REFLEXIONES FANTASTICAS

Reflexiones Fantásticas

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Ramón Salvatore Sosa

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La presente Edición( Diagramación , Impresión,

Encuadernación)le corresponde íntegramente al

Autor

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Tapas :Dibujo : Diego J. Fuentes

Diseño y Procesamiento de Imagen: El AutorCompaginación : Arq. Hector J. Sanchez

Impreso en:El Maitén 1116

Neuquén, Patagonia Argentina

1º Edición : 150 Ejemplares , Noviembre 2001

Ciudad de Neuquén, Patagonia Argentina

Reservados todos los derechos. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 534-bis del Código Penal vigente, podrán ser castigados con penas de multa y privación de libertad quienes reprodujesen o plagiaren, en todo o en parte una obra literaria, artística o científica fijada en cualquier tipo de soporte, sin la respectiva autorización.

I.S.B.N 987-43-4120-3

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Reflexiones

Fantásticas


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DEDICADO :

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A La Niebla del Bosque que tiene la Virtud de Convocar Duendes

A Mis Seres Queridos que hacen grandes esfuerzos por soportarme

Especial Agradecimiento a mis amigos :

Nancy Soledad por su paciencia en corregir mis errores

Hector R por su desinteresada labor de compaginar

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PROLOGO

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Las Reflexiones Fantásticas son una serie de cuentos

cortos que pretenden dar una respuesta casi homogénea

a las inquietudes y desasosiegos del hombre actual,

sumergido en el ir y venir de los afanes de esta cultura,

alejado de la magia de las cosas simples y bellas.

Es un regreso hacia el interior de cada uno, un deseo

de alejar los fantasmas de lo cotidiano y dejar, como los

niños y los locos, que lo fantástico ponga orden en su

espíritu enajenado.

Del tránsito de los infinitos senderos que recorremos

devienen las inquietudes que desasosiegan nuestro

espíritu.

Buscamos a tientas el que debemos seguir y cuando

nos alumbra una llama de esperanza, nuestro ser se

regocija y por un tiempo, el que dura su luz, cabalgamos

Corceles Fantásticos.

¿Y qué es nuestra vida sino un infinito ir en busca del

camino que será el señalado?

Cómo hacer para no equivocarnos?

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La respuesta es simple, con la simpleza de las cosas

obvias: ¡ Elegir con el corazón !

No es casual que el primero de ellos sea El Corcel

Alado, una alegoría a la aventura de dejarnos llevar, y

disfrutar por hacerlo, hacia el mundo de lo fantástico.

El Autor

El Corcel Alado

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Se inclinó sobre el cuello del animal y

sosegadamente afirmó las riendas, tocó

levemente sus ijares sintiendo en sus pies el

húmedo palpitar y el retumbo del corazón en

la piel peluda y tibia del corcel.

Al mismo tiempo, el aire, vibrando, batido

por las alas, alborotó sus cabellos y sus

pensamientos y sonrió feliz bebiendo el

viento.

Lapso Infinito

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La rosa, terciopelo y rocío, tembló en sus

manos.

Una espina se hincó en su índice derecho

y la gota de sangre que brotó de él, caliente,

roja, corrió por el tallo, zigzagueó por él hacia

abajo y cayó.

En el lapso de tiempo que la gota tardó

en caer, Raúl rememoró todos los amores

vividos; los sentimientos, las sensaciones, las

nostalgias, los fuegos compartidos; las

lágrimas, las risas y las pasiones de su vida

entera.

Lo hizo con desesperación, con ansias,

con el conocimiento, certero, implacable, de

que al llegar la gota al suelo, como ella, su

vida se quebraría, sin embargo, saboreando

sus recuerdos sonrío, afortunado, complacido,

pleno.

La Niebla

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Entonces lo supo; aunque luego siguieron

sueños húmedos y viscosos, en los que quiso

negar la realidad. Contundente,

inexorablemente, la niebla forma parte de su

vida, está entrelazada con todas las

circunstancias que pusieron un hito en sus

recuerdos.

Y el conocimiento de su presencia y de

los caminos nuevos lo inquieta, lo despeña

en expectaciones porque no posee, como los

Duendes y las Criaturas Fantásticas, los

recuerdos del futuro.

El Sueño

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Sergio soñó con tal desesperación a la

mujer, eran tantos los huecos, ¿O pocos y

profundos ? que cuando despertó agitado y

confuso, la encontró dormida a su lado.

Ella entreabrió, somnolienta y feliz, sus

ojos verdes, giró hacia él y le sonrió

murmurando:

- ¿ Por qué tardaste tanto en soñarme ?

Caminos

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Siempre pensó en los infinitos caminos

que parten de pocas circunstancias y luego se

bifurcan y entrelazan para concluir en lo

profundo en un único, intangible, lejano

punto.

Esa fascinación por las bifurcaciones y

cruces fue la que siempre lo empujó, desde

pequeño, a buscar afanosamente el comienzo

de cada uno de los infinitos posibles.

Ausencia de Sombra

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Cuando la vio lo supo.

Aún antes de sonreír, como quien comprueba

la veracidad de su fantástica hipótesis, lo supo, al

no ver sombra a los pies de la mujer,

- " Como la niebla " -, pensó .

Los Duendes y la Niebla

Soñó con Duendes fantásticos, que viven

en el interior de la húmeda turba del bosque,

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cuyo olor percibimos creyendo que es el olor

de la descomposición de las hojas muertas.

