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La admisibilidad y valoración de la prueba de odorología en México
Oscar Coronado Rincón1, Osmar Oswaldo González Zazueta2, Juan Jesús Zazueta Rodríguez3
RESUMEN
La Odorología Forense, como una herramienta más de la investigación
criminalística, abre un campo de posibilidades muy amplio en la resolución de
delitos. La posibilidad de contar con la huella olorosa, no contemplada hasta
ahora, nos permite identificar con gran claridad a la persona o personas presentes
en la escena de un crimen, o aquellos que han tocado objetos relacionados con el
mismo.
Pero su eficacia depende de una cuidadosa identificación y toma de muestra en el
lugar de los hechos; de igual manera que con las demás técnicas criminalísticas,
acontece con la identificación Odorología Criminalística y Forense.
Como parte del nuevo sistema penal acusatorio y con el uso cada vez más
generalizado de los juicios orales, a los peritos médicos forenses, se les demanda
la capacidad técnico-científica para una intervención eficaz, eficiente y
especializada, que aporte los elementos probatorios necesarios, como testigos
expertos, con conocimientos de las facultades y obligaciones que esto implica.
Esto implica que el juzgador tiene que estar capacitado con un amplio criterio en la
materia, haciendo que su valoración de la prueba, tenga un antecedente científico
y doctrinal, logrando un análisis real del valor de la prueba.
1Maestro de la Licenciatura en Derecho, Universidad de Sonora Unidad Regional Sur. Blvd. Lázaro Cárdenas No. 100, Navojoa,
Sonora. [email protected]
2Estudiante de la Licenciatura en Derecho, Universidad de Sonora Unidad Regional Sur. Blvd. Lázaro Cárdenas No. 100, Navojoa,
Sonora. [email protected]
3Estudiante de la Licenciatura en Derecho, Universidad de Sonora Unidad Regional Sur. Blvd. Lázaro Cárdenas No. 100, Navojoa,
Sonora. [email protected]
INTRODUCCIÓN
Cada vez se hace más creciente la utilización de la Odorología Criminalística por
los órganos de Instrucción Penal, Laboratorios de Criminalística, Órganos
de Investigación Operativa y órganos de Justicia (Fiscalía, Bufete y Tribunales), de
todo el país.
El proceso para la captación de la huella olorosa es sencillo, solamente exige de la
observancia de las reglas de higiene y esterilidad para evitar contaminaciones de
olores y determinar objetivamente que objetos o lugares tuvieron mayor contacto
con el autor del hecho, así como al tener el circulo de sospechosos se le toman las
impresiones olorosas (su olor), según la metodología establecida, para proceder
posteriormente a la comparación de estos olores en la cámara de comparación
climatizada, alejada de toda fuente de campos magnéticos, ruidos y
utilizando perros especialmente entrenados para comparar e identificar olores
humanos en conserva.
La odorología ha conducido y conduce a debates jurídicos derivados por la duda
de algunos, sobre los resultados reales de esta técnica para determinar la
veracidad de la participación de uno o varios acusados en un hecho delictivo. Sin
embargo con la evaluación de los medios y métodos que se utilizan en su
aplicación, así como los resultados que van en aumento ha posibilitado que la
Odorología haya sido aceptada por la criminalística como una de sus técnicas o
ramas.
Teniendo en cuenta el basamento científico de la Odorología Criminalística, así
como los medios y métodos utilizados en su aplicación y los resultados obtenidos
nos conduce a formular el siguiente problema científico:
¿Por qué el Dictamen Pericial Odorológico posee valor probatorio en el proceso
penal en Cuba?
El campo de acción lo constituyen los elementos que posibilitan que el Dictamen
Pericial Odorológico posea valor probatorio en el proceso penal.
A partir de la relación que existe entre el objeto de la investigación, su campo y
el objetivo general, se formulan las siguientes interrogantes científicas:
1- ¿Posee la odorología un basamento científico como técnica criminalística?
2- ¿Qué medios y métodos se utilizan en la aplicación de esta técnica de la
criminalística?
3- ¿Por qué posee valor probatorio el Dictamen Pericial Odorológico en el proceso
penal en Cuba?
Las interrogantes indicaron la elaboración de los siguientes objetivos
específicos, que permitirán dar solución al problema científico:
1- Analizar el basamento científico de la Odorología como rama de la
Criminalística
2- Caracterizar los medios y métodos que se utilizan en la aplicación de esta
técnica.
3- Determinar porque posee valor jurídico el Dictamen Pericial Odorológico como
medio de prueba en el proceso penal en Cuba.
El tipo de investigación utilizada presenta un carácter teórico-doctrinal, lo que
determinó que la metodología investigativa girara en torno a los métodos histórico-
lógico, analítico-sintético, inductivo-deductivo, además de revisión
de documentos y análisis de jurisprudencia.
Las valoraciones generalizadoras y sistematizadoras se elaboraron desde los
enfoques moderativo y sistémico-estructural.
Con vista a responder al problema científico propuesto y los objetivos previamente
expuestos, el trabajo presenta una estructura de tres capítulos, cada uno posee su
propio objetivo y se encuentran convenientemente organizados en epígrafes. Ellos
son:
Basamento científico de la Odorología como parte integrante de la Criminalística.
