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1 Resonancia Sincrónica: un modelo de campo cognoscitivo para el análisis social (octubre de 2016) José A. Amozurrutia Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para le Investigación Interdisciplinaria. (CEIICH) Universidad Nacional Autónoma de México. (UNAM)

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Resonancia Sincrónica:

un modelo de campo cognoscitivo para el análisis social (octubre de 2016)

José A. Amozurrutia Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para le Investigación Interdisciplinaria.

(CEIICH) Universidad Nacional Autónoma de México.

(UNAM)

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Resonancia sincrónica es la conjugación de dos conceptos que desean tomar nuevos rumbos en la comprensión / explicación de los procesos cognoscitivos entre actores sociales.

La resonancia refiere al entramado ordenado de manifestaciones que tienen un cuerpo

en un espacio, y a las determinaciones de dicho espacio en el cuerpo. El cuerpo como actor social es un sistema complejo, análogo a un grupo o comunidad socio-cultural.

El resultado sonoro, análogo a una interacción social depende de la naturaleza de

ambos componentes, del sistema, de los sujetos y del entorno. El juego de resonancias entre actores y contexto hace posible la sincronía de comunicaciones, informaciones

y conocimientos entre los sistemas, tres áreas de conocimiento entrelazadas.

Uso indistintamente los términos asociados a los sujetos, objetos, actores sociales, ya como grupos y comunidades, y los hago análogos al concepto de sistema no trivial, inteligente, adaptativo, complejo, no solo por el ejemplo que Piaget muestra en sus escritos, aludiendo a las invariancias, isomorfismos y homomorfismos posibles ente ellos, sino por la necesitad de conjugar la continuidad funcional de un pensamiento

biológico con los dominios afectivos, lógicos, sociales y culturales, que bajo una formulación matemática

potencie la reflexión sobre nuestros problemas socio-culturales.

La propuesta de un campo cognoscitivo en donde el fenómeno central se centra en la explicación de resonancias sincrónicas entre actores sociales, surge de la necesidad y el deseo de dar mejor forma a estas ideas piagetianas, –centradas en explicar las

contradicciones en procesos de re-equilibración cognoscitiva, y presentadas en diversas formas en sus libros.

Esta primera versión del libro pretende describir y poner en práctica estas ideas, que

en forma paralela están siendo aplicadas en diversos proyectos de investigación interdisciplinaria en el marco de los cursos y seminarios impartidos en la FCPyS y el

CEIICH de la UNAM, así como del grupo de investigación del Doctorado en Ciencias y Humanidades para el Desarrollo Interdisciplinario –DCHDI- de la Uadec-CEIICH. A

todos los participantes de estos grupos de investigación, provenientes de varias ciudades del país y fuera de él, agradezco los comentarios y observaciones que me permiten mejorar este instrumento de análisis centrado en el conocimiento de los

procesos cognoscitivos de nuestros actores sociales de interés, e incluso de nosotros mismos como investigadores.

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Prologo

A partir del modelo cibernético para diseñar y construir niveles de reflexividad, grados de acoplamiento estructural y de formas de la clausura operacional para el análisis de problemas sociales en el ámbito de las reuniones de la Sociocibernética en el RC511, fue posible hacer una primera síntesis de la estrategia para integrar dichos elementos como Sistema Adaptativo en mi tesis doctoral y posteriormente la primera versión fundamentada epistemológica y matemáticamente de los sistemas adaptativos para el análisis social (Amozurrutia, 2011).

Este modelo, identificado como SiAs por las siglas que refieren al Sistema Adaptativo para el Análisis Social, lo he ido ampliando, detallando y aplicando en diversas problemáticas socio-culturales. He fortalecido los componentes, epistemológicos, sistémicos y socioculturales2, y a partir de ellos, configuro este libro3. El propósito final es contribuir a una concepción epistémico-sistémica que permite construir y formalizar modelos para el análisis de problemas sociales, enfrentan lo complejo.

En la primera presento una forma de organizar la comprensión de los procesos cognoscitivos de la Epistemología Genética –EG- de Piaget mediante el concepto de Campo Cognoscitivo. Este concepto tiene el propósito de explicar -con base en una formalización en línea con la del sistema SiAs-, una estrategia didáctica y un método para aplicar las formas posibles de construcción y desarrollo del conocimiento implicado en los actores de problema sociales.

En la segunda parte refuerzo los conceptos básicos y propongo una mayor subdivisión de las zonas discursivas y dialécticas, con el propósito de fortalecer el lenguaje del componente epistemológico. Incluyo el concepto de Capo Cognoscitivo Compartido que permite visualizar la interacción explícita de varios actores sociales representados por campos cognoscitivos.

En la tercera parte presento conceptos piagetianos que permiten fundamentar las operaciones concretas y formales, esenciales en todo proceso cognoscitivo, Incluyo además los principios –de clase, grupo y agrupación-, que permiten dar forma como totalidades a los subsistemas cognoscitivos, para terminar esta sección con los conceptos esenciales para el modelado de las zonas dialécticas.

En la cuarta parte propongo diversos modelos cibernéticos –basados en las argumentaciones anteriores- nos solo para modelar los procesos discursivos y dialécticos del campo cognoscitivo, sino para representar diagramas que permitan aplicar dichos conceptos en ejemplos reales, o en su caso, diseñar unidades de análisis

                                                            1 La página del Grupo de Investigación sobre  Sociocibernética está en https://sociocybernetics.wordpress.com/about/what‐is‐sociocybernetics/ y se pueden consultar diversos trabajos y participaciones asociadas a este tema en congresos anuales desde 2002 a la fecha. Una síntesis en español se puede consultar en http://computo.ceiich.unam.mx/webceiich/docs/libro/sociociber.pdf 2 Tomo en cuenta para esta perspectiva sistémica establecidos en la cibernética de segundo orden (Foerster, 1996), los principios de la Sociocibernètica (Geyer, 2000) y (Hornung , 2006), así como elementos de la teoría de sistemas complejos de Rolando García (García, 2005).   3 Estas notas son una primera versión sobre los fundamentos epistemológicos tanto de procesos de análisis social como de la organización de Sistemas Adaptativos para el análisis social. Dado su carácter preliminar solo queda autorizada su reproducción para fines didácticos.  

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Índice

Parte I: Construcción y Desarrollo del Campo Cognoscitivo de acuerdo a la Epistemología Genética.

Introducción general

1. Nivel de observación Macro de la teoría piagetiana

Hacia una primera concepción de campo cognoscitivo…

1.1. Partición vertical del sistema cognoscitivo 1.2. Partición horizontal 1.3. Intersección de particiones, emergencia de zonas cognoscitivas. 1.4. Otras representaciones del Campo Cognoscitivo 1.5. Palabras clave dentro desde nivel macro del Campo Cognoscitivo 1.6. Ubicación de algunas áreas de conocimiento, disciplinas, profesiones y

actividades ilustrativas, dentro del campo cognoscitivo. 1.7. Ubicación de algunas áreas de conocimiento, disciplinas, profesiones y

actividades ilustrativas, dentro del campo cognoscitivo.

Parte II: Nivel de observación Meso del Campo Cognoscitivo de acuerdo a la Epistemología Genética.

Introducción a la segunda parte

2. Nivel de observación Meso de la teoría piagetiana 2.1. Esquemas de acción, como distinciones en las entradas y salidas del

sistema 2.2. Estructuras-procesuales modulares de integración / diferenciación 2.3. Tipos de relación y construcción de trayectorias de materia / energía en el

CC 2.4 Conceptos clave en el nivel meso.

Par asimilación / acomodación Par abstracción / generalización

2.5 Hacia procesos de equilibración Zonas discursivas y dialécticas Regulaciones Compensaciones Equilibraciones maximizada

2.6 Teoría de las equilibraciones Postulados de la teoría de las equilibraciones

2.7 Campo Cognoscitivo Compartido 2.8 Generación de subzonas en las zonas del CC

Subniveles de profundidad cognoscitiva

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Subniveles de desarrollo cognoscitivo Emergencia de las 54 zonas discursivas Atributos generales de los Niveles de profundidad Atributos generales de los Niveles de desarrollo Nomenclatura para las 54 subZonas

2.9 Nivel de equilibración y densidad de trayectorias en las subzonas

2.10 Categorías y Conceptos asociados clave

De la construcción de los objetos… De la construcción del espacio… De la causalidad… Del tiempo… De la velocidad… Del número… Del afecto… Del lenguaje…

2.11 Integración de niveles dentro de trayectorias

Parte III: Nivel de observación Micro de la teoría piagetiana Introducción a la tercera parte 3.0 Principios y operaciones básicas en las zonas discursivas y dialécticas en el Campo Cognoscitivo

3.1. Concepto de clase, grupo y agrupamientos 3.1.1. Operaciones básicas y concepto de clase 3.1.2. Concepto de grupo en operaciones cognoscitivas

Propiedades de los grupos 3.1.3. Concepto de agrupamiento en operaciones cognoscitivas

Propiedades y operaciones en los agrupamientos

3.2 Construcción y desarrollo de la inteligencia 3.2.1 De las percepciones a los hábitos

Mecanismos en las funciones de asimilación y acomodación Operaciones pre-operacionales en el desarrollo de la inteligencia

3.2.2. Operaciones concretas en el desarrollo de la inteligencia De la permanencia de los objetos… De la permanencia del espacio

3.2.3. Operaciones formales en el desarrollo de la inteligencia Operaciones formales e Inteligencia superior La anticipación y los agrupamientos…

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3.3. Principios y operaciones básicas en las zonas dialécticas en el Campo Cognoscitivo

3.3.1 Concepto de la dialéctica constructivista Sobre las contradicciones

Sobre las negaciones 3.3.2 Formas de las interdependencias 3.3.3 Procesos constructivos dialécticos y su motor común 3.3.4 Tres tipos de procesos dialécticos en la interacción “sujeto / objeto” 3.2.5 Tres clases de dialéctica en la interacción “sujeto / objeto” 3.3.6 Representación de la dinámica de procesos dialécticos Representación de trayectorias ideales y reales 3.3.7 Hipótesis directriz y cibernética

Parte IV: Modelos de construcción del campo cognoscitivo Introducción a la cuarta parte

4.0 Modelado de las zonas discursivas y dialécticas del Campo Cognoscitivo

4.1 Criterios generales para modelar el CC 4.2 Modelado del concepto de clase y agrupamiento 4.3 Modelado de zonas discursivas Modelado de integración homogénea y heterogénea 4.4 Modelado de zonas dialécticas en el campo cognoscitivo 4.5 Modelado y construcción de unidades de análisis cognoscitiva

4.5.1 Configuración tetrádrica de la unidad de análisis 4.5.2 Modelo orientado a procesos de abstracción y generalización 4.5.3 Modelo orientado a procesos de interiorización / exteriorización en los tres dominios cognoscitivos

Ejercicios

Bibliografía

Anexos

En el texto presento párrafos con letra de 12 arial y otros con menor tamaño.

Los segundos pueden ser saltados para una primera lectura del texto.

Todas las imágenes son diseños del autor,

y todos los cuadro son de Paul Klee

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Parte I: Construcción y Desarrollo del Campo Cognoscitivo de acuerdo a la Epistemología Genética.

Introducción general

Parto del deseo de hacer más comprensible y práctica la Epistemología genética4 de Piaget en su aplicación al análisis de los actores en problemas sociales. Para ello reorganizo y sintetizo una visión de conjunto de dicha Epistemología, e incluyo principios, conceptos e información complementaria del ámbito de los sistemas para una mejor comprensión y explicación de problemas sociales como totalidades relativas.

La idea central es las trayectorias posibles de un Campo Cognoscitivo5 propio de todo actor en interacción con otros actores sociales. Configuro dicho campo en el marco de los principios epistemológicos piagetianos, sintetizados en una dinámica estructural / procesual que opera como sistema inteligente.

Defino al campo cognoscitivo como un espacio donde operan fuerzas propias de un dominio bio-físico, afectivo y lógico, de interiorización y exteriorización en el marco adaptativo y organizativo de la interacción sujeto / objeto. Dicha interacción es análoga y homomórfica a la relación sistema / entorno, entorno como contexto sociocultural de los actores en juego. Dicho espacio, -que lo podemos imaginar como una red potencial de conexiones neurales-, se transforma conceptualmente en campo (Pauling, 1963) al estar sujeto a fuerzas biofísicas, afectivas y racionales, dentro de redes neurales con tensiones y equilibraciones dinámicas.

Con esta jerarquización, el Campo Cognoscitivo lo organizo como sistema complejo, que como totalidad relativa y semi-descomponible (García, 2000), le adjudico6 una organización de elementos / relaciones con atributos de autodefinición y auto-organización (Geyer, 2000 y Hornung, 2006). Enfatizo la cualidad adaptativa7 y,) del sistema, respecto a su fase de construcción y puesta en marcha como una reorganización con grados de autonomía en procesos sociales, y respecto a las perturbaciones propias y de su entorno, asi como su evolución necesaria en el. Ello

                                                            4 Los términos en itálicas estarán definidos en un glosario. 5  Este  par  de  conceptos  no  los  explicita  Piaget  como  tales,  pero  si  da  por  sentado  que  su  teoría  de  las equilibraciones  cognoscitivas  implican  un  campo  bio‐psico‐social  en  donde  operan  las  funciones cognoscitivas,  organizadas mediante  estructuraciones  específicas.  para  reestablecer  equilibrios  dinámicos entre aquellas. El concepto de Campo lo derivo se analogías con otros campos no solo sociales –como el caso del propuesto por Bourdieu‐ sino físicos, ya eléctricos, gravitacionales o cuánticos.  6 Utilizaré la primera persona para aquello que debo asumir como mi responsabilidad en esta propuesta, y uso el plural para referir en primera instancia a nuestro equipo de trabajo del LabCOMplex en el CEIICH y/o a los equipos en donde participo y en ambos casos, las ideas son compartidas. Trataré de evitar el subjuntivo para no dejar el inconsciente que no se quiere comprometer en lo que dice o afirma.   7 Este concepto lo derivo principalmente del sociólogo Walter Buckley (1993) y de los epistemólogos Heinz von Foerster (1966 y 1984) y Piaget (2008 y 2005). 

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me permitirá formular explicaciones paralelas y complementarias a las propuestas por Piaget, y orientarlas a la construcción y desarrollo de un conocimiento hacia lo que identifico como problemáticas psico-socio-culturales8. La organización sistémica de dicha problemática queda configurada como unidad de análisis desde donde podemos responder a las preguntas formuladas a los problemas en proyectos de investigación social.

Explicito que la concepción de sistema complejo es análoga a la de actor social, y en consecuencia refiere no solo a la construcción y desarrollo del conocimiento de una persona con su entorno, sino de acuerdo a la generalización del mismo Piaget, por analogía, a la construcción y desarrollo de conocimiento de equipos de trabajo, instituciones, grupos y comunidades sociales. Esto se asienta en un principio esencial de la Epistemología Genética, el que establece que las funciones cognoscitivas en todo actor social –y hago extensiva a todo observador de segundo orden- son las mismas y están en continuidad, pero las estructuraciones en ellos son diferentes y se presentan en diferentes momentos.

La integración de los procesos de estructuración y de equilibración del Campo Cognoscitivo la derivaré del juego dialectico de tres niveles de observación sobre los conceptos que Piaget presenta en su Epistemología Genética:

a) Un primer nivel de observación general, derivado de una perspectiva macroscópica de los conceptos de la teoría Piagetiana, que se articula con

b) Un segundo nivel de observación clásico, derivado de una perspectiva mesoscópica basada en los conceptos clásicos de la Epistemología Genética, y

c) Un tercer nivel de observación puntual, derivado de una perspectiva microscópica basada en conceptos detallados de la teoría.

Esta organización, que está ampliamente explicada como una integración conceptual Piagetiana lo largo de su obra escrita, considero que en ocasiones es complicada y dispersa. Es por ello que ese libro responde a la necesidad de proponer una articulación más didáctica, de los conceptos significativos asentados en la mayoría de los libros de Piaget sobre epistemología genética. Por otro lado, dicha articulación la complemento con un conjunto de conceptos asociados a una fisiología del cerebro, y a un pensamiento sistémico más elaborados que los considerados por Piaget.

Inicio con el nivel de observación macro, haciendo uso de esquemas que me permitirán establecer el concepto de Campo Cognoscitivo, y permitirme una mejor articulación y síntesis de los conceptos de la perspectiva clásica. En forma paralela contribuyen a presentar un nivel de observación más puntual, preciso y formalizable de los procesos cognoscitivos.

                                                            8 Este término lo desarrollo en las siguientes partes del libro.  

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En algunos momentos del desarrollo de esta configuración del campo cognoscitivo, haré analogías con aspectos básicos de la fisiología del cerebro, con algunos conceptos básicos de las matemáticas y desde luego, con los de un pensamiento sistémico que he integrado a lo largo del tiempo. Esto tiene el propósito de complementar y enriquecer la concepción epistemológica genética y establecer vínculos en el marco de metalenguajes esenciales para la investigación interdisciplinaria.

Como todo inicio virtual en la explicación de una idea o proyecto de escritura que enfrenta lo complejo, hago explicita la limitación de partir de conceptos que debiendo estar definidos, no lo están, porque deben generarse en el marco de una genealogía que difícilmente podré explicitar inicialmente, pero que me permiten dar pie para presentar otras definiciones, las propias del campo cognoscitivo. Esto me compromete a definir y explicar más adelante dichos conceptos previos, en términos de los conceptos ya definidos. Efectivamente, se trata de enfrentar la cuadratura –la forma- de un ciclo recursivo, como punto de partida.

Conceptos previos…

El primer concepto del que partiré para la definición de campo cognoscitivo, es la distinción entre el sistema y su entorno, este último, constituido también por otros sistemas. Me aproximo a una concepción inicial de sistema como un conjunto de elementos/relaciones9 organizados como estructuras / procesos que dan sentido a su sobrevivencia posible, esto es, le dan una dirección y rumbo dentro de un medio o contexto con quien cohabita.

El modelo de referencia que tomo para la organización del sistema, es la célula10. En ella explicito el nivel de inteligencia que tiene su dinámica axiológica dentro de códigos en el núcleo, la metodología organizativa de los organelos, y la delimitación epistémica implicada en la membrana, considerada como criterio de constitución de fronteras y acoplamiento con otros sistemas. En la siguiente figura muestro un primer esquema como punto de partida para construir en él, lo que será un campo cognoscitivo.

                                                            9 La diagonal entre dos palabras representa una corma de aludir a diferentes tipos de relación, que en todos los casos establece un tipo de correspondencia y necesidad de no pensarlas por separado. Puede referir a   grados de interpenetración, de articulación o complementariedad, entre otros.   10  Con  esta  referencia,  explicito mi  vínculo  con  los  autores  de  la  tradición  Sociocibernética  que  han  sido integrados inicialmente por Niklas Luhmann (1992) y que los encadena desde L. von Bertallanfy (2000), los biólogos Humbero Maturana y Francisco Varela (1999), hasta los cibernéticos N. Wienner y desde luego Heinz von Foerster (1996), entre otros.  

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Figura 1: Representación simbólica del sistema con grados de inteligencia, como una célula

Destaco que necesariamente entre sistema y entorno hay un flujo de materia / energía11 que configura y determina la organización de sus elementos y relaciones. Este flujo puede ser conceptualizado en el tiempo como un momento de entrada de información / comunicación entre el sistema y su entorno, un segundo momento de transformación dentro del sistema, –de la materia / energía como información y de las propias estructuras y funciones del sistema-, y un tercer momento de flujo de nueva información y comunicación como una salida entre el sistema y su entorno.

Como he indicado anteriormente, con frecuencia daré por sentada la analogía entre Campo Cognoscitivo de una persona, niño, niña, adolescente, etc… con una primera, segunda..., época de conformación y desarrollo –evolución-, análoga en funciones y estructuraciones propias de un grupo social o comunidad, así como del desarrollo de un proyecto de investigación en el marco de un equipo de investigadores que hacen investigación interdisciplinaria. Más adelante explicaré –con base en la perspectiva piagetiana- y en términos de isomorfismos e invariantes, las relaciones permanentes y sus dinámicas comunes entre los diferentes sistemas físicos, biológicos, sociales y culturales12.

                                                            11 Con frecuencia empleare este par de  letras para referir a  todas  las  formas de manifestación de energía posibles que  sean de nuestro  interés,  ya  como materia –objetivada‐ ya  como  fuerzas visibles, no visibles, reales o virtuales, ya como potenciales en campos físicos, biológicos, sociales, culturales. Generalmente las relaciono con flujos de informaciones en el medio, entre el medio y nosotros como personas o como sistemas y dentro de nosotros, como comunicaciones, comportamientos, acciones impulsadas como flujo de señales neurales y de neurotransmisores y demás compuestos bioquímicos. 12  Esa  analogía  implica  una  recursividad  que  no  es  fácil  de  explicitar:  el  equipo  de  investigación interdisciplinaria –que opera como sistema complejo‐ enfrenta lo complejo de un problema social. Y que lo configura  como  sistema  complejo,  y  dentro  de  dicho  problema  se  encuentran  actores  sociales,  que  se configuran también como sistemas complejos. Esto nos  lleva a pensar a  la  investigación como un proceso permanente  de  solución  de  contradicciones  /  desequilibrios  entre  actores  sociales  que  interaccionan  en diferentes planos, dominios y niveles de observación: el de los investigadores, el de los grupos sociales y el de los actores en sus interacciones problemáticas. Podemos dar forma a todo el proceso como un gran sistema complejo del proyecto de investigación, que tiene subsistemas como grupos de actores sociales y dentro de 

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Antes de levar anclas para ver cómo emerge el campo cognoscitivo, haré nuevamente, una primera alusión a términos para establecer los conceptos macro de la epistemología genética y que habré de definir más adelante. La semántica básica entre ellos la presento en el siguiente mapa conceptual en el que relaciono un concepto de complementariedad de materia / energía con los flujos asociados a ella. Refiero a los conceptos de relación, de relación cognoscitiva, de estructura y estructuración, funciones y procesos, todos ellos estarán asociados a una organización sistémica. En forma paralela refiero a la existencia de zonas, niveles, inter-niveles, asi como de fase e interfases. Usaré estas palabras en la definición de los conceptos clave del campo cognoscitivo. En el apéndice uno de eta parte, las defino y una manera de dar forma y sentido a estos conceptos entre si –y que no forman parte del cuerpo teórico de Piaget-, es mediante el siguiente mapa conceptual:

Figura a: mapa conceptual de conceptos generales

Con estas definiciones me aproximaré a ir construyendo una forma posible del Campo Cognoscitivo de la epistemología genética. La estrategia general es la de partir de una descripción de conceptos a nivel general o macro y de aquí pasar a un nivel más detallado y puntual, no sin antes pasar por un nivel de observación medio que es el que más se conoce la teoría piagetiana.

                                                            ellos, sub‐subsistemas de interacciones sociales. ¿No es esto una analogía del complejo entramado de nuestra realidad social? 

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1. Nivel de observación Macro de la teoría piagetiana

Hacia una primera concepción de campo cognoscitivo…

La estrategia de esta primera sección, será la de ir subdividiendo en distinciones directrices, y que mejor referiré como particiones esenciales, el espacio delimitado por una primera concepción de sistema cognoscitivo. Mediante estas subdivisiones iré estableciendo jerarquías, que como formas y modos de materia/energía13 transforman el espacio -en el que solo podemos hacer distinciones exentas de evaluaciones - en un campo, en donde ya podemos señalar distancias asociadas a evaluaciones. Solamente cuando asociamos a un espacio, una forma de energía y una dirección de referencia de dicho flujo energético, se genera un campo de fuerzas en torno a dicha energía. Solo entonces podemos reconocer un primer potencial que genera diferencias valoradas por las distancias entre los puntos más o menos lejanos a la fuente de energía, esto es, la existencia de un campo de atracción, incorporación y de repulsión, expulsión. Reitero, en un espacio hacemos solo distinciones por las distancias y los tipos sin valorarlos, en un campo hacemos distinciones valoradas respecto a dichas distancias y tipos de materia/energía.

                                                            13 Explicito que la referencia a formas de Materia‐Energía  aluden a cualquier tipo de fluido básico agua, aire, así como alimentos y cualquier forma de ondas manifestadas como sonidos, imágenes o impulsos, organizadas ya como información, comunicaciones y conocimientos. Todos ellos asociados a los objetos en el ámbito de las experiencias de interacción entre personas. 

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Pero también un campo puede estar sujeto a una o más fuentes de energía y con ello propiciar diferentes fuerzas simultáneas o en paralelo sobre los objetos y sus relaciones en este campo. Se trata entonces de un campo multidimensional, como es el caso de superponer dos o más tipos de energías sobre el espacio social. De este espacio emergerá un campo con la conjugación de dichas energías y en el operarán líneas de fuerzas que jerarquicen las distancias entre los actores del campo. Dichas líneas imaginarias pueden ser consideradas como diferencias de niveles, de potenciales de acción, que permiten ver cómo se genera un juego permanente de interacciones entre las diferentes formas y flujos de materia / energía entre ellos.

En nuestro caso, estas formas de materia / energía serán en primera instancia operaciones cognoscitivas o flujos de materia / energía entre neuronas dentro de un campo neural. Las diferentes valoraciones que hagamos entre los flujos de materia / energía entre las neuronas determinan formas de diferenciación e integración de materia / energía entre ellas –en sus sinapsis-, y podemos también agruparlas dentro de redes, tejidos o órganos de neuronas implicadas en formas de campos fisiológicos.

Generalizando estas relaciones e interacciones, el Campo Cognoscitivo asociado a las neuronas es análogo al Campo Cognoscitivo asociado a las conductas de los actores en sus comportamientos sociales. El Campo Cognoscitivo permite entonces comprender formas de interacción valorada que es posible modelar como un flujo de acciones, como flujos de información, de hechos, y comunicaciones entre personas de cualquier edad, entre actores sociales en interacción.

Las particiones del espacio cognoscitivo son formuladas desde diferentes formas de energía y necesariamente exigen en consecuencia de un marco axiológico que de forma y sentido a las valoraciones, esto es, con diferencias valorativas de acuerdo a las posiciones de los actores neurales o sociales en dicho campo. Entre más cerca de la fuente de energía de referencia estén los actores y sus relaciones, más fuerza de atracción y repulsión se ejerce sobre la instancia que la recibe. En consecuencia, las diferencias entre las fuerzas de relaciones determinan tipos de relación y propiciarán gradientes, esto es, pendientes o desniveles que suscitan diferentes formas de relación, interacción, intersección, articulación, interpenetración o fusión entre ellas.

La construcción del Campo Cognoscitivo que deseo delimitar, deriva entonces de la superposición de espacios jerarquizados bajo la presencia de fuerzas en ellos, de donde emergen incluso, nuevas combinaciones de nuevas fuerzas. De aquí podremos explicitar fases, niveles, zonas estructurables y zonas estructurantes dentro de los comportamientos y transformaciones de los sistemas –de nosotros como sistemas-, y formas de organización en códigos, funciones y procesos, deseando que esta re-construcción14 nos dé mayor claridad a las problemáticas sociales que deseamos analizar.

Iniciaré con particiones generales –como diferenciaciones amplias- del espacio cognoscitivo en lo que sería dimensión vertical de un espacio rectangular. En este campo fluyen formas de materia / energía en un sentido simple inicialmente y múltiple, en varias direcciones, posteriormente. A continuación describiré la naturaleza de una segunda partición, ahora horizontal, de dicho espacio y flujos de materia / energía. Daré especial atención a las intersecciones entre las particiones –que no serán tajantes- y el sentido que puede tener el flujo de materia / energía entre las partes de una partición. Nuestro fin será comprender una primera delimitación espacial, pero                                                             14 La gran parte de los conceptos a que haré referencia provienen de mi lectura sobre los textos de Piaget –al final  indico la bibliografía básica. Incluyo una parte esencial de los textos de Rolando García y añado otros conceptos  y  textos menores  que  derivo  de mi  experiencia  en  el  estudio  de  las  ciencias  sociales  y  de  las ingenierías que he podido indagar hasta ahora. No por ello, reiteró, el objetivo central es el de dar forma ‐como  sistema  adaptativo‐,  a  la  propuesta  epistemológica  piagetiana  en  términos  de  la  Construcción  y desarrollo del Campo Cognoscitivo derivado de un constructivismo basado en la epistemología genética. 

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como campo de acción cognoscitiva, de un modelo de Campo Cognoscitivo de tipo rectangular –por la forma de su representación gráfica- desde donde podamos explicar estados y formas de transformación cognoscitiva. Aunque más adelante deberemos enriquecerlo con mayor número de particiones y mediante una concepción de su forma, de tipo elíptica y posteriormente de tipo hiperbólico. Con ello nos aproximarnos más a una sincronización de Campo Cognoscitivo conceptual, con nuestra propia concepción de Campo Cognoscitivo corporal.

Deseo nuevamente recordar el principio esencial de la teoría Piagetiana sobre la continuidad funcional en todo el proceso cognoscitivo –lo que se reflejará en el trayecto general de los flujos de materia / energía en el campo cognoscitivo- y que es semejante en todo individuo, pero que en cada uno de ellos, este proceso asume diferentes maneras de estructurarse –lo que se traduce en las trayectorias diferentes y específicas del flujo general en cada actor.

Reiteremos que toda persona, considerada como actor social, está sujeta al mismo conjunto de funciones de transformación –ya como diferenciaciones o como integraciones- dentro del campo cognoscitivo, y al mismo tiempo, cada una de ellas estructura y organiza a su manera, el proceso de construcción de conocimiento, de acuerdo a los componentes genealógicos heredados y a las transformaciones que de ellos hace e lo largo de su vida. Ello está íntimamente derivado con la estrategia que establece con el medio donde cohabita, ya la forma como transforma –más adelante diremos que asimila y acomoda- tanto las perturbaciones derivadas de su entorno, como las necesidades propias –lagunas- derivadas de sus formas de equilibración. Veamos la primera partición del espacio cognoscitivo.

1.1 Partición vertical del sistema cognoscitivo

La primera operación que le haremos sobre el espacio cognoscitivo, inicialmente con una forma rectangular, es una distinción y con ello establecemos una primera forma de organización del flujo de materia / energía ya en un campo cognoscitivo. Es una partición vertical que subdivide en dos partes el espacio cognoscitivo y propicia dos momentos en el flujo de materia / energía en este campo.

Recordemos que este campo que estamos generando, es un modelo que estamos delimitando como sistema y que representa a una persona. Entonces, la primera parte de esta subdivisión, considerada como subsistema, corresponde a lo que sería el flujo de entrada al sistema y la denominamos como una fase de interiorización de la materia / energía en el sistema. La segunda parte de dicha subdivisión corresponde a la fase de exteriorización de la materia / energía del sistema. En la siguiente figura represento estas dos fases.

En la primera fase predominan fuerzas de succión, absorción o alimentación que en términos generales pueden estar emuladas por funciones y procesos de convergencia o integración. Necesariamente estas fuerzas derivan de la interacción del sistema con el medio, con su entorno, y de acuerdo con uno de los principios fundamentales de la epistemología genética dicho flujo está en continuidad con formas de transformación de dichas fuerzas al interior del sistema y con fuerzas de respuesta, de expulsión, eliminación o producción de informaciones y comunicación de materia / energía del sistema hacia el entorno. Estas fuerzas de exteriorización pueden ser emuladas generalmente, mediante funciones y procesos de diferenciación, generalización o divergencia.

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Figura 2: representación de las fases de interiorización/exteriorización de materia / energía entre el sistema, su entorno y dentro del sistema.

Las formas en los flujos de interiorización y exteriorización, dentro del sistema, tienen distintos niveles de fuerzas derivadas que derivan en múltiples trayectorias posibles dentro del sistema, y pueden ser comprendidas y explicadas a través de operaciones de transformación cognoscitiva. Se trata de gradientes de fuerzas debidas a distintos niveles de profundidad de las operaciones fisiológicas al interior del sistema.

Este proceso de transformación, engendrado entre las fuerzas de interiorización y exteriorización, lo podemos describir también como la permanente emergencia de fuerzas renovadas por la superposición de espacios previamente conquistados enriquecidos por nuevas fuerzas y tipos de trayectorias posibles de materia / energía provenientes de la relación entre el sistema y su entorno. De esta manera, las fuerzas de interacción del sistema con su entorno, operan como sensores, receptores o interiorizadores de realidades externas, deseables o perturbadoras, que propician transformaciones que son posteriormente exteriorizadas como gradientes de fuerzas en efectores, que mantienen algunas características de momentos previos, y nuevas características, derivadas de sus propias transformaciones.

Es importante apreciar la intersección entre las dos fases como una zona de interfase entre ambas fases. Esta es una zona en donde se da el paso o transformación “de sentidos” entre ambas fases. Esta es quizá la interfase más difícil de explicar en todo el Campo Cognoscitivo –que puede sintetizarse en el reto de establecer un límite previamente no definido, entre lo de adentro y lo de afuera-. Es el paso que implica una construcción del sentido de las causalidades en la construcción de conocimiento.

Esta interfase se caracteriza por requerir de una explicación creativa que describa la construcción parcial o temporal de nuevos elementos/relaciones que permitan el paso entre ambos subsistemas. El flujo que resuelve contradicciones entre la fase de interiorización que introduce información al sistema –ya como alimento o como perturbación-, y la fase de exteriorización, lo que implica una transformación de estructuras al interior del sistema. Habremos de volver, desde diferentes niveles de observación a los mecanismos dialécticos en esta “interfase”. En la siguiente figura muestro esta primera distinción.

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1.2 Partición horizontal

Conforme se adentra la materia / energía al sistema durante la fase de interiorización, esta se va transformando en varios niveles que habremos de diferenciar. Estos niveles son compartidos –en forma concomitante15-, por el flujo de materia / energía entre la fase de exteriorización y la de interiorización. De aquí que la segunda operación –de distinción- que le haremos a la organización del sistema cognoscitivo, es una partición o subdivisión horizontal en primera instancia en dos subsistemas o etapas del flujo de materia / energía y en segunda instancia –derivada de la primera- en tres subsistemas.

La primera parte inferior de la división horizontal del sistema delimita lo que Piaget denomina como la etapa de adaptación del sistema. La segunda zona de la división, la superior, la denomina etapa de organización de la materia / energía en el sistema. En la primera etapa, el sistema va adaptando a sus propias características el flujo entrante de materia / energía, dentro de una fase de interiorización y en forma concomitante con la fase de exteriorización. Conforme se va adentrando al interior del sistema, se va organizando en diferentes estructuras, dentro de la etapa de organización, y de manera semejante a la primera etapa, se presentan las fases de interiorización y exteriorización en forma concomitante, organizando los procesos cognoscitivos. En la siguiente figura muestro esta distinción.

Figura 3 Representación de la partición horizontal en dos etapas, una de adaptación y otra de organización.

                                                            15 Una operación es concomitante a otra cuando esta segunda aparece o actúa conjuntamente con la primera. También se puede ver como la “Coincidencia deliberada o casual de dos o más factores en la producción de un efecto” de acuerdo al DRAE. Este adjetivo lo usaré con frecuencia para aludir a la correspondencia –casi simultánea‐ de dos operaciones que si bien puede ser una después de otra, las podemos pensar simultáneas y  en  forma  complementaria  inversa  o  con  otro  proceso  implicado  pero  semejante.  Es  el  caso  de  la concomitancia, en muchos casos entre la asimilación y la acomodación, así como entre la abstracción empírica con la generalización inductiva y la abstracción reflexiva con la generalización completiva. 

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Nuevamente es importante apreciar la intersección entre las dos etapas, como una zona de inter-etapas. Es una zona en donde se da el paso o transformación entre las fases de adaptación y organización16. La relevancia de esta intersección nuevamente es tan significativa, que las formas de transformación de los niveles de adaptación del sistema al entorno, hacia las formas de organización en su interior, generan una nueva zona derivada de la inter-etapa, que incluso se convierten en una nueva etapa, como veremos a continuación.

Segunda partición horizontal

Considerando que en la primera etapa, el sistema va adaptando mediante funciones y procesos meramente biológicos de acuerdo a las características propias de cada sujeto, conforme se va organizando los procesos de interiorización y exteriorización, se van especializando en funciones cognoscitivas que dependen menos de las características biofísicas del sujeto y se particularizan más en las características fisiológicas. El análisis minucioso de las fases de estructuración de las funciones en la inter-etapa entre las etapas de adaptación y organización, permite distinguir un tipo de comportamientos que no son meramente biofísicos ni meramente racionales. Se trata de un dominio de fenómenos que Piaget asocia a los procesos emocionales y afectivos, que si bien están íntimamente asociados a los primeros procesos de interiorización de materia / energía y de exteriorización básica, presentan también funciones más desarrolladas y estructuraciones más elaboradas, que no corresponden a los procesos de organización de las fases superiores de organización del conocimiento. Dichas funciones principalmente integradoras en su fase de interiorización y diferenciadoras en su fase de exteriorización, implican procesos de transformación de materia / energía que requieren diferentes órganos o partes específicas del sistema cognoscitivo, de su fisiología, que amerita, para mayor claridad de los procesos cognoscitivos, ser desagregada y diferenciada dentro de una etapa más amplia y relevante –de nuevos significados- de transformación del proceso de adaptación en continuidad pero diferenciado, con los procesos de la etapa de organización. Esta etapa –que corresponde a una nueva partición horizontal dentro de las etapas de adaptación y organización- es definida como un dominio sustantivo en la construcción del conocimiento, que toma en cuenta funciones emotivas, que se re-estructuran posteriormente en funciones afectivas y finalmente dentro de funciones asociadas a organizaciones más estables y asociadas a los sentimientos. Se trata entonces, de una etapa que dentro de nuestro lenguaje de sentido común puede identificarse de manera genérica con procesos visero-afectivos, dos palabras que refieren a órganos significativos del sistema fisiológico y a conocimientos de naturaleza diferente a los procesos meramente biofísicos y adaptativos y que todavía no están claramente organizados como los conocimientos lógico-matemáticos, que son propios de una etapa de organización formal del conocimiento. De esta manera, las particiones horizontales de nuestro sistema cognoscitivo generan tres zonas, la biofísica, caracterizada por procesos de un primer nivel de adaptación básica, la zona vísero-afectiva o solo afectiva, caracterizada por

                                                            16 El par de conceptos, adaptación y organización, son empleados exhaustivamente por Piaget en sus primeros escritos, especialmente en el prólogo del Nacimiento de la inteligencia en el niño (Piaget, 2011) 

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procesos de adaptación con un mayor nivel de organización cognoscitiva, y la zona lógica, caracterizada por procesos con un grado de organización más elaborado. En la siguiente figura explicito la etapa intermedia de transformación entre lo meramente adaptativo y lo meramente organizativo en la construcción de conocimiento.

Figura 4: Emergencia de la zona vísero-afectiva, derivada de la primera partición horizontal.

Veamos ahora cómo derivamos las funciones básicas Piagetianas asociadas a los procesos discursivos y las zonas asociadas a los procesos dialecticos en la construcción de conocimiento.

1.3 Intersección de particiones, emergencia de zonas cognoscitivas.

Con el tipo de fuerzas y organización de fases y etapas referidas en los apartados anteriores, ahora podemos ahora explicitar que de la superposición de estos dos tipos de fuerza, una bajo el par interiorización / exteriorización y la otra bajo tres etapas de continuidad cognoscitiva biofísica/afectiva/organizativa, es posible explicitar la emergencia de nuevas formas de energía, que permiten diferencias seis zonas cognoscitivas. Estas nuevas zonas las podemos diferenciar en zonas asociadas a procesos de estabilidad dinámica, dentro del seno de cada intersección y nueve zonas de equilibración asociadas a las interfases e inter etapas, derivadas de las zonas de intersección de cada partición. En la siguiente figura podemos observar cómo es posible diferenciar las zonas emergentes derivadas de las particiones vertical y horizontal.

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Figura 5: Intersección entre fases e interfaces y etapas e inter-etapas.

En la siguiente figura explicito más claramente la distinción entre las zonas fuera de las intersecciones, que se caracterizan por tener estructuras estables, ya estructuradas, de las zonas asociadas a las intersecciones, y que en todos los casos están sujetas a transformaciones de flujos de materia / energía entre ambas zonas y por ello corresponden a zonas estructurantes.

Figura 6: Intersección entre fases e interfaces y etapas e inter-etapas.

La emergencias de las zonas estables la podemos definir a partir de la caracterización que hemos hecho de las fases de interiorización / exteriorización y las etapas o procesos biofísico, afectivo y lógico. La identificación de estas zonas la asociamos a los conceptos que Piaget ha asignado a la continuidad de las principales funciones estables –aunque siempre estructurables- en el proceso de construcción de conocimiento y que en nuestro caso delimitan y jerarquizan el Campo Cognoscitivo.

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Por otro lado, la identificación de las zonas de intersección entre si y derivadas del cruce de inter-zonas, recordemos que tienen un comportamiento más dinámico y las asociamos a los conceptos que Piaget les ha asignado como fases de equilibración. Serán además zonas con funciones complejas que caracterizan a las nuevas regiones como zonas estructurantes17 del CC. De esta manera, la identificación y conceptos piagetianos asociados a las seis zonas estructurables –ver figura 7-son: La ASimilación (AS), la Abstracción empírica (Ae), la Abstracción reflexiva (Ar), la Generalización completiva (Gc), la Generalización inductiva (Gi) y la AComodación (AC), y las dos operaciones de equilibración clásicas son la Regulación y la Compensación que operan de diversas maneras dentro de las zonas de equilibración E1 a E9. En la figura 7 explicito etas zonas.

Figura 7: Modelo bidimensional rectangular del sistema cognoscitivo.

En la siguiente figura indico con mayor claridad algunas posibilidades generales del flujo de materia / energía en el modelo rectangular del campo cognoscitivo. Las trayectoria de flujo de entrada y salida casi inmediatas, se presentan en las primeras fase del desarrollo de campo cognoscitivo. A medida en que el sistema va creciendo, los flujos van encontrando zonas de interiorización y paso a su exteriorización más profundas, desarrollando sucesivamente los subniveles de la etapa afectiva y los de la etapa de la organización lógica o matemática, como Piaget suele referirla.

                                                            17 Los términos “estructurables y estructurantes” son atinadamente usados por Rolando García (García, 2000) en la descripción que hace de la epistemología genética. El significado de este término lo podemos adelantar afirmando que se trata del componente dinámico y axiológico de una estructura estable que participa en un proceso  de  transformación  de  otras  estructuras  menos  estables  y  en  desequilibrio.  Es  una  forma  de recursividad el juego en el que participan y es un componente central de una concepción autopoiética en la auto‐reproducción de un sistema. También han sido usados por otros autores, entre ellos Anthony Giddens en el marco de su teoría de la estructuración social. 

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Figura 8: Principales trayectorias entre las zonas estructurables y las estructurantes en el modelo bidimensional del campo cognoscitivo.

El par de conceptos asimilación / acomodación, son quizá de los más usados por Piaget en toda su obra. En una primera parte de ella, la extensión de ellos cubre gran parte –si no es que todo- del discurso cognoscitivo. Considera que la asimilación es un proceso permanente de interiorización y el acomodamiento el de exteriorización, y aunque ambos se dan el uno sin el otro –son concomitantes-, con frecuencia los separa no solo para mejor explicarlos, sino para describir el proceso de transformación específica en cada uno de ellos. Esto cobra especial importancia para establecer analogía con otros niveles de construcción de conocimiento, especialmente el que se desarrolla/construye en adultos y en nuestro caso, en los investigadores. Nos preguntamos ¿cómo estamos desarrollando la asimilación de la epistemología genética dentro de nuestros proyectos?, y muy pronto nos preguntaremos ¿cómo la estamos acomodando a los hallazgos y a las inferencias que construimos?.

Un caso diferente es el par de conceptos asociados a las abstracciones / generalizaciones y por otro lado, el relacionado con las regulaciones / compensaciones. Si bien Piaget los refiere dentro de las etapas de los mecanismos formales, es en años posteriores del desarrollo de su obra que los refiere de manera más puntual y explícita, así como las distinciones al interior de ambos conceptos y las operaciones puntuales que en ellos se presentan, especialmente en los procesos de compensación.

Ahora procederé a dar una primera definición de las seis zonas estructuradas y las oriento a un comprender más densamente las seis funciones básicas y las diferencias en los procesos de equilibración entre las zonas estructurantes. La definición de las seis funciones básicas será diferente desde el nivel de observación meso o clásico y mucho más puntual y detallada en el nivel micro.

Desde el nivel macro, defino como

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AS: a la Zona con funciones estructurables dentro de la etapa de adaptación del sistema en la fase de interiorización. Corresponde a la función de Asimilación

AC: como la Zona con funciones estructurables dentro de la etapa de adaptación del sistema en la fase de exteriorización. Corresponde a la función de Acomodación.

Ae: como la Zona con funciones estructurables dentro de la inter-etapa entre una adaptación y una organización afectiva –también entendida como etapa afectiva- del sistema en la fase de interiorización. Corresponde a la función de Abstracción empírica.

Gc: como la Zona con funciones estructurables dentro de la inter-etapa entre una organización lógica –también entendida como etapa afectiva- del sistema en la fase de exteriorización. Corresponde a la función de Generalización completiva.

Ar: como la Zona con funciones estructurables dentro de la etapa de organización del sistema en la fase de interiorización. Corresponde a la función de Abstracción reflexiva.

Gi: como la Zona con funciones estructurables dentro de la etapa de organización del sistema en la fase de exteriorización. Corresponde a la función de Generalización inductiva.

E1: es una Zona con funciones estructurantes entre las funciones de Asimilación y Abstracción empírica, dentro de la etapa de adaptación del sistema y en la fase de interiorización. Corresponde al proceso de equilibración, basado en operaciones de normalización, entre la función de Asimilación y la de Abstracción empírica en la zona de transformación del inter-nivel biofísico/afectivo.

E2: es una Zona con funciones estructurantes entre las funciones de Abstracción empírica y Abstracción reflexiva, dentro de la etapa de organización del sistema y en la fase de interiorización. Corresponde al proceso de equilibración, basado en operaciones de normalización, entre la función de Abstracción empírica y Abstracción reflexiva en la zona de transformación del inter-nivel afectivo/lógico.

E3: es una Zona con funciones estructurantes entre las funciones de Generalización completiva y Generalización inductiva, dentro de la etapa de organización del sistema y en la fase de exteriorización. Corresponde al proceso de equilibración, basado en operaciones de normalización, entre la función de Generalización completiva y Generalización inductiva en la zona de transformación del inter-nivel lógico/afectivo.

E4: es una Zona con funciones estructurantes entre las funciones de Generalización inductiva y la Acomodación, dentro de la etapa de adaptación del sistema y en la fase de exteriorización. Corresponde al proceso de equilibración, basado en operaciones de normalización, entre la función de Generalización inductiva y la Acomodación en la zona de transformación del inter-nivel afectivo/biofísico.

E5: es una Zona con funciones estructurantes entre las funciones de Asimilación y la Acomodación, dentro de la etapa de adaptación del sistema y en la interfase de

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interiorización /exteriorización. Corresponde al proceso de equilibración, basado en operaciones de normalización y compensación.

E6: es una Zona con funciones estructurantes entre las funciones de Abstracción empírica y la Generalización inductiva, dentro de la etapa de adaptación/organización del sistema y en la interfase de interiorización /exteriorización. Corresponde al proceso de equilibración, basado en operaciones de normalización y compensación.

E7: es una Zona con funciones estructurantes entre las funciones de Abstracción reflexiva y la Generalización completiva, dentro de la etapa de organización del sistema y en la interfase de interiorización /exteriorización. Corresponde al proceso de equilibración, basado en operaciones de normalización y compensación.

E8: es una Zona de confluencia múltiple con funciones estructurantes entre las funciones de Asimilación, Abstracción reflexiva, Generalización inductiva y Acomodación, dentro de la etapa de adaptación/organización del sistema y entre la interfase de interiorización /exteriorización. Corresponde al proceso de equilibración, basado en operaciones de normalización y compensación.

E9: es una Zona de confluencia múltiple con funciones estructurantes entre las funciones de Abstracción empírica reflexiva, Generalización completiva e inductiva, dentro de la etapa de organización del sistema y entre la interfase de interiorización /exteriorización. Corresponde al proceso de equilibración, basado en operaciones de normalización y compensación.

Podemos definir al conjunto de equilibraciones de E1 a E9, lo como un proceso de equilibración integral o totalizador del sistema, como campo cognoscitivo, derivado de la conjugación de un macro-proceso de interiorización con uno de exteriorización. El primero de ellos está configurado por la continuidad funcional que va de la asimilación de la materia / energía que entra al sistema, y se va transformando mediante las abstracciones empíricas y reflexivas y en forma concomitante, con los procesos de generalizaciones inductivas y completivas, que se exteriorizan hasta los procesos de acomodación de la materia / energía con el entorno del sistema. Todas las transformaciones entre fases y etapas de desarrollo, implican procesos de equilibración sustentados por operaciones de regulación y compensación, dentro de procesos de estructuración y re-estructuración permanente.

Es importante reconocer que una representación menos ideal –un poco más real- de las zonas y trayectorias en los procesos cognoscitivos en forma rectangular, puede mostrarse en las proporciones de las zonas mostradas en la siguiente figura:

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Figura 9: Representaciones rectangulares no ideales

1.4 Otras representaciones del Campo Cognoscitivo

Otra forma de representar las posibilidades de desarrollo y construcción de funciones y procesos en el Campo Cognoscitivo es mediante la representación elipsoidal. Esta forma nos permitirá visualizar más claramente la interacción cognoscitiva al interior del sistema, sino entre personas, grupos o comunidades, además de explicitar la presencia permanente de objetos mediadores –desde la teoría vygotzkiana- o de los observables del objeto –desde la teoría de las equilibraciones piagetiana.

La representación elipsoidal también nos permite visualizar la forma como se puede representar las estructuras y procesos en el sistema, de manera más cercana a lo que puede suceder en una célula, así como dentro de una red neuronal. En la siguiente lámina muestro las equivalencias entre las zonas establecidas en el modelo rectangular con las zonas del modelo elipsoidal.

Figura 10: De la representación rectangular a la elíptica

En esta figura muestro cómo es posible establecer las correspondencias entre las zonas de la representación en (A) y la representación en (G). De esta manera podamos apreciar los tres círculos o elipsis concéntricas en

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(G) –que antes estaban en serie- así como uno de los flujos posibles de entrada (G) y salida (H) de materia / energía.

