje, los modos de nombrar parecen ser una de tus grandes preocupaciones. Incluso no parecés tenerle

mucho miedo a la gramática.

–Yo trato de intervenir en el lenguaje. Por ejemplo, la gráfica encontró el asterisco para ampliar el género de

las palabras, yo en el lenguaje oral ensayo fórmulas como el nosotroas, el nosotres. Me sorprendí en Chiapas

con inmensa alegría cuando, hace un par de años, en un Festival de la Digna Rabia de los y las zapatistas

escuché al Subcomandante Marcos marcar desde el altavoz en sus discursos el “nosotroas”.

No es nada fácil tu propuesta de trabajo en un mundo tan inconscientemente machista... ¿Sos peleadora?

–Soy una persona con mucho humor, pero estoy muy fogueada a la hora de discutirlo todo, y no porque me

interese estar llevando la contra (¡bueno, un poco sí!). Más bien porque es hora de empezar a preguntarnos

por qué el humor callejero y mediático tiene una raíz tan pero tan misógina y homo-lesbo-transfóbica. Esas

para mí son batallas para dar todos los días. Y a algunas personas les choca porque para ellas cuestionar entra

en el terreno de “pelear”; yo no discuto para agredir, discuto para que sigamos pensando. Y así es como no

dejo pasar muchas cosas que otros sí. A la vez discuto conmigo: las feministas constantemente nos

encontramos con elementos para revisar (nos).

¿Creés que las discusiones y el trabajo de mujeres feministas ha conseguido algun cambio en los medios?

–Las compañeras feministas periodistas se han juntado para pensar, por ejemplo, cuál sería la palabra correcta

para comunicar ciertos temas y sí, esos encuentros dieron sus frutos. Reconozco todo eso pero también veo

que a la tele no la puedo prender. Es insoportable. Si me quedo en mis círculos, me meto un poco en un frasco

y puedo llegar a creer que ha habido un florecimiento de la conciencia de género en el periodismo. Si miro un

poquito por afuera, me quiero matar. Me gustó mucho un artículo que escribió Andrea D’Atri sobre una

publicidad de un analgésico: una mujer que tiene mal humor y un grupo de varones que le cantan una canción

muy pegadiza que dice “será porque le vino”. Y en el artículo escarba: la cara de mufa no es “porque le vino”

es por las cosas que las mujeres hemos aprendido a tragar a diario en silencio. Andrea imagina que esta mujer

de la publicidad a lo largo del día ha tenido que aguantar a un jefe que le dice “acá no te pagamos para

pensar”, que la apoyen viajando como ganado en el colectivo, llegar a su casa y que el marido esté mirando el

partido como un energúmeno sin prestar atención al hijo de ambos, entre otras delicias. Faltan quienes puedan

dar una mirada crítica desde una publicidad hasta las relaciones con los compañeros de laburo.

Page 11: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 11

¿Y cómo solés responder vos al humor misógino en el trabajo?

–En una oportunidad llegué un poco tarde a la radio cuando hacíamos Marca de radio. Los oyentes tenían que

adivinar no sé qué cosa y había premios. Justo entro y Eduardo dice: “Les regalamos una noche con la

Daunes”. Y digo: “No me parece”. Me responden: “Es un chiste”. No me causaba gracia. Empezó una

discusión. Y se pasó a otro tema. No lo viví con incomodidad porque para mí discutir es un ejercicio. La gente

lo vivió mal, empezaron a llamar para pedir que no me fuera del programa. Eso es la lucha diaria. En otras

épocas algunos compañeros, cuando yo presentaba a Fulanita de tal como “abogada feminista” o “socióloga

feminista”, me decían que el agregado espantaba a la gente. Justamente, para ir más allá del puro espanto, yo

lo que quería era que se empezara a saber el porqué de ser feminista. ¿No es curioso? El feminismo es una de

las filosofías políticas más denostada de la historia por personas, que en la mayoría de los casos no han leído

ni solo libro sobre el tema.

De La Pampa con amor

Una vez escuché decir que encontraste a tu primer amor en un cementerio...

–De la Pampa vine a vivir a Buenos Aires hace ya 40 años. Llego aquí después de haber pasado una

adolescencia con muchas fantasías y con mucho trabajo creativo en el que si bien estaban claras estas

diferentes identidades, todavía no podía hacerme cargo de ellas completamente. En General Pico, La Pampa,

tenía y tengo un amigo que es un poeta y escritor, Juan José Sena. Con él nos reuníamos en su casa a escribir

poesía y delirar. Teníamos una gran impronta romántica. Ibamos al cementerio de noche a vivir la

experiencia, meditar con velas, con él y otro par de amigas, entre ellas, Gloria. Pero no ejercí corporalmente

mi sexualidad hasta que me vine a Buenos Aires.

¿Tampoco con Gloria?

–No, con ella tampoco. Era mi compañera del secundario. Yo estaba enamorada de ella. Nunca me dio bolilla

en lo concreto. Supongo que ni siquiera sabíamos bien lo que nos pasaba.

¿Fue la primera vez que te enamoraste?

–Sí. Pero si me remonto más atrás todavía, existió una bibliotecaria que me mostró libros, me hizo descubrir

autores. Yo no podía ponerlo en términos de atracción todavía. Ella sí sintió una atracción por mí, me lo hizo

saber y me dio una felicidad enorme que se enamorara de mí. Con ella, se llamaba Elena, no pasó nada pero

fue ése mi primer contacto con la seducción. Fue mi primer encuentro con la fantasía y con saber que ese

mundo del amor entre mujeres existía, que no era una locura mía, ni una locura de esta bibliotecaria. Una de

las primeras autoras que me recomendó fue Violette Leduc. Me abrió las puertas al amor por fuera de las

normas heterosexuales, a las que yo por supuesto por esos años no nombraba así. Pero sí sabía que ésas eran

las normas que dictaba la moral.

Más aún, en el pueblo chico

–Yo había nacido en una familia tipo. Mi viejo era agnóstico pero mi madre, católica. A mi hermano se le

daban las libertades de los varones y a mí mi mamá me hacía el lavado de cabeza. Viví algo que para mi

generación era moneda corriente: la doble vida. Naturalizada y por eso no la sentía tan dolorosa. Pero si te

ponés a pensar en mi historia y en la de mi generación, ves que no se podía vivir de otro modo que con el

dolor de la negación. Cuando me iba a lo de Juan José, a mi vieja le decía que iba a otro lado. Justamente Juan

José Sena era el puto del pueblo. Lo salvaba que era poeta entonces algunas personas lo respetaban. Lo

mismo con la separada del pueblo y así.

Page 12: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 12

Entonces, venir a Buenos Aires fue un despertar, también, lésbico

–Yo era una provinciana que llegaba a un lugar desconocido. Mi liberación lésbica, por llamarla de algún

modo, no fue inmediata. Los primeros que se acercaron para ofrecerme su amistad, su cariño y sus deseos

fueron hombres. Y ése fue un camino por el que comencé a andar. Durante bastantes años tuve parejas y

relaciones con varones. Además venía con informaciones atrasadas. Por ejemplo, tenía la dirección de un bar

de mujeres. Lo había leído en alguna revista. Quedaba por Once. No fui para entrar, fui para chusmear de

afuera. Pero cuando me acerqué, ya no estaba más. Me llevó mucho tiempo encontrarme con lesbianas que

vivieran sus deseos con bastante libertad. Y digo “bastante” porque obviamente no se vivía nunca de una

forma libre. La libertad solo se daba dentro de guetos.

Has hecho más de una vez tus cofradías, proyectos con amigas, por ejemplo, el restaurante Frida Kahlo...

–Durante mucho tiempo el circular por casas de amigas fue la principal actividad social. Hay amistades de esa

época que continúan. Con muchas hemos conocido primero la amistad, después el amor, el desamor y la

amistad otra vez. De todas maneras he sido una persona que no tiene grandes dramas con la despedida. En lo

Page 13: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 13

laboral he pasado de grupo en grupo. Yo hice teatro en una época y eso me acostumbró al encuentro y la

despedida. Siempre me gustó tener un pie adentro y otro afuera del gueto. La época en la que con algunas

amigas teníamos el restaurante Frida Kahlo fue fundamental para la circulación. Era un lugar “friendly”

mucho antes de que a alguien se le ocurriera usar esa palabra tan fea. Las amigas venían con sus parejas, pero

no éramos solo nosotras. Compartíamos la fiesta con libertad. No he sido de ir a los boliches pero sí de ir a

buscar a alguna a la puerta. Así que estuve siempre al tanto de los lugares que mi generación fue viendo

aparecer y que proponían encuentros diferentes de los de la calle. El amor en la historia de las lesbianas no

tiene tanto levante callejero sino más bien es puertas dentro.

En la nota que acompaña esta entrevista María Moreno dice que sabés cocinar en cubano, ¿cómo es eso?

–Porque tuve una novia cubana, Mayra. Con ella hacíamos fiestas caribeñas. Hacíamos una comida típica que

se llama “moros y cristianos”. Alguna que otra vez cocinamos en La Casa de las Lunas, donde pasé muchas

noches de alegría y seducción colectiva. En La Casa de las Lunas también hemos hecho con Mayra recitales

de música y poesía cargados de erotismo lésbico, allá por los ’90. Tomábamos textos de Diana Bellesi, entre

otras grandes.

¿Y tu primera historia de amor correspondido?

–Hace muchos años. Yo trabajaba en Radio Rivadavia. Compraba el diario en la esquina de Santa Fe y

Pueyrredón, por ahí cerca. Un día salgo de la radio, voy al kiosco y cruzo la mirada con una mujer que estaba

ahí. No hablamos. Sigo. Me subo a mi auto, vuelvo a mi casa en Caballito y empiezo a sospechar que me

siguió. Me metí en mi casa, pero me dio mucha curiosidad y enseguida salí a ver. Voy al auto estacionado y

veo que me había dejado una cartita con su teléfono. Respondí y nos empezamos a encontrar y armar nuestra

historia. Qué paradójico: recién decía que para nosotras las historias no se dan tanto en la calle y mi primera

historia fue un levante callejero. Y duró buen tiempo. Fue un tipo de historia particular, más intro. Luego

vinieron otras experiencias de relaciones de otro tipo: compartir amigas, vacaciones, quintas.

¿Cómo percibís hoy el gran tema de la visibilidad?

–La doble vida marcó los deseos corporales de las de mi generación, obviamente no sólo a nosotras, pero veo

que entre las chicas jóvenes ya no es así. Yo empecé a participar de las marchas del orgullo como feminista,

no como lesbiana. En esa época se hacían los 28 de junio. Con mucho frío y oscuridad, después de las 7 de la

tarde. Unas marchas pequeñitas. Me encontraba con amigas feministas. Muchas de ellas, lesbianas como yo.

Pero nos habíamos apropiado del orgullo en esa época. Fue importante que la celebración se pasara a un día

en el que pudiese participar más gente. Parece una pavada pero que haga calor es importante. Recordemos que

muchas personas antes participaban con máscaras. De ahí hasta ahora ha habido un empuje muy grande. En

este último tiempo hay una militancia más profunda. Una decisión de dejar constancia, de tratar de producir

pensamiento lésbico desde nuestra región, desde el sur.

En el este mapa de avances parece una incoherencia que el aborto legal siga pendiente. ¿Cuánto de

responsabilidad le cabe a la militancia feminista?

–Se escucha eso de que el movimiento feminista tiene que aprender de las estrategias lgbt. Es más complejo.

Todos aprendemos de todos. El movimiento lgbt aprendió mucho del feminismo. Al haberse aprobado una ley

como la de identidad de género, era de cajón que se tendría que haber aprobado el aborto. Estamos hablando

de la posibilidad de decidir sobre mi cuerpo. ¿Por qué las mujeres no podemos gozar de ella? ¿Será que está

mucho más internalizada nuestra subordinación? Somos un grupo mayoritario atravesadísimo por esta cultura.

Son muchas las mujeres con subjetividades machistas. A esto hay que sumarle el juego de corporaciones. No

está sólo la cuestión moral, hay una cuestión económica desde los laboratorios a lo

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-3505-2014-07-07.html

Page 14: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 14

Gallina- Cartón de horax

http://www.milenio.com/moneros/dia.html?date=2014-09-08&contentId=MILCRT20140908_0011

Page 15: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 15

México no es tan laxo con los centroamericanos como acusa EU

Las cifras oficiales indican que no hay mucha diferencia en deportaciones; pese a la diferencia de recursos,

ambos países mantienen maquinarias tan similares como duras.

(AP)

REPORTAJE POR VÍCTOR HUGO MICHEL07/07/2014 01:24 AM

Frontera Sur

A diario, el gobierno mexicano expulsa a 252 indocumentados de Centroamérica, más que las autoridades

estadunidenses. Cada hora, 10 hondureños, salvadoreños y guatemaltecos son deportados del país.

Pese a que en el discurso distintos presidentes mexicanos han expresado un rotundo rechazo a cerrar la

frontera sur —aludiendo que no se hará el “trabajo sucio” de Washington—, en la realidad el Instituto

Nacional de Migración ya es más eficiente que la Patrulla Fronteriza estadunidense en la tarea de expulsar a

indocumentados. La rebasa en número de deportaciones.

En los últimos ocho años autoridades migratorias mexicanas han localizado, detenido y deportado a 827 mil

centroamericanos. Son 103 mil más que Estados Unidos en el mismo periodo, según se desprende de cifras

oficiales contenidas en los anuarios estadísticos del Instituto Nacional de Migración (INM) y el Departamento

de Seguridad Interna estadunidense (DHS).

Ante la crisis migratoria en la frontera norte derivada de la llegada de miles de niños indocumentados

provenientes de Centroamérica, en Washington y otras partes de EU se han multiplicado las acusaciones y

Page 16: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 16

recriminaciones contra el gobierno de México sobre dar paso franco a la migración ilegal. Las más recurrentes

apuntan a que no se “vigila adecuadamente” la frontera sur o que Chiapas es una puerta abierta que puede y

debe ser cerrada.

“Una clave en esto es saber qué es lo que el gobierno de México puede hacer”, aseguró hace unas semanas el

secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson, al ser cuestionado sobre cómo se podría disminuir el flujo de

migrantes a Estados Unidos. Es un discurso que pone la responsabilidad de solventar la crisis en hombros de

la administración de Enrique Peña Nieto y al que se suma el de los sectores más duros de la política

estadunidense.

“(México) necesita una zanahoria y un palo”, recriminó el jueves pasado el gobernador de Texas, Rick Perry,

quien exigió al presidente Barack Obama “presionar” al gobierno de Peña Nieto para que cierre la frontera

con Guatemala.

Pero la realidad es que en México no se es tan laxo o solidario con los centroamericanos, como se acusa. Las

cifras oficiales indican que a nivel tierra no hay mucha diferencia con el vecino del norte y que, pese a la

diferencia de recursos de un lado y otro —el presupuesto estadunidense literalmente eclipsa al mexicano—,

ambos países mantienen maquinarias de deportación tan similares como duras.

Las cifras de aseguramientos y expulsiones del INM indican que para un centroamericano las posibilidades de

cruzar por territorio mexicano son tan o más difíciles como las de cruzar por Arizona, Texas o California:

desde 2006, cada día se ha deportado por Chiapas y Tabasco a 252 guatemaltecos, hondureños y

salvadoreños, una cifra histórica.

Si se analizan las cifras de 2008 a 2013, ICE y Migración mexicana han empatado tres veces en el número de

deportaciones. En otras tres ocasiones, las autoridades mexicanas han superado a las estadunidenses, que solo

han expulsado a más centroamericanos en 2013 y 2009. Con cifras actualizadas a mayo de 2014, el INM tenía

ya 43 mil expulsiones registradas y, de seguir a ese ritmo, llegaría a 90 mil para diciembre, su cifra más alta

en casi una década.

Para dimensionar el tamaño de las operaciones de deportación del gobierno mexicano, vale realizar un

comparativo: el número de expulsados desde 2006 equivale a tomar a toda la población de Chihuahua y

trasladarla a otra parte.

EL MURO SUREÑO

Mientras las deportaciones de centroamericanos continúan, el mayor celo migratorio del gobierno mexicano

en los últimos años también se ha reflejado en los bolsillos de sus áreas de seguridad fronteriza. El Instituto

Nacional de Migración se ha convertido en una de las dependencias más favorecidas en los últimos dos

sexenios: las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto prácticamente han triplicado su

presupuesto.

Desde 2006, 14 mil 338 millones de pesos han sido asignados al instituto, que este año contó con el

presupuesto más elevado en su historia, 2 mil millones de pesos. Y si bien no se ha creado aún una Patrulla

Fronteriza en México —como ha sugerido varias veces Washington en el pasado—, el número de agentes

federales migratorios también se ha elevado. Hoy, el INM tiene 2 mil 430 oficiales dedicados a intercepción

de migrantes, la cifra más alta desde su creación, en 1993.

En lo que toca a la frontera sur, podrá no estar cerrada o haberse convertido en una copia mexicana de la

frontera policiaca que Estados Unidos ha creado al norte con grandes dispositivos tecnológicos dedicados a la

búsqueda de indocumentados. Pero el dinero ahí invertido indica que está en la misma ruta: cada vez se

destinan más recursos a dificultar el paso de centroamericanos por Chiapas.

Page 17: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 17

Como Washington ha hecho en poblaciones de California, Arizona y Texas en una franja cercana a 50

kilómetros de la frontera con México, el gobierno mexicano ha creado “puntos de control interno” migratorio

en distintos poblados fronterizos de Chiapas. Al manejar de Tapachula a Tuxtla Gutiérrez se ve ahora algo

muy similar a lo que se utiliza en EU: retenes diseñados para atrapar migrantes. Son al menos cuatro, de

acuerdo con documentos de la Secretaría de Hacienda en poder de este diario.

Estos retenes, conocidos extraoficialmente como “anillo sur”, han sido establecidos en puntos estratégicos en

carreteras cercanas a Guatemala que son fuertemente utilizadas por migrantes en ruta al norte. Hasta ahora

operan en las comunidades de La Trinitaria, en la carretera federal 190; Palenque, en la carretera 199; Huixtla,

en la 200; y Catazajá, en la 186.

No solo eso. Este año, el gobierno federal decidió reactivar un viejo proyecto calderonista y reasignó recursos

a la compra de terrenos en Chiapas para la construcción de nuevas bases migratorias a un costo de mil

millones de pesos. Para cuando ese proyecto termine —tan pronto como 2015— el gobierno federal tendrá 14

nuevas oficinas del INM en la frontera sur.

Y contará con una mayor capacidad de detención de migrantes.

BORDER PATROL MEXICANA, EN ANÁLISIS

Washington quiere una Patrulla Fronteriza en México. Y el equipo de Enrique Peña Nieto está considerando

la idea de crear una. Al menos eso es lo que se desprende de un cable confidencial de la embajada de Estados

Unidos, enviado en diciembre de 2012 a la entonces secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano.

El cable está fechado el 10 de diciembre, apenas una semana después de la toma de posesión de Peña Nieto y

busca informar a Napolitano de los pormenores que encontraría en México cuando acudiera, a mediados de

ese mes, a un encuentro con el Presidente y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Page 18: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 18

“Durante la campaña, el equipo de EPN y EPN tocaron varias veces el tema de la frontera sur con Guatemala

y Belice como un área a la que se le quisiera enfocar más recursos y cooperar con Estados Unidos”, indica la

comunicación diplomática, obtenida por MILENIO vía la ley de transparencia de EU.

“La nueva administración está considerando formas de fortalecer la frontera sur, incluida la posibilidad de

crear una patrulla fronteriza o utilizar la Gendarmería parta monitorear la región”, se revela. La embajada

pidió a Napolitano ser particularmente incisiva en el tema: “Tenemos la oportunidad en los próximos meses

para ayudar a la nueva administración a crear una estrategia comprensiva para la frontera sur.

http://www.milenio.com/politica/centroamericanos_migrantes-Frontera_sur_de_Mexico_0_331166884.html

Page 19: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 19

Se opone a los valores tradicionales de la familia: ministro

Censuran en Singapur libro infantil sobre pareja de pingüinos machos

AP

Periódico La Jornada

Domingo 13 de julio de 2014, p. 34

Singapur, 12 de julio.

Un libro infantil, entre otros, inspirado en la historia real de dos pingüinos machos que crían un polluelo

en el zoológico de Central Park de Nueva York ha sido declarado como inapropiado para las bibliotecas

públicas de Singapur, y el ministro de Información de la ciudad estado, Yaacob Ibrahim, dijo que apoya la

decisión de destruir todos los ejemplares y otros dos títulos.

La Junta Nacional de Bibliotecas, que administra 26 unidades públicas en Singapur, lo retiró de los

anaqueles y aseguró que reducirá a pulpa todos los ejemplares de tres títulos, debido a quejas de que se opone

a los valores familiares del país.

Los libros son And Tango Makes Three, que trata acerca de una pareja de pingüinos machos en el

zoológico; The White Swan Express: A Story About Adoption, sobre una pareja lesbiana, yWho’s In My

Family: All About Our Families.

Normas aceptadas por mayoría abrumadora

Las normas vigentes, aceptadas por la abrumadora mayoría de los singapurenses, requieren enseñar a los

niños sobre las familias convencionales, no sobre las alternativas, no tradicionales, que es el tema de los libros

en cuestión, dijo Yaacob Ibrahim.

“Las sociedades nunca son estáticas, cambian con el tiempo –añadió–, pero la tarea de la Junta Nacional

de Bibliotecas es reflejar las normas sociales vigentes, no cuestionarlas ni tratar de cambiarlas.”

Ante tal decisión, se lanzaron una petición y una carta abierta a través de Internet, la cual ha recolectado

miles de firmas.

Algunos promueven un boicot de las bibliotecas y las actividades que organizan.

http://www.jornada.unam.mx/2014/07/13/sociedad/034n2soc

Page 20: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 20

Lo que traen, lo que encuentran

Poco menos de 200 mil mujeres que han migrado desde Bolivia, la gran mayoría de zonas rurales, viven,

sueñan, trabajan y educan a sus hijos e hijas en este país y el transcurrir de su día a día hace visibles barreras

que ponen en jaque aquello de la patria grande que tanto se repite. Aunque para la ley argentina la migración

es un derecho humano que debe ser garantizado, trabajos precarios, segregación, falta de acceso a la atención

de la salud es lo que suelen encontrar y que se potencia con prejuicios arraigados desde sus orígenes sobre los

roles de género.

Por Roxana Sandá

El barrio de Liniers es un hervidero. Mary, la verdulera boliviana que durante treinta años atendió en su local

de Tonelero y Leguizamón, se fue, sin más. De la noche a la mañana, la querida Mary, mujer grande, madre y

abuela que cuidaba con esmero y papel film los cerdos y elefantes de yeso que custodiaban la verdulería,

decidió levantar campamento y volver a su país. Dejó el puesto, se llevó al marido, un hombre menudo que

hacía el reparto en bicicleta para talles más holgados, y se volvió al lugar de donde nunca quiso irse y al que

volvía cada fin de semana largo. Su partida no fue inesperada, más bien shockeante, porque con los años la

amabilidad que le coloreaba el tono se había ganado el cariño de un barrio que no se caracteriza por la

inclusión fervorosa. Sonriente pero casi siempre reservada, una tarde próxima al adiós dijo frente a una cola

de vecinas que “este país es lindo pero exigido. Y nosotras somos las que cargamos con todo”. No se refería a

sus contemporáneas argentas. Mary regaló un último piropo a las que se quedaban, las que hoy son mayoría

de su comunidad, unas 173.779 frente a 171.493 varones, según el último censo nacional. La Ley de

Migraciones 25.871, de 2004, creó accesos donde no había y les reconoció su carácter migrante como un

derecho humano que debe ser garantizado. Aun así, la realidad sigue entrampándolas en barreras

Page 21: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 21

comunicacionales, prejuicios locales, segregación, trabajos precarios, embarazos no deseados, el

resquebrajamiento de la salud y la violencia intrafamiliar.

–Ojo, que no somos víctimas. Nosotras no nos victimizamos ante nadie. Pero entiendo que para las mujeres es

durísimo reanudar una vida lejos de sus pueblos, en ciudades tan grandes, y que todavía nos maltraten.

Muchas dicen que para hacer trámites los mandan a los maridos, porque hablan más fuerte. Yo sé que si viene

un inglés con el castellano mal pronunciado van a tratar de entenderle; si viene una quechua o una aimara, no;

porque hay una minoría que nos sigue mirando desde la vereda de enfrente.

Emiliana Mamani habla con voz firme, no tanto como para ganarle al ruido de Nazca y Bogotá, que entra a

bocanadas en un bar enorme de la comunidad, donde es más fácil imaginarse fiestas de cumpleaños o

celebraciones familiares que entender la presencia de Jorge Rial en un televisor con mostrador de fondo.

Migrante boliviana con casi treinta años de residencia en Buenos Aires, es una de las fundadoras de

Q’Amasan Warmi, una organización que asiste a las mujeres de su país en el área metropolitana, aunque

descrea de las categorías. “Trabajo desde los 18 años y siempre hice acompañamiento de mujeres migrantes.

Pero no me gusta el estatus de organización; decir grupo de mujeres es más acogedor para mí. Hacemos

acompañamiento en violencia. Pueden necesitar algo en algún hospital, reclamar por la discriminación de

algún hijo en una escuela o en algún sitio público. Necesitan de esa contención porque ya arrastran diferencias

culturales desde Bolivia. Cerca del 70 por ciento de las que migramos a la Argentina venimos de zonas

rurales, muy pocas venimos de la ciudad. La gente de la colectividad que llega aquí no consigue trabajo en

nuestro país, tiene serios problemas económicos y dificultades para expresarse, entonces no son bien

atendidas en los lugares públicos. Conozco casos de mujeres bolivianas embarazadas que han ido a atenderse

al hospital y en la consulta les preguntan si se bañaron. Frente al maltrato, muchas no vuelven y prefieren

llegar a las últimas consecuencias con una enfermedad antes que recurrir a un hospital. Ahora está cambiando

la situación, pero sólo un poco: el Vélez Sársfield no cambia ni ahí, el Santojanni más o menos, y el Alvarez

se va encaminando. Muy despacio.”

La cadena del desánimo

La norma que rige la atención sanitaria en la Argentina es clara. La Ley de Migraciones precisa el derecho

irrestricto a la atención a la salud de la inmigración, con independencia de su realidad migratoria. El artículo 8

advierte que “no podrá negárseles o restringírseles en ningún caso el acceso al derecho a la salud, la asistencia

social o atención sanitaria a todos los extranjeros que lo requieran, cualquiera sea su situación migratoria”.

Diez años después de sancionada, la aplicación sigue atada a los prejuicios o el desánimo de los efectores de

salud y/o del personal administrativo. “Iniciamos un relevamiento sobre salud sexual y reproductiva,

repartimos folletería y hablamos en lugares donde se reúne la colectividad para concientizar y para que las

mujeres se empoderen. También vamos haciendo un camino de sensibilización con personal que trabaja en los

hospitales a través de talleres, y para que respeten la ley. Con el tiempo tendrán que aceptar que la gente

boliviana es de hablar suavito, pero eso no quiere decir sumisa”. Es inevitable pensar en el camino que habrá

recorrido Reina Torres antes de embarcarse en estos proyectos, que incluyeron participar en un relevamiento

sobre el acceso a derechos de las personas migrantes de la provincia de Buenos Aires, bajo la coordinación

del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur (Ippdh). Reina trabajó desde la

Universidad de Lanús, dirigida por Lilia Camacho. Hoy cursa una tecnicatura en Economía Social y Solidaria

en la Universidad de Quilmes, por inquieta e insumisa. Es la cuñada de Marcelina Meneses, una mujer

migrante a la que arrojaron junto con su bebé desde un tren a las vías del ferrocarril, en 2001. Ambos

fallecieron tras la caída, nunca se identificó a los culpables y la empresa ferroviaria tardó mucho tiempo en

hacerse cargo de la responsabilidad que le tocó en el hecho.

