Relatos de Viajeros Saffray

349
11 Viaje a Nueva Granada B1BLIOTEC.1 POPULAR DE CULIDRA COLOMBIANA BOOOTA Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Transcript of Relatos de Viajeros Saffray

Page 1: Relatos de Viajeros Saffray

11

Viaje a Nueva Granada

B1BLIOTEC.1 POPULAR DE CULIDRA COLOMBIANA

BOOOTA

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 2: Relatos de Viajeros Saffray

:Biblioteca Popular de Culh¡ra ColO1nbiana

Dootor So.ffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 3: Relatos de Viajeros Saffray

Publicacio'/l,es del Ministerio

de .Educación de Colombia.

Prensas del Ministerio de Educación Nacional

Departmnento de Extensión Cultw'al y EeHas A.rtes

1 948

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 4: Relatos de Viajeros Saffray

Doctor Saffray

Vi aj ea

Nueva Granada

BIBLIOTEG.i. POPULAR DE CULTURA COLOMBIANA

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 5: Relatos de Viajeros Saffray

PROLOGO

Cuando los hombres de mi generación estábamosnifios (y adviértase que no digo que lo éranws, novaya, a suceder que a muchos se nos tache de quenos quedamos con la manía, verificándose de esemodo en nosotros aquel pasaje de la Escritura enque se habla de párvulos de cien ajios), cuandnnosotros, digo, o mejo;-, iba a decir, estábmnos ni-fíos, y por tales, teníamos que paga?' tributo a lasllamadas enfermedades eruptivas, esto es, al sa-rampión, la varisrla y otras de la laya, 80líatJw8paliar los posibles estragos de la enfermedad to-mando leche con toronjil, abrigádonos con buenacopia de frazadas, y si la había, con una rnana, yentreteniendo los forzados ocios con la visión, dirémejor que la lectttra, de unos libros prof'l,tsamenteilustrados con láminas en madera y en piedra, ent¡'elos que 110 faltaban en ning'una casa, dos encanta-dores: el Correo de Ultramar, y uno que se editóen Pa1'ís, como obsequio a los lectores del Correo,llamado aquél La vuelta al mundo.

Todas estas consideraciones, o dígase rec'uerdos,se volcaron en mi memoria, cuando ya mayor, perosiempre párvulo por lo que atrás se dijo, comencé amanejar los relatos de viajes, que ya en volumenseparado, o en forma de folletín de alguna revista,o ya formando colecciones dedicadas exclusivamen-te a una literatura, qu.e si no puedella1narse tras-hUtnante, sí tiene mucho de gitana, la de los viajes,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 6: Relatos de Viajeros Saffray

PROLOGO

en fin, cayó en n~is manos una obra de mucho alien-to entre las del género, ornada, como aquellas deque se hizo mérito, de prec'iosas y sugestivas lámi-nas de todos los lugares de la tierra, particular-mente los más exóticos y camcter'ísticos, contándoseentre éstos, valga el caso, el de un colombianísimochampán cursando las aguas del Magdalena, el ríogrande de Bastidas y de J'iménez de Quesada, laarteria principal de Colombia, el del negro Obesoy el de Soffia el diplomático, que lo cantó por lostie'mpos en que los viajes, o mejor, los relatos deellos, hacían furor.

Llamábase la tnencionada obra con el mismotít'ulo de la que ofr'eC'iócomo prima el Correo deUltramar a sus suscriptores, bien que s'u nombreno aparecía en castellano sino en fmncés, a~f,nquerecogiendo, como la otra, los 1'násexquisitos relatos.y fue así como vine a leer el Viaje a la Nueva Gra-nada, escrito por el doctor Saffray, y me di despuésa la tarea de traducirlo. Mas cuando la tarea ibaya bien adelantada, digo la de la traducción, p~tesla de la lectum había quedado hecha a cabalidad,un mi amigo, conocedor de m'is aficiones, y apro-vechando la circunstancia de que a la sazón desem-peñara yo el cargo de subdirector de la BibliotecaNacional, 'vino a ofrecerme, hecha y mU;1Jbien hecha,una 'versión magnífica, comparada con la cual lapobre mía ni siquiera podía mencionarse, del Viajede Saffmy, y que había aparecido en la edicióncastellana (que yo naturalmente 'ignoraba) de unode los tomos de La vuelta al mundo. Esa versión,(1], desplazar la del suscrito, es la que voy a ofrecera los lectores de la Biblioteca Popular de C'ulturaColombiana, si no ya como prima de regalo, en la

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 7: Relatos de Viajeros Saffray

PROLOGO 9

forma en que lo hiciera el Oorreo de Ultramar, sícomo tlna de las más lindas obras que sobre nues-tra patria se haya hecho.

y el lector no me dejará mentir.

RICARDO PARDO

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 8: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

I

DE SANTA MARTA A Tl!RBACO

INTRODUCCION GEOGRAFICA.-A LA VISTA DE SAKTAMARTA.-DESCRIPCIOK DE LA CIUDAD.-EL TASA.ra.LA PATADA AL TIBURON.-LA VIRGE:'-r DE RIO HA-CHA.-OJEADA RETROSPECTIVA SOBRE SANTA MARTA.LOS INDIOS DE SIERRA KEV ADA.-NOTICIAS SOBREEL ERYTHROXYLON COCA.

Eran las tres de la madrugada cuando oímosresonar en el buque la ansiada palabra ¡tierra!Casi todos los pasajeros del Salvador se agruparonsobre cubierta para contemplar cómo se destacabanlas costas, débilmente iluminadas por los primerosalbores de la autora; los vientos alíseos hinchabanlas velas; la proa del buque cortando las olas, tra-zaba un profundo surco que se cubría de blanquísimaespuma; y la ancha estela dejaba en el mar, a grandistancia, como un rastro de fulgores fosfores-centes.

Ni una sola nube empañaba el cielo; sobre unfondo azul oscuro despedían las estrellas un brillodesconocido en Europa, cuatro veces más vivo, se-gún dice Humboldt, que el que nosotros estamosacostumbrados a ver. En el zenit desarrollaba la vía

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 9: Relatos de Viajeros Saffray

12 VIAJE A NUEVA GRANADA

láctea su faja luminosa; por el sur se entreveíanlas nubes magallánicas, vagas claridades de las quecada átomo es un mundo; mientras que el conoobtuso de la luz zodiacal aparecía en el occidente.

Fue necesario esperar tres horas: cerca delecuador no media sino un corto intervalo entre laaurora y el pleno día; el sol apareció como un globode fuego, y vino a dar vida a un panorama esplén-dido.

Las costas están limitadas al este por escarpa-das y áridas montañas; las unas descienden haciael mar, formando rápida pendiente; y otras se ele-van como una muralla eortada a pieo: son los últi-mos promontorios de Sierra Nevada, cuyas gradasgiganteséas se destacan desde las playas marinashasta las cúspides cubiertas por las nieves eternas.Desde el trópico al polo abárcase el conjunto algolpe de vista: en la región inferior los bosquesimpenetrables, los frutos deliciosos, las asombrosasplantas; en la superior, sobre una faja de nubesflotantes, extiélldense los desiertos donde el sueloavaro no produce sino líquenes; y en la cima se venlas nieves perpetuas.

La tierra que teníamos a la vista era NuevaAndalucía, descrita por el cronista ReITera, el via-jero Oviedo, y su contemporáneo Castellanos, cuyospoemas llevan el sello del espíritu supersticioso delsiglo diez y seis.

El aspecto delSanta Marta es por demás pinto-resco, los arcos de la aduann, las torres de las igle-sias, los jardines y los grupos de palmeras la co-munican cierta semejanza con una ciudad oriental.

Mientras se practicaba la maniobra a bordo,trasladéme a tierra en una piragua: el mestizo que

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 10: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 13

la conducía hablaba en papiamento, especie de len-gua franca, mezcla bárbara de inglés, de francés,de holandés y de español. Después de habermedesembarcado en la arenosa playa, trató por todoslos medios posibles de inducirme a que le aceptas ecomo cicerone; pero se cansó inútilmente, pues noquería yo que un segundo me distrajese de mis..ImpreSIOnes.

La bahía de Santa Marta es pequeña, bastantecómoda para los buques de poco calado; pero losgrandes deben permanecer a cierta distancia, que-dando expuestos al viento del nordeste.

El interior de la ciudad no corresponde a la ideaque se forma desde lejos: las casas son todas deplanta baja, con las ventanas enredadas, los te-jados son ordinarios y el conjunto me pareció mez-quino. En los arrabales no hay más que miserablescabañas; las calles carecen de empédrado, y comoel viento acumula en ellas las arenas de la playa,ofrecen cierto aspecto de desolación.

Algunos monumentos, erigidos por orden delvirrey y por los religiosos, permitieron que la ciu-dad conservase hasta principios de este siglo ciertocarácter de grandeza; pero el terremoto que en1825 agitó al monte Horqueta, derribó iglesias,conventos y fuertes. Hoy día, los cactus espinososy algunas raquíticas mimosas crecen en medio delas ruinas, donde el liquen microscópico se prendepor todas partes: las serpientes, los camaleones ylos escorpiones buscan allí un refugio. Santa Martasobrevive; pero de aquí a mucho tiempo no pareceque mejorara su situación.

En medio del día, cuando el ardiente calor in-vita a los habitantes a su acostumbrada siesta, no

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 11: Relatos de Viajeros Saffray

14 VIAJE A NUEVA GRANADA

se ve un solo sér viviente en las calles o en la plazay se creería estar en alguna necrópolis, pero porla mañana reina un poco de animación en el puertoy en los alrededores del mercado. Este último se.halla establecido en las minas de un fuerte; y aél llevan los indios todos los días el maíz de lasmontañas, la banana, la yuca y la arracacha, quecon el tasajo y el tocino constituyen la base de laalimentación.

El tasajo merece que diga sobre él dos pala-bras. Aquí no se compra la carne al peso, sino porbrazas; se corta en delgadas tiras, que se ponen asecar al sol después de haberla salado y enciérraseluégo en petacas, especie de cajas de cuero en bru-to, donde se conserva durante varios meses. La pre-paración culinaria es de las más primitivas: se tri-tura el tasajo entre dos piedras hasta reducirle aun grueso polvo, que se fríe en seguida, constitu-yendo un manjar muy poco delicado, con frecuenciade un olor excesivamente fuerte, pero que llena lasdos principales condiciones para el país, cuales sonla baratura y la rapidez con que se prepara.

Los carniceros tienln sus establecimientos enlos arrabales: para la matanza acostumbran a san-grar a los bueyes en el cuello: extienden la piel entierra, fijándola con c8taeas de madera; recogencuidadosamente el sebo, cortan las partes carnosasen tiras, y el resto se tira a la calle. Bandadas debuitres, que se anuncian por su ronco grito y suolor fétido, se disputan todos los días aquellos res-tos repugnantes.

Cuando estaba yo examinando los grupos, cercadel mar, oí de pronto gritar: "iBlanco, mi blanco!"Y al punto vi que llegaba una multitud de pillete s

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 12: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 15

desnudos, negros o morenos. "Yo doy una patadaal tiburón por una peseta ", me gritó un negrilloque podría tener doce años. Yo creí al pronto queaquello era una broma; pero corno insistiese, pro-metíle la recompensa en medio de las salvajes acla-maciones de sus compañeros.

Todo el mundo ha visto dar latigazos a los leo-nes domesticados; pero ~cómo suponer que un niñoosara burlarse del mostruo más terrible del Océano?

Llegado a un sitio donde el agua era tranquilay muy profunda, zambullóse el negrillo, reaparecióa los pocos instantes y dio principio a varias evo-luciones que le hubiera podido envidiar cualquierade los habitantes de las aguas. Poco después sacóla cabeza y me gritó en criollo: "iLi venir!" Almismo tiempo nadaba hacia la orilla, dirigiéndoseal pie de una roca, y yo le distinguía perfectamen-te. Pasados algunos momentos, vi corno una masaque se movía en las aguas, avanzando rápidamente:era un tiburón. El pillete volvió a. zambullirse, dioun rodeo, y descargó en el costado del mostruo tanfuerte patada que le hizo emprender la fuga.

"Me tiene miedo ", gritaba el negrillo alegre-mente, saltando de roca en roca. El muchacho decíaverdad: el tiburón, corno todos los a.nimales llama-dos feroces, huye del hombre por instinto, y no leacomete sino cuando le aguijonea el hambre. Aho-:;"a bien, en la bahía de Santa Marta tienen siempreles tiburones a su disposición miles de doradas yotros peces que viven reunidos en gran número ynsí es que los negrillo s se divierten impunementecon el tiburón.

Fui a visitar la .iglesia principal, ..qonde. el bedelme hizo el óbsequio~ nÚ'dlante pago, de enseñarme

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 13: Relatos de Viajeros Saffray

16 VIAJE A NUEVA GRANADA

una imagen milagrosa, la de la Santísima Virgende los Milagros; es una estatua de madera que tie-ne la cara y las manos pintadas con bermellón, visteuna falda de raso que fue blanca en otro tiempo,sembrada de grandes estrellas; un manto de tercio-pelo azul, cuyo color ha palidecido por la acción deltiempo, pende airosamente de sus hombros; calzaunos zapatos de raso blanco, y del cuello pende ungran corazón de oro por medio de una cadena decuentas de filigrana, mezcladas con esmeraldas. Enotro tiempo ostentaba en la cabeza una pesada cade-na de oro esmaltada con piedras preciosas; perocierto guardián se encaprichó por ella, y entoncesfue reemplazada por una tiara de cobre.

Esta Virgen, según me han dicho, fue traída deRiohacha. Los piratas que infestaban aquellas aguasse presentaron un día ante la ciudad, a la cual ha-bían saqueado varias veces; toda la población acu-dió a la playa, precedida de la estatua de la Virgeny cantando las letanías; los conductores penetraronen el agua hasta la cintura; y como la multitud su-plicase a su Patrona que hiciera un milagro paraexpulsar a los piratas, la Virgen se quitó la coronade oro y la tiró al mar. Las olas del Océano se des-viaron repentinamente como en otro tiempo las delMal' Rojo, y prodújose en ellas tal agitación, quetodas las naves naufragaron.

Tal es la leyenda; pero el origen de la estatuaque me enseñaron me parece muy dudoso, porque loshabitantes de Riohacha aseguran que aún conservanen su poder la. verdadera imagen milagrosa.

Santa. Marta es el más antiguo de los estableci-mientos españoles en Costa Firme, territorio que seextiende desde el cabo de la Vela hasta las desembo-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 14: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 17

caduras de la Magdalena. La colonia de San Sebas-tián, en el golfo de Urabá (golfo de Darién), habíasido destruída por los indios, y era urgente ya esta-blecerse de una manera definitiva en los países dela costa nuevamente descubiertos.

En 1521, Rodriga Bastidas, célebre ya por susexpediciones, fue el encargado de fundar en CostaFirme una ciudad y una fortaleza capaces de servirde base de operación para las expediciones al inte-rior. En 1525 desembarcó cerca del pueblo indio deGaira, precisamente el día de Santa .Marta, en Ullabahía que había visitado ya en su primer viaje doreconocimiento y allí fue donde fundó la ciudad quebu cOllservado este nombre .

.B'iela su política, trató de cOllciliarse la amistadde los indios Cairas y Tagangas; pero su modera-ción DO S8 avenía con la rapacidad de sus compañe-ros, quienes acabaron por asesinarle. Las Casas, tansevero con les que trataban mal a los americanos,111-1cecompleta justicia a la conducta excepcional, ycasi única del fundador de Santa :3Tarta, expresán-dose en estos términos: "Siempre le vi dando pruo-bas de caridad a los indios y encolerizado contraaquellos que les trataban maL"

Los indios de los alrededores de Santa :\1arta sonde una hermosa raza; su tipo se asemeja al del kal-muco, al que se parecen también por el color y la es-tatura. Descienden de los invencibles Tairollas, quepodían poner en pie de guerra cincuenta mil comba-tientes, y que cultivaban la sierra en la parte tem-plada de sus vertientes. Los hombres llevan por úni-ca ropa un pañuelo de algodón atado a la cintura, yse cubren la cabeza con un ~()mbter_ocónico formadode boja.s d-e helicónia. Las 111ujeresllevan en casa el

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 15: Relatos de Viajeros Saffray

18 VIAJE A NUEVA GRANADA

mismo traje que el marido; pero cuando van a laci:udadse cubren los hombros y una parte del pechoQonun pedazo de tela de lana o de algodón, fijándoseotra en las caderas.

Los descendientes de los Taironas cultivan elmttíz y algunas raíces. Buenos cazadores, rehusanservirse de las armas de fuego, que espantan a 106animales, y sólo emplean la bodoquera, larga cerba-tana de unos ocho pies.

Para fabricar esta arma, el indio necesita en elmás alto grado esa cualidad que le distingue por to-das partes, es decir, la paciencia. Elige una palmeramacana, de tronco delgado, de fibras negras y du-ras; introduce, en línea recta, a cortas distancias,unos pedazos de silex en forma de moneda; golpeasucesivamente en cada piedra, y acaba por hacersaltar el tallo en toda su longitud. Hecho esto, y va-liéndose de un silex cortado en bisel, desprende pocoa poco las fibras centrales, hasta que practica en to-da la extensión de la macana un canal estrecho yuniforme. Con una piedra redondeada y arena hú-meda, modela este canal, practicando un corte; lasdos piezas unidas ofrecen entonces en su centro untubo perfecto, y sólo falta ya modelar la parte ex-terna, enlazando en forma de espiral continua lasdos secciones, por medio de una liana, llenando des-pués los intersticios con cera.

No se lleva acabo esta obra en menos de un mesde constante trabajo. Los indios un poco civilizadosque hay en la ciudad de Santa Marta no construyenlas bodoqueras por sí mismos, sino que las comprana otras tribus más salvajes; las del Orinoco, em-plean como cerbatanas unas arundíneas cuyos in-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 16: Relatos de Viajeros Saffray

DOOTOR SAFFRA y 19

ternodios tienen de quince a diez y seis pies, encon-trando así sus armas hechas.

Si el indio quiere coger viva un ave de medianatalla, usa como proyectil una bolita de arcilla seca,apunta con cuidado, sopla vigorosamente, y el ani-mal, tocado en lá cabeza, cae aturdido; pero si setrata de un cervatillo, de un tapir o de un tigre, co-loca en la bodoquera una pequeña flecha de bam-bú, cuya punta, endurecida al fuego, está impreg- .nada de curare, mientras la otra extremidad sehalla guarnecida de algodón.

El indio no caza los grandes animales sino alacecho; conoce los sitios donde tienen la costumbrede beber, y les espera oculto en el ramaje de unárbol o detrás de una roca. La menor picadura deuna flecha impregnada en curare ocasiona la muer-te al animal más robusto; pero no cae desde luego,y es preciso seguir su pista: un tigre tarda ocho odiez minutos en morir.

Yo he visto curare en Santa Marta; pero las in-dicaciones que me dieron sobre su composición de-mostraba que se ignoraba completamente cuálesson las plantas empleadas en confeccionarlo. Algúntiempo después, cuando fui a Rio Verde, tuve oca-sión de ver cómo se preparaba esta temible sustan-cia, de la que hablaré luégo detalladamente.

Los Taironas de Santa Marta constituían unpueblo agricultor, industrioso, rico, y notable porsu bravura, pues nunca consiguieron los españolessometerlos, por lo cual escribió Castellanos en suobra:

y es. ha,~tª hoy ªU¡ (lOsa.n.Qtoria,

que ningún español cantó victoria.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 17: Relatos de Viajeros Saffray

20, VIA.JE A NUEVA GRANADA

La palabra tairo en el lenguaje de aquellos na-turales, significaba fundición; y en efecto, no lejosde Santa Marta tenían un establecimiento conside-rable, donde "se trabajaba el oro de las minas delpaís. l.;os españoles se apoderaron en aquel puntode un considerable botín, empleando las riqueza spara la expedición durante la cual se fundó a Carta-gena.

Los Taironas no comerciaban sólo en gran es-cala con el oro y las piedras preciosas, sino quecambiaban por telas de algodón, procedentes delinterior, las hojas de una planta llamada hayo, co-nocida en el Perú con el de coca.

La coca (Erythoxylon coca) es un arbusto queapenas alcanza tres metros de altura; sus bojas,tan grandes como las de los árboles del té, son lisas,puntiagudas y de color verde oscuro. Los indios delos Andes las mascaban con una pequeña cantidadde cal, de ocre o de ceniza, según las localidades, ycomo la coca no prosperaba sino en algunas regio-nes de la cordillera, era objeto de un comercio muyconsiderable.

Acosta dice en su Historia del PerÚ, que en elaño de 1590 se vendieron en el sólo mercado de Po-tosí, noventa y cinco mil cestillos de coca, a razónde cuatro o seis escudos cada uno, y que se utilizabacomo moneda para los cambios.

Los indios habían reconocido en esta plantaprincipios nutritivos y tónicos, y gracias a su usopodían soportar las fatigas del trabajo en las mi-nas y la abstinencia forzosa durante sus largosviajes.

En un extracto de coca preparado cuidadosa-mente, he reconocido la presencia de clorofila, de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 18: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 21

goma, cera, y un alcaloide especial, la cocaína, quehe podido combinar con cal, aislándola después enforma de cristales en agujas. Administrada estasustancia en grandes dosis a los animales, produceuna excitación de la sensibilidad, seguida de pro-fundo abatimiento y de fenómenos tetánicos: mu-cho siento no haber tenido ocasión de hacer en elhombre repetidos experimentos.

TI

CARTAGENA DE INDIAS.-SU PASADO.-DESCRIPCION DECARTAGENA.--DANZAS y CANTOS.-EL BAMBUCO.INTERIOR DE LA CATEDRAL.-LA INQUISICION ENAMERICA.-PASEO AL MERCADO.-LOS COCUYOS,-PRO-D1:CTOS y COMERCIO.

Ante nosotros está la isla baja de Tierra Bom-ba, toda cubierta de nogales, de bambúes y de ca-ñas; detrás de aquel muro de verdura se elevan, ensegundo término, dos altas torres agrisadas; esCartagena, la Reina de las Indias, que se extiendedetrás de aquella punta.

En otro tiempo penetraban los buques en líneal'ecta, para llegar a la rada, por el ancho canal lla-mado de Boca-Grande; pero en 1741, España, queestaba en guerra con los ingleses, mandó obstruirel paso, formando un istmo artificial entre la islay el continente. Hé aquí por qué es preciso dar lavuelta a este largo promontorio para introducirseen el estrecho y tortuoso canal de Boca-Chica, bor-deado a izquierda y derecha Iml' rompientes y roeasa flor de ag'ua.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 19: Relatos de Viajeros Saffray

22 VIAJE A NUEVA GRANADA

Tres fuertes, reducidos hoya un montón de rui-nas, que invaden los zarzales, constituían en otrotiempo la primera línea defensiva de la ciudad.

La rada es una de las más hermosas del mundo,pues en ella podrían reunirse todas las flotas deEuropa. Hacia la punta oriental de Tierra Bomba,a la izquierda, dejamos la ciudad del oro, habitadaúnicamente por leprosos, y poco después anclába-mos cerca de las murallas.

En 1501 fue cuando Rodrigo Bastidas descubrióla ciudad india de Calamari, a la cual dio el nom-bre de Cartagena, porque su puerto se parecía deun modo singular al que llaman así en España; peroantes de ésto hubo de sostener encarnizado combatecontra los indios.

Sin embargo, la fundación de la ciudad actualno data sino desde 1533, y se debe a los esfuerzosde Alonso de Ojeda, cuya expedición se componíade los veteranos de la isla española de Santo Do-mingo y de intérpretes indios.

Lo que más llama la atención al llegar a Carta-gena son las fortificaciones que defienden la ciudadpor la parte del Océano: hay una elevada murallade plataformas, que recuerda aquellos muros deBabilonia donde podían correr seis carros de fren-te, casamatas, y un profundo foso completamentelleno por las aguas del mar. El conjunto es notablee imponente por las proporciones y armonía, de talmodo que se cree uno trasportado a las épocas ca-ballerescas en que la Reina de las Indias, orgullo-samente sentada sobre su archipiélago de coral,foco del comercio de las Filipinas, del Perú, de Co-lombia y del Centro de América, guardaba sus te-soros a la sombra de la poderosa bandera españo-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 20: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 23

la, lanzando al Océano flotillas armadas para darcaza a los piratas bretones, a los audaces anteses,cuyos veleros barcos recorrían toda la costa delmar de los Caribes.

Una masa de inmundo cieno ha invadido el puer-to, casi desierto ahora; míseras piraguas sustitu-yen a los buques de alto bordo y a los navíos de trespalos de otra época; los musgos y los líquenes cu-bren con su vegetación los abandonados muros; lasplantas saxatiles introducen sus raíces entre las pie-dras, hasta desunirlas; mimosas de gruesos nudosinvaden los revestimientos, y las plantas trepado-ras tapizan enormes lienzos de pared medio caídos,cual si quisieran acabar de sepultarlos. Más abajo,en el foso cubierto de limo, pululan inmundos rep-tiles y hediondos caimanes, la iguana, la serpiente,el murciélago y el buho tienen su gunrida en loshuecos de las paredes.

No teniendo tesoros qué guardar y demasiadodébil a la vez para excitar la envidia y defenderse,Cartagena vendió por último sus cañones a la granRepública americana, y por ciento veinte mil pias-tras firmó la declaración en que reconocía haberllegado al último límite de su decadencia.

La mayor parte de las. casas antiguas estánconstruídas con caliza cochifera o con rocas madre-póricas; las de reciente construcción son de ladri-110;en la plaza y en las calles principales tienen unpiso con balcón abierto; las de los bajos se hallanprotegidas por un enrejado de madera que formasaliente: es el mirador, desde el cual pueden lasmujeres ver a los transeúntes sin ser percibidas.De ordinariQ se ven entr-elazadilS en 14S enrejadoshojas de cocotero, que trenzan allí artístieamente:

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 21: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

es el ramo bendito que protege la casa, como se ob-serva todavía en muchos de nuestros pueblos.

Las habitaciones están casi todas construídasbajo el mismo plano; un corredor da entrada alpatio central, cuyo piso se compone de guijarrosblancos y de conchas formando mosaicos; en el cen-tro hay una fuente circuída de flores y de arbustos,y al rededor del patio una galería cubierta, a la quetienen salida diversos cuartos. Por el corredor deentrada se penetra en el zaguán, especie de salóno fumadero, en el cual se introduce a quien deseaver al amo de la casa. Allí recibe a sus amigos ovisitantes para tratar de los negocios. Para pene-trar en las demás habitaciones es preciso tener in-timidad con el dueño. Obsérvase aquí en las cos-tumbres mucha semejanza con las de los moros ytambién cierta analogía en las habitaciones y en losmonumentos.

Todo caballero está obligado, por las reglas debuena política, a decir a su visitante extranjero:"Tenéis esta casa a vuestra disposición"; pero sidesea dispensaros su confianza, añade: "Así comomi familia." En este último caso se os introduce enun salón cuyo suelo de baldosas suele estar estera-do; varias banquetas guarnecidas de tapicería ha-cen las veces de divanes; las damas se sientan a laturca o a la francesa; al entrar el extranjero, ade-lantan un macizo sillón guarnecido de cuero deCórdoba para que descanse; las hijas, si las hay,traen al punto cigarros; y la madre invita al visi-tante a fumar, dándole el ejemplo. La conversaciónes poco animada: después de dos o tres preguntastriviales acerca de vuestro país, no se deja nuncade preguntar si sois casado; y después no se con-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 22: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 25

testa apenas sino por monosílabos a todo cuantodigáis. Las primeras visitas tienen poco atractivo,aunque se haya asegurado ser soltero, pero si osmostráis asiduo, vienen luégo las agradables sor-presas. Así, por ejemplo, una joven os permitiráque volvais por la noche a conversar por la reja oel mirador, y de vez en cuando, invitándoos a en-trar, os obsequiará con una graciosa canción, acom-pañándose con su guitarra.

Sin embargo, si sois prudente, no paseis del za-guán, y recordando que se ha concedido la palabraal hombre para disfrazar sus pensamientos, no to-méis por lo serio la fórmulas corteses con que osofrecen la casa y cuanto contiene.

Si se pasa por las calles de Cartagena un pocodespués de ponerse el sol, óyese salir de cada casaun murmullo monótono: es la familia que entonalas letanías de la Virgen.

Una tarde me aventuré en los arrabales de laciudad; hacía un claro de luna espléndido; las ca-lles irregulares, bordeadas de pequeñas cabañas debambúes,. con techos de hoja de palmera, estabanentrecortadas por jardines y graciosos grupos deárboles, el aroma del naranjo de frutos agrios ydel jasminu1n sambae perfumaba el aire, donde seveían brillar miles de moscas fosforescentes.

El barrio en que me hallaba estaba habitado sólopor negros, mestizos o indios. A la puerta de casitodas las cabañas veíase reunida una familia nume-rosa, euyos individuos parecían felices. El padrecantaba acompañándose con un guitarrón de ma-dera de cedro, que producía agudos sonidos; la ma-dre .lJev.aba el compás golpea:ndo en el .cl).el'O que

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 23: Relatos de Viajeros Saffray

26 VIAJE A NUEVA GRANADA

sirve de puerta, y los niños mezclaban con esta mú-sica primitiva sus gritos o carcajadas.

Al llegar a una encrucijada vi una casita algomayor que las contiguas, iluminada en parte porvelas que despedían negro humo y del interior par-tía un confuso ruido de voces e instrumentos. Comopreguntase a un negro qué había allí, miróme conadmiración, sonrió abriendo una boca enorme y mecontestó con aire de importancia:

-Es un baile, blanco mío; aquí tenéis la casadel compadre Caicedo. lo Queréis entrar?

Yo vacilé, porque a través de la puerta entor-nada veía una ruidosa multitud; pero el negro, sinseparar de mí su mirada, permanecía descubierto,llamábame mi amo, y quería a toda costa presen-tarme en el baile de su compadre.

Movido en parte por la curiosidad, y acaso tam-bién porque no osaba rehusar la invitación de aquelrobusto negro, que llevaba pendiente del cinto unlargo machete, del cual se sirven allí para corta l'

la caña de azúcar, cuando no para sus pendencias,acabé por aceptar el ofrecimiento. El negro pene-tró entonces en la casa, codeando a izquierda y de-recha, y agitaba su sombrero 1:1 los gritos de: "iPa-so al blanco, paso al blanco!" Así atravesamos porun compacto círculo de hombres y mujeres, que seoprimían al rededor del espacio destinado a ladanza.

Varias banquetas de bambú formaban entre losbailarines y los espectadores una endeble barrera,que no por serIo dejaba de respetarse; allí estabansentadas las jóvenes que deseaban ser invitadas 11

bailar; en un ángulo elevábase un estrado para laorquesta, formado con una mesa y algunos toneles,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 24: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 27

y en las paredes clavadas prestaban luz varias ve-las de cera de palmera, clavadas de trecho en tre-cho en fuertes espiras de cactus, que utilizaba tam-bién el bello sexo a guisa de alfileres.

Mi negro me hizo sentar en uu buen sitio cercade los artistas. Aquella música tenía para mí un nosé qué de extravagante; tres hombres cantaban conacompañamiento de dos guitarras y una bandurria,mientras algunas mujeres daban palmadas a com-pás, pero lo que más me llamó la atención fue uninstrumento nuevo para mí, llamado guache. Con-siste sencillamente en un tronco de bambú del gruesodel pUllO,en el que encierran bonitas semillas ne-gras y rojas del Abrus Precatorius, que llamamosnosotros guisantes de América. Los que tenían lavoz chillona cantaban naturalmente en tercera y enoctava, las viejas marcaban el compás con energía,las guitarras hacían un acompañamiento de bajo,dominado por los agudos sonidos de la bandurria,y el guache, manejado por un indio de pura raza,completaba el conjunto con su ruido estridente, delcual darían apenas una idea las castañuelas deltirolés.

El traje de las mujeres del pueblo, en Cartagenaconsiste en un jubón corto de sarga, de indiana ode muselina, ajustado por un cinturón de lana devivos colores; el busto no está cubierto más que porla camisa, muy escotada y guarnecida de encaje, ylos brazos se dejan desnudos. Para salir a la callese ponen un pequeño chal de algodón, de lana o deseda, el cual cruzan sobre el pecho, dejando las ex-tremidades pendientes a la espalda. Adórnanse concollares.. de Gro, de coral -0- de cuentas _de vidrio,enormes anillos o pendientes, prolongan en extremo

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 25: Relatos de Viajeros Saffray

28 VIAJli1 A NUEVA GRANADA

sus orejas, y abusan de las sortijas; su peinadoconsiste en una especie de rodete, sostenido porgrandes peinetas de concha o de metal dorado, loszapatos son desconocidos, pero las elegantes llevanuna especie de zapatillas de lana, cuyas suelas seconfeccionan con fibras del Fourcroya.

Un pantalón de cuti, una camisa cuyas mangaspresentan numerosos pliegues simétricos y el ca-racterísico poncho, de vistosos colores, constituyenel traje de los hombres; traje cómodo a la vez quegraci6so.

Aquí no se conoce más que un baile, que es elbambuco. Mezcla de tradiciones coreográficas delindio Chibcha y del negro Congo, sirve de introduc-ción una marcha general; los jóvenes eligen susparejas, y se da varias veces la vuelta por la sala,ejecutando un paso muy sencillo, con balanceos detodo el cuerpo, a una señalo dos en el espacio ocu-pado antes por todos; entonces cambia el ritmo ycomienza el bambuco. El hombre ejecuta pasos muycomplicados, que recuerdan un poco el jig irlandés;da saltos, patalea y agita los brazos para dar másexpresión él su mímica; la mujer permanece entre-tanto con los brazos cruzados y por un movimientomuy rápido del talón, y después del pie, deslízasehasta tocar el suelo, describiendo zig-zag y círculos,acércase a su pareja con cierta coquetería, le vuelvela espalda, dirigiéndole una mirada expresiva, huyede él y se aproxima sucesivamente. Este es un bailea la vez gracioso e ingenuo, cuya mímica me pareciómuy apasionada. En cuanto a las coplas que secantan durante el baile, suelen ser improvisaciónde algún poeta de cabello crespo.

La catedral es el más hermoso monumento de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 26: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA.Y 29

Cartagena, y el único que tiene hoy día alguna im-portancia.

Fue edificada hace unos dos siglos, según elestilo indeciso de la arquitectura española de aque-lla época; una alta torre se eleva sobre la puertade entrada, a la cual se llega subiendo varios esca-lones; las paredes y la fachada están blanqueadascon cal; el interior, sombrío y triste, se halla siem-pre muy sucio; en algunos sitios hay pintura deQuito, ingenua y tosca imitación de los cuadros re-ligiosos del siglo décimo sexto. Las telarañas, cu-biertas de polvo, ocupan todas las cornisas, y entrelas piedras tumulares desunidas se deslizan a cadamomento los escorpiones: la lámpara de plata quese ve delante del santuario está ennegrecida por laacción del tiempo y del humo.

En las capillas vi una curiosa colección de esta-tuas de madera, pintadas, doradas, vestidas contelas comunes, cRrgadas de escapularios, de cora-zones de plata, de cruces y de otras ofrendas. Elaltar maJ~or ostenta un número excesivo de orna-mentos de madera que fue en otro tiempo dorada,entre las cuales se ven espejos muy pequeños, flo-res marchitas, encajes que han perdido su color, ydiversos objetos de vidrio, formando el todo unconjunto confuso, digno de la prendería de un pue-blecillo. Al ver aquellos oropeles se siente el obser-vador inclinado a deplorar que los que van a entre-garse a sus oraciones en la casa del Señor sean tanignorantes y toscos que se necesita cautivar sussentidos, como hacen en los templos de la India oen las pagodas chinas. Sin embargo, en medio deaq~el mal gu~to,_he vi~to 11no~jetoA~ arte precio-so, obra maestra de algún oscuro artista -florentino

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 27: Relatos de Viajeros Saffray

30 VIAJE A NUEVA GRANADA

del siglo XVI: es el púlpito, ornato de esculturasy de pequeñas estatuas de marfil.

En la iglesia no hay asientos; cuando las señorasvan a misa, vestidas de negro y cubierta la cabezacon su mantilla, las sigue siempre una negra, quelleva un tapiz para qne se arrodillen o se sienten.Las mujeres del pueblo no usan esto, se arrodillansobre el duro suelo.

La obispalía, contigua a la catedral, no ofrecenada notable, pero evoca en el viajero el recuerdodel tribunal de la Inquisición, que celebraba allí susterribles sesiones.

Entre los antiguos monumentos de Cartagena,uno de los mejor conservados es el convento de losjacobitas.

En la cima del monte Popa, cuyas pendientesáridas presentan sólo una triste vegetación de cac-tus y de mimosas, se ven las ruinas de una capilladedicada a la Virgen bajo la advocación de NuestraSeñora de la Popa; a un lado existía en otro tiempouna ermita, y más abajo estaba el fuerte SanLázaro.

En uno de mis paseos por la montaña, el negroque me proporcionaron para criado me indicó un[1planta trepadora a la cual daba el nombre de con-tra (alexipharmaque), asegurándome que era unremedio infalible para las mordeduras de las ser-pientes, y que él mismo babía podido aprecíar susvirtudes maravillosas. Reconocí que era la Aristo-loq7tia anguicida, indicada, según creo, por Kunth,como perteneciente a esta región.

No lejos de la iglesia, en una plaza enarenada,vi varios vehículos de alquiler, que ostentaban elpomposo nombre de volantas: son una especie de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 28: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 31

calesas antiguas, que van tiradas por escuálidasmulas, con los arneses enrojecidos por el tiempo.El cochero, e más bien el zagal, negro mulato, agitarepetidas veces el látigo cuando se acerca algunou pedir sus servicios, y clavando la espuela en losijares de su montura, parte con una celeridad delegua y media por hora.

Yo alquilé una de estas volantas para iodo undía, rcgando políticamente al cochero que me con-dujera donde se le antojara, con tal que pudiese verdguna cosa interesante; y añadí que deseaba ca-minar despacio, recomendación que pareció causara mi automedonte tanta sorpresa como placer. Yasabía yo, por otra parte, que S8 obtiene cuanto sequiere de los negros si se halaga su amor propio,dándoles además de vez en cuando una copita deron. Por eso mi cochero me cobró afecto muy pron-to: condújome primero a la Manga, paseo bastantefrecuentado por la tarde; después fuimos a las in-mediaciones del cementerio, a la playa, a las prin-cipales calles y al mercado.

En este último punto nos detuvimos largo tiem-po: pues todo era nuevo e interesante para mí.

Pablito, así se llamaba mi cochero, parecía estarmuy al corriente acerca de los artículos de ventay su valor. Díjome que los huevos de tortuga sepaga ban a un medio la docena (cinco sueldos); yque la panela o azúcar en bruto estaba a siete, esdecir, que daban siete libras por veinte sueldos.Por todas partes llegaban indios, mestizos y negros,conduciendo mulas y asnos cargados de maíz, azú-car, banana s, cacao, yucas, cocos, naranjas, ananasy otros frutos, los más de los cuales no conocía yosino ae nom·bre~. - --- --~- -- ~- ---- ->. - -- - .

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 29: Relatos de Viajeros Saffray

32 "VIAJE A NUE"VA GRANADA

Allí pude ver el mamey, el níspero, la pomarosa,que exhala un delicioso perfume semejante al deesta flor; la chir'imoya, que contiene una pulpa azu-carada y ácida; el madroño, cuya corteza amarilla,erizada como la de la castaña, encierra una gelatinarefrescante; el marañón, empleado por las mujerespara perfumar sus ropas, pero cuya semilla es ve-nenosa; y por último, los guaras, que parecen habi-chuelas verdes, y miden cuatro pies de longitud.

Un indio se acerca para ofrecerme bálsamoMaría,. una anciana quiere que le compre manteca,extraída de las almendras de la palmera de C01'OZO,

y conservada en un nudo de bambú; más allá mellaman para' elogiarme la yesca de magney, hechacon la medula del agave vivíparo, cuyas hojas car-nosas producen la cabuya, magnífica hilaza blancade sedosas fibras, con las cuales se fabrican sacos,redes, cuerdas y suelas de alpargata.

En otro sitio me enseñan unas ligeras cajastrenzadas con los peciolos hendidos y aplanados denacuma (earludovica palmata), cuyas hojas, reco-gidas antes de su desarrollo, dan la paja para fa-bricar los sombreros llamados de Panamá.

Pablito me hizo admirar colecciones de totumaso calabazas, que reemplazan aquí, para el pueblo, atodos los artículos de alfarería, haciéndose con ellosmuchos utensilios. Las más pequeñas, cortadas porla mitad, sirven de tazas, de platos o de cazuelas;también las comunican la forma de cucharas, y sinmás instrumento que la punta de un cuchillo ador-nan todos estos objetos de dibujos en relieve, ver-daderas obras maestras por la ejecución y lapaciencia. Algunos indios, casi desnudos, me pre-sentan ollas de barro pésimamente fabricadas; más

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 30: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 33

lejos, una negra despedaza una enorme tortuga yarroja los restos a los chiquillos que la rodean.

Pablito se afanaba por enseñármelo todo, si bienparecía en extremo sorprendido de mis preguntas,pnes no podía imaginar que hubiera un país bas-tante atrasado, o tan poco favorecido de la Provi-dencia, que no le fuese posible disfrutar de todocuanto me parecía tan nuevo como interesante.

-¡Cocuyos, cocuyos, señoras! gritaba un ne-grillo. Acerquéme y vi que la mercancía consistíasólo en cuatro o cinco troncos de caña de azúcar.

-z,Dónde están los COCi!YOS? pregunté al mu-chacho.

Ivliróme el negrillo con asombro; pero compren-diendo qne yo era un inglés (a todos los extranjeroslos consideran aquí como hijos de la Gran Bretaña),y sin duda con la esperanza de hacer un buen ne-gocio, recogió del suelo uno de los nudos amarillosde la caña, indicóme que estaba hueco, e hizo salircon precaución dos insectos muy curiosos, que yocompré par¡i recompensar la complacencia del mu-chacho.

El cocuyo (Larnpyris cocuyo) es un escarabajode un'os tres centímetros de longitud, cuyos ojos,muy grandes y algo prominentes, despiden una luzfosfórica en la oscuridad. Las damas de Cartagena,así como las de Cuba, adornan a menudo su cabellocon estos insectos, encerrados en pequeñas jaulasde gasa; y cuando pasean al oscurecer én los jar-dines, diríase que son los genios de la noche orna-dos con una diadema de brillantes estrellas.

Se ha dicho y escrito a menudo que tres o cuatro___d~g~tQs_llunp.i..ri¡srnl~sto_L~lLJlnf~a.ªc-º,_dap:m bas-

tante luz o claridad para que se pudiese leer; pero

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 31: Relatos de Viajeros Saffray

34 VIAJE .A NUEVA GRANADA

no se debe exigir tánto a estos insectos sin expo-nerse a quedar chasqueado. Nunca iluminaron másque las láminas de capricho; si bien es cierto quepodrían despedir un reflejo semejante al de la luzmuy débil de una lamparilla. Para conservarlosvivos se les encierra durante el día en un tronco decaña de azúcar, y allí devoran filosóficamente lasparedes de su prisión.

Las larvas de los cocuyos son unos gusanosblancos, que se alimentan de la medula de las cañaso de las palmeras. Los negros de algunos cantonescomen con mucho gusto estos insectos; pero a loseuropeos les inspira repugnancia semejante man-jar, que sería delicioso para un chino.

Como el agua escasea un poco en Cartagena, elcomercio que se hace con ella es bastante lucrativo;pero en un país donde se considera la fatiga comoel mayor de los males, los buenos negros que sededican al oficio de aguador, hallan siempre mediode aligerar considerablemente su trabajo. Todostienen una mula o un asno; llenan de agua cuatrotroncos de bambú, de unos tres pies de largo; losenlazan de dos en dos por medio de una correa;montan en la grupa del cuadrúpedo y van paseandoperezosamente su mercancía. Cuando han ganadouna peseta creen haber hecho lo suficiente; gastanun real en ron y lo demás para su alimento; encuanto al burro o a la mula, debe ir a buscar el suyodonde pueda, en las calles o el mercado, contribu-yendo así a la limpieza de la ciudad.

El comercio de Cartagena tiene poca importan-cia, siendo causa de ello la apatía de los neograna-dinos. En otro tiempo, un brazo del Magdalena,canalizado por los españoles, y que conserva toda-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 32: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 35

vía el nombre de dique o de canal, ponía en comu-nicación el puerto con el gran río, cerca de la ciudadde Calamar, distante cincuenta kilómetros; y gra-cias a esta canal, Cartagena era el emporio de todoel comercio interior.

Allí fluían el tabaco de Ambalema, las quininasde Pitayo y de Almaguer, el cacao de Ocaña, tanbueno como el mejor de Caracas; el oro, los cuerosde Antioquia y el platino del Chocó. Los negros ylos indios llevaban por sí mismos, o en sus ligerasembarcaciones, los apreciables productos de losbosques, de los ríos y del mar; el caucho que sedesprende del ficus elliptica; la vainilla; los bálsa-mos de Tolú y de Oopaiba; el Ayrax, que se exudadel hirnenaca courbaril; la cera vegetal, producidapor el ceroxylu1n de los Andes y el myrica; el divi-divi, cuya aplicación para curtir conocen muy bienlos indios chibchas; la zarzaparrilla, rival de la deHonduras; el marfil vegetal, fruto de una especiede palmera; los dientes de caimán; las conchas decolor de rosa para camafeos, y, por último, la ostraperlera, abundante en todas las costas de NuevaGranada.

Por desgracia para la ciudad, se ha dejado quela arena invada poco a poco \31 canal; de modo quela gran arteria ha quedado completamente cerrada.Hoy día no se exportan sino pequeñas cantidadesde caucho, inferior al de Pará, pero mejor queel de la América Central; tabaco de buena calidady un poco de concha.

Este último producto es el único que allí se tra-baja; se fabrican muy buenos peines, agujas parael cabello, cajas, y sobre todo bastones, sumamente

~apreclados- en él país- y ~enEuropa.-Los que se de-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 33: Relatos de Viajeros Saffray

36 VIAJE A NUEVA GRANADA

dican a esta industria venden también caparazonesenteros de tortuga, pulimentados y con adornos deplata.

La más rica y grandiosa obra de concha que seconoce es el revestimiento que adorna la Capilla delSagrario, contigua a la Catedral de Bogotá. Lasparedes están cubiertas de concha hasta la cornisade la cúpula; los ocho altares, las columnas y loscapiteles están revestidos del mismo adorno, per-fectamente trabajado, lo cual constituye a la vezuna curiosidad y un objeto de arte.

Los puertos de Barranquilla y de Sabanilla, enla desembocadura del Magdalena, han reemplazadoa Cartagena como depósitos comerciales de la ma-yor parte de la república; pero atendido que distanmucho de ofrecer a los buques iguales ventajas, hayrazón para creer que la antigua reina de las Indiasmandará abrir de nuevo su canal, a fin de adquirirpoco a poco su perdida importancia. Sin embargo,para ello l:lería indispensable que el país estuvieseen paz y renunciara a su manía, o mejor dicho, a suafición a los pronunciamientos.

III

UN MULETERO MODELO.-LA VERDAD ACERCA DEL AR-BOL DE LA NOCHE.-LOS VOLCANES DE AIRE DETURBACO.-EL TEMPLO DEL ESPIRITU DE LAS CU-RAS.-ANTIGuEDADES INDIAS DE TURBACO.

Un arriero o muletero llamado Cañas, junta-mente con su hijo, que tenía por nombre Cañitas,accediendo a mis instancias y a las del propietariode la fonda donde me hospedaba, comprometiéronse

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 34: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 37

a trasladarme a la ciudad de Oalamar, en el Mag-dalena.

A las seis de la mañana, padre e hijo entrabanen el patio de la fonda, conduciendo para mí uncaballo ensillado que no tenía muy mala traza, peroen cambio, las mulas destinadas a llevar los bagajesofrecían un aspecto lastimoso. Los preparativos sehicieron con mucha lentitud.

El camino de Oartagena a Turbaco está apenasabierto a través del bosque; es un sendero sinuoso,lleno de barro, cortado por barrancos y charcasllenas de agua, obstruídos por raíces y troncos deárboles, y donde se enseñorean los vástagos debambúes y los cactus.

Ouando ha caído un árbol centenario, corroídopor los parásitos y agobiado por el peso de las plan-tas trepadoras, que forman en su ramaje como unacorona ficticia, el arriero, sin dar importancia alobstáculo que le intercepta el paso, desenvaina sumachete y abre camino muy pronto. En otros casosR.vanzapor el lecho de un torrente, sobre cantosrodados y pelados peñascos; la marcha es entonceslenta y penosa, y es preciso recordar a menudo laspalabras del conductor: "Tenga usted paciencia".

Hacia medio día llegamos a las inmediaciones deun estanque, donde mandé hacer alto, colocando alpunto mi hamaca entre dos árboles.

Aquello era una playa de formación reciente, layerba presentaba tintes amarillentos muy agrada-bles a la vista; varias' aves chillonas volaban acáy allá y algunas hermosas garzas a las cuales noatemorizó nuestra presencia, sondeaban con sularg() J~icoel pantan_os~§110o_Qe_kt~_():r:UIªs. _

Pero- mientras me balanceaba en mi hamaca,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 35: Relatos de Viajeros Saffray

38 VIAJE A NUEVA GRANADA

entregándome a una profunda meditación, espesasnubes de mosquitos, pequeños y grandes, me decla-raron de pronto tan encarnizada guerra, que mepareció prudente pronunciarme en retirada.

Cerca de aquel estanque observé un árbol deaspecto extraño, que los indios llaman mocundo(Pourretia platanifolia), y cuyo follaje ofrece bas-tante semejanza con el de nuestro plátano. De laextremidad de las ramas penden cápsulas provistasde cinco grandes alas membranosas, delgadas "JT so-noras como el pergamino, y que a cierta distanciaparecen farolillos de papel aceitoso.

También tuve ocasión de ver y estudiar, no lejosde Cartagena, un árbol que llaman palo de vaca,o árbol de la leche, respecto al cual se han compla-,~ido los viajeros, y sobre todo los que exploransin salir de su gabinete, en referir cosas por demásinteresantes, pero embellecidas siempre por unafantástica imaginación.

El árbol de la leche (Galactodendrurn utile), nose cultiva en ninguna parte, ni lo merece tampoco.En las regiones donde crece espontáneamente, sóloen el caso de necesidad mayor, de falta de comes-tibles, o por puro capricho, se recurre a él; maspara que su jugo se pueda beber, es preciso mez-clarle con una gran cantidad de líquido caliente,como por ejemplo café o té.

A causa de las dificultades que presenta el ca-mino llamado allí real, no llegamos hasta por lanoche a Turbaco, y sólo habíamos recorrido un es-pacio de cuatro leguas.

El pueblo está situado casi en el emplazamientode una antigua ciudad india, que debió su impor-tancia a la vecindad de un templo erigido a dos le-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 36: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 39

guas de allí, cerca de los volcanes de aire y de ba-1'1'0, que son célebres como curiosidad geológica,pero cuyas tradiciones históricas no han sido cita-das por los viajeros.

Merced a las indicaciones de Cañas, trabé cono-cimiento con un anciano indio llamado Fachimachi,descendiente auténtico de los caciques de Turbaco;pude granjearme su amistad por medio de algunosregalitos, y hé aquí lo que me refirió:

El nombre indio del lugar era Yurmaco: el tem-plo de los volcanes estaba consagrado a Cemi, elEspíritu de las curas, sus doce sacerdotes llevabancomo insignia un ancho cinturón de oro y una dia-dema del mismo metal, pendían de sus narices unasmedias lunas de filigrana y del cuello unas placasde oro que representaban una especie de rana derelieve.

Al rededor de la eminencia que forman las bocasde los volcanes se habían construído varias chozas,donde eran recibidos los enfermos que iban en pe-regrinación al templo. Se les conducía a un montónde barro, producido por los desprendimientos vol-cánicos, sepultábanlos allí, dejando solamente lacabeza fuera; y el sacerdote pronunciaba entonceslas sagradas palabras para invocar la proteccióndel Espíritu.

Los volcnes de Turbaco tienen su leyenda: re-fiérese que hace dos siglos lanzaban llamas, porqueSatán respiraba por sus bocas, pero el cura delpueblo se dirigió un día al sitio con gran pompa,hizo aspersiones con agua bendita, pronunciando lafórmula del exorcismo, y los volcanes se apagaronuno dElsQ,º-_ésde otro como por arte de encanta-miento.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 37: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

Lo cierto es que los gases que se escapan contie-nen mucho ázoe, y una parte muy pequeña de oxÍ-geno, eXplicándose así la incombustibilidad.

En la casa del cura del pueblo he visto objetospreciosos sacados de las tumbas indias de los alre-dedores: había allí una colección de vasijas de barrode curiosas formas, un cinturón de oro de unas trespulgadas de ancho, trabajado con todo gusto comoarte; dos placas o medallas del mismo metal pre-cioso, muy tenues, de unas cuatro pulgadas de diá-metro, y con una tosca imagen que representabauna rana; una media luna de oro para adornar lasnarices, y una especie de cetro hueco, maravillo-samente trabajado.

Antes de la conquista, los indios de Nueva An-dalucía y de Castilla de Oro eran muy hábiles enla confección de vasijas de arcilla, las cuales ador-naban con figuras pintadas, cubriéndolas de un bar-niz casi indestructible. Sus trabajos en oro y en laaleación de éste con cobre, que llamaban guanín,eran tan notables, que el historiador Oviedo escri-bía lo siguiente: "Sus vasos preciosos, formadoscon frutos de higuera, con asas de oro, son tan bo-nitos que podrían servir de copa para el más po-deroso rey".

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 38: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY

IVDE TURBACO A NARE

41

PAISES QUE LOS ESPAÑOLES LLAMARON TIERRA FIRME,NUEVA ANDALUCIA y CASTILLA DE ORO.-CRISTOBALOOLON y EL PARAISO TERRESTRE.-REFORMA DE LACARTA GEOGRAFICA DE NUEVA GRANADA EN TIEM-PO DE LA CONQUISTA.-POLITICA y TACTICA DELOS CONQUISTADORES.-USOS y COSTUMBRES DE LOSINDIOS DE LAS COSTAS DEL ATLANTICO.-LAS SE·PULTURAS DEL RIO ZENU.-LAS ARMAS ENVENENA-DAS.-EL MANZANILLO.

En la historia se consigna que Cristóbal Colóndescubrió de hecho el continente americano durantesu tercer viaje, pero que no tuvo conciencia de sudescubrimiento.

Al año siguiente, Rodrigo Fonseca, obispo dePalencia, encargado del gobierno de las tierras nue-vamente descubiertas en nombre de la Corona deCastilla, comunicó a su protegido Alonso de Ojeda,capitán de los ejércitos reales, los documentos re-lativos al tercer viaje de Colón, facilitándole losfondos necesarios para una nueva expedición a laisla de Trinidad.

Ojeda tomó por piloto a Juan de la Cosa, y porauxiliar al cosmógrafo florentino Américo Vespu-cio. Algunos autores dicen que este último iba solocomo simple mercader, pero es probable que sedeseara sobre todo utilizar sus conocimientos náu-ticos ..

Al poco tiempo llegó Ojeda a la desembocadura.deLOrinooo;-visitó como-Cclónlas islas.de Trini-dad y la Punta de Paria; dio a la costa de Venezuela

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 39: Relatos de Viajeros Saffray

42 VIAJE A NUEVA GRANADA

el nombre que lleva actualmente, y costeando siem-pre la tierra firme, reconoció él cabo de la Vela yel Río Hacha, que constituyen hoy parte del terri-torio de Nueva Granada.

El capitán Ojeda fue, pues, el primero en con-firmar la existencia del continente americano.

Las primeras expediciones de Ojeda y Bastidasa lo largo de la costa americana tenían sólo porobjeto el cambio de artículos de insignificante valorpor el oro, las perlas y las otras riquezas del país.Los ávidos aventureros, por otra parte, no se con-tentaban con despojar por violencia a todos losindios, que no les enriquecían bastante a medidade sus deseos, y los embarcaban como esclavos parallevarlos a trabajar a las minas de oro de SantoDomingo.

Sin embargo, en 1508, después de morir la reinaIsabel, Ojeda, célebre ya por sus viajes, y Diegode Nicuesa, rico cortesano, obtuvieron de la cortede España la concesión y el privilegio de fundarcolonias en las costas del Atlántico. Todo el terri-torio comprendido entre el cabo de la Vela y elgolfo de Urabá (hoy golfo de Darién), fue cedidoa Ojeda con el nombl'e de Nueva Andalucía; a Ni-cuesa le tocó en suerte la costa desde el golfo deUrabá hasta el cabo de la Gracia de Dios, a la quedio el nombre de Castilla de Oro. Al este de losdos gobiernos, desde el cabo de la Vela hasta ladesembocadura del Orinoco, extendíase la TierraFirme, así denominada por Colón, en, memoria deiU viaje.

Cuando se supieron en España y en Portugallos resultados de los viajes de Colón y de sus ému-los, la corte del segundo de estos países reclamó al

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 40: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 43

Papa Alejandro. VI, alegando. que las reyes de Es-paña usurpaban sus privilegias cama descubrida-res. Pero. cama quiera que sus Majestades Católi-cas demastrasen a Su Santidad que las tierras de

.que se había tamada pasesión en su nambre no. es-taban camprendidas en el vasto. espacio. cancedidaal Rey de Partugal, el Papa, dividiendo. en dos par-tes las regianes aún descanacidas, y las terrenosnuevamente explorados, dio. una a cada cual de lasmonarcas favaritas de la Santa Sede.

Las reyes de Castilla quedaron pues perfecta-mente en regla; el Papa les cedía la. América cantada su cantenida; y las delegados no lo. alvidaron,cansideranda desde entances cama casa suya todocuanto. se podían llevar, vender, o utilizar de unmada cualquiera.

Desde aquel momento., y a la sombra de las de-cretas reales, se cometieran actas en cuya aprecia-ción no. es mi ánimo. entrar aquí, pues para ello mesería preciso. hacer una disertación histórica. Entreatras casas, Carlas V permitió que fuesen reduci-das a la esclavitud las indias que rehusaran reca-nocer su seberanía. Según dice el P. Simón, diaria-mente salían buques de Santo Daminga cen direc-ción a Tierra Firme, y siempre regresaban llenosde bote en bate.

Desechemas tan tristes recuerdas, haciendo lo.pesible par alvidar las desgracias de una épaca detinieblas, y allí dande la ascuridad está sólo.medio.vencida, vayamas repitiendo. las palabras de Geethemaribunda: "i Luz, más luz!"

Les indias de Nueva Andalucía eran mejar far-u mados .y_ de .colormenoBoSCllIu. que los.de Santa

Domingo.; las mujeres no. dejaban de ser agracia-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 41: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

das, según dicen los historiadores, y se complacíanen adornarse para agradar a los españoles.

Toda la costa estaba muy poblada; en un espa-cio que se pierde de vista, extendíanse los camposen cultivos, cruzados por jardines; allí donde no seencuentra hoy más que bosques o desiertos, vivíaun pueblo feliz, industrioso y bastante rico, puestoque podía destinar al comercio de cambio el excesode sus productos, sin pedir a sus vecinos más queartículos de adorno.

Sus casas, circulares, formadas con troncos' deárboles, estaban cubiertas de un techo cónico dehojas de palmeras, y los tabiques divisorios erande bambú o de caña. Había una sala con el piso cu-bierto de esterillas, que representaban con vivoscolores figuras de animales, y en las casas más ri-cas veíanse tapices de pluma. Las mujeres teníanhabitaciones separadas, era de su competencia ser-vir a los hombres sus comidas, pero no tomabanen ellas parte al mismo tiempo. Al rededor de lasala principal estaban las momias; ¡terfectamenteconservadas, de los antecesores del jefe 4ilela fa-milia.

El traje de los hombres se reducía a un tapa-rabo de algodón, o a un pedazo de calabaza sujetoen la citura. Las mujeres vestían casi en todas par-tes una faldilla más o menos larga de algodón,adornada de dibujos de vivos colores. Los indivi-duos de ambos sexos llevaban en la nariz mediaslunas de oro, en el cuello collares del mismo metaly de perlas, y en los brazos y en las piernas bra-zaletes.

Cultivaban el maíz y la yuca, alimentándoseprincipalmente de la caza; su bebida consistía en

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 42: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 45

una especie de cerveza llamada chicha 'y en vino deananas.

No ha sido dado obtener las tradiciones religio-sas de aquellos pueblos, pero su particular respetoa los difuntos y su manera de enterrar los cuerposque no recibían los honores del embalsamamiento,parecen indicar la noción de la inmortalidad delalma.

En las localidades habitadas por ciertas tribus,y sobre todo en el valle del Río Zenu, distinguíanselas sepulturas indias, reunidas de ordinario en ce-menterios, por su buena conservación y más aúnpor la riqueza de los objetos que se depositabanjunto al difunto.

Heredia, el fundador de Cartagena, fue quiendescubrió aquellos monumentos sagrados de los in-dios. Habiendo penetrado hasta los dominios delcacique Finzemi, mandó saquear la ciudad y el tem-plo, donde encontró veinticuatro ídolos de maderacubiertos de placas de oro, que sostenían de dos endos una especie de hamacas donde los fieles iban adepositar sus ofrendas.

Los árboles de los alrededores estaban cargadosde campanillas del mismo metal precioso, que sir-vieron para enriquecer el botín.

Los cementerios del Zenu consistían en aglome-raciones de túmulo s de tierra, cónicos los unos y losotros rectangulares; cuando moría un indio, prac-ticábase un agujero bastante grande para contenerel cuerpo, sus armas, sus objetos preciosos, variasjarras llenas de chicha y de maíz y una piedra paramoler el grano; y si era un jefe, algunas mujeres

.y. v.arios. eSCjlavosj()Lh.Qyc:>_s(l~mhría_con una tierraporosa que iban a buscar muy lejos. Entre los ob-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 43: Relatos de Viajeros Saffray

46 VIAJE A NUEVA GRANADA

jetos preciosos descubiertos en estas tumbas, hallá-ronse figuras de oro que representaban animalesde toda especie, desde el hombre hasta la hormiga,y en una época muy reciente hallóse un pedazo demadera dura esculpida y pintada, en el que se habíafigurado danzas y juegos. El trabajo de esta reli-quia es tan superior a todo cuanto hacían los indiosen tiempo de la conquista, que se ha creído ver enesto el vestigio de una civilización anterior, a lacual se remontarían las sepulturas del Zenu. Variasexcavaciones practicadas regularmente por gentesentendidas, permitieron más tarde resolver el pro-blema.

La industria de los pueblos primitivos y de lascivilizaciones nacientes no bastaba para obtenerarmas temibles; la flecha, la jabalina y el rompe-cabezas no eran suficientes para la caza de grandesanimales y para la lucha de los hombres, y hé aquípor qué encontramos en la más remota antigiiedadla costumbre de envenenar los darlos y las flechas.

Este uso se practicaba en Asia varios siglos an-tes de Alejandro y en Italia, mucho tiempo antesde la fundación de Roma. Los Galos, al decir dePlinio, extraían del Limeun un veneno con el queimpregnaban sus flechas para cazar el gamo. Peropor un sentimiento caballeresco, que data de anti-guos tiempos, desdeñaban emplear en la guerra se-mejantes armas.

Cuando se hizo el descubrimiento de América,la mayor parte de las tribus de los países cálidos,y sobre todo las que vivían no lejos del mar, empon-zoñaban sus flechas, así para la guerra como parala caza, variando el veneno según el clima y los pro-ductos naturales de la lecalidad. En la costa sep-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 44: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 47

tentrional de Nueva Granada, los indios se valíandel jugo de manzanillo y la más leve picadura bas-taba, según dicen, para que muriese el herido enmedio de los más atroces tormentos.

Estas armas terribles causaban gran espanto alos españoles, que en vano buscaban un contrave-neno eficaz, pero según dice una leyenda, el hidalgo:Montalvo tuvo un sueño en el que la Santa Virgenle indicó el sublimado corrosivo como antídoto delveneno indio; curóse a sí propio y dio cuenta a suscompañeros del descubrimiento que acababa de ha-cer. Esto recuerda el sueño de Alejandro, referidopor Diodoro de Sicilia, sueño en que una serpientereveló el medio de curar las heridas causadas porlas flechas ponzoñosas de los Brachmanes. Comoquiera que sea, el uso del hierro candente fue adop-tado en general por los españoles para combatirlos efectos del veneno.

El manzanillo es muy común en los alrededoresde Cartagena; es un árbol de mediana altura, quepor su aspecto y follaje se parece bastante al pe-ral; una mancha roja ocupa la cima de cada pecio-lo, aunque no siempre, el fruto, umbilicado en suextremidad, se asemeja a una manzanita colorada;la pulpa es blancuzca y contiene un hueso erizadode salientes agudas, y en cuanto al sabor, mi pasiónpor la ciencia no fue bastante poderosa para indu-cirme a probarle, pues hasta prevenido estaba portodo cuanto había leído en los autores sobre los de-plorables efectos que produce comer este fruto.

Por lo que hace a la madera, no es dura, ni tam-poco propia, como se ha dicho, para los trabajos deebaJJjstAría; blanda yiilamfluto.6a, JieIl~lloca du-_ración. Se ha confundido con el verdadero manzu-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 45: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

nillo (hippomane mancinella) una planta venenosaque crece en las montañas, y cuya madera se puedeutilizar si se tiene cuidado de sacar la savia .

.Además de la nandirhoba, que parece ser el con-traveneno más seguro para combatir los efectosdel manzanilla, puede emplearse también confiada-mente la bignomia leucoxylu!fn (cedro blanco) quecrece comúnmente cerca del peligroso árbol. Con lasal se han hecho algunas curas; el jugo de caña noposee, como se ha creído, las mismas propiedades,pero el aceite, ingerido en abundancia, salvó a losprimeros españoles que comieron estos frutos en-gañosos.

En cuanto a la atmósfera que rodea al manza-nilla, admitíase, bajo la fe de las leyendas, que eramuy peligrosa por la mañana, por la tarde y du-rante la noche. Dábase por seguro que un prolon-gado sueño bajo la sombra del árbol, en tiempo hú-medo, era mortal; pero las observaciones de Jac-quin nos han dado a conocer que todos estos peli-gros son imaginarios.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 46: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y

v49

CAMINO DE TURBACO A CALAMAR.-LAS AVISPAS CAR-TONERAS.-PASO DEL CANAL DE CARTAGENA.-CUA-DROS DE LA NATURALEZA TROPICAL.-LOS COMEDO-RES DE TIERRA.-MODO DE NAVEGAR EN EL MAGDA-LENA.-ISLAS y PLAYAS.-DESEYIBOCADURA DELCAUCA.-LA CIUDAD DE MOMPOX.-DOS PALABRASACERCA DEL VALLE DE UPAR.-iSON LAS HORMIGASCOMESTIBLESt-OPINION SOBRE EL ORIGEN DE LASLENGUAS INDIAS.

Tengo impaciencia por volver al pueblo de Tur-baca, tan célebre en otro tiempo, siguiendo el ca-mino que llaman real y que conduce a Calamar, si-tuado sobre el gran río Magdalena.

El camino real de Calamar no es efectivamentemás que un abominable sendero.

Un poco antes de llegar al mísero pueblo de Ar-jona, y en el momento de pasar por debajo de unosgrandes árboles de tronco liso y espeso ramaje. Ca-ñas, que cantaba para distraer los enojos del ca-mino, se interrumpió de pronto y dijo en voz baja:" No hagamos ruido j aquí están las avispas." .Alpronunciar estas palabras, cubrióse la cabeza consu poncho, y Cañita s le imitó prontamente. En elmismo momento me sentí picado en el cuello, en lasmanos y en las mejillas y durante un cuarto de horaestuve aturdido por el dolor, pues creo que no sepuede experimentar otro más vivo. Después acome-tióme una intensa fiebre, que 'no se debilitó hastala caída de la tarde.

Las avispas que nos habían acometido, negrasy pequeñas, pertenecían a la numerosa familia delas-cartoner-as.- Acostuñfbtání:fsa fabricar en los-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 47: Relatos de Viajeros Saffray

50 VIAJE A NUEVA GRANADA

árboles, de ordinario en el nacimiento de una gruesarama, un nido de forma cónica y de color apacible,y apenas perciben el más leve rumor cerca de suvivienda, lánzanse sobre los hombres y los anima-les que se aventuran en su dominio. Yo he visto alos más valerosos huir atemorizados al distinguiruno de esos nidos, que podrían confundirse a vecescon los de los inofensivos térmites.

Como a la mitad del camino de Arjona a Cala-mar, un poco antes de llegar al pueblo de Mahates,la senda está cortada por el antiguo canal de Oar-tagena, llamado de Dique. El primitivo lecho regu-lar ha desaparecido, y el agua se disemina a lo le-jos formando lagunas y pantanos. Para cruzarlose cargan en una piragua los bagajes; los viajerosse colocan junto a ellos y deben conducir de la bridasus caballos o mulas, que nadan junto a la embar-cación, tripulada por dos hombres. En algunos si-tios es tan rápida la corriente, que arrastra consigopiragua y caballo, pero fácilmente se vuelve a re-cobrar la línea y después de haber navegado porespacio de diez o quince minutos, se toca en la ori-lla opuesta.

En aquel sitio se ofrece a la vista un paisaje delos más magníficos que sea dado contemplar. Fi-guraos una vasta llanura limitada a lo lejos porcolinas azuladas, cubiertas de un bosque inundadode luz, donde cruza una ancha faja líquida, que,perdiéndose a cierta distancia, forma islas de bam-búes, arenosas playas y cristalinos lagos. En cier-tos sitios elévase un añoso árbol cargado de pará-sitas, y cuyas robustas ramas se cubren de repentede una bandada de zancudas de blanco pluma-je; más allá, en los cañaverales, se ven algunas

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 48: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 51

garzas que juguetean en la orilla, mientras queotras, apoyadas sobre una pata, con el cuello reple-gado y la cabeza debajo del ala, duermen tranqui-lamente, y por último, entre las yerbas y las plan-tas acuáticas, pululan ánades de plumaje metálicoy gallineta s de agua, cuyas alas desplegadas pre-sentan una media luna de color de oro sobre el fon-do púrpura. El sol tórrido está en el cenit; un gritoronco interrumpe a largos intervalos el silenciomás agradable. Arboles de mediana talla, que sur-gen de la espesura de cactus, de bl'omeliáceas y deaquella naturaleza virgen y salvaje, llena de gra-cioso encanto y de mágicos esplendores.

A poca distancia del canal, el camine mejorasensiblemente, y el bosque que atraviesa es tambiénimponente de la soledad; todo está en armonía congramíneas, forman una primera bóveda compacta,de donde se escapan graciosos ramos de palmeras.De trecho en trecho, los cedros y los laureles, gran-des árboles de tronco liso, se elevan orgullosamentea más de cien pies de altura y proyectando al rede-dor la sombra de sus vigorosas ramas, dominancon su soberbia copa la primera línea de verdura.De su tronco se lanzan las plantas trepadoras debarnizados follajes y odorÍferas flores, suben re-torciéndose, se enroscan hasta la cima, y no hallan-do más apoyo, vuelven a caer en forma de largoscordones, que toman raíz a su vez, mezclando suvitalidad con la de la planta madre. Las plantasparásitas, de hojas filiforme s y agrisadas, pendende las ramas como cabelleras, balanceando muelle-mente a las muchas avecillas cantoras que han ido

. ~ .1?()~arseªllí..Por doquiera se ven ílóres: las haya.e color de

1": .~, . ~

, .

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 49: Relatos de Viajeros Saffray

52 VIAJE A NUEVA GRANADA

púrpura, amarillas, moteadas; unas se abren soli-tarias o por grupos, otras caen en forma de guir-naldas, de racimos o de ombelas, y en ellas se posanel escarabajo de color de oro, las moscas de brillan-tes tintes y las atercicpeladas mariposas. En losárboles se ostentan gigantescas orquídeas con susformas enigmáticas, imitando las de un ave, de unaurna o de un insecto.

