Region Andina Noroeste

17
REGION ANDINA NOROESTE El Noroeste argentino (NOA) es una región histórico-geográfica de la República Argentina, estando integrada por las provincias de: Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, y Santiago del Estero. Por razones ecológicas y fisiográficas en general la provincia argentina de La Rioja es evidentemente parte del NOA, pero esta razón no es suficiente: el principio de razón suficiente que explica por qué La Rioja argentina es parte del Noroeste se encuentra en su historia y su cultura: La Rioja, como las otras provincias del NOA estaba principalmente poblada por los Diaguitas, y cuando inicialmente fue regida por los españoles éstos la incluyeron en el "Tucumán" en sentido amplio; de un modo semejante la auténtica región de Cuyo es la que tuvo sus fundaciones españolas desde la llamada "Corriente del Oeste" y por esto perteneció a la Capitanía General de Chile hasta que en 1777 se creó el Virreinato del Río de La Plata, en cambio La Rioja -como los otros territorios noroestinos- fue poblada por los españoles que vinieron en la llamada "Corriente del Norte" y nunca perteneció a la Capitanía General de Chile. Tal realidad se encuentra reflejada en casi todas las obras de referencia (por ejemplo libros de texto escolares, y de nivel medio, oficiales hasta aproximadamente los 1990), que La Rioja fuera asociada al neologismo "Nuevo Cuyo" desde 1988 obedeció a los intereses de familias que formaban la

Transcript of Region Andina Noroeste

REGION ANDINA NOROESTE

El Noroeste argentino (NOA) es una región histórico-geográfica de la República Argentina, estando integrada por las provincias de: Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, y Santiago del Estero.

Por razones ecológicas y fisiográficas en general la provincia argentina de La Rioja es evidentemente parte del NOA, pero esta razón no es suficiente: el principio de razón suficiente que explica por qué La Rioja argentina es parte del Noroeste se encuentra en su historia y su cultura: La Rioja, como las otras provincias del NOA estaba principalmente poblada por los Diaguitas, y cuando inicialmente fue regida por los españoles éstos la incluyeron en el "Tucumán" en sentido amplio; de un modo semejante la auténtica región de Cuyo es la que tuvo sus fundaciones españolas desde la llamada "Corriente del Oeste" y por esto perteneció a la Capitanía General de Chile hasta que en 1777 se creó el Virreinato del Río de La Plata, en cambio La Rioja -como los otros territorios noroestinos- fue poblada por los españoles que vinieron en la llamada "Corriente del Norte" y nunca perteneció a la Capitanía General de Chile. Tal realidad se encuentra reflejada en casi todas las obras de referencia (por ejemplo libros de texto escolares, y de nivel medio, oficiales hasta aproximadamente los 1990), que La Rioja fuera asociada al neologismo "Nuevo Cuyo" desde 1988 obedeció a los intereses de familias que formaban la "élite" económica y gobernante en dicha provincia en los 1980 y 1990, a tal élite -por ejemplo por la producción vitivinícola- le resultó mucho más conveniente que la provincia argentina de La Rioja apareciera asociada con las provincias de San Juan y de Mendoza, es decir a provincias cuyanas, sin embargo ya desde tiempos prehispánicos el Cuyo era solo el territorio en donde se habían desarrollado los núcleos de cultura Huarpe -como que Cuyo es palabra huarpe- y esto fue reconocido luego por los españoles, los españoles mismos mantuvieron el topónimo Cuyo sólo para los territorios en donde preponderaron los Huarpes (es decir: Mendoza, San Juan Y San Luis) y por los primeros gobiernos argentinos: la Provincia de Cuyo abarcaba a las

provincias de Mendoza, San Juan y San Luis jamás a la de La Rioja en la cual predominaba el substrato Diaguita.

La integración de Santiago del Estero dentro del NOA se debe casi exclusivamente a estas causas muy importantes: la impronta histórica -ya que la ciudad de Santiago del Estero desde su fundación fue considerada parte del "Tucumán" en sentido amplio- y la impronta cultural, ya que la mayoría de los habitantes mantiene influjos culturales que son característicos de todo el NOA, en cambio si es por su geografía; toda la provincia de Santiago del Estero correspondería a la región chaqueña argentina -faltan en la provincia de Santiago del Estero cordilleras andinas o de magnitudes pre andinas; la mayor parte del territorio es una llanura y penillanura con dos muy bajas y de poca área serranías o sierras: las de Guasayán y Sumampa que son extensiones laterales de las Sierras Pampeanas.

