Reflexión Domingo 28 de Junio de 2015
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28 DE JUNIO/DOMINGO Decimotercer Domingo del
Tiempo Ordinario Testigos y testimonios de all y de aqu
+ San Ireneo de Lyon: Ireneo, que significa hombre de paz, naci en Esmirna, Asia Menor, en el ao 130. Fue discpulo de san Policarpo, ordenado presbtero en Lyon, Francia en 177. Cuando San Potino, obispo de Lyon, derram su sangre por confesar la fe, ocup su lugar. Vivi 20 aos de relativa paz y respeto por la nueva propuesta religiosa que se ofreca a la gente. Frente al pleno auge del gnosticismo, doctrina que se introduca a los grupos cristianos y los haca desviar del camino propuesto por Jess, tom una posicin de defensa de la fe. Dedic horas y horas a estudiar el gnosticismo y el cristianismo para defender a la Iglesia naciente. Sufri el martirio en el ao 202.
+ 28 de junio de 1980: Masacre de 70 campesinos en San Juan Cotzal, en Guatemala.
+ 28 de junio de 1981: Stanley Francisco Rother, estadounidense, asesinado por su servicio en favor de los pobres, Santiago de Atitln, Guatemala.
+ 28 de junio de 1986: Los cooperantes Ivan Leyvraz (suizo), Bernd Koberstein (alemn) y Jol Fieux (francs) asesinados por defender la vida, promover la justicia y construir la paz con dignidad en Zompopera, Nicaragua. Antfona (Sal 46,2) Aplaudan, pueblos todos; aclamen a Dios con grito de Jbilo. Oracin colecta Oh Dios, que por la gracia de la adopcin, nos quisiste hacer hijos de la luz, concdenos vernos libres de las tinieblas del error, y permanecer siempre vigilantes en el esplendor de la verdad. Por Jesucristo nuestro Seor. Amn. Da litrgico: Domingo 13 del tiempo Ordinario, Ciclo B. Primera lectura Del libro de la Sabidura 1,13-15; 2,23-24
Dios no hizo la muerte ni goza exterminando a los vivientes. Todo lo cre para que existiera; lo que el mundo produce es beneficioso, y en nada de ello hay veneno mortfero; la tierra no es el reino de la muerte, porque la justicia es inmortal. Dios cre al hombre para la inmortalidad, y lo hizo a imagen de su propio ser; pero por envidia del diablo entr la muerte al mundo, y los partidarios del diablo son los que la sufren.
Palabra de Dios. R/ Te alabamos Seor.
Salmo responsorial: 30(29)
R/ Te ensalzar Seor porque me has librado
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+ Seor, Dios mo, a ti grit y t me escuchaste. Seor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R.
+ Toquen para el Seor, fieles suyos, den gracias a su nombre santo; su clera dura un instante, su bondad de por vida; al atardecer nos visita el llanto, por la maana el jbilo. R.
+ Cambiaste mi luto en danzas me has vestido de fiesta. Te cantar mi alma sin callarse; Seor, Dios mo, te dar gracias por siempre. R.
Segunda Lectura De la Segunda Carta del apstol San Pablo a los Corintios 8,7.9.13-15
Hermanos: puesto que en todo son ustedes sobresalientes, en la fe, en el don de la palabra, en los conocimientos, en la disponibilidad para todo, y en el amor que les enseamos, sobresalgan tambin en la generosidad. Ya conocen la generosidad de nuestro Seor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por ustedes, para que con su pobreza ustedes se hicieran ricos. No se trata de aliviar a otros pasando apuros, sino de que haya igualdad: para que ellos los socorran con lo que tienen en abundancia, socrranlos ahora con lo que tienen de sobra ustedes. As reinar la igualdad que dice la Sagrada Escritura: Quien mucho recogi no tuvo ms, y a quien poco recogi, no le falt.
Palabra de Dios. R/ Te alabamos Seor.
Da litrgico: Domingo 13 del tiempo Ordinario, ciclo B. EVANGELIO Del Santo Evangelio segn San Marcos 5,21-43
Cuando Jess regres en barca a la orilla occidental del lago, una enorme multitud se reuni alrededor del l en la playa. Lleg tambin un jefe de sinagoga llamado Jairo, y al ver a Jess se arrodill a sus pies y empez a suplicarle. Mi nia est en las ltimas; ven, impone las manos para que sane y no se muera. Jess se fue con l, acompaado de mucha gente que lo segua y lo apretujaba.
