NOTICIAS BREVESPor Bosco Jos Rodrguez Alvarado

Misionero Redentorista

Los perodos de marzo y abril del ao en curso han sido convulsos: escnda-los polticos y financieros, sucesos fat-dicos, el ascenso poltico de dos candi-datos a la Casa Blanca, y los signos de vida y amor que la Iglesia muestra en su ardiente, vigorosa y eficaz procla-macin del Reino de Dios.

Panama Papers o papeles de Panam, es uno de los escndalos que ha salpi-cado a jefes de Estado y de Gobierno. Segn los medios de comunicacin social, varios son los que estn impli-cados directa o indirectamente en los papeles de Panam: lderes de la po-ltica mundial, personalidades de las finanzas, negocios, deportes y el arte.

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TTULOS DEL

BOLETNNOTICIAS BREVES

SOR MARA CELESTE CROSTAROSA: ESCRITORA, FUNDADORA, REFORMADORA Y MAESTRA DE ESPIRITUALIDAD

SOR CELESTE CROSTAROSA... A LA DISTANCIA

SEMANA SANTA EN DANGRIGA, BELICE

RESEA HISTRICA P. IVN ROLANDO VILA MONGE, CSsR

27 DE JUNIO: 150 ANIVERSARIO DEL ICONO DEL PERPETUO SOCORRO Y CIERRE DEL AO JUBILAR

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Editor Bosco Jos Rodrguez A, C.Ss.R.

El procedimiento de destitucin con-tra la presidenta de Brasil, Dilma Vana da Silva Rousseff, sigue su inconteni-ble marcha en la cmara de Diputados dando paso al Senado. En el ltimo supermartes del mes de abril, el can-didato republicano Donald Trump y la demcrata Hillary Clinton, avanzaron un paso ms hacia la nominacin pre-sidencial para llegar a la Casa Blanca. Un sesmo de magnitud 7,8 grados en la escala Richter, azot con rigor y enojo con puo cerrado la zona cos-tera de Ecuador dejando ms de 525 muertos y ms de 4.027 heridos.

MISIONEROS REDENTORISTAS - PROVINCIA DE AMRICA CENTRAL 5300

ESPECIAL SOR MARA CELESTE CROSTAROSA

Edicin N 11 - Mayo 2016

NOTICIAS BREVES

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Y en nuestra amada provincia de Am-rica Central, son muchos los signos de vida y amor. El padre provincial Nery Mndez Vides, sigue su visita cannica a diferentes comunidades de la pro-vincia: Panam, Nicaragua, Honduras y Guatemala. El Secretariado de forma-cin se reuni en la casi tricentenaria y bellsima iglesia de Los Dolores de Tegucigalpa, para vislumbrar lneas de accin que ayudarn a la formacin de los futuros proclamadores de la redencin copiosa. Estu-vieron en dicha reunin los padres Manuel Cruz Meza, superior y prefecto del Juniorado San Alfonso (San Salva-dor, El Salvador); Jos Araya, superior y prefecto del Postulantado San Cle-mente (San Jos de Costa Rica) y Br-yan Arriola, prefecto del Propedutico Beato Gaspar Stanggassinger (Trojes, El Paraso, Honduras). Acompaaron a los prefectos los padres Nery Mndez,

En los mbitos eclesiales, nuevamente el papa Francisco le ha dado al mundo una palabra de esperanza: su exhor-tacin apostlica postsinodal titulada Amoris laetitia (Alegra del amor), en la cual aborda muchos de los proble-mas que afectan a la familia de hoy, dando acogida a los divorciados vuel-tos a casar, a las parejas de hecho, la maternidad, la corresponsabilidad en las familias y la educacin cristiana de los hijos. Otro signo de esperanza que el papa Francisco envi a este mundo de convulsas situaciones por el odio, fue su reciente visita al campo de re-fugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos. Visita que realiz acompaado del patriarca de Constantinopla Barto-lom I y del arzobispo de Atenas Hie-ronymos II.

provincial y Henry Soto, superior de la comunidad de Trojes.

Y cerrando con broche de oro el pe-rodo de abril, nuestra Congregacin del Santsimo Redentor y la familia Martnez Lpez vivieron el pasado 10 de abril, el acontecimiento de la con-

sagracin per-petua del Hno. Roger Antonio Martnez Lpez. Dios le conceda la perseverancia a nuestro co-hermano Roger Antonio, y Santa Mara del Perpe-tuo Socorro lo

arrope siempre con su manto mater-nal. Bienvenido Roger a tu casa!

En este nmero de REDENTORISTAS AC, presentamos un especial en honor a la venerable sor Mara Celeste Crosta-rosa, quien ser beatificada el prximo 18 de junio en Foggia, Italia. Escribe en esta edicin especial nuestro historia-dor y escritor P. Roberto Bolaos.

SOR MARA CELESTE CROSTAROSA: ESCRITORA, FUNDADORA, REFORMADORA Y MAESTRA DE ESPIRITUALIDAD

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DESCONOCIDA, INCOMPRENDIDA O

IGNORADA?

Por Bosco Jos Rodrguez A.Misionero Redentorista

En el ao de 1696, en la Repblica del Ecuador, Amrica del Sur, el da do-mingo 30 de diciembre, se apareci la Bienaventurada siempre Virgen Mara en el barrio de Gupulo, en la ciudad capital de Quito, a quien llamaron Nuestra Seora de la Nube. En ese mis-mo ao, allende los ocanos, en Italia, Reino de Npoles, el da mircoles 31 de octubre, abri sus ojos a la luz de este mundo, por primera vez, la nia Julia Marcela Santa Crostarosa, quien ms tarde sera sor Mara Celeste Cros-tarosa, nombre que adopt al ingre-sar en el convento de la Visitacin en 1724. Sus padres, don Jos Crostarosa y doa Paula Battista Caldari, supieron transmitir a la nia y jovencita Julia los valores de la fe cristiana catlica. As fue creciendo la joven damita de la so-ciedad napolitana y muy acomodada Julia Crostarosa, hasta convertirse en una de las mujeres ms grandes de la Iglesia en Npoles y de la espirituali-dad cristiana que ha dado el siglo XVI-II; el siglo que disip las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razn: el Siglo de las Luces.