Esta región está fundamentada en consideraciones de índole histórico-geográficas, y en nada se relaciona con la llamada Región del Noroeste Argentino, la cual es una subdivisión administrativa que integra la Región del Norte Grande Argentino, por lo tanto, una entidad o circunscripción eminentemente política.

La región presenta los siguientes biomas de oeste a este:

Puna

Altas montañas

Valles fértiles

Quebradas de la cordillera Oriental o Salto jujeña

Sierras subandinas

Yunga

El ecotono transicional entre el Chaco y las Yungas

Cuesta del Obispo uno de los accesos salteños a los Valles Calchaquíes

La Quebrada de Humahuaca vista desde Purmamarca en la provincia de Jujuy.

Un ingreso al Cañón de Talampaya en el Parque Nacional Talampaya en el suroeste de La Rioja.

.

Quebrada de Los Sosa (Tucumán)

ClimaLos vientos del este descargan su humedad sobre las sierras subandinas y las laderas orientales de la cordillera Salto jujeña. Estas áreas tienen clima subtropical serrano con abundantes lluvias. Los bosques y selvas serranas que tapizan estas montañas son conocidas como yungas. Dichos vientos pasan ya secos hacia el oeste. Por esta causa las laderas occidentales de la Cordillera Oriental y la Puna, poseen un clima frío, árido y seco.

EconomíaLas actividades económicas se ven condicionadas por el medio. Los habitantes de la Puna se agrupan en pequeños poblados, practicando agricultura y ganadería de subsistencia, con rebaños de ovejas, alpacas, y llamas.

También existe la explotación industrial, de gran escala, de minerales como el plomo, plata, zinc y sal de mesa, gas natural, petróleo, hierro; el litio; el bórax. La sal, el plomo, el oro y el cobre se encuentran principalmente en la Puna de Atacama y en la región de altas cordilleras andinas, en cambio el gas, el petróleo y el hierro se encuentran principalmente en la zona pedemontana oriental y la ecotonal con la región chaqueña.

En los Valles Calchaquíes que se encuentran inmediatamente al Este de la muy elevada y seca Puna de Atacama prosperan, desde la Conquista española grandes viñedos de los cuales se obtienen excelentes vinos de celebridad internacional como el Torrontés argentino. Los valles fértiles de la cordillera Oriental están más dénsamente poblados. Se desarrolla una agricultura intensiva donde se producen hortalizas todo el año, destacándose también los cultivos de legumbres, caña de azúcar, tabaco, olivo y cítricos. Aquí es donde se localizan las principales industrias dedicadas al procesamiento de las materias primas de la región. La densa selva que cubre las sierras Subandinas ofrece árboles de madera valiosa para el aprovechamiento forestal. Es en ésta área donde se explotan ricos yacimientos de petróleo y gas.

Viñedos en Cafayate, Salta

Pero estas actividades generan problemas ambientales. El desmonte de selvas y bosques degrada estos biomas y pone en peligro a distintas especies de plantas y animales. El monocultivo (especialmente el de la alóctona soja desde los 1990 además de grave y acelerada deforestación) provoca el agotamiento y la degradación de los suelos. Así sin el moderador "efecto esponja" de los bosques y selvas (especialmente en las yungas) se observa que las grandes lluvias provocan catastróficas inundaciones "aguas abajo", como la que inundó a la importante ciudad argentina del Litoral ciudad de Santa Fe en el año 2003 y luego fuertes sequías regionales , tanto en el NOA como en el NEA e incluso en la región pampeana y toda la región chaqueña ya que al haber sido desaparecidos los bosques y selvas las aguas dulces se evaporan con mucha facilidad.

Cordillera OrientalLa cordillera Oriental está formada por dos cordones montañosos paralelos (el occidental y el oriental), de formación paleozoica, posteriormente ascendida por el plegamiento andino, separados por quebradas y valles.