El olor y la huella olorosa, factores que posibilitan e inciden negativamente en su
obtención, así como lugares donde se puede captar tras la comisión de un hecho
delictivo. El olfato canino y sus posibilidades. Formas de entrenamiento.
El trabajo en el Lugar del Hecho y en el laboratorio. Contenido del maletín de
Odorología. Descripción de los medios y materiales. Levantamiento y ocupación
de las huellas olorosas en el Lugar del Hecho. Lugares u objetos más factibles
para obtener olores humanos. Objetos y Lugares factibles donde levantar huellas
olorosas. Método para la toma de impresiones olorosas a los sospechosos y/o
potenciales delictivos. El trabajo en el laboratorio de Odorología.
Determinaciones sobre el valor legal del Dictamen Pericial Odorológico como
prueba en el proceso penal. Valoraciones que realizó el tribunal sobre la huella de
olor al momento de dictar el fallo.
ANTECEDENTES
Odorología
Internacional
Europa
La Odorología, también conocida como “Huella de Olor”, tiene su origen inicio en
la década en los años sesenta, en la Unión Soviética. Fueron ellos quienes
realizaron experimentos con olores conservados con ayuda de perros entrenados
para el rastreo de olores.
Este proyecto de siendo suspendido, fue retomado para por la República
Democrática Alemana, para continuar con su investigación, quienes la
desarrollaron, de tal forma que expusieron los avances, y dando comienzo al uso
por los países socialistas de Europa.
El primer laboratorio de Odorología fue fundado 1976 por el profesor Abraham Ilich
Winberg quien con ayuda de especialistas desarrollaron una metodología para la
colección y conservación de olores que pudiesen dar con la huella olorosa de un
criminal.
América
Argentina
El Médico Veterinario Mario Rolando Rosillo, perfecciono la técnica al contactarse
con investigadores de Olfato. Fue donde comenzó con la investigación en campos
de la memoria olfativa del perro, donde se realizaron los trabajos en Corrientes,
participando en homicidios cuyo autor se desconocía y gracias a la investigación
realizada, a través de esta pericia, se dio con el autor del hecho delictivo.
Cuba
Siendo el primer impulsor para América Latina, en 1989, decide la construcción del
primer laboratorio de Odorología y en 1991 se realizaron las primeras pruebas de
campo, donde se decide expandirse a la Habana, apoyado por la experiencia de
peritos que conocían la ciencia.
México
El Sistema de justicia penal, demanda a los órganos impartidores de justicia que
cuenten con nuevas herramientas para mejorar con más exactitud la obtención y
preservación de los indicios, tal que, acerca a las ciencias que tengan relación.
En México, en el estado de Morelos, el 31 de agosto de 2011 fue aprobado el
acuerdo 40/2011, que crea la Unidad de Odorología, el cual estará a cargo de la
dirección general de servicios periciales de la procuraduría general de justicia del
estado de Morelos, siendo el primer estado que cuenta con una unidad de
Odorología en México.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Basamento científico de la Odorología como parte integrante de la Criminalística.
El olor y la huella olorosa.
El olfato canino y sus posibilidades
La Odorología Criminalística se encarga del estudio del mecanismo de formación
de la huella olorosa, así como los medios y métodos necesarios para la captación,
conservación y posterior comparación en el Laboratorio de estas huellas con el fin
de establecer el nexo de determinado sospechoso con un objeto o lugar ocupado
en el lugar del suceso, con el fin de determinar el autor y esclarecer el hecho
delictivo.
Etimológicamente Odorología está compuesta por las voces ODORO (olor) y
Logia o Logos (estudio o tratado de las huellas).
El olor y la huella olorosa.
Según los diccionarios Aristos, Cervantes de la lengua española y el de términos
médicos, la palabra OLOR proviene del latín vulgar oloris, y coinciden en señalar
que el olor es una sensación, impresión que en el olfato producen los efluvios o
emanaciones de los cuerpos, de esta definición podemos comprender que sin el
olfato (órgano exclusivo de muchos animales) no es posible establecer el olor de
determinado cuerpo oloroso a no ser con la utilización de sofisticados equipos
(Ej. Cromatografía gaseosa).
La huella olorosa no es más que una micro huella invisible a
la percepción humana, formada por ácidos grasos volátiles, aminoácidos y otros
olores adicionales del cuerpo productor (humano), que puede ser captada por el
perito criminalista con la utilización de medios especiales, tales como paños
odoríferos, frascos y pinzas estériles de los lugres en que se sospeche el contacto
pleno del individuo con el objeto o lugar (1).
El olor humano está compuesto por productos de la fermentación de la grasa de
la piel, ácidos grasos volátiles de bajo peso molecular, aminoácidos y otras
sustancias de excreción y secreción que intervienen en el metabolismo, así como
los olores provenientes de la alimentación, perfume, cosméticos, vicios,
medicamentos, y del medio ambiente donde se vive o trabaja, toda esta mezcla
olores de forma un complejo-olor único de cada persona e irrepetible, aun cuando
sean gemelos, lo que le concede al olor humano un carácter único, por lo tanto
identifica a la persona. Se ha demostrado que el olor en las diferentes partes del
cuerpo de un individuo, es el mismo, incluso perdura después de muerto.
___________________________
1 Molina Waldemiroff, Marcos. La Odorología Criminalística, División de Criminalística, Ciudad de La
Habana, 2000.