En la parte superior de la siguiente figura muestro más equivalencias entre representaciones rectangulares y elípticas. En la parte inferior, las distinciones representan diferencias en el tiempo que las trayectoria de flujo de materia / energía mediante operaciones cognoscitivas son posibles dentro del sistema. De esta manera, el tiempo representado en (D) es mayor que (E). La diferencia de las trayectorias en (G) presenta menos cambios que en (F), y la trayectoria en (H) es más densa que la de (D) y en ambos casos el tiempo implicado es mayor al tiempo en (F o G), que puede ser “instantáneo”.

Figura 12: Representaciones rectangular y elíptica de trayectorias cognoscitivas en el campo cognoscitivo.

Las funciones en las seis zonas estructurables y las intersecciones entre ellas en nueve interfaces de equilibración y procesos estructurantes, las podemos representar en la siguiente figura elipsoidal.

Figura 13: Representación elíptica de las trayectorias en las zonas cognoscitivas en un sistema.

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Representación tridimensional

Una representación más cercana a las relaciones entre los componentes epistemológicos y fisiológicos en la construcción de conocimiento es mediante el modelo hiperbólico en tres dimensiones (un hiperboloide). Esta representación nos permite ver mejor los niveles de profundidad, así como explicitar nuevas trayectorias de ME, aunque dificulta otras representaciones. La representación visual es la siguiente: Lo significativo de esta figura es que podemos apreciar más claramente el nivel de profundidad en la parte central –muy semejante ya a lo que sería la médula espinal- y que definiríamos como una zona de interiorización /exteriorización que cubre en forma continua los tres procesos bio-físicos, afectivos y lógicos. De la zona superficial solo muestro anillos que debería estar contiguos cubriendo todo el hiperboloide, pero impidiendo ver el interior. En esta representación del Campo Cognoscitivo identificamos en la parte inferior del hiperboloide la zona de interiorización y de la mitad para arriba la de exteriorización. En la figura 16 la trayectoria que parte del a) y termina en a`) representa esa trayectoria ideal y simple. Es posible en esta representación otros tipos de trayectoria que permitan mostrar entradas y salidas del sistema por cualquier parte del mismo –como las entradas al sistema del tacto por todo el cuerpo. Con ello podemos representar (en la misma figura 16, C), el carácter concomitante de las operaciones de asimilación / acomodamiento dentro de zonas adyacentes de la figura. La analogía con el proceso corporal puede ejemplificarse mediante el sentir de en nuestro dedo, de un “piquete”, que inmediatamente, en esa zona, asimilamos –vina un esquema de acción que más adelante veremos- y lo consideramos como algo extraño. Sin saber todavía qué nos picó, ahí mismo, de manera inmediata se presenta un primer nivel de reacción, esto es de acomodamiento que genera un movimiento muscular, motivado por un cúmulo de dendritas con la inteligencia del nivel bio-fìsico que exterioriza una forma de respuesta.

Figura 15: Representación tridimensional hiperbólica del Campo cognoscitivo

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Otro caso de posible representación en el modelo hiperbólico es el de representar –y con ello podemos comprender y explicar mejor- la gestación de acción que tiene su genealogía en el interior de cuerpo (b) en dicha figura). En términos Piagetianos, sería el impulso derivado de una laguna interna, delimitada por conexiones en desequilibrio –generalmente en las zonas de E1 a E9-, y que solo vemos que se manifiesta como una acción (b’) que se manifiesta en un parpadeo o en una caricia.

Figura 16: Representación hiperbólica de trayectorias posibles a través del Campo cognoscitivo

En el caso de la trayectoria representada por d) en la figura 16, podemos explicar el trayecto que va de los esquemas de acción oculares, hacia un proceso de interiorización que re-teje varias relaciones estructuradas en el nivel afectivo y se exterioriza con un movimiento de las piernas. También es el caso de una idea formulada en la región de los ojos cerrados en -e) en la figura 16- y se expresa en un dibujo (e’). Con esta representación terminamos de establecer los componentes básicos de la conceptualización y representación del Campo Cognoscitivo desde una perspectiva macro. A continuación vamos a vincular estos conceptos con palabras clave –tanto del sentido común como de un lenguaje especializado- que apuntan hacia una visión de conjunto del proceso cognoscitivo piagetiano.

1.5 Palabras clave dentro desde nivel macro del Campo Cognoscitivo.

En esta sección indico palabras clave, algunas usadas por Piaget, y otras del dominio del sentido común pertenecientes a una doxa compartida en las ciencias sociales y a los conceptos asociados a este nivel macro de la epistemología genética. Ello nos permitirá vincular el lenguaje epistemológico Piagetiano con las explicaciones que hagamos en el diálogo con otras disciplinas. Dichas palabras clave, que en realidad son conceptos, deben definirse rigurosamente, y así lo hare más adelantes desde su contexto en el campo cognoscitivo. En la siguiente figura sintetizo los conceptos que hemos visto y que serán los que usaremos para definir las palabras clave.

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Figura 17: síntesis de conceptos desde la perspectiva macro

Iniciemos con la clásica dicotomía o tensión dual entre un grupo de conceptos asociados a las fases de interiorización y exteriorización. De un lado y asociados a la fase interiorización están los conceptos sobre la comprensión, el ámbito del sujeto, de la subjetividad, del pensamiento, todos ellas como propios de una zona de introversión y de una actitud meramente receptiva del sujeto. En contrapunto estaría la fase de exteriorización de la derecha, en donde ubicaríamos a la zona de la explicación, de lo objetivo y de la objetividad, del lenguaje y del ámbito de la extroversión y lo activo. Epistemológicamente podremos definir cada uno de ellos en términos de fases y de matizarlos con las etapas de desarrollo cognoscitivo, matizando los con el nivel de profundidad y asociándoles los procesos estables e inestables de las zonas Ei. En la siguiente figura indico el primer grupo de conceptos:

Figura 18: Palabras clave en diversas disciplinas

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Solo recuerdo el vasto dilema entre las distinciones entre comprensión y explicación, reflexionado desde las ciencias sociales por Dilthey y Weber, entre otros, y la fuerte distinción derivada del positivismo lógico, y detrás de estas concepciones están las distinciones filosóficas y científicas de la objetividad propia de un “contexto de justificación” que “explica” fenómenos, y por otro lado, la perspectiva de la subjetividad –propia de un “contexto de descubrimiento”- que solo comprende los fenómenos, y que a su vez respaldan una de las principales distinciones entre la objetividad y la subjetividad de las ciencias físicas y naturales por un lado y las ciencias sociales y humanistas por el otro. Más interesante está la distinción que hace Vygotski en el título de uno de sus principales libros, “Pensamiento y lenguaje”, que si bien no las asume como diferencias sustantivas entre dos dominios diferentes, permanentemente las entrelaza mediante el concepto de objeto mediador. Considero que este propósito central en su obra es análogo al concepto dinámico de Piaget entre sujeto y objeto, que deben ser entendidos en forma interpenetrante, cuando permanentemente hace alusión a una “objetivación del sujeto” y “una subjetivación del objeto” en la interacción permanente del sujeto con su entorno, con el otro, con los otros sujetos. Los dos últimos pares de conceptos, son más propios de psicologías y poéticas. Considero deben ser re conceptualizados –bajo nuevas condiciones espacio-temporales y formas de materia / energía- dentro de nuevas categorías epistemológicas. Desde ellas, es posible integrar nuevas formas de acción y de amalgamar formas de introversión-extrovertida y de fusiones recepto-activas. Un lenguaje que amplíe la gama de matices entre estos dos estados o modos de un mismo proceso, es un indicador significativo para investigaciones que enfrentan lo complejo y asumen el reto de diseñar y definir nuevas categorías de análisis. Ello implica el diseño de procesos que pongan más atención en las re-estructuraciones implicadas en ellos, en las compensaciones que resuelvan de manera más clara los dilemas y las contradicciones que su vinculación demanda. Sabemos que muchos autores ya lo han descrito e incorporado a sus cuerpos teóricos, solo recuerdo las “figuraciones” de Elias (1989), la “interrelación fundamental” y “sociaciòn” de Simmel (2007), o varios tipos de acciones implicadas en un hábitus, ya exteriorizado como habilidad o interiorizado como disposición bourdiana (Bourdieu, 1998). Lo que habremos de proponer es una propuesta de construcción categórica que teja acciones, ya como discurso-práctica o un saber-haciendo, siempre a través y articulando los tres estratos biofísicos, afectivos y lógicos. Pero habremos de terminar esta síntesis de la perspectiva macro para pasar a los otros conceptos, para retejer nuevamente estas ideas, desde nuevos puntos de observación. En la siguiente figura 19, muestro cinco conceptos que ofrecen otro posible acoplamiento de estrategias y métodos de conocimiento clásicos. Por un lado, conocemos un proceso de racionalización sintética, que lo podemos re-definir desde la perspectiva descrita del campo cognoscitivo, como un conjunto de funciones en continuidad desde la asimilación de observables percibidos en el dominio biofísico, hasta su organización a través de funciones de abstracción empírica y reflexiva, que en su conjunto configuran un proceso de interiorización sistémica. De manera semejante e invirtiendo el orden de las funciones, podemos definir el proceso de racionalización analítica como un conjunto de funciones concatenadas que parten de generalizaciones completivas e inductivas, y se orientan hacia la acomodación de asimilaciones previas, dentro de una fase de exteriorización sistémica. Piaget asocia a las operaciones de interiorización, y con frecuencia, asociadas a un macro proceso de asimilación, una característica permanente de operar

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mediante el juego, entendido como una actividad creativa que por prueba y error, o por aproximaciones sucesivas. De manera complementaria y concomitante, los procesos de externalización se van construyendo con base en actividades asociadas al concepto de imitaciones, que se ajustan a las acomodaciones posibles, a la toma decisiones. Piaget utiliza en forma sustantiva, este par de conceptos en su libro, “La formación del símbolo en el Niño” (2006). Divide el libro en tres partes, la primera encabeza todos los capítulos bajo la identificación de “la génesis de la imitación” y la segunda simplemente con “El juego”. Incluye una tercera parte para referir al tema de la representación cognoscitiva. Cito la manera como refiere a estos términos en la introducción del libro: “…en la medida en que la acomodación esté primero que la asimilación, la actividad se emprende en la dirección de la imitación: ésta constituiría así el simple prolongamiento de los movimientos de acomodación, y se comprende su parentesco estrecho con el acto de la inteligencia de la cual no vendría a ser sino un aspecto diferenciado o una parte momentáneamente separada. Inversamente, veremos enseguida que, cuando la asimilación esta primero que la acomodación, la actividad del sujeto se orienta por medio de ésta en el sentido del juego, que viene a constituir como un eco de la imitación.” (Piaget, 2006:17-18) En la siguiente figura nuestro estos conceptos en la representación rectangular del campo cognoscitivo.

Figura 19: palabras clave que integran zonas del CC

En el último conjunto de conceptos que asociamos a las múltiples formas y factores que intervienen en la entrada18 de materia / energía al sistema, incluyo la referencia a la filogénesis en que está implicada la

                                                            18 En varias ocasiones he referido a las entradas del sistema sin explicitar lo que ello implica y cuando dejan de ser entradas para convertirse en otra cosa y posteriormente  formar parte de  las salidas. Por  lo pronto podemos matizar como formas en que los sensores en el tacto, vista, oído, gusto y olfato inician el proceso de interiorización  de  materia  /  energía  y  posteriormente  van  configurando      imágenes,  conceptos  e  ideas, exteriorizadas dentro de un lenguaje.  Considero importante introducir el concepto “observable” que refiere a  la manera como  información de entrada al  sistema es asimilada, abstraída y generalizada dentro de un lenguaje específico dentro de su propia forma de estructuración y experiencias de externalización de materia / energía. Ello nos permite explicitar que lo que entra al sistema, es observado de una manera específica y propia del sistema y que si bien puede ser compartible, no es ampliamente generalizable. 

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evolución de nuestro sistema, como especie, y que se mantiene en existencia conservando su genotipo. Muy paulatinamente, este va evolucionando a lo largo del tiempo y en cada momento de su configuración reiterativa, se reconfigura como individuo, persona. Igualmente, como sistema adaptativo se reorganiza estructuralmente, y adopta un desarrollo particular, que en este nivel se ha identificado como una evolución fenotípica, y de acuerdo al lenguaje piagetiano, en el marco de una morfogénesis ontogenética. Para establecer la analogía de estos conceptos con sistemas sociales asociados a los grupos, institucionales o comunidades, tendríamos que establecer homomorfismos que vinculen los principios axiológicos y procesuales -asentados en constituciones o documentos directrices, para considerarlos como códigos genéticos que rigen el desarrollo de la ontogénesis de sistemas institucionales, comunitarios, sociales. Recordemos que Piaget establece una relación explícita entre este nivel de informaciones del sistema, -el de sus genes considerados como códigos axiológicos y directrices- con las interacciones del sistema con el medio donde cohabita. A estas relaciones y a las consecuentes transformaciones entre dichos códigos y las estructuras del sistema, de las personas, acopladas al entorno, las enmarca dentro del proceso epigenético. Regresando a la figura 19, refiero al par de conceptos imitación / juego, que sintetizan nuevamente un desarrollo ontogenético del sistema y nos permiten comprender una forma macroscópica de asociar el entorno a nuestros códigos asociados al flujo de materia / energía en su componente medular.

En esa misma figura (19) indico un proceso de racionalización que generalmente se expresa mediante dos expresiones comunes consideradas como diferentes. Defino tentativamente un proceso racionalizado, cuando dicho proceso permite pasar de un punto a otro del dominio de interés y dentro de una de las zonas discursivas (AS, AC, Ae, Ar, Gc y Gi) a través de una trayectoria de conceptos pertenecientes a un cuerpo teórico existente. Por un lado se presenta una racionalización sintética, caracterizada por estar constituida principalmente por la integración de abstracciones de diversas naturalezas en el trayecto de interiorización, y por el otro una racionalización analítica, caracterizada por un proceso de diferenciación generalizado en la fase de externalización. Las dos fases del proceso de racionalización –la analítica y la sintética- fluyen naturalmente si el proceso constructivo en el sujeto, en el sistema, ha configurado trayectorias equilibradas, en el marco de una fase discursiva, como la denominará Piaget. Pero en el momento en que no existan relaciones causales adecuadas entre la fase de interiorización y exteriorización o entre el desarrollo de la etapa biofísica a la lógica, pasando por la emotiva, se presentarán desequilibrios que debe ser resueltos en lo que Piaget denomina como fases dialécticas en donde el tejido neural se re-estructura mediante procesos de re-estructuración propios de las zonas E1 a E0. Pero aunque estos procesos los veremos con más detalle en la perspectiva micro del campo cognoscitivo, es importante incluir en este apartado un tercer grupo de palabras clave asociadas a una perspectiva macro del campo cognoscitivo, que Piaget presenta en la introducción de su libro “Las formas elementales de la dialéctica” (Piaget, 2008) y complementa lo relativo a la fase dialéctica. En este libro nuestro autor de referencia permanente, nos dice que “existen procesos dialécticos a todos los niveles tanto de pensamiento como de acción en todos aquellos casos en que se hace necesario construir formas

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nuevas que no se deducen por vías simplemente “discursivas” de las estructuras…”. En la figura siguiente (20), nuevamente los procesos dialécticos están representadas por las zonas –E1 a E9- y las vías discursivas –seis- por las flechas continuas. Piaget continúa diciendo, en relación a la construcción de formas nuevas, que su solución requiere de síntesis y construcción de “interdependencias a las que no se puede negar un carácter dialéctico”.

Ya en el primer capítulo del libro –que integra once capítulos compartidos con investigaciones asociadas al proceso dialéctico- Piaget refiere a un ciclo de “conexiones lógicas”, derivadas de los cuatro términos que como palabras clave de una doxa de sentido común, refiero en dicha figura. Estas palabras son: predicados, conceptos, juicios e inferencias.

Figura 20: palabras clave que integran zonas del campo cognoscitivo

Cada uno de estas palabras encierra un cúmulo de conexiones / significados, que están en continuidad están los flujos posibles de materia / energía entre las seis zonas discursivas y las nueve inter-zonas dialécticas. Constituyen un continuo y que en palabras de Piaget, “se trata de …una circularidad dialéctica fundamental (en forma de espiral puesto que cambia de contenidos sin cesar), que, por una parte interesa a la lógica, base de todo conocimiento, y por otra, es una de las expresiones de la circulación genética general, origen de la dialéctica, que es lo que denominamos círculo de las significaciones y de las “implicaciones constituyentes” (Piaget, 2008; 14). Ahora haré una aproximación a la representación de otros conceptos disciplinares en el Campo Cognoscitivo en términos de la región donde pueden operar esencialmente. Se trata de una primera aproximación de conceptos amplios dentro de este modelo de campo cognoscitivo

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1.7 Ubicación de algunas áreas de conocimiento, disciplinas, profesiones y actividades ilustrativas, dentro del campo cognoscitivo.

El propósito de esta sección es iniciar una primera forma de relacionar el campo cognoscitivo en regiones asociadas a diversas áreas de conocimiento, disciplinas y profesiones con el propósito de facilitar la representación consistente de actividades derivadas de dichos dominios. En la siguiente figura muestro una representación de lo que sería el modelo ideal de sistema en el que se cubren ampliamente todas las zonas así como la interacción entre ellas.

Figura 21: Representación del sistema ideal de un sistema cognoscitivo

Ahora apreciemos cómo es posible aproximarnos con cierta claridad a una forma posible de tres especialistas:

Figura 22: Prototipo de zonas desarrolladas en especialistas

El Prototipo a) es el del matemático, con un énfasis en el lenguaje abstracto-lógico. Los otros estratos solamente los representamos de manera menos significativa y

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desde luego que puede haber muchos matemáticos con una fuerte presencia del dominio afectivo y bio-físico y de manera semejante los otros dos prototipos. El Prototipo b) está asociado al físico, con énfasis en lenguaje abstracto-lógico y uno mayor vinculado al conocimiento de realidad física. Finalmente el Prototipo c) corresponde a un perfil de filósofo, con mucho énfasis en la comprensión de ideas pero con una menor presencia de lenguaje formal para la explicación de ellas y un tanto alejado de la realidad física.

Distingo ahora tres prototipos de las humanidades: El prototipo del músico compositor, con énfasis en lenguaje abstracto y afectivo, El prototipo e), del poeta y literato con énfasis en lenguaje abstracto-afectivo y el Prototipo f) del músico, actor o danzante, como intérpretes de un instrumento o de su cuerpo.

Figura 23: Prototipo de zonas desarrolladas en especialistas

En general podemos representar diferentes tipos de distribución de zonas y trayectos cognoscitivas empleando los elementos que hasta ahora he presentado. En términos generales, podemos decir que entre más grande sea la zona, podrá estar más densamente tejida y presentar mayor interés de experiencias acumuladas en ella. Pero no necesariamente implica tener una racionalidad más clara que otra de menor densidad. La racionalidad la podemos representar por los cambios de dirección en las trayectorias –recordando que cada cambio de dirección significa una re-significación o integración de significados para dar una idea o concepto más elaborado. Y el nivel de relevancia de la trayectoria de una persona, esto es la presencia en sus acciones, hechos, comunicaciones perceptibles y registrables por un agente externo –interlocutor, investigador-, la podemos representar por la intensidad, color y forma de la flecha en la trayectoria. Estos elementos de representación los detallaremos más adelante en la sección de observación puntual.

Por ahora, consideremos que las proporciones de las zonas en el Campo Cognoscitivo y la forma de las trayectorias eran aproximadas. Así como representamos con distancias diferentes las zonas discursivas y dialécticas en la

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figura 24, podemos diseñar diferentes formas de representarlas en las aplicaciones iniciales que podemos hacer con esta información. De manera semejante, las trayectorias de los discursos y procesos dialécticos en dichas zonas, pueden ser meras líneas con cambios de trayectoria o curvas que se aproximen a las características que podemos asociarles con base en los conceptos que hemos definido en este capítulo. En la siguiente lámina muestro algunos ejemplos.

Figura 24: Representaciones de campos cognoscitivos no ideales

En la figura 24, Indico dos configuraciones diferentes de Campo Cognoscitivo más reales. En color indico le ubicación de las zonas que se corresponden en posición dentro del cc, pero no en tamaño. Aunque el tamaño en ellas es diferente, lo importante son las relaciones en su interior, más que su altura. Es conveniente normalizar la base y la altura del rectángulo. En la figura a) vemos un sistema que da la misma atención a los procesos de interiorización que de exteriorización –tienen el mismo tamaño las distancias que los delimitan- pero el de exteriorización presenta más nivel de profundización –manifiesta mucha convicción en su hacer- y da la impresión de que su proceso interiorización es más externo y poco superficial. Da mucha atención a lograr un equilibrio emocional estable –ancho de zona E1 y E4 amplio- y es mucho más afectivo que racional. Da poca atención a este dominio dado que profundiza poco en él.

El sistema b) da mucha atención a su equilibrio general –amplia zona de trabajo de E5 a E9, entre el tiempo que le dedica a su introversión que es menor al dedicado a su vida activa, de extroversión. Da mucha atención a una permanente asimilación y acomodamiento de experiencias que son procesadas afectivamente en forma parca y solo son conceptualizadas con cierto detenimiento. Presenta una fuerte necesidad de profundizar sus experiencias y ponerlas en práctica en forma reservada pues tiene elementos para pensar en una baja superficialidad de ellas.

En la siguiente figura (25) índico trayectorias posibles que permiten matizar con mayor detalle, las posibilidades de flujo de materia / energía en el Campo Cognoscitivo implicado en ellas. En la figura 25 a), observamos que si hay un trabajo en la equilibración de los procesos de asimilación y acomodación y que también hay cuatro trayectos asociados con un proceso dialéctico significativo entre el dominio biofísico y el afectivo, del lado de la interiorización, pues en el momento de exteriorizar los juicios en inferencias, hay trayectorias con buen nivel de profundad aunque un tanto lineales, esto es, un proceso poco racionalizado. Sin embargo, una vez que el sujeto comprende conceptualmente lo que le sucede, encuentra juicios poco razonados –propios de un lenguaje especializado- y establece inferencias un tanto apresuradas –falta de no linealidad durante las fases de generalización inductiva y acomodación.

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La figura 25 b) ratifica la intensa actividad perceptiva, reflexiva y de acción intuitiva de la persona, del sistema, y la inmediata vinculación directa con algún concepto que difícilmente lo puede interiorizar en un lenguaje se sentido común, y solo lo imagina sin trabajar la forma de expresarlo naturalmente. El proceso de exteriorización adopta poca afectividad, si revisa los acomodamientos que le exige la realidad y responde directamente, aunque con una tensión en el dominio biofísico.

Figura 25: representación de trayectorias posibles.

En la siguiente figura muestro representaciones aproximadas de las regiones más significativas de los algunos dominios disciplinarios. Tanto el dominio de las ciencias sociales como el de las ingenierías, presentan dos zonas distantes, una muy perceptiva y la otra muy racional, y en ambos casos –aunque unidas por el componente afectivo, presentan poca atención en él.

Figura 26: Representación de las regiones aproximadas de dominios

disciplinarios. Finalmente en la siguiente figura (27), represento regiones aproximadas de los dominios de temas de carácter general. En el caso de las religiones, desde luego

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que puede incluir una zona de aplicación de sus principios que puede tocar a todas las demás zonas, especialmente las de generalización inductiva y la acomodación, que son las que evidencian la externalización de lo que piensa la persona en actos, en hechos y en un lenguaje de sentido común. La atención en las abstracciones reflexivas concebidas como imágenes religiosas colindantes con la parte más superior de dicha zona, puede entenderse como una región de espiritualidad. En los casos del deporte y el sexo, desde luego que puede haber otras formas de representarlo, con más dosis de acción externalizable que internalizada, así como con más o menos afectividad y racionalidad.

Figura 27: Representación de las regiones aproximadas de los dominios de

temas generales Con esta representación terminamos la perspectiva macro del Campo Cognoscitivo de la Epistemología Genética. Ver los cuatro primeros ejercicios en el apéndice de ejercicios.

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Parte II: Nivel de observación Meso del Campo Cognoscitivo de acuerdo a la Epistemología Genética.

Introducción a la segunda parte

Recordemos que he definido el Campo Cognoscitivo como un espacio en donde operan fuerzas de interiorización provenientes del entorno al sistema, en concomitancia con fuerzas de exteriorización del sistema al entorno y en conjugación o interacción con fuerzas bio-físicas, afectivas y racionales –como una secuencia de funciones sucesivas y organizadas en posibilidades múltiples, para la construcción y desarrollo de conocimiento. Recordemos también que a partir de la analogía entre los procesos cognoscitivos en los actores sociales, con los de una institución o comunidad, podemos emularlos o simularlos como procesos cognoscitivos en el campo cognoscitivo. Dicha simulación está basada en un modelo conceptual que toma una forma y una articulación establecida en los sistemas adaptativos para el análisis social.

Recuerdo que esta visión de conjunto está constituida por la conjugación de tres niveles de explicación del campo cognoscitivo, y en esta parte sintetizo el segundo nivel de observación, que identifico como clásico, y del que derivo una perspectiva mesoscópica de los principales conceptos de la epistemología genética.

Esta parte es continuación de la primera, de la que partí de un nivel de observación general, con una visión macroscópica de la epistemología genética y ahora entro con más detalle en la dinámica generativa de sub-zonas o regiones, y en los trayectos de las ideas, acciones e interacciones en el marco del modelo del campo cognoscitivo. Así como en la primera parte tuve que hacer referencia a conceptos que podrían estar bajo la perspectiva meso o micro, en esta también haré referencia a conceptos de la perspectiva micro o puntual, y

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aunque la referencia a los conceptos de la primera parte ya puedan estar más sólidamente establecidos, los volveré a definir con más elementos y relaciones conceptuales.

Deseo recordar un punto de partida esencial ya definido en la primera parte sobre el concepto de sistema, y que ahora le incluyo nuevos atributos o características, indicadas en itálicas. El Campo Cognoscitivo como sistema adaptativo, es un conjunto de elementos/relaciones organizados con grados de inteligencia, como estructuras / procesos estructurantes y re-equilibrados permanentemente, que dan sentido a una sobrevivencia deseable –en el marco de un equilibrio dinámico- , esto es, le dan una dirección y rumbo –definido por el propio sistema- dentro de un medio o contexto con quien cohabita.

Referí que el modelo de referencia que tomo para la organización del sistema es la célula, y ahora añado que más específicamente es el de las redes de células neuronales dentro del sistema nervioso. Esto me llevará a enmarcar el campo cognoscitivo dentro del sistema nervioso, -de acuerdo a García (2005)-, como totalidad relativa no descomponible de cuerpo humano.

Veremos que la inteligencia no está solo en el cerebro y que en realidad está distribuida en todo el cuerpo, que interacciona con otros cuerpos en espacios y tiempos compartidos –en el marco del habitus bourdeano- , por ello, en cada persona, en cada experiencia de vida pensada individualmente y/o con los otros, hay grados de inteligencia.

En este nivel meso, iniciamos con el concepto de esquema de acción y los tipos de relaciones esenciales en toda operación cognoscitiva. Introduzco el concepto de “estructura procesual modular” que nos permitirá modelar en la tercera parte a la gran mayoría de los procesos cognoscitivos.

Más adelante doy una primera definición de los conceptos centrales en la teoría de las equilibraciones y entramos a una subdivisión mayor de las zonas en las funciones básicas y de equilibración. Con estos elementos podemos apreciar la relevancia de las “trayectorias cognoscitivas para explicar con más detalle las funciones discursivas y dialécticas del campo cognoscitivo.

Recuerdo nuevamente que mi deseo –en línea con otras investigaciones vinculadas a epistemologías constructivistas-, es modelar nuestras observaciones y acoplamientos respecto a los sistemas con quienes cohabitamos, para comprenderlos mejor y entrar en resonancia con ellos, comunicarnos física, afectiva y cognoscitivamente con ellos. De esta manera considero que podemos armonizarnos mejor para hacer una propuesta más “orquestalmente musicalizada” en esta sociedad en que vivimos. En la última parte de esta sección incluyo el componente del campo cognoscitivo que enmarco en lo que denominaré como representación del Campo de Conocimiento Compartido, y no es otra cosa que la concepción de totalidad relativa que la persona construye sobre si y sobre el otro y los otros, pero explícitamente representados los otros –y los otros de los otros- en esquemas análogos, cada uno con su propia especificidad de campo cognoscitivo.

Hagamos memoria de la secuencia propuesta para de generación de las seis zonas discursivas y las nueve zonas de equilibración dialéctica:

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Figura 28: Secuencia de generación de 15 zonas en el campo cognoscitivo.

2.1 Esquemas de acción, como distinciones en las entradas y salidas del sistema

La interiorización de la materia/energía en el sistema, presenta desde su inicio, cinco distinciones importantes que debemos considerar, ya para desarrollar con mayor detalle las formas de asimilación, acomodación, así como para las concomitancias entre abstracciones y generalizaciones. Distinguimos cinco formas de entrada de materia / energía al sistema, lo que implica cinco formas de acoplamiento del sistema –en analogía con la función de la membrana de la célula con su medio- con el entorno. Estas formas se presentan en la fase de interiorización, y responden a los cinco sentidos de una persona: el tacto (como formas de presión), el oído y la vista (como frecuencias audibles y visibles), el olfato y el gusto (como formas de interacción con macromoléculas)19. Los vínculos y en consecuencia, el tipo de relaciones que habremos de definir, se establecen entre los órganos correspondientes: en la piel del cuerpo, en los ojos, oídos, boca y nariz con las dendritas y neuronas del sistema nervioso. Por otro lado, -y en forma concomitante- en la fase de externalización, también se presentan las cinco formas de los esquemas de acción, aunque daremos atención a tres de ellas: el tacto, la vista y el gusto, y los órganos que participan en lo que serían las respuestas del sistema.

Estos son el esqueleto que da sostén a los músculos, y éstos, que permiten llevar a cabo los movimientos múltiples y acciones en todas las partes del cuerpo, por conducto de las instrucciones –informaciones y comunicaciones- y decisiones –conocimiento- derivadas del sistema nervioso20. Desde luego quedan incluidos

                                                            19 En el caso de los grupos sociales y comunidades, podemos establecer que los sentidos del gusto y olfato no se presentan de la misma manera que en las personas. Podríamos aludir a diferentes formas de percepción derivadas del conjunto de personas en el grupo social o comunidad. Por otro lado, el sentido del oído y vista puede ser equivalente a las diferentes formas de percibir las informaciones provenientes de los medios de comunicación, y el tacto lo podemos asociar al trato directo entre las personas de los grupos y comunidades con las personas y objetos de su entorno, en sistemas bien definidos o someramente delimitados. 20 En este último paso, he establecido una correspondencia entre los procesos eferentes del sistema nervioso, con  los  conceptos  generales  de  campo  cognoscitivo  y  con  los  conceptos  conjugados  de  información, 

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en estos procesos finales de exteriorización, y como parte de los esquemas de acción, las configuraciones del lenguaje hablado y las posibilidades y gestos en todo el cuerpo especialmente en las manos y rostro.

La forma de representar estas posibilidades en los esquemas de acción, la muestro en la figura 29.

Figura 29: Formas de representación de las entradas y salidas del

sistema.

Los esquemas de acción son en primera instancia, estructuras heredadas que constituyen una parte sustantiva del componente innato de la persona y forman parte de su fenotípico. Si bien es posible re-estructurar estos esquemas mediante acciones permanentes que incidan en los esquemas que determinan los comportamientos en dichos esquemas, generalmente se consideran como las disposiciones innatas –del lado de los procesos de interiorización- de la persona y sus habilidades potenciales - del lado de los procesos de exteriorización-21. Piaget los define como parte esencial de la inteligencia práctica –desarrollada y presente, antes del lenguaje oral- “que se aplica a la manipulación de los objetos, y que no utiliza, en lugar de las palabras y los conceptos, más que percepciones y movimientos organizados” (Piaget, 2006; 22)

Es importante observar que el término “esquemas de acción”, impone una simultaneidad de conceptualizaciones de las palabras que lo constituyen, un tanto antagónicas. Por un lado los “esquemas” refieren a estructuras y posiblemente antes de ser conceptualizadas en un lenguaje, o ya propias del ámbito “subjetivo” de la construcción de conceptos en la fase de interiorización. Pero al mismo tiempo, el término “acción” lo podemos vincular a una conceptualización propia del ámbito de la fase de exteriorización, completamente objetiva, dentro de un lenguaje claramente establecido.

Este término también está muy vinculado al término “senso-motor” muy empleado en Piaget para referir a un estado inicial de desarrollo del conocimiento, de niños y niñas. Dicho estado está asociado a la actividad de los sentidos, y es permanentemente “censando”, monitoreado, percibido y asimilando percepciones, integrando flujos de materia / energía mediante sus 5 sensores o sentidos, y de manera casi simultánea, dichos esquemas

                                                            comunicación y conocimiento, propios de la Cibercultur@. Para ampliar este concepto se puede consultar: http://computo.ceiich.unam.mx/webceiich/docs/libro/Entre%20culturas%20y%20ciberculturas%20web.pdf del Dr. Jorge A. Gonzales y http://computo.ceiich.unam.mx/webceiich/docs/libro/CiberculturaWeb.pdf de la Dr.a Margarita Maass, el Dr. Jorge Gonzálezy Amozurrutia J.A. 21 Estos dos términos los habremos de vincular al concepto de habitus de Bourdieu (1988). 

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los acomodan dentro del sistema motor, muscular y neural. De aquí que el término senso-motor esté muy cercano al de esquemas de acción en un sentido semántico en el que Piaget ya refiere simultáneamente al componente subjetivo –senso- y objetivo –motor- de la acción.

Los esquemas de acción se modelan como operaciones de succión, prensión, expulsión, vómito, etc…, propias de las operaciones del dominio biofísico. Con el tiempo se van controlando a voluntad mediante los hábitos, inicialmente imponen una forma de accionar que tiene sus raíces heredadas del componente filogenético de nuestra especie. Los podemos asociar a cierta formas y constituyentes de los instintos básicos de las personas. Constituyen un componente esencial de las características que asume el fenotipo de las personas.

Los esquemas de acción pueden tomar otras formas más elaboradas, que derivan de las pruebas en las experiencias afortunadas o desafortunadas en el desarrollo del conocimiento de las personas. Pueden manifestarse en operaciones propias de los niveles afectivos e incluso lógicos. Con este concepto de esquema de acción, asociado a cinco tipos de entradas y salidas de información, comunicación y conocimiento del sistema, junto con las operaciones ya referidas en la primera parte –asimilaciones, abstracciones, generalizaciones y acomodaciones-, podemos definir los tipos de relaciones que se van tejiendo las operaciones e integrando formas de estructuración del sistema, de nuestro cuerpo. Nos van a permitir hacer distinciones para la construcción de diferentes niveles de conocimiento, de acuerdo a las zonas e interfaces por donde se vayan tejiendo las relaciones. Veremos cómo va emergiendo el entramado que habremos de aproximarnos a una explicación más puntual en la tercera parte.

En la sección que a continuación presento, definiré primero dos tipos de estructuras-operacionales modulares que me permitirán definir relaciones y estructuras más elaboradas, así como procesos en ellas.

2.2 Estructuras-procesuales modulares de integración / diferenciación

Las estructuras que definiré a continuación, no forman parte explícita del cuerpo teórico de Piaget, aunque siempre están implícitas en toda su teoría, incluso como operaciones esenciales en todo el proceso de construcción epistemológica. La forma básica de la diferenciación es entendida como una bifurcación de un flujo en dos nuevos trayectos. Y La forma básica de la integración deriva de la unión de dos flujos diferentes en uno nuevo. Si la naturaleza de lo que se integra es diferente, puede ser considerada como análoga a los procesos dialécticos en toda la historia de la filosofía. En ellos podemos distinguir dos grandes posibilidades, que la integración logre la fusión completa en un todo único, o que solo sea una aproximación a una nueva naturaleza. Este tema lo retomaremos más adelante, y por lo pronto asumimos el segundo caso.

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Un momento posterior de desarrollo sucesivo de estos principios, es el de una nueva diferenciación en una de las ramas de la primera bifurcación y con ello constituimos la diferenciación de tres naturalezas diferentes, principio del proceso de generalización. Por el lado de la integración, podemos imaginar un siguiente caso al integrar tres flujos o naturalezas diferentes en una nueva, constituyendo la semilla de procesos de abstracción. Ambos casos pueden seguir aplicándose en cada rama diferenciada o agregando una nueva rama por integrar. El caso que tomaré como esencial en esta sección es el de la integración de tres naturalezas diferentes y el de la diferenciación de una naturaleza heterogénea, en tres componentes derivados de ella. Ambos son componentes del nodo semilla del SiAs, aspecto que describo mas adelante. Por ahora serán componentes dentro de la construcción de procesos cognoscitivos en general.

Se trata entonces de dos tipos de estructuras fundamentales en el pensamiento occidental, que han sido usadas en prácticamente todas las epistemologías y son esenciales en conceptos básicos de cuerpos teóricos en muchas disciplinas22. La manera como las describiré me permitirá hacer mayores construcciones en línea con lo que he descrito al momento y con lo que vendrá más adelante.

Podemos apreciar que las estructuras-procesuales de diferenciación / integración aplican en los tres niveles de observación que he tomado como base para describir al campo cognoscitivo de la epistemología genética. En el nivel macro, la diferenciación, la emplee para hacer las distinciones entre fases de interiorización, de exteriorización y de la interfase entre ellas. También apliqué este principio en la diferenciación de las etapas de adaptación y organización inicialmente y posteriormente incluí la inter-etapa entre ellas como una nueva etapa asociada al dominio afectivo. Es importante señalar que lo que sucede en la interfase de entrada y salida, y en las inter-zonas entre las etapas de desarrollo cognoscitivo, es un juego de operaciones múltiples de integración y diferenciación simultáneas, en serie y en paralelo. También referiré a ellas desde la perspectiva puntual o micro, en donde las podremos observar como parte de las primeras operaciones cognoscitivas, la diferenciación generadora de la distinción y la integración generadora de la constatación.

En la figura 30, muestro las tres estructuras modulares a partir de las cuales podremos construir estructuras y procesos más elaborados, tanto en las fases discursivas como en las dialécticas. La primera la identifico como Estructura-procesual modular de integración (EPin en A), la segunda como Estructura-procesual modular de diferenciación (EPdi en B) y la tercera como Estructura-procesual modular de integración/diferenciación (EPdi en C).

                                                            22 Referiré por ahora, a los isomorfismos en las concepciones dialécticas de Platón, Hegel y Marx, si como en la semiótica de Pierce, en las reacciones químicas catalíticas, entre otros. Otra característica de la interacción tríadica  para  dar  un  nuevo  producto  es  que  a  partir  de  las  interacciones  entre  tres  cuerpos,  emerge  la complejidad dinámica. 

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Figura 30: Estructuras-procesuales modulares

de integración / diferenciación Cada círculo pequeño, representa un nodo y por el momento sólo identifico un nodo de integración (ni) y uno de diferenciación (nd). Lo podemos considerar también como un subconjunto o una función donde pueden existir un conjunto de nuevas operaciones de diferenciación e integración llevadas a cabo por circuitos lógicos –perspectiva sistémica- o por un grupo de neuronas –perspectiva fisiológica-. Las dos primeras estructuras-procesuales tiene tres nodos básicos de donde procede la materia / energía. En un caso se integra un nuevo nodo, y en el segundo se diferencian tres nodos –como casos con distinciones- a partir de la materia / energía dé un nodo base. En la figura 30, C) represento una primera forma de fusionar dos estructuras-procesuales, una de integración y otra de diferenciación. Dicha estructura configura ya una totalidad relativa mínima de un nodo que incluye ambos procesos.

Las tres estructuras-procesuales están delimitadas por un contorno que las distingue de otras formas de ME. La característica de esta estructura es que el producto de la integración es la materia / energía resultado de una nueva asimilación o de una abstracción que en continuidad con un nodo diferenciador, será generalizada y acomodada de nuevas formas.

Un modelo un poco más general de la “EPdi” lo muestro en la figura 31. En ella podemos apreciar que las entradas que alimentan al nodo de integración, tienen múltiples opciones que en este caso están representadas por una estructura que admite varios casos, como puede ser el proceso de ir asimilando nuevas naturalezas, aunque cada uno puede ser un matiz de un caso más amplio, en cuyo caso se trataría de integraciones que toman solo una parte –común entre ellas- de las opciones a integrar, tal y como. Incumbe a un proceso de abstracción.

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Figura 31: otras representaciones de las estructuras / procesuales  

De manera semejante, el número de distinciones en el proceso de diferenciación están representadas por una estructura que establece un número determinado de diferenciaciones como casos posibles de distinguir. Como he bosquejado ya, esta estructura de diferenciación, es el germen de una operación de generalización en donde en el nodo diferenciador, la función esencial es precisamente la de generar nuevas distinciones un nuevo nivel “de conocimiento asociado a una acción relacionada con un lenguaje” –en el espacio-tiempo del nodo diferenciador-. A partir de la naturaleza homogénea de materia / energía que recibe un nodo diferenciador, selecciona los elementos distintivos de esa materia / energía y los distribuye o reparte, de acuerdo a un código de valor, en los nodos que representan las diferenciaciones, cada uno con su cualidad distintiva y en el marco de un nuevo nivel de valoración. Cada una de las estructuras de integración y diferenciación de múltiples valores o casos, se puede representar como un conjunto de nodos “EPin o EPdi” con dos entradas de valores de materia / energía y una de control operativo para el nodo. En términos de las estructuras condicionantes del pensamiento sistémico, las EPin o EPdi se construyen mediante un conjunto de condicionamientos encadenados. En ambos tipos de estructuras, puede haber un o más nodos no habilitados (nh). Con la forma general del módulo de integración / diferenciación (C, en la figura 31), podemos representar una red de “EPin y EPdi” que en su conjunto mostrarían un entramado más real de las conexiones que tendría una red neural. Los diferentes modelos de módulos de integración/diferenciación nos van a permitir mostrar paso a paso, el tejido implicado en la red de nodos asociados a los procesos cognoscitivos que deseamos modelar. Con base en estos módulos podemos distinguir varios tipos de relaciones y con ello nombrar diferentes tipos de trayectorias en las regiones e interfaces del campo cognoscitivo.

2.3 Tipos de relación y construcción de trayectorias de materia / energía

en el campo cognoscitivo Recordemos que uno de los principios esenciales de la epistemología genética refiere a que lo que realmente conocemos son relaciones y relaciones de relaciones.

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En forma generalizada, podemos decir que toda relación conlleva un significado y las relaciones de relaciones implican nuevos significados23. La suma de significados permite conformar imágenes, ideas y conceptos. Los significados del sistema, dentro del entorno donde convive, permiten dar el sentido, la dirección de dichos significaos en dicho contexto. Los significados serán algo asi como partículas elementales dentro de configuraciones moleculares en los dominios del CC.

Entonces, a partir de estas partículas, de estas relaciones, la construcción de los conceptos de elemento y de objeto, deriva de la construcción de relaciones de relaciones. Este principio conduce a formular solo la posibilidad de una genealogía de conceptos siempre derivados de una relación previa y no a formular la existencia de un objeto o elemento inicial, que conduciría finalmente a un reduccionismo, dado que la partícula a la que hemos hecho referencia como analogía sobre el concepto de significado, es a su vez un conjunto de relaciones previas.

La pregunta sobre la relación primigenia no entra dentro de la construcción epistemológica piagetiana. Lo que si entra es el proceso dialéctico, sujeto a una permanente relación entre dos instancias –concebidas como relaciones previas o mediante una definición de elemento u objeto como suma de relaciones- que se conciben en el marco de una dinámica de construcción de pensamiento, de una epistemología más que de una ontología de elementos. El concepto de relación nos permitirá entonces, formular y articular conjuntos de relaciones como semilla de operaciones cognoscitivas. Es el caso de las relaciones asociadas a las operaciones de diferenciación y de integración presentadas en el apartado anterior. Los diferentes tipos de relación nos permitirán hacer distinciones en funciones, estructuras y procesos, entre los dominios de interiorización y exteriorización y entre la continuidad en las etapas biofísica, afectiva y lógica. Nos permitirán modelar con mayor detalle, las operaciones de las seis zonas discursivas y especialmente, las operaciones concretas y formales –que veremos en la tercera parte de este libro- asociadas a las zonas dialécticas. Habremos de distinguir cuatro tipos de relación: la empírica, la de implicación, la lógica y la causal. Cada una de ellas está asociada principalmente, a un dominio de operación, aunque pueden estar presentes simultáneamente en casi todos los dominios. Así las relaciones empíricas estas asociadas al dominio de los procesos biofísicos, las relaciones de implicación al dominio afectivo, las relaciones lógicas al dominio racional y las relaciones causales a las zonas dialécticas que vinculan a las fases de interiorización con las de exteriorización. Ahora nos vamos a aproximar a una representación más detallada de la zona de interiorización bio-física para explicitar el tipo de relaciones que hay en ella. En esta representación estructural, mostraremos un conjunto de “EPins” pertenecientes a                                                             23 La formalización de las relaciones posibles entre significados la podemos comprender y explicar mejor mediante las teorías del significado asociadas al proceso de la semiosis en las diferentes semióticas. También es posible dar nombre a las relaciones esenciales y a sus significados mediante los lenguajes matemático, sistémico y epistemológico, como lo iremos haciendo a lo largo de esta segunda y tercera parte. 

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las estructuras neuronales de los esquemas de acción y a las que corresponden a la operación de asimilación. En la figura 32 muestro dos tipos de relaciones, las relaciones empíricas y las relaciones de implicación. Las primeras vinculan una parte externa al sistema, más allá de la piel de una persona, con un primer nivel de EPins. Estas relaciones corresponden al contacto de elementos de la realidad externa con las capas externas de nuestro cuerpo –piel, retina, tímpano. Se da en el contacto de nuestros sensores, considerados como tipos de dendritas y de formas de conectividad entre nuestro sistema nervioso y aquello “toca” o perturba el sistema, las neuronas superficiales de nuestro cuerpo24.

Figura 32: Representación de la red de “EPIn”

en la zona As del campo cognoscitivo El trayecto que va de la zona superficial a la zona profunda tanto de la fase de interiorización como de exteriorización, es un trayecto que puede ser descrito en términos del sistema nervioso periférico en su fase aferente y eferente –asimilaciones, acomodaciones y una parte de las abstracciones empíricas y generalizaciones inductivas, y sus equilibraciones- es en este nivel en el que predominan las relaciones de implicación. Y en lo que constituye el sistema nervioso central en su fase aferente y eferente – donde se presenta una parte de las

                                                            24 En el caso del sentido del tacto, hay cinco tipos de receptores táctiles, que detectan movimiento del pelo, de un roce sostenido en la piel, de vibraciones y presiones profundas, presiones sostenidas y un tacto fino proveniente  de  un  aleteo.  Cada  uno  tiene  sus  vía  somatosensoriales  que  incluyen  entre  otros,    a  los nocioreceptores, a  las dendritas,    inter‐neuronas y neuronas más grandes que van conduciendo, mediante integraciones  y diferenciaciones,  las  señales,  por  el  subsistema aferente del  sistema nervioso periférico  y posteriormente al central. Mecanismos distintos operan para los otros cuatro sentidos. Las referencias las he tomado del libro Fisiología Humana de L. Sherwood. New York. CENGAGE Learning (2011).  

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abstracciones empíricas y generalizaciones inductivas, abstracciones reflexivas y generalizaciones completivas están las relaciones lógicas. Las relaciones de implicación se caracterizan por vincular los diferentes significados o distinciones de materia / energía en las entradas a un nodo, -a una neurona-, con varias salidas de dicho nodo25. En la siguiente figura -33- presento la unión de una EPin con una EPdi, -un módulo EPin/EPdi-, lo que me permite representar un modelo de relación de implicación. Recordemos que ambos nodos, podrían estar con diferente número de nodos de entrada y salida, conformando un nodo mayor. En el componente de integración en la figura 33 se pueden presentar tres casos, dependiendo si los nodos están activos o no: en el primer caso los tres están activos, en el segundo soo dos de ellos y en el tercer caso uno de los tres.

Figura 33: Módulo EPin-EPdi con relaciones de implicación

La integración es diferente en cada uno de los tres casos y el proceso de diferenciación tiene sus propios criterios –que veremos más adelante. En este caso el nodo distingue tres tipos de salidas con significados diferentes, que derivan de las operaciones de integración en un resultado previo. Uno segundo caso de diferenciación podría ser que solo se generara información en (r2). Cuando tenemos muchas entradas y muchas salidas, los nodos EPin/EPdi son muy complejos y difíciles de “asimilar”, dado que las distinciones pueden ser sutiles y presentar muchas combinaciones. De aquí que las operaciones basadas en relaciones de implicación tanto en la zona bio-física como afectiva sean difíciles de “comprender” y más aún, de “explicar”. Son las relaciones que nos permitirían definir con mayor claridad muchos matices en los estados de ánimo que van de la emoción básica, pasando los afectos y abstrayéndose en los niveles de los sentimientos, tres estados básicos de la zona que he identificado como afectiva. Las relaciones de implicación pueden ser modeladas mediante una serie de condicionamientos que posibiliten tantas combinaciones y matices de diferenciación como sea posible. Esto puede ser modelado desde l pensamiento sistémico, mediante una de las técnicas de sistemas expertos, que veremos más adelante.

El siguiente tipo de relación es la relación lógica. En ella se establece un vínculo entre dos o más entradas y una sola salida tiene el mismo significado pero con diferentes intensidades. Está representada con la figura 34.

                                                            25 El nodo asociado a una relación de implicación y de una relación empírica establece una relación –desde la perspectiva de un lenguaje sistémico‐  de “muchos a muchos” y el nodo de una relación lógica,  la relación sistémica es “de muchos a uno”. 

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Figura 34: representación de relaciones de implicación y lógico-

matemáticas

Las operaciones de integración en última instancia pueden ser las que se han definido como operaciones lógicas –“y”, “no”, “o”- y mediante la concatenación de muchos condicionantes binarios es posible construir discursos basados en lo que conocemos como lógica formal. Estas relaciones son propias de la región que hemos identificado como lógico-matemática. En la misma figura 34, represento con líneas punteadas relaciones lógicas, y con líneas continuas, relaciones de implicación. En ambos casos la región representa una parte del dominio de la lógica en su fase de interiorización, por ser en su mayoría nodos de integración del tipo Epin.

