Restauración Para Un Mundo Roto

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RESTAURACIÓN PARA UN MUNDO ROTO El sábado pasado tuvimos la experiencia de poder ver, entender y reflexionar acerca de las cuatro rupturas del ser humano que son con: 1) Dios, 2) Uno mismo, 3) Humanidad y 4) La naturaleza. Lo podemos ver claramente en el capítulo tres del libro de Génesis. Esta experiencia de las cuatro rupturas es terriblemente devastadora, tétrica y desesperante para nuestra existencia como seres humanos, vamos cayendo en un mundo de decadencia, pobreza (en todos los sentidos), pero sobre todo en una profunda depresión social, que se manifiesta en la indiferencia ante las desgracias y una terrible corrupción de todo lo bueno y justo. Nos encontramos ante un mundo con una realidad posmoderna esto significa que los metarrelatos que se levantaron en la modernidad han caído y con ella todo el sistema de fe en la ciencia y en la razón. La posmodernidad nos da la oportunidad de experimentar con otros ojos la fe y nos da acceso a expresar al cristianismo como una religión más. El problema de esta era es que todo se ha vuelto relativo, se vuelve un ir y venir de doctrinas, ideas y corrientes filosóficas, buscando adeptos y en donde cada uno abraza alguna de ellas. Pero no solamente se ha vuelto un caos con la cuestión de que todo es de acuerdo al cristal con que se mira, sino que el materialismo social ha provocado en nosotros la sensación de vivir vidas desechables, lo que significa que podemos agarrar cualquier pensamiento estirarlo hasta donde me conviene y después desecharlo, para tomar uno que ahora se adecue a mis necesidades, pero sobre todo que se de acuerdo a mi estado de ánimo. Esto ha afectado todas las esferas de nuestra realidad y ha despertado todo tiempo de frustraciones entre nosotros ya que no hallamos un verdadero contentamiento con algo, al contrario esta realidad de vivir en el relativismo ha traído grandes dolores y heridas a nuestra humanidad. De las consecuencias terribles que ha provocado el relativismo es acerca del concepto de la verdad, lo que para mí es verdadero para

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RESTAURACIN PARA UN MUNDO ROTO El sbado pasado tuvimos la experiencia de poder ver, entender y reflexionar acerca de las cuatro rupturas del ser humano que son con: 1) Dios, 2) Uno mismo, 3) Humanidad y 4) La naturaleza. Lo podemos ver claramente en el captulo tres del libro de Gnesis.

Esta experiencia de las cuatro rupturas es terriblemente devastadora, ttrica y desesperante para nuestra existencia como seres humanos, vamos cayendo en un mundo de decadencia, pobreza (en todos los sentidos), pero sobre todo en una profunda depresin social, que se manifiesta en la indiferencia ante las desgracias y una terrible corrupcin de todo lo bueno y justo.

Nos encontramos ante un mundo con una realidad posmoderna esto significa que los metarrelatos que se levantaron en la modernidad han cado y con ella todo el sistema de fe en la ciencia y en la razn.

La posmodernidad nos da la oportunidad de experimentar con otros ojos la fe y nos da acceso a expresar al cristianismo como una religin ms. El problema de esta era es que todo se ha vuelto relativo, se vuelve un ir y venir de doctrinas, ideas y corrientes filosficas, buscando adeptos y en donde cada uno abraza alguna de ellas.

Pero no solamente se ha vuelto un caos con la cuestin de que todo es de acuerdo al cristal con que se mira, sino que el materialismo social ha provocado en nosotros la sensacin de vivir vidas desechables, lo que significa que podemos agarrar cualquier pensamiento estirarlo hasta donde me conviene y despus desecharlo, para tomar uno que ahora se adecue a mis necesidades, pero sobre todo que se de acuerdo a mi estado de nimo.

Esto ha afectado todas las esferas de nuestra realidad y ha despertado todo tiempo de frustraciones entre nosotros ya que no hallamos un verdadero contentamiento con algo, al contrario esta realidad de vivir en el relativismo ha trado grandes dolores y heridas a nuestra humanidad.

De las consecuencias terribles que ha provocado el relativismo es acerca del concepto de la verdad, lo que para m es verdadero para alguien ms puede resultar una mentira. Cuando no hay verdades absolutas no hay lmites claros en cuanto a lo que debe respetarse por todos, la carencia de tener lmites claros nos conduce a una bsqueda insaciable de encontrar ese punto de estabilidad y de que alguien pueda decir hasta aqu puedes avanzar.