El colibrí disputa a la abeja la miel de los néc-tares perfumados, el ruiseñor eleva su canto en laespesura, el cardenal revolotea entre los brezos, laschillonas cotorras pasan a veces por bandadas, ylas aras, de color de púrpura y azul, cruzan los ai-I'es como una exhalación. Sobre el tronco de un ár-bol que cayó herido del rayo, el águila inmóvil ace-cha su presa; de lo más intrincado de la espesuraparte el grito de los monos aulladores, mientras queel iguana, ese gigante de los lagartos, y algunastímidas serpientes, huyen del viajero dejando oírel roce de sus cuerpos sobre la yerba.

Calamar, en otro tiempo Barranca, es un puebloagradablemente situado a orillas del Magdalena;para los pequeños barcos de vapor del río, consti-tuye una escala poco importante desde que Carta-gena dejó de ser el gran centro del valle. Hay allíuna especie de posada bastante cómoda relativa-mente al país, donde me fue preciso permanecer al-gunos días hasta que pasara un vapor.

Yo los aproveché para hacer algunas excursio-nes por las cercanías, unas veces siguiendo a pielos senderos que penetran en el interior del bosque,y otras a bordo de una piragua, que me conducía alos caseríos inmediatos. La naturaleza, los hombres

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 50: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR S.A.FFR.A.y 53

y las cosas, todo era nuevo para rrú y me ofrecía elmayor interés.

Oierto día me detuve para almorzar en una ca-baña de bambú y de cañas, donde una familia deindios se apresuró a servirme bananas asadas enla ceniza, leche y algunas frutas, es decir, toda suriqueza. Llamó mi atención un adolescente de ca-torce a diez y seis años, que permanecía inmóvilcerca de la puerta: tenía un color pálido, casi lívido;en su mirada notábase una fijeza que me hizo daño;sus ojos carecían ya de brillo y sus miembros en-flaquecidos parecían demasiado débiles para sos-tener una voluminosa cabeza y un vientre enorme.Oomopreguntase a la madre si estaba enfermo aqueljoven, contestóme al punto:

-¡ Oh, no es nada! Eso consiste en que cometierra.

Poco después supe que el geofagismo era unaenfermedad bastante extendida en algunas partesdel valle bajo del Magdalena, aunque sin ofrecer

,el carácter de endémica, como en las orillas delOrinoco. Extraño es encontrar esta perversión delgusto, no sólo en varios países de la América delSur, y hasta de los Estados Unidos, sino tambiénde Guinea, en Java y en otros diversos puntos.

La tierra que se utiliza como comestible es unaarcilla amarillenta o rojiza, muy grasosa, rica endetritus de diminutos animales y de plantas crip-tógamas. En ciertos puntos la comen sin prepara-ción alguna; en otros la secan al sol o la calientanentre la ceniza. Los atomacos del Orinoco la fríen,lo cual le comunica al menos algunas virtudes nu-tritivas.

Esta:- enfermedad, conocida con el nombre- de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 51: Relatos de Viajeros Saffray

54 VIAJE A NUEVA GRANADA

pica, es por fortuna bastante rara en Europa y sóloen los tiempos de escasez, particularmente en laépoca de las Cruzadas y durante la guerra de lostreinta años, se vieron en Pomerania, en Suecia yen Finlandia, poblaciones enteras que comían unaarcilla llamada harina de montaña, la cual contieneuna notable proporción de materias orgánicas derestos que por el microscopio se han reconocidocomo pertenecientes a varias especies de algas.

La navegación· por el Magdalena es bastanteactiva y sobre todo muy pintoresca. Sin contar losvapores que hacen casi un servicio regular, cuandola política y los pronunciamientos lo permiten, seven a menudo bajar por la corriente balsas de bam-bú o del Hibiscus tiliaceus, madera tan ligera comoel corcho, sobre las cuales se trasportan de ordi-nario las frutas, las banana s y las mercancías queno se echan a perder por la intemperie. Una vez lle-gada a su destino abandónase la balsa.

Hay otras embarcaciones llamadas hongos:grandes piraguas construídas con troncos de árbo-les, y que pueden contener de sesenta a setenta to-neladas de mercancías, empléanse para abastecerlos mercados que haya lo largo del río. El champánes un bongo de gran tamaño, protegido por un te-jado de cañas y de hojas de palmera; es la máspintoresca de las embarcaciones del Magdalena.

En cuanto a los p·equeños vapores, son reempla-zados con frecuencia por los champanes. El interiorestá dividido por esterilla s en compartimientos quesirven de habitaciones y almacenes; la cocina sehalla en la proa; en la popa se sitúa el capitán, quese cubre el cuerpo sólo con una camisa, y se sirvede un largo remo a guisa de timón; sobre el teja-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 52: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 55

dillo se colocan de diez a doce negros, provistos delargas pértiga s terminadas por una horquilla demadera muy dura, con las cuales hacen avanzar lapesada madera contra la corriente, lanzando a in-tervalos ruidosos gritos. Vistos de lejos estos hom-bres, agitándose con sus pértiga s sobre la arqueadacubierta, y ejecutando verdaderos ejercios de acró-batas, simulan realmente una danza fantástica dedemonios.

Estos marineros, llamados en el país bogas,forman una casta separada, más notable por susdefectos que por sus buenas cualidades. El bogaelige de ordinario por morada la orilla de los ríos,esas tierras malsanas donde el calor y la humedadengendran prodigios de vegetación y extraños ani-males; su caseta de bambú, cubierta de hojas depalmera, es angosta y baja; en la única habitaciónno hay muebles, ni utensilios, ni útiles; sólo se veuna olla de barro, una hacha vieja y un machete.Su hedionda compañera, de seno deforme y mediorecostada sobre una piel de toro, tiene a su alrede-dor a dos tres pequeños monstruos, cuyo vientre,desarrollado con exceso, les impide sostenerse depie, por lo cual se arrastran hasta la edad de tresaños, enteramente lo mismo que lbs animales, cuyaexistencia imitan durante toda la vida. Al rededorde la choza planta el boga algunos bananos, y doso tres veces al año siembra en el mismo rincón detierra, sin labrar y sin echar abono, el maíz querecogerá a los cincuenta o sesenta días. Sus anzuelosle permiten obtener algunos peces, cuando no esdemasiado perezoso para servirse de ellos, y escarba

_Jill_la_abrasada arena _de_la_play-a -parILb:uscar los_huevos de tortuga y de caimán.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 53: Relatos de Viajeros Saffray

56 VIAJE A NUEVA GRANADA

En rigor podría vivir sin trabajar; pero el hom-bre desea tomar parte en los placeres y los viciosde las ciudades y los pueblos; para esto necesitadinero; y a fin de adquirido consiente en alquilarsepor una o dos semanas al pa.trón de una balsa, deun bongo o de un champán. Desnudo, sufriendo losardientes rayos del sol, y con su pértiga apoyadaen el pecho para hacer más fuerza, recorre la em-barcación, moviéndola a la vez por su peso y por elesfuerzo de todos sus músculos. Rudo es el trabajo,y por prisa que se tenga en llegar, no puede unomenos de reconocer que es muy natural que los des-graciados bogas traten de aprovecharse de todaslas ocasiones posibles para reposar un momento, yhasta que busquen en la embriaguez la insensibili-dad y la indiferencia.

La corriente del Magdalena se desliza sobre unterreno de aluvión llano y poco sólido: estamos acerca de cuarenta leguas de su desembocadura, ya pesar de ello tiene todavía una media legua deancho; numerosas islas dividen su curso, y los ban-cos de arena, islas en vía de formación, interrum-pen acá y allá el paso de las aguas. La vegetaciónvaría con la edad del terreno que cubre: vense apa-recer primero cañas de un delicado color verde,después gramíneas y arbustos, y por último árbolesde follaje sombrío y grupos de palmeras.

En las partes arenosas se encuentran miles decaimanes que salen a tomar el sol y abren a cadamomento sus enormes bocas; la tortuga franca llegapor la tarde a depositar sus huevos; la iguana correen persecución de los insectos y de las ranas quepululan debajo de las piedras, en la yerba y entrelos matorrales.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 54: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 57

Un día que desembarqué en una playa cubiertaen parte de espeso bosque, para dedicarme a la cazade mariposas e insectos, caza fructuosa de la queobtuve una rica colección, el boga que me acom-pañaba profirió un ligero grito y comenzó a llamar-me con una pantomima de las más expresivas. Llegopresuroso, y siguiendo la dirección de su dedo, veosobre la rama de un árbol una enorme araña parda,con manchas purpúreas, que tenía entre sus patasuna avecilla, la cual se agitaba en las convulsionesde la muerte. Era un migale cazador, o dvicular,que habiendo sorprendido al pajarillo en su nido,picóle con sus do~ dardos, semejantes a los del es-corpión, y después de una breve lucha, comenzó achupar la sangre de su víctima antes de que mu-riese.

A los seis días de navegación llegamos a ladesembocadura del río Cauca, afluente principal delMagdalena. No lejos de allí está la ciudad de Ma-gangué, donde se celebra todos los años una impor-tante feria. La corriente del Cauca, tan extensacomo la del Magdalena, pero de lecho más angosto,está separada del gran río por la cordillera central.

Era ya de noche cuando llegamos a la altura deMagangué: la luna aparecía con toda su esplendi-dez; la tranquila superficie del agua brillaba comoun espejo; el aire era tibio y perfumado, y perdíaseel paisaje en vaporosas perspectivas. Para comple-tar el cuadro, y cuando más absorto me hallaba enla contemplación, llegó a mis oídos un canto dulci-ficado por la distancia, que partía de una piraguapróxima, y que me pareció muy poético.~.- -Al-día.-siguiente-llegamBS· a~la-ellidad~·de MQm·pox, tocando en los grandes árboles que hay a 10

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 55: Relatos de Viajeros Saffray

58 VIAJE A NUEVA GRANADA

largo de la orilla, y que prestan sombra a las nu-merosas embarcaciones cuando van a depositar susmercancías o a ca.rgarlas. La ciudad cuenta seis osiete mil habitantes. La construcción de las casases por el estilo de las de Cartagena. El único mo-numento notable es la iglesia, junto a la cual seeleva una torre octógona de cinco pisos, todos deestilo diferente, sobrepuesta de una cúpula apla-nada, sosteni&a por ocho columnas.

La temperatura de Mompox es sumamente ele-vada; el termómetro marca a la sombra, por latarde, cuarenta grados centígrados, y jamás hayviento ni sopla la menor brisa. Así se comprendela indolencia de los habitantes, y se explica quetomen con intervalos de una hora copitas de ron,para luchar contra la influeneia depresiva delclima.

Al remontar el Magdalena se pueden visitar enla orilla derecha varios puntos importantes, y so-bre todo el confluente del río Upar, célebre en lahistoria del descubrimiento del país a causa de ladesgraciada expedición que salió de Coro (Vene-zuela), en 1530, al mando de Alfinger. Este últimollegó al territorio del cacique Tamalameque, pene-tró en la cordillera que se extiende más allá del ríoOcaña, y durante varios meses estuvo sufriendotodos los horrores del frío, de las enfermedades ydel hambre. Alfinger marchó algún tiempo por el~mr,y después, en vez de continuar en la misma di-rección, seguida siete años más tarde por Gonzalo.Jiménez de Quesada, y que le hubiera conducido alas ricas tierras objeto de su ambición, dejóse do-minar por el abatimiento, permitió que sus compa-ñeros devoraran los últimos indios que tenían a su

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 56: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 59

serVICIO,e iba a retroceder cuando fue muerto enun combate. Los demás expedicionarios se disper-saron en dirección a la costa.

Quesada, saliendo de Santa Marta en 1537, Ol'-

ganizó dos cuerpos expedicionarios que debíanobrar de concierto, remontando uno el Magdalena,y siguiendo el otro la vía de tierra firme. Obligadoa enviar las embarcaciones a la costa con los en-fermes, penetró en las cordilleras como Alfingel',y siguiendo siempre la dirección sur, atravesó losEstados actuales de Santander y Boyacá. Los cro-nistas nos dan detalles desgarradores sobre los pa-decimientos y las privaciones que sufrieron los es-pañoles en aquella campaña. Después de alimentar-se por espacio de algunas semanas con las yerbasy plantas del bosque, comiéronse todos los objetosde cuero, las vainas de las espadas, los arneses ylas correas; y como el hambre continuase, viérons8en la precisión de dar caza a los insectos para de-vorarlos.

Habían visto a unas míseras tribus de indioscriar gran número de hormigas para comerlas;apelaron a tan duro expediente para disputar suvida a la inexorable parca. Al efecto formaban unapasta con yerbas cocidas, colocábanla sobre un hor-miguero, dejándola hasta que estuviera bien cu-fundiendo débil su claridad; un largo cono lumino-bierta; amasábanla de nuevo, repetían la operacióny formaban así un verdadero pan de hormigas. Esposible que los cronistas, y particularmente Juande Laet, en su N ovus Orbis, hayan confundido lostérmites con las hormigas, pues el ácido fórmico,ingerido en tales cantidades, habría ocasionado la

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 57: Relatos de Viajeros Saffray

60 VIAJE tA NUEVA GRANADA

muerte a los españoles, o cuando menos les hubieraproducido una grave indisposición.

Por lo demás, tenemos talvez demasiadas pre-ocupaciones respecto a la comestibilidad de los in-sectos. Sin hablar aquí de los acrodófagos, o come-dores de langostas, bastante numerosos en Africa,según los relatos de Strabón, confirmados por Dam-pier, Knox dice en su Descripción de Ceilán, quelos habitantes de algunos distritos comen abejas.Livingstone asegura que los naturales de las orillasdel lago Nianza confeccionan con los mosquitosunas tortas a que son muy aficionados. Sabido esque los bohemios comen sin repugnancia ciertosparásitos del hombre, y que al ilustre Laplace legustaban mucho las arañas.

Más allá del río Upar se halla en la misma ori-lla el río Ocaña, centro principal de la provincia deeste nombre; después el río Lebrija, que corre porel estrecho valle de Soto; y por último el Sogamo-so, que baña con sus afluentes los valles y mesetasde Socorro, Pamplona, Tundama, Vélez y Tunja.Todos tres tienen su nacimiento en la cordilleraoriental, en aquella donde los conquistadores en-contraron más obstáculos, pues todos los indios delpaís se mostraron hostiles. Los invasores sufrierontanto más, cuanto que casi nunca tenían guías e in-térpretes, mientras que la diversidad de lenguas deaquellos países era extremada y difícil de explicar.

Sin embargo, el historiador Gregorio García nose apuró para damos noticias en su obra sobre elorigen de las lenguas del nuevo continente. Véasela traducción de un pasaje: "El diablo, que no ca-rece nunca de inteligencia, sabía por conjeturas queiba a p~edicarse en el país la ley evangélica; y que-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 58: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 61

riendo aumentaI' las dificultades de los mlSlOnerOfJe impedir a los indios que la comprendiesen, C0l1Si-gui6 inducir a los indígenas a. que inventaran ungran número de idiomas, ayudándoles en la tareacon el ingenio que sé le conoce."

Queden los lingiiistas advertidos; la historia dela torre de Babel no es aplicable al nuevo conti-nente.

VILA ISLA MARGARITA.-LOS MONOS AULLADORES.-EL

VINO DE PALMERA Y LA COL PALMISTA.-DESENGA-ÑO ACERCA DE LOS COCOTEROS.-LAS ISLAS FL()"TANTES.-IJA TIERRA DE LAS MARIPOSAS.-EL MAR-FIL VEGETAL.-EL CEDRO.-DIVERSOS MODOS DE CA,ZAR EL CAIMAN.-LLEGADA A NARE.-SU SITUACION,COMERCIO y HABITANTES.

Acabamos de costear una isla encantadora, ver-dadera perla que no se puede menos de admirarentre todas las riquezas de esta naturaleza. esplén-dida: diríase que es un jardín creado bajo la ins-piración de un poeta. Numerosas casas de bambú,tan limpias como bien construídas, están disemina-das en la orilla. del río y en el interior; cada vivien-da. tiene su verjel, poblado de limoneros, de naran-jos y de pequeños cedros, cuyas flores odoríferasperfuman el aire en toda estación; al lado se ex-tienden un pequeño campo de cañas de azúcar, otrode maíz y un plantío de banano s, y varias palmerasostentan acá y allá sus empinadas coronas. Al re-aedo!' dé'Iás casetas abunaan las fIo'res,' formando'vistosas guirnaldas; de trecho en trecho, varios

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 59: Relatos de Viajeros Saffray

62 VIAJE A NUEVA GRANADA

bosquecillos de árboles seculares, respetados por elhacha, constituyen sobre el río un gracioso arco deverdura, bajo el cual descansan en sus piraguas lospescadol'fls, cuyo monótono canto contrasta con elrumor de las aguas.

La isla está principalmente habitada por mes-tizos. Las mujeres se distinguen por su belleza, ysobre todo por una gracia que realza sus encantos.Es preciso verlas por la mañana, cuando bajan porgrupos a la orilla del río para llenar de agua suscántaros de arcilla; su falda de indiana, algo corta,y adornada de un volante, permite ver un pie dimi-nuto que envidiarían nuestras bellas; el busto, bienformado y flexible, sólo está cubierto por una ca-miseta escotada, guarnecida también de un volan-te; las mangas, que apenas llegan al codo, dejanver los brazos desnudos, perfectamente modelados.Algunas llevan su negro y abundante cabello dis-puesto en trenzas que caen sobre los hombros;otras le recogen con un gran peine de concha; lar-gos pendientes y un collar de oro constituyen todosu adorno.

Llegada la tarde se oyen por todas partes vocesargentinas y los acordes de la guitarra; acaso nohaya en el mundo un rincón de tierra donde el hom-bre haya sabido mejor armonizarse con la natura-leza para vivir según sus deseos, y disfrutar de to-dos los dones de aquélla.

Pero ya abandonamos la isla feliz, para seguiravanzando por el gran río j llega la tarde, el soldesaparecerá bien pronto en el horizonte; por laparte de poniente, varias nubes sonrosadas, rojasy purpurinas, se destacan sobre un fondo anaran-jado, que se degrada al pasar por el amarillo, mien-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 60: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SA.FFRA y 63

tras que el cenit presenta todavía un precioso co-lor azul. Poco a poco se debilitan las tintas, el rosase cambia en lila, el rojo en violado y las nubes depúrpura adquieren un color gris azul franjeac10 deoro. Algunos minutos más, y la sombra habrá inva-dido esa parte del cielo, pero en la opuesta del ho-rizonte aparece como una nueva aurora; el discode la luna sube con lentitud, grande, plateado, di-fundiendo débil su claridad; un largo cono lumino-so se extiende sobre la superficie del río y ensán-chase con la marcha rápida del astro, que bien pron-to es reflejado por las aguas, simulando éstas en-·tonces un inmenso espejo de plata. La verdura re-viste un tinte azulado, ]as luces luchan con opacassombras, y pequeñas nubes blancas, ligeras como elbrazo del cisne, deslízanse sobre el fondo de un cielotachonado de estrellas.

iQué hermosas son estas noches! iCuán diferen-te es aquí el reposo de la naturaleza si se comparacon el que observamos en Europa! En vez de lastinieblas, del frío y del silencio que recuerda lamuerte, contémplase aquí un cielo radiante de cla-ridades; la brisa es tibia, por doquiera se aspiranperfumados efluvio s y los cantos meliodiosos y losrumores del bosque nos anuncian siempre la vida.

La cigarra lanza su grito agudo; el cucarachero(Regulus) modula gamas cromáticas; la nutria de-ja oír a intervelos su grito de llamada; en el bos-que resuena el siniestro rugido del tigre; el pere-zoso repite de minuto a minuto su queja, semejanteal llanto de un niño; el cocodrilo que reposa en laplaya choca ruidosamente sus mandíbulas, y en la

- -espesura-Be oyenlasTOJICas--vuces-delos monos au-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 61: Relatos de Viajeros Saffray

64 VIA.TE A NUEVA GRAN-+-DA

lladores, que a cierta distancia simulan el lejanofragor del trueno.

Estos cuadrurnanos, que pertenecen a la familiade los Aluates, son unos singulares animales. Lanaturaleza quiso hacerlos músicos y les conformóla glotis a manera de tambor huesoso, muy desarro-llado, lo cual les permite producir una voz de bajocavernosa. Su talla es la de unos tres pies, estáncubiertos de pelo de color pardo rojizo, la cola esprensil y su cara de azul negruzco, adornada deuna especie de larga barba. El ángulo facial mideunos treinta grados. Son por lo general muy socia-bles, y forman numerosas tribus, pero distan mu-cho de tener ese alegre carácter que distingue a lasespecies más pequeñas. Es un hecho reconocido quecuanto más semejanza ofrece el mono con el hom-bre, mayor es su gravedad.

Los aulladores del Magdalena pertenecen a laespecie llamada Simia Bel-zebuth. El jefe de latribu emite a veces un gruñido particular, que re-piten en coro los demás, hecho en el que reconocenalgunos cierta semejanza con los responsorios delas letanías, o con ese murmullo monótono que seoye en algunas casas cuando se reza el rosario. Su-cede también a menudo que todos los monos de latribu, particularmente en los momentos de expan-sión, lanzan a la vez un gruñido prolongado.

He tenido ocasión de ver en la isla Margaritados cosas muy elogiadas por los viajeros: el vinode palmera y la col palmista.

Para obtener el vino se corta una palmera realy se practica en el tronco, por debajo del nacimien-to de las frondas y de los espatos florales, una ca-nal de treinta y cinco o cuarenta centímetros de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 62: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 65

largo, por diez a catorce de ancho. Como la subidade la savia continúa la excavación, se llena lenta-mente de un sabor ligeramente vinoso, líquido quese recoge durante quince o diez y ocho días. Lasa-via, al principio muy dulce, va siendo cada vez másalcohólica, y luégo comienza la fermentación acéti-ca. Un árbol vigoroso puede producir unas veintebotellas de este licor, y hasta un poco más, si setiene cuidado de quemar las hojas y los peciolos,para in1pedir que absorban en provecho suyo unaparte de la. savia ascendente.

El corazón de palmera, compuesto de hojas nodesarrolladas, blancas y tiernas, constituye nna le-gumbre insípida y poco nutritiva, que exige la in-tervención de los condimentos.

El uso de la. col palmista y del vino de palmeraes incompatible con las más sencillas nociones dela. cultura y de la civilización; pero afortunada-mente, los naturales del Magdalena no consideranuna cosa y otra sino como golosinas, y no se per-miten tomarlas sino en circunstancias excepciona-les. En efecto, sería bárbaro sacrificar por tan mí-.nimos productos un árbol que cuenta al menos trein-ta años, el más hermoso ornamente de los verjeles,y que puede dar fruto durante más de medio siglo.

Obligado a reducir a las dimensiones y a los co-lores de la realidad mis ideas respecto a esta pal-mera, no puedo menos de proceder del mismo modocon el cocotero, acerca del cual se ha incurrido enno poca exageración en las descripciones. ¿ Quiénno se admirará al leer que el cocotero satisface to-das las necesidades del hombre, proporcionándole-abundantesmaterias--para- hacer- srrvivienda, unalimento sabroso, una bebida deliciosa, aceite para

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 63: Relatos de Viajeros Saffray

66 VIAJE A NUEVA GRANADA

la luz, ropas ya tejidas, vajilla, aparatos de caza ypesca, remedios, y, por último, todo cuanto puededesear un sabio para vivir según las leyes de lasimple naturaleza' Bernardino de Saint Pierre noha contribuído poco a popularizar estas poéticasdescripciones, demasiado seductoras para que sedeje de reproducirlas siempre en los libros de losniños, y aun en los que se pretende vulgarizar laCIenCIa.

El cocotero comienza a dar fruto a los veinteaños; continúa creciendo hasta la edad de un siglo,y entonces alcanza a la altura de ochenta a cienpies. Cuando es joven, el tronco está rodeado, asícomo la base de las hojas, de una especie de borraáspera y gruesa, que en rigor podría emplearsepara calafatear, y hasta para tejer cuerdas; peroen cuanto a confeccionar ropas, compadezco a lospobres salvajes que estén condenados a llevar se-mejantes cilicios.

Sin duda piensan ellos del mismo modo, puestoque prefieren cubrirse con Ulla capa de grasa o depintura. Los frutos verdes del cocotero contienen,cuando son bastante tiernos para poderse cortarcon el machete, un agua ácida, fresca y muy agra-dable, pero que, según dicen, ocasiona fiebres in-termitentes si no se tiene cuidado de añadir un pocode coñac. Cuando llegan a su completa madurez,sólo se encuentra una escasa cantidad de agua.Aunque se tenga la mejor voluntad del mundo, nose puede considerar como un alimento la almendracoriácea que reviste las paredes de la nuez, y el es-tómago más robusto no resistiría más que una pe-queña can.tidad. Esta almendra puede producir, enefecto, algún aceite, mas para ello es indispensable'

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 64: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SA.FFRA.Y 67

apelar a procedimientos industriales que no se ha-llan en modo alguno al alcance de los hombres pri-mitivos. Si se corta con la extremidad de un espatoel cocotero en el momento en que debe abrirse paraque salgan las flores, vierte durante algunos díasvino de palmera; pero entonces abortan las flores,y se carece del beneficio de los frutos, sin contarque es un penoso ejercicio de cucaña subir a reco-ger este líquido de lujo. El indígena puede excusar-se de tal trabajo si espera a que se desprendan losfrutos, pero ha de evitar que le toquen semejantesproyectiles en su caída, pues no confirmarían loque se dice en la fábula de la bellota y la calabaza.

Una de las virtudes menos contestables de estapalmera tan elogiada es la propiedad febrífuga desus raíces. Por lo demás, la datilera es muy supe-rior, y da productos en mayor número y más úti-les, aunque también hay un poco de exageración enel proverbio persa, que dice: "Los productos de lapalmera son tan numerosos como los días del año. "

Por lenta que sea la navegación en el Magdale-na, aún se quisiera ir más despacio, a fin de disfru-tar mejor de las bellezas del paisaje, cuyo aspectocambia de continuo. A cada hora se experimentannuevas sensaciones; a cada vuelta del río se recibeuna sorpresa.

Unas veces se costea por una alta orilla, cortadaa pico, cubierta de una cortina impenetrable debosques, que aparecen como suspendidos sobre elrío; y otras se toca en algún fondo de arena, dondela embarcación permanece algún tiempo inmóvil.Aquí es preciso luchar contra una corriente rápi-

- ~da r rn.a-s-allá ~debe:ñ evitarse -tos ironcos- que inter-ceptan el paso. Hay ocasiones en que después de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 65: Relatos de Viajeros Saffray

611 VIAJE A NUEVA GRANADA

una noche de tempestad se ven flotar sobre el agua,cubierta de limo, pedazos arrancados de las orillas,grandes árboles, y raíces llenas de yerba. Nada máspintoresco e imprevisto que aquellas islas flotantesde follajes variados, de ramas cubiertas de plantasparásitas, y donde aún se ostentan las flores. 1Jasgarzas blancas, las espátulas y las garzotas se po-ean allí lanzando alegres gritos; y cuando se pasacerca de ellas, parece que os saludan agitando unmomento las alas: todo este conjunto parece real-mente una decoración fantástica.

Más lejos nos rodea una nube de mariposas decolor pardo, con manchas verdes tornasoladas deazul, ocupando un espacio que se pierde de vista;ion cidimones, que pululan de continuo en aquellaorilla, la cual se ha designado por esta circunstan-cia con el nombre de Tierra de mariposas. Se pue-den recoger al paso las suficientes para enriquecertodas las colecciones del mundo.

Nuestra piragua, conducida por dos. negros, lle-va cargamento de granos del Phitelephas macro-carpa, que las gentes del país llaman tagua. Laplanta ofrece el aspecto de un joven cocotero; elfruto, del grandor de un melón, se desprende cuan-do está maduro; los pécaris y los monos, que sonmuy aficionados a él, se comen la pulpa, dejandoen el suelo las numerosas semillas, del tamaño depequeñas manzanas, protegidas por una cubiertade color pardo gris, esponjosa y frágil. La almen-dra consiste en una sustancia albuminoide, córnea,traslúcida, de color blanco amarillento, y fácil decortar con el cuchillo cuando está fresca, pero queadquiere al secarse una dureza suficiente para quese pueda trabajar a torno como el marfil, al que se

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 66: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 69

asemeja por su aspecto. Esta semilla es la conocidaen el comercio con el nombre de marfil vegetal. Conél se fabrican cajas, puños de bastón y otros pe-queños artículos; los indios de Pasto hacen precio-sas figuritas. El marfil vegetal es muy abundanteen las orillas del Magdalena y del Atrato; pero estalla apatía de los habitantes, que dejan perder lamayor parte de este producto natural de los bosques.

Después de haber saltado en tierra, no lejos dela desembocadura del río Ocaña, tuve oportunidadde ver en plena floración un arbusto célebre en to-do el país por las propiedades medicinales de suscotiledones: es el cedrón (Simaba cedro1'/,),de la fa-milia de las simarubeas. Sabiendo que esta especieno estaba figurada en ninguna parte de un modosatisfactorio, hice un dibujo tan exacto como eraposible, y estudié luégo las propiedades del vegetal.

El cedrón tiene el aspecto de la palmera: sutronco, muy recto, presenta en la cima grandes ho-jas pinnadas; las flores forman panículos, y estánprovistas de cinco pétalos muy angostos, de colorblanco mate interiormente y pardo por fuera, conuna ligera pelusa. El fruto es un drupa del tamañode un huevo de oca, solitario por efecto del aborta-miento de uno o varios carpelos, cuyo lugar quedaindicado por una depresión; el endocarpo es duroy leñoso; en el centro de una cubierta insípida haydos cotiledones unidos, que llaman vulgarmentenueces de cedrón, y en ellos residen las virtudes dela planta.

En 1828, varios indios llevaron la planta porprimera vez a' Cartagena, anunciando que el uso delpolvo de sus almendras curaba infaliblemente a laspersonas ó animales· mordidos poi lass-erpientes

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 67: Relatos de Viajeros Saffray

70 VIAJE A NUEVA GRANADA

más venenosas. Y a fin de probar su aserto, aque-llos indios, efectivamente, curaron a varios anima-les mordidos por los reptiles más temibles del país.No contentos con esta prueba, la repitieron en símismos, y gracias al poderoso contraveneno, no ex-perimentaron ninguna consecuencia desagradable.

Estas pruebas parecieron tan concluyentes, quese compraron por un doblón cada una (unas ochen-ta y tres pesetas) cuantas semillas se pudieron ad-quirir.

Para emplear este remedio se raspan cinco oseis semillas en una cucharada de aguardiente, yse da esta bebida al enfermo; después se empapaun paño en el mismo líquido, aplicándole sobre laherida, y rara vez es necesario apelar a una nuevadosis.

He tenido varias veces ocasión de reconocer lasvirtudes de la planta, después de haberme asegu-rado de la presencia de los colmillos venenosos enlas serpientes que habían producido la herida, ysabiendo por experiencia que varias de ellas oca-sionaban la muerte de la víctima en algunas horas.Todas las personas a quienes yo administré a tiem-po la medicina se salvaron, y la convalecencia fuerelativamente corta.

He querido asegurarme también de las propie-dades tónicas y febrífugas por las que merece tán-tos elogios dicho vegetal en el paí; y pude reco-nocer que producen los mejores resultados paracombatir las enfermedades escrofulosas y de la clo-rosis; pero es sobre todo notable para el tratamien-to de las fiebres intermitentes nerviosas, en el queobtuve resultados asombrosos. En este país de tIe-rras cálidas y húmedas, el cedrón es mucho más

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 68: Relatos de Viajeros Saffray

DOOTOR SAFFRA. y 71

eficaz que la quinina: cura radicalmente y no oca-siona ninguna perturbación en el organismo.

Después de haber hecho toda clase de pruebasen las más diversas condiciones, no vacilo en creerque el cedrón está llamado a ocupar un lugar pre-ferente en nuestras farmacopeas, como tónico y fe-brífugo; mas para ésto es preciso que varias per-sonas competentes practiquen repetidos experimen-tos en diversas latitudes y climas. Más tarde, el cul-tivo de esta preciosa planta llegará a ser una fuen-te de fácil riqueza para los habitantes de las orillasdel Magdalena. Convendría que una asociacióncientífica enviara a varios de sus individuos a aque-llos parajes para estudiar el cedrón, dando el pro-grama de los experimentos que deben hacerse. Porotra parte, los bosques de quinina se van agotandoy todo el mundo está de acuerdo en la insuficienciade aquélla para combatir las fiebres de los paísescálidos, reconociendo asímismo las funestas conse-cuencias que produce el empleo de grandes dosis.El cedrón puede sustituír a la quinina con granventaja: en vez de destruÍr el árbol para obtenerlo que se desea, se cosecharían los frutos en cadaestación, pudiéndose así adquirir a bajo precio.Aquí hay una conquista que hacer para el alivio dela humanidad, y es de esperar que nuestro paístome la feliz iniciativa.

Una de las cosas más notables en el Magdalenaes la abundancia de caimanes; podría hacerse ex-plotación fructuosa con su piel, el marfil de susdientes, y hasta el cuerpo mismo, convertido en unaespecie de guano.- - Cuando--elsol-está en -el-eenit y- abrasa la -atmós-

fera; cuando los habitantes del bosque buscan si-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 69: Relatos de Viajeros Saffray

72 VIAJE A NUEVA GRANADA

lenciosos la espesura para encontrar la sombramás fresca; cuando no se oye canto alguno ni elmás leve rumor, sólo el monstruoso caimán, tendidosobre la ardiente arena de la playa, y abriendo suboca enorme, se entretiene en tragar miles de mos-canes, y produce por el choque de sus mandíbulasformidables, un ruido seco y estridente. Es la horaen que el negro, avanzando con ese perezoso pasoque le es característico, baja hacia el río para su-mergirse en las tibias ondas, que no pueden refres-car sus miembros. Apenas le divisa el caimán, poneen movimiento, lenta y pesadamente, su disformemasa, y arrastrándose sobre la arena, introdúceseen su elemento favorito con la esperanza de apode-rarse de una presa. Si el negro no está armado,evita la persecución del monstruo, porque estos dosseres tan perezosos, momentos antes, adquieren depronto una asombrosa agilidad, el uno por hallarseen el momento más conforme a su naturaleza, elotro obedeciendo al instinto de propia conserva-ción. Pero si el negro lleva su afilado cuchillo, es-pera a su adversario, que avanza sobr~ él en línearecta; el hombre se sumerge, da una vuelta rápida-mente y aparece de nuevo en la superficie, en el

. punto mismo de donde partió el repti1. Estos noson más que los preludios de la lucha: repitiendola misma maniobra varias veces, el negro acaba poratontar al monstruo, le fatiga, observa sus movi-mientos, y prepárase al ataque. ¡,Pero qué heridapodrá inferir en aquel cuerpo escamoso, sobre elcual se aplastan o resbalan las balas de una cara-bina ~ El hombre sabe que hay un punto débil en lacoraza de su enemigo, y que descargando el golpedebajo de la espaldilla, puede causar una herida

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 70: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 78

mortal. Por esto hace cuanto es posible para atur-dir a su enemigo, ejecutando rápidos movimientosy evoluciones imprevistas; después permanece casiinmóvil, cual si estuviera cansado de la lucha ydeja que el animal recobre ánimo.

Cuando más ardiente es su persecución, y en elmomento en que el monstruo, cerca ya, abre susenormes mandíbulas, sumérgese de nuevo y vuelvea subir de pronto, cuando el anfibio, llevado de suímpetu, pasa por encima de la cabeza del negro.Entonces le descarga un golpe con segura mano;el agua se enrojece al rededor del hombre y del ani-mal; y hé aquí el momento en que la lucha ofreceun carácter más encarnizado y terrible, pues el cai-mán herido, furioso por el dolor, se lanza contrasu antagonista, acósale de cerca, le sigue en susrápidos giros, se sumerge, vuelve a salir a la su-perficie, y conociendo que llega su última hora,quiere por lo menos vengarse. Sin embargo, lasfuerzas del saurio se agotan; poco a poco adquieresu cuerpo cierta rigidez; el hombre aprovecha unode estos instantes para descargarle una nueva cu-chillada, y bien pronto arrastra la corriente el ca-.dáver inmundo, mientras que el negro, tranquilo eindiferente, cual si no hubiese hecho nada, se vuelvea sentar a la sombra de sus bananos.

Cuando un caimán está cebado, según dicen enel país, es decir, cuando tiene la costumbre de ase-char en las inmediaciones de una cabaña, el pro-pietario de ésta procura desembarazarse de suenemigo por un medio que exige tanta sangre fríacomo valor. Coge un pedazo de madera dura de unost~einta_c!3!ltímet~os de la~ºpor: och9.pnueve degrueso; le aguza en ambas extremidades, y deja al

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 71: Relatos de Viajeros Saffray

74 VIAJE A NUEVA GRANADA

rededor de la parte afilada un reoorde de algunoscentímetros. Apenas divisa al monstruo, restreasuavemente en dirección a él, coge el madero pun-tiagudo con la mano derecha, apóyase sobre lasrodillas y la. mano izquierda, y alarga su brazo de-recho al reptil cual si le ofreciese una presa. Elcaimán abre la boca, vuelve a cerrarla con fuerza,y al sentir sus mandíbulas clavadas, lánzase presu-roso en el río. Pero el hombre no le suelta por eso,déjase llevar por el reptil; una vez en el agua, esteúltimo no osa remontar a la superficie, y tarda pocoen morir asfixiado.

Empléase otro método muy curioso para cazarel caimán: varios negros se emboscan, provistos defuertes cuerdas con nudo corredizo; cuando encuen-tran a uno de estos animales durmiendo, uno de loscazadores se acerca y le rasca suavemente la gar-ganta; el animal, sin abrir los ojos, mueve la cabezay quiere continuar su sueño; pero el negro aprove-cha el instante para pasarle un nudo corredizo; suscompañeros tiran con todas sus fuerzas, y cuandoel caimán está ya lejos del agua le matan a lanzadas.

Después de navegar en el espacio de unas cienleguas, me fue preciso despedirme del Magdalena.

He pasado dos días en la pequeña ciudad deNare, a orillas del río, mientras me preparaban unaembarcación para remontar el río de aquel nombre,que baja de las mesetas del Estado de Antioquia.

Apenas habrá en Nare dos mil habitantes, entrenegros y mestizos: aquél es el depósito comercialmás importante del Estado de Antioquia, del cualnos ocuparemos luégo con minuciosidad. En cuantoa su propio tráfico, se reduce a la venta de esteri-llas, de hamacas y un poco de cacao. El clima de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 72: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 75

Nare se considera con razón como malsano; casitodos los naturales son víctimas de las fiebres in-terminentes. Sólo el afán del lucro retiene allí avarios comerciantes, que se bacen pagar bien carossus servicios, y ejercen el monopolio en el tráfico.

Nare deja un mal recuerdo en los viajeros: elcalor es sofocante; los mosquitos lo infestan todo;el alimento es muy malo; los agentes tres vecesladrones, y sobre todo esto, las fiebres. Hé aquí quéespera en aquella población al viajero; y esto ex-plica por qué se apresuran todos a comprar, por unprecio enorme, una piragua y las provisiones indis-pensables para continuar el camino.

VIIDE NARE A MEDELLIN

NAVEGACION POR EL RIO NARE.-LA BODEGA DE SANCRISTOBAL.-CAMINOS DE LAS CORDILLERAS.-ME-DIOS DE TRANSPORTE.-LOS TAMBOS.-ARQUEOLO-GIA DE NUEVA GRANADA.-LA NATURALEZA EN LOSANDES.-MARINILLA.-RI1US DE GALLOS.-DE RIO-NEGRO A MEDELLIN.-VISTA DE LA CIMA DE LAMONTARA DE SANTA ELENA.

Ocho hombres y una piragua conducen por elrío Nare mi gran piragua descubierta.

A lo grandioso ha sucedido lo pintoresco; ya nohay vastos horizontes, ni paisajes que se pierdande vista, ni playas cubiertas de caimanes, ni jóve-nes islas pobladas de aves. Un río poco ancho, en-cajonado entre montañas que forman gradería,sigue su curso tortuoso, y a cada recodo cambia de_a!?p~Gto:,n() hay puelJ10sni _viv!eJl_d~s,e!llB;Sorillas;la naturaleza parece haberse recogido en sí misma.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 73: Relatos de Viajeros Saffray

.76 VIAJE A NUEVA GRANADA

Costeábamos acercándonos lo más posible a laorilla, para buscar un poco de sombra, porque elcalor era intenso en aquel angosto y profundo valle.

Al pasar por un arco de verdura dejóse oír unfuerte roce en el ramaje, y alguna cosa cayó en lapiragua; era nada menos que una serpiente verdi-negra, de cuatro a cinco pies de longitud; pero se-gún vi, el animal no tenía malas intenciones; pareciótan espantado como los negros, que lanzaron atro-nadores gritos, y al momento se precipitó al ríopara ganar la orilla a nado.

Lo que admira sobre todo en la vegetación deeste valle es el gran número de árboles cuya cimaestá coronada de flores. La variedad de formas yde tintes del follaje contribuye también a comuni-car al conjunto un aspecto particular. En unos sitiosse ven hojas gruesas y barnizadas, que brillan comoun espejo donde se reflejaran los rayos del sol;más allá son de un color verde mate aterciopelado;otras están cubiertas de una pelusa amarillenta oblanca, y cuando las agita el aire presentan visosplateados o dorados.

La orilla forma casi por todas partes una suavependiente; pero el lecho se estrecha a intervalosentre dos contrafuertes cortados a pico por lasaguas; en otros puntos está interceptada por hun-dimientos de las rocas, formándose entonces unaespecie de cascadas impetuosas una de ellas, lla-mada Remolino, es el terror de los bogas, y noscostó mucho trabajo franquearla. Cuando se tratede introducir la navegación de vapor en el Nare, losingenieros habrán de vencer grandes obstáculos;pero como estas cascadas son poco extensas, bas-tará hacer saltar algunas rocas para que se puedan

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 74: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 77

franquear sin grandes dificultades, por medio deun cable fijado en la orilla.

Habiendo salido de Nare a las siete de la ma-ñana, llegamos a eso de las dos de la tarde a laBodega de San Cristóbal. Allí es donde hacen escalalas embarcaciones y donde desemboca el caminollamado real, que conduce al Estado de Antioquia.

La bodega consiste en una casa bastante gran-de, que sirve para depósito comercial; en ella seguardan todas las mercancías destinadas al interior,durante un período que varía de una semana a seismeses, según el buen deseo o actividad del agentedirector, el estado de los caminos y la facilidad delos medios de transporte.

AUí vi una porción de objetos abandonados porsus propietarios, europeos los más, a causa de lafalta de medios para transportarlos a su destino,o bien por su forma o su peso. Había calderas paraevaporar la sal o azúcar, instrumentos de sondaje,planchas de metal, piezas de hierro de una draga,una pequeña máquina de vapor, y otros muchosinstrumentos de industria, que se quedaron a lapuerta del país, porque esta puerta no era bastantegrande.

Para que los fardos se puedan transportar alomo no deben tener más de ochenta y cinco cen-tímetros de largo por cuarenta y' cinco de alto y deanchura, y el peso no ha de exceder apenas de cin-cuenta kilogramos, o sesenta cuando más. Con ob-jeto de preservar de los choques y de la lluvia lascajas y fardos, es preciso cubrirlos bien con unacapa de paja y fuertes lienzos de los que allí llaman

H_e'lZCer.ados. Alg:ILm1s _:vec~LsuGBªe__q1!e__p.nobjetovoluminoso, pero cuyo peso no excede de setenta y

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 75: Relatos de Viajeros Saffray

78 VIAJE A NUEVA GRANADA

cinco a ochenta kilogramos, se puede cargar en unamula; pero si se trata de transportar un cajón algogrande que contenga cosas frágiles, lo más pru-dente es que lo lleven hombres. Para un fardo delpeso y volumen de un piano, por ejemplo, se em-plean de doce a diez y seis faquines, a fin de quepuedan relevarse; y andan dos leguas diarias, mien-tras que las mulas recorren sólo tres o cuatro.

Fácilmente se comprenderá por estos detalleshasta qué punto debe resentirse el comercio y laindustria en un país donde los transportes S011 tanlentos y onerosos; y si os quejáis, aun os contes-tarán que todo ha cambiado mucho en los últimosaños, realizándose un progreso increíble. Algunopodría no creer, pero nada más cierto. Hace pocoque el camino real, desde la Bodega de San Oristó-bal a Medellín, capital del Estado de Antioquia, noera practicable sino para el ligero pie de los indios;una mula no habría podido pasar; y sólo el hombrehacía las veces de bestia de carga para el transportede las mercancías y de los viajeros. Los que habíancorrido las minas de Méjico en los caballitos, queno eran otra cosa sino indios ensillados para el usodel hombre, no hallaban en esto nada de particular;pero a los novicios les causaba no poco asombrover que les presentaban para montura un indiofornido y robusto, que llevaba en la espalda unasillita sujeta a la cabeza por un frontal. "El trans-porte es un poco lento, decían al viajero; pero elpie de ese hombre es seguro y podéis fiaras de éL"

Los conductores se habían acostumbrado a tanrudo oficio, que no dejaba de reportarles ganan-cias; y tanto es así, que cuando en la asamblea le-gislativa se propuso por primera vez hacer el ca-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 76: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 79

mino practicable para los mulos, los empresariosde transporte por medio del hombre, y los conduc-tores mismos, reclamaron con tanta insistencia, quese abandonó momentáneamente el proyecto. Sinembargo, la influencia de los comerciantes hubo depredominar, y el sendero primitivo, desembarazadode algunos árboles, dio paso a las mulas, recibiendoel pomposo título de camino real.

Pizarro escribió a la corte de España diciendo,entre otras cosas, que no había en toda la cristian-dad un camino tan magnífico y bien hecho como elque conducía del Cuzco a Quito, y cuya extensiónno bajaba de quinientas leguas. Según el licenciadoPolo Oudigardo, Huayna Capac~ cuyo padre habíaconquistado el reino de Quito, hizo conducir por estecamino, desde Cuzco hasta su capital, las enormespiedras destinadas a la construcción de su palacio ..Ahora bien, ¡,no es triste ver que después de tressiglos de dominación no tenga el país sino unosmíseros caminos, que dan a conocer su rápida de-cadencia desde que se halla en poder de un pueblocivilizado?

En los estrechos valles de las cordilleras, elsendero suele seguir las orillas de un río o de untorrente; es la pista de los primitivos viajeros, queluégo se ensanchó un poco. .Aquellos atrevidos ex-ploradores no tenían más remedio que costear lascorrientes para no extraviarse a la vuelta; y allídonde el lecho era poco profundo, parecía1es menosfatigoso avanzar por él que abrirse camino en laorilla. Una vez en las montañas, ganaban las crestasmás altas, a fin de reconocer el país; y así es comoprocede _aftn_el illdio que ~3.'!,cl1a~ la _des~mbiert~.Parece que en las partes pobladas se podría adop-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 77: Relatos de Viajeros Saffray

80 VIAJE A NUEVA GRA.NADA

tar un sistema menos primitivo; pero no sucedeasí. En tierras bajas, el camino sigue tan prontola orilla como el lecho n:ismo de las corrientes; enlas regiones altas serpentea por las cimas; si unamontaña aislada intercepta el paso, se sube y sebaja, y encuéntrase el viajero, después de un díade marcha, a media legua del punto de partida.

Unicamente la naturaleza es la que se encargade la conservación, o más bien del deterioro de lamayor parte de los caminos: sólo se encuentranhoyos, desprendimientos, rocas bordeadas de pre-cipios, y árboles caídos, que ponen a prueba la pa-ciencia del hombre más resignado. A cada momentose hallan también como unos pasadizos que llamanallí canalones, cuya formación explicaré aquí. Du-rante la estación de las lluvias, el camino que siguela arista de las colinas se ablanda bajo los pies delas mulas, y a cada tempestad, la capa de barro esimpulsada por las aguas. Poco a poco se ahueca elcamino entre los declives que le bordean; y cuandose está en el fondo de esta especie de desfiladero,no se ve, al mirar hacia arriba, sino una estrechafaja de cielo. En ciertos sitios se inclina de talmanera el suelo, que las mulas no se atreven a bajarpaso a paso; estiran las piernas delanteras, recogenlo más posible el cuarto trasero, y se dejan des-lizar sobre las cuatro herraduras.

Los muleteros tienen muy buen cuidado de lan-zar sonorosos gritos antes de penetrar en estosdesfiladeros, pues si dos caravanas llegaran a en-contrarse, no podrían retroceder ni pasar adelante.

Cierto día que avanzaba yo solo por un caminopoco frecuentado, al llegar al centro de un tortuosocanalón, vime de pronto frente a un jinete, que ade-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 78: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SA.FFRA.y 81

lantando a su vez, no había tomado la precauciónde costumbre. Y hé aquí que nuestras mulas llegancasi a tocarse, y nos quedamos mirándonos uno aotro sin proferir palabra. No obstante, recobrándose.al punto el viajero, que parecía hombre de buenhumor, rompió el silencio diciéndome:

-j Vaya, hétenos aquí bien apurados entre dosmuros!

-Sí, contesté yo, y por culpa nuéstra.-Felizmente, repuso el otro, no es la primera

vez que me veo en caso semejante.-Entonces sabréis cómo salir del apuro.-Sí. ¡,Conocéis bien vuestra mula?-N o, porque es de alquiler.-Pues bueno, voy a deciros lo que debe hacerse.

Apeáos; yo vendaré los ojos de vuestra mula, leataré los pies y la obligaremos a echarse de lado.Después será preciso cubrir la silla con nuestrasmantas; nos agarraremos un instante a las paredesdel canalón, y mi mula pasará sobre la vuestra sinhacerle daño alguno.

Dicho y hecho; un momento después pudimoscontinuar nuestro camino.

Por lo demás, no me desagradó del todo aquelencuentro: el viajero llevaba fijo en su silla untronco de bejuco que me pareció ser el acuático;preguntéle dónde lo había encontrado, y gracias asus indicaciones pude estudiar perfectamente estaplanta algunas horas después.

Este bejuco tiene el grueso de la muñeca; sucorteza gris está surcada en toda su longitud; ysi se desprende rápidamente un trozo, cortandop:r;jmero.la partE) infer~orJ..b~ota_ l!na agua dulce,muy sana, por lo cual se ha designado esta planta

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 79: Relatos de Viajeros Saffray

81! VIAJE A NUEVA GRANADA

con el nombre de beju,co del viajero. Ciertamenteque es un recurso precioso para aquel que se hallaen medio de un bosque en países áridos. El bejucopresenta numerosas células de color encarnado conmezcla de blanco; las fibras forman al rededor dela medula radios cortados por divisiones circulares;las hojas tiernas, al principio de un rojo púrpura,adquieren luégo un tinte verde oscuro en la carasuperior y blancuzco en la inferior; son ásperas ysecas, alternas, elípticas y terminadas en punta.A las flores, dispuestas en carimbo, suceden bayaspiriformes.

En el camino de San Cristóbal a Medellín es-casean mucho los pueblos, y hasta las casas aisla-das; verdad es que los muleteros que transportanlas mercancías se acomodan mejor en los tarnbos,especie de grandes cobertizos construídos a expen-sas de los habitantes en los caminos más frecuen-tados. En uno de estos albergues pasé la primeranoche después de salir de la Bodega.

Un poco antes de llegar al tambo está el caminocerrado por una barrera compuesta de dos hojasllenas de agujeros, por los que se introducen cañas,y que los conductores abren y cierran cen precau-ción. No lejos de allí hay otra barrera semejant~;asegúranse primero si está en buen estado, y hechoesto, se descargan los fardos, y se colocan conve-nientemente. Cuando todo está en orden, prepáranselos hombres a cenar: el uno saca agua de un troncode bambú; el otro enciende fuego en el hogar, for-mado por tres o cuatro grandes piedras, y un ter-cero pene en la mesa tasajo, manteca y bananas,con todo lo cual hacen una comida muy pasadera.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 80: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 83

Para postres se toma un poco de chocolate mezcladocon harina de maíz.

En cuanto a las mulas, se las deja pacer libre-mente en el espacio comprendido entre las dos ba-rreras.

Para dormir se extiende sobre el suelo un ence-rado, y se emboza el viajero en su manta, si hacefrío, cuidando sobre todo d~ no dejar los pies des-cubiertos.

Si no se toma esta última precaución, se correpeligro de sufrir una sangría, sobre todo en losdedos gruesos del pie, pues allí abundan los murcié-lagos vampiros. Estos animales llegan de pronto,agitan suavemente las alas para refrescar el sitioen que van a fijarse, y por medio de sus finos inci-sivos y de su lengua cubierta de ásperas papilas,pican la piel para chupar la sangre. La pequeñaherida que infieren no tiene nada de peligrosa, ya menos de ser picado varias noches seguidas, nose experimenta ninguna debilidad, pues la pérdidade sangre no excede apenas de diez a quince gramoscada vez.

El vampiro acomete a todos los animales do-mésticos de esta manera. Las aves sucumhen COl1

frecuencia a la sangría; en cuanto a los bueyes, loscaballos y'las mulas, comienzan a enflaquecer, en-ferman y mueren cuando han sido picados nume-rosas veces por estos insaciables bebedores de san-gre. Se ha observado que el animal o el rebaño in-troducido recientemente en un pasto son las prime-ras víctimas de bs vampiros. Me he cerciorado deque se puede preservar a un aniPlal flotándo10 por

. la .no~he con jugo de. limón ._P?escindiendo de estos ll1l1i'ciélagos¡de lns /1i.-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 81: Relatos de Viajeros Saffray

84 VIAJE A NUEVA GRANADA

guas O pulgas penetrantes, que se introducen en lasuñas de los pies, de la emoción que produce el rocede una serpiente en el techo de paja del cobertizo,y de los rugidos siniestros del tigre que busca unapresa, los tambos no tienen nada de desagradables.

En cuanto al muletero, es todo un tipo, siempreel mismo. Lleva un pantalón de cutí, remangadopor encima de la rodilla; una camiseta a cuadros,sujeta en la cintura, de la que pende el largo ma-chete; el poncho cubre sus hombros, y se preservala cabeza y el cuello con un ancho sombrero de pa-ja, sobrepuesto de una calabaza que le sirve de tazay de plato. Por lo general va descalzo; rara vez sepermite el lujo de unas sandalias de cuero. Llevasiempre un palo provisto de un hierro cortante decuatro a cinco centímetros de anchura, especie deregatón del que se sirva para abrir camino en cier-tos sitios, o hacer algunas mejoras provisionales:aquí extiende un poco de tierra sobre una pendien-te demasiado resbaladiza; más allá practica aguje-ros para que asegure el pie la mula; y un golpedado a tiempocoll su regatón evita que el cuadrúpe-do caiga al pasar junto a un precipicio.

El muletero es laborioso, puntual y honrado:nadie se queja nunca de que le falte la menor cosade sus bagajes. Toda su ambición es adquirir algu-nas mulas.

Antes de salir del tambo, el muletero no dejanunca de colgar el tronco de bambú en su sitio,arreglando el fuego de modo que otros viajerospuedan utilizarle.

El establecimiento de los tambo s data en el Pe-rú de la época de Manco-Capac, y su uso se propagómás allá del imperio de los incas. Algunas de estas

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 82: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 85

construcciones, que son de piedra, ofrecen bastan-tes comodidades; pero en el norte de Quito, en todoel territorio de Nueva Granada, la construcción eradel todo primitiva, excepto entre los indios civili-zados, que ocupaban el país de Cundinamarca.

Los palacios de los caciques, los templos mismosdel Sol, eran todos de madera, protegidos por untecho de hojas de palmera. Sin embargo, se handescubierto en ciertos sitios objetos de piedra ymonumentos, poco estudiados aún en nuestros días,restos que en opinión de los más entendidos viaje-ros podrían constituir datos preciosos para el es-tudio de las civilizaciones anteriores a la conquista.

No lejos de las fuentes del l\fagdalena, a los 2°50' de latitud norte, en los alredores del pueblo deSan Agustín,. existen vestigios de estatuas, de co-lumnas, de figuras de animales, y una gigantescaimagen del sol, todo de piedra y de estilo peruano.Los historiadores no hacen mención de estas ruinasni de otras análogas que se hallan en La Plata, enla misma parte de la cordillera. Cerca del pueblode Timaná, siempre en la misma región, se han des-cubierto vestigios de galerías y acueductos de mam-postería; y por lo tanto, debe ser positivo que enotro tiempo existió un pueblo civilizado en el S111'

de Nueva Granada, no lejos de las fronteras delantiguo Perú.

Si en esas frías regiones se desciende paralela-mente al Magdalena, hasta hallarse entre el quintoy sexto grado de latitud norte, encuéntranse, par-ticularmente en la provincia de Tunja, ruinas mu-cho más importantes, de unas épocas tan remotas,

.gu€!.los JIldios del tiempQ d.e.lu..cf,lnquista habíanperdido ya la tradición.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 83: Relatos de Viajeros Saffray

86 VIAJE A NUEVA GRANADA

Allí, sobre una explanada de quinientos metrosde longitud por trescientos de anchura, se ven dosseries de columnas sin capiteles, orientadas del esteal oeste; figuran en número de treinta y cuatro enel lado del sur, y de doce en el del norte; tienen undiámetro de cuarenta centímetros, y media entreellas un espacio igual.

Las dos series están separadas por una distan-cia de dos metros al nivel del suelo; pero como seinclinan una hacia otra, marcando un ángulo deunos 25°, su cúspide se aproxima lo bastante pararecibir un tejado compuesto de piedras planas dedos o cuatro metros de longitud por cincuenta aochenta de anchura. No se cuentan menos de cientoen el valle situado al oeste de las ruinas. Todas lascolumnas que formaban galería han sido mutiladas,utilizándose como canteras, de donde se tomaronla mayor parte de los materiales para construir elconvento' de Leiva. He visto una columna derribada,que parece entera y mide cerca de seis metros delargo.

El edificio sin concluir, para el cual se destina-ban estas piedras enormes de arenisca rojiza, erasin duda un templo del Sol; la orientación de lascolumnas parece indicarlo así, pero en tiempo de laconquista habían olvidado los indios qué raza dehombres erigió aquel monumento.

Si se avanza en el espacio de unas veinticincoleguas hacia el norte, se pueden hacer observacio-nes geológicas del más alto interés en los grandeslagos de gradería que ocuparon en otra época el te-rreno donde se elevan las ciudades de Tunja y S, I

gamoso. El lago de Tunja, que es el más alto, rom-pió sus diques, y las aguas se 'vertieron en el ([\,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 84: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SÁFFRA. y 87

Sogamóso, que no tenía menos de catorce leguasde superficie, y en ciertos sitios una profundidadde doscientos cincuenta metros. Este último lagodebió abrirse paso también entre las montañas quele aprisionaban, y sus aguas se precipitaron en elvalle inferior, donde iban a encontrar un último ypoderoso obstáculo. Acaso necesitarían centenaresde siglos para abrir la vasta brecha de dos mil qui-nientos metros de profundidad, que forma hoy elconfluente del Gámeza y del Sogamoso. Este dilu-vio tuvo testigos: en el paraje donde la masa lí-quida, contenida largo tiempo, minó y rompió elgigantesco dique, se ve todavía, entre masas de ro-cas precipitadas desde la cima de la montaña, unapirámide truncada de exquisto micáceo, cuya basemide ocho metros; la cara que da frente a los dosríos está cubierta de jeroglíficos, entre los cualesse .ve la figura de una rana, signo que representabalas aguas abundantes ~n el calendario chibcha.

También se reconocen figuras de hombres quehuyen elevando las manos al cielo.

A medida que se sube por las cordilleras, la na-turaleza tropical pierde una parte de sus caracte-res más salientes: desde el segundo día de marchapor el camino de Medellín, el viajero se encuentraen la zona templada, comprendida entre seiscientosy mil trescientos metros de altura. Las perspecti-vas de las montañas y los tonos de la vegetación,vistas desde lejos, recuerdan los paisajes alpes-tres. En el segundo plano del cuadro, los árboles defollaje espeso por lo regular y de floridas copas,revelan mayor fecundidad que la de nuestros bos-

. <¡"!les¡ su ::l.odo Y- aspectQ,eLcolol' de. la cartezay delos musgos y parásitos, y las enredaderas de be-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 85: Relatos de Viajeros Saffray

88 YIA-JE A NUEVA GRANADA

jucos, ofrecen un atractivo irresistible, que producela impresión de -una eterna juventud; mientras quelas befarias, con sus tintes violados y rosa, y sobretodo las fucsias, presentan más colorido al conjuntoen las orillas del camino.

Pero no se o1:lserva allí la animación de las tie-rras cálidas; los animales escasean; apenas se vena lo lejos algunas aves revoloteando sin ruido en-tre las ramas de los árboles; el silencio de la natu-raleza admira primero, y después contrista el ánimo.

Marinilla es la primera ciudad que se encuen-tra en el camino de Medellín, y tiene de cuatro acinco mil habita:ntes. No se deben buscar en ella niedificios ni paseos que recuerden las grandes ciu-dades de la cost~; construída en terreno muy acci-dentado, sus calles presentan pendientes harto di-fíciles de franQuear a pie. Las casas, edificadascon tierra, están cubiertas de tejas o de rastrojo.

Los habitant€s son casi todos blancos, y gozande una merecida reputación por su patriotismo, suhonradez y la importancia que dan a la educación.En otro tiempo se les citaba como modelo de can-didez, que segÚn parece dio origen a cuentos máso menos satiricos, de los cuales sólo citaré el si-guiente :

Habíase ternlinado la construcción de la iglesiaparroquial, cuy() pórtico, de estilo indescriptible,estaba flanql1eado por una torre bastante alta. Enesta última se consiguió suspender una gran cam-pana, traída de Nare a fuerza de brazos; pero fal-taba fijar la cuerda, que había llegado de Londres,y que era demasiado larga, sobrando unas ochobrazas. En caso tan imprevisto, el arquitecto y elcura convocarOl1 al concejo municipal en sesión

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 86: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SA.FFRAY 89

extraordinaria, y los debates fueron tempestuosos.Unos querían que se levantara más la torre; otrospropusieron que se practicara un agujero de ochobrazas de profundidad para introducir la cuerda.Por fin predominó la votación de estos últimos y elarquitecto recibió orden de ejecutar inmediata-mente la obra resuelta por tan memorable acuerdo.

En Marinilla fue donde asistí por primera veza las riñas de gallos: el palenque era oblongo y es-taba cerrado por una delgada barrera de dos piesde altura, ocupando el centro de un patio. Los due-ños de las aves y los que cruzaban mayores apues-tas se oprimían en primera fila, agachados los unosy de pie los otros; detrás se agrupaban los que ibana. presencial' el espectáculo sólo por curiosidad. Encada columna de la galería que rodeaba el patioveíase un gallo atado por las patas y dispuestopara la lucha; antes de comenzar la función, le cor-tan la cresta, le arrancan una parte de las plumasdel vientre, para que no se caliente tanto; le redu-cen la cola y le afilan los espolones, pero sin ponerhoja de acero, como hacen en Inglaterra.

La enseñanza de estas aves reñidoras exige cui-dados minucioscs: cuéntanse los granos de maízque deben tomar a cada comida, y se mide el aguaque h!ln de beber. Un buen gallo acepta siempre labatalla, y muere antes de darse por vencido. Al re-dedor del recinto circulan inteligentes que pesanlas aves y las comparan, a fin de igualar en cuantosea posible las condiciones de la lucha. En primerafila se reservan sitios para los jueces. En esta fun-ción bárbara se observan reglas tan complicadascomo las del tur!, o luchas a la inglesa, habiéndoseaaoptaaoalgunas a.elis costúm1:Jres de los boxeado-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 87: Relatos de Viajeros Saffray

90 VIAJE A NUEVA GRANADA

res ingleses. Allí figura la esponja y el aguardienteque galvaniza un momento al volátil moribundo,permitiéndole dar un último picotazo a su adver-sario expirante y alcanzar así la victoria.

A tres cuartos de legua de Marinilla, y a cincoleguas de Medellín, está Rionegro, cuyas calles sonregulares, y que tiene casas bien construídas. En-tre los ocho mil habitantes de la ciudad, apenas secuentan algunos pobres: la agricultura y el comer-cio proporcionan más de lo suficiente para satisfa-cer las necesidades de un pueblo moral ~T laborioso.

Al salir de la ciudad sorprende ver un caminoregular; se han empedrado los sitios fangosos, dis-poniéndolos convenientemente para que corran lasaguas. Un gobernador inteligente dispuso que lospresidiarios hicieran estos trabajos, y gracias a ellocuenta hoy la república con cinco leguas de un ca-mino transitable durante la estación de las lluviasy muy bueno en el resto del año.

A cuatro leguas de Rionegre está el punto cul-minante de la cordillera oriental, llamado SantaElena, desde donde se domina una vasta extensiónde montañas. En la parte baja, a una profundidadde ochocientos metros, se abre el valle de Medellín,completamente bañado de luz. Cuando el viajeroestá en Santa Elena, parécele que se cierne sobrela ciudad, de la cual distingue las calles, los jardi-nes y monumentos; y aquella vasta extensión dellanuras, limitada por las líneas azules de la cordi-llera central, que se ofrece de pronto a la vista delviajero después de la naturaleza monótona de laregión fría que se acaba de recorrer, produce unaimpresión cuyo recuerdo no puede olvidarse fácil-mente. El panorama de Santa Elena es sin disputa

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 88: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 91

uno de los más imponentes que se puedan ver: elviajero se detiene mudo de sorpresa, y después dealgunos minutos de admiración apresúrase a bajarpor las tortuosas pendientes que conducen a Me-dellín.

VIII

MEDELLIN Y sus ALREDEDORES.-USOS y COSTUMBRES.PEPITO Y PEPITA.-LOS AGUINALDO S.-LAS SERENA-TAS.-COMERCIO.

Se llega a Medellín siguiendo un torrente quellaman Quebrada: en ambos lados hay pintorescascasa y jardines, y a pesar del poco atractivo de aquelparaje, es el punto de reunión ordinario de los quevan a pasear. Nivelando el suelo, y platando en lasorillas del torrente algunos árboles se podrían tra-zar dos preciosas avenidas, donde las demás no te-merían ya lastimarse sus delicados pies,

Si se continúa avanzando por la Quebrada, llé-gase bien pronto al río, y a un sendero frecuentadodurante la mañana por las bañistas. Desde las nue-ve a las diez se las ve llegar, sufriendo los rayosdel sol, seguidas de sus negras, y cubierta la espal-da con su espeso cabello, tan largo como eL mantode un rey.

Al salir de la Quebrada se llega a la plaza prin-cipal, que es muy extensa y está rodeada de casasde un solo piso, construídas casi todas por el mismoplano. En uno de los ángulos se eleva la iglesia ca-tedral, de estilo único e indescriptible.

Eriel templo de MedeTIín-no hay ufribunas, ni

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 89: Relatos de Viajeros Saffray

92 VIAJE A NUEVA GRANADA

bancos reservados ni sillas: las mujeres pobres, ydigo las mujeres porque los hombres suelen ir pocoa la iglesia, se arrodillan o se sientan en las losasdesnudas. La menestrala lleva un tapiz para orarmás cómodamente, siendo siempre el conductor unniño. Todas las que van a misa se visten de negro,cubriendo su cabeza con la característica mantilla,que, recogida sobre la frente, les comunica un airede notable modestia. Pero como los ojos quedandescubiertos, y son muy negros y están velados porlargas pestañas, si hacen pensar en el Paraíso, ha-rán olvidar también a muchos la uevoción que debentener en misa. Por otra parte, nunca faltan momen-tos en que la mantilla se desarregla, lo cual obligaa. su dueña, como es natural, a elevar graciosamenteambos brazos sobre la cabeza para prenderla me-jor, y entonces deja ver, como por casualidad, elbusto y el rostro. A fin de aprovechar estas opor-tunidades, los elegantes de la población acuden so-lícitamente los domingos al atrio de la iglesia.

El porta-tapiz es un servidor necesario en todala América española: en toda casa acomodada hayuno, que no tiene otra ocupación, y cuya nacionali-dad varía. según el punto del país. Las familias delPerú que se precian de tener mejor gusto, eligenun chico o un indio pura sangre; en otras partes seprefiere un negrito o una negrita de la mejor raza.Este servidor debe ser el compañero de juego delos niños de la familia, pero está condenado tam-bién a. sufrir sus impertinencias. Todos le halagano le riñen, según se les antoja; y de aquí resultaque cuando el adolescente debe cesar en sus funcio-nes, no es nunca un buen servidor.

En Medellín, como en toda la Nueva Granada,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 90: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 93

apenas hay más aristocracia que la del dinero. Losdescendientes de los exploradores que descubrieronel país, fundando los primeros establecimientos, ylos vástagos de los altos funcionarios enviados porla metrópoli, escasean de tal manera, que la aristo-cracia de la cuna no existe en la Nueva Granada;la del talento es desconocida también; y así es queen aquel pueblo, ocnpado tan sólo en buscar el pro-greso material, los sabios, los artistas y los poe~,as,quedan' siempre pobres, sin poder constituir lnaclase separada.

La clase de menestrales figura en primer tér-mino; en ellas se comprende a las personas dedicadasa profesiones liberales, a los mercaderes y a lospropietarios de haciendas (plantíos o granjas), asícomo también a todo el que posea unos quince milduros.

Del color no hablemos: cada cual se jacta dedescender en línea recta de hidalgos de sangre azul;pero la verdad es que los colores morenos, amari-llos y atezado s que se ven en casi todas las familias,desmienten esa pureza de origen; bien es verdadque nadie se ocupa de ello.

El dinero es el único que da a cada cual su va-lor. El muletero enriquecido llega a ser don Fulanode tal; y si pierde su fortuna, no ha de imponerseprivaciones para conservar un rango adquirido porcasualidad; vuelve a vestir su antiguo traje, y adop-ta de nuevo sus primeras costumbres. En cuantoal millonario, no considera vergonzoso dejar en lamiseria a toda su familia; si no se siente obligadopor el corazón, tampoco lo está por las considera-ciones sociales._w :mCténmno-6nico de -éomparación es eTdinero:

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 91: Relatos de Viajeros Saffray

94 VIAJE A NUEVA GRANADA

un hombre se enriquece por la usura, los fraudescomerciales, la fabricación de moneda falsa u otrosmedios por el estilo, y se dice de él: ¡Es muy inge-nioso! Si debe su fortuna a las estafas o a las tram-pas en el juego, sólo dicen: ¡Sabe mucho! Pero sipiden informes sobre una persona que nada tengaque echarse en cara sobre este punto, contéstaseinvariablemente: Es buen sujeto, pero muy pobre.

Ya se comprenderá que con tales elementos nopueden ofrecer mucho atractivo en Medellín las re-laciones sociales. Apenas se visitan más que lasmujeres; los hombres se encuentran en los alma-cenes o en la calle; los viejos hablan de negocios;los jóvenes, de sus placeres.

El domingo, desde el medio día hasta las dos dela tarde, está permitido a los elegantes visitar lascasas de su preferencia. Aquel día pueden fran-quear el zaguán, donde el dueño de la casa les recibedurante toda la semana, y son admitidos en el sa-lón, en el que encuentran a todas las señoras vesti-das de gala y sentadas sobre un largo sofá o ban-quetas cubiertas de tapices.

El saludo es asaz indiferente por una parte yotra; y en cuanto a la conversación, recuerda laacademia silenciosa de Amadan; bien es verdad quepoco tienen de qué hablar en una población dondeno hay bailes, ni conciertos, ni teatros, ni crónica,donde la vida de hoyes la misma de hace un año yla de toda la existencia. l,Se habrá de hablar de lite-ratura a unas mujeres que no conocen un verso deEspronceda ni de Bretón de los Herreros, que nohan visto las producciones de Moratín ni aun porel forro, y que no saben que ha existido un Herrera fA Se hablará de música a aquellas d~mas que no

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 92: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 95

conocen más instrumento que la guitarra, y quesólo aprenden de rutina algunas coplas, las cualesconstituyen su eterno repertorio? ~Podrá discutirsesobre pintura con una gente que nos ensalza comocuadros maestros los mamarrachos de Quito quese venden a duro la vara? La conversación carecede alimento en todos los puntos de que pudieratratar una persona instruída; y hé aquí por qué de-ben hacer siempre el gasto la maledicencia y lachismografía; sólo para esto están dispuestas lasdamas de Medellín todos los domingos desde lasdoce a las dos.