–Lo de Marcelina fue determinante en lo personal y en la caracterización que más tarde hice de la situación de

las mujeres bolivianas en procesos migratorios, sus falencias, la precarización. Después, la investigación del

Ippdh me abrió un panorama amplio, donde es evidente la feminización del movimiento, con mujeres en

Page 22: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 22

edades reproductivas de entre 15 y 49 años, y una tasa alta de fecundidad, que responde a maternidades

planificadas o a una demanda relativa de métodos anticonceptivos.

¿Por desconocimiento?

–En muchos casos sí. Pero esa demanda por anticoncepción también tiene que ver con particularidades

vinculadas a la cultura y a una relación entre géneros.

“Salud y migración internacional: mujeres bolivianas en la Argentina”, una investigación de la socióloga

Marcela Cerrutti que forma parte de un proyecto encabezado por el Fondo de Población de Naciones Unidas

(Unfpa), destaca, “por un lado, que el valor fundamental asociado a la feminidad es la función reproductiva;

por el otro, que las mujeres tienen un escaso poder de autodeterminación”. Médicas y médicos encuestados

para este trabajo en la ciudad de Buenos Aires y en Jujuy señalaron “las dificultades profundas con las que se

encuentran los programas de salud reproductiva y procreación responsable a la hora de intentar ‘empoderar’ a

las mujeres para que tengan mayor control y autonomía sobre sus propios cuerpos. Pero aunque es una tarea

muy difícil debido a que puede trastrocar relaciones de género ancestrales, en algunos casos logran con éxito

Page 23: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 23

que la mujer pueda llevar a cabo su propia decisión”. Lo confirma el relato de una médica: “La semana

pasada hicimos una ligadura tubaria en una paciente que tenía 11 hijos a los 34 años, y cuando le planteamos

la posibilidad de ligarle las trompas ella me respondió que iba a hablar con su marido y después me iba a

decir. Habló y dice que le dijo: ‘¡Estás loca!’. Entonces le digo: ‘Bueno, esto puede hacerse en cualquier

momento’, y después la paciente volvió a decirme: ‘Yo me voy a ligar las trompas igual porque no quiero

tener más hijos’”.

Reina avala esa versión y agrega que las mujeres deciden, pero a veces priorizan el trabajo, relegan la propia

salud y se atienden “cuando no dan más. En el hospital de oncología Marie Curie, la mayoría de las mujeres

de la comunidad boliviana van cuando el cáncer está muy avanzado. El maltrato hospitalario las desalienta o

las atemoriza, y encima desconocen la nueva ley, ignoran que no deben exigirles un documento de identidad

para ser atendidas”. En el mismo universo, la historia de los partos ocupa un sitio descolocado, que supera los

cánones profesionales. En su texto, Cerrutti se mete en la entrañas de la previa a parir en un hospital porteño.

“Nosotros somos de muy poco hablar, pero conocemos nuestro cuerpo. No es que pienso que voy a parir con

dolor, entonces digo ‘háganme la cesárea porque este dolorcito no lo quiero’. Nosotros somos del otro lado:

parir con dolor tiene un significado muy grande, es el binomio, que está muy junto, muy intrínseco entre

madre e hijo. El parto natural es algo normal, que se tiene que dar porque se tiene que dar así, es parte de la

naturaleza.” Y se arman estrategias: “Cuando ya estás por parir y te pasan el Pervinox y te dicen ‘te vamos a

hacer un tajito’, nosotras decimos ‘bueno, sí, sí, doctora’, no decimos nada, vamos y parimos en el baño,

como sabemos, una mano sostenida, una mano al bebé y parimos. Y bueno, eso también está tildado como

‘uy, estas bolivianas son animales, van y tienen sus bebés en el baño’.”

En la piel de todas

La psicóloga Kathya Díaz y la abogada Ivon Zárate son amigas y cómplices. Se prometieron, casi sin

necesidad de mencionarlo, que nunca perderán su identidad de sangre para sostener con la misma rebeldía a

otras que, como ellas, quieren hacer suya la ciudad. Son tan jóvenes que cuesta creerles los títulos y los

buenos tumbos dados a los 22, 23 años que tienen ambas.

En la organización Yanapacuna, que conduce la abogada Zulema Montero –una lideresa con profunda

trayectoria jurídica y reconocida militante de la Asamblea por los Derechos Humanos, en Bolivia–, brindan

asistencia a mujeres y adolescentes víctimas de trata laboral y violencia doméstica, “para sacarles el estigma

de la triple victimización por mujeres, explotadas y migrantes”. Se suman las persecuciones policiales o, por

la contraria, la negativa a tomarles las denuncias. “Más que comprensión, necesitan aceptación”, remarca

Díaz. “Me pongo en la piel de muchas mujeres de otras nacionalidades, como las paraguayas o las peruanas,

determinadas a ciertos usos o trabajos, y no les permiten salir de eso. La discriminación es laboral, social y

emocional, porque se genera una violencia psicológica que vulnera más y genera situaciones bastante

complejas.”

Zárate reconoce que el peligro duerme en las decisiones que toman las más jóvenes. “Tienden a

desidentificarse, a ser maleables. Son más vulnerables a cualquier situación. En la secundaria, las

adolescentes tratan de mimetizarse con el resto para que las acepten. Muchas reniegan de su nacionalidad por

evitar un maltrato o para que no las discriminen. Pero no les va a resultar porque siguen siendo bolivianas. En

esa grieta, cualquier adolescente quedará atrapado en trabajos precarios por costumbre.” Emiliana precisa que

las chicas sólo consiguen puestos de empleadas domésticas o en talleres textiles, mientras que los varones

suelen trabajar como albañiles. “Malgastan en bailes, en lugares donde toman mucha cerveza. Están aquí

solos, sin familias que los contengan. Pasan dos o tres años, no juntaron nada, forman parejas y tienen hijos.”

Gilda es uno de los casos extremos. Cumplió los 17 cuando trabajaba en un taller de costura y era evidente

que le hacía honor a la edad en cada risa tentada. “Pero los hombres no lo ven así. Dicen ‘esa chica está

coqueteando, me está molestando’. Se la agarró el dueño, como les pasó a tantas otras: abusan de ellas y ellas

acceden a ese abuso porque ven que el tipo tiene casa y auto. Después aparecen con niños, se dejan llevar por

Page 24: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 24

promesas falsas. Es muy difícil salir del abuso, sobre todo cuando lo consideran normal. Por ahí vienen de

padres que han golpeado a las mamás, y piensan que ellas también deben vivir la vida que vivió su madre.”

Kathia Díaz vincula esa naturalización con un factor ancestral, “abigarrado en nuestra cultura boliviana, que

es conservadora, patriarcal y machista. La identidad de la mujer gira en torno de esas cuestiones. Hay una

tendencia a la sumisión, al maltrato corporalizado”. Los últimos indicadores del Instituto Nacional de

Estadística de ese país y del viceministerio de Igualdad de Oportunidades señalan que nueve de cada diez

mujeres sufren violencia intrafamiliar. A escala nacional, el 87 por ciento de las mujeres sufre algún tipo de

violencia.

La celebración de la Pachamama el 1° de agosto, en la waka de Parque Avellaneda, es un encuentro simbólico

de los pueblos originarios, donde se “siembra para cosechar respeto y estima por el buen vivir”. Allí manda el

matriarcado desde las manos de las mujeres; van fundiendo en la tierra las flores con aguardiente, los humos

del carbón que todo lo quema para volver a empezar. “Hay un sentido común en todo esto, y es pensar cómo

he vivido y cómo quiero que vivan mis hijxs –observa Emiliana–. Es una cuestión de alegría identitaria que

replicamos en cada ceremonia. Fijate vos, las mujeres estamos en el medio de todo eso, y no es casual, porque

la contracara de arrastrar con la carga más pesada es nuestra esencia de sostenedoras. Qué duda cabe, el futuro

es mujer.”

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-8975-2014-07-13.html

Page 25: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 25

Niños y mujeres primero

JORGE DURAND

E

l barco se hunde. ¡Sálvese quien pueda! Hay que abandonar el país. Centroamérica hace agua por todos lados.

Y un grito desesperado llega a las puertas de Estados Unidos: ¡aquí estamos, abandonados a nuestra suerte!

Después de pasar por guerras, terremotos, huracanes y ahora una violencia extrema y despiadada, no queda

otra alternativa que huir.

La peor de la violencias es la que se ensaña con el vecino, con el pobre, con el que tiene algo, con el que

pudo montar un pequeño negocio, con la señora que recibe remesas, con el que tiene la gracia de practicar un

oficio digno, de tener un taller, un coche, un camión.

Algo de eso vivimos en Michoacán y otros estados, donde el derecho de piso, la extorsión y el secuestro

acabaron con lo poco que había de comercio, negocios y empresas generadoras de empleo. El derecho de piso

y la extorsión es un misil en la línea de flotación, en la estructura de sobrevivencia de una sociedad.

La situación en Centroamérica es insostenible, como se comprueba en el diario de campo de Heriberto

Vega Villaseñor, quien ha entrevistado a migrantes en tránsito en la casa de migrantes de Saltillo: La mujer

estaba con su hijo, de 16 años, que tuvo cuando ella tenía también 16. Vivía con su pareja en Honduras pero

tuvieron que salir de urgencia por el crimen organizado. Su hijo fue de alguna manera asediado por los

maleantes y un día llegaron por él unos encapuchados, golpearon la puerta buscando al muchacho y ella le

dijo a su pareja que se escondiera pues a él no lo conocían. Cuando salió, la insultaron y le dijeron que iban a

volver por el muchacho. Entonces ella, en lo que ellos se fueron, corrió hacia donde estaba su hijo, le pidió

que saliera (estaba en un cibercafé) y se escondieron y ya prácticamente no regresaron a su casa, se fueron

con una tía y ya de ahí se vinieron poco a poco hacia México, con la intención de ir a Estados Unidos.

A la pregunta de si piensan volver a su tierra dicen: “que ya no hay manera de regresar, que ya ellos

salieron y no pueden regresar porque el problema es la extorsión que hacen las maras, no por tener un

negocio, sino sólo por el hecho de vivir en un lugar, lo justifican como el impuesto de guerra y les cobran

unas 600 lempiras a la semana, y con los salarios que se tienen, pues no alcanza”.

Alexis “trabaja en la construcción, donde ganaba entre 350 y 400 lempiras diarias y también en un

mototaxi, del que obtenía 500 lempiras diarias (cuando trabajaba), pero tenía que pagar una tarifa de 400

lempiras semanales a lasmaras. Está casado y tiene dos hijos, sólo terminó la primaria. Señala que la situación

como está no da para el sustento; por eso, afirma, ‘voy a buscar un futuro’”.

La extorsión del pobre es algo que sucede también en México. En otra entrevista una migrante

embarazada narra el suceso que le causó mayor indignación:fueron asaltados en Saltillo por un policía federal

que les quitó los últimos 200 pesos que traían, dice que él vio que estaba embarazada y, sin embargo, no se

inmutó. Otro hondureño de 37 años dice que los problemas que ha tenido fueron con la policía en Matías

Romero y en el DF, dice que se disfrazan de taxistas y luego dicen que son judiciales y les cobran 500 pesos.

Un joven nicaragüense narra que “le tocó ver el asesinato artero de tres guatemaltecos en el tren, por

parte de jóvenes maras y mexicanos, que forman parte del crimen organizado. Éstos para amedrentar a los

demás les dispararon enfrente de ellos a dos en la cabeza y a otro en el corazón, que fueron cayendo poco a

Page 26: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 26

poco del tren, pues iban en una góndola vacía, y se fueron resbalando los cuerpos; ya con eso, todos sacaron

el dinero que traían y lo entregaron”.

En este contexto llegar a la frontera es un alivio, no sólo por haber podido huir con vida de su país, sino

por haber sobrevivido al paso por México. Ahora le toca resolver a Estados Unidos lo que no quiso resolver

en su patio trasero. Las guerras en Centroamérica fueron el último coletazo de la guerra fría y el resultado

directo de una defensa a ultranza de dictadores y juntas militares.

Y en este escenario geopolítico global Honduras fue el aliado y protegido de Estados Unidos. Fue la

punta de lanza para organizar la Contra, desestabilizar al gobierno sandinista y perpetuar la guerra civil.

Después de las guerras vienen los procesos de reconstrucción, así pasó en Europa, Japón, Corea. En

Centroamérica, una vez terminadas las guerra civiles en Nicaragua, El Salvador y Guatemala, el principal

interesado en el conflicto se lavó las manos y abandonó la región a su suerte y a su destino. Estas son las

consecuencias.

Paradójicamente el país fallido de este escenario centroamericano es Honduras. Se puede entender que

Estados Unidos no haya apoyado a la Nicaragua de los sandinistas, pero Honduras podría haber sido, con

apoyo externo, un modelo de las supuestas ventajas del sistema capitalista en la región.

No obstante, la realidad es otra. Honduras no ha enfrentado ningún proceso de transformación, ni reforma

o modernización, sigue todavía en los tiempos de las repúblicas bananeras, con unas cuantas familias

terratenientes que controlan todo y se reparten los puestos del gobierno. El tímido intento reformista del

presidente Manuel Zelaya (2006-2009) terminó en golpe de Estado.

El problema de Honduras no es sólo pobreza y marginación, que no necesariamente generan migración.

Hay miles de millones de pobres en el mundo que no migran, que no pueden, ni quieren emigrar. En

Honduras se añaden problemas muy serios de corrupción, violencia, impunidad, desigualdad y carencia de

instituciones sólidas con personal calificado.

El flujo migratorio de Honduras no se va a detener. Incluso con un plan de desarrollo exitoso, el flujo se

incrementaría, como ha sido demostrado en muchos otros casos. Hay que buscar soluciones integrales a largo

y mediano plazo, no sólo económicas.

http://www.jornada.unam.mx/2014/07/13/politica/018a1pol

Page 27: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 27

Discriminación y acoso sexual contra las mujeres agentes

‘Se trata de una policía profundamente misógina y no se hace nada por cambiar la situación ni castigar a los

responsables; al contrario, quienes nos hemos atrevido a denunciar somos presionadas para desistirnos y

somos víctimas de un continuo hostigamiento’

Ampliar Foto

domingo, 13 de julio de 2014

GLORIA LETICIA DÍAZ

MÉXICO, DF (Apro).- Instructora en aplicación de juicios orales y en derechos humanos de la Policía

Federal (PF), Griselda Montero, abogada con maestría en derecho penal, está castigada: su pago quincenal se

redujo a 100 pesos. Pese a sus cinco años en la corporación y a su expediente limpio, no ha recibido

notificación oficial que justifique el que cada quincena le descuenten 7 mil 488.80 pesos.

Page 28: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 28

La única explicación, dice, es que se trata de represalias por su respaldo a sus colegas víctimas de acosos

laborales y sexuales, así como por denunciar abusos de autoridad, discriminación de género y el

hostigamiento que ella misma ha sufrido de sus mandos.

Egresada de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y certificada como agente de seguridad para líderes

nacionales por la embajada de Estados Unidos en México, desde 2010 Montero ha ido con varias de sus

compañeras a interponer quejas y denuncias penales ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos

(CNDH), la Fiscalía Especializada para los Delitos de Violencia contra la Mujer y Trata de Personas

(Fevimtra) y la Unidad de Asuntos Internos de la PF.

Montero ha denunciado los abusos a las mujeres dentro de la institución y ha enterado de ello al presidente

Enrique Peña Nieto; al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; al comisionado nacional de

Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido García, y a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones

Unidas para los Derechos Humanos, por medio de cartas que Proceso pudo consultar.

POLICÍA MISÓGINA

"Se trata de una policía profundamente misógina y no se hace nada por cambiar la situación ni castigar a los

responsables; al contrario, quienes nos hemos atrevido a denunciar somos presionadas para desistirnos y

somos víctimas de un continuo hostigamiento", asegura en entrevista.

Griselda Montero y la policía Genoveva Ramírez, víctima de acoso sexual y quien la acompaña en el

encuentro con la reportera, revelan la existencia de un grupo de mujeres policías —la mayoría de ellas

adscritas al Agrupamiento Femenil de la Coordinación de Restablecimiento del Orden Público (CROP),

encabezado por Epigmenia Esperanza Galicia Carrillo— que dan servicios sexuales a mandos de la PF.

Ese grupo es conocido como "casa de muñecas" y acude a fiestas organizadas y pagadas por los mandos de la

PF, incluso hasta en el Centro de Mando (Contel) en Iztapalapa. "Quienes organizan las fiestas son los

mismos mandos, para quedar bien con sus superiores; Esperanza les da la materia prima: tiene un grupo de

chicas destinadas a dar esos servicios sexuales", explica Montero.

—¿Qué es lo que reciben a cambio? —se les pregunta.

—Sólo salir todos los días temprano para ir a su casa y estar con sus hijos, pero tienen que dar favores

sexuales y no obtienen nada extra, sólo la garantía de estar rélax —apunta Genoveva Ramírez.

Montero agrega que conoce el caso de una policía —cuyo nombre se reserva— quien tras acudir a una

convocatoria de la casa de muñecas fue ascendida para compensarla por el daño sufrido. "Lo que se sabe es

que fue violada tumultuariamente y quedó física y mentalmente muy mal; para que no denunciara le dieron

una jefatura de departamento".

‘JEFA CISNE’

"El 40% de las mujeres que conforman esta división (el Agrupamiento Femenil) son casadas o con una

relación y con hijos", se señala como contexto de una entrevista que el diario Excélsior le hizo a Galicia.

Esperanza Galicia fue policía capitalina 36 años antes de integrarse a la PF. En 1998 se le acusó de pertenecer

a un trío de jefes del Agrupamiento de Granaderos del Distrito Federal "formados en la práctica del entre y la

corrupción", según denuncias presentadas ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Los otros dos señalados son Juan Pérez Pastrana y Francisco Cue Sarquís; los tres formaban parte del equipo

de quien fue secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, Rodolfo Debernardi,

según una información publicada en La Jornada el 1 de junio de 1998.

Page 29: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 29

La nota agregaba que la queja contra quien entonces se hacía llamar "generala" y era jefa del Agrupamiento

de Granaderos de la delegación Venustiano Carranza, consistía en que destinaba "patrullas fijas durante cinco

horas a negocios particulares de los mercados de La Merced, Sonora y Jamaica" a cambio de una cuota.

Cuenta Genoveva Ramírez: "Si eres una mujer agraciada físicamente, como policía federal es lo peor que te

pudo ocurrir, pues no falta mando que se te acerque y te pida favores sexuales; si dices que no, te mandan al

peor lugar y te traen al pedo".

Ramírez interpuso denuncias por acoso sexual ante la CNDH, la Fevimtra y Asuntos Internos de la PF contra

el director de Seguridad y Protección, uno de los exescoltas de Genaro García Luna, Dither Federico Martínez

Godoy, por hechos ocurridos en marzo de 2013.

La mujer, alta, delgada y atractiva, se queja también del director general de Seguridad Física, Javier Santos

Plata Herrera, por proteger al agresor y tratar de intimidarla cuando denunció los abusos ante el coordinador

de Reacción y Alerta Inmediata, José Luis Enrique Cobián López.

QUEJAS AL AIRE

Griselda Montero ha acudido con por lo menos 15 compañeras a presentar quejas ante distintas instancias, y

sabe de otras y otros de sus colegas que lo han hecho individualmente. "Pero no pasa nada", lamenta.

El pasado 16 de junio, Proceso solicitó a la CNDH una relación de quejas presentadas por personal de la PF

contra sus mandos, de 2006 a la fecha. Hasta ahora no ha habido respuesta del organismo presidido por Raúl

Plascencia Villanueva.

En diciembre de 2012, una vez que Peña Nieto llegó a la Presidencia, Montero denunció en un texto dirigido

al presidente la situación de discriminación que viven las mujeres policías, unas 7 mil 800 de los 38 mil

agentes de la corporación.

Once meses después envió otra comunicación, a través de la Dirección General de Atención Ciudadana de la

Presidencia, para solicitarle a Peña Nieto una audiencia con el fin de "exponerle los demás casos de mujeres

integrantes de la Policía Federal las cuales hemos sido víctimas de violación a nuestros derechos

fundamentales, hostigamiento laboral, acoso sexual, abuso de autoridad, discriminación entre otros", así como

de las denuncias presentadas en diversas instancias, "sin que hasta el momento haya obtenido respuesta

alguna".

Tras recordar su anterior comunicación pidiendo la intervención presidencial, Montero acusa en el texto de

noviembre de 2013: "Derivado de esa solicitud, se me ha iniciado una investigación en la Policía Federal (…)

para tratar de conocer todos y cada uno de mis antecedentes, incluso tuve una entrevista con el inspector

general maestro David Ávalos Becerra, secretario particular del titular de la División de Fuerzas Federales de

la Policía Federal, comisario general Salvador Camacho Aguirre, en la cual se me preguntó por qué había

solicitado su apoyo, entre otros muchos puntos que se abordaron en esa reunión que, lejos de brindar un

apoyo, fue con la intención de intimidar por las acciones emprendidas".

Meses antes de enviar la carta a la oficina presidencial, Montero sufría el rigor del castigo por su

atrevimiento. En julio de 2013, por órdenes de Plata Herrera, se le relevó del equipo de custodia del secretario

de Educación, Emilio Chuayffet, y se le transfirió a la Primera Unidad de Reacción Inmediata, que forma

parte de la Dirección General de Reacción a la Operación.

100 PESOS QUINCENALES

En una carta enviada al secretario de Gobernación el 8 de abril de 2014, Montero narra algunos episodios de

humillación en su contra por parte de Martínez Godoy, Plata Herrera y el director de la Primera Unidad de

Reacción Inmediata, Rommel Dawe Santillanes.

Page 30: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 30

En diciembre de 2013, Dawe le negó una licencia ordinaria a la que tienen derecho los policías federales, la

cual Montero pidió para finiquitar los trámites de su titulación como maestra en derecho penal. En respuesta a

la petición, la incorporó al Operativo Sureste.

Montero no cejó en mantener vivas sus denuncias ante el comisario general Galindo Ceballos, quien

comisionó a la encargada nacional del Programa de Equidad de Género de la PF, Liliana González Canales,

para que la atendiera. "Liliana me dijo que me aguantara tantito. Me molesté y le recordé cuál era su

condición: es concubina de Galindo, tienen un hijo y en diciembre de 2012 interpuso una demanda en su

contra por pensión alimenticia".

En el texto enviado a Osorio Chong, Montero denuncia que el 12 de diciembre de 2013 acudió a la oficina del

responsable de la Unidad de Asuntos Internos de la PF, Edgardo Flores Campbell, con un grupo de

compañeras víctimas de acoso sexual y laboral.

Tras exponer sus quejas, el funcionario les respondió "que no le gustaban los chismes, que si lo que hacíamos

(denunciar) era para tratar de quitar a un mando, no lo iba a permitir".

Un día después de ese encuentro Montero fue transferida a la Coordinación del Sistema de Desarrollo Policial

y desde entonces recibe 100 pesos a la quincena. En el periodo de pago del 16 al 30 de junio de 2014 se le

depositaron sólo cinco pesos. "Me descontaron el día que acudí a Proceso a denunciar", apunta.

Sostiene que el comisario general de Fuerzas Federales, Salvador Camacho Aguirre, "ha dicho que las

mujeres no servimos para la policía, que no sabe qué hacemos ahí, y nos ha puesto a marchar durante horas

como prácticas de desfiles, a manera de castigo".

Recalca que las expresiones de los altos mandos para las mujeres son "puta o lesbiana, de ahí no nos bajan,

nos tratan como lo peor de la policía".

Paradójicamente, agrega, Galindo Ceballos se sumó a la campaña contra la violencia y todo tipo de

discriminación hacia las mujeres, impulsada por la ONU, y que cada 25 de noviembre se recuerda en el

mundo

http://www.eldiariodecoahuila.com.mx/notas/2014/7/13/discriminacion-acoso-sexual-contra-mujeres-agentes-

444327.asp

Page 31: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 31

ayuda siempre-cartón de Cucamonga

http://www.milenio.com/moneros/dia.html?date=2014-07-13&contentId=MILCRT20140713_0003

Page 32: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 32

Niños inocentes y oligarcas voraces

Guatemala, El Salvador y Honduras están cayendo en un círculo que conecta remesas con violencia

JOAQUÍN VILLALOBOS 12 JUL 2014 - 00:00 CEST

La prolongada crisis social y de seguridad de Guatemala, Honduras y El Salvador ya se convirtió en una

emergencia humanitaria sin precedentes. Decenas de miles de niños están huyendo al norte por una ruta de

3.000 kilómetros plagada de peligros. La causa fundamental de esta crisis reside en las economías brutalmente

extractivas que dominan a estos países. Seis millones de migrantes que constituyen el 12% de los

guatemaltecos, el 14% de los hondureños y casi el 40% de los salvadoreños viven en Estados Unidos. En los

últimos veinte años estos centroamericanos han enviado a sus países la fabulosa suma de ciento veinticuatro

mil millones de dólares en remesas. Exportar pobres se ha convertido en el más lucrativo negocio de los

oligarcas locales.

El debate sobre esta crisis se está colocando sobre las consecuencias y no sobre la causa. Se habla de las

responsabilidades de México por las amenazas en la ruta o del retraso en la Reforma Migratoria en Estados

Unidos e incluso del crimen organizado que genera la cocaína colombiana. El problema es que las remesas

han fortalecido el modelo extractivo creando una economía de consumo artificialmente financiada cuyas

ganancias van a parar a las familias dominantes de cada país. Al igual que la renta petrolera, que permite ser

rico con poco esfuerzo, la renta de las remesas está deformando las economías, acabando con los incentivos

para producir, multiplicando la riqueza de los oligarcas, creando una desigualdad de proporciones trágicas,

destruyendo familias y comunidades y generando violencia social y criminal a gran escala.

El Salvador importa alrededor de 8.500 millones de dólares anuales y la mitad de estas importaciones las paga

con remesas. Se multiplicaron los grandes centros comerciales, la agricultura fue abandonada, la economía

lleva veinte años sin crecer, el desempleo se volvió crónico, la población emigra masivamente,

los coyotes son el motor de la economía y las pandillas gobiernan los barrios pobres. Honduras y Guatemala

se han sumado a este modelo. Los ricos captan las remesas supliendo el consumo, sacan el dinero de sus

países y se transforman en empresarios regionales o globales.

Las familias pudientes de estos países tienen inversiones en la Florida, Panamá, República Dominicana,

Colombia, Nicaragua y Costa Rica. Sólo uno de ellos invirtió 250 millones de dólares en un complejo

turístico en República Dominicana. No hay razones objetivas para que los ricos de Guatemala, Honduras y El

Salvador inviertan en sus países y se esfuercen en reducir la emigración. Los peligros de la ruta y las

deportaciones masivas de emigrantes son para ellos riesgos de transportación y devolución de mercadería. Las

remesas los volvieron mucho más ricos que cuando eran sólo terratenientes.

De acuerdo con los datos de la consultora Wealth-X, en Guatemala, Honduras y El Salvador existen 610 ultra-

ricos que poseen 80.000 millones de dólares y éstos captan la mayor parte de los 12.000 millones de dólares

que cada año llegan de Estados Unidos. Frente a tanta riqueza de los oligarcas, lucen absurdos los 3.700

millones de dólares que el presidente Obama piensa utilizar para atender la emergencia.