El cordón occidental presenta mayores alturas y su cerro nevado más alto es el Chañi, de 6200 m. El cordón oriental es de menor altura, y el Cerro Negro de Zucho alcanza los 4850 m.Las quebradas son las vías de comunicación de esta

zona, de origen generalmente pluvial, son valles alargados y angostos. Las más importantes y pintorescas, son la Quebrada de Humahuaca que corre de sur a norte, la del Toro que asciende

de sureste a noroeste poniendo así en comunicación los Valles Calchaquíes con la Puna de Atacama, la Quebrada de las Conchas, Quebrada de las Flechas y la Santa María- Guachipas.

También se encuentran varios amplios valles en zonas hundidas y rellenas con sedimentación, con clima subtropical, los cuales se realizan cultivos intensivos y se asientan importantes ciudades (por ejemplo la ciudad de Salta y la ciudad de San Salvador Jujuy). Los más destacados son el Valle de Lerma en Salta, el de Jujuy, los Valles Calchaquíes o de Yocavil y Campo Santo.

Sierras SubandinasLas sierras Subandinas que, con rumbo norte-noreste y sur-suroeste, atraviesan el sector más

oriental de la región, constituyen una barrera orográfica que determina un brusco cambio, ya

que sobre sus laderas orientales se precipitan las lluvias que, con un promedio anual de 1.000

mm, provocan el desarrollo de una vegetación de tipo selvático por lo exuberante,

enmarañada y variada. La máxima elevación, a 2.580 m de altitud, es el cerro Ceibal o Crestón.

Prehistoria e historiaSe considera la presencia de población humana desde circa el 11000 a 10000 ap.

Se encuentran vestigios de pueblos cazadores recolectores datables desde el 8500 aP. Hace 3000 años se verifica la existencia de una pastoricia o ganadería trashumante de auquénidos y casi inmediatamente la existencia de caravanas que desde las zonas altas establecían circuitos comerciales con las zonas bajas; uno de las primeros asentamientos permanentes data de hace entre 3000 y 2000 años uno de los más antiguos sitios arqueológicos que revelan una sedentarización se encuentra en Palo Blanco (Suroeste de Catamarca), la sedentarización permitió una incipiencia de agricultura (con también incipientes controles de riego, gestión del agua dulce y acumulación —en depósitos— de los excedentes) esto fue correspondiente con el desarrollo de la cestería y, especialmente de la cerámica (hasta llegar a la coroplastia), es decir; ya hace entre 3000 y 2000 años existen poblaciones agroalfareras en la región siendo en tal aspecto las primeras de todo el actual territorio argentino.

Entre el 500 y 1000 d.C. ocurrió el llamado Período de Integración Regional caracterizado por el establecimiento de una compleja red social con intercambios económicos transversales entre las diversas etnias de la región, tales intercambios solían ser de minerales (cobre, malaquita, obsidiana) obtenidos en las zonas cordilleranas a cambio de productos vegetales (como el alucinógeno cebil utilizado exclusivamente por los "chamanes" en los ritos) y plumas o nutritivos frutos de chañar y mistol procedentes de las yungas y de la región chaquense.

Pucará de Tilcara (Jujuy)

Erke, instrumento de viento de gran tamaño típico de las zonas más andinas del NOA, muy similar a

la Trompa de los Alpes

Ruinas del Shincal, Parque arqueológico Inca. (Catamarca).

Entre el 1200 y 1400 la región sufrió extremas sequías lo cual provocó fragmentaciones,

guerras endémicas cuyo foco se ubica en regiones tan distantes como el norte del Perú y que

se extienden en cadena a lo largo del espacio entre las etnias para obtener recursos; tal estado

de guerras interétnicas impuso la consolidación de núcleos étnicos diferenciados en pequeñas

ciudades fortificadas (chichas en el extremo norte, atacameños en la Puna y la Quebrada del

Toro, omaguacas en gran parte del actual Jujuy y norte de Salta, "diaguitas" (principalmente

la Cultura Santa María en las regiones montañas y pedemontanas de Salta, Catamarca, durante

ese mismo periodo la zona recibió el influjo cultural del Horizonte Tiwanaku, tal influjo se

observa no sólo en las artes sino en práctica religiosas y militares — auge de las "cabezas

trofeo" de los enemigos decapitados —). Al finalizar ese período y aprovechando la debilidad

de las etnias existentes se produce la irrupción de los incas y la anexión de la mayor parte del

territorio al "Tucumán" del Tawantinsuyu (Varios etnohistoriadores como Ana María

