Reflexiones 53 el poder de la oración

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REFLEXIONES El Poder de la Oración H.C. ELÍAS

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Orar no es hablar, no es pensar, no es repetir, es vivir cada momento, expresar el ser interior en absoluta congruencia entre el pensar, sentir, y hacer. Es agradecer todo y entrar en un estado resonante con los ritmos de armonía universales.

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REFLEXIONES

El Poder de la Oración

H.C. ELÍAS

El Poder de la Oración

H.C. ELÍAS

RETORNO A EDÉN © H.C. Elías Registro INDAUTOR No. 03-2010-121614310200-01

ISBN: 9786070048739

La Fe

Para que las emociones puedan darle existencia en el plano

material a la posibilidad elegida por el pensamiento es

necesario creer para que de esta forma los sentimientos,

resultado de la unión de ambos puedan ser codificados por el

corazón como información dentro de un campo de energía.

En la Biblia encontramos que la fe es la certeza de lo que se

espera, la convicción de lo que no se ve.

Analicemos esta definición, “certeza de lo que se espera”, al

hablar de certeza hablamos de seguridad intelectual por tanto

esta parte involucra al pensamiento, además la palabra

“espera” se liga irremediablemente con la idea de tiempo.

Veamos que nos dice la segunda parte “convicción de lo que

no se ve”; convicción también nos sugiere seguridad, solo

que en este caso se relaciona con seguridad emocional y la

sentencia, “lo que no se ve” puede asociarse a la idea de

ubicación, lugar, por tanto espacio.

Es entonces que la fe se relaciona con la unión de

pensamiento tiempo, emoción-espacio.

Citando el dicho 106 del Evangelio Apócrifo de Tomás que

dice: cuando hagáis de los dos uno, os convertiréis en hijos

de la humanidad y cuando digas a la montaña ¡muévete!, se

moverá. “Cuando hagáis de los dos uno”, si lo asociamos con

la definición Bíblica que analizamos sugiere que la fe surge

de la unión del pensamiento con la emoción, es decir de los

sentimientos. Por otra parte también nos sugiere que esta

unión debemos realizarla en donde el espacio se une al

tiempo y esto sólo sucede en el nivel cuántico.

Ahora la cadena de la fe que da por resultado el “mover

montañas”, contiene 6 eslabones:

Pensamiento≈Emociones≈ Sentimientos≈Corazón

≈ADN≈Fotones.

Los sentimientos alteran los campos electromagnéticos del

corazón y estos cambian la materia que forma lo que nos

rodea mediante la interacción del ADN con los fotones.

Al interactuar con el ADN no solo cambiamos la materia que

nos rodea externamente sino también internamente

permitiendo alterar nuestra realidad de forma casi milagrosa.

Esta cadena hace posible la sanación de nuestro propio

cuerpo así como la sanación de otros, repercutiendo en la

sanación del universo mismo.

La sanación que se logra mediante el manejo de sentimientos

utilizando el campo electromagnético del corazón como onda

portadora de información no conoce de tiempo;

enfermedades que se piensen crónicas o incurables e incluso

degenerativas desde la perspectiva médica alópata pueden

requerir tan solo unos minutos para literalmente

“desaparecer”.

En Pekin China se trató a una paciente que sufría de tumor

canceroso en la vejiga. Tres médicos aplicando la medicina

de la información para su cura tuvieron éxito al documentar la

desaparición en 3 minutos del tumor. ¿Cómo lograron tan

sorprendente resultado?

