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    REVISTA ESTRUCTURA

    Refexin sobre la tica

    en psicologa como

    herramienta para la

    toma de conscienciade la gubernamen-

    talidad neoliberal.Jair Carrizo Roa.1

    Introduccin.

    Para poder pensar nuestra actualidad, nuestro

    presente, es necesario siempre volver hacia el

    pasado para poder reformular lo sucesos que

    llevaron a poder signicar el aqu y el ahora

    como lo experimentamos. Es necesario de-

    jar de lado la mirada inocente, y empezar a

    pensar que la realidad que vivimos a diario no

    es as por mera casualidad, sino que responde

    al quehacer activo de ciertos grupos socialesque logran desenvolverse con mayor libertad

    en el mundo, y acontecimientos histricos que

    permitieron una desventaja de recursos a otros

    grupos sociales.

    Es imposible pensar al sujeto actual como

    un individuo. Son muchos los factores que

    van determinando lo que se podra pensar

    como subjetividad. Des-

    de la cultura, hasta el siste-ma social-econmico, como

    tambin por las distintas dis-

    ciplinas, formas de conoci-

    miento, y medios de comu-

    nicacin masivos.

    En este sentido, es posible

    reexionar sobre la tica que

    existe en la psicologa insti-

    tucionalizada, de forma general, sobre cmo

    se posiciona en la actualidad, pensando a la

    psicologa como una ciencia social, pero tam-

    bin como una ciencia de la salud, enfocada

    principalmente al padecimiento y sufrimien-

    1 Estudiante de licenciatura en psicologa, UAH. jair.ca-

    [email protected]

    to psquico de las personas. El entender a la

    psicologa en general institucionalizada como

    respondiendo a intereses ajenos de las ma-

    yoras populares de Chile, y especcamente,

    alejndose de las races del constante sufri-

    miento de las personas y sus problemticas

    diarias. La constante normalizacin presentadaen el quehacer psicolgico se podra desarro-

    llar como una forma de dominacin, que res-

    ponde a ciertos intereses, y que no se enfoca

    servir como un saber prctico hacia la toma

    de consciencia de la fuente del padecimiento

    actual y el moldeamiento de conductas ha-

    cia los ciudadanos. El problema en este caso

    es el reexionar sobre el tema tico de que la

    psicologa justamente no desarrolle esta labor,y por sobre todo, que haga esto explcito en

    su forma de actuar, y la interrogante respecto

    de a qu responde su forma de desenvolver-

    se como un saber-poder. En otras palabras,

    la psicologa en general no se ha preocupado

    de dar cuenta de los determinantes de la sub-

    jetividad como la conocemos, sino que ms

    bien se ha enlazado con las propuestas do-

    minantes sobre hacia dnde debera apuntarla subjetividad actual.

    Tomando esto en cuenta, en un primer mo-

    mento se dar un esbozo sobre el contexto de

    la sociedad actual, basada en los ideales del

    neoliberalismo, teniendo como eje articulador

    al mercado. Esto para poder pensar al neoli-

    beralismo como una forma

    de conducir las conductas,

    y con ello, moldear las sub-

    jetividades.

    Posteriormente, se intenta-

    r hacer dialogar diversos

    conceptos tericos y pen-

    samientos para poder dar

    cuenta de que, tanto la sub-

    jetividad como el ambiente

    en el cual se desenvuelve esta subjetividad,estn construidos y pensados desde una gru-

    palidad dominante que ejerce el poder acor-

    de a sus intereses. Ya desde la instalacin del

    consumo como forma de ciudadana, relacio-

    nada con la ampliacin del crdito, ser posi-

    ble pensar la sociedad de consumo como una

    imposicin. La ciudad, los monumentos, los

    Es necesario () empe-zar a pensar que la reali-

    dad que vivimos a diario

    no es as por mera casua-

    lidad, sino que respon-

    de al quehacer activo de

    ciertos grupos sociales.

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    hroes enaltecidos en estatuas en el centro de

    la urbe, las calles, homenajes, como tambin

    la llamada opinin pblica, responden directa-

    mente a una intencionalidad que las construye

    como se nos presentan a diario. La urbanidad

    responde a la instalacin de una narrativa que

    no representa la heterogeneidad explcita queacontece en la realidad. Es un acallamiento de

    lo plural, con aprovechamiento de las ventajas

    de recursos para imponer este relato, como

    tambin es posible pensar la llamada opinin

    pblica como una ilusin, sirviendo esto de

    una metodologa netamente poltica, para im-

    poner un relato especco como la media de

    las opiniones.

