RESEÑA HISTORICA DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO
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RESEÑA HISTORICA DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO
En la antigua Babilonia y Grecia, los primeros contratos de arrendamiento se datan hace 5,000
años. Archivos históricos establecen que en 1800 AC, existía una empresa de arrendamiento en
Babilonia. Si un oficial o soldado no quería cultivar la tierra que la monarquía le entregaba por
sus servicios, la arrendaba a una empresa conocida como el especialista de arrendamiento. La
empresa pagaba por adelantado una suma al soldado y a su vez arrendaba la tierra a un granjero.
Grecia fue el primer país en establecer el arrendamiento minero. En Atena, minas de varios
tamaños eran la propiedad del estado y se arrendaban a trabes de una sola autoridad a empresas
mineras por un plazo de 3 a 7 anos. Grecia también fue la fundadora del concepto de
arrendamiento bancario. El primer acuerdo de arrendamiento bancario se firmo en 370AC con
recursos que incluyeron el nombre del banco, sus depósitos, oficinas y empleados.
En el Reino Unido, Una de las primeras leyes referentes al arrendamiento fue el Estatuto de
Wales, en UK, escrito en 1284. El estatuto utilizo leyes existentes, sobre terrenos, como
estructura jurídica para el arrendamiento de propiedades inamovibles como los equipos de
agricultura. Con la llegada del ferrocarril a mediados del Siglo 19, empezaron a surgir pequeñas
empresas que invertían su capital en vagones para carbón, los cuales se arrendaban a empresas
mineras. De a menudo, estos contratos de arrendamiento otorgaban al arrendatario la opción de
comprar el equipo cuando el plazo expiraba.
La voz arrendamiento proviene de arrendar, que significa "ceder o adquirir mediante precio el
aprovechamiento temporal de cosas inmuebles, o de beneficio o rentas".
En sus orígenes, el arrendamiento podía ser de cosas, obras o servicios. La idea de servicios tiene
su origen en la idea romanista de la locatio conductio, y así, si bien como señala Diez-Picazo, el
que promete pagar el precio se llama "conductor", en el denominado arrendamiento de obras se
invierte la terminología y el que paga el precio es llamado " locator". Algunos autores, como
Arias Ramos, analizan la idea de locare, y otros apuntan que la terminología nació "probable-
mente en hipótesis referentes a obras del Estado y que de allí pasó al derecho privado".
La influencia del derecho inglés y del derecho germano sentaron sus bases para complementar al
derecho romano, al grado de no admitirse en la actualidad el arrendamiento perpetuo, pues a
partir de la Revolución francesa se modifica esta situación
Se considera que lo que se adquiere con arrendamiento es la compra del uso. En la legislación
europea, el contrato de arrendamiento consistió en la cesión del uso o goce de algo mediante el
pago de un precio, ya se trate de cosas corporales o incorporales, muebles, inmuebles, obra de
servicios que preste una persona, Intelectuales o mecánicos, y las actividades encaminadas a
llevar a cabo una obra. Con la influencia del Código Napoleón, la legislación de casi todos los
países occidentales fue favorable al arrendador, pero después del Código Civil suizo de las
obligaciones, se modificó la legislación para hacerla imparcial, inclinarse incluso en favor del
arrendatario.
Los países europeos, después de la segunda guerra mundial, aprobaron una legislación de
carácter excepcional y temporal que decretó la moratoria de las rentas y la prórroga de los
contratos, incluso se condenó la especulación ilícita, y se crearon comisiones arbítrales para
juzgar ante tribunales especiales los problemas de alquileres. En España, por ejemplo. hubo
varias legislaciones de prórroga en que se les negó los beneficios a los extranjeros y se fijaron los
montos máximos de aumento de renta, lo mismo que la obligación de los propietarios de publicar
anuncios cuando hubiera inmuebles vacíos.
Es necesario reiterar que en los contratos de arrendamiento intervienen dos partes (arrendador y
arrendatario), como en todos los contratos, y que las soluciones deben encaminarse a armonizar
los intereses de ambos al amparo de la garantía social que consagra nuestra Constitución, sin
menoscabo de los derechos del que menos tiene.
Al contrato de arrendamiento se le ha señalado como el segundo contrato en importancia de los
regulados por la legislación civil, dada la frecuencia de su uso, después del contrato de
compraventa. Es más, su importancia, tanto económica como jurídica, ha obligado a la
especialización de los juzgadores.