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El regreso electoral del FSLN en Nicaragua 2006

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  • VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 PP. 75-112 75Poltica y gobierno

    * Salvador Mart i Puig es profesor titular de Ciencia Poltica de la Universidad de Salamanca,Facultad de Derecho, Campus Unamuno s/n 37007-Salamanca, Espaa. Correo electrnico:[email protected]. El autor agradece los comentarios y observaciones de David Close, Andrs PrezBaltodano y de dos ponentes annimos que han intervenido en el proceso de dictaminacinannima de la revista Poltica y gobierno.

    El artculo se recibi en febrero de 2007 y se acept para su publicacin en julio delmismo ao.

    El regreso del FSLN al poder:Es posible hablar de realineamiento

    electoral en Nicaragua?Salvador Mart i Puig*

    Resumen: En las elecciones nicaragenses de 2006 el Frente Sandinista de LiberacinNacional (FSLN) recuper el poder despus de 16 aos en la oposicin. El objetivo del textoes analizar las razones de la victoria sandinista y formular si dichos comicios supusieron unproceso de realineamiento electoral en el pas. Para ello se expondr en primer lugar cul hasido la dinmica de la competencia electoral desde 1990 hasta las elecciones de 2006, enfa-tizando la aparicin en estas ltimas de un nuevo clivaje que se sobrepuso al de sandinis-mo/antisandinismo. Despus se sealarn las caractersticas del sistema electoralnicaragense y se expondr la naturaleza de las fuerzas polticas y de la campaa realizada.Finalmente, se analizarn los resultados a la luz de la teora sobre el tema con el objetivo deaveriguar hasta qu punto los comicios de 2006 han supuesto (o no) un realineamiento elec-toral que abra una nueva dinmica de competencia partidaria y un sistema de partidosdiferente enNicaragua.

    Palabras clave:Nicaragua, elecciones, FSLN, realineamiento electoral, elecciones crticas.

    The Return to Power of FSLN: Is It a Matter of Realinging Elections?Abstract: In theNicaraguan elections of 2006, theFrente Sandinista deLiberacinNacional(FSLN) regained office after 16 years of being in the opposition. The objective of this articleis to analyze the reasons for the Sandinista victory and to verify if such elections constitutean electoral realignment in the country. First, the dynamics of electoral competition will beexplained emphasizing a new cleavage that opposed the old sandinismo/anti-sandinismosince 1990. Second, the features of the Nicaraguan political system and the nature of thepolitical forces as well as those of the campaign will be examined. Finally, and in order tofind (or not) the level of realingment, the electoral results will be analyzed. These resultsmay open a newdynamic of electoral competition and a different party system inNicaragua.Key words: Nicaragua, elections, FSLN, realigning elections, critical elections.

  • Salvador Mart i Puig

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 200876 Poltica y gobierno

    Las elecciones de 2006: Es posible calificarlas como crticas?

    El resultado de las elecciones de 2006 en Nicaragua sorprendi a propiosy ajenos, pero la sorpresa no fue el exiguo margen de votos con quegan el Frente Sandinista de Liberacin Nacional (FSLN), sino la nuevalgica que adquiri la competencia electoral y la capacidad que tuvo elFSLN para moldear las instituciones del pas en beneficio propio hastahacerse con la Presidencia de la Repblica.Ante ello, el texto que se presenta parte de la hiptesis de que las elec-

    ciones nicaragenses de 2006 pueden calificarse como crticas, en tantoque suponen (han supuesto) un proceso de realineamiento electoral altransformar la lgica de competencia ordinaria que exista desde 1990hasta la fecha. Uno de los textos seminales sobre realineamiento exponeque este fenmeno sucede cuando en unas elecciones se produce una s-bita alteracin del clivaje preexistente entre el electorado y aparece unonuevo o se modifica el anterior (Key, 1955, 1964).El estudio del realineamiento electoral se ha caracterizado sobre todo

    por analizar ciclos temporales prolongados con la intencin de observar eidentificar coyunturas especficas que suponen cambios de larga duracinrespecto a la dinmica de competencia poltica entre partidos.1 En el ca-so que aqu se analiza no se trata exactamente de un ciclo temporal largo(en el sentido en que se suele utilizar al estudiar el sistema poltico esta-dounidense, por ejemplo), pero los 16 aos de dinmica electoral competi-tiva presentes en Nicaraguadesde 1990 hasta 2006 pueden conside-rarse un periodo suficientemente largo como para intentar aplicar losconceptos que aporta la literatura sobre el tema en cuestin. Adems, elhecho de que las elecciones de 2006 estuvieran marcadas por un cambiosignificativo en los patrones de votacin de los ciudadanos justificaexplorar hasta qu punto ha ocurrido en Nicaragua un proceso de reali-neamiento electoral que va a tener, presumiblemente, repercusiones en lavida poltica futura.

    1 Este tema ha sido ampliamente discutido en pases con una larga historia de eleccionescompetitivas. Destaca el caso de Estados Unidos, donde la mayora de los politlogos coincidenen aclarar que hubo procesos de realineamiento en 1860, 1896 y 1932. El debate es intenso yno siempre existe coincidencia en los postulados ni en las interpretaciones. Entre los autoresque han trabajado este tema destaca la obra pionera de V.O. Key (1955, 1964) y los desarrollosposteriores, como el de Ware (1996), Mayhew (2002) y Schofield, Miller y Martin (2003).

  • El regreso del FSLN al poder: Es posible hablar de realineamiento electoral en Nicaragua?

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 77Poltica y gobierno

    Con esta intencin el texto intentar analizar hasta qu punto en elcaso de Nicaragua se han dado los seis elementos que la literatura atri-buye al proceso de realineamiento electoral,2 a saber, la existencia de unagran participacin electoral, la aparicin de conflictos en la nominacinde candidatos dentro de alguno de los grandes partidos en liza, la irrup-cin de terceros partidos en la arena electoral, la aparicin de nuevostemas de conflicto (issue cleavages), una fuerte polarizacin ideolgica y,finalmente, cambios sustanciales en las propuestas de polticas pblicas(Mayhew, 2002).En caso de darse estos elementos, o una porcin importante de ellos,

    se podra afirmar que en Nicaragua se celebraron unas elecciones crticasque seguramente desencadenarn, a corto plazo, cambios sustanciales enla dinmica electoral y en el sistema de partidos del pas. De ser as, po-dra afirmarse que ha existido un realineamiento electoral en Nicaragua?Averiguarlo o dar una respuesta sensata es el cometido del texto quesigue. Para ello se empieza sealando cul ha sido la dinmica ordinaria decompetencia en el pas. Posteriormente se analizan las claves de la vidapoltica nicaragense durante la ltima dcada. En tercer lugar se constatala capacidad que ha tenido el FSLN para modificar las reglas institucionalesa su favor, y despus se analizan tanto la campaa electoral de 2006 comolos resultados de dichas elecciones. Por ltimo, como conclusin, se pre-senta una respuesta tentativa sobre la emergencia de un realineamientoelectoral en Nicaragua despus de las elecciones crticas celebradas ennoviembre de 2006.

    La dinmica ordinaria de competencia electoralen Nicaragua desde 1990 hasta 2006

    Para entender la singularidad del proceso electoral de 2006 es necesariorecordar, por un lado, el triunfo de la convocatoria insurgente del FSLN en1979 y el proceso revolucionario que se extendi durante toda la dcadade los aos ochenta, cuando se llevaron a cabo reformas que supusieronprofundos cambios en la estructura productiva y en el formato institu-

    2 Cabe sealar que dicha literatura est muy centrada en el sistema poltico de EstadosUnidos y en su lgica de competencia partidaria, por eso es necesario ser cautos y matizar suaplicacin a casos latinoamericanos en general y al nicaragense en particular.

  • Salvador Mart i Puig

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 200878 Poltica y gobierno

    cional del pas3 y, por otro, a la convocatoria y desenlace de las eleccionesde 1990 en las que el mismo FSLN perdi y se llev a cabo por primeravez en la historia un cambio de titular en la jefatura del Estado de formapacfica.El proceso revolucionario nicaragense, como toda revolucin en un

    pas perifrico, fusion y sintetiz una multiplicidad de objetivos que sepodran agrupar alrededor de tres cuestiones bsicas: la cuestin de-mocrtica y movilizadora, la soberana nacional y el tema del desarrollo(Vilas, 1984). Con esta base se empez a desplegar un nuevo andamiajeinstitucional y simblico: polticas intensivas de desarrollo agropecuariasde matriz colectivista y estatizador, una profunda transformacin producti-va y un nuevo posicionamiento en el mbito internacional. Apreciar losresultados de este empeo es una tarea compleja y contradictoria, con to-do, es imposible analizar con profundidad la experiencia revolucionariasandinista sin tener en cuenta el impacto de la pronta agresin financiera,poltica y blica articulada por una coalicin en la que la administracin es-tadounidense tuvo gran responsabilidad y que gener un ejrcito campe-sino llamado Resistencia Nicaragense en las zonas del interior del pas.4Esta guerra, que se inici a comienzos de la dcada de los ochenta, limit,condicion y termin por transformar muchos de los proyectos origina-rios. En medio de esta situacin el FSLN, que en un inicio opt por crearun sistema de representacin corporativo semejante al cubano, convocen 1984 las primeras elecciones libres y plurales de la historia del pas5 ytres aos ms tarde aprob una Constitucin que consagraba un modelopoltico liberal y representativo.Con todo, el conflicto prosigui hasta 1990 a pesar de la firma, en 1987,

    de los Acuerdos de Esquipulas II. En el marco de estos acuerdos el go-bierno de Nicaragua permiti la inclusin en el proceso electoral de 1990de una amplia coalicin de 14 partidos liderada por Violeta Barrios de

    3 Existe mucha literatura sobre el proceso revolucionario sandinista. Uno de los textos quepretenden hacer un anlisis del proceso desde la insurreccin hasta el traspaso de poder es elde Mart (1997).

    4 Sobre el desarrollo de un ejrcito campesino de carcter contrarrevolucionario en las zonasrurales del interior vanse Mart (2004) y Horton (1998).

