Reseña Del Artículo El Tráfico de Mujeres Gayle Rubin

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El Origen del Tráfico Humano: Más allá de los Géneros En el artículo, EL TRÁFICO DE MUJERES: NOTAS SOBRE LA “ECONOMÍA POLÍTICA” DEL SEXO (1986), Gayle Rubin realiza un análisis de las causas probables que han conducido a la opresión femenina. Argumenta que, dichas causas no tienen un origen determinado en la mujer, sino en el sistema de relaciones que la rodean y han acontecido en el curso de la historia. Rubin señala que su trabajo tiene como fin clarificar conceptualmente la parte de la vida social que engendra la opresión de las mujeres y que llama “sistema de sexo/género”. Con este nuevo elemento se empieza a delimitar la investigación y poco a poco lleva al lector a desentrañar procesos que, en el curso de la historia, han contribuido a la subordinación del género femenino. Claramente Rubin muestra en su texto diversos roles que ocupa la mujer y que terminan por ser expresiones o formas de opresión femenina. Aquí analizaremos críticamente las relaciones de aquellos roles frente al concepto de tráfico de la mujer. Al inicio de su escrito Rubin nos muestra un primer rol de la mujer como sistema de reproducción, aunque aquí no se evidencia tácitamente un tráfico de mujeres, si es posible divisar un intercambio de trabajo de la mujer por nada, en otras palabras, se subvalora el trabajo de la mujer. Ciertamente con la exigencia de producción al hombre, el capitalismo también ha a la mujer confinándola a ser la encargada de mantener, cuidar y reparar la vitalidad, fuerza

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El Origen del Trfico Humano: Ms all de los GnerosEn el artculo, EL TRFICO DE MUJERES: NOTAS SOBRE LA ECONOMA POLTICA DEL SEXO (1986), Gayle Rubin realiza un anlisis de las causas probables que han conducido a la opresin femenina. Argumenta que, dichas causas no tienen un origen determinado en la mujer, sino en el sistema de relaciones que la rodean y han acontecido en el curso de la historia. Rubin seala que su trabajo tiene como fin clarificar conceptualmente la parte de la vida social que engendra la opresin de las mujeres y que llama sistema de sexo/gnero. Con este nuevo elemento se empieza a delimitar la investigacin y poco a poco lleva al lector a desentraar procesos que, en el curso de la historia, han contribuido a la subordinacin del gnero femenino. Claramente Rubin muestra en su texto diversos roles que ocupa la mujer y que terminan por ser expresiones o formas de opresin femenina. Aqu analizaremos crticamente las relaciones de aquellos roles frente al concepto de trfico de la mujer.Al inicio de su escrito Rubin nos muestra un primer rol de la mujer como sistema de reproduccin, aunque aqu no se evidencia tcitamente un trfico de mujeres, si es posible divisar un intercambio de trabajo de la mujer por nada, en otras palabras, se subvalora el trabajo de la mujer. Ciertamente con la exigencia de produccin al hombre, el capitalismo tambin ha a la mujer confinndola a ser la encargada de mantener, cuidar y reparar la vitalidad, fuerza y salud que el hombre necesita para poder producir (1986: 101). No obstante, el mismo autor afirma que Marx no diferenci en su obra la labor de hombres y de mujeres por lo que el autor especula que fueron las mujeres en su mayora las que han ostentado el cargo de amas de casa convirtindose en sistemas de reproduccin, considero que Marx cuando habla de la clase obrera no hace una diferencia porque en aquel tiempo tanto hombres, como mujeres ejercan un trabajo y cualquiera poda ocupar el cargo de sistema de reproduccin.Cuando Rubin nos habla del rol que juega la mujer en las relaciones de parentesco se abre claramente la discusin sobre el trfico de la mujer. La mujer en el curso de la historia ha sido objeto de diferentes transacciones en las que, segn el autor, los beneficios siempre han favorecido al hombre quien ostenta la propiedad de sus mujeres (esposas, hijas, hermanas, etc.). El parentesco tiene una conexin fundamental con la idea de intercambio, especialmente el intercambio de mujeres. Esta visin muestra claramente otra forma de opresin para la mujer y por ello para Rubin, ver en el intercambio un principio vital del parentesco es reconocer la subordinacin de la mujer como un resultado de las conexiones que originan el sexo y el gnero (1986: 113), es decir, el producto del trfico de mujeres que les impone un lugar, sexo y gnero en la sociedad. De esta forma la mujer, no solo tiene el rol de ama de casa donde su labor no es reconocida, sino que adems, no posee propiedad sobre s misma pues sirve de objeto de intercambio para fundamentar las relaciones de parentesco entre familias.Por otro lado, para el psicoanlisis cuando la nia reconoce la castracin, se ve obligada a buscar aquello que le falta y que solo puede obtener en el intercambio con el gnero masculino (Rubin, 1986: 127). En este orden de ideas, la mujer experimenta una clase de vaciedad y pasividad que la obliga a buscar el intercambio. Si nos damos cuenta la mujer tanto social como psquicamente ha sido objeto de intercambio y trfico porque segn Rubin no posee propiedad sobre s misma sino que han sido los sistemas patriarcales los que han ostentado el poder y dominio sobre las mujeres.La relacin que tiene la teora de parentesco donde la mujer vincula a los hombres en relaciones filiales, de poder y dominio y la bsqueda de un elemento que ostenta y representa poder y que slo le pertenece al hombre segn el psicoanlisis, nos demuestra que tanto social como psquicamente la mujer experimenta un estado de incompletud que debe buscar en el hombre. No obstante, analizar el papel de la mujer en estos trminos, indica realizar un anlisis del hombre de la misma manera, ya que cuando algo est incompleto lo otro debe tener un elemento adicional, quiz sera preciso preguntar hasta qu punto la mujer representa el fundamento del poder en el hombre, de manera que, a travs de ella ha logrado afirmar su existencia, y con ello no sera necesario como enuncia Rubin extinguir el gnero masculino, sino por el contrario, superar los conceptos mismos de hombre y mujer. Creo que para lograr ello no se debe prestar atencin y analizar una sola cara de la moneda porque con este hecho, se afirma una parte ms que la otra.Buscar el origen que le da poder al hombre, que lo lleva a tomar a la mujer como algo que le pertenece, que necesita de ella para entablar relaciones de poder y adems que representa, hablando desde el psicoanlisis, el medio de evitar la extincin por su virtud procreadora, puede ser el paso que permita superar cualquier forma de opresin en los seres humanos. Es notable que Rubin desarrolle un trabajo exhaustivo donde se reconocen a partir de las teoras de Levi-Strauss y Freud que efectivamente uno de los orgenes de la opresin de la mujer ha sido el intercambio de la cul ha sido objeto por parte de los hombres. Sin embargo, la autora reconoce y exhorta a una bsqueda de mayores elementos que permitan generalizar sus ideas en torno a las implicaciones polticas, econmicas y culturales que ha tenido el trfico de mujeres (Rubin, 1986: 140), sobre esta bsqueda considero que debe ser ms amplia que simples ejemplos para justificar un punto de vista, sera preciso indagar en los origen de la opresin y de los elementos que han desembocado en dicha opresin, no de un solo gnero sino de los seres humanos. Rubin, G. (Noviembre de 1986). EL TRFICO DE MUJERES: NOTAS SOBRE LA "ECONOMA POLTICA" DEL SEXO. Revista Nueva Antropologa, VIII(030), 95-145.