Otra consecuencia es a la hora de entender y definir el concepto de pecado, una de nuestros mayores problemas a la hora de tomar decisiones de cualquier tipo y ms en las cuestiones morales, es que tenemos siempre la pregunta de que si es pecado o no es pecado esto o aquello. El problema es que en gran medida la gente que hace mal piensa, cree y vive suponiendo que todo lo que hace no es malo y que no era con esa mala intencin hacer las cosas.

No solamente tenemos una mirada relativa de la verdad y el pecado sino que hemos reducido la culpabilidad a una experiencia psicolgica que carece de sentido para nuestro corazn, tambin si mi concepto de verdadero y de lo que es pecado es completamente diferente no me causa ninguna angustia, la conciencia que Dios ocupa para regular mi experiencia se encuentra insensible ante su voz y ante su palabra.

Y por ltimo nos encontramos ante la experiencia del Evangelio, las buenas nuevas que dejan de ser buena noticia. Si las personas no se sienten culpables y, hay una creciente carencia de culpa en nuestra sociedad, no tienen necesidad del perdn y, consecuentemente, no perciben ni valoran las buenas noticias del evangelio que traen perdn para el pecador.

Cmo podemos compartir el evangelio a una generacin que carece de un sentido de culpa, porque no tiene un concepto de pecado? Cul es la buena noticia para esa generacin? El perdn? De qu han de ser perdonados, si de nada se sienten culpables?

La primera, es una ruptura con Dios. En el relato de Gnesis vemos cmo el hombre se esconde de su creador y lo hace porque se siente culpable y, se siente culpable, simplemente porque lo es. Tiene conciencia de haber hecho mal y experimenta la vergenza de haberle fallado a Dios. Tiene cosas que ocultar y, por tanto, no puede ser transparente ante Dios y se esconde.

La segunda, es una ruptura interna. Cuando leemos el texto nos damos cuenta que el ser humano comienza a experimentar, como consecuencia de su rebelin contra Dios, estados emocionales autodestructivos que, anteriormente, estaban ausentes de su vida. Adn y Eva sienten vergenza, miedo, culpabilidad. Si vamos al siguiente captulo podremos ver que aparecen la ira, los celos y la envidia. A todos estos podramos aadir muchos ms, la depresin, la ansiedad, la angustia, los remordimientos y toda esa amplia gama que todos nosotros hemos experimentado, experimentamos o experimentaremos a lo largo de nuestra experiencia humana y que rompen interiormente al ser humano. La tercera, es una ruptura con otros seres humanos. Adn y Eva se enfrentan mutuamente. Si pueden salvar su pellejo a costa de hundir al otro no dudan en hacerlo. El pecado ha roto sus relaciones, se acusan mutuamente ante Dios en vez de solidariamente aceptar su responsabilidad. De nuevo, en el captulo 4 vemos un paso ms en ese proceso de degradacin de las relaciones, Can mata a su hermano Abel.

La cuarta y ltima es una ruptura con la creacin. El ser humano, que haba recibido el encargo de ser un mayordomo de la creacin se ha convertido en un depredador. La tierra, dir el Seor en Gnesis, ser maldita por tu culpa . Toda la creacin, afirma el apstol Pablo, gime esperando la liberacin. Desde ese momento la humanidad no ha dejado de destruir la creacin de Dios.

La Biblia, como consecuencia del pecado, define al mundo como un universo roto y fracturado. Todo ser humano, t y yo incluidos experimentamos esas rupturas. Puede ser difcil para muchos jvenes reconocer que hay una ruptura en su relacin con Dios, pero no negarn las otras tres Son tan evidentes en todas nuestras vidas!

Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio. Pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo. (1Jn 3:8)

El ser humano slo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espritu Santo.* As que no te sorprendas cuando digo: Tienen que nacer de nuevo. El viento sopla hacia donde quiere. De la misma manera que oyes el viento pero no sabes de dnde viene ni adnde va, tampoco puedes explicar cmo las personas nacen del Espritu. (Jua 3:6-8)

La gran obra del diablo ha sido inducir al ser humano a rebelarse contra Dios y, consecuentemente, experimentar esas cuatro grandes rupturas. Si el pecado ha trado al ser humano rompimiento, la salvacin ganada por Jess, trae restauracin.