Seamos justos: debemos añadir que hay en laciudad algunos salones, muy escasos por desgracia,amueblados a la europea, donde se encuentran va-rias buenas tradiciones, y se forma lentamente elnúcleo de una verdadera sociedad.

Después de un año de relaciones como las queacabo de describir, no se tiene más intimidad queel primer día; y como todo el mundo sabe lo quehacéis, lo que decís, adónde váis, por qué y paraqué, no se tarda en comentar vuestras visitas a cadacasa. Si hay una joven en estado de casarse, alpunto se ve en el extranjero un pretendiente; se dacuenta de ello a los padres, y os afirman con em-peño que estáis perdidamente enamorado de la se-ñorita. Por más que lo negáis, insístese en lo mismo,y a fuerza d.e oírlo decir, os hacen pensar en ello.El padre, por su parte, adopta sus medidas: undomingo os recibe en el zaguán, con gran asombrovuestro, y sin más preámbulo, pregunta cortésmentecon qué objeto vistáis la familia. Si la respuestano es una demanda de matrimonio, os despiden po-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 93: Relatos de Viajeros Saffray

96 VIAJE A NUEVA GRANADA

líticamente, y es preciso que vayáis a otra parte amatar vuestro aburrimiento dominguero.

Los que allí llaman cachacos visitan poco a lasfamilias, y aumentan el número de los esquineros,verdaderos guardacantones vivientes, que pasanhoras enteras en las esquinas de las calles principa-les. Desde su punto de observación examinan todaslas ventanas enrejadas, en las que ap1:lrecende vezen cuando rostros de jóvenes, cuya mirada se dirigemagnéticamente hacia el sitio donde se hallan decentinelas los esquineros.

Verdad es que no se dicen una palabra, pero losojos hablan. La pepita (no de oro), nombre con quedesignan aquí generalmente a las jóvenes, reconocedesde lejos el rumor de los pasos de su admirador,que también debería llamarse pepito; adivina, porsu modo de toser, que se halla ya en su esquinapreferente; y nunca le faltan pretextos para aso-marse varias veces a la ventana, donde cambia consu adorador desde lejos mil juramentos y amorosasprotestas.

Así es como suelen trabar conocimiento los jó-venes. Después de hacer una temporada el oficio deesquinero, se pide la mano de la niña, que casisiempre se concede, y el afortunado mortal recibela recompensa de su constancia.

Por fortuna, casi todas las jóvenes son buenaspara la vida matrimonial: si las mujeres de Mede.llín no son dadas a la ostentación exterior, tan bus-cada en otras partes, poseen en cambio en el másalto grado las cualidades de su sexo.

Una vez casadas, conságranse asiduamente alos quehaceres domésticos; tiernas con sus hijos,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 94: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 97

y fieles a sus maridos, son verdaderas esposas ybuenas madres.

Hay, sin embargo, una época en que los habitan-tes de Medellín interrumpen sus costumbres claus-trales; es la que llaman allí época de los aguinaldos,y que dura, según las provincias, desde el 25 dediciembre al 6 de enero. En este período privilegia-do menudean las visitas, y el forastero puede pre-sentarse en casa de las personas a quienes deseaconocer, pues tiene la seguridad de ser bien recibido.

Hé aquí cómo se precede en los aguinaldos. Losjóvenes de ambos sexos convienen de antemano enpedírselos mutuamente; fíjase algunas veces el día,y hasta se estipulan las condiciones del combate,pqrque es verdaderamente una lucha de finezas, deastu~if.s y d:e precauciones la' que se trabará porambas partes. Aquel que divisa a otro primero,cuando van por la calle, grita al punto: " j Vengami aguinaldo!" y el otro no tiene más remedio quecomplacerle. Difícil es dar una idea de lo mucho quetrabaja la imaginación de aquella gente para sor-prender a uno antes de que le vean. Por lo generalse permite todo, incluso el escalamiento y la viola-ción de domicilio. Se soborna a los criados; se po-nen espías, y varios se ocultan o se disfrazan, ysiempre acaba la cosa por reírse todos de la mejorvoluntad. Un enamorado penetra audazmente encasa de su adorada con traje de aguador, y es reco-nocido demasiado tarde. Un joven recibe en su casaen el momento menos pensado un fardo voluminoso;éste se abre de repente, y una voz formidable grita:, , j Mi aguinaldo!"

Con frecuencia, y para prolongar más tiempoIaoroma, se- discute la'vaIldez' de'los medios em-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 95: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE· A NUEVA GRANADA

pleados; y no son pocas las bodas que se llevan aefecto por esta costumbre. Los regalos suelen sermuy sencillos, y se tiene el buen tacto de no darimportancia a su valor.

Para aquel que no conociese a Medellín sino enla época de los aguinaldos, esta ciudad sería segu-ramente la más alegre y sociable del mundo; peropasado este buen tiempo, todo vuelve a su acos-tumbrada monotonía, y a los jóvenes no les quedamás recurso que las serenatas.

j Felices los países que han conservado tan poé-tica tradición! j Dichoso aquel que en una de esasnoches serenas y perfumadas de los trópicos tienederecho a ir solo, o con sus amigos de confianza,a entonar bajo las ventanas de su amor las inge-nuas coplas de las baladas populares! Abrese unbalcón; una velada forma se dibuja en la penumbra;cae una flor en la calle como señal de agradeci-miento o de promesa; dos corazones laten a la par,y la voz del cantor es trémula al terminar su estrofa.

En Medellín están muy a la moda las serenatas,y perfectamente en armonía con las sencillas cos-tumbres y con aquel clima igual y constante.

En dicha ciudad no se hace el comercio de ex-portación; sólo se envía a otros países el oro de lasminas de la provincia; pero impórtanse todos losaños grandes cantidades de mercancías, que se re-parten entre los pueblos y ciudades del Estado, yaun de otros vecinos.

Inglaterra remite hierros, artículos de herrería,algodones blancos o crudos e indianas; de Alemaniase recibe quincallería, juguetes y fósforos; Suizasuministra pañuelos, chales de algodón y de lanay cortes de muselina; España remite sus vinos, y

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 96: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 911

Francia las lanas, sedas, artículos de :mercería,sombreros, calzado, drogas y medicinas.

Los traficantes venden al por mayor y al pormenor; los almacenes de cierta importancia sonverdaderos bazares, y ninguno tiene especialidad.Las tiendas son numerosas, pero cada día se abreuna nueva. El título de tendero es aquí muy consi-derado, y todos le ambicionan. Es de ver con quéorgullo llevan aquí los elegidos, por mañana y tar-de, la enorme llave que constituye la insignia de suprofesión. No hay bolsillo capaz o.e ocultar esteobjeto, verdaderamente monumentaL

La mayor parte de los negocios se hacen a cré-dito y plazo de doce a dieciocho meses; el interésordinario es de un doce por ciento; pero muchastransacciones se hacen a dieciocho. Esta extensióndel crédito indica una honradez y buena fe generalen los negocios; el tipo más elevado en el interésprueba que con industria se pueden realizar pron-tamente considerables beneficios.

La proximidad de los grandes distritos mineroscontribuye por mucho a la importancia del comerciode Medellín; los principales negociantes compranel oro para hacer sus pagos en Europa, y realizanasí un beneficio de cinco a quince por ciento.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 97: Relatos de Viajeros Saffray

100 VIAJE A NUEVA GRANADA

IXPASEO POR EL MERCADO DB MIWELLIN.-EL PAN DE

YUOA.--EL HILO DE OABUY A y DE PIT A.-HONORESAL SANTISIMO SACRAMENTO.-MONUMENTOS DE ME·DELLIN.-CASAS PARTICULARES.-CONSTRUCCIONESPOR APISONAMIENTO.-LA FIESTA.

El mercado de Medellín se verifica en la granplaza; cada cual expone allí a su antojo las mercan-cías; pero las de una misma especie ocupan un sitiodesignado por el inspector.

Lo que más abunda es el maíz, base de la alimen-tación, y que se expende en forma de arepa~, grue-sas galletas de muy buen sabor, sanas y algo másnutritivas que el pan, prescindiendo de la porciónde agua que contienen. El pan de trigo es un artícu-lo de lujo, del cual no se hace uso sino para tomarchocolate; el que traen de Ríonegro es algo morenoy no está bien amasado. Un panecillo del tamañodel puño vale un real. Ya está leje s la época en queHerrera decía al hablar del maíz:

"Los españoles le comen cuando no pueden pa-sar por otro punto ".

Hoy día, ricos y pobres comen con gusto las sa-brosas arepas.

Pero hay otros panes que por su aspecto, formay color, recuerdan unos que se hacen en París enforma de media luna. Los de Medellín son de unblanco de nieve, ligeros, y pueden competir con losmás perfectos de las panaderías europeas: son lospanes de yuca (Manihot).

El tallo de la yuca alcanza a los dos años unaaltura de cinco a seis pies; es cilíndrico, leñoso, yestá lleno de medula; de las axilas de las hojas di-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 98: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 101

gitadas, O de las bifurcaciones terminales, se des-prenden graciosos ramitos de flores de color verdepálido, a los que suceden cápsulas de tres aristascon otros tantos lóculos, cada uno de los cuales con-tiene una sola semilla. Esta última no se suele em-plear para la reproducción de la planta; utilízanseal efecto los pedazos del tallo, que plantados a ladistancia de ochenta centímetros uno de otro, enuna tierra conveniente, producen al poco tiempo unvigoroso vástago. Estas raíces tuberosas adquierentodo su desarrollo a los dos años, pero no se puedellextraer hasta finalizar el tercero.

Conócense dos especies muy distintas de yuca:la una dulce, que es la menos extendida; la otra quecontiene un veneno activo, y que sin embargo es laque se cultiva más generalmente; las dos se encuen-tran en ~~frica, en Asia y en América.

Los negros de las costas meridionales de Africacultivan la especie venenosa desde tiempo inmemo-rial, e ignoro por qué casualidad descubrieron queesta peligrosa planta podía ser para ellos un ali-mento sano y agradable.

La preparación más sencilla de la yuca es lo quese llama cazabe en algunos puntos de las Antillas:se raspa la raíz, se lava la pulpa y se pene en grue-sos sacos, donde es sometida a una fuerte presión,y así desembarazada de su exceso de agua, extién-dese dicha pulpa en forma de galletas delgadas so-hre unas placas de hierro bien calientes. Los bizco-chos de cazabe no son atacados nunca por los gusa-nos, y pueden conservarse largo tiempo con tal queno se les exponga a la humedad. La tapioca difieredelcazabe en que se hace sóhcon iéc~ ligera-mente tostada. El pan de y~wa no contiene tampoco

.~.' '.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 99: Relatos de Viajeros Saffray

102 VIAJE A NUEVA GRANADA

más que la fécula de las raíces, que se obtiene muypura por medio de repetidos lavados.

Los indios caribes emplean instrumentos muyingeniosos para preparar el cazabe: su raspadorconsiste en un largo pedazo de madera de fibraselásticas, en el cual fijan unos guijarros cortantes;para separar el jugo del agua de la pulpa, sírvensede 10 que l1anwn la serpiente, y que no es otra cosasino un saco de seis pies de longitud, más ancho en

. el centro que en las extremidades, tejido con pecio-los de las hojas de la palmera brasileña. La ser-piente, hinchada y encogida por la pulpa húmeda,se cuelga por una extremidad de la rama de un ár-bol, atándose en la otra una pesada piedra, quetiende a comunicarle su forma prolongada, produ-ciendo la necesaria presión. Los piedras planas sir-ven para cocer las tortas amasadas a la mano.

El jugo venenoso de la yuca no es acre; unaebullición prolongada destierra el principio activo,muy volátil, que no es otra cosa sino el ácido prú-sico; el cazabe, incompletamente lavado, se purifi-ca también por el calor necesario a su cocimientosobre las placas.

Veinte libras de jugo de yuca producen por ladestilación una onza de líquido volátil, poco más omenos, de un olor insoportable. Se ha ensayado sufuerza ponzoñosa en un negro condenado a muer-te: treinta gotas bastaron para que expirase a losseis minutos, presa de horribles convulsiones.

El P. García, en una curiosa obra dedicada ex-clusivamente a la botánica de las Indias, observacon razón qne la yuca del continente americano esinofensiva; e11su época no crecía la especie vene-nosa sino en 811nto Domingo. El ingenioso obserr

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 100: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 103

vador Paw, autor de la obra Investigaciones filosó-ficas sobre los americanos, indica en ella como con-traveneno del jugo de dicha planta el carbonato depotasa, tomado en agua de menta, y el azúcar o lasal en grandes dosis. Pison recomienda, en su Tra-tado sobre las enfermedades de las Indias, el jugode ananas o de limón, considerándole como infali-ble. La experiencia ha demostrado después que losácidos vegetales tienen realmente la virtud de neu-tralizar, hasta cierto punto, los efectos tóxicos dela citada planta.

Los vendedores de pan de yuca expenden tam-bién fécula no preparada para hacer almidón; lasraíces se pagan a razón de unas ocho pesetas elquintal; se comen como legumbre en la olla, perodeben elegirse frescas y tiernas, antes que el tejidocelular haya llegado a ser leñoso.

Hénos aquí ahora en presencia de altas colum-nas de sombreros, cuyas muestras llevan los ven-dedores formando una pirámide en la cabeza; mu-chos son de Panamá; otros, de un precio módico,están trenzados o tejidos con peciolos elásticos.

El azúcar en bruto se corta en panes aplanadosde una libra de peso; el refinado, de un color blan-co sucio, y en forma de grandes cristales poco cohe-rentes, deja mucho que desear.

Lacera vegetal figura en panes o bajo la formade velas; obtiénenla, por ebullición, de las semillasdel Myrica arguta, arbusto que recuerda el olivopor su aspecto y colores. Ac1ici(,mFH'lo un pG~C (\esebo, que la impide ser tan quebradiza, esta cera dauna luz preferible a la de las velas arabaria", i ~'}(>ros~empre más o menos lnn:ncsa; UllR c\epuraciól1 con-veniente corregiría esté defecto. -

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 101: Relatos de Viajeros Saffray

104 VIAjE A NUEVA GRANADA

Detengámonos algunos momentos ante esa se-rie de productos fabricados con las fibras de la pitay de la cabuya: unos mazos de brillantes hilos decolor blanco amarillento y de tres pies de largo,elásticos y flexibles, representan la materia prima;junto a ésta hay unos pelote s de bramante o decordel, trabajados perfectamente; los de mayorgrueso se destinan para el trasporte de géneros.Más lejos se ven sacos muy fuertes, que podríanresistir un gran peso, y un poco más allá hay rollosde una especie de trencilla plana bastante gruesa,que sirve para hacer las suelas de las alpargatas.

Todas estas fibras son producto de diversas es-pecies de Fourcroya y de bromeliáceas, que se cul-tivan para formar cercas. Las hojas carnosas, guar-necidas de pinchos y terminadas en aguda punta,llegan a tener hasta cinco y seis pies de largo; des-pués de cortarlas se ponen a secar y se baten paraaislar las fibras, las cuales se limpian y alisan des-pués con un peine de metal.

Oyese de pronto el sonido de una campanilla,que resuena en el atrio de la iglesia: todos los ru-mores cesan; los hombres se descubren, las muje-res se persignan, y todos caen de rodillas. Es quepasa el Viático. El sacerdote va revestido del so-brepelliz y de la estola, precedido por el monagui-llo y escoltado de un sacristán que le cobija bajouna especie de dosel. Muchos hombres y mujeressiguen al Santísimo Sacramento, y a su paso, yhasta donde llega el sonido de la campanilla, pros-témase cada cual. Algunos momentos después vuel-ve a recobrar la plaza su animación y continúan lastransacciones, para terminar entre dos y tres dela tarde.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 102: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SA.FFRA y 105

Sería inútil buscar en Medellín monumentosproporcionados a la importancia de la ciudad. Hacemedio siglo que la ciudad de Santa Fe de Antio-quia, situada al otro lado de la cordillera occiden-tal, no lejos del Oauca, era todavía la plaza másimportante de toda la provincia, el asiento de lasadministraciones del episcopado, el gran centro po-lítico, comercial y religioso de un vasto territorio.Medellín no contaba entonces más que tres o cuatroiglesias o capillas, de reducidas proporciones, y deestilo mezclado sin arte y sin gusto: únicamente elcolegio actual, y su iglesia, honraban, como cons-trucción, a los monjes que le edificaron.

La catedral, construcción moderna de ladrillo,sobrepuesta de una pretenciosa cúpula, como yahemos visto, se distingue por la falta completa deestilo y de gusto, por la más absoluta ignoranciade las reglas de la arquitectura; la fachada presentados especies de torres cuadradas; pero por razonesde economía no se han levantado más que dos pa-redes de cada una.

En medio de la plaza principal se eleva un sur-tidor bastante gracioso, que se mandó traer de Eu-ropa a costa de una suma considerable; adornanel centro unas Quimeras, y el agua cae irregular-mente en el pilón. Hace algunos años se veía a po-cos pasos del surtidor una piedra de unos sesentacentímetros de largo por treinta de ancho, desti-nada a formar parte de la base monumental. Cuan-do llegaron a Medellín las piezas desmontadas dela fuente, el concejo municipal nombró un ingenierojefe (léase maestro de obras), quien reuniendo asu vez a_va.rios miJ}eros~_cant~ro~ y _picapedreros,asignóles muy buenos salarios por espacio de dos

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 103: Relatos de Viajeros Saffray

106 VIAJE A. NUEVA GRANADA

meses para llevar a cabo la obra. Cuando la pri-mera piedra de la proyectada base estuvo en laplaza de Medellín, costaba nada menos que sietemil pesetas! ... Hé aquí porqué no se levantan mo-numentos en aquella ciudad.

Las casas particulares se construyen con cal,apisonándolas después; para los armazones, mar-cos de puerta y de ventana, etc., se emplean sólomaderas odoríferas o resinosas, a fin de que nosean atacadas por los térmites. La mayor parte delas casas no tienen más que bajos; y lo más notableen la disposición interior es la completa falta depuertas en las habitaciones, pero algunas veces sepone un tapiz para hacer la separación. En la plazay en varias calles, los pisos bajos están ocupadospor almacenes, y hay además un principal con ga-lería corrida a la que dan las ventanas o balcones.Una casa ordinaria, para una familia de cinco oseis personas, cuesta. por término medio de cuaren-ta a sesenta mil pesetas. Los primeros ahorros decualquier industrial o negociante 'se destinan a lacompra o construcción de una casa; de modo quecada cual vive en la suya, siendo por lo tanto muydifícil hallar una que se alquile.

En recuerdo de un glorioso aniversario o de al-gún acontecimiento político, el gobernador y el al-calde permiten al buen pueblo que se divierta a suantojo durante tres días. I..Jascampanas repican sincesar; una misa solemne inaugura la fiesta, y a ellaasisten todas las mujeres, pues los hombres estánmuy ocupados en otras cosas. Pcr la mañana dana sus caballos doble ración de maíz y una libra deazúcar, pues los nobles animales deben sufrir ru-das pruebas. El punto de reunión de los jinetes PS

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 104: Relatos de Viajeros Saffray

DOOTOR SAFFRA y 107

una pradera situada en los alrededores de la ciu-dad, donde se han dejado libres varios toros desti-nados a la función. Para los más atrevidos jinetes,la tr'aída de toros constituye la parte más intere-sante del programa.

Los caballista s más prácticos creen indispensa-ble en tal circunstancia la gran silla del país consus pesados arneses, silla muy alta por dolante,apropiada para sujetar el lazo; no es cuestión deelegancia, trátase sólo de la seguridad. Sujetar alos toros por los cuernos y conducirlos no es juegosin peligro; se necesita a la vez una destreza a todaprueba, una sangre fría inalterable, )' la mayoraudacia, para perseguir a los animales y evitar susacometidas. El caballo es el verdadero héroe de lalucha; se identifica con su amo; obedece al menormovimiento, precipítase, gira y detiénese de prontoa la menor palabra, a la menor señal. Apenas lanzael hombre su nudo corredizo, con mano certera ysegura, rodeando los cuernos del animal, el caba-llo, que le hace frente, se recoge y prepara a recibirel choque que debe trasmitir la cuerda tendida; eneste momento, un segundo nudo corredizo cae sobreel primero, y el toro, sujeto a la vez por dos partes,no opone ya sino una débil resistencia.

El arte de los jinetes que practican este ejerci-cio, consiste en preservarse mutuamente de las aco-metidas oblicuas de su prisionero, maniobrandohábilmente con el lazo. Cuando todos los toros es-tán sujetos, se les lleva triunfalmente a un establoque hay cerca de la pradera.

La autoridad 110permite las corridas clásicas de_ toros :1& graD_plaza que BirvedeprllmlfJ116 está ro-

deada por "'.111abarreTa que protege al público; allí

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 105: Relatos de Viajeros Saffray

108 VIAJE A NUEVA GRANADA

no hay picadores, ni capeadores, ni espadas; varioshombres a pie o a caballo ocupan el recinto, y sisalta un toro, cada cual huye como puede.

En vez de banderillas de fuego arrójanse al ani-mal inocentes petardos; cuando se reconoce su fa-tiga, avanza un hombre, cubierto el brazo con unponcho de vistosos colores; el toro le acomete, perono consigue tocarle, y entonces aplaude la multitudestrepitosamente. Cuando el que hace la suerte esun novicio, sucede a menudo que el animal le lanzaa diez pies de altura, entre los silbidos del público.

En Medellín hay un coliseo que tiené dos filasde palcos; la platea es bastante grande, pero nohay asientos; allí se pasea el público libremente yfuma sin temor de que se vicie la atmósfera, puesel techo es pura y sencillamente la celeste bóveda;el arquitecto hubo de renunciar a ponerle por faltade los materiales necesarios. Todos los actores per-tenecen al sexo feo; ninguna mujer se atrevería apresentarse en las tablas; y si hubiese alguna capazde arrostrar las preocupaciones y la excomunión,la falta de señoras protestaría contra semejanteescándalo. En Medellín no hay función completasin baile; y en los arrabales hace furor el bambuco.Los que se precian de inteligentes en el arte coreo-gráfico se convienen sobre los medios de danzar unpoco o de obtener el permiso para que lo haga lajuventud. Lo principal es saber cuál será el puntode reunión y a quién se convidará, dos puntos deimportancia que suscitan no pocas dificultades; peropor fin se ponen todos de acuerdo. Luégo ocurrendudas sobre lo que dirá el cura; cada convidadocorre a pedir permiso a su confesor; los más lo ob-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 106: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAy 109

tienen, y los que no ... se lo toman, prometiéndoseuna larga penitencia.

Durante aquellas fiestas, en las que toman partetodas las clases de la sociedad, entregándose a susplaceres favoritos, no ocu-rren excesos ni desórde-nes; se apela un poco a las bebidas espirituosas;pero la alegría no llega nunca a la embriaguez. Aldía siguiente continúan todos sus tareas ordinarias,y la ciudad recobra su calma.

x

LA. PROVINCIA. DE ANTIOQUIA

DESCUBRIMIENTO DE ANTIOQUIA.-EL GUERRERO SAN-TIAGO.-CIVILIZACION DE LOS IKDIGENAS.-INVEN-CION DE LA BALANZA.-EL PERRO AMERICANO.-LI-MITES DE LA PROVINCIA.--DIVISION y PUKTOS ]\'0-TABLES DE LA CORDILLERA.-RIOS.-NA VEGACIONEN E~ CAUCA.-VIAS DE COMUNICACION.

Cmmdo los primeros pobladores de Cartagenahubieron disipado los tesoros que trajeron del vallede Zenú, concentráronse todas sus esperanzas enel nuevo establecimiento de Darién, que debía ser-virles de base de operaciones para el descubrimien-to de las provincias del Sur.

En el mes de abril de 1536, Pedro de Heredia,gobernador de Cartagena, partió de la colonia deSan Sebastián con doscientos diez infantes y cin-cuenta caballos: remontó durante algunos días elAtrato, y desembarcando después en la orilla de-recha;ihfenlóse' en las terrenOs 'pantanosos, cubier-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 107: Relatos de Viajeros Saffray

110 VIAJE A. NUEVA. GRANADA.

tos de impenetrables bosques, que aún hoy parecendesafiar la audacia del hombre.

Es necesario haber visto aquellas tierras bajas,surcadas por canales y pantanos, erizadas de espi-nos y palmeras, y obstruídas por el inextricablelaberinto que forman los troncos derribados, lasenredaderas y los bejucos, para comprender lasfatigas, los peligros, los inauditos trabajos quearrostraron durante algún tiempo los españoles deHeredia. Baste decir que en tres meses no recorrie-ron más de cuarenta leguas.

La lluvia les molestaba diariamente; no era po-sible encender fuego, por falta de leña seca; losmiasmas descomponían la sangre y no pasaban díasin que en el camino quedaran algunos hombres ycaballos, que aún vivos, eran presa de los gusanos,y sentían corroer sus huesos por estos insectosinmundos antes de llegar la hora de la muerte.

Sin embargo, los que sobrevivían iban avan-zando siempre; habíanles dicho que encontraríanoro al otro lado de las montañas, y querían obtenerel precioso metal o morir.

Algunos hombres que aún conservaban su ro-bustez se adelantaron como batidores, y al cabo dealgunos días llegaron a un pueblo indio que teníasus viviendas en los árboles, a fin de evitar lasinundaciones y las acometidas de las fieras. Unintérprete se puso en comunicación con los indíge-nas, valiéndose de señas cuando no le comprendían,y así supieron los españoles que les era imposiblellegar por aquel camino a la tierra de Babaybé,objeto de la. expedición. lIeredia se vio, pues, pre-cisado a conducir a San Sebastián los restos de sutropa.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 108: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR,SAFFRAY 111

Pero estaba dicho que nada detendría a los aven-tureros castellanos.

Al año siguiente, algunos de los individuos quehabían sobrevivido a la desgraciada expedición deHeredia obtuvieron autorización para acometerpor segunda vez la empresa, a las órdenes del ca-pitán Francisco César. Este jefe comenzó por esco-ger cuidadosamente cien hombres, sin admitir másque veteranos aclimatados; dirigió por sí mismotodos los preparativos para la expedición, y reuniócierto número de caballos, a pesar de las dificulta-des que en su concepto podría ocasionar la conduc-ción, pues la experiencia le había demostrado cuánútiles eran en los encuentros con los indios.

César resolvió franquear a toda costa las mOll-

tañas de Abibe, ramificación de la cordillera occi-dental, cuya anchura media es de unas veinte le-guas. Costóle esta primera etapa una tercera partede sus hombres y la mitad de los caballos; perocuando los aventureros, agobiados de cansancic,descubrieron en lontananza el valle de Guaca, es-capóse de sus pechos un grito de alegría.

El valle bañado por el Cauca estaba cubierto depueblecillos, y grande fue el asombro de los indí-genas al ver hombres blancos con ropas, y animalesdesconocidos. Unos querían luchar, y otros em-prender la fuga, pero los intérpretes les dieron aentender que los blancos iban como amigos, indu-ciéndoles a que trajeran víveres en abundancia.

Mientras que los españoles reposaban de susfatigas, preparándose a instalarse en el país, elcacique Nutibara, a quien se indicó cuán reducidoera (óllnúrnero de lOS!3xtrªnjeros~ .pUj¡O en pie deguerra un ejército de diez mil hombres, no dudando

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 109: Relatos de Viajeros Saffray

112 VIAJE A .NUEVA GRANADA

que conseguiría exterminar hasta el último de losintrusos.

El combate que se :,¡iguiófue terrible: el ca-pitánCésar mató por su propia mano al hermano delcacique, y en pocas horas perecieron centenares deindios.

El historiador Pedro Simón refiere que en lomás recio de la pelea se vio aparecer de pronto,montado en brioso corcel, un guerrero armado depunta en blanco, que hizo morder el polvo a másde cien infieles mientras que su ejemplo animabaa los españoles, asegurándoles la victoria. Esteguerrero era el mismo Santiago, el santo apóstol,que no dejaba nunca de prestar a sus compatriotasun auxilio milagroso en las ocasiones solemnes. Elbuen P. Simón cuenta con mucha formalidad queal otro día de la batalla se presentaron los indiosa pedir paz, extrañándose mucho de no ver entrelos españoles al invulnerable paladín que sembrarala muerte en sus filas.

Algunos días después del eombate, una india,cediendo a las amenazas, indicó al capitán Césaruna tumba de la cual se extranjeron cuarenta milducados de oro. Los conquistadores ihan por fin arealizar sus dorados sueños; pero advertidos, tam-bién por una mujer, que todos los guerreros delvalle se reunían para combatirles, juzgaron opor-tuno tomar el camino de la costa.

Sin embargo, la expedición de César preparóde una manera eficaz la que debía seguir y dar porresultado la conquista de la rica provincia cuyolímite meridional ocupaba el valle de Guaca.

Juan de Vadillo, juez de Cartagena, se habíahecho culpable de concusión y usurpación de po-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 110: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 113

\1eres, y SUS amigos le aconsejaron que se lanzaseen alguna expedición, cuyo éxito pudiera preser-

I varle del castigo, anulando a la vez las justas que-! jas elevadas contra él al gobierno de España. Esteera en aquella época el medio adoptado por los que,cometían desacie.rtos, observando una conducta re-prensible. Entonces, como en los días de Petronio,se podía decir: Quid faciant lege ubi sola pecuniaregnat? (lo Qué hacen las leyes allí donde sólo reinael dinero i)

Vadillo reunió cuatrocientos hombres y otrostantos caballos, con un gran número de esclavospara llevar los víveres, las armas y todo el mate-rial, eligiendo por segundo a :Francisco César, cuyosrelatos le habían inducido a dirigirse por el ladodel valle de Guaca. Con los expedicionarios iba elhistoriador Cieza de León, autor de la Crónica delPerú.

Vadillo salió de San Sebastián a principios de1538, y siguiendo primeramente las huellas de Cé-sar, penetró después por otra vía en el valle deGuaca, pero el cacique Nutibara defendió la entradacon tal tesón, que los españoles hubieron de reple-garse hacia las tierras del cacique Nori, quien loscondujo a la provincia de Buriticá, riquísima enminas de oro.

El pueblo principal fue tomado por asalto y elbotín excedió a las esperanzas de los aventureros.Llegados a las orillas del Cauca, juzgaron los es-pañoles que la corriente era demasiado rápida paraintentar el paso, y por lo tanto avanzaron con len-titud por la orilla izquierda hasta llegar a Cara-manta. Penetraron luégo en una tierra poco hospi--talaria a la cual dieron el nombre de.A.nserma, de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 111: Relatos de Viajeros Saffray

114 VIAJE A NUEVA GRANADA

la palabra india anzer, que significa sal, porqu¿vieron allí, por primera vez, que los indios hacíanevaporar el agua en las fuentes saladas. Poco más .•allá, y no sin gran sorpresa, reconocieron las hue-·Has de otros expedicionarios: eran los que a lasórdenes de Belalcázar habían venido de Cali hastaaquellos parajes. '

Comprendiendo Vadillo que había fracasado suempresa, tocó retirada, y poco después separó~ede su gente, sin dejar a cada uno de los soldadosque sobrevivieron, más que un valor de diez pias-tras, en pago de sus fatigas y peligros durante unaño.

Estaba reservado a Jorge Robledo completar eldescubrimiento de la provincia de Antioquia, fun-dando los primeros establecimientos.

Robledo era hombre enérgico, ambicioso, estabaya acostumbrado a los trabajos de la conquista, yhabía acompañado a Sebastián de Belalcázar en laexpedición de Popayán.

Después de haber dejado una pequeña coloniaen el valle de Umbría, bajó hacia Caramanta, vencióa IQS indios de Arma, fundando en este sitio pocodespués una ciudad, pasó por la orilla derecha delCauea, y pudo determinar por completo el cursode este gran río, cuya desembocadura en el Mag-dalena fue reconocida algunos años antes por loscolonos de Santa Marta.

Robledo fundó en 1540 la ciudad de Cartago, enla orilla derecha del Cauea, pero después hubo desuspender sus descubrimientos y conquistas obe-deciendo las órdenes del gobernador de Popayán.

Al cabo de un año volvió a ponerse en marcha,y siguiendo la orilla derecha del Cauea hizo reC0110-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 112: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 115

cer los pueblos de Pascua y de Nungía, ricos en sa-linas, pero no osó aventurarse a través de la heladacordillera de Arby (hoy liervé).

Poco después ofrecióse a su vista el valle deAburrá, al que dio el nombre de Medellín, en recuer-do de una ciuda<;l de Extremadura que se elevasobre el Guadialla. Desde el principio <le sus cam-pañas no había estado nunca en un país tan deli-cioso: los cam~JOScultivados, los plantíos de árbolesfrutales, y los pueblos populosos, se extendían enun espacio que no alcanzaba la vista; era la tierrade promisión después del desierto.

Los habitantes, de carácter pacífico, no intenta-ron rechazar a los españoles, muy lejos de ello, po-seídos de un pánico indecible a su solo aspecto,muchos se dieron muerte estrangulándose, y fuemenester no poca paciencia y buenos tratamientospara hacerles comprender que los españoles no erandemonios.

Alejándose del valle de Aburrá, después dehaber descansado de sus fatigas, los aventurerosfranquearon la cordillera, cruzaron el Cauca enbalsas de bambú, y fueron en busca de nuevas tie-rras. Sólo en marchas y contramarchas pasaronalgunos meses, hasta que desanimados, faltos derecursos, sin calzado, casi desnudos, y temiendovolver a cruzar el río,. cayeron sobre el valle deEbéjico, donde fundaron la ciudad de Santa Féde A.ntioquia.

Terminada la primera instalación, Robledo re-solvió volver a Cartagel1a, y pasar desde allí a Es-paña, a fin de obtener el gobierno del país quehabía descubierto. Acompañado solo de doce hom-bres, sin- gÚía ningu:ria,peioimpelido por la ambi-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 113: Relatos de Viajeros Saffray

116 VIAJE A. NUEVA. GRANADA

ClOn,osó aventurarse en el camino de San Sebas-tián, a través de los bosques, de los pueblos hostiles,y de los peligros sin número que le amenazaban.

Al fin llegó casi desnudo, destrozado y sin po-derse sostener apenas, pero en vez de los honoresque esperaba, encerráronle en un calabozo pororden del gobernador, bajo el pretexto de que lastierras descubiertas por él pertenecían a la juris-dicción de Cartagella.

El territorio de la provincia actual de Antioquiaestaba habitado en tiempo de la conquista por nu-merosos pueblos, bárbaros los unos, civilizados losotros. Los habitantes eran mucho más valerosos quelos indios de la costa. Ya hemos visto que el caciqueNutibara rechazó valerosamente la invasión de suterritorio, sus soldados hostigaron largo tiempo alos españoles durante la retirada y tal era su furor,que devoraban los heridos y los rezagados.

Este hecho no tenía hasta cierto punto nada departicular, puesto que en el valle de Antioquia erantodos antropófagos. Cieza refiere que un cacique,amigo de los españoles, llamado Nabonuco, fue undía a visitar a Robledo, seguido de tres mujeres.A una señal de su amo, dos de ellos se echaron enel suelo, y el indio, con gran asombro de los blan-cos se sentó encima, cual si fueran almohadones, afin de estar en una postura más digna durante laconferencia. Y como le preguntasen que haría conla tercera mujer, contestó tranquilamente: "VO)Ta comérmela".

Los ebejicianos casaban a sus prisioneros conlas mujeres de la tribu para comerse los hijos quetuvieran y cuando los hombres llegaban a ser vie-jos, también servían para el festín.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 114: Relatos de Viajeros Saffray

DOOTOR 8A.PFRA Y 117

En la orilla derecha del Canca, las tribus deQuimbaya engordaban a sus prisioneros, despuésde encerralos en grandes jaulas de bambú, pararegalarse en los días solemnes, pero esto era paraellos un lujo, no una necesidad relativa, CQl110 enalgunos pueblos del estado salvaje. Sus tierras,muy bien cultivadas, producía:n abundtmtemente elmaíz, la yuca y otras raíces, y los árboles frutalesrodeaban sus casas. Los indígenas eran hombresaltos y robustos, las mujeres no carecían de graciay belleza y llevaban por único traje una estrechafaja de tejido.

Estos indios hacían sacrificios humanos a gran-des ídolos de madera, sus armas eran las flechas,la jabalina, la maza y la honda. En cuanto a susadmnos, consistían en alhajas de oro, muy nume-rosas. Su princip~l riqueza procedía del comerciode la sal.

Los indios de Arina admiraron a los españolespor su buena organización militar, marchaban alcombate en cuerpos regulares, con banderas de fi-guras simbólicas y estrellas de oro. Los jefes sedistinguían por una diadema y brazaletes de aquelprecioso metal, artísticamente trabajados.

El cacique regaló a Robledo un vaso de oroque podría contener dos cuartillos de agua y cuyopeso era de unas tres libras.

Todo anunciaba en aquellos indios una civiliza-ción ya antigua. Los españoles fundaron en su te-rritorio 'un establecimiento importante, pero no:prosperó mucho tiempo. Arma no es hoy más queun miserable pueblo.

up_LQB indígenaB de Gu.acaaventajahan por muchoen civilización a los demás pueblos de la provincia.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 115: Relatos de Viajeros Saffray

118 VIAJE A NUEVA GRANADA

En su valle bien cultivado, veíanse casas grandesy perfectamente construídas, rodeadas de bonitosjardines donde crecía la guayaba, las ananas y di-versas especies de palmeras útiles. El pueblo eraindustrioso y rico, hombres y mujeres vestían ropasde. algodón, y habían progresado mucho en el artede trabajar el oro.

Cuando el cacique visitaba los pueblos o dirigíauna expedición hacíase llevar en una litera de bam-bú cubierta de hojas de 01'0, muy delgadas y bru-

. ñidas.Los funerales se celebraban con gran pompa,

enterrándose con el difunto sus más preciosos ob-jetos así como las mujeres favoritas de su harem.

Ya hemos dicho que una india de Guaca descu-brió a los españoles una de esas ricas sepulturas.En toda Nueva Granada se da hoy el nombre deGuaca a las tumbas indias, probablemente en me-moria del primer tesoro de este género descubiertoen la provincia de Antioquia.

Hemos adquirido un gran número de objetosprocedentes del valle de Guaca: son vasos de tierraroja, parda o negra, notables por la elegancia dela forma, la originalidad de los adornos, las cu-riosas imágenes y el barniz inalterable que les cu-bre. Hemos tenido así mismo objetos de oro, pordemás interesantes bajo el punto de vista de laejecución, y también porque han servido para des-cubrir una parte de los procedimientos de que sevalían los plateros indígenas.

La mayor parte de los habitantes de NuevaGranada creen que los indios conocían plantas cuyojugo tenía la virtud de comunicar al oro tánta ma-leabilidad como la cera: esta creencia data de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 116: Relatos de Viajeros Saffray

DOOTOR SAFFRAY 119

remota época, pues ya la encontramos en un libromuy curioso publicado en 1786 por un tal AntonioJulián, bajo el título de Perla de América. Hé aquísus propias palabras:

"Se repite por todas partes, según cierta tra-dición generalmente admitida, que los indios cono-cen una yerba que ablanda los metales, comunicán-doles la maleabilidad que se desea. Esto se dice yse cree por los hombres más inteligentes de la pro-vincia. "

En el pueblo de Buriticá fue donde los compa-ñeros de Robledo vieron por primera vez los hor-nillos de tierra y los útiles empleados por los in-dios para fundir y trabajar el oro. Hemos recono-cido, en ídolos compuestos de varias piezas, quehacían uso de la soldadura; y también que estabanfamiliarizados con las aleaciones de cobre, tantopara aumentar la masa del metal como para cons-truir buriles.

El cronista Cieza, al dar otros detalles sobre laindustria de los indígenas de la provincia, dice que"se servían de balanzas para pesar el oro". Si setratara de un escritor menos concienzudo, este aser-to aislado podría inspirar alguna duda; pero elautor de la Crónica del Perú ha justificado siemprela magnífica profesión de fe de su prefacio, dondedice: "Me propongo referir aquí cuanto he visto,y aquello de que me acuerdo, sin tratar de añadirni suprimir y dejando al lector que juzgue por símismo". Por otra parte, es sabido que la balanzase conocía entre los peruanos. En el año de 1525,Bartolomé Ruiz, piloto de Pizarro, que navegabapor las costas del Pacífico, desde el golfo de Panamábásta erEcuadoi,· encoñtr6 -en-el-mar-- una balsa

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 117: Relatos de Viajeros Saffray

120 VIAJE A NUEVA GRANADA

cargada de tejidos de algodón y-de lana, y habién-dola abordado, vio que sus tripulantes llevabanunas balanzas para pesar el ero, que debían cam-biar por sus productos en la costa del Chocó. ¿ Ha-bían inventado los peruanos la balanza' ~Era 1111aherencia de las civilizaciones anteriores? ~La ten-drían acaso los indios de Nueva Granada por mediode los del Perú? Faltan los datos para contestar aestas preguntas, así C01110 también para dete-cmillarel origen de este instrumento en el antiguo conti-nente.

En la preciosa Crónica de Cieza es donde encon-tramos también por primera vez una noticia posi-tiva sobre la existencia del perro doméstico envarias naciones de la América del Sur. Los espa-ñoles hallaron los primeros perros en el valle deAburrá, y no oyéndoles ladrar, diéronles el nombrede perros mudos. Según Garcilazo de la Vega, ensu Historia general del PerÚ, encontráronse tambiénen este país varios de dichos animales, que pare-cían ser una variedad del perro de pastor.

Por esta breve reseña vemos que los aventurerosespañoles hallaban a eada paso en sus correríascosas dignas de su admiración y estudio, en pre-sencia de civilizaciones tan diversas en que labarbarie se daba la mano con las más refinadascostumbres, pero aquellos hombres ávidos de rique-zas, ignorantes y supertieiosos, no nos han trans-mitido sino datos muy incompletos acerca de laparte más interesante de sus aventuradas excur-siones. iBuscaban oro, siempre oro! ~Qué impor-taba lo demás?

Los detalles que doy a continuación se refierena la provincia de Antioquia, tal como era antes

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 118: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 121

<lela reciente división de Nueva Granada en mayornúmero de Estados.

La provincia de Antioquia se extiende desde el5° al 8° 34' de latitud boreal, y de 0° 6' al 2° 18'de longitud occidental, según el meridiano de Bo-gotá. Comprende dos mil doscientas leguas cuadra-das, cuya mayor extensión estl1cubierta de bosques;los pastos ocupan unas trescientas leguas y el cul-tivo de setenta a ocbenta cuadradas.

Todo concurre a que esta provincia sea el co-razón de la República neo-granadina; ninguna. otrareúne tántos elementos de prosperidad limitada enun lado por la cordillera occidental, en cuya faldase desliza el Cauca, está cruzada por las numerosasramificaciones de la. central, que forman, a unaaltitud media de dos mil quinientos metros, nnasmesetas accidentadas, donde reina todo el año elclima de Francia en la primavera; mientras que sise baja a la cuenca del Magdalena, se sienten losardores de la región ecuatorial.

Partiendo del valle de Medellín y si nos dirigi-mos hacia Santa Rosa por el camino real, vemosdesarrollarse basta el último confín del horizontelas vigorosas ondulaciones de las montañas, seme-jantes a. nn mar de verdura. Si se sigue el caminode Sonsón, a la uniformidad grandiosa sustituye elmás imponente desorden: parece que las montañashan caído en revuelta confusión, no se distinguenmás que elevadas cimas; las profundidades se ocul-tan bajo un espeso vapor y más lejos, por la partedel sur, brilla de una manera singular el ventisque-ro del Ruiz.

Añtes-de llegar a-Márlni11a, en el camino deNare a Medel1ín y si el viajero se inclina a la de-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 119: Relatos de Viajeros Saffray

122 VIAJE A NUEVA GRANADA

recha siguiendo el camino de Santo Domingo, paradirigirse en línea recta hacia el valle de Medellín,se llega por una sucesión de pendientes bastantesuaves al punto culminante de la cordillera, dondese tiene con frecuencia la buena suerte de contem-plar uno de los espectáculos más grandiosos quepuede ofrecer la espléndida naturaleza de los Alpesgranadinos. Ante el viajero se prolonga una líneaazulada de montañas de ondulada cresta, que es lacordillera occidental; a sus pies hay una rápidapendiente que termina en un abismo flotante denubes; y de este inmenso dosel, suspendido sobreel valle, destácanse en lontananza algunas verdosascimas. La vista deslumbrada se pierde en las vapo-rosas extensiones, a las que comunican relieves fan-tásticos los rayos del sol levante; las nubes, vistaspor debajo, distan mucho de ofrecer la uniformidadde superficies que ofrecen desde otro punto; su as·pecto es más rico en colores, más imprevistas susformas, pero de repente, en aquel mar caprichosoforma un vacío alguna ráfaga de viento, el sol pro-yecta una inmensa decoración de gloria y se ve ilu-minarse, a una profundidad que parece incalculable,todo el valle del Porce, sembrado de granjas, debosquecillo s y de praderas.

La provincia de Antioquia, gracias a la felizdisposición de las cordilleras, es muy rica en co-rrientes de agua, el Nare se vierte en el Magdalena,el Porce baña el valle de Medellín; toma el nombrede Nechí, y desagua en el Cauca, afluente o más bienhermoso gemelo del Magdalena. El Guadalupe, tri-butario del Nechí, presenta uno de los saltos deagua más notables del mundo; después de formal'dos cascadas en gradería, cada cual de ....mos cien

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 120: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 123

metros de altura, precipítase de un solo golpe auna profundidad de cuatrocientos a quinientos, perodesgraciadamente esta maravilla de la naturalezaestá en una región casi solitaria, y por lo mismopermanece desconocida.

Ninguno de estos ríos se presta a la navega-ción, su curso está interrumpido por cascadas, re-molinos, saltos de agua y rocas desprendidas, enalgunos puntos precipítase la coniente en una ca-verna, y vuelve a salir a varios centenares de me-tros más lejos como sucede en Puente Piedra yPuente Tierra, en el Nare.

El mismo Cauca, a pesar de cuanto dicen alguno:5granadinos, no es navegable en la provincia deAntioquia. La corriente es muy rápida desde ladesembocadura hasta Espíritu Santo, donde co-mienza una serie de obstáculos, en el punto llamadoRemango, el río forma un remolino que ningunaembarcación podría franquear; más lejos, en 01'0-

bajo, toda la masa líquida se oprime en una especiede pasadizo que apenas tenurá veinticinco metrosde anchura, a los 6° 46' de latitud está la cataratade Juan García, formada por un desprendimientode rocas. La empresa de hacer el Cauca navegablees el bello ideal de los habitantes de la provincia deAntioquia; pero esto no pasará de ser un sueñoimposible de realizar. Por el Atrato es por dondepodría establecerse una comunicación fácil con elocéano.

Para dirigirse de un punto a otro de la pro-vincia es preciso viajar a pie, a caballo, o a lomode buey o sobre las espaldas de un hombre, segúnque se sigue elcahiinorea1, el de las cOll1unicacio-nes cortas, o el que allí llaman la trocha, sendero

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 121: Relatos de Viajeros Saffray

124 VIAJE A NUEVA GRANADA

apenas indicado, que frecuentan principalmente losconductores. Antes de recorrede yo, jamás hubieracreído que el buey, tan pesado en apariencia, fueramejor montura que el mulo en caminos llenos debarrancos, fangosos, obstruídos por raíces, troncosy rocas, cortados por torrentes y bordeados de pre-cipicios. Sin embargo, nada tan seguro como elbuey, no siendo cuestión de ir a prisa, sino de llegarsano y salvo; el animal sale de un mal paso allídonde la mula más diestra y vigorosa perdería pieo se hundiría. Al llegar a un sitio por donde el bueyno puede pasar, es preciso dejarse conducir. Nuncahe viajado de una manera tan desagradable; másvaldría ir por su propio pie; pero al qne no tienecostumbre de recorrer aquellos senderos le es im-posible andar. Sentado sobre la sillita que el con-ductor lleva al hombro, hay momentos en que vues-tra vida y la suya dependen de la inmovilidad; enaquellos momentos no sois más que una maleta o unfardo, y debéis parecerlo así; si el conductor daun paso en falso y os deja caer en el agua, en elcieno o en las piedras, no es responsable de lasaverías.

Los puentes son raros; se vadean los torrentesy los riachuelos, y si éstos llevan gran caudal deagna, se ha de tener paciencia y esperar hasta quebaje.

El dibujo que he conservado y que representaun puente sobre el Porce (valle de Medellín), podrádar una idea bastante exacta del arte primitivo delos ingenieros del país. Por lo regular debe unoapearse para cruzar el puente; las flexibles tablasondulan bajo los pies de una manera alarmante;algunas vigas ausentes permiten ver el agua que se

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 122: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 125

estrella ruidosamente contra las rocas, y por pocoque vuestra montura sea espantadiza o caprichosa,es preciso aguardar refuerzo para vencer su re-pugnancia.

Las vías de comunicación de la provincia se ha-llan por lo regular en un estado lamentable. Loshabitantes dicen que ya abrirán buenos caminoscuando su comercio sea de más consideración, y noes posible hacerles comprender que deben comenzarpor facilitar las comunicaciones. En la actualidadsucede que los gastos de transporte aumentan elvalor de los productos agrícolas en la proporciónde cinco a seis pesetas por quintal, sólo en un tra-yecto de cuatro leguas,

XICLIMA DE LA PROVINCIA.-TIERRAS CALIDAS, TEMPLA-

DAS Y FRIAS.-POBLACION y COSTUMBRES.-COMER-CIO E INDUSTRIA.-HISTORIA DE IJA CARA DE AZU-CAR.-EL AZUCAR CONSIDERADO COMO ALIMENTO.OJEADA SOBRE LA FAUNA Y LA FLORA DE LA PRO-VINCIA ..

Sólo hay dos estaciones en la provincia de An-tioquia: la seca y la lluviosa; cada una de las cualesdura unos seis meses. La primera comienza en elsolsticio de diciembre, y la segunda en el de junio,pero no deben tomarse en el sentido absoluto lascalificaciones de estación seca y estación cálida.Durante los seis meses de verano cae bastante aguapara- alimentartas plantas a partir de la- elevaciónde unos mil metros. En el invierno o estación llu-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 123: Relatos de Viajeros Saffray

126 VIAJE A NUEVA GRANADA

viosa, el cielo se conserva sereno a menudo porespacio de varios días, y los turbios muy abundantes,no se prolongan largo tiempo. Por lo que hace ala temperatura, no varía de una estación a otramás que en dos o tres grados.

Bastaría elegir, según la altitud, una llanura,un valle, una meseta o una montaña, para encon-trar el clima que se prefiere: en ciertas regiones setienen todas a mano en un radio de pocas leguas.Calcúlase que la temperatura decrece por términomedio un grado por cada ciento setenta o cientoochenta metros de elevación. En Cartagcna y en ladesembocadura del Magdalena, la temperatura me-dia es de 33° ('); a tres mil metros, es de 27° (~) ;a dos mil, 24° (T) ; a tres mil, de 11°, y a cuatro mil,de 5° centígrados. Sin embargo, obsérvase que nodecrece de una manera uniforme a medida que unose eleva; la capa de aire que más rápidamente seenfría está comprendida entre dos mil quinientosy tres mil metros.

Esta diferencia de temperatura, correspondesobre todo a la elevación de las diversas regiones;ha sido causa de que se adopte aquí la división detierras cálidas, templadas y frías. Las primerasse elevan a unos seiscientos metros; es el país delos cocoteros, de las escitamíneas y de los helechosen árbol. La zona templada está comprendida entreseiscientos y dos mil metros; aun se ven allí pal-meras y befarias de flores cambiantes, que engala-nan el lindero de los bosques. Las tierras frías quese hallan a tres mil metros, no ofrecen nada delaspecto tropical; allí se desarrollan tristes bosquesde encinas de carcomido tronco con el ramaje car-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 124: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 127

gado de parásitos; pero también se encuentran al-gunas bonitas liliáceas, fucsias y graciosos yaros.

Sobre esta región se extienden los páramos omesetas frías, y a partir de los tres mil quinientosmetros ya no se ven árboles; los arbustos achapa-rrados y las plantas alpinas vegetan hasta la alturade cuatro mil cien metros; después no produce elterreno más que algunas escasas gramíneas -y lí-quenes, hasta el límite de las nieves, que varía entrecuatro mil setecientos y cuatro mil novecientosmetros.

A pesar del gran número de experimentos quepractiqué, no me ha sido posible reconocer una dis-minución de la humedad atmosférica en proporcióna la altitud, a no ser a partir de una elevación detres mil trescientos metros, límite de la formaciónde las nubes espesas. La zona más eléctrica estácomprendida entre dos mil doscientos y dos milquinientos metros. En esta altura es donde se venestallar las más grandiosas tempestades, acompa-ñadas de copiosas lluvias.

La cantidad de agua que cae todos los años enlas tierras templadas equivale a una columna de1 m. 80, mientras que el término medio de Europaes de 50 centímetros. En las tierras cálidas delChocó se puede estimar en una tercera parte másla altura que da el udómetro: de las observacioneshechas en Guayaquil resultaron 2 m. 43.

La provincia de Antioquia contiene unos cientoveintitrés mil habitantes, que pueden distribuírseasí: descendientes de españoles, más o menos mez-clados con los indios, treinta mil; indios civilizados,mulatos y razás ci'Úzadas, setenta y ciilco nlil; ne-gTOS libres, trece mil, e indios salvajes, ('inco mil.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 125: Relatos de Viajeros Saffray

128 VIAJE A NUEVA GRANADA

El indio de pu.ra raza ha desaparecido comple-tamente, y sin embargo, en la época de la conquistano se contaban menos de quinientos mil indígenasen el territorio ocupado hoy por la provincia deAntioquia. ¡Pero podrá nadie extrañar su desapa-rición, cuando el escritor Oviedo se quejaba ya deque "se matara tan rápidamente a los indígenas,que no habían tenido tiempo los naturalistas paraestudiarlos '"

Los hijos de Antioquia son laboriosos, inteli-gentes y sobrios. El amor a la propiedad está muydesarrollado en ellos; cada cual quiere tener unrincón de tierra suyo, y casi todos lo consiguen.

El habitante de las regiones templadas participade la naturaleza que le rodea, es el agricultor deEuropa, pero vive más desahogadamente, bajo uncielo más benigno y en una tierra más fecunda. Sucasa está formada de juncos sobrepuestos, con te-cho de hojas de palmera; dos tabiques de bambúdividen la vivienda en tres compartimientos: el delcentro sirve de sala y de comedor; a derecha e iz-quierda se ve UlJaalcoba donde hay camas de bam-bú, y una pequeña habitación sirve de despensa. Elmueblaje de la sala se reduce a unos bancos debambú, una mesa y algunas sillas hechas con cuerosin curtir; otro pedazo de cuero hace las veces depuerta.

Detrás de la casa, o al lado, está la cocina, quecarece de chimenea; enciéndese el fuego en medio,entre unas grandes piedras, y el humo sale comopuede.

Los utensilios consisten en un gran mortero demadera para descortezar el maíz, una gran piedrade sienita, sobre la cual se machaca el grano C011

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 126: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 129

otra más pequeña, varias ollas de barro sin bañar,una chocolatera de lo mismo, calabazas} cucharasde madera, y troncos de bambú para conservar elagua.

Los instrumentos del agricultor correspondena la sencillez de su mobiliario; un hacha, un mache-te, una cuchilla, llamada allí calabozo, y un regatónde hierro, provisto de un largo mango, bastan paratodos sus trabajos.

La riqueza del amo consiste en una docena defanegadas de tierra; alrededor de la casa, en lapradera, pastan dos o tres vacas y gruñen algunoscerdos, 'mientras las gallinas cacarean debajo de losbananos, cerca de un campo de maíz. La caña deazúcar, la yuca, la arracacha (Aracacia esculenta),la mafafa (Arum esculentum), la batata (Convol-volus batata), las patatas, las habichuelas, las colesy las cebollas, completan el cultivo de los propie-tarios más industriosos, pero los más se fijan sobretodo en la banana, la caña de azúcar y el maíz.

El campesino no necesita muchos esfuerzos pa-ra obtener estos productos de primera necesidad:durante la estación seca corta los árboles y arbus-tos de una fanega da de tierra, y algunas semanasdespués prende fuego. Cuando el terreno se ha en-friado, practica con el regatón un agujero de doso tres pulgadas de profundidad, siembra el maíz yle cubre. Al cabo de dos meses arranca las malashierbas que hayal pie de cada mata, y a los tresobtiene una cosecha de mil por uno. La caña es vi-vaz y no se necesita cuidar de ella. En cuanto al ba-nano, basta despojarle, de vez en cuando, de lashojas marchitas y de los tallos secos para que bro-ten nuevos 'retoños.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 127: Relatos de Viajeros Saffray

130 VIAJE A NUEVA GRANADA.

Tal es la manera de vivir del mayor número delos habitantes de la provincia: vida sencilla, uni-forme y tranquila, sin placeres, sin sufrimientos ysin pasiones.

Sobre esta clase figura lo que allí llaman el ha-cendado; a éste no se le ha de pedir instrucción nirefinados modales, pero es generalmente honrado,inteligente e industrioso; es el hombre de morige-radas costumbres, fiel guardián del honor de su fa-milia, de ordinario muy numerosa; es buen vecino,buen amigo y hospitalario.

Fortuna es para el viajero encontrar al fin deldía una hacienda de buen aspecto; no conoce al amo,pero puede estar seguro de encontrar un patrónobsequioso, buena cena y mejor cama.

Dna pesada puerta da entrada a una praderapequeña contigua a la casa. El trabajo del día setermina temprano y la familia se reúne en la salao en la galería. Los niños echan puñados de maíza las gallinas y a los pavos; los criados separan a

, los terneros de sus madres; los trabajadores vuel-ven de los campos cargados de cañas de azúcar, debanana s verdes o amarillas y de cestos de frutos.El dueño distribuye un poco de sal a las mulas y alos caballos de mano, a los cuales se deja en liber-tad, y la esposa se ocupa en algunos quehaceresdomésticos.

Cuando los ladridos del perro anuncian la lle-gada de un forastero, el dueño de la casa sale a es-perarle a la puerta, invítale cordialmente a echarpie a tierra, teniendo el estribo, y con frecuenciadesensilla el caballo por su propia mano, mientrasque los criados descargan las. mulas. Hecho ésto, osofrece la mano, diciéndoos: "Entráis en vuesta C3-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 128: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 131

sa"; y en efecto, desde aquel instante, podéis estarallí con toda confianza.

Primeramente, os hacen sentar para desemba-razaras de las polainas y de las espuelas. Los caba-llos, después de haberse revolcado sobre la yerba,vienen a buscar el maíz que se les ha preparado, ylas mulas están ya en el pasto.

Después de haber colgado la silla' de montar enuna percha de madera y de arreglar conveniente-mente los bagajes, el amo os invita a que le sigáis.Una gran sala, separada en dos partes por otrostantos tabiques, y cuatro gabinetes en los ángulos,constituyen la habitación; la pieza del centro sirvede comedor. En medio hay una gran mesa, y a loslados largos bancos, sillas de cuero y dos pesadossillones. Una mesita adornada con un crucifijo, al-gunos vasos de cristal, varios frascos dorados, y unespejo portátil, es lo primero que llama la aten-ción; adornan las paredes algunas estampas ilumi-nadas, sujetas por medio de espinas de cactus.

Las dos alcobas que hay a derecha e izquierdano tienen puerta; una cortina de muselina blancacon lazos de cinta cierra a medias la entrada. Lascamas, de construcción muy sencilla, son numero-sas, porque la familia aumenta rápidamente, puesal casarse las hijas, permanecen bajo el techo pa-terno.

Frente a la puerta de entrada, hay otra seme-jante que da al patio, donde está la cocina y la cua-dra, y una especie de barranca para los trabajado-res. Cuando hay ventanas, carecen de vidrios, pre-sentando en su lugar un enrejado de madera.

La cena que se ofrece es sencilla, pero siemprebuena después· de un día de ·c·a:illiIlo.Siel patrón se

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 129: Relatos de Viajeros Saffray

132 VIAJE A NUEVA GRANADA

cree igual a su huésped, por la categoría,.. siéntasecon él a la mesa; la esposa y las hijas le sirven conel mayor agrado.

Llegada la hora de retirarse a descansar, eldueño os indica vuestra cama, donde se acaban deponer sábanas muy limpias y una colcha; pero sino tenéis sueño, os hacen compañía con la mayorcomplacencia,' y si alguno dirige preguntas, procu-ra que sean discretas. Por lo regular, allí, como enotras partes, se juzga de vuestro valer por el nú-mero de criados que os siguen, por el aspecto delequipaje, la belleza del caballo y sus arneses.

Si el forastero no va de prisa, si viaja por re-creo, si unos ojos negros han cautivado su atencióny si desea perman~cer un día más en la casa, puedehacerlo con la seguridad de que no le pondrán mala'cara ni dejarán sus patrones de mostrarse obse-qUIOSOS.

El natural de Antioquia es muy amante de supatria, y a pesar de sus costumbres pacíficas, estásiempre dispuesto a combatir con valor los pronun-ciamientos de las provincias inmediatas, que sonturbulentas y difíciles de gobernar. Jenofonte hadicho: "Las gavillas de mieses comunican a los quelas hacen crecer el valor suficiente para defen-derlas. "

El antioqueño, propietario de un campo, y acos-tumbrado a una vida tranquila y honrada, es ene-migo de las revoluciones; mientras que la provin-cia del Cauca, donde los más de los habitantes noson propietarios, proporcicnan siempre un contin-gente numeroso a los generales ávidos de poder.

Aquí se emplea mejor el tiempo; el comercio, laindustria y la agricultura, ofrecen recursos inago-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 130: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 13E

tables, y cada cual se esfuerza por adquirir un mo-desto bienestar, pero a causa de la misma sencille2de gustos y de las limitadas aspiraciones de aque-llos naturales, no se aprovecha sino una pequeñvparte de las riquezas que se tienen a la mano.

El comercio se limita casi al tráfico que se haCEen Medellín. No hay fábricas ni grandes talleres erla provincia. El arte del tintoreo es casi descono-cido, aunque el suelo produce plantas preciosasque importaría dar a conocer a la industria euro-pea. He visto teñir de amarillo con la brujita (Ru-bia), de encarnado en una decoccióll de salvia amarga (Cupatorium), de verde con las hojas de chilc~(Baccharis), y de negro con la corteza del e8cor<(Malpighia). El índigo crece espontáneamente, pe1'0 no se sabe extraer la fécula colorante.

Los principales productos de la agricultura sonel maíz, que madura hasta la altitud de dos mil quinientos metros; la yuca, la arracacha (.Aracacia esculenta), la mafafa (Arum colocacia), la patataque prospera entre los mil quinientos y tres mimetros de altura, produciendo también a cuatro millas habichuelas, que se cultivan en la zona templada; el trigo, que da dos cosechas al año y prosperlentre los mil doscientos y mil seiscientos metrosel banano, cuyos frutos maduran hasta la elevaciólde mil ochocientos, y, por último, la caña de azúcar, algunas de cuyas variedades pueden utilizarsl

aún, sobre todo como forraje, hasta el límite de latierras frías.

Según vemos, la cuestión de altitud decide degénero de cultivo que conviene emprender en Ul

terreno dado, y así es que cuando se viaja por lo

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 131: Relatos de Viajeros Saffray

134 VIAJE A NUEVA GRANADA

sitios poblados de las Cordilleras, el aspecto de loscampos varía algunas veces de hora en hora.

En resumen, los.dos principales cultivos son losdel maíz y de la caña. El azúcar entra por una granparte de la alimentación, no refinado o purificadocuando menos, como se ve en los mercados de lasciudades,·sino en forma de panela, o de panes deuna libra. Un trabajador de las minas o de las gran-jas recibe de doscientos setenta y cinco a cuatro-cientos gramos de azúcar diariamente. Cuando via-jan los na1¡prales, no suelen llevar consigo más quepan de maíz' y panelas; los muleteros se contentancon comer azúcar mojado en agua fresca.

Yo hice a menudo como ellos y me iba muy bien;el agua caliente azucarada sustituye allí al choco-late por la tarde.

El uso del azúcar en grandes dosis produce enel europeo al principio algunos accidentes biliosos,pero no tarda en acostumbrarse y entonces le pa-.rece indispensable aquel artículo.

El viajero que aprecie en mucho su caballo de-be llevar siempre consigo una o dos libras de pa-nelas, para las horas más calurosas del día.

En efecto, el azúcar es un alimento respiratoriopor excelencia; es decir, que puede facilitar, conpequeña dosis, los materiales de combustión hú-meda que mantiene el calor. El maíz, el más rico delos cereales en principios grasos y en ázoe, el cacaoy una pequeña porción de carne, bastan para for-mar, con el azúcar, una alimentación completa.

He leído recientemente, en un libro destinado ala instrucción de la juventud, que la caña de azúcarera originaria de las Antillas. Tanto valdría decirque la patata fue trasportada de Irlanda a América

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 132: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 13

por el famoso almirante Releigh. Isaías y Jeremía.hablan de unas cañas dulces que se traían desde lejos a Judea. Strabon dice que en la India crece un~caña de la que se extrae una miel semejante a la dilas abejas, y Marco Varron lo confirma.

Por último, Plinio hace también mención deazúcar, como producto de la Arabia y de la India

Las azucarerías del Estado de Antioquia se hallan casi todas instaladas bajo un sistema muy primitivo; las cañas se trituran entre dos cilindros dmadera, puestos en movimiento por mulas, y el jugl

es c·onducido a. cuatro o cinco calderas colocadasobre un largo hornillo. Allí se concentra por evaporación, desembarazándose de las impurezas e:forma de espuma, y al secarse sufre una. primer,cristalización. Cuando sale de la última caldera svierte en los moldes y recibe el nombre de panel¡¡

Hemos visto que en la provincia de Antioquie'xisten todos los climas, y así es que para estudiasu flora y su fauna se hace preciso referirse a caEtodos los vegetales y animales de Nueva Granad¡¡

En los bosques de los valles cálidos, en los deEfiladeros de la Cordillera, crecen vigorosamente lamás preciosas esencias, entre ellas el ébano, la caeba, el árbol llamado cedro' en el país, el laurel iTIdestructible, las mimosas, mezcladas con las saxifragas, y la madera del Brasil y de Campeche. Lapalmeras de todas dimensiones, los helechos arberescentes, de graciosos penachos, forman unas VE

ces grupos que prestan agradable sombra, destacárdose otras airosamente sobre el oscuro fondo de 1selva o bien dominan con su recortada corona lacimas cubiertas de flores. Las bromeliáceas de fibras textiles, y los soberbios cactus, forman de in

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 133: Relatos de Viajeros Saffray

136 VIAJE A NUEVA GRANADA

cho en trecho impenetrables espesuras, y en la ori-lla de las aguas y en terrenos pantanosos, el bambúinvasor levanta sus ramas gigantescas, labrando elsuelo con sus raíces rastreras, alimento favorito deltapir.

Sobre el tronco de los grandes árboles, los Po-thos parásitos arrollan sus guirnaldas de hojas dÍ-gitadas, mientras que la vainilla de odorífero frutoserpentea por el ramaje. La fantástica familia delas orquídeas, que sólo pide a la corteza un puntode apoyo, y que para vivir no necesita sino aire yluz, sorprende al observador a cada paso por laextraña variedad de sus flores. Esta es una mari-posa, aquella una avecilla; aquí ofrecen la formade moscas y otros insectos; más allá afectan la fi-gura de una urna o un incensario; diríase que sonla caprichosa obra de Titania durante una nochede estío.

La provincia de Antioquia ofrece al botánicouna maravillosa colección de plantas, muchas de lascuales son desconocidas aún en Europa. La higueraque mata a los árboles (Ficus dendrocida) enlazacon un delgado cordón, liso y flexible, el tronco deun anarcardo; préndese por medio de sus chupado-res, lanza en todos sentidos sus aéreos filetes, y en-volviéndose éstos a su vez al árbol hispitalario,vuelven a caer a tierra para echar de nuevo raíces.El bejuco crece, sus nudos llegan a soldar se y seensanchan; poco después comienzan a estrechar surobusto apoyo, le comprimen y le ahogan hasta quepor fin cae lentamente, reducido a polvo, dejandoen su lugar una columna hueca y abierta en un8010 día.

El puma, pequeño león sin crin, el jaguar y el

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 134: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 13

gato-tigre persiguen en aquellas soledades al ciervo, al gamo y a la. nutria; el langotis, el cabicu, loagutis y las pacas son para esos carniceros presafáciles y abundantes. El hormiguero y el tamandu:extienden su pegajosa lengua sobre los nidos -atérmites y hormigas, que les sirven de sabroso paEto, y el ai se agarra a los árboles para recorrelentamente su ramaje. Numerosas tribus de monOfentre los que figuran principalmente los ateles dcola prensil, los aragnates, los alnates y los belzebude larga barba, retozan allí alegremente; tambiése ven algunas variedades de sapajus, de macacoy de titís, y distínguese entre todos el midas leon:no, miniatura de un león.

Entre los seres alados, los buitres, las águilay los alcones representan la fuerza y la carnicerÍlmientras que los colibrís y los pájaros moscas, hciendo sus preciosos tintes, parecen no alimentansino del aire y del rocío, lo mismo que las florEcuyos jugos absorben.

Durante la noche se ve salir de sus agujeroslos repugnantes vampiros que chupan la sangre. 1garza real, las espátulas de ancho pico, los ánad€de metálico plumaje, animan las orillas de los rí(y las playas inundadas. En la espesura, los loroslas cotorras lanzan gritos atronador es que contra:tan con el monótono canto de la cigarra; más aIse ven aras azules, verdes y rojos, que lanzan a iJtervalos un ronco chillido; el tulcán de pico disfome vuela pesadameIlte en los grandes árboles.

En las 'partes descubiertas se ven perezosos (negro pelaje, pardos, azules y de color de púrpurque buscan granos y persiguen a los insectos. ]cardenal repite su grito estridente, que- ltdlft valk

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 135: Relatos de Viajeros Saffray

laS vIAJlJ A NUEVA GRANADA

el nombre de titiribís en la comarca; la viuda sesuspende en las yerbas de las sabanas y el caciquefija su nido de raíces trenzadas en la punta de lahoja de la palmera.

A la orilla de los torrentes circulan bandadasde mariposas, tan admirables por su tamaño comopor el brillo incomparable de sus alas; allí se ve elcalidriade, de color amarillo de oro; el himenites,de alas desnudas, como las de la libélula; el erebo,una de las mayores mariposas nocturnas, y el mor-fa menelas, de manto verdoso con visos de azul.

En la numerosa familia de las avispas; los po-listes y los prolibios suspenden de las ramas susnidos, formados de alveolos tan finos como el papelde seda, y cubiertos por fuéra de una resistentecapa de cartón. Muchos insectos notables por suforma, su talla y sus colores, atraen acá y allá lasmiradas del observador.

Los lagartos grises, azules y verdes, las sala-mandras y los hediondos gecos, corren por la arenade las playas, por los troncos o la hojarasca. Lasserpientes rastrean, acechan y cazan en los panta-nos, en los árboles o en las rocas. El gigantesco cró-talo, el tara, tan temible por su fuerza como por suveneno; el mapaná, cuya mordedura es rápidamen-te mortal para los mayores animales; el coralinoblanco y rojo, tan peligroso como seductor por suaspecto; la pudridora o serpiente gangrena, cuyavíctima queda reducida a las pocas horas a unamasa de podredumbre, y la patoquilla, que se apla-na a su antojo bajo el tronco que la cobija, consti-tuyen la serie más notable en el orden de los rep-tiles.