Esta gran mujer, grande como escrito-ra, fundadora, reformadora y maestra de espiritualidad, ser beatificada en Foggia. Esta ciudad es la bella capital de la provincia que lleva su mismo nombre en la regin de Apulia, Italia. Tan hermosa es esa regin que reci-bi los elogios sonoros y vibrantes del emperador del Sacro Imperio Romano Germnico, Federico II de Hohenstau-fen: Si el Seor hubiera conocido esta llanura de Apulia, luz de mis ojos, se ha-bra quedado a vivir aqu. Desde esta ciudad se contempla todo el norte y el este del mar Adritico. Dicha ciudad ser el escenario en el que se realiza-r la ceremonia solemne de beatifica-cin de la venerable sor Mara Celeste Crostarosa, el prximo 16 de junio del presente ao 2016, en la baslica y ca-tedral Mara SS. Assunta in Cielo; y des-de la cual escucharemos la frmula de beatificacin que la proclamar bien-aventurada, que est gozando de las delicias del Paraso y ser inscrita en el catlogo de los beatos de la santa Igle-sia catlica y apostlica. La ceremonia de beatificacin ser presidida por el car-denal Angelo Amato, prefecto de la Congre-gacin para las Causas de los Santos.

Llega fuera de tiem-po o prudencialmente el evento de la beati-ficacin de la venera-ble sor Mara Celeste Crostarosa? Siendo ella contempornea de san Alfonso Mara de Ligorio y de san Gerardo Mara Mayela, san Alfonso fue cano-nizado en 1839 y san Gerardo en 1904. El proceso de beatifica-cin de sor Mara Celeste comenz en 1879 por el papa Len XIII, en el segun-do ao de su pontificado. Han pasado 137 aos. Desconocida o ignorada? Y no solo eso. Adems fue incomprendi-

da. Pues en toda Scala corra la idea y se rumoraba que sor Mara Celeste era una monja muy propensa a ilusionarse con demasiada facilidad; en una pala-bra: monja ilusa. Mara Celeste Cros-tarosa, en varias ocasiones fue punto blanco de persecuciones y calumnias. Ella misma escribi con honda tristeza y sumida en el dolor su experiencia: Y lo ms doloroso era verse perseguida y calumniada por sus ms queridos e ntimos amigos, y censurada por sier-vos de Dios y personas de bien que hacan esto por celo, creyendo obrar por gloria de Dios. Su sufrimiento lleg a un nivel de exasperacin cuando fue expulsada de uno de los monasterios donde viva, y privada de usar el hbito redentorista, el cual llevaba con humil-dad, sencillez y con todos los derechos como fundadora de su congregacin e inspiradora de dos congregaciones.

Dos grandes rasgos se sesgan de la personalidad de sor Mara Celeste Crostarosa: fundadora y escritora. Como fundadora de la Orden del San-

tsimo Redentor o Ma-dres Redentoristas, en el ao de 1731, en la solemnidad de Pente-costs. Lo cual indica su apertura a la gracia del Espritu Santo. Ins-piradora de dos con-gregaciones: Congre-gacin del Santsimo Redentor o Misioneros Redentoristas, la cual fund san Alfonso Ma-ra de Ligorio el 9 de noviembre de 1732; y de la Congregacin del Santsimo Sacra-mento, cuyo fundador fue el P. Vicente Man-narini. Dios ilumin a sor Mara Celeste para

la fundacin de san Alfonso. Es decir, como un doble instituto en que sus miembros se dedicaran a la vida con-templativa y misionera a travs del quehacer apostlico; y reflejar al mun-

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la que se sube de la tierra al cielo. Comprende 132 pginas. El libro fue escrito en Foggia.

5. Ejercicio de amor de Dios. El ttulo completo anunciaba una medita-cin para todos los das del ao, sobre el evangelio de san Mateo. En realidad son slo 193 meditaciones, casi todas sobre textos de san Ma-teo, san Lucas y san Juan, algunas sobre el Gnesis y el Cantar de los Cantares y algunas sin texto bbli-co. Fue escrito parte en Pareti-Roc-capiemonte (1733-1737), parte en los ltimos aos de Foggia.

6. Ejercicio de amor para la Cuares-ma. Son 53 pginas con 50 medi-taciones sobre la Pasin. Excepto la primera, todas comienzan con un texto de los captulos 18 y 19 de San Juan. Fue escrito en los ltimos aos de Foggia.

7. Meditaciones de Adviento. Son 77 meditaciones, siguiendo a Lucas y Mateo desde la Anunciacin hasta la vocacin de Pedro y Andrs. Fue escrito tambin en los ltimos aos de Foggia.

8. Jardn interior (Giardinetto). Esta obra, de la que hasta hace pocos aos solo se conoca una parte en una copia no autgrafa, es la ms extensa. A lo largo de casi 600 p-ginas sor M Celeste comenta los re-latos de la infancia de Cristo segn Lucas y Mateo y los captulos 1 y 12 de san Juan, intercalando algunas meditaciones sobre textos del Can-tar y del Apocalipsis.

