Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

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BIBLIOTECA DE FILOSOFÍA 16 INTRODUCCIÓN A ARISTÓTELES Por GIOVANNI REALE BARCELO NA EDITORIAL HERDER 1985 INTRODUCCIÓN A ARISTÓTELES BARCELONA EDITORIAL HERDER 19R5 I

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BIBLIOTECA DE FILOSOFÍA16

INTRODUCCIÓN A ARISTÓTELESPor GIOVANNI REALE

BARCELONAEDITORIAL HERDER

1985

INTRODUCCIÓNA

ARISTÓTELES

BARCELONAEDITORIAL HERDER

19R5

I

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A dverrencia

tND ICE

............... ....... ................ 9

I. El hombre , la obra y la formaci6n del pensamiento filo-sófico .. Ill. Desde el nacimiento al ingreso en la Acade mia. 2. El perio­do de veinte años tran scurridos en la Academia , las obrasde juve ntud y la forma ción de la filosofía de Aristóteles.3. Los ..años de viaj e... 4. El retorno a Atenas, la fundacióndel Per ipato y las obras de escuela . 5. La lectu ra de Aristó­teles en la actualidad.

@ 1982 &Jimri Unrrztl , Roma© 1985&JiloritII Hmk, S.A ., BIJI"UIONJ

ISBN 1W·254· 14HH· 1

DEPÓSITO 1.1"';;,0.1. : n. 27.528· 19115

G~ ...""-s... - N. polc, . 249 - 08013 Barcelona

11 . La ..Ji/osofio primero. (análisis de la Maofisico) .L Concepto y ca racteres de la metafísica . 2. Las cuat rocausas.B . El ser, sus significados y el sentido de la fórm ula«ser en cuanto se r• . 4. La lisia aristo télica de los significa ­dos del ser y su sent ido . 5. Precisiones en torno a cuatro sig­nificados del ser . 6. La cuestión de la substancia. 7. La subs­uncia en general y las notas definitor ias del conce pto desubstancia. 8. La ..fo rma. aristotélica no es el universal.9. El acto y la potenci a . 10. Demostració n de la existenciade la substancia suprascnsible . 11. Naturaleza del motorinmóvil. 12. Un idad y multiplicidad de lo divino. 13. Dios yel mundo.

III La »fi losofí a segunda. (análisis de la Física) .1. Caracter ísticas de la ñsíca aristot élica. 2. El cambio y elmovimiento . 3. El espacio y el vacío . 4. El tiempo. 5. Elinfinito . 6. La «quinta esencia» y la división entre mundosublunar y mundo celeste .

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IV.

V .

fndice

La psicología (a nálisisde l De anima ) .1. El concepto aristo télico del alma . 2. Las tres partes delalma . 3. El alma vegetat iva. 4. El alma sensitiva. 5. El almaracion al.

La f ilosofla mo ral (ami lisis de la f tica a Nicómaco )1. Relaciones entre ética y política . 2. El bien supremo delhombre: la felicidad . 3. Deducción de las «virtudes » a par­tir de las ..partes de l elma - . 4. las virtudes éticas. 5. Lasvirtudes ..dianoé ncas». 6. La felicKlad perfecta . 7. PYoologíadel acto moral.

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111 .IV.V.

VI .VII .

VIII .

índice

Ediciones generales y es peciales de las obras .Traducciones en lengua latina .T raducciones en lenguas mode rnas ~

índices y léxicos .Escolios, paráfras is y comentarws .Estudios críticos .

183189190194195197

VI. Lo. doctrina del Estada (análisis de la PolíJica) . . . . . . • . . . . . 1131. Concepto de Estado . 2. El ciudadano. 3. El Estado Ysusformas posibles. 4. E l Estado ideal .

Vil. La filosofía del arte (análisis de la Poé/i('(~ ) .•... .... ..... 1251. Co ncept o de las ciencias productivas . 2. La mimesis poé-tica. 3. Lo bello. 4. La catarsis .

VIII . Lafundación de la lógica (a nálisis del Organon). . . • . .. . .. 1351. Concept o de lógica o ..analítica». 2. El pro yecto generalde los escr itos lógicos y la génesis de la lógica aristoté lica.3. Las ca tegorías, los té rminos y la definición. 4. Las pro­posiciones (De ínterpreuuione}, 5. El silogismo . 6. El silo-gismo científico o de most ración . 7. El conocimiento inme-diato . 8. Los principios de la demos tración. 9. Los silogismosdialécticos y sofístioos.. 10. La lógica y la realidad .

Apéndice 1: Cronología de la vida y de las obras .

Apéndice 1J: Historia de la proyección y de las interpretaciones deA ristóteles .

l . Historia de la escuela peripat énca y de los escri tos dcAri stóteles hast a la edición de Andrónico de Roda s. 2. Loscomentarios griegos de A rist óteles. 3. Anstotetes en laedad media . 4. Aristóteles en el Renacimiento y en losprimeros siglos de la e ra mode rna. 5. El renacimiento deAristóteles en los siglos XIXy xx. 6. La inno vación del mé­todo gen érico y el redescubrimiento del joven Aristó teles .

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . • . . . . . . . _ .l . Repertorios bibliográfi cos y reseñas críticas .

11. Las obras de Aristó teles .

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ADVERTENCIA

El presente volume n nació de una serie de investigaciones yestudios iniciados por mí hace unos 20 años aproximadamente . tan­to en el plano del análisis como en el de la síntesis. Además de unaserie de artículos y de ensayos en misceláneas y revistas, he dedica­do a Aristó teles el volumen JI Conceuo di Filosofia Prima e l'un itñdella m etafísica di A ristoteíe , Milán 1961. ' 1965. ' 1967 Yhe traduci­do, co n introducción y co mentario anal ítico . la M etafísica para eleditor Loffredo (dos volúme nes, Nápoles 1968) . Siempre en rela­ción co n A ristó teles he tra ducido y co mentado la Metafís ica de sudiscípulo Teofrasto . mostra ndo todos los vínculos que la unen con laobra mayo r del maest ro . Paralelame nte a esta Introducción a Aru ­t ótetes, publico la primera traducción ita liana del Trattato sul cosmoper Alessandro, reivindicando la paternidad de Ari stóteles para elmismo (Loffrcdo, N épolcs 1974).

En el plano de la síntesis me había ocupado ya de Aristóteles e nel peq ueño volumen II Motore immobile (La Scuola , Brescia) y so­bre todo en I problemi del p ensiero ant ico, volumen I, Dalle originiad A ristotele, Celuc, Milán "1972.

Así, pues, ellector encontrará en es ta Introducción el resultadode todos los estudios precedentes. Es evide nte que he repetido aquícon ciert os retoques ya sea parcial o integralmente muchas cosassobre las que he medit ado durante largo tiempo. En especial herecogido, aunque de forma reducid a, partes de mis Problemi delpensiero aruico , mient ras que todo el primer capítulo y la partere lativa a la histori a del aristotelismo son enteramente nuevos.

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Advertencia

Doy las gracias sinceramente al profesor Berti , al que debo mu­cho en todo lo que se refiere a la inte rpretación del pr imer Ari stóte­les; los resultad os a los qu e llegó este filósofo al es tudiar al A rist óte­Ie....exotérico SOn .Ios mismos que he conseguido yo estudiando al~nstót~les esot érico . Le agra dezco asimismo el haberme permitidom~pe':lonar las prucb~s de imprenta de un trabajo de próxima pu­bhcacl~n acer~ d~ la.s mt~rpretaciones de Aristót eles (que aparece­rá en.Ias Quest/om di storiogrofia filosófico, bajo la dirección de V.Mathieu , La Seuola, Bresc a) que me ha sido muy út il.

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C APíTULO I

EL HOMBRE . LA OBRA Y LA FO RMACiÓNDEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO

l . D ESDE EL NACIMIENTO AL INGRESO EN LA A CADEMIA

Si se quiere lograr una exposi ción e interp retación correc tas delpensamiento de Ari stóteles. es necesario presentar pre viamente al­gunos datos esenciales referentes a su vida , a las características es­pecia les de sus obras , a la génesis y al destino de éstas y a loscorrespondientes problemas de índole cronológica . En rea lidad , lacrítica moderna ha creído poder reso lver muchos de los problemasq ue planteaba la lectu ra de A ristó teles recurriendo al dato biográfi­co y, además, ha pensado q ue era capaz de resolver plenamente lanaturaleza de l pensamiento aristoté lico en su génesis. Es cierto quees ta nueva orientac ión de la critica , que , como ve remos, fue inaugu­rada por Werner Jaeger en el año 1923, ha llegado al cabo de 50años a las columnas de Hércules, ya que ha logrado desbarat ar laspre misas de las que había pa rt ido y las bases sobre las cuales habíatra bajado; pero es cierto asimismo que se ha conseguido un resulta­do irrevers ible ; se ha demostrado hasta q ué pu nto fue absurda laactitud que, d urante siglos enteros, 'se ado pto al estudiar Ari stóte­les, considerando su pensami ento como un bloque monolítico, sepa­rado de su génesis y de su historia . En especial, las nuevas interpre­taciones de Ari stóteles han demostrado que esQmposible ente nderel pensamie nto ar istotélico , si no se part e del acontecimiento funda­menta l de su vida , o sea, de los 20 años transcurridos en la Acede­mia , en la escuela de PlatÓn~Efectivamcnte , en el curso de estos 20años, a través de la constante discusión con Platón y mediante las

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11I. El hombre y la ob ra

conocidas po lémicas con los académicos, A ristó teles adquirió suconciencia filosófica , construyendo los fundament os de su prop iopensamiento . Y gra n part e de los dogmas a risto télicos sólo adquie­re n su justa proporción y su exacto significado, si se rel acionan conesta matriz académico-plat6nica.

Examinemos. pues, ordenadamente los pr incipales datos de labiografía aristotélica.

Fuentes totalmente dignas de crédito señalan el prim er año de lao limpiada XCIX, el 384/383 a .c. , como fecha de nacimiento de nues­tro filósofo' . Su padre se llamaba Nicómaco y pertenecía a la corpo­ració n de los asclepiadeos, es decir profesaba el arte de la medicina.Su madre se llamaba Fes tis y, según una tra dición, también ellaestaba vinculada a los asclepiadeos.

La ciudad que vio nacer a Aristóte les fue Estagi ra (la actualStavros}, que for maba parte del reino de Macedonia . La ciudad fuecolonizada por los griegos mucho tiempo antes y en ella se hablabaun dialecto jónico . Asf pues, fue ron griegos los progenito res deAristó teles y su ciudad natal profesaba desde hacia mucho tiempo lacultura griega.

El padre del filósofo , Nic ómaco, q ue . como hemos dicho , fuemédico. debió de descollar en su arte , si. como refiere la tra diciónescribió libros de medicina e incluso un libro de Filial. Y su presti­gio muy alto, ya que el rey de los macedonios, Amintas, lo eligiócomo médico de la corte y como amigo. En la época del rey Arqu e­lao , la residencia de los reyes maced onios fue la ciudad de Pella , porlo que Nicómaco y, po r tanto, también Aristóte les, debi ó de residiren esta ciudad, en la corte maced ónica. En todo caso. A ristót eles nopudo pcrmenecer largo tiempo en Pella . porque murieron sus pa­dres siendo él todavía joven.

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le. Flo.-cncio 193~. Teedo•• da __~.I.,....m.· An_. L·tw.,w.~. t1>JIW l. I .~'"

R. o.uU lovai",,-' 197().p.ig. '\oo. 3000 . •. Dij " ", . AtUI<>I<'ln. Do...tllrm~""'¡ ,_""_no,, """" !HwomJ.ll d delt ~ 19111>, pág. 1·21. De la p<;m... p" ,. de:l. ,id. de:Ar i"lIle'" . x;". una ,""oo" , " u"" illn muy ouid.,k'..•• <n l. JXI' E. Bm;. lA {i/"" ofi. drl p,j,"" Aruw ",/, . Podu. 1%2 . pil ' 123.. (, azone. d• • ' I*'io "o>impiden.d . IaT ." ••do ..5O 1Od.. 1.. ¡'''''',••n 1.. q... IlOO """"",,,".IM ", 1.. f........ óeu<Clf<Ic. . ... difo,.,,'.',aoooo q"" ,._=_Ia .._~itud dc ..OldIao. a 1.0 ..... aln"" ,.,. iollporta....u ; el _ inIc«udo_ "ut _.10 ni 1.0 obnoI ilHloadas ..ornar-.IC)'

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La Academia

De Pella , Aristó teles se trasladó quizás a Arameo . Sabemosque , al mori r sus padres , se hizo eargo de él Proxcno, que residía

precisamente en esta ciudad.De los elementos exp uestos hasta ahora se pueden sacar ya algu­

nas conclusiones útiles. Es fruto de la fantasía la pretensión de hallaren Aristóte les rasgos Ycaracte res no griegos, ya que sus progeni to­res fueron de ori gen griego y su patria había caído desde hacíamucho tiempo bajo la influencia griega (Su acendrado amor por lasciencias naturales, que es una caracte rística peculiar de A ristó teles,tiene raíces bien claras en su familia , tanto JX'r la vía paterna comomaterna. Asimismo, las futuras relaciones que Aristót eles sostendrácon Filipo y con Alej andro de Macedonia, a las que nos referirem~ampliamente más adela nte , radican, al menos en parte , en este anti­guo vínculo que su padre Nic ómaco mantuvo ya con la corte mace­dónica. Finalmente . a su es ta ncia en Arameo . en la casa de su tutorPr éxeno , pueden debe rse de alguna forma las estrechas rel acionesque . sucesivamente , Aristóteles mant endrá con Hermias. que llega­ría a ser tira no de Arameo y de Aso, como vere mos más adelante .

2 . EL PERfOro DE VEll'lTE ANOS TRANSCURRIDO EN U. A CADEMIA. , lAS

O BRAS DE JUVENTUD Y LA FORMAOÓN DE LA AWSOFÍA. DE A IUSTÓTELES

Para completar 1<1 educación del joven Aristót eles, que debi ó demanifestar bien pronto su vocación especulat iva, Pr óxeno lo envió aAtenas, inscribiéndo lo e n la Academ ia. Par a entonces, la fama dePla t ón y de la Academia se había exte ndido y consolidado en todo elmundo griego . Existen testimonios precisos y det allados acerca deeste hecho . Diógenes Laereio , perteneciente al grupo de Apolodo­ro , escribe: «A ristóteles se encontró co n Platón a la edad de 17 añosy permaneció e n la escuela de éste d urante 2(}»' . Así, pues, es fácilcalcular que A ristóteles entró en la Academia en el año 367f366 a.C .y que permanec ió allí hasta el 347/346 a.C, ; es decir. exac tamentedesde la época del segundo viaje de Platón a Sícítia hasta la muertede éste. En definitiva. Aristóteles acudió a la Acad emia durante el

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,

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ill l . El hombre y la ob ra

período de mayor esplendor de la escuela, es decir. en la éPOC'd en lacua l se hallaban en plena e bullición las grandes discusiones relacio­nadas con la revisión crítica a la que Platón sometió su propio pensa­miento .

Como se sabe. Platón había fundado la Academia poco tiempodespués de su primer viaje a Sicilia (388 a .C .) , recurriendo al estadojurídico de una comunidad religiosa consagra da al culto de las Mu­sas y de Apolo , señor de éstas. És ta era una forma , más bien laúnica , para poder revestir de ca rácte r legal a su escuela , que consti­tuía algo rad icalmente nuevo , y, en cuanto ta l, no previsto por lasleyes del Estado. Los fines de la Academia e ran de carácte r marca.damente po lítico , o , por decirlo mejor . ético-político-educativo:Platón pretendía preparar a los futuros «políticos verdadero s», esdecir, a los hom bres que deberían ser capaces de renovar el Estadoeri su raíz, mediante la sabiduría y el conocimiento del Bien supre­mo' J Situada la Academia en un horizonte muy distinto del socr áti­ca, se introdujeron en ella la ar itmética, la geometría , la astro nomía,e incluso la ,medicina , a la que se consideró como una prepar aciónnecesaria, para la dialéctica . En la Academia pronunciaron sus lec­cione~científicos ilustres, tales como Budoxo, matemático y astró­nomo . y sabemos asimismo que d ie ron sus clases en este centro

/ médicos procedent es de Sicilia. Estos persona jes sin duda pro voca-»< ron con su enseñanza discusiones fecundas". A sí, pues , e l interés

por las ciencias que Aristóteles recibió del ambiente fami liar de l queprocedía pudo desarro llarse de forma adecuada en la Academia . Yahemos dicho 'que en el año 3671366 Platón se encontraba en Siciíiadonde permaneci ó hasta los comienzos de l 364. Fue Eudoxo, q ueera a la sazón el personaje más prominente de la escuela, e l queeje rció la primera influencia decisiva so bre Aristót eles; efectiva­ment e, el Estagirita se refe rirá más de una vez a Eudoxo de form aprecisa. Es probable, como ha señalado alguien , que , además de leje mplo del cien tífico-filósofo enciclopédico, haya influ ido en Aris­tóteles la exigencia reivindicada por Eudoxo de «salvar los fenóme­nos»' (era asimismo la exigencia de la Academia , pero Eudoxo la

3. W U . yon Wllfim,wil z.M o. llt n"o rlf. Plo,,,,,,. Berilo ,' 1959. pág. 2l18M.

4. v~ J..¡!Cr, AFi."".. I.., ti l .. p'a. 11.27i. v~ A n>!o<. M. ",ph . <\ ~ . ","i"'.

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La Academia

IIL-vó hasta las últimas consecuencias), o sea «hallar un principioque explicase los hechos, conservando intacto su modo genuino deprcscnrarse- ' . Por otra parte , Aristóteles no prestó oídos a las ideasfilosóficas de Eudoxo; éstas diferían demasiado de las plató nicas yconcluían en aporías bastant e más graves que las platónicas queEudoxo pretendía corregir .

Los otros personajes impo rtan tes con los que Aristóteles debióde encontrarse inmed iatamen te en la Academia fue ron Espe usipo.Filipo de Opunte , Erasto y Carisea . Los dos primeros llegarán a sercscola rcas de la Academia ; Heraclides Póntico regirá provisional­mente este ce ntro docen te al tras ladarse Platón por tercera vez aSicilia; Filipo publicar á la última de las obra s platón icas, las Leyes;como vere mos, Eraste y Carisea asociarán más ínt imamente susnombres con Aris tóteles.

Sabemos poco acerca de las re laciones personales que Aris t óte­les man tuvo con Platón , al qu e , por las razones ya mencionadas,conoció cuando contaba en tre 19 y 20 años . Las fuent es parece naludir claramente a la existencia de relaciones no tota lmente pa­cificas .

Platón consideraba a Aristóteles bastante intel igente (si es cie r­to que lo llamaba con el apodo de ..la inteligencia..); pero se aparta­ba de él a ca usa de su tem peramento po lémico y de las criticas que ledirig ta el joven y audaz discípulo . La influencia de Platón sobreAristóteles fue absol utamente determinante , no só lo dura nte unafase de su vida , sino siempre . Como veremos, el plato nismo es elnúcleo en tomo al cual se co nstituye la especulación aristotélica~

abso lutamente cierto lo que escribe Diógenes Laercio: ..Aristótelesfue e l más genuino de los discípulos de Ptat ón- '. En el curso de lossiglos posteriores . se ha igno rado este hecho con demasiada fre­cuencia y desde el Ren acimiento- muchos se han complacido dema­siadas veces en cont rapone r a estos dos filósofos como térmi nos deuna antítes is irre duct ible; pe ro veremos que las razo nes de tal con ­fusión fueron ante todo de carácte r teórico , apriorís tico ~ antihis­torteo.

6. lI<rli, ''P. ell .. P'¡~ 142.

1. Dió~<!I<' l.a<:rcio. v. l.

~ . Vt _ "'... .. 1<1>"" A(lé nd ;.:e 11 . ffi" ," ;" d. top",.>'«'<'i<ln r/, ATi.>Ió"k5 . i ~ .

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1. El hombre y la obra

Dada la falta de documentos concretos, es imposible reconstruircon precisión la actividad de Aristó teles durante el período de 20años tra nscurrido en la Academia . Sin embargo , a modo de conje tu­ra y con un amplio mar gen de aproximación, es posib le determinarlos acontecimientos principales ,

En este sentido es posible imaginar que en el trienio q ue discurreentre su ingreso en la Academia y el retomo de Platón de Sicilia,Aristóteles debió de estudiar ciencias matemáticas a las ór denes deEudoxo. A ntes de q ue Platón volviera de la isla , nuest ro personajeinició probab lemente el segundo ciclo de estudios que normalmen teocupaba el período co mprendido entre los 20 y los 30 años de la vidade una persona según el plan general que leemos en la República(Aristót eles, en su calidad de extranjero , pudo ser exonerado delcurso de gimnasia y del ap rendi zaje correspondient e) . En esta fase,los jóvenes se preparaban par a la dialéctica , profundizando en lanaturaleza de las disciplinas ya ap rendidas en la fase propedéutica yen las afinidades recíprocas de las mismas, a fin de considera r laposibilidad de trascend er aq uellas disciplinas para llegar al ser purode las ideas, es decir , para entra r en la dialéctica pura' .

No eabe duda de que el planteamiento de la paideia platónicasobre bases científico-d ialéc ticas satisfizo al joven Ari stóteles. Es tehecho se deduce con basta nte claridad de la que par ece ser su prime­ra obra, titulada Grillo y dedicada a la retóri ca . En e lla Aristóteles,partiendo de una serie de esc ritos retóricos comp uestos como home­naje a Grillo , hijo de Jenofonte , muerto en el año 362 a .C. en labatalla 'de Mantinea , dirigía su po lémica contra la retórica en te ndidaen forma de instigación irra cional de los sentimientos , como Gorgiesla había proclamado e Isócrates y su escuela la habían vuelto 'aproponer. Así , pues Grillo representa la tom a de posición clara deAristóteles en favor de la paideia platónica contra la paideia isocr éti­ca que se basaba e n la retórica . La tesis q ue A ristóteles sostuvo , fue ,al parece r, exactamen te la misma que Platón había expuesto mu­chos año s antes en Gorgias, la retór ica no es un a tekhne, o sea, no esun arte ni una cienc ia. Co mo se sabe , Platón revalorizó parcia lmen­te la retóri ca en Fedro, donde sostiene el carác ter totalmente negad-

9_ Véa", Dcrli, op . <i' ., M- ISl ·9_

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l a Academia

VII Yvacío de una retórica del tipo gorgiano-isocr ático , mostrando' lile , par a poder ser válida , la retórica debía basarse en la dialéctica .Así pues, ta mbién Fedro rebate la tesis que la retóri ca , entendidaro mo instigación de los sen timientos, no es arte . Por tanto no esnecesario , como pret ende Jaeger, situar la composición de Grilfo\\I n anterioridad a la de Fed ro". En realidad , si Ari stóteles se basóprincipa lmente en la tesis de Gorgias, desarrollándola y profundi ­,(mdola, se debió a q ue la retórica que trataba de esbozar, es decir,1,1retó rica que const ituía la base de los escritos en honor de Grillo ,cut re los cuales parece que figuró uno del mismo lsócrates, eraexactamente el tipo de retóri ca cont ra el que había po lemizado Pla­tón en Gorgias y que Isócrat es había puesto nuevame nte en el ca n­

.h-lcro.( íríllo debió hall ar la m ás amplia aceptación en la Academia,

h llSl ll el pu nto de que se e ncargó a Aristóte les que explicara unr-urso oficial de retórica . La tradición asegura que inició su primerarjusc con la frase: «Es vergon zoso callar y de jar a Is ócrates quehnhlc», que es la parodia de un verso de Eurípides . Resu lta clara,pm tant o , la ori ent ació n que A ristóteles imprimió a este curso: de­hla desbaratar todas las pretensiones de tipo gorgi ano e isocr áticoIMra defender la dialéct ica y, probableme nte , debía mostrar , co mo111 hizo ya Platón en Fedro, q ue para poder adquirir valor la retóricadebía basa rse en la dialéctica . Este curso de retórica, al igual queGrillo, de bió de obtene r un gran é xito, ya que el discípulo de ISÓCra·rrs , Ccñsodoro, escribió una obra en cuatro libros titulada ContraA rístáteíes; alguien conjetura, con cierto fundamen to , que el mismotsócr atcs respondió a los ata ques de Aristóteles en la Asuidosis",

Se puede reconstru ir con bastante exactitud la cronología de(;, illo y del curso de retóri ca . El personaje de este mismo nombremurió en el año 362 a .C .; inmed iatamen te después se publicaronvarios hom enajes. y Aristóteles escribió par a reaccionar contra ladefic iente retórica contenida en ellos. Por esta razón cabe pe nsarque Grillo se escribió entre los años 360 y 358 a.C. y que el curso sehabría iniciado inmediatamente después, o sea aproximadamentecuando Aristóte les tenía 25 año s de edad,

111 w.", W. J""w:r, P.i<i~i., Ir, il ., flr¡rcn<i. 1'167, ' 01. [Il , pág. 2SOs.1I l'"• •u I'w fundi• • ciórI y ..,,,,,do . l. ¡,;...iot;..f(o• •• mi' i""" o B."i, op . cit.. pAg. 1 39·~~ .

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1. El hombre y la obra

Un a segunda obra de juventud, que puede fecharse de formabastante segura, es Eudemo o Sobre el olmo , Esta obra, que teníaforma de diálogo, estaba dedi cada a la memoria de Eudemo deChipre , condiscípulo y amigo de Aristóteles, que , habiendo partici­pado en una expedición organizada por Dión contra Dionis ia elJoven, murió combatiendo cerca de Siracusa. Las fuentes antiguasnos permit en establecer de modo bastant e probable que la muertede Eudemo tuvo lugar en el año 354; por tanto es muy verosímil queA ristóteles escribiera la obra en memoria de su amigo difunto unaño después, es decir , en el 353 a.C.

Arist óteles se propuso como fin principal co nsolar a sus lectoresy para ello expone los problemas re lacionados con el alma y con sudestino ultr atcrreno. El modelo del que se sirvió Aristóteles esta vezfue Fedón . En esta obra el filósofo volvió a plantear algunas de lastesis de Fedón, defen diéndo las con tal eficacia que , como se sabe ,los neoplatónicos tard íos consideraron como tota lmente equivalen­tes la obra maestra plat ónica y el escrito aristot élico. Sin embargo ,aunque este hecho es absolutamente cierto , como lo atestiguan losfragmentos llegados hasta nosotros, no lo es que Aristóteles se lirni­tase a repetir pasivamente a Platón , ni es verdad que defendiera enesta obra la metafísica de las ideas que repudió más tard e ; pero sí escierto, en part e , que presenta en ella una visión de la vida muypesimista" .

En realidad , si hemos de juzgar por los fragmentos que hanllegado hasta nosotros , más que un d iscurso de metafísica , en Eude-mo Arist ót eles presenta un discurso de fe, con una referencia pun - I

tual al mito ; ade más, el tono pes imista se explica perfectamente cn ifunción del estado de ánimo en el que se encontraba Aristóteles a Icausa de la muerte de su amigo . Por esta razón nos parece exactotodo lo que escribe Berti a este respecto: «Ya se ha señalado qu e laocasión en la que se escribió Eudemo fue de tal natu raleza quejustificaba plenamente el énfasis puesto en la precariedad de la vidaterrena , así como, por otra parte , el que en e l discurso aristotélico sesubraye la felicidad de la vida futura . Aun sin tener en cuenta estedato, cabe adm itir que Ar istóteles se había adherido de todas for-

11 . Dcf"""", tic loln l. ... ......... Jaeaer. An-Ift, ell .• "'. ~~, BOl ""'" (L 'A ." _ ,, p...JUlO ~ It>

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La Academia

mas a la concepción de ca rácte r trascendental expresada en e l diálo­go (Fedón). sin considerarse por ello obligado a profesar la doctrinado las idea s separadas»". Como veremos, A ristóteles aba ndonópronto la teoría de las ideas trascend entes (refutada ya por Eudoxo),pcro no la de un Dios trascendente y la de una realidad divinaasimismo trascendent e.

Aristóteles de mostró ta mbién en Eudemo la inmortalidad delalma , tal como la tradición ha manifestado expresamente , utilizandopara e llo argumentos basados en la verosimilitud y en la persuasióny no e n razones rigurosas y científicas, 10 que constituye un procedi ­miento plenamente conforme con la finalidad consoladora deldiálogo " ,

La tradición afirma asimismo que la inmortalidad defendida porAristóteles se refería al intelecto , o sea, al alma racional" (y no atoda el alma como han pret end ido cie rtos críticos)". En resumen,respecto a la inmorta lidad de l alma Aris tót eles debió de sostener latesis que defenderá en las obras tardías y qu e quedó e xpresada deforma paradigmática e n la Metafísica: ..El problema q1!c queda porexaminar es si, después de la cor rupción de la substancia compuesta,queda tod avia alguna cosa , Nada lo impid e en algunos seres: pore jemplo, en el caso del alma: no tod a el alma , sino sólo el almainte lectiva; toda el alma seria imposible.." . Ésta será también, comovere mos , la opinión sostenida en De anima.

Respecto a la naturaleza del alma , la posició n teórica expuestacn Eudemo debía de ser análoga (a l menos básicamente) a la queencontraremos en De anima. Aristót eles concibió el alma no comouna idea, como alguno ha creído poder deducir de los fragmentos,sino más bien a la manera de substancia-fo rma. Al igual que Platón,se opuso a la concepció n de l alma como armonía del cuerpo (teoriaque reducía al alma a epifenómeno del cuerpo) ; por consiguiente , leatribuyó una realidad substa ncial. Pero nuestro filósofo concibió yde nominó expresamente a esta alma substancial ..forma .. (o sea una

13. lI.nl, "P. d '., P'¡. 417.l~ . v Eli• • Jn ATi.flu/. c/U'K. p,.,.m. 114,2'1.. . f:ud.m o, fr . 3 Ro..1'1. W Them. d . In A,i.f"". d• .... j",. 11)(" 29u . l;udt mo. f.. 2 p..,...

16. Teo" de J..., .. , A,i>towk•• ril .• pq . 1>2.....17. A_. M~ h l , IIJ7000 1"26.

19

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l '.1J. El hom bre y la obra

forma substancial que informa un cuerpo) , que, al deshacerse elcuerpo, no se deshace juntamente con él.

Berti , sacando partido de todos los estudios más recientes acercadel primer Aristóte les. ha valorado de la forma siguiente e l escritoque hemos analizado brevemente:

( .. .) La interpret ación que Jaeger ha propuesto de Elldrmo. atribuyendo a estaob ra la ellr~esión de una posición doctrinal to ta lmente fie l al platon ismo , entendidoromo uocuíee de las ideas sepa radas y de la reminiscencia , afirmación de la inmorta­lidad de l,alma completa y concepción dualista de las relaciones entre alma y cuerpo,no es vá lida. Tuvo mucho l!Jlito y con razón . po rque después de las aisladas inluicio­nes d.c,Ze ller y Kail , ha puesto de manrñeao el plafonismo del joven Arislóte lC5.pen nlhe ndo una mejor comprensión de su formaci ón espim ual. dandol'lOluna ima­gen .de t i total~nte diferente de la tradiciona l e indudablemente más próxima a larealidad histórica. Pero su erro r consi!i.l.e en creer que en el año 353 Aristóteles sema~tuvo l~vj"a fiel al platonismo de FedÓfl, escrito 25 6 30 años antes ( ... ) . En~ahdad existen elementos pla tónicos en E"dnno, y son muchos: la convicción de la~nmort~lid ad y de la preexístercía del alma (pe ro limitada excíuslvamente al almaintelectiva}, la doctri na acerca de su substancialidad e inmortalidad , y el ea recterult raterreoo , ~n virtud de l cual , tras la muerte, subsiste una vida superior , más natu­~I y mis feliz que la de la tierra. Algunos de estos elementos scguirán todavíavigentes en.las ob ras~ madu ras ; mientras que otros, en especial el mat iz ultr ate­,:eno. no I~nen l?rete nslOnes doctrinales y su presencia se debe s.implelflCnle a laC1 rron~l~nCIa ocaSional y a la finalidad consoladora de l diálogo. Lo que de be exclui r­se decididamente es la profesión por parte de Arist éreles de la doc trina de las ideassepara das y la de la remi niscencia , así como la concernie nte a la concepción del almaco mo idea'".

Vamos a subraya r otro e lemento que nos parece esencial: en laépoca en que se compuso Eudemo, Aristóte les se muestra tod avíasensible a la componente religiosa y mística , prese nte e n todo Pla­tón; esta compone nte irá perdiendo progresivamente consistencia einte nsidad e n la sucesiva evolución del Estagirita .sl'or tanto , si exis­te a lgun~ antf~es~s e ntre Eudemo y las ob ras tar días se debe a queestas últimas limitan el razo namiento filosófico a la pura dimensióncientífica y abandonan todo tipo de discurso de carácte r mítico yreligioso , discurso presente en Eudemo.

f+I IM•.V". .. 1l"t1i: " p.o i!., pág. 4$~'S43. En "'Iación con ". t g« ;' opue.t . ' . v. . .. J ' '' Se, . Ar¡'w,,¡rs, dI .. pág.· IJ2, W:G. R.~'n"w'u , A"" mle , !'mI"P""""' nod Ihe SO"1"' "" of Ihe Re. oo"'ucti<>o, Ilerkeley.l<.. " "¡¡ele.

19S?; t. DonoS. M u""¡, ', p"" "pn'CIL' , Ao A ,umpr. , R«omlrucljon, E.">colmo 1961 (..celenle};' il'''''.. e" l.bibh,'sr. n• . I Vlll , 2• • n le"lo. del "' ;, mo nul",. Un. buen. tradu<c>OO . a.omp' ~ od. de ","'e otono hi.16ri'" yteó""o. .. l. de E. IIcn ;. F..or"" i" ne . lI. fi¡Qw fi. ¡P,m" plicc), Rad", . P.d• • 1967 .

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La A cademia

Según todos los indicios, cabe fechar , al menos con cierto mur­ILl' " de aproximación, un tercer escrito compuesto en el periodo queAtistóteles permaneció e n la Academia . Se trata del Protr éptico ti

/';.,/lOrlaáón a la fi losofía, el más famoso , leído e imitado de tudo slos escritos publicados por Arist óteles .

La obra , de la que poseemos amplios fragmentos reproducidospor Jámb lico en uno de sus escritos que lleva el mismo títu lo , es tebaücdicada y dirigida a Temisón «rey de Chipre» (es decir, rey de unatic las nueve ciudades q ue en aquella época exist ían en la isla). A lasaló n, entre los años 351 y 350 a.C ,; Chi pre ent ró en guerra contralus persas y en el período inmediat amen te precedente llegó a in­tcnsificar sus relaciones con Atenas. Po r ta nto , cabe pe nsar que eluúo 3511350 es la fecha en la que Aristóteles pudo componer elt 'rotrép tico. Esta conje tura resulta tanto más verosímil cuan to quetodo hace supo ner que se halla contenida en esta obra la respues­ta dada po r Aristóteles a la Amídosís de Isócrates, compuesta en cl

:\52 a.e.En este escrito Ari stóteles reemprcndía la polémica contra la

escuela de Isocrates y su programa ed ucativo: polémica que se inicióco n Grillo y que prosiguió en el curso de retór ica , en la qu e intervi­110 cn un primer momento Cefisodo ro, seguidor de Isócrates y, mástard e, este mismo filósofo , con su obra la Antidosis. Esta "vez llevó elat aque hasta sus últimas consecuencias. La dedicatoria misma es yaIIlUYsignificativa . lsócrates había d irigido a los príncipes dc Salami­na , en Chipre , tres obras dc exho rtación; Aristóteles dir ige a otropríncipe de Chipre su nu eva obra , con la clara intención de llevar elpe nsamiento académico allí donde había penetrado el de la escuelade lsócrates. Pero, 10 notable esta vez es que Aristóteles trata debat ir a lsócrates no ya , como en Grillo, desmanteland o la ret óricasobre la que se basaba la escuela del adversario , sino de formapositiva , mostrando la excelencia de la filosofía sobre la que se asen­taba, a su vez, la paideia de la Academ ia ; Ari stóteles trata de mos­tra r que la filosofía es superior en todo los se ntidos, ya sea en sí opor sí, como por sus efectos y por los beneficios que proporcion a alhombre : en especia l, frente a la A ntidosis , se señalaba que la filoso­fía era la base única y se gura de la acción. As í pues, el Protréptico esla defensa integral de la filosofía. A l mismo tiempo es también el

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I. El hombre y la obra

documento en el que Aristóteles, que rondaba ya los 35 años, escla­rece dcfinitivamente para sí y par a los demás cl ideal de la «vidateorética», es decir, del tipo de vida que sitúa en la especulación elpropio fin y la felicidad , llegando de esta form a más allá de lasposiciones de la Academia .

A ristóteles muestra, en primer lugar , el carácte r imprescindib lede la filosotla , ilustrando la gama de atr ibutos que la coronan y quela convierten en la cosa más excelente.

La filosofía es necesaria, como lo prueba el hecho de que hasta elq ue la niega se ve obligado a filosofar; en efecto , negar la filosoñasignifica hacer filosofía , ya que cualquier razonamient o que preten­da demostrar la imposibilidad de la filosofía no puede menos quetener carácter filosófico. En el fr. 2 se dice lo siguiente :

~ r~sumen . si hay que filosofar . es preciso filosofal . y si 00 hay que filosofar , esprecise Igualmente filosofar ; asr. pue s. en cualquier caso es necesario filoso far. Siexiste efectivamente la filoso fía. Iodos estarnos obligados de cualq uie r form a a filoso­~ar. d~ que existe. Per~ . si 00 existe , aun en este caso nos vemos ob ligados a~nvcst~ar por qu é no existe la filo$offa ; pe ro . investigando , filosofamos , po rquetevesnga r es la causa de la filosofla"

No hay duda de que la filosofía es posib le . En rea lidad , losprin cipios y las causas primeras, que son el objeto específico de lafilosofía, son, en sí y por sí, por su propia naturaleza , los más cog­noscibles, aun cuando resulten oscuro s para nosotros. Esta afirma­ción es una tes is que volverá a apa recer más tarde en el Ari stót elesmaduro y que constituye el centro de su ontología; lo que es primeropara los sentidos es lo último para la plenitud del ser, y viceversa>.

A demás , para eje rcitar la filosofía , «no hay necesidad de instru­mentas ni dc lugares especiales , sino q ue, sea cual fuere el lugar dela tierra en que pongamos el pensamiento , éste alcanzará siempre dela misma manera la verdad, puesto que ésta está presente en todaspartess". Un pensamiento que hallará la aceptación más amplia enla época hclenístico--romana .

19, Eli•• {n /'mphy" {' Ot_ 3, 17.. . ProITl p';ro. fr. 2 Ro...20. Vé..., /' ro, ri f" k<>. Ir. j Roso,

21. J'mOl. hvlr. <lO. 2000 _ ~ro. k . j R.... .

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La Academ ia

La filosoña es, además, un bien objetivo y const ituye el fin meta­íisico del hombre , aquello en lo que y por lo que se realiza plena­mente la esencia del hombre . En realidad el hombre es cue rpo yalma; pero el cuerpo es un instrumento al servicio del alma y, portanto , es inferior a ésta ; a su vez, el alma está dividida en partes,Indas ellas subordinadas a la parte racio nal. Po r tanto el hombre «essólo o sobre todo esta parte », es decir, el alma racional. Pero lamisión del alma racio nal es alcanzar la verdad y esta met a sólo seconsigue con la filosofía. Por ta nto, ésta consiste en la realización delo que hay de más elevado en nosotros, en nuestra perfección. Enco nsecuencia, el conocimiento es la virt ud suprema; es , por decirloasí, la clave de la vida humana" .

Se comprende, por tant o , e l motivo por el cua l se desig na a lafilosofla como el ..fin» del hombre . El hecho de haber mostrado quela filosofía realiza la esencia del hombre implica directamente estatesis, ya que la esencia de un a cosa es tam bién su fin. Aristótelespiensa que debe proporcion ar una pru eba específica , la cual de­muestra que poseía ya su conce pción finalista fundamental acerca dela realidad y de algunos conceptos básicos de la metafísica . Lo quees ..primero» por la generación es ..último» en cuanto ai vaíor onto­lógico; y, viceversa, lo que es último por la generación es primeropor valor ontológico . Ahora bien, en el hombre primero se desarro­lla el cuerpo y después el alma, y en ésta pr imero las facultadesirraciona les y después la facultad racional. Asi, pues, en virtud delprincipio establecido anterio rmente. resulta que al alma racional,que es última en la generació n, Ic corresponde la primacía e n elorden y valor ontológicos . ocu pando asimismo , por tanto , el primerpuesto el conocimiento filosófico, que representa la «virtud» de estaalma" .

La filosofía es también útil. Aristóteles desarrolla este puntosobre todo para responder a lsocrates que e n la Antidosís habíasoste nido que el planteamiento filosófico de la paideia académicaera abso lutamente abstracto , por lo que la filosofia era inútil. Aris­tóteles pu ntualiza , ante todo , el concepto de la superioridad de lacontemplación sobre la acción , de la teoría sobre la práctica ; la

22, w."" Prvt rlp l i«>. h . 6-1 R .23. V~."" P-"I">ro. 1<. 11 11: .

u23

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1. El hombre y la obra

conte mplación tiene un valor autónomo, a la acción le correspondeun valor subo rdinado; de hecho en la vida ultraterren a los bienaven­tur ados viven en co nte mplación y no en acción: «Se puede ver q uenuestra tesis es más verdadera que cualqu ier otra. si nos trasladamoscon el pensamiento . por ejemplo, a las islas de los Bienaventurados.A IIi no hay necesidad de nada , ni se obtiene beneficio de cosa algu­na , tan sólo subsiste e l pensamiento y la especulació n"." . Pe ro , ade­más. siendo verdadera la tesis de q ue la filosofía vale en sí y por sí.sigue siendo cierto que la filosofía es tam bién útil para la acción, yaque proporciona las normas y los paráme tro s de la misma" .

Finalmente . la filosofía nos procura la felicidad . En realidad .todos los hom bres aman la vida , siendo ésta algo agradable e n sí;pero la vida más e levada consiste en pensar ; así , pues, la supre mafelicidad se realiza en la actividad del pensamiento (y, en especial,en la filosofía, en la que el pensamiento se rea liza de man era perfec­ta). Por ello , Aristótele s concluye como sigue :

Nada que !Jeadi"ino o bie naventu ra do pertenece a Jos hom bres . except uando tansólo aqlJl:llo que es digno de consideración, o sea lo que hay en II05Ol:ros di: inteligenciay de sabiduría; entre las cosas qu e hay en nosotros sólo ésta se man ifiesla co moinmortal y sólo 6 ta es divina. Y, por el hecho de poder part icipa r de esta facultad, lavida. aun cuando es miserab le y dificil por su natu raleza . resulta , 1)() obstante, unarealidad lan agra dable que el hombre pa rece un Dios en comparación con las de másrosas.•En realidad . entre las cosas que hay en nosotros . la inle ligencia es el dios.. - yasea Hermotimc o A nadgoras el que haya dicho esto- y ..el eón mortal cont iene unaparte de algún dios ... Por ta nto . hay que filosofar o marcha rse de aqut, dc spidiéndl»ede la "ida . porque tod as las de más cosas vienen a ser un gra n pa rloteo y "lllliloqu ioJ".

En el ámbito de la producció n de l joven Aristó teles , la crítica hadestacado mucho en los últimos lustros algunas obras de contenidometaffsico , so bre las q ue no se hab ía pron unciado la clásica mono­grafia de Jaeger. Sin embargo, sólo es po sible establecer la fecha delas mismas con un amplio margen de aproximación y mediante con ­jetu ras. Ta les obras reviste n, sin embargo , una gran importancia, sise pretende compre nde r el desarrollo del pensamient o aristotélico ,ya que representan una toma de posición precisa , neta y pormenor i­zada por parte de A ristóteles en relac ión con la onto logía platónica .

24. J.l ",~I . Pro". IX. ~3. 20' .. I'rolftl" im, fr. 12 Rus.

2~. /''''' ' '1'1100. fr . lJ 11.0" .2~. Jámo!. 1'",,,. VIII. 4M.~.. .. I' roM I'Iiro . fr. 10< Ro>o .

La Academia

l'or ello . es absolut amente necesario hacer una referencia a su co n­tenido.

Empecemos por el tra tado Sobre las ideas" . La crítica recien teha subraya do que esta obra está estrechamente relacionada con elmovimien to de revisión crítica que se inició en la Aca demia a partirdel período de l segundo viaje de Platón a Sicilia . El diálogo plat óni­(O con el q ue revela mayor afinidad el tra tado Sobre las ideas esParménides (y de manera e special la primera parte del mismo),co mpuesto por Platón y pu blicado precisamente al volver este filó-­sofo de su segundo viaje a Sjcilia.

Cabe reco nstruir con basta nte exact itud la situación de la q uenació el tratado Sobre las ideas. Durante el segundo viaje de Platóna Sicilia, sobresalió en la Acad emia, como ya veremos , la figura deEudoxo; este filósofo cre yó poder resolver la aporía básica de ladoctrina platónica de las ide as, que consiste en la dificultad de con­ciliar los dos caracteres esen ciales de las mismas . es decir , el ser..separadas» y al mismo tiempo ..causas de las cosas... Eudoxo seconvirt ió en defensor de la inmanencia de las ideas: mezclándosecon las cosas. ellas serian causa de l ser de las cosas mismas. La tesisde Eudoxo, abie rta mente herética . al tratar de reso lver una aporía,caía en otra mucho más grave y tosca. «po rque trataba a las ideasinmateriales de la misma ma nera que a las cosas materiales ". traicio­nando por ta nto la concepción funda menta l de la onto logía plató ni­ca . Todos los miembros de la Academia debieron part icipar en estasdiscusiones, proponiendo al mismo tiempo soluciones alte rnativas .Aristóteles mismo, que llegó a la Academia exacta mente e n estemo mento . no se limitó a man ten er una actitud pasiva en relacióncon estas discusiones, sino q ue se vio ob ligado a fo rmarse una opi­nión propi a, apar tándose tan to de la doctrina de Platón como de lade Eu doxo. Es pos ible que durante los tres años transcur ridos en laAca demia, en ausencia de Plató n, Ari stóteles, que contaba 20 añosal volver aquél de Stcilía, lle gara a resolver algunas de las dificulta­des básicas del platonismo . Las pr imeras discusiones con Platóndebiero n ser pro bablemente bastant es movidas. Precisamente enParménides se advierte que comparece un Aristót eles muy joven

27. Par. ah"nJ.r en el t ratado Sob " ¡~$ id ffll ••t ... B<rli. "1'. cil.• p¡ g. 1~24~ y ~ . Wilp<rI, Z.....i .,i,Mo ·

¡u rh. F,¡jh, eh,iflm üb" di. Id,,"leh" . R.t i~b<m. 1~4~ : m~ ' b ibli<lgr. fI. , n lIefti. "l' . cit .

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1. El hombre y la obra

que, en nuestra opinión (y en la de algunos otros) , se identifica conel Aristóteles histórico. La respuesta dada por Cefisodoro a Grilloconfirma que Aristóte les se ocupó inmediatamente de la teoría delas ideas. Esta respuesta de muestra que, en la época de la composi­ción del diálogo mencionado, se sabía ya, incluso fuera de los murosde la Academia , que Aristóteles se había dedicado a estudiar taldoctrina. Q uizás el tra tado Sobre las ideas siguió inmediatamente ala co mposición de Grillo (que , como hemos visto , se sitúa entre losaños 360 y 358 a.Ci), si la respuesta de Cefisodoro conoce ya estaobra.

I parece r, las tes is fundamentales del tratado Sobre las ideasfueron: a) no es posible admitir la existencia de ideas separadas y b)para conserva r firmemen te la doct rina de las ideas, sería necesarioeliminar la doctri na de los principios" . A esta última nos refe rire­mos más adelante al hablar del tra tado Sobre el bien. Aqul debe mosvalorar el significado y el alcance de esta negación de la doctrina delas ideas. Lo que Aristóteles pretende atacar de manera especia l noes tanto la idea, sino su «separación». Platón critica asimismo talseparación en la primera parte de Parménides. Sin embargo, loscaminos emprendidos por ambos filósofos son muy distintos. Enopin ión de Platón, se podía mantener al mismo tiempo el aspectotrascendente y e l inmanente de las ideas, con tal de entende rlos demanera adecuada: para él, en realidad, las dificultades de la «sepa­ración» sólo se refieren a un modo equivocado de entender lasideas. Aristóteles, por su parte , opina que hay que renunciar total­mente a la trascendencia de las ideas, transform ándolas en «causasformales.. inmanentes de las cosas. Al modificar de esta manera ladoctrina platón ica, Aristó teles no renunció a cierta forma de tras­cendencia ; en el luga r del trascendente inteligible situó la inteligen­cia trascende nte , es decir, a Dios, como vere mos mejor al refer ir­nos al tratado Sobre ta fííosofía y, sobre todo , al examinar la Meta­f ísica.

Pero , el hecho de haber transformado las ideas trascendentes enformas inm anentes no suponía que Aristó teles hubiera adoptado lasposiciones de Eudoxo. Ésta fue la razón por la que criticó expresa-

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La Academia

mente a éste , señalando que la teoría de Eudoxo acerca de la «mez­d a» de las ideas con las cosas destruía la inmater ialidad de las ideasy las transform aba en una especie de elementos materiales. Aristó­te les, a pesar de haber atribuido un carácter inmanente a las ideas,afirma, no obs tante , su espiritualidad e inmater ialidad . Ber ti hadefin ido perfectamente esta operación diciendo que Aristóte lestransforma las ide as de entes trascendentes en estructuras trascen­dentales; esto, precisa el mismo autor, no suponia e l rechazo in­tegral del sistema platónico, sino tan sólo su revisión critica «llevadacon sentido de consumación a una instancia establecida por el mis­mo Platón y con vistas a un platonismo cada vez más fecundo ynguroso-",

Estrechamente vinculado con la actividad del Platón maduro es­tá también el tratado Sobre el bien . Esta obra seria la consignaciónpor escrito del curso ora l pron unciado por Platón acerca de la «teo­ría de los principios» . Otras fue ntes atest iguan que Platón expuso uncurso Sobre el bien. Se nos ha transmitido asimismo que muchosacudían a escuchar el curso y que salían decepcionados de él porque,mientras esperaban que el filósofo hab lara de lo que comúnmente seha en tendido por bien, asistían a discursos sobre matemáticas ygeometría , y finalmente se limitaban a oír afirmaciones ta les como«e l Bien es el Uno.."'. El curso Sobre el bien no era sino la expresióndel momento matemático - pitagórico del pensamiento platónico,del que existen huellas en algunos de los últimos diálogos. especial­mente en Filebo y Tímeo.

En esta última fase de pensamie nto" , Platón habia sometido ladoctr ina de las ideas a una reestr ucturación radical. Las ideas encuanto constituyen una multiplicidad requieren una explicaciónulterior; en realidad todo lo que es múltiple debe justificarse encuanto tal en función de una unidad super ior ; así, Platón consideranecesario deducir las ideas de principios superiores para explicar sumultiplicidad. Tales principios eran justamente el uno y la díadagrande - pequeñ o (el uno, como ya hemos dicho, se identificaba conel bien) . El uno desempeñaba la función de principio formal, la

2~ . 11.",. op. ej,., pug. 24~_

JO. "" ', tÓ• . ll ar", . 2. 20. tt;·31, .-err. en 1(,,,,,.A rf' l. Fea,,,, ., p~~ . 1Il.31. V<'. ... """ ,eo de l rornf'lejí, iroo p,<>l>le ln~ de l• •doct rin. no ."',it••de Plotón. l. b'Miol,.fi• • I VIII. J.

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1I1I. El hombre y la obra

d íada de pri ncipio material. Combiná ndose e ntre sí el uno y la díadaeran causa de las ideas-números, y por tanto de las ideas prop iamen­te dichas y, finalmente , éstas eran causa de las cosas. De esta formatoda la realidad se deducía del supre mo par de principios uno-díada .En su primer libro de la Metafísico , Aristóteles, sacando las conse­cuen cias de su tratado Sobre el bien, escribe : ..Siendo las ideas ca usade ot ras cosas, Platón conside ra que los elementos constitutivos deés tas fuero n tos eleme ntos de tod os los se res. Y co mo elementomaterial de las ideas señalaba Jo grande y lo pequeño y como elemen ­to f ormal el uno; en realidad pensaba que las ideas y los números sede rivaban por participación de lo grande y de lo pequeño de lUno.." .

En el tr atado Sobre el bien, Ari stót eles exponía con amplitudexact amente esta ..doctrina de los principios», señalando las razo nesque se aducían en la Academia en su favor estudiando la deducci ónde las ideas-números y de las ideas a partir de los principios . Laexposición no deb ía de ser de carácter puramente doxogr áñco , sinocrñico-t eonco . Probab leme nte el filósofo no había somet ido todavíaa una critica severa la doctrina de los principios , como lo habíahecho ya con las ideas en el tratado Sobre las ideas. Sin embargo , nocabe duda de que desarrolló la doctrina de los principios en la direc­ción ya ap untada en este último tratado . Probablemente sus conclu­siones fueron las que aparecen en el pri me r libro de la Metaflsi ca,poco después del pasaje citado: ..De cuanto se ha dicho resulta claroque Platón ha recurrido exclusivamente a dos ca usas : la forma l y lamaterial. En realidad las ideas so n causas formales de las demáscosas, y el uno es causa formal de las ideas. Y a la pregunt a de cuáles la materia que ejerce la función de sustrato , del q ue se predicanlas ideas -en el ámbito de las cosas sensibles- y del qu e se pred icael uno -en el ámbito de las ideas- responde que es la díada , esdecir , lo grande y lo pequ e ños".

En una palabra , de la meditación sobre la doctrina de los princi­pios A ristót eles debió de deducir su pro pia doctrina de la causafo rmal y de la causa material. Por lo demás , la doctrin a contenida enFilebo , que es la exposición más parecida a la de las «doct rinas no

l2 , Ar i.!. M'I~ph. A 6 , ~~7b IK.. ,

l J, Ari. t, M"aph. A 6. 9x&,9...

La Academia

escritas» de Platón , se aproximaba bastante a las conclusiones aris­to télicas . Fílebo hab la efectiva mente de cuat ro géneros supre mos delo real: lo lim itado (o principio determinant e), lo ilimi tado (o pri nci­pio indeterminado), lo mixto de estos dos y la causa de la mezcla. Esfácil iden tificar en los dos primeros la ca usa fo rmal y la causa mate­rial de Aristóte les respectiva mente , y en lo mixto lo «compuesto» demateria y forma . El tratado Sobre el bien no hacía ninguna referen­cia a la causa de la mezcla , porque ésta queda fuera del proceso degeneració n de las ideas-números a partir del Uno y de la ~íada y sólointervie ne en la génesis del cosmos . Plató n hablará ampliamente deella en Tímeo, que es exactamente un diálogo cosmológico, mien ­tra s que A ristó teles, corrigiendo tambi én esta vez la doct rina plató­nica , se referirá a la misma en el tratado Sobre la fi losofía, al quededicaremos nuestra atenció n un poco más ade lante .

Probablemente el tr atado Sobre el bien se escribió poco despuésdel tratado Sobre las ideas. en el que se men cion aba ya la doctrinade los pri ncipios , como sa bemos . pero no se habí a desarrolladotod avía . En favor de este orden de sucesión habla también el hechode que en el tratado Sobre las ideas Aristót eles criti caba la doctrinade las ideas, pero no todavía la de las ideas-números o númerosideal es , estrechamente vinculada con la doct rina del Uno y de laDíada . y que esta critica , como se ha ates tiguado expresa mente , estáII su vez presente en el tratado Sobre lafilosofta. Así, pues. primera­mente Aristóteles to mó posición frente a las teorías de las ideas engeneral. negando la «separación» de éstas; sucesivamente expuso yvaloró crit icamente la doctrina de los ..principios... deduciendo de~lIos los conceptos de «ca usa material", y de «causa formal»; po rtanto crit icó y desechó todo lo que le pareció absurdo de esta doctri­na , especialmente los números ideales, declarándolos inconcebiblese impensab les , como veremos más ade lante" ,

y de esta forma hemos llegado al tr atado Sobre fa filos ofía, quees el más compro metido y e l más amplio de los escritos juveniles de lEstag irita).' . Todos los erud itos. con la sólo excepció n de Werne r

34. Por. un. di>ou, ión .ocre. de la Ii' orotura en ~"n" al " .tad" Sub" ~I hit. Y p.f' ,," a inu rprel .d ó n

I'mlunda de loo Ir. gment"• • ~é... Hcn i. "p. d t·.1'Í8' 2.~I·J 1 6. , .J.~ , Por. un oS!udio profundo dd IM.d o Sohr~ I~ fl lo.mfl. vé. ..: lIor1l. " p. ",t. pág, l17 ·4Q9 (en e,ll. ><:

enc"cn" a l. di",u. ión de tod .l. litof. tura h~" . 19M) , Re.ptol<> . I• • e,t ~e'" « ' nIr.,'''.vé... JIO<Il", MISIo"·

28 29u ..

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potencia (quizás esta doctrina apareció ya en el primer libro ; cntodo caso se encuen tra ya presente en Protr¿plico ); ofrecía una nuc­va visión de Dios como Inteligencia ; en el vértice de la realidad sesituaba a éste y no al Uno ni a la Díada ; introducía la doctrina de laeternidad del mundo , renovando básicamente la cosmología de Tí­meo; daba forma sistemática a la concepción teleológica deluniverso" .

Fueron especialmente importantes las innovaciones introducidasen el campo teológico, lo que demostra ba que el Estag irita habíaresuelto positivamente cl pro blema de la trascend encia, a pesar deno haber puesto en claro todavía su concepción de lo divino. Existeun ser trascendent e, pero no se trata del mundo de las ideas, sino dclDios-pensamiento, o de una multiplicidad de principios que tienenuna naturaleza análoga, que culminan en un principio primero supe­rior. Ésta es la demostració n de la existencia de Dios que presentaAristó teles :

la Academia

Qu e el poder divino es cierno lo ate stiguan también las doct rinas explicadasmediante decusioees en muchos pasajes de tratados destinados al púb lico ; es decir,es necesario que la primera y suma divinidad sea completa mente inmutable; si esinmut able , es también ete rna . Llama ..tratados des tinados al público- a los que sepusie ron a disposición de 1:1 mu lt itud siguie ndo una expos ición ordenad a desde elprincipio. Acostumbramos a llamar a estos escritos exot éricos, asf como da mos elnombre de Qcrm ruÍtico3 y doc trinales a los más crenüñccs. Artstéreles habl a de estelema en los libros Sobre la fi /osofla. En realidad se trata de una propos iciée devalidez universal: donde hay una cosa mejor . hay tambié n una que es óptima: puestoque , en el ámbito de cuan to e xiste, hay una rea lidad supe rior a otra realidad , porconsiguiente existe una realidad pe rfecta que tendrá que ser la po tencia divina. AsI,\0 que cambia , cambia en virtud de un agente externo o en virtud de srmismo; si cambiacn virtud de un agente e xterno , éste es supe rior o inferior a él; si cambia en virtud desí mismo , lo hace co n vistas a alguna cosa inferio r o porque aspira a una realid,ldsuperior, pero 00 e xiste ninguna cosa supe rior a la potencia divina , en virtud de lacual és ta tenga que experime nta r ca mbio alguno (en tal caso lendrfa una categortnsuperi or de divinidad), impo niéndose el post ulado de que lo que es superior no deheexpe rimentar influencia de [o q ue le es infer ior ; y, sin embargo. si recibiera influenciade lo que le es infer ior, aceptaría algo malo , pero nada malo existe en él. Pero ,tampoco se modifica a si mismo para tra tar de aspir ar a una realidad superior; enrealidad no carece de ninguna de las perfecciones que le son propias. Sin embargo , nuse mod ifica buscando algo pco r , ya que ni siquiera el homb re , por su voluntad. causa MI

propio mal, ni posee ninguno de los males que recibiría como consecuencia de SIL

,. El hombre y la obra

In. m..~. 161-220 J A"""*'o. Drlú"""., ioll~. "'>0. trad.-ocióol , __uno~<qético ltojobdít«cicIn <Ir M. U-.......". Rono. 1'I6J (u dIa _oa:e ..... blbliovaflo ............. "'~ XXVJ-XL). v boo.~ loo . " Ieloloo<IrUnl<"'~ COl _ Jan'. en lo biboografla. I VIII. 2

36. W... J""ll"r, "'tU"'''/". cil.• pag . 161 .

31. Pr<>d. opud pnilo:>pon. ~ 1m. l1Iu~di, pog. 31. 11" (R.... ' _ S",," lo ¡i{""'/I«, fr. 1IJR""".111. v~ Be11i. op. ci l.. ..... aoh.19.V~ ',.B.'Ro>oo..

oIll. sJriooo. /Il<Mplo , 1S9. 3:1... """""" '" fiJ->/k. & . 11 R-.