Los ricos de esos países no invierten allí, se resisten a pagar impuestos y tienen su propia seguridad

Guatemala, El Salvador y Honduras están cayendo en un círculo vicioso que conecta las remesas con la

violencia. A más emigración, más remesas, a más remesas menos productividad, a menos productividad más

desempleo, a más desempleo más violencia y a más violencia más emigración. Las pandillas resultan de la

multiplicación exponencial de las familias disfuncionales y de la destrucción del tejido social familiar y

comunitario que deja la emigración. Las pandillas dominan barrios y comunidades afectando prácticamente

sólo a los pobres con extorsiones que pagan hasta los vendedores de periódicos. Conforme a datos de la

gremial de pequeños empresarios de El Salvador, el 90% de las microempresas pagan extorsión. En la capital

Page 33: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 33

de Honduras 1.600 pequeños comercios cerraron por la violencia sólo en el 2012. La emigración es una

violenta catástrofe social para los pobres y un gran negocio para los ricos.

A los ricos de los tres países no les importa la seguridad pública, ellos se protegen con seguridad privada, los

policías son mal pagados y pocos. En Guatemala se ha creado una ciudad privada para ricos llamada Paseo

Cayalá. Es un espacio de catorce hectáreas, cerrado por muros, que cuenta con todos los servicios en su

interior, creando un mundo alejado del crimen y la inseguridad. La seguridad privada en Guatemala cuenta

con 125.000 efectivos mientras la policía sólo son 22,000. Es al mismo tiempo el país de Latinoamérica

donde, en proporción a sus habitantes, se venden más vehículos blindados. Tiene registrados 406 aviones y

142 helicópteros de uso privado, una de las mayores flotas áreas en manos de particulares del continente.

Los ricos de Guatemala, Honduras y El Salvador se han vuelto totalmente insensibles a la realidad que les

rodea. Se protegen con sus propios guardias, pagan salarios de hambre, no invierten en sus países y se resisten

a pagar impuestos. Son fanáticos de la idea de Estados raquíticos a los cuales la inversión externa les resuelva

los problemas. Honduras creó en el 2011 un programa llamado Honduras abierta a los negocios que supone

regalar espacios del territorio a cambio de que otros se hagan cargo del país. A tres años de iniciado el

programa no han llegado inversionistas porque Honduras es el país más violento del mundo. Los empresarios

salvadoreños quieren ahora copiar este fracaso.

No se puede culpar a Estados Unidos, México o a la cocaína por esta crisis. ¿Por qué no hay niños

costarricenses, nicaragüenses y panameños huyendo al norte? Muy a pesar de que presentan problemas de

desigualdad la realidad es que la revolucionaria Nicaragua, la keynesiana Costa Rica y la Panamá que fundó

Torrijos con la recuperación del Canal, mantienen sus economías creciendo, atraen turistas e inversión

externa, no tienen crisis de seguridad a gran escala y, en los casos de Panamá y Costa Rica, no expulsan

trabajadores, sino que los demandan. Panamá recibe remesas por valor de 214 millones de dólares y envía 374

millones. Si China construye el canal en Nicaragua, los tres países del Sur de Centroamérica se volverán un

potente polo de desarrollo y los del tres del Norte se terminarán de hundir.

En el 2011 se llevó a cabo en Guatemala una cumbre de los presidentes de Centroamérica con Estados

Unidos, México y la Unión Europea. En esa ocasión, la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton les dijo

a los empresarios de la región: “Los ricos de cada país deben pagar impuestos justos, la seguridad no deben

financiarla los pobres”. Efectivamente, la principal generadora de la emergencia es la voracidad de los

oligarcas salvadoreños, guatemaltecos y hondureños. Esta emergencia humanitaria no es un terremoto que ha

dejado damnificados, es el modelo económico extractivo el que está creando refugiados. Sin duda es

indispensable ser solidarios con estos niños inocentes que huyen, pero los oligarcas deben presionados y

sancionados. Los contribuyentes mexicanos y estadounidenses no tienen por qué asumir los costos de esta

emergencia, eso equivaldría a que subsidien las mansiones, los yates y los aviones de los culpables de la

crisis.

Joaquín Villalobos fue guerrillero salvadoreño y es consultor para la resolución de conflictos internacionales.

http://elpais.com/elpais/2014/07/11/opinion/1405107829_400238.html

Page 34: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 34

Cuando el beso y el repudio van juntos

Este jueves tuvo lugar Besos públicos, un besazo colectivo para manifestar descontento por la visita de

Vladimir Putin. Aquí, una reflexión en torno de los métodos de repudio y los avances de los derechos lgbt

Por Mario Pecheny

Hay distintas maneras de hacerle entender a un político o política el repudio a sus acciones o inacciones. Por

ejemplo, por principios, estoy en contra del outing (hacer conocer la vida sexual de alguien o de su familia),

aun en el caso de los políticos o jueces más nefastos. Pero sí estoy, por supuesto, por el reclamo público, sin

ponerse a la defensiva, en materia de derechos sexuales o de aborto. Estos reclamos tienen a la Justicia de su

lado y les corresponde a los antiderechos justificar, si pueden, por qué excluyen a los gays y a las lesbianas de

Page 35: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 35

los derechos humanos más básicos, a las y los trans, o a las mujeres que quieren decidir sobre sus vidas. Un

besazo es una manifestación simpática, pero bien clara para agitar en torno de estas cosas.

Están los políticos que hacen daño, y los que dejan hacer daño. En ambos casos me parece bien repudiar.

Repito, porque el respeto de la diversidad sexual está del lado de la democracia, los derechos humanos, la

Justicia. Reivindica cuestiones que el Estado de derecho mínimo y la democracia política mínima sostienen:

igualdad ante la ley, libertad de expresión (incluyendo la sexual y de género), libertad de asociación, etcétera.

Recuerdo que allá por el ’95 presenté como estudiante un texto sobre lo que se llama el efecto boomerang en

ciencia política. Es decir, cuando un grupo interno que no tiene mucha fuerza a nivel del país, cuando se

encuentra en un contexto de relación de fuerzas desfavorable, logra instalar en la agenda o conseguir cosas en

parte gracias al apoyo recibido por otros actores en las arenas centrales o en otros países. Es conocida la

historia de cuando Menem fue a Estados Unidos y lo increparon por la denegación de la personería de la

CHA. Presionado, tuvo que decir públicamente que se le daría la personería. A modo de boomerang, lo del

besazo puede ser útil para que los propios militantes en Rusia o políticos lgbt friendly allí se agarren de eso y

agiten. En ese sentido me parece una buena y “barata” acción (barata en el sentido de que no implica grandes

erogaciones para nadie), capaz de contribuir a que haya menos persecución en Rusia. Bienvenido pues un

besazo “romántico” que haga pública la felicidad de este acto, pero sobre todo un besazo político. También

será un mensaje recordatorio a los de aquí.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-3524-2014-07-13.html

Page 36: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 36

Marchan por la igualdad

Ampliar Foto

domingo, 13 de julio de 2014

Este sábado algunos jóvenes tomaron las calles en una marcha por la diversidad sexual "Nadie es libre hasta

que todos seamos libres". En la plaza Nueva Tlaxcala fue donde se dio el pronunciamiento para la aprobación

del matrimonio igualitario.

"La iniciativa para la aprobación se presentó hace una año tres meses y no han tenido respuesta, esperamos

que la nueva legislatura tenga la voluntad política para arreglar la situación que va ligada a los derechos

civiles y derechos humanos a nivel internacional".

Noé Leonardo Ruiz, presidente del organismo, comentó que ya tuvo una plática con los diputados electos y

concordaron en que es necesaria una ley para apoyar a la población LGBTTTI, por lo que pretenden darle

seguimiento a la propuesta y hacer valer los derechos civiles para todas las personas sin importar la

preferencia sexual.

http://www.eldiariodecoahuila.com.mx/notas/2014/7/13/marchan-igualdad-444304.asp

Page 37: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 37

Para una tumba con nombre

La muerte siempre

es una experiencia solitaria. Los velorios, no siempre. La muerte entre las travas era una cosa de travas. Pero

en los últimos tiempos, y sin dudas desde la vigencia de la Ley de Identidad de Género, se empieza a gestar

un relato distinto sobre el adiós.

Por Lohana Berkins

Juana Aban Vásquez murió hace poco más de una semana en un hospital. La soledad de la muerte es un

hecho. Lo más certero que tenemos a partir del momento en que nacemos es la muerte. Esta va acompañada

de cierta ritualidad de acuerdo con las creencias y con la cultura. Si algo conocemos las travas desde muy

temprana edad es la muerte. Un hecho que a muchos asusta, pero que nosotras terminamos naturalizando. La

vemos temprana, vieja, espléndida, siliconada, travestizada, a la tarde, a la noche. La muerte es un relato

común. Cuando recibí el llamado, uno de los tantos que he recibido en mi vida con noticias así, en el que me

decían que Juana estaba mal y peligraba su vida, pensé en el dolor de ese cuerpo cansado que se rinde y llega

a un final. Pero también me di cuenta de que hoy estábamos haciendo un relato distinto sobre el adiós. Eso

que antes transitaba sólo entre nosotras porque nosotras éramos las que íbamos a reclamar el cuerpo, le

dábamos —según nuestra propia creencia— una santa sepultura, juntábamos el dinero necesario y llorábamos

esa muerte, ya en muchos casos ha perdido bastante de su impronta de soledad. Las travas somos de ironizar

mucho sobre la muerte, quizá como una manera de no querer leer en ella el epílogo de nuestras vidas. En los

velorios no faltan anécdotas divertidas sobre la compañera y humor negro. En muchos casos se trata de una

conocida o de la amiga de una amiga, que tal vez hemos visto sólo una vez. A veces ni siquiera la hemos

conocido. Pero a su velorio vamos igual porque ese ritual de despedida es comunitario. Lo volvemos

comunitario, entretejiendo lazos de solidaridad y amor para quitarle esa cuestión de la soledad de la muerte.

Para que ninguna de nosotras pase por este mundo sin pena ni gloria. Así era el ritual hasta no hace mucho.

Pero con la muerte de Juana lo que se fue poniendo de manifiesto fue, para mí, la pluralidad de relatos, la

cantidad de personas no necesariamente travestis que empiezan a llorarla, recordarla, participar de su

despedida, contar su vida y su muerte. Nuestras muertes empiezan a ser escritas y contadas también por otros,

Page 38: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 38

empiezan a circular por otros canales. Nuestras muertes empiezan a tomar otra dimensión y esa dimensión se

inscribe en una historia de lucha y también de las leyes obtenidas. Gracias al nuevo marco jurídico, ese cuerpo

deja de ser abyecto, deja de ser eso que no se quiere ver y se intenta ocultar. Muchas lápidas de compañeras

llevaban nombres de señores. Un nombre que nada tiene que ver con el recorrido realizado por la persona que

descansaba allí. Con esta lápida, la compañera figuraba como una nueva desaparecida. ¡Cuántas veces nos ha

pasado ir al cementerio a dejarle una flor y una vela y no encontrar su lápida porque no recordábamos, o hasta

a veces no conocíamos, su nombre anterior! Su vida y su identidad no figurarían inscriptas en ningún lugar y

tampoco su muerte. La existencia de la nueva ley también nos asegura no morir en el anonimato. Algo tan

simple como escribir el nombre de quien se vela en su propia lápida, como ocurrió con Juana, me parece un

tremendo acto de justicia. A ese acto de soledad de la muerte le arrancamos la invisibilidad y le ponemos un

sello que dice: “Acá está Juana”. Se inscribe quien realmente ha sido ella y no se borra la historia de su propia

vida para quienes la conocen en detalle y para quienes la podamos imaginar. Todas hemos llorado y

lloraremos la muerte de cada compañera, porque sentimos que en cada partida se va una parte de nuestra

historia.

No paro de pensar tampoco, en los casos de las chicas que vienen de las provincias, si sus familias conocerán

sus verdaderos recorridos, su verdadera historia y también su muerte. Hace muchos años llegó a Buenos Aires

Rosita Calizaya, una tierna niña de diecisiete años, una travesti del interior que vino escapando de la fuerte

presión social de una sociedad tan conservadora como la salteña. Rosita estaba deslumbrada con las luces de

la ciudad. Tenía una historia triste, como la mayoría de nosotras. El día en que nos enteramos de que Rosita

había muerto, me quedé con la duda de si su familia sabría de la historia que ella empezó a escribir acá con

nosotras. ¿Se preguntarán que pasó con ella, su corta vida, sabrán que murió y en qué condiciones? Rosita me

generó ese interrogante y la inquietud de buscar algún día a su familia. Y también me pregunto cómo habrá

sido ese último momento para Rosita. ¿Habrá dejado volar su mente hasta su Salta natal, tan bella y tan

contradictoria, hasta sus montañas, sus olores, sus colores? Hoy, ninguna de nosotras recuerda el nombre con

el que Rosita debe haber sido inscripta, ni en su nacimiento, ni en su muerte. La diferencia entre Rosita y

Juana es rotunda. Tuvieron que pasar muchas Rositas para que llegáramos a Juana, y para que hoy, cuando

vayamos a buscar a Juana al camposanto, encontremos a quien realmente estamos buscando

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-3522-2014-07-13.html

Page 39: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 39

Exigen crear dirección municipal

[Homosexualidad]

Por Ernesto Acosta

13/07/2014 - 04:03 AM

Saltillo, Coah.- “No estamos solos, están nuestros padres, nuestras madres, nuestros hermanos, nuestros

amigos”, reclamó la comunidad lésbico-gay, al exigir al alcalde Isidro López Villarreal que cumpla el

ofrecimiento de crear la Dirección de Atención a la Diversidad Sexual, que firmó un año atrás.

“Con nuestros acciones abriremos las puertas, ser diferente no es problema… pagamos los mismos impuestos,

tenemos los mismos derechos. Quiero casarme en Coahuila, no en el DF, y pedimos al Poder Legislativo que

se ponga a trabajar, somos iguales”, clamaron en una especie de mitin a favor de los derechos de la

comunidad LGBTTI (lesbiana, gay, bisexual, transexual, travesti, transgénero e intersexual) realizado a

espaldas del Congreso del Estado.

Mientras las parejas se demostraban su afecto con abrazos, besos y palabras, en la plaza Nueva Tlaxcala una

voz pidió unirse para luchar contra la discriminación y la ignorancia.

“Usemos nuestra sabiduría y experiencia que nos ha dado la vida para defender lo que nos pertenece.

Recuerden que no son ilegales la homosexualidad ni las prácticas homosexuales: lo ilegal es la

discriminación, ser diferente no es problema, el problema es ser tratado diferente”.

Page 40: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 40

Chantal Alvarado, reina del Orgullo Gay 2014, pidió hacerse visibles y dar cachetada a la sociedad con guante

blanco para decir que existe una gran comunidad de la diversidad sexual.

También habló de la creación de un círculo para padres a fin de darles asesorías y orientación para el

reconocimiento y aceptación de los hijos que tienen preferencias sexuales diferentes.

Por su parte, Noé Ruiz Malacara, dirigente de la comunidad San Elredo, recordó al alcalde Isidro López que

el 29 de junio del año pasado, cuando era candidato, firmó el escrito para crear la Dirección de Atención a la

Diversidad Sexual.

“Fue compromiso de campaña y hasta el día de hoy no hemos tenido buena respuesta. Entregamos la primera

parte del proyecto en marzo pasado y no ha habido respuesta”.

El proyecto consiste en que la oficina atienda a la población LGBTTTI con asesoría jurídica, atención

sicológica y oportunidades de empleo.

Para celebrar el Día del Orgullo Gay, la comunidad LGBTTI participó en una marcha que inició en la

explanada del Instituto Tecnológico de Saltillo, siguió por el bulevar Venustiano Carranza y finalizó en la

plaza Nueva Tlaxcala.

http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/exigen-crear-direccion-municipal-1405228446

Page 41: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 41

Una agenda para lo que no se ve

En Argentina el mayor desarrollo económico y social no impulsó políticas de cuidado, ni un debate social

profundo sobre crianza y trabajo. Temas centrales como las licencias extendidas para más mujeres y varones,

el escaso número de jardines maternales o redes públicas de cuidado se caen de las agendas tanto del

oficialismo como de la oposición, a diferencia de lo que sucede en otros países de la región como Uruguay,

Chile y Costa Rica, que avanzan con reformas. La investigadora Juliana Martínez Franzoni indaga por qué no

se profundiza con esta deuda que pesa en la espalda de las mujeres.

Por Luciana Peker

La noche se enciende. La niña tiene fiebre. Y la oscuridad se prende en vela. No hay tregua al día cuando la

fatiga no se deja rendir. La madre lleva a la niña hasta el vapor para exorcizar el cansancio con la respiración

tibia. Esa noche encima, esa noche, le tocaba a ella. Porque no sólo los días están repartidos para trabajar,

cocinar, buscar en el jardín y esa lista interminable de deberes. Las noches también. Las del sueño y las que la

maternidad conjura mientras el mundo no escucha. “En esta casa somos dos cuidadores”, anuncia Juliana

Martínez Franzoni, doctora en Sociología e integrante del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP)

de la Universidad de Costa Rica. Ella lleva a su propia práctica amorosa la teoría de una democracia hogareña

con su hija Maite, de cinco años. Y, cuando trabaja, intenta contestar cómo hacer para colectivizar los efectos

colaterales de la crianza.

Franzoni realiza una profunda investigación sobre políticas de conciliación entre vida familiar y laboral en

Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y Costa Rica en colaboración con Merike Blofield, de la Universidad de

Miami. Su mirada cruza fronteras como ella hizo a lo largo de sus 47 años. Nació en Uruguay. Creció en

Neuquén. Fue a estudiar a Montevideo. Voló por una especialización a la Universidad de Pittsburgh, en

Estados Unidos. Hasta que, en 1999, decidió vivir en Costa Rica cuando una conspiración ficticia de la FARC

Page 42: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 42

y el Banco Mundial cambió el destino de una conferencia que tenía sede en Colombia y se mudó –por

seguridad– a Centroamérica. A su llegada, Mauricio Castro, el hermano de su mejor amiga, la fue a buscar al

aeropuerto y no se despegaron más. Ahora la espera siempre que ella se va de viaje, un destino que la cruza de

la puerta de su casa por lo menos dos meses –repartidos– por año. En el 2014, por un tiempo, vive en

Argentina, sin dejar en la valija la palabra “apapache” –una forma de conjugar mimos– como parte de su

estrategia para sanar a su hija cuando se enferma.

Y, desde acá, indaga sobre por qué a pesar del crecimiento económico y social desde el 2003 no se mejoraron

las políticas de cuidados y las posibles estrategias –como jardines, mayores licencias paternales o maternales,

redes públicas de cuidado, etc.– y no es un tema prioritario ni en el oficialismo ni en la oposición, el

sindicalismo y la sociedad civil. Incluso, sin conformar un ranking de países, a diferencia de otras naciones

latinoamericanas que sí instalaron el debate en sus campañas electorales y diseños de políticas públicas con

mayores licencias maternales y parentales.

¿La sociedad todavía no se adaptó a que las mujeres trabajen dentro y fuera del hogar?

–En América latina ocurrió en poco más de dos décadas una transformación que en Europa y América del

Norte tomó casi cien años y es el pasaje que de tres de diez mujeres formaran parte del mundo laboral a que,

en tan poco tiempo, sean cinco de cada diez mujeres. Es una revolución silenciosa. Además, las familias son

heterogéneas. Y hay una cantidad creciente de hogares con mujeres sin presencia de varones. Pero hay una

presencia muy terca de la organización de los quehaceres domésticos y de los cuidados. Esto genera un corto

circuito entre el mundo público y privado que no es transitorio, sino que ha llegado para quedarse. O

pensamos que tarde o temprano las mujeres volverán a ser cuidadoras y no proveedoras de ingresos o nos

enfrentamos a una realidad nueva que requiere muchísimas transformaciones. Por eso, nos preguntamos: En

los países de la región con mejores condiciones para que el Estado se ponga las pilas con los cambios de la

sociedad ¿hubo cambios? ¿En qué medida los países hicieron transformaciones en sus políticas públicas? ¿De

qué depende que unos países avancen más que otros cuando es constante el ciclo expansivo económico y los

procesos democráticos? No nos interesa ranquear países, pero sí ver por qué existe tanta variación. Nos

enfocamos en países con recursos fiscales para hacer cosas, en presencia de una recuperación del Estado que

volvió a estar en el centro de la agenda política para ver cómo se tendieron puentes para superar esta fisura

entre el mundo laboral y doméstico. Estamos en la región del planeta más desigual entre quienes tienen más y

quienes tienen menos. Por eso, es imposible pensar las relaciones de género sin compararlas con las

relaciones socioeconómicas. El lugar de la mujer puede ser muy distinto. No es lo mismo una mujer que

puede destinar dinero a pagar trabajo doméstico remunerado veinticuatro horas, comprar en la rotisería, lavar

en una tintorería, que mujeres que dependen de tener madres, tías, hermanas para poder salir de la casa con

tranquilidad.

¿Qué posibilidad tiene el Estado de incidir en el reparto de los cuidados?

–En Argentina es sorprendente la transformación de la política pública en materia laboral y social. ¿Pero en

qué medida esas políticas han cambiado para lograr mayor corresponsabilidad del Estado? Si el Estado asume

jardines maternales que abran durante ocho o diez horas al día (como una opción y no una obligación) está

frente a una mayor corresponsabilidad estatal en los cuidados que contribuye a una mayor conciliación entre

vida familiar y laboral, y cuando establece reglas para que los hombres puedan participar de las licencias por

paternidad está contribuyendo a promover una mayor corresponsabilidad paterna. Se puede garantizar a las

mujeres que la maternidad no amenace sus ingresos con las licencias o los permisos. También se puede

desfamiliarizar y desfeminizar una parte de los cuidados. Y luego la compra de servicios de cuidado en el

hogar, en donde el Estado puede desentenderse, con lo cual está subsidiando a los sectores de mayores

ingresos que buscan pagar lo menos posible y penalizando a las mujeres de sectores populares que ven en el

trabajo en casas particulares su única opción de ingreso laboral.

¿Cómo evaluás las políticas públicas de la Argentina?

Page 43: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 43

–En Argentina comparamos el 2003 con el 2013 y las licencias por maternidad están reservadas a las

asalariadas, con noventa días o una semana por debajo de lo que la Organización Internacional del Trabajo

(OIT) recomienda (de catorce semanas o noventa y ocho días) que debe ser el piso para tener una

tranquilidad, por lo que son relativamente cortas y, además, como se considera un subsidio las mujeres

trabajadoras no están cotizando a la previsión social, con lo cual una mujer que tiene tres hijos perdió un año

de jubilación y necesita aportar más para ganar lo mismo. Esta valoración se dio en muchos países hasta que

se consideró ese dinero como parte del salario. Por ejemplo, en el 2003, Chile y Argentina estaban en una

situación parecida, pero durante esta década Chile introdujo muchos cambios y Argentina no.

¿La Argentina no avanzó?

–En el tema de licencias no hubo cambios, a diferencia de Chile y Uruguay, que modificaron sus licencias. En

Uruguay las licencias experimentaron varios cambios y en noviembre de 2013 tuvo lugar una reforma. La

licencia por maternidad pasó de doce a catorce semanas y la licencia por paternidad a diez días. En el otro

extremo, Argentina es el único de los cinco países que en 2014 no respeta el piso maternalista establecido por

la OIT (de catorce semanas).

¿Hubo algún progreso?

–El cambio más importante fue en relación con la regulación de las trabajadoras de casas particulares que no

es nada menor, pero que fue un cambio que también se dio en los otros países, por eso no diferencia a

Argentina poner a estas trabajadoras con la misma legislación que el resto de los trabajadores desde mediados

del siglo XX. Por suerte, desesclavizar este trabajo es algo que se está dando en toda la región, incluyendo la

licencia por maternidad, que hasta hace muy poco estas trabajadoras no tenían. Pero lo más llamativo en la

Argentina es que el tema de cuidados no está como un tema fuerte en la agenda política.

¿La Argentina tuvo avances económicos, sociales y de género pero no en el reparto de cuidados?

–El tema de cuidados no está en la agenda, por oposición a campañas electorales en Brasil, Chile, Costa Rica

y Uruguay.

¿Cómo pueden las mujeres decidir su voto según las posiciones con respecto a quién y cómo se cuida?

–En febrero del 2010 en Costa Rica la entonces candidata a la presidencia, Laura Chinchilla, del Partido de la

Liberación Nacional, que no es feminista, hizo su campaña en base a una propuesta de seguridad y una red

nacional de cuidados. Ella gana las elecciones y entre el 2010 y el 2014 lo lleva a la práctica más allá de que

podamos discutir bondades de la implementación. Pero fue un tema de relevancia electoral. Algo similar

ocurrió en la campaña de Sebastián Piñera, en Chile, en el 2009, en que el debate sobre una licencia posnatal

se vuelve un tema central, en ese caso, por el pedido de mujeres pro lactancia que querían poder honrar la

recomendación de lactancia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). También se da la conjunción con

el interés empresarial de blanquear licencias de maternidad extendidas (que las paga el Presupuesto nacional)

que estaban encubiertas como enfermedad de las madres (que las pagan los privados). Este posnatal se

implementó en el 2011 y se empezó a poner en práctica en el 2012 y combina una licencia de maternidad

extendida con una licencia que puede tomar la madre o el padre.

¿La licencia por maternidad o las asignaciones por hijo se tienen que ampliar a otras trabajadoras que ahora

no la perciben como, por ejemplo, monotributistas? ¿Cómo se puede lograr una mayor inclusión?

–En general se ha buscado, en otros países, que todas las mujeres que cotizan en la previsión social tengan

licencia por maternidad, cuyo objetivo es la protección del ingreso, porque mientras estás cuidando no podés

generar ingresos. Es irrelevante si sos asalariada o si no sos asalariada. También es un objetivo de corto plazo

para la contribución.

¿El sindicalismo tiene responsabilidad en no pelear por mejores condiciones de trabajo para madres y padres?

Page 44: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 44

–En la Argentina tenés una mejora notoria de las personas asalariadas que están amparadas en paritarias.

Llama la atención que en el marco de paritarias el cuidado no sea relevante. No toma ni tres minutos al final

de una negociación, a pesar de que la cobertura de las negociaciones colectivas equivale al cuarenta por ciento

de asalariadas/os y treinta por ciento de la fuerza laboral, según la investigación “Trabajo decente y

corresponsabilidad en los cuidados en Argentina”, de Carina Lupica. Sorprende que teniendo ese instrumento

tan poderoso de negociación colectiva esta parte del mundo laboral no demande, por ejemplo, que la licencia

deje de ser subsidio y cuente para la previsión social, licencias extendidas (y no la excedencia no remunerada

que además deja a la trabajadora en una negociación desigual) y que no planteen de manera más beligerante

las salas cuna y la atención de cuidados cuando terminan las licencias.

Ni en reclamos sindicales, ni en los planteos de la oposición aparecen estos reclamos por mayores licencias y

más jardines maternales. ¿Por qué?

–Da la sensación de que es una demanda personal e individual que no logra traducirse en una demanda

colectiva y política. En muchas de las centrales sindicales hay pedidos, pero no dejan de ser voces marginales

preocupadas por problemas que afectan a las mujeres. Es llamativa la ausencia de agenda no sólo en el

Gobierno, sino también en los diferentes actores. No es que no lo tiene el Gobierno y está muy claramente

presente en otro lado. No hay una demanda social clara desde ninguna parte. En todos lados hay un poquito de

algo sin que termine de tener suficiente voz.

¿Cómo hicieron los otros países latinoamericanos para generar cambios?