Otros escritos ms breves, pero no de menor densidad espiritual, son los Ejer-cicios Espirituales (dos series), la Novena de Navidad, las Canciones espirituales, las Siete reglas espirituales, y un folleto de oraciones con el ttulo de Libro de ejercicios espirituales devotos. Se con-servan 27 Cartas de las cuales 15 fueron dirigidas a san Alfonso.

do la viva memoria del Redentor. Fue as que en sus inicios la fundacin se conform en dos ramas: una de varo-nes, de vida apostlica, anunciando la redencin copiosa; la otra, de mujeres, entregndose a la contemplacin. Sor Mara Celeste cuenta sobre la inspira-cin que ella recibi para que se fun-dara la Congregacin del Santsimo Redentor: Cmo el Seor me revel que quera se fundase la Congrega-cin de los hombres de la misma Re-gla.

Como escritora, sor Mara Celeste es considerada y con mucha razn de sobra, como escritora prolfica. El P. Emilio Lage, de la provincia de Madrid y ferviente devoto de la venerable sor Mara Celeste, en el volumen V de la obra Espiritualidad Redentorista, nos ofrece una informacin resumida de los valiosos escritos de esta gran mu-jer. Leamos detenidamente el listado que nos proporciona el padre Lage:

1. Instituto y Reglas del Santsimo Salvador. Se conservan seis cdices, dos de ellos autgrafos de sor M Celeste.

2. Autobiografa. Son 141 pginas, escritas en Foggia, despus de 1750, en las que sor M Celeste re-cuerda toda su vida centrada en su vocacin de fundadora.

3. Dilogos del alma (Trattenimen-ti). Son 152 pginas escritas en su mayora en los aos de Scala, 1724 a 1733; el resto lo escribi en Roc-capiemonte en 1737-1738, excepto las ltimas pginas escritas en Fo-ggia anotando al final: Hoy, 10 del mes de septiembre de 1751. Los Dilogos son como un diario o cua-derno de confidencias espirituales, usando la forma de dilogo entre el alma y el Esposo.

4. Los grados de oracin. Sor M Celes-te expone su experiencia mstica de la oracin describiendo 16 grados o peldaos de la mstica escala por

Como vemos, indudablemente, sor Mara Celeste escribi con gran des-treza, que con justicia mayor, puede ser considerada una de las mejores plumas del Reino de Npoles del siglo XVIII. Pero no solo corri mucha tinta en los papeles que con gran delicade-za tomaba en sus manos la Crostarosa; con la tinta corri tambin como una cascada su recia espiritualidad, que hicieron de sor Mara Celeste mujer de una sola pieza y aplomada en el misterio de Cristo: nacimiento, pasin, muerte y resurreccin. Su recia perso-nalidad y espiritualidad la hacen mere-cedora de las palabras dedicadas a ella en un escrito muy interesante: Una mujer fuerte y tierna a la vez, devorada por el fuego del Espritu.

La espiritualidad de Mara Celeste nos enriquece a todos. Enriquece a la gran familia redentorista. El acontecimien-to de su beatificacin es bendicin y renovacin en el carisma de la fami-lia de san Alfonso Mara de Ligorio. El padre general de la congregacin del Santsimo Redentor, Michael Brehl, ha escrito: La Beatificacin de la Madre Mara Celeste Crostarosa es muy impor-tante para todos los que compartimos el carisma, la tradicin y la espiritualidad del Santsimo Redentor. En comunin con la Madre Mara Celeste, ruego que este gran acontecimiento sea ocasin de muchas bendiciones y de renovacin espiritual en la Orden y en la Congrega-cin. Que Mara, nuestra Madre del Per-petuo Socorro, siga acompandonos en nuestra vocacin de vivir y anunciar la Copiosa Redemptio, como Viva Memoria del Redentor. En uno de los abundantes escritos sobre sor Ma-ra Celeste Crostarosa, se lee que ella hizo carne el proyecto contemplativo redentorista.

El P. Emilio Lage, en el captulo II del volumen V de la coleccin Espiritua-lidad Redentorista, nos habla de la doctrina espiritual de sor Mara Celes-te Crostarosa. En su doctrina, dice el P. Lage, sor Mara Celeste coloca a Dios

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como el personaje central, y como per-sonaje secundario lo ocupa el alma. En los escritos espirituales de sor Mara Celeste, hay una frmula: viva memo-ria, la cual resume las Reglas y su doc-trina espiritual.

Qu significa en el lenguaje espiritual crostarosiano la frmula viva memo-ria? Escuchemos a Emilio Lage: Viva memoria significa ser y tener un recuer-do vivo de Cristo. Ser un vivo recuerdo: por la transformacin del Espritu Santo realiza en las almas convirtindolas en

imgenes vivas, retratos animados del Hijo. La vida comunitaria en unin de amor hace visible la presencia de Cristo en la comunidad, porque Cristo hoy, por medio de las almas en las que vive vida de amor, sigue haciendo las obras de amor que hizo durante su vida terrena, cuando era viador en este mundo.

Con su vida y sus obras escritas, sor Mara Celeste Crostarosa se convirti en una autntica maestra espiritual. San Gerardo Mara Mayela, gran santo de la Iglesia, frecuentaba el monaste-

rio de Foggia para visitar a su madre espiritual sor Mara Celeste. El caso es que cuando el santo de Materdomini regresaba de Foggia, lo haca con gran fervor y grandes deseos de unirse ms a Jesucristo. Sor Mara Celeste mantu-vo siempre ptimas relaciones con sus amigos de Scala, entre ellos san Alfon-so Mara de Ligorio, quien conversaba largamente con esta venerable mujer. Sin duda alguna, podemos hablar de una espiritualidad crostarosiana sin temor alguno. Una espiritualidad vli-da para los religiosos y laicos de ayer, hoy y siempre.