    Finalmente, se tratar a la psicologa como un

    saber-poder que trata de mantener e imponer

    un cierto actuar, y no se ha enfocado en plan-

    tearse como una forma de saber que ayude a

    la toma de consciencia sobre los fundamentos

    del malestar en la sociedad actual. Ms bien,

    cmo se ha enfocado en ir reproduciendo es-

    tos fundamentos, desde la implementacin de

    la normalidad, o el tipo de ciudadana espera-

    da por el sistema.

    La psicologa se ha enfocado, como disci-

    plina, y en ser una herramienta de toma de

    consciencia de esta realidad? A qu ha es-

    tado sirviendo el quehacer psicolgico? Si se

    puede pensar a la psicologa como una ciencia

    de la salud que apunta a trabajar el sufrimiento

    subjetivo, un aspecto tico en la psicologa no

    debera ser la toma de consciencia de que elsufrimiento que padecen los sujetos se vincu-

    la, directamente con la estructura social, polti-

    ca y econmica, entendiendo que esta ltima

    moldea a los sujetos acorde a ciertos valores?

    Desarrollo.

    El golpe de estado acontecido el 11 de Sep-

    tiembre de 1973 dio paso a la instauracin for-

    zosa y violenta de un nuevo sistema econmi-co y social en Chile, centrado principalmente

    en la ideologa neoliberal, bajo la cual el mer-

    cado se presenta como punto central en esta

    conformacin de sociedad.

    El neoliberalismo es posible de entender como

    una manera de guiar la conducta de los indi-

    viduos posicionando al mercado como el te-

    rritorio exclusivo para la gestin de las rela-

    ciones sociales(Energici 2012:2). Entender

    al neoliberalismo de esta forma nos permite

    tener en cuenta que el sistema econmico, ya

    desde su misma instauracin violenta, ha es-

    tado constantemente guiando el actuar de las

    personas hasta el da de hoy, en que la sub-jetividad est constantemente bombardeada

    por un sistema que la amolda a sus propios

    intereses. En este sentido, y pensando desde

    Bauman (2005), quin plantea la situacin ac-

    tual como modernidad lquida reriendo a una

    poca de descompromiso, elusividad, huida

    fcil y persecucin sin esperanza. En la moder-

    nidad liquida dominan los ms elusivos, los

    que tienen libertad para moverse a su antojo(Bauman 2005:129), se podra apuntar a que

    existen grupos con diferencias de recursos en

    relacin a otros grupos, y en esta desventaja

    sera donde se pueden presentar como entes

    dominadores en relacin a la totalidad.

    En la sociedad de consumo (Moulian, 1998)

    se ha instaurado un nuevo tipo de ciudadana,

    fundamentada en el acceso al crdito, dejan-

    do de lado la nocin de ciudadano poltico.

    Existe una despolitizacin ciudadana. La so-

    ciedad se concibe como un gigantesco mer-

    cado donde la integracin social se realiza en

    el nivel de los intercambios ms que en el ni-

    vel de lo poltico(Moulian 1998:121). Se as-

    pira al poder que se puede ejercer solamente

    como consumidor. La cultura del Chile actual

    es atravesada por la lgica del consumo. Es

    por ello que es posible pensar que la subjeti-

    vidad promovida desde este marco econmi-

    co responde a estas ideas del libre mercado.

    Desde el nivel de la subjetividad esto

    signica que en gran medida la identidad

    del Yo se construye a travs de los obje-

    tos, que se ha perdido la distincin en-

    tre imagen y ser. (Moulian 1998:106).

    La subjetividad comn es invadida desde di-

    versos lugares, desde los medios masivos de

    comunicacin, la publicidad. Se introducen

    tensiones en la vida de las personas, deseos

    que deben ser satisfechos. La llamada opinin

    pblica es posible pensarla desde Bourdieu

    (2000) como una construccin subordinada a

    demandas particulares, que dan como pro-

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    ducto la ilusin de una media de opiniones,

    pero que de forma concreta, estos instrumen-

    tos estn construidos para dar un resultado

    ilusorio, ya que nalmente, las encuestas de

    opinin son instrumentos de accin poltica.