–En otros países estos cambios no surgen de presiones sociales fuertes, a diferencia de demandas de derechos

sexuales y reproductivos y de la lucha contra la violencia hacia las mujeres. En donde hemos encontrado

mayor transformación la iniciativa ha partido de los poderes ejecutivos, y las razones por las que se ponen las

pilas pueden ser diversas: la preocupación por la natalidad o por falta de fuerza productiva capacitada como

en Uruguay, porque los niños que están naciendo lo hacen en los hogares con menos capital humano (menos

nivel educativo) y, por lo tanto, interpela qué posibilidad hay de interrumpir ciclos de reproducción de la

pobreza. No necesariamente se llega a la preocupación por el cuidado por una preocupación de género, sino

por muchos caminos. Es posible que en este momento en Argentina no existan estas preocupaciones. Sin

embargo, de acuerdo con un trabajo de Corina Rodríguez en la Capital Federal hay el doble de mujeres

calificadas no utilizando su calificación que de hombres. Las brechas salariales y la segregación laboral no

son sólo un problema de las mujeres, sino un problema de índole socioeconómica. Resolver mejor el cuidado

mejora los climas laborales y la productividad laboral. Si no se corrige este problema genera muchos costos

que este cortocircuito sea administrado a nivel individual y femenino. También hay costos económicos.

¿Cuánto le cuesta al Estado una niña quemada porque se está autocuidando, versus asegurarse de que no haya

niños o niñas solos en la casa porque los adultos de la casa no pueden cuidarlos? Por supuesto que los jardines

maternales cuestan dinero, pero no tenerlos también cuesta mucho dinero. Y eso en relación con el dinero,

pero también hay derechos y muchas consecuencias que una sociedad no cuidadora tiene en las personas.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-8981-2014-07-13.html

Page 45: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 45

Cuando una mano no lava la otra

Las últimas atrocidades en la Franja de Gaza avivaron las discusiones en la comunidad LGBT sobre el

fenómeno denominado pink washing. Se habla de “lavado rosa” cuando los logros en derechos sexuales son

presentados por algunos Estados para blanquear sus políticas colonialistas. Mientras algunxs se muestran

funcionales al estado de violencia, otrxs denuncian el uso de derechos LGBT en Israel para maquillar la

sangrienta política con los palestinos.

Por Magdalena De Santo

ESTA IMAGEN FUE POSTEADA EN LA WEB DE LAS FUERZAS ARMADAS DE ISRAEL DURANTE

EL MES DEL ORGULLO

Un joven gay palestino bien apuesto aprieta el gatillo de su cinturón de explosivos frente al bar de las tortas

amigas. La bomba estalla bajo su camisa antes de que su amor judío logre abrazarlo. Dos cuerpos

homosexuales yacen tapados por una sábana celeste y una luz de ambulancia que titila sobre la unión que sólo

pudo ser por un rato en Tel Aviv, en alguna playa de turismo gay friendly. La escena final de La burbuja

(2006) parece esbozar algunas de las complejidades de un conflicto, que ojalá fuera sólo ficcional.

Una reciente columna de opinión en The Advocate (una de las revistas norteamericanas más famosas del

mundo gay) se titula “¿Por qué las personas LGBT del mundo necesitan de Israel?”. Allí, James Duke, su

autor, postula que “Israel tiene un historial más progresista en materia de derechos de los homosexuales que

incluso los Estados Unidos” —oh, qué comparación ingenua—, “Israel hizo consensual legal de sexo gay en

1988, a pesar de que las leyes de sodomía no habían sido ejecutadas desde 1963. Se prohíbe la discriminación

Page 46: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 46

basada en la orientación sexual en 1992. Fue el primer país, en 1994, en el continente asiático en reconocer

uniones del mismo sexo. Se hizo legal para los homosexuales servir en el ejército en 2000. Y la mayoría de

los israelíes, según las últimas encuestas, apoyan el matrimonio homosexual. La ciudad capital, Tel Aviv, es

considerada la meca gay, donde ahora están construyendo un monumento en memoria de las personas lgbt

que fueron perseguidos bajo el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Por eso, tenemos que hacer

todo lo posible para proteger a Israel y ser solidarios en todo lo que se pueda. No sólo es en nuestro interés,

Israel se lo merece después de todo lo que ha hecho por nosotros”. Tel Aviv será la meca cultural lgbt, será la

San Francisco de Medio Oriente, pero ¿por eso tendríamos que defender cualquier política que lleve adelante

el Estado de Israel? ¿El hecho de que el Estado de Israel “proteja” a una comunidad le da legitimidad para

aniquilar a otra? ¿Quién dictamina que un grupo humano es menos valioso que otro? ¿Acaso porque los

palestinos no avanzaron en materia de derechos lgbt habría más razones para borrarlos literalmente del mapa?

Que el liberalismo exacerba la adquisición de derechos particulares no es novedad, lo que llama la atención

son algunas omisiones entre tanto legalismo.

La historia de enemistad entre palestinos y judíos es complejísima —aunque no milenaria— y se desarrolla

dentro de lógicas conocidas para nosotrxs: coloniales. Comienza con la promesa británica —la culpa

europea— de un hogar nacional para los judíos en los albores del siglo pasado. Sin embargo, ese suelo

prometido no era desierto, sino el hogar de miles de árabes. Con mediaciones de la ONU, Israel logra la

consagración como país independiente en 1948 y con ello la catástrofe: 750 mil palestinos expulsados de sus

casas y refugiados en Líbano, Siria y Gaza. Aun así, Israel sigue ensanchando sus fronteras de manera ilícita

por décadas. El derecho internacional no duda de que la ocupación de Jerusalén y los Altos de Golán es ilegal.

Que todos sus asentamientos lo son: fueron ocupaciones militarizadas. Israel en pocos años se convierte en el

Estado con mayor número de resoluciones condenatorias del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (más

que el resto de los países juntos). También, el mayor receptor de financiamiento norteamericano —tres mil

millones al año—.

MAKE UP

Pantalla de humo vía Facebook: de espaldas dos varones de buena percha y uniforme se toman de la mano,

mientras el sol parece darles la bienvenida al paraíso. Esta fue la foto publicada en las redes sociales de las

Fuerzas de Defensa Israelí el año pasado en conmemoración de Stonewall, bajo la leyenda “En el mes del

orgullo, ¿sabías que las fuerzas de defensa de Israel tratan a todos sus soldados de igual manera? Veamos

cuántas veces logras compartir esta foto”. ¿Es para celebrarlo? ¿Vale la pena asimilar derechos en tanto el

precio es la muerte de otrxs tantxs?

Felipe Rivas —activista chileno de la CUDS— comenta: “El derecho a acceder a las Fuerzas Armadas para

todos los ciudadanos de un país sólo es posible de ser deseado como derecho, en una matriz cultural basada en

el militarismo, el Estado nacional y la guerra”. Y si Israel asimiló tan bien a sus ciudadanos lgbt y logró

incorporar más personas en sus filas, ello no sólo parece reforzar su maquinaria belicosa lavando su propia

misoginia, homo-bifobia y transfobia nacional, sino que le permite posicionarse internacionalmente en el

podio de las buenas naciones occidentalizadas de DD.HH. El barómetro internacional considera como criterio

de “calidad de ciudadanía” la inclusión de las minorías sexuales a sus instituciones. No parece ponerse en

cuestión a qué clase de instituciones nos incluyan ni con qué propósitos, no importa si las instituciones son

nefastas, sólo que muchos rostros diversos estén para la foto.

Norman Finkelstein sostiene que el gobierno israelí, para conseguir legitimidad de su masacre, utiliza una

retórica sufriente en la que holocausto nazi opera de capital moral. Otra, la que nos toca el culo directamente,

es alegre y orgullosa. Muchxs activistas sostienen que Israel comercializa con las causas lgbt y utiliza al

colectivo con fines coloniales. La destrucción de tierras y cuerpos palestinos a través de la promoción de la

“igualdad de los homosexuales” como característica definitiva del proyecto de derechos humanos de Israel se

Page 47: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 47

llama pinkwashing. No hay orgullo en este lavado de cara rosado sino una misión civilizadora: racializar y

demonizar a lxs palestinxs.

NO EN MI NOMBRE

El movimiento BDS internacional (Boicot, Desinversión y Sanciones) es uno de los mayores luchadores

contra el pinkwatching y tiene tres simples demandas: 1) el fin de la ocupación y el desmantelamiento del

Muro del Apartheid, 2) la igualdad de derechos para todos los palestinos dentro de Israel, y 3) el derecho al

retorno de todos los refugiados palestinos. Según Judith Butler, BDS “es el mayor movimiento no violento

cívico y político que trata de establecer la igualdad y los derechos de autodeterminación para los palestinos”.

El sitio pinkwatching israel (www.pinkwatchingisrael.com) ofrece información de lxs activistas que resisten y

denuncian el uso cínico de los derechos homosexuales para distraer y normalizar la ocupación israelí. Allí,

activistas palestinos e internacionales sostienen que “para lograr una sólida política queer radical tiene que

existir intrínsecamente una política anti-racista, anti-ocupación, anti-sexista y anti-clasista”. Igualmente, el

Foro mundial Palestina Libre aspira a establecer un vínculo inexorable entre el activismo homosexual y la

lucha por la liberación de Palestina construyendo discursos y prácticas activistas que no se separen de las

luchas contra el colonialismo, el racismo y el neoliberalismo.

No hay dos demonios. Ni todos los palestinos son víctimas ni todos los judíos están ligados genuinamente al

Estado de Israel. Tampoco al criticar ciertas facciones judías extremas uno se vuelve antisemita. Menos aún,

pertenecer a un minoría sexual nos libera de responsabilidad. Además de identidades personales tenemos un

mundo de guerras injustas, de duelos silenciosos y cuerpos arrumbados. Pero también un historial de lucha

colectiva contra la opresión que no deberíamos dejar que se use para matar.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-3539-2014-07-26.html

Page 48: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 48

Placer y malestar

ACTIVISMOS Tienen más de una década interviniendo el espacio público en clave feminista. De las paredes

tomadas por grafitti y nombres de bandas de rock, ellas empezaron a mostrar aborto, camas y casas de

mujeres como territorio de convergencia de reclamos. Mujeres Públicas maneja un grado de síntesis que se

resume en su famosa imagen del ovillo de lana atravesado por una aguja, conjugando dos símbolos, el de la

aguja que teje y el de la que aborta. Y van por más: festejar sus once años en la calle ampliando su audiencia

y difundiendo un trabajo de hormiga que siempre juega con las palabras “personal” y “político”. Además de

arte y activismo, hacen historia reclutando en su mapa feminista las luchas de las mujeres en las calles en los

últimos dos siglos.

Por Laura Rosso

El 8 de marzo de 2003 algo diferente sucedió. Mujeres Públicas salía por primera vez a la calle. Este grupo

activista feminista hizo su primera intervención con afiches pegados en el espacio público. La imagen hablaba

del aborto con un grado de síntesis pocas veces visto: un ovillo de lana atravesado por una aguja. En un

lenguaje directo se conjugaban dos símbolos, el cuerpo de la mujer atravesado por los abortos clandestinos.

La creación visual y el activismo condensaban en esa imagen una cuenta todavía pendiente. “Todo con la

misma aguja”, decía el afiche. Escarpines y aborto. Era el 8 de marzo del 2003 y Mujeres Públicas había

salido a la calle.

Page 49: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 49

Desde ese día hasta hoy continuaron con sus acciones elaborando construcciones discursivas que relacionan

discurso e imagen, además de participar en encuentros, seminarios, talleres, conferencias y jornadas, tanto en

nuestro país como en el exterior (España, México, Cuba, Uruguay, Paraguay, Colombia, Suecia, y más

países). Sus integrantes vienen del campo de las artes visuales y la comunicación, pero su denominador

común es el feminismo. Ellas son Magdalena Pagano, Lorena Bossi y Fernanda Carrizo. Recién llegada de

dictar un seminario de arte en Montevideo, Magdalena apunta: “Abordamos la creación desde la invención y

la imaginación mientras que encaramos nuestro activismo desde la presencia continua en las calles, desde la

reiteración de reivindicaciones y derechos. Somos un grupo feminista que hace activismo artístico,

mixturamos el activismo con un proyecto creativo”. El activismo feminista de Mujeres Públicas se nutre de

las acciones históricas realizadas por el feminismo local, así como de la práctica activista que desde el arte

han venido realizando diferentes grupos desde los años ‘60, en particular grupos como las Guerrilla Girls, a

quienes estudiaron en un comienzo. Sus acciones se inscriben dentro del legado del movimiento de mujeres

de Argentina, que tomó a la ciudad como campo de acción, como lugar de transformación de lo cotidiano. En

ese sentido, María Laura Rosa, doctora en Arte Contemporáneo, especialista en Arte Feminista e

investigadora de Conicet del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y

Letras de la UBA, sostiene: “Históricamente el espacio público estuvo vedado y connotado para las mujeres.

Vedado porque la dignidad de las mujeres fue construida por el patriarcado a partir de su desempeño

reservado al ámbito de lo privado. Connotado porque aquellas que salían de lo doméstico era por necesidad

económica. Vale decir, el espacio público estuvo –y en muchos sitios sigue estando– atravesado por nociones

de clase y género a las que hay que agregar, si hablamos de Latinoamérica, el componente étnico. Es por eso

que en el origen de los movimientos de mujeres se encuentre la calle. El espacio público se convierte en el

territorio de la convergencia y difusión de los reclamos, denuncias y marchas. Fue allí en donde se advierte

que lo político no es sólo lo que afecta al Estado y al bienestar público, sino también al entramado de lo

privado con consecuencias en lo público. Así, lo privado es político, lo personal es político”. Sobre las

significaciones y representaciones que el espacio público tiene para Mujeres Públicas, Lorena Bossi agrega:

“El espacio público es el espacio común. Es lo que nos hace mujeres públicas en este juego de palabras que

elegimos para nombrarnos. Es donde convive todo para ser intervenido: los discursos sexistas, la homofobia,

los mandatos estereotipados, los roles predestinados, la violencia machista”. Y Fernanda subraya: “En todos

Page 50: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 50

ellos interpelamos al patriarcado. Por eso creemos en la importancia de ganar el espacio público para

transformar nuestra vida cotidiana”.

Pasaron más diez años desde esa primera vez que Mujeres Públicas salió a la calle. Lorena se acuerda del

contexto y cuenta: “Del 2003 hasta ahora pasaron muchas cosas, no sólo a nosotras como grupo, o desde lo

particular, sino al país en general. Un par de años antes del inicio del grupo estábamos en un momento de

ebullición de lo colectivo, que surge como contestación y supervivencia frente a la crisis social y económica

de esos años. Nosotras salimos vitalizadas de esas experiencias a hablar desde un lugar que cuestiona todos

los planos de nuestra existencia, ese lugar es el feminismo, un lugar que sentíamos no interpelaba a las

militancias en ese momento. De ahí en más, se generó un trabajo intenso que entendemos como un proceso,

que va de lo grupal a lo social y viceversa”. Para desarrollar los proyectos que les interesa necesitan un

determinado tiempo de reflexión, de trabajo colectivo, de puesta en común de ideas y de críticas de esas ideas.

Magdalena explica: “Nosotras arribamos a algo que, por un lado, es políticamente contundente, y por otro,

nos satisface. Quiero decir, que lo podemos defender, en términos visuales, estéticos y de procedimiento

artístico. Nuestro deseo es que metafórica y poéticamente diga cosas y diga cosas a otros. A veces los

proyectos se hacen en un tiempo que es nuestro, y ese mismo objeto o afiche se resitúa en momentos políticos

o de coyuntura en los que va funcionando de distintas maneras y cobra nuevos sentidos”. Mujeres Públicas

produce cada objeto, cada afiche y cada acción desde un espacio de lo común y de lo personal atravesado por

Page 51: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 51

una búsqueda, una pregunta, un malestar, un deseo de justicia o de cambio. Por ejemplo, la estampita que

tiene la oración por el derecho al aborto, la hicieron porque la preocupación de Mujeres Públicas acerca del

problema de la despenalización y legalización del aborto es permanente. Esa estampita empezó a viajar y a

hacer su vida, su recorrido. Se convirtió en un símbolo. “Ese objeto funciona casi autónomamente, mientras

que su contexto de creación no fue un contexto coyuntural. Nosotras no salimos a decir Aborto legal ya,

porque si nosotras hiciéramos eso seríamos un grupo activista, pero no somos solamente eso. Decimos Aborto

legal ya, de otra manera. Lo decimos con el afiche del ovillo, lo decimos con la estampita, lo decimos de otras

maneras. Ese juego, que necesita su tiempo, su elaboración, su diálogo, nos convierte en otra cosa. No somos

precisamente un grupo repentista”, puntualiza Magdalena.

Trabajan con operaciones simbólicas en temáticas que les son propias. En esos procesos de elaboración en los

que piensan juntas, encuentran modos de llevar sus acciones a la calle o a un espacio cerrado o transformarlo

en un video, o en una visita guiada.

Hasta 2008 estuvieron dedicadas en gran medida a los afiches callejeros y a las acciones de difusión. Luego

hubo un giro estético en su trabajo. A partir de esta fecha comenzaron a investigar otros dispositivos de

trabajo sin resignar el activismo visual, y después de transitar el 2009, una circunstancia en particular las

marcó: “En el 2010 vivimos un cambio a nivel conceptual y de la imagen”, cuenta Lorena. “Pero el cambio

real se desarrolló durante el proceso de trabajo del mapa feminista. Allí abordamos a modo de una genealogía

propia algunas de las luchas encabezadas por colectivos de mujeres, en sus estados más incipientes y

potenciales, que se expresaron en la calle en los últimos dos siglos.” Ese proyecto cartográfico al que se

refiere fue desarrollado entre 2012 y 2013 y consistió en una investigación, una acción colectiva performática

en el espacio público realizada el 4 de mayo de 2013. Una pieza gráfica desplegable –un mapa– y una video

instalación que se inauguró en septiembre pasado en el Cceba con el título En la Plaza. En la Casa. En la

Cama. Ensayo para una cartografía feminista. “El mapa feminista –retoma Fernanda– es una genealogía

grupal, que reivindica esos instantes radicales que cambiaron la vida de todas y no suelen estar en los libros,

hablando no de nombres propios sino desde lo colectivo. De ahí sale la visita guiada como acción callejera,

patrulla perdida que va por la ciudad visitando espacios que nadie recuerda. Mapa, acción callejera, línea

temporal, dibujos hechos a mano y videos forman parte de una línea de pensamiento que se va armando y

complejizando.”

¿Desde qué estrategias y con qué perspectivas plantean el activismo visual?

Magdalena: Nosotras siempre usamos el humor, la ironía y el juego como una estrategia para reírnos de cosas

que son fuertes y a veces tristes o dolorosas. Como grupo feminista hemos abordado problemáticas de la

heteronorma y la cuestión lesbiana en muchas oportunidades y en diferentes acciones.

Lorena: La discriminación y la homofobia atraviesan desde la violencia, sin embargo responder con “Las

ventajas de ser lesbiana” busca como estrategia el humor, el sarcasmo y juega con el afiche “Las ventajas de

ser una mujer artista”, de las Guerrilla girls. También trabajamos desde la pregunta o el cuestionamiento. Por

ejemplo, para armar la encuesta de la Comunidad Heterosexual Argentina revertimos conceptos

discriminatorios y estereotipados que se aplican a las personas homosexuales, y simplemente cambiamos la

palabra homosexual por heterosexual, entonces queda algo así como: ¿Es usted heterosexual?, ¿cómo se dio

cuenta? ¿Qué haría si la maestra de su hija es heterosexual? ¿Está de acuerdo con que los heterosexuales

adopten? Es una estrategia muy sencilla que nos hace repensar todo. Una de nuestras ideas es ensuciar la

normalidad. O por lo menos discutirla.

Page 52: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 52

“Siempre hay algo que te va a seguir pasando”

Las juntó el arte, el feminismo y el lesbianismo. Comparten lo cotidiano, que conlleva reflexiones,

entusiasmos y producciones. Son amigas. Lo grupal las dinamiza, la experiencia de trabajo colectivo aporta la

energía que las moviliza a seguir juntas pensando, usando la imaginación y sosteniendo entre todas lo que

denuncian y lo que sueñan. Para todas y para cada una: “Nosotras aprendemos con esta grupalidad, pero no

pensándolo de una manera directa en donde una aprende de la otra, o no siempre... Lo que nos enseña y

mueve es la experiencia de trabajo colectivo, el debate, el juego creativo con la otra y los problemas y asuntos

de la otra, es decir el grupo tiene su vida propia y nos transforma como sujetas, nos moviliza. A veces la gente

cree que porque una es feminista habla desde un lugar de superación de todas las cosas, y que por ser

feministas no tendríamos que estar atravesadas por las cosas que atravesamos todas las mujeres. A veces te

ven en un lugar de superación, pero no es así, nosotras atravesamos mucho de lo que denunciamos o

visibilizamos”, dice Lorena. Y Fernanda suma: “Muchas veces nos damos cuenta de eso en el momento en

que hacemos la crítica y lleva un tiempo deconstruirlo. Hay personas que quizás hablan de mujer o género y

se nota que no atravesaron esos espacios del darse cuenta como experiencias de transformación vivencial, lo

hablan o construyen el discurso desde los derechos humanos, como lo que está bien y lo que está mal. Ahí

sólo hay discurso. Un discurso que termina generalmente con lo dado, con el matrimonio igualitario o –que

ojalá se dé en algún momento– con el aborto legal. Pero después no sabe dónde seguirse buscando. Con

experiencias como la nuestra no sucede eso, siempre hay algo que te pasa y te va a seguir pasando”.

Se trata de dar batallas y procurar conquistar la calle –para conquistar luego derechos– desde una perspectiva

feminista y política.

Lorena: Claro, ésa es la idea, en la calle se pueden dar varias batallas simbólicas. La diferencia está en el

cómo abordar la calle, y a quienes hablar, o saber qué cosa ponés en diálogo con qué otra cosa. Ahí está el

punto para conseguir el efecto de extrañamiento o de empatía con lo que hacemos. Sería muy fácil si todo

pasara por decir: invadamos la calle. Eso no basta. Hay que saber qué decir y cómo. Todos los espacios a su

vez; web, museo, medios, escuela, se pueden convertir en un campo de batalla simbólico. Pero la calle es el

termómetro de todo.

Trabajan en esa zona de cruce entre activismo visual, político y feminista, ¿cómo son las intervenciones en

términos de temática, materiales, recursos, contenidos?

Page 53: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 53

Magdalena: Muchos de los proyectos que hemos realizado son libres respecto de la reapropiación o la

manipulación, con lo cual la gente se lleva las cosas. Eso va a ir a lugares, va a estar en habitaciones, en

cocinas, en oficinas, en mesas de trabajo, en estanterías. Ese objeto que ya está realizado hace su trabajo, y

nosotras necesitamos hacer otra cosa, algo nuevo, algo diferente. No es que vamos a ir a repartir la estampita

cada vez, de alguna manera eso ya está haciendo su recorrido.

Fernanda: Los dispositivos que utilizamos en nuestras intervenciones son variados, cada uno va en sintonía

con el tema y el contexto en donde serán desplegados. Nos interesa el proceso de construcción, el significado

que cobra cada producción cuando circula por las calles, de mano en mano, cuando son re-apropiados por

otras y otros, cuando sirve de disparador para hablar de ciertos temas. En cada trabajo hay una estrategia

comunicativa, a veces es la resignificación de objetos o frases, en otras hay descontextualización de palabras e

imágenes. Pero siempre está presente el humor, la ironía y la interpelación que abre la reflexión.

¿Qué reflexiones hacen respecto de la continuidad del trabajo que vienen realizando?

Fernanda: En nuestro trabajo confluye la reivindicación de derechos con nuestra subjetividad y es a partir de

esta confluencia desde donde se impulsa nuestra acción, desde nuestra cotidianidad, desde pequeñas e íntimas

preguntas. Problemáticas que nos atraviesan a todas nosotras como sujetas políticas, preguntas que nos surgen

del intercambio con otras colectivas, de compartir experiencias con diferentes sectores sociales, de seguir

insistiendo con derechos negados y resistiendo a las trampas del patriarcado que va armando sus redes

opresivas desde los diferentes poderes del Estado, hasta el desenmascaramiento de algunos compañeros

“progres” o de izquierda que enuncian discursos copados y en la práctica son ultramachistas, como dice el

dicho: “En la plaza sos el Che y en la casa Pinochet”.

Un poco de historia

Page 54: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 54

¿Cómo se mete el feminismo en la historia del arte activista en nuestro país? La historiadora e investigadora

María Laura Rosa tiene un artículo que se llama “Nos fundó el malestar y nos sostuvo el placer”, donde se

refiere al trabajo realizado por Mujeres Públicas entre 2003 y 2008. En esa dirección, contextualiza la historia

del arte activista en nuestro país: “Una de las primeras acciones feministas fue en 1972, cuando numerosas

feministas de la agrupación UFA (Unión Feminista Argentina) irrumpían en la feria Femimundo 72.

Exposición internacional de la mujer y su mundo, desarrollada en el Predio Ferial de Exposiciones de la

ciudad de Buenos Aires. Comenzaron a repartir impresos que denunciaban la construcción de una

determinada mujer funcional al patriarcado, para y por su conveniencia, lo cual quedaba claramente

explicitado desde el título. Dicho momento quedó filmado por María Luisa Bemberg en el corto de su autoría

El mundo de la mujer (1972). Con la ironía y el humor, las mujeres de UFA –y en particular la mirada de

Bemberg– destacaban la complicidad entre capital y patriarcado”.

¿Ese tipo de acciones feministas continuaron después del ’72?

M. L. Rosa: Habrá que esperar hasta 1986 para reencontrarnos nuevamente con prácticas activistas feministas

asociadas al campo del arte. Los primeros años del retorno a la democracia fueron fundamentales en la

recuperación de la calle por parte de nuestros movimientos de mujeres. En ese contexto, en 1986, Ilse

Fuskova, Josefina Quesada y Adriana Carrasco conformaron el Grupo Feminista de Denuncia. Estas mujeres

se situaban en la calle Lavalle al 800 –peatonal de los cines del centro de Buenos Aires– los sábados a la

noche, con las manos en alto, haciendo el signo feminista y con carteles con leyendas como “La violación es

tortura”, “La mujer es la única dueña de su fertilidad”. Esos y otros lemas irritantes provocaban la discusión

entre la gente que las miraba con sorpresa. Cada sábado a la noche, cientos de personas veían a estas mujeres,

quienes en un acto performático disparaban la reflexión, el cuestionamiento, la reacción. A su vez, repartían

impresos diciendo quiénes eran y qué estaban reclamando.

Page 55: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 55

¿Cuál es la novedad que traen estos activismos feministas?

M. L. Rosa: Si pensamos en una práctica artística política o en una práctica política artística no debemos

olvidar la frase de la artista feminista mexicana Mónica Mayer refiriéndose a su etapa de estudiante en el

Feminist Studio Workshop de Los Angeles, en 1978. Mayer decía: “Si algo confirmé en ese momento es que

si una pretende hacer un arte revolucionario en términos políticos, primero tiene que serlo en términos

artísticos”. El arte feminista que parte del activismo visual debe tener en cuenta esto, la crítica y la subversión

del sistema patriarcal implica necesariamente un lenguaje que también subvierta lo que se espera del arte, si

es que aún esperamos algo.

¿Qué dirías de Mujeres Públicas hoy?