Sor Mara Celeste Crostarosa realiz su viaje hacia la Casa del Padre, cerrando sus ojos a este mundo, para abrirlos en la eternidad, en Foggia, a los 58 aos de edad, un 14 de septiembre de 1755, da domingo, fiesta de la Exaltacin de la Santa Cruz, siendo aclamada por el pueblo santo de Dios como la santa priora. El P. Laurentino Migulez, his-toriador de la provincia de Mxico, en su libro Los Redentoristas. Veinte lecturas sobre su historia, dice que sor Mara Celeste muri as: Fue fiel a su vocacin fundando y dirigiendo un monasterio con las mismas caractersti-cas que haba previsto para el de Scala. Mara Celeste Crostarosa, al momento de su trnsito a la eternidad, agoniza escuchando la Pasin segn san Juan. En una de las biografas sobre sor Ma-ra Celeste, leemos que ella expir al momento de escuchar las palabras todo est cumplido. Eran las tres de la tarde de ese 14 de septiembre. As ella configur su vida con el Redentor y fue toda su vida viva memoria de Cristo Redentor.

Que la beatificacin de la venerable sor Mara Celeste Crostarosa, sea para la gran familia redentorista, motivo y ocasin para llenarnos del Espritu Santo, arropados bajo el tierno y dulce manto de la Virgen Mara del Perpetuo Socorro, y seamos todos, padres y ma-dres redentoristas, viva memoria de Jesucristo Redentor del mundo.

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naria experiencia mstica y espiritual, genuina, autntica, sin arrebatos de histerismo, porque dicha experiencia espiritual se funda en una persona-lidad muy rica y madura en lo huma-no-cristiano.

Desde muy nia, hacia los cinco aos, el Seor la fue atrayendo hacia l a travs de fenmenos espirituales ex-traordinarios que generaron en la sensible conciencia de la Venerable Sor Celeste la conciencia cierta de que Dios la quera para S. Hacer la volun-tad de Dios fue la obsesin de su vida y en ese sentido camino de fidelidad, libremente elegido, con frecuencia se encontr con la cruz.

El camino vocacional de la Madre Ma-ra Celeste no fue fcil; al contrario, estuvo sembrado de abrojos, con fre-cuencia representados por personas de menor talla humana y espiritual que ella, que eran incapaces de en-tender el espritu que la animaba. No hablamos de mala voluntad, ni de per-versas intenciones, hablamos simple-mente de que en la llanura no se con-templa el mismo paisaje que desde las alturas.

Primero fue Carmelita Descalza en un conservatorio de Npoles, Marigliano, pero por problemas con los benefac-tores del convento, este tuvo que ce-

Por Roberto Bolaos AguilarMisionero Redentorista

Han pasado mucho ms de dos siglos, desde el 14 de septiembre de 1755 que mora en Foggia, Italia, la Vene-rable Sor Mara Celeste Crostarosa, fundadora de la Orden del Santsimo Redentor y co-fundadora de la Con-gregacin de Misioneros Redentoris-tas, con San Alfonso Mara de Ligorio. En toda la regin de Foggia, en donde haba encontrado silencioso y seguro refugio, despus de haber pasado tre-mendas tempestades, era conocida simplemente como la Santa Priora, porque para la gente de aquella zona el ejercicio heroico de todas las virtu-des era evidente en Sor Mara Celeste.

Su proceso de canonizacin, a pesar de su notable santidad, sin embargo, ha sido muy lento y ha encontrado grandes dificultades, quizs porque en una iglesia conducida por hom-bres, mujeres de fuerte temple espi-ritual y anmico, capaces de defender sus propios criterios y con el carcter suficiente para ser fieles al dictado de su propia conciencia, pueden resultar incomprensibles en unas estructuras que propician la imagen de una mujer sumisa sometidas en todo a la auto-ridad masculina. Si no, recordemos la difciles y tensas relaciones de la mon-ja mexicana Sor Juana Ins de la Cruz con el Arzobispo de Mxico, Don Fran-cisco Aguar y Seijas, que acab con la aniquilacin intelectual de la monja que quera pensar por s misma, y las de la misma Santa Teresa de Jess con la Inquisicin y, tambin, la genuina libertad evanglica de Santa Catalina de Siena frente a cardenales y papas.

Sor Celeste es una gran mstica que tuvo Npoles en el siglo XVIII, y la Igle-sia de todos los tiempos, como Santa Hildegarda von Bingen, ltima santa declarada doctora de la Iglesia. No cabe ninguna duda la Madre Celeste ha sido una mujer de una extraordi-

rrarse; y Mara Celeste y sus hermanas, tras unos das de descanso en la casa paterna, ingresaron en el conservato-rio de las Salesas en la pequea ciudad de Scala, sobre las costas de Amalfi, en el mismo Reino de Npoles.

Todo marchaba bien, Sor Mara Celes-te, su nombre original era Julia, haba tomado el hbito religioso e iniciado el Noviciado. La Regla de San Francis-co de Sales y Santa Juana Fremiot de Chantal era mucho ms benigna que la rigurosa del Carmelo. Celeste se hallaba contenta en su nueva familia religiosa. Pero entonces, tienen lugar los acontecimientos, narrados por ella misma en su Autobiografa, que vi-nieron a dar un giro total a la vida del pequeo convento de las Salesas de Scala y, por supuesto, a la vida de Sor Mara Celeste.

Resulta que en una comunicacin ms-tica con Dios, este le presenta el pro-yecto de un nuevo Instituto Religioso cuyo sello de distincin ser el que sus religiosas sera memoria viva del Re-dentor.

Las revelaciones continan un tiempo ms, y en ellas Celeste recibe las Re-glas y Constituciones que animarn al nuevo Instituto y tambin el anuncio de un Instituto masculino, que parti-cipando de la espiritualidad fundada

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en la Viva Memoria, sea, sin embargo, eminentemente misionero.