Jaeger y de sus seguidores más fieles, han admitido y siguen admi­tiendo que el escrito pertenece al periodo académ ico. En realidadlas pruebas aducidas por Jaeger contra tal asignación carece n de unabase solida>. El erudito alemán, convencido de que Ar istóteles nohabla criticado jam ás a Platón durante el periodo transcurr ido en laAcadem ia , considera necesario situar la composición de nuestro es­crito en los años de la estanci a de l filósofo en Aso (a la que nosreferiremos dentro de poco) , basándose precisamente en el hechode quc en esta ob ra se criticaba a Platón. Sin embargo , las fuentesantiguas dicen con claridad que se criticaba a Pla t ón en los diálo­gos" , utilizando de forma inequ ívoca el plural y no limitando talcircunstancia al trat ado Sobre la filosofia. Ade más, Jaegcr piensaque en el fr. 6 se puede descubrir una alusión a la muerte de Platón.Pero este fragmento presenta un carácter muy equívoco y no sepuede interp re tar con seguridad en el sentido pretendido por Jae­ger. Todos los elementos internos permiten suponer que el tratadoSobre la filosofía se compuso en los últ imos años de permanencia enla Academia. Ciertas referencias doctrinales a Timeo y a las Leyes

) son la prueba de cuanto acabamos de decir- o-. La obra, que debía presenta r una forma dialógica, estaba dividi-

da en tres libros. En el primero , a través de una reseña histórico­teor ética, se analizaba el concepto de filosofía como conocimientode los principios supremos de lo real"¡ En e l segundo, se criticaba ladoctrina de las ideas así como también la de las ideas-números onúmeros ideales. Contra estos últimos, Aristóteles objetab a lo quesigue: «(.. .) si las ideas son otra especie de número , pero no mate.m átíco , no podremos comprender las jamás; ¿quién de la mayor par­te de nosot ros comprende una especie diferente de número?,.- . Fi­nalmente , en el tercer libro Aristóteles presentaba de forma siste­mática su on tología, teo logía y cosmología, introduciendo muchasnovedades. Entre ellas la doctrina de la forma-privación y del acto-

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1. El hombre y [a obra

ca mbio a peor. Arist óteles recogió esta demostrac ión de l segundo libro de la R~púh/i­ca de Plal ón"".

y acerca del problema de la multiplicidad o unidad de los princi­pios dice el fr. 17:

Es argum entación de Ari!iJ.Ó1ele$: . 8 principio o es único o ex iste n muchos queson tales . Si sólo exisle uno, tene mos lo que buscam os . Si son muchos , está n orden a­dos o carece n de orden. Pero , s i carece n de t'!sle, sus efeclOli se: prese ntarán de sorde­nados en su mayor parte y el cosmos no será ya cos mos sino ause ncia de orden yexistiré lo que con tradice a la natu rale za . mientras que no exislini lo que es con fonnea la natura leza. Si, po r el contrario , ta les efectos so n ordenados , se ordena n en virt udde su prop ia actividad o en vir tud de una causa exte rna . Pero, si se ordenan por supropia fuerza, tiene n un principio común que les une y éste es el p;i ncipio,.~'.

En este caso , la solución que Aristóteles propone para el proble­ma de la mul tiplicidad-unidad de los principios está estrechamentevinculada con la que el filósofo presentará en [a Metafísica" ,

A su vez es bastant e dudoso que Aristóteles poseyera ya la solu­ción definitiva del problema dc la naturaleza de Dios y de su funcióncomo causa. Refiere Cicerón:

En el te rce r libro de su En torno a /u filosofía. Aris tó le les expo ne un a doctrinaincohC'renle , manifestá ndo5.e en desacuerdo con su maestro P latón. Por una pa rte ,reconoce el valor d ivino abso luto del intelecto , por la o tra sos tie ne que el mundo(.. la misma pe riferia exlrema) es una potencia divina , o tras veces silúa o tro poderdivin o al frent e del mundo ( . de la perife ria extrema] y le alf ibuye las funciones dedirigir y conse rvar el movimien to del mismo mediante un movim iento re tróg rado.Més tarde afirma que el ca lor de l ciclo es un poder divino , sin comprender que elcie lo es parte de l mundo, qu e él mismo ha de finido en otro pa saje como poder divino.Pero , ¿de qué manera podría conservar ta n gran velocida d aqu el céle bre intelectodivil\O? ¿Dónde cslt, pues , este gran núme ro de dioses , si conside ramos el cielocomo un poder divino ? Puesto que. po r o tra pa ne, al afirmar que Dios carece decuerpo. Ari sló teles termina po r despojarlo de toda sensibilidad . incluso de la sa bidu­na, ¿de qué manera podría mover se el mundo. si carece de cuerpo , o de qué manera(e l muDdo). moviéndose siempre . pod ría ser (el poder divino) se re no y fel iz?"

Ahora bien , a pesar de que Cicerón pu eda ser responsab le demuchos equívocos (veremos más ade lante que , en lo que concierne

42. S;mplic. D, cado 22~. 2lI", .. Sob" la filo,vfla. fr. 16 Ro.. .

4-'. Srhol, In P,o"rb. S"ü",,,,n;'. codo Port, gr. 174 f. 4fu ~ Sah" la fll",ofio , f•. 17 Ro..," _Véase M""I' h, A 8. PlUtil'l,

4S. Cio. lk no/, d",,,. l . 13. l .1 - Soh" la fl/m atra. fr. 26 Ro<o. Vé•.., flel1i. "1'. <il .• P'l, - 175u.

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La Academia

.1 la pluralidad de lo divin o. el griego no dudó jamás en desig­narlo a la vez uno y múlti ple), queda el hecho de que el tratadoSobr~ fa filosofía no se expresó con suficiente clarid ad acerca de lanaturaleza de Dios y de su función causal. Aristóteles concibió pro­hablemente a Dios como algo distinto de una mente incorpórea ,co rno cau sa final; pero no declaró jamás que Dios actuara sobre elmundo como el amante en re lación con el amado . Po r 10de más , niel tra tado D~ caefo ni la Física contienen todavía el desarrollo deeste concepto que sólo se manifestar á con toda claridad en la Mela­[ ísica.

Este Dios, concebido co mo impasible , no crea el mundo que,po r tanto, es eterno" , Los as iros , hechos de éter (quinta esencia) yanimados ocupan un puesto privi legiado en el cosmos. Al alma deestos astros se la denominaba emJelekheia" ), que fuent es contami­nadas por influencias esto icas han identificado erróneamente con eléter mismo . En realidad , co rno Berti ha demostrado tras un atentoanálisis de todos los document os y de las interpretacione s que se handado a los mismos, tal iden tificación es e rrónea , puesto que «el éte rconstituye tan sólo el cuerpo, y no el alma de los astros, y por tantola denominación endelekheia no pretende indicar el movimiento delalma, sino la continuidad , o sea la circularidad que ésta imprime almovimiento del astros" .

El aristotelismo del tratado Sobre la filosofía reforma radical­mente el platonismo, pero conserva su núcleo esencial, es decir, eldescubrimiento de lo suprascnsible y de 10 trascendente que viene aser nou.f y no ya noeton , o sea inteligencia suprema y no sirnplemen­le inte ligible . Las ideas conve rtidas en inma nentes vienen a ser laforma de las cosas . es decir , la estructura inteligible de lo sensible.En tre e l mundo y Dios se extie nde una zona intermed ia que no es yala del metoxy platón ico, es deci r, la esfera de los entes matemát icos ,sino que consiste en el conjunto de los cuerpo s y de las esferascelestes, incorruptibles, ete rnas, porque están hechas de éter, esdecir , de materia estructura lmente diferente de la del mundo sublu­nar. Encontramos ya aquí esboza das todas las ideas mclafísico-

M,. P~i "'l"'n , D, a~l'm. m u"di. )(1. lI k _ .\"h., la fi lo",fia. fr. IN Ro..; vé••• t.m~ién fr. 19 a h r ,

47, <''ic. Tu.t<. di.p . l. 11)-22 . Sob" lafo /Mufl a. fr , 27 R""4N. Deni. "1" cit. . p.~_ 556; el . ll>id.• r l¡ 3'l2·4UI.

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1. El hombr e y la obra

o ntológico-cosmológicas q ue explicitará n y profundizarán los trat a­dos de Aristóteles adulto .

3. Los «AÑOS DE VIAJE_

Platón murió en el año 347 a.e. y en la Academia estalló unagrave crisis relacionada con la sucesión en la d irección de la escue la .Eudoxo había ro to con Platón y con la Academia, volviendo a supatria . Aspiraban a la dirección Heraclides Pon tico, que había regi­do ya la Academia dura nte el tercer viaje de Platón a Sicilia; Jenó­cra tes, personalidad de indudable relieve ; Espeusipo, qu e se va­naglor iaba de su estrecha vinculación familiar con Plat ón , ya que erasobrino suyo (era hijo de la herm ana de Platón , Potone) . Natural­mente ninguno de estos personajes igualaba a Aristóteles, que , sindud a alguna , debió considerarse el más digno de la sucesión. Sinembargo, la elección recayó en Espeusipo , prevaleciendo por enci­ma del valor cícntíñco los vínculos dc sangre que Ic unían con elfundador de la escuela. Hay que señalar que Ar istó teles se habíaapartado de Plató n e n muchos puntos, pero salvando las sustanciasdel platon ismo ; por su parte , Espeusipo se había alejado del fund a­dor dc la Academia, traicionando incluso su espíritu mismo" . Aris­tóteles, consciente de ser el continuador más auténtico de Platón apesar de las disidencias a las que nos hemos referido , no soportó ladecisión y abando nó la Academia. Este abandono, como lo ha sub­rayado ya Jaeger, tiene el carácter de una ...secesión.., hasta elpu nto de que lo siguió Jenocrates. quien. después de Ari stóteles,era el personaje de mayo r relieve en la A cademia" ,

Aristó teles no pudo volver a su nativa Estagira , que aca baba deser destruida por Filipo de Macedonia. Por ello ace ptó de buengrado la invitación de Hermlas, tirano de Ata rmeo , donde A ristót e­les había pasado los años de la adolescencia en casa de su tutorPróxe no , y dond e , por ta nto , pod ía haber conocido ya a Hermias.A hora bien , éste, que de oscuro y humilde empleado al servicio de

49. Par. un" nxpooició n .i'lem~"e. de 1... doclri na, de esto, fil ó",'", <lo la primer. A<ll<Ie mia remilimo. a l

l<clor . JKJe" 'o ..sundo "~ um<n do / p"'¡'¡.ml Jol p....l<ro""rico, Cel"". Mi"n 1972. P' S' 30>0.50. he,.• . Arl.<l<>Intl. <il .• 1'llt. 1 1~...

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Los ..años de via [e»

Eubulo , señor de Atameo , se había convertido en socio del mismo ymas tarde sucesor, había en tablado e ntre tanto estrechas relacionescon dos platónicos que se habían for mado en la Academia , Erasto yCorisco (del que hemos hecho ya mención) . los cuales se habíanesforzado en dar leyes inspi rad as en los principios platónicos a supatria , Bscepsis, ciudad no lejana de Atameo" . La colaboración deEraste y Corisco con Hermias fue bastante fecun da , hasta el puntode que éste e jerció su tira nía de forma más benigna e inte ligente .logrando q ue los territorios próximos. situados entre Ata rneo yAso . se sometieran espontánea mente a su dominio . El mismo Pla­tón consagró esta colaborac ión. d irigie ndo a los t res hombres suCarta VI.

Parece que Aristóteles y Jcn ócrates se encontraron con HermiasEraste y Corísco en Atarneo. En ese mismo año tod os ellos setrasladaron a Aso, ciudad qu e lI ermias entregó a Erasto y Coriscocomo recompe nsa por los bu enos servicios que éstos le habían pres­tado ; y en esa ciudad los cuatro filósofos abrieron un a escuela que ,en su inte nción, debía ser la verdade ra Academia. Corísco debió seruno de los oyentes más apasio nados de las lecciones de Aristóteles.hasta el punto de qu e e l Estagirit a se dirige a él co n frecuenciadurante las lecciones. utilizan do su nombre al presentar e jemplosclarificadores de los conceptos que exponía, e jemplos que leemosahora en las o bras de la esc uela. Junto con Corisco . entre los oye n·tes más asiduos de Aristóteles se encontraban Neleo , hijo de Coris­co, y Teofrasto . nacido en Ereso , en la isla de Lesbos, dest inado aconvert irse más tarde en el sucesor de A ristóteles en el Peripato .

Aristóteles perma neció un trienio en la escue la de Aso . En elnúo 345/344 a.C .; se trasladó a Mitilen e en la isla de Lesbos, proba­hlernen te impulsado po r Teofrasto , donde abrió otra escuela quepermaneció abierta durante un bienio . es decir, hasta fines del3431342. También és ta fue una Aca demia y no una simple escue la encontraposición con la A cad emia.

En el 343142 Filipo de Macedo nia eligió a Ari stót eles como pre·ccptor de su hijo de 13 años, A lejandro. En esta decisión influyó de

~ l . w... l. e, celen' . rccm><t rua: ión de c. te I'.,,~><k, de l• • ida de Ari..61el<:. en la tlhiq~. Nim",.quo. a

' .• ' a" de O. u' .ie•• eit. • lo 1, pág. 30>0.

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1. El hombre y la obra

fonna decisiva Hermias, que había llegado a relacion arse est rec ha­mente con Filipo y co n cl qu e prepara ba secre tamente los planespara iniciar una gue rra contra Pers¡a . He rmias tenía en la más aitaest ima a Aris tóteles y, a la vez, suponía una gran ven ta ja pa ra élcontar en la corte de Filipo co n un ho mbre de confian za . La elec­ción , se vio , además, favorecida por lo pasados vínculos que unierona la fami lia de Ari stóteles con los reyes de Macedonia . Hermiascayó poco después en ma nos de los persas , los cuales lo capturaroncon engaño. Habiendo sido sometido a la tort ura , no reve ló losplanes secre tos preparados ju ntamente co n Filipo y sufrió un amuerte heroica . Aristóteles le dedicó un poema lleno de senti­miento .

Probab lemente , poco después de la muerte de Hermias , Aris­tóteles contra jo matri monio con Pitia s, hermana de Hermias, quese ha bía refugiado qui zás en la corte de Macedo nia. De ella tu ­vo un a hija a la que le fue impuesto el mismo nom bre de su ma­dre.

E n el cas tillo de Mieza , cerca de Pella , Aristó teles se dedicódurante 3 años a la educación de Alej andro; el que iba a ser al po cotiempo el gu ía espiritua l de la cultur a griega , fue de esta ma nera eleducador dcl que iba a convert irse en uno de los más grandes perso­najes de la historia griega. Entre ambas personalidades reinó unarelación inm ejorab le. No cabe duda de que Aristóteles , dada laedad de su discípulo, no se limitó a lapaideia tradicion al , sino que leense ñó algunos p rincipios filosóficos . Es difícil esta blecer en quémedida influyó la enseñanz a de Aristóteles en la form ación espiri­tua l de A leja nd ro . Lo cierto es que la polí t ica de éste seguiría unatrayectoria completamente opuesta a ta reco mendada por Aris­tóteles.

En el año 340 a.C,; Alej andro se co nvirtió en regente del reino ,interrumpiendo así sus estud ios . El nuevo gobernant e se most rómu y agradecido hacia su maestro, acce diendo al de seo de Aristóte­les de reconstruir la ciudad de Estagira. Y allí se trasladó pensan doprobablemente en colabo rar en el renaci miento de la ciudad , prepa­ra ndo sus leyes. En este períod o Aris tót eles perdió a su mujer y seunió a Herpilis , que al principio fue probablemente su ama, máslarde concubina y, según algunas fuentes , su segunda mujer . Herpilis

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La fund ación del Peripato

liará a A ristóteles un hijo varón , al que se le impondrá el nombre

del ab uelo paterno , Nicómaco.Es imposible saber qué escribió Aristóteles en estos años de

viajes. En esta época debió escribi r , si es autént ico (como lo consi ­de ramos personalmente) , el tr a tado Sobre el cosmo s para Alejan­dro, que es una espléndida síntesis de las doctrinas cosmológico-físi­co- teológicas de Ari stóteles , es trechamente vinculada con los con­ceptos desarroll ados en Protr éptico y en el diálogo Sobre la fil osofia ,Por lo dem ás, sólo pueden elabo ra rse hipó tesis. Quizás Ari stótelesdej ó de pu blicar obras y se d edicó a la redacció n de sus lecciones. E lúnico curso de lecciones que puede remo ntarse al período académi­co es los T6picos , qu e , si se examinan profundament e , presentanvínculos estrechos con la retó rica , materi a que , como sabemos,Aristó teles enseñó en la Acade mia . Las tentativas real izadas reci én­temente por los eruditos para establece r qué partes de los tratadoslIcgados hast a nosotros vieron la luz en el pe ríodo de Aso y deMitilene no son sino meras conje turas, porque no disponemos deningún dato histórico y objetivo e n el que basarnos" . Muchas de laspartes de los tratado s que Ic emos ahora pertenecen sin du da a esteperíodo ; sin embargo , no sabremos jamás con certeza cuáles fueronéstas, ya qu e Ari stóteles vo lvió a enseñar estos cursos en Atenas, losreestructuró , completándolos y sistemat izándolos de varias ma­

neras .

4 . E L RETORNO A ATENAS, LA FUNDACiÓN DEL P EIUPATO Y LAS OBRAS DE

ESCUELA

En el 335134, cuando Alej andro se había hecho due ño de lasituació n po lítica de Grecia , Aristóteles volvió a Atenas. Tenía a lasazón 50 años y era un hombre sobre cuya fama nadie podía arroj arsombra ; era el maestro de A lejandro y al mismo tiempo el pensadormás se rio y famoso del momento .

Entre ta nto , Jenocrates había sucedido a Es peu sipo en la

52_En real_ . ... puedetI obte ner tail or-m.o port io: ...... de loo ......... ~lerne....,~1 1«lw" pod,j oboe",.'lo~_ apa<Udo • _~ rnperto CD ... _ _ I1 ..........., Ji pioJa{Ñl p-. cit .• ,......

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l . El hombre y la obra

Academia" , con el que Aristóteles había ro to las relaciones haciaya tiempo. Consciente de que sus conocimientos eran mucho másamplios e importa nte s que los de Jenocrates, Aris tóteles decidióapartarse definitivamen te de la Academia y formar su propio circulocreando una escuela, con la ce rteza de pode r constru ir, a su vez,cuanto Platón habia construido con la Academ ia . Pero A ristóte lesera un «meteco» (extr anjero) y la ley aten iense no le permitía adqui­rir terrenos ni inmuebles; por ello fundó su escuela en un gimnasiopúblico , el Liceo (que se llamó así por' estar consagrado a ApoloLicio), en cuyas proximidades hab ía un edificio y un jardín (un«paseo»). La nueva escuela fue llamada Peripat o precisamente po rel paseo (peripatos significa en griego paseo) y por la costumbreari stotélica de da r la clase paseando , A este respecto escribe Dióge­nes Laercio : «(A rist óreles) eligió el paseo público , el peripato, en e lLiceo y, paseando hasta el momento de ungirse . discutía de filosofíacon sus discíp ulos. De aquí procede el nombre de peripat ético»" ,Y, se diga lo q ue se diga , los frec uentes eje mplos que Aristót elesaduce en relación con el paseo , como remedio para la sa lud , nohacen sino confirmar esta costumbre de eje rce r la enseñanza Pa­seando , tal como refiere la trad ición.

Aristóteles dirigió con éxito la escuela por un período de unos 12años, oscureciendo la fama de la A cademia . Junto a él impartieronla enseñanza hombres tales como Teofrasto y Eudemo de Rodas,contribuyendo de for ma conside rable con su esfuerzo". Éstos fue­ron los años de siste mat izació n de las leccio nes . Dado que estoscursos esta ban destinados a servir para los fines inte rnos de laescuela, se llamaron eso téricos , en con traposición con todas lasob ras de la época juvenil de Ari stóteles, compuestas para un púb li­co más vasto , fuera de la escuela, por lo q ue recibieron el nom­bre de exot éricas>. La suerte ha querido que ninguna de las obraspublicadas (exotéricas) hayan IIcgado hasta nosotros y que , po r elcontrario , se haya conse rvado la mayor parte de las leccion es (lasobras eso téricas) .

5.1. Vt . .. Reole . 1 proMcmi del p",. icl"() "",iro. cil .. 11. páK_45.' 3.

5-(. Di<\ac"'" u.ercio . V. 2, ~t.", l. mbitn Ci<:, "'""d, 1. ~. 17,5S. vt... Re. le, I probk mi del ¡Hmino ""Iiro. cit. • n. pJK. 610,

~ , vt_ "'1eI.""'. tl. el pataoje de SRpiirio ,

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La fundación del Peripato

En otro lugar presen tamos el elenco completo de los t ítulos" .Pero mcncionaremos aquí los tratados más relevantes dcsde el pun­to dc vista filosófico y q ue expondremos a continuación. Se trata delos 14 libros de la filosofía p rime ra , a la que se dio después el títulode Metafísica; los tra tados de filosofía segunda : Física, Sobre el cielo.Sobre la generación y corrupción, a los cuales se unió también elescrito Sobre el alma; tres cursos de ét ica, É:tica a Eudemo, Ética aNic ómaco, Gran ética (una parte de la crítica co nsidera que estaúltima no es auténtica) ; Política, Poética, 'Retórica, Orgunon, qu eabarca las Categorías, De iruerpretatione, los Ana liticos primeros ysegundos , los Tópicos y las Refu taciones sofisticas . A estas o brasfilosóficas se añad en también gran cantidad de obras de cie nciasnatur ales.

Los años que Aristót elcs consagró a la enseñanza en Atenasfuero n sin duda los más fecu ndos de su vida, A ristóte les estuvo al(rente de es ta escuela desde que cumplió los 50 años de edad hastalos 62; es el pe ríodo e n el cual un hom bre , hab iendo alcanzado laplenitud de la expe riencia espiritual, conserva tod avía todas lasenergías para dar a su obra el sello definitivo .

En el año 323 a .e. murió Alejandro , y e n Atenas se desencade­naro n las fuerzas impulsadas por el odio antimaccdonio. Sobre Ari s­tóteles recayó la acusación de impiedad , a causa de l poema escritoen memoria de Herrnias, esc rito que se juzgó más digno de un diosque de un simple mortal. Las intenciones que se e scondían tras lancusacién estaban dem asiado daras (ta mbién Sócrates fue acusadode impiedad}; se trataba de que Arist óteles pagara muy ca ro elprecio de su estrecha vincu lación con Ale jandr o . El filósofo aban­donó Atenas junto con su fa milia y se refugió en Calcis donde teníaalgunas posesiones matern as y donde, al cabo de pocos meses, mu­rió , en el año 322,

El amigo fiel desde tiempos lejanos , Teofrasto" , se hizo cargo dela dirección del Peri pato .

~7, Vt.~ .. ¡,;bl~TlIIÍl1. l ll. 1,~. _ T.... I•....,.vt... llcale . 1 putbI."" Jd~__. cil ., 11...... 6500.

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l . El hombre y la obra

L A LECWRA DE ARISTÓTELES EN LA ACTUALIDAD

Ya hemos dicho qu e el mérito esencial de Jaegcr fue el de haberllamado la atención de los eruditos sobre la necesidad de parti r delas obras juveniles , o mej or , de los fragmentos que nos han llegadode las mismas, para entender adecuadamente a Aristóteles. Sinembargo, estos fragmentos son escasos y muy pocos pertenecen d i.rectamente al autor. Ahora bie n, los fragmentos son como piezas deun mosa ico que se presta n a componer diversas figuras. Ade más, alrevestir la mayor part e de las obras juveni les la form a de d iálogo ,existe e l pe ligro de hallarse frente a razo namientos más o menosarreglados de personajes que no expresan la opinión del filósofo .Por ello la recon strucción del joven Ar istóteles está sujeta fatalmen­te a conje turas. Una vez dicho esto, es obvio que de los fragmentosllegados hasta nosotros es imposible en todo caso obtener el perfilde un Ar istóteles totalmente platónico como lo ha reconstruido Jae­ger" . La crítica dirigida contra Platón se inicia muy pron to , comoveremos , siendo una crit ica que , para usar térm inos hegelianos ,conduce a una superación de Platón que constitu ye su perfecciona.mient o . Ve remos cuáles son los elementos que testifican en estesentido (por lo demás es significativo el hecho de que Jaeger nohaya sometido a examen el tratado Sobre las ideas ni el escrito Sobreel bien ).

Pero e l punt o más débil de la lectura jaegeriana de Aristóte les esla interpreta ció n de los escritos de escuela del Estagirita . Jaegertiene cierta mente razón cuando dice que todas estas obras no secompusieron e n los últimos 12 años en Atenas, sino q ue una granpart e de las mismas se remonta a los años de Aso y de Mitilene .Pero se eq uivoca al pretender más tarde establecer qué partes perte­necen al primer período y cuáles al último. Y se equivoca porque , afalta de algún dato histórico en el que basarse , se ve obligado aapoyarse en presupuestos de carácter teórico . Jaeger creyó poderdistinguir en las obra s de escuela estratificaciones fuertemente pla­tónicas, otras menos platónicas y por último elementos de tenden ­da antiplató nica . En opinión del crítico, estos estratos contienen

5~, El .ul",o,n <l< Il. rti eil'do lonl.. ve"" . , . l. p'...o. m', . ¡""""nte de ..t" .

40

La lectura de Aristóteles en la actualidad

divergencias teóricas de tal naturaleza q ue result a imposible unifi­carlos, asigna ndo , por consiguien te , los prim eros al período de Aso,los segundos a una época de transición y los terceros al últ imo perío­do de la evolución esp iritu al del Esta girita . Aplicando este métodollamado «genético.., muchos estudiosos han interpret ado de formadiametralmente opuesta , en el curso de medio siglo , las conclusio­nes de J acger".

En la actualidad , se va imponiendo cada vez más la opinión deque es preciso aba ndo nar e l método genético, al menos en el sentidojaegeriano. Algún erudito ha subrayado con justicia que , cuando unautor no reprueba una ob ra suya o part e de e lla, debe considerarseplenamente responsable de la misma" . Este principio debe apl icarseen mayor medid a a las obras esotéricas de A ristót eles puest o queéstas no dej aron jamás de estar bajo su contro l y por esta mismarazón pudo retoca rlas y siste matiza rlas a la med ida de sus deseos. Siel Estagiri ta hubiera conside rado supe radas ciertas part es de estoscursos o los cursos enteros, cie rtamente las hubiera suprimido omodificado. El siste ma de rollos confería al libro de entonces unanotable plasticidad , prestándose a ser corregido cuando , y de lamanera que se desea ra .

Por ta nto , estas razones vuelven a imponer la oportunidad , si nola necesidad , de volver a una lectura unitari a de los esotéricos. Na­urratmcnte , más tarde tratare mos de ver e n q ué medida resulta rea lti simpleme nte p roblemática esta unidad ; pero en todo caso será unadecisión qu e habrá de tomarse a nivel teorético y no histórico-gené­rico . En resumen, después de medio siglo de experimentos efectua­dos co n el método genético , nos encont ramos con el resultado biend aro de que las obras esotéricas no pueden considerarse comoupuntes, y que , si alguien se obstina en leerlas como tales, resultantotalmente privadas de significado filosófico .

La lectura que propondremos en las páginas siguientes comoadecuada para los esotéricos será por tanto unit aria en el sentido yaseñalado. En cada uno de los escritos esotéricos , nacidos y desarro­llados en un período de tiem po bastante amp lio, entre interrupcio­ncs, continuaciones y repet iciones sin fin, cabe destacar ciertas lí-

W . En r. lació n """ l. <!ocume"' oción . remilim<>< • nuem o yulumen 11 ""n<<'1to di filo<ofia prima, <il. •"....im,

t, 1. Vó.x P. Aul>enque, L. probl' m, d. 1'1",CM: Ar""''',Pon , 1%2. P' I . 9'1&.

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Page 21: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

L El hombre y la obra

neas de fuerza, parámetros constantes e incluso replant eamientoscontinuos de prob lemas y de so luciones . Precisamente los análisisrealizados con e l método genético sobre los fragmentos que hanllegado hasta nosotros han concluido paradójicamente arrojandocada vez más luz y evidencia sobre los mismos .

Pasemos por ta nto a efect uar un análisis de las obras de escuela,tratando de capta r sus núcleos esenciales . Al no poder disponer deun criterio cronológico por las razones ya señaladas, nos valdremosdel orden lógico conforme al cual Aristóteles distinguió jerárqu ica­mente las ciencias, considera ndo como primeras las ciencias teor éti­ces, es decir, puramente contemplativas, como son la metafísica, lafísica y las matemáticas. como segundas las ciencias pr ácticas, o seala ética y la política y como terceras las ciencias poíétícas, o sea, lasartes. La lógica no forma parte del esquema , porque , más que cien ­cia, suministra el instrumento preliminar de tod a ciencia, mostrandocómo razona el hombre .

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CAPfruLO U

LA «FILO SO FfA PRIMERA.(Análisis de la Mela{lSica)

l . C ONCEPTO y CARACTERES DE I.A METAFíSICA

¿Qué es la «metafísica»? ./ Empezaremos aclarando los térm inos. Ya se sabe que «rnct añsi­

en» no es tér mino aristotélico (quizá fue inven tado por los peripaté­ricos) o nació con ocasión de la edición de las obras de Aristótelesefectuada por Andrónico de Rodas en el siglo 1 a .C. '. La expr esiónempleada con mayor frecuencia por Aristóteles fue la de ~oso~aprimer~ también «teo logía- en contraposición con I~ «masona~­

gunda» o «física,.;!pe ro no cabe duda de que el té~ml.no «metañsi­ru.. es más conciso y fue preferido por la posterio ridad hasta elpunto de que fue consagrado defin itivamente. Com o veremos muy(l rnnto l~«metafísica» ar~!ot~lica es.la .ciencía _qu~ se ocupa de I ~s \lcalidacles que se encuentran por enc ima de las ñsicas, de las reali­dades «t~ans- fís icas,.l y. como tal, se contiapo---neita «ffsica,.] !oresta ra26[; se denominó defi nitiva y consta ntemente metafísica . si­)tllicndo el 'e jemplo de lo sucedido con Aristóte les , todatentativanlosóñca del pensamiento humano dirigida a trascender el mundoempírico para alcanzar la realidad metaempírica .

Hecha esta aclaración de carácter general, debemos señalar demanera puntual el valor exacto que Aristóteles asignó a la cienciaque llamó «filosofía primera » y los autores posteriores «mctañsica».

l . w.", R~.lc. L. 101"'0[";' 0. <it .• l . r<l~in.. ~.. y l•• indio. dnne. biblioS, ólk '-' que "por"""n 0111.2. l ubot.""¡.. ..para<l~.. . oomo di« Ari.U\I.~• . En ",.u m~n. la mot.lI .ico .ri'low lic. e. l. prokm~.·

,"lO' ,Id T' l>lema b...ro i1c1 pMoi"""'"

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Page 22: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

11 . La ..filosofía primera-

Las d~~in i cion~s que el filósofo aplicó a la misma ~!1 cuatro : ~) lann etafísica ave ngua las COIlSas )' los principios primeros o supremos'.b) la metafísica analiza el ser en cuanto ser , c) lameta física examinala substancia' , d) la metafísica investiga a Dios y la substancia supra.sensibtr , Las cuatro definicio nes aristoté licas de ..metafísica» guar­dan una perfecta armo nfa entre sí: la una conduce estructuralmentea la er ra y cada una de ellas a todas las demás, de form a orgánica yunitaria]

. V~~moslo, más detalladamente .[~~;¡ q~e investiga las causas yjos

Ipr,lnClplOS p~l meros , debe encontrarse necesariamente con Dios;DIOS es ef~chvame~t~ la causa y el princip~o .r~imero po~--.:.xcelenciaJPero , part iendo asn msrno de las otras deñnic lones se llega a id éntl­

,cas conclusio nesfpreguntarse qué es el ser equivale a preguntarse si

(

existe tan só lo el ser sensible o también un se r suprasensíble (se rteo lógico) . También el problema «qué es la substa ncia» supo ne elproblema «qué tipos de substancias existe n», si sólo las sensibleso ta~n las suprase nslbles y, por tanto , implica el problema reo­

I lógico.]Sobre esta base se comprende perfectamente que A ristóte les

~ya e~plead~..§_~ncillal1).~nte el término «teología» para indica~-Ia

metafísica, ya que jas otras tres definiciones cond ucen estructu ral­ment e a la dimensión teológica . La búsqueda de Dios no es sólo unmomento de la averiguación metafísica, sino su mo mento esencial ydefinitorio . Por lo demás, el Estagirita dice con toda claridad que sino exist iera una substanciaSüj)rasensible, no existiría ta mpoco la~afísica , convirt iéndose la física en la ciencia más elevada : ..si nosubsistiese más substa ncia que las sensibles, la física sería la cienciaprimera..' .

Ya hemos dicho antes q ue las ciencias tcor étices son superio res alas prácticas y a las prod uctivas, y que , a su vez, la metafísica essuperior a las otra s dos ciencias teor éticas. En rea lidad, haciendometafísica el hombre realiza una vida purame nte conte mplativa que ,

3. v.... M"~pA . A, Il Y El.

4. Vb "" M' ''' pA. rE 2-4, K.~ . Vé M' ''ph. Z, fl , 8.6. w MfflJph. E I YA.

7. VtoIc Ru lo, t / «JII«/l<> di ji /",ofia p.;n"" cil .• "..s ilo<.R. "'-,.Ir. F 1, rll2loo 17·29: K 1, 10Mb 9.11.

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Las cua tro causas

por las razon es ya analizadas en Protréptíco, es ontológicamentesuperior a la vida activa.(Hacicndo met afísica el hombre se aproxi­ma a Dios", no sólo porque lo conoce , sino porque hace lo querea liza el mismo Dios, que es puro conocimiento , como vere mos.I'or es ta razón Aristó teles puede decir: ..Todas las demás cienciasserán más útiles para los hombres. pero superior a ella (meta física)no hay ninguna- ","]

2 , L AS CUATRO CAUSAS

Una vez examinadas y acla radas las defin icion es de metafisicadesde la perspect iva formal, pasemos ahora a analizar sintéticamen­te el conte nido.

Hemos dicho que A ristót e les presenta en primer lugar la metañ­..ica como una b úsqueda de las cau sas primeras . Por tantodebemosestablecer cuáles y Cü~iií"as so n estas ..causas».

Aristóteles ha precisado q ue las causas de ben ser necesarí amen­le finitas en cuanto al número , estableciendo asimismo que , en lotille respecta al mundo del devenir, se reducen a las cuatro siguien­les (entrevistas , según sus pala bas, aunqu e de manera confusa , por~ ll s prede cesores): 1) causa f orma l, 2) causa material, 3) causa efi­ciente y 4) causa f inal" .

{Las dos primeras no son sino la forma o esencia y la materia qu econstituye n todas las cosas y a las que debe remos referirnos más»mpliamentc en las páginas siguientes (recuérdese que [causa,. y (-pri ncipio .. significan para Aristóteles lo que fund a , lo que condicio­na, lo que est ructura] / A conti nuación hemos de presta r atención aLIS explicaciones s igUlentes~i consideramos el ser de las cosas desde J

UIl" perspectiva estática , la materi a y la forma bastan para explicar­In; pero, si las contemplamos desde un punto de vista dinámico, es \.k-cir , en su desarro llo , en su devenir, en su genera rse y en su co-I romperse , tales causas no bastan. Es evidente que si conside ramos,por e jemplo , desde una perspectiva está tica un hombre concreto ,

v M" "ph. A l.1" M""f'/I . A l, 'IsJ.o 10-11­l ' v&- "'n.>ph. A J. l0

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Page 23: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

11. La «filosofía primera»

éste se reduce simplemente a su materia (carne y hues o) y a suforma (alma) ; pero , si lo consideramos de esta otra forma y prcgun­tamos: «¿Có mo se ha originado?», «¿qui én lo ha creado?», «¿porqué se desarroll a y crece?», entonces aparecen/dos razones o causasulteriores: la causa eficiente o motriz , es decir, el padre qu e lo haengendrado , y la causa final , o sea el telos o el fin hacia el que tiende

\ el devenir del hombre (la realización de su esencia»)

3. E L SER, SUS SIGNIFICADOS Y EL SENTIDO DE LA FÓRMULA «SER EN

CUANTO SER»

Ya hemos dicho que, además de la doctrina de las cau sas, Aris­tót eles definió la metafísica comodocirinaedel sen. o , también «delséi,-en'c"imnt9.'ser>? Veamos, por tanto, qué es el ser (év , dvm) y el seren cuanto ser ( óv ~ ovf'~n el contexto de la especulación aristot é­lica. Frent~-"a · los· cieatas, en cuya opinión el ser era único , y contra

[jps platónicos, que lo consideraban como una realidad trascendente.AristÓieí"e.s caracteriza al ser como sigue : --

1-- ~~·5[ÉI' se.!...e_xp!.~a originalmente una «multiplicidad» de significa­d~1irero no por esta razón es un mero concepto «homónimo», esdecir un «equívoco». Entre univocidad y equivocidad hay una víamedia , y precisamente el ser se encuentra en ella. He aqu í el célebrepasaje en el que Aristóteles enuncia su do ctrina a este respecto:

I ¡gl té~mino ser ~ emplea en.múl~f,les sentidos, pero sje~pre haciendo refe ren~iaa una unidad y realidad determinada. Por tanto, ser no se dice por mera homonimia,sino de la misma manera que declm"5s ~~ano» 11 lodo lo que se refiere a la salud: obien en cuanto la conserva o la produce , o blen en cuanto es síntoma de la misma o encuanto algo es capaz de recibirla; o también a la manera como llamamos «medicinal»a todo lo que se refiere a la medicina ; o bien en cuanto manifiesta por natura leza unadisposición idónea hacia ella o bien en cuanto es fruto de la medicina ; podr íam osaducir muchos más ejemplos de cosas a las que se aplican los conceptos de esta mismamanera. Asf pues~ concepto ser incluye muchos sentidos, pero todos referidos a unúnico principio ( ...)" .

Dejemos por ahora la det erminación e indi viduación de este

\2, Mm ph. r 2. 100:\0n ·lOmb6

46

El ser

principio y prosi gamos con la caracterización genera l del conceptode ser.

b) Como consecuencia de cuanto hemos establecido/el ser nopodrá reducirse a un «género » y menos todavía a una «especie». Setrata por tanto de un concepto tran sgcn érlco además de transespecf¡­Iico, es decir, más amplio y exte nso que el género y que la especie

e) Si la unidad propia del ser no es la que caracteriza a la especieni al género, ¿qué tipo de unidad es? El ser expresa diversos signifi­cados, pero tod os ellos guardan una re lación exacta con un pr incipioo una realidad idéntica , como lo ilustran perfectamente los e jemplosde «saludable» y «medicin al» del pasaj e citado. Por tanto /las dife­rentes cosas a las que se apli ca el concepto ser expresan sentidosdifere ntes del ser, pero , al mismo tiempo , todas ellas implican lareferencia a algo que tiene unidad , precisamente. a la substancia;Aristóteles expresa con toda claridad como conclusión del pasajeleído parcialm ent e con anterioridad: «As í, pues, el ser se aplicatambién en muchos sentidos , pero todos se refieren a un único prin­cipio ; de algunas cosas se dice que son seres porque son substancias,de otras porque son afecciones de la substancia , o bien porque soncorrupción o privación o cua lidad o causas productoras o generado­ras ya sea de la substancia, ya sea de lo que se refiere a la substancia ,II bien porque const i t~en negacion es de alguna de ésta s o de la

~u bstancia» '-l . ,..As i pues~~ ce~~!11~~~d~ .12.s. sig'li~i~~?!-del Iser es la ousia , la substancia. La Unidad de los diferentes sígniñcados,del s er se"deriva del hecho de q;-e .t~dos guardan relación con l a~u bstanci~ En este sentido, po~~~.os decir que la~Q!Qgía aris to­télica es básicamente una usiología -.... "'

Las precisiones efectuadas deben poner en guardia al lector alInterpretar la célebre fórmull:~l?! en cu~nto ser» ( óv név). Estafórmula no puede significarun ente generalísimo abstracto, unifor­lile y unívoco, como muchos creen, sino que.;;pL.~sa 1~ .!1!ultiplicidad

misma de los significados del ser y la relación que los une formal­mente , 'ilac'¡"(;dc) ~~ique cad3ii'ñ'Ode ellc;ss;';-;r. Por ello, el ser en1 nanto se; sig~if¡cará la su~~oI~e refiere de dife­7r ntes manerasa iiiñ iTsma.-

1I Mrlaph . 1"2. 1003b S_lO,

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Page 24: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

TI. La «filosofía primera»

En todo caso, resulta evide nte que para Aristóteles la fórmula«ser en cuanto sen) pierde todo su significado fuera del contextocorrespondiente al estudio de la multiplicidad de los significado s de lser: el que atribuye a este concepto el sentido de ser generalísimo ode ser puro , más allá o por encima de las múltiples determinacionesde l ser, resulta víctim a de la «arcaica» manera de razonar de loseleatas y tra iciona totalment e el significado de la reforma aristo ­télica " .

4. LA LISTA ARISTOTÉLICA DE LOS SIGNIFICADOS DEL SER YSU SENTIDO

Una vez en posesión del concep to de ser y del principio de lamultiplicidad original y estructural de los significados del ser, debe­mas examinar ahora el número y la modalidad de estos significados.

/A ristóteles elabora una «tabla» (precisa de los significados del ser''.Vamos a exponer ahora la enumeración y explicación de tales

significados:

I~) Por una parte lIam:mos~~r a los acci~entes, o ~ea a los seres ,

accidentales o casualent óv XCftO O1JJ.t~ePllxo~) . Por ejemplo, cuan­do decimos «el hombt€' es músico», indicamos un caso de ser acci­dental ; en realidad el ser músico no exp resa la esencia del'hombre ,sino sólo lo que puede suceder qu e sea el hombre , un mero suceso ,un mero accidente.

(

b) Loplntrapuesto al ser accidental es el ser por sí mismo (óv xoS'c óró) . Este concepto ind ica no lo que es en virtud de otro ,como el ser accidental , sino lo que es ser por sí mismo, es decir,esencialmente. Como ejemplo de ens per se A ristóteles señala exclu­sivamente la substanciaj pero a veces también todas las categorías;además de la esencia o substancia, la cualidad, la cantidad, la rela-ción, la acción, la pasión, el lugar y el tiempo ». Efectivam~~ (a

14. Par. uo esludio mil, pro fundo de k>sproblema., >t ase J. OW<'n, . The Doclrineof Hei~ '" 'heA';'lo~;;on

Mewphysics, Toro n10 11%J.

15. Vta"" M''''I'h. l> 7. 102-4; aOC rca de e<te <cuadro • •é.sc: La M"aflsiea. a c"r~o de Roale, cit .• \'01. l, pág.3Oss. El p rimero que compre ndió e ilu'lró adecuadameote e'l' li'la de ' ignificad", del sc:r fue F. Brenl.no en elescrito Van d" ", . nni!!fnehen Bedeul"ng des $eit nden "" eh Aristott l... Frib" rgo 1862(Darm stadl l l%O), que noh. ' ido , uperado hasta l. fecha.

16. Ademó, de 1.. ocho indic.das. eo alguno. texto s A ri.lótele' incluye lambit o el yacer ~ ten" Comoc. legOrla•. El cuadro fondamen " l es. •in embargo . el Qoe "" nlie ne oc ho. porq ue la n,"ena eatego; ra y la dt cima

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Los significados del ser

diferencia de cuanto tiene lugar en la especulación medieval) enAristóteles las categorías diferen tes de la substancia son algo-mássólido respecto a lo puramente accide nta l (q ue expresa lo meramen ­te fort uito), ya que , aunque sea de manera subordinada a la subs­tancia , son, como veremos enseguida , fundamento en segu ndoorden de los demás significados de l ser .

c) En tercer lugar se expone el significado del¡!ercomo verdade-\m. a lo que se contrapone el significado de no ser como falso. Éstees el ser al que podemos llamar «lógico»; en realidad el ser encuanto verdadero indica el ser de l juicio verdadero, mientras que el110 ser en cuanto falso indica el ser del juicio fa l$iJ Se trata de un serpuramente ideal, o sea , de un ser que sólo subsist e en la razó n y en lamente que piensa .

d) En último lugar aparece el significado de llser en cuanto po- 1íencia y acto-~óv Ótlvá!-1Et xat eVEQYECQ) . Por ej emplo, decimostlue es vidente tanto el que tiene potencia de ver, es decir, el quepuede ver, pero que , por eje mplo , tiene momentáneamente los ojoscerrados, como el que ve en acto.jAnálogamente, decimos tambiénque está en acto una estatua ya escu lpida , y que , a su vez , está enpotencia el bloque de mármol que el artífice está esculpiendo; eneste mismo sent ido decimos también que es trigo la plantita de estaespecie que se encuentra en tierra , en el sentido de que es trigo enpotencia , mientras que de la espiga madura decimos que es trigo enIIl't O. A ristóteles precisa que el ser según la pot encia y según el actoabarca todos los significados del ser señalados an teriormente; p~ed_~darse un ser accidental en potencia o también en acto , el ser de ljuicio verdadero o falso puede darse en potencia 'o también en actoy, sobre todo, también puede haber potencia -y acto según cada unade las diversas categor ías".

•.. " red"cible•• ot ra• . Aeer<a del prob lema de las Caltg o rias ~ de su _dedu cción. ind icanl'" cualro e,r adk>s01 10''''. qoe pre""nlan ba.lante profund idad desd e dile,.",... pu",oo de >¡SIO: P .A. Tr endele" burg, Gt schlchl..1" A·",.g u' ie"l.h re. l!erllo 1846: H. Booil<. Ub" di. Kaltgorien des 14.';"""" '" .Sit7.u eg,i>e r, d. Ka;, . Ak.d . d .\\" .... nsch. Phitn'.·hist . Kl...... \'01. 10, fascle"lo S, Viena 1853, pág. S~I-645; O . A pell, Die K"" goritn/ehred..; ,Mlle/.., en el >nl. B.i,rij~ ,,,rOeschlchle J er griech. /'hi/oo., Lelpzig 18.1 . pág. 101·216. asl cnmo el >olumea

,lo 1I," " 'a ,,o (cilado en lu nota IS), pág. 72-220.17. "" ,a conocer m~. profoo damente el prohlema. _t a", La M'M!";erJ, a earso de Realn. d ,. l . página. 34...

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11 , La «filosofía primera »

5 , PRE CISIONES EN TORNO A CUATRO SIGNIFI CADOS DEL SER

Los cua tro signi ficados del se r son , en realidad , cuatro «grupos>"de significados: en efecto, cada uno de ellos reagrupa ulteri ormentesignificados parecidos pe ro no idénticos , es decir, no un ívocos, sinoanálogos. Las diferentes ca tegorías no expresan significados idénti­cos o un ívocos de l se r; el se r expresado po r cada «figura de lasca tegorías» constituye un significado distinto del de cada un a delas demás. Por consiguiente , la expresión «ser según las figuras de lascategorías» desi gna tantos significados diferentes de se r como se danprecisamen teJ Aristóte les dice explícita mente qu e el se r pertenece alas diferen tes ca tegorías , no de la misma manera ni en e l mismogrado : «(.. .} el se r se pred ica de tod as las ca tegorías , pero no de lamisma manera , aun cuando de manera primaria de la subs tancia yde modo derivado de las dem ás categorias»'ojy también:

(...) « necesario decir que las cetcgonas o bien son seres sólo por homonimia obien sólo son seres si seañadeo qui ta al "'ser" cierta cahfscación, como , porejemplo,cuando se diccque lo no oogrscscible es tamb iéneogooscibte . En realidad, c:I aciertoconsiste en afi rmar que las categorías no se aplican al ser en sentido equívoco niensentido univoco. sino que se dicen seres de la misma manera como se aplica elttrmino mtdico, cuyos diferentes signiflCildos se refieren a una misma y única cosa,por lo que no soe puros homónimOl>; en efecto. médico designa un cuerpo. unaoperacióno un instrumenlo, pero nopor homonimia ni por sinonimia, sino en virtudde la refe rencia a una misma cosa" .

Esta última realidad es obviamente la substancia . Como vemos,,10 qu e se dice en general de los diferentes significados del se r , seaplica despu és en particular a las categorías: las restan tes ca tegoría ssólo son se res en cua nto guardan relac ión con la primera y en virtudde ésta. Pero entonces, nos pregu ntaremos, ad emás de la unidadqu e es propi a de todos los significados del ser ¿cuál es el vínculoespe cífico que un e las dife rentes «figuras de las categorías» en elúnico grup o que es preci samen te el grupo de las «categorías»? Larespuesta es la siguiente : las figuras de las categorías expresan lossignificados primeros y fundamen tales del ser; es decir, son la distin-

1M. M'lar~ . Z 4, I!Il!Jo21 .IY. M,,,,p~ . Z 4, IlIl!JoJ I ; '~..e loo p• •• je, "'¡;n l"~os " Ie riur me nle e n lo. nol., 12 y Il .

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Precisiones en torno al ser

c í án original sob re la que se basa necesariamente la distinción de lossignificados ulteriores. Por consiguiente, las ca tegorías represen tanlos signif icados en los que se divide originalm ente el ser. son lassuprem as divisiones del ser o, como dice tam bién A ristóteles, los.Ulprem as «g éneros» del ser" ' E n este sent ido se compre nde pe rfec­tame nte qu e A ristóte les haya ind icad o dentro de las categorías elgrupo de los significados del se r ..po r s¡» , precisam ente po rque setra ta de los sign ificados originales,

La po te ncia y el ac to rep rese ntan también dos significados dife­rentes del se r (se dice abiert amente que la pote ncia es no se r conrespecto al acto , en cuanto es no se r en acto) , ya que preci samentela una es se r po tencial no real izado todavía . y e l otro , ser actual yrea lizado . Pero , si nos fijamos bien , tom ados individualmente . es tosconceptos tienen múlt iples significados , tantos cuantas ca tego ríasexisten. E n realidad , la potencia co nsiderada según la substancia esdifere nte de la potencia conside ra da según la cualidad, y diferente asu vez de la potencia según la cantidad. y as l suces ivamente. Lomismo podemos decir del acto.

Análogo raciocinio cabe aplicar al se r en cuanto verdade ro y alser accidental, cuyos difere nt es modos no pode mos desarrollar aquíIM)f fa lta de espacio . Pero vamos a subrayar un punto ese ncia l. E lser en cuanto verdadero , q ue es el se r del jui cio qu e une (separa) el"" jeto y e l predicado . no pued e tener lugar . si no es según las cate­I:/lrías (como lo veremos más detalladamente en la lógica) . As í. e lser accidental es la afecc ión o e l suceso puram en te fortuito qu e tie nelugar con arreglo a las diferentes fi guras auegoriales", Para co ncluirdiremos que todos los significados del ser presu pon en el se r de lascategorías: a su vez, e l se r de és tas depende totalm ente del se r de laprimera ca tegoría , o sea, de la substancia , Por tanto , todos los signi­Iicados del se r supo ne n el se r de las ca tegorías , y si , a su vez, el serde és tas supone el ser de la primera categoría y se basa to ta lme nteen este ser, es evidente que la pregunta radical por el sentido del s~r~l'I'ntrará en~la substancia.' Por esta razón se comprenden perfecta­Illcnte las precisas afirmacio nes de Aristóte les: «Y en verdad, lo que

}ll. w.« M<ldl'h. Z J , 102'10 21 Yla amplin doc"me n ,,,< i~n ",bre • •le 1"'01 1" en ll ... n' """, " p. cil ., pág. 98.. ,

I ,"".,im.21. vt... l A< M<lnF,;' • • • , .rgn de Reole , cil .. l . p:i~in"o 41<0.

51

Page 26: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

II. La "filosofía primera»

desde tiempos antiguos así como ahora y siempre constituye el eter­no objeto de investigación y el eterno problema : "qué es el ser" ,

~ .~quivale a esto: "qué es la substancia" (H') ; por esa razón tambiénnosotros , de manera prmcrpa : fundamental y única , por decirlo así,debemos examinar qué es el ser entendido en este sentído -" . El~o de la subs~ia (ouo(.2Lmanifiesta _e ~ sent ido último delser. .¿O ué es, por tanto , la substancia?

6. LA CUESn óN DE LA SU BSTANCIA

Digamos inmed iatamente que el problema de la substancia es elmás delicado, el más complejo y, en cierto sent ido , también el másdesconcertante para aquel que trata de entender la metafísica aristo­télica renunciando a las soluciones fáciles, a las que nos han habitua­do las clasificaciones de los manuales.

Ante todo hemos de aclarar que la cuestión general ace rca de lasubstancia implica dos problemas esenciales y estrechamente vincu­lados entre sí, uno de los cuales se desarrolla , ulteriormente , en dosdirecciones diferentes. Los predecesores de Aristóteles habian dadoa la cuestión de la «substancia.. soluciones totalmente antité ticas;algunos conside raron que la materia sensible era la única substancia;a su vez Platón había señalado a los seres suprasensibles como laverdadera substancia, mientras que la convicción común parecía si­tuar la verdadera substancia en las cosas concretas. Y he aquí queAristóteles se enfrenta a la cuestión estructurándola de maneraejemplar¡ Después de haber red ucido el problema onto lógico gene­ral a su núcleo central, es decir, a la cuestión de la ous ía (de lamanera como hemos visto ya anterio rmente) , nuestro fil ósofo afir­ma con toda claridad que el punto de llegada consistirá en deterrni­nar qué substancias existen ; si exclusivamente las sensibles (comoquieren los naturalistas) o también las suprasensibles (como preten­den los platónicos). Atención: éste es el problema de los prob lemasy la cuestión última, la pregunta por excelencia de la metañsicaaristotélica (así como de toda metafísica en general)"';

2,2. M./dl,h . Z 1. I02Kb 2· 7.

2.l. M" dl'/" Z 2.¡,. ,,¡m.

52

El concepto de substancia

{Pero , para poder resolver este problema espe cífico, Aristótelesquiere resolve r con anterior idad el problema ace rca de qué"es lambstancia.l He aquí, por tanto, el otro pro blema de la usiologíauistoté lic~; ¿qué es la substancia en gen c-ral? ¿Y, qué es la materia?¡.Q ué es la forma ? ¿Qué es el compuesto? Este prob lema general seresuelve antes del otro , siguiendo la metodología correcta ; se podrádecir, con bastant e mayor precisión, si sólo existe el ser sensible otambién el suprasensible , si se ha establecido con anterioridad quées en general la ousia. Si, por ejemplo, resultara que la ousia es sólomateria o el compuesto concreto de materia y form a, está claro quequedaría eliminada eo ipso la cuestión acerca de la substancia supra­sensible : mientras que , si resultara que la ous ía es algo distinto opredo minantemente algo diferente de la materia , la cuestión sobreIn suprasensible se presentaría bajo una luz totalmente distinta . Pe~

ro, ¿en qué se basará Aristóteles para estudiar la substancia engeneral? Obviamente , en las substancias que nadie discute: las subs­umcias sensibles. Así, el filósofo ha esc rito explícitamente: «Todosadmiten que algunas de las cosas sensibles son substancias; por tantodebe remos desarrollar nuestra investigación partiendo de éstas. Enrealidad es muy útil procede r paso a paso hacia lo que es más cog­uoscible. En efecto, todos adq uirimos el saber de esta manera ; par­tiendo de las cosas que son menos cognoscibles por su naturaleza(. las cosas sensibles) hacia las que son más cognoscibles por natu­utlcza (= las cosas intetigibles)»>.

l , L A SU BSTANCIA EN GENER AL Y LAS NOTAS DUINITORIAS DEL

CON CEPTO DE SUBSTANCIA (

y ahora preguntémonos: ¿Qué es la mISia en general?Todo cuanto se ha dicho ya habrá servido probablemente de

.ulcntacíón para que el lector pueda entender la respuesta dada por

¡4. M".ph . Z 3 102'1d 33,,_ Como henlO' ~ i"ü an'oriormenl o .~. en <1 f' ,,,,,tp'icc . A ri"6t< 1.. hahí. o, lable­

, 1,1" '1"0, PO' M'",./ezd (es d«i' on sí y 1"'" ' í) . " primoro lo ¡"'",¡¡¡ib/. , quo <O",;'" en lo que • • " ntoI6gi"" men·' " 1''' '' 0'' '': en oamhio p.r. "OW'N)J p'imero e, 1o..",i Mr , q ue o nlológi<:.n'enl. e . ><gundoo. y e, p' lmo'" paro

..'... 'Ir'" p"'qoe aq uello de lo que parti m", pa •• 0001'''''' e. 1"001" '''0 " 1<lo >cn. ihle. I l<~. n<lo • lo inteligihle , 610

J"I'"'' ~ medi, ,,le lo ", ,,,,h"'.

53

(

Page 27: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

11. La «filosofía primera»

/Aristóte les al problema planteado. El Estagirita dice quefor ..subs­rancia» (ousia) puede entenderse, a diferente título, ya sea 1) lafo rma, o 2) la materia, o 3) el conjunto o el compuesto de materia yforma j -Con ello A ristó teles reco noce a cada uno de sus pred eceso­res una parte de razón e indica ~ue el erro r de és tos consist ió en launilatera lidad y en la eXclusiónj

Trate mos de ilustra r breve mente los significados .fa) La substancia es en cierto sentido la forma (dbOl; , f.lOQlVil) .

Según A rist óteles ..forma» es la naturaleza intima de las cosas , elqu id o esencia (ró 'tÍ 1tv dvm) de las mismas. Por ejemplo, laforma o esencia del hombre es su alma , o sea lo que hace de él un serviviente racional; la for ma o esencia del animal es el alma sensitiva yla de la planta es el alma vegetativa ./La esencia del círcu lo es lo q uehace que éste sea tal figura con ta les da tos cua litativos; y lo mismopuede repetirse respecto a las demás cosas. Cua ndo las definimos.nos referimos a su for ma ° ese ncia; en general, las cosas sólo soncognoscibles en su esencia".

{ b ) Además, si el alma racio nal no informase un cuerpo, no ha­bría hombre, y si e l alma sensitiva no informase cierta. materia, nohabría un animal; más aún, si el alma vegetativa no informase otramateria diferente, no tendríamos plantas.jDígase esto mismo -yresultará también más evidente- respecto a todos los obje tos pro­d ucidos por la actividad del arte ; si no se rea lizase en la madera laese ncia o fo rma de la mesa , ésta no tendría ningun a concreción (y lomismo deberá repeti rse respecto de todos los de más casos). En estesentido, la materia resulta también fundamental para la const ituciónde las cosas y, por tanto , tamb ién a ella se le podrá designar -almenos dentro de estos lfmites-c- substancia de las cosas. Está claro,por o tra part e , que estos límites está n perfectament e deñ nidosj si nohubiese forma, la materi a sería indeterminada y no bastaría paraconstituir las cosaslt>j

e) Basándonos en cua nto hemos dicho, resulta asimismo plena­ment e explicado /e l tercero de los significados; el de «conjunto»(c óvoxov). Conjunto es la unión concre ta de forma y materia. Lascosas concretas no so n sino conjuntos de forma y de materi a .

2~ , w••• M,,"p~. Z 4·12. It 2·3 Yl••J , J o Real<. d i .• r.pág. 572·62 1 Y 11 . p.;g, 1'1-30 .26, V~a.. M""p~. Z 3.

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El concepto de substancia

As í, pues, toda s las cosas sensibles sin dist inción pueden consi­derarse en su fo rma, en su materia, en su conjunto; y «substancia»[ous ia] son, aunque a título diferent e (en el sentido ya visto), tantola fo rma como la materia y su conjunto!>'¡

Al desarro llar el problema de la substa ncia en genera l en unasegunda dirección , el Estagi rita ha tratado asimismo de determinarcuáles son estos «undos» en virtud de los cuales algo tiene derecho aser considerado como substancia. Esta segu nda dirección no apa recesiempre en los textos como explícitamente distinta de la prim era y,ron frecuencia. se confunde de varias maneras con ésta ; sin embar­KU, es necesario distinguirla pa ra comprender a fondo el pensamien ­l o aristotélico.

El Estagirita pa rece establecer cinco caracteres definitorios de lasubsta ncia. - - ----

Subs~!!l_~i.ª_~:_ al.L~ _que no es inherente a otro ni se p:!!!!5.a de él,y por tanlo_es objetode inh,:renda y de predicaci ón; ~)J2 qu.!:.puedesubsistir por sí o separadamente de l resto, o sea indepen dienternen­11,' ; c) lo que es «algo determinado. (y no un ~!l iveml abstracto). un1t.l'l E n ; d) lo que tiene una unidad intrínseca y no es un meron~rcgadode partes no organizadas.'e) lo quees-aclo o estáena ciii (yuu purame nte en potencia) . - -- --

Ahora bien , la materia só lo posee el primer título de substancia­lídad , y po r lo tan to s610 es substancia de modo muy impropio ; encambio , la fo rma y el conjunto tienen todos los ca racteres de la, "hstanclalidad , aunque de manera diferente . Ahora bien , ¿cuál_l'rá la substancia por excele ncia? Desde el punto de vista empírico,substancia por excelencia parece ser e l individuo concreto, o sea elconjunto . Por otra parte , desde el punto de vista _metafísico , «subs­tnncia prim er a» es la for!!la; l:;form a es e fectivamente causa y fun­dillllcnto7"m iCñti1lSque , resp ecto a ella, el conjunto es causado yderivado de un principio" . De es ta forma queda plenament e deter­minado e l sentido del ser. En su signíñcadc más estricto , el ser esl a.auhstancia, y la substancia e n un prim er sentido (impropio) es mate­da , y 'en un~nd'o(I;lás propio) es COñluntó . yen un tCrcer i~!l.ti­.111 (po r excelencia) es forma; por tan to la materia es ser; el conj unto

JI , w.", Me"'p/t, z~ 1I.pa.uim,!~ w. .. lA M""fi, ico. a c. ' g<> d< Rea k . , jt . • r. 1'''1. SI...