M. L. Rosa: Que siguen pensando y creando otros modos de hablar desde el activismo visual y desde el

feminismo, sigue interfiriendo el ruido de la calle con sus proclamas y su nomadismo, resignificándose en las

acciones que, en otras partes del mundo, otras feministas realizan gracias a la reproducción libre de afiches y

objetos desde su web. Conjugan el termómetro de las demandas reales de las mujeres con una enorme

información sobre dispositivos artísticos, lo que les permite poder comunicar sin perder calidad estética y

conceptual. Mujeres Públicas sigue ensuciando la blancura de los espacios del arte y sonorizando, con un otro

sonido, las huellas de nuestras activistas feministas.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9005-2014-07-26.html

Page 56: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 56

Cuando quieran, donde quieran

VIOLENCIAS Las víctimas de violencia doméstica tendrán vacantes escolares seguras para sus hijxs desde el

nivel inicial primario hasta el secundario porteño cada vez que necesiten cambiar de domicilio por medidas

protectoras o por cualquier otro motivo que apremie. La nueva ley obliga a mantener la confidencialidad de la

información e incluye los Centros de Primera Infancia (CPI), que deberán recibir a niñxs de 45 días en

adelante.

Por Roxana Sandá

Lxs hijxs de víctimas de violencia doméstica tendrán vacantes escolares seguras en cualquier momento del

año, en establecimientos de todos los distritos porteños, cuando por amenazas de sus agresores tuvieran que

cambiar de domicilio y de colegio, manteniendo la confidencialidad de la información. El trámite alcanza a

jardines maternales y escuelas primarias y secundarias dependientes del Ministerio de Educación de la

Ciudad. La nueva ley también incluye los Centros de Primera Infancia (CPI), que deberán albergar a niñxs de

45 días en adelante sometidxs a esa situación.

Se trata de una modificación del artículo 16 bis de la ley 1688, de Prevención y Asistencia a las Víctimas de

Violencia Familiar y Doméstica, impulsada por su autora, la diputada Virginia González Gass, del Partido

Socialista Auténtico (PSA). Hasta la fecha, ese artículo establecía que en caso de que las víctimas de violencia

se vieran obligadas a cambiar de domicilio, el derecho de niños y niñas a incorporarse a un establecimiento

educativo quedaba restringido a aquellos cercanos al nuevo domicilio. “Con la modificación que se sancionó,

ese beneficio se extiende a todos los casos en los que las víctimas de violencia necesiten o requieran cambiar

a niñas, niños y adolescentes a un nuevo establecimiento, sea por tener que trasladarse a otro domicilio, por

una medida de protección o por cualquier motivo que las víctimas consideren necesario”, explicó González

Gass. En la modificación, además, se incluyeron los Centros de Primera Infancia, que no existían al momento

de la redacción del artículo original.

El texto establece que las víctimas de violencia doméstica tendrán asegurada la incorporación en el

establecimiento educativo y/o CIP que soliciten y podrán optar por la cercanía a su domicilio particular o

laboral, “o cualquier otro que considere como el más conveniente, sin importar la etapa del ciclo lectivo en

Page 57: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 57

que se encuentren”. Para acceder a este beneficio deberá presentarse constancia de denuncia y/o intervención

de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), dependiente de la Corte Suprema de la Nación, de los Centros

Integrales de Atención citados en la ley, juzgados nacionales de Familia “u otro órgano estatal de

características similares”, debiendo garantizarse la confidencialidad de la información.

“Cortar con el vínculo de la violencia es muy difícil”, advirtió la legisladora. “Las mujeres víctimas necesitan

contar con tres elementos fundamentales, que son la independencia económica para no depender del violento,

un lugar donde vivir para dejar la vivienda que comparte con aquél y resolver el tema del cuidado de sus

hijos.” En sintonía con estos argumentos, presentará un proyecto para la incorporación obligatoria de mujeres

víctimas de violencia de género en puestos de trabajo de todos los organismos dependientes de la Ciudad, con

un cupo no inferior al 5 por ciento sobre la totalidad del personal. “La mujer en situación de violencia ve sus

vínculos sociales e interpersonales limitados por el maltratador, que lo primero que busca restringir es el

trabajo fuera de la casa para someterla, porque de esa manera no sólo la aísla de un entorno social laboral,

sino que también le impide la independencia económica que podría darle la posibilidad de separarse.” Para la

búsqueda de vivienda, la legisladora había elaborado otro proyecto que perdió estado parlamentario, pero que

espera remontar en breve. “Con Rogelio Frigerio, el presidente del Banco Ciudad, estamos viendo un sistema

de créditos accesibles para que esas mujeres, que no cuentan con los recursos económicos necesarios, puedan

comprar sus viviendas.”

La semana pasada, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, realizó un informe de gestión muy

discutido, volviendo a dejar al descubierto un subejecutado presupuesto en Educación, que en siete años fue

de 926 millones de pesos, y a uno de sus efectos más groseros, la falta de establecimientos. La legisladora

Lorena Pokoik, del Frente para la Victoria, advirtió que “todavía 17.000 chicos siguen sin vacantes”. Los

números oficiales de vacantes en falta, según Pokoik, surgieron “de una audiencia organizada con padres y

representantes del Ministerio de Educación” porteño. Se trataría de 13.211 vacantes correspondientes al nivel

inicial, 1585 al nivel primario y 2819 al secundario. Rodríguez Larreta intentó desmentir esa información y

negó que estén por construirse “aulas container” o “modulares”, pese a que en el Boletín Oficial se haya

publicado una convocatoria para armar 41 módulos de 650.000 pesos cada uno.

Para González Gass, todas estas manifestaciones “no hacen más que generar nuevas vulneraciones de

derechos”. La trama de violencias “que intentamos desalentar con leyes que asistan y contengan a las mujeres

y a sus hijos e hijas se reinstala, sin embargo, cada vez que la Policía Metropolitana tarda veinte minutos en

llegar al domicilio de una mujer que activó su botón antipánico. O en los recortes del presupuesto destinado a

la Dirección de la Mujer y en el maltrato presente en los refugios. Y en la desarticulación de todos los

programas sociales”.

En tantos de estos casos lxs niñxs y adolescentes se convierten en las víctimas invisibles de la violencia de

género. Pero existen leyes locales, como la 114 de Protección Integral de los Derechos de los Niños, Niñas y

Adolescentes, comprometida a remover “los obstáculos de cualquier orden”, que limitando la igualdad o la

libertad impidan o entorpezcan el desarrollo pleno de lxs chicxs. En la misma línea, el Sistema de Protección

obliga al Gobierno de la Ciudad a adoptar medidas para efectivizar los derechos reconocidos a niñas, niños y

adolescentes por normas jurídicas, operativas o programáticas”. Pero los compromisos se cumplen a medias, y

el viaje parece atravesar su punto de mayor desprolijidad.

http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/suplementos/las12/13-9006-2014-07-26.html

Page 58: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 58

Pilosa discusión

COSAS VEDERES Una profesora norteamericana da créditos extra a las alumnas que se dejen crecer la

pelambre de piernas y axilas. Los motivos, a continuación.

Por Guadalupe Treibel

A la profesora Breanne Fahs puede sobrarle melena, pero no lleva ni un pelo de tonta: la doña sabe que la

mejor forma de aprender es haciendo, y en esa línea ha dispuesto una actividad que, por su velluda

peculiaridad, ha alcanzado las páginas de cantidad de tabloides en las últimas semanas. Ocurre que, desde su

humilde curso, BF otorga puntaje extra a las alumnas que no se rasuran y a los alumnos varones que sí lo

hacen, del cuello para abajo, amén de desafiar las normativas de las vellosidades corporales; como bonus,

los/as estudiantes deben llevar un diario donde anoten los vaivenes propios de la experiencia. A juzgar por

aquel iniciático paseo por la alfombra roja de 1999 con un vestidito deluxe y los sobacos tupidos, bien podría

decirse que Julia Roberts estaría orgullosa de tamaño proyecto. Aunque, en honor a la exactitud, ella

desestimase los clamores de espanto declarando que no pasaba todo el día pensando en sus concavidades, a

diferencia de los mozalbetes que se adentraron en la propuesta lanzada –e instalada– por Fahs. Para

consternación, eso también hay que decirlo, de madres y novios.

Como la joven Stephanie Robinson, que define la tarea-para-el-hogar como “uno de esos momentos que te

cambia la vida”. En sus palabras: “Muchos de mis amigos no querían ejercitar a mi lado o escuchar acerca de

la asignatura. Empecé a notar, además, los rostros de los extraños y de otras personajes del campus, todos

repugnados con mi apariencia. Definitivamente comprendí que si una no adhiere estrictamente a lo prescripto

para el rol de género, el cuerpo se vuelve un lugar de confrontación y opinión pública”. “No hay un motivo de

peso por el que depilarse o no depilarse sea una cuestión importante. Pero lo es, y mis estudiantes tienden a

descubrirlo más temprano que tarde”, resume la profe Breanne.

Catedrática asociada en el área Estudios de Mujer y Género, en la Universidad Estatal de Arizona, la maestra

ha cosechado, entonces, el nada despreciable mérito de que sus alumnos/as se involucren en cuerpo y mente

en la materia, a punto tal de poner la propia fisonomía a disposición de cuestionar(se) ciertas reglas

Page 59: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 59

preestablecidas. Concretamente aquellas reglas que demandan, exigen, declaman que las axilas y piernas de

una verdadera lady estén lisitas y al ras: siempre depiladas, horror andar peludas. “No hay mejor manera de

aprender acerca de nuestras normas sociales que romperlas y ver cuál es la reacción de la gente”, sostiene BF

ante cuanta cámara o grabador se le apreste, y le pregunte acerca de la mentada actividad. O, para el caso,

acerca de los estudios que ha escrito sobre el tema (por ejemplo, el paper Perilous Patches & Pitstaches)

donde, haciendo hincapié en el crecimiento de pelo en cuerpo, subraya “la invisibilidad del sexismo

omnipresente dirigido a aquellos que violan las prácticas para mantener el ideal femenino”. Cortito y al pie: la

compulsión a afeitarse es, para ella, otra manifestación de cómo las mujeres han internalizado ideas

patriarcales.

Manifestación que, dicho sea de paso, se traduce en un 99 por ciento de damiselas inglesas habiéndose

depilado en algún punto de vida, un 90 por ciento de australianas que lo hace cotidianamente y estimables

cifras superiores para las norteamericanas que, como anotan ciertos estudios, “tienen el asunto tan

incorporado que ya pasa desapercibido en el discurso informal, la investigación o la literatura”. Los números

dicen por cuenta propia y hacen que más de una periodista yanqui, patidifusa, interrogue: “En la era de la

pornografía generalizada, donde adolescentes apenas se inmutan ante anos, vaginas y escrotos, ¿cómo es

posible que una realidad anatómica tan inocente como la del pelo de las axilas resulte tan revulsiva?” En

especial cuando –ofrecen sitios como Mirror o Jezebel– se trata de un gesto moderno: “La pauta de rasurar el

vello corporal se remonta a un esfuerzo de Gillette por ampliar su mercado de máquinas de afeitar. Alrededor

de 1915, la marca comenzó una campaña donde denunciaba los (anteriormente inofensivos) pelos como feos,

masculinos y sucios. En la década del ‘20, ampliaron sus esfuerzos para la pierna, exaltando el valor positivo

de la sedosidad y suavidad. Aun así, antes de la Primera Guerra Mundial, prácticamente ninguna mujer

norteamericana se afeitaba las piernas. Hacia 1964, en cambio, el 98 por ciento de menos de 44 años lo

hacía”.

Volviendo al quid de la cuestión... Si para los/as alumnos de Breanne Fahs, el ejercicio de rebeldía –y su

requerimiento de que persista durante 10 semanas– no se hizo cuesta arriba fue principalmente por la

camaradería. “Cuando prácticamente todos los estudiantes participan, se desarrolla un sentido de comunidad y

de disfrute alrededor de revelarse en conjunto”, ofrece la teacher que, por otra parte, diferencia la vivencia de

los varones voluntarios y las mujeres ídem. En principio, porque no es poco habitual hoy en día que los

hombres remuevan excesiva alfombra; la clave del desafío –entonces– radica en que persistan en la tarea dos

meses y medio “para que se den una idea de lo que las mujeres atraviesan habitualmente”. Por otra parte, no

faltan las estrategias para agregar el elemento “macho” al proyecto: “Los varones tienden a adoptar una

actitud del tipo: ‘Ey, me la banco. Soy un pibe, puedo hacer lo que se me venga en gana’. Al punto de que

algunos se han rasurado el cuerpo entero... usando un cuchillo de caza”. ¿Con qué lidian las mujeres

persistentes, mientras tanto? Pues con chascarrillos del tipo “Tu sobaco se asemeja a la porquería del fondo de

un tacho de basura”. Para partirse de risa...

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9007-2014-07-26.html

Page 60: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 60

Libertad vigilada

INTERNACIONALES En 1994, más de un millón de personas fueron asesinadas en apenas cien días en

Ruanda. Fue el intento del gobierno de los hutus por exterminar a la población tutsi, dos castas históricamente

enfrentadas cuya división propició todavía más la colonización belga. Con las cicatrices abiertas de este

genocidio, las mujeres de este país de Africa central fueron las principales reconstructoras de la paz, tienen la

mayor representación parlamentaria del mundo (64 por ciento) y conquistaron derechos básicos como la

herencia y explotar sus propios negocios sin anuencia masculina. Sin embargo, la vida cotidiana está sitiada

por el trauma y la concentración del poder en la figura de un militar al que nadie se anima a criticar en voz

alta.

Por Gabriel Díaz

Desde Ruanda

Su fama de buena curandera es bien conocida en la aldea ruandesa de Gitarama, al sudoeste de Kigali. Al

descender de la furgoneta, en la carretera principal, basta con preguntar por Sula, la sanadora, que pronto

algún vecino indicará el atajo, una senda estrecha abierta entre matorrales que llega al umbral de la casa de la

famosa anciana. Sula se levanta con energía de la esterilla y recibe a las visitas con un abrazo poderoso, con

brazos fuertes y manos calurosas. Enseguida, sin que casi medie palabra, pide disculpas y se retira al interior

de la casa: “Quiere prepararse para las fotografías”, comenta el intérprete. Sula es una mujer con dotes de

curandera, humilde y casi nonagenaria, que durante el genocidio ruandés salvó la vida de diecisiete personas.

Page 61: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 61

Tutsis, hutus moderados y cuatro europeos fueron llegando de a poco desde aldeas vecinas cuando se

enteraron de que Sula daba asilo a los perseguidos. Ocurrió a fines de abril de 1994. La población estaba

cercada por puestos de control y aterrada por las irrupciones de las milicias hutus que, provistas de machetes o

armas de fuego, llevaban a cabo un plan genocida que acabaría con la vida de más de un millón de personas

en cien días, según cifras difundidas en Ruanda. El rostro de Sula se endurece cuando relata lo sucedido allí,

en su pequeña casa hecha de tierra y pedregullo. Con ánimo conversador, explica que por aquellos días llovía

mucho y resultaba más fácil encontrar maníes, semillas de girasol y plátanos. “Por allí –dice señalando unas

diminutas ventanas– les pasaba la comida.”

Las pequeñas y oscuras habitaciones donde almacena los alimentos fueron el lugar donde se amontonaron los

refugiados, aunque también evitaron ser descubiertos camuflados con hojas de plátano entre las ramas de los

árboles y los juncos. Cuenta que cuando fue delatada no tuvo otra opción que enfrentarse a las milicias hutus

y a la temida guardia presidencial, que asaltaron su casa para demandarle explicaciones. Era de esperarse: en

aquellos días, como ahora, en este país africano, el más densamente poblado del continente, la información o

el rumor circulan a ritmo trepidante, para las buenas o para las malas. Fue así que, frente a la adversidad de

las circunstancias, Sula puso en marcha su peculiar plan de salvamento que años después sería reconocido en

el Memorial del Genocidio de la capital ruandesa.

Revive su estrategia con palabras intensas y devuelve con gestos el miedo de aquellos días en los que el final

amagaba con producirse una y otra vez. Advertida del ya inevitable asalto de las fuerzas hutus, Sula pensó de

qué manera espantarlas y no recurrió a otra cosa que a lo viejo conocido: al oficio que había heredado de sus

ancestros. La anciana preparó extraños mejunjes que provocaron vómitos y produjeron una estrepitosa diarrea

colectiva a sus protegidos. Y tras esparcir aquel reguero de inmundicias, con los guardias frente a ella, simuló

estar en trance y comenzó a lanzar aturdidoras maledicencias. Al terror reinante, Sula añadió grotescos gritos

y movimientos disparatados. Los guardias huyeron despavoridos de los delirios de aquella mujer poseída por

el demonio, rodeada de charcos y olores nauseabundos. Pero la historia no acabó ahí.

En otra ocasión, Sula consiguió esquivar la muerte cambiando la señalización del camino principal, desviando

la ruta de los hombres armados. Entra a su casa y regresa con un antiguo cartel con el nombre de la aldea

carcomido por el paso del tiempo, el letrero que ocultó para despistar a la guardia. Contempla en silencio este

otro símbolo cargado de recuerdos. Nos mira con una media sonrisa y antes de despedirse mira al cielo y

agradece que en su país la barbarie haya cesado, mostrando con satisfacción la medalla que le entregó

personalmente el presidente Paul Kagame en reconocimiento por su solidaridad. “Hay que aprender a convivir

aceptando lo que pasó”, concluye.

Como el caso de Sula, por los parajes ruandeses es frecuente escuchar historias de supervivencia y

solidaridad, reveladores del papel jugado por las mujeres mientras la violencia dominaba el país y más

adelante, cuando fue necesario tomar las riendas de la reconstrucción. En el páramo posterior el genocidio, la

ruina moral y material era de tal calibre que por fuerza de las circunstancias las mujeres debieron avanzar con

el lastre de mutilaciones y enfermedades, violaciones, con hijos desaparecidos y maridos asesinados e incluso

acusados de las matanzas. “Trabajamos juntas para reconstruir nuestras casas. Entre nosotras hay viudas de

asesinados y también mujeres de hombres acusados de participar en el genocidio”, dice Hanina, una joven

viuda de la Red de Mujeres Ruandesas.

Page 62: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 62

“Antes del genocidio no nos conocíamos, ahora estamos más unidas que nunca. Juntas lloramos, bailamos,

cantamos y aprendemos a defender nuestros derechos”, explica Felicite. “Aquí estamos sentadas hutus y

tutsis, nos sentimos ruandesas, queremos salir de la pobreza y trabajar por el futuro de nuestros hijos”, añade

Hanina. Asociarse, sobreponerse y superar el primer tabú: levantar las casas con sus propias manos –una tarea

otrora reservada a los hombres– fue un paso determinante, según destaca Donnah Kamashazi de Unifem

(Agencia de la ONU para la Mujer). “Cuando las mujeres se dieron cuenta de que podían levantar sus propias

casas, supieron que iban a poder con muchas otras cosas”, dice Donnah. Y agrega que la reconciliación pasa

también por tener algo para hacer, de qué vivir y no depender de la caridad.

Así, miles de mujeres rehicieron sus casas, emprendieron pequeños proyectos cooperativos y recogieron a

decenas de miles de niños que se habían quedado sin familia. Hoy, en Ruanda, es frecuente encontrar hogares

en los que viven hasta 12 niños y adolescentes. “Además de las miles de viudas, por el país había más de 300

mil niños huérfanos, sin padres o perdidos, sin saber a dónde ir. Con el paso de los años esa cifra se redujo”,

sostiene por su parte Fatuma Ndangiza, ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional por la Unidad y la

Reconciliación. Es lo que ella define como “solidaridad africana” que sobrevivió al genocidio.

Hoy, en Ruanda, una máxima parece planear sobre todo discurso formal: mostrarse ante la región y el mundo

como un ejemplo de estabilidad y prosperidad. En las charlas suele valorarse la seguridad ruandesa y el

conflicto de la vecina República Democrática del Congo parece quedar muy lejos. “Orgullosamente

ruandeses”, se puede leer en algunas vallas publicitarias y pegatinas. Del documento de identidad, de hecho,

han desaparecido las señas “hutus” y “tutsis” que los colonos belgas habían establecido en 1932, convirtiendo

en étnicas las diferencias que hasta entonces habían sido categorías socioeconómicas (algo así como castas).

Esa medida de los belgas fue decisiva. De hecho, el presidente Kagame acusa a Bélgica y a Francia de haber

jugado un rol nefasto en la historia de Ruanda, contribuyendo a la formación de una ideología genocida que

derivó en la masacre de 1994 (Libération, 6/4/14).

Assumpta Umurungi, miembro de las Viudas del Genocidio (Avega), asociación que reúne a más de 25 mil

ruandesas viudas, expresa que tras la emergencia más inmediata, que implicó la búsqueda de desaparecidos,

Page 63: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 63

cura de heridos, reconstrucción de casas y asistencia a huérfanos, el sufrimiento y la tristeza afloraron con

fuerza. “El principal problema es el trauma. Escuchamos los problemas e intentamos encontrar soluciones. En

general, las mujeres se muestran abiertas, receptivas cuando se les ofrece ayuda. Por lo demás, cada cual vive

con su trauma como puede. Algunas reciben asistencia y siguen con su vida, pero hay otras que necesitan

superarlo para empezar nuevamente.”

Ruanda se ha convertido en el país con mayor número de mujeres diputadas de todo el mundo (64 por ciento

de los escaños). Derechos como heredar o emprender un negocio sin el permiso del marido han sido

conquistados por las ruandesas en el período posterior al genocidio, gobernado por Kagame, militar que entró

en Kigali en 1994 al mando del Frente Patriótico Ruandés formado por los exiliados tutsis. Es frecuente

encontrar a mujeres en lugares de toma de decisiones, como ministerios, el Poder Judicial, el cuerpo policial y

en las cientos de cooperativas existentes en Ruanda, por citar algunos ejemplos. Lo que no es común es dar

con voces o miradas críticas sobre la realidad del país, y cuando se encuentran, los comentarios suelen

apostillarse con un “por favor, no me mencione”.

Con una oposición política casi inexistente, la mayoría de las mujeres gobernantes pertenece al bloque

dirigido por Kagame –predomina una devoción tan inquietante como unánime hacia el presidente–, eludiendo

preguntas acerca de la concentración de poder o la sabida participación de Ruanda en el eterno y sangriento

conflicto del Congo. El retrato de Kagame aparece en hospitales, organizaciones no gubernamentales, bancos,

hoteles y supermercados. La mirada ubicua de Kagame sintetiza lo que, refrigerio y nervios mediante,

confiesa una joven universitaria: “Aquí, todo el mundo vigila”. “No puedo decir que en este país haya libertad

de expresión. Todo el mundo está vigilando y el partido del gobierno lo controla todo. Si quieres que tu

negocio prospere o conseguir un buen trabajo, tienes que estar dentro del partido. Si no estás de acuerdo, es

mejor que te quedes callado”, asegura mirando con insistencia a su alrededor.

Page 64: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 64

Por su parte, la ex secretaria de la Comisión por la Unidad y la Reconciliación defiende el proceso que se

puso en marcha en su país “como una alternativa ruandesa a un problema muy grave”. Fatuma Ndangiza

considera que ha sido necesario “construir una nueva identidad”, a partir de lo que se puede compartir,

desarrollando el sentido de la responsabilidad. “La educación y el gobierno, que en su peor expresión

causaron el genocidio, hoy tienen que ser la baza fundamental para levantar el país”, resume. Esto es tan

cierto como lo es que opositores y desertores del gobierno ruandés hoy deben guardar silencio o emprender el

exilio.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9010-2014-07-26.html

Page 65: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 65

Nunca más pequeñas

Reeditado en 2013, por primera vez desde 1878, el diario de viaje de la chilena Maipina de la Barra revela

cómo la religión puede ser una vía para denunciar las desigualdades de género.

Por Milagros Belgrano Rawson

En pleno siglo XIX, la viajera chilena Maipina de la Barra se comportaba como una mujer vanguardista. No

sólo era vegetariana, sino que practicaba el hipnotismo y estaba vinculada con el espiritismo y la masonería.

Cuando sus pares sólo viajaban con sus esposos, ella lo hacía con su hija y, más tarde, a los 47, cruzaría a

lomo de mula la Cordillera de los Andes acompañada de un baqueano. Escribía, era una talentosa pianista y

creía en la abolición de la esclavitud, la educación de las mujeres y el derecho de ellas a ganar su sustento.

Cuando enviudó, sin un centavo y con una niña a su cargo, en Valparaíso se las arregló para trabajar como

profesora de piano, algo inusual para las mujeres de su clase. En su libro de viajes, publicado en 1878 con un

título que probablemente bata records en longitud –Mis impresiones y vicisitudes en mi viaje a Europa

pasando por el Estrecho de Magallanes y en mi excursión a Buenos Aires pasando por la Cordillera de los

Andes– y reeditado a fines de 2013 por la editorial chilena Cuarto Propio, Maipina ejerce esa mirada bizca de

la que hablaba David Viñas, ese gesto de admiración por la cultura y la civilización europeas, y un desprecio

casi sarmientino por la barbarie sudamericana. Europa ya entendió que “no hay progreso sin el concurso

poderoso de la mujer”, como dice en su diario de viaje. En ese continente, la mujer ocupa un estatus distinto

del de la latinoamericana, observa. Y “sólo así puede decir algo difícil de sostener en una sociedad tradicional

como la propia”, explica a Las12 la historiadora chilena Carla Ulloa, autora de la reedición crítica del original

de esta crónica de dos viajes, el transatlántico y el que atraviesa la cordillera.

Tímida feminista –nunca se definió como tal y hoy difícilmente se le adjudicaría ese rótulo–, junto a su hija

Eva, Maipina pasa un año en Italia y Francia y se maravilla por estas sociedades “de buen tono” donde las

mujeres pueden viajar sin compañía en vagones “para damas solas” y donde se permite a las mujeres casadas

y mayores bailar en las fiestas –algo prohibido en su Chile natal–. Pero Maipina, bautizada así en honor a la

Page 66: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 66

batalla de Maipú, librada por el general José de San Martín, padrino de la viajera y amigo de su padre, tiene

sus contradicciones. Benjamín Vicuña Mackenna, por entonces ya un conocido periodista y político chileno,

reseña su libro con cierto paternalismo: lo tilda de sentimental y no perdona las barbaridades que dice

Maipina de su sirvienta porteña –la acusa de perder el tiempo cosiéndose ropa, “no a la moda de las sirvientas,

sino de las señoritas”. Ay, Maipina...–.

Candidata a doctora por la Universidad Autónoma de México, Ulloa recorrió un largo camino hasta dar con

retazos de la vida de Maipina de la Barra que le eran desconocidos. Con una beca de la Universidad de Chile,

en 2011 viajó a Buenos Aires para recorrer archivos y bibliotecas. Así descubrió, y sobre todo a través de la

historiadora Norma Alloatti, que Maipina era parienta de Emma de la Barra, la escritora rosarina que escribía

con el seudónimo de César Duayen y cuya novela Stella fue, a principios del 1900, un éxito de ventas

prologado por Edmundo de Amicis. “Ahora sabemos que Emma y Maipina eran familia y que posiblemente

se cruzaron en Buenos Aires”, cuenta Ulloa. Y destaca que en Chile la viajera sigue siendo poco conocida.