La Venerable Madre no es ingenua en los caminos del espritu, sabe que en ocasiones el demonio se puede pre-sentar como ngel de luz, por eso so-meti las revelaciones al conocimiento de sus superioras religiosas y, tambin, al de sus directores espirituales, entre los que se encontraban el Obispo de Castellamare, Monseor Toms Fal-coia, definido por uno de sus bigrafos como un dictador espiritual y que Sor Celeste haba conocido cuando era General de los Pos Ope-rarios y persona muy cercana a las Visitandi-nas de Scala. Tambin se aconsej con San Alfonso Mara de Ligo-rio a quien conoci en 1730, quienes la confir-maron en la verdad de las revelaciones. Por ese mismo tiempo San Al-fonso andaba ya medi-tando en la posibilidad de fundar un Instituto Misionero que se dedi-cara a la evangelizacin de los ms abandona-dos espiritualmente, y lo referente al Instituto Misionero en las reve-laciones a Sor Celeste vena a confirmarlo en que aquello era querido por Dios.

En Scala las religiosas, ante el hecho maravilloso de las revelaciones, de-cidieron vivir conforme a las Reglas y Constituciones inspiradas a Sor Mara Celeste, y de esta forma, dar vida a la Orden del Santsimo Redentor, insti-tuto femenino dedicado de manera exclusiva a la vida contemplativa. La Venerable Madre a lo nico que aspi-raba era a vivir con toda radicalidad el carisma del nuevo Instituto A Dios

y sus Revelaciones, estaba dispuesta a cualquier sacrificio.

Sin embargo, a la hora de echar a an-dar la Orden del Santsimo Salvador, como se llamaba entonces, muchos quisieron su parte en interpretar su espritu, entre ellos Monseor Falcoia, quien a travs de su carisma episcopal y a ttulo de Directos Espiritual, o de una direccin espiritual directiva, de la Venerable Sor Celeste Crostarosa,

quera introducir algunas modificacio-nes en las Reglas del Instituto y un tal don Silvestre Tozquez, seglar muy ver-sado en Teologa, que estuvo con San Alfonso en el primer intento de fundar los Misioneros Redentoristas, y que al final acab tristemente en problemas doctrinales con la Inquisicin. En al-guna ocasin se acusara a la Madre Celeste de dejarse influir por los nada claros conceptos espirituales del suso-dicho don Silvestre.

Aqu es donde se inicia el terrible con-flicto espiritual de la Madre Celeste. Por una parte se senta obligada a la obediencia a su Director Espiritual, obligacin que era sentida muy fuer-temente por los cristianos del escru-puloso siglo XVIII; por otra la avasalla-dora figura de Monseor Falcoia que no estaba acostumbrado a sugerir, sino a mandar lo que deba hacerse. Sor Celeste, es cierto, se senta obliga-da a la fidelidad a un mensaje que no

era suyo, sino recibido del Seory el cual no se senta facultada a dejar que se modificara. La inspiracin para fundar ambos institutos la ha-ba recibido ella quin mejor para interpretar-la?

Las presiones y perse-cuciones no se hicieron esperar, tampoco las acusaciones de orgullo, rebelda e intransigen-cia. Celeste se mantena firme en que las Reglas del Instituto se mantu-vieran sin cambios. To-dos los amigos le aban-donaron, incluso San Alfonso, quien una carta que le dirige, la ltima, dice no reconocer a esta Celeste capaz de en-frentarse al mundo por mantener la dignidad de su conciencia y la fi-delidad a un mensaje

que ellos le haban confirmado como proveniente de Dios. La Venerable Ma-dre saba que se debe obedecer a Dios antes que a los hombres.

Las consecuencias para Sor Mara Ce-leste no se hicieron esperar: tras un tiempo, reducida al ms absoluto si-lencio, ella y su hermana, fueron ex-pulsadas de la Orden del Santsimo Salvador. Era la hora y el poder de las tinieblas.

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Cul era el peca-do de Sor Mara Celeste? Haber preferido ser fiel a Dios y a su con-ciencia que a las sugerencias y mandatos de los hombres. Aqu cabe preguntar-se una vez ms hasta dnde llega el lmite de la obediencia a los superiores?... Hasta donde no se vulneren los derechos de Dios. Qu grandeza es-piritual manifiesta la Venerable Sor Mara Celeste en este trance amar-go de su vida!; en su conciencia, recta, cierta y ve-raz, ella estaba convencida que el contenido de las revelaciones recibidas nadie poda modificarlo, y en eso se man-tuvo firme, como una palmera que desafa en pie a la tempestad.

Una vez ms Ju-lia Crostarosa, tal era su nombre de pila, se encontra-ba en la calle, sin ms arrimo que Dios y su fami-lia. No obstante, en su corazn, segua bullendo la idea del Instituto femenino en donde se pudiera vivir ntegramente segn la Regla revelada.

Durante un tiempo recibi asilo en un convento de religiosas benedictinas,

pero despus se traslad a la ciudad de Foggia para iniciar la experiencia de la Orden del Santsimo Redentor. En Foggia vivi apaciblemente los l-timos aos de su vida, dedicados a la observancia de una vida consagrada

concebida como memorial del Re-dentor, a cultivar su intensa vida mstica y a escri-bir algunas de las obras espirituales que le han valido el ttulo de ser una de las grandes es-critoras msticas de la Iglesia, sin desmerecer de Santa Teresa de Jess y San Juan de la Cruz y muy cercana a San-ta Margarita de Alacoque, que recibiera las con-fidencias del Sa-grado Corazn de Jess.