Partiendo de la idea de que el cuerpo es reflejo de algo no

físico, decidieron no juzgar la situación en la que su paciente

se encontraba, es decir no le asignaron ningún tipo de

calificativo como mala, triste, desesperada. Simplemente

vieron la situación por la que estaba atravesando como una

posibilidad más entre el vasto mundo de las posibilidades del

mundo. Luego se dieron a la tarea de elegir otra

(pensamiento-visualización-imaginación) y a esa nueva

posibilidad le dieron vida agregando emoción de amor, lo que

permitió a los tres sentir la salud de la paciente, aún más

“vivir” la salud de la paciente, así que con base a la idea

primaria de que el cuerpo es el reflejo de algo no físico, el

cuerpo de la paciente reflejó la sensación creada por los tres

médicos a la vez y el tumor efectivamente desapareció en 3

mins. La cadena de la fe dio resultado, y ¡cómo no! pues la

verdadera fe nunca falla.

Y si no hubieran estado los tres médicos repitiendo la

sentencia “ya está curada, ya está hecho”, al mismo tiempo

que sentían esa posibilidad, ¿ella lo hubiera logrado sola?

Muy probablemente sí, sin embargo hay una particularidad en

la humanidad y es que nos sentimos más poderosos y fuertes

cuando somos apoyados por otros.

Esta visión que utiliza la información que se plasma en las

ondas de campo a través del sentimiento es radicalmente

opuesta a la que plantea la medicina alópata como camino

para la cura de enfermedades.

En el nuevo paradigma se acepta la enfermedad sin juicio y

se piensa otra posibilidad la que se trae a la vida con amor

sustituyendo así la posibilidad anterior en vez de etiquetar lo

que hay tachándolo de malo y con ello despertando

sentimientos de miedo, tristeza, desesperación,

desesperanza, impotencia. La medicina alópata usa el

método de guerra tratando de someter la realidad por la

fuerza al querer manipular o extirpar la situación que han

juzgado y le han asignado el carácter de mala.

No cabe duda de que el pensamiento es importante ya que

representa la imagen de la posibilidad cuántica. Como ya

mencione anteriormente en el reino de las posibilidades todo

existe ya, lo que no existe ahí, no existirá jamás, la opción

perfecta y la peor posible, la luz y la oscuridad, la sanación y

el sufrimiento ya están ahí.

Podemos acceder a esas posibilidades con la mente, ese es

el poder del pensamiento, aislar una de esas posibilidades,

identificarla y fijar nuestra atención en ella.

Pero para infundirle vida se requiere de sentimientos ligados

a cualquiera de las dos emociones que existen, amor-miedo.

¿De qué manera podremos incorporar esa posibilidad a

nuestra vida diaria?

Debemos aprender a sentir y parte de este aprendizaje

involucra una autoestima alta, porque cuando es baja la

afirmación del sentimiento es algo vacía. Un pensamiento sin

emoción no tiene la energía necesaria para traerlo a la

existencia en el plano material.

Recordemos el caso de los electrones y los fotones, si el

paquete de energía asociado al fotón no tiene la energía

suficiente el electrón no dejará su mundo de posibilidades. Lo

mismo ocurre con los eslabones pensamiento-emoción-

sentimiento de la cadena de la fe.

Para traer la posibilidad al plano material hay que vivirla, hay

que sentirla todo el día, no solo pensarla, no solo imaginarla,

no solo “decretarla”, hay que sentirla a cada instante.

Recordemos que la Matriz Divina es un espejo, un puente

entre los mundos interno y externo, solo nos devuelve lo que

somos.

Ahora sabiendo esto, ¿no creen que vale la pena

preguntarse, por qué siempre interiorizamos lo que no

queremos y no lo contrario?

Básicamente… por miedo. ¡VENZAN SUS MIEDOS!

El Poder de la Oración

Dicho 22 del Evangelio Apócrifo de Tomas, ¿Así al

convertirnos en infantes entraremos en el Reino? Jesús les

ha dicho : cuando hagáis de los dos uno y hagáis el interior

como el exterior y el exterior como el interior y lo de arriba

como lo de abajo y cuando establezcáis el varón con la

hembra como una sola unidad, de tal modo que el hombre no

sea masculino ni la mujer femenina; cuando establezcáis el

ojo en el lugar de un ojo y una mano en el lugar de una mano

y un pie en el lugar de un pie y una imagen en el lugar de una

imagen encontrareis el Reino de Dios.