    5 Las elecciones de 1984 fueron las primeras elecciones libres del pas a excepcin de lasde 1928 y 1932, organizadas por los marines estadounidenses. Respecto de las elecciones de1984, vase Close (1985).

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 79Poltica y gobierno

    Chamorro, llamada Unin Nacional Opositora (UNO), que gan las elec-ciones contra la mayora de los pronsticos.6A partir de las elecciones de 1990 las prioridades del gobierno fueron

    pacificar y desmovilizar a las tropas irregulares presentes en el pas, esta-bilizar la economa e insertarla en el mercado internacional, y transformarla dinmica institucional. Para lograrlo, la nueva administracin abando-nara la estrategia estatista, dara prioridad al mercado, abrira la economaal exterior y reducira drsticamente la prestacin de polticas sociales.7Este empeo supondra una transformacin profunda del Estado ni-

    caragense y de su papel, en el que la capacidad de dar satisfaccin a lasdemandas sociales ya no slo sera atribuible a la accin de las institucionespolticas, sino al efecto combinado de la intervencin de un conjunto msamplio de actores.8 Precisamente esa dinmica poltica, iniciada durante ladcada de los aos noventa, despert muchas resistencias que desem-bocaron en una notable conflictividad poltica, que abri una dinmica derecurrente inestabilidad y crisis, si bien nunca hubo una ruptura de la insti-tucionalidad que se consagr en la Constitucin de 1987 (Close, 1988, 1999).Desde 1990 hasta las elecciones que se analizan aqu se han celebrado

    todas las convocatorias electorales previstas cuyos resultados siempre sehan respetado, a pesar de las mltiples irregularidades que se presencia-ron en los comicios de 1996.9 Tambin se puede afirmar que desde las

    6 En este trabajo no se analizan los resultados electorales de 1990 y es necesario sealar va-rios elementos a partir de los cuales se enmarca el desenlace electoral: a) la situacin de pro-funda crisis econmica fruto de la agresin de la Contra y de algunos errores cometidos por elFSLN; b) la permanencia del conflicto blico; c) el impacto de las polticas de ajuste en amplioscolectivos de la poblacin, y d) el comportamiento prepotente de ciertos dirigentes sandinistasy la reaparicin de dinmicas clientelares. Hay muchos trabajos sobre este tema, entre los quedestacan Font y Gom (1991) y Vilas (1990).

    7 A partir de 1990 disminuy el inters tanto acadmico comomeditico por Nicaragua. Enla ltima dcada han sido pocos los analistas que se han centrado en el anlisis de este pas ydestacan las obras de Close (1999), Close y Deonandan (2004), Anderson y Dodd (2005) y Dye(2001, 2004).

    8 Este tipo de cambio, segn varios tericos, ha supuesto la aparicin en Amrica Latina deuna nueva matriz sociopoltica que no se basa en la centralidad del Estado sino en la interac-cin entre ste y el mercado y que han convenido en llamar:Neoliberal Market-Driven and Multi-centered (Garretn et al., 2003, pp. 93-100).

    9 En esas elecciones hubo irregularidades de diversa naturaleza; sin embargo no es posibleaducir la existencia de un fraude generalizado, pues los dos instrumentos necesarios para llevarloa cabo (el control del censo electoral y el conteo final) no estaban bajo la responsabilidad de unasola fuerza poltica. Para ms detalles vanse Close (1999, pp. 188-199) y Mart (1997).

  • Salvador Mart i Puig

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 200880 Poltica y gobierno

    elecciones de 1990 hasta las de 2006 ha existido una doble dinmica elec-toral: por un lado, una polarizacin extrema entre el FSLN y una formacinantisandinista cuando se celebran elecciones para la Presidencia de laRepblica10 (vase el cuadro 1) y, por otro, cierta dispersin del voto anti-sandinista entre las dos tradiciones histricas de la derecha los liberalesy los conservadores cuando no est en juego la presidencia (vase el cua-dro 2) que genera una menor concentracin del voto (vase el cuadro 3).Las elecciones de 2006 fueron diferentes a todas las celebradas ante-

    riormente por diversas razones. Las transformaciones que se produjeronen el paisaje poltico nicaragense, sin embargo, slo pueden compren-derse si se tiene en cuenta el legado de las administraciones Alemn yBolaos y su interaccin con el FSLN, pero esta cuestin corresponde alprximo apartado.

    CUADRO 1.Resultados electorales presidenciales y parlamentarios 1990-2001

    1990 1996 2001

    Votos (%) Escaos Votos (%) Escaos Votos (%) EscaosPresidencia Asamblea Presidencia Asamblea Presidencia Asamblea

    UNO 54.7 51 - 1 - -FSLN 40.8 39 37.75 36 42.3 43AL/PLC - - 51.03 42 56.3 47PC - - 2.26 3 1.4 2CCN - - 4.10 4 - -Otros 4.5 2 4.86 7 - -Total 100 92 100 93 100 92Abstencin 18.9 27.4 20

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos del Consejo Supremo Electoral. UNO: Unin NacionalOpositora. FSLN: Frente Sandinista de Liberacin Nacional. AL/PLC: Alianza Nacional, compuesta por elPartido Liberal Constitucionalista, el Partido Conservador y el Camino Cristiano de Nicaragua. PC: PartidoConservador. CCN: Camino Cristiano de Nicaragua.

    10 Para un anlisis de la dinmica electoral nicaragense en las elecciones desde 1990 hasta2001 vase el artculo de Anderson y Dodd (2002).

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 81Poltica y gobierno

    Elecciones municipales (%)2000 2004

    FSLN 40.4 43.6AL/PLC 41.5 36.0PC 13.3 -APRE - 9.2CCN 4.4 1.4Otros 0.4 9.8Total 100 100Abstencin 38.5 44.3

    CUADRO 2. Resultados electorales en elecciones municipales no concurrentescon presidenciales

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos del Consejo Supremo Electoral. FSLN: Frente Sandinista deLiberacin Nacional. AL/PLC: Alianza Nacional, compuesta por el Partido Liberal Constitucionalista, elPartido Conservador y el Camino Cristiano de Nicaragua. PC: Partido Conservador. APRE: Alianza por laRepblica. CCN: Camino Cristiano de Nicaragua.

    CUADRO 3. Concentracin y fragmentacin del voto 1990-2002

    1990 1996 2000 2002 2004 Media

    Porcentaje de votos obtenidos por 94.7 81.8 81.9 95.5 79.6 88.2los dos partidos ms votados en laselecciones legislativas y municipales

    Porcentaje de escaos obtenidos 97.8 87 * 97.8 * 90por los dos partidos ms votadosen el Congreso

    Porcentaje de votos obtenidos por 2.6 5.8 13.3 4.6 9.2 7el tercer y cuarto partidos msvotados en las elecciones legislativasy municipales

    Fuente: Elaboracin propia. * Elecciones municipales.

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 200882 Poltica y gobierno

    Las administraciones Alemn y Bolaos y su interaccin con el FSLN:Quebrando el clivaje histrico

    La administracin Alemn y el pacto con Daniel Ortega

    A pesar de la continuidad ideolgica de las administraciones nicara-genses desde 1990 hasta 2006, su desempeo y su estilo han sido muydispares. La administracin Chamorro pacific el pas, desarticul el an-damiaje administrativo y productivo del proyecto revolucionario e insertde nuevo a Nicaragua en el concierto internacional en una lgica abierta-mente pro estadounidense en un contexto de gran conflictividad11 y conlimitados (y condicionados) apoyos en la Asamblea Nacional. Los ba-lances de la era Chamorro son muy debatidos, si bien la mayora de losestudios coinciden en afirmar el acierto discursivo del mensaje conciliadorde doa Violeta y los avances en la construccin del Estado de derecho(Close, 1999).La administracin siguiente, encabezada por el lder del PLC, Arnoldo

    Alemn, se caracteriz por un afn polarizador, un desempeo clientelary caudillista, y por una flexibilizacin de la Ley Fundamental.12 Adems,en su legislatura hubo duras confrontaciones entre el Poder Ejecutivo, elJudicial y el Legislativo, as como con la comunidad internacional de donan-tes, a la vez que se partidarizaba la administracin y las agencias regulado-ras. En ese contexto estallaron rpidamente escndalos sobre la malver-sacin de fondos pblicos y la corrupcin, en su mayora asociados con elmanejo del dinero proveniente de los organismos transnacionales y de lasdonaciones de las organizaciones no gubernamentales, entre los que desta-ca la apropiacin por parte de Alemn y su entorno de las ayudas destinadasa mitigar el desastre causado por el huracn Mitch (Kampwirth, 2004).Con todo, ms all de la lgica cleptocrtica de la administracin Ale-

    mn, sta trascendi por la capacidad que tuvo para negociar y establecerpactos con quien a priori representaba su principal enemigo: Daniel Or-tega, secretario general y lder indiscutido del FSLN.

    11 Para un anlisis de los conflictos durante la primera mitad de los aos noventa vaseMart (1998).

    12 Existe poca literatura acadmica sobre la administracin de Arnoldo Alemn (1996-2001),sin embargo destacan los anlisis de Close y Deonandan (2004), de Dye (2004), as como lascrnicas en las revistas Envo y Confidencial.