El da en que ca-nonicen a Sor Ma-ra Celeste Cros-tarosa ser un da de gran fiesta en la Iglesia, porque ser uno de esos das en que la dig-nidad de la mujer es exaltada. Re-belde y desobe-diente para unos, loca visionaria para otros, Sor Mara Celeste es simplemente una mujer que qui-so ser fiel a Dios, sin importarle las persecuciones de los hombres. Di-chosos vosotros dice el Evangelio

cuando os persigan, os calumnien y digan toda suerte de cosas malas de vosotros porque vuestra recompensa ser grande en el cielo.

SEMANA SANTA EN DANGRIGA, BELICE

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Por Rodolfo GarcaMisionero Redentorista

Celebrar el gran e insondable Misterio de la Pasin, Muerte y Resurreccin de Cristo es una aventura que mu-chas veces es imposible de describir. Tienes que vivir la experiencia de ser misionero o misionera y permitirte co-nectar con todas esas sensaciones y sentimientos que se conjugan en mo-mentos como esos; el visitar las casas de una comunidad, compartir la mesa con los indgenas, dejarte sorprender por las experiencias que puedan apa-recer, escuchar idiomas que no ests acostumbrado or, dormir en una ha-maca o en un colchn inflable, jugar con unos nios que nunca habas vis-to, sumergir tus pies en el mar Caribe, preparar las celebraciones litrgicas, llorar cantando el pregn pascual y as muchsimas otras circunstancias que nunca nos habamos imaginado vivir y que la nica razn por la que somos capaces de hacer algo as se llama: JE-SUCRISTO.

Por segundo ao consecutivo en la pa-rroquia Sacred Heart de Dangriga, Be-lice, tuvimos la oportunidad de contar con la presencia de misioneros y mi-

sioneras laicos de la Provincia Reden-torista de Amrica Central. Jvenes de nuestras pastorales juveniles, comuni-dades de jvenes adultos, seminaris-tas de nuestra congregacin, miem-bros de equipos misioneros laicos, participantes de pequeas comunida-des e invitados fueron durante toda la semana santa profetas y apstoles que anunciaron la abundante redencin en ms de 19 aldeas de nuestra parro-quia en el territorio de Stann Creek.

Como pastor la satisfaccin que se ex-perimenta es muy grande y lo veo des-de dos puntos de vista:

1. Reconociendo que la apuesta por el trabajo con las juventudes en Amrica Central ha ido avanzan-do y dando buenos frutos al ver a nuestros jvenes llenos de pasin y ardor misionero.

2. Valorando el trabajo que se reali-z en cada una de las aldeas Mo-panes, Qeqchies, Garfunas, Crio-llos, Latinos y con migrantes en nuestro territorio parroquial des-cubriendo que nuestra presencia y el compartir la misma realidad, aunque sea por una semana, se convierte para este pueblo en fuerza esperanzadora, solidaria, caritativa; por qu no, en presen-cia del Emmanuel, del Dios con nosotros.

El seguimiento de Jesucristo nunca ha sido sencillo en la historia del mundo, nos lleva al desacomodo; desata en nosotros una batalla interna entre mis intereses y la sensibilidad por el her-mano o hermana, entre mi voluntad y la voluntad de mi Seor. Qu bueno saber que el amor de Dios es ms fuer-te y ms grande que cualquier otro sentimiento o deseo que existe en m. Me has seducido Yahveh y me dej seducir; me has agarrado y me has po-dido Jr 20, 7a.

Actualmente hay muchos elementos cuya finalidad sera favorecer la co-tidianidad de la vida, ayudarnos en aquellas tareas sencillas; sin embar-go algunas experticias terminan por traernos ms complicaciones que fa-vores. Nos alegramos por tener 5000 amigos en el Facebook, pero somos incapaces de dar unos buenos das! a nuestros vecinos. Hoy las parejas tie-nen ms problemas por lo que el uno o el otro publica en las redes sociales, que por afrontar un compromiso serio y consecuente en la vida; nos enoja-mos porque alguien no nos da like, como si de ello dependiera nuestra existencia y no podemos valorar el abrazo, el apretn de manos o el beso

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que nos personaliza y realiza como hu-manos.

Con esto y mucho ms an podemos decir que hay personas valientes que se deciden a dejar todo, literalmente todo, aquellas comodidades a las que estamos acostumbrados, y hoy por hoy cada vez es ms difcil el sacrifi-cio, el abandono, lo que san Alfonso llamaba Distacco (desprendimiento); estas palabras van desapareciendo y careciendo de significado en nuestras vidas.

As fue la experiencia de nuestra parro-quia, gente normal, pero misioneros, con temores, pero dispuestos a correr el riesgo; con incertidumbres, pero decididos a darlo todo por Jesucristo y que al final de la misin sienten en lo profundo de sus corazones que ha valido la pena, que seguir a Jess es solo para valientes, #BravesSoulsOnly, que no estn solos, que hay alguien que se llama Dios que est ms ac de nuestro mundo y que nos ofrece un ms all que es el Reino de Amor y de la paz eterna.

El carisma Redentorista nunca ha sido exclusivo de nadie, todo lo contrario es un carisma que profesa la inclu-sin de toda la Iglesia, especialmen-te de todos aquellos corazones que son llamados a lo que Iglesia es en su esencia: Misionera. (AG 2a: Ecclesia pe-regrinans natura sua missionaria est). Nuestro carisma nunca se ha entendi-do, ni se entender, sin la ayuda y co-laboracin de los laicos y laicas. Creo que la vinculacin y reciprocidad en nuestro trabajo siempre ser para la C.Ss.R. una luz y un desafo.