    La imposicin de un tipo de opinin es nal-

    mente promovida y reforzada por los gruposque ejercen el poder, y esta es movilizada por

    sus intereses particulares.

    Incluso, es posible pensar que la construccin

    fsica de la ciudad y el medio ambiente por el

    cual los ciudadanos circulan puede ser mani-

    pulado para hacer de l argumento y refuerzo

    simblico para una determinada ideologa de

    identidad articialmente favorecida desde ins-

    tancias polticas.(Delgado 2001:3). Contina

    Delgado (2001) planteando que sto es una

    generacin en masa de espacios prostticos

    destinados a servir de soporte adaptativo a

    realidades nuevas, nuevas maneras de rela-

    cionar ideologa y lugar(dem). Hay una crisis

    de signicado vivido desde el orden poltico.

    La urbanidad est constantemente haciendo

    emerger signicados diferentes, nuevos, plu-

    rales y cambiantes: esta crisis es hacia la mul-

    tiplicidad. Desde el orden poltico se trata de

    establecer un signicado, una homogeneidad,

    un discurso impuesto que se puede ver clara-

    mente en la construccin de la ciudad, en la

    monumentalizacin utilizada, en los hroes

    histricos resaltados, en las batallas gana-

    das que son puestas como puntos de refe-

    rencia y de orgullo nacional. Pero, qu suce-

    de con lo que queda fuera de este discurso?

    Es posible pensar a la psicologa en general

    como la disciplina a cargo de mantener el equi-

    librio microsocial los mecanismos por los cua-

    les se va armando y reproduciendo la llamada

    normalidad (Prez 2009).

    La psicologa en general, en sus expre-

    siones institucionales, se revela como

    un instrumento de dominacin (Prez

    2009:12)

    esto referido a que mantiene, mediante esta

    institucionalizacin, la normalidad; es decir, lo

    que se podra entender como la tolerancia re-

    presiva. Qu tipo de participacin es promo-

    vida por la psicologa en general?

    La catalogada como buena participacin

    apunta a lo institucionalizado y normado. Ener-

    gici (2012) plantea tres niveles de buena parti-

    cipacin: a nivel de consulta, a nivel informativo

    y a nivel de externalizacin. La primera apunta

    a la consulta principalmente, y no a una orga-

    nizacin. La segunda apunta a los niveles detransparencia e informacin que se presentan

    sobre el funcionamiento. La tercera sobre la

    ejecucin de programas, mediante la externa-

    lizacin de ciertos servicios. Se puede apre-

    ciar, en estos tres niveles son muy acotados,

    y abordan campos muy limitados.

    En este sentido, la tolerancia imperante es

    represiva porque permite y fomenta la doble

    moral y, en cambio, ridiculiza y combate las

    perspectivas utpicas (de izquierda o de de-

    recha) que aspiran a cambiar el mundo(P-

    rez 2009:7). Es represiva tambin porque su

    permisividad aparente encubre y refuerza la

    falta de posibilidades reales de los margina-

    dos.(dem).

    Cmo la psicologa en general se maniesta

    ante este contexto de moldeamiento del su-jeto? A qu est sirviendo la psicologa en

    la actualidad? Qu sucede con la tica de

    no explicitar que se sirve, con ello, a servir a

    la gubernamentalizad neoliberal de las mayo-

    ras; es decir, ayudar a la normalizacin de las

    conductas y subjetividades teniendo los idea-

    les econmicos de un sistema desigual como

    fundamento?

    Tomando en cuenta aspectos presentados

    con anterioridad, pareciese que la psicologa

    en general no ha tomado en cuenta la impor-

    tancia que posee el contexto social, poltico y

    econmico que envuelve al sujeto y lo con-

    gura de una cierta manera. Hay un tipo de ciu-

    dadana que no se presenta como propuesta

    desde la psicologa: ms bien, pareciese que

    la psicologa apunta a corregir estas anoma-

    las normadas impuestas desde la normativa

    poltica actual.