Impresión olorosa: Se denomina al proceso de trabajo donde se obtiene el olor particular de un individuo
mediante la colocación de paños odoríficos generalmente en la cintura del individuo para adsorber este olor
particular.
El olfato canino y sus posibilidades:
El medio sensor utilizado para la descodificación de este lenguaje oloroso, es el
perro, los cuales se entrenan durante dieciséis semanas en la identificación y
diferenciación de olores en conserva (del lugar del suceso y de los sospechosos) y
a través de su poderoso órgano olfatorio, se logra la identificación de la persona
que participó en el lugar donde se cometió el delito, con un margen de error casi
nulo.
El órgano olfatorio del perro es de alta fidelidad, pues un tercio o una mitad de la
región nasal y está cubierta por una mucosa de color amarillo, cuyo epitelio tiene
carácter olfatorio netamente, de donde parten fibras nerviosas olfatorias que llegan
hasta el lóbulo olfatorio que ocupa una parte extensa del cerebro de los canes, lo
que posibilita una respuesta al estímulo olfatorio, además, la memoria olfativa en
los canes es grande en comparación con los humanos.
Desde el punto de vista fisiológico y estructural, la célula olfatoria es responsable
de captar las moléculas olorosas y está recubierta por finísimos flagelos o cilios de
diverso calibre y longitud (aproximadamente 72 cilios por cada célula), las que
suman dos billones de células olfatorias en esta área (en el pastor alemán), contra
doscientos veinte millones que posee el ser humano, lo que le permite a los canes
tener una superficie de recepción del estímulo tal, que solo se necesita una
molécula olorosa para estimular el olfato canino y descubrir la fuente productora
(2).
2 Molina Waldemiroff, Marcos. Valoración anatomofisiológica del olfato canino y su importancia para el
establecimiento del valor legal de la huella olorosa. LCC, Ciudad de La Habana,
El trabajo en el Lugar del Hecho y en el laboratorio
Contenido del maletín de odorología. Levantamiento y ocupación de las huellas
olorosas en el Lugar del Hecho. Método para la toma de impresiones olorosas a
los sospechosos y/o potenciales delictivos. El trabajo en el laboratorio de
Odorología (3).
El maletín de odorología deberá contener lo siguiente:
8 frascos twiss – off (B-580) o del tipo Omhnia, preparados con paños odoríficos.
8 pinzas.
Papel de aluminio.
Sobres de nylon.
Lápiz cristalográfico.
Etiquetas para los frascos de huellas e impresiones olorosas.
Planillas para la ocupación de la huellas.
Planillas para la toma de impresiones olorosas.
Tubo de pegamento.
8 pares de guantes quirúrgicos o similares, estériles.
1 nasobuco (opcional)
1 tijera.
Levantamiento y ocupación de las huellas olorosas en el Lugar del Hecho:
Levantamiento de huellas olorosas:
Al llegar al lugar se realizará la inspección como está establecido, y se escogerá el
objeto o lugar que tuvo mayor contacto con el autor del hecho, en el siguiente
orden:
-Objetos que sean ajenos al lugar y se sospeche sean propiedad del autor.
-Objetos de cualquier constitución que hayan sido movidos de su posición
habitual, y que hayan tenido contacto con el mismo.
- Las vías de entrada y salida del autor al Lugar del Hecho.
-Secreciones y líquidos biológicos del autor (si la mácula está seca se aplicará el
método tradicional de recolección de olores y si está líquida se recogerá el olor
con la pistola de recolección creada para estos fines).
-Huellas dactilares sin valor identificativo dermatoscópico.
-Huellas de calzado o de un pie desnudo, con o sin valor identificativo.
-Lugares en el suelo o en el piso de cualquier área del lugar, que se considere que
el autor se detuvo algún tiempo, previa modelación de esto.
Seleccionado el lugar se aplicará el procedimiento para el levantamiento de la
huella olorosa de la siguiente forma:
El especialista se coloca los guantes y toma una pinza estéril del maletín
operativo, toma un frasco, extrae de su interior el paño y lo coloca encima del
objeto o lugar seleccionado, tratando de que el paño tenga la mayor superficie de
contacto con el objeto o lugar, de ser necesario se aplicará más de dos años en el
mismo objeto o lugar.
El paño permanecerá como mínimo 30 minutos si consideramos que el objeto o
lugar tuvo contacto intenso con la fuente productora (ropas, secreciones, objetos
personales del autor; etc.). Si el objeto es pequeño o la antigüedad de la huella
olorosa es superior a las 6 horas y en condiciones desfavorables para la
conservación de olores humanos (excesiva temperatura o humedad relativa alta),
se dejará el paño por más tiempo (mínimo 12 horas).
Sobre el paño se colocará una película fina de papel de aluminio o un nylon estéril,
para impedir el escape de olores que atraviesen el paño odorífico.
Concluido el tiempo de contacto entre el paño y el lugar u objeto, se retirará el
papel de aluminio o nylon, y se tomará con la pinza el paño y será introducido de
inmediato en el frasco el cual se cerrará con su tapa.
Se rotula el frasco, con su etiqueta.
Se llenará la planilla de ocupación de la huella olorosa con todos los datos y se
enviará al laboratorio acompañada del o los frascos con Huella Olorosa. (Ver
anexo 1)
Método para la toma de impresiones olorosas a los sospechosos y/o
potenciales delictivos:
Se puede realizar de dos formas: pública o secreta.