En los bosques de melastomáceas, cubiertas de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 136: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 130

flores cambiantes, como las de la hortensia, se venmanadas de pecaris perseguidos por el jaguar delas tierras frías, el tatú de robusta coraza, dos es-pecies de osos, y un gran número de marsupiales yde roedores. El cazador no tiene más que elegir.

Las plantas medicinales están representadas porla zarzaparrilla, la cañafístula, el tamarindo re-frescante, el bálsamo de Oaraña, la ipecacuana(Cephoelis I1Jecac1lanhay Psichotria emita), la Da-tura arborescente, la jalapa, el Chenopodium y elSpigelia, poderosos vermífugos, el Curcas purgans,violento drástico, el Pologonium tenuifolium, cuyojugo corta las hemorragias, el Pareira brava, ymuchas variedades de gencianas, salvias y vale-nanas.

Por último, entre los vegetales útiles citaremosel algodón y el añil silvestres; la orellana, una es-pecie preciosa de rubia; el Micronia granulosa y elBaccharis polyantha, que dan las tinturas amari-llas y verdes; el Hyminoea courbaril, que· exudauna resina copal; la palmera Oozozo (Alfonsia olei-¡era) CUJ'aalmendra, machacada en agua, hace so-brenadar una especie de manteca perfumada; el 1n-ga algarrobo, cuyo jugo resinoso ofrece el aspectodel ámbar y aprisiona a los insectos; varias espe-cies de pita, cuyas fibras reemplazan al cáñamo; elgayac, igualmente buscado por su resina y su ma-dera; el Sapindus soponaria, cuyos frutos reempla-zan al jabón, y el Solanum foetidum, de un olor queahuyenta a los insectos.

Las plantas que parecen sólo creadas para re-crear la vista son innumerables; aquí se ven gruposde calceolarias, de fuchsias, de heliotropos, de ver-

. bemIs, y más allá,ualrededor de las- cañas; de los

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 137: Relatos de Viajeros Saffray

140 VIAJE A NUEVA GRANADA

bambúes y de las palmeras, forman guirnaldas 108

bejucos, el jazmín y las numerosas granadillas.Difícil sería hallar en el globo una región más

favorecida. En presencia de tántos tesoros ignora-dos, admíranle al viajero semejantes maravillas alpisar aquella tierra fértil y hospitalaria, y el ánimose contrista al pensar que millones de hombres ve-getan amontonados y en la miseria en nuestra an-tigua Europa, cuando encontrarían aquí las verda-deras fuentes de la riqueza y de la felicidad.

Todo cuanto se pudiera soñar en este mundo,ofrécelo aquí la naturaleza a manos llenas.

XIIGEOLOGIA y MINEROLOGIA.-MANANTIALES SALADOS.

YACIMENTOS METALICOS.-ESTADO ACTUAL DE LOSDISTRITOS MINEROS.--DIVERSAS ESPECIES DE MINASDE ORO.-TRABAJOS DE EXPLOTACION.-ESTADISTI-CA DE I.•AS MINAS DE ORO DE NUEVA GRANADA.INFLUENCIA DEL DESCUBRIMIENTO DE LAS MINASDEL NUEVO MUNDO SOBRE EL VALOR DE LOS META-LES PRECIOSOS DE EUROPA.

El esqueleto de las cordilleras, en la provinciade Antioquia, se compone casi por todas partes degranito antiguo, con mezcla de sienitas manchadasde feldespato blanco o sonrosado, y anfíbola verdemás o menos obscura; abunda la protogina, las ser-pentinas, algunas de cuyas variedades son muy du-ras, y sobre todos estos productos eruptivo s encuén-transe a menudo en confuso desorden poderososbancos de micasquistos, que interceptan ciertos ca-minos durante la estación de las lluvias. La inmensa

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 138: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 141

capa de arenisca que ocupa el istmo de Panamá, las('uenCflSdel Atrato, del Magdalena y del Cauca, asícomo las mesetas de la Cordillera Central, inclusola de Bogotá, no se encuentra aquí sino en algunospuntos aislados, donde aparecen efloraciones decaliza, carbonífera, margas y esquisto s del terrenosaliferiano.

He visto a orillas del río Nare, magníficas ma-sas de mármoles grises y verdosos y en las mesetasde la cordillera occidental, no lejos de EspírituSanto, otras de mármol blanco.

En la provincia hay varias minas de esmeraldas,pero el gobierno se reserva la propiedad y nadietrata de reconocer su riqueza. En los terrenos dealuvión antiguos se encuentran rubíes, granates,zafiros blancos y hasta diamantes, pero todos tanpequeños que no se recogen.

El oro es el único metal que se explota. La faltade caminos y de industria es causa de que duermanen sus filones la plata, el plomo, el zinc y el cobre.Nadie ha intentado todavía explotar las minas dehierro de Río Chico, de Claras y de Río Negro, asícomo el cobre de Peñol y el cinabrio de Guarzo. Loshabitantes civilizados de hoy día se contentan lomismo que los indios, con extraer de las profundi-dades de la tierra el oro, el cual explotan según losprocedimientos empleados desde tiempo inmemorialpor los indígenas.

Los manantiales salados son muy numerosos, pel'Oen los más se encuentran el cloruro de sodio aso-ciado con notables cantidades de sulfatos de mag-nesia y de sosa, que les comunican un sabor amargoy la cualidad de purgant~ La sal más :pura provienedel im¡mrtante manantial de Guaca. Una tosca

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 139: Relatos de Viajeros Saffray

142 VIAJE A NUEVA GRANADA

bomba eleva el agua salada al nivel de unas calderasde hierro alineadas sobre un largo hornillo seme-jante al de las azucarerÍas; los cristales que caenen el fondo de las calderas, por efecto de la concen-tración del líquido, se recogen al punto, se enjuagany secan, embolándolos después en cestos de hojas,que pueden contener doce libras cada uno.

En la explotación de las minas de oro daban losindios pruebas de su paciencia, de su inteligcnciay habilidad. No teniendo más útiles que los rega-tones de piedra, que se encuentran en gran númeroen sus tumbas, y barras de madera dura, tomabanpor auxiliares el agua y el fuego. Descubierto unfilón o yacimiento, lo primero en que se o~:npaballera en hacer llegar el agua, la seguridad de su golpede vista al establecer en un terreno accidentado di-versos canales, a veces de varias leguas de longi-tud, causa verdadera admiración al geómetra queencuentra los vestigios. Así como el indio parecedirigirse por instinto a travéH de los bosques, 1\Sl

también reC011oce,por observaciones que escapan anuestra penetración, la pendiente insensible que unarroyo deberá seguir él través de mil obstáculo;,;para llegar ti un punto dado. AUll hoy, ('tUllido mieuropeo emprende la explotación de nnn mina, envez de exponerse a los errores de nna nivelacióngeométrica, manda llamar a nn acequiero, quien leenseña el nivel más bajo él que podrá utilizar elagua, y le indica el torrente que es preciso desvim',

Las minas más importantes están diseminndm¡hoy día ell los distritos bañados por el Nechí, elPorcé, Río Grande y el Nare, en todos los vallesaltos, y las mesetas y montañas y la eOl'dil1cl'Hcen-tral. Entre las de ltlayor l'elJOmbl'c ('¡t¡¡remo" (k~-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 140: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 143

pués de la conquista las de Santa Rosa y de Nu-sito, los filones de Frontino y de Marmato. Esteúltimo produce oro de doce a trece quilates asociadocon plata, es decir, el metal que los antiguos llama-ban electru y que apreciaban casi tanto como el oro.

El trabajo de los filones auríferos no ofrecenada de particular; el mineral se reduce a una es-pecie de lodo por medio de bocartes puestos en

.movimiento por una rueda hidráulica, una corrientede agua hace pasar lentamente este lodo a unostablones cubiertos de lana, y cuando éstos estáncargados de partículas de oro se llevan a un lava-dero donde se recoge el metal; pero si aquéllas sontan ligeras que la menor corriente basta para im-pelerlas, apélase a la amalgama para su fijación .

. Muchos filones muy ricos han sido abandonadospor falta de máquinas convenientes; otros no fueronexplotados nunca por carecer de agua suficiente,pero cuando el estado de los caminos permita laintroducción de peqneñas máquinas de vapor, lostrabajos de los filones entrarán en una nueva fase'de prosperidad.

Las minas de aluvión ofrecen mueLo más atrac-tivo sobre todo porque el trabajo S8 hace al n[¡'L'

libre. Allí las dividen en dos grandes clases: las queestán situadas en un terreno bajo y plano, y las queofrecen la pendiente necesaria par1:: que corra na-turalmente el agua que se lleva a la mina; en lasprimeras se hace el desagiie por medi:) de bombas;entre las segundas C'itaremol' las llliJ][ls I1nmnd¿~1'de seca y de tonga.

Llámase aventadero R mI aluvión antiguo ~lUC'

se halla, a wnsem..H.mcia d". un lev~mtamiento '.'01-c{¡nicc) lejos de'I do que le formó, en In :J(lnc1iC'·JtI'

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 141: Relatos de Viajeros Saffray

144 VIAJE A NUEVA GRANADA

de una colina o sobre una meseta. En todos losaluviones se encuentra, debajo del humus más omenos espeso, una capa de tierra mezclada congruesos cantos rodados, donde el oro no aparece to-davía, y comiénzase a descubrir un poco más abajo,allí donde los guijarros son de un tamaño regulary están unidos entre sí por arena cuarzosa. Sin em-bargo, las minas llamadas criaderos constituyenuna excepción de esta regla, inexplicable aún, en-contrándose a menudo en ellas el oro en pepitas,en la capa misma de la tierra vegetal.

Los útiles del minero son de notable sencillez:consisten en unos platos de madera. bastante cón-cavos, que llaman en el país bateas, en unas plan-chitas corvas, de que luégo daremos a conocer eluso, designadas con el nombre de cachos; un almo-cáfre, instrumento bastante análogo a la escardilladel jardinero, el regatón, que según hemos visto,está siempre en manos del muletero y del agricul-tor, y por último, la barra. En cuanto al carretón,es todavía en Nueva Granada un lujo que exdtaen alto grado al asombro.

lTn ,n°>,{nT" Q;mnlif;n" ATI 0'1"'>11Tl1"nA1"" Al t .•."h<1;O...........•..•.""'.•...•. 'lJJ 'IJ o..J"'~1:"""""'''''''''''''''''''''' ..•.....L.I.. tJ.&--.. ..•..••..•...•..•."""..•...•.•......•.•....•.........•."'.•.•....•."-"~J •..•.

Y el agua dirigida por hombres proristos de barrasy regatones, se apodera de todo cuanto es tierra,arena o guijarros pequeños, y 10 arrastra a un canalde escape, mientras que el oro, que tiene demasiadopeso para ceder a la corriente, se acumula en elfondo.

Resulta de los datos más auténticos que NuevaGranada produjo hasta 1848 una cantidad de oropor valor de 1.951,000,000,pudiéndose avaluar en10.000.000 de francos el contingente anual desde

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 142: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y

aquella fecha. En 1870 ha sido el producto total de2.172.000 francos.

El producto de los metales preciosos no es, sinembargo, una causa de prosperidad sino por efectodel desarrollo que proporciona a la agricultura, laindustria y el comercio el activo trabajo de lasmmas.

La provincia de Antioquia ha sido favorecidaparticularmente bajo este punto de vista; alrededorde cada mina se establecen granjas y forman pue-blos, y cuando se agota el filón o yacimiento, ellabrador continúa reclamando el terreno conquis-tado al bosque, otras riquezas más seguras, y queSIempre se renuevan.

XIIIDE MEDELLIN A ANTIOQUIA

CAMINO DE MEDELLIN A SANTA FE DE ANTIOQUIA.-UNPANORAMA.-LAS PLAYAS ARDIENTES.-PAISAJE DELC.\.UCA.-ESTACION A ORILLAS DEL RIO.-HOSPITA·LIDAD.-PRUEBAS HISTORICAS DE LA EXISTENCIADEL BANANO EN AMERICA ANTES DE LA CONQUISTA.CULTIVO Y PRODUCTO DEL BA'>A!':ro.-SU INFLUENCIA SOBRE LA CIVILIZACION.

Sobre el río de MedelIín hay un puente que alos naturales les parece magnífico: es la obra maes-tra de un albañil alemán, y considérase como unade las maravillas del país. Cuando los planos estu-vieron hechos y merecieron la aprobación, el impro-visado ingeniero tropezóoon una dificultad en queal principio no se fijó. No sabía cómo fijar los es-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 143: Relatos de Viajeros Saffray

146 VIAJE A NUEVA GRANADA

tribos en el río, pues en su concepto no era posibletrabajar en el agua ni dejar el lecho en seco. Entan apurado trance, el bueno del alemán busca unasolución al problema y consigue encontrada: El cadalado del río se extendía un aluvión formado porteromonteros sucesivos; en vez de construir elpuente sobre la corriente misma, el albañil le es-tablece en tierra firme, y después se ingenia demodo que las aguas corran por debajo.

El camino de Medellín a Santa Fe de Antioquiaes muy agradable al principio: se atraviesa desdeluego el valle, cubierto todo de granjas y casas decampo; los prados están cultivados con un esmeroque no se observa en ninguna otra parte del país, ydesde algunos años se ven ligeras carretas tiradaspor bueyes blancos. Los pueblecillos ofrecen el másrisueño aspecto; por tedas partes brotan las flores,las paredes de las casas están blancas y limpias,y en las habitaciones se reconoce cierto aire de hon-radez y tranquilidad que está perfectamente ('JJ

armonía con la naturaleza. A medida que Re sube,ensánchase el país, el aspedo emnbía a cada sirnlo-sidad del camino, que serpentea C11 medio de loscontrafuertes de la cordillera, bien pronto desapa-recen los grandes espacios cubiertos, llenos de luz,)" se ve el horizonte eRtrechnmente limitado por uncaos de montañas que se deben franquear poco apoco.

Cuando se ha pasado del pueblo de San CristÓ-bal, ofrécese a la vista del viajero nna naturalezafría y triste, las pendientes S011 más empinadas, losbosques y los jara les parecen desiertos, y estn im-presión, que proviene sobre iodo del contraste, Si'

reproduce casi siempre cuando se sale de un \'a 11('

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 144: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 147

cálido para ganar la altura. Aspírase a llegar alpunto culminante desde donde la mirada podráabarcar de nuevo inmensas perspectivas, pero espreciso tener paciencia, porque se avanza con len-titud por aquellos desfiladeros, donde abundan losprecipicios, los pasos tortuosos y las pendientesresbaladizas, en las que no se fija con seguridadel pie de los mulos.

Al cabo de medio día de marcha se deja de subir,y algunas horas después se sale del bosque. A lolejos desarróllase una vaga línea azulada, medioperdid1". en el vapor o cortada por las nubes: es laC'ordillera occidental, última barrera que impide alviajero ver el Pacífico. A mis pies se extiendenmesetas ligeramente inclinadas que van perdiéndosede vista, y en las cuales se elevan los puehlos deSan Jerónimo y de Sopetrán, únicos de la provinciadonde se rultiva el arroz. Acá y allá encuéntranseconsiclerablcs granjas rodeadas de campos y dI'prados, varios grupos de palmeras reales sobre-puestas de una cúpula verde se destaean formandooasis scmbríos sobre una vegetación algo amari-llenta; el vasto desfiladero, qllC parece un valle, seem'iuncha a Illndida que el terreno se aplana ~' COTl-

fúndese luégo lentamente con la llanura que cruzael CaucR. Al otro lado del río, sobro nn<1ligeraeminencia, r a 'través de la neblina que vela los má8ligeros objetos, percíbense ,'agamente blancas pa-redes, rojizos tejados en los que se reflejan los nl~'OS

del sol: es la ciudad de Antioquia.El panorama qne se desPlTolla a la vistn COl11-

pr2JlUe una extensión de doce leguas, poco lJlrS omenos~y nada en él mo reeordaba a .América {'{)H

sus 1JC1isnjCf1familiares. La fal(1a dE' la!'l ('oliml!'l Pl'tf1

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 145: Relatos de Viajeros Saffray

H8 VIAJE A NUEVA GRANADA

cubierta de una yerba corta; admíranse los arro-zales, entre los que cruzan las acequias, y la dis-posición excepcional del terreno, y un aire máscargado de vapores comunica cierta novedad alconjunto. Ningún árbol ni planta alguna evoca elrecuerdo de los lugares que se acaban de recorrer;el viajero, que se despertara aquí después de habersoñado algún paisaje oriental, podría creer que larealidad continuaba el sueño eon toda su belleza ysu poesía.

Quise detenerme en Sopetrán para observar aldía siguiente la salida del sol en aquel privilegiadorincón de tierra.

Habiéndome puesto en marcha muy temprano,bajamos con rápido paso las pendientes que se con-funden de una manera insensible con la llanura.Era entonces la estación seca, contábanse ya veintey tantos días sin lluvia, y por esto aparecía la yerbamuerta y agrietado el terreno. Los pastores eligenesta época todos los años para bonificar sus pastos,prenden fuego a la yerba, la llama se extiende comouna rojiza sabana que se desarrolla a lo largo delas colina.s y en poeas horas no se ve n1á.s que unatierra ennegrecida cubierta de humo. .Al caer lasprimeras lluvias la ceniza forma un abono poderosopara las raíces respetadas por el rápido incendio,y al cabo de algunos días comienzan a renovarsetodas las praderas.

Miraba yo distraído cómo se propagaba la llamachisporroteando por una pendiente que descendíahasta el camino, cuando un grito penetrante de micriado me hizo volver la cabeza.

El pobre hombre corría desalentado haciendogestos de terror, y en el mismo instante vi lanzarse

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 146: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 149

en el camino a una multitud de serpientes de todoslos tamaños y colores, que llevaban la cabeza er-guida, silbando de un modo siniestro. Desviandorápidamente mi caballo, conseguí alcanzar una al-tura, y desde allí contemplé el más singular espec-táculo que había presenciado en mi vida.

Ahuyentados de sus guaridas por el fuego, losreptiles huían en desorden, poseídos de cólera, ycomo el camino les ofreCía un espacio libre, pene-traron en él precipitadamente; los rayos del sol,fijándose en sus corazas adiamantadas, producíanun efecto extraño que no olvidaré en mi vida. Lacabeza de la columna se desvió hacia un bosque,y a poco perdí de vista a los terribles animales.

Cuando me pareció que ya. estarían lejos, co-mencé a buscar a mi criado, no sin que se resistiesea. ello mi caballo, que vacilaba en seguir la pistaque dejaron las serpientes en el polvo.

Faustino, así se llamaba mi servidor, se habíacaído de miedo a la orilla del camino, como le suce-día siempre que divisaba uno de aquellos reptiles,y aún temblando de espanto, refirióme que sintióflaquear sus piernas de pronto, creyendo llegada. suúltima hora. Sin embargo, ninguna de las serpien-tes le tocó, sin duda porque aún era. mayor el temorde ellas, o más bien, según mi opinión propia, por-que no es peligroso encontrar a estos reptiles cuan-do se permanece completamente inmóvil.

Por fin llegamos a la gran llanura del Canca,durante la estación seca, después de cosechar elmaíz en aquellos campos inmensos, parece un de-sierto cruzado por oasis. La tierra endurecida re-suena bajo los pies de los caballos; un polvo tenuehace más sofocante el-aire; la brisa que sopla por

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 147: Relatos de Viajeros Saffray

150 VIA.TE A NUEVA GRANADA

casualidad reseca y quema la piel, y la fiebre seencienda en el cerebro bajo los rayos del sol queestá en el cenit. Sin embargo, de trecho en trechose ven plantíos de cacaos, de follaje verde oscuro;aquello no es un efecto de espejismo y allí se dis-fruta del reposo y la frescura, pero aún vale máscobrar ánimo y seguir la marcha, porque aquellatierra ardiente ofrece bellezas especiales, aun enmedio de su inclemencia y aridez.

Los cambios sucesivos que se observan en ellecho del río han formado, a grandes distancias,playas de guijarros y arena. Los cactus, achapa-rrados, las mimosas espinosas semi-trepadoras, yalgunas duras yerbas, disputan su vida a los ardo-res del aire. En la arena recalentada que marcaríapor lo menos sesenta grados, descúbrese todavía lasespecies de sesuvium y de gomphrena, verdaderassalamandra s del reino vegetal, pero no se percibeni un ave ni un insecto; la mosca misma, tan aficio-nada al sol, busca la sombra durante aquellas horasen que el aire es abrasador. Sólo la cigarra, ocultaen el follaje de un tamarindo, deja oír su ruidoRoy monótono canto. A lo lejos se oye el rumor sordoy continuo: es la corriente del Cauca, que se pre-cipita con rapidez cuando encuentra algún obs-táculo.

Al aproximarse el viajero al río cambia la es-cena, pues allí donde el terreno y el aire son húme-dos, el ardor del clima no hace más que excitar lavegetación. No se ven por do quiera más que im-penetrables espesuras de cañas, de bambúes y decactus, los árboles aparecen todos circuídos de guir-naldas formadas Jlor los bejucos; los monos retozan

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 148: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFJ!'RAY 151

en el ramaje; por las orillas del río deslízase laiguana de larga cresta dentada.

Los negros se valen de un medio singular paradar caza a este gran lagarto, de más de un metrode longitud, que se aprecia mucho por su carne su-culenta. Así como nu'estro lagarto de las paredes,la iguana es muy sensible a la música, y lo mismoque al loro, gústale que le rasquen el cuello, dosdebilidades que exponen de continuo la vida delanimal. El cazador, provisto de una pértiga de tresmetros de largo, en cuya éxtremidad hay un nudocorredizo, comienza a silbar suavemente una mo-nótona melodía, y rara vez deja la iguana de acu-dir al llamamiento. El reptil infla su buche, ymueve la cabeza de un lado a otro y menea la colacon lentitud; poco a poco se acerca, anímale la mú-sica por grados, se empina sobre las patas delan-teras para recoger mejor los sonidos, y queda comoextasiado. Entonces, siempre silbando, el negroaproxima poco a poco su pertiga al escamoso rep-til, le toca con suavidad el cuello, domestica en cier-to modo la inocente víctima, le echa traidoramentesu lazo y después le oprime el cuello.

Se puede cruzar de tres modos distintos el ríoCauca, cuya anchura, delante de Antioquia es deunos cuatrocientos metros. Los indios, hombresprácticos y económicos, no muy aficionados a loscaminos abiertos, y que buscan siempre la línearecta, suelen ahorrarse la barca para no tener quepagar su pasaje. Al efecto cortan uno o dos tron-cos de bambú de tres a cuatro pies de largo, hacenun lío sus ropas, se le atan en la cabeza, lánzanseal agua con su flotador y nadan dejándose llevarpor la co-rriente..

("," ",'., ' .••...• 1. 1, , •.•• _1_. ',,-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 149: Relatos de Viajeros Saffray

152 VIAJE A NUEVA GRANADA

Allí donde el río corta un camino se encuentransiempre piraguas capaces para dos barqueros, trespersonas y unos tres quintales de bagajes, sin con-tar las sillas y los arneses. Las mulas y los caba-llos sujetos por largas correas, son precipitadosen la corriente y de grado o por fuerza deben se·guir a la piragua hasta ganar la opuesta orilla. Eldesembocadero está situado bastante lejos, a causade la rapidez de la corriente, y así es que cuandohay grandes crecidas sucede con frecuencia que losanimales pierden aliento y se ahogan. Hé aquí porqué no se vende en el país un caballo sin dar pala-bra de que nada como un pez.

Como el método indio conviene poco a las gen-tes civilizadas y las piraguas ofrecen inconvenien-tes notorios, se ha establecido hace pocos años unabarca especial a la altura de Antioquia, en el cami-no de Medellín, que puede contener seis y ocho mulascon sus cargas y una docena de pasajeros, y haceel trayecto en línea recta, afianzada por un gruesocable fijo en la orilla.

Durante las crecidas, es decir,' cuando la barcasería más útil, no funciona nunca, pues témese quese rompa el cable, lo cual es siempre un percancede gravedad; la pesada embarcación es arrastradaentonces muy lejos, y para conducida al puerto senecesitan bueyes, mulas y todos los hombres debuena voluntad del cantón. El cable se confer-cionacon fibras de la fourcroya, pero como no hay má-quinas a propósito, la torsión es muy defectuosa.Los de Antioquia no están por eso menos orgullo-sos con sus embarcaciones del Cauca, y hasta dicenque quien no las vio no ha visto nada.

Después de una feliz travesía, y fatigado por

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 150: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 153

un calor insoportable, resolví pedir hospitalidadhasta la noche en la primera granja que encontrara.

A poca distancia se veían grandes masas de es-pesura, el terreno era menos árido, algunos arroyossusurraban dulcemente entre los matorrales, revo-loteaban las mariposas ostentando sus ricos colo-res y el canto de algún ave interrumpía a inter-valos esos rumores monótonos y enervante s quellenan el espacio.

A poco observé que comenzaba a orillar el ca-mino una doble -cerca de limoneros, de ramas espi-nosas; aquí y allá se extendían los plantíos de ca-caos, y de vez en cuando surgía de entre el follajeel puntiagudo techo de una casa.

Mi negro llamó en la primera contrabarrera,pronunciando las palabras sacramentales: "j AveMaríal"

-Entrad y sed bien servidos, contestó una vozdulce y fresca.

Un momento después abría la puerta un niño.Estábamos frente a una casa rústica, construída

con estipos de palmera y de bambú; al rededor dela habitación principal se veían varias cabañas des-tinadas para la servidumbre, y un plantío de bana-nos ocupaba uno de los lados de la avenida queconducía a la casa.

Sentada con cierto abandono sobre un troncocargado de frutos, una joven tan graciosa como bo-nita nos miraba pasar sonriéndose; contestó conalgunas palabras a mi saludo, y al punto conocí lavoz que nos felicitó por nuestra llegada.

El ama de la casa nos recibió en el umbral, ypoco después vi entrar a su marido por la puertadel jardíñ, donde aca1:laDa.de recoger una buena eo-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 151: Relatos de Viajeros Saffray

154 VIAJE A NUEVA GRANADA

secha. Inmediatamente lo pusieron todo a mi disJposición, la ·casa y su contenido, pero yo pedí sóldun vaso de leche y frutas, y permiso para descan-sar algunas horas.

Mi patrón, hombre amable y comunicativo, pa-recía ávido de noticias; contesté a sus preguntas yle interrogué a mi vez sobre el país, los cultivos ylas costumbres. Era persona práctica, de muchaexperiencia y de buen sentido y tengo el gusto deconsignar que todas sus indicaciones respecto alcultivo del ·café, del cacao, del tabaco y de la bana-na, anotadas cuidadosamente por mí, me fueronconfirmadas después punto por punto. Cito aquíestos detalles porque aquel hombre pertenecía a laclase más numerosa del distrito, o sea a la de lospequeños propietarios. Es gente que no tiene nadade tosca, distínguese por su inteligencia y urbani-dad, y no carece de conocimientos que en regionesmás favorecidas son del dominio de personas demás elevado rango.

Mi conversación con el dueño de la casa me per-mitió adquirir algunos conocimientos más de losque ya poseía referentes al banano.

Este árbol crece espontáneamente en una partede Asia y de Africa, y parece cierto que existía enAmérica antes de la llegada de los españoles, pormás que asegure Pedro Mártir en sus Décadas, queno se había encontrado en las Indias occidentales,y que se recibió de Canarias bajo el nombre impro-pio de plátano, mientras que en Alejandría lo lla-man musa.

Entre los vegetales herbáceos no hay ningunoque rivalice con esta planta, generosa, por sus be-llas formas y su gracia. Del centro de un grueso

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 152: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 155

bulbo rodeado de raíces fibrosas, se destaca un ta-llo recto y liso, formado por las anchas vainas delos peciolos, que se cubren entre sí, y a la altura decuatro o cinco metros; este tallo termina en un ra-mo de hojas ovales, de unos dos metros de longi-tud, por treinta o cincuenta centímetros de ancho.Estas hojas, delgadas, lisas y de color verde bri-llante, presentan numerosos nervios transversales,y la parte inferior está cubierta de una materiablanquesina que se desprende al menor frotamiento.

En las tierras cálidas, cuando la planta. llega ala edad de unos nueve meses, se ve salir de entrelas hojas una especie de asta semejante a un pedazode tronco, que parte del centro del bulbo, crece rá-pidamente y encorva hacia él suelo su espádice ter-minal, de donde van a salir las flores protegidaspor espatos de color violáceo; las de la cima son lasúnicas fecundas, producen bayas, a menudo trigo-nas, que adquieren de diez a treinta centímetros delargo, según las variedades.

Del tronco nacen cada dos o tres meses renuevosque deben reproducir la planta, pues una vez reco-gidos los frutos, es preciso cortar el tallo, que es yainútil; de estos retoños se deja el más desarrolladoy uno o dos muy jóvenes, con lo cual se asegura unasucesión regular y los demás se inutilizan o tras-plantan.

En superficie igual, el banano produce seis ve-ces más que la patata.

Pero no está aquí todo el mérito :"sus frutos po-seen en toda edad propiedades preciosas, por lascuales ofrece la planta un variado alimento. Cuan-do la cáscara está todavía verde, la banana asadaentre la ceniza. caliente-· constituye una· . eepeeÍ:e de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 153: Relatos de Viajeros Saffray

156 VIAJE A NUEVA GRANADA

pan rico en fécula; entonces se puede cortarla enrajas, se pone a secar en el horno y se conservaperfectamente para los viajeros. Al acercarse a lamadurez, el banano adquiere un agradable sabor acastaña, y ya se ha convertido en azúcar una partedel almidón. Por último, cuando la cáscara toma uncolor amarillo, el almidón ha desaparecido comple-tamente, el azúcar abunda, la pulpa está perfuma-da y se puede comer cruda, cocida en la sopa, fritao en almíbar.

Los negros de Santo Domingo, la cuecen a me-nudo en las calderas del azúcar, y nunca se cansande las bananas, bien sean verdes o maduras, ya es-tén fritas, cocidas o asadas.

La banana constituye por sí sola un alimentocompleto, puede formar la base de la nutrición enel país, donde el hombre no se entrega a rudos tra-bajos.

El cultivo de la planta consiste en cortar los ta-llos agotados, que se utilizan como forraje, en des-embarazar el tronco de los retoños demasiado nu-merosos y cortar las hojas marchitas. Sin más queestos cuidados, el mismo rincón de tierra producirásin gran esfuerzo lo suficiente para satisfacer lasnecesidades de varias generaciones.

Cuando el sol estuvo cerca del horizonte, medespedí de mi obsequioso patrón, para llegar a la.ciudad antes de la noche. Volvía a pasar por delan-te de los bananos; la hermosa joven había desapa-recido, pero en el momento de ir a franquear labarrera, llamóme la graciosa criolla y me ofreciódos flores, las mismas, que yo había elogiado mu-cho al hablar con su padre. La una era una extrañaliliácea de cinco pétalos blancos, largos, delgados

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 154: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 15'1

y cortantes, sobrepuestos de estambres de notabledesarrollo; la otra una bromeliácea parásita, tancuriosa por sus formas como por sus vivos colores.

XIVLA CIUDAD DE ANTIOQUIA.-SANGRE AZUL y SANGRE

MEZCLADA.-RAZAS y CASTAS EN LAS COLONIAS ES·PA:&OLAS.-PASEO POR UN ARRABAL.-UNA NUEVAENFERMEDAD.-EXCAVACIONES EN LAS TUMBAS IN·DIAS.-LA DIOSA ESMERALDA.-MINAS DE ESMERAL·DAS EN NUEVA GRANADA.-LA REINA DE LAS MA·RIPOSAS.-FESTIVIDADES DEL CORPUS.

Un amigo había alquilado para mí una casa enAntioquia, en la cual me esperaba a fin de hacermelos honores, y encontré en ella toda la comodidadapetecible. Don Enrique, así se llamaba, se puso ami disposición; pero haciéndome comprender queesto no era un cumplido y que debja tomar la. fraseal pie de la letra. "En Antioquia, me dijo, cuantose ofrece es de buena voluntad, y el no aceptar su-pondría casi una. ofensa.. Disponed de mí y de misamigos con entera libertad."

Así diciendo, retiróse mi amigo, llevándose unadocena de cartas de recomendación de que era por-tador, y las cuales me ofreció distribuir aquellamisma. noche.

Lo primero que hice fue tomar una jícara. delfamoso ch(}colate de Antioquia, que me pareció dig-no de su nombradía. Después mandé a Faustino queno me despertase antes de las ocho de la mañana yme dormí bajo una inmensa nrosquitera; sobre un

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 155: Relatos de Viajeros Saffray

158 VIAJE A NUEVA GRANADA

lecho de cuero con colchas de volantes, según lamoda del país.

Al día siguiente bajé al jardín para respirar elaire fresco de la mañana, impregnado del perfumedel naranjo, del cafetal y del sambac; esos fuertesolores, que en una habitación ocasionarían un prin-cipio de asfixia, producen al aire libre, llevados porel viento, una sensación muy distinta. Según la cos-tumbre establecida, permanecí todo el día en casaesperando a los visitantes. Las personas a quienesiban dirigidas mis cartas de recomendación fueronpuntuales, ofrecieron hacerme ver todas las curio-sidades del país y brindáronme con sus reunionesde familia y excursiones a caballo para visitar lasquintas. También recibí la visita de personas a quie-nes no conocía, pero que muy obsequiosas, mostra-ron deseos de serme útiles en alguna cosa. por latarde llegaron varios criados con flores, frutas yconfituras, como prueba de afecto de los que habíanido a verme.

Sin manifestar una altivez desagradable, algu-nas familias se jactan de no tener en las venas sinosangre azul, por descendencia directa de los ·chape-tones y por alianzas entre godos: estas palabrasexigen una explicación.

El chapetón es el blanco nacido en Europa, so-bre todo en España, bien sea noble o plebeyo. Llá-mase godos a los descendientes de los chapetones,que habiéndose aliado exclusivamente entre sí, tie-nen sangre azul.

Las casas y los monumentos de Alltioquia, noofrecen nada de notable; los arrabales tienen unaspecto más pintoresco que la ciudad, sobre todo elque se extiende por el camino de Medellín. Las ca-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 156: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 159

sas, construídas todas con bambú y cañas, estánsumamente aseadas, lo mismo interior que exterior-mente j el tejado es de hojas de palmera, y todaspresentan un recinto plantado de árboles frutalesy altos cocoteros. Por todas partes se ven flores,a las mujeres les gusta mucho adornarse con ellasy también las utilizan para engalanar las imágenesde los santos de su devoción.

Los muebles son bastante escasos en aquellasmodestas viviendas, una o dos hamacas y algunosruedos constituyen lo indispensable j el banco y lassillas son casi objetos de lujo. La guitarra o lavihuela, pendientes de la pared, indican las disposi-ciones musicales del amo de la casa.

Los habitantes de los arrabales, casi todos deun color algo oscuro, son buenas gentes, de costum-bres sencillas, pero en las que se nota cierta indo-lencia. El marido trabaja en un plantío o cultivaun rincón de tierra que le basta para satisfacer to-das las necesidades de su familia. Las mujerestejen sombreros, hacen cigarros y venden pan demaíz, aguardiente o cacao.

También se dedican a los trabajos de alfarería,reunidas tres o cuatro cerca de la arcilla y del com-bustible modelan a manotadas las piezas -cafeteras,tazas, ollas y tinajas para el agua, pero no conocenel empleo de ningua especie de barniz; después dealgunos días de exponer los objetos al sol, están yacorrientes para cocerlos. Para esta operación reúnenlas mujeres una gran cantidad de madera menuday de hojarasca o ramaje, forman una inmensa ho-guera, colocan encima los objetos de tierra, loscubren con una espesa capa de combustibles, y'prenden friego .. Al cabo de algunas boras sacan

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 157: Relatos de Viajeros Saffray

160 VIAJE A NUEVA GRANADA.

del montón de cenizas y de brasa! el producto desus trabajos, que es rojo y de agradable aspecto.Las asociadas proceden entonces a la distribución,encierran sus mercancías en una red y van a.venderpor la ciudad.

Los habitantes de Antioquia, sean del color quefueren, padecen pocas enfermedades, a pesar dela elevada temperatura y la poca pendiente delsuelo del valle, cruzado por un gran río, y pareceque siempre ha sido así, pues en la Geografía delas India,s, de Herrera, dice este autor: "Los na-turales del país son robustos de cuerpo y de colorblanco; el clima tan dulce, que por la noche van adormir al aire libre, sin temor ninguno al relente".

En la provhicia de Antioquia son generalmentesanas las tierras frías; en las templadas se observaque en las partes cubiertas de prados o de sabanas,así como en las pendientes de las montañas, se dis-fruta también de un clima salubre. Pero en las tie-rras bajas donde se acaba de hacer el desmonte,los estrechos valles, las orillas de las corrientescubiertas aún de bosques, y a menudo la inmedia-ción de los ríos en los valles cálidos, engendra fie-bres, de ordinario endémicas, y seguidas casi siem-pre de accidentes graves por su tenacidad. Haysitios tan malsanos, que nadie puede cruzar porellos sin recoger el germen de la enfermedad.

En las tierras cálidas y húmedas las fiebrestoman un carácter bilioso o tifoideo, la desinteríaocasiona muchas víctimas.

En el fondo de algunos valles poco desmontados,donde el aire está siempre saturado de humedad a.una elevada temperatura, según se observa en va-rios puntos del Porce y del Nus, los habitantes,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 158: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 161

blancos, negros o mestizos, están sujetos a unaafección que no ha sido estudiada todavía por losmédicos europeos, y que los naturales llaman carate .

.Después de permanecer algún tiempo en aquellosparajes, nótase que la epidermis, particularmenteen las partes descubiertas, presenta manchas decolor violáceo y pardusco, entre las que distingueel natural de la piel. En los negros produce a me-nudo elcarate una decoloración casi completa dela epidermis, ofreciendo entonces las manchas eltinte mate que caracteriza en ellos el albinismo.

La causa de estas coloraciones no es aún cono-cida; en cuanto a su naturaleza, no podría confun-dírselas con los tintes más oscuros de la caquexia,centro ordinario de la coloración de la epidermis yla disposición irregular de las manchas comunicaalgunas veces a los tegumento s afectados el aspectode una piel de serpiente. Hay casos, aparentes sobretodo en los mulatos y en los negros, en que desapa-rece del todo el pigmento natural.

Los habitantes del país atribuyen a los mosqui-tos la inoculación del cara te, pero las observacio-nes acusan una enfermedad constitucional, desarro-llada bajo la influencia de ciertas condiciones cli-matéricas .

.A pesar de las autopsias que he practicado, ten-go el sentimiento de no haber podido arrojar algu-na luz sobre la naturaleza y el origen de tan curiosaenfermedad, pero en cambio me fue dado hallar unmedio curativo que me parece infalible, al menospara los blancos y los mestizos.

Hacía yo explotar una mina de oro, cerca del ríoNare; el capataz encargado de vigilar en el molinode amaTganiacióri cayó enfermo y yo le -reemplacé

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 159: Relatos de Viajeros Saffray

162 VIAJE A NUEVA GRANADA

por un hombre de confianza, cuyo semblante, cuelloy manos estaban cubiertos de manchas oscuras,mientras que el resto del 'cuerpo conservaba el co-lor ordinario del hombre. Hacía cerca de un mesque este enfermo manipulaba el mercurio, cuandome hizo observar que palidecía la coloración mor-bosa de las manchas, y dos meses más tarde habíadesaparecido completamente.

Creí deber atribuír esta cura a la absorción delmetal, y para asegurarme de ello, sometí a un tr,a-tamiento mercurial prolongado, aunque poco activo,a varias personas afligidas del carate. Todas ellascuraron radicalmente.

En el distrito de Antioquia se encuentran mu-chas sepulturas indias, y hay hombres especialesque se encargan de su descubrimiento cuando algúnextranjero, movido por la curiosidad o la esperanzade un rico hallazgo, se dedica a este género de in-vestigaciones. Por la inspección sola del terreno, ydespués de dar algunos golpes con el azadón, estoshombres reconocen, sin equivocarse casi nunca, ladisposición interior del terreno y el género de ob-jetosque contiene.

En las tumbas más sencillas, el cuerpo, rodeadode toscos objetos de alfarería, reposa en el fondode una excavación de seis a siete pies de diámetro,por diez o doce de profundidad. Pero con frecuen-cia no se encuentra cosa alguna de valor. Se haobservado que la tierra que sirvió para llenar lafosa es de distinta naturaleza que la extraída. Siel indio sepultado fue en vida un personaje de cier-ta importancia, de la pared del pozo parte unacorta galería que conduce a uno o varios compar-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 160: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 163

timentos O cámaras; las sepulturas de esta especieson de ordinario ricas.

En las inmediaciones de Antioquia mandé prac-ticar varias excavaciones considerables, pero no conla esperanza de descubrir un tesoro; si hubiera sidopara ésto, habría tenido un desengaño. Mis traba-jadores se desanimaron porque no podían encontrarmás que algunos pequeños objetos de oro y no seexplicaban mi alegría al ver otro de barro o de pie-dra, que me presentaban como avergonzados de nopoder ofrecerme una cosa mejor.

Entre otras curiosidades, recogí dos puntas delanza o de jabalina de sílex cortado, pero sin puli-mentar; varios regatones de feldespato compacto;una caja de serpentina dura, con adornos en relie-ve, lo mismo que la cubierta, y algunas esmeraldasmás o menos redondas, imperfectamente pulimen-tadas, con un agujero en el centro.

En, algunos pueblos indios era la esmeralda unapiedra sagrada; en el Perú, en el valle de Manta,había un templo donde se adoraba una esmeraldadel tamaño de un huevo de avestruz.

Los sacerdotes explicaban a los fieles que estamaravillosa piedra era madre de todas las esmeral-das, que amaba mucho a sus hijas, y que si se de-seaba que se mostrase propicia al pueblo, era pre-ciso llevarle todas cuantas fuese posible para quela hiciesen compañía. En esta creencia recogieronentre todos un número inmenso de esmeraldas, mu-chas de las cuales cayeron en poder de los españo-les, quienes ignorando el valor de aquel rico botín,no lo aprovecharon. Decían que las esmeraldas fi-nas podían resistir los martillazos, y las rompieronpara asegurarse de su calidad. La -dIosa Esmeralda

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 161: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

escapó del pillaje de su templo; su culto no existíaen Nueva Granada, pero atribuíase Jl esta piedraun origen celeste que la tradición de los Muiscasexplicaba así: Después que Nuamqueretaba, el hom-bre blanco y barbudo que había venido a enseñarla agricultura y a propagar los elementos de la ci-vilización, hubo desaparecido por la parte de Soga-masa, una de sus hijas, muy dada al culto del sol,se casó con este dios y de su unión resultó una es-meralda de incomparable belleza.

En Nueva Granada son raras las minas de es-tas piedras, y si el gobierno permitiese la libre ex-plotación se descubrirían seguramente algunas muyricas. El único yacimiento explotado hoy día es elde Muzo, no lejos de la fuente del río Sogamoso,afluente del Magdalena. La montaña donde está secompone principalmente de esquistos arcillosos yanfibólicos, cruzados por capas o vetas de caliza yde cuarzo piritoso. Sólo hace algunos años que setrabaja en galerías en vez de hacerla al aire libre.

Varios depósitos alimentados por arroyos querecorren grandes distancias y recogen las aguasllovidas, dominan los puntos de la explotación; losobreros golpean con la barra y el regatón el esquis-to poco resistente, y abriendo después la compuer-ta de un depósito, barren por medio de una corrien-te enérgica todos los restos inútiles que a través deuna galería de desagiie van a parar al lecho del ríoMinero.

En las vetas de cuarzo, y sobre todo ,en mediode cristalizaciones de las de caliza, es donde se en-cuentran las piedras preciosas o cristales regularesde color verde más o menos oscuro. El virrey Ezpe-leta regaló al Museo de Madrid una esmeralda de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 162: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 165

Muzo que pesaba cerca de diez y ocho onzas. Y sinembargo, pobre hubiera parecido este ejemplarjunto a aquellos de que nos habla Teofrasto, si escierto que un rey de Babilonia presentó al soberanode Egipto una esmeralda de -cuatro codos de largopor tres de ancho, y que en este último país se vioun obelisco compuesto de cuatro esmeraldas sola,mente, que no tenía menos de cuarenta codos de altopor cuatro de anchura. Sin embargo, parece indu-dable que los antiguos confundían con el nombrede esmeraldas diversas piedras preciosas que niaun eran berilo ni aguas-marinas.

Como las esmeraldas orientales, que son lasmás duras, no circulan apenas en el comercio, po-demos decir que las de Muzo son las más hermosas.Cuando un minero encuentra piedras pálidas, diceque no están maduras y que con el tiempo tendránun color más oscuro.

Este es un error que se puede perdonar a unindio pero lo que me ha causado indecible sorpresaes que se haya anunciado a la Academia de Cienciasque la esmeralda es friable al salir de la ganga,hasta el punto de aplastarse entre los dedos, y quesólo adquiera lentamente la dureza que le reconocenlos lapidarios ..

En los alrededores de Muzo se encuentra unamaravilla más notable que las esmeraldas, que esla mariposa Morpho cypris, el más hermoso, el másbrillante y perfecto de los lepidóptero s, sin excep-tuar ni aun el Uranio Rifeo de Madagascar. Lacara superior de las alas es azul, verde y parda, yla inferior de un azul celeste metálico, con visosanacarados y verdosos, .de tal maI!era que pareceun esmalteformadocóri zafiros, berilos y esmeral-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 163: Relatos de Viajeros Saffray

166 VIA.TE A NUEVA GRANADA

das. Esta joya de los Andes se ve sólo cada treBaños, según me han dicho, en un valle inmediato aMuzo. Los indios cazan el morgo con red y le llevana Bogotá donde se paga por cada individuo unaonza de oro, si es de los más hermosos. Los gra-nadinospiensan y con razón que uno de estos lepi-dópteros es el más bonito recuerdo que pueden ofre-cer a los viajeros. En Antioquia fue donde me re-galaron el primero que poseía, en otras partes mehabían enseñado varios individuos, poniéndoles ami disposición según la costumbre, pero no pudeobtener uno solo ni aun pagándolo a buen precio.En Antioquia era más sincera la fórmula a la dis-posición de usted y a pesar de haber rehusado,enviáronme una magnífica de la reina de las ma-rIposas.

Todos los años comienza la alegría de Antio-quia ·cuando llega la festividad del Corpus; háblasecon mucha antelación de este dichoso día y se hacentoda clase de preparativos. Cada cual se esfuerzapara que la procesión aventaje en magnificencia,si es posible, a la del año anterior.

'En las iglesias se limpian bien las arañas decristal, se lavan las baldosas, blanqueándose lasparedes, se cambian las flores artificiales que ador-nan los candelabros y los altares, límpiªse la grancruz de plata y se renuevan los doseles.

De una habitación contigua a la sacristía sesaca una docena de maniquíes de madera de cueroy de paja, destinados a representar los diversospersonajes bíblicos que deben figurar en el acto.

Los devotos se esfuerzan a porfía en vestir aestos personajes, pero desgraciadamente el color

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 164: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 167

local es poco respetado por un celo que quiere sóloexcitar la admiración de la multitud.

El Santo Cristo se coloca sobre una plataforma,después de vestirle con una larga túnica de tercio-pelo azul; la Santa Virgen va cubierta de joyas deoro, de diamantes y esmeraldas; María Magdalenaviste un jubón de indiana, una camiseta escotadacon volantes, y el pequeño chal de las mujeres delpaís, y por último San Pedro, con las piernas des-nudas, ostenta una túnica de lana, cubriendo sucabeza un sombrero de paja de anchas alas.

Llegado el gran día repican las campanas detodas las iglesias y se observa en las calles unaextraordinaria animación; de los pueblos inmedia-tos llegan numerosos grupos de campesinos, quelucen su traje de fiesta.

A medio día sale la procesión de la catedral;cuatro agentes de policía, que se reconocen por subastón con puño de plata, van apartando a la gentehasta las aceras; después aparecen dos filas dehombres que figuran soldados, provistos unos defusil o lanza, y otros de sable. Siguen unos quincejóvenes, vestidos de rojo, cornudos y barbudos, quearrastran una larga cola, y saltan y brincan al com-pás de los pífanos; una música algo mundana pre-cede al Santo Sacramento, que lleva el obispo de~bajo de un palio, escoltándole varios curas de laciudad, y todo el clera convidado a la ceremonia.Los santos personajes, tanto figuras como grupos,desfilan lentamente, conducidos por los fieles, enmedio de aquella multitud que canta las letanías.

Muchos detalles de esta fiesta son ridículos;pero cuando se eonteIIlpla, ªesde . lejos .el conjuntode la procesión y todo aquel pueblo entusiasmado

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 165: Relatos de Viajeros Saffray

168 VIAJE A NUEVA GRANADA

por su celo religioso, olvídanse las formas que pu·dieran prestarse a la crítica.

Otra fiesta, de un género distinto, es la de SanJuan, que va perdiendo poco a poco su importancia.En otro tiempo, los jóvenes, divididos en variosbandos, montaban a caballo, a la entrada de la no-che, llevando todos grandes estribos de cobre, cuyoborde exterior se afilaba cuidadosamente. Apenasse encontraban, acometían se unos a otros, sólo conel objeto de desmontarse recíprocamente, para locual era permitido cortar el costado de los cua-drúpedos con el ángulo agudo del estribo, de lo cualresultaba que algunas veces quedaban heridos losmismos jinetes, a pesar de las polainas de piel deleón o de tigre con que protegían sus piernas.

La juventud de hoy día, menos belicosa, ha re-nunciado a esta clase de torneo; durante la nochede San Juan se galopa por las calles, se canta, sebebe anisete, hacia la media noche vuelve a reinarel silencio. Todos creen haberse divertido mucho,salvo dos o tres jinetes desgraciados, que debenllamar al cirujano para que ponga en su lugar al-gún hueso.

xvUN PLANTIO DE TIERRA CALIDA.-~VERDADERA HISTO-

RIA DEL CHOCOLATE.-UN CASO DE CONCIENCIA.EXCURSION 1L\ TINAL.-LOS FRUTOS DE LOS TROPI-COS.-DONDE y COMO SE FABRICAN LOS SOMBREROSDE PANAMA.

Alejéme, no sin sentimiento, de la risueña yhospitalaria Antioquia, para ir a visitar las ruinasde Espíritu Santo, situadas a poca distancia del

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 166: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 169

pueblo de Cuenca, donde tuve ocasión de reconoceruna veta de cinabrio.

Eran las dos de la tarde, y como estábamos enlo más fuerte de la estación ,calurosa, hacía uncalor bochornoso; las mulas, bañadas en sudor,sacaban la lengua, buscando inútilmente un pocode aire fres,co; mi negro avanzaba jadeante, y apesar de mi naturaleza de salamandra, declarémevencido, cuando al doblar un recodo del camino divi-samos una hacienda de agradable aspecto. Faustinome miró con aire suplicante y yo le permití quefue'ra a pedir hospitalidad por algunas horas.

La casualidad me había favorecido: el dueño dela casa era sobrino de un rico negociante de An-tioquia con el cual estaba yo en relaciones amisto-sas, y así es que fui recibido cordialmente. Su jovenesposa era un delicioso tipo de criolla, alta, esbelta,de bellas formas y aire majestuoso; su negro ca-bello, dispuesto en trenzas, que pendían hasta larodilla, llamaba desde luego la atención.

En un comedor, situado en la galería, cuyasparedes estaban tapizadas de plantas trepadoras,me sirvieron leche y frutas, y como mi patrón eramuy amable, hablamos largo rato del país, de losalrededores, de las curiosidades y de las riquezasdescubiertas o por descubrir. Convínose en que yopasara allí todo el día siguiente, y que aprovecha-ríamos la frescura de la tarde para ir a visitar lapropiedad, donde habíll; una plantación de primerorden.

Delante de la casa se extendían las praderasdestinadas a los caballos de montar y a las vacas;las cercas eran de bambú entrelazado con muchoarte, yeI agua serpenteaba por todas partes en

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 167: Relatos de Viajeros Saffray

170 VIAJE A NUEVA GRANADA

forma de cristalinos arroyos. Por un lado veíansevastos campos de maíz y de caña de azúcar, y porotro algunas fanegadas de tierra cubiertas de ba-nanos. El cultivo más importante era el del cacao;mi patrón me invitó a examinarle detenidamente,explicándome sus ventajas. Para establecer uno deestos plantíos es indispensable un terreno muy ricoy bastante profundo, para que se pueda regar cons-tantemente. Comienza por plantar bananos en for-ma de quincencio, a la distancia de doce pies unode otro, y de trecho en trecho se reemplazan dichosárboles con ceibas, que crecen muy rápidamente,y cuyo alto ramaje, casi horizontal y poco espeso,intercepta los rayos del sol sin producir una som-bra opaca. Entre los bananos se siembran semillasdel árbol del cacao 3T a cada lado de las avenidasdonde están las ceibas se plantan cafetales, sepa-rados por una distancia de cuatro a cinco pies.

El árbol del cacao crece lentamente, y cuandoha llegado a su completo desarrollo, ofrece bastantesemejanza con un peral. Comienza a florecer hacialos cuatro años y de los nueve a los diez da unacosecha do dos libras de almendras secas, poco máso menos, y continúa prosperando hasta los treintay cinco. En toda edad, pero sobre todo en los pri-meros años, necesita sombra y terreno húmedo, ypor esta razón se le preserva con los bananos, deanchas hojas, hasta que las ceibas le ofrecen pro-tección suficiente.

El árbol del cacao es originario de Méjico, delas Antillas y de una parte de la antigua Colombia.No se encontraba en el Perú en tiempo del descu-brimiento de este país, al menos si hemos de juzgar

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 168: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 171

por lo que dice Acosta: "El cacao no crece en elPerú, pero lo reemplaza el coco".

En la corte de Montezuma fue donde los euro-peos conocieron por primera vez esta preciosa al-mendra. Antonio de Salís, que escribía en 1545,refiere que aquel emperador acostumbraba a tomarcomo postre "una especie de chocolate que conte-nía la sustancia del cacao, batido por medio de unmolinillo hasta que la vasija ofreciera más espumaque líquido". Después fumaba tabaco perfumado.

Los granos de cacao servían de monedas en losmercados mejicanos.

A las pequeñas flores del árbol, compuestas decinco pétalos amarillentos con manchas de púrpura,y fijas por un largo pedúnculo en el tronco y en lasgruesas ramas, sucede una cápsula amarillenta, deltamaño de una pera regular, de forma ovoidea ycon los lados un poco salientes. Esta cápsula estádividida interiormente en cinco celdillas, donde losgranos, cubiertos por su película, se aglomeran enel centro de una gelatina algo ácida y azucarada.Cuando los frutos están maduros, lo cual se reco-noce por su color amarillo manchado de pardo, serecogen para extraer los granos, cubiertos de unasustancia viscosa; déjanse cuatro o cinco días paraque fermenten espontáneamente, y después se ponena secar al sol y se les despoja de la pulpa endurecidaque permanece adherente. En algunos países sehace la fermentación en zanjas poco profundas, porlo cual se aplica el nombre de cacao terroso.

Los españoles conocieron bien pronto todas laspropiedades del cacao, y hasta nuestros días hanconservado el método de preparación que se em-pleaba en el país de Montézuma. Loseclesi¡1sticos

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 169: Relatos de Viajeros Saffray

172 VIAJE A NUEVA GRANADA

fueron los primeros en celebrar las virtudes d(¡Jesteagradable brebaje, y algunos pensaron que la per-fumada bebida no debía considerarse canónicamente-comoun alimento. Un tal Antonio de León escribióuna obra muy docta cuyo título era: Cuestión mo-ral: sobre si el chocolate quebranta el ayuno ecle-siástico.

La fama del cacao fue siempre en aumento, yparece que no tuvo jamás detractores, como el café.Linneo le dio el nombre de manjar de los dioses(Theobroma), y Brilla-Savarin, tan experto en es-tas materias, le dedica el siguiente párrafo enco-miástico: "Todo aquel que haya robado al sueñoalgunas horas para dedicarlas al trabajo; todohombre de talento que se sienta de pronto entorpe-cido, todo aquel a quien le parezca el aire húmedo,el tiempo largo y la atmósfera pesada, todo el quese vea atormentado por una idea fija que le privede la facultad de pensar, todos éstos, lectores, quetomen medio litro de chocolate perfumado, y reco-nocerán su maravilloso efecto ".

En los puntos cálidos de Nueva Granada con-vienen perfectamente al cafetal todas las condicio-nes que exige el cultivo del cacao, por 10 cual seaprovecha doblemente el terreno. El producto delos bananos y de los cafetales paga con creces losgastos de explotación hasta que se obtienen las pri-meras cosechas de cacao, y entonces se sacrificanaquellos árboles o una parte de ellos.

El café que se cultiva en los alrededores de An-tioquia es de excelente calidad, pero por desgracialos habitantes del país no le preparan bien. Sólocuando Faustino le hacía para mí me era dado re-conocer la bondad de este licor, que Balzac reco-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 170: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 173

mendaba con tánta razón, diciendo: "Para vosotrostodos, ilustres candelas humanas, que os consumíspor la cabeza".

Al día siguiente me levanté umy temprano, yal asomarme a la ventana vi en el patio un mag-nífico alazán de crines blancas que me esperabaya ensillado. Mi patrón había dispuesto acompa-ñarme con varios de sus amigos a dar un paseomatinal, aprovechando las horas más frescas ydespués debíamos bañamos en el agua helada deun torrente, que bajando de la cima de la cordilleraa través de impenetrables sombras, llevaba a lastierras abrazadas del valle del Cauca una agualimpia y fría.

Por la parte del oriente aparecía el cielo de·color de oro y sonrosado, y en la verdura se re-flejaban esos tonos tan vivos con que los pintoresitalianos iluminan sus paisajes. Las aves se reuníanpor bandadas en el lindero de los bosques, los car-denales y las viudas revoloteaban entre los brezos;el tulcán melancólico dejaba oír a intervalos, entrelas ramas más altas, el grito plañidero que le havalido en el país el nombre de Dios te asista; loscolibrís zumbaban alrededor de las flores, dispu-tando a las mariposas y a las abejas el perfumadonéctar; de vez en cuando posábase sobre algúnbrezo una pequeña tórtola de color de chocolate,cuya posesión hubiera envidiado cualquier obser-vador; centenares de cotorras retozaban alegremen-te en la llanura, y las infatigables cigarras lanzabanal aire sus sonidos monótonos en la espesura delos tamarindos.

La brisa matinal, refres·cada al contacto del ro-cío, estaba impregnada: dé aromas -; la natUraleza,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 171: Relatos de Viajeros Saffray

174 VIAJE A NUEVA GRANADA

ávida de disfrutar algunas horas de frescura, des-plegaba todas sus galas, toda su riqueza de formasy colores, todo su tesoro de perfumes.

Nuestros caballos, llenos de ardimiento, piafa-ban impacientes, y poco después salimos del senderoabierto para penetrar en el lecho casi seco del to-rrente, objeto de nuestro paseo.

Malo era aquel terreno para evoluciones ecues-tres; el terreno caía desde las pendientes bruscasde la montaña, profundamente socavadas, arras-trando a su paso y pulimentando las masas de pór-fido, de granito, de sienita y de serpentina, mezcla-das con dioritas, jastas y pedazos transparentes decristal de roca.

El suelo cubierto de cantos rodados, parecía queiba a desaparecer algunas veces bajo los pies de losea,ballos; en ciertos sitios era forzoso saltar deun peñasco a otro sin perder el equilibrio sobre laresbaladiza superficie; en otros, debíamos buscarpartes salientes que sirvieran como de escalones anuestras monturas, y al fin el caso de que, no pu-diendo sostener con la brida a los nobles animales,renunciáramos a dirigidos, porque tenían el golpede vista más seguro que el nuéstro.

Sólo corría entre las piedras un diminuto arro-yuelo, semejante a un hilo líquido, pero el lecho eraancho y profundo, los enormes peñascos que habíanrodado desde lo alto de la montaña, los árbolesgigantescos retorcidos entre las masas pedregosas,donde aparedan como incrustados, indicaban cla-ramente que aquel insignificante arroyo, crecidoen la estación de las lluvias, impetuoso y cubiertode espuma, debía transformarse en un torrentepreñado de amenazas.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 172: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 175

La vegetación de la orilla era riquísima, veían-se reunidas en aquel sitio todas las plantas que ne-cesitan calor y humedad. Medí por curiosidad unahoja rascadera (caladiu1n) y hallé que tenía seispies de largo por cuatro de anchura. Los helechosarborescente s, formando pabellones de verde enca-je y sobrepuesto de frondas simétricas como lasaristas de una cúpula, aparecían acá y allá entre laespesura de bambúes, Las heliconias dejaban caerentre sus hojas, parecidas a las del banano, los ra-cimos tricolores que forman sus extrañas flores;las orquídeas, siempre notables por sus extrava-gantes formas, animaban con su vida parásita lasgruesas ramas de los añosos árboles de tronco rec-to y liso, y de su cima pendían los bejucos, figuran-do el cordaje de un gigantesco mástil. Algunas pal-meras de estipo erizado se destacaban airosamenteen algunos claros, inclinándose sobre el torrente, yen la extremidad' de s~s hojas colgantes se balan-ceaban algunos nidos de avecillas. De vez en cuandoaparecían entre las yerbas grandes lagartos verdesy serpientes de colores metálicos; los pájaros huíanal percibir el ruido causado por las herraduras delos caballos en las rocas, y al rededor de nosotrosse elevaban enjambres de insectos que parecían deoro, de zafiro y de esmeralda. Aquella rica natura-leza, aquello's juegos de luz, aquellos rumores ycantos, aquellos murmullos y perfumes, aquellaexuberancia de vida en medio de la soledad comu-nicaban al paisaje un admirable encanto.

Al fin pudimos ganar un pequeño espacio enca-jonado en un pórtico rosa cortado a pico; el aguacaía de golpe desde una altura de treinta pies, yhabíaabierlo una especieue pilón, sobre el que las

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 173: Relatos de Viajeros Saffray

176 VIAJE A NUEVA GRANADA

ramas entrelazadas formaban como una bóveda im-penetrable.

En aquel estanque natural, que los poetas hu-bieran poblado de náyades o de ondinas de verdecabello, tomamos un delicioso baño, y después nospusimos en marcha hacia la población.

La mesa que había en el centro del comedor es-taba sobrecargada de todo cuanto los trópicos pue-den ofrecer de más exquisito: allí había zapotes(fruto del achras sapota) de forma oval regular,cubiertos de una pelusa de color de orín, y que sólose comen cuando están muy maduros; abolados,que constituyen el término medio entre la fruta yla legumbre; pomarosas, (fruto de rnyrtus yambos),que son huecas y tienen un ligero perfume de rosade la mangifera indica, árbol originario de las In-dias orientales, introducido por primera vez en Ja-maica por lord Rodney en 1872. En otro sitio veía-se una rama del anona squamosa, fruto verde y es-camoso que contiene una crema aromática, la cualse come con cuchara, y a su lado otro producto co-nocido en el país con el nombre de guanábana (ano-na muricata). Este último alcanza algunas veces eltamaño de un melón ordinario, su forma es la deun corazón prolongado, las escamas imbricadas sedesprenden del todo hacia la punta, y el interiorconsiste en una serie de bayas rudimentarias, cadauna de las cuales encierra un grano negruzco y lu-ciente, rodeado de una pulpa abundante impregna-da de un líquido ácido. Algunas ananas cultivadaspodrían rivalizar con las de nuestros invernaderospor la dimensión y el perfume, pero este fruto exigemucho cuidado, aun en su tierra natal.

He leído a menudo con asombro, en los relatos

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 174: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 177

de viajeros, que los frutos de los países tropicalesno se podían comparar con los de nuestros ·climas.Aquí no veo yo más que una cuestién de gusto, pero,en mi concepto, la opinión de ciertos autores pro-cede de que quisieron sujetarse demasiado estric-tamente a las comparaciones y buscar equivalen-tes al de nuestros frutos que distinguen a los delos países cálidos. En cuanto a mí, creQ que las pul-pas ácidas, perfumadas y balsámicas, la mayorparte muy jugosa, corre~.Jonden perfectamente alas necesidades del clima.

Antes de separarme de don Lucio, éste era elnombre de mi patrón, visité con él un pueblo de losalrededores, donde se fabrica:il sQmbreros de losllamados de Panamá. Lo que se designa impI'opia-mente con el calificativo de paja, proviene de unaplanta denominada Nacuma y Murrapa, que es laCarl1,tdovica palmata, de los botánicos. Cuando lashojas, que afectan la forma de abanicos y tienennumerosos nervios, están aún plegadas y sobre-puestas entre sí, se cortan entre cada nervio, se in-troducen en agua hirviente para hacerlas perdersu tinte amarillento y se ponen luégo a secar dondehaya una buena corriente de aire. Después se es-cogen las mejores y más a propósito por el largo,el grueso y la blancura.

En las provincias de Neiva, Socorro y Antio-quia, las mujeres de muchos pueblos se dedican ala confección de sombreros, los cuales se venden,según la finura, a un precio que varía de diez aciento cincuenta pesetas. No se someten a ni~lgunapreparación; una vez terminados, lo único que sehace es alisarlos con la semilla dura de la Acacias-eandeux. Los sombreros finos ~de'Nueva Granada

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 175: Relatos de Viajeros Saffray

178 VIA.TE A NUEVA GRANADA

pueden rivalizar con los de Guayaquil, y son tanbuscados como ellos entre los que llamamos de Pa-namá, por más que en este último punto sea desco-nocida esta fabricación.

Fácil sería cultivar la Carludo'vica palmata enlas colonias europeas para exportar la paja prepa-rada, y entonces se podría fabricar en nuestro paíssombreros de primera calidad por ocho o diez pe-setas.

XVI

DE RIO VERDE A MANIZALES

PROYECTO DE CAMINO DE ANTIOQUIA A ATRATO.--ENBUSCA DE SALVAJES.-TRIBUS INDEPENDIENTES DENUEVA GRANADA.-MAROHA ARIO VERDE.-MI COM-PA:RERO DE AVENTURAS.-OASAS DE RIO VERDE.LOS INDIOS Y SUS COSTUMBRES.

Lo que necesita .Antioquia para llegar a ser unagran ciudad comercial es ponerse en comunicacióncon el mar, por la otra vía que no sea la de Mede-liín, Nare y el Magdalena. Al alejarme, no sin sen-timiento, de aquella hospitalaria ciudad, pensé ensu prosperidad futura, cuando la enlace un camino,por el burgo de Urras, con el centro de navegacióndel río Chaquenendo. Este último, llamado tambiénBebara, es un tributario del tranquilo Atrato, queprosigue su curso hasta el Atlántico cruzando losmás ricos bosques del Nuevo Continente.

Según los informes detallados que obtuve depersonas familiarizadas con toda esta región, noofrecería ninguna grave dificultad abrir un buen

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 176: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 179

camino de herradura grave en la dirección indica-da, pero desgraciadamente, la autoridad se ocupamuy poco de los caminos y como el espíritu de aso-ciación no se ha desarrollado aún en los habitantes,es probable que Antioquia seguirá siendo largotiempo lo que es hoy día, por falta de vías de co-municación.

Mientras estuve en la ciudad, fue mi principalanhelo obtener indicaciones exactas acerca de lastribus indias más próximas, porque después de ha-ber oído hablar mucho de los salvajes, quería co-nocerlos y estudiar de cerca, en medio de ellos, sugénero de vida, tan elogiado por unos como vitu-perado por otros.

Habiéndoseme dicho que a siete jornadas de An-tioquia, por la parte del oeste, habitaba en el pe-queño valle de Río Verde toda una tribu de Cho-coanos, resolví ir a visitarla. En Nueva Granada,lo mismo que en los Estados Unidos, los indios in-dependientes, que retroceden de continuo ante lacivilización, ven a su raza disminuír de día en día,pero los sometidos mejoran algunas veces su bien-estar, merced a sus relaciones con los blancos.

Estímase en doscientas veinticinco mil almas lapoblación india de la república; los Paeeses y losPijaos, los Coconucos de Popayán, Almaguer y Nei-va, los Nanamos del Chocó y los Calamares de San-ta Marta y de Cartagena han olvidado la lengua desus antecesores, pero los Cunas y los Chocós delDarién y del Atrato, los Guajiros, los Motilones, losCociuas de Río Hacha y de Upar, los Mocoas, losGuahiros, los Omaguas y los Andaquíes de la pro-vincia del este, conservan en toda su pureza la len-gua y costumbres de sus -padres .....

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 177: Relatos de Viajeros Saffray

180 VIAJE A NUEVA GRANADA

No lejos de Cocui, al este de Socorro, y frentea los desiertos de Casanaré, existen varios pueblosocupados por los indios Tunebos, pero no puedellegar allí el hombre blanco, porque hay un obs-táculo natural tnfranqueable para los que no seansalvajes. Entre éstos y los civilizados se eleva, casicortado a pico, un muro de pizarra de doscientosmetros de altura, cubierto de míseras yerbas y dearbustos achaparrados, excepto en una larga y es-trecha faja, que los Tunebos llaman el camino, entono de mofa.

Por esta senda, sin embargo, penetran ellos enel interior de la civilización, sin que nadie haya te-nido nunca el valor suficiente para acompañarlosa la vuelta. El camino consiste en unos agujerospracticados en el muro de trecho en trecho; un mo-zo podría escalarlo cogiéndose al reborde de aqué-llos, pero sólo el indio es capaz de bajar por la mis-ma vía. Para ello coge un palo en cada mano, leapoya en el primer agujero, deslizándose hasta quesus talones se afirman donde reposa la extremidadde los palos, y repitiéndose este ejercicio, como deescalón en escalón, vuelve a la tierra de libertad,exponiendo a cada momento su vida.

Algunos pueblos, entre otros los de Ahnaguer yde Pitayo, que se dedican al cultivo de la quinina,se han convertido al cristianismo, y pagan exacta-mente su diezmo al cura, aunque murmurando siem-pre un poco. Después de un sermón patético sobrela bondad infinita de Dios, el buen pastor de AI-maguer preguntó una vez al cacique qué pensabade su discurso, a lo cual contestó el indio: "Si Dioses tan bueno como decís, me parece que deberíadarnos de comer sin que trabajáramos tanto."

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 178: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 181

Los misioneros no han podido conseguir nuncaque les admitan los indios del sudeste; algunos ob-tuvieron mejor resultado por la parte del nordeste,entre los Guajiros, pero su influencia es por lo ge-neral casi nula.

Dirigíme, pues, en busca de los salvajes, y bienpronto nos alejamos del camino llamado real, sinduda irónicamente, para internarnos en la trocha,que termina en el valle del Río Verde.

Yo creía conocer ya todos los peores caminos,así es que cuando se trató de abandonar mi buenamula para continuar el viaje a pie, no me atemorizóla perspectiva de tres días de marcha por el bos-que, pero el sendero llamado allí trocha, que me fuepreciso seguir, excedía por lo malo a todo lo quepodía imaginarme. Fue necesario escalar montañasa pico, ayudándome con pies y manos, franquearprecipicios, torrentes, pantanos fétidos y numero-sos espinos, saltando a cada momento sobre tron-cos derribados, para abrirme paso después por en-marañadas espesuras.

El viajero que se resuelva a recorrer aquellasvastas soledades debe ir siempre alerta; le es pre-ciso evitar a cada momento el tronco espinoso deuna palmera o de una bromelia, saltar acá y allámuy a menudo, remover con su palo la yerba antesde poner el pie, y mirar bien dónde se coge con lamano, pues las serpientes abundan en aquellos pa-raJes.

Debo confesar que a las pocas horas de marchaestaba rendido, y mi ropa destrozada, pero mi com-pañero seguía avanzando sin ninguna dificultad ysin manifestar la menor fatiga, aunque llevaba unapeeada maleta, en la cual babía reunido yo los ob-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 179: Relatos de Viajeros Saffray

182 VIAJE A NUEVA GRANADA

jetos más propios para conciliarme la buena volun-tad de los indios, tales como cuchillos, alambre,abalorios, estampas, aguardiente y sal.