Es importante apreciar que los procesos de flujo de materia / energía en las estructuras basadas en relaciones empíricas y de implicación –estratos bio-físico y afectivo- difícilmente pueden ser reversibles. Esto significa que el camino de ida o de subida, no puede ser el mismo para la bajada o el regreso. Traducido al lenguaje epistemológico, las trayectorias en la fase de interiorización no pueden ser las mismas que las trayectorias en la fase de exteriorización. En consecuencia la organización de las trayectorias en una y otra fase son muy diferentes, aunque deben estar vinculadas entre sí, precisamente a través de las inter-zonas e interfaces.

Veremos en la tercera parte, que la capacidad de reversibilidad se podrá dar a niveles más micro y esta propiedad permitirá llevar a cabo operaciones más elaboradas para lograr la consistencia y equilibrio entre las estructuras construidas en el ámbito de la interiorización con las del ámbito de la exteriorización26. Si hacemos una abstracción de la estructura que asume un conjunto de relaciones lógicas, tendríamos una representación como muestro en la figura 35.

                                                            26  En  esta  parte  de  las  notas  haré  una  primera  aproximación  al  concepto  de  equilibrio  a  través  de  las operaciones implicadas en las inter‐zonas e interfaces, así como desde la Teoría de las equilibraciones. Pero en la tercera parte habré de entrar en más detalles sobre este concepto, central en Piaget. 

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Figura 35: Estructura de relaciones lógicas.

Con esta organización jerarquía de relaciones, cada nodo integrador solo tiene un tipo de respuesta –de la misma naturaleza- y cada respuesta logra sus distinciones por los diferentes niveles de intensidad, cantidad y calidad, dependientes de la naturaleza de la materia / energía, y es operada junto con otras para dar un nuevo nivel de abstracción. La organización jerarquía de relaciones permite construir cuerpos teóricos lógico-formales, porque las reglas que se deben aplicar para su construcción están basadas en el principio de organizar un tipo de materia / energía de naturaleza semejante, que permite combinar estructuras-procesuales de integración y de diferenciación2 con relaciones lógicas. Ahora veamos en la figura 36, cómo integramos las diferentes formas de relación en las trayectorias de las seis zonas e inter-zonas e interfaces del campo cognoscitivo:

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Figura 36: Red de trayectorias posibles en el CC

En la siguiente figura 37, muestro los tres tipos de relación en sus dos modos, Rei, Rii y Rli como Relaciones empíricas, de implicación y lógicas en la fase de interiorización y las relaciones Ree, Rie y Rle, las mismas relaciones, pero en la fase de exteriorización. Recordemos que salvo las relaciones lógicas, las de implicación y empíricas son necesariamente diferentes por las fuertes distinciones en la naturaleza de sus integraciones en fase de interiorización y diferenciaciones en su fase de exteriorización.

Figura 37: distinciones en los tipos de relaciones empíricas de implicación y

lógicas y los tres tipos de relaciones causales.

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En la misma figura presento las relaciones causales, que son aquellas que “nacen mancomunadas”27 y representan otra forma de fusión entre los esquemas y estructuras-procesuales. Distingo tres tipos de relaciones causales,

las derivadas de estructuras-procesuales “mentales” de la mano con estructuras-procesuales asociadas a una acción de lenguaje especializado –Rcl, Relación causal lógica-,

estructuras-procesuales asociadas a una acción de lenguaje afectivo con gestión y expresión en el lenguaje de sentido común –Rca, Relación causal afectiva- y

estructuras-procesuales asociadas a una acción de lenguaje especializado –Rcf, Relación causal bio-física-, asociada a una acción de lenguaje corporal expresivo sin palabras.

La distinción en las relaciones causales la habremos de ver con términos diferentes en otros conceptos de Piaget asociados a los Observables y las Coordinaciones del Sujeto y del Objeto. Las he mostrado como distinciones significativas porque serán importantes cuando pasemos a la configuración de lo que serían los nodos que integran estructuras-procesuales de integración/diferenciación, que si bien tienen semejanzas con los nodos EPin y con los de EPdi, no serán las mismas operaciones epistemológicas.

2.4 Conceptos clave en el nivel meso. Iniciamos con las definiciones que Piaget28 da a las seis zonas del campo cognoscitivo. Matizo que le da especial atención al par asimilación / acomodación que desarrolla en la gran mayoría de sus obras y respecto al par de las abstracciones y generalizaciones lo hace principalmente en una obra dedicada a ellas29. Considero que la atención a las funciones de asimilación / acomodación es más amplia porque aplica a toda la fase de interiorización y la segunda a la de exteriorización. Debemos entender que todo proceso de re-estructuración –en la fase de interiorización y también dentro de los tres niveles bio-físico, afectivo y lógico- está vinculado a procesos de asimilación. De manera concomitante los subsistemas asociados a la fase de exteriorización tienen que ver con el proceso (una función de funciones) de acomodación.

Par asimilación / acomodación Quisiera iniciar la definición de este par de conceptos a partir de la importancia que le da Piaget a la acción, presente en cualquier forma de movimiento, pensamiento o sentimiento. En la gran mayoría de los casos, la acción suscita una “necesidad” que se manifiesta como un desequilibrio. Este punto de ignición, deriva la necesidad de re-equilibrar una acción, que de forma sutil o evidente nos cambia algo dentro de nosotros –como por ejemplo, observar un objeto, el hambre, el cansancio o la búsqueda de reposo. Pero también la acción, como reacción, deriva de una perturbación externa a nosotros –como nuestra participación en un juego o escuchar una palabra ajena hacia nosotros que nos pone en conflicto.

                                                            27 Expresión debida a Rolando García (García, 2000) 28 Veremos cómo en el lenguaje de Piaget, hay elementos de varios dominios, frecuentemente usa el término de subsistemas y sistema, en el mismo sentido que los he definido. 29 El título es “Investigaciones sobre la abstracción reflexionante”, (2005) en la editorial Huemul de Buenos Aires. 

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En ambos casos la acción nos impone la necesidad de “incorporar las cosas y las manifestaciones de las personas a nuestra actividad propia y por con siguiente a “asimilar” el mundo exterior “a las estructuras ya construidas” y/o re-construidas. Adelanto que las posibilidades de crear estructuras la podemos pensar y conceptualizar como la capacidad del sistema para habilitar conexiones / sinapsis ya existentes dentro de una vasta red de neuronas. Entonces las estructuraciones y re-estructuraciones son conexiones y re-conexiones de una red existente, y pueden ser de manera casi inmediata, y como refiere Piaget, “a reajustar estas estructuras en función de las transformaciones sufridas y a la forma de nuestras reacciones, y por consiguiente a “acomodarlas” a los objetos externos, a “nuestras expresiones y acciones sobre las otras personas”.

Piaget continua afirmando que esto se lleva a cabo con la participación y desarrollo del pensamiento intuitivo y de la inteligencia lógica, obligándonos a un proceso permanente de “adaptación” de toda nuestra vida orgánica y mental, asimilando y acomodando progresivamente el medio ambiente y “organizando” las estructuras que lo asimilan y lo acomodan en el desarrollo de nuestro proceso cognoscitivo. (Piaget, 1977; 18-19)

De manera más concreta, Piaget define a la asimilación30 como el primer proceso fundamental de todo equilibrio cognitivo, y refiere nuevamente, a la incorporación de un elemento exterior (definido como objeto asociado a una acción o acontecimiento) en un esquema sensorio-motor o conceptual del sujeto (Piaget, 1978:8).31. Más adelante, dentro del proceso de construcción cognoscitiva se presentan nuevas formas de asimilación cuando se integran dos o más subsistemas entre los niveles bio-físico con el afectivo y el lógico, asociados a esquemas de acción y al sistema en su conjunto como a una totalidad relativa. De esta manera, toda asimilación es una integración a una estructura creciente y común.

Piaget también define a la asimilación como la operación que “funde en un único todo la utilización de un objeto o un elemento cualquiera, lo que la psicología clásica denomina una ´asociación´”. Un esquema de acción asociado a una asimilación “confiere un cierto significado a los objetos asimilados y asigna de este modo objetos definidos a las acciones que tienen relación con él”. (Piaget, 1978:21).

El segundo proceso fundamental es la acomodación, entendida como una necesidad que deriva de la asimilación para identificar y nombrar posteriormente las particularidades propias de los elementos que han pasado por la función de asimilación, para llevar a cabo las respuestas o reacciones del sistema (Piaget,

                                                            30  La  mayoría  de  las  referencia  en  esta  sección  las  derivo  del  libro  “La  equilibración  de  las  estructuras cognitivas”. 31 Esta afirmación la podemos entender como la interacción entre dos esquemas de acción fisiológicamente diferentes –uno de la vista y el otro del oído‐ ante un evento externo inusitado. En ambos esquemas la acción es asimilada en estructuras diferentes –las de la vista y las del oído‐ pero operan recíprocamente, esto es, se asimilan dentro de procesos vinculantes que se integrarán posteriormente en forma coherente. 

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1978:8). Ese tomar en cuenta es el que refiere a la manera de poner en práctica lo asimilado en el actuar. Implica varias diferenciaciones –sobre lo asimilado- al ajustar los esquemas de acción motores a las particularidades de los objetos.

De esta manera, el esquema de “coger un objeto” no se aplica de la misma manera en todos los casos, el esquema se acopla a cada uno de acuerdo a su forma y condición específica. Este proceso también aplica a la diferenciación básica entre subsistemas vinculados a los sentidos como efectores, lo que puede identificarse como acomodaciones recíprocas. La acomodación se encuentra siempre subordinada a la asimilación –porque “siempre es la acomodación de un esquema de acción” (Piaget, 1978:8).

Cuando asimilaciones y acomodaciones no operan en forma equilibrada, devienen fusiones deformantes entre subsistemas, y emerge de ahí un desequilibrio. Estos son más fuertes en las adaptaciones de la acomodación con los objetos exteriores que entre las acomodaciones recíprocas entre los subsistemas. Paso ahora al segundo par de procesos en el libro referido.

Par abstracción / generalización

Piaget distingue una reflexión del dominio afectivo, como una abstracción empírica, de una reflexión propia del nivel lógico: la abstracción reflexiva. Esta última, la identifica, en sus palabras, como “una `abstracción reflexionante` que parte de acciones u operaciones del sujeto y transfiere a un plano superior lo que se ha extraído de un nivel inferior de actividad: diferenciaciones, por tanto, que necesariamente involucran el punto de llegada de composiciones nuevas y generalizadoras” (Piaget, 1978; 5). El nivel inferior se refiere a los nodos diferenciados, que se integran en un punto de llegada de nuevas composiciones, y se vinculan a una generalización concomitante.

Esta abstracción reflexionante difiere de una ''abstracción empírica" porque –en este caso- la integración de elementos / relaciones comunes, “…se refiere a los objetos físicos o a los aspectos materiales de la acción propia, tales como los movimientos, los impulsos, lo escuchado, lo visto, etc. Nos dice que “…aun en sus formas más elementales, este tipo de abstracción no podría consistir en meras ''lecturas'', pues, para abstraer de un objeto cualquier propiedad, como su peso o su color, es necesario utilizar instrumentos de asimilación (establecimiento de relaciones, significaciones, etc.) que dependen de "esquemas" senso-motores o conceptuales que no son proporcionados por el objeto, sino construidos con anterioridad por el sujeto…”, y más adelante refiere que esta operación reflexionante incluye todas las actividades cognitivas del sujeto de los niveles anteriores como los esquemas o coordinación de acciones, operaciones, estructuras, etc.., “ para extraer de ellos ciertos caracteres y utilizarlos con otros fines (nuevas adaptaciones, nuevos problemas, etc.). No explicita la presencia de una abstracción empírica, más básica, sino de procesos de asimilación.

Matiza qué es reflexionante en dos sentidos complementarios. El primero “traspone a un plano superior lo que toma del nivel precedente (por ejemplo, al conceptualizar una acción): designaremos esa transferencia o esa proyección con el término "reflejamiento", y en segundo lugar este el reflejamiento “…debe necesariamente reconstruir en el nuevo plano B lo que ha extraído del plano de partida A, o relacionar los elementos extraídos de A con los que ya estaban situados en B”, (Piaget, 1978; 5).

Pero incluso Piaget divide esta explicación en dos momentos asociados, el primero a la abstracción reflexiva, refiriendo a una “reflexión como proceso” y el segundo a una “reflexión como producto”, y ambos integran un

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proceso de reorganización o reorganización cognoscitiva del que emergen niveles jerárquicos mediante la alternancia de dichas reflexiones (Piaget, 1978:40-44). Podemos ver estas operaciones como formas de abstracción, en la que se selecciona una parte común de varios elementos y se integra en un nuevo conjunto, subsistema o nodo integrador.

Figura 37b: representación del proceso de abstracción

Considero que estas descripciones son análogas a las operaciones que referí en lo que denominé estructura-procesual de integración. La operación de transponer a un plano superior lo que toma del nivel precedente es precisamente la selección de una parte de los elementos comunes de lo que se integra –plano A- y en este momento, se reflejan los nodos perceptivos en el nodo integrador –plano B-. A esto le llama Piaget “reflejamiento”, y en segundo lugar, al extraer de ellos –de las relaciones integradas- ciertos caracteres –como abstracción de nuevas relaciones potenciales- y utilizarlos con otros fines en nuevas adaptaciones, nuevos problemas – dentro de un nuevo nivel de valoración32 y en correspondencia con su generalización, Piaget le llama “reflexión”, génesis de un pensamiento reflexivo33. La función de la abstracción reflexiva tiene una relación muy estrecha con las regulaciones compensatorias, que más adelante veremos. Este proceso de inferencia, será una “operación de operaciones” en el marco de funciones de auto-regulación cognoscitiva.

Pero en este texto, Piaget incluye un nivel más de abstracción que la llama “pseudo-empírica”, y nos dice que “en niveles que ya son representativos pero aún preoperatorios, al igual que en el nivel de las operaciones concretas, sucede que el sujeto no puede efectuar construcciones, que más tarde se volverán puramente deductivas, a no ser que se apoye constantemente en los resultados comprobables de esa construcción … y…

                                                            32  Dicho  de  otra  manera  semejante,  estas  dos  operaciones,  la  de  transponer  de  un  nivel  a  otro  y posteriormente  de  construir  lo  transpuesto,  equivalen  a  1)  las  operaciones  de  selección  de  elementos comunes y relaciones implícitas no manifiestas, y de interés en el nodo integrador y 2) a resignificar la nueva relación entre los elementos comunes y las relaciones implícitas en una nueva relación, con nuevos atributos o características y dentro de una axiología implicada en el nodo, que he referido en relación al módulo de Estructuración‐procesual de integración (EPin). 

33 En este mismo texto, Piaget da a la abstracción un papel tan relevante como la asimilación: “La abstracción reflexionante  ‐con  sus  dos  componentes,  "reflejamiento"  y  "reflexión"  puede  ser  observada  en  todos  los estadios:  desde  los  niveles  senso‐motores…,  y  el  lactante,  para  resolver  un problema nuevo,  es  capaz de extraer de estructuras ya construidas ciertas coordinaciones y reorganizadas en función de nuevos datos.” 

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la lectura de esos resultados se hace sobre objetos materiales, como si se tratara de abstracciones empíricas, en realidad las propiedades comprobadas son introducidas en ellos por la actividad del sujeto”. Solo aquí vemos explícitamente lo que serían las abstracciones empíricas del dominio afectivo, pero considero hacer mas explícita la naturaleza de este tipo de abstracción, con base en un análisis sobre el tipo de fuerzas en las zonas del Campo Cognoscitivo en esa región.

En primera instancia, la abstracción empírica es una reflexión que establece procesos de reflejamiento con relaciones meramente de implicación, esto es, que a partir de formas de materia / energía propias del último nivel del dominio biofísico, se presentan formas de integración que van configurando nuevos significados básicos a nivel emocional y sus concomitantes formas de exteriorizarlos dentro de lo que ya puede considerarse un lenguaje básico corporal, de sentido común –movimientos del cuerpo, especialmente de la cara y manos.

Dichas relaciones de implicación se van complejizando en niveles de significado que configuran conceptos asociados a formas espaciales, de duración, y con ello formas de distinguir cantidades de cualidades, continuidades, permanencias, que configurarán finalmente conceptos de número, velocidad, aceleración y formas de relaciones de casualidad, asociadas a frases más elaboradas de un lenguaje oral de sentido común, -expresiones de agrado, rechazo, dolor, alegría y formas de interacción básica y de relación con objetos.

De esta manera, los reflejamientos están basados en esquemas de acción más elaborados –derivados del dominio bio-físico- y constituyen nuevas formas de estructuración de los afectos y más adelante, sentimientos. Los conceptos asociados a estas formas de integración implicativa del dominio afectivo, los veremos más adelante, lo importante en este momento es comprender que las abstracciones empíricas, implican entramados de relaciones y evidencias empíricas previamente construidos, –es necesario ver, escuchar, sentir formas- para poder transformar de manera concomitante, formas de exteriorización mediante un lenguaje cargado de emoción, afecto y sentido común. Adelanto que dicho proceso concomitante, es propio de una generalización inductiva en la que nuevamente, relaciones de diferenciación con implicaciones en sus mecanismos, determinan el encuentro y aprendizaje de las palabras, movimientos, gestos y actuaciones propias de dicho nivel de construcción del dominio afectivo.

El proceso concomitante referido líneas arriba, implica necesariamente de un conjunto de retroalimentaciones basadas en constataciones y anticipaciones –que veremos más adelante- que permitirán dar equilibrio a las operaciones concretas de este nivel cognoscitivo. El logro de dicho equilibrio lo explicaremos mediante procesos de regulación y las formas de posibles re-equilibraciones, mediante procesos de compensaciones.

Respecto al proceso de generalización, Piaget lo vincula estrechamente –a la manera de la acomodación con la asimilación- con el proceso de abstracción. Nos dice ya en el capítulo II del libro de referencia: “Existe probablemente entre la abstracción y la generalización una relación circular análoga a la de tantas otras parejas en las que cada uno de los términos remite al otro (concepto y juicio, comprensión y extensión, orden y suma en lo finito, etc.)34”. En efecto, continúa Piaget, “el resultado de una abstracción reflexionante es siempre una generalización, y el de una abstracción-empírica conduce a precisar el grado de generalidad35 de las características extraídas del

                                                            34 Recuerdo los pares de palabras clave en la parte uno de estas notas, referí al par comprensión / explicación y que Piaget refiere a este último concepto como “extensión”. El par orden y suma de lo finito equivale al concepto de poner de mayor a menor el concepto de los diferentes números, que puede ser infinito, pero que al pasar al lado de la exteriorización, de lo “objetivo” el orden ya debe ser pensado como una seriación, esto es, como una  “suma en lo finito”  35 Este “grado de generalidad” será traducido a una “generalización completiva” siempre abierta a nuevas características de los objetos. 

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objeto. Recíprocamente, toda generalización supone una abstracción previa o, al menos, la delimitación de las propiedades generalizadas. Pero si esta relación circular parece verdadera en grandes rasgos, subsiste una serie de problemas de detalle según los tipos de abstracción y de generalización posibles36. Si se consideran sólo sus dos formas principales, está claro, en primer lugar, que al proceder la abstracción empírica, sólo por disociación de características ya dadas en el objeto, la generalización que resulta de ella sólo puede ser inductiva y desprovista de necesidad, mientras que, al consistir la abstracción reflexionante, en un reflejamiento de coordinaciones que implican ya una construcción, la reflexión reorganizadora que resulta de ella conduce a generalizaciones necesarias.” (Piaget, 1978:53) que hemos visto como generalizaciones completivas.

Apreciemos el carácter circular de los dos procesos en sus dos formas, y aunque a la abstracción empírica la asocia con una generalización inductiva, a la abstracción reflexionante la asocia con una generalización que orienta su grado de generalidad a una necesidad derivada de ser nombrada y asociada a una realidad empírica que no ve, o que no conoce y por ello una necesidad de completar permanente.

2.5 Hacia los procesos de equilibración En este apartado sintetizare las características en forma más precisa de las zonas de las seis funciones básicas –asimilación / acomodación y abstracciones / generalizaciones- y las zonas de interfase o de equilibración. Las operaciones fundamentales son la regulación y la compensación. Veremos con cierto detalle sus definiciones y potencialidades, pero deberemos completar estas características con los conceptos micro de la tercera parte. La sección termina sintetizando este primer acercamiento más detallado del proceso de equilibración dinámica deseable en la construcción de conocimiento, mediante la teoría de las equilibraciones.

Es importante recalcar que el par regulaciones / compensaciones es quizá el par más elaborado que desarrollo Piaget, y aunque está presente desde el principio de su teoría, lo rectifica en los últimos años, a través de lo que denominó la segunda teoría de las equilibraciones (Piaget, 1978). Este par de conceptos son los que permiten explicar qué sucede en las inter-zonas, en las interfaces del campo cognoscitivo. Responde a las preguntas ¿cómo se pasa de la fase de interiorización a la de exteriorización? Y de manera semejante ¿cómo circula el conocimiento entre las etapas de adaptación bio-física a las de organización lógica, a través de lo que denominamos dominio adaptativo-organizativo del afecto?. Y estas preguntas no son otras que una parte sustantiva de la pregunta sobre el ¿cómo se pasa de un nivel de conocimiento a otro?

                                                             36 Piaget desarrolla estas diferencias en generalizaciones, en el libro de referencia. 

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Figura 38: Zonas del Campo Cognoscitivo para las regulaciones y compensaciones

Recordemos que el paso de una zona a otra, en cualquier caso, implica un proceso dialéctico, no solo porque es necesario conciliar elementos / relaciones en términos de estructuras / procesos entre naturalezas diferentes, sino porque una vez tejidos, la urdimbre de relaciones y relaciones de relaciones, manifestará irregularidades que generan desequilibrios los que se traducen en irritaciones internas manifestadas como” lagunas”, y explicitadas como formas de placer o dolor y asociadas a la necesidad de ser resueltas.

Con base en una analogía esencial y soportada por isomorfismos y homomorfismos que iremos viendo, podemos decir que en todos los casos donde hay presencia de “lagunas” o zonas en desequilibrio, habrá niveles de incomodidad, incompatibilidad, inhibición, que se traducen en diversas formas de patología superficial, media o profunda tanto en procesos asociados a la fase de interiorización, esto es a los órganos asociados a los sensores del cuerpo, pasando por los órganos internos, hasta llegar al cerebro y en forma concomitante, incidir en los órganos asociados a lo efectores, como es el caso del sistema muscular.

Zonas discursivas y dialécticas

Si bien Piaget hace muchas distinciones de las operaciones que permiten rectificar, modificar y optimizar las funciones de equilibración habremos de distinguir varios tipos de equilibraciones: aquellas asociadas a las seis zonas con funciones básicas que Piaget las identifica como como equilibraciones discursivas” y aquellas asociadas a las nueve zonas de equilibración, identificadas como equilibraciones dialécticas (Piaget, 2008). A las primeras las identifico en la figura 39a como EQdis y a las segundas como EQdia.

Recordemos que en las zonas discursivas de interiorización, el proceso de integración es sustantivo y en el podemos apreciar que lo que se va transfiriendo de un nivel a otro es solo una parte de toda la información contenida en los niveles iniciales. Otra parte puede ser eliminada y otra más conservada en el mismo nivel.

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En cada operación –en este caso de integración- hay un re-significado y consecuentemente una nueva construcción de contenidos que van configurando sentires e imágenes que por abstracciones sucesivas, comprenden entramados de la realidad percibida. De manera concomitante, en las zonas discursivas de exteriorización, el proceso de diferenciación ahora es sustantivo y en el podemos apreciar que lo que se va transfiriendo de un nivel a otro es aquello que puede ser explicitado mediante uno o más lenguajes –gestual, de sentido común o especializado- y debe ponerse en práctica –no solo al ser expresado- en el entorno del sistema. Podemos decir que se selecciona una parte de toda la información contenida en los niveles anteriores para ser acomodada en el actuar del sistema.

 

Figura 39a: Representaciones de las zonas discursivas y dialécticas

Respecto a las equilibraciones discursivas, presentes al interior de cada zona o región de funciones básicas (asimilación, abstracción, generalización y acomodamiento) existen des-equilibraciones derivadas de un desconocimiento de funciones de asimilación y abstracción previamente estructuradas –por las personas, grupos y comunidades del entorno en el que cohabita nuestro sujeto, bajo la existencia de un lenguaje de sentido común –concomitante a las asimilaciones y parte de las abstracciones empíricas- o especializado – concomitante a las abstracciones empíricas y reflexivas. En estos casos, pueden re-equilibrarse a partir de la comprensión de un discurso de referencia, equilibración que se basará en acciones de imitación en la construcción de predicados e imágenes.

Por otro lado existen des-equilibraciones discursivas derivadas de un desconocimiento de funciones de generalización y acomodamiento, previamente estructuradas en el entorno, vinculadas a un lenguaje de sentido común (para las acomodaciones y las generalizaciones inductivas), y asociadas a un lenguaje especializado, para las generalizaciones completivas. De acuerdo a las palabras clave que he referido anteriormente –y derivadas de otro nivel de lenguaje piagetiano sobre lo que sucede en estas zonas-, la estrategia general para reequilibrar estas lagunas se lleva a cabo mediante procesos de prueba y error en el marco de un juego que construye juicios e inferencias.

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Por otro lado, en las equilibraciones dialécticas (EQdia) he distinguido nueve casos, derivados de las precisiones que ha hecho Piaget en el tema de las regulaciones y compensaciones dentro de las equilibraciones dialécticas. En todos ellos, se presentan procesos de regulación y compensación semejantes, aunque es posible precisar algunas distinciones entre ellas.

En el caso de las equilibraciones de E1 a E4, podemos distinguirlas de las equilibraciones en las zonas dialécticas, en que las primeras enfrentan mayores retos al enfrentar naturalezas diferentes entre las relaciones entre dominios diferentes que tienen que establecer. En el caso de las zonas dialécticas, se trata de tipos de relaciones más homogéneas .al menos diferenciadas por los atributos de las etapas biofísicas, afectivas y racionales, pero enfrentan el reto de establecer correspondencias organizadas en “agrupamientos” caracterizados por relaciones más distantes y dinámicas.

En el caso de las zonas de equilibración E1 y E2, el reto enfrenta el paso para establecer continuidad entre relaciones biofísicas a relaciones emocionales (de la asimilación a la abstracción empírica, E1) y de estas a las lógicas, entre las abstracciones, E2. En el caso de las relaciones entre E3 y E4 el reto es semejante pero dentro de la fase de externalización, en donde las diferenciaciones en estos procesos de conectividad funcional no es semejante al de interiorización.

Un reto diferente se presenta en el establecimiento de relaciones causales –propias de las zonas dialécticas- entre las tres etapas de construcción cognoscitiva: entre las funciones de asimilación y acomodación, y las concomitancias entre abstracciones y generalizaciones. En estos casos, si bien la naturaleza de las relaciones es semejante –meramente lógico-matemática, afectiva o biofísica-, los retos son mayores que en las equilibraciones discursivas. Esto es debido a que las correspondencias en las interdefiniciones por construir, deben establecer vínculos entre imágenes internas y propias, con la dinámica de los lenguajes compartidos del entorno, de la sociedad donde cohabita el sistema

El caso de las equilibraciones E8 y E9, que resuelven desequilibrios entre diferentes fases y etapas cognoscitivas –en forma cruzada-, es aún más complejo, porque incluyen todos los anteriores retos de articulación entre tipos de relaciones. Recordemos que los relojes temporales entre las tres etapas de desarrollo cognoscitivo pueden ser muy diferentes. En la etapa biofísica los sucesos pueden llevarse a cabo en milisegundos y en los nieles lógicos pueden ser de minutos u horas. Estas distinciones generan diferentes contradicciones que deben ser resueltas bajo una dinámica propia de la dinámica de las compensaciones –como formas de solución creativa- sobre los procesos de regulación. Es el caso de la transformación de los ciclos homeostáticos, que deben evolucionar para resolver necesidades de la salud del sistema. Habremos de añadir en este tipo de equilibraciones, el reto de resolver contradicciones derivadas de las diferencias de escalas espacio temporal, propias de una relación entre una abstracción reflexiva y una generalización inductiva a través de la equilibración identificada como E8. Esta relación también puede ser definida mediante la trayectoria Ar->Gc->Gi y podría “modelarse” mediante la secuencia que incluye E7 y E337.

La distinción entre los tipos de equilibración dialéctica, la enfatizo porque ellas tendrán diferentes dosis o participación de procesos de regulación –más cargados en las Zonas de equilibración discursiva - y de procesos de compensación, -más cargados en las Zonas de equilibración dialéctica. Pero veamos diferentes definiciones y conceptos asociados primero a las regulaciones y posteriormente a las compensaciones. Recordemos que ambos están íntimamente vinculados y constituyen parte fundamental de la Teoría de las equilibraciones, que veremos más adelante.

                                                            37 Hago explícita esta distinción de análisis de relación en un proceso cognoscitivo entre dos zonas o regiones, para mostrar que ambas son posibles y que la diferencia radica en cómo modelamos una y otra mediante la cibernética, que será el instrumento que nos permita llevar a cabo la afirmación de Piaget sobre la función de la  cibernética en  la epistemología,  como “un método de enfoque en  las  comparaciones entre  la  vida y el conocimiento” (Piaget, 2008: 54) 

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Regulaciones

Explicitamos nuevamente que las Regulaciones son mecanismos que explican procesos de re-equilibración de estructuras cognoscitivas cíclicas en desequilibrio. Desde un lenguaje típicamente Piagetiano, el mecanismo parte cuando “una repetición A’ de la acción A se ve modificada por los resultados de ésta, y por lo tanto por un efecto re-rebote de los resultados de A sobre su nuevo desarrollo A´” (Piaget, 1978:21), y se puede explicar como un juego de afirmaciones y negaciones38.

Cuando una regulación es un mecanismo de corrección de la acción A, se denomina como retroalimentación negativa. En el marco de una totalidad –biológica-, este mecanismo corresponde a la homeostásis y refiere a regulaciones que tratan de conservar un estado o comportamiento del sistema.

Cuando una regulación es un mecanismo de refuerzo de la acción A, se denomina como retroalimentación positiva, pero hay posibilidad de que aumente el error o de lograr éxito en el refuerzo –en la corrección de la corrección homeostática.39. En el marco de una totalidad –biológica-, este mecanismo corresponde a la homeorresis y refiere a compensaciones –no solo positivas, sino negativas- que intervienen en la progresión hacia un estado o comportamiento del sistema.

Pero también hay regulaciones derivadas de la adaptación del sujeto con los objetos, y aquí Piaget empieza a precisar regulaciones tipo E6 en la figura 39, y nos dice que pueden ser:

a nivel de relaciones entre esquemas –en un nivel más de relaciones empíricas- y se dan en las asimilaciones – acomodaciones recíprocas (E5 en figura 39)

y entre subsistemas -a un nivel más de relaciones de implicación y lógicas- se dan en lo que serían las abstracciones seudoempíricas –ver figura 39- (que atañen a las propiedades que las operaciones del sujeto introducen en los objetos –atributos de su comportamiento- y no a sus propiedades meramente físicas) (Piaget, 1978:24).

Un tercer nivel de regulaciones –ver figura 39- es el derivado a los medios empleados y pueden ser (Piaget, 1978:25).:

                                                            38 Esta es ya una descripción a nivel puntual, que vamos adelantando.  39 Hay un mecanismo de refuerzo con error “al usar aire en un incendio”, y hay un mecanismo de refuerzo con éxito en la formación de hábitos. Adelanto, la expresión corrección de la corrección” es ya una forma de hacer referencia a una reflexividad de segundo orden, esto es, a observar cómo reforzar o no a un observador que está  llevando  a  cabo  una  observación  de  control  homeostático.  Piaget  no  hace  uso  de  la  reflexividad  de segundo  orden  –propia  de  la  cibernética  de  segundo  orden‐,  pero  la  correspondencia  es  prácticamente análoga.  Más  adelante  veremos  cómo  las  regulaciones,  entendidas  como  procesos  homeostáticos,  son equivalentes  a  uno  de  los  propósitos  centrales  de  la  primera  cibernética  –atribuida  a  Wiener,  Ashby  y Rosenblueth‐ , el controlar un comportamiento por la vía de las retroalimentaciones negativas –termino ya usado  por  Piaget,  pero  desde  un  pensamiento  biológico.  De  manera  semejante  los  procesos  de  las regulaciones, evidentes en los procesos homeorréicos de la biología, que serán asociadas las compensaciones y que son equivalentes a los propósitos centrales de la cibernética de segundo orden. 

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regulaciones automáticas –o simples-, asociadas a la actividad de los esquemas de acción simples y aplican a nivel de precisión de los movimientos a nivel senso-motor, como acomodaciones y ajustamientos, y

las regulaciones activas o de segundo grado –o regulaciones de regulaciones-, asociadas a la actividad de los subsistemas y aplican a nivel de cambio de los medios usados, requiriendo otras formas de representación o de conceptualización.

Los mecanismos de regulaciones son pensados matemática y sistémicamente por Piaget. De aquí su referencia como mecanismos de “control programado” que “asintóticamente” se “aproximan” por “tanteos” a estados de mayor equilibración.

La coordinación de acciones de regulación, propia del nivel de abstracción reflexiva, tiene su propio regulador “primordial” que integra y cohesiona las partes en forma auto-conservadora, a la manera de la organización de una célula en donde las leyes de la totalidad prevalecen sobre las propiedades cambiantes, sometiéndose a la conservación del todo y al “cerramiento del ciclo de las interacciones” (Piaget, 1978:27), ver figura 39. En la tercera parte, veremos que dicho regulador primordial es un atributo esencial de los “agrupamientos” de operaciones cognoscitivas, que las orientan hacia la construcción de sub-totalidades relativas.

Toda regulación implica dos procesos complementarios40:

Un proceso retroactivo, en el que se repite el resultado de una acción previa, y está vinculado a una retroalimentación negativa como corrección supresora que aparta los obstáculos modificando los elementos en los esquemas y modifica la fuerza de un elemento en un esquema, y

Un proceso proactivo, en el que se busca y conduce al sistema a la creación de un refuerzo, derivado de una retroalimentación positiva –como una negación de la negación-, evitando creación de lagunas, rellenándolas, fortificando las zonas cognitivas débiles (ver figura xx).

En la figura 39b apreciamos el caso ideal de las trayectorias de a1->a6 en el caso A). El proceso de interiorización de a1 –que percibe un evento representado por el asterisco- hacia a3, se exterioriza finalmente mediante la habilidad representada en a6.

En el caso B), el proceso de interiorización puede tomar la trayectoria de b2 directamente a b4 indicando una operación pre-activa, ya que el trayecto de referencia sería b2-b3-b4. De forma semejante, el proceso de exteriorización puede ser llevado a cabo mediante la operación de acomodación representada en b2-b7, de referencia, pero si se toma la trayectoria b6-b5, podemos observar operación pro-activa de anticipación –más profunda- que no tomo la vía de referencia b7.

                                                            40 En estas referencias Piagetianas, vemos cómo en el concepto de procesos complementarios fusiona en el proceso retroactivo, asociado a una retroalimentación negativa –regulación‐, un proceso proactivo, asociado a una retroalimentación positiva –compensación. Piaget concibe simultáneamente la necesidad de integrar a las dos cibernéticas.  

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Figura 39b: representación secuencial de procesos pre y proactivos

En el caso C), apreciamos operaciones pre y proactivas en el marco de al menos tres ciclos posibles entre las actividades de interiorización y exteriorización asociadas a la percepción de un evento –representado por “*” y su similar “+”. El número de actividades de referencia queda determinado por una de las trayectorias con más circulaciones, pero estas trayectorias pueden ser seleccionadas por el sistema de muy diversas formas. La seleccionada podrá ser la que marque más la estabilidad en la selección de la percepción, conduciendo o regresando a un ciclo homeostático, o a la transformación de dicha estabilidad, mediante una anticipación que determina una forma diferente de acomodar lo percibido mediante otra habilidad del sistema en el marco de un ciclo homeorréico.

Casi todas las regulaciones desembocan en compensaciones y por ello son indisociables a un problema de construcción41 que:

Superan una situación en una acción inicial perturbada y lo conducen a un mejor estado de equilibrio “maximizado”, o

Se limitan a estabilizar la acción inicial, añadiendo nuevos circuitos retroactivos y proactivos, aumentando el poder de las negaciones.

                                                            41  La  vinculación  que  muestra  ahora  Piaget  incluye  ya  la  posibilidad  de  que  un  proceso  de  regulación perturbado, que busca una superación mediante una compensación, puede  lograr un estado de equilibrio “maximizado”, entendiendo que dicho estado no corresponde a una “optimización de una función objetivo matemática clásica,  sino al encuentro de un estado y una dinámica de equilibración más deseable que  la perturbada, equivalente al conjunto de soluciones posibles de un algoritmo genético. 

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En la siguiente figura -40- muestro las diferentes formas de regulación dentro de las zonas del campo cognoscitivo, podemos apreciar que cubre las nueve equilibraciones del campo cognoscitivo.

Figura 40: Formas de regulación en el campo cognoscitivo

Compensaciones

En primera instancia, las compensaciones son modificaciones a los procesos de regulación, esto es, a los criterios para establecer los límites del ciclo homeostático Dichas modificaciones pueden sintetizarse en operaciones de afirmación y/o negación dentro de procesos de prueba y error.

De acuerdo al lenguaje de Piaget, el papel de las compensaciones en la teoría cognoscitiva consiste en explicar los procesos de reversibilidad –ya como inversiones o como reciprocidades- en las operaciones / relaciones lógico matemáticas asociadas a la continuidad en los procesos de abstracción / generalización, y sus formas de asimilación / acomodamiento42. La continuidad de procesos refiere a las formas de compensación en las tres etapas generales asociados a las operaciones entre esquemas de acción (en el dominio biofísico), a operaciones asociadas a las redes de subsistemas precedentes –de los esquemas de acción-, y como integración de subsistemas en red (en el dominio afectivo), dentro de una totalidad relativa o sistema global de coordinación del proceso cognoscitivo (en el dominio lógico). (Piaget, 1978:29).

Piaget define una compensación como “una acción de sentido contrario a un efecto dado que tiende, por lo tanto, a anularlo o a neutralizarlo”. (Piaget, 1978:30). Aunque esto corresponde precisamente a las retroalimentaciones negativas asociadas a las correcciones en las regulaciones, ya como correcciones (como es el caso de rectificar la posición de la bicicleta cuando estamos en una curva) o como rechazo del acontecimiento (cuando hacemos a un lado un objeto inasimilable), no se da de la misma forma en las

                                                            42 Apreciemos que se concentran más en las zonas E5 a E9 del campo cognoscitivo. 

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retroalimentaciones positivas, en donde solo se presenta la compensación cuando es necesario aplicar el refuerzo a un error.

En casi todos los casos, las compensaciones desembocan en regulaciones y su contribución es la de construir formas de negación o formas y procedimientos valorados para resolver necesidades, que permiten superar nuevos desequilibrios en forma progresiva en cuanto a su constitución y construcción de mecanismos.

Un mecanismo constructivo derivado de las compensaciones es el “llenado de una laguna cognoscitiva” (Piaget, 1978:31). Un ejemplo de ello proviene de la necesidad de establecer nuevas conexiones entre subsistemas de esquemas de acción para lograr una acción que no había sido posible realizarla con anterioridad, como es el caso de asociar un sonido a una forma –asociación que no existía antes y simplemente no se vinculaban ambas eventualidades. Otro ejemplo es el establecimiento de la relación entre un sabor con un color y una forma.

En otro nivel de cognición la necesidad de aplicar compensaciones radica en reconfigurar las relaciones asociadas a la concepción de espacio y tiempo que permitiría conseguir una acción deseada de un objeto en movimiento, como es el caso de que “algo” no se deja atrapar. Pensemos en la necesidad de cazar un insecto o recoger objetos en una mesa que se mueve permanentemente. El proceso de probar movimientos, por tanteo, para lograr el objetivo, está conformado por acciones consideradas como negaciones –en ese momento como regulación correctiva- y por negaciones de negaciones, como compensación.

Entonces, se puede decir que una compensación es una regulación de una regulación43, por ejemplo cuando se aplica una negación a una negación previa, el resultado no es el de anular una perturbación, sino de interiorizarla sin oponerse a ella. (Piaget, 1978:32-33).

Los caracteres comunes en las compensaciones son (Piaget, 1978:33-34), la de que

1) Su orientación impulsa a un actuar “en dirección inversa o recíproca a la de la perturbación (obstáculo o laguna), lo cual equivale a anularla (inversión) o a neutralizarla en cuanto a perturbación (reciprocidad), al tiempo que puede extraer de ella informaciones útiles” (Piaget, 1978:33), desarrollando negaciones asociadas al par “perturbación – compensación”.

2) Implican una evaluación –asociada con el proceso de regulación- y posibilita un juicio que integra elementos asimilados, acomodados, criterios de re-equilibración y el reconocimiento de una conducta readaptada,

3) Contribuyen a construir procesos de “conservación” de estados cognoscitivos y con ello a la construcción de un conocimiento más elaborado en las “totalidades superiores”.

Podemos apreciar que las compensaciones operan nuevamente en las zonas centrales de la equilibración esto es en la interface entre procesos de interiorización y exteriorización, zonas E5 a E9.

Equilibración maximizada El proceso de re-equilibración establecido entre regulaciones y compensaciones, tiende no solo a lograr equilibrios anteriores o equilibrios menos indeseables, tiende, según Piaget (Piaget, 1978:34-47) a formas de equilibración maximizados en el marco de leyes de optimización, mas abarcantes e ilimitadas, buscadas por el éxito

                                                            43 Esto nos remita a recordar la analogía que hay entre una “regulación de una regulación” consecuentemente con una retroalimentación en una retroalimentación y en términos de una cibernética de segundo  orden de la Sociocibernética, una “cibernética de la cibernética” de von Foerster. Con esto explicitamos una vez más, el pensamiento cibernético adelantado de Piaget. 

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de previas re-equilibraciones o por construir novedades en las transformaciones del sistema cognoscitivo. Podemos identificar este mecanismo como Regulaciones compensadoras, y se caracterizan por ampliar la concepción de las diferenciaciones e integraciones en todos los dominios, desde aquellas que determinan las “normas de asimilación” y “normas de acomodación”, hasta las diferenciaciones en procesos de integración e integraciones en procesos de diferenciación entre los subsistemas que integran la totalidad relativa del conocimiento (Piaget, 1978:34-38).

Otra característica esencial de las regulaciones compensadoras es el de contribuir a una construcción gradual de las negaciones, redundando en mejores formas de equilibrar la tendencia natural de las afirmaciones y lograr mejores formas de enfrentar las perturbaciones. En el caso de las retroalimentaciones negativas (r-), anulan las perturbaciones por reciprocidad mediante “negaciones parciales”. En el caso de las retroalimentaciones positivas (r+), compensan déficit mediante “negaciones de negaciones”44 (Piaget, 1978:39).

La función de la abstracción reflexiva tiene una relación muy estrecha con las regulaciones compensatorias. A continuación describo la manera de explicar este proceso de inferencia, como una “operación de operaciones” en el marco de funciones de auto-regulación cognoscitiva. Piaget divide esta explicación en varias fases (Piaget, 1978:40-44):

El proceso de inferencia en una regulación compensatoria toma en cuenta los dos momentos asociados a la abstracción reflexiva: el primero es una “reflexión como proceso” y el segundo una “reflexión como producto”, y ambos integran un proceso de reorganización cognoscitiva del que emergen niveles jerárquicos mediante la alternancia de dichas reflexiones.

Nos recuerda además, que las dos operaciones que dan sentido a la regulación son las retroacciones y las anticipaciones asociadas a la ampliación de los refuerzos que persiguen una mejor equilibración del sistema. El proceso será el de una conceptualización -sobre la anticipación en una regulación- que rige a una acción.

La forma de operar de una anticipación –la perspectiva de proceso de la reflexión- la podemos explicar mediante la creación de índices de transferencia y/o de recurrencia de acciones. Piaget nos recuerda el caso de la recurrencia que observó en la serie de sonidos que anteceden a una operación importante como el comer, especialmente para el caso de los niños, que es más claro: un sonido anuncia a otro –algo se transfiere- , antes de comer. La serie de sonidos en su conjunto, anticipan a otro sonido más cercano como anuncio para lograr algo. Conforme pasa el tiempo y observamos la repetición de los sonidos en este proceso anticipativo en el comer, esta serie de transferencias y recurrencias configura la anticipación y constituye en su conjunto, un producto de la reflexión.

                                                            44 Una  forma de estas negaciones de negaciones,     es hacer una negación conceptual  sobre una negación práctica y fundirlas en un proceso de regulación compensadora. Un mecanismo posible es el siguiente: parto de que dado un comportamiento en un esquema de acción pueda registrar la acción o acontecimiento “A” y “B”,  pero  también puedo  registrar  en  forma diferente A’=  (no‐A),  y B’=(no‐B),  etc.  Pero en  el  proceso de asimilación se puede presentar que A+A’=B; B+B’=C; etc. Y es posible en el proceso de asimilación, incluir una primera negación práctica que la podemos representar como A’=B.(no‐A)  y A=B.(no‐A’), etc. Esto equivale a decir que asimilo solo una parte de A’ aunque tiene partes que no asimilo (no‐A) e igualmente de B. En este proceso de asimilación hay un juego de negación inicial, dentro de un nuevo juego de negación en el proceso mismo de la asimilación. En la nomenclatura corresponde a que en A’ esta una parte de A, esto es (no‐A) –la negación‐ que forma parte de B, y que se asimila –nivel empírico o práctico de esta acción.  

 

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Las características específicas de este producto, podrán ser consideradas como una guía –dentro de un nuevo nivel jerárquico de organización- para un proceso relacionado a otra serie de anticipaciones, orientadas a otra actividad, a otra forma de anticipación que nuevamente tendrá matices en los componentes de la regulación que equilibra nuevos productos. Nuevamente observamos una conceptualización –con diferentes elementos, pero dentro del mismo proceso de inferencia- que rige una acción.

Es la unión de un proceso reflexivo con un producto reflexivo la que instaura una nueva etapa de desarrollo de conocimiento.

Esto llevará al sistema a niveles de auto-regulación en donde se llevan a cabo diferentes juegos de equilibración entre diferenciaciones e integraciones desde los niveles de los esquemas de acción hasta la integración de subsistemas dentro de una totalidad relativa global del sistema a la construcción de “operaciones de operaciones”.

Entonces, a partir de una abstracción reflexiva asociada a la coordinación de regulaciones y compensaciones, íntimamente ligadas a procesos de retroacción y anticipación, el proceso de auto-regulación, maximiza los recursos anteriores para lograr los mejores niveles posibles de los procesos de equilibración.

Para concluir esta sección dedicada a los procesos de equilibración, sintetizo los postulados de la Teoría de las equilibraciones que corona a la epistemología genética como cuerpo teórico coherente y consistente.

2.6 Teoría de las equilibraciones

Ubiquemos a la asimilación como primer proceso fundamental de todo equilibrio cognitivo que refiere a la incorporación de un elemento exterior (definido como objeto asociado a una acción o acontecimiento) en un esquema sensorio-motor o conceptual del sujeto (Piaget, 1978:8). El segundo proceso fundamental es la acomodación, entendida como la necesidad que deriva de la asimilación para identificar y nombrar posteriormente las particularidades propias de los elementos que han pasado por la función de asimilación, para llevar a cabo las respuestas o reacciones del sistema (Piaget, 1978:8). Cuando asimilaciones y acomodaciones no operan en forma equilibrada, devienen fusiones deformantes entre subsistemas, y emerge un desequilibrio. Pero veamos cómo lo define Piaget en su teoría de las equilibraciones.

Postulados de la teoría de las equilibraciones

El primer postulado45 de la TaEq es que “todo esquema de asimilación tiende a alimentarse, es decir, a incorporar los elementos exteriores a él y son compatibles con su naturaleza”. (Piaget, 1978:9). Es un postulado que refiere a un motor esencial de la acción cognoscitiva.

El segundo postulado de la TaEq es que “todo esquema de asimilación se encuentra obligado a acomodarse a los elementos que asimila, es decir, a modificarse en función de sus particularidades, pero sin perder por ello su continuidad (y por tanto su cerramiento en cuanto ciclo de procesos interdependientes), ni sus anteriores poderes de asimilación”46. (Piaget, 1978:9)

                                                            45 Piaget también los asume como una hipótesis general extraída de los hechos. 46 El segundo postulado es consistente con las “adaptaciones fenotípicas” en el plano biológico del individuo, e implica la necesidad de un equilibrio entre las asimilación y la acomodación, o dicho desde un nivel más 

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De aquí Piaget deriva tres formas de la equilibración47:

1. Entre las funciones de asimilación y acomodación y ambas dependen de los esquemas de acción básicos (asociados a los cinco sentidos),

2. Entre las interacciones entre los subsistemas –más en red que jerárquicos- que agrupan a los esquemas de acción, y

3. Entre las integraciones y diferenciaciones entre subsistemas, respecto a una integración, como totalidad, que los engloba48. Hay una jerarquía entre los subsistemas. Las integraciones refieren a las asimilaciones de las propiedades de los subsistemas en una estructura mayor y las diferenciaciones a su separación necesaria y/o redistribución de subsistemas por sus propiedades.

A partir de estos postulados y de las dos formas básicas de perturbación, como resistencias de los objetos, o como lagunas derivadas de insatisfacciones (1978:22), Piaget desarrolla ampliamente tres mecanismos asociados a tres tipos de conductas en los procesos de equilibración:

Conducta tipo alfa, puede tener dos casos: aquel en el que el hecho perturbado puede compensarse mediante una modificación hecha por el sujeto en sentido inverso de la perturbación, o aquella conducta derivada de un hecho nuevo, que al ser considerado como perturbación, se considera una relación no clasificable en una estructura de asimilación –terminando en una asimilación / acomodación parcial, desequilibrada.

La segunda conducta es el tipo beta, y consiste en integrar una perturbación externa en el sistema trabajando en un “desplazamiento del equilibrio” requerido para resolver la perturbación y “asimilarla”. Se evita la anulación o rechazo de la perturbación, y se refunde su clasificación dentro de la estructura asimiladora para integrarla como una nueva seriación a un conjunto de seriaciones dentro de coordinaciones superiores. Esto permite establecer una explicación causal. Lo que era perturbador se convierte en variación en el interior de una estructura reorganizada, garantizando la compensación, esencialmente conceptual.

                                                            general, de cambios exógenos y endógenos al sistema. Ello genera ciclos entre ambos procesos, que vinculan procesos de interiorización, asociados a las asimilaciones y de exteriorización, vinculados a las acomodaciones. Estas operaciones constituyen una parte esencial del componente funcional de la cognición Piagetiana. 