Haba una mujer que sufra de hemorragias desde haca doce aos; haba padecido mucho de mano de muchos mdicos y haba gastado todo lo que tena sin que le hubiera servido de nada; al contrario, iba de mal en peor. Oy hablar de Jess y lleg entre la gente, por detrs, y le toc el manto. Pensaba que con solo tocarle la ropa quedara sana. Y en efecto, inmediatamente se le detuvo la hemorragia, y ella sinti en su cuerpo que estaba sana de su enfermedad.
Jess se dio cuenta en seguida de que una fuerza haba salido de l, y se volvi a la gente para preguntar quin le haba tocado la ropa. Los discpulos le dijeron: Ves que todo el mundo te apretuja y preguntas quin te toc? Pero l segua mirando alrededor para ver quin haba sido. Entonces la mujer, llena de miedo y temblorosa, al comprender lo que le haba pasado, se acerc y cay de rodillas delante de l y le confes toda la verdad.
Pero l le dijo: Hija, tu fe te ha devuelto la salud. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad!. Todava estaba hablando cuando llegaron de la casa del jefe de la sinagoga a decirle: Muri tu hija! Para qu molestar ms al maestro?
Pero Jess alcanz a or esas palabras y le dijo al jefe de la sinagoga: No temas; lo nico que debes hacer es tener fe. Y no permiti que lo acompaaran
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nadie ms que Pedro y los dos hermanos Santiago y Juan. Cuando llegaron a la casa del jefe de la sinagoga y vio el alboroto y a la gente llorando y haciendo grandes lamentaciones, entr y les dijo: Por qu ese alboroto y esos llantos? La nia no est muerta, est dormida.
Y se rean de l. Pero l los hizo salir a todos, y con los padres de la nia y sus tres discpulos entr a donde estaba ella, la tom de la mano y le dijo: Talita, kum (que quiere decir: Oye, nia, despirtate! La nia, que tena doce aos, se levant enseguida y empez a caminar. Ellos se quedaron asombrados. Entonces les recomend y les encareci que no se lo contaran a nadie, y dijo que le dieran de comer a la nia.
Palabra del Seor. R/ Gloria a ti, Seor Jess.
Reflexin Tu fe te ha salvado: Encontramos en el evangelio de hoy dos relatos
entrelazados intencionalmente por el autor, que cuestionan fuertemente la
religiosidad juda y proponen a Jess como alternativa. En el caso de la mujer con
flujos de sangre, vemos una triple marginacin: por ser mujer, por estar enferma y
por haber quedado pobre, ya que haba gastado toda su fortuna en tratamientos
inservibles. Su enfermedad, adems de incapacitarla para tener hijos, era la desgracia
ms grande para una mujer segn la mentalidad de la poca; las leyes del Levtico, la
consideraban impura y, por tanto, nadie deba acercrsele. Segn la Ley lo impuro
contaminaba lo puro. 1
La mujer haba descendido a los infiernos pero de ah la rescat Jess. Su
amargura se le volvi paz, y su alma abatida por el dolor pudo ver la luz cuando lo
conoci. Tal vez le haba hablado de l, o lo haba visto y escuchado en alguna parte
donde frecuentemente comparta sus enseanzas. En ese momento, Jess era
considerado como un hombre de Dios y estaba integrado a la comunidad. A ella se
la tena como una mujer impura y segregada de la comunidad. Por lo tanto, nadie
deba acercrsele, hablarle y, menos, tocarla. Pero la mujer rompi con estas normas.
Una vez ms se nos muestra que la fe en Dios no se la puede reducir a
cumplir unas normas y participar de unos ritos religiosos; menos cuando estos no
responden a las necesidades reales de las personas. Esta mujer lo tena todo perdido.
El hombre de Nazreth le inspiraba confianza y su fe le impuls a hacer algo
1 La mujer que ha tenido sus reglas ser impura por espacio de siete das, por ser un derrame de sangre de su cuerpo. Quien la toque ser impuro hasta la tarde. Todo aquello en que se acueste durante su
impureza quedar impuro, lo mismo que todo aquello sobre lo que se siente. Quien toque su cama deber
lavar sus vestidos y luego baarse, y permanecer impuro hasta la tarde. Quien toque un asiento sobre el
que se ha sentado deber lavar sus vestidos y luego baarse, y quedar impuro hasta la tarde Si una mujer tiene derrame de sangre durante muchos das, fuera del tiempo de sus reglas, o si stas se
prolongan, quedar impura durante todo este tiempo, como en los das del derrame menstrual (Lev 15,19-22.25)
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prohibido por la ley: tocar a un hombre sano con la esperanza de quedar curada. Lo
hizo muy furtivamente como para que nadie lo notara.2
Mucha gente buscaba a Jess por diferentes motivos. Hasta Herodes quera
conocerlo por curiosidad (Lc 9,7-9). Muchos lo apretujaban, pero no todos de la
misma manera y con las mismas convicciones. Entre ellos una, la ms desgraciada
de todas, la ms marginada entre los marginados, la mujer que padeca flujos de
sangre, marc la diferencia. La que menos vala para el mundo, result siendo el
paradigma de fe. Las apariencias engaan!
Jess, que pudo ver lo esencial en el ser humano y lo realmente valioso,
descubri la riqueza de esta mujer tres veces marginada: su perseverancia, su riesgo,
su decisin y su fe. Aunque muy sigilosamente, fue capaz de romper esquemas y de
hacer algo prohibido por la Ley. Al igual que Jess, ella nos mostr que no todo lo
prohibido es malo, ni todo lo permitido es bueno y saludable para el ser humano.
Tu fe te ha salvado, le dijo Jess. En sentido cristiano, la fe es la que nos
mueve, la que nos impulsa, la que nos desinstala, la que nos hace arriesgar, hablar,
tocar y entrar en dimensiones desconocidas. La que nos hace abrir caminos y
descubrir nuevos mundos por vivir. El ser humano no es esttico sino dinmico y
cada da debe ir descubriendo su ser y quehacer. Y cada da debe ir descubriendo la
voz de Dios en su camino, en su historia, en los acontecimientos, en su vida, en su
conciencia; y debe optar, actuar, tomar un camino en el cual experimente la accin
salvfica de Dios.
Si hubiera sido cierto lo que predicaban los rabinos, Jess habra quedado
impuro cuando la mujer lo toc. Pero sucedi lo contrario. Fue ella quien qued
pura. La ortodoxia juda la marginaba y la condenaba por ser mujer, pobre y
enferma; Jess la acogi y la limpi. La ortodoxia juda la despreciaba y la maldeca;
Jess la felicit por su gran fe y la despidi en paz y con salud. Haba algo que no
estaba bien y no era precisamente la gente, era otra cosa ms estructural y
aparentemente santo...
No temas, basta que tengas fe: Despus del templo, la sinagoga
representaba, para la poca, la institucin ms importante. Pero Jairo, jefe de una de
ellas, no haba encontrado remedio para su hija y por eso acudi a Jess, un profeta
2 El relato nos presenta unas caractersticas mgicas muy propias de los relatos de la antigedad: La
mujer lo toc e inmediatamente se le detuvo la hemorragia, y ella sinti en su cuerpo que estaba sano
de su enfermedad. Hay que aclarar que el evangelista no estaba con una videograbadora para captar los
detalles de los acontecimientos. Se trata de una composicin literaria que nos trae algo mucho ms de
fondo.
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que haba cuestionado las viejas y anquilosadas estructuras religiosas. Resultaba
inslito que un rabino de la sinagoga fuera a pedirle un favor a quien haba dirigido
las ms mordaces crticas a la institucin juda. Pero se atrevi a hacerlo.
El texto no da el nombre de la muchacha, s del pap. Quin era la hija de
Jairo? A quin representaba?3 La nia representaba al pueblo judo que estaba
enfermo, en crisis y al borde del colapso y la sinagoga no estaba respondiendo
adecuadamente a las necesidades de la gente.
Jairo era aquel jefe de los que no se ocupan nicamente en salvarse as
mismos y a la institucin a la cual representan, caiga quien se caiga y muera quien se
muera. Jairo era de los jefes que les interesa ms el bien de la gente que mantener
anacrnicas estructuras que entorpecen el desarrollo de los pueblos. Jairo no se
qued estancado defendiendo su propio bienestar. Busc alternativas y soluciones
reales. En su bsqueda encontr a Jess y se ech a sus pies, es decir, se puso a su
disposicin, confi en l y sigui sus pasos.
Pero tanto Jairo en su bsqueda, como Jess en su propuesta de vida,
encontraron resistencia. Unos le dijeron que ya su hija haba muerto y que no haba
esperanzas, otros que para qu iba a molestar al maestro y otros se burlaron del loco
Jess quien afirmaba que la nia slo estaba dormida.
No temas, basta que tengas fe, le dijo Jess a Jairo. La misma fe que anim a la
mujer que padeca con los flujos de sangre. Ante la crisis viene el temor (que en la
Biblia es signo de falta de fe). Ante la crisis mucha gente se desespera, todo lo ve
oscuro y sin salidas. Para los incrdulos la situacin ya no tena remedio y slo
quedaba el llanto, pues la nia estaba muerta. Jess no desconoca la realidad, el
pueblo estaba en crisis, por eso acudi a auxiliar a la nia. Pero para l todo tena
solucin, pues lo que es imposible para los hombres es posible para Dios (Lc 18,27).
La gente cargada de pesimismo entorpece la bsqueda de soluciones, el
pnico cunde y todo se echa a perder. A una misma realidad se le puede hacer una
lectura pesimista y otra lectura esperanzadora. Para las pesimistas plaideras todo
estaba perdido. Jess vio oportunidades donde todos vean oscuridad. No pocas
veces le declaramos la muerte prematura a una causa, a una idea, e incluso a unas
personas: esto ya no tiene sentido, todo esto es un fracaso, esa persona ya no tiene arreglo
Por eso slo permiti que lo acompaaran tres de sus discpulos; y en casa de Jairo,
ante las burlas de los presentes, los sac a todos y entr nicamente con Jairo, su
esposa y sus tres acompaantes.
Con la nia tuvo unos gestos muy amables y significativos. La tom de la
mano y le habl: contigo hablo, levntate. Y la nia se levant y empez a caminar. 3 Como en el caso anterior, se trata de una elaboracin literaria. Posiblemente, el evangelista haya contado
con algn relato de milagro que redact para presentar un mensaje.
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Saben lo que significa en el evangelio empezar a caminar? Discipulado. O sea, Jairo,
su esposa y su hija (entindase la fraccin de pueblo que diriga Jairo en la sinagoga)
se convirtieron en discpulos de Jess.
Un detalle que no quiero dejar escapar es la edad de la nia, los mismos que
los de la mujer que llevaba sufriendo los flujos de sangre: doce aos. Doce es
plenitud, es la edad en la que se podan comprometer las mujeres para el
matrimonio, para comunicar la vida y tener hijos. Estas mujeres en la plenitud de su
vida estaban quedando infrtiles y, ni la sinagoga, ni todas las maromas que haba
echo la mujer para curarse haban servido. Jess les ofreci la oportunidad para
levantarse y caminar, para generar vida a su paso.
Ya miramos para atrs; ahora mirmonos nosotros. Es importante revisar a la
luz de este evangelio nuestra vida personal, familiar y eclesial. Preguntarnos si alguna
vez, como la mujer que tena los flujos de sangre, hemos ido por el mundo del
tumbo al tambo, de un lado para el otro, buscando desesperadamente soluciones a
nuestros problemas, respuestas mgicas y rpidas a nuestras preguntas, pero no
hemos logrado ms que empeorar nuestra situacin. Necesitamos tener la fe robusta
de esta mujer dbil para llegar a Jess, y con l, romper todo aquello que no nos
permite desarrollarnos como verdaderos hijos de Dios.
Preguntmonos si, como iglesia nos asemejamos a la sinagoga del viejo
Jairo: incapaz de sanar los males de sus integrantes por estar centrada en
anacrnicas estructuras que no dan vida. Como lo hizo el viejo Jairo, necesitamos
humildad para reconocer que la respuesta no est en la vieja sinagoga sino en el
encuentro con Jess vivo. Necesitamos dejar el miedo de perder las falsas
seguridades, el status y el poder que nos han dado para callar nuestra boca y
amarrar nuestras manos. Necesitamos una fe robusta para romper con las viejas
estructuras que nos mantienen cerrados al mundo, y dedicarnos a trabajar para
remediar los males que atacan a la gente.
Hay entre nosotros una nostalgia de lo antiguo: porque ya las cosas no son como
antes, porque ya la iglesia no tiene el poder y la influencia que tena antes, porque antes en algunos
de nuestros pases la iglesia catlica era la religin del estado y ahora ya no En fin, podemos
sentarnos a llorar sobre la leche derramada. A lamentarnos de lo que tenamos y ya
no tenemos, a decir que el mundo le est dando la espalda a Dios...
Pero no nos han quitado nada de que realmente es valioso en sentido
cristiano. Cuando le dieron poder a la Iglesia la obligaron a poner su atencin en la
doctrina, la institucin y las normas. Nuestros lderes (presbteros, obispos y toda la
jerarqua que se inventaron para funcionar bien) se convirtieron en funcionarios
reales, fieles al imperio y sus intereses e infieles al evangelio y su proyecto de vida.
Ahora cuando el mundo se vino en contra de la institucin eclesial, en vez de
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quedarnos pegados defendiendo nuestros dogmas e instituciones, necesitamos
dejarnos cuestionar y aumentar nuestro compromiso con la vida4. Construir, con la
gracia del Espritu Santo, una Iglesia, no que condena y margina, sino una Iglesia
que salva, que levanta a los enfermos y apoya procesos de vida. Que brille no por su
voz inquisidora sino por las muestras de generosidad (segunda lectura).
Oracin
Bendito seas por siempre, Jess, amigo, hermano, compaero nuestro, reflejo
fiel del amor misericordioso de Dios, Padre y Madre comn. Bendito, alabado,
amado, reconocido y enaltecido por siempre. Glorificamos a Dios por tu Palabra,
por tu testimonio, por tu presencia viva en medio de nosotros. Gracias, Jess,
gracias hermano nuestro, gracias bendito seas por siempre gracias por estar
aqu donde dos o ms nos reunimos en tu nombre t te haces presente y creemos
firmemente que t ests aqu, dentro de cada uno, dentro de nuestras familias,
dentro de nuestras comunidades infundindonos constantemente la gracia de tu
Espritu. Nos abrimos totalmente a esa gracia salvadora
Te entregamos nuestra vida, nuestra edad, los aos que hemos vivido y los
aos que nos quedan por vivir. Te bendecimos por todas las experiencias bellas y
tambin por aquellas experiencias difciles en las cuales hemos contado con tu
auxilio, con tu mano generosa y tu firme amistad. Te entregamos nuestro camino.
Danos una fe grande, firme y arriesgada como la de la mujer del Evangelio
que hoy compartimos. Danos lderes como Jairo que buscan desde la fe y con
honestidad, la solucin a los conflictos existenciales de su comunidad. Queremos
vivir estos procesos de salvacin al interior de nuestra vida personal y en nuestra
vida familiar y comunitaria. Nos acercamos a ti con la fe de la mujer, con la fe de
Jairo tal vez, con dudas, con temores, con dolores, con esperanzas, llenos de
utopas, de sueos, de ilusiones, de necesidades y tambin de ganas de vivir y de
luchar, de buscar y encontrar. Confiamos en ti, aceptamos la invitacin que le hiciste
a la nia y que hoy nos haces a nosotros: Talita, kum: Oye, nia, despirtate!.
Queremos levantarnos y caminar contigo. Creemos en tu palabra, queremos dar el
4 El mundo de la secularizacin quebr la cristiandad y qu bueno porque as vamos a centrar la fe no
en las normas y la institucin sino en la vida, en la mstica y en la espiritualidad de la comunidad
cristiana primera. As nos queda ms fcil recuperar la primaca de Jess, planteado desde la persona.
Esto es lo ms eclesial que hay. El mundo de la doctrina y la norma no es el mundo de Jess
(CARRASQUILLA Federico, En: Charla sobre Espiritualidad cristiana, Villa Marianella, abril de 2006).
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paso definitivo contigo y seguirte hasta el final contigo vamos, contigo
caminamos Amn.
Oracin sobre las ofrendas Oh Dios, que bondadosamente realizas el fruto de tus misterios, concede que nuestro servicio sea digno del sacrificio que celebramos. Por Jesucristo, nuestro Seor. Amn. Oracin despus de comunin Que la vctima divina que hemos ofrecido en sacrificio y recibido en comunin, nos d la vida, Seor, para que, unidos a ti en caridad perpetua, demos frutos que siempre permanezcan. Por Jesucristo, nuestro Seor. Amn.