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Page 28: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Ir. La «filosofía primera»

es ser en un grado más alto; y, finalmen te , la form a es ser en susentido más elevado . De esta forma se compren de por qué Arist ótc­les llamó a la forma «causa pr imera del ser»" , ya qu e ella ..informa»la materia y constituye el fundamen to del conjun to .

8. LA " FORMA" AR ISTOT~L1CA NO ES EL UN IVERSAL

Conside rada de la manera que hemos e xpuesto antes , la doctrinaaristoté lica de la subs tancia parece men os aporética de lo que pre­tendieron espec ialmente Ze ller'" y, con él , muchos de los es tudiososmodernos. La distinció n de los múltiples significados de la ous iaimplica la necesidad de no pe nsar en términos alt ernati vos, co mo sia toda costa debiera prevalecer el valor de uno solo de los significa­dos; por el contrario , co mo ya hemos visto, hemos de considera r lascosas en forma de adición ~a metafísica aristo télica no se ha dejadoarrast rar, co mo las suces ivas, a la reductío ad unum, sino q ue se hapreocupado más bien de distin guir los dife rentes aspectos de la rea ­lida d , y cua ndo lo ha hecho así, no sólo no ha proce dido a ulterioresun ificaciones , sino qu e declara irreductibles algunos aspectos y, pre­cisame nte e n cuanto tales , los considera expr esión de la comp lejida destructural de la realidad~

De esta forma se resuelve fácilmente aira dificultad plan tead apor Zeller. Dice este autor que es dificil consid erar como inmutab leslas formas de lo mutable , como concebiría Ari stótele s. E n verdad ,el Estagirita insiste con mucha ene rgía en este punto de la inm utabi­lidad del eidos. A hora bien , la inmutabilida d del eidas aristot élicono es otra cosa que la inmutabilidad de la causa o de la condición odel principio met afísico , respecto a lo causado, a lo condicionado o alo pr incipiado empírico" . Vamos, fina lmente , a concluir nuestroanálisis de la substancia, deteniéndo nos en un pun to muchas vecesolvidado y cuya co mprensión iba a verse impedida fat almente po r elplant ea miento zelleriano, al que se aferra la mayor parte de loseruditos, Nos referi mos a las relac iones existentes entre la forma y el

2~. M' Ml'h . Z 17, 1U4 1b U.

~u. E, Zollo, . /)i , l'h,I"" 'l'h;' d" (;,{,, :h,,". !l. 2. Leipzig '1921. pág. 344...J I. Vh .. M''''I,h . Z 7·~ y l• • d. de 11:0. 10 . cit. . l . p- s . 5R~.6II6.

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La «forma» aristotélica

IlIliversat[Aristóteles dem uestra que , mientras la mat eria , la for ma11 el conjunto poseen un título para ser co nside rados ousía, como yahemos visto , el universal , que los plató nicos elevan a la cat egoría desubstancia po r excelencia, no cue nta con ningún tít ulo para ser co n­sklc rado substancia , porque no respon de a ninguno de los req uisitostlue , :r:!f0hemos visto anterior mente , so n propios de la substancia-

Iidad ':]Pero, se d irá , ¿no es unive rsal el e ídos ar istoté lico? La respuesta

es inequívocamente negati va . Aristó te les califica muchas veces a surilIos como un r óóe n , expresión indi cativa de algo de te rm inadotlue se opone a lo universal abstracto; y, por lo demás, ve mos quelodos los caracteres de la subs tancialidad compete n al eidos.[EI ei-II/ IIS aristo télico es un principio metafísico ; en términos modernos , lodesignaríamos co mo una es t ructu ra ontológica trascendentat.jv a­mus a referir a mod o de prueba un solo pasaje -el más sígníñcati­VU- - , que se encuentra en la co nclusión del libro dedicado a lasubstanc ia . Después de haber dicho que la substancia es un «prínci­pio y una ca usa" , Aristóteles muestra cómo se debe investigar esteprincipio y es ta ca usa . La cosa o el hecho cuyo principio o ca usa sebusca debe ser conocido de antem ano , y su investigación se planteatte esta man era: ¿po r qué e sta cosa o este hecho son así? Lo queequivale a decir: ¿po r qué la materi a es (o constituye) este o bjetodete rminado? Aristót eles pu ntu aliza así la cues tión: ot( . .. ) es ta cosamaterial es una casa : ¿po r q ué? Porque en ella se halla prese nte laesencia de la casa. Y seguiremos preguntándonos : ¿po r qué es tat'tl~a concreta es un hombre '! O bien, ¿po r qué es te cue rpo t ienetules caracte rísticas? Por ta nto ,p l preguntarnos por el porqué bus- (rumo s la ca usa de la materia , es'aecir , la forma por la que la mater ia''s una cosa determinada ; y ésta es precisamen te la substancia3,".I'cro veamos el ejemplo más elocue nte con el que Aristóteles sella. JI investigación:

Lo que está com pues to de alguna cosa de man era que el todo constituya un a1I II I< Iad no es como un mnnl ón , sino corno una silaba. Y ésta no es ~6 1o las letras de lasIjlll' está form ada , ni BA equivale a B y A ni la carne es simplemente fuego y ticrra;

11. M,, " ph. Z 13.16 yla ed. de Reale . <il • l. pá~. 621·34.

" . M"" I,h. Z 17. W41t1 25.... lO41h ~".

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II . La «filosofía primera"

en realidad, una vez que los co mpues tos , es decir carne y sílaba , se han desintegrado ,ya no existen , mien tras que las letras, el fuego y la tierra , conti núan existiendo. As!,pues, la silaba es algo que no puede redu cirse únicamente a las letras, o sea a lasvocales y consonantes, sino que es algo diferen te de ellas . Y, así , la carne no es sólofuego y tierra, o calor y fria , sino también algo diferen te de elJas. Ah ora bien , si estealgo tuviera que se r también un element o o un co mpues to de e jememos , nos encon­trertamos co n lo que sigue; si fuese un ele mento , podría aplica rse el mismo razona.mien to de antes (la carne es taría constituida po r este elemento fuego y tie rra y algodiferente. de forma que nos remontaríamos al infinito); si, en cambio , fuese uneompues tc de elementos. es taría com puesto no sólo de uno sino de más elementos(de lo ceatrarjo nos encontraríamos todavía en el primer caso) de forma que habríaque repet ir también a este propósito el razo nam iento hecho con m01ivo de la carne yde la sílaba . Por C$la razón se pod ré entender perfectamente qee 'esi e algo no es un

. e jememo, sino la causa por la que esta cosa es carne. esta otra es s¡taba y así sucesiva.mente . Y esto es la substa rtcia de tod a cosa ; siendo asimismo esto la ca usa prímenodel se~.

Como se ve ( la o usia-eidos de Aristóteles , en cuanto estructura

~ntológica inmanente de la cosa . no puede confundirse con el uni­

versal abstrac to}Por su parte el universa l es el género (ytv~), queno tiene una realidad on to lógica propi~ por ejemplo, animal, en­te ndido como género animal, no es más q ue un término comúna bstracto q ue no tiene realidad en sí y no existe sino es en e l hombreo en otra form a anima l.

Por otra parte hay que señalar que el eidos aristotélico presen tados aspectos; uno de ellos es el ontológico, ya considerado . e l otroes el aspecto qu e podemos llamar lógico . El Estagirita no estudió nidefinió ninguno de los dos aspectos ni sus diferencias relativas. sinoque. en d iferent es casos. confundió ambos inconscient emen te . No­sotros. incluso por razones lingüísticas. percibimos mejor que é l ladiferencia . ya que , de vez en cuando. nos vemos ob ligados a trad ucireidos de dos for mas diferentes; unas veces como «fo rma» y otrascomo ..especie». Por lo que se refiere al aspecto ont ológico del ei­dos, es decir de la «forma». Ar istóteles tiene razón al decir que no esun universal. Pero . ¿lo es el eídos en el sentido lógico de especie?Evidente mente la especie no es otra cosa sino el eidos en cuantopensado con la mente humana. Y por ta nto se podría decir que ,(en

/,1 cuanto estructura ontológica o principio metafísico . el eidos no""esL! " universal; pero viene a serlo en cuanto la mente humana lo conside-

301. vt ... /oIc'~ph. Z 17. I'Wlb 11 _2~ ,

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El acto y la potencia

ra y abstrae1 pe ro repit ámoslo; Aristóte l~s: preocupado de rem a­char el primer punto , no ha subrayado suficientemente el segundo.(Tanto más cuanto que , a sus o jos , el eidos, incluso consideradoco rno especie , es la «diferencia.. específica que confiere naturalezaconcreta a l género...d iferenciá ndolo» precisamente y rescatándolo .pUf consiguiente . de su carácte r abstracto y universal" , como vere­mos ta mbién en la lógica.) En todo caso , es tas dificultades no debenhacemos olvidar lo que hemos dicho anteriormente acerca dellaInaturaleza ontológica y real del eidos : éste no sólo no es un uniJ:r ­sal, sino que es más ser q ue la materi a y más ser q ue el conjunto. enrua nte es principio que , estructura ndo la materia . hace subsistir al

con junto mism~

ll . EL cero y u POTE NC1A

/ A las doctrinas expuestas se añ~den aho ra algun.as precision:srelativas a la potencia y al ac to refendos a la substa nclanf!.a mate na \I·S .. pote ncia», es decir . po te ncialidad. en el sentido de que es capa­rulad de asumir o de rec ibir la fonnBel bronce es ..potencia» de laestatua , porq ue en realidad es capacidad de rec ibir y de asumir laforma de la estatua ; la madera es «potencia» de los diferen tes obje-tns que se pueden hace r con ella. porque es capacidad concreta de«sumir las form as de los diferentes obje tos. En cambio . la forma sew nfigura como acto o act uac ión de esa capacidad. El compuesto oconjunto de materia y form a . si se conside ra como tal, se rá prefe­u-ntcmente acto; pero. si se tiene e n cuenta su forma. será simple­mente acto o entelequ ia y. si se lo contempla en su materialidad.t' rtl. en cambi o , una mezcla de potencia y de acto. Por consíguien-11' , todas las cosas que tienen mate ria poseen siempre en cuantoIII1cs mayor o menor potencialidad . En cambio si, como veremos,.ot[seres inmateri~le~ , o sea, formas puras, deber án ser actos puros, \exentos de potenclalidad} l

1' , w... M"~p" , Z 12, passim.1/, M"~I!'" Z J. 102% 5·7.11 W M~r.ph. H y e ,

1" W M"~ph. A 6-ti.

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11. La «filosofía primeras

Como ya hemos mencionado , Aristóteles aplica tam bién al actoel nombre de entelequia; a veces parece que se difumina la diversi­dad de significado de los dos t érminos, pero , la mayor parte de lasveces, y en especial en la Metaflsica,los dos t érmi nos son sinónimos.As í, pues, acto y entelequia significan realización, perfección que

Iactúa o actuada~or tanto el alma, en cuanlo esencia y forma decuerpo , es acto r entelequia del mismo; y, po r lo general, tod as lasformas de las substancias sensibles son acto y entelequia . Más tardeveremos que Dios es entelequia pura (y tam bién las demás inteligen­cia motrices de las esferas celestesM

f I acto. prosigue Aristóteles, tiene ..prioridad- y superioridadabso lutas sobre la potencia; en realidad , la potencia es siempr e enfunción del acto y está condicionada po r el acto del cual es po tencia .Finalmente el acto es superior a la potencia , porque es el modo de

I ser de las substancia s eternas -j

Desde el punto de vista metafísico, la doctrina de la potencia ydel acto tiene una impo rtancia muy considerable. Con ella Ar istót e­les ha podido'jesofver las aporías eleáticas del de venir y del moví-

. boC-m Iento; am s tra nscurren en el seno del ser, po rque no suponen unpaso de l no ser absoluto al ser, sino del ser en potencia al ser enacto , es decir, del ser al ser . Adem ás, con tal doctrina Aristót eles haresuelt o perfecta mente e l problema de la unidad de la materia y de la

~ fo rma : la pr imera es potencia y la segunda acto o actuación de lamismaffinalmente el Estagirltasc ha servido de ella, al menos enparte , para demostrar la ex istencia de Dios y entender su natu raleza .Pero también en el ámbito de todas las demás ciencias los conceptosde potencia y de acto tienen un papel importantísimo, segú n Aris-tóteles. "<,

y de esta forma hemos llegado a la última de las cuestiones de lametafísica; la de la substancia suprasensible, que es la cuest ión de­cisiva.

60

In . DEMOSfRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE LASUBSTANCIA SUPRASENSlBLE

¿Existen substancias suprase nsíbles , o sólo las se nsibles? Ari stó­tclcs se empeñó en responder con precisión a este problema. porquese tra taba precisamente del punto en el que, en su opinión, eranecesario corregir a Platón .

Ésta es la manera como él filósofo demuestra laÉ xistencia de losuprascnsible.

Las substancias son las realida des pr imeras, en el sentido de quetodos los demás modos de ser, como ya hemos visto , dependen de lasubstancia . Por tanto , si todas las substancias fueran corruptibles,li t) existiria absolutamente nada incorrup tible . Pero -dice Arist óte­k s- el tiempo y el movimiento son ciertamen te incorruptibles. Eltiempo no ha sido gene rado ni se corromperá ; en realidad , anterior­mente a la generación del tiempo, deber ía haber existido un «antes»Vposteriormente a la destrucción del tiempo debería haber existidoun «después». Ahora hien «antes» y «después» no son sino tiem­ptl. En ot ras palabras, por las razones ya analizadas, siempre hayucmpo antes o después de cualquier comienzo o fin supuesto delucrnpo ; po r tan to , el tiempo es eterno. Este mismo razonamientopuede aplicarse también al movimiento . porque , para A ristót eles,e-l tiempo no es sino una dete rminación del movimien to . Así , pues ,ntl hay tiempo sin movimiento; por tanto, la ete rn idad del primeropostula asimismo la ete rnidad del segundo . Pero, ¿en qué con dicio­ru-s puede subsistir un movim iento (y un tiempo) ete rno? El Esta gi­111:1 respond e (ba sándose en los prin cipios establecidos por él mismo011 estudiar las condiciones del movimiento en la Física): sólo si sub­"~Ie un pr incipio primero qu e sea causa del mismo. /

Y. ¿cómo debe ser este principio , para ser causa del movimicn ­lu'! En primer lugar , dice Aristóteles, e! principio debe ser eterno ; sir l movimiento es eterno , su causa debe ser también ete rna. O , en»rrus palabras, sita causa ha de explicar adecu ada mente el movi­miento et erno , no puede ser sino eterna.

En segundo lugar el pr incipio debe ser inmóvil; sólo lo in.~.?yi l est' 1l 1l~ absoluta de lo móvil. Ar istóte les ha demostrado en la Físicarvtc punto con todo rigor . Todo lo qu e está en movimiento es rnovi­¡tn por otro ; este ot ro , si es movido a su vez, es movido también por

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11 . La ..filosofía primera»

otro. Pero para explicar cualquier movimiento es necesario llegar aun principio que de por si no es movido ulteriormente . al menosrespecto a lo que mueve. Seria absurdo pensar en la posibilidad deproceder de un motor a o tro hasta el infinito , porque en estos casosresulta absurdo un proceso hasta el infinito . Ahora bien, si es así, nosólo deben existir motores relativamente móviles. de los que proce­den los movimientos singulares, sino -a fortiori- debe haber unprincipio abso lutamente primero y absolutamente inmóvil del queprocede el movimiento de todo el universo.

ET! tercer I ~gar e l principio debe esta r totalmente exento depotencialidad, es decir. debe ser acto puro. Si tuviese potencialidad ,podría asimismo no mover en acto; pero esto es absurdo , porque ental caso no existiría un movimiento eterno de los ciclos, es decir , unmovimiento siempre en acto. En conclusión , puesto que un movi­miento eterno existe, es necesario 9ue haya uñPriñcipio et ~.!!19_q~

lo proauzca, siCní:lo ásimismo necesariOq"uctal principio sea~ etcrr;üu;-s¡-es-eterno lo (¡üe este principio c ausa, b) iñmóvil, si la ~usaabsólu amen te primera de lo móvil es lo inmóvil y e) acto p~rº ...si .elmovimiento producido por tal causa está siempre en acto , .-- Éste es el motor inmóvil, que es precisamente la substancia su­prasensible que buscábamos....

•. Pero , ¿de qué manera puede mover el primer motor permane­ciendo absolutamente inmóvin ¿Existe dentro del ámbito de lascosas que conocemos algo que pueda mover, sin moverse ellomismo?

Aristóteles responde aduciendo como ejemplo el objeto del de­seo y de la inte ligencia, El objeto del deseo es lo bello y bueno;ahora bien. lo bello y lo bueno atraen la voluntad del hombre sinmove rse ellos mismos de ningún modo; de esta misma manera lointe ligible mueve también la inteligencia , sin moverse a su vez. Y deesta mis!"a naturaleza es tambi én la causalidad ejercida por el pri­mer motor, es decir. por la substancia primera ;!!1 primer motor

fmueve como el objeto del amor atrae al amante (XLVE~ W¡; EQW¡J.E­

V~V)4', mientras todas las demás cosas mueven siendo movidas ellasmismas]

4lJ. Vt . ", "'''''f'h.ti 1>-7.~1. "'''''I'h. ti 7. J(m b J .

62

El motor inmóvil

Como 1.'S evidente , la causalidad del primer motor no es unacausalidad de tipo eficiente, o sea . del tipo de la ejercida por unamano que mueve un cuerpo, o por el esculto r que talla el mármol ola del padre que genera al hijo. En cambio, Dios mueve atrayendo ;y atrae como obj eto de amor . es decir, a la manera de jin;'É r tanto \l ~ 1 causal id~d del motor inmóvil es prop iamente una causahdad de

1'1"0 fina l...J ' '[ El mundo, que es atra~do constanteme~te ~r .Dlos como Cm

supremo, no ha tenido co mienzo. No ha habido mngun momento enel que existiera el caos (o la ausencia de cosmos), precisamenteporque . si hubiera sido así, se habria dado una contradicción con elteorema de la prior idad del acto sobre la potencia; primerame ntehllbría habid o el caos, que es potencia , y después habria surgido elmundo, que es acto, Lo cual seria asimismo absurdo , puesto queI)ios, al ser ete rno, debía atraer necesariamente desde la eternidaduuu o objeto de amor al universo , que , por tanto, ha tenido que ser

desde siempre como es" .Es esta una tesis sostenida ya por Aristóteles en el escrito Sobre

1./ f ilosofía en los últimos años de permanencia del mismo en la

Academia.

11 , NATURALEZA DEL MOTOR INMÓVIL

Este principio del que ..depen den el cielo y la naturaleza" esVida. Pero, ¿qué clase de vida? La más excelente y perfecta detodas : la vida que nosotros sólo podemos vivir por un breve espacio.h- tiempo; la vida del pensamiento puro , la vida de la actividadlll lltcmplativa. Con esto hemos llegado al pasaje maravilloso en el'1"C Aristóteles -hecho ext rao rdinariamente raro e n él- se con­mueve, y en el que su lenguaje se convierte casi e n poes ía, en canto ,

l ' U pc án:

As!, pues, de tal princip io depe nde n el ciclo y la nat ura leza . Y su modo de vivir esI'I nds excel ente de todos: es la num era de vivir que se nos concede sólo por un breve"' I",d u de tiempo . Per o él permanece siempre en ese estado . Esto es imposible para

~ l . l.ü '''I'h. ... 6. p....,¡m.

63

Page 32: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

11 . La ...fi losofía prime ra ..

noso tros , pe ro no lo es para él, puesto que el acto de su vivir es goce , Y también pa ranoso tros la vigilia , la scn~ción y el conocrmíento son agrada bles en sumo grado ,precisa mente po rque son acto y, en virtud de ellos, tambié n las esperanzas y Josrecuerdos (.. .). Por tanto , si Dios se encue nt ra pe rennemente en esta felizcondición enla que noso tros nos hallamos algunas veces, se trata de algo maravilloso ; y, si seencue nt ra en una condición supe rior , es más maravilloso todav ía. Y, efec tivamente,se encue ntra en esta condicióo. Él es también Vida , po rque la actividad de la intel i­gencia es Vida . y él es precisame nte esa activida d. Y su activida d , que subsiste por sí,es una vida ópt ima y eterna. Digamos que Dios es un ser vivieme , eter no y óptimo;po r tanto , a Dios le corresponde una vida pe rennemen te continua)' e terna ; éste es ,pues , Dios" .

Pero , ¿en qu é piensa Dios? Dios piensa en la cosa más excelen­le . PeTO la cosa más excele nte es Dios mismo . Por tanto , Dios pien ­sa en sí mismo ; es actividad contemplativa de sí mismo; es pensa­miento del pensamiento (V6l] OL~ VO~OEúJ~) . Éstas son las afirma­ciones concretas del filósofo:

( .. .) El pensamiento que es pensamiento por sí mismo tiene como obje to lo quepor si mismo es más excelente, )' el pensamiento que lo es en grado máximo tienecomo objeto lo que es excelente en grado máximo . La inteligencia piensa en simisma , aprchendiéndose como intehgible; en rea lidad se hace inteligible intuyendo )'pensando en sí , de forma que co inciden inteligencia e intel igible. La inte ligencia es loque es capaz de aprehende r lo inteligible y la substancia , y está en acto cuando losposee. Por tanto , más que la capacidad, es esta posesión lo que tiene la inteligenciade divino; y la actividad co ntempla uva es lo más agradab le y excele nte que existe".

Más todavtad...Si, po r tanto . la inteligencia divina es lo más exce­lente que existe. piensa en sí misma, y su pensamien to es pensa­miento del pensamiento..··¡

Por lo tanto Dios es eterno. inmóvil, acto puro exento de pote n--- .__._- - -----cialidad y de materia, vida espiritual y pe nsamiento del pensamien- ,i<l.""SiendC!. así, obviamente " no puede tene r ninguna dimensi ón»,sino que debe ..ca rece r de part es y ser indivisible ... Y debe ser asi­mismo «impasible e inalterable......--

43. Me/"ph. A 7, I072b tJ· I ~ . 24·.11144. M""ph. A 7, lO72b t ~·24 .

4~. M~I<l¡,h . A 9. tlJ74b 34......... M~I"I'~ 1\ 7. 1'l7)a 5·1J .

64

12 . UNIDAD y MULTI PLlCID .... D DE LO DIVINO

Aristó teles creyó . sin embargo, que no basta ba Dios para expli­rur el movimiento de todas las esferas q ue . en su opinió n, rompo­,,1;111 el cielo /Dios mueve d irec tamente al primer móvil--el cielo delils estrellas fijas- pero entre esta esfera y la tierra hay otras muchasesferas concéntricas . de magnitudes cada vez menores y conte nidas1,.<;. unas en las otrasf ¿Q uién mueve todas estas esf~ra~? .

¡Caben dos respuestas; o so n movidas por el movmucnto deriva­Ilu del pr imer ciclo , que se tra nsmite mecánicamente de una esfera a111 otra; o so n movidas po r ot ras substancias suprasensibles. inm óvi­k s y eternas, que mueven de manera análoga a la del primer mot or.

La segunda solución es la que propone Aristóte les/ En efecto, lapi imcra de ellas no podía armo nizar con la concepción de la diversi­rhul de los diferen tes movimien tos de las distintas esfer as, que , se­a.: lÜ 1 las teorías de la astronomía de entonces, era n di~er~os y nouniforme s. Por tanto resultaba inconcebible que del movimien to delprimer ciclo pudieran der ivarse movimientos difere~tes , así .comoque de la atracción uniforme de un único mot?r pudieran denvarsemovimientos circulares de se ntido opuesto. Estas son las razonespur I:lS que Aristóteles int rodujo la multiplicidad de motor es, a losIllle co nsideré como substancias suprasensibles, capaces de mover,It, forma análoga a la de Dios , es decir. romo causas finales (causasturalcs en relación con cada una de las esferas ind ividu ales),

Más tarde, basándose en los cá lculos de los astrónomos Galipo yI udoxo . y efectuando algunas corre cciones que conside raba persa­uefmcnre necesarias. Ari stóteles estableció en cincuenta el núm ero111' las esferas, admitiendo , por otra parte , la posibilidad de reducir­1,111, a cuare nta y siete . Y. si so n tantas las esferas . deberá haber eluusmo núm ero de substancias inmóviles y eternas que producen losmovimientos de aq uéllas. D ios o e l primer moto r mueve directa­mente la pr imera esfe ra . y só lo indirectamen te las demás; las otras1 tncucnta y cinco substancia s suprasensibles mueven las 55 esferas

, ' 1t respondientes".d 1" " •¡.Acaso se trata de una form a e «po uersmo ».

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Page 33: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

11 . La ..filosofía primera..

Para Aristóte les, así como para Platón , Y. en general, para todoslos griegos, lo ..divino.. designa una esfera amplia en la cual figurancon diferente titulo realidades múltiples y diferentes. Lo ..divino»incluía ya para los ..fisiólogos.. muchos entes desde un punto de vistaestructural. Lo mismo puede decirse de Platón; para éste son ..divi­nas.. las ideas del bien y de la belleza y, en general, todas las ideas.Es ..divino.. el de miurgo; son «divinas.. las almas; son ..divinos.. losastros y también el mundo . Análogamente, ara Aristóteles el mo­tor inmóvil es ..divino.., son asimismo ..divinas.. las substancias su­jiiiSensibles y los motores inmóviles de los cielos, son tambiéñ":di~vinos.. los astros, las estrellas, las esferas, las almas de las esfe ras yde los astros, siendo asimismo ..divina» el alma intelectiva de loshomb res. En resumen, divino es todo lo que es eterno e incorrupti­ble. Aristóte les no ha experimentado la antitesis de la unidad-multi­plicidad de lo divino ; y por ello no se ha planteado jamás la cuestiónen estos términos.

Hemos de dar por supuesto que , siendo ésta la fo rma mentís dclEstagirita, la cxistenc~~_d.~cuenta. y ci!!~Sl_ substancias suprascnsí,bies ade más de I~mel].t.:s_dcclr , además del motor inm óvil,

-debía parecer es tiastante menos extraña que a nosotros ; ahora bien .después de haber expuesto estas ideas, no podemos menos de reco­nocer la existencia de una tentativa de unificación por parte de Aris­tóteles. Ante todo,~~plícita_mente el nombre de Dios .ensentido estricto al primer motor. En el mis;;'o lugar donde se exponela doctrina acerca de la pluralidad de los motores. Aristóteles subra­ya la unicidad de l primer moto r - Dios en sentido verdadero y pro­pio--- y de esta unicidad deduce asimismo la unicidad del mundo. Yel libro duodécimo de la Metafísica concluye, como se sabe, con lasolemne afirmación de que las cosas no desean ser mal gobernadaspor una multiplicidad de principios, afinnación a la que , para darmayor solemnidad, acompaña el significativo verso de Homero :

No es bueno que muchos gobiernen; uno solo debe gobernar(11 . 2.204)

Está claro, por tanto, que Aristóteles no pudo concebir a lasdcmñs substancias inmóviles que mueven a las esferas celestes in-

66

D ios y el mundo

dividuales sino como jerárquicamente infer iores al primer moto rinmóvil. y , en realidad , su jerarquía vie ne a ser la misma que laseñalada por el o rden de las esfe ras que mueven a los astros . Porelle las 55 substancias son infer iores al rimer motor a~más la

..&ua~n u!l..2!(kn.i~.xár:quiClUllJr ... Lo ue explica ~~men-~~ pu~da~ ser substancias indivi.dual~s , .d i sJin tas un.as de _~son formas puras \Dmaterlak,s , unas \Dfenores a otras, Sm m!'arg2.:.son de alguna manera dioses inferiores.- Por otra paite:cl EslagirifadeJtniñ explicar la relación exactaque existe entre Dios y estas substancias y asimismo entre e llas y lasesfe ras movidas por las mismas. La edad media transformará estassubstancias en las célebres «inteligencias angélicas.. motrices. perohabrá pod ido realizar esta transformación en virtud del concepto de

creación.

13. DIOS 'i EL MUNDO

Dios (y al hablar de Dios nos referimos al primer motor) piensaen si mismo y se contempla a sí mismo. ¿Piensa también en el mun­do y en los hom bres que están en él?

Aristóte les no ha propuesto una solución clara del problema yparece inclinarse (al menos e n cierta medida) hacia una respuesta

negativa. . .No cabe dud a de que e l Dios aristoté lico posee el conocírmento

de lo que es el mundo y e cuáles son los principios universales del .

mismo-:-Por -;;tra parte, si Dios es el principio supremo, está claro que

debe rá conocerse a sí mismo en cuanto tal; y se conocerá a sí mis­mo también como objeto de amor y de atracción del universo

en tero .Sin embargo, es cierto que los individuos en cuanto ta les, o sea

con sus limitaciones. deficie ncia y pooreza, no son 'cono cidos porDios; este conocimiento de 10 imperfecto represeñtarraa 'iOS'O)os deAristóte les una diminut ío de Dios. Así, pues, los individuos empíri-

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Page 34: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Il . La «filosofía primera»

ces, según Aristóteles, son indignos del pensamient o divino preci sa­men te por el carácter empírico y particular de los mismos".

Otra limitación del Dios aristotélico ---q ue tiene el mismo funda­mento que la anterior, o sea~'el no ha ber cre ado el mundo el hom ­

,pre ni las almas individuales~~sisteCñque es obje to de am~r:pero no ama (o , como máximo, sólo se ama a sí mismo). Los i~divi~­

duos, en cuanto tale s, no son obj et o del amor divino ;· Dios no sevuelve hacia los hombres y menos todavía hacia el hombre indivi­du al. Cada uno de los hombres , al igual que cada cosa, tiende dediferentes maneras hacia-DioS: pero éste, así como no puede cono- ­cer a ninguno de los hombres individual es, tampoco puede amarlos .

4'1, w... M<foph. A 9, Pl'-fsim,

68

CAPiTULO III

LA «FILO SOFÍA SEGUNDA»(Análisis de la Fúica)

l . CARACI'ERis TICAS DE LA FíSICA ARISTOTÉLICA

En opinión de A ristótelesÍI a segunda ciencia teorética es la «ñsi ­ca» o «filosofía segund a», quhienc como objeto la investigación dela realidad sensible, que se caracteriza int rínsecamente por el movi­mien to, así como la metafísica tiene por ob jeto la realidad suprasen­sibíc, caracterizada intrínsecam ent e por la ausencia absoluta de mo­v imient~ .

Trasias adquisiciones platónicas , se imponía desde la perspecti ­va estructural la distinción de una problemática física; si son dos losplano de la realidad , o para expresarse en términos más aristot éli­COS, si existen dos géneros diferentes de substancias estructuralmen­te dist intos, el género suprasensible y el sensible, deberán ser nece ­sariamente diferentes en tre sí las ciencias que tienen como objeto deinvestigación estas dos realidades diversas. La distinción entre me­lafísica y física conllevará la supera ción definitiva del horizonte de lafilosofía de los pre socrático s y supondrá un cambio radical del anti ­guo sentido de physis, que , e n lugar de significar la totalidad del ser,vendrá a significar aho ra el ser sensible, y «naturaleza» servirá paradesignar preferentemente la naturaleza sensible (pero de una re ali­dad sensible en la que la forma sigue siendo el principio dominan­le) ' .

1. Véase M.wph. E 1. 1 U25~ l&s,2. Sohre el co ncepw a,¡..mé lico de nOlucaleza, via", O . H• ....,hn, A nsl"'e. Phy,ique 11, Parlo 21931 y A.

M,,,,, ¡,, " . l"'mdu~liou iJ /. Phy';q u• • "" Oli /ide uue, Lovaina·Pari. 21945, pág, 92>• •

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Page 35: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

111. La «filosofía segunda»

No cabe duda de que la palabra «física» puede induci r a engañoal lector moderno; para nosotros la física se identi fica con la cienciade la naturaleza entendida en el sentido de Galileo, es decir, consi­derada cuantitativamente. En cambio, la posición de Aristóteles esdiametralmente opuesta ; su física no es una ciencia cuantitativa dela naturaleza, sino cualitativa; l!=0mparada con la física moderna, lade Aristóteles, más que una «ciencia» , viene a ser una «ontología» o«metafísica» de lo sensible . En resumen , nos encontramos frente auna consideración rigurosamente filosófica de la naturaleza ; siendoeste tipo de consideración el que se mantendrá vigente hasta larevolución iniciada por GalileoJPor ello , no será sorprendente elhecho de que en los libros de Metafísica se encuentren abundantesconsideraciones físicas (en el sentido ya determinado) y, viceversa,en los libros de Físicaabundantes consideraciones de carácter meta­físico, ya que los ámbitos de las dos ciencias se intercomunican entresí estructuralmente ; lo suprascnsíble es causa y razó n de lo sensibl ey a lo suprascnsible se dirige tanto la investigación metafísica comotambién la investigación física misma (aunque en sentido diferent e) ;y, además , es idéntico también el método de estudio que se aplica enlas dos ciencias. Por lo demás, la exposición que sigue (que , porrazones de espacio, se reducirá a algunos de los tem as básicos, losmás de terminantes) lo demostrará plenamente .

2. EL CAM BIO Y EL MOVIMIENTO

Ya hemos dicho que la característica esencial de la naturalezaviene dada po r el movimiento , y Aristóteles dedica , por consiguien­te, gran parte de la Física al análisis del movimiento y de sus causas .

¿Q ué es el movimiento?Ya sabemos que el movimiento no se convirtió en problema

filosófico hasta después de haber sido negado por los eleatas, siendocalificado por éstos como apariencia ilusoria. Sabemos también quelos pluralistas recuperaron ya este concepto , justificándolo en parte .Sin embargo, ninguno, ni siquiera Platón , supo establecer cuál erasu esencia y su estatuto ontológico .

Los eleatas negaron el devenir y el movimiento porque , en su

70

El cambio y el movimiento

opinión , ésto s supondrían la existencia de un no ser (por lo general ,lo que viene a ser pasa de un estado a otro y cada uno de estosestados no es el anterior ni tampoco el siguiente ; por tanto el nacer yel morir podrían parecer el paso del no ser absoluto al ser y de ésteal no ser absoluto) siendo así que el no ser no existe . Aristótelesconsiguió solucionar la aporía de la forma más brillante.

A ho ra bien [el movimiento es un dato acerca de un hecho orígi­nad o, por tanto, no se puede poner en duda. ¿Cómo se justifica'?Sabemos (por la met afísica) qu e el ser tiene muchos significados yque un grupo de éstos se deriva del ser en cuanto potencia y del seren cuanto acto .[Respecto al se r en acto , el ser en potencia puedeconsiderarse no ser , más concretamente no ser en acto; pero estáclaro que se trat a de un no ser relativo, ya que la potencia es real,porque es una capacidad real y una posibilidad efectiva de llegar alacto. Ahora bien , refiriéndonos al punto que nos interesa , el movi­miento (y todo cambio en gene ral) es precisamente el paso del ser enpotencia al ser en act~el movimiento y el acto o la actuación de loque es en potencia en cuanto tal , dice A rist óteles)'. Así, pues , elmovimie nto no supone en verdad el no ser parm énico , porque sedesa rro lla en el seno del ser y es el paso del ser (potencial) al ser(actual) ; de esta forma el movimi ento pierde definitivamente el ca­rácter que podríamos calificar como nulificante , por el que los olea­las se cre ian obligados a eliminarlo, quedando así básicamente ex­plicado .

. Pero Ari stóteles profundiza todavía más en el movimiento, ofre­ciéndonos consideraciones que tienen una importancia capital y lle­gando a establecer cuáles son las posibles formas de movimiento ycuál es su estructura ontológica. Vamos a refe rirnos una vez más a ladistinción de los diferentes significados del ser. Hemos visto quepotencia y acto se refieren a las diferentes catego rías y no sólo a laprimera. Por consiguiente, el movimiento, que es paso de la poten­cia al acto , se referirá a las dif erentes categorías (a todas las catcgo­rfas o a las principales)' . Y, asi, de la lista de las categorías podemosdeducir las diferentes formas de cambio . Es cierto que algunas de lascategorías no admiten variación . Así , por ejemplo, respecto a la

.1. Vé.'" Phy• . r 1, 20 la 111>0 , M'U1ph. K 9. 1<:J65b 33.4. Vé.,e Phy• . r 1·2: M""ph. K 9.

71

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111 . La ..filosofía segunda..

cate gor ía de la relación, ya que basta que se mueva uno de los dostér minos de la misma para que ta mbién el otro , aun perm aneciendoinvariable , cambie el significado relacional (y , por tan to , si aceptá­ramos el movimiento según la relación , admitirfamos el abs urdo deun movimiento sin movimiento para el segundo término ) ; las ca tego­rfas de la acción y de la pasión son ya movimientos en sí mismas, nosiendo posible el movimiento del movimiento ; finalmente el tiempo,como hemos visto ya , es una afección del movimiento . Quedan lascategorías 1) de la substancia, 2) de la cualidad , 3) de la cantidad, 4)del lugar, prod uciéndose precisament e el cambio según estas cate­gorías. El cambio según la substancia se llama generación y corrup­ción ; el cambio según la cua lidad recibe el nombre de alteración ; elcambio según la cantidad se denomina aumento y dism inución, reci­biendo el movimiento según el lugar el nombre de traslación, Cam­bio es un término genérico que se adapta perfecta mente a estascuatro form as; en cambio, el movimien to es un término que designalas tres últimas, especialmente la última.

El devenir en tod as sus formas supone un sustra to (que viene aser el ser potencia l) que pasa de un extremo al otro ; en la primeraforma el paso se realiza de un contradictorio a otro y en las otrastres, de un contrario al otro . La generación es la asunción de laform a; la alteración es un cambio de la cualidad , mientras que elaumento y la disminución constituyen el paso de pequeño a grande yviceversa; el movimiento local es la transición de un punto a otro.

\

[ Sólo los compuestos (los synoloi) de materia y forma pueden cam­biar , porque sólo la materia implica potencialidad ; por tanto , laest ructura hilemórfica de la realidad sensible , que implica necesaria­mente materia y potencia lidad , es la raíz de todo movimiemo'[]

De esta forma las consideraciones que preceden nos conducen alproblema de las cuatro causas conocidas ya por nosotros.fLa materiay la forma son causas ínsrinsecas del devenir. Causa exle;na es , en

\

cambio, el agente o la causa eficiente ; ningún cambio tiene lugar sinesta causa, porque no puede haber paso de la potencia al acto sinque exista un motor ya en acto . Finalmente , aparece la causa final,que es el objetivo y la razón del devenir . La causa final indica b ási-

72

El espacio y el vacío

camente el sentido positivo de todo devenir que , a los ojos de Ari stó­teles , es fundamentalmente IIn avanzar hacia la forma y una realiza­ción de ésta . Lejos de cont ribuir a la introdu cción de la nada , eldevenir viene a se r para Ari stóteles como el cambio que conduce a laplenitud del ser, es dec ir, la vía que recorren las cosas para actuarse,para ser plenamente lo que son . para realizar su esencia o fonna (yen este sent ido se comprende perfectamente por qué la physis aris­totélica es, en su último aná lisis, esta forma)' .

A es te propósito hemos señalado ya que la teleología aris totélicapresenta lagunas, no ya a causa de las limitaciones que pone expre­samente de manifiesto en famosos pasajes de la Física', sino por la

l!?.ásica aporía metafísica no resu~Jta , por la que el mu~do exis~e nopor un designio del Abso luto , smo por un anhelo casr mecánico yfatal de toda s las cosas hacia la perfección , que el Estagirita intuye yafirma , pero no demuestra rigurosam ente . Sobre la razón de fondodel fina lismo universal, el último Platón, con su doctrina acerca deldem iurgo expuesta e n Tímeo , logró una visión más profunda; o seadmite un ser que proyecta el mund o y le proporciona la existenciaen función del bien y de la perfección , o no rige el finalismo uni­

versal1

3. E l ESPACIO Y EL VAd o

Los/Conccptos de espacio y de vado están ligados a la idea demovimientO-. Los objetos no están en el no ser , que no existe , sinoque está n en algún donde, o sea en un lugar, que, po r ta nto, es algoque existe . Y no cabe duda de que el lugar existe y es una realidad,si se considera el hecho del desplazamiento recíproco de los cuerpos](en el recipiente do nde aho ra hay agua, cuando ésta sale , entra e laire , y en genera l, un cuerpo diferente llega a ocupar siempre e lmismo lugar ocupado por e l cuerpo que ha sido retirado y sustituidopor el nuevo); ..por tanto está claro que el lugar es también algo yque la parte de l espacio hacia la que y desde la que se verifica el

~ . v~... PlryJ. 8 . rn part. 7-117. "'yo. B ~.~ lo cual waoe M..._ . op . .,¡••• pIIs. 2'J2·.l1(.11. Vt_ P#t:p_.6,........

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Page 37: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

111 . La ..Iilosoña segunda»

cambio de los dos elementos es algo distinto de ambos- t. Ade más laexperiencia nos muestra que existe un «lugar nat ura l» hacia el quetiende cada uno de los elementos cuando no encuentra obstáculos'el fuego y el aire tiend en hacia lo alto, la tierra y el agua hacia aba jo:Alto y bajo no son algo re lativo para nosotros, sino una realidadobjeti va, son determinaciones naturales: «lo alto no es cualqu iercosa , sino aquello hacia don de se elevan el fuego y lo ligero; e,igualmente , lo bajo no es una cosa cualquiera, sino aquello haciadonde van las cosas que pesan y están hechas de tierra (...). '•. Aho­ra bien , ¿qué es el «lugar»? La primera característica que Aristóte­les atribuye al lugar procede de la distinción entre el lugar que escomún a muchas cosas y el que es propio de cada objeto: «(... ) ellugar , es, por una part e, algo común en lo que están todos los cuer­pos, por la ot ra , es algo especial en el cual está inmediatamente uncuerpo (.. .), y, si el lugar es lo que contiene inmediatamente ca.da cuerpo , constituirá en ese caso cierto limue (...)>> ". Aristóteles pre­cisa además que «(.. .) el lugar es lo que contiene el objeto del que eslugar y que no se identifica con nada de la cosa misma conten ida enél Uniendo las dos características deduciremos que el lugar es«( ) e l límite del cuerpo continente, en cuanto éste está contiguo alcontenidos". Por último Aristóteles precisa además que el lugar nose confunde con el recipiente ; el primero es inmóvil, mientras que elsegundo es móvil; se podría decir en cie rto sentido que el lugar es elrecipiente inmóvil, mientras que el recipiente es un lugar móvil:«(... ) así como el vaso es un lugar transportable , el lugar es un vasoque no se puede transport ar. Por ello , cuando alguna cosa que estádent ro de otra se mueve y cambia dentro de una cosa que se mueve ,cual navecilla en un río , tal cosa se vale de lo que la contiene comode un recipiente más que como de un lugar. En cambio, ellugar es inmóvil; por ello podemos decir más bien que el río enteroes lugar, porque lo ent ero es inm óvil. Así , pues , cllugar es el primerlímite Inm óvil del continente»:'. Esta definición se hará famosísíma

Y. I'hy•. & 1. 2l1AA M.o .HI. /'hYI. & 12llllh IY·21.]1 . P¡'y, . & 2. 20\lh 3 1.. .

12. Phy• . & 4. 211. 340Y2120 S...13. l'hy• . & 4. 2120 14.21.

74

E l tiempo

y los medievales la fijarán en la célebre f6rmula terminus continentisimmobifis pr im us.

De esta definición del lugar se deduce que no cabe pensar en unlugar fuera del universo, ni en un lugar en el cual esté colcx:ado eluniverso.. ( ._.) si se prescinde del universo entero, no hay mn~una

otra cosa fuera del todo y por ello todas las cosas están en el Cielo;en este caso el ciclo Se ent iende como el todo . En cambio, el lugarno es cielo, sino, por decirlo as í, la extremidad del mismo, .y es(limite inmóvil) contiguo al cuerpo m6vil; por esta razón la tierraestá en el agua , ésta en el aire, y éste a su vez en el éte r y el éter en elcielo; pero el ciclo no es otra cosa .... Y, así, el movimiento del cieloen cuanto totalidad sólo será posible en un sentido. en el de lacircularidad sobre si mismo, no habiendo posibi lidad de traslación.Todo lo que se mueve está en un lugar (y se mueve tendiendo aalcanzar su lugar natur al); lo que es inm óvil no est á en su lugar . Portanto Dios y las inteligencias motrices no necesitan estructura lmente

lugar. . ..De la definición que hemos dado de lugar se de nva asumsmo la

imposib ilidad del vac ío. Se había e ntendido el vacío como «el lug~r

en el que no hay nada.. o «lugar privado de cuerpo..''. Pero.es.obvloque e l lugar en el cual no hay nada constituye una contradlceló~ detérminos, si admitimos la definición dada del lugar como termrnusconunensis. Así desaparece el fundamento prev io sobre el que losatomistas habian construido la doctrina de los átomos y la concep­

ción mecamcista del unive,rs0 '

4. E L TIEMPO

Aristótele s ded icó al concepto de tiempo profundos análisis queanticipan en realidad algunos conceptos que san Agustín desarroll a­

rá y hará célebres" .

14. Phy•• .1 3, 212b 1&22.

13. rhy• . & 7 , lOh 31 Y 33. . ' "I ~ , A 1" do"trin. o,i"o\<'l ico del liempo n. dedi".,]" un e, umene,h. u. lIv" J.-M. Dc","': J... remp. " 1.'lUr.al

.,,¡,m A rlIM", r.rl. 1% 7. v e. ....mhién L. Ru¡¡¡¡iu . r.mpu. Clm:im za • .... '" ati la ¡,Imor", dI A....r""'¡...

il ,<:>cia !W!lI.

75

Page 38: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

IIl . La «filosofía segunda»

És te es el punt o foca l de la doctr ina aristot élica del tiempo:

Cabría sospecha r por lo que sigue que el tiempo no en S1e o que su existe ncia esoscura y ape nas reconocib le. Una parl e del mismo ba exÍ5tido y no exiS1e ya, unaparle va a existir , pero no existe todav ía. Y de tales partes se compone tanto elliempo en su infinidad como también el que percibimos nosotros de vez en cuando. Yparecerí a imposible que tal realidad , estando compuesta de 1)<) seres, posea esencia .Adem 1s de esto es necesario que, si existe un todo divisible en partes, desde elmomento en que existe, exista n también o rodas las pan es o por lo menos algunas.Pe.ro del tiempo algunas de sus partes han e Jlislido, u otras van a existir , pero ningunaexiste , aunque lal realídad sea divisible en parles. Hay que tene r presente, asimísmo,que el installle no es una parte ; puesto que la parte tiene una medida , y el todo debe

componerse de partes, mienuas que el tiempo no parece ser un conjunto de ins­tantes" .

Pero , entonces, ¿qué es el tiempo? Ar istó teles trata de resolversu misterio en función de dos pun tos de referencia: el movimiento yel alma; si se prescinde de uno o de otro de estos puntos de referen­cia, se nos escapa la naturaleza del tiempo .

El tiempo no es movimiento ni mutación , pero los implica esen­cialmente : «(... ) la existe ncia del tiempo (.. .) no es posible sin la delcambio; cuando no experimentamos ningún cambio dentro de nues­Ira ánimo ni adverti mos q ue cambia algo, nos parece qu e el tie mpono ha transcurrido...". Y, puesto que el tiempo implica ta n estricta­mente el movimiento, podemos considerarlo como una mod alidad o~ropiedad del mismo . Pero , ¿q ué prop iedad? El movimiento , que essiempre movimiento a través de un espacio contin uo , es, por consi­guiente, con tinuo, y por ta nto deberá ser asimismo continuo el tiem­po , porque la cantidad de tiempo tra nscurrido es siempre proporcio­nal al movimiento . Por otra parte , en el co ntinuo se distinguen elantes y el después, q ue , por consiguiente , deben tener su correspon­dencia en el movimiento y por ta nto en el tiempo . A hora bien , «(... )al haber determinado el movim iento med iante la dist inción del antesy del después , conocemos también el tiempo, y decimos que el tiem­po efectúa su recorrido , cuando hemos perci bido el antes y el des-

17. I'hy•. t:. 10. 21,º, n -2Ula 8.

lH. ¡'hv.'_ t:. 11. 2 1~ 21·23.

76

E l tie mpo

pu és en el movi miento .." . De aquí se deriva la célebre definición dctiempo: «el tiempo es el núm ero del movimiento según e l antes y e ldespués-" .

La «pe rcepció n» del antes y del después y, por tan to , del númerodel movimiento, supone necesariamente el alma.' ..cua ndo (.. .} pen­samos en los extremos como diferentes del centro y el alma nossugiere que los instant es son dos , el antes y el después , entoncesdeci mos que detrás de estos dos instan tes hay un tiempo , ya que e lt iempo parece ser lo que está determinado por el instante ; y estope rmanece como fundamento ..". Pero, si el alma es el principioespiritual que numera y, po r tanto , la condición de la dist inció nent re lo nume rado y el número, en ese caso el alma viene a ser laconduio sine qu a non del tiem po mismo, entendiéndose asf perfecta­mente la apo ría que Ar istóteles plantea en este pasaje de incon men­surable importancia histór ica : «Cabría (...) dudar acerca de si existeel tiempo al menos sin la existencia del alma. En realidad , si no seadmite la existencia del numcrantc , es imposible asimismo qu e exis­ta lo numerable , por tanto , o bviamente , tampoco exist iría el núme­ro . Pues, en realidad , núme ro es lo que ha sido numerado o lonumerable. Pero, si es cierto q ue en la naturaleza de las cosas sólo elalma o el intelecto que está en ella tiene la capacidad de numerar,resulta imposible Id existencia del tiempo sin la del alma (... )>> n. Eséste un pensamiento que anticipa conside rab lemente la perspectivaagustiniana y las concepcio nes espirit ualistas del t iempo, que hastahace poco tiempo no ha llamado la atención que merecía de losestudiosos.

Aristóteles precisó que , par a medi r el tiempo , se necesita unaun idad de medida , así como se necesita una unidad de medida paramed ir cualquier cosa . Debemos buscar esta med ida en el movimien­to uniforme y perfecto ; y, puesto que el único movimiento un iformey perfecto es el circular, se deduce lógicament e que el movimientode las esferas y de los cuerpos celestes es la un idad de medida. Dios

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111. La ..filo sofía segunda..

y las inte ligencias motri ces, así como están fuera del espacio , estánta mbié n, en cua nto inmóviles, fuera del tiempo .

5. EL INFIN ITO

Finalmente de bemos referirnos al concepto de infinito". Arist~tetes niega que exista el infinito en acto. Cuando hab la de infinito , serefiere sobre todo a un cuerpo infinito y los argume ntos que aducecontra la existe ncia de un infinito en acto van dirigidos precisamen­te a la existencia de un cue rpo infinito . Lo infinito existe sólo comopotencia o en potencia . Infinito en potencia es, por ejemplo ,el número , porque siempre es posible añadir a cualquier númerootro , sin llegar jamás a un límite extremo tras el cual no se puedaavanzar más; o infinito en potencia es también el espacio , porque esdivisible hasta el infinito , en cuanto el resultado de la divisi ón essiempre una magnitud que , como ta l, es divisible ulteriormente ;finalment e , infinito potencial es tamb ién el tiempo, que no puedeexistir en su totalidad a la vez, sino que se desarrolla y crece sin fin.

Ar istóteles no llegó a ent rever ni desde lejos la idea de que loinmaterial pudiera ser infinito , debido a qu e asoció el concepto deinfinito a la categorla de cantidad, que sólo puede aplicarse a losensible . Y se explica también que el filósofo concluyera por sellardefinitivamente la idea pitagórica (y, en general, propia de casi todala cuitura griega) , según la cual 10 finito es perfecto y lo infinito esimperfecto. Escribe Ari stóteles en una página parad igmática:

Infinilo es (... ) aquello fuera de lo cua l. si se asume como u nlidad, siempre esposible asumir alguna otra cosa. En cambio, aquello fuera de lo cual no hay nada , esperfecto y entero. Porque definimos así lo entero: aquello al que no lalla nada , porejemplo, el hombre entero. Y, al igual que sucede en lo part icular, así pasa tambiénen el más aut éntico significado lógico . es decir, que lo ente ro es aquello fuera de 10cual no hay nada; pero aquello fuera de lo cua l hay alguna tosa que le falta , no es eltodo, ya que carece de alguna cosa. En cambio , lo entero y perfecto son la mismacosa en todo y por todo, o algo semejante por naturaleza . Pero ninguna tosa que notenga un fin es perfecta, y el fin es limite" .

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2~_ I~,y•. r 6. :!01. 1·15.

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El mundo sublunar )' el mundo celeste

Esta exposición nos ayuda a comprende r bastante bien la razónpor la que Aristóteles tenía que negar necesariamen te de Dios elatrib uto de la infinitud . Después de esta concepción del infinitocomo potencialidad e imperfección, había qu e eliminar la antiguaintuición de los milesios, de Melisa y de Anaxágoras , que considera­ba n al Absol uto como infinito: tal intu ición resultaba excéntricarespec to al pensamiento de tod a la cultura griega y, para pod errenacer , tendría que espera r al descubrimiento de ulterio res hori ­zontes metafísicos.

i'6 . L A «QUINTA ESENCI A» Y LA DIVISiÓ N ENTRE MU NDO SUBLUNAR Y

MU NDO CELESTE

Aristóteles consideró la realidad sensible como dividida en dosesferas claramente diferenciadas e ntre sí (ya desde la época del tra­tado Sobre la fi/osofla); por una par le , el mundo llamado sublunary, po r ot ra , el mundo supralunar o celeste , como lo señalábamos alreferirnos a la meta física . Aquí debemos explicar las razones de estad iferenciación.

El mundo sublunar se caracteriza po r todas las formas de carn­bio . entre las cuales predo mina la generación y la corrupción. Loscielos se caracterizan e xclusivamente por el movimiento local y másconcretamente por el movimiento circular. En las esferas celestes yen los astros no puede haber ni generación, ni corrupción, ni alte ra­ción, ni aumento, ni disminución (en todas las edades los hombreshan visto los cielos tal como los vemos hoy; así pues, la mismaexperiencia nos dice que so n siempre iguales y que , por tant o , espreciso concluir que no han nacido ja más y, así como no han nacidonunca , son también indestructibles). La diferencia entre esfera su­pralunar y esfera sublunar, esferas que son por otra part e igualmen­te sensibles, consiste en la diferente materia de la que est án formadas:

Y, si existe algo movido eternamente , ni siquiera tal cosa puede ser movida segúnla potencia. si no es pasando de un punto a otro (como se mueven precisamente losciclos). Y nada impide que haya un a materia propia de este tipo de movimiento . Poresta razón, el sol, los astros y todo el ciclo es tá n siempre en acto : y no hay por quétemer llue tales astros se detengan en cierto momento como temen los físicos. Ni se

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11I . La ..filoso fía segunda..

cansan de realizar su recorrido, porque su movimiento no es como el de las cosascorruptibles, vinculado a la potencia-de los contrar íos . fo que convertirla en labo riosala continuidad del movimiento!'.

Esta materia corruptible, que es potencia de tos contrarios, vienedada por los cuatro elementos (t ierra , agua , aire y fuego) que Aris­tóteles, en cont raposición con Empédocles aficionado a las ideaseleatas, considera transform ables el uno en el otro, precisamentepara explicar más a fondo que este últ imo autor la generación y lacorrupción. En cambio, la ot ra materia que sólo posee la potenciade pasar de un punto a otro y que por tant o sólo es susceptible derecibir el movimient o local, es el éter, llamado así porque fluyesiempre (det SeLv)"", y al que se denominó «quinta substancia»,porque se añade a las cuatro substancias de los demás elementos(agua , aire, tierra y fuego) . Y, mientras el movimiento característicode los cuatro e lementos es rectilíneo (los elementos pesados se mue­ven de arriba hacia abajo, y los ligeros de abajo hacia arriba), cl deléter en cambio, es circular (por tanto el éter no es pesado ni ligero) .El éter no ha sido generado, no es corruptible , no está somet ido aldesarrollo ni a la alteración , ni a otras modalidades que implicanestos movimientos, y por este motivo son también incorruptibles loscielos que están formados de éte r. Esta convicción de Aristóteles

. subsistirá a lo largo de todo el pensamiento medieval; sólo al iniciar­se la edad moderna desaparecerá la distinción entre mundo sublunary supralunar, conjuntamente con Jos presupuestos determinantes dela misma.

Hemos dicho al comienzo que la física aristoté lica (y tambiéngran parte de su cosmología) es, en realidad, una metafísica de lo.sensible; así, pues, el lector no se sent irá sorprendido al observarque la física está repleta de consideraciones metafísicas y que ade­más culmina con la demostración de la existencia de un primer mo­tor inmóvil; convencido radica lmente de que «si no existie ra lo eter­no no existiría tampoco el devenir», el Estagirita coronó sus investi­gaciones físicas demostrando puntua lmente la existencia de este

2S.~, 9 B. 1051» 20-21.2l\ D<'- A 3 Z1Ill> n..

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El mundo sub luna r)' el mundo celeste

principio. Una vez más se ma nifiesta como absolutamente determi­nant e el resultado de la «segunda navegación» a la que se refie rePlatón en su Fedon " ,

Xl . Uno inle lJ'rctocióoo ............ de 11n.oa. _Oltlicl . no p an "",n e u anti •.,...""" laof~ por_roo..n lo dioW, Wic_ . DW_";" /'lO..... G<>l'"B~ l\l!o2.

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CAPITuLO IV

LA PSICO LOGfA(Análisis del D~ anima )

1 . E L CONCEPTO ARISTOTÉLICO DEL ALMA

La ..física» aristotélica no se limita a investigar la naturaleza engeneral y sus principios. el universo físico y su estructura . sino quetamb ién estud ia los seres que están en el universo. los inanimados.los animados que carecen de razón. y los seres animados y prov istosde ésta (el hombre). A los seres animados el Est agirita les dedicauna atención especial. componiendo una gran cantidad de tratados.entre los cuales destaca po r su profundidad, originalidad y valorespeculativo el célebre tratado Sobre ~I alma. cuyo examen vamos aemprende r ahora (la mayor parte de los demás trat ados contienendoctrinas que inte resa n más a la historia de la ciencia que a la histo­ria de la filosofía) '.

Los seres animados se diferencian de los inanimados po rque po­seen un principio que les confiere la vida, y este principio es el alma.Pero. ¿qué es el alma?

Para responder a esta pregunta, A ristó teles se remonta a su con­cepción metafísica hilemórfica de la realidad . Todas las cosas , engeneral. son un compuesto de materia y forma , siendo la materiapotencia mientras la fonna es entelequia o acto . No cabe duda deque esto se aplica también a los sere s vivos. Ahora bien, observa el

1. En .. ladón """ una lec,",. m" profuntl . <lo os" 00" . ",~.,."_: F ,A, T..ndd .nburg. A ,i<lc>Id is {k

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TricoI . A.w-. O< r_.Parit. 1M7; D. RDM. A_ .0<_ 0._ 1961.

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IV. La psicología

Estagirita , los cuerpos vivientes tienen vida pero no son vida y, portanto , son como un substrato material y potencial del que el alma esforma y acto . «Así, pues, escribe Aristóteles , el alma es necesaria­mente substancia, entendida como forma de un cuerpo natural quetiene vida en potencia. Pero la substancia (ent endida como forma)es acto pe rfecto. Así, pues, el alma es acto perfecto de un cuerpo de lgénero especificado..'. Y pros igue: ..(... ) el alma es acto pe rfectoprime ro de un cuerpo natural que tiene vida en potencia..J[!puestoque hemos de dar una definición general válida para toda alma , taldefinición podría ser el acto perfecto primero dc un cuerpo naturalorgánico»' ::J

Partiendo de esta simple definición , está claro que la psique aris­totélica se presen ta con nuevos caracte res respecto a la psique de lospresocráticos , puesto que ésta se ident ificaba a lo sumo con el prin­cipio físico o quedaba reducida a un aspecto de éste , y tambiénrespecto de la psique platónica, que se concebía como contrapuestadual fsticamenre al cuerpo, hasta el pun to de considerarla como tú"ta lmente distinta de éste e incapaz de conciliación armónica con él,puesto que los plató nicos consideraban el cuerpo como una cár­cel y lugar de expiación del alma (más tarde el Fedón de Platónconceb irá al alma como principio de movimiento, suavizando, perono superando del todo, su posici ón primitiva) . Aristóte les adoptauna postura intermed ia , unificando los dos primeros puntos de vistay tratando de rea lizar una síntesis mediadora ; tra tará asimismo deconseguir la solución de todos los prob lemas especulativos. Tienenrazón los presocráticos al considerar el alma como algo intrínseca­rnente unido al cuerpo, pero también acierta Platón cuando piensaque el alma es un principio fo rmal; sin embargo, no se trata de unarealidad subsistente e irreconci liable con el cuerpo, sino de la fo rma,del acto o de la entelequia del cuerpo'iSe tra ta del principio intcligi­ble que, est ructurando el cuerpo, hace que éste sea lo que debe ser.y de es ta forma se salva la unidad del se r viviente:"/

Pero . al igual que el descubrim ient o fundament al de la trascen­dencia, realizado por Platón , se salva en la metafisica con la doctr ina

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Las tres partes del alma

de l motor inmóvil, no se pierde tampoco en la psicología , ya qucAristóteles no conside ra el alma como absolutamente inmanente . Elpensamiento puro , la especulación que nos lleva a conocer lo in­material y lo eterno (que conduce al hombre , aunq ue sea por unosbreves instantes, a una especie de contacto con lo divino), no puedemenos de ser evidentemente la prer rogativa de algo nuestro que seaafín o similar a lo conocido, como lo había demostrado ya Platón deuna vez por todas en Fed án, De esta manera , aunque a costa deapañas no resueltas{Aristóteles no duda en afirmar la necesidad deque una parte del alma sea «separable» del cuerpo]

Éstos son los pasajes más significativos en este sentido: ..Estáclaro , pues, que el alma no es separable del cuerpo, o al menos-sies divisible por su naturaleza- algunas de s.us partes no son separa­bles; en realidad , el acto perfecto de algunas de sus pa rtes es el actoperfecto de las correspondientes partes del cuerpo . Pero nada impi­de que al menos algunas o tras part es suyas sea n separables, puestoque no son acto perfecto de cuerpo alguno..'. Y un poco más adelan­te : «Pero , en cierto modo, no hay nada claro respecto a l intelecto y ala facultad especulativa; parece , no obstante , que se trat a de otrogénero de alma y que éste es el único que puede separarse delcuerpo, como lo eterno respecto de lo corrpprible. De estas conside­raciones resulta que las demás partes del alma no pueden esta r sepa­radas , como prete nden algunos pensadores (... ).... Asimismo, en laMetafísica se dice con toda claridad , como ya sabemos: «Si quedaalgo después (de la corrupción) , es un problema que habrá queanalizar . Respecto a algunos seres nada lo impide; por ejemplo,

I pode mos decir respecto al alma que no queda toda , sino sólo lainte lectiva; toda sería impos iblc»' )

2. LAs TRES PARTES DEL ALMA

Pero, para entender a fond o el sentido dc estas afirmaciones,debemos examinar primeramente la doct rina general acerca del

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IV. La psicolog ía

alma y el sentido de la célebre triple distinción de las ..partes» o..funciones.. del alma, Platón, a partir de la República, había hablado detres ..part es.. o ..funciones- de la psique, distinguiendo un alma con.cupiscible, otra irascible y una tercera intelectiva ; pero tal división,nacida fundamentalmente del análisis de la conducta ética de l hom­bre e introducida para explicar esta conducta, tiene poco de comúncon la división aristotélica que se deriva, a su vez, del análisis gene­ra l de los seres vivientes y de sus funciones, y po r tanto correspondeal terreno biológico y no al psicológico. Puesto que los fenómenosde la vida - así razona A ristóteles- suponen det erm inadas opera­ciones consta ntes netamente diferenciadas (hasta el punto de quealgunas de ellas pueden subsistir en algunos seres sin las otras)[ elalma, que es principio de vida , de be tener también capacidades ofunciones o partes que presiden estas operaciones y las regulañ)L Y, puesto que los fenóme nos y las funciones fundamentales de la

vida son: a) de carácter vegetativo , como el nacimiento, la nutrición ,el crecimiento, b) de carácter sensitivo m otor. como las sensacionesy el movimiento , e) de carácte r intelectivo , como el conocimiento , lade liberación y la elección, por las razones explicadas a nteriorme nteAristóteles int roduce la distinción de a) alma vegetativa, b) almasensitiva y e) alma intelectiva o racional} Escribe el Estagirita: «Enalgunos seres se encuentra (.. .) la totalidad de las mencionadas fa­cultades del alma, en otros sólo una par te, y finalmente en otrosnada más que una de ellas»": Las plantas poseen exclusivamente elalma vegetativa , los animales la vegeta tiva y la sensitiva y los hom­bres la vegetativa , la sensitiva y la rac ional. Para poseer e l almaracional, e l hombre debe poseer las otras dos, así como para tener elalma sensitiva el animal debe poseer la vegetati va; en cambio esposible poseer el alma vege tativa sin las otras dos: ..Ent re los serescorrup tibles, los que están dotados de raciocinio poseen todas lasdemás facultades; los que poseen en cambio una sola de éstas, notie nen raciocinio, algunos ni siquiera fantasía , mien tras que otrosviven sólo de ésta, Con respecto al intelecto especulativo. el razona.miento es diferente»' .

H, 1H .n. B 3. ne"ss.n.y, l it .... B 3. 4150lr 6-11.

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El alma vegetativa

Así, pues, entre las tres almas existe dist inción, pero no separa­ción: ..(... ) la división que admite el alma --escribe Ross- no es laque se refiere a partes cual ita t ivamente diferentes, sino a partescada una de las cuales posee la cua lidad del todo . Aunque Aristóte­les no lo diga . el alma es homcomera, al igual qu e un tejido , nocomo un órgano. y aun cuando el Estagiri ta emplea con frecuencialas expresiones tradicionales de "partes de l alma", la palabra quepref iere es "facultades"»". Obse rvación acertada , que , por otra par ­te, como veremos, si esclarece algunas cosas, acentúa el carácterproblemático de otras ; en especial, subraya la natu raleza aporéticade la relación existente ent re el alma inte lect iva y las otras. Por lodemás, en el pasaje que acaba mos de leer , A ristó teles mismo desta­ca que respecto al intelecto especulativo el razonamie nto es d iferen­te . Veamos cada una de las tres funciones del alma.

3 . EL ALMA VEGETATIVA

El alma vegeta tiva es el principio más elemental de la vida y,puesto que los fenó menos más elementa les de ésta son, como yahemos mencionado , la gener ación, el crecimiento y la nutrición f elalma vegetat iva es el principio que rige la generación, la nut rición yel crecimiento! De esta forma se supera netamente la explicaciónqu e los natur alistas ofrecían acerca de los procesos vitales. Causadel crecimiento no es el fuego ni el calor ni en general la mater iarelfuego y el calor son a lo más concausas, no la verdadera causa. Entodo proceso de nutri ción y de crecimiento está presente una regla ouna ley que pro porc iona magnitud y crecimiento , de lo que el fuegoes incapaz est ruct ural mente , y que por tanto sería inexplicable sinuna realidad distinta del fuego, es decir , sin el alma] Y de estamanera se dej a de explicar e l fenómeno de la nut rición como juegomecánico de relaciones entre elementos semej antes (como sosteníanalgunos), o entre ciertos ele mentos contra rios; la nutrición es laasimilación de lo diferente que hace posible el alma mediante elcalor : «Puesto que existe n tres coe ficientes - lo qu e se nutre , aque·

10. W.Il. R..... ArnrrRk. Lond<e> 192) ; Ir, jI, A ';.~, Ban 1 '149 . ~. l 'nl.

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IV. La psicologla

110 de lo que éste se nutre y lo q ue lo nutre-e, lo que nutre es el almaprimera, lo que se nutre es el cuerpo que posee es ta alma y aq uellode lo q ue se nutre es el alime nto»".

1Finalmente , el alma vegetativa preside la rep roducción , que es elobjetivo de toda forma de vida finita en el tiempo.Bn rea lidad , todaforma de vida está hecha para la etern idad y no para la muerte .incluso la forma más ele mental de vida) Así. pues, el más mod estode los vegetales, al reproducirse , busca también lo eterno, siendo elalma vegetativa e l principio q ue , en el nivel más bajo , hace posib leesta perpetuación en lo eterno.

4 . E L ALMA saxsmve

Los ani males, ade más de las funciones analizadas en el párrafoanterior, poseen se nsaciones , ape titos y movimi ento ; por tanto, seránecesario suponer la existencia de un principio ulterior que rija estasfunciones, siendo precisamente éste el alma sensitiva]

Empecemos por la prim era función de l alma sensitiva, es deci r,la sensación, que , en cierto sentido . es la más importante y la másca racterística de las tres señaladas an teriormente .

[Algunos de los predeceso res de Anst ételes habían explicado lasensación considerándol a como una afección o pasión o alteraciónque expe rimenta lo semejante por la acc ión de lo semejante (así porejemplo, Empédocles y De m6crito); o tros , en cambio. la conside ra­ron como una acción que padece lo semejante por obra de lo dife­re nte / Aristóteles inicia sus reflexion es partiendo de estas tent ati­vas, pero pro cede de manera bastante distinta . Busca una vez más laclave para interpretar la sensación en la doctrin a metafísica de lapo tencia y del OCio. Nosotros poseemos facultades sensitivas q ue noestán en acto, sino en potencia, es decir , capaces de recibi r sensacio­nes. Éstas son semejantes al combust ible , que no arde si no está encontacto con el comburente . Y, así, la facultad sensitiva, al contactocon el obj eto sensible. deja de ser una simple capacidad de sentirpara convert irse en senti r en acto. «Todo ser padece y es movido por

11. 1»<- .... 84. 41f11t 2l.J.n

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El alma sensitiva

la acci ón de l agente , y del agent e que está en acto . Y esto es ciertotanto si el suje to padece la acción de lo semejante como la acción delo diferente , como precisamen te afirmamos . Padece en realidad lod iferente; pero, una vez que ha padecido , es ya semejante»" . Yademás: «La facultad sensitiva es, en pot encia, lo que 10 sensible esya en acto perfec to . como se acaba de decir. Aquélla padece , pu es,porq ue no es semejante , pero , una vez que ha padeci do, se convier­te en semejante y es como él- " . Por esto, dice perfectamen te Ross:..La se nsación no es una alte ració n al modo de una simple sustitu­ción de un estado por su opuesto. sino del tipo de la realización deuna potencia , de un avan ce de algo hacia sí mismo y hacia la actúa­lidad»" .

Pero , nos preguntaremos , ¿qué qu iere decir que la sensación esasemejarse a lo sensible?~o se trata. ev identemente , dc un procesode asimi lació n parecido al que tiene lugar en la nutrición; en laasimilación de la nutrición , se asimila la materia , en ca mbio, en lase nsación , sólo se asimila la formaj Escribe Ari stóteles : ..En gene­ra l. al referirnos a la percepción , es necesario ten er present e que elsentido es el receptáculo de las formas sensibles exen tas de mate­ria, como la cera recibe la impronta del anillo sin el hierro ni el oro ,es decir , recibe la imp ronta áurea y férrea, pero no en cuanto oro ohierro . A nálogamente , el sentido padece bajo la acción de algúnente qu e tiene calor, sabor o sonido, pero no en cuanto se cons ideraa algunos de estos entes en particular , sino e n cuanto tiene tal cuali­dad y en virtud de la forma s" .

As í, pues, el Estag irita examina los cinco sentidos y los objetosse nsibles que son propios de cada uno de ellos! Cuando un sentidoaprehende el sensible propio, la sensaci ón corres pondiente es infali­ble . Adem ás de los sensibles propios existe n tambi én los sensiblescomunes, por ejemplo, el movimien to , el reposo, la figura y magni­tud, que no son percibidos por ninguno de los cinco sentidos enespecial, sino que pueden ser percib idos por todos: ..( ... ) no pued eexistir un órgano se nsorial propio de los sensibles comunes que per-

12. Do .n. 11 S. 417" 17-21 1­

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IV. La psicología

cibi mos accidentalmente con ocas ión de cualquier sensación indivi­dual; tales son el movimiento , el reposo, la magnitud, el número y launidad , a los que percibimos median te un movimiento ; a través deun mo vimiento percib imos, por ejemplo, una magnitud , y po r tantouna figura , porque ésta tiene una magnitud determinada , mientrasque percibimos al ente en reposo por su falta de movimiento , y elnúmero por la negación de la cont inuidad y a través de los sentidospropios, ya qu e cada uno de los sentidos pereibe un orden único delos scnsibles-". J

Teniendo presentes estas precisiones, se puede hablar de un«Sentido común» (y Aristótele s habla efectivamente de él) , quees como un sentido ..general.. no específico o, mejor todavía , es,como los especi alistas han señalado perfectamente , el sentido queactú a de for ma no específica . En primer lugar, precisamen te en elpasaje que acabamo s de leer, se ve perfectamente que la sensació naprehende de manera no específica los sensibles comunes. Además,se puede hab lar ob viamente de sent ido común a propósito de lasensació n o de la percepción del sentir, o tam bién cuando distingui­mos o comparamos los se nsibles entre sí.

Basándose en estas distinciones, Aristóteles esta blece que lossen tido s son infalibles cuando aprehenden los o bjetos q ue les sonpropios , pero solamente en este caso . He aquí un pasaje bas­tante famoso en el que se formula esta doctrina-E..La percepciónde los sentidos pro pios es verdadera , o bien compo rta el mínimoerror po sible . En segundo lugar viene la percepción del obj eto en elque se integran accidentalmente estas cualidades sensibles ; en estecaso es ya posible engañarse , puesto que el engaño no se refiere alhecho de que el sensible sea blanco , sino que nos engañamos aldistinguir si lo blanco es este ser o bien otro . En tercer lugar sigue lapercepción de los sensibles comunes (... ) por ejemplo el movimien­to y la magnitud; respecto a ellos es posible que el sentido se enga ñede l todo..". 7eDe la sensación se derivan la ..fantasfa.., que es producción deimágenes, y la «memo ria.. que las conse rva (y de la acumulación delos hechos mnemónicos deriva «la experiencia»). }

I ~ . l l<!uw. r l . 425u1"' 20.11. 'l<! ..w. r l . 42.l1b 18-2S.

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El a lma racion al

Las otras dos funciones del alma sensitiva mencionadas al co­mienzo del apart ado e ran el apetito y el movimiento . El apetito nacecomo consecue ncia de la sensación: ..Las plantas poseen exclusiva­mente la facultad nutritiva , en cambio otros seres t ienen, además deésta, la sensitiva . Pero , si poseen (a sensitiva, también tienen laapetitiva ; porque el apetito es deseo , ardor y volun tad , y todos losanimales poseen al menos un sentido : el tacto; por ot ra parte , dondehay sensació n , hay tam bién placer y dolor, así como lo agradable ylo doloroso , y quien los tiene también t iene deseo , que e n realidades ape tito de lo agradab le..'·[ Finalmente. el movim iento de los seresvivos deriva del deseo .j..El motor es un principo ún ico: la facu ltadapetitiva.... y precisame nte el deseo, que es «una especie de apetí­ro-". A su vez , e l deseo es puesto en movimiento po r el objetodeseado que el animal aprehe nde mediante la sensación o que serepresenta de manera sensib le . El apetito y el movimiento depen­den , pues, estrechamente de la sensación.

5 . EL A LMA kA CIONAL

Al igual q ue la sensibilidad no puede reducirse a la simple vidavege tativa ni al principio de la nutrición , sino que contiene algo nuisque no se puede explicar si no se introd uce el principio adicio nal dealma sensitiva, así el pensam iento y las operaciones con él asocia­das, como la elección racional, son irreductib les a la vida sensitiva ya la sensibilidad , contienen algo más que no se explica si no seintroduce un principio ulteri or: el alma racional. Vamos a hablarahora de ella .

El acto intelectivo es análogo al acto perceptivo , en cuanto elprimero es una recepción o asimilación de las formas inteligibles, aligual que el acto perceptivo consiste en la asimilació n de la fonnasensible, pero d ifiere profundame nte de la facultad perceptiva por-" .que no está mezclado con el cuerpo ni con algo corpórc~ Esta es laforma com o A ristóteles caracteriza el intelecto en una de las páginas

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IV. La psicología

más inspiradas que han salido de su pluma, en la que la antiguaintuición de Anaxágoras toma definitivamente forma en virtu d delas categorías descubiertas por Platón, convirtiéndose así en unaconquista irreve rsible.

Co n respecto a la part e del alma , con la que ésta COIlOCe y piensa - ya sea ésta algoseparado, o bien algo no sepa rabíe es pacialmente pero sí ideal mente- es necesar ioconsiderar q ué caocteosuca posee y cómo se produce el pensamiento. Abura bienl-siel pensar es como et eentír, debe ser un padecer la acción de lo pensado , o alguna otracosa de este género. Pero . en rigor. la mencionada pa rte del alma no debe padecernad a. sino lan sólo recibir la forma. y convertirse potencialmente en semeja nte a larosa , pero no ya en la cosa misma; en suma. la relación del pensante con lo pensadode be ser semejante a la del que siente ron lo sentido... Por eons iguiente, el intelecto,en cuan to piensa lodo, eslA exento de cualquier mezcla. como dice precisamenteAnaxágoras que debe ser para que pue da ...dominar», lo que quiere decir; par a quepueda conoce r. Cualquier rosa ext raña que se presentase en medio act uaria co mo unobstkulo y un impedi mento; por tanto~ intelecto no puede tener ninguna otranatur aleza que no sea precisamente el ser po tencial idad) Por tanto, la parle de l almaque llamamos MUS (y entiendo por es te oombre aquello con lo que el alma piensa )'op ina) no es , en acto , ninguna de las realidades existentes , antes de su pensar efect i­vo. y por esta razón no es TIIwnable que esa pa rte del alma est é mezclada con elcuerpo; porque adq uirirla inmcd iatamentre cierta cua lidad, y se rta fría o caliente, oseria un instrumenlOde cie rla espec ie , como es el órgano del senudo. Ahora bien, nohay nada de es to. Y tienen razón los que dicen que el alma es el lugar de las formasideales; sa lvo que esto no se dice de toda el alma. sino sólo del alma pensa nte, y quelas formas ideala no existen al" en acto, sino só lo en po tencia. Est é daro asimismoque la inmunidad respecto de padecer acción no es igual en el caso de la Iaceltadinlelecti va )' de la se nsorial, si se consideran los: órganos de l sennoo y la sensaciónmisma. Si la pe rce ptibilidad es demasiado intensa en lo que se percibe sencblememe ,el sentido no puede se ntir ; asf no se distinguen jos so mdos de masiado fue rtes, y lomismo puede decirse de los colores de masiado luminosos y de les olores demasiadoviolent os ; pe ro. cuando el intele cto piensa un pensa miento Que se e ncuentra en elnivel más ano de lo pensable, no por eso tiene menor capacidad de pensa r en lascosas de menor import ancia , antes bien tiene mayor capacidad .~Porque el órgano ddsentido no existe sin el cuerpo , mien tras que la inteligencia existe po r su cuenta ' Ycuando la inteligencia se convierte de esta ma nera en todas las cosas, como sucede enaq uel al que se llama sahio, cuando transforma su capacidad en acto (y esto tienelugar cuando este acruurse suyo depende sólo de él mismo) , en tonces la inteligenciaestá tamb ién en ciert o mudo en potencia, aunq ue no en el mismo sentido en el que loestaba antes de haber aprehendido y de haber desc ub ierto. Así el intelec to puedepensar ahora po r s( mismo" .

21. /-", . 11. r 4, 429<1 I 0-42~b re.

92

El alma racional

'c- Aristoteles explica también el conocimiento intelectual, así co­mo el perceptivo, en función de las cate gorías metafísicas de poten­cia y acto. La inteligencia es por sí misma capacidad y potencia deconocer las formas puras; a su vez, las formas están contenidas enpotencia en las sensaciones y en las imágenes de la fantasía; esnecesaria, por tanto, alguna cosa que traduzca en acto esta doblepotencialidad , de manera que el pensamiento se actualice aprehen­diendo en acto la forma, y la form a contenida en las imágenes lleguea ser concepto aprehendido y poseído en acto .'

De esta manera surgió la distinción, convertida en fuente deinnumerables problemas y discusiones tanto en la antigüedad comoen la edad media , entre intelecto en potencia (o po.sibfe) e intelectoagente. según una terminología que llegará a ser técnica , pero queen Aristóteles sólo se encuen tra potencialmente . Leamos la páginaque contiene esta distinción , porque será durante siglos un puntoconstante de referencia:

Como en toda la naturaleza existe un elemento que es materia para todo ungénero único (y es en potencia lodos los objelOS: que co nstituyen el género] y otroelemento que es la causa eficienle, porque los: produce todos -de esta manera haoperado el arte en sus re laciones co n la maleria-, es necesario que se enc uentrentam bién en el alma estos dñerentes eleme nlos . Y, en realidad , por una pa rte . está elintelect o que tiene la pot end a lidad de ser todos los obj etos , po r la ot ra, el intelect oque produce lodos. tomo si fuera un es tado se mejante a la luz, ya que . desde ciertaper.pecl i" a, la luz convierte en tolo res en acto los que sólo so n en po tencia . Y esteintelecto está se pa rado. es impasible y ca rece de toda mezcla , puesto que en suese ncia es acto . El agente es siempre supe rior al pacien te y el principio a la maleri a.La ciencia en acto es idén tica a su obje to ; la ciencia en potencia es - respecto de ltiempo- anter ior en el individuo; e n senlido absoluto , no es anterior ni siquierarespecto del tiempo. Pero no es que es te intele cto piense unas veces y no piense otras.Sepa rado (de l cuerpo) sólo es lo que es caba lmente. es decir, inmortal y eterno".

Hemos de subrayar con toda precisión dos afirmaciones conteni­das en el pasaje[ f<:n primer lugar la comparación con la luz; al igualque los colores resultarían invisibles y la vista no los podría ver , si noexistiera la luz, así las formas inte ligibles que están contenidas en lasimágenes sensibles quedarían en éstas en estado potencial y el in-

22. n• •11_ r s. 430" ]I~23 _

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IV. La psicologla

telecto en potencia no podría aprehenderlas a su vez en acto , si nohubiera una especie de luz inteli gible que permitiera al intelecto«ver» lo inteligible y a lo inteligible ser visto en actoiEs una imagen ,más aún, es la misma imagen con la q ue Platón simbolizó la supremaidea del Bien; pero, para explicar la más elevada de las facultadeshumanas, Ar istóteles no podía disponer sino de una ana logía , preci­samente porque tal facultad es irred uctible a algo ulterior y repre­senta un punto limite infranquea ble.

La ot ra afinnaeión es que este intelecto en acto (o agente) está«en el alma~ Quedan . po r ta nto, eliminadas las inte rpretacionessostenidas ya por los antiguos inté rpretes, según las cuales el intelec­to agent e es Dios (o un intelecto divino separado), el cual, entreot ras cosas, como veremos en su lugar , tiene car acte res estructura l­mente irreconciliab les con los del entendimiento agente .' Es ciertoque Aristóteles afirma que «el intelecto viene de fuera y sólo él esdivino»" , mien tras que las facultades inferiores del alma está n ya enpot encia en los gérmenes masculinos y a través de ellos pasan alnuevo organismo qu e se forma en el seno materno; pero es tambiénverdad que , au n procediendo «del exterior», el intelecto permaneceen el alma (tv Tíi w"Xñ) durante toda la vida del hombre] Qu e elintelecto "proceda del ex terior.. significa, pues, su trascendencia enel sentido de d iferenci a de nat uraleza ; es decir. significa alteridad deesencia con respecto al cuerpo; significa la proclamación de la d i­mensión metaempírica, suprasensíble y espiritual que hay en noso­tros. Es rea lidad divina presente en nosotro s.

Pero , si el intelecto agente no es Dios, refleja, no obstante , loscaracteres de lo d ivino. sobre todo su absoluta impasibilidad . Escri­

. be textua lmente el Esta girita:

Pero , se ceee que el intelecto ha sido engendrado a la mane ra de una substanciaespecial y que no perece . Si pereciera, influiría principal mente en su des trucción laextenuaaón propi a de la vejez. y en estas co ndiciones sucede rla sin duda 10 queacon tece con los orga ecs scnsona jes: si el anciano recuperase un ojo in tegro , ve na dela misma manera que el joven. No cabe dud a de que la vejez se debe a una afección,no del alma, sino de l ser en el que ésta se halla encerrada , como cabe comprobar enlos esta dos de embriaguez y de enfermedad . Ta nto la actividad tcorét ica como la

D. O< 1"_. _ . 8 J. 1W ns.

94

El alma racional

especula tiva pierden vigor cua néo otra parte del cuerpo. en el interior , empieza ades fallece r; pero el intelecto es impas ible e n si eusmo. El meditar y el ama r o el odiarno son afecciones suyas. sino de l sujeto que uene intelecto , en cuanto lo posee . I'o rest a razón . si pe rece elle sujet o. el inte lecto no recuerda ni ama; po rque lo que haperecido no era suyo, sino del comp uesto; y el intelecto es sin du da algo mas divino y

es impasible" .

Y , al igual que en la Metafísica, Ar istóteles , una vez obtenido elconcepto de Dios con los ca racteres que veremos, no ha pod idoreso lver las numerosas apo rías que conllevaba este logro . tambiénesta vez, después de haber alcanzado el concep to de lo espiritualqu e hay e n nosotros , no ha podido superar las aporías subsiguientes.

¿Este inte lecto es individual? ¿Cómo puede proceder ..del exte­rior»? ¿Qué relación guarda co n nuestra personalidad y con nuestroyo? Y. ¿qu é relación tiene con nuestra conducta moral? ¿Tiene undestino escatológico? ¿Q ué sentido tiene que sobreviva al cuerpo ?Ar istót eles ha de jado en suspenso todos estos interrogantes que ,por otra parte , está n destinados a no ten er respuesta en el con textoest ructural del discurso aristotélico, después de haber abandonadoéste la componente mítico-religiosa platónica , acept ada por él en losprimeros escritos . Para trata r de ellos y sobre todo par a ser resueltosadec uada mente desde una pe rspectiva racion al tales cuestiones , ha­bría sido necesar io el conocimiento previo del concepto de creación,que . como sabemos, es ajeno. no sólo a Aristó teles. sino a toda lacultura griega.

U . 0< ... . A • • _ 1S.2'I.

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C\PfTULO V

LA FILOSOFÍA MORAL(A nálisis de la Ética a Nicómaco)

lo R ELACIONES ENTRE ÉTICA Y PüLrnCA

En el sistema aristotélico del saber, después de las ciencias teo­réticas vienen en segundo lugar, como ya hemos visto, las cienciasprácticas. Éstas son jerá rquicamente inferiores a las primeras, yaque en este caso el sabe r no es ya fin en sí mismo desde un punto devista absoluto, sino subo rd inado , y IX"r ta nto , e n cierto sentido ,sometido a la actividad práctica . EstasÉicncias prácticas co nsideran ~

la conducta de los seres humanos así como el fin que con ella preten­den alcanzar , ya sea que se considere a los hombres como individuoso c¡)~~ parte de una sociedad , precisamente de la sociedad políti~Ahora bien[Aristót elcs aplica en general el nombre de ..política...(pe ro tambi én ..filosofía de las cosas del hombre..) a la ciencia queaba rca la act ividad moral de los hombres considerados como indivi­duos o como ciudadanos ; después subdivide respectivamente esta..política» (o «ñlosoña de las cosas del hombre») en ética y e n políti-ca pro piamente dicha (teoría del Estado) ",?

En esta[Subordinación de la ética a la política ha interve nidoclaramente y de form a det e rminante la doct rina platónica que , porlo demás , dio forma paradigm ática a la concepción típicame nte he­lénica que sólo lograba ente nder al hombre en su ca lidad de ciuda­da no , situando a la ciudad por encima de [a fami lia y del individuosingular : el individuo existía cn función de la ciudad y no ésta enfunción dc aq ué.!1D ice A ristóteles expresamente : «Si es id éntico elbie n del individuo y el de la ciudad , parece más importante y más

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v . La filosofla moral

perfecto escoger y defend er el de la ciudad; no cabe dud a de que elbien es también deseable cuando se refiere a una sola persona , peroes más bello y más divino si gua rda relación con un pueb lo y con laciudad '. Así. pues, a la política le compete una función arquitectó ni­ca, o sea de mando ; a ella le compete determin ar «qué ciencias sonnecesarias en la ciudad y cuáles debe aprender cada uno y en quégrado». Sin embargo , es cierto que , como algún especialista ha su­brayado, a medida que A ristó teles va avanzando en su ética , lasrelaciones entre el individuo y el Estado amenazan con tra stocarse.No obstante, el Estagirita no se enfrenta en el plano de la concienciacrítica a este hecho que es importantísimo en sí, ni llega a sacar lasconsecuencias que , llevadas a su límite , hab rían desbaratado elplanteamiento general de la ..filosofía de las cosas del hombre ... Loscondicio namientos histór icos y cultura les han te nido más peso quelas conclusiones especulativas y la polis siguió siendo básicamentepara el filósofo el horizonte que aba rcaba los valores del hombre .

2 . E L BIEN SU PREMO DEL HOMBRE: LA FEUODAD

En sus dife rentes acciones, el hombre tiende siempre hacia unosfines concretos , q ue se configuran como bienes.W xisten fines y bie-

{nes q ue queremos en vista de ulter iores fines y bienes, y qu e , portanto , so n fines y bienes relativo~ pero, puesto que es impensableun proceso que conduzca de un fin a otro y de un bien a otro hasta elinfinito (tal proceso dest ruiría precisament e los conceptos mismosde bien y de fin, los cuales impl ican est ructuralmente un término),debemos pensar qu e todos los fines y bienes a los que tien de el

IhombrtÚxisten en función de un fin último y de un bien suprem~¿Cuál es este bien supremo? Aristóteles no tiene duda: todos los

hombres, sin dist inción , consideran quc[al bien es la eudaimonia, osea la ¡¡[é[J(¡¡t~

Así pues , la felicidad es el fin al cua l tienden todos los hombresconscien te y explícitamente. Pero ¿qué es la felicidad? Aquí cmpíe -

l . ErIt. NM:. A 2. 101'41> 7· 10.

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La felicidad

zan las divergencias; la multitud juzga de manera difere nte que lossab ios, y éstos mismos no están de acuerdo entre sí.~ mayorí a de las personas considera qu e la felicidad consiste en J

el placer y en el goce.~ Pero una vida dedicada a los placeres es unnvida que hace «semej ante a los esclavos» y es un a «existencia dignade las bestias»' .f Las per sonas más desarrollad as y más cultas sitúan el bien suprc- I

mo y la felicidad e n el Iwn01;,;,/Y esto es lo q ue buscan sobre lodocuantos se dedican activamente a la vida política . Ahora bien, nopuede ser éste el fin últ imo que buscamos, porqu e, señalaba justa­mente Ari stóte les , es algo exterior: ..Todo indica que el honor de­pende más de quién lo confiere q ue de l que lo recibe; nosotros, encambio , consideramos que el bien es algo individu able y ahenablc- ' .Ade más, [os hombres buscan el ho nor no tanto por sí mismo , sinomás bien como prue ba y reconocimiento públi co de su bondad y desu virtud . por lo cual éstas vienen a ser algo más importante que elhon or.( Si el tipo de vida dedicado al placer y a la búsqueda de los

honores, aun siendo impropios por las razones ya expuestas, tienenuna plausibilidad aparente . no se puede decir lo mismo del tipo devida dedicado a amasar rüluezas;c1 cual, a juicio de nuestro filóso­fo , no tiene ni siquiera es ta apare nte plausibilidad : ..La vida (... )dedicad a al come rcio es a lgo qu e va contra la nat uraleza , siendoevide nte que la riqu eza no es el bien que buscamos; tal cosa sólovale en vistas al beneficio que se obtiene y es un medio para alcanzaralgo dist lnto-'. En rcalidad , buscamos los placeres y los honores porsí mismos, pero no así las riquezas;b vida dedicada a amasar rique"¡zas es pues la más absurda y la más ineut éntíca, porque eq uivale abuscar cosas que , como máximo, tienen valor de medios pero nuncade fines]

Pero el bie n supremo del hombre no puede ser tampoco lo quePlatón y los plató nicos han señalado como tal , es decir, la idea delbien, o sea , el bien en si trascendente, po rque , en tal caso , es evidcn­te qu e el hombre no 10 podría realizar ni alcanzar .}Por tanto , no

2. Edr. NI<". A s. 109.l b 20 .

3. f:dI . N M:. A s. 100000b 24·2b4 . f:dI . NM:. A S. 109l'><0 ~7.

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V. La filosofía moral

puede trat arse de un bien trascendente , pero sí de un bien inmanen­te , no de un bien realizado ya de una vez por todas, sino de unbienrealizable y actuable por el hombre y par a el hombre (para Aristóte­les el bien no es una realidad única y unívoca , sino , como ya hemosvisto a propósito del concepto de ser, algo poüvoco. diferen te en lasd iversas categorías y distinto asimismo en las diferen tes rea lidadespertenecient es a cada una de ellas. aunque siempre unido por unarelación de analogía).

Pero, ¿cuál es el bien supr emo rea lizab le po r el hombre?La respuesta de Aristóteles está en per fecta armonía con la con­

cepción típ icamente helénica de la arete, prescidiendo de la cual noes posible compre nde r la construcción ética global de nuest ro fi­lósofo .l El bien del hombre sólo co nsistirá e n la ..obra» que es pecu liar

t de él, es deci r, en la obra que él y sólo él sabe desarrollar, así como ,e n general. el bien de cada una de las cosas consiste en la obra q uees peculiar de ta l cosa": La obra del ojo es ver, la del oído es o ír , etc.¿Cuál es la obra del hombre? 1) No puede se r el simple vivir, puestoqu e el vivir es propio asimismo de tod os los seres vegetales. 2)Ta mpoco puede ser el sentir , puesto que el sentir es común de todoslos animales. 3) Sólo queda , pues, que la obra peculiar del hom bresea la de la razón y la actividad del alma segrín la razón .f!::1verdade-

.... ro bien del hombre , pues, consiste en esta ..ob ra» o ..actividad» de larazó n, y más precisamente , e n la explicación y actuación perfecta deesta act ividad. Ésta es, pues, «la virtud del hombre» y aqu í deberábuscarse la felicida':l :

Por consiguiente , Ar istót eles afirma. como lo hizo ya en el Pro­tréptico : «Si es así, entonces el bien propio de l hombre es la activi­dad del alma según la virtud, y si son múltiples las virtudes , según lamejor y la más pe rfecta . Y esto mismo puede decirse también detoda vida completa . En reali dad, una sola golondrina no hace pri­mavera, ni un solo día ; ni siquiera una jornada ni un período brevede tiempo proporciona la felicidad»' . A ristó te les profesa la doctrin asocraticop lató nica segun la cual la esencia del hom bre consiste en elalma, y precisamente en la parte racion al del alma, en el intel cctoj

5. F~. N~. A 7. ,.- 12·20.

100

La fel icidad

Noso tros somos nuestra razón y nuest ro espíritu . El hombre bueno ,dice expresamente A rist óteles «(.. .) actúa mediante la parte racio ­nal de sí mismo , que parece constituir a cada uno de nosotros- ' , Yademás: «Está pues claro que cada uno es sobre todo intelecto y quela persona mora lme nte idónea lo ama sobre todas las cosas»'. yfinalmente : «Y si e lla (el alma racion al y, en especial, la par te máselevada de ésta, es decir, e l intelecto) es la parte dom inan te y mejo r,tod o parecería indicar qu e cada uno de nosotros consiste precisa­me nte e n ella..•.

Y puesto que éste es e l fundamento mismo de la ética socr ático­plató nica, no .debe sorprendernos que Aristóte les, acepta ndo estabase , concluya por ponerse de acuerdo con Sócrates y con Platón enmucho mayor grado del que se supo ne generalmente iEI Estagiritaconsidera que los valores aut énticos (como ya lo hemos subrayadoantes implícit amente) no pueden ser ni los externos (como las rique­zas), que afectan de manera merament e tangencial al hom bre , ni loscorpo ra les (como los placeres), que no se refie ren al verdadero yodel hombre , sino los del alma, puesto que el verdadero hombre es elalma: ¡":« Habiendo , pu es, repartido los bienes en tres grupos: losllamados externos, los de l alma y los del cuerpo , diremos que loscorrespondien tes al alma son los pr incipales y más perfectos- ' . Losbienes verdaderos del hom bre son los espirituales; éstos consistenen la virtud de su alma , y precisamente en la virtud está la felicidad .

~ Cuando nos re ferimos a la virt ud humana, no hablamos de la virtuddel cuerpo -aclara de forma inequívoca A ristótelcs-, sino de la delalma; y decimos que la felicidad es una actividad propi a de ésta.}

El «cuidado socrático del alma» sigue siendo pues también paraA ristó te les la única vía que conduce a la felicidad . A difere ncia deSócrates y sobre todo de Platón{A ristóteles considera indispensabledisponer de suficientes bienes externos y de medios de fortuna : aun­que éstos con su presencia no pueden proporcionar la felicidad, lapueden malogra r o comprometer (a l menos e n part e) con su auscn­cia :., Y a esta reva lorización pa rcial de los medios exte rnos se

b. t;,n. Nic. 1 4. 116l\,; lb• .7. EIh. Nk l~ . 111190 lo .11. 1:110. /o/k. K 1. 117llo 4 .9. Ello. NIt:. A 8. 10\ll\ll 12.15_

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V. La filosofía moral

asocia también cierta revalorización del placer , que, para Aristó te­les, constituye la corona que rema ta la vida virtuosa , es como laconsecuencia necesaria , de la que la virtud es como el antecede nte .

3. D EDUCCiÓN DE LAS « VIRTUDES» A PARTIR DE LAS ",PARTES DEL ALMAlO

La felicidad se define , pues, como la actividad del afma según Lavirtud . Está claro, por tanto , que cualquier profundización ulterio rdel concepto de «virtud", depende del ahondamiento del conceptode alma. Ahora bien , hemos visto que , según Aristóte les, se distin­guen tres «partes» en el alma, dos irracionales, es decir, el almavegetativa y el alma sensitiva , y otra racional, el alma intelectiva. Y,como cada una de estas part es desarrolla su actividad peculiar, asitambién cada una tiene una virtud o excelencia especial. Sin embar­go, la virtud humana es s óto aquella en La que interviene la actividad

de la razón .a) En realidad, el alma vegetativa es común a todos los vivientes:

«La virtud de tal facultad viene a ser por tanto común a todos losseres y no específicamente humana..'o.

b) En cambio es diferente el razonamiento relat ivo al alma sensi­ble y concupiscible, que , aun siendo de por sí irracional, ..participa,sin embargo, en cierto modo, de la razón»".

Está claro , pues, que existe una virtud de esta parte del alma quees espccificamente humana y que consiste en dominar, por decirloasí, estas tendencias y estos impulsos que son inmoderados por sunaturaleza, a la que el Estagirita llama_«virtud ética ».

e) Finalmente , puesto que existe en nosotros un alma puramenteracional, deberá corresponder también una virtud peculiar a estaparle del alma , que será la «virtud dianoética», o sea la virtud ra­

cional.

10, f:llo. Hit:. A 13. 111l2b lo .11 1.",.!'Iit:. ... I3 . I IOÜlk.

102

4 . L AS VIRTUD ES éncss

Empezamos el examen de la virtud ética o, más bien , de lasvirtudes éticas, puesto que son numerosas, así como son tambiénnumerosos los impulsos y los sentimientos que la razón debe mode­rar. Las virtudes éticas se der ivan e n nosotros de la costumbre . Elhombre es por naturaleza potencialmente capaz de formarlas y, me­diante el ejercicio, traduce esta potencialida d en actual ida~Reali ­zando gradualmente actos justos, nos volvemos justos. o sea adqui­rimos la virtud de la justicia que a continuación permanece en noso­tros de forma estab le como un habitus , que contribuirá sucesiva­mente a que realicemos con facilidad ulteriores actos de justicia.Realizando paulatinamente actos de valor nos volvemos valientes,es decir, adquirimos el habitus del valor, que , más tard e, nos ayuda­rá a realizar fácilmente actos de valentía. Y así sucesivamente. Enresumen, para Aristóteles las virtudes éticas se aprenden de la mis­ma manera como se ap renden las diferentes artes, que son también«hábitos».

Pero este razonamiento , aun cuando resulta clarificador, no nosconduce al centro de la cuestión; nos dice cómo adquirimos y posee­mos a continuación estas virtudes, pero no explica todavía en quéconsisten las virtudes. ¿Cuá l es la naturaleza común a todas las virtu­des éticas? El Estagirita responde puntualmente: no hay virtud, siexiste exceso o defecto, o sea , cuando hay demasiado o excesiva­mente poco ; la virtud implica , en cambio, la justa proporción que esla vía media entre dos excesog Escribe el Estagirita:

En cada cosa, ya sea ho mogé nea o divisible , es posibl e distinguir lo mb , lo men osy lo igua l, tanto en relación con la cosa misma como respecto a noso tros; lo igua l esuna vía media entre el exceso y el defecto . Llamo, pues, posición med ia de una cosa a

la que dista igualmente de cualquiera de los extremos, siendo una so la e idént ica entodas las rosas, y llamo posición med ia respecte a noso tros a lo que ni sobra ni falla ;sin embargo, ésta 00 es ú nica ni igual para tod os . Por ejemplo , fijando el diez como

can tidad excesi va y el dos co mo defectiva . co nsKleraremos el seis como la ca ntidadmed ia respecto a la cosa ; se tra ta en realidad de la cantidad med ia según la propor­ción numérica . En cambio, la po sición media respecto a nosotros no se interp ret a así ;en realidad, si para uno co mer di ez hemi nas es dem asiado com er y dos es poco, elmaestro de gimnasia 110 ordenará po r ello que se coman se is; en realidad, para quien

de be recibir esta ración, puede se r gra nde o pequeña ; para Milón (que era un atleta

103

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V. La filosofía mora l

excepcional} ser á pequeña, en cambio será grande para un pr incipian te de gimnasia .O tro tanto cabe decir respe<::to a las carre ras y a las luchas. Así, pues, toda pe rsonaque posee ciencia evita el exceso y el defec to , mientras que bU1>C8rá y prcferi rti la VÍamedia , que se establece no oon respecto a la cosa , sino a nosot ros mismos" .

Pero , nos preguntaremos, ¿",ex.ceso.., ..defecto.. y «justo medio..,de los que se habla a propósito de las virt udes éticas, a qué serefieren? Según Aristóteles, a los sentimientos, a las pasiones y a lasacciones~ virtud ética es, pues, la posición media entre dos extre­mos de la pasión/ uno de los cuales lo es por defecto y el ot ro porexceso. Para quien ha comprendido bien esta doctrina de Aristó te­les es obvio que la posición media no sólo no es la mediocridad, sinosu antítesis; el «justo medio» está clarament e por encima de losextremos, representando, por decirlo así, su superación y por tanto ,como dice perfectamente Aristóteles, constituye la «cima.., es decir,el punto más elevado desde la perspectiva del valor , en cuauro indicala afirmación de la razón sobre lo irracional: «(...) según su esencia yconforme a la razón que establece su naturaleza , la virtud es untérmino medio, pero respecto al bien y a la perfección se encuentraen el punto más elevado»:",

Hay aquí una especie de síntesis de toda la sabiduría griega quehabía hallado su expresión típica en los poe tas gnómicos y en lossiete sabios, habiendo señalado muchas veces la vía media , la ausen­cia del exceso y la justa medida como la regla suprema de la actua­ción moral; regla que es como una muestra paradigmática del modode sentir helénico . Se trata asimismo de la asimilación de la lecciónpitagórica que situaba en el límite (peras) la perfección y sobre todonos hallamos ante el eco preciso de l concepto de la ..justa medida»que tan ta importa ncia reviste sobre todo en el último Platón .

Esta doctrina de la virtud como ..justo medio.. entre dos extre­mos es ilustrada por un amplio análisis de las principales virtudeséticas (o mejor , de las que el griego de entonces consideraba comotales) , naturalmente no ded ucidas con arreglo a un hilo conductorpreciso, sino derivadas empírica y cumulatívamente , a modo de cen­ten . La virtud del valor es el «justo medio» entre los excesos de la

12, f:,n, Nic B 6. 11IlIw:I 2I>- ll lM 7,

1.\, /;111 . Ni<". B 6. 11Il7d e-e.

104

Las virtudes éticas

temeridad y de la cobardía; e l valor es, pues, la justa medida que seimpone al sentimiento de temor que , si está privado del controlracional, puede degenerar, ya sea por defecto , en cobardía, ya seapor el exceso op uesto , en audacia. La templanza es el «justo medio»ent re los excesos de la intemperancia o liber tinaje y la insensibili­dad ; la templanza es, pues, la actitud justa que la razón nos ob liga aasumir frente a determinados placeres . La liber alidad es el ..justomed io.. entre la avaricia y la prodigalidad ; la liberalidad es, pues, elcomportamiento justo que la razón nos obliga a asumir en relacióncon la acción de gastar dine ro. Y así sucesivamente .

L Entre todas las virtudes éticas el Estagirita no duda en señalar lajusticia como la más impor tant~ (habiendo dedicado al análisis de lamisma todo el libro quinto) .<§n su primer sentido, la justicia es elrespeto debido a la ley del Estado ; y puesto que esta ley (del Estadogriego) abarca toda el área de la vida moral, en cierto sentido lajusticia comprende toda la virt ud.' «y por esto -comenta Aristótelesanticipando de alguna forma la célebre proposición final de la Cr íti ­ca de la razón práctica de Kant- muchas veces la justicia parece serla más importante de las virtudes, más admirable que la estrella delatardece r y la de la mañana; y decimos con el proverbio: en lajusticia está incluida toda virtud"'"LPero el significado específico dela justicia , que es lo que analiza puntualmen te Aristó teles, se refierea la repartición de los bienes , de los beneficios y de las ventajaSJLajusticia, en tendida en este sentid o, consistirá por tanto en la justamedida con la que se reparten los beneficios, las ventajas y las ga­nancias, o bien los males y las desventajas , y constituye una posiciónmedia ..porque ésta es la caracte rística del justo medio, mientras lainjusticia lo es de los extremos»".

En general, los numerosos análisis llenos de precisión acerca delos diferen tes aspectos de cada una de las virtudes éticas realizadospor Aristóte les se limitan , como m áximo, a un plano puramentefenomenológico ; así, cabe deci r que con frecuencia las conviccionesmorales de la sociedad a la que pertenecía Aristóteles eje rcen unainfluencia decisiva sobre el filósofo, como, por ejemplo , en el caso

14 Elh , Nie ti 1. 1129b 27·)0 ,

l S f:A Ni<" TiS. 1133ll J2-ll :l4a 1.

105

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v . La filosofía moral

de la descripción de la magnanimidad , que de bería ser una especiede coronación de la virtud, pe ro que , en cambio, resulta una pesadahipoteca que el gusto de la época carga sobre la doctrina aristotélica.

5. LAs VIRTUDES "D1ANO~nCAS"

Según Aristó teles, por encima de las virtudes éticas, se encuen­Iran otras virtudes que , como ya hemos señalado, son característicasde la parte más elevada del alma. es decir, del alma racional, quepor tanto reciben el nombre de virtudes dianoéticas, es decir, virtu­des de la razón.ty, puesto que son dos las part es o funciones de lalma racional, una la que conoce las cosas contingentes y variables,la otra la que conoce las cosas necesarias e inmutables, es naturalque haya una perfección o virtud de la primera función y una perfec­ción o virtud de la segunda función del alma racional. Estas dospartes del alma racional son básicamente la razón práctica y la razónteor ét íca. y las respectivas «virtudes» son las formas perfectas con lasque se aprehende la verdad práctica y la teorética]

La virtud típica de la razón práctica es la phronesis, usualmentetraducida por «prudencia .. mientras que la virtud especifica de larazón teorética es la ..sabiduría.. (sophia) .

La ..prudencia .. consiste en saber dirigir correctamente la vidadel hombre , es decir, el saber deliberar en torno a lo que es bueno omalo para el hombre. Es , dice Aristóteles, «una disposición prácti­ca , acompañada de la razón veraz , respecto a lo que es bueno y malopara el hom brelt', -Para comprender con exactitud la doctrina aristo­télica , hay que seña lar que la phronesis o prudencia ayuda a delibe­rar correctamente acerca de los verdade ros fines del hombre , en e lsentido que señala los medios idóneos para alcanzar los fines verda­deros; es decir, nos ayuda a determinar y a conseguir las cosas queconducen a tales fines , sin indicar ni concretar cuáles son los finesmismos. Los verdaderos fines y el verdadero objetivo son apre hen­didos por la virtud que dirige correctamente los actos de la volunt ad .JDice exactamente Aristóteles: «(...) la obra humana se realiza a

106

La felicidad perfecta

través de la "prudencia" y de la virtud ética; en realidad el objetivose vuelve recto gracias a la virtud , mient ras que los medios se con­vierten en rectos gracias a la "prudencia">".

Está claro , pues, que las virtudes éticas y la virtud dianoé t íca dela «prudencia.. están vinculadas ent re sí en un doble aspec to ; enrealidad, dice Aristóteles, «a) no es posible ser virtuoso sin poseer la"prudencia" , ni b) ser "prudentes" sin tener la virtud ética»",

rLa otra virtud dianoéti ca , la más elevada , es, como ya se hadicho, la sabiduría (sophia) . Ésta está formada por la aprehensiónintuitiva de los principios mediant e el intelecto, o por el conoci­mien to discursivo de las consecuencias que se derivan de tales prin­cipios. La sabiduría es una virtud más elevada que la «prudencia»,porque , mientras ésta se refiere al hombre , y por tanto a cuanto hayde mudable en éste , la sabiduría considera lo que está por encimadel hombre; éste es el mejor de los seres vivientes, dice Ar istóteles,pero «hay otras cosas mucho más divinas, como , para limitarnos alas más visibles, los astros de los que se compone el universo. POr loque hemos dicho está claro que la sabiduría es al mismo tiempociencia y entendimiento de las cosas más excelsas por naturaleza»".

6. lA. FELlCl DAD PERFECTA

Puesto que , como ya hemos visto al comienzo, la e/icidad es unaactividad conforme a la virtud, ahora está claro en qué-consisteaqué lla .' En primer lugar, consiste en la actividad del inteleCi"OCO;"forme a su virtud; en realidad, el intelecto es lo más elevado que hayen nosotros y su actividad es una actividad perfecta y autosuficiente ,tiene en sí su propio fin, ya que tiende a conocer por sí mismo: En laactividad de la cor uemplaci án intelectual el hombre alcanza el vé rticede sus posibilidades y actua liza cuanto de más elevado hay en égEscribe Aristóteles:

(... ) si la actividad del intelecto , a l se r contemplativa . parece sobresalir po r su

17, t;,h. Nie. Z 12. 1144" 6-9.IN . E'h . Ni<. Z 13. 1144h 31·)3.19. f:lh, Nic Z 7. 1141. 34-1141h 2.

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V. La filosoña moral

dignidad y por no considera r ningún e rre fin fuera de si misma 'i po r lene~ un p l.acefpropio perfecto (que au menla la actividad) y po r ser autoseñcieme, fácil e Inlnle­rrumpida , ya que es posible al hom bre y parece que en tal act ividad se encu~n.lran

(Odas las cualidades que se atribuyen al hom bre feliz; por tamo , ésta será la felicidadpe rfect a del hombre . si dura tod a la vida . Ahora bien , por k> que respect a a , lafelicidad , no puede haber nad a incompleto . Pero una vida as¡ será. sin duda. scpenoea la natu raleza del hombre ; en realidad , no le corresponde vivir de esta mane ra encuanto hombre , pero si ~n cuonlo hay ~n ji algo divino; y en la medida en qu e estosupe ra la estructura compuest a de l hombre, en esa misma medida su aclividad se

eleva por enci ma de la que es conforme a las otras virtudes . Si, pues. en lelación ronla naturaleza del hombre el inld ecto es algo divino . ta mbié n la vida conforme a élse rá divina en comparación con la vida humana. No es necesario . sin embargo, hacercaso a quienes aconsejan que. oomo somos ho mbres . hemos de preocupamos decosas humanas y. po r ser mort ales. nos hemos de interesar por I<lS cosa s mortales ,sino que es preciso hacerse inmor tales en la medida de lo posible y empeñarse en Vivirsegún la parte más elevad a de cuantas hay en no sotros; pues, aun cua ndo ésta espequeña si se tiene en cuenta la extensión. sobresale con mucho por encima de todas

las demás po r su pot encia y valor".

Ap arece en segundo lugar la vida conforme a las virtudes éticas.eÉstas se refie ren a la estruc tura compuesta del hom bre y, en cua ntotales, no pueden sino proporcionar una felicidad humana .

Por el contrario, la felicid ad de la vida contemplat iva conduce dealguna form a más allá de lo puramente hum ano; nos pone, pordecirlo así. en contacto con la divinidad , y esta vida só lo puede sercontem plativ!] Escribe textualmen te Aristóteles:

(...) po r tanto la acti vidad del dios , qu e sobresale por su felicidad, 5eri co ntem­plativa. Asf, pues. entr e las actividades humanas. la que más se me janza gua rda ronésra se rá la que es más capaz de hace rnos felices. Prueba de ello es asimismo el hechode que los de más seres vivienles no part icipa n de la felicidad , po rque eslán tot almen­le privados de esta activida d. En ca mbio , para los diosa IOdu la v¡du ~s [etiz, y para1m hombra fo es tI1 cuañto hay <'n ellos una acril'idad PtJreciJD a aquél/u; pero ,,¡nRunod~ los d~más .~ra yil'imles esf~liz. poroue no panU::ipa en moJo alguno tk id etpecu­[ación. La especulación y la felicidad abarcan la misma extensión. y en aque llos enlos que 5C encuentra mayor especulación hay también mayor felicidad; y esto no sedebe al azar, sino al poder de la especulación; pues ésta tiene valor por s( misma . Así

la [elicidad es una especie de eSIJl'Culllción l' .

20. !i lh, Nit:. K 1. 1117b l'i-1l1Ra 1,1 1 ¡':lit, Nic. K ~. 1l1llb 21·32.

108

7 . PSICOl.OG( A DEL ACTO MORAL

Sócrates había red ucido las virtudes a la ciencia y al conocimien­to , habiendo negado q ue el hombre pud iera querer y hacer vo lunta­riam ente el mal. Platón compartió en gran parte esta concepción , y,al reconocer en el espírit u humano fuerzas irracionales, o sea elalma concupiscible y el alma irascible capaces de oponerse al almarac ional, creyó siempre que la virtud hum ana consistía en el domi ­nio de la razón y en el so met imiento a ésta de ta les fuerzas irracion a­les en virt ud de la fue rza qu e posee la razón misma , de manera q uepara él la virtud, en último aná lisis, no e ra sino razón . .A ristóte lestrata de supe rar esta interpretación «intelectualista» del hecho mo­ral. Precisamente , basado en su realismo. se había dado cuenta per­fecta mente de que una cosa es conocer el bien y otra actuarlo yrealizarte. convirtiéndolo, por decirlo así. en substancia de las pro ­pias acciones , y por ello trató de determinar de forma más concretacuáles eran los complejos procesos psíqu icos que presupone el actomoral.

En prim er lugar , el Es tagirita explica q ué se entie nde por «accio­nes involuntarias» y «acciones voluntarias». Son involuntarias lasacciones que se rea lizan a la fuerza. o bien por ignorancia de lascircunstancias; son , por co nsiguiente . voluntarias, aquellas «enlas que el principio reside e n el que actúa si conoce las circunstan­cias particulares en las cuales se desarrolla la acci ón»" .

Pero , si todo parece lógico hasta este punto , cambia de improvi­so la perspectiva , ya que A ristóteles incluye ade más entre las accio­nes voluntarias las inspiradas por la impetuosidad, JXlr la ira y por eldeseo . y por tanto llama tam bién voluntarias a las accio nes de losniños (e incluso a las de los otro s animales, en cuanto tienen suorige n en ellos y por tanto dependen de los mismos) . Está claro ,pues, que «vo luntarias». en este sentido , son las acciones simple­mente espontáneas que tienen su ori gen en los suje tos que las reali­zan, y no coinciden con aque llas a las que nosotros, los modernos,damos el mismo nombre.

Pero el Estagirita prosigue en su análisis mostrando que los actos

22. f :,h. Ni<:. r l . [tl ls 22-24,

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V. La filosofía moral

humanos, además de ser ..voluntarios.. en el sentido ya explicado ,están determinados por una ..elección.. [proaíresis}, y precisa queésta parece ser ..una_cosa esencialmente propia de la virtud y másapt a que las acciones para juzgar las costumbres-" . En realidad , losniños o los animales no eligen , sino sólo el hombre que razona yreflexiona. La ..elección» implica efectivament e siempre razona­miento y reflexión y, precisamente , el tipo de razonamiento y dereflexión que se refiere a las cosas y a las acciones que dependen denosotros y que corresponden al orden de las cosas realizables. Aris­tótcles llama «delibe ración.. a este tipo de razonamiento y de refle­xión. La diferencia entre la ..deliberación» y la ..elección.. estriba enesto: la primera estab lece cuáles y cuánt as son las dife rentes accío­nes y medios que es necesario poner en acto para alcanzar ciertosfines; establece , por tanto, toda la serie de cosas que hay que reali­zar para llegar al fin, entre las que se encuentran las más remotas ylas próximas e inmediatas; la elección actúa sobre estas últimas des­cartándolas, si son irrealizables, pero pon iéndolas en acto si las con­sidera realizables. Por ello escribe Aristóteles: «El obje to de la deli­be ración y de la elección son la misma cosa , excepto el hecho dc quelo que se elige ha sido ya determinado . En realidad , es objeto de laelección lo que se ha juzgado ya con la deliberación . Todo el mundodeja de indagar cómo debe rá actuar, una vez ha reconducido a símismo el principio de la acción, y lo ha situado en la parte quemanda: ésta es la que decide en realidad. " .

Muchos estudiosos han creído descubri r aquí lo que llamamos..voluntad», ya que la elección consiste en un apet ito o deseo deíibe­rada; y, por tanto, no es sólo deseo ni ape tito, ni sólo razón. Sinembargo, apenas tratamos de profu ndizar mejor la posición aristo­télica , ésta se manifiesta extremada mente ambigua y fugaz. El Esta­girita niega expresamente que la «elección» pueda identificarse conla «voluntad» (bou/esis) , porque la voluntad sólo conside ra los fines,mientras que la elección (a l igual que la deliberación) , se refiere alos medios. Ahora bien, si es cierto que la elección es lo que nos

23, E/h , Nic. r 2, 111lb 3. (no< . p. rtanm. do:Plobe . ,,;ri'. Ni,homoq".o. 1.alorz.a .lIori J 9~7 . on lo ¡nlt rpro ta­

ci<\n del '~rmiTKJ """"¡..."'~ q" o. on "U,,.,,,. op inión. "" 01 opor tu"" I, . ducir «l m<l p ,,,pJ# IO. sino quo esn~jnr in"'Pr.'n ,1o c""", .t......i<l~. ", ,,,.blo mll<OO mio cloro ~ mb • • c.n<onortci. <nn el nr i~¡nll gri .~o)

24. E,h. No<:. r l. 1113d 2·1 (n '" bttl ,,,, ol'" l1..Jo .., po". do lo t...<Iucci<1n de f l<bc) .

110

Psicología del acto moral

hace autores de nuestras acciones, o sea responsables, no es sin máslo que nos hace verdaderamente buenos, ya que solamente puede nser buenos los fines que nos propon emos, mient ras que la elección(al igual que la delibcración) sólo considera los medios. Por consi­guiente, el primer principio del que depende nuestra moralidad con­siste más bien en la volición del fin.

¿Q ué es la volición del fin? Una de estas dos cosas: a) o latendencia infalible hacia el bien , hacia lo que ve rdade ramente esbien, b) o la tendencia hacia lo que nos parece bueno. a) En elprimer caso , es evide nte que la e lección equivocada no es volunta­ria . sino que , como decía Sócrates , constituye una forma de igno­rancia . un error o una eq uivocación; b) En el segundo caso , seríapreciso concluir que «lo que se quiere , no se quiere por su naruralc­za , sino conforme a lo que le parece a cada uno ; y, puesto que alinos les parece una cosa y a otros otra , si fuese así , lo que se qu ierese referiría al mismo tiempo a cosas contrari ase": lo que significaríaque ninguno podr ía ser llamado ya bueno o malo, o, lo que es igual,todos serían buenos. precisamente porque todos harían lo que lespareciese bie n . Aristóteles cree poder salir del dilema de la manerasiguiente:

(.. .) es necesario de cir que. en 5Cntido absoluto y según la verdad . el obje to de 111voluntad es el bien. pe ro par a cada uno de nosotros el ob jeto de la voluntad es lo que

nos pa rece bien: para el que es virt uoso.Jo que es verdaderamente bueno , pa ra el quees vkioso . aquel lo que le sa je al paso ; romo tambi én pa ra los cuerpos, para los queestán bien dispues tos son sa nü la... cosas que son verdaderamente tates. en cambiopara los enfermos lo son las dem ás cosas; y esto mismo puede decirse de las cosas

amargas, de las dulces. de Lascalientes. de las pesa das y así sucesivamente. Quien esvirtuoso juzga rectamente de ludas las cosas y en cada una de e llas se le aparece 10verdade ro. En realidad las cosa... co nforme s a cada disposición son bellas y agra da ­Itles. y quizás el hombre vinuoMl difie re de los demás sobre lodo po rque ve la verdaden tod as las cosas. siendo ~ I el cano n y la medida de ellas. En la mayo r parl e de loshombres. en cambio. pa re ce surgir e l enga ñe a trav és de l placer que pa rece

bueno , aun no siéndolo. Por ello escogen como bien lo que es agradable , y huyencorno del mal de aquel lo qu e es do luroso "'.

Pero , si las cosas son así, nos movemos en un círculo; para llegarH ser bueno debo querer los fines buenos, pero sólo puedo recono-

2.\ . F.'h. Nie. r 4. I ll3D 20•.

2ft, E,~ . Nie. r •. I l t3D! J· l l l l b 2.

111

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V. La fllosoña moral\

cerlos si soy bueno. La verdad es que Aristó teles ha comprendidoperfectamente que somos responsables de nuestras acciones, causade nuestros mismos hábitos morales y causa de la manera como senos apa recen moralmente las cosas, pero no ha sabido decir por quésucede así y a qué principio presente en nosotros se debe todo esto.No ha pod ido determinar correctamente la verdadera naturaleza dela voluntad y del libre albedrío; así se explica que , a pesar de censu­rar a Sócrates, vuelva a asumir algunas veces posiciones socrát icas,al afirmar, por ejemplo, que el incontine nte se equivoca porque , enel momento de cometer la acción de incon tinencia. no goza de cono­cimiento perfecto , y al asegurar que el conocimiento es un factordetermin ante de la acción moral. Y se explica asimismo que Aristó­teles llegue incluso a decir que , una vez que los hombres se vuelvenviciosos, ya no pueden dejar de serlo, aun cuando en un primermomento hubiera sido posible no caer en ta l estado".