También en la Argentina, a pesar de que Maipina vivió 30 años en Buenos Aires y que dedicó su libro de

viajes “a las damas argentinas”. Casi un siglo y medio después de la publicación de estas crónicas, la

reedición crítica de Ulloa intenta rescatar del olvido a esta mujer que abogaba por “la educación de nuestras

hijas para no volver jamás a ser pequeñas”.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9019-2014-07-26.html

Page 67: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 67

De igualdad no se habla

POLÍTICA Los sindicatos oficialistas y opositores reclaman por el Impuesto a las Ganancias. Pero nadie

habla del impuesto al género, que se lleva al menos 1236 pesos del bolsillo de las trabajadoras por el solo

hecho de ser mujeres. No está en carpeta el combate contra la brecha salarial por sexo. Pero tampoco

demandas como la ampliación de licencias por maternidad y paternidad, días para cuidar a hijos e hijas

cuando se enferman y jardines de primera infancia. En el camino, se desperdicia una herramienta

fundamental: la discusión paritaria. ¿Cómo reimpulsar una nueva agenda sindical?

Por Luciana Peker

Es como la incógnita de la primera vez. Una pequeña duda entre tantos discursos encendidos, un sincericidio

que admite no tener idea o una autocrítica por ser parte de una corporación machista. Un silencio que no

responde a la vehemencia de los más gruesos muchachos. Una pregunta que no tiene libreto asignado y una

respuesta que no llega ni por el oficialismo ni por la oposición. ¿Por qué los sindicatos no reclaman por el

derecho a ganar igual salario y a poder trabajar con equidad fuera y dentro de la casa? El interrogante parece

silenciar los bombos. No hay reuniones, marchas, gritos, petitorios, conferencias y, ni siquiera, argumentos

que acompañen los reclamos laborales de las mujeres.

La CGT está dividida entre Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo. La CTA también está partida

entre Hugo Yasky y Pablo Micheli. Pero todos coinciden en algo: el reclamo –legítimo– para que el Impuesto

a las Ganancias modifique sus porcentajes y eleve el piso de 15 mil pesos para que menos afiliados tengan

que pagarlo. Moyano, Barrionuevo y Micheli ya hicieron un paro, en el que –además– incluían a la seguridad

y el narcotráfico, entre otras consignas de ramos generales, y anuncian una nueva huelga para agosto. Caló y

Yasky se reunieron con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, el 21 y 23 de julio. Su pedido también se centró

en el Impuesto a las Ganancias. Yasky le agregó a la lista de solicitudes un aumento para los sueldos más

bajos del país del 35 por ciento y un paliativo para los jubilados. Pero de otras demandas pendientes, nada de

nada. A pesar que el 34 por ciento de las fichas de afiliación sean de mujeres, según datos de asociaciones

sindicales.

“Somos una sociedad machista y esto en el sindicalismo funciona de una manera más cruel –admite Pablo

Micheli, de la CTA opositora–. El sector empresario también es machista. Se niega a discutir jardines

Page 68: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 68

maternales porque lo considera un gasto. Cuando se negocian los aditamentos, si corre riesgo el salario, se

prioriza el sueldo. Eso sucede, lamentablemente, porque deberían ser de los temas más importantes a

discutir.”

Facundo Moyano es diputado nacional y secretario general del Sindicato de Trabajadores de Autopistas y

Rutas y acaba de cerrar un acuerdo de aumento salarial del 34 por ciento. ¿Y los derechos que afectan más

directamente a las trabajadoras del peaje? “No estoy interiorizado en la realidad, no está dentro de mi agenda

de reclamos. Desde lo sectorial es una actividad que emplea a más mujeres que a varones, por lo menos, en el

sector de las cajas. No lo he planteado como un reclamo general. Se me escapa. Me das una buena

herramienta para reclamar, aunque con la inflación lo urgente es el salario”, plantea con sinceridad. A la vez,

reivindica que en el sindicato tienen siete mujeres en una comisión directiva con dieciséis puestos y que

cumplen con la Ley 25.674 que obliga la participación femenina en las negociaciones colectivas de trabajo y

en las decisiones sindicales. Además, también plantea que el discurso sindical no tiene que volverse

monotemático: “No hago eje en el Impuesto a las Ganancias aunque es un reclamo legítimo cuando hay

sectores en crisis como construcción o suspensiones en la industria automotriz. No tiene que ser el único

reclamo de la CGT”.

El silencio no es salud, pero tiene su explicación. Fabián Repetto, doctor en Investigación en Ciencias

Sociales y director del Programa de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas

para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) evalúa: “La estructura del mercado laboral genera incentivos para

que muchos sindicatos coloquen el foco de atención en los trabajadores con salarios más altos y empleos de

mayor calidad. Esto tiende a excluir a las mujeres (que tienen salarios más bajos) y, en especial, a las madres,

llevando a fortalecer las dinámicas laborales exclusivas que potencian la gran desigualdad socio-laboral

existente”.

La deuda duele en lo que los sindicalistas más defienden: el bolsillo. Pero está agujereado y es sólo de damas

(aunque no es gratis). En la Argentina, el salario promedio es de 4372 pesos, según datos del Indec del

segundo trimestre de 2013.

Sin embargo, la discriminación sexual se cobra el impuesto al género de las ganancias femeninas. Las mujeres

cobran –en promedio– $ 3675 pesos y los varones, $ 4911. La brecha de género se lleva –por lo menos– $

1236 pesos. ¿Nadie los reclama? Tampoco se protesta porque la informalidad afecta más a las mujeres que a

los varones y que el desempleo femenino, en las menores de 29 años, llega a un escandaloso 16,2 por ciento.

Y las soluciones están, pero no a la vista. La desigualdad puede revertirse con políticas contra la

discriminación laboral (que llevaron a una empresa líder en la Argentina en producción de pañales a echar a

una empleada por sospechar que podía quedar embarazada) y el acoso sexual (que en el Congreso dejó dormir

un proyecto de la ex diputada Marcela Rodríguez). También se pueden multiplicar capacitaciones en oficios

no tradicionales como las que hace el Ministerio de Trabajo en arreglo de motos y uso de excavadoras. Y se

puede mejorar las licencias por maternidad y paternidad para que duren más tiempo, se incluya a

monotributistas, se tenga en cuenta la perspectiva de familias diversas de gays y lesbianas, se asimile la

adopción al alumbramiento biológico y se termine con el descuento en la jubilación que implica la maternidad

(ahora los meses más demandantes para una puérpera que no duerme de noche y da la teta todo el día no se

computan como un tiempo productivo para la Anses).

Hay más por hacer y por pedir: se deberían crear jardines maternales con contenidos pedagógicos, construir

lactarios (para que las empleadas pudieran aliviar sus pechos a punto de explotar sin estar expuestas a la vista

de toda la fábrica u oficina), promover licencias por violencia de género (para que una mujer no tenga que

pedir licencia psiquiátrica cuando ella no está enferma, sino que es víctima de violencia) y días family

friendly para poder ver a los hijos e hijas en actos escolares o acompañarlos si están enfermos.

Page 69: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 69

No sólo Europa fomenta espacios de conciliación entre empleo y hogar para poder ir de acá para allá sin la

lengua (taaan) afuera y la mochila de la culpa (por llegar tarde al colegio o por dejar para mañana una tarea en

la oficina) siempre a cuestas. En Chile y Uruguay se extendieron las licencias maternales y parentales, y en

Costa Rica se implementó una política pública de cuidados para que todas las mamás puedan contar con un

lugar de calidad para dejar a sus bebés y trabajar, estudiar o capacitarse. ¿Y por casa cómo andamos?

Silencio, los bombos están callados.

“Pocos sindicatos tienen en sus temas los derechos de las mujeres. Todo es muy pobre. No se priorizan estos

temas por pautas culturales y las sindicalistas no están empoderadas, se subordinan y temen. Hay mucho

trabajo por hacer. Falta una dirigencia sindical femenina que construya poder colectivo”, arenga la dirigente

sindical de UPCN Zunilda Valenciano. “Los sindicatos sigue siendo ámbitos muy masculinos y

masculinizados. Hay invisibilidad de las cuestiones de género en el mercado laboral”, apunta la secretaria de

Género de la CTA, Estela Díaz, y anuncia que en agosto van a lanzar una campaña sobre responsabilidades

familiares compartidas y sistemas integrales de cuidado. ¿Y qué pasa con las demandas de la CTA? “Nuestra

central hace tiempo tiene incluida una agenda más amplia, el tema no se hace visible por los temas que se

priorizan, pero tampoco se da demasiada importancia comunicacional al tema. En las reuniones con el

ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y con la Presidenta (Cristina Fernández), incluimos licencias parentales,

responsabilidades compartidas, políticas de cuidado y discapacidad. Pero en las conferencias de prensa

posteriores, estos temas quedan siempre relegados.”

La agenda mediática no incluye –hasta ahora– cómo hacen para trabajar las madres que trabajan. Las políticas

públicas no construyen más jardines. El Congreso no legisla la ampliación del tiempo para acostumbrarse a

una nueva vida en la casa ni la vida de nuevas familias que ya fueron reconocidas por el matrimonio

igualitario. Y los sindicatos no pelean conquistas cuando discuten con las empresas. Las responsabilidades

están compartidas. Pero también hay mucho por hacer. Por ejemplo, impulsar que se cumpla el cupo sindical

para que las paritarias aumenten la igualdad.

Los cambios que faltan

“La negociación colectiva es una excelente herramienta para la igualdad de género y nuevos derechos ya que

se firmaron alrededor de mil convenios, con datos de 2012. Pero todavía ha sido poca la innovación que

produjo. Un factor que influye es la poca presencia de mujeres en las mesas de negociación. En las elecciones

de los sindicatos es donde más se cumple con la ley de cupo porque, en estos casos, el Ministerio de Trabajo

controla como autoridad de aplicación. Pero en las federaciones y las mesas de negociación colectiva lejos se

están de respetar la normativa vigente. A pesar de esta realidad, no hay denuncias tal como hicieron las

mujeres de partidos políticos que constituyeron redes y alianzas que favorecieron las estrategias contra las

irregularidades”, puntualiza Díaz.

El conjunto de las paritarias nacionales está cerrando con un nivel de aumento del 29 por ciento para cobrar

en 2014. Son una potencial herramienta para negociar otras conquistas. Por ejemplo, en Chubut, el 18 de abril

de este año, las docentes consiguieron una licencia específica por violencia de género, en un buen ejemplo

para replicar en otros gremios y provincias. O, en 2012, el Sindicato Petroleros Unidos e Hidrocarburíferos

logró que YPF y las operadoras de estaciones de servicio otorguen una licencia por paternidad de siete días

corridos (ahora la ley sólo da tres días para enterarse de que se es padre y salir corriendo) e incluyó 45 días

para las madres adoptantes. Sin embargo, en la Argentina casi no motorizan cambios a favor de la inclusión

laboral femenina y un mejor reparto entre trabajo y familia en las paritarias.

“Los sindicatos en la Argentina tienen como principal interés resguardar los salarios de sus afiliados, aspecto

que incide directamente sobre la cápita que cada trabajador aporta. En este sentido, y contrariamente a lo que

se evidencia en otras latitudes, aquí muchos sindicatos no suelen colocar en el centro de sus preocupaciones y

acciones el Salario Mínimo Vital y Móvil, los trabajadores informales y la calidad del empleo y los derechos

de los trabajadores, que incide en cuestiones como por ejemplo la cantidad de horas trabajadas o el acceso a

Page 70: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 70

licencias o centros de cuidado. Cada provincia reglamenta las licencias de sus empleados públicos. Es

llamativo que en algunos casos (como el de las docentes en Jujuy, con 84 días) tienen menos días de licencia

por maternidad que lo establecido en la Ley de Contrato de Trabajo (90 días)”, remarca la magister en

Políticas Públicas Gala Díaz Langou, coordinadora del Programa de Protección Social del Cippec.

Por su parte, la magister en Economía y Políticas Públicas Carina Lupica, directora ejecutiva del Observatorio

de la Maternidad, evalúa que el Estado dio más pasos adelante que los empleadores del sector privado: “En la

Argentina, en los últimos años, las cláusulas de mayor progreso en el involucramiento de los hombres en las

tareas de cuidado de sus familias en las negociaciones colectivas han sido implementadas por el Estado como

empleador. Entre los principales avances se logró la extensión del beneficio de cobertura de guarderías

excepcionalmente a hombres viudos, separados o divorciados que conviven con sus hijos/as y pueden

demostrar su custodia o tenencia; la extensión de la licencia por paternidad más allá de lo que establece la ley;

la licencia de cuidado de los hijos/as de treinta días adicionales a los establecidos por la ley para el trabajador

en caso de fallecer la madre de niños/as menores de 18 años; el permiso para la atención de familiares

(cónyuges, padres, hermanos o hijos) enfermos o accidentados, siempre que el cuidado sea indispensable por

la naturaleza de la afección y si dicho trabajador o trabajadora es la única persona que puede hacerlo; y

permisos de cuatro a seis inasistencias anuales en días hábiles por razones personales”.

Un pequeño paso se da en la creación o pago de jardines maternales, según Cristina Antúnez, coordinadora de

Equidad de Género e Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Trabajo, que asegura: “La ley establece

que las empresas deben provisionar el servicio de guardería cuando tienen más de cincuenta empleadas. Pero

ahora los convenios hablan de reintegro a personal femenino, sin tope del número de trabajadoras, desde el

nacimiento hasta los tres o cuatro años en los mejores casos. Sin embargo, no se logra que los varones

también puedan acceder a este servicio de cuidado”.

Pero para progresar se necesita que el bombo lo toquen más bombistas. Corina Rodríguez Enríquez,

investigadora del Conicet y del Centro Interdisciplinario para el Estudio de la Política Pública (Ciepp),

especifica qué se necesita para poder avanzar: “La principal dificultad es la debilidad de la participación de

las mujeres en las estructuras sindicales, que no consigue permear la agenda sindical dominada por estructuras

sindicales muy masculinas y muy machistas”.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9022-2014-07-26.html

Page 71: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 71

Seis de cada diez mujeres pobres también son pobres de tiempo

Por Valeria Esquivel *

La medición del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado puede también abrir la puerta para repensar

la noción de pobreza. Es interesante saber que cuando se calcula la pobreza, el trabajo doméstico y de

cuidados se encuentra invisibilizado, pero está. Vivir con los ingresos de la canasta de pobreza requiere un

mínimo de trabajo doméstico y de cuidados (preparar comidas, cuidado de niños y niñas y otros dependientes,

limpieza, etcétera). ¿Qué sucede si no se dispone del tiempo para proveer este trabajo? Las personas se hacen

pobres de tiempo. Esto puede suceder porque el tiempo disponible es muy poco luego de trajinar la jornada

laboral remunerada, porque las cargas de cuidado son muchas o porque ambas cuestiones se combinan con el

hecho de que sólo algunas –las mujeres– asuman todos los trabajos en sus hogares, ya sea porque los varones

hacen menos o porque no están.

En el estudio La pobreza de ingreso y tiempo en Buenos Aires, Argentina. Un ejercicio de medición de la

pobreza para el diseño de políticas públicas, realizado en base a la Encuesta de Uso del Tiempo de la Ciudad

de Buenos Aires 2005, recientemente publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo

(PNUD), se muestra cuánto cambia la pobreza cuando se incorpora la pobreza de tiempo en su cálculo.

La pobreza de tiempo e ingreso duplicaba a la incidencia de la pobreza de ingreso (pasaba de 7,2 por ciento a

13 por ciento entre los hombres y de 6,5 por ciento al 12,5 por ciento entre las mujeres en la Ciudad de

Buenos Aires). En los hogares pobres, aproximadamente el 40 por ciento de los hombres y de las mujeres

eran pobres de tiempo, aunque las razones difieren entre unos y otras: para las y los ocupados, las largas

jornadas de trabajo explican esta pobreza de tiempo. Si la pobreza de tiempo total es parecida, es porque las

ocupadas pesan menos entre las mujeres, ya que su pobreza de tiempo es superior al 60 por ciento. Para las

mujeres que viven en hogares pobres y están ocupadas, la imposibilidad de proveer el trabajo doméstico y de

cuidado necesario contribuye a empobrecerlas en términos de tiempo, sin que sea posible comprar sustitutos

para dicho trabajo.

En los hogares no pobres, la pobreza de tiempo es menor, aunque entre las mujeres ocupadas no pobres llega

al 45 por ciento (sólo el 35 por ciento de los hombres en igual condición son pobres de tiempo). Ellas no

podrían proveer el trabajo doméstico necesario para vivir con los ingresos de la línea de pobreza, pero sus

hogares tienen los ingresos necesarios para comprar sustitutos, en forma de servicio doméstico, de servicios

de cuidado privado, o de otros consumos ahorradores de tiempo.

En otras palabras, la pobreza de tiempo (una dimensión de la pobreza que se desconoce si no se cuentan con

datos de uso del tiempo) tiene distintas caras entre las mujeres pobres y no pobres. Es otra manera de mirar el

viejo concepto doble jornada, pero ahora sabiendo que la doble jornada, además, empobrece.

* Investigadora y docente de la Universidad Nacional de General Sarmiento y Conicet.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9023-2014-07-26.html

Page 72: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 72

Violencia contra la mujer

¿Qué festejan, si nuestras hijas están muertas?, gritan en SLP

Madres de víctimas de homicida serial cuestionan reconocimiento a funcionaria

Los expedientes estuvieron archivados: los familiares hicieron las investigaciones

Los manifestantes colocaron cruces al pie del asta bandera de la explanada Unión de Fuerzas de

Nezahualcóyotl para exigir al gobierno del estado de México que declare la alerta de géneroFoto René Ramón

VICENTE JUÁREZ

Corresponsal

Periódico La Jornada

Sábado 26 de julio de 2014, p. 3

San Luis Potosí, SLP, 25 de julio.

¿Qué festejan, si nuestras hijas están muertas?, expresó la madre de una de las menores ultimadas por el

presunto homicida serial Filiberto Hernández Martínez –maestro de zumba detenido los primeros días de julio

por el asesinato de cinco mujeres, cuatro de ellas menores de edad–, durante el acto organizado en el

municipio de Tamuín para dar un reconocimiento a la directora estatal de Alerta Ámber, Cristina Hurtado

Barrera, en el que también participaba el gobernador Fernando Toranzo Fernández.

El reconocimiento a la funcionaria era precisamente por su intervención, dijeron, en las investigaciones

que llevaron a la detención del presunto homicida. Durante el acto aparecieron las madres de dos de las

Page 73: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 73

víctimas, así como familiares de una mejor originaria de San Luis que desapareció en Ciudad Mante,

Tamaulipas, durante un viaje.

Aunque desde temprana hora se restringió el ingreso al palacio municipal de Tamuín por la presencia del

gobernador y al salón donde sería la sesión solemne del Consejo de Seguridad Pública sólo se permitió el

acceso a la prensa, los gritos de los familiares de las jóvenes asesinadas que estaban en uno de los pasillos se

escucharon hasta el salón donde se desarrollaba la ceremonia.

A Sandra Campuzano Nava, madre de la menor Adriana Martínez Campuzano, y Daniela Reyes

Rodríguez, madre de Dulce Ximena Reyes Rodríguez –ambas asesinadas– y a Graciela Pérez Rodríguez –

madre de una joven desaparecida hace casi dos años en Ciudad Mante durante un viaje–, el personal de

seguridad no las dejó pasar y se armó un zafarrancho en la puerta del salón.

Queremos entrar a ver qué festejan, ¿qué festejan?, es una burla ese reconocimiento, es un circo, es una

burla de las autoridades, gritaban las madres, mientras el equipo de seguridad seguía impidiéndoles el acceso,

ante lo cual el secretario de Seguridad Pública del Estado, Joel Melgar Arredondo, acudió hasta ahí para

dialogar con ellas.

Martínez Campuzano y Reyes Rodríguez fueron llevadas al privado del alcalde, en tanto que Pérez

Rodríguez no quiso entrar si no era acompañada por los medios de comunicación, por lo que tuvo que

permanecer afuera. Momentos después, las manifestantes fueron atendidas a puerta cerrada por el gobernador.

Posteriormente, Toranzo Fernández intentó hacer declaraciones a la prensa, pero fue interrumpido por

Graciela Pérez Rodríguez, quien puso en duda la labor de la titular de Alerta Ámber en la entidad.

Los reporteros cuestionaron al gobernador, quien se molestó y limitó a responder que se sigue trabajando

en las investigaciones y que se han esclarecido varios casos, rematando con la pregunta: ¿dónde están los

padres de familia cuando desaparece un menor?

La molestia de los familiares de las jóvenes asesinadas es que fueron ellos quienes tuvieron que hacer

labores de investigación directa, porque durante varios meses los expedientes estuvieron archivados. Otorgar

un reconocimiento a la titular estatal de Alerta Ámber les pareció fuera de lugar. “Me da coraje, ¿por qué

reconocerla, si es parte de su trabajo?, no quieran quedar bien ante la sociedad; sí, encontraron a mi hija, se

los agradezco, pero pudieron hacerlo en menos tiempo, le dieron mucho chance –al asesino– y todavía lo

dejaron que matara a otra mujer”, criticó Reyes Rodríguez

“Nos tacharon de ‘locas’ cuando sospechábamos de alguien, cuestionaron y juzgaron a mi hija, que

porque la niña era maltratada, que cómo vivíamos, por qué fuimos a pedir ayuda”, dijo por su parte Adela

Rodríguez, abuela de Dulce Ximena.

El procurador de Justicia estatal, Miguel García Covarrubias, informó el pasado 5 de julio que, desde

2010, Filiberto Hernández Martínez, de 43 años, originario de Ébano y vecino de Tamuín, cometió en esa

comunidad cinco homicidios y violaciones a mujeres (cuatro de ellas menores, una de nueve años). Algunas

víctimas habían sido alumnas en el gimnasio donde el acusado impartía clases de zumba.

Hernández Martínez, maestro de karate, confesó los asesinatos tras ser identificado y detenido en el

municipio de Tamuín; los cuerpos de sus víctimas los enterró en caminos vecinales.

http://www.jornada.unam.mx/2014/07/26/politica/003n1pol

Page 74: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 74

La batalla libidinal

Por Marisa Avigliano

A Dagny la mató un hombre, le pegó un tiro en la cabeza en la habitación de un hotel en Tbilisi, Georgia. En

tres días iba a cumplir treinta y cuatro años. El asesino era su amante, se llamaba Wladyslaw Emeryk y no

fueron pocos los que aseguraron que aquella muerte la había arreglado el marido de Dagny. Celos como agua,

celos como aire. Pelusas de celos por todos los rincones. Celos. Quien conocía a Dagny se enamoraba de ella

de inmediato y mientras lo hacía con la misma urgencia amorosa moría de celos antes del primer roce de

piernas. Las biografías de los flechados Edvard Munch y August Strindberg relatan aquel jadeo interrumpido.

Dagny nació en Kongsvinger, Noruega, y fue alumna de Anna Stang, la feminista creadora de una escuela

para niñas en Kongsvinger. Ya escribía poemas y obras de teatro, traducía y estudiaba música cuando viajó a

Oslo con una de sus hermanas para afinar sus dedos de pianista. La bohemia de Christiania (como llamaban a

la ciudad peninsular) atrapó a Dagny y en la captura cayeron los que pretendían convertirla sólo en una musa.

Relaciones breves para ella y eternas para los galanes huérfanos. Olvidados en los polígonos del cortejo

algunos prefirieron morir antes que vivir una vida sin ella. Uno de sus amores trágicos, el poeta de la Joven

Polonia, Stanislaw KorabBrzozowski, agregó su nombre a la lista de los amantes suicidas. En nuestra tierra

patria protagonizó igual tormento el crítico literario José Luis Ríos Patrón cuando se mató (¿lo hizo delante de

ella y de su novio?) porque María Esther Vázquez no quiso casarse con él.

En Noruega, Dagny era la culpable. Culpable de la soledad de Munch, “hirió emocionalmente a aquel hombre

alto de rasgos cincelados de una manera tan profunda que nunca pudo recuperarse”. Aquellas desgracias de

amor llevaban las iniciales de Dagny Juel tatuadas en el dolor apoltronado de las víctimas que necesitaban

darle un nombre al beso del veneno. Dagny, la “Madonna” de Munch, modelo y dama de sus retratos se casó

con el escritor polaco Przybyszewski quien dejó a su mujer Martha Foerder y a sus hijos (después tuvo un

tercer hijo con Martha mientras vivía con Dagny) para irse con Dagny, tuvieron dos hijos. Cuando Martha

apareció muerta en el piso de su casa, Przybyszewski fue a la cárcel. Creían que él la había matado pero

después de unos días de encierro lo soltaron y determinaron que Martha había muerto intoxicada por

monóxido de carbono. Martha se había suicidado y la culpable era Dagny. Las razones del final precipitado

Page 75: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 75

del matrimonio que compartió una vida de amantes cruzados y romances en Cracovia y en Varsovia

(Przybyszewski dejó a Dagny y se fue con la mujer de uno de sus amigos, Jan Kasprowicz) aumenta la

posibilidad de que en verdad el disparo del 5 de junio de 1901 haya sido una conspiración entre

Przybyszewski y Emeryk. Las razones de la trampa revelan denteras de posesión que olvidaron el valor

irresistible de los planos auxiliares. Hay un cuadro de Munch, Celos (1895) que vuelve imborrable la batalla

libidinal por Dagny. Tres figuras humanas se unen a través del rojo, el voraz e impertinente rojo del ahuecado

vestido largo de la mujer –es un vestido aureola que envuelve y deja ver el cuerpo desnudo– se une con el

contorno también rojo del cuerpo de los hombres. Lazo carnal del poder de Dagny a través de la mirada de

Munch, súbita inquietud de una mirada que compartió con los otros siete, sus amigos del círculo de Berlín que

tampoco pudieron atraparla.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9024-2014-07-26.html

Page 76: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 76

Violencia contra la mujer

Indígenas llegan a refugio en Chihuahua con heridas de hacha o acuchilladas

MIROSLAVA BREACH VELDUCEA

Corresponsal

Periódico La Jornada

Sábado 26 de julio de 2014, p. 2

Chihuahua, Chih., 27 de julio.

Más de 8 mil 500 mujeres fueron víctimas de violencia de género, principalmente intrafamiliar, en los

primeros seis meses del año, informó la directora del Instituto Chihuahuense de la Mujer (Ichimu), Emma

Saldaña Loera.

El principal tipo de violencia detectado es el sicológico, pero existen casos extremos de maltrato físico

hacia las mujeres indígenas en la sierra Tarahumara, que llegan a un refugio del Ichimu, en el municipio de

Creel, heridas con hachas, acuchilladas o severamente golpeadas por sus maridos o concubinos.

En el contexto de la celebración del Día Naranja, Saldaña indicó que, en el primer semestre del año, el

Ichimu recibió a 3 mil 909 usuarias conducidas por violencia en modalidad familiar, 2 mil 290 mujeres con

violencia sicológica y mil 230 mujeres con violencia patrimonial.

Destacó que 423 mujeres han padecido violencia física, 155 son víctimas de violencia económica y 83

denunciaron ser atacadas sexualmente.

Desde julio hasta diciembre, cada día 25 se iluminará de naranja el Ángel de la Plaza Mayor, como

recordatorio del Día de la no Violencia contra las Mujeres.

Pero ese tipo de conmemoraciones no llega a las mujeres indígenas de la sierra Tarahumara, donde

existen casos de violencia extrema que dio pie a la instalación de un refugio especial, donde se atiende a

madres rarámuris junto con sus hijos.

Saldaña Loera dijo que en la sierra algunas mujeres han llegado con cortes de hacha en la cabeza e

incluso con mutilación de orejas. Se les resguarda en un refugio adaptado a las tradiciones rarámuris,

eligiendo la manera de establecer los baños, las regaderas, la cocina, los tamaños de las habitaciones e incluso

de las bardas. Dentro se les dan talleres para que aprendan algún oficio que reactive su actividad económica.

