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Representatividad vegetacional del Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas del Estado (Snaspe) en Chile Actualmente existe un desequilibrio en la intensidad de protección de las formaciones vegetacionales de Chile. Esta situación podría mejorarse aprove- chándose la misma cantidad total de superficie protegida, pero con una mejor representatividad de sus distintas unidades vegetacionales. Federico Luebert*, Pablo Becerra ** no de los conceptos más completos de biodiversidad comprende la variedad de composición, estructura y funciona- miento correspondientes a los niveles de organización biológica de genes, poblaciones de especies, comunidades, ecosistemas y paisa- jes'. En términos de esta definición, una conser- vación eficiente de la biodiversidad por medio de áreas silvestres protegidas debiera, al menos, contemplar la protección de la mayor variedad posible de composiciones, estructuras y funcio- namientos de cada uno de estos niveles'. No obstante, en la práctica algunos de los criterios considerados para el establecimiento de áreas protegidas son la riqueza de especies, gra- do de endemismo, existencia de especies amena- zadas, protección de tipos vegetacionales deter- minados, protección de cuencas hidrográficas y de valores paisajísticos 3 . Si bien cada uno de estos criterios contempla algunos de los compo- nentes y niveles de la biodiversidad, algunos de ellos podrían además ser indicadores de la diver- sidad de otros. Por ejemplo, la variedad y canti- dad de tipos de vegetación hace referencia direc- ta a la diversidad del nivel paisajístico, pero puede además dar una idea general de la diversi- dad de ecosistemas, comunidades vegetales y especies'. En consecuencia, la variedad de tipos vegetacionales en áreas silvestres protegidas po- dría ser una buen indicador de la representatividad de la biodiversidad a nivel global y, por lo tanto, podría ser una variable que permitiera orientar el establecimiento de nuevas áreas protegidas. En Chile la conformación de áreas silvestres protegidas ha aumentado considerablemente en los últimos años, alcanzando el tercer lugar de superficie relativa protegida en América del Sur'. Sin embargo, han sido detectados problemas en la distribución y cobertura del Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas del Estado (Snaspe) para proteger a la diversidad biogeográfica de especies de flora, fauna', y de tipos vegetacionales 8 . El más reciente análisis cuantitativo de representatividad de la vegeta- ción de Chile en el Snaspe fue realizado por Mardones (1996) 9 , en el cual se obtiene la super- ficie protegida de las formaciones vegetacionales propuestas por Gajardo (1994) 10 presentes en * Departamento de Silvicultura, Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, Universidad de Chile. " Departamento de Ciencias Ecológicas, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile. 62 Ambiente y Desarrollo - Junio 1998 VOL XIV - 2, pp. 62 - 69 (ISSN 0716 - 1476)

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Representatividad vegetacionaldel Sistema Nacional de

Areas Silvestres Protegidas delEstado (Snaspe) en Chile

Actualmente existe un desequilibrio en la intensidad de protección de lasformaciones vegetacionales de Chile. Esta situación podría mejorarse aprove-chándose la misma cantidad total de superficie protegida, pero con una mejor

representatividad de sus distintas unidades vegetacionales.

Federico Luebert*, Pablo Becerra **

no de los conceptos más completos debiodiversidad comprende la variedad decomposición, estructura y funciona-miento correspondientes a los niveles

de organización biológica de genes, poblacionesde especies, comunidades, ecosistemas y paisa-jes'. En términos de esta definición, una conser-vación eficiente de la biodiversidad por mediode áreas silvestres protegidas debiera, al menos,contemplar la protección de la mayor variedadposible de composiciones, estructuras y funcio-namientos de cada uno de estos niveles'.

No obstante, en la práctica algunos de loscriterios considerados para el establecimiento deáreas protegidas son la riqueza de especies, gra-do de endemismo, existencia de especies amena-zadas, protección de tipos vegetacionales deter-minados, protección de cuencas hidrográficas yde valores paisajísticos 3 . Si bien cada uno deestos criterios contempla algunos de los compo-nentes y niveles de la biodiversidad, algunos deellos podrían además ser indicadores de la diver-sidad de otros. Por ejemplo, la variedad y canti-

dad de tipos de vegetación hace referencia direc-ta a la diversidad del nivel paisajístico, peropuede además dar una idea general de la diversi-dad de ecosistemas, comunidades vegetales yespecies'. En consecuencia, la variedad de tiposvegetacionales en áreas silvestres protegidas po-dría ser una buen indicador de la representatividadde la biodiversidad a nivel global y, por lo tanto,podría ser una variable que permitiera orientar elestablecimiento de nuevas áreas protegidas.

En Chile la conformación de áreas silvestresprotegidas ha aumentado considerablemente enlos últimos años, alcanzando el tercer lugar desuperficie relativa protegida en América del Sur'.Sin embargo, han sido detectados problemas enla distribución y cobertura del Sistema Nacionalde Areas Silvestres Protegidas del Estado(Snaspe) para proteger a la diversidadbiogeográfica de especies de flora, fauna', y detipos vegetacionales 8 . El más reciente análisiscuantitativo de representatividad de la vegeta-ción de Chile en el Snaspe fue realizado porMardones (1996) 9 , en el cual se obtiene la super-ficie protegida de las formaciones vegetacionalespropuestas por Gajardo (1994) 10 presentes en

* Departamento de Silvicultura, Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, Universidad de Chile." Departamento de Ciencias Ecológicas, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile.

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cada unidad del Snaspe. Sin embargo, en esetrabajo no se analiza el nivel de protección decada formación, subregión y región vegetacionalde Chile en particular. Además, en ese estudio lacuantificación de las superficies no fue realizadaa través de sistemas de información geográfica(SIG), herramientas que arrojan una alta preci-sión en cálculos de superficie para estudios deconservación".

En consecuencia, dada la importancia de larepresentatividad de la vegetación en las áreasprotegidas y de su aún escaso conocimiento, enlo que sigue intentaremos responder a las si-guientes dos preguntas, básicas respecto a laprotección de la vegetación de Chile: ¿cuántasuperficie protegida posee cada unidadvegetacional (formación, subregión y región) res-pecto de su superficie total?; y ¿qué proporciónasigna la superficie total del Snaspe a la protec-ción de cada unidad vegetacional?

La respuesta a la primera pregunta daría cuen-ta de la « Intensidad de Protección» de la vegeta-ción por parte del Snaspe para cada unidad devegetación. En términos estrictos, para esto seríanecesario conocer la superficie total actual decada unidad de vegetación en Chile, cuya carto-grafía no ha sido confeccionada aún. Sin embar-

go, es posible relacionar la superficie protegidade cada unidad vegetacional con su superficienatural potencial, en base a la cartografía presen-tada por Gajardo (1983, 1994) 12 . La solución dela segunda pregunta expresaría la «ImportanciaRelativa» que la superficie del Snaspe le da acada tipo de vegetación de Chile.

«Intensidad de protección» e«importancia relativa»

La Intensidad de Protección (IP) que poseecada formación, subregión y región vegetacional,se cuantificó por la relación entre la superficieprotegida en el Snaspe que posee cada unidad devegetación, respecto a su superficie natural po-tencial. Es decir, se calculó según la siguienteexpresión:

Superficie protegida de la formación i(subregión o región)

1P=Superficie potencial total de la formación

(subregión o región)

La Importancia Relativa (IR) que posee cadaformación, subregion y región vegetacional en la

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ResumenEl conocimiento de la variedad y cantidad de las unidadesvegetacionales presentes en el Sistema Nacional de Areas Sil-vestres Protegidas del Estado (Snaspe) puede ser un buen indi-cador de la eficiencia de éste en la protección y conservación dela biodiversidad. además de ser útil para dirigir el establecimientode nuevas áreas protegidas. Debido a estas razones en este tra-bajo se analizaron los patrones de representatividad vegetacionalde Chile en el Snaspe, a través de los siguientes índices: Intensi-dad de Protección (IP) de cada unidad vegetacional, dada por larelación entre la superficie protegida que éstas poseen respectode su superficie natural potencial, e Importancia Relativa (IR) decada unidad vegetacional en el Snaspe, por medio de la relaciónentre la superficie protegida de cada formación respecto de latotal del Snaspe. Se concluye que existe un desequilibrio en laintensidad de protección y una ineficiencia en la utilización de lasuperficie del Snaspe para protegerla diversidad de formacionesvegetacionales de Chile. Por lo tanto, si se quiere conservareficientemente la diversidad vegetacional de Chile, se deben in-corporar las formaciones vegetacionales ausentes hasta el mo-mento al Snaspe, lo cual podría realizarse incluso a través delintercambio de superficies correspondientes a las formaciones másprotegidas.

Abstract

The knowledge of the variety and amount of vegetation units inState Wild Areas National System (Swans) could be a goodindicator of its efficiency in protecting and preserving biodiversityand also its usefulness for running settlements of new protectedareas. For these reasons, this research analyzes the representativesamples of the chilean vegetation in Swans, through the followingindexes: Protection Intensity (IP) of each vegetation unit given bythe relationship between surface, and Relative Importance (IR) ofeach vegetation unit in Snaspe through the relationship betweeneach vegetation unit protected surface and Swans total surface. Itis concluded that there is an imbalance in the intensity of protectionand an inefficiency in using Swans surface to protect chileanvegetation formations. Therefore, those vegetation formationgroups not included in Swans at present have to be incorporatedif chilean vegetation diversity is to be preserved. This could bedone by exchanging the surfaces corresponding to the most

protected vegetation formations.

superficie total del Snaspe actual, se cuantificó através de la relación entre la superficie protegidade cada unidad de vegetación y la superficie totalobtenida para el Snaspe. Es decir, se calculó deacuerdo a la siguiente expresión:

Superficie protegida de la Formación i(subregion o región)

IR=Superficie Total del Snaspe

La representatividad de subregiones y regio-nes corresponde a la suma de la superficie prote-gida de sus respectivas formaciones. No se con-sideraron el Archipiélago de Juan Fernández nila Isla de Pascua. Para todo lo anterior, sedigitalizó la superficie de cada Parque y ReservaNacional activa hasta marzo de 1997, sobre lasuperficie ya digitalizada de la cartografía de lavegetación de Chile según Gajardo (1983)". Lassuperficies de las áreas protegidas se incluyen en

parte en dicha cartografía, y las faltantes seobtuvieron de cartografía específica. Ladigitalización de las áreas se realizó por mediodel programa ROOTS (versión 3.6 A 1984-1990),y el cálculo de superficies se obtuvo mediante elprograma IDRISI (versión 4.11994).

Intensidad de protección de las unidadesvegetacionales de Chile

En la Tabla N°1 se presentan los valores de IPpara las formaciones, subregiones, regionesvegetacionales, áreas de cultivo y de campos dehielos definidas por Gajardo (1994) 14 . En ella sepueden destacar los siguientes resultados. Enforma global, Chile posee un total de13.490.929,66 hectáreas bajo la protección deparques nacionales y reservas, lo cual implicauna intensidad de protección del territorio na-cional de 17,74% de la superficie de Chile conti-nental. Sin embargo, de este total, 3.131.024,48hectáreas se encuentran sobre áreas de altas cum-bres o campos de hielos, lo cual corresponde aun 23,26% de la superficie total del Snaspe. Enconsecuencia, el porcentaje o intensidad de pro-tección real de la vegetación de Chile por partedel Snaspe es de un 13,65% del territorio anali-zado.

En cuanto a la intensidad de la protección delnivel de región vegetacional, la que posee unamayor proporción de superficie protegida es ladel Bosque Siempre verde y de las Turberas y lasde menor proporción son las regiones del Bos-que Caducifolio y la del Matorral y BosqueEsclerófilo. Respecto a las subregionesvegetacionales, la más protegida es la subregionde las Turberas, Matorrales y EstepasPantanosas con un 88,43% de su superficie po-tencial. Sin embargo, existe una subregion (De-sierto Florido) que no posee superficie protegi-da, mientras que la subregion del Matorral yBosque Espinoso tiene protegido sólo un 0,09%de su superficie potencial. En el nivel deforma-ción vegetacional, la variación de superficie pro-tegida va desde el 0% hasta un 99,24% (Turberasy Desierto Frío de Cabo de Hornos, respectiva-mente). Existen 26 formaciones (de 83) que noposeen superficie protegida. Además, 7 forma-ciones se encuentran protegidas en un porcenta-je menor al 1% de su superficie natural potencial(sin considerar las formaciones no protegidas).

