Reacción a La Revolución Francesa de Las Demás Monarquías Europeas y El Mundo

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REACCIÓN A LA REVOLUCIÓN FRANCESA DE LAS DEMÁS MONARQUÍAS EUROPEAS Y EL MUNDO. La Revolución Francesa fue un conflicto social y político con diversos periodos de violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el antiguo régimen. Se inició con la autoproclamación del tercer estado como asamblea nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799. Europa fue una nación con muchos conflictos dentro de ella y con otra naciones en los siglos cercanos a la revolución, incluso antes y después. Una nación ambiciosa de terreno, poder y dinero. Con grandes pensadores e inventores que brotaban de ella, se volvió un continente poderoso en poco tiempo. Como de otros continentes, de ella nacieron personas muy importantes que llegaron a cambiar poco a poco la visión que las personas tenían del mundo, inventores con nuevos objetos para facilitar la vida, pensadores con ideas revolucionarias y navegantes con sacos de curiosidad. Europa descubre América gracias a España. América tenía sus propias costumbres cuando los españoles llegan a tocar tierra y comenzar su conquista. A lo largo de los años los extranjeros se expanden por toda América, algunos, solo con fines económicos. Brasil es conquistado por los portugueses, México y centro América, por los españoles y el norte, por los ingleses. Con el paso de los años las personas de los continentes buscaban más y más libertad y se creaban movimientos; buscaban ser independientes. Mientras Francia pasaba por sus propias complicaciones, Europa y América pasaban por hechos que las llevarán a ser lo que son ahora. A principios del siglo XVIII América se encontraba principalmente bajo el control de países Europeos. A finales del mismo siglo, ya estaba en busca de su independencia, impulsada directa e indirectamente por la Ilustración. En Europa la situación era parecida, los hombres comenzaron a darse cuenta del poder la razón y comenzaban a cuestionarse, incluso, la división la de la sociedad. Nuevas tecnologías e ideas salieron a relucir. Durante todo este periodo, en el mundo reinó la corriente de la Ilustración. Ya nada sería igual a lo que fue. Conservadurismo y tradicionalismo Conservadurismo: Es Doctrina política que defiende el mantenimiento del sistema de valores políticos, sociales y morales tradicionales y se opone a reformas o cambios radicales en la sociedad. Históricamente, el conservadurismo nace como reacción a la Revolución Francesa por los cambios de 180º que propone en todas las estructuras políticas, sociales y económicas. Burke, desde Inglaterra, encarna este primer conservadurismo. Defiende el valor de instituciones como la familia, la religión, además de defender el mundo rural y natural frente al nuevo industrialismo. Pero el conservadurismo evoluciona, y los conservadores terminarán admtiendo el nuevo orden burgués. Se diferenciarán de los liberales en que, mientras para éstos el mercado es fundamental, para los primeros sería el Estado como articulador de la armonía social. Los conservadores aceptarán, pues, el capitalismo, pero en vez de ser defensores a ultranza de la libertad de empresa, serán los grandes baluartes del concepto de propiedad, y el mantenimiento de ciertos valores. Tradicionalismo: Se entiende por tradicionalismo, a la tendencia a sobreestimar la tradición en cuanto conjunto de normas transmitidas en el curso de la historia

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Historia de la revolucuoin francesa y su reaccion ante tal situacion

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REACCIÓN A LA REVOLUCIÓN FRANCESA DE LAS DEMÁS MONARQUÍAS EUROPEAS Y EL MUNDO.