Lorandi consideran que el Tucumán era un territorio separado del Collasuyo), el dominio inca

fue breve aunque dejó algunos notorios rastros culturales: extracción de los recursos naturales

para transportarlos al centro de su imperio, para esto se creó el sistema de pistas

llamado Kapak Ñan (literalmente "Gran camino" usualmente conocido como "Camino del

inca") y se estableció la imposición de la prestación personal entre los sometidos (la mita si la

sumisión era relativamente pacífica, o el yanaconazgo y deportaciones para los más rebeldes)

acompañado con establecimiento de depósitos como collcas, y tambos, la demolición de las

fortalezas preincáicas y la construcción de nuevas fortalezas en función a las necesidades

imperiales (los pucaras) , el desarraigo de etnias que opusieron resistencia tal cual se verifica

en el despoblamiento de Tastil, deportación de mitmakuna (mitimaes) desde regiones

septentrionales, practica de sacrificios humanos en las cumbres de las montañas tal como se

verifica en el Volcán Llullaillaco, incluso la destrucción de los cementerios de los pueblos

"diaguitas" (palabra cuyo significado proviene de la aimara thyakita = "lejanos" — en relación

al Cusco o a Tiwanaku — ) para provocar una amnesia histórica ya que la mayoría de los

pueblos originarios del NOA rendían culto a sus antepasados; los incas substituyeron

tales sistemas de creencias por una religión de estado en la cual la casta inca era homologada

al sol lo cual les permitía racionalizar el control y enajenación de los recursos económicos

regionales: 1/3 de lo producido era para el inca, otro tercio para Inti o dios-sol y solo otro

tercio quedaba para las poblaciones productoras. La parte oriental de las actuales provincias

de Salta, Tucumán y casi todo el territorio de Santiago del Estero se mantuvo independiente de

los incas efectuando las etnias de esa zona (vilelas, lules, toconotés, wichis etc.) frecuentes

incursiones sobre las zonas controladas por los incas. Los lules y toconotés fueron llamados

despectivamente "surí" (luego transliterado al español como xurí y jurí), los wichi fueron

motejados de "matacos" otros pueblos chaquenses de "cuncos" y "chavancos" por los

invasores quechuas y sus aliados aimaras.

La irrupción de nuevos invasores (los conquistadores españoles de la "Corriente del Norte")

inaugurada con la Expedición de Almagro a Chile (expedición que recorrió gran parte del

Noroeste) en 1535 , empeoró la situación para todas las etnias locales las cuales tras

enconadas resistencias como las Guerras Calchaquíes sufrieron una gran merma demográfica

en gran medida debido a las enfermedades procedentes de Europa (viruela, sarampión y

ciertas cepas gripales) para las cuales los autóctonos carecían de inmunidad y en parte debido

a la desestructuración de las economías o la extenuación de los nativos en la exacerbada copia

de prestaciones personales que hicieron de las ya existentes desde la invasión inca: las mitas

mezcladas con las encomiendas.

A la española "Corriente del Norte", inaugurada con la Entrada de Diego de Rojas en 1542, se

debe la definitiva fundación de las ciudades capitales provinciales, y la fundación de algunas de

la más antiguas localidades hoy existentes en la República Argentina.

El siglo XVIII presenta dos rasgos contrapuestos: una consolidación del poder español y algunos movimientos de rebeldía asociados lejanamente a Túpac Amaru. En todo caso durante la colonización española se emprende la introducción masiva del cultivo de algodón en el oeste santiagueño, la producción de vinos, olivos, lanas de ovejas y cabras, la cría de mulas y caballos (particularmente en Salta, Tucumán y Jujuy) para abastecer, junto con Tarija las demandas del Alto Perú; el sistema económico entonces desarrollado implicó una primera industrialización: -por ejemplo- carretas, talabarterías, aguardientes en Tucumán. Ponchos y diversos lienzos (barracán, picote, barchila, anascote) en Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy.

De este modo con la creación del Virreinato del Río de la Plata y la inclusión del NOA en dos intendencias: la de Salta del Tucumán y (la parte norte) de Córdoba del Tucumán el inicio del siglo XIX encontró a la sociedad criolla lo suficientemente madura como para asociarse en la

Guerra de Independencia que derivó de la Revolución de Mayo, fue en tal época que los principales combates (como los de la Guerra Gaucha) tuvieron como escenarios principales los territorios de Jujuy, Salta, Tucumán y áreas vecinas como, principalmente, la de Tarija.