47 Podremos apreciar cómo la primera forma refiere a las inter‐zonas de E5, E7 y E9, la segunda a las inter‐fases E1, E2, E3 y E4, y la tercera a las inter‐zonas E6 y E8, todas referidas en la figura 6.  48 Piaget da el siguiente ejemplo: el ejemplo del sistema integrador de movimiento en un tren: por un lado el subsistema  que  coordina  el  movimiento  del  tren  respecto  al  espacio  exterior,  otro  que  coordina  los movimientos de la persona al interior del tren. 

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La tercera conducta –tipo gama- y se orienta a la anticipación de posibles variaciones en las perturbaciones, que van perdiendo dicho carácter, y se configuran como transformaciones virtuales del sistema.

Como se puede apreciar –aunque no de manera explícita- , estos tres tipos de conducta corresponden a las tres etapas de desarrollo cognoscitivo que he presentado en la primera parte de estas notas, la relativa al dominio biofísico estrechamente vinculada a procesos de asimilación /acomodación, las conductas beta, que corresponden a la etapa de adaptación / organización –intensas en resolver relaciones de implicación entre subsistemas- , que se puede considerar como una gran transición en donde opera el dominio de lo emocional / afectivo y de sentimientos, y finalmente, la etapa de organización lógico-matemática, claramente orientada a una integración / generalización superiores de todos los subsistemas anteriores49.

Vamos a dejar hasta este momento de desarrollo más elaborado, los procesos cognoscitivos en las zonas de interfase dialéctica, las zonas de equilibración, Es necesario comprenderlos bien, para allanar el camino hacia una descripción más detallada –a nivel micro- que nos permitirá modelar con mayor precisión dichos procesos dialécticos.

Ahora vamos a mostrar una extensión del modelo del Campo Cognoscitivo y es el Campo Cognoscitivo Compartido, esto es, la forma explícita de la interacción entre campos cognoscitivos, entre dos o más sistemas, actores sociales.

2.7 Campo Cognoscitivo Compartido

Definiré el Campo Cognoscitivo Compartido, como una forma de representación de un campo entretejido por la interacción entre varios campos cognoscitivos. La definición implica una recursividad de la concepción de un campo cognoscitivo como agente, pero ahora dentro de un grupo de agentes. Consideremos en primera instancia al Campo Cognoscitivo Compartido como una representación de la interacción entre varios campo cognoscitivo, cada uno con su propio desarrollo y entre ellos, algunas resonancias cognoscitivas –como sinónimo de comunicaciones sincronizadas de informaciones en proceso de reconstrucción de conocimiento. Mas adelante, habremos de visualizar el Campo Cognoscitivo Compartido como un nuevo sistema –un macro sistema o sistema red- que tiene su propia dinámica –que

                                                            49 Recordamos otra forma de referir a estos tres mecanismos por el propio Piaget: “Alfa: neutralización de la perturbación  y  por  tanto  equilibrio  entre  la  asimilación  y  acomodación;  beta:  inicio  de  integración  de  la perturbación bajo la forma de variación en el interior del sistema reorganizado y, por tanto, equilibrio entre los subsistemas; y gamma: anticipación de las variaciones posibles con equilibrio entre las diferenciaciones y la  integración  de  un  sistema  total.  En  estos  tres  casos  el  equilibrio  es  “incrementante”,  y  por  tanto, constructivo”  (Piaget,  Inhelder,  García  y  Voneche  (1981;  23).  El  equilibrio  incremantante  refiere  a  la compensación maximizadora ya referida. 

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habrá de descifrar y mejor comprender- respecto a un contexto más amplio, aquel donde cohabitan los subsistemas que integran al Campo Cognoscitivo Compartido.

Esto nos permitirá comprender una interacción múltiple entre actores sociales y hacia ahí nos dirigimos. La estrategia general parte de recordar la correspondencia entre la forma rectangular y la elíptica del campo cognoscitivo, conformadas por las estructuras procesuales de integración y diferenciación. Con ello representaremos modelos diversos del Campo Cognoscitivo Compartido como una interacción entre Campos Cognoscitivos del modelo elíptico.

En la figura 40 represento la integración del campo cognoscitivo muy simplificada en su fase de interiorización. Esta representación asume ya una perspectiva sistémica en línea con el modelo del sistema Adaptativo para el Análisis Social, SiAs.

Dicho esquema es una estructura jerárquica que sintetiza conjuntos de neuronas –de relaciones de significados que van desde el primer nivel de interiorización –en azul claro- y correspondientes al nivel de relaciones empíricas del dominio biofísico. Es importante recordar que aunque en este nivel se presentan relaciones empíricas y de implicación, representaremos en el grupo de relaciones que en su conjunto se comportan jerárquicamente organizadas en relaciones lógicas. Esto es para no complicar la representación y lograr un esquema más sencillo de la complejidad que realmente presentan en un caso real. Es entonces una representación de un modelo lógico.

El nivel que le sigue en dicha representación es de ocho grupos neurales con relaciones de implicación en su interior, y finalmente las cuatro esferas superiores que representan dos subniveles –uno de 3 y otro de una- esferas de relaciones lógicas.

Figura 40. Estructura lógica de cuatro niveles con base en nodos estructural-procesuales de integración

Si unimos dos estructuras genéricas de este tipo –recordemos que no son iguales- en la figura 41 represento ambas fases de interiorización y exteriorización con algunas relaciones lógicas nuevas entre los niveles:

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Figura 41. Estructura lógica con base en nodos estructural-procesuales

de la fase de interiorización - integración / exteriorización - diferenciación

En la figura 42 muestro explícitamente las etapas biofísica, afectiva y lógica, ya dentro de una transición de la representación rectangular a una elíptica:

Figura 42. Hacia una representación elíptica de una estructura rectangular

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En la figura 43 ya muestro una representación elíptica de las dos fases y tres epatas de desarrollo de campo cognoscitivo.

Figura 43.Representación elíptica las fases y epatas del campo cognoscitivo.

En la siguiente figura, 44, represento con líneas más gruesas, relaciones entre las funciones concomitantes de abstracción empírica y generalización inductiva en ambos tipos de representaciones. Los conjuntos neurales que representan los rombos amarillos, muestran algunas analogías entre ambos tipos de representación.

Figura 44. Semejanza de trayectorias entre las representaciones rectangulares y elípticas

En la figura 45 represento el mecanismo de comunicación entre dos estructuras rectangulares. Nótese que es un circuito que implica varios ciclos de retroalimentación que dependen de la decisión del sistema –del tipo de selección

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cognoscitiva para ver si continua o no la interacción-, para que concluya o no dicho proceso de comunicación.

Figura 45. Trayectoria de la información en el Campo Cognoscitivo Compartido

En la figura 46, represento trayectorias de comunicabilidad entre actores sociales. El tiempo que distan entre ambas comunicaciones –flechas- puede ser en fracciones de segundo o minutos o días, y desde luego, en un ir y venir con muchas más trayectorias.

Figura 46. Trayectoria de comunicación entre dos actores sociales

En la figura 47 muestro al Sistema c) como un “objeto / sistema mediador”, de referencia (otra persona, un libro o cuerpo teórico representado por este sistema, dentro del dialogo entre los sistemas a) y b), cuyo tema de interés está en función del contenido de c) lo que representa el sistema.

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Figura 47. Trayectorias de comunicabilidad entre dos sistema explicitando el objeto mediador

En la figura 48 muestro tres fases del dialogo que pueden tener los sistemas a) y b). Partimos de una evidencia –e) en la figura 48- que es percibida primero por el sistema a) y posteriormente por el b). En la primera fase del proceso comunicativo, de interacción cognoscitiva –F1- del diálogo, ambos sistemas no percibieron lo mismo respecto a la evidencia e), que pudo ser un ruido, un comentario, o algo del contexto entre ambos sistemas, por ello los diferentes colores que representan diferentes frases u oraciones entre ellos. En un segundo momento, muestro una Fase del diálogo –F2- con más diferencias, entre lo que percibió cada uno, apreciamos por la diferencia de colores un mayor desacuerdo o elementos de referencia de lo que no aprecia el otro. Finalmente en F3 muestro una fase del diálogo en el que hay disposición para encontrar similitudes o resonancias entre ambos sistemas –la diferencia de colores entre lo que genera uno respecto al otro es casi la misma, y aceptan comprenderse, explicarse, seguir comunicándose.

Figura 48. Fases en el dialogo entre dos sistemas en comunicación

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En la figura 49 muestro un modelo más completo de los actores sociales que pueden estar presente en una interacción más compleja.

Figura 49. Campo Cognoscitivo compartido entre actores sociales

En este caso, detrás de cada actor principal –sistemas a) y b)- hay otros actores no presentes físicamente pero que están detrás de los sistemas principales. Estos últimos están motivando, apoyando, enmarcando o delimitando las acciones que llevan a cabo los sistemas a) y b). Los podemos pensar como otras autoridades en ellos, otras referencias conceptuales o ideológicas. Los sistemas c) y d) representan otras presencias en el diálogo que pueden ser físicas o simbólicamente presentes. En un caso es un actor social –representante de institución, de cuerpo conceptual o teórico o marco de referencia socio-político, que es mediante el cual se establecen las referencias básica en el intercambio de conocimientos entre los actores a) y b). Incluso detrás de dicho sistema c) pueden existir otros sistemas de referencia a este, como antecedentes, apoyos o fuerzas que lo refuerzan o inhiben. El sistema d), que es otra presencia simbólica del diálogo puede ser uno o más medios de comunicación, una parte de la comunidad o sociedad o la opinión pública en términos generales.

Este diagrama es el modelo más representativo del Campo Cognoscitivo Compartido y permite explicitar las correspondencias entre los campos cognoscitivos de la red de actores en torno a una problemática de interés. Es evidente que las resonancias entre ellos conducen a una compatibilidad y consistencia de sus posturas, banderas o esquemas de valor, y una diferencia entre esquemas, ya como zonas de interés especialmente como trayectorias cognoscitivas de momentos e ideas claves de problema, representan inconsistencias y puntos de interés para comprender mejor el juego de interacciones entre ellos.

Ahora regresemos al modelo del Campo Cognoscitivo ideal, subdividiendo las regiones discursivas y dialécticas.

2.8 Generación de subzonas en las zonas del Campo Cognoscitivo

Hasta ahora hemos delimitado zonas que permiten una delimitación y acercamiento importante a lo que puede suceder en el Campo Cognoscitivo. Mediante dos

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particiones y su conjugación hemos definido seis zonas o regiones de discursivas y nueve zonas dialécticas que permiten explicar la construcción de un tejido cognoscitivo. Es evidente que el modelo es simple y que debemos aún delimitarlo a nivel meso, esto es, dentro de una visión que no entra a nivel de detalle puntual micro. Para ello incluiré dos particiones más, una vertical sobre la partición basada en las fases de interiorización y exteriorización y que denominaré como nivel de profundidad, -que abarcaría de un nivel filogenético profundo a uno ontogenético más exterior y propio de cada sistema. En esa dirección podemos apreciar la continuidad epigenética.

Una segunda partición o subdivisión horizontal, la haré dentro de cada etapa o dominio de adaptación / organización del conocimiento de las coordinaciones del objeto a las del sujeto, en el ámbito de los tres dominios, aunque en cada uno de ellos se presente dicho desarrollo, como grados de una subjetivación de un objeto –en la fase de interiorización- y de una objetivación de un sujeto, en la fase de exteriorización. A esta última división la denominaré como partición para un nuevo nivel de desarrollo.

Con ello podremos especificar con mayor precisión las trayectorias que pueden tener una acción, actividad, proceso o proyecto. Esta subdivisión no está incluida explícitamente en los textos de Piaget, pero la deducimos a partir de las particiones anteriores y de las operaciones y procesos de las zona derivadas en ellas.

Subnivel de profundidad Con esta nueva subdivisión vertical desde la perspectiva macro del campo cognoscitivo, podemos distinguir procesos de interiorización dentro de zonas estructurables y estructurantes a nivel externo (superficial), a nivel medio y a nivel profundo. En este último caso las transformaciones se presentan con mayor dificultad e implicarán mayor tiempo, por requerir de la transformación de relaciones / significados más “enraizados”50 en el sistema, en la persona, en los grupos sociales. Incluye todas las zonas de equilibración mientras que los niveles medios y externos solo las zonas de equilibración E1 a E4.

Entre estos dos niveles –dentro del nivel medio- podemos pensarlo como un gradiente de profundidad y con ello matizar mejor el nivel de “objetivación, anclaje, de enraizamiento51” de los significados implicados en las funciones y procesos cognoscitivos. Una primera aproximación a la conceptualización de estas tres divisiones es la siguiente:

                                                            50 Este término lo acuñamos de la teoría de las representaciones y prácticas sociales. Nos permite explicitar coloquialmente qué tan profundos y estables están los significados y sus relaciones dentro de las funciones y procesos cognoscitivos.  51 Estos son tres conceptos usados en la teoría de las representaciones y prácticas sociales que refieren al nivel de  “empotramiento”,  “de  penetración  de  las  raíces  a  las  profundidades  de  la  tierra”,  entiéndase,  de  las neuronas en el interior del sistema nervioso y consecuentemente de significados fuertemente estructurados. 

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El primer nivel lo denominaremos nivel profundo del Campo Cognoscitivo y está asociado al componente más interno de toda la zona de interiorización e identificable con el “yo en mi” del sistema. En forma complementaria, en la fase de exteriorización del sistema estaría “tú en mi”, como una presencia del otro más cercano, afuera del sistema, en mi entorno inmediato, pero en mí, como otros sistemas personas u objetos. Este nivel incluye las regiones de equilibración entre ambas zonas.

El segundo lo denominaremos nivel intermedio del Campo Cognoscitivo y está asociado al componente contiguo al profundo de toda la zona de interiorización y exteriorización del sistema. Al primero lo identificamos con “el yo en el” y al segundo como “él o ella en mí. También incluye las regiones de equilibración entre los niveles biofísico y afectivo y entre este y el racional.

El tercero lo denominaremos nivel externo del Campo Cognoscitivo y está asociado al componente entre el entorno del sistema y el nivel intermedio de profundización, tanto en la fase de interiorización como de exteriorización. En el primer caso lo identificamos con “el yo en ello, en ellos, en aquello” y al segundo como “ello o ellos en mí”. Incluye las regiones de equilibración entre los niveles biofísico y afectivo y entre este y el racional.

Figura 50: Representación de las presencias de los niveles de

profundidad de la persona en el campo cognoscitivo

Dentro de cada uno de los tres de profundización podemos distinguir las distinciones que presentan respecto a los niveles de desarrollo, por ejemplo, a nivel profundo del dominio biofísico podemos ubicar funciones y estructuras esenciales de procesos de asimilación a nivel celular y en ese mismo nivel dentro del dominio lógico, estarían las imágenes directrices para configurar creencias y conceptos altamente jerarquizados en nuestra

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construcción cognoscitiva. El desarrollo de estos subniveles lo presentaré más adelante. Veamos ahora una segunda partición horizontal del Campo Cognoscitivo.

Subniveles de desarrollo cognoscitivo

Ahora incluimos una segunda partición horizontal de tres nuevos niveles de desarrollo cognoscitivo al interior de cada uno de los tres dominios, el biofísico, el afectivo y el lógico. Las particiones en cada dominio las identificamos como básica, media y superior. Con esta subdivisión, tendremos tres nuevas subzonas dentro de cada zona y junto con las de profundidad, serán nueve subzonas en cada zona del CC.

En la siguiente figura 51, muestro los nuevos subniveles en cada dominio. Las alturas o distancias en estas subzonas no pueden ser necesariamente iguales. En cada sistema, persona o grupo social, el desarrollo es diferente. Las subzonas tienen las mismas funciones pero con diferentes estructuraciones, más o menos densas y más o menos equilibradas.

Figura 51:

Una primera definición de ellas es la siguiente:

La primera subzona –Sz1- es la del subnivel básico del dominio biofísico, caracterizada por relaciones empíricas en los esquemas de acción básicos, tanto en procesos de interiorización /asimilación como en procesos de acomodación de la fase de exteriorización.

La segunda subzona –Sz2- es la del subnivel medio del dominio biofísico, caracterizada por relaciones empíricas y de implicación en los esquemas de acción más desarrollados y operaciones de interiorización / asimilación como en operaciones de acomodación de la fase de exteriorización.

La tercera subzona –Sz3- es la del subnivel superior del dominio biofísico, caracterizada por relaciones de implicación en los esquemas en operaciones esencialmente de interiorización/asimilación como en operaciones de acomodación de la fase de exteriorización.

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La cuarta subzona –Sz4- es la del subnivel básico del dominio afectivo, está caracterizada por relaciones de implicación en los esquemas de acción de tipo afectivo, tanto en operaciones de interiorización / abstracción empírica en concomitancia con operaciones de generalización inductiva de la fase de exteriorización.

La quinta subzona –Sz5- es la del subnivel medio del dominio afectivo, está caracterizada por relaciones empíricas y de implicación en esquemas de acción más desarrollados de tipo afectivo y operaciones de interiorización / abstracción empírica en concomitancia con operaciones de generalización inductiva de la fase de exteriorización.

La sexta subzona –Sz6- es la del subnivel superior del dominio afectivo, está caracterizada por relaciones de implicación y alguna presencia de relaciones lógicas, en los esquemas de tipo afectivo en operaciones esencialmente de interiorización / abstracción empírica en concomitancia con operaciones de generalización inductiva de la fase de exteriorización.

La séptima subzona –Sz7- es la del subnivel básico del dominio lógico-matemático, está caracterizada por relaciones lógicas dentro de esquemas de acción de tipo lógico, tanto en operaciones de interiorización / abstracción reflexiva en concomitancia con operaciones de generalización completiva de la fase de exteriorización.

La octava subzona –Sz8- es la del subnivel medio del dominio lógico-matemático, está caracterizada por relaciones lógicas dentro de esquemas de acción más desarrollados de tipo lógico y operaciones de interiorización / abstracción reflexiva en concomitancia con operaciones de generalización completiva de la fase de exteriorización.

La novena subzona –Sz9- es la del subnivel superior del dominio lógico-matemático, está caracterizada por relaciones lógicas desarrolladas de tipo lógico en operaciones esencialmente de interiorización / abstracción reflexiva en concomitancia con operaciones de generalización completiva / exteriorización.

Emergencia de las 54 zonas discursivas

Si superponemos las dos nuevas particiones, emergerá un nuevo nivel de fuerzas en el campo cognoscitivo. En cada región o zona clásica que ha establecido Piaget generamos nueve distinciones que matizan el nivel de profundidad –eje de la epigénesis- y el nivel de desarrollo –eje de la ontogénesis-. El campo discursivo ahora tiene 6 x 9 = 54 sub-zonas y el campo de los procesos dialécticos tiene (7 x 3 +2) 23 sub-zonas.

El nivel de profundidad responde al gradiente que se presenta entre los procesos más internos –profundos- del sistema, de la persona, y necesariamente, de sus sistemas fisiológicos. Este nivel puede tomar como punto de partida las estructuras y funciones del ADN en la célula, así como los procesos de las mitocondrias que son

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referidos por Piaget para establecer la continuidad epigenética de estos componentes cognoscitivos. Dichos procesos están a su vez funcionalmente concatenados con los procesos de la zona más externa del cuerpo, esto es las dendritas próximas a la piel y en contacto –acopladas- con el medio, el entorno en el que vive el sistema. Lo que estoy asumiendo es una extensión del principio de continuidad funcional propuesto por Piaget dentro de una explicitación de las regiones y subzonas –en continuidad- dentro del campo cognoscitivo.

De esta manera, en las regiones intermedias de este nivel de profundidad estarán todos los subsistema que van desde los procesos celulares hasta las funciones de asimilación del sistema digestivo, pasando por las transformaciones de la materia / energía interiorizada a través de los sistemas respiratorio, circulatorio y todo el entramado de los sistemas glandular y nervioso. Las distinciones entre los niveles profundo, intermedio y externo, necesariamente son relativas y con amplios márgenes de intersección funcional, que en este caso serían sub-subsistemas cognoscitivos52. Recordemos que estas distinciones no existen explícitamente en la teoría Piagetiana, y son solo delimitaciones conceptuales para una mejor comprensión de los procesos cognoscitivos y de una explicación más detallada de ellos.

En este momento considero necesario hacer explícita una correspondencia entre los tres dominios de desarrollo generales –el biofísico, afectivo y lógico- y una conceptualización relevante sobre estos dominios o subsistemas establecida y usada por Piaget. Me refiero a la subdivisión que establece en su segunda versión de la Teoría de las Equilibraciones (Piaget, 1978).

En esta versión de su teoría –y que la establecería como su nivel de desarrollo más depurado- da por sentada la existencia de tres tipos de mecanismos asociados a los tres niveles de desarrollo y construcción del conocimiento referidos. Estos van desde el dominio biológico al lógico, esto es, desde un nivel de mecanismos propios de los procesos biológicos asociados a las funciones y estructuraciones de adaptación del sistema con su entorno, y que los identifica dentro de un nivel de subsistemas tipo alfa, que está en continuidad con mecanismos relacionados con un nivel lógico-matemático, asociados a la organización de Campo Cognoscitivo e identificados por el nivel de integración tipo gama. Entre ellos, Piaget distingue a los mecanismos tipo beta que se caracterizan por establecer correspondencias entre los subsistemas perceptivos -que asimilan y acomodan la materia / energía introducida al sistema e inicialmente construidos como propiedades del sistema- y los mecanismos propios del subsistema a nivel alfa, asociados a una integración lógica de los subsistemas del nivel beta, dentro de una totalidad relativa del sistema, de la persona. A mismo tiempo, esta correspondencia tiene sus analogías con los tres modos o mecanismos propuestos por Rolando García (García, 1982, 2008) referentes a los mecanismos intra-objetuales, asociados a la configuración de las propiedades del sistema, los mecanismos inter-objetuales, asociados a la organización de funciones de sistema y los mecanismos trans-objetuales, asociados a la configuración de estructuras comunes del sistema con otros sistemas. En la figura 52, sintetizo estas correspondencias:

                                                            52 La continuidad entre procesos biológicos y los cognoscitivos la presentaré más adelante, cuando sintetice conceptos centrales Piagetianos asentados en el libro de “Biología y Conocimiento” y que forman parte de la perspectiva micro. 

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Figura 52: Correspondencias entre niveles de desarrollo cognoscitivo

Atributos generales de los Niveles de profundidad

Con base en estas correspondencias, podemos establecer las siguientes características generales de las subzonas de desarrollo cognoscitivo:

En términos prácticos, el nivel profundo para los tres dominios –bio-físico, afectivo y lógico-, los podemos asociar con los estados esenciales y básicos del cerebro, correspondientes a los niveles del sistema nervioso central, próximos a la vigilia, al sueño y al dominio de lo que se ha denominado como inconsciente. Pero también se encuentra en esta zona el yo profundo, que determina un primer nivel de identidad y que se autogenera recursivamente.

El nivel medio para los tres dominios –bio-físico, afectivo y lógico-corresponde a los procesos de los sistemas digestivos, circulatorio y sanguíneo, en términos generales. Aquí se encuentran las regiones del yo que se sabe y reconoce como una parte del otro, de los otros. Corresponde a un segundo nivel de identidad mas compartida.

El nivel externo para los tres dominios–bio-físico, afectivo y lógico lo podemos relacionar con los procesos externos a las dinámicas del sistema muscular y el sistema nervioso periférico, presente en las formas de manifestación de los cinco sentidos: tacto, vista, oído, olfato y gusto. Aquí se encuentran las regiones del yo que se sabe y reconoce distanciarse de lo otro, de ellos, de lo más lejano que puede comprender y explicar. Deriva en una identidad colectiva.

Atributos generales de los Niveles de desarrollo

Respecto al nivel de desarrollo básico en el dominio biofísico, podemos hacer referencia al primer estadio de desarrollo de los pares concomitantes en este caso,

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de asimilación-acomodación. Podemos referir la fuerte actividad de los esquemas de acción asociados a las disposiciones heredadas de la persona, del sistema, para percibir y configurar las diferentes formas de materia / energía del entorno. En este nivel se caracterizan los racimos de relaciones empíricas de cada sentido y la conformación propia, la de sus propiedades o atributos personales.

También se van configurando en el nivel medio de desarrollo en el dominio bio-físico las primeras relaciones de implicación entre dichos racimos neurales en concomitancia al desarrollo de expresiones corporales más desarrolladas entre los sentidos, y una organización propia, la de sus propiedades o atributos personales.

En el nivel superior de desarrollo a nivel biofísico ya se empiezan a configurar los conceptos de espacio, tiempo, número, causalidad. En los dos últimos subniveles podemos afirmar que se presenta la conformación es estructuras cognoscitivas que se encuentran en permanente adaptación con el entorno. Esto es, asimilando formas de materia / energía y estableciendo integraciones en las diferentes implicaciones asociadas a los esquemas de acción propios y heredados y que asociamos a nuestras disposiciones en los procesos de asimilación, así como a las habilidades en los procesos de acomodación.

Especial atención merece la configuración de los procesos de regulación entre las asimilaciones y acomodaciones de lo nuevo. Dichos procesos permitirán hacer una mayor consistencia entre lo que se percibe y siente y lo que se expresa visceralmente y se hace, entre lo inesperado y la forma de la reacción. En última instancia, determina la forma de relación básica, fundamentan en un sentido de atributos “encarnados” y heredados de la persona con el entorno donde cohabita.

En estos tres niveles básicos, es importante entonces, incluir las permanentes re-adaptaciones, re-estructuraciones no solo durante los primeros años del desarrollo cognoscitivo a través de los de los cinco sentidos del sistema, sino en forma permanente, en la medida de la disposición a formas de equilibrio dinámico maximizable de la persona, del sistema53.

En este nivel podemos visualizar mejor la gestación de las operaciones como la constatación de dos momentos considerados como iguales –emergencia de la permanencia-, o de dos momentos que son considerados diferentes –emergencia de la diferencia y/o de la integración. En la figura 53, sintetizo algunas ideas sobre estos subniveles.

                                                            53 Esta afirmación la asumo como derivada de la interpretación que hago de esta forma de equilibración de Piaget en donde el término “maximizada” no corresponde al encuentro de un punto máximo de una función matemática, cuando su derivada es cero, sino –siguiendo este lenguaje más matemático‐ a un promedio de las pendientes de una región en donde hay muchos máximos posibles y se logra una nueva posición en ellos, ciertamente con menos gradiente que otras. El punto difícil de esta afirmación es responder a la pregunta sobre el qué es lo que motiva que el sistema busque dicha maximización y no una “minimización”, que estaría en línea con una involución. Respondo que es una correspondencia entre lo que hemos denominado como voluntad de poder establecida por Nietzsche y una afortunada interacción con el entorno donde cohabita el sistema, interacción que responde a un proceso derivado de la resultante de todas las funciones el sistema, esto es, de alinear y dirigir en una misma dirección –sea cual sea‐  las energías de una buena asimilación / acomodación, dirigida por una abstracción / generalización rica, densa y coherente, en dirección lo que esa voluntad observa. 

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Figura 53: algunos atributos de las subzonas de desarrollo cognoscitivo dominio biofísico.

En el dominio afectivo, el nivel de desarrollo básico inicia la configuración de los conceptos básicos de objeto, espacio, tiempo y causalidad. Aunque más adelante haré una mayor descripción de estas construcciones, diremos que son siempre complementarias y con desarrollos en paralelo. No hay aquí una forma de desarrollo en serie, a menos que se vea macroscópicamente y podemos apreciar, en el caso de la construcción del espacio, que primero hay una concepción de espacios de casos específicos, más delante de espacios comunes para algunas situaciones y finalmente de espacios generalizados. Lo mismo diremos de las causalidades y concepciones no solo del tiempo sino espacio-temporales. Por lo pronto, diré que en este subnivel de desarrollo se empiezan a configurar los cuatro conceptos referido, así como formas de continuidad / discontinuidad y de cantidad / cualidad, y en todos los casos, cada forma de asimilar un espacio, en un tiempo y con una posible causa constatada, anticipada o sin respuesta, genera una emoción –en las siguientes subzonas-, que deja huellas en la experiencia de a persona, del sistema.

Considero que en el subnivel de desarrollo básico del dominio biofísico, se configuran con más profundidad, las emociones, que se caracterizan por sellar a nivel profundo formas de interacción –como causalidades coloreadas- con los otros, con el mundo externo, siempre asociadas a espacios y tiempos en gestación. Ello configura los primeros significados que pueden estar asociados a un sonido, olor, sabor, a un sentir impregnado en los niveles profundos y menos presente en los niveles externos. Dichos significados son semillas de una genealogía de futuras estructuraciones de lo que se traducirá como afectos y sentimientos.

En el subnivel medio del dominio afectivo, podemos destacar la importancia del desarrollo de los lenguajes básicos, de sentido común. Desde el nivel bio-fìsico hemos referido al desarrollo de gestos y las primeras expresiones sonoras durante las regulaciones de asimilación-acomodamiento. Estas formas de expresión se van “armonizando”, por imitación con formas más desarrolladas, dentro de monosílabos,

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gestos y expresiones que habrán de ir configurando palabras y frases dentro de un primer nivel de lenguaje oral, en paralelo con lenguajes corporales y faciales.

Los procesos de retroalimentación y la necesidad de desarrollar niveles de compensación más elaborados se acentúa en este nivel, mediante las nuevas formas de constatación entre los sonidos emitidos y los que “deben ser”, de acuerdo a nuestros interlocutores. Es el caso del aprendizaje de palabras y/o haceres separados o vinculados a una primera configuración de imágenes internas.

En todos los casos, este aprendizaje –fuertemente asociado a procesos de equilibración entre lo que el sistema cree saber, debe saber y puede hacer- está vinculado al desarrollo de emociones y sentimientos que van dando la densidad, color y características a lo que serán las cualidades en los objetos, en las personas, en las relaciones con el mundo externo.

En el dominio afectivo, el nivel de desarrollo superior queda determinado por la consolidación de estructuras y funciones de abstracción, asociadas a relaciones empíricas, y especialmente a su equilibración con procesos de generalización orientados a la operación continua de un lenguaje de sentido común. Dichas estructuraciones y funciones nos permiten manifestar los afectos y sentimientos básicos, así como ideas y conceptos dentro de una doxa propia del entorno donde vivimos. En este nivel también podemos incluir un nivel de desarrollo corporal que es potenciado por las disposiciones bien estructuradas y equilibradas con las habilidades que la persona haya trabajado en esta segunda etapa de adaptación e inicio de organizaciones cognoscitivas más desarrolladas, como es el caso de saber bailar o tocar un instrumento musical.

Estos desarrollos y construcciones se conforman mediante procesos de abstracción que parten de lo que es constatable empíricamente, mediante los sentidos y las nuevas formas de significado comunes, que adquieren en los espacios y tiempos de la experiencia del sistema. La explicación de los mecanismos de reflexión y refractabilidad de un nivel a otro en las progresivas estructuraciones de significados, lo explicaremos con elementos del lenguaje a nivel micro.

Por ahora solo diré que el desarrollo de estos procesos de integración de espacios, tiempos en continuidad o discontinuidad, significados mediante lenguajes de sentido común y valorados dentro de un nivel de equilibración deseable o indeseable, permitirán ir configurando nuevas imágenes que adquieren vigencia en palabras y cuando son exteriorizados, en conceptos más complejos –todavía dentro de un lenguaje de sentido común-, pero que permitirán la construcción de imágenes más densas en sus formas de percepción y afectos, y que requieren exigen analogías y correspondencias con nuevos conceptos desprendidos de la evidencia empírica y asociados a lo que Piaget ha denominado como la construcción y desarrollo de abstracciones reflexivas concomitantes con lenguajes especializados. En la figura 54, sintetizo algunas ideas sobre estos subniveles.

El nivel de desarrollo en el dominio lógico-matemático puede sintetizarse en la construcción de nuevos significados asociados a imágenes –en su fase de interiorización- y conceptos –en su fase de exteriorización-, con base en lenguajes especializados, que en primera instancia podemos clasificar –como en el nivel básico de desarrollo- dentro de áreas de conocimiento generales. Es el caso del ámbito de la aritmética, de la geometría básica, el campo del lenguaje escrito, comprensivo y hablado, en domino de las artes y formas de expresión especializada en individuos, grupos y colectividades.

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Figura 54: atributos de las subzonas de desarrollo del dominio afectivo.

Otra forma de hacer referencia a este subnivel de construcción y desarrollo de conocimiento, es mediante la referencia a las formas de desarrollo de temas del sentido común. Es el caso de nuestro interés sobre aspectos de la naturaleza, o temas relacionados con el mundo animal, vegetal, a los diferentes objetos, a las acciones deseables de diversión entre personas y grupos y/o su relación con las formas indeseables de interacción entre personas asociadas a violencia y guerras. Esto lo podemos diferenciar en términos de ámbitos disciplinarios que en cada caso tienen un “objeto de estudio u objeto de conocimiento” más o menos delimitado y nos permite hablar de la construcción y desarrollo de imágenes poéticas –en la fase de interiorización-, de analogías –como puente entre las fases de interiorización y exteriorización-, y de isomorfismos, conceptos y teorías especializadas ya en la fase de exteriorización.

Los procesos de conocimiento en todos los casos pueden ser explicados mediante relaciones lógico-matemáticas que modelan funciones de abstracciones reflexivas concomitantes a generalizaciones completivas, y que están organizadas, estructuradas en discursos establecidos o en procesos de re-estructuración cognoscitiva esporádica o dinámica.

Dentro de un nivel básico del dominio lógico, las imágenes, conceptos y causalidades propias de disciplinas básicas han iniciado su formalización –principios, leyes o “a prioris”- en lenguajes que pueden ser más o menos continuos respecto a imágenes y conceptos del sentido común. A partir de ello, dentro de un nivel medio del dominio lógico es posible estructurar discursos más elaborados que respondan a causalidades en sincronía con realidades naturales, sociales o culturales. De aquí las propuestas de cuerpos teóricos más estables que requieren de un estudio pausado para ser comprensibles. Pero el desarrollo de nuevos espacios y tiempos asociados a las causalidades propias de cada disciplina –cada vez más especializada o diferenciada, o más fusionadora o integradora- conduce a un nivel superior del dominio lógico en el que ya podemos configurar discursos que pretenden ser totalizadores.

En el caso de las construcciones sistémicas, estos discursos los hemos considerado como “totalidades relativas” que pretenden dar forma como sistema complejo al conjunto de relaciones estructuradas y estructurantes que configuran las funciones biofísicas, afectivas y lógicas de lo que representa el sistema en cuestión. En la figura 55, sintetizo algunas ideas sobre estos subniveles.

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Figura 55: algunos atributos de las subzonas del dominio lògico.

El nivel de desarrollo en el dominio lógico-matemático, puede ser mejor aproximado a partir de ejemplos asociados al conocimiento de quien los define y tiene oportunidad de transitar en sus fases discursivas asociadas a procesos de comprensión de imágenes elaboradas, sintéticas y valoradas. Este nivel está asociado a una abstracción reflexiva, concomitante a una generalización completiva que permita explicar las transformaciones sucesivas en los subniveles, ya dentro de un lenguaje especializado. Es el caso del estudio de las complicaciones en las fases discursivas de disciplinas o de lo complejo en las fases dialécticas de la relación entre disciplinas, ya en las ciencias sociales, humanistas, físicas y/o biológicas.

A continuación haré referencia a tres descripciones de áreas y grupos de conceptos relacionados con las disciplinarias en las que he tenido oportunidad de indagar entramados. Ello tiene el propósito de delimitar con mayor detenimiento, las características de desarrollo cognoscitivo posible en las subzonas del dominio lógico-matemático.

El nivel de desarrollo del ámbito de las matemáticas, corresponde en su vertiente de interiorización a una “capacidad de abstracción de abstracciones matemáticas previas”. Si en el nivel básico en el par concomitante abstracción reflexiva y generalización completiva ubicamos a los conceptos de aritmética –fundamentados mediante los teoremas de Peano-, y los conceptos de geometría- fundamentados con los principios euclidianos, podemos también incluir los conceptos de trigonometría y algebra, como un primer grado de abstracción dentro de el primer nivel. A partir de ellos, dentro de un nivel medio de desarrollo pueden estar los conceptos de geometría analítica y de cálculo diferencial en integral, incluyendo ecuaciones diferenciales. Para un nivel de desarrollo superior, habría que comprender el significado de los sistemas dinámicos y conocer, ahora dentro de un cuerpo teórico matemático, las formas de solución analítica de sistemas de ecuaciones diferenciales, así como formas de solución no analítica, esto es, numérica de sistemas más elaborados. Pero este nivel cobra sentido, se vuelve causable, cuando transita por un discurso dialéctico –en el paso de la comprensión de los conceptos referidos a la explicación mediante el lenguaje matemático-, cuando es posible aplicar estas conceptualizaciones. Para ello será necesario traducir el significado de las topologías de un sistema dinámico –valles y crestas como atractores o incluso atractores extraños- con fenómenos que pueden ser explicados no solo mediante el lenguaje especializado –dentro de una generalización completiva, sino mediante un discurso en lenguaje de sentido común, propio de una generalización inductiva e incluso aplicado y acomodad a una evidencia empírica de dichos lenguajes.

Ahora pasemos a un nivel de desarrollo superior en el ámbito de la música, en el marco de una “capacidad de abstracción de abstracciones musicales” propias de la fase de interiorización. Si en el nivel básico del par concomitante abstracción reflexiva y generalización completiva ubicamos a los conceptos de tonalidad –desde

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la teoría clásica en armonía de los ciclos de quintas-, y a los conceptos de tiempo musical- asociados a las rítmicas y al tempo-, entre otros, podemos pensar que en un nivel medio de desarrollo pueden estar los conceptos de modulaciones y cadencias en diferentes períodos musicales. Para un nivel de desarrollo superior, habría que comprender el significado de los sistemas musicales atonales, dodecafónicos y seriales, entre otros y conocer, ahora dentro de un cuerpo teórico musical, las formas de composición de diversas corrientes musicales, mediante explicaciones del componente sincrónico y diacrónico de los sonidos. Pero recordemos este nivel cobra sentido para los otros, cuando es posible equilibrar estas conceptualizaciones dentro de la fase de exteriorización, con sus formas de aplicación dentro de un nivel de generalización inductiva. Aquí es necesario ejemplificar formas de discurso musical en obras propias en donde se incluyan conceptos de atonalidad, seriación entre otros. La causalidad se manifiesta al traducir el significado de estos conceptos en ejemplos musicales que puedan ser apreciados por escuchas atentos, especializados atentos al lenguaje especializado, y escuchas normales, pendientes de comprender las explicaciones dentro de un lenguaje no especializado, que incluye expresiones de sentido común para aludir a las emociones y afectos derivados de los ejemplos musicales.

Por último, describiré un nivel de desarrollo superior posible, en el ámbito de la sociología, y que corresponde en su vertiente de interiorización a una “capacidad de abstracción de abstracciones sociológicas previas”. Si en el nivel básico del par concomitante abstracción reflexiva y generalización completiva ubicamos a los conceptos de acción social –desde la teoría clásica Durhemiana-, y al concepto de hecho social positivo - ambos asociados a las interacciones y grupos sociales-, podemos pensar que en un nivel medio de desarrollo puede estar el concepto de acción social Parsoniano en el que se incluyen además, elementos de la motivación, de la intención, incluso de la emoción y del contexto de la persona o del grupo social. Para pasar a un nivel de desarrollo superior, habría que comprender el significado de la acción social como comunicación solamente dentro de la perspectiva Luhmaninana. Ello dentro de un cuerpo teórico socio-sistémico, en el que se enmarcan a la comunicación –y ya no la acción social, aunque está implícita- dentro de un proceso de distinción de selecciones dentro de un proceso de retroalimentaciones que incluyen perturbaciones y contingencias. Pero este nivel cobra sentido cuando es posible equilibrar estas conceptualizaciones dentro de la fase de exteriorización, con sus formas de aplicación dentro de un nivel de generalización inductiva, en la que es necesario ejemplificar formas de discurso sociológico en problemas sociales en donde se incluyan conceptos de comunicación, sistemas no-triviales y contingencias, entre otros. Traducir el significado de estos conceptos en ejemplos del dominio social de sentido común que puedan ser comprendidos y explicados por estudiantes o personas no especializadas.

Con esta segunda aproximación a procesos cognoscitivos a partir de explicaciones generales de las subzonas en cada una de las seis zonas discursivas básicas, podemos ahora precisar con más detalle las características y formas de representación de los trayectos en los procesos cognoscitivos dentro del CC:

Nomenclatura para las 54 subZonas

Con esta nueva subdivisión del campo cognoscitivo, en cada punto del dominio discursivo podremos conjugar los atributos generales de las seis funciones básicas, con los dos subniveles que he propuesto de profundidad y el de desarrollo cognoscitivo. En la siguiente figura 56 indico la nomenclatura que podemos usar para identificar cada subzona.

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Figura 56: Las 54 Sub-zonas en el campo discursivo y 23 subzonas para el campo dialéctico

En la figura 57 presento algunos ejemplos:

Figura 57: Nemotécnicas para las Sub-zonas del campo cognoscitivo y ejemplos

Con esta nueva diferenciación de subniveles podemos explicar con mayor aproximación, la trayectoria entre las regiones donde se lleva a cabo un proceso cognoscitivo, indicando su nivel de profundidad y desarrollo en cada dominio.

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2.9 Nivel de equilibración y densidad de trayectorias en las subzonas

Una diferenciación última que haremos para matizar las subzonas y las trayectorias que las vinculan nos permitirá precisar aún más las explicaciones que hagamos sobre los procesos y transformaciones cognoscitivas en este nivel meso. En la figura 58 propongo seis niveles de equilibración que nos permitirán indicar el estado de una equilibración y/o re-equilibración tanto en subzonas discursivas como en las dialécticas.

Figura 58: Gradientes de equilibraciones y densidad en trayectorias.

De esta manera indico un color claro (amarillo) para identificar una situación ideal bien equilibrada, pasando por una moderadamente equilibrada, otra en proceso de des-equilibración, que conducirá a una zona desequilibrada y finalmente a una fuertemente desequilibrada. Dentro del proceso inverso, incluyo el matiz "en proceso de re-equilibración que conduce a un proceso de equilibración, que lo distingue de un proceso de des-equilibración.

Respecto a las trayectorias, la línea continua indica una trayectoria bien definida, esto es, que en su trayecto tiene concatenaciones densas de significados que conducen de una zona a otra. La línea discontinua de rayas es menos densa, indicando y paso superficial entre las zonas que conecta. Finalmente, la línea de puntos y rayas indica una trayectoria muy débil que solo toca ligeramente algunos o escasos significados en su paso.

En la figura 59 indico las formas posibles de las entradas y las salidas de materia / energía del sistema. En ambos casos están asociadas a las percepciones y a las

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actuaciones asociadas a los cinco sentidos. Indico tres grupos de entradas y salidas atendiendo a los niveles externo, intermedio y profundo en cada caso.

Figura 59: Distinción en las percepciones y actuaciones de los sentidos en el sistema

En la figura 60 presento dos casos de trayectorias. El primero es muy simple porque refiere solamente a la acción de ingerir unos tragos de leche dentro de una asimilación equilibrada con su acomodación evidenciada por el gesto de aceptación después de haberla tragado y de manifestar agrado en ello. En realidad el proceso implica más funciones: partimos en la trayectoria a) de la figura 60, de una percepción del sentido del gusto (1) que inmediatamente la acomoda manifestando un gesto de aceptación del sabor (3) sin mucho problema (2) y tiene buen nivel de equilibrio (4) con su vinculación emocional superficial (5) o un tanto externa a sus intereses profundo, esto es, que no es muy significativa para la persona y que inmediatamente manifiesta un gesto de aceptación (6) que se vincula a una posible sonrisa que es actuada (7).

Un poco más elaborada es la trayectoria b). Esta trayectoria cubre con el requisito de “tocar” todos los puntos del Campo Cognoscitivo –seis zonas discursivas y al menos nueve zonas de equilibración. -

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Figura 60: dos ejemplos de trayectorias en el campo cognoscitivo

2.10 Categorías y Conceptos asociados clave

A partir de esta segundo nivel de subdivisión del campo cognoscitivo en esta sección deseo introducir un conjunto de conceptos, identificados por Piaget y otros epistemólogos como categorías centrales en la construcción del conocimiento. Estos son la génesis de la construcción de los objetos, del espacio en ellos, de la duración de sus movimientos y velocidades –continuidades y discontinuidades-, de sus cualidades y cantidades, como número, como adjetivos y finalmente, como una génesis de las relaciones causales, Su conceptualización epistemológica permitirá construir conceptos derivados de ellos, así como hacer posteriores inferencias en el desarrollo y construcción de conocimiento54. Piaget caracteriza a las categorías de objeto, espacio, tiempo, causalidad, dentro de procesos fundamentales para construir las primeras categorías prácticas, de acción pura, esto es, con una mayor dosis de exteriorización que de interiorización, y que más adelante se van fortificando como nociones de pensamiento. (Piaget, 1977;25)

En las descripciones siguientes, veremos que las génesis correspondientes a cada una de ellas no son secuenciales sino que se van construyendo y desarrollando en paralelo, al inicio mediante una gestación de atributos básicos, simples y estables asociados al espacio, tiempo y causalidad. Más adelante conforme el niño o la niña, -y por analogía, el investigador e investigadora- crecen, se van complejizando, esto es, se van entrelazando como naturalezas diferentes de las que podrán emerger permanentemente, nuevas relaciones.

De la construcción de los objetos…

El esquema práctico de la categoría de objeto lo define Piaget como “la permanencia sustancial atribuida a los cuadros sensoriales y por consiguiente, de hecho, la creencia según la cual una figura percibida corresponde a “algo” que seguirá existiendo aun cuando uno deje de percibirlo”. (Piaget, 1964; 26).

                                                            54 Habré de hacer a un lado en esta sección, la construcción de categorías más básicas para poder aproximarme a la explicación de las categorías más significativas en este nivel meso de observación. Me refiero entre otras a la categoría de orden en agrupamientos, grupos, seriaciones, así como a operaciones básicas de los ámbitos empíricos –percepciones particulares de  los sentidos‐, afectivos –niveles y gradientes en  las emociones‐, y lógicos  –operaciones  lógicas,  transitividad  y  conmutabilidad,  entre  otros‐,  que  los  abordaré  desde  la perspectiva micro. 

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La figura percibida existe cuando se halla dentro del campo de percepción de la vista o la escucha, y si la necesidad lo exige, especialmente al inicio de la vida, cuando no hay lenguaje, se manifiesta un grito o gesto para que vuelva a aparecer. Pero si el objeto – la figura ya percibida- se cubre ahora con un pañuelo, añade Piaget, -haciendo referencia a los experimentos de sus colaboradores-, desaparece y deja de existir porque no hay forma de que vuelva a aparecer, pero dentro de lo que sería una consecuencia pro-activa, “Más tarde buscará el objeto escondido, pero sin tener en cuenta sus sucesivos desplazamientos, como si cada objeto estuviera ligado a una situación de conjunto y no constituyese a un móvil independiente.” (Piaget, 1964; 26). Se va fraguando la permanencia del objeto como imagen interiorizada y un gesto exteriorizado.

Esta separación es parte esencial del principio de exteriorización del mundo material, esto es, el objeto fuera de su alcance. Pero cuando nuevamente lo ve, lo va integrando a las condiciones espacio-temporales, fijas o estables, y construye poco a poco las relaciones empíricas , lo hace mediante el sentido del tacto –esto es, asimila una parte de la forma de su contenido- , así como del sentido de la vista –ahora con otra parte de la forma y contenido-, y va configurando entre ambas formas de precepción empírica, –relaciones de implicación-, y ahora se diría a sí mismo que si lo toca y lo ve de esta manera, reconoce nuevamente el mismo objeto más enriquecido, exteriorizando un nuevo gesto. El concepto de permanencia de esas relaciones como objeto se enriquece permanencia asociada a expresiones matizadas por los grados de acomodación que cada caso exige y con ello la gestación de lo que serán las relaciones causales se inicia al establecer una relación entre lo que interioriza y lo que exterioriza. Esta relación cobra un significado de causalidad cuando la transmisión de esquemas de acción de un nivel de estructuración a otro permite generar los procesos de abstracción y generalización.

De aquí que inicialmente un objeto es el resultado de muchas diferenciaciones e integraciones de relaciones empíricas y de implicación, desarrolladas principalmente tanto en la fase de interiorización –configuración de relaciones, sin nombre- como de exteriorización, expresiones faciales, lloridos, movimientos cada vez más controlados de prensión y emisión de sonidos. Pero veamos con más detalle cada una de estas construcciones.

De la construcción del espacio…

“La evolución del espacio práctico es enteramente solidaria a la construcción de los objetos”, nos dice Piaget (1964-.26),… “hay tantos espacios, no coordinados entre sí como campos sensoriales (espacio bucal, visual, táctil, etc…) y cada uno de ellos está centrado en los movimiento y actividad propios.”

Inicialmente el espacio bucal desarrolla profundidades o niveles elementales respecto a un espacio táctil, que empieza a distinguir tamaños en relación con su propio cuerpo. Piaget nos dice que “la elaboración del espacio se debe esencialmente a la coordinaciones de los movimientos”, y que ello está en línea con el desarrollo senso-motor, y mucho más adelante, será germen del concepto de velocidad55.

Así como los pequeños niños y niñas configuran una primera comprensión de la realidad que van interiorizando a través de su contacto bucal con objetos externos y entre si –lengua y sus alrededores y más adelante los dientes y sus intersticios múltiples y cambiantes-, igualmente van configurando relaciones empíricas entre lo que tocan y sus esquemas de acción táctil. Las relaciones, primeramente empíricas y locales, se vuelven de implicación cuando las distancias se diferencian no solo por el tamaño de los objetos sino por el sonido que tiene relacionadas. La concepción de un espacio con un sonido determinado y sus diferencias con otros espacios y sonidos, configura situaciones particulares y específicas en cada caso, que van implicando en forma

                                                            55 El concepto de espacio es ampliamente desarrollado por Rolando García en su libro “Psicogénesis e historia de  la  ciencia”.  Las  correspondencias  y  analogías  que  establece  entre  los  desarrollos  derivados  de  las conceptualizaciones  en  los  períodos  senso‐motor,  y  de  las  operaciones  concretas  y  formales,  con  las diferentes concepciones de espacio, ya no en el niño y niña, sino en los científicos, permiten ampliar nuestra concepción  científica  de  esta  categoría.  Los  tres  tipos  de  concepciones  espaciales  asociados  con  los  tres períodos  referidos  tienen  su  equivalente  con  la  geometría  euclidiana,  la  cartesiana  y  las  no  euclidianas respectivamente. Este tema lo desarrollaremos más adelante. 

