Pablo Escudero ChamorroGrupo 1, 1º Comunicación Audiovisual US25 de octubre de 2014

RESEÑA: RECOPILATORIO DE ANUNCIOS DE LAS DÉCADAS DE LOS 50-70 EN ESPAÑA

España ha sido siempre un país anticuado. La dictadura franquista supuso un retroceso bastante grande en la sociedad española con respecto al resto del mundo occidental que avanzaba a pasos agigantados. Aún así, España también evolucionaba y trataba de ir al mismo ritmo que el resto de Europa y Norteamérica en cuestión de modas y tecnologías. En ese aspecto la publicidad jugaba un papel muy importante. A finales de los 50 y principios de los 60, con la llegada de la televisión a nuestro país y la creación de TVE, empiezan a surgir numerosas campañas publicitarias como las que hemos observado en el vídeo recopilatorio. De todas ellas una gran mayoría sonarían incluso ofensivas en la actualidad.

Los publicistas eran conscientes de la importancia de la mujer para las ventas. En aquellas décadas aún seguía siendo primordialmente ama de casa, se encargaba de todo lo relacionado con el hogar y eso incluía la compra semanal que por lo general era ella quien la realizaba. Si a alguien había que convencer de la calidad de un producto era a las matriarcas de una familia, es por ello que encontramos tantísimos anuncios especialmente dedicados a llamar la atención del público femenino. Sin embargo, en la mayor parte de las campañas también podemos notar un machismo reconcentrado. A pesar del avance de la mujer en

la sociedad, el modelo de mujer “ama de casa sumisa” sigue muy presente como podemos ver en determinados anuncios, por ejemplo, el que nos presenta una nueva cocina de corcho. En él observamos a una mujer intranquila que espera impaciente la llegada de su marido para poder por fin darle la comida que lleva preparando toda el día porque como predica el anuncio “la felicidad de una mujer es la felicidad su marido”. Lo mismo ocurre en otros muchos que muestran

estereotipos machistas para anunciar la tecnología más moderna que comprendían los nuevos electrodomésticos como si fueran los mejores regalos que un hombre podía hacerle a una mujer, u otros productos mucho más básicos como lo son las patatas, que se venden en un campaña que deja claro como el lugar de la mujer está en la cocina y el del hombre en el salón descansando de haber estado trabajando fuera.

Los roles de género están muy inculcados en la sociedad de la época, y eso se puede percibir en los anuncios de juguetes que, como igualmente pasa en la actualidad, marcan unas pautas muy claras de qué producto está dirigido a qué sexo. Coches teledirigidos, kits de policía, etc., se venden como exclusivamente para niños, mientras que muñecas, cocinitas y kits de “mamás” hacen lo suyo especialmente para las niñas. Pero estos no son los únicos anuncios dedicados al público infantil. Podemos observar como la publicidad

encuentra a unos clientes muy fieles en los niños y se aprovecha de ello a través de campañas para concienciar más que para vender. Es así que surgen anuncios como los de danone donde se trata de convencer a los niños de lo importante y buena que es una merienda si se trata de un yogur, y los mismo de nuevo para sus madres. Una de las campañas más famosas en la historia de la TV española fue la protagonizada por la llamada “familia Telerín” en la que sus hijos cantaban una canción dedicada a los niños y en la que avisaban de que ya era la hora de irse a la cama, acababa la programación infantil y comenzaba la adulta. Llama también la atención un anuncio concreto de trajes de comunión que sirve como muestra de la relevancia que mantenía la Iglesia en aquellos años.

Pese al protagonismo que los publicistas sabían que debían darle a la captación de público femenino, los anuncios dirigidos al sector masculino no eran precisamente pocos pero sí bastante más específicos. Entre ellos destacan sobretodo los de tabaco y alcohol donde el hombre era el claro destinatario aunque luego realmente los consumidores fuesen de ambos sexos.

Por último, destaca además una campaña concreta que protagonizó la televisión española durante bastante tiempo: “Mantenga limpia España”. La llegada de la televisión significó por tanto el nacimiento de un nuevo medio de concienciación de la población. A través de campañas como esta se trataba de convencer a la población de la idea de que “no es más limpio quien más limpia sino quien menos ensucia”, animándolos al uso de papeleras y a la responsabilización por el mantenimiento de las ciudades y demás municipios. Este aire de convencer al público fue recurrente durante el resto de los años y ha llegado hasta la actualidad donde podemos seguir observando campañas de concienciación como esas.

En conclusión, podemos afirmar que la publicidad televisada en España ha cambiado muchísimo desde sus orígenes pero no por voluntad propia sino porque ha sido la misma sociedad la que la ha obligado a evolucionar con ella y a avanzar.