Población y sociedadEs claramente visible el activo proceso de urbanización siendo la población mayoritariamente mestiza producto de la mixogénesis de las poblaciones indígenas originales, el aflujo de españoles a partir de 1535, con estos entre los siglos XVII y XVIII un importante porcentaje de población con orígenes africanos que en menor medida ha dejado sus trazas visibles, luego (especialmente en la provincia de Tucumán) se sumó la importante inmigración proveniente del "Viejo Mundo" (italianos, libaneses, sirios, e incluso un pequeño número de sikhs – la colectividad sikh se estableció en la provincia de Salta a inicios del siglo XX, principalmente en Rosario de la Frontera–, en Tucumán también ha sido de alguna importancia la radicación de inmigrantes franceses). La población del NOA a lo largo del siglo XX ha sido agrupada principalmente en las capitales provinciales (Gran San Miguel de Tucumán, Gran Salta, Gran San Salvador de Jujuy, Santiago del Estero - La Banda, Gran San Fernando del Valle de Catamarca, La Rioja y la ciudad de Orán).

En las áreas más inhóspitas de la Puna y de las quebradas se asientan grupos en los que predomina la ascendencia indígena, los "coyas" (descendientes de los diaguitas, atacameños, omaguacas y chichas) pueblos que sufrieron la influencia quechua-aimara durante la invasión incaica ocurrida entre ca. 1475—1535) y luego la española entre 1535—1811 por lo cual su cultura actual es altamente sincrética, por este motivo se encuentran préstamos lexicales del quechua en palabras como "pachamama" (tierra madre), "coca", "supay" (demonio), "llastay", "pujllay", "quisquinar" o "quisquidar" (constipar, estreñir), "machado" (embriagado), "chango" (muchacho), "guaso" (burdo), "churo/a" (lindo/a, simpático/a), "cerviñacu" (especie de matrimonio a prueba o prematrimonio, practicado entre algunos coyas de las zonas más apartadas de Salta y Jujuy en el cual la pareja convive unos tres años "para ver si se lleva bien" y puede luego concretar un matrimonio definitivo) , "tantanakui", "ura" (vulva), "urquía" (paloma torcaz), o "chaya" (o challa) entre algunas otras mezcladas con el idioma español (que posee diversas formas de entonación según las zonas de esta región) y con los idiomas indígenas preexistentes a la invasión incaica tales palabras son utilizadas ocasionalmente, en algunos departamentos de la provincia de Santiago del Estero se habla la llamada lengua quichua basada lexicalmente en gran medida sobre el idioma quechua propiamente dicho, es de notar que "la quichua" (como es llamada entre los santiagueños) es hablada por poblaciones criollas cuyos ancestros indígenas (lules, toconotés, sanavirones etc.) fueron adoctrinados tras 1536, durante la dominación española, por los misioneros católicos que, procedentes del Perú y del Alto Perú utilizaban el quechua como lengua general . Diaguitas, atacameños, omaguacas y chichas eran pueblos que vivían en pequeñas ciudades y que dominaban las técnicas del riego de cultivos (especialmente del maíz), el arte del tejido y la cerámica, la metalurgia del oro, el cobre y la plata.

Primeros Pueblos Originarios del Noroeste Argentino

Los Apatamas

Este grupo indígena habitó la región conocida como la Puna y su área de influencia abarcó desde el noroeste de la provincia de Jujuy hasta el noroeste de Catamarca, comprendiendo a la provincia de Salta. Los casabindo y los cochinoa , también de la Puna, estaban relacionados con los apatamas, lo mismo que los atacamas del otro lado de la Cordillera, con quienes compartían una lengua común, el cunza .

Los apatamas recibieron influencias culturales de sus vecinos diaguitas , calchaquíes , omaguacas y

del Altiplano; fueron excelentes agricultores que cosechaban maíz, papa y quinoa. Estos alimentos eran almacenados en las paredes rocosas de los cerros, en los cuales practicaban unos agujeros en los que los depositaban.