Mis felicitaciones y agradecimientos para todos esos misioneros y misione-ras de Panam, Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador por su labor desinteresada, por su compromiso con Dios y con la Iglesia, por ser fieles al llamado que Dios hace a todos los bautizados; al final por ayudarnos en esta labor misionera y convertirse en anunciadores de la redencin, por ser misioneros de fe robusta, esperanza alegre, ardiente caridad y celo encen-dido. (Const. 20)

RESEA HISTRICA P. IVN ROLANDO VILA MONGE, CSsR

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TOMADO DEL PLANIFICADOR REDENTORISTA 2009 y LIBRO DE

LAS CRNICAS DE LA COMUNIDAD DE LA AGONA

Misionero Redentorista, nacido en Alajuela el 30 de agosto de 1964. Sus padres se llaman Ivn vila Fernndez y Hayde Monge Lara (q.D.g). Su pri-mer ingreso a una casa Redentorista fue a El Llano, el 10 de enero de 1982.

Su proceso vocacional comienza con el contacto desde nio con una Parro-quia Redentorista y de deseos de asu-mir el estilo de vida que vea reflejado en los Padres y Hermanos de la Con-gregacin.

Hizo el postulantado en El Llano, Ala-juela los aos 1982 y 1983. El novicia-do en Tegucigalpa en el ao 1984, y los estudios teolgicos los realiz en Tlalpizahuac Mxico de 1985 a 1986, y en San Jos de 1987 a 1988.

Su primera profesin la hizo en Los Dolores-Tegucigalpa el 6 de Diciembre de 1984, y fue recibida por el P. Nicols Eguiluz. Su profesin perpetua tuvo lugar en San Jos, el 01 de agosto de 1988, y fue recibida perpetuamente en la CSsR por el P. Miguel R. Del Pa-lacio. El diaconado lo recibi el 06 de agosto de 1988 en la parroquia de San Jos Nuestra Seora de Ujarrz, de manos de Mons. Antonio Troyo que era entonces el Obispo Auxiliar de la Arquidicesis. En cuanto a la ordena-cin sacerdotal, tuvo lugar el 10 de di-ciembre de 1988 en la parroquia Santo Cristo de la Agona por imposicin de manos de Mons. Jos Rafael Barquero Arce. La primera misa la ofici el 11 de Diciembre de ese ao, en nuestra igle-sia de La Agona.

El primer destino que recibi en la Vi-ceprovincia fue el postulantado San Clemente en San Jos de C.R. Desde su ordenacin ha estado en varias casas: Postulantado San Clemente (6 aos) y en la Parroquia Santo Cristo de la Agona (3 aos), y despus en Gua-temala.

En cuanto a los servi-cios que ha prestado a la Congregacin est el de Prefecto de postu-lantes, Consejero Ordi-nario del Gobierno Vice-provincial, Superior de la Comunidad, Prraco, Vicario Parroquial y el de Secretario Vicepro-vincial, Encargado de la Comisin de la elabora-cin del PROYECTO IN-TEGRAL DE VIDA APOS-TLICA (PIVA).

Sus ltimos aos los vivi en la Comunidad Santo Cristo de La Ago-na en Alajuela, Costa Rica.

El fallecimiento del P. Ivn Rolando vila Monge, ocurre el da martes 3 de mayo, fiesta de los santos apstoles Felipe y Santiago. En horas de la tarde de ese da, se instal una capi-lla ardiente en la nave central de la iglesia San-to Cristo de La Agona. Hacia las cinco en punto fue recibido el fretro por la comuni-dad de los misioneros redentoristas y varios feligreses de la parroquia.

A las siete de la noche se celebr una eucarista por el eterno descanso del padre Ivn vila, presidida por el P. Jos Manuel Batres Orellana, superior y prroco de La Agona. Concelebra-ron con l los PP. Gustavo Cruz, vicario provincial; Laureano Salgado, Gerardo Vargas, Ramn Coto, Jos Araya, Rafael Soto, Bosco J. Rodrguez y Josu lva-rez. Despus de la eucarista, varios fe-ligreses muy agradecidos por la vida y ministerio del P. Ivn vila, entonaron hermosos cnticos en la voz de la se-ora Patricia Gamboa, y oraron por el eterno descanso del muy siempre re-cordado padre Ivn vila.

La muy concurrida eucarista exequial por el eterno descanso del P. Ivn vi-la Monge, fue a las ocho de la maana del da 4. Fue presidida por Mons. n-gel San Casimiro Fernndez, obispo de la ciudad de Alajuela. Concelebraron los PP. Gustavo Cruz, vicario provincial; Jos Manuel Batres, superior y prro-co; Laureano Salgado, Gerardo Vargas, Ramn Coto, Rafael Soto, Jos Araya, Bosco J. Rodrguez, Josu lvarez y varios sacerdotes del clero diocesano. Antes de la bendicin y despidida, un grupo de mariachis enton dos can-ciones que eran de la preferencia del padre Ivn: El rey y Amigo. Al salir de la iglesia, entre aplausos infinitos fue despedido el fretro del P. Ivn vi-la. Fue un muy bonito hasta siempre!

27 DE JUNIO: 150 ANIVERSARIO DEL ICONO DEL PERPETUO SOCORRO Y CIERRE DEL AO JUBILAR

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Mayo 2016 | Nmero 11

Por Bosco Jos Rodrguez A.Misionero Redentorista

Hace ya ciento cincuenta aos que el papa Po IX, quien era muy mariano y devoto de san Alfonso Mara de Ligorio, al entregar el sagrado icono de la Virgen del Perpetuo Socorro a los misioneros redentoristas, lo hizo con estas palabras que la tradicin oral reza as: Dadla a conocer a todo el mundo. Digo la tra-dicin oral porque la frase no aparece en ninguna crnica, segn asevera el P. Francisco Contreras en su muy afamado libro La Virgen del Perpetuo Socorro.