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concomitante, significados sonoros que se van tejiendo en gestos, expresiones, hasta convertirse en explicaciones de sentido común o especializadas.

De la causalidad…

Respecto a la categoría de la causalidad –central en la concepción constructivista de la realidad- Piaget nos dice que consiste en la relación entre un resultado empírico y una acción cualquiera que lo ha producido” (Piaget, 1964;27).

Recordemos que el tipo de relación causal a la que se refiere Piaget y el mismo Rolando García (2000), puede ser construida solamente a nivel lógico. Pero ello no quita que la podamos considerar como meramente empírica y vinculada a los primeros años de vida del sistema, y estar vinculada a relaciones de implicación y/o a relaciones lógicas. En todos los casos es una relación causal que vincula en su definición propia, los dos lados de la moneda, “lo que ha producido” - “un resultado visible o invisible”, esto es, una idea relacionada con un hecho, o lo que insiste Piaget, una acción formulada en una zona de interfase de interiorización / exteriorización.

Las siguientes descripciones me permitirán aproximarme –con base en las experimentaciones piagetianas- desde la perspectiva que he formulado hasta ahora, en la que incluyo el componente sonoro, a este tipo de relación crucial en la construcción de un conocimiento constructivista. Me referiré a una persona, como un actor de cualquier sexo, esto es como una niña o un niño, una investigadora e un investigador, para evitar desde la definición la dualidad -que debemos hacer a un lado- para comprender el concepto de relación causal en la que el actor / sistema experimenta con un objeto del que desconoce su paradero a empujarlo fuera de su campo de visión. Además, distinguiré tres etapas en el ejemplo, dando énfasis especial a la segunda, que es la más importante.

En la primera etapa del ejemplo sobre las relaciones causales, la persona sabe que si empuja un objeto de la mesa, más allá de lo que puede ver en ella, se cae, pero inicialmente no ve a donde cae, simplemente desaparece, no escucha algún sonido ni ve nada, simplemente desaparece. En esta primera etapa la relación entre la persona y el objeto es empírica, existe cuando lo ve, cuando lo toca, empuja y cae. Cuando no lo ve ni escucha ni toca, no existe la relación causal.

La segunda etapa inicia con el desarrollo, paulatino, de lo que sucede después de que deja de ver el objeto de la mesa. En algún momento de su estado perceptivo, puede escuchar algo, después el ver que se desaparece de la mesa. También puede suceder que la relación entre el campo visual de la persona y el del objeto caído, se vaya modificando, pudiendo observar más allá del borde de la mesa.

El desarrollo paulatino de estas dos formas de observar la desaparición del objeto de la mesa, se pueden ir constatando, esto es, que un sonido aparece casi inmediatamente a la desaparición del objeto. Incluso la persona puede empezar a distinguir entre un empujar levemente el objeto para que desaparezca pero suene inmediatamente un sonido determinado, o si lo empuja más fuerte para que suene y perciba otro sonido menos fuerte. En ambos casos lo que construye es una mera relación empírica, e inicia la emergencia del concepto de anticipación: si lo empujo desaparece y suena. Con forma pasa el tiempo y la acción, el fenómeno se repite, la permanencia de la relación entre empujar y escuchar un sonido está sujeto a dos condiciones, si lo empuja fuerte, suena de una manera, y lo ve más tiempo, si lo empuja despacio, suena de otra manera y lo ve menos tiempo. La persona inicia la construcción de una relación de implicación.

Tiempo después todavía dentro de la segunda etapa, la persona puede ver que cuando empuja el objeto, puede caer en el mosaico y suena más fuerte o puede caer en la alfombra y entonces suena menos fuerte. Reconoce que para que el objeto llegue a la alfombra, debe empujarlo con más fuerza, y puede ver que el objeto permanece dentro de su vista más tiempo, y cuando lo empuja levemente, el objeto cae directamente hacia abajo, generando un sonido más fuerte, en el mosaico.

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La tercera etapa se puede apreciar mucho tiempo después, cuando la persona tiene más desarrolladas las relaciones lógicas y puede establecer un solo resultado para diferentes formas de arrojar un objeto, ya no solamente fuera de la mesa sino fuera de la condición de estabilidad que tiene, antes de ser empujado. Es entonces que es posible definir una relación lógica respaldada por un conjunto de evidencias meramente empíricas, que posteriormente han sido “formalizadas” dentro de una ley o principio general, que en este caso es el de la gravedad y en un conjunto de ecuaciones derivadas sobre la dinámica del movimiento físico.

Este ejemplo, -al que he incluido otras observaciones y comentarios no referidos por Piaget56- nos permite ver cómo se pueden ir vinculando los diferentes tipos de relaciones y apreciar la forma de la emergencia de la cuarta relación –la relación causal-, que la vinculamos como una síntesis de las relaciones empíricas, de implicación y lógicas, pero concebida en un momento conjugado, al mismo tiempo y no en diferentes momentos.

Si bien a lo largo de la historia de la ciencia se pueden ver claramente las tres etapas de desarrollo cognoscitivo –especialmente a lo largo de varios siglos, como le explica Rolando García (1982), en la concepción constructivista, que no solo asume dicho nivel de observación macro, sino los niveles meso y micro, es posible ver la simultaneidad de las tres etapas, conjugadas dentro de una conceptualización que al ser puesta en práctica y mantener su tipo de relación de causalidad, adolece de distinguir polarizadamente relaciones empíricas –que conducen a los empirismos- o relaciones lógicas –que conducen a los racionalismos.

Concebir la causalidad como una disociación entre evidencia empírica y su conceptualización, nos permitirá comprender y explicar de manera diferente el mundo en que vivimos, y recordemos que esta construcción no es independiente a las formas de la evidencia empírica, sino que ellas tienen unas formas, pero pueden ser formateadas y reformuladas de diversas maneras.

Del tiempo…

Pasemos a la categoría del tiempo, que si bien ya ha estado implícita en las anteriores, ahora solo señalaremos algunos aspectos básicos, ya que es quizá la más difícil de explicar. Piaget la refiere inicialmente, en el texto de referencia, en su aspecto relacionado con la causalidad, y nos recuerda que “la objetivación de las series temporales es paralela a la de la causalidad” (Piaget, 1964;27), y más adelante refiere a su íntima relación con el concepto de velocidad. Con esto nos anticipamos a tomar en cuenta la fuerte dosis de relaciones de implicación que tendrá la concepción de este concepto sobre el tiempo.

Es importante tener presente que “la noción de tiempo se presenta bajo dos aspectos distintos: el orden de sucesión de los acontecimientos, y la duración o intervalo entre acontecimientos ordenados.” (Piaget, 1964; 122), En esta aproximación a la categoría de tiempo, no entraremos en argumentaciones elaboradas sino en un nuevo ejemplo que Piaget ha analizado para ver cómo el tiempo aparece en términos de “una coordinación de los movimientos incluidas sus velocidades (t=e/v) de la misma manera que el espacio descansa en una coordinación de los desplazamientos (de los movimientos independientemente de las velocidades). (Piaget, 1964; 123).

De la velocidad…

Piaget nos hace ver –después de analizar las concepciones básicas que relacionan lógicamente a la velocidad con el espacio y el tiempo, que el concepto de velocidad –en un sentido más lógico- es anterior al de tiempo y espacio, percibidos estos últimos, más como intuiciones, que como construcciones derivadas de encadenamientos de imágenes y conceptos. Piaget encontró que niños y niñas construyen el concepto de velocidad en términos de “adelantamientos” entre dos objetos que se desplazan a diferentes velocidades. Este adelantamiento está fundado intuitivamente en un antes y después –de orden temporal- y en un detrás y delante

                                                            56 Habré de recordar que fue un ejemplo muy utilizado por Rolando García en el seminario de epistemología que sostuvimos en el LabCOMplex de 2006 a 2012, y en que yo incluía las experiencias que fui teniendo con mis primeros nietos. 

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–de orden espacial-. Si bien no considera para nada la duración y el espacio recorrido, sin duda, afirma Piaget, es ya un concepto exacto de velocidad. (Piaget, 1964; 123).

El concepto de velocidad lo presentare con base en el ejemplo que describe Piaget sobre la observación de dos objetos que se mueven en forma paralela y desfasada (1977; 122). En este ejemplo distingo tres momentos.

En el primero momento, la persona en este caso un niño o una niña- reconoce que si dos objetos parten del mismo lugar y avanzan a la misma velocidad por dos caminos paralelos, no tendrá dificultad en reconocer que cuando se echan a andar y cuando se detienen, lo hacen simultáneamente.

Pero si un objeto va más deprisa –en un segundo experimento-, estará en algunos momentos más alejado de la salida, va más lejos y la persona dirá que no se detienen “al mismo tiempo” en caso de que sincrónicamente salgan iguales. Piaget nos dice que este no es un error perceptivo porque la persona reconoce que cuando ambos se detienen, uno más adelante que el otro, la noción de simultaneidad ya no es la misma, ya no aplica porque están en lugares diferentes y porque uno estuvo más rápido que el otro.

En un tercer momento, mucho después, la persona apreciará que aunque haya sincronización de salida y llegada, las duraciones pueden ser diferentes por falta de coordinación entre las simultaneidades y los intervalos temporales. Esta falta de sincronización se traduce en que se recorra más distancia en un mismo período de tiempo.

En esta última afirmación, vemos que de hecho Ya se trata de un concepto de aceleración, hay una variación en la coordinación entre simultaneidades entre distancias y el tiempo recorrido.

De aquí podemos ver apreciar que a partir de la coordinación de movimientos asociados a distancias, podemos ir construyendo el concepto de espacios y adelantamientos, y de la coordinación de espacios y duraciones determinamos las velocidades, y de la coordinación de simultaneidades de velocidades, determina el concepto de aceleración. Sin embargo apreciar la no coordinación de espacios y duraciones es ya una forma de aceleración, y asimilada la no coordinación, dicha asimilación se convierte en un concepto de velocidad.

Lo relevante en esta sección es apreciar que el tiempo deriva de nuestra concepción de coordinación de relaciones de espacio y duración, esto es, de velocidad.

Del número…

Sobre este concepto, haré referencia a un par de ideas asociadas a espacios, orden y clase, aunque será todavía más desarrollada. El concepto de número es igualmente elaborado y posterior al de espacio, tiempo y causalidad. Piaget distingue entre una concepción de número figurativo, derivado de la observación y correspondencias entre objetos de diferente clase, y por otro lado, su paulatina incorporación dentro de su inclusión en el concepto de la misma clase y de orden, ya como una seriación de tamaños y/o de cantidades. Los números enteros implican una asimilación en la que es posible integrar cantidades de objetos iguales o diferentes dentro de un espacio delimitado, en una misma clase. Por otro lado, implica haber asimilado relaciones asimétricas de orden entre diferentes clases –para números cardinales-, y dentro de esa clase para números ordinales. Se trata de una equilibración dialéctica entre distinción de seriaciones, y asimetría de clases.

Del afecto…

Nuevamente, en forma paralela al desarrollo intelectual de la persona, y como he referido anteriormente, dentro de los subniveles básico medio y superior del dominio afectivo, la construcción del afecto es común y construido en paralelo a todas las estructuraciones de significados asociados al lenguaje de sentido común. Presenta una amplia gama de manifestaciones que van de las primeras emociones senso-

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motoras, a la construcción de sentimientos formulados por operaciones concretas del subnivel superior del dominio afectivo.

La conjugación de los desarrollos afectivo e intelectual, lo podemos vincular en el concepto de conducta, entendida como la manifestación de una necesidad para lograr el re-establecimiento o reforzamiento de un equilibrio deseable o indeseable. Recordemos que esta cadena, como todas las derivadas en los dominios biofísico y lógico, al estar jerarquizada incluye explícitamente los valores de la persona en lo que significa lo deseable o indeseable para ella.

Los primeros desequilibrios significativos que enfrenta una persona son producto de lagunas y perturbaciones que sellan las emociones primarias. Esto es debido generalmente a la pérdida de un equilibrio inicial o por la participación en un contraste brusco entre un acontecimiento fortuito en el entorno de la persona con una actitud anterior a este acontecimiento. Esta es una primera forma de hacer referencia a lo que se convertirá en miedos, o temores –como situaciones no deseables- y a los placeres, como situaciones deseables, cuando hay una resonancia armónica entre las disposiciones del sistema y sus relaciones con el entorno, con otras personas, con otros objetos.

Conforme el desarrollo del subnivel medio del dominio afectivo se va dando en asociación a la construcción de conceptos sobre espacio, tiempo, causalidades y desde luego el desarrollo de los lenguajes, las emociones se van matizando en términos de valores asociados a experiencias agradables o desagradables, así como de acciones exitosas o de fracaso. Los sentimientos se van objetivando, racionalizando en la realización de ciertas acciones con ciertos objetos, personas, situaciones y se conceptualizan como alegrías y tristezas, asociadas a esfuerzos o faltas de interés, relacionadas con los actos de éxito o fracaso intencionales. La elección de los objetos y de las personas se va vinculando a simpatías y antipatías que se han construido desde los niveles senso-motores básicos, pasando por las múltiples relaciones de implicación en los niveles medios a la conjugación de los sentidos y las múltiples formas de nombrarlos bajo las estructuras mentales, lógicas de los lenguajes aprendidos y experimentados en los niveles superiores.

Y pasamos a una última categoría, quizá la más compleja de todas, que es la construcción de los lenguajes.

Del lenguaje…

Piaget nos dice: “Con la aparición del lenguaje, las conductas resultan profundamente modificadas, tanto en su aspecto afectivo como en su aspecto intelectual. Además de todas las acciones reales o materiales…”, la persona adquiere por el lenguaje, “la capacidad de reconstruir sus acciones pasadas en forma de relato y de anticipar sus acciones futuras mediante la representación verbal”. (Piaget, 1967; 31).

Se presentan al niño y a la niña, tres consecuencias importantes, señala Piaget:

el inicio de la socialización de la acción, una interiorización de la palabra y con ello la aparición del pensamiento, como lenguaje interior

asociado a un sistemas de signos y una interiorización de la acción como imagen y experiencia mental.

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Pero en forma paralela, afectivamente se desarrollan los sentimientos interindividuales, en términos de simpatías, antipatías, respeto, se puede estabilizar una afectividad interior. Piaget nos recuerda que el equilibrio entre las asimilaciones y acomodaciones –que había estado centrada en acciones que interiorizaban objetos y situaciones que repercusión más personal, ahora tiene nuevos retos al enfrentar procesos nuevos asociados a los otros, en espacios y tiempos socialmente diferentes. Se presenta un proceso de interiorización con otro nivel de exteriorización, con más presencia de los estratos afectivo y lógico.

En esta misma dirección, una segunda consecuencia se refleja en el desarrollo de la comunicabilidad tiene nuevos retos, que se empiezan a manifestar en la subordinación ante los adultos, ya como órdenes o consignas provenientes de los padres, de los maestros o de jefes, y de aquí nuevas formas de necesidades y conductas. En segundo lugar, las relaciones con iguales, mayores o menores “transforman las conductas materiales en pensamiento”, ya como relatos, discusiones, reflexiones y reglamentos. Hay nuevas formas para construir abstracciones empíricas y generalizaciones que deben acomodarse a cada situación y caso.

Como una tercera consecuencia en el desarrollo del lenguaje, la persona, niño, niña adolescente, inicia el proceso del monólogo interior, de los soliloquios y más adelante del diálogo interior entre sus formas de interiorización y de exteriorización en os niveles biofísico, afectivo y lógico.

La interacción del lenguaje sobre las asimilaciones y acomodaciones derivadas de las acciones y conductas primarias, propias del dominio adaptativo en sus niveles biofísico, afectivo y parte del racional, determina lo que Piaget denomina como pensamiento. Esta suma de atributos y cualidades del desarrollo de la inteligencia, permitirá, a través de procesos de abstracción y generalización, construir formas de los simbólico y científico, así como otros lenguajes propios de la actividad humana asociados a la creación y a nuevos lenguajes por venir.

Con este concepto/categoría, que solamente he aludido como corolario de las anteriores, terminamos esta sección que nos permite dar un paso más en la construcción del Campo Cognoscitivo.

2.11 Integración de niveles dentro de trayectorias

En esta última sección de la parte meso, reflexionaremos sobre las formas de explicación sobre la construcción y desarrollo de conocimiento en acciones de actores sociales, que podemos derivar de los conceptos presentados al momento sobre el campo cognoscitivo. Esto lo haremos a partir de la emergencia de las 6 regiones básicas, las 54 subzonas y 9 zonas de equilibración que he propuesto. Incluyo una estrategia de análisis en la que damos por sentado lo siguiente:

1) La construcción y desarrollo de conocimiento en las personas, -en los sistemas- se presentan en todos los casos, de manera paralela, aunque es posible separarlos con fines de explicación.

2) Durante los primeros años de vida es posible explicar la construcción de conocimiento a partir del tejido progresivo de las relaciones al interior de cada función básica (asimilación, abstracciones, generalizaciones y acomodación) y entre ellas (normalizaciones y compensaciones), a través de las interfaces de equilibración.

3) Al interior de cada zona se constituyen redes, mediante la habilitación de conexiones sinápticas que determinan los significados derivados de las potencialidades / habilidades, y de las disposiciones heredadas y trabajadas

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de los sujetos, siempre en relación con lo otro y los otros en su entorno. El resultado se puede sintetizar en un conjunto de imágenes interiorizadas y conceptos exteriorizados, derivados de la experiencia con el entorno de sistema.

4) La construcción más significativa de conocimiento se da en las interfases entre las zonas discursivas concomitantes, en el paso de una forma de interiorización a una forma de exteriorización y en las interfases entre los tres dominios. Ahí, se configura la manera como el sujeto resuelve un desequilibrio dentro de un proceso meramente dialéctico.

5) A partir de los 12 años aprox., toda acción, sintetizada como un hacer/saber, incluye a todas las regiones e interfases del campo cognoscitivo compartido, con diferentes intensidades, densidades y significación respecto al sentido que le podamos dar. Siempre hay un inicio y fin delimitables –de afuera hacia adentro del sistema o viceversa.

6) En todos los casos la explicación debe incluir el entramado de una red de al menos 15 momentos, ubicados en el campo cognoscitivo y al menos 16 trayectorias parciales, que están integradas en una red de significados expresados en acciones internas / externas.

7) Una estrategia posible para llevar a cabo el análisis de una acción social, puede partir de la comprensión y explicación del modelo anterior aplicado a una acción entre dos o más sistemas / actores sociales. El inicio puntual del análisis puede ser muy diverso y depende de la naturaleza cognoscitiva de quien lo formula. Sugerimos primero comprender la acción que se desea explicar y entonces ir relacionando los diferentes componentes cognoscitivos dentro de un orden que puede partir de los aspectos genealógicos de la acción hacia las manifestaciones últimas y en el contexto actual que considere el análisis.

En las siguientes figuras (61 a y 61b) indico quince referencias a zonas de campo y las subzonas para usar en ejercicios. Están numeradas para hacer referencia, aunque pueden estar referidas con base en la nemotecnia establecida en la figura 58.

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Figura 61a: trayectorias posibles para usar en ejercicios

El campo en donde operan es el siguiente:

Figura 61b: Campo Cognoscitivo con subzonas para representar trayectorias

En la siguiente figura (62) presento los elementos que permitirán dibujar trayectorias con subzonas dentro de un campo cognoscitivo. En el lado izquierdo se encuentra el campo, indicando las 56 subzonas discursivas y las 23 subzonas dialécticas. Esta imagen se copia en una lámina nueva. En el lado derecho se encuentran las 15 subzonas y 16 trayectorias entre ellas que deberán estar presentes en los esquemas que representen procesos constructivos en sistemas mayores a 12 años. Todas tienen líneas continuas y mediante las líneas que se encuentran en la parte superior izquierda de la figura 61, podremos cambien el tipo de trayectoria. Del lado

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derecho se encuentran los niveles de equilibración que pueden tener las subzonas que seleccionemos. Se pueden usar rombos para las equilibraciones, y los cuadrados para las zonas discursivas, aunque también se pueden usar los círculos.

Figura 62: elementos gráficos para configurar Trayectorias en un campo cognoscitivo.

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Parte III: Nivel de observación Micro de la teoría piagetiana

Introducción a la tercera parte  

En esta parte presento los principios y la definición de las operaciones que permiten aproximarnos a explicar el proceso de construcción de la inteligencia. Ello nos permitirá comprender cómo superar los procesos asociados a la des-equilibración cognoscitiva. Recordemos que dichos procesos están enmarcados en el campo cognoscitivo, en su paso a través de dos tipos de zonas, las zonas discursivas y las zonas dialécticas. En la primera parte definí los procesos propios de asimilación, de la abstracción empírica y de la abstracción reflexiva, y en forma concomitante, la generalización completiva, la generalización inductiva y la acomodación (figura 63) respectivamente, propios de la zonas discursivas.

Por otro lado, es en las zonas de interfase entre zonas discursivas, presentes

entre los tres dominios, el biofísico, el afectivo y el lógico, así como en las zonas de intersección derivadas de las fases de interiorización y exteriorización, donde se presentan, los procesos de equilibración. Con base en la estructuración que hemos hecho del campo cognoscitivo, podemos apreciar nueve zonas dialécticas, cada una con sus especificidades de acuerdo al nivel de desarrollo de las zonas discursivas asociadas y al tipo de relaciones en ellas.

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Con base en la representación rectangular del campo cognoscitivo,

podemos integrar atributos más completos en dichas zonas, siguiendo un orden ideal en las zonas y zonas de intersección, configurando n tipo de trayectoria de referencia:

1. La zona de equilibración “e1” representada en el paso de la zona discursiva

de asimilación hacia la zona discursiva de abstracción empírica, en donde el sujeto cognoscente pasa de un nivel de consolidación de propiedades biofísicas asociadas a disposiciones fundadas en relaciones empíricas, a un nivel de construcción de imágenes de espacio, tiempo, causalidad, número, velocidad etc…, que fundamentan la comprensión del sentido común, y fuertemente estructuradas en relaciones de implicación.

2. La zona de equilibración “e2” representada en el paso de la zona discursiva de abstracción empírica hacia la zona discursiva de abstracción reflexiva, en donde el sujeto cognoscente pasa de un nivel de consolidación de propiedades esencialmente afectivas asociadas a conductas fundadas en relaciones implicación, a un nivel de construcción de imágenes propias de las disciplinas básicas –matemáticas, ciencias sociales, biología, ética, etc…, que fundamentan la comprensión de lenguajes especializados, ya fuertemente estructuradas en relaciones lógicas interiorizadas.

3. La zona de equilibración “e3” representada en el paso de la zona discursiva

de generalización completiva hacia la zona discursiva de generalización inductiva, en donde el sujeto cognoscente pasa de un nivel de consolidación de principios y conceptos lógicos asociados a explicaciones fundadas en relaciones lógicas, a un nivel de construcción de explicaciones propias de las actividades asociadas a lenguajes de sentido común –los hablados en casa, en la calle, en la escuela, en los deportes, etc…, que permiten exteriorizar los comportamientos socio-afectivos y la convivencia en diferentes ámbitos societales.

4. La zona de equilibración “e4” representada en el paso de la zona discursiva de generalización inductiva hacia la zona discursiva de acomodación, en donde el sujeto cognoscente pasa de un nivel de consolidación de propiedades afectivas asociadas a construcciones explicitadas de los lenguajes de sentido común, fundadas en relaciones de implicación, a un nivel de construcción de formas de hacer y actuar, que fundamentan las habilidades fuertemente estructuradas en relaciones empíricas.

En el caso de las relaciones entre los procesos de interiorización y exteriorización, -siempre concomitantes- se tienen los siguientes pasos:

5. el paso de la zona discursiva de la abstracción reflexiva a la zona discursiva de la generalización completiva “e5”, en donde el reto fundamental radica en

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la construcción de relaciones causales lógicas, esto es, en las relacionan la capacidad de cientificidad del sujeto –ámbito de las ciencias físicas y naturales, soportado por formalizaciones lógico-matemáticas-, asi como una racionalidad en el manejo de lenguajes especializados en las artes, y en las cosmovisiones entre otros.

6. el paso de la zona discursiva de la abstracción empírica a la zona discursiva de la generalización inductiva “e6”, en donde el reto fundamental radica en la construcción de relaciones causales basadas en implicaciones fuertemente asociadas a comportamientos socio-afectivos. Permite hacer consistente el comportamiento y conductas sociales del sujeto, mediante el uso coherente de los lenguajes de sentido común, y con referencias aproximadas a lenguajes propios de las ciencias físicas, naturales, sociales y humanísticas.

7. el paso de la zona discursiva de la asimilación a la zona discursiva de la acomodación “e7”, en donde el reto fundamental radica en el desarrollo de habilidades biofísicas basadas en relaciones causales entre el querer hacer y lo saber hacer, el actuar con la realidad empírica. Permite hacer consistente el comportamiento y conductas interpersonales del sujeto mediante el uso coherente de los lenguajes corporales, asociados a los lenguajes de sentido común.

Las principales relaciones que se construyen en estos tres últimos pasos entre fases de interiorización y exteriorización, son las causales, esto es, explican al sujeto ya sus interlocutores la consistencia entre lo que ha asimilado y organizado el sujeto de la realidad externa compartida con los otros, con la sociedad, con los conocimiento den ella. Podemos distinguir construcción de causalidades en el dominio lógico –y que corresponden a la construcción de teorías-, las que se presentan en el dominio afectivo, entre la abstracción empírica y la generalización inductiva, para configurar las acciones, objetos, espacios y tiempos propios de un lenguaje de sentido común tendiente a ser generalizado entre las culturas, y finalmente las relaciones causales en el dominio biofísico, que determinan más específicamente la naturaleza de las propiedades y características biológica –el curso fenotípico- inmerso en las disposiciones y las habilidades de los sujetos, de los sistemas. Incluyo dos tipos de equilibraciones, como zonas dialécticas multidireccionales que son la zona la “e8” y la “e9”, en donde confluyen cuatro zonas discursivas en la que se presentan flujos de materia-energía neural –neurotransmisores en sensores y efectores del sistema nervioso, que permiten mayores niveles de trayectorias y coordinación de acciones entre todas las zonas con funciones básicas. Constituyen parte medular de las posibilidades de equilibración sel sistema. Etas son: 8. un flujo transversal “e9”, entre la zona discursiva de la abstracción reflexiva

y la zona discursiva de la generalización inductiva y simultáneamente entre

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la zona discursiva de la abstracción empírica y la zona discursiva de la generalización completiva y

9. un flujo transversal “e8”, entre la zona discursiva de la abstracción empírica y procesos de acomodación y la zona discursiva de la generalización inductiva y procesos de asimilación.

Figura 63: zonas y trayectorias básicas del campo cognoscitivo

Es importante tener presente que en los nueve casos, el paso de una zona discursiva o dialéctica, a otra siempre incluye la propiedad de la reversibilidad en el flujo de informaciones / comunicaciones. Ello implica que el flujo de significados en las trayectorias que van de la abstracción empírica a la generalización inductiva, por ejemplo, también puedan ir en el sentido de esta última a la primera, o incluso de ella a la abstracción reflexiva o a los procesos de asimilación (ver zona e8 en figura 63). Esta propiedad de reversibilidad –que más adelante la definiremos-, permite explicar procesos retroactivos y proactivos, fundamentales para llevar a cabo las equilibraciones. En la última parte de esta sección presentaré una nueva subdivisión en las zonas dialécticas, acorde a los niveles de desarrollo en los dominios y entre las fase de interiorización / exteriorización. Ello nos permitirá delimitar con más precisión las distinciones entre las formas de los “pasos de equilibración” descritos. En la primera sección de esta tercera parte presentaré los principios y operaciones básicas que dan forma y permiten formalizar las operaciones cognoscitivas en las zonas discursivas. Con ello, podremos comprender mejor las operaciones que tejen los discursos compartidos en dichas zonas y la manera como pueden llevarse a cabo re-estructuraciones entre los tres dominios.

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En la segunda sección presento conceptos sintéticos que permiten definir las formas de construcción y desarrollo de la inteligencia. Inicio con la trayectoria que va de las percepciones a los hábitos, paso a la descripción de las operaciones pre-operacionales en el desarrollo de la inteligencia y concluyo con las operaciones formales en el desarrollo de la inteligencia superior. En la tercera sección de esta tercera parte presentaré los principios y operaciones básicas en las zonas dialécticas en el Campo Cognoscitivo. Abordo el concepto de la dialéctica constructivista, las formas de las interdependencias, los procesos constructivos dialécticos y su motor común, el significado de las contradicciones y las negaciones y las tres clases de dialéctica en la interacción “sujeto / objeto”. Estos conceptos nos permitirán desarrollar en la cuarta parte del libro, los criterios para modelar procesos en el Campo Cognoscitivo y formular estructuras relacionadas con unidades de análisis en proyectos de investigación interdisciplinaria que enfrentan lo complejo en las problemáticas sociales.

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3.0 Principios y operaciones básicas en las zonas discursivas y dialécticas en el Campo Cognoscitivo Antes de iniciar con los conceptos de clase, grupo y agrupamiento, es importante recordar que toda operación cognoscitiva deriva siempre del establecimiento de una relación o de un conjunto de relaciones de relaciones, de relaciones de segundo orden o de orden superior57. Dado que los objetos son en última instancia relaciones de relaciones, habré de referir al par conjugado elementos / relaciones, que deberá pensarse como un grupo de relaciones entre elementos que constituyen un objeto, con diferentes grados de transformación y evolución, y que puede llegar a representarse en una cosa, en una o más personas, o en un actor social. La referencia a este par de conceptos y no a uno o a otro por separado, permitirá pensar más en términos de una genealogía constructivista, que deja a un lado el posible origen de un elemento a partir del cual se construye el conocimiento y siempre nos remite a un proceso dialéctico creciente entre tipos de relaciones, y por su carácter evolutivo abierto, a una trayectoria espiral. Son tres los conceptos generales que refieren a los tipos de organización de elementos / relaciones, y permiten a Piaget explicar la continuidad de las operaciones para formalizar criterios iniciales y modelar la inteligencia en las seis zonas discursivas: el concepto de clase, el de grupo, y el de agrupamiento. Los dos primeros parten de una concepción derivada del lenguaje matemático, que como he referido, Piaget lo hace homologar con el lenguaje epistémico, siempre operativo al mundo de las ideas articuladas con la realidad externa. Respecto al concepto de agrupamiento Piaget hace igualmente un trasplante mayor desde el pensamiento matemático, pero le incluye una característica de cohesión asociada a la naturaleza de las personas en un espacio y tiempo determinados, aunque siempre será dinámico.

                                                            57  La  analogía de  los  términos de  relaciones de  segundo orden y de  relaciones de orden  superior  con  las relaciones entre  variables en el marco del  cálculo diferencial  es posible.  En  la perspectiva matemática,  el concepto de derivada parte de una relación entre dos variables, una considerada como independiente y la otra como dependiente. Se sintetiza la relación como el cociente entre ambas y se relacione an el caso de la mecánica a la velocidad, si las primeras variables son el espacio y el tiempo. Cualquier otro tipo de variables puede ser sujeta a este concepto de gradiente. Si esa misma operación  la  llevamos a cabo nuevamente y mantenemos la misma variable independiente –el tiempo en el caso de la velocidad‐ resulta que obtenemos un nuevo concepto, la aceleración, que corresponde a la segunda derivada –respecto a la primera relación. En  el  caso  de  la  mecánica  no  hemos  encontrado  una  aplicación  real  a  la  tercera  derivada,  quizá  podría pensarse en una cuarta dimensión del fenómeno del cambio energético del cuerpo en movimiento, pero lo importante  es  que  existe  el  concepto  y  existen  correspondencias  en  otros  dominios  disciplinares. De  eta manera podemos pensar que una generalización de estos órdenes superiores, ha sido generalizada en la serie de Taylor y representa una forma algebraica de un fenómeno de orden superior. Para el caso del dominio de las ciencias sociales, es posible comprender –y no en muchos casos, explicar‐ que una segunda relación de una primera relación corresponde o a un nuevo concepto o a un nivel de observación distinto. Relaciones de orden superior incluso pueden asociarse a niveles de observación de conceptos asociados a la psicología –en un primer nivel. Como es el caso de una motivación‐ a conceptos derivados de ellos y asociados a la sociología, como es el caso de a motivación en el contexto de la acción social, dentro de un segundo orden de observación o análisis del  fenómeno, y a conceptos asociados a  la antropología –como es el caso de una costumbre o tradición,  que  asocia  motivaciones,  acciones  y  formas  específicas  culturales,  dentro  de  un  tercer  orden. Incluso, podemos decir que un cuarto nivel está en la perspectiva de las representaciones y prácticas sociales. 

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Asociados a estos tres conceptos, Piaget atribuye cinco condiciones y ocho operaciones básicas para su agrupación como agrupamientos. Con estos conceptos, Piaget establecerá las operaciones concretas, que imponen relaciones empíricas y de implicación, propias de los dominios biofísico y afectivo, y las operaciones formales, propias de las relaciones del dominio lógico. Con estos elementos es posible describir y explicar conductas y comportamientos que son los que determinan finalmente, el grado de inteligencia que una persona desarrolla ante la necesidad de adaptarse a su entorno. La capacidad adaptativa será entonces, la que determine la posibilidad de construir relaciones causales entre los procesos de asimilación y los de acomodación. Más adelante presentaré una descripción todavía más detallada de los procesos de asimilación y acomodación, propios del nivel de observación micro, y su enriquecimiento con los conceptos de clase y de grupo, que nos conducen a distinguir los agrupamientos y su relación con los diferentes tipos de operaciones cognoscitivas. Veamos ahora bajo qué criterios e posible organizar dentro de agrupamientos, grupos y clases, las operaciones que parten de las asimilaciones y acomodaciones y que desarrollan niveles de inteligencia mediante abstracciones y generalizaciones. 3.1. Concepto de clase, grupo y agrupamiento De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, el concepto de clase refiere a un conjunto de elementos con propiedades comunes, pero desde el lenguaje matemático –asumido en gran medida por Piaget-, el concepto de clase refiere ya a una forma de agrupación de objetos o de conjuntos de objetos que comparten una propiedad esencial en ellos. Este elemento común está asociado siempre a una taxonomía, ya biológica, social o de cualquier otra disciplina. Recordemos que cada agrupación, en cualquiera de los tres dominios, la representaremos como un nodo en una red de elementos esenciales, y cada nodo representa un cúmulo de cientos o miles de neuronas desde la perspectiva biológica.

3.1.1. Operaciones básicas y concepto de clase El concepto de clase, permite a Piaget seleccionar uno de los puntos de partida para organizar y formalizar elementos / relaciones asociados al proceso de la asimilación, a un primer nivel de construcción de inteligencia. En esencia se trata de la identificación de una propiedad común entre dos o más elementos /relaciones y su identificación dentro del sistema, del sujeto que percibe y lleva a cabo identificaciones y selecciones. Durante el proceso de percepción de los observables, podemos apreciar que desde la perspectiva de uno de los sentidos –vista, tacto, etc…- es posible establecer la existencia de cierta simetría en las relaciones entre los observables, que consiste en identificar ciertos elementos / relaciones comunes que pueden ser nombrados como una propiedad, y con ello posibilitar la construcción de una clase por las características de dicha simetría.

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Pero veamos antes la necesidad de aproximarnos a definir un conjunto de operaciones básicas que es preciso tomar en cuenta para comprender con más detalle los conceptos de integración en clases y grupos. La secuencia de operaciones cognoscitivas que va de la percepción –del contacto de la terminación de una dendrita con el objeto percibido- a un primer nivel de organización, -como clase-, implica en primer término, la operación de distinción de dichos elementos / relaciones, de relaciones empíricas en este caso. Al repetir operaciones de distinción podemos o constatar semejanzas, simetrías, o asimetrías. En el primer caso ya es posible agrupar distinciones semejantes y en el segundo, probar nuevas observaciones. Otras propiedades básicas, es la capacidad de selección entre las distinciones, la comparación de distinciones con otras ya ordenadas –ordenamientos de mayor a menor, de tener grados de dureza o maleabilidad, luminosidad y oscuridad- y de nuevas clasificaciones dentro de dicha ordenamientos, ya como estructuras formadas. Esta última operación puede conducir a nuevas cualidades en los ordenamientos que conducen a crear seriaciones, entendidas como grupos ordenados de relaciones básicas entre elementos, asociadas a relaciones específicas entre grupos de relaciones en ellos58. Este conjunto de operaciones – de distinción, constatación de semejanzas, selección, comparación, seriación y clasificación-, permiten aproximarnos a una primera forma de organización de elementos / relaciones dentro de un todo. Lo podemos conceptualizar como una estructura que da permanencia a las relaciones, una permanencia derivada de un juego dialéctico entre imitaciones y juegos.

Se trata de un ordenamiento inicial dinámico, esto es, actualizable casi en forma permanente para organizar los elementos / relaciones comunes percibidos y observados, que implica a su vez, el establecimiento de equivalencias y comparaciones cualitativas, que constituyen ya un primer componente axiológico en la construcción de conocimiento del sujeto, del sistema.

Veremos más adelante que, respecto a las zonas estructurantes –que es donde se llevan a cabo las equilibraciones-, Piaget “partía de la doble hipótesis de que la idea de equilibrio explica lo normativo y que el equilibrio orgánico mental es algo diferente a un balance de fuerzas físicas y comporta una conservación de las partes por el todo y viceversa, dicho de otro modo una regulación” (Piaget, Inhelder, García y Voneche, 1981; 11)59.

Desde esta perspectiva, apreciamos que en la operación derivada de los observables percibidos –como forma de relaciones empíricas- , la asimilación es modelada por Piaget mediante el concepto de clase. Las posibilidades de dicha construcción dependen del sentido o la conjugación de los sentidos implicados, y de ahí

                                                            58  Veremos  que  una  seriación  es  una  operación  concreta,  que  Piaget  incluye  como  esencial  en  los agrupamientos. Podemos vincular el concepto a la perspectiva del pensamiento matemático que nos facilita su conceptualización como una generalización vinculada a la suma de un conjunto de términos ordenados de acuerdo a un criterio permanente que determina  la  sucesión de ellos. Un ejemplo es  la  serie  geométrica (1+1/2+1/4+1/8,…).  El  reto  es  “dar  un  significado”  epistémico  al  criterio  de  formación  del  conjunto  de términos y asociarlo “al sentido” que toman dentro de un agrupamiento, como totalidad relativa en alguno de los dominios cognoscitivos. 59 Los mismos autores referidos reiteran que en las discusiones entre Piaget y ocho distinguidos invitados de diversas disciplinas  (H. von Foerter,  I. Prigogine,  L. Apostel,  S. Papert y P. Weiss entre otros, y uno de  los coordinadores de mesa fue precisamente Rolando García) llevadas a cabo en el marco de sus 80 años y en la que presentó su libro sobre la  teoría de las equilibraciones, en los años 70, Piaget “da una forma definitiva al que siempre fue su proyecto esencial: la elaboración de una teoría de la equilibración” (1981, 14) 

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las distinciones para apreciar una gama o matices de necesidades de interiorizar formas de placer / dolor, de emoción deseable / indeseable o de lógicas correctas / incorrectas, todas ellas concomitantes a las funciones de exteriorizar, igualmente por los sentidos, como acomodaciones. Las características específicas de estas formas de organizar en clases lo percibido / observado, lo asimilado en estructuras valorativas biofísicas, a nivel de subzonas profundas en primer término, así como emocionales y lógicas, -más adelante-, va determinando propiedades que consolidan las primeras formas de la identidad del sujeto, del sistema. En el marco de las zonas y subzonas del campo cognoscitivo, el conjunto de operaciones de distinción, constatación de semejanzas, selección, comparación, seriación y clasificación implicadas en la conformación de una clase, -en el seno de ellas-, la podemos ubicar en torno a la zona de equilibración “e8” que integra el encuentro de relaciones que se presenta entre las interfaces de interiorización / exteriorización y entre las etapas biofísica y afectiva, asociada a su vez, a partes específicas del sistema nervioso. Una identificación que requiere e identifica el proceso constructivo de los aspectos comunes –por la vía de los agrupamientos, como veremos- entre diferentes objetos / relaciones. Dicha identificación de aspectos comunes externos al sujeto e interiorizados, no es otra cosa que una estructuración derivada del proceso de asimilación, pero no del componente cuantitativo de los objetos / relaciones, sino de un atributo cualitativo en ellos. Al constatar dichas similitudes, el sujeto constructor las identifica, se las apropia y renombra como “clase” y puede compartir dicho proceso con otras personas con experiencia genealógica similar. Si deseamos ubicar la zona de la identidad del sistema, la podemos ubicar como una elipse en el campo cognoscitivo- en torno a la zona de equilibración entre e8 y e9 y cubriendo algunas zonas más en el dominio biofísico y especialmente el afectivo. Si el concepto de clase implica la constatación de al menos una cualidad común entre un conjunto de elementos / relaciones, la constatación de dos o más cualidades comunes entre diferentes elementos / relaciones, posible entre diferentes clases, nos permite comprender el concepto de “grupo”60. Tal es el caso del conjunto de números enteros, o de pares o impares, en donde cada elemento del grupo está definido por una relación que puede ser derivada de la operación de adición de la unidad u otra magnitud al elemento / relación anterior. Pero cada uno es diferente al tener en común la propiedad cualitativa que deriva de la anterior, por ejemplo, al sumarle la unidad o la relación básica la unidad o el valor en la regla de la serie. De manera semejante, es el caso de agrupar en grupo el conjunto de formas triangulares que comparten tres lados y tres ángulos pero con diferentes distancias y aperturas. Otro ejemplo son las estructuras de los árboles genealógicos, que en cada caso las relaciones padre, hijos y hermanos son diferentes, pero se mantiene una propiedad cualitativa, que se identifica por la jerarquía entre ellos. La construcción de grupos por parte de nuestro sujeto cognoscitivo y como un recurso explicativo formalizable, basado en una analogía que nos permite comprender una secuencia posible de operaciones en el desarrollo de su inteligencia, implica la existencia de clases. En todos los casos, el orden y número de operaciones básicas de diferenciación e integración, como de constataciones, ordenamientos y clasificaciones, es semejante a la asociada a la conformación de una clase.

                                                            60 En álgebra abstracta, el concepto de grupo refiere a una estructura algebraica asociada a un conjunto de elementos y relaciones, con una operación que combina cualquier pareja de sus elementos para formar un tercer elemento. El conjunto y la operación deben satisfacer axiomas, como: tener la propiedad asociativa, tener un elemento identidad y un elemento simétrico. 

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Propiedades de los grupos Veamos con mayor detenimiento las condiciones principales para articular procesos retroactivos o pre-activos, y los proactivos como la anticipación. Para ello vamos a distinguir distintos gradientes o matices en las formas de percepción de los observables y cómo estas formas de materia/energía pueden estar sujetas a las operaciones de clases, grupos y agrupamientos al tomar en cuenta los diferentes tipos de relación en el dominio –biofísico, afectivo o lógico- en donde se presentan. Podemos distinguir propiedades de observables que,

• distinguen tamaños (provenientes del sentido de la vista), • distinguen pesos (provenientes del sentido del tacto), • distinguen sabores (provenientes del sentido del gusto), • distinguen olores (provenientes del sentido del olfato), y • distinguen intensidades luminosas (provenientes del sentido de la vista)

En cada caso podemos apreciar qué tipo de naturaleza de materia/energía se trata –visual, auditiva, táctil,…-, las distinciones y semejanzas básicas en los tamaños, intensidades o densidades en cada una de dichas propiedades, y a partir de ellas, llevar a cabo comparaciones, ordenamientos y seriaciones. Debemos explicitar que en cada uno de los dominios biofísico, afectivo y lógico, estas propiedades implican un tipo de relación distinta -relaciones empíricas, de implicación, lógicas y causales-, derivada de la forma de los entramados neurales entre sí. Ello impone que las formas y posibilidades en las operaciones de diferenciación, constatación e integración sean diferentes, por ejemplo, en el dominio lógico, el criterio de comparación dispone de referencias de medición estables, como la regla para medir distancias o la balanza para medir pesos, pero en el dominio afectivo, los elementos / relaciones de referencia para valorar y medir las distinciones imponen reglas que integran dos o más propiedades. Es el caso de valorar o medir un afecto, que depende de una escala que integre matices de formas de materia/energía visual, auditiva y una asociada al tacto o al olfato y a otras combinaciones entre ellos. Los procesos de distinción y de ordenamiento, entre los diferentes dominios, son más elaborados al requerir más repeticiones de constatación de los observables implicados, y operaciones de combinación más elaboradas. En el caso del dominio biofísico, los criterios pueden ser menos densos que en el dominio afectivo, pero más elaborados que en el dominio lógico. En aquel dominio es necesario disponer de elementos / relaciones de referencia para apreciar diferentes formas de materia / energía como texturas, o audibles, o visuales. Los procesos de agrupamiento serán otros para los diferentes dominios y en consecuencia, los mecanismos de equilibración, cuando se presenta el caso de pasar de una zona discursiva a otra. Un tipo de relación más elaborada en los tres dominios, pero todavía esencial, derivada de la distinción de los elementos / relaciones, es la que contribuye al principio de la continuidad funcional, es la que se configura como propiedad de “transitividad”. Ella implica la continuidad no visible de una relación dinámica, entendida como una propiedad en juego, entre un elemento y otro. Es el caso de la continuidad, a través de los contenidos en las comparaciones y ordenamientos implicados en la distinción de longitudes, pesos, sabores, olores e intensidades luminosas. Y con esta propiedad tenemos un ejemplo de cómo se van construyendo relaciones no visibles entre elementos semejantes y agrupados, de tal manera que, como lo plantea Piaget, si “A es mayor que B” y “B es mayor que C”, podemos inferir que “A es mayor que C” y con ello poder tener un criterio de ordenamiento y clasificación de dichos elementos, por sus relaciones en sí y entre sí.

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Ahora veamos las condiciones y operaciones implicadas en la construcción de grupos la manera como Piaget agrupa formalmente un conjunto de propiedades y operaciones que condicionan la conformación de las clases, grupos y agrupamientos, es la siguiente: 1) La condición de una coordinación de operaciones cognoscitivas, orientada al agrupamiento de elementos / relaciones en apariencia distintos. Esta coordinación es lograda cuando se engendra una nueva relación entre los diferentes elementos compuestos por agrupar, y que han sido considerados como pertenecientes a dos clases distintas. Esta coordinación implica una operación que es referida como “operación de composición” y está basada en la condición de que toda transformación cognoscitiva es una operación reversible. Esto aplica esencialmente en el dominio de la lógica-matemática, aunque también en el del dominio afectivo. Esta transformación se logra cuando la relación en la operación puede ser disociada, y está sujeta a una operación inversa. 3) La condición de que toda operación cognoscitiva puede ser asociativa. Esta asociación conlleva a establecer un elemento común –como llegar a un mismo resultado- entre dos relaciones que llevarían a resultados diferentes. Esta coordinación implica una operación que es referida como “operación asociativa”. 4) La condición de que para toda operación cognoscitiva, exista una operación que sea su inversa y la pueda anular. Es el caso del retorno al punto de partida y aunque el tiempo sea otro, puede ser considerado nuevamente como el mismo punto de partida. Esta coordinación implica una operación que es referida como “operación de identidad”. 5) La condición de la existencia de una operación nula. Esto implica que sea posible añadir un nuevo componente a una unidad y que esta no se transforme, por considerar dicho componente, como nulo o tautológico. Esta coordinación implica una operación que es referida como “operación de tautología o idénticos especiales”. Con estos principios operativos, Piaget afirma que “el sujeto es capaz de un razonamiento operatorio con estructura de agrupamiento y tendrá por anticipado, la seguridad de que un todo se conservará independientemente del arreglo de sus partes, mientras que antes de eso lo pondrá en entredicho.” (Piaget, 2013: 74) 3.1.3. Concepto de agrupamiento en operaciones cognoscitivas Piaget toma las características esenciales del concepto de grupo que referí, y las trasplanta al concepto de “agrupamientos”, pero añadiendo una nueva cualidad, un atributo asociado a una relación integradora entre los elementos agrupados. Con ello configura un nuevo concepto que tiene niveles de formalización a los que les incluye el atributo de totalidades relativas, que como estructuras de conjunto

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configuran sistemas que relacionan formas de equilibrio con las operaciones asociadas a las acciones interiorizadas y organizadas en forma dinámica. Los agrupamientos tienen el atributo de tender hacia una lógica de las totalidades, que traduce en forma permanente un esquema axiomático a las condiciones de equilibración del sistema, del sujeto que lleva a cabo los agrupamientos. (Piaget, 2013;68).

Desde esta perspectiva, un agrupamiento es un proceso de organización que identifica y constata la presencia de ciertos elementos comunes cualitativos en un conjunto de elementos / relaciones dentro de procesos de interiorización y de exteriorización del sujeto con su entorno. Este proceso implica nuevamente, un juego de ir y venir operatorio, orientado al establecimiento de relaciones entre elementos comunes, resonantes, que implican un criterio de organización como totalidad relativa. Este juego es propio de la genealogía cognoscitiva de cada persona, del tipo de percepciones y estructuraciones, ordenamientos que haya construido, de su filogénesis, y que en todos los casos dependen del momento y el espacio donde se lleva a cabo el agrupamiento61.

Propiedades y operaciones en los agrupamientos Las operaciones para los agrupamientos son esencialmente operaciones lógicas que aplican a elementos / relaciones, que serán pensados como objetos individuales con diferentes propiedades o características pero invariantes.

1) Operación de clasificación de elementos de una clase o de varias clases. Esto

implica que los objetos pueden ser clasificables dentro de estructuras –ya que algunas de sus propiedades son diferentes aunque todos comparten al menos una. Esto implica más de un nivel estructural, y por ello son necesariamente jerarquizados, valorados. Los objetos se agrupan por un criterio de clasificación. Es una operación de orden aditivo.

2) Operación de seriación, que implica poder relacionar las características o relaciones asimétricas de varios objetos por sus diferencias. La seriación será necesariamente cualitativa y ello implica un nuevo nivel de valoración. Los objetos se agrupan por un criterio de seriación. Es una operación de orden aditivo.