En el sueño, un día luminoso y perfecto

mientras caminaba por el bosque, en

silencioso diálogo con sus pensamientos, uno

de ellos, descuidado y absorto, emergió de la

turba para visitar los mortales humanos y lo

hizo como siempre: como niebla espesa,

húmeda, transparente. En el sueño

comprendió que sólo entonces el día se hizo

luminoso y perfecto.

El Alquimista

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Hace años que una fiebre lo agota, lo

perturba, recorre infinitos caminos, ¿O recorre

infinitamente el único posible ?

Su búsqueda es, a no dudarlo, -¡Aunque él no

lo sabe !- , inútil.

Intenta encontrar la inmaterial, prodigiosa,

Piedra Filosofal.

Esta según dice la leyenda murmurada por lo

bajo, en noches de luna y espanto, por viejas

decrépitas y ancianos deformes, conferirá a quien

la posea la suma de la sabiduría.

Su afanosa búsqueda es confiada, inmutable

ante los fracasos de ocasiones anteriores.

No es ciega, pues lo hace donde está seguro

de que la encontrará: en lo profundo del bosque,

en la niebla matinal de marzo, cuando el ocre y el

rojo se comienzan a insinuar.

No en cualquier sitio. En especial orienta

su andar afiebrado a lo largo de los filos bajos

de rumbo sur.

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Allí donde la niebla se torne más

luminosa y el olor a turba, o a Duendes

fantásticos, más fuerte, impregnante y lo

cubra todo, sabe que ahí, la encontrará.

Entre tanto, sin saberlo, sin sospecharlo

siquiera, el recorrer el bosque, en su afán

incesante, le van enseñando cosas cuyo

conocimiento hace que de él, murmuren por

lo bajo.

La Llave

Las noches de fiebre y espanto, de lunas rojas

y vientos calientes, lo consumen.

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Sergio es uno de los mortales a quien le fue

conferida la dudosa fortuna de poder leer, tomado

de un oloroso anaquel de madera oscura y

lustrosa, en una biblioteca prodigiosa, un libro

apócrifo de un alquimista medieval.

Obtuvo de él la receta para adquirir, entre

jeroglíficos egipcios imposibles de traducir, runas

escandinavas increíblemente antiguas y

cuneiformes garabatos babilonios que el último

mortalcapazde descifrarlos murió trágicamente el

siglo anterior y latín antiguo.

Con este último pudo, después de meses de

enloquecidas noches de disgustos y soledad y

costa de perder trabajo, paz y amigos, y encontrar

la sabiduría que en lo más profundo de él mora.

En los últimos años, ya más tranquilo y

confiado, ha reunido todo lo necesario, a

excepción de un suspiro de Duende. Pero es

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optimista porque sabe que para obtenerlo, sólo

debe alumbrar la espesa, inmaterial, niebla

matinal del bosque, con la mirada intensa, verde

fosforescente, de una mujer que sólo, hasta

ahora, ha soñado.

El Nombre de Dios

El nombre de Dios en cualquier idioma está

escrito con tres letras.

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Quien lo conozca poseerá la suma de la

sabiduría.

Ahora sé cómo obtenerlo, me fue revelado

mientras vagaba por el bosque entre lloviznas de

abril y tapices ocres :

Cuando salen, cuando recién lo han hecho,

los Duendes que viven en la turba, dan, cada uno

de ellos, sin excepción, volteretas en el aire, tres,

y la niebla que se condensa, luminosa, detrás de

cada uno, garabatea en el aire, en estricto,

impertinente orden, una a una, las letras del

nombre de Dios.

El Tapiz

El destino de cada uno de nosotros,

inexorablemente, está escrito en las nubes, en las

hojas de los ñires, en el murmullo de los arroyos,

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en la conformación de los copos de nieve, en

fantástica pero necesaria repetición.

Pero sin duda, con mas claridad, nítido, lo sé

porque he visto trozos de mi vida futura, aunque

no mi final, está en las cristalinas, límpidas agujas

de hielo que se forman en la niebla de las frías

mañanas de junio.

Esas que flotan, no al azar - como más tarde

lo supe- diseñando el más fantástico tapiz que

uno pueda imaginar, como hebras mágicas que se

entretejen con el paisaje para mostrarnos, a quien

quiera ver, nuestro pasado - por si no recordamos-

nuestro presente - por si no lo queremos vivir- y

nuestro futuro - por si nos animamos a conocer -.

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El Laberinto

Caminando por el bosque, en un momento

mágico, perplejo, caí en cuenta de que los arboles

conformaban, perfecta, impecablemente, un

intrincado, mágico, fantástico laberinto.

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Claro que uno podía, de proponérselo, cruzar

entre dos de ellos, imperfecto muro, solo firme y

eficaz con auxilio de mi imaginación.

Sin embargo sentí el impulso, ancestral, de

descubrir por mí mismo el camino entre sus

senderos perfectos, imaginado febrilmente por mí,

de un colosal, único, irrepetible e infinito

laberinto.

Malabares

Una noche, caliente, pegajosa, de luna roja,

soñé que un Duende, barba en punta y ojos

luminosos, hacía juegos en la niebla.

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Como fantásticos pinos de boliche, la lujuria,

el amor, el odio, la paz, subían y luego de grácil

parábola, descendían a sus manos para volver a

empezar, en un infinito camino circular.

Mis ojos, en el sueño, murmuraron la

pregunta que él escuchó.

Una sonrisa se insinuó en su rostro y en sus

ojos verdes.