De acuerdo con los datos más recientes de la Encuesta sobre Violencia hacia las Mujeres Indígenas del

Estado de Chihuahua, dos de cada 10 mujeres en zonas urbanas son golpeadas, cuatro de cada 10 son víctimas

de algún tipo de violencia, cuatro de cada 10 indígenas que viven con su pareja afirman haber recibido una

agresión de ésta y dos de cada 10 reciben amenaza de golpes.

La cuarta parte de las mujeres ha señalado que fueron golpeadas cuando sus parejas se encontraban en

estado de ebriedad; esta situación es más frecuente en la zona rural que en la urbana.

http://www.jornada.unam.mx/2014/07/26/politica/002n2pol

Page 77: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 77

La cultura de la violación

Por Flor Monfort

Cuatro tipos arrinconan a una mujer en una fiesta y se intercalan para violarla mientras ella pide ayuda sin ser

escuchada. Un hombre mete en el baúl de su auto a una nena de nueve y cuando la policía lo detiene dice que

creyó que era su hijo de tres. Una adolescente de doce años desaparece de su casa y los medios hurgan en la

trama familiar: que es adoptada, que es hija única, que está deprimida; la chica aparece al día siguiente y el

hombre señalado como secuestrador queda detenido por abuso sexual agravado. Una mujer denuncia a una

famosa banda de rock por drogarla y violarla en una camioneta después de un recital. La tertulia que sigue a la

noticia en cualquier portal le habla a la mujer: para qué te metiste, qué buena manera de hacer guita, si lo

buscás, lo tenés. Discurso repetido pero no gastado, surte efecto porque el público siempre se renueva. Y no

es sólo masculino.

Son muchos los signos que operan en la cultura de la violación: el merecimiento de las loquitas, el peligro de

la circulación en soledad, la certeza silenciosa de que las abusadas son disciplinadas. Ya lo dijo el padre de

Magalí Hermida: los que tenemos hijas no podemos vivir tranquilos. Porque el estatus de una identidad

flotando en una marea de anónimxs que pide autógrafos es “disponible”. Y porque el ídolo, en este caso

Juanse, declara cosas que encantan a la audiencia como “yo pertenezco a la comunidad cristiana. Y nosotros,

los cristianos, no hacemos esas cosas, en ningún ámbito. Lo tenemos prohibido. Y hasta me da vergüenza

sacarme fotos con las fans. Hace veinte años que estoy casado”. Hace rato que la comunidad cristiana pide

perdón por las atrocidades cometidas contra la sexualidad de miles de niños y niñas en todo el mundo. Sin

embargo, su fe mueve montañas, porque los comentarios lo bancan. El, que quería verla en el show como un

gato siamés, pero sólo en el show porque después se iba a la parroquia a pulir las rodillas.

Page 78: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 78

Hace algunas semanas, Zulma Lobato declaró haber sido violada y golpeada por varios sujetos. Casi no tuvo

cobertura. ¿A quién le importa ese cuerpo maltrecho? ¿Esa identidad desviada? ¿Esa peluca torcida? ¿Quién

se rasgaría las vestiduras al escuchar sus gritos, si ni siquiera los de la chica de la fiesta fueron atendidos por

sus pares de danza? Porque no es cuerpo de descarte solamente, merece ajusticiamiento, doctrina, disciplina

por exponerlo, venderlo, intervenirlo. ¿Por qué si no fueron salvajemente violadas y rematadas a tiros las

turistas francesas en Salta? ¿Y cómo se explican los comentarios que siembran sospecha en la ya desaparecida

hace tres años, María Cash, al verla deambular por la ruta? ¿Qué pensaron los mortales que se cruzaron con la

chica en cuatro patas, gritando de dolor y miedo, en el rincón oscuro del boliche? Tal vez esa es la

representación de “tener sexo” que muchxs se figuran como placentera, la misma que muestra un agite rápido

de bragueta, cero tacto y un ahhhhh compartido en menos de un minuto en casi todas las ficciones del mundo.

Las mujeres gozamos con el arrebato, decimos no cuando queremos decir sí, somos boludas para manejar

pero, para subirnos a la combi, bien rapiditas. Animalitos complejos, que encima ahora nos animamos a

denunciar.

Esta semana el abuso fue la moda mediática, que elige puntas de lanza para que los tags no se mezclen en la

marea informativa y todxs hablemos más o menos de lo mismo en la cena: la chica violada. Sobre por qué

seguimos criando varones bien cristianos, que se animan a violentar esos cuerpos como si les pertenecieran,

no hay pregunta ni debate posible. Sobre por qué los cristianos y no cristianos del mundo siguen estando entre

todxs nosotrxs, jurando que van a misa mientras nos hacen creer que viajar, caminar solas, subirse a una

camioneta o tener una foto de perfil con un puchero es motivo suficiente para que la lección sea aprendida,

también, de rodillas.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9025-2014-07-26.html

Page 79: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 79

Violencia contra la mujer

Protesta por alza en casos de feminicidio

En el estado de México exigen la declaratoria de alerta de género

Denuncian mil 200 desapariciones en ocho años

En vez de estar preso, lo ascendieron a comandante

Irinea Buendía, de Chimalhuacán, demanda justicia en el caso de su hija Mariana Lima Buendía, quien

asegura fue asesinada por el policia judicial estatal Julio César Hernández Ballinas. A cuatro años de su

muerte denuncia omisiones en las investigacionesFoto Cuartoscuro

RENÉ RAMÓN Y DAVID CASTELLANOS TERÁN

Corresponsales

Periódico La Jornada

Sábado 26 de julio de 2014, p. 2

Nezahualcóyotl. Méx., 25 de julio.

Decenas de personas protestaron en Nezahualcóyotl y Chimalhuacán para exigir a los gobiernos federal y

estatal que instrumenten la alerta de género en la entidad, ante el aumento de asesinatos de mujeres en que

prevalece la impunidad. Denunciaron que hay mil 200 casos de desapariciones en los recientes ocho años y se

cometieron 526 feminicidiosdurante cinco años.

Los inconformes viajaron desde cinco municipios para sumarse a la movilización y participaron en el

recorrido con la cruz rosa itinerante, que van colocando en las plazas públicas de los 17 municipios donde ha

habido el mayor número de desapariciones y feminicidios en una década. Acudieron vecinos de Atenco,

Ecatepec, Cuautitlán Izcalli, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán.

Page 80: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 80

Deudos de víctimas de feminicidio e integrantes de organizaciones no gubernamentales protestaron frente

al palacio municipal de Chimalhuacán (en la imagen) y en Nezahualcóyotl demandando castigo para los

responsables de esos crímenes. En Chihuahua se denunció que más de 8 mil 500 mujeres fueron objeto de

violencia de género, sobre todo intrafamiliar, en el primer semestre del año. En San Luis Potosí, madres de

dos niñas asesinadas encararon al gobernador Fernando Toranzo, a quien reprocharon la falta de justicia Foto

Cuartoscuro

Matrimonio sin amenazas

En las movilizaciones convocadas por organismos no gubernamentales participó Irinea Buendía Cortez, de

Chimalhuacán, madre de Mariana Lima Buendía, quien –relató– fue ultimada por su esposo.

El castigo para mi hija Mariana fue haber soñado con tener un matrimonio donde se valorara a la mujer,

donde no existiera la amenaza ni la violencia; simplemente, una relación de apoyo mutuo con su pareja: lo

que encontró fue la muerte.

Denunció que el asesino es Julio César Hernández Ballinas, un policía judicial estatal, quien en vez de

estar preso ahora lo ascendieron a comandante.

A cuatro años de la muerte de su hija, comentó que se mantiene la hipótesis de suicidio, pero se quejó de

que el agente del Ministerio Público no tomó en cuenta que el esposo retiró el cadáver que supuestamente

estaba colgado y lo acostó en la cama. Tampoco hicieron caso a los testimonios de la familia que sostienen

que Mariana era víctima de violencia doméstica.

Integrantes del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio señalaron que hay mil 200

desaparecidas en ocho años y 526 feminicidios entre 2005 y 2010. Con el respaldo de la Alianza por los

Page 81: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 81

Derechos de las Mujeres, Organización y Lucha estado de México; la Red Nacional de Organismos Civiles de

Derechos Humanos; Justicia, Derechos Humanos y Género; Acción para el Bienestar y el Consejo de Mujeres

Defensoras de los Derechos Humanos y la Familia de Chimalhuacán, marcharon por las calles para exigir

justicia.

Integrantes del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio señalaron que hay mil 200 desaparecidas en

ocho años y 526 feminicidiosentre 2005 y 2010 en el estado de MéxicoFoto René Ramón

Viviana Muciño Márquez, vecina de Cuautitlán Izcalli, relató que ya pasaron 10 años del homicidio de su

hermana Nadia Alejandra y no se ha hecho justicia. Cuando hallaron el cuerpo,Nadia tenía una agujeta y un

cable de luz debajo de la soga con la que supuestamente se colgó y los peritos dijeron que era un suicidio.

Después de exigir justicia fue hasta 2005 cuando se consignó la averiguación y se giraron las órdenes de

aprehensión en contra de su concubino Bernardo López Gutiérrez y su cuñado Isidro López Gutiérrez, pero

ellos se dieron a la fuga.

En 2010, Isidro fue aprehendido y sentenciado a 42 años de cárcel, pero ganó la apelación. Estuvo

prófugo hasta 2012, cuando la policía lo detuvo por los delitos de privación ilegal de la libertad y violación en

agravio de una adolescente de 14 años de edad. Hoy Viviana sigue esperando justicia.

Asimismo, integrantes de la familia Méndez Rizo denunciaron la desaparición de su madre, María

Dolores Rizo Juárez, en 2012.

Page 82: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 82

La diputada tamaulipeca Olga Patricia Sosa Ruiz, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, dijo

que aplicó una encuesta donde asegura que 46 por ciento de las mujeres en México han sufrido algún tipo de

agresión.

Relató que con la finalidad de erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas, la Organización de

Naciones Unidas (ONU) celebra cada 25 de noviembre el Día Naranja y, en un exhorto al Senado, pidió que

vistiera y/o iluminara de ese color el Palacio Legislativo y edificios emblemáticos para sensibilizar y erradicar

la violencia.

Lanzó la iniciativa para que participen en esta actividad propuesta por la ONU los 43 municipios de

Tamaulipas y agregó una modificación al documento que refiere que el Día Naranja debe celebrarse todos los

25 de cada mes.

http://www.jornada.unam.mx/2014/07/26/politica/002n1pol

Page 83: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 83

a la hoguera.

Las revistas femeninas

SE DESHACE DE LO QUE DETESTA Melina Marcow *

A la hoguera las revistas femeninas, o las revistas para mujeres, esas máquinas de cristalizar horrores. A la

hoguera las históricas de los ‘60 y los suplementos actuales en los diarios más importantes que parecen estar

cinco décadas atrasados. Según estos popes de lo femenino, nuestros intereses van desde el tejido, la moda,

cuestiones new age y de salud relacionada directamente con el aspecto corporal y, por supuesto, los hombres,

y todo lo que según estas revistas viene con ellos: cómo darles placer, por qué no estar en pareja a

determinada edad, etc. Horror en papel y en digital.

* Directora de La prueba de lo contrario. (Funciones: jueves 21 hs. en el Camarín de las Musas.)

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9014-2014-07-26.html

Page 84: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 84

Propone reforzar procuradurías del menor y la familia para atenderlos adecuadamente

Los niños pasan periodos muy largos en albergues, alerta Coneval

Faltan planes individualizados para promover su integración familiar y comunitaria

También se carece de programas que ayuden a fortalecer las capacidades de los padres

Una madre de 14 años con su bebé de tres meses en un albergueFoto José Carlo González

ALMA E. MUÑOZ

Periódico La Jornada

Domingo 3 de agosto de 2014, p. 32

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) propuso reforzar las

procuradurías de la Defensa del Menor y la Familia para proporcionar tratamiento adecuado a los 25 mil 700

niños y adolescentes albergados en casas de cuna y orfanatorios del país.

En un diagnóstico sobre el tema, advirtió que se ha identificado que generalmente los niños, niñas y

adolescentes que ingresan en un albergue público y/o privado pasan largos periodos de tiempo en las

instituciones, debido a la ausencia de planes individualizados que promuevan la reintegración familiar y

comunitaria del niño.

También, a la falta de programas y servicios adecuados y suficientes que ayuden a las familias a superar

las causas de su institucionalización y fortalezcan sus capacidades para cumplir las responsabilidades

parentales.

Page 85: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 85

Según el Coneval, las circunstancias que llevan a los progenitores a renunciar temporal o

permanentemente a la guarda y cuidado del niño o que dan lugar al abandono pueden ser eventualmente las

mismas que aquellas que, de modo general, limitan las capacidades de las familias para cumplir con sus

funciones parentales.

Aunado al hecho, en ocasiones, de no tener solvencia económica que favorezca el cumplimiento de las

obligaciones familiares para el cuidado de los menores y su pleno desarrollo.

Conforme a datos de los sistemas estatales del DIF, derivados del Subprograma de Fortalecimiento a las

Procuradurías de la Defensa del Menor y la Familia, correspondientes a 2013, entre los casi 26 mil menores

albergados hay 12 mil 869 niñas y 12 mil 831 niños.

Los motivos generales de ingreso a un albergue son: 6 mil 341 por abandono, 4 mil 841 por haber sufrido

maltrato, 244 expósitos, 199 por orfandad, 99 por crimen organizado y 16 mil 33 por otras situaciones, tales

como ingreso voluntario, por disposición del Ministerio Público, canalizados por otros sistemas estatales DIF

y tráfico de menores, entre otros.

En este análisis, el Coneval recomendó que la aplicación de la medida especial de protección que mejor

responda al interés superior del menordebe realizarse tomando en consideración, de forma individualizada, las

circunstancias y condiciones que envuelven al niño y a su familia, así como la afectación que éstas tienen en

su bienestar y sus derechos.

Por ello, de acuerdo con las necesidades de protección al niño, se debe contar con la intervención de

profesionales con formación y experiencia adecuadas para poder identificar los aspectos que generan, en cada

caso, la desprotección para el niño, niña o adolescente, las necesidades de apoyo que de ello se derivan de la

familia y el menor, y el curso de acción que responda del mejor modo al interés y los derechos de los infantes.

Según el Coneval, es deseable que los menores albergados lleven una vida institucional digna, es decir,

que sean respetados en su persona, con sus características particulares, pero a la vez también cuenten con una

familia, nuclear o extensa, o como opción última, una familia adoptiva

http://www.jornada.unam.mx/2014/08/03/sociedad/032n1soc

Page 86: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 86

El eslabón perdido

¿Por qué una escritora tan fascinante y revolucionaria como Violette Leduc (1907-1972) se ha vuelto una

completa desconocida? Pionera en escribir sobre el aborto, la bisexualidad y otros tabúes en primera persona,

sus novelas se adelantaron a lo que hoy es leído como literatura queer y se siguen resistiendo a toda

clasificación. La semana próxima se estrena Violette, que reconstruye su relación apasionada con Simone de

Beauvoir. Aunque el film no transmite la locura, el encanto de su voz ni su inclasificable sexualidad, impone

volver a pensar en ella.

Por Liliana Viola

VIOLETTE

Dirección: Martin Provost. Intérpretes: Emmanuelle Devos (Violette), Sandrine Kiberlain (Simone de

Beauvoir), Olivier Gourmet (Jacques Guérin), Catherine Hiegel (Berthe, la mamá de Violette), Jacques

Bonnaffé (Jean Genet), Olivier Py (Maurice Sachs), Nathalie Richard (Hermine).

Hasta hace unas pocas décadas, la consigna “tenés que leer a Violette Leduc” funcionó como telegrama de

aviso entre lesbianas y futuras lesbianas. Hoy, sus títulos –que no se han vuelto a editar desde los años ’60–

esperan en librerías de usados o en la vidriera de MercadoLibre convertirse en unos pesitos extra para alguien

que no la leyó. Los vendedores profesionales o “con buena reputación” en el sitio advierten al comprador que

en La bastarda (1964) hay un capítulo que no está bien, “mire que hay unas páginas muy subrayadas, pero

igual se lee”. Es siempre el Capítulo 3. Lo hemos comprobado luego de una compra compulsiva promovida

por dicha advertencia: en ese capítulo, Leduc narra por tercera o cuarta vez en toda su obra el encuentro físico

de las dos jovencitas en el internado. Se lo habían amputado de su novela Ravages (1955) no los malditos

censores de siempre sino sus progresistas editores de Gallimard por “escandaloso e innecesariamente

lésbico”. A partir de entonces la historia regresa con más detalles cada vez que puede. Esas 140 páginas

prohibidas aparecieron también como Teresa e Isabel quedando en la historia como la novela explícita y

sáfica de Leduc cuando en realidad había nacido como un episodio. También circuló un manuscrito pirata que

Page 87: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 87

a modo de premio consuelo le pagó su amigo perfumista Jacques Guérin para que cirulara entre coleccionistas

de lo degenerado. Era un auto robo, una estafa a sí misma, algo así como hacerle perder a la editorial y al

amigo el dinero equivalente a la cordura que iba perdiendo ella. La escritura para Leduc siempre es revancha.

Si ya era una mujer notoriamente extraña, que abusaba de ese pase libre para el escandalete que antes se le

otorgaba a la hija única sobre todo si además tenían madre soltera, la censura de sus primeros amores la

hundió en una paranoia que se le hizo estilo: cree que la espía Sartre desde la terraza de su departamento, que

Simone se puede morir si se va de viaje, consulta a una vecina astróloga diariamente para cada decisión

doméstica y espera señales claves de objetos que ve en la calle para saber si hoy va a morir, si llegará su

amante o lo que sea. No llegaron a ponerla en caja, afortunadamente para los lectores, ni las internaciones y

ayudas psiquiátricas a las que la sometió Simone de Beauvoir, ni el éxito que –también con ayuda y látigo de

Simone– llegó más tarde. Con el título La locura ante todo, el último tomo de su serie autobiográfica, Leduc

sintetiza lo que puede leerse como toda una declaración identitaria. La L de loca y no de lesbiana debería estar

para ella en la sigla que no existía todavía en sus tiempos: un modo de ver y estar en el mundo que arrasa con

toda norma (lidad). Leduc se ve a si misma como un monstruo y es esa monstruosidad ejercida en cada

párrafo lo que hace de su literatura un arma subversiva.

¡No era lesbiana! Es invisible...

Sin haberse propuesto escribir una sola historia catalogable dentro de la temática, Leduc fue original y pionera

al exponer el placer físico y la pasión que una mujer puede sentir con otra. También en pasarle por encima al

circuito obligatorio que va desde el amor imposible hasta el porno para caballeros. Su personaje más

recurrente es ella misma, y quien siempre regresa a provocarla se llama Isabelle. Son dos niñas de 12 o 14

años, según la versión, que se encuentran en la cama del internado. La cama cruje, hay que contener la

respiración, amarrar las sábanas, puede venir la gobernanta. “El amor es una invención agotadora. Isabelle y

Violette me repetía yo para habituarme a la mágica simplicidad de los dos nombres.” Las relaciones entre

mujeres en versión Leduc tienen un plus respecto del relato lésbico estándar. Violette se vuelve otra (incluso

otro) según su partenaire. Las chicas del internado combinan sesiones de violencia, capricho, exploración sin

el menor respeto por ninguna jerarquía de zonas eróticas. La piel se vuelve musa, los roles se erosionan y

adentro de esa cama avanzan en un candor que llega hasta la obscenidad cuando la autora se propone serle fiel

a lo que sucedió. Otra seña particular: no es reivindicativa, ni espera comprensión como Marguerite Radcliffe

Hall en El pozo de la soledad (1928), no interpone la distancia socarrona de Colette con su Claudine, ni

conoce la maquiavélica erótica de Natalie Barney y sus señoritas de salón. Tampoco tuvo la celebridad de

ninguna de ellas, en gran medida porque, como decía su benefactora y dómina Simone de Beauvoir, “Leduc

no quiere gustar, no gusta y hasta aterroriza”. Reconcentrada en su experiencia y confesional hasta la

autoadjudicación de crímenes –fue la primera en narrar un aborto clandestino en tiempos en que la ley

francesa condenaba a prisión a la mujer que fuera descubierta– se ganó el ninguneo de la crítica académica y

de la sexualmente interesada: una no le dejó pasar lo autodidacta y desbocada, la encontró demasiado torta

para escritora; y la otra, demasiado exploradora para festejarla como “auténticamente de ambiente”. Años

después, las feministas retomaron su gesta solitaria con el masivo “Yo aborté” y si bien participó allí con su

firma de prócer, no se puede decir que haya conformado un programa orgánico feminista ni de ningún orden

político. Hablaba de los nazis como “los malos” cuenta Simone en el prólogo de La bastarda. Era una outsider

y su estilo inasible tal vez pueda ser comparable con el esilo delincuente de Jean Genet. Si éste había sido la

descarriada criatura elegida por Sartre, Leduc ha sido la versión femenina para la cartera de Simone de

Beauvoir. “Si no hubiera abortado nunca habría podido dedicarme a escribir” dice en su relato como quien

con un movimiento de hombros se libera de una posible palmada en la espalda. Y como si faltara una broma

pesada a cualquier intento de justificación moral, agrega: “Escribir nunca fue mi vocación ni tampoco mi

oficio”.

Reality YO

Page 88: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 88

En la Argentina fue contraseña de culto o de cultores de lo raro, aunque no circularon sus textos más

escandalosos como, por ejemplo, Taxi, que es el viaje de cuatro horas de dos hermanos incestuosos, o la

censurada Ravage, sus novelas estaban presentes en las bibliotecas argentinas de los ’70, apretando el lomo

contra los de otros divos degenerados como Jean Genet (quien le dedicó Las criadas y la admiró hasta la

envidia), Jacques Cocteau (su amigo que se burlaba de ella a sus espaldas: “Si yo tuviera esa nariz me

suicidaría” dijo una vez sin saber que la dueña de la nariz estaba sentada en una mesa contigua), Albert

Camus (quien le publicó su primera novela La asfixia, de 1946, en Gallimard).

Esa zaparrastrosa que había nacido en 1907 en Arras, al norte de Francia, hija de una sirvienta a la y de un

niño bien que nunca la reconoció, a la que la agarró la Primera Guerra Mundial cuando tenía que terminar sus

estudios, y la sorprendió la Ocupación cuando ya tenía agallas para meterse en el mercado negro a vender

manteca a los hambrientos, llegó finalmente a París. Instalada en una pieza módica que la cortesía burguesa

de Simone describió como “sitio ideal para escribir y sólo escribir”, penetró en el círculo de los intelectuales

de moda empujando con lo que no tenía: ni una cara pasable que le sirviera como credencial VIP en alguna

reunión, ni buenos modales. Se las rebuscó para ir seduciendo y hastiando a uno por uno, y mientras –gracias

a tanto espaldarazo existencialista, fue incluida en sus catálogos– los escrachó a todos en ficciones

autobiográficas como una adelantada vengadora de reality. Se podría hacer una gramática de la pose del

“intelectual francés de los ’60”, o de la feminista en ciernes, o de los aspirantes a lo que sea, siguiendo la

lengua afilada de Leduc, que va traduciendo lo que le dicen los zapatos gastados, los tapados de noche, los

puños doblados, el modo de sentarse en la punta de una silla o en el fondo, o de levantar el mentón.

No se nace heterosexual, se deshace

Más que invertida, el personaje construido por Leduc es descentrada. ¿Tiene hambre? Roba para comer. Y no

come. ¿Está desolada? Aprieta fuerte su bolso. Tiene un deseo poderoso que le durará hasta el último día y lo

va fijando en objetos móviles: Maurice Sachs (homosexual), Isabelle (la adolescente con la que descubre su

sexualidad y luego pierde la tensión al reencontrarla fuera del internado), Hermine (su profesora lesbiana, con

quien se encierra en una pareja peligrosamente tradicional), Gabriel (gay con quien llega a casarse, hacerse un

aborto y divorciarse), Simone de Beauvoir (su obsesión no correspondida), René de Bagnolet (el chongo que

la muele a palos, albañil y heterosexual que la apasiona en su vejez), y muchxs personajes más que a veces

duran en sus relatos menos de un día.

El erotismo de Leduc es capaz de armar una hoguera con lo que para otros es decorado o gesto mecánico: la

mano de la estudiante que hurga en el bolso de la profesora mientras ésta no lo sabe ni sabe lo que le espera,

el roce del camisón, “a veces el camisón me rozaba cuando nos abrazábamos y nos mecíamos, si dejamos de

acariciarnos,recobramos la memoria y el dormitorio”); los tabiques entre las piezas de los hoteles alojamiento,

esa “comunidad de alvéolos, contagio de la riña, del celo y del drama, empecemos de nuevo a hacer el amor

con nuestros vecinos, los amantes”. Así como la Blanche Dubois de Un tranvía llamado Deseo siempre

dependió “de la amabilidad de los extraños”, el placer de Leduc siempre dependerá de la respuesta de los

objetos. Y si suena como insatisfacción asegurada, deberá leerse también como su genialidad, porque a esta

escritora los objetos le responden más que a Proust: las frutas la señalan, los libros la miran llorar, un habano

o una gorra la liberan de su feminidad cuando quiere volverse chongo para seducir a su amante gay, y unos

zapatos tres números más chicos la ponen en caja cuando pretende hacerse más femenina para agradar a su

novia.

En el fragmento que sigue la encontramos en La bastarda robando lencería para lucir bombachas y corpiños

frente a Hermine, la profesora y torta casadera que quiere domesticarla: “Puse, como si siempre lo hubiera

hecho, la negra, la azul, la anaranjada y la salmón en mi portafolios. La magnificencia de mi pequeño robo

provenía de la rapidez con que el objeto se convertía en un objeto vendido sin pagar. Juntaba bombachas.

Robaba para quitar a las mujeres lo que las feminiza”. Las bombachas robadas la vengan de las imposiciones

de su novia que la quiere ver linda y femenina, y de la admonición de su madre: “Tenés que hacerte mujer de

Page 89: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 89

una vez para no quedarte sola”. Los objetos son los otros, podría haber dicho Leduc parafraseando a Sartre,

uno de sus tantos contemporáneos que le brindaron las dos cosas que más se le dieron en la vida: ayuda y

mortificación.

Rescatate, Violette

“No había leído nada de Violette Leduc”, reiteró en varias entrevistas Martin Provost, 40 años, francés, en su

visita a Buenos Aires cuando vino a presentar su película Violette, que se estrena la semana próxima. Provost

ya empieza a figurar como el “director de las mujeres olvidadas” desde que comenzó su trilogía en 2008 con

Séraphine Louis, una pintora que trabajó toda su vida como sirvienta hasta que fue descubierta por un

coleccionista. Un colaborador le señaló que su segunda rescatada debía ser Leduc y aquí es cuando Provost,

que jamás había oído de ella, se encuentra con que la autora está descatalogada en Francia y el resto del

mundo. Claramente seducido por este objeto vintage, reconstruye al pie de la letra episodios de su vida, tal

vez confiando demasiado en lo que ella escribe. Comienza su historia en los años de la Segunda Guerra con

esta joven acosando a Maurice Sachs, que se la saca de encima enseñándole a contrabandear comida y

mandándole a escribir sus obsesiones. El resto es un buceo en la relación equívoca de Violette con una

Simone de Beauvoir particularmente frágil y sugerente. Una vez más, su destino de segundona: el director

apuesta a la fama y al morbo que puede generar la segunda para interesarnos en la vida de la primera, que

queda encapsulada en una serie de capítulos organizados según el personaje famoso con el que se cruza. Una

aproximación más familiar al registro Wikipedia de las biografías que al torbellino delirante de Violette.

Bastarda con gloria

Leduc es demasiado narigona, demasiado pobre, demasiado fea y demasiado alta. Eso es un buen comienzo.