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 83Poltica y gobierno

    En un contexto social que criminalizaba al caudillo liberal y que erapotencialmente peligroso para l cundo hubiera abandonado el poderdebido a los delitos cometidos, Alemn decidi establecer garantas rec-procas de no agresin y de impunidad con el lder sandinista, quien tam-bin tena diversos juicios en curso.13En agosto de 1999 Alemn y Ortega empezaron a establecer las bases

    de una negociacin conocidas en el pas como El Pacto (en adelanteEP) que se sell en enero del ao 2000 a travs de una serie de reformasa la Constitucin y de otras leyes. EP supuso un acuerdo entre las cpulasde los dos partidos que dominaban la escena poltica desde mediados delos aos noventa. As, a pesar del intenso nivel de polarizacin polticaexistente en Nicaragua y de la animadversin explcita entre las dos for-maciones firmantes y sus bases, los lderes del PLC y del FSLN acordaronestablecer, ignorando los espacios institucionales, acuerdos de gran caladoque tendran una importancia determinante para la vida poltica posterior.Los elementos fundamentales de EP fueron dos: por un lado, la capacidadde un control bipartidista mediante el otorgamiento de cuotas de re-presentacin segn su peso poltico de las tres instituciones clave delEstado: la Oficina del Contralor General de la Repblica, la Corte Supre-ma de Justicia y el Consejo Supremo Electoral (Dye, 2001) y, por el otro,restringir el espacio de representacin poltica y cambiar la Ley Electoral.En cuanto a la administracin de justicia, ms all de la composicin

    de la Corte Suprema, las reformas supusieron un cambio de prebendasentre los lderes Alemn y Ortega. stas endurecieron las condiciones paraque la Asamblea Nacional sancionara judicialmente y levantara la inmuni-dad del Presidente de la Repblica, exigiendo una mayora absoluta de50 por ciento, a la vez que otorgaban, en la legislatura que se iniciara a fi-nales de 2001, un escao adicional (con su consiguiente inmunidad parla-mentaria) al ex Presidente de la Repblica Arnoldo Alemn y al candidatoa la presidencia que quedara en segundo lugar (o sea, a Daniel Ortega,seguro competidor por la presidencia bajo las siglas del FSLN).En el plano electoral destacaba el cambio de criterio respecto a las con-

    diciones necesarias para ganar la Presidencia de la Repblica, bajando de45 a 40 por ciento los votos necesarios para hacerse con el triunfo sin la

    13 De los diversos casos abiertos destac por su visibilidad internacional el casoZoilamrica.

  • Salvador Mart i Puig

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 200884 Poltica y gobierno

    necesidad de segunda vuelta, y de 35 por ciento en caso de que la diferen-cia entre la primera candidatura y la segunda fuera superior a 5 por ciento.Muchos analistas percibieron este cambio como una concesin de Alemna Ortega, pues ya en esos momentos eran obvias las dificultades que tenael FSLN que siempre ha sido el partido ms organizado del pas y conmayor nmero de militantes14 para articular grandes coaliciones electo-rales susceptibles de salir vencedoras en una segunda vuelta y que encambio era (y ha sido) capaz de alzarse con buenos resultados en la prime-ra la vuelta electoral (en 1990 obtuvo 41 por ciento del sufragio y 38 porciento en 1996). En cuanto a la frmula electoral proporcional para la elec-cin de los diputados para la Asamblea Nacional, se cambi la existente en1996de restos ms altos por una de cociente electoral con restos de lamedia mayor, que restringe la proporcionalidad a favor de los partidos quereciben mayor cantidad de votos (Dye, 2001, 2004). Los cambios citados,junto con la introduccin del oneroso requisito de presentar un nmero defirmas equivalente a 3 por ciento del sufragio para que las nuevas forma-ciones polticas puedan obtener su personalidad jurdica y la obtencinde 4 por ciento del electorado en el mbito nacional en las elecciones enque concurrieran para poderla mantener, hicieron de la nueva ley elec-toral nicaragense una de las ms restrictivas de Amrica Latina.15Como consecuencia de lo expuesto, la mayor parte de los actores

    sociales y polticos manifest su repulsa a EP, ya que su objetivo era otrodel que esgriman los lderes del PLC y el FSLN,16 al exponer que se trata-

    14 Si bien actualmente el FSLN es la formacin con una organizacin ms slida en el pas,su formato organizativo ha cambiado notablemente desde la dcada de los ochenta hasta hoy.Desde su llegada al poder en 1979 el FSLN fue un partido ms orientado a la movilizacin quea la participacin. El mantenimiento de esta forma de organizacin, que es tpica de la polticabosista o caudillista electoral, ha sido clave para que el FSLN continuara siendo una formacinrelevante a pesar de estar en la oposicin desde 1990. Para un anlisis de la organizacin delFSLN durante las dos ltimas dcadas, vanse Santiuste (2001) y Mart y Santiuste (2006).

    15 La nueva ley elimin la posibilidad de que agrupaciones electorales de suscripcinpopular pudieran lanzar candidaturas de alcaldes y exigi que las alianzas electorales quequisieran participar presentaran un nmero de firmas igual a 3 por ciento del sufragio multipli-cado por el nmero de partidos existentes en la coalicin, exigindole tambin 4 por ciento delos sufragios en las elecciones en que participara para mantener su personalidad. Esta leytambin exige a los partidos que la obtencin de su estatus se adquiera doce meses antes de laselecciones nacionales o seis antes de las municipales.

    16 Los nueve pequeos partidos presentes en la Asamblea Nacional que en ese periodoocupaban 15 escaos de los 93 existentes realizaron campaas informativas contra EP. Tam-bin lo criticaron numerosas personalidades, como Mariano Fiallos, el primer presidente del

  • El regreso del FSLN al poder: Es posible hablar de realineamiento electoral en Nicaragua?

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 85Poltica y gobierno

    ba de un conjunto de medidas para garantizar la gobernabilidad. En reali-dad se diseaba un reglamento para establecer un bipartidismo de factoque cerrara las puertas a cualquier otra formacin partidaria y otorgaba elcontrol de las instituciones a los partidos existentes, a la par que se dabaimpunidad a los caudillos. En cierta forma se trataba de un pacto entreformaciones que se proclamaban de derecha y de izquierda para secues-trar las instituciones y constreir el pluralismo (Close y Deonandan, 2004).

    La administracin Bolaos y la ruptura de la coalicin antisandinista

    Una vez suscrito EP, apareci un nuevo elemento difcil de prever: la di-visin del bloque poltico antisandinista a raz del conflicto entre el Presi-dente de la Repblica, Enrique Bolaos17 (y vicepresidente durante elmandato de Alemn), y su antecesor el mismo Arnoldo Alemn.Con la llegada de Bolaos a la Presidencia de la Repblica para el pe-

    riodo 2001-2006, muchos observadores pensaron que el nuevo presidentesera dcil a las exigencias del aparato del PLC, que continuaba bajo elcontrol de Alemn. La seleccin de Bolaos como candidato del PLC sedebi a la voluntad de Arnoldo Alemn de continuar ejerciendo el poderen el seno de su formacin y, por lo tanto, necesitaba un presidente queno tuviera ninguna ascendencia ni apoyo entre la militancia del partido.Por eso, en la convencin del PLC para elegir un candidato, Alemn ca-bilde una victoria para Bolaos contra el otro aspirante: el joven ban-quero Eduardo Montealegre (Dye, 2004, pp. 26-27).

    CSE. Por otro lado, en un sondeo realizado en diciembre de 1999 enManagua, 67 por ciento delos encuestados exponan que EP obedeca a la voluntad de repartirse cargos por parte de los dosgrandes partidos y en otra encuesta nacional 61 por ciento de las respuestas expresaban queEP slo beneficiaba a los dos partidos, mientras que slo 8 por ciento deca que beneficiaba alpas.

    17 Enrique Bolaos, empresario y dirigente de la patronal nicaragense (COSEP) fue uno delos opositores ms activos del FSLN durante la revolucin. En la administracin Chamorro tuvopoco protagonismo a pesar de ser miembro de la UNO y pronto pas a apoyar al lder que repre-sentaba el antisandinismo ms radical: Arnoldo Alemn. Por tal motivo, en 1996, Bolaos fue elcandidato a vicepresidente de la Repblica de la frmula Alianza Liberal (liderada por Alemn)a pesar de su ascendencia conservadora ms que liberal. Su gestin como vicepresidente fuemodesta y tuvo poco protagonismo. Su nombramiento como candidato presidencial por el PLCen 2001 se debi a que no era un liberal de cepa. Como la ley prohbe la reeleccin consecutivaAlemn prefiri un sucesor que no pusiera en riesgo su liderazgo en el PLC (Dye, 2004).

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    Sin embargo, a los pocos meses de que Bolaos llegara al poder, estallun agrio conflicto entre ste y Alemn, debido a que a principios de 2002 elsegundo se erigi en presidente de la Asamblea Nacional apoyndose enlos 53 legisladores del PLC y desde ese cargo pretendi controlar al mismoPresidente de la Repblica. En esa tesitura Bolaos reaccion y lider unacampaa, en agosto del mismo ao, para acusar a Arnoldo Alemn (y a variaspersonas de su confianza) de corrupcin ymalversacin de fondos pblicos.A partir de entonces el enfrentamiento de quienes haban sido compa-

    eros de frmula en 2001 fue constante y bronco. Fruto de ello, adems,fue la divisin del grupo liberal de la Asamblea Nacional entre alemanis-tas y bolaistas (estos ltimos pasaron a llamarse Gran Unin Liberal enun inicio y, despus, bancada Azul y Blanco). Esta divisin se extendi atodas las instituciones del Estado que tenan composicin partidaria, talcomo lo estableci EP.La divisin entre allegados a Alemn y a Bolaos, a fines del ao 2002,

    provoc que el FSLN fuera la fuerza poltica con mayor representacin enla Asamblea Nacional, controlando adems el resto de las institucionespblicas y las agencias reguladoras, incluyendo el sistema judicial; con esoel FSLN pas a ser el actor vital con el que tanto el PLC como Bolaos tu-vieron que negociar.Para el PLC era necesario tener relaciones amistosas con el FSLN debido

    a que la presidenta del Juzgado de Distrito de Managua encargada de loscargos de corrupcin de Arnoldo Alemn, era de adscripcin sandinista ypor lo tanto cualquier decisin sobre el proceso pasaba por una nego-ciacin del acusado con el lder del FSLN. El bolaismo necesitaba tam-bin pactar con el FSLN debido a que en septiembre de 2002 la bancadaAzul y Blanco se ali con el FSLN para quitar el control de la mesa de laAsamblea Nacional y de su presidencia al PLC. Adems, en el mismo ao,miembros afines al FSLN se hicieron con la presidencia del Consejo Supre-mo Electoral (CSE) y de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). A raz de eso,ya a principios de 2003 un FSLN obediente a Ortega tena el control de lamayora de los resortes institucionales del pas.Con ese control Ortega negoci indistintamente con Alemn (que des-

    de 2002 estaba retenido por la justicia en su domicilio) y con el presiden-te Bolaos. Y si bien al principio Ortega se acerc a Bolaos para apoyarloen su pretensin de frustrar la voluntad de Alemn de hacerse con el con-trol de la Asamblea Nacional, a partir del ao 2003 Ortega negoci con elPLC y Alemn (quien controlaba an a un nmero importante de diputa-

  • El regreso del FSLN al poder: Es posible hablar de realineamiento electoral en Nicaragua?