    Existe un malestar en las personas en Chile

    (Salazar 2011), y en este punto, la psicologa

    parece relevante, si se considera a la psico-

    loga como una disciplina que en una de sus

    diferentes escuelas se enfoca a tratar este ma-

    lestar, y a servir como herramienta que apunte

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    a disminuir este malestar. La participacin ciu-

    dadana ha sido sumamente importante para

    poder pensar la actualidad. La llamada vuelta

    a la democracia o mejor dicho, post-dicta-

    dura solamente fue posible por las revuel-

    tas sociales que apretaron al

    rgimen militar, e hicieron deChile un pas inestable econ-

    micamente, lo que llev a que

    el capital internacional no se

    viera interesado en invertir su

    capital en este pas (Salazar

    2011). Aspectos como estos

    son importantes de considerar

    si se piensa desde la idea que

    el modelo econmico y siste-ma social moldea al sujeto. La

    participacin por ende, es un

    factor crucial para poder enfo-

    carse en tratar este malestar

    desde su raz misma.

    Es posible pensar el sufrimiento de las perso-

    nas debido al tipo de cultura en que estamos

    viviendo, y, en un grado menor, esto se debe

    directamente al modo en que se instaura un

    tipo de sociedad. Las relaciones sociales se

    ven afectadas por esta estructura que deter-

    mina el actuar, el pensar y el vivir. Se podra

    pensar el postulado de Humberto Maturana

    (2012) en el cual plantea que el ser humano,

    tomando un caso particular, no es violento en

    s, como algo innato, sino que esta violencia

    se debe a la forma en que nos relacionamos

    con los dems. En este caso, nos parece po-

    sible extrapolar esta idea a un tipo de modo

    de vida que en s es violento. Existe un tipo de

    individualidad en dnde el xito depende ex-

    clusivamente de lo que cada uno pueda hacer

    sobre el otro; hay una negacin en este caso

    del otro, porque solamente se puede ganar

    en la medida que se es mejor que los dems,

    ms rpido, ms inteligente. Es una forma de

    vivir basada en la negacin de los dems, no

    en un mutuo respeto. Es posible pensar esta

    determinacin de la conducta en diferentes

    niveles, como ste planteado por Maturana.

    En este punto, es necesario hacer la distincin

    de que el psiclogo, en su actuar, y como su-

    jeto de conocimiento y por ende, del ejercicio

    de algn poder no debe presentarse como

    un agente paternalista ante los ciudadanos.

    Se presenta como necesario un tipo de inter-

    vencin de empoderamiento, en la cual el rol

    del psiclogo sea entregar ciertas herramien-

    tas para que la ciudadana sea

    capaz de tomar consciencia delos problemas sociales ya es-

    tipulados. En este punto, la

    comunidad necesita concien-

    tizarse de esta problemtica

    (la gubernamentalidad neoli-

    beral), y desde esta toma de

    consciencia (Montero 1984),

    asumir el control de esta acti-

    vidad hacia un n transforma-dor. La psicologa tendra que

    entablar un dilogo claro y en-

    focado a la unin de la teora

    con la prctica. Como plantea

    Montero (1984), esto signica

    oposicin a cualquier forma de

    paternalismo-autoritarismo-intervencionismo

    (Montero 1984:12); es decir, lo central es la

    participacin en su propio proceso de la comu-nidad misma, desde los ciudadanos mismos

    en su conjunto como comunidad.

    El acto no paternalista, ni autoritario, ni inter-

    vencionista, parece un rol central en la tica

    de la psicologa, en el sentido de la toma de

    consciencia de la forma de moldeamiento que

    se ejercen desde ciertos sectores hacia un tipo

    esperado de subjetividad, y de los problemas

    sociales que se viven.

    Conclusin.

    Nos parece que actualmente la psicologa no

    se hace cargo del dilema presentado, de este

    problema poltico que repercute claramente en

    los sujetos. La psicologa, en tanto ciencia so-

    cial pero tambin como ciencia de la salud

    no se ha hecho cargo de este moldeamiento

    del sujeto, y en una forma ms especca, no

    se ha propuesto a ella misma como una disci-

    plina que promueva la toma de consciencia de

    los reales problemas que aquejan a los sujetos.