Trabajaban la piedra y la madera, fabricando palas, azadones y cuchillos. Domesticaron la llama, que utilizaban como bestia de carga y de la que también obtenían carne, leche, cueros y lana. Otra de sus actividades era la explotación de las salinas, de las que extraían ladrillos de sal que luego transportaban a lomo de llama hasta los distintos poblados, en donde los trocaban por diversos productos, en especial, maíz.

Al igual que los otros pueblos de la región, los apatamas aprovecharon lo que su medioambiente les ofrecía y así construyeron sus viviendas rectangulares con piedras y barro (pircas) y techo de paja, con una abertura en la parte superior como entrada, a la que se accedía por medio de escalas de madera. Es de destacar que los apatamas no poseyeron fortificaciones (pucarás) como los omaguacas .

Vestían una túnica larga hasta las rodillas, que los españoles llamaron "camiseta", de colores rojo o castaño; para combatir el frío se cubrían con una prenda de lana circular con una abertura en el centro para introducir la cabeza, llamada "poncho"; rodeaban su cintura con una faja de lana y calzaban unas sandalias de cuero llamadas "husutas" (ojotas). Se cubrían la cabeza con un gorro que tapaba también las orejas y la nuca y se adornaban con collares, alfileres, vinchas, brazaletes y pectorales confeccionados con hueso, plumas, madera y metal.

Pobres en la producción de cerámica, los apatamas desarrollaron una gran habilidad artesana en el trabajo de la madera y la calabaza.

Los Omaguacas

Los omaguacas dieron su nombre a la región conocida como Quebrada de Humahuaca, en la provincia de

Jujuy. Su nombre, según fuentes españolas, significaba "cabezas de tesoro" y comprendía a una gran cantidad de tribus entre las que figuraban los purmamarca, los tilcara, los tumbaya, los maimará, lo s jujuy, los puquile, los ocloya y otros.

Lugar de paso obligado entre el Altiplano y los valles del noroeste argentino, surcado por el río Grande, esta región fue una zona de conflicto permanente, antes y después de la llegada de los españoles.

Mientras que el norte es seco y de clima puneño, el sur presenta un ambiente subtropical con abundante vegetación y lluvias regulares. El río Grande, en sus 170 kilómetros de recorrido da origen a los llamados angostos, aprovechados desde tiempos inmemoriales por los pueblos indígenas dada su feracidad.

Los omaguacas fueron principalmente agricultores de maíz y en menor proporción de papa y quinoa. Practicaban la caza del guanaco y del ñandú, la domesticación de la llama -de la que aprovechaban sus numerosos subproductos- y la recolección de la algarroba.

Su producción ceramista (de regular calidad) presentaba la característica del fondo rojo con decoraciones en negro. Elaboraban grandes cántaros de forma redonda y los llamados "vasos-timbales" de notoria influencia altiplana.

Su actividad incluia la fabricación de armas como arcos, flechas, boleadoras y hondas; trabajaban el cobre, oro, plata y estaño. Se vestían con mantas y camisetas largas llamadas uncu; se cubrían con ponchos, usaban ojotas, vinchas, brazaletes, anillos, pectorales, etc.

Sus viviendas eran rectangulares, de piedra, con techo de paja inclinado, sin ventanas y con una sola abertura.

El carácter estratégico de la Quebrada de Humahuaca hizo de los omaguacas un pueblo militarmente preparado. Para defenderse de las invasiones diseñaron recintos fortificados de piedra, a los que denominaron pucarás y desde los cuales combatían utilizando arcos, flechas, mazas de piedra y boleadoras. Tanto incas como españoles experimentaron en su momento la resistencia omaguaca.

Los diaguitas o calchaquíes

Las parcialidades diaguitas que poblaron el noroeste argentino estaban constituidas por los calchaquíes del norte, los cacanes en el centro y los capayanes en el sur, grupos que tenían, entre sus características comunes, el uso de la lengua cacán o

diaguita . Fueron los más avanzados entre los grupos que poblaron el territorio argentino y ello se debió fundamentalmente, a la poderosa influencia incaica.

Practicaban la recolección de la algarroba -fruto del algarrobo-, que les servía de alimento y con la cual elaboraban bebidas alcohólicas, como la chicha y la aloja. Lograda la domesticación de la llama, aprovecharon al máximo lo producido por este animal, que constituia una parte importante de la economía diaguita.