En otras palabras cuando dejes de juzgar, cuando erradiques

de tu mente la visión dual, cuando el pensamiento y la

emoción sean uno, entonces y solo entonces entraras en el

Reino de Dios.

Entrar en el Reino de Dios, comunicarnos con la Matriz Divina

u Holograma Cuántico, sentirnos parte del Todo que subyace

y sustenta el mundo material.

Desde este nuevo paradigma donde los sentimientos son el

lenguaje de comunicación con la Matriz Divina la perspectiva

de la oración ¿cómo encaja?

Ahora en vez de usar repeticiones o establecer un diálogo de

petición el nuevo modo de orar deberá basarse en el

sentimiento, es decir “sentir” el sentimiento como si la oración

ya hubiera sido contestada.

Debemos entender que es el sentimiento el que nos ayuda a

entablar un diálogo con las fuerzas de la creación,

permitiéndole al Holograma Cuántico o Matriz Divina

respondernos en relación al sentimiento en nuestros

corazones.

Este método de oración a diferencia de una petición donde

nos sentimos impotentes y donde irremediablemente

involucramos el juicio de las circunstancias, nos invita no a

pedir sino a agradecer sin juicio sintiendo el resultado de

nuestra oración como si ya se hubiera contestado.

Esto es, en vez de decir por favor dame paz, agradecemos y

sentimos la paz que la Matriz Divina nos ha dado.

Si por ejemplo sentimos paz o la salud de nuestros seres

amados estamos dotando de poder al sentimiento para que la

Matriz Divina nos responda como un espejo dando vida

exterior a los cambios que sentimos en el interior. (Cuando el

interior y el exterior sean uno).

¿Cómo orar bajo la dirección del sentimiento?

Si oramos para que llueva pidiendo lluvia seguramente nada

obtendremos, porque si oramos para que algo ocurra

estamos sintiendo que lo que se pide no existe en el

momento que lo solicitamos.

Debemos en cambio cerrar los ojos y comenzar a tener el

sentimiento de cómo se siente la lluvia recorriendo cada

lugar, como huele la tierra mojada y como se siente cada gota

al caer sobre el rostro, el sonido de la lluvia, el viento, el lodo

en los pies al caminar en medio de la tormenta, la satisfacción

y felicidad que esto representa. Esta es la manera en la que

se abre la puerta a la posibilidad de traer a nuestro mundo

material lluvia.

Como en cada momento de nuestras vidas estamos sintiendo

se establece una comunicación continua entre el mundo

interno y el mundo externo, por lo que en vez de ver a la

oración como algo que hacemos esporádicamente o

rutinariamente por momentos con la intensión de cambiar

nuestro mundo, deberíamos entender que este conjunto de

conductas son en sí la oración.

Cada pensamiento, sentimiento, emoción, respiración,

nutriente, movimiento o la combinación de cualquiera de ellos

puede considerarse como la expresión de la oración. De

acuerdo a este punto de vista según sentimos, percibimos y

nos expresamos durante el día, estamos orando

constantemente.

Nuestra vida al verla o interpretarla como una oración genera

por reflejo en la Matriz Divina saltos cuánticos caóticos,

desalineados y alineados.

Siempre podemos mantener los sentimientos asociados al

amor en nuestros corazones como lo son gozo, paz,

paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza

ya sea que estemos manejando, estudiando en clase,

cocinando en casa, siempre aunque sea en cierto grado

podemos mantenerlos, porque es así como sintiendo estos

sentimientos continuamente la vida se convierte en una

oración eficaz. Esto es lo que significa vivir por fe. Orar (vivir)

con base en el amor en todo momento.

Tenemos que convertirnos en aquellas experiencias que

elegimos disfrutar en nuestras vidas, debemos volvernos paz,

salud, compasión, amor, humildad, comprensión, para que el

campo o Matriz Divina pueda reflejarlas.

Cualquiera que dijere a este monte: quítate de ahí y échate al

mar, no vacilando en su corazón sino creyendo que cuanto

dijere se ha de hacer, así se hará» (Marcos 11,23). Este

versículo encierra la clave para que la oración sea eficaz, al

decir que no debemos vacilar en nuestro corazón implica la

perfecta unión del pensamiento, y la emoción para generar el

sentimiento.

Si queremos que nuestra vida sea una oración eficaz no

debemos vacilar en nuestro corazón, como dije tenemos que

vencer nuestros miedos y vivir cada momento conforme a los

frutos del amor, cuando logremos hacer de nuestras vidas

una plegaria de amor ocurrirán cosas extraordinarias,

maravillosas, incluso cercanas a los límites de lo imposible.

Sincronización

El sistema nervioso dentro del corazón (o el cerebro del

corazón) lo habilita para aprender, recordar, sentir, percibir y

para realizar decisiones funcionales independientemente de

la corteza cerebral.

Hay mucho tejido neuronal en el corazón y se cree que está

ahí con el propósito de “imprimir” nuestro holograma corporal,

esta impresión de información se realiza por medio de las

ondas de presión del corazón.

Jeremías 18:15 Y dijeron: Es en vano, porque en pos de

nuestros ídolos iremos, y haremos cada uno el pensamiento

de nuestro malvado corazón.

Podría pensarse que es reciente el hallazgo de un tejido

neuronal en el corazón, sin embargo según este versículo

esto ya se sabía desde tiempos ancestrales.

El corazón recibe la información primero y luego la envía al

cerebro.

Numerosos experimentos han demostrado que las señales

que el corazón envía constantemente al cerebro influyen en

las funciones de los centros más importantes de este, los que

involucran procesos como percepción, conocimiento y

emociones.

Aparte de la extensa red de comunicación nerviosa que

conecta al corazón con el cerebro y con el resto del cuerpo, el

corazón transmite información al cerebro y al cuerpo

interactuando a través de un campo electromagnético.

El corazón genera el más poderoso y más extenso campo

electromagnético del cuerpo.

Comparado con el producido por el cerebro, el componente

eléctrico del campo del corazón es algo así como 60 veces

más grande en amplitud y penetra a cada célula del cuerpo.

El componente magnético es aproximadamente 5000 veces

más fuerte que el campo magnético del cerebro y puede ser

detectado a varios metros de distancia del cuerpo.

El corazón genera series continuas de pulsos

electromagnéticos en los cuales el intervalo de tiempo entre

cada latido varia de forma dinámica y compleja. Sucede

también que el ritmo del cerebro se sincroniza con la

actividad rítmica del corazón y además que durante la

manifestación de sentimientos producto de la emoción “amor”

como la comprensión, la paz, la presión de la sangre y el

ritmo respiratorio, junto con otros sistemas oscilatorios, entran

en fase con el ritmo cardiaco.

El llamado campo del corazón actúa entonces como una

onda de información que provee una señal global

sincronizadora para todo el cuerpo.

La información codificada actúa para dar forma a la actividad

de todas las funciones corporales coordinando y

sincronizando los procesos en el cuerpo como un todo.

Los patrones rítmicos de los latidos del corazón cambian

significantemente mientras experimentamos diferentes

emociones. Sentimientos negativos, como la ira o la

frustración, están asociados con un errático, desordenado e

incoherente patrón en el ritmo cardiaco. En contraste,

sentimientos positivos como la paz o la compasión, están

asociados con un suave, ordenado y coherente ritmo en la

actividad de dicho patrón. A su vez, estos cambios en el

patrón del ritmo cardiaco crean los cambios correspondientes

en la estructura del campo electromagnético irradiado por el

corazón.