La Figura 1 presenta gráficamente el valor de

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Intensidad de Protección(IP) para cada formaciónvegetacional. En ella se pue-de observar la gran variabi-lidad de porcentajes de pro-tección de las formaciones,habiendo algunas muy pro-tegidas pero muchas otrasque no lo están, o lo están enmuy baja proporción.

Importancia relativa delas unidades

vegetacionales en elSnaspe

En la Tabla N°1 se pre-sentan los valores de 1R paralas formaciones, subre-giones, regiones vegetacio-nales, áreas de cultivos y decampos de hielos definidaspor Gajardo (1994) 15 . Losprincipales resultados obte-nidos son los que se indicana continuación. A nivel deregión vegetacional, la queocupa una mayor proporciónde la superficie total delSnaspe es la región del Bos-que Siempreverde y de lasTurberas, con un 59,41%.La región menos representada es la del BosqueCaducifolio con un 0,32%, seguida del Matorraly Bosque Esclerófilo con un 0,37% del total delSnaspe. En el nivel de subregión vegetacional, lamás representada en el Snaspe es la subregión delas Turberas Matorrales y Estepas Pantanosascon un 49,62%. Todas las demás subregionesemplean menos de un 8% de la superficie delSnaspe. En cuanto a las formacionesvegetacionales, las más representadas en elSnaspe son la formación de las Turberas y Mato-rral Siempreverde Pantanoso del Canal Messier,ubicada entre la XI y XII regiones del país, con el22,97% de la superficie del Snaspe, y la forma-ción de las Turberas y Estepas Pantanosas, ubi-cada en la XII región, con el 16,67% del áreatotal de éste. Puesto que ambas formaciones per-tenecen a la misma subregión vegetacional, setiene que sólo dos formaciones poseen casi el40% del total del Snaspe.

La Figura 2 presenta gráficamente el valor deImportancia Relativa en el Snaspe (IR) para cadaformación vegetacional de Chile. En ella sevisualiza claramente la alta desproporcionalidadcon que el Snaspe emplea su superficie total paraproteger a las formaciones vegetacionales deChile, ocupando mucha superficie en protegersólo algunas y no protegiendo otras.

Representatividad vegetacional delSnaspe

El índice empleado para evaluar la Intensidadde protección (IP) permite concluir que existeuna desequilibrada intensidad de protección dela vegetación de Chile, encontrándose algunasunidades con una muy alta protección mientrasque otras carecen de ella (Figura 1).

Cabe recordar que los valores empleados comosuperficie total de cada unidad de vegetación

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corresponden a los cartografiados por Gajardo(1983) 16 , y representan áreas potenciales de ve-getación y no las superficies actuales reales, lascuales son generalmente menores en la mayoríade las formaciones vegetacionales de Chile. Enconsecuencia, las superficies relativas protegidasde cada unidad, si se considerara el valor real desuperficie actual de las unidades de vegetación,muy probablemente serían mayores que las queaquí se han calculado (al dividir por un valormenor). Esto sugiere la necesidad de contar concuantificaciones de superficie actual real de lasunidades de vegetación natural de Chile.

Al comparar los totales protegidos (IP) deChile (17,74%) con otros países de América La-tina", este país aparece como el décimo conmayor superficie relativa protegida, pero el quin-to en superficie absoluta. En superficie absolutase asemeja a Argentina (13.265.236 há) y Perú(13.465.605 há), pero hay que tener presente queel territorio chileno es 3,5 veces más pequeñoque Argentina y 1,7 veces más pequeño quePerú. Por otra parte, cabe mencionar que el por-centaje protegido (IP) total determinado para elpaís es consistente con el obtenido por Araya(1991) 18 para Chile Continental e Insular

(13.832.184,1 há), y no así con el señalado porOltremari (1992)' y , quien menciona para Chile lacantidad de 16.926.122 hectáreas protegidas dela superficie nacional total (22,5%). Además, noexiste concordancia respecto a la presencia en elSnaspe de algunas formaciones obtenidas porPrado y Alvarez (1994) 20, quienes presentan al-gunas como no protegidas, a diferencia de nues-tros resultados (Desierto de los Salares y Pam-pas, Desierto Estepario de las Sierras costeras,Desierto de la Cuenca superior del Río Loa, yMatorral Espinoso del Secano Costero).

El índice IR (Importancia Relativa de la pro-tección) permite concluir que existe una desequi-librada utilización de la superficie del Snaspepara proteger a cada uno de los tipos vegeta-cionales del país (Figura 2). Por ejemplo, existenformaciones que representan una muy alta pro-porción de la superficie total del Snaspe, mien-tras que existen muchas que no están presentes yotras que lo están en un muy bajo porcentaje(menos de un 1 % del Snaspe). No obstante, alrelacionar la Importancia Relativa que el Snaspele da a cada formación vegetacional (IR) (Figura2) con la superficie potencial de éstas en Chile,es posible observar que las formaciones natura-

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les más importantes en área potencial, no nece-sariamente son las más importantes en el patri-monio total del Snaspe.

En consecuencia, es posible concluir que si laprotección de una mayor variedad y cantidad detipos vegetacionales conlleva a una mejor conser-vación de la biodiversidad, entonces en Chileexistiría una insuficiente conservación de ésta.Además, el esfuerzo de conservación realizadopor el Snaspe podría mejorarse, pudiendo aprove-charse la misma cantidad total de superficie prote-gida en Chile con una mejor representatividad desus distintas unidades vegetacionales.

Finalmente, es posible recomendar, con el finde mejorar la conservación de la biodiversidaden Chile, la integración al Snaspe de áreas perte-necientes especialmente a las formacionesvegetacionales no presentes actualmente en éste,lo cual podría realizarse incluso a través delintercambio de superficies correspondientes alas formaciones más protegidas.

Además, los resultados presentados en la Ta-bla N°1, especialmente los valores obtenidos deIP e IR para las formaciones vegetacionales deChile, son útiles para recomendar el nivel deimpacto eventualmente aceptable sobre algunaformación vegetacional determinada en estudiosde valoración de recursos naturales o impactoambiental. Por ejemplo, las formaciones con unmenor IP y/o IR debieran ser menos intensamen-te manejadas, con el fin de mantener un ciertonivel de conservación de la zona, dada su ausen-cia o poca representación en el Snaspe.

Por otro lado, parece importante iniciar estu-dios que determinen el grado de representaciónde la biodiversidad de Chile en el Snaspe respec-to a otros niveles de organización relevantestales como, por ejemplo, área mínima para man-tener la variabilidad genética de especies, tama-ños poblaciones necesarios para evitar extincioneslocales, o composición y riqueza de especies.Esto permitiría analizar más específicamente elnivel efectivo de conservación de la diversidadbiológica en el país.

También es necesario actualizar permanente-mente el conocimiento de la representatividad dela vegetación en el Snaspe, debido a la incorpo-ración periódica de nuevas superficies del país alsistema de áreas protegidas. AD

AgradecimientosLos autores agradecen al Dr. Rodolfo Gajardo por la facilitacióndel material cartográfico y computacional, y al Dr. JavierSimonetti por la revisión crítica del manuscrito.

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(13) Gajardo R. (1983). Op. cit., ver nota 12.(14) Gajardo R. (1994). Op. cit., ver nota 10.(15) Gajardo R. (1994). Op. cit., ver nota 10.(16) Gajardo R. (1983). Op. cit., ver nota 12.(17)Según Oltremari, J. (1992). Op. cit., ver nota 5.(18) Araya P. (1994). Estado de las Areas Silvestres Protegi-

das de Chile. En: Cap 18. Conama eds., Perfil Ambientalde Chile. 569 pp.

(19) Oltremari, J. (1992). Op. cit., ver nota 5.(20)Prado C., M. Alvarez. (1994). Op. cit., ver nota 8.

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