Toma de impresiones de forma pública:
Se le solicita a la persona que abra el frasco, tome el paño odorífico lo pase por
sus manos y se lo coloque en la región de la cintura (pelvis), como mínimo por 30
minutos. Al transcurrir este tiempo se le pide al ciudadano que deposite el paño en
el frasco el cual será cerrado de inmediato.
Se identifica el frasco con el llenado de la etiqueta.
Se llenará la planilla de ocupación de la impresión olorosa con todos los datos
requeridos y se enviará al laboratorio acompañada del o los frascos con
impresiones olorosas.
Toma de impresiones Secreta o Enmascarada:
Cuando por necesidad del trabajo operativo o por cuestiones de
compartimentación se necesite obtener una impresión olorosa de un ciudadano
determinado que no resulte prudente, tomarla públicamente se podrán utilizar el
siguiente procedimiento:
Se prepara una silla con una superficie que permita lavarla con agua caliente y
detergente sin olor (superficie de vinyl, plástico, metal, etc.), posteriormente se
coloca al sol hasta que esté completamente seca.
Una vez preparado el referido asiento, se citará a la persona en cuestión utilizando
cualquier pretexto, y se le conminará a que se siente en este lugar y se entablará
una conversación, como mínimo durante 20 minutos (o más).
Al concluir la entrevista y marcharse la persona, se aplica el paño encima de la
silla, por 30 minutos, utilizando el procedimiento explicado anteriormente para
obtener una huella olorosa.
El trabajo en el laboratorio de Odorología:
Para la aplicación de la Técnica Odorológica se emplea los siguientes materiales:
Frascos estériles de 380 o 800 ml con cierre hermético.
Paños odoríficos ricos en fibras de algodón.
Pinzas cuyo material este esterelizado.
Guantes.
Papel fino de aluminio.
Perras de la raza Pastor Alemán entrenadas en la comparación e identificación de
olores humanos en conserva.
Un especialista preparado en técnica canina y criminalística.
Un archivo para conservar los olores del Lugar del Hecho e impresiones olorosas
de sospechosos y de potenciales delictivos.
Cámara para la comparación de huellas olorosas e impresiones de sospechosos.
Área de esterilización donde se garantiza la calidad de los medios, evitando
posibles contaminaciones.
Oficinas para la confección de los dictámenes periciales.
Descripción de las instalaciones del laboratorio de Odorología:
Archivo o bancos de olores:
En esta área se almacenan los frascos que contienen las huellas olorosas del
Lugar del Hecho y las impresiones olorosas de los sospechosos, así como
un banco de olores del potencial delictivo.
Una vez levantada la huella olorosa en el Lugar del Hecho y tomadas las
impresiones se le da entrada al Archivo y se deja como mínimo 24 horas antes de
compararlas para que las moléculas olorosas contenidas en los frascos se
amorticen y "maduren" lo suficiente para que el perro pueda trabajar con ellas sin
dificultad.
Cámara de comparación de olores:
Esta es el área de trabajo más importante del laboratorio ya que aquí se realiza la
comparación de las huellas olorosas ocupadas en el Lugar del Hecho contra las
impresiones de sospechosos o potenciales delictivos, se realiza en la cámara de
comparación, la cual debe estar climatizada (15 – 20 ºC), humedad relativa baja
(60-80%), (para el control de estos factores se emplearán termómetros y
psicrómetros), y alejada de toda fuente de ruidos y olores contaminantes, con
acceso restringido a la misma. Debe existir una mesa alta preferiblemente de
aluminio, para colocar los frascos, planillas y demás utensilios de trabajo, así
como una buena iluminación (al menos 6 lámparas de 40 watt).
El perito entrará a la cámara con la "golosinera" conteniendo la golosina troceada,
además tendrá puesta la bata sanitaria y el can entrará con la brida, la que se le
retirará una vez dentro de la cámara.
Ya dentro de la cámara se le da a olfatear al can por quince segundos la huella
olorosa ocupada en el Lugar del Hecho, sujetada de una pinza estéril, para que
busque en una hilera de frascos (ocho) que contienen las impresiones olorosas,
de los sospechosos del hecho más otros olores de "ayudantes" para determinar la
correspondencia de olores; si el can identifica un complejo-olor (de uno de los
frascos con olores de los sospechosos) idéntico al que tiene por referencia (huella
olorosa), se echa al lado de ese frasco y da muestras de estar seguro de
su selección, siendo estimulado por el especialista.
Al identificar un olor idéntico, se cambian los frascos de posición y se realizan seis
rondas o pases, al concluir estos se vuelve a realizar todo este procedimiento con
otro perro ratificando los resultados iniciales, los cuales se plasmaran por el perito
en el modelo de control para realizar la comparación dentro de la cámara, para
finalmente confeccionar el informe pericial, el que solo se realizará, como lo
establece la ley, con el nombre y dos apellidos de la persona identificada o no y la
descripción exacta del tipo de delito, dirección del hecho y lugar u objeto donde se
ocupó la huella olorosa.
Interpretación de los resultados:
Los resultados en Odorología son positivos o negativos y se explican de la
siguiente manera:
Positivo: Se establece la coincidencia de olores de la huella olorosa ocupada en el
Lugar del Hecho con una o más de las impresiones olorosas de sospechosos o
viceversa.