Sin embargo , es justo reconocer que Aristóteles, sin alcanzar unéxito completo, entrevió, mejor que ninguno de sus pred ecesores,que en nosotros hay algo de lo que de pende el ser buenos o malos,que no se trata de un mero deseo irracional, ni tamp oco de la razónpura; pero esta realidad desconocida escapó a su control y el filósofono consiguió determinarla. Por lo demá s, debemos reconocer obje­tivamente que ningún griego conseguirá hacerlo y que el hombreoccidental sólo llegará a entender qué son la voluntad y el librealbedrío gracias al cristianismo.

27. w _ F.sII. N o:. r ~. 1M";"'.

112

CA PfTU LO VI

LA DOcrRINA DEL ESTADO(A nálisis de la Poli/iea)

1. CoNCEPTO DE ESTADO

Hemos visto en las páginas ante rio res que , según el Estagirita,aun cuando el bien pa rticular del individuo y el bien del Estadot~enen la misma naturaleza (ya que ambos consisten en la virtud) ,SIR embargo, el segundo es más importante , más bello, más perfectoy más divino . La razón de es to estriba en la naturaleza misma delhombre, que pone claram ente de manifiesto la incapacidad abso lutade éste para vivir aisladame nte, así como su necesidad de mantenerre laciones con sus semeja ntes en todos los momentos de la existen­cia para ser él mismo.

En primer lugar, la na turaleza ha dividido a los hombres envarones y mujeres, que se unen a fin de formar la primera comuni­dad , es decir la familia, para la procreación y para la satisfacción delas necesidades elementales (para Aristóteles en el núcleo familiarqueda ría incluido asimismo el esclavo que, como veremos, seriaesclavo por naturaleza).

Pero, puesto que las familias no se bastan a sí mismas, ha nacido~l municipio, que es una comunidad más amplia, destinada a gara n­tizar de forma orgánica y sistemática las necesidades de la vida .

Pero , si la familia y el mun icipio son suficientes pa ra satisfacerlas necesidades de la vida en general, no bastan par a garantizar lascondiciones de una vida perfecta , es decir, de la vida moral. Estaforma de vida , a la que podemos llamar espiritual, sólo puede sergarantizada por las leyes, po r las magistraturas y, en general, por la

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VI. La doctrina del Estado

organización compleja de un Estado . Y en éste el individuo , solici­lado por las leyes y por las instituciones políticas, es inducido a salirde su egoísmo y a vivir no según lo que es subjetivamente bueno, sinoconforme a lo que es verdadera y objetivamente bueno. De estamanera el Estado , que es último cronológicamente , ocupa, en cam­bio, el primer lugar en el orden ontológico, porque se configuracomo el ..todo» del que la familia y el municipio son las ..partes.. y,desde el pun to de vista ontológico, el todo precede a las partes,porque sólo él da sentido a éstas. Así, sólo el Estado da sentido a lasotras comunidades y sólo él es autosuñciente . Por ello dice Anst óte­les: ..El que no puede entrar a formar parte de una comunidad, elque no tiene necesidad de nada, bastándose a sí mismo, no es partede una ciudad, sino que es una bestia o un dios»' .

2 . E L CIUDADANO

Aristóteles examina en primer lugar la familia y los problemas dela administración familiar. En este punto e l filósofo se de ja condi"-.,d onar considerablemente por las estructuras sociopoliticas y cultu­rales-de su tiempo , hasta el punto de oponerse a sus propios princi:pios metafísicos . Acepta el prejuicio griego según el cual la mujer es

' ~por naturaleza» inferior al hombre, porque tiene menos ..razóm.que éste. Y, por consíguente , admite asimismo el preju icio según elcual hay hoíTIbres que son esclavos "por natura leza..; se tratartedelos hombres en los que el instinto y la sensibilida-d predominan-sObre -'­la razó~ (para Aristó teles los esclavos serían necesarios , al igual quelos animales domésticos: serían indispensables para los servicios re­lacionados con las necesidades del cuerpo , de las que el hombre..libre» no debe ocuparse) ' . Puesto que , condicionado en lodo casopor los prej uicios helénicos, Aristóte les considera que en el bárba­ro, a diferencia de lo que sucede en el griego, predomin a el instintoy la sensibilidad sobre la razón , sería «justo» y «natural» que losbárbaros estuvieran somctidos a los griegos y, si fueran capturadosen la guerra , llegaran a convertirse en esclavos de los mismos.

l. ""/. A 2. 12SJoo 27·JO2. W . .. Poi. A S.

114

El ciudadano

Bastante más razonables . aun cuando dentro de los límites de lascondiciones económicas de su tiempo, son las obse rvaciones deArist óteles acerca de la administrac ión de la familia y de la adq uisi­ción de las riquezas . La sana economía debe procurar lo necesar iopara vivir y por tan to debe ejercer tan sólo actividades nat urales (lacaza. el pastoreo y la agricult ura) o el trueque , con exclus ión detodo comercio a cambio de dinero fde~ l á.S actividades basadas enéste:las cuales tiene n como finalidad el incremento indiscriminadode las riquezas. Una economía que se basase e n estas últimas activi­dades perdería de vista la verdadera finalidad de vivir, llegandofatalmente a consumir la vida para producir bienes materia les, e nlugar de usar éstos en beneficio de aquélla . En ese caso la vida seconvertiría en un medio , dejando dc ser ñ r r'.

Del examen de la familia , Aristó teles (después de haber dirigidocriticas severas al comunismo plató nico)' pasa a ana lizar el Estado,sin profundizar en las cuest iones relativas al mun icipio (que , comohemos visto , era cl segundo de los elementos constitutivos deaquél). Y. como muchos han señalado, presenta la cuestión conarreglo a una perspectiva diferente . Puesto .que el Estado está for­mado por ciudada nos, se trata de definir qué es el ciudadano .

Para ser «ciudadano» de una ciudad , no basta habita r e n el tcrri­torio de ella, ni gozar del derecho de iniciar una .aceión judicial ,ni tampoco es suficiente el ser descendiente de ciudadanos:Para ser ..ciudadano.. es necesario ..parti cipar en los tribunales o enlas magistraturas», es preciso toma r parte en la administración de lajusticia y participar en la asamblea que legisla y gobierna la ciudad':

En esta definición se refle ja más que en ninguna ot ra la caracte­rística peculiar de la po lis griega, en I~ que el ciudada no se sentíacomo tal sólo si participaba directamente en el gobierno de la cosapública, en todos_sus mome ntos (creación de las leyes, su aplicación,administración de la justicia) . Por consiguiente, ni e l colono ni elmiembro de una ciudad conquistada podían considerarse ni sentirse«ciudadanos» en el sent ido mencionado . Ni siquiera los trabajado.res podía n considerarse verdaderos ciudada nos, a pesa r de ser hom-

3. v~.,. Poi. A 7.. .4. v••", Poi. 11 .S. ve.... P<>I. r l .

115

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VI. La doctr ina del Estado

bres libres (es decir , aunque no eran metecos, ni extranjeros, niesclavos), pÓrque ninguno de ellos disponía del tiempo necesariopara ejercer l¿;s funciones que son esenciales a los ojos de Aristóteles.y así, los «ciudadanos» de una ciudad son muchom ás limitados ennúmero , mien tras que todos los demás hombr es de ella terminanpor ser de alguna forma medios que sirven para satisfacer lasnecesidades de los primeros. Los ob reros se diferencian de los escla­vos porq ue , mientras éstos sirven a las necesidades de una sola per­sona , aquéllos sirven a las necesidades púb licas; pero no por ellodejan de ser medios-o

Mientras Aristóteles afirmaba que ..no se pueden considerar ciu­dadanos todos aquéllos sin los cuales no subsistiría la ciudad>", lahistoria ha demostrado que es verdad lo contrario ; pero para ello hasido necesario que estallaran una serie de revoluciones, y resultadifícil todavia poner en práctica esta verdad que , en el plano teórico,ha sido conquistada definitivamente .

3 . E L EsTADO V SUS FORMAS POSIBLES

e.El Estado , cuya naturaleza y finalidad hemos definido ya ante­riormente , puede realizarse conforme a form as diferentes, o sea,según diferentes ..constituciones;". Ésta es la manera como Aristóte­les de fine la constitución: ..La constitución es la estructura que daorden a la ciudad , estableciendo el funcionamiento de todos los-cargos y sobre todo de la autoridad soberanas", Ahora bien , est á 'ciaro que desde el moment o en que esta aut or idad soberana puederealizarse en diferentes formas, habrá fundamentalmente tantasconstituciones cuantas sean estas formas. Y, por o tra parte , puedeejercer el poder soberano: 1) un solo hombre, 2) o también uno,~

. pocos, 3) o incluso la mayo r parte de los hombres. Pero no basta.Cada una de estas tres formas de gobierno puede ejercerse de mane­

' ra correcta o incorrecta, y precisamente: «Cuando uno solo, unospocos o los más ejercen el poder con vistas al interés común, las

~. Vé. ", fu I. r s.7. rol, r s. 127ll<1 2o,~. I',¡j, rs. la7l1h 8-10.

116

El Estado y sus formas posibles

constituciones son necesariamente rectas, mientras que cuando uno ,pocos omuchos ejercen el poder en su interés privado, se producenlas desviaciones".

De este modo surgen tres formas de constituciones legítimas: 1)monarquía, 2) aristocracia y 3) república (politeia), a las que corres­ponden otras tantas formas de constituciones ilegítimas: 1) tiranía,2) oligarquía y 3) democracia (e l lector mode rno debe tener prese nte ,para orientarse debidamente, que con el nomb re de ..democracia» elEstagirita entiende un gobierno que , descuidando el bien de todos,trata de favorecer inde bidamente los intereses de los más pob res ;por tanto, atribuye al término la acepción negativa que nosotrosdesignamos más bien con el término ..de magogia»; e n realidad Aris­tóteles efectúa la precisión de que el error de la ..democracia» con­siste en conside rar que, por ser todos iguales e n cuanto a la libertad,todos pueden y deben ser iguales asimismo en todo lo dem ás.

¿Cuál es la mejor_de estas tres constituciones?La respuesta de Aristóteles no es unívoca. Ant e todo, ya se ha

dicho que las tres formas de gobierno, cuando son legítimas, sonnaturales y~r tanto buenas , precisamente porque el bien del Esta­do consiste en procurar el bien común. Pero es evidente que. si enuna ciudad existiese un hombre que sobresa liera por encima detodos. le correspondería el poder monárquico ; y, si existiera ungrupo de individuos excelente por su virtud, se impondría un gobier­no aristocrático . Así, pues, la monarquía seria , en teoría , la mejorforma de gobierno , siempre que existiera en una ciudad un hom breexcepcional; y lo sería la aristoc racia , a su vez, siempre que hubieraun grupo de hombres excepcionales. Pero , puesto que no se verifi­can tales condiciones en la realidad, Aristó teles, con su fuerte senti­do realista, indica básicamente que la politeia es la forma de gobier­no más conveniente para las ciudades griegas de su tiempo, en lasque no existían ni uno ni unos pocos hombres excepcionales, sinomuchos hom bres que , aun cuando no sobresalieran en la virtudpolítica, eran capaces a su vez de gobernar y de ser gobernadossegún la ley. La politeia es prácticamente una vía media entre laoligarquía y la democracia 0, como han seña lado los eruditos, una

~. P"'. r 7. 1(179« 27·31.

ll7

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VI. La doct rina del Est ado

democracia temperada con la oligarquía; en realidad , quien gobier­na es una multitud (como en la democracia) y no una minor ía (comoen la oligarquía) , pero no se trata de una multitud pobre (a diferen­da de la democracia) , sino de una multitud que goza del bienestarsuficiente para poder servir en el ej ército y que sobresale por sucapacidad y sus virtudes guerreras . Como se ve, la po íueia ate mperalas excelencias y elimina los defectos de las dos formas ilegítimas y,po r tan to , e n el esquema general trazado por el Estagirita , estásituada en una posición algo anómala, po rque viene a encontrarseen un plano diferente ya sea respecto de las dos pr imeras constitu­ciones perfectas , ya sea respecto a las t res imperfectas. La politeia,pues , como han señala do los est udiosos, es la constitución que valo­ra "a la clase media.., y que, precisamente en cuanro ..med ia .., ofre­ce la mayor garantía de estab ilidad . Éstas son las afirmaciones expll­citas de Aristóteles:

En cuanto le es posible, una ciudad treta de estar formada por ciudadanos igualesy pareciocs entre sí, y esto sucede sob re lodo ron ciudac!anO$ que perte necen a lasclases medias; por ello la ciudad mejor gobernada será aquella en la que se re'alizanlas condiciones de las que por natura leza. se deriva la pcsib rhdad de la comunidad deciudadanos. Por lo demás, precisamente la clase que constituye la base de esta posibi­lidad, es decir, la ciase mtdia, es aquella cuya existencia queda garantizada en laciudad. En realidad. los que pertenecen a ella, al no ser pobres, no desean lascondiciones de los demás, ni los otros dese an la suya, como sucede en relación con losl'ÍCO!i cuya posición envidian los pobres. Por ello. los que pertenecen a la clase media ,al no tramar insidias contra los demá s y no siendo, a su vez, objeto de acechanzas,pasan su vida sin peligros , tanto que Fccñides decía con toda razón: _Mucbas COSlI S ,

SOfI óptimas a causa de su posición media y a mi me gustarla participar de ella en laeiudad.» Está claro. pues, que la mejor comunidad política es la que se basa e n laclase media y que las ciudades que se encuentran en estas condiciones pueden sergobernadas, me refiero a aquellas en las que la clase media es más numerosa y máspoderosa que los dos extremos, o al menos que uno de euos'".

Así pues, también en la polít ica , al igual que en la ética, elconcepto de «posición media» ejerce una función básica.

IU. rol. A 11. I~ S-:M.

118

4 . E L EstADO ID EAL

De los análisis que Aristóteles nos ofrece en los libro s cuarto,qu into y sexto de la Política (dedicados al examen de varios génerosy especies de constituciones, de las diferentes form as de revo luciónde las causas que las de termi nan y de los modos como se puede nevitar), no es posible hablar en este lugar , dado el carácter po rrne­nor izado y además técnico de tales cuestio nes. En ellos el Estagiritademuestra poseer unos conocimientos históricos extraordinarios, asícomo un a comprensión penetrante y una gran sagacidad al conside­rar los hechos y los acontecimientos políticos verdaderamente no­ta bles.

Presentan , en cambio, mayor interés, ya que se refieren a laproblemática propiamente filosófica , los dos últimos libros dedica.dos a la ilustr ación de l Estado ideal. Y puesto que , como ya hemosvisto , la concepción del E stad o es para Aristóteles fundamental.mente moral, no hemos de sorpre nderno s si el filósofo polariza enmayor grado su razona miento en torno a problemas morales y ed u­cativos que en aspectos técnicos relacionad os con las instituciones ylas magistraturas . Se ha visto en la ética que los bienes son de tresg.éneros dife rentes; bienes e xternos. bienes corpora les y bienes espi­rit uales del alma, y se ha visto también en qué sentido se han deconsiderar los do s primeros como simples medios para la realizaciónde los terceros , Y, según Aristóteles, esto se ha de aplicar ta nto alindividuo como al Estado. También éste debe buscar los dos prime.ros tipos de bienes de forma limitada y exclusivamente en función delos bienes espirituales, porque só lo en ellos consiste la felicidad .

É~tas son las condi ciones ideales que debería satisfacer el Estadofeliz" ,

a) En lo que respecta a I~blación , que es la primera condiciónde la act ividad política , no deberá se rn i demasiado exigua ni dema­siado numerosa , sino que deberá alcanzar una medida justa. Enrea lidad, ulla_ciudad que tenga un número excesivamente red uCidode, ciudada nos no podrá ser autosu ñcíente, y la ciudad debe poderbastarse a sí misma . En cambio , la ciudad que tiene un número

11 . Vta", PoI. H .....

119

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VI. La doctrin a del Estado

excesivamente elev ado de ciudadanos será difíci lmente gobernab le.Nad ie podrá ser general de un número demasiado grande de ciuda- ­danos . Nadie pod rá ser heraldo de una ciuda d demasiado num erosa ,si no posee una voz estentórea. Los ciudadanos no pod rán recono­cene entre si y, por tanto , no podr án distribuir las diferentes misio­nes con conocimiento de causa. En resumen , Aristó teles desea quela ciudad esté hecha a medida del hombre. - --

b) El territorio deberá presentar asimismo ca racte risticas análo­gas. Deberá ser suficientemente grande para proporcionar lo qü é seneces ita para vivir, sin producir cosas superfluas. Deberá ser abar­cable con la 'lista . Deberá ser dificilmente ata cable y fácilmentedefendible , ocupando una posición favorable ya sea respecto al in­terior ya sea respecto al mar .

c) Las cualidades ideales del ciudadano son -en opinión de Aris­tóteles- exacta mente las que pre sent an los griegos; constituyen una _especie de vio media y como una síntesis de las cua lidades de lospueblos nórdi cos y de los o rientales (ni que deci r tiene que en este

, ju icio el Estagirita es víctima de los mismos prejuicios que le haninducido a cree r que los ..bárbaros» eran esclavos «por natu raleza ..) .

d) Aristóteles examina cuáles so n las funciones esenciales de laciudad y su distribución ideal. Para subsistir una ciudad debe tener :1) cultivadores de la tierra que suministren alimento s, 2) ar tesanos'q ue proporcione n instrumentos y ob je tos manufactu rados, 3) gue­rreros que la defiendan de los rebeldes y de los enemigos , 4) comer-­ciantes que prod uzcan la riqueza , 5) hombres que definan qué es útil ­para la com unidad y cuáles son los derechos recíproco s de los ce ne­ciudadanos, 6) sacerdotes que se ocupen del culto.

Ahora bien , la buena ciudad impedirá que todos los ciudadanos_ e jerzan-todas estas funciones. Por otra parte , en la ciud ad ideal no

se desarrollará una forma de vida particular , como es la de los quepractican la agricultura ni como la que lleva el obrero o el comer-­ciant e ; éstos so n modelos de vida poco nobles y contra rios a lavirtud y de tal naturaleza que impiden el eje rcicio de ésta, al nopermitir gozar de suficiente disponibilidad ni de tiempo Iibre .,Lo scampesinos será n, por tanto, esclavos y también los obrer os, míen-

... tras que los comerciantes no formar án parte del grupo de los «ciuda­danos». Los verdaderos ciuda danos se ocu parán de la guerra, de l

~.

120

El Eslado ideal

gobierno y del culto . Por su naturaleza , puesto que estas funcionesrequieren diferentes virtudes (el guerrero debe tener fuerza , el juezy el legislador deben poseer sensatez) deberían distribuirse entred iferentes personas; pe ro los gue rre ros soportarian difícilmente tulsituación, puesto que , al posee r la fuerza militar, pretenderian e ntodo caso ejercer asimismo el pode r po lítico. La so lución que Aris­tóte les propo ne es la siguiente . Las mismas personas ejercita ránestas misiones en periodos diferentes: «(...) la naturaleza quiere quelos jovenes tengan fuerza y los viejos sensatez, así pues es útil y justodividir los po de res polít icos teniendo en cue nta este hecho»" . Deesta manera los ciudadanos serán primero guerre ros, después conse­jeros , finalmente sacerdotes . Todos ellos se rán personas acomod a­das ; y, puesto que los ca mpesinos, los obreros y los comerciantes seenca rgan de proporcionar todo cuanto se precisa para satisfacer lasneces idades materiales, aquéllos dispondrán de todo el tiempo ne­cesa rio para el ejercicio de la virtud y para desarrollar plenamenteuna vida feliz. De esta for ma el «vivir bien. y la felicidad só lo seconcede rá n al restringido número de los «ciudadanos..; todos losdemás hom bres, que viven también en la ciudad y trabajan en ella ,quedarán reducidos a simples «condiciones necesarias» para la vidafel iz de los demás y se verán condenados a llevar una vida infrahu ­mana . Nos encontra mos aq uí fre ote al acost umbrado condiciona­mien to hist órico-social . que limita de form a tao cons idera ble el pe n­samiento ar istotélico en esta ma teria , situándolo en una dimensiónmuy alejada de la nuestra, ya que , básicamente , el filósofo conside­ra necesario que muchos hombres vivan una vida infrahumana O noperfectamente humana a fin de que otros hom bres vivan una vidahumana plena y perfecta, y que todo esto sea ..natural».

e) Pero queda tod avía un punto esencial. La felicidad de la ciu­dad depende de la virt ud , pero ésta vive e n cada uno de los ciuda da­nos , y pOr ello la ciudad puede llegar a ser feliz. e n rea lidad, en lamedida cn que llegue a ser virt uoso cada ciudadano . Y, ¿cómo llegaa ser virtuoso y bueno cada hombre? En primer lugar, deb e tenercier ta dispos ición nat ural. des pués los hábitos y las costumbres, portanto los razonamientos y los discursos, deben actuar sobre ella.

12, P<>I. II ~ . l J2'J<> 14-17.

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VI. La doctrina del Estado El Estado ideal

Ahora bien , la ed ucación actúa precisamen te sobre las costumbres ysobre los razonamientos , po r lo que esta cuestión adquiere una ­importancia enorme en el Estado.

Los ciudad anos deberán ser ed ucados de forma básicamenteigüií :-; fin de que puedan ser capaces de obedecer y de mandar -__alternativamente , puesto que deberán obedecer (cua ndo son j óve­nes), y después mandar (una vez se hayan convert ido en hombresmaduros). Pero , en especial, puesto que es idéntica la virtud delciudadano bueno y del hombre bueno, la ed ucación deberá tenerbásicamente como objetivo la formación de hombres buenos, esdecir , deberá desarrollarse de fo rma que se realice el ideal establecidopor la ética, Q sea, que el cuerpo viva en fun ción del ulma, y que laspartes inferiores de ésta vivan en f unción de las superiores, y enespecial que se realice el ideal de la pura contemplación. Escribeexpresamente nuestro filósofo:

l ntruduciendo en las acciones una distinció n análoga a la que se rea lizó respectode las partes del IIlma, pod remos decir que son prefe ribles las que se der ivan de lapart e mejor de ella, al menos para quien sepa compara r toda. o al menos dos de laspartes del alma, porque todos consideraran que es mejor aquello que tiende al finmás elevado . Asimismo todo género de vida puede dividirse en dos aspectos segúntienda hacia las ocupaciones y el trabajo o hacia la libertad respect o de todo compro­miso. hacia la guerra o hacia la paz. y conforme a estas distinciones las acciones seránnecesarias y útiles o bellas. Al escoger esos idea les de vida es eecese ríc seguir lasmismas preferencias que corresponden a las partes del alma y a las acciones que sederivan de ellas. es decir, n necesario r~og~r la g~"a teniendo romo fin la ,,"Z. rl/rabtljo , fijando como finalidad la fj~racjón d~l mismo y la.!CWlU nrcnari/u y úlilrs,,,"ra poder alcanzar las br/laJ. El legislado r de be tener presente todos estos elemen­lOS que hemos analizado , las panes del alma y las acciones que 1M carectenza n.ponie ndo siempre la mirada en las. que son mejores y que puedan eje rcer la funciónde fines y no tan sólo de medios. Este cr iterio debe guiar al legislador en su conductafren te a las diferen tes concepciones de la vida y a los diversos tipos de acciones: rsnecesario poder alrndrr al fTabdjo. dirigir la gu~"a. " alizar las oows necesanes yúli/rs, pa o ~s más prrdso loda~¡Q podrr practicar r/ reposo librr, vivir en paz yr~(lliz(lr tes COStu hermosas- (o sea , contemplar).

antes que la razó n, proced iendo con la educación de los impulsos,de los instintosy de los apetitos, para concluir finalmente con laeducación del almaracio nal. En el Estado ar istotélico se recoge y seaplica la tradicional educaci ón griega basad a en la gimnasia y en lamúsica y con su descripción concluye la Politica.

No hay por qué insistir en que todas las clases inferiores resulta­ban excluidas de la educación; para Ar istóteles una educación tecni­coprofesional carece de sent ido, porque tal formación no estaríaorienta da a beneficiar al hombre, sino a las cosas que sirven a loshombres, mientras que la verdadera educación pretende q ue losciudadanos sean verdadera y plenamente hombres. Admirable pre­tensión, q ue podría aplicarse a nuestro tiempo , si, para que algunospueda n llegar a ser hombres perfectos , no exigiera que otros tenganque perm anecer sometidos a l destino de ser hombres sólo a medias.

En conclusión, también en la política la concepción metaemplri­ca del alma y de sus valores const ituye la línea de fuerza según lacual se desarrolla todo el razonamiento aristotélico. También aquíAristóte les está much o más cerca de Platón de lo que se suele cree rhabitualmente ; el Estagirita se limita a criticar y rechazar ciertosaspectos abe rrantes de la República platónica, pero no su ideal defo ndo.

El Estado, y no las personas privadas, deberá impartir la educa­ción que se iniciará natu ralment e por el cuerpo, que se desarrolla

1.1 , Poi. 11 l~. un..2f>.133:lb J.

122 123

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CAPíTULO VII

LA FILOSOFÍA DEL ARTE(Análisis de la Poética)

1. CONCEPTO DE LAS CIENCIAS PRODUCTIVAS

He mos visto antes que el tercer género de ciencias está formadopor las «ciencias poéticas» o «ciencias productivas».

Como dice su nombre, estas ciencias enseñan a hacer y a produ­cir cosas, objetos, instrumentos, según reglas y conocimientospreClsos.

Como es obvio, se trata de las diferentes artes o, como decimostodavía utilizando el té rmino griego, de las «técnicas». Al formularel concepto de ar te , el griego destacaba, en mayor medida de lo quehacemos nosotros, el momento cognoscitivo que implica esta acti­vidad, subrayando de manera especial la contraposición existente en­tre arte y experiencia; ésta implica una repetición preferentementemecánica, sin rebasar e l conocimiento del que, es decir, del dato dehecho, allí donde el arte trasciende el puro dato hasta llegar al cono­cimiento del porqué o a aproximarse a él y, en cuanto tal, constituyeuna forma de conocimiento. Por ello está clara la razón por la que seincluyen las artes en e l cuadro general del saber , siendo tambiénobvia la causa por la que se sitúan dentro de l orden jerárquico en eltercer y último escalón, en cuanto consti tuyen ciertamente un saber ,pero un saber que no es ni fin en sí mismo ni siquiera un conocí­miento buscado en beneficio de la acción moral (como el saberpráctico), sino más bien en beneficio del objeto producido.

Las ciencias poéticas en su conjunto no interesan, sino de unaforma indirecta , a la investigación filosófica. Constituyen una

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V IL La filosofía del arte

excepción las bellas artes, que se distin guen del conjunto de lasdemás, ya sea en su estructura ya sea en su finalidad .

Dice Aristóteles: ..Algunas cosas que la natura leza no sabe hacerlas crea el arte ; en cambio, otras las imitas',

Existen, po r tan to , artes que completan e integran de algunamanera la naturaleza, y tienen como fin la mera uti lidad pragmática ,y existen artes , e n cambio, q ue ..imitan» la naturaleza misma , repro­d uciendo o recreando algunos aspectos de la misma con materialplasmablc , con colores. sonidos o palabras , y cuyos fines no coinci­den con Jos de Ja mera utilidad pragmática. Se trata de las llamadas..bellas artes... que Ari stóteles analiza en la Poética. En verdad elEstagirita se limita a estudiar sola mente la poesía , y, más bien, sólola poesía trá gica y, secunda riamente la poes ía épica (en una parte dela obra , ya perd ida , el autor debía estudiar asimismo la comed ia).Pero algunas ideas que expone pueden aplicarse a todas las bellasartes en general o , al menos , pueden extenderse también a las de­más. Son dos los conceptos sob re los que se concentra la ate nciónpar a poder comprender cuá l es, según A ristó teles, la naturaleza delhecho an fstico: a) el concepto de mimesis y b) el de ..catars is...

2 . LA " MIMF.5 IS .. POÉTICA

Empecemos por la ilustración de la mimesis. Platón habfa censa­rada seve ramente e l arte , precisamente por ser mimesis, es decir,imitación de cosas fenoménicas, las cuales (como sabemos) son, a suvez , imitación de los paradigmas ete rnos de las ideas . convirtiéndoseasí e l arte en imitación de la imitación. apariencia de la apariencia,que desvirtúa lo verdadero hasta hacerlo desaparecer. Aristóteles seopone abierta mente a este modo de concebir el arte, e interpret ala mimesis artística con arreglo a una perspectiva opuesta , hastaconvertirla en una actividad que, lejos de reproducir pasivament e laapariencia de las cosas, las recrea en cierto modo según una nuevadim ensión.

Leamos el texto fundamental en este sentido :

l. Ph, •. fU. l Yl1<o 15· 17.

126

La «m imesis.. poética

Resulta cla ro ( ... ) que el oficio de poe ta no consiste en escribir cosas que hansucedid o rea lmen te , sino aquell as que ha n pod ido sucede r en determinadas condicio­nes; es dccir , cosa s que son posi bles scgén las leyes de la veros imilit ud o de la

necesidad. En realidad el hjstonador y el poeta no difie ren entre sí po rq ue unol",cr ihe en verso y o tro en prosa ; la histo ria de Herodoro , po r e je mplo, pod ria habe r­'>C escri to pe rfect amen te en verso, y aun así no seria men os histo ria de lo que es sinesta r escrita de esta forma; la verdade ra d iferencia consiste en Que el histo riadordesc ribe hechos rea lmente acaecidos. mien tras Que el poeta re la ta hechos que puedensuceder. Por ello la poesía es algo más r uoscñco y más elevado que la h~loria ; la

poesí a tiende más bien a represe nta r lo universal. la historia lo particular. De es tamanera podemos ofrecer una ide a de lo universal; a un individuo de es ta o aquellanatura leza le corresponde decir o hacer cosa s de ta l o cua l natu raleza de conformidadco n las leyes de la verosimilitud o de la ncccYdad ; 'J precisamente a esto re sponde lapoes ía , aun cuando atribu ya nombres propios a sus personajes. Se trat a de algo

l>ótrt icu tar cuando se dice , po r e jem plo , qué hilo Alcibi aJes o Qué le sucedt& .

Este pasaje ilustra muchos aspectos.a) En primer lugar Ari stóte les comprende pe rfecta mente que la

poes ía no es poesía por utilizar versos (un histori ado r podría utilizarversos y. sin emba rgo, no hacer poes ía}. Y, en genera l, se puededecir con toda exactitud que no son los med ios empicados por elarte los que hacen q ue éste sea a rte .

b) En segundo lugar , Aristóteles señala con la misma exactitudque la poesía (y el arte en general) no depe nde ni siquiera de suobj eto , o , mejo r dicho. del contenido de verdad de su obje to . No esla verdad histórica de las personas , de los hechos y de las circunsta n­cias que represe nta la que le confie re valor de arte . Éste puedenarrar también cosas efectivamente sucedidas, pero só lo llega a serarte si a estas cosas les añade un cierto quid del que carece la narra­ción puramen te histórica (recuérdese que el Estagirita entiende lanarración histórica ante todo como cró nica , como descripción depersonas y de hechos vinculados por un lazo exclusivamente crono­lógico) . Si las Historias de H er ódo to se hubieran escrito en verso , nopor ello qu edarían convertidas en poesía ; sin embargo, cosas efecti­vamente sucedidas y narrad as por Herodoto podría n convertirse enpoesía . ¿Cómo? Nos responde Ari stóteles: ",Si se lc ocurre a unpoeta narrar de forma poética hechos realmente aco ntecidos no será

2. r_. 9. 1~.1 1 ~ J6· 1451b 11.

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VII. La filosofía del arte

por ello menos poeta; ya que entre los hechos rea lmente sucedidosnada impide asimismo que haya algunos de tal naturaleza que pue­dan concebirse no como acaecidos realmente , sino como si hubieransido posibles y verosímiles ; y es precisamente bajo este aspecto desu posibilidad y veros imilit ud como los trata el poe ta y no el histo ­riador»".

c) Resulta, pues, claro , en tercer lugar, que el arte tiene unasuperioridad sobre la historia por la diferente manera como trata loshechos . En efecto, mientras la historia permanece ligada totalmentea lo particular, y lo considera como propio en cuanto particular, elart e , cuando se ref iere a los mismos hechos que est udia la historia ,los transfigura, por decirlo así, en virtud de su manera de tra tarlos yde ver los «bajo el aspecto de la posibilidad y de la verosimilitud», yde esta forma les confiere un significado más amp lio, uni versalizan­do en cierto sentido este objeto. Aristóteles utiliza precisamente eltérmino técnico «universal» (rO. xoitór..ov)' . Pero, ¿qué tipo de «uní­versales» pueden ser los del arte , esos tipos de universales que (co­mo hemos leído en el pasaje del que hemos partido) no desdeñannombres propios?

.d ) Evidentemente , no tenemos que enfrentarnos aquí con losuniversales lógicos, del tipo de los que estudia la filosofía teoréticay, en especial, la lógica . En realidad, si el art e no debe reproducirverdades empíricas, tampoco debe reproducir verdades ideales detipo abstracto, verdades lógicas. El art e no sólo puede y debe des­vincularse de la realidad y presentar hec hos y personajes como po­drían y deberían haber sido, sino que , dice expresamente Ari stóte­les, puede tamb ién introducir lo raciona l y lo imposible, e inclusopuede dec ir mentira s y utilizar convenientemente paralogismos (esdecir, razonamientos falaces) ; y puede hacerlo a condición de queconvierta en verosímiles lo imposible y lo irracional'. El Estagiritallega incluso a decir esto: «[ ...) lo imposible verosímil es preferible a10 posible increíble»'; y también: «Respecto a las exigencias de lapoesía , hay que tener presente que una cosa imposible pero creíble

a. Po", 9 . 1451b 29·33.4 , P<>tl, 9. 1451b 7.5. Véa. e P<>eI. 24, 14600 13«,6. Po" . 24. I460a 26".

128

Lo bello

es siempre preferible a algo increíble , aunque sea posible»' . Natu­ralmente , siendo así las cosas, el art e podrá representar perfecta­men te de manera falaz a los dioses, porque así los imagina el vulgoy, en cuanto creencia dc éste, forman parte de la vida.

e) La universalidad de la representación del arte nace de su capa­cidad de reproducir los hechos «según la ley de la verosimilitud y dela necesidad» , es decir, procede de su capacidad de reproducir loshechos de tal manera que resulten vinculados y relacionados demodo perfectamente unitario, como si formaran parte de un orga­nismo en el cual cada una de las part es tiene su sentido en func ióndel todo del que es parte .

Valgimigli, utilizando una terminologia de Croce, dice que eluniversal del art e es «el universal concreto, incluso en lo máximo desu concreción »". Se podría decir también el «universal fantástico»,utilizando mód ulos más cercanos a Vico. Pero es obvio que estater minología nos neva más allá de Aristóte les. Sin embargo, par­tiendo de las consideraciones desarrolladas anterio rment e, está cla­ro que , en el célebre pasaj e del cual hemos par tido , el Esta girita haintuido, aunque de forma vaga y confusa , este hecho; el ar te es másfilosófico que la historia , pero no es filosofía; el universal del arte noes el universal lógico y, por tanto , es algo que tiene su valor propio,aun cuando éste no sea ni el valor de lo verd adero histórico ni el delo verdadero lógico . De esta manera queda claramente superada laposición platónica .

3. Lo RELLO

La esté tica moderna nos ha acostumbrado a considerar los pro­blemas del arte de form a que nos resulta difícil pensar que puedadarse una definición del mismo prescindiendo de una defin iciónadecuada de 10 bello . En re alidad , esto no resu ltaba tan claro paralos anti guos . Platón asoc ió lo bello a lo erótico más que al arte ; y

7. PO<!I. 25, 14M b lis.s . Ari, tó teles. Potlico , b, jo la difeC"¡ó n d e M. Va lgimigh. Laltrza, Bari 11%8 . pl.g , 28 (l. traduoción <le la

I'ol lico ha 'iJo p"bl icaJ a en t. colección .Filo"" li ant;chi e medie..li. y en la , Piocnla bi~liotcca m",,'(io.

l.ate" o" . eo odieil'>" reducid.) .

129

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V II. La filosofía del a rte

A ristóteles, que lo vincu ló al arte, no lo definió sino incidentalmen­te en la Poético. Y ésta es la definición que dio del arte :

( ... ) Lo be llo, ya sea un se r animado o cualquier ot ro objeto igualmen te consurui ­do de pa n es . no sólo debe presenta r en éstas cie rto orden, sino que de be tene rlamhién su propi a magnitud ; en rea lidad , lo be llo co nsta de magnitud y de orde n; porlanto , no podría ser be llo un organismo excesivamente pequeño , po rque en ta l casola visla se co nfundiria al operar en un momento de tiempo casi impe rcep lible ; tampo­

co podría se r be llo un organismo excesivamente gra nde , como si se tra lase , por­ejemplo , de un ser de dioe~ mil estadios, po rque en ese caso el ojo no puede abarcarlodo el obje to en su co njunlo , escapa ndo de esta fonna a qu ien lo contempla la

unidad y su lo tal idad o rs fm íca (. ..)' .

Este mismo concepto expresó el filósofo en la Metafisico, dondelo bello está asociado a las matemáticas:

Puesto que: el bien y lo bello son dife rentes (el pri mero se encue ntra siem pre enlas acciones mient ras que lo segundo se da tam bién en los entes inmóviles). se equl­vece n aquellos que afinnan que las~ncias matemáticas no dicen nad a acerca de 10be llo Yde l bie n. El! efecto , las mat emáticas ha blan del bien y de lo be llo y lo da n a

conocer en sumo grado; en realidad, si es cien o que no nom bran jamas tales cosasexplícitame nte, proo.:laman, sin embargo . SIl5 efectos y razones, y por tanto no sepuede deci r que no ha blen de ellas. Lassu pre mas formas de lo be llo so n: el orden y lasimetría y lo de finido , y ' lIS mate máticas dan a conocer estos conceptos más que

ninguna ol nt ciencia" .

As! pues, lo bello , implica para A ristóteles orden. simetría de laspartes, dete rminación cuantitat iva; en una palab ra : proporciones.

y se compre nde que , aplicando estos cáno nes a la traged ia ,Aristóteles no 1<1 quisiera ni de masiado larga ni excesivamente co rta .sino ca paz de ser co mprendida con la men te de una sola miradadesde el principio hasta el fin. Y esto mismo debía ap licar se , segúnél. a toda obra de arte".

Esta manera aristotélica de concebi r lo bello lleva la clara im­pronta helénica, caracterizada por la huida de todo exceso y la afi-

9. 1'''''' . 7. 1 4~ 1It 3(,.\ 431n 4.1lI.Mnuph. M l. 1117110 3 l · 1Il7llh 2.

11. W.'" I'otl. 7.

130

La ca ta rsis

ción a la «medida» y en especial la clave del pensamiento pitag órico ,que atribuía la perfección a l «límite».

4 . L A. CATAll.SIS

Hemos dicho que Aristóteles estudia fundamentalmente la tra ­gedia y que desar rolla su teoría del arte en relació n con ella . Aq uíno podemos adentramos e n los detalles de la cuestió n; pero quedapor aclarar un punto que , p resentado en estrecha vincu lación con lade finición de la tragedia , cabe aplica rlo al arte en general. Escribe elEstagirita : «La tragedia (...) es mimesis de una acción seria y rea li­zada en sí misma , co n cier ta extensión y expresada en un lenguajeembellecido con varias clase s de elementos o rna men tales, pero cadauno en su lugar en las diferentes partes; en forma dra mática y nonarrativa ; la cual , mediante una serie de casos que suscitan piedad yterror , tiene como efecto elevar y purificar el ánimo de tales pasio ­nes.." . El texto original dice exactamente qu e prod uce la catarsis delas pasio nes (xáilaeo~ TWV l'tattT(Jlá"Cluv) . El pu nto más interesantees precisamente el final de la defin ición, q ue, sin embargo , resultabastante ambiguo y, por co nsiguiente , ha sido obje to de difere ntesexégesis. Algunos consideraron qu e Aristóte les hablaba de purifica­ción de las pasiones e n sent ido moral , co mo de su sublimación obte­nida median te la eliminación de lo q ue tienen de peor. Otros, encambio, e ntendieron la ca tarsis de las pasiones "e n el sentido deremover o eliminar provisio nalmente las pasiones, en sentido casifisiológico Y. por tanto, en el sentido de liber ar de las pasiones" .

Aristóteles debió de explicar más a fondo en el segundo libro dela Poética el sentido de cat arsis, pero, po r desgracia , se perdi óesta obra. Sin embargo , hay dos fragme ntos de la Política que men­cionan esta cuestión y que vamos a reproducirlos. dada la importan­cia de l tema . En el primer pasaje se lec: «Además la flaut a no es uninstrumento que favor ece las cualidades morales, sino que suscita

IZ. f'~I. 6. 1449624·2/1.U . Enlrc kl. m..:ho. e..ri'm en 'orno a l. euc. lió". indi. an.." el . " ,"ulo do: W.J . Vc" kniu ' , Kólh",,¡, Id"

1""'I~m<lron. en AUI" ur d'ArisIO" (• • ,;..,. 0" 1<""'). I.'''. in. 1935. pág..'167_13.'1"" . n. li•• de m. "era . u<inl' yd . r" ,odct> k,. elemen'", G"C >C requieren pnr. i. con.pren.ión de l. eue.'ión.

131

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VII. La filosofía del arte

más bien emociones desenfrenadas, hasta el punto de que solamentedeberá utilizarse en las ocasiones en las que e l escucharl a prod ucecata rsis más que aumento del sabe r>". En el segundo pasaje seañ ade esta precisión :

Aceptemos la distindón efectuad a por algunos filóso(m entre melodías qu e tiene nun co ntenido mo ral. melod ías que es timulan la acción y aq uellas ot ras que suscitanentusiasmo; las armonlas se clasifican también en exacta correspondencia co n ellas.A esto se añade que. a nuestro pa recer, la mús ica no se pract ica para lograr un tipoún ico de be neficio que pued a de rivarse de ella , sino para usos múlt iples, poesto quepuede se rvir para la ed ucación, para procurar la catarsis (.•. ) y en terce r lugar pa ra elre poso, la <:leudón de l alma y la supres.íón de las fatigas. De tod as es tas conside ra ­dones resu lta claro que se debe hacer uso de todas las armonías, pero no de la miMllamanera. utilizando para la educación aquellas que poseen un mayor con tenido moraly para escuchar músicas eje cuta das por otros las que nos incitan a la acción o im.pira nla emoci ón . Y estas emociones, taJes como la piedad, el miedo y el ent usiasmo, queen algunos provocan fuertes resonancias , se man ifie stan , no obstante , en toces, auncua ndo en mayor o menor grado. Y vernos, ade más , que , cuando algunos que sesienten fuertemen te conmovidos por ellas, escuchan ca ntos sagrados que impresio­nan al alma , se encuentra n en la siluació n propi a de qu ien ha recupe rad o la salud o ha¡ ;do puriflClldo . Esto mismo puede aplicarse también a los sentimientos de piedad. detemor y en general a lod os los se ntimientos y a los afectos de los que cada uno tienenecesidad ; po rque tod os pueden expe rimentar la purificación y el alivio agrada ble .Aná logamente , las músicas especialmente idó nCil$ pa ra producir purificación propor·cionan a los hombres una alegria inoce nte" .

De estos pasajes se deriva claramente que la ..catarsis poé tica»no es cier tamente una purificación de carácter moral (ya que sedistingue expresamente de la misma), pero cabe deducir de formaigualmente clara que tal catarsis no puede reducirse a un hechopu ramente fisiológico . Es probable , o en todo caso posible . que, confluctuaciones e inccrtezas, Aristóteles entreviera en aquella ..libera­ción» agradable prod ucida por el arte algo análogo a 10 que hoyllamamos ..placer estético ».

Platón había condenado el ar te, entre otras cosas , porque éstedesencadena sentimientos y emociones, debilitando el elemento ra­cional que los domina . Aristóte les da un sentido totalmente distinto

14. Pr>i. a 6, 1341. 21·24.1 ~ . Pr>i. e 7. 1.'I4\b ~"l:l42Jl \6 .

132

La catarsis

a la interpretación platónica; el arte no nos impone un peso, sinoque nos descarga de la emotividad. y el tipo de emoció n que nosproporciona no sólo no nos perjudica , sino que de alguna forma nosdevuelve la salud.

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CAPITULO VIII

LA FUND ACIÓN DE LA LÓGICA(A nálisis del O,goIlQII)

1. CoNCEPTO DE LÓGICA o «ANAÚfic A»

En el esquema sobre cuya base el Estagirita ha subdividido ysistematizado las ciencias, no hay lugar para la lógica , y esto no sedebe al azar . Esta ciencia no tiene por objeto ni la producción dealgo (como las ciencias poéticas), ni la acción moral (como las cien­cias prácticas), ni siquiera una determi nada realidad distinta de laque es objeto de la metafísica o de la que es objeto de la física o de lamatemática (ciencias teo r étlcas).

La lógica considera, en cambio, la forma que debe tener cual­quier tipo de razonamien to que pretenda demost rar algo y, en gene­ral, que trate de probar. La lógica muestra por tanto cómo procedeel pensamiento cuando piensa, cuál es la estructura del razonamien­lo, cuáles son sus elementos, cómo es posible proporcionar demos­naciones, qué tipos y modos de demostraciones existen, sobre quécosa versan y cuándo son posibles.

Naturalmente, cabría decir que la lógica es ciencia en sí misma,en cuanto su conte nido viene dado precisamente por las operacionesdel pensamiento , es decir del ens tamquam verum (el ser lógico) queel Estagirita ha distinguido efectivamente ' , Sin embargo, esto sólocoincidiría parcialmente con las ideas de Aristóteles, que sólo derefilón y casi accidentalmente ha dado el nombre de «ciencia.. a la

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VIII. La fundación de la lógica

l ógica' , con siderándola más bien como un estud io prelimin ar, esdecir, como una propedeútica general de todas las ciencias. Porconsiguie nte , el término organon, q ue significa «instrumento», in­troducido po r A le ja nd ro de A frodisía para designar la lógica en suconjunto (y aplicado a pa rti r del siglo VI des pués de Cristo comotítu lo al conjun to de todos los escritos aristoté licos relacio nados co nla lógica) , define perfectame nte el concepto y el fin de la lógicaaristo t élica , quc pretende suminist rar precisamente los instrumentosmentales necesarios para afro ntar cualq uier tipo de indagación' .

Hemos de observar además q ue el térmi no ..lógica .. no fue utili­zado por Arist ótel es para designar lo que hoy entendemos por ella .El uso de es te nombre en la acepción mencionada procede de laépoca de Ciceró n (y pro bablemente su origen se remonta a la escue­la es to ica) , pero se co nsolidó definitivame nte con Aleja ndro' . ElEs tagirit a llam aba en cambio a la lógica con el términ o ..analítica .., yAnalíticos se titu lan los escritos fundam entales del Organon' ,

La analítica (del griego analysis, que significa resoluci árú explicael métod o co n el que , part iendo de una conclusión dad a , és ta seresuelve precisam ente e n los eleme nto s de los que se deriva , esdecir , en las premisas de las que procede y que , po r tan to , const itu­yen su fundamento y la justifican. La analítica es básicamente ladoctrina del silogismo y, en efecto , és te constituye el núcleo fund a­mental y el e je en to rno al cual gira n toda s las de más figuras de lalógica ar is to té lica . Po r lo de más, el Estag irita tuvo pe rfecta concien­cia de se r el descubridor del silogismo , basta el punto de que al finalde las Ref utaciones sofisticas nos dice con tod a claridad que , mien­tras co n respecto a los d iscursos retóricos existían ya muchos y anti­guos t ra tad os , sobre el silogismo no habí a abso luta me nte nada' . Loque equivale a de cir qu e de sde el mom en to en que la lógica (e n­tendida en se ntido ari stoté lico) está po lar izada tot almente en tornoal silogismo, el descub rimiento de és te ha sido precisamente lo que

2. w.", ¡¡Jo... A 4. lJ~~h tII . unn"" ,e h"h l. oJe ' ''.nd o nn. liti, • • (y analílicu, C<>rTIO diremos en"S"id••

"" up. en A ri.ló•• I.. el lugo<d. 168;<0).

3. Wa.. Th. W. iu. A , I.""" li. O'&'In"" , 2 ""l .• U p' i. e 1&\4 (roedil.do en Aalen I96S) . ,,,1. 11 . P~8' 2~J, .

4. ve .... C. Pr. "11. (,·..o"hicJo" ,1" Lagik im Ah",Jlami" 2 ' 01., l.~ i l',lg '1 ~27, , 0L ]J . pág. S4. ~ lS .

S. "'i"órcl• • cit••"," e"tit", . d. mó. d. ro n . 11It" lo A""I ,liro.' co n l. « presión Ele,i"' , . nh.. . 1.il"gu",~ :

' ". '" Ari, t," el• • (¡JiAnolilid p, imi. ' <o' go de M. Mignucei. N~pol., 1'17(1 . pág. 40 Y not•. 2 .

h. I/_f" '"don.. ,oJi""·w. 3<4. 111.'1b 34.. Yen parle 1&1a8·1114b 8.

136

La génesis de la lógica aristotélica

pe rmitió al Es tagirita la orga nización, y por ta nto, la siste matizaciónde toda la problemática lógica y, po r consiguiente , la fundación dela lógica .

2. E L PROYECTO GENERAL DE WS ESCRITOS LÓGICOS y LA GiíNESIS DE LA

LÓGICA ARISTOrnUCA

Para poder orientarnos mejor en la exposició n de la temáticalógica , resulta opo rtuno descri bir a grande s rasgos el proyecto gene­ral que trasciende de los escritos lógicos llegados hasta nosotros.És tos no fueron ciertame nte co mpuestos en el orde n en el que losautores posterio res los coo rd inaro n dentro del Organon' ; sin emba r­go, todavía hoy se leen precisamente en este orde n . En el centro ,como ya he mos dicho, se encuentran los Analuicos (que A ristó telesco nsideró qui zás una ob ra ú nica )", entre los que se estableció bienpronto la distinción entre A nalíticos primeros y Anal íticos segundos.Los primeros estudian la estructura del silog ismo en general, susdiversas figuras y sus difere ntes modos , conside rando todo ello deman era formal, es decir, prescind iendo de su valor de verdad yes tud iando exclusivamente la co herencia for mal del razo namiento.En realidad , puede darse un silogismo formalmente co rrecto, esdecir , que partiendo de de terminadas premisas deduce las conse­cuencias que se imponen teniendo e n cue nta las prem isas menciona­das; pe ro si éstas no son ve rda de ras , el silogismo, aun siendo for­ma lme nte correcto , llega a conclusiones falsas. En cambio, en losAnalíticos segundos Aristóteles se ocupa del silogismo, ade más deforma lmen te correcto , verdadero, o sea del silogismo científico , enel qu e consiste la demostración verdadera y propiamente dicha . Heaq uí la definición que nos da A ristót eles del mismo: «Llamo de mos ­tración al silogismo científico ; llamo cient ífico al silogismo en virtuddel cual, por el mero hecho de poseerlo , ten emos ciencia. Ahorabien, si tener ciencia es lo que nos habíamos propuesto, es necesarioque la ciencia de nuestra vida proceda de protasis verdaderas, pri-

7. Vé. .. el " "''''' qu"mir",i3 en Ari .1<>lcI•• f.i/i A,,~li 'id p'i"'ó. b. jn l. dit e""ión de M. Mign"cd . N! pole,1 ~7Q. l"ás . 19»; ot."". •<lem1, . V. S.I "'li, .1'/0" " d, Ií'O'g"noM.,i.""tlir:o, Hom ,";. j \ltllj.

~ . V t . ", O'lf""''''' ed. Jlfep.,olda por Wai ll.. CiL. 1. pIlJ. 3tIl\r;s .

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VIII, La fundación de la lógica

meras, inmediatas. más conocidas, anteriores y causas de las conclu­siones. De esta manera los principios estarán en consonancia con lodemostrado , En realidad , el silogismo subsiste también sin estascondiciones, mientras q ue la demostració n no puede subsistir sine llas, ya que no produciría ciencia- t.

Por consiguiente , además de las premisas, los Analuicos segun­dos se ocupan de la manera como éstas llegan a conoce rse y de losproblemas relacionados de la definición. En los Tópicos Aristótelesestudia en cambio el silogismo dialéctico, es decir, el silogismo q ueparte de pre misas simplemente fundadas en la opinión, o en ele­mentos q ue parece n aceptables para todos, o par a la mayor parte , yque , po r ta nto , ofrece tipos de argumentaciones meramente pro­bables .

Finalmente , en las Refu taciones sofis ticas (que quizá constituye­ron el último libro de los Tópicos)" , el filósofo se ocupa de lasargumentaciones sofisticas.

Puesto que los silogismos están for mados por juicios o proposi­ciones y és tos, a su vez, están constituidos por conceptos y términos ,Aristóteles debía ocu parse en consecuencia tanto de los primeroscomo de los segundos. En efecto , e n las Casegonas, yen el tratadoDe la interpretación se encue ntran respectivamente análisis que serefieren de manera aproximada a los elementos más simples de laproposición , es decir , a los conceptos o primeros térm inos y al juicioy a la proposición ; por consiguiente , los encargados de coo rdinar elOrganon consideraron muy nat ural situar estos tra tados al comienzodel mismo, como si fuesen preliminares a los A nalíticos y a los Tópi­coso No cabe duda de que subsiste tal vínculo , pero es mucho másten ue de lo que se creyó en el pasado. En especial. se observa que ladoctrina sob re el concepto y la proposición , ta l como la presentanlos tratados clásicos de lógica y también en gran part e los manualeses, en buen a medida , fruto de reela boracíones posteriores (especial­mente medievales) de algunos elementos tomados de A ristóteles,

Y. AM. ¡><MI. A 2, ?l b 11.23, , i~uicMdo la l 'a~ ueoiÓf1 <leMi~M ucd (A nSl<>lc le , GIi A n. lilid rm ",Ji , 1I<>I"ni.1'170: t. t. e' l. edición meno ,. Mignu,d l. "",di' . co n Uncomenla, io amplísimo co la iol. n'. ,,<'I« eióo en 1"q uenan . pa,ed do 1", AM. lilid p,iml, u >ffred<>, Nál"'le.¡

10. W.i.. 1". "oo. id••• , implemen' e "'0'0 ullimo iib", (101' ) de 1", Tópicos, en ' u edlción ,11. de l O'll""''''''

>él " l. ju' lific.cidn que . d....,. en.1",, 1. 11 , pág.S2/l>; 1Ié•• e • • imi. mo la, ind ic"'i" "" , l1<e h., P'" M ¡~nu",l eM, .ed. cil. de loo A....llll ri p'1"'I, P~S ' 19, 00' . 2.

138

Las categorías. los términos y la definición

Finalmente . para que no se nos escape el sentido histórico de lalógica aristotélica , debemos recordar qu e ésta nació de una reflexiónen torno a los procedimientos que habían puesto en marcha losfilóso fos anteriores , principalmente a partir de los sofistas. y sobretodo en torn o al procedi miento socrático . especialmente tal comoPlat ón lo amplió y profundizó . No cabe duda de que influyó tambiénel método matemático . como lo demuestra la terminología mismautilizada para indicar muchas figuras de la lógica. Pero la matemáti­ca no fue sino una componente ; existían otras ciencias cuyo métodopudo haber sugerido a Aristóteles sus descubr imientos. La lógicaaristotélica tiene , por consiguiente . una génesis pe rfecta mentc filo­sófica; esta ciencia indica el momento en el que el logos filosófico ,después de haber madurado complet amente a través de la estructu­ración de todos los problemas princi pales , resulta capaz de cuestio­liarse a sí mismo y a su propio método de proceder, hasta llegar aestablecer qué es la razón misma , o sea qué hay que hacer pararazonar, 'así como cuándo y sobre qué cosa cabe razonar. Este des­cubrimiento bastaría por sí so lo para asignar a A ristóteles uno de losprimerísimos puestos en la histo ria del pensamiento humano .

3. LAs C.....TEGOR(AS. LOS TtIl: MINOS y LA DEFINICtÓN

El tratado sobre las Categorfas contiene, como ya hemos dicho ,algo que corresponde de alguna forma al es tud io del e lemento mássimple de la l ógica . Si tomamos proposiciones como «el hombrecorre» o «el hombre vence» y deshacemos el vinculo que las une , esdecir , separamos el sujeto de l predicado , obtendremos palabras «sinconexión». o sea. desvinculadas de la proposició n, tales como«hombre», «vence». «corre» (o sea térmi nos no combinados que . alcombinarse , dan origen a la proposición). Ahora bien , dice A ristó­toles: «Cada una de las cosas que se d icen sin ninguna conexiónentre sí significan o bien la substancia o la cantidad o la cualidad o larelación o el lugar o el tiemp o o el estar en una posición, o cl tener oel hacer o la pasión»" . Como se ve , se trata de las cate goría s que

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VIII. La fundación de la lógica

conocemos ya perfectamente por la Metafísica. Aquí están cata loga­das en número de diez (quizá en homenaje pitagórico al númeroperfecto de la década) , pero sabemos que en verdad el número másexacto es ocho , ya que se incluyen en otra s categorías «el estar enuna posición» (o «yacer») y el «tener»:

Ahora bien , si, como hemos visto ya, las categorías representandesde el punto de vista metafísico los significados fundamentales delser, está claro que desde la perspectiva lógica , ellas deben ser losgéneros supremos a los cua les debe poder referirse cualquier té rmi­no de la proposición . Por ta nto , el pasaje que acabamos de leer esmuy claro ; si descomponemos una proposición en sus términos, ca­da uno de éstos y todos los que obt engamos significan en últi moanálisis una de las categorías. Por tanto , al igual que ést as (desde elpunto de vista ontológico) representan los significados últimos delser , representan (desde la perspectiva lógica) los significados últi­mos a los cuales son redu cibles los términos de una proposición .Tomemos, por ejemplo, la proposición «Sócrates cor re», ydescom­pongámosla , obteniendo «Sócra tes», que figura en la categorí a de lasubstancia y «corre» , que entra en la categor ía de la «acción». Sidigo «Sócrates está ahora en el Liceo » y descompongo la proposi­ción , obtend remos «Sócrat es», que figura en la categoría de la subs­tanc ia, «ahora» que representa la categoría de «tiempo», «en elLiceo» , que constituye la categoría de «lugar»; y así sucesivamente.

«Categoría» fue traducida por Boecío como «predicamento» ,pero la traducción sólo expresa parcialmente el sentido del términogriego y, no siendo del todo idónea, origina numerosas dificultadesque pued en eliminarse en gran parte conservando el nombre origi­nal. En rea lidad , la prim era categoría ejerce siempre la función desujeto y sólo impropiamen te la de predicado , como cuando digo:«Sócrates es un hombre» (es decir, Sócrates es una substancia) ; lasotras desempeñan la función de predicado (o , si se quiere, son lassupremas figuras de todos los predicados posibl es, los géneros su­premos de los pred icados). Y, naturalmente , puesto que la primeracategorfa constituye el ser sobre el que se apoya el ser de las demás ,la primera categoría será el sujeto y las demás sólo podrán ser in­hercntes a este suje to, y por tanto, sólo ellas podrán ser predicadosverdad eros y propios.

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Las categorías, los términos y la definición

Cuando nos detenemos en los términos aislado s de la proposi­ción y se considera en sí mismo cada uno de ellos, no ten emos niverdad ni falsedad. Dice A ristó teles: «Estas cosas que hemos clasifi­cado, tom ada s cada una en sí misma y por sí, no constituyen unaafirmación, ésta se genera , e n cambio , mediante su recíproca cone­xión; y en real idad toda afirmación, al parecer, es verdadera o falsa,mientras qu e ninguna de las cosas expresadas sin una conexión recí­proca es verdadera o falsa , por e jemplo: "hombre" , "blanco" , "co­rre", "vence"»'). Lo que significa qu e la verdad (o la falsedad) no seencuentra jamás en los términos tomados individualmente , sino ex­clusivamente en el juicio que los relaciona y en la proposición queexpre sa tal vinculación. Naturalmente, puesto que las categorías noson simplemente los té rminos que resultan de la descomposición dela proposición , sino los géneros a los que aquéllas pueden reduci rseo dent ro de las cuales se incluyen, las categorías son algo primario yno reducibles ulteriorment e . Como máximo se puede decir que son«sen>, pero el ser no es un género (como ya se ha visto) y, porconsiguiente, no son definibles, precisament e porque no existe nadamás general a lo que podemos recurrir para determinarlas .

De esta manera nos hemos referido al problema de la definición ,que A ristóteles no estudia en las Categorías, sino en los Analíticossegundos y en otros escritos . Sin embargo, puesto que la definiciónse refiere a los té rminos y a los conceptos , resulta adecuado referir­nos a ella en este punto.

Se ha dicho que las «cat egorías» son indefinibles porque songener alísimas, porque son los géneros supremos. Ind efinibles sontambién los individuos, pero por razones opuestas, es decir , porqueson particulares y se encuentran en la pos ición antípoda de las cate­gorí as; respecto a ellos sólo cabe la percepción , es decir, una apre­hensión puramente empírica . Pero entre las categorías y los indivi­duos existe toda una gama de ideas y de conceptos que van desde elmás general al menos, y son los que normalmente constituyen lostérm inos de los juicios y de las proposiciones que formulamos (elnombre indicativo del individuo sólo puede aparecer como sujeto).Todos estos términos que se encuentran entre la universalidad de las

12. COI. 4.;¡" 4_111 .

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VIII. La fundación de la lógica

cat egorías y la par ticularidad de los individuos los conocemos preci­samente a través de la definición thorismos).