Debo advertir, no obstante, que mi compañeroera un indígena de pura raza, un cholo, que ha-blaba varias lenguas, robusto, inteligente y amigode los blancos, a quienes siempre elogiaba. Habíasido sucesivamente minero, sacristán y mercader,y después de ganar algún dinero vivía muy tran-quilo en un arrabal de Antioquia. Al bautizarsecambió su nornbre de Sihuachi por el de Miguel; ala edad de veinte años le honraron sus vecinos conel don, después con el calificativo de señ01', y aspi-raba naturalmente a que en sus viajes le llamaranseñor don Miguel, cual convenía a un hombre queha hecho fortuna. Hasta que llegase la hora, y co-mo no se enorgullecía con aquel principio de aris-tocracia, no se negaba nunca a prestar algunos ser-vicios mediante una recompensa proporcionada asu posición social. Era buscador de sepulturas, co-rreo y hasta criado, con tal que se le diera siempreel título de compañero.

Prescindiendo de estas manías, Miguel era unhombre muy útil: cuando se ponía su calzón cortoy su ligera chaquetilla de lana, convertíase en elindio fornido, de músculos salientes, sobrio, vigi-lante, infatigable, capaz de internarse por los másdesconocidos bosques, y diestro para salir de cual-quier apuro. Era algo cocinero y un poco lingi:iista;tenía, en fin, todas las cualidades necesarias, inclu-so la de ser muy reservado y silencioso.

El séptimo día de marcha llegamos al bosque debambúes, donde se ofreció a mi vista un paisaje ala vez extraño, imponente y encantador. Un lilipu-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 180: Relatos de Viajeros Saffray

183

tiense extraviado en un campo de avena experimen-taría sensaciones semejantes a las de un europeoante aquella vegetación gigantesca. Reconócese únopequeño al pié de aquellos árboles colosales, en quese balancean las verdes garzotas a la altura. de cienpies; ninguna otra planta, ningún arbusto encuen-tra lugar entre su compacto ramaje; el terreno, la-brado por sus poderosos rizomos, de los que partenjóvenes tallos cubiertos de escamas aterciopeladas,está sembrado de musgos y de pequeños helechos.En tiempo sereno reina el silencio más profundo,pues ni las aves ni los insectos habitan aquellas so-ledades sin flores, pero si el viento se cuela entrela espesura, óyese allí un rumor inusitado, las ho-jas se frotan entre sí, crujen los troncos, percí-bense silbidos en las copas de los árboles, y estossonidos extraños forman un conjunto cuya gran-diosa armonía no tiene igual.

El terreno era cada vez más húmedo; en algu-nos sitios se veían espesuras de yaros, con sus enor-mes hojas y cañas en forma de abanico. Miguel meanunció poco después que nos acercábamos al tér-mino de nuestro viaje, y que el Río Verde estabaya próximo. En efecto, bien pronto oímos, a inter-valos iguales, un ruido seco, semejante al que pro-duce el hacha al herir los troncos de bambú. Eraun indio que cortaba con su machete los materialesnecesarios para construír una balsa.

-Buenos días, compadre, le dijo mi compañero.-Buenos días, taita.-¿Dista mucho de aquí el pueblo1-Bastante.-¡,Vas tú1-No.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 181: Relatos de Viajeros Saffray

18~ VU.1EA NUEVA GRANAD.!.

-¿Hacia dónde está'-Allí.Así terminó el diálogo, y por él pude conocer

que aquella. gente no pierde el tiempo en palabrasinútiles. Ofrecí una copita de ron al compadre, quienme dio las gracias con la palabra taita, y continua-mos nuestro camino en la dirección indicada. Laurbanidad exige allí que los indios se llamen com-padres si hablan español, y taita (padre) si usansu idioma. Esta palabra significa además venera-ble, superior, y es el nombre que dan a la divinidad.

Después de una penosa marcha de dos horas porun terreno pantanoso, llegamos al pueblo, dondeencargué a Miguel que se presentase como embaja-dor al cacique, para pedirle hospitalidad en minombre. Una calabaza de cautchuc llena de ron, uncuchillo y un collar de abalorios rojos debían apo-yar la demanda de mi enviado.

Miguel volvió muy pronto a darme cuenta delbuen éxito de su comisión, el jefe indio se habíaengalanado desde luego con el collar; después probótres veces el contenido de la calabaza y a falta debolsillo, pues iba casi desnudo, se ató el cuchillo ala cintura, todo lo cual quería decir: "Sed bienve-nidos". Aquellos indios no admiten regalos cuandorehusan dar hospitalidad.

Fichihuacu, nombre del cacique, nos esperaba apocos pasos de su vivienda. Hablaba algo el español,y Miguel comprendía a medias su dialecto. La casade aquel jefe, un poco más· grande que las de losdemás individuos de la tribu, pero construída porel mismo modelo, era toda de bambú, con techo dehojas de palmera; para preservarla de las avenidasdel río la habían levantado a cuatro o cinco pies

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 182: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 185

sobre el suelo, y el espacio libre que debajo quedabaservía de almacén. La fachada tiene una galería quehace las veces de recibimiento, y a ella se sube porel tronco de un árbol inclinado, en el que hay varioscortes que sirven de escalones. No había ningúnpunto de apoyo, pero tuve la suerte de aparecer enla posición vertical ante la señora del cacique, queme esperaba con todo el aire majestuoso propio desu rango. Su traje consistía en una faldilla muycorta, y adornaban su cuello varios collares depluma y de abalorios. Yola saludé dándole el cali-ficativo de comadre y ella me llamó compadre,desapareciendo al punto detrás de la esterilla queservía de puerta.

Fichihuacu permanecía inmóvil sin decir unapalabra, y yo le imité, por temor de faltar a la eti-queta de aquella gente, pero a los pocos minutosapareció la matrona cobriza con diversos utensilios.Echó en una totuma harina de maíz asada yagua,revolvió el todo con sus dedos, que me parecieronde dudosa limpieza y presentómeaquella especiede gachas.

En semejante caso se debe hacer de tripas co-razón i tragué sin vacilar aquella mezcla, y mi sa- .tisfacción por haber salido bien de la primera prue-ba se consideró como un cumplido. Miguel fue tra-tado como yo, y aun tuvo mejor suerte, pues lamano de la dama, que nunca he podido olvidar,debía estar más limpia al revolver por segunda vezlas gachas. Habiendo aceptado el mate (nombrede la mezcla), éramos ya considerados como amigosde la casa.

Varios tabiques dividían la morada del cacique.en varias habitacion~s; Ja mayor, que Jlaba sobre .

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 183: Relatos de Viajeros Saffray

186 VIAJE A NUEVA GRANADA

la galería, servía a la vez de sala y alcoba paralos hombres; detrás estaban el gineceo y la cocina,y junto a ésta unos compartimientos destinados aguardar las provisiones. Designáronnos para aloja-miento aquel en que se hallaba el maíz, y despuésde traernos dos camas, es decir, dos esteras, unajarra de chicha y una uña de tapir, destinada adarnos suerte mientras estuviéramos en aquellosparajes, el cacique cogió su bodoquera con su pe-queño carcaj de bambÚ y alejóse rápidamente. Mi-guel reía a carcajadas, guiñando con malicia unojo, y repetía a cada momento: "i Oh, tendremosuna buena cena!"

Yo deseaba penetrar en las habitaciones delfondo, pues oíanse en ellas voces y carcajadas, peroera necesario un pretexto.

-¿ Cómo se llama al agua en su lengua? pregun-té yo a Miguel.

-Namburi, me contestó.Esto me bastaba; empujé una esterilla y después

otra, y halléme frente a un grupo de niños de todasedades, con los que jugueteaban las dos hijas ma-yores de Fichihuacu. Apenas me vieron comenzarontodos a chillar, y las jóvr.nr.s indias se refugiaronen un rincón, mientras yo gritaba con una expre-sión de pantomima: namburi, namburi. Al oír estapalabra, una de las dos adolescentes pasó a la co-cina y un momento después presentóme una cala-baza llena de agua fresca. Yo bebí sin sed, paradisimular mi indiscreción; la muchacha podría tenerunos catorce a quince años; no llevaba más ropaque una faja de tela sujeta por un cordón en lacintura, y como adorno un collar de abalorios. No

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 184: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFPRA y 187

era bonita, pero presentaban sus formas ciertaEl rmonía que casi tocaba en la belleza.

Al devolverle la calabaza vacía, dándo las gra-cias en un lenguaje que no le era posible compren-der, su digna madre entró por una puerta que yono había visto, cargada de no sé qué provisionesenvueltas en hojas. Su mirada me demostró que nole parecía bien que yo me hubiese excedido en misprivilegios de huésped, y para evitar una repren-sión repetí varias veces la famosa palabra nam-buri, pero no era suficiente para hacer olvidar miofensa, y hube de apelar a los grandes medios.Llamé a Miguel, diciéndole que trajera un barrilitode sal, y cuando se lo hube ofrecido a la señora deFichihuacu, cambió súbitamente la expresión de sufisonomía. Puso una de sus manos sobre mi cabeza,e invitó a sus dos hijas a que hicieran lo mismo; yoquise marcharme, ya no me dejaron; los chiqui-llos se acercaron de puntillas para tocar mi ropa, ypara contentarles corté algunos botones superfluosque consideraron sin duda como tesoros, a juzgarpor la avidez con que los miraban. Entonces recordécierto pasaje de Proundhon sobre los botones inú-tiles, por los cuales se g'astan millones, y sentí notener una doble hilera en mi chaleco, puesto quecon tan poca cosa podía hacer a algunas personasfelices.

Nuestro cacique volvió antes de la noche, car-gado con un pequeño corzo, que entregó a las mu-jeres a fin de que lo preparasen para la cena. Pa-recía estar de muy buen humor; la ocasión me pa-reció oportuna para tomar algunos informes, yllamando al punto a Miguel, sentámonos los tres

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 185: Relatos de Viajeros Saffray

18S TrAJE A NUEVA GRANADA

debajo de la galería. La conversación no era de lasmás fáciles, pero con el auxilio de mi compañeropudimos entendemos suficientemente.

-He oído hablar mucho de vos y de vuestratribu, le dije; pasáis por un cacique sabio y pode-roso, por un diestro cazador, muy inteligente enplantas. Yo no soy español, pero los blancos de mipaís aman y respetan a los indios. Vengo a solicitarvuestra amistad y a ver vuestro país.

-&y no venís a buscar minas' repuso el caciquemirándome fijamente.

-No, contesté.-¿No buscáis tampoco sepulturas'-No.-Entonces, replicó el cacique, podéis permane-

cer COJ¡ nosotros tanto tiempo como gustéis; yo osacompañaré a cazar y a pescar. Cuando aparezca lanueva luna se casará mi hija Isquisaba, y lo cele-braremos con una gran fiesta. Mañana os presen-taré a mis amigos; tenemos un gran conjuradorque cura todas las enfermedades, y os aseguro queapreciaréis en mucho haberle conocido.

Para dar una prueba de agradecimiento a mipatrón mandé a ~,tiguclque nos trajera una botellade anisete, y cuando llegó la hora de cenar, el buencacique estaba ya por demás comunicativo, y mellamaba taita con el más profundo respeto.

Al indio no le gustan las preguntas; con él no sedebe ser curioso y sí muy circunspecto; siempreestá prevenido, aunque haya intimidad o se halleembriagado, y contesta evasivamente o se calla. Sise insiste sobre un punto, sólo responde: "¿ Quiénsabe'" Es inútil decir más, pues desconfía del

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 186: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 189

blanco aunque le dé hospitalidad. Sin embargo, yohabía ido allí para ver y aprender.

El pueblo se componía de unas cien casas, todascasi iguales, diseminadas en medio de los camposde maíz, de los bosquecillos de palmeras y de lasespesuras de bambúes.

Ya he dado a conocer el sencillo traje de lasmujeres; en cuanto a los hombres, llevan el cordónobligatorio en la cintura, del cual pende, por loregular, un pedazo de tela. Cuando viajan, cuandovan a cazar o pescar, y siempre que deben sufrirlargo tiempo los rayos del sol, exponiéndose a laspicaduras de los insectos, hombres y mujeres sepintan de rojo con orellana molida en aceite depalma. Durante la marcha son siempre las mujereslas que llevan los fardos, y así en camino como encasa, las que preparan el alimento.

Según me lo había anunciado Fichihuacu, asistía la boda de su hija. Cuando un hombre llega a losdiez y ocho años, sus amigos le ayudan a construíruna casa y a desmontar un espacio del bosque parasembrar maíz. Con el producto de su caza, el futurojefe de familia compra esteras y algunas vasijas(le barro; fabrica por sí mismo diversos utensiliosde madera y hace provisión de calabazas, y cazaalguna buena pieza para regalársela a su suegro.Este organiza un baile para el día prefijado, baileen que no son admitidos sino los individuos de lafamilia y el conjurador, único que está autorizadopara unir legítimamente a los esposos. La ceremo-nia termina con una danza a la luz de la luna; sehaila por parejas, al són de una especie de flauta,acompañada de un instrumento que consiste en unacalabazallerrade semiUasduras;- La chicha circula

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 187: Relatos de Viajeros Saffray

190 VIAJE A NUEVA GRANADA

abundantemente de mano en mano, y más de un con-vidado se queda profundamente dormido en elsuelo.

No obstante, este matrimonio no es definitivogracias a la costumbre del amaño, unión provisionalque dura doce meses; si trascurrido este plazo noestá contento el esposo, devuelve la mujer a suspadres y ambos quedan en libertad. La esposa nogoza dél mismo privilegio; todos los maridos sonconsiderados como buenos en este país; como enotros muchos, rige la ley del más fuerte.

La casualidad hizo que contrajese conocimientoÍntimo con Cachinau, médico y hechicero de la tri-bu. Cierto día llevaron a su casa un indio a quienhabía mordido una serpiente en la pierna, pero elhombre de la ciencia estaba ausente; contáronmeel caso y me ofrecí a curar al herido. Yo llevabasiempre polvo de cedrón, y después de fajar confuerza la pierna del paciente le administré un gramodel remedio, mientras que Miguel, siguiendo misindicaciones, transformaba en vaso la parte pro-longada de una calabaza. Con mi cortaplumas en-sanché la herida, y la calabaza, impregnada deaguardiente inflamado, formó una enorme ventosa.Propiné al indio tres veces, con dos horas de inter-valo, la dosis de cedrón mezclado con ron, y mandéque le hicieran unas fricciones enérgicas. El pa-ciente recobró el conocimiento y a las venticuatrohoras no ofrecía sino los síntomas tifoideo s, quese combaten con los tónicos ordinarios.

Al día siguiente vino a verme Cochinau; díjomeque yo era el gran taita, y declaró que deseaba sermi amigo. Yo fe expliqué el acto de ligadura y dela ventosa; demostréle que a falta de aguardiente,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 188: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 191

produciría el bombax o de melastomas holosericea,y le hice comprender cómo un tronco de bambú po-día reemplazar la calabaza, de la cual me habíaservido yo por no tener otra cosa mejor.

El buen hombre parecía asombrado; yo era asus ojos un gran conjurador, y dijo que podía COl1-

siderarme como su cofrade sin humillarse. Desdeaquel momento me sirvió de compañero en mispaseos por el bosque, indicóme varias plantas útilesy me inició en su práctica médica, aunque sin atre-verse a revelarme los signos cabalísticos y las pa-labras inspiradas sin las cuales, en su concepto, nopodía curar las plantas. En él no era esto charla-tanería, sino pura convicción; los indios creen queIRS plantas actúan por su virtudes o(3ultas.

XVII

PESCA MILAGROSA.-U~A BORRASOA.-OOMUNICACIONESEN EL VALLE DE RIO VERDE.-UN 1'000 DE VERDADSOBRE LAS SERPIENTES Y LOS REMEDIOS KVIPLEA-DOS CONTRA SDS MORDEDURAS.-EL GUACO.-OAZACON LA BODOQUERA.-EL VENENO LLAMADO CCRA·RE.-MIS COLECCIONES.-CONSEJOS PRACTICOS A LOSVIAJEROS NATURALISTAS.-LA MEDICINA DE LOSINDIOS.-REGRE80 AL 1'AI8 CIVILIZADO.

Mi patrón, el cacique, me había propuesto unapartida de pesca; llegado el día, nos pusimos enmarcha, acompañados de vari9s hombres que lle-vaban cestos, un .hacha y un machete; no vi anzue-los, ni cañas, ni redes,_ lo clJ,al me llamó mucho la

. atención, pues no me explicaba de qué medios se

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 189: Relatos de Viajeros Saffray

1~2 VIAJE A. NU:&VA GRANADA

valdrían. En el camino observé que aquellos hom-bres cortaban varios bejucos muy delgados, reco-giendo algunas ramas y la raíz de una planta lla-mada en el país barbasco, que yo reconocí ser lateofrasia marginal. Entonces comprendí por quéno llevaban aparatos de pesca; tratábase de ador-mecer o embotar a los peces, sin tenderles lazo al-guno. El barbasco es muy afin de otras dos legu-minosas empleadas para el mismo caso: el galegasericea y el galega toxicaria de la India, donde seencuentran también las bayas embriagadoras delcoccukus suberoux. He visto usar igualmente enNueva Granada el piscidia carthaginiensis y el jugodel mil pesos (hura crepitans), llamado vulgar-mente arenilla en nuestras colonias..

Llegados al punto elegido por Fichihuacu, cons-truímos una balsa de bambú, y poco después está-bamos en medio del río. La corriente era tan débil,que bastaba un hombre para la maniobra: Echá-ronse en el agua raíces y ramas de barbasco y a lospocos minutos vimos flotar en la superficie, priva-dos de sentido, varios peces grandes y pequeños.Los cestos rebosaron muy pronto, y vaciáronse enla balsa para volver a llenarlos; la piel luciente deaquellos animales, sus brillantes escamas y varia-dos colores, formaban agradable conjunto.

La pesca fue muy abundante; como el tiempoamenazaba lluvia, los peces estaban inquietos, yesto les hacía abandonar el fondo, donde no hubierapodido alcanzarles la influencia tóxica de la teo-frasia.

Cuando estuvimos cansados de pescas regresa-mos a tierra, y se encendió un buen fuego para se-car los peces. Miguel, que había levantado una pe-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 190: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 193

queña tienda, me mostró con aire inquieto unas nu-bes de color gris sonrosado que ascendían lenta-mente, y de las cuales vi partir varias veces exha-laciones eléctricas. Una cálida brisa, cargada deozono, agitaba a las garzotas de bambÚ; poco a po-co refrescó la atmósfera, cayeron algunas gotas,precursoras de la tempestad; las nubes invadierontodo el cielo y los relámpagos produjeron un fragorespantoso que parecía desgarrar los aires. De re-pente oyóse un sordo rumor en el follaje de los ár-boles: era la lluvia de los trópicos, era que acaba-ban de abrirse las cataratas del cielo. :FJlhuracánretorcía, destrozaba, lo arrancaba todo con el Ím-petu de una tromba, y en medio de los grandiososrumores de la tempestad, percibíanse los sonidosestridentes que producía el crujido de los troncosy de los árboles tronchados. Esto duró acaso mediahora; poco después despejáronse algunas nubes,reinó de nuevo el silencio más profundo, y una bri-llante gloria prestó animación al paisaje.

Fue necesario encender de nuevo el paisaje parasecar los peces; al día siguiente emprendió mi pa-trón el camino de su pueblo, y yo marché con micofrade Cachinacu y Miguel para visitar una tribuvecina.

El sendero que seguimos durante dos días seasemeja al primero que recorrí para ir al pueblo delcacique; de trecho en trecho veíase un árbol derri-bado o ramas cortadas para facilitar el paso. Atra-vesamos el Verde por un puente de bambúes y decañas sin ninguna dificultad, pero más lejos meestaba reservada una sorpresa. Al llegar a la orillade un río ancho y profundamente encajonado, vique el sendero se interru:rnpía brusCl:imenté en un

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 191: Relatos de Viajeros Saffray

IN VIAJE A NUEVA GRANADA

declive de unos cincuenta pies de altura. Miré COE.inquietud a mi amigo, como preguntándole qué h~-ríamos; pero me contestó con una sonrisa, mostrán-dome una cuerda tendida entre las dos márgenes:era lo que allí llamaban la tarabita. Consiste esen-cialmente en una cuerda de cuero o de corteza, a lolargo de la cual avanza el hombre a fuerza de pu-ños, suspendido como una araña que teje su tela.Nuestra tarabita, sin embargo, era menos rudimen-taria; un gancho de madera, que se desliza por elcable, sostiene un asiento de bejucos, donde el via-jero puede descansar durante la travesía; y si setrata de trasladar de una orilla a otra un fardo ouna persona que no pueda hacer ejercicios gimnás-ticos,el primer hombre llega a la orilla opuesta yatrae por medio de una cuerda el gancho con elasiento. I '

En varias provincias de Nueva Granada haytarabitas establecidas por cuenta del gobierno, y encada orilla permanece un hombre encargado de tirardel gancho.

Costeábamos hacía algún tiempo el río, que ha-bíamos cruzado sin percance alguno, cuando viavanzar por la corriente un objeto de palmera. Creíal pronto que sería un tronco de palmera rodeadode. un grueso bejuco, pero observé que éste se mo-vía. Lo que la corriente llevaba era nada menos queun boa de gran tamaño, que para evitar el trabajode nadar, se había enroscado en un bambú flotante.Después de haber agotado los recursos de un dis-trito, emigraba hacia un nuevo bosque, donde pu-diese satisfacer sin fatiga su voraz apetito.

Durante mis correrías con Cachinau hice, bajo5U dirección o atendiendo a sus advertencias, num€-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 192: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 1116

rosas observaciones acerca de las ~ostumbres delas serpientes.

Las especies venenosas figuran en menor nú-mero que las otras, pero entre éstas las hay terri-bles por su fuerza, como son los pitones y las boas.Los primeros pueden alcanzar a treinta y cuarentapies de longitud; su boca enorme está armada delargos y robustos dientes; ahoga a su presa, laablanda entre sus anillos, redúcela al estado depulpa y la absorbe por medio de una succión enér-gica. He visto uno de estos monstruos que, despuésde haber devorado un ciervo esperaba, entorpecidopor una digestión laboriosa, a que la putrefaccióndesprendiese la cabeza y las astas que no habíapodido tragar. La piel de esta serpiente, que tienemás de un metro de anchura, sirve para forrarsofás y sillones.

Las boas no son tan grandes como los pitones,ni tampoco tan voraces; las de dimensón ordinariano pueden ahogar a un hombre robusto entre susanillos como no esté cogido por el cuello.

Las mán bonitas serpientes que he visto en elpaís son las llamadas bojobi, cuyo dorso es de colorverde amarillo vivo; las hibokas, cazadoras de hor-migas, cuya piel tiene el fondo blanco cubierto demanchas rojas, azules, amarillas y verdes; el corali-no, con anillos alternativamente blancos y rojos;el lurus, que tiene el vientre pardo, los costadosazules y el dorso amarillo, cruzado por una listaroja, y por último el flosculus, cuyo vientre es blan-co y el dorso azul celeste.

Desgraciadamente las serpientes más inofensi-vas son también objeto del horror, Entre las máspeligrosas citaré el horrible crótalo, o serpiente de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 193: Relatos de Viajeros Saffray

196 VIAJE A NUEVA GRANADA.

cascabel, el equis o tara; la verrugosa, la mapaná,el veinticuatro horas, la pudridora y el cinco minu-tos, cuyo veneno, como lo indica el nombre del rep-til, mata en este breve espacio de tiempo.

A medida que el viajero se eleva hacia las re-giones templadas y frías, las especies peligrosascomienzan a escasear, y la ponzoña de las que tie-nen veneno pierde su actividad. Como se necesitacierto tiempo para que se llene el depósito desdedonde pasa el veneno al colmillo destinado a infil-trarle en la herida, compréndese que la mordedurade una serpiente muy peligrosa no puede ocasionaraccidentes graves después de haber agotado ya enuna presa su mortífero licor.

Los resultados de la mordedura varían tambiénsegún la parte herida y la constitución de los indi-viduos; si el veneno se infiltra en un vaso de losmás gruesos, sus efectos son mucho más rápidosque cuando se deposita en un músculo, si la succióny la ligadura no ba~tan para contener el mal.

En el momento de ser la persona mordida poruna serpiente venenosa, no experimenta más dolorque el que ocasiona la picadura, pero poco despuésse siente como un hormigueo en los miembros, yluégo el entorpecimiento. La lengua se hincha o porlo menos parece aumentar de volumen, acometenfuertes dolores de cabeza, que producen a menudoun desmayo, y en la parte herida se declara una tu-mefacción que se propaga rápidamente. Después deestos síntomas, comunes a la mayoría de casos, apa-recen los accidentes especiales que caracterizan lamordedura de las diversas especies de reptiles. Elcoralino produce la ictericia; la serpiente de casca-bel un dolor de costado; el equis una hemorragia

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 194: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAF!FRA y 197

por boca y nariz; la taya rabona, agudos doloresmusculares y un escozor semejante al de una que-madura; la pudridora, como lo indica su nombre,ocasiona una descomposición rápida de los tejidos,una gangrena fulminante.

Los indios del país conocen un gran número decontravenenos; entre los más eficaces citaré la dors-tenia contra-yerba, de sabor cálido, picante y aro-mático; la caña de víbora (Kuntia montana), únicoindividuo de la familia de las palmeras en el quese ha reconocido la propiedad de combatir el vene-no de las serpientes; el aegiphila sal'tttaris, verbe-nácea muy activa; la almendra de pica-pica (Ma-cuna 1nutisiana), llamada también ojo de venado;el cedrón, o más bien los cotiledones del fruto delsimabo cedrón, y el malambo, (Drymis granaten-sis), designado igualmente con los nombres de be-juco de Guayaquil y canelo de la costa, grueso be-juco de corteza amarga y aromática.

La familia de las aristoloquias produce en todoslos países remedios que los indígenas considerancomo muy poderosos para combatir los efectos delveneno de las serpientes. Aquí no hay más que ele-gil'; citaré sólo la aristolochia cordiflora, de enor-mes flores acampanadas, cuya raíz es la que con-tiene la virtud; la A. fraga1'ttisima, de corteza aro-mática'y alcanforada, febrífugo conocido en el paíscon el nombre de bejuco de las estrellas, porque eltallo presenta en su interior una figura en formade estrella; la A. geminiflora, o bejuco carare; laA. anguicida, o contra capitán, o capitana de cora-zón; y por último, la A. ringens, que conseguí de-terminar de~ués de haberla conoelno -con los nom-bres comunes de chumbipe, larrogoza y gallo de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 195: Relatos de Viajeros Saffray

198 VIAJE A NUEVA G:RANADA

monte; este último se deriva de la forma de su flor.La más célebre de las plantas anti-venenosas

del país es el guaco, clasificado primeramente porMr. Mutis. Hay dos especies: la una de flores blan-cas, que crece en las regiones templadas, y la otrade flores de color violeta, que habita en las cálidasy constituye el verdadero guaco de los indígenas.Cuéntase que una ave del Chocó, destructora de ser·pientes, come las hojas de esta planta, cuando hasido mordida por una serpiente, y que de su gritoparticular, huaco, o guaco, se deriva el nombre apli-cado al poderoso específico.

La mikania es una planta herbácea trepadora,de ocho a diez metros de largo; las hojas, muy del-gadas y membranosas, son opuestas, ovales, de docea quince centÍmetroí; de longitud por seis o siete deanchura, algo carnadas, ligeramente dentadas y ás-peras en su cara superior. Las flores, dispuestasen corimbos en la extremidad pubescentes, ofrecenlos caracteres bien marcados de la familia de lassinantereas.

Entre todas estas plantas se cuentan tres quemerecen especial confiunza: el cedrón, la Místolo-chía rígens y el guaco. Son poderosos tónicos, cuyaacción en la economía permite luchar contra la in-fluencia depresiva y asfixiante del veneno; Heropodrían calificarse de verdaderos específicos? Nolo creo, pues no neutralizan el principio letífero. Enel tratamiento de un herido los considero tan sólocomo auxiliares indispensables, porque los ver-daderos medios de salvación son la ligadura, elensanchamiento de la herida, la succión con la bocao por medio de ventosas y la neutralización delveneno por el amoníaco a la potasa cáustica, ensa-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 196: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 199

yada con éxito por el abate Fontana. El amoníaco,administrado como remedio interno, es asímismoútil, es un estimulante difusible. En diversas oca-siones ensayé la cauterización de la herida por me-dio del yodo disuelto en una solución de yoduro depotasa, propinado el mismo remedio como bebida,y todos los pacientes curaron. En otros experimen-tos inoculé en varios animales veneno de serpienteadicionado con una centésima parte de solución yó-diC'a,y no sufrieron accidente alguno. El yodo ejer-ce en tal caso una acción neutralizadora muy mar-cada.

Al invitarme Cachinau a que le acompañara ala orilla del Río Verde, preparábame una sorpresa.Había sabido que los jefes de la vecina tribu, losChocos, iban a reunirse a .fin de preparar el vene-no con que los indios impregnaban las flechas quelanzan con cerbatana, y el verdadero objeto de suviaje era precisamente abastecer a su tribu de cu-rare, nombre de esta terrible preparación.

El día prefijado salimos del pueblo un poco an-tes de rayar la aurora. Cachinau, Miguel y yo, íba-mos con el cacique, a quien seguían ocho o diezhombres; algunos de ellos llevaban calabazas va-cías, y otros, paquetes de plantas cubiertos de gran-des hojas, así como también diversos objetos ence-rrados en cestitos.

Al cabo de media hora de marcha nos detuvimosen un sitio elegido por el cacique, en un pintorescorincón del bosque situado a orillas de un torrente.Allí se recogió la leña para encender fuego, desem-paquetáronse los ingredientes y se machacó en pe-queñas porciones la raíz y la corteza de un bejuco,cuyo jugo se introducía en las calabazas. Después

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 197: Relatos de Viajeros Saffray

200 VIAJE A NUEVA GRANADA

de extraerlo todo se llenaron con este líquido varia!!vasijas de barro cocido, que fueron puestas sobreel fuego; en cada una de ellas echáronse en seguidagrandes arañas del género mygale, juntamente conotras más pequeñas, que no pude reconocer, col-millos de serpiente y un poco de arenilla. Cuandotodo esto hubo hervido por espacio de una hora, eljefe cogió un tronco de bambú, cuya extremidadinferior estaba tapada con fibras de palmera, demodo que formase un filtro, y vertió poco a pocoel contenido de cada vasija, que caía clarificado enuna olla bastante grande. Terminada esta opera-ción, y como se necesitaban algunas horas para quese evaporase aquel extracto, algunos hombres, pro-vistos de sus bodoquera s, marcharon a cazar. Pocodespués volvieron trayendo un mono y varias aves,cuya sangre debía servir de reactivo para probarlas fuerzas del veneno. Con este objeto se echaronalgunas gotas en una calabaza, y añadiendo unasola del extracto, en parte fluído, vióse que bastabapara producir una coagulación casi instantánea. Laprueba se renovó varias veces, siempre con el mis-IDO resultado, y el curare, reconocido como de pri-mera calidad, se vertió entonces en unas calabazaspequeñas en las cuales debía endurecerse al en-friarse.

Los indios preparan así un curare mucho menosterrible, con el que entorpecen a los animales cuan-do quieren cogerlos vivos. Es lo que llaman el cu-rare destemplado, y se compone de los mismos ele-mentos que el veneno ordinario, pero diluído en unextracto del Hura crepitans.

He dicho que Cachinau conocía casi todo~ losingredientes del curare; más tarde me enseñó el

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 198: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 201

bejuco venenoso, que reconocí ser el Strych1lOs toxi-caria. Prescindiendo de las arañas, que no tienenimportancia, se puede considerar que el curare delos Chocoes se compone de extracto de strychnosmezclado con una pequeña cantidad de veneno deserpiente.

El animal herido por una flecha impregnada enesta sustancia: no sufre, los músculos se paralizan,déjase caer, como desfallecido y muerto por asfixia.

Los indios creen que el tabaco es el contravene-no del curare, pero he reconocido que no sÍl've paracombatir el envenenamiento ocasionado por aque-lla sustancia con base del strychnos.

Mi compadre indio negoció en mi nombre elcambio de dos cuchillos por un pequeño carcaj cu-bierto de una capa de veneno y provisto de dos fle-chas de bodoquera, y hecho el trato emprendimosla marcha. hacia el Río Verde.

En el valle de este nombre fue donde encontréla. reina de las langostas, el acridium dux, que tienequince centímetros de largura y cuyas carnosasancas invitan al hombre a convertirse en acridófa-go. Allí hay también otro insecto llamado caballitode palo en el país, y que en todo tiempo inspiró alpueblo un temor supersticioso. Asegúrase que esun veneno violento para los equidos. En su tratadode las enfermedades de las Indias, Pison afirmagravemente que si uno de estos animales toca alhombre, le comunica un temblor general (sin on(13el del miedo), pues el autor añade que no ocasiont'!ningún mal "aunque se oprima entre las manos."

Entre la repugnante familia de los Blatidos re-cogí un monstruoso ejemplar~ el escarabajo gigan-te, que no mide menos de diez y ocho centímetros

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 199: Relatos de Viajeros Saffray

202 VIAJE A NUEVA GRANADA

de punta a punta de ala. Oontábanse también entremis víctimas un capricornio pardo, con bonitasmanchas rojas, el acroince longirnane, notable porla longitud de sus patas, que le permite dar saltosenormes, aunque parecen molestarle durante eldescanso, unos bonitos filis y un terocroso hoja se-ca, verdadero capricho de la naturaleza. Sus alas,de color pardo rojizo, presentan nervios articula-dos como las hojas, admirable previsión del Orea-dor para preservar al pobre insecto indefenso desus numerosos enemigos. Entre los escarabajos hicepreciosas adquisiciones, figurando en primer tér-mino la corinea, cuyo coselete se prolonga en for-ma de dos cuernos obtusos, entre los cuales apareceotro más largo que parte de la mandíbula inferior,y el hércules, la especie más bonita y extraña de lafamilia, provista o más bien adornada de dos lar-gos cuernos agudos.

y ya que de colecciones hablo, me permitiré daralgunos consejos prácticos a los que viajen porNueva Granada. Llévense siempre baúles o maletaspequeños y en cuanto sea posible impermeables,porque será necesario va.dear con frecuencia losríos. Oonviene también proveerse de un buen sur-tido de tubos de cajas de zinc de todos tamaños, ycera para cubrir los bordes. No olvidar, sobre todo,las sustancias desinfectantes e insecticidas, peroabstenerse en lo posible de los frascos de cristal j

los que se tengan deberán colocarse cada uno en sutubo de zinc.

A pesar de todas estas precauciones, llegará unmomento en que apenas le quedará al viajero nadade su equipaje europeo. Las mulas pu<?dencaer enun precipicio, o ser arrastradas por la corriente, y

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 200: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 203

en consecuencia se debe estar dispuesto a improvi-sarlo todo en cualquier sitio en que uno se encuen-tre. Los troncos de bambú y las cañas constituyenexcelentes receptáculos para las plantas y los insec-tos. Si no matais inmediatamente estos animales,tened cuidado de separar los individuos de las es-pecies voraces y evitad sobre todo un desastre tanfunesto como la lucha de dos gatos, pues de ellosno quedan sino las colas.

Para preparar las pieles encontraréis alumbrehasta en los pueblecillos. En cuanto a los insectospoco frágiles, el mejor medio de conservarlos con-siste en ponerlo s separadamente en cajas de car-tón, de madera o de metal, llenas de aserrín impreg--nado en esencia de trementina.

Si queréis conservar una copia exacta de unamariposa, cubrid una hoja de papel con una ligeracapa de jabón, poned encima el insecto, levantad elcuerpo si es voluminoso y apoyando sobre las alasotra hoja preparada del mismo modo, oprimidlasobre aquéllas con la mayor igualdad posible. Lasescamas de color se adhieren al papel, y por estecalco podréis hacer cómodamente un dibujo o unaacuarela.

Ahora añadiré un consejo muy especial, y esque no contéis con nadie sino con vos mismo; "cor-tad el trigo por vuestra mano si queréis verIecrecer."

Hubiera deseado permanecer largo tiempo conmis excelentes amigos, el cacique y el conjurador,en medio de los sencillos habitantes de Río Verde,en aquellas orillas que me ofrecían diariamente;Q.ll~V:illLteso.ro.sT pe.ro llB- Bl'-a fo-l'Z-6SiJ m-a-t'chrrr~Una

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 201: Relatos de Viajeros Saffray

204I

VIAJE A NUEVA GRANADA

despedida es siempre triste y hasta a los salvajesse echa de menos cuando se les abandona.

XVIll

DE mo VERDE A SONSON.-~ARMA, RlrPIA y ANSERMA.ANTROPOFAG1A.-ORIGEN DE T.A GEOGRAFIA BOTA-NICA.-LOS PASAPORTES EN NUEVA GRANADA.-ENCAMINO PARA CARTAGO.

De regreso a Medellíu encontré el país en plenarevolución; así como el pastor de cierta graciosafábula, "ignoraba que hubiese cambiado de amo."

El general Mosquera, en otro tiempo jefe de losconservadores, y que como tal, fue elevado al rangode Presidente de la República, había experimenta-do la necesidad de rehacer su fortuna, arruinadaen especulaciones en los Estados Unidos; y hé aquíporqué acababa de cambiar de política repentina-mente, proclamándose el hombre más liberal delmundo. Mosquera reclutó por lo tanto un ejércitoentre hombres que están siempre dispuestos a se-guir a quien les paga; hizo prisionero al Presiden-te Ospina y ocupó su lugar, anogándose el títulode dictador de los Estados Unidos de Colombia,con 10 cual anexionaba de un solo rasgo de plumados repúblicas independientes: Venezuela y elEcuador.

Sin embargo, los conservadores luchaban contrael usurpador, y sus ejércitos, aunque menos nume-rosos, tenían en jaque a las fuerzas de Mosquera.

Estos acontecimientos no me permitieron conti-nuar el plan que tenía proyectado, y en consecuen-cia resolví dirigirme al puerto de Guayaquil por el

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 202: Relatos de Viajeros Saffray

DOC'l'OR SAFFRAY 205

valle del Cauca y las altas cordilleras de Pasto yde Quito.

Después de una corta permanencia en Rionegro,ciudad un poco triste, comparada con Medellín, pe-ro cuyos habitantes son honrados e industriosos,encaminéme hacia la Cordillera Oriental, trepandopor una serie de colinas en las cuales se pasa alter-nativamente de las regiones frías a las templadas,y viceversa. El camino parecía monótono, si no fue-ra porque al vadear los ríos y franquear los preci-picios que causan vértigos, se experimenta de vezen cuando impresiones en que no es siempre fácildistinguir entre el sentimiento de admiración y eltemor. En semejante camino y durante la estaciónde las lluvias, no puede el viajero lisonjearse deque andará más de tres leguas diarias. Algunasveces, al llegar a orillas de un río, se ve que el vadoes infranqueable, a causa de las avenidas, y enton-ces no hay más remedio que levantar la tienda yesperar a que bajen las aguas. A falta de puentes,se daría úno por muy contento con encontrar unatarabita como las que ya he descrito.

Desde las cimas se puede ver la extensa líneaondulada de la Cordillera Central y las colinas deArma, Supia y Anserma, grandes centros de pobla-ción antes de la conquista. Los habitantes eran ri-cos, industriosos e intrépidos; mas a pesar de S11

civilización relativa, devoraban sus prisioneros deguerra. El territorio de estas tribus está hoy casidesierto.

Los burgos de Pácora y de Abejorral son pocoimportantes, pero la ciudad de Sonsón merece laatención del v.iajero. El clima es tan salubre, que-los--mélltcos--seven oBligados a ejercer una segundá

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 203: Relatos de Viajeros Saffray

206 VIAJE A NUEVA GRANADA

profesión menos ilusoria. Los habitantes se enor-gullecen, y con justo motivo, de la educación libe-ral que se da a la juventud en su colegio, del quesalen algunos hombres de talento excepcional. Poreste concepto puede rivalizar Sonsón con la peque.•ña ciudad de Marinilla. El comercio es casi nulo;los más de los habitantes se dedican a la agricul-tura; el país produce mucho trigo.

Después de Sansón no encuentra el viajero nadainteresante hasta llegar a Manizales, ciudad muyfavorecida por S11 posición, casi limítrofe, entre lasprovincias de Antioquia y del Cauca. Es un puntode tránsito muy importante y no se debe juzgar desu comercio por el miserable aspecto de las caba-ñas, cubiertas de hojas de palmera, de que se com-ponen aún las más de las calles. La población, for-mada al principio por aventureros de toda especie,se depuró luégo poco a poco, como se observa enlas demás ciudades que se constituyen apresura-damente.

Manizales está en el límite de las regiones tem-pladas y frías. Cuando sale el sol se ven brillar ensu horizontes las nevadas cimas del Páramo, o ven-tisquero del Ruiz, centro de la Sierra Nevada delQuindío, que se desarrolla desde los glaciares de laMesa de Hervé, al norte, hasta la enorme masa có-nica del Tolima, al sur.

No me costó poco trabajo encontrar guías parahacer una excursión al Páramo. Todo el mundo medecía: ¡ ¡No veréis nada curioso, nadie va; la faltade caminos, el frío y los obstáculos se opondrán aque neguéis al fin."

Cierto que es más fácil hoy escalar el MonteBlanco, por senderos bien conocidos y con guías

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 204: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 207

prácticos, pero no se disfruta de todo lo imprevistoque ofrece una ascensión por cadenas aún vírge-nes. Franquear, a pocos grados del ecuador, lossenderos que sólo recorren el puma y el tapir, ele-varse a través de las soledades de una inmensa sel-va, jamás hollana por la planta del hombre, hastalas nieves ptel'nas que coronan las cimas no explo-radas aÚll, penetrar allí donde la naturaleza, segúnla frase feliz de Buffon, "debe admirarse de que lainterroguen por primera vez", son cosas más quesuficientes para tentar al celoso viajero y al sabio,cuando están ávidos de nuevas emociones.

Necesité algunos días para hacer mis prepara-tivos.

En la Aldea de María, pueblo contiguo a las pri-meras pendientes, pude reclutar por casualidad unvaquero, es decir, un hombre que conocía algo lamontaña. Una parte de la ascensión, según dijo,podría hacerse en mula; pero valía más proveersedesde luego del palo alpestre.

El supuesto camino, muy escarpado, estaba cu-J-i"'rto por la vegetación y las tierras desprendiél!\c;A medida que íbamos subiendo, desaparecían lasplantas de la zona templada y el aspecto generaldel bosque me recordaba los climas del centro deEuropa; después llegamos gradualmente a la natu-raleza boreal. A cierta altura predominan las enci-nas (Quescus granatensis), más pequeñas que lasde Francia, y cubiertas de musgo que penden enramas, simulando cabelleras.

El tapir de las tierras frías, el leopardo, el pe-cari (sus tassaju), el oso pardo, el ciervo de los Án-_dJts _y p.Lgato:-tig.re., SOl1- los- .habitantes- -d.e-.aqucllos-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 205: Relatos de Viajeros Saffray

208 VIAJE A NUEVA GRANADA

bosques. Sobre esta zona crecen pinos y cedros deproporciones colosales.

El botánico podría también formar allí una nu-merosa colección.

Subiendo siempre sin cesar, y cuando se está ala altura de unos cuatro mil trescientos metros, sóloofrece la tierra algunos escasos arbustos; el puma,y un oso pequeño de cara blanca, son los únicoscuadrúpedos grandes que se aventuran en aquellainfecunda zona, pero en cambio abundan las gra-míneas, entre las que descuellan los panicum y losagrostis. A mayor altura parece que los musgos ylos líquenes temen elevarse sobre el suelo, que ape-nas les comunica calor para arrostrar las heladasbrisas. Ninguna ave, ningún insecto anima aquellafría naturaleza.

Apenas se ve alguna mariposa extraviada a lacual impelieron los aires lejos de las regiones másfavorables para su existencia, o bien una mosca devuelo indeciso, a la que dio vida un rayo de sol yque morirá al más leve soplo de la brisa.

Continuando la ascensión, llégase, a costa demil fatigas, a la altura de cuatro mil setecientosmetros, donde ya se pisan las nieves eternas; peroentonces redoblan los peligros y las dificultades.Por arriba la avalancha, en los lados el precipicio,delante un muro de hielo, más allá un torbellino deaguas cristalinas, que amenaza envolveros en unsudario movible, formado por la nieve, cuya conge-lación es incompleta, pero el atractivo de las cimashace olvidar todos los peligros.

y ahora, apartando la vista de esa capa deslum-bradora de hielo, virgen de las huellas del hombre,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 206: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 209

i dónde sería dado contemplar un panorama másgrandioso'

La mirada no se limita. sino por su propia debi-lidad; las líneas onduladas de las crestas azules seconfunden a lo lejos insensiblemente con el azuldel cielo j más cerca se designan profundos vallesy atrevidos picos, que surgen de una masa de mon-tañas, y si volvéis a otro lado la cabeza, cambia laescena completamente. A vuestros pies, y hasta unpunto que se pierde de vista, muévese un inmensomar de nubes, mar ondulante y monótono, entreesta masa flotante y los cirrus que se prolongan enel cenit; ningún sér representa la vida en la inmen-sa solemnidad del espacio, del silencio y de las so-ledades.

&, Ninguno? Ah, se me olvidaba: en medio de unaire rarificado, donde los sonidos mueren sin pro-ducir un eco, se cierne el habitante de aquella na-turaleza, el gran cóndor de los Andes, cuyas robus-tas alas miden catorce pies de punta a punta. Enlos límites del aire respirable, el ave se desliza, tra-zando una. espiral, hasta el pico inaccesible dondeconstruye su nido de ramas, y desde aquellas altu-ras vertiginosas, su mirada percibe en el fondo delvalle todo aquello que no alcanza vuestra vista. Noacecha a los animales vivos; reina de las aves de-puradoras, sólo se alimenta de cadáveres.

Hubiéramos querido tener alas como el cóndorpara descender hasta las colinas de Manizales, puesla bajada. es mucho más penosa y difícil que lasubida.

El Páramo del Ruiz, ha sido poco visitado porlos naturalistas. Mutis fue el primero que se aven-turó-ellsna-bosques y formó un cuadro de las altu-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 207: Relatos de Viajeros Saffray

210 VIAJE A NUEVA GRANADA

ras comparadas, donde crecen, en los Andes ecua-toriales, las principales familias o especies. A con-secuencia de sus relaciones con el sabio español,Humboldt, tuvo conocimiento de este trabajo, ha-llado recientemente en Madrid por el doctor Tria-na, quien debió a sus notables obras figurar entrelos primeros botánicos de nuestra época.

Las tropas del gobierno ocupaban a Manizales,y los partidarios de Mosquera, dueños del valle delCauca, avanzaban hasta la Aldea de María, puebloque dista apenas una legua de aquella ciudad. Elgeneral Renao, que mandaba en la plaza, esperabaproteger el territorio de Antioquia, y hasta expul-sar del Cauca a las numerosas fuerzas, aunque malorganizadas, del general Payán, un ex-abogado quese había constituído en jefe de ejército.

Convertida la ciudad de Manizales en plaza deguerra, todo aquel que saliese después de ponerseel sol debía contestar a todo momento al quién vivede los centinelas y de las patrullas. Nadie entrabani salía de la ciudad sin un pasaporte, y esto cuan-do no tenía el jefe el capricho de suprimir los pa-ses, sin excepción, por un tiempo determinado.

Resuelto a continuar mi viaje por el valle delCauca, fui a ver al general y le dije:

-He terminado mis preparativos, y marcharémañana a medio día.

-Como gustéis, me contestó; pero debo adver-tiros que os detendrán en las puertas.

-Muy bien, repuse; tomad vuestras precaucio-nes, pues yo pasaré.

-j Probadlo; y si pasáis, buen viaje!Yo no temía !lada en cuanto a mi persona, pues

era un poco amigo del general Renao, pero expo-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 208: Relatos de Viajeros Saffray

DOO'I'OR SA.F.l<'RAy 211

níame a que me quitasen el criado y las mulas. Porlo tanto, juzgué más prudente dejar en Manizalesmis bagajes, reuniendo en una. maleta los efectosmás indispensables, mis objetos preciosos y unabolsa bien repleta. Oonfié a Miguel este ligero equi-paje, y encarguéle que se dirigiera por los atajosal camino de Oartago, en cuya ciudad le espera-ría yo.

Al día siguiente, a eso de las doce, fui a despe-dirme del jefe de Estado mayor, quien me recordóla inflexible consigna, y poco después me alejabade Manizales.

-j Vuestro pasaporte!, gritáronme de prontodos soldados que jugaban a los naipes en medio delcamino.

-Amigos, les contesté, no le necesito ni le ten-go: soy extranjero; llamad al oficial.

.y al decir esto, eché algunas monedas sobre losnmpes.

Este pasaporte debía valer por lo mellaS tantocomo otro, pues ambos soldados hicieron un saludocasi marcial y uno de ellos me dijo:

-El camino está libre, caballero: podéis pasar.Mi criado me servía hacía poco tiempo. No ig-

noraba él cuando nos separamos que llevaba con-sigo una pequeña fortuna, y en aquellos tiemposde disturbios podía muy bien desaparecer, o fingirque le habían robado durante la noche en algún ca-mino, pero no hizo ni una cosa ni otra. Los criadosy los correos son aquí de una fidelidad a. toda prue-ba; jamás se oye decir que un hombre haya sido ro-bado o asesinado en un camino desierto o en las ca-bañas aisladas, yeso que el criminal podría estareasi-segu-ro--de-que-iba-a:-qtre--aarimpune sli--ae1itó.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 209: Relatos de Viajeros Saffray

312 VIAJE A NUEVA GRANADA

Una vez lejos de los quién vive?, de los patriotasde Manizales, y reunido con mi criado, esperaballegar a Cartago sin contratiempo, pero el caminoestaba ocupado por el ejército liberal, y en los pues-tos militares pidieron el pasaporte. Sin embargo,salí del paso valiéndome del mismo expediente quela primera vez.

Cuando se trataba de atravesar por un campa-mento, rogaba al primer soldado con la mayor fi-nura que me condujese a presencia del general. Unavez ante el jefe, trabábamos conversación, convi-dábame a comer o a almorzar y después de gran-jearme su afecto, pedíale una escolta hasta el próxi-mo puesto militar ..

De este modo llegué a las orillas del Vieja, des-de donde comienzan a divisarse las palmeras delos jardines de Cartago.

XIXEL VALLE DEL CAUCA.-MI LLEGADA A CARTAGO.-VI-

SITA OBLIGATORIA AL GENERAL COMANDANTE DEI,A PT.A7.A.-INTRIGAS y SOSPECHAS.-MILITARISMOy CORTESIA.-DESCRIPCION DE CARTAGO.-TIENDASy 'l'ENDEROS.-ESTUDIO DEL MAIZ y SUS PRODUC-TOS.-ELEFANCIA y PAPERA.

Para llegar a Cartago es preciso atravesar untorrente, cuyas orillas ofrecen un paso difícil, sien-do el vado con frecuencia peligroso. Ambas márge-nes estaban custodiadas por soldados cuya consig-na era mucho más severa que la de los que habíaen Manizales. Al pedirme el pasaporte presenté lareducida escolta que me había dado el general Al-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 210: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAF .FRAY 213

zate; pero ésto no pareció suficiente al oficial; todapersona que llegase al vado sin pasaporte debía serconducida a presencia del ex-abogado que se titu-laba general Payán.

Los cuatro lanceros que me servían de escoltaquedaron por lo tanto detenidos, y dos fusileros,acompañados de un agente de policía, fueron losencargados de conducirme a presencia del jefe, pa-ra lo cual fue necesario atravesar una gran partede la ciudad. Yo observaba en todos los semblantesla expresión de una curiosidad irónica; como nadieviaja por su gusto en un país donde no se sabe nun-ca si se debe gritar, iViva el rey 1o iViva la liga 1,la llegada de un extranjero no dejaba de ser unacontecimiento, lo cual me hicieron comprendermás de lo que convenía. Por otra parte, mi acom-pañamiento se prestaba a la risa j mi mula, cansa-da, cubierta de barro, vacilante y con la cabezabaja, olfateaba el suelo como un perro extraviado;mi traje no estaba más limpio que el pelaje de mimontura, y mi criado, cubierto de lodo, me seguíacon aire sombrío, cual si fuese un criminal, mien-tras que la autoridad -civil y militar nos vigilabanatentamente.

El general Payán no era tan terrible como lepintaban: recibióme cortésmente, me dirigió dos otres preguntas de pura fórmula, y dejóme en com-pleta libertad, poniéndose a mis órdenes.

Yo llevaba carta de recomendación para un li-beral avanzado, con cuyo apoyo contaba; por des-gracia se había ausentado de la ciudad, pero comoestaba prevenido de mi próxima llegada, antes dema.l!<illa-l'----d~ó-o-rden-pa-rlt que nre-lllstalasen --en sU-casa.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 211: Relatos de Viajeros Saffray

214 VIAJE A NUEVA GRANADA

Al día siguiente de mi llegada fueron a visitar-'me varias personas que yo no conocía, ni aun denombre, y todas me ofrecieron sus servicios: erancoroneles del ejército, ganaderos y traficantes encacao. Oada cual se creía con derecho a interro-garme, pero, desgraciadamente, cuanto más sinceroera, menos confianza inspiraba, y ninguno de aque-llos señores quiso creer que yo fuese un simple via-jero por afición. Por más que hice, mis visitantesse fueron convencidos de que yo era algún espía.

Durante varios días recibí visitas por este es-tilo; hiciéronme ofrecimientos ventajosos a causade la guerra; el uno quería venderme mulas y caba-llos a mitad de precio, porque temía que se los pi-dieran para el ejército; otro me cedía, casi de bal-de, costales de cacao atravesados de algunos bala-zos e invadidos por los insectos; éste deseaba cam-biar por especies sonantes una casa de su propie-dad, convertida entonces en alojamiento de las tro-pas; aquél me vendía, por el más ínfimo precio, al-gunas fanegadas de tierra, cuyos árboles había cor-tado el enemigo después de llevarse todo el ganado.

Dondequiera que sc presentaba mi ('r1Hno¡ ¡omfrÍaun interrogatorio en regla, acerca de él y de mí.Cierto día me anunció que comenzaban a circulardesagradables rumores acerca de mi persona: de-cíase que puesto que no iba a comprar ni a vender,no podían ser mis intenciones leales, que yo eraalgún espía de Henao o de los godos, según llama-ban a los conservadores, y que por lo tanto debíanreducirme a prisión.

Yo no ignoraba que los arrestos arbitrarios eranallí cosa muy común, y para conjurar el peligrohice una segunda visita, voluntaria aquella vez, al

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 212: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR S.A.FFRAy 215

general Payán. Quejéme vivamente de las sospe-chas de que era objeto, excité su amor propio ex-presándole mi sentimiento por haber confiado enla proverbial hospitalidad de los habitantes delCauca, y apelé, por último, a sus sentimientos ca-ballerescos.

Como soldado, Payán era audaz, severo, y aveces sanguinario, así en él como en casi todos losdemás hombres con quienes la revolución me hapuesto en contacto, eran cualidades éstas que seadquirían al ceñir la espada; pero como abogado,Payán era cortés. Aseguróme que en nada ha-bía influido para que me molestasen; me rogóque no acusase sino a las cir{lunstancias, y diómesu palabra de que mi residencia en Cartago me seríaen adelante agradable. En prenda de su promesafirmó un salvoconducto general para mí y los queme acompañasen.

Cartago es una bonita ciudad, que recuerda lade Antioquia por sus jardines y sus ~alles, pero enrigol.' no posee más monumentos que una medianaiglesia. La plaza principal, que sirve de ord.inariopara las corridas de toros y los pronunciamientos,está rodeada de casas de un solo piso, con un granmirador. La yerba que dejan caer algunos asnoserrantes forma una especie de tapiz, cortado porsenderos de diagonal.

En las calles, limpias y bien alineadas, ofrecenlas casas un aspecto más decente y cómodo; pocasha.y que no tengan su tienda, al frente de la cualsuele verse siempre una mujer, cosa que no se ob-eerva en Medellín.

-El-come-~cio-p-:ri-IWipal--se--ha.oo---oon---mel'0aneía8 -europeas, procedentes de Cali o del Estado de An-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 213: Relatos de Viajeros Saffray

216 VIAJE A NUEVA GRANADA

tioquia; el cacao, el tabaco y otros productos delpaís, constituyen también importantes artículospara el tráfico. En algunas tiendas en que se des-pacha al por menor se ven al frente verdaderasseñoras. Un saloncito comunica con el despachoprimeramente dicho, y como los parroquianos es-casean, en aquella habitación es donde la dueñapasa la mayor parte del día recibiendo sus visitas,tocando la guitarra y fumando los adoríferos ciga-rros de Palmira.

Sobre esta especie de aristocracia comerciantepredomina otra clase más numerosa llamada allíde las pulperas: vendedoras al por menor, cuyosestablecimientos comunican a Cartago un aspectoparticular.

La pulpera es de ordinario bastante joven, yalgunas veces casada, o acaso viuda; es más queuna modista y menor que una señora; no se atre-vería a usar zapatos o botinas, y parécele que seríala alpargata lo más adecuado a su rango. Algo co-queta; de ordinario bonita, curiosa por la ociosidad,y maldiciente por costumbre, convierte su tienda

<"\ •••.•••..••••••••••••••••••••.••• +- ...::1....• i'>.h.: •...•.•..........•.•.""''"n..c:n D,...,,. 1,... ;¡.nV'V\~,", C'1"1'c:.u Uli \jtH1L..lU Uti \..JllJ.0.l.L1V5.lu.J.J.a • .L Vi J.V \...L\'..d ...1.J."~, OlA..

comercio es lucrativo; encuéntranse en el estable-cimiento de la pulpera, candelas y confituras, ar-tículos de mercería, tabaco, maíz, sa1, chocolate,ron, chicha, anisela, queso, canela, espejos, quin-callería y betún. Los que no necesitan nada de estoy sólo quieren pasar el tiempo, piden cigarrillos depale, y a fuerza de comprarlos se adquiere derechopara exigir una silla y formar parte de la tertuliade la pulpera.

Las calles son solitarias; las pocas personas quese ven parecen afanarse sólo en buscar alguna cosa

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 214: Relatos de Viajeros Saffray

.DOCI'OIt B.aF?R.a Y

en qué matar el tiempo. Unicamente los vendedoresde cañas de azúcar, que siguen perezosamente asus mulas, parecen ocuparse de algo, 1J81'O diríaseque hasta les fatiga pregonar su género, y el quequiera comprarle debe echar al paso, sino se quiereexponer a quedarse sin caña cuando más la nece-sita.

Los alrededores de Cartago son magníficos:más allá de un semi-recinto de colinas limitado haciael sur por los jardines de los arrabales, se extíendeuna campiña cortada por pequeños estanques ycristalinas corrientes, y cubierta de precbsas quin-tas y rústicas viviendas. Allí se cultiva la caña deazúcar, y sobre iodo el maíz, que da admirablescosechas. Las especies más productoras son el Leavirginica y el Lea versicolos, 'cuyas espigas tienende quinientos a seiscientos granos; de modo quela semilla produce por término medio, mil doscien-tos por uno, en terreno que no exige abono ni labor,y puede dar dos cosechas al año.

En aquel país tan favorecido la tierra es, meatreveré a decirlo así, demasiado generosa, puestoque su fecundidad retarda el progreso. El cultivointeligente y laborioso impuesto a Europa, no esallí necesario, gracias a la riqueza del suelo y ala benignidad del clima; basta que el hombre trabajeunos pocos días para asegurar la subsistencia deun año. Para desgranar el maíz, se frotan entre sílas mazorcas, y así se hará hasta que se introduzcaa las máquinas. Estas últimas se podrían llevardesmontadas, pues de seguro no faltan allí, entrelos hombres del oficio, algunos bastante hábilespara montar el aparato. También convendría intro-

"-ducir-'en-la-1bnérica-dcl'-SUr-una:-máquina portatil-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 215: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

para descortezar el maíz y otra para reducirlo apasta después de cocerlo.

Lejos de creer con Humbolt que el maíz hayasido importado de América a Europa y Asia, másbien que fue introducido en el Nuevo Continentepor los primeros emigrantes del antiguo, que lepoblaron en épocas desconocidas; pero plácemereconocer también que la pródiga naturaleza hizocrear a la vez el más útil de los cereales en lasmás apartadas regiones.

El maíz y la banana constituyen en Nueva Gra-nada la base de la alimentación. Los habitantesactuales le preparan de una manera tan primitivacomo la que emplearon sus antecesores indios. Parahacer las arepas, o tortas de maíz, mondan y des-cortezan en parte el grano en un gran mortero demadera, desembarazándolo de sus impurezas pormedio de un lavado, hecho el cual lo cuecen. Des-pués de enfriarle le machacan en una piedra demoler, que consiste en un pedazo de sienita o depórfido, con la superficie ligeramente cóncava ycolocado sobre un tres pies de madera. Cuando losgranos están convertidos en una pasta homogénea,se torna un. !,uiiauu de ella., furnIall una bola, laaplanan después entre las manos, y la ponen sobrelo que allí llama la cayana, placa de barro cocidoque se coloca sobre un fuego lento. Cuando se havuelto varias veces la torta o arepa, presenta uncolor dorado muy apetitoso, constituye una especiede pan de buen sabor, que así se puede comer fríocomo caliente.

Otra preparación muy importante del maíz es10 que llaman la mazamorra, sin la cual no creeríaningún trabajador haber comido bien. A mí me

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 216: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 219

parece que es digna de figurar en las mesas demás lujo. Para obtenerla se humedece el maíz du-rante doce o quince horas en agua tibia, y despuésse pone a cocer, añadiendo al agua un poco deceniza para que sea ligeramente alcalina, y comuni-carIe la propiedad de ablandar la cubierta córnea delos granos. Cuando están bien cocidos y dilatados,se descortezan frotándolos sobre las piedras demoler. Entre tanto se ha reposado el agua del coci-miento; échase en ella azúcar, juntamente con losgranos, que muy blandos entonces adquieren asíel gusto más agradable. Sustituyendo con leche elagua alcalina obtiénese un manjar que recomiendoa las personas de paladar más delicado.

Aunque muy nutritiva, la mazamorra no em-pacha a los enfermos y su uso es precioso durantela convalecencia.

Con la pasta de arepa se hacen también unosbollos destinados sobre todo para los viajeros.

Como los molinos escasean mucho, y se reservanpara moler el trigo en las regiones frías, no se haceuso del maíz bajo la forma de harina.

Prepáranse algunas veces arepas con un maízllamado chócolo, cuyo grano es aún algo lechosoy azucarado; es una especie de pan de lujo, excelen-te sobre todo para hacer sopas de leche, pero con-viene usarle con moderación, pues se cree que pro-mueve los síntomas de la fiebre intermitente.

El maíz sirve también para fabricar una especiede cerveza llamada chicha, que los españoles halla-ron muy abundante en tiempo de la conquista, ycuyo uso se conserva en todas las regiones dondecrece la fecunda gramínea. Es la bebida favorita,

--y--sereserva paralosaías-ae-fiestay--de-giila~--Er

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 217: Relatos de Viajeros Saffray

220 VIAJE A NUEVA GRANADA

agua. pura basta de ordinario a este sobrio pueblopara sus comidas.

La chicha de primera calidad se hace dejandofermentar el maíz, al que se agregan algunos jugosmezclados con un poco de levadura para acelerarla operación. El líquido así obtenido aparece ligera-mente turbio, rico en alcohol, y tiene un sabor algopicante, debido a la presencia de una cantidad deácido acético. Sometido a la destilación, produceun buen aguardiente, pero este último se suele fa-bricar más a menudo con el maíz fermentado soloy aunque no tiene mal gusto, no se toma sin aro-matizarle antes con anís. Practicada esta operación,desígnase el líquido con el nombre de aniseta o ani-sado, y es el único licor fuerte de un uso generalentre los neo-granadinos.

Los antiguos indios componían para la cura deciertas enfermedades una chicha medicinal, en laque intervenía principalmente la zarzaparrilla;esta bebida se usa todavía en algunas localidades.

En las regiones cálidas se podría extraer de lostallos de maíz un jugo azucarado que da por eva-poración un jarabe análogo al obtenido del sorgho,operación que practicaban los peruanos de otrotiempo. Cuando la industria haya penetrado enesos ricos países, transformará sin duda los diver-sos modos de utilizar el maíz y hasta quizá se con-siga hac.er papel bueno a juzgar por las dos mues-tras que yo he visto. Entonces desaparecería laverda dera de tortas, cuyo tráfico recuerda al via-jero la poética sencillez de las costumbres antiguas.

Aquí atribuyen al maíz dos cualidades nocivasde las cuales está bien inocente. Preténdese queocasiona, por lo menos en parte, dos enfermedades:

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 218: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 221

la una, epidémica en ciertos cantones, que es la pa-pera, y la otra, bastante rara, que designan conel nombre de elefancía.

Se ven en Nueva Granada, sobre todo en elvalle de Neiva, unas paperas de enorme dimensión,hasta el punto de que varios individuos atacadosdeben sostener con un vendaje la masa hipertro-fiada que le baja sobre el pecho. En el valle delCauca se encuentra el remedio cerca del mal, yconsiste en la sal de Burila. En el análisis que yopractiqué en el agua salada de las fuentes de estenombre, reconocía la presencia de una gran pro-porción de yoduro de sodio, lo cual explica el efectocurativo bien marcado de aquella sal, que se admi-nistra como medicamento interno, aplicándose a lavez en el cuello como cataplasma. Las aguas ma-dres, residuo de la. cristalización de la. sal, me dic-ron notables resultados en el tratamiento de la pa-pera en personas jóvenes.

En Cartago es donde he visto el caso más re-pugnante, aunque mejor diría, el más curioso dela degeneración hipertrófica. de la epidermis yde la dermis, llamada elefancía.. El infeliz atacadode este mal se ve con espanto que sus pies y pier-nas se hinchan, se agrietan y se cubren de escamasfurfuráceas, pierden toda forma humana, adquie-ren un color gris de barro seco, y ofrecen entoncescierta semejanza con la pierna del elefante, circuns-tancia a. que debe su nombre esa terrible enferme-dad sin remedio hasta aquí.

He conocido a un hombre que después de haberensayado inútilmente todos los remedios, se sometióen un momento de desesperación a una terrible

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 219: Relatos de Viajeros Saffray

!2! VIAJE A NUEVA GRANADA

prueba que le aconsejó un indio, homeópata smsaberlo.

Dejóse morder por una pulbucanna, serpientecuyo veneno produce una erupción pustulosa se-guida de la gangrena y de la muerte; y apenas semanifestaron los primeros síntomas de la ponzoña,el indio administró al paciente poderosos antídotospara combatir el envenamiento, que sólo produjouna larga enfermedad, sin ejercer acción algunasobre el mal que debía curar.

xxEL GRAN VALLE.-POBLACION.-CLIMA.-AGRICULTURA

y COMERCIO.-LA CAZA CON LAZO.-USOS y COSTUM·BRES.-EL BAMBU y SU EMPLEO.-LA LEYENDA DEQUEREMIA.-LA VIRGEN DE.· CHIQUINQ1}IRA.-LASÑAPANGAS.-BAILES DE LOS ANGELITOS.

Más allá de Cartago se extiende el gran valledel Cauca, que tiene unas cientos cincuenta leguasde largo por seis u ocho de anchura, y era, en tiempode la conquista de los españoles, una de las partesmás poblada::> uel país.

Uno de los capitanes de Jorge Robledo, Sebas-tián de Belalcázar, que había salido de San Fran-cisco de Quito en 1536, fue quien primero reconocióel valle, bajando de las cordilleras de Popayán. Loshabitantes eran comparativamente bárbaros; algu-nas tribus, despreciando la agricultura, dedicábansesólo a la caza, y cuando ésta comenzaba a escasear,organizaban expediciones contra sus vecinos paraabastecer de víveres, o mejor dicho, para cogerhombres, a los cuales encerraban después y en-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 220: Relatos de Viajeros Saffray

DCCTOTI· S ...-1.FPRAI"

gordaban, con el objeto de alimentarse de su carne.Herrera dice, en su Geografía, que los indios Pae-zes y Pijaos devoraron así toda la población deBuga.

Hoy día no hay ya indios en el valle del Oauca.Los pocos que sobrevivieron a la conquista emigra-ron al territorio de Mocoa,-país sin explorar, situadoen los confines del Brasil.

Entonces ocuparon el valle otros pueblos menosindependientes que habitaban en las cordillerasvecinas, los cuales se aliaron con los españoles, yhasta con los negros. La población actual provienede estas diversas mezclas, predominando al tipoespañol.

En el valle propiamente dicho reina el clima delas regiones cálidas; la altitud de Oartago es denovecientos setenta metros; las orillas del río noson malsanas sino en las partes cubiertas de bos-que o sujetas a inundaciones frecuentes.

A. medida que el viajero se eleva sobre las sua-ves pendientes que forman la base de las cordille-ras, disfrútase de un clima muy sano, templado,fresco y hasta frío si se desea. La naturaleza, sinofrecer los admirables esplendores de las orillasdel Magdalena, es por do quiera fecunda y encan-tadora; aquí se ven bosques de orquídeas; más alláespacios cubiertos de cañas, y a lo lejos inmensassabanas, varios riachuelos y ríos serpentean enbosquecillos, campos y jardines.

En el valle del Oauca no hay pobres; los pocosvagabundos que viven a costa del prójimo, podríanmuy bien ganar su vida si quisieran, pero prefierenrobar víveres o trampear en el juego, aunque jamás

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 221: Relatos de Viajeros Saffray

224 VIAJE A NUEV.A. GRANADA

detienen a los viajeros ni cometen asesinatos, comono sea en tiempo de guerra civil.

Como la riqueza está repartida con ~bastanteigualdad, el comercio de consumo no puede menosde ser floreciente. La mayor parte de las mercan-cías vendidas se importan desde los Estados Uni-dos y Europa por el puerto de Buenaventura, en elPacífico, el río Dagua y el Cali. Consisten princi-palmente en algodones blancos y crudos, indianasde diversas clases, ponchos rayados, muselinas bor-dadas, pequeños chales cuadrados de algodón olana, que hacen las veces de mantilla en la clasemedia; sederías y merinos negros, chales de seda.mantillas de franela azul y roja, paños, cutis ra-yados, artículos de farmacia, y por último, comoobjetos de lujo, de un uso muy restringido, algunosartículos de París. Antioquia envía sombreros yalhajas de oro, y Pasto, impermeables, cuyos colo-res no se borran nunca.

Los artículos de exportación se reducen a laquinquina de los alrededores de Popayán, que seexpide a Europa, al tabaco y al cacao, que se remiteal ~stado de Antioquia.

ITn vi<l~pr{) (lnp Tl<l"'¡' Tl{)r n<lrt<lO'{) n<lf'P n{)n{)l:!.•.....-- • -"--tl ......•..v ~ ••.•.••-. J;' •...•.•.•.•..., ~ •......•.. ~_ ..•..•.•.•..•..0 •...•..••....•.••..••.••....•...1:' .•...•.••....•....

años dijo que el cacao se vendía a dos cuartos lalibra. Por este precio no valdría la pena cosechal'-lo. El tipo varía entre cuatro y seis reales en épocasordinarias.

Debo añadir que el viajero de quien hablo lle-vaba mucha prisa, por lo cual pudo inscribir en sulibro de memorias algunos asertos erróneos, comopor ejemplo el de decirnos que "dio de latigazos avarios honrados propietarios de mulas" porque noquisieron ceder sus animales para que se hubiera

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 222: Relatos de Viajeros Saffray

:DOCTOR 8.t\.FFR~'lY

permitido semejante ultraje; cuando yo estaba enel país habría pagado en el acto su atrevimientu.Los granadinos son de carácter dulce y cortés, perono toleran esos correctivo s de las épocas caballe-rescas.

El valle del Cauca no produce sólo cacao, tabacoy caña de azúcar, sino también patatas, habichue- .;las y trigo, aunque sólo en los puntos más altos.Descúidase la agricultura por falta de camino paraexportar los productos; el índigo, el algodón y lavainilla crecen espontáneamente, pero no se culti-van en ninguna parte. La vainilla silvestre es casitoda de la especie llamada en el país platanillo, decáscara carnosa, corta y menos odorífera que lafina.

