El Centro de Ideas y Acciones Locales por el Agua es una

institución de investigación aplicada orientada a estudiar la situación

del agua desde el ámbito local. En su labor integra la participación

de los sectores gubernamental, empresarial y de la sociedad civil,

particularmente de la academia y organizaciones juveniles. La

misión del Centro es contribuir a la gobernanza del agua,

fomentando la participación de los actores sociales para

convertirlos en agentes de cambio y lograr el acceso universal al

agua de calidad y al saneamiento. Por eso, nuestras principales

líneas de investigación comprenden los temas de disponibilidad,

acceso, calidad, saneamiento, sostenibilidad y administración del

recurso.

Actualmente, iniciamos con la publicación de reportes sobre

la situación del agua en México a cargo de investigadores jóvenes,

con una perspectiva diferente e ideas nuevas para enfrentar los

problemas que atraviesan las comunidades. Los dos primeros

reportes tratan temas centrales en el debate de los ambientalistas:

el cambio climático y los conceptos de seguridad hídrica y aguas

renovables (disponibilidad). En un intento por contribuir al debate,

el reporte “Seguridad hídrica y cambio climático”, marca las líneas

de acción para contar con la información necesaria y reunir los

elementos que servirán en la elaboración del primer diagnóstico sobre

seguridad hídrica y los efectos del cambio climático en México. El

reporte sobre “Aguas renovables” traza el panorama mexicano sobre la

disponibilidad del agua que se renueva con el ciclo hidrológico, por

entidad. Esto nos da una idea de las disparidades regionales, que se

agravan con la situación económica de cada estado, permitiéndonos a la

vez, idear un marco estratégico para el desarrollo de las políticas

públicas adecuadas.

En este año, el Movimiento Agua y Juventud México impulsa

proyectos de educación ambiental para sensibilizar a niños de primer a

tercer grado de primaria, lo cual se complementa con el impulso de la

Plataforma Nacional de Cultura del Agua, cuyo propósito es encauzar el

ímpetu de los jóvenes hacia la participación en proyectos de cuidado del

agua. El lanzamiento del Centro de Ideas y Acciones Locales por el

Agua es un esfuerzo más de ésta organización para difundir el

conocimiento y divulgar las investigaciones de académicos y jóvenes

brillantes para incidir en el proceso de políticas públicas y mejorar la

calidad de vida de millones de personas.

El Movimiento Agua y Juventud México de mano de la

Consultoría Momentum se suma, en este proyecto, a las acciones que

se llevan a cabo desde diversos ámbitos en todo el mundo para

promover el cuidado del agua. Por ello hemos decidido lanzar este

proyecto en el marco de la conmemoración del Día Internacional del

Agua 2013, Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del

Agua, con la esperanza de aportar ideas en este ámbito. Sin

embargo, somos un centro de investigación aplicada y por lo tanto,

en una segunda etapa, emprenderemos el desarrollo de proyectos

en comunidades encaminados a reducir la brecha de desigualdad en

la disponibilidad, acceso y calidad del agua en México.

22 de marzo de 2013

Ciudad de México

Luis Enrique Madrid R.

Fidel E. Mondragón G.

César B. Martínez A.

Movimiento Agua y Juventud MÉXICO

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la

Educación, la Ciencia y la Cultura, la seguridad hídrica es un estado

que implica “la protección de los sistemas acuíferos vulnerables, así

como el diseño de estrategias para reducir los riesgos asociados con

inundaciones y sequías, promover políticas públicas para el desarrollo

sustentable de los recursos hídricos y salvaguardar el acceso a

servicios hídricos de calidad”. La UNESCO señala que la seguridad

hídrica es un concepto relacionado con la injerencia humana en los

sistemas de agua, con objetivos claros de desarrollo económico.