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 87Poltica y gobierno

    dos) para intentar acortar el mandato de Bolaos y los poderes delEjecutivo a favor del Legislativo, redactando la Ley Marco (Dye, 2004).En ese contexto los apoyos de Bolaos terminaron siendo pocos y ex-

    ternos, a saber, su grupo de diputados fieles, la administracin estadouni-dense y la comunidad internacional de donantes. Precisamente por eso, lapresidencia impuls una formacin propia la Alianza por la Repblica(APRE) para participar en las elecciones municipales de 2004, con lasque obtuvo un resultado modesto pero significativo: 13 por ciento de lossufragios.En este marco Bolaos opt por apoyar, para las elecciones de 2006, al

    grupo de liberales que progresivamente se haban distanciado de Alemny que tenan como mximos valedores el apoyo incondicional de la admi-nistracin estadounidense (tal como lo expuso de forma insistente el en-tonces embajador de Estados Unidos, Paul Trivelli) y el apoyo de los sec-tores organizados de la empresa privada. El lder de esta alianza terminsiendo Eduardo Montealegre, quien haba ocupado el cargo de ministrotanto con Alemn como con Bolaos. La designacin deMontealegre porla ALN se decidi a raz de las maniobras del aparato del PLC (controladosiempre por Alemn) para que ste no pudiera presentarse como futurocandidato a la Presidencia de la Repblica con las siglas del citado partido,por lo que se convirti en el hombre que no quiso Alemn; as, ante laimposibilidad de concurrir con el PLC, prefiri encabezar la escisin liberal.Pero no slo el liberalismo tuvo conflictos internos; dentro del sandi-

    nismo tambin hubo un enfrentamiento que termin con la salida deHerty Lewites, ex alcalde sandinista deManagua durante la gestin 2000-2004, quien (como veremos ms adelante) dio vida a la fraccin crtica delsandinismo liderada una dcada antes por el escritor Sergio Ramrez.En ese marco la administracin Bolaos termin de forma agnica y

    en medio de una larga campaa electoral en la que adems del clivaje his-trico,18 que haba dividido a la sociedad nicaragense desde los aosochenta (el de izquierda/derecha o sandinismo/antisandinismo), se agreguno nuevo: las formaciones adherentes al pacto entre Ortega y Alemn ylas que se oponan a ste (pacto/antipacto). La aparicin de este nuevoeje de conflicto supuso la divisin del electorado nicaragense entre aque-

    18 En este artculo utilizamos el trmino clivaje a sabiendas de que, tal como exponeRandall (2001), el concepto de Liptset y Rokkan es difcil de transportar en pases en vas dedesarrollo.

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 200888 Poltica y gobierno

    llos que ms all de ser sandinistas o liberales estaban a favor (o encontra) de una lgica partidaria caudillista basada en la figura de un hom-bre fuerte que supona, a la vez, una visin populista de la poltica y unapercepcin estrictamente instrumental y cortoplacista de las instituciones.Quienes estaban en concordancia con estas premisas se adscriban alclivaje pro pacto y quienes lo rechazaban estaban con el antipacto.

    19 Para un anlisis detallado de la politizacin del sistema de justicia en Nicaragua vase eltrabajo de Martnez Barahona (2007).

    20 Una de las grandes preocupaciones de los comicios fue la credibilidad del ConsejoSupremo Electoral (CSE) cuyos magistrados (tanto en el mbito nacional como en cada una delas instancias departamentales y municipales) haban sido electos en el marco del ya citado EP

    Izquierda DerechaPro pacto FSLN PLCAntipacto MRS-AH ALN

    CUADRO 4: Clivajes y formaciones polticas

    De todo lo expuesto en este apartado es posible observar que duranteel proceso anterior a la celebracin de las elecciones de 2006 aparecierontres de los seis elementos que la literatura sobre realineamiento electoraldetermina como cruciales. En primer lugar cabe sealar los conflictos enla nominacin de candidatos en los partidos ms importantes del pas, talcomo se constata con el bloqueo por parte de Alemn de la postulacin deMontealegre en el PLC y la expulsin del FSLN de Lewites antes de queste pudiera inscribirse como precandidato a la presidencia. En segundolugar est la aparicin (reaparicin en el caso del MRS) de terceros partidoscreados precisamente por los lderes que desafiaron el liderazgo tradicio-nal en el PLC y el FSLN, y en tercer lugar la emergencia del nuevo clivajeo sistema de fuerzas al que se ha hecho referencia en las lneas anteriores.A todo esto debe aadirse que a lo largo de este proceso hubo aconteci-mientos dramticos en el entorno sociopoltico, entre los que destaca el in-cremento de la pobreza a pesar del crecimiento sostenido de la economanacional durante ms de una dcada y, sobre todo, la politizacin de lajusticia19 y de la administracin electoral,20 y la imposicin de nuevas re-glas de juego en la vida poltica. A este ltimo tema, debido a su trascen-dencia, est consagrado el siguiente apartado.

    Fuente: Elaboracin propia.

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 89Poltica y gobierno

    El sistema electoral como variable dependiente:La plasticidad de las reglas

    Como se ha sealado antes, a raz de EP entre Alemn y Ortega se reformel sistema electoral en Nicaragua, tal como se expone en la Ley nmero331, aprobada el 10 de enero de 2000 y publicada en la Gaceta nmero 16del 24 de enero del mismo ao. De la citada ley se deriva que en Nicara-gua se emplea un sistema electoral que recurre a elecciones directas paratodos los cargos; el Presidente de la Repblica es elegido por mayora y serequiere, despus de la reforma constitucional de 1995, un mnimo de 45por ciento de los votos para evitar una segunda vuelta entre los dos can-didatos ms votados y, despus de EP del ao 2000, 40 o 35 por ciento sila diferencia entre los dos candidatos mejor situados es superior a 5 porciento. Los representantes en la Asamblea Nacional se eligen por repre-sentacin proporcional en dos circunscripciones de diferente naturaleza,una nacional (con 20 escaos) y 17 departamentales (con cifras que varande 19 escaos enManagua a uno en Ro San Juan) en las que la suma totalde escaos es 70 creando dos circunscripciones realmente proporcio-nales (la de Managua y la de mbito nacional) y 15 con efectos mayo-ritarios (pues el tamao de cada una de las restantes es equivalente a seiso menos), siendo la frmula electoral la de cociente electoral con los restosde la media mayor.21 Pero ms all de constatar la naturaleza de la regula-cin electoral presente en Nicaragua y sus sucesivas reformas, cabe des-tacar la forma en que, desde los aos ochenta, se ha ido desarrollando (ytransformando) la normativa. Es fcil observar cmo la apertura de espacioselectorales de 1984 y 1990 se debi a la presin ejercida por la adminis-tracin estadounidense, a la agresin blica encabezada por la Contra y a los

    y, por lo tanto, eran directa y abiertamente partidistas del FSLN y del PLC. En este contexto latarea sobre la que hubo ms susceptibilidades fue la de la cedulacin ciudadana (Nitlapn-Envo, 2006). Segn varias fuentes, el padrn electoral estaba sobredimensionado en aproxi-madamente 15 por ciento (Ortega Hegg, 2006). Adems, tambin se tema que en caso deempate tcnico o de resultados muy apretados la composicin partidaria del CSE terminara deci-diendo el desenlace.

    21 Vanse en este sentido los captulos II y III de la Ley Electoral. El tamao de las circuns-cripciones departamentales es el siguiente: Departamento de Boaco, dos diputados; Carazo,tres; Chinandega, seis; Chontales, tres; Estel, tres; Granada, tres; Jinotega, tres; Len, seis;Madriz, dos; Managua, 19; Masaya, cuatro; Matagalpa, seis; Nueva Segovia, dos; Ro San Juan,uno; Rivas, dos; Regin Autnoma del Atlntico Sur, dos; Regin Autnoma del AtlnticoNorte, tres.

  • Salvador Mart i Puig

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 200890 Poltica y gobierno

    acuerdos regionales de Esquipulas II con sus consiguientes rondas denegociacin (llamadas Comisiones Nacionales de Reconciliacin) entrela administracin sandinista y la oposicin desleal (Mart, 1997). Tambinpodra exponerse que las reformas a la Constitucin aprobadas en 1995,1997 y 2000 han sido fruto de negociaciones forzadas por intereses ajenosa la institucionalidad con objeto de abrir o cerrar espacios polticos en fun-cin de las estrategias a corto plazo de las formaciones partidarias mayori-tarias. De lo expuesto, en el caso nicaragense es posible afirmar que lanormativa electoral ha sido una variable dependiente de las coyunturas eintereses de los actores polticos hegemnicos (dominantes o con capaci-dad de chantaje) y no una variable independiente capaz de configurar esce-narios polticos que a posteriori (a fuerza de voto estratgico y hbitos) sehayan cristalizado.La ltima de estas dinmicas (la de moldear el sistema electoral segn

    el antojo de los actores) ha sido EP, gracias al cual se ha establecido, entreotras regulaciones, la posibilidad de alzarse con la victoria en la primeravuelta casi como si se tratara de un sistema de mayora relativa, aunque alos ojos de la formulacin terica el sistema sera de doble vuelta. Este he-cho fue el que dio, el da 5 de noviembre de 2006, la victoria presidencialal candidato que mayor rechazo generaba entre los votantes: Daniel Or-tega. Sin duda esta reforma electoral supuso un elemento crtico o aconteci-miento dramtico, tal como expondra la literatura al uso (Key 1955, 1964;Mayhew, 2002), que determin la contienda electoral y el resultado ltimo.