El viajero que ha visto vender en Cartago elcacao de primera clase a dos cuartos de libra, aña-de: "La vainilla, tan cara en Europa, se da en estepaís por nada". Cierto que sí, pero sólo cuando setrata de algunas cáscaras para poner en la petacao cosa semejante, y son tanto más de apreciar, cuan-to que el artículo no está de venta en ningunaparte.

En efecto, difícil es encontrar ni aun muestras,pues los monos son muy aficionados a este fruto,y se la comen antes que madure. Por otra parte,esta planta parásita y trepadora se enrosca hastala cima de los grandes árboles, y rara vez se puedenalcanzar sus frutos.

El cultivo de la vainilla en bosques abiertos da-ría excelentes resultados si se practicase la proli-ficación artificial, pues en el estado de naturalezaquedan casi todas las flores sin fecundar, pero tam-biéTI-.seria-precisO--dar-caza- a- Ws--monos.--ÁUll -en

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 223: Relatos de Viajeros Saffray

226 VIAJE A NUEVA GRANADA

el estado actual de las comunicaciones sería muyprovechosa esta industria, pero la dificultad estáen que la vainilla crece lentamente, siendo precisoesperar algunos años para recoger la primera co-secha.

Ahora bien: tratándose de un país en que eldinero, colocado sobre hipoteca y con dos garantíasaccesorias, produce del quince al dieciocho por cien-to, y donde no está uno jamás seguro de vivir largotiempo sin revolución, lo que se busca son las es-peculaciones a corto plazo. Ni aun el cacao se cul-tivaría si no fuese para todas las clases un artículode primera necesidad.

La principal fuente de riqueza en el valle delCauca consiste en la cría de bueyes y de cabras.Los propietarios ricos cuentan por miles sus cabe-zas de ganado, y hasta en la más humilde cabañahay mayor o menor número de animales. Estosquedan todo el año en libertad; el dueño, acompa-ñado de su mayordomo y de numerosos auxiliares,recorre dos o tres veces al mes los pastos para re-partir la sal a los ganados, marcar los individuosjóvenes y elegir los que deban venderse y matarlas larvas de los otros.

Elígese para los animales una sal que contienecierta proporción de sulfato de magnesia, cuyaspropiedades, algo purgantes, son muy favorablespara engordar. La sal llega a ser un artículo in-dispensable en los ganados que se acostumbran aella. Durante la guerra civil de que yo fui testigo,una de las mayores calaminades para el Cauca fuela falta de sal, que llegó a venderse a diez y docepesetas la libra. Los animales privados de esteexcitante comenzaron a enflaquecer, y una tercera

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 224: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAPFR ...~Y 227

parte murieron a consecuencia de enfermedadesdesconocidas.

Los caballos del Cauca tienan bastante nombra-día en los Estados vecinos, donde se envían los in-dividuos destinados para montar y para adiestral'-los al paso, con objeto de que no cansen al jinete.Los potros viven libres hasta la edad de cuatroaños, de modo que luégo es bastante difícil adies-trarlos, sin contar que a esta edad se han désarro-lIado con exceso sus fuerzas, no bastando ya loscuidados en la cuadra, y el uso del maíz para co-municarles la elegancia de formas que se desea.

La cría de mulas es mucho más importante quela de caballos y da mejores resultados, pero des-graciadamente los asnos de gran tamaño y de buenaraza escasean mucho, y sólo se adquieren a un su-bido precio, siendo necesario importarlos de Europa',

Las colinas un poco pedregosas, y las pendien-tes de los contra-fuertes de la cordillera, son muyfavorables para que se produzca una buena razade mulas destinadas al tráfico de las regiones mon-tañosas. En aquel terreno seco, accidentado, cu-bierto de una vegetación que, aunque poco abun-dante, es muy sustancial, las mulas jóvenes adquie-ren todas las cualidades requeridas para el serviciode la montaña, carnes apretadas sin grasa, miem-bros enjutos, cascos elásticos y resistentes, ojo ypie seguros.

Las buenas mulas de carga, jóvenes, valen detrescientas a cuatrocientas pesetas; las de montar,que van sin esfuerzo al paso y sólo tienen ligerosdefectos de carácter, valen de seiscientas a milpesetas. Para el propietario de una mula tiene poca

- i-mpol't-aneia----ufi-iiefeete--eo-neeide¡ --pel'que--es -cosa

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 225: Relatos de Viajeros Saffray

228 VIAJE A NUEVA GRANADA

admitida que en este animal debe tener por lo me-nos uno. Muchas mulas no se pueden montar sintaparles antes los ojos, otras no se dejan oprimirla cincha hasta. después de un cuarto de hora demarcha; ésta no puede sufrir que su jinete llevepolainas de piel de tigre; aquélla lanza por tierraal que ponga el pie en el estribo, teniendo en lamano algún objeto por poco que pese. También haymulas que temen mojarse los pies, o que les da lamanía por entrar en las casas, o que tienen el ca-pricho de escaparse del pasto durante la noche paraocultarse en el bosque, no dejándose coger hastadespués de una prolongada caza.

La mula es indispensable, acaso lo conozca elanimal y se complazca en mortificar al hombre.

Los ganados mular y caballar vagan ligeramen.te por los pastos en grupos de veinte ,') treinta in-dividuos.

Para poder atar uno de ellos se emplea unalarga. tira de cuero que llaman allí soga o lazo yque sin duda conocerán ya todos mis lectores.

El manejo del lazo ofrece singular atractivocuando quince o veinte jinetes persiguen a la vez- l +~ __ ~ __ , ,~_ ~ __ l __ ...! __ . _. 1 ._~_,_~l:t H:tJ:; Ull:tUl:tUl:tJ:; llH:lU1U J:;l:tlVi:tJe::;, yue uuyell llu::;elUU::;

de terror al oír el silbido de la cuerda.La vida del propietario en el gran valle del

Cauca es poco más o menos la misma que observanlos de los alrededores de Antioquia, con la dife-rencia de que los hombres se distinguen por suactividad gustándoles más la vida al aire libre,hasta el punto de no encontrarse a su gusto sinocuando montan sus caballos. Hay en esos hombresalgo de los gustos y costumbres de los pamperosde la República Argentina. Valerosos, audaces y

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 226: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 229

diestros en los ejercicios corporales, están dotadosde clara inteligencia, de un espíritu patético y delamor entusiasta por las grandes cosas. Lo que lesfalta son las ideas prácticas y la experiencia.

Las mujeres, sin desviarse de las virtudes do-mésticas, tan justamente apreciadas en el Estadovecino, son menos tímidas, más sociables y amigasde distracciones. Aunque poco instruídas, su tratoes agradable; no se reconoce su talento, pero ma- .nifiestan una benevolencia que podría tomarse porel deseo de agradar.

Practícase la hospitalidad sencillamente y conmucha cortesía; os felicitan por vuestra llegada yos dejan en plena libertad. Admitido en una casa,podéis contar con la mejor habitación, criados ycaballos; organízanse excursiones a los sitios máspintorescos, os presentan a los amigos y vecinos,cada cual os convida; debéis dedicar al uno dosdías y al otro una semana, y necesitarías años parasatisfacer a todo el mundo.

Los ribereños del Cauca son tan felices comopuede serlo el hombre; en medio de aquella hermosanaturaleza pueden satisfacer fácilmente necesida-des, que nada tienen de ficticio. Viven todas lasafecciones dulces, y no aspiran a las luchas de nues-tras grandes ciudades. El género de vida observadaallí parece el más conforme con la naturaleza.

Casi todas las casas poseen un bosquecillo debambú, constituyendo esta particularidad uno dElos rasgos característicos del paisaje. La gigan-tesca gramínea sirve para los usos más variados;los retoños se comen como legumbres, o se conser-van en vinagre. Por lo gJle hace al crecimiento ~ssumamente rápido; cuando la planta llega a tener

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 227: Relatos de Viajeros Saffray

230 VIAJE.A NUEV.A GRANADA

dos o tres pies de altura, crece ocho centímetrosen veinticuatro horas. El bambú es adulto a laedad de cuatro o cinco años, y entonces adquiereun color amarillo de paja; sus fibras cuarzosas seendurecen y enciéndense al golpe del hacha; los doso tres primeros nudos de la base no contienen ya,como antes, un agua cristalina y siempre fresca,pero emiten concreciones de sílice. Esta es la épocaen que se debe cortar; allí donl,ie crece el bambú,la madera es casi inútil. Nada más elegante que

'una casa construída con este vegetal; los troncossobrepuestos forman las paredes, que están soste-nidas por un armazón de pértiga s largas y resis-tentes, cubierto de hojas de palmera; la galería querodea la casa, la puerta y los bancos, son de bam-bú. Las cañas, cortadas con el hacha y aplanadasdespués, sirven para hacer tejidos y construír en-rejados de la más perfecta simetría. Fabrícansetambién utensilios caseros, tinajas para el agua,más cómodas y menos frágiles que las de barro;caj8s para la sal y para otras varias cosas. En losnudos del bambú es donde se recoge el bálsamode Tolú, la resina caraua y la manteca de corozo,notable por su dulce perfume. Hasta los músicosutilizan el bambú para construÍr un instrumentollamado guache, que es hueco interiormente y sellena con semillas del abrus precatorius, las cualesproducen los sonidos; otros forman una especie deflauta.

Para apreciar el partido que la industria po-dría sacar del bambú, se debería ver de qué modotan admirable le trabajan los chinos para construÍl'una multitud de objetos. Una de las obras más no-tables fue la bandeja, de una sola pieza y de ochen-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 228: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 231

ta centímetros de diámetro, que el Emperador dela China regaló a la Reina María Antonieta.

Todos los pueblos civilizados poseen un lengua-je de las flores, símbolos graciosos que hablall porlos tímidos, reliquias cuya vista recuarda emocio-nes adormecidas. Europa tiene el no me ol'/.:ides,. enel Cauca se encuentra el quiéreme (thibaudia que-1"eme) que es la flor favorita de la juventud. ¡, Quépuede haber más inocente que ofrecer una flor'? Ysin embargo, icuántas palabras quisieran su poe-sía! Después que la flor ha hablado, ¿ qué vale loque los labios puedan murmurad

El quiéreme es además una planta milagrosa, yvoy a decir cómo.

Esta flor se encuentra sólo cerca de Cali, en unreducido cantón que se ha designado con el nombrede Queremal. Cierto día se encontró allí una ima-gen de piedra que en rigor podía pasar por unamadona deteriorada; era sin duda el ensayo de unartista desconocido, y la colocaron en una capillade la catedral. Al día siguiente vieron los fieles conasombro que la pesada piedra no estaba en su si-tia: habíase trasladado a los perfumados bosque-cillos del Queremal, pero volvióse a encontrar ca-sualmente, y erigiós'e entonces en el sitio mismodonde se hallaba una modesta capilla, que tuvo suscreyentes y sus peregrinos.

Las vírgenes milagrosas tienen muchos devotosen Nueva Granada; hasta se ha creado por ellasuna competencia, pero hay una que se invoca a ca-da momento, oyéndose decir con mucha frecuencia:j Válgame la Virgen de Chiquinquirá!

Chiquinquirá significa ~n ~l!K!J.a chibcha bru-. mas: los indios llamaban así a un valle donde las

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 229: Relatos de Viajeros Saffray

232 VIAJE A NUEVA GRANADA

nubes solían con frecuencia aproximarse mucho ala tierra, valle que formaba parte de los terrenosconcedidos a don Antonio de Santana, compañerodel conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada.Aquel caballero fundó allí una ciudad, o mejor di-cho, mandó construír algunas cabañas. Esto suce-día en 1580, en cuya época habitaba en Tunja, aho-ra capital del Estado de Boyacá, un P!ntor llamadoNarváez. El fundador de Chiquinq.uirá le encargóuna imagen de la Virgen del Rosario, ajustando eltrabajo por veinte piastras, y Narváez comenzó lapintura en un lienzo de algodón fabricado por losindios. Terminada la imagen, y viendo que aún que-daba a cada lado un espacio libre, el artista repre-sentó a San Andrés y San Antonio. Cuenta la cró-nica que Santana colocó aquella obra maestra enuna cabaña que, según la historia, le servía de ora-torio durante el día y de gallinero por la noche. Lasanta pintura se deterioró muy pronto, como era deesperar, y llegado el año de 1586 no se distinguíanada en el lienzo, que estaba hecho jirones.

Ahora bien: Santana tenía una prima, y ciertodía, hallándose aquélla en oración ante la destro-zada imagen, vio con asombro que, desprendién-dose el lienzo de la pared, rec<s'brabasu frescura ypermanecía suspendido en el aire. Recobrada de suadmiración, la joven osó apoderarse del lienzo y selo llevó a su pariente, que a su vez quedó atónitoal ver que la imagen parecía acabada de pintar.

Los dominicos de Bogotá proclamaron el mila-gro; el arzobispo fray Luis Zapata de Cárdenasdio su aprobación, y acto continuo erigióse unaiglesia a la cual concedió el prelado todos los pri-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 230: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 233

vilegios canónicos. En 1823 se levantó un nuevotemplo.

En este último, sobre el altar mayor, y bajo undosel con adornos de plata, se ve el famoso cuadro,cubierto de pedrerías y de joyas, entre las cuales seobserva una media luna de oro con filigrana y es-meraldas, que se ha colocado a los pies de la Vir-gen. La santa imagen tiene además como adornoun cinturón de diamantes, regalo de la duquesa deAlba, y una corona de oro con piedras preciosas;el lienzo desaparece casi bajo tántos ornamentos.

Todos los años van a visitar a la Virgen de Chi-quinquirá unos treinta mil peregrinos, procedentesde todos los puntos de Nueva Granada, del Ecua-dor, del Perú y hasta de España. Las misas se pa-gan a razón de dos a diez piastras, y las salves yrosarios de una a siete.

No puedo menos de decir alguna cosa acerca delas jóvenes que allí llaman ñapangas. Las del Cau-ca, muy celebradas por los poetas del país, necesi-tan a menudo indulgencia en cuanto a su hermosu-ra, pero siempre merecen alguna simpatía y atraenen su favor. La ñapanga es joven y encuentra muynatural que la digan que es bonita; tiene ojos ne-gros con largas y sedosas pestañas, dientes blan-quísimos y cabello que se creería demasiado her-moso para ser natural; es airosa en el andar, y hayen ella cierta viveza y atractivo que seduce a pri-mera vista.

En cuanto al traje, es a la vez sencillo y coque-tón: una falda de muselina, algo hueca, de color ro-sado o blanco, cubre en parte otra bordada; siem-pxe__-º-al~-ª-ª,@l'gata-ª-iJIlNan __Yn_ CiDturólLd!LGQlo:re!'?_vivos, cuyas extremidades quedan pendientes; el

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 231: Relatos de Viajeros Saffray

234 VIAJE A NUEVA GRANADA

busto está cubierto por una camiseta de espesa mu-selina de color, que deja desnudos el cuello y losbrazos. Para salir a la calle se ponen un pañueloo chal de lana, que sujetan ligeramente en la cabe-za, cruzándole después sobre el pecho. La ñapangase adorna con pendientes de filigrana de oro; de sucuello pende un rosario del mismo metal y ostentaen los dedos algunas sortijas con esmeraldas.

Estas jóvenes se dedican comúnmente a elabo-rar cigarros, ocupación mal retribuída. Tocan unpoco la guitarra, gústales la poesía, hablan bien yescuchan mejor. Mientras están en la edad de lasilusiones, déjanse dominar fácilmente por una pa-sión amorosa. Cuando la ñapanga envejece cambiade nombre; algunas se casan, otras se conviertenen beatas, y muchas pasan a ser pulperas: éste essu retiro.

La danza del bambuco, o de las vueltas, especiede pantomimas coreográficas, es el acto en que másluce sus gracias la ñapanga, y por esto constituyeaquélla el recreo más apetecido de la juventud delCauca. Se baila con motivo de los nacimientos, delas bodas, de las reuniones familiares, de las excur-siones campestres, y hasta en honor de los ange-litos.

Este último baile es peculiar del país en la clasemedia y la inferior. Cuando muere un niño, los pa-dres le visten con sus mejores ropas, cúbrenle dealhajas y le depositan en el centro de una pequeñacapilla improvisada con cortinas, imágenes, espe-jos, inscripciones doradas, cintas y flores. Reco-miéndase a los amigos la asistencia; pero la reu-nión no tiene nada de fúnebre: no se asiste a unduelo sino a una fiesta; la muerte, al hacer un va-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 232: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 235

cío, deja en pos una alegría; hay un niño de menosy un angelito más. La madre misma, según dicen(cosa difícil de creer, por ser contraria a la natu-raleza), no llora, no mira el ataúd, sino el altar delquerubín; su presencia es una bendición, la alegríadebe reinar bajo el techo que le cobija, y de consi-guiente se ríe y se canta, y lo que parecería en otraparte una profanación, expresa aquí una idea re-ligiosa. Los parientes, los amigos imploran el pri-vilegio de dar también alguna fiesta en su casa enhonor del angelito, pues creen que ésto les será pro-picio, y así es que los bailes se suceden durante va-rios días.

XXI

ROLDANILLO.-LA FAMILIA DE LOS CACTUS.-UN SABIOSIN LIBROS.-MIS COLECCIONES SE ENRIQUECEN.-LATONGA.-MARCHA A PALMIRA Y CALI.-CULTIVO DELTABACO EN NUEVA GRAKADA.-LAS VIRTUDES ME-DICINALES DEL GUAYABO.--LOS VOLUXTARIOS.-UNEJERCITO IMPROVISADO.

Invitado por algunos amigos, resolví trasladar-me a Roldanillo para pasar alguno de los días deocio que me imponía la guerra civil.

Roldanillo es una pequeña ciudad situada en laorilla derecha del Cauca, al pie de la Cordillera. Elclima es delicioso, el aire sano, y los alredores ofre-cen los más bonitos paisajes alpestres o tropicales.Jamás he visto un lugar más a propósito para ser-vir de retiro a un filósofo o a un artista. Durantela revolución, varias de las familias más distingui-das del Cauca leliabían----elegldopara su re-sídennia,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 233: Relatos de Viajeros Saffray

236 VIAJE A NUEVA GRANADA

y por todas estas razones, en vez de permanecer allíuna o dos semanas, como pensaba, prolongó miestancia durante varios meses.

El camino que hay de Cartago a Roldanillo esbastante bueno y pintoresco. Las orquídeas abundanen los añosos árboles, y en las partes descubiertasy un poco áridas vegetan magníficas especies decactus. El opunita adquiere colosales dimensiones;sus ramas, semejantes a hojas disformes están car-gadas de grandes higos de un"jugo refrescante. En-tre estos vegetales extraños predomina el cactuspitijaya, cuyos tallos articulados, provistos de un.fuerte esqueleto leñoso, alcanza una longitud deocho a diez metros cuando encuentran un apoyo. Suflor no tiene rival entre las más hermosas del cac-tus; el robusto pedúnculo está cubierto de bracteas,o escamas de un color verde muy delicado que seprolonga gradualmente, palidecen y transfórmanseen una triple o cuádruple corona de largos pétalosde un tinte blanco mate.

Entre mis c~rtas de recomendación había unapara don Antonio Monzón. Este caballero, arrui-nado por la emancipación de sus esclavos, que ex-plotaban minas de oro en el Chocó, había venido aesta pequeña ciudad para entregarse al reposo du-rante los últimos años de su vida. Era un ancianocomo los que pinta Homero, cargado de años, devirtudes y de ciencia, si puede darse este nombrea la acumulación de observaciones ingeniosas, detradiciones y de experiencias personales sobre losfenómenos de la naturaleza.

Don Antonio me acogió con una benevolenciapaternal, y quedó convenido que nos veríamos amenudo. Nuestras conversaciones versaban casi

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 234: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 237

siempre sobre historia natural; él me anunciabahechos, y exponíale yo teorías. Cosa extraña: ja-más había leído obra alguna relativa a su cienciafavorita, y sus observaciones ganaban por lo tantoen originalidad, pero carecían a menudo de buencriterio, y admirábame ver tánta credulidad reunidacon los conocimientos prácticos de Ulla larga expe-riencia.

Gran coleccionista, había recogido ejemplaresde una infinidad de plantas, muestras de g'omas,de resinas y de minerales, y debí a su liberalidad elenriquecer mi colección, utilizando también las no-tas que me proporcionó.

He dicho que don Antonio, a pesar de su saber,era excesivamente crédulo; cierto día que perdí unobjeto de algún valor, indicóme un medio, infalibleen su concepto, para encontrarle. Bastaba para elloque, tomase el tonga o que se lo propinara a unjoven indio de pura sangre. Don Antonio me ase-guró que él mismo había experimentado la eficaciadel medio.

"Cierto día, me dijo, volvía yo de Cali, y lle-vaba en el dedo pequeño una sortija que debía en-tregar a un amigo; cuando llegué a mi casa era yabastante entrada la noche, y noté que había per-dido la alhaja. Recobrado de mi primera emoción,tomé la tonga, y en una especie de sueño, vi la sor-tija en el camino, no lejos de aquí. Antes de la horadel alba me puse en camino, y algunas horas des-pués volvía, a casa. con el anillo. En el valle delCauca y en los Estados inmediatos se adquierenlas propiedades del sonambulismo cuando se toma.eLt@g/!,y é:;;t!LSJLhac__Lp-ar.a_d!'l.s-.C.uhÚclQs_ºbj!'ltQSrobados o perdidos, las minas y los tesoros ocultos.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 235: Relatos de Viajeros Saffray

238 VIAJE A NUEVA GRANADA

"Os advierto, añadió, que no dohéis ser incré-dulo en este país, porque dejaréis de conocer ma-ravillosas historias. Aquí llaman tonga a la daturasanguínea, o más bien a su semilla, que es un nar-cótico y embriaga, propiedades que los indios co-nocían ya, puesto que las sacerdotisas del templodel Sol, en Sogamoso, los comían para adquirir elespíritu adivinatorio".

Deseando complacer a mi amigo, hice la prueba:dimos a un joven indio, <1eunos quince años, docegranos de tonga machacados con azúcar, y al cabode media hora ofreció síntomas de excitación cere-bral; hizo varios gestos y murmuró algunas pala-bras ininteligibles, pero ninguna de sus respuestastenía sentido común. Poco a poco, el efecto excitan-te de la planta fue reemplazado por la reacción nar-cótica, y el joven quedó sumido como en un letargo.Don Antonio atribuyó este mal éxito a un defectode raza, pues en su concepto, el tonga era infalible.

Desde Roldanillo pasé a Tuluá, ciudad situadaen la orilla derecha del Cauca; es cabeza de distritode una provincia, y residencia de un gobernador,que había ido a instalarse en Roldanillo, por pare-cerle demasiado monótona la existencia en aquellapequeña ciudad. De Tuluá me trasladé a Buga, jus-tamente nombrada por la belleza de sus mujeres,y después a Palmira, ciudad enteramente nueva,pero ya importante, que debe su rápida prosperidada los grandes cultivos de tabaco establecidos en losalrededores.

En Nueva Granada hay tres centros de productodel tabaco, a saber :el Carmen, en la orilla izquierdadel Magdalena inferior, en el Estado de Bolívar,cerca de los puertos de Cartagena y Barranquilla.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 236: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 239

Ambalema, situado hacia el límite de la navegacióndel Magdalena, y Palmira en el valle del Cauea. ElCarmen y Ambalema expiden una parte de sus pro-ductos a Alemania. Palmira abastece los mercadosdel interior, hasta tanto que un buen camino endirección al Pacífico le abra también los mercadoseuropeos. He visto cultivar el tabaco en todas lasregiones cálidas de la República )Y por do quieraobtienen buen resultado los plantadores. si cuidande descocar con perseverancia y no cog-er las hojaRhasta que están completamente maduras.

En los mercados del interior se vende el tabacoen hojas, de buena calidad, a ciento o ciento vein-ticinco pesetas el saco, de unas cien libras. Los ci-garros se expenden al por menor a razón de trp.so cuatro pesetas el ciento.

Una de las principales ocupaciones de las muje-res consiste en hacer cigarros para sus maridos, sushijos y sus hermanos. Sólo en el caso dp no tenerfamilia es preciso apelar a la pulpera para satis-facer este vicio.

El consumo es enorme, pues la mayor parte delas mujeres, y hasta los niños, fuman tanto comolos hombres. El comercio del tabaco es libre, puesel pueblo no toleraría que le impusieran derechossobre este artículo, y sin embargo, consiste el mo-nopolio en el aguardiente, por el que pa12:auna cuotafija en cada ciudad o pueblo. Un impuesto modera-do sobre el tabaco proporcionaría al gobierno losrecursos necesarios para abrir buenos caminos;pero bastaría sólo proponerlo para decretar, pordecirlo así, una inmediata revolución.

_Lotindios de la~ dos Américas que vivían en elestado natural, buscaban en el humo del tabaco las

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 237: Relatos de Viajeros Saffray

240 VIAJE A NUEVA GRANADA

mismas sensaciones que los pueblos civilizados denuestra época.

Los galos y los germano s aspiraban el humo delcáñamo quemado sobre piedras enrojecidas al fue-go, y el mismo medio empleaban con el tabaco losindios de la América del Sur, aunque RU procedi-miento era algo más perfeccionado. Véase cómo nosle da a conocer Oviedo en su Historia de las Indias:"Entre los diversos vicios a que se han dado losindios, tienen uno muy malo, que consiste en aspi-rar yo no sé qué humo llamado por ellos de tabaco,sobre todo cuando quieren perder los sentidos. Con-siguiendo con el humo o perfume de cierta yerba,que por lo que yo he podido entender, es como unarbolillo llamado en castellano veleño, y vulgarmell-te beleño. Los caciques y príncipes tenían unos pa-litos huecos muy pulimentados y bien hechos de unpalmo de longitud y del grueso del dedo pequeño dela mano, provistos de dos pequeños tubos que secorrespondían con un tercero, formando todo unasola pieza. Coloeaban los dos en sus narices, y elotro entre el hmllO de la yerba que ardía, aspirandoasí aquel vapor una, dos tres, o varias veces, mien-tras podían resistir, ha sta que por último perdíanel conocimiento y quedaban tendidos en tierra,ebrios y entregados a un sueño profundo. A esteinstrumento compuesto de tubos es a lo que llamantabaco, y no a la yerba o sueño que les sobrecoge,como lo piensan algunos".

Según esta antigua traducción del escritor Ovie-do, vemos que la palabra tabaco proviene de la es-pecie de pipa de los indios, y no de la planta a quese aplica, o de una isla llamada Tabago. Colón dice,por otra parte, que los habitantes de Guanuharri

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 238: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 241

aspiraban con tubos llamados tabacos el humo dela planta, expidiéndole por boca y narices.

Los indios buscaban sobre todo en el tabaco losefectos narcóticos, análogos a los que los modernospiden al haschich; los más refinados añadían algúnperfume, así como los aficionados de nuestra épocale impregnan de olor de vainilla.

En su Historia de la conquista de Méjico, An-tonio Solís dice que Motezuma, después de habertomado como postre su taza de chocolate, "fumabatabaco aromatizado con liquidambar, vicio que seconsideraba como remedio o medicina. Esta prác-tica era origen de cierta superstición por el jugode la yerba, constituía uno de los ingredientes pormedio de los cuales se producían en los sacerdotesuna locura o un furor pasajeros cuando necesitabanperder la razón para escuchar al diablo".

Evidentemente no era Solís fumador, puesmuéstrase muy severo al criticar el vicio de Mon-tezuma.

Sin embargo, he visto una comunicación oficialde un mandarín al cónsul americano en Cantón, enla cual se hablaba más despreciativamcnte del ta-baco. Después de indicar los grandes esfuerzos quehabían hecho algunos para introducir el tabaco enChina, el funcionario terminaba con las siguientesfrases: "Os rogamos, querido hermano, que lo tras-ladéis al Presidente de vuestro país, para que sepaque la inmundicia empleada para fumar está pro-hibida en nuestro Celeste Imperio".

No obstante el tabaco ha sobrevivido a todos lasinjurias, y hasta parece haber llegado a ser una

--necesida-d--d-e--primer- ornerr-para-un--gran- númerode pueblos, en la misma medida que el coca del

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 239: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEV A GRANADA

peruano, el vetel del indio y el cáñamo y el opio delos asiáticos.

No está lejano el tiempo en que Nueva Granadapodrá llegar a ser un centro importante del produc-to del tabaco. Este cultivo es uno de los que másmerecen llamar la atención de los extranjeros; noexige muchos adelantos y el precio del artículo per-mite soportal' los crecidos gastos de transporte. Elvalle del Cauca se presta especialmente a esta in-dustria por su excelente terreno, sus estaciones re-gulares y su temperatura cálida, sin ser abrasado-ra. Añádase a ésto que las orugas son poco nume-rosas, que nunca graniza, que los materiales parala construcción de zahumadores se venden a bajoprecio, y pOI' último, que es fácil encontrar opera-rios. Basta un poco de buena voluntad para serfeliz en el valle; con algún esfuerzo más se llegaráa ser rico, pero a juzgar por lo que yo he obser-vado no se busca la riqueza sino a falta de felicidad.

Desde Palmira a Cali no ofrece el camino nadade particular; los paisajes se suceden sin varia-ción, los pastos se pierden de vista, las haciendas)'r" las grul1ja.s forman una, serie de cuadros seme-jantes. En algunos sitios, principalmente donde elterreno es seco, se cruza por bosquecillos de gua-yabos silvestres, de tronco liso y ramas \-etorcidas,cargadas de refrescantes frutos. La especie Poi-dimn pyriferu'm es un árbol sumamente útil: nosólo se prepara con sus frutos, sino que las hojas,y sobre todo la corteza, son ricas en tanino, pu-diendo utilizarse provechosamente en la medicina yla industria.

Pison, en su tratado De morb'is lndicis, fue elprimero en llamar la atención sobre este árbol, que

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 240: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 243

le parece "digno de figurar en Europa, en los jar-dines de los reyes."

Durante una epidemia de disentería en que notenía yo a mano otro remedio, administré a mis en-fermos, con el mejor éxito, una decocción de cor-teza y de retoños del guayabo, en todos los casosen que estaba indicada la acción de un tónico as-tringente. También hice uso de esta decocción muyconcentrada, para excitar úlceras tónicas, y los re-sultados fueron siempre muy satisfactorios cuandolos enfermos pudieron sujetarse a un régimen tó-nico. En tales condiciones, el guayabo producía U:!larápida cicatrización. Este árbol ha sido legado alolvido desde los tiempos de Pison, cosa que yo meexplico, pues merece, tanto como otros muchos, fi-gurar preferentemente en el reino vegetal.

Cuando salía de uno de los bosquecillos de gua-yabos, vi avanzar hacia mí una fila de hombres conlas manos atadas a la espalda, y sujetos todos poruna larga cuerda que llevaba cogida un militar acaballo.

-¡,Quiénes son esos hombres', pregunté a Mi-guel. l.Son por ventura presidiarios?

-No, me contestó: son voluntarios que van aincorporarse a su regimiento.

Acerquéme al soldado que sujetaba la cuerda, ysaludándole cortésmente, le hice algunas pregun-tas. Díjome que conducía aquellos reclutas a CaE,y que dentro de una semana estarían ya suficien-temente instruídos, para ser excelentes soldados,poseídos del espíritu de cuerpo, y sin deseos dehuír. La cuerda, según me aseguró, era sólo una

.mera pr-ecaución- dllrante-.el-.(;amin(}~Hé aquí cómo se juega en muchos países con la

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 241: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

palabra libertad, y cómo se conduce al rebaño hu-mano con·algunas palabras. Aquellos jóvenes no seavergonzaban de ir atados, porque se titulaban vo-luntarios.

Más adelante encontramos varios destacamen-tos de tropas, legiones improvisadas que se concen-traban hacia la parte alta del valle del Cauca. Nadamás extravagante que aquellos grupos de hombresde todos colores y de todas las tallas, equipados dela manera más grotesca. En la mayor parte consis-tía el uniforme en una especie de saco de cuero, quellaman allí carriel; algunos llevaban un machetesin vaina y un fusil de chispas; otros no teníanmás que esta última arma; los menos favorecidosformaban grupos de lanceros a pie, pues los caba-llos escaseaban mucho. Los oficiales, todos monta-dos, parecían orgullosos de su chaquetilla de fra-nela con botones de cobre, e iban armados de unverdadero sable; un kepis galoneado era un verda-dero distintivo.

Llegado el día del combate, día que se procuraevitar por todos los medios posibles, no se puedeexigi1' mlldlO H llTIHS tropas sin 1nstrl1eeiones, sindisciplina y sin espíritu guerrero, y así es que lasacciones duran muy poco tiempo. Los jefes conocenperfectamente el adagio inglés que dice: "La mássegura salvación está en el temor", y éste, en efec-to, es para ellos la mejor salvaguardia. y como am-bas partes predominan el mismo sentimiento, lasbatallas no son mortíferas. Una vez vi a todo uncuerpo de ejército dejarse hacer prisionero porfuerzas bastante inferiores en número, después deuna refriega de cinco minutos, durante la cual nohubo muertos ni heridos.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 242: Relatos de Viajeros Saffray

DOOTOR SAFFRA y 245

y no se crea, por lo que acabo de decir, que losneogranadinos sean cobardes. Han dado pruebasde 10 contrario durante la guerra de la indepen-dencia, pero en esas deplorables luchas, en que losmás toman parte contra su voluntad, no revelan lamenor inclinación a matarse entre sí. Dotados detodas las cualidades que contribuyen a que la pazsea feliz y fecunda, sufren con pesar las consecuen-cias de la política de algunos ambiciosos, y tomanparte sin entusiasmo en aquellas guerras fratrici-das, pero en una causa nacional se encontraría enlos granadinos el ímpetu y la tenacidad de los ven-cedores de Boyocá.

XXIIDE CALI A BOGOTA

LA CIUDAD DE CALL--FUERZA DE LAS CONFITURA S.-UNCUERPO DE EJERCITO EN CAl\IPA:&A.-EL TAULADESBORDADO.-MINAS DE ·QUILICHA.-EL OAMPA-MENTO DE QUINA11:AYO.-JULIO ARBOLEDA.-UN po-co DE POLITICA.-ME NOMBRARON PRIMER MEDICODEL EJERCITO DE NUEVA GRANADA.-USOS DE LAGUERRA.-PELIGROS y HAMBRE.-SE LEVAXTA ELCAMPAl\1:ENTO.-DESPEDIDA DE ARBOLEDA.

Cali es una de las más bonitas ciudades de Nue-va Granada; su posición en medio del valle del Cau-ea le promete un gran porvenir, cuando un buencamino la ponga en comunicación con el Pacífico.Entonces será aquella ciudad una de las plazas co-mexciales -m-ás-importantes-de-la----Re-IráWi-ea- y-en -lacalle se desarrollarán todos los cultivos que convie-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 243: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

nen a su suelo y a su clima. El azúcar, el café, el ca-cao, la vainilla, el algodón, el índigo y la quina, lle.narán muy pronto los depósitos, acumulándosetambién en ellos los productos europeos que se des-tinan al Estado del Cauca y a otros próximos.

Edificada al pie de las últimas ondulaciones dela cordillera occidental, Cali ofrece un aspecto muypintoresco por la variedad de sus horizontes; estálimitada en el lado de las montañas por un límpidorío, sobre el que los Padres Franciscanos constru-yeron un sólido puente, que se enseña con orgullo alos extranjeros. Por el norte se cansa inútilmentela mirada cuando busca el límite de la tierra y delcielo entre los azulados vapores que se elevan delvalle. Al este se descubren, a siete y ocho leguas, ydisminuídos por la distancia, los esbeltos picos dela Cordillera Central, con sus apizarrados tintes;y al sur se fija la vista en una inmensa extensiónde llanuras, que son las montañas de Quilichas.Aquí se ve un paisaje suizo, con sus colinas de undelicado tinte verde, bañadas por el sol y cubiertasde rebaños; más allá se desarrolla la gran cadena;tn lA'" Anrl(\Ci t')nT'n:1"lorln rln. hn.orv"nCl C11"\.'YVlh".-:.n.C'l nn lncuv ..l.VO .L.L ..u..uv.v, \../V.L V..L..l.Lli\AU 'lAv UVI..:J'1'-4VI-) UV.L..l...l.U.L ..I..VIJ, V..l.J.. .LV""'"

que el viento del sur agita las grandes nubes blan-cas, semejantes a la espuma de un remolino gigan-tesco. Por un lado, en un espacio que se pierde enlontananza, desarróllanse inmensos pastos que en-vidiaría la misma Irlanda; por el otro hay camposde cañas de azúcar y de maíz, cortados por verjelesen que abundan el naranjo y la guayaba, donde elananas perfumado crece junto a la yuca de fécula,donde la diamela se abre al pie de la orgullosa as-tromela. Allí ostentan sus flores y sus frutos el ár-bol del cacao y el cafetal; el písamo eleva su copa

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 244: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y

cargada de flores de color escarlata, entre las cua-les van por la tarde a buscar un abrigo las banda-das de blancas garzotas, y de trecho en trecho des-pliega la palmera su capitel de hojas amarillentas,sobrepuesto de un verde penacho que despide re-flejos a los rayos del sol. A corta distancia se dis-tingue una laguna, punto de reunión de las avesacuáticas, y un poco más lejos, percíbese por cier-tos sitios el tranquilo Oauca, gran arteria del valle.En último término y como complemento del cuadro,se divisan picos nebulosos, agrisados, de formasfantásticas, rocas desnudas, cimas blanqueadas porla nieve, y glaciares en cuyo seno se oye a vecesrugir un trueno ahogado, mientras que el suelo seestremece bajo los pies del viajero.

Las calles de Oali son regulares; las casas estánbastante bien construídas, todas con jardín o patio,y las aguas, muy abundantes, conservan el aseo y

- la frescura. El clima, aunque cálido, es sano y agra-dable.

Entre los antiguos edificios se distingue sobretodo el convento, habitado por los Padres Francis-canos, y después la catedral, construída según elgusto italiano del siglo XVI. Esta iglesia es la úni-ca del país en que he visto una colección de pintu-ras de algún valor. El colegio, antiguo claustro, re-vela también los esfuerzos que hicieron las corpo-raciones religiosas, hace dos siglos, para introdu-cir en el país las artes europeas. Ouando yo le vi-sité servía de cuartel y de cárcel, los detenidos nohabían cometido más crimen que poseer algunosmiles de piastras en especies sonantes, lo cual era

- -dispensable,--porque- ai fin y -al <3ai)o-no-se hace-ia:-guerra civil sin dinero. Sin embargo, con los pri-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 245: Relatos de Viajeros Saffray

248 VIAJE A NUEVA GRANADA.

sioneros ricos se tenía toda clase de consideracio-nes, pero si a los quince días no se determinaban apagar la suma exigida, los guardianes recibían or-den de someterlos al régimen de las dulzuras. Des-de este momento se les daba por la mañana unagelatina de cedrato; a medio día, confituras de co-co, y por la noche, pasta de guayaba; todo esto sinbebida alguna. El hombre más robusto no. sopor-taba más de tres o cuatro días este suplicio; la sedera cada vez más ardiente, buscándose un aliviomomentáneo en los alimentos azucarados; pero másimperiosa era la necesidad de la bebida; hasta queal fin se pedía gracia, acabando por pagar el rescate.

Oali es en tiempo de paz una ciudad comercial,donde se encuentran mercancías de toda especie,procedentes de Europa y de los Estados Unidos,pero todo se vende muy caro, porque la navegaciónen el río Dagua es tan difícil como peligrosa.

De todos modos, la carestía es casi tradicionalen aquella ciudad. En tiempo de su fundación, losespañoles tenían oro en abundancia, pero los obje-tos más indispensables se vendían a precios fabu-losos, y las mercancías de Europa eran conducidw,;por el hombre a brazo, debiendo recorrer un cami-no paralelo al Dagua. El historiador Cieza refiereque vio pagar por una marrana y un lechón muypequeños; una suma equivalente a seis mil cuatro-cientas pesetas de nuestra moneda; un cuchillo cos-taba sesenta y una hoja de papel de escribir treinta.Sin duda por esta última razón no dio Cieza másdesarrollo a sus interesantes Memorias.

Fui a pedir al gobernador de Cali un pasaportepara Popayán, pero aconsejóme que no hiciera esteviaje. "Toda la parte superior del valle, me dijo,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 246: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 249

está en poder de los revolucionarios, que segura-mente os detendrán para exigir luégo un rescate. Seestá disponiendo un cuerpo de ejército para enviar-le en auxilio de Arboleda, que aislado en Quina-mayo, cercado de enemigos, y sin base de operacio-nes, concentra todas las tropas leales a fin de tomarla ofensiva en el Estado del Cauca, y si queréis es-perar podréis viajar más seguro."

Siguiendo el consejo, resolví esperar aquellaocasión para continuar mi viaje, y entre tanto meconcedió el gobernador provisionalmente una es-colta particular.

Diariamente veía yo entrar en la ciudad desta-camentos de infantería y caballería tan mal monta-dos como equipados, pero llenos de confianza en eléxito.

A los quince días de preparativos oí por fin eltoque de generala; reuniéronse en la gran plaza dos'0 tres mil hombres, y detrás de ellos se agruparonlos bagajes, conducidos por escuálidos caballos, mu-las cansadas y bueyes insensibles al aguijón; sonóel clarín, pusiéronse las columnas en movimiento yemprendieron la marcha a los gritos de "j Viva laconstitución! iViva la república!"

Extraño espectáculo era el que ofrecía aquelejército: Jefe y soldados estaban bajo un pie deigualdad republicana que no podía menos de per-judicar a la disciplina; mas a pesar de todo reinabacierto orden, debido a la buena voluntad de unos yotros. Los hombres, con los pies desnudos, mal ves-tidos y peor armados, excitaban menos compasiónaún que los animales, cuya carga era demasiadopesada. Hacía muy mal tiempo; cubría los caminosun barro tenaz y profundo, y asf es que los canallos

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 247: Relatos de Viajeros Saffray

250 VIAJE A NUEVA GRANADA

y mulas que caían no se levantaban ya; únicamentelos bueyes, a pesar de su raquítico aspecto, salíanlentamente de todos los malos pasos.

Detrás de las tropas iban algunas mujeres conollas y otros utensilios, cantineras de contrabandode los regimientos. Las rabonas, nombre poco ga-lante con que se las designa, formaban en otro tiem-po un cuerpo numeroso detrás de los ejércitos, re-cordando los grupos de esclavos que acompañabana los españoles en la época de la conquista. Estasrabonas llevaban la olla, los víveres, la ropa, y has-ta el fusil del soldado; eran bestias de carga, nimás ni menos, como la mujer india de la mayorparte de las tribus. Hoy día, sin embargo, se va per-diendo este tipo, y dentro de poco habrá dejado deexistir.

Debo observar, no obstante, que el sexo llamadodébil estaba mejor representado en nuestro ejér-cito. Una mujer llamada Dolores, impulsada poruna extraña vocación, se había alistado desde elprincipio de la guerra; cuando yo la conocí habíaganado ya por su bravura el grado de sargento, yfiguraba en la lista con su nombre femenino. Elregimiento estaba orgulloso de aquella mujer, .ytodos la respetaban.

Andábamos unas dos leguas diarias; llegada latarde, nos deteníamos en alguna hacienda desierta,buscando leña para hacer la cena y caña de azúcarpara los animales; mientras que algunos veteranosiban al merodeo y volvían conduciendo escuálidasvacas, último recurso de alguna familia arruinadaya por otros destacamentos. Sin embargo, con fre-cuencia faltaban las vacas, y entonces debíamoscontentarnos con arepas y chocolate mezclado con

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 248: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 251

harina de maíz. Los menos favorecidos bebían aguadé panela, simple solución de azúcar en agua tem-plada. Los jefes tenían arroz y las rabonas vendíanaguardiente y cigarros.

A pesar de tan míseros víveres, las tropas nose permitieron una queja; formábanse grupos alrededor de los que jugaban a los naipes, y algunosentonaban coplas populares hasta el toque de si-lencio.

De Cali a Quinamayo no hay más que ocho adiez leguas, pero necesitamos nada menos que cincodías para llegar al campamento. Al cuarto atrave-samos varios terrenos inundados por una avenidadel Cauca, y excitaba la copasión ver a los hombresy animales chorreando agua, cubiertos de fango,cayéndose en los fosos y luchando contra las co-rrientes. No se divisaba camino alguno, nada indi-caba el lecho del río en medio de la inundación, ycon frecuencia se sumergían del todo los hombres.El día se pasó con estos sufrimientos y peligros,y hacia la caída de la tarde llegamos al río Tuluá,que era preciso atravesar. Sus aguas, rechazadaspor el Cauca, habían invadido toda una parte delbosque, y como no contábamos más que con algunaspiraguas, llenáronse éstas con exceso; los caballosseguían sujetos por una larga correa.

Cuando me tocó turno, mandé embarcar misbagajes, empapados en agua, y mi silla de montar;entregué a Miguel una rienda del caballo, cogiendoyo la otra, y di la orden de marcha; pero variosimpacientes por llegar a tierra, insistieron en pasarcon nosotros, a lo cual no pude negarme.

Sólo tenía la embarcación dos o tres pulgadasde banda, y la menor maniobra falsa sería suficien-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 249: Relatos de Viajeros Saffray

252 VIAJE A NUEVA GRANADA

te para hacernos zozobrar. En lo más profundo dela corriente, los seis caballos que remolcábamos seespantaron de tal manera, que a cada oscilaciónla barca se cargaba más de agua; algunos minutosmás y nos hubiéramos ido a pique. En tan apuradotrance, mandé soltar los caballos dando yo el ejem-plo. Dos de ellos ganaron la orilla; los otros fueronarrastrados por la corriente, o se enredaron entrelas cañas y las yerbas, donde tardarían poco enperecer: tal fue la suerte de los míos.

La tierra firme estaba a cuatrocientos metrosdel punto de desembarque, y no teniendo fuerzaspara recorrer esta distancia, rogué que me dejasenen la rama de un árbol mientras iba un criado abuscar un caballo.

El jefe, instruído de mi percance, envió genteen mi auxilio, y por cierto que ya era tiempo. Habíapermanecido dos horas, en medio de la noche, so-bre una rama, mojado, rendido de fatiga, yerto defrío y acosado por el hambre.

Aquella noche fuimos a dormir a Bolsa, a unagranja habitada en la que pudimos adquirir algunosvíveres.

En la tarde del día siguiente penetrábamos ¿nQuilichao, pequeña ciudad pintorescamente asenta-da sobre el primer tramo de colinas que limitan porel sur con el valle del Cauca. La ciudad era en otrotiempo mucho más importante que hoy, situada enel centro de un vasto distrito minero; tenía por ha-bitantes ricos propietarios de esclavos que hacíanexplotar los aluviones auríferos de los alrededores.Desde la emancipación de los esclavos quedaronabandonados los más de los yacimientos; los traba-jos que se ejecutan hoy son de poca. importancia,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 250: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 253

y empléanse de preferencia mujeres, las cuales secontentan con un salario muy módico.

Las mujeres de las minas llevan por único ves-tido dos piezas de sarga azul: la una arrollada enla cintura, formando una falda corta, y la otra al-rededor del busto, pendiente un poco sobre la pri-mera los hombros y los brazos quedan desnudos;con el cabello se hacen dos trenzas, y cubren su ca-beza con un sombrero de paja de nacuma. El do-mingo suelen ponerse una especie de manto pareci-do a la falda.

Quilichao estaba en poder de los revolucionarios,que eran simpáticos a la población, pero al recibirla noticia de nuestra llegada, juzgaron prudentedejar el paso libre retirándose a las mQntañas.

El campamento de Quinamayo distaba sólo unamedia legua del punto donde nos hallábamos y lastropas tenían mucha necesidad de reposo y alimen-to. La tentación de pasar la noche en cómodos alo-jamientos era muy grande, pero los jefes temíanuna sorpresa de los liberales y por lo tanto resol-vieron avanzar hasta el campamento de Arboleda,a donde llegamos por la noche.

Nada había dispuesto para las nuevas tropas,que hubieron de repartirse entre las diversas tien-das, atestadas ya de soldados. Los víveres escasea-ban; contábase con nuestra reserva para abastecera las tropas, pero durante nuestra marcha de undía por campos inundados, se habían perdido deltodo las provisiones, consistentes en azúcar, sal ychocolate.

El campamento estaba situado en una inmensaexplanada m~llzada pDT barrancos y cuhierta de-montecillo s cortados a pico, prestándose el terreno

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 251: Relatos de Viajeros Saffray

254 VIAJE A NUEVA GRANADA

admirablemente para formar obras defensivas. Ar-boleda se había visto en la precisión de replegarsedesde Popayán al valle del Cauca, contando apenascon mil hombres fieles, perseguido de cerca por losliberales, sin tener un solo cartucho seco, y conven-cido de que su retirada iba a cambiarse~en derrota,no sabía ya qué hacer, cuando le chocó a primeravista la posición favorable de Quinamayo. Sin va-cilar un momento mandó hacer alto a vista delenemigo; dispuso a su gente en orden de batalla;mandó levantar a toda prisa un parapeto de tierra,e hizo colocar en sus cureña s cojas cuatro peque-ños cañones llenos de barro.

Esta atrevida resolución le salvó: Sánchez, quele daba caza con fuerzas considerables, viendo aArboleda detenerse de pronto para hacerle frente,creyó que habría recibido refuerzos y parecióle másprudente acampar a la vista de su adversario. Des-de aquel momento, liberales y conservadores sehallaban en presencia unos de otros; los primerosno osaban atacar a un enemigo prevenido; los se-gundos llamaban en su auxilio a todas las fuerzasdel Cauca.

Hacia el centro del campamento, sobre una emi-nencia, había establecido Arboleda un reducto, enel cual estaba su tienda, las del estado mayor y de105 veteranos. Allí fUe donde tuve con él :ni pri-mera entrevista. Este poeta notable era un hombrede aspecto frío, y parecía muy cil'cunspecto, inte-rrogaba con frecuencia, pero hablaban muy poco.Sin embargo, al cabo de algunos días mostróse me-nos reservado, y entonces discutimos sobre la gue'-rra, las fases de la revolución y los medios de salvaral gobierno legítimo.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 252: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 255

Observé desde luego que Arboleda no tenía yala menor confianza en la causa que defendía; undesaliento profundo había reemplazado en él alentusiasmo de las primertl.s campañas.

Sin embargo, Arboleda llenaba hasta el fin susdeberes; el campamento quinamayo se reforzabadiariamente; los conservadores podían esperar aúnla victoria, pero ialtábanles convicción, arrojo ypatriotismo.

El jefe había destacado toda su caballería parapracticar un reconocimiento, esperando distraer asíla atención del enemigo, para tomar el camino dePopayán, pero aquél vigilaba muy bien el campa-mento, y de aquí resultó que la expedición fue de-rrotada, dejando en poder del enemigo muchosprisioneros, entre los {males hallábase el prime!'médico del ejército. Casualmente era íntimo amigode Arboleda, quien me manif€stó el sentimiento quele causaba la pérdida de un hombre q~e le habíaprestado muy buenos servicios.

Al día siguiente me propuso el general que reem-plazase al médico prisionero, lo cual rehusé al prin-cipio, pero como insistiese, a los pocos días cedía sus instancias, con la condición de no contratarmepor un tiempo determinado.

Mi nueva posición me permitió estudiar másde cerca los males de la guerra, pero hubiera pre-ferido no adquirir este género de experiencia. Losenfermos eran numerosos, los socorros casi nulos,y el servicio médico exigía una reorganización com-pleta. Como no teníamos medicinas, propuse mar-char yo a buscarlas a Cali, a pesar de los peligrosque ofrecía la empresa. D~é_ó.rdenes-para -el- esta'blécÍmientú de un hospital central, y emprendí la

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 253: Relatos de Viajeros Saffray

256 VIAJE A NUEVA GRANADA

marcha con una escolta de veinte lanceros. Cercadel campamento encontramos una columna que ha-bía ido a merodear: traía bueyes, mulas, algunascargas de maíz y varios prisioneros.

Ambos partidos se echaban en cara mutuamenteel mal tratamiento que se daba a los prisioneros deguerra, y por cierto con muy justa razón, pues ob-servábase con ellos una conducta bárbara. En Caliestaban amontonados quinientos de estos infelicesen un patio de ochenta pies en cuadro; algunos secobijaban debajo de una galería, pero los demásestaban día y noche expuestos a la intemperie, ali-mentándose cada cual como le era posible. Los queno tenían dinero mendigaban de los otros los restosde su mísera pitanza. El acumulamiento, a faltade abrigo, de ropas y de víveres, produjeron bienpronto terribles enfermedades. Se daba el caso deque los muertos permanecieron atados varios díascon sus compañeros de cadena; para cambiar desitio les era necesario arrastrar el cadáver y ten-derse a su lado para dormir. Casi todos los prisio-neros desfallecían de hambre, y muchos no teníanfuerza para sost8I!Ars:;e.Cuando era necesario tras-ladar los muertos desde la prisión al cementerio,atábanlos a una caña de bambú por un pie y unbrazo, y dos soldados llevaban así por las calles loscuerpos casi en estado de putrefacción.

Cierto día, indignado ante aquel espectáculo, mepresenté al gobernador para suplicarle que manda-ra dar a los prisioneros una ración diaria, pero eldigno funcionario me contestó que sabía mejor quenadie lo que pasaba, y que en vez de mandar fusilara los prisioneros los dejaba morir de hambre.

y hé aquí cómo unos hombres de carácter dulce,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 254: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 257

buenos y de costumbres patriarcales, perdían elsentimiento de moralidad bajo la influencia de laspasiones políticas.

En el campamento de Arboleda vi crueldadesde otro género: por una falta contra la disciplinase castigaba a los soldados a latigazos, y a los es-pías se les colgaba de un pie por espacio de variashoras.

A mi regreso vi que no había cambiado nadaen la situación, y que los víveres escaseaban cadavez más. Cada hombre recibía diariamente dos on-zas de arroz, dos de azúcar y una de chocolate;algunas veC8Sse distribuía carne, pero esto era unextraordinario. Vendíase la sal a veiticinco pesetasla libra, y aun a este precio no se podía adquirirsiempre.

El enemigo nos rodeaba por todas partes: algu-nas avanzadas, cuyos individuos estaban provistosde carabinas de gran alcance, hacían llover las balasen nuestro campamento, resultando de aquí que sol-dados y jefes morían lastimosamente y sin gloriaen sus mismas tiendas. Todos los días esperábamosun ataque; veíase a las guerrillas desplegarse, comopara preparar una batalla decisiva, pero todo selimitaba a simples escaramuzas.

Estábamos en lo más fuerte de la estación delas lluvias; todas las tardes, a eso de las seis, sedesencadenaba una tempestad sobre el campamen-to; el agua nos invadía por todas partes; el vientose llevaba nuestras tiendas, y nos era preciso dor-miren medio del barro. A las pocas semanas nofue ya sostenible aquella situación; atacóme unaneumonía que se agravaba diariamente. v con másinsistencia que nadie pedí la batalla o la retirada.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 255: Relatos de Viajeros Saffray

258 VIAJE A NUEVA GRANADA

Una tarde, en ocasión que llovía copiosamente,Arboleda mandó arrasar todas las obras de tierra,hizo plegar las tiendas y preparó a su ejército parala marcha o el combate. A eso de media noche es-taba dispuesto ya todo.

El general en jefe reunió las tropas detrás deuna serie de montecillos y colinas que se elevabana corta distancia del gran reducto desmantelado.Su objeto era hacer creer al enemigo que habí¡ le-vantado el campo, y envolverle rápidamente, si osa-ba practicar un reconocimiento. Nosotros oíamosdistinta mente los clarines de López; al cabo de doshoras de ansiedad se tocó generala, y pocos mo-mentos después dióse la orden de marcha.

El general López se inquietó sin duda al verque se desocupaba nuestro campamento, y no sa-biendo qué sucedía, tuvo miedo. De ello nos dio bienpronto una prueba, pues a poco vimos a su ejércitotomar el camino de Caloto por la cordillera central.

Pregunté al general Arboleda qué pensaba ha-cer, y me contestó que iba a retirarse a Popayán,pues ya no se debía esperar ni temer la batalla. Yohabía permanecido en mi puesto mientras hubo pe-ligro, pero no sintiéndeme con fuerzas para em-prender una campaña, y obligado a estar continua-mente a caballo, porque tenía las piernas muy dé-biles, vime precisado a presentar mi dimisión algeneral.

La despedida fue triste, como lo son todas enla mayoría de los casos.

Presiento, me dije Arboleda, que no tendré, comovos, la suerte de volver a Francia, donde he dejadomi familia y mis más caras afecciones . ..Al sacrifi-carme por mi país, hubiera querido que mi muerte

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 256: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 259

le fuese cuando menos útil, pero no ha llegado aúnel tiempo. Que la suerte os acompañe. iNo me atre-vo a deciras hasta la vista!

Seis meses después supe en Panamá que el bravogeneral había sido asesinado, poco tiempo despuésde subir. Mosquera al poder. '

XXIII

POPAYAN.-SU PASADO Y SU PRESENTE.-CIVILIZACIONDE LOS INDIOS DE LA PROVINCIA DE POPAYAN.PLANTAS TINTORERAS DE NUEVA GRANADA.-RO.MENAJE A LA MEMORIA DE CALDAS.-ESTADISTICADE LAS MONEDAS DE POPAYAN y DE SANTA FE DEBOGOTA.-COMERCIO E INDUSTRIA.-PORVENIR DE LAPROVINCIA.-COM:UNICACION CON EL MAR PACIFICO.LA LANGOS'l'A EN LA AMERICA DEL SUR.

Popayán es una de las más antiguas ciudadesde Nueva Granada. Sus fundadores, compañeros deBelalcázar, consiguieron que se erigiese en capitalde provincia, estableciendo un obispado y un cole-gio, con la intención de que fuera la rival de Quito.Varias corporaciones religiosas erigieron monu-mentos que no serían dignos de atención en Europa,pero de los cuales se muestran muy orgullosos loshabitantes, a causa de las dificultades excepcionalescon que tropieza la arquitectura en un país en quelos trasportes se hacen a brazo o por medio de mu-las, y donde no hay obreros capaces de trabajar losmetales ni de explotar las canteras.

Los edificios más notables son: la iglesia de SanFrancisco, edificada por la Cofradía da la Propaga-ción de la Fe; la de los d-emÍl:ÍlCos,y la catedral, 1e-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 257: Relatos de Viajeros Saffray

260 VIAJE A NUEVA GRANADA

vantada por los jesuítas, y de un buen estilo jónico.En Popayán se reconoce el sistema deconstruc-

ción ordinario del país; las calles, bastante limpias,están casi desiertas, y en ellas crece la yerba comoen nuestros pueblecillos.

En Popayán viven todavía muchas antiguas fa-milias españolas, que forman una especie de aristo-cracia. La buena sociedad es relativamente nume-¡'osa, y se observa, hasta en la clase artesana, máseducación, más cultura, más cortesanía que en lamayor parte de las otras ciudades de Nueva Gra-nada.

La provincia actual estaba habitada, antes dela conquista, por indios algo civilizados, los Coco-nucos, los Polindaras y los Guambias, de la razaindo-peruana. Aliados de sus hermanos de Pasto,mantuvieron su independencia contra los 1ncas,quienes enviaron desde Quito varias expedicionesa fin de someterlas. Al acercarse los españoles, des-truyeron todos los plantíos para que aquéllos pe-reciesen de hambre, y careciendo ellos mismos dealimento, echaron suertes para ver cuál de ellos se-ría devorado por los demás. Sus descendientes con-servan aún el espíritu guerre:ro que distinguía en-tonces a las tribus mandadas por el cacique Popa-yán, cuyo nombre ha tomado la ciudad actual.

Los indios de Pasto, situados más al sur, hanconservado también los signos característicos de laraza ando-peruana. Son valerosos, tienen muchoapego a su país, y se dedican a la agricultura o sonpastores.

Pasto goza de mucha nombradía en toda NuevaGranada por sus telas de lana, y más principal-mente por sus tapices y sus fuanas. Se da este nom-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 258: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR S.AFFRAY 161

brc a unos tejidos tan uniformes y compactos, quepueden rivalizar con los mejores impermeables in-gleses. Tienen por lo general rayas de colores muyvivos, y las lanas se tiñen con plantas del país, porprocedimientos muy sencillos..

No cabe duda que Nueva Granada abasteceráalgún día a Europa de muchas plantas útiles, algu-nas de las cuales no conocemos aún.

Sin contar los numerosos vegetales empleadospara la tintura negra, como la coesalpina coriaria,la coulteria tinctoria y la acacia farnesiana, debocitar la madera del Brasil (hoematoxilon Brasile-ta), el palo mora (madura tinctoria), el índigo y laorellanam, cuya corteza se utiliza para hacer cuer-das, y cuya madera, muy ligera, se calienta y seenciende a los pocos minutos cuando se frota viva-mente en un agujero practicado en madera dura.Los indios de Pasto hacen un tinte rojo y persis-tente con la raicilla (Rubia nitida) y rojo de ocrecon la fécula de chica (Bignonia chica), el espino yel tuno (Miconia granulosa); les dan el amarillo, elaliso, abedul de los Andes, el anaranjado, pero lomás notable que obtienen es el color verde inalte-rable, que sacan de la chilca (Baccharis polyantha).

También hay en Pasto verdaderos artistas, es-cultores en madera que trabajan por inspiración,sin más maestro que la naturaleza, y sus obras, porlo general de muy pequeñas dimensiones, no des-merecerían al compararlas con las mejores de laSelva Negra.

Hay otra industria mucho más importante, queconsiste en la fabricación de objetos de madera,-llamaoos-de----F-a-ste-,-tales--oomo-eeí'reeillos,copas-ytazas cubiertas de una goma resina, llamada en el

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 259: Relatos de Viajeros Saffray

!8S VIAJE A NUEVA GRANADA

país barniz de Pasto, producto de la eloegia 'utilis.La goma-resina, de color gris verdoso pálido, se

extiende, después de ablandarIa por el calor, sobreel objeto que debe cubrir, alisándola en seguida conun hierro caliente y después con la mano. Sobre es-te fondo uniforme, calentado con precaución, sepegan adornos, comUllmente flores formadas conrecortes de un papel a que se han comunicado co-lores transparentes sobre una capa plateada.

Los indios sacan muy buen partido de estos sen-cilloselcmcntos; la ornamentación es rica, los to-nos vivos armoniosos, el conjunto recuerda las mag'-níficas telas de brocado del Japón.

Después de Bogotá, Popayán es la ciudad queha dado más hombres notables a la República: estáorgullosa de sus legistas, de sus naturalistas y desus poetas; eutre sus sabios Francisco José de Cal-das ha dejado un recuerdo imperecedero. Sus pa-dres, que deseaban siguiese la carrera de abogado,le enviaron a estudiar leyes al colegio de la capital,pero al poco tiempo, no sintiendo inclinación paraello, aceptó en la provincia de Neiva la regencia deun establecimiento comercial, donde hizo malos ne-gocios, volviendo pobre y oscuro a Popayán. Díjoseentonces que no era apto para cosas algunas, peroa Caldas le gustaban las plantas y la naturaleza, yleía con pasión los pocos libros que podía adquirir.Una feliz casualidad dio a conocer su disposición,abriendo el camino de su brillante carrera.

Durante la permanencia de Humboldt en Popa-yán, el célebre geólogo trabó conocimiento con Cal-das, aprecióle y le presentó a Mutis, botánico espa-ñol, encargado por su gobierno de estudiar la florade Nueva Granada. Este envió a Caldas a recono-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 260: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 263

cer la región de las quininas en los alrededores dePopayán, y más tarde utilizó sus observaciones.

Sin dejar sus trabajos en botánica, Caldas estu-diaba con ardimento la física y la astronomía, cons-truyó por sí mismo un barómetro y un sextante, ydeterminó la altura y posición de varias estacionesde importancia. Así como Deluc, cuyos experimen- .tos no conocía, describió la relación que existe entrela temperatura de ebullición del agua y la alturabarométrica y publicó una memoria acerca del modode medir la elevación de las montañas, sin más ins-trumento que un termómetro.

Deseoso Mutis de estimular a su discípulo yamigo, confióle la dirección del observatorio de Bo-gotá, y en este primer templo erigido a U~ania en latierra de América, Caldas prestó importantes ser-vicios a la ciencia. Este observatorio, situado a los4° 30' del Ecuador, en un punto privilegiado; allí seven los dos trópicos casi a la misma altura, y el cie-lo de ambos hemisferios ostenta diariamente susriquezas, el sol pasa dos veces al año a su cenit; sualtura le preserva de los grandes desvíos de refrac-ción, y las estrellas brillan sobre un fondo del másintenso azul, con un fulgor desconocido en Europa.

Consérvanse en aquel observatorio varias reli-quias preciosas, entre las cuales está el cuarto decírculo empleado por Humboldt en su viaje al Ori-noco, y después por Caldas en su expedición a Qui-to; el péndulo astronómico que sirvió a los académi-cos franceses para determinar la dirección de laTierra en el Ecuador y una masa de mármol blanco,que dejaron allí como recuerdo de haber medido ungr-ado,.-Y--e.Il-1a-c.uaLe.stá-graba.da.la_pD..sición exacta .de la base de sus observaciones.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 261: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANA.DA

A. Caldas es a quien se debe que se haya conser-vado este monumento histórico, que durante variosaños sirvió de puente sobre un riachuelo. Sin em-bargo, aquel sabio era también un gran patriota:abrazó la causa de la independencia, fue cogido porlos españoles y le pasaron por las armas.

El colegio' de Popayán es uno de los mejoresde la república, pero la educación que allí se recibees superficial. Muchachos de doce a catorce añosaprenden a la vez gramática, física, química, fran-cés, historia, geografía, matemáticas, 'Cosmografía.,elementos de economía social y metafísica. Los jó-venes neo-granadinos son por lo general inteligen-tes, tienen gran memoria, y he observado en susescuelas, así como en las de los Estados Unidos, unverdadero deseo de aprender, una emulación bienentendida, y sobre todo una disciplina perfecta, quese obtiene de dignidad personal. Los niños, los es-tudiantes jóvenes se conducen casi como hombresformales.

La instrucción primaria, largo tiempo descuida-da en el país, progresa rápidamente desde haceal~unos años. pero la proporción de los que no co-nocen las letras es todavía de un cuarenta por cien-to, lo cual debe atribuírse a diversas causas, a ladiferencia de razas, a la diseminación de los habi-tantes en un territorio inmenso, y a la falta devías de comunicación. Sin hablar aquí de las tribusindias que se han conservado salvajes, las que pa-san por civilizadas no adquieren más instrucciónque algunas nociones supersticiosas acerca del cris-tianismo. El indio de pura sangre no experimentael deseo de aprender, y los que utilizan su trabajotienen interés en que se mantega en la ignorancia.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 262: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 265

Los negros se muestran más dispuestos a instruírsey son mucho más inteligentes, pero los más vivenen las minas o en las plantaciones, y otros habitanen valles lejos de las ciudades. Los cholos y losmestizos son inteligentes, muy susceptibles de edu-cación y manifiestan deseos de aprender, pero pordesgracia, en las provincias de más poblaciones es-tán separadas las familias por grandes distancias,y viven en un aislamiento forzoso. En resumen, loque se necesita es abrir caminos. En las ciudades,en los pueblos, allí, en fin, donde la educación esposible, no hay apenas quien no conozca las letras.

El comercio, la industria, la instrucción, en unapalabra, toda la prosperidad de este país, dependetan sólo de una cosa: de los caminos. Cuando NuevaGranada los tenga, es indudable que se podrá pro-clamar como un país sin rival, porque en rigor nosabe lo que posee, y parece no haber apreciado,como merecían las inmensas riquezas que le podríanconvertir en una de las repúblicas más florecientesdel mundo.

El establecimiento de la Casa de Moneda es unode los que ofrecen más interés en Popayán, pormás que ahora no tenga la misma importancia quebajo el gobierno españoL En tiempo de los virreyes,el tesoro recibía, no sólo la quinta parte del pro-ducto de las minas, sino que, no habiendo derechopara exportar los metales preciosos, era precisovenderlos a dicho centro o al que había 'en Bogotá.Desde 1800 a 1830 la Casa de Moneda de este últimopunto acuñaba todos los años, por término medio,quince mil piastras en moneda de oro, y la de Po-payáD.. ulLmi1LÓnL.El.-ID'Oq~º-to_~s menor hoy díaporque la moneda de plata europea,y--sObre tocfo

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 263: Relatos de Viajeros Saffray

266 VIAJE A NUEVA GEANADA

la francesa, está diseminada por todas partes y enlas ciudades se ven, hace algunos años, muchas mo-nedas de oro americanas. Las de plata de NuevaGranada escasean ahora bastante, porque se buscancon prima para el comercio con el Ecuador, y encuanto a las piastras mejicanas, expórtanse tam-bién con ventaja. Las antiguas monedas del Perúse han desterrado, por creerse que son de ley du-dosa. La pieza CIeveinte céntimos francesa se ad-mite generalmente por veinticinco, la onza y el do-blón españoles son bastante escasos y ganan prima.

La moneda de oro del país es el cóndor, quevale diez piastras fuertes, o cincuenta pesetas, y lacual es preciso estudiar, porque las hay de variasespecies aunque todas llevan la marca de Bogotáo de Popayán. Encuéntranse muchas cuya aleaciónestá muy sobrecargada o que no tiene todo el peso;para reconocer1as se necesita la balanza, pero éstano es tampoco suficiente, porque en Nueva Granadahay particulares que fabrican muy legalmente lamoneda falsa, es decir, que se contentan con el be-neficio que reserva para sí el gobierno. Sus pro-ductos son generalmente aeeptIH-loR¡pero no puedencircular forzosamente. Siempre se reconocen poralgún defecto o imperfección . .Algunas veces se dice:"esta pieza es de Fulano y la recibió", o bien:, 'esta otra es de Mengano y no la quiero".

El gobierno molesta poco a los monederos fal-sos, y para el pueblo son personas hábiles, lo cualno deja de ser una excelente recomendación.

Cierto negociente hubo de comparecer un díaante el juez porque se le acusaba de haber fabricadomoneda falsa. Hallábanse presentes varios testigos,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 264: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 267

y el juez, enseñando al culpable una moneda de oro,le dijo:

-Se os acusa de haber fabricado esta moneda.-Se engaña quien lo diga, repuso el acusado.-Sin embargo, los testigos lo afirman.-Os digo que se equivocan.-b Qué tenéis que alegar en vuestra defensa?El acusado examina con detención la pieza de

oro y se la devuelve al juez; después saca otra de subolsillo y exclama con aire de indignación:

-Es vergonzoso que me acusen de haber hechouna moneda tan tosca; los testigos me calumnian;esa pieza no ha salido de mi casa; ahí tenéis la mía;comparad y veréis cuán mejores son las que yo fa-brico.

El comercio de Popayán no está muy desarro-lIado; si exceptuamos el trigo y un poco de café,que se cultiva en los alrededores para el abasteci-miento del valle del Cauca, la ciudad no exportaningún producto de su suelo. Es el depósito naturalde las mercancías de Quito y de Pasto, que consis-ten en tejidos de lana, tapices, ruanas, pinturas depacotilla al óleo, y objetos de laca. Popayán recibede Cali todos los arHculos europeos: la industriaes casi nula.

Esta ciudad no adquirirá cierta importanciahasta que abra una comunicación fácil con el Pa-cífico, paro lo cual le ofrece los medios el río Patía.Por esta. vía mejorada llegarían más rápidamentey con menos gastos para Cali las mercancías deEuropa y de los Estados Unidos, y las quininasseguirían el mismo 'camino para la exportación.

ToG(}-~l1e--del-P-atí~-ID11Y-.fértil~ PfQPj.Qpara el cultivo del cacao en las partes bajas, y este

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 265: Relatos de Viajeros Saffray

268 TIAJE A NUEVA GRANADA

"ARA DE VOLT~t\.IRE.DEL CULTIVO DE LAS QUII~QUI~

producto podría hacer competencia al de Guayaquil.Los gastos necesarios para abrir un camino hastael límite de la navegación, la creación de etapas alo largo del río y de un puerto en la desembocadu-ra, quedarían cubiertos bien pronto con sólo explo-rar los bosques de ambas márgenes.

