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1 Boletín 02. SWISSAID. www.swissaid.org.co

Redes comunitarias de prevención y detección de violencias contra las mujeres La premisa “quédate en casa” les cuesta la vida a mujeres en Colombia En el 2019 con la campaña “¡ELLAS SÍ ESTÁN, NO LAS BORREMOS!” se presentaron resultados de la línea de base con cifras de violencias basadas en género (VBG) aplicada en Boyacá, Chocó y Sucre. Los datos que arrojó el instrumento del violentómetro identificaron que, a excepción de la violencia patrimonial, las violencias psicológicas, económicas, físicas y sexuales, han sido consideradas en un grado alto y medio de ocurrencia, con agresiones que causan lesiones profundas al cuerpo físico, y emocional de las mujeres. Según las 339 mujeres que participaron de la muestra; en Boyacá y Sucre, la violencia de mayor ocurrencia es la psicológica, mientras que en Chocó es la violencia económica. Y la violencia de menor ocurrencia en Chocó y Boyacá es la violencia sexual y en Sucre la violencia patrimonial.

Con el aislamiento preventivo obligatorio y la premisa “quédate en casa” debido a la pandemia del COVID-19 oficializado por el gobierno colombiano, ha puesto en evidencia las violencias basadas en género (VBG) que trascurren en el ámbito familiar1 de las mujeres. Con respecto a las mujeres rurales, las condiciones de violencia se agudizan, debido a la inequidad y las condiciones de pobreza que incrementa la violencia en su contra como se ilustra a continuación:

1) Las condiciones de déficit habitacional y hacinamiento2 donde conviven hasta 6 miembros de las familias, lo que hace más vulnerables las mujeres, niñas y niños. Algunas mujeres han informado que no solo son maltratadas por sus parejas, también las están maltratando sus hermanos.

1 Los datos reportados por el sistema nacional de seguimiento a las violencias de género SIVIGE en Colombia, reportan entre el 15 de abril al 8 de junio 42.517 casos de violencia. Entre ellas: violencia física 22.507, violencia sexual 9.051, sicológica 3.216 y negligencia y abandono 7.743. 2 Según Censo Nacional de población y vivienda (2018) el 36.6 % de los hogares en Colombia se encuentran en déficit habitacional https://www.dane.gov/indexphp/estadisticasportema/demografía-ypoblacional/deficit-habitacional

Boletín 02. SWISSAID Colombia Agosto - 2020


2) Para el caso de las mujeres vinculadas con actividades de producción de alimentos en sus huertas y en las fincas que les permite cubrir parte del alimento, tienen dificultad para la comercialización de sus productos lo que disminuye sus ingresos y afecta la economía familiar. Esta situación genera tensiones en las mujeres, especialmente en quienes son cabeza de familia; en otros casos genera conflictos al interior de los hogares que en ocasiones desencadenan en agresiones físicas.

3) Otras mujeres, dependen de las actividades económicas informarles para generar ingresos. El

no contar con dinero para cubrir sus necesidades como el alimento y la salud, se convirtió en su mayor preocupación, dado que son ellas quienes proveen en mayor medida los alimentos diarios de la familia.

4) Estar en casa ha significado una carga adicional para las mujeres quienes además de asumir las

actividades productivas y domésticas que de manera tradicional se asocian al rol femenino, ahora se ocupan de la orientación a hijos e hijas en actividades académicas; hecho que aumenta las horas de dedicación a estas actividades y causa efectos a nivel físico y emocional, entre los que identifican el agotamiento físico, inestabilidad emocional y la dificultad para conciliar el sueño.

5) Las mujeres líderes de las comunidades coinciden en que persisten las limitaciones en el acceso

a rutas de atención para casos de VBG que existían antes del COVID-19 y se ha profundizado la desinformación, la desconfianza institucional y el miedo a la denuncia.

6) Las mujeres tienen miedo a hacer algo que contradiga y moleste a sus compañeros o esposos

porque saben que sigue el insulto de mil formas, y posiblemente un golpe y hasta una violación, temen al dolor, tienen miedo de perder una familia y no por ellas pero si por sus hijos - hijas, ya que ésta es la red de apoyo más importante que la rodea en todas y cualquier circunstancia; y por último, tienen miedo y vergüenza a ser señaladas por la comunidad quien las juzga y las hacen sentir culpables de haber desbaratado una familia.