Tiene todo para ejercer esa monstruosidad que la agiganta y que la hace disfrutar de estar siempre fuera de

lugar. Nunca agradar, nunca encajar del todo. Tampco quedarse en el lamento. Leduc cuenta en sus novelas

cómo dedica horas frente al espejo para exagerar sus rastros y volverlos más agresivos. Su figura desgarbada

llega a llamar la atención de los mejores modistos. La fea llega a modelar para Paco Rabanne entre otros que

la eligen justamente por su ejemplar imperfección, rara forma de la elegancia.

Pero por sobre cualquier desperfecto del que ella hará virtud, hay uno que es el padre de todas sus desgracias

y narrativas. Violette carga desde su infancia con una injuria: ¡Bastarda! Ha escuchado ese grito de sus

compañeros y de sus vecinos de Arrás. Su nacimiento no la ha designado tanto a ella como a su madre; llegó

al mundo para poner en dos patas y un vestidito exageradamente almidonado la humillación de su mamá. Y

en cada acto de cuidado o de descuido de ella, Violette va a leer el estigma en el que se convirió al nacer. El

insulto que hoy se ha convertido en arcaísmo tiene una relación de equivalencia con esa injuria considerada

fundante de de la cuestión homosexual. Bastardo (¿acaso no es un modo elegante de decir “hijo de puta”?)

ejerce la misma erosión que el grito de “puto” del que habla Didier Eribon como constitutivo de la

homosexualidad. O el grito de “queer” que los activistas convirtieron en boomerang en los años ’90. En

tiempos de ADN, de patria potestad compartida, padres biologicos y reclamos legales, el concepto de

bastardía se ha diluido pero el efecto que provocó en la escritura de Violette, sigue con toda su potencia,

interpelando a la diferencia.

Aun en tiempos de gloria, Leduc fue vista como unfenómeno de circo. En los seis o siete años que tuvo de

exposicion mediática antes de morir, las revistas, las caricaturas y la televisión francesa le sacaron todo el

jugo que podía dar una vieja excéntrica, paranoica, rodeada de juguetes, y además obsesionada con esa mujer

a la que en sus novelas nombra como “Ella” o “La Señora”. Hoy se la puede ver en entrevistas tomadas pocos

meses antes de su muerte declarando para el gusto chismoso de otra epoca: “Cada vez que yo estuve

gravemente enferma, cada vez que golpeé a su puerta, cada vez que le rogué que me atendiera, jamás me

Page 90: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 90

abrió. Aun así, no pude haber escrito nada sin su ayuda. Nos veíamos cada quince días y ella me animaba a

escribir. No habría escrito nada si ella no me lo hubiera pedido. Me decía que mis cuadernos eran muy largos,.

También me alentaba a que contara más. Si pienso en las personas que son mi familia, mis amigos, siempre

pienso en Simone de Beauvoir”, dice sin pestañear en una de sus últimas entrevistas, que puede visitarse en

YouTube.

Leduc se murió el 2 de julio de 1972 y asistieron tres vecinas a su entierro. No se encontraban papeles sobre

testamento, ni tampoco requerimientos funerarios. Fue enterrada en el jardín de su casa de campo en la Costa

Azul, cuyos vecinos y animales aparecen retratados en su libro póstumo: La cacería del amor. La enterraron

entre sus flores. “En cada poro una flor”, dice Violette cuando no encuentra palabras para describir las manos

de Isabelle.

¿Qué interés puede tener exhumar hoy a Violette Leduc? Podría ser ella el eslabón perdido entre las narrativas

más clásicas del erotismo sobre “amores que se califican de anormales” y una narrativa queer.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-3544-2014-08-03.html

Page 91: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 91

Albergues deben ser la última opción

Acusa ONG desinterés del gobierno en la niñez

FERNANDO CAMACHO SERVÍN

Periódico La Jornada

Domingo 3 de agosto de 2014, p. 32

Luego de la atención mediática que generó en su momento, el caso del albergue La Gran Familia ha sido

marginado de la agenda poco a poco, sin que hasta ahora se sepa con claridad a dónde fueron enviados los

niños que se encontraban en el lugar, lo cual demuestra que para el gobierno mexicano el cuidado de la

infancia no es una tarea prioritaria, lamentó Ivonne Piedras, oficial de campañas de la organización Save the

Children.

Uno de los primeros llamamientos que hicimos fue que se velara por el interés superior de los niños y se

garantizaran sus necesidades básicas, pero a la fecha no han dado a conocer qué pasó exactamente con ellos y

merecemos saber cuál es el procedimiento que están llevando a cabo y sobre todo qué medidas se tomarán en

otros albergues para evitar que nos enteremos de nuevos casos como éste, indicó.

De igual forma, la activista subrayó que es necesario poner en marcha una nueva política dirigida a los

niños sin cuidado parental, para que su internamiento en casas hogar –oinstitucionalización– no sea la única

alternativa para hacerse cargo de ellos.

Un niño o adolescente debe llegar a estos lugares como la última opción. Hay que agotar primero todos

los recursos de reintegración familiar en primero y en segundo núcleos, y en caso de que no sea posible,

enviarlos a una institución, pero sólo por un tiempo limitado, no por 10 años. Lo mejor no es nada más que

estén encerrados, enfatizó.

Lo ocurrido en el albergue de Rosa del Carmen Verduzo es una oportunidad y un llamado de atención a

las autoridades para que verifiquen las condiciones de todos los centros de este tipo, realicen un censo para

saber cómo viven los niños y diseñen un sistema de atención integral a la infancia en el que participen las

autoridades de los tres niveles de gobierno.

http://www.jornada.unam.mx/2014/08/03/sociedad/032n3soc

Page 92: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 92

“Ahí descansaba en lo que mi familia pagaba el cruce a EU”

De un ángulo, parecen hoteles de dos estrellas con baños, televisión, camas limpias y tres comidas al día; de

otro, son casas de seguridad de donde hay que rescatar a migrantes.

PGR ha descubierto 49 casas de seguridad en Reynosa y Matamoros.(Especial/Archivo)

VÍCTOR HUGO MICHEL/REPORTAJE

02/08/2014 03:14 AM

Tamaulipas

Depende de cómo se le vea. De un ángulo, podría parecer un hotel de dos estrellas: acceso a baños con

regaderas. Televisión a color. Camas limpias. Tres comidas calientes al día y, a veces, pollo del Kentucky

Fried Chicken. Hay hasta una mesa para jugar cartas. Y como en cualquier otro negocio, no se permite salir,

sino hasta pagar la cuota por los servicios recibidos.

Desde la óptica del gobierno federal es una casa de seguridad, un sitio del que se debe rescatar a migrantes

indocumentados porque, dicta el argumento, han sido secuestrados por el crimen organizado. Pero quienes

han pasado por ahí sostienen que hay otra connotación.

“Cuando iba al norte yo descansaba en esas casas en lo que mi familia pagaba el cruce a Estados Unidos.

Cuando pagaban lo que costó el viaje, ya entonces me cruzaban al otro lado”, dice Elmer G, un migrante

hondureño que ha recurrido tres veces a guaridas de polleros en la frontera de Matamoros con Brownsville,

antes de pasar el río Bravo.

Page 93: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 93

Al convertirse estas casas de seguridad en blanco de reiterados operativos militares en los últimos meses —

acciones definidas por el gobierno federal como rescate de migrantes—, se abre el debate si en realidad se

trata de operativos antisecuestro o si algunas simplemente son redadas en busca de indocumentados, una

muestra más del paulatino endurecimiento de la política migratoria en México.

¿Es secuestro? Para el gobierno federal, sí. Desde 2007, la Procuraduría General de la República (PGR) ha

descubierto 49 casas de seguridad que considera eran utilizadas para mantener privados de su libertad a

migrantes en Reynosa y Matamoros. Algunas de ellas, según la dependencia federal, estaban dirigidas y

Page 94: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 94

operadas por los Zetas y el cártel del Golfo. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asegura haber

rescatado en Tamaulipas a cerca de mil 500 migrantes plagiados desde 2009.

Pero la experiencia de Elmer apunta en el sentido de que no todas las casas son sitios de secuestro y que hay

algunas que son empleadas como un punto de embarque para los tradicionales flujos migratorios. Se cobra, sí,

pero la cuota del pollero previamente acordada. Finalmente es un servicio: cruzar ilegalmente al norte.

“Así es como se va a Estados Unidos”, explica este migrante hondureño, deportado tres veces de la Unión

Americana y quien actualmente se encuentra en una estación migratoria de Chiapas. “Yo lo que hacía era

llegar a Matamoros e ir preguntando por la casa de los polleros. Hay quienes te dicen cómo llegar. Ahí te

quedas hasta que pagan y ya después te vas”.

—¿Cómo se trata a la gente en las casas de paso?

—A mí bien. A la gente con la que me ha tocado estar, bien. A las mujeres se les respeta. Nos dan de comer.

Hay colchonetas para dormir mientras se espera. Te puedes bañar, ver la tele...

Pero si bien es una casa de paso, no deja de tener una connotación de criminalidad. Contactado vía telefónica

gracias al Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba, Elmer admite que no se puede salir de las

casas sino hasta pagar la deuda contraída con el pollero. Quienes reniegan del pago son retirados a la fuerza.

“Nunca supe a dónde se llevaban a los que no pagaban”, dijo este hondureño que en los próximos días será

deportado de vuelta a Centroamérica y quien, tan pronto como pueda, asegura estar listo para emprender de

nuevo el camino al norte.

Hospedándose, por supuesto, en las casas de paso de los polleros.

http://www.milenio.com/politica/descanso-familia-pago-EU-polleros-migrantes-Mexico-Tamaulipas-cuartos-

narcos_0_346765352.html?utm_campaign=Alertas&utm_content=&utm_source=Mail&utm_medium=Referr

al&utm_term=Politica

Page 95: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 95

La trata en la sombra

En Neuquén fue desbaratada una red de trata que funcionaba hace más de diez años. La proxeneta y las

víctimas eran travestis. ¿Qué vulnerabilidades y prejuicios afloran cuando víctimas y victimarixs son trans?

¿Cómo aprovechan los medios la figura arquetípica de la “travesti delincuenta”? Pero sobre todo se impone la

pregunta de cómo desenredar el engranaje de la esclavitud del siglo XXI, negocio híper rentable, que para

funcionar se vale de complicidades, actores ocultos y violencias naturalizadas.

Por Dolores Curia

“Cuando llegué desde San Juan, por consejo de unas amigas, yo tenía 22 años, era muy pendeja, inexperta. La

conocí a Marcela. Me prometió que iba a poder hacer buena plata acá y después volverme a San Juan. En

Cipolletti Marcela tenía arreglo con la policía para poder cobrarnos a nosotras y que nadie hiciera nada.

Imaginate una chica joven: estás sola en otra provincia, te agarra una que te dice que vas a ganar plata y que

ella te va a proteger, que te entiende porque pasó por lo mismo que vos. Y no tenés a quién recurrir. Ella les

mandaba chicas a la policía, todos paraban a saludarla. Venían los violentos asquerosos de los policías y

decían ‘quiero coger con aquélla’. Había chicas preciosas, casi adolescentes, y tenías que ir o ir. Había chicas

que lloraban porque no querían ir con los tipos, que son prepotentes, que se piensan que porque tiene un

uniforme te pueden pasar por encima y tenías que ir con uno, con dos o con tres al mismo tiempo. Teníamos

que atender gratis a todos sus amigos a cambio de que nos dejaran trabajar en paz. Y ella también los

atendía.” Estas palabras son de una de las víctimas de la red de trata desbaratada parcialmente hace pocas

semanas, que no da su nombre por el peligro que supone esa exposición y por las amenazas que ha recibido

Page 96: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 96

aun después de las detenciones y a pesar de que la cabecilla de la red y sus tres “lugartenientes” estén ahora a

miles de kilómetros, en una cárcel.

Lxs cuatro se encuentran procesadxs con prisión preventiva por regentear esta red en Cipolletti y Neuquén. El

número de las víctimas es impreciso, entre 8 y 14, según se le pregunte al juzgado, a la fiscalía o a las

noticias. La proxeneta captaba personas, en algunos casos menores de edad, de provincias vecinas a través de

Facebook o del boca en boca de otras ya sujetas a la red. Les cobraba una plaza para trabajar en las rutas

nacionales 22 y 151, cercanas a la ciudad de Cipolletti. Les alquilaba una pieza en su casa o las forzaba a vivir

cerca de ésta. Las controlaba (por teléfono, en persona, a través de terceros), las obligaba a hacer tareas

domésticas no remuneradas en su casa y como derecho de piso para trabajar en la ruta, además de la plaza, les

cobraba multas arbitrarias, las amenazaba, las golpeaba. La proxeneta y sus dos “colaboradoras” son travestis.

Las víctimas, también. Al grupo de los indagados se suma el marido de la proxeneta, acusado de participar en

el diseño del esquema de explotación y de amenazar a las víctimas. Los delitos: explotación económica de la

prostitución ajena, trata de personas, reducción a la servidumbre y lesiones graves. Pensando en las

colaboradoras de este caso, tanto aquí como en las historias de trata de mujeres cis, se reproduce la lógica de

la doble condición: las mismas personas pueden pasar de víctima a victimaria, madama, proxeneta.

Caricias y palizas

Como toda historia de trata, pero en este caso de trata de travestis, queda expuesto cómo los grupos sociales

desplazados de los privilegios quedan a merced de todas las formas posibles del abuso de poder. Cómo un

sector logra imponer sus reglas sobre los cuerpos y las vidas de los otros. Y lo hace, en este caso, con un plus

de sujeción emocional: “Ella controlaba la zona de Cipolletti –recuerda otra víctima–. En un momento

empecé a alejarme. Conocí chicas en Neuquén y me quedé ahí, que no es más que cruzar un puente, empecé a

trabajar con aviso en el diario por teléfono y ella empezó a amenazarme para que volviera. Te trataba de

hombre, te pegaba donde más te duele, te decía ‘puto de mierda’, ‘barbudo’, pero al rato te decía que te quería

y te iba a cuidar. Así te empezaba a someter con palabras, le agarrabas miedo pero al mismo tiempo la veías

como alguien que te ayudaba. Empecé a visitarla y me hacía seguir pagándole a ella aunque yo estuviera

trabajando en Neuquén. Para ‘protección’, me decía. ¿Para protegerme de ella sería? Y que si no le pagaba a

tiempo, me iba a quemar la casa. Hasta que lo hizo. Además de mandarme a dar palizas, me quemó la casa.

Hice las denuncias y nada, nunca nada.” Ante la ausencia de otros lazos de contención (familiar, estatal), la

esclavitud es maquillada en clave de protección, cobijo, única alternativa en un mundo que cierra todas las

puertas en la cara de un colectivo históricamente maltratado. De eso da cuenta otro testimonio anónimo: “De

a poquito Marcela te iba trabajando por tus puntos débiles. Sabía por qué lados podía sujetarte. A mí me

agarraba por el tema de mi familia, con la que no me llevaba bien. Me decía que ella era mi familia. Esas

cosas que sinceramente a una le duelen. Te psicopateaba. Yo ya este último año no la aguantaba más, me

enfermaba de todo, incluso ataques de pánico. Para mí la cosa ya iba llegando a algún final”.

El origen

La investigación se inició el 25 de mayo por un aviso a la fiscalía, luego de que una mujer trans ingresó al

Hospital Bouquet Roldán, de Neuquén, intoxicada. Su relato hizo suponer a los médicos que podía tratarse de

una víctima de trata. Es decir, no hubo denuncias por parte de las víctimas sino una sospecha, una hipótesis y

una investigación que llevó a cabo la fiscal María Cristina Beute, con la asistencia de la Procuraduría de Trata

y Explotación de Personas y del organismo de rescate de la Provincia de Neuquén. “Que la denuncia viniera

de un practicante del hospital que sospechó porque la escucharon a la víctima decir cosas borracha no es tan

usual y habla de un proceso de sensibilización por parte de algunos operadores públicos sobre el tema de

trata”, explica Beute, quien ya no está a cargo de la causa por cuestiones de jurisprudencia.

Así como estas tramas se pueden empezar a desarmar a partir de la decisión de actuar de personas clave, la

trata no es tampoco un mal abstracto o fantasmagórico, sino uno de los mayores negocios de este siglo, con

agentes muy concretos. ¿Qué lugar ocupan en este drama de uso y abuso los llamados “clientes” y la

Page 97: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 97

prostitución como producto cultural que presenta a la violencia sexual como inevitable o mal menor? Es por

donde se lo mire un modelo de esclavitud eficaz, porque se esconde detrás de discursos de libre albedrío por

lo menos sospechosos. ¿Y si, además, esas víctimas son travestis? ¿Cuáles son los prejuicios adicionales que

entran en circulación? No hubo aquí la usual captación mediante una oferta para trabajar de camarera o

modelo sino para ejercer la prostitución en una zona rentable. ¿Cómo operan los medios cuando se encuentran

con una de sus figuras preferidas, la “travesti delincuenta”? Parece ser una imagen de la que es muy difícil no

aprovecharse. Mientras se cargan las tintas sobre ese punto, es preciso recordar que la identidad de género no

es agravante cuando las víctimas son mujeres u hombres trans. ¿Debe ser un dato a subrayar acerca de la

persona que delinque?

La deuda constante

A algunas la proxeneta les retenía el DNI o no las dejaba renovarlos. Sostenía la rienda mediante un sistema

de endeudamiento cuyas reglas de juego la víctima desconocía. La deuda constante era afectiva (“Yo te

rescaté de la calle cuando tu familia te había echado a la mierda, te di casa, comida y trabajo, ¿y así me lo

agradecés?”) y también económica, por medio de un sistema de multas arbitrarias. Como no era posible saber

de antemano cuáles eran las situaciones que desataban su ira, la multa económica o la paliza podían aparecer

en cualquier momento. Marcela las obligaba a llamarla “Mamucha” o “Mamá”, se refería a ellas como a sus

hijas, entre ellas debían llamarse “hermanas”. Se enojaba si entre ellas desarrollaban algún vínculo que no la

incluyera, si no la visitaban semanalmente. Cuando a fines del año pasado se conoció el caso de Paloma León

en Mendoza, que escondía detrás de la fachada de una cooperativa un sistema de explotación similar, Marcela

se esforzó por todos los medios en probarles a sus hijas que aquí no pasaba eso, pero la plaza la seguía

cobrando igual. “Vos le contestabas mal o le hacías un chiste y te multaba con 150 pesos por noche durante

una semana. Hacía una reunión todos los viernes y teníamos que ir todas. A la que no iba a la reunión también

le cobraba multa y a la comida de la reunión la poníamos nosotras. Ella con el marido comían prácticamente

gratis. Viví en su casa y fui casi una esclava, tenía que trabajar, cocinar, limpiar, casi no me dejaba bañar ni

dormir. Me tenía que ir los sábados hasta el otro día porque ella tenía que estar a solas con su marido y yo le

tenía que dejar la plata para sus gastos. Luego yo me puse en pareja y se molestó mucho por eso. Ella

mandaba decirnos cosas o amenazarnos con una golpiza. Y no era sólo una amenaza, yo me ligué varias

palizas”, cuenta una de las primeras en escapar, que hasta la detención de Marcela todavía seguía pagándole la

plaza aunque ya no estuviera bajo su mando.

Ojos mal cerrados

Si la red funcionaba desde hace más de diez años, ¿por qué tantas voces juran ni sospechar de su existencia?

Marcela es sin duda la cara visible de una red mucho mayor de complicidades. Era muy conocida en la zona.

Había sido entrevistada varias veces por medios locales por ser la travesti más antigua de Cipolletti. Cuenta

una de las víctimas que “de hecho, tanto se conocía su brutalidad, su personalidad tosca y mandona, que en la

zona todo el mundo la identificaba como He-man, a través de Facebook o de donde sea despotricaba contra

jueces, policías y políticos que no le caían bien, tenía cierta inmunidad, o decía tenerla. Decía que tenía entre

sus amigos a jueces, políticos y policías”. Si Marcela era vox populi, ¿por qué entonces tardó tantos años en

salir a la luz la modalidad de su actividad principal? Algunos habitantes de la zona hoy se refieren a la red

como “secreto a voces” o “una mafia”. Del brazo policial de esta historia nadie se ha animado a decir palabra.

Las víctimas, los militantes y los trabajadores judiciales prefieren clausurar con frases como “no hay pruebas

de ello”, “mejor de eso no hablemos”, “no me preguntes por ahí”, “yo te contaría más, pero me metés en un

kilombo”.

La coacción, se sabe, puede tener hilos mucho más sutiles que el encierro. Marcela no ejercía su dominio

dentro de un espacio cerrado, donde se hubiera hecho más evidente el regenteo. “Hay métodos mas

económicamente exitosos que la reclusión –confirma la doctora Beute–. Cuando tenés a alguien encadenado,

sabés que si le sacás la cadena, va a salir corriendo. Eso no es muy rentable. El problema para la investigación

Page 98: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 98

es que cuando no hay un lugar concreto tenés que desentrañar el vínculo. Entonces lo que materializa la

explotación es la plaza. Solamente pudimos resolver este obstáculo cuando obtuvimos los testimonios.

Igualmente dentro del grupo hubo una situación de desgaste. Hubo una decisión por parte de algunas de

terminar con esto. Si bien no llegaron a denunciar, todas hablan de quiebre emocional generalizado.” Cada

vez que uno de estos casos se da a conocer, es inevitable no pensar en las tramas secretas del mundo

prostibulario, siempre, mucho más complejas y más perversas que su cáscara. A pesar de que la proxeneta, su

marido y sus dos manos derechas se encuentran detenidxs, hay dos personas que todavía recorren la zona

intimidando a las víctimas. Flavio Rapisardi, que de vacaciones en el sur se cruzó con esta historia, relata que

“lo que ahora nos preguntamos todos es qué pasa con el después. Muchas de estas chicas entran en contacto

con las organizaciones locales por primera vez. Muchas han quedado en la calle, ya que vivían con la tratante,

hay una chica golpeada que necesita muletas. Y el apoyo psicológico para todas ellas va a ser indispensable.

En este momento estamos trabajando con Attta Patagonia, la Federación Argentina LGBT y la Mesa Nacional

por la Igualdad, en implantar la idea de que no hay por qué vivir así, ni hay por qué pagar la plaza.

Conseguimos subsidios para tres y vamos por los otros. En estas semanas hemos logrado que el intendente de

Cipolletti se comprometa a cuidarlas, ya que todavía siguen recibiendo amenazas. Hizo un anuncio público de

que tendrán protección”. El después encierra interrogantes, expectativas sobre un futuro que para algunas

podría empezar a abrirse a otras opciones, pero también una gran paradoja: que la misma policía que antes

trabajaba con Mamucha ahora ha quedado al cuidado de sus hijas.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-3545-2014-08-03.html

Page 99: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 99

De enero a julio de este año recibieron 268: visitador

Aumentan quejas en la CNDH; en el INM abusan de migrantes

FERNANDO CAMACHO SERVÍN

Periódico La Jornada

Domingo 3 de agosto de 2014, p. 15

Tan sólo de enero a julio de este año, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha recibido

268 quejas por presuntos abusos cometidos en los centros de detención del Instituto Nacional de Migración

(INM), la gran mayoría de ellos relacionados con maltratos, falta de atención médica o sicológica y uso de la

fuerza de manera arbitraria o violenta.

Así lo afirmó el quinto visitador general de la CNDH, Fernando Batista, quien llamó a fortalecer las

capacidades del INM, adoptar medidas de control y confianza de su personal y dejar de ver la migración como

tema de seguridad nacional.

Del total de quejas presentadas ante el organismo en el primer semestre del año, detalló el funcionario en

entrevista con La Jornada, 223 de ellas (83 por ciento) se refieren a violaciones al derecho al trato digno, por

falta de atención médica o sicológica de urgencia y empleo de la fuerza de manera arbitraria o

desproporcionada en el momento de la detención.

En 51 casos más, equivalentes a 19 por ciento de las quejas, los migrantes afirmaron haber sido víctimas

de ataques a su derecho a la integridad y seguridad personales, por actos como intimidación e

incomunicación.

El número de demandas que se han presentado en los primeros seis meses de 2014, subrayó Batista, es

casi tan alto como el que se recibió en la CNDH durante todo 2009, cuando tuvieron conocimiento de 284

quejas, y sigue la misma tendencia que en 2012, cuando llegaron 497 expedientes de denuncia.

De igual forma, el quinto visitador estimó que si una buena cantidad de quejas por maltratos (61)

ocurrieron en el Distrito Federal, ello se debe a que la estación migratoria de la capital –junto con la de

Tapachula y Acayucan– es una de las que tienen mayor capacidad dealojar a los indocumentados y donde se

concentra a muchos de ellos antes de ser devueltos a su país de origen.

Luego de destacar que la CNDH ha visitado de forma sistemática las estaciones migratorias, Batista

recalcó que las demandas contra el personal del INM e incluso las peticiones de diversos colectivos de la

sociedad para que éste desaparezca, evidencian la necesidad de que este organismo sea restructurado de

fondo.

http://www.jornada.unam.mx/2014/08/03/politica/015n1pol

Page 100: Raiza Yareli Rosas Aguilar Jessica Valle, Natalie Bulle ... · Es la que baila, hasta sentada, en las peñas, en el colectivo, al aire, en los actos, rompiendo con la sobriedad del

Sistema de Infotecas Centrales Universidad Autónoma de Coahuila

Gaceta Universitaria de Derechos Humanos No. 180 septiembre 2014

Página 100

Jóvenes y derechos humanos

Javier Mercado Villanueva

DERECHOS HUMANOS

02/08/14 5:00 AM

Nuestra Carta Magna refiere en su artículo primero que toda persona debe gozar de los derechos humanos

reconocidos por la misma, y de los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte; por ello,

resulta necesario que las autoridades en el ámbito de sus competencias se obliguen a promover, respetar,

proteger y garantizar tales derechos fundamentales de conformidad con los principios de universalidad,

interdependencia, indivisibilidad y progresividad.

De lo anterior podemos deducir que las personas menores de dieciocho años que hayan participado en la

ejecución de conductas tipificadas como delito por la Ley deberán ser sujetos a rehabilitación y asistencia

social, por lo cual, se podrán aplicar las medidas de orientación, protección y tratamiento que amerite cada

caso, atendiendo a la protección integral y al interés superior del adolescente; también se deberán observar las

formas alternativas de justicia en la aplicación de este sistema, siempre y cuando resulten procedentes.

Es importante mencionar que en todos los procedimientos se deben garantizar el debido proceso legal, así

como la independencia entre las autoridades que efectúen la remisión y las que impongan las medidas de

orientación y reintegración; como ejemplo, en caso de que algún joven sea retenido por ejecutar infracciones

administrativas se debe dar aviso inmediato a sus padres o tutores con la total finalidad de evitar causarle un

daño psicológico.

Durante su estancia en los espacios de retención o internamiento se debe generar una separación por edad y

sexo, así como proporcionarles alimentos y sobre todo que el tiempo de su permanencia en los lugares de

orientación regenerativa sean ubicados en áreas abiertas. Por otra parte, el internamiento para los adolecentes

debe utilizarse como medida extrema y por el menor tiempo que proceda, este podrá aplicarse únicamente a

los jóvenes mayores de catorce años involucrados en la comisión de conductas antisociales calificadas como

graves.

Entre otras cosas, se debe procurar que ningún adolescente sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas

crueles, inhumanos o degradantes, esto con la total finalidad de privilegiar el interés superior de los menores

en conflicto con la ley penal.

http://www.milenio.com/firmas/derechos_humanos/Jovenes-derechos-humanos_18_346345428.html