3) Operación de sustitución, que implica poder reunir objetos en una clase o en una clase de clases y conlleva equivalencias cualitativas entre ellos que al llevar a

                                                            61 Una reflexión de estos conceptos nos conduce a ver que Piaget repite la visión macroscópica de sistema –calificado por García como totalidad relativa‐ a una visión microscópica del uno concepto de agrupamiento. Ambos encierran los mismos conceptos, pero desde diferentes niveles de observación y en diferentes niveles de dominio,  lo que les da una distinción que es importante reconocer. La homología y en algunos casos la analogía entre  los elementos  /  relaciones de diferentes dominios ofrece elementos de consistencia en un pensamiento que usa construcciones semejantes para explicarse a sí mismo, esto es, a  la construcción del pensamiento –del sujeto, del sistema‐ que se explica a sí mismo, desde diferentes esferas –a nivel macro, meso y micro‐ , pero con una misma epistemología. 

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cabo una sustitución de propiedades cualitativas semejantes, posibilita la reunión. Los objetos se agrupan por un criterio de sustitución. Es una operación de orden aditivo.

4) Operación de reciprocidad, de las propiedades simétricas de los objetos. Los objetos se agrupan por un criterio de reciprocidad de propiedades simétricas. Es una operación de orden aditivo.

5) Operación de distribución de los objetos de acuerdo a las posibilidades de combinación de dos clases de objetos. Esta es una operación de orden multiplicativo.

3.2 Construcción y desarrollo de la inteligencia El punto de partida para la construcción del conocimiento, lo podemos ubicar en el montaje puramente hereditario de la persona, cuyas primeras manifestaciones se pueden considerar como reflejos vinculados a esquemas de acción. Estos empiezan a operar desde el inicio, al habilitar y poner en acción las percepciones62 a través de los primeros reflejos derivados de los órganos asociados a los sentidos. Ellas están siempre influidas por el movimiento corporal y este, lo está por ellas. Están en una interdefinición inseparable que se puede representar como un “esquema senso-motor” o “esquema de acción”. A ellas le seguirán por impulsos de repetición, los hábitos y posteriormente las operaciones derivadas de los agrupamientos.

3.2.1 De las percepciones a los hábitos Son las percepciones las incubadoras de la inteligencia, las impulsoras –mediante las descentraciones, transportes de espacios y tiempos, comparaciones y anticipaciones- hacia una reversibilidad de las operaciones en agrupamientos. Son las que predisponen la génesis de las operaciones de la inteligencia y van de la mano con las funciones motrices y productoras de los hábitos. El desarrollo de las percepciones entra en continuidad con la adquisición de los hábitos, íntimamente asociados a los esquemas de acción mediante acciones circulares, repetitivas dentro de los procesos de la asimilación y la acomodación. Las primeras estructuraciones de la inteligencia se llevan a cabo mediante los procesos de una asimilación constructiva –que más adelante detallo- , que se orienta inicialmente a un ampliar la gama de espacios de interacción y a momentos de interacción.

                                                            62 Es en el concepto de las percepciones donde Piaget asume una postura egocéntrica centrada en el niño y de  la  niña,  y  que  desde  luego  en  estadios  subsecuentes,  cuando  pasa  de  asimilaciones  primarias  a  las secundarias,  asociadas  al  entorno,  el  medio,  el  entorno,  los  otros,  participan  de  la  construcción  de conocimiento.  

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El concepto de hábito es complejo, porque implica conjugar aspectos biofísicos con emociones y lógicas básicas, elementales. Podemos aproximar una definición que conjuga varios conceptos ya presentados y otros que habremos de detallar más. De esta manera los podemos definir como un conjunto de acciones repetidas que constatan la existencia de impulsos heredados e incrustados en esquemas de acción del sistema, del sujeto. Constituye con ello el componente dinámico y de estabilidad de los procesos de asimilación, en concomitancia más o menos sincrónica- al inicio de la construcción del conocimiento, y más integrada, con los procesos de acomodación. En la figura 64 presento una visión de los conceptos asociados a los hábitos.

Figura 64: El contexto de los hábitos en las funciones de asimilación / acomodación

Es al interior del campo cerrado de los mecanismo regulados hereditariamente, donde surge –como veremos más adelante – el comienzo de una asimilación reproductiva de orden funcional, esto es, una relación generada internamente por el sujeto. Ello deviene por el ejercicio diario en los movimientos de la cabeza, boca y manos con la madre. A partir de las irregularidades que se van presentando en estos ejercicios, la asimilación amplía los casos frecuentes, generalizándolos o transportando los esquemas de acción a nuevos objetos.

Los esquemas de acción siempre incorporan elementos nuevos –y no esquemas superiores, aunque se van incorporando a ellos-. Los nuevos elementos los van integrando en las estructuras previamente asimiladas, y cuando inicia la coordinación de dos o más sentidos, -por ejemplo la visión con la prensión-, surgen nuevas conductas que propician la transición del hábito a las primeras formas de inteligencia. Esto deriva de las posibilidades que presentan las relaciones de implicación en el establecimiento de las relaciones entre los sentidos.

Dichas conductas pueden tener más de una tendencia, ya para desarticular sus propios elementos / relaciones articuladas, o para articular –los nuevos datos- lo desarticulado. Es el caso de que a partir de la generación de combinaciones se entretejan nuevas posibilidades de interacción de los esquemas de acción, propiciando relaciones de implicación que exigen nuevas decisiones para resolver los condicionamientos en ellas.

“Las trayectorias recorridas por la acción…, por las anticipaciones y por las reconstituciones senso-motrices” nos dice Piaget (2013,137), no son directas y rectilíneas, con un sentido único, -como en las reacciones circulares secundarias-, “los itinerarios empiezan a variar y el uso de los esquemas anteriores a recorrer distancias más grandes en el tiempo. Es lo que caracteriza la conexión de los medios y los objetivos”, es

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entonces que “si se puede hablar ya de auténtica inteligencia… aunque todavía sin invenciones y descubrimientos nuevos…” (Piaget, 2007;137-138).

Cuando el número de novedades derivadas de las posibilidades de acomodar las asimilaciones incrementa y posibilita hacer comparaciones y distinciones mejor valoradas por el sujeto –con mayor o menos placer o satisfacción de necesidades-, surgen las reacciones circulares terciarias en el marco de asimilaciones reproductivas y acomodaciones diferenciadas e intencionales. Es el caso en que el niño o la niña juegan con diversas trayectorias al lanzar un objeto y acomodar sus esquemas auditivos y visuales a diferentes lugares posibles donde puede ser su destino, o cuando usa un palo u objeto que le permite acercar otro objeto lejano, por prueba y error va conocimiento la sincronización de esquemas visuales con los del sentido asociados a sus manos y cuerpo, y lograr poco a poco disponer el objeto entre sus manos.

Estas operaciones de asimilación / acomodación repetitivas e integradoras de esquemas asociados a relaciones de implicación, tienen un último estadio cuando se llevan a cabo si la acción es directa / externa del sujeto, pero es posible que se lleven a cabo en forma interna, anticipando e infiriendo la nueva manera de obtener el objeto deseado, sin tanteos reales (Piaget 2007; 139-140). Es el caso de las reflexiones internas que hace una niña al intentar abrir una caja, moviendo la boca y las posibilidades controladas de sus manos, manifestando una reflexión interna, y encontrando una solución repentina para abrirla.

Piaget nos explica mediante una analogía (2013;140), que es la relación análoga entre las coordinaciones internas de los esquemas con la coordinación externa, a la coordinación entre el lenguaje interno implícito en la reflexión del niño y correspondiente a un primero lenguaje –como meras interjecciones- externalizado y explicitado por sus gestos. Dos son los componentes que pueden explicar esta forma de inteligencia. Por un lado están los rudimentos del lenguaje interno, que pueden concebirse como el bosquejo de formas de representación que tiene el niño durante los procesos de asimilación, y en forma complementaria, el niño es capaz ya de hacer imitaciones diferidas que le permiten llevar a cabo nuevas comparaciones.

Hasta aquí, el trayecto de las operaciones –la continuidad funcional asociada a los procesos de asimilación / acomodación, vinculadas a formas de agrupamientos y anticipaciones- que va desde la formación de los hábitos, hasta los actos de invenciones espontáneas y repentinas en su inteligencia senso-motriz y pre-verbal.

Mecanismos en las funciones de asimilación y acomodación

Hemos definido inicialmente a la asimilación como la emergencia de fuerzas de interiorización en concomitancia con fuerzas de exteriorización tanto a nivel biofísico y afectivo, como un par de operaciones esenciales en el proceso de adaptación de un sistema. Subdividimos posteriormente estos niveles en subzonas que nos permitieron diferenciar niveles de profundidad y desarrollo, no solo en dichas operaciones sino en general en las abstracciones y generalizaciones. Ahora relacionaremos dichas subdivisiones con las conceptualizaciones que ha hecho Piaget en la investigación minuciosa que llevó a cabo en su libro sobre “El Nacimiento de la Inteligencia”. Esto nos ayudará a precisar el modelado de estos procesos en su fase de equilibración. Las funciones asimilativas y de acomodación como veremos, participan de las etapas de un desarrollo pre-conceptual, esto es, conforme se van desarrollando van permitiendo la configuración de operaciones básicas que a su vez, permiten la construcción de procesos de agrupamiento cada vez más desarrollados y completos. En este sentido, etas dos funciones “suponen un intercambio directo con el entorno con base en trayectorias rectilíneas. De aquí el desarrollo de hábitos para por trayectorias más complejas, pero breves y de sentido único. Las acciones permanecen dentro de un espacio y tiempo propios del niño, de la niña.

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Con el inicio del pensamiento representativo y del intuitivo, Piaget nos recuerda que “la inteligencia se vuelve capaz de evocar objetos ausentes y aplicarse a realidades invisibles, pasadas y en parte futuras” (2013, 186). La función de los procesos de asimilación y acomodación será muy importante para ir construyendo diferentes niveles de significados y conforme se van desarrollando, serán más distantes entre sí, esto es, habrá más trayectorias para incorporar nuevos elementos / relaciones del entorno y para desarrollar los lenguajes corporales. Piaget distingue cuatro momentos para la asimilación y sus correspondientes operaciones en la acomodación.

a) El primero se caracteriza por derivar de la necesidad de repetir esquemas de acción y de confirmar la constatación de lo nuevo. Necesidad y constatación devienen de reflejos / reacciones al medio y respuestas funcionales de búsqueda y constatación. Este primer proceso lo denomina como una asimilación repetitiva y es de carácter primario porque recae sobre el propio sujeto –es el caso de chupar su dedo, como una repetición no lograda de chupar el pezón de la madre. Concomitantemente emerge un movimiento, gesto o murmullo, que establece las primeras relaciones de acomodación con el entorno del niño, de la niña, del sistema que inicia su proceso cognoscitivo.

b) En un segundo momento, estas repeticiones insisten en reconocer, y en explorar excitaciones nuevas asociadas a las ya reconocidas. Hay un primer deseo de generalizar dicha excitación en el marco de una reacción circular secundaria, como asimilación generalizadora, y de aquí el carácter secundario que recae ahora sobre los objetos exteriores,- como jalar la cobija o la sonaja para chuparlas. Y que concomitantemente reconoce las acomodaciones previas y encuentra nuevas formas de constatar lo asimilado, jalando o empujando objetos cercanos.

c) En un tercer momento, emerge la necesidad de discriminar exploraciones

nuevas y de confirmar necesidades que pueden satisfacerse de manera semejante y/o acomodarse en lo que serían reacciones circulares terciarias. Llama a este tipo de operación, asimilación re-cognoscitiva o reconocedora.

d) Finalmente, cuando ya se han configurado asimilaciones en diferentes

esquemas de acción, del tacto, del olfato, de la vista, el niño y la niña tienden a integrar, generando ahora si nuevas conductas, como una forma posible ya de inteligencia (Piaget, 2007;135), lograda por las propiedades de una nueva totalidad relativa como son los agrupamientos, y que más adelante veremos. Dentro de una nueva forma de operación, denominada como asimilación recíproca. Las dos últimas asimilaciones tienen sus correspondientes procesos de acomodación, también caracterizados por la necesidad de reconocer las formas ya acomodadas y de adecuar funcionalmente, las combinaciones de acomodamiento entre los esquemas

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de acción asimilados. Necesidad y adecuación funcional nacen mancomunadas.

Operaciones pre-operacionales en el desarrollo de la inteligencia El desarrollo de la inteligencia inicia desde las experiencias senso-motrices que no corresponden a una reflexividad sino a una inteligencia vivida. Se orientan a coordinar percepciones sucesivas en movimientos reales y poco a poco van desarrollando las operaciones de constatación y anticipación. No es posible sustraer un tiempo del pensamiento a un tiempo de la acción.

A partir del establecimiento de operaciones más elaboradas para seleccionar las alternativas en las relaciones de implicación, así como para encontrar los mejores acomodamientos, el tiempo requerido asociado a las acciones es mayor. Esto es debido a que hay también un aumento del tiempo destinado a las velocidades de interconexión y a la construcción de acciones simbólicas y a las representaciones –imágenes. Las distancias entre los planos asociados a los significados son mayores. Estas acciones internas van de la mano con un paulatino descentramiento del niño y niñas sobre sí mismo, para vincularse cada vez más con su entorno, en los espacios y tiempos de los otros.

Podemos apreciar desde un “nivel micro”, o mas detallado, que en los procesos de asimilación / acomodación se van presentando operaciones cada vez más elaboradas. En las cuatro formas de asimilación, es la distinción la operación inicial en el marco de una coordinación de operaciones propia de la gestación de un grupo. Definamos en este contexto a la distinción, como una operación de comparación entre el nuevo observable y las percepciones ya observadas y asimiladas.

De manera paralela, en el seno de la coordinación de distinciones, incluimos la propiedad de transitividad, que implica el flujo implícito de alguna propiedad como forma de materia / energía. Esta propiedad posibilita la creación de nuevas relaciones al hacer explícita y extensiva la relación asociada a la propiedad –recordemos que toda relación implica dos o más elementos, y por tanto la propiedad es un conjunto de relaciones entre elementos-. Tanto la coordinación de operaciones como la transitividad están constituidas –además- por una serie de operaciones elementales que nuevamente son distinciones y comparaciones entre elementos / relaciones, y que las podemos asociar nuevamente, a transitividades en el marco de ciclos de repetición de operaciones, como una genealogía de estructuraciones anteriores.

En forma semejante, en la asimilación repetitiva está muy presente la constatación, y en la asimilación generalizada, hay ya un ordenamiento y clasificación iniciales –que veremos dentro de las operaciones concretas-, orientada a organizar clases. Finalmente, en la asimilación re-cognoscitiva se consolidan los agrupamientos de una clase, y con ello inferimos que también hay agrupamientos entre clases en la asimilación recíproca. Incluyamos en esta reflexión integradora, que toda operación asimiladora tiene que resolver en forma concomitante, una relación causal con los procesos de generalización y acomodación basados en las habilidades –propiedades potenciales, heredadas y desarrollables- del sujeto. Si esta relación concomitante no se logra, los desequilibrios van configurando necesidades que es necesario resolver.

Ahora orientemos nuestra atención a procesos de construcción y desarrollo macroscópico de agrupamientos, en el marco de lo que Piaget distingue como cuatro etapas en el desarrollo de la inteligencia.

La primera parte de un pensamiento simbólico y pre-conceptual, y la segunda de un pensamiento intuitivo. Las características esenciales en ellas las hemos visto en las fase de asimilación / acomodamiento y la configuración de agrupamientos en ellas. Las dos siguientes también responden a niveles más elaborados de agrupamientos. La tercera etapa se identifica por un conjunto de operaciones denominadas concretas, –ya en la zona de abstracción empírica-, porque responden a operaciones lógicas que todavía requieren de la presencia completa

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de los elementos y relaciones que agrupan. Ya en la cuarta etapa, de operaciones lógicas, los elementos / relaciones implicados pueden ser separados y elaborados con nuevos niveles de reflexión así como totalidades relativas en sus agrupamientos.

En la siguiente figura -65- podemos apreciar la continuidad de las operaciones pre-lógicas, con las concretas y las formales dentro de los procesos de configuración de clases, grupos y agrupamientos.

Figura 65: Representación de las zonas para las clases, grupos y

agrupamientos en el Campo Cognoscitivo 3.2.2. Operaciones concretas en el desarrollo de la inteligencia Los mecanismos en las operaciones concretas “nacen de una suerte de deshielo de las estructuras intuitivas, y de la movilidad repentina que anima y coordina las configuraciones hasta entonces rígidas en grados diversos, pese a sus articulaciones no progresivas” (2013; 175). Es el caso de las desarticulaciones temporales concebidas originalmente dentro de un tiempo único, o el caso de la separación de componentes espaciales en un espacio concebido como unitario. También lo podemos apreciar en el cambio de una seriación que ha sido configurada siempre con urden definido, y ahora pensada bajo una nueva escala.

El reto del paso de operaciones concretas a lógicas radica en la capacidad para lograr un nuevo equilibrio móvil, que exige modificar los límites en las operaciones concretas. Dicho equilibrio móvil se alcanza cuando se producen simultáneamente las siguientes transformaciones, que deben entenderse como expresión de un mismo acto total, de un descentramiento del sujeto en torno a un nuevo todo, en el marco de un agrupamiento, como una nueva operación sistémica relativa: (Piaget, 2007;177):

Dos acciones sucesivas pueden coordinarse en una sola, lo que puede explicarse mediante la propiedad de transitividad,

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El esquema de acción operante en el pensamiento intuitivo, se vuelve

reversible, lo que puede explicarse mediante la propiedad de reversibilidad,

Un mismo punto puede ser alcanzado por dos vías diferentes. lo que puede explicarse mediante la propiedad de asociatividad,

El retorno al punto de partida permite notarlo idéntico a sí mismo, lo que puede explicarse mediante la propiedad de identidad, y

La misma acción al repetirse o bien no agrega nada a ella misma o bien es una nueva acción, con efecto acumulativo, lo que puede explicarse mediante la tautología lógica o por la iteración numérica.

Las operaciones concretas se pueden sintetizar en las siguientes operaciones básicas:

Encajar y acoplar dos o más clases

Llevar a cabo seriaciones asimétricas

La unión de clases seriadas nos lleva a la concepción de sistemas numéricos y nuevas concepciones temporales, como las duraciones y aceleraciones,

Dos operaciones más están implicadas en esta fase de desarrollo de la inteligencia, la conservación y la clasificación, que ya han sido referidas pero que ahora amplían su dominio a nuevas relaciones. La clasificación es una selección de elementos / relaciones asimétricas, esto es con diferencias más significativas y la conservación implica un juego móvil de la concepción del espacio y la materia: percibir la misma cantidad de plastilina a medida que una pelotita se va transformando en un churro, implica ir modificando la concepción de espacio, tiempo y cantidad de materia.

De la permanencia de los objetos…

Es a partir del desarrollo de las operaciones concretas, que inicia la construcción de los objetos. El proceso es complejo y Piaget basa esta construcción en dos mecanismos, en la continuidad de las relaciones de asimilación / acomodación en los hábitos y esquemas de acción y, en la construcción de la noción de conservación. Se trata de construir lo que es la permanencia del objeto en el marco de la dinámica de los esquemas de acción. Un ejemplo deriva del “seguir con los ojos una figura en movimiento, y seguir su trayectoria posible, cuando la figura desaparece…”, o “volver la cabeza para ver en la dirección de un sonido….que solo se escucha sin identificar la fuente”.

Además de constituir la conservación de las relaciones que determinan un objeto, y los “comienzos de la permanencia práctica…, estos son, de acuerdo a Piaget, las “anticipaciones perceptivo-motoras y expectativas…, determinadas por la percepción y el movimiento inmediatamente anterior… búsquedas activas distintas al movimiento ya bosquejado o determinado por la percepción actual”. (2013,143).

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Lograr las constancias en las percepciones, implica una actividad reguladora, esto es, una permanente rectificación de las relaciones básicas en los esquemas de acción, asociados a las acomodaciones, para que se logre la permanencia del objeto en ese espacio y se consolide la invariancia de sus propiedades. Son adem{as, el germen de las relaciones pro-activas que conducen a las anticipación o creación de expectativas del sujeto, del sistema en su devenir.

De la permanencia del espacio

La construcción del espacio, nos dice Piaget, “está dominada por la paulatina organización de los movimientos.., que tienden hacia una estructura de grupo…, y se elabora gradualmente en cuanto a forma de equilibrio final de esta organización motora: poco a poco, las coordinaciones sucesivas (composición), los retornos (reversibilidad), los desvíos (asociatividad) y las conservaciones de posiciones (identidad) engendran el grupo en su condición de equilibrio necesario de las acciones.” (2013,147).

Durante las fases de asimilación repetitiva y generalizada, los espacios son muy heterogéneos (bucal, visual, sensorial) y no es posible configurarlo. Es en la fase de la asimilación combinatoria o recíproca, derivada de las relaciones de implicación entre los esquemas de acción, donde hay una sistematización sobre el manejo de los espacios, por ejemplo entre los espacios asociados a lo prensivo y a lo visual. La niña vuelve al punto de partida en las asimilaciones circulares repetitivas, al seguir con la mirada un móvil que lo supera en su velocidad –se anticipa a la llegada, al destino de su caída-. Hay una descentración de los movimientos en ella, y queda clara la reversibilidad en el proceso de anticipación, considerando la invariancia y la permanencia del objeto.

Por la propiedad de conservación de los objetos, -como un principio de identidad del grupo- y por la posibilidad de los desvíos en los movimientos (dentro de la propiedad asociativa) es posible entonces, la conformación del grupo, como un conjunto de desplazamientos del objeto y con ello una primera conceptualización del espacio.

Se trata de un primer espacio asociado al objeto. Más adelante, cuando se desarrollen nuevas relaciones entre objetos y espacio de objetos, se presentará la conformación de una clase de espacios, que podrán ser organizados como un agrupamiento de mayor jerarquía, como un espacio compartido o generalizable.

3.2.3. Operaciones formales en el desarrollo de la inteligencia Las operaciones formales son esencialmente semejantes a las concretas, la diferencia radica en que ahora no es requerida la presencia de los objetos para hacer a inferencia. Se trata de una abstracción reflexiva que puede separar los componentes conceptuales asociados a una imagen o los signos en un discurso, y procesarlos con otros criterios de seriación, conservación y clasificación.

Las reglas en esta nueva forma de organizar significados integrados como signos, han sido axiomatizadas por diversos autores, y de ello emerge la lógica formal. Sin embargo, las relaciones implicadas deben guardar coherencia con las de las operaciones concretas. “Las operaciones formales constituyen exclusivamente las estructuras del equilibrio final, hacia el cual tienden las operaciones concretas cuando se reflejan en sistemas más generales, los cuales combinan entre ellas las proposiciones que las expresan”. (Piaget, 2013; 180). Es aquí donde se consolida un pensamiento matemático y una lógica formal.

Aunque no se haya hecho referencia al par de funciones sobre la abstracción reflexiva / generalización completiva, es en ellas donde se llevan a cabo las operaciones formales –a través de la construcción de relaciones causales. De manera análoga, las operaciones concretas participan y pertenecen al dominio afectivo,

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basado en las abstracciones empíricas y generalizaciones inductivas, contribuyendo a la construcción de lenguajes de sentido común y a un desarrollo socio-afectivo esencial.

Operaciones formales e Inteligencia superior Tanto las operaciones concretas como las formales están basadas en las siguientes operaciones asociadas a las ocho operaciones de los agrupamientos63. Estas se caracterizan por consolidar la conformación de los agrupamientos asignando un tercer nivel de valoración en las adiciones y multiplicaciones de todas las operaciones cognoscitivas. A continuación sintetizo un conjunto de afirmaciones y criterios que nos permitirán establecer un método y una metodología para lograr los propósitos de este juego dialéctico en el desarrollo de la inteligencia:

1. Podemos afirmar que el pensamiento en este nivel respeta el carácter formal de la lógica axiomática, en la construcción y aplicación de los agrupamientos y al mismo tiempo preserva la naturaleza constructiva y dinámica –de re-estructuraciones- de la inteligencia (Piaget, 2013:79)

2. La inteligencia se orienta hacia un “equilibrio móvil y permanente tal que la estructura de las totalidades operativas se conserva cuando están asimilando elementos nuevos”.

3. Se da en esta fase de desarrollo “un equilibrio que supone la reversibilidad de los mecanismos de la inteligencia constituida como modelo real con respecto al modelo ideal, establecido por las ocho operaciones formalizadas matemáticamente, que se consideran fijas”.

4. Las operaciones formales permiten explicar el desarrollo de la inteligencia, es describir su desarrollo y cómo desemboca necesariamente en el equilibrio descrito. (Piaget, 2013; 80).

5. Las operaciones formales permiten explicar el desarrollo de una inteligencia “causal” que evidencia “paso a paso” la continuidad en los procesos cognoscitivo aplicando las operaciones de los agrupamientos. En esta explicación, es necesario mostrar cómo en cada nuevo nivel, al conducir el mecanismo de los factores en presencia a un equilibrio todavía incompleto, su mismo proceso de equilibración conduce al nivel siguiente” (Piaget, 2013;80)

6. La jerarquía de las conductas puede ser representada como una extensión progresiva de las distancias y una paulatina complicación de las trayectorias que caracterizan los intercambios del sujeto con el entorno.

                                                            63  En  el  apartado  de  las  operaciones  de  los  agrupamientos  solo  mencionamos  cinco  de  ellas.  La  quinta representa cuatro modalidades de combinaciones que las integré en una propiedad. 

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7. Cada extensión representa una estructura nueva y la sucesión está sometida a necesidades de equilibrio que debe ser cada vez más móvil, en función de la complejidad.

8. El camino a seguir inicia a partir del análisis de las relaciones de la inteligencia con los niveles de percepción, continúa con el análisis de los hábitos y esquemas senso-motores, continuando con el análisis de las formaciones de las operaciones del pensamiento individual y social.

La anticipación y los agrupamientos como cientificidades

En términos generales, este juego de reorganización posible en las fases de interiorización y/o exteriorización ya tiene la semilla de una acción proactiva asociada a una anticipación. Esta operación la podemos definir como una secuencia de operaciones de diferenciación y constatación orientadas hacia un nuevo grupo, agrupación, hacia una nueva totalidad relativa. Se configura como una sucesión más o menos ordenada, de relaciones más cualitativas que cuantitativas, permitiendo nuevas posibilidades en el encuentro del sistema con su entorno, aumentando el número de selecciones posibles, en la toma de decisiones.

El agrupamiento de nuevas relaciones implica la necesidad de rellenar estructuras previas –quizá desequilibradas-, y reordenar elementos / relaciones de interés, de acuerdo a las mismas leyes de relación entre los elementos que se agrupan. Con el desarrollo en el tiempo y la experiencia del sujeto, los retos del relleno y las distancias entre las cualidades tejidas, se van acortando y optimizando. Finalmente, este proceso constructivo de agrupamientos posibles, basado en operaciones asociadas a las clases y grupos, se va configurando como una polifonía en equilibrio, de acuerdo a los procesos dialécticos considerados por Piaget en su teoría de las equilibraciones. Adelanto que se trata de la construcción de interdependencias relativas, exploradoras, multitransformantes al interior de subsistemas y entre sistemas extraños entre sí.

Apreciemos que las operaciones formales responden a una lógica de construcción de cientificidad, que si bien se permite considerar reversibilidades cognoscitivas y una progresiva transformación evolutiva siempre en espirales ascendentes, no está determinada por un fin determinado, y siempre requiere de un proceso continuo dependiente de las condiciones espacio-temporales donde cohabitan los constructores de dicho conocimiento.

Es importante explicitar que dicho conocimiento no puede hacer generalizaciones que no estén al alcance de las posibilidades de acomodación del sujeto, de sus habilidades reales en equilibrio con sus asimilaciones. No existe la idea de una extrapolación del conocimiento más allá de las capacidades de equilibrar los procesos de sincronización entre las fases de interiorización / exteriorización del sistema –como sujeto, como colectividad representando un actor social. Este aspecto deslinda a la cientificidad referida, con la característica de extrapolación, proyección certera y verdadera hacia el futuro, propio de un pensamiento científico clásico.

La vigencia de su conocimiento formal Piagetiano, radica en la capacidad de establecer relaciones causales que no generen desequilibrios en el sistema y la capacidad de re-establecer desequilibrios mediante relaciones pre-activas –retroalimentaciones que conducen a la reflexividad en procesos de regulación-, y a relaciones pro-activas, que permiten hacer expectativas y anticipaciones que resuelven desequilibrios actuales y por venir.

3.3 Principios y operaciones básicas en las zonas dialécticas en el Campo Cognoscitivo Las ideas centrales de esta parte las tomamos del libro “Las formas elementales de la dialéctica”. Se trata de una síntesis que hace Piaget de una serie de experimentos

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elaborados por un conjunto de colaboradores que concentran su atención precisamente en las diversas formas como se llevan a cabo la solución de contradicciones para resolver problemas. 3.3.1 Concepto de la dialéctica constructivista Piaget sintetiza a la dialéctica constructivista como un proceso que se genera a sí mismo en el curso de una formación genética. La podemos asociar a una operación de recursividad propia de la equilibración cognoscitiva. Pero el lector debe estar de acuerdo en que explicar estas ideas implica un proceso dialéctico que inicia desequilibrado y se enfrenta con el reto de equilibrarse para darse a entender y entonces apreciar que ha sido explicado de manera más clara y transparente. Para allá vamos. La dialéctica cognoscitiva implica siempre la construcción de relaciones causales entre procesos de las fases de interiorización y exteriorización. En todos los casos se ven implicadas varios niveles de significación y desde luego la necesidad de re-significar relaciones previas entre ambas fases que en principio, antes de las re-significaciones se encuentran en contradicción. Adelanto que resignificar es modificar una relación establecida entre las palabras, para orientar el sentido o la trayectoria de los significados por otro rumbo. La reorientación implica ya, una nueva valoración asociada a la afirmación o a la negación en la que están las palabras y con ello la necesidad de nuevas correspondencias entre agrupamientos de palabras. El desajuste entre los agrupamientos, su des-equilibración, conduce generalmente a un desajuste en las correspondencias entre ellos. Este desajuste se traduce en que para una nueva relación entre “lo que es deseable para un agrupamiento” es “no deseable para otro agrupamiento” y aquí se manifiesta una contradicción que exige nuevamente una re-significación y una recodificación de uno o de ambos agrupamientos para que vuelvan a lograr una correspondencia coherente y consistente que no genera desequilibrios, contradicciones. Un desequilibrio cognoscitivo, sintetizado en el términos de contradicciones, tiene generalmente su génesis en la distinción que hace y enfrenta el niño y la niña en su permanente búsqueda de incorporar lo asimilado y abstraído, y manifestarlo y generalizarlo de alguna manera, entre lo que ha interiorizado en su propio contexto espacio temporal, y la forma como lo exterioriza en relación a diferentes actores sociales con quienes siempre interactúa: su mama, su papa, sus hermanos sus familiares, etc. Es la diferencia de valoraciones entre lo que nuestro sistema, nuestro sujeto ha construido en forma inicial y personal, en el seno de su cuna, de su casa, de su nido, que no puede ser aplicado de la misma forma a todo visitante, con cualquier interactuante, porque funcionalmente debe ser acomodado, estructurado, -aunque no siempre-, a las formas en que se presenta cada nueva acción.

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Este acomodamiento -y posteriormente se presentará en las formas de generalizar lo abstraído-, conlleva una distinción creciente al pasar de las relaciones empíricas y de implicación a relaciones más elaboradas en el dominio afectivo y lógico. Ello deriva necesariamente por la necesidad de convivencia y sociabilidad, implicará enfrentar valoraciones que es necesario sintonizar, o más precisamente en términos piagetianos, a equilibrar con las propias valoraciones. Piaget nos recuerda que toda inferencia que el niño y niña hagan implicara “dar igual importancia a las afirmaciones y a las negaciones asociadas a la relación del sujeto con los objetos, con los otros. Las afirmaciones las podemos entender como los primeros significados asimilados mediante operaciones directas y una forma de resignificarlas la podemos referirá a operaciones inversas o a negaciones. Esta es una primera forma de reversibilidad implicada en la formalización de los procesos de equilibración. Las contradicciones se llevan al interior del sujeto y en relación con lo que interacciona: otro sujeto o un objeto. En la medida que estas contradicciones sean muy fuertes, la distancia entre nuestro sujeto y el otro sujeto u objeto aumentarán, pero también se acercarán, tanto en su concepción de interacción con lo externo al sistema a nuestro sujeto como en su interior, en el seno de la interfase entre sus fases de interiorización como de exteriorización. En esta segunda forma de las contradicciones –contradicción interna que se refleja en la interacción asociada-, las distancia pueden ser en la relación dada entre las percepciones empíricas registradas por y entre los sentidos, entre los subsistemas de implicación que los agrupan en subsistemas y todo ello presente y entre los tres dominios de desarrollo cognoscitivo, el biofísico, el afectico y el lógico. En todos los casos, la equilibración se orientara a configurar, un nuevo agrupamiento, una nueva totalidad relativa.

Sobre las contradicciones Piaget nos dice que las contradicciones son enunciados subordinados a operaciones concretas y formales en desequilibrio. Recordemos que dichas operaciones han sido organizadas en estructuras que ordenan y jerarquizan percepciones simples y compuestas, así como significados y conglomerados de significados. Por tanto, ellas conducen a establecer diferencias en la axiología, en nuestra interacción de códigos de valoración en todos los dominios, implicadas en las estructuras y procesos cognoscitivos. Se manifiestan como inconsistencias entre “lo que pienso”, “lo que digo” y “lo que hago”. El código valorativo que rige lo que pienso –derivado de asimilaciones y abstracciones-, no está en correspondencia coherente y consistente con el código valorativo de lo que hago a través de generalizaciones y acomodamientos. Dados los diferentes tipos de relaciones en los estratos adaptativo y organizativo, la distancia entre” el hacer” y “un nuevo hacer”, es más difícil en el dominio biofísico y afectivo que en el lógico. En el primer caso, es frecuente asumir que “no se puede

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hacer” tal cambio o re-significación, ya porque este fuertemente atada a relaciones empíricas sujetas al dominio biofísico propio del sujeto, o porque solo tiene relaciones empicas que se modifican con transformación de otro sujeto o de la materia en otro objeto. En el caso de las re-significaciones / equilibraciones asociadas a la organización lógica del conocimiento, si “es posible hacer cambios”, ajustando re-significaciones y ordenamientos axiológicos. En este caso las negaciones son más fácilmente construidas. Resolver una contradicción implica entonces un proceso de equilibración que conduce a una síntesis, a una nueva totalidad entre las partes, subsistemas del sistema, lo que equivale a construir o reconstruir nuevas interdependencias sujeto/objeto.

Sobre las negaciones

Para Piaget, las negaciones son un instrumento asociado a un proceso dialéctico. Son, de manera simultánea, un instrumento y parte del proceso. Inicialmente es una construcción no preformada asociada a toda acción o pensamiento –la forma inversa de dicho pensamiento-, y conforme se consolida la negación, se convierte en un producto del proceso dialéctico. Como parte esencial de la característica recursiva del proceso dialéctico, las negaciones son formadoras de los propios instrumentos formadores, esto es de las negaciones mismas64. La negación es inicialmente, una operación cognoscitiva que implica una operación inversa a una acción o pensamiento, entendidos como un conjunto de significados asimilados y acomodados. Está asociada a un concepto, al que se le puede conformar su contrario y que es posible enunciarlo como una negación, y que finalmente conduce hacia la construcción de una nueva relación de implicación, esto es a una implicación recíproca. El proceso de construcción del contrario, del inverso y la generación de una relación de implicación de este inverso configura el proceso de construcción de la negación. Esto permite comprender posteriormente, que dicha construcción es un producto derivado de un proceso dialéctico anterior para convertirse en un instrumento de una dialéctica posterior y superior. El proceso dialéctico es entonces una rectificación de relaciones –empíricas, de implicación y lógicas- y una construcción de nuevas relaciones que en todos los casos las podemos referir como interdependencias entre procesos de interiorización y exteriorización al interior del sujeto y en interacción con otro sujeto / objeto. Veamos diversas formas de interdependencias para poder diferenciar procesos de construcción dialéctica orientados a la equilibración de lagunas y perturbaciones en el campo cognoscitivo.

                                                            64 Podemos apreciar aquí una analogía con un atributo propio de la autopoiesis de Maturana y Varela (1999) . Desde luego que no se da entre los organelos y medio celular, peri entre neuronas y medio visceral. Considero que es un componente desarrollable en el dominio lógico que permite mejores explicaciones sobre la paradoja implícita en la autopoiesis. 

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3.3.2 Formas de las interdependencias Las interdependencias son entonces, conjuntos de relaciones causales asociados a relaciones de implicación recíproca, que representan formas de correspondencias equilibradas o en desequilibrio entre las fases de interiorización y exteriorización de un sistema en su interior y con otros sistemas en su entorno. Apreciaremos que las formas de interdependencias forman parte de las características que conducen a la configuración de totalidades relativas en los agrupamientos. Resueltas las contradicciones dialécticas, las interdependencias forman parte de nuevas estructuras, así como de procesos de estructuración posterior. Las interdependencias conviven generalmente en una dinámica asociada a una dialéctica cognoscitiva. Piaget distingue “cinco formas de interdependencias solidarias a los procesos dialécticos”. En todos los casos, se trata de relaciones no establecidas que al configurarlas resuelven una contradicción esencial del sistema, del sujeto y conducen a una nueva totalidad relativa. Las formas son:

a) Establecimiento de nuevas relaciones entre dos sistemas opuestos y/o extraños entre si

b) Establecimiento de nuevas relaciones entre partes alejadas del mismo subsistema,

c) Establecimiento de nuevas relaciones de tipo pre-activo, con estrategias de trayectorias espirales que evitan círculos viciosos en un subsistema y que tiende hacia una nueva totalidad

d) Establecimiento de nuevas relaciones de tipo pro-activo, que producen adelantos o anticipaciones en el marco de generalizaciones constructivas en un subsistema y que tiende hacia una nueva totalidad

e) Establecimiento de nuevas relaciones derivadas de un proceso de relativización entre partes distantes y diferentemente valoradas entre los subsistemas que tienden a una integración.

3.3.3 Procesos constructivos dialécticos y su motor común De acuerdo con Piaget, las relaciones que configuran interdependencias tienen “un motor común” que se caracteriza por residir entre “lo posible” y “lo necesario” y ambos son siempre contenidos reales derivados de la experiencia. Lo necesario deriva de la desestructuración derivada de una perturbación en el sistema o de una irritación provocada al sujeto. Esto puede apreciarse como un golpe o la ingestión de un alimento o idea perniciosos al sujeto y que el proceso de

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asimilación no lo ha podido organizar dentro de las estructuras existentes. Aunque la solución será un proceso de exteriorización inmediato o forzado, el proceso de asimilación en los dominios emocional y lógico en algunos casos, no procede en forma normal. Esto propicia trayectorias poco densas que fomentan “lagunas” entre las zonas discursivas y un flujo inestable y dificultoso entre las zonas dialécticas. De manera paralela, los procesos pre y pro-activos pueden tener “el deseo”, de llevar a cabo nuevas formas posibles de retroalimentar o de anticipar eventos posibles y el motor común cobra otra forma diferente a la derivada de una necesidad. El proceso dialéctico se va tejiendo en espiral, por un lado está el juego de posibilidades en las interacciones entre los conocimiento adquiridos “reales” y la formación de los “posibles” van estableciendo “relaciones necesarias en la dinámica permanente entre el sujeto y el objeto de conocimiento y por el otro, el objeto de conocimiento “se retrocede, se rectifica para modificarse, actualizarse y plantear nuevas formas de interacción con el sujeto cognoscente. Podemos apreciar entonces un doble juego dialéctico, el que van de las adecuaciones y propuestas del sujeto cognoscente y el que va del sujeto cognoscente, que se actualiza y transforma determinando nuevas formas de interacción con el sujeto cognoscente. Piaget distingue tres clases de procesos dialécticos:

a) Procesos dialécticos orientados a la reconstrucción coherente de las propiedades asimiladas en el sujeto cognoscente, a partir de las propiedades del objeto cognoscible, lo que implica construir interdependencias en las zonas discursivas de asimilación / acomodación

b) Procesos dialécticos orientados a elaborar formas lógico-matemáticas e implicaciones de acciones y operaciones indispensables entre las asimilaciones y las abstracciones y entre las generalizaciones y las acomodaciones, y

c) Procesos dialécticos orientados a elaborar suma y síntesis dialécticas de las formas de auto-organización de las formas que el sujeto requiere sobre los contenidos descubiertos en el objeto cognoscible.

3.3.4 Tres tipos de procesos dialécticos en la interacción “sujeto / objeto” Piaget refiere ocho características y procesos asociados a la construcción de interdependencias en las fases de re-equilibración y des-equilibración cognoscitiva:

1) El mutuo enriquecimiento de las partes o subsistemas de un sistema

2) Interdependencias basadas en compensaciones, que aseguren la conservación del sistema como totalidad relativa

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3) La coordinación de acciones orientadas a engendros mutuos, esto es, al proceso de la doble dialéctica en el sujeto/objeto,

4) El desempeño de interdependencias multitranformantes en el sistema

5) El desempeño de interdependencias en acciones exploradoras del sujeto ante relaciones no observables, esto es en el dominio de las abstracciones reflexivas y las generaciones completivas

6) La alternancia equilibrada en la construcción y equilibración de subsistemas semejantes,

7) Distinciones que particularizan la operación de uno de los subsistemas interdependientes, y

8) La distinción entre pseudo-dependencias y dependencias reales

Podemos apreciar que estos procesos constructivos en la equilibración, están en sintonía y refuerzan los procesos de coordinación y consistencia de los agrupamientos en general, especialmente las características “a, b y c”. Las características “d y e” se orientan a la capacidad más creativa del sujeto cognoscente. Finalmente, las restantes se orientan a la coordinación de acciones ya desde un nivel de observación que se centra en una parte como el que aprecia el conjunto de los subsistemas.  

3.3.5 Tres clases de dialéctica en la interacción “sujeto / objeto” A partir de las distinciones esenciales en los tipos de relación y formas de integración de agrupamientos en los tres dominios de desarrollo cognoscitivo, el biofísico, el afectivo y el lógico, Piaget distingue tres clases de dialéctica en la interacción sujeto / objeto. Cada clase pertenece a un dominio y las dinámicas en ellos presentan las características de los mecanismos alfa, beta y gama referidos en la segunda parte, así como las características básicas de los tres niveles propuestos por Rolando García, los niveles intra, inter y trans objetuales y/o sistémico. El tipo de dialéctica de nivel alfa, se caracteriza por enfrentar simultáneamente –en forma concomitante- agrupamientos basados en relaciones empíricas y de implicación. Se trata de relaciones fraguadas en procesos de repetición cíclica y espirada, de pensamientos / acciones dependientes de las disposiciones heredades del sujeto y de la manera como sus esquemas de acción van conformando hábitos y conductas propias de un lenguaje de gestos y corporal, sobre lo nuevo que asimila interiorizándolo, y sobre la manera de exteriorizarlo, de acomodarlo al contexto espacio-temporal e interacción con quien convive el sujeto.

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Inicialmente será la construcción de clases de objetos que poco a poco se diferenciarán y se constatará su permanencia en los embriones conceptuales de espacio, tiempo y causalidad. Esta última se configurará mediante el logro de interdependencias entre las relaciones percibidas y las relaciones actuadas, creando relaciones causales entre los niveles de asimilación y acomodación. Al término de estas funciones básicas, en lo que sería la subzona superior del dominio biofísico, las relaciones de implicación son más elaboradas, no solo por el mayor grado de integración en grupos de significados, sino por las interdependencias que construyen con los procesos de exteriorización, esto es, con las formas de acomodar lo asimilado con los efectores o esquemas efecto-motores. Dada la dificultad para lograr construir procesos reversibles a partir de la construcción de negaciones, la solución de las contradicciones –en este nivel biofísico-, exige de las primeras formas de desarrollo de inteligencia, al modificar o transformar algunos hábitos y conductas que son las que determinarán los comportamientos afectivos. Podemos orientar todas estas operaciones de distinción de naturalezas perceptivas, de su constatación dentro de clases y su agrupación, como el proceso de construcción de las propiedades o atributos esenciales del sistema, del sujeto que va configurando su identidad respecto a sus relaciones e interacciones con el entorno donde cohabita. El tipo de dialéctica de nivel beta, se caracteriza por enfrentar en forma concomitante, agrupamientos basados en relaciones de implicación y primeras relaciones lógicas. Se trata de relaciones fraguadas en procesos recursivos cada vez más creativos, de pensamientos / acciones dependientes de los hábitos y conductas fraguadas anteriormente. Las interdependencias dependerán de la manera como sus esquemas de acción equilibren lagunas y deseos entre las abstracciones empíricas y las generalizaciones inductivas. Las equilibraciones irán conformando lenguajes de sentido común sobre lo abstraído y generalizado en agrupamientos integrados en sub-totalidades y con mayores distancias en relaciones asociadas a nuevos contextos afectivos espacio-temporales y a procesos de socialización del sujeto. La construcción se orienta a la conformación de grupos de conceptos básicos –nuevos espacios, momentos, causalidades, asociadas al concepto de número, de velocidad y cualidades de los objetos y sujetos con quienes interacciona el sistema. Su diferenciación jerarquizada en agrupamientos será el embrión de conceptos asociados a los discursos básicos de las disciplinas vinculadas a su desarrollo académico y social: conceptos de aritmética, geometría, gramática, geografía, historia, así como lenguajes asociados a los deportes y al desarrollo artístico. Esta última se configurará mediante el logro de interdependencias entre las relaciones afectivas interiorizadas y las externalizadas, creando relaciones causales con mayores posibilidades de reversibilidad y en consecuencia de transformación en la comprensión y explicación de lo que siente y lo que hace. Al término de estas funciones basadas en operaciones concretas, lo que sería la subzona superior del dominio afectivo, las relaciones de implicación son más elaboradas y con los primeros tejidos con las relaciones lógicas del siguiente dominio de desarrollo cognoscitivo. Esto implica un mayor grado de integración en grupos de imágenes y conceptos, así como la constitución de interdependencias entre abstracciones reflexivas y generalizaciones completivas, configurando las primeras relaciones causales que dan un sentido más amplio a los pensamientos y acciones del sujeto. La posibilidad de construir procesos reversibles, negaciones en

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implicaciones dobles, anticipaciones y relativizaciones para resolver las contradicciones –en este nivel afectivo-, exige de las primeras formas más creativas en el desarrollo de inteligencia, al modificar o transformar algunos hábitos y conductas asociadas a los comportamientos sentimentales. Estas operaciones están vinculadas a múltiples formas de integración espacio-temporal, causal y en el marco de las disciplinas básicas, todas con distintas naturalezas de agrupamiento, constituye un reto de inter-relaciones –basadas en las propiedades o atributos esenciales del sistema-, donde el sujeto va moldeando su identidad con mayores recursos en sus relaciones e interacciones con el entorno donde cohabita. El tipo de dialéctica de nivel gama, se caracteriza por enfrentar en forma concomitante, agrupamientos basados en relaciones esencialmente lógicas. Relaciones fraguadas en procesos creativos, que parten de pensamientos / acciones dependientes de hábitos, conductas y construcción de sentimientos e imágenes fraguadas previamente. Las interdependencias dependerán de la manera como sus esquemas de abstracción equilibren lagunas y deseos entre las abstracciones reflexivas y las generalizaciones completivas. Las equilibraciones irán conformando lenguajes especializados sobre lo abstraído y generalizado en agrupamientos integrados y asociadas a nuevos contextos socio-afectivos del sujeto. La construcción se orienta a la conformación de grupos de imágenes interiorizadas y a conceptos asociados a lenguajes especializados. Su diferenciación jerarquizada y en seriaciones diversas se consolida en el manejo diestro de lenguajes abstractos y/o en nuevas ideas disciplinarias. Esto se logra mediante la construcción de interdependencias entre las relaciones lógicas interiorizadas y las externalizadas en lenguajes formalizados y/o matemáticos. En ellas se crean relaciones causales reversibles, anticipadas, relativizadas con posibilidades de llevar a cabo transformaciones en la comprensión y explicación de lo que conjetura, imagina y fantasea, con lo que puede explicar a través de un lenguaje con grados de cientificidad. Estas operaciones están vinculadas a múltiples formas de integración multidimensional y causal y en el marco de las disciplinas especializadas. Constituye el reto de construir relaciones que no solo puedan ser estructuradas dentro de los lenguajes especializados, sino que puedan ser asimiladas, abstraídas y generalizadas en los sujetos con quienes interacciona el sistema, el sujeto que configura relaciones trans-objetuales. Podemos apreciar en las descripciones que he hecho en los tipos de dialéctica, que si bien se han presentado en forma un tanto separada, realmente están estrechamente vinculadas y en todo momento se presentan los tres tipos de mecanismo, alfa, beta y gama o -intra, inter y trans- simultáneamente, pero con intensidades, densidades e iluminaciones diferentes en cada momento. Si bien la niña o el niño están sujetos a una fuerte intensidad en sus acciones iniciales, dando mayor tiempo y energía a los procesos de asimilación / acomodación, no por ello dejan de existen mecanismos beta y gama. Suceden estos mecanismos en menor grado –tipo beta- y mucho menor –el tipo gama-, pero están

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presentes. Posteriormente en subsiguientes estadios piagetianos, la atención y densidad de operaciones cognoscitivas del dominio beta, puede ser mucho mayor que los otros dos dominios y las iluminaciones en las emociones, afectos y sentimientos cobran mayor relevancia que las percepciones o conjeturas de los otros dominios. Aún en los adultos más desarrollados y dedicados a densificar sus operaciones lógico-matemáticas, existe permanentemente un nivel -en ocasiones significativo-, de funciones de asimilación y acomodamiento con gradientes de iluminación afectiva. Estos procesos debemos de conceptualizarlos en dos formas: como procesos al interior de cada sistema, de cada sujeto de cada actor social, y como procesos de interacción entre sistemas, entre sujetos y entre actores sociales. En el primer caso representamos las trayectorias posibles en la representación rectangular del campo cognoscitivo, en el esquema de las seis zonas discursivas y las nueve zonas dialécticas. Pero al mismo tiempo podemos visualizar dichas iteraciones en el marco de dos representaciones elípticas. Es en este tipo de representaciones en donde veremos con más claridad la representación de operaciones recursivas, de retroalimentaciones y formas de representar la dinámica de los procesos dialécticos en las equilibraciones, mediante las funciones de regulación y compensación. 3.3.6 Representación de la dinámica de procesos dialécticos

Distinción de subzonas en fases dialécticas

En la figura 66 propongo una nueva subdivisión de las zonas dialécticas en la que distingo 23 subzonas. El propósito es diferenciar trayectorias y procesos dialécticos en el campo cognoscitivo, aumentando la densificación de las trayectorias y aproximándonos un poco más a una modelación de los procesos cognoscitivos. Las características de las subzonas dialécticas adoptan los mismos niveles de profundidad y desarrollo que las subzonas discursivas. Las zonas E8 y E9 pueden a su vez tener cuatro subzonas con trayectorias bidireccionales de un dominio a otro y entre las fases de interiorización y exteriorización. De esta manera tendríamos E9AeGc y E9ArGi, E8AsGi y E8AcAe. E9ArGi sería una subzona de equilibración entre la generalización inductiva y la abstracción empírica. En total serían 25 subzonas de equilibración. No indicamos las distinciones de E8 y E9 en la figura.