7) Otro factor de exclusión que viven las mujeres es debido a la dificultad de la conectividad en las

zonas rurales donde la brecha de acceso entre mujeres urbanas y rurales tiene una relación de 2 a 1. No pueden realizar las llamadas telefónicas a las líneas de apoyo y por otra parte se limitó la participación efectiva de las mujeres en los espacios de toma de decisión en asuntos de política para sus municipios. Especialmente en el primer semestre del año donde los municipios elaboraron su plan de desarrollo local para los próximos 4 años y era importante la voz de las mujeres y jóvenes para la incorporación de sus agendas ciudadanas entregadas a candidatos a la alcaldía en octubre de 2019.

En conclusión, todo este escenario permite dar cuenta de las afectaciones que sufren las mujeres, en primer lugar, por el riesgo mismo que representa la pandemia tanto a nivel físico como emocional y por otro lado por las inequidades históricas que enfrentan en cuanto al acceso a recursos como la tierra, la salud, apoyos financieros, entre otros, necesarios para el desarrollo de su autonomía y las garantías para el ejercicio de derechos.


Debido a lo anterior, es necesario abordar en la coyuntura actual el enfoque de desarrollo rural en nexus con acciones entre lo humanitario y derechos para la prevención de las violencias basadas en género, la atención humanitaria como respuesta rápida a crisis de seguridad alimentaria y salud pública; la gestión de políticas públicas y la atención articulada entre sectores públicos que garanticen respuestas y mejores condiciones socioeconómicas para las mujeres y jóvenes.

SWISSAID en Colombia en su Programa País 2019-2024 hace visible su apuesta por la igualdad de género en los territorios rurales. Incorpora el enfoque de género y corresponsabilidad de los hombres como estratégico para el empoderamiento de las mujeres y jóvenes en los ámbitos familiar y comunitario hacia un cambio en las relaciones de inequidad y violencia. Lleva a fortalecer su participación en escenarios locales de toma de decisiones y trabaja con los hombres en sensibilización de masculinidades no violentas.

Como respuesta a la preocupación de la agravante situación de violencia por el aislamiento obligatorio y la permanencia en las casas, ocasionado por la pandemia del COVID-19, SWISSAID junto con sus organizaciones copartes en Sucre, Boyacá y Bahía Solano en el Chocó puso en marcha la estrategia de activación de redes comunitarias de prevención y detección de violencias contra las mujeres. Las redes se encargan de promover con las comunidades y en especial con mujeres lideresas y líderes jóvenes y adultos (as) la corresponsabilidad individual y comunitaria en relación con la promoción de la no violencia contra niñas, niños y mujeres; identificar situaciones de violencia, riesgo y


vulnerabilidad y asumir el compromiso de actuar frente a esta situación, así como su denuncia. De esta manera, SWISSAID contribuye con la prevención y promueve la desnaturalización de las violencias, la articulación decidida y necesaria entre comunidades y las autoridades institucionales para un real y efectivo acceso a la justicia de las víctimas.

Las redes comunitarias de prevención y detección de violencias contra las mujeres se acompañan de forma remota por parte del equipo de SWISSAID quien a su vez cuenta con un grupo local de mujeres profesionales sociales localizadas en cada uno de los territorios rurales, que han sido capacitadas y son las encargadas de acompañar el funcionamiento de las redes comunitarias en cada una de las tres zonas. Las redes de mujeres son capacitadas para brindar apoyo psicosocial, seguridad y acompañamiento en el acceso a la justicia y en especial sensibilizar a la comunidad en general para desnaturalizar la violencia.

A través de llamadas telefónicas voz a voz se invitó a líderes y lideresas, previamente identificadas a sumarse a la iniciativa; estas personas apoyaron en la identificación de otras personas claves y así hasta conformar las redes de apoyo.

La invitación concreta que se hizo a la comunidad en general era involucrarse, estar alertas a los posibles casos, reaccionar oportunamente, denunciar, apoyar a las víctimas brindando orientación o primeros auxilios emocionales y de esta manera activar la ruta establecida por la ley para la denuncia y atención a las víctimas de violencias de género, intrafamiliar, abuso y explotación sexual infantil.

Uno de los logros fue la creación de una ruta de comunicación y acciones coordinadas entre las instituciones como comisarías de familias municipales y las y consejeros emocionales comunitarios para la atención de los primeros auxilios por casos de violencia intrafamiliar.

Algo más que se añade en los resultados fue la reflexión con las mujeres, y en grupos comunitarios con hombres y mujeres, de la necesidad de desnaturalizar el machismo y garantizar en doble vía el reconocimiento (por parte de los hombres) y auto-reconocimiento (por parte de las mujeres) de sus derechos.