Las principales formas de intervención son el suministro, la

irrigación, el drenaje, la producción de energía y la navegación:

prácticamente todas las actividades humanas. “Seguridad hídrica”, más

que un concepto analítico, es una metodología para estudiar

transversalmente todos los elementos del desafío del agua. La

disponibilidad de recursos hídricos de calidad, la confiabilidad en los

sistemas de almacenamiento y distribución, la asequibilidad para la

mayoría de la población y la sustentabilidad, son los cuatro elementos

esenciales de este enfoque. De acuerdo con la revista “Nature”, cerca

de 80% de los habitantes de la tierra (4,500 millones de personas)

viven en regiones geográficas propensas a crisis hídricas. La mayoría

habita en países en vías de desarrollo.

4,500 millones

de personas

viven en

regiones

geográficas

propensas a

crisis

hídricas.

Como en buena parte de los problemas ambientales, las

soluciones prácticas suelen antagonizar los fines de

crecimiento con el objetivo de lograr la sustentabilidad; por

ejemplo, ciertas políticas públicas diseñadas para mitigar las

carencias en la disponibilidad de recursos hídricos (la

construcción de una presa, por ejemplo), conllevan costos

ambientales elevados.

Charles Vörösmarty, de la Universidad del Estado de

Nueva York, argumenta que la seguridad hídrica puede

dividirse en dos grandes campos: a) riesgos asociados a la

biodiversidad y b) riesgos asociados a las actividades

humanas. Es decir, por medio de este enfoque se busca un

análisis más equilibrado entre la necesidad de agua para el

desarrollo humano y la necesidad de agua para otros

servicios ecosistémicos (como lo señala David Molden,

subdirector de investigación del International Water

Management Institute en Sri Lanka). Se trata de una

metodología comprehensiva de los desafíos acuíferos a

inicios del siglo XXI, que reconoce la vinculación entre el

suministro, el transporte, el uso y la calidad del agua, en

relación no sólo con las necesidades de la sociedad, sino del

medio ambiente. Esto es lo que Pedro Arroyo ha nombrado

como la Nueva Cultura del Agua. Con el paso del tiempo, este enfoque

ha cobrado auge en universidades (como Harvard y el MIT),

organizaciones internacionales (como la UNESCO y el Banco Asiático

de Desarrollo) y gobiernos (la Agencia de Protección Ambiental de

Estados Unidos estableció una división de Seguridad Hídrica). En

otras palabras, se trata de una agenda de investigación en ciernes,

especialmente en el caso de México (de acuerdo con los trabajos de

Vörösmarty, 70% del territorio nacional atraviesa por una situación de

inseguridad hídrica).

El objetivo del Centro de Ideas y Acciones Locales por el

Agua es incidir de manera positiva en la formulación e

implementación de políticas públicas del sector, tanto en el

ámbito federal como en el estatal y municipal, manteniendo

como guía de acción la vinculación entre desarrollo económico

y sustentabilidad ambiental. Las dimensiones geográficas, la

hidrología, la situación geológica, la disparidad en los ingresos

y la diversidad de actores involucrado

convierten al enfoque de seguridad hídrica en la mejor

alternativa para analizar el desafío del agua en México.

El primer paso es la elaboración de un índice estatal y

municipal de seguridad hídrica, con el fin de identificar las

zonas de riesgo y las poblaciones vulnerables. La creación

del mapa de seguridad hídrica en México implica el uso de

datos municipales sobre la disponibilidad de recursos

hídricos per cápita, el número de fugas, la eficiencia de las

plantas potabilizadora, la confiabilidad de los sistemas de

transporte y el sistema de subsidios al consumo de agua, así

como la medición de los costos ambientales. Si bien la Comisión

Nacional del Agua tiene algunos datos al respecto, estos pueden ser

diferentes de los que tiene el nivel de gobierno más cercano al

problema, el municipio.

Por otro lado, es necesario separar estas variables de acuerdo

con el uso del recurso: agricultura, generación de energía, consumo

doméstico. El proyecto inicial del Centro representará un paso

fundamental para entender, desde un punto de vista comprehensivo, la

magnitud del desafío del agua en nuestro país a inicios del siglo XXI.