Si el pecado afect al ser humano de forma integral, del mismo modo la salvacin ha de afectar a la humanidad de forma integral. La salvacin es pues el proceso por medio del cual Dios restaura en nosotros esas cuatro fracturas, Dios nos reconcilia con l, nos reconcilia con nosotros mismos, nos reconcilia con otros y nos reconcilia con su creacin.

La salvacin no es nicamente un asunto espiritual. Tiene una vertiente espiritual, pero es mucho ms que eso, del mismo modo que el pecado no es nicamente una cuestin espiritual, es algo que afecta al ser humano en su totalidad.

El relativismo, por tanto, no supone un obstculo para que el evangelio sea buena noticia. Nos encontramos ante una generacin de jvenes que est rota y se siente rota y nosotros tenemos una increble noticia para ellos, Dios tiene el deseo y el poder para restaurar sus vidas y sus relaciones y lo hace por medio del Jess, el hombre nuevo, el modelo y prototipo de una nueva humanidad.

No necesitamos insistir en nuestras viejas estrategias de hacer sentir culpables a los jvenes para despus aliviar su sentido de culpa. Comencemos donde estn, comencemos con su experiencia de ruptura y expliqumosles por qu viven y experimentan esas rupturas y cmo a travs de Jess pueden ser restauradas y sanadas.

1. Examina tu propia vida Puedes reconocer esas cuatro rupturas?2. Has experimentado la salvacin integral que Jess gan para ti? Hay alguna de esas rupturas que an no ha sido sanada por Dios?3. Acrcate a los dems y pregntales si experimentan esas rupturas. Escucha cuidadosamente sus respuestas.4. Pregntales si pueden explicar de dnde proceden, cul es la causa de esas rupturas que afirman experimentar.

y dijo: Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domsticos, sobre los animales salvajes,[b] y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo. (Gn 1:26)

Rom 3:10-26 As est escrito: No hay un solo justo, ni siquiera uno; (11) no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios. (12) Todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; no hay uno solo![b] (13) Su garganta es un sepulcro abierto; con su lengua profieren engaos.[c] Veneno de vbora hay en sus labios![d] (14) Llena est su boca de maldiciones y de amargura.[e] (15) Veloces son sus pies para ir a derramar sangre; (16) dejan ruina y miseria en sus caminos, (17) y no conocen la senda de la paz.[f] (18) No hay temor de Dios delante de sus ojos.[g] (19) Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes estn sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios. (20) Por tanto, nadie ser justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; ms bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado. (21) Pero ahora, sin la mediacin de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. (22) Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distincin, (23) pues todos han pecado y estn privados de la gloria de Dios, (24) pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redencin que Cristo Jess efectu.[h] (25) Dios lo ofreci como un sacrificio de expiacin[i] que se recibe por la fe en su sangre, para as demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios haba pasado por alto los pecados; (26) pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jess.

Rom 5:6-11 A la verdad, como ramos incapaces de salvarnos,[b] en el tiempo sealado Cristo muri por los malvados. (7) Difcilmente habr quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. (8) Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todava ramos pecadores, Cristo muri por nosotros. (9) Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, con cunta ms razn, por medio de l, seremos salvados del castigo de Dios! (10) Porque si, cuando ramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con l mediante la muerte de su Hijo, con cunta ms razn, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida! (11) Y no slo esto, sino que tambin nos regocijamos en Dios por nuestro Seor Jesucristo, pues gracias a l ya hemos recibido la reconciliacin.

Rom 8:3-9 En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anul su poder; por eso Dios envi a su propio Hijo en condicin semejante a nuestra condicin de pecadores,[c] para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. As conden Dios al pecado en la naturaleza humana, (4) a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos segn la naturaleza pecaminosa sino segn el Espritu. (5) Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espritu fijan la mente en los deseos del Espritu. (6) La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espritu es vida y paz. (7) La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. (8) Los que viven segn la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. (9) Sin embargo, ustedes no viven segn la naturaleza pecaminosa sino segn el Espritu, si es que el Espritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espritu de Cristo, no es de Cristo.Rom 8:22-30 Sabemos que toda la creacin todava gime a una, como si tuviera dolores de parto. (23) Y no slo ella, sino tambin nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopcin como hijos, es decir, la redencin de nuestro cuerpo. (24) Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza. Quin espera lo que ya tiene? (25) Pero si esperamos lo que todava no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia. (26) As mismo, en nuestra debilidad el Espritu acude a ayudarnos. No sabemos qu pedir, pero el Espritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. (27) Y Dios, que examina los corazones, sabe cul es la intencin del Espritu, porque el Espritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. (28) Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman,[e] los que han sido llamados de acuerdo con su propsito. (29) Porque a los que Dios conoci de antemano, tambin los predestin a ser transformados segn la imagen de su Hijo, para que l sea el primognito entre muchos hermanos. (30) A los que predestin, tambin los llam; a los que llam, tambin los justific; y a los que justific, tambin los glorific.