SWISSAID junto con las mujeres diseñaron y editaron plegables y afiches con mensajes de “EN CASA SIN VIOLENCIA”. Se elaboró el directorio telefónico con la información de los números de contactos de las instituciones competentes y líderes de la comunidad a quienes pueden informar en primera instancia para un acompañamiento inmediato.

Se hizo entrega de los materiales de difusión en los municipios y veredas en las tres zonas en coordinación y apoyo con todas las organizaciones copartes de SWISSAID. Así en Sucre, se vincularon los y las jóvenes de las plataformas de juventud; las mujeres del comité de no violencia del municipio de Los Palmitos y otras lideresas de organizaciones y proyectos no copartes. En Bahía Solano, se contó con el apoyo del colectivo de mujeres y en Boyacá con el apoyo de las dos organizaciones comunitarias y la alcaldía municipal.

Los afiches se distribuyeron y ubicaron de manera visible en los hogares; además se fijaron en lugares visitados frecuentemente por la mayoría de la población como alcaldías, tiendas comunitarias de la vereda, centros de salud, droguerías y comisarías de familia.

Se han distribuido aprox. 2.000 afiches y 5.000 folletos informativos “Claves para activar redes comunitarias de prevención de violencia contra mujeres, niñas, niños”, con los números telefónicos locales para hacer denuncias.

Además, SWISSAID notificó a las autoridades competentes municipales y departamentales para el caso de Sucre sobre la iniciativa mediante llamadas, envío de correos, cartas y entrega del material.

A la fecha se han conformado y están en proceso de conformación las siguientes redes: En el departamento de Sucre: La red la conforman 106 personas (74 mujeres y 32 hombres), entre ellos (as) líderes, lideresas, presidentes (as) de acción comunal, profesores, pastores de iglesias, concejales, entre otras (os). De estas el 50 % corresponden sólo al municipio de Los Palmitos, donde la campaña ha tenido un gran despliegue gracias al trabajo que adelanta el Equipo Agenda Rural en 14 veredas y al compromiso del comité de no violencia recientemente conformado en el municipio.


En Bahía Solano, está en proceso de activar la red de apoyo de mujeres víctimas de la violencia a nivel municipal, que fue constituida por la comisaría del Municipio de Bahía Solano, quienes servirán como enlace para orientar y realizar el apoyo emocional y de denuncia a mujeres víctimas de violencia. Las mujeres que hacen parte de la red conocen muy bien la ruta de atención a las víctimas de violencias de género. Son 25 mujeres las que hacen parte de la red y se espera sirvan de apoyo a un número de 1500 mujeres de los corregimientos. En Boyacá, a unas 50 personas de los municipios de Mongua y Gámeza se les hizo entrega de los materiales de la campaña y también realizaron difusión de imágenes de hombres corresponsables que llevan el mensaje de "En Casa Sin Violencias". Se mantiene información entre las organizaciones, funcionarias de la oficina de mujer y género de la alcaldía, comisarías de familia y las organizaciones de los acueductos comunitarios.

Se acogió el hashtag promovido por el movimiento nacional de mujeres, en rechazo a las violencias contra mujeres niñas y niños que se ha incrementado en el país durante el confinamiento; #ENCASASINVIOLENCIAS. Esto a través de grupos de WhatsApp, redes sociales, divulgación de afiches y otros materiales.


Voces del territorio


Testimonios Mujer lideresa de Gámeza Nombre: Aura Nelly González Rodríguez Ocupación: Ama de casa, campesina, lideresa Vereda: Villa Girón “La información del afiche y el plegable es importante tenerla, puesto que en las casas y en el territorio se presentan muchos casos de violencia de género e intrafamiliar. Sirve para que en los hogares sepan qué hacer, si están viviendo o han visto casos de violencia, ayuda a que la gente se informe que sepan a dónde acudir y qué hacer, sirve para que se animen a denunciar. Cuando una es víctima de violencia y se calla, los violentos se hacen más fuertes. Las redes de apoyo son importantes a nivel general, que haya participación de hombres y mujeres de

todas las veredas y así habría más cobertura en todo el municipio y pueda haber más denuncias y para las personas que estén siendo víctima que tenga

personas más cercanas, de confianza, que se estén dando cuenta de confianza y sepan que hacer. He tenido la oportunidad de escuchar y ser apoyo de algunas mujeres que han sido víctimas o están siendo víctimas de violencia y se dé la importancia de las redes de apoyo.