Negativo: El can no marca ninguno de los frascos de los sospechosos, aunque en
el control marca la huella como señal de que está trabajando bien.
El resultado positivo o negativo no significa que sea o no el autor del hecho la
impresión olorosa marcada, sino que hubo contacto o no, entre la fuente
productora (sospechoso) con el objeto o lugar de donde se obtuvo la huella
olorosa.
Determinaciones sobre el valor legal del Dictamen Pericial Odorológico en el proceso
penal
Valoraciones que realizó el tribunal sobre la huella de olor al momento de dictar el
fallo.
Determinaciones sobre el valor probatorio del Dictamen Pericial Odorológico en el
proceso penal:
Como principio, ningún peritaje criminalístico por sí solo podrá determinar
la responsabilidad legal de un acusado de un hecho investigado. Es un indicio
probabilístico sobre un determinado aspecto circunstancial de presencia, contacto,
forma de ejecución, en relación con el delito cometido. Por tanto, el Dictamen
Pericial es un elemento más que se debe armonizar, corresponder y
complementar con el universo de los elementos probatorios obtenidos durante el
proceso investigativo y cada uno de ellos, tomados por separado y aislándolo del
conjunto, no conducen de modo alguno a probar culpabilidad, constituyendo solo
indicios probabilísticos al igual que el dictamen pericial. Es la unión de todos los
indicios o elementos probatorios, lo que lleva a la certeza y a la convicción, pues
indicio es una señal que proporciona conocer sobre lo investigado.
Ningún texto legal establece qué puede o no ser objeto de un peritaje
criminalístico, en el que se requiere de un razonamiento lógico subjetivo del perito,
partiendo de elementos no perceptibles sensorialmente por el hombre y que
requieren de un juicio valorativo especializado para su comprensión
e interpretación. Ese juicio valorativo es realizado mediante la deducción,
la inducción y la analogía para establecer la génesis, el nexo y la relación de
causalidad mediante el estudio, la experimentación y la observación, indagando
sobre lo ocurrido desconocido, estableciendo la concatenación de probabilidades
racionales que permitan extraer conclusiones objetivas de señales generalmente
subjetivas.
Ese juicio valorativo requiere de una compleja y ardua preparación profesional
especializada de los peritos criminalistas, que es lo que da confiabilidad legal a su
dictamen, es decir su profesionalidad.
Toda peritación es un acto personal, cuyo resultado tendrá incidencia en un
sentido u otro, en el fallo final del tribunal. Para su realización, el perito requiere no
sólo de amplios conocimientos especializados y de experiencia profesional, sino
necesariamente debe auxiliarse de múltiples y variados equipos y
medios sensores, físicos, químicos, biológicos, etc., cuyas reacciones y señales
deberá interpretar casuísticamente, para arribar a sus conclusiones periciales.
El peritaje comparativo de olor no da grado de certeza como el biológico, por
ejemplo, por lo que su resultado no se emite como posible, probable, probable
positivo o categórico. La prueba de olor no aporta autoría sino elementos de
contacto, coincidencias de olores. Se dictamina, como ya se ha dicho, por el
análisis del perito del resultado comparativo del can como medio auxiliar censor,
por lo que no puede darse con grado de certeza, aunque el perito esté seguro en
sí de que el portador del olor marcado es el autor del hecho que se investiga.
En el manejo de la prueba de olor hay que ser cuidadoso, pues el abogado tiene
deber de criticar los argumentos del perito e indagara qué blancos de ataque
ofrecen los peritajes que perjudican a su defendido.
Un Peritaje Odorológico puede ser puesto en duda por ser detectados
determinados prejuicios en el perito e irregularidades en su procedimiento como
puede ocurrir en peritajes de otras ramas criminalísticas, y sobre todo sus
deficiencias pueden estar dada porque el perito viole la metodología establecida
para la aplicación de esta técnica criminalística o por la inadecuada custodia de la
huella olorosa levantada en el Lugar del Hecho hasta su comparación con las
impresiones olorosas tomadas a los presuntos autores en el laboratorio, lo que
puede provocar que sus resultados no contribuyan al esclarecimiento de los
hechos delictivos o en el peor de los casos distorsionen la realidad de los mismos.
La importancia del Dictamen Pericial Odorológico como prueba indiciaria está
dada ya que aunque por sí solo no conduce al convencimiento del juzgador, unido
e interrelacionado a otros indicios recíprocamente comprobables ganan
el poder de demostración y conducen al convencimiento del juez en su función de
impartir justicia.
Valoraciones que realiza el tribunal de la huella de olor para dictar el fallo:
Delito: Hurto y Sacrificio Ilegal de Ganado Mayor de carácter continuado.
Causa 94 del 2011 del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara, Sala de
los Delitos Contra la Seguridad del Estado, en función penal.-
Sentencia número: noventa y seis de dos mil once.
Fecha: 22 de julio de 2015.
Se levantaron huellas olorosas en la lima, en el cuchillo de cabo plástico y en la
vaina que resultaron coincidentes con las impresiones olorosas del acusado A, y
el aroma obtenida en una botella plástica ocupada que contenía bebida alcohólica,
en la gasa de una de la sogas y en el cuchillo de cabo de madera resultaron
coincidentes con el efluvio personal del acusado Y, lo que demuestra el
comprometimiento de ambos para con ese hecho delictivo, pues como se conoce
el olor posee valor identificativo, al ser propio e irrepetible de cada persona, y por
ende todo ello demuestra la presencia de los enjuiciados en ese escenario
delictual y la manipulación que realizaran sobre los instrumentos utilizados para la
matanza del animal.