Col 1:13-16 l nos libr del dominio de la oscuridad y nos traslad al reino de su amado Hijo, (14) en quien tenemos redencin,[f] el perdn de pecados. (15) l es la imagen del Dios invisible, el primognito[g] de toda creacin, (16) porque por medio de l fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de l y para l.

Luc 19:10 Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se haba perdido.

Jua 1:16-17 De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia, (17) pues la ley fue dada por medio de Moiss, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.Jua 5:39-47 Ustedes estudian[c] con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! (40) Sin embargo, ustedes no quieren venir a m para tener esa vida. (41) La gloria humana no la acepto, (42) pero a ustedes los conozco, y s que no aman realmente a Dios.[d] (43) Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me aceptan; pero si otro viniera por su propia cuenta, a se s lo aceptaran. (44) Cmo va a ser posible que ustedes crean, si unos a otros se rinden gloria pero no buscan la gloria que viene del Dios nico?[e] (45) Pero no piensen que yo voy a acusarlos delante del Padre. Quien los va a acusar es Moiss, en quien tienen puesta su esperanza. (46) Si le creyeran a Moiss, me creeran a m, porque de m escribi l. (47) Pero si no creen lo que l escribi, cmo van a creer mis palabras?Jua 10:10 El ladrn no viene ms que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.Heb 10:8-13 Primero dijo: Sacrificios y ofrendas, holocaustos y expiaciones no te complacen ni fueron de tu agrado (a pesar de que la ley exiga que se ofrecieran). (9) Luego aadi: Aqu me tienes: He venido a hacer tu voluntad. As quit lo primero para establecer lo segundo. (10) Y en virtud de esa voluntad somos santificados mediante el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre. (11) Todo sacerdote celebra el culto da tras da ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. (12) Pero este sacerdote, despus de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sent a la derecha de Dios, (13) en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.Heb 4:12-16 Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y ms cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo ms profundo del alma y del espritu, hasta la mdula de los huesos,[f] y juzga los pensamientos y las intenciones del corazn. (13) Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo est al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas. (14) Por lo tanto, ya que en Jess, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos, aferrmonos a la fe que profesamos. (15) Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. (16) As que acerqumonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que ms la necesitemos.Hch 4:11-12 Jesucristo es la piedra que desecharon ustedes los constructores, y que ha llegado a ser la piedra angular .[a] (12) De hecho, en ningn otro hay salvacin, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.Efe 2:3-8 En ese tiempo tambin todos nosotros vivamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propsitos.[a] Como los dems, ramos por naturaleza objeto de la ira de Dios. (4) Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, (5) nos dio vida con Cristo, aun cuando estbamos muertos en pecados. Por gracia ustedes han sido salvados! (6) Y en unin con Cristo Jess, Dios nos resucit y nos hizo sentar con l en las regiones celestiales, (7) para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derram sobre nosotros en Cristo Jess. (8) Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios.Efe 2:14-16 Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio[b] el muro de enemistad que nos separaba, (15) pues anul la ley con sus mandamientos y requisitos. Esto lo hizo para crear en s mismo de los dos pueblos una nueva humanidad al hacer la paz, (16) para reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo mediante la cruz, por la que dio muerte a la enemistad.Gl 3:13 Cristo nos rescat de la maldicin de la ley al hacerse maldicin por nosotros, pues est escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero.[h]2Co 5:17-21 Por lo tanto, si alguno est en Cristo, es una nueva creacin. Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (18) Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcili consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliacin: (19) esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomndole en cuenta sus pecados y encargndonos a nosotros el mensaje de la reconciliacin. (20) As que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios. (21) Al que no cometi pecado alguno, por nosotros Dios lo trat como pecador,[b] para que en l recibiramos[c] la justicia de Dios.