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Cuando una patología está tan ligada a elementos socioculturales como los TCA y una sociedad sigue empeñada en “arturos”, “podemos”, “nuevos políticos de TV”, fútbol cada día (ya sin casi), pronósticos del tiempo tipo tesis doctoral, tertulias mañaneras de TV en las que no se dicen sino chorradas de famosetes sin relevancia social alguna, etc., no es de extrañar que la gente padezca trastornos de todo tipo. También trastornos alimentarios. Hace tiempo que comer con normalidad pasó a ser una reliquia artística y no parece que pueda revivir por más programas de cocina que se emitan en la dichosa TV. La gente sigue comiendo igual, eso sí sabe mucho de gastronomía. Aquello de que la persona vale más que su cuerpo, su físico o su apariencia es otra antigualla. Nada más lejos de la realidad cotidiana en la que culos, abdómenes como tablas, tetas anti-gravedad, etc. no dejan lugar a la autoestima de muchas y muchos que no alcanzan semejantes tesoros corporales idolatrados por los medios y que son la envidia (que nunca es sana) de vecinos y vecinas de peor tallaje. Dicen que un político a estrenar puede llegar a ganar por guapo. No nos extrañaría nada, cosas así ya se han visto. Y dicen que otro puede arrasar porque sólo le falta nadar sobre las aguas para que se crean lo que dice (muchos no necesitan ni el milagro para creer). Así las cosas, leemos que en Aragón, en 2013, se detectaron 109 casos nuevos de anorexia y de bulimia y la tendencia hacia 2014 augura un nuevo repunte. Se nos dice también que al Hospital Clínico de Zaragoza llegan entre tres y cinco volantes nuevos cada semana por estos problemas lo que hace que estén atendiendo entre 500 y 600 casos. No está mal, no ahora sino desde hace años. No obstante el caldo de cultivo social sigue ahí, con escasas medidas específicas contra el problema desde el área social. Persisten desfiles de esqueletos, persiste la “moda” de hacer “dietas”, no hay un adecuado control de la caja tonta, en Internet campan a sus anchas todo tipo de informaciones patógenas (de todo tipo) y las familias andan muy ocupadas, ocupadísimas. Pero hay cosas más importantes, como que un paisano de Albacete sepa si va a llover mucho mañana en La Habana.

Así se están denominando alimentos naturales (no procesados), con alto valor nutricional, pocas calorías, menos grasa y con una o varias propiedades para la salud. Suelen ser vegetales (brócoli), bayas (arándanos), pescados (salmón, sardinas) y diversas semillas. Y resulta que cuanto más exóticos y menos asequibles más de moda parecen ponerse. Hay una fiebre por estos “superalimentos” que invaden los supermercados de Estados Unidos. Detrás de todo ello hay mercado y marketing, nada nuevo y, mucho menos, milagritos. El problema es que, como tantas veces ocurre, personajes famosos hacen gala de su atracción por todas estas “novedades”. Volvemos a caer no en la nutrición (eso no sería caer) sino en el nutricionismo: dar valor a alimentos concretos y nutrientes concretos por encima de un adecuado estilo de vida (que es mucho más que seguir tal o cual alimentación). El problema no es lo que hagan los famosetes de turno. La clave es qué hace el pueblo llano, tantas y tantas veces engañado con idioteces de todo tipo, también dietético-nutricionales. Que nadie se lleva a engaño: tomar bayas de Goji, quinoa, raíz de maca, kale, bayas de acai, semillas de chía, etc. NO SIRVE PARA NADA. Piense menos en comida y más en su vida, en su estilo de vida. Ordenado este, tómese, si le apetece, un buen pincho de tortilla, haga ejercicio y deje las raíces de maca para quienes ganan dinero promocionándolas.

REPUNTE DE LOS TCA

“SUPERALIMENTOS”

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OCTUBRE DE 2014 Volumen 8, nº 9

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La investigación en conducta alimentaria suele centrarse en describir y predecir trastornos, con menor énfasis en identificar y promover actitudes y conductas alimentarias adaptativas. Se dice, desde la psicología positiva, que aquello que nos hace sanos no es la versión en espejo de aquello que nos hace insanos. Comer intuitivamente es la capacidad de regular la ingesta basándose en las señales internas de hambre y saciedad, siendo la ingesta una conducta de salud y no una conducta para regular la imagen corporal. Se ha puesto de manifiesto que promover el comer intuitivo tiene un efecto beneficioso en múltiples facetas de la salud. En España no hay instrumentos de evaluación disponibles para realizar investigaciones sobre este constructo. Por otro lado, los artículos previos sobre este campo de estudio presentan limitaciones metodológicas y psicométricas para justificar que evaluar el comer intuitivo presente ventajas frente a medidas de estilos de alimentación problemáticos (supuesto básico del modelo no convenientemente puesto a prueba). Con la finalidad de tratar la obesidad, los profesionales en salud viene buscando, por medio de intervenciones dietéticas restrictivas y ejercicio, la pérdida de peso como objetivo principal del tratamiento. Aunque en algunos casos estas intervenciones inducen pérdida de peso a corto plazo, en el largo plazo la eficacia de estos tratamientos es, al menos, cuestionable pues, casi siempre, resulta decepcionante. En este sentido, algunos investigadores han considerado cambiar el enfoque del tratamiento de la obesidad a un paradigma centrado en la salud y no en la pérdida de peso. Entre los modelos derivados de este nuevo paradigma, el llamado “Salud a Cualquier Talla” (HAES, por sus siglas en inglés) es uno de los más destacados. Un componente central de este paradigma es la ingesta intuitiva, la cual se refiere a la confianza en los mecanismos biológicos para regular la ingesta de alimentos (por ejemplo las señales internas de hambre y saciedad).

INGESTA INTUITIVA

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Desde hace años salta la alarma de vez en cuando con relación a niños obesos en cuyas familias llegan a intervenir la Justicia y los Servicios Sociales. Es una forma de criminalizar a los padres por el “descuido” de sus hijos, algo que no vemos en otras alteraciones de muchos niños que sin tener patología alguna resultan simple y llanamente unos mal educados. Y es que el estigma de la obesidad está llegando a unos derroteros que rozan el esperpento. En este caso ha sido en Inglaterra. Unos padres detenidos por tener un hijo de 11 años que pesaba 95 kilos. Sí, sí, detenidos. Ni más ni menos. Parece que la policía fue informada por los médicos que trataron al niño un par de veces en un mes (“algo inusual a esta edad”, dijeron) y advirtieron del peligro que corría su salud. La madre del niño, de 43 años, ha revelado que su hijo no padece obesidad por despreocupación de los padres, sino por la genética. “Yo soy gordita y la familia de mi marido también es grande. Es la genética. Puede ser gordura genética”, afirmó en declaraciones para “The Sun”. El padre confirmó dichas palabras: “Siempre ha sido grande. No hay nada que podamos hacer al respecto”. A pesar de que 95 kilos es casi tres veces el peso recomendado para un chico de su edad y altura, la madre del niño afirmó: “Utiliza una Nintendo Wii para mantenerse activo y está a dieta estricta, en su menú se encuentra el brócoli hervido”. Tanto ella como su pareja están siendo investigados bajo sospecha de negligencia infantil y crueldad. “La idea de que podían quitarme a mi hijo me asusta muchísimo. No soy nada sin mis hijos”, reconoce la madre del niño. Parece que al final los padres han sido puestos en libertad bajo fianza y han firmado un acuerdo de cuidado del niño junto con los trabajadores sociales. Ya saben dieta y ejercicio. Y un estricto control sobre esos padres tan “negligentes”. ¿Cuánto tiempo? Esperemos que llegado el estirón el muchachote se perfile de modo más acorde a los cánones “obligatorios” de hoy día. De lo contrario, cuando sea mayor, lo mismo es él el detenido. Al paso que vamos nunca se sabe. Que cada cual saque sus conclusiones sobre la sociedad en la que nos está tocando vivir y ver cosas como estas.

“TU IMAGEN ES

IMPORTANTE, NO

TE OBSESIONES”. NUEVA INTERVENCIÓN

La ingesta no empieza en la

boca

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JORNADAS FEACAB

En fechas próximas se desarrollarán las Jornadas que anualmente celebra la Federación Española de Asociaciones contra la Anorexia y la Bulimia (FEACAB) que preside Dña. Carmen Galindo. Las asociaciones de familiares de pacientes, en este caso pacientes de TCA, tiene un largo recorrido en España, comenzando con ADANER (allá por 1991) y actualmente con muchas CCAA que se mantienen vinculadas para dicho fin a través de la citada FEACAB. Asociarse es unirse y unirse ha supuesto aumentar la fuerza en la lucha contra estos trastornos devastadores para pacientes y familiares. Estos grupos de familiares tratan de mejorar la calidad de vida de los pacientes, luchan por lograr una mejora en la atención que reciben los enfermos, fomentan el estudio de la anorexia, la bulimia y otros TCA y “llaman a la puerta” de las administraciones, de familiares de pacientes y de la sociedad en su conjunto para crear conciencia acerca de la importancia de estas enfermedades e incluso darlas simplemente a conocer, pues, aunque parezca mentira, en un mundo “tan informado” abunda el desconocimiento y, lo que es peor, el mal conocimiento. Las asociaciones acogen, orientan, canalizan ayudas e informan del mejor modo de sobrellevar el estrés duradero y a veces insoportable que supone tener un familiar afectado por un TCA. Estrés que, además de duradero y difícil, resulta inevitable. En términos muy resumidos, las asociaciones informan (charlas) y acogen tanto a pacientes como a sus familias y les ofrecen posteriormente los llamados GRUPOS DE APOYO, de pacientes y familiares. Estos grupos, inicialmente guiados y mas tarde auto-desarrollados, no son un tratamiento sensu estricto pero sí un elementos primordial en los cuidados de los pacientes y familiares. Otra faceta en la que desde hace años se han venido involucrando las asociaciones es la de la prevención, tanto primaria-secundaria-terciaria como de tipo universal, esta última dirigida al público en general. A diferencia de ésta, también trabajan en prevención específica, es decir la dirigida a grupos de especial riesgo. Completan sus tareas una serie de talleres para familiares, estudiantes y profesores. Familia, escuela y centro de salud son los tres grandes pilares en la prevención de los TCA y, naturalmente son elementos clave también en la recuperación. Tomando como referencia 1991, son pues más de 20 años los que estas asociaciones, a nivel provincial y autonómico vienen trabajando para lograr que cada día la asistencia a los pacientes sea mejor y que los padres y familiares en general sepan sobrellevar mejor la elevada carga que supone tener que soportar el devenir de un familiar enfermo, casi siempre para bastante tiempo. Enhorabuena por su labor y felicidades por estar a punto de celebrar unas nuevas Jornadas.