El deseo del Papa se ha hecho realidad y sigue realizndose all donde se en-cuentra un misionero redentorista. Y es que un hijo genuino de san Alfonso debe caracterizarse, entre otras cualida-des y virtudes apostlicas, por su amor a la Bienaventurada Virgen Mara. Los Re-dentoristas nos sentimos gozosos, muy gozosos (la jris bblica) de ser los pro-pagadores de la Virgen en su advocacin del Perpetuo Socorro. As lo quiso Dios, as ilumin el Espritu Santo al papa Po IX al darnos tan hermosa misin.

En todo el mundo, son gran nmero los redentoristas que en su apostolado dan a conocer la figura tan hermosa, tan dulce, tan llena de gracia, de la Virgen Mara del Perpetuo Socorro. Son mu-chos los que han escrito y siguen escri-biendo como lo hizo san Alfonso sobre la Virgen Mara. Parte del apostolado de un hijo de san Alfonso es, precisamen-te, el apostolado de la pluma. Todos los Redentoristas somos conscientes de la importancia de este apostolado.

Una de las advocaciones ms amadas de la Virgen Mara por la cristiandad ca-tlica de Oriente y Occidente, sin duda alguna, es la advocacin de Santa Ma-ra del Perpetuo Socorro. El sentido de su nombre, Socorro, en buen espaol expresa accin y efecto de socorrer. Y socorrer significa ayudar, favorecer en un peligro o necesidad. La devocin a la Virgen Mara bajo esta advocacin, es la ms difundida en el mundo cristiano catlico.

La historia del sagrado icono de la Virgen del Perpetuo Socorro data de varios si-

glos, rodeada de gran misterio. La histo-ria empez en Grecia, en la isla de Creta, lugar de origen del cuadro bendito de la Virgen del Perpetuo Socorro. Creta est ubicada en el mar Egeo; es la isla ms grande situada al sur de Grecia, y la quin-ta en tamao en el mar Mediterrneo.

Pero mejor escuchemos, amable y pa-ciente lector, la narracin sucinta que nos ofrece el redentorista Laurentino Pineda, sobre la historia del sagrado icono del Perpetuo Socorro. Escribe as Pineda en el Noticiario Espaol Reden-torista (NER): El Icono del Perpetuo So-corro llega a Roma, desde Creta, hacia el ao 1500. Durante casi 300 aos est expuesto en la iglesia de San Mateo de la capital italiana, con fama de milagroso. Con la llegada de las tropas de Napolen a esta ciudad en 1789, la iglesia de San Mateo es destruida y el icono pasa a una capilla particular de los padres Agusti-nos, y con el tiempo, tambin al olvido.

Por los aos 1855 los Redentoristas compran el terreno (donde estaba la antigua iglesia de San Mateo, cerca de Santa Mara la Mayor) para construir su casa general y les llega la onda de que all haba estado expuesto un ico-no milagroso de la Virgen del Perpetuo Socorro. Encuentran el icono y piden al Papa el poder traerlo de nuevo a su an-tigua morada. El papa Po IX accede a esta peticin con un encargo: la misin de darlo a conocer por todo el mundo. Era el ao 1866.

Hoy en da la difusin a esta advocacin, en justicia, se les debe a los misioneros redentoristas. Por su predicacin y arduo apostolado en los cinco continentes, la devocin a la Virgen del Perpetuo Soco-rro tiene focos de irradiacin en distintas partes del mundo. Santuarios dedicados a Mara bajo este tierno y dulce nombre hay en toda Europa, Amrica entera: Insular, del Norte, del Sur y Central co-nocen su nombre. Hay hermosos san-tuarios levantados en su honor. En Asia, propiamente en las Islas Filipinas, hay un imponente santuario, el de Baclaran, en el que se venera a la Virgen del So-corro. frica: en ocho de sus naciones se le rinde culto a la Madre del Socorro. Y en Oceana (Australia y Nueva Zelanda) han acogido con mucho amor al Perpe-

tuo Socorro. En fin, en el mundo entero, existen catedrales, baslicas, santuarios, parroquias, capillas, oratorios, dispensa-rios, escuelas, colegios, centros pastora-les y de misin, donde la veneran como madre y patrona siempre fiel, a la Virgen del Perpetuo Socorro. La devocin crece cada da ms y ms. Porque las palabras de la misma Virgen Mara se han cum-plido: Por eso desde ahora todas las generaciones me llamarn bienaventu-rada(Lc 1,48). Y as, los Redentoristas podemos decir: Misin cumplida!

Sin embargo, hay un gran misterio de amor y muy maternal que rodea a esta bendita imagen, misterio inconmensu-rable, que lleva a la Madre del Seor a darse a conocer por s misma. Es curio-so que en algunos lugares, donde an no haba presencia de los misioneros redentoristas, haba ya una imagen ben-dita de Ella. Tal es el caso concreto en nuestra amada Amrica Central. Cuando lleg el padre Pedro del Palacio funda-dor de la provincia de Amrica Central- a Centroamrica, Puerto Limn, Costa Rica, en 1927, escribi: Fui el primer Re-dentorista que puso el pie en esas bell-simas repblicas y, al hacerlo, no hall un solo rincn, con gratsima sorpresa para m, en el que no viese entronizado su cuadro bendito. Es que en aquellas tierras reina, sin duda, el Perpetuo So-corro.

El 27 de junio del presente ao, solem-nidad de la Virgen del Perpetuo Socorro, vamos a celebrar como familia redento-rista el cierre del Ao Jubilar, cuyo lema ha sido: Madre del Perpetuo Socorro, Icono de amor. Que la Madre del Seor y sor Mara Celeste Crostarosa, rueguen siempre por nuestra Congregacin del Santsimo Redentor y por la provincia de Amrica Central.