¿Q ué significa definir? La defini ción no pretende tanto explicarel significado de una palabra como determinar qué es el obj etose ñalado por la pa labra. Por ello se explican perfectamente las defi­niciones que Aristóteles o frece de la definición, como ..el razona­miento que expresa la esencia» , o ..el razonamiento que expresa lanatu ra leza de las cosas», o «el razonamiento que expresa la substan­cia de las rosas..". Y para poder defin ir algo se necesitan el ..género.y la ..dife rencia... dice Aristóteles , o . como se ha expresado confónnula clásica del pensamiento aristotélico. el ..género próximo.. y la..diferencia especíñca..... Si queremos saber qué significa ..hombre»,

debe mos determin ar mediante el análisis el ..género próximo. en elque entra este concepto . que no es el de ..vivient e. (también lasplantas son vivientes), sino el de ..an imal. (el animal tiene . ade másde la vida vegetativa. la sensit iva) , debiendo analiza r después las«diferencias. que determinan el género animal. hasta encon trarla ..diferencia última», distintiva del hom bre , que es ..racion al•. Elhombre es . pues, «a nimal» (género próximo ) ..racion al» (difere nciaespecifica). La esencia de las cosas viene dada por la diferenciaúltima que caracteriz a al género" .

Naturalmente , cuan to se ha dicho respecto de las categorías valetambién para la definici ón de cada uno de los conceptos ; una definí­ción será válida o no válida . pe ro nunca verdadera o falsa , porqueestos últimos conceptos implican siempre una unión o separació n detérminos y esto sólo tiene lugar en el juicio y en la proposición . a loscuales nos vamos a referi r ehora.

4. LAs PROPOSICIONES (De interpretatione)

El juicio consiste en la unión recíproca de los términos (un nom obre y un verbo) y en afirmar o nega r algo de otra cosa . Por consi-

Il . W... 1", h'~' '''' cn 1", quo "p.recon o. t., dclinioionc.en O'KGMIJ . od. preparad. por W.;t,., d i. n, J"ll.3'lR...

14. W..e "" p. ' ojo. d t"""" on ihid. ""1, 3'11',IS, v~."" ""I'<'d. lmonlc Mrlaph. Z 12.

142

Las proposiciones

guíente. el juicio es el acto con el que afirmamos o negamos unconcepto respec to de otro , siendo la expresión verbal del juicio laen unciación o proposició n. En realidad , Aristót eles no cuenta conuna terminolo gía precisa a este respecto ; lo que nosotros llamamosjuicio él lo denomina más bien con el término de apophasis (afirma­ción) y ka taphasis (negación). es decir. té rminos que indican lasoperaciones de las que cons ta el j uicio , se ñalando con el términoprotosís lo que nosotros llamamos proposición . El juicio y la propo­sición constituyen la form a más element al de conocimiento , aquellaque nos ayuda a conocer directamente el nexo q ue une predicado ysuje to (lo verdade ro y lo fa lso nace n, por tanto. con el juicio . esdecir. con la afirmaci ón y co n la negación: tenemos ve rdad cuandoel juicio une lo que rea lment e está unido (o separa lo que realmen teestá separado) . en cambio . tenemos falsedad cua ndo el juicio une loque no está unido (o separa lo que no está separado) . La enuncia­ción o proposición que expresa el juicio manifiesta en todo caso unaafirmación o una negación , y es , por tan to , o verdadera o falsa­(adviértase que no tod a frase es una propos ición q ue interese a lalógica ; todas las frases que expresa n plegarias. invocaciones , excla­maciones y similares rebasan los límites de la lógica y se refieren aotro tipo de razonamiento, por ejemplo , el retórico y el poético ; enla lógica sólo entra el razonamiento apofántico o declar ativo)".

La primera distinción que debe establecerse e ntre los diferentesjuicios es el de juicios afirmativos y negativos, puesto que precisa­me nte juzgar es afirmar o negar algo de otra cosa y, dado q ue a todaafi rmación de una cosa se o pone su negación , y e ntre afirmación ynegación no hay ténnino med io. una u otra será n necesariamenteverdade ras" .

Referente a lo que se llamará «cantidad», es decir . a la extensión(mayor o menor universalidad del sujeto). los juicios se dividen enuniversales, si consideran un universal (por ejemplo: «todos loshombres son blancos»; o bien: ..ningún hombre es blanco») , indivi­duales o singu lares, si consideran a un individuo (por ej emplo: «SÓ·erutes es blanco » o «Sócrates no es blanco». Además , puede haber

1 ~ . n. !""'P" 1 ~~.

11. [) t ¡" I"pr. 4, 1111 1-1.\ ~ IJt ¡",. ,p', 5--1i

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VIII. La fundación de la lógica

juicios que tengan por objeto un universal, pero que no sea univer­sal, como en el caso siguiente: ..un hombre es blanco.. (o «algunosson blancos.. y los correspondien tes negativos) ; est e juicio ha sidodenominado particular (en los A nal íticos Ari stóteles hablará de jui­cios indefinidos). De los dos juicios contradictorios universales asícomo de los individuales, el uno será siempre falso y el otro verda­dero; en cambio, los juicios particu lares contradicto rios pueden serverdaderos a la vez (un hom bre es blanco y otro es no blanco)".

El trat ado De la interpretación , consider a finalmente el modocomo se afir ma o niega algo de otra cosa y, por tanto , la modalidadde las proposiciones. Nosotros no só lo vinculamos un pred icado a unsujeto y los separamos ent re sí, d iciendo es o no cs , sino q ue a vecesespecificamos también de q ué manera está n vinculados entre sí elsuje to y el predicado: una cosa es decir ..tal sujeto es asi.., y otra..tal sujeto debe ser así.., y otra ta mbién afirmar ..tal sujeto p uede serasí. (po ngamos un eje mplo especialmente ilustrativo : una cosa esdecir ..Dios exis te», otra es aseg ura r «Dios debe existir. y otra muyd istinta ..Dios puede existír») . Aristó teles reduce estas proposicio­nes que implican necesidad y posibilidad a la forma ase rtoria, y asítenemos, para la necesidad , la proposición «es necesario que A seaB» y, para la posibilidad «es posible que A sea B». Las negac ionesde estas proposiciones serán: «no es necesar io que A sea B» y «no esposible que A sea B». A continuación el Estagirita desarro lla unacompleja serie de consideraciones sobre estas proposicionesmodal es" .

En cam bio, no se puede decir que el filósofo detcnnine las ulte­riores distincio nes del juicio hipotét ico y del disyun tivo.

5 . EL SILOGISMO

Cuando afirmamos o negamos algo de otra cosa , es decir, cuan­do juzga mos o formulamos proposicio nes, no razonam os todavía .Ni tampoco razonamos al formular una serie de juicios y al clasificaruna serie de proposiciones desvinculada s entre sí.

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144

El silogismo

En cambio , razonamos cuando pasamos de juicios o de proposi­ciones a proposiciones entre las que existen detenninados nexos yque son, en cierto modo, las unas causas de las ot ras, siendo lasprim eras anteceden tes y las otras consecuentes . No hay razona­miento , si no existe este nexo , esta consecu encia. Ahora bien, el«silogismo» es precisamente e l razo namiento perfecto, es decir, elraciocinio e n el cual la conclusión a la que se llega es efectivamentela consecuencia que brota necesariamente del antecedente.

En general, en un raciocinio pe rfecto, es decir, en el silogismo ,debe haber tres proposicion es, de las cuales dos desempeñan lafunc ión de antecedentes y po r ello reciben el nombre de premisas,siendo la te rcera el consecuente , es decir, la conclusión que se den­va de las prem isas. En el silogismo intervienen siempre tres térmi­nos de los q ue uno ejerce una función similar a la bisagra que une alos otros dos , como veremos más adelante .

Vamos a presentar el ejemplo clásico de silogismo: ..Si todos loshombres son mortales , y si S ócrates es hombre, ento nces Sócrates esmortal.•

Como se ve , el hecho de que Sócrates sea mortal es consecuenciaque d imana necesariamente del haber establecido que todo hombrees mortal y que Sócra tes es hombre. "Ho mbre» es el término sobreel que se apoya para concluir. Se compre nde, por tanto, la célebredefinición dada por Aristóteles: «Silogismo es un razonamiento enel que, establecidos algunos datos (es decir , las prem isas) sigue ne­cesariamente algo dist into de ellos, por el mero hecho de haber sidoestablecidos. Y con la expresión " por el hecho de haber sido es­tablecidos" ent iendo el deriva rse en virtud de ellos, y ulteriormentecon la expres ión "derivarse en virtud de ellos" entiendo que noexiste necesidad de ningún ot ro término extraño añad ido para quete nga lugar ta l necesidad-".

U n especialista italiano co menta perfectamente este pasaje : ..Elsilogismo se caracteriza, por tanto , por derivarse el consecuentenecesariament e del antecedente por el mero hecho de que éste hasido esta blecido. En ese sentido, las premisas son causa no de laverdad o falsedad, o en gene ra l del contenido , del consecuente en sí

21. A M. 1'" A l . l4h 18-22 (........., ..""" .~ p.,t. de la " ><!u<ción dc M,¡ nua::;)

145

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VIII. la fundación de la lógica

mismo , sino de la consecue ncia. de forma que supuesto el entece­dente no puede menos de derivarse de él el consecuente. Las premi ­sas silogísticas tienen por ello valor de hipótesis y deben ir precedi­das de la conju nció n "si"JIon. El silogismo se basa en la coherencia delraciocinio. debiendo quedar fuera de toda duda el conte nido deverdad , cuya legitimidad se plantea rá , como veremos, desde otraperspectiva .

y ahora volvamos al ejemplo del silogismo presentado. La pri­mera de las proposiciones se llama «prem isa mayor», la segunda«premisa menor» y la tercera «conclusión». De los dos términos quese unen en la conclusión, el primero de ellos (que es el sujeto .Sócrates) , se lla ma extre mo menor . el segundo (que es el predicado ,mortal ), extre mo mayor ; y puesto que estos términos se unen e ntresí por medio de otro. al que se asigna la función de bisagra. ésterecibe el nombre de término «medio.., o sea . término que efectúa lamediaci ón" .

Pero A ristóteles no se ha limitado a establecer qué es el silogis-­mo, sino que ha procedido a una serie de complejas distincion esentre las diferen tes posibles ..figuras» de los silogismos y de losdiferentes ..modos.. válidos de cada figura .

Las diversas «figuras» (skhemata) del silogismo están determin a­das por las diferent es posiciones que el térmi no medio puede ocuparen las premisas respecto a los extremos. Y, dado que el med io a)puede ser sujeto en la premisa mayo r y predicado en la menor, b) obien puede ser predicado tanto en la premisa mayor como en lamenor , e) o ta mbién puede ser sujeto en las dos pre misas, nos en­contramos con tres figuras posibles del silogismo . El ejemplo citadoanteriormen te corresponde a la prim era figura . la cual, según Ari s­tóteles , es la más perfecta , porque es la más natural. ya que mani­fiesta de la manera más clara y lineal el proceso de mediación.

Pe ro. siendo así que las proposiciones que ejercen la función depremisas pueden variar en lo referente a la «cantidad.., es decir .pueden ser universales o particulares, y en lo re lat ivo a la «cuali­dad» , es decir , pueden ser afirmat ivas o negativas, tenemos antenosotros múltiples combinacio nes posib les de cada una de las tres

n. M. Mi, nu«i. /.11 1«,.;" atU¡_lktl d~l~ .c;"n.~. ~'klf" ';'" 1%5, ra l - l ~ l .

23. Vb.c A n. p ' . A 4,

146

La demostración

figura s. Con un análisis ce rtero Aristóteles establece cuáles y cuán­tas son estas combinaciones posibles . Éstos son los ..modos.. delsilogismo . Las conclusiones del Estagirita son las siguientes : haycuatro ..modos» válidos de la primera figura. cuatro de la segunda yseis de la tercera .

No es éste el lugar par a referirnos a ulteriores distinciones ent resilogismos perfectos o impe rfectos, al modo de reducir los segundosa los primeros, a las maneras de reducir los silogismos de las otrasfiguras a los de la prim era , ni a las reglas que se refieren a la conver­sión de las proposiciones para efectuar estas tr ansformaciones; ta m­poco nos corresponde adent ra rnos aquí en las cues tiones relativas ala silogíst ica modal que afro nta el Estagirita . es decir. en las cuestio­nes referen tes a los silogismos que tienen en cuenta la modalidad delas proposiciones que dese mpe ñan la función de premisas (o sea ,según fijen la simple existencia o impliquen asimismo la modalidadde la necesidad. o también la de la posibilidad) con todas las combi­naciones pos ibles. Ésta es la parte más problemát ica y criticada de lasilogística aristot élica" .

Finalmente , puesto que A ristó teles no había reco nocido las pro­posiciones hipotéticas y di syuntivas, tampoco pudo desarrollar ladoc tr ina acerca del silogismo hipot ético y disyuntivo, sobre los qu ellamará la atención Teofrasto y, ante todo , los estoicos .

6 . EL SILOGISMO CIENTfA CO o DEMOSTll.AClÓN

Como ya hemos visto , e l silogismo e n cuanto ta l muestra cuál esla esencia misma del raciocinio , es decir , cuál es la estructura de ladeducción . y como tal pre scinde , como ya se ha visto . del contenidode verdad de las premisas (y , por tanto . de las conclusiones) . Encambio , el silogismo «cíent tñco.. o ..demostrat ivo» se diferencia delsilogismo en general precisamente porque . además de la correcc iónfor mal de la deducción. cons idera también el valor de verdad de laspremisas (y de las consecue ncias) . A este propósito dice Mignucci:

24. SatIf . 1.. eue.h""", aqui ",.:r.",,:r". "' .IIC~"_" 011«101 .""'>t'I""'~ IOdo. Iao •• plieac~..... y ... 1;';.nen_iot> u la ioIl. no.Iooc<ión Yu el ....... . I• •• • <le Mil!lUOXÍ. ci lodo "lirio"......,

147

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VIII . La funda ción de la lógica

El procedimi~nto silogístico propio de la ciencia se llama de mostració n' se tratade una clase particular de silogismo que se diferenci a de éste -- I í •d i ' ' ... etc no pcr a orma, pues

e o c~ntrano no se le.pod ría aplicar con verdad el nombre de silogismo. sino por el~ntemdo de las. prem isas empleadas . En la demostración , las premisas deben - ­slCm rdade . .... rpre ve ras, rruentras que no C$ necesario que es to sea asi en el silogismo~o tal , puesto que en este último sólo interesa determinar si cieno consecuente sedenv~ o no de. las prem isas establecidas , po r el mero hecho de habe r sido estahkci.das, indepe ndiente mente del valor de verdad que puedan rene E . bit . .. . n caro lo, en la( emOSlr~c lón , al ser ésta el procedimiento que cond uce a la ciencia del consecue nte ,a saber S I el consecue nte es ve rda deramente talo no , hay que empicar un anteceden­te verdadero. ya que sólo de lo verdadero se deri va necesariamente lo verda de ro.l'.

Así ~ues ,. la ciencia, además de la corrección del procedimientoforma l, Impl.tea la verdad del contenido de las premisas. Pero lea­mos un pasaje de los Analíticos segundos sobre esta cuestión funda­mental:

Pensa":,os que tenemos ciencia de alguna cosa ( .. .) ClIando creemos conocer laca usa en vlnu~ de la cual es ta cosa , que aqué lla es precisamente ca usa de es ta cosa yque no es posible que e~l o ~a de olr~ manera . Por consiguiente, es imposible queaq uello de lo cual.hay ~lenCla en sentido propio se presente de manera diferenl e a~mo es. Aho.ra .bj¡;n, ~ h~y otra manera de tene r ciencia. lo veremos después (alu ­$lón al oc nocunsento intuitivo con el que apre hende mos los primeros principios~ veremos más .adelante); por el momento diremos que Un~r a rncÚl Q sabr;,:tdl~nre d~m.oslr.aClÓlf . U amo demost ración al silogismo a~nlifico; entiendo comoc~en!l.flCO el silogtsmo en virtud del cual, por el mero hecho de poseerlo, tenemosCIenCIa. Ahor~ bien, si nos hemos propuesto tener ciencia (es decir, conocer la cau-sa), es necesono qur lu cimcio demostrativa proceda de »protasísv verd d, .. di u rus, prlme-TUS, /1Im~ mios, md" conocidas y anlrr¡'ves y' ". •. . , .. .. ' muas tu:' ..... cone uslonr$. De est amanera los. pnnC1p,~ co~ponderin t amh~n a lo demostrado. En rcalédad, el silo­gl.~o s~b!; lste también SIn estas condiciones , mientras que la de most ració n no puedeexa..h r SIO ellas , ),a que no gene raría ciencia" .

~ste pasaje revela de manera paradigmática cuál es la idea aris­lotéhc~ ace~ca de la ~ciencia... Ésta consiste básicamente en un pro­ceso discursivo que tiende a de terminar el porqué o la causa y, de lasc~atro causas que conocemos, sobre todo la causa formal o la esen­Cia. Ésta es la causa fundamenta l. ya que indicar la esencia o natura-

2S. Mill"_ . u --. _ 0dHhUJ.IJo ... ...., ... al .. ..... no...leo. A... fH"'. ... l . 7lh~u (tndooctióol de M. Mip""';).

148

La dem ostración

leza de la cosa representa precisamente el «medio» en virtud delcual estab lecemos la vinculación necesaria de ciertas prop iedades aun sujeto dado , Se comprende . por tanto, cuál es el significado deuna célebre afirmación que el Estagirita establece en la Metafis ica:..:( ...) como en los silogismos, así el principio de todos los procesosde generación es la substa ncia; en rea lidad los silogismos se derivande la esencia y de ella resultan también las generaciones»" , Asícomo la substancia [esencia, forma o eidos¡ es el centro de la metafí­sica y de la física, constituye también el centro de la teoría de laciencia, es decir. de todo el sistema aristotélico . Mient ras el silogismoaristotélico. en general, implica un elevado grado de ..formalismo»,el científico , es decir, la demostración científica, resulta vinculadacasi por completo a la concepción metafísica de la substancia, y así laciencia aristotélica trata de ser investigación acerca de la substanciay de todos los nexos que ésta implica.

Éste es un punto de vista conside rablemente distinto del quehan adoptado para sí mismas las ciencias exactas de la edad

moderna .El pasaje que hemos leído reve la además un segundo punto fun­

damental, es decir, cómo deben ser las premisas del silogismo cientí­fico o de la demostración. En primer lugar deben ser verdaderas porlas razones que hemos ilustrado ya ampliamente ; además debe n serprimeras, o sea a ellas se debe recurrir, a su vez, para demostracio­nes ulteriores. más conocidas y (In teriores, o sea , inteligibles en si yclaras y más universales que las conclusiones, y causas de estas últi·

mas, porque deben contener su razón .y así llegamos a un punto muy de licado de la doct rina aristotéli­

ca acerca de la ciencia . Aquí se plantea este problema: ¿Cómo co­nocemos las premisas? No ciertamente por medio de silogismos ulte­riores. porque , de lo contrario , tendríamos que continuar hasta elinfinito . Por tanto , se requiere otro proced imiento. ¿Cuál es este

procedimiento?

v . ...,...,... z s. 1030W lU-n.

[49

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V III. La fundación de la lógica

7. EL CONOCIMIENTO INMEDIATO

El si.logismo es un proce so substancialmente deductivo , puestoque obtiene verdades parti culares partiendo de las universales. Pe­ro , ¿cómo se obtienen las verdades universales? Aris tó teles nos ha­bla de la inducción y de la intuición como de procesos en cierto~od~ opues.tos al silogístico, pero que en todo caso los presupone e lsilogismo mismo.

La in.ducciÓfI (ÉnayW)'lÍ) es el procedimiento por el q ue se obne­ne lo universal a pa rt ir de lo particular . A pesar de que Aristótelestrate de mostrar en los Analtticos» cómo la inducción misma puedeser tratada a la. manera del silogismo, no sólo no lo consigue , sinoque est a tentanva se queda to talmente aislada y el autor reco noceen cambio normalmente , que la inducci ón no es un raciocinio sinouna «conducción.. de lo particular a lo univer sal en virtud de unaespecie de aprehe~sj~n inmediata o de intu ición (o como quierallamarse este conocrrmenro no mediato) o , si se quiere , en virtud deeste procedimient o en el cual el «medio .. viene dado de alguna ma­~era ~r la experiencia de los casos particulares (básicamente lainduccíon es el proceso ebstractivoj>.

La i n~ujción (\'0'0<;), en cambio, es la ap rehensión pura y simple~e los pnmeros principios. Así, pues , A ristóte les admite también elIntelecto intuitivo. Leamos en los Analíticos segundos:

~rtlO que algunm de 1m hábil os racionales con los que aprehendemos la verdadso n Slem~re ve rdader~, mienln .s que otros admiten lo falso, co mo la op inión y eleálcu l~ , ~ndo el conccumemo CIentífico y la inluición siempre verdade ros, y puestoque n~ngli.n. OIrQ gi nero de COllfxim jt nro es mos exacto que ti cien llficQ con excepciónd.e /(1 IntuICión y, po r otra pa rle , ro!! principios son más conocidos que las de mostra,

Clones, y puesto qu.e l.ocJo C~ocimiento científico es tá formado por argume ntos, nopuede haber co nOCimiento Científico de los principios, y puesto que no puede habernada más verdude~o que ti conocimiento dentifico con excepción de la intuición , tsla~tbe /enu par objeto los principios. A este resultado se puede llegar en la averigua.ción realizando estas COnsideraciones o tam bién teniendo en cuenta el hecho .•¡" ' d ' ue que

e . pnncip ro e la demostracion no es otra de mostración; por consiguiente , el princi-pro del co nocimien to clcnrtñco no es el co nocimiento cient ífico. En ese caso s!t " , ~ noene 11l0S mngun otro género de co nocimiento verd adero además de la ciencia , fa

28. An pr. 11 23. p<UJi ",.

ZO¡ . W..e H. B'>nilz. ln4rr .'ü"'"u........ rJ$. 2114<1 r.>.

150

Los principios de la demostración

¡"ruición ser áprincipio de tsla. Por otra parte , la intu ición puede conside rarse como",inripio dd principw. mientras que la ciencia como conjunto guarda la misma reía­den co n la totalid ad de las rosas que tiene por obje to....

Una página, como se ve, que corrobora el principio básico delplatonismo ; el conocimiento d iscursivo supone un conoc imiento nodiscursivo, la posibilidad del conocimiento mediato supo ne necesa­riamente un conocimiento inmediato.

8. Los PKINClrlOS DE LA DEMOSTRACiÓN

Así, pues, las premisas y los pr incipios de la demostración seobtienen mediante inducción o por intu ición . A est e propósito hayque señalar que cada una de las ciencias asumirá , ante todo, premi­sas y principios propios , es decir, premisas y princip ios que sonpeculiares de ella y sólo de ella .

En primer lugar asum irá la existencia del ámbito o , mejor dicho(e n térm inos lógicos), la existencia del sujeto en tomo al cual versa­rán todas sus det erm inacio nes, al qu e Aristóte les llama el génerosuje to . Por e jem plo, la aritmé tica admitirá la existencia de la unidady del número , la geo metría la existe ncia de la magnitud espacial,etc.; y cada una de las cie ncias ca racterizará su objeto por medio de

la definición.En segundo lugar, cada cie ncia procederá a definir el significado

de una ser ie de té rminos que le pertenece n (la aritmética , por e jem­plo , defi nirá el significado de «mensurable.., ... inconmensurable..,etc.}, pero no asumirá la existe ncia de tales té rminos , sino que losdemostra rá , probando precisamente que se trata de caracte rísticasque corresponde n a su objeto. En tercer lugar , para poder haceresto, las ciencias deberán recurrir a ciertos ...axiomas», o sea, a pro­posicio nes verdaderas intuitivas, siendo éstos los principios en vir­tud de los cuales se efectuará la demostración . He aquí un ejemplode axioma: «si de cosas iguales se qui tan partes iguales, aquéllaspermanecerán iguales .» Por consiguiente, concluye A ristóteles, «to-

JO. A n. p"s<. B 19. l(~l/> 5·17.

151

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VIII . La fundación de la lógica

da ciencia dem ostrativa guarda relación con tres eleme ntos , o sea ,con lo que se ha establecido que es, es decir , el género cuyas afec­ciones pe r se (= las características esenciales) considera la ciencia,con los axiomas llam ados comunes, a partir de los primeros de loscuales se procede en las demostraciones y, finalmen te co n las afec­ciones de las que se asume qué significa cada una de ellas..".

Entre los axiomas hay algunos que son «comunes.. a varias cien ­cias (como el ya citado) , otros qu e son prop ios de todas las cienciassin excepción, po r ejemplo el principio de 1W contradicción (no sepuede afirma r y nega r del mismo sujeto al mismo tiempo y bajo elmismo aspecto dos pred icados co ntradictorios), los principios deidentidad y de exclusión de tercero, que están estrechamente vincula­dos co n el de no contradicción (toda cosa es ella misma, no esposible que haya término medi o entre dos térmi nos contradicto­rios). Son los famosos pri ncipios tr ascendentales , es decir, válidospara tod a forma de pensamiento en cuanto tal (porque lo son res­pecto a todo ser en cuanto tal) , conocidos en sí mismos y portanto primeros, sobre los cuales Aristót eles discut e expresa y am­pliamente en el céleb re libro cuarto de la Metafís ica. Tales princi­pios son las condiciones absolutas de toda demost ración (y sono bviamente indemostrabl es, porq ue toda forma de demostración lospresupone estructuralmente)».

Por consiguiente , las cie ncias tienen princip ios propios, princi­pios comunes a algunas, principios co munes a todas, que son apre­hensiblcs por ind ucción o po r intuición y det ermina bles por defini­ción , siendo éstas las condiciones de la medi ación silogística.

9. Los SILOGISMOS D1AtÉcnCOS y soetsncos

Hem os visto q ue la teoría del silogismo en general considera [apura corrección formal de la deducción; en cam bio , la teoría delsilogismo científico o de la demostración conside ra también el con­tenido de verdad de la deducción, que , como sabemos , depend e de

JI. A" . P{),Jt, " I(J, 7M 11.16.

32. w."" M"~l'h , roJ· S y Ari. lóte le, . f. o M"~f",i<Yl . ed , p rep;or. d . pot Reale. ' il ,. vol, 1, rá s , 32~.S7.

152

Los silog ismos dialécticos y so físticos

la verdad de las premisas, Sólo existe silogismo cientifi~ cua ndo las. verdaderas y tie nen las ca racterísticas analizadas ante-premisas son . .. . . I

. , Cuando las premi sas en vez de ve rdaderas, son srmp e-n ormen e. " , 1 .1 .b bl S es decir basadas en la opi ni ón, tenemos e snogrs-men te pro a e , , . '

di r l éctico que A ristó teles estud ia en los TópICOS.mo Aristóteles explica pe rfectamente la finalidad de es te tratado

co mo sigue :

El objetivo qu e se propon e este trat ado es h.a llar ~n ~étod~ para pode~ef0":r:~I . fo~ulación oroouesta de invesng acjée, silogismos q paen torno a roa qmer , ..' ,. .. d' . especto

..- elemen tos basad os en la opinión , y para no expresar nada con l r~ ICtdo~ r.

Luo; ' odo s I'IeCC1>3 no ecr que es una la tesis qu e defende mos. nosotros rmsmos . An tele. 'I'SInO' ué difere ncias caract erizan a su esfera, a fin de poder asu mir ~I SI.og l

silOgismo y q do ,.. mm pre cisamente este úl1imo . Sllogismo esdialéctico: en el pr esente trat a ana Iza .. .i¡¡me~te un racioci nio en el que , establecidos algunos elementos, se dcr~va .nece ­

~mente algo diferente en virtu d de los elementos establecidos. Por COTlSlg~ente ,sa . rtc Iiemostración cuando el silogismo está formado por e men­se ne ne, po r una pa. , se de riva de ellos, o también po r c1ementos semejant estos verdaderos y pnme rcs y , d de . rt

I . ípo del conoc imiento que les co rres po nde en virtu CIC: osque asum en e ..~~n: y onmeros Por O"" paste , silogismo JiaUClko n el ql« ("'(In-el ementos ver.........e r"" .. . .

. d d " r~ ' basados en LJ opinión. Elementos verdaderos y pn me rosd oy' paFtlePl ° eeKmen"" ' 1 ,b . credibilidad 1"10 a pa rtir de o tros e emen os ,son ade más aquel los que o llene n su , , ' .. . '

, '.. en re lación co n tm prinCipIOS de las csencras no hay po r que5100 de SI mIsmos , , . . sf mismo

. d I - _ .< de jos mismos ya que lodo principio es po rco ntm uar bu.'iC3n o a I dLUn ,

di de fe Por el con/rario, se basan en Itl opinión 10.1 eíememos que apar«f!nIgnO . ra la gran mayoría o para los sabios, y ell/n b /os ° bien

;::~';:~::;;r:~::::: pane o para aquellos que son conod dos e i/us/ns por otras

raZOl1es" .

El silog ismo dialéct ico , seg ún A ristóteles, nos pe rmite discut.ir y,pecial det ermi nar cuando discutimos co n la gente común o

en es . , id h t é

co n personas doctas, cuáles son sus pun tos de parh a y as a q up unto se ma ntienen ta les personas de acue rdo .co n e.Hos en sus con­clusiones, no ya situándonos en un punto de .vlsta aje no al de e~tos

suje tos, sino partiendo de la perspectiv~ pr opia de el,los. ~demáS: ~~llcai di léctico permite a la cienc ia no sólo discut ir correcta

Sl oglsmo la e , d brir tosmente el pro y los co ntras de varias cuestiones, smo .escu m .( .

, . . . que como sabernos siendo silogfsticamcntc 1II -pnmcros pnnclplos , • ,

" '~ . - , ( " . .. , f' " . en O"unun . Lo I",,,". lhri l 19711),33. '/"p. A 1. lOO. lo· """ " ,--" ur~'v '- " l .

153

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VIII . La fundación de la lógica

deducibles, sólo pueden aprehenderse por medio de la inducción ode la intuición ; pero, sea cual sea la forma como los aprehendamos,suponen la discusión con las opiniones de los más o de las personasdoctas . Explica Aristóteles: «Este tra tado es también útil respecto alos primeros de entre los elementos correspondientes a cada ciencia .Partiendo de los principios prop ios de la ciencia que se analiza, esimposible decir nada en torno a los principios mismos, puesto queellos son los primeros entre todos los elementos, siendo así necesa­rio analizarlos con la ayuda de los elementos basados en la opinión,que hacen referencia a cada objeto. Ésta es, por o tra parte , la activi­dad propia de la dialéctica o la que más se le acerca; al dedicarse a lainvestigación , ella or ienta hacia los principios de todas las cien­cias»". Como se ve perfectament e , en Aristóte les «la dialécti ca»asume un significado muy distinto del que tenía en Platón (o , si sequiere , conserva el significado más amplio y menos específico dadopor Platón , puesto que, para éste, la dialéctica era especialmente laciencia de las relaciones entre las ideas) . Pero los Tópicos no ahon­dan en este segundo pun to, sino que se limitan preferentemente alprimero y, en consecuencia, desarrollan abundante men te los princi­pios de la retórica" .

Tópicos (r óxor) significa lugares (en latín: loc i) y éstos indicanmetafóricamente los cuadros ideales en los que se integran, y, portanto , de los que se obt ienen los argu mentos, como sedes y quasido micilia argumentorum, como dirá Cicerón". Los Tóp icos descri­ben los «casilleros de los que el razonamient o dialéctico debe sacarsus argumentos», como dice perfecta mente Ross , que valora preci­samente así esta obra aristo télica, que es con mucho la menos esti­mulante de entre las que compo nen el Organon:

La discusión corresponde a una manera ya superada de pensar ; es uno de losúltimos esfuerzos del espiritu griego que avanza hacia una cultura general que tratade: discutir cualquier materia sin estudiar SIiS primeros principios apropiados y queconocemos con ej noenbre de movimiento sofista. Lo que distingue a Aristóteles (osea ; teniendo en cuenta lo que éste dice en los Tópicos) de: los sofistas. al menos tal

.J.4 . Top. A 2. IlIla 3(,.lOlb 4.

J.:'i. E n .. loriOO C<>o1 v,," c ' po.ic,6ol pv ... ",,¡ de la . '¡"' I<<Iic._ ori""lóhoa, ~... C ,A . V;"'o. Ul "'tfiol Jj

A.u_ Ir. Turin 1935, <.;>p. IV,,,,,,,,,,,,

l6 rc, lÑ o..-.c 2. :W. 162 (~ T"",. H. al ron"'l .

154

La l ógica y la realidad

como los pinta éste y también Platón. es que su finalidad no coosi.ste ~n ayuda.r a MISoyentes y lectores a alcanzar cl lucro y la gloria con una falsa apane,ncllld.esabiduría,sino en discutir las cucstiones de la manera más sensata que sea posible, S l~ poseer unconocimiento especial. Pero él mismo ha mostrado un procedimiento mejor, el pro­cedimiento de la ciencia. Han sido Sl.L$ Ana/iricos los que han puesto fuera de moda a

sus Tópiros".

Finalmente, un silogismo , ade más de proceder a premisas basa­das en la opinión, puede deriva rse tambi én de premisas que par~cen

fu ndadas en la opinión (pero que en realidad ~o ~o están), obtenién­dose entonces el silogism o erístico . y se da asimismo el caso de queciertos silogismos lo son sólo en apariencia y parecen ser concluye~.

tes , pero que en rea lidad sólo concluyen a causa de p~sos y tran sa­clones incorrectos, produciéndose entonces los paralogísmos, o se~ ,

los raciocinios equivoca dos . Ahora bien , en De sophistícis elenkhls

(que se consideran como el nove no libro de los TÓ~ic?s)· se e~tu­dian con toda exactitud las refutaciones (t!lenkh os significa precisa­mente refutación ) sofistas, o sea, falaces. La refutación correcta esun silogismo cuya conclusión contradice la del adversario; las refu~a­clones de los sofistas, en cambio (Y. en general, sus argumentacro­nes} eran tales que aparecían correctas , pero en real~dad no lo era ny se valían de una serie de trucos para engañar a I~s tn~xpertos . LasRefutaciones sofis ticas estudian con notable pers picacia todos,~tosposibles sofismas analizando los paralogismos más caractens tlCOS

que se derivan de ellos.

10. LA LÓGICA y U. REALIDAD

Muchos estudiosos han dicho Yrepetido hasta la saciedad que l,alógica aristotélica se encuen tra en cierto m~o separada ~e la reali­dad; la lógica considera lo universal, la realidad , en ca~blo, es subs­

tancia individual y particular, lo universal no es real , míentras que \,0

real no entra en las categorías lógicas. Si fuese así, lo real escapanaente ramente a las mallas de la lógica . Pero las cosas no son así; tal

J7 . R-.A~. at.• pa., _ de lo Ir. ;101.33 . v_ ..... . __ lO.

155

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VIII. La fundación de la lógica

interpretación supone que la substa ncia prim era aristoté lica es elindividuo empírico, lo que no es verdad, como sabemos . El ind ivi­du o es un conjunto de materi a y forma, como hemos visto. Y si, encierto sentido , substa ncia es el conj unto , en el sentido más estrictola substancia es la forma o la esencia que determina la materia" . Elconjunto es un TóbE 'rv, es decir algo empíricamente determ inado ,pero también la fonna es un t óóe n , algo inteligiblemente derermi ­nado . En cuanto apre hendida por el pensamiento , la forma llega aser universal, en el sentido de que por la estructura o nto lógica q uedet er mina una cosa se convierte en concepto aprehend ido comocapaz de referirse a más cosas y, por tanto, capaz de predicar se demuchos sujetos (de todos aque llos que tienen ta l estructura). Deesta manera la forma onto lógica se conviert e en especie lógica.

Las ulteriores ope raciones mentales , mediante el análisis de lasespec ies, descubren las pos ibilidades estructurales de incluirlas engéneros , los cuales representan universales más amp lios (y son comouna materi a lógica o inteligible cuya especificación es la form a o laespecie) ; estos géneros se amplían en el sentido de la universalidadhasta llegar a las catego rías (gén eros supremos). Y más allá de éstasel pensamiento descubre ade más un universal que no es ya género,sino un a relación analógica; este universal es el ser y el uno. Perotales operaciones del pensamiento no tienen valor meramente nomi­nal , porque se basan en la misma estructura de lo real, que es eidéti­ca, como hemos visto puntualmente en la metafísica'".

Como ya sabemos , Kant sostuvo q ue la lógica aristot élica (qu e élinterpretaba como lógica puramente formal) fue perfecta e n el mo­mento de su nacimiento. Tras los descubrimientos de la lógica sim­bólica nadie puede repe tir ya este ju icio , puesto que la aplicación delos símbo los ha agilizado enormemente el cálculo lógico , modifican­do muchas cosas. Ad emás es muy difícil afirmar que el silogismo esla forma propia de cualquier med iación y deducci ón, como creía, encamb io, Aristóteles. Pero , por muchas que sean las objecio nes que

l'I . En Me"",~. Z 7. IUJ2b 1-. A''''ól.lesd~ sin t..mi..... m<Woo; .Uo"", · fw ....• (e......) a lo ....""'" de.- ..... J . ..~".-_.

«1 _ Pan _ loo ~,... """"u..... . "''''~ '''O$ 01 hbru Z de la M....¡I "..-. que f,bro e>en<:iol

I" r> """¡trende. el pe rnientn ori>lOlohoo comple to_ ulóJi"" ("'" conoo Iquier "' <1< la np<aII• .ci6n _ lital ...... ÓlI' ' ';¡pblcsi__ lo _ de lo doct rino de f.o...bol.oncia·''''''''' /al <OAIO.., , ......" •• <1

....~ libro_vt_ ¡,. M~.• <argo <1< R•• k:. at.• 1.pi l 561-4>.\1.

156

La lógica y la realidad

se hayan d irigido o puedan dir igirse contra la IÓg.ica aristotél~Ca 'dY. r mucha verdad que pueda haber en las ínsta ncras .q~e van es eel N m Organon de Bacon hasta el Sistema de loglca de Stuart~ill o:~ como en las instancias que van desde la lógica tra.sc~n~e)talkan:iana hasta la lógica hegefina de la razón (lógica ~el don '¡nito. o ,

. . ' d I rodoíogías e as cien-finalmente , en las instancias togtcas e as me " id Icías modernas, es absolutame nte cierto que la IO~lca 000 enta en

. 1" us raíces en el Organon de Anstótcles , que , por

~~ c~~~::o Sil:~: :i~n~o un hito en el camino del pensamiento

humano.

157

Page 79: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

A pf1NDlCE 1

CRONOLOGÍA DE LA VIDA Y DE LAS OBRAS

3841383 a .C. Aristóteles nace en Estagira. siendo sus padres el médico Nicómacoy Fest is. Vivió probablemente en Pella por un breve periodo, siendo nombrado supadre médico de la cor te del ley de Macedonia , Amintas .

367/366. Se traslada a Atcn¡iS y entra en la Academia , donde permanece por unperiodo de 2U años, durante cl cual co mpone y publica numerosas obras, la mayorparte en forma de diálogo. A es tas obras se las llamó «exotéricas. en contraposicióncon las sucesivas que Ari stótel es compondr.i exclusivamente para utilizarlas en susclases '1 cursos Yque por ello recibirán el nombre de «esotéricas.., al estar dirigidas alos iniciados.

36C.V358 probable fecha de la composi ción de Grillo. Siguen quizás, a breve de ran­era crono lógica , el tra tado Sobre fas ideas y el tra tado Sobre el bif'n.

353 proba ble fecha de la composición de Eudemo.3511350 probable fecha de la composición de l Protréptico, al que siguió, Iras una

breve pausa, el tratado Sobu fu fi losoflu.347 muere Platón ; Aristóteles abandona la Academia y Atenn . trasladándose

probablemente a Atameo, invitado po r el tirano Hermíes, y poco después, a Aso ,ciudad entregada por el gobernante a los filósofos académicos Era ste y Consco porlos buenos servicios prest ados por és tos .

347·3451344 A rist óteles funda y dirige juntame nte con renocrates, Coriscc y Eras­to una escuela en Aso. Co mienza la composición de las obras destinadas a la escuela ycesa probableme nle de componer escritos dirigidos al gran públ.ico. No cabe recons­truir la cronología de estas obras de escuela o de sus part es.

3451344·3431342 Ari stóteles funda y dirige una escuela en Mitilene de Lesbos.3431342 Filipo de Macedonia escoge a Aristóteles a n avés de los buenos ofICios de

He rmias ro mo ed ucador de su hijo Alej andro. Co rrespo nde a es te período la ro mpo­sición de l Tratado sobre el Cosmos pura Atejandro. si, ro mo n05 parece, es auténtico(en realidad tiene muchos pontos de contacto con los exotéricos).

341 Hermias cae prisionero de los persas y poco después muere . En este periodoArislótcl cs se casa ron Pit ia , hermana de Hermias, de la que tendni una hija a la quese pondni el mismo nombre de su mad re.

159

Page 80: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Apéndice l. Cro nología de la vida y obras

340 Al e!andrlJ. co nvert id" en regente , interrumpe sus estudios . Q uizás no muchodespu~s ~f1St Ót~lc5.se trasladó a Es tagira, habien do logrado que Alejandro la hiciera

~:n=ru~~ (ha: sido dest~uida~ antes de que Aristó teles aba ndo nara A tenas).un qu en Estaglra. Anstót e les se unió a Herpi lis. que le da rá un hiio al

cual. en recuerdo del abuelo pa te rno . impondrAel hom bre de Nicómaoo J.

3351334 Arisl ót~les vuel ve .a At enas y funda el Peripa to . .

~3513J4..323 Anstóleles pro nuncia sus lecc iones de filosofía y de ciencia en elPeripa to, ela borando y or ganizando los escritos eso téricos ,

323 Muere Alej andro de Mace do '. des d .. r ua, se esen ca ena una reaccron antimacedón i_ca y Anstól eles se ve amcn;lzado hasta el punto de sentirse ob lig, do b doA tenas. a a en nar

322 Se trasl ada a Caléis donde te nra . hall í a 105 pocos mesn. · JlOSC'SIOIles eredadas de su madre . y muere

160

ApÉNDICE 11

IIISTORIA DE LA PROYECCi ÓNY DE LAS INTERPRETACION ES DE ARISTÓTE LES

1. H ISTORtA DE LA ESCUELA PERtPATlI.TlCA y DE W S ESClI.rroS DI¡ A RISTÓTELES

HASTA LA EDICiÓN DE A NDRÓ" IOO 1lF. RODAS'

En el 3221321 Teofrasto sucedié a A ristóteles en la di reo:iÓfl del Peripa to , gcbe r­nando la escuela hasta e l 2881284. Fue una figura de primer o rden. un invest igadormagnífico , de cultura enciclopé dica; por lo que respe cta a la amplitud de los conoc i­m ientos riva lizó con el mismo Aristóteles. Teofrasto , que , como hemos visto )'u,había seguido de ce rca la evolución del pe nsamiento aristotélico de sde los tiempos deAso )' de Mitilene , só lo se sintió capa z en part e de recoger los te mas aristotélio:;:os)' dereflexionar so bre enes. Orientó la doctrina anstoréjica en sentido na tu ralista , hadén ·

doIe pe rde r su pecul iar vigor especulativo. En su M rlaftsk a imprimió un sentidooosmológico a la ontología anstot éñc a, reduciendo el alcan ce de l finalismo y empe­

zando a plantear dudas, aunque tím id amente, acerca del motor inmóvil. Man ifestóanálogas tendencias en física y en psicología. En ética mostró sus preferencias por lafenomenologla descnpnva po r encima del análisis de tos princi pios (son famosos sus

Caroc~,tJ ) . En lóg ica aportó algunas co rrecciones e inoov llCÍOflcs; la más temosa detodas es la doctrina ace rca de l silog ismo hipotético , en la que fue precursor de losestoicos .

Cabe descubr ir análogas tendencias en otr os discípu los de: A ristót e les; Eudcmo,Dicearco y A rtsrc xeno . Estos últimos volvieron a defe nder la do ctri na materialistadel a lma-armonía que habla sido expresamente refutada po r Aristó teles .

El tercer d irecto r del Peripato . Es tra tó n de llimpsaro (que dirigió la escueladesde el 2881284 al 2741270. imprimió una orenrecíon abiertamente materialista .e limina ll<.1o en la explicación de la naturaleza )' del cosmos el fin , a-<J" como la form a , yel moto r inmóvil, limitándose a recurr ir a los co nceptos de materia)' movim ien to .

L P. u ..... e.[JOOi<ió. mi< de<. llo<Ia de "" ... ,<> .. dice en ~"e polo••", r en el oit."¡""' e..........""" . Re. le.1,w_ tIeI peu;m> ........... 11 : lA St:w>ke~. ell .•~_ S9-1IO. :'i02-U. _ oc _rani,_ ra~fIa _ _

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Page 81: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Apéndice 11. Historia de las interpretac íones de AriSló teles

Más tarde interpretó la psieologfa desde una perspectiva scMu alista, por \o que fuellamado con razón ..el fisico-.

Desde el 270 a.C.~a i1pro llimadamenle el final de la era pagana , la vida de laescuela aristotélica prosiguió en un d ima de mediocridad y mOnotonfa desconwlado­

ras . Ucón, que suced ió a Est rató n y oslenló la dirección durante casi medio siglo, fue

más literato que filÓ50fo, y es to mismo sucedió con su suceso r, ArisCón de Ceos. Uncontemporá neo de Licón, Jer6 nimo de Rodas , acogió con esplntu ecléctico doctrinasepicúreas , Critolao de Fasells, sucesor de Aristón, manifestó, en cambio, sus prefe­rencias por el estoicismo. Puede n encontrarse lendencias ec lécticas en Diadoco deTi ro, SUCC50r de Cntotao.

Despué$ de Diodoro, los arislolé licos dej aron poqufsimas huell as hasta que /IcgóA ndcónioo de Rodas, que , como diremos enseg uida, inició el renacimiento de Aris­tót eles salvando su pen samiento para la posteridad.

Se nos Jlf"egunlari cuá les fueron las razonc:s que provocaron una crisis tan graveen la escuela de Aris.tóte les. iniciada poco después de su muerte y cuya duraciónabareé dos siglos y medio. En tre las nume rosas causas que se pueden aducir una esdecisiva. Teofrasto dejó al morir losedificios y el [ard fn para la escueta, pe ro reservóla biblioteca y por ta nto tod os los escritos escolásticos de Aristóteles para Ncleo deBscepsls [Diégen cs Laercin , Y, 52), hijo de aquel Cortsco que ya conocemos. PorEstrabón (Xlii , I, 54) sabemos que Neleo tra nsportó la biblioteca a Asia Menor yque, al morir , la legó a sus herede ros . éstos no senlfan ningún interés especíal po raq uellas obras y, en co nsecuencia , pensaron OCUltar los preciOSC'$ manuscri tos en una

bodega, para evitar que cayeran en las manos de los reyes ala lidas, que IllIbaja ban enla construcción de la biblioreca de Pérgamo. De es ta manera, los escri tos pe rmane ,cie ron ocult os hasta que un bibliófilo, llamado Ape lieón, los adquirió y los llevó •Arena s. Pero en esta ciudad pe rma necie ron por poco tiempo ; 3'Ii, después de lamuerte de Apelicón, fueron confiscados y conducidos a Roma (!f6 a.C.) por Síla,

donde fueron confiados pa ra su ln nscripción al gramá tico TIraniÓfl , el cual, sine mbargo, no term inó su obra. Esta fue llevada a término con éxito por Andrónico,Como diremos más ade lante .

Así, pues, desde la muerte de Teo frasto, el Peripato se vio pr ivado del elementomás imporlante pa ra una escuela filOSÓfica, es decir , de la biblioteca . Se vio despoja _do asimismo especialme nle de la pr-uducción aristOléliea consislenle en los cu rsos de

lecciones, o sea. de las obras esotéricas, que co nlenfan el mensaje más origi nal y másprofundo del Eslagirita. Sólo se pudo dispon er de las obras pu blM:adas (las ellOll!ri.cas ) y quiZás de algunas partes o ClIlrllClosde las o bras eso téricas ; en lodo caso sólopudo quedar pa ra el uso de los est udiosos una parte mínima , comparada con laloMlidJId tk los ~K"¡los tlt A,islórd~.

Co mo ya hemos dicho. Andcónieode Rodas que , según una antigu llbadició n, (ueel undl!cimo direc lor de l Peripa lo , se trasladó de Atenas a Roma decidido a recupe.ra r los escritos esotéricos de Arist6t eles para la l:sCuela y par a el mu ndo filosófico .Probablemente entró en relación OOn Tiranión y se benefició de la laOOr reaJizadil yapo r éste, y enlre los años 40 y 20 a.C. co nsiguió publicar las obr as de escuela delEstagirita. Andcónico procedió a la publicación de (a rma sistemát ica, siguiendo un

162

Los comentarios gri egos

de lógico en que éstas deblan leerse. Asf,pro yecto coocreto que tenía en eue_nta el ~ n d' . ién todo el material de jado. , as erud itas teman a su IsposlCl ..

por pnmera vez , as perso n I Sólo despu és de esra edición depor el Estagirita y OTganizado de forma COnceptIUnder que el verdadero Aris tóte lesAndronico y muy jentamente ~e cmpezóh 'bro,mp~~icado oe ra un amplio círculo de

b en los escrrtos que a I y - . dno se encontra a érí d de habla consignado una espec ie e. estos eso t ncos on .... .lectores, smo que era c~ . . d' . ulos La profundidad de est os escritosapuntes de los cursos dirigidos a "" IseIP

d., : · 't des y su lenguaje prop io de los

. por hacer olvidar sus I JCU 3 . .termin ó poco a poco d , tiempo la siluación concluyó por In-. . . " :\. tod 'a co n el Uanscu t'W cIniciados. IV' s av" . d I do las obras exotéricas hasla que és tasve rtirse totalmente ; se fueron deJ~n o a un a _ ..l ' Que sólo nos hayan llegado, ."" est de b,ó el que se pe ,ulCran,ycayeron en el o VI ; a o ~ la f como los reor gan izó Andrónjce .los escritos esotéricos, precearnent e en a orma

2. Los COMENTARIOSGRIEGOS DE ARISTóTELEs'

. . . roduccién de los penpar édcos cambió de tono yTras la edició n de Andrcnico . fa p , d. ' . l oe nsamie nto de Ar istó teles,t t o lugar una vue ta ra tea a ,._ ,

de nivel. Aun cuan c o no uv . . , a rísto télíco » Que se inició enb t t de un «rcnactrme n o ans •

se puede hablar , no o s a~ e, d , ~ . del peflsomit nro esot érico del Estagirita ,forma de (raoojo dt expoüclán y e ex ~slS nt nos a las diferen tes obras.

cu lminando. con la creación tctl::g~:nA~S:t~l:s ; ue debía empezar por la ló~ica ,And róntco propuso una .t._ • mbio su disc:lpulo Bocto de Sidó nI I . lru mental de ..,..a, en ca ,

subrayando e va Uf ms _. debía iniciarse por la Física. Al parecer. ambosprop uso que el estudio del Es~agtrJra _ta de l nsamiento aristotélico.prope ndían a una interprelao~n . n¡ttural~ é pe gana y la cristiana ) escribió una

Nicolás de Dama sco (que V,VIÓ entre ,~ ~~(Ólelts que de bió ser la primeraobra orgánica titulada En lomo a la fi lOSO/la ~ m ,

. - áf a del Aris t óteles eso t énco.prese ntación s~s te m•. le itud d _[ i lo 11 d. C.) empieza la serie de los comentado-

Con Aspa slo (pnmera rrntu e s g d e.s come ntario a la Ética a Nicóm aco.res . De este filósofo nos ha llegado una par te de su. . a Adrasto de A frod isía y '

. ecuer a aSimismo , .•Entre los autores de los comentano~ se r d Af odi "a que fue el principa l de losErmino, del que fue discípulo Aleja ndro e r ISI .

comentad ores de Ansrote les. d feso r de filosofia ansrct éjica en AlenasDe Alejand ro, que ocupó el pues to lI

e p~: el amplio coreemano a la Metrlfls icaentre los años 198 y 211 d'.C.. nü$ h~~ e~,a ' real el comentario a los AflrlliliCOf

"ta quizás una recacceon espu , -'_ .t.

(pa rle de eua peese n ol.~ En realidad Ale,'andro sc caracte,uu- ,- Tó ' ya lO$ Metto ' VlJ, ' cos . ,.. , .p,ft~ros, a """ 'PfC'm ' d ' I de la ortodoxia ariMolébca. Este. miento personar. Istan e ,asimISmo por su pe~ ,. ont ol""'la y en psicologia , aeenloaodo e

· '~" I inclinó hao a el natura Ismo en _.. , pfl ......., o se d l Ima a la que considera morla . ara. t'de laforma ypor tanto e a . ,carácter mmanen c , . 'ó d Aristóte les era una facu ltmAlejandro, el entendimieoto agente que , en opm l n e ,

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Page 82: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

A péndice 11. H istoria de las inte rpre taciones de A ristó teles

inmanent e del alma , es la causa primera trascenden te , entidad t rascendente y almismo tiempo comú n a todos los bombres. Sesún este fik»ofo, la intelección tendríalugar en nosotros gracia s a la actividad ejercida por este Inte lecto product ivo tr escen­dente , único pa ra tod os , sobre el intelect o de ca da uno de noso lros. Por a:>nsiguien te,tenemos contacto directo con lo divino , pero tomos morta les.

Alejand ro cierra la serie de los co menlado res aristOlélicos de profesión anstcreu­ca . Después de Aleja ndro, se seguirá leyendo y esludiando inte nsamente a Aristóte­les , pero en función del neoplatomsmo, y 105 ar istotélicos puros. consliluirán excep­cione s ve rdade r as y propias, po r ejem plo , T e mistio , en el siglo IV, a c to r de paráfra sisde los tra ta tos aristotélicos. El aristotelismo se fund irá y se incor porará al neoplato­

nísmo, y asf el Per ipato y los peripatéttcos dejarán de existir como escuela y comotnosoña autónoma unos tres siglos antes de que las escuelas paganas fueran clausura­das oficialm ente por orde n de Justiniano.

Los comentarios a Ar istó teles co ntinuarán gozando de gran es lima entre los neo­platónicos. La tende ncia co mún a todos estos co mentadores fue la de co nciliar en lamayor medida posibk a Platón y af Eslagirila . Po rfirio (d iscípulo de Plolino) , en elsiglo JIl d.C., fue el primero de los comentado res neoplalóo iros y comentó las Cale­gorltU escribiendo el tratado Isagoge que será un punto de referencia de tod os lospensa dores med ievales.

Del clrrolo de Jámblico procede Dexipo (siglo IV), aut or asimismo de un comen­lario a las CQu gol'ÚlS.

Enrre los neopler émcos de las escue las de Atenas y de Aleja ndrfa, hu bo numero­sos comentador es de A ristóteles. Siriano (siglo v) , que fue el maestro de Proclo , nosha de jado un comentario a la MelQflsica . Amonio, que fue discípu lo de Proclo yestuvo al frente de la escue la de Ale ja ndría, comentó las CUlegUflas, el tratado Deíruerpretatione y los A naluícos primeros.

De la escuela de Amonio procedieron todos los comentadores del siglo VI: Asole­pie , del cual nos ha quedado un comentario pa rcial a la MelQflsicu; Ju an Filipono ,Que comentó obras 1Ie légica , la !-rsi(:a, el tratado De A nima, la Metafis iro el De

generariotU:et rorrup ,iOlle, los Meteoro fógico.f y el De ge~raliQlle anima/ium .

Discipu lo de Amon io fue ta mbién Simplicio , que combinó la corri ente de l neopta­lon ismo aleja ndrino co n la ateniense . Com en tó las Categorills , /a FlJicQ, el tratado De

carlo y el De an irnQ. En el aoo 529luvo que aba ndonar Atenas pa ra emigra r e Persía,a causa de la cíausura de las escue las paganas ordenada por Justiniano.

Ent re los di!iCipulos m.is jóvenes de Amonio se encontraba también O limpiodoro(segunda mit ad de l siglo vt}, el cual , ademá$ de los diálogos platónicos, comentó lasCalegorfas. Dilldpu los de O limpiodoro fueron Ellas y David, que de jaron co menta,ríos a las Categorias y a la ISQgoge de Porfirio (!>iglo \/tI) ' .

J unto a los comentadores griegos se menciona rán también los hizan tinos , los másco nocidos de los cuales son Miguel de ~feso (del que nos han llegado comentarios aalgunas ob ras cíennñcas y a la Ética) y Eustracio (de l que poseemos un comentario a

3. A""," de e.loi comenlade.,u ncopl.tónico. oigue . i. odu ,odOYlo b. ... nt. ~I i l l. ~li im. parl. de l. 00'" dek U.r. lroduci<io 1I iloliono: Z. 1~r-MOfHloIf". lA filo",r", d~ G~i. pa' l. lll . ",,1, VI. N i<> lo direoción de G.Mano"". F1o<eacia 11'61,

164

Aristó te les e n la edad media

los An(jfjti~ pmuriores) que pe rte necen al siglo XI y Sofonlas , del que nos ha

llegado un come ntario al Iratado De Q'l im Q. latónicos ocede aquel(Reco rdemos fina lmente que de entre las. filas de los nccp pro f 'ó

T , meo que escr ibió una ...ida de Aristó leles que llegó a ser fuent e ,de 'diO o~aetlo':o o "'_ . . • Quiús Tolomeo ue sctpU. od 1 biografías sucesivll$ del c» lagmta .:::r:: y :: ::mblioo, y vivió en Ale jandría en la primera milad del siglo IV.)

3. ARI~íOT¡¡I. ES EN LA EDAD MEDIA'

E el si lo VI Sevc rino goecío t rad ujo al lat in el OrgmUJn de Arist~teles . Sinmba~go d~ esta 'traducción sólo circularon las Categor ías y el tratad~ De, in terpreta­

e " . d 1 de más tr atados no fueron SIRO etra muer­tíone, mient ras Que las traducciones e ~ h I 1 pun to de que en el siglo XII

Todavía se conservan es tas trad uccio nes , as a e ndtao . il i mo lo han demosrrado es tudios recieraes. Así , pues , el mu opudieron uunzarse, co . dos de l Organon enlatino sól.... conoc ió y Cl>ludió de Arislóleles los dos pnmcros lra ta

la é comprendida entre los siglos VI Yxu. . aEntre tanto no obsta nte , Aris tó teles renacía en el mundo 'rabeo En la pnmer

mitad de l siglo' IX se fundó en Bag~ad una escude

<'., de trad~or::~t~:~:; ~~. 'bes de Ans ló leles y a guflOS::::::~r;:;:, ;m~io, Porfirio, Amonio. Se traduj~ .as::;~~Th~7:~~

. _' o co mo se sabe C" en realidad una antologla de asA ru lotnlS, que " . lación que los li. abesTodo esto explica perfectamenre el hecho de que la mterpre .

. d una impronta neoplatónicahicieron de Aris tóteles estuviera marca a J'O.r . . I d '6 a/ tsludio de

En la segunda mitad del siglo IX, Al-Kindi .e~nbló una . ruro UCCl . n de carácter

A ríst áteíes, codificando los c ánone s ~e l Es~a~lTIta ~n. ~ln.a..mt~r~rc;~~~sncomen tariosmarcadamente neo plat ónico, que aplic ó asrrmsmo ana trcamen e

a cada una de las ~b~a~. . de rcc laboracién de l pensamiento deAI-Farabi prosiguió la obra de co mcnlano y ori 'nalidad

Arisló teles en el siglo x, y Avicena co nt inuó esta misma tabcr con mayor gI

en los comienzos de l siglo XI. 1 ' . de Arist óleles fue Averroes en el siglo XII.Pero el co menrador por exce cnaa . ó en rte contri la

Averrces (que _ilgrarlcomen to feo .., Dan te, Irlf. , IV1« ) reacaon pe • . ,Lé ' \0 comple to se epan 00".---íereroretecíén neoplatóo ica y, aunque no obtuvo un .Xl ' . • l } jos ee-

. ... Com tres senes de comentanos. " .-derablemen te de sus predecesores . peso ,__ . ncIusione$ de. nif asís que reas umee ias 1C$lS Y00que ños romentan~, que so n pa r . ados a ueuos

A- . ," ·. ,- ';n ¡aducir las.ideas teor édcas que conduce n a ellas, dest m aq, ~ U\~ ~~, ~ d l Es " 1 . 2) los "come nla·" ,...- dc ca....ar la lectura de los textos e c» lagln a.que 00 eran ca.....~~~ 0'_

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Page 83: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Apéndice 11 . Historia de las interpr etaciones de Aristóteles

~.~s med io.s'" en los que Averrnes expo ne la doctrina aristotélica juntamente con lasoemostrecrcnes correspondi I - d . .3) ,

. en es, eco mpana as asur nsmo de reflex iones .....rsona le .os -co mema ncs mayores jos A e- s;

,~ • lO, en que verroes presentó los textos aristo té licos

co n a ex égesis corres pondiente .A trav és de Es - S' .,. . . .

fla e nc¡ pa na , serna e Itaha me ridional e l ar isto telismo ára be e ' ió ¡ueoclas not ables sob re el pe nsamiento occidental uc . Jen:1 In ­

di rectame~te de A rist6(eles los dos pr imeros tra tad~ de~~:;a~o:~IO )(11 sólo leyó

En el Slglo xll , entre los añosll28 yl lSS JacoboVe t d lió ..feb ril como tl1lduel , ne o esa rro una acnvidad. . los al. ' or , ta l co mo ha demostrado reccmememe Minio Paluello . Tradu,~ _A II I/lros tmmcros y $egulldos , los Tóp icos , los Elef/Chi, la Ffsia¡ e l tratado

DIItm a, parte de los Parva nQ/uralia la MnaR~,-", _ r . I ~.,

" , ~~,~" .. , .......<lOS griegos a ......Primeall" fflan y al libro pr imero de la Mrtajfsictl' . Gr an .....rt d I r~_ . . rostrad ' t bi én en el m¡ parte e .......yUS arlSlott'l«:um se

u~o am n en el mismo siglo po r autores tod avía no iden lificados A final deeste SIglo sólo q~edaba~ por traducir eilañn las sigu ienles obras de A ristó t I ~Deartlo. los tres primer os lIbros de los Mt'lWros. quizás la Politil;Qy Jos frotJóm~ es .tratados sob.re Jos animales, la Rt'ttJrKa y la Poética. Iros, los

En la pn mera mitad de l siglo xm Roben Grossetesr .I llorad . ' e , Junta mente ron algunosco a ores , tradu jo entre o tros el De r;Qefo la t,ja¡ 11N,' - IriosdeEust~ •• ' ' .-É . I~omm:ocon os comenta·

'-"'-' . '.lIgue U<: Ieso y Aspasio.En la corte de Man fredi Ban olo de M .