Delito: Robo con Fuerza en las Cosas.
Causa 144 del 2011 del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara, Sala de los
Delitos Contra la Seguridad del Estado, en función penal
Sentencia número: Ciento cuarenta y cinco de dos mil once.
Fecha: 19 de noviembre de 2015
Se pudieron obtener una serie de evidencias y pruebas con interés criminalístico,
tales como huella de olor en un sitio clave como es el borde inferior de la ventana
violentada y por donde se accedió al círculo, la que al ser cotejada por especialista
del laboratorio criminalista con las impresiones olorosas tomadas al acusado en
legal forma según se constata en el acta levantada en dicha diligencia, existe
plena correspondencia entre estos aromas, como se corrobora por el informe
emitido por el laboratorio que consta en actuaciones como prueba documental, lo
que no solo ubica al acusado en ese establecimiento, sino que evidencia la
manipulación que realizara sobre este lugar para poder forzar la ventana y lograr
que cediera, pues como de todos es conocido el olor posee valor identificativo al
ser propio irrepetible de cada persona y nada justifica esa coincidencia.
Se tomó la anterior muestra de un total de cinco sentencias que
concluyeron procesos tramitados por la Fiscalía Municipal de Corralillo en el año
2015, en las que el Fiscal propuso en sus Conclusiones Provisionales el Dictamen
Pericial Odorológico como prueba al tribunal y este lo tuvo en cuenta al dictar el
fallo.
Recomendaciones
1. Ampliar los conocimientos sobre el procedimiento establecido para la
aplicación de la técnica Odorológica por parte de los Fiscales de la
esfera penal, mediante el estudio individual e intercambio entre
peritos y Fiscales sobre estos temas.
2. Lograr una mayor participación del Fiscal en cada uno de los pasos
establecidos por la metodología para la aplicación de esta técnica de
la criminalística en el Lugar del Hecho
Entre la Prueba, la Ciencia y la Odorología
En la actualidad la tecnología y el avance de las ciencias, han provocado la
transformación de las formas de percibir las realidades, así como de obtener datos
que nos ayudan en nuestra vida cotidiana, y cuando hablamos del derecho y la
impartición de justicia, las nuevas tecnologías, no son la excepción.
En materia penal conocemos las pruebas tradicionales las cuales pueden ser
ofrecidas siempre y cuando no exista en primer término la ilicitud de la misma, lo
cual significa, que la prueba no puede ser admitida cuando ésta haya sido
producto de una violación de derechos humanos, lo que recaería en una exclusión
o nulidad de la prueba ofrecida, atendiendo la teoría de la manzana prohibida.
La tarea del juzgador no es fácil, pues el acercamiento a los hechos es un tema
complejo, sobre todo en la construcción de los mismos pues dependen de las
pruebas reconocidas por la ley, suponiendo que las mismas son pertinentes, es
decir que tengan relación estrecha con los hechos.
Las Reglas de Evidencia, tiene su origen en la tradición jurisprudencial del
Common Law anglosajón, dentro de la cual ha operado la institución del jurado de
conciencia. Debido a que el jurado está integrado por personas que desconocen el
derecho, simplemente basan su veredicto en la observación de unos hechos
basados en sus propios criterios y convicciones. Lo que hizo surgir la necesidad
de hechos concretos, claros y evidentes.
La primera codificación de reglas de evidencias se encuentra en el tratado de
pruebas Angloamericanas de 1904.El Código Federal Rules Of Evidence de 1975,
constituye el gran intento en unificar a nivel nacional las más importantes reglas de
evidencia. La jurisprudencia, en ese caso, que era fuente principal de derecho
probatorio, pasa a segundo plano a cumplir una función interpretativa supletoria.
John Henry Wigmore, establece el termino EVIDENCIA no constituye un principio
lógico a jurídico si no un hecho o conjunto de hechos que se ofrecen ante un
jurado o un tribunal para la veracidad de una proporción de los hechos. (Vargas,
2018)
Ahora de lo anterior se desprenden las siguientes interrogantes: ¿Qué pruebas
son reconocidas por la ley? ¿Qué pruebas son pertinentes? ¿Puedo ofrecer
cualquier tipo de prueba?
Lo anterior, tiene suma importancia cuando se aborda el tema de la odorología o
mejor conocida como huella de olor, ya que no es una prueba común, sin embargo
es adoptada ya por algunos países como Cuba y Argentina en Latinoamérica y
prácticamente en toda la Unión Europea, la misma no se puede catalogar como
una prueba ilícita y puede resultar de gran utilidad para la procuración de justicia,
entonces, ¿puede ser la prueba odorológica, una prueba pertinente, idónea y con
valor jurídico para el sistema penal mexicano?
Estos planteamientos referentes a la prueba y a la odorología, son los que motivan
la presente ponencia, en donde las ciencias auxiliares del derecho penal como lo
son la criminalística y las ciencias forenses, tienen un rol trascendental sin dejar
por fuera el criterio del sistema penal mexicano.