    La puesta en escena: Las fuerzas de la contienda,la campaa y las injerencias externas

    Durante 2005 y el primer semestre de 2006 la poltica nicaragense diomuestras de mutacin desde un sistema bipartidista que enfrentaba, des-de 1990, a sandinistas y antisandinistas a otro donde se sumaban dos for-maciones relevantes ms, producto ambas de escisiones internas de cadauno de los bloques enfrentados tal como se ha sealado antes. Lasdos nuevas expresiones suponan una reaccin a la poltica caudillista,pactista y verticalista imperante en las formaciones tradicionales perso-nalizadas en Ortega y Alemn.As, en el espectro de la izquierda apareca el FSLN con su eterno can-

    didato, Daniel Ortega, mientras Herty Lewites (hasta su muerte el 2 de

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 91Poltica y gobierno

    julio de 2006) y posteriormente Edmundo Jarqun lideraron el Movimien-to Renovador Sandinista autodesignado como la fraccin renovadoradel sandinismo. Por otro lado, la expresin ortodoxa del liberalismo, elPLC, present como candidato a Jos Rizo (quien haba sido el vicepresi-dente de la administracin Bolaos), ya que su lder, Arnoldo Alemn, es-taba arrestado e imposibilitado de concurrir a la contienda debido a mlti-ples procesos judiciales en curso. La formacin liberal disidente fueencabezada por Eduardo Montealegre.El escenario descrito (con una dinmica polarizada y a cuatro bandas)

    no tena precedente en la historia reciente del pas y, por lo tanto, desdeel inicio de 2006 se observ la posibilidad de un cambio en la lgica pol-tica que haba imperado desde la revolucin. Con el objetivo de mostrarcul era la naturaleza de las formaciones y los discursos que se esgrimierondurante la campaa se expone a continuacin un breve anlisis de cadauna de ellas.22

    El FSLN

    El FSLN que se present a las elecciones de 2006 era un partido que habasuperado los grandes dilemas con que se encontr tras la derrota del ao1990, si bien la solucin esbozada supuso no pocos conflictos organizati-vos, escisiones y prdidas de capital humano y moral. Respecto a los con-flictos organizativos y deserciones cabe sealar la ruptura de un importan-te sector liderado por Sergio Ramrez, escritor y ex vicepresidente de laRepblica en el periodo 1984-1990, quien el 21 de mayo de 1995 funduna organizacin que tambin se reclamara sandinista: el MovimientoRenovador Sandinista (MRS).23Tras la ruptura de 1995 se inaugur una nueva etapa en el sandinismo:

    por un lado el FSLN fue creando un formato de partido poltico similaral de otros muchos partidos de la regin, a saber, un partido de corte elec-

    22 Tambin existan otras formaciones y candidatos presidenciales, como la de Edn Pastora(el antiguo Comandante Cero), pero el papel de stas fue tan marginal que no creemos nece-sario hacer una mencin especfica.

    23 En el MRS se integrara un nutrido colectivo de militantes que abandonaron el FSLN. Conello se sellaba la ruptura del sandinismo, si bien los magros resultados del MRS en las eleccionesde 1996 (con un porcentaje de 0.44 por ciento en la eleccin para presidente y de 1.33 porciento en la eleccin para la AN) volvieron a dar, en el mbito partidario, la casi totalidad delpatrimonio simblico del sandinismo al FSLN.

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 200892 Poltica y gobierno

    toralista y con una organizacin fundamentalmente personalista. Electo-ralista en tanto que orient su estructura organizativa hacia la actividadelectoral y personalista puesto que pas a gravitar en torno al liderazgo desu secretario general, Daniel Ortega, reforzando la cultura poltica nicara-gense vinculada con la idea del hombre fuerte (Mart y Santiuste, 2006).El FSLN desde la primera mitad de los aos noventa se transform en

    un partido poltico cuyo objetivo era la obtencin del poder poltico a tra-vs de procesos electorales y de negociaciones en diversas arenas polticas,pactando muchas veces con quienes verbalmente eran sus ms repudia-dos adversarios. Esta actividad signific una incesante dinmica de com-promisos con otros partidos y actores que desembocaron, casi siempre, enuna lgica dual: por un lado el pragmatismo negociador y, por el otro, elmantenimiento de la retrica revolucionaria. Esta doble naturaleza delFSLN, junto con la eclosin de turbulentos enfrentamientos intestinosque casi siempre se zanjaron con escisiones, abandonos, expulsiones ypeleas de cuadros, han sido los dos fenmenos que ms han golpeadola credibilidad y el capital poltico del Frente Sandinista.Por otro lado, tambin es necesario apuntar que an hoy el FSLN es la

    nica formacin del pas que mantiene una estructura organizativa en mu-chos barrios populares y en bastantes zonas rurales. En este sentido, a pe-sar de su mutacin, el FSLN representa en zonas marginales uno delos pocos tejidos comunitarios articulados y solidarios que existen. Ade-ms, cabe anotar que se trata del partido con mayor poder en el mbitolocal, con el control de 87 de las alcaldas nicaragenses (sobre 132 desdeel ao 2004), a la par que mantiene un slido entorno organizativo denaturaleza sobre todo sindical, vecinal (MCN) y de estudiantes (UNEN).La campaa del FSLN fue intensa y con una importante dotacin de

    recursos obtenidos gracias a las donaciones de grupos econmicos afinesal sandinismo la llamada burguesa sandinista y a los recursos p-blicos procedentes de los poderes locales. Con esos recursos el FSLNdespleg gran cantidad de vallas publicitarias centradas en la figura deDaniel Ortega con el fondo de colores rosa chicha y azul celeste cuandoapareca tambin el candidato a vicepresidente, el banquero liberal JaimeMorales Carazo.24

    24 JaimeMorales Carazo fue durante los aos ochenta y la primera mitad de los noventa uncercano aliado de Alemn. Su inclusin como vicepresidente en la frmula del FSLN simboliza,junto con la figura de monseor Obando y Bravo y la del comandante de la Contra Salvador

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 93Poltica y gobierno

    La nueva frmula poltica del FSLN en esta convocatoria se llam GranAlianza Nicaragua Triunfa y su discurso (inaugurado en la celebracin del19 de julio, en el vigsimo sptimo aniversario de la revolucin) se bas enun mensaje de amor, reconciliacin y perdn, adems de un nutridoabanico de promesas que iban desde una poltica masiva de crditos ysubsidios para todos los productores, la condonacin de las deudas a todoslos acreedores, la regulacin de las agencias bancarias que canalizan lasremesas de los emigrantes y petrleo venezolano (barato) para abastecera Nicaragua. Con eso la campaa sandinista evit hablar de conflicto socialo de clases sociales y prefiri elaborar una dinmica festiva y despolitiza-da; finalmente, tambin cabe sealar el cambio realizado por parte delFSLN a la hora de tratar temas de carcter moral, como es el del aborto te-raputico, pues se aline con sectores de la iglesia catlica y concretamen-te con la postura de monseor Obando y Bravo, con los que aos antes sehaba enfrentado.

    La Alianza Herty-MRS

    El MRS fue una opcin sandinista que naci a raz de la primera escisindel FSLN en 1995. Esta organizacin, que tuvo resultados desastrososen las elecciones de 1996 y que no se present en 2001 (si bien algunos desus miembros apoyaron directamente al FSLN), renaci con el nombrede Alianza Herty-MRS en 2005 a raz de la incorporacin del popular exalcalde de Managua, Herty Lewites, cuando ste fue sometido a unacampaa de ostracismo por parte del aparato del FSLN. Con su candidaturael espacio electoral del sandinismo volvi a dividirse en dos formaciones,cada una de ellas con pesos pesados del sandinismo revolucionario, ya queel MRS contaba con el apoyo de tres comandantes de la histrica DireccinNacional (Henry Ruiz, Vctor Tirado y Luis Carrin) y dos comandantesguerrilleros (Dora Mara Tllez y Mnica Baltodano).Con la inesperada muerte de Herty Lewites, la frmula que sustituy

    a Lewites/Jarqun fue la del mismo Jarqun25 (apodadoMundo) junto con

    Talavera, una alianza reconciliadora entre el sandinismo y sectores que lo combatieron desdeposturas contrarrevolucionarias durante los aos ochenta.

    25 Edmundo Jarqun, quien se present en los medios comoMundo, es yerno de doa Vio-leta Barrios de Chamorro y fue un alto funcionario del BID durante la ltima dcada y, desde2005, uno de los responsables de la Secretara General Iberoamericana (Segib) del gobiernoespaol.

  • Salvador Mart i Puig

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 200894 Poltica y gobierno

    el cantautor Carlos Meja Godoy. La propaganda televisiva de los anaran-jados (el MRS utiliza el color naranja) present a Mundo Jarqun como elms feo (feo pero no ladrn) de los candidatos, siendo el eslogan: El feoque quiere una Nicaragua linda.Esta propaganda fue ms celebrada en-tre los medios de comunicacin internacionales que en Nicaragua, dondetuvo una influencia limitada debido al desconocimiento del candidato porparte del electorado y a la poca presencia orgnica del partido ms all deManagua.Tambin cabe sealar que el mensaje no cuaj por su relativa ambi-

    gedad: no se defina ntidamente en el eje izquierda-derecha y slo ha-ca hincapi en su ataque a EP, manteniendo siempre un lenguaje po-lticamente correcto y ligeramente tecnocrtico. El mayor debate entre elsandinismo que representaban el FSLN y el MRS se llev a cabo fuera deNicaragua, donde los colectivos de solidaridad, algunos movimientos ciu-dadanos y diversos intelectuales se enzarzaron en debates sobre la perti-nencia de apoyar a unos u otros.26

    Partido Liberal Constitucionalista

    EL PLC present como candidato a la presidencia a Jos Rizo en tndemcon Jos Antonio Alvarado. Ambos eran representantes del liberalismotradicional, con responsabilidades de gobierno durante la ltima dcada,27abanderados del antisandinismo durante los aos ochenta, enfrentados aldiscurso conciliador de doa Violeta durante su administracin y con co-nexiones simblicas con el PLN somocista.La mayor baza que tuvo la candidatura del PLC fue la solidez de la

    organizacin partidaria, su asociacin con la figura de Arnoldo Alemn ysus respectivas cuotas de poder institucional, ya que sus cuadros se man-

    26 Destaca en este debate la refriega dialctica entre Franois Houtart y Sergio Ramrez, olos debates en la red entre los intelectuales mexicanos a raz del apoyo de Gilberto Lpez y Ri-vas al MRS. En cuanto al debate entre Houtart y Ramrez vase el artculo de El Pas del 5 denoviembre de 2006. En esta lnea cabe interpretar el texto que firm la dirigente histrica delsandinismo y miembro del MRS, Mnica Baltodano, en el peridico Gara y que apareci el 12de septiembre de 2006.