_ , . _ , <0 ._ •• ' meo esma tradujo num er osas obras cient[fi..... uo:;; """aglllta. •

Fina lmen te , en la seg unda mitad del siglo XIII sob lió·rno de M L., . . resa como traductor Guiller-

ce rne e , quien , uli linndo en parte trad ucciones teri .traducir de nuevo ot ra parte de Jos esc n tos de AristÓtele:

nenoees, .y vol.vI.enJo a

lecto r oc:Ode nta l la to ta lidad de l us obras Ezio F ~..... . ' puso a disposi Ción delde tas ¡ .. , ra nce""'-IIIDlresume as( los resultados

as ~nvest lgaaones ace rca de las tradu cciones de Guillenno de M beke :G uillermo ro ri 'ó I . . oeree e .r !I as SIguientes versiones que le precedie ron' <-,,,h;'" . r. ",.

[de Boee¡ ) . A f . , · .><Ir ....ICI.e.t'1KDVt: 10 , lIa yl«:a Posttrlora PhysiCQ De A ' n _ M .De I " IIlma, L'C emana De Longitudi

neo uvmlUle. De Re,lpira 'iOfle, De Mone (todas ellas de Jacobo V •Generutione De MI/S De S . enelo); De

Alli"",/ium (1) ; anón i:as: L:rn~f::C:;:::'s~: ::;~';;;=~~~:;~~~;;r;i::be rt Grosseteste) . T raduce po r su cue nt a las ob ras · .de Aleja ndro de Afrodi s ia a los Mt'tro ros 1260 seguie ntes: Me.tt'ora , el co mentarioal l y al 11 1libro del Deanim a l . ( ~ , el ccm entano de Ju an FiliponoI ' . ( 268) , el ccmenteno de Temistio al De anim a ( 1267) ·

e cc mentano de Simplicio a tos Predica ( " . '12h6)' I . . menm Juntamente con el texto ansto té lico:, e comentanode Aoólll moal Pt'rierm m ' . II 'b

los libros III-VIII de la Polilira, la Rhl'/orir;a ' 1:'~~~t~lar:d~:K) d; la ~~faPhys~r;a;el De ~¿f/oria Animafium, el De Progrc5.f:' A llimalium, el e;;":o~~'A: POt'tICu;Gt'neratlone An., el come ntariu de Aleja ndro dc Afrodisia 1D , ., e l De

En los siglos XI[ Xll r a e semu .á b ' b Y t ~e reil Iza ron numerosas versiones de Ar istóte les a pa rtir del

ra e, so re to do en 1'1 SIglo XIII en el ám bito ave rro íslico .

6 . L. Mini" Pa lue lll1. l ll<oI>U$ V...."ku.. Q'fi:., e - d"pá8. 265.:104. • _ononlS/on '''''''-'1010'01 Ari",ml •• •T radilio. , VIII, 19~2.

7. Fr. lICCIChini . "P . oil., pó~. IflO.

166

Aristóteles e n la edad media

Juntamente con las traducciones surgieron en el siglo Xlll y posteriormente nu me­roso s comentarios . Los que vamos a señ ala r ahora son sólo los más conocidos; mu­chos de ellos se ha llan todavía in éditos , no habién do se elaborado todavía un ca tálogoco mpleto de los mismos . Comentarios a los Ana/ifit'i I«u/ldi y a los t: /e/lr:hi, asl co moun compendio de la Física fueron escritos po r Roben Grossetesre. All~rlo Magno

fue autor de paráfrasis de ob ras aristo té licas (de la lógica, de la Ffskll, de la Mt'la/fs i­ce, de la Ética y de la Politira). Tomás de Aquil'O compuso co menta rios d aros ypu ntuales que lodavla hoy pueden utiliz.af$C ampliamente : a l De ¡tlttrprelatirme. a laFb iro , a la Mt'lajfsiar, a la Étiar , al De utlim a, al De St'I/SU et $t'fUQfO , al lH r;aelo rt

mundo, a los Meleoroiogici, a la Po/foca , Rogerio 8 aron esc ribió las Quac.JIiollt'.S

supra libros 0Cf0 PhY$ir:orwm Arislolriis y las Q ullt'SfiQl1CJ supt'/l libros Primal' Phi/o ­sophlae. Hegidio Romano comentó el tra tado de Gellt'rllfiotle. el De animo, la FlsicQ,la Mrtllftsir;ay los escrírosde lógica . A Enrique de G an te se alribuyen las. Qurlt'sriofles

$upra Mt'laphY$i~orum A rislottlis y un co mentari o a la f hir;#J. De Escoto cabe reccr­dar las Qu llt'stiQnCJ sub fi/issim ae $uf't' r librOlJ Mrtaph ysiCOnlm A ,u/Qlefis. De Ock·ham recordaremos : Eiposuío in librl.lm Porphirü. 111 libr um PrllCdiC/lmmforum, In

d,jos libros Perihermel1eias , 1" duos fibrOI Elt'IIr;horum, bpositio in OCIO libros Phy ­

sicorum y Q uotl tionn in l ibros Physir;orum (i~ditu),

La interpret ación de Aristóteles realizad a por la eda d media refle jó la influencia

de la inte rpelación neo plató niCÚ"avice nisla, como ya hemos mencionado ante rio r­men le. Por lo dem ás , aparte de la infiucncia de los comentadores á rabes , cont ribuyófatalme nte a esta interpretación la at rjbucién a A ristót eles del Liber de r;lIlUu , que ,como sabemos , es un com pendio de la EIt'm e,rJulloIht'Ologir;ade Proclo (santo Tomás

se perca tar á de la dependencia del Liber de r;auJiJ respecte de la Elementado) .Como se sabe, los peiJS3,dores crist ianos no acogiero n inmedia tamen te a Amt&e­

les . Los libros de lógica y de ética fueron acogKJos bien, mientras que los libros demeta física, lisica y cosmología fueron co nside rados co ntrarios a la doctrina de lareve lación , en cuanto soste nían la elemW;lad de l mundo; ou a razó n que contribuyó ael lo fue q ue pensadores inmanentistas y próximo& a la here jla co rno Amalrico de

Rene y David de Dinant parecían hallar argumentos en favo r de W $ doctrinal en lasobras de Ari.~tóleles. A partir de 1210 quedaron proh ibid ....en Parjs las obras fls~ ymetaflsicas de A ristóte les. Pero ta les proh ibiciones no surt ie ron efecto, consolida ndocada vez más sus pos iciones lales obr as, atemos un dato altamente signiflCalivo ; en1263 Urba no VI confirm aba la prohib ición , pero permi tía que Gui llermo de Moe rbc ­ke tradujera pr ecisamen te en su corte las obra s que habla proh ibido . En rea lidad, a

part ir de la seg unda mitad del siglo Xlll, Aristóteles se habla co nvertido en el filó!IOfocuyas ob ras co nstituían los libros de tedo de la universida d para la enseña nza de la

íilosofía en las facultades de artes .La histor ia de la interpr e tación medieval de Arislóteles co incide con la histo ria

del pensamiento árabe y de la escolás tica, o sea , con la parte más conspicull de ltlfilosofía medi eval. Ta nto en el mun do árabe como en el latino el prob lemll prillcilJllIconsistió en conciliar las doctrinas ar isto té licas con los tex tos sagrados. Lhnit{mdo lllJSal occide nte, que es el que nos inte resa principalme nte, cabe destacar pur IUll1e ll US

tres po siciones difer en tes asumidas e n re lación con Ar istó teles; a) un grupo de 1~Il S ll ·

167

Page 84: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Apéndice 11 . Historia de las inle rpretaciones de Arjstételes

do res adoptó un a posi ción negativa, más o menos disimu lada, frente al Es tagirita.sost eniendo la necesidad de volve r al agustinismo (asf Guill er mo dc Auvergee , Ale­jand ro de Hales, Roben G rossetest e y el gran Buen aventura ); b} ot ros, romo Afbcr­to el Magno y sobre todo Tomás de Aqu ino. intentaron compaginar integral­mente a Aristó ldes con la doct rina revelada (la int roducción del teo rema de ladistinción entre esencia y existencia perm ite a Tom ás funda mentar a nivel raciona l elprincipio de la cre ación y reformar radicalment e el aristotel ismo , haciéndolo de estaforma compatible con la fe) ; e) Siger de Braba nte. finalmente . sin preocuparse decoociliar a Arist óteles con la fe. dio al pen samiento del Estagirita una interp retaciónde carácter marcad amente averro tsta. Rechazó la rcfonna tomista afirmando qu e.para A ristót eles el mundo es eterno y ca rente de co mienzo, y po r tan to. necesario,duJo que el 1JI(){0r inmóvi l atrae y mueve deWc siempre el univer.iO. se ñalandoasimismo que el entendimiento posible es una substa ncia separada y única para todoslos hom bres . Para supc r¡¡r la oposición cre ada de esta manera ent re el pensaméentode AriMóteles y los dogmas de la fe, Siger introdujo la distinción c a tre dos órdcnesdcverdad . la verdad de la fe y la verdad de la razó n.

En conjunto hay que decir que la ed ad media tomó de Ari stóteles las categoríasesenciales para en tender a Dios (ser supremo , forma suprema , pensamiento del pen ­samiento) , al cosmos (estructu ra hilem érñca de los entes materiales. acto y pot enciay tod os los conceptos re lacionados con éstos ; el carácter limitado del mundo y suestruc tura) y al hombre mismo (el concepto de alma com o forma sub!.tancial. losprocesos de l conocimiento . el co ncepto de virtud). En verdad. 1a revelacién deblatransformar 1a1n categorías y ronferi ries sus valencias inéditas, Pero . los filósofosmedieyales sólo fuero n par cialmen te conscientes de ello. Las interp retaciones másrecentes de la filosofia medieval señalan hasta qu~ puDIOfue simplista el viejo esque­ma que COIl$Klcrab-,,¡ a la esco láSláca una mera adapración de Ari slÓteles a las exige n­cias de la Revelación. En todo ceso, sigue siendo verdad que el fundado r del Peri pa lOes tun uíé y Iecund é el pensamiento medieva l como ningún a iro filósofo lo harta enépocas sucesivas. El epíte to que Da nte aplicó a Ari stóteles llamán dolo el "maestro deaquellos que saben" expresa a [a perfección los se ntimientos de toda una época .

4 . A Jl ISTOTEW EN EL R EH ,o,C1MIENTO y EN LOS PltI'-lE JlOS SI(iLOS ce LA E RA MOOEJlN,o,'

Si Da nte concedió el ce tro del.saber a Aristól eles , Petra rca , al inaugurar la era delhumanismo. se lo enlregó en cambio a Platón. En efect o. en la filoso fía del humanis­mo)' de l renacimiento fue Platón el que esrimuló ente lodo la re fle..ión filosófx:a. Sinembargo . Arislót eles C.lperimentÓ también un nuevo renacimient o, aunque de formasuhordinada .

11. P. ..... Iiz. , m" profund. m. n.. e.l< "" n lU" " ilim"•• l. , hi,I<"'., de l. [,100011. ", . die• • 1mb <u. lil....d. , ~ . 1", e, lud io, "" . ... del hum.ni""o ~ "" 1Renacimienlu, Cun", ... , i. ",p" ,u gr. n utihd . d el 111 vo l. dela,..mlriu de Übe"""l . p<>r 1.. preci...... indk ll<ionc. <o'Ie"id.. en 11obr• . Por k> ~u. "''P''<l• • l. 11 ...."".·"Iund. e>rol~.l¡"" , relegad. por lo ~. nc rol" ""'id<> , ..milim" • • F. Copk>.toII, S#wi. .ul¡"fi"-r..., vol . 111 :Od (kc_. s..-" lIrncio 1\l66 (• . .m¡. 195J; 119601. PoIc .:21...

168

Aristóteles en el Re nacimie nto

.. I el de Aristóteles cambia co nsiderablemente respectoEn el Renacrrr uentc e aspe o • é a se afirma el mito de la oposición

a la edad med,a; entre airas cosa s en e sta pcc . . , de l nnieto de dos- I do filósofos En realidad esta opoecon nace co

rad\C81 entre os S I . , _ _ . _ hallarán en Plalón (interpre-ideales; los ama ntes de las let ras y lo~ es)pm lu,s re ligia:;"';ritual mienl ras los ama ntes

__-' I rs.....ctiva neoplat ónica su a rmen o r ' •tado desde a pe ' '-- , ' , . ama ntes de la emp iria encontrar án su sustentode la ciencia . los csptntus profanos y . ' bo los. el rimero será

en Aristó te les. Am~os persoll~~s se co ~~e::~:s;:~i~:a~~::~: la re ~1id:d , el otro deel símbo lo de una visión trescen...ente-re Igl. . . la misma El céle bre fresco

. .. , .....cdominante mente naturalista )' emplTlsla de ,' . , .una vtsson .. ' . 1_do po r Rafael representa de forma mtu lllva y admira ­de la escu ela de Atenas. pm a ' edo di . ido hací a alluras metafísi -b.- .~.~ 0""'''ici6n simbo lizando a Plat ón con el d mg¡ ..b'- " _ la

n: """"' ....... • .. id baci los fenó menos VI5I .d U<:ces invisibles. y a Aristóteles co n el dedo dirig o a

eltpe rien~a. . ló la oposición entre Arislóteles y P latón fue Jorge GemistoEl pnmero que sena . ncio con ocasión de l concilio de

Pletón . que se trasladó a Ilalia pr~dente de .a~u re la base de la metafísica

Aorencia. Este " "" trato de reunl fi~dr las rehgil:::~atóniCa ) . al que conside ra­de l platonismo (Inter pre tado d~sdc u~a pl;r5

S"'''b C"~paraciÓfl de la [dosofía de

. . . ón al an stotehsmo . u o ra,ba supe rior sm pareng . I d d d I año 1440) pro vocó una reacciónPlrllón y de Aristóteles (compu esta a re e .or e . d scritos polémicos.

. T dando ungen a una sene e e...muy viva entre [os anstotc ICOS. _ .bió Sob re las dudaj de PlatónRecordaremos a Jorge Scbolarjus Gennadbi610 " que"~:C"'TI eodorc Gaza. Pero fue famo-

. ó _. Co ntra Melón eSCTI am""," cvuen lonlo a A rlSl teles. d T bi da IiluladaCompara-Sil sobre todo la respues ta dada a P1etón po r Jor ge e re ISOO , B T Bessariéoció" th los filósofos l'ialón r Aris~óteJe.s (1455). a la:; respondió asmo n

, o-:to· CQnlra ,,1'1 calum mado r de Platón (1 ) . ,co n e escrr . ) J de Tre bisond a (muerto en e

Jorge Gennad io (muerto alred edor de 1464 • orge I . 1493)oda Gaza ( 1400- 14711) Hermolao Bárbaro (muerto en e ano

ano 1484 ). ~e ro , . .ciado~es del arislotel ismo del Ren acimien lo . Trebi­pueden considerarse como os rm . ó b todo I ~

d . rtó nueva~ traducciones de esc ritos a risto télicos )' co me nt so reson a aro . . de Aris ót les y de Teofrasto. Herrno-lógica. Teodor~ Ga;a~:a~~j~o~~n~~:7:0:~:: e~ri~~:t ar~stotélicos . tradujo otros deIHo Bá~baro . a e~ s dar l relente tradu cción de la Mt trilfiSiclJ realizada porTemisno (es precuo recor ar a ex

B """ procedente de l a iro bando). . , " _C!>Sa • h _ ñalado es un Am lóleles enup ah" u-

El Arislót eles que renace , co:::lá~=~ennot...'o cons ideraba I Alberto y aco, y asimismo fuertemente an I _ •

T . (--' mo a Aver roes} co mo a ebárba rose. . .a mas ••,,, ro . _"_ " lar dos onenlaaooes ron. ér de l RenitClmienlO se (XI"""n se lla ,

En lre los arerot leos . . , _._ los averroístas. que poní an el. . ·n terp re tallvas opuest as . a .....

a rreglo a possciones I _ . ' a todos la de los alejandri slas que subraya­énfasis en el intelecto (IOSl~le URlCO par S. , y b rgo las dos op iniones I>l': fueron

ha n, en camhio , la mor tah dbad de,' " d~~"~ ~"" .~"": :u la •El centro del averroismo fue. do "..eo a poco asta un 1•.-.... ~ ... . . '

desvaneclen ,-- - . l .... 1 r de la interpre tación aleJandllst ala universidad de Pa dua . mIen tras que e IRlCla, O

fue Pedro pom~na~i. .. de alguna manera en el averrolsmo. recor -Entr e \os anstolé lrcos que se lOSpltilR

, 169

Page 85: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Apé ndice 11. Historia de las interpretaciones de Aristóteles

dare~ a Nicolás v ernia (mcerto en 1499), Agustín Nifo (muerto en 1546) quepos tenonaeme se aprox imó al tom ismo , Ale jandro Ach illini (mue n o en 1512) yMarco An ton io Zimar" [muerto en 1532) .

Simón Ponio [mue rto en 1555) fue seguidor de Pomponazzi (J462-1524) . In­terpre.tó a Arilil ót~ les en se ntido naturalista Césa r Cesa lpino (muerto en 1603) . Seaprox jmaro n ". la mterpre tación aleja ndrista Jaoobo Zabare lla (muerto en 1589 ) yCésa r Cremonrm (m uerto en el año 1631).

Fuera de Italia se ocuparon de Aristó teles COfI exposi ciones y comentarios J.Fabe r Stapulensis {Jecqucs Lefevre d'Éteple s, muer to en 1537, que fue el iniciado rd~l.humani s.mo f~llncés~ , Pedro RH~u~ (Pierre de La Ram ée, muerto en 1572) quecriticó la logica nristotéllca , pero escribió comentarios a los escritos lógicos, a la Físicaya la Metafísica. El mismo Feli pe Mclanchton (1497-1560) fue muy sensible a lasideas aristotélicas.

Qu eda n tooavla po r de !>Cubrir o pe rmanece n inéditas muchas de las tr ad uccionesy de los comenta rius human isl:icos y de l renacimiento acerca de Aristóteles. Tod av íano se ha realizado 'J ni siquiera progra mado un catálog<l de estas obras.

En cambio, tuvo lugar un renacimiento de Aristóteles de carácte r escolásticogracias a los dom inicos y más tarde a los jesuitas (cu ya orden fue fundada en el año1540), en relación con la la bor desa rro llada por b tos en favor de la Co ntrarreforma.

Entre los dominicos recordaremos a Do mingo de Flandes (mueno hacia 15(0),que escri bió las QUtNStionN sobre la Mn a/bictl de l Estagiri ta; Crisóslomo JaveUi(muerto hacia la mitad de 15(0) qu e co ment ó, entre otras , la Metafisictl, la Étiro, laPolitico ~ ~I lh ollima ; Francisco Sllvestri, llamado el ferrarjense (mueno en 1528)q~e escribió, entre otras cosas, Questivni sulla Físico y sobre e l De a/lima. Tomás deVIO (muerto en 1534), que comentó las obres de lógica y el D.. "lIim a.

Des~u~ s del coneil~o de Trent o se distinguiero n Do mingo Solo (muerto en 1560) ,que escribí ócomcntencs en tomo a la Física y al De anima; Francisco Toledo (mue r­to en 1596), que comentó obras de Lógica, la Física el De anima y el De generatione;Pedro Fonseca (muerto en 1599), que comentó la Metaf tsica; f raocisco Suá rez[muerto en 1617) del que cabe n mencionar tes Duputariona m..taphysicae. Reccr­~aremos por ú lt~mo a Silvestre Mauro ( 1619-1687) que coment é de forma d ara 'Jhneal todo el Anst ó teles filósofo (Lógica, Retórlca, Poitica, ÉlicfU, PoJflica , &0110­

mÚl. r uiCII, El cwJo, El mWldo , LA gt11t r/lrión , El a/ItUI, Parve na rura/ia, Metafls ictl}pu blicadas en Roma en 1668 (tod avía puede encon tra rse la reedición publicada enParís en el aoo 1885: A rislottiu Optra O mn ia qUlU! u tanl brfi'i paraphrllSin litttraept~fuo IIlh~rt11~ t .lposilÍ()fle ilustrata a Sil_ro Muuro. " voiémenes}.

Pero la filosofia mod erna había emprendido un cam ino com plelamente distinto 'despu ésde Galileo. Bacon y Desearles. Aristóteles quedó relegado précnca mente en~ I olvido; u:ibniz co nstituye la típica excepciÓn qu e co nfirma la regla . El gran Kan tIgnorará casi tot almente los :seritos de l Estagirita. l a lógica fonnal aristo télica, queconoce y en salza , es en rea lidad la lógica ampliamen te reela borad a por la trad iciónescolástica, la mctaffsica qu e conoce es la racio nalista de Wolff, mientras las éticasqu e le servirán de co nfrontación son la epicúrea y estoica. Y, así, los demás grandesfilósofos, hasta llegar a Hegel . igoorarán los escritos de Aristót eles.

170

5. E L REf<ActMI ENTO D E AIl~LE5 F.N LOS SIGLOS XI I( Y XI(

En el curso dcl800, dos aco ntecimien tos cambiaron radicalmente la situación en

favor de Aristót eles; la neta revalorización de la filosofía del ~tagirita hecha ~r

Hegel y la gran edición cntsca de l A ristót eles com pleto promovu1a por la Academ iade Berlin y revisada por Bekker junto con ot ros rtIólogo5 de gran fama.

Hegel adoptó una posición drástica en favor de Aristólel~. sobre todo e~ susLeocíonet sobre fa historia dt la fi("sofio (que, como se sabe , nacieron de una sene decu rsos universita rios pronunciados e n Jena en los años l K05-1806, en Heidelbe rgentre 1816-1817 y entre 181?-1IU8 y finalment e en Berl in entre los años 1819 y 1 8~) ,lecciones publicadas como obras pósrumas por Michclct en el año 1833. y con amplia­cione s en los años 184o-1844t . Éstas son algunas de las afirmaciones de Hegel extre­madamen te significativas: " El (A ristóteles) es uno de los genios científicos más ricosy profundos que hayan exist ido jamá!.. un hombre al qu e ningun a época ha podidosuperar» (volumen 11 . pá g. 275). Yésta es la forma como el filósofo alemán estigma-

tiza la igl'lOfancia de su época en lomo a la filosofía de AristÓlelCS: . ...Induce , entre o( ras cosas. a estudia r ampliamente a Arislótdes la coOJilde ritCtón

de que con ningún otro filósofo se ha cometido una injustKi a más ~r.ave , con Irad icio­nes carentes de toda sombra de pensamiento que se han transmitido en tor oo a sufilosof ía y que prevalecen lod avia en la act ualida d, aunque él h~ya sido ~u~ante

tantos siglos el maeslro de todos Jos filósofos . En realidad, se te atn buye n opInlonc!>diametra lme nle opuestas a su ruosoüa . Mientras se lee mucho a Platón, los lCSOTmaristo télicos han per manec ido casi desconocidos durante siglos hasla la edad moder­na , y en torno a él se impo nen los p rejuicios m ás infunda dos. Casi nadie co noce susobras especulativas, lógicas; a las qu e estudian la historia nat ural, se les h~ hechomod ernamente algo de just icia . pero no as í a sus opiniones filosóf icas. Por eje mplo.es sentir cas i universal que la ñlosoña ans torélica y platón ica son diam et ra lmen teopuestas entre sí como el realismo y el ide alismo , idc ntif icándose el a r.ist~ t~1ism~ co nel rca lismo e n su forma más trivial. Pla t ón habr ía C!>tablecido co mo pnncrpso lo Ide al,de manet a que la idea interna brotada por sí misma en su creación ; segú~ Ari:sló teles.en cambio. el alma seri a una fábufa rasa que recibirla de manera passva roces su.sde te rminacionC!> procedentes del e xte rior; la filosofia arist()(élíca serta po r consi­guiente empirismo . 1\X\l;ÍYnO de la peor especie, e tc. Veremos q ué poco respondeesto a la realidad. De hecho Arist ó teles ha superado I Platón con su profund idadespeculativa. ya que conoció la m," profunda de las n.peculacio.~, el id~lismo . y seatiene a él, a pesar de la part e am plísima concedida al em pmsmo. Sin embargo.especialme nte entre Josfranceses, exeren todavía op iniones~IUlamenle .e rró neasacerca de Arisló teles. Hasta qué punto la lradieión conlinúa atn buyéndole CIegame n­te dete rminada s afirmaciones, sin preocupa rse de verjficar si se encu entran realmenteen sus libros, se comprueb a po r el hecho de que en los antiguos trat ados de estética seensalzan las tres unidades del dr a ma - unidad de acción, de tiempo y de lugar- ,

9. E.;.re ~• • b... .. 1,a<!"""";ÓfI ¡l. h."" de la obro ",al;ud. PO' E. Codó,fI<>l. 1de E. Sann•. ~lon: lI<ia I ~ .I( I .

rod . ,.¡" en ...nl• • de lo ~... "",. ",...... 1.. <ir...

171

Page 86: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Apéndice 11 . Histori a de las interpretaciones de Aristóteles

designándose a [as mWnas romo 1mrrglas u ArUIÓle~, la umQ doclrinQ. En ca mbieéste (P~. a1pítu lo5 8 YS) habla tan sólo de la unidad de acció n , e incidenta lme ntetam bién de la unida d del tiempo , pe ro no hace ja más referencia a la tercera , a 1lIunidad de lugar>. (p:ig. 276) .

Y ésta es la afi rmación más importante qu e realiza Hegel en favor de A ristó te les:..Si (. .. ) se tomar a en ser io la filosofía , no cabría cosa más digna que recibir un cursode lecciones acerca de A rist ótele s, el más digno de ser estudiado entre los filósofosantiguos.. (pág. 293).

Naturalmente , la interpr etación dada por Hegel es muy allCiortstica, po rque estefilósofo leyó a A ristó teles en función de sus propias ca tegorías; sin emba rgo . queda elaspecto positivo al que nos hemos referi do .

El otro gra n acontecimiento que hem os mencionado ya con anterioridad fue laedición del Aristóteles COmpleto efectuada por Bekker : A riJtou/is 0P't~«, edU¡r A(Q.demiQ RegiD Bonasica. Los dos primeros volúmenes, que contienen el texto criticode todas las obras. fueron publicados en 1831 ; e l volumen 111. publicado también enel año 1831, co ntiene vari as traducciones lat inas; e l IV, editad<> en el 1836 , incluye

extractos de los come nta rios g riegos: el V. pu blicado en el 1880, cont iene los F~ag­mentos y el lndex arinotelicus. De [os escolles se hizo cargo Brandis (y algun os

suplem en tos fueron pr epar ados por Usener , y se incluyeron en el volumen V), losfra gmentos fuero n recogidos po r V. Rose , y el Indo . fue prep arado po r H . Bonitz(véase la ed ición de Bckker reed itada po r O . G igon, Berlín 1960) . Bra ndis presen tó,entre los años 1853 y 1860. una expos ición muy t uidada de l pensamiento aristOle lico.

fund ada en sól idas bases filo lógicas . dedicando al lema tres de Josseis volumenes desu célebre obr a Htuldbuch ur Ge.u::hichu dn- gri«hi.u:h-fÓnlischt PhjlosQph~. Ad e_

más del llUIn, que sigue siendo tod avía un instru mento indispensable de traba jo,Bon itt publicó un excejeme comentario (aparte de una nueva edición crnica de laMt rafTsjCQ). en lengua latina (Aristortlis Meraphysica, recognovit et enarravit H. Bo­nitz, 2 vols. • Bon n 1848). de ca rác ter histór ico- fiIológito. Con su ed ición de losfragmentos (que reetabo ró poste rio rmente en 1886 para la - Bébliothcca teubneri a­na ..) , y con elanterio r volum en A risrO/eles p.leudepigraphUJ, Leipzig 1863) Ro se pusolas bases para el renacimiento de los es tudios sobre el Ari stót e les exoté rico (d ichoautor co nsideraba paradó jitamente co mo no auté nticos todos los Iragmentos de íosexot é ricos ). En la escueta de Bckker y de Brandis se fo rmó corno filósofo F, A,Tr eode le nburg (miemras en filosofla se dejó arrastra , por la pro bJcmálica hegelia­na ), el cua l, además de un volumen qu e es una verdade ra joya de perfección y decla rida d , en el que presentó y comentó sistemáticamente 10l'I textos fundamenta les dela lógica (EltmtnUJ logicDt AriJtOlt/eae, Berl ín 1836, reed itado varias veces) escribió

la pri mera gran historia de la doct rina de las categorías, ce ntrad a principa lmente enArislóte les , asl como la edició n t rítita co n tm co menta rio en la lÍn de l De Qtl imll(Geschkhtt Jer Kllttgorietllthrr, Berlín 1846 , ree ditado varias veces y A ,isloteJis Dtanima libr¡ Ires, 1&33, editio alte ra ementada e t aucta, Be rlín 1877). La obra ilcercade las categorCas, que int erpre taha la génes is de éstas en clave gramatical, d io origen

a una serie de diseusion es a alto nivel en las que se trató exhaustivamente toda laprobl emática re la tiva a la doct rina aristot é lica de las calegorías (e n la discusión tomó

172

A ris tóteles e n los s , XIX y XX

- escuela de Trendelen burg se formó F, Brenta-parte tambi én el memo Bonitz}, En [a d M.f Seimdtn nach Aris torele:f (de

su Von der mannigfQCM" Bt ~rung dono , que con , " de ane ra tmstantc origina l. reconstruyenIIl62) inte rpret ó la on tología anslo lé hca m _ . trando el vincu lo que une

. ' fi dos de l ser según el EstaglTlta , mos ranla _lista» de jos segm I ta 'ó l ' que les liga a lodos ellos con laa los diferentes significados Y,la relaci .<n .a

d",,6g,',ca influyó sobre Heidegger , del que

. B no como duernos m..s a e an ,substancia . re nta. , inté re tes de Aristót eles todavía viva.part e toda un a corr~ente de '"~ d ante la rgo tiempo punt os de refer encia de gran

Estas ob ras con tm uaron sien ur .'. od ' biero de lectura indispensable .

peso y consllluye n 1 avta o I I ob di • • que eljercieron una influencia not a-ade ' s entre as ras e ... .

Rccordem~. ma , . arjs toté liccs: F . Biese , Dit P1rilosoph~ des A nstolt -hle en el ámbi lo de ~ estud iOS . Ess . sur ID M ttllphysiqtlt d'AriJ IOft , 2, 2 · 0'- Bertrn 1835-42: F. Ravalsson, al _ ',.n , • I>. , . . él" desde la perspectiva esr

P - 1&3746 que interpreta la ontologia arn.fot rca .vots. , allS , . "'-<' una nueva edición trilita con un. . pi • íc . T H Wa ltz que pu IUJ

n tuallsta-neo at ni a. .. .' nOl1 (Aristóte lC!>. Org«non, 2 vols.,comenlario excc lcnle en lengua latina de l Orga brc6 na edición co n traducción y

. ' . A 1 1865) ' A Schweg le r, que pu 1 U ,Leipzig 1844 , a en • . fi. D· M,,"physik des A risrfllt lts. Grundttxl,. " , ' de la Meta nca: re w

comentano ana ICO bi " 47 (Fra ncfort 196ü) en el qued e mentar 4 vols. T u mga ,

Ober.~erzuJ1g un om ' . ' 1 G h ' hte der Logik ;111 Abendlan-

pued en pe~~irs.e i~~~se~~::fh~;;~;~n~~:~ ~:::;; a::~s:o innuen~i as hege lianas .de, vol. 1, IpZlg _ . b la cultura ñlosófka fue el volume n

El ~' e ejerció mayor mflue nCIa so re . .tra Jo qu _ Ze ll (' 1878) tuya tr aducción Italiana se

11 , 2 de la Philosophit der Gr.«hm de E, e~ • bli da en Flotencia . en la(1 ' 1 ' rt e de l volumen ha Sido ya pu 101 _ .

valrn:a mucho a u lima pa Plebe ) en la que se deja sentrr la insptra-tí J9<i6 puesta a l d ía por A. "'..-..: , 1Nuova Ira la , en , ada Ze I1 vio a Artistóteles ro mo aqueción hegeliana , aunque sea de mancra at enu :. erro que no lo consiguió a causa

• .,. I concepto puro y la empmD, peque intent ro~ I.ar e niversa l con lo individual. Y. puesto que ,de la inco mpal.lbll.ld.ad est~ctura l. dcA~:~óteles la ve rda dera suhslarteia , esta resulta­pa ra zctter. el ind ividuo sc:n a se~un d de rame nee cognoscible lo universal.rla en definit iva incognosclhle , Siendo s610 ver a t" á n gran medid a la interpret a­De aquí en adelante casi todos los manual es repc Ir n e

ción de Ze ucr . . , , en ace rca de A ristó te les. bu ta ímpo rtancia e vo um "No alcanzó , m co n mue ,es ..._ De Griedtische Detlke, (Viena. 110 Oom......n en el ám bllo uc sus I • . . .