    Si bien la psicologa se ha tratado de encargar

    de los problemas y del sufrimiento de las per-

    sonas, esto se ha realizado en un plano neta-

    mente individual exceptuando los casos en

    Se presenta comonecesario un tipo de

    intervencin de em-

    poderamiento, en el

    cual el rol del psi-

    clogo sea entregar

    ciertas herramientas

    para que la ciudada-na sea capaz de to-

    mar consciencia de

    los problemas socia-

    les ya estipulados.

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    que son terapias grupales o familiares, aunque

    estas tampoco llegan a un nivel mesosocial o

    macrosocial. Cul es la raz del sufrimiento

    de las personas? Al parecer se

    encuentra en el modo de rela-

    cionarse unos con otros, como

    tambin en que desde lo polti-co-econmico se ha promovi-

    do un tipo de subjetividad que

    engendra el sufrimiento. La so-

    ciedad de consumo como sis-

    tema social es un crculo in-

    nito de desdicha, en donde el

    consumo lleva a ms consu-

    mo, y en el cual el desear con-

    sumir es el factor que mueve ala sociedad. Es un sufrimiento

    constante que no acabar. To-

    mando en cuenta que el ideal

    del sujeto del crdito est total-

    mente enfocado al mantenimiento del estado

    de ciudadano crediticio, dejando de lado todo

    rol poltico que podra incidir en algn tipo de

    cambio social.

    La psicologa institucionalizada tampoco se ha

    presentado como denida polticamente. Es

    imposible pensar una actividad sin que esta

    tenga un fundamento poltico, como tampoco

    es posible pensar al sujeto de forma individua-

    lizada. No existe algo similar a lo a-poltico,

    a-social o la a-historicidad. Y parece im-

    portante que la psicologa dena este campo,

    por las repercusiones que tiene sobre lo que

    se trabaja. La subjetividad est moldeada des-

    de estos ideales polticos, y que la psicologa

    se presente como una disciplina sin un tinte

    poltico, nalmente, lleva a que se siga repro-

    duciendo un sistema de convivencia, un sis-

    tema cultural, poltico y econmico que, a su

    vez, sigue reproduciendo el malestar que se

    vive en sociedad.

    Pareciese importante que la psicologa se pro-nunciara sobre lo que ella construye como nor-

    malidad, que dentro de la tica en la psicolo-

    ga, este pronunciamiento me parece esencial.

    Porque, nalmente, a quin est respondien-

    do en general la psicologa? El silencio nal-

    mente responde a la propuesta del sistema

    actual, a la normalizacin de esta conduccin

    de conductas.

    Al parecer, la psicologa en general no se en-

    foca en ser una herramienta de toma de cons-

    ciencia sobre el contexto, y las

    repercusiones que tiene este

    contexto en la vida de los su-

    jetos. Al parecer, hay un vaco

    en esta conducta, y espec-

    camente, hay un problema ti-

    co desde el psiclogo/a, en el

    sentido de que posee un co-

    nocimiento sobre cmo afecta

    la estructura social en la sub-

    jetividad, pero no se enfoca

    como disciplina en dar cuenta

    de esto, con el posterior empo-

    deramiento de la ciudadana en

    la solucin de este problema.

    Y por otra parte, no hay un ac-

    tivo quehacer de enfocar a la disciplina en la

    generacin de conocimiento sobre estos fac-

    tores determinantes que responden a valores

    netamente econmicos.

    La conduccin de conductas es clara, tantoen la subjetividad como en la ciudad en gene-

    ral. Los valores imperantes son los exaltados

    en la sociedad actual del consumo y el libre

    mercado. Pero parece necesario un trabajo

    del psiclogo como herramienta para que los

    sujetos puedan tomar conciencia de esta pro-

    blemtica, ya que los afecta directamente, y

    el psiclogo y la psicloga, al ser sujetos que

    poseen cierto conocimiento y cierta prctica,es necesaria su aplicacin, vinculado a su es-

    fera tica, para la toma de consciencia de este

    moldeamiento que estn sujetos.

    Bauman, Z. 2005. Modernidad lquida. Buenos Aires:

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    rimb.cl/energici.html

    Cul es la raz del su-

    frimiento de las per-

    sonas? Al parecerse encuentra en el

    modo de relacionar-

    se unos con otros,

    como tambin en

    que desde lo polti-

    co-econmico se ha

    promovido un tipo desubjetividad que en-

    gendra el sufrimiento.

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