    27 Durante el gobierno liberal de 1996 a 2001 Jos Rizo tuvo diversos cargos. En 2001 fuevicepresidente de la Repblica. Por su parte, Jos Antonio Alvarado, si bien tuvo relacionestensas con Alemn (quien lo expuls del PLC) y cre un partido propio, pocos meses antes delas elecciones de 2006 estuvo dispuesto a formar parte de la candidatura del PLC.

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 95Poltica y gobierno

    tuvieron fieles al partido despus del enfrentamiento de Bolaos conAlemn, tal como lo constatan la permanencia en el PLC de 40 de los 53diputados electos durante la legislatura 2001-2006 y las 56 alcaldasliberales. Por otro lado, el pasivo de esta formacin fue su supeditacin alas directrices de Arnoldo Alemn, quien desde su domicilio (donde es-taba arrestado) dirigi la estrategia de la formacin en la campaa e inclu-so la conformacin de las listas cabe anotar que en la cuarta posicin dela lista nacional de diputados figuraba su hija, Mara Dolores Alemn.

    Alianza Liberal Nicaragense

    La formacin ALN, liderada por Eduardo Montealegre28 y Fabricio Meja,supona la continuidad de la administracin Bolaos. Esta afirmacinpudo constatarse tanto por el apoyo explcito que dio el Presidente de laRepblica saliente a su campaa como al hecho de que en las listas de di-putados de esta formacin aparecan varios altos funcionarios del gobiernoentonces en curso. A la vez, esta opcin mantuvo siempre un apoyo ex-plcito del sector empresarial nicaragense y centroamericano, el apoyodel rotativo La Prensa y tambin de la administracin estadounidense quedenostaba tanto el regreso del sandinismo al poder como la victoria sim-blica de Arnoldo Alemn que representaba el PLC.El discurso de la campaa, cuyo eslogan fue Sembrando oportuni-

    dades, tena como eje fundamental la llamada a la inversin extranjera ya la creacin de empleo. Sin embargo, su debilidad adems del estilomarcadamente elitista del candidato y de su grupo ms cercano en con-traste con el liberalismo populista promovido por los alemanistas fuesu total ausencia de organizacin partidaria en el territorio, sobre todo enlas zonas rurales, y la implicacin del mismo candidato en un caso frau-dulento de quiebra bancaria llamada los CENIS.29

    28 Montealegre fue un banquero vinculado a las administraciones liberales. En septiembrede 1998, bajo la administracin Alemn, fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores.Posteriormente fue jefe de la campaa electoral de Bolaos y en su gobierno fue ministro deHacienda y Crdito Pblico, y luego secretario de la Presidencia y coordinador general delgabinete de gobierno. Antes de presentarse como candidato se presuma que tena un patri-monio personal de cinco millones de dlares.

    29 El escndalo de los CENIS se refiere a las quiebras bancarias que desembocaron en unafraudulenta reclasificacin de las carteras de los bancos quebrados y en la tambin discrecionaladquisicin de las propiedades embargadas. En esta segunda etapa de la crisis se benefici elgrupo financiero Bancentro, vinculado con Montealegre.

  • Salvador Mart i Puig

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 200896 Poltica y gobierno

    La campaa y las injerencias externas

    Durante la campaa el tema fundamental fue hasta qu punto las divisio-nes dentro de los liberales y los sandinistas haran mella en las dos forma-ciones tradicionales: el FSLN y el PLC. Sobre este debate los sondeos pron-to indicaron que en el mbito del voto sandinista la mayor parte de losapoyos se mantendran fieles al FSLN debido a que esta formacin era lanica que tena una organizacin que gozaba de una extensa implantacinterritorial a lo largo del pas y una gran cantidad de recursos, adems demantener un liderazgo firme y reconocido por las bases y de haber tenidola capacidad de apropiarse y patrimonializar los elementos simblicostradicionales del sandinismocomo la bandera rojinegra o la celebracindel 19 de julio.Otra cuestin era la profundidad de la escisin liberal, sobre la cual la

    mayor parte de los analistas sospecharon que la divisin del voto entre laALN y el PLC no sera simtrica y que al final una de las dos formaciones(la ALN presumiblemente) aglutinara el voto til antisandinista. Por eso sepensaba que no habra una victoria presidencial del FSLN en la primeravuelta y que los resultados del 5 de noviembre de 2006 supondran unaespecie de primarias dentro del bloque antisandinista. Fruto de esterazonamiento ninguno de los dos lderes liberales tom en serio la pro-puesta impulsada por la Cmara de Comercio Americana de Nicaragua (yapoyada con entusiasmo por el embajador estadounidense Paul Trivelli)que deca que el candidato liberal que gozara de mayor popularidad30debera encabezar una plataforma unitaria llamada Unidad por Nicaraguapara evitar as la posibilidad de que Ortega se alzara con una victoria en laprimera vuelta.Al final, el efecto de estas propuestas gener una reaccin antiinter-

    vencionista y moviliz el voto a favor del FSLN, tal como ocurri en laselecciones de Bolivia del ao 2000 con la candidatura de Evo Morales,pero la intervencin estadounidense no fue la nica injerencia externa: elFSLN tambin hizo gala de sus buenas relaciones con Hugo Chvez, lo

    30 Atributo que se obtendra a travs de la elaboracin de una encuesta que encargara lamisma Cmara.

  • El regreso del FSLN al poder: Es posible hablar de realineamiento electoral en Nicaragua?

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 97Poltica y gobierno

    que gener, a su vez, temores entre aquellos ciudadanos que pensabanque Ortega se poda sumar al eje Castro-Chvez-Morales.31El hecho de que la administracin venezolana apoyara a los alcaldes

    del Frente a travs de la asociacin de municipios AMUNIC, con la entregacasi gratuita de 304 mil litros de petrleo el 7 de octubre de 2006, y deque Hugo Chvez prometiera una poltica de grandes inversiones si elFSLN ganaba las elecciones, hizo temer que la llegada de Ortega a la Presi-dencia de la Repblica supusiera un cambio respecto a las polticas eco-nmicas y comerciales iniciadas en 1990. En este sentido la aparicin dela administracin Chvez como un aliado econmico (insospechado un lus-tro antes) con pretensiones hegemnicas y enfrentado a Estados Unidosfue un elemento a tener en cuenta, ya que la literatura que versa sobreelecciones crticas expone que la posibilidad de ofertar polticas pblicasde nuevo cuo por parte de uno de los contendientes es un elemento quepuede inducir el realineamiento electoral.Con todo, segn los resultados de las ltimas encuestas realizadas por

    las firmas M&R, Borge y Asociados y CID-Gallup antes de la celebracinde las elecciones (vanse los anexos), se expona que el resultado para laPresidencia de la Repblica tendra que definirse en una segunda rondaelectoral, ya que a tan slo un mes del da de las elecciones no se perfilabaclaramente un candidato que pudiera obtener ms de 40 por ciento (o 35por ciento con cinco puntos de ventaja sobre el segundo lugar) paraalzarse con la victoria. En stas tambin se expona que Daniel Ortega semantena como primera opcin, pero sin llegar a 35 por ciento, a la vezque se sealaba una tendencia al estancamiento de su voto. Mientras,Eduardo Montealegre mantena el segundo lugar (con 23, 22 y 25 porciento segn la encuesta) con un ligero incremento, mientras Jos RizoCastelln apareca con un apoyo que oscilaba entre 15 y 17 por ciento. Elcuarto lugar era para Edmundo Jarqun con unos resultados de entre 10 y15 por ciento. A la vez, el voto oculto aumentaba 1.6 por ciento y se calcu-laba que representaba 9.6 por ciento. Adems, Ral Obregn, director deuna de las firmas encuestadoras, dijo que en el momento de los comiciosentrara en juego el voto til que beneficiara al candidato que pudieraganar a Ortega (Arrliga, 2006).

    31 Sobre la injerencia de actores externos en las elecciones nicaragenses de 2006 vase eltexto de Prez-Baltodano (2006a).

  • Salvador Mart i Puig

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 200898 Poltica y gobierno

    Las razones de la victoria sandinista:un pas y un liberalismo dividido

    Las razones de la victoria del FSLN

    Los resultados de las elecciones de 2006 dieron al traste con el formatode competencia partidaria que exista en elecciones de carcter nacionaldesde 1990 y otorgaron la mxima magistratura al candidato sandinistaDaniel Ortega, as como una mayora simple al FSLN tanto en la AsambleaNacional como en el Parlamento Centroamericano (vanse los anexos).Ante dichos resultados la pregunta pertinente es: cules fueron losfactores que explican la victoria del FSLN? Para responder dicha cuestines preciso desarrollar los tres puntos que siguen.En primer lugar cabe sealar que el doble clivaje, al que ya se ha he-

    cho referencia, termin con el bipartidismo tradicional y evit que los vo-tos se concentraran en slo dos opciones como en todas las elecciones an-teriores. Adems, esta fragmentacin favoreci el voto fiel y duro del FSLNque, si bien sufri con la reaparicin del MRS, se concentr mayoritaria-mente en el danielismo.32 Ese fenmeno supuso que Daniel Ortega gana-ra a pesar de haber obtenido relativamente menos votos que en todas laselecciones anteriores. Contrariamente, el liberalismo (PLC y ALN) dividisu voto casi por la mitad (26 y 29 por ciento), si bien sumado era casi elmismo porcentaje que obtuvo en 2001 la frmula de Enrique Bolaos (56.3por ciento de los votos). Con esta composicin la Ley Electoral vigentepermiti una inesperada victoria a Daniel Ortega con 38.07 por ciento delos sufragios.Sobre este fenmeno cabe sealar tambin que, adems de las animad-

    versiones personales dentro del liberalismo, el FSLN contribuy de ma-nera activa a la escisin entre los candidatos de la derecha a raz de la ca-pacidad de esta formacin de jugar (a travs del control del Poder Judicialy, en especial, del tribunal que lleva el caso de Alemn) con las expecta-tivas de liberar al lder del PLC, al otorgarle permisos puntuales y al impo-sibilitar cualquier entendimiento entre las dos facciones liberales.

    32 Es preciso anotar que esta tendencia ya se expona en un trabajo editado en el semana-rio de informacin y anlisis poltico nicaragense Confidencial (edicin nm. 501) , donde se ex-pona que tanto el FSLN como el PLC conservaban el voto duro.

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 99Poltica y gobierno

    Sin embargo, adems del resultado aritmtico (38.07 por ciento frentea 29 y 26 por ciento) es importante anotar que el FSLN tuvo la capacidadde retener un volumen muy elevado de sus apoyos tradicionales. En estatarea es preciso destacar que el FSLN pudo hacerlo debido a sus caracters-ticas organizativas como partido y gracias al discurso que elabor encampaa.Respecto a las caractersticas organizativas del FSLN se debe destacar,

    en primer lugar, que los sandinistas disponan de una mquina partidariamuy bien engrasada, con un tendido territorial nacional muy denso y conla propiedad de canales de televisin y de radio (Ortega Hegg, 2006). Ensegundo lugar, debido a la disciplina orgnica y la unin incondicional detodos los militantes sandinistas alrededor de la figura de Daniel y su n-cleo duro, hecho que si bien supuso un proceso recurrente y sistemticode expulsin de todos aquellos que discrepaban de la lnea oficial delFSLN desde 1990, tambin termin por crear la formacin poltica mscohesionada, obediente y extendida del pas.En cuanto a los recursos discursivos, es preciso anotar el despliegue

    por parte del FSLN de una larga e intensa campaa conciliadora con unmensaje de todo se puede solucionar, que obtuvo la adhesin de loscolectivos ms crticos con el modelo econmico vigente y un sector de losms desfavorecidos.

    La divisin territorial del voto

    Ms all de la victoria sandinista, los resultados de los comicios de 2006dieron cuenta de un pas territorialmente dividido entre sandinistas yantisandinistas y, sobre todo, de un liberalismo tambin territorialmentedividido entre los modernizadores urbanos y los tradicionalistas y popu-listas rurales.Nicaragua qued conformada como un pas con tres regiones poltica-

    mente diferenciadas: por un lado aparece el eje urbano de Managua-Len-Chinandega, el norte cafetalero y la Regin Autnoma del AtlnticoNorte (donde el FSLN pact con la formacin indigenista Yatama) deascendencia sandinista. Por el otro, la regin sur occidental (el oriente),relativamente desarrollada por el turismo y por la cercana con Costa Ricaque apoya el proyecto neoliberal de oportunidades que pregonaba la ALN,y finalmente una regin interior de economa campesina y ganaderadonde el liberalismo tradicional y populista del PLC es mayoritario.

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008100 Poltica y gobierno

    Adems, cabe apuntar que de los 17 departamentos del pas, el FSLNsiempre gan o qued segundo (con la excepcin de Chontales y la Re-gin Autnoma del Atlntico Sur), mientras que ALN y PLC se dividieronterritorialmente el voto, compitiendo entre s, quedando en la primera otercera posicin segn los casos. Si se observan atentamente los resultadospor departamentos puede advertirse claramente la divisin del voto entreALN y PLC: quien ganaba desplazaba a la otra formacin a la tercera plaza,tal como se observa en el cuadro 5.Si se divide el resultado electoral en bloques de izquierda (que suman

    los sufragios del FSLN y el MRS) y derecha (con los resultados del PLC yALN) se constata que la izquierda slo conquist cinco de los 17 departa-mentos, a saber, Estel (con 52.91 por ciento), Chinandega (53.55 porciento), Len (54.75 por ciento), Managua (51.76 por ciento) y Carazo(52.09 por ciento). En el resto del pas la hegemona del voto es clara-mente liberal, a pesar de que a nivel agregado el voto de las eleccionesde 2006 est ligeramente ms sesgado hacia la izquierda que las de 2001,cuando la izquierda slo consigui victorias muy ajustadas en Estel,Chinandega y Len.33En este sentido, el gran perdedor de los comicios fue el MRS, que logr

    6.44 por ciento de los votos para candidato a la presidencia y 8.69 porciento de los sufragios para los diputados nacionales, notablemente por de-bajo de los esperados.34 Con todo, tambin es preciso sealar que por pri-mera vez en la historia democrtica del pas el sandinismo no fue patri-monio exclusivo del FSLN, ya que el MRS conquist cinco escaos paradiputados. Este fenmeno, junto con la divisin del liberalismo, mostrque las elecciones de 2006 se comportaron como crticas debido a queterminaron con una dinmica de competencia congelada durante ms detres lustros. Es necesario, sin embargo, analizar hasta qu punto el resulta-do descrito en estos prrafos supone un realineamiento electoral enNicaragua.

    33 La revistaEnvo del mes de diciembre (www.envio.org) realiz un exhaustivo trabajo deanlisis electoral, contrast el voto de los departamentos, la adjudicacin de diputados y com-par los resultados de 2006 con los de 2001.

    34 Al igual que las dems formaciones, el MRS tambin tuvo un voto muy desigual en el te-rritorio. Slo obtuvo un sufragio superior a 5 por ciento (con los votos para diputados en losdepartamentos) en Chinandega (con 6.69 por ciento), Len (8.09 por ciento), Managua (16.59por ciento), Masaya (13.13 por ciento), Carazo (17.81 por ciento) y Granada (10.64 por ciento).

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 101Poltica y gobierno

    Es posible hablar de realineamiento electoral en Nicaragua?

    Nunca es fcil en esta disciplina afirmar de forma concluyente la apari-cin de fenmenos que marquen claramente un antes y un despus enlas dinmicas polticas de determinado pas y este caso no es la excepcin.Sin embargo, como se ha expuesto a lo largo del texto, aparecen de formaclara la mayora (si no todos) los elementos que la literatura expone comoatribuibles a un proceso de realineamiento electoral.En primer lugar est la presencia de conflictos internos en el PLC y en el

    FSLN en el momento de nombrar candidatos a la presidencia. La expulsinde Lewites antes de que pudiera formalizar una candidatura sandinistaalternativa aDaniel Ortega (quien es candidato in pectore a la Presidencia dela Repblica desde las elecciones de 1984) y el bloqueo de Arnoldo Ale-mn a la candidatura de Montealegre con el fin de nombrar un candidatofiel a su causa lo corroboran. En segundo lugar cabe sealar tambin el ele-mento de la irrupcin de terceros partidos con un importante arrastre elec-toralentre ALN y MRS sumaronms de un tercio de los sufragios. Estasnuevas formaciones, que fueron encabezadas por los candidatos expul-sados no slo supusieron la aparicin de nuevos liderazgos sino que tam-bin mostraron la emergencia de un nuevo clivaje que superaba el clsicodel sandinismo/antisandinismo y anteponan el tema del pacto/antipacto,

    FSLN PLC ALN

    Ganador Nueva Segovia, Madriz, Chontales, Boaco, Masaya, Granada, RivasEstel, Chinandega, Jinotega, RAAS y RSJLen, Managua, Carazo,Matagalpa, RAAN(pacto con Yatama)

    Segundo puesto Masaya, Granada, Rivas, Nueva Segovia, Chinandega, Len,Boaco, Jinotega, Madriz, Estel, Managua, Carazo,Ro San Juan Matagalpa, RAAN RAAS y Chontales

    Tercer puesto Chontales y RAAS Chinandega, Len, Nueva Segovia, Madriz,Managua, Masaya, Estel, Matagalpa,Carazo, Granada, Rivas Ro San Juan,

    RAAN, Jinotega

    CUADRO 5. Posiciones de los partidos por departamentos

    Fuente: Elaboracin propia.

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008102 Poltica y gobierno

    fenmeno que da cuenta de la presencia de un tercer elemento de los queexpone la literatura. Tambin debe sealarse que, a pesar del fracciona-miento de la oferta partidaria y la sobreposicin de clivajes, se mantuvola polarizacin poltica en el pas debido al amplio rechazo de una granporcin del electorado a la candidatura del FSLNa pesar de su discursode reconciliacin y de paz y amor. Es ms, la aparicin en la escena po-ltica de la administracin venezolana con promesas de inversin directaen el pas y la integracin en la nueva alianza comercial del ALBA en casode una victoria sandinista hicieron que muchos sectores percibieran laselecciones de 2006 no slo como un proceso de cambio de cargos a travsde las elecciones sino tambin como una coyuntura de la que poda emer-ger una transformacin institucional y un profundo cambio de polticas.Con lo expuesto se puede afirmar que en las elecciones de 2006 estn

    presentes todos los elementos anunciados para que exista un proceso derealineamineto electoral, menos aparentemente uno: el de una gran par-ticipacin electoral. Aparentemente debido a que si bien en las eleccionesde 2006 se estima que la abstencin fue de 33 por ciento (20 puntos msque en las anteriores) muchos analistas exponen que el padrn electoralestaba sobredimensionado en 15 por ciento (Ortega Hegg, 2006), ya quetena inscritos a unos 3 millones 419 mil votantes a pesar de que las cifrasdel ltimo censo de 2005 afirman que en Nicaragua viven 3 millones 245mil personas mayores de 16 aos y con derecho a voto. Debido a eso mu-chos de los que quedaron registrados como abstencionistas o no existan oeran emigrantes econmicos que viven en Estados Unidos, Costa Rica uotros pases y no acudieron a votar y, por lo tanto, no es descabelladoafirmar que la participacin electoral fue, si no masiva, s muy concurrida.As, se puede concluir que Nicaragua ha experimentado un realinea-

    miento electoral que va a modificar la dinmica de competencia y el sis-tema de partidos del pas. En efecto, hay muchos elementos que apuntanen ese sentido, aunque el hecho de que se produzca (o no) va a dependerde las alianzas que se formen en el futuro entre el FSLN y las demsformaciones en un contexto de gobierno dividido35 y de un paisaje inter-

    35 Cabe sealar que el FSLN debe manejar una Asamblea Nacional en la que es la minoramayor con 38 diputados y siempre estar a merced de las alianzas con el PLC (con 25 diputados),la ALN (con 22, adems de los dos escaos del ex presidente Bolaos y del candidato presiden-cial Eduardo Montealegre, tal como expone el artculo 133 de la Constitucin) y el MRS (concinco, a pesar de haber perdido ya dos de ellos).