Sin mover sus labios contestó mi muda

pregunta :

-“ Malabarismos con las pasiones de un hombre

“

En ese momento, instante en que vi,

fugazmente, Eros y Afrodita en su máxima altura,

desperté, sobresaltado, agitado, y cubierto de una

transpiración húmeda y caliente ante el

descubrimiento implacable y arrollador :

El hombre era yo y las pasiones : ... ¡Las mías !

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La Mujer

- Quién eres ?

- La mujer que desvelará tus noches y cuyo

recuerdo alimentará tus futuras nostalgias.

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Por más que me esforzaba, anhelante, el

contorno de su figura que se recortaba en la

niebla, huidizo, desdibujado, no confirmaba ni

desmentía su forma.

Sólo sus ojos, como iluminados desde dentro,

se destacaban claramente.

- Y cómo haré para reconocerte ?

Entonces creí ver , fugaz , un brillo malicioso

en sus ojos ,verdes, luminosos , cuando

respondió :

- Soy la misma que amaste en tus sueños y que

alimentó tus deseos de nostalgias en las tardes de

lluvia de otoño.

Su respuesta me dejó aturdido.

- Si me recuerdas, me conocerás.

Dijo en una extraordinaria, singular, inversión

de los tiempos.

Reconocí entonces, maravillado y atónito, los

círculos infinitos del tiempo en donde se bifurcan

y entrecruzan los caminos hacia uno mismo.

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Los Duendes y la Niebla

He soñado que un Duende me incita a

presenciar el encuentro entre un hombre y una

mujer, ambos abridores de puertas que sólo ellos

ven.

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Me señala, en el sueño, el sendero que

conducirá a un claro en el bosque, donde, por

azar, confluirán los caminos.

Al despertar, una congoja me anima,

febrilmente, a buscar el sendero.

Creo reconocerlo pues yo he transitado por él

en sueños.

Camino por el bosque como sonámbulo,

angustiado y temeroso de llegar tarde y perderme

algo.

Me detengo en el claro y no veo a nadie.

El olor a turba domina todo.

Sólo el eco de mis pasos anteriores sobre las

hojas secas de ñires, resuena en mis oídos.

Entonces veo entre la niebla una figura que

avanza.

Se dirige hacia mí, con una sonrisa en sus

ojos.

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En ese instante, antes de oír, sé qué dirá la

mujer. Todo se hace claro, transparente, y como

en sueños, oigo como en lejanías, desde la misma

mirada que turbó mis noches :

- ¿Hace mucho que esperas ?

El Juego de los Duendes

Una noche soñé con lloviznas, de las que

alumbran los pensamientos y repiten las auroras

en el bosque.

Detrás de mí las nubes de marzo se abren y

el sol recrea un extraño, incompleto, arco iris.

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No tiene colores. Las franjas sólo se

distinguen por los tonos distintos de grises.

De pronto, entre la niebla distingo,

asombrado y perplejo, una muda, extraordinaria,

procesión de Duendes, nueve, silenciosos y

concentrados.

Nunca los vi ni soñé así.

Uno a uno, siete de ellos, fueron subiendo

por las grises franjas y en cada paso dejaban,

detrás de cada uno, cada uno de los colores en

magistrales, mágicas pinceladas.

Al llegar a la cima se deslizaban, en colosal

tobogán, resplandeciendo el resto.

Desde entonces me pregunto -¿Qué hacen los

otros dos? -

Después de años de afiebradas reflexiones he

concluido :

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Uno de ellos aporta la magia, que no reside

en los colores y el otro es el Guardián del Arco,

para que ningún mortal pueda llegar a las

puertas, excepto aquellos, conocidos y esperados

por ellos, que serán los que podrán destejer las

hebras de luz para tejer el tapiz que narrará la

Historia de las Nieblas.

Suspiros y Alientos

Se despertó en medio de la noche, agitado,

tembloroso, y todo fue claro, transparente.

Supo en ese preciso momento el por que de

las congojas y angustias de esos días :

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¡Él fue Xiu-Ping, Emperador Celestial, el que

descorchó el ánfora y absorbió el aliento del

Dragón !

El tiempo y el espacio se retorcieron,

conjugándose pasado y presente, con futuros

azarosos.

Mas algo, ahora lo sabe, hará aún más

afiebradas sus noches y pegajosos sus sueños.

Los caminos conjugaron, en alocada

coincidencia ¡Causal !, de espirales, suspiros de

Duendes con alientos de Dragón.

El Regreso

La niebla se cerraba más y más desde el lago.

El olor a turba crecía, premonitoriamente por

momentos haciéndose insoportable.

Otras ocasiones en que se repetía lo mismo

me preparaban, anticipándome, para lo que

acontecería.

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La presencia de los Duendes se palpa en la

niebla quieta, esponjosa, húmeda.

De pronto veo uno que dando, alegres,

alocadas volteretas, se reúne con un grupo de

ellos vestidos de fiesta.

Sus ojos llamean y su luminosidad

resplandece.

Una ineludible pregunta tuve que hacerme

cuando en mi mente resonó la respuesta,

¡ Como siempre la inversión de los tiempos ! :

- ! Soy uno de tus Duendes que hace tanto

tiempo no dejabas salir !

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Los Hacedores de Nieblas

En aquellos remotos tiempos pretéritos, tan

antiguos que no quedan vestigios, las ideas y

pasiones de los hombres se concretaban en las

formas, nunca al azar, de las nubes.

Así éstas se propagaban según el viento y éste

al regresar, traía las propias modificadas por otros

hombres allende las montañas.

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Hoy, secreta, cerrada cofradía, unos pocos

han legado la sabiduría y el don y lo han

perfeccionado :

¡ Son los Hacedores de Nieblas !