Sin embargo, el valle del Patía ofrece un incon-veniente: es la única región de Nueva Granadadonde se encuentra la langosta formando espesasnubes, y de allí"parten a intervalos para invadir elvalle del Cauea, y hasta el Estado de Antioquia.Su presencia es siempre una. desgracia, pero en unpaís en que la vegetación es tan superabundante,los destrozos que ocasiona no son comparables alos que afligen a nuestros países.

XXIV

LAS QUINQUINAS DE PITA YO y DE ALMAGUER.-ESTUDIODE LA REGION DE LAS QUINQUINAS.-TRABAJO DEllUTIS.-RECTIFICACIONES BOTANICAS.-UNA PALA-

NAB.-EXCURSION AL RIO VINAGRE.-ALTURA DE LOSANDES.-REGRESO AL VALLE DEL CAUCA.-PREPA-TIVO PARA EL PASO DEL QUINDIO.-IJOS CONDUCTO-BES.-LA MONTAIU.

La provincia de Popayán encierra una de lasregiones más ricas en quinquinas, que es la de Pi-tayo. La especie de este distrito (Cinchona Pitayen-sis W addel) se distingue de la Tunita (Cinchonaofficinalis), por su corteza, sus cápsulas de formaredonda, con nervios salientes, sus hojas coriáceas

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 266: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 269

y menos dentadas y por la disposición casi corim-biforme de sus inflorescencias.

Esta especie vegeta entre dos y tres mil metrosde altitud, y se la encuentra asociada con la quin-quina tunita desde los cuatro grados de latitud sur,en la República del Ecuador, hasta cerca de Pitayoy Sumbico, a dos grados de latitud norte, mientrasque la tunita se extiende por la rama oriental de latrifurcación de los Andes, hallándose representadasmás allá de Bogotá por algunas variedades de pocaimportancia, hasta el octavo grado de latitud. EnPitayo hay también algunas variedades, pero no seaprecian para el comercio.

Los indios de la provincia de Popayán son muyhábiles para la busca y explotación de las quinqui-nas. Los que ejercen este oficio reciben el nombre decascarilleros, porque en el país se designa común-mente la quinquina con el de cascarilla, o corteza,así como los peruanos la llamaban quina o quina-quina, corteza por excelencia.

Rudo oficio es el de cascarillero: después dehaberse entendido con un negociante acerca del pre-cio que recibirá por la corteza, y de pedir adelantadaalguna pequeña suma, el indio se interna en el bos-que con alimento para una semana, y armado deun hacha y de un machete, avanza sin brújulaabriéndose paso penosamente a través de lo desco-nocido. Interroga a las cortezas y hojas caídas;de vez en cuando trepa a un alto árbol, para reco-nocer en el océano de '\ferdura que le rodea ciertoreflejo del iollaje, una cima florida, que le indiquela presencia de una quinquina.

Descubierto el árbol, debe hacer el vacío a su_alrededor con eChacha, pues no basta cortarle en

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 267: Relatos de Viajeros Saffray

270 VIA.TE A NUEVA GRANADA

la base, porque quedaría suspendido de los bejucosy las ramas próximas. Si el indio juzga que la co-secha será buena, construye una choza provisionalpara él y la corteza, y comienza acto seguido sutrabajo. Derribado el árbol, frota el tronco conyerbas secas y ásperas, para purgarle de las crip-tógamas; después desprende la corteza con su ma-chete y en seguida comienza la operación de se-carIe.

Al cabo de ocho días, si hace buen tiempo~ em-paqueta su cosecha y vuelve al pueblo.

Hace unos quince años que se pagaba en Pitayola quinquina de buena calidad a tres y cl;¡.atrofran-cos la arroba; hoy día no se encuentra a menos dediez y seis o diez y ocho.

Las quinquinas ricas en quinina escasean ahoramucho en el distrito de Pitayo. El indio corta lGSárboles jóvenes y los vástagos de los troncos viejos,y no tiene interés alguno en dejarlos crecer, mien-tras que si los respetase, otro podría utilizarlos.A esto se debe que se exploten las raíces hace algu-nos años; su corteza no es de buen aspecto, pero símuy rica en alcaloide s, y se vende en Europa máscara que la corteza de los tallos y ramas.

Las quinquinas de Almaguer son poco aprecia-das, pero aún se venden en los Estados Unidos.Cuando la mejora de los caminos permita fabricarventajosamente el sulfato de quinina, las quininasde Almaguer y de Túquerres, pertencientes al Cin-chona Pitaye1lSis y aun a las especies inferiores,llegarían a ser una gran riqueza para estos países.

Además de las dos Chinchonas verdaderas, Tu-nita y Pitayenses, Nueva Granada posee la Cin-chona cordifolia, conocida en el comercio con el

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 268: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 271

nombre de Quinquina de Cartagena. Esta especie,que comprende diversas variedades, se extiende ha-cia el norte hasta el décimo grado de latitud, en losalrededores de Maracaibo y de Caracas; no se elevasobre la zona templada y prospera hasta altura dedos mil metros: hoy día se exporta muy poco, por-que es muy pobre en quinina.

La zona de las quinquinas comienza en el Perúhacia el Potosí y La Plata, a los veinte grados delatitud austral, y se continúa sin interrupción enlos Andes de Bolivia, del Ecuador y de Xueva Gra-nada, hasta Santa Marta, por los once grados delatitud boreal. Este árbol se halla entre los sete-cientos cuarenta y los tres mil metros de altitud,aunque abajo, son la Cinchona ablongifolia y lan-giflora, de Mutis, y las que resisten mejor el frío:la Cinchona lancifolia y cordifolia del mismo autor.

Algunos viajeros pretenden haber hallado quin-quina s a la altura de cuatro mil seiscientos metros,pero no pueden haber visto a semejante elevaciónmás que Weinmania y Winteras, cuyas cortezas,ricas en tanino, se emplean como febrífugos.

Es un error atribuír a Mutis el descubrimientode las quinquinas en Nueva Granada. Trajo susprimeras muestras de los alrededores de Bogotáen 1752 mientras que Miguel Santisteban habíadado a conocer veinte años antes una CinchonaPitayensis, especie de la cual se envió la primeramuestra a Europa en 1824, si,mal no recuerdo, porel doctor Canning. Lo que se debe a Mutis es elprimer gran trabajo sobre las quininas. En suQuinología, obra publicada por primera vez en 1793,en un diario de Bogotá titulado El Arcano, descri-be cuatro especies mooíCíñales: la-qUinifHt--rtaranja--

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 269: Relatos de Viajeros Saffray

272 VIAJE A NUEVA GRANADA

(Cinchona lancifolia), la roja (C. oblongifolia), laamarilla (C. cordifolia) y la blanca (C. ovalifolia).Mutis cita además tres especies no oficiales, lasque llama Cinchona disimiliflora, parviflora y lon-giflora; pero las dos primeras son l.lasionemas yla última una Cosmibuena.

Un joven botánico neo-granadino, ya célebre, ydigno sucesor de Mutis, el doctor Triana, exhumóúltimamente la Quinologia, sepultada en los archi-vos del museo de Madrid, y gracias a él nos hemospodido dar cuenta de los errores cometidos por elilustre sabio, de quien dijo Linneo con razón:, ,Nombre inmortal, cuyo recuerdo no se borrarájamás" .

La quinina naranja, la que Mutis califica deprimitiva, determinándola con el nombre de Cin-chona lancifolia, es la verdadera Cinchona offici-nalis; la amarilla, C. cordifolia, conserva su nom-bre; la blanca, C. ovalifolia, no es una Cinchonaverdadera, porque pertenece al género afine de lasCascarillas, sino al C. tnacrocarpa; y por último, laroja (C. oblongifolia), pertenece también a este gé-nero, y es la cascarilla magnifolia.

Con el nombre de quinquina roja, confundíaMutis varías especies de cascaríllas, considerándo-las como simples variedades de su Cínchona oblon-gifolia, y creía que estaban dotadas de propiedadesidénticas, conteniendo los alcaloide s de las cincho-nas. Este error tuvo graves consecuencias para elcomercio de las quinquinas de Nueva Granada. Nose compraban entonces las cortezas, como se hacehoy; servía de base la denominación botánica asícomo los caracteres exteriores y así es que cuandoa fines del siglo último y aun más tarde, se reci-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 270: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 273

bieron en Europa grandes cantidades de cortezadel grupo cascarilla, procediéndose a la compara-ción con la quinquina roja del comercio, resultó unapérdida considerable para los compradores, unagran confusión para los botánicos, y las quinquinasde Nueva Granada quedaron desacreditadas. Laverdadera quinquina roja escasea hoy bastante ysólo se cosechan pequeñas cantidades en la Repú-blica del Ecuador.

El consumo de las quinquinas y de sus alcaloide saumenta diariamente, al paso que los bosques sevan despoblando, de modo que se puede prever yael tiempo en que ni aun se podrá decir como V01-taire: "Dios ha puesto la fiebre en Europa y laquinquina en el Perú". Fernel estaba quizás máscerca de la verdad que Voltaire, al decir que existecierta afinidad entre las plantas y los hombres decada clima, y que no hay necesidad de ir a buscarremedios en lejanos países.

En efecto, para suplir a Ías quinquinas que seagotan, sería bueno vulgarizar el empleo de nues-tros febrífugos y tónicos indígenas, reservando lacorteza exótica y sus alcaloide s para los casos, poconumerosos, en que obra como específico. Conven-dría también hacer lo que los ingleses en la India,y los holandeses, es decir, establecer plantacionesde quinquinas para explotarlas con regularidad.Una empresa de este género en Nueva Granada, yprincipalmente en la provincia de Popayán, daríamagníficos resultados; pero antes de ir tan lejos,deberían aclimatarse las quinquinas en Argel, nocomo se ha hecho hasta aquí, en las partes altasexpuestas a los vientos del norte, cargados de prin-

---cÍj:lÍossalÍnos-cRIodeTOs Monos, Valle de la Chifa),

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 271: Relatos de Viajeros Saffray

274 VIAJE A NuEVA GRANADA

sino en el Oasis de Guemar (provincia de Constan-tina), que parece ofrocer todas las condiciones ape-tecibles. ¡/"i

No lejos de Popayán se halla el pueblo de Pu-racé, al pie del volcán de este nombre, cuya activi-dad intermitente es una continua amenaza para loshabitantes. Desde dicho punto no hay más que unacorta etapa hasta el río Pusambio, que forma trescascadas, una de las cuales no tiene menos de cientoveinte metros de altura. El Pusambio, conocido conel nombre de Río Vinagre, es una de las más nota-bles curiosidades de Nueva Granada. Hacia su fuen-

\ te tienen las aguas la temperatura de unos diezgrados centígrados más elevada que la de la. atmós-fera; están cargadas de óxido de hierro, y contienenlos ácidos sulfúrico s y clorhídrico, de lo cual sederiva el nombre de Río Vinagre. Ningún pez pue-de vivir en aquellas aguas, ni tampoco se encuentrauno sólo en el Cauca hasta cinco leguas más allá delpunto donde recibe las aguas del río ácido. Un quí-mico ha propuesto emplear el agua del Río Vinagrepara la extracción del sulfato de quinina de las·quinquinas de la provincia de Popayán. La ideasería conducente en Europa; pero en aquellos pa-rajes pa.rece más sencillo fabricar el ácido sulfúriconecesario para esta operación.

Desde las alturas del Puracé se contempla unode los más hermosos panoramas de los Andes: enesta región, y en las partes aún más elevadas deldistrito de Almaguer, es donde el viajero puedecomprender mejor el vasto sistema de montañasque atraviesa a Nueva Granada de sur a norte.

Hacia el sur hasta los confines de la Repúblicadel Eouador, la masa compacta de los Andee no

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 272: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 275

está cortada por ningún gran valle. Toda esta re:gión es fría, propia para el cUltivo de las patatasy del trigo, así como para la cría de ganados. Loscarneros prosperan y no cabe duda que allí se acli-matarían los llamas del Perú. Casi toda la pobla-ción se compone de indios, de carácter pacífico, be-névolos, sencillos, laboriosos, ignorantes, muy afec-tos a su país, y que dirían también como su~ her-manos de la vecina República: "Vivir en Quito esvivir en la gloria". Su vida es enteramente con-templativa: siempre en presencia de los majestuo-sos cuadros de la naturaleza, reciben impresionesque no pueden analizar, pero que no por eso dejande ser menos fuertes.

Al este se desarrolla el Patía que baja tumul-tuosamente hacia el Pacífico, mientras que por ellado opuesto surgen las corrientes del Caquetá oYapura, que después de un curso de trescientas le-guas hacia el oeste, van a perderse en el gran ríode las Amazonas.

Hacia el norte comienza la gran trifurcación dela cordillera, y por la derecha se prolonga sin in-terrupción hasta el mar la rama llamada oriental,no lejos de Río Hacha. Sobre sus mesetas florecenNeiva, Bogotá, Tunja, Bucaramanga y Ocaña, yallí vivía en otro tiempo una raza civilizada, de lacual hablaremos después. A la izquierda se extiendela ramificación occidental, que se aleja poco de la~costas del Pacífico, y por último, la central, para-lela a las dos primeras, divide las aguas del Caueay del Magdalena. Estas dos grandes arterias quenacen allí, casi a nuestros pies, bañan en su curso,de unas doscientas veinticinco leguas, los países

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 273: Relatos de Viajeros Saffray

276' VIAJE A NUEVA GRANADA

más fértiles del mundo, y sus aguas reunidas van averterse en el océano Atlántico, en Sabanilla.

He pasado algún tiempo en este punto culmi-nante con la esperanza de ver cómo se abría el ca-mino de Quito, pero las dificultades y los peligrosaumentaban cada día, la revolución y la guerra civilestaban por todas partes, y no era realizable elproyecto.

Mosquera había soñado reunir bajo su poder,las tres repúblicas que formaban en otro tiempola Colombia, y quería titularse Presidente de losEstados Unidos de Colombia. El Ecuador se resistíaa esta anexión, y Mosquera le declaró la guerra contal motivo.

Cuando se me demostró que no podía aventurar-me sin peligro en aquella dirección, tomé el partidode bajar otra vez por el valle del Cauca hasta Ca1'-tago, para dirigirme desde aquí a Bogotá.

Nueva Granada es el país de los malos caminos:habíanme prevenido que si iba a Bogotá vería unode los caminos reales más impracticables del mundo,situado en las montañas del Quindío, que fo1'rmanparte de la cordillera central, entre Cartago eIbagué.

Llegué a Cartago en plena estación de lluvias:durante la sequía se puede atravesar la montañamás o menos bien, con mulas elegidas, arrierosprácticos, y los bagajes convenientes, en cuyo casose emplean seis o siete días para llegar a Ibagué;pero en invierno no se evita con las mejores mulasla exposición de peligros que sería temerario arros-trar, sin una necesidad absoluta.

Sin embargo, resuelto a no esperar la estaciónseca, aprovechéme de una experiencia caramente

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 274: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 277

adquirida para hacer mis preparativos de viaje. Envez de mulas, ajusté conductores, pues aunque máscaro, era también más seguro. Construí una tiendaque debía sustituÍr a la sencilla choza de ramajecubierta de hojas, que se forman para pasar la no-che cuando no se tiene la suerte de encontrar unade las pocas cabañas que hay en el camino. :Mandécomprar encerados, correas, una olla de hierro,una chocolatera de cobre, un hacha, un machete,algunas calabazas, sacos para llevar los víveres ymochilas.

En cuanto a las provisiones, conviene llevarharina de maíz tostada, arepas, bananas cortadasy cocidas al horno, tasajo seco, azúcar, 'chocolate,sal y café. Las calabazas, los troncos de bambú ylas grandes hojas flexibles, sirven perfectamentepara el embalaje.

A fin de evitar la mala voluntad de los conduc-tores, las tardanzas y los accidentes, ningún fardoha de pesar más de cuarenta kilogramos, y cadapaquete debe ir envuelto en tela einbreada, atán-dole cuidadosamente para que ofrezca el menorvolumen posible.

Dos conductores prácticos, conocedores del ca-mino, ofrecerán más seguridad que uno solo; se lespromete una gratificación en el caso de que el viajesea feliz, y se les confía la dirección de la caravana.Si quieren dar por terminado el día a las dos o lastres de la tarde, no se debe contrariar su voluntad,pues sus razones tendrán para obrar así: el día si-guiente puede ser penoso y se necesita un largodescanso, o bien se teme que sorprenda la noche enlos pasos difíciles, o ya, en fin, se trata de alber-garse en una cabaña conocida. En una palabra,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 275: Relatos de Viajeros Saffray

278 VIAJE A NUEVA GRANADA

aconsejo al viajero que deposite toda su confianzaen esos honrados hombres, pues nunca tendrá quearrepentirse; pero adviértole también que no inteu-te darse demasiada importancia como amo, puel:'será el primero en sentido. Los conductores desem-peñan honradamente su oficio de bestia de carga,pero quieren que se les trate con la debida consi-deración, pues por llevar una carga no dejan deser hombres.

Un oficial español que atravesaba el Quindíoparecía complacerse en injuriar a su conductor,porque le parecía que iba demasiado despacio, aun-que el indio hacía cuanto le era posible. El viajero,empeñado en acelerar la marcha, gritaba siempre,y al fin, calzándose las espuelas, hirió con ellas alconductor. Llegados a un punto donde el caminobordea un espantoso precipio de cuatrocientos me-tros de profundidad, el indio, que esperaba su hora,se arqueó de pronto sobre su férreo palo, y de unvigoroso empuje lanzó al oficial en el abismo. To-dos los conductores del Quindío saben esta historia,y enseñan el sitio donde fue precipitado el viajero.

El aspecto general de las altas montañas cuyoconjunto se designa con el nombre de Quindío, re-cuerda al viajero los paisajes del Páramo del Ruiz.Es la misma vegetación, la misma naturaleza entoda la vertiente occidental de la Cordillera. Porla otra parte ofrecen los cuatro más variedad, apa-reciendo algunas plantas nuevas a intervalos. Allífue donde vi por primera vez el Eupatorium AyaPana, variedad del guaco, y que tiene propiedadesanálogas a las de la Mikania de las regiones cálidas.

Al llegar al pequeño valle de Tochecito se en-cuentra uno de los vegetales más notables de la tie-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 276: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 279

rra: el Ceroxylum .Andícola, o palmera de cera.Todo es particular en este árbol; diríase que ha sidocreado para las abrasadoras orillas del Pacífico,pero también habita en los climas templados ofríes, y prospara en las montañas del Quindío y delTolima, entre los mil ochocientos y dos mil nove-cientos metros de altitud. Allí donde parecerían lasplantas menos sensibles al frío, o tomarían unaforma achaparrada; la de que hablo presenta unestipo de cincuenta metros de elevación, graciosa yelegante columna que corona un vasto chapitel depenachos. Del axila de color gris anacarado, queno es otra cosa sino cera, tan pura como la de lasabejas, pero un poco más quebradiza. Generalmentese mezcla con sebo para fabricar las velas usadasen el país.

Cuando no estábamos más que a una jornada deIbagué, y después de atravesar un vasto espaciode palmeras de tronco alto y raquítico, coronado deun ramo de hojas, divisamos a lo lejos una cabañay por cierto que ya era tiempo, pues los hombresiban extenuados y hacía horas que nos faltaban losvíveres.

Llegados a la mísera choza, donde vi una mu-jer anciana, detrás de la cual se escondían dos jó-venes, preguntó la dueña que cuántos éramos.

-Ocho, contesté yo.-Pues no tengo sitio para todos, repuso.-Está bien: pero si lo permitís nos albergamos

debajo del cobertizo.-Como gustéis.Mi conductor preguntó entonces si se podría

darllOS-.algo-par-aeenar,alo {;U.al-eoutestó-la mujerque no tenía cosa alguna, pero como esta réplica me

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 277: Relatos de Viajeros Saffray

aso VIAJE Á NUEVA GRANADA

recordase la anécdota de aquel soldado que no en- ..contraba de comer en la posada, anécdota muy an-tigua que todo el mundo sabe, resolví seguir suejemplo. El resultado sobrepujó mis esperanzas:pidiendo poco a poco obtuvimos huevos, azúcar yfrutas. Después resultó que oprimiéndose un pocohabría lugar para que todos durmiesen en la cabaña.

Al día siguiente penetrábamos en la bonita ciu-dad de Ibagué; y después de un día de reposo al-quilé mulas para continuar mi viaje.

Bajando primero por los últimos contrafuertesde la Cordillera, cruzamos a poco el Magdalena, ysiguiendo luégo un camino montuoso menos practi-cable, llegamos sin percance alguno al pueblo de LaMesa, situado en una vast& meseta, limitada a lolejos por Ulla línea ondulante de montañas azula-das: en la falda de éstas se halla Santa Fe de Bo-gotá.

xxv

DE BOGOTA A BUENAVENTURA

CIVILIZACION DE LOS lNDIOS CRIBCRAS ANTES DE LACONQUISTA ESPAROLA. - TRADICIONES.-RELIGION.LEGISLACION.-COSTUMBRES.-COMERCIO E INDUS,TRIA.-ORIGEN RISTORICO DE EL DORADO.-FUNDA-CION DE SANTA FE DE BOGOTA.-ENCUENTRO DETRES CONQillST ADORES.

Cuando los españoles descubrieron la Américaintertropical, había en este país tres centros de ci-vilización: Méjico, el Perú y Nueva Granada. Todo

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 278: Relatos de Viajeros Saffray

281

nl Iatirdc J1Cl Icr:.~c 1:1 ~l~st~i'.~a ;::'c~Js fC J' L~8..~'_-J8 Y lade ICG 1~t_CJ .•.C~hTI2S; ~l-;e~~Jcr~.· - ~0]::J:;C J.a do l:;s chib-chas '{

UU terrltQl'':o OCd.p2.~~!A.l:t:,S cl8 cci~;~~_l:_:rLs.c :~6~~ii:1.S

cuadradns, entre l~:s 4° y '[0 de l~'..';:bc~ S(~l;te.ntrio-nal, compr8Úlienclo 1<;.svastas lr;cs" ~:;.D y los férti-les v;:lLs, dcnc'.e ss eJeV2-E G~cc:cro, ""léloz, TUYlja yBogotá.

A falta de dccllmBl/ws j21'2glíft~'JO 1;2.:'1ro.::mero-sos como los de les meji8f'..llOSo de anales escritoscon combinaciones d.e nudo~, ccmo les quipos delPorú, tO¡¡ia.ll trad:cicllCS, cuidadoGmnente conser-,radas por Ul1t1 ~astf1 cc",c8r~~0tal. ~CG 88pr~:5.olcs hu-bieran podido legan10s lE. llistol'ia de los chib~has;pero fue tan rápid.o 8n Nue?a Granada el aniquila-:miento de los in,~ioo, <:':::;'8 nI c.abo de P0l}OB nños noquedó persona alguna que :r;udiese referir las tra-diciones del país.

Por otra parie, los frailes y los sacerdotes queseguÚm a les eOBq¡;¡is~;2d~lC3,GC8plegaro~'1un celoiconoclasta terriblo; les temples, las imágenes, losobjetos sagra¿cs, y bs ~CG::;S je;:,oglíficos que exis-tían, fueron destruhlcs 2,cme obra del demonio y elnombre mis·,no de ko ::;11ib::;:iasestuvo a punto deser suprimido, puco les so:::r.ñoles, vídimas de unerror de los primeTcs (~Í2.s,continuaron llamándo-les ¡'í1..1YSCf1-S) ::~eu('mi~1f'c:6r.ql"'.e en el idioma de aquelpueblo sigí.1ificrJ)[1.~C?l¿~S, :n¿ividuos o personas.

Los cio::uillentos q:'.9 nos quedan, relativos a loschibcbas, están diseminrdos en las rela.ciones de losprimeros cronistas. Yo he sacudido el :polvo vene-rable 00 sus-~ito&pa:ra.. reunir 100 -llOOhos 00 cua-tro siglos de olvido, a una nación que tiene derecho

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 279: Relatos de Viajeros Saffray

1"!tA31i1 ANUJ!lVA GRANADA

a ocupar SU lugar en la historia del Nuevo Conti-nente .

. En el país de los ehibchas no residía todo el po-der en las mismas manos. La dirección de los asun-tos, espirituales pertenecía ai gran sacerdote deIraca ;dal gobierno civil estaba encargado en elnorte el Zaque de Runza (hoy Tunja), y en el surel Zipa de Mequetá (ahora Funza).

Al llegar los españoles, el Zipa extendía su in-fluencia sobre los Usaques, o jefes de la mayorparte del territorio del Zaque, de modo que la mo-narquía .hereditaria tendía a reemplazar a la con-federación primitiva de las diversas tribus.

El gran sacerdote de Iraca era elegido alterna-, tivaniente por las tribus, según lo había establecidoNamterequeteba, personaje legendario a quien seatribuye la civilización del país, llamándole tambiénXuéjOhinzapagua, o sea el Enviado de Dios. Cuén-tase <Íliellegó del Oriente, tal vez de las llanurasdel Orinoco; era un anciano venerable, de luengabarba blanca, y vestía una túnica y un manto cuyaspuntas estaban sujetas en los hombros. En la épocade la conquista llevaban los chibchas este traje.

Nemterequeteba encontró a los indios en un es-tado de completa barbarie, sin gobierno, sin leyes,sin religión, y comenzó por enseñarles a hilar y te-jer los algodones. Vivió largo tiempo entre los chib-chas dándoles ejemplo de todas las virtudes y ha-eiéndoles aprender las artes más indispensables.Estableció ceremonias religiosas, una administra-ción y leyes; y más sabio que los legisladores deMéjico y del Perú, ocupóse de la condición de lasmujeres. Los'Usaques o jefes de tribu eran, respec-to a sus subordinados, infalibles e inviolables, pero

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 280: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 283

sus esposas legítimas tenían derecho a juzgar suconducta y aplicarles, en caso de falta grave, hastaocho latigazos. y no se limitaban sus atribucio-nes a castigar al marido, sino que al morir, estabanautorizadas las mujeres para imponerle cinco añosde viudez, como correctivo por la falta de conside-raciones a los malos tratamientos.

Cuando Nemterequeteba creyó terminada su mi-sión, retiró se bajo el nombre de Idacanza, al santovalle de Traca; vivió algún tiempo en Suamos, ydesapareció luégo en las llanuras de Casanare, unosmil cuatrocientos años antes de la conquista.

En memoria de este acontecimiento¡ los indiosdieron a los últimos parajes donde habían visto asu bienhechor el nombre de Sugamui (Lugar dela Desaparición), que los españoles cambiaron porel de Sogamoso.

Un fraile tuvo ocasión de ver, cerca del pueblode Bosa, donde Nemterequeteba había comenzadosu vida pública, un hueso de dimensión extraordi-naria, venerado de los indios como procedente deun animal que había conducido al misterioso per-sonaje. Poco experto en materia de paleontología,el reverendo creyó reconocer en aquella reliquia unhueso de camello y p'retendió demostrar que el ci-vilizador de los chibchas no podía ser sino San Bar-tolomé. El P. Zamora, cronista de la orden de losPredicadores, halló más tarde argumentos irrefu-tables en favor de Santo Tomás, mientras que elfranciscano P. Simón, declaraba que no podía ase-gurar ni negar nada.

Yo creo que se trataba de un hueso de masto-donte, pues hallaron otros' de este animal, así comodientes, en los aluviones del río Suacha.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 281: Relatos de Viajeros Saffray

284 VIAJE A NUEVA GRANADA

SegÚn la leyenda de los chibchas, al principioreinaba la oscuridad en la tierra; hallábase la luzencerrada en un gran espacio, del cual se escaparonal fin enormes aves que lanzaban llamas por el pi-co. La luz, o el Dios creador, se llamaba Chimini-gagua; el día en que se disiparon las tinieblas, viósesalir de la laguna de 19uachué, cerca de Tunja, unamujer admirable, Bachué, llamada también Fuza-chogua, es decir, Buena Mujer. Llevaba en sus bra-zos un niño de tres años, y cuando éste llegó a serhombre, casóse con Bachué, la cual dio a luz cinconiños a la vez, con lo que se pobló la tierra rápida-mente.

Cuando vio Bachué que ya había bastantes hom-bres, volvió con su esposo a la laguna de Iguaqué,donde ambos desaparecieron bajo la forma de ser-pientes.

Los chibchas adoraban a Bachué, a la cual ele-vaban estatuas de madera y oro, y además del Dioscreador, reconocían una trinidad, cuya existencia,según dice Oviedo, les fue enseñada por Bochica,personaje legendario como Nemterequeteba. Ciertoes que entre sus ídolos había uno de tres cabezas.

Creían en la inmortalidad; pero así como la ma-yor parte de los pueblos de América, su ideal de lasegunda existencia no consistía en la contempla-ción y el reposo. Creían que los muertos bajaban alcentro de la tierra, y que allí encontraba cada cualtodo cuanto acababa de abandonar. Los sacerdotestenían una idea bastante clara de un Dios supremo,tributaban a Bochica los mismos honores que alDios universal, pero el pueblo adoraba sobre todoa las divinidades particulares. La principal de ellasera Chibchacum, o Apoyo de los chibchas, a la que

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 282: Relatos de Viajeros Saffray

consideraban come su protector es:¡:;ecid; :m1. [labretodo el D:cs de los 0ult~v&c~ai.·¿u~dJ :C8 1~1.~-: ,,': Jc_:'sy de les tejedores y de los pintores de telas, y PlG-

sidía también las fiestas en c¡"V.ese cebí? >. C:'l :la.Los illdios le representaban 1;ajo la figu:'a ,IG 'C:

oso o de una garduña, no le prcfesaban gran ve,::.\)-ración y decían que en vez de 011'33e:r10,201:10 a lesotros dioses, oro, esmeraldas y alhaJ8s, bf>.s'i:8.badarle chicha.

El dios Chaquen presidía en los bgarss CGllSF'-

grados por recuerdos religiosos o po:!.' ce:'emo:,iRs,y protegía también los límites de 1.8.Sl::JI'cpiedEdcs.Ofrecíanle las diademas de plumRs y al'D qUEJ:eVéi-ban los guerreros en los combates.

Adoraban asímismo el arco iris, al qne dabanel nombre de. Cuchavira, venerado sobre todo lJ:-Tlos enfermos. El origen de este culto se enlaza"uacon la tradición de un diluvio parcial, del que se re-conocen vestigios evidentes :m las mesetas de losAndes, desde Bogotá hasta Tunja, habiél'.dose ha-llado aquel espacio lleno de piedras cubiertas dejeroglíficos.

Véase ahora cómo explicaban. los c1ibchas estediluvio. Chibchacum, descontento de los habitantESde la llanura de Bogotá, cambió el curso de los ríosSopó y Tibito, dirigiéndolos hacia el llamado Fu.n-za, y convirtió así todo el país en un inmenso lago.Los habitantes, refugiados en las alturas y expues-tos a morir de hambre, invocaron a Bochica. Com-padecido el dios al ver su miseria, apareció en lapunta de un arco iris y lanzó en el espacio una va-rita de oro.,la. cualpracticó enIas aguas. una salidaal caer, formando el salto de Tequendama. Y paracastigar a Chibchacum por el mal que había hecho,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 283: Relatos de Viajeros Saffray

286 VIAJE A NUEVA GRANADA

condenóle Bochica a llevar sobre sus hombros laTierra. Sin embargo, pareciéndole demasiado pe-sada, consintió en que la trasladara de vez en cuan-do de un hombro a otro, lo cual explica los terre-motos.

Los lugares elegidos para la adoración eran porlo regular lagos, rocas y cascadas, pero tambiénhabía algunos templos al rededor de los cuales ha-bitaban los cheques o sacerdotes, cuyas funcioneseran hereditarias como las de los Usaques. El niñodestinado al sacerdocio entraba a la edad de doceaños en un seminario llamado Cuca, donde perma-necía hasta los veinticuatro. Allí se le iniciaba enlos dogmas religiosos, en la verdadera computacióndel tiempo y en las tradiciones que formaban laciencia de la casta privilegiada. Terminados losdoce años de estudio, perforábanle la nariz y lasorejas para ponerle anillos de oro, y recibía la in-vestidura de manos del Zipa, quien le entregabaalgunas hojas de la planta llamada eritroxilo coca,como emblema de la vida retirada, ofreciéndosedespués a los dioses algunos sacrificios.

Los sacerdotes no salían de su morada sino paradirigir las ceremonias, y debían conservarse castosy puros bajo la pena de perder su rango. En lostemplos había grandes vasos que representaban deordinario un hombre o un animal, y que servíanpara. depositar las ofrendas de oro y de esmeral-das. Cuando estaban llenos, los sacerdotes oculta-ban el contenido en los parajes accesibles de lasmontañas, o lo arrojaban en los lagos y los ríos.

Los chibchas adoraban también el sol; pero nole erigían ningún templo, alegando" que era un dios

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 284: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 287

demasiado poderoso para encerrarle entre pare-des".

De los datos recogidos resulta que los ehibchascastigaban con pena de muerte el homicidio, el raptoy el incesto: a los acusados de este último crimense les encerraba en una caverna con reptiles e in-sectos venenosos. Los cobardes eran condenados avestirse como las mujeres y a dedicarse a sus mis-mos quehaceres; y el ladrón recibía cierto númerode latigazos. Había también delitos por los que nose imponía a menudo más pena que la de llevar laropa desgarrada; pero esto era ya una nota infa-mante. A la mujer en quien recaían sospechas deinfidelidad, condenábanla a este último castigo. Nohabía cárcel por deudas, pero el Usaque .enviaba ala casa del mal pagador un hombre de su confian-za, encargado de atar a la puerta un tigre pequeñoy un oso, animales que se reservaban para este usoy que el acusado debía mantener, juntamente conel mensajero, hasta dejar satisfecho el débito. Cuan-do faltaban los animales, el enviado del jefe apa-gaba el fuego del hogar, y no permitía que se en-cendiese hasta que se hubiera satisfecho la deuda.

La industria de los cmbchas consistía principal-mente en tejer y adornar las telas de algodón y enfabricar hamacas, armas y útiles de piedra o demadera dura. Eran muy hábiles en trabajar el oro,que compraban en polvo a los pueblos de las orillasdel Magdalena o de Girón. Construían también ído-los, figuras de animales, vasos, diademas, cinturo-nes y adornos para la nariz y las orejas, )T traba-jaban asínlismo ~COll.- mucoo arte las~nchas, queservían de copas.

En cuanto al territorio que ocupaban, era rico

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 285: Relatos de Viajeros Saffray

288 VIAJE A NUEVA GRANADA

en salinas y manantiales; los indígenas sabían eva-porar las aguas en vasijas de barro, y la sal así oh-tenida constituía el objeto de cambio más impor-tante en el tráfico.

Sin contar los mercados locales, que se ccld,í':1.-ban el primer día de cada semana, orgallizab:mgrandes ferias, a las que acudían los habitantes (le

los pueblos inmediatos. En toda la }\mérica, loschibchas eran los únicos que usaban una verdaderamoneda, consistente en discos de oro de dimCll!'>i0-nes y peso uniformes. Vendíase también a cd,dito;pero la deuda se duplicaba a cada luna despué,'] decelebrarse el contrato.

La venta a crédito y el uso de la moneda impli-can un sistema de numeración: los chibchas conta-ban primeramente por los dedos de la mano, A t.a,Bosa, Mica, Muyhica, Risca, Ta, Cuhupeua, Suhu-za, Aca, Ubchihica; si pasaba de este número aña-dían la palabra pié, Quihicha, y decían: Quihichaata, Quihicha bosa, etc.

El número de veinte se expresaba por la pala-bra Gueta, que también signifi(\8 CHsa; y luégo con-taban por veintenas.

Todos los nombres de los números correspon-dían a las fases de la luna y a los trabajos agrícolaso a las ceremonias religiosas, de modo que su llU-

meración se leía casi como su calendario, formandoel conjunto un sistema mnemónico.

¿ Quién no ha oído hablar de El Dorado (Eldo-rad), país maravilloso donde el oro, tan común co-mo entre nosotros el hierro, formaba montes queresplandecían a los rayos del solYDurante dos si-glos estuvieron saliendo expediciones del Orinoco,de Venezuela, de Nueva Granada y del Perú, para

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 286: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 289

descubrir esa tierra prometida, cuyo nombre, se-gún el P. Simón, "resuena agradablemente al oídoy parece regocijar el corazón, porque evoca el re-euerdo del precioso metal."

Entre los aventureros célebres que recorrieronlas soledades inexploradas de América, en buscadel país del oro, figuran en primer término: Ore-llana, enviado por el virrey del Perú; Felipe deUrré, gobernador militar de Coro, antigua capitalde Venezuela; y Berrera, a quien González, gober-nador del Perú, no quiso ceder la mano de su hijasino a condición de que consagrase su existencia aldescubrimiento de El Dorado. El ilustre sir WalterRaleigh intentó también la aventura; y uno de losmotivos que impulsaron a los jesuítas a estable-cerse en el Orinoco fue la esperanza de llegar alpaís del Oro. El P. Gumilla escribía en 1740 lo si-guiente, en su Historia del Orinoco: "Lo que se re-fiere sobre las riquezas y los tesoros de El Doradono tiene nada de particular ni debe admirarnos".y más lejos, dejándose llevar de un transporte decelo, exclama: "Si algún día nos es permitido ir apredicar la fe en El Dorado, icuántos indios podre-mos salvar!"

Si el interior de Nueva. Granada no hubiera sidoconocido de los españoles antes de 1536, la nom-bradía de un país que llamaban El Dorado, y decuya existencia se hablaba vagamente desde el Pe-rú hasta el mar de los Caribes, habría sido lo sufi-ciente para que lo descubrieran a la. vez tres hom-bres que habían partido, el uno de Santa Marta, elsegundo de Coro y el tercero de Quito.

Federmáft,-teniente 1ielgobernador Espira, SA-lió de Coro en 1535 a la cabeza de doscientos hom-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 287: Relatos de Viajeros Saffray

290 VIAJE A. NUEVA GRANADA

bres; cruzó las llanuras de Casanare, franqueó elrío Meta, afluente del Orinoco, por la parte supe-rior de su curso, y después de sufrir por espacio detres años todas las privaciones, todos los padeci-mientos imagina bles en una excursión de semejantenaturaleza, ganó las mesetas de la Cordillera orien-tal. Al mismo tiempo, Gonzalo Jiménez de Quesadasalía de Santa Marta con trescientos hombres y se-senta caballos, para descubrir por el sur una tierraque se suponía rica en oro; y por último, mientrasque Federmán y Quesada proseguían lentamentesu objeto, un compañero de Pizarro, Sebastán Be-lalcázar, partía de Quito para conquistar tambiénla tierra del Oro, acerca de la cual fue el primeroen recoger datos positivos.

Hé aquí lo que le refirió un indio que, segúndijo, llegaba de un país situado al norte, conocidocon el nombre de Cundinamarca. "Hay en mi paísun lago sagrado que llaman Guatavita, a donde vantodos los años el jefe y los sacerdotes en solemneprocesión. Al llegar a la última de las gradas depiedra por las cuales se baja al nivel del agua, eln .•..•...•.•.•.."..;" •...•r. 1"\"VV'll"n"'H'ln ••.•"Yl. ",...nt"l hnlnnn 'V'\n,..n ,::¡.; ..•.•~~.;"'"nn\..IVl. l!ClJV ¡::)C; c.uJ.ua.1. \Ja, G.U. u.J.1.a.o UCU.¡;:'Lt.i:) 'paJ. a U.1J..1.51..Li:lv

al centro del lago, y una vez allí, arroja en las on-das vasos llenos de oro y de esmeraldas, así comofiguras de animales del mismo metal. Los sacerdo-tes y el jefe van a su vez revestidos de placas deoro y de diademas de piedras preciosas. Despuésde la ofrenda ordinaria, el jefe se despoja de sushábitos, para que le froten con trementina de frai-lejón; cúbrenle el cuerpo de polvo de oro, y hacien-do entonces una invocación al sol, se bañan en ellago" .

Tal es el verdadero origen de la palabra El Do-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 288: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SA.FFRA.y 291

rado, el Hombre Dorado, que se convirtió despuésen Eldorado, aplicando a un país lo que en el ori-gen se refería a una persona.

Bajo la fe de este relato, Sebastián Belalcázaravanzó por el territorio de los indios de Pasto, des-cubrió el valle del Patía y el de Popayán, franqueóla. Oordillera Oentral, así como el valle de Neiva,y dio por último vista a la gran extensión en que sehallaba Bogotá, nombre que significa en chibchalímite de los campos en cultivo.

Aquel era el país que llaman Eldorado, pero Be-lalcázar lo ignoraba aún. A Quesada estaba reser-vada la gloria de recorrer triunfante. el país de loschibchas y recoger sus riquezas.

Quesada, prosiguiento su camino a lo largo dela Oordillera Oriental, cruzó el río Sarabita, afluen-te del Sogamoso, y atravesó luégo el territorio deGuachetá, donde los indios le ofrecieron oro y es-meraldas.

Sin embargo, noticioso el Zipa de la llegada delos extranjeros, publicó un bando de guerra, pre-sentando batalla a los españoles cerca de Nemocón,donde se explotaba una salina. Los castellanos que-daron vencedores.

El Zipa se retiró a sus tierras; desapareció lué-go, llevando consigo todas sus riquezas, y dejó alos españoles en posesión de Bogotá.

Como quiera que los indios asegurasen a Que-sada que las esmeraldas procedían del nordeste, pú-sose aquél en marcha en dicha dirección; reconoció,en efecto, las minas de Somondoco, y engañado porsus guías, anduvo errante cerca de dos meses a unajornada de.Hunza, residencia deIZa-qúe· Quemun-chatocha. Sin embargo, un traidor le enseñó el ca-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 289: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

mino, y entonces precipitóse hacia la ciudad, cuyaspuertas, revestidas de placas de oro, resplandecíandesde lejos a los rayos del sol.

Los españoles forzaron la entrada de la casadel Zaque, a quien hallaron sentado e impasible, ro-deado de varios jefes que ostentaban adornos deoro y escudos del mismo metal. Quesada mandóagarrotar al Zaque, visto lo cual por los indios, em-prendieron la fuga en todas direcciones. El saqueoduró toda la noche, a la luz de las antorchas; entreotros objetos preciosos, encontróse en la habitaciónde Quemunchatocha una especie de urna funerariade oro, que contenía osamentas y esmeraldas y secalculó en quinientas mil piastras el valor del botín.

Sabedor de la existencia del templo de Sogamo-so, Quesada proyectó apoderarse" de él, y despuésde haber derrotado a los indios del valle de Iraca,llegó, al ponerse el sol, a la vista del famoso tem-plo, donde residía el gran sacerdote. Durante lanoche penetraron dos soldados en el sagrado re-cinto y al resplandor de una tea vieron brillar pla-cas de oro en las columnas, sobre las momias, enlas paredes y hasta é.u el pavimento, pero en su pre-cipitación por apoderarse de tánta riqueza, deposi-taron sus teas sobre una esterilla, y comunicándoseel fuego al punto, las llamas rodearon muy prontoel edificio.

Después de una expedición poco ventajosa porel valle de Neiva, Quesada volvió a establecerse enel territorio del Zipa, no lejos de Teusaquillo. Allímandó a los indígenas construír doce grandes ca-sas, en recuerdo de los doce Apóstoles, y un edificiomás vasto, que serviría de iglesia, y a principios deagosto de 1534, el feliz capitán tomó posesión de la

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 290: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 293

nueva ciudad, en nombre del emperador Carlos V,dándola el nombre de Santa Fe de Bogotá, así comoel de Nueva Granada a los países nuevamente some-tidos. Celebróse la primera misa el 6 de agosto, decuyo día data la fundación social de la capital; pe-ro, según observa el P. Simón, "Quesada no mandólevantar ningún patíbulo ni horca, ni estableció uncurato, ni nada de lo que exige el buen gobierno deuna ciudad."

Tomando a Bogotá por base de operaciones,Quesada envió a reconocer el país de las cercanías;pero a poco le trajo uno de sus tenientes la noticiade que se acercaba una tropa de españoles, vestidosde seda y con magníficas armas, la cual se dirigíapor el valle de Neiva con un verdadero ejército deindios cargados de bagajes: era la expedición deBelalcázar; Quesada, temiendo la presencia de unrival, envió un embajador al jefe para ofrecerlevarios objetos de oro, felicitarle por su llegada. ysondear sus intenciones; pero Belalcázar aseguróque no era su ánimo molestar a los que primero ha-bían llegado, y que sólo deseaba continuar su ca-mino para ir en busca de El Dorado.

Mientras que se disponía Quesada a recibir aBelalcázar como amigo, supo que por la parte delOriente, y cruzando los páramos de Sumapaz, avan-zaba otra tropa de españoles, a las órdenes de Fe-dermán. En este segundo ejército, hombres y caba-llos iban muy flacos, la humedad había inutilizadolas municiones, por lo cual se tiraron los arcabuces;las espadas, cubiertas de orín, no salían de la vai-na, y los aventureros iban cubiertos de pieles dean~alespara preaervarse .dBlli'íQ de-las montañas.- Temiendo Quesada que Federmán se uniese a

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 291: Relatos de Viajeros Saffray

VIAJE A NUEVA GRANADA

Belalcázar para imponer condiciones, trató apresu-radamente con aquel jefe, quien se contentó conuna suma de diez mil piastras.

Así se reunieron en la llanura de Bogotá, en unreducido espacio, aquellas tres expediciones que ha-bían partido de puntos tan lejanos en busca del paísdel oro y de las piedras preciosas. Los cronistasnos dicen que cada tropa se componía de ciento se-senta hombres y un monje, el cual hacía las vecesde embajador. Después de muchas conferencias, lostres jefes se pusieron de acuerdo: Belalcázar re-solvió fundar en Neiva una ciudad que perteneceríaa la jurisdicción de Popayán, cuyo gobierno espe-raba obtener, y reclamó para sus soldados el dere-cho de regresar al Perú. Los compañeros de Fp.-dermán fueron admitidos a compartir con los so1-·dados de Quesada los futuros beneficios de la con-quista.

Después de ha,berlo arreglado todo amistosa-mente, los capitanes marcharon a España, a fin dedar a conocer sus derechos V limitar sus jurisdic.ciones, según lo dispusieron al emperador Carlos V.

XXVIBOGOTA.-USOS y COSTUMBRES.-COMERCIO E INDUS-

TRIA.-AGRICULTURA y PRODUCTOS.-ARTES LIBE-RALES.-ANTIGuEDADES.-LOS INDIOS DE LOS ALRE-DEDORES DE BOGOTA.-EL SALTO DE 'TEQUENDAMA.OBSERVACIONES GEOLOGICAS y PALEONTOLOGICASEN LA MESETA DE BOGOTA.-LAS SALINAS DE ZIPA-QUIRA.

Los neo-granadinos se muestran orgullosos desu capital, Santa Fe de Bogotá; para los que no

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 292: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 2~5

han viajado es la primera ciudad del mundo.Desarróllase graciosamente en la falda de los mon-tes Monserrate y Guadalupe, a dos mil seiscientoscuarenta y cuatro metros sobre el nivel del mar;cuando se le ve desde la llanura, con sus torres y!3UScampanarios, creeríase que es una bonita ciu-dad egropea, pero tiene muchas calles angostas dedudosa limpieza. Como cada cual es libre de edificara su antojo, vénse miserables casuchas junto a ele-gantes edificios, de gran fachada y vistosos mi-radores.

Las casas de Bogotá están dispuestas como lasde otras ciudades del país; el cuerpo principal deledificio se desarrolla alrededor de un patio central,adornado con una fuente y arbustos.

En muchas casas hay muebles a la europea yparece qUl;llospianos han invadido aquellas alturas,donde se esfuerzan para destronar a la tradicionalguitarra.

Los monumentos son numerosos: cuéntansetreinta y cuatro iglesias o capillas, ocho conventosy dos hospicios, todos de construcción antigua. Lasiglesias más notables son las de los Dominicos yde .San Juan de Dios. La Catedral, que aspira alestilo corintio, fue edificada según los planos de unarquitecto neo-granadino, en el mismo emplaza-miento del templo de m-ªdera, cubierto de rastrojo,que mandó levantar Quesada. Un criado me la en-señaba con orgullo, diciéndome que era magníficay que lo más notable de ella consistía en haber sidoedificada en el país. Bien se podía dispensar se-mejante rasgo de vanidad al reflexionar con cuán-tas dificulta des se tropi eza en aquel país .para llevara cabo los trabajos más sencillos. El altar mayor

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 293: Relatos de Viajeros Saffray

296 VIAJE A NUEVA GRANADA

de la Catedral es muy rico; la estatua de la Virgenestá adornada de mil trescientos cincuenta y ochodiamantes, mil doscientas noventa y cinco esmeral-das, trescientas setenta y dos perlas y cincuenta ynueve topacios y amatistas. Esta Virgen es una delas más ricas de la América del Sur.

Bogotá posee una biblioteca pública, un colegionacional, un arzobispado, un observatorio y la Oasa .de la Ciudad. Esta última, de buena construcción,ocupa uno de los lados de una plaza adornada conuna magnífica estatua de Bolívar. La población deBogotá es de unas cincuenta mil almas, lo cual nose creería, a juzgar por la calma y la soledad quereina en todas las calles; la más animada es la CalleReal, donde están los principales almacenes, queen rigor no son sino pequeños bazares universalesen los que se venden telas de diversas clases, velas,vinos, zapatos, artículos de quincallería yagua deColonia.

En los más de los almacenes se forma una ter-tulia entre los amigos de la casa y los desocupados,que hablan de política, critican a los transeúntes ymurmuran de! prójimo.

En todas las ciudades de Nueva Granada seasemejan las costumbres tanto como las casas; sólohay diferencias de más o menos; pero en Bogotá,sin embargo, se observa en los habitantes algunosde los rasgos característicos en las capitales. Sonsociables y corteses, y aunque muy afectuosos a supaís, interésanse por lo que sucede en los más le-janos. Parece que las damas de Bogotá gustan entodas partes; llevan con una gracia sin igual lamantilla de encaje, o el adorno de baile, y casi todas

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 294: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 297

tienen magnífico cabello negro y hermosos ojos delmismo color.

Su educación es más completa y su vida menosretirada que en las otras ciudades del interior, perolas puritanas de provincia no podrán nunca criticara las damas de Bogotá por tal concepto, pues sonjóvenes recatadas y fieles esposas.

En Bogotá no hay comercio de exportación; lasimportaciones se hacen siempre por el Magdalena.Las mercancías de los Estados Unidos no son muyapreciadas; se prefieren los artículos ingleses, ale-manes, suizos y franceses, que llegan en pequeñosvapores hasta Honda, desde donde los transportanen mulas por un camino que podría ser mejor. Enlo futuro, cuando las llanuras del Este, en los Es-tados de Boyacá y de Cundinamarca, estén conve·nientemente pobladas, Bogotá podrá ponerse encomunicación con Venezuela y el Brasil por el ríoMeta, tributario del Orinoco.

La industria de Bogotá es casi nula: hasta losartículos que sería más fácil fabricar en el país,tales como el papel, el jabón y las bujías, se traendel extranjero a gran costo. No hace mucho tiem-po que se fabrican algunos objetos de hierro. Losartesanos granadinos imitan bien, pero no sabencrear; no han recibido educación profesional, y susútiles son insuficientes, pero en cambio se distin-guen por su sobriedad e inteligencia y pueden llegara ser hábiles cuando haya quien los dirija.

La llanura de Bogotá, cuya altitud media es dedos mil quinientos metros, disfruta de un clima sa-lubre, aunque algo húmedo; la temperatura mediaanual es. de c,atorce grados centígl~adosj· perQ du-rante las noches muy claras, el termómetro baja

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 295: Relatos de Viajeros Saffray

298 VIAJE A NUEVA GRANADA

algunas veces hasta cero. En resumen: el terrenoy el clima se prestan, sobre todo a la cría de ganadoy al cultivo de los cereales.

Los productos de la llanura consisten en trigo,centeno, maíz, habichuelas y patatas. De Bogotáprocede la patata que fue enviada por primera veza Europa por el inglés Juan Hawkins.

En los jardines abundan los perales, los manza-nos y los albérchigos, cuyos frutos, preciso es de-cirIo, son pequeños y poco suculentos. Podríasecultivar con éxito la oca y la mayor parte de llues-tras legumbres herbáceas, de las cuales sólo figurala col en la alimentación ordinaria.

Lo que más falta hace en esa vasta llanura deocho leguas de largo por· diez y seis de ancho, sonlos árboles, que evitarían la monotonía que observael viajero, obteniéndose a la vez no pequeñas utili-dades. Podría cultivarse, sobre todo con ventaja, eldrymis granatensis, llamado aquí canelero de mon-taña, si su corteza no puede competir con la verda-dera canela, el aceite esencial que contiene enabundancia hallaría fácil salida en los mercados,..,..•..•.•.•"Y"\nnoCiU.J. Vf.I,,-,v.u.

Bogotá es la ciudad más civilizada de NuevaGranada. Además de los estudios clásicos ordina-rios, se enseña allí leyes y medicina; pero el gustoa las ciencias es menos general que el que se mues-tra a las letras. Las artes liberales se cultivan poco,aunque los hijos de Bogotá son aficionados a cuan-to a ellas se refiere, y hasta pudiera decirse quetodos nacen artistas o poetas. Como la poesía nose aprende, alcanzan mejores resultados en estearte que en otros muchos, y si los mejores poetasde Nueva Granada no alcanzan al genio, no se les

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 296: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 299

puede negar en cambio la inspiración, la gracia yel sentimiento. Sin hablar aquí de Arboleda ni deCaro, podría citar varios poetas cuyas composicio-nes no desmerecerían .de las de Espronceda o deZorrilla.

El dibujo es la parte más descuidada en la edu-. cación en las escuelas que anuncian su enseñanzaen el programa; el maestro se limita a que el dis-cípulo copie narices,. ojos, algún perfil de árbol, uncarnero o una iglesia.

Casi todas las mujeres aprenden un poco de mú-sica, la guitarra o el piano, con lo cual quiero decirque al cabo de cierto número de lecciones llegan aposeer un pequeño repertorio, compuesto de dos otres romanza s, un rigodón y un vals.

En una palabra, en Bogotá existe el gusto a lasartes y a la inspiración natural, pero nada más:faltan maestros y oportunidades para que los ar-tistas den pruebas de su talento. El gusto al lujono se ha desarrollado bastante aún para que lasartes prosperen en Bogotá.

En todos los ramos del saber humano se en-cuentran, no obstante, algunos hombres de talentoy de conocimientos profundos, pero la inmensa ma-yoría no sabe nada, o apenas sabe alguna cosa. Loshijos de Bogotá se fijan mucho en algunas felicesexcepciones y hasta cierto punto tienen razón; perosi establecieran un término medio, verían que ensu Nueva Atenas está todavía casi todo por haceren cuanto a la educación elemental y clásica y a laenseñanza de las artes liberales.

Vásquez era indudablemente un buen pintor,pe~o..est.o..no .hasta para. dar -gl.o.ria.a.unpaís. El-teatro de Bogotá posee una orquesta, mas no me-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 297: Relatos de Viajeros Saffray

300 VIAJE A NUEVA GRANADA

rece ni 8iquiera el nombre de tal. En fin, aquí nihay escuelas profesionales, ni academias ni museos.Esta capital debería poseer colecciones de todas lasriquezas naturales del país, pero desgraciadamen-te el único individuo que aquí se titula naturalistaes a la vez barbero y peluquero. No hay más reme-dio que dirigirse a los particulares, dar infinitospasos y solicitar presentaciones sin fin para seradmitidos en el local donde se guardan las antigiie-dades de madera, piedra, barro y oro, que se libra-ron del celo de los curas y de la avaricia de los con-quistadores.

He visto en Bogotá objetos de alfarería proce-dentes de las tumbas de los chibchas, y aseguro quepueden rivalizar por la pureza de las líneas, el buengusto de los adornos y la viveza de los colores, conlas obras más perfectas de este género halladas enMéjico. Algunas piezas son de un magnífico negroy otras de un rojo pardo con dibujos blancos. Va-rios ídolos de oro indican un arte muy avanzado.Los indios sabían fundir, alear, soldar y cincelarel oro; hacían figuras de dioses y amuletos, ador-nos para la guerra y alhajas.

Entre los objetos de piedra que dejaron los chib-. chas, uno de los más notables consiste en un calen-dario de petrosilex, en el cual se ven representadasdos figuras humanas, dos regatones, dos carcaj esguarnecidos de flechas, dos cestillos y dos ranas.Dejo a los anticuarios el cuidado de interpretar estedocumento, del cual no he hallado la clave en lanumeración, ni en la computación del tiempo adop-tado por los chibehas. Más feliz fui en lo que serefiere a la relación de los números de uno a diezcon el año lunar y el astronómico.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 298: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 301

Demos a los diez dedos los diez nombres de losnúmeros: el mes de la sementera, que correspondeal principio de la estación de las lluvias, caerá cadaaño dos dedos más allá que el que sirvió de puntode partida: de modo que al tercer año, para hacerque corresponda el año astronómico con el lunar,ha de intercalarse una luna, es decir un dedo, y estemes intercalado era el que se llamaba entre los chib-chas Cuhupcua, o sea luna sorda.

Comencemos por Ata: los indios la representa-ban en sus jeroglíficos por la rana símbolo de lasaguas, o por la rana saltadora, para aludir ademásal principio del año. Si llamamos a este mes enerode 1870, vemos que el correspondiente de 1871 caeráen Mica, que es la d~cimatercera luna después deAta; que enero de 1872 corresponderá a Hisca, dé-cimatercera luna después de Mica, y que enero de1873 coincidirá con Sahuza, es decir con el mes lunarque sigue a la luna sorda. Como el año civil de loschibchas constaba de veinte lunas, era preciso in-tercalar un mes en el tercer año lunar para que lostreinta y siete meses formasen un año astronómico:el pueblo no se daba cuenta de esta intercalación,inventada por los sacerdotes.

En cuanto a la piedra grabada de que anteshablé y cuyo dibujo conservo, las figuras, en núme-ro de diez, como los dedos y los símbolos represen-tados, me inducen a creer que es un calendario.

A cierto ciudadano de Bogotá, que siguiendo lacostumbre se había puesto a mi disposición, lerogué me acompañase a los alrededores del ríoChoachí, donde esperaba encontrar descendientesde los cllibchasy pero al llegar, al sitio perdí del todolas ilusiones. & Cómo se podía esperar que una

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 299: Relatos de Viajeros Saffray

30t vIAJE A NUEVA GRANADA

servidumbre de varios siglos no hubiera borradohasta el último vestigio de la originalidad de aquelpueblo T

Los indios de Boyacá son pesados de cuerpo yde espíritu e indolentes; no tienen pasiones ni vir-tudes; son enemigos del trabajo, y muéstranse re-beldes a la civilización. Sus cabañas son pequéñasy sucias; sus campos están mal cuidados; su únicaindustria consiste en tejer sombreros y cestas. Nose les puede ocupar como criados, pero como correosno tienen rival.

Ellos son los que han inventado el caballo depaja, excelente para viajar en sus montañas cónicas,cubiertas de césped casi por todas partes. Este ca-ballo de paja consiste simplemente en un haz delargas yerbas; durante la subida, el indio se locarga al hombro, pero en la bajada, se pone sobreél en cudillas; cógele por el cuello, mientras la colaarrastra por detrás, y por la sola fuerza de la gra-vedad, hombre y montura descienden rápidamente.Por una pequeña retribución está siempre dispuestoel indio a repetir sus curiosos ejercicios de altaescuela.

Después de haberme asegurado de que mi nuevoamigo don Fernando no me hacía sus ofrecimientospor cumplido, y que su complecencia era sincera,acepté su invitación de ir a visitar la cascada delTequendama que se halla a cuatro leguas de lacapital.

El Tequendama no es otra cosa sino el río Bo-gotá o Funza, con su caudal aumentado por nume-rosos afluentes. Reina la más completa calma ensus orillas cubiertas de bosques; pero el conjuntode la vegetación no ofrece el carácter tropical; di-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 300: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 303

ríase que es más bien la naturaleza del mediodía deFrancia en un día de otoño. Acá y allá forman losvapores ligeras nubes alrededor de los árboles,nubes que disipan muy pronto el aire o el sol.

Sobre el salto de agua, a la altura de dos milcuatrocientos setenta y siete metros, el Bogotá, queofrece en aquel sitio unos cincuenta de anchura, sedesliza tranquilamente entre paredes coronadas deverdura. De repente se estrecha diez o doce metrosde ancho, obstruída por algunas rocas diseminadas,conviértese el río en un rápido torrente, que cadavez más impetuoso llega por fin al borde de unprecipicio cortado a pico, de ciento ochenta y tresmetros de profundidad, y entonces precipítase allíen forma de ondas espumosas, que saltan, se rom-pen, silban y producen al llegar al fondo un fragorsemejante al del trueno. En vano se trata de medircon la vista el abismo, pues en aquella inmensacaída parece reducirse el agua a polvo; la espuma,a través de los grandes árboles, semeja una deslum-brante columna de vapores ondulantes en los quese pinta el arco iris.

El sitio donde se ve el salto del Tequendama erasagrado para los chibchas; allí se celebraban sacri-ficios en conmemoración de la varilla mágica deBochica, que abrió aquella brecha para salvar asu pueblo del diluvio, del mismo modo que los te-salianos dan gracias todos los años a Neptuno porhaber abierto para el río Pené un paso entre losmontes Pelion y Ossa, y así como los hidroforiostransmitían la leyenda del templo erigido por Deu-calion a Júpiter Olímpico, después que el rey delos dioses_y d!;llos hombres_hllbo_abierto un lecho

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 301: Relatos de Viajeros Saffray

804 VIAJE A NUEVA GRANADA

para las profundas aguas que amenazaban sumer-gir a Atica.

Volvamos ahora a la meseta de Bogotá. He vistoen varias colecciones de curiosidades del país algu-nas osamentas fósiles, que procedían evidentemen-te de diversas especies de grandes animales de losperíodos mioceno y plioctmo, así como de la épocacuaternaria. Cerca de Soatá (Tundama) se hanhallado, en un terreno calizo, a mil trescientos vein-

, ticinco metros de altura, muchos huesos de masto-donte, de los cuales me enseñaron un colmillo dedos metros de longitud. En el terreno margoso másantiguo, el de la Laguna Verde, se ha descubiertoun omoplato de ochenta centímetros de largo porsesenta de ancho, y vértebras de treinta de diáme-tro. El depósito más considerable de estas osamen-tus está a la altura de dos mil setecientos veintiochometros, en los alrededores de Soacha. Los frag-mentos de esqueleto que se han recogido, provienensin duda del mamuth (Elephas primigenius), cuyapresencia se reconoció en la formación cuaternariade los Andes, desde Chile a los límites de la cor-dillera oriental, y en los terrenos de la misma épocaen Méjico y los Estados Unidos hasta el Canadá.

El megaterio se encuentra en la América delSur, en los terrenos de diluvium, desde el Para-guay, donde fue descubierto por primera vez hastalas llanuras bajas del Magdalena, cerca de Tene-rife.

La llanura de Bogotá, así como las mesetas deTúquerres, de Tunja y de Pamplona, pertenece ala formación secundaria. Encuéntranse en ella nu-merosas esfloraciones de los terrenos jurásicos ytriásicos, y hasta del calcáreo carbonífero.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 302: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAy 305

En los alrededores de Moniquirá hay amonitesperfectamente conservados, que tienen hasta unmetro de diámetro, y en diversos puntos se ha des-cubierto la hulla y el petróleo. A pocas leguas de lacapital se explota en pequeño una mina de carbónde tierra.

Desde Bogotá a Tunja se extienden bancos demarga s y de arcillas mezcladas con capas de salgema, que alimentan numerosas fuentes salinas,algunas de las cuales eran explotadas ya por loschibchas. La sal gema se extrae ahora abundante-mente de la mina de Zipaquirá.

Los hijos de Bogotá- tienen, pues, motivo paraestar orgullosos con su gran llanura: allí tienen amano canteras de arenisca, de yeso y de margas;minerales de hierro en abundancia, salinas, minasde carbón y depósito de petróleo. El suelo se prestaademás maravillosamente a los más variados cul-tivos.

XXVII

REGRESO POR EL QUINDIO.-UNA GRANJA.-LA HOJA DELCALADIUM.-EL PAPAYO.-LAS FIERAS.-:MI RECEP·eraN EN CALI y DESPEDIDA.-LA CIUDAD DE JUNTAS.NAVEGACION EN EL DAGUA.--CANTO DE LOS NE·GROS.-UN PEZ QUE VALE SU PESO EN ORO.-ELPUERTO DE BUENAVENTURA.

Los acontecimientos políticos continuaban ce-rrándome el camino de Quito, que yo esperaba ga-nar por Neiva, A.lmaguer, Pasto y Túquerres.

Para regresar a Europa me quedaban dos ca:minos:el Magnalena, qtte-ya- eonoma,y el Dagua,que desemboca en las costas del Pacífico, en el

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 303: Relatos de Viajeros Saffray

306 VIAJE A NUEVA GRANADA

puerto de Buenaventura. Todo me inducía a elegireste último itinerario. Había dejado en Cali la ma-yor parte de mis bagajes, de los cuales sentía estarseparado tánto tiempo, y por otra parte deseabaver el Chocó, acerca del cual sólo me habían dadoalgunas noticias incompletas. En su consecuencia,tomé el camino del Quindío para volver a Cali.

Después de pasar por Nesa, Juntas y Jataquí,crucé el Magdalena. Experiméntase una inexplica-ble sensación de bienestar cuando se baja rápida-mente de las tierras frías para penetrar en las tie-rras cálidas.

Las orillas del Magdalena ofrecen aquí una ve-getación casi tan poderosa y variada como en laspartes bajas del río: los cédros y las higueras do-minan sobre los árboles y arbustos inferiores; losbejucos parecen pendientes como cuerdas lisas, ya pocos pies de tierra proyectan un ramo de ra1-cillas. Tan pronto forman al rededor del árbol queinvaden una cortina de plantas trepadoras, comouna especie de tapiz esmaltado de flores; otrasveces se asemejan a gruesos cables de buque, yenlazan con la tierra la cima de un elevado tronco,recto como un mástil.

Algunos son planos y se arrollan en espiral;otros trepan retorciéndose y la vista no puede se-guir sus caprichosos nudos e intrincado enlace.

Las orillas del río están cubiertas de cañavera-les, cuyo aspecto recuerda el de las cañas de azúcar;de trecho en trecho invaden la húmeda tierra es-pesas matas de caladium, una de las cuales bastaríapor si sola para preservar a un hombre del sol y dela lluvia.

Detuvímonos a descansar un poco en nna peque-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 304: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 307

ña granja, situada a poca. distancia del río; el amoestaba. a.usente, pero su mujer, joven chola de colormate y ojos negros, nos hizo los honores con mu-cha gracia. Consistía. su traje en una falda de in-diana y en una camiseta de espesa. muselina, sinmangas y muy escotada. Su negro cabello pendíaen largas trenzas y un escapulario de filigrana deoro adornaba su bien perfilado cuello. Su hermano,joven de unos quince años, de aspecto inteligente,se empeñó en servirme de escudero, mientras quemi criado cuidaba de los bagajes.

La casa, construída de bambúes y cañas y cu-bierta de hojas de palmera, estaba protegida. porla sombra de algunos grandes árboles. Un plantíode bananos ocupaba un lado del recinto, y en el otrovagaba. de un lado a otro una escuálida vaca enmedio de los tallos de maíz resecados.

En la sala principal había dos mesas cubiertasde tazas de porcelana, vasos de a.dorno, guirnaldasy divisas; de las paredes pendían varias imágenesiluminadas con colores charros; una representabaal mártir San Andrés, la otra a la Virgen de losSiete Dolores y la tercera un episodio de la historiade cierto capitán que se casó con una sultana.

En las dos extremidades de la sala veíanse unascortinas medio levantadas, sostenidas por cintas,y que ocultaban en parte la. entrada de las a.lcobas.En la que me cedieron había una cama, que se com-ponía de un cuero de buey tendido sobre un marco,cubierto de una esterilla. muy fina, y de cuyos bor-des pendían unos paños de muselina con dibujos;la indispensable mosquitera estaba sostenida porcuatro -delgadas- -eolunmas. Una sina, Ulla mesa yun espejo, completaban el mobiliario.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 305: Relatos de Viajeros Saffray

308 VIAJE A NUEVA GRANADA

Trajéronme agua en una gran calabaza y porservilleta un pedazo de tela de algodón, con borda-dos de color en ambas extremidades y guarnecidade una larga franja.

Nos sirvieron para comer un sancocho, especiede olla podrida del país, una tortilla de bananasy un jarro de mazamorra; para postre nos dierongranadas.

Después de comer nos fuimos a tomar el frescoa un prado contiguo, en cuyo centro crecía un mag-nífico papayo. Exceptuando los helechos arbores-centes, no he visto nada tan gracioso como estaplanta, que en su tallo recto y unido presenta unramo circular de frutos en todos los grados de ma-durez, protegidos por grandes hojas de graciososrecortes.

Aquella granja de las orillas del Magdalena,situada en medio de una naturaleza tan espléndida,entre los frutos, las aguas vivas, las flores y lasaves, me pareció una morada deliciosa; pero mi es-tancia allí no fue más que de un día, y la dulceimpresión que experimenté pasó como un sueño.

Des!'u'rollábase ant.e nosotros la extensa sabanade Ibagué, limitada por las altas montañas delQuindío, y fue preciso volver a pasar por el mismofango, costear los mismos precipicios, trepar porlas mismas rocas y pendientes por donde había pa-sado algunos meses antes.

Cuando llegábamos temprano al término de lajornada, emprendía yo cortas excursiones a lasmontañas para buscar plantas, piedras e insectos.En uno de estos paseos vi en un montecillo, soste-nido por paredes de pÍzarra, una planta que mepareció ser la del fresal. No esperaba encontrar

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 306: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 309

en la cima de los Andes este género, pues creía queera exclusivamente propio del antiguo continente.La duda, sin embargo, se convirtió bien pronto encertidumbre, porque a pocos pasos más allá vi unejemplar bien auténtico cargado de fruto.

Sí; a una altura ae dos mil novecientos metrosy a los 4° 40' de latitud septentrional, se encuentraen el Quindío una verdadera fresa (fragaria ... )de una variedad desconocida en Europa, y no creoque se haya visto en ningún otro punto de la Amé-rica del Sur.

En Cali me esperaba una mala noticia: mi casahabía sido saqueada durante mi ausencia, bajo ladirección del gobernador de la prcvincia, por ha-berle dicho los liberales que yo había abrazado lacausa de Arboleda, y servido en su ejército en clasede médico.

El gobernador, sabueso muy fino a lo que pa-rece, había descubierto en casa de un inglés uncofre que yo dejé, creyéndole bien seguro allí. Con-tenía mis objetos más preciosos como recuerdo ycomo valor, y habiéndole agradado a dicho funcio-nario, mandó que lo trasladaran a su domicilio, sinduda para guardarlo en clase de rehenes.

Haría apenas dos horas que me hallaba en Cali,cuando se me presentó un agente en nombre del go-bernador, para rogarme que le siguiese a casa desu amo..

El alto funcionario me recibió cual convenía alas circunstancias; tratóme de rebelde y de conspi-rador, y en un sentido dicurso declaróme que seveía en la triste necesidad de reducirme a prisión.

Mis protestas roeroninútiles-;mi eofre me habíaperdido.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 307: Relatos de Viajeros Saffray

310 VIAJE A. NUEVA. GRANADA

Dos alguaciles me condujeron a la cárcel, dondeencontré muy buena sociedad, pues algunos de losprisioneros eran amigos míos; uno de ellos me ofre-ció la mitad de su esterilla y al cabo de una horaquedé completamente instalado.

La primera cosa que hice fue escribir dos cartas:una a cierto negociante liberal a quien yo habíaprestado servicios durante la guerra, y la otra alsuperior de los Padres Franciscanos, con quien es-taba yo en buenas relaciones.