A un nivel fisiológico el patrón coherente producto de

sentimientos positivos se caracteriza por un incremento

eficiente y armónico en la actividad y en las interacciones de

los sistemas del organismo. A un nivel psicológico está

asociado a una notable reducción en el la predisposición al

stress, incrementa el balance emocional y mejora la claridad

mental, la percepción intuitiva y el rendimiento cognoscitivo.

La coherencia facilita al cuerpo su estado de regeneración

natural. No solo el corazón emite un campo electromagnético,

todos los órganos generan un campo muy específico y propio,

pero es el campo del corazón el que controla a los demás.

Todos los campos son holísticos.

Las señales que emite el corazón son de naturaleza

regulatoria, estas son sonoras, de presión, de calor, de luz,

eléctricas, magnéticas y electromagnéticas. Todas las células

en el cuerpo reciben estas señales de diferente clase en

tiempos distintos, pues viajan a velocidades diferentes, unas

a través del sistema circulatorio y otras a través del espacio

en ondas de campo portadoras de información.

Si el corazón transmite o imprime información debería haber

algún tipo de receptor en la célula que fuera capaz de recibir

y decodificar esa información. Y de hecho es así, hay

receptores de proteínas en las células que simplemente

reciben y “leen” la información de primer nivel, es decir la que

se transmite por el sistema circulatorio. Al nivel de campos

electromagnéticos esta comunicación se logra mediante el

intercambio de biofotones, estos son condiciones débiles de

luz que emanan de las células de todas las cosas vivas. Son

transmisores de información que operan mediante la creación

de una red dinámica coherente de luz dentro de nuestro

cuerpo. Y aunque no son responsables de la sincronización

de campos internos si crean una red de transmisión de

información.

El cuerpo humano a nivel de manifestación en el plano

material no es otra cosa que información estructurada

impresa en campos de energía representados por ondas de

equilibrio estacionarias.

El corazón está conectado a un campo de información e

inteligencia que subyace el mundo material, o dicho de otro

modo al Holograma Cuántico o Matriz Divina.

Todo ser vivo está sujeto a 5 niveles de organización

interna e intercomunicación, el de forma que lo provee el

ADN, el de organización y funcionalidad que está impreso

a nivel de campos mórficos, el de comunicación

mediante el intercambio de biofotones y la interacción de

electrones y moléculas de sentimiento con las proteínas

en las células; el de sincronización cuyo responsable es

el campo electromagnético generado por el corazón, y el

del entrelazamiento cuántico.

El Árbol de la Vida

Cada simple célula sabe lo que pasa todo el tiempo en el

resto del cuerpo en virtud de que está conectada con las

demás a diferentes niveles, molecular, absorción de

electrones, emisiones de luz, ondas electromagnéticas y

entrelazamiento cuántico.

Las células son las unidades de conciencia más pequeñas

que existen y por lo mismo están sujetas a realizar “saltos”

cuánticos ya sea absorbiendo información de forma aleatoria

y desordenada de los campos mórficos, para satisfacer sus

adicciones a las moléculas de sentimiento o sustancias

químicas equivalentes, o bajo la información coherente de

sincronización emitida por el campo electromagnético del

corazón actuando bajo sentimientos emanados del amor, o

bajo la incoherencia y desincronización producida por

información impresa en dicho campo debida a sentimientos

negativos provenientes del miedo.

De aquí que la enfermedad pueda verse como una

interrupción de la información coherente que da lugar a

una desincronización de los campos.

Mientras que la medicina convencional se enfoca en el

estudio de la genética como camino de entendimiento y cura

de enfermedades, la física cuántica sugiere que la respuesta

está en el restablecimiento de la coherencia de los campos

de energía del cuerpo mediante la impresión de la

información correcta.

La propuesta es sustituir la medicina basada en agentes

bioquímicos o genética por medicina de la información.

Sucede que no es la genética la que controla la propensión a

ciertas enfermedades, porque se ha observado que no solo

miembros cosanguíneos de familias con antecedentes

genéticos de propensión a ciertas enfermedades la

presentan, ¡sorpresa!, los niños adoptados por estas familias

con genética diferente, también presentan la misma

propensión.