Mi mensaje es: Que no se queden callados, jamás quedarse

callado, decirle a alguien que sepa que hacer, de confianza y que sepa, que le sirva de apoyo o que acudan a algún sitio donde los puedan ayudar. Recordarles que el violento es más fuerte

cuando se tolera la violencia.

Que haya personas que escuchen es demasiado importante, no es solo porque escuchen sino saber que alguien puede hacer algo por mi o por otra persona. Que sepa escuchar, que no haga escándalo, que pueda servir, que sepa darle un consejo, sea confiable y tenga la capacidad se ser dulce, que no victimice, que tenga cuidado y que esté preparada para eso. Las personas de la red deben tener el perfil de amiga-amigo, que en este momento que le llegue un caso fuerte no se

deje afectar por los problemas, tener la mente clara en ese momento, saber qué hacer, que no bloquee, que esa persona sepa acompañar a la persona víctima y ella no se sienta sola y es muy importante que por más rabia que se

tenga no irse en contra el victimario, no acudir a la violencia.”

Participación en el proyecto Montañas Vivas, integrante de las

asociaciones Asoprogamza y Asovictoria y en la escuela de

formación de lideresas.


Así valoraron las mujeres integrantes de la red de Sucre en un espacio de seguimiento y evaluación de la misma Por medio de la red, las mujeres en la comunidad no se sienten solas, estas tienen más valor para denunciar a tiempo, las mujeres van conociendo y diferenciando los distintitos tipos de violencia y afirman textualmente “Una denuncia a tiempo salva vidas y la red les brinda el apoyo necesario para que no se permitan ninguna clase de violencias” “Esta red ha sido una oportunidad para las mujeres, para las familias de las diferentes comunidades del municipio, la red y con la campaña #EncasaSinViolencias ha permitido socializar la falta de políticas públicas para la prevención de violencias contra las mujeres”. “La red ha permitido visibilizar las violencias existentes contra las mujeres en las comunidades que habitamos. El haberla hecho casa a casa nos permitió darnos cuenta en primera persona o por una muy cercana como la madre, la hermana incluso la suegra, de las violencias, sus altos riesgos al igual que la vulneración de los derechos contra las mujeres. Igualmente permitió que las mujeres que hacemos parte de la red fuéramos reconocidas, por lo que ahora saben quiénes somos y a quien consultar y pedir ayuda cuando estos casos se presenten”. “La red comunitaria de apoyo, permite detener las violencias, los feminicidios, por medio de la red aprendemos estrategias para reconocer las violencias en otras mujeres y la forma como podemos acompañarla y hacer una muy buena escucha. Ahora le podemos enseñar a las mujeres como dejar de aceptar la violencia contra las mujeres, como algo normal”.


“Esta red de apoyo ayuda y da valor a las mujeres dado que ellas se sienten respaldas para tomar las decisiones para salir de la violencia en la que se encuentra. Igualmente se sienten escuchadas, apoyadas y orientadas por la red para así resolver sus violencias”. “Estamos obteniendo conocimientos y herramientas para hacer mejor este acompañamiento, algo muy importante que destacamos, conocer la ruta de atención, contar con los contactos de las instituciones y personas claves, elementos que mueve a las mujeres a hacer denuncias a tiempo, y que en el momento que viven las violencias en vez de preguntarse qué haré, piensan en las personas en que se apoyarán para hacerse compañía y denunciar”. “El poder hacer el ejercicio de la comunicación con los y las profesionales de las instituciones de nuestro municipio que son las encargadas de ayudar a proteger a las mujeres violentadas, lo que nos hace sentir como red, escuchadas y valoradas por el trabajo que estamos haciendo”. La red ha circulado por diferentes partes de nuestro municipio y poco a poco va adquiriendo un reconocimiento. “Cuando le brindábamos la información a la mujer, el niño escucho y él me dijo: seño’ papá le pega a mi mamá muchas veces”.

Walquiria Pérez Representante Programa País Cristina Pino Punto Focal de Género

Fotos: Suministradas por el equipo coordinador de la campaña ¡ELLAS SÍ ESTÁN, NO LAS BORREMOS! de Sucre, Chocó, Boyacá. Diseño y edición: Viviana Sánchez Prada

Susana Ardila Marco Rubén García

Mauricio García Álvarez Astrid Álvarez

Equipo proyectos SWISSAID:

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