  • El regreso del FSLN al poder: Es posible hablar de realineamiento electoral en Nicaragua?

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 103Poltica y gobierno

    nacional relativamente convulso en el que la ascendencia de Chvez en elFSLN parece crecer.En caso de que Ortega estreche lazos con el PLC y su lder Arnoldo

    Alemn podra pensarse en la cristalizacin del doble clivaje y, por lotanto, la consolidacin de una nueva dinmica de competencia electoral ypartidaria en Nicaragua. Si, por el contrario, hay una recomposicin de lasfuerzas polticas sobre el tema sandinismo/antisandinismo, las eleccionesde 2006 no habrn supuesto ms que una coyuntura excepcional.

    Post data: Comentario de coyuntura

    Es interesante anotar que las primeras reacciones del candidato del PLC,Jos Rizo, despus del resultado electoral fueron de crtica al ex presiden-te y reo Arnoldo Alemn por la derrota electoral que sufri su partido.Rizo dijo que fue un error del PLC haber pactado con el FSLN la reformade la Ley Electoral y que tambin fue un gran error haber promovidola creacin de la Alianza Liberal Nicaragense (ALN), al ignorar la reali-dad de ese 35 por ciento y la fortaleza del FSLN. Agreg que la siguientetarea de su partido era modernizarlo, terminar con EP, combatir la corrup-cin, promover la no reeleccin absoluta y trabajar por un liberalismorenovado. Rizo lament que el ex presidente Alemn ostentara el controldel PLC.Con todo, a unos meses de estas declaraciones es posible constatar que

    el liderazgo de Alemn se mantiene firme en el PLC y que las relacionesde ste con Ortega son fluidas. La presencia de Alemn en la toma de po-sesin de Daniel Ortega como Presidente de la Repblica y la sentenciaque ha otorgado al lder liberal pas por crcel hacen pensar que EPcontina ms all de la coyuntura electoral y que la hiptesis de un reali-neamiento electoral se confirma. De ser as parecera natural que se mantu-viera una lgica de competencia partidaria multipartidista (y no biparti-dista) con coaliciones sin concordancia ideolgica tal como expusieronlos lderes del MRS el da en que se celebraba el primer aniversario delfallecimiento de Herty Lewites al declarar que vean posible un acuerdocon ALN, pero nunca con el PLC. Pg

  • Salvador Mart i Puig

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  • Salvador Mart i Puig

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008108 Poltica y gobierno

    Departamento PLC FSLN ALN AC MRS

    Nueva Segovia 28,023 37,143 18,950 97 1,257Madriz 25,831 31,773 9,503 74 822Estel 26,575 48,012 24,211 161 3,616Chinandega 18,765 82,985 63,975 391 8,143Len 26,290 75,948 51,512 449 10,820Managua 115,869 217,060 189,759 2,390 79,967Masaya 23,553 49,158 50,594 355 12,155Carazo 10,878 28,749 27,291 208 8,905Granada 13,379 27,464 33,714 250 7,048Rivas 10,288 30,431 34,177 154 2,835Chontales 28,051 19,616 25,530 130 1,056Boaco 26,279 14,978 14,773 156 903Matagalpa 74,375 76,162 32,723 464 2,898Jinotega 61,773 47,089 22,851 270 1,721RAAN 30,640 31,502 14,112 245 589RAAS 47,191 22,719 31,813 230 1,624Ro San Juan 20,548 13,527 5,391 96 237Total 588,304 854,316 650,879 6,120 144,596

    APNDICE

    1. Resultados electorales segn los datos ofrecidos por el Consejo SupremoElectoral www.cse.gob.ni

    Eleccin de presidente y vicepresidente

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    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 109Poltica y gobierno

    Departamento PLC FSLN ALN AC MRS

    Nueva Segovia 20,208 36,889 18,167 183 1,872Madriz 26,141 31,657 9,404 99 1,055Estel 26,709 47,851 22,035 288 5,038Chinandega 19,511 81,689 59,203 995 12,223Len 26,834 75,060 46,586 1,323 14,868Managua 115,342 210,279 169,712 4,515 103,122Masaya 23,755 47,602 45,425 757 17,063Carazo 11,535 27,125 24,436 378 11,974Granada 13,831 26,999 30,769 660 9,004Rivas 10,636 30,118 32,179 476 3,990Chontales 27,956 19,712 24,100 237 1,826Boaco 25,963 14,763 14,214 245 1,606Matagalpa 74,813 76,752 30,469 587 4,621Jinotega 62,027 46,674 21,883 361 2,653RAAN 30,943 31,442 13,230 497 903RAAS 47,296 22,703 30,786 314 2,231Ro San Juan 20,618 13,536 5,111 138 367Total 584,118 840,851 597,709 12,053 194,416

    Eleccin de diputados, circunscripcin nacional

  • Salvador Mart i Puig

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008110 Poltica y gobierno

    Departamento PLC FSLN ALN AC MRS

    Nueva Segovia 28,150 37,056 17,959 150 1,835Madriz 25,771 31,391 10,458 84 894Estel 26,054 49,552 21,396 260 4,517Chinandega 19,834 81,668 59,549 1,136 11,861Len 27,073 76,328 46,432 1,263 13,715Managua 115,208 211,426 171,258 4,740 99,635Masaya 24,026 47,800 44,805 862 17,066Carazo 12,028 25,943 23,527 385 13,511Granada 14,117 27,265 30,504 650 8,711Rivas 10,701 30,893 32,024 540 3,359Chontales 27,659 20,481 23,735 222 1,513Boaco 25,600 14,497 14,406 207 1,926Matagalpa 74,650 78,252 30,058 601 3,506Jinotega 62,113 46,664 21,768 365 2,649RAAN 30,986 31,614 12,910 490 984RAAS 47,182 22,822 30,603 281 2,415Ro San Juan 20,653 13,913 4,889 118 238Total 591,805 847,565 596,281 12,354 188,335

    Eleccin de diputados, circunscripcin departamental

    Departamento PLC FSLN ALN AC MRS

    Nueva Segovia 28,263 36,922 18,041 170 1,806Madriz 26,030 31,693 9,357 117 1,059Estel 26,612 48,088 22,306 331 4,686Chinandega 19,549 81,786 59,675 986 11,710Len 27,037 75,252 46,934 1,260 14,330Managua 115,549 211,317 170,780 5,142 99,765Masaya 23,790 47,977 45,842 881 16,205Carazo 11,494 27,490 24,571 534 11,227Granada 13,837 26,939 31,089 628 8,722Rivas 10,699 30,113 32,297 513 3,769Chontales 28,048 19,639 24,310 229 1,683Boaco 25,893 14,771 14,190 232 1,472Matagalpa 75,096 76,683 30,722 644 4,263Jinotega 61,947 46,663 21,853 350 2,607RAAN 30,926 31,478 13,243 465 886RAAS 47,458 22,759 30,634 289 2,207Ro San Juan 20,654 13,534 5,061 125 357Total 592,882 843,104 600,905 12,896 186,754

    Eleccin del Parlamento Centroamericano

  • El regreso del FSLN al poder: Es posible hablar de realineamiento electoral en Nicaragua?

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008 111Poltica y gobierno

    Departamento Escaos PLC FSLN ALN MRS

    Lista Nacional 20 6 8 5 1Nueva Segovia 2 1 1 0 0Madriz 2 1 1 0 0Estel 3 1 2 0 0Chinandega 6 0 4 2 0Len 6 1 3 2 0Managua 19 4 7 5 3Masaya 4 1 2 1 0Carazo 3 0 1 1 1Granada 3 0 1 2 0Rivas 2 0 1 1 0Chontales 3 1 1 1 0Boaco 2 1 1 0 0Matagalpa 6 3 2 1 0Jinotega 3 2 1 0 0RAAN 3 1 2 0 0RAAS 2 1 0 1 0Ro San Juan 1 1 0 0 0Total 90 25 38 22 5

    2. Asignacin de diputados por partido de las elecciones de 2006

    Fuente: Consejo SupremoElectoral www.cse.gob.ni

  • Salvador Mart i Puig

    VOLUMEN XV NMERO 1 I SEMESTRE DE 2008112 Poltica y gobierno

    3. Los sondeos electorales de junio, agosto, septiembre y octubreofrecidos por las tres principales empresas encuestadoras

    M&R Junio Agosto Septiembre Octubre

    Ortega 27.2 32.1 30.9 33.8Montealegre 27.9 25.0 26.4 25.4Jarqun (Lewites) 17.9 19.9 15.9 14.8Rizo 13.3 13.7 16.3 17.1Pastora 1.2 1.3 0.9 0.6Voto oculto/indeciso 12.5 8.0 9.6 8.2

    CID GALLUP Junio Septiembre Octubre

    Ortega 23.0 29.0 33Montealegre 17.0 23.0 22Jarqun (Lewites) 14.0 13Rizo 11.0 14.0 17Pastora 1.0 1.0 1.0Voto oculto/indeciso 32.0 19.0 15.0

    Fuente: www.confidencial.com.ni de la edicin nm. 501.

    BORGE Y ASOCIADOS Junio Septiembre Octubre

    Ortega 34.1 26.8 34.4Montealegre 29.1 23.9 23.0Jarqun (Lewites) 15.2 19.1 10.9Rizo 15.7 16.4 19.3Pastora 1.1 0.5 0.9Voto oculto/indeciso 7.5 6.9 7.9No vota 6.4 3.6