Es en las creencias, actitudes y percepciones donde toman

forma las enfermedades, no en la genética. Es decir uno se

enferma porque cree que tal o cual cosa producirá una

enfermedad en el cuerpo, no por el agente en sí mismo.

Esto muestra que aquello que ejerce control sobre cada

célula no está dentro de ella, proviene del exterior.

El camino que recorre la información exterior para llegar a la

célula comienza por la percepción intuitiva que realiza el

corazón, luego es enviada al cerebro y comunicada al resto

del cuerpo.

En este proceso están mezcladas dos tipos de percepciones,

la intuitiva y la racional. Una asociada al corazón, la otra al

cerebro.

La intuición es el efecto palpable de un continuo

entrelazamiento cuántico entre mente-mente, mente-materia,

mente-espacio, mente-tiempo y por tanto no está sujeto a las

limitaciones de espacio-tiempo. Esta danza ininterrumpida se

asemeja al comportamiento de los fermiones y bosones en el

punto cero o vacío cuántico.

Este entrelazamiento es posible por el tejido neuronal del

corazón. Además es claro que no solo funciona entre

humanos, también entre animales y humanos con animales.

Una vez que el corazón intuye algo de inmediato envía la

información a todo el cuerpo, incluido el cerebro a través del

entrelazamiento cuántico y en forma de pulsos de presión,

sonido, luz, ondas electromagnéticas.

Un instante después con base a la información recibida del

corazón, el cerebro “sintoniza” (percepción racional), la

posibilidad percibida por el corazón decodificando las

frecuencias impresas en el holograma cuántico y creando de

esta forma una imagen 4D.

Paralelamente el cerebro envía las moléculas bioquímicas

asociadas a todo el cuerpo, pues se requiere de una

respuesta corporal para que el fenómeno sea consciente.

Lo que el corazón intuye siempre viene codificado en el

lenguaje de comunicación con el Holograma Cuántico o

Matriz Divina, es decir en el lenguaje del sentimiento y en

cierta forma se adelanta al futuro. Si entendemos por futuro la

infinitesimal diferencia de tiempos entre la percepción intuitiva

y la racional.

Imagina

Ahora sabemos que el corazón está directamente relacionado

con la percepción intuitiva, percepción que es anterior a la

percepción racional que realiza el cerebro.

De la misma manera en que el corazón genera energía en el

cuerpo, el campo mórfico de cada sociedad activa y regula la

energía dentro del sistema social.

Experimentos recientes han mostrado que es esencial una

organización coherente de la relación madre-hijo para darle

forma a su campo socioemocional, situación que genera en el

hijo un buen desarrollo cerebral y la formación de una

autoestima saludable.

La relación coherente se da cuando las interacciones están

cargadas con emociones positivas (amor, alegría, felicidad,

compasión, humildad, etc.) y están dentro de los patrones de

intercambios recíprocos entre ambos como algo altamente

sincronizado imprimiendo en el corazón y la mente del niño

estos patrones que tendrán una influencia en su función

psico-social a lo largo de su vida.

Este tipo de comunicación que se da entre dos personas no

es privativo de individuos cercanos en parentesco, también la

conciencia colectiva de grupo o campo mórfico de cada

sociedad parece ser transmitida hacia todos sus miembros

mediante un campo energético de conexión socio-emocional.

Una organización coherente en la estructura social del grupo

está asociada a una red de emociones positivas que conecta

a todos los miembros. Esta red de emociones positivas

parece constituir un campo de conexión energética dentro del

cual la información sobre la estructura social del grupo esta

codificada y se distribuye a través del mismo.

El que cada miembro del grupo tenga una imagen precisa de

la estructura social en su totalidad se debe a que la

información de la organización global del grupo es distribuida

a todos sus miembros a través de un campo energético. Tal

correspondencia de la información entre algunas partes y del

conjunto es consistente con el principio de organización

holográfica.

Algunas características de organización del campo del

corazón pueden ser compartidas con las pertenecientes al

campo social. Y no es de extrañar pues cada uno es un

campo de energía en donde esta viaja en forma de ondas a

través de nuestro sistema, generando un acomodo de

información energética, en donde cada espacio del campo

contiene una imagen desplegada, en ese momento, de la

organización total del sistema.

Es muy importante el papel de los sentimientos positivos

como el amor y la compasión en la generación de coherencia

entre ambos campos, el del corazón y el social.

Cuando el movimiento de energía es intencionalmente

regulado para formar un orden coherente y armonioso, el flujo

y la integridad de la información se ven mejoradas. Este, a su

vez, produce un sistema funcional efectivo y estable el cual

mejora la salud, el bienestar psico-social y las relaciones

individuales o sociales.

La coherencia cardiaca y la social actúan para ayudarse

mutuamente. Mientras los individuos dentro de un grupo

social incrementan su coherencia psicofisiológica, la armonía

psico-social también se incrementa, lo que desemboca en un

aumento de la coherencia en las relaciones sociales. De

manera recíproca la creación de un campo social coherente

puede ayudar a la generación y el mantenimiento de la

psicofisiológica coherente entre todos sus miembros.

Esta es la base para la auto-conciencia, la sensibilidad social,

la creatividad, la intuición, la visión espiritual interna y el

entendimiento de nosotros mismos y a todo a lo que estamos

conectados. Esto genera una armonía con el movimiento del

todo.

Como ya se ha mencionado, la organización holográfica está

basada en un concepto de orden de campo, en donde la

información sobre la organización de un objeto como un todo

es codificada a modo de un patrón de interferencia en forma

de ondas distribuidas a través del campo. Esto hace posible

recibir información sobre el objeto como un todo desde

cualquier punto de dicho campo.

Se han llevado a cabo experimentos en diferentes lugares

donde se entrena a grupos de personas para que aprendan a

desarrollar el sentimiento de paz, los resultados han sido

sorprendentes pues han bajado los indicies de criminalidad

en las ciudades donde se han llevado a cabo.

Esto constituye un resultado directo consecuencia de la

naturaleza holográfica del campo, así como de la generación

de una especie de resonancia para crear coherencia en el

campo social o morfológico del grupo social, creando campos

coherentes emanados del corazón como resultado de “sentir”

ciertos sentimientos.

De acuerdo a estudios realizados se requiere de una cantidad

equivalente a la √1% de una población para impactar en el

comportamiento social de la misma. Por ejemplo si pensamos

en una población de 1000 personas, el 1% serán 10 y la raíz

cuadrada de 10, 3.3 es decir se requerirían al menos 4

personas capaces de verdaderamente “sentir” sentimientos

para alterar el comportamiento social.

Imaginen si estas 4 personas en vez de emitir ondas con la

información producto de sentimientos positivos, lo hicieran de

sentimientos negativos, ¿Qué creen que pasaría?, la

respuesta es triste, pero simple, basta ver a su alrededor.

Por esto es importante vivir en oración emitiendo

continuamente información codificada al holograma cuántico

de sentimientos positivos, pues jamás podremos vencer el

mal con mal, la violencia con violencia, la ira con ira, el

engaño con engaño.

Es tiempo de poner en práctica todo este conocimiento para

nuestro bien y el de las generaciones venideras, porque si

continuamos por el camino que actualmente estamos

recorriendo más que generaciones futuras estaremos

forjando “degeneraciones” futuras.

La humanidad clama por un cambio, y justo ahora me viene a

la mente la canción “Revolution” de los Beatles en la que

Lennon dice, “si quieres una revolución comienza por liberar

tu mente”, quizá en este punto lo más adecuado sería decir

comienza por liberar tu corazón, usa la mente como vehículo

de visualización, guíate por la intuición, vence tus miedos y

ten el valor de vivir por fe.