escnto por . y- • • ar contra la inlerpretación esplntualista el895-t9(2). ya que. en el mtemo de reacaon........iva .......itivista tan marcada que eonsr-. . I yó A ristóteles desde un a peTSr--' Y - -

~~~[~~~~r:araconsi derable~nle la ~fSO~alid;~~1 ~t:f~:~a;lI96- l900 ( reedici6n

Meier con $U Dit SyUag~tlk dn Amlalt t:J~ S " ,_~"" que corri..ió en sent ido '. 1969- 1970) presentó una mlerp re ""'" ...

anast. . Hil~helm d _.._ .....~ .......iva idealista . En l1a1ia , G .de Pm oll hecha eM><; una Y- ' ~r-~· .

realist a la lecto ra , J. FI . ~ ...;, 1927) ha inte ntado segulI. d 1/ I 'ca ¡¡rl5lOfe lell. or~ "",

Ca logero (1 to tldammt. e a ° Hl 'd do ' , I. , ica arisloteliea dividida en un. p" y Meier (con sl e ranuna "ía media entre ra n bo . los se fue multip l ic~\ndo la

. , . t o dian oético). Entre am s slgmovimIento no tleo y o r . . .. _ '",c auto res se fucro n ca rac-

d A' tóteles las pos ICIOnes "'" V~biblio grafía ace rca e o s , d ' 'd d oindc te rminad ón ,demanera quete rizando asimismo cada vez más por su Ive T51 a

173

Page 87: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Apéndice 11 . Historia de las interp retaciones de Aristóteles

es impo~ih!e esbozar un cuadro de conj unto , si no va aco mpañado de una serie depuntuali1.ilcitlnc~ que no pueden rea lizarse en este lugar".

. T ra s ~na, con sidc~Dble I.abor de csquematización, es pos ible , sin embargo, distin.g.ulr las sIguientes onenteoones según las cuales parece move rse la litera tura de losSiglos XIX y XX:

1) Una ori~"'ac;ón id~a'ula~spirituali.sÚl in iciada , como hemos visto, por Hegel yque ha resultado feeund~ en los autores que han tomado de ella SÓkl algunos puntos ,ree labo rándolos en fU nCiÓn de los instru mentos filológicos que la ediciÓn Bekker de1831 puso a su disposición .

. 2) Una ori..ntadó¡ posilivistu, .C1Iyo re prese ntante típico es Gompen:. A lguoos 'IDlé.~r.etes del novecsemos (por ej. , Solmse n) se inspi ran, si no en las doctrinas delposit iVismo del oehocienros, e n la men talidad pesitwista.

3) Una dirrn:ió" h6 d..gx.-ria/'tu. Como ya se ha dicho, Brea ta no ejereiÓinfluenciasobre Heidegger (5.-ill und ü il empieza con un resumen de las rond usionts del librode ~rentaDO acerca de l ser aristot élico), quien, por otra parte, no dudÓ en deci r:

«Dejad a . un lado la I~ura de NielZsche .y estudiad primeramente a A risl:ót elesduran te diez o catorce anos .» SIguen esta onentac:ión K, Schilling, Wollny, W. Bróc.cer, E . Tugendha t, L. lugarin y en parte lambi én P. Aube nqu e entre otros .

4. /..11 orirnlación Mf'NS€Olásrieu. (En Lovaina se fundó tod a una colección de

est udios aristotélicos en la que se publ icaron obras de insignes a ristot élicos la les

como A . Mansion , E. Nuyens y G . Colle; el «Pontif¡cal lnslitute of Medieval Stu­diCSlO de Toronlo publicó una de las monogra fías más bellas sobre la It'M.'ta fisicaaris toté lica escrita por J . Oeens. en Ital ia se erro una nue va colecci ón que tenía como

fina l~dad presenta r tod a. ~ obras filosó ficas de Aristóteles con ampño co menta rio .)Precise mos que , a l cont ra no do: lo que se cree con espíritu simplista por pano: de

~uchos , los eeoescotasaeos no están inte resados en tomistiza r a Aristóteles , SiDO másbie~ en co mprenderlo en los limites de la econom ta de su pensamiento, para entendermeJ.Or la n~edad que ha SUPUC!>lo santo To más , mientras Jos neocu sícos en genera lse 51en tc~ In te resado s en des taca r la originalidad y la validez de cieno planteamientoespeculat ivo de los problemas ta l como se encuent ra en Aristóte les .

5. La on..mociÓ/1 hiJtórieo-fi/ológieu que , a l menos en las inte nciones, pre tenderíamantener se neutra l desde el pun to de vista filosófico. Sin emba rgo. es muy raro quesuceda esto, especialmeme en los trabajos de gran alcance. En todo caso be mos dedes tacar que ~e esta orient ación pro pia de los filólogos nació la int erpretación llam a­

da gen ética, rnuugurada e n 1m por Wern er Jaeger al que nos referiremos másadel ante [Jaeger fue discípulo de l gran Wilamowilz).

6) Fi.nalmente , en relaci ón con la inte rpretación de la lógica , se ha di fundido un atenden cia a entender el Organon basándose en los cánones de la mod ern a lógica

10, PUTO U"eu. tlr<> .Jetan.d" .e.,;'im". o E , Be" i, eop. A ri,""" I. eo l•• Q'~>/¡'mi Ji >/ori"R'"fi" fil",;"ji," depro, "", pubho.d~" en l. . Seu" l. di 1I....d. (el outor no. h. p' ''l'''rdo".do . m.blom.n ' . l•• pruebo. d. i'np..o.l. ): I~ p. " . de .1. b;"l i,,~ ,.n. de Uorti r. pr'''nl. el "" "' plcm. nlo ".cto de . ... capitulo ""•• 'r<>. Por r. h. ""~'p""'o .",, limUII..m". " 'Oh l. r aIK"" '" de k,. ",," ,br•• 111';' . ignificativo, de 1" . « ludi".o. de Ari' ¡'\lcJ•• , . inpodor ....h r, ~': "tT. p.rle. h>d.,. k,. d.tallo> de . " , obr•• ~ "••• • nw n" arán. no oh'l. ot<, en l. biblloSr. n.Co," pk o..o'". ""l•• de C""nln 'O h. <lid", .~uf o<>n l,m bi" n los t," boj"" indic..J"" 00 l. l>ibliot r. fi•. t, 2,

174

Redescubrimiento del joven Aristóteles

form al o lo¡;:I.~/icu (véase en especial Lukasiewicz y sus seguidores, en Italia especial­mente M. Mignucci). Tam bién mencionarem os una te ndenc ia, sobre todo en lospaise s de lengua inglesa, a estudiar la R e/órieu y e n gen eral Aristó teles desd e el punto

de vista de la lingüjstica moderna.

6 . LA IN"'OVACIÓN DEL Mtrooo (i ENrnCO y ElllEDESCUBlllMIEflfTO Dl'l JOVEN AIlISl'ÓTl'lES

Puesto que la jn terpretacjén genét ica ha introducido un método no SÓlo nuevosino revolucionario, po niendo en movimien to un ren acim iento aristo té lico verditde ro

y propio. debemos ilustra r brevemen te sus caraeteriJiolicas e indico."sus resultados ,En 1923, Wemer Jeege r publicó el volumen A riJIOl..ks, Grundlegung e¡M' Ge­

schichle seíner Entwicklung (trad ucción ita liana de Guidn Ca logero. Florencia 1935.reeditada vari as veces). Jaeger era ya conocido como estudioso de AristÓlel~ por

haber publicado en 1912 Sludien zur En lSfehungsgndlid lle de' Metllphysik des Ans­lo/ e/es, en la qu e, sin em bargo , adoptaba todavía los cánones inte rpre tativos de lafilologla alemana de l 800. En su obra Aristoteles, en cambio, elaboró la nueva hipóte­sis de la evolución espi ritual de l Filósofo, destinada a tener la mayor fortuna. No

es exagerado afirmar , como 10 ha hec ho alguien, que toda la bib liografl a aristoté­lica.pos terior a 1923 es , de alguna man era, una to made~ en favo r o en contrade las con clusiones de este libro. Jaeger tra ta de reco nstru ir la histori a espiritual de l

Estagirita. empezando por el pe riodo de la Academia y concl uye ndo con los últimosanos , Aretotetes habria pasado de un a fase platónica a mos trar un int erés cada vezmá.s intenso po r la experie ncia y por e l mundo em pírico , at enu ando progresivamentesu interés por la metaflsica y lo trascendente . En el período académico , Aristóteleshabría pro fesad o fielme nte el platonismo . En los años inmed iatamente sucesivos a la

muer te de Plat ón hab rta empezado en Aso a critica r lo, aunque sin rechazarle to ta l­men te concibien do la metafísica 00tTl0 la doct rina de lo suprasensible. Aristó te leshabría' demostra do interés sucesivamente po r las substa ncias y las entelequias In­ma nentes. hasta llegar a conce bir la me tafi sica como fenomenologla de los dife rentessignificados de l ser. En los úll im05 años de su vida , se hab ría inte resado easi exclusi­

vamente po r las ciencias empíricas. T odas las ramas de la filosofía aristo té lica mostra­rían buellas de esta línea evotut lva que va de l pla to nismo al empirismo. Pero lo másinte resa nte seria el ltecho de que est a evolución introducirla una dispa rkíad no sóloent re las obras de juve ntud y las de la madurez , sino también e n tod as las ob ras de

escuela. AsI, y ésta es la tesis más devastador a , las obras de esc ue la, iniciadas ya en elperiodo de Aso, estarían co nstituidas por est rat ificacione s sucesivas, expresión dc

una diversa fase de la evol ución espirit ual de l Estagirita , y entre las pa rle s no sólo noexistiría unidad litera ria , sino tam poco homogeneidad especula tiva ni unidad filosófi­

ca. Ja cger escr ibe , como eje mplo, a propósito de la MC/Ilflsk a:-N o es licito considerar como unid ad los trozos recogidos en el CO'PU,f m etaptiysi­

cum, y establecer basándose en su co nte nido una categorfa común, obtenida hacien­

do la media de elementos heterogéneos (. . .) . Ta mpoco es lícito partir del pr esupu estode su homogeneidad filosófica , para esco nder los problemas que plantea a cada paso

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Page 88: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Apéndice 11. Historia de las interpretaciones de Aristóteles

incluso desd e el punto de vista del co nten ido , HlIY que rechazar cua lquier tentativade reconsuulr con trozos seperpcestos una ulte rio r unidad lite rar ia po r medio de latrasposi ción o de la exclusió n de los libros . Pero tam poco puede ace ptarse la precipi­tada ad misión de $U unidad fiklsófica, en de trimento de las caractertstieas que presea­

ta cada doc umento de una actividad del pensamiento que luchó sin tregua duran tedecenios con los mismos prob lemas y que represen ta un momento fecundo, un gradodel lksarro llo para una nueva fOfmulaci6n,. (Ir. cít., pág. 226).

Las corctosíones de Jaeger, acogidas po r muchos ron gran entusiasmo. mostraronpromo $U escasa co nsiste ncia, a l uaminarlas en funci6n del mismo método gen ético.H . va n Arni m mostró la posib ilidad de invertir e l sentido de la linea evolutiva diseña­da por Jaegcr . Las hipótesis de va n Arnim fuer on ampliamente examinadas por PaulG oh lke y Max Wu ndt , que reconstruyeron una línca de la evolución aristot é lica queva del empirismo a la recu peración de l platon ismo . O ggion i inten t é conciliar ambaspo5ibilidades, mostran do un Arist6 te les que, a la vez , se mue ve hacia el empirismo

pe ro co ntinúa en el platonismo . l . D üring, por el contrario, ha intentado demostrarqu e Aristó teles nun ca ha sido plat ónico en el sentido que quiere Jacger , sino que hasabido asumir posiciones pe rsona les. Finalmente , o tros han demost rado que los e je­mentos platón icos y a rísto t étícos están siempre equilibrados , íncl uso en los escri tos

juveniles. Otros estudiosos ha n inte ntado aplicar e l mét odo genét ico al estud io de un

concepto o de una doctrina en el con junto de todo el corpus, com o Nuyen s para ladoct rina del a lma , con resultados que contras tan con los de Jaeger. Zürcher creyóque podía de mostra r, utilizando el métod o genético. que el Cf)'PUS a, islo/tlicum sóloes aut éntico en un vein te por ciento ; A ristóteles hubie ra sido siempre platónico ,

Teofrast o habria pasado de l platoni$l1lO al empirismo (el lecto r enco ntrará el análíMsde las diferent es tesis y de sus intérpretes en los s iguie ntes tra bajos: Bert i, La fílot , d.primo A ,ist., cit. , pág. 9-122; Reale , l! concetto di filos. prima. cn., pág. 327-373passim; Plebe , pues to al día por Zdler, l.Il f ilos. dei Grec í. passim).

El método gené tico ha al<::anzad o IlI$ colu mnas de H ércules ¡ los últimos secuacesno se entie nde n entre ellos po rque, co mo ya he mos Ohservlldo , con el mélodo genéti­

co ha sido posible demostra r todo y lo co ntrario de todo. S610 serta eficaz si las ob rasde escuela o las partes que las constituye n pudieran ser fechadas, es de cir, si existie raa lgún testimonio exte rno de la época de su composic jón; pe ro, por e l análisis de su

co nte nido . a l tra tarse sustllncialmente de cursos de lecciones reunidas progresiva­men te, es est ructuralm ente impos ible establece r la Iecha de MI composición. Ade­más, los escritos ar isto télicos , a l carecer de unida d lite raria tal como los co noce mos,

sólo pueden ser leídos unit ar iamente , por la razó n fundamental de que , a l no ha bersalido nunca de las ma nos de A ristóteles , y al ser elaborados prog resivamen te , hlll1

adquirido III {uofWmfll precisa que su autor pTttendfa . En resumen, pues to que Aris­tételes no ha repudiado ob ras o parte de ellas. sigue siend o «unitaria r ueme » respon­sa ble de las mismas. Los esor éncos no pueden ser tra tad os como simples apu ntes.

Los éxitos positivos más destacado s del métod o inaugurado po r Jaeger son lossiguientes : a) El de scubrimiento de l Aris tó teles de los escr itos juven iles (exo tér icos) .E . Dignone , al aplica r las no rmas jaegerianas en su A,isfotrlt pt,dUlo t la formazíonefilosofica di Epícuro ( 1936) ha pod ido inte rpre ta r la filosofía helenística dentro de

176

Redescubrimiento del joven Aristóteles

. . los resultados de este red escubri mien to en Berti . Launa nueva fle rspe elLva (v~anse , _•• " . que A rist6teles hiSlór t<:amente Y

- A · -, ) b/ La emO&traClulI "'"rllos. drl primo rlSl., CI • • I''''''''~_ 'ialéct icas conell ' . nd t iendo en cuenta sus Te -~,,~ieorétlcamente sólo se en lt~ e. cm critico de las obres nuis significa tivasplatOflismo . cJ U na profund izaCión Yun CJ(~:e:im rtan tes eleme ntos nuevos, úlilesde A ristót eles, que ha hecho emerger, mu" , ,},'Qtextos di U n sentido más vivo de

'6 ' re más a ecua a e v · ...~ v~ .para una com pre nsi n sle~p ,", _ . . nsidc rado hasta entonc es dem asiad ola bisto ricidad de l pensamiento de l "",tagm ta , ca

abstr¡K\anlCnte Y antihistó~camente. ' ,. se ha o esto y se propone, por unComo enemauva al A nst 6t eles _gen~tlCO , rrdo una expresi6n purad ig­

lado , un A ristó teles problemático , al q~A um:nque y ap; otro el A rísto tc tes de los

mátlca, próxima a la corr ie.nle de los h~l ~gge r~;::n~s escolás; icas, sin ra-~garlo conneoclásicos , que inte nta n hberarlo de . as mcru t como hace n a veces los int érpre tesel m~todo gené tico ni condenarlo al Jaqu e ma e

h .... - . 0& los nroblematicislas . , ...- ._.e l"",ggenan , r' '.' . trin....erarse en el filolo glsmo "'" Itn. hoy ya no pare ce post le a nI"'"

. En ~~~~~~~::' genético : los textos de A ristót eles puede n lee rse de ,n~~vo enepigon . . 1 medida en que se crea de nueve en e lSCUf SOsenlido plauslbk sólo SI y en a

filosófico .

177

Page 89: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

BIBLIOGRAFÍA

I. RU'U ll11IOS BIBU OOÚ!'tCOS ~ R¡¡SEÑ AS e . tucAs

Cas i tod a la bib liografia aristoté lica hasta el año 1896 se encontrará en M. Schwab ,RibliQgraphit d 'A rislOlt. Librairie 1-1. Wclt er, París 1896. Esta ob ra es manuscrita ycontie ne alrededor de 3750 ind icaciones (es valiosa sob re todo por [as ind icaciones

puntuales de las ediciones, de las traducciones y de los comenta rios de A ristóteles) .En relación oon la bibliogra fía correspondient e a la época que discur re entre los

siglos XIX y xx, puede verse en Überweg-Praechie r, Die Philosophit des A lft rfums.lJasilea " 1926, pág. 101· ·22· .

Con respecto a la bibliografía poste rio r a 1926. véase:Philippc , M. D. , Aristoteles (Bibliographischt Einfuhrungtn in das Studium de,

PhiJwophit , edi tado po r I.M. Bcscbenski) , Berna 1948 .Tcrok, W., JlQndbuch dtr G t schicJllt deT Ptulosoph íe, Frandort del Meno 1964.Gómcz Nogales, S. , Hvrjzv/IIe de IfJ Melaf&ica arijlo/~lica, «Estudios Oeeescs - ,

serie u . vol. 2, Madrid 1955, pég. 247·398.Son asimismo bastante útiles:

Cala/ogue g~"~ra/ des l ívres imprim~$ de ta Bibliolhique Natíonale, AwU"urs, IV:Arinote, París 191'11 .

A m lol/e, Brilish Museum , Catalogue o/ prín ied 8 00lu , Londres 1884.Arisfore/a , editado por la Biblio teca nacional de Prus ia, edición especia l de l Gaamt­

kala/og der Preu.s.sischen 8ibfiuth e ful1, Bedln 1934.

Para la puesta a l d ía en mate ria bib liográfica se consultarán ;L 'ann~e philologique de Marouzeau y el R~pmoire bib/iographique de la phiíosop hie

de la -socíe te phiJosophiqu e de Lou vain » publicado ju ntamente con la . Revue

philosophique de Lou vain• .

En felación con un status quatslionis re lat ivo a la moderna bibliografla aristot élicase consulta rán ;Gohlke . P. , Oberb/¡ck über die Uleralu, l U A m /ate/es bis J925. • Jahresbc richt übe r

179

Page 90: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Bibliografía Las obras de Aristóteles

11. LAs OBUS DE A l.lSTÓTnES

W/tl de IlU ob rtu 'SotirU:lU y e:wrtricas

Respecto a las bibl iografiM relativas a cada una de 1M obras o a cada una de 1Mpartes de la ñjosoña de Ari\lófeles . veese el apa rta do VIlI de esta bibliografia.

Incluiremos en la lisia los tftulos de 13$ ob ras de l Corp us arutottlicU/l'f según elorden en el que están impresas en la edición de Bekker , incluidas las ob ras espurias ;indicaremos primerament e el tilulo griego, después el lílulo en kngua lalina que seutiliza hab itua lmente en las citas.

Grillo Q .¡obre la retórica

Simposio

De di¡'inali<me per somnumDe lon1{iwdine et hre ~ilare vitae

He jUl't nlUle rt seneclu/eD~ vua el de moneDe respira/iOllelk spirilUHisloria anim a/iumlk fHmihus sninUl/iumlk moru al1imaliumlk in«SJU anima/illmlk g~MratiOl1' snimlllium

lk co/cmblUlk lludibiUbldPhysiognomon icll

De planlislk mirllbifibu.s t:luscu/lllljonib us

MeclumicllProblemo.tllDe lintis instctdJilibusVmlQrum siru.J

De XClophtmt, knoM ,Go rgill (pero el títuloexacto es de X erwph .,

Mtlisso, GorgiulMetaphysicllEihicu NichomflChell

Mugl1ll mo raliaE/hin¡ Eudtmealk l';r1ulihus et vuíís

PoM CtJOtCQllomicaRht loricaRhd " rica ud A lt.l<lnd",m

PoeticeFragmentaAmeníensium respllb/ica

Diálogos:

rQ'Ú )..Ml ~ , f¡ nfQt Q~'loQ¡xf¡~

I:" Ic:rtómov

n fQi. IJ.(lVuXi¡,; 'ti¡,; t I' rote ÜXVOU;n E{l( 1.lu.~-¡ ~""l'IT<K "/tUi l~xlJjkón¡'to ~

n EQi Vl'ó't~'to; K.I,i. yl)Qw;n CQL l;wlk; xu i ituvótOtIn EQi d.Vwtvoi¡~

n fi?\ nvní luno;n fQi 'tQ l;(¡Ja: l.awQÚl¡;n fQI l;CÍJU'V (WQÍWV

n t{li l;epwv X¡VJ1orUlO;

n EQi llOQt"WI; l;lÍJU'Yn Ei?\ tcjMuv YOOOEU>O;n fQi. XQID!W'tWvn fQí lb<o\IotWv~,,",

n f{lL 'ft"C1ÍN

n fQi {tUtlIJ.U"íwv dX01KJ\ló'tW\'

Mm""""'n QOlD.1\IW'tun t QÍ lhÓ\1WV yQa¡Ll1OJv'Avt ¡.c1ÍN ,)fotic; l«lt JtQOI1'l'\"OQÚ\

n f(li. :=:EVOqlávouc;, :IIEQi

Z1\VúIvoc;, 1tfQl. roQ'YUro

He aquí los títulos de las obras de las que se han recuperado fragmen tos, según la

edición de Ross, eon la traducción castella na.

TQ ¡uta 'la 'f\IOLXÓ.

'H&\xó: NUWlIáXf1.u'HOuui Mt:yáAa'H&\xo: Evb1ílU"l(ln fQi. QQf'UI.>" xai. ,«u,uirv

n oAmlUÍOtxovOfmtá

Tn.VlJ {nrIOQl.XÍJ' l'r¡'tOQuci'l IlQOc; 'AAt!;avbl}O'l

n fQi. :IIOU]'tlXf¡C;

Fragmesua'Athjvu íW'V ltoA¡u íu

CalQ;oriue

o« inl~rpmalion~

Ana/ylics prioraAna/ylica posterioraTopiea

lk sophisticis etenchisPhysicaD~ cado

De genera/irme et co"uption~MeteorologicllDe mundoDe anima

De sensu el sensibítiDe memoria et rem íníscentiaDe somnoDe sonmiis

die Fo rtschritte der klassiscben Alte rtum swissenschañ» , CCXVI, 1927, pág .65-100; CCXX, 1929, pág. 265-328.

wítpen, P., Die Lage der A rislrHeles Forsch ung, ..Zeitschri f t fúr ph ilosophisc he Por­schung.., 1, 1946 , pág . 123-140.

Moraux, P. , L 'ivolu/Íon d 'ArislOfe, en A rislo/t et salnt Thom as d 'Aquin (varios auto­res), Lovaina 1957, ~g. 9-41.

long, H . S., A Bibliographical Su rl'ey of R~1ft Work of A rislOfit, ..a assicalWorld .., 1I , 1958, pág . 47·51; 57-60; 69-76; 96-98; 117-9; 160-2; 167-8; 193-4;2<)4.,.

Berti, E., LA filosofia del primo Aristottle, Padu a 1962, ~g. 9-122.- , A rislotelt, en Qu,stiCHri di storiografia filorof fC(l (varios aUlores) , ba jo la direa:ión

de V. Malhieu, La Seoola , Brescia .

K aTlIYoQ((u

n t{li tQI1'lda~

'A...w,UTUIQ :IIQóuQa'A vQAtrUlló: ÜO'lt QaTOJ\:l)Ió:

n tQt oolj)uJ'1:u..ciw IAtyxl1N4>\ I(Jlx i) dXQÓ<lou;

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180 181

Page 91: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

- ,E(,br¡IW\;. ti n q,H. VVX'io;:NllQlv6oo;:'E(HO't IXÓ;

nQOll}rn"'t~XÓO;:

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n E(li. CJ'lAoooq:ia o;:n EQt <.'mm WOÚV1J O;:

Ob ras lógicas :

n t Qi 1lQOfJAl'JJlá TWVlUUl{ltou;

' Y n O\1vTjjlOTQ tJt lXEl{.ll'JjlOtuui

Ka'tlJ'YOQÚlln EQi tvuVTíwv

Obras filosóficas:

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nEQ! 'tro... n "ft ayoQEúovn q,H. ti¡; 'AQXlitO\llJ'tloooq¡(a~

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Bibliografía

SofISta

Euderno o sobre rl almaNuillloEr ótico

Protrtplico (exhortación a la {i fosofla)$ob" la riquezaSob re la oraciÓn

Sobn la lIoblez u de nacimientoSobre el pl~r

Sobre la educación

Sobre la mOflarqllía

A lt'jundro o sobre las coloniasPo /(tiw

Sobrr los ~laJ

So bre la jifosoflaSobre fa jus ticia

Sobre los problf'masDivisiones

Huellas pare argumt'll lacior/esC.utqorias

Sobre los contrarios

Sob re rl bienSo b.e las i<it'as

Sobrt los pitagó . icos

Sob" la fi losofía de A t quilasSobre Dtmócrilo

Ediciones genera les y especiales

3) ToIomeo , que depende de Aodroníeo.Estas listas fue ron publicadas por V. Rose . en el vol. V de A ristott lis Opere en laAcadem ia de Berlín , 1870, pág. 1463s,s . veese también Rose: Aristo/tlt s pstu/ltpi­graphus, Leipzig 1863, pág. t t ss; A rist. Pragmema, 111 ed ., ibid. 1886, pá g. Sss;pág. 14ó6ss (véase también Rose, A TistouleJ pseudepigraphus , c t., pág. IRss 'JFrugrncflw, 1IIed. cu., pig. 9ss); pág. 1469ss (véase también Rose, Fragm /"fl la, 111ed. cit. , páginas 19ss).Sobre este tema véase :

MorauJ:, P. , Les /istt's anciennes des ou vragl's d 'A rístote, Lovaia a 1951 (el lectorenconlrará aquí st.utus qut'Jtionu, conje turas nue vas y profundas, ampllsima. bi­bliografla),

Bibliografías .untigul1!

Las principa les biografías de Ari stót ele s que nos han sido transmitidas son:1) Vida dI"A rislóft'la de Diógenes Lae rcio ;2) dos Vid.asgrit~QJ ( Vila Mrutianl2 y Vitu Vulgata);

3) una Vi/u lutina;4) d<JS Vidas síno cas;5) cuatro Vidas t1rabts (au tores : an-Nad im, AI· Mubashir, AI-Qifli, Usaibia) .

Estas vidas han sido editadas y comentadas recientemente con gran compe tencia yespí ritu cri tico:

Dünn g, t., A ristotie in the A nden l Biog ruphical Tradition , Gó tcborg 1957 (recogetodo el material Oi(lgráfico antiguo , presenta una nueva edición critica de l mismo 'JUIl come ntario histórico y filológico) .

111. EDICIONES G ENEJlALES Y ESI"ECIALES DE U.S ()lI.RAS

1. Ediciont's 8i!lItralt's

Poem as

Catálogos rk las obras di! Aristóteles

L.as listas de ln~ tflu l.os de las obras de Ari stóteles hall sido transmitidas por:1) Dlógeoc§ Laercio , VIdas dI" los filósofos , V, 2hs ;

2) Un a.u t~r anónimo de la llamada Vit.uMt'Ilagia/lQ (po r su edi tor), que alcanza desdeHesiquio de Mileto ;

182

La pr imera ed ición impresa de las obras de A nst órelcs es la llamada «aldina..:Aristottlu Opera . G ratu .... Venecia 1495-1498,6 vol.

A la edición aldina le siguieron las tres ediciones de Basilca_La primera dirigidapo r Erasmo de Rotrerdam, se publicó en el año 1531 (Atistort'lis Opera omnia,Basilea 1531), la segunda en 1539 (BQJi/u nsis secunda, qu e es una reproducción de laanterio r) y la ter cera en 15SO(Bas ilunsis tetria o isingrinitm a, nombre de rivado delimpresor Isingrin) , edición cor regida de las ante riores .

En 1551-1553 vio la luz la ~egunda edición aldina en 6 vol. (llamada cemouana po rlas co rrecciones introd ucidas por J. 8 . Camones).

En 1584-1587 se ed itó la cé lebre ediciÓll de S'Jlburg , en 5 vol. y IItomos (A risro·

ft'lis Opera qUdt esuuu, Francfort 1584- 1587), que mejor a las an teriores.

183

Page 92: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Bibliografía

E n 15110 se publicó en Ly én un a nueva edición di rigida po r Casaubo nus (AriJIO/l"'lis Op l"ra nova rd itio...• 2 vcl .) reedi tada en 1596.

Pacius di rigió un a edición ulte rior, que fue una revisión de las precedentes (Opl"raom nia Oreece et Lafilll"... . G inebra 1596 y l yón 1597).

Recordemos además: Opera. IIO<'a edtuo, G roea et La rinl".... 2 1IOi. Gm l"vae

' .602 (" '~" ft()7). Y ulteriormenle : Tou Slugl"ir;IOUta Jo:wmma. Lat,~ itlfl"rpUla.uoncs adll"Cfal"qu," greco ro ml"xtu; m l"/iUJrespondem...• 2 vol .• Gi ne bra 1606-1609.

~n l re las ed iciones de l !Jglo XVII cabe me ncionar. además . la del Ou Val, Operooml/lU qUDt u .tant. Grueu et Larinl"... • 2 vol .• París 1619, reedi tada en 1629 y máslarde en 1639 y en 1654 (incre mentad a en 4 volúmenes) .

En el siglo XVIII . lb. Buhle dio comienzo a una nueva ed ición de las oonlS deAristóleles. pe ro no logró cond uirla: Opl"rtJ omni" Greece.... vol . I·I V. Zwe ibrikken(Biponli) 17Y1· 1793. vol . V. Eslrasbur~ (Argenlora ti) 1199.

~tre las ediciones delloiglo XIX sobresale la de Bekker, a la que nos hemos yareferido y qu e de.!.cribi remos más de talladamente en segu ida. Para completar la listarecor daremos . además :

AristOll"fis Opl"ra ud optimCHum /ibrorum fidem acruralt' edila. Tauchnitz, Leipzig1831-1832, en 16 vol. (edició n este reotipada con correcciones): edit ada nu eva.mente en UI67-1873 .

Arislotr/í.J Opere q_ t'XUlIIt. 11."0 volu.mint' comprehmsa ( ... ) edidít CH. Wl"iur.Tauc hniu:, Leipzig 1843.

La e~id6n dcstin~ a sup lant ar a tedas las demás y a convertirse en el puma dereferencia para las cuas, Iue la de la Acade mia de Berlín. 1831-1870 . todavía in­dispensable, aunqüe ha sido wperada en muchos de tajles:

A ristOlrlu Opero t'didit A Clldl"m ia rqia Borusnca, G . Reimer, Berlín 1831-1870. 1-11:A ristOlr/rs GrDt'Ct'. texto cri tico a ca rgo de J. Bekker (impreso a dos columnas in­

d icáedose la de la izquierd a co n ,,' y la de la derecha con b) ; 11I: Aristoult s u:,;"t,conl iene trad ucciolloC$ lat inas del Ren acimiento realizad as po r diferen tes autore s; el~Iumen volvió a publicarse en 1931; IV: Scholiu in AristOlekm. co nt iene pasajesa~~os toma<b de comentadores griegos bajo la di rección de C.A . Brandis (laedl~ón de los co mentarjos griegos publicada sucesivame nte po r la Academia deBerlln. y cuya lisIa presen taremos mlU adelante , hacen casi super fluo este volumen):V: Amtt>/../I.I Frogmt'lllfl. recogido s por V. Rose ; suplementos a los Scholia in Aris,o­Idt'm a cargo de Usencr e 1m /ex erísuxetícus a cargo de H. Bcmtz (este Index es unaobra de altísimo nivel. y no hu sido supe rada hasta la fecha, mien tras que la colecciónde fragmentos ya no es utilizable; véase , más adelan te, las indi caciones re lat ivas a lasediciones más recientes de los fragmento s) . O . Gígon, Berlín 1961J.1% 1 dirigió unareedición (con correcciones) de esta edición monumen tal.

Digna de especial a tención, po rque mejora en ciertos puntos la de Be kker es laedición pu blicad a por F. Dtdor , no valorada en la med ida que se merece y, lamenta,bJcmcnte , no utilizah le por razones obje tivas , dado que no reproduce la pa ginaciónde Bekk cr , norma obligada actualme nte en las citas:

Ari~'IIJ/e/is Opera om nie gracce et fUlinc, cum índice nominum el rerum absolutissim o,A. F . Didot , vol. I-IV , París 18411-11169, vol. V (Index) , 1874.

184

Ed icion es de o b ras individuales

Además. muchas de las obras del Corpus aristotel ícum se hallan disponibles en lassiguientes ooleociones famosas de clá . icos griegos y latinos :- Bibljo tbeca Teubneriana »:«Coüccnon de s Universités de Prance»;..Odord C lassical Texts..;..Th e Locb Classical Library• .

De muchas de las obras aristotélicas publicada~ en est as colecciones ofreceremos

de tañes a co ntinuaci ón.

2. Edió OIIts JI' obras illdividuflfts

Nos limitamos a obras de interés estr ictamente filosófico , sobre las que se basanuest ra exposición y siguiendo el o rden de la misma. Para un cuadro general , remiti­mos a A . Bonetti, Le edizíom del testo greco di A rislolt le dal l8J 1 fli IIOS/ri giom í. enAríuotele M/lfl Criticfl e nt'gli studi contemporanei (varios autores) , Milán 1956, pág.

166-201.

Fragmentos

Rose . V ., Ariswldis p~udtp;grophUJ. Leipzig 1863.ld., AristoltÜJ q~ fr reban lUr fibrorom /ragmt'tIlfl. impreso en 1867. pe ro pu blicado

e n 1870 juntamen te con e1 /rrdu arist. de Bonitz en el vot V de la ed. Bekker.Id .• Aristotdis quat! / ert'oontur librorum / rogmtntfl. 11Ied., Lcipzig 1886(e n la ..Bi·

blioth. T eubneriana»] .w ateer, R. , ArislOlt lis dialogorw" / rflgml"mfl. Florencia 1934.Ross , W.D. , A rislold is fragmtnl" seíeaa, Dxford 1955 .Pjczia . M. , ArislOldis epislUfu,um / rogm m lu cum In lflm t nlO. Varsovia 1961.

Melafls ica

Schwegler A .• Die Ml"taphYJik des ArisIMl"les, G,undlexl . Ut'bl",Jl"tz llng und Com­

mentar (con tiene adem ás estudios explicativos ], Tubinga 1847-1848. 4 vol. (Franc­

fort del Meno , 1960, reprod . anast.) .Bor uta, H. , A ristoteíis Me¡aphysiea, rccnguovit e t ena rrav!t H. B. , Bon n 1848-1849, 2

vol. (e l segundo volumen ha sido reproducido en edic. annst., Hildesheim 1960).Christ , W. , A ristotelis MelaphYiJ'ica, recognovit W. Chríst, Leipzig 11186; nueva im­

presión corregida 1895, reedi tada varias veces. . .Estas tres ediciones del siglo XIX son tod avía útiles. En nuestro Siglo se han publi­

cado las dos mejores:Ro ss. W.D. , A ristotle' s Melaphysics, texto revisado cn n introd ucción y comentario,

oxrord 1924, 1953, 1958, 2 vol. (excelente).

185

Page 93: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

B ibl io grafía

Jaeger, W., AristOl~/u M~QphY$ic(l. re oognovit brevique adnotatione cril ica instnlxilW . Ja eger , Oxoll i; 1957 (~ apoya en eran pa rte en Ron • • • , ' , I. r- ~- , ~~~ a~Mconjet uras ~gllCCS).

Recordemos , adem~s , para com pletar la lista :

Treden nick , H. , Arutot/e, The Metuphy:siq, wilh (In Snghsh Tram/tllion, Londres­Nuev~ Yo~ 1933-/935 (infe rior a las dos preceoemes: form a pa rte de ..Th e LoebClassical Library..).

García Yebra , V. , Melafls it:a de Aristóleles, ed ición lr ilin,O e 2 vol Ore"~ M. ,' "1970. ' . , "'''' , ...n ...

FísicH

Prant t, e., Aristole/e:s ' Acht Bucher Physik , Griechisch und Deuuch 1 _ ' • 1854'éas b'é . ' L<:lpZlg ,

V ase tam I .n, ~c1 mismo aulor, la edición preparada pa ra la ..B ibliolheol Teub-nenana.., Le lpzlg 1879. .

Certeron, H., Aristot~, Physiqu-~. texto e51abJecido y traducido po r H Can1'>")·5,1926-1931 , 2 vol . (forma parte de la ..CoHection des Universi l~ de ; :::ce» ,

Wicb teed , Ph.ll .-Comfo rd, F.M., ArislOl/e, The PhY1ics, con una tra dueción ingle­sa, londres-Nueva Yor k 1929- /934 (forma parte de ..The Loeb O . 1 library..). assrca -

Ross, W.D ., ArUIOI/~':s Physit:s, un texto revisado con inlrod ucció n )' co men lario,

Oxford 1936 (el texto ct ñieo fue editado en 1950 en la colección - Odord a · -' ITe xts»). ilSSICa

..De caelo»

Pran u , e ., Vier Bikh~r ú~r das HimmelgebOlIde und ZWf'i 8 iicher über I:.irts/l'h

u"d Ve?Jehm , Gri«hisch uruJ [kutsch, Leipzig 1858 (véa se de l mismo Pranll:;texto cnucc de las dos obras pu blicad o en la ..Bibliot heca Teubneri ana ' , ' ,1881). ., L<:lplIg

Allan. D. J. , Aristolt'/is [k c(lelo, Oxford 1936, reedit. con correcciorn:s en 1955(fo~ma part e de la coleccjdn ..Oxfo rd Oa'l..'lical Te xts»}.

G uthrie, W_K.C. , Aristotle, 0'1 Ihe H eavens, con una lrad ucción inglesa , Londres1939 (forma par te de ..The Loe b Qalo5Í\:a1 libra ry.).

Longo , O ., AriJt~ft/t, [k Cuelo, Introd ucción, texto crítico, lradu cción uahana ynotas, Fl o rencia 1962.

Moraux, P. , ~ri.f/Q{r. Du Cíel. texto revisado y trad ucido, París 1965 (forma par te dela - Collection des Universi lé~ dc Fr ance»).

186

E d iciones de o bras individua le s

«De gene ranone el conupuoae..

Joachirn, H .H ., Arisrotle on Coming-to-be and Pas:si" g-ilw(lY, un texto revisado conintrod ucción )' comentario , Ox ford 1922.

Mugler, e., A ri.ftolt, De 1(1gt flüalio" t I de la corrupiíon, lcXlO re visado )' traducido,París 1966 (fo rma parte de la ..Collection de s Umversítés de Fra nce-) .

«De anima »

Tr endelcn burg. F.A ., Ari.flotelis /)t anima libri tres, Berlín 11877 (G raz 1957 , reed .an asl .) con e xcele nte comenta rio e n latín .

Rodie r, O ., A risfote. TraÍl~ dr I'/Jme Iradllit el an flolt , 2 vol. , Pa rís 19lXl.

Hicks, R. D., ArufO//r, De anima. con tradacciée, inlrOliucción y not as , Ca mbridge1907,

Biehl, O ., AristOl~/is De tmimn /ibri fra , ed . corregida, Leipzig 1896 (for ma pa rte dela _Bibliothec:a Teu bnenana»).

Biehl , O ., Apelr , O ., ArÍJtot~li.f De .mima libri fTeS , edición ter cera dirigida poi' O .Apelr, Leipzi g 1926 (forma parte de la ..Biblictheca Teubneri ana -}.

Helt , W.S. , Aristotle, 0 '1 fht Sou/... , ron una traducción mgfesa , Londres 1936 (fo r­

ma parle de ..Th e Loeb C lassíca l Library..).Ross , W.D ., A ristotle, Dr anima. con introd ucción )' co mcnla rio, Oxford 1961 (el

texto enrice de ROt'\s se encuen tra , sin introducción )' !in comentario, en la co lec­ción ..Oxford Classical Texts», ibid. 1952) .

Jannone , A" Barbotin, E., A ri.!lnte, De ¡·(¡me. texto revisado por A. Jannone, tra­ducción )' no tas de E. Barbotin , París 1966 (forma parte de la «Cotlection dcsUnivcrsités de Franee ..).

Éticas

Fal la todavía una edición critica de las tres Élu QS que sea plenamente satisfacto­

ria , mientra s existen buenos comenranos ane jos a traducciones a las que nos referire­mos más adelante.

Habrá que recurri r po r consiguien te a las ediciones de finales de l siglo pasado:Granr. A., The Elies 01A rislotfe, ilus ll ada con ensayos y notas, Londres 1857; °lg¡¡.¡ .

2 vo l.

Ramsa uer , O . , A riuoteiis Ethice Nicom uchea, Leipzig 1878 .Suse mihl. Fr.. Arístoteíis Ethica Nicoma chea, Leipzig ¡1I1I2; edición te rce ra dirigida

por O . A pc lt, ibid . 1912.Suscmiht, Fr., Arístotetis quoe ¡trUlllur Magna Moralia. Letpzig 1883.Susermhl, Fr.. [A ristotelis Elhica Eudemía] Eudemi Rh od íí Ethica... . Lcipng IKII4.

Fritzsche , A.T .H. , A rislOtelis Efhica Eudl.'mia. Ratisbcna IK51.

187

Page 94: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

B ibliografí a

Bywa ter, l. , Ariuoteiis Elhica Nicomacñea , Oxford 1894; ree ditad a varias veces (for­ma pa rte de la colección ..Oxford Classical Texts»}.

Bu rnct , J . • TM E/hies o] A ns totle, Londres 1900 .

Rackham, 11. , A rUIOlle , Tht Nicoma chean Ethics. oon una traducción inglesa . Lon­

dres-Nueva Yor k 1926; '1934 (fonna parte de ..11Ie loeb O assical U br ary..).Arm~trong G .C.• Arislol/e... MagTUl Moralia.... co n una lrnducción ingleu , Londres

1935 (fonna parte de . 1l\C loeb Oassical Lib rary. y ha sido incluida en el segundo

volumen de la Mtlafls ica dir. por Tredeonick antes citado, jun to con los Oeco­nomica.

Rackh am.II. , A ríJtolk .. The Elldtmia'l Elhics.... oon una Traducción inglesa . Lon­dres t 935 (fonna parle de . 11Ie Loe b C lassical Library..).

Voi lqu in, J.•Ariuote, Élhiqut de Nicomaque. texto, trad ucción y notas , Parí s 1940.

Pol ítica

Newrnan, W.L . TM Polines o[ Ariuotte, tOC1 una introd ucción . dos prefacios. Oxford1887·1922. 4 vol .

Susemihl, Fr .• A ris/Oltlis Polmca , rertium edidit F.S., Leipzig 1882 (forma parle de la. Bibliolhca Teubn eriana»].

Irnmisch, O .• A rislOltlis Polilictl. Leipzig 1929 (forma pa rte de la "Biblio lheca Teub­neríana..) ,

Rackham , H ., ArislOlle. Polities. con una traducc ión inglesa, Lo ndres 1932 (formaparte de ..11Ie Lceb Oa~cal Libr ary..).

Ross . W.D . , A rislOlrlis PoIlliclI, Odord 1957 (foona parle de la cole cción -Oxío rdClassical Tests..).

Aubon nel, J .• A rUIOlt . PoIilique. le xto rc:vi:sado y traducido, París 1960ss (formaparte de la ..wUeClion des Umversités de France .., han aparecido 3 tomos en 4volúmenes, basta e l libro VII).

Poé tica

Bywat er , L, 0'1 Ihe tUIof Poelry . texto revisado co n introd ucción critica. traducción ycomentario, O xfo rd 1909.

Rostagní, A " ArislO/tlt , Poeüco. introd ucció n, texto y co menta rio , Turfn 1927,' 1 94~ .

H ard y, J. , Arislot~, Po étíque, texto revisado y traducido , París 1932 (forma parte dela ..Colle cticn des Umversit és de Franee.) .

G udeman, A. , Arísun..l..s, Pl.'Ti Poi"'ik i s, con int ro ducción, texto y not as cri ticas .comentario exeg ético, sup lemento crítico e índices de nombres, de mat er ias , delugares, Ber lín y Lcipzig 1934.

Kasseí, R. • Ar íuotr íis Dr en.. pO"'ica, Oxford 1965 (forma parle de la colecció n«Oxford Classical Texts..).

188

Traducc ione s e n le ngua latina

Garcfa Yebra , V . • Poética de A rist óteles, edición tri lingüe . G redos , Madrid 1974.

-O rganon-

Waitz, Th. , A rislolrlu Organon. Leipzig 1844·1846, 2 vol. [reed . anast ., Aa len 1(62).

Se tra ta de una obr a excelente, ind ispe nsable toda vía hoy para consuka , es pecial­

mente po r el co men tario .Cada uno de los trat ados del Organon e n las me jores ediciones crit icas, 51: en­

cuemra n en la co lección «Oxtord Cla'i.Sical TClts..) ;Minio Paluello, L , Aristoltlis Calegoriat t I Liber de imtrprtlalion t . O xford 1949;

Ross, W.D.• A risloltlis Top ica et Sophislir:i E/rrn:hi. O xford 1958; ed. corre gida 197{J;Ross. W.lJ . y Minjo Pe jceuo , L. , A rislolt lis AnQ/ylica prio ra et pos ltriora, Odord

'96'.Hemos de seña la r. además , la excelente edición acompa ñada de com entario de

los A nalilir:i de Ross, Ari5lOlfe's Prior ami Pouenor A flll/ytic.s. texto rev i!ióldo con

introd ucción y coroentanc . O xford 1949.Men os válida, pero útil, es ta mbién la edición con lraducción inglesa de l Organon

publicada en . 1be Loeb Oassical Library»; el vol. l . que contiene Úlrtgoriae. DtIn ferprt tationt!. Analyuce Priora, Dirigido po r H .P . Cooke y H. T redennick , publica­do en 1938; e l vol. 11 , que con tiene los Analyliea pt»ttriora y ku Topica ha sido

dirigido por H . Tredennick , y E.S. Fcrster y ha sido public ado en 1960; Dt lophisticist {t'fIchU ha sido publicado ba jo la dirección de Forster (j untam ente co n el Degtneral.n co rro y Dt mu ndo) en 1955.

IV. TRADUCCIONES EN UNGUA u.n NA

A risloltles Laiinus, Códices dC5CTip:si1 O. Lacombe . in socie ta te m cpe ns adsu mptis

A . Birkenm ayer , M. D ulong. A et . Franceschmi: Pan Prior, Romae 1939. pág.1763 ; Pa15 Posterior . Cantabridgiae 1955 , pág. 764-1388. És ta es la manera co mouno de los auto res de scribe la obra , que es un verdade ro monumento de erudicióny de espíritu critico : - En los dos volú menes est án desc ritos , incluidos los pocosfragmentos , 20 12 códices; se presenta la bibliografia fundamenta l de los estudiosacerc a del A ristó teles lat ino hasta e l año 1953; se esboza una brev e historia de la

suerte que corrió el Estagirita en la edad med ia (así como la de sus come ntadoresgr iegos y árabes) ta l como resulta de los de scubrimientos realizados du ran te lasinvestigacio nes en tomo a su traducción manuscri ta ; se ofrecen, finalmente, am­plios especfmcnes (incipit y explicil) de to das las versio nes. E l segundo volumen

está provisto ade más de supleme ntos y de mdice s ab unda ntes y pr ecisos, frut o dela doct rina y de la labor inteligen te y valiosa rea lizada po r Lorenzo Minio Paluellu[... j" (véase E. Franceschiru, en la obra citada más ade lante, pág. 145) .

Para un brev e y clar o status quaeuionis véase:Fra nceschjni, E ., Ricerche e studi su ArLrlOlde ntl Mtdioevo latino, en Ari.lio/f'I,. '1"//"

189

Page 95: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Bibliografía

critica ~ n~gli studi cQntemporau~i (varios autores) , Vila e Pensíero , Milán 19.'i7 ,pág. 144-166.

Por lo que respecta. en cambio , a las traducciones de las o bras de Ari stót elesrealizada s po r los eruditos del Renacimien to . véa se:AristOU'les /ariM intl'rpr~ti"us var íis, vol. 111 de la ed ición de la Academia Pr usian a de

las ob ras de Aristót eles . en. ( 1831).

Garfn, E.• /L traJ u::ioni umanisliehl' Ji ArisIOll'fl' nd seco XV, «All i del' Aceade­mia di Scienze Morali MLa COlomba ria.... Florencia, 1950.

V . T lADU ccJONF.S~ LENGUMl MOOU NAS

El elenco qu e se da a continuació n de be completa rse con las ed. lri lingiies (griego ,laun, CMtellano) de V. Garda Vebr. (pp. 186 y 189). En el prólogo de la Ml'lOfiriea(pp. XX I-XXX ) y en la int roducción . la PohiaJ (pp . 49-121) examina las Ir. caSI.que le precedieron . Su eq uilibrado juic io cri tico puede hacerse extensivo a la biblio­grafía aristo té lica en cas tellano que ape nas hoy va cobra ndo un a imagen discretamen ,te presentable .

1) Ed iciones de ohras com pletas :

Obras d~ A rÍSlóle!t.s. puestas en lengua caste llana po r D. Patricio de Azcarate , JOvots., Medina y Navarro . Madrid 1874.

ObrilScompletas Jl' Ari.flóldN , edición y trad ucció n de Felipe Oallach Palés. NuevaBib liot eca Filosófica . 12 vol! .• Madri d 1931-1934.

ObrilS, traducción del griego. estudio preliminar, preámbulos y notas po r Franciscode P. Samaraneh. Aguilar. Madrid 1964 , 1636 p.

2) Ed iciones de tra tados paniculares :

Tralados de lógica (Organan), trad. Migucl Cande! Sanmartín, Grec os , Madr id 1982.D~ interp1'l'ltltion~, trad . Alfonso Oarcia Suáru . Univ. de Valencia 11980.A u rca d~/ alma, trad . Tomás Ca lvo Mart lnez , Grecos, Madr id 1978.

~dafisicll (lib ro Gamma). trad . Jos éde C. Sola. S. L, Ed . Borgiana, Barcelona 1956.Etica a Nieómaco, trad. Juliñn Martas, C. E. C.. Madrid )19&1.

Potiuca. trad. Julián Mar ias y Maria Arauja , Instituto de estudios políticos, C. E.C. •Madrid 21970.

La pol ítica, trad . Aurclio Pérez Jiménez y Carlos Marí a Gual, Nacional . Madrid21981.

Retórica, trad . Antonio Tovar Llorente, C.E .C., Madr id 21971.

Poética (junto con la de Hora cio y Boilcau}, trad. AhIba l González Pérez, Nacional ,Madrid 21982.

190

Traducciones en lenguas modernas

La constitución de Atenas, trad. Antonio Tovar Llor ente , e. E.C . , Mad rid 21970.

Trad«ccion~s caralanas

CalegoriN í P~rihenn~ná¡¡j, trad . Jose p M. Llover á, imp . Altes . Barcelona 1929.

Psicologia, trad. Jo an Leil a , Laia . Ba rcelon a 19RI.PohÍl:a, trad . Ignasi Casanova s, S.I. , T hom as , Barcelona 1907.Pohiea í Qms¡ilUció d'A lenl'S, tra d. J . Farran ¡ Mayora l, Fund. Berna! Metge . Barce­

lona 1926.

Traducciones ilalianas

Por desgracia . no exisle todavía una traducción italiana de lodo A rist éte les . El

«Ce ntro UiStudi Filosofici di Galtar at e.. ha promocionado un a traducción si~temátiea

ron introducciones crí ticas , comentario analítico y bibliogra fias pa ra el editor Loñre­do de NápoJcs. Se han publicado hasta aho ra:lA M~tllruiea . a ca rgo de G . Reale , Nápoles 1968. 2 vol .GIi Arnllitici prlmi, a cargo de M. Mignucd , Nápolcs 1970.I Topíci, a cargo de A. Zadro ( 1974).Traumo su! cosmo pe r A lasandro, a cargo de G . Reale ( 1974).Glí analuici secondi, a ca rgo de M. Mignucei (e! autor ha anticipado ya la traducción

de esta obra. en tirada muy limitada , pa ra la edito rial AuoguiUi. Bolonia 1970).La mayor pa rte de las traducciones de los tra tados aristo tl!licos en lengua italiana

ha sido publicada po r el editor Larerza: Opere, bajo la dirección de Ga briele Gian-na ntoni, 4 vol . , Roma-Bari 1973 (re p roducidas as.imismo en ed. económica). Lastradacciones las han realizado Giorgio CoI1i (OrgaRon) , Antono RuS$O (Fisica, ikIlagl'n~raúonl' e ddla corrUúonl', M~/llrJSicll) , Oddone Longo (Dd ó rlQJ, Ren ato Lau­renn (iklr anima, Picco íi lermali Ji sto ria nmuralr, Politica. Traflalo sulf rconom ia,Cosutuz íone d~gfi All'ni~si), Mario Veg elli (Parti drgli anim llli), Diego Lanza (Riprn­dut íone d~gfi animali), Armando Plebe [Euca N ícomachea, Grand~ enea, Etica Eu­drmi a, Retorica} , Man ara Valgimigli (Poetica) , Gabrit:le Gia naantoni (I'rllmmm ti) .

Pued en encontrarse asimismo en otros editores:D~ mot u anima/ium , texto , traduc ción y comenta rio de L. Toreaca , Nápo les 1958.D~ cat/o, introducción, traducción y Ilotas de O . Longo , Sansoru, Floren cia 1962.Generazíone ~ corrueione, a cargo de P. Cristofolini, Boringhieri , TuTÍn 1963.

Física, a cargo de G. Laurenza, Nápo les 1967.lJell'an ima, traducción , introducción y comen tario a ca rgo de R. Laur enti, Nápolcs­

Florencia 1970.Le Categoríe. introducción, traducción y comentario a ca rgo de D. Pcsce, Liviana

cditricc , Padua 1966.Poetice, a cargo de F. Albcggiani. La Nueva Itali a , Floren cia 1934 (reed. t . Irec.].

191

Page 96: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Bi b liograHa

LA Po fi(icu, Lo couauzione di AU'nl", a ca rgo de A. viano . U tet , Turtn 1966.Opere biolog~chl", a ca rgo de M. Vegeu i y D. Lanza, Utet, T urtn 1972 (con tiene :

RiN-rchl" sugli unimil/i, Le pun¡ d~/i animu/i, LA locomozione dl"gli anima/i, lA

f'l"~zi(Hf1" l" i l'l"rupibi/i, LA ml"moria 1" iJ ríchiamo uUa memoria, JI Jonn o 1" /uVl"glia, / sogni, lA prnrum iz iolU!M I JlJl'I no, La lunghUlu 1" ID brl"VilQdl"llD ..¡¡u, LArespiraz íone. /1molo tkgli tmún<llt) .

De las obras juveniles existen las dos traducciones siguientes :

Esonazioae alfu filosofiu (Protrl"p'ico), a cargo de E. Berti , Radar , Padua 1967.

lhllu rdoJO/iu, introd ucción , ten o lraduociÓll y come ntar io exegé tico de M. U nten­temer, Ed izion i di Stor ta e Letteraeu ra, Roma 1963 .

T,aduuiofll"J i"gll"Jlll

Existe una bue na tradu cción en lengua inglesa de todo el Corpus uristotdicum:The Worb 01 Aristoüe; traducidas al inglés baj o la dirección de W .D . Ross, ena~rendon Press. O xford 19()& s (llamada comúnmente The Oxford Translation 01A rtsuníe], Vamos a presentar la descr ipción de la ob ra y sus respectivos traducto­res: 1.Logic, 1928: Categor íe, De tnzerp retaüo ne (E. M. Edghill), A nu/ylico Priora(A. J. }enkinson) ,AlUllyticaPosle,;ora( G ,R. Mure) , Topica, DeSophislic/$Elenchis

(W .A., Pickard-eambridge ) ; 11. Philosophy of Nalu,e, 1930: Pkysica (R. P.Hardle· R.K. Gaye ), De Cado (I.L. Stocks) , t» generatíonc e/ COrrUpl;Qfle (H, H.Joachim); 111. Thl"Soul, 19 13: Md l"or% gica (E.W. w ebsrer}, De mundo (E.S.FOllile r), D~ anim a (J. A. Smilh). Pilt'Vilniltura/ia (J .I. Beare-G. R.T. Rcss}, lhSpiri/u (l .F. Dobsonj: IV. HisfOry of Animu/s, 1910: HisfOriQ ullimalium (SirD 'A rcy W. Tbompso n) ; V. Paru of A"i1Jlills, 1912: De panibus Animalium (W.

OgIe~ , De ttWlu anif1Ulfium , lh inu JSu animolium (A .S.l. Farguh aJ$On), De B~'neranone Aruf1UlflUm (A . Plan); VI. MillO' Biologiau WOI'"ks, 1913: De coIoribw ,

~ lllldibilibw, De MelisJOXtllOpJuJ~ Gorsi ,. (T. loveday-E.S. Forster] , Demirab,liblU aus<uJrationiblU (L .D . DowdaJl), De /iMis insecab dibus (H.H.Joachim) ; VII. ProblernJ, 1927 (E.S . fQnt er) ; VIII . MetaphysiN (D . R0$5); IX.

Elhks, 1925: Ethica NicomiIch ea (D. Ross) , Magnu Moralia (St. G . Stock), Ethi .ca Eudemia (l . Solomon); X. POIW 3 anJ EcOllOmia , 1921: Po/mca (8 . JoweU),Ol"COflomka(E.S. Fomer) , AfhI"nitrlsium Rl"spubika (F.G . Ken yon ); XI, Rhl"fo­ríe a"d Poefics: Rhetorica (W. Rhys Roberts ), De Rhl"fOrícu ud A ll"xandrulr/ (E.S .FOTSler ) , De Poelka (1. Dywaler) ; XII . Selea Fragm trlts, 1952 (D . Ross) .

Esta tr¡ooJlICI: ión se ha impuesto co mo pun to de refe rencia cn el piaDOinte rnacio­nal y no ha sido ~upcrada hasta la fecha , au nque en muchos puntOlS se revelan ~ u s

a rios. La~ BoIlinge n Series han reimpr eso todo el Corpus, a cargo de Darnes, 711"Complete Works ofAriSlotle, 2 vol. , 24&7 p. (Princc ton Univenity Press 1984).

Tra ducciones inglesas se encontrar án también en la edición, bilingü e de «The

Loeb Classica l Library», a la que hemos hechn refe rencia gradualmente e n el párrafore lat ivo a la edic ión de los textos.

192

T r aducciones en le nguas m odernas

Traduccion..s [eancesas

No cab e ya utilizar la tradu cción Ira ncesa de Banh éjemy-Sam t Hila ire realiza da

en el siglo pasad o. Recientemen te ha prese ntado traducciones excelentes l . Trjcot:A rislok', T'uductio" "OU' ·I"II.. el fIOt..S, por J . T ricot , Vrin . Parn. 1934. La obr a abarca :

Or1lUfllm; M~taphysique. nueva cd ició n totalmente re fundida . con comentario ; lhla grnfration d dI" fu com.pliOll . D~ l'tim~,- Troilr du Cil"lsui..i du Traül pseudo­A rislQtr/icien du Monde; Parva naf!.,alia SIIi"i du trlliJ~ p seudo-A nstatéííden de

Sririt"; Les M8 rom Jogiques; Histo iu des anitrlaux. 2 ,,01. ; Ln Économiqun;Ét/lique á f\iiwmaque.T raducciones en lengua francesa se e ncue ntra n también en las ediciones bilingüo

de las diferc ntes obras de Ansrote tcs puhlkauas en la ..Collcet ion des Unoersüés deFrance.., a la \Iue hcmos hecho re fe rencia e n el párralo relativo a las ediciones de loste xtos . Ca be señalar de manera es pecial, además. la recie nte vcrsíon con .ullplisimocomem.mo de la Ética u Nicómaco: L 'Éllliq"e iI Nscomaque, a ca rgo de R.A. G au­thier y Y.-J . Jolif, Lovaina 21970. 4 \, \11.

Paul Gnhlkc ha iniciado y conducido a buen términ o una trad ucción de tod as las

obr as aristotélicas:A riuotetes, /J ie Lehrsch rifeen, herUlI.Ig eg..b<-" , ü/"' rtrag..n und in íhre, EflI.fll"hung

{'r¡¡¡ul,." . F. Schoning. Paderborn 1945s.s. Éste es el plan de la ob ra: l . A rlslulele.sund .Iei" Wl"rk; 11 . u /gik : Ka/egori..n und lfl"rml"~lItik. Ers f.. Anal)'lik . Zw iuAllo lylik . Topik: 111 . RhelOrik ufld Po,.,ik: Rhn o,ik. Poetik und ¡'-ragmenll" derHo mer..,klarunf" Rhew rik an A íexander; IV. Pliysik: Physiku lische Vorl..sung,Übl"r<1m /limm .-l. Übt:, We, d..n und Ve' g..hen, M"lroroiogie, A n K6nig A Il"xan ·

d" ü¡"'r di.. Wel,. KI..w .'w:hrifll"llZU ' PhYJi/c und Mt!laphysik: V. M I"/#lph."sik; VI .S~tlellhlfldt: Über dil" SU/l", K/rim! "'ehnfl.." zu r Su/mkund..; VII , Elhik u"dPolitlk : G rone [';Ihik . Schrift liber Tugend.." und Lastl"', Eudemische ¿'thik , Niko ·muchische Ethik. Polittk . Vtrl a3fuflgfgl"schichtl"dl"r A rJuont"r, ubl"r /ll/ufhollu"g infamili.. und .\"tuu/; VIII. Natu rgl"schichte: Tierkun d.., Über dit' G lil"d..r d..r G..­u hopfe, Ob,.,dieZ..ugWlgd..r G ..schopfe, KIt'in..Schriflenz ur Namrgl"schichfl"; IX.

Pm bl..ml".

E-sta grandiosa empresa de G ohlke no fue bien acogida en gcne ral; pero , enrealida d, el ju icio desfavorabl e depend ió en gra n pa rte de la toma de posición fuert e­mente ncgativa de Jaeger en relación co n los e ~ l ud ios de Gohlke, los cuales, aplican'do el métndo genético, echan,m po r tierra 1,lS cond usioncs jacgcrianas. La traducciónde Go hlke tiene un valo r dcsigual, pero , n<lllbstarlt c , contiene momcn tos felices e

intui cion es hrillantes , y, por ta nto , debe tenerse pres",nte.La ..W¡' senschaftlichc Buchgesdlsch al't» de Darmstad t, en colaboración con la

«A kadcrnic Verlag~ de Bcrlín (ROA) , progr amó un vast o plan de tradul'cio nes de

todo Ari stót e les a cargo de diversos c 'pechlli'l a~ :

193

Page 97: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Bib liogntfia

D"l.l lSch.. Aml(}/"¡~3 Ge.saml-Al.l5ga~. A rislQI"¡..s . W..rk:.. in d ../ltsch.., Ub..n <'tz/ltlg.20 vol. La ob ra se inició bajo la direcc ión de E. Grurnach , y, de~pués de la muertede éste . fue dirigida po r H. Flasha r, Éste es el plan de la ob ra junta mente con laspersonas encargadas de cada uno de los volúmenes (está n se ñalados con aste riscolos volúmenes ya publicados) :

1: 1. Kalegorien (Konrad G aiser , T ubinga ), 2. Peri hcrmeneias (E. Rae r, Munich ; R.Tessmcr, Munich) ;

11 ; Topik, Sopooli$ch .. Widerfeguns m (M . Soreth , Colonia) ;111 : A nalyl ica 1111 (J. M au , Gotmga};

IV: Rh,,' nrik (N. N.);V: POf.'/ik (R. Kasset. Berlín) ;

*VI: M k omuchisch .. E/hik , trad . y comen l. de Fr . D irlmeicr , ed . re visada 21969;*VII: Eudemíschr Ellrik , tradu cción de Franz Dirlmeier , edición revisad a. 21969;VI II : Ma!!lla Mora /i" , trad ucción de Frunz Dirlmcier, ed ición revisada ' 1966;IX: Polilik (O. Gigon, Berna );

X: l. Slaal der A lhm er (8. Lotze, Jen a). 2 Ókonom ik (11. n recn cn . Kiel) ;*XI: Physikvorl..sung. traducción de Hans wagner, 1967 ;

XII : 1. y 2*. "'etro row gie. Ube, di Welt. trnduceión de Ilans Stro bm , 1970; 3. Uber

d.." flimm rl (P. Mor aux, Berl ín); 4. U~r Ems~hrll uN! V~ell"," (E .G . Schmidt,l ena);

· XIII: Über die S..,.fe, traducción de WiIly Th eiler. ed ición revisada, }1969;XIV : Parva Nalurafia (J. wícsner. Herlln);XV : MrlaphY~'ik (O . Patzig, Gotinga) ;

XV I: Zoalogische Schriflen l: Tíergmchíchie (K. Hartels, Zurich );XVI( : Z ooíogíschr Schriften 11. l. Ubt'r die Teile d.., Tíer.. (1. D ünng, Goteborg), 2.

Dir kf..itler<'1/ zooíogischcn Schrifl..n (J. Kolle sch , Herlin );

*XVIII : Opuscu/a, 1. Über di.. Tugend. trad ucció n de Ernst A. Schrnidt, 1965; 2.Mir" bifia , tra ducción de Hellrnut Flashar ; J. D.. audibilibus. tra ducción de Ulrich

Klein. 1972; 4. lJ<'pWrrlis (H .J Dr cs saan Lutots. A msterdam); S. D.. cotorihus(M. Schramm, T ubinga); 6. PhysiQgnom ica (M. Schramm, T ubinga). De lin ...isíns ..cabílibus (M. Schramr u, Tu binga] : 8. M e<;hm ,ica (M. Schr arnm, T ubinga); 9.

Xenophanes, MeliJ.WI.I, Go rgillS (II.J. Newiger, Constunza) .·XIX : Prabtcmata I'hY.I"I·C(I, traducción de Helmllt Ftashar , 1962.XX: ¡" w ¡(me" lr (O . Gigun , Bern a).

A juzgar po r los voltime llC5 ya publicados. esta euición superará a la trnduccióninglesa de Ollfo rd . so bre lodo po rque co ntiene abundantes comentar ios (y po r ta ntola justificación de la tradua:ión). int rod ucciones y bibliografías (un a tra ducción de

A m tól elcs sin el acompañamien lo de las no tas es cas i ilegible en la act ualida d) .

V I. fN I>H"l'S y LÉXICOS

No superado hasta la fecha y superable quizás sólo con ayuda ue las calculador ase1ttlrón ieas. es el ya citado Index ulÚlotl"licus de Bonill, conteniuo en el volume n V

194

E scolio s , pa ráfrasis y come nta rios

de la ed ición de las ob ras de Anslótelo de la Academ ia de Berlín . E1/nd"'J: ha sido

reprod ucido recien temen te en pa rte en edic. anast.:Bonitz H., fndo: A rislOre/icus , wisenschaftfiche Buchgescñschañ , Darmstad t 1955.

Son ta mbién útile s el Index renan el nom ínum (pág . 1-9(3) Y el lndcx naturalis

historia e (pá g. l)05-24) contenidos en elquinto volumen de la edición y ~ citada de F.

ou.« (París 1974).

Puede consultarse además :Organ . T .W.• An Indu lOAmlOll~. Pri nce tcn 1948.Kiernan, T .• A rislOdt Diaíonary, Nueva York 1961 .

Resultan siempre de utilidad las co nsultas de los índices de las ediciones criticas

de cad a una de las ob ras .

V II . Escoi.ros , PARÁI,'RASIS y COM[ NTAI'llOS

•CQmmlarim gri~gO.f af...¡andrin"$ r bizantillClS

Los comentarios griegos se han f'u blícado en una ed ición mo numental pre parada

po r la Academia de Ber lín: . .CQmm('nlaria in ArislOtl"1em groera. edila consifio rl auaorilate A cademioe Ut/rrarum

Regiae IJorus.vilrw r. G . Reimcn. Berolini 1K82·19()9 .

És te es el catálogo completo :1. A lcxande r in Melaph ysic a, ell. M. Hayduck IX91.11. 1. Alcxander in Priora A na/y lica, ed. M. w aníes. 11lS3; 2. Alexa ndcr in Topica,

ed . M. w athe s, 1891; 3. Alexande r [Mich. Ep hes.) jll Soph . ..I..nchos, ed . M.

Wall ies , I ll9lI.111 . 1. Alexande r ill De: Smsu, ed. P . Wcn dland. 1901 ; 2. Alexander Úl "'ru or.

fibros oed. M . Hayduck. 1899.IV. l . Porph yrius, I~gog"', Uf Ceugoríss, cd. A . Busse . 1887 ; 2. Dexippus in Cetego­

ria.~, ed. A. g usse , 1888; 3. Ammoruus in I'o rplly rii tsagogen, ed . A . Husse, 1891;4. Ammonius in Categorías, ed . A. Bussc, 11!95; 5. Animonius De ínterpr...uníone,ed. A. Bussc , 1897 ; 6. A mmonius in A llalyllea Priora, ed. M . Wallics , 1899.

V. T hemislius l . in A na/ylica PoJlaiora, cd. M. Wallies. 19UO; 2. /" J'hysicu, ed. H .Schenk l. 1900 ; 3. de Anima, cd. R. Hei nze , 1889; 4. d.. Cae/o hebr. e t latine: . ed.S. La nda ue r. 1902; 5. Ml"faph. l . A paraph rasis hebraíce e l latine , ed. S. Lan­da uer . 1903 ; 6. (Sophon .) ill Parvo Nat.• ed . P. We:ndlarnJ, 1903.

VI. 1. Syrianus in M"Ulpllysjca , ed. G . Kroll . 1902; 2. Asclcp ius in Melaph ysica. ed.

M. Hayduck, 18&1.VII . Simplicius: J) e Cado, c:d. !.L. Heibcrg, 11193;v m . Simplicius ill Categarias, ed. K. Kalhn eische: . 1907 ;

IX. Simplicius in Phys. f-IV, ed, H. Diels, 11l82;X. Simplicius in Phys. V-VlII , ed. H . Diels , 11l95;

Xl. Simplicius de Anima. ed . M. Hayduck. . 1882.

195

Page 98: Reale giovanni introduccion-a-aristoteles

Bibliografía

XII. O lympiodori l . Prvl~gom~na el in Categoeies. ed. A. Busse , 1902 ; 2. in M~uo­

ra. al. G. Slúve . 1900.XIII . Joannes Ph iloponus (oIim A mmon.) l . in Ca/~gorias. ed . A. Busse. 1898; 2. in

Anal. Priora, ed. M. Wallies , 1905 ; 3. in A nal. l>O$I~rioro, c. Anon . in Iibrum 11 .ed. M. wamcs. 1909.

XIV. Joanncs l'hiloponus 1. in Meteor. l. pr ímum, C( 1. M. Hayouck 1901; 2, d..

G enera/irme e/ corr.• cd . " . Vite lli, 1897; 3. [Micb . E phes.) dI' Gen. anim ., ed.M. Haydu ck . 1903.

XV. Joannes I'hiloponus de Anima. ed. M. Hayduck, 11\97.XVI . J....." ..C5 Philoponus in Phys. t.ttt. ed . H. v uetu, 1887.XV II . Joa nncs Philopo nus in Phys. /V-VJ!, ed. H, vhefh, 1888.

XVlII. l. E1ias in Porphyr. lw g. ~( Arntol. Ca/~g.• ro. A. Busse . 1900; 2. DavidProlegomena ~t in Porph)'r. lsag., ed . A. Busse , 1904; 3. Ste phanus in d~ lnterpre­uuion.., ed. M, llayduck , 1885.

XIX . L Aspasiw; in E/hica, ed. G. Hcylbut , 1889; 2. Heliodorus in E/hico, ed . G .Heylbul , lAA9. ,

XX. Eustratius, Michacl, A nonymus in Ethica, ed. G . Hcylbut, 1892 ,XXI. 1 Eustratius in Anal. I'os/ . JI, ed. M . llayduc k, IYO?; 2. A nonymus 1'/ Stephcnus

in Rnetorícum, ed. H. Rabe , IIN6.X XII . Mich acl Hphcsíus 1. in Parva Naturaíia, ed . P. w endtand, 19113; 2. in De paTl.

aním. , De animomO/., De aním. íncrssu, ed . M . Hayduck, 1904; 3. in E,J¡ . V, ed.

M . Hayduck , 1901.XX III . 1. Sophonias tk Anima , ed . M. Hayduck, 1883; 2. Aoonymus ¡'Ilraphnuis in

Cat., ed. M. Hayduck, 1883; 3. [Tbe uusrius] in Priora A nal, t. ed. M. waníes,1884; 4. An onymus ParaphrrlsU in Sophislicos elencos, ed. M . Ib yduck , 1884.

En relación con las tra duccioneslatinas de numerosos de estos com enta rios puedeco nsulta rse:Schwab, Hib ííograp hie d' A riuote, cit Ópassim .

Philip pc , Ari mJlfles, cít., pág. l 'iss.

Com en/arios mi'dievales y de! Renacimiento

Puesto que gran pa rte de [a filowfía med ieva l. sea árabe:u occidental, es re flexióny co menrano de Aristóteles , respecto a esta sección se remite a kl5 repe rto rios defiloso fía med ieval .

En relación con los comentarios medievales latinos . co nsénense k'lS re perto riossiguienles :

Lo hr , H . Cha rles. Mediaeval La/ln A ris/O/le Commenearíet . AUlhors, en ..T raditio»,XXIII (1%7) , pág. 313-413 (A .F); XXIV ( 196ft) pag. 149-245 (G.I ); XX VI(1970). pág. 135-216 (la-lo); XXV II (1971) pág. 251-35l (Jo·Myn) ; XXV III( 1972), pág. 231-396 (N-Ri ) ; XX IX (1973), p¡íg, 93-197 (Ru-Wil).

Z immermann , Albe rt, Veru ichni.f lU,gedrucktn K"mmen /Ilrs zur Mnaph),sik undPhysik des AriMole1es aus da Zeit elwa 1250·1350, vol. l . Leiden ·Colon ia 1971.

196

Est ud io s cr ít icos

En relac ión ron los come ntarios del Ren acimiento se enco ntrarán da tos e n:

Schwab , jJib/ioKrrlphi.. d·"'ris'"',,. en.Philippe, A rislf>l..lt's, cit.; pág .~.

Comentarios modernos

Se enc uentran habitualmente unidos a las ediciones deltexto o a las traducc ione sde las mismas y 1:1mayor pa rte y¡¡ h¡m sido \.C ñalmlos en su aparta do eo rrcs pumJie ntc.

O freceremos indicaciones adicionales en los es tudies críticos .

VII I- Esll.ll>luS ramcos

1. Estudios $ohr~ t'I pensamit'mo d~ A ristóula m gener,,1

Los es tudio s generales soore Ar istótel es ante riores al año 18% se encontra ránindicados en Schwab, BiblioKmp lú,' dA rístote, cít., pag , 22ss; los pub licados sucesiva ­men te hastü 11)25 se encontra rán en Ü berwcg-l' raeehter , Grundrits, página 102' , y

los más recientes en Totok. I/aflilh""h , cít., páginas 21lis.Siebcc k. ti ., A riswlt'lt-S. Stultgar t 189') . · 1922 (Inducción ita liana . Palcrmo 1911).

Pia l . c.. Ari:slo't', París 1903. IYI2.

Alfa rie. P.• Ari.",,'~, París. 1905.Brernano , F. , Ari.tlO/eln und s~in~ W~lra ll.K'h"lIllllg. leipzig 1911 (Darmstad t 1% 7,

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aut ores (algunos más específicos se citarán en los párrafos co rrespo nd ientes]:AUlour d'Arislote. Rk ueiJ d 't/udn d.. philosophie anoenne et mt dib 'ale olfen Q

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2, E l /mUO,! pflrticulllrn

Estudi()~ sobre el pri mer A risló leles

A w lItiuuación del Arió/o/e1ej' de Jaegcr , se de :<c ubl ió la filo,ofía del jovcn Ar isltí­te lcs , es (!ceir , la filosofía de lns e" ' lér icm. naciendo a ~í lod .. una bib liografía M,bre el

19R

Estudios particulares

tc ma.Ja mayor parle de las veces ha..ta nlc c..pecializada. Elleelo r la halla rá ind icada

y analizada en;Beni, E" La Filoso[UI dd primo A m lolele, cit . , passim .

Mencionemos solamente algunas de la.. ob ras significati vas sobre el tema;

Bemays. J .• Die Dialuge des A ristote/es in i"hrern VerhiiJrniszu se ínen uhrigen Wer·ken , Bcrtm 11'6..'\ ( ind ispe nsable todavía. aunque ha sido supe r..do en muchísimos

aspectos].Ro,¡taglli. A. , fl dialogo arirtoreliev Pen' I'aierón , ~Rivis(a di filo logia ctassica », I.lV ,

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Helrachm ng der ariMate¡¿~cht'fl Eihik , - He rmcs ... LXIII. 1918. pág. 13X-M,

Karpp. H.; Oie Schrift des A rista/eles l'erl lde ón. • Herm es», LX VIII . 19..'\..'\, pági·

na 3S4-9 1.Hignnnc. E., 1, 'Aristotele perduto e la [ormazíone filosofica di Ep icuro , F1orenci'l

19.'.6, 11973, 1 vol. (obra fundamental, que continúa siendo vá lida , aunque ha ~ i do

supe rada la pc rspcetiva jaegeriana quc constituye S il base , por la de mostración dc lasrefle xione s que desarro lló el joven A rist óte les acerca de la filosoña de la época

hclcnlsticu. en especial acerca de Ep icuro ).Eínarson. 11 .. A ristotle's Protrcpücus 111111 t/Il' Struaure of tne Epinomis. «Trnnsnc­

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{trabajo fundamental; desblo quea de man era de cisiva la inte rpret ación jacgcrianadel Protr éptico y presenta una edición ejemplar del mismo) .

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!'Mufation, frag mems el /ém oiKna¡;eS, ed ición, tra ducción bajo la dirección y conun prefacio de P.M Sehuhl, París , lY6H.

Relaciones entre Aristótel es y la doc trina plat ón ica de la, ideas y de las ide as­núm eros.

Además de los tra baj os ya citados acerca del tratado So bre las ideas y Sobre elhien, son ese ncia les para orientar se convenientemente en esta pr oblemática las obrassiguientes:

Robin , L.. La Ihémie pianmicienne des l dées el des No mbres d 'aprés Arístoee, París190K(Hildcxhcim 1963, reim pr. ana:;I.) .

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200

Estudios sob re la Metafísica

(una exposición mas exte nsa de la interpretació n de 1,1.1' i deas - n lÍme ro~ de Tay lor

se encontra rá en 1'Ililol!ophical Stud íes [1936], pág. 91-150).

Ross, D ., PlalO's Theary of Ideas, Oxford ' 1953,Wcdh erg, A. , Plato's Philo,~ophy of Mathematícs, Esto colm o 1955.v éase asimismo la impo rtante colec ción de artfculos Dus Problem der ungeschriebe­

nen Lrhrc Platons, Beilrii¡;e mm V erstandnis de! Pkuoníschen Prinzipienohüoso­

phi e, dirigido por Jurgen Wippcrn, Darmstadt 1972.Gai ser , K. , Pkuons ungeschricbene lchre, Stuttgart 1963 (con tiene tam bién la prime.

ra ed ición de los testimonios [pág. 441-557J sistemáticamente or den ados ) .Kracmer , I I.J ., Are/é bei Ploton und Aristoteíes. Z um Wes'en und zur Geschichte da

pla/oNischen Ontologie. Heide lber g 1959 (A rnste rdam 19(7) .Lcvi, A. , JI probl ema deu'essere nell 'ontotogia e neíta gnoseologia di ['Iu/one , obra

póstuma a car go de G. Reale, Padua 1970, páginas 132ss.

La Me/uf/,\'ica y la problemática ontológico-teológica

El lector podrá enco ntrar un a bi hliografia casi comple ta en las siguientes obras

citadas: Schwab, Bibl. rfAri.w., pág . 209ss; Ü herweg-Praeehter, Grundnss, pág.

104' s, 113*,,; Totok, Hendbucn, pág. 234ss y 250ss.Es excelente la bibliografía que se encuentra en J. Ow ens , The Doctr ine of Being

in Ihe A rísto teíian MetaphYIies, Toronto 1951 el9ó3), pág. 425ss, y bastante abun­dante la de S. Gómcz Noga les, Hor iz onte de la M e/uflsica aristot élica, cít., pág. 259ss,

374ss, y de Reale , A rislo lele, L a M erafisica, vol. JI, pág . 449-702. Finalmente , un~bibliog rafía r<izonada de un cente nar de libr os y art ículos sobr e el tema se en con trar¡¡en: Reale , Jl conceno di f ílosofia prim a, cít., pá g. 321-376. El status' quaeuionís res­

pecto a las interpret aciones genéric as de la Metafísica se encont rar á en Berti, La

f ilosofiu del primo A rislole!e, cít., pág. 39-75.En la bibhograíla que sigue citarnos las obras más important es del siglo xx ; en

rela ción con la del siglo XIX, véase Reale, Aristotete, La Metafísi ca, cit ., I l , pá g. 462ss.

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e xcelente; el más.. completo sob re elterna).

E.~l udius sobre la problemátic a lisica y cos mológica

El lec tor encontra rá una bibliograña bas um te ab unda nte en las siguie ntes ob ras:Schwub . /li M. d'ArÍ-\'lote, pág. DOss: Úbc twcg-Praechrcr, O rundríss. pág . 105· ,

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Estudios sobre la ética

Además de los re pertorios citados ya muchas veces dc Schwab, Úbe rweg-Prae ch.te r yTolok. pod rá n verse también las excele ntes. blb liograña s especí ficas ace rca de latemática moral <le A ns tórc jes en: A ¡-islo le/;.' !':,h ica Niconw"¡,ell, cd . A pelt cít.. pág.XII ·XXIX. En relación con la bibliografía po:ite TÍur a 1912, p.....lrá verse : Gau thic r­Jolíf, la Éth ique a Nicamaque, cit . vo l. 11 , 2, pág. 9 17-940, <Jue llega hasta 1958, y el

scprc mc nto corre spondiente a los años 1958-1968 en el vol. 1, 1 (l l<J7U), pág. 3 15-334,Son ta mbién óptimas las bibliografías de Dnlmcicr, Arisl. Nik . !~·th . , cit. , pág,255-264; - , Ari.1'f, Elld. Eth. , cil., p ág. 121-127; - , Ma/{If, Mo r., cil. pág. 11)...118.SflttllS qUllcStiO/lisde la, inte rpre taciu nes gellé( ic~\s de la é tica se encontra rá en: Berti ,La filos d . primo Arist. cit ., pág. 76-R7 y, con mayor alllplillld , en Zeller-Plebe (parle11, vol. VI de la traducción ita liana dt: lH ohra l cllt:riana , concret amente en la

nol H f ,u q llesliolll! dello sviluppo dell' etica arislo tl'licu, pág. KK· llO) . Dado el limitadoespacio del que dispone mos, nos limi ta relllos aquí a inliicllT algunas monogrHflas, con

la cKd usión de muchos de los trabaj ,,~ dc carácte r p red<lm i n~1Il1emen tt: filológico y

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Estud ios sobre I¡¡ poética y ret órica

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Estud ios subre la poé tica y sob re la retó ; ica

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Bolo nia 1% 7.Coscnza , P., Stn$ibilitá, pereee íon e, tsperienla seconao A ri.slold~, Nápules 1968._ , Tecnlchr di trasformazione n~l1a sillogisrica di Ariuotete. Nápoles 1m .

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Pteper, JosefEL FIN DEL TIEMPOISBN 84-254-1354-0. 12 )( 20 cm. 172 págs.

Pocas veces se ha tratado el te ma del fin del t iempo de una manera tanobjetiva y f ría. Y, sin embargo, su lectura pone en marcha un proceso deconversación radical en el corazón del lector, quien, a medida qu e avan­za el discurso del libro, va superando paso a paso los obstáculos. Aquíse evita toda concesión a especulaciones sensacionalistas sobre catás­trofes f inales tan del gusto de nuestro tiempo. En lugar de ello, se proce­de a un análisis cuidadoso de lo que puede y de lo que no puede afirmarla historia.

Pieper, JosefSOBRE LOS MITOS PlATÓNICOSISBN 84-254-1339- 7. 12 x 20 cm. 88 págs.

Con una cierta sorpresa com proba mos cómo se conserva fresco e in­marchitabl e el mensaje de los verdaderos mitos narrados en los diálo­gos platónicos. De repente advert imos un terreno común y apenas ima­ginable entre el autor ant iguo, al que falsamente se le ten ia «por intere­sante sólo en el plano his t órico ». y el lector moderno que los descubrecom o su coetán eo.

Seiffert. HelmutINTRODUCCiÓN A LA LÓGICAISBN 84-254-o648-X. 14 x 22 cm. 292 págs.

la lógica es necesaria en todo ám bito objet ivo. De ahi que este libro delprofeso r Seiffert esté concebido como una introducción a la lóg ica ge­neral, a la lóg ica para cualquier disciplina imaginable en el campo de lasciencias y de la natur aleza. El lo, junto con una notoria claridad de expo­sición, hace esta obra interesant e para un amplio círculo de lectores.

set ñert , HelmutINTRODUCCIÓN A LA TEOArA DE LA CIENCIAISBN 84-254-0646-3. 16 x 25 cm. 560 págs.

El libro primero cubre todo lo relat ivo al análisis del lengua je, 'a ded uc­ción y la inducción. El libro segundo, quizá el más original de la obra,estudia la fenomenología. la hermenéutica y el método histórico fi lo ló­gico. l a últi ma parte de la obra está con sagrada a la dialéctica comométo do int erpretativo de uso universal en todos los sistemas asociadosde cerca o de lejos a la tuosoña de Hegel y de Marx.

Editorial Herder S.A.• Provenza 388, 08025 BARCELONA

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BIBLIOTECA DE FILOSOFÍA

Con la publicación de es ta serio, Ed itorial Herde r se propone examina r la form a enq ue cierto núme ro de pe nsad ores o d e escuelas filosóficas modernas abo rda a lg u­na s de las cuestiones fundamenta les que tiene pla nteadas e l hombre de hoy. To mospublicados hasta e l presente (tama no 14,1 x 21,6 cm; rústica ]:

Lecroix, Filosofía de la culpab ilidad .192 páginiJs.

Cuó llar Bassols, El hombre y la ver­dad. Una filosof ía de la atentividad.324 página s.

Oum oulin , Encuentro con el budis ­mo. 228 páginas.

Rea le, Introducción a Aristóteles.2 12 páginas.

Sánchez Meca, Mart in Bube r. Fun­damento exis tencia l du la inte rco­municación . 200 páginas.

Thorp, El libre albecr fo. Defensacon tra el de terminismo neurofisto­lógico. I

Craemer, Alberto Mag rio.

Fische r, Galileo GlIlilei.

,1. . Broe kman, El estrucnrralis rno. Se-o gunda edición, 204 páginas.

2, Dartigues. La tenornencloqla Se.gunda edición, 196 páginas.

3. Levesque, 6e rgson. Vida y m uertedel hombre y de Dios. 152 p áginas.

4. Arvoo, Bakun in. Absoluto y revolu­ción. 116 páginas.

5. Peursen, Orientación filosófica . Se­gunda edición, 372 páginas.

6. Suances Marcos, Max Scheler.Principios de un a ét ica perso netlste.184 páginas.

7. Post - Schmldt, El rneteriañsmo. In­trodu cción a la filos oUa de un siste ­ma. 80 páginas.

8. Viallane ix, Kierkegaa rd. El ún icoante Dios. 164 páginas.

9. Boche nski, ¿Qué es autoridad? 156páginas.

10. Hub beHng, Spinoza. 164 páginas.

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Brandenste in,mentales dep áginas.

Brendenstein,ét ica filosófica.

Cues tiones fund a­la filosofla. 24()

Proble mas de una176 páginas.

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Editorial Herder S.A., Provenza 388, 08025 BARCELONA

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