La prueba
Después de examinar la licitud probatoria, atendemos al Código Nacional de
Procedimientos Penales, en su artículo 261 párrafo tercero, define a la prueba
como:
“todo conocimiento cierto o probable sobre hecho, que ingresando al proceso
como medio de prueba en una audiencia y desahogada bajo los mismos principios
de inmediación y contradicción, sirve al Tribunal de enjuiciamiento como elemento
de juicio para llegar a una conclusión cierta sobre los hechos materia de la
acusación”
Esta definición en principio pareciera que todo tipo de prueba puede ser aceptada,
pero ¿cuáles son los verdaderos parámetros o filtros que tienen las pruebas para
ser admitidas y valoradas por un juzgador?
El artículo 259 de Código Nacional de Procedimientos Penales nos dice:
“Cualquier hecho puede ser probado por cualquier medio, siempre y cuando sea
lícito”. Es decir, como ya lo comentamos con anterioridad que la prueba no sea
obtenida o derivada de una violación de derechos humanos. Como ejemplo de
ello, tenemos las pruebas obtenidas por medio de un allanamiento de morada sin
la respectiva orden de cateo al domicilio en donde se obtiene la prueba; otro
ejemplo una testimonial obtenida a través de medios de tortura, entre algunos
ejemplos que se pueden mencionar
El Ministro Cossío Díaz, nos dice que; “Los tribunales no tienen límites temporales
para ordenar la aportación de las pruebas que son indispensables para formar
convicción respecto al contenido de la Litis, ni tampoco rigen las limitaciones y
prohibiciones para la materia de pruebas establecidas en relación a las partes”.
Sin embargo, la valoración de las pruebas también está determinada en el párrafo
segundo del citado artículo 259 del Código Nacional de Procedimientos Penales:
“Las pruebas serán valoradas por el Órgano jurisdiccional de manera libre y
lógica”. Entendemos por manera lógica aquella que tiene coherencia, relación y le
ayude en la construcción de los hechos, aportando los elementos que serán
valorados por dicho Órgano.
Existen algunos antecedentes para tomar en consideración hablando de la
admisión de las pruebas científicas, ¿Cuándo podemos decir que una prueba tiene
un valor científico?
Caso Frye 1923
Para contestar esta pregunta el Ministro de la Corte el citado Ramón Cossío Díaz,
hace referencia a algunos antecedentes interesantes, como lo son los casos Frye
de 1923, referente a la admisibilidad de la prueba del detector de mentiras en un
caso de homicidio, señalando ésta prueba para los juzgadores la inocencia. Este
criterio permaneció durante 70 años.
“De acuerdo con Frye, el testimonio experto, para ser admitido en juicio, debía
aprobar un test de aceptación general, según el cual la disciplina representada por
el experto debía estar dotada de un cierto nivel de reconocimiento en la
comunidad” (Grupo de Investigadores Forenses, 2013).
En este caso lo que se estableció respecto al polígrafo o también llamado detector
de mentiras, es que la información solo puede ser científica cuando sea
generalmente aceptada por la mayoría de la comunidad científica de la que se
trate, es decir el criterio del conocimiento generalmente aceptado (Cossío Díaz,
2012)
Caso Kelly 1976
Otro caso relevante que aporta a este tama se pronunció por la Corte Suprema del
Estado de California en el caso Kelly de 1976, el cual estableció que:
“para el caso de principios o técnicas científicas novedosas, quien presentaba la
prueba debía persuadir al juez de que los mismos habían sido establecidos de tal
forma que hubieren ganado aceptación general en el área al cual corresponde. Se
buscaba, de esta forma, que el conocimiento experto incorporado al proceso se
funde en un acuerdo general o consenso dentro de la comunidad correspondiente,
aun cuando los jueces tuvieran conclusiones en virtud de las cuales se dudara de
la fiabilidad de una evidencia científica” (Grupo de Investigadores Forenses, 2013).
Los dos antecedentes anteriores tanto de Frye como Kelly, marcaban la prueba
dentro del procedimiento con un estándar de aceptación generalizada entre la
comunidad científica, pero dejando al juez la facultad discrecional e incontrolable
del valor de la prueba para la significación normativa.
Caso Daubert vs. Merrell Dow Pharmaceuticals Inc.
En el caso Daubert rompe con el estándar del conocimiento generalmente
aceptado por la comunidad científico que trataba de lo siguiente:
“El primer caso es Daubert y data de 1993. Se trató de un juicio de
responsabilidad civil en el cual se demandaba por los daños sufridos por el
consumo de un medicamento Bendectin, producido por el laboratorio Merrel.
Según los demandantes, el consumo del mismo por parte de su madre durante
sus periodos de embarazo habría sido la causa de una serie de malformaciones
en sus personas” (Grupo de Investigadores Forenses, 2013).
El estándar de Frye resultaba insuficiente para determinar la procedencia de la
pericial o testimonio experto en juicio, ya que había otros elementos que valorar,
como si las madres de familia fumaban o consumían otro tipo de sustancias que
podían producir una malformación en los bebés.
En el razonamiento hecho en el caso Daubert, es que, en el ámbito del derecho,
no debiese aceptarse como conocimiento experto sino aquello que la “buena
ciencia” aceptaría como tal, nada menos. De ello se desprenden los siguientes
parámetros por la Suprema Corte de Justicia en Estados Unidos:
1. Estar probado y sujeto a medios de refutabilidad
2. Haberse publicado el conocimiento y haberse sometido a revisiones
periódicas
3. Que se hubieren expresado los márgenes de error y criterios de control de
las operaciones técnicas
4. Que sea generalmente aceptado por la comunidad científica
5. La eliminación del conocimiento científico con carácter especulativo
6. La asimilación del conocimiento de la experiencia (conocimiento empírico)
Estos último se desprenden de otro caso relevante que se da en el año 1999 en el
caso Kumho Tire Co. v. Carmichael, que trataba de lo siguiente:
“Patrick Carmichael conducía su minivan el 6 de julio de 1993, cuando explotó
el neumático trasero derecho . Uno de los pasajeros en el vehículo murió y otros
resultaron gravemente heridos. Tres meses después, los Carmichaels
demandaron al fabricante del neumático, alegando que el neumático estaba
defectuoso y que el defecto causó el accidente . El caso de Carmichaels se basó
principalmente en el testimonio de un experto en fallas de neumáticos” (Wikipedia
The Free Encyclopedia, 22).
En este caso se concluyó que muy probablemente no existía un grupo de
científicos en la comunidad internacional que se dedicaran exclusivamente a las
cuestiones técnicas en la elaboración de los neumáticos por lo que se aceptó el
conocimiento empírico, es decir de asimilación del conocimiento por experiencia,
en las testimoniales de expertos en la materia.
La Suprema Corte de Justicia en México.
En México tenemos nuestro antecedente más relevante en el caso pronunciado
por la Primera Sala en donde resuelve la contradicción de tesis 154/2005, que
refiere a la pertinencia de la prueba de ADN en un juicio de paternidad (Nación,
10) , de los cuales se desprenden las siguientes reglas:
1. Que la evidencia científica sea relevante para el caso concreto en estudio,
es decir, que a través de la misma pueda conocerse la verdad de los
hechos.
2. Que la evidencia científica sea fidedigna, es decir, que se haya arribado a
ella a través del método científico con las siguientes características:
a) Que hayan sido sometidas a pruebas empíricas de refutabilidad
b) Que hayan sido sujetas a la opinión, revisión y aceptación de la
comunidad científica
c) Que se reconozcan sus márgenes potenciales de error
d) Que existan estándares que controlen su aplicación; y
e) Conocimiento económico, es decir, que se analice el costo beneficio
(Cossío Díaz, 2012)
No es un reto menor el de los juzgadores a la hora de interpretar los hechos, en la
construcción de los mismos para significar en el marco normativo, para llegar a
una aproximación a la certeza. Se tiene que partir de un reconocimiento de un
conocimiento limitado en la valoración de las pruebas.
JUSTIFICACIÓN
La escena del crimen siempre tendrá elementos de valiosa información, sin
embargo, por la naturaleza del hombre no se logra percibir variedad de rastros y
elementos los cuales aportan gran valor y se pierden en el camino a conocer la
verdad de los hechos.
Siempre son frecuentes rastros y huellas que demandan particulares técnicas y
conocimientos que logren hallar, recolectar fijar e identificar la gran gama de
dichos elementos; es por eso que consideramos que la justificación reside en la
necesidad de conocer, valorar y demostrar, las ventajas de la criminalística de la
Odorología forense, para utilizar en la vida real estos conocimientos y aplicarlos
como herramientas para la persecución del delito
Consideramos que la Odorología Forense no resuelve el conflicto en su totalidad,
pero contribuye considerablemente a su esclarecimiento, es por eso que la
Odorología como ciencia, nos apoya por medio del estudio del olor, usando al
perro como una herramienta eficaz por su olfato y memoria olfativa, acreditando
una relación entre la persona con el lugar de los hechos, y más afondo,
encontrando la relación del objeto u objetos utilizados con el actor.
Todos los medios utilizados, son valorados por el juez, tomando en cuenta el
criterio científico para utilizando su evaluación racional. En la resolución solo
coexistirán las mencionadas.
Ante la reforma del sistema penal acusatorio, tenemos como clave, el artículo 259
del código nacional de procedimientos que nos dice; que todo objeto relacionado
con el lugar del hecho, puede ser tomado como prueba, esto quiere decir que toda
prueba que haya sido procesada adecuadamente, se considera como licita.
Concluyendo con la investigación, podemos decir que el juzgador pueda admitir
una prueba cuando se tienen los elementos esenciales para poder acreditar la
prueba como licita, lo cual garantiza pertinencia del actor.
CONCLUSIÓN
Tomando en cuenta al Código Nacional de Procedimientos Penales, en el artículo
277, nos menciona la práctica de reconocimiento de personas, así mismo el
registro de los procedimientos de identificación realizados por el organismo
competente. Creemos que la ciencia de la odorología, sería de gran apoyo, aporte
y avance al sistema de Reconocimiento de personas, considerando el margen de
precisión del ochenta siete por ciento.
Proponemos que la figura de Odorología, sea incluida como una técnica más para
el reconocimiento de personas que establece el artículo 277 del CNPP, como
método de identificación por la huella del olor.
BIBLIOGRAFÍA
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esclarecimiento del valor legal de la huella olorosa". LCC, Ciudad de La Habana,
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Zaldívar Stable, Juan.
El trabajo pericial en el lugar del suceso, una especialidad de la Criminalística de
la República de Cuba. LCC, Ciudad de La Habana, 1999.
Autor:
Lic. Yusniel Benavides Gutiérrez.
Fiscalía Provincial de Villa Clara