Promesa y Desafío

Plagiando a Huakiyo-Royi prometo que a la

edad de 102 años habré perfeccionado mi estilo

como para poder volcar la esencia de las cosas en

traducción literal.

También, confiado y soberbio, invito a

quienes me sobrevivan que se satisfagan,

entonces, con lo que escribiré.

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El Castigo

Cuentan apócrifas leyendas vikingas, soñadas

por mí en solitarias noches de insomnio, que el

Hacedor de Todas las Cosas, redacta todos los

años, impertinente, mágica repetición, en todos

los idiomas, la historia y el destino de todas las

cosas en las hojas renacidas de los árboles.

Un grupo de sabios, soberbios y lunáticos se

quejaron pidiendo una reducción del Libro del

Destino.

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El Gran Hacedor los complació pero los castigó

por su impertinencia trastocándolos en Duendes.

A nacer de los hombres y a vivir por siempre en

las nieblas de los bosques.

El Espejo de los Duendes

Cuando se camina por el bosque, los Duendes

reconocen quien les dio vida y cada tanto se

incorporan como sustancia, esencia primordial, en

nuestras almas y moran allí también,

desdoblándose mágicamente.

Es el tiempo en que nuestra mirada brilla, y

nuestra sonrisa es etérea, y el aura la perciben las

personas sensibles.

Ésto se acentúa extraordinariamente cuando

reconocen otro Duende, !En otra mirada !

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Don Efímero

Caminando por el bosque empieza a percibir

que algo extraordinario va a ocurrir. Todo lo indica

así : la niebla, espesa, transparente, tiene el olor

de la turba, el silencio se torna pesado.

De pronto, mudo de asombro y pavor se

detiene marmolizándose, puede ver en todas

direcciones y lo sabe, no son sus ojos los que ven

( recuerda ejercicios de antaño , de tiempos que

comenzó a abrir nuevos caminos ).

Complacidamente espantado descubre que

puede percibir, individual, perfectamente, cada

partícula de niebla y distinguirla de las demás :

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luminosas, brillantes, como nunca antes vio y

¡Sabe que esta viendo la esencia de los Duendes !

Las hojas de los árboles tienen ahora la virtud

de configurar la Historia de los Tiempos.

De repente en uno de ellos, que siempre

le atrajo y nunca supo por qué, ve la historia

de su vida, completa, total.

Aturdido por el descubrimiento reconoce

pasajes, aun los caminos que no supo

interpretar entonces. Absorto, recorre, hoja

por hoja, rama por rama, hasta que ve el

momento actual :

Un día (¡Este día !) se le conferirá, regalo

inmerecido, a determinada hora (¡Ahora !) la

asombrosa, incuestionable capacidad de los

Duendes ...¡Por un instante ! , único, irrepetible.

Enloquecido quiere atisbar más allá, ver los

caminos futuros, los cruces, las bifurcaciones de

los senderos, ¡¡Por qué comprende que sucederá

a continuación ! !

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Sonriendo agradecido, hambriento y satisfecho

por el conocimiento que se le otorgó por un

instante, fugaz y extraordinario, sigue caminando

entre la niebla espesa y transparente (que tiene

un fuerte olor a turba) y los árboles que tanto

ama.

Nostalgia sin Tristezas

En sueños se me confió el secreto, lo pude

leer en el brillo de la niebla en fantástica escritura

de luz : un Duende nace cuando nace una ilusión.

Cuando esta muere, la tristeza es porque

nuestro inconsciente, que lo sabe, el que llora

nuestros ojos porque sabe de la muerte de un

Duende.

Después de esa noche mis nostalgias no son

tristeza .

¡No tengo el coraje de matar un Duende !

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Senderos Paralelos o Los Retornos

Recorre el laberinto y cada sendero lo

acongoja en sensaciones distintas, sin embargo

hay una que se repite, caleidoscopio de

sensaciones : está seguro de que ninguno se

desanda , todos van hacia adelante .

Al caminar mira de reojo y trata de fijar algún

detalle que individualice ese espacio en particular

( no cree en el retorno de lo andado). En una

ocasión vio, al pasar, después de un recodo, una

mancha, casi imperceptible, distinta de las demás

y que resaltaba apenas sobre el resto, que tiempo

después creyó ver repetida, aunque no en un

recodo sino en una de las infinitas bifurcaciones.

Se detuvo y entonces, perplejo y mudo por la

contundencia de su descubrimiento

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extraordinario : si bien la mancha está

difuminada, su imaginación completó los limites y

los colores y es una, idéntica a la anterior pero

simétricamente invertida,

perfecta, maravillosamente invertida, de la

anterior .

Toca el muro que le devuelve la solidez, que

intuye pero que afanosamente necesita

confirmar :

No está sobre la misma mancha.

¿Ha desandado o recorre uno de los infinitos

paralelos donde el tiempo y el espacio le juegan

escondidas ?

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La Realidad de los Sueños

Tuvo un sueño fantástico en el que podía,

grácilmente, modificar a su antojo las imágenes

que soñaba. Sin embargo, el lineamento general

de los mismos era inmodificable (lo intentaba

jugando al Gran Hacedor), podía por ejemplo,

poner una sonrisa en un rostro pero no modificar

el acontecimiento que estaba llevándose a cabo

en ese instante.

Por ejemplo, pudo hacer que el hombre que

estaba a punto de morir sonriera como un niño

feliz , pero no pudo evitar , lo intentó pero en

vano, que al grito de -¡¡Fuego!!- se movilizaran las

balas que metiéndose en el pecho del General le

llevaron la vida .