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Figura 66: 25 subzonas en intersecciones dialécticas

Representación de trayectorias ideales y reales Antes de pasar a representar los modelos en las zonas de equilibración, es necesario que explicitemos una dinámica ideal, de referencia para nuestros análisis posteriores, que se presenta en el campo cognoscitivo, al interior del sistema, del sujeto y entre sistemas, entre sujetos sociales. En la figura 67 represento la forma rectangular de interacción del Campo Cognoscitivo de un sujeto con su entorno próximo (Ent1) con el que establece asimilaciones, acomodaciones, abstracciones empíricas y generalizaciones inductivas. En el entorno alejado “Ent2” represento relaciones más distantes, no percibidas empíricamente por los sentidos, sino solamente inferibles. En esa figura muestro solo trayectorias en la zona de asimilación y acomodación.

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Figura 67: trayectorias ideales / reales / posibles entre el sistema y el entorno

como trayectorias de percepciones, actuaciones y retroalimentaciones Iniciaremos con una trayectoria ideal, pero real, posible, en lo que sería la etapa de las primeras construcciones de conocimiento, esto es, en una etapa de prueba y error de los esquemas de acción. La actividad en dichos esquemas deriva delos impulsos genéticamente heredados que todavía no han logrado un grado de constatación sobre lo percibido y lo actuado, sobre lo sentido y lo reconocido, como es el caso del tacto en los labios de recién nacidos, y el reconocimiento del pezón de la madre. Aquí el niño o la niña buscan por un lado y otro impulsado por un esquema de acción sobre su cabeza, la manera de sentir en sus labios el pezón para alimentarse. En forma paralela lo intuyen por el olfato, pero no por el tamaño ni distancia de sus labios. Esto lo podemos representar mediante la trayectoria que va de “a1 a a6” en la figura 67. En el asterisco asociado al momento “a1” mostramos lo que puede ser un olor que es percibido, en “a2”. Inicia su proceso de asimilación a lo largo de “A3” y en la fase de exteriorización toma la alternativa “A4´”, que conduce a un movimiento representado por “A5´” y toma el camino de “A5´´”, que lo conduce a su vez a otra forma de la realidad externa, por ejemplo el roce del labio con la cobija y no con el pezón de la madre. A partir de lo percibido en “c1” y sentido en sentido en “c2” –que propicia un aumento de la necesidad de satisfacer el desequilibrio en su estómago- nuestro sujeto puede tomar la trayectoria “c3” como un nuevo rumbo de búsqueda, o la trayectoria de “c1 a a1´”. Tomemos este segundo caso, que dentro de una nueva forma de búsqueda en el proceso de asimilación va hacia “a2, a3”, regresa a “a4, a5”, para encontrarse con una nueva forma de la realidad en “b1”, que puede ser ya el pezón de su madre.

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Con el tercer ensayo, nuestro sistema emprende ahora la trayectoria de “b1, b2 y b3” y se re-encuentra con “b1”. Es en este momento, que el motor común de las interdependencias, la fuerza integradora emergente del proceso de repetición de las relaciones, empieza a tomar forma, al constatar la ausencia de la necesidad de comer y transformarla en el inicio de lo que será una satisfacción de un deseo, el de comer. Ahí se presenta una constatación de lo que anticipaba y lo que constata. No hay una distinción que siga propiciando nuevos impulsos y movimientos de búsqueda. Inicia un nuevo esquema de acción, la succión. Esto se confirmará y se consolidará a medida que el circuito “b1, b2, b3, b1, b2…”, lleve a cabo repeticiones y constataciones que determinan que esa trayectoria, ese camino, ese conjunto de significados solamente sentidos, percibidos y olidos, se convierta en una regla, en una estructura de organización interna entre movimientos de cabeza, sentires de labios, olores y satisfacción digestiva mediante la succión, acto de tragar y posterior actividad digestiva en el dominio biofísico. La función de asimilación de alimentos empieza a tomar forma. Pero las múltiples posibilidades de la realidad externa al sujeto le exigirán resolver nuevas trayectorias en el desarrollo de sus sentidos y tomar nuevos rumbos en su interior. Es el caso de una nueva búsqueda que a partir de lo que será un hábito establecido de “b1 a b3”, para que ahora se convierta “b1” en “b1´”, continúe por la trayectoria de “a2, a3”, pero tomar la ruta por “c5 y c6” que implica de la incorporación de nuevos sentidos, quizá la vista, y con ello enriquece la experiencia –como totalidad todavía parcial relativa- de regresar a “b1”. Indico en la misma figura el caso en que otro tipo de experiencia, como sería el de escuchar la voz de la madre –representado en “c1”, que el niño o la niña “no ven”, solo escuchan sonidos asociados a la madre-, puede nuevamente generar una nueva trayectoria de “c1 a c5” y conducir a otra experiencia o habilitación neuronal de un esquema de acción. Pero también es posible vincularla, relacionarla con la trayectoria de “a1 a a6”, mediante la interdefinición propiciada por “a1´”.

Un concepto central que derivamos de la figura 67 es el de “trayectoria ideal”. En ella podemos ver que el flujo de informaciones representados en el ciclo elemental “b1, b2, b3, b1…”, conduce en primera instancia a una satisfacción o deseo buscado, lo confirma y mantiene un estado “deseable”. El paso de “b2 a b3” implica un proceso de equilibración resuelto, que no modifica la trayectoria a otro nodo asociado a la función de acomodación, dado que presenta una equilibración que no exige ser modificado el ciclo. Se trata de un proceso homeostático, que si bien no hemos visto la manera de conservarlo, podemos comprenderlo como construir por un conjunto de operaciones en continuidad y distantes a modificar sus relaciones. Esta trayectoria cíclica puede estar configurado por muchos más nodos neurales, y en el marco de todos los dominios y fases de internalización / externalización. En cualquier caso, -simple o

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complejo- lo podemos considerar como de “referencia”, como una trayectoria ideal dentro de un equilibrio deseable. Esto nos permitirá, en el marco de las explicaciones de las acciones sociales, hacer comparaciones y distinciones con trayectorias reales, con diferentes grados de densidad de relaciones y diversos niveles de equilibración. En las descripciones anteriores he dado por sentado que el inicio de las percepciones, en el marco de las subzonas asociadas a las funciones de asimilación / acomodación, han sido en alguna de las subzonas más básicas en su desarrollo y en cualquier grado de profundidad respecto al nivel de identidad del niño y de la niña. La trayectorias más específicas, ya no de procesos alimenticios, sino de percepciones de otros sentidos y asociadas a formas de materia / energía más sutil, como son las imágenes, las sensaciones táctiles y/o los sonidos, pueden tener muy diversos caminos, que no solo permiten comprender múltiples combinaciones y formas de la percepción, sino de las formas de asimilarlas y acomodarlas. Para ello, en la figura 68 presento diferentes jerarquizaciones o formas de adquirir y valorar comportamientos de asimilación en los sistemas, en los sujetos de interés. Solo muestro la zona de asimilación pero se pueden presentar dichas jerarquizaciones de otros ordenamientos y en las demás zonas de las funciones básicas. El lado derecho en los 4 esquemas estaría la zona de equilibración con la función de acomodación.

  Figura 68: Trayectorias posibles entre zonas

En el esquema A de esa figura 68, el sujeto tendería a iniciar sus asimilaciones en la zona más externa, superficial y poco desarrollada de su potencial cognoscitivo. Sería como la forma natural de apertura para un tipo de informaciones percibidas en su entorno inmediato. De ahí pasaría a profundizar un poco más lo percibido y tendería a volver a adoptar una posición externa pero más desarrollada sobre el

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tema de interés. En último término deja l percepción profunda y desarrollada -posición del 9- en el esquema A la figura 68. En los esquemas “B,C y D” de dicha figura (68), las trayectorias posibles son otras. En cada caso la actitud del sujeto ante el interés o no, del tema, se puede representar por la jerarquía que da en sus funciones de apretura al medio (asimilación) y de la forma como puede ponerlas en práctica, de actuarlas, de responder ante lo que acaba de percibir. Es evidente que el nivel de compromiso y atención que da el sujeto del esquema “B” es mucho mayor que “A y C”. Recordemos que las trayectorias bosquejadas son solo ejemplos de lo que podemos explicitar en el Campo Cognoscitivo con el nivel de subzonas que he propuesto al momento. Ello nos permite un mayor grado de aproximación a las trayectorias que pueden comprenderse, y con estos elementos conceptuales, explicarse con mayor detalle. Enfatizo que al explicitar estas trayectorias en el marco de una reflexión grupos de investigadores, las potencialidades para rectificar lo que “realmente pueda estar aconteciendo al interior de un sujeto” o “los procesos que fraguan niveles de des-equilibración”, potencia la reflexión para rectiricar, constatar o proponer nuevas formas de comprender / explicar la pregunta central que nos hemos formulado sobre el cómo pasar de un nivel de conocimiento otro a lo largo de un procesos de solución de contradicciones asociadas a un problema de interés. Para reforzar las afirmaciones sobre las características de procesos cognoscitivos que conducen o no a contradicciones o a procesos de re-equilibración, en la figura 69 presento diferentes posibilidades en las trayectorias a lo largo del Campo Cognoscitivo jerarquizado en las 9x6 sub-zonas discursivas y en las 25 subzonas dialécticas Consideramos como referencia, a la trayectoria “a5-a6” como deseable y menos conflictiva, respecto a las trayectorias “a1-a2” o “a7-a8”. Esto lo infiero a que la primera trataría va de un nivel medio-intermedio de asimilación a otro semejante en acomodación. Las dos últimas trayectorias van de un nivel medio-básico de asimilación a uno profundo-básico de acomodación en el primer caso, y de u nivel de desarrollo superior y profundo de asimilación (a7) a uno de desarrollo superficial profundo en la zona de acomodación (a8). Estas diferencias las apreciaremos mejor cuando veamos las implicaciones que tiene el construir interdefiniciones similares –en niveles de desarrollo, de distinciones y en niveles de reconstrucción de implicaciones. Esto lo veremos con más detalle al analizar los procesos para lograr dichas relaciones, para transformar una contradicción, resignificándola y asociando nuevas relaciones en el proceso de re-equilibración.

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Figura 69. Trayectorias deseables y no deseables

Un caso más ilustrativo de las trayectorias más deseables lo apreciamos en la diferencia entre las trayectorias “a1-a10” y “a7-a9” con “a7-a11”. En ambos casos se conserva el nivel de profundidad –medio en uno y profundo en el segundo-, pero en el primero, se va de un nivel de desarrollo esencial a uno igualmente esencial, que es diferente en sus operaciones de equilibración entre el paso de un nivel profundo y desarrollado (a7) a uno básico y profundo (a9) de un nuevo dominio. Las distinciones en ambos no son evidentes, pero si los comparamos con la trayectoria tercera que va de un nivel profundo desarrollado (a7) a uno superficial y no desarrollado (a11), apreciamos que los procesos de re-significación son más distantes. Recordemos que Piaget ha explicitado estas distancias, al considerar que entre más cercanas son menos difíciles pero entre más distantes o entre dominios diferentes, la construcción de negaciones y de interdefiniciones / re-significaciones, es más difícil. Un grado mayor de dificultad se presenta cuando el aumento de las distancias se presenta entre las fases de interiorización y exteriorización y entre diferentes dominios. Es el caso de las trayectorias “a12-a13”, “a12-a15” y “a3-a4”. El establecimiento de correspondencias posibles y afines en estos casos, será difícil de lograr en los procesos de re-equilibración. En estos casos se pueden presentar. Con el tiempo, la creación de lagunas que se saltan de zonas o dejan de transitar por subzonas importantes para el equilibrio emocional o de consistencia racional, propiciando mayores nivel de angustia, tensión y consecuencias patológicas. Por último, señalo una trayectoria deseable que se puede generalizar. Es la que va de “a1-a10-a12-a14-a15-a16-a17-a8-a18-a18 a a20”. En ella hay continuidad en

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niveles tanto de construcción de relaciones causales como de construcción de integraciones y diferenciaciones densas a menos densas. En general hay un paso de un nivel intermedio en fase de interiorización a uno externo en externalización. Esto se puede presentar en niveles más o menos profundos y en continuidad y densidad semejantes entre las zonas. Esto configuraría un modelo ideal, de referencia para comprender mejor otras trayectorias, más o menos equilibrables y re-equilibrables, así como la presencia de contradicciones en el sistema, en el sujeto con el mundo donde cohabita. 3.3.8 Hipótesis directriz y cibernética Antes de presentar los criterios que he tomado para modelar una parte de las trayectorias posibles en el campo cognoscitivo, explicitaré la atención e importancia que da Piaget a la cibernética, y a la difícil explicación que implica la construcción las relaciones causales, asociadas a la continuidad entre los dominios biofísico, afectivo y lógico, que en los primeros libros de Piaget los ha referido solamente en términos de los componentes de adaptación - ´ámbito biológico- del sujeto en su entorno y de la organización –o ámbito cognoscitivo- de su inteligencia. En su libro “Biología y Conocimiento”, Piaget (2008) explicita dichos dominios en términos de

a) el nivel de estructuras formatrices generales (relativas al genoma y aspectos hereditarios), también asociadas a lo innato en el hombre,

b) el nivel ontogenético -relativas a la epigénesis- y aspectos fenotípicos, también asociadas a la memoria y la experiencia, y

c) el nivel de procesos regulatorios, como la alimentación, asociadas a mecanismos de equilibración lógico-matemáticos.

Importante para nuestro modelado, será diferenciar el concepto de función biológica y función matemática e incorporar los conceptos sobre autoregulación –entendida bajo el concepto de ciclo homeostático operado por las regulaciones-, y los conceptos de isomorfismo, homomorfismo y automorfismo. En eso libro, Piaget nos plantea la siguiente Hipótesis Directriz, acerca de las relaciones entre funciones cognoscitivas y la organización vital: “La vida es, esencialmente, autorregulación” (Piaget, 2008; 25). Pero inmediatamente después nos dice que “la explicación de los mecanismos evolutivos…, parece encontrar su camino en la dirección de un tertium, que es el cibernético, y se orienta, efectivamente hacia la teoría de la autorregulación.” (Piaget, 2008; 26) , Más adelante afirma “…sin embargo, si se piensa en los modelos cibernéticos, que son los únicos que, actualmente arrojan alguna luz sobre la naturaleza de los

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mecanismos autorreguladores65, comprobamos que todos tienen una lógica (o una aritmética binaria, que viene a ser lo mismo)”. (Piaget, 2008; 28) Piaget se plantea el problema del método que debe usar para comparar la organización biológica –orientada a la conservación de la vida- con las funciones cognoscitivas –orientadas al comprender y conocer (Piaget, 2008; 48-52). No las proyectara una sobre otras ni las reducirá, pretende establecer enfoques y controles. Para ello, establece comparaciones entre “las correspondencias funcionales” y “los isomorfismos estructurales” en ambos niveles biológico y cognoscitivo. Veamos cómo aplica este método al principio de continuidad funcional. Piaget parte de diferenciar dos tipos de funciones,

la primera es derivada de un sentido matemático, y queda sintetizada en la expresión y=f(x) –que representa un juego de transformaciones o modificación de las variables-.

En la segunda el concepto de función lo derivada del sentido biológico, entendido como el funcionamiento de algo con una utilidad funcional, y no generalizable (Piaget, 2008; 51), como es el caso de la función de respiración que adopta diferentes estructuraciones –asociadas a diferentes órganos- para el caso de los mamíferos, aves y peces, o de la función de explicación en diferentes niveles cognoscitivos. (Piaget, 2008; 126)

La modificación de las variables en la función matemática implica la existencia de operaciones en la función, en los operadores de suma, resta, multiplicación, exponenciación, etc. La función biológica implica la existencia de un sistema, de un conjunto de estructuras y de un ciclo de actividades que se conserva a sí mismo. Ambos tipos de función tienen en común la idea de variaciones y de actividades que las determinan. (Piaget, 2008; 51) Las funciones cognoscitivas están más cerca de las biológicas que de las matemáticas, pero es posible que una función matemática pueda expresar a una función biológica, incluyendo en forma aproximada el componente autorregulador de la función biológica y aproximarse con ello, a una función cognoscitiva. (Piaget, 2008; 53) Ahora recordemos en forma paralela a las conceptualizaciones sobre función, que Piaget insiste en una conversión del objeto en el sujeto, un sujeto que se identifica con un sector de su actividad cognoscitiva mediante la función de la asimilación –entendida ahora como una interacción entre el objeto y el sujeto, tal que haya a la vez, acomodación, lo más completa posible, a los caracteres del objeto. (Piaget, 2008; 52).

                                                            65 Interpreto estas líneas con base en la fuerza interdisciplinaria de la cibernética al conjugar en forma muy sólida un pensamiento matemático con un pensamiento electrodinámico, esto es que por un lado están los ¡”esquemas” organización cognoscitiva y de manera fusionada, interpenetrada, las acciones derivadas de la dinámica de la materia / energía como bits o paquetes de energía, a través de circuitos lógicos, microcircuitos y toda una tecnología que en forma continua pone en juego la dinámica de un sistema motriz, de un sistema cuyos movimientos responden a dicha lógica organizada en esquemas y estructuras. La cibernética como una disciplina modelo de lo que puede pensarse hoy día en una forma de interdisciplinariedad. 

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Se trata de una incorporación del objeto a estructuras anteriores del sujeto, en la que estas hacen que el sujeto se vaya convirtiendo en el objeto, tanto como quiera -acomodándolo a sus esquemas, comprendiendo y captando la naturaleza del objeto y, asumiendo una toma de posición y de colaboración con e entorno donde cohabita. (Piaget, 2008; 53). Veamos cómo Piaget refiere a la asimilación desde el marco y énfasis aportado en su libro “Biología y Conocimiento”: la asimilación es esencialmente una función, que puede tomar un gran número de estructuras posibles en el ámbito biológico. Se debe entender como “una incorporación funcional” de los objetos del medio a esquemas de acción –o esquemas de percepción., y no los somete a transformaciones meramente químicas, salvo como transformaciones fisiológicas elementales, hacia funciones cognoscitivas. (Piaget, 2008; 53) Hasta aquí el componente “funcional” del método que propone Piaget para integrar el dominio biológico / adaptativo al dominio Organizacional / cognoscitivo de la inteligencia. El segundo componente es el estructural. Ambos son diferentes, porque una función puede tener asociadas muchas estructuras y una estructura tiene asociadas solo pocas funciones66. Si la comparación entre funciones la podemos entender en términos de funcionamientos análogos –ya de incorporación del medio al sistema o de adecuación de lo incorporado a medio-, la comparación de estructuras será mediante “homologías formales”, que permiten incluir grados de correspondencia entre estructuras en términos de isomorfismos. Vemos cómo define Piaget este término, que si bien no tiene la rigurosidad de la perspectiva matemática, si cupe con las características básicas. Un isomorfismo es una correspondencia biunívoca entre los elementos de dos estructuras y entre las relaciones entre ellos, intuyendo los sentidos de orientación en las relaciones. Un isomorfismo entre dos conjuntos de elementos y relaciones implica reconocer la misma estructura entre ambos conjuntos de elementos diferentes. (Piaget, 2008; 129). Una parte de una estructura isomorfa es una subestructura isomorfa. La comparación entre estructuras también puede ser llevada a cabo –con riesgo, pero compensado con rigor matemático-, mediante isomorfismos parciales. Estos son posibles si incluyen correspondencias, entre procesos de transformación entre estructuras, de tres tipos: a) cognoscitivas o históricas, b) orgánicas (genéticos, fisiológicos), y c) entre ambas (por filiaciones, diferenciaciones análogas, parentescos u orígenes comunes)67. Tal es el caso de ordenamientos generales y seriaciones en procesos de isomorfismo parcial a nivel de los genes con el sistema nervioso, y con las conductas y procesos cognoscitivos. En todos los casos, los ordenamientos son abstracciones reflexivas, entendidas como reconstrucciones sucesivas apoyadas en datos anteriores. La primera gran comparación entre las funciones biológicas y las funciones del conocimiento, deriva de un isomorfismo general entre sus estructuras (Piaget, 2008: 128). Pero es necesario profundizar más sobre el concepto de estructura.

                                                            66 Apreciemos que el componente funcional está más cargado a las acciones y el estructural a los esquemas, y ambos configuran una forma de “esquema de acción”.  67 Veamos cómo vincula ya una perspectiva genética y funcional a isomorfismos parciales. 

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Una estructura tiene elementos y relaciones que los unen, y no es posible caracterizarlos independientemente al tipo de relaciones. Las relaciones pueden ser de naturaleza química, física (dinámica y/o potencial), bioquímica (perceptiva, activa) y cognoscitiva (recuerdos, inferencias), caracterizadas por el componente espacio-temporal, por el de implicación condicional, o por el ámbito de funcionamiento, sea regulado o auto-organizado68. Abstrayendo los elementos de una estructura, esta puede ser “de forma” o de un sistema de relaciones, lo que permite precisar el tipo de isomorfismo entre ellas. Un nuevo nivel de abstracción reflexiva, nos permite ver relaciones isométricas entre isomorfismos estructurales, esto es estructuras de estructuras. Esto implica establecer vínculos entre estructuras –por ejemplo- de tipo 1 y del tipo 2 en los conjuntos de elementos relaciones, y ello nos conduce al concepto de homomorfismo, entendido como el conjunto de relaciones entre subestructuras a las relaciones de una estructura más general, esto es, “relaciones de muchos a uno”. Un ejemplo Piagetiano de homomorfismos en el dominio biológico, es la relación entre estructuras genéricas asociadas a las estructuras de esqueletos entre las clases de vertebrados: la relación entre las alas de un ave, a las extremidades superiores de un animal, se da primero entre isomorfismos en las partes de los huesos del ala, a las partes de los huesos de la extremidad superior, y posteriormente se da la relación basada en isomorfismos del conjunto de partes del ala con el conjunto de parte de la extremidad superior. En el caso de las estructuras de estructuras en el dominio lógico-matemático (conocido como homomorfismos entre grupos) las relaciones son más precisas a partir de un lenguaje algebraico. Para redefinir el concepto de función –orientado al su papel fundamentan en la continuidad funcional de la construcción de conocimiento-, Piaget alude al componente dinámico de una estructura –que también puede ser más estable, refiriendo a su componente estático- en la función. De esta manera el componente dinámico de una estructura equivale a su actividad o activación, lo que es equivalente al concepto de funcionamiento de una estructura y consecuentemente al concepto general de función. (Piaget, 2008: 128). Si la concepción de estructura no está asociada a una evidencia empírica fuerte, como es el caso de un órgano en el cuerpo humano, podemos hablar de la actividad de la estructura como un funcionamiento en las funciones simbólicas o cognoscitivas. Pero si los elementos de la estructura son mucho más estables y evidentes en su naturaleza, como es el caso de un órgano, podemos hablar de la función del órgano, derivada de la interacción de muchas estructuras en el órgano. (Piaget, 2008: 129). El sentido que da Piaget al concepto de función –biológica-cognoscitiva- es el siguiente69: “una función es la acción ejercida por el funcionamiento de una subestructura sobre el de una estructura total, independientemente de que ésta sea una subestructura que englobe a la primera, o sea la estructura del organismo en su conjunto”. (Piaget, 2008: 130).

                                                            68 Aunque estas analogías implican una distinción cualitativa entre el ámbito de la física con el de los recuerdos cognoscitivos,  sabemos  hoy  día  que  estos  últimos  son  también  –y  no  solo‐  in  conjunto  de  reacciones fisicoquímicas en neurotransmisores. La continuidad está soportada por argumentos semejantes. 69 Apreciemos cómo Piaget llega a proponer el concepto de “estructura estructurante” a partir de la fusión de los  conceptos  de  fusión  y  estructura, matemática  y  biológicamente,  formalizables mediante  iso  y  homo‐morfismos. 

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Pero veamos cómo el concepto de función formalizable debe ser a su vez cognoscitiva: Piaget afirma que la acción ejercida debe ser “normal” -esto es sin considerar casos patológicos- y “útil” respecto a la conservación y organización de la estructura global. Es el caso de la función del jugo gástrico en la función de la digestión. Es importante tener presente que aunque no hay estructura sin función ni función sin estructura, puede haber diferentes funciones para diferentes subestructuras –caso de la vejiga como pulmón- o puede haber una misma función para diferentes estructuras en diferentes órganos. (Piaget, 2008: 131). Esto permite comparar dos mecanismos reguladores en estructuras muy diferentes, como es el caso de la regulación del plasma sanguíneo y la de una actividad sensomotriz, ambos con circuitos diferentes. (Piaget, 2008: 132). Pero también permite explicar cómo la memoria está más afianzada en los isomorfismos funcionales –que son más generales al estar basados en invariancias más estables propias de los funcionamientos estructurales de complejidad creciente en los dominios fisiológicos,- que en los isomorfismos estructurables, que son posteriores y más particulares en dominios lógicos. (Piaget, 2008: 132). Esto permite corroborar la propuesta de Bertalanffy respecto a la relevancia del componente dinámico de los órganos fisiológicos, como una morfología dinámica en ellos, reforzando la primacía del análisis funcional sobre el estructural, aunque inseparables. “A fortiori” ,dice Piaget, “.. En nuestro problema, no se podría ni pensar en buscar isomorfismos estructurales antes de examinar las correspondencias funcionales que son las únicas que confieren a los primeros una significación aceptable”. (Piaget, 2008: 133). Así como hay isomorfismos parciales entre una estructura anterior respecto de una posteriormente desarrollada, habrá isomorfismos parciales funcionales, especialmente en el dominio cognoscitivo. Esto permite explicar cómo procesos funcionales de órganos especializados son parcialmente isomorfos de los procesos autorreguladores del sistema orgánico y cognoscitivo en su conjunto, como una totalidad relativa. Esto conduce a la invariancia de las grandes funciones y a la variancia de las estructuras, componentes centrales de la hipótesis directriz referida al inicio de esta sección. (Piaget, 2008: 134). El paso de una función parcialmente isomorfa a una función general, se puede explicar mediante la transformación de los procesos de anticipación que van de una morfogénesis dentro del desarrolle fenotípico que parte de un nivel embrionario a uno senso-motriz. Esto implica la solidaridad de la transmisión de informaciones anteriores en esquemas a lo largo del tiempo, ya por componentes hereditarios o por generalizaciones y sucesivos acomodamientos. Esto abona a la continuidad funcional, mediante la reproducción y reconstrucción en nuevos planos, de mecanismos anticipadores nuevos, heredados y readaptados. (Piaget, 2008: 135). Ahora Piaget distinguirá dos grandes tipos de funciones, basadas en lo que hemos distinguido como etapas de desarrollo adaptativo y organizativo, que en su intersección conforman un nivel adaptativo-organizativo asociado a la etapa vicero-afectiva. Veamos qué dice Piaget de las funciones organizativas, que operan esencialmente en el nivel lógico en la construcción de conocimiento. Parte de que la función de organización es el funcionamiento de una estructura global, pero considerada a su vez como subestructura de una que vendría genealógicamente, detrás de ella en continuidad y automorfismo –entendido como un isomorfismo dentro del sistema mismo- completo entre ellas. De manera sintética, “la organización como función, es la acción del funcionamiento total sobre el de las subestructuras”. (Piaget, 2008: 136).

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Estos conceptos nos permiten dar mayor fundamento no solo al principio de la continuidad funcional y especificidad estructural en la construcción de conocimiento en sistemas, en sujetos, sino a la dinámica de esta continuidad soportada por una lógica cibernética que puede aproximar las explicaciones de lo que implica el diseño de estructuras estructurantes, mas como funciones cognoscitivas con fuertes niveles de auto-organización. Propósito de las siguientes secciones.

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Parte IV: Modelos de construcción del campo cognoscitivo Introducción a la cuarta parte 4 Modelado de zonas discursivas y dialécticas del campo cognoscitivo

Introducción a la cuarta parte La visión de conjunto de las operaciones básicas en las 6+9 zonas de campo cognoscitivo, nos permite distinguir ocho modelos específicos –abstraídos por las estructuras-procesuales de integración y diferenciación. Un siguiente nivel de abstracción lo he llevado a cuatro modelos que denomino como generales. El modelado cibernético de estos modelos nos permitirá programar sistemas orientado s una aproximación del campo cognoscitivo piagetiano, y un modelado matemático nos permitirá mayor formalización de las operaciones endicho campo. A continuación sintetizo las ideas centrales de cada una de estas partes.

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El plan de esta sección es el siguiente:

Figura 70: plan de la sección Modelado de zonas discursivas y dialécticas

del campo cognoscitivo 4.1 Criterios generales para modelar el campo cognoscitivo A partir de los principios y reorganización que he presentado en las secciones anteriores, ahora me centraré en una descripción más detallada de las operaciones en ellas y con ello establecer las estrategias para modelarlas –esto es, para representar en forma gráfica y cibernética- el comportamiento de los procesos tanto en las zonas discursivas como en las dialécticas. El lenguaje que usaré es una combinación del pensamiento epistemológico y matemático de Piaget, y una adecuación del pensamiento sistémico básico y general, apegado a una visión de cibernética de primero y de segundo orden. En la figura 71 indico las 17 operaciones básicas del campo cognoscitivo.

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Figura 71: Principales operaciones en fases discursivas y dialécticas

A partir del análisis de los elementos comunes –isomorfismos y homomorfismos- entre las operaciones referidas, he distinguido ocho modelos básicos –y que también identifico como específicos- que en su conjunto permiten emular cada zona del campo cognoscitivo. Los modelos son los siguientes:

1) Modelado de una clase, basado en un ciclo homeostático orientado a incorporar opcionalmente, una relación nueva en una clase de relaciones simples y semejantes vinculadas a procesos de asimilación,

2) Modelado de un grupo basado en un ciclo homeostático orientado a

incorporar, una relación nueva en una grupo de relaciones variadas y ordenadas, vinculadas a procesos del dominio afectivo

3) Modelado de un agrupamiento basado en un ciclo homeostático

orientado a incorporar, grupos dentro de una agrupación que opere como totalidad relativa, vinculadas a procesos del dominio afectivo y lógico

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4) Modelado de una integración de relaciones homogéneas orientado a

configurar operaciones de abstracción reflexiva (en donde es importante la relación de muchos a uno)

5) Modelado de una integración de relaciones heterogéneas orientado a

configurar operaciones de abstracción empírica y asimilaciones (en donde es importante la relación de muchos a uno)

6) Modelado de una diferenciación de relaciones homogéneas orientado a

configurar operaciones de generalización completiva o constructiva (en donde es importante la relación de uno a muchos)

7) Modelado de una diferenciación de relaciones heterogéneas orientado a

configurar operaciones de generalización inductiva (en donde es importante la relación de uno a muchos)

8) Modelado de correspondencias heterogéneas esencial en las zonas de

equilibración entre los dominios de las fases de interiorización y exteriorización, (en donde es importante la relación de muchos a muchos)

Apreciemos, que estos modelos están basados a su vez en las “Estructuras-procesuales modulares de integración / diferenciación”, que definí en la segunda parte de este libro. Recuerdo las siguientes representaciones:

Figura 72: Estructuras-procesuales modulares

Los procesos de integración –EPin- pueden ser isomorfismos para modelar las tres formas de mecanismos dialécticos. Recordemos los tres mecanismos:

a) aquellos que fusionan / integran elementos/relaciones de diferentes sistemas o subsistemas para configurar una nueva agrupación,

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b) aquellos que fusionan / integran elementos/relaciones de diferentes subsistemas para configurar una nueva agrupación o grupo –generalmente en el dominio emocional, y

c) aquellos que fusionan / integran elementos/relaciones de diferentes grupos heterogéneos para configurar una nueva propiedad o atributo –generalmente en los sentidos el dominio biofísico o entre agrupamientos de os diferentes dominios.

En forma paralela, vamos que los procesos de diferenciación, asociados a las estructuras-procesuales modulares del tipo “EPdi”, y propios de la generalización y acomodación, presentan tres distinciones importantes, que también las podemos homologar con tres mecanismos distintos:

a) Aquellos vinculados a discursos hablados –en un lenguaje de sentido común o especializado- o escritos / representados para ser expresados como valoraciones en comportamientos o trayectorias en el tiempo

b) Aquellos vinculados a discursos hablados–en un lenguaje de sentido común o especializado- o escritos / representados para ser expresados como afirmaciones independientes al tiempo, y

c) Aquellos vinculados a discursos hablados–en un lenguaje de sentido común o especializado.

Habremos de establecer correspondencias entre ambos tipos de mecanismos, por un lado los que integran observables en formas de agrupamientos y por otro los que establecen correspondencias entre estos y las posibilidades de exteriorizarlos. Recordemos lo que significan los círculos de colores en los diagramas de redes que he presentado: son cúmulos de redes neurales. Cada neurona establece integraciones y diferenciaciones en su núcleo, y entre ellas, en las sinapsis se regulan las relaciones al modificar los flujos de neurotrasmisores, lo que permite establecer una analogía con una relación distinta entre los significados entre las neuronas, además de las nuevas relaciones derivadas de los procesos de integración y diferenciación. Para representar estas operaciones y equivalencias, en la figura 73 represento un conjunto de observables: ob1, ob2 y ob3, derivados de cúmulos de dendritas asociadas a los sentidos del tacto y la vista. Los tres observables son integrados en una neurona pero antes de dicha operación son “matizados” o transformados por una operación sináptica –en s1, s2 y s3-, cuyo contenido procede de otra zona –de mayor control70 –na y nb-. De esta integración emerge un significado “i1” que

                                                            70  Es  importante  incluir  en  estos  modelos  la  presencia  de  dichos  interventores  en  los  procesos  de compensación. En el sistema nervioso central, estos interventores corresponden a los “mensajeros químicos 

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posteriormente se integra con “i2” para dar “i3”. Esta secuencia de concatenaciones puede adaptarse al modelo binario –de significados y significantes- de Sausurre o al tríadico de representante, objeto y significante- de Pierce.

Figura 73: presencia de sinapsis como niveles de significado

entre cúmulos de neuronas En la siguiente figura recordamos los tipos de estructuras relacionales en cada dominio y en ella podremos apreciar mejor cómo vamos a visualizar el modelado de los comportamientos. Indico en esta figura las 17 operaciones que referí en la figura 71. De los ocho mecanismos que he descrito, es posible abstraer cuatro de ellos de los que se pueden derivar los demás. Los cuatro mecanismos pueden ser derivados mediante la aplicación de homomorfismos que dan continuidad en las relaciones isomorfas de una red de interiorización con un conjunto de módulos iguales de integración, así como de la red de generalizaciones y acomodaciones con la estructura-proceso de diferenciación. Los modelos que denomino también como generales, son

a) El que configura el ciclo homeostático, presente en todos los modelos pero que enfatiza las operaciones para configurar clases, grupos y agrupamientos,

b) El que configura procesos de integraciones, ya tendientes a lo homogéneo o a lo heterogéneo,

                                                            extracelulares”  o  “moléculas  de  señalización”,  que  pueden  ser  hormonas,  neuro‐hormonas, neurotransmisores o pracrinas (Sherwood, 2008;113). 

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c) El que configura procesos generalizados de diferenciación, tendientes a significaciones más o menos homogéneas heterogéneas, y

d) El modelo que configura correspondencias múltiples y diversas, entre códigos semejantes y/o entre varios códigos diferentes.

Figura 74: Campo Cognoscitivo con 17 operaciones básicas para modelar

El primero de ellos sintetiza la característica más importante de la cibernética de primer orden, que es la explicitación de un ciclo de retroalimentación que permite conservar un comportamiento dentro de un conjunto de límites predeterminados. Este ciclo esta operado mediante los criterios de regulación piagetianos. Al interior de este ciclo homeostático se presentan uno o más grupos de operaciones, antes y después del criterio de control en la operación del ciclo que se controla. Los siguientes dos mecanismos, implican un proceso de aproximaciones sucesivas que termina cuando se cumple el nivel de semejanza establecido, esto es, cuando las operaciones de integración y diferenciación también se aproximan al nivel de incorporación y consolidación de una clase, grupo o agrupamiento, o al nivel de distinciones que se hayan establecido como referencia para lograr clasificaciones o seriaciones.

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El cuarto mecanismo es el que requiere de más criterios en la estimación de actividades de prueba y error, ya que el número de combinaciones posibles para establecer correspondencias deseables o aceptables puede ser muy elevado. Recordemos que además de cumplir con los criterios de semejanza o incorporación a una totalidad relativa, es necesario cumplir con criterios del número de ciclos de prueba71. Los tres últimos mecanismos corresponden a una cibernética de segundo orden en donde el encuentro de las condiciones deseables implica rectificar propuestas de límites de aceptabilidad en varios momentos de la operación. Estos criterios son operados mediante los criterios de regulación y compensación piagetianos. Es aquí donde intervienen procesos de coordinación entre agrupamientos que rigen comportamientos meramente biofísicos o meramente lógicos. Veamos ahora cómo e modelado cibernético nos permite explicitar la manera de integrar conceptos y operaciones cognoscitivas, fundamentadas en principios matemáticos. 4.2 Modelado del concepto de clase y agrupamiento Inicio con el modelo que configura el ciclo homeostático básico, presente en las tres formas de agrupamiento piagetiana para configurar clases, grupos y agrupamiento. Para hacer más legible el diagrama de flujo que configura el ciclo homeostático y la comprensión de sus componentes cibernéticos, explicito la relación entre dichas operaciones cognoscitivas definidas previamente, con las partes del ciclo homeostático. Recordemos que este proceso se caracteriza por mantener un comportamiento estable, que en nuestro caso, es propiciar la consolidación de una totalidad relativa en la constitución de un agrupamiento de elementos / relaciones en el marco de procesos de construcción de inteligencia en los tres dominios cognoscitivos, el biofísico, el afectivo y el lógico. En la siguiente figura (75) muestro un diagrama de flujo que representa una forma sistémica general de ciclo homeostático y del lado derecho las correspondencias con las condiciones / principios para la conformación de agrupamientos:

                                                            71  El  control  de  los  ciclos  de  prueba,  puede  ser  asumido  por  otro  tipo  de  cúmulos  de  células,  que  no necesariamente  son  neuronas.  Pueden  ser  hormonas  o  neuro‐hormonas,  que  regulan  procesos  más automatizados y dependientes de las características del dominio biofísico dl sistema. Esto se puede traducir en que dichas neuro‐hormonas controlan los niveles de continuidad, actividad o discontinuidad y pasividad en  las  operaciones  homeostáticas  del  sistema,  propiciando  momentos  de  reacción  ante  angustias  y depresiones o momentos de excitación ante situaciones de gran pasividad. 

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Figura 75: Representación de las condiciones / principios

en agrupamientos como ciclo homeostático. El inicio del ciclo homeostático es el principio de un proceso de coordinación de acciones –de comunicaciones- que tiene la función de ser siempre el principio de la operación de agrupamiento. Opera como una operación nula o tautológica al ser siempre un inicio, aunque participe a continuación de una secuencia anterior o posterior, en donde se ha identificado un observable que puede formar parte del agrupamiento. Junto con los dos condicionantes, tiene la función de coordinar las operaciones entre la recepción de un observable y su aceptación en el grupo o su rechazo. La primera operación consiste en seleccionar un conjunto de relaciones del observable para ver si en ellas hay algo en común con las relaciones del grupo que se configura. Los condicionantes están conformados por una operación que no está dentro de las cinco operaciones básicas en los grupos. En este caso se trata de una operación de comparación efectuada en dos momentos, el primero para ver si son iguales o prácticamente semejantes y el segundo, para ver cuál de los dos elementos en comparación es mayor que el otro. Con ello es posible direccionar el trayecto de los significados en las operaciones en tres direcciones posibles. Una primera comparación constata una diferencia entre la propiedad que se está analizando –la que ya es común a la clase o al grupo-, y la propiedad que selecciona del observable que se analiza. Si son semejantes / muy parecidas, procede a incorporarlo al grupo mediante la operación dos. Si no son

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iguales y la diferencia es positiva, dirige el rumbo de los significados vigentes hacia una “rectificación positiva” de su nivel o criterio de selección de las propiedades del observable y vuelve a llevar a cabo la operación uno. Si es negativa, toma el otro rumbo. La diferencia entre las relaciones del observable con las relaciones comunes del grupo es negativa, dirige el rumbo de los significados vigentes hacia una “rectificación negativa o inversa” sobre la selección de las propiedades del observable y vuelve a llevar a cabo la operación uno. Esto puede ser tantas veces como lo indique el condicionante “c_2”, hasta que encuentra o desecha dicho observable. Si analizamos las trayectorias “reales” que van de los rectificadores o correctores –que no son otra cosa que componentes del proceso de regulación –como afirmaciones o negaciones- en el marco de la teoría de las equilibraciones, veremos que son diferentes, pero ambas llegan al mismo punto, el inicio de la operación “o_1”. Apreciamos en esto que por la propiedad de “asociabilidad” el comportamiento de la constitución del grupo logra más aspectos de consistencia en su conjunto. Las acciones correctivas son en este caso simples: llevan a cabo desplazamientos de selección hacia un lado, considerado como positivo, como afirmación, como acción, o hacia el lado contrario, considerado como negativos, como negación, o como la inversa de los positivos. La operación de la consolidación de la clase, grupo o agrupamiento “oper_f” es nuevamente una operación de adición de un observable que comparte una propiedad común –conjunto de relaciones- con los observables ya organizados dentro de una estructura cognoscitiva. Es aquí donde se lleva a cabo ordenamientos, seriaciones y jerarquizaciones propia del agrupamiento. Podemos observar que los cinco principios anteriores pueden ser comprendidos sin contradicción en el dominio lógico Pero si desplazamos nuestro nivel de observación entre el dominio afectivo –en el que no es posible cumplir fácilmente con todas las operaciones en ellos- y el dominio lógico, en el que siempre se cumplen – veremos que se pueden generar “lagunas” o trayectorias muy aproximadas que al conjugarse con procesos posteriores vinculados a la creación de lenguajes hablados dentro de la fase de exteriorización, serán fuente de contradicciones, reflejándose en formas de desequilibración, como veremos más adelante. La propuesta piagetiana, esto es, la perspectiva constructivista genética, exige resolver los desequilibrios entre los dominios afectivos y lógicos, y buscar por aproximaciones sucesivas, nuevas diferenciaciones e integraciones en las acciones correctivas, estableciendo nuevas distancias y trayectorias para resolver discontinuidades y pasar de uno a otro dominio sin contradicción, esto es, en forma creativa y constructiva. Con ello es posible salirse del juego de contradicciones, y entrar al juego dialéctico en el que no solo evitamos un posible dilema permanente, sino que al asumir una equilibración dinámica, podemos conducirnos a nuevos estados que serán tan satisfactorios y plenos como lo trabaje cada actor social.

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Pero aquí el reto es saber cómo pasamos de un nivel de conocimiento a otro y cómo podemos valorar la condición de equilibrio en este largo trayecto, que no solo va del dominio afectivo al lógico, sino que parte del dominio biofísico, en continuidad con el dominio afectivo y con el lógico. Recordemos que son estas las preguntas que se formula Piaget respecto al objeto de estudio de la epistemología. De manera semejante, son las preguntas de todo cuestionamiento psicológico en torno al cómo de construye y desarrolla la inteligencia. 4.3 Modelado de zonas discursivas He sintetizado los procesos de interiorización en sus formas de asimilación y abstracción en un modelo que integra o fusiona un conjunto estructuras / procesos de integración homogénea y/o heterogénea basados en la “EPin”. En el primer caso - integración homogénea-, es más pertinente para el dominio lógico-matemático así como para los cúmulos neurales asociados a las relaciones empíricas en las precepciones. En el caso de las integraciones heterogéneas, es idónea para modelar diferentes tipos de relaciones de implicación, propias de los dominios de las formas de asimilación y de abstracción empírica. En la figura 76 apreciamos la integración de tres significados asociados a tres neuronas o a cúmulos de neuronas n1, n2 y n3. Su representación como estructura “EPin” la indico del lado derecho y en ella podemos apreciar que se genera el significado “n4”. En esa misma figura represento las ocho formas72 que podemos derivar de la intersección de tres significados, al establecer una analogía con las posibilidades de intersección entre tres conjuntos. El significado que doy a la intersección entre conjuntos, como análoga a la intersección de dos flujos de neurotransmisores o de intensidades de corriente en el núcleo de una neurona es la siguiente: podemos establecer que un significado –que identificare con relaciones primarias-, en el marco de su semiosis, tiene a su alrededor asociados otros significados más elementales –que identificaré como relaciones secundarias-, y que en conjunto con las primarias, integran el significado de la palabra a que ha sido asociado. La vinculación de dos cúmulos de relaciones secundarias entre dos significados que desean acoplarse, fusionarse, integrarse, dependerá de la resonancia o similitud de las relaciones secundarias y es una medida de la posibilidad de formar parte de la concatenación de significados de interés en las operaciones cognitivas que estamos analizando.

                                                            72 No indico en la figura la octava forma que sería la no intersección, representada por un conjunto nulo. En el algoritmo cibernético si existe y representa el caso de no recibir información en la neurona de integración, caso que es indicado en la respuesta de dicha neurona. 

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Figura 76: modelo de integración homogénea

En la intersección de dos conjuntos, podemos apreciar que lo que queda intersectado son relaciones comunes entre ambos conjuntos. Es posible que en esa intersección se establezcan acoplamientos, resonancias, fusiones o integraciones. Y aunque dichas fusiones no estén consideradas en la teoría de conjuntos –entendida también como la emergencia de una nueva naturaleza en la intersección-, en nuestro caso explicitamos que si es posible que emerjan de ahí nuevas relaciones. En el caso de la integración hacia lo homogéneo, el significado generado “n4” en la figura 76, emerge de las diferentes combinaciones de las tres intersecciones posibles. Antes se van generando nuevas relaciones indicadas por las combinaciones de las intersecciones parciales, por ejemplo “d2131” se genera después de haberse relacionado “n21 y n31”. Indico en esta figura y en la siguiente, la transformación que se da en el axón entre neuronas. Esta transformación que se presenta precisamente en la sinapsis entre ambas neuronas, tiene una correspondencia muy apropiada con el momento en el que se regula el significado que sale de una neurona y el matiz, intensidad o nivel con el que llega a la siguiente neurona. Pero esta información necesariamente proviene de otra parte del sistema nervioso del sujeto, de nuestro sistema no-trivial. En nuestro caso la asociaremos con aquellas neuronas que se encargan de llevar a cabo operaciones generales de regulación y/o compensación y más específicamente, de operaciones elementales en el marco de estos procesos, como lo son las negaciones, relativizaciones o aceleramientos y disminuciones de flujos de información, de neurotransmisores en el entramado de las redes neuronales.

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Ahora veamos un caso semejante, en donde los criterios de distribución de informaciones al término de un proceso de integración, permite generar más opciones de distinción, derivadas de las posibilidades de intersección de los flujos de entrada a la neurona integradora. La diferencia radica en los criterios para seguir estableciendo nuevas integraciones, por ejemplo Para generar “n2111” y permitir la distinción entre “n21” para direccionarse a “n51” directamente o a otra neurona de integración. En el modelo de esta figura 77, solo son posibles los siete casos de diferenciación más el caso nulo, que representa la no conformación de un significado nuevo en esa neurona. Recordemos que en los dos casos de integración, homogénea y heterogénea, es necesario que se dé la integración para que de ese proceso se genere un significado único, el caso homogéneo o múltiple, el caso heterogéneo. Los criterios para generar los casos, estarán en términos de valores límite en una valoración que se haga de las integraciones de los observables. Esto implica asociar un valor numérico-cualitativo al observable para poder ser procesado con un criterio de comparación dentro del lenguaje cibernético. Esta correspondencia entre el valor cualitativo de un observable, o de una percepción en una dendrita en alguna de las terminaciones de los sentido, es un tema que he abordado en otro lugar y que se fundamenta en el uso de la lógica borrosa, o lógica de múltiples valores, para establecer una correspondencia entre matices de un observable con valores numéricos normalizados y calificados internamente por el sistema. En la figura 77 presento la primera integración, que se configura a partir de varias estructuras EPin dentro de la estructura del modelo de integración heterogénea y la integración de significados de varias estructuras modelo de integración heterogénea. El objetivo es integrar una nueva imagen, o conjetura, a partir de un grupo de imágenes, elucubraciones y/o conjeturas, previamente organizadas en grupos. La integración está impulsada por una anticipación que adelante una nueva imagen deseada, que ha sido previamente construida, pero de manera muy precaria. Los grupos de neuronas en blanco son grupos no habilitados todavía.

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Figura 77: modelo de integración heterogénea

La primera fase tiene los siguientes procesos:

Seleccionar grupos y clases afines a la imagen deseada. Dichos grupos están constituidos por conjuntos de neuronas que vibran y/o tienen características afines, semejantes, muy parecidas para constituir una clase y un grupo. Las representamos por grupos de tres cúmulos de neuronas 2n11, n12 y n13” e identificamos al grupo como “Gpo_a_clase_z”

De uno a tres grupos pueden configurar un nuevo grupo. Esta es una característica o limitación del modelo, pero trata de ser modular para generalizar sus funciones. El grupo “Gpo_a1_clase_zz” se conforma en esta primera etapa y queda compuesto por los grupos neurales “n14 que es la misma que n111 y n24=n131”

El tercer grupo formado en esta etapa es “Agr_q_gpo_a”, que ya tiene más atributos relacionados con los agrupamientos. Este grupo es el que se transfiere o pasa a la segunda etapa, para generar propiamente el significado “nL” que es la integración de los anteriores, pero configurado como una nueva imagen, conjetura o elucubración del sujeto.

