El espacio de Teoría y Diseño Curricular, tomado desde el punto de vista reflexivo, me permite hacer una auto-crítica de mi formación desde el primer momento en que entre contacto directo con este proceso, el cual, no comencé a ver desde el semestre electivo o clases, sino desde que inicie a reconocer las Didácticas de la Matemática, Ciencias Naturales, Sociales, Inglés, Castellana o las demás áreas del saber que son obligatorias, ya que es en estas mismas en las que mi labor como Maestro comienza a completarse al intervenir en elaboraciones de clase, planes de clase y ser ingenioso y creativo con el insumo didáctico a implementar en el proceso de enseñanza-aprendizaje, es así precisamente como poco a poco voy ampliando mi concepción en torno a Diseño Curricular y lo subrayo hacía mi Deber Ser y la pertinencia de los procesos que desarrollaré en mi futura aula de clase con mis niños y niñas, siendo así todo este conocimiento un oasis abierto, trascendental y que se ubica permanentemente en la punta del iceberg que no se puede dejar hundir: La formación integra de cada sujeto.