La Revolución Francesa fue un conflicto social y político con diversos periodos de violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el antiguo régimen. Se inició con la autoproclamación del tercer estado como asamblea nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799. Europa fue una nación con muchos conflictos dentro de ella y con otra naciones en los siglos cercanos a la revolución, incluso antes y después. Una nación ambiciosa de terreno, poder y dinero. Con grandes pensadores e inventores que brotaban de ella, se volvió un continente poderoso en poco tiempo. Como de otros continentes, de ella nacieron personas muy importantes que llegaron a cambiar poco a poco la visión que las personas tenían del mundo, inventores con nuevos objetos para facilitar la vida, pensadores con ideas revolucionarias y navegantes con sacos de curiosidad. Europa descubre América gracias a España. América tenía sus propias costumbres cuando los españoles llegan a tocar tierra y comenzar su conquista. A lo largo de los años los extranjeros se expanden por toda América, algunos, solo con fines económicos. Brasil es conquistado por los portugueses, México y centro América, por los españoles y el norte, por los ingleses. Con el paso de los años las personas de los continentes buscaban más y más libertad y se creaban movimientos; buscaban ser independientes. Mientras Francia pasaba por sus propias complicaciones, Europa y América pasaban por hechos que las llevarán a ser lo que son ahora. A principios del siglo XVIII América se encontraba principalmente bajo el control de países Europeos. A finales del mismo siglo, ya estaba en busca de su independencia, impulsada directa e indirectamente por la Ilustración. En Europa la situación era parecida, los hombres comenzaron a darse cuenta del poder la razón y comenzaban a cuestionarse, incluso, la división la de la sociedad. Nuevas tecnologías e ideas salieron a relucir. Durante todo este periodo, en el mundo reinó la corriente de la Ilustración. Ya nada sería igual a lo que fue.

Conservadurismo y tradicionalismo

Conservadurismo: Es Doctrina política que defiende el mantenimiento del sistema de valores políticos, sociales y morales tradicionales y se opone a reformas o cambios radicales en la sociedad. Históricamente, el conservadurismo nace como reacción a la Revolución Francesa por los cambios de 180º que propone en todas las estructuras políticas, sociales y económicas. Burke, desde Inglaterra, encarna este primer conservadurismo. Defiende el valor de instituciones como la familia, la religión, además de defender el mundo rural y natural frente al nuevo industrialismo. Pero el conservadurismo evoluciona, y los conservadores terminarán admtiendo el nuevo orden burgués. Se diferenciarán de los liberales en que, mientras para éstos el mercado es fundamental, para los primeros sería el Estado como articulador de la armonía social. Los conservadores aceptarán, pues, el capitalismo, pero en vez de ser defensores a ultranza de la libertad de empresa, serán los grandes baluartes del concepto de propiedad, y el mantenimiento de ciertos valores.

Tradicionalismo: Se entiende por tradicionalismo, a la tendencia a sobreestimar la tradición en cuanto conjunto de normas transmitidas en el curso de la historia pasada. El tradicionalismo se apoya, a la vez, en motivos político-religiosos y filosóficos. Los primeros son obvios y defendibles. Los segundos se basan, a su vez, en la relación que se establece entre la verdad y la historia. Para el tradicionalismo, la verdad es la revelación de la Providencia. El error es un castigo, pero no algo que la verdad puede llevar en sí, como momento suyo. l principal defensor del tradicionalismo es Juan Donoso Cortés (1809-1853). Su obra más importante la constituye el Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo, que apareció en 1851, dos años antes de su muerte. Extraordinario orador y polemista apasionado, más que filósofo estricto, es, sin embargo –junto con Balmes–, el segundo gran representante del pensamiento católico a mediados de siglo.

IDEARIO DE EDMUNDO BRUKE

Edmund Burke nace en Dublín el 12 de enero de 1729 y muere el 9 de julio de 1797. De padre protestante y madre católica, él y sus tres hermanos fueron educados en el protestantismo y su hermana en el catolicismo.

Su idealismo se centra en torno a la constitución inglesa. Burke es un conservador liberal, en gran parte porque lo que de conservar es la constitución misma, tal y como estaba redactada al principio e su vida pública. Esta constitución era, en aquel momento, el régimen más liberal de las grandes potencias, gracias a un logrado equilibrio entre reformas y contrapesos. Para Burke, la continuidad histórica es fundamental, y el Parlamento es el que encarna esta continuidad, en tanto que la Ilustración había operado sin tener en cuenta esta marcha histórica, que tendía a ver el pasado como una sucesión de Imperios superados, que nacían, crecían y morían. Burke plantea en cambio una continuidad histórica que supera las concepciones de “esplendor y decadencia” inevitables.