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Con ocasión del Congreso Iberoamericano de Psicología celebrado el pasado mes de septiembre en Lisboa, se desarrolló un Simposio sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria, en el que participaron como ponentes Miguel Ángel Santed Germán (Decano de Psicología en la UNED), Conxa Perpiña (Catedrática de Psicología en Valencia), Inmaculada Ruiz Prieto (de nuestro Instituto de Ciencias de la Conducta) e Ignacio Jáuregui. Los asistentes, la mayoría portugueses, mostraron interés por el tema y las cuestiones tratadas. Se debatió sobre aspectos epidemiológicos, la realidad virtual en el tratamiento de estas patologías, la distorsión cognitiva fusión pensamiento-forma y la influencia de dicha distorsión en el tratamiento dietético-nutricional de trastornos como la anorexia. Esta mesa redonda fue la única específicamente dedicada a los Trastornos de la Conducta alimentaria. La ponencia sobre realidad virtual abre un camino relativamente nuevo en el tratamiento de los pacientes y permite intuir que no sólo en los Trastornos Alimentarios “clásicos” sino también el tratamiento del sobrepeso y la obesidad puede ser una herramienta prometedora. Indudablemente también puede resultar útil para implementar programas de educación nutricional. En cuanto a la distorsión cognitiva fusión pensamiento-forma (conocida como TSF) también lleva a indagar sobre aspectos psicológicos tal vez no muy trabajados hasta la fecha y que también revelan que los tratamientos psicológicos deben incidir en los aspectos más nucleares de estas patologías como el que podría representar este constructo. Además de su expresión psicológica hay que tener en cuenta que este constructo TSF incide directamente en las dificultades que se encuentran en estos pacientes a la hora de plantear su rehabilitación nutricional, algo que va mucho más allá de la mera realimentación para lograr un determinado IMC. Fue un encuentro interesante, con planteamientos un tanto diferentes a los habitualmente tratados en foros sobre TCA y con entusiasmo por parte de los participantes.

CONGRESO EN LISBOA

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Hemos decidido… que la frase de García Márquez es tan

bonita, que será el punto final de nuestro Boletín.

-La ilusión no se come –dijo la mujer -No se come, pero alimenta –replicó el coronel

El coronel no tiene quien le escriba. Gabriel García Márquez, 1928

C/Fernando IV, 24-26 41011 Sevilla España Teléfono: +34954280789 Fax: +34954278167 E-mail: ijl@tcasevilla.com

Visítenos en:

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Desde 2005, nuestro Centro viene publicando la Revista Trastornos de la Conducta Alimentaria, con dos números al año (mayo y noviembre). Ya tienen disponibles 19 números.

Les invitamos a visitar nuestra Web, en la que tienen acceso a la Revista, en la siguiente dirección:

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INSTITUTO DE CIENCIAS DE

LA CONDUCTA

Noticias y Agenda para octubre

Acerca de nuestra organización…

El  Instituto  de  Ciencias  de  la  Conducta,  además  del  trabajo  habitual  que  lleva  a  cabo  en  Psiquiatría   y   Psicología,   desarrolla   un   programa   específico   para   los   Trastornos   de   la  Conducta   Alimentaria.   Deseamos   que   esta   página   sea   un   lugar   de   encuentro   en   el   que  plasmar   la  realidad  de  nuestro  quehacer  clínico   cotidiano.  Es  nuestro   interés   invitar  a   la  REFLEXIÓN  sobre  los  múltiples  aspectos  que  confluyen  en  patologías  como  la  ANOREXIA  y  la  BULIMIA  NERVIOSAS   tan  devastadoras  en  nuestros  días.  También   la  SOBREINGESTA  COMPULSIVA  y  la  OBESIDAD  reciben  atención  específica  en  nuestro  programa.

- Continúa el trabajo clínico-asistencial. - Continúan los trabajos de investigación. - Continúa la actividad docente.

REVISTA TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA