Resolución taxonómica del complejo Begonia urticae L.f ...
Transcript of Resolución taxonómica del complejo Begonia urticae L.f ...
Resolución taxonómica del complejo Begonia urticae L.f. (Begonia,Begoniaceae) mediante el análisis de variación en la morfología foliar
Ángela Sánchez, Adolfo Jara & Santiago Madriñán
Laboratorio de Botánica y Sistemática. Departamento de Ciencias Biológicas. Universidad de los Andes. Colombia
Resumen
Begonia es uno de los géneros más diversos entre las Angiospermas con cerca de 1850 especies aceptadas. Aunque ladistribución de cada especie es generalmente restringida, probablemente por la baja capacidad de dispersión de lassemillas, Begonia urticae se registra desde Costa Rica hasta Perú (amplia distribución). Presenta una amplia variaciónfenotípica, y numerosos nombres han sido propuestos para describir variaciones. Sin embargo, actualmente la mayoría deestos nombres son incluidos tentativamente bajo la sinonimia de dicha especie, por lo que bien puede considerarse aBegonia urticae como un complejo taxonómico. Con el fin de resolver dicho complejo, se realizó un análisis demorfometría geométrica basado en landmarks. Esto se realizó sobre imágenes obtenidas en los herbarios COL, MO, US yQCN, que permitieron abarcar su rango geográfico de distribución. Datos reproductivos, como el color de la flor y la razónancho-largo del fruto fueron también tenidos en cuenta. Se realizó una regresión multivariada para estimar efectosalométricos, y un MANCOVA para poner a prueba las hipótesis de grupos morfológicos. Se evidenció que existe granvariación foliar entre los individuos de la especie, pero no se encontraron grupos morfológicos para ninguna de lasespecies putativas, y tampoco ninguna región geográfica, tampoco se hallaron patrones en las medidas de sus frutos. Conrespecto al color de las flores, se encontró que las flores de color rojo son más frecuentes en las cordilleras Central,Oriental y Occidental de Colombia, así como en Ecuador y Perú, sin embargo, este patrón no concuerda con la variación enla morfología foliar. Con base en la evidencia aportada, concluimos que B. urticae s.l. es una especie con alta plasticidad yamplia distribución. Estudios filogenéticos y filogeográficos podrían aportar información adicional sobre la historia y laestructura genética de esta especie.
Introducción
Begonia uno de los dos géneros de la familia Begoniaceae posee alrededor de 1850 especies
aceptadas (Hughes, 2008), por lo que se considera uno de los diez géneros más numerosos dentro de
las angiospermas (Frodin, 2004; Hughes, 2008). Su distribución es tropical abarcando en mayor parte
América y Asia con más de 600 representantes en cada continente, en África la diversidad es más bien
baja con un aproximado de 160 especies y en Australia el género no cuenta con ninguna especie
(Goodall-Copestake et al., 2010). Por lo general, las poblaciones tienen una distribución esporádica
que usualmente se limita a micro-hábitats específicos, los grupos monofiléticos se encuentran
restringidos geográficamente y existe además un alto grado de endemismo a nivel de especie. Las
especies de amplia distribución son raras y altamente variables morfológicamente. Se ha propuesto
que el alto grado de aislamiento entre las poblaciones es un factor relevante en la gran diversificación
que ha sufrido este linaje, causado principalmente por la transferencia localizada del polen por parte
de los insectos y mecanismos pasivos de dispersión de semillas (Hughes, 2002).
Debido a la gran cantidad de especies, en Doorenbos y colaboradores (1998) se clasifican cerca de 63
secciones diferentes, muchas de ellas anteriormente designadas a un género distinto. Cada sección se
encuentra limitada a un solo continente y sus especies comparten hábitos y características similares.
Begonia urticae L.f. de la sección Casparya, se distribuye a lo largo de los Andes pasando por Costa
Rica, Panamá, Colombia, Ecuador y Perú. Esto hace que sea un claro ejemplo de una especie con
amplia distribución y variación morfológica (Smith & Wasshausen, 1986). Según Barton & Clarke
(1990) esta variabilidad puede ser ocasionada por la carencia de flujo genético en una escala regional
lo que permitiría a poblaciones individuales evolucionar según sus óptimos ecológicos alejados de
alelos de otras poblaciones, sin embargo, esta situación podría conducir a los procesos de especiación
tan frecuentemente observados a lo largo del género.
A B. urticae se le han adjudicado cantidad de sinonimias y variaciones (9 sinónimos heterotípicos),
haciendo de esta especie un complejo taxonómico de difícil resolución con delimitaciones poco claras
entre sus integrantes. Así como otras especies de la sección Casparya, B. urticae tiene una marcada
tolerancia a ambientes con baja luz, los individuos se encuentran bajo el dosel de los bosques, orillas
de arroyos o zonas de niebla alrededor de las cascadas. La variedad morfológica presente en las hojas
frecuentemente está ligada a diferentes condiciones ecológicas y se ha interpretado como resultado
de distintas adaptaciones para hacer frente a la sombra (Sosef, 1994; Lee and Graham, 1986).
B. urticae ha sido descrita como una especie con hojas fuertemente asimétricas, que varían de forma
oval o elíptica, aguda o acuminada, comúnmente con una base aguda en el lado adaxial, y obtuso y
decurrente en el otro, su tamaño oscila entre 3 a 8 cm. Son penninervias, doblemente serradas,
escasamente pubescentes o glabras por encima y por debajo densamente pubescentes en los nervios
o totalmente glabras, el peciolo mide de 3 a 15 mm (Smith & Shubert, 1946).
En este sentido cabe resaltar la importancia del estudio morfológico de estas estructuras, el cual ha
sido comúnmente utilizado para caracterizar e incluso discriminar entre especies, adquiriendo así, un
papel fundamental para la taxonomía y la sistemática de plantas. Habitualmente han sido usados
métodos tradicionales de morfometría, no obstante, en los últimos años se han implementado nuevas
alternativas de análisis en este campo, como es el caso de la morfometría geométrica que permite un
adecuado estudio de la forma sin los efectos del tamaño, estos últimos dificultan en gran medida la
diferenciación de especies con métodos tradicionales (Viscosi & Cardini, 2011). Estos estudios basados
en morfometría geométrica se han enfocado principalmente en insectos y mamíferos, aunque
recientemente se ha demostrado su utilidad en la botánica usando espacios morfológicos de
estructuras vegetativas para discriminar entre grupos (Viscosi et. al, 2009). La implementación de este
tipo de análisis sobre las hojas del complejo B. urticae arrojaría información valiosa acerca de la
variación o similaridad morfológica entre individuos, poblaciones y especies de este grupo. De esta
forma, haciendo uso de este método para caracterizar la morfología foliar y algunos caracteres
reproductivos de frutos y flores se puede ayudar en gran medida a la toma de decisiones taxonómicas
del complejo B. urticae.
Métodos
Material vegetal y toma de muestras
Las imágenes utilizadas fueron obtenidas de diferentes herbarios: Nacional Colombiano (COL) del
Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional, Missouri Botanical Garden (MO),
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (USM), Pontificia Universidad Católica de Ecuador (QEC) y
el Smithsonian Museum of Natural History (US). De las 239 muestras disponibles se escogieron
aquellas que contaran con las características adecuadas para el estudio morfométrico, es decir,
individuos cuyo montaje permitiera distinguir al menos 3 hojas en buen estado y completamente
desarrolladas. Las fotografías fueron tomadas con una cámara Nikon D700 (Nikon, Tokio, Japón) y un
lente Tokina 100 AT-X pro, el cual, garantiza que no exista distorsión en la imagen. Se utilizó un trípode
para controlar la distancia y ángulo del espécimen. Adicionalmente se añadió una escala milimétrica
con el fin de eliminar el efecto del tamaño y facilitar el análisis posterior de las digitalizaciones. Se
utilizaron en total 190 muestras, es decir, 570 hojas fueron analizadas.
Morfometría geométrica mediante landmarks
Los landmarks (Figura 1) fueron escogidos de forma que representaran puntos homólogos, tal y como
recomienda Viscosi y colaboradores (2009). En este sentido, se tomó la primera unión entre la lámina
y el peciolo como landmark número uno, al ser las hojas asimétricas se consideró la segunda unión
entre la lámina y el peciolo el landmark número dos y el número tres correspondió al ápice de la hoja.
Otros 41 puntos se designaron como semilandmarks y fueron ubicados sobre la hoja con la ayuda de
una gradilla sobrepuesta entre los landmarks uno y tres, dicha gradilla se elaboró en el programa
Adobe Photoshop CS5.
Figura 1. Hoja de Begonia urticae mostrando la posición de los 3 landmarks (1,2,3) y la gradilla para la ubicación de los
semilandmarks (4-44).
El análisis morfométrico se llevó a cabo usando un conjunto de programas contenidos en el software
tps descrito en Rohlf (2015). Primero, los archivos con formato .tps se obtuvieron a partir del
programa tpsUtil. Mediante tpsDig2 se posicionaron los landmarks y se determinó la posición de los
semilandmarks usados para complementar la forma de la hoja. Finalmente, se utilizó tpsRelw con el
fin de obtener los partialwarps (PW) y el componente uniforme. Para esto último, se empleó el
método generalizado de superimposición de mínimos cuadrados, en el que los arreglos de landmarks
son sometidos a tres transformaciones, rotación, traslación y escalamiento que permitieron eliminar
la escala de las estructuras y de esta manera poder comparar únicamente la forma (Bookstein, 1997).
Variables y Análisis estadísticos
Se organizó una base de datos que reunió información proveniente de la etiqueta: la especie,
localidad, elevación del registro y el color de la flor, así como información morfométrica tradicional: la
razón ancho-largo del fruto y de morfometría geométrica: la matriz de forma. Dicha matriz, tomada
como variable de respuesta (forma), estuvo conformada por los PW y el componente uniforme
promedio de las 3 hojas correspondientes a cada individuo. Para tener en cuenta la variación en la
variables morfométricas asociadas con la variación en el tamaño, es decir, alometría (Klingenberg,
1996), fue necesario tomar la medida de longitud de la lámina de la hoja para así poder realizar un
control alométrico sobre la matriz de forma.
Los grupos, variables de entrada, conformados a priori se organizaron por poblaciones separadas por
regiones geográficas (cordilleras) de la siguiente manera: las cordilleras Occidental, Central y Oriental
para las muestras de Colombia, cordillera Talamanca que comprende las poblaciones en Panamá y
Costa Rica, y cordillera de los Andes en Ecuador y Perú. Además de las muestras determinadas como
B. urticae, también se incluyeron algunas de la especies sinónimas, con el número de muestras entre
paréntesis: B. antioquensis (8), B. chiriquensis (5), B. columnaris (2), B. trachyptera (1) y B. urticae var.
retusa (1) y B. urticae var. hispida (1) (ver Apéndice 1). En este estudio se mencionan como posibles
especies únicamente a las dos primeras, ya que para evaluar las demás hace falta un mayor número
de especímenes.
En cuanto a los análisis estadísticos se utilizó el software R versión 3.1.3. Se probó normalidad para las
variables longitud de la lámina de la hoja, elevación del registro y relación ancho-largo del fruto. Una
regresión multivariada de la forma sobre la longitud de la lámina fue necesaria para comprobar la
existencia o no de patrones alométricos. Así mismo, otra regresión de este mismo tipo fue utilizada
para observar la relación entre la variable forma y la elevación del registro. Para incluir la relación
entre la forma de los frutos (razón ancho-largo) y los grupos de B. urticae (cordilleras) es necesario un
ANOVA o su alternativa no paramétrica Kruskal-Wallis en caso de no resultar normales los datos.
Para comprobar si existen diferencias en la forma de las hojas entre los grupos definidos por las
regiones geográficas (cordilleras) se realizó un MANCOVA, tomando como cofactores la especie y el
color de las flores. Finalmente, para la visualización de estos resultados se graficaron los dos primeros
componentes principales de la forma, creando así, un espacio morfométrico. También se recurrió a un
análisis canónico de variables (CVA) para observar mejor una posible separación entre grupos.
Resultados
Las variables longitud de la lámina de la hoja y elevación del registro son normales con un valor p de
0.263 y 0.055 respectivamente. Por el contrario, la razón ancho-largo del fruto no mostró patrones de
distribución normal, valor p < 0.05.
Con respecto a la existencia o no de efectos alométricos la regresión multivariada de la forma contra la
longitud de la lámina de la hoja no fue significativa (valor p > 0.05), por lo que no fue necesario
corregir por alometría en el análisis morfo-geométrico posterior. La segunda regresión multivariada,
tampoco fue significativa, en este caso se rechaza que exista una relación entre la elevación del
registro y la forma de las hojas. En cuanto a los frutos, la prueba de Kruskal-Wallis no reportó
significancia estadística para los grupos propuestos.
Figura 2. Color de la flor por cordillera. Las flores con color pueden ser rojas o rosadas. El ancho de las barras representa eltamaño de la muestra por región.
Por otro lado, el MANCOVA, evidenció que existe una interacción entre la especie y la región
geográfica (cordillera) con un valor p de 0.021. Igualmente, para el color de la flor y la región
geográfica (cordillera) (Figura 2), donde las muestras con distribución más al norte, cordillera
Talamanca, poseen siempre flores blancas y las de distribución más al sur reportan flores con color, en
la zona media se presentan tanto flores blancas como flores coloreadas (valor p =0.002).
Sin embargo, no existe interacción (valor p > 0.05) entre la región geográfica y la matriz de forma, ni
entre la especie y dicha matriz, es decir, ningún grupo se puede consolidar a partir de variaciones en la
morfología foliar. La representación gráfica de los dos primeros componentes principales de la forma
hace evidentes estos resultados. En la Figura 3 se tiene en cuenta la variación morfológica por región y
en la Figura 4 por especie.
Figura 3. Biplot del primer componente principal sobre el segundo en el que se muestra la variación morfológica de lashojas a través del espacio forma cuando se evalúa la relación entre la matriz de forma y la región geográfica (cordillera).
Figura 4. Biplot del primer componente principal sobre el segundo en el que se muestra la variación morfológica de lashojas a través del espacio forma cuando se evalúa la relación entre la matriz de forma y la especie.
Figura 5. Representación gráfica de los dos primeros componentes canónicos que reúnen el 83.2 % de la variación. Losgrupos cordillera Central, cordillera Oriental y cordillera de los Andes no pueden ser separados, la cordillera Occidental y lade Talamanca podrían estar formando grupos aparte.
Otra forma de representación, el gráfico de los CVA, apoya que no hay diferenciación entre las
poblaciones de las cordilleras Central, Oriental y los Andes (Figura 5) y separa, aunque no
fuertemente, las poblaciones de la cordillera Occidental por un lado y por el otro a las de la cordillera
Talamanca.
Discusión
Es evidente una gran variabilidad en la forma de las hojas, no obstante, los análisis realizados
demostraron que la variación foliar no logra diferenciar las poblaciones de B. urticae mostradas en
este estudio. Lo mismo ocurre para para la forma de los frutos. Es decir, estadísticamente los grupos
evaluados no se separan morfológicamente. Aun así, se puede observar que las poblaciones de
Panamá y Costa Rica, bajo la categoría cordillera Talamanca, abarcan un espacio de forma mucho
menor que los otros grupos (Figura 2). Estas poblaciones son las más homogéneas, en tanto que sus
hojas se ubican entre los dos extremos de variación explicada por el componente uniforme del eje x,
dicho de otro modo, las hojas no son tan angostas ni tampoco tan anchas. Esto podría deberse a que
las muestras usadas abarcan un área geográfica más pequeña que los demás grupos, por lo que los
puntos de colecta poseen condiciones ecológicas parecidas que no promueven en gran medida la
plasticidad fenotípica. Cabe anotar que parte de dichas muestras corresponden a B. chiriquensis, lo
que justificaría que en el pasado haya aparecido esta sinonimia. Adicionalmente es el grupo que más
se aleja de los demás en la representación de los componentes canónicos CVA (Figura 4). Con respecto
esto, es importante recordar que solo se utilizó el CVA como una forma de explorar y visualizar los
datos, pues en su procedimiento se le da mucho peso a los grupos seleccionados a priori y los
resultados arrojados carecen de valor estadístico. De todas formas, es una herramienta útil que en
este caso promueve que se examine más a fondo el grupo conformado por Panamá y Costa rica. Por
otro lado, la separación hecha por el CVA para las muestras de la cordillera Occidental, no es
coherente con su distribución a través del espacio morfométrico pues reflejan gran variación en la
forma foliar (Figura 2). Sin soporte estadístico y ningún patrón visible en la variación presentada no
hay evidencia suficiente para caracterizar este grupo.
La interacción existente entre la especie y la región geográfica (cordillera) mostrada por el MANCOVA,
no es sorprendente debido a que las sinonimias tenidas en cuenta B. chiriquensis y B. antioquensis
están íntimamente asociadas una región, la primera en Panamá y Costa Rica, cordillera Talamanca, y la
segunda al departamento de Antioquia con la mayoría de sus registros sobre la cordillera Central de
Colombia. Por otro lado, resulta más interesante analizar la interacción surgida entre el color de la flor
y la región geográfica (cordillera). En B. urticae pueden presentarse tépalos con colores que van desde
el blanco al rojo, con anteras y estigmas de color amarillo. De acuerdo a los datos obtenidos, las flores
coloreadas se presentan en mayor proporción excepto en las muestras de Panamá y Costa Rica donde
solo se observaron flores blancas. Sin embargo, existen algunos reportes de flores rojas en
poblaciones de Costa Rica y otros pocos registros de flores blancas en Perú y Ecuador (Tropicos.org,
2016), lo que indica que haría falta incluir un mayor número de muestras en nuestro estudio. Las
flores en este género son polinizadas por insectos generalistas principalmente abejas (Hymenoptera)
que se ven atraídas por las anteras y estigmas que absorben fuertemente la luz UV, en cambio los
tépalos reflejan estas longitudes de onda y no son tan llamativos para estos polinizadores (Schemske
et al., 1996). Por lo general, se ha relacionado los tonos rojos de las flores con polinización por aves y
como una adaptación para excluir a las abejas como visitantes, pero Chittka y colaboradores (1996),
llevaron a cabo un estudio donde se demuestra que efectivamente las abejas si pueden percibir y
responden positivamente a las flores rojas. Nuestros resultados sugieren una mayor proporción de
flores de este color en Colombia, Ecuador y Perú, sin embargo, no existe mucha información sobre la
ecología de esta especie y la frecuencia de ambas formas de color. Investigaciones en este campo son
necesarias para conocer mejor la relación de B. urticae con sus polinizadores, y a su vez comprender
las razones que han llevado a que esta especie pueda distribuirse ampliamente.
Con base en la información aportada se puede decir que B. urticae y las sinonimias incluidas hacen
parte de un solo grupo morfológico que podría ser considerado como una única especie de gran
plasticidad y amplia distribución. Como se mencionó anteriormente, las especies de amplia
distribución son bastante raras en el género Begonia, siendo la mayoría de ellas restringidas
localmente por su baja capacidad de dispersión. Ante esto, Hughes (2002) reporta que algunas de las
pocas especies que logran distribuirse ampliamente optan por adaptaciones atípicas que aumentan el
flujo genético. B. glabra es una liana con semillas que poseen células extendidas en el extremo distal y
pueden ser infladas, aumentando así, la probabilidad de ser dispersadas por el viento. B. oxyloba
desarrolla frutos carnosos que pueden ser dispersados por pequeños vertebrados e insectos. En
cambio, otras especies como B. sutherlandii tienden a mostrar una gran variación morfológica,
sugiriendo un bajo flujo genético intra-específico de moderada a gran escala, pero manteniendo su
integridad como especie. Este último ejemplo coincide con lo hallado en este estudio para B. urticae y
apoya la propuesta de que sea considerada una sola especie. No obstante estudios filogenéticos y
filogeográficos son necesarios para entender mejor su historia y estructura genética, de esta forma,
corroborar si realmente se trata de un solo grupo.
Adicionalmente, cabe resaltar la importancia de las colecciones biológicas como fuente valiosa de
información para diversos tipos de estudios que promueven el avance de la ciencia. Aún con el auge
de las técnicas moleculares es sorprendente encontrar que muchas de las especies conocidas hoy en
día están todavía delimitadas por patrones de variación morfológica observados en las muestras que
reposan en los museos (Zapata & Jiménez, 2012). Este estudio es un ejemplo de cómo métodos que
han tomado fuerza recientemente, en este caso la morfometría geométrica, pueden ser utilizados
para ayudar a resolver preguntas taxonómicas utilizando especímenes depositados hace décadas en
diferentes herbarios.
Conclusiones
Con base en los resultados obtenidos se puede concluir que no es posible definir grupos regionales a
lo largo de la distribución de B. urticae a partir de la variación en la morfología foliar o forma de los
frutos. Lo mismo ocurre para las posibles especies representadas por las sinonimias que fueron
analizadas en este estudio. Por otro lado, aunque se presentan varias formas de coloración en las
flores, blancas y distintos tonos de rojo y rosa, las flores coloreadas son más frecuentes en América del
sur, sobre todo en Ecuador y Perú, y las blancas en la zona más al norte, Costa Rica y Panamá. Sería
interesante analizar este patrón en futuras investigaciones, así, entender mejor los procesos
reproductivos de la especie y relacionarlos con su distribución. Conforme a todo lo anterior, este
estudio presenta una evidencia más a la hipótesis de B. urticae como un solo grupo taxonómico,
siendo así, una especie de gran variación morfológica y amplia distribución. Se comprobó, además, el
uso de la morfometría geométrica como una buena forma de evaluar la diversidad de formas
complejas como lo son las láminas de las hojas.
Se sugiere, además, la necesidad de otros estudios que revelen los procesos evolutivos que se han
llevado a cabo a nivel de las poblaciones en esta especie, junto con aproximaciones filogenéticas que
contribuyan a nuestro conocimiento sobre estos organismos.
Referencias
Dewitte, A., Twyford, A. D., Thomas, D. C., Kidner, C. A., & Van Huylenbroeck, J. (2011). The origin of diversity inBegonia: genome dynamism, population processes and phylogenetic patterns. The dynamical processes ofbiodiversity-case studies of evolution and spatial distribution, 27-52.
Barton, N., & Clark, A. (1990). Population structure and processes in evolution. In Population Biology (pp. 115-173). Springer Berlin Heidelberg.
Bookstein, F. L. (1997). Morphometric tools for landmark data: geometry and biology. Cambridge UniversityPress.
Chittka, L., & Waser, N. M. (1997). Why red flowers are not invisible to bees. Israel Journal of Plant Sciences,45(2-3), 169-183.
Doorenbos, J. Sosef, M. and de Wilde, J. (1998). The sections of Begonia (Studies in Begoniaceae VI), BackhuysPublishers. Leiden, the Netherlands.
Frodin, D. G. (2004). History and concepts of big plant genera. Taxon, Vol.53, No.3. pp. 753-776.
Goodall-Copestake, W. Pérez-Espona, S.; Harris, DJ. & Hollingsworth, PM. (2010). The early evolution of themega-diverse genus Begonia (Begoniaceae) inferred from organelle DNA phylogenies. Biological journal ofthe linnean society, Vol.101, No.2.
Hughes, M. (2002) Population structure and speciation in Begonia L. PhD thesis. University of Glasgow. Divisionof Environmental and Evolutionary Biology.
Hughes, M. (2008). An annotated checklist of Southeast Asian Begonia. Royal Botanic Garden. Edinburgh, ISBN9781906129149, Edinburgh, UK.
Klingenberg, C. P. (1996). Multivariate allometry. In Advances in morphometrics (pp. 23-49). Springer US.
Lee, D.W. and Graham, R. (1986). Leaf optical properties of rainforest sun and extreme shade plants. AmericanJournal of Botany, 73: 1100-1108.
Rohlf, F. J. (2015).The tps series of software. Hystrix, the Italian Journal of Mammalogy, 26(1),9-12.
Schemske, D. W., Ågren, J., & Le Corff, J. (1996). Deceit pollination in the monoecious, neotropical herb Begoniaoaxacana (Begoniaceae). In Floral Biology (pp. 292-318). Springer US.
Smith, L. B and Schubert, B. G. (1946). The Begoniaceae of Colombia. Caldasia, Vol. iV, May- October. Page 33.
Smith, L.B. and Wasshausen, D.C. (1986). 133. Begoniaceae. In Flora of Ecuador. 25 (eds. Harling, G. andAndersson, L.). Swedish Research Council, Stockholm.
Sosef, M.S.M. (1994). Refuge Begonias. taxonomy, phylogeny and historical biogeography of Begonia sect .Loasibegonia and sect. Scutobegonia in relation to glacial forest refuges in Africa. Studies in Begoniaceae 5.Wageningen Agricultural University papers.
TROPICOS [en línea]. Tropicos.org. Missouri Botanical Garden. 26 Nov 2016 <http://www.tropicos.org/Name/3400327>
Viscosi, V., Lepais, O., Gerber, S., & Fortini, P. (2009). Leaf morphological analyses in four European oak species(Quercus) and their hybrids: A comparison of traditional and geometric morphometric methods. PlantBiosystems, 143(3), 564-574.
Viscosi, V., & Cardini, A. (2011). Leaf morphology, taxonomy and geometric morphometrics: a simplifiedprotocol for beginners. PloS one, 6(10), e25630.
Zapata, F., & Jiménez, I. (2012). Species delimitation: inferring gaps in morphology across geography. SystematicBiology, 61(2), 179-194.
Apéndice 1.Material de herbario utilizado en este estudio. Información suministrada: especie, colector, herbario ycódigo de herbario.
Begonia antioquensis: Barkley W.F.A (COL) COL000138425, Hermano Daniel (COL) COL000138430, Barkley W. F. A. (COL) COL000138418,Londoño, R. (COL) COL000137508, Londoño R. (COL) COL000137511, Espinal T.S. (COL) COL000137509, Stein B. A. (COL) COL000138894,Marrugo J. C., Vélez, J.M. (COL) COL000138848, Marulanda O., Churchill Steven P.(COL) COL000048707, José Jéronimo Triana NaturalHistory Museum (BM) BM001191440; Begonia chiriquensis: P. H. Allen (NYBG) NY00112265, P. H. Allen The Gray Herbarium (GH)GH00068149, P. H. Allen Field Museum of Natural History, Chicago (F) F0077648F, PH Allen Missouri botanical garden 1572076 ; Begoniacolumnaris: Hartweg, K.T. Lund University Botanical Museum (LD) LD1404657, Royal Botanic Gardens Kew (K) K000536702 ; Begoniaurticae: Orozco, C.(COL) COL000138780, Cleef, A. (COL) COL000138385,Grubb, P. (COL) COL000138384, Betancur B(COL) COL000138389,Betancur B(COL) COL000138386, Hoover, W.(COL) COL000138391, Stancik, D(COL) COL000138890, Fagua, G. (COL) COL000138695,Orozco, C.(COL) COL000138852, Fagua, G. (COL) COL000138699,Fernández (COL) COL000138646, Cleef, A. (COL) COL000138390, AlvearP.,(COL) COL000138485, Alvear P.,(COL) COL000138484, Plowman, T(COL) COL000138419, HUMBERT, H(COL) COL000138747,Cuatrecasas(COL) COL000138544, Mason, H. (COL) COL000138458, Cuatrecasas (COL) COL000138460, Mason, H. (COL) COL000138464,Lozano C.,(COL) COL000138454, Lozano C.,(COL) COL000138466, Yepes A., (COL) COL000138465, Cuatrecasas (COL) COL000138469,Barclay, H(COL) COL000138468, Plowman, T(COL) COL000138543, Barclay, A(COL) COL000138541, Duque, A. (COL) COL000138538,Fernández (COL) COL000138534, Cuatrecasas (COL) COL000138412, Haught, O.(COL) COL000138412, Lozano C.,(COL) COL000138444,Hoover, W.(COL) COL000138446, Lozano C.,(COL) COL000138449, Lozano C.,(COL) COL000138448, Rangel Ch.(COL) COL000138441,Uribe U., (COL) COL000138438, Uribe U., (COL) COL000138470, Muñoz E., (COL) COL000070442, Velayos, M(COL) COL000138238,Fernández (COL) COL000138633, Lozano C.,(COL) COL000138317, Jaramillo (COL) COL000138318, Franco R.,(COL) COL000138337,Harriet, G(COL) COL000138328, Díaz P., S(COL) COL000138328, Cuatrecasas(COL) COL000138323, Uribe U., (COL) COL000138310, Díaz P.,S(COL) COL000138315, Barclay, H(COL) COL000138313, Uribe U., (COL) COL000138312, Uribe U., (COL) COL000138329, Morales, G(COL)COL000138309, Uribe U., (COL) COL000138319, Díaz P., S(COL) COL000138324, Schneider,(COL) COL000138316, Huertas, G(COL)COL000138333, Franco R.,(COL) COL000138331, Sarmiento,(COL) COL000138335, Ballestero(COL) COL000138322, Lozano C.,(COL)COL000138498, Díaz P., S(COL) COL000138433, Torres R.,(COL) COL000138436, García B.,(COL) COL000138475, Lozano C.,(COL)COL000138474, Lozano C.,(COL) COL000138432, Aguirre G.(COL) COL000138539, Polanía, P(COL) COL000138471, Fernández (COL)COL000138540, Idrobo, J.