La construcción de “nL” depende de la existencia de uno, dos o tres significados previos –que identificare como significados secundarios- que he identificado en la figura xx como “na1, na2 y na3”. El algoritmo para generar “nL” –identificado como significado primario”, a partir de ellos es el siguiente:

Se determina cuántos valores están presentes en la integración. Aquí pueden presentar se ocho casos,

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Para cada caso se analiza el nivel de presencia de cada significado

secundario y de acuerdo con un conjunto de valores asociados a un código de valoración, se estima el nivel y cualidad del significado primario.

En la figura 78 presento una forma cibernética para modelar el marco general de los procesos anteriores. Dichos procesos estarían sujetos a un proceso en dos etapas homeostáticas, a una doble operación de prueba y error que en un primer caso solamente lleva a cabo una parte del proceso cognoscitivo –el inicio de la consolidación de un grupo- y en el segundo, el deseable, es la integración de un grupo consolidado dentro de un agrupamiento como totalidad relativa. Recordemos que estos agrupamientos pueden ser a nivel de mecanismos alfa, beta o gama, dependiendo del nivel de desarrollo de inteligencia del sujeto. La operación macro da comienzo con el inicio del ciclo –c7- y procede a llevar a cabo un grupo de operaciones que pueden ser: Crear una clase o grupo a partir de un proceso de integración homogénea o heterogénea, en el dominio de las asimilaciones biofísicas, o crear grupos en los dominios afectivo y lógico, consolidando agrupamientos de abstracciones empíricas y reflexivas, ya reflexionantes o refractivas. Aquí se llevan a cabo operaciones y procesos que describiré más adelante. Lo importante ahora es saber que la operación puede ser el encontrar una semejanza o resonancia entre un observable que se analiza con un conjunto de observables ya analizados, esto es, ver si tiene cabida el nuevo observable en una estructura existente ya asimilada. El “condicionante múltiple_1” es un símbolo que representa la concatenación de varios condicionantes binarios –descritos anteriormente. En este caso cuestiona si la terminación del primer grupo de operaciones –dentro del ciclo c1- concluyó satisfactoriamente –si el observable fue aceptado, y continúa a la condición_2, o es necesario”modificar el nivel de observación” del observable para conocer otras relaciones que puedan ser consideradas dentro del criterio de semejanza con la estructura que lo aceptará. Es importante apreciar que lo que se rectifica es la forma de observar u valorar el observable, ya modificando la relación empírica, -con un nuevo movimiento o nueva forma de escuchar o ver-, o estableciendo una nueva relación de implicación o lógica en el proceso de abstracción que se tiene con el observable. Estas operaciones deben ser explicitadas mediante operaciones paralelas al proceso general que estamos analizando, dentro de los ciclos “c1 y c2” en dicha figura. En la estructura de la figura 78, considero dos casos controlados por los condicionantes múltiples 2 y 3. En el primer condicionamiento –implicados los ciclos c1 a c3- o se refuerza una afirmación, o se procede a generar una negación que

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modifique el nivel de observación del sujeto cognoscente, de nuestro sistema que estamos emulando. Las operaciones de Regulación “a y b” pueden derivarse de criterios locales para modificar el grado de afirmación o negación implicado en la rectificación del observable. Si esta capacidad de modificación, no da resultados a corto plazo, esto es, en un tiempo determinado por el par de ciclos “c1 y c2” que se están llevando a cabo entre el primer grupo de operaciones y el condicionante múltiple 1, entonces el sistema de coordinación que configura grupos, se refuerza –mediante el ciclo “c3” que incluye procesos de comunicación con las neuro-hormonas, por ejemplo- con los criterios de administración “A” de compensaciones en el símbolo del pentágono en la parte superior de la figura 78.

Figura 78: modelo general de un proceso cognoscitivo general en dos etapas En dicho proceso complementario –que se puede llevar a cabo a gran distancia del cumulo de neuronas que representa el ciclo básico en la figura xx-, se llevan a cabo operaciones de reversibilidad. Estas pueden partir de afirmaciones que son convertidas inicialmente en negaciones, o en negaciones más reforzadas, más ampliadas, que al ser retrasmitidas al primer grupo de operaciones del ciclo que analizamos, pueden ya modificar el nivel de observación del sujeto y posibilitar una nueva semejanza entre el observable que se desea asimilar o incorporar a una estructura de abstracción empírica.

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Al término de los ciclos c1 a c3, se presenta la posibilidad de salir de todo el ciclo general c7 –ya por incapacidad, angustia sobre excitación del sujeto cognoscente y se dirige la atención a otro proceso cognoscitivo. En la segunda parte de este gran ciclo se vuelven a repetir las operaciones anteriores pero con otro sentido: el de coordinar nuevos grupos de totalidades, ya como subsistemas o sub-subsistemas, que implican formas semejantes de comunicación y nivel de construcción de afirmaciones y negaciones. Ahora veamos cómo modelar procesos de integración homogénea y heterogénea. Procesos que estarían al interior del primero o segundo grupo de operaciones de la figura 78.

Modelo de integración homogénea El objetivo de este modelo es el de integrar varios observables, provenientes de relaciones empíricas, de implicación o lógicas, y generar al menos una sola integración o fusión de lo que se recibe en la neurona. Este modelo tiene su forma básica como el de la figura 76, que ya he descrito sus componentes. Lo que nos queda es traducirlo a un lenguaje cibernético y explicarlo en un lenguaje epistemológico. En las figuras 79, 80 y 81 muestro una forma de operacionalizar dichos conceptos y representación como integración y formas de intersección de conjuntos. El propósito general tiene dos partes, de acuerdo con la lógica de la figura 77. En la lámina 79 describimos las operaciones principales, es como un “pesudocódigo”. En la lámina 80 presento más elementos nemotécnicos con algunas indicaciones matemáticas, y el la lámina 81 muestro una representación más cercana a un diagrama de flujo que distingue cada parte de las operaciones. La primera operación en ellas la ubico en la parte inferior. En ella se integra un conjunto grande de observables o de significados previamente construidos. De este conjunto obtenemos un conjunto “seleccionado” para configurar el nuevo significado deseable que se incorpora a una estructura previa que lo asimila o lo ordena dentro de posibilidades de abstracciones mayores. Corresponde al modelo de integración homogénea, en el sentido que el nuevo significado tiene una nueva naturaleza “homogénea” para el sistema. En la figura 79 omite la última operación (e6), que se indica entre paréntesis, al igual que en las siguientes láminas. El segundo caso es el de la integración heterogénea, en el que nuevamente se integran varias naturalezas pero el resultado es heterogéneo, esto es, genera nuevas naturalezas, que se definen en e6.

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Figura 79: descripción general de las etapas básicas del modelo de

integración homogénea y (heterogénea) En la figura 80 muestro las mismas operaciones pero con valores que permiten formular como operaciones cibernéticas, matemáticas y cognoscitivas las etapas. De esta manera el contenido de los tres observables o significados por integrar, Va, Vb y Vc, tienen asignado un valor numérico normalizado a uno. Este valor corresponde al más deseado por el sistema y el valor de 0.1 o más bajo, tiene asignado en el código de valoración el valor menos deseable. Las etapas e3 y e5 requieren de nuevos valores o informaciones. En e3 se trata de los “pesos” que permiten ponderar o valorar cualitativamente el nivel de importancia de cada variable y observable en el proceso de integración. En forma paralela, los valores de n1, n2…n6 en la figura 78, son valores que determinan los niveles de valoración de lo que se integra. Se pueden considerar como cotas o niveles de significación de la integración heterogénea. Estos valores proceden de otras partes del sistema, y pueden derivar de procesos superiores de coordinación del agrupamiento en cuestión. Veremos que los valores “Ni y Wi” serán informaciones / comunicaciones / conocimientos que provienen de otras partes de la red neuronal y que corresponden a las participaciones de otros órganos del sistema nervioso. En el caso de la analogía con el sistema SiAs, estos componentes entran del componente “adaptativo” de dicho sistema. Son adaptativos porque toman en cuenta aspectos concomitantes al sistema –del entorno- y posibilitan la adaptación del sistema a dchas condiciones cambiantes en forma permanente.

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Figura 80: descripción general de las operaciones básicas del modelo de

integración homogénea y (heterogénea)

Figura 81: descripción general de las operaciones específicas del modelo de

integración homogénea y (heterogénea)

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4.4 Modelado de zonas dialécticas en el campo cognoscitivo El modelado para las zonas dialécticas enfrenta varios retos. Considero que el más importante radica en construir correspondencias entre un conjunto de significados ordenados jerárquicamente e interiorizados, con uno o más conjuntos de significados ordenados con otros criterios jerárquicos dentro del estrato de la exteriorización. Para llevar a cabo este mecanismo de correspondencias entre el mismo dominio o entre dos dominios distintos, lo podemos subdividir en dos etapas. La primera se encarga de ver de qué caso se trata, -y esto es a partir de la distinción de seis casos de correspondencias-, y la segunda es establecer propiamente las correspondencias. Se trata de construir relaciones causales propias del sujeto, pero en resonancia con las de su entorno, las del otro sistema con quien interacciona. Antes de describir los seis casos posibles, es necesario establecer una definición de referencia sobre los términos coherencia y consistencia en la constitución de las correspondencias entre dos códigos, entre dos conjuntos de relaciones ordenadas. Entendemos por coherencia entre los elementos / relación de una correspondencia, la distancia proporcional que guardan las distancias entre los elementos de ambos conjuntos. Por consistencia, ambos códigos tienen el mismo sentido respecto a lo que consideran más o menos deseable, más o menos valorado en su código. Lo más significativo para uno es significativo para el otro, y lo menos significativo para este segundo, es poco significativo para el primero. En la figura 82 doy cuatro ejemplos de consistencia entre códigos. Podemos apreciar que si el código “CA” requiere modificar su esquema asimilativo o de abstracción por aceptar un nuevo observable, en los códigos “CB y CC” no hay problema de coherencia ni consistencia, pero en el “CD y CE” si lo hay.

Figura 82: consistencia y coherencia entre códigos

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En la figura 83 indico de manera semejante una definición matemática de coherencia y consistencia, asociada a las relaciones que existen entre dos conjuntos o dominios de valores, a partir de los cuales se establece un conjunto de correspondencias y necesariamente interdefiniciones. Este término aplica cuando definimos la función inversa de la función de referencia. En el eje de las ordenadas se encuentran definidos las distintas observables / significados / objetos / acciones que están organizados en alguna estructura de asimilación, abstracción o generalización. Para cada uno de ellos puede corresponder un nivel de valoración. En el eje de las abscisas del lado izquierdo se encuentran los niveles identificados por los códigos “CA y CB”, que son consistentes entre si, aunque no tengan os mismos elementos. Del lado derecho se encuentra el código “CC” que tiene otro nivel de significados que se muestra como una escala de valores descendentes, de tal manera que el más deseado está en la parte inferior. Esta distinción de sentido del código de valoración lo pune en inconsistencia o en contradicción con los códigos “CA y CB”. En cualquier caso, los comportamientos pueden ser proporcionales –lineales o con sus propia “derivada” esto es, con su propia proporcionalidad “no lineal”.

Figura 83: correspondencia / interdefiniciones entre códigos

Ahora veamos en forma gráfica la distinción de los seis casos que defino en la figura 84. Tomo como punto de partida, el establecimiento del código “ca” que un sistema ha interiorizado y asimilado / abstraído como parte de su necesidad o deseo. Dicho código distingue ocho niveles, matices, significados o valoraciones asociados a una palabra, que ha establecido el sujeto respecto a otro sistema, un objeto, otro sujeto o sistema de su contexto. De manera concomitante, nuestro sistema de referencia

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ha establecido otros códigos –asociados a su axiología de generalizaciones y acomodamientos- que tienen distintos niveles con significados asociados a sus experiencias pasadas. Los códigos “cb, cc, cd y ce” pueden estar en el mismo dominio que “ca”, esto es, en el biofísico, afectivo o lógico, o pueden estar en diferentes dominios. El reto se presenta cuando el sujeto necesita o desea asimilar un nuevo significado o matiz en el código “ca” pero debe establecer una correspondencia causal con uno o más de los códigos que dispone para exteriorizar dicha asimilación, para poderla nombrar ya en un lenguaje de sentido común o uno especializado.

Figura 84: correspondencias y relaciones posibles

entre códigos jerarquizados

1) El caso 1 “ ca-ca´ ”, presenta una correspondencia uno a uno entre ambos códigos y la relación de un caso nuevo puede quedar establecida sin problema. Es el caso más “natural” si los niveles de profundidad y desarrollo son semejantes.

2) Con menos grados de coherencia y consistencia esta la relación entre los código en “ca” y “cb”. Hay coherencia porque varían las relaciones entre los significados con proporcionalidad en ambos códigos, y se mantiene consistencia entre el más deseado y menos deseable en uno, con un valor deseable y menos deseable del segundo. Aunque la relación “r1” en “ca” no tiene el mismo significado en “cb”, no hay contradicción en ella.

3) La consistencia de correspondencias –y con ello el surgimiento de una

contradicción-, se pierde en el caso tercero. En la correspondencia entre los elementos / relaciones del código “ca” con el “cc”, lo que para el primero es deseable en “r3”, es indeseable para el segundo. Incluso se pierde la

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posibilidad de establecer relaciones entre las opciones deseables de “cc” con “ca”.

4) El cuarto caso es semejante al tercero pero la contradicción es diferente: lo

que es no deseable para “ca” es deseable para “cb”.

5) Los casos críticos son el quinto y el sexo, porque en ambos casos no existe la posibilidad de establecer una correspondencia. Las distancias en las sinapsis neurales que permitirían la conectividad es grande. Es más crítico en el caso de “ce” porque la distancia “d1” es mayor que “d2” y recordemos que estas distancias, que se presentan a nivel de profundidad y de niveles de desarrollo entre los tres dominios, Piaget las ha calificado como difíciles de establecer en el proceso de construcción de la inteligencia. La manera de resolver esta falta de correspondencia es mediante la ampliación del ámbito de influencia de cada código, ya sea entre los valores más deseables de uno con los menos deseados del otro o en el caso opuesto.

Definido el caso entre las incoherencias e inconsistencias entre las correspondencias entre las fases de interiorización y exteriorización, queda ahora definir la estrategia para transformar, estructuras, y “re-significar” opciones y matices entre uno u otro código. Este proceso es semejante al que he descrito anteriormente en relación con la forma de establecer integraciones entre elementos / relaciones distintos. Recordemos que en esos casos distinguimos dos tipos de relaciones asociadas a una palabra a un significado base. Las relaciones primarias que son las que determinan el núcleo de dicho significado, y las relaciones secundarias que forman parte de dicho significado, pero de manera menos fuerte. Para ello, ampliaremos las capacidades de distinción y re-formulación en esas relaciones, amentando el gradiente entre ellas mediante relaciones que denominaré como terciarias. Con ello podemos pensar en la posibilidad de llevar a cabo las “relativizaciones” propuestas por Piaget, así como la revitalización y/o rehabilitación de relaciones terciarias –como una activación de sinapsis deshabilitadas- transformando relaciones terciarias, como primarias –reconduciendo flujos en las sinapsis-, para fortalecer las relaciones y disminuir la distancia entre significados de sistemas distantes o ajenos –aparentemente- entre si o lejanos dentro del mismo subsistema. En la figura 85 presento una red de nodos propia del dominio bio-fìsico, pero aplica también en los otros dos dominios. En ella apreciamos que el reto está en el camino que puede tomar el nodo “a3”, un nodo neural de la zona de equilibración ”E7me” entre las funciones de asimilación y acomodación. La información deriva de nodo “a2” que puede ser una nueva asimilación y que está buscando una forma de externalizarla. El nodo “a3” es el encargado de establecer dicha correspondencia. Este nodo –el sistema, las disposiciones del sujeto- no saben a ciencia cierta qué rumbo tomar. De acuerdo con el criterio establecido del modelo ideal, el más

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adecuado sería a3-a5, pero el sujeto no sabe realmente cómo tomarlo y también intuye los rumbos “a3-a4 y a3-a6. El primero vincularía el código en a2, que debe ser derivado de una perspectiva media tanto de profundidad como de desarrollo, con un nodo semejante, como es el a5.

Figura 85: retos en el establecimiento de interrelaciones entre las fases de

interiorización y exteriorización Esta será la operación más difícil de realizar. Si no se logra de manera equilibrada, esto es, estableciendo relaciones concomitantes entre funciones de interiorización y exteriorización, es probable que quedan las relaciones en desequilibrio. Esto lo apreciamos al ver las trayectorias que tomarían dichos caminos, por ejemplo:

si toma a3-a6, ello lo conduce a manifestar una acción vía “b1” con una retroalimentación en “c2”,

si toma el camino por ”a5” puede retroalimentar por la via “b3 y b4”, que lo llevaría a una nueva reflexión sobre cómo esta asimilando el observable de interés, o

a la ruta que comprende “b2-b6” lo que confirmaría la percepción inicial a1-a2.

La pregunta por el aspecto que decide qué camino tomar, queda determinada por “l el nivel de conciencia” del actor social, o lo que también podemos referir como “la capacidad para actuar en lo que piensa”, para ser consistente entre lo que piensa y hace, entre lo que imagina y realiza. Esta capacidad deriva de un juego –a veces personal, en ocasiones colectivo- que se circunscribe en torno a puntos de ignición en las distinciones inmediatas del actor sobre su propio dominio seleccionado: biofísico, afectivo o racional, que se ha aventurado a dar saltos afortunados para conectar creativamente lo antes

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incomnensurables. O para ir tejiendo poco a poco, momento a momento, relaciones hibridas entre los dominios de su prelidección. Las etapas principales son las siguientes (figura 86):

Figura 86: etapas esenciales en el establecimiento de interrelaciones

La identificación de matices en lo observado (e1) depende en gran medida de las disposiciones heredadas y trabajadas en las primeras fases de construcción del conocimiento de interés. El centramiento de los observables (e2), ya como percepciones de diferentes sentidos o como integraciones posteriores derivadas de anteriores relaciones de implicación, responde a la capacidad de seleccionar libremente, sin la presencia neural de los otros o del ”habitus” en que se encuentra el actor, esto es, en las condiciones determinadas por la relación del espacio y tiempo donde lleva a cabo la reflexión, el centramiento de sus elecciones. La selección de un camino posible (e3) queda nuevamente determinada por la capacidad del actor para distinguir, diferenciar y seleccionar –Luhmanianamente- la ruta de los significados que desea integrar. Pero eta selección depende a su vez de la capacidad para encontrar el sentido de la totalidad relativa del nuevo agrupamiento que está configurando, o de la integración de grupos ya construidos, un sentido que depende del nivel de ordenamiento de los significados, de sus posibles seriaciones y de la capacidad de combinación que puede llevar a cabo en las condiciones espacio-temporales de su “habitus”.

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El momento central radica en la pregunta por seguir en la búsqueda de un camino (e7) que resuelva contradicciones del camino, que sepa ajustar relaciones después de haber configurado negaciones que modifiquen rutas insistentes, o después de lograr modificar distancias y velocidades en los ciclos de retroalimentación para que el proceso de relativización resuelva interrelaciones desafortunadas y evite nuevas contradicciones. Todo este proceso determina momentos de trabaja arduo en la construcción de nuevo conocimiento y solo depende de la relación que establezca el actor entre sus propios dominios, especialmente el racional y lógico con el emocional y afectivo –cuando no se impone el biofísico-, porque las diferencias de velocidad de reacción en ellos pueden ser grandes y con ello invitar el desarrollo de malestares viscerales que propician abandonar la faena de construir nuevas posibilidades entre lo que desea o necesita el proceso de interiorización, con las necesidades y deseos, del impulso por compartir y estar afuera –con los otros, con el otro-, en el proceso de exteriorización del mundo interno. Incorporar lo construido en un nuevo grupo o agrupamiento (e6) es un logro que todo agente debe reconocer de si y de los otros, porque en casi todos los casos, son los otros los que posibilitan esta fusión, y necesariamente, los incluye.

Algunas conclusiones generales A manera de síntesis de la cuarta parte, es importante recordar que los procesos de construcción del campo cognoscitivo que he descrito, están basados todos en los principios y conceptos centrales de la teoría de las equilibraciones de Piaget. La continuidad de las seis funciones discursivas, ya en su proceso de interiorización primero y posteriormente en el de exteriorización, pero sobre todo en el de concomitancia entre ellas, es esencial para comprender la dinámica de este proceso complejo. Si recordamos que lo que se teje solamente entre las redes neurales son conectividades que habilitan procesos sinápticos, solo podemos pensar en una dirección de flujo “real” irreversible. Pero si consideramos que dicho flujo está permanentemente retroalimentándose y con ello construyendo y re- construyendo ciclos de entrada y salida de información / comunicación / conocimiento que pueden entretejerse de diversas maneras, podemos pensar que la continuidad de ciclos puede participar de momentos de más desarrollo cognoscitivo que otros y modificar los tiempos entre las retroalimentaciones. Entonces podemos pensar en “modelarlos” como procesos con grados de reversibilidad, como lo propone Piaget. Los ciclos de retroalimentación pueden ser más o menos rápidos que otros, ya en milisegundos, segundos, días o años. La diferencia de velocidades y aceleraciones implicada puede pensarse con grados de anticipación y retrogradación o también como funciones de pre-actividad, respecto a otra pro-activa. En un caso se pueden presentar en fase de interiorización lenta y de exteriorización rápida, propiciando

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ciclos de velocidad media. Pero inmediatamente después o antes, puede el sistema, el sujeto, la “voluntad de poder” de la conciencia del sistema, jugar en el orden de estos trayectos y entonces poder pensarse en una forma de irreversibilidad que permita hacer operaciones de relativización y/o de conectividad entre nodos muy distantes en los dominios neurales, para integrar nuevas relaciones, para habilitar trayectorias que potencialmente ahí están y que se traducen como operaciones creativas. En la medida en que el sujeto interpenetrado por y con un objeto social, pueda conocer múltiples trayectorias entre las subzonas de sus tres dominios de conocimiento, le será posible “anticipar” actuaciones pasadas y por venir, tan lejos como sea el conocimiento que puede habilitar de su genealogía cognoscitiva y de sus procesos potenciales de retroalimentación positiva, de reflexividad acrecentada. El conocimiento de las potencialidades de su propio campo cognoscitivo interpenetrado / inter-relacionado con el de su entorno, con el de los otros sujetos, le permitirá habilitar redes que virtualmente lo vinculan con realidades muy externas en su campo, y de forma equivalente, remotas a su núcleo central. Ello permite comprender que la capacidad de participar en eventos, actividades, interacciones y co-evoluciones con el entorno es tan amplio como su capacidad para habilitar sus propias redes interpenetradas en otros entornos. Cada vez es más evidente las múltiples formas de la relación piagetiana sujeto / objeto. Aunque no he desarrollado los algoritmos para los procesos de modelado de integraciones y diferenciaciones homogéneas y heterogéneas, todos ellos pueden ser programados en un lenguaje de alto nivel y automatizados en un equipo computacional actual. El SiAs, es precisamente un sistema que toma como base las estructuras procesuales de integración y diferenciación para construir redes de interiorización y exteriorización del sistema. El sistema es entonces adaptativo, en la medida en que puede ir incorporando –de acuerdo a las potencialidades que el investigador y siempre, dentro del equipo de investigación con quien colabora, permitan desarrollar las capacidades de interiorización y exteriorización en forma permanente. La forma de dichas redes es simple pero eficaz para el análisis de problemáticas sociales desde la perspectiva de modelo psico-socio.cultural. La forma central de dichas redes queda configurada como “unidad de análisis” que no es otra cosa que una estructura jerárquica que integra los componentes básicos descritos en el campo cognoscitivo. En la siguiente sección sintetizo tres formas para modelar dicha unidad de análisis.

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4.5 Modelado y construcción de unidades de análisis con base en el campo cognoscitivo La unidad de análisis sintetiza una parte de los procesos y dinámica del campo cognoscitivo de un actor social en interacción –ya entre personas, grupos instituciones, o comunidades-, y junto con su entorno, considerado como complejo empírico, debe concebirse como sistema complejo. Es el pensamiento sistémico el que permite “dar forma” al complejo empírico asociado a dichos actores, y es el acoplamiento de dicho complejo con la unidad de análisis el que debe construirse para mejor comprender y explicar la problemática en dichos actores sociales. El modelado de la interacción entre actores está basada en las estructuras procesuales de integración y diferenciación presentadas en el inciso 2.2 (figuras 30 y 31) y el 4.3 (figuras 76 y 77). De ellas podemos configurar tríadas de variables o categorías –que en última instancia son nodos neurales tetraédricos-, con un significado que se ha construir como agrupación por parte del investigador-. A continuación sintetizo las características de dichos nodos. 4.5.1 Configuración tetrádica de la unidad de análisis Cada nodo neural tetraédrico tiene tres subnodos neurales que pueden estar habilitados los tres, dos, uno o ninguno y se integran en un cuarto nodo integrador.

Figura 87: tríadas y unidad teátrica en la construcción del sistema SiAs

Al mismo tiempo, en forma concomitante, uno de los nodos del tetraedro neural distribuye o diferencia a información que recibe hacia tres nodos que “acomodan” la información en forma sincrónica –como grupos de significados integrados heterogéneos-. Ambos tétradas se unen para formar el “nodo semilla del sistema”- Ambos nodos están coordinados en forma transversal por un “nodo coordinador adaptativo”. En su conjunto, el nodo semilla esa constituido por tres tríadas, una d ellas asimila o abstrae información, la otra generaliza o acomoda información y una tercera, adapta su acoplamiento con otras partes del sistema. Esa última tríada funge como tríada equilibradora. Desde esta manera, la tríada de tríadas o nodo semilla,

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reproduce una parte del campo cognoscitivo y permite construir diferentes niveles, y estructuras de conocimiento, organizadas como sistema complejo.

Figura 88: funciones en el nodo coordinador del SiAs

Un segundo nodo organiza la información en forma diacrónica, como grupo de significados en serie. Un tercer nodo hace una transformación de la información cualitativamente / cuantitativamente numérica, a textos, mediante estrategias de sistemas expertos. A partir de la integración de tres nodos semilla, se configura un subsistema que tiene nueve variables, tres subcategorías y una categoría. La estructura derivada en esta configuración es la que usaremos para configurar una unidad de análisis del componente epistémico /psicológico para el análisis social de problemáticas. En la siguiente figura muestro esta estructurar categórica, así como la integración de tres de estas estructuras para configurar lo que identifico un sistema adaptativo de 27 variables y 13 categorías.

Figura 89: del nodo coordinador al sistema

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En la siguiente figura muestro los componentes básicos de un sistema.

Figura 90: componente del sistema SiAs

Recordemos que el registro de los observables deriva de la aplicación de instrumentos de investigación, que a su vez, están soportados por técnicas de primero (cuantitativas), segundo (cualitativas) o de tercer orden (de acción participativa). Pero recordemos que toda acción de análisis social incluye componentes cualitativos y cuantitativos. No es posible desligarlos y en unos casos unos predominan sobre los otros. El reto consiste en explicitar de que manera predominan unos en algunos casos, y los otros, en otros casos. En términos generales, las técnicas idóneas para el SiAs son las de segundo orden, en donde el reto radica en organizar estructuralmente en las posibilidades adaptativas de la unidad de análisis- las posibilidades de los comportamientos delos actores sociales. Dichas posibilidades están implícitas en los textos, en los discursos de los actores sociales, y el reto de los instrumentos es precisamente saber recuperar y organizar los observables derivados de los actores sociales. La descripción del sistema SiAS se puede consultar en su primera versión en Amozurrutia (2011). El modelo de unidad de análisis puede tener diferentes componentes de la epistemología genética. A continuación describo tres posibles formas o modelos de dicha unidad de análisis, modelos que enfrentan lo complejo de la realidad psico-socio-cultural. Hasta este momento explicitaré que lo complejo deriva

de la naturaleza heterogénea de las integraciones, de las interdependencias concomitantes entre los nodos semilla, de los retos para diferenciar integraciones homogéneas que generan

nuevas naturalezas –emergencia de lo nuevo-,

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de las inconsistencias e incoherencias derivadas de las relaciones entre los nodos que operan en los tres dominios y

del reto permanente de las actualizaciones, ampliaciones y recortes del sistema respecto a su relación con el entorno

Estos retos son o que califican de complejo en las problemáticas sociales. Aunque pueden tener su correspondencia con los fenómenos físicos y naturales, y en última instancia ambas perspectiva enfrentan niveles de complejidad semejantes, preciso que la forma para enfrentar dichos retos parte de los principios y conceptos piagetianos, organizados dentro del campo cognoscitivo que he descrito hasta ahora. Pero es necesario explicitar que paradójicamente, lo complejo depende del nivel de observación de quien lo define y lo enfrenta. Lo que hoy es complejo, mañana seguramente será menos complejo o pase a formar parte del lenguaje del sentido común, como lo fue la concepción de la forma de la tierra. También es importante reconocer que el nivel de observación al que me refiero no puede modificar muchas cosas del entorno, de lo otro, especialmente del nivel biofísico de lo otro. Es por ello que nuestra construcción de realidad debe tomar en cuenta las capacidades como constructores para habilitar relaciones de lo otro –de los otros-, reconociendo que hay relaciones no neurales que difícilmente se modifican. De aquí la imposición de formas materiales que debemos observar desde una perspectiva que se adecue a su juego, combinación y desde luego, de la poética con que modelamos de nuestras formas afectivas y lógicas.

4.5.2 Modelo orientado a procesos de abstracción y generalización Este modelo toma en cuenta el agrupamiento de las siguientes zonas discursivas y selecciona solo algunas de las zonas dialécticas del campo cognoscitivo. Preciemos que quedan fuera seis zonas de equilibración y n toma en cuenta las implicaciones de la concomitancia en los niveles afectivo y lógico. La atención a las relaciones causales es menor que el siguiente modelo que si las toma en cuenta. Este modelo está orientado a comprender mejor los procesos de abstracción y generalización. Los primero permiten ver la capacidad de aprendizaje del actor social, la capacidad de construir sus propios afectos asociados a sensaciones que lo mueven consciente e inconscientemente, que finalmente permiten configurar conjeturas a nivel lógico, imágenes y elucubraciones a nivel afectivo e idealizaciones a nivel espiritual. La tercera tríada de la unidad de análisis se orienta a delimitar los procesos de enseñanza en el actor social, en la forma como comunica sus imágenes y sentires, dentro de lenguajes de sentido común o lenguajes especializados.

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El nivel de equilibración entre procesos de interiorización / aprendizaje y exteriorización / enseñanza, los podemos apreciar en la forma como definamos los procesos de asimilación y acomodación y especialmente, sus formas de equilibrio. Recordemos que para Piaget la asimilación puede regir gran parte del proceso de interiorización, entonces podemos vincularla al menos con la abstracción empírica. En forma semejante el proceso de acomodación lo podemos vincular a la generalización inductiva, incluyendo las formas como el actor social pone en práctica sus habilidades no solo corporales sino asociadas a los lenguajes de sentido común. En términos prácticos en el marco de los criterios asociados a los instrumentos que permiten aplicar estos principios de dentro de las técnicas de investigación, el nivel de equilibración lo podemos definir como la proporción de cualidades y cantidades registradas en las funciones de asimilación y acomodación. Si una de las dos excede con mucho a la otra, es posible inferir que el actor social presenta una mayor tendencia a la dispersión –en el caso de exagerar su disposición para asimilar “cualquier cosa nueva”, pero solo a poner en práctica muy poco de ello. Igualmente, si apreciamos que el actor social solo se circunscribe a poner en práctica muy pocos recursos / habilidades que no se abren a nuevas formas de asimilar diferentes formas de la realidad con quien interactúa, presentará entonces un desequilibrio al mostrar una conducta cerrada y circunscrita a lo que ya sabe y no se aventura a aprender, a asimilar lo nuevo. A continuación el mapa del primer modelo de análisis del comportamiento cognoscitivo de un actor social:

Figura 91: Modelo orientado a procesos de abstracción y generalización

La estructura de la unidad de análisis es la siguiente. Observe que solo se toman en cuenta tres niveles de equilibración.

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Figura 92: Unidad de análisis orientada

a procesos de abstracción y generalización La orientación de las funciones vinculadas a las variables y el sentido de las subcategorías y categoría general, nuevamente depende del actor social seleccionado y de las interacciones que tiene con su entorno, con los otros. Si el actor social es un migrante, los procesos de asimilación –por ejemplo- deben estar referidos a su interacción con el maestro o con otros estudiantes o familiares. En todos los casos, la definición de las categorías y de las variables debe incluir el tema y los aspectos esenciales del contexto donde aplica el análisis epistemológico. Para el caso de la interacción de estudiantes con maestros y padres de familia, “el nivel de los procesos de conocimiento” incluye que es “en estudiantes y maestros sobre temas de matemáticas y español…, de las escuelas de la región centro del estado…”. Para el caso de la interacción de migrantes con actores sociales del lugar de destino y con familiares, “el nivel de los procesos de conocimiento” incluye que es “en migrantes, actores sociales del lugar de destino y con familiares, sobre temas de lenguaje e identidad…, de la ciudad de… y lugar de residencia de… 4.5.3 Modelo orientado a procesos de interiorización / exteriorización en los tres dominios cognoscitivos Este modelo toma en cuenta el agrupamiento de las siguientes zonas discursivas y selecciona al menos dos zonas dialécticas del campo cognoscitivo por subcategorìa:

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Figura 93: Modelo orientado a procesos de interiorización / exteriorización

en los tres dominios cognoscitivos La estructura de la unidad de análisis es la siguiente. Observe que se toman en cuenta seis niveles de equilibración.

Figura 94: Unidad de análisis orientada

a procesos en los tres dominios La orientación de las funciones vinculadas a las variables y el sentido de las subcategorías y categoría general, nuevamente depende del actor social seleccionado y de las interacciones que tiene con su entorno, con los otros. Si el actor social es un migrante, los procesos de abstracción empírica, concomitantes a

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la generalización inductiva –por ejemplo- deben estar referidos a su interacción con otros migrantes o con familiares.

Método y metodología implicadas

El método que deseo presentar se orienta al uso de los conceptos anteriores para explicar no solo la construcción y desarrollo de los procesos discursivos en las seis zonas básicas, sino los procesos dialéctico entre ellas. El reto fundamental será integrar la visión epistemológica, matemática y sistémica de Piaget con una perspectiva sistémica asociada a los sistemas adaptativos que me permite modelar los procesos cognoscitivos de actores sociales de nuestro interés, aquellos asociados a los proyectos de investigación sobre problemas sociales. La secuencia será la de modelar –con base en las zonas y subzonas del Campo Cognoscitivo- primero el dominio biofísico en el que las funciones básicas serán las de asimilación / acomodación los procesos de equilibración entre ellas. Más adelante el dominio afectivo bajo las funciones concomitantes de la abstracción empírica / generalización inductiva y finalmente las funciones básicas del dominio lógico, la abstracción reflexiva y la generalización completiva, ambas con sus procesos de equilibración.

 

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Apéndice: ejercicios

EJERCICIOS PRIMERA PARTE 1. Copia estas dos figuras en una lámina de ppt.

2. Indica en la figura a) de la izquierda –mediante círculos o elipses de color-, la zona donde se encuentra tu mayor potencial como persona, puedes poner hasta tres figuras.

3. Describe cada zona señalada –que puede tener intersecciones con otras- de acuerdo a las definiciones que establecimos para las seis zonas discursivas y las nueve dialécticas.

4. Selecciona una acción o actividad significativa en tu quehacer diario. 5. Traza el trayecto “racional” o no de la acción seleccionada, que pueda

vincular las tres zonas y descríbelo con los elementos conceptuales de esta sección.

6. Representa el mismo fenómeno –las 3 zonas y la(s) trayectorias- con la figura b) relativa a la representación elíptica.

7. Qué partes de la zona o trayectorias no pudiste representar? EJERCICIO 2. A partir de tu proyecto de investigación, 1. Selecciona un actor importante que tomarás en cuenta para hacer u análisis 2. Sigue los mismos pasos que en el ejercicio anterior indicando igualmente tres

zonas sobre sus cualidades o atributos más importantes que deseas analizar, y las trayectorias posibles en ellos. Representa el mismo fenómeno en la figura elíptica. No revises el ejercicio anterior para que esta representación sea lo más apegada a lo que piensas de tu actor de interés.

EJERCICIO 3. Compara ambas láminas, las de tu propia imagen de aproximación cognitiva y la del actor que estudiarás.

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1. Qué diferencias ves?. En una o más láminas nuevas de ppt en el mismo archivo escribe tus reflexiones. Usa un cuadro de texto con letra arial de 18 puntos y aplicando los términos usado en esta sección.

2. Selecciona una de las imágenes que a continuación presento, para establecer una correspondencia con la tuya y la de tu autor representado.

3. Indica las semejanzas y diferencias. 4. ¿Porqué existen? Usa nuevas láminas de texto en el mismo archivo. EJERCICIO 4. Describe cada uno de los perfiles cognoscitivos de las siguientes figuras:

Figura E1: Perfiles cognoscitivos por definir

EJERCICIOS SEGUNDA PARTE

EJERCICIO 5.

Con base en un proyecto de investigación de interés para el lector de estas notas, responde a las siguientes preguntas:

a) Describir en una tabla el tipo de actor, la naturaleza en los aspectos espaciales, temporales y la forma de interacción con otros actores. Indicar al menos tres tipos de relación (empíricas, de implicación, lógicas y causales) en cada caso.

b) Representarlos en un mapa como el de la figura 37. c) Para cada interacción, definir nuevamente la presencia de los procesos de

asimilación, acomodación, y las formas de abstracción y generalización de acuerdo a las definiciones del inciso 2.4

d) Hacer un mapa con la representación secuencia de las principales interacciones del actor principal con base en los criterios de la figura 39b

e) Indicar la forma de los procesos de regulación y compensación en el mapa anterior. f) Representar un proceso de interacción entre dos de los actores más importantes

con base en la dinámica de la figura 47 y 48

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g) Representar la dinámica entre dos actores esenciales del problema de acuerdo a la organización que se muestra en la figura 49.

h) Indicar el comportamiento ideal del actor más importante con base en la organización en subzonas de la figura 60 y describir oral y en lenguaje escrito, dicha trayectoria

i) Indicar el comportamiento real del actor más importante con base en la organización en subzonas de la figura 60 y describir oral y en lenguaje escrito, dicha trayectoria

j) Comparar las dos trayectorias, la ideal con la real indicando las diferencias en términos de las diferencias implicadas en las subzonas.

EJERCICIOS TERCERA PARTE Con base en un proyecto de investigación de interés común para tres lectores de estas notas, responder a las siguientes preguntas:

a) Analizar los retos de equilibración en los mapas anteriores –el de un actor en su componente ideal y real, y el mapa de su interacción con otro actor, de acuerdo a concepto dl inciso 3.3.|a 3.6

b) Indicar las formas de equilibración mas importantes con base en los criterios de distinción mostrados en la figura 66

c) Analizar las trayectorias posibles de retroalimentación de un actor esencial de acuerdo a criterios mostrados en el mapa 67

d) Incluir en el mapa anterior una numeración de las subzonas de acuerdo a criterios propios del investigador

e) Describir las trayectorias y las zonas implicadas con base en el lenguaje presentado en la figura 71

f) Construir una unidad de análisis orientada a procesos de abstracción / generalización o, a procesos de equilibración entre los tres dominios del campo cognoscitivo del actor principal del problema. Incluir identificación de categorías y variables

g) Escribir dos cuartillas sobre los procesos cognoscitivos de dicha unidad de análisis, prestando especial atención a los mayores retos para u operación bajo un equilibrio dinámico.

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Apéndice 1: Definiciones de referencia

Definiciones previas de conceptos asociados al mapa conceptual de la figura “a”

materia/energía: par de conceptos que se distinguen por el nivel de observación que se tenga a las formas de energía posible. Si el nivel de observación es grande, la energía se puede observar como materia condensada o cristalizada, como partícula con una dinámica baja en su cambio de relaciones. Si se observa lo más cerca posible, la energía se presenta en forma de onda, ya como radiación, onda electromagnética o partículas gasificadas o evaporadas, con una dinámica muy alta, o también como partícula.

flujos, conjunto de elementos/relaciones en movimiento permanente, que se

comporta de acuerdo a una forma que los circunscribe a una dinámica específica de acuerdo a las propiedades, características o atributos de dichos elementos y relaciones,

relación: vínculo entre dos elementos que puede distinguirse por su

distancia, diferencia o semejanza cualitativa en las propiedades, características o atributos asociados a ellos. Los elementos pueden estar en diferentes fases, niveles, o dinámicas semejantes o distintas. Las relaciones entre los elementos de una interfase o inter-nivel son posibles pero muy efímeras.

relación cognoscitiva: siempre será una forma de significación derivada de

la convergencia entre dos relaciones en un mismo lugar o la divergencia de una relación desde un mismo lugar.

estructura: conjunto de correspondencias valoradas de acuerdo a una

axiología explicitada. En su concepción sincrónica, la estructura es un criterio de organización jerárquico estable y permite tomar decisiones. En su concepción diacrónica, la estructura es la forma que toma un flujo de materia/energía dentro de una función o proceso. Una estructura con relaciones débiles es fácilmente estructurable.

estructuración: el cambio en las relaciones dentro de una estructura. El

cambio no puede ser más dinámico que el proceso determinado por los flujos dentro de una fase o nivel. Una estructura que participa en un proceso que opera sobre otras estructuras, es una estructura estructurante.

funciones: conjunto de dos o más correspondencias, formalizada dentro de

un espacio cartesiano en el que se distinguen las partes de las correspondencias como dimensiones de dicho espacio y como variables dependientes –generalmente más estables- y variables dependientes –generalmente más dinámicas.

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procesos: conjunto de funciones organizadas dentro de criterios

estructurales. El desarrollo de esta primera definición puede definir un proceso como un conjunto de elementos/relaciones de materia/energía organizados dentro de correspondencias y representables dentro de un espacio cartesiano u otro tipo de espacio de dos o más dimensiones.

zona: uno o más procesos vinculados entre sí mediante correspondencias, funciones, y caracterizados por elementos comunes en su dinámica.

fase: conjunto homogéneo de propiedades, características o atributos de

formas de materia/energía que se comportan de manera estable –dentro de un equilibrio acotado- por condiciones fijas, durante un periodo de tiempo cronológico. Se caracteriza por tener un “estado estable” en el comportamiento de dichas propiedades.

interfase: zona entre dos fases, en donde se presentan transformaciones en las propiedades, características o atributos de dos fases distintas. Es una zona de comportamiento irregular y en otra dinámica de equilibrio.

niveles: otra forma de distinción más amplia de un conjunto no homogéneo

de propiedades, características o atributos de formas de materia/energía que se comportan de distinta manera y dentro de un comportamiento variable, pero continuo en el tiempo. También podemos sustituirlo por el concepto de “estrato”. En ambos casos dicho conjunto de comportamientos configura un “dominio” de la materia/energía

inter-niveles, zona entre dos niveles, en donde se presentan

transformaciones en las propiedades, características o atributos de dos niveles distintas. Es una zona de comportamientos irregulares en otra dinámica de equilibrio.

Explicación epistemológica de los conceptos anteriores Al inicio de la primera parte explicité que usaría conceptos que deberían estar definidos ya desde una perspectiva constructivista de la epistemología genética. Di por sentado que el lector los comprendería y prometí redefinirlos al final del texto. Los siguientes párrafos no son una definición formal de ellos, pero si son acomodados a partir de una asimilación posterior de abstracciones y generalizaciones hechos a lo largo del texto.

Sobre el par materia / energía: ambos conceptos se interpenetran –por ello la diagonal- si nuestro nivel de observación sobre las manifestaciones de la energía son concebidas desde una generalización completiva propia de un lenguaje de la física. Ello exige partir de un nivel onda o de partícula, y si tomamos este último

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podemos apreciar diferentes niveles de cristalización de la energía como materia, que está construida desde el dominio físico y biofísico, y conforme se va disolviendo, evaporando, o sublimizando, la concepción de materia asume formas de energía ya ondas y vibraciones más cercanas a los dominios afectivos y lógicos. Estas formas y definiciones son tan profundas y construidas en las zonas de equilibración en torno a “e5”, como el observador las construya y tan interpenetradas en su discurso –oficial o informa- como domine la fuerza de internalización sobre la de externalización, que será la más frecuente de encontrar.

Los flujos son también una forma de materia y energía más propia de ser comprendida en los niveles afectivos, aunque también son construidos lógicamente, con definiciones que los acomodan directamente en lenguajes externos para referirlos a su evidencia física. Considero que los flujos emocionales son más significativos en la construcción de conocimiento, y no en su explicación.

Los vínculos entre las resonancias de una relación, -que siempre será cognoscitiva, a menos que el constructor se deslinde de ella y la considere inamovible, como es el caso de las relaciones físicas con fuerzas superiores a las nuestras-, presentan retos asociados al reconocimiento de la naturaleza de la relación o a la transformación de dicha relación para poder establecer comunicación con otras naturalezas. Cuando las relaciones amarran atributos o características que no han sido explicadas, entonces el misterio surge y la necesidad de explicarlo hace crecer el conocimiento, deviene en nuevos significados. Si este crecimiento es incrementante, podemos ser afortunados de participar en una evolución. Si regresa a niveles previos desequilibrados o incluso encuentra más facilidad para reconstruir esfuerzos anteriores, considero que las relaciones involucionan y nos encontramos con nuevos retos que no pocos no deseamos enfrentar, aunque si sea necesario enfrentarlos.

Las estructuras son nuestros criterios de organización de los flujos para canalizar la energía de nuestras fuerzas cognoscitivas. Las estructuras determinan el sentido que damos, por voluntad en los dominios físicos y afectivos, a nuestra acciones, explicaciones y demás acciones de estos dominios. Bajando al nivel biológico, las estructuras están muy determinados –no sabemos hasta donde!- y por el momento nos determinan, a lo que Piaget denomina como herencias innatas y primeros impulsos de nuestros hábitos en esquemas de acción. En cada uno de nosotros están determinadas por los matices de dichos conceptos y sintetizadas en nuestras percepciones y habilidades. Las estructuras no son otra cosa que el orden y valoración y sentido que damos a las seis funciones básicas en el proceso evolutivo o involutivo del conocimiento.

La estructuración es otro momento de la construcción / reconstrucción de orden, jerarquía, combinación y seriación en procesos cognoscitivos. Se pueden pensar, y explicar como un proceso complejo con una dinámica poco repetitiva. Son evidencia

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de los isomorfismos e invariancias que permiten la estabilidad de las regulaciones y los que nos permiten explicar nuestro acercamiento a lo complejo.

Las funciones y procesos son la misma gata revolcada, -gato o gata en estado de efervescencia afectiva-racional-. Ambos conceptos, vistos desde la presencia del tiempo implacable –cuando no lo podemos hacer a un lado-, son distinciones occidentales respecto a los procesos de estructuración. Si estamos del lado de que todo fluye y cambia permanentemente, abogaremos por las funciones y funciones de funciones o funciones de segundo, tercero y cuarto orden, para imposibilitar la reflexión, en ocasiones un tanto restrictiva y ciega desde las estructuras. Hay funciones y procesos muy estables –respecto a sus posibilidades para seguir creando conocimiento- que operan bajo el dominio de lo fisicoquímico en ciclos homeostáticos. Desde un punto de vista casi determinista, no los podemos alterar o modificar, aunque si pensamos en la filogénesis, el problema cambia, ya que operan con relaciones menos duras –en el devenir de los tiempos- aunque con pocas resonancias respecto a las relaciones afectivas y lógicas, más flexibles y cambiantes.

Conforme subimos en la escalera de los matices en los dominios del campo cognoscitivo, las funciones pueden pensarse más reversibles y entonces, lograr resolver con mayor facilidad contradicciones, meollo de nuestra racionalidad para resolver problemáticas sociales, y es el caso de su concepción más matemática o lógica. El paso de un criterio a otro –del biológico al lógico- es precisamente la gran hipótesis piagetiana que compartimos: explicar la continuidad funcional entre funciones biológicas –asimilación de un alimento- y lógicas –asimilación de un concepto. La clave del asunto está en trabajar en la interfase entre ambos tipos de relaciones, en el paso de las relaciones empíricas y de implicación a la lógica, y esto no es más que la comprensión cabal de procesos de abstracción y generalización. Recordemos que las relaciones afectivas, que si bien están firmemente atadas las emociones de los primeros momentos de vida, también están atadas a tejidos que podemos ir descifrando como afectos y sentimientos de momentos postreros de nuestra vida. Este tejido en transición, propio del trabajo creativo de muchos artistas e investigadores, es el que debemos trasplantar a los dominios de las “ciencias naturales y sociales” en su versión dura y clásica. La música tiene mucho que decir y habremos de aprender de ella para comprender mejor la continuidad funcional del fondo a la forma, de lo discreto a lo continuo, de la cantidad a la cualidad, -todas ellas construcciones de relaciones causales afectivas y lógicas- aunque desde luego dentro de los lenguajes y capacidades que cada uno tiene al explicitar sus estructuraciones.

Las interfases son las zonas de relevancia para la construcción de nuevo conocimiento. Podemos aprender aolgo de las interfase fisicoquímicas?, quizá nos proporcionen algunos elementos que mejoren nuestra comprensión del paso de lo biofísico a lo afectivo y a lo lógico, aunque la interfase mas relevante es la que teje o construye relaciones causales.

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El juego de resonancias que entran en sincronía en los tejidos y discursos anteriores, constituye una manera de comprender y explicar dichas relaciones. Tejerlas implica un trabajo arduo que cada uno de nosotros debe hacer inicialmente con nuestras propias percepciones y habilidades, y en paralelo, compartiéndolas con los otros, porque entonces lograremos un consenso compartible. Es más difícil lograrlo entre hermanos, porque las relaciones de herencia comunes son quizá más duras y con dificultades para resignificarse. Pero puede ser más fácil entre nuestros maestros y nuestros estudiantes, porque hay menos tensiones y representaciones que sesguen el sentido de lo que deseamos encontrar. El caso de los equipos de investigación lo veo privilegiado, porque si el grupo supera distinciones jerarquizadas por el contexto, y asume una permanente dialéctica entre aprender y enseñar, los encuentros serán mayores, las resonancias más próximas y las sincronías potenciarán voluntades. El encuentro de relaciones que no solo equilibren, sino que conduzcan a sincronías en las resonancias cognoscitivas, es un privilegio que no debemos desperdiciar.

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