Las fuentes españolas mencionan la belicosidad de los diaguitas, agrupados en tribus cuyos nombres han perdurado en la toponimia local: pulares, tolombones, cahis, chicoanos, aimachas, quilmes, hualfines, luracatos , etc. quienes opusieron una tenaz resistencia a la dominación hispánica, conviertiendo en leyenda los nombres de caudillos como Viltipoco, Juan Calchaquí, Pedro Colca, Pedro Chumay, Coronilla, Ultimpa, Chalemín, Luis Enríquez y Martín Iquín , este último, curaca (jefe) de los quilmes , que pagaron cara su derrota al ser deportados en masa hacia lo que hoy es la provincia de Buenos Aires, dando un penoso origen a la actual localidad que lleva su nombre.

Los capayanes

Hermanos de lengua de los calchaquíes , los capayanes habitaron las provincias de La Rioja y San Juan, en una región comprendida entre aquéllos, al norte y los huarpes , hacia el sur, entre los valles de Famatina, Sanagasta y Yacampís surcados por los ríos Colorado y Jáchal.

Pueblo de agricultores, el capayán consumía maíz, zapallo y quínoa que cultivaban en campos irrigados artificialmente por medio de canales y acequias. Esta tecnología evidencia la influencia incaica, como así

también su vestimenta, la producción de tejidos de lana de llama y guanaco, la metalurgia del cobre y oro. A los capayanes se atribuye el estilo cerámico de Sanagasta o Angualasto caracterizado por sus decoraciones geométricas en negro sobre fondo rojizo.

Lules y Vilelas

Pese a que el estudio de los distintos grupos indígenas de la Argentina nos obliga a contextualizarlos dentro de un área geográfica delimitada, ello nos puede llevar a la falsa creencia de que nos encontramos frente a culturas fijas en el tiempo y el espacio. Nada más lejos de la verdad, pues hay que reconocer que en tiempos

prehispánicos la gran movilidad de pueblos era evidente. Ejemplo de ello fueron los lules, agrupación de cazadores-recolectores llegados en tiempos remotos desde el Amazonas brasileño a la región occidental del bosque chaqueño. Desde allí, estos belicosos nómadas tomaron contacto con pueblos sedentarios de cultura andina en la zona de Santiago del Estero y Tucumán, como los tonocotés, a los que hostigaban y saqueaban frecuentemente. Según fuentes españolas, los lules practicaban la antropofagia y de no ser por la conquista hispana "...hubieran acabado con los tonocotés..." afirmaba el padre Barzana.

De gran talla y esbeltos, los lules se alimentaban preferentemente de los productos de la caza y la pesca, complementando esta actividad con la recolección de la algarroba y miel de abejas silvestres. Utilizaban arco, flechas, macanas y dardos arrojadizos. Habitualmente desnudos, solían cubrirse con plumas de ñandúes, por lo que los españoles llamaron "juríes" a estos indios en sus primeras crónicas del siglo XVI, ya que esta palabra provendría del quichua xurí , nombre con el que los pueblos andinos designaban a esas aves corredoras.

Por su parte, los vilelas , vecinos de los lules y culturalmente emparentados, se diferenciaban de éstos en que habían adquirido hábitos sedentarios, con una agricultura incipiente y cría de animales. De costumbres más pacíficas, gustaban de la música y la danza.

Tonocotés

Habitantes del centro-sur de la provincia de Santiago del Estero, estos indígenas tenían -al igual que lules y vilelas - un ancestral origen amazónico, pero estaban fuertemente influenciados por las culturas de origen andino del oeste. Sedentarios y agricultores, los tonocotés se concentraron principalmente entre los ríos Dulce y Salado, limitando al sur con los sanavirones , al oeste con los calchaquíes y al norte y este con los dominios de los belicosos lules. Cultivaban maíz, zapallo y porotos en terrenos anegadizos próximos a los ríos, los cuales, después de las crecidas, depositaban allí

una capa de fértil cieno .Sus viviendas circulares de ramas y barro presentaban la característica de estar edificadas sobre lomadas artificales conocidas como túmulos o mounds , agrupadas en aldeas rodeadas con empalizadas, para protegerse del ataque de los lules y otras tribus del monte chaqueño.

Evidencia de su lejano origen amazónico está dado por ciertas prácticas de caza, como el uso de dardos emponzoñados y la costumbre de velar a sus muertos y guardar sus huesos en cántaros de barro.