Sus visitas no se hicieron esperar y al punto lesexpliqué el asunto de que se trataba.

Al principio se mostró el gobernador inflexible,sin que nada bastara para convencerle; pero cuan-do se habló de arreglo, de rescate y de multa, prestóatento oído, y fijó el precio de mi libertad en diezmil piastras fuertes. Después de largos debatesconseguí que se rebajara la cantidad a seis mil,. to~mando valores diversos del cofre confiscado.

Sufrí una cruel decepción al hacer el inventariode lo que había querido dejarme, pero creí lo másprudente no reclamar.

·nOc;;n,,\nbQ ila Ql};Q QñF\Q rlO f,...oh~";",co YY\/"l TYn{n +~~~.........,••........,.t"'-A.V"-' ••...•.•..... ~'-' .•....., v...IÁ'-'1V "--l. ..... (J .•.. uu(..tJv~ ..l.Li-\,..< \lVJ.,.U' \JJ..LO-

temente despojado; poco me importaba el dinero;pero la pérdida de mis colecciones era irreparable,y con el mayor abatimiento me alejé de Cali paradirigirme hacia el Pacífico.

Durante dos días seguimos un camino acciden-tado, que por una serie de terrazos conduce a lasalturas de la Cordillera occidental. En aquel acu-mulamiento de montañas no se ven despejados ho-rizontes, y las cimas están casi siempre envueltasen la bruma. Después de algunas horas de marchapor las pendientes que miran al Pacífico, se ve de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 308: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 311

pronto, al doblar un recodo del camino y en el fon-do de un precipicio, un pueblo situado en la con-fluencia de los ríos Dagua y Pepita. Las gentes delpaís llaman a este pueblo la ciudad de Juntas; elsendero que baja a esta especie de abismo es tansinuoso, que de una curva a otra no hay a menudomás que el largo de una mula.

J untas tiene de ciento cincuenta a doscientascasas del más mezquino aspecto, que parecen dete-rioradas por la humedad del clima; por todas par-tes se elevan altas montañas cubiertas de bosque;el aire, cálido y saturado de vapores, no puede re-novarse, y por lo tanto hace un calor sofocante.

Nadie vive por su gusto en Juntas; la poblaciónse compone de traficantes y comisionistas, por cu-yas manos pasan todas las mercancías transporta-das por el Dagua; también hay unos doscientos ne-gros, los más de los cuales tienen piraguas. La par-te femenina de la población parece poco numerosa,pero añadiré que esto no es de sentir, aunque malme esté decirlo.

Dos mocetones de un color negro de ébano, dosverdaderos atletas, .me juraron por todos los santosdel paraíso, que me conducirían sano y salvo a Bue-naventura; y después de tomar informes, aceptésus ofrecimientos. Uno de los negros era propieta-rio de una barca, en lo cual vi cierta garantía, por-que estaba en su interés conducirme con prudencia.Debo advertir que en el alto Dagua es la navega-ción tan difícil como peligrosa, hasta el punto deque la vida del viajero depende a menudo de ungrito, de un gesto, de una mirada del que dirige lamaniobra.· Las embarcaciones son· piraguas de re-ducido tamaño, sólo de dos pies de anchura, y no

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 309: Relatos de Viajeros Saffray

312 VIAJE A NUEV A GRANADA

hay sitio más que para el viajero y dos cofres. Espreciso sentarse de una manera por demás incómo-da y fatigosa, con las rodillas a la altura del pecho,y se ha de permanecer completamente inmóvil.

Al principio hay muy poco fondo; los negrosarrastran, por decirlo así, la piragua sobre un fon-do de piedras muy lisas, o la introducen en mediode pequeños canales, a donde, flotando unas vecesy levantada otras a brazo, avanza a duras penas.Bien pronto se penetra en las corrientes que for-man entre las rocas que interceptan el lecho del río,a cortos intervalos, una serie de pequeñas cascadasy de remolinos. Los dos negros, armados de largaspértigas, dirigen el frágil tronco de árbol en mediode los pasos más peligrosos, con una sangre fríaadmirable. Un golpe de pértiga en falso, un esfuer-zo mal medido, o un segundo de tardanza, y todo sepierde sin remedio, embarcación y hombres. Asímurió un amigo mío que me seguía por el río, a uncuarto de hora de distancia.

Durante las ocho primeras leguas de esta temi-ble navegación, se hace una bajada de trescientosoch~nta ll1etros por lo menos. p.t..lllegar a un sitiollamado el salto, son tan infranqueables los obs-táculos, que es preciso tomar tierra y cambiar depiragua. Más allá no son las aguas tan peligrosas; .la pendiente disminuye, el caudal del Dagua, au-mentado con el tributo de numerosos riachuelo s,pierde poco a poco sus condiciones de torrente, yentonces se puede avanzar a remo. A intervalos seencuentran cabañas de negros cuyos campos demaíz, de cañas y de bananos, forman en el bosquecuadros pintorescos.

En una noche clara y serena seguíamos lenta-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 310: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 313

mente el curso del río, y ya comenzaba a dormirmeel monótono rumor produci{lo por los remos, cuandooí de pronto a mi capitán entonar una de esas sen-ttdas melodías que tánto gustan a los negros, y queme causó agradable impresión en medio del silencioque nos rodeaba.

Al leer por segunda vez mis notas relativas alrío Dagua, hallo el siguiente extracto de un libroimpreso en 1826, que por su título se anuncia como"útil a los marinos, y particularmente a todo via-jero negociante":

"Río produce un pez muy singular, llamado enel país chalua; no tiene escamas, su cabeza es en-teramente igual a la de un sapo grande, y su bocaofrece una forma idéntica a la de .dicho reptil; sucarne, tan deliciosa como nutritiva, es preferible ala de cualquier o~ro pez. Encuéntrase de ordinarioen su vientre gran cantidad de oro en polvo, y amenudo piedras preciosas. Los negros que se dedi-can a pescar1e conocen por motivo del agua el sitiodonde se encuentra, y no perdonan esfuerzo algunopara apoderarse de él. Algunos individuos han he-cho su fortuna con esta pesca, por haber tenido lasuerte de dar con peces que contenían mucho oro ypiedras preciosas ".

Por mucho que he preguntado en Juntas, en lasorillas del Dagua y en Buenaventura, no he podidodescubrir el origen de semejante fábula. El autorde ella era seguramente algún hombre de tan buenafe como Plinio, quien nos cuenta que hay en la In-dia minas de oro explotadas por hormigas.

Bajando por el Dagua no se ve más maravillaque una. veg~taciÓItespléndída, Ia~cual se prolongahasta la gran laguna en que las aguas del río se

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 311: Relatos de Viajeros Saffray

314 VlA.JlU A. NUEVA. GRA.NADA

confunden lentamente con las del mar, debajo deI

bosques medio sumergidos. rMás allá de esta laguna está la bahía de Buena¡'

ventura: la ciudad, levantada a orillas de la playa;viene a ser una copia de la de Juntas, aunque bas,tante mayor. Vi cinco o seis casas de agradable as-pecto; las otras son tan míseras por fuera como enel interior. La iglesia, erigida en una altura, pareceuna granja.

Reina el mismo clima de toda la costa del Cho-có, llueve casi todos los días, y el calor húmedo oca-siona fiebres intermitentes de mucha gravedad.

Buenaventura es el depósito de las mercancía!:;extranjeras para el interior del Chocó y el Estadodel Cauca: allí se embarcan también las quininasde los Andes de Popayán; el puerto es poco fre-cuentado por los buques de vela; pero los vaporesque hacen el servicio de Panamá a Guayaquil tocanen él todos los meses.

En resumen, aquellos parajes son muy tristes;y como.aún tenía que esperar cuatro o cinco sema-nas hasta que pasara un buque, resolví internarmepor el Chocó, siguiendo el curso del río San Juan,aun a riesgo de retardar mi marcha, en el caso dellegar el buque antes de mi vuelta.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 312: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR S.A.FFRAy

XXVIII

DEL CHOCO A PANAMA

315

EL RIO SAN JUAN.-LOS INDIOS DEL CHOCO.-LA CHICA.EL VENENO DE RANA.-CAZA AL ACECHO.-LUCHADE UN JAGUAR Y DE UN BOA.-LOS PEQUE~OS ENE-MIGOS.-EL ULTIMO DESCENDIENTE DE CAMAGRE.

MOMIAS EN MINIATURA.-LA SELVA VIRGEN.

Para ir de Buenaventura a Nóvita, que está enel interior del Chocó, hay dos caminos: se puedeseguir la costa hasta la desembocadura del SanJuan y remontar después el curso de este río; peroentonces debe buscar el viajero un barco capaz dehacerse a la mar. Los habitantes del país prefierenlo que ellos llaman la vía terrestre. Salen de Buena-"Ventura en una simple piragua, provista de flota-dores laterales de madera. de corcho, ganan la des-embocadura del San Joaquín y remontan luégo estetorrente durante un día; abandonando entonces laembarcación, bástanles dos o tres horas para fran-quear a pie el grupo de colinas que separa el SanJoaquín del Guinea; toman de nuevo la piragua,siguen el curso de este últi~o hasta el Calima y lle-gan al San Juan, río de una navegación fácil.

Como mi objeto no era recorrer muchos lugaresy sí ver lo más posible, había encargado a mis ne-gros que no se apresurasen y que se detuviesen entodas las cabañas que se hallaran al paso. Con fre-cuencia hacíamos también alto en alguna playa um-bría: yo colgaba mi hamaca, y mis hombres se ibana cazar. Algunas veces pedíamos hospitalidad a losindios y siempre nos dispensaban buena a.cogida.

Los inaigerias del Chocó -tienen .frente alta, ojO!

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 313: Relatos de Viajeros Saffray

316 VIA.JE A NUEVA GRANADA

oblicuos, nariz saliente, boca muy grande, labiosgruesos, cara ancha, cabello negro y liso, piel muycobriza y miembros fornidos; su tipo recuerda alpunto el de los tártaros.

Cuando van a las ciudades se visten un poco,pero si están en sus tierras se limitan a cubrirse elcuerpo con una capa de pintura con base de orella-na o de chica. Esta base se obtiene de las bigno-nias y se extrae de ella una fécula de bonito colorrojo ocre, que utilizan los indios para pintarse, asícomo también para confeccionar la tintura. Las ho-jas, y sobre todo la raíz de la bignonia chica, po-seen virtudes depurativas análogas a las de la zar-zaparrilla y merecen figurar en nuestra materiamédica.

La bodoquera es el arma ordinaria de los habi-tantes de San Juan; pero en vez del curare empleancierto veneno de rana. El batracio que le proporcio-na no se encuentra sino en ciertos cantones, y es laespecie Phyllobates melanorrhinus, que tiene unastres pulgadas de largo, el dorso amarillo con man-chas rojas, los ojos negros y muy grandes y unamancha del mismo tinte en la nariz; :l. falta del Phy-llobates se busca una variedad de vientre negro.

Los indios conservan estos pequeños reptiles ennudos de bambú; cuando quieren obtener el venenonecesario para su caza, atan al pobre animal a unarama verde, colocándole sobre un fuego lento; elcuerpo de la rana se cubre poco después de una es-pecie de moho blancusco, y luégo de un aceite ama-rillo, que se recoge raspando la piel de la víctima.Hecho esto se vuelve a colocar el reptil en su pri-sión, y si no muere, servirá más tarde para dar unanueva cantidad de licor tóxico. Así como el curare,

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 314: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 317

el veneno de rana ejerce sólo su aCClonsobre losórganos locomotores y mata por asfixia ..

Parece que existe en el Brasil una rana igual-mente venenosa, según se desprende del siguientepasaje de una obra del naturalista Pison:

"Los naturales secan la rana llamada cururu yconfeccionan con ella bebidas mortíferas; algunasla cuelgan al sol y recogen su bilis, que mata muypronto y en secreto".

Al tratarse de un reptil saurio, el Lácerta Ge-cko, en la obra de Boutin, titulada HistoTia N átztralde las Indias Orientales, he leído también lo si-guiente: "Los insulares de Java le suspenden ygolpean, recogiendo al propio tiempo el licor vis-coso que mana de su boca; una vez seco este últimosirve para envenenar las flechas. De los mamelonesdel dorso se desprende asímismo un jugo cáustico,que produce la inflamación y la gangrena de laspartes con que se pone en contacto."

Los egipcios conocían también una especie ve-nenosa de gecko; los caribes llaman a este animalmabonia (genio maléfico) ; pero los naturalistas mo-dernos, en cambio, han tratado de proclamar la ino-cencia de dicho reptil, notable por su fealdad y porlas ventosas de sus patas, que le permiten fijarseen una pared lisa, y hasta sostenerse en un techo.

Por mi parte, sé que se encuentra en las inme-diaciones de San Juan un gecko de unos veinte cenotímetros, de cabeza triangular, cuerpo aplanado,patas earnosas Y color pardo con manchas grises yamarillas; el dorso está cubierto de papilas verru-gosas, de las cuales exuda cuando el animal se irri-ta, una substancia que produc.een_Ia. piel granitosy un ardiente escozor.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 315: Relatos de Viajeros Saffray

318 VIAJE A NUEVA GRANADA

Deeeoso de reconocer los efectos del veneno derana en los animales de gran tamaño, rogué a unindio que me proporcionase los medios de hacer laprueba. No podía, haber hecho mi demanda más atiempo, pues el hombre acechaba hacía algunos díasa un jaguar, y estaba resuelto a obtener su pielpara venderla en Nóvita. Yo ofrecí por su futuravíctima doble precio del que podía esperar el ca-zador, con la condición de que me dejase acompa-ñarle al acecho, pues debo advertir que el indio noespera a la luz del día al temible jaguar sino quese embosca por la noche en una espesura o detrásde una roca, cerca del sendero donde las huellasrevelan el paso del feroz animal.

El jaguar del Chocó es grueso, pesado y pocotemible para los habitantes, a menos que no le acoseel hombre o se vea perseguido muy de cerca. Alsalir y al ponerse el sol, indica su presencia con ungrito agudo y prolongado, que repite cinco o seisveces. Su presa ordinaria consiste en pecaris, enpacas y corzos; acomete al tapir, acecha a la nutria,y en caso de necesidad, sabe pescar. Para esto eligeuna ra,ma que avance sobre las onda,s; cuando se hacolocado bien, se hace el muerto, y de vez en cuandoalarga rápidamente la garra para coger el pez quepasa a su alcance.

A eso de la media noche nos pusimos en marchapara ir a situarnos en el punto elegido por los ca-zadores; la luna iluminaba con su luz melancólicatodo el paisaje, y así pudimos avanzar fácilmentepor la selva.

Las únicas armas del indio consistían en su bo-doquera y un machete, y en cuanto a mí, habíame

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 316: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRAY 319

provisto de un cuchillo de caza, pues mI revólverno estaba servible.

A las dos horas de marcha llegamos a la desem-bocadura de un torrente y el indio, mostrándome enla arena algunas huellas de corzo, me dijo entonces:"El tigre acecha allí donde los corzos vienen abeber. "

Después de inspeccionar el terreno con la saga-cidad del salvaje, mi compañero me situó de modoque, permaneciendo en la sombra detrás de los ár-boles, podíamos descubrir la fiera a respetable dis-tancia.

Largo tiempo permanecimos silenciosos, inmó-viles, escuchando los misteriosos rumores de la no-che, siempre alerta, con la esperanza de ver llegaral enemigo. A largos intervalos hacía mi compa-ñero un gesto de impaciencia y de contrariedad, alque contestaba yo con otro de confianza; mas alpoco tiempo comenzó a teñirse el cielo de un colorsonrosado hacia el oriente: eran los primeros al-bores de la aurora.

De repente oímos el grito del jaguar, seguidode otros más o menos distintos, lo cual indicabaque el animal se alejaba de nosotros. Perdida yala esperanza, propuse a mi compañero retirarnos;pero contestóme que a falta de la codiciada presa,se contentaría con cualquiera otra de menos valor,y que no quería volver con las manos vacías. Hízo-me luégo seña para que le siguiese, y fuimos a em-boscarnos cerca del agua. A los pocos momentosnos llamó la atención un ligero rumor entre las ho-jas, y vimos avanzar tranquilamente un magníficoeor~quenarranGabaa su nJl.a~o~lgunas ramas deespesura.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 317: Relatos de Viajeros Saffray

320 VIAJE A NUEVA G~ANADA

El indio acercó lentamente a sus laoios la ex-tremidad de la cerbatana, dilatóse su pecho, infla-máronse sus mejillas, y la flecha voló.

El cervato, herido en la cabeza, saltó hacia elbosque; pero ya se había precipitado el indio ensu persecución y a los diez minutos vi a mis piesel cuadrúpedo, vivo, aunque incapaz de sostenerse.Cuando un animal de este tamaño es herido por unaflecha envenenada en parte donde la circulación searápida, y sobre todo en la cabeza, sólo puede lmírpor espacio de dos o tres minutos; sus miembrosse enervan, detiénese, tiembla y cae; los movimien-tos voluntarios cesan completamente; el pecho separaliza, falta el aire en los pulmones y el corazóndeja de latir.

Era ya muy entrado el día cuando nos dirigimosa nuestras viviendas; pero como ya comenzase apicarme el no haber conseguido nuestros deseos enaquella primera expedición, convine con el indio envolver al acecho todas las noches hasta que diéra-mos muerte al jaguar.

Al llegar cerca de un claro, oímos en las altasyerbas y entre las cañas un sordo rumor, acompa-ñado de rechinamientos y roncos sonidos. El indiodesenvainó en silencio su machete, yo empuñé micuchillo, y sin saber por qué avanzamos ligeramen-te en la dirección de donde partía el ruido.

A los pocos pasos nos detuvimos inmóviles anteel terrible espectáculo que se ofreció a nuestra vis-ta. El animal que habíamos esperado tántas horas,el jaguar que con tánto afán acechaba mi compa-ñero, estaba allí pero no solo. Había encontrado asu paso una serpiente boa de gran tamaño; el ham-bre aguijoneaba sin duda a los dos animales; en

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 318: Relatos de Viajeros Saffray

DOU'l'OR SAFFRA y

vez de huírse, se habían atacado, y nosotros llegá-bamos prec~samente en el momento en que más en-carnizada era la lucha. Las garras del jaguar ha-bían inferido a la serpiente numerosas heridas, des-garrando su piel en varios sitios; pero el monstruoconsiguió enroscarse en el cuerpo de su adversario,que encabritándose con furia trataba en vano dedesprenderse, lanzando' rugidos de cólera. La ser-piente, atenta a todos los movimientos de su ene-migo, abría sobre la cabeza del jaguar su enormeboca, guarnecida de ganchudos dientes, y de re-pente produjo un fúnebre silbido. A los pocos mo-mentos oímos crujir los huesos de la fiera; el boamultiplicó sus anillos al rededor del cadáver, leablandó, y prolongó, y se dispuso a tragarle. 0011un poco de audacia hubiéramos conseguido tal vezcastigar al vencedor, pero confieso que no tuvevalor para acometer a semejante enemigo.

Aunque sean muy numerosos en Chocó los ja-guares, los pumas y los boas, no se' debe creer poreso que el viajero esté expuesto a graves peligros,pues allí donde abunda la caza, esos temibles ani-males huyen del hombre. En aquellas regiones cá-lidas y húmedas, los enemigos más de temer son confrecuencia los más pequeños.

Aconsejo al viajero que no vaya a pasear porlas praderas, pues en ellas abundan un hemípterorojo llamado niaibi, que apenas percibe nuestravista se introduce en el cuerpo, ocasionando unpicor insoportable. Un baño no basta para encon-trar alivio; sólo el aceite o el alcohol pueden librar-nos de esa especie de polvo escarlata que se fijatenazmente en la epidermis.

A orillas del agua abunda un clnif~ designado

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 319: Relatos de Viajeros Saffray

322 VIAJE A NUEVA GRANADA

allí con el nombre de Jajeu, que acosa al hombre decontinuo, cubriéndole de picaduras, aun a través desus ropas. Las manos y el rostro se hinchan, y ex-periméntase un picor insufrible. Al entrar en lacabaña para preservarnos de aquellas legiones desanguinarios insectos, se encuentra Ulla especie deculex, o mosquito, más temible aún que el de Euro-pa, el cual nos acosa sin dejarnos tranquilos unmomento.

Aun hay otra cosa peor: de pronto se siente enlos pies Ullas punzadas, circunscritas primeramentea dos o tres partes; el dolor, sordo al principio, esmás agudo después; los nervios se irritan, huye elsueño de los párpados, los pies doloridos se niegana sostener al paciente, declárase después una supu-ración acuosa en varios sitios; los síntomas son cada.vez más alarmantes, y la gangrena parece inmi-nente.

La causa de todo este mal es un insecto áptero,muy pequeño, llamado nigua (pulex penetrans), queapenas tiene un cuarto de milímetro de largo, ycuyo cuerpo, aplanado y de color parduzco, estáprovisto de un órgano perforador, por medio delcual penetra debajo de la dermis. Una vez fijadoen ella cubre de seda el sitio que elige y pone algu-nos centenares de huevos que dan nacimiento a unacolonia voraz.

En este caso no se debe esperar a que se veri-fique la eclosión para librarse de los terribles in-sectas: es preciso abrir la piel con la punta de uncortaplumas, sacar el saco blancuzco que contienela madre y los huevos y cauterizar la pequeña he-rida con ceniza de tabaco o con alcohol. Se ba de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 320: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 323

evitar sobre todo el contacto del agua fría, porquepudiera producirse un tétano mortal.

Las niguas me han ocasionado crueles pa(1eci-mientos, y por lo mismo busqué y encontré el mediode impedir su aproximación. Basta impregnarse elcalzado con esencia de trementina y hacerse con elladiariamente fricciones en los pies.

Se ha calculado que los insectos de las regionescálidas ocasionaron más víctimas entre los españo-les, durante la conquista, que todas las flecbas en-venenadas de los indios. Para la nigua no conocíanel remedio, y para librarse de los mosquitos se veÍallobligados a menudo a sepultal'se en la arena.

En algunos países fue el más tenible enemigo delos conquistadores una mosca de matices metálicosazules y purpúreos, con la cabeza amarilla y alaspoco transparentes: era la lucilia hominívora. Alhablar de la especie que habita en Cayena, se hadicho que atacaba a los presidiarios "cuando urcode estos hombres degradados, que viven en la mássórdida miseria se quedaba dormido por efecto dela embriaguez". La mosca de la Guayana puededar pruebas de eclectisismo; pero la de Nueva Gra-nada no hace distinción ni tiene preferencias en estesentido, pues yo he visitado a perscnas mu~~ h011-

radas, sobrias y cuidadosas de su persona, que eranpresa de las larvas de la lueilia hominÍ\Tora. 'Todolo que habían hecho de malo consistía en habersedormido en el bosque; la mosca. les perforó la pieldel cráneo con su taladro dentado, y sus huevos,depositados debajo de la dermis, dieron nacimientoa larvas que, creciendo siempre, devorando y pro-duciendo atroces dolores, llegaron a mediT C{UillCGmilímeh'úb de l::mgitud:

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 321: Relatos de Viajeros Saffray

vIA.JE A NUEVA GRANADA

Nadie está libre de este percance;" pero se puedeevitar que tenga sensibles consecuencias. Apenas sereconoce por el dolor la presencia de las larvas, espreciso practicar una incisión en la parte inflamaday verter en ella jugo de tabaco o echar polvo de ce-badilla. Los gusanos salen a menudo por sí mismos,o bien mueren, y entonces no es difícil extraerlos.

En Chocó abundan las cigarras: su canto sedistingue entre todos los demás rumores; es muydesagradable cuando se oye de cerca; pero a ciertadistancia producen mejor efecto sus alegres vibra-ciones, que dominan, como el pífano de una orques-ta, las inmensas armonías de la naturaleza.

Al salir de Nóvita, pequeña ciudad sin impor-tancia, situada en una colina próxima al San Juan,navegamos un día más por este río hasta llegar alcaserío de San Pablo. En cinco horas franqueamoslas colinas que encierran el valle de aquel nombre,y tomando una nueva piragua, descendimos por elrío Quito. Dos días después estábamos en Litara,en el tranquilo Atrato, que vierte sus aguas en elgolfo de Darién, después de recorrer un trayectode ciento treinta y cinco leguas.

En las orillas del Atrato, cerca de su desembo-cadura, habitan los indios Cunas y Caimanes, lasdos únicas tribus de esta región que los españolesno pudieron someter, y que siguen conservando todasu independencia. Hablan, como sus antecesores, lalengua cueba, que era la más generalizada desdeVeragua a Guayaquil y encuéntranse en ellos casitodas las costumbres de las antiguas épocas. Sepintan de rojo; viven principalmente de la caza yde la pesca, y han cambiado el arco de sus padres

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 322: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 325

por fusiles de pacotilla, los cuales reciben a cambiode concha y algunos productos de sus bosques.

Los Cunas y Caimanes prestan obediencia alcacique-y al sacerdote, que desempeña también lasfunciones de augur y .de médico, y con menos expo-sición que en otra época. Antiguamente cuando unjefe enfermaba, el médico tenía el deber de tomarla mitad de todos los medicamentos que prescribía;€n el caso de morir el paciente, introducíanle en laboca un polvo compuesto de fragmentos de susuñas, de un puñado de su cabello y de una plantamisteriosa; y preguntábanle si el médico había to-mado exactamente los remedios. Cuando el espíritudel muerto contestaba que no, vigilábase al escula-pio durante los funerales, y terminados éstos, losparientes del difunto le apaleaban, sacándole losojos y le mutilaban completamente.

En Quibdó, una de las ciudades más importan-tes del Chocó, hice conocimiento con un anciano in-dio llamado Comagre, descendiente en línea rectadel cacique Comagre, que en tiempo de la conquistaera jefe de una numerosa y rica tribu en el istmode Darién. El anciano había recibido intacta de supadre la tradición de los memorables acontecimien-tos que ocurrieron e:q.su país hace más de cuatrosiglos. Aunque participando de la vida civilizada,Comagre se conservaba indio de corazón, y con susentusiastas relatos parecían renecer en él los fuegosde la juventud, al evocar los recuerdos del pasado,mientras se despertaban a la vez sus sentimientosde odio, adormecidos con el tiempo.

Hé aquí los pormenores que me refirió durantenuestras largas veladas.

Los españoles habían fundado e111509, cerca de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 323: Relatos de Viajeros Saffray

826 VIAJE A :NUEVA GRANADA

la desembocadura del Atrato, llarnada entonces elDarién, una ciudad llamada Santa María la Anti-gua, a la que acudieron muchos aventureros deseo-sos de hacer fortuna. Después de un año de expe-diciones .sin resultado, a consecuencia de las cualesse agregó la discurdia a otros obstáculos, VascoNúñez de Balboa reunió cien hombres escogidospara ir a descubrir tierras por la parte del poniente.

La primera tribu que encontraron fue la del ca-cique Careta. Balboa le pidió víveres, pero el jefeindio le expuso que la guerra había impedido a supueblo hacer la siembra y que por tanto, carecíade provisiones. No dando crédito a estas palabras,los españoles atacaron el pueblo e hicieron prisio-nero al cacique y su familia; mas como Careta lm-biese dicho la verdad, su vencedor le dejó libre, acondición de que obligase a su tribu a sembrar maízen abundancia. Prometióle, en cambio, ayudarledespués de la cosci'ha en una expedición contra Pou-cha, su más peligroso vecino. Entre tanto envióBalboa a uno de sus tenientes a Santo Domingo enbusca de hombres y armas.

Una vez provistos de víveres, los españoles, sinesperar el refuerzo de Santo Domingo, emprendie-ron la campaña contra POlleha, que emprendió lafuga, retirándose a los bosques con toda su tribu.No lejos de sus tierras, en un valle donde se veíanpor todas partes campos y verjeles, habitaba el .poderoso cacique Comagre, quien noticioso de laaproximación de los blancos, enviÓles como embu-jador 1:1 su hijo Panquiano para ofrecerles paz yamistad. Balboa aceptó, y prcsentósc como amigocon toda su gente. La casa de Comagre ocupabatodo un lado de una plaza de ciento eil1cnenta paso::;

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 324: Relatos de Viajeros Saffray

l)OC'l'UH 8AFJ!'RAY

de largo; estaba construída con gruesos troncos ycubierta de hojas de palmera; una hilera de árbolesle protegía de los ardores del sol y rodeábala unmuro compuesto de piedras y maderas entrelazadastan admirablemente que apenas daban los espa-ñoles crédito a sus ojos. El interior del edificio sedividía en vastas salas: a la derecha del vestíbuloestaba la habitación del jefe, qne comunicaba conla de las mujeres, y con una galería dando se ha-llaban suspendidas las momias de los antecesores,envueltas en telas de algodón cubiertas de placasde oro y ricas joyas. A la izquierda estaba el alma-cén de víveres, una bodega para bebidas fermenta-das, la cocina y la habitación de los esclavos.

Sabiendo Comagre qué era 10 que los blancosiban a buscar tan lejos de su país, regaló a Balboabrazaletes, anillos y diademas de oro. El jefe dis-tribuyó estos objetos entre sus hombres, y como sesuscitase una reyerta entre los soldados por cues-tión de la parte que a cada uno correspondía, in-dignado Panquiaco al ver que aquella gente se ma-taba por unas joyas tan poco apreciadas por losindios, exclamó: "Puesto que tan ávidos os mos-trais de adquirir oro, yo os daré a conocer un paísdonde los objetos más vulgares son de ese metal;está situado más allá de los montañas que veis enel último confín dal horizonte; allí hay hombresque navegan en grandes embarcaciones de vela;mas para llegar es preciso que atraveséis el terri-torio de los helicosos caribes, y no os sohrnrr, silIeyáis mil hombres."

Ac1min:.do al oír que existía otro mal' más alláde la cordillera, Balboa formó el proyecto de diri-girse hacia aquellaao, y como no llegflbm.1 los mu:i-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 325: Relatos de Viajeros Saffray

328 VIAJE A NUEVA GRANADA

líos que pidiera a Santo Domingo, envió a. un oficialpara que se apresurase la marcha. Entre tanto, afin de evitar que sus hombres se desmoralizarancon el ocio, marchó a la descubierta, remontandoel curso del Atrato.

Al regresar encontró algunos refuerzos, y sinquerer esperar a que llegase con otros su segundomensajero, púsose en camino a la cabeza de cientoochenta hombres y mil indios de servicio. Atravesóel territorio de Careta, hízose amigo de Paucha,quien le proporcionó guías; venció a Quareca, quepretendía cerrarle el paso, y hallóse bien pronto alpie de las montañas que forman la cresta de losAndes. Habiéndole indicado un indio el punto cul-minante desde donde se descubría el Oceano Pa-cífico, el feliz capitán dio la voz de alto a sutropa, y subió solo a la montaña. A la vista deaquel mar desconocido, que se perdía en el horizon-te, Balboa se prosternó para dar gracias al Todo-poderoso por haberle concedido la gracia de hacereste descubrimiento. Después, mandó avanzar a suscompañeros, dispuso que se elevaran unas pirámi-des de piedra, sobrepuestas de una cruz, en señalde posesión. Era el 25 de septiembre de 1513.

Las promesas de Panquiaco iban a realizarse:los españoles, poseídos de ardimiento, descendieronpor el flanco occidental de la cordillera y llegarona orillas del golfo de San Miguel.

Balboa, penetrando en el mar, armado y con laespada desnuda, tomó posesión en nombre del reyde Castilla, jurando defender sus derechos contratodo aquel que osara atacarlos. A su lado estabaFrancisco Pizarro, qne más tarde debía conquistarel Perú.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 326: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 329

A pesar de las advertencias de los indios, Balboa.embarcó a su tropa en piraguas para cruzar el gol-fa; la flotilla fue arrojada por el viento a una islabaja, y vióse luégo en la precisión de buscar refu-gio en la costa.

El cacique Tumaco quiso oponerse a la invasiónde sus tierras, y fue derrotado, quedando su hijoprisionero durante la refriega; pero Balboa se lodevolvió al cacique con varios regalos y ofreci-miento de paz. El jefe indio, a su vez, dio a losvencedores un gran número de objetos de oro ydoscientas cuarenta perlas, las primeras que desdeel Gran Océano pasaron a Europa.

Cemo la estaci6n de las lluVÍ2.sy borrasc~s in:.-pedía el reconocimiento de las islas donde se pes-caban las perlas, Balboa marchó otra vez a SantaMaría la Antigua, por un camino diferente del quesiguiera antes de atravesar el Istmo.

El cacique Poucra huyó al tener conocimientode la aproximación de los españo18s; pero comoBalboa le prometiera su amistad, el jefe indio sepresentó confiadamente. Preguntáronle entoncesdónde estaban las minas de que sacaba el oro parasus ornamentos; el cacique persistió en contestarque todo provenía de los cambios, y aunque se lecastigó cruelmente, no se pudo obtener ningún dato.Algún tiempo después, el cacique Tumanamá rehu-só también indicar dónde se hallaban sus minas;pero los españoles hallaron pequeñas cantidades demetal nativo en la arena de los riachuelos, y rego-cijáronse mucho por aquel descubrimiento, pueshasta entonces no habían visto más que oro trl\-bajado.

Una vez en Santa Marta, Balboa procedió al

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 327: Relatos de Viajeros Saffray

330 VIAJE A.NUJ!JV~ GlM.:N"ADA

repartimiento del botín, que ascendía a cien milpiastras de oro, sin contar las perlas, y despuésseparó el quinto real, según estaba mandado.

y aquel a~enturero, que hubo de escapar algÚntiempo antes de Santo Domingo, metido en un to-nel, para sustraerse a la acción de la justicia, fuenombrado gobernador de las costas del Pacífico.

Mi amigo Comagre tenía la palabra fácil y elo-cuente y he resumido aquí su relación, que tanpronto me recordaba a Homero como a los bardosy sus cantos. No se cansaba de darme a conocerlas costumbres de sus antecesores, sus creencias enDios y en otra vida, y el culto de los muertos enque ningún pueblo les aventajó.

Cuando moría un jefe, ponían su cadáver sobreun fuego hasta que se conseguía la desecación per-fecta; después le envolvían en tela de algodón ador-nada de oro, de perlas y de alhajas, y se guardabareligiosamente en una habitación separada. De losindividuos del pueblo no se conservaba sino la, ca-beza. Comagre me enseñó una, reducida al estadode momia; le habían extraído los huesos, secándolade tal modo, que la piel, después de estrecharse deuna manera uniforme, ofrecía una reproducción deloriginal, reducida a una sexta parte del volumenprimitivo, sin arrugas y sin deformación de lasfacciones.

Algunas veces emprendíamos correrías por elbosque, del cual conocía mi amigo Comagre así lasplantas como los animales salvajes; y en más deuna ocasión permanecimos desde el amanecer hastala caída de la tarde en aquellas soledades vírgenesde las orillas del Atrato.

Allí se elevan, llenas de vigor, las cedretas de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 328: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SA:E'FRAy 331

troncos enormes, las bertoletias gigantescas, el hemo-toxylum de madera roja, la preciosa caoba y elgayac incorruptible. Aquí se elevan las bromeliasde agudos dientes y se retuercen los cactus espi-nosos; allá las espesuras de colocarias; más lejoslas heliconias argentadas, cuyas espigas de florestricolor penden graciosamellte; las bignonias for-man guirnaldas al rededor de los grandes árboles,de los que penden, a manera de cordones de seda,las ramas de las ballhinias. La luz se refleja en lascopas de los árboles, se dispersa y parece perderseen la espesura; allá abajo ruedan con estrépito lasaguas de un torrente; más acá, un pantano negruz-co y fangoso oculta legiones de seres inmundos; deaquel coloso, caído de vejez, que se descompone yfermenta, salen larvas deformes, gérmenes diversos f.

y en fin, por todas partes se reconoce una invencibleaspiración a la vida.

XXIX

EL PASADO DE LA PROVINCIA DEL CHOCO.-LAS MINASDE PLATINO.-EL CHOCO DE HOY DrA.-CLIMA, PO-BLACION, COSTUMBRES.- VIAS DE COMUNICACION.PRODUCTOS NATURALES.-NA VEGACION EN EL ATRA-TO.-COMERCIO.-EL ISTMO DEL DARIEN.-EL ARCHI-PIELAGO DE LAS PERLAS.-PROYECTOS DE CANALESINTEROCEAKICOS.-EL ITSMO DE PANA~IA.

Chocó es la provincia de Nueva Granada que hagozado de más reputación por sus minas de oro.Enciso, fundador de Santa María la Antigua, hizocircular el rumor,' en Santo Domiugt} y España, deque en ciertos parajes de la Castilla de Oro se pes-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 329: Relatos de Viajeros Saffray

391 VU.TE .!. NUEVA. GRANADA

caba el precioso metal con redes, noticia que no dejóde atraer a un gran número de aventureros a sujurisdicción. Lo cierto es que los indios del Chocóexplotaban las minas, fabricando en el país mismolos ornamentos que constituyeron tan rico botínpara los conquistadores.

Cuando se asociaron para el descubrimiento delPerú Francisco Pizarro, Diego de Almagro y elcanónigo Hernando Luque, emplearon el oro delChocó en los preparativos de su memorable expe-dición.

La explotación de las minas de dicho punto porlos españoles comenzó algún tiempo después delprimer establecimiento en aquella provincia, y con-tinuó hasta la abolición de la esclavitud en NuevaGranada. Cuando se publicó el decreto por el cualse concedía la libertad a tantos infelices, ya esta-ban agotados los más ricos aluviones, y los demásyacimientos no eran bastante productivos para su-fragar los gastos que exigía la explotación. Enel Chocó se encuentra de ordinario el oro en par-tículas muy finas o en polvo, aunque también sehan hallado pepitas bastante grandes, entre otrasuna de veinticinco libras.

Humbolt trajo del Chocó otra pepita célebre, quepesaba mil ochenta y ocho gramos, pero no ama-rilla, sino blanca, porque era platino. Este metalse encuentra en abundancia en las minas de oro delChocó, algunas de las cuales contienen seis u ochoveces más platino que oro. Como la densidad deambos metales difiere poco, no es posible separar-los durante el lavado, y se hace preciso acudir a lamezcla mercurio, que amalgama el oro y deja in-tacto el platino.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 330: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAf'FRA y 333

Durante varios siglos desecharon los minerose~te metal como inútil; mas ahora se explotan mi-nas de oro abandonadas, sólo para extraer el pla-tino diseminado en los restos.

Pero si lo que llamaba platita no tenía valorcotnercial, los antiguos mineros hallaron el mediode "emplearla para falsificar los lingote s de oro, locuaf dio origen a una real orden en que se preveníaterminantemente a todos los propietarios de minasque\arrojasen el platino al mar.

1¡1ntrelos que habían comprado en el Chocó lin-gotes con aleación, creyéndolos de oro puro, figu-raban varios mercaderes holandeses, que furiososal saber el fraude, y humillados por haberse dejadoengañar, colgaron de las vergas de sus buques, paraescarmiento, a los mineros que les burlaron.

En 1741 el metalúrgico Carlos Bood recibió deun comerciante de Jamaica la primera muestra. deplatino del Chocó que se enviaba a Europa. Cuandose supo en América que el nuevo metal no dejabade tener su valor, los traficantes le compraron enlas minas a un ínfimo precio, y después de haberleconservado por espacio de diez o doce años, reali-zaron verdaderas fortunas.

A las minas ha debido el Chocó su prosperidadrelativa durante varios siglos: hoy que están casiabandonadas, la mayor parte de los propietarios ytraficantes se han alejado del país, cuyo clima hÚ-medo conviene poco a la raza humana. Las lluviasdel Chocó son proverbiales.

Sin estas lluvias casi diarias, las partes bajasy pantanosas del país no serían habitables; sólouna o dos-semanas de sequía bastan para que severifique un desprendimiento enorme de miasmas;

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 331: Relatos de Viajeros Saffray

334 VIAJE A. NUEVA GRANADA

y los vapores que se elevan del suelo transporttlos espórulos invisibles de las algas, cuya presencien la sangre determina la invasión de las fiebr 'que afligen al país.

I.1~población se compone de negros y mestizgs,a qmenes se censura por su pereza, su amor a },beplaceres y sus costumbres poco severas, defectosque provienen en parte del clima y sobre todo fielaislamiento en que vegeta aquella provincia. :

Los bautismos, los entierros, las bodas Yi' losnegocios son en el Chocó motivo de fiestas, en q-qesebaila y se bebe a porfía. Me ha sorprendido muchover que se pract.icaba allí una singular cost~bre,muy general, según Strabon, entre los celtíberos,observada en Córcega en la época de Diodoro deSicilia, hallada por Marco Polo en el país de losTártaros independientes, y por Pison en el Brasil.Durante las dos últimas semanas de su embarazo,la. mujer obliga a su esposo a permanecer echado,mientras se ocupa ella en los quehaceres domésticosy en preparar los más. sabrosos manjares. En estosquince días, los parientes y amigos van a felicitaral esposo y le ofrecen regalos.

No debo, sin embargo, burlarme mucho de estacostumbre, pues parece que en la buena provinciade Bearne se conducían hace poco los maridos lomismo que los del Chocó. Dícese que dos semanasantes de ser padres, guardaban cama, y recibían enella las felicitaciones de los vecinos.

La provincia del Chocó carece absolutamente decaminos; sas únicas vías de comunicación son lascorrientes de agua que cruzan el país y van a ver-terse en el San Juan o en la arteria principal, o seAen el Atrato; por eso ejerce la sequía de cierto!

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 332: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFnA.Y

meses una influencia notable en el volumen y larapidez de las aguas de este gran río. Los habi-tantes del Chocó no tienen industria ni comercio:ignoran o descuidan las riquezas que la Providenciales concedió. Los únicos objetos que exportan sonel caucho y la concha; y sin embargo, su favorecidopaís produce en las mismas orillas del río los bál-samos de Tolú y de copaiba, el copal de algarrobo,el estoraque, las maderas del Brasil y de campeche,la caoba, el cedro, el gayac, el marfil vegetal, etc.El indio y el negro de aquella provincia no necesi-tarían más que un hacha y una piragua para hacerfortuna.

Por el Darién comenzará la regeneración delChocó. Ningún país ofrece a las 3mpresas de todogénero un campo tan fértil como aquella faja detierra; allí están acumuladas todas las riquezas:árboles preciosos en los bosques, metales útiles enla tierra, perlas en el fondo del mar.

Las pesquerías de perlas del archipiélago deSan Miguel, en el golfo de Panamá, frente al Da-rién, son las más importantes de Nueva Granada.Los españoles comenzaron a explotarlas poco des-pués del descubrimiento de aquellos parajes: véaselo que dice Las Casas sobre este particular:

"La tiranía que ejercen los españoles contra losindios para que pesquen las perlas, es de las máscrueles que se puedan imaginar. No hay aquí abajouna existencia tan desesperada como la de esos in-felices, aunque no deja de ser muy ruda también lade aquellos que se ocupan en extraer oro de la tie-rra. Los obligan a. estar en el agua, a tres o cuatrobrazas de profundidad, desde la mañana hasta que~epone el sol, y están nadando .eontinllaltlente para

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 333: Relatos de Viajeros Saffray

336 VIAJE A NUEVA GRANADA

arrancar las ostras donde se engendran las perlas.Cuando salen a la superficie para descansar unpoco, los vigilantes que están eu las barquillas lesmaltratan a golpes, empujándoles en el agua a finde que continúen las pescas. Su único alimento esla parte carnosa, que contienen las perlas, pan decazabe y un poco de maíz ... Así morirán pronto,en tan diabólico trabajo, todos los indios de la pro-vincia".

Del golfo de Panamá de la isla Margarita y delas costas de Riohacha, se extraen anualmente porvalor de un millón quinientos mil francos de perlas,que son buscadas en el comercio a causa de su be-lleza, y porque no están perforadas como la mayorparte de las de procedencia asiática. Los pescado-res son hoy hombres libres, pero su vida es siempremiserable. Puesto que se necesitan perlas para sa-tisfacer los caprichos del lujo, tpor qué no se adop-tan, para la pesca de las ostras perleras, los an-teojos submarinos, que permiten explotar el fondodel mar a considerables profundidades, y los apa-ratos para buzos, por medio de los Guales puede unhombre trabajar sin fatiga debajo del agua durantemás de media hora 1 Para los mismos propietariosde las pesquerías sería esto ventajoso; podrían vi-gilar mejor las operaciones, y el buzo, trabajandoholgadamente, elegiría las ostras de siete a ochoaños, en vez de arrancar al acaso las primeras queencuentra. De este modo se preservarían tambiénlos bancos de la destrucción lenta que se ha obser-vado en todas las pesquerías de Nueva Granada, ytal vez pudieran aplicarse a la Meleagra margari-tíf'era de aquellas orillas los procedimientos de 08-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 334: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA. y 337

tricultura, que dieron para las ostras comestiblestan excelentes resultados.

Los traficantes en perlas venden casi todos susproductcs a negociantes de Panamá, que los com-pran al por mayor, y que los expiden a las grandesciudades, lo cual explica que en la misma localidadescasean más las perlas y tengan más precio queen Europa.

Durante mi residencia en el Chocó me ocupé dela cuestión de comunicaciones intr,roceánicas y enparticular de los proyectos de canales a través delitsmo del Darién.

En Oriente puso Mr. Lesseps en práctica la ideade los Faraones; en América basta remontar aMontezuma. Este emperador demostró a HerllánCortés que bastaría un canal de poca longitud paraenlazar el Chimulapo, que se vierte en el Pacífico,con el Goazacoalco, que desagua en el mal' de lasAntillas. Carlos V aplaudió la idea de un canal através del istmo de Tehauntepec; pero este proyectono se realizó.

El establecimiento de un canal en Honduras noofrece nada de imposible; pero los puntos que setrata de enlazar están demasiado distantes parainspirar confianza a los capitalistas; por el SanJuan y el lago de Nicaragua sería el trazado muchomás corto. El rey de Holanda, Guillermo 1, mandóestudiar esta última empresa, con el ánimo de in-tentarla; y más tarde publicó el príncipe Napoleónuna memoria sobre el mismo asunto. Después sefundaron varias sociedades para tomar por su cuen-ta el proyecto; pero ninguna reunió el dinero ne-cesario j únicamente la compañía americana de trán-sito del Nicaragua se propone establecer un camino

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 335: Relatos de Viajeros Saffray

338 vrAJl1JA NlJEV A GRANADA

de hierro en la dirección que debía seguir el canal.El istmo del Darién está hoy más de moda, con-

tándose dos proyectos igualmente atendibles, unode los cuales consiste en pasar desde el Atrato ala bahía de Cupica. Un piloto vizcaíno, llamadoGoyeneche, fue quien primero llamó la atenciónsobre este paso. Efectivamente, el único desfiladero,muy bajo, de la cordillera que forma el istmo delDarién, se abre frente al pueblo de Cupica, en elPacífico.

Humboldt dice que después de haber recorridocinco o seis leguas marinas sobre un terreno plano,se llega a un río navegable que él llama Niasi,pero cuyo verdadero nombre es Niapipí. El terrenodebió parecerle plano, comparativamente con lasmontañas del país, pero en todos los demás puntospodría decirse que es accidentado, pues comprendetres cadenas de colinas, y en cuanto a la condiciónde navegable que el sabio atribuye al Niapipí, espreciso explicarse.

Desde que yo he visto, en el Dagua, que se puedenavegar casi en seco, y que se hace subir a las pi-raguas cerca de cuatrocientos metros en un trayec-to de ocho leguas, necesito explicaciones precisascuando se me dice que tal río o tal torrente de losAndes es navegable. Gracias a la fuerza y habilidadde los bogas, basta un arroyuelo para hacer flotaruna piragua de dos pies de anchura por seis u ochopulgadas de calado. El curso superior del Niapipíse asemeja mucho al Dagua; es un torrente pocoprofundo, rápido, obstruído por las rocas, y pordonde no pueden naveg'ar grandes piraguas sino ensu inmediación de su desembocadura en el Atrato.Siento mucho arrebatar sus ilusiones a varios hom-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 336: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR SAFFRA y 339

bres de buena fe, pero en cuanto a mí, no creo en laposibilidad de un canal entre el Atrato y la bahíade Cupica.

y por otra parte, iepor qué buscar un paso, cuan-do, a decir verdad, hace mucho tiempo que estáabierto en el canal interoceánico, por el cual se bantransportado municiones desde el Atlántico al Pa-cífico durante la guerra de la independencia?

Entre el río Noanamá, afluente del San Juall,que a su vez se vierte en el Pacífico, y el río Quito,tributario del Atrato, está el barranco de la Ras-padura, que tiene unos quinientos metros de largo.A principios del siglo, el cura de un pueblo inme-diato a Nóvita puso los dos torrentes en comunica-ción por medios de una zanja, y gracias a ésto, pue-den navegar pequeñas piraguas por la Raspaduradurante lo más fuerte de la estación lluviosa, pa-sando desde la cuenca del Atrato a la del San Juan.

Mas para que esta vía fuera fácilmente accesi-ble a los grandes barcos, y aun a los planos, seríapreciso ejecutar trabajos gigantescos, y aún así,sólo en la estación de las lluvias bastarían las aguassuperiores para la alimentación de las esclusas.Sería igualmente indispensable mantener la nuye-gación del Atrato y del San Juan en un trayecto deciento cincuenta leguas;· la barra del primero deestos ríos no está cubierta en la estación seca másque por cinco pies de agua y en la mayor parte desu curso no da paso el Atrato sino a embarcacionesque no calen más de siete pies.

Entre Panamá y Cbagrés es donde se debe bus-car el punto para pasar de un mar a otro valiéndosedel curso _del rio Chagrés Y-del río Grande, que des-emboca cerca de Panamá. Este proyecto fue estu-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 337: Relatos de Viajeros Saffray

340 VIAJE A NUEVA GRANADA

diado por el ingeniero Garella, bajo los aUSpICIO!!de Mr. Guizot: tratábase de un canal de esclusas,y en el informe se hacían deducciones favorables,pero yo he reconocido que en la estación seca care-cerían estas esclusas de agua.

La ciudad de Panamá, donde se trasladó la po-blación de la Antigua del Darien, fue fundada en1519 por Pedro Dávila, gobernador de la Castillade Oro. En 1670, después de haber sido asolada porlos filibusteros, fue reconstruída un poco más alnorte y hoyes una de las ciudades más importan-tes de Nueva Granada. El comercio está del todoen manos de los extranjeros, americanos, alemanes,franceses e italianos. La importación más conside-rable proviene de los Estados Unidos; de Franciaes de donde se reciben los más de los objetos deadorno y de lujo.

Encuéntranse en Panamá todas las comodidadesde las ciudades europeas, y una sociedad de las másobsequiosas. Las criollas siguen las modas, leen unpoco, poseen la música bastante bien, son aficiona-das al baile y graciosas en el decir: cuando jóvenestienen una timidez encantadora, y una vez casadas,hacen felices a sus esposos, que escogen de ordina-rio entre los extranjeros ..

El clima de Panamá no merece hoy día su malareputación, pues los desmontes han saneado muchoel país. Lo mismo diré de Aspinwall o Colón, ciu-dad improvisada a donde se traslada el viajero porla vía férrea en tres o cuatro horas, desde Panamá.

Casi todas las casas de esta última ciudad sonde madera, lo cual contribuye no poco a que se te-pitan con frecuencia los incendios bajo aquel cielotórrido. Hay gran número de hospederías, de alma-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 338: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTon SAFFRáY R41

cenes y talleres; todo recuerda a los Estados Uni-dos; el nombre español tiende a desaparecer, y noparece sino que se quiere sustituírle por el del ricoamericano Aspinwall.

En el Istmo de Panamá fue donde los compañe-ros de Colón recogieron por primera vez oro en elcontinente americano, cuando aquel grande hombrehizo su último viaje; halláronle en las fuentes delrío Urira, cerca de Veragua, donde los indios explo-taban unas minas de España, y apenas llegó estanoticia a la corte de España, el almirante recibiópara sí y sus descendientes el título de duque deVeragua. Aquel territorio, sin embargo, así comotodos los demás valles del Istmo, dista mucho hoyde responder a las grandes esperanzas que bizoconcebir al principio. El Estado de Panamá es unode los que cuentan menos población en Nueva Gra-nada, annque posee territorios muy fértiles para elcultivo.

xxxPOLITICA ESP A~OLA EN LAS INDIAS OCCIDENTALES.

VEJACIONES DE LAS COLONIAS.-REVOLUCION DEBOLIVAR.-INDEPENDENCIA DE NUEVA GRANADA.POLITICA y ADMINISTRACION.-PORVENm DE LAREPUBLICA.

En 1443, Alejandro VI expidió "Espontánea-mente, de ciencia cierta, y en virtud de sus plenospoderes apostólicos ", una bula en la que otorgabaa los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, el dere-cho de conquista, de anexión y de gobierno en lasIndias Occidentales. "Quien se opusiera a ello, de-cía elltreottas cosas, atraerá sohr~ sí el castigo de

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 339: Relatos de Viajeros Saffray

342 VIAJE A NUEVA· GR.ANADA

Dios todopoderoso, y de sus bienaventurados após-toles San Pedro y San Pablo."

Habiendo recibido plenos poderes del SoberanoPontífice, los españoles se consideraron, no comoconquistadores, sino como propietarios que iban atomar posesión de sus bienes.

En Nueva Granada, lo mismo que en Santo Do-mingo y en Cuba, perecieron entonces centenaresde miles de indios; a muchos se les ocupó en lostrabajos de las minas de oro y los que escapabande los combates eran reducidos a la esclavitud.

Por doquiera reinaba la violencia y la opresión:los feudatario s de Vélez redujeron a tal extremo demiseria a los indios Tunebas, que éstos se precipi-taron por familias enteras, desde las Cl"estade unaroca de cuatrocientos metros de altura, al río de laNieve, donde aún se ven restos de sus osamentas.La.s tribus de los Agatoes y de los Cocomes se sui-cidaron en masa para sustraerse a tánta tiranía.

Los indios del Perú, tratados en las minas comopresidiarios, debían comprar al corregidor todocuanto necesitaban; los mestizos no salían muchomejor librados, y aun entre los mismos españolesde raza pura, contábanse muchos que se lamenta-ban de su suerte.

EllO de agosto 1809, la provincia de Quito sedeclaró independiente: apenas se hubo recibido enBogotá la noticia de este acontecimiento, el virreyconvocó a la junta para deliberar sobre las medi-das que deberían tomarse, a fin de impedir queNueva Granada siguiese el ejemplo, pero la revo-lución había penetrado hasta en el Consejo, y asíes que la asamblea declaró que aprobaba la deter-minación de Quito.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 340: Relatos de Viajeros Saffray

313

La nación entera hizo entonces causa común con-tra España y en 1811 se promulgó el acta de inde-.."endencia del antiguo virreinato, organizado el.confeder&.c:.vll.

Bolívar era el hombre más temible, como almade la revolución, y por lo mismo los españoles tra-taron de apoderarse de su persona; pero pudo es-capar, no sin que costase la vida a su secretario.El Libertador, como él se llamaba, confiaba en suestrella; el 8 de agosto de 1819 se le vio en el campode batalla de Boyacá, donde se batía como un hé-roe, luciendo su vistoso uniforme de color escar-lata, bordado de oro. A los que le aconsejaban laprudencia, responmales con acento de convicción:"Dios vela sobre mí para asegurar la independen-cia de mi país."

Su fé quedó recompensada: habiendo alcanzadouna victoria decisiva, el virrey huyó de Bogotá, en-trando luégo Bolívar triunfante. A los pocos díasmarchó a Venezuela y llevó a cabo con el mejoréxito la misión que se había propuesto.

El 17 de diciembre de 1819, el Congreso Nacio-nal reunido en Angostura (hoy ciudad de Bolívar),decretó el establecimiento de la República de Co-lombia, dividida en tres departamentos: el Ecua-dor, Cundinamarca y Venezuela, con Quito, Bogotáy Caracas por capitales.

Ofrecióse a Bolívar la presidencia de la nuevarepública, pero el intrépido guerrero rehusó gene-rosamente, y la historia ha conservado su noble res-puesta:

"La espada, dijo, será inútil en la paz: un hom-bre como yo representa un peligro para un gobier-no popular; es una alllilnaza constante contra la

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 341: Relatos de Viajeros Saffray

344 VIAJE A NUEVA GRANADA

soberanía del pueblo. Prefiero' el título de ciuda-dano al de libertador, porque éste proviene de laguerra y el otro de la ley. Cambiad todos mis hono-res por el nombre de buen ciudadano".

Aquel gran hombre era sincero: hubo un parti-do que deseó investirle con la dictadura, y asusta-dos los republicanos sospecharon injustamente unatraición. Cierto día, con motivo de un banquete quese dio en Bogotá para obsequiar a Bolívar, uno delos concurrentes pronunció el siguiente brindis: "Sialguna vez se estableciera el gobierno monárquicoen Colombia, brindo porque sea Bolívar nuestroemperador.' ,

Pero uno de los generales de la Independencia,levantándose al punto, contestó: "Si alguna vezadmitiéra Bolívar el título de emperador, corra lasangre de su corazón como el vino de mi vaso". ElLibertador abrazó a su compañero, y repuso: "Silos sentimientos de este hombre honrado animansiempre a los habitantes de Colombia, nuestra in-dependencia y libertad no peligrarán jamás."

Sin embargo, si convenían las instituciones re-publicanas a las antiguas colonias españolas, comoel porvenir lo ha demostrado, no podía realizarsesino por la centralización del poder la unión dura-dera de los tres departamentos de Colombia. Y porotra parte, parece que las tres grandes provinciasreunidas bajo un nombre habían sido destinadas,por la misma naturaleza, a gozar de la autonomíaque cada cual reclamó bien pronto. Venezuela seproclamó república independiente en 1829; al añosiguiente separóse el Ecuador; y el 21 de noviem-bre de 1831, el departamento de Oundinamarca

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 342: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR 8A1<'1i'RAY 34;;

ca.mbió SU nombre por el de República de NuevaGranada.

Hoy día, después de una prolongada serie de re-voluciones y guerras civiles, la república está di-vidida en nueve Estados independientes, que po-seen cada cual su gobernador, su Asamblea legis-lativa y su Tribunal supremo de justicia. Las mu-nicipalidades están organizadas bajo la base másliberal; todos los cargos públicos, incluso las fUll-

ciones de magistrados, se someten a la elección po-pular. El Senado, elegido también por sufragio, re-side en Bogotá, así como el Tribunal supremo.

En un país donde no se han desarrollado aúnla industria, el comercio y la agricultura, donde la::;iustituciones tienden a aislar las diversas partesde un territorio poco poblado, que carece adcmas'de caminos, es natural que haya un gran nÚmerode hombres cuya ambición se cifra sólo en obtenerlos empleos públicos. Por otra parte, con semejan-tes condiciones, los funcionarios de todas las jerar-quías procuran, como es lógico, acrecentar su in-fluencia política, sacando el mayor provecho posi-ble de su pasajero cargo.

y hé aquí porqué la AdministracIón deja muchoqué desear bajo el punto de vista de la aptitud, ycon frecuencia hasta de la honradez. La política, elfavoritismo y los intereses personales son las úni-cas ruedas que ponen en movimiento la máquina;la justicia no es siempre azaz independiente y enlos procedimientos se observa una deplorable len-titud.

Por lo demás, Nueva Granada posee todos lo¡;:,elementos apetecibles para la prosperidad: unavasta ~xteHf;ioo de costas en dos océanos, gTandes

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 343: Relatos de Viajeros Saffray

346 VIAJE A NUEVA,GRANADA

ríos navegaJlles y un inmenso número de otros máspequeños; un clima generalmente salubre, y un sue-lo fértil donde, según la altura, nacen espontánea-mente o se pueden cultivar todas las familias vege-tales. El árbol del cacao, el añil, el algodonero y lavainilla crecen en el estado silvestre. Las maderasmás buscadas para la tintura y la ebanistería, losbálsamos, las resinas y el caucho, abundan en lasinmensas selvas vírgenes; y las playas producenel nácar, las perlas y la concha. La majestuosa Cor-dillera de los Andes se ramifica en su territorio,como para ofrecer a sus valles las riquezas de susmontañas, el oro, el platino, la plata, el plomo, elhierro, el cobre, los pórfidos, los mármoles, las are-niscas, la hulla, la sal y las piedras preciosas.

Lo que le falta a Nueva Granada son las vías decomunicación: sería preciso abrir un camino decarretera desde Honda a Bogotá y haeel' Twvega-ble el Magdalena, al menos para pequeñas embar-caciones, hasta el valle de Neiva. Convendría ade-más establecer un camino viable desde el Magdalenaal Atrato, por Medellín y Antioquia, y otro desdeCartago al Magdalena; poner a Cali y Popayán enfácil comunicación con el Pacífico; hacer accesiblepara las grandes piraguas el istmo de la Raspadu-ra, y abrir el de Panamá a la navegación del mundo.

Por su posición geográfica, por sus recursos detoda especie, por sus instituciones y por las cuali-dades de sus habitantes, Nueva Granada debe lle-gar a ser la primera de las naciones de la Américameridional. j Plugiera al cielo que estuviese próximala época feliz para ese Estado! Este es mi más ar-diente deseo al abandonar la tierra privilegiada.donde dejo verdaderos amigos, sinceras afecciones,y cuyo recuerdo será siempre grato para mí.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 344: Relatos de Viajeros Saffray

1 N DIe E

Págs.

PROLOGO . 7

l.-DE SANTA MARTA A TURBACO ...•...... 11Introdueci6n geográíiea.-A la vista de Santa Mar·ta.-Deseripei6n de la dudad.-EI tasajo.-La pa·tada al tibur6n.-La Virgen de Río Haeha.-Ojeadaretrospectiva sobre Santa Marta.-Los indios deSierra Nevada.-Noticias sobre el E'I'yth'l'ozyZov/'Coca.

1r.- 21Cartagena de Indias.-Su pasado.-Deseripei6n deCartagena.-Danzas y Cantos.-El bambueo.-Inte-rior de la eatedral.-La inquisici6n en Amériea.-Pa-seo al mercado.-Los cocnyos.-Productos y co-mercio.

111.- ......•.•....•.............••.•••••... 36Un muletero modelo.-La verdad acerca del Arbol dela Noehe.-Los volcanesde aire de Turbaeo.-El Tem-plo del Espíritu de las euras.-Antigiiedades indias deTnrbaco.

IY.-DE TtmBACO A NARE ...•..........•.•. 41Países que los españoles llamaron Tierra Firme.-Nne-va Andalucía y Castilla de Oro.-Crist6bal OoIGnyel paraíso terrestre.-Reforma de la carta geográficade Nueva Granada en tiempo de la Conqnista.-Po-lítica y táctica de los conquistadores.-Usos y cos-tumbres de 108 indios de las c08ta8 del Atlántico.Lassep11ltul'as del Río Zenll.-Las armaa envenena-das.-El manzanillo.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 345: Relatos de Viajeros Saffray

34,8 VIAJE A N~VAGRAN.A.DA

Págs.

v.- 4,9Camino de Turbaco a Calamar.-Las avispas carto-neros.-PaRo del canal de Cartagena,-Cuadros dela naturaleza tropical.-Los comedores de tierra.Modo de navegar en el Magdalena.-La ciudad deMompox.-Dos palabras acerca del Valle de Upar.6Son las hormigas comestibles'-Opini6n sobre elorigen. de las lenguas indias.

VI.- 61La. isla Margarita.-Los monos aulladores.-EI vinode palmera y la col palmista.-Desengafio acerca delos cocoteros.-las islas flotantes.-La tierra de lasmariposas.-El marfil vegetal.-El cedro.-Diversosmodos de cazar el caimán.-Llegada a Nare.-Susituaci6n, comercio y habitantes.

VII.-DE NARE A MEDELLIN 75Navegaci6n por el río Nare.-La bodega de SanCrist6bal.-Caminos de las cordilleras.-Medios detransporte.-Los tambo8.-Arqueología de NuevaGranada..-La naturaleza en los Andes.-Marinilla.Riñas de gallos.-De Ríonegro a Medellín.- Vista dela cima de la montaña de Santa Elena.

VIII.- 91Medellín y sus alrededores.-Usos y eostumbres.-Pe-pito y Pepita.-LOIS aguinaldos.-Las serenata;!!.Comercio.

IX.- 100Paseo por el mercado de Medellín.-El pan de yuca.El hilo de cabuya y de pita.-Honores al SantísimoSacramento.-Monumentos de Medellín.-CaaaB par-ticuIa.res.-Constnucciones por apisonamiento.-Lafiesta.

X.-LA PROVINCIA DE ANTIOQUIA .... 109Descubrimiento de Antioquia.-El guerrero Santia-go.-Civilizaci6n de los indígenas.-Invención de la

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 346: Relatos de Viajeros Saffray

DOCTOR 8AFFRA Y

balanza.-EI peno amcricano.-Límites de la pro-,:nciu.-División y puntos notables de la cordillera.RIos.-~nvegación en el Cauca.-Vías de comuni-cación.

349

XI.- 125Clima de la provincia.-Tierras cálidas, templadasy fría s.-Población y costumbres.-Comercio e in·dustria.-Historia de la caña de azúcal'.-El azúearcllllsiderado como alimento.-Ojeada sobre la faunay la flora de la pl'ovincia.

XI~.- 140Geología ~. mineralogía.-Manantiales salados.-Ya-c:mientos metálicos.-Estado aetual de los distritosmilleros.-Diversas especies de minas de oro.-Tra-bajos de explotación.-Estadística de las minas di>

oro de :Nueva Granada.-Influencia del descubri-miento de las minas del nuevo mundo sobre el "alarde los metales preciosos de Europa.

XnI.-DE MEDELLIN A ANTIOQUI~ 145Camino de l\fedellín a Santa Fe de Antioquia.-Unpanorama.-Las playas ardientes.-Paisaje del Cau-ca.-Estación a orillas del río.-Hospitalidad.-Prue-bas hist6ricas de la existencia del banano en Américaar.:cs de la Conquista.-Cultivo y producto del ba-nano.-Su influencia sobre la civilizaci6n.

XIV.- , 15iLa ciudad de Antioquia.-Sangre azul y sangre Juez-claua.-Razas y castas en las colonias españolas.-Pa-SeO por un arrabal.-Una nueva enfermedad.-Exca-vRCionesen las tumbas indias.-La diosa esmeralda.Minas de esmeraldas en Nueva Granada.-La reinade las mariposas.-Festividades del Corpus.

XV.- 168"(Tn plantío de tierra eáH4a.-Vm-dadera historia delé::-colate.-Un caso de conciencia.-Excursi611 ma-

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 347: Relatos de Viajeros Saffray

350 -VIAJE A NUEVA GRANADA

Págs,

tinal.-Los frutos de los trópicos.-Dónde y cómose fabrican los sombreros de panamá.

XYT.-~DE BID VERDE A MANIZALES .... 178Proyecto de camino de Antioquia a Atrato.-Enbusca de salvajes.--Tribus independientes de NuevaGranada.-Mareha a Río Verde.-Mi compañero deaventuYas.-Casas de Río Verde.-Los indios y suscostumbres.

XVII.- 191Pesca milagrosa.-Una bonasca.-Comunicaciones enel valle de Río Vcrde.-Un poco de verdad sobre lasserpientes y los remedios empleados contra sus mOl'·deduras.-El guaco.-Caza con la bodoquera.-:El;veneno llamado CUl'al'e';--Mis colecciones.-Consejospracticos a los viajeros naturaJistas.-La medicinade los indios.-Regreso al país civilizado..

XVIIl.- .De Río Verde a Sonsó!l.---.~l'llla, Supía y Anserma.Antropofagia.-Origen de la geografía botánica.Los pasaportes en Nueva Granada.-En camino paraCartago.

204

XIX.- 2.12El Valle del Callca.-Mi Ilega,la a Cartago.- Visitaohligatoria al general comandante de la plaza.-In·t,l'igas y sospechas.-Milital':ismo y cOl'tesía.-Des.cl'ipc:ión de Cartago.-Tiendas y tellderos.-Estudiodel maíz y sus prodllctos.-Elefallcia y papel'a.

XX.- 222El gran valle.-Población.-Clima.-Agl'icultul'a ycomercio.-La caza, con lazo.-Usos y costumbres.El bambú J su empleo.--La leyenda de Queremia.La Vil'gen de Chiquinqulrá.-~Las ñapangas.-Bailesde los angelitos.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 348: Relatos de Viajeros Saffray

DOOTOR SAFFRAY 351

.xXT.- 235RnldaniJlo.-La familia de los eactus.-Un sabio sinlibros.-:i'vIis colecciones se ellTiquecen.-La tonga.)¡[al'cha a Palmira y Cali.-Cultivo del tabaco en::VuevaGranada.-Las virtudes medicinales del gua·yabo.-Los voluntarios.-Un ejército improvisado.

XXII.-DE CALI A BOGOTA ~45La ciudad de Cali.-Fuerza de las cOllfituras.-Uncuerpo de ejército en campaña.-El Taula desbor·dado.-Minas de quilicha.-El campamento de Qui·namayo.-Julio Arboleda.-Un poco de política.-Menombraron primer médico del Ejército de NuevaGranada.-Usos de la guerra.-Peligros y hambre.Se levanta el campamento.-Despedida de Arlloleda.

;..::XIII.- '0' 2;')9Popayán.-Su pasado y su presente.-Civilizaci611de los indios de la provincia de Popayán.-Plalltastintoreras de Nueva Granada.-Homellaje a la me·moria de Caldas.-Estadística de las monedas de Po·payán y de Santa Fe de Bogotá.-Comercio e indus-tria.-Porvenir de la pl'ovincia.-Comullicación conel mar Pacífico.-La langosta en la América del Sur.

XXIV.- 268Las quinquinas de Pitayo y de Almaguer.-Estudiode la regi6n de las quinquinas.-Trabajo de Mutis.Rectificaciones botánicas.-Una palabra de Voltaire.Del cultivo de las quinquinas.-Excursión al río Vi·nagl'e.-Altura de los Andes.-Regreso al Valle delCauca.-Pl'epal'ativo para el paso del Quindío.-Losconductores.-La montaña.

XXV.- .. " 280Civilización de los indios chibchas antes de la con-quista española.- Tra diciones.- Religi6n..-Legisla-ei6n.-Costumbres.-Comereio e industria.-OrigenñisfórlCo de El Dm'adlt.--FundaCÍÓI1de Santa Fe deBogotií.-Encuentro de tres conquistadores.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia

Page 349: Relatos de Viajeros Saffray

352

Págs.

XXVI.- .... ,........•....................... 294Bogotá.-Usos y costumbres.-Comercio e industrias.Agricultura y productos.- Artes liberales.- Antigue-dades.-Los iudios de los alrededores de Bogotá.-EISalto de Tequeudama.-Observacioues geológicas ypaleontológicas en la meseta de Bogotá.-Las salinasde Zipaquirá.

:XXVII.- .. " 305Regreso por el' Quindio.-Una granja.-La hoja delcaladium.-EI papayo.-Las :fieras.-Mi recepciónen Cali y despedida.-La ciudad de Juntas.-Nave-gación en el Dagua..-Canto de los negros.-Un pezque vale su peso en oro.-EI puerto de Buenaventura.

XXVIII ..,.-DEL CHOCO A PANAMA 315El río San Juan.-Los indios del Chocó.-La chica.El veneno de rana.-Caza al acecho.-Lucha de un,jaguar y de un boa.-Los pequeños enemig()~.-Elúltimo descendiente de Camag-ré.-Momias el] minia-turu.-La selva virgen.

XXIX.- , 331El pasado de la Provincia del Chocó.-Las minas deplatino.-El Ohocó de hoy día.-C1ima, población,costumbres.-Vías de cOlllunicación.-Pl'oduetos naoturales. -Navegación en el Atrato.-Comercio.-ElIstmo del Darién.-EI archipiélago de Las Pedas.Proyectos de canales intel'oceánicos.-EI Istmo dePanamá.

XXX.- 341Política española eu las Indias Occidentales.- V,da-ciones de las colonias.-Revolución de Bolíval'.-In,dependencia de Nueva Gl'anada.-Polítíca y admi·nistl'ación.-Pol'venil' de la República.

Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia