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R E L A C I O ND E L O S M É R I T O S ,

TÍTULOS, GRADOS,

EGERCICIOS LITERARIOS Y SERVICIOS

D E L D O C T O R

DON JOSÉ MARÍA PERIS Y JAUDÉNES,Abogado de los Reales Consejos.

C o n s ta que es natural de la vîlla de Alcira en el Reino de Valencia , hijo legítimo del Coronel Don Bernardo Peris, Gobernador militar y político, y Corregidor por S. M. en la actualidad de4a-Ciudad de San Felipe y suS Partidos , Regidor decano en la clase de nobles de la referida villa de Alcira & c., y de Doña Mariana Arboreda, antes Jaudénes, y de edad de veinte y nueve años cumplidos.

Que estudió por espacio de cinco años las Gramáticas castellana y lat ina, Humanidades , principios de Geografia é Historia , y demas ramos de instrucción en el Colegio y Seminario de Padres Escolapios de la ciudad de Valencia, con aprovechamiento y satisfacción de sus maestros.

Posteriormente en el Seminario de Nobles de la misma Ciudad se dedico al estudio de la Aritmética , Algebra, Geometría y demas tratados de matemáticas é idioma Francés, obteniendo siempre la nota de sobresaliente.

Que concluidos estos estudios ganó en la Universidad literaria de Valencia tres años de Filosofía, y en ellos el de Lógica, Metafísica y Filosofía moral.

Que despues continuó su carrera literaria, estudiando dos años de Derecho rom ano, uno de Instituciones canónicas, otro de Derecho Real, uno de Economía política, y otro de Jurisprudencia práctica.

Que en veinte y uno de Marzo de mil ochocientos veinte y uno sostuvo un acto público de Eíerecho rom ano, habiendo merecido la aprobación general de aquel Claustro.

Que con arreglo á los estatutos y órdenes déla referida Universidad, y prévios los exámenes y egercicios designados en las mismas, recibió el grado de Bachiller en Leyes con los honores de tamquam benemeritüs ̂ valde condignus, et nemine diS'* crepante.

Que en veinte y siete de Junio del mismo año tuvo otro acto público, defen» diendo por espacio de cuatro horas varias cuestiones de Derecho español, canónico y romano, mereciendo el mayor aplauso asi del Claustro de aquella Universi-» dad como de los concurrentes.

Que en tres de Julio siguiente, habiendo precedido los egercicios quç previeneo

los estatutos de la misma Universidad, se le confirió el grado de Doctor en Leyes con los honores de tamquam benemeritus, valde condignus, et nemine discrepante.

Que sus grados han sido revalidados con-arreglo á líw novísimas Reales órdenes, prestando el debido juramento.

Que por el concepto en que era tenido en la Universidad de Valencia y notoriedad de sus conocimientos, mereció á aquellos Claustros de Leyes y Cánones reunidos le nombraran Presidente de la Academia de Leyes.

Igualmente mereció que un número considerable de cursantes le honrara elif gíéndole su Padrino en los actos que debian sostener, á cuyo honorífico encargóse prestó con lucimiento para los mismos y satisfacción de los Catedráticos.

Que prévios los cuatro años de práctica se le espidió el correspondiente título de Abogado de los Reales Consejos conforme lo dispuesto en el üitimo plan de estudios en tres del presente mes de junio.

_ Que animado siempre de los buenos sentimientos que le han distinguido por la justa causa de S. M, tomó las armas en la pasada guerra contra Napoleon en la clase de Cadete del regimiento infantería primero de Saboya en cuatro de Setiembre de mil ochocientos once, hallándose en las acciones que en aquella época tuvo el segundo egército ( al que correspondia) hasta la rendición de la ciudad de Valencia, donde sufrió la suerte de prisionero.

Posteriormente, por Real orden de la Regencia del Reino de quince de Febrero de mil ochocientos catorce, pasó á instruirse ai Colegio militar de la ciudad de G andía, donde permaneció estudiando las materias propias de esta profesion hasta el treinta y uno de Mayo de mil ochocientos diez y seis, que se le espidió á su solicitud y en virtud de Real orden la licencia absoluta.

Que en la desgraciada época de la revolución no solo fue desafecto á las ideas demagógicas de los constitucionales, sí que animado de los principios de Religión y adhesión á los imprescriptibles derechos del Rey nuestro Señor, se interesó tanto en la causa del difunto general Don Francisco Javier Elío, que con eminente riesgo de su vida se introducía en la Cindadela de la Ciudad de Valencia , donde se hallaba preso dicho General, para noticiar á éste y á los que padecían por la justa causa la t^ecucion del plan que se proyectaba, á fin de sustraerles de la ferocidad de sus encarnizados enemigos. Y en estas visitas resulta favore-* ció al Capitan Don Braulio Molina, preso en la misma Cindadela.