(COL) COL000138753, Lozano C.,(COL) COL000137954, Mejía P., (COL) COL000138847, Mejía P., (COL)COL000138846, Fernández (COL) COL000138811, Fernández (COL) COL000138813, Rangel Ch.(COL) COL000138245, Cuatrecasa(COL)COL000138414, Díaz P., S(COL) COL000138340, Cleef, A. (COL) COL000138338, Díaz P., S(COL) COL000138488, García B.,(COL)COL000138456, Barclay, A(COL) COL000138445, Cuatrecasa(COL) COL000138542, Gentry, A.(COL) COL000102741, García B.,(COL)COL000138439, Fernández,(COL) COL000138453, García B.,(COL) COL000138455, (COL) COL000138943, Uribe U., (COL) COL000138914,Bristol, M(COL) COL000138545, Schultes, (COL) COL000138521, Chindoy B.(COL) COL000138535, Cuatrecasa(COL) COL000138530,Foster, M.(COL) COL000138547, García B.,(COL) COL000138403, Schultes, (COL) COL000138450, Schultes, (COL) COL000138459, Balls, E.(COL) COL000138461, Schultes, (COL) COL000138462, Uribe U., (COL) COL000138549, Foster, M.(COL) COL000138552, Schultes, (COL)COL000138550, Schultes, (COL) COL000138551, Schultes, (COL) COL000138546, López P., (COL) COL000138401, (COL) COL000138944,(COL) COL000138945, Fernández (COL) COL000138634, Galeano, G(COL) COL000137849, Bernal, R.(COL) COL000137851, Vélez N., (COL)COL000138930, Luteyn, Ja(COL) COL000138842, Luteyn, Ja(COL) COL000138843, Luteyn, Ja(COL) COL000138844, Vélez, M. (COL)COL000138934, Arbeláez S(COL) COL000138565, Zuluaga R.(COL) COL000138942, Betancur, (COL) COL000138591, Méndez, E.(COL)COL000067277, Betancur, (COL) COL000399696, Jaramillo (COL) COL000138822, Bello, A. (COL) COL000352005, Torres R.,(COL)COL000138428, Galeano, M(COL) COL000138516, Galeano, G(COL) COL000138518, Rangel Ch.(COL) COL000138531, González G(COL)COL000138532, Galeano, M(COL) COL000138522, Galeano, M(COL) COL000138524, Rangel Ch.(COL) COL000138526, Galeano, G(COL)COL000138527, Galeano, M(COL) COL000138529, Camargo G.(COL) COL000138404, Idrobo, J.(COL) COL000138402, Galeano, M(COL)COL000138528, Bernal, R.(COL) COL000138514, González, (COL) COL000138406, Galeano, M(COL) COL000138525, Lozano C.,(COL)COL000138388, Galindo T.(COL) COL000138479, Barclay, H(COL) COL000138426, Killip, E.(COL) COL000138400, Sánchez P.(COL)COL000138411, Forero, E.(COL) COL000138650, Uribe Urib(COL) COL000138912, García B.,(COL) COL000138708, López P., (COL)COL000138667, Jaramillo (COL) COL000138823, Killip, E.(COL) COL000138410, Almeda F. Missouri Botanical garden 2985034, T. AntonioMissouri Botanical garden 3138429, Gerrit D. Missouri Botanical garden 4329193, k. Varring Missouri Botanical garden 3138431, GerritD. Missouri Botanical garden 3311404, T. Antonio Missouri Botanical garden 4329191, J. M. Clar (USM) 245901, M. Cueva, (USM)252833, Gentry, A.(USM) 126155, L. Hermani (USM) 237790, Monteagudo (USM) 228350, Smith, D.N(USM) 80833, wurdack, J (USM)28142, Ramos, J.,(COL) COL000222298, Rios, M. (COL) COL000138870, Perez, A. (QCA) 217492, Holm-Niels (QCA) 19981, Freire, F (QCNE)163036, Vargas, S.(QCNE) 108328, Freire, F Missouri Botanical garden 5701548, Jaramillo J. Missouri Botanical garden 5683496; Begoniaurticae L.f. var. Retusa: Cuatrecasas, J., (COL) COL000003009, J. Cuatrecasas Field Museum of Natural History, Chicago (F) F0077669F ;Begonia urticae var. hispida: Hoffmann, C., Botanic Garden and Botanical Museum Berlin-Dahlem (B) B10 0243045.