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- Valiente hasta el fin ¿Eh ?

- Increíble.

- Todos decían que se iba a desinflar al final .

- ¡ Nunca vi a nadie sonreír a la muerte de esa

manera !

- ¡ Como un niño feliz !

- ¡Hombre valiente el General !

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El Cruce de los Senderos Paralelos

Anoche tuve la certeza de los caminos

paralelos que se cruzan, en una increíble

transfiguración geométrica.

El tiempo es a su vez fugaz e infinito, en una

dualidad que comparte con las criaturas

fantásticas; los años son segundos y cada

instante, eterno.

Lo supe cuando en un giro espiral vi el fuego

del Dragón, donde sólo en ocasiones vi pálidos

reflejos de la esencia de los Duendes, opacadas

por otras virtudes no menos necesarias.

- Qué piensás ?

Y mi silencio o mi pensamiento descorchó el

ánfora .

Fue en un relámpago de tiempo,

fugaz ,eterno, pero asombrado en que reconocí,

clara, indiscutiblemente, la sutil distancia entre

los caminos paralelos.

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Las Siete Llaves

El Secreto de los Duendes está guardado,

dicen los Antiguos Escritos (coincidentemente en

todos los idiomas) en un barril de madera,

algunas de cuyas duelas se especula que fueron

sacadas del árbol bajo cuya sombra Amnon fue

informado del Éxodo por José. Contiene el Registro

del Nacimiento de todos los Duendes desde los

Confines Pretéritos del Tiempo.

Quien posea las Siete Llaves, lo sé, conocerá

la historia de todos los amores de toda la

humanidad desde todos los tiempos, aún de los

por venir.

Mi duda es : ¿ Habrá algún mortal que

habiendo obtenido , quién sabe por qué

grandiosa coincidencia , las seis primeras, se

afane en la búsqueda de la séptima ?

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El Lugar de las Sombras

Donde habitan nuestros fantasmas y las

ilusiones muertas es un lugar con murallas de

miedo, que encierran un núcleo, en cuyo centro,

habitado por espíritus deformes, es visitado cada

mil años por Duendes Peregrinos y aunque nunca

pudieron rescatar a nadie lo intentan desde el

principio de la Eternidad.

Su terquedad asnal es comprensible :

Saben, virtud de Duendes, que de tener éxito

en su empresa rescatando tan sólo una ilusión

muerta, ¡Rescataran un Duende !

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La Tabla

Un día caminando a orillas de un lago infinito,

del que nacen infinitas nieblas, vi un árbol añoso y

sabio, cuya forma retorcida y simétrica trajo a mi

pensamiento imágenes de serpientes enroscadas

y sabiduría atemporal.

Entre los pliegues de su rugosa piel vi algo

que diferenciaba del contexto.

Al extender mi mano y tocarlo percibí algo

extraordinario : imágenes inconexas de espesas y

transparentes nieblas que se sucedían en

profundas y marcadas espirales.

Un trozo de corteza oscura y lustrosa de tiempos

y lluvias inmemoriales, arabescada a fuerza de

eternidad se aflojó y quedó en mis manos.

Las imágenes cesaron de golpe y sólo pude

ver un trozo de madera oscura mas de pronto se

me presentó claramente una serie de signos

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desconocidos, trazados por el tiempo, en una

innegable disposición que anticipaba frases en un

idioma desconocido.

Algunos de sus párrafos, incomprensibles,

quedaron grabados en mi desde entonces.

Me sentí un intruso de la sabiduría ajena y del

tiempo.

Inmediatamente dejé la corteza en el mismo

lugar, encajó perfectamente.

Asombrado, comprobé que a pesar de estar a

centímetros de ella, ahora no veía nada extraño.

La noche y una angustia desconocida, para

un viejo caminante de angustias, me obligó a

retirarme hacia el pueblo.

Por supuesto, a la mañana siguiente no pude

observar nada en la retorcida figura del árbol que

repitiera la experiencia anterior.

¡Siempre vuelvo al lugar y nunca se repitió!

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Desde entonces, ansiedades desconocidas

afiebran mis noches y convocan nostalgias sin

nombres.

La imagen de sus párrafos perduran en mí y

sé que no necesito transcribirlos : ¡No se borraran.

¡Tengo la esperanza, no, la certeza de que un

día me será dado el don y todo se hará claro y

sabré sin lugar a dudas qué escribió el tiempo !

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El Trazado de las Espirales

-“ De las perlas de luz sobre las aguas del

lago en las noches calientes de lunas rojas “-

Tal es la precisa, indiscutible respuesta que

recibí un día.

Después de años de afanosas elucubraciones

concluí la pregunta un día de un par de meses

atrás cuando un cruce de caminos sacudió mi

espiral.

Recordando los momentos anteriores veo que

no quedan dudas posibles , el trazado es perfecto

y premeditado :

¿ Como hacen los Duendes para trazar

nuestros caminos, de donde toman el diseño ?

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La Huella de los Duendes

Una noche de insomnio, cuando los recuerdos

devienen en nostalgias y todo se desdibuja como

paisajes vestidos de nieblas, una duda terminó de

desvelarme y los próximos días - Lo sabia ! ,

serían de introspectivas reflexiones :

¿Dejan huellas los Duendes ?

A mi pesar no pude recordar haber visto

jamás alguna ( que no fuera el resplandor brillante

y fugaz en la niebla en cada voltereta ) en la

húmeda turba del bosque . ¡Sólo al octavo día se

iluminó mi rostro y volvió la paz con la certeza,

indiscutible, de que la respuesta meses atrás

confiada era la única posible a la impertinente

pregunta !

-“ En el alma de los hombres y en el brillo de su

mirada “ -

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La Pregunta

Sabe de una respuesta, escuchada nítida,

claramente, sin ambigüedades posibles, a la que

la pregunta recurrente en su vida no ha podido

confirmar.

Sin embargo, un cruce de caminos lo

mantiene conturbado y atormentado, tiembla

como de ardores conocidos pero con una

intensidad no experimentada antes.

Siempre en ocasiones anteriores supo con

certeza que la pregunta no cabría, salvo alguna

creída excepción, cuyas tibias nostalgias atesora,

nunca dudó.

Ahora todo apunta a la pregunta que no se

anima a confirmar que pertenezca a la respuesta :

“ La tercera, como las letras del nombre de Dios “

El Valle Mustio

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Meditando a pasos entre el laberinto de

ñires, una tarde sin brumas y de noches sin luna,

llamó mi atención el silencio y la congoja en ese

lugar (al que no conocía y al que nunca volví),

algo ominoso pesaba el aire, racionalicé iones

positivos, baja presión, sin embargo mi espíritu

todo temblaba y se retorcía en angustias, que por

conocidas no son más soportables.

Intuí que algo o alguien moraba el lugar

impregnando el entorno de una insustancial y

oscura congoja que se metía en mi ser con

apabullante intensidad.

No pensé en volver sobre mis pasos a mi

meditación, ya lo sabía : -“El que busca,

encuentra “ - y la sensación presagiaba la

importancia del conocimiento de que o quien la

causaba.

Caminé por espacio de más de dos horas, a

veces erraba el camino desviándome de la

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sensación (tenues variantes que sólo el tiempo y

la búsqueda me han dado la virtud de diferencia).

Hacia el final de la tarde, ya cayendo el sol

detrás del filo de ñires, entré en un valle angosto

y húmedo de mallines, sin atisbos de nieblas.

Allí, perplejo, comencé a ver, diseminados por

doquier, laxos y mustios, trozos de imágenes que

se presentaban ante mi azorada vista : Una casa

blanca con amplios ventanales; un anciano con

mirada tranquila y feliz ; un joven apuesto y

desafiante que caminaba erguido y altivo; unos

bebés sonrosados y alegres; una novia vestida de

blanco y etérea sonrisa; campos con flores ...

Inmediatamente, azorado y estupefacto,

recordé las palabras del viejo :

- “ Busca y busca ; explora todos los caminos

nunca cejes en tu empeño, si insistes hasta el fin,

el fin obtendrás “ -

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¡ Me encontraba en El Valle de los Sueños

Perdidos !

Lo que miles de almas han perdido : sus

ansias y sueños, aquí es donde han venido a

postrarse por la eternidad .

Volví sobre mis pasos, alejándome de ese

pavoroso lugar, egoísta; vanidoso y soberbio :

¡Ninguno de mis sueños estaba allí !

Los Guardianes

Un día de nieblas y nostalgias, de esos que

presagian destinos, estaba sentado sobre un

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tronco , viejo y húmedo, en los lindes del bosque

que dan al lago.

De este se levantaba la niebla que iba

cubriendo todo el ámbito, impregnándolo de

luces y revelaciones.

En un momento una esencia, que no por

conocida deja de inquietarme, se hizo presente.

Antes de verlos, intuí su llegada.

Asombrado, los vi : cuatro concentrados y

callados Duendes vinieron a aposentarse a orillas

del lago.

Desconociendo o ignorando mi presencia,

luego de un instante se separaron quedándose

uno de ellos en el lugar, marchando cada uno de

los otros en distintas direcciones.

Mi muda pregunta pronto se develó cuando

aturdido, tuve mi propia respuesta :

Cada uno se ubica en cada una de Las

Cuatro Orillas de ese lago infinito de donde se

levantan las nieblas que cubren los bosques

(como la vida y el destino) esperando la barca que

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transporta a quien tiene el don de elevar las

nieblas del bosque !

Espirales del Tiempo

Una noche de humos y alcohol, de esas que

movilizan confidencias y secretos, Sergio me

confió un secreto guardado por años : él ha

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visitado el lugar donde se retuerce el tiempo y la

eternidad juega escondidas :

- “ Una inversión de los tiempos es posible. Lo sé

porque lo he visto caminado Machico arriba cerca

del Pedregoso, ahí existe una zona cuyos límites

cambian apreciablemente de año en año, son

imprecisos, suelen estar difuminados, pero no

cabe dudas solo ahí he podido ver las fallas del

tiempo “

- “ He visto humos convertirse en llamas y

estas ....en leños .”

- “ Lo más notable es una llave que allí se

encuentra y cuya asa son dos serpientes

enroscadas “ -

- “ La custodian dos mujeres hermosas

completamente desnudas, de piel blanca, casi

transparente “ -

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- “ Está sobre una roca negra, pulida, brillante,

sin

mácula alguna, su forma es irregular

(contradiciendo toda posible especulación de

simetría ) “ -

- “La llave también es negra , sin brillo , cualidad

esta que permite distinguirla sobre la piedra “

-“ Sólo he podido intuir la utilidad de la misma “

- “ En esa ocasión, en un acto inconsciente,

irreflexivo, tendí mi mano hacia ella, temiendo

que las custodios temblaran el Universo , mas

nada sucedió ”.

-“ La tomé y la observé detenidamente, mirando

de reojo la posible acción de las mujeres, sin

embargo, no se dieron por enteradas de mi

presencia en el lugar”.

- “Siguiendo otro impulso la volví a su lugar y me

retiré

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- “ Una angustia pesada y sofocante convocaba

mis pensamientos atropelladamente “

- “ La llave, estoy seguro, permite abrir las

puertas del tiempo, desandar los espirales

pero, ¡Es sólo un símbolo !.

- “No existe en realidad, como así tampoco las

mujeres que custodian los sueños, ¡Nuestros

sueños de trasponer los espirales ! “

El Nombre del Lobo

Vive en una cueva oscura y húmeda, donde

moran, junto a él, en el fondo, los sueños de los

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deseos inconclusos, en un cañadón sombrío e

impenetrable.

Sale por las noches, en instintiva, solitaria

peregrinación por el bosque vacío de ansias y

Duendes.

Algún que otro gnomo, al que la noche

sorprendió en disolutas cavilaciones, lo acompaña

dando grotescos saltos sin sonidos.

En ocasiones, el lobo lo presiente, gira su

cabeza en armónico, sutil movimiento, sin

detener su marcha, y corrobora lo que intuye,

hace como que no ve y sigue su andar.

Una vez al mes y dos veces al año suceden

cosas que cambian la monotonía de su solitaria

plegaria : las noches de luna llena (una al mes) y

el llamado de la hembra en celo (dos al año).

La luna llena ejerce sobre él una atracción,

magnética, mesmérica, total.

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No sabe (ni sabrá jamás) el por qué y es

precisamente en esa ignorancia, conocida y

aceptada, donde reside la magia.

Aún antes de que aparezca por sobre los

cerros que lo circundan, el cambio, apenas

perceptible, en la luminosidad del bosque le

confirman y anticipan su presencia y compañía y

pronto ella se apodera de sus anhelos y sus

conjeturas y nada más existe : sólo él y la luna .

Sabe, ahora si, que pronto sentirá la señal

que invisibles guías, atávicos, precisos darán a su

ser para obrar como incontables generaciones,

antes de él, lo han hecho.

Detiene su mesurado y grácil trote cuando su

piel se eriza produciéndole un cosquilleo sensual y

sus orejas se atiesan, entonces se regocija y

estremece y elevando su cabeza comienza a

aullar.

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Modula el aire en cada aullido con un placer

que lo completa en su solitario y fantástico

monólogo.

Se afirma en sus patas (las delanteras sobre

un montículo) estira su cuello (aún más) y de la

necesidad instintiva obtiene el placer, narcisista,

soberbio, y se regocija escuchándose a sí mismo.

Lo prolonga al máximo, dilatándolo, inspira

afanosamente y vuelve a comenzar y el

monólogo, al cabo de un rato , se trastoca

asombrosamente en diálogo consigo mismo, ya

no está solo : es él y los otros que se encuentran

en la ceremonia habitual de transmitirse los

sueños inconclusos .

.

Es en este momento cuando contra la luna

ya alta se recorta la silueta del solitario lobo

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Duendes y Mariposas

Una mañana de octubre, cuando el bosque

trueca fuego por verde, pude observar una

peculiar procesión de Duendes, vestidos de fiesta

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y brillo, cada uno de ellos rodeados de un aura de

luz iridiscente, que se reunieron en un claro como

esperando un acontecimiento extraordinario.

Al poco tiempo comprendí el motivo de sus

afanes: una mariposa, ¡Única!, vino a posarse en

la primera florecilla de primavera.

Inmediatamente, se aproximaron

sigilosamente a ella, ávidos y confiados,

repitiendo un rito milenario, la observaron

detenida, ávidamente.

Luego se retiraron lentamente hacia atrás y

luego, ya lejos, prorrumpieron en expresiones de

inmensa, incontenible alegría, daban volteretas y

todo el ámbito pareció iluminarse ¡Hasta me

pareció oír campanillas de cristal !

Un tiempo después pude entender el por qué

de esa incontenible alegría.

En cada inicio de primavera se visten de

fiesta para esperar la primera mariposa.

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En sus alas, en la maravillosa e intrincada

geometría de colores, leen el mapa de los

senderos de los hombres, ¡Angustiados de no ver

para entonces bifurcaciones y encuentros!

De ahí su inconmensurable alegría, que se

renueva cada Primavera ¡

¡Confirman que habrá más Duendes nacidos

en cada ilusión que nacerá en cada bifurcación de

senderos en el bosque de la vida !

El Secreto de los Arroyos

Como en anteriores ocasiones me estiré

sobre una suave pendiente a orillas de un arroyo.

Mi cabeza a la sombra de unos ñires y cuerpo

al sol.

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Percibía el calor, en la tarde de fines de

otoño, tibio, suave, incorporarse lentamente a mí.

Lo sentía resbalar por mi cuerpo y alojarse en

mi alma dormitándome.

Desperté de golpe de ese estado al llamado

de un sueño extraordinario.

El arroyo me contaba historias de quienes

durmieron a sus orillas. Se dice que al dormir,

nuestro espíritu vaga contando sus deseos y sus

angustias y es el arroyo quien primero y mejor las

oye.

Se dice que esto es porque los más profundos

pensamientos son los que primero afloran en

nuestros sueños y al recorrer el bosque se diluyen

entre Nieblas y Duendes.

Los arroyos los condensan y guardan entre

sus piedras y luego los cuentan a quienes sepan

oír, de sus murmullos las historias que los

hombres en ellos dejaron.

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Desde entonces, antes de dejar los míos fluir

a sus aguas y a sus piedras, curioso de aprender y

ver reflejadas mis historias en historias pasadas,

que son mis propias historias en el círculo infinito

del tiempo, me dejo ir lenta, premeditadamente,

hacia ese estado intermedio donde, ¡Estoy

seguro!, oiré mi propia historia desde los tiempos.

OREJAS Y OJOS DE LOBO

Vi al lobo entre los árboles por una senda

próxima al filo de un cañadón.

En ese lugar se respira un aliento de Duendes

aunque nunca pude ver uno allí

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El lobo salió de entre la niebla, abstraído y

vagabundo de senderos.

Creo que nos vimos al mismo tiempo, ambos

sorprendidos y disgustados, la presencia del otro

nos hizo perder soledad y pensamientos.

Sus orejas se atiesaron, su nariz húmeda y ,

ahora atenta, me conoció.

Me miró y en esa mirada vi, en sus ojos

profundos, mi propia alma, solos aun en multitud

y descubrí qué buscamos en la cadencia de la

marcha por los filos de rumbo sur entre nieblas de

otoño.

Movía sus orejas como intentando oír mis

pensamientos, su mirada profunda, abierta, me

decía de sus anhelos y de sus angustias y todo él

emanaba libertad sin concesiones.

Desde entonces algo en mi interior cambió:

En ocasiones, cuando los acontecimientos

propagan angustias sin nombre y deseo mirar

muy dentro mis propios senderos, entonces,

recuerdo el lobo !

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INPRAXIS

Hoy el bosque está vestido de rojo y cuentas

blancas de principios de otoño.

El cielo gris y brumoso lo aboveda y aplasta

difuminando sus colores.

Los filos presagian y prolongan mustios

cañadones de ignotas incertidumbres.

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Una tenue y fina llovizna oculta y prolonga la

sombra de los ñires.

El lago ha perdido sus orillas y no se intuye

en lejanías la barca mágica.

Todo el ámbito se retuerce y tirita y gime

alelado con pesadas premoniciones y mi mochila

se carga de sueños inconclusos.

Mis pasos se tornan sordos en la turba y no

se refuerzan mis latidos con los ecos que hasta

hoy rimaban las alegrías de los senderos por

recorrer.

Todo mi ser se prepara para el inevitable,

ominoso momento.

Sé que ahí, al recodo del silencioso arroyo,

esperando mi presencia, están todos y cada uno

de mis Duendes y reconozco, en el más luminoso,

el que hiciste nacer.

Ateridos de frío y pavura, ojos bajos y

sonrisas diluidas, a la espera de mi decisión,

inconsulta e inmutable : ¡Hoy uno puede morir!

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Me aproximo, silencioso y sombrío al

hermético círculo, dejo mi mochila con el peso de

los sueños inconclusos y lo completo.

Ya en penumbras, cuando el silencio

aproxima la noche, levanto mi vista y uno a uno

expectantes y callados, me observan resignados.

Quien les dio vida tiene el insondable e

indiscutible derecho sobre su muerte.

Abro mi mochila, saco la ultima ilusión y la

libero al tiempo.

Luego sonrío pensando en el Valle de los

Sueños Perdidos.

El viento empuja suave el sueño último que

se incorpora, haciéndose sustancia en las hojas de

los ñires, en la niebla que se hace presente desde

el lago, trayendo rumores de remos en el agua y

cantos de vieja que susurran Nieblas.

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Sonrío y con lágrimas en los ojos comienzo a

desdoblar el laberinto y a transitar el dulce y tibio

sendero de las nostalgias.

Mis Duendes, en tanto, comprenden mi

decisión y súbitamente sus temores, ¡Por mí ¡ ,

desaparecen y uno a uno se acercan, ojos abiertos

, brillantes y eufóricos, tibios y dulces me rodean

abrigándome el corazón ¡

Es el preciso momento en que espirales y

senderos se hacen claros, transparentes, y el

Libro de la Sabiduría inscribe una hoja más.

Y un pensamiento me estremece, ¡¡¡ Que el

Duende que hice nacer te abrigue igual!!

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INDICE

Prólogo ............................................................9El Corcel Alado .................................................11 Lapso Infinito ................................................12La Niebla .......................................................13El Sueño ........................................................14Caminos ........................................................15Ausencia de Sombra ......................................16Los Duendes y la Niebla ................................17El Alquimista .................................................18La Llave ........................................................20El Nombre de Dios ........................................22El Tapiz .........................................................23El Laberinto ...................................................25Malabares ......................................................26La Mujer ........................................................28

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Los Duendes y la Niebla ................................30El Juego de los Duendes .................................32Suspiros y Alientos .........................................34El Regreso ......................................................35Los Hacedores de Nieblas ..............................37Promesa y Desafío ..........................................38El Castigo .......................................................39El Espejo de los Duendes ...............................40Don Efímero ...................................................41

Nostalgias sin Tristezas ....................................43Senderos Paralelos o Los Retornos ...................44La Realidad de Los Sueños ...............................46El Cruce de los Senderos Paralelos ...................48Las Siete Llaves ................................................49El Lugar de las Sombras ...................................50La Tabla ............................................................51El Trazado de las Espirales ...............................54La Huella de los Duendes .................................55La Pregunta .......................................................56El Valle Mustio .................................................57Los Guardianes..................................................60Espirales del Tiempo ........................................62El Nombre del Lobo .........................................65Duendes y Mariposas .......................................69El Secreto de los Arroyos .................................71Orejas y Ojos de Lobo .....................................73

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Inpraxis ............................................................75

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REFLEXIONES FANTASTICAS

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