Que como tan adicto y decidido por la justa causa de S. M. era admitido á las juntas que se celebraban en la casa habitación del Coronel Don Antonio Ronda en la misma C'udad en los años de mil ochocientos veinte y uno y siguiente para levantar diferentes pueblos en favor del Rey nuestro Señor: y habiéndose traslucido este glorioso empeño por el desgraciado pronunciamiento de laC iu- dadela de aquella Capital en treinta de Mayo del pasado año de mil ochocientos veinte y dos tuvo el Don José María Peris que abandonar su casa y familia.

Que firme siempre en sus sentimientos de amor á nuestro legítimo Soberano, fue á incorporarse en el Egército Realista. Que -en primeros de Abiil de mil ochocientos veinte y tres era Ayudante de Campo del Comandante General de la división de Aragón, y con este carácter se distinguió en las acciones que se ofrecieron durante el sitio de la ciudad de Valencia, mereciendo el aprecio de sus gefes por su constancia y valor.

Que se encontró en la acción sobre Alcira en el cinco de Mayo del mismo año, de la que resultó la rendición de aquella plaza en el dia siete, continuando Peris, verificada esta, en la persecución de los constitucionales hasta la ciudad de San Felipe, mereciendo por los importantísimos servicios que prestó, actividad, valor y decisión con que se condujo al lado de dicho General, á mas de su escelente disposición , que le nombrara Ayudante de Estado mayor en diez del referido Mayo,

Que sabiendo el Comandante general de la indicada división realista de Aragón que el General constitucional Ballesteros se dirigia á recuperar la indicada plaza de Alcira con cuatro mil infantes y cuatrocientos caballos por la parte de San Felipe, DO halló en tsm apurada situación Qtro Oficial nms digno de su con-

fianza para mantener por el Rey nuestro Señor la plaza que á Don José María Peris, y no desmintió este la buena elección, pues atacada la plaza por el considerable número de fuerzas que se ha sentado, la sostuvo por espacio de diez horas con solos trescientos infantes y un obús, dando lugar por este medio á la división que desconcertase los planes del egército de Ballesteros, á quien se auxiliaba de Valencia con tres mil y setecientos infantes, trescientos sesenta caballos y siete piezas de batir, para realizar el sitio, lo que no logró por haber sido atacadas estas fuerzas por las realistas favorecidas por el denuedo y valor con que Peris resistió á Ballesteros.

Que precisado despues de una resistencia tan gloriosa á retirarse, fue atacado sobre Turis por doscientos caballos enemigos, y con acertadas evoluciones supo desembarazarse y unirse al grueso de la división, salva ya en el castillo de Mur- viedro.

Que en el sitio de Teruel dió iguales pruebas de valor y acierto.Que en el alboroto ocurrido en Zaragoza en veinte de Agosto del mismo año

veinte y tres por la osadía de los constitucionales, restituyó á la ciudad la tranquilidad á la cabeza de un escuadrón de caballería, conduciéndose con tal orden y tino que mereció la aprobación de aquel Capitan General.

Que se halló con su General comandante en los reconocimientos que se hicieron y sitio de la plaza de Lérida hasta su redención, egerciendo el encargo de Gobernador del Cuartel general.

Que igualmente se halló en las gloriosísimas acciones para la justa causa de S. M. en los campos de Puig-Ve^t y Tramaced.

Que desde el seis de Julio del mismo año hasta veinte de Enero del siguiente fue Gefe de Estado mayor, acreditando en este destino sus conocimientos, prudencia y acierto en la decisión de los negocios que tuvo á su cargo.

Que en cuantas comisiones y encargos mereció á sus Gefes recibió una completa satisfacción y aprobación por el feliz resultado que tuvieron.

Finalmente, que es Alferez y Teniente de caballería, condecorado con el Escudo de Distinción por su ac isolada lealtad á la Real Persona deíRey nuestro Señor.

Asi resulta de los diferentes documentos que originales ha presentado y se le devolvieron.

E s copia de la original que queda en esta Secretaria de la Cámara de Graciay Justicia y "Real Patronato de ¡a Corona de Aragon , de que certifico como Secretario de S. M . con eger* cicio de decretos y Oficial mc^or de ella, M adrid diez y siete de